Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 257

jiddu Krishnamurti

ED U CAR
EN LA
I IN TELIG ÊN CIA
Los princípios dei aprender
JlD D U K r ISH N A M U R T I

Educar en fa infeltèencia
L o s p rin c íp io s d e i a p re n d e r

Diálogos comJ Krishnamurti

I
EDICIONES OBELISCO
Introduction

En Brockwood Park, Inglaterra, hay un centro educativo mixto


para jóvenes de entre los trece y los diecinueve anos. Krishna-
murti vivia allí cuando se encontraba en Inglaterra. La primer a
parte de este libro recoge algunas de las charlas y diálogos que
se llevaban a cabo dos veces por semana de modo informal entre
Krishnamurti, los estudiantes y ei personal dei centro.
En la índia también hay escudas fundadas por Krishnamur­
ti que él visita todos los anos, particularmente Rajgbat, en Bena­
res y vaíle Rishi, en el distrito de Chittoor de Andhra Pradesh.
Muchas de las conversaciones con padres y maestros de estas
escudas de la India se recogen en la segunda parte de este libro.
Además, en los afíos setenta, Krishnamurti habló en distintos
lugares de Estados Unidos, en la Universidad de California, en
Berkeley y en Santa Cruz, en las universidades de Brandeis y
Stanford, y también conversó de forma individual con educa­
dores y estudiantes antes de abrir la escuda Oak Grove en Ojai,
California, en 1975.

7
Primera parte
Conversaciones con (os profesores
y afomnos de Brockwood Fark

«EI mundo es asi: es enganoso, con políticos corruptos, la


obsesión con el dinero... Si ustedes no reciben una educación
apropiada caeran en ese mismo error. Asi pues, ^qué piensan
que es la educación? ,;Sirve para ayudarnos a encajar dentro
de la mecânica dei actual orden, o desorden, o creen que de-
bería ser algo diferente?
»^Acaso la educación impartida en Brockwood ayuda a los
ninos a ser inteligentes? Con inteligência me refiero a ser sensi­
bles, no a nuestros propios deseos ni a nuestras propias exigên­
cias, sino al mundo. La educación no tiene como único propósito
impartir conocimientos. Su principal objetivo es ayudarles a ver
y afrontar el mundo de forma diferente, de forma inteligente».
«Si ustedes tienen esa semilla que aqui florece, la conserva-
ràn durante toda la vida. Pero si esta no florece, el mundo los
destruirá; el mundo hace de ustedes lo que él quiere que sean:
animales astutos».

9
Capítulo 1
Problemas de convivência en Brockwood.
donde no existe (a autoridad. Diferencia
entre sentimiento y afecto.
La sensación de estar «en casa»

Krishnamurti: La mayoría de las personas trabaja, ya sea para


eludir un castigo o para conseguir algo: posesiones, dinero,
fama... De ahí que la mayoría trabaje bajo una gran presión.
Aquí en Brockwood no existe esa presión extrema. No bay
presión de ningún tipo. Por lo tanto, hay una tendencia -si
puedo senalario—a descuidarse, a dejarse llevar, a volverse un
tanto ociosos y a perder esa vitalidad característica de la ju-
ventud. Ese sentimiento de urgência, esa chispa a la hora de
actuar. Todo eso desaparece poco a poco y ustedes quedan al
amparo de su propia responsabílidad, lo que resulta bastante
difícil.
La mayoría de nosotros necesitamos a alguien en quien
apoyarnos, alguien que nos dé ânimos, que nos diga: «jLo
está haciendo muy bien, siga así!», alguien que nos impulse
cuando flojeamos, que nos oriente cuando sentimos índife­
rencia, cuando estamos adormecidos, que nos sacuda para
mantenernos despiertos; de tal forma que ese alguien se con-
vierte poco a poco en la autoridad. ^No lo han observado?
Aquí no hay autoridad; por lo tanto, a ustedes se les deja
ir por libre, y es muy difícil mantener el nivel máximo de

11
energia, de impulso interno, inteligência y afecto, sin fan-
tasear ni desperdiciar inutilmente el tiempo. Se supone que
Brockwood debe proporcionarles -y espero que lo haga- el
terreno, el ambiente y ia atmosfera en los cuales pueda ge­
nerate y mantenerse esta energia. ;Cómo podemos crear
esto? i Quién va a encargarse de hacerlo?
Interlocutor: Todos los presentes.
K : i Qué significa eso ?
I: La propia responsabilidad.
K: Cuando emplea una palabra, asegúrese de saber lo que
significa. ^Conoce el significado de esa palabra, «respon­
sabilidad»? Su significado no tiene por qué ser lo que usted
piensa, sino lo que Índica el diccionario. Primero debemos
comprender el significado de esa palabra. Aqui tienen a su
maestro de inglês, pregúnteníe.
I: ,;Acaso significa capacidad para responder?
K : Eso es, ^verdad? Capacidad para responder.
I: Nosotros usamos a menudo la palabra «responder»; déci­
mos: «Yo respondo por tal o cual cosa».
K : Si no soy eficaz no puedo responder, hacerlo con propiedad.
De modo que «responsabilidad» significa responder de for­
ma adecuada a mi trabajo, al medio ambiente, o a lo que
ocurre a mi alrededor. Debo responder con toda mi capaci­
dad; eso es lo que significa la palabra «responsable». Vea to­
do lo que implica una sola palabra. Entonces, i quién será el
responsable de crear aqui el terreno adecuado, el ambiente,
la atmosfera apropiada a fin de que ustedes estén totalmente
despiertos y generen energia por sí mismos?
I: Cada uno de nosotros.
K : ^Puede usted hacerlo, Gregory? ,;Está cada uno de nosotros
capacitado para esto?
I: Todos nosotros juntos.
K: No. i Quién es «todos nosotros juntos»? ;Será usted el res­
ponsable de crear este terreno en el cual responderá a un

12
acontecimiento, a todo cuanto ocurré a su aírededor, de
modo adecuado y completo? Si cada uno de nosotros lo
hace, no hay problema, ^verdad? Entonces el lugar será ma-
ravilloso, y cada uno de nosotros llevará dentro de sí una luz
de mil vatios. ^Somos cada uno de nosotros capaces de esto?
O sea, cuando usted dice, «Me acostaré a las diez» -o lo que
sea que haya acordado—lo hará sin que nadie tenga que de-
círselo. ;Entiende lo que eso implica? Cuando usted estudia
pone toda su atención en eüo, lo que significa que responde
de forma adecuada a la asignatura, a todo lo que constituye
su responsabiíidad.Podemos nosotros hacer esto juntos?
I: Somos capaces de hacerlo, pero generalmente no lo hacemos.
K: ,;Por qué no? Acaso siente pereza o indiferencia hacia lo
que hace porque desea hacer alguna otra cosa?
I: En primer lugar, ;cómo puede uno ser responsable si no
conoce lo bastante bien el campo en el cual trabaja? Quiero
decir que, antes de que pueda asumir responsabiíidad por
algo, he de saber con certeza que puedo hacerlo.
K: Sí, que usted es capaz de hacerlo.
I: Pero lo que ocurre en la mayoría de los casos es que la gente
dice: «Usted es responsable» y se da por sentado que uno
sabe lo que tiene que hacer.
K: No, mire, Tungki, acabamos de definir esa palabra. Yo íe
pregunto si usted es capaz y suficientemente inteligente co­
mo para tratar de manera adecuada algo que ha de suceder
aqui. Si no es así, seamos humildes al respecto, seamos sen­
satos y digamos: no somos capaces. Entonces, ^cómo hace­
mos para que esto suceda en nosotros? Háblenlo, yo no voy
a contestar por ustedes.
I: Tiene algo que ver con las relaciones. Cuando uno es res­
ponsable, uno es responsable en Ia relación, jno es así?
K: No sé, investíguelo.
I: Yo veo muchos malentendidos en la escuela, muy a menudo
entre los estudiantes, entre el profesorado. Pero ahora me

13
doy cuenta de que para ser responsabies, primero hemos de
ver que tenemos malentendidos y aciararlos.
K: Bien, ^cómo aclara usted un malentendido? ^Cuáí es la cua-
lidad necesaria para ayudarnos a resolver un malentendido?
Usted dice algo, yo lo interpreto mal y me ofendo. ^Córno
aclaramos esa ofensa usted y yo, ese sentimiento de «Usted
me ha entendido mal»? O yo, por haberlo entendido mal,
he hecho algo que usted piensa que no debería haber hecho.
^Cómo aclara eso?
I: Se vuelve al comienzo y se ve qué es lo que pasó.
K- ^Es necesario hacer todo eso?
I: Eso ileva tiempo.
K : No, requiere algo más que eso; ^qué más se necesita?
/: Respeto, una relación adecuada.
K : ; Y eso qué significa? Continue.
Interlocutor 1: Hace falta paciência y cuidado, un entusiasmo
ardiente.
Interlocutor 2 : Yo diría afecto.
K : Peter dice que se necesita afecto. Si yo tengo afecto, digo:
«Observemos el malentendido y veamos si no podemos su­
perado». Pero si me limito a examinado de manera inte­
lectual y tomo tiempo al respecto, entonces algún otro me
ofenderá. En consecuencia, el afecto es la base desde donde
uno puede eliminar los m alentendidos.Correcto?
I: Yo pienso que si uno no tuviera una imagen de sí mismo, no
podría sentirse ofendido, lastimado por una ofensa.
K: Sí, pero yo tengo una imagen y él tiene otra. Yo me ofendo
por lo que usted ha dicho; <;cómo aclaro eso? ^Puedo de-
cir, «Mire, lo malinterpreté, lo siento, hablemos de ello otra
vez»? Eso requiere derto afecto, ^no es así? /Tiene usted
ese afecto? El afecto es diferente dei sentimiento, tengamos
muy claro este punto.
I: <|Qué significa sentimiento?
K : Sensación, sentir.

14
I: Pero aqui se trata de un sentir diferente.
K : Descubramos, pues, la diferencia entre afecto, amor y sentí-
miento. Dijimos que el sentimiento es sensación, sentimen­
talismo. «Yo siento que debemos hacer esto, siento que soy
un gran hombre, me siento enojado»: eso es un sentimiento.
«Amo a los ninos»: en ello hay muchísimo sentimentalis­
mo, porque no quiero hacer nada que pueda causarles dafio.
Sentimiento implica sentir. Ahora bien, ^qué es afecto y qué
es sentimiento?
I: En cierta maneta, hay un elemento de autoengano en el
sentimiento.
K : Sí, así es. El sentimiento puede ser duro, puede convertirse
en algo eficiente pero cruel.
I: A menudo observamos que una persona sentimental tam-
bién puede ser cruel dependiendo de su estado de ânimo.
Como los nazis, que eran sentimentales con respecto a la
música y las artes, y a su vez muy crueles,
K : Sí. Pero todos hemos albergado ese sentimiento, así que no
lo atribuyamos a cierto tipo de personas. O sea, podemos ser
sentimentales, entrar en aíguna clase de vacuidad extática
con respecto a la música, a la pintura; podemos decir «Amo
la naturaleza», y al minuto siguiente golpearle la cabeza a
alguien porque nos estorba. Por lo tanto, el sentimiento es
una cosa y el afecto es otra. Si yo le tengo afecto, hablaré
las cosas con usted. Diré: «No se irrite, quédese tranquilo,
tome asiento y hable conmigo, le he entendido mal. Quiero
hablarlo con usted porque le tengo afecto». No hay senti­
mentalismo alguno, simplcmente le tengo afecto. No sé si
ve la diferencia, ,jla ve?
I: Yo pienso que los jóvenes consideran a menudo el senti­
miento como una cosa poco consistente.
K : Estoy de acuerdo.
I: Porque si uno tiene un sentimiento, éste se vuelve mecânico
y uno reacciona automáticamente.

15
K : Mire, el idealismo es sentimentalismo 7, por lo tanto, en­
gendra hipocresía. No sé si usted ve eso.
I: Porque el idealismo varia con los estados de ânimo.
K : Sí, todo eso está implicado en el sentimentalismo. Si esto
está claro, penemos nosotros ese afecto, de modo que cuan-
do surja un malentendido podamos hablarlo 7 olvidado sin
que se acumule?
I: Quizá la palabra «sentimentalismo» necesite una definición.
Parece indicar algo más que el sentimiento. Es una emoción
de segunda mano.
K : Eso es algo feo.
I: Es como un anadido.
K: Así es, como una máscara que uno se pone.
I: Parece difícil distinguido en la vida diaria. Tomemos un
ejemplo: veo un árbol hermoso. ^Qué sentimiento es ése?
K : ;Es eso sentimiento? Miro ese árbol 7 digo; «Qué árbol tan
maravilloso, qué hermoso es», ,;es eso sentimiento?
I: Senor, cuando usted dice eso, ;se lo está diciendo a sí mismo?
K : Sí, me digo a mí mismo; «Qué hermoso es». Si usted estu-
viese ahí, 70 le diría: «Mire, mire qué bello es ese árbol». ;Es
eso sentimiento?
I: Eso es un hecho. Pero cuando uno ve un árbol 7 piensa que
debería sentir que es hermoso, eso es sentimiento.
K : Sí, así es; ^lo ha comprendido? ;Lo ha asimilado usted?
I: Sí. O sea, cuando uno piensa que está obligado a...
K : Así es. De modo que cuando me vuelvo sentimental con
respecto a algo, lo encubro con falsedad: estop «obligado» a
sentir que ese árbol es hermoso.
J: Uno se lo impone como un acto de conducta.
K : Sí, un acto de conducta. Me alegro de que esternos llegando
a esta cuestkm.
I: Sí, pero ahora prosiguiendo con su ejemplo, usted se intere-
sa en ese árbol 7 queda apegado a él. ^Es entonces cuando
entra en juego el sentimentalismo?

16
K: Sí. Guando uno se apega a algo, surge el sentimentalismo.
De modo que absórbalo, es un alimento que usted está mas-
ticando, tiene que digerirlo. Usted pregunta: ^cuándo hay
afecto, hay apego?
I: No, pero a veces uno pasa dei uno al otro sin darse cuenta.
K : Por supuesto.
I: No parece que haya un limite definido.
K : Por ello uno debe ir muy despacio. Estamos tratando de
establecer la diferencia entre el afecto y el sentimentalismo.
Vemos lo que el sentimentalismo implica. La mayoría de
nosotros no nos consideramos sentimentaíes cuando somos
jóvenes, pero a medida que envejecemos, nos ponemos mu-
chas máscaras innecesarias y décimos: «Debo sentir la be-
lleza de ese árbol». O bien, «Me tiene que gustar ese poema
porque está escrito por Keats o Shelley». El afecto es algo
completamente diferente. El sentimentalismo es afectación,
hipocresía. Ahora bien, ;qué es el afecto?
I: Literalmente significa «moverse hacia alguien».
K: Sí, ;verdad?
I : Ser afectado por algo.
K : Primero escuchen lo que dijo el senor Simmons. Tenemos
que escucharnos los unos a los otros. É1 dijo: «Moverse ha-
cia alguien». ^Qué significa eso?
I: Que uno siente algo por ellos.
K: Cuidado, no diga «siente». Yo me muevo hacia usted, usted
puede permanecer rígido, pero yo me muevo hacia usted,
tengo un gesto hacia usted. Le tiendo mi mano, usted pue­
de que no quiera, pero yo se la tiendo. El afecto significa
«moverse hacia» —el árbol, el pájaro, el lago o un ser huma­
no—, extender la mano, tener un gesto, sonreír; todo eso es
afecto, ,;verdad? Si yo le tiendo mi mano aunque lo haya
malinterpretado, usted diria inmediatamente: «Sí, trataré
de olvidarle». A menos que haya un movimiento hacia us­
ted, el malentendido no puede ser resuelto.

17
I: Pero algunas personas podrian tender su mano como algo
paramente mecânico.
K: Eso es sentimentalismo, es hipocresia.
I: Y si usted se siente conmovido por alguien, és a también
puede ser una forma de animarse del mismo modo.
K: Asi es.
I: Pronto abandonaremos Brockwood y entonces nos encontra­
remos con gente que es sentimental.: nuestra madre o alguna
persona asi. Uno tiene que responder a sus sentimientos.
K: Lo sé. Mire, entonces el amor no es mero sentimíento o sen­
timentalismo. El amor es algo duro, si es que puedo emplear
esa palabra. No en el sentido de cruel, sino que no entiende
de hipocresia, ni de sentimentalismo, no lleva máscaras.
I: i Quiere decir que es genuino?
K: Si le gusta expresarlo de ese modo.
Ahora sabemos lo que entendemos por afecto, amor y sen­
timentalismo. ,;Cómo creamos aqui el ambiente, el terreno,
el suelo en el que uno se sienta libre de toda presión y, par
lo tanto, de toda dependencia, de modo que sean ustedes los
que por si mismos despíerten esta tremenda sensación de vi-
vir, esta vitalidad, esta chispa o como quieran llamarlo? ^Có-
mo lo harán? Es su responsabilidad. ^Comprenden ahora el
significado de esa palabra? ;Qué harán para crear esta atmos­
fera? Porque cada uno de nosotros es responsable. No el sehor
o la sehora Simmons, o X, Y, Z; es usted el responsable.
I: Sin duda, el afecto no puede cultivarse.
K: Entonces, ,jqué hará usted? Dijimos que el afecto es nece-
sario, pero estamos preguntando cómo crearán ustedes esta
atmosfera en la que pueda haber afecto.
I: Si pudiésemos ver el afecto en las ocasiones en las que lo
tenemos, veríamos las circunstancias que lo propician.
K: Usted no está respondiendo a la pregunta. Aquí en Brock­
wood tenemos la responsabilidad de crear un terreno libre
donde no exista la dependencia. Esa iíbertad y esa energia nos
permiten florecer en bondad. ^Cómo hemos de crear eso?

18
I: Quizá podríamos introducir ahí lo que planteó Tungki, ya
que pienso que más de uno hemos sentido lo mismo. Lo que
díjo fue que en eí pasado hemos experimentado momentos
de afecto y que si pudiéramos analizar eso, quizá podríamos
ver qué fue lo que lo produjo. Si se trata de un indicio falso,
podríamos terminar con ello. Sabemos que hemos experi­
mentado afecto, eso nos ha sucedido.
K: ;Y por qué desaparece? ^Acaso puede hacerlo? fue sen­
timentalismo y por eso se ha ido? Usted dice: «A veces, o a
menudo, he experimentado este sentimiento de un enorme
afecto, pero de algún modo se va y regresa en ocasiones».
Ahora bien, puede el afecto desaparecer, o es el sentimen­
talismo el que se marchita?
I: Sentimos afecto, pero cuando nos aferramos a él y tratamos
de perpetuado nos volvemos sentimentales, porque intenta­
mos. reconocer sus sintomas y sus efectos y entonces actua-
mos de acuerdo con su recuerdo.
K: También puede ser que lo que llamamos afecto sea senti­
mentalismo.
I: Sí; el afecto verdadero no veo cómo puede disolverse.
K: Correcto.
I: Tal vez queda enterrado, pero no se disuelve. Puede haber
sido enterrado a causa de los malentendidos, pero puede
aflorar de nuevo.
K: ; Puede? SÍ yo tengo verdadero afecto, puede usted ente­
rrado? No. La mayoría de nosotros no ha Ilegado a sentir
este extraordinário afecto. Ahora bien, ,;cómo hemos de ge-
nerarlo? No diga «cultivándolo», eso requiere tiempo.
I: ^No forma parte dei ver que es necesario? Durante las pri-
meras conversaciones que usted mantuvo con nosotros, ín-
tentó mostramos la necesidad de crear un lugar como éste.
K: Mire, el afecto no puede ser cultivado, ^verdad? Para decir
«Te amo», ese sentimiento debe surgir de forma natural, no
ser forzado o estimulado. Uno no puede decir: «Es necesario,

19
por lo tanto, tleho amarte». ^Cómo surge en usted este afec-
to? çiEs una cuestión de tiempo? Descúbralo. Tal vez deba dar
con eilo indirectamente. ^Comprende lo que quiero decir?
I: Quizá hemos de descubrir qué es lo que nos impide tener
afecto.
K: Pero antes de descubrir qué es lo que le impide tener afecto
debe experiment ario, La ira, los celos, los malentendidos,
; impedirá todo esto tener afecto?
I: Sí.
K: ,;Lo impedirá? Usted me dice algo que es cruel, ^destruirá
eso mi afecto? Yo me siento dolido, pero lo real, la belíeza
dei afecto, ;será destruida? Pues bien, tal vez podamos dar
con ello desde un enfoque diferente. ^Quieren que investi­
guemos esta posibilidad? Yo estoy lleno de sentimentalis­
mo, emociones e idealismos con respecto a que «esto debe-
ría hacerse», «aquello debe hacerse», «lo intentaré». Esos son
todos sentimentalismos. Dijimos que el afecto es una reali-
dad concreta, es un hecho, no se puede distorsionar, no se
puede destruir. No tengo ese afecto, quiero descubrir como
conseguido, pero no puedo cultivado, no puedo alimentar-
lo con buenas acciones, diciendo: «Debo ayudarle cuando
está enfermo»; eso no es afecto. Tiene que haber una forma
de despertar ese afecto. Descubrámosla. ^Usted qué piensa?
I: Si nunca lo he experimentado, ^como puedo saber que existe?
K: Voy a descubrirío, no lo sé, no tengo afecto. Puedo tenerlo
en ocasiones cuando estoy medio dormido, pero no lo sien­
to en mi vida, cuando vivo y lucho. Entonces, ,jcómo ha de
florecer en mí esa semilla?
I: Uno tiene que desprenderse de las imágenes que posee de la
gente.
K: Ese es un aspecto. Yo quiero ilegar mucho más cerca.
I: Hay muchas cosas que lo impiden; tal vez podamos exami­
nar esas cosas.
K: Sí, prosiga. ^Pero eso lo hará?

20
I: No puedo hacerlo antes de haber examinado lo que me im-
pide tenerlo.
K : Quizá esté enojado o me irrite facilmente y entienda mal las
cosas. Entonces digo: lo borraré. ^Hará eso que surja afecto?
Conozco a muchas personas, los así llamados monjes, tra-
bajadores sociales, etcétera, que se entrenan con el fin de no
enojarse. Pero la verdadera llama los ha abandonado, nunca
Ia han tenido; ellos son buena gente, son personas generosas,
dispuestas a ofrecer su ayuda, su dinero, su chaqueta, su casa,
pero lo verdadero no está por ninguna parte. Yo quiero des-
cubrir como permitir que esto florezca en nuestro interior;
una vez que florece, es indestructible. Usted ha hablado de
ver las cosas que lo impiden. Eso significa que está cultivan­
do el afecto de forma deliberada. Cuando dice: «Veré cuáles
son las cosas que me están bloqueando», eso es un acto deli­
berado con el fin de lograr el afecto. No sé si Io ve.
I: Sí.
K: Por lo tanto, usted está tratando de cultivado, ^no es así?,
sólo que Io hace de un modo tal que disfraza el hecho.
1-1: Usted dijo que hemos de encontrar el terreno para el afecto,
para este sentido de responsabilidad.
1-2: Si procuramos crear una cierta relación, una atmosfera -o
como quiera líamarlo—en la cual esto pueda florecer, pio
será eso lo que quizá quiso decir ella?
K : Estoy tratando de senalar que no pueden cultivado.
I: ^Pero no se puede produdr ese «algo» verdadero?
K : Eso es lo que estoy intentando descubrir, Por lo tanto, ya
que no se puede cultivar el afecto, olvídese de ello. Me pre-
gunto si comprende esto. Usted puede cultivar crisântemos
u otras cosas, pero no puede cultivar el afecto de ninguna
forma, ni con astúcia, ni inconscientemente ni de forma
deliberada. ^Qué haremos entonces?
I: A mí me parece que hay algo, no algo que hacer, sino al­
go que se puede reconocer. Cuando uno mira a alguien, o

21
considera una situación determinada y reconoce que no hay
afecto, eso no toma tiempo.
K: Eso se puede hacer. ^Qué sucede cuando usted dice, «Guan­
do lo miro, veo que no siento afecto por usted»? ^Qué es ío
que ha ocurrido ?
I: Encara el hecho. Algo sucede.
K: ^De verdad sucede algo? Escuche: en ío más profundo, de
forma inconsciente, existe esta idea de que debo sentir afec­
to y hago varias cosas con el fin de capturar ese sendmiento
de afecto. Y eso no puede ser capturado. Todos ustedes es-
tán sugiriendo métodos para capturado.
I: Yo no estaba sugiriendo un método, sólo decía que uno re­
conoce que no tiene afecto.
K: Sí, no lo he logrado, eso lo sé muy blen. Esa llama no está ahí.
I: Es realmente duro ver que no está; hacemos como si estu-
viese.
K: Me gusta mirar las cosas tal como son y encarar los hechos;
personaímente, no tengo en mí sentimentalismo de ninguna
clase, descarto todo eso. Entonces digo: «No tengo esta co­
sa». Y también sé que ella no puede ser cultivada indirecta-
mente de manera clandestina. Sin embargo, veo ligeramente
su belleza. ;Qué he de hacer entonces? ^Podemos dejarlo y
regresar a ello un poco más tarde? (Pausa). Escuchen.
sienten aquí como en su hogar? ,;Saben lo que es un hogar?
I: El lugar donde uno sabe que siempre encuentra apoyo y
ayuda; donde uno se siente cómodo; donde no es consciente
de sí mismo. Uno se mueve más fácilmente en el hogar que
allí donde uno es un extrano.
K: En el hogar uno no es un extrano. ^No?
1-1: En ese caso, uno puede tener muchos hogares, porque pue­
de tener muchos amigos y hermanos. Yo puedo sentirme
cómodo en muchos lugares.
1-2: Uno puede tener una casa y vivir en ella, pero eso no signi­
fica que sea un hogar.
K: ^Qué es lo que la convierte en hogar?

22
I 'll Que haya afecto y complicidad entre las personas que viven
ahi.
I'2 : Un hogar es un sitio donde uno se siente seguro.
K : jjEs eso lo que usted llama hogar? ;Un lugar donde uno
encuentra segurídad, donde se siente cómodo, donde no es
un extraho ?
1: Es todas esas cosas.
K : Díganme más.
1-1: Donde uno no tiene miedo.
1-2: De hecho, yo no considero que tenga un «hogar». Tengo
una casa en California y aqui voy al colégio.
K : El dijo algo que, desgraciadamente, fue pasado por alto. Di­
jo: «Amigos y hemianos», y también, «Dondequiera que es­
te, estoy en el hogar», Usted dijo eso. jNo se retracte! Enton-
ces, ^qué es un hogar para todos ustedes? Usted dijo que
dondequiera que este me siento en eí hogar; donde no soy un
extrano, donde estoy cómodo, donde no me tratan como a
un intruso, donde puedo hacer todo lo que quiera sin que me
reganen. ^Es eso un hogar? Ahí sí le reganan, le mandan a la
cama a una hora determinada. Entonces, ^qué es un hogar?
I: ^Un sentimiento interno de que uno está en el hogar?
K : ,;Qué es ese sentimiento? ^Sentimentalismo? Aqui debemos
ir con cautela. Por favor, preste atención, quiero que nos aden­
tremos en esto. Quiero averiguar qué es un hogar para usted
realmente, no teoricamente. Ele recorrido todo el mundo
-excepto Rusia y China-, me he alojado en diferentes lu­
gares, habitaciones grandes o pequenas. He dormido en el
sueío, he dormido en camas de plata, he dormido en toda
clase de sitios y me he sentido como en casa, ^comprende?
Para mí, un hogar es dondequiera que me encuentre. A ve-
ces hay una pared desnuda frente a mi ventana, a veces hay
un bello jardín, a veces una pocilga al lado -le hablo de co­
sas concretas, no de algo meramente imaginário-. A veces
hay un ruido tremendo a mi alrededor, el suelo está sucio,

23
etcétera. jLos colchones en los que he dormido! Me siento
en el hogar, tal como estoy en el hogar aqui. Eso significa
que llevo conmigo mi propio hogar, ^comprende?
,:Es -Brockwood un hogar para usted? <En el sentido de
un lugar donde poder conversar con los otros, sentirse feliz,
jugar, subirse a un árbol cuando lo desee, donde no hay re­
primendas, ni castigos, ni presiones, donde usted se siente
completamente protegido, siente que alguien cuida de usted,
que procura que esté limpio, que sus ropas estén ümpias, que
se peine el cabello? ;Un lugar donde se siente completamen­
te seguro y libre? Eso es un hogar, ^no es así?
I: Eso contribuye a la responsabilidad propia, de modo que
nadie tenga que empujarío a uno a hacer las cosas.
K: No, no se desvie. ^Es esto un hogar para usted, en ese sentido?
I: Sí.
K: ;Está seguro de que se siente a salvo, protegido, velado, cui­
dado, jamás culpado, cuando se le dice afectuosamente que
no haga ciertas cosas?
I: ;Nos sentimos siempre a salvo, dondequiera que esternos?
K: jOh, no teorice! Yo le pregunto, Tungki, si usted se siente
como en casa aqui, en el sentido en que todos estamos de
acuerdo en lo que, más o menos, es un hogar. ^Lo siente?
I: Sí, más o menos.
K: Cuando dije «más o menos» quise decir que a ello puedo
agregaríe más cosas, buenos libros, buena comida, un lugar
donde impere el buen gusto, donde nadie lo regafíe. ;Com-
prende lo que quiero decir?
I: Creo que es un lugar tan ideal que nadie se atreve a decir
que nos reganan.
K: Los ideales son sentimentalismo.
I: De acuerdo, pero sí nos reganan...
K: Reganar afectuosamente, eso es entendible. Bien, <;es esto
un hogar para usted? No conteste al azar.
I: Aqui de veras uno siente que se interesan por él.

24
K : Dígame, pues, si se siente como en casa; no Ie estoy dicien-
do que sí o que no, a usted le corresponde dedrmelo. Si
no quiere decírmelo, está bien igualmente. Si se siente esto
como un hogar, ^es usted también responsable?
I: Si no lo fuera, no me sentiría en el hogar.
K : Por eso pregunto. SÍ llevase un mueble de esta habitación
a otra y íe diese un golpe, no me importaria. Si fuese mi
hogar tendría cuidado, ^entiende?
De modo que a esto me refiero con ser receptivo, con ser
responsable. Cuando uno se siente en el hogar, cuida las co­
sas, cuida de sí mismo, evita perjudicar a su madre y le faci­
lita el trabajo. No quiere darle demasiado trabajo. Es algo así
como un movimiento mutuo afectivo y creativo. ^Reconoce
esto? Cuando usted se siente como en casa ^qué ocurre?
I: Hay afecto.
K : Afecto, ,mo es así? Entonces usted puede decirme: «No
rompa ese mueble, por el amor de Dios»; y como yo me
siento en el hogar, eso no me hará dano. ,;Entiende de qué
estoy hablando? Por lo tanto, allí donde ustedes están en
su hogar, la semilla comienza a germinar, no tienen que
cultivaria, ella empieza a florecer. ^Es eso lo que les está ocu-
rriendo a todos ustedes? Si aqui no se sienten en su hogar,
averigüen qué es lo que falia, si está en ustedes o en algún
otro. Corríjanlo, no se queden sentados diciendo: «Bueno,
no me siento en el hogar». Hagan algo al respecto.
Cuando crezcan dejarán este lugar y tendrán que en-
frentarse al mundo. Y si aquí carecen de esta semilla en us­
tedes mismos, el mundo los destruirá. Van a atropellarlos,
a pisoteados; son lobos, son asesinos —no se confundan-.
Este sentimiento de estar plenamente relajado, como en ca­
sa -en el sentido con que uso tal palabra-, da origen a la
responsabiíidad, que es afectiva. ^Comprenden esto? Há-
ganlo, por favor. Y cuando ustedes tengan esa semilla que
aquí florece, la conservarán durante toda la vida. Pero si no

25
florece, entonces el mundo los destruirá; ei mundo hace de
ustedes lo que él quiere que sean: animales astutos.
Vamos a descubrir si están aqui en el hogar y, si no lo
están, ^por qué no? El afecto es no dependencia, no sé si se
dan cuenta de esto. Algunos de ustedes se casarán; dirán a
su mujer: «Te amo, querida». Luego se irán a trabajar, y allí
estarán llenos de ansiedad, deseando un ascenso, llenos de
ambición, de codicia. De vuelta a casa, dirán: «Querida, te
amo». ;Ven lo absurdo de ello ? Eso es lo que está sucedien-
do en el mundo. En eso hay apego, celos, temor, ansiedad;
ella no debe mirar a nadie más que a mí.
Si los padres se interesaran realmente por sus hijos, no
habría guerras. Ellos dirían: «Vivan, no maten, vivan». No
habría ejércitos, vean lo que ocurriría. Por lo tanto, aquello
que generalmente se llama hogar no es hogar en absoluto.
Por lo tanto, éste debe ser su hogar; aqui se pasan ocho o
nueve meses deí ano, y es responsabilidad de ustedes —sabe­
mos lo que eso significa- hacer de esto un hogar, decírme a
mí o a la senora Simmons o a quien sea: «Este no es mi hogar
porque usted no hace determinadas cosas», ^entienden? En­
tonces, tomen parte en esto. ^Están participando activamen-
te o se limitan a escuchar? Conságrense a ello, sean creativos,
no dejen que algún otro haga todo el trabajo mientras üste-
des dicen: «Si, estoy muy cómodo aqui, éste es mi hogar».
Entonces no será su hogar, porque no lo han construído.
Vean, desde edad temprana he estado viviendo en casas
de otra gente y nunca he tenido un lugar dei que pudiera
decir: «Esta es mi casa». Pero existe el sentimiento de que
uno se halla en el hogar dondequiera que esté, porque uno
es responsable, es afectivo. El hogar no es una creación dei
sentimentalismo, es una creación a partir de un hecho, el
hecho de sentirse en el hogar. Es decir, que soy libre, soy
responsable, soy afectivo. La total responsabilidad es el sen­
timiento de estar en el hogar.

26
Capítulo 2
El estado dei mundo. La necesidad de
educamos a nosotros mismos.
Las implicaciones dei aprender. Aprender
sobre la cooperación. Destreza en la
acción: el yoga...

Krishnam urti: ,;Saben ustedes lo que está ocurriendo en el


mundo?, los secuestros, el engano, la mentira descarada, la
rebeüón, el caos y la miséria que hay en la índia. Guando
leen acerca de esto, ,:qué significado tiene para ustedes?
es que no leen nada al respecto, que no están enterados de
lo que sucede?
Interlocutor: Mucho de eso es muy triste.
K : ;Qué quiere decir con esa palabra?
I: Unas personas dominan a otras y hacen mal a muchísima
gente.
K : Pero eso ha estado sucediendo durante siglos, <mo es así?,
toda la historia es eso, i Qué piensa usted al respecto ?
I: Realmente no me afee ta,
K : ^Por qué dice que no le afecta?
I: Veo por la television cómo matan a la gente. Miro y no soy
consciente de que ésas son personas a las que están matando.
K : (iQué parte juega usted en todo eso?
I: No soy parte de ello.
K : Entonces, ,;cuál es su relación con ello? ^Es algo que está
ocurriendo «por ahí», en Jordania, en América?

27
I: Aveces me afecta, y puedo sentir lo que sienten esas personas.
K : ^Siente que uno debe cambiar todo esto, o siente que no
puede bacer nada ai respecto? ,;Cuál es su relación con el
mundo? ^Consiste en darse cuenta de las cosas extraordiná­
rias que están sucedíendo tecnoíógicamente y de la espanto­
sa inefícacia dei hombre para hacer frente a ese avance tec­
nológico? ^Qué relación tiene usted con la confusión que el
hombre está generando en todo el mundo?
I: En tanto nosotros esternos confusos, estaremos contribu-
yendo a la confusión.
K: Comprendo eso, ,;pero qué siente usted al respecto? ,;Cuáí
es su respuesta profunda a todo esto?
I: Me siento frustrado y furioso por todo esto que está $u-
cediendo. Reacciono a ello; veo cosas que están mal y me
vuelvo hostil.
K : iY entonces qué? Cuando usted deje este lugar y vaya a la
universidad o complete sus estúdios en un colégio superior,
(jqué papel va a desempehar en todo ello? ,;Se limitará a en-
cajar en esa maquinaria? ^Qué será de usted en relación con
el mundo? eso no le interesa en este momento? Puede
que diga: «Soy demasiado joven para pensar en eso, quiero
divertirme y gozar la vida mientras puedo; ya pensaré en
eso más tarde». <;0 siente que esto es una preparación, un
comienzo de lo que va a ocurrir cuando usted crezca? Uno
puede rebelarse ahora, tomar drogas o no, esto o aquello,
pero cuando usted tenga veinte o veinticinco anos se casará.
^Encajará en todo esto? Y sí no encaja, ^qué va a hacer? Si
se opone al sistema, a lo que ocurre -no hipócritamente,
sino que de verdad se rebela-, i puede aparentar no sentir lo
espantoso que es todo esto? ^Cuáí es su respuesta?
^No piensa para nada en lo que va a ser de usted? Si el
resultado final es casarse y establecerse, entonces, ;en qué
consiste la educación? ^En ayudarle a asentarse en la vida
dentro de este sistema? He escuchado a muchos estudiantes

28
en la índia cuando se íes preguntó: «^Qué es lo que usted
liará?», contestaron: «Oh, senor, mi padre quiere que sea
ingeniero, mi padre quiere que sea médico, necesitamos
médicos. Quiero ayudar a la índia siendo un ingeniéro efi­
ciente». La mayoría de ellos piensan en términos profesiona-
les, desean ayudar a su atrasado país, hacer un trabajo so­
cial. ,;Es eso lo que ustedes harán? ^Están todos dormidos?
Pienso que ahí es donde está lo triste, no en lo que el
mundo es en sí. El mundo es así, enganoso, con políticos
corruptos, la obsesión con el dinero, todo eso... SÍ a ustedes
no se les educa con propiedad, caerán en ese preciso error.
Entonces, ^qué piensan que es la educación? ,;Está ahí para
ayudarles a encajar dentro de la mecânica dei orden -o desor-
den- actual de Ias cosas, o piensan que debe ser algo diferen­
te? Si debe ser algo diferente, ^qué es lo que quieren que sea?
I: Es simplemente un proceso de aprendizaje.
K: i Qué es lo que entiende por aprender?
I: Descubrir acerca de las cosas que están alrededor y dentro
de uno.
K: ^Lo está haciendo?
I: Sí.
K: ,;Realmente quiere aprender?
I: Sí, quiero.
K: Seamos sérios, no hablemos a la ligera, no seamos simplis­
tas. ,;Sabe qué significa aprender?
I: Averiguar todo lo posible sobre lo que sea, sobre todo.
K: ^Es eso lo que usted entiende por «aprender»? ^Averiguar?
Tome una enciclopédia; ahí puede averiguar de todo.
I: Eso abarca solamerite el lado teórico.
K: ^Entonces qué entiende usted por aprender?
I: Averiguar algo y ser capaz de tratar con ello, hacerle frente
y, tal vez, hasta utilizado.
K: Estuvimos hablando el otro día sobre la cooperarión, la inte­
ligência y el sexo. Tratamos en principio lo que es la coope-

29
ración, lo que significa cooperar, trabajar juntos, hacer cosas
juntos. ^Cóino aprenderá usted acerca de eso? ^Es una mera
teoría? Aqui en Brockwood vive una pequena comunidad.
Cualquier hombre civilizado -civilizado en el sentido de
culto, considerado, inteligente- debe cooperar. La vida re-
quiere cooperación, no con lo que a usted le gusta, sino con
el espíritu de cooperación., Usted dijo: «Yo quiero aprender
sobre la cooperación». Ahora bien, ^córno va a aprender us­
ted acerca de ella? Puesto que en cualquier sociedad culta
debe haber cooperación, de otro modo ésta no puede existir,
^cómo va a aprender aí respecto?
I: Debatiendo. En ello bay cierto aprendizaje implicado.
K: Pregunto qué es lo que usted entiende por aprender acerca
de la cooperación. Ambos estamos de acuerdo en que la
vida no puede continuar si no hay cooperación. ^Por dónde
comenzamos?
I: Por la cooperación.
K: ^Qué entiende por esa palabra, «cooperación»? ^Cómo coo­
pera usted, con quién, por qué? iDónde aprende eso?
I: Uno aprende haciéndolo.
K: <jQué quiere decir con «haciéndolo», investigar, aprender?
I: Averiguar por qué uno desea cooperar.
K: Entonces, ;así va a aprender? ^Se plantea este interrogànte
en el proceso de aprendizaje? Además, ^posee usted el es­
píritu de cooperación, el sentimiento? ,sDe verdad quiere
cooperar? ^No tendría que empezar por ahí, por aprender si
realmente desea cooperar? Porque si no sabe qué es lo que
eso significa, nunca sabrá lo que significa el no cooperar. Si
el Estado dice, «Ve y mata», a menos que usted sepa lo que
es la cooperación, ^como sabrá cuándo no cooperar?
Ahora dígame, por favor, cómo va a descubrir por sí
mismo si posee el espíritu de cooperación, no conmigo o
con respecto a algo en particular, sino el sentimiento de
ello. ^No es ése el principio dei. aprender acerca de la coo-

30
peradón? ^Donde empieza usted a aprender, de un libro? Si
dice: «El aprender empieza con un libro», entonces tiene a
su disposición las enciclopédias, un inmenso conocimiento
acumulado en páginas o en el cerebro de un maestro, ^pero
es ahí donde usted comienza a aprender? Por ejemplo, yo
creo en una idea y, por lo tanto, quiero que usted y otros
cooperen conmigo para llevarla a cabo, lo cual generalmen-
te se denomina cooperación; porque ambos creemos en esa
idea, en un principio, en un sistema. O bien tenemos el sen-
timiento de cooperación, no con respecto a qué o a quién,
sino el sentimiento. ±Comprende de verdad el significado
de esa palabra? Quiero decir no solo trabajar juntos, sino
sentir juntos que ciertas cosas han de hacerse -primero el
sentimiento y después la acción.
Cuando usted dice que quiere aprender en una comuni-
dad, en una escuela como ésta, existe un problema. Están las
personas de mayor edad y la generadón más joven, el maes­
tro y los estudiantes, y otros que vienen aquí; debe de haber
un modo de vivir feliz y de forma inteligente y activa, lo
que requiere una gran cantidad de energia. Uno debe tener
este sentimiento, de lo contrario avanzarán en direcciones
diferentes. De modo que deseo aprender, y lo primero que
haré al fiacerío será descubrir si realmente quiero cooperar,
si realmente tengo ese sentimiento. ^Lo tiene usted? Si no
es así, averigue por qué no Io tiene. Esta cualidad extraordi­
nária, este sentimiento de cooperación, de construir juntos,
de hacer las cosas juntos, es lo que ha edificado este mundo.
I: dQué quiere usted decir con «ha edificado este mundo»?
K: El mundo en lo que se refiere al ferrocarril, al correo, al
envio de un cohete a la Luna -trescientos mil hombres es-
taban involucrados en eso y tuvieron que cooperar; coo-
peraron por razones patrióticas o financieras, por vanidad,
etcétera-. En ese caso, ellos cooperaron en tomo a una idea
en la que estaba involucrado el prestigio, la rivalidad con

31
Rusia, etcétera. Ahora bien; cuando existe un motivo, <jpue-
de haber cooperacíón real, profunda y duradera? Si tengo
cualquier tipo de mira egocêntrica, un propósito basado en
el propio ínterés, ^puede haber cooperación en el sentido en
que queremos entender la cooperación?
I: Uno desea obtener algo de ello; no tiene que hacerlo.
K: Por lo tanto, descubra si tiene usted el sentimiento de obte­
ner algo de la cooperación. Está empezando a aprender algo
que no puede aprender en un libro.
I: La idea de obtener algo de la cooperación no se da necesa-
riamente. Si nosotros quisiéramos construir una casa, veo
que sería más fácil para usted y para mí trabajar juntos en
ello. Lo organizamos desde el principio y cooperamos el
uno con el otro para construir la casa. Por lo tanto, yo tengo
la idea de construir una casa; nosotros, usted y yo, obten-
dríamos una casa de ello.
K: Muy bien, vaya más lejos. Puede profundizar un poco más.
I: Entonces, ^qué ocurre çuando usted quiere una casa blanca
y yo no?
K: Ahí está. Usted desea una habitación cuadrada y ella desea
una habitación rectangular. Usted piensa que entiende de
eso mucho más que eíla. Mire lo que sucede. Dominique
acaba de decir que si quisiéramos construir una casa juntos,
cooperaríamos, porque él obtendría una casa de ello. Pero
si empezáramos a discrepar sobre qué tipo de habitaciones
tendría la casa, discutiríamos. ^Qué significa eso entonces?
I: Si uno empieza con el espíritu de cooperación y si ambos
desean construir algo juntos, ^no seguirán teniendo un pro­
blema?
K: A pesar de eso, tendrán el problema -qcómo van a abordar-
lo ?-. Usted y yo queremos cooperar, queremos construir
una casa, usted desea una habitación cuadrada y yo una que
sea rectangular. Y, sin embargo, ambos tenemos el espíritu
de cooperación. ,:Qué haremos?

32
I: Trataremos de averiguar por qué desea usted una habita-
ctón rectangular y por qué deseo yo una cuadrada.
K: eso qué significa?
I: Que cooperamos.
K : Lo que quiere decir que ambos estamos dispuestos a ceder.
Usted no se adhiere a su punto de vista y yo no me adhiero
al mío. eso qué significa?
I: Que uno no tiene una idea fija, iuego está aprendiendo,
K : Significa que usted tiene una mente flexible, no dice: «Debo
tener eso»; está dispuesto a cambiar, y ello implica que no se
aferra a su deseo particular, a su opinión particular.
I: Digamos que uno quiere reflexionar acerca de ello y la otra
persona no.
K : i Qué hará usted ?
I: Supongo que uno haría lo que la otra persona quisiera, si es
que uno está dispuesto a debatir sobre este asunto y ellos no.
K : Precisamente de eso se trata, qué hace usted si desea coo­
perar y otro no lo desea?
I: Ver el punto de vista de esa persona.
K : Pero en una comunidad como ésta, ,;qué es lo que haría
usted?
Interlocutor 1: Uno tiene que debatirlo con ellos hasta que vuel-
van a cooperar. Mire, yo sería eí único dispuesto a ceder -lo
estoy mirando desde mi punto de vista- yo estaria dispues­
to a hablar de ello. No sé qué haría si la otra persona no
quísiera hacer lo mismo.
Interlocutor 2 : Quizás en vez de hablar acerca dei lugar debería-
mos empezar a hablar de la cooperación misma, ya que ésta
es la causa dei problema.
Interlocutor 3 : Y uno debe tener el espíritu de cooperación para
comenzar.
K : Pero no lo tengo. Veamos una cuestión más amplia. General­
mente le rendimos culto al intelecto; la persona talentosa que
supera de manera brillante sus exámenes es la más respetada.

33
Intelectualmente es una persona aguda, sensible y buena en
su trabajo; jugar o realizar alguna tarea en eí jardín le resulta
aburrido. Mire qué importante es para nosotros no sólo tener
un buen cerebro, sino también ser capaces de hacer cosas —jar-
dinería, cocina, limpieza—, no verlo todo desde un solo punto
de vista. La inteligência implica ser capaces de hacer cosas,
no decir: «A mí no me gusta la jardinería, me aburre, sólo me
gusta estudiar». Ese no es un modo equilibrado de vivir.
Ahora voy a proponer que aqui nosotros no deberfamos
tener solamente cerebros de primera clase, es decir, con
capacidad para pensar de manera lógica, cuerda, desapa-
sionada e impersonal, sino que también seria preciso tener
destreza a la hora de actuar. ,;Conocen el yoga? Esa palabra
también implica «destreza en la acción», no sólo realizar
unos cuantos ejercicios. ,;Cómo harán para tener esa destre­
za a la hora de actuar?
I: Por medio de la práctica.
K : Lo que significa hacer cosas. Me gustaría sugerir que al
igual que yo, que he hecho mucho de eso en mi vida, ca­
da uno de ustedes realizara alguna clase de trabajo con la
tierra: cuidaria, sembrarla, hacer jardinería. No se limiten
a decir: «Yo sembraré y tú regarás». Cuidaria, interesarse
por ella, eso les da la oportunidad de interesarse por algo.
íHan cavado el suelo alguna vez? Uno entra en contacto
con la tierra. Propongo que aqui no sólo haya una actividad
intelectual dei más alto nível, sino también una gran can-
tidad de pensamiento, trabajo y estúdio intenso y activo al
más alto nivel. Y que también haya destreza en la acción,
al hacer las cosas. Guando usted toque la guitarra, tóquela
bien, no se limite a rasgaria. Háganlo todo hábilmente, y
una de las formas que hay para aprenderlo es hacer cosas en
el jardín, jugar a algo, etcétera. Si yo sugiero esto y alguien
dice: «No quiero trabajar en el jardín, me aburre». ;Qué va
usted a hacer con una persona así?

34
I: Averiguar por qué él o ella no quiere hacerlo.
K: iY iuego qué?
I: Podría haber una razón por la que...
K: Descúbrala. El le dice: «Eso no me gusta, me aburre».
I: Uno tiene el derecho de no hacerlo si no quiere.
K: Todos ustedes son demasiado rápidos con las respuestas. Yo
no quiero trabajar en el jardín, ni quiero hacerlo en la coci-
na. Usted ve lo que sucede: poco a poco me voy retractando
y voy reuniendo a personas de mi entorno que no desean
hacer cosas.
I : Sóío es algo que uno no desea hacer.
K : ^Pero por qué no? La inteligência senala que uno debe ser
competente en estas cosas y no decir: «Yo no quiero jugar».
Usted va a vivir aqui mucho más que en su hogar. Este es su
hogar, mi hogar, el hogar de otras personas; es nuestro hogar.
Nuestro hogar incluye también el jardín, el césped, plantar
árboles y cuidados. Como voy a vivir aqui, no puedo decir:
«No quiero cuidar el jardín». Es nuestro hogar, no puedo de-
jar que usted lo haga. ^Cómo me va a ensenar usted o cómo
me ayudará a aprender que debemos hacer las cosas juntos,
o a aprender a hacerlas? Esa es una responsabilidad tanto
suya como de la senora Simmons o de algiin otro. ^Como
me ayudará usted? Si yo digo: «Me aburro con los juegos,
dejerne solo con mi música pop o con mi libro. Ya que me
siento como en casa, dejaré mi pijama tirado en el suelo de
mi habitación». ^Qué hará usted? «Voy a dejar mis zapatos
en el pasillo, o voy a dejar mi habitación desordenada, no me
importa. Cuando estoy en mi casa de California, de Londres
o Paris, me comporto como quiero. ,;Por qué han de decirme
aqui lo que debo hacer?». Y entonces viene alguien y dice:
«Por favor, no haga eso». Yyo respondo: «Está siendo autori­
tário, éste es nuestro hogar y puedo hacer lo que me plazca».
Entonces, ^cómo va a ensenarme o a ayudarme usted a
aprender que vivir de manera inteligente implica interesarse

35
por eí jardín, estudiar, jugar partidos, hacer cosas con las
manos y no unicamente con el cerebro? A mí, personal-
mente, me gusta hacer de todo: jardinería, ordenar vacas,
ocuparme de los pollitos, cuidar a los bebés, cambiar pana-
les; he hecho toda clase de cosas. Me gusta hacerlas, nadie
me las impone, y ése es el modo de vivir, es eí modo más
inteligente: tener la capacidad de hacer cosas.
Ahora bien, qué hará usted con una persona de esta es-
cuela que dice: «Voy a dejar mi cuarto como me plazca,
soy yo el que duerme en éí. Soy ordenado porque entre este
desorden puedo encontrar lo que necesito». ,;Por donde co-
mienza usted a aprender? Todos nosotros queremos vivir
juntos, hacer cosas juntos; la vida es eso, hacer las cosas
juntos. Entonces, dígame, por favor, cómo piensa usted que
podríamos aprender acerca de todo esto.
I: Se comienza por un espíritu de cooperación.
K : Si ya lo tiene, ^cómo me ayudará a aprender acerca de eso?
I: Tiene que establecer una regia.
K: ^Entonces qué sucede? En el momento que usted establezca
una regia, yo voy a romperia, porque quiero ser libre. Las
personas que fueron a América lo hicieron porque no esta-
ban de acuerdo con uria serie de imposiciones, decían que
deseaban ser libres. Dejaron el viejo país y fueron a un país
nuevo. Dijeron: «Comenzaremos otra vez, sin obispos, sin
reyes». Poco a poco el monstruo ha crecido también ahí.
Vemos, entonces, la importância de tener un buen cere­
bro capaz de pensar, de estudiar, de observar y de aprender
de una forma objetiva y sana?
I : Senor, ^qué sucede si hemos nacido con un cerebro insufi­
ciente?
K : Si ha nacido con un cerebro insuficiente, entonces me temo
que no haya mucho que usted pueda hacer.
I: Usted habla acerca de eso como si hubiese algo que nosotros
podamos hacer.

36
K : Evidentemente, porque si tenemos cerebros insuficientes no
implica forzosamente que seamos tontos.
I: Quiero decir de mente débil.
K : Si tengo una mente débil, eso se puede corregir reconocién-
dolo. Hago algo al respecto y no me quedo sentado limitán-
dome a decir: «Tengo una mente débil».
I: Entonces, ^qué es lo que hará?
K : Aprender con respecto al hecho de que tengo una mente
débil.
I: Algunas personas tienen mayor capacidad para hacer unas
cosas que otras.
K : Así se aprende. Si yo tengo la capacidad de hacer una cosa
mejor que otra, eso puede conducirme a vivir de forma des­
equilibrada. Soy un ser humano, estoy provisto de capacida­
des extraordinárias. Debo ejerdtar todas esas capacidades,
de otro modo no seria un ser humano, me convertiría en un
mero técnico. Si uno dice: «No estoy realmente interesado
en eso de la música, o en mirar la belleza dei día, déjeme
con mi matemática», entonces yo le respondo: «Usted tiene
una mente débil».
I: <:Pero no hay algo así como una capacidad inherente con la
que uno ya nace?
K : Todo puede cambiar.
I: ,Todos podemos ser Beethoven?
K : Quiero aprender: no quiero ser como nadíe, ;no quiero lle-
gar a ser como Cristo, Buda, o Einstein! Lo que quiero es
ver las cosas de una manera diferente, tener un modo com­
pletamente diferente de vivir. Siendo ustedes un grupo de
personas que viven juntas, que son alentadas a sentir que
éste es su hogar, ^qué es lo que harían si alguien dice alguna
vez: «Lo siento, no me apetece trabajar nunca en el jardín»?
1-1: Tal vez éste no sea su hogar.
1-2: Supongo que no es bueno que nos dividamos en grupos,
aquéllos a los que les gusta trabajar en el jardín, y los que
desean hacer otra cosa.

37
1-3: Si a alguien no le gusta trabajar en el jardín, quizá sea por­
que no siente que ésta es su casa, tal vez no pertenezca a este
lugar.
K : Correcto, él no pertenece a este lugar. ^Cómo se lo comuni­
cará usted? ^Le dirá: «Usted viene aquí para ser educado en
el verdadero sentido de la palabra y, al parecer, no le gusta
ser educado, quiere seguir siendo un salvaje»? ;Lo echará
fuera? El también vino aquí en busca de educación, y no
sabe qué significa educación, él pensaba solamente en tér­
minos de rebelión contra el orden establecido, contra el pro-
fesor, diciendo: «Yo lo sé todo, ,:quién es usted para darme
ordenes?». Y él no conoce el significado de la palabra «coo-
peración», Puede que haya que übrarse de él. ^Hará eso?
I: ^Eso quiere decir que tiene que gustarnos lo que es aprender?
K : Eso es lo que estamos haciendo ahora.
I: Es lo que estamos haciendo; entonces no debemos preocu­
pamos por los demás.
K: Pero suponga que al cabo de cuatro meses yo todavía tengo
mi habitación como una leonera, ^qué es lo que usted hará
conmigo?
I: Si realmente llego al acuerdo con usted de que tener un
cuarto limpio es necesario, éste ya no volverá a estar sucio.
K : Pero no es así. Ustedes son todos ninos con grandes cuerpos
y con muchísimas energias, pero son ninos.
I: Entonces, ;cuál es la causa?
K : Tenga paciência para descubrirla, dígame.
1: i Qué haría usted ? ^Hablarles ?
K: En primer lugar, nosotros venimos a un sitio como éste para
aprender. Para aprender no sólo por medio de un libro, si­
no para aprender juntos el significado de la cooperación. Y
aprender juntos lo que significa descubrir que el hombre ha
buscado siempre seguridad: seguridad en Dios, en el matri­
monio, en la sociedad; el hombre quiere seguridad en todo.
La seguridad implica aprobar un examen, obtener un título:

38
eso íes promete seguridad. Este es un lugar para averiguar
si existe la seguridad. Aqui vamos a educamos a nosotros
mismos, lo cual significa aprender juntos lo que quiere decir
cooperar; descubrir juntos qué es el amor. Somos completa­
mente ignorantes con respecto a muchísimas cosas.
I: ^Puedo preguntar algo? Guando alguien es demasiado enér­
gico al practicar yoga ~en el modo de hacerlo—y usted se lo
advierte constantemente, esto no ayuda mucho a que esa per-
sona se dé cuenta de su propia intensidad; puede darse cuenta
por momentos, pero continua igual. De la misma manera,
uno también podría haber estado hacíendo algo durante mu-
cho tiempo, hasta que de repente se da cuenta de ello.
K: Es verdad.
I: <;Es posible educar a alguien que no ha experimentado una
madurez natural, tal como ocurre con una planta? ^Cuál es,
entonces, la reacdón de una persona que ha madurado un
poco más hacia la persona que no lo ha hecho? Y si esta perso­
na no ha desarrollado, por ejemplo, la condencia con respec­
to a la necesidad de tener una mente quieta, a lo imprescindi-
ble que es una mente silenciosa, ^cómo puede uno ayudar al
otro?; no puede. Entonces, ,;cómo podemos proceder aqui?
K: El habla sobre yoga y pide, por ejemplo, que cuando está de
tal modo adopte tal postura, <;obtiene prímero la idea y luego
actúa, o actúa aí mismo tiempo que el profesor le va indican­
do? (jVe la diferencia? El dice: «Siéntese de esta manera», y
le ensena como hacerlo. ^Tiene usted la imagen de cómo se
sienta él y luego lo lleva a cabo, o lo hace mientras observa al
profesor? A medida que él se lo está ensefiando,usted tiene
la idea de lo que hace él y luego lleva a cabo la idea? lo va
haciendo mientras él le ensena? ^Como Io hacen ustedes?
I: Lo hacemos mientras él nos ensena.
K: eso qué significa? Investiguémoslo. Eso significa que uste­
des escuchan muy atentamente lo que él dice; el propio escu-
char es el hacer, ^no es así? No escuchan primero, tienen la

39
idea y después la llevan a cabo, lo cual es algo completamente
diferente. Eso requiere educación, requiere un crecimiento.
Mire, yo he practicado yoga durante muchos anos.
He tenido distintos maestros de yoga, y actuaba mientras
ellos me ensenaban; lo cual significa que no había con-
tradicción entre el actuar y el escuchar. Si usted crea en
primer lugar la idea, la imagen, le llevará un tiempo infi­
nitamente largo, y entonces necesitará práctica. Pero si el
maestro dice, «Haga esto» y usted lo hace, entonces lo está
hadendo. Podrá hacerlo mal, pero lo está haciendo. Vea
la importância de esto. La mayoría de nosotros escucha,
luego crea la idea y después la lleva a cabo. Aqui, si ustedes
escuchan y actúan, la idea ha desaparecido. Cultivar la
idea y llevar a cabo la idea es algo que necesita tiempo, lo
cual se llama madurez, crecimiento.
/; Digamos que alguien está adoptando una postura de yoga y
le digo: «Sea más enérgico, trate de forzarla»; eso les estaria
impidiendo ver...
K : Les mostraré algo: toquen el suelo con las manos. Imagine­
mos que nunca lo han hecho, tal vez no sean capaces de ha­
cerlo. <jQué es lo que usted haría? Escuche; quizá no pueda
tocar el suelo, pero lo está haciendo. Tal vez el acto en si le
tome un poco de tiempo, pero el «hacerlo» ya está presente.
I: Uno no lo ha completado pero está en ello.
K: Así es.
I: Porque no ofrece resistência.
K; En el momento en que usted tiene una idea ya se está resis-
tiendo.
I: Lo mismo podría ser con respecto a la cooperación.
K : Con respecto a todo.
1-1: Pero en el caso dei yoga, supongamos que el maestro intenta
hacer algo que está equivocado...
1-2: Tal vez usted deba hacerlo de todos modos, porque si no ha­
ce lo que él le indica, no puede descubrir si está equivocado.

40
K: Por Io tanto, usted ha de descubrir si es eí maestro apropia-
do. Yo no soy un profesional, pero he practicado mucho yo­
ga. Hay un maestro al que se considera el maestro de maes­
tros. El.dice: «Practicar yoga con propiedad es hacerlo sin
ningún esfuerzo, Si hay esfuerzo, no es yoga». Vea por qué.
Su cuerpo no es sutil, es rígido; por lo tanto, dedique una
semana o más, pero no lo fuerce. Si lo fuerza, los músculos
se ejercitarán de manera errónea, lo cual es maio para éstos.
Así que hágalo muy suavemente, dedique una semana, un
mes, pero proceda despacio. Si el maestro dice, «Siéntese
de esa manera», puede que lo haga mal, pero hágalo, no
desarrolle la idea. Del mismo modo, usted escucha hablar
dei sentimiento de cooperación, y si de verdad lo escucha,
ya lo tiene. No se forme una idea acerca de la cooperación
para después llevarla a cabo.
I: Podemos tomar el orden como ejemplo?
K : Sí. Necesítamos orden; si usted es descuidado, si no es pun-
tual, no podemos vivir juntos, se volvería imposible. Hemos
de tener cierto orden. No forme una imagen de eso: de que
yo quiero orden y usted no quiere orden. Tenemos que vivir
juntos en un lugar como este. Vivir juntos implica orden.
Por lo tanto, debo tener orden. ^Escucha eso sin ninguna
resistência o va a combatido? Por favor, escuche lo que se
dice sin resistência alguna, sabiendo que para convivir en
un lugar se requiere orden. SÍ yo no me bano y digo: <qQué
hay de maio en eso? Yo me siento bien, me gusta mi olor»,
entonces estamos engendrando desorden.
;Está escuchando la palabra «cooperación», la palabra
«orden», sin crear de ello una imagen? Si lo hace, entonces
es inmediatamente ordenado.
1: Una vez que experimentamos palabras tales como «orden» y
«cooperación», ,mo cobran un significado para nosotros?
K: Sí, desde luego. ^Y qué implica eso? Usted ya ha creado una
imagen, ya tuvo una experiencia de lo que es el orden, de

41
lo que es la cooperación, y ésa se convlerte en la resistên­
cia. Mientras que si décimos: «Vamos a ver, averiguemos,
aprendamos qué significa ser ordenado, que significa coope­
rar», entonces no podemos tener una conclusion al respecto,
porque estamos aprendiendo. Si el maestro de yoga le dice:
«Siéntese de esta manera», usted tal vez no pueda hacerlo,
podrá tomarle una semana o un mes, pero la manera en que
usted lo escucha es mucho más importante que ei sentarse
apropiadamente. Ya conseguirá sentarse correctamente más
tarde, pero escuchar lo que él dice es instantâneo.
I : Habitualmente, para que nosotros podamos escuchar de esa
manera tiene que haber una gran dosis de confianza.
K : ,jPor qué debe haber confianza? Yo le hablo y usted escucha.
^Por qué debe tener usted confianza en mí?
I : Porque usted podría estar diciéndome que mate.
K : ,;Por qué debe usted tener confianza en mí? Primero aprenda
el arte de escuchar, aprenda, no de mí. Como yo no puedo
saberlo, quizá diga algo que no es correcto; por lo tanto es-
cuche para descubrir qué es verdadero y qué es falso, lo cual
implica volverse sensible. Usted no puede volverse sensible
--y eso es inteligência- si es obstinado, si se resiste cuando
alguien íe dice: «Esto es lo que pienso». Lo importante es el
arte de escuchar.
I: Pero si otros le dicen a usted lo que piensan, ,;no implica eso
que es lo que uno debe hacer?
K : Desde luego. Yo soy maestro de yoga. Se supone que algo
conozco acerca de eso. Puede que no conozca la totalidad,
pero sé un poquito y le enseho lo que sé. Y en el acto de
ensenarle, yo también estoy aprendiendo.

42
Capítulo 3
íQué significa convivir con inteligência?
La libertad v ei esfar abierfo a la acción de
aprender. La cooperación. El orden

Krishnam urti; El otro día estuvimos hablando sobre lo que


Brockwood Park intenta lograr. Dijimos que ha sido creado
para promover el surgimiento de la inteligência, si tal cosa es
posibíe. La palabra «inteligência» significa tener la facultad
de comprender; no sólo comprendernos el uno al otro, sino
también comprender el sentido de la cooperación, compren­
der qué significan la libertad, la disciplina, el orden. Dijimos
que la inteligência implica libertad. Esa libertad no es de m-
tedes ni m ia, es libertad en sí. Seamos muy claros en este
punto. Por favor, deténganme si no entienden algo. No es-
tén callados para después decir: «No estoy de acuerdo con
usted». Estamos intentando investigar juntos.
Ya que somos una comunidad pequefía, ^qué significa
convivir con inteligência? Es obvio que lo primero consiste
en que debe haber libertad entre ustedes, conmigo y con los
demás. Libertad no significa liacer lo que uno desea, porque
si esto fuese así, seria un caos. O algunos de ustedes forma-
rían un grupo cuyo pensamiento se basaría en lo que les
gustaría hacer en libertad, y tal grupo estaria en oposición
con otro grupo. Eso tampoco es libertad.

43
Puede que algunos digan: Y o pienso que la libertad es
hacer lo que me plazca, porque en mi casa hago lo que me
píace sin que nadie me diga M No lo hagas”, y si me lo dije-
ran me rebelaria, me enojaria y terminaria por escaparme».
Hacer lo que a uno le place es, en realidad, absolutamente
imposible. Porque lo que a uno le place puede ser transi­
tório, un deseo pasajero, y si todos hidéramos las cosas a
nuestro antojo sin tomar en consideración a los demás, no
podríamos convivir. Por lo tanto, la inteligência implica li­
bertad para descubrir el modo de vivir juntos. Usted no se
impone sobre mi y yo no me impongo sobre usted. Vemos
las responsabilidades. Y la libertad implica que juntos com-
prendemos qué es lo que hay implícito en la autoridad. Si yo
me quedo despierto hasta tarde y usted me dice que es hora
de acostarse, no seria inteligente llamar a eso autoritarismo.
Porque ambos hemos abordado ya la cuestión de acostarse
a una hora fija, nos hemos puesto de acuerdo al respecto.
Nuestra relación no es, entonces, autoritaria, no se basa en
las reprimendas sino en la inteligência. Hemos debatido la
hora en que debemos acostamos y es la inteligência la que
nos lo indica, no la autoridad. SÍ yo reacdono a lo que usted
me dice de manera amistosa o irritado -tanto si me lo dice
con rudeza o educadamente-, ello se debe a mi falta de
inteligência. No sé si usted lo ve.
Interlocutor: También hay falta de inteligência en una persona
que me lo dice de manera abrupta.
K : Por supuesto, ninguno de nosotros es dei todo inteligente.
Estamos aprendiendo, aprendiendo acerca de la naturaleza,
de la cuaíidad de la inteligência. Me enfado y digo cosas, y
me doy cuenta de que soy un necio, lo cual es parte de la
inteligência. La próxima vez seré cuidadoso, estaré alerta.
De modo que ya lo ve, la cooperadón es un acto de com-
prensión inteligente.
I: Me pregunto quién es el que ve, quién es el que está alerta.
K: Usted mismo. Yo me enfado con usted, digo: «Por favor,
acuéstese a las once, se lo he dicho diez veces». Me irrito y
me digo: «Qué absurdo es enfadarse con una persona que
carece de la inteligência para ver, 7 que después de haber
hablado de ello sigue acostándose tarde», Veo que rne he
enfadado. <;Ciiál es la dificultad?
I: Me pregunto si es posible ver sin eí condicionamiento, El
observador todavia es parte dei condicionamiento.
K : No, no entremos en el complejo problema dei observador.
Ya llegaremos a eso un poco más adelante. No es que 70
desatienda lo que usted dice, pero ahora estamos conside­
rando Ia cualidad de la inteligência que coopera.
1: Si alguien dice que usted es autoritário, desde luego que ésa
es una reacción pero también es una reaccíón enfadarse.
<Por qué no decir entonces, «No se enfade»?
K : Por supuesto. Estamos viviendo juntos, tratamos de ver, de
ayudarnos mutuamente, de aprender el uno dei otro. Si us­
ted se niega a aprender porque piensa que es mejor, <;qué
podemos hacer? Los más jóvenes piensan que lo saben todo,
,;qué hará usted si ellos le dicen: «No estoy de acuerdo con
usted», 7 se aferran a ello?
I: Lo examinaremos.
K: ^Pero si ellos se niegan a examinado?
I: Eso es lo que estamos haciendo ahora, colocamos los ci-
mientos para ello.
K: Así es, tratamos de poner los cimientos para que poder vivir
juntos con inteligência. No de forma que usted viva inteli­
gentemente y me diga lo que debo hacer; o que 70 se lo diga
a usted, sino juntos. Ser inteligentes es nuestra responsabili-
dad. (iQué significa, pues, esa palabra? Según el diccionario
significa comprender, tener la facultad de comprensión.
I: Escoger entre diferentes caminos, eso es lo que literalmente
significa.
K : Sí, uno debe tener la capacidad de escoger, y esa capacidad de-
be ser inteligente. Si mi elección parte dei prejuicio, eso no es

45
inteligência. De modo que si estamos poniendo los dmientos
de un entorno en el cual nuestro principal interés sea el de
convivir con inteligência, eso no sólo requiere libertad sino,
también un estado de consciência autocrítica. Debo ser cons­
ciente de lo que hago, de por qué lo bago, de las consecuencias
de tal acción; no ser obstinado, no decir: «jEsto es correcto!
;Esto es lo que pienso! jMe aferraré a ello!». Entonces uno
deja de aprender, deja de haber una relación entre nosotros.
^Ve esto ? No me dé la razón a menos que lo vea realmen­
te. Mi problema es: nosotros queremos vivir aqui felizmente
con libertad e inteligência, cosa que no podemos hacer en
el mundo, porque el mundo es cruel, desconsiderado. Aqui
queremos crear una atmosfera, un entorno, queremos sentar
las bases de una convivência feliz, inteligente, colaborativa.
Estoy explicando lo que significa convivir de manera inteli­
gente. Investiguen, no se queden callados para después se­
guir con lo suyo. Debatan conmigo para que tanto ustedes
como quien les habla aprendamos qué es ser inteligente y
convivir en cooperación. La inteligência implica la capaci-
dad para comprender la libertad, y todos nosotros queremos
ser libres. No queremos estar bajo el control de ninguna
tirania, sea ésta de la familia o de algún otro. Y tratamos
de encontrar el modo de convivir libremente. Yo puedo
permanecer conmigo mismo en mi soledad, en mi cuarto,
apartado de todo el mundo; puede que eso sea lo que yo
llamo mi libertad, pero no es posible vivir de esa manera.
Somos seres humanos relacionados los unos con los otros;
por lo tanto, debemos comprender qué significa vivir juntos
en libertad. Y eso requiere inteligência.
Ahora bien, ^cómo lo vamos a hacer? Ustedes puede que
tengan una idea de la libertad y yo puede que tenga otra. De
modo que me digo: «No sé qué es lo que eso significa, voy
a averiguado». ^Ven la diferencia? Si uno empieza por decir:
«Yo sé qué significa la libertad», se acabo. ^Lo ven? Entonces

46
uno no es lo bastante inteligente como para aprender acerca
de ello.
I: Entonces uno está viviendo bajo su propia tirania.
K : Por supuesto. Cada uno come lo que se cocina, lo cual no es
muy interesante. De modo que ambos debemos comprender
qué significa ser libre.Quiere usted aprender sobre ello? <0
dice: «No me ensene, lo sé todo al respecto»? Guando dice
eso, ya revela falta de inteligência porque no aprende, está
aferrado a su idea de lo que cree que es la libertad. Yo quiero
aprender qué significa convivir en libertad; por lo tanto, lo
primero que he de hacer es no decirme a mí mismo: «Sé lo
que eso significa».; Quiere, pues, aprender el significado de la
libertad? Porque eso es lo que queremos hacer en Brockwood.
Le mostraré por qué. En libertad uno puede descubrir
cosas nuevas. En el mundo de la ciência tiene que haber li­
bertad para descubrir cosas nuevas. En la reíación humana,
aqui, estamos descubriendo —o aprendiendo—nuevas cosas
acerca de nosotros mismos. Si me aferro a mí opinión, no
puedo aprender. Así que debo ser muy cuidadoso, debo ser
consciente de mis opiniones fijas o juicios; porque esto es
lo que todo el mundo hace, y por eso no aprende. La gente
tiene ideas fijas, opiniones y conclusiones de las cuales no
desea moverse. Y hay personas jóvenes que se rebelan contra
eso; aunque ellos tienen también sus propias opiniones, sus
prejuicios, sus conclusiones inconmovibles y, por lo tanto,
son como las personas mayores.
I: Entonces, ;qué ha de hacer uno si la gente tiene sus opinio­
nes fijas ?
K : Las personas que tienen opiniones, juicios, conclusiones a
las que se aferran, son incapaces de convivir libremente, con
inteligência. Luego, ^tiene usted opiniones, juicios, conclu­
siones, una tradición? Sí, tengo todas estas cosas, pero voy
a aprender. ^Ve la diferencia? Después de todo, este es un
sitio en el que no solo se nos educa acerca de geografia e

47
historia, matemáticas, etc., sino que nos educamos a no-
sotros mismos ayudándonos mutuamente a ser inteligentes
cuando dejemos este lugar. Puede que usted nunca se vaya,
tal vez quiera llegar a ser un maestro aqui, eso es cosa suya.
Este es un centro educativo; un centro educativo implica
el cultivo de la inteligência, que es la sutileza dei entendi-
miento, la capacidad de elegir. Para elegir el camino correcto,
la mente debe estar libre de toda forma de prejuicio, de toda
conclusión. ^Desea usted un lugar como éste, donde poder
ser educado libremente, con felicidad, con inteligência? Lo
cual implica, de hecho, cooperación, ,;no es así? Yo no puedo
cooperar con usted si pongo énfasis en mis peculiaridades.
,:Comprende? Si le doy importância al largo dei cabello y
hago de eso el símbolo de la rebelión, después vienen las con-
secuencias. El cabello largo está de moda. La longitud dei ca­
bello es un símbolo de rebelión, un símbolo de hacer lo que
a uno le place. Como la antigua generación lleva ei cabello
corto, es un símbolo de agresión autoafirmativa, un símbolo
de belleza. Implica todas esas cosas, ^verdad? Un símbolo de
rebelión contra la guerra, de rebelión contra el orden esta-
blecido. Lleva usted el cabello largo porque resulta bonito?
I: Es una especíe de trampa. Por un lado, el pelo corto es el
orden establecido y por otro lado, el pelo largo implica ir
contra el orden establecido.
K: Yo no digo: «El pelo largo es lo correcto» o «El pelo corto es
lo correcto». Le pregunto: i usted lo lleva así porque le gusta
cómo le queda?
I; Bueno, digamos que me hace sentir más cómodo.
K : Ahora examínelo muy cuidadosamente. El pelo largo le re­
sulta cómodo. Supongamos que usted se sienta junto a mí
con su pelo sin lavar, sucio, maloliente, y yo digo que no
quiero sentarme junto a usted. Si ello es cómodo para usted,
también debe ser cómodo para mí que estoy sentado a la
mesa junto a usted.

48
I: Correcto.
K : Es cierto que el cabello largo luce muy bonito si se le man-
tiene adecuadamente, no suelto tapando toda la cara. ;Lo
hace usted por esa razón?
I: No sé si lo hago específicamente por esa razón, para tener
un pelo bonito y brillante.
K: <;Entonces por qué lo mantiene largo?
I: Me gusta sentir el viento y el agua en él.
K : Muy bien, pero usted no está al viento todo el rato. Tiene
que sentarse a mi lado. Usted no vive solo en este mundo.
Nosotros estamos aprendiendo a convivir con inteligência,
en libertad.
I: Sí, yo veo si me salen piojos si simplemente lo dejo crecer, y
puedo ver por qué usted reacciona por su parte si se sienta
junto a mí.
K: Espere, íe he dicho que lo observe. Mientras esté limpio y
luzca realmente bonito, y no huela, ,;qué tiene de maio? En
Ceiíán los hombres líevan eí pelo largo, se ponen peinetas
circulares para mantenerlo aseado, y se ve muy bonito. ^Va
usted a llevarlo así, con una peineta? (Risas) ;Qué hay de
maio? ^Ve? Tiene prejuicios. Lo estoy notando.
I: No es realmente un prejuido. Yo no tengo nada en contra
de usted si anda por ahí con una peineta en eí pelo.
K: Como tengo que vivir con usted, si usted huele mal y no
está aseado, pongo objeción a eso.
I: Correcto. Pero en mi opinión hay una pequena confusión
acerca de la palabra «aseado».
K: Entonces, si usted siente que el pelo largo está bien, llévelo
así. Pero eso significa que ha de conservado limpio. lo
lleva como un símbolo de rebelión contra lo establecido ? Y,
puesto que yo llevo el pelo corto, ^significa que acepto lo es­
tablecido? Vea el riesgo que ello supone. Entonces, ^por qué
lleva usted el pelo largo? No me ha contestado. ,:Lo hace
porque todos lo hacen? Eso seria imitación, conformismo, y

49
no sería inteligente. Sepa lo que está haciendo,Forma parte
de la inteligência? Si usted dijera: «Mire, me voy a dejar cre-
cer el cabello porque me gusta, luce bonito y está limpio»,
lo aceptaría de inmediato. Pero si lo hace como un símbolo,
entonces me gustaría saber qué es ese símbolo, porque tengo
que vivir con usted. ;Su símbolo puede significar la muerte
para mí! Quiero averiguado.
I: ^Pero no hay también algo'de parentesco con su generación?
K: Pero sepa por qué lo hace. Parentesco con su generación,; es
eso correcto?
I: Amistad, estar relacionado...
K: Si usted siente que está en reladón con los de pelo largo y no
con los de pelo corto, ^ve lo que está haciendo? Está crean-
do divisiones, y eso es lo que hizo la antigua generación;
por lo tanto, usted está siguiendo sus pasos. De modo que
está engendrando tanta destrucción como ellos lo hicieron.
Entonces ílevar el símbolo de la paz en su camisa no tiene
ningún significado. Lo que yo digo, pues, es que si nosotros
vamos a convivir en inteligência y libertad, ambos debemos
saber qué estamos haciendo y por qué lo hacemos. No sólo
cubrirlo con palabrería, porque eso no es inteligência. ;Por
qué tenemos alimentos vegetarianos en este lugar? ^Se lo
ha preguntado? Usted destaco la palabra «aseado». ^Sabe lo
que significa ser ordenado? No lo sabe, ,;verdad?
I: Si lo supiera, no estaria aqui.
K: Vamos a investigado. Pensar de un modo ordenado, pen­
sar con claridad, actuar con claridad. No pensar una cosa
y hacer otra, sino pensar con mucha claridad, de manera
cuerda, objetiva; eso es ser ordenado, ^verdad? Voy a intro-
ducir en esto la palabra «aseado». Vestir de forma pulcra y
adecuada es ser ordenado, ^no es así?
I: No estoy seguro.
K: ,;De qué no está seguro? Usted viene al comedor descalzo,
con los pies sucios, y yo me siento a su lado. Eso no me gus-

50
ta porque no es limpio, me agrada lo limpio. Y usted dice
que eso es un prejuicio. ,;Lo es? Todos los animales quieren
estar limpios.
I: Todos los animales tienen también los pies descalzos.
K: Pero limpios, se mantienen siempre limpios, fa.a visto como
se lamen a sí mismos. jVenga con los pies limpios!, lo que
implica mantener el suelo limpio.

51
Capítulo 4
La educación para hacerle frente ai
mundo. Ei problema dei sexo. El afecfo

Krishnam urti: dQué clase de seres humanos serán ustedes cuan-


do salgan de aqui y se adentren en el mundo? jTendrán que
hacer frente a muchos problemas! ^No es así? No sólo pro­
blemas económicos, sociales, ambientales, sino también
problemas en las relaciones, el sexo, el problema de cómo
vivir con inteligência, gran amor y afecto, sin ser asfixiados
y corrompidos por la sociedad. Aqui, en esta escuela, esta­
mos más o menos protegidos y entre amigos; puede haber
confianza, estamos familiarizados con las idiosincrasias de
cada uno, con los prejuicios, inclinaciones y tendências, pero
cuando salimos al mundo no conocemos a nadie, y es un
mundo monstruoso al que nos enfrentamos.
Tenemos que descubrir cómo vamos a encarar todo esto,
con qué clase de mente o inteligência vamos a encarado.
Así, la educación cobra la mayor importância. Como la
educación no es la mera adquisición de conodmientos tec­
nológicos sino la comprensión, con sensibilidad e inteligên­
cia, de todo el problema dei vivir: la muerte, el amor, el se­
xo, la meditación, las relaciones, y también el conflicto, la
ira, la violência, etcétera. Ésa es la estructura completa de
la existência humana.

53
Si pudiéramos encarar un problema en su totalidad, exa­
minado con profundidad, entonces tal vez podríamos rela­
cionado con todos los demás. Ningún problema es algo ais-
lado, algo por sí solo. Está relacionado con otros asuntos,
con otros problemas y cuestiones. De modo que si podemos
tomar un problema humano e investigado en libertad, se­
remos capaces de ver su conexión con el resto de los proble­
mas. ^Qué es ío que vamos a debatir juntos, entonces?
Interlocutor: ,;Cuál es el propósito de la vida?
K : Quedó bien en claro el otro día que tener un propósito im­
plica una dirección. Usted fija una dirección y evita todas
las demás. Si digo: «Esta mahana quiero ir a “La Alameda”
porque allí hay flores maravillosas», entonces toda mi aten-
ción está puesta en ir allí y, por lo tanto, me resisto a çual-
quier otra cosa. Igualmente, preguntar cuál es el propósito
de la vida implica que entre en juego una mayor contradic-
ción, más conflicto. No sé si usted realmente ve eso.
I: Tal vez la verdadera dificultad está en la comunicación.
K : ^Es ésa nuestra dificultad? Guando usted quiere decir algo
lo dice, ,mo?
I: Sí, pero la comunicación es hacer algo juntos.
K: Usted dice que la comunicación significa hacer algo juntos:
comprender juntos, crear juntos. <;De eso desean hablar?
Interlocutor 1: Tal vez tenemos el deseo de hacer cosas juntos
porque creemos que no podemos estar solos.
Interlocutor 2 : ^Entonces quizá podamos hablar sobre la relación
verdadera?
Interlocutor 3 : Parece que tenemos un planteamiento algo dis­
perso.
K: Seguro que sus pensamientos no están dispersos cuando us­
ted pone interés en algo. Dígame entonces, ^qué es lo que
de verdad íe interesa?
I: La felicidad.
K : ,jEs eso lo que les interesa a todos ustedes? ^La felicidad, el
goce, el placer, pasarlo bien? ^Es eso lo que les va a interesar,

54
no sólo cuando son adolescentes, sino a ío largo de toda la
vida? <;Qué es lo que van a hacer? ^Limitarse a buscar ía
felicidad diciendo: «Si tuviese más joyas, más sexo, más de
esto o aquello, sería feliz», es eso lo que quieren todos?
I: Yo podría estar ínteresado en algunos otros aspectos de la
vida, como la política.
K: Muy bien, pero si a usted le interesa la política, ,de importa
solamente un segmento de la vida? Si está realmente inte-
resado en la política, tiene que interesarle el movimiento
total de la existência, y no considerar la política como algo
por completo separado, tal como lo hacen la mayoría de los
políticos.
I: A mí podría interesarme ser ingenie.ro, pero también vivir
como un ser humano.
K: Entonces le interesa la ingeniería, pero también le interesa
comprender la totalidad de la vida. Ahora bien, ^qué es lo
que usted considera lo más importante, lo más vital, sin
oponer ambos términos?
I: La totalidad, todo.
K: Lo cual incluye la religión, ;me sigue? Si recalca la ingeniería
y descuida todo lo demás, entonces usted es un ser humano
que no está bien equilibrado; de hecho, no es en absoluto un
ser humano, es un mero técnico. Sabiendo, pues, eso, ;qué es
lo que hemos de considerar de modo que, al indagar en ello,
comprendamos que todos los otros problemas también están
incluídos? ^Qué tema hemos de tratar? ^Es el sexo un enor­
me problema para ustedes, un asunto que merece debatirse?
I: Bueno, para mí no tiene por qué ser un problema, pero
otras personas que me rodean lo ven como tal.
K: ^Lo hacen? ;Pueden hacerlo?
I: jSeguro que pueden!
K: Muy bien. Usted va caminando por la caíle y las chicas se
sienten atraídas por usted, y usted dice que la culpa es de las
chicas, ;que usted está completamerite libre de culpa!

55
I: No, no es dei todo así. Pero tomemos la relación sexual. Si
yo mantengo una relación sexual con aíguien y Ias otras
personas Io saben, entonces son ellas las que de algún modo
convierten eso en un problema.
K : Espere un momento. Usted está aqui en una escuela, en lo
que se llama un centro educacional; ha sido enviado aqui por
sus padres y usted también ha dicho que quiere venir aqui.
De modo que no es meramente un individuo separado ha-
ciendo lo que le place, usted es responsable de este sitio. Es su
hogar, y usted es responsable de él, de Ia casa y deí jardín, de
mantenerlos en orden. Y es responsable ante sus padres, ante
la gente de aqui, ante los vecinos, ante todos ellos. Y es natu­
ral que la gente observe qué es lo que aqui está sucediendo.
Estas personas han pagado una cantidad de dinero, tienen
hijos aqui, los vecinos, los visitantes, los que trabajan aqui y
están interesados en lo que ocurre, todos ellos observan.
Por esta razón, si yo quiero tener aquí una aventura
amorosa con alguien, debo estar completamente despierto
y ver los peligros que encierra, así como todas las posibles
consecuencias. Si en este lugar usted tiene una relación así
con alguien, entonces los directores que son responsables
ante sus padres, ante la vecindad y que son responsables
dei bienestar de la escuela, están moralmente obligados a
ocuparse de ello, <110es así? Están obligados a vigilarlo muy
cuidadosamente; eso no es ser autoritário, ,;verdad?
I: ,;Por qué tiene alguien más que saber acerca de eso? ^Y es
necesariamente perjudicial?
K : ,;Puede usted mantenerlo en secreto en un lugar como éste?
No hemos dicho que eso sea o no perjudicial. Estamos mi­
rando el hecho en sí, y alguien dice que la otra persona es
culpable. La gente que está a cargo y que tiene los ojos pues-
tos en usted, le dice: «Ahora mire, vea lo que sucede, lo que
está haciendo». ,;Es eso ser autoritário? ^Quién está creando
el problema? ,:Es usted el que crea el problema, o son las per-

56
sonas que se interesan por todo lo que ocurre en este lugar?
Usted tiene que ser sensible, tiene que saber que no puede
hacer ciertas cosas. Si hubiese un embarazo, ^qué ocurrirá?
I: La persona implicada seria responsable.
K: ^Entonces la madre tiene el problema?
I: Y el padre también.
K: (Y qué ocurre con toda la otra gente que se interesa, los pa­
dres, la escuela, el vecindario? Tal vez los padres están lejos,
en la índia o en América; ^ellos le ban enviado aqui para
procrear hijos que deban ser cuidados?
I: Pero entonces, serior, si los chicos y chicas quieren tener rela­
ciones sexuales, se crea un conflicto si uno no puede hacerlo.
K: De modo que lo hace. ^Entonces, qué?
I: Bueno, entonces eso se convíerte en un problema.
K: ^Qué es lo que crea el problema?
I: El problema está en el hecho de que los estudiantes dicen
cosas contradictorias. Por un lado, ellos no quieren amol-
darse, y por el otro, dicen: <qPor qué no puedo hacer lo que
quiero?», y eso es amoldarse.
K- Ambos lados dicen eso. Tenemos que profundizar un poco
más. Por favor, póngase en el lugar dei padre que ha enviado
aqui a su hijo o hija para que se le eduque, o en el lugar de la
persona que tiene la responsabilidad de dirigir esta escuela
donde están juntos los chicos y las chicas. ^Cuál es la res­
ponsabilidad que le corresponde a usted? (Pausa). (Ve como
se queda callado, como sonríe de manera diferente?
I: Incluso si una madre y un padre se preocupan mucho por
su hijo, eso no significa necesariamente que le impidan te­
ner una relación sexual.
K: Eso es algo diferente. El hecho es que estamos aqui, en esta es­
cuela, juntos los chicos y las chicas. Y puede ser que todas sus
glândulas estén trabajando a alta velocidad debído a los ins­
tintos biológicos, y existe toda esa excitación de alardear, de
exhibir el propio cuerpo, etc. Ustedes conocen todo eso mejor

57
que yo. ,;Qué es, entonces, lo que ha de suceder en un lugar
como éste? Aqui se les ensefia a inquirir en la conformidad, a
comprenderla, a utilizar sus mentes, su inteligência. Entonces
aparece este problema sexual, eí instinto sexual ha surgido en
un lugar donde viven juntos gran cantidad de chicos y chicas.
^Qué harán ustedes? ySeguir, abierta o secretamente, el im­
pulso biológico? Vamos, investiguemos esto a fondo.
I: Bueno, en América muchos estudiantes dirían que sí.
K : Yo sé que muchos estudiantes de América, o Francia, o de las
universidades de aqui dicen: «Eso no íe compete a usted».
I: Y si uno lo plantea a la inversa, si uno dice: «Yo no seguiré
mi impulso biológico», ^qué ocurre entonces?
K : Primero veamos qué está implicado en todo ello y no sólo
nuestro impulso biológico personal. No diga que los padres
y las personas que son responsables de este lugar hacen que
uno se ajuste, que son autoritários. Este lugar es de interés
público. El ojo dei público puede ser corrupto, estúpido,
pero si este centro adquiere mala fama, entonces el futuro
de la escuela se vería comprometido; este lugar podría tener
que cerrar. Usted debe considerar todo esto. ;Qué hará en­
tonces con su instinto biológico? Vamos, mírémoslo. ;Qué
hará? Hasta aqui usted ha investigado, ha pensado en sus
padres, en su responsabihdad aquí, en la responsabilidad
de los encargados de este lugar para con los padres, con la
vecindad, con el futuro de la escuela.
I: ^Pero no son los estudiantes igualmente responsables de es­
te lugar, y no sólo los profesores?
K : Eso es lo que he dicho. Éste es su hogar, el hogar de todos
ustedes y, por lo tanto, son responsables por lo que aquí
ocurre. Entonces, ^cómo va a actuar? Sabiendo que está
sobrecargado biologicamente, ^qué hará? Después de todo,
usted lee revistas, diários, novelas, va al cine, ha visto a las
chicas medio desnudas y sabe acerca de todo eso. ,:Cuál es,
entonces, su responsabilidad? Por favor, investigue conrni-

58
go, Ése es uno de los problemas que plantea la vida, y usted
no quiere afrontado. Pero no puede elíminarlo y ocultado
debajo de la alfombra. ^Cómo va a encarar un problema
de esa índole con una mente que no está dei todo madura?
Porque todos ustedes son muy jóvenes, i comp rende? Sus
mentes no están todavia dei todo despiertas, ni son del todo
sensibles e inteligentes. Se enfrentan a este problema y es
natural que quieran evitado. Hay temor 7 aprensión,
^Cómo va su mente a ser lo suficientemente inteligente
como para afrontar el problema? Porque la sociedad que lo
rodea empuja en esa única dirección: la ropa, la moda, todo
conduce al sexo. En la India no está permitido besarse en
pantalla. Cuando usted sale al mundo el problema está ahí,
incluso si está casado el problema está ahí. Entonces ^cómo
tendrá la inteligência suficiente para encarar este problema
sin resistência de ninguna cíase, sin conflicto ni represión? Si
usted se somete, eso se convertirá en otra forma de neurosis;
si lo reprime, también resultará en neurosis; si se resiste a ello,
se verá terriblemente afectado por ello. ^Sabe qué sucede con
las personas que se resisten a todas estas cosas? Quedan atra-
padas en ello, se encolerizan por nada, se vuelven histéricas.
Así pues, ^cómo puede uno despertar una mente capaz
de actuar sin resistir, reprimir ni ceder? Êste es un verdade-
ro problema. ^Cómo ha de tener usted una mente que sea
sensible, esté alerta, sea aguda 7 que también tenga la ex­
traordinária capacidad de responder a ía belleza -la belleza
de una mujer o la de un n i f i o - ? Cónio da uno con eso?
Cuando ha examinado un problema en su totalidad 7
llega a este punto, ^qué hace usted? ^Verdad que dice: «No
sé qué hacer»? Y después dice: «Dejémoslo». ^Entiende? Vi-
vir una vida sin esforzarse, sin amoldarse, sin reprimir, sin
resistir, sin seguir a la multitud -yendo a fiestas sociales,
todo el proceso aletargador de la existencla moderna—, ésa
es la verdadera educación.

59
jAhora observe! Porque este problema existirá a lo largo
de toda la vida. Como hemos dicho, si usted lo reprime, hay
peligro de que ello estalle hacia otras direcciones; y si cede o
hace trampas, eso le destruirá, destruirá la mente.
Así es que la mente ha aprendido a no reprimir y a no
ceder, a no hacer de eso un problema inmenso. ^Está claro
esto, significa algo para ustedes? dicen: «Dejémosle ha-
blar, nosotros tendremos nuestros placeres, nos casaremos,
seguiremos con lo nuestro y ya después lo afrontaremos»?
^Se han preguntado alguna vez por qué los seres huma­
nos conceden tan extraordinária importância aí sexo? En
todo el mundo el sexo es más importante que eí dinero,
mucho más importante que la religión.
En Occidente se habla libremente de él, se pone de ma­
nifesto. En Oriente todo eso se mantiene bajo llave, esté
uno casado o no. ^Por qué piensan ustedes que ha cobrado
una importância de tal envergadura?
1-1: Quizá sea por el placer; porque es algo que se puede conse­
guir sin dinero.
1-2: ^Podría ser que las personas posean una gran cantidad de
energia dentro de sí que no han empleado en otras cosas y
que, por lo tanto, utilizan en esta dirección?
K m jProsigan, sigan con ello, creen juntos, contribuyan! ;No se
queden simplemente sentados ahí dejándome hacer todo el
trabajo!
I: Puede que sea una forma dê escapar de las preocupaciones
o de algún problema.
K : ;Pues obsérvenlo! Hemos estado trabajando juntos, com-
prendiendo juntos, comunicándonos. Ustedes han dicho
que el sexo se ha vuelto muy importante a causa dei placer,
dei exceso de energia, o como un escape de la rutina diaria.
Ahora bien, ^es eso lo que les ocurre a ustedes? No digo
que tengan relaciones sexuales, sólo pregunto: ^Es esto lo
que persigne su mente? iBuscar el placer, tratar de escapar

60
de la monotonia escolar, dei aprender esto o aquello y, en
consecuencia, su mente se ausenta creando imágenes?
I: jNo es también porque estamos buscando afecto? Esto no
se encuentra nunca porque la gente está siempre senalando
que no es lo correcto.
K: ;Es eso lo que usted hace? ^Dice que necesita afecto, que
quiere bondad, ternura, carino, algo que sea real, y que al no
obtenerlo piensa que lo obtendrá por medio dei placer, por
medio dei sexo? Por supuesto que usted necesita afecto, como
necesita la luz dei sol, la lluvia y las nubes. ^Pero por qué lo
busca? ^Por qué dice que éste o aquél no le demuestra afecto?
I: Porque el afecto le hace sentir a uno mejor.
K: Profundice más.
I: Alimenta el ego.
Kt Prosiga, [continue con ello!
I: Uno se acerca más a alguien, y uno realmente quiere estar
cerca de la gente y conocerla.
K: O sea, usted dice que quiere el afecto de otros porque eso
le proporciona bienestar, le hace feliz, siente que así puede
florecer.
I: Y porque uno también quiere dar algo.
K; Sí, usted quiere dar y compartir. Prosiga, ^qué es lo que eso
significa? Yo busco el afecto de los demás: ,:qué significa eso?
I: Hay una falta de afecto en mí.
K: ^Qué significa eso, la falta de afecto en usted? Mire, un
manantial de agua brota todo el tiempo, ;no es así? Saca
agua, fluye a borbotones. Y es sólo cuando, dentro de mí,
mi propio manantial de afecto deja de funcionar cuando
necesito el afecto de otro, ^verdad?
I: No siempre es así.
K: ^Por qué dice, «no siempre»? Por favor, escuche esto atenta­
mente. Si usted tiene dentro de sí un profundo afecto por
todo, no sólo por alguien sino por todo -por los árboles,
los pájaros, las flores, los campos y los seres humanos—, si

61
de verdad tíene ese sentir, diría, aunque sólo fuese ocasio­
nalmente: «Desearía que alguien me mostrara afecto»? Sólo
cuando se está vacío interiormente, se desea que otros estén
con uno, ^no es así?
De modo que usted ha aprendido algo, ,:verdad? Su
mente está ahora observando activamente, mirando con in­
teligência, y usted ve que cuando uno no tiene afecto en sí
mismo, desea el afecto de otros. Esto se traslada al sexo, a
las relaciones, y cuando ese vacío interno busca una relación
a través dei sexo y de la constante companía de alguien, en-
tonces usted se vuelve celoso, temeroso, irritable. ^Endende?
Mire, por favor, todas Ias consecuendas que se derivan. De
modo que el sexo no es el problema. El problema es tener
una mente inteligente, y es la observación de todo esto que
vuelve a la mente enormemente inteligente. Y esta inteligên­
cia sabrá tratar con el sexo. No sé si usted lo capta. ^Lo ha
comprendido?
I: Eso también significa que uno puede mantener una relación
sexual sin tener problemas.
K : Yo no digo eso.
I: Quiero decir que existe una posibilidad.
K : No, no. Yo no lo enfocaria de ese modo. En primer lugar,
sea inteligente, entonces esa inteligência responderá al pro­
blema, cualquiera que sea, de forma adecuada. Tenga una
mente inteligente, no una mente distorsionada. Una mente
distorsionada dice: «Deseo eso, iré tras ello». Lo cual sig­
nifica que tal mente no tiene interés por la totalidad, sino
por sus propias exigências; no ha observado la totalidad dei
proceso. Por lo tanto, es responsabilidad suya tener esta in­
teligência, y si usted no Ia tiene, entonces no culpe a otro.
Vivir con inteligência se convierte en algo extraordinário,
espectacular; hay verdadera dicha en todo esto. Pero de la
otra manera, usted vive siempre con miedo.

62
Capítulo 5
Cl orden, la disciplina y e( aprender.
Cspacio y libertad. La seãurídad y
confianza necesarias: el sentimíento de
«hoãar». Aprender a convivir sin la
autoridad. Responsabilidad mutua y
responsabílidad por el «hogar».
Acerca de la medifación

Krishnamurti: i Qué es el orden y qué es la disciplina en una es-


cuela como ésta? La palabra «disciplina» significa «aprender».
El «discípulo» es aquel que aprende, no el que se somete, obe­
dece; es aquel que está siempre aprendiendo. Y cuando cesa el
aprender y éste se vuelve una simple acumulación de conoci-
mientos, empieza el desorden. Cuando dejamos de aprender
en nuestra relación, ya sea que esternos estudiando, jugando
o haciendo cualquier otra cosa, y simplemente actuamos des­
de el conocimiento que hemos acumulado, surge el desorden.
La disciplina es aprender. Usted dice algo como, «No dé
demasiada comida a los perros» o, «Acuéstese temprano»
o, «Sea puntual», «Mantenga el cuarto ordenado». Usted
me dice eso y yo aprendo. La vida, el vivir, es la acción de
aprender en movimiento, y si yó me resisto a lo que us­
ted me píde que haga, esa resistência es la afirmación de
mi propio conocimiento acumulado. Por lo tanto, dejo de
aprender y creo un confhcto entre usted y yo.

63
Interlocutor: ^Esto sólo es aplicable a los estud.ian.tes o a todo el
mundo?
K: A la vida, no sólo a los estudiantes, a todos los seres humanos,
I: Pero no todos son discípulos.
K : Todos están aprendiendo. «Discípulo» significa «uno que
aprende». Pero según el sentido comúnmente aceptado, el
discípulo es aquel que sigue a otro, a un gurú, a algún nedo.
Pero ninguno de los dos aprende, ni el seguidor ni aquel que
es seguido.
/.- ;Pero si seguimos a aíguien que no es necio?
K: Usted no puede seguir a nadie. En el momento en que sigue
a alguien está haciendo de sí mismo un idiota, y aquél a
quien sigue también es un idiota, porque ambos han dejado
de aprender. Por lo tanto, ^qué hace usted con respecto a la
disciplina, aí orden? ;Está aprendiendo acerca de todo, no
sólo de geografia, historia, etcétera, sino acerca de la reía-
ción? Estamos viviendo juntos en esta casa, cada uno tira
en una direcdón diferente, cada uno quiere algo, se resiste
a algún otro y dice: «Oh, éí, o ella, se ha vuelto autoritário».
Todas esas afirmaciones, esas resistências, ese hacer lo que
uno plensa que quiere hacer <;no engendran desorden?
Si usted dice: «Yo hago lo que quiero; soy natural; ésa es
mi naturaleza y nadie va a decirme lo que tengo que hacer»;
si usted dice eso y yo digo lo mismo, ,;qué sucede enton-
ces? ^Qué relación hay entre nosotros? ^Podemos alguna
vez hacer algo de manera espontânea? Esta es una cuestión
muy importante, si entienden lo que quiero decir. ^Alguno
de ustedes es natural? jPor supuesto que no! Cada uno está
bajo la influencia de su padre, su madre, la sociedad, su
cultura particular, el clima, el alimento, la moda, la pro­
paganda. Están completamente influenciados, y entonces
dicen: «jYo debo ser natural!» Eso no tiene sentido. Usted
dice: «Quiero hacer eso que considero correcto» o «Soy una
persona libre». ;Usted no lo es! No es libre. La libertad es

64
algo extraordinário, y empezar diciendo: «Yo soy libre», no
tiene sentido. Aún no sabemos qué significa eso.
I: ^Entonces cómo puede usted decir: «Es algo extraordinário»?
K: Es extraordinário ser libre, pero usted no lo es. ^Puede uno
darse cuenta de que no es libre? Libertad significa estar li­
bre de temor. Significa estar libre de cualquier forma de
resistência. La libertad implica un movimiento en el que
no existe aisíamiento alguno. Significa no tener resistência
en absoluto. Así, pues, ^son ustedes libres? Es evidente que
estamos asustados, que nos resistimos, que nos aislamos en
nuestras propias ideas insignificantes, en nuestras necesida-
des y deseos. De modo que cuando usted usa las palabras
«libertad» y «natural», carecen de sentido. Uno sólo puede
ser libre cuando comprende lo profundamente condiciona­
do que está y está libre de ese condicionamiento. Entonces
puede ser libre, entonces es natural.
I Saben qué significa el orden? Significa tener muchísimo
espacio, ^verdad? En un cuarto pequeno donde falta espado
es más difícil tener orden. ,;Nq están de acuerdo? Lo verán
dentro de un minuto. Alguien me habló de un experimento
con ratas: colocaron un montón de ratas en un espacio muy
reducido, y como no tenían espacio comenzaron a matarse
las unas a las otras —la madre mato a sus crias—. Pero noso-
tros también necesitamos un espacio interno. Las ciudades
están cada vez más pobladas. Deberían ir a la índia y ver
alguna de las grandes ciudades como Calcula, Bombay o
Delhi; no tienen idea de cómo es aquello, el ruido, el voce-
río, la gente. Son como hormigas por las calles, y al no tener
espacio, estallan en violência.
Aqui debemos tener espacio. La casa misma tiene un ta-
mafio limitado. ^Qué harán entonces? El espacio exterior es
limitado; además, ^cómo harán para tener ese espacio inte­
rior? Nuestras mentes están tan atestadas con miles de ideas
que no hay espacio en absoluto, ni siquiera entre dos pensa-

65
mientos, entre dos ideas; no hay espado ni intervalo alguno
entre dos emociones. Sin embargo, sin espado no hay orden.
Orden significa aprender, ,;no es así? Aprender acerca de to­
do. De modo que si alguien me dice que soy un necio, yo
quiero aprender la verdad acerca de elío, quiero descubrirlo.
No me limito a opóner resistência y a dedr: «Usted también
lo es». Quiero ver, quiero,, escuchar, aprender. Por lo tanto, el
aprender produce orden y la resistência produce desorden.
De modo que, aunque exteriormente yo pueda carecer de
espado porque el mundo se está poblando más y más, quiero
ver si puedo tener espacio en mi interior. Si carezco de espa­
do interior, es inevitable que engendre desorden. ^Qué res-
ponden ustedes? Somos un grupo de jóvenes, todos menores
de veinte anos, que se rebelan contra el orden establecido,
lo que es natural, inevitable. Hemos venido aqui con estas
ideas, estos sentimientos, y a cualquiera que nos diga algo, lo
llamamos «autoritário». <;Qué haremos entonces?
I Como vamos a vivir aquí de manera diferente, actuar
de manera diferente, ser dichosos de manera diferente? De
otro modo, ^saben qué sucederá? Serán abandonados en la
jungia dei mundo, arrojados a un montón de lobos, des­
truídos. En la índia se presentan cerca de tres o cuatro mil
personas para cada empleo. ^Comprenden lo que éso sig­
nifica? El anuncio pedia una cocinera, u saben quiénes se
presentaron? Licenciados y doctores en filosofia. Y eso va a
empeorar en todo el mundo.
Por lo tanto, en una escuela como ésta, tenemos que
aprender. Estoy empleando la palabra «aprender» en su ver-
dadero sentido: investigar, explorar las relaciones porque,
después de todo, así es como vivimos. La sociedad es la reia-
ción entre hombre y hombre. Y es necesario que aquí apren­
damos a vivir, que aprendamos qué es la reíación, qué es el
amor. Tenemos que aprender, no decir simplemente: «Esto
es amor» o «Eso no es amor». O «Esto es autoridad», «Aque-

66
11o no es autoridad», todas esas afirmaciones son absurdas
y carecen de sentido. Pero si de verdad.podemos aprender
juntos, entonces pienso que esta escuela tiene sentido.
En la escuela dei sur de la índia hay ninos desde los seis
hasta los dieciocho anos, y con ellos hablamos acerca de todo.
En la índia la palabra «meditación» es una palabra extraordi­
nária. Allí la meditación tiene cierto significado. Y mientras
yo hablaba sobre eso, ahí estaban ellos, un grupo de ninos
que, sin embargo, permanecían en completa quietud. ;Era
fascinante cómo lo hacían! Sentados con las piernas cruza­
das y los ojos cerrados, permanecían totalmente silenciosos.
Forma parte de su tradición eí que uno deba meditar, inde-
pendientemente de lo que eso signifique para ellos. Ustedes
tienen que permanecer completamente quietos, y deben ex­
perimentar un sentimiento de afecto por la vida.
Entonces, ;qué hemos de hacer, todos nosotros, para
crear esto juntos? No usted solamente, o la senora Simmons
o quien les habla, sino todos nosotros juntos. ^Cómo pode­
mos hacer esto ?
Interlocutor 1: iAcaso sólo podemos hacer esto juntos?
Interlocutor 2 : ^Dijo usted, «no individualmente, sino juntos»?
K : Juntos, j Sabe qué significa la palabra «individuo» ? Indivisible.
Ser un individuo supone que uno no es divisible en sí mismo.
Pero nosotros somos divisibles, estamos fragmentados, no so­
mos individuos. Somos pequenos fragmentos, rotos, dividi­
dos. Mire, ^donde se siente uno con seguridad total, a salvo,
protegido? Ustedes deben tener completa seguridad.
I: ^Guando uno tiene confianza en el otro?
K: Sí, y también en el hogar, ^no? Se supone que el hogar es
ese sitio donde uno está por completo a salvo, donde puede
confiar, donde se encuentra protegido. Este es su hogar, ^no
es cierto? Durante ocho meses al afio éste es su hogar. Pero
usted no se siente seguro aqui, ^verdad?
I: Sí, me siento seguro.

67
K : ;Sí? Eso es bueno. ,;Pero se sienten así todos ustedes? Vean
Ío que significa sentirse completamente en el hogar, donde
uno se encuentra completamente seguro. El cerebro necesi-
ta seguridad; de otro modo no puede funcionar con eficiên­
cia, con claridad. Guando las células cerebrales se sienten
inseguras nos volvemos neuróticos, nos desequilibramos
mentalmente. Y éste es. pm sitio donde ustedes están en el
hogar, donde están completamente seguros.
I : /Y qué hace uno si esto no es así?
K : Voy a ello. Uno necesita seguridad, protección, fe, confian-
za y un sentimiento de que puede hacer cualquier cosa sin
destruir esto. En un sitio como éste usted no se siente en
el hogar en ese sentido, ;verdad? ^Quién va a hacerlo por
usted? ,;Comprende de qué estoy hablando? dQuién va a
proporcionarle este entorno de completa protección? No sé
si lo comprende. ^Sabe qué significa estar completamente
protegido? Un bebé necesita completa protección, de otro
modo llora. Hay que alimentado regularmente, banarlo,
cuidado, porque de no hacerlo, eso le perjudica. Nosotros ya
somos más mayores, ^quién va a encargarse de este hogar por
nosotros? ^La senora Simmons, o alguien como yo? Pasado
manana me habré ido. <;Quién va a hacer esto por nosotros?
I: Todos nosotros.
K : Van a crearlo, van a construirlo. Si no lo hacen, será asunto
suyo. No pueden decirle a la senora Simmons: «Yo quiero
seguridad completa y usted no me la proporciona». Éste es su
hogar, y son ustedes quienes lo están construyendo, lo están
creando. Si no se sienten en el hogar aqui, los responsables
son ustedes. Investiguen eso para crear tal lugar. Despierten
ese sentimiento de que están completamente en el hogar.
I: ;Podría usted abordar la cuestión de la seguridad? Porque
pienso que nosotros no la comprendemos. ^Seguridad con
respecto a qué? No seguridad en una idea. Ya ve, nosotros
nos identificamos con una idea.

68
K : jNo! Seguridad, sentirse completamente a salvo, segúridad
con las personas, no con las ideas., i sabe.lo que significa?
1-1: No estoy seguro.
1-2: Eso es algo que no conocemos. Algunos de nosotros hemos
venido aqui porque tenemos ciertas ideas al respecto.
K: ;Antes que nada, observen! Yo no he estudiado neurologia ni
la estructura dei cerebro, pero sólo con observarse a sí mis-
mos podrán descubrirlo con facilidad. Un cerebro que se
siente en completo reposo, a salvo, protegido, funciona per-
fectamente, maravillosamente. ^Lo ha probado alguna vez?
Entonces el cerebro piensa con mucha cíaridad, aprende
muy rapidamente y todo funciona con belleza, sin fricción.
Eso es seguridad. Eso es estar completamente seguro. Las
propias células cerebraíes perciben que no hay conflicto. ,:Por
qué debe usted estar en conflicto conmigo o yo con usted?
Guando usted me dice: «Mantenga el cuarto ordena­
do», ,jpor qué debería sentir, «Oh, qué horror»? ^Por qué
no se me puede decir eso? Pero eso origina un conflicto en
mí. ;Por qué? Porque he cesado de aprender. ^Nos estamos
entendiendo? Este es su hogar, y ustedes son quienes deben
construirlo, nadie más. Aqui es donde se sienten comple­
tamente seguros, de otro modo no pueden estudiar como
deben, de otro modo reducen este lugar a algo exactamente
igual que ei mundo exterior, donde cada uno está en contra
dei otro. Seguridad significa que las células cerebraíes en sí
mismas están en perfecta armonía, en equilíbrio perfecto,
en el sentido de que están sanas, de que están tranquilas.
Eso es el hogar; y este sitio es su hogar. Si no lo hacen así,
es responsabilidad suya. Y si uno ve que hay desorden en su
propio cuarto, tiene que poner orden porque es su hogar.
Así que nunca puede uno decir: «Voy a abandonar es­
te sitio», porque, aunque uno deba abandonado algún dia,
ésta es su casa. ^Saben qué sucede cuando uno se siente en
casa, sin miedo, abierto, y confia en los demás? No es que

69
usted deba confiar en alguien, sino tener ia capacidad de
confiar, de ser generoso sin importar lo que baga el otro. No
sé si entienden todo esto.
I: Guando usted dice: «Sin importar lo que haga el otro», ^a
qué se refiere?
K : Míre, 70 le digo algo. ;Por qué se lo digo?
I: Porque ésa es su idea dejp que se necesita.
K : No, no. ^Por qué me dice usted o la sefíora Simmons que
mantenga mi cuarto ordenado? Antes de decir que quiero o
que no quiero hacerlo, averiguo por qué me dicen eso.
1-1: Porque no lo está.
1-2: Porque a ellos les agrada el orden,
K : No. Ustedes no han entendido mi pregunta. Escuchen antes
de contestar. Yo le he dicho diez veces que tenga su cuarto
en orden, y a la undécima vez me irrito. Entonces usted me
dice que soy un mandón. Bien, ^por qué he tenido que de-
cirle esto? Investigue el porquê. ^Es porque deseo expresar
mi egotismo, mi idea de lo que es el orden, mi idea de que
usted debería comportarse de este modo, que le digo: «Va-
ya a acostarse», «Sea puntual»? ^Estoy imponiendo mi idea
sobre su idea? Usted responde: «^Por qué debería mantener
mi cuarto ordenado? dQuién es usted? Este es mi cuarto».
IQué ocurre entonces?
I : Una lucha.
K : jY eso significa?
I: Confusión.
K : Realmente eso significa que usted no se siente en el hogar.
Usted no está aprendiendo. ^Verdad? El conflicto sólo existe
cuando uno no aprende. Usted viene y me dice: «Mantenga
su cuarto ordenado», y yo le escucho, aprendo. Y descubro
también por qué me lo está diciendo. ^Entiende lo que quiero
decir? Si usted quiere quemar este sitio.. es su hogar. Si quie-
re mantener los jardines, la casa, los cuartos desordenados, y
desea comer de manera desastrosa, bueno, éste es su hogar.

70
Pero si alguien me dice: «No ponga ios pies sobre lã mesa
cuando está comiendo», yo digo: «De actierdo». Aprendo.
I: Si alguien me dice: «Éste es su país...».
K: Oh, no. Por favor, no siga. No se trata de «mi país». Hablo
acerca de un hogar. Si alguien me dice que éste es mi país y
que por este país debo matar a alguien, eso es un completo
disparate.
I: ,:Pero puede uno también aprender de esa relación?
K: jPor supuestol Aprender quiere decir aprender.
I: Sí, pero también hay resistência.
K: No, no. Usted no ha comprendido el significado.
I: Yo no voy y mato.
K: Estamos discutiendo acerca de una escuela, de vivir juntos
aquí. Si yo sé cómo vivir aqui, aprender aqui, entonces sabré
qué hacer cuando el Gobierno o el Estado digan: «Vaya y
mate a alguien». SÍ no sé cómo aprender a vivir, no podré
responder apropiadamente.
I: Hay algo que no tengo claro. SÍ camino por ahí y no quiero
usar zapatos y alguien me dice: «Usted debe ponerse zapatos».
K: ,;Qué ocurre? Usted no quiere usar zapatos y vengo yo y le
digo «Por favor, póngase los zapatos».
I: Probablemente responda: « ;No quiero ponerme los zapatos!».
K: Investigue por qué se lo pido. Hay dos personas implicadas,
^verdad? Usted y yo. Yo le pido que se ponga sus zapatos.
^Por qué? O bien soy convencional, o quiero darle una or-
den, o veo que sus pies están sucios y que usted va a ensu-
ciar la alfombra, o porque no está bien tener los pies sucios.
Quiero ver que usted comprende de qué estoy hablando.
I: ^No tendría usted que decírmelo, entonces?
K: Sí, por eso se lo digo. No se lo digo porque soy conven­
cional, (jentiende? Le explico todo esto y usted se resiste
diciendo: «^Por qué no? Yo lo hacía en mi casa, ^por qué no
aqui?». Porque aqui es un país diferente, el clima es distinto.
Y la gente que le rodea, los vednos, dicen: «^Qué les pasa a

71
todas esas personas?, andan por ahí medio desnudas». Us-
ted crea una mala reputación. Mire todas ias implicadones.
De modo que debe aprender acerca de todo esto, ío que no
significa que usted tenga que someterse a lo burguês.
I: No lo comprendo. Si usted está preocupado por lo que
piensan los demás, los de ahí afuera...
K : No estoy preocupado. Yo vivo en el mundo. Si la gente de
fuera da a este lugar una mala reputación, ^qué sucede?
I: Un problema, posíblemente.
K : Así es. Pronto tendría que cerrar este lugar, Hay personas
mal pensadas en el mundo.
I: Y entonces no tendríamos aquí la seguridad que necesitamos.
K : Es justamente eso. ;Así que aprendan de ello! No digan:
<qPor qué no debería hacer lo que me gusta? Al infierno
con el mundo exterior, json unos estúpidos!». Tengo que
aprender, tengo que vivir en el estúpido mundo.
Volvamos al tema en cuestión. ^Cómo haremos noso-
tros, cada uno de nosotros, para que éste sea nuestro hogar?
jEs tarea de ustedes! Un hogar es un lugar donde se tiene
energia, donde uno es creativo, está feliz, activo, lleno de
vida, y no meramente aprendiendo de algún libro.
He estado viajando, hablando durante los últimos cin-
cuenta anos. Voy de país en país, de un sitio a otro, cón dife­
rentes climas, alimentos... Dondequiera que esté, ese peque­
no sitio es mi hogar. ^Comprenden? Estoy en el hogar, me
siento completamente seguro porque no opongo resistência.
Entonces, jcómo van a hacer de este lugar su hogar a
partir de ahora? Si no lo hacen, ^permitirán que venga al-
guien y les diga que no lo han hecho? Si yo vengo y les
digo: «Miren, ustedes no están convirtiendo esto en su ho­
gar», ^me escucharán? O dirán: <qQué quiere decir con
eso? Éste es mi hogar, yo interpreto el “hogar” de una ma-
nera diferente a la suya». Usted interpreta la idea de hogar
de una manera y yo la interpreto de otra, de modo que dis­

72
cutimos, [Entonces éste no es un hogar! La interpretación
de una idea acerca de lo que ustedes consideran un hogar
no produce un hogar, pero sí el sentido de verdad, eso sí
que lo produce, sin duda alguna. Lo cual no significa que
uno acepte la autoridad.
SÍ alguien viene y dice: «Estos son todos un montón de
ninos bastante inmaduros» (lo siento, pero es así), «;Qué es
lo que está pasando aqui?» -y ese alguien es un factor per­
turbador-, ^cómo le harán frente? <;Dirán: «Votemos por él.
Nos gusta su cara, su apariencia -o lo que fuere- y, por lo
tanto, estamos todos de acuerdo en que venga»? ^Es ésa la
razón por la cual van a aceptarlo? Él puede ser un borracho;
puede hacer toda clâse de cosas. ,:Cómo van a actuar? Éstos
son los problemas a los que se tendrán que enfrentar en
la vida, ,;comprenden? <De qué modo van a asimilar todo
eso? Gracias a Dios no tengo hijos, pero esto lo siento muy
encarecidamente estando aquí. Ustedes dejarán este lugar y
serán arrojados a los lobos sin capacidad para enfrentarse a
todo esto. Piensan que son muy inteligentes, pero no lo son.
Entonces, ^cómo podemos vívir aquí sabiamente, con
carino y afecto, de modo que cuando ustedes salgan al
mundo estén preparados para las cosas monstruosas que
suceden cada día? ^Cómo van a poner orden en esta casa?
Por favor, consideren esto seriamente. Si pasan por una ha-
bitación y ven que todo está tirado en el suelo, ^qué harán?
I: Recoger.
K: çiYsi sucede todos los dias? (Risas).
I: Uno le pide que quite sus cosas de ahí.
K: ;Y él no lo hace!
I: Entonces le digo por qué debe hacerlo. Se lo recuerdo.
K: Muy bien. ;Usted me lo recuerda diez veces!
I: Se le dice el porquê.
K: Sí, usted me dice todo eso, pero yo estoy adormilado. No
hago caso. No aprendo. Soy un lerdo. ,:Qué hará? <:Va a

73
pegarme? Y yo considero que ésta es mi casa también, tanto
como lo es suya. ^Qué hará conmigo?
jNo contesta! Es su casa, y si usted tiene una habitación
en desorden, una parte de la casa está siendo destruída. Es
como prender fuego a una casa. ^Qué hará?
I: jApagarlo!
K: iUsted lo apaga todos los dias y yo vuelvo a encenderlo?
Investigue. No se dé por vencido. [Es su vida! (Pausa). ^Qué
dice usted, qué hace? Es su bogar y yo ensucio el suelo todos
los dias. ,;Cómo va a lidiar conmigo?
I: El problema es que a uno le importa y al otro no.
K: i Qué hará usted?
I: Averiguar por qué.
K: Si. jY yo le explicaré todas las razones! Usted no ve el asun-
to, es evidente. Yo mantengo mi desorden; hay suciedad
sobre la alfombra, lo ensucio todo. ^Qué hará conmigo? Us­
ted me lo ha dicho diez veces y yo sigo haciendo lo mismo.
I: Si no hay comunicación...
K: <|Qué hará? No diga «no hay comunicación». Todos ustedes
encuentran excusas. Planteémoslo de otro modo. Usted es
el responsable, es el director. <;Qué hará?
I: Es como usted dice. Si hay suciedad y eso es como un fue­
go, la cosa no tiene fin. O uno dice: «Usted es parte de este
hogar, debe cuidarlo» o «Usted no puede destruir ei hogar».
K: ,;Qué hará conmigo, entonces?
I: Bueno, si usted siente que éste es su hogar, hará lo correcto,
^no es así?
K: Entonces, <jpor qué no lo hago?
I: (Muchas interjecciones).
K: Examínenlo y verán. Desde el mismo momento en que Ile-
go aqui, es su responsabilidad asegurarse de que yo com-
prenda el significado de sentirse en el hogar. No después de
haber hecho de ello una terrible confusion. Tal vez ustedes
y yo nos sintamos en el hogar. Pero hagan que el otro que

74
llega se sienta en el hogar, y así habrá orden. Pero si a uste-
des eso no les importa y a mí tampoco, entonces la tercera
persona dirá: «Muy bien. Haré Io que me plazca».
Así es que todos nosotros debemos crear ese sentimiento
de sentirse en el hogar. No la senora Simmons yendo de
un lado a otro poniendo todo en orden y diciéndonos qué
debemos hacer y qué no hacer. Lo haremos todos juntos.
,;Saben qué vitalidad les dará eso, la energia que tendrán?
Porque ahora Ia energia se disipa en el sentimentalismo y en
los conflictos. Guando sintamos que éste es nu estro hogar,
tendremos una vitalidad tremenda.
I: Bueno, cada cual viene con un trasfondo diferente, y por
eso es...
K: Muy bien. Pero todos ellos desean una cosa: seguridad.
I: Sí, pero sólo su propia forma de seguridad.
K: Ah, no, no se trata de su forma de seguridad y mi forma
de seguridad, sino dei sentimiento en eí cual no existe el te­
mor. Un sentimiento de estar completamente unidos. Una
sensacíón de «yo puedo confiar en usted», «puedo contarle
cualquier cosa». No contarle mis peculiaridades o mis idio-
sincrasias particulares, sino que me sienta en el hogar, que
experimente un sentimiento de protección total. ;No saben
lo que todo ello significa? Probablemente no sientan esto
cuando regresen a sus hogares.
I: Bueno, cuando uno vuelve a su casa se siente en el hogar. Eso
pienso yo. Pero ahí no tengo mi habitación tan limpia y orde­
nada. No sé por qué debo ser tan pulcro cuando vengo aqui,
K: No es una cuestión de pulcritud. En primer lugar, se trata de
un sentir. Como hemos dicho, uno funciona mejor cuando
se siente completamente seguro, y la mayoría de nosotros no
nos sentimos seguros en ninguna parte porque construimos
muros de resistência a nuestro alrededor, lo cual nos aísla.
En ese aislamiento puede que nos sintamos a salvo, pero eso
se puede romper en cualquier momento. Ahora bien, <:existe

75
ese sentir de no oponer resistência? No sé si comprenden
esto. Guando somos amigos de verdad, cuando 70 io amo
y usted me ama —nada de sexo y todas esas cosas, sino el
verdadero sentimiento de estar unidos-, entonces estamos
seguros, ;no es así? Usted me protege y yo lo protejo en el
sentido de trabajar juntos, pero no en el sentido de resisdrse
a otros. Bien, ^acaso no podemos vivir así? ^No podemos
crear ese sentimiento aqui? Porque de no ser así, ;cuál es el
sentido de todo esto? ^No podemos tener un sentimiento de
bienestar, de cuidado mutuo, de afecto, de amor? Indudable-
mente, ;por lo que debemos crear algo totalmente nuevo!
Miren lo que ocurre. Una madre cria a su bebé. Piensen
en el cuidado que supone: meses y meses de levantarse a
las dos de la madrugada, y después, a medida que los niííos
crecen, son empujados al mundo exterior. La sociedad los
engulle y los manda a Vietnam o a alguna otra parte. Y aquí
aparece este sentimiento de encontrarse a salvo. Y son uste-
des quienes deben crearlo porque éste es su hogar, son sus
muebles, sus libros, su comida, su alfombra. ^Comprenden?
Conozco a un hombre que le dijo a su hija: «Vas a ca-
sarte y yo sé lo que eso significa. Estarás siempre metida
en problemas, en conflicto con tu marido, etcétera. Pero
aquí tienes siempre un sitio. Este es tu hogar». ^Saben qué
ocurrió? Marido ymujer tuvieron enormes problemas, pero
ella solía venir a este lugar y se aquietaba, descansaba y era
feliz en él aunque sólo fuera por un ratito. Conocí bastante
bien a la família.
I: Pero en la historia, la chica sólo está tranquila descansando
en la habitación.
K : Sí, pero usted puede ver lo que implica este lugar.
I: Cuando uno consigue este sentimiento de estar en el hogar,
se siente en el hogar aliá donde esté.
K : Entonces comience aquí. Así estará en el hogar en cualquier
parte.

76
I: Y uno no sólo lo «consigue», sino que lo continua consi-
guiendo.
K : Pero si usted no sabe qué es ese sentimiento ahora cuando es
joven, y no ío crea, entonces después será demasiado tarde.
^Conocen algo acerca de la meditadón? Ustedes están
interesados en eí sexo, pio es der to? Les interesa estar en-
tretenidos; les interesa, eventualmente, aprender geografia,
historia. Les interesan muchas cosas, ^verdad? La medita-
ción es parte de la vida; no digan que es algo ajeno y propio
de personas tontas. Es parte de la existência, así que deben
saber aí respecto como saben acerca de la matemática, ía
electrónica o lo que sea. i Saben qué significa meditar? El
significado que el diccionario da a esta palabra es «pensar»,
«reflexionar acerca de», «rumiar», «investigar». ^Hablamos
un poco de eso?
Cuando uno se sienta o se acuesta muy tranquilamente,
el cuerpo está dei todo reíajado, p o es así? ^Han probado
alguna vez quedarse muy muy quietos? Sín forzarío, porque
en el momento en que fuerzan se acabó. Se trata de per­
manecer muy tranquilos, en silencio, con los oj os cerrados
o abiertos. Si tienen los ojos abiertos hay un poco más de
distracción, empiezan a ver cosas. Así, después de mirar las
cosas, la silueta de un árbol, las bojas, los arbustos, después
de mirar atentamente todo eso, cierran los ojos. Entonces no
se dirán: «Veamos qué está sucediendo». Primero mírenlo
todo, los muebles, el color de las sillas, el color dei suéter,
la forma dei árbol. Después el deseo de mirar lo externo es
menor. He visto ese cielo azul y ya he terminado, no volveré
a mirarlo otra vez. Pero primero tengo que mirar. Entonces
puedo sentarme tranquilamente. Cuando permanece así, o
cuando se acuesta y se queda muy tranquilo, la sangre fluye
facilmente a la cabeza, ^verdad? No hay tensión. Por eso se
dice que uno debe sentarse con las piernas cruzadas y la ca­
beza muy recta, porque de ese modo la sangre fluye con ma-
yor facilidad. Si uno se sienta agachado, a la sangre se le hace
más difícil llegar a la cabeza. Por lo tanto, ustedes se sientan
o se acuestan y permanecen muy, muy tranquilos. No lo
fuercen, no se agiten. Si se agitan, obsérvenlo sin decir: «No
debo hacerlo». Así, cuando uno está muy tranquilo, observa
su mente. Lo primero es observar la mente. Sin corregirla.
Sin decir: «Este pensamiento es bueno o este pensamiento
no es bueno», simplemente la observa. Si lo hacen verán que
existe un observador y lo observado. Hay una división. En el
momento en que existe una división, hay confhcto.
Ahora bien, ^pueden observar sin eí observador? ^Existe
un observar sin observador? Es el observador quien díce:
«Esto es bueno y aquello es maio», «Esto me gusta y esto no
me gusta» o «Yo desearía que ella no hubiera dicho esto o
aquello», «Desearía tener más comida».
Observen sin el observador, pruébenlo alguna vez. For­
ma parte de la meditación. Empiecen con eso solamente. Es
suficiente. Y verán, si lo hacen, qué cosa tan extraordinária
ocurre..., el cuerpo se vuelve muy, muy inteligente. Aho­
ra mismo el cuerpo carece de inteligência porque lo hemos
echado a perder. ^Saben lo que quiero decir? Hemos des-
truido la inteligência que el cuerpo, en sí mismo, posee de
forma natural. Entonces descubrirán que el cuerpo dice:
«Acuéstate a la hora justa». El cuerpo mismo así lo desea,
tiene su propia inteligência y actividad. Iguaímente, si quie-
re ser perezoso, dejen que lo sea.
[Oh, ustedes no saben qué significa todo esto! Pruében­
lo. Cuando yo vueíva en abril, nos sentaremos juntos dos
voces por semana e investigaremos todo esto, ^de acuerdo?
;Bien! Siento que ustedes deberían irse de este lugar con un
alto nivel de inteligência. No sòlo aprobar algunos exáme-
nes, sino ser bellas personas, tremendamente inteligentes,
sensibles y conscientes. Al menos eso es lo que siento con
respecto a ustedes.

78
Capítulo 6
Très clases de enerdía. E! confticfo y (a
disipación de (a eneráía. Acción sin
conflicto. La reunión en ias primeras
horas de (a manana

Krishnamurti: Tenemos muchísima energia cuando queremos


hacer algo. Cuando realmente queremos algo, tenemos la
energía suficiente. Cuando deseamos jugar o dar un largo
paseo, tenemos energía. Cuando queremos lastimar a la
gente, tenemos energía. Enfadarse es una senal de energía.
Cuando parloteamos interminablemente, tarabién estamos
liberando energía.
; Cuál es, entonces, la diferencia entre esta energía y la
energía creatíva? ^Les interesa esto?
Interlocutor: Sí.
K: Cuál es la diferencia —sólo estoy pensando en voz alta aho-
ra-, cuál es la diferencia entre la energía física y la energía
que se produce mediante la fricción, tal como la ira, la ten-
sión, las aversiones? Está la energía física pura y está la ener­
gía que provi ene de la tensión, dei conflicto, de la ambición.
,;Hay alguna otra clase de energía?
Sólo conocemos estas dos. La energía que posee un cuer-
po sano, una tremenda energía. Y la energía que uno obtie-
ne por medio de toda clase de luchas, fricciones, conflictos.
^Han notado esto? A los grandes escritores, que llevan vidas

79
terribles, vidas desdichadas de conflicto en sus relaciones
con otros y con la gente en general, esta tensión les propor­
ciona una tremenda energia. Y debido a que tienen cierta
capacidad, a que tienen un don para escribir, esa energia se
expresa por medio de lo que escriben. ;Ven todo esto?
Ahora bien, ^qué ciase de energia tienen ustedes? Ener­
gia física -naturalmente, siendo jóvenes deberían estar re-
bosantes de energia, la poseen en abundancia—. tienen
esa o.tra ciase de energia que los impulsa mediante el odio,
la ira, ía ambición, las tensiones, el conflicto, la resistência?
Porque si 70 opongo resistência, libero una energia tremen­
da. Ustedes no me gustan, me peleo con ustedes porque
quiero lo que tienen, sea lo que sea, y eso me da energia. Y
detrás de esa energia hay un motivo.
Así pues, vemos que hay dos tipos de energia: la energia
física y la energia que surge dei conflicto y de la resistência,
dei temor, o de la persecución dei píacer. ^Existe alguna otra
ciase de energia? Existe una energia sin motivo alguno?
Yo quiero conseguir un empleo porque lo necesito, y el
impulso, la necesidad me proporciona la energia suficiente
para pedir, exigir, presionar, ser agresivo. Detrás de ello hay
un motivo. Y cuando hay un motivo, la energia es siempre
restringida, limitada. En el momento en que hay un moti­
vo, éste actúa como un freno. ,;Ven el asunto?
{ Poseen, pues, la energia que siempre tiene puesto un
freno porque oculta un motivo? jlnvestíguenlo conmigo!
Yo sólo estoy reflexionando acerca de ello. ^Alguna vez han
hecho algo sin un motivo? Un motivo como el miedo, el
agrado o ei desagrado, el necesitar algo de alguien, el ser
tan bueno como otros; todos estos son los motivos que nos
impulsan hacia adelante.
Bien, ,;conocen alguna acción que no tenga motivo al­
guno? Existe tal acción? Estamos indagando. ^Qué dicen
ustedes?

80
/: El problema es... ser consciente o no dei motivo, porque
uno puede actuar con un motivo, pero si no es...
K: ... consciente de ello...
/; . . . entonces uno...
K: Muy bien. Según dice, yo puedo pensar que actúo sin mo­
tivo y, no obstante, tener un motivo oculto.
I: Sí; o al contrario.
K: O al contrario. Bien; en usted mismo, ^cómo es? Investigue,
examínese, mire dentro de usted. ^Sabe qué es mirarse a sí
mismo? <jNo se mira en el espejo cuando se peina? Lo hace,
^verdad? ^Qué ve? Se ve reflejado en el espejo, ahí se refleja
exactamente su apariencia, a menos que el espejo sea curvo
o esté rajado.Puede mirarse dei mismo modo en que se ve
en el espejo? Mírese sin distorsión alguna, sin desviación, sin
ningún desvio, mírese exactamente como se mira en el espe­
jo. Sólo entonces descubrirá si está actuando con un motivo
o sin él. ^Puede hacerlo de forma clara y sencilla como si es-
tuviera mirándose en un espejo? Es muy difícil esto de lo que
estamos habíando. No sé si lo ha hecho alguna vez. Estamos
investigando si todas nuestras acciones -ser puntual en las
comidas, levantamos, Io que sea que hagamos—esconden un
motivo. ,;0 existe cierta sensación de libertad para moverse?
I: ,:Qué quiere decir usted con «libertad para moverse»?
K: Simplemente, libertad para moverse sin miedo, sin resistên­
cia, sin un motivo: libertad para vivir. ;Y para descubrir eso!
Estamos diciendo que tenemos energia física suficiente; si
usted quiere construir una maqueta de avion, la construye.
Le líevará tiempo, pero si investiga, lee al respecto, pone
en ello su mente y su corazón, lo construye. Eso requiere
muchísima energia. El motivo es el interés de construirlo.
^Hay en eso alguna fricciòn, alguna lucha o resistência? Us­
ted quiere construir ese avion. Entonces vengo yo y le digo:
«Por favor, no sea tonto, eso es infantil», usted se resiste por­
que quiere construirlo. Ahora mire lo que ocurre: cuando

81
usted se resiste, está malgastando su energía, ^verdad? Por
io tanto, díspone de menos energía para construir el aero­
plano. Investíguelo, tómese el tiempo, obsérvelo.
Ahora bien, ±puede no debilitarse su interés aunque yo
me resista y le diga a usted que es tonto? ^Entiende el asun-
to? Quiero salir a dar un paseo porque hace un día hermo-
so. Quiero ver los árboles, escuchar a los pájaros, ver las
hojas nuevas; quiero salir. Y usted viene y me dice: «Haga
el favor de ayudarme en la cocina». ;Qué ocurre? En la co-
cina me aburro, no quiero ir porque lo que quiero es salir
a dar un paseo. De modo que hay una división en mí, ,mo
es cierto? La división es un desperdício de energía, ^verdad?
Deseo mucho salir a pasear, y usted viene a pedirme, «Por
favor, ayúdeme en la cocina». ^Qué be de hacer?
jVamos, estoy haciendo yo solo toda la investigación y
ustedes se limitan a escuchar! ^Qué es lo que he de hacer?
Sabiendo que habrá un desperdício de energía si digo: «Oh,
qué fastidio tener que ayudar en la cocina. Lo que yo deseo
realmente es salir a pasear». ,:Qué haré para no malgastar
energía? Vamos, hablen conmigo. ^Qué haré?
I: iQué quiere usted decir con malgastar energía?
K : Se lo mostraré. Usted me pide que vaya y le ayude en la co­
cina. Y lo que yo deseo realmente es salir a dar un paseo. Si
sólo hago lo que quiero hacer y salgo a pasear, ;qué ocurre
con su proposición, «Venga a ayudarme»? Tengo un senti-
miento de culpa, ,:no es así? Diría: «Se me ha arruinado el
paseo»; «jOh, seííor, debería haber ido!» Tengo una lucha
interna. Eso es malgastar energía, ,mo es así?
I: Usted se refiere al conflicto.
K : El conflicto es una pérdida de energía, ^verdad? ^Qué haré
entonces, sabiendo que si cedo y voy a la cocina, diré: «Dios
mio, con el día tan bonito que hace ;por qué no estaré fue-
ra?». Y que si salgo a pasear, diré: «jDios!, debería estar en
la cocina».

82
I: Tengo que ver qué es lo que más se necesita,
K : No, no Io que más se necesita. ^Corno respondería usted a
esto? Yo quiero hacer algo que no disipe la energia, lo que
implicaria un conflicto. ,;Ha comprendido mi pregunta,
,;verdad? Vamos, Raquel, ,;qué he de hacer? No quiero tener
una lucha interna. Si salgo a pasear cuando usted me ha pe­
dido que venga a ayudarla, habrá lucha. Si entro en la cocina
y lo que deseo reaímente es ir a dar un paseo, también tendré
una lucha en mi interior. Quiero hacer algo sin que se desen-
cadene una lucha. <;Qué he de hacer en tales circunstancias?
I: Explicar sus sentimientos a la persona que se lo ha pedido.
K: <;Por qué debo dar explicaciones?
I: Así la persona lo comprenderá.
K : Si, me pide que vaya y la ayude, necesita mi ayuda -poca
gente quíere pelar patatas-, así que solicita mi ayuda. ^Puedo
darle explicaciones diciendo: «Mira, lo que deseo realmente
es ir a dar un paseo, hace un día precioso, vente conmigo» ?
Pero hay que pelar las patatas. <;Qué he de hacer entonces?
I: Actuar de forma seria y responsable.
K : Actuar de forma responsable, o sea, actuar con responsa-
bilidad, ^es eso lo que dice usted? Bien, ^cuál es aqui mi
responsabilidad? Me encantaria salir a dar un paseo; ésa
también es mi responsabilidad. ^Qué haré entonces?
I: ^Cómo sabe uno que el paseo da más placer que la cocina?
K: Hace un día precioso, hay nubes hermosas, jir a pelar patatas
es terrible cuando los pájaros te están llamando! ^Qué es lo
que he de hacer entonces? jVamos, usen sus células cerebrales!
Interlocutor 1: No importa lo que haga si una vez que haya dicho
que no va a ayudar en la cocina, sale a dar el paseo, siempre
que lo deje ahí.
Interlocutor 2 : Usted va a la cocina y después sale a dar el paseo.
(Risas).
K : Cuando salga a dar un paseo, mi conciencia me va a macha-
car, o lo que sea.

83
I: Pero si uno comprendiera toda Ia situación, ^habría este
conflicto?
K: ^Cuál es toda ía situación? La cocína, la belleza dei soí con
sus luces y sus sombras, y mi deseo de salir a pasear.
I: Esto me ha pasado...
K: Esto nos pasa a todos.
I: El problema es que, haga lo que haga, uno siempre estará en
conflicto.
K: No, yo no estaré en conflicto.
I: Si la cocína realmente me neceslta, iré y ayudaré en la cocína.
K: Le dicen que lo necesitan y usted va. <;Pero qué ocurre con
su paseo?
I: Voy después. El paseo está siempre ahí.
K: Espere, se nubla y llega la oscuridad. Y yo digo: «Está 11o-
víendo, ^por qué arruino mi paseo?».
I: ... probablemente usted se hubiera mojado de todos modos.
(Risas).
K: i Qué es lo que hace? ^Va a la cocina? dice: «Vete al in-
fierno, me voy a dar un paseo» ?
I: Uno actúa.
K: ,|En qué se basa su acción?
I: Simplemente, energia directa.
K: Usted dice que actúa; ,;cuál es esa acción en la que no hay
conflicto? Escuche, ^qué es lo que hará en caso de que exis-
tan dos cosas contradictorias: la cocina y el paseo? ,jHa cap­
tado correctamente mi pregunta?
I: <Qué es lo que origina el conflicto?
K: El conflicto lo provocan las peticiones contradictorias, las
ganas de salir a dar un paseo y ella solicitando mi ayuda.
Me tiran de dos direcciones. Bien, ;qué he de hacer para
que sólo exista una dirección en la que no haya conflicto?
^Comprende la belleza de esta pregunta?
I: Guando usted ve la urgência de ayudar en la cocina....

84
K : Usted ve Ia urgência de Ia petición y renuncia a lo suyo.
,;Puede renunciar a su deseo, que es muy fuerte, de salir a
pasear, y acceder totalmente a lo que le piden? ^Hará eso?
I: Guando veo la urgência de su petición.
K : <;Puede renunciar a la urgência de salir a dar un paseo y
acceder a su petición con amabilidad, sin resistência, sin
conflicto alguno?
I: Si uno ve el peligro dei conflicto.
K: /Ve usted el peligro dei conflicto? /Ve-que es venenoso, que
es un desperdício de energia, que no conduce a ninguna
parte? ^Puede entonces renunciar a su deseo de pasear y sim-
plemente entrar en la cocina, igual de feliz, con la mis ma
naturalidad y olvidándose por completo de su paseo? Por­
que si no lo olvida, éste le seguirá machacando, ^no es así?
I: No cabe duda de que todo nos plantea siempre estos dile­
mas en silencio, de manera verbal y no verbal.
K: Todo está basado en esto. Aqui es dónde quiero llegar.
Quiero permanecer en Ia cama y tengo que ser puntual pa­
ra el desayuno. Uno entra en Ia cocina de mala gana, ^no es
así? Pregunto lo siguiente: ^Puede usted hacer algo contra­
rio a su deseo y, no obstante, estar libre de conflicto? Esto es
la vida. Esto es lo que sucede todo el tiempo. Alguien quiere
que yo haga algo y yo quiero hacer otra cosa. Entonces ellos
empiezan a darme Ia lata y yo me resisto.
I: Por otra parte, si uno cede siempre...
K: Sí siempre cedo, me convierto en un felpudo. Por lo tanto,
^puedo descubrir el modo de actuar frente a peticiones con-
tradictorias, descubrir una acción libre de fricciones, renco-
res, resistência y antagonismo? ,:Puede usted hacer esto?
I; Depende de lo fuerte que sea el deseo.
K; Por muy fuerte que sea, la mente es intensa.
I: Comparo los dos requerímientos.
K: No, sin comparaciones.

85
I: Quiero decir que deseo hacer alguna cosa 7 alguien me pide
que haga otra. Tengo que comparar ambas.
K: No, no se trata de comparar. Usted viene 7 me pide que le
a7ude mientras que 70 deseo salir a pasear; no comparo. No
ha7 comparación entre ambas cosas.
I: Veo la comparación porque...
K: No, eso surge cuando digo: «^Qué es más importante aqui,
mi paseo o a7udar en la cocina?». Digo: «La cocina es más
importante», ^Qué ha ocurrido? Esto7 evaluando mi acdón
7 basándola en lo que es importante. Pero 70 no quiero ba-
sar mi acción sobre lo que es importante.
I: Pero cuando la casa se incendia.
K: La casa se quema, se acabo el paseo. Fin.
I: ^No es esto lo mismo que evaluar lo que es necesario en el
momento?
K: No, 70 no quiero basar mis actos en la discriminación, en lo
que es importante.
I: i Por que?
K: Le mostraré por qué. ^Quién es el juez que dice: esto es
importante 7 esto no lo es? Yo mismo, ^verdad?
I: Son las circunstancias...
K: Usted puede considerar que eso es importante 7 70 podria
considerar que no es importante; por lo tanto, ha7 friccion
entre nosotros. Por eso no quiero basar mi acción sobre lo
que es importante.
I: ^No existe ahi un factor objetivo, 7 no subjetivo?
K: Objetivamente, no se basa en la importância, sino en el he-
cho. El hecho es que me pide que va7a a la cocina 7 el hecho
es que 70 quiero ir a pasear.
I: Aún habria que evaluar...
K: Examinémoslo despacio, cuidadosamente, es mu7 interesan-
te. Veamos, si 70 baso mis actos en lo que es importante 7 lo
que no, esa eleccion puede ser el resultado de mi prejuicio, de
mi condicionamiento. Por lo tanto, digo que elegir entre una

86
cosa u otra carece de sentido porque se basa en mi condicio-
namiento, en mi prejuício, mis opiniones, mis tendências.
Así, no baso mis actos en la elecdón, ni en la eváluación.
I: Evaluación de lo que pienso. ^No sigue habiendo una eva-
luación que no esté influída por lo que pienso?
K: Existe. Primero estoy despejando el campo: no elegiré ni
evaluaré, porque mi evaluación podría estar basada en mis
prejuicios, mis tendências, mí deseo, mi imaginación. Por
lo tanto, no baso mis actos en la evaluación, mís actos no se
fundamentan en lo que es importante o no lo es. Voy a in­
vestigar esto, jme siguen? Esto que vamos a investigar es algo
peligroso; si no lo comprenden con mucha claridad, díganlo
y me detendré. De otro modo se quedarán con unas pocas
palabras y dirán: «Esto no es importante», y lo arrojarán a la
cabeza de la senora Simmons. Así pues, me he dado cuenta
de que sí evalúo, esa valoración podría basarse en el prejui-
cio. Sin embargo, evaluar es necesario. Cuando el maestro
presenta un informe y dice que usted no es bueno en francês
pero sí en matemáticas, esa valoración se basa en hechos, no
en prejuicios. ^Ven Ia diferencia? ^Están un poco recelosos?
I: Es muy difícil porque...
K : Digamos que yo les enseno italiano. Sé mucho más italiano
que ustedes; es obvio, de otro modo, no les ensenaría. Y veo
que ustedes no son muy buenos en italiano. Es algo objeti­
vo, no se trata de un prejuicio: después de seis meses ustedes
no saben construir una frase. Es un hecho. Mi valoración se
basa en este becbo, no en mi prejuicio. ,;Están de acuerdo?
Eso no tiene nada que ver con evaluar lo que es importante
y lo que no lo es.
I: ;Hay evaluación si uno desea té o café?
K: No lo reduzca a té o café, primero obsérveío. Hay dos facto-
res en la evaluación: el prejuicio y el hecho. Cuando evalúo
lo que es importante y lo que no, puedo estar basándome en
mi prejuicio y no en el hecho. Y cuando me piden que vaya

87
a ía cocina, ±es eso un hecho, o sólo quieren fastidiarme?
De modo que entro en la cocina y veo de qué se trata. Si
es necesario lo hago y me olvido de lo demás, porque es el
hecho el que reclama mi acción. ^Ve la diferencia?
I: En este caso comprendo...
K: Comprenda este caso y comprenda el fundamento, la base
de ello. Si evalúo lo que es o no es importante, me estaré
basando en mi prejuicio y, por lo tanto, desconfio de mi
critério en la evaluación. Pero cuando los hechos requieren
evaluación, son ellos los que determinan el valor. Ambas
cosas están muy claras, ;no es así? ^No están muy claras?
I: Está muy claro en el caso de que, por un lado usted tiene
sus deseos y, por otro se íe necesita. Pero si se le necesita por
ambos lados, entonces tiene que escoger entre uno y otro.
K: No, yo no escogeré.
I: Usted tiene que actuar; o una cosa o la otra.
K: No, cuando usted tiene que actuar -esto o aquello— eso
implica elección, y quiere decir que usted no sabe qué hacer
y entonces escoge lo que es más placentero.
I: Es extremadamente difícil para una persona ver la verdad
sin preferencia alguna.
K: Mire, empecemos de nuevo. Yo quiero salir a pasear y usted
viene y me pide que ayude en la cocina. Si yo me pregun-
to qué es más importante, la cocina o mi paseo, hago una
valoración basada en lo que me proporciona píacer, en mi
deseo, mi prejuicio. De modo que me digo: «No evaluaré.
Los hechos han de traer la acción correcta». En consecuen-
cia, voy con usted a la cocina y veo si el hecho requiere esa
acción. El hecho dice, «Sí», y yo me olvido de lo demás.
I: Sí, ,:pero si a usted lo necesitan en la cocina al mismo tiem-
po que lo necesitan en la oficina?
K: Esa es una cuestión diferente. El hecho me dirá qué hacer.
Entonces me doy cuenta de que cuando el hecho me dice
qué hacer, no hay fricción. ;Ve la belleza de ello? Vamos,

88
usted no es tan joven, ^verdad? De modo que los hechos son
el factor final que determina la acción, no mi prejuicio.
I: Si ambos son de igual...
K: Mi prejuicio y el hecho son dos cosas diferentes. Mi de-
seo, mi placer, mi anhelo, mi tendencia, son por completo
diferentes dei hecho de la cocina. Eso vuelve tan clara su
mente que no hay que elegir entre la cocina o el paseo. El
hecho decide que usted vaya a la cocina, y ahí acaba todo.
;Sabe?, eso requiere mucha inteligência. Un hombre que
dice: «Quiero ir a pasear y eso haré. ^Quién es usted para
recíamarme en la cocina? Usted es autoritário, me está inti­
midando». Decir eso es una pérdida de tiempo y de energía.
Mucho mejor seria decir: «Váyase, por favor. Yo me voy a
pasear, pídaselo a otro». Eso seria más símple, ^no es así?
Pero nosotros tememos decir eso. Ya sabe, he descrito todo
esto, pero las paíabras no son el hecho.
I: Me gustaría examinar eso desde un punto de vista diferente.
K: Adelante.
f: Tomemos este caso: he estado estudiando durante seis o
siete horas. Y entonces siento la necesidad de tomarme un
pequeno descanso e ir a dar un paseo. Y alguien viene y me
dice: «Ven a la cocina a ayudarme».
K; i Qué es lo que hará?
I: Es un hecho que interrumpí el estúdio para descansar.
K; i Qué hará, entonces?
I; Aunque vaya a la cocina, no prestaré completa atención a lo
que haga.
K: Así que se pregunta cuál es el hecho, aténgase a los hechos.
I: El hecho es que estoy cansado.
K: Usted está cansado, eso es suficiente. «Lo siento, estoy can­
sado, no puedo ocuparme de la cocina». Eso es todo. Pero
sea honesto, no finja estar cansado.
Así que volvamos atrás. Existe la energía física y ésta es
abundante porque tenemos una buena alimentación, des-

89
canso, etcétera. Luego está la energia psicológica que se di-
sipa en el conflicto. Y yo me digo: «Eso es un desperdício de
energia». Si bien es cierto que el conflicto psicológico crea
tensión y a partir de esa tensión se desarrolla cierto tipo de
energia. Y si poseo talento como escritor, como orador o
como pintor, utilizo ese talento, lo cual es un desperdicio
de energia psicológica.
Así pues, ^puedo actuar, en lo psicológico, sin desperdi-
ciar energia, actuar basándome tan sólo en los hechos y en
ninguna otra cosa? ^Comprende lo que digo? Sólo hechos,
sin ningún prejuicio emocional o psicológico: «Debo, no
debo». Entonces hay armonía entre la mente y el cuerpo.
Entonces usted vive de forma armoniosa. A partir de ahí,
uno puede descubrir si existe otra clase de energia que tenga
una cualidad completamente diferente. Pero si no hay ar­
monía entre la mente y el cuerpo, armonía psicosomática,
entonces indagar en lo otro no tiene sentido.
Ahora que usted ha escuchado esto, ,;qué va a hacer con
su vida, qué va a hacer esta manana o esta tarde cuando sur­
ja este mismo problema? Surgirá, surgirá todos los dias de
su vida: ayudar en la cocina, salir a caminar, construir un
avión o dar un paseo en auto. La escueia, la clase, quedarse
en la cama, «jOh! ,:Tengo que levantarme tan temprano?».
^Qué es lo que hará entonces? Lo que haga dependerá
de cómo haya escuchado, Si ha escuchado realmente, desde
ahora sólo actuará en función de los hechos; es algo mara-
villoso, usted no conoce la belleza que hay en ello, en actuar
solamente en función de los hechos. En vez de introducir en
ello todo su circo emocional.
(jNotaron alguna diferencia después de la conversación
dei domingo acerca de la pereza? Recuerdan que habíamos de
no usar la palabra «perezoso», sino de descubrir por qué desea
uno permanecer más tiempo en la cama. ^Han investigado
eso? Rosa, ;ha investigado usted esa otra cuestión sobre que

90
somos lastimados desde la infanda por nuestras madres, por
nuestros padres, nuestros vednos, nuestros amigos? -la gente
nos lastima-. Entonces, ^puede uno no ser lastimado nunca
más? Lo cual no significa resistir, construir un muro a nues-
tro alrededor, sino no tener imagen alguna de uno mismo.
;Tienen una imagen de sí mismos?
,;Pueden ustedes mirar todo eso, no estar tan aferrados
al peio largo o al pelo corto? Aqui estamos siempre hablan-
do dei pelo largo, dei pelo corto. [Qué perdida de tiempo!
^Saben qué significa ser flexible? ^Han observado un rio
alguna vez? ,jLo han hecho? El modo en que fluye sobre una
roca, como se mueve, nunca se queda atrapado en un rin-
cón, en un pequeno cbarco, se mueve, se mueve, se mueve.
Si ustedes no se mantienen en movimiento a su edad, que-
darán atrapados en un pequeno charco hecho por ustedes
mismos, y eso no es el rio, eso es agua sucia. Una imagen
no es solamente el dibujo de algo: una conclusion es una
imagen, una conclusion de que yo soy algo, de que debo ser
algo, eso es una imagen.
Ustedes saben que en el norte de la India hay una escuela
a la que voy; es exactamente igual a ésta, pero tiene trescien-
tos acres y un rio maravilloso, el Ganges. Está a las orillas
del Ganges, se ve el rio fluyendo junto a ella. Ese rio es de lo
más extraordinário. Desciende pasando por la gran ciudad
de Benarés, desciende. Se ve cómo la gente lava la ropa, arro­
ja cuerpos quemados al rio, se bana, hace la colada y alguno
que otro bebe agua -todo esto tiene lugar en un espacio de
pocas metros-. Y ese rio está siempre vivo, y gradas a que
está vivo sus aguas no están contaminadas, no están in­
toxicadas. Vários médicos ílevaron esas aguas a Suiza hace
aígunos anos para curar dolores de estômago.
Una vez me encontraba remando en ese rio y mientras
bajaba mi mano para ver cómo estaba de fria el agua, un
brazo pasó flotando. Y es que según la tradición índia, es-

91
pecialmente en los alrededores de Benarés, el cuerpo debe
ser quemado a la orilla dei rio -en la índia incineran los ca­
dáveres, no los sepultan—lo cual resulta mucho más simple
y ocupa menos espado.
De modo que la gente pobre trae a sus familiares muer-
tos, vienen hasta 1a orilla dei rio, compran madera y usan
un poco para quemar eLçuerpo. Pero ellos no tienen tiem-
po para esperar que el cuerpo se consuma, ya que deben
apresurarse para regresar a su aldea. Así que el hombre que
vende la madera apaga el fuego, guarda la madera, arroja el
cuerpo al río y vende la madera al próximo que llega. Y uno
se encuentra ese cuerpo unos kilometros más abajo.
I: Senor, creo que han analizado esa agua y han encontrado
cosas extraordinárias.
K: Lo sé. Por eso al río se le llama sagrado.
1: En ia reunión de anoche en la escuela, estuvimos hablando
acerca de Ias reuniones matutinas. No está dei todo claro.
K: <E1 qué?
I: Las reuniones antes dei desayuno.
K: «:Qué pasa con eso? ^Por qué se reúnen ustedes?
I: Para estar juntos.
K: Están juntos todo el dia. En la escuela que visito en Bena­
rés, ellos también se reúnen todas las ma nanas. En el valle
de Rishi se reúnen todas las mananas y lo mismo hacen
ustedes aquí, ^para qué? Ustedes están en contra, ^verdad?
I: No.
K: Seamos directos. Usted está en contra de eso, ^no?
/; No en contra; lo que no me gusta es que otras personas
presionen...
K: Espere, a usted no íe gusta la presión que ejerce la gente;
ahora yo ejerzo presión sobre usted ai preguntarle qué pien-
sa al respecto. Usted puede decirme que me vaya al infier-
no, pero la gente está ejerciendo presión sobre usted todo el
tiempo, todos lo hacemos los unos a los otros. No se limite

92
a decir que no le gusta. Su padre Io presiona, la sociedad lo
presiona, los libros que usted lee lo presionan, la televisión,
todo ejerce presión sobre usted. Lo que usted quiere decir
es: «Me gusta escoger mis presiones, escojo Ias que son pia-
centeras». Eso es todo. Así es que le pregunto: ^le gusta reu-
nirse por las mananas? Venir a una escuela es una presión.
Por lo tanto, iquê dice usted? <;No le gusta eso? Vamos, sea
claro en estas cuestkmes.
I: A veces me gusta.
K: Ahora bien, ^por qué se reúnen ustedes entonces? Se lo pre­
gunto a usted.
I: Para que escuchemos diferentes ideas y nos escuchemos todos.
K: Correcto; o sea, que usted quiere escuchar a la gente, a los
demás. ,;Es ésa la razón por la que se reúnen?
I: La razón podría ser diferente para cada persona.
K : <;Por qué se reúnen todos ustedes?
1-1: Para aquietamos.
1-2: Para estar juntos.
K: Para escuchar lo que otros dicen, para aquietarse, para estar
juntos; han dicho tres cosas. ;Por eso se reúnen?
I: Para crear audiência. (Risas).
K: ^Por qué están todos sentados ahí?
I: Usted habla, así que nosotros somos la audiência, creamos
un público que escucha.
K : ^Es ésa la razón por la que se reúnen, porque son el público?
Estoy preguntando, ^por qué se reúnen aqui?
Interlocutor 1: Para discutir cosas juntos.
Interlocutor 2 : Es porque durante el día no prestamos atención a
todas las voces que hay a nuestro alrededor.
K: Ustedes dicen: queremos aquietamos por la mafiana, reu­
nimos, prestar atención, escuchar a la gente, estar juntos,
investigar, tener un sentimiento de actuar en común, uni­
dos. ;Por eso vienen?
1-1: Por hábito.

93
K : ^Usted va por hábito?
I: No, yo no vengo aqui por hábito.
K : ;Cuál es el sentido de reunirse por la manana? ;N o es im­
portante estar juntos por las mananas, sentarse tranquila­
mente, escuchar los pájaros, escuchar a la persona que íee
un poema. ^Leen ustedes poemas? jOh!, a propósito, <:es-
criben poesia? <;8í? jQuébien, me alegro! ;E$ buena poesia?
(Risas). En las mananas, pio deberían ustedes reunirse para
estar tranquilos, sentarse juntos a escuchar lo que se lee,
para que de ese modo puedan sosegarse internamente?
I; De tal modo que todos actúen como uno.
K : No, no como uno. Dije reunirse para estar tranquilos.
I; Y de hacerlo así, pio implicaria eso que no estamos unidos
antes de reunimos?
K: Pero es que ustedes no están unidos antes.
I: ^Pero porque?
K : Porque resulta que siempre están así. £Acaso están juntos to­
do el tiempo? Cuando se levantan por la manana, ^qué su­
cede? Se apresuran, se bahan, se asean, etcétera. «;Por Dios,
sólo me quedan diez minutos!». Y corren, van a toda prisa.
I: No.
K : ,:No? Pero usted es diferente. (Risas). Nosotros somos
orientales, nos levantamos temprano, hacemos las cosas
más tranquilamente. Pero algunos de ustedes se levantan,
se apresuran y continúan apresurándose todo el dia, ^no es
cierto? ;No? Es justo así, se apresuran todo el dia, de clase
en clase, en las comidas, en los juegos, siempre moviéndose.
De ese modo no hay tiempo para darse cuenta de uno mis-
mo, para aquietarse, para mirarse, para mirar los árboles,
mirar los pájaros, escuchar su canto, jamás un momento
para estar tranquilo. ,;No deberían ustedes tener quietud?
Aquietarse no significa tomar un periódico y mirarlo, sino
estar absolutamente tranquilo. ^No es ello necesario? ^Es
entonces un hábito esa quietud?

94
I: No.
K: No, ustedes no son conscientes de su .constante agitación
durante ei dia; por lo tanto, cuando se den cuenta de que
están moviéndose continuamente, agitados, hablando, le-
yendo, reúnanse y aquiétense por la manana. ^Saben lo que
sucede cuando se aquietan así?
I: ^Por qué juntos? Quiero decir que uno también puede
aquietar se por sí mismo.
K: Oh, sí, yo no digo que usted no pueda aquietarse por sí
mismo, pero cuando ustedes se aquietan estando juntos, eso
da lugar a una acción de grupo. ,;No es así? ^No han notado
eso? Si alguien le pidiera entonces que fuera a la cocina,
usted iria.
I; Pero fuera de Brockwood no podemos reunimos todas las
mananas en un grupo, o aquietamos.
K: Yo dije estar juntos y aquietarse; entonces usted lee algo y
yo escucho, usted dice algo y yo escucho desde mi quie-
tud, no desde mi agitación, ^entiende? Escucho desde mi
quietud. Entonces escucharé realmente, aprenderé el arte de
escuchar por medio de esa quietud. Yo iria a Ias reuniones
por ese motivo.
Una vez fui a un monasterio y me quede aílí una semana.
El monasterio, ubicado en Califórnia, estaba gestionado por
unos amigos mios. El programa era: levantarse a las seis, ba-
harse y todo eso. Desde las 6.30 hasta las 7.30 nos sentába-
mos en una sala oscura, realmente oscura; un hombre se en-
cargaba de leer un pasaje dei hermano Lawrence, La nube dei
desconocer, o aígún libro filosófico o devocional; leia durante
dos o tres minutos. Luego, permanecíamos sentados duran­
te esa hora completa. Era un pequeno anfiteatro, ustedes
saben lo que es un anfiteatro: gradas que descienden, cada
persona sentada en un escalón con los pies apoyados en el
siguiente. Así, uno se sentaba durante una hora en completa
oscurldad y meditaba. Eso era lo que se nos exigia.

95
Después, desde las 7.30 dasta las 8 preparábamos todos
juntos ei desayuno, y desde las 8.30 a 8.45, lavábamos los
platos y luego íbamos a nuestra habitación para limpíar-
ia, hacer la cama, etcétera. A ias 10.30 alguien daba una
conferencia sobre lo que fuera, ciência, filosofia, biologia o
antropologia. Desde las 11.30 hasta las 12.30, tocaba una
hora de meditación en esa sala oscura. Luego, la comida.
Después de comer uno no decía una palabra a nadie, y a
partir de las 5.30 salíamos a caminar o hacíamos algo en
el jardín o íbamos a nuestra habitación, pero sin habiar.
Desde las 6.30 hasta las 7.30, meditación en la sala oscura
y cena, lavar platos. Una vez terminada la cena y hasta la
manana siguiente después de la meditación, no volvíamos
a habiar. Ahora bien, si uno hubiera seguido con eso, se
habría convertido en un hábito, ^no es así? Porque seria una
costumbre, lo que había que hacer. Pero desafortunada o
afortunadamente, ese monasterio cerró.
Como estudiante o maestro de este lugar, yo iria a una
reunión matutina, porque querría sentarme en quietud du­
rante unos pocos minutos, o por media hora, no sólo para
mirar o escuchar lo que otras personas dijeran o leyeran,
sino también para mirar me a mi mismo. Yo quiero ver qué
clase de animal soy, qué clase de persona soy, por qué ha-
go esto y por qué hago aquello, por qué pienso esto, por
qué deseo lo otro. Quiero conocerme a mi mismo. Porque
cuando me conozco a mí mismo, tengo una gran claridad, y
entonces puedo pensar de forma muy clara, sencilla y direc­
ta. Yo haría eso en las reuniones matutinas: leer, escuchar,
y también sentarme y aquietarme para ver lo que soy, ver la
belleza de ío que soy, o ver la fealdad de lo que soy, simple-
mente ver, observar. Y cuando saliera de ahí, habría en mis
ojos el júbilo de haber comprendido algo.

96
Capítulo 7
Senfarse en completa ouietud
con una mente silenciosa

Interlocutor: ,;Podríamo$ hablar acerca de la sensibilidad y Ia


consideración por los demás?
Krishnamurti: El hombre siempre ha querido algo santo, sagrado.
Ser amable con los demás, ser delicado, cortês, considerado,
atento y afectuoso: eso no es profundo, no tiene vitalidad. A
menos que uno descubra en su vida algo realmente sagrado,
algo que tenga profundidad, una inmensa belleza, algo que
sea la fuente de todo, Ia vida se vueíve muy superficial. Uste-
des podrán estar felizmente casados, con hijos, con una casa y
dínero, podrán ser inteligentes y famosos, pero sin ese perfu­
me todo se convierte en una sombra que carece de sustancia.
Viendo lo que sucede en el mundo, ^podremos encon­
trar en nuestra vida cotidiana algo que sea realmente ver-
dadero, realmente bello, santo, sagrado? Si tenemos eso,
entonces Ia cortesia tiene sentido, entonces la consideración
tiene sentido, tiene profundidad. Entonces uno puede hacer
todo lo que quiera, que siempre estará ese perfume. ^Cómo
darán ustedes con esto? Es parte de su educación, Ia que no
consiste solamente en aprender matemáticas, sino también
en descubrir esto.

97
^Saben? Para ver algo muy claramente, incluso ese árbol,
nuestra mente debe aquietarse, ,;no es asf? Para ver esa ima-
gen, debo miraria, pero si mi mente está parloteando, si dice
«Desearía estar fuera», o «Desearía tener unos pantalones
mejores», si mi mente está divagando, nunca podrá ver con
claridad esa imagen. Para ver algo con claridad debemos
tener una mente muy aquietada. Primero vean la lógica de
ello. Para observar los pájaros, para observar las nubes, los
árboles, la mente debe estar extraordinariamente quieta.
En Japón y en la índia existen distintos sistemas para
controlar la mente a fin de que ésta se aquiete completamen­
te. Y al estar la mente muy quieta se experimenta entonces
lo inmensurable ~ésa es la idea— Por lo tanto, ellos dicen: en
primer lugar, ia mente debe estar quieta, contrólenla, no la
dejen divagar, porque cuando ustedes aquíetan su mente, la
vida es extraordinária. Ahora bien, cuando uno controla o
fuerza la mente, la está distorsionando, ^no es así? Si yo me
esfuerzo en ser bondadoso, eso no es bondad. Si me esfuerzo
en ser sumamente cortes con ustedes, eso no es cortesia. En
consecuencia, si fuerzo mi mente para que se concentre en
esta única imagen, habrá muchísima tensión, esfuerzo, dolor
y represión. Por lo tanto, una mente así no es una mente
quieta; ,do ven? De modo que tenemos que preguntarnos:
existe un modo de aquietar la mente sin ninguna distorsión,
sin ningún esfuerzo, sin decir «Debo controlaria»?
Por supuesto que lo hay. Existe una quietud, una tranqui-
íidad sin esfuerzo alguno. Eso requiere comprender qué es el
esfuerzo. Y cuando ustedes comprenden qué es el esfuerzo,
qué es el control, la represión, cuando no sólo lo compren­
den a nivel verbal, sino que ven realmente la verdad de ello,
esa percepción dei hecbo, en sí misma, aquieta la mente.
Ustedes se reúnen todas las mananas a las ocho. ^Qué
ocurre? ^Qué hacen cuando se reúnen?
I: Nos sentamos en silencio en la sala.

98
K: ^Por qué? Continue, háblenlo conmigo. ^Leen algo?
î: A veces aiguien lee.
K: iQ ué sentido tiene eso? ^Por qué se reúnen todas las mafia-
nas?
I: Me dijeron que es para lograr entre nosotros un sentimiento
de unidad.
K: ^Logran ese sentimiento de unidad sentândose en silendo?
IAcaso lo sienten? ,*0 es una mera idea?
I: Unos lo sienten y otros no.
K: ,:Por qué se reúnen? jVenga, no lo están investigando!
Si se reúnen por la manana y se sientan juntos como es
debido, es algo extraordinário. No sé si lo han investiga­
do alguna vez. Cuando se sientan, ^se sientan realmente en
quietud? ;Està su cuerpo verdaderamente quieto?
I: No. La mayor parte dei tiempo no lo está.
K: ^Por qué no está quieto? ^Saben qué significa sentarse en
quietud? ^Mantienen ustedes los ojos cerrados? jRespon-
dan! Todo lo estoy diciendo yo. ^Están relajados? ,:Se sien­
tan en verdadera quietud?
I: A veces uno está muy relajado.
K : Espere, no diga «a veces». Ëso no es más que un escape,
aténgase a una sola cuestión.
I: Yo estoy muy quieto y muy tranquilo.
K : ^Qué quiere decir con «estar quieto»? <;Está quieto fisica­
mente?
I: Sí.
K: ^Eso qué significa? Por favor, escucfie esto. ^Están sus ner-
vios, sus movimientos corporales y sus ojos absolutamente
quietos? <Está el cuerpo muy tranquilo, sin crispación, sin
ningún movimiento? Y cuando cierra los ojos, i están quie­
tos? Sentarse en quietud implica que su cuerpo entero está
relajado, que sus nervios no están tensos ni irritados, que no
hay ningún movimiento de fricción, que usted está fisica­
mente en un estado de quietud absoluta. ^Sabe? Los ojos se

99
mueven continuamente porque uno está siempre mirando
las cosas. Por lo tanto, cuando cierre sus ojos, manténgalos
completamente quietos.
Usted entra en esta sala a las ocho de la manana para
sentarse en quietud de tal forma que haya armonía entre su
mente, su cuerpo y su corazón. Así comienza la jornada a
fin de que esta quietud se_extienda al día entero y no se limi­
te a los diez minutos o la media hora. Esa quietud continua
incluso cuando usted practica juegos, grita o charla, pero
en lo profundo está siempre la sensación de este sosegado
movimiento. (jMesigue?
I: ,;Cómo?
K : Se lo voy a mostrar. ,;Ve la importância que esto tiene? No
pregunte <qComo?», primero vea la lógica, la razón de ello.
Cuando ustedes se reúnen por la manana durante diez mi­
nutos, se sientan en absoluta quietud; puede que lean algo,
Shakespeare o un poema, y así generan quietud.
Mire, siéntese absolutamente quieto sin un solo mo-
vimiento, de modo que sus manos, sus ojos, todo esté en
completa quietud. <jQué ocurre? Alguien ha leído un poe­
ma y usted lo ha escuchado; mientras usted se dirigía a la
sala observaba los árboles, las flores, ha visto la belleza de la
tierra, dei cielo, de los pájaros, de las ardillas, ha observado
todo cuanto le rodeaba. Y cuando ha observado todo a su
aírededor, entra en la sala; y no necesita mirar más hacia
afuera. Me pregunto si lo entiende. Usted ha terminado de
mirar hacia afuera (porque más tarde volverá a ello), ha ter­
minado de mirarlo todo con suma atención en el momento
en que entra. Entonces se sienta absolutamente quieto, sin
un solo movimiento y se produce una quietud sin esfuerzo
alguno. Aquiétese. Así, cuando salga, cuando esté ensehan-
do o cuando esté aprendiendo esto o aquello, esta quietud
continuará todo el tiempo.
J: <;No es ésa una quietud forzada?

100
K: No lo ha comprendido. Usted se ha barrado, viene abajo y
mira, no por mera casualidad, sino que mira los árboles,
mira ai pájaro que pasa volando, mira cómo se mueve la
boja en el viento. Y cuando usted mira de verdad, mira. No
dice simplemente, «He visto eso», sino que le presta aten-
ción. (Ve lo que estoy diciendo?
De modo que, antes de entrar a la sala, lo mira todo cla­
ramente y con atención, con cuidado. Y cuando entra y al-
guien lee algo, usted se sienta en quietud. ^Ve lo que sucede?
Como ha mirado todo exhaustivamente, cuando se sienta
en quietud, esa quietud se vuelve natural y fácil, porque
usted ha concedido su atención a todo cuanto ha estado mi­
rando. Y conserva esa atención cuando se sienta en quietud,
no hây divagaciones, no desea mirar otras cosas. Se sienta,
pues, con esa atención, y esa atención es quietud. Usted no
puede mirar si no está atento, y eso significa aquietarse. No
sé si ve lo importante que es.
Esa quietud es necesaria, porque una mente que está
realmente quieta, sín distorsiones, comprende algo que no
está distorsionado, algo que está verdaderamente más allá de
la medida dei pensamiento. Y ese algo es eí orígen de todo.
Vean, ustedes pueden hacer esto no sólo cuando están
sentados en la sala, sino todo el tiempo, mientras comen,
mientras conversan o juegan. Esta atención que han genera-
do en el comienzo dei día está siempre presente. Y a medida
que lo hacen, cala más y más hondo. jHáganlo!
I: Senor, ^la atención que uno presta no es más importante que
el sentarse y aquietarse?
K: Dije que usted presta atención a la observación de los pája-
ros, los árboles, las nubes. Y después, cuando entra en la sa­
la, usted mantiene esa atención, y la intensifica. Y eso conti­
nua a lo largo dei día, incluso cuando no le preste atención.
Pruébelo manana por la manana. Le preguntaré aí respecto.
;Un examen! (Risas). Porque para cuando se vaya de este

101
lugar tiene que haber aprendido algo -algo que no es hindú
ni cristiano-, entonces su vida será sagrada. (Pausa). ^Qué
dice, Sofia? jVoy a hacer que hable!
I: A veces nos olvidamos, y en ese lapso el pensamiento nos lo
reforma todo otra vez.
K : Lo que usted dice es: he observado los pájaros, los árboles,
la boja, la rama moviéndose en el viento, he observado la luz
sobre la hierba, el rodo —preste atención—. Y cuando entro
en esta sala todavia estoy atento. No estoy atento a algo,
^entiende? A llí he estado atento al pájaro, a la hoja. Aqui,
cuando entro, no estoy atento a nada en especial, simple-
mente, estoy atento. Entonces, en ese estado de atención
interviene el pensamiento -^no es así?—, «No he hecho mi
cama», «Debo limpiar mis zapatos» o lo que sea. Persiga ese
pensamiento, llegue hasta el mismo final de ese pensamien­
to, no diga: «Yo no debo pensar eso». Vaya hasta el final.
En la acción de terminar ese pensamiento, surge uno nue-
vo. Por lo tanto, persiga cada pensamiento hasta su mismo
fin; entonces no habrá control ni restricción. No importa
si tengo un centenar de pensamientos. Voy detrás de un
pensamiento cada vez, de modo que la mente se vuelve muy
ordenada. No sé si entiende todo esto.
/: ^Donde interviene entonces el silencio?
K : No se preocupe por el silencio, porque si interviene el pen­
samiento usted no está en silencio. No fuerce esa quietud,
persiga ese pensamiento.
I; /Tiene eso algdn final?
K : Sí, si usted lo finaliza; pero si no llega hasta el mismo final de
ello, volverá porque usted no lo ha terminado, ,;comprende?
Mire, yo salgo de la casa, doy una vuelta por el prado
y observo, presto atención a la belleza, a 1a delicadeza, al
movimiento de la hoja. Lo observo todo y entro a la saía
y me siento. Usted lee algo y yo estoy sentado en quietud.
Trato de sentarme quietamente y mi cuerpo se agita porque

102
estoy habituado a moverme; así que observo eso, íe dedi­
co mi atención, no lo corrijo. Usted no puede corregir el
movimiento de la hoja, ,:verdad? Pues dei mismo modo no
quiero corregir el movimiento de mis manos, lo observo, le
presto atención, Cuando usted presta atención al movimien­
to, éste se aquieta, pruébelo. Me siento quieto un segundo,
dos segundos, diez segundos; entonces, de repente, surge un
pensamiento: «Tengo que ir a cierto lugar esta tarde. No he
hecho mis ejercicios. No he limpíado el bano». O a veces el
pensamiento es mucho más complicado: envidio a ese hom-
bre. Ahora siento esa envidia. Así que voy hasta el mismo fi­
nal de eso y lo miro. La envidia implica comparar, competir,
imitar. <Es que quiero imitar? ^Entiende? Vaya hasta el final
de ese pensamiento y termínelo, no cargue con él. Y cuando
aflora otro pensamiento, usted dice: «Espera, volveré a eso».
Si usted quiere practicar este juego con delicadeza, escri­
ba cada pensamiento en un papel y pronto descubrirá cómo
el pensamiento puede tener orden, porque usted termina
cada pensamiento, uno detrás de otro. Y cuando al día si-
guiente se siente quietamente, habrá verdadera quietud. No
aflorará ningún pensamiento porque habrá terminado con
ello. Eso significa que habrá lustrado sus zapatos, íimpiado
su banera, puesto la toalla en su lugar y en el momento jus­
to. Cuando se siente, no dirá: «No puse la toalla en su sitio».
Así pues, lo que bace se termina cada vez, y cuando usted se
siente, estará maravillosamente aquietado, lo cual produce
una extraordinária sensación de orden en su vida. Si uno
no tiene ese orden, no puede estar en silencio. Y cuando lo
tlene, cuando la mente está verdaderamente quieta, existe
una belleza real, y ahí es donde empieza el mistério de las
cosas. Eso es la verdadera religión.

103
Capítulo 8
El sentido de belleza

Interlocutor: Hay aígo de lo que me gustaría hablar. Yo veo que


el agrado y el desagrado son una cuestión de opinion —co­
mo lo feo y lo bonito—, cada cual tiene sus propia ideas. Si
yo no tengo imágenes acerca de las cosas, ^existe algo que
sea bonito o feo?
Krishnam urti: Agradar,; tiene eso algo que ver con el afecto, con
el amor?
I: No.
K: No diga ni sí ni no, investíguelo. Y el sentí mien to de belleza,
^proviene de una imagen? Obsérvelo, no conteste. Yo veo un
edifício creado en el espacío y digo: «Qué bonito es», Aho-
ra bien, esa expresión, «Qué bonito», ^nace de una imagen?
no hay imagen sino la simple percepción de algo que
es proporcionado, que tiene profundidad, calidad, un buen
acabado?
I: Tenemos una imagen de lo que es bonito o de lo que nos
agrada: comparamos con alguna otra cosa. El condiciona-
miento interviene.
K : Correcto. Obsérvelo, es mucho más complejo que eso. Us-
ted ve ese árbol. i Diría que es bonito? ,;Por qué dice que es

105
bonito, quién se lo ha dícho? ; 0 aparte de las imágenes,
percibe usted belleza en todo, sin relacionado con los ár-
boles, los edifícios, la gente? Comprende? E l sentido de la
belleza con respecto a nada en particular.
I: Si uno mira de verdad, eso no solo ocurre con los árboles.
K: Usted ve un edifício y dice: «Qué bonito es». ,;Es porque lo
compara con otros edifícios? O como es un edifício famoso
construido por Wren o por los antiguos griegos, usted di­
ce: «Qué cosa tan maravillosa». Porque le han habiado de
ello y tiene la imagen que se ha creado acerca de la persona
que construyó el edifício; y entonces usted sigue la corriente
porque es popular decir: «;Qué bonito!» <;0 acaso tiene un
sentido de la belleza independiente de cualquier cosa creada
o no creada? ±Comprende mi pregunta?
I: El sentido de la belleza no tiene relación alguna con lo que
uno ve.
K: Es justamente eso. El sentido de la belleza no tiene ninguna
relación con lo que usted ve afuera. Entonces, ^qué es ese
sentido de la belleza?
I: Un estado de armonía.
K: Contesta demasiado rápido, investíguelo. ;Qué es ese senti­
do de la belleza?
I: Es vitalidad.
K: Es algo más complejo, investíguelo. Como dijhnos hace po­
ço, si usted tiene una imagen, ya sea de sí mismo, o de un
artista, o de un gran hombre, esa imagen va a dictar lo que
es bonito en función de la cultura, de la popularidad dei ar­
tista, o de la estatua, dei cuadro, de esto o aquello. De modo
que la imagen que usted tiene impide que surja el sentido de
la belleza, en el cual no hay imagen alguna.
I: La imagen impide el propio ver.
K: Por supuesto. Por lo tanto, ;no tenga imágenes en absolu­
to! ^Me entiende? La imagen es el «yo». Cuando no está el
«yo», existe el sentido de la belleza. ;Tiene usted el sentido

106
dei «yo»? Si Io tiene, cuando diga, «Eso es bonito», sólo es­
tará reaccionando a su imagen de lo bonito, Ia cual está ba-
sada en su literatura, su cultura, los cuadros, los museos que
ha visitado. Usted nunca puede decir, «jQué feo!» cuando
mira un cuadro de Leonardo da Vinci; o «;Qué ruido!»
cuando escucha a Mozart. No tener imagen aíguna acerca
de uno mismo es tener este sentido de extraordinária belle­
za. Eso es algo realmente maravilloso.
I: Si usted escucha una determinada música por primera vez y
no le gusta, mediante Ia repetidón, súbita o gradualmente,
esta llega a gustarle.
K: Sí, çjqué sucede? A usted no le gusta la música de la índia.
La escucha tres o cüatro veces y entonces comienza a ver
algo en ella, y no porque se lo hayan dicho. Sigue escuchan-
do. Eso significa que presta atención.
I: Uno ya estaba prestando atención la primera vez.
K: La primera vez era sólo ruido.
I: Uno ya tiene una noción de lo que es la música Occidental.
K: Usted está habituado a la música Occidental y de pronto
está expuesto a la música china. La primera vez no pudo
escucharla niuy atentamente, había una reacción. ,;Entien-
de? Por eso cualquier imagen, externa o interna, implica ei
énfasis dei «yo», dei «ego», de la personalidad, de todo eso;
y eso impide por completo que surja Ia cuaíidad y el sentido
de la belleza. Esto significa que Ia pasión ni depende ni es la
causa de nada.
I: ^Si mi sentido de la belleza me hace sentir que no hay dife­
rencia entre la belleza deí sol o la belleza de un árbol... ?
K: Espere, yo no tengo nínguna imagen, íuego tengo el sentido
de la belleza, el sentimiento de belleza. Y veo la escuaíidez,
la suciedad, la mugre, Veo un trózo de papel en el suelo.
^Qué sucede? Lo recojo. Cuando veo la inmundícia en las
calles hago algo, socialmente. Actúo, no digo: «Tengo sen­
tido de la belleza, yo no veo eso».

107
I: Eso lo comprendo. Sea lo que fuere que ocurra, mi sentido
de la belleza no puede ser destruído. Aunque cierre los ojos,
ya que no depende dei ver.
K : Absolutamente derto. Pero ese sentido de la belleza que es
suyo, es mío también. No es mi sentido de la belleza, su
sentido de la belleza, ni el sentido colectivo. Es belleza, el
sentido de la belleza. Adentrarse en esto es apasionante. ;Va
más allá de cualquier libro! jPero no debo decir eso, porque
ustedes deben aprobar sus exámenes!

108
Capítulo 9
êQué es aquelío que desea realizarse?
cQué es ei «mí mistno»? £Qué es lo que
en mí se sienfe lastimado? Los muros de
resistência. A prender acerca de la
afención. la percepción alerta y la
sensibilidad. Aprender acerca de la
construcción de imáfienes

Interlocutor: Podemos hablar de las reacciones, y de como cuan-


do reaccionamos no vemos que lo estamos haciendo hasta
más tarde?
Krishnam urti: /Todos ustedes quieren hablar de ello? Yo creo
que lo podríamos incluir si habláramos de algo de mayor
alcance. Todos nosotros deseamos realizamos, ^no es así?
I: ,:Qué quiere decir usted con «realizamos»?
K : <;No sienten ustedes que quieren expresarse de diferentes
maneras? Ya sea escribiendo un poema o vistiendo un deter­
minado tipo de ropa o queriendo llegar a ser algo en la vida.
I : En realidad, cuando uno habla de ello consigue verlo, pero
es más profundo que eso.
K : Vamos a investigado más profundamente, Una mujer no
se siente realizada si no tiene un hijo. Un hombre se siente
frustrado si no trabaja, si no hace algo en la vida. Si usted
quiere llegar a ser algo y no puede, se siente frustrado, ^no es
cierto? Se siente anulado. ,;Qué es aquello que se desea con-

109
seguir? ^Qué hay detrás de ese deseo de realization? ^Quién
es el que se realiza?
I: Puede ser una idea, por ejemplo.
K : No lo sé, averigüémoslo. Si usted dice: «Esta es mi manera
de vestir, ésta es mi manera de actuar, quiero expresarme a
mí mismo», <;qué es eso que quiere expresarse? Guando digo
«a mí mismo», ^qué es eso?
I: ;N o es una imagen de uno mismo?
K : No sé lo que quiere dear usted con eso, investigue. ^Siente
eso o estoy habíando de algo irrelevante? ;Qué dicen ustedes?
I: En este momento yo no tengo una forma particular de de-
cir: «Esta es mi manera de hacer tal cosa».
K: i Qué quiere decir con «mi» ? ^A qué se refiere con, «Esa es mi
expresión personal»? ;Qué hay detrás de eso, el «mi», el «yo»
que dice: «Debo expresarme a mí mismo, debo realizarme»?
Interlocutor 1: ^Nuestro ego?
Interlocutor 2 : Puede ser una reacciòn al hecho de sentirse in­
seguro.
K : Sí.
1-1: Y así es como surge el sentimiento: «Esa es mi manera».
1-2: ^No es una cuestión que no tiene tanto que ver con «mi»
manera o «su» manera, sino que se trata más bien de desco­
brir si existe una manera que no esté influida por «usted» o
por «mí»?
K : Lo cuaí solamente puede ocurrir si comprendo qué es este
«mí» que está siempre proyectándose a sí mismo, impul-
sándose hacia adelante. <;Qué es eso? «MÍ opinion, mi jui-
cio, mi manera de vestir, mi manera de mantener el orden»,
^qué es ese «mí»? ^Están ustedes aprendiendo acerca dei
«mí»? ^Quieren descubrir qué es ese «mí»? Hay dos cuestio-
nes diferentes: aprender acerca dei «mí», y descubrir si existe
un «mí».
I: Para aprender acerca dei «mí» uno primero tiene que hacer
que el «mí» exista.

110
K: Correcto, aprender acerca dei «mí» ^Ve la diferencia?
/; iQué quiere decir: «uno tiene que hacer que el “mí” exista»?
K : Guando digo que hay un «mí», ya he establecido su existên­
cia.
1-1: EI propósito es aprender acerca dei «mí».
1-2: Yo sé que está ahí.
K : Lo cual significa que tengo un sentimiento de que eso está
ahí; todo cuanto tengo que hacer es aprender acerca de ese
«mí», sus expresiones, su modo de actuar, sus resistências,
sus apetitos, etcétera.
I: Se percibe que ésta es la situación en la que nos hallamos: uno
siente que el «mí» sí existe. Aunque yo pueda afirmar que, al
decir eso, estoy establedendo la imagen dei «mí», muy en el
fondo el sentimiento parece indicar que ahí existe el «mí», así
que tal vez yo pueda observar esos sentimíentos.
K: Estamos intentando descubrir si hay un «mí», un «yo» que
deba ser estudiado. Pero, si no hay un «mí», cuando digo:
«Quiero expresarme a mí mismo», <:qué significa eso? ^No
siente usted que el «mí» es importante? ^Qtié es ese «mí», ese
«yo» que dice: «Yo debo realizarme, yo debo llegar, debo ser
esto, eso es lo que me gusta, yo puedo hacer lo que quiera»?
I: <:Es algo a lo que me apego?
K : Comprenda, que cuando díce «yo», ya lo ha establecido, ^no
es así? Y se resiste a cualquier cosa que se oponga a eso.
I: <Por qué? ^Por qué debemos resistimos?
K : Primero he establecido eí «yo». «Yo» soy esto, «yo» soy mi
prejuicio, «yo» quiero vestir de un modo particular, «yo»
pienso que ésta es la maneta correcta de tener una habita-
ción ordenada.
I: Nos han machacado con eso desde la infanda.
K : Ese es el «mí», el «yo» que debe expresarse a sí mismo, de
otro modo se siente frustrado. ^No? Si digo: «Mire, Sarah,
no me gusta la forma en que se viste», usted me dirá que ése
es eí modo en que quiere expresarse a sí misma, que es su

111
orden. Ahora bien, antes de que usted afirme: «Éste es mi
orden, mi manera de vestir», ^qué es ese «mí»? ;H a estable-
cido usted el «mí» que desea expresarse a sí mismo?
I: ^Qué es el «mí» que dice: «No me gusta la manera en que
usted se viste»?
K: Si yo le dije que no me gusta la manera en que se viste, ,;qué
significa eso?
I: Significa que usted está expresando una opinión.
K: ^Tengo prejuicios? ,>Qué es lo que dice: «No me gusta la
manera en que usted se viste»? Y usted responde: «Así es
como me gusta». Hay dos afirmaciones opuestas. i Quién
es ei que dice en usted que ésa es la manera en que quiere
vestirse? ;Y quién es el «yo» que dice: «Ésa no es manera de
vestirse»? Investiguémoslo. ^Es porque yo tengo un concep-
to, una imagen de que las minifaldas son mucho mejores?
Y usted dice: «A mí no me gustan», porque tiene su propia
idea de los vestidos largos; y dice: «Ésa es la manera de ves­
tirse». Tenemos que vivir juntos en la misma casa, vamos a
entrar en contacto. <:Qué hacemos?
I: Yo me apego a las ideas que tengo...
K: No teoricemos porque entonces estamos perdidos. Veamos
los hechos como son realmente, así podremos tratarlos. Si
usted especula al respecto, su especülación será tan buena
como la mia. ;Qué son estos dos «yoes»: su «yo» y mi «yo»?
I: Ambos tenemos una serie de experiendas y recuerdos, lie­
mos desarrollado ciertas preferencias.
K: Ese «yo» y ese «usted» que se afirman a sí mismos, ,;están
cargados de prejuicios?
I: Sí.
K: ,;Por qué dice que están cargados de prejuicios?
I: Investiguémoslo.
K: Indaguemos en ello. ,:Reacciono yo a mi condicionamiento
y usted al suyo? A usted le gustan los vestidos largos y a mí
no me gustan esos vestidos, o lo que sea.

112
I: La manera en que se viste usted es una expresión de su con-
dicionamiento.
K: <;Es mi prejuicio o es el suyo? Dos prejuicios que entran en
contacto el uno con el otro estallan, es inevitable. ,;Por qué
doy tanta importância a la manera en que usted se viste? ,:Y
por qué se resiste usted a lo que yo digo? ,:Por qué no dice:
«Qué importa eso»? ^Por qué no lo hacemos? ^Por qué esta
resistência?
I: Yo pienso que parte de la resistência se debe al modo en que
lo senalamos,
K: Yo puedo sefíalarlo crudamente, o puedo hacerlo de un mo­
do más suave, ;pero por qué ofrece usted resistência?
I: Porque si a alguien le atacan de un modo violento, usted reac-
ciona automáticamente. Pero si le dicen: «Mire, vamos a in­
vestigado, veamos por qué se viste usted de Ia manera en que
lo íiace», entonces usted Io habla, taí como ahora lo hacemos.
K: Lo estamos haciendo, pero cuando acabemos, bórrelo, no
siga teorizando día tras día y hablando sobre ropa. jA quién
le importa!
I: <;No hicimos una distinción el otro día entre el prejuicio y Ia
preferencia? Ese día usted dijo que...
K: No me interesa lo que dije el otro día, usted tiene que in­
vestigar. Lo que dije no es importante. ;Qué dice usted?
Le estoy preguntando, Sarah; dígame, por favor, cuando
afirmo esto sobre su forma de vestir, ,;es un prejuicio mio?
Y cuando usted dice: «Ésta es mi manera de vestir», <;es un
prejuicio suyo?
I; Si.
K: Ahora bien, <:qué entiende usted por prejuicio? No repita lo
que yo dije.
I: Cuando uno tiene una idea acerca de algo y no quiere cam­
biaria.
K: ,;Por qué no quiere cambiaria? Quién es Ia persona que
afirma esto?

113
I: Es el «yo».
K : ^Qué es ese «yo»?
1-1: Es parte de mí mismo, es mi condicionamiento, es algo de
lo que dependo porque sin ello, <;qué soy?
1-2: ^Es usted algo?
K: ^No forma parte de su educadón el comprenderse a sí mis-
mos?
I: Usted preguntó si nos intèresa. Sí nos interesa, pienso que es
muy importante...
K : Lo siento. Todos ustedes parecen tener mucho interés en la
ropa.
I: ^Pero por qué no deberíamos tenerlo?
K : No digo que no deban. Si a ustedes les interesa, íe dará una
determinada importância, eso es todo. Ahora bien, ;cuál es
el problema?
/: Me parece que el problema radica en que tenemos que
aprender a no reaccionar incluso cuando alguien tiene pre-
juicios. Tal vez no podamos hacer mucho con respecto a
este prejuicio, pero suponiendo que usted me dice: «A mí
no me gusta la manera en que viste», puede que sea o no
resultado de sus prejuicios. Pero no es eso lo que debo in­
vestigar, sino lo que yo hago al respecto.
K : ;Qué hará usted? Vivimos en la misma casa.
I: Si yo en el fondo no comprendo por qué no debo vestirme
de esa manera, y si simplemente cambio, entonces eso seria
hipocresía.
K : Sí.
I: Y yo no quiero ser hipócrita. Por lo tanto, parece que debo
limitarme a no hacer nada.
K : <;Por qué tenemos opiniones tan fuertes acerca de cosas tan
triviales?
1-1: Yo no creo que sea la ropa lo que nos preocupa, es el ser
hipócritas y el tomar ideas u opiniones ajenas como propias.
1-2: En cualquier caso, ^por qué tener una opinión? Es su opi-
nión contra la mia.

114
K: Prosiga, Jimmy, ayudenos a salir de ésta. jNo se limiten to­
dos a sentarse en silencio! Ella dice: «Yo no quiero ser hipó­
crita», o sea, decir una cosa y hacer otra.
1-1: ^Pero por qué hay necesidad de ser hipócrita?
1-2: Tenemos que ser sensibles a los câmbios, pero no hay un
código establecido ni un estilo estabíecido de vestir.
Interlocutor 3 : Pero la sensibilidad de uno no es la misma que
la de otro.
Interlocutor 4 : No es mi sensibilidad o tu sensibilidad; existe
una cosa que puede llamarse sensibilidad.
Interlocutor 5 : Eso es lo que estamos tratando de descubrir, si tal
cosa existe y cómo dar con esa cosa.
K : <;Es ése su problema?
I: Sí, sí.
K: Cómo ser sensible, no a algdn problema en particular o a
los propios deseos particulares, sino ser sensible en todos los
aspectos. <;Qué es lo que les impide ser sensibles, sensibles
a sus propios sentimientos, a los sentimientos de otro, a las
ideas, las opiniones, los prejuidos de una persona?
I: Esta no es una situación objetiva, todos tenemos una idea
diferente de cómo vestir; uno no podría ser igualmente sen­
sible a todas las ideas...
K: Por lo tanto, usted tiene que ser sensible en todos los aspec­
tos, objetivamente e interiormente. ,;Por qué no lo es? <;Es
porque no quiere ser lastimado y, por lo tanto, se resiste,
construye un muro a su alrededor y, al mismo tiempo, dice
«Yo quiero ser sensible»? ^Es eso?
I : Es más una cuestión de querer ser capaz de actuar.
K : Usted puede actuar muy bien si es sumamente sensible. Esa
es la única forma de actuar. Usted es muy rápido entonces,
porque se adapta, no dice: «Esto es correcto, voy a apegar-
me a ello». Se adapta rápidamente a cada situación, eso es
parte de la sensibilidad, ,mo? No de su sensibilidad, como
ella senaló, o de mi sensibilidad, lo que es absurdo.

115
I: ^No hay tambíén una dimensión más grande a Ia sensibili-
dad? En otras palabras, yo puedo ser sensible a lo que usted
dice, pero existe algo mayor.
K: Por supuesto, eso está implícito en lo que quiero decir.
I: Nosotros vivimos en un determinado espacio-tiempo, y no
sería apropiado ponerse una coraza. Hay muchas cosas a las
cuales hemos de ser sensibles. Nosotros tendemos a serio
con respecto a nosotros mismos y nada más.
K: Incluyamos todo eso. ^Por qué no somos sensibles? iQué es
lo que nos impide ser sensibles a todo, a usted, a mí, objetiva
y subjetivamente?
I: Eso nos impide llegar a conocernos el uno al otro.
K: É1 dijo que el miedo a ser lastimados nos vuelve insensibles,
de modo que nos aislamos. ^Es ésa una de las principales ra-
zones de Ia insensibilidad? Usted ha establecido una imagen
de sí mismo que dice: «Yo debo vestirme de tal manera sin
importar cuál sea la situación, porque estoy acostumbrado
a esa manera».
I: Nos preocupa tanto el lugar que cada uno de nosotros ocu­
pa en el conjunto que no miramos el conjunto en absoluto.
K: Así es. ^Tiene usted miedo a ser lastimado? Bien, ,;qué es lo
que va a ser lastimado? ^Por qué no quíere usted ser lastima­
do, qué es lo que teme ser lastimado?
I: El ego, el yo.
K: <;E1 ego? ^Qué es ese ego? <Qué es aquello que dice: «No
quiero ser lastimado»?
I: Es todo el pasado de uno.
K‘ Vaya paso a paso, de otro modo Io pasará por alto. Guando
usted dice: «Yo no quiero ser lastimado», ,:por qué dice eso?
;Es porque ya ha sido lastimado? ^Es eso? Usted ha sentido
ese dolor y dice: «No quiero que vuelvan a lastimarme».
Usted retrocede, ha sido lastimado en Ia ninez y dice: «No
quiero que me lastimen». Ahora bien, cuando dice tal cosa,
significa que usted ya ha sido lastimado, que recuerda la

116
herida pasaday no quiere que se repita, ^no es así? Obsérve-
lo: «Yo no quiero que me lastimen», donde el «yo» es el re-
cuerdo de la herida pasada que dice: «Debo tener cuidado».
Entonces, ,;Qué sucede cuando usted dice: «Yo no quiero
que me lastimen»? ,;Cuáí es el siguiente paso?
I: Uno se resiste.
K: Usted se resiste, ,mo es así? ^Entonces qué ocurre? Obsérvelo,
no hable, observe lo que ocurre. Usted construye un muro a
su alrededor para no ser lastimado. ^Qué sucede entonces?
I: Uno queda más lastimado.
K: No voy a ayudarle con esto. Prosiga, Jimmy. Cuando cons-
truyo un muro a mi alrededor para no ser lastimado, ^qué
ocurre? Usted lo hace y yo hago lo mismo, todos lo hace-
mos. ^Qué ocurre?
I: No hay comunicación.
K: jiNo hay comunicación? Y ustedes están tratando de hacer
cosas juntos, tratando de cooperar mientras cada uno cons­
truye un muro alrededor de sí mismo, o de sí misma. Esa es
la base de la hipocresía. Cuando usted dice: «No quiero ser
una hipócrita», lo que está diciendo realmente es: «Déjenme
sola, no me lastimen». Usted es sensible a su manera, yo soy
sensible a mi manera, lo cual no tiene sentido.
I: Yo quiero comprender, no quiero Hmitarme a aceptar lo que
me dicen.
K: Yo digo que no quiero ser lastimado y construyo un muro a
mi alrededor, y usted hace lo mismo. Y en tanto exista este
muro no habrá cooperación. Yo hablo acerca de la coopera-
ción, y cuando le digo: «Por favor, esta ocasión requiere otra
clase de vestido», usted dice: «Eso es un prejuicio».
I: i Qué pasa cuando la situación requiere un vestido específico ?
K: Dejemos el vestido por el momento. Usted tiene un muro
a su alrededor, que es una opinión que significa: «Yo soy
esto, no vaya más allá». Usted se resiste porque no quiere
ser lastimada. Por lo tanto, construye un muro de opinión,

117
de afirmación, de agresividad. Usted no es flexible, no hay
juego libre en eso.
1-1: Hay dos cosas: la persona que está expresando su opinión y
una situación objetiva. Esas dos cosas se confundem Guan­
do uno dice que aqui la situación está imponiendo algo,
ello proviene de lo que uno hace aqui, de lo que aprende, de
cómo se comporta.
1-2: ^Cómo puede uno separar lo que es nuestra propia valora-
ción condicionada de la situación y la situación real? No he­
mos comprendido cuál es la situación aqui en Brockwood.
K: De hecho es muy sencillo. La situación es que cada uno se
protege a si mis mo dei otro, eso es todo. Correcto?
I: Yo diría que eso es más importante que todas las otras cues-
tiones que se han estado planteando.
K: Todas las otras cuestiones carecen de importância. Cuando lo
comprendamos, todo lo demás ocupará ei lugar que le corres­
ponde. En este mundo moderno se nos ha inducido a hacer
y pensar Io que cada uno quiere. Y hemos desarrollado este
antagonismo hacia cualquiera que dice: «Esto es diferente».
I: Yo no creo que se nos haya inducido a hacer Io que quera-
mos. Pienso que desde nifios la gente nos ha estado dicien-
do: «No hagas esto».
K: Y entonces ustedes se resisten. Después, cuando se despren­
deu de ello, desarrollan sus propias resistências. Detrás de to­
do esto —sólo lo estoy sugiriendo, no digo que sea así—hay un
acto de resistência. Cada persona, usted a su manera y yo a la
mia, tiene el sentimiento que dice: «Yo debo protegerme», jus­
ta o injustamente. Entonces, ,:qué hemos de hacer? Viviendo
en una pequena comunidad como ésta, si cada uno erige un
muro de resistência a su alrededor, ^cómo trabajaremos jun­
tos? Ése es un eterno problema, no sólo aqui en Brockwood.
I: Todos tendremos que desprendemos de nuestras defensas,
lo cual significa que deberemos renunciar a lo que pensa­
mos con respecto a cosas particulares para poder mirarias.

118
K: ,;Entonces qué? Yo aparezco vestido con unas absurdas ropas
hindúes y viene usted y me dice: «jNo se vista de esa manera,
no es apropiado para esta ocasión!». Y yo me resisto.
I: Pero con esto se desperdicia una gran cantidad de energia.
K : Estoy de acuerdo con usted, es un desperdicio de energia.
I: Senor, ,;podríamos ver el ejemplo que usted puso sobre el
absurdo traje hindú? Yo puedo vivir con una persona que
lleve puesto un traje hindú.
K: No se trata de que usted pueda vivir con una persona que
lleve puesto un absurdo traje hindú, ése no es el tema. ^Soy
yo incapaz de ser sensible a la ocasión que exige un tipo de
ropa diferente?
I : Veamos por qué una ocasión exige un traje determinado.
K : Se lo mostraré. ^Han visto los saris que llevan las senoras
hindúes? El otro dia en Londres vi a una senora hindú que
llevaba un largo sari; en la índia ésa es la moda. Ella estaba
barriendo la calle con su sari, que se llenaba de sudedad,
pero eíla no era en absoluto consciente de ello. ^Cómo 11a-
maría usted a eso?
I: Es apropiado para ella.
K : No, usted no capta el asunto. Ella no se daba cuenta en ab­
soluto de lo que estaba haciendo, de que con su largo vestido
hindú estaba barriendo la calle. No era consciente de eílo.
I: Pero ocurre exactamente lo mismo en Bombay.
K : (Ríe). Usted no ve el asunto: ella no era en absoluto cons­
ciente de eso.
I: Bueno, es su problema.
K : Por favor...
I: ^Puede aclarar si el problema es que el vestido de ella era lar­
go y se estaba ensudando, o si el problema radica en el hecho
de que ella estaba usando un vestido hindú en Inglaterra?
K : No, no es eso. Estoy senalando la insensibilidad de una per­
sona que no se da cuenta de lo que está haciendo. Eso es todo.
I: Pero si uno es sensible a Ia situación...

119
K : Es lo que estoy diciendo. Lo que senalo es que si esa mujer
hindú en Londres hubiese estado atenta a lo que estaba ha-
ciendo, es obvio que habría levantado su sari.
I; Porque así no hubiera necesitado gastar su energia en 1avario.
K : No sólo eso, va mucho más allá. Me refiero a no ser en ab­
soluto consciente de una situación.
I; Es cuestión de estar dormido o estar despierto.
K : Sí. No es, «;Por qué le importa el modo en que ella camina
o lo que hace? Es su manera de hacerlo», tal como usted
dijo. Lo que pregunto es: ^se da usted cuenta, está atenta a
ío que hace? No a la ocasión, no a lo que viste, sino si se da
cuenta de por qué se viste de ese modo. ;Por qué siente que
es inmensamente importante para usted hacer las cosas de
la manera en que las hace? Ese es el problema, ,;verdad?
I: Parece que usted quiere decir que una vez que yo esté atento
a la manera en que me visto, cambiaré.
K : No, yo no dije eso. Usted puede cambiar o no, es cosa suya.
Lo que estoy sugiriendo es: ;está atento? <;Y al estar atento,
ve todo lo que ello implica? No sólo está atento al hecho de
que se haya puesto los pantalones ^Está atento cuando le
digo: «Siéntese correctamente con la espalda derecha»? Vòy
a contaríes algo muy interesante. Los chicos brahmanes de
la índia, hasta la edad de siete anos, pueden hacer lo que les
plazca, juegan por todas partes. A los siete afios pasan por
cierta ceremonia y en el transcurso de ésta se les dice que
se sienten completamente quietos, con los ojos cerrados.
Después de esa ceremonia se convierten en unos verdaderos
brahmanes. A partir de ese día deben sentarse correctamen­
te, deben meditar, se los entrena. Les digo esto para mos-
trarles cómo se forman los hábitos en nosotros, cómo nos
condicionamos, y la mayoría somos así. Para destruir ese
condicionamiento uno tiene que estar atento a lo que hace,
darse cuenta de ello. Eso es todo.
I: Destruir tanto los buenos hábitos como los maios?

120
K : Todos. Hábito significa condicionamiento, repeticion me­
cânica, lo que evidentemente implica falta de sensibilidad.
Ahora bien, usted está atento a lo que hace? Cuando yo le
digo: «Por favor, vístase de una manera diferente», ^toma
usted mi proposícíón como un modo de ayudarle a estar
atento y, por lo tanto, a ser sensible, o se resiste? ^Qué hace?
Ser sensible implica aprender. Si yo le digo: «jimmy, no se
vista de esa manera». ^Se lo tomará usted como una ayuda
para estar atento, o se resistirá? se sentirá lastimado por
toda la batalla de palabras y sinsentidos? «Yo soy tan bueno
como usted, ésa es sólo su opinión».
I: Entonces, ^dónde estamos reaccionando erroneamente?
K: Usted debe tomar en consideración ei conformismo, la
imitación, ei miedo a ser lastimado, el tratar de encontrar
su propia libertad aparte de la mia. Dominique dijo: «No
quiero que usted me pisotee, yo no quiero hacérselo a us­
ted». ,;Está usted atento a lo que implica todo lo que está
ocurriendo? Si no lo está, se vuelve un hipócrita. ^Sabe que
está lastimado y que no quiere que lo lastimen nunca más?
I : Si uno presta completa atención al momento, no tiene tiem-
po para recordar que ha sido lastimado.
K : No, pero la mayoría de nosotros no sabe cómo prestar com­
pleta atención al momento. Todo lo que recordamos es que
hemos sido lastimados y que no queremos serio de nuevo.
/Tiene usted tales heridas internas? ,;Qué va a hacer con
ellas? Vea lo que ocurre cuando tiene esas heridas, ellas res-
ponden mucho más deprisa que su razón. Esas heridas
irrumpen más rápidamente que decir «Investiguemos,
aprendamos». Así que primero tiene que abordar eso. ^Qué
hará con esas heridas?
I: Pero esas heridas son parte dei pasado.
K : <;Son el pasado y están muertas?
I: Eso es lo que reacdona.
K: Sí.

121
I: Eso no tiene que reaccionar.
K : Por supuesto que no tiene que hacerío, pero lo hace. Si usted
comprende todo el mecanismo dei dolor, nunca más volverá
a ser lastimado. ^Sabe qué implica el mecanismo por el cual
uno es lastimado? Investigue. Todos hemos sido lastimados
de un modo u otro. En primer lugar, ^por qué hemos sido
lastimados?
I: A veces es a causa de nuestro' orgullo, de nuestras ilusiones.
K: ^Por qué es usted orgulloso? ^De qué está orgulloso? ^Ha
escrito algún libro? juega mejor al tenis, corre más rápi­
damente que otro? Nosotros hacemos estas afirmaciones y
décimos: «Sí, estoy orgulloso». ;Qué significa eso? £$e debe
a que tiene buen aspecto, un aspecto brillante? Aparece al-
guien que es todavia más brillante que usted, y entonces se
siente lastimado, está celoso, amargado, enfadado, lo cual
forma parte dei sentirse lastimado. Entonces, ,:qué hará con
esas heridas acumuladas que dicen: «No debo ser lastimado
nunca más»? <;Qué hará, sabiendo que esas heridas van a
responder tan rápidamente?
I: Yo diría que, en realidad, las heridas son desilusiones, y que
las desilusiones implican real mente aprender, de modo que
no son heridas.
K: Sí, pero eso es sólo una explicación. El hecho de que usted
está lastimado sigue ahí. Yo deposité mi confianza en usted
y de pronto descubro que mi confianza ha sido traicionada:
me siento lastimado. íQué hay detrás de esta herida?
I: Que uno es sensible.
K : çiEs eso? ^Puede la sensibiíidad ser lastimada alguna vez?
1-1: Solamente el «yo» que está en medio de ello.
1-2: Lo reaí mente difícil es la franqueza.
K : Exactamente. Y la sensibiíidad es inteligência. De modo
que cuando usted dice: «Yo estoy lastimado», ^quién es el
«yo» que afirma esto todo el tiempo? ; Quiere usted apren­
der acerca de ese «yo»? O dice: «<;Qué hay que aprender
acerca dei «yo»? <;Ve la diferencia?

122
I: (jPuede avanzar un poco más?
K: He sido lastimado por varias personas por diversas razones.
Por lo tanto, construyo un muro de resistência y usted viene
y dice: «Aprenda acerca de ello», «Mírelo». ;Míro al «yo»
que se siente lastimado, a los recuerdos, lo cual implica otro
«yo» que mira al «yo», un «yo» superior que dice: «Debo
aprender acerca dei “yo” inferior»? ;Ve la falsedad de esto?
Usted ha establecido el «yo» acerca dei cual liay que apren­
der. Pero el «yo» no existe, éste es sòlo una serie de recuerdos.
En realidad no hay un «yo» sino los recuerdos de uno de
haber sido lastimado. Pero usted ha dicho: «Ése es el «yo»
acerca del cual voy a aprender». ^Qué es lo que hay que
aprender dei «yo»? Este es sólo un montón de recuerdos, no
hay nada que aprender de eso.
I: i Quiere usted decir que no hay conocimiento de uno mismo ?
K : Hay mucho de eso, eso es lo que estamos haciendo. Mire
cuánto hemos avanzado en el conocimiento de uno mismo.
/; Si cuando estamos hablando yo veo algo de manera clara,
en ese momento todo está bien. Después, la cosa que he vis­
to se convierte en conocimiento, pero pienso que todavia lo
estoy viendo con claridad. Y viene alguien y me dice: «Us­
ted no está viendo con claridad», y yo digo: «Sí, lo estoy»,
porque recuerdo haberlo visto claramente. Quizá la razón
de que yo quiera verlo con claridad sea, en primer lugar,
para fortalecer este sentimiento tan agradable.
K : Evidentemente. Usted ha sido lastimado y no quiere serio
nunca más, de modo que ofrece resistência. ;Qué es lo que
hará?, sabiendo que eso impide el afecto, el amor, toda for­
ma de cooperación, de comunicación, de relación. ^Qué es
lo que hará con eso?
I : Tenemos que encontrar un modo dè vivir en el que no este­
rnos todo el tiempo creando una imagen de nosotros mismos.
K : Antes que nada, usted ha creado una imagen; el próximo
paso es evitar que ésta aumente. Hay dos problemas, ^no es

123
así? Tiene que evitar que esa imagen aumente y tiene que
curar y destruir la enformedad que padece. ^Cómo proce­
derá al respecto? Yo lo he explicado, usted no se relaciona
con ello, eso es todo.
I: Uno tiene que ser sumamente sensible todo el tiempo.
K: ,;Y eso qué significa?
I: Ver exactamente cuáles son las influencias...
K: No.
I: Poner fin al dolor.
K: No. Mire, preste atención a lo que hace, a lo que piensa, a
lo que siente. Y si yo le digo que se vista de otra manera,
no se resista y pelee conmigo; más bien use mis palabras
para ayudarse a estar atenta. Usted ha sido lastimada, ha
construido un muro de resistência, y yo le digo: «Sarah, no
haga eso porque impedirá toda forma de relación, será una
desgraciada toda su vida». ,;RecÍbe lo que le digo con com-
prensión porque eso le ayudará a derrumbar el muro? ,;0
dice: «No, ,:quién es usted para decirme eso? Ése es mi mo­
do de vivir» ^Cuál de esas cosas hará usted sabiendo que las
heridas y cualquier muro de resistência impide toda clase de
relación? i$e da cuenta de que eso es lo que está sucediendo
ahora? ^Qué ocurre si yo vengo y le digo: «Sarah, usted no
es tan atractiva como yo pensaba»? ^Se resistirá?
I: No.
K: Qué ocurre, entonces?
I: Aprendo acerca de ello y no me resisto.
K: Entonces, ^qué hará?
I: Veré si lo que dice es cierto.
K: i Qué significa eso, entonces? Usted no tiene una conclusiòn
acerca de sí misma. <;Es eso lo que realmente ocurre?
I: Lo es en este momento.
K: Tome sus heridas y analícelas. ;Sabe lo que significa no te-
ner ninguna imagen acerca de uno mismo?
I: Podemos imaginar cosas al respecto.

124
K: Puedo imaginar una buena comida, jpero yo quiero degus­
taria plenamente! Primero dijimos: «Estamos lastimados»;
de modo que de verdad vemos con inteligência, sensibili-
dad, que hemos construído a nuestro alrededor un muro
de resistência. Por lo tanto, somos unos hipócritas al decir:
«Cooperaremos, haremos esto juntos». Ese es un punto. El
segundo punto es: <;qué haré, qué hará esta mente para im­
pedir la formación de imágenes? Porque si tengo cuaíquier
imagen, ésta va a ser lastimada.
/: ;N o nos creamos imágenes de los demás?
K : Imágenes de todo tipo, tanto sí son imágenes de uno mismo
o de otro, al fin y al cabo son imágenes. dVe usted estos dos
problemas? Yo recuerdo haber sido lastimado, lo que crea un
muro de resistenda; y veo que eso impide toda forma de re-
lación. El otro problema es: dpuede la mente dejar de formar
imágenes totalmente? dQué he de hacer con las heridas pasa-
das, con las imágenes dei pasado? [Vamos, se están quedando
dormidos! ^Cómo me ayudarán a librarme de mis heridas
pasadas? Necesito su ayuda, lo cual significa que quiero esta-
blecer una relación en la que este asunto pueda disolverse.
1-1: Usted me ayudará a aprender que estoy lastimado y a ver
cuándo mi herida está reaccionando. Por lo tanto, yo sóío
puedo tener una relación superficial con usted.
1-2: Sí, pero lo que quiero es mostrarle que yo estoy lastimado.
K : Yo quiero estar libre de las heridas pasadas, porque veo des­
de la lógica, la razón, el sentido común, que si la mente con­
serva las heridas no tiene contacto con nada, estoy asustado
todo el tiempo. Ahora bien, dveo eso de forma clara? dLo
comprende usted, lo ve con la misma cíaridad con la que
ve esta mesa o esta silla? Lo cual significa que está prestan­
do atención a lo que se está diciendo y observándolo en sí
mismo. dLo está haciendo, o lo mira como por casualidad,
con su mente puesta en alguna otra parte? Si concede su
atención a las heridas pasadas, es obvio que eílas disminui-

125
rán. La próxima cuestión es: ^cómo impedirá usted que se
formen nuevas imágenes? Supongamos que vengo yo y le
digo: «jQué inteligente es usted!» o, «;Usted es un burro,
está medio dormido!». <;Qué hará? ^Cómo evitará que se
forme inmediatamente una imagen cuando yo le digo eso?
I: Usted está creando una imagen de mí aí decir eso.
K: Evidentemente, ;soy un burro cuando le digo que usted es
un burro! Pero lo que yo pregunto es cómo evitar que se
formen las imágenes, sean éstas placenteras o dolorosas.
I: Uno tiene que estar despierto ante ei proceso de formación
de imágenes.
K: jAyúdenme a descubrir cómo hacerlo! Supongamos que le
digo: «Qué persona tan encantadora es usted»; eso produ-
ce inmediatamente una reacción y una imagen, jno es así?
Ahora bien, ;cómo evitará que eso ocurra?
I: La imagen ya está ahí, se ha formado. ^No podemos simple-
mente ver que hemos construído esta imagen?
K: No. Hay dos cosas implicadas en esto. En primer lugar, ei
pasado, y en segundo lugar, el impedir que se formen nue­
vas imágenes. Porque de otro modo voy a ser lastimado otra
vez, y yo no quiero ser lastimado porque quiero vivir libre-
mente, no quiero tener muros a mi alrededor. i Qué he de
hacer, entonces?
I: Necesito averiguar por qué me siento halagado o lastimado
por lo que usted dice.
K: Lo primero es placer, lo otro es miedo.
I: ^Pero cuál es la base de esto?
K: Usted depende de lo que yo digo, no sé por qué pero es
así. Ése no es el asunto. ^Cómo evita usted que se forme la
imagen? i Quiere saberlo? ^Qué pagará por ello?
I: MÍ vida.
K: ,:Cuál es el precio de esa vida? <Sabe lo que eso significa,
sefíor? Significa que usted es realmente serio al no formar
ninguna imagen de nadie, independientemente de lo que

126
digan. Quiere usted hacer eso? ^Cómo lo hará? Se lo diré.
Cada uno de ustedes, denme diez dólares, (Risas).
I: No los tenemos.
K : Obsérvenlo cuídadosamente. He dicho que éste es un
asunto muy serio, mucho más importante que graduarse.
Ustedes pagan muchísimo dinero para que se les eduque,
pero se olvidan de esto. Sin esto la vida no tiene sentido, y
ustedes ni siquiera pagan un centavo para averiguado. Lo
cual significa que ni siquiera le dedican energia. Jimmy di­
ce: «Yo daré mi vida para averiguado». Y eso significa que
él quiere llegar hasta el mismo fin para descubrido. Yo he
dicho: «Mire, Jimmy, usted ha sido lastimado, y esa ofensa
reacciona de muchas maneras. La raiz de esa herida es una
imagen interna, y esa imagen no desea ser lastimada». Us­
ted ha visto la verdad de ello. Quiere investigado, y como
ha visto la verdad de ello, dijo: «Ya lo comprendí, sé cómo
arregiármelas con eso. Cada vez que aparezca voy a estar
alerta, voy a prestar atención total a cada momento en que
alguien diga: jHaz esto, no hagas aquelloí». Ahora bien,
,;por qué no presta usted la misma atención cuando alguien
le dice: «Eres un burro»? Entonces no formará una imagen.
Sólo cuando uno no está atento, el viejo hábito se afirma a
si mismo. Estar atento significa que la mente dice: «Siempre
que haya cualquier forma de resistência, toda reladón care­
cerá de sentido». Eso lo veo muy claramente. No de manera
verbal, sino que lo palpo, ío siento. Y digo que la resistência
existe porque yo no quiero ser lastimado. (Y por qué soy
lastimado? Porque tengo una imagen de mí mismo, y veo
que no sólo existe la imagen de mí mismo, sino que hay en
mí otra imagen que dice: «Debo liberarme de esta imagen».
De modo que se establece en mi interior una lucha entre las
dos imágenes, la imagen «superior» y la imagen «inferior».
Ambas imágenes las crea el pensamiento. Así que veo todo
eso muy claramente, como veo claramente algo peligroso.

127
Por lo tanto, la claridad de percepción es su propia acción.
Entonces he terminado con ello, el pasado no regresa nunca
más.
Ahora bien, cuando usted me halague o me insulte, voy a
ver con la misma atención que no hay imagen, porque estaré
sumamente atento. ,;Hará usted eso? No tiene importância
lo que se diga, yo escucho, no digo: «Usted tiene prejuicios
o usted no tiene prejuicios». Escucho porque la mente quiere
descubrir si está creando una imagen de cada palabra, de
cada contacto. Estoy inmensamente despierto y, por lo tan­
to, encuentro en mí a una persona que no está atenta, que
está apagada, dormida, que construye imágenes y se siente
lastimada, no encuentro en mí a un hombre inteligente. ^Lo
ha comprendido usted, por lo menos verbalmente? Ahora
aplíquelo. Entonces usted será sensible a cada situación y
ello dará lugar a la acción correcta. Y si alguien le dice algo,
usted estará inmensamente atento, no a cualquier prejuicio
que pueda haber, sino a su propio condicionamiento. Por lo
tanto, usted habrá estableddo con esa persona una relación
que será completamente diferente a la que esa persona esta-
blecerá con usted. Porque si él tiene prejuicios, usted no los
tiene; si él no está atento, usted lo está. En consecuencia, us­
ted nunca creará una imagen de él. /Ve la diferencia? ^Hará
esto? No tiene usted idea de cuánta vitalidad tendrá.
I: Pienso que debemos ayudarnos los unos a los otros para
hacerlo.
K: Así es, eso es cooperación. Usted me ayuda y yo lo ayudo.
Usted está aprendiendo de mí y yo estoy aprendiendo de
usted a no crear imágenes.

128
Capítulo 10
iE n qué piensan ustedes todo e( día?
Observar (os pensamienfos.
La idenfificación. Los hábitos de
pensamiento y de conducta. Ei principio
y ei fin dei pensamiento

Krishnam urti: Esta manana estamos terriblemente solemnes,


^no es cierto? ^En qué piensan ustedes todo el día y por qué
piensan en estas cosas? ^Están atentos a lo que piensan, o
acaso un pensamiento precede a otro sucesivamente y uno
no se da cuenta de ello? Si son conscientes de sus pensa-
mientos, ^dónde se originan?
Interlocutor: En las experiencias pasadas.
K : (jEstá citando lo que yo dije? Esté muy seguro de que no
dice nada que no sepa por sí mismo, no lo diga si no ha re­
flexionado sobre ello y lo ha resuelto, porque de otro modo
usted se vuelve verbal y teórico, así que sea prudente. En
primer lugar, ^en qué piensan ustedes todo el día? ^Es un
secreto que cada cual debe guardar para sí mismo, o pueden
compartirlo con los demás?
Interlocutor 1: Yo pienso en un montón de cosas diferentes.
Interlocutor 2 : En las personas de Brockwood.
K : ,;Cuál es el núcleo central de sus pensamientos? Ustedes saben
que bay un pensamiento periférico que no es realmente im­
portante, pero en el centro, ^cuál es el impulso, el movimiento
de ese pensamiento? <jQué es ese «yo» que está tan interesado

129
en sí mismo? Yo pienso en rní mismo, ése es ei núcleo, el cora-
zón de mi pensar. Y en la periferia pienso en diversas cosas: las
personas de aqui, los árboles, el pájaro que vuela. En realidad,
estas cosas no importan mucho a menos que haya una crisis
en la periferia y esta afecte al «yo» y que el «yo» reaccione.
Ahora bien, ^qué es ese centro desde el cual ustedes piensan,
ese centro que es el «yo»? ^Y por qué existe este constante ocu-
parse de uno mismo? No digo que sea correcto o incorrecto,
o «Qué terrible», «Qué infantil» o «Qué bueno», pero vemos
que estamos ocupados con nosotros mismos. ^Por qué?
I: Porque pensamos que es importante.
K: ^Por qué le da usted importância?
I: Cuando uno es un nino tiene que hacerlo.
K: ,;Por qué piensan tanto acerca de sí mismos? Vean lo que
esto implica. Pensar acerca de uno mismo no es un asunto
insignificante, ustedes piensan en sí mismos en relación con
otro y en función dei agrado o el desagrado; piensan en sí
mismos identificándose con otro, ^verdad? Yo pienso en la
persona con la que acabo de estar, o en la persona que consi­
dero que me agrada, o en alguien con quien he discutido, o
en la persona que amo. Me he identificado a mí mismo con
toda esa gente, ^no es así?
I: £Qué quiere usted decir con «idenrificarse»?
K; Yo lo amo, me he identificado a mí mismo con usted. O la
he ofendido a ella y usted se identifica con ella y se enfada
conmigo. Vea lo que ha ocurrido: a ella le he dicho algo que
es danino y desagradable; usted es su amigo, se identifica
con ella y se enfada conmigo. Por lo tanto, eso es parte de la
actividad egocêntrica, ^no es cierto? ^Está seguro?
I: (iPero no es la otra persona la que se identifica con usted?
K: i Lo es o no lo es? Vamos a investigar. Usted me gusta, le
tengo mucho carino, ^qué significa eso? Me gusta su aspec­
to, usted es un buen companero, etcétera. <;Qué es lo que
eso significa?

130
Significa que usted es mejor companero que otras personas
y, por tanto, me gusta estar con usted.
K: Profimdice un poco más. ^Qué significa eso?
I: Uno retiene para si a esa persona y exckiye a otras.
K: Eso es una parte, pero avance más.
I: Es agradable estar con esa persona.
K: Es agradable estar con esa persona y no es agradable con otra
persona. Por lo tanto, mi relación con usted se basa en el
placer. Si usted no me agrada, digo: «jTerminaré con él!». Lo
que me importa es mi placer, así como mi herida, mi ira. De
modo que preocuparse por uno mismo no es sóío pensar en
uno mismo e ídentificarse con una u otra posesión, persona
o libro. ,;Es eso lo que ustedes hacen todo el día? Está la ocu-
pación periférica, y también estoy yo comparándome con
usted; eso prosigue todo el tiempo, pero desde un centro.
Guando uno lee sobre los refugiados en la índia, se identifi­
ca realmente con ellos aunque no tenga una relación perso­
nal con ellos.
K: ^Por qué me identifico con esas personas que han sido asesi-
nadas y perseguidas en Pakistán Oriental? El otro día las ob-
servaba en la television; esto está ocurriendo en todas partes,
no sólo en Pakistán, es espantoso. Ahora bien, usted dice que
se identifica con todos esos refugiados, ^qué es lo que siente?
I: Compastón.
K: Prosiga, explórelo, desenrédelo.
1- 1: Ira contra la gente que ha causado esto.
1- 2 : Frustración porque uno no puede hacer nada al respecto.
K: Usted se enfurece con la gente que hace estas cosas, que
mata a jóvenes y persigue ancianas y ninos. ,:Es eso lo que
hace? Usted se identifica con esto y rechaza aquello. ^Cuál
es la estructura, el análisis de esta identificación?
I: Es dualidad.
K: Prosiga...
1: Uno no se siente seguro.

131
K : ^Usted siente que por medio de la identificación podría ha­
cer algo?
I: Aunque sea tomando partido, uno siente que tiene alguna
posibilidad de hacer algo,
K : Soy anticatólico y me identifico con un grupo de personas
que son anticlericales. Al identificarme con este grupo sien-
to que puedo hacer algo. Pero vayamos más lejos, eso sigue
siendo el yo hadendo algo al respecto, sigue siendo la ocupa-
ción conmigo mismo. Yo me identifico con lo que considero
más grande: la índia, el comunismo, el catolicismo, etcétera.
Mi familia, mi D bs, mi creencia, mi casa, usted me ha las­
timado, ,;entiende? ^Cuál es lá razón de esta identificación?
I : Me separo dei resto dei mundo, y al identificarme con algo
más grande, ese algo se convierte en mi aliado.
K : Sí, ;pero por qué hace esto? Yo me identifico con usted por­
que usted me agrada. No me identifico con él porque él no
me agrada. Y me identifico a mí mismo con mi familia, con
mi país, con mi Dios, con mi creencia. Ahora bien, ^por qué
me identifico con algo? No digo que eso sea bueno o maio,
^qué hay detrás de esta identificación?
1: Cónfusión interna.
K : <SÍ?
I: Miedo.
K : Siga.
I: La cónfusión está provocada por la identificación.
K : ^Es eso? Yo le pregunto y usted debe preguntarme también.
No acepte lo que yo diga, indague. Todo este proceso de la
identificación, ^por qué ocurre? Y si yo no me identifico con
usted o con algo, me siento frustrado. <:Está seguro?
1-1: No lo sé.
1-2: Uno se siente frustrado, vacío.
K : Prosiga. Yo me siento triste, frustrado, no realizado, insu­
ficiente, vacío. Ahora quiero saber por qué me identifico
con un grupo, con una comunidad, con sentimientos, ideas,
ideales, héroes y todas esas cosas. ^Por qué?

132
I: Yo creo que es para tener seguridad.
K: Si. ^Pero qué quiere usted decir con ia palabra «seguridad»?
I: Estando solo soy débil.
K: <|Es porque no puede estar solo?
I: Es porque uno tiene miedo de estar solo.
K: ^Usted tiene miedo de estar solo y por eso se identifica con
algo?
I: No siempre.
K: Pero eso es lo esencial, la raiz. ^Por qué necesito identificar-
me con algo? Porque asi me siento seguro. Tengo recuerdos
gratos de personas y lugares y, por lo tanto, me identifico con
eso. Veo que al identificarme estoy mucíiísimo más seguro.
I: No sé si usted quiere hablar acerca de este aspecto en par­
ticular, pero si yo veo que la matanza de Vietnam es injus­
ta, y que en Washington hay un grupo de manifestantes
contra la guerra; entonces voy y me uno a ellos.
K: Ahora espere un minuto. Un grupo está en contra de la guerra
y me uno a él. Me identifico con éí porque al identificarme
con un grupo de personas que hacen algo al respecto, yo tam-
bién estoy haciendo algo al respecto. Por mi mismo no puedo
hacer nada, pero si pertenezco a un grupo de personas que
se manifiestan públicamente, que escriben artículos y dicen:
«Eso es terrible», participo de forma proactiva en la detención
de la guerra. Esa es la identificación. No estamos buscando
los resultados de esa identificación, sea buena o mala. Pero,
^por qué necesita la mente humana identificarse con algo?
I: Cuándo se trata de una acción y cuándo de una identifica­
ción?
K: Estoy llegando a eso. Primero quiero que esté claro en mí, y al
hablar de ello quiero descubrir por qué debo identificarme. Y
cuando sea necesario me identificará. O sea, en primer lugar
debo comprender qué significa cooperar. Entonces, cuando
esté cooperando seriamente, de verdad, sabré cuándo no coo­
perar. Y no a la inversa. No sé si ustedes Megan a ver esto. Si

133
yo sé qué es lo que implica la cooperadón, lo cual es una cosa
formidable -trabajar y vivir juntos, hacer las cosas juntos-,
cuando comprenda eso, entonces sabré cuando no cooperar.
Abora quiero saber por qué me identifico con algo y no
que no debería identificarme si hay necesidad de hacerlo en
la acción. Pero antes de descubrir como actuar o con quién
puedo cooperar, quiero saber por qué siento la necesidad de
identificarme. ^Es para tener seguridad? ^Es ésa la causa?
Como usted está lejos de su país, de su familia, se identifi­
ca con esta casa, con un grupo, para estar a salvo, seguro,
protegido. La identificación tiene lugar porque usted siente:
«Aqui estoy seguro». Por lo tanto, ^se identifica con algo
porque se siente inseguro? ^Es por eso? La inseguridad im­
plica temor, incertidumbre, no saber qué pensar, estar con­
fundido. Así que usted neceska protección; es bueno tener
protección. ^Es ésa la causa de que se identifique?
^Cuál es el próximo paso? En mi interior me siento in­
deciso, confundido, asustado, insuficiente y, por lo tanto,
me identifico con una creencia. ^Abora qué ocurre?
I: Descubro que aún estoy inseguro.
K : No. Me be identificado con ciertas ideologias. ,sQué ocurre
entonces?
I: Usted intenta hacer de eso su seguridad.
K: He dado varias razones para esta identificación: porque es
racional, operativa, etcétera. Ahora bien, ^qué ocurre cuan­
do me be identificado con algo?
I: Que entra en conflicto.
K : Vea lo que ocurre. Me he identificado con una ideologia,
con un grupo de personas o con una persona. Eso es parte
de mi mismo. Debo proteger eso, ^no es así? Por lo tanto, si
eso se ve amenazado estoy perdido, vuelvo a mi inseguridad.
;Qué ocurre, pues? Me enfado con cualquiera que lo ataque
o Io cuestione. ;Qué es, entonces, lo que realmente ocurre?
I: Hay conflicto.

134
K: M ire , 70 m e h e id en tificad o c o n una ideologia. D e b o prote­
geria porq ue ella es m i seguridad, 7 m e resisto a cu alqu iera
que la am en ace en el sentido d e tener u n a id e o lo gia co n ­
traria. Por lo tan to, a h í don de m e he id en tificad o co n una
id eologia, tiene que h ab er resistência, con stru 70 u n m uro
alred ed or de aqueílo co n lo q u e m e he identificado. D o n d e
existe u n m uro, se p ro d u ce u n a división. E n ton ces h a 7 con-
flicto. N o sé si ustedes ven tod o esto.
A h o ra bien, ^cuál es el paso siguiente? Prosigan.
Interlocutor 1: ^Q ué d iferen cia h a7 entre id en tificació n 7 c o o ­
peración?
Interlocutor 2 : Parece qu e se tend ría que com pren d er m ejor la
coop eración.
K: ^Ustedes saben qué sig n ifica cooperar, trabajar ju n tos ? £Pue-
d e h ab er coop eración cu a n d o ha7 identificación ? 1Saben
qué querem os d ecir co n identificación ? H em os exam in ad o
la an ato m ia de la iden tificació n . C o o p e ra r sign ifica trabajar
jun tos. ,;Puedo trabajar co n usted si 70 m e he id en tificad o
c o n u n a id e o lo gia 7 u sted se h a id en tificad o c o n otra? Es
evid en te que no.
I: Pero las personas tienen que trabajar juntas.
K: ^Es eso cooperación?
I: N o.
K: V e a lo que eso im p lica. C o m o n o s hem os id en tificad o con
u n a m ism a id eologia trabajam os jun tos, usted la p rotege 7
70 la protejo. E s nuestra segu rid ad, en el nom bre de D io s,
d e la belleza, de cu alq u ier cosa. Pensam os que eso es c o o p e ­
rar. A h o ra bien, ,:qué es lo que ocurre? ,;Puede h aber c o o p e ­
ración cu a n d o h a 7 id en tificació n co n u n grupo?
I: N o , porque h a7 división. Y o esto7 en con fficto con m iem -
bros dei g ru p o porque he segu ido id en tificán d om e con ellos.
K: M ire lo que está pasando. U sted 7 70 nos hem os identificado
c o n esa ideologia. N u estra interpretación de ésta puede se r...
I: ... d iferen te...

135
K : Por supuesto. Si usted cambia su interpretación de esa ideo­
logia, se está desviando y, por consiguiente, estamos en con-
flicto. Así es que ambos debemos estar completamente de
acuerdo con respecto a esa ideologia. ^Es eso posible?
I: Eso es exactamente lo que sucede con una escuela. En vez
de una ideologia, uno se identifica con una escuela, y cada
cual tiene su propio concepto.
K : Si, exacto. ^Por qué?
I: A veces siento que aquí se produce un conflicto precisamente
por la razón que usted menciono cuando hablaba de una
ideologia. Si usted y yo nos identificamos con la escuela,
creemos que estamos cooperando, pero no existe ese espíritu.
K : Por consiguiente, pregunto: Puede haber cooperacióry
cuando hay identificación? *
I: No.
K : ^Sabe usted lo que está diciendo? (Risas). Así es como funcio­
na todo en este mundo. <;Es eso verdad, que donde hay iden­
tificación no puede haber cooperación? Descubrir la verdad
de esto es maravilloso. No su opinión o mi opinión, sino la
verdad, la validez de ello. Por lo tanto, tenemos que descubrir
qué entendemos por cooperación. Ustedes ven que no puede
haber cooperación donde hay identificación con una idea,
con un líder, con un grupo. Entonces, ;en qué consiste la
cooperación en la que no existe identificación alguna?
I: En actuar como respuesta a la situación misma.
K : No digo que no esté en lo cierto, ;pero podemos trabajar jun­
tos cuando usted y yo pensamos diferente? Cuando usted
está preocupado consigo mismo y yo lo estoy conmigo? Y uno
de los motivos es que, como sabemos que no podemos coope­
rar si cada uno piensa en sí mismo, tratamos de identificamos
con una ideologia, esperando que de tal modo haya coopera­
ción. Pero si uno no se identifica, ,squé es la cooperación?
Estamos en Brockwood, en una escuela. Vemos que no
puede haber cooperación si nos identificamos con la escue-

136
Ia, con una idea, con un programa, con una política parti­
cular para esto o aquello. Y también vemos que Ia identifi-
cación es la causa de todas las divisiones. Entonces, ^qué es
Ia cooperación? Trabajar juntos: no «con respecto a algo».
(jVen ía diferencia? Por lo tanto, antes de hacer algo juntos,
I cuál es el espíritu de cooperación, el sentimiento, su natu-
raleza interna, cuál es ese sentimiento?
1: La comprensión, el estar completamente abiertos a ello.
K: Profundice un poco más. Dijimos que la identificación no
es cooperación. /Tienen bien claro ese punto? /Y tienen bien
claro que la cooperación no puede existir cuando cada uno
de nosotros se preocupa únicamente por sí mismo? Ustedes
están preocupados consigo mismos y, por lo tanto, carecen
dei espírku de cooperación, cooperan únicamente cuando
les place. ^Qué significa, entonces, cooperar? No estamos
jugando a juegos de mesa. ^Qué significa cooperar cuando
no existe el «yo»? De otro modo no se puede cooperar. Yo
puedo intentar cooperar en torno a una idea, pero siempre
estará ahí el «yo» tratando de identificarse a sí mismo con lo
que estoy haciendo. Por lo tanto, debo averiguar cuál es la
razón de que piense en mí mismo todo el día: cómo me veo,
que si alguien es mejor que yo, por qué me hieren, o alguien
ha dícho: «Qué persona tan agradable es usted». Ahora bien,
dpor qué hago esto todo el santo día? Y por la noche tam­
bién; esto continúa cuando estoy dormido. Yo soy mejor que
usted, yo sé de qué estoy hablando, lo he experimentado,
usted es estúpido, yo soy inteligente. ^Por qué?
1: Parece que mucho de eso se convierte en hábito.
K: <;Qué es el hábito?
I: No estar atento.
K: No. ;Qué es el hábito? No cómo se forma.
I: Es la repetición de un movimiento.
K: Correcto. ^Por qué se repite este movimiento? ^Por qué se
forma el hábito? SÍ van despacio verán algo extraordinário.

137
Todos nosotros Üevamos el pelo corto o ei pelo largo, ;por
qué? Porque otros lo hacen.
I: ^Es eso hábito o imitación?
K : Vea ío que ocurre. Primero imita a otros, después dice que
el pelo corto es perfecto.
I: ;Una costumbre es un hábito también?
K : Sí. No quiero ir muy rápido en este punto. ^No es todo
pensar un hábito? ,;Están de acuerdo?
I: Bueno, es algo que uno hace una y otra vez.
K : Continue, vea qué es lo que puede descubrir por sí mismo
cuando investigamos toda esta cuestión dei hábito.
I; En realidad es una situación nueva con una reacción vieja;
^no es así?
K : Una situación nueva que afrontamos con respuestas viejas.
(iNo es la identificación un hábito?
I: Sí.
K : Porque uno es inseguro. Entonces, ^conoce usted la natu-
raleza de la maquinaria que contribuye a la formación dei
hábito? ^Se da cuenta de que siempre actúa por hábito? Le-
vantarse a las seis todos los días; creer en «todo esto», fumar,
no fumar, tomar drogas. ^Entiende? Todo se convierte en
hábito. Puede ser por una semana, diez días o cincuenta
anos, pero el hábito se forma. ^Por qué cae la mente en es­
ta rutina? ^No se han preguntado por qué tienen hábitos?
Siendo el hábito la simple tradición. ^Han observado la
mente cuando funciona dentro de un hábito?
7-7: Es más fácil.
I~2: Vivir sin hábitos reaímente requiere una gran cantidad de
energia.
K : Estoy llegando a eso. No nos precipitemos, vayamos paso
a paso. Me pregunto ío siguiente: ^por qué la mente vive
siempre dentro dei hábito? Eso lo pensaba. ayer, todavia lo
pienso hoy y lo pensaré mahana con ligeras modificaciones
tal vez. Ahora bien, ^por qué hace esto la mente?

138
I: Uno está medio dormido.
K : Díjimos que la pereza forma parte de eso. ^Qué más? Todo
parece más fácil con hábitos.
I: Tememos lo desconocido.
K : Quiero ir un poco más profundo.
I: La mente teme que si no mantiene eí pensamiento siempre
de la misma forma, se verá amenazada.
K : i í eso qué significa?
I : Se ve cierta clase de orden en eí hábito.
K : iEl hábito es orden?
I : Uno puede crear cierta estructura con el hábito, pero eso no
es necesaríamente orden.
K : Lo cual significa que la mente funciona dentro dei hábito por
diversas razones, como una máquina. Es más fácil: evita la
soiedad, el miedo a lo desconocido, y también implica derto
orden decir: «Seguiré eso y nada más». Ahora bien, ^por qué
la mente funciona dentro de una rutina? ^Qué es el hábito?
I: Su naturaleza es ésa.
K : Pero si usted dice eso, deja de indagar. Conocemos las razo­
nes por las que la mente funciona dentro dei hábito. <;Es us­
ted consciente de eso? Una persona sumamente psicopática
adquiere un hábito que es completamente diferente al de los
demás. Una persona neurótica también tiene determinados
hábitos. Nosotros condenamos ese hábito pero aceptamos
otros. Así que me pregunto: ,:Por qué hace esto la mente?
Quiero investigar esto más a fondo, quiero ver por qué la
mente lo hace y si ésta puede vivir sin hábito alguno.
I : Porque la mente percibe que es la personalidad.
K : Ya lo dijimos. La personalidad, el ego, el «yo» que dice:
«Tengo miedo, necesito orden», la pereza, todo eso es el «yo»,
diferentes facetas dei «yo». ^Puede la mente vivir sin hábitos,
a excepción de los hábitos biológicos, dei funcionamiento
regular dei cuerpo que tiene su propio mecanismo, su pro-
pia inteligência, su propia maquinaria? ,:Pero por qué acepta

139
la mente el hábito con tanta rapidez? La pregunta «,; Puede la
mente vivir sin hábitos?» es una pregunta fantástica. Decir
que existe Dios, que hay un Salvador, es un hábito. Y decir
que no hay un Salvador sino sólo el Estado, es otro hábito.
De modo que la mente vive en el hábito. Así pues, ;se siente
más segura dentro dei hábito?
I: SL
K: Vaya despacio, ;eso qué significa? Al operar en el campo
de lo conocido la mente se siente segura. Lo conocido es
hábito, ^correcto?
I: Aun así, todavia décimos que no nos sentimos seguros.
K: Porque lo conocido puede cambiar, o puede que nos lo qui-
ten, o que le agreguen algo. Pero la mente opera siempre en
el campo de lo conocido porque ahí se siente segura. Por lo
tanto, lo conocido es el hábito, lo conocido es ei conoci-
miento, o sea, el conocimiento científico, tecnológico y el
conocimiento de mis propias experiencias. Y en eso hay un
hábito mecânico, por supuesto. Ahora pregunto: puede ia
mente moverse desde lo conocido, no en ío desconocido —
no sé lo que eso significa—, sino ser libre y salirse fuera de los
márgenes de lo conocido?
Mire. Si yo conozco todo acerca dei motor de combus-
tión, puedo continuar experimentando en la misma direc-
dón, pero con limitaciones. Debo encontrar algo nuevo,
tiene que haber otro modo de generar energia.
I: i Diría eso la mente si buscara la seguridad de Io conocido?
K: No estoy hablando de seguridad en este momento.
I: jiQuiere usted decir que ha de haber una falta de continui-
dad? En tecnologia, para que suceda algo nuevo, tiene que
producirse una ruptura de la continuidad.
K: Correcto. Eso es Io que ocurre. De otro modo, el hombre no
podría haber inventado el avión a reaccion; tiene que haber
mirado el problema de una manera diferente. ^Entienden
todo esto? Mi mente siempre funciona en el campo de ío

140
conocido con modificaciones, y eso es hábito. En la relación
con los seres humanos, en el pensamiento —que es Ia respues-
ta de la memória y que siempre está dentro dei âmbito de lo
conocido—yo me identifico con lo desconocido por medio de
lo conocido. Por lo tanto, pregunto: la mente debe funcionar
con lo conocido, porque de otro modo uno no podría hablar,
pero ^puede la mente funcionar también sin hábito alguno?
I: ^Formula la mente esa pregunta porque actuar por hábito es
infructuoso?
K: No estoy pensando en el êxito.
I: ,:Pero qué impulsaria a la mente a formularse esta pregunta?
K: Mi mente dice: «Esto no es suficiente, quiero más». Elía
quiere descubrir más y no puede hacerlo dentro dei campo
de lo conocido. Sólo puede expandir ese campo.
I: Pero tiene que ser consciente de las limitaciones.
K: Me doy cuenta, y me digo: puedo funcionar dentro dei cam­
po de lo conocido, siempre puedo expandido o contraerío,
horizontalmente, verticaímente, de cualquier manera, pero
eso está siempre dentro dei campo de lo conocido. Mi mente
dice: comprendo eso muy bien. Y así, como es curiosa, se pre­
gunta: ^puede vivir la mente y funcionar sin hábito alguno?
I: ^Es ésa una pregunta diferente?
K: Ahora estoy hablando de lo psicológico, de lo interno. Pare­
ce que toda la actividad mental que tiene lugar en la psique
es una continuidad dei hábito, y eso toda la vida.
I: ^Existe realmente un impulso o algo... ?
K: Yo genero un impulso. La mente misma genera el impulso
para investigar, no porque quiera encontrar algo en concreto.
I: Este es un punto muy delicado, parece ser la clave para al-
guna dificultad. ^Por qué -si es que puedo formular la pre­
gunta- dice la mente: veo la necesidad de vivir sin hábitos
psicológicos ?
K: Yo no veo la necesidad, no estoy planteando nada. Sólo di­
go que he visto cómo funciona la mente en el campo de lo

141
conocido: se contrae, se expande horizontalmente o verti­
calmente, o se reduce a nada, pero siempre dentro de ese
campo. Y mi mente pregunta; ^existe una manera de vivir
-no Io sé, ni siquiera lo planteo- en la que no haya hábito
en absoluto?
Volvamos, pues. ^Saben en qué están pensando todo el
día? Usted dice, sí, pienso ep mí mismo, vagamente o con­
cretamente, o de manera sutil o más refinada, pero siempre
en torno a eso. Puede existir el amor cuando la mente está
ocupada consigo misma todo el tiempo? Usted dice: «No».
IPor qué?
I : Porque si usted piensa en sí mismo todo el tiempo, no pue-
de...
K : Por lo tanto, usted nunca puede decir: «Te amo», hasta que
deje de pensar en sí mismo. Cuando un hombre es ambicio­
so, competitivo, imitativo —lo cual forma parte dei pensar
en uno mismo-, ^puede haber amor? Por eso nosotros tene-
mos que encontrar un modo de vivir libre dei hábito. Pero
el hábito puede ser utilizado, lo conocido puede ser utiliza­
do -yo no Ilamaría hábito a eso- de una manera diferente,
dependiendo de las circunstancias, de la situadón, etcétera.
^Entonces, es el amor un hábito? El placer es hábito, ^ver-
dad? ^Es placer el amor?
I : Senor, ^qué quiere usted decir con amor?
K : No lo sé. Le diré lo que no es amor, y cuando eso no exista
en usted, existirá lo otro. Escuche esto: ahí donde está lo
conocido, no hay amor.
I : Por lo tanto, uno tiene que averiguar primero qué es el hábito,
y después hacer lo mismo con respecto a lo que no es hábito.
K : Lo hemos descubierto, hemos dicho: el hábito es la conti-
nuidad de la acdón dentro dei campo de lo conocido. Lo
conocido es el manana. Manana es domingo y voy a dar
un paseo en coche -lo sé, lo he planeado-. ^Puedo decir:
«Manana amaré»?

142
I- l: No.
1-2: Yo si.
K : £Qué quiere dear «Manana te amare» ?
1: Nosotros prometemos eso.
K : ;En una iglesia, quiere decir? Eso significa que el amor está
dentro dei campo de lo conocido y, por Io tanto, dentro dei
tiempo.
I : Pero si usted ama una vez, puede dejar de amar repentina­
mente?
K : jYo la amé una vez y ahora estoy aburrido de usted!
I : Si usted ama a alguien hoy, puede amado mafíana.
K : ^Cómo lo sabe? Yo la amo hoy, pero usted quiere estar se­
gura de que la amaré mafíana y, por consiguiente, digo:
«Manana te amaré, querida».
I : Eso es otra cosa.
K : Pregunto: ^el amor tiene un manana? El hábito tiene un
manana porque continúa. <;Es el amor una continuidad?
^Es el amor identificadón -am o a mi mujer, a mi hijo, a
mi D ios?- Por lo tanto, usted tiene que comprender real­
mente, no sólo verbalmente, Ia totalidad dei proceso, la es-
tructura y naturaleza de lo conocido, tiene que comprender
todo su alcance internamente, como cada uno se mueve
siempre dentro de ese campo, pensando siempre desde ese
campo. Usted se aferra al manana porque éste se proyecta
desde lo conocido.
Para comprender verdaderamente esto, tiene que com­
prender todo lo que hemos dicho, tiene que saber lo que
piensa y por qué lo piensa, y tiene que observado.
I : Uno puede saber lo que piensa, pero no siempre sabe por
qué lo piensa.
K : Oh, sí, eso es bastante simple. Yo quiero saber por qué pien-
so, por qué interviene el pensamiento. Ayer fui a ver al sas-
tre y me olvidé el reloj. Anoche lo busqué y al acordarme
de eso, dije: «Qué descuido, qué falta de consideración por

143
mi parte dejario ahí, ocasionando moléstias» —todo eso pasó
por mi mente.
I: Guando usted dice que fue desconsiderado por su parte, se
está identificando consigo mismo.
K: No. Yo me olvidé el reloj. Eso significa que ellos tienen que
tomarse la moléstia de cuidado, alguien podría apropiárse-
lo 7 ellos serían los responsables, todo eso. Y 70 pensaba en
eso, 7 sé por qué surgió toda esta dinâmica de pensamien-
to respecto a ese único incidente. Observé todo el flujo de
pensamientos; uno puede conocer el principio 7 el final dei
pensamiento -jparecen ustedes mu7 perplejos!—, he pensado
en ello 7 puedo terminar con ello. Dejé mi relo] allá 7 pense
que lo babía perdido. Lo he tenido durante mucho tiempo, lo
he cuidado. Podría haberlo regalado, pero no perderlo. jY se
ha perdido! —se acabo—. Ya no pensaré más en ello. Ahora, \a
observar cada pensamiento, a prestarle atenciòn! Cada pensa­
miento es significativo si te adentras en él; ustedes pueden ver
su orígen 7 su final, no continuar con él interminablemente.
I: i í usted dice, senor, que si uno ve por qué se origina el pen­
samiento, podrá ver su final?
K: No, mire. ^Existe un pensamiento individual que esté sepa­
rado de otro pensamiento? ^Están separados todos los pen­
samientos o están relacionados entre sí? ^Qué dice usted?
I: Están relacionados.
K: ,;Está seguro?
I: Bueno, todos ellos provienen el uno dei otro.
K: Si 70 comprendo que están relacionados entre sí, o si com-
prendo el trasfondo desde el cual brotan todos los pensa­
mientos. ..
I: Eso es lo complicado.
K: Observar sin ninguna pregunta que quiera obtener una res-
puesta supone una atenciòn infinita; no puede haber impa­
ciência, sino que se trata de observar con atenciòn. Entonces
todo sale a la luz. Si usted 7 70 discutimos, no quiero cargar

144
con ello en mi mente, en el pensamiento, quiero que se ter­
mine. Iré a verle y le diré: «Lo siento, no quise decir eso», y
se termino. ^Pero acaso hago eso?
<Han aprendido mucho en esta manana? No si han
«aprendido», sino que si están «aprendiendo»; eso es lo que
significa aprender.

145
Capítulo 11
Oposición v conformismo. tPodemos
educamos para encarar la vida
plenamente? Las limifaciones de (os
agrados y desagrados personales.
El observador

Interlocutor: Estuvimos hablando acerca de por qué uno no pue-


de decir que ama a alguien.
Krishnam urti: ^Podemos abordado de otro modo? ^Saben uste-
des lo que es la agresividad? Significa oponerse, ir en contra
de algo. De ahí surge la pregunta: ^cómo van a encarar uste-
des la vida después de su paso por aqui y de conseguir ser lo
que llamamos personas educadas? ,;Quieren que la sociedad,
la cultura en la que viven los absorba, o van a oponerse a ella,
a rebelarse en su contra, lo cual seria una reacción y no una
acción total? ^Van a recorrer el camino fácil de la vida, o sea,
amoldarse, imitar, ajustarse a un patrón, ya sea el orden esta-
blecido o algo diferente a lo establecido? serán seres hu­
manos completamente diferentes, que se dan cuenta y saben
que han de enfrentarse a la adversidad y a las contrariedades,
y que, por lo tanto, no existe un camino fácil de satisfacción?
Porque la mayoría de nosotros desea una vida cómoda, bien-
estar, una vida sin problemas, lo cual es casi imposible; y
cuando ustedes se enfrenten a las contrariedades, ^buirán de
ellas? «No me gusta este lugar, esta gente, este empleo», por
lo tanto, me voy, huyo para hacer otra cosa que me dé más

147
satisfacción. <;Usan usted.es a otros para su propía satisfac-
ción? Y ,;es el amor la utilización de otros -sea sexualmente o
como companía o para la propia satisfacción personal- no de
manera superficial) sino mucho más profundamente?
^Cómo van a enfrentarse ustedes a todo esto que es la
vida? Las personas que en el mundo se ilaman educadas, las
que han ido al colégio, a la universidad, las que tienen un
buen empleo, encajan en un lugar, se quedan ahí y progre-
san. Tienen sus preocupaciones y sus contrariedades.
Uno puede aprobar un examen y conseguir un empleo,
o puede ser que uno haya sido educado tecnologicamente.
Pero desde el punto de vista psicológico, uno no conoce nada
acerca de sí mismo: es infeliz, desdichado porque no puede
lograr esto o aquello, discute con su esposa o su esposo -ya
saben lo que ocurre—. Y todas ellas son personas muy educa­
das que han leído libros, pero que han descuidado la totali-
dad dei campo de la vida. Y 1a gente que no ha recibido una
educación hace lo mismo. Ustedes van a ser educados —no sé
por qué, pero van a serio—;y luego qué? llevar una vida
cómoda? No estoy en contra de la comodidad, pero si ustedes
buscan comodidad en la vida, ésta se vueíve bastante triste,
superficial, y entonces tienen que conformarse hasta niveles
extraordinários a la estructura cultural en la que viven. Y si
se rebelan contra 1a cultura y se unen a un grupo que tíene
su propio patrón, también tendrán que encajar dentro de eso.
Vemos que la mayoría de los seres humanos de todo el
mundo quieren estar seguros, a salvo, cómodos, quieren üe-
var una vida de placer sín demasiadas contrariedades. Se
conforman superficialmente, pero a su vez, se rebelen con­
tra el conformismo, se vuelvan respetables superficialmen­
te, pero en su interior son rebeldes. Consiguen un empleo,
se casan, tienen hijos y responsabilidades, pero como la
mente quiere mucho más que eso, viven descontentos, mo-
viéndose de una cosa a otra. Al ver la totalidad de todo esto,

148
no sólo un segmento, una fracción de ello, ^qué van a hacer
todos ustedes? O es una pregunta que no pueden contestar
a la edad que tienen? Tal vez sean demasiado jóvenes, con
sus propias ocupaciones, y lo otro pueda esperar.
I: Uno sabe lo que le gustaría hacer.
K: Usted sabe lo que quiere hacer?
/: Yo sé lo que me gustaría hacer.
K: ,;Qué es lo que le gustaría hacer? jA mí me gustaría ser la
reina de Inglaterra! O la cosa más grandiosa, y no puedo.
No tengo la capacidad. Por lo tanto, cuando usted dice que
le gustaría hacer algo es porque le da placer, le da satisfac-
ción, eso es lo que todo el mundo desea: bienestar, placer,
satisfacción. «Esto es Io que quiero hacer porque me siento
feliz haciéndolo». Y cuando a lo largo de ese sendero se en-
cuentra con alguna contrariedad, no sabe como encarar­
ia y entonces trata de escapar. Sabe, ésta es una cuestión
realmente difícil, no es tan sencillo dedr lo que a uno le
gustaría hacer. Se trata de un asunto muy complejo, por eso
dije: ;es esto preguntar demasiado? ;0 a la edad que tienen
ya están comenzando a vislumbrar lo que quieren hacer, no
sólo el próximo ano, sino para el resto de sus vidas?
I: No somos demasiado jóvenes.
K: No lo sé. No sé si son demasiado viejos o demasiado jóve­
nes. Son ustedes los que tienen que contestar a eso, no yo.
Les estoy exponiendo esto para que lo investiguen.
I: Algunos de nosotros somos ya demasiado viejos. Ya estamos
definidos. Ya hemos tenido experiencias, etcétera, y eso nos
hace estar muy aburridos de Ia vida.
K: El otro día, hablamos sobre el hecho de que siempre pen­
samos acerca de nosotros mismos. Y cuando usted piensa
acerca de sí mismo, ;oo suele hacerío en tomo a lo que le
proporciona el placer más intenso? «Vòy a hacer esto por­
que va a darme una tremenda satisfacción». ^Cómo enca­
ra, entonces, todas estas cosas? ,jNo deberían ser educados

149
no solo en geografia, matemáticas, historia, etcétera, sino
también en este campo, donde tienen que descubrir por sí
mismos cómo vivir en este mundo monstruoso? ^No es eso
parte de la educación? Ahora bíen, ^cómo podrían ustedes
configurar su educación de tal modo que les permitiera en-
frentarse a esta vida? ,;Esperan que algún otro los eduque,
tal como los educan en matemáticas y demás matérias?
I: No.
K ; ^No? ^Está completamente seguro? Si nadie va a educar-
lo en términos de lo psicológico, con respecto a la forma
de vivir la vida interior, ,;cómo lo hará usted? i Cómo va
a educarse a sí mismo? i Sabe lo que está sucediendo en el
mundo? Aparte de las monstruosidades, de las guerras y las
carnicerías y todas las cosas terribles que ocurren, las per-
sonas que piensan que saben, están tratando de educados a
ustedes. No me refiero al mundo tecnológico, eso está claro,
es un hecho, simple.
El otro día, en la televisión, un obispo dijo: el conoci-
miento de Dios es amor, y si ustedes no tienen conocimiento
de Dios no pueden vivir, la vida carece de sentido. ^Entien-
den? Ahora bien, ésa es una declaración categórica hecha
por un obispo bien conocido, o por quien sea que fuere. Lo
escuché y dije: estoy aprendiendo, quiero descubrir, Quiero
que se me eduque. Y él tiene explicaciones razonables, y uno
mira su collar, o su capa, o su mitra y dice: «Oh, es un sacer­
dote, es un hombre viejo que está repitiendo los sermones
de siempre». Eso no tiene ningún valor, y uno lo descarta.
Y luego aparece un hombre y nos ofrece un patrón de vida
-escuchen esto, por favor- que parece razonable, lógico, y
debido a su personalidad, su apariencia, al modo en que se
viste.y camina —ya conocen todos los trucos—ustedes dicen:
«Sí, él ha alcanzado algo». Y lo escuchan. Y solamente con
escucharlo se condicionan con lo que él dice, ^no es así?
I: Depende de cómo uno escucha.

150
K : Si usted no sabe como escuchar a ese obispo, dirá: «Qué
razonable, él dice que hemos vivido de este modo durante
dos mil anos y ése es el modo correcto, el conocimiento de
Dios». Lo escucho y hay algo que me atrae, así que lo acepto.
Él me influye. Y también me influye un hombre que dice:
«Haz esto y obtendrás la iluminaciòn». Por Io tanto, recibo
la influencia de todo lo que me rodea. ^Qué debo hacer? Yo
quiero educarme a mí mismo, porque veo claramente que
nadie va a educarme en ese campo. Porque ellos no se han
educado a sí mismos, nunca han investigado y examinado,
no han intentado investigar, no han mirado y observado,
sino que se han ajustado a un patrón, a un modelo, ya sea el
modelo zen, el cristiano o el comunista, y tratan de ensenar-
me a vivir de acuerdo con ese patrón. Ellos no se han educa­
do a sí mismos en el sentido que estamos hablando, aunque
puedan ser hábiles oradores con buenos argumentos. De
modo que, ^cómo me va a ayudar a educarme a mí mismo
en lo psicológico?, <;por dónde empezar? Veo que si no hago
eso me convertiré en un hombre desequilibrado. Puedo ser
muy bueno escribiendo una redacción y conseguir títulos,
^pero luego qué? Todo lo demás que forma mi vida estará
abandonado. Entonces, ^cómo voy a educarme a mí mismo,
cómo voy a madurar en un campo en el que muy poca gente
se toma la moléstia de investigar, de indagar? O en caso de
haberlo hecho, han impuesto su pensar sobre otros, no han
ayudado a que los demás lo descubran por sí mismos. No sé
si ustedes ven esto. Comprenden de qué estoy hablando?
Freud, Jung, Adler y otros analistas han investigado y han
expuesto determinados hechos en este âmbito, después de
explorar el comportamiento relacionado con el condiciona-
miento de la infancia, formularon ciertas pautas. Uno puede
investigar en esa dirección y obtener más información al res-
pecto, pero no estará aprendiendo acerca de sí mismo, estará
aprendiendo de acuerdo con lo que dice otra persona. Así

151
pues, ^cómo van a actuar usted.es, sabiendo lo que es la vida,
lo que está ocurriendo en el mundo, las guerras, el antago­
nismo, los políticos, los sacerdotes, los hippies con su poqui-
to de filosofia, la gente que toma drogas, los que organizan
comunidades y el odio entre las diversas clases? Eso es lo que
sucede fuera, y en lo interno, la gente es ambiciosa, está llena
de codicia, envidia, es ágresiva, violenta, se explotan los unos
a los otros. Estos son hechos, No estoy exagerando.
Ahora, viendo todo esto, ^qué es lo que he de hacer? ;He
de ajustarme a algún patrón que me resulte cómodo, que
responda a lo que quiero hacer, una satisfacción para mí
mismo? Porque si ustedes no tienen cierta chispa, una llama
interior ahora, a la edad de quince, dieciséis, veinte o vein-
ticinco anos, va a ser muy difícil cuando tengan cincuenta.
Entonces será mucho más difícil cambiar. <;Qué he de hacer,
pues? ;Cómo he de enfrentarme a todo esto, cómo voy a
mirarlo, cómo voy a escuchar todo este terrible ruido, los
sacerdotes, los técnicos, el hombre talentoso, los obreros, las
continuas huelgas? ^He de escoger un ruido concreto que me
atraiga y seguir ese ruido durante el resto de mi vida? ^Qué
he de hacer? Este es un enorme problema, no es tan sencilio.
I: Yo quiero experimentar.
K: iExperimentar?
I: Dejar que las cosas vengan a mí.
K: Escuche lo que digo. «Al ver todo esto, yo no sé qué hacer.
Como no sé qué hacer voy a procurar una salida fácil. Es
lo que hago por norma general». No se engane a sí mismo.
Éste es un problema enormemente complejo.
I: Pero encontrar la vía fácil no es algo real.
K: Espere, no estoy dei todo seguro. Me enfrento a todo este
terrible estruendo que está ocurriendo, al griterío, a la pre-
sión, y descubro que existe una salida fácil, me hago monje.
Eso ocurre en ciertas partes dei mundo porque la gente ya no
confia en los políticos, en los científicos, en los tecnócratas,

152
en los predicadores. Y por eso digo: «Yoy a apartarme de
todo esto y voy a hacerme monje solitário con mi plato de
limosna». Es lo que hacen en la índia. O, al no saber qué
hacer, voy a la deriva. ^Saben lo que eso significa? Seguir con
lo mismo, día tras día, sin preocuparse. O si uno debe en­
contrar una salida, se fuerza a sí mismo o se une a un grupo
que cree estar muy adelantado. ^Es eso lo que van a hacer
todos ustedes? SÍ yo tuviera aqui una hija o un hijo, ésa seria
mi preocupación como padre, estaria tremendamente preo­
cupado. Y Brockwood se preocupa -para mi esto es de vital
importância-. Todos ustedes pueden ir a colégios y universi­
dades, conseguir un título y un empleo. Pero eso es demasia­
do simple, esa salida tampoco resuelve nada. Por lo tanto, si
yo tuviera un hijo o una hija, preguntaría: «^Cómo van a
educados en ese campo donde no demuestran interés por sí
mismos?». Los demás lugares no saben como ayudarles a
comprender ese inmenso campo que ha sido descuidado.
Yo sé Io que haría; le diría a mi hija o hijo: mira, escucha
todo esto, escucha todo ei ruido que hay en el mundo, no
tomes partido, no saques ninguna conclusión, simplemente
escucha. No digas que un ruido es mejor que otro; todos
son ruidos, de modo que primero escucha. Y escucha tam-
bién tu propio ruido, tu propio parloteo, tus deseos -«yo
quiero ser esto y no quiero ser aquello»—, descubre qué sig­
nifica escuchar. Investiga, no dejes que te lo cuenten. Há-
blalo conmigo y descubre primero su significado. Investiga
qué significa pensar, por qué piensas, cuál es el trasfondo de
tu pensamiento. Obsérvate a ti mismo, no te vuelvas egoísta
en ese observar. Interésate profundamente en Ia observa-
ción, ésta es una expansión más amplia de uno mismo.
I : (jDijo usted que tener un profundo interés por la observa-
ción es una expansión más amplia dei propio «yo»?
K : Dije, obsérvate a tí mismo. Si yo fuera un padre estaria muy
preocupado con el problema, con la cuestión de cómo edu-

153
car a mis hijos en este campo donde no existe un entendi-
miento real o ayuda. Eso es lo que quise decir. Pero luego
dije: si te observas a ti mismo corres el enorme peligro de
volver te egoísta. Uno debe observar eso también.
Y también dije que me gustaría conversar con el grupo,
descubrir cómo piensan ustedes, por qué piensan y en qué
piensan. No con el fin de.cambiar, reprimir o superar al­
go, sino para descubrir por qué piensan ustedes. jProsigan,
cuestiónenlo! Yo no sé si se han dado cuenta de que la ma-
yoría de los libros, toda la estructura social, religiosa, moral
y ética, la relación entre los seres humanos, todo está basado
en el pensamiento.
I : Sí.
K : «Esto está bien, esto está mal, esto debería ser, esto no de-
bería ser», todo se basa en la estructura dei pensamiento.
^Están seguros? No me den la razón.
Ahora quiero descubrir si ése es el modo de vivir: un
vivir basado por completo en el pensamiento, en lo que me
agrada y me desagrada, en lo que deseo hacer y lo que no.
Probablemente ustedes nunca piensan en eso. Háganlo aho­
ra.
I : Porque nuestro pensar se limita a lo que deseamos o a lo que
no deseamos. Todo eso proviene dei «yo».

154
Capítulo 12
Aprender acerca dei miedo. Estar
despiertos al propio condicíonamiento.
La dependencia y la soledad. El estado de
creatividad. La sensibilidad. Percibir la
belleza

Interlocutor: ,;Uno es siempre egocêntrico, senor? Ésta es una


pregunta que encuentro difícil de contestar por mí mismo,
K rishnam urti; Estamos aquí, en una bella zona rural, viviendo
en una pequena comunidad donde el relacionarse tiene una
enorme importância. ^Podemos vivir aquí con esa cualidad
de la mente y dei sentimiento que no es totalmente egocên­
trica? Entonces, cuando dejemos este lugar —lo cual debere-
mos hacer- quizá seamos capaces de vivir en el mundo de
otra manera, actuar de forma diferente, con un sentimiento
y un afecto diferentes. Y viviremos así no sólo ocasional­
mente, sino con un sentido más profundo en significación
y valor, y con un sentimiento de sacralidad. Pienso que uno
ha de estar libre de miedo, o ha de comprender en quê con­
siste. La mayoría de nosotros tenemos miedo de algo, p o es
así? ,;Ustedes saben a quê tíenen miedo?
I : En este momento no.
K : De acuerdo, porque está sentado aquí, a salvo. Pero en ge­
neral, ^quê es lo que temémos? ,;Sabe usted de quê tiene
miedo?
I: De lo desconocido.

155
K : ^Lo desconocido? ^Qué quiere decir con «lo desconocido» ?
^El manana? ,;Lo que va a sucederle, cómo será el mundo
cuando usted crezca y tenga que enfrentarse a todo el albo-
roto, la confusión y la absurdez que hay en él? ;Es eso lo que
teme?
I: Bueno, eso es lo que quiero decir con lo desconocido,
K : l í cómo va a liberarse de ese miedo de tal forma que pueda
enfrentarse al mundo sin ceguera, sin aislarse, sin reaccio-
nar de manera neurótica a lo que el mundo es? i Cómo va a
encarar eso? Si tiene miedo no va a poder afrontado, ^ver-
dad? jExplórelo conmigo! Si tiene cualquier clase de creencia
acerca dei modo en que debe comportarse en el mundo, en
ese mundo tan caótico que uno tanto teme, si usted ya ha
establecido un patrón de conducta con ese fin, ^no hará esa
idea, esa conclusión, que todo resulte mucho más difícil?
Sofia, Laurence, ^saben a qué denen miedo? /Temen a sus
padres? <;Tienen miedo de no ser como los demás que lievan
el pelo largo, que fuman, que beben, que se divierten? /Tie-
nen miedo de ser un poco excêntricas, estrafalarias, diferen­
tes? ;Temen ser únicas, temen quedarse solas? /Tienen miedo
de lo que la gente pueda decir? i Miedo de no lograr una vida
provechosa en el sentido de tener dinero, bienes, una casa, un
marido o una esposa, etcétera? ^Es eso lo que temen? Siento
que si no fumo es socialmente raro y no encajo; por lo tanto,
debo forzarme a fumar y a hacer las cosas que ellos hacen. Me
da un poco de miedo el no llegar a amoldarme. ;Es eso lo que
temen: no amoldarse, no imitar, no encajar en el patrón, ser
personas íntegras? ;D e qué tienen miedo entonces? /Y”van a
cargar con toda esa clase de miedos durante toda su vida?
;Saben lo que hace el miedo? Los vueíve agresivos,
violentos. O hace que se aparten y se vueívan ligeramente
neuróticos, excêntricos, peculiares; o que vivan ciegos con
respecto a sí mismos, que se resistan a cualquier clase de
relación, edificando un muro a su alrededor, mientras ese

156
miedo continua machacándolos. De modo que si no resuel-
ven estos miedos ahora, cuando son jóvenes, lozanos, ahora
que tienen una gran vitalidad y energia, más tarde no po-
drán hacerlo, será mucho más difícil.
Por lo tanto, ^no deberíamos considerar cuáles son
nuestros miedos y ver si podemos liberamos de elíos ahora,
mientras estamos protegidos, mientras estamos aqui donde
nos sentimos «en casa», donde unos y otros nos encontra­
mos todo el tiempo? ^Quieren que hablemos de esto?
I: Si.
K : ^Cómo investigan ustedes eí problema dei miedo? Por
ejemplo, usted tiene miedo de lo desconocido, siendo lo
desconocido el mahana. Tiene usted que enfrentarse a este
mundo tan caótico, loco, vulgar y violento y no puede ha­
cerlo por su miedo aí futuro, i Como sabe usted qué es lo
que el futuro le depara? por qué le tiene miedo?
I: iAcaso no proyectamos en el futuro una imagen de noso-
tros mismos? Y entonces tenemos miedo de no poder estar
a la altura de esa imagen.
K : Usted tiene una imagen de si mismo, y si no puede vivir de
acuerdo con esa imagen, se siente atemorizado. Ese es uno
de los miedos, ^verdad? É1 acaba de decir que teme lo des­
conocido, o sea, el manana, el mundo, su posición en el
mundo, lo que va a sucederle en el futuro, si conseguirá ser
un hombre de negocios o jardinero. ^Cónio van a afrontar
eso ustedes? ;Cómo van a comprender el miedo a lo desco­
nocido? Porque si están atemorizados ahora, cuando enve-
jezcan eso irá de mal en peor, ^no es así?
<;Por qué piensan en el futuro? ^Por qué miran el futuro
con respecto a lo que son ahora? Ustedes son jóvenes, tienen
quince anos, diecisiete, los que sean, ,>cómo saben lo que
serán. dentro de veinte anos? ^E1 miedo existe porque tienen
una imagen de sí mismos o dei mundo tal como será dentro
de veinte anos?

157
I: Hemos sido condicionados para tener una imagen así.
K: i Quién los condiciona? ^La sociedad, la cultura?
I: Todo el entorno.
K: Y bien, ;por qué se someten a eso?
I: Por miedo, otra vez.
K: Y eso, ^qué significa? Investíguelo. Usted siente que tiene
que amoldarse y no quiere liacerlo. Dice: «No quiero amol-
darme» y, sin embargo, se amolda. Usted tiene una imagen
de sí mismo creada por la cultura en la que vive, y díce:
«Esa imagen debe ajustarse al patrón». Pero puede que no se
ajuste, y a usted le da miedo. ^Es así? ^Por qué tiene una ima­
gen de sí mismo o dei mundo? El mundo es cruel, brutal,
duro, violento, está lleno de competitividad y de odio; todo
el mundo trata de conseguir un empleo, íuchan, lucban, lu-
chan. Eso es un hecho, ^verdad? ,jPor qué tiene una imagen
de eso? ;Por qué no dice: «Eso es un hecho»? El sol brilla; eso
es un hecho. O hace un día nublado; eso es un hecho. Uno
no lucha contra el hecho. Es lo que es. ^Quiere usted encajar
en eso? Quiere aceptar el mundo tal como es? ;Aceptarlo,
unirse a él y volverse como él? ,;Acaso quiere ser eso?
I: Bueno, uno no lo quiere. ....
K : Antes de nada, véalo, simplemente observe. El mundo es
así, ^verdad? El mundo ha creado la cultura en la que usted
ha nacido. Esa cultura lo ha condicionado, y ese condicio-
namiento dice: debes ajustarte; ya se trate de un contexto
comunista, católico o hindú. Y ahora ustedes están aquí
para que se los eduque, no sólo con libros, sino para que
además puedan comprenderse a sí mismos en profimdidad.
Por lo tanto, deben preguntarse si desean encajar en todo
eso. ^Quieren ajustarse al patrón para el cual la cultura los
ha condicionado, quieren encajar en eso?
I : Es obvio que no.
K : No diga: «Es obvio que no».
I: Creo que la mayoría de las personas lo hacen.

158
K : Olvídese de los demás.
I: Nosotros no queremos.
K : No diga: «La mayoría de Ias personas lo hacen»; ellos ni
siquiera piensan en ello, se limitan a seguir la corriente dei
resto. Aqui nosotros estamos pensando en ello, mirándolo,
cuestionándolo. ^Sabe lo que significa no amoídarse a algo?
Significa ir contra toda la estructura de la sociedad. Usted
se opone a la totalidad de la cultura en lo moral, en los ne­
gócios, en la religion; lo que significa que tiene que quedarse
solo. Puede que se muera de hambre, que no tenga trabajo,
dinero, tiene que quedarse solo. ^Puede bacerlo? ^Va a ha-
cerlo? No lo sabe, ^verdad? Puede que sí o puede que no.
Ese es uno de nuestros miedos, ^no es así? Uno de los
mayores miedos de nuestra vida está relacionado con el he-
clio de amoídarse. Si usted se amolda, entonces se vuelve
como los demás, y eso es mucbo más fácil. Pero si no se
amolda, entonces el mundo entero está contra usted. Y esto
es muy serio: a menos que usted tenga la inteligência sufi­
ciente para hacerle frente al mundo, será destruido. Si uno
tiene miedo, no puede tener esa inteligência. O puede que
se case y que su mujer quiera amoídarse y usted no. jEnton­
ces estará atrapado! Tendrá hijos antes de saber dònde está,
lo cual es muclio peor porque entonces tendrá que ganar
dinero para mantener a sus hijos.
I : Entonces uno se encuentra otra vez con lo mismo.
K : Entonces está atrapado. De ahora en adelante, pues, tiene
que considerar la totalidad dei problema, investigado, com-
prenderlo. No se limite a decir: «Tengo miedo». Usted ve
que la cultura en la que hemos nacido nos obliga a amoldar-
nos, ,mo es así? Hace que usted se amolde y le hace sentirse
envidioso por no ser como algún otro.
De modo que el sometimiento y la comparación lo vuel-
ven temeroso, ^me sigue? En el hogar, en la escuela, en el
colégio, y ctiando están afuera en el mundo, la vida se basa

159
en eso. Por consiguiente, si uno tiene miedo, está atrapado
para siempre. Pero puede decir: «No voy a tener miedo,
vamos a examinarlo, vamos a descubrir de qué manera se
puede vivir en este mundo que exige aceptación, compa-
ración y sometimiento». ^Cómo puede usted vivir en este
mundo sin miedo, sin amoldarse, sin compararse siempre?
Si sabe cómo vivir de ese. modo, entonces nunca tendrá
miedo. ^Comprende?
Empiece aqui, no espere a tener cincuenta anos. Empie-
ce aqui, ahora que es muy joven, y descubra cómo vivir una
vida realmente inteligente libre de imitación, comparación
y sometimiento, una vida sin miedo. Mientras son jóvenes,
sus células cerebrales tienen una actividad mucho mayor,
son mucho más flexibles, más inquisitivas. Más tarde, cuan-
do sean más viejos, estarán condicionados, tendrán una fa­
mília, una casa: «Yo no puedo pensar en otra cosa que en los
negocios, es peligroso pensar más». Abora bien, ^cómo va a
vivir usted una vida en la que no se compare ni se amolde
porque no tiene miedo? ;Qué significa eso? El miedo se
engendra, se alimenta, cuando usted tiene una imagen de si
mismo y tiene que amoldarse a esa imagen. Usted, esa ima­
gen, quiere sometimiento. Ahora tenemos que examinar
muy cuidadosamente qué es el sometimiento. dQué entien-
de por someterse o amoldarse? Usted lleva el pelo largo; ^lo
lleva porque otros chicos y chicas y gente mayor también
llevan el peio largo? Todos los cantantes pop llevan el pelo
largo. ;H an visto sus caras? ^Quieren ser así? ^Considera
que llevar el pelo largo y sucio —como usted lo lleva- es
amoldarse? ;Lo bace porque otros lo bacen?
I : Si usted lleva el pelo corto también se está amoldando.
K : ^Se amolda usted? Usted lleva el pelo largo; ^se está amol­
dando?, usa sandalias porque otros las usan? -caminar por
Piccadilly o por la Quinta Avenida con los pies descalzos-,
lUsted también va por ahí con los pies descalzos?

160
I: Suelo pensar que ése es el condicíonamiento en el que vivi-
mos.
K : Lo que significa que ^está reaccionando contra el pelo cor­
to? Le diré por qué llevo yo el pelo corto. He tenido el pelo
hasta la cintura, mucho más largo que cualquiera de ustedes
aqui. Y cuando por primera vez vine a Inglaterra y fui a
la escuela, solían decirme: «jCórtate el pelo!». Pongan sus
mentes a investigar por qué llevan el pelo largo. <>Lo hacen
porque otros lo hacen o porque les gusta?
I : A mí me gusta.
K : ,;Q.ué significa eso? ^Le gusta llevarlo así porque ahorra di-
nero en peluquería? (R isas), Tiene que mantenerlo limpío,
bien peinado, de otro modo resulta feo. <:Lo hace porque
le gusta? Êsa es una buena razón, ^no es así? Eso significa
que usted no se está amoldando, porque manana la moda
será llevar el pelo corto. ^Llevarán todos entonces el pelo
corto? Entonces usted lo hace porque quiere hacerlo, con
independencia de lo que hagan otros?
I: ^No pasa lo mismo con la ropa?
K : (jVisten ustedes estas ropas extranas porque otros lo hacen?
I : A todos los chicos les preocupa su apariencia, en mayor o
menor grado.
K : Correcto. Usted piensa que esto da una buena apariencia,
Entonces, ^resultan agradables cuando visten ropas sucias?
I: Puede que usted piense eso.
K : . ^Lo hace porque le gusta o porque desea amoldarse?
I: No necesariamente porque uno desee amoldarse.
K : [Investigue! No diga: «No necesariamente».
I : Pienso que todo es una cuestión de agrado y desagrado.
K : Yo pregunto: los cantantes pop usan pantalones morados y
camisas amarillas; ustedes los han visto, Ellos dicen: «Me
gusta esta topa, me favorece», ^es por eso por lo que ustedes
lo hacen? Así que el pelo, la ropa, el modo en que pien-
san, en que sienten, ^es así porque los demás sienten de ese

161
modo? Los demás son franceses, alemanes, judios, hindúes,
budistas, católicos, y ustedes se vuelven lo uno o lo otro
porque es ío más cómodo. ;Es por eso por lo que siguen
algo? O dicen: ,:«No, todo eso es falso, no seré como eso»?
Así que primero investiguen por qué llevan el pelo largo
y usan este tipo de ropa, ya sean ustedes americanos, fran­
ceses o alemanes, de tal modo que comiencen a ejercitar
su mente. Miren, mientras ustedes son jóvenes, si no son
revolucionários ahora -no me refiero a poner bombas, lo
cual no es revolución en absoluto-, si no son inquisitivos, si
no cuestionan, si no dudan, si no se miran a sí mismos para
descubrir qué es lo que piensan e investigan todo el campo
de su propio ser, más tarde todo ello será mucho más difícil.
I: Pienso que el punto principal en todo esto es el miedo. Por
ejemplo, digamos que yo llevo el pelo largo; si me lo corto
es porque sé que todo me será más fácil y no tendré ningún
problema. Personalmente siento que la mayoría de las cosas
las hago por seguridad, por comodidad.
K: Comprendo. De modo que usted tiene miedo. ;Por qué?
1: Miedo de no encajar en el patrón corriente.
K: Entonces, ^qué hará? ^Vivirá con ese miedo? ;Por qué debe
usted encajar en el patrón?
I: Si uno quiere permanecer aqui es mejor hacerlo así.
K: Usted dice que si quiere conservarse vivo, debe encajar en el
patrón. quiere usted vivir de esta forma: peleando, discu-
tiendo, odiando, envidiando, en guerra?
I: No.
K: Como dijimos el otro dia, ser de verdad educado significa
no amoldarse, no imitar, no hacer lo que hacen millones y
millones de personas. Si usted tiene ganas de hacer algo, há-
galo. Pero esté despierto cuando lo haga —reyertas, odio, an­
tagonismo, divisiones entre las personas que impiden cual-
quier tipo de reíadón, guerras-, vea si realmente quiere vivir
de ese modo. En tal caso usted atraerá toda la confusion que

162
lo rodea, usted es parte de eso, así que no hay problema. Pero
si dice: «No quiero vivir así», entonces tiene que descubrir
cómo vivir de una manera diferente. Y eso requiere inteli­
gência. Amoldarse no requiere inteügencia, requiere astucia.
Este es el mundo, y usted está aqui para que se le eduque
en todos los aspectos de la vida, Io interno y lo externo. Eso
significa, en lo interno, no tener miedo. No tener miedo sig­
nifica que uno debe descubrir cómo vivir sin miedo y, por lo
tanto, uno tiene que investigar qué es el miedo. Indagando
en la naturaleza dei miedo, su mente se vuelve inteligente;
esa inteligência le mostrará entonces cómo vivir con sensatez
en este mundo.
El miedo es uno de los mayores problemas en el mundo,
probablemente el mayor. Por lo tanto, usted tiene que en-
frentarse a ello, tiene que comprenderlo y estar libre de ello
por completo.
Usted dijo: «Tengo miedo a lo desconocido, al mafiana,
al futuro». ,;Por qué piensa en el rnanana? ^Es ésa una sehal
saludable? Usted es joven, rebosa de la extrafia belleza de es­
te lugar, siente curiosidad por los pájaros, por la existência,
^por qué se preocupa por el rnanana? ^Es porque su madre,
su padre, los vecinos ya le están preguntando qué va a ser
de usted rnanana? Elios están atemorizados, pero ,;por qué
cae usted en esa trampa? El mundo se está pobíando más
y más; ^sabe lo que eso significa? En la índia, creo, nacen
cada afio doce o trece millones de nuevos bebés. Y en China
muchos más. El mundo se está llenando más y más, y esas
personas necesitan empleos, todos quieren un hogar, hijos,
posición, prestigio, poder, dinero. Cuanto más mira usted
eso, más se asusta y dice: <qQué va a ser de mí?». ,3Cómo
puede saber ahora lo que hará o será dentro de veinte anos?
Usted ve lo que está haciendo? Mientras es joven, viva, dis­
frute, no piense en el futuro. Si ahora vive sin miedo, enton­
ces cuando crezca será lo mismo, vivirá así; no importa lo

163
que haga, sea usted jardinero, cocinero, lo que fuere, le hará
feliz. Pero sí dice: «Dios mío, <;cómo voy a encajar en este
mundo, como me las arreglaré cuando tenga treinta anos?»,
entonces se destruirá a sí mismo.
Mire, cada generación se amolda más o menos a la ge-
neración pasada y, por consiguiente, ninguna generación es
nunca nueva. Aqui, sin embargo, tratamos de crear una ge­
neración nueva. Puede que haya unas cuarenta personas -lo
cual es suficiente—que no tengan miedo, que no se amol-
den, que tengan la inteligência de descubrir qué hacer cuan­
do crezcan, esa inteligência les dirá qué hay que hacer. Pero
si tienen miedo, de ahora en adelante estarán atrapados.
yTemen ustedes quedarse solos? ^Saben lo que quiero de-
cir con eso? Raquel, usted tiene miedo? yTeme estar sola?
No en la oscuridad, estar solo significa no tener companeros,
no depender de la gente, de sus halagos, de sus estímulos,
de que digan: «Usted es maravillosa». ^Depende usted de al-
guien? Es obvio que dependémos dei lechero, de la comida,
de quien cocina; en ese sentido somos dependientes. Pero
emocionalmente, ^dependemos de alguien? jlnvestíguenlo!
Mírenlo. ;El amor exige dependencia? «Yo te amo». ^Signifi­
ca eso que yo dependo de usted? que usted depende de mí
emocionalmente? Puede que yo sea el que gana el dínero, ésa
es una clase diferente d.e dependencia. Pero en lo psicológico,
en nuestro interior, nuestros sentimientos, cuando décimos
«Yo amo», ^significa eso que yo dependo de usted, que sin
usted yo estaria perdido? ^Es el amor una cuestión de agrado
y desagrado? Ésa es una forma de dependencia. i Compren­
deu eso? ^Ven la diferencia entre el agrado y el amor, entre el
amor y el placer? Agradar es una forma de placer, ^no es así?
I: Si yo digo: «Me gustas», eso significa que estoy eligiendo,
pero si no elijo, entonces todo está bien.
K : ;Mire! Yo estoy diciendo: ^depende usted de alguien en lo
psicológico? SÍ depende, en eso hay miedo, ;verdad? Porque

164
me da miedo que a usted le suceda algo. Me pongo celoso si
usted mira a otro. Eso significa que yo le poseo,. ^correcto?
Como dependo de usted debo estar seguro de que también lo
poseo en todas las formas, de otro modo estoy perdido. Por
lo tanto, tengo miedo, y entonces me vueívo cada vez más de-
pendiente, más celoso. Así pues,depende usted de alguien?
Y a toda esta dependencia se le suele llamar amor, ^no es así?
I: La dependencia es el miedo a estar sin nada.
K: Investigue, no me dé la razón, descubra si depende de al­
guien. Y íuego investigue por qué depende y vea cuáles son
las ímplicaciones de esa dependencia: miedo, soledad, fal­
ta de bienestar. Si usted no depende de la gente, entonces
no tiene miedo, ^verdad? Entonces no le importa quedarse
solo. Usted no está solo a causa dei miedo, en el momento
en que está solo, usted es mucho más honesto, mucho más
firme, nadie puede corromperlo, no existe el problema de
ser lastimado. Descubra entonces si depende de la gente,
no sólo de la gente, también de la bebida, dei tabaco, dei
parloteo, dei hablar sin descanso sobre naderías.
I: De nuestros padres sí dependemos,no es cierto?
K: Dependemos de nuestros padres porque nos han traído al
mundo; ellos se sienten responsables y nosotros depende­
mos de ellos porque nos dan dinero para que se nos eduque.
Esa es una clase diferente de dependencia.
I: Esa es una dependencia necesaria.
K: Es necesaria. Yo dependo dei cartero. Guando viajo en tren
dependo dei maquinista.
/: ^Es uno dependiente si piensa incesantemente en un objeto
o una persona?
K: Sí, evidentemente.
I: A mí me parece que uno de los asuntos principales es que
esta sociedad depende de su arte, el cual se vuelve parte de
toda forma de autoexpresión, y el arte llega a ser increíble-
mente importante.

165
K : «Autoexpresión», ^qué significa eso? «Yo debo expresarme
a mí mismo», «Debo ser yo mismo». Mírelo con cuidado.
«Yo» debo expresarme a mí mismo. «Yo» debo ser yo mismo.
«Yo» debo encontrar mi identidad, yo mismo. Usted conoce
todas las frases. Ahora bien, ^qué significa: «Debo ser yo
mismo»? ^Es el «yo» el miedo, el «yo» el que es envidioso, el
«yo» el que dice: «Tengo mucho. miedo al futuro, ^qué va a
sucederme?»? ^E1 «yo» el que dice: «Ésa es mi casa, éste es
mi libro, éste es mi esposo, mi novio»? Ese es el «yo», ,jver-
dad? Y ese «yo» dice: «Yo debo expresarme a mí mismo».
;Qué absurdo suena eso! ^No?
I: ^No es la expresión creatividad?
K : Investíguelo. <;Es creatividad la expresión? Pintar un cu a-
dro, escribir un poema, bacer un tiesto, ^es eso creatividad?
No digo que lo sea o no lo sea.
I: Eso da lugar a algo que antes no estaba alií.
K : Producir algo que antes no estaba ahí implica ser creativo,
^es eso?
I: Eso no es lo que usted quiere decir.
K : No lo sé. La gente dice que la expresión es creatividad. Siga
esto paso a paso, la expresión de uno mismo es creativa. El
uno mismo: ^qué es ese «uno mismo»?
I : Esa clase de creatividad es limitada.
K : Observe estas palabras: «Yo me expreso a mí mismo y, por
lo tanto, soy creativo». ;Qué significa eso?
I : Puede que ser capaz de hacer eso sea una espede de terapia.
K : i Usted dice que mediante la expresión de uno mismo se vol­
verá sensato, cuerdo? Escuche: «La expresión de mí mismo
es creativa». Reflexione sobre eso.
I : Supongo que se trata de una mera identificación de uno
mismo.
K : Simplemente mire. ^Qué es el «yo»? Investigue, no acepte
estos términos: «Yo me expreso a mí mismo». ,;Qué significa
eso? ^Quién es el «yo»? Mi pelo largo, mi pelo corto, mi en­

166
fado, mis celos, mis recuerdos, mis placeres, mi desagrado,
mi sexo, mi pequeno goce, ^es eso el «yo»? Eso.es ei «yo»,
^no es der to?, eí «yo» que quíere expresarse a sí mismo —que
es mi ira, mis celos, mi esto y mi aquello, sea lo que fuere™.
;Es eso creativo? <;Qué es, entonces, la creatividad? Ésta es
una pregunta fundamental. El hombre creativo, o la mente
creativa, ^piensan alguna vez en expresarse?
I : No.
K : Espere. Esto es un poco difícil. No diga que sí o que no.
Quienquiera que diga: «Me estoy expresando a mí mismo»,
;debería llevarse una patada en el trasero!
I : Expresar algo no significa ser creativo...
K : Por lo tanto, <;qué significa la creatividad? Yo existo y me
expreso a mí mismo. ^Es eso creatividad? <0 hay creati­
vidad cuando no hay «yo»? Cuando el «yo» dice: «Debo
expresar me a mí mismo pateando a alguien», el «yo» que se
expresa a sí mismo es violência. <;Es entonces la ausência dei
«yo» el estado de creatividad? Cuando el «yo» está ausente,
,;sabe uno que es creativo? jEso es todo! ^Ha comprendido?
Cuando usted hace algo con un motivo oculto —hacerse fa­
moso, popular, tener más dinero-, eso no es hacer lo que
usted ama realmente. Un musico que dice: «Yo amo la mú­
sica», pero que se fija en cuántas personas con título hay
en el auditorio, cuánto dinero va a ganar, ese músico no es
creativo, no es un músico; él está utilizando la música con
el fin de volverse famoso, de ganar dinero. Por lo tanto, no
puede haber creatividad cuando existe un motivo oculto.
Descúbralo por sí mismo.
Así que cuando usamos estas palabras: «Yo debo expre-
sarme a mí mismo», «Yo debo ser creativo», «Yo debo iden-
tificarme conmigo mismo», eso no tiene sentido. Cuando
usted realmente ve esto y lo comprende y vive de ese modo,
su mente ya está libre dei «yo».
I: ^Es válido crear cosas bellas?

167
K : ^Válido para quién?
/.* Para uno mismo.
K : ;Qué quiere decir con «uno mism o»?Recue rda que ei otro
día hablamos de la belleza? Mire ese árbol, la sombra y la
luz dei sol; eso es belleza. ,:Cómo sabe usted lo que es bello?
IPorque alguien se lo dijo? Un artista famoso ha pintado un
cuadro, o un gran poeta ha escrito sobre esa luz, el árbol,
las nubes, las sombras y el movimiento de las hojas. Y usted
dice: «É1 es un gran hombre, eso me gusta, es bello». ;Es
la belleza algo que viene a usted por medio de otro? ,;Es la
belleza algo de lo que le han hablado? ^Qué es, entonces, el
sentido de la belleza? No qué es bello, sino el sentido de la
belleza. ^Está esa belleza en el edifício, en el árbol, en el ros-
tro de una persona, en la música, en un poema, en las cosas
externas? ,j O las cosas que usted ve se intensifican porque
usted tiene este sentido, ese sentido de la belleza? ^Com-
prende lo que quiero decir? Porque usted tiene el sentido
de la belleza. Por lo tanto, cuando ve algo extraordinário
como eso, se deleita en ello porque en su interior existe este
sentido de la belleza. Ahora bien, ^cómo se llega a esto, o
cómo hace uno para tener este sentido? ^Cómo lo logra?
,;Puede obtenerlo por medio dei entrenamxento, por medio
de una imagen, por medio de una serie de lecturas, de es­
túdios, puede obtenerlo coleccionando cuadros y teniendo
una hermosa casa? i Cómo ocurre esto?
^Recuerda lo que dijimos el otro día? Esto ocurre cuan­
do uno es fisicamente muy sensible, cuando observa -sen-
sible no sólo con respecto a usted mismo, sino sensible a los
otros, a todo, al modo en que come, en que se sienta, a có­
mo habla, a cómo camina-. Voy a irme a algo muy práctico.
He visto a muchos de ustedes cuando comen: tocan algo, se
lamen los dedos minuciosamente y vuelven a tomar alguna
otra cosa. ^Piensan que eso es ser sensible?
I : Todo está en el propio plato entonces.

168
K : No quise decir eso. Usted puede hacer lo que quiera con su
plato. Pero se íame el dedo y coma un trozo de pan.
I; Eso no es higiénico.
K : ;Yo no quiero lamer su saliva! He visto que todos lo iiacen.
En primer lugar, no es higiénico. Toco mi boca y después
tomo un trozo de pan o alguna otra cosa, ;entienden? Lo he
contaminado.
Ustedes no se dan cuenta de lo que están haciendo, lo
hacen automaticamente. Ahora bien, hacer algo automati­
camente no es ser sensible, eso es todo. Por lo tanto, cuando
se den cuenta de ello, de ias implicacíones, no lo harán.
Cuando se sientan a comer, algunos de ustedes no masti-
can su comida. Simplemente la tragan y se supone que la
comida debe masticarse. Cuando uno está atento a todo, se
vuelve sensible, y ser sensible es ser consciente de la belleza,
es tener el sentido de la belleza. Y sin el sentido interno de
la belleza ustedes podrán hacer las cosas más maravillosas,
pero eso no contendrá la llama.

169
Capítulo 13
IPueóe uno vivir con cordura en este
mundo de [ocos? INace de la educación en
Brockwood una inteliâencia que funcione
en este mundo? iE s posibíe aprender a
mirar con obietividad y ver ia totalidad?
La exieencia de seãuridad

Krishnamurti: El otro dia estuvímos hablando de la cordura y la


mediocridad y de lo que significam Nos preguntábamos si
al vivir en este lugar como una comunidad, somos personas
mediocres. Y también nos preguntábamos si estamos total­
mente cuerdos, en lo físico, lo mental y lo emocional. ^So­
mos seres equilibrados y sanos? Todo eso está implícito en las
palabras cordura, totalidad. ,3Nos estamos educando mutua­
mente para ser mediocres, un tanto locos y desequilibrados?
E1 mundo está completamente loco, enfermo, corrupto.
Aqui, con nuestra educación, <;estamos produciendo el mis-
mo desequilibrio, la misma locura y la misma corrupción?
Esta es una pregunta muy seria. ^Podemos descubrir la ver-
dad de ello? No lo que pensamos que deberíamos ser en
términos de cordura, sino descubrir realmente por nosotros
mismos si nos estamos educando los unos a otros para ser
verdaderamente cuerdos y no mediocres.
Interlocutor: Muchos de nosotros tendremos un empleo al cual
tendremos que acudir todos los dias; muchos se casarán y
tendrán hijos; esas cosas van a suceder.

1.71
K : (jCuál es el lugar en este mundo de un ser humano supues-
tamente educado, que tíene que ganarse la vida, que puede
que se case o no, que es responsable de sus hijos, que tiene
una casa, una hipoteca, y que podría quedarse atrapado en
eso por el resto de su vida?
I: Tal vez esperamos que alguien cuide de nosotros.
K : Eso significa que debe ser capaz de hacer algo. Usted no puede
decir: «Por favor, cuiden de mí», nadie lo hará. No se deprima
por ello. Sólo mírelo, familiarícese con ello, conozca todas las
tretas que la gente utiliza para enganarse mutuamente. Los
políticos nunca conseguirán unir al mundo, todo lo contra­
rio. Puede que no haya una verdadera guerra, pero sí que está
teniendo lugar una guerra económica. Si usted es científico,
es esclavo dei gobierno. Todos los gobiernos son más o menos
corruptos, algunos más, otros menos. Por lo tanto, mire todo
esto sin deprimirse, no diga: «^Qué voy a hacer, cómo voy a
enfrentarme a todo esto si no tengo la capacidad de hacerlo?».
Usted tendrá la capacidad. Guando sepa cómo mirar tendrá
una inmensa capacidad.
;Cuál es, entonces, su lugar en todo esto? Si usted ve la
totalidad, puede formularse esa pregunta, pero si se limita
a decir: «^Qué voy a hacer?», y no ve la totalidad, entonces
quedará atrapado, entonces no habrá respuesta para ello.
I; No hay duda de que lo principal para nosotros es hablar de
estas cosas abiertamente. Pero pienso que a la gente le da un
poco de miedo hablar con libertad. Taí vez todo aquello en
lo que está realmente interesado podría verse amenazado.
K : /Tiene usted miedo?
I: Si digo que lo que deseo es un auto rápido, entonces quizás
alguien lo cuestione.
K : Debe ser cuestionado. Yo recibo cartas que me cuestionan
todo el tiempo; he sido retado desde mi ninez.
I: Seííor, hay algo que siempre me preocupa cuando se habla de
estas cosas. Se dice que vivimos en una sociedad industrial

172
aítamente mecanizada, y que si aigunos.de nosotros pode­
mos optar por estar fuera de ella, es porque hay otras perso­
nas que sí van a la oficina a trabajar y se vuelven mecânicas.
K : Por supuesto.
I : Nosotros no podríamos optar por estar fuera de ello sin
esas personas que cumplen con sus mecanizadas e infelices
existencias.
K : No. La cuestión es como vívir en este mundo sin pertenecer
a él. ^Cómo vivir en medio de esta locura y, no obstante,
estar cuerdo?
I: ^Dice usted que el hombre que va a la oficina y lleva una
vida aparentemente mecânica, podría hacer todo eso y, no
obstante, ser un ser humano diferente? En otras palabras,
no es necesariamente el sistema...
K : Este sistema, sea cual sea, hace que la mente se vuelva me­
cânica.
I: ^Pero necesariamente ía vtielve mecânica?
K: Es lo que está sucediendo.
I; Todos los jóvenes tienen que enfrentarse aí hecho de que
crecen, y ven que pueden estar obligados a trabajar en algo
que les imponga esa mecanización.Existe otra salida?
K : Mi pregunta es: ^cómo podemos vivir con cordura en este
mundo de locos? Aunque yo tenga que ir a la oficina y ga-
narme ía vida, eí corazón, ía mente, han de ser diferentes.
Ocurre eso aqui, en este lugar? ;Hay aqui una mente y un
corazón diferentes? sólo estamos girando la ruleta para
ser arrojados dentro de este mundo monstruoso?
Interlocutor 1: Gracias a la automatización, no hay ninguna ne-
cesidad de tener un trabajo de ocho horas, seis dias a la se­
mana. Lo que está ocurriendo es que esta época nos permite
ahora el tiempo extra para atender a nuestro otro lado.
Interlocutor 2 : Pero décimos que queremos ocio y no sabemos
còmo utilizado.
Interlocutor 3 : Seguro que no hay nada maio en ganarse la vida?

173
K: Nunca dije que fuera maio ganarse la vida; uno tiene que
ganarse la vida. Yo me gano la vida hablando con la gente
en muchos lugares. Lo he estado haciendo durante cincuen-
ta anos, y bago lo que me gusta. Hago lo que realmente
pienso que es correcto y verdadero; ése es para mí el modo
de vivir ~no me lo impone nadie —y ésa es mi manera de
ganarme la vida.
I: Yo justamente queria decir que usted puede hacer eso por­
que hay gente que se ocupa de pilotar aviones.
K : Por supuesto, eso lo sé; sin ellos yo no podría viajar. Pero si
no hubiera aviones yo permanecería en un sitio, en el pue-
blo donde he nacido y, aun así, haría lo mismo ahí.
I: Sí, pero en esta sociedad altamente mecanizada cuyo obje­
tivo principal es el lucro, las cosas están organizadas así.
K : No, yo hago el trabajo limpio y otra gente hace el trabajo
sucio.
I: ;Así es que uno ha de procurar hacer el trabajo limpio?
K : De eso se trata.
I: Pero aparte de ganamos la vida, tenemos que empezar a dar-
nos cuenta de que para vivir con cordura a la vez que nos ga­
namos el sustento, tiene que haber una revolución interior.
K : Estoy planteando lo mismo de una manera diferente. ^Co­
mo he de vivir con salud mental en este mundo de locos?
Eso no significa que no vaya a ganarme la vida, que no vaya
a casarme, que no vaya a asumir responsabilidades. Para
vivir con cordura en este mundo de locos, debo negar ese
mundo, y dentro de mí debe producirse una revolución que
tal que me vuelva cuerdo y que me haga actuar con sensa­
tez. Eso es todo cuanto quiero decir.
I: Puesto que he sido criado de una manera insensata, tengo
que cuestionarlo todo.
K : En eso consiste la educación. A usted lo han enviado aqui,
o vino aqui contaminado por la locura dei mundo. No se
engane a sí mismo, usted ha sido condicionado por este

174
mundo insensato determinado por las generaciones pasadas
—incluídos sus padres- y viene aqui y tiene que liberarse a sí
mismo de su condicionamiento, tiene que experimentar un
cambio tremendo. ^Acaso tiene lugar ese cambio? nos
limitamos a decir: «Bueno, hacemos cosas útiles aqui y allá,
día tras día», y para cuando dejen este lugar, dentro de dos o
cuatro anos, se despedirán habiendo hecho una mezcolanza
de simples trabajilíos?
I : Parece que hay un conflicto entre lo que queremos hacer, lo
que deseamos hacer y lo que es necesario.
K: ^Qué es lo que usted desea hacer? Yo quiero ser ingenie-
ro porque veo que eso da mucho dinero, o esto o aquello.
^Puedo confiar en ese deseo? ^Puedo confiar en mis instin­
tos, que han sido tan adulterados? ^Puedo fiarme de mis
pensamientos? <;En qué he de confiar? Así que la educación
está para crear una inteligência que no es un mero instinto o
deseo o alguna exigenda insignificante, sino una inteligên­
cia que habrá de funcionar en este mundo.
^Les está ayudando la educación de Brockwood a ser in­
teligentes? Con esa palabra me refiero a ser sensibles, no a sus
propios deseos, ni a sus demandas, sino ser sensibles al mun­
do, a lo que está sucediendo en el mundo. Sin duda, la edu­
cación no consiste en proveerlos meramente de conocimien-
tos, sino en darles también la capacidad de mirar el mundo
con objetividad, de ver lo que está ocurriendo, las guerras,
la destrucción, la violência, la brutalidad. El propósito de la
educación es descubrir cómo vivir de un modo diferente, no
limitarse a aprobar exámenes, graduarse, adquirir compe­
tências en determinados âmbitos. Su función es ayudarles
a encarar el mundo de un modo completamente distinto,
inteligente, de tal forma que sepan que deben ganarse la vi­
da, que conozcan todas las responsabilidades, las misérias de
todo ello. Mi pregunta es: ^se está hadendo eso aqui? ,:Está
siendo educado el educador al igual que el estudiante?

175
I: Su pregunta es también mi pregunta. Yo me pregunto si
esta educación está teniendo lugar aqui.
K: ;Usted pregunta si una educación así está teniendo lugar
aqui en Brockwood para ayudarle a volverse tan inteligente
y tan consciente como para poder enfrentarse a esta locura?
De no ser así, ;de quién es la culpa?
I: ^Cuál es la base que bace posible esta educación?
K: Mire, ;por qué le educan?
I: Realmente no lo sé.
K: Entonces tiene que investigar el sentido de la educación, pio?
^Qué es la educación? ; Consiste en proporcionar ínformación
y conocimientos sobre temas diversos, un buen entrenamien-
to académico? Debe de ser eso, ^verdad? Millones de personas
son arrojadas al exterior por universidades y colégios.
I: Eílos le dan a uno las herramientas para poder vivir.
K: iPero qué manos van a usar esas herramientas? Son las mis-
mas manos que han produddo este mundo, con sus guerras
y todo lo demás.
I: Lo cual quiere decir que las herramientas están ahí, pero
que si no hay una revolución interna, psicológica, uno se­
guirá utilizando esas herramientas como se ha hecho en el
pasado y mantendrá así la continuidad de la podredumbre.
K: Si esta revolución no ocurre aqui, ^a qué se debe? Y si ocu-
rre, ^afecta verdaderamente a la mente, o sigue siendo una
idea y no una reaíidad como la de tener que comer tres veces
al día? Eso es una reaíidad, alguien tiene que cocinar, no se
trata de una idea.
De manera que les pregunto si esta clase de educación
de la que estamos hablando está teniendo lugar aqui. De
ser así, es preciso que descubramos el modo de avivaria, de
darle vida. Y si no es así, investiguemos por qué.
I: Eso no parece que esté ocurriendo en toda la escuela.
K; ;Por qué? Puede que esté ocurriendo con unos pocos indiví­
duos de aqui y de allá, ^por qué no ocurre con todos nosotros?

176
1: A mi me da la sensación de que es como una semilla que quie-
re germinar, pero el suelo de la superfície es demasiado duro,
K : ;H a visto usted crecer la hierba en el cemento?
1-1: Bueno ésta es una semilla débil, ya sabe. (Risas).
1-2: ^Pero nos damos cuenta de que somos medíocres y que que­
remos escapar de ello? Ésa es la cuestión.
K : Yo le pregunto a usted: ^es usted mediocre? No estoy uti­
lizando esta palabra en sentido peyorativo, uso la paíabra
«mediocre» tal como la define el diccionario. Usted estará
destinado a pertenecer a la clase media si se limita a conti­
nuar con sus pequenas actividades en vez de ver la totali-
dad; el mundo en su totalidad y su pequeno lugar particular
en el mundo, y no a la inversa. La gente no ve la totalidad,
cada uno persigue sus pequenos deseos, sus pequenos pla-
ceres, sus pequenas vanidades y brutalidades, pero si vieran
la totalidad y comprendieran el lugar que ocupan en ella, su
relación con la totalidad seria completamente diferente.
Usted, que vive en Brockwood como estudiante y perte-
nece a una pequena comunidad, en relación con sus maestros
y sus companeros de estúdios, ^ve la totalidad de lo que está
ocurriendo en el mundo? Eso es lo primero. Verío con objeti-
vidad, sin sentimentalismo, sin prejuicios, sin parcialidad, si­
no simplemente mirarlo. Los diversos gobiernos no resolverán
este problema. Los políticos no tienen interés en esto. Ellos
quieren mantener más o menos el statu quo con alguna pe­
quena modificación aqui y allá. Ellos no quieren la unidad dei
hombre, quieren la unidad de Inglaterra. Pero incluso en este
aspecto, los diferentes partidos políticos no dicen: «Reuná-
monos todos e investiguemos qué es lo mejor para el hombre».
1: Pero ^no está diciendo usted que no es posible?
K : Ellos no lo hacen.
1: (iNosotros si?
K : Nosotros estamos observando. Primero, observamos el mun­
do. Y cuando usted ve la totalidad, çjcuál es su deseo en rela-

177
ción con ella? No ver la totalidad y limitarse a perseguir nues-
tro instinto, tendencia o deseo particulares, ésa es la esencia
de la mediocridad, eso es lo que está ocurriendo en el mundo.
Vea, en los tiempos antiguos, ias personas realmente se­
rias decían: «No tendremos nada que ver con ei mundo, nos
haremos monjes, nos convertiremos en predicadores, vivire-
mos sin propiedades, sin casamos, sin posición alguna en la
sociedad. Nosotros somos maestros, recorreremos los pue-
blos y el país, la gente nos dará alimento y nosotros les en-
senaremos moralidad, les ensenaremos cómo ser buenos, y
a no odiarse unos a otros». Eso es lo que solía suceder, pero
nosotros ya no podemos hacer eso. En la índia se puede
todavía. Uno puede andar de norte a sur y de este a oeste
mendigando. Póngase alguna túnica y lo alimentarán y lo
vesti rán, porque eso forma parte de la tradición de la índia.
Pero incluso eso está empezando a desaparecer por la canti-
dad de cliarlatanes que hay.
Por lo tanto, tenemos que ganamos el sustento, tenemos
que vivir una vida inteligente, cuerda, que no sea mecânica
en este mundo, ésa es la cuestión. Y la educación está para
ayudarnos a ser sensatos, inteligentes y no mecânicos. Yo
sigo repitiendo esto. Ahora bien, ;cómo vamos nosotros,
usted y yo, a investigar este asunto y a descubrir en primer
lugar qué es lo que reaimente somos, y así ver si eso puede
cambiar totalmente? Por consiguiente, primero mírese a sí
mismo, no lo eluda, no diga: «Qué terrible, qué feo». Sim-
plemente observe si usted lleva en sí todas las tendências a
la locura que ha producido este feo mundo. Y si observa sus
propias rarezas, descubra el modo de cambiarias. Hablemos
acerca de ello, eso es la relación, eso es la amistad, el afecto,
eso es el amor. Hablar acerca de ello y decir: «Mire, yo soy
codicioso; me siento terriblemente tonto». ^Puede cambiar-
se esto radicalmente? Eso forma parte de nuestra educación.
I: Es cuando me siento inseguro cuando me vuelvo tonto.

178
K : Por supuesto, pero, ;está seguro? No teorice ai respecto.
dEstá buscando seguridad en alguien, en una profesión, en
alguna cualidad o en una idea?
I: Uno necesita seguridad.
K : £Ve como la defiende? Primero descubra si está buscando
seguridad; no diga que uno la necesita. Después veremos
si es necesaria o no, pero primero vea si usted está buscan­
do seguridad. ;Por supuesto que lo está! ;H a comprendido
el significado y las implicaciones de la palabra «depender»?
Depender de la gente, de las ideas, de todo lo que proviene
dei exterior. Depender de una creencia, o de la imagen que
usted tiene de sí mismo -de que es un gran hombre, de
que posee esto o aquello-, ya conoce todas esas incesan-
tes tonterías. Por lo tanto, tiene que comprender cuáles son
ias implicaciones de esa palabra y comprender si usted está
atrapado en esas cosas. Si ve que depende de otro para su
seguridad, entonces empiece a hacerse preguntas. Está co-
menzando a aprender. Comienza a aprender qué implican
la dependencia, el apego. En la seguridad están involucra-
dos el miedo y el placer. Guando no hay seguridad, usted se
siente perdido, solo; y cuando se siente solo, se evade con la
bebida, las mujeres o lo que sea. Actúa de manera neurótica
porque en realidad no ha resuelto este problema.
De modo que investigue, aprenda cuáles son el sentido,
la significación y las implicaciones de esa palabra tal como
son en realidad, no en teoria. Aprenda, eso es parte de nues-
tra educación. Yo dependo de der tas personas. Dependo
de ellas para mi seguridad, para mi protección, mi dinero,
mi placer, etcétera. Por lo tanto, si ellas hacen algo que me
afecta, me asusto, me irrito, me enfado, me siento celoso,
frustrado, y entonces me alejo rápidamente y pongo mis zar­
pas en alguna otra persona. Este mismo problema prosigue
todo eí tiempo. Por consiguiente, me digo: comprendamos
primero qué significa esto. Yo tengo que tener dinero, tengo

179
que tener alimento, ropa y un techo, son cosas normales. Pe­
ro cuando el dinero entra en juego todo el ciclo comienza de
nueyo. Así es que debo aprender y saber acerca dei asunto en
su total idad; no después de que ya me haya comprometido,
entonces será demasiado tarde. Me comprometo cuando me
caso con alguien, y entonces estoy atrapado, dependo de al-
guien y la batalla comienza: quiero ser libre, pero estoy preso
de las responsabilidades, de 1a hipoteca.
Aqúí hay un problema: Tungki dice: «Debo tener segu-
ridad». Yo conteste: antes de decir «debo», investigue lo que
eso significa, aprenda al respecto.
I: Debo tener comida, ropa y una casa.
K: Sí, prosiga.
I: Para tener eso necesko ganar el dinero suficiente.
K: De modo que usted hace lo que puede. ^Qué ocurre enton­
ces?
I: Para ganar este dinero dependo de alguien...
K: Usted depende de la sociedad, de su jefe, de quien lo em-
plea. El lo persigue por todas partes, es cruel, y usted to­
lera eso porque depende de éí. Esto está pasando en todo
el mundo. Por favor, mírelo primero, como si mirase un
mapa. Usted dice: tengo que ganarme Ia vida. Yo sé que
para ganarme la vida dependo de la sociedad tal como es.
Ello requiere muchas horas diarias durante cinco o seis días
a la semana, y si no me gano la vida no tengo nada. Eso por
un lado. Y por otro, también dependo interiormente de mi
mujer, o de un sacerdote, o de un consejero, ^comprende?
I: Sabiendo, pues, todo eso, yo no quiero casarme. Veo la de-
pendencia, todas las dificultades que eso traerá.
K: Usted no está aprendiendo. No diga que no va a casarse, pri­
mero vea en qué consiste el problema. Yo necesito alimentos,
ropa y un techo, ésas son necesidades primarias y por ellas de­
pendo de Ia sociedad tal como es, sea capitalista o comunista.
Eso lo sé y voy a mirar en otras direcciones; necesko seguridad

180
emocional, y eso significa depender de alguien, de mi mujer,
de los amigos, de los vecinos, no importa de quién. Y cuando
dependo de alguien, siempre hay miedo. Estoy aprendiendo,
todavia no digo qué hacer. Yo dependo de usted, usted es mi
liermano, mi esposa, mi marído, y en el momento en que us­
ted desaparece, estoy perdido, tengo miedo, hago cosas neu­
róticas. Veo que depender de las personas conduce a eso.
También me pregunto: dependo de las ideas? De una
creencia de que existe un Dios - o no- de que debemos tener
una hermandad universal, de lo que sea; ésa es otra forma
de dependencia. Y viene usted y dice: «Menuda perdida de
tiempo, está usted viviendo en un mundo de ilusión». Asi es
que me siento conmodonado y digo: «;Qué he de hacer?».
Entonces, en vez de aprender sobre ello, me aferro a algún
otro culto. <;Ve todo esto? ^Entiende que ser insuficiente en
si mismo hace que tenga que depender? Entonces busca
suficiência dentro de usted: «Estoy bien, he encontrado a
Dios, aquello en lo que creo es verdadero, mi experiencia es
lo real». Así es que uno se pregunta: ^qué es eso tan seguro
que nunca se ve perturbado?
/; Yo no veo la dependencia en las dos cosas de las que usted
habla...
. K : Nos preguntamos qué significado tienen las implicaciones
del deseo de seguridad. Estamos mirando el mapa de la se-
guridad. Éste me muestra que yo dependo del alimento, de
la ropa y del techo ai trabajar en una sociedad corrupta, y
veo qué efecto produce depender de las personas. No digo
que eso deba o no deba ser asi. El mapa dice: mira, este ca-
mino conduce al miedo, al placer, a la ira, la realization, a
la frustration y a la neurosis. Y también dice: mira el mun­
do de las ideas, depender de las ideas es la forma más ende-
ble de seguridad; las ideas son solamente palabras que se
han vuelto realidad como una imagen; tú vives de una ima-
gen. Y el mapa dice: sé autosuficiente. Así que dependo de

181
mí mismo, debo tener confianza en mí mísmo. <;Qué soy yo
mismo? Yo soy el resultado de todo esto. Por lo tanto, el
mapa me ha mostrado todas estas cosas y ahora me pregun-
to: Donde está la seguridad completa, la cual incluye un
empleo y todo lo demás?». ; Donde la va a encontrar usted?
I: Uno la encuentra cuando no tiene miedos.
K : No ha comprendldo lo que estoy diciendo. Ponga un mapa
como este frente a usted. Examínelo: la seguridad física, la
seguridad emocional, 1a seguridad intelectual y la seguridad
en sus propios pensamientos, en sus propios sentimientos,
en su autoconfianza. Usted dice: qué endeble es todo es­
to. Mirándolo todo y viendo su fragilidad, su insuficiên­
cia, la falta de realidad que hay detrás de ello, £donde está,
entonces, la seguridad? Es aprender acerca de esto lo que
despierta la inteligência. Por lo tanto, en la inteligência hay
seguridad. ^Ha comprendido esto?
I: ^Puede uno vivir sin seguridad?
K: Usted no ha aprendido a mirar primero. Ha aprendido a mi­
rar a través de su imagen particular; esa imagen le ha dado el
sentimiento de seguridad. Así que primero aprenda a mirar
el mapa, deje a un lado la imagen de lo que usted piensa que
es la seguridad —que usted debe tener—y simplemente mire.
^Cuáles son las implicaciones dei deseo de seguridad? Cuan­
do usted descubre que no hay seguridad en nada que haya
buscado, que no hay seguridad en la muerte, ni seguridad en
la existência, cuando ve todo eso, entonces el mismo hecho de
ver que no hay seguridad en las cosas donde uno la ha busca­
do es inteligência. Esa inteligência le da seguridad completa.
Por lo tanto, el aprender es el principio de la seguridad.
El acto de aprender es inteligência, y en ei aprender hay una
inmensa seguridad. ^Está usted aprendiendo aqui?
I: En la familia dicen que uno ha de procurar ganarse la vida,
tener una serie de conocimientos. Existe esta idea acerca de
la seguridad, esta necesidad básica.

182
K : Sí, Tungki, eso es muy der to. Su familia, la tradición, di-
cen que usted debe tener seguridad física, que debe tener
un empleo, que debe tener conocimientos, una técnica, que
debe especializarse, que debe ser esto y aquello a íin de tener
esa seguridad.
I: Es una idea.
K: Yo necesito dinero, eso no es una idea, todo ío demás es una
idea. La continuidad física en la seguridad es lo real; todo
lo demás carece de realldad. Y ver eso es inteligência. En
esa inteligência existe la más completa seguridad; yo puedo
vivir en cualquier parte, en el mundo comunista o en uno
capitalista.
,;Recuerda que el otro día dijimos que meditar es obser­
var? Ese es el principio de la meditación. Usted no puede
observar este mapa si tiene la más mínima distorsión en
su mente, si la mente está deformada por el prejuício, por
el miedo. Mirar este mapa implica mirar sin prejuicio. Por
lo tanto, aprenda en la meditación qué es estar libre de pre-
juicios; eso es parte de la meditación, y no el simple hecho
de sentarse en algún lugar con las piernas cruzadas. Eso
lo vuelve a uno tremendamente responsable, no sólo para
consigo mismo y su relación personal, sino con respecto a
todo lo demás, al jardín, a los árboles, a la gente que a uno
lo rodea; todo se vuelve enormemente importante.
Ser serio es también divertido. Usted no puede ser serio
si no se divierte. El otro día hablamos acerca dei yoga, ^no?
Les ensené algunos ejercicios de respiración. Ustedes deben
hacer todo eso como una diversión, tienen que disfrutar de
las cosas, ^entienden?
I: Hay ciertas cosas, como el aprender, que no creo que sea
posible discutirias con un toque de diversión.
K: jOh, sí! Es posible. Mire, Tungki, aprender es divertido. Ver
cosas nuevas es muy divertido; descubrir algo grande por
uno mismo le da a uno una energia inmensa, no cuando

183
lo descubre otro y se lo cuenta, entonces eso es secundário.
Guando uno está aprendiendo, es divertido ver algo total­
mente nuevo, como descubrir un nuevo insecto, una nueva
especie. Descubrir cómo funciona mi mente, ver todos sus
matices, las sutilezas: es divertido aprender acerca de ello.

184
Capítulo 14
La violência en ei mundo. Comprender ei
desorden y las raíces de ia vioiencia.
El verdadero frabaio es «comprender si
uno vive en desorden»

Krisbnamurti: Acabo de regresar de la índia. He observado que


las cosas están empeorando, el mundo pasa por un estado
destructívo muy peculiar, de degeneración, la gente no quiere
trabajar, hay huelgas. Aparentemente la guerra ha terminado
en Vietnam, pero allí no hay una paz verdadera. EI mundo
comunista también está muy perturbado: hay corrupción en
todas partes, corrupción no sólo en el sentido de pasar dinero
bajo la mesa, sino también en el sentido de que todos piensan
de manera egoísta, fragmentaria y limitada. Nuestros artistas
tampoco pueden avanzar más, han tocado techo. Han proba-
do todas las formas de expresión y ellos también han llegado a
un punto desde el que ya no pueden ir más allá. Y la pobreza,
como ía que existe en la índia y de la que ustedes no saben
absolutamente nada, se está extendiendo, especialmente en
los lugares que sufren importantes sequías. Con la pobreza
viene ía degradación y aparece toda forma de violência. Están
ocurriendo cosas terribles en Sudamérica, en Brasil, etcétera.
No sé si ustedes se dan cuenta de todo esto, probablemente
estén estudiando Ia historia actual, los sucesos de hoy en día,
y uno se pregunta cuál va a ser el resultado de todo eso. Uste­
des van a tener que enfrentarse a ello cuando dejen este lugar.

185
,;Cuál es, entonces, la reladón entre esta comunidad de
aqui 7 la inmensa comunidad dei mundo ?; Qué va a ocurrir
con todos ustedes? Esta no es una pregunta teórica o intelec­
tualmente estimulante. Guando dejen este lugar, ^cuál será
su destino? -si puedo emplear esa palabra—. ^Qué pasará
con ustedes? ^Saben cómo trabajar física e intelectualmente
y, por lo tanto, vaíerse por sí mismos ante esta comente que
se lleva por delante a todo el mundo ? La corriente actual dei
mercantilismo y el enorme egoísmo. Van a ser arrastrados
por ella consciente o inconscientemente, y si saben cómo
trabajar, cómo estudiar, cómo utilizar la mente, puede ser
que encuentren un lugar dentro de ella. ^Serán absorbidos
por esa corriente o sabrán sostenerse solos?
Así, cuando uno viene a Brockwood y ve la belleza dei
invierno, los árboles desnudos, las hermosas vetas de las ra­
mas, la paz y la quietud, la belleza dei lugar, uno se queda
impresionado por el contraste de todo ello. Y se pregunta si
Brockwood ofrece la oportunidad o puede que si lo hace, no
se utilice. Me refiero a usar verdaderamente el cerebro, las
capacidades intelectuales, físicas y psicológicas más elevadas.
A uno le dan ganas de llorar al ver lo que está ocurriendo,
y aqui hay un grupo, una comunidad de personas bastante
serias, bastante reflexivas, donde las ideas y la libertad y la
llamada disciplina van de la mano. ^O se ha abusado de 1a
palabra «libertad» y significa hacer lo que a uno le place?
IQué estamos haciendo juntos aqui? Brockwood es una
comunidad, lo que se conoce como un centro educacional.
Me pregunto si «educación» es realmente la palabra correc­
ta. Cuando uno emplea esa palabra tal como se entiende
generalmente, significa aprender de los libros, almacenar in-
formación y utilizaria, ya sea egoistamente o para una causa
particular o una secta particular, y volverse importante den­
tro de esa secta u organización. Por lo general, eso es lo que
sucede. ^Estamos sacando la capacidad más alta de nuestras

186
mentes o sólo las estamos frenando? Vamos, quiero descu-
brir qué dicen ustedes, qué piensan. Me temo que uno tiene
que ser tremendamente serio, aunque pueda reír y jugar y
pasar un buen rato; en el fondo uno ha de ser tremendamen­
te serio en este mundo. Ustedes tienen que enfrentarse a él.
(Cómo van a responder después? Eso depende de lo que
hagan ahora, de si observan lo que ocurre en el mundo: co­
mo está de fragmentado, dividido, cada uno peleando con
el otro comercial, intelectual y emocionalmente. Uno tiene
que enfrentarse a los diferentes tipos de guerras, económi­
cas y sociales, la lucha de clases, la guerra comente con sus
carnicerías, y el culto ai êxito. (Son capaces de verlo y de no
entrar en el juego en absoluto? Yo pienso que Brockwood
les ofrece una oportunidad para tener esta fuerza interior
que les permita hacer frente a todo esto. Si utilizan o no esa
oportunidad, es cosa suya y, por supuesto, de las personas
adultas también. Por eso yo siento que es muy importante
saber qué significa trabajar; en lo físico con las manos, y en
lo psicológico con la mente, trabajar duro. (Hacen ustedes
eso aqui? ^O todo eso más bien escasea? dicen: «Somos
libres para hacer lo que queremos»?
Interlocutor: (Qué trabajo hay que hacer además de ver todos los
problemas? Es decir, ése es el trabajo, ^no?
K: (Pero cómo ve usted los problemas? Todo aquel que está
despierto, que es un poco observador, ve estos problemas.
I: Bueno, uno tiene que ver cómo reacciona, cómo actúa.
K : (Cómo reacciona usted? (Ve todo esto como si estuviera
«ahí afuera», o lo ve en la relación?
I : Lo veo como una expresión. Lo veo como arte. Todos los
problemas son expresiones.
K: i Considera que todo eso es parte de usted mismo? (O usted
no pertenece a ello? (Es usted un extrano que lo está miran­
do? (O mira sin ser un extrano? Usted lo observa todo: el
culto aí êxito, la crueldad, la adoración intelectual de las co­

187
sas, Ia acumulación de conocimientos. ^Es usted todo eso, o
es diferente de todo esQ?
I: No me siento ni de un modo ni de otro.
K: Todo eso es el resultado de nuestra codicia, nuestra ambí-
ción, nuestra competitividad, nuestra adoración dei êxito,
nuestra autoafirmación, nuestra insensibilidad. ^Está usted
libre de todo eso?
I: Puede que no esternos libres de ello, pero no somos parte de
eso ahora.
K: Usted puede estar libre de eso. Pero si no lo es, ,;es conscien­
te de que forma parte de ello?
I: Uno podría decir todos los dias: «Yo no soy parte de este
fumar, de este beber», pero podría sucumbir en cualquier
momento. Incluso cuando uno este en su cuarto y perma-
nezca quieto allí, puede ser egoísta...
K: Lo que quiero decir es: ;mira todo esto como algo diferente
de usted, o usted es parte de ello? Puede haber momentos
en que no lo sea -puede no serio cuando está pensando
en quietud-, pero mientras que uno sea egoísta, ambicioso,
codicioso, posesivo, uno es eso.
I: En Brockwood podemos sentir que no somos parte de ello,
o nos engafíamos a nosotros mismos con que no somos par­
te de ello.
K: No lo sé, se lo estoy preguntando. Usted puede enganarse a
sí mismo pensando: «Nosotros somos diferentes, somos jó-
venes; por lo tanto, todavia no es tarea nuestra interesarnos
en eso». Si ustedes no sientan los cimientos ahora cuando
son jóvenes, no veo cómo van a hacerlo más tarde. Dentro
de unos díez anos, ustedes estarán todos casados, con hijos.
I: Existe cierta tendencia a distinguir entre lo que es desagra-
dable y lo que es necesario. Para ir a lo práctico, tenemos
que asociarnos o vernos envueltos en todo lo que hay aqui.
Un ejemplo simple es e! trabajo en el jardín: es muy agrada-
ble trabajar fuera cuando hace sol y buen tiempo...

188
K : Sí, pero es horrible en un dia como éste. Mire, ^qué van a
hacer? ,;Cuál es el futuro de todos ustedes? ^Qué quieren
hacer? no han pensado en ello? SÍ no han pensado en
ello, déjenlo así, quizá sean demasiado jóvenes para pensar
ai respecto. Pero si lo hacen, si piensan en eso, les pregunto:
^qué va a ser de ustedes?
I: No entiendo muy bien qué quiere decir. ^Se refiere a lo que
uno pueda hacer, o a lo que piensa que quiere hacer?
K: Ambas cosas. ^Puede separar lo que puede hacer de lo que
quiere hacer? ,;Qué es lo que qüiere hacer?
I: Yo podría decir lo que no quiero hacer. No quiero ser parte
de lo que veo.
K: Yo puedo no querer participar en toda esta confusión, pero
algo tengo que hacer. No puedo simplemente decir: «Yo no
quiero ser eso» y quedarme en mi habitación. Tengo que
comer, tengo que vestirme, tengo que tener un techo.
I: Uno puede trabajar, salir de aquí y conseguir un empleo.
K: (íQué es lo que la mente quiere hacer en este mundo?
I: Uno puede conseguir un empleo.
K : Esa no es la cuestión. Sí es usted lo bastante afortunado
podrá conseguir un empleo, o puede que dependa de al-
guien. Conocí a un hombre que había viajado como poÜzón
desde Nueva York, y que durante la travesía por mar estuvo
trabajando, y de nuevo viajó desde Paris hasta Delhi hacien-
do autoestop. <;Comprende Io que eso significa? EI era un
brahmán, y un vegetariano estricto, de modo que durante
todo el viaje se alimento de pepinos, algo de fruta y alguna
naranja de vez en cuando, eso durante tres semanas. É1 de-
cía: «Quiero ir a la índia, y cuando llegue voy a dedicar mi
vida a ser un hombre verdaderamente religioso», sea lo que
fuere que signifique. Ahora bien, ; qué es lo que va a pasar
con usted? Estoy realmente interesado.
I : Me parece que cuanto más miro las cosas, menos cosas
quiero hacer.

189
K : Menos ganas tiene de hacer algo.
I: En cierto sentido, sí. No quiero hacer nada que tenga que
ver con los negocios; casi todo está involucrado en eso.
K : Lo sé, pero a pesar de eso, ,;qué es lo que va a hacer? No pue-
de simplemente recostarse y decir: «No quiero hacer nada».
Usted tiene que comer, tiene que vestirse y tiene que pagar
por dormir en alguna parte.
I: Hay muy pocas cosas que uno pueda hacer.
K : ^Hay tah pocas cosas? ±Quiere usted viajar grátis hasta Ia
índia? jNo, no lo haga! ,;Hay tan pocas cosas que hacer en
la vida en las que uno no se vea involucrado en toda esta
confusión?
I: Yo miraria más bien todo lo que uno puede hacer, pero todo
parece estar contaminado por esta confusión.
K: Por lo tanto, eso significa que todo lo que haga estará con­
taminado, ^no es así?
I: Bueno, uno tiene que lidiar con eso.
K : ;Cómo va a lidiar con eso, entonces? Usted tiene que pagar
impuestos y demás. ^Va a ingresar en un monasterio -mu-
cha gente lo está haciendo—, pero le gustará esa clase de
vida? esta cuestión no es relevante para personas que
todavia son demasiado jóvenes? Pero ustedes tienen edad
suficiente para saber que, a menos que sienten los cimientos
ahora, y vean cómo observan —no analiticamente- cuáles
son sus reacciones y por qué existen esas reacciones, a me­
nos que lo hagan, será muy difícil que puedan afrontar esto.
I: Me pregunto si uno puede sobrevivir cuando lo ponen en un
sitio donde todos están combatiendo el uno contra el otro.
K: Sí, póngase a sí mismo en esa situación. ^Ha pensado en
la violência? <Qué hay involucrado en la violência, cómo
surge, cuál es la estructura de la violência? Está la violência
física y está la violência de la obediência; ^está usted obe-
deciendo y, por lo tanto, es violento? ^Comprende lo que
quiero decir? Cuando yo le obedezco y reprimo lo que pien-

190
so, esa represión estalla en algún momento. Así que existe Ia
violência física y la que surge de ía obediência, la violência
dei competir, de someterse. Guando me ajusto a un patrón,
soy violento. ,:Ve la conexión? Guando vivo una vida frag­
mentada, o sea, cuando pienso una cosa y digo o hago otra,
eso es fragmentación y eso también engendra violência. Yo
puedo ser muy tranquilo, amable, liacer todo el trabajo que
me piden que haga, pero ardo en cólera, lo cual indica que,
por dentro, ha habido represión. De modo que Ia violência
no es sólo física, es una cuestión muy compleja. Y si usted
no ha pensado al respecto, cuando tenga que enfrentarse a
la violência reaccionará de ía manera menos inteligente.
I: i Puede uno vivir en este mundo sin níngún tipo de violência?
K: Investigue, trabaje. Descubra como vivir una vida en Ia que
no haya violência.
I: Hace un momento hablaba usted de la represión. Tal vez
aqui, si debatimos, la violência puede aparecer y no ser re­
primida. No sé si ésa es una forma de represión.
K: Veamos las cosas una por una. Usted sabe en qué consiste la
violência física, el enfadarse, eí pegarse unos a otros, o que
alguien lo intimide verbalmente. Esa es una clase de violên­
cia. Obedecer es violência, ^no es así? ,;0 diría usted que no
es violência? Yo obedezco cuando utilizo el carril izquierdo
en la carretera, <;es eso violência?
I: No, eso es inteligência; si usted no lo hiciera seria atropeilado.
K: Sí, iy eso qué significa?
I: Es un hecho.
K: De modo que hay hechos, u qué más? Prosiga.
I: Y cosas que creamos en la cabeza pero que en realidad no
existen.
K: Yo obedezco la ley que dispone que me mantenga a Ia derecha
en Europa y a la izquierda en Inglaterra. ^Es eso violência?
Evidentemente, no. Si usted obedece a alguien a quien con­
sidera superior en conocimientos, ;es eso violência? Yo le en-

191
seno matemáticas y usted discutirá conmigo, pero en eso hay
derta forma de imitación, conformidad y obediência, ^no es
cierto? <;Es eso violência? La sociedad dice que usted debe ir a
matar a los musulmanes o a los comunistas, ;es eso violência?
I: Sí.
K : ^Por qué? No sólo involucra la violência física, sino también
el llamado amor a la patria, el nacionalismo, su división in­
terna como inglês, alemán, ruso o musulmán, lo cual es una
forma de violência. Entonces, ^cómo va a discernir cuándo
el obedecer no es violência y cuándo sí lo es? <;Ve Ia diferen­
cia? Yo acato, imito cuándo conduzco por la derecha o la
ízquierda. En este país me pongo pantalones, pero cuándo
voy a la índia visto un traje hindu; <;es eso una clase de
sometimiento? En lo interno, ^me someto a ser un hindú, a
mi tradición, a mis creencias? <jNo es violência eso? ^Dónde
está, pues, la línea que separa la violência y el ver por uno
mismo? ^Cuándo la libertad es orden? Toda violência es
desorden. No malinterpreten lo que estoy diciendo y digan
después: «Yo no quiero someterme», y vayan a hacer alguna
tontería. La violência nos afecta a todos, aunque con tras-
tornos de diferentes índoles. En el mundo de los negodos
hay un desorden tremendo, aunque haya empresas maravi-
llosas muy eficientemente manejadas; pero ellas luchan las
unas con las otras; hay desorden.
Por lo tanto, veo el desorden, y veo que estar libre de él,
es orden. ^Verdad? Tiene que haber inteligência o discerni-
miento para ver que cualquier movimiento hacia el desor­
den, el trastorno, es violência. Si yo me pongo pantalones
en este país, ^me estoy sometiendo? Yo no lo veo así. Pero
sí es someterse el decir: «Yo soy un hindú, ésa es mi tradi­
ción, mi creencia, mi costumbre». Así que no me someteré,
porque ese sometimiento conduce al desorden. Por consi-
guiente, elimino cualquier gota de hinduismo que haya en
mis venas. Eso es ser verdaderamente libre. ^Qué significa

192
obedecer? «Debemos hacer esto», «Manténgase a la izquier-
da», «Vaya a la iglesia» o «Tu eres un inglês». Guando usted
se da cuenta de los factores de desorden, entonces está libre
porque hay orden en su yida.
Esta es la verdadera educación: vívir una vida de inmen-
so orden en la que la obediência se comprende, en la que se
ve cuándo es necesario amoldarse y cuándo es completa­
mente innecesario, y en la que se ve en qué circunstancias
uno está imitando.
I: ,:Diría usted que cuándo uno imita en lo psicológico está en
conflicto? Por ejempío, cuándo uno aprende un idioma y lo
hace porque siente que tiene que hacerlo.
K : No hay nada que usted tenga que hacer. Si uno está for-
zado por las circunstancias, eso es violência. Pertenecer a
una secta, a un grupo, a un país, eso es realmente violência
porque separa a la gente, Veo que estas cosas están suce-
diendo. Y yo, ,do estoy hadendo yo? El verdadero trabajo
es descubrir si estoy haciéndolo, eso es lo que entiendo por
trabajo, no sólo la jardinería, la cocina o el estúdio; esas co­
sas son parte de ello, pero el trabajo real, el verdadero, es ver,
comprender si uno vive en desorden. Usted puede tener un
orden extraordinário de cara al exterior, llevar ropa limpia,
lavarse, ser puntual en todas las comidas, pero el verdadero
orden se ha de tener dentro. Y puesto que usted tiene ese
orden, hará las cosas de un modo ordenado. Si dice: «Me
ocuparé dei jardín», se ocupará dei jardín haga mal o buen
tiempo. jOh, ustedes no trabajan!;Estoy haciendo yo todo!
I: Nosotros lo aprendemos haciéndolo. No estamos sugiriendo
que debamos retiramos a nuestros cuartos para investigar.
K : jDios santo, no! Ustedes aprenden cuándo actúan. Hacer es
aprender.
I: Tenemos que averiguar si estamos cooperando o si nos esta­
mos sometiendo; si estamos cooperando, eso en realidad no
debería conducirnos a contradicciones.

193
K : Ya tengan que cooperar porque estén obiigados por alguien
o por circunstancias violentas. A no ser que quieran coo­
perar, amen cooperar y deseen hacer cosas juntos. Eso es
orden; yo no puedo estar aislado en mi cuarto, viviendo por
y para mí mismo,
I: l í ahí no hay contradicción?
K : Evidentemente, no. Pero si usted me obliga, o me obligan
las circunstancias, o si siento que si no lo hago estaré mal
visto, eso es violência. Pero no lo es si veo que debemos
trabajar juntos, que la vida es trabajar juntos, que no puedo
vivir aislado en mí mismo. Después de todo, yo descubro si
soy violento al hacer cosas con usted, por mi modo de jugar,
de hablar, de escucharlo. Descubro cosas al relacionarme.
De otro modo no puedo descubrir, no puedo sentarme en
mi cuarto intentando descubrir si soy violento. Puedo ima­
ginar que no soy violento, pero la verdadera prueba, la ac-
ción verdadera surge de ia reladón; ahí es donde veo si soy o
no soy violento. Ese es el verdadero trahajo. Y si usted hace
eso tendrá una energia impresionante, porque tendrá orden
en su vida.

194
Capítulo 15
Reunión privada con el profesorado
cCuál es la función dei maestro?
Las tres corrientes de trabaio.
La función de Brockwood

Krishnam urti: No sé si ustedes han considerado lo que habla-


mos el otro día: como el conocimiento condiciona la mente
y si es posible ensenar hechos, dar informadón, etcétera -
todo lo cual es conocimiento—, sin condicionar la mente.
jLe hemos dado mucha importância al conocimiento! Para
algunas mentes de la índia, el conocimiento es un camíno
hacia Dios. En Oriente, creo que el conocimiento repre­
senta un modo de vida en el que el rnismo estúdio de los
libros sagrados —el Talmud, los diversos Sutras y el Corán-,
el memorizar y repetir los textos, lo acercan a uno a lo que
ellos líaman Dios, Alá o jehová.
Nosotros décimos que el condicionamiento no sólo es
cultural, en el sentido de la religión, Ia moralidad social, sino
que también se da a través dei conocimiento. ^Es posible en­
senar a los estudiantes y a nosotros mismos a liberar la mente
dei conocimiento y, no obstante, utilizado sin que la mente
funcione de un modo mecânico? Si yo fuera maestro aqui,
estaria sumamente interesado en como liberarme yo dei con­
dicionamiento y también al estudiante. Ya examinamos eso:
en el mismo acto de ensefiar, yo aprendo acerca de mi pro-

195
pio condicionamiento, veo ei condicionamiento dei nino y
aprendo cómo liberar a la mente dei condicionamiento. Abo-
ra bien, ^podemos investigar lo siguiente: si el conocímiento
condiciona la mente —en el caso de que así sea-, cómo im­
pediremos que lo baga, cómo impediremos que la mente se
someta en el acto mismo de ensenar e impartir información?
Interlocutor: El conocímiento en sí no condiciona la mente. Es
nuestra actitud bacia el conocímiento la que la condiciona;
sólo terier los hechos en la cabeza no condiciona la mente.
K : ^Por qué debo llevar los hecbos en mi mente? Ellos están en
la enciclopédia, en los íibros, ,jpor qué debo llevar todo esto
en mi mente?
I: Una gran parte dei trabajo que le corresponde a la mente es­
tá en un nível en el cual el conocímiento es una herramienta
necesaria.
K : Si yo quiero construir un puente, necesito conocímiento y
experiencia, información técnica. Utilizo ese conocímiento
para construir el puente. Veo la necesidad de retener ciertos
conocimientos en la mente, pero, ^cómo voy a evitar que el
ingeniero abuse de ese conocímiento didendo: «Voy a utili­
zar esto para mi propio progreso»? ;Es ése el problema? -
Interlocutor 1: Sí, el problema es el uso indebído, el abuso.
Interlocutor 2 : ^No lo es también el becho de que la mente no
puede permanecer quieta? Uno sale a pasear y está pensan­
do en el puente, no mira los árboles.
K : Pero si be de construir un puente tendré que pensar mucho
en ello.
I: Parecería entonces que cuanto más conocímiento e infor­
mación pueda almacenar cómodamente en la mente, mejor
para mí, porque no tendré que buscado en un libro. Puedo
consultado muy fácilmente.
K : Entonces, ,jcuál es la función dei conocímiento? Aqui uste-
des ensenan matemáticas, geografia, biologia, etcétera; i qué
función tiene esto en la vida?

196
I: Es una herramienta que el indivíduo podrá utilizar cuando
actúe.
K : Cuando actúe en una dirección particular.
I: Es el trasfondo desde el cual uno actúa, 7a provenga el co-
nocimiento de la experiencia o de un libro.
K : Ayer estuve íiablando con unos padres en Londres. Tienen
un hijo de diecinueve anos. Cuando tenia dieciocho iba a
la universidad y de pronto lo dejó todo, cayó en las drogas,
dio todo el dinero que tenia a un gurú y ahora medita una
hora por día. Sus padres están preocupados y se preguntan
qué va a pasar con él.
;Qué va a pasar con estos chicos y chicas que están aqui
después de que ustedes les hayan ensenado e impartido toda
la información acerca de arte, música, historia e inglês, lo que
sea? Habrán adquirido todo ese maravilloso conocimiento
técnico y luego, <;qué pasará con ellos? ^Los convertirá eso
en funcionários glorificados de una sodedad corrupta? ^Para
qué? Si un chico no va a la universidad y obtiene un título,
le resultará muy difícil conseguir un trabajo, a menos que
posea alguna cualidad particular. Entonces, <qué es lo que
estamos tratando de hacer? Les damos todo ese conocimien­
to, pero dejamos completamente desatendido un campo in-
menso, la otra parte de la vida. ^Saben lo que quiero decir?
1-1: No sé si ese campo está dei todo desatendido. Durante este
tiempo los estudiantes descubren qué es lo que les gusta
hacer, a qué pueden dedicar sus energias. Ellos descubren
poco a poco en qué pueden ocupar sus vidas.
7-2: También descubren otros valores, porque juntos escucha-
mos sus charlas y, hasta donde podemos, las aplicamos en
nuestra relación con el estudiante.
Interlocutor 3 : Pero el estudiante ha de encontrar un sentido a la
vida más allá de las realizadones intelectuales que ocuparán
su cotidianidad. Ha de ver eí cuadro completo de la vida:
<qPara qué estoy viviendo?».

197
Interlocutor 4 : ^Puede responder a esa pregunta una persona jo-
ven?
Interlocutor 5 : Nosotros podemos empezar a indagar...
Interlocutor 6 : Existe muchísima incertidumbre en los jóvenes, y
en las mentes de otras personas también, en cuanto a donde
el conocimiento es bueno y útil y donde está fuera de lugar,
donde no procede. Yo pienso que Ia confusión entre estos
dos aspectos surge constantemente entre los jóvenes y entre
Ias personas que le escuclian a usted o que han leído sus
libros. En cierto modo eso está claro y, no obstante, hay
confusión acerca de donde está la línea que divide ambos
aspectos dei conocimiento.
K : ,;Puedo plantear la pregunta de manera diferente? ;Cuál es
la función de un maestro?
I: Indicar un modo de vivir.
K : Aparte de «El maestro es el discípulo», ^cuál es la función
de un maestro?
I: j Seria posible inspirar al estudiante con la clase de energia
que le permita seguir después por sí mismo?
K : ^Inspira usted a sus estudiantes? No me gusta esa palabra,
«inspirar». Yo no quiero inspirar a nadie. i Quién soy yo?.
I: Uno no los inspira, los deja libres con su propia energía.
Uno elimina aquello que les estorba.
K : ^Es ésa la función de un maestro? ^Hacer que estudien, ins­
pirados, animados o estimulados para que lo hagan aunque
elios no estén interesados? Usted dice que debemos ayudar-
los a encontrar su propósito en la vida.
I: A descubrir lo que es la vida, en el sentido de ver dónde yo,
como indivíduo, encajo en la totalidad de ía vida.
K: Mire lo que está ocurriendo en el mundo: miles de estu­
diantes dejan la universidad y caen en las drogas, mantienen
relaciones sexuales individuales o colectivas, se escapan, se
unen a comunidades espantosas, a sectas, se afeítan la cabe-
za, bailan por las calles, dan todo su dinero a algún gurú.

198
I: Eso ocurre porque no han tenido Ia educación adecuada.
K: ;Nosotros les estamos dando la educación adecuada?
/: Si lo hacemos, ellos no harán esas cosas.
K: No, no se trata de que no vayan a hacerlo. ^Qué estamos
tratando de hacer nosotros como maestros? Les damos co­
mida vegetariana, les pedimos que se levanten a la hora, que
sean limpios, que mantengan aseado su cabello; intentamos
decides que se adaptem ^Qué es lo que estamos intentando
hacer aqui fundamentalmente?
I: Lo principal es ser conscientes de nuestro condidonamien-
to en nuestra relación con el nino.
K: No.
I: Tal como están las cosas, tenemos que dedicar mucho ti em­
po a la relación con los ninos, senalándoles todas estas cosas
que hacen diariamente, como correr por los pasillos. Así,
uno está casi obligado a danar su relación con el nino: el
nino no tiene aqui a una madre, tiene veinte, treinta madres
que se turnan para sehalarle lo que hace mal. Lo que deseo
saber es qué clase de educación, como hemos de acercamos
al nino para que éste ya no quiera correr por los pasillos.
K : No. Me gustaría enfocado de este modo —puedo estar equi­
vocado—. Usted sabe lo que está ocurriendo en el mundo:
en la política, todos los gobiernos están corruptos, real­
mente corruptos, no en la superfície, sino profundamente.
Y están todos esos gurús que recorren el mundo sumando
dinero y seguidores, distorsionando Ias mentes de los jóve-
nes; hay drogas de diversos tipos, ejércitos, negocios. Al ver
lo que ocurre, no como una abstracción sino basándonos en
hechos, ;qué es Io que estamos tratando de hacer con estos
ninos? ^Procurar que encajen en eso?
I : En parte, hacer que vean todo eso tal como es; eso tiene, en
cierta manera, su reflejo en nuestro propio entorno.
K : No, seamos un poco más concretos, un poco más directos.
^Qué es lo que estamos intentando hacer?

199
1-1: Yo quiero animarlos a que miren Ia vida con mayor serie-
dad. Ellos parecen muy indiferentes y pasivos, en particular
los más jóvenes.
1-2: Para mí, la educación tuvo mayor significado en aquellos
momentos en los que mi horizonte mental de pronto se ex-
pandió por la influencia de un maestro, o de algún impacto
cultural. Fue una expansión dei sentido de los valores que
puso las cosas en perspectiva.
1-3: Tener un sentido de los valores es la clave en un mundo
donde ocurre de todo.
1-4: ^No estamos tratando de descubrir cómo vivir de un modo
diferente? Han aparecido formas de vivir muy vulgares -
como hacer lo que a uno le plazca-, muy superficiales, muy
carentes de sustância. Puede que el nino pueda vivir de otra
manera, con una profundidad infinita.
1-5: La personalidad de aquel que educa al nino tiene que ser
aceptable para él. El nino percibe que somos personas más
bien normales; no veo por qué debería escucharnos. Yo
siento que, en primer lugar, tenemos que crear una nueva
cualidad en nosotros mismos.
1-6: ^Sí, Doris? ,;En nosotros mismos en primer lugar?
Interlocutor 7: Sí, yo creo que sí.
K : Indudablemente.
1-1: No en un sentido egocêntrico sino que, en primer lugar, de-
bemos descubrir, para nosotros mismos, una mejor manera
de vivir juntos.
1-2: Bueno, si lo descubrimos para nosotros, .mo lo estamos des-
cubriendo como una totaíidad, y no sólo para cada uno de
nosotros?
1-3: Nada es para nuestra propia persona, por supuesto; no es­
tamos tratando de glorificar sutilmente nuestros yoes indi-
viduales, al contrario. Pero me da Ia sensación de que cada
uno de los que estamos aqui deberíamos tener una cualidad
existencial inmensamente más vital.

200
K : «Debería». jAhora sí que estamos perdidos!
I : ,;Pero qué hemos de hacer?
K : Quiero abordar este asunto. Soy maestro aqui. Y bien, ;qué
estoy tratando de hacer?
I: Muchos de los estudiantes ya son conscientes de los acon-
tecimientos dei mundo; yo creo que por eso algunos de los
mayores cuestionan entre ellos la corrupción dei gobierno.
K : Sí, iy entonces qué? Guando ellos se enfrenten a todo esto,
cuando salgan fuera al mundo,<;serán absorbidos por él? ; 0
se limitarán a decir: «Lo siento, no quiero tener nada que
ver con eso», y se alejarán dei mundo?
I : Lo tienen que descubrir por sí mismos.
K : <;Cómo lo descubrirán, qué les dará la claridad, el discerni-
miento para decir: «No haré eso»?
/-/; Eso es lo que intentamos hacer aquí, y también es a lo que
ellos se están enfrentando.
1-2: Ésa es la razón por la que algunos de nosotros vinimos aquí.
K : Ahora seamos claros. ^Es eso lo que estamos intentando ha­
cer? ^Ayudarlos a que vean «lo que es», la corrupción, etc., y a
que no caigan de ninguna manera dentro de esa trampa?
I: Eso es sólo una parte.
K : <jCuál es la otra parte? <;Darles conocimientos? ^Ayudarles a
que tengan valor para combatir? Hablé con el director de
una de las escudas de la índia. Le pregunté: «Usted ha estado
haciendo esto durante cerca de cuarenta anos, ha dedicado
su vida a ello, ;ha merecido la pena?». Contesto: «Sí». Enton­
ces le pregunté: «En estos cuarenta anos, ^ha habido algún
chico o alguna chica que sobresaliera, que no entrara en este
terrible laberinto de iniquidad?». Contesto: «No lo sé, muy
pocos». Entonces le dije: «,; Usted quiere decir que en los cua­
renta anos que pasó aquí sólo uno o dos se han mantenido al
margen de eso?»
I: ^Dónde está el problema, en el maestro o en el alumno?
K : En ambos. Usted no tiene el material. Si uno quiere hacerse
un buen traje, necesita buen material.

201
1-1: Yo diría que ei material ya está bastante danado.
1-2: No es nada bueno si no tomamos cualquier material co-
mún; todo se va por la borda si usted sólo aspira a tener lo
mejor. Tome al primer nino que pase de los barrios bajos de
Londres. Si eso puede hacerse, puede bacerse con ese nino.
1-3: Yo no emplearía la expresión de «material bueno o maio»,
simplemente diría que todos son seres humanos.
1-4: Entonces eso implica que la sociedad está formada por se­
res humanos cuya intención es, en todos los casos, hacer
lo correcto, actuar intuitivamente, ser sensibles, atentos,
ser conscientes de sus acciones. Si así fuera, me parece que
eso anularia el propósito de tener una escuela como ésta.
Si tomamos a Ia humanidad en su totalidad y décimos que
la intención de cada uno es estar despierto y ser sensible,
que la influencia desempena un papel tan pequeno. Pien-
so que, indudablemente, existe una diferencia. Creo que es
una cuestión de quién viene aqui —ya sea el personal o el
estudiante- y cuál es su intención al estar aqui.
1-5: Algunos han mostrado una predisposición a vivir de un mo­
do diferente, han mostrado interés. Ya hay una inteligência.
K : Ahora bien, ^qué papel tiene ahí el conocimiento?
I: Una flor, un perro, no tienen conocimiento y, por lo tanto,
viven la clase de vida que les corresponde. Nosotros nece-
sitamos el conocimiento; el modo en que lo usamos da la
medida de quien lo usa.
K : Por lo tanto, está usted diciendo que lo que realmente im­
porta es el uso que hace el ser humano dei conocimiento.
I : No, no puede ser eso.
K : ,:Porquéno?
1-1: EI conocimiento no desempena ningún papel en el verdade-
ro ser.
1-2: Vivir con rectitud no depende en absoluto de ninguna clase
de conocimiento.
1-3: Pero el vivir, en si mismo, depende dei conocimiento.

202
1-4: ^De qué clase de conocimiento estamos hablando?
K : Hablemos de la clase de conocimiento a la que nos referimos.
I : El conocimiento de tipo académico, el conocimiento cientí­
fico, éste forma parte de lo que somos. En este momento lo
estamos usando para investigar, si lo prefiere.
K : Digamos que tenemos por un lado el conocimiento aca­
démico, 7 por otro la cuestión de cómo vivir usando ese
conocimiento. el conocimiento es la totalidad? <Y donde
interviene aqui la libertad, la espontaneidad? Está el cono­
cimiento académico; si 70 aprendo acerca de mí mismo 7
utilizo ese conocimiento acerca de mí mismo, no ha7 liber­
tad en ello. No sé si me esto7 expresando con claridad.
I: ^Dice usted que se necesita el conocimiento académico para
aprender sobre sí mismo?
K i No. ^Acaso debo ir a la universidad para aprender acerca de
mí mismo?
I: Ir a la universidad no íe impide conocerse a sí mismo.
K : Por lo tanto, está el conocimiento de uno mismo 7 está el
conocimiento académico, el cual es siempre el pasado, al
que sumamos, restamos, moldeamos, todo eso. Si digo: «Yo
me conozco a mí mismo», ése es el conocimiento que fie ad­
quirido observándome a mí mismo. Eso no me da libertad,
sigo atrapado en el conocimiento de mí mismo.
I : En la idea que tengo de mí mismo.
K : Sí, senor.
I: Eso es utilizar los métodos dei conocimiento científico 7 apli­
cados al conocimiento de uno mismo; ése es el problema.
K : No. Supongamos que uno nunca ha estado en la universi­
dad. Esta persona podría aprender acerca de sí misma en su
relación con todo ei mundo.
I : ^Pero construpe sobre eso, o debe desprenderse de lo acu­
mulado?
K : En el momento en que se acumula conocimiento, se crea un
impedimento 7, por lo tanto, la persona nunca es libre. Me
pregunto si me est07 expresando con claridad.

203
I: ^Dice usted que en el aprender acerca de uno mismo hay
dos aspectos: uno es acumular pequenos hechos sobre uno
mismo, almacenarlos y decir: «Yo hago esto y esto», y el
otro es percibir la totalidad de ese proceso con una enorme
profundidad en la cual subitamente uno ve la totalidad dei
asunto y termina con ello?
K : Lo cual nada tiene que ver con la acumulación de conoci-
mientos sobre uno mismo.
I : Quiere decir que uno ve hasta tal punto que todos los pe­
quenos fragmentos de conocimiento puestos juntos desapa­
receu, porque uno los ha visto.
K : Usted ve la totalidad de sí mismo...
I : ... y, por lo tanto, tiene libertad.
K : Correcto. Eso es libertad. Si aprendo acerca de mí mismo y
digo: «No debo hacer esto, debo hacer aquello» -ya cono-
cen todas esas nimiedades—, ese conocimiento me paraliza
por completo y nunca me atreveré a hacer nada con liber­
tad, con espontaneidad. Ahora creo que empezamos a ver
cuáles son las diferentes clases de conocimiento. Entonces,
^qué es lo que estamos procurando que florezca en el estu-
diante? No se trata de sóio impartirle el conocimiento ■de
los libros, eso está entendido. <:Qué es, entonces, lo otro?
pEstán tratando de ayudar al estudiante a que se conozca
poco a poco, a que acumule conocimiento de sí mismo por
medio de pequenas acciones? <:0 tratamos de ayudarle para
que pueda percibir la totalidad? Pienso que esto es impor­
tante. ^Como ha de despertar Ia capacidad de percepción
total interna de modo que todo ocupe su justo lugar? To­
das las pequenas cosas: cómo comportarse, cómo establecer
buenas relaciones, todo se coloca en su lugar. Ahora bien,
^córno voy a transmitirle esto y cómo voy a ayudarle?
I: Si uno sehala una acción, un proceso que se da en el presen­
te, pareciera que uno mismo debe integrar ese mismo pro­
ceso, debe estar explorándolo activamente en sí mismo. De

204
otro modo eso se volvería otro simple hecho más anadido a
los demás.
K i Otra simple serie de ideas, comprendo eso. Escuche: 70 en-
seno matemáticas 7 también le digo al estudiante que se
levante temprano, que se acueste a la hora indicada, que
coma adecuadamente, que se lave, etcétera. Y, no obstante,
quiero a7udarle a que tenga una percepdón que le permita
levantarse a la hora adecuada 7 hacerlo todo con fadlidad.
Así pites, me interesan tres cosas: el conocimiento académi­
co, el decirle al estudiante qué hacer 7, al mismo tiempo,
el decirle: «Mire, si usted despierta esa percepdón, todo
encajará en el sitio que le corresponde». Las tres corrientes
fíu7en juntas en armonía. Ahora, ^cómo V07 a transmitir
esto? ^Cómo V07 a a7udarle?
I: El tiene que ver donde encaja todo.
K : No. No. De nuevo lo está encajando en esto. Entonces él
dirá: «MU7 bien, encajaré en esto».
Primero mire el problema. El conocimiento académico
es una corriente. La otra son los detalles tales como, «Le-
vántese, no haga esto, no haga eso», algo que usted también
debe hacer. Y la tercera corriente consiste en decir: «Mire,
tener esa inteligência suprema significa que usted se com­
portará instintivamente dei modo correcto». Deje que las
tres comentes flu7an juntas 7 en armonía.
I : Es mu7 difícil que...
K : No, no diga que es difícil, no diga nada, primero mírelo. Si
usted dice que es mu7 difícil, se acabó.
I : El tercer elemento es un concepto.
K : No, no es un concepto, no es una idea; concepto significa
una idea, una conclusión. Yo veo tres cosas: la percepdón
que surge de la inteligência, la conducta detallada 7 el cono­
cimiento académico; 7 siento que no se mueven en sintonia,
no forman un rio armonioso. Por lo tanto, me digo: <;qué he
de hacer, cómo V07 a ensenar estas tres cosas de tal forma

205
que formen una totalidad? Guando usted escucha esto, saca
una conclusion y dice: «Sí, io acepto como una idea». Y yo
digo que no es una idea. Entonces se vuelve difícil y usted
dice: «No sé qué hacer». Pero si eso es una realidad, ^cómo
voy a transmitir esa realidad -no la idea- al estudiante? Per-
sonalmente, jamás he tenido problema o conflicto alguno
con respecte a todo esto.
Ahora bien; en mi condición de maestro, viviendo aqui y
en una relación más bien íntima con los estudiantes -íntima
en el sentido de un contacto cotidiano—, ^cómo voy a mos-
trarles esto? Les hago la pregunta a ustedes: ^cómo le mos-
trarán esto al nino? Pero no como una idea. Si es una idea,
entonces quiere decir que ustedes deben practicarla, deben
luchar con ella y entonces comienzan todo ese sinsentido.
I: Bueno, si para mí tiene un significado, entonces es signifi­
cativo.
K: ^Es significativo para usted?
I: Es muy muy significativo.
K: ^En qué sentido? ^Cuándo usa usted la palabra «significati­
vo»?
I: Yo siento que estos très elementos son extremadamente im­
portantes.
K: Lo lamento, me niego a decir que eso es importante.
I: Lo es.
K: Bien, ^cómo se lo transmite al estudiante?
I: Seguro que la belleza de la percepción se transmite por sí
sola, la pura belleza de ello.
K: Senor, ^sabe lo que está diciendo? Yo no quiero escuchar,
estoy mirando a ese pájaro y usted dice: «Vea la belleza de
esto». Que nazca la semilla en él. ^Cónio va a plantar usted
esa semilla? ^Comprende?
I: Sí, comprendo. Pero también veo que uno solo puede plan­
tar la semilla, y que si en una relación no se encuentran dos
mentes equilibradas, entonces nada surge de ello.

206
K : Estoy de acuerdo. Bien, ±cómo propone usted que esto suce­
da? Toma un chico, le ayuda, le da todo lo que necesita en el
sentido de un entorno saludable, una alimentación adecua-
da, le dice lo que tlene que hacer, le ensena lo académico,
etcétera. Entonces algo sucede y toda su vida se va al traste:
se da a la bebida, a las mujeres o a las drogas, estafa a los
demás, hace las cosas más espantosas posibles; está acabado.
He visto casos así. Si usted planta una semílla en la tierra,
ésta puede morir, pero la semilla es en sí misma la verdad
dei árbol, de la planta. Ahora bien, ^puede hacerse esto con
nosotros, con los ninos, con usted y conmigo?
1-1: Hay algo que puede hacerse; por definición, eso no puede
ser medido.
1-2: Un nino viene aqui por un tiempo muy corto y procede, tal
vez, de un entorno muy perturbado; sólo podemos ofrecerle
lo que tenemos. Si somos bastante equilibrados, si somos
muy sérios al respecto, si existe una relación adecuada, él se
lleva esto consigo cuando sale y accede al mundo.
K : Usted dice: «Si somos sérios, si somos equilibrados». ^Lo
somos?
I : Creo que ésa es una de las cosas básicas que estamos cues-
tionando.
K : ^Soy yo, lo es usted, somos nosotros fundamentalmente sé­
rios y equilibrados? Somos ío bastante sérios para decir:
«Mire», y transmitir eso verbal y no verbalmente?
I: Senor, a eso me refería con belleza, a la comunicación no
verbal.
K : Para comunicar algo de manera no verbal, uno debe tener
una asombrosa claridad interna, límpida, y debe tener esa
seriedad genuina, todo lo que acabamos de decir. ^Soy yo
así, lo es usted?
I: <;Nq estamos ensenando y aprendiendo juntos? ^No estamos
prestando atención a cada detalle de lo que sucede durante
ei día de forma que todo el tiempo uno tome el hecho que

207
se presenta por sí mismo? Ya que uno siente esto con tanta
intensidad, la fuerza está ahí y por eso uno ío afronta a cada
momento dei día. Y eso no es censura; es percepción, si pre-
fiere definido así. Y ello también está ligado al conocimiento.
K: Entiendo, pero yo estoy tratando de descubrir cómo voy a
transmitir las tres corrientes moviéndose juntas.
1: Uno encara el hecho. Por poner un ejemplo, alguien me
prèguntó: <qPuedo montar la tienda de campana?», y yo
le dije: «No la ponga cerca de la carretera». Ella contesto:
«,;Por qué no? Soy una persona libre». En otras palabras:
«Usted no tíene por qué decirme nada». Así que le explique
por qué. Uno lo examina de modo que ella comprenda la
situación, que es objetiva; eso incluye el lado académico y
también el tono de voz.
K: Lo sé.
I: Por eso no consiste en tratar todo el tiempo con cosas sepa­
radas.
K: ^Será esto comunicado al estudiante?
I: A veces sí y otras veces no. Uno tiene que trabajar en ello y
volver a investigado de nuevo.
K: Así que usted dice que uno debe estar en eso todo el tiempo.
I: Todo el tiempo. No en el sentido de: «Usted no ha hecho
eso». Eso es encasillar las cosas, es mezquino y provoca un
sentimiento equivocado, eso no es percepción. Es como si
entrara en una habitación y dijera: «No lo haga de ese modo».
K: Veo eso. No lo estoy cuestionando, pienso que está muy
bien, y no lo digo con un sentido de superioridad.
I: El otro lado de la cuestión es que, si sólo nos quedamos en
ese nivel y eso se convierte en el único elemento en relación
con el otro, entonces eso nos vuelve de nuevo a nosotros
mismos y a nuestra relación: una relación equilibrada entre
personas equilibradas, si es que tal cosa es posible. Si no, se
queda siempre en una medida correctiva y no una acción
penetrante, una relación profunda.

208
K : Si, senor.
1-1: ^No está esa misma acciôn en un nivel penetrante, profun­
do?
1-2: Eso depende de que Ilegue a ese nivel y uno pueda sentirlo.
Tal vez yo esté hablando demasiado acerca de un ejemplo
específico, porque conozco la situación, conozco a ese nino
y conozco mi propia relaciôn con el nino a ese nivel. Quizás
estoy cuestionando si esa relaciôn alguna vez ha ido más allá
de la superficie. No siento que eso sea siempre verdadero
en la relaciôn con un nino pequeno. ^Tenemos derecho a
seleccionar y decir: parece que algunos ninos son capaces de
percibir y otros no? ^Rechazamos al nino, o décimos: esto
es lo que este nino necesita y lo relacionamos con eso?
K : Considere a cada nino por separado.
I : De eso se trata.
K : Senor, todo lo que usted ha dicho es correcto. ^'Existe algu-
na manera diferente de abordar esta cuestiôn? Es muy difí­
cil poner en palabras lo que quiero expresar. ^Puede crecer
esta semilla sin que usted haga nada al respecto? Nosotros
hacemos algo: mi relaciôn con el nino, el modo en que me
comporto, lo que hago, lo que soy -sentimental o equili­
brado-, aprender acerca de mi mismo y entonces ayudar al
nino, todo eso, Conocemos todo eso y pareciera que fuera el
único camino. Yo pregunto si existe otra manera, de modo
que esta cosa ocurra sin que hagamos nada al respecto y que
incluso así tenga lugar.
I: Seguramente existe, en cualquier relaciôn verdadera...
K : Usted está llevándolo a la relaciôn...
I: <;Existe algun modo por el cual una persona tenga una com-
prensión profunda dei significado de su vida? ,;Es posible
ver...
K : ... la totalidad en un instante ?
.’j

I : Por supuesto que debe ser posible.


K : ^Cômo?

209
I: No cabe duda de que una relación, en una situadón cual-
quiera, es sólo algo secundário. Por definición la percepdón
existe por sí misma. Por lo tanto, si bablamos de educación
como si fuese básicamente comprensión de uno mismo y
percepdón, entonces una comunidad, un entorno, una re-
lación pueden indicar algo; pero el indivíduo debe ver que
eso procede de dentro y no de fuera; ése tiene que ser el
origen.
K: Entiendo todo eso. Yo estoy tratando de averiguar otra co­
sa: un estudiante viene aqui enormemente condicionado, o
su familia está desestructurada, etcétera. Y yo, como maes­
tro, también estoy condicionado. Estoy aprendiendo acerca
de mí mismo, estoy ayudando en nuestra relación, estoy
tranquilo, etcétera. Estoy liberándome y liberándole a él de
su condicionamiento en nuestra relación. Conocemos eso,
hemos hablado de ello, lo hemos visto. Ahora me pregunto:
^existe algún modo de que la semilla brote de forma natural
en la persona?
/; Lo que usted trata de decir es: ; existe algún modo de ha-
cerlo cuando una persona no puede hablar por usted? Sin
embargo, usted me está mostrando cómo. ;A eso se refiere?
K; No dei todo. Senor, apodemos hacer un milagro?
I: Esa es la cuestión.
K: Espere. ^Comprende, senor?
I: ^Queremos que se produzca un milagro?^ O simplemen-
te...?
K: Pienso que ambas cosas están involucradas, un milagro
también es necesario. Comprende lo que quiero decir con
milagro? No me refiero a algo como lo de Lourdes.
I: ,;Está usted didendo que si la semilla está ahí, tal y como
está en la tierra, y las condiciones son apropiadas, florecerá?
K; No, no me refiero a eso. Sabemos que el nino, al igual que
el maestro, viene aqui condicionado y tiene que aprender a
liberarse a sí mismo de su condicionamiento. Esto represen­

210
ta el lado académico, los detalles de la conducta, y el ver la
totalidad, todo eso tiene que darse simultaneamente, Eso es
io que trato de comunicar al estudiante y al hacerlo estoy
aprendiendo cómo vivir de ese modo. Eso requiere dema­
siado tiempo. Así que me digo: «Debe ocurrir un milagro
para que esto cambie instantaneamente». Puede que ambos
sean necesarios al mismo tiempo, tanto el milagro como lo
otro. Podemos despertar ambos? Yo pienso que sí. Y por
eso, tal como usted acaba de decir, si somos equilibrados,
sérios -ío que significa no ser sentimentales ni verbales, no
ser imaginativos sino objetivos—, si lo afrontamos de ese
modo, el milagro ocurre.
I: Eso ya es casi el milagro, ,mo?
K : Sí, senor. Pienso que eso es lo que se necesita aqui: un mi­
lagro en ese sentido. Eso sólo puede ocurrir si de verdad
somos sérios y estrictamente objetivos. ^Podemos comuni­
car al estudiante lo factual, lo real, nunca lo ideal, nunca lo
que «deberíamos ser» ni el sentimiento implícito en lo que
«debería» ser? Pienso que entonces el milagro se produce.
Si usted me dice que estoy loco y veo eso como un hecho,
entonces ocurre el milagro. A todos nos han educado sobre
la base de «lo que debería ser», las ideas, una manera senti­
mental de vivir, y estos chicos y chicas también están acos-
tumbrados a eso; eilos afrontan los hechos sólo por un rato
y los convierten en sentimientos. Podemos comunicarles
que nunca jamás deben entrar en ese terreno?
I: Eso significa que, como comunidad debemos descartar to­
do eso por completo porque de otro modo nuestra relación
sería una constante interpretación de Ia conducta ajena en
vez de ser un verdadero estado de atención y una compren-
sión profunda de las cosas.
K : Sí, absolutamente.

211
Segunda parte
Conversaciones con padres y profesores

«No es que se deba dejar de buscar, más bien se tiene que em-
pezar a aprender. Aprender es muclio más importante que en­
contrar».
«Mientras la educación se interese meramente en la cultu­
ra de lo externo, en la especializadón, en imponer conformi-
dad, el movimiento interno çon su inmensa profundidad es­
tará, inevitablemente, al alcance de muy pocos, y es o también
es sufrimiento. Ustedes no pueden comprender y poner fin al
sufrimiento cuando corren con tantísima energia a lo largo de
lo superficial. A menos que resuelvan esto mediante eí conoci-
miento de sí mismos, tendrán una rebelión tras otra, reformas
que necesitarán más reformas, y el interminable antagonismo
dei hombre contra el hombre continuará».
«La clave dei asunto es la educación. Es la comprensión total
del hombre y no el énfasis puesto sobre un fragmento de su vi­
da... Todos los entusiastas dei cambio exterior siempre dejan de
lado los problemas más fundamentales».

213
i

Siempre es apasionante ir a un nuevo país, sobre todo cuando


uno es muy joven. Uno síente eso con mucha intensidad en este
país, donde hay una gran líbertad física, donde todo el mundo
parece tener mucha energia, donde hay una inquieta y cambian­
te actividad que parece no tener fin. De costa a costa las grandes
ciudades son todas iguales, exceptuando una o dos de eílas. Pero
el país es inmenso y extraordinariamente bello con sus grandes
espacios, sus desiertos y sus sinuosos, largos y profundos rios.
Uno puede encontrar aqui todos los climas, desde el tropical
hasta el de alta montana y nieve.
Con el oceano Pacífico de fondo y sentados en una sala gran­
de, vários de nosotros hablamos debatiendo acerca de la educa-
ción. Un hombre alto con chaqueta de lana de dos colores dijo:
«Mis hijos están en rebelión; parecen considerar su casa como
un transito hacia alguna otra parte. Parece que no puedes decir-
les nada, que tienen todas las respuestas. Les disgusta cualquier
forma de autoridad o cualquier cosa que eílos consíderan autori-
dad. Naturalmente, están en contra de la guerra, no porque ha-
yan pensado mucho acerca de sus causas, sino porque están en
contra de que se mate a otros seres humanos; sin embargo, apro-
barían la guerra por ciertas causas. Son extrahamente violentos,
no sólo con nosotros, sino que están en contra dei góbierno, en
contra de esto y de aquello. Dicen que son contrários al confor­
mismo, pero por lo que yo he visto de ellos y de los amigos que
traen a casa, son igual de conformistas a su manera que como
nosotros lo fui mos. Su forma de conformismo es llevar el pelo

215
largo, la suciedad, los pies descalzos y una dejadez y promiscui-
dad generalizadas. Tienen su propio lenguaje. Uno de mis hijos
ha tomado drogas. Podría haber terminado muy bien la univer-
sidad, pero la dejó. Aunque es sensible, inteligente y lo que se
podría llamar reflexivo, está atrapado en este torbellino caótico.
Toda su generación está en contra del orden establecido, sea el
de la universidad, el del gobierno o el de la familia. Algunos de
ellos leen libros sobre misticismo o les gusta la magia negra y
otros extranos temas ocultos. Algunos de ellos son verdadera-
mente agradables, amables, tranquilos, pero están como deses­
perados, angustiados».
Otro hombre dijo: «Todo está bien mientras son jóvenes,
^pero qué sucederá cuando sean mayores? En un país como éste
es fácil ganar unos pocos dólares y vivir de ello un tiempo, pe­
ro a medida que crezcan verán que eso no es tan simple como
pensaban. Su rebelión contra nuestra sociedad y su opulência
les vuelve hacia lo que ellos llaman una vida sencilla: quieren
regresar a la vida primitiva y volverse salvajes, con muchas mu-
jeres e hijos, trabajando un poco en el huerto, etcétera. Forman
comunas. Algunos de ellos son sérios, pero entonces ilegan otros
y trastornan todos sus planes. Y así sigue todo eso».
El tercer hombre dijo: «Yo no sé cuál es la causa de todo esto.
Como padres se nos culpa por su mala educadón, su rebeldia, su
falta de respeto. Es evidente que nosotros, los padres, tenemos
nuestras propias dificukades. Nuestras familias están divididas,
nos peleamos, estamos aburridos de todo cuanto hacemos, en el
fondo somos unos hipócritas. Practicamos nuestra religion los
fines de semana, y el resto de la semana somos unos meros sal­
vajes domesticados. Nuestros hijos ven todo esto -al menos los
mios- y es lógico que nos vayan perdiendo el respeto. Nosotros
votamos a nuestros líderes y ellos los desprecian. Nosotros he­
mos ido a colégios y universidades, ellos ven cómo somos y, lo­
gicamente -no los culpo-, no quieren ser como nosotros en ab­
soluto. Mi hijo me llamó hipócrita a la cara y, como estaba ex~

216
presando un hecho, yo nada pude hacer al respecto. Esta rebe-
lión está arrasando el mundo».
Y el cuarto dijo: «Si usted les pregunta qué quieren hacer,
con excepción de aquellos que están comprometidos con una
acción política particular -y afortunadamente de esos no hay
demasiados-, le dirán: “No sabemos y no necesitamos saber-
lo. Sabemos lo que no queremos y lo vamos a descubrir sobre
la marcha”. El argumento que tienen es muy simple: “Ustedes
supieron lo que querían hacer, o sea, conseguir más dinero y
una mejor posición, y miren dónde han conducido ai mundo.
No cabe duda de que nosotros no queremos eso”. Algunos de
ellos desean una vida fácil y cómoda, dejarse llevar a la deriva,
rendirse a toda forma de placer. El sexo no es nada para ellos.
Me pregunto por qué se ha producído esto tan rápidamente en
los últimos anos. Usted ha estado a menudo en este país, ^cuál
piensa que es la causa de todo esto?».
(iNo existe una causa más profunda, un movimiento más
profundo dei cual tal vez la generación más joven no es cons­
ciente? En una sociedad o cultura con tanta riqueza material y
con una tecnologia asombrosa, un pueblo con tanta energia pue-
de vivir una vida muy superficial. Sus creencias religiosas y sus
luchas no los llevan a mirar en profundidad dentro de sí mismos.
El empuje exterior que ejerce el bienestar material con toda su
competitividad, sus guerras, parece satisfacerlos. No parece que
quieran investigar más amplia o profundamente, aunque deseen
conquistar el espado. Están preocupados por la explosión exter­
na -más de esto y más de aquello- y están entregados al disfrute
dei placer. Su Dios ha muerto, si es que alguna vez tuvieron un
Dios. Se han escrito volúmenes acerca de ellos, han sido anali-
zados y clasificados en categorias. Hasta tienen clases donde les
ensenan a ser sensibles. El sentimiento vocacional ha Ilegado a
su fin. La vida se ha vuelto mecânica, carente de sentido, llena
de ciudades atestadas, interminables autopistas, etcétera. ^Qué
tienen ustedes que ofrecer a los jóvenes? ^Qué tienen para darles

217
—sus preocupaciones, sus problemas, sus logros absurdos?- Es
natural que cualquier persona inteligente se rebele contra todo
esto. Pero esa rebelión lleva en sí la semilla dei conformismo: se
conforma dentro dei propio grupo y se opone a otro grupo. El
joven empieza por rebelarse contra el conformismo y termina
por conformarse de la misma absurda manera. Ustedes han vi­
vido para el placer y ellos quieren vivir para su propia clase de
placer. Ustedes han contribuido a provocar guerras y, natural­
mente, ellos están en contra de la guerra. Todo lo que ustedes
han hecho, construído y producido es para el bienestar material;
éste tiene su lugar, pero cuando es un íin en sí mismo, entonces
empieza el caos. Uno se pregunta si ustedes realmente aman a
sus hijos. No se trata de lo que otros hagan en otras partes dei
mundo; ése no es el asunto. Puede que ustedes cuiden a sus hijos
cuando son pequenos, les den el mejor alimento, les consientan
todo, los traten como juguetes usándolos para su propia realiza-
ción y disfrute. En esto no hay freno, nunca hay ese sentido de
austeridad que nada tiene que ver con la severidad dei monje.
Ustedes tienen la idea de que ellos deben actuar libremente, de
que no deben ser reprimidos, de que no hemos de decides lo que
han de hacer; ustedes siguen lo que aconsejan los especialistas y
los psiquiatras. Ustedes son los artífices de una generación des-
enfrenada, y cuando esta se rebela, se horrorizan o se sienten
complacidos, dependiendo de su condicionamiento. De modo
que ustedes son los responsables de todo esto.
^No Índica esto, si uno puede preguntarlo, que no hay ver-
dadero amor? El amor se ha convertido en una nueva forma de
placer, un entretenimiento espiritual o físico. A pesar de todo el
cuidado que les dedicaron cuando eran pequenos, permiten que
se los mate. Desean de todo corazón que ellos se amolden, no
al patrón de ustedes como padres, pero sí a la estructura de un
orden social corrupto. Se horrorizan cuando ellos rechazan todo
esto, pero de un modo extrano admiran ese hecho. Piensan que
es senal de una gran independencia. Después de todo, ustedes

218
dejaron Europa para ser independientes, 7 así. el círculo se repite
eternamente.
Ellos estaban en silencio. Y entonces el hombre alto dijo:
«^Cuál es la causa de todo esto? Comprendo muy bíen lo que
usted dice, es obvio 7 está claro cuando uno lo mira. Pero más
allá de la superfície, ^qué significa?».
Ustedes han tratado de darle sentido a una vida que tiene
muy poco significado, que es muy superficial e insignificante,
y habiendo fracasado en esto, tratan de expandiria en el mismo
nivel. Esta exparisión puede continuar indefinidamente, pero
carece de hondura, de profundidad. El movimiento horizontal
conducirá a toda clase de lugares excitantes y entretenidos, pero
la vida sigue siendo banal. Ustedes pueden tratar de darle pro­
fundidad intelectualmente, pero seguirá siendo banal. Para una
mente que de verdad investiga -no que examina de un modo
meramente verbal o que reúne hipótesis intelectuales-, para ía
mente inquisitiva, el movimiento horizontal tiene muy escaso
significado. No puede ofrecer nada excepto lo muy obvio, y así
es como la rebelión también se vuelve trivial, porque se mueve
en la misma dirección: lo externo, la política, las reformas, et­
cétera. La única revolución es la que tiene lugar dentro de uno
mismo. Ésta no es horizontal, sino vertical, hacia abajo y hacia
arriba. El movimiento interno que tiene lugar en uno mismo
nunca es horizontal, y ai ser interno tiene una inmensurable pro­
fundidad. Y cuando realmente existe esta profundidad, ella no
es horizontal ni vertical.
Ustedes no ofrecen esto. Sus dioses, sus predicadores, sus
líderes se interesan por lo superficial, con mejores medidas, me-
jores sistemas y organizaciones que son necesarias para ía efi­
ciência; pero ésa no es la respuesta total. Ustedes podrán tener
una burocracia maraviílosa, pero ésta se vuelve inevitablemente
tirânica. La tirania trae orden en la superfície. Sus religiones,
que supuestamente ofrecen profundidad, son un regalo dei inte­
lecto, están cuidadosamente planeadas para que se las reconoz-

219
ca y se créa en ellas, algo característico de la propaganda. Pero
esto carece de belleza interior. Mientras la educación se interese
meramente en la cultura de lo externo, en la especialización, en
imponer conformidad, el movimiento interno con su inmensa
profundidad estará, inevitablemente, al alcance de muy pocos,
y eso también es sufrimiento. Ustedes no pueden comprender y
poner fin al sufrimiento cuando corren con tantísima energia a
lo largo de lo superficial. A menos que resuelvan esto mediante
el conocimiento de sí mismos, tendrán una rebeliòn tras otra,
reformas que necesitarán más reformas, y el interminable anta­
gonismo dei hombre contra el bombre continuará. El conoci­
miento de uno mismo es el principio de la sabiduría, y esto no se
encuentra ni en los libros, ni en las iglesias ni en la acumulación
de palabras.

Uno no puede captar un país dei todo a menos que haya vivido
en él por algún riempo. Sin embargo, la gente que vive ahí, que
pasa dias y anos y muere ahí, raramente llega a sentir la total idad
de su propia rierra. En este país tan inmenso con tantos idiomas,
las personas son, por lo general, muy seculares y provincianas.
En su día, las diferentes divisiones de clases encontraron un
nexo de unión en la religión, los cantos y las historias, pero eso
se está perdiendo rápidamente. Esta unión, este sentimiento de
sacralidad de la vida, de que hay cosas más allá dei pensamiento,
está desapareciendo. Si viniera ano tras ano para pasar algunos
meses aqui, notaria el declive general, el enorme incremento de
la población en todas las grandes ciudades; al caminar por cual-
quier calle vería a personas durmiendo en las aceras, la terrible
pobreza, la suciedad. A la vuelta de una esquina se encontraria
con un templo o una mezquita llena de gente, y más allá de la
ciudad, las fábricas, los campos y las colinas.

220
Es realmente un país muy bello con sus altas montanas cu-
biertas de nieve, sus enormes valles azules, los rios, los desier-
tos, la rica tierra roja, las palmer as, los bosques y los animales
salvajes, que están desapareciendo. La gente se preocupa por la
política -un grupo contra otro grupo™, por la extrema pobreza,
la miséria, la suciedad, pero muy pocos hablan de Ia belleza dei
país. Y éste es muy bello en su variedad, en sus colores innume-
rabíes, en la inmensa extensión de su cielo. Uno puede llegar
a percibir ei sentímiento total dei país con sus antiguas tradi-
ciones, las mezquitas, los templos, Ia brillante luz dei sol, los
papagayos y los monos, los miles de aldeanos luchando contra
la pobreza y la inanición, con la falta de agua hasta el día en que
llegan las lluvias.
Cuando uno asciende por las colinas, el aire es fresco y pu­
ro, hay hierba verde por todas partes. Parece que uno estuvíese
en un mundo diferente, pueden verse cientos de millas de mon­
tanas nevadas. Eso es asombrosamente maravilloso, y a medida
que uno baja por un estrecho sendero, se encuentra la pobreza
y la miséria, y en una pequena caseta, un monje hablando a sus
discípulos. Hay una actitud muy distante en todo esto. Uno se
encuentra con personas cuyo cerebro ha sido cultivado en el
pensamiento religioso durante generaciones y que tienen una
capacidad peculiar para captar -aí menos verbalmente- el otro
aspecto de la vida. Ellos argumentan locuazmente, citan, com-
paran, recuerdan lo que dicen sus libros sagrados. Todo eso lo
tienen en la punta de la lengua, las paíabras se suceden, y las
ricas aguas dei do pasan de largo. Uno percibe el sentimiento
total de esta extraordinária belleza, las enormes montanas, las
colinas, los bosques y los rios de la inmensa pobíación, la diver-
sidad de conflictos, el sufrimiento intenso y la música. Todos
aman la música. Se sientan a escucharla durante horas en las
aldeas, en Ias ciudades, quedan absortos en ella, llevando el rit­
mo con sus manos, sus cabezas, sus cuerpos. Y la música es ma-
ravillosa.

221
Hay muchísima violência, odio creciente, y una multitud de
personas alrededor dei templo sobre la colina. Millones de per­
sonas hacen una peregrinadón al rio, el más sagrado de todos los
rios, y se mardian felices y agotados. Ésta es su forma de disfru­
tar en el nombre de la religion. Hay sanyasis, monjes por todas
partes. Algunos son serios y otros se toman el hábito religioso
como la forma más cómoda de vivir. Está la infinita fealdad y es­
tá la admirable belleza de un árbol y de un rostro. Un mendigo
va cantando por la calle hablando sobre antiguos dioses, mitos
y la belleza de la bondad. Los que trabajan en los edifícios lo es-
cuchan y dan un poco de lo que tienen al hombre que canta. Es
una tierra increíble con su increíble infortúnio. Uno siente todo
esto tan profundamente que íe hace llorar.
El político con sus ambiciones habla sin cesar del pueblo y de
su bienestar; los diversos pequenos líderes, con sus multitudes,
la division idiomática, la intensa arrogancia, el egocentrismo, el
orgullo de raza y ias antiguas represiones, todo está ahí. Lo que
resulta más extrano es la risa de los ninos. Parecen tan compie-
tamente ajenos a todo esto. Son pobres y su risa es más grande
que la dei hombre que es rico hasta el hartazgo. Todo aquello
en que uno puede pensar está en este país: engano, hipocresía,
destreza, tecnologia, erudidón. Un ninko vestido con andrajos
está aprendiendo a tocar la flauta, y en el campo crece una soli­
tária palmera.
En un valle que está lejos de las ciudades y dei ruido, cu-
yas colinas son las más viejas dei mundo, un padre ha venido a
hablar de sus hijos. Probablemente él nunca miró esas colinas
que casi parecieran haber estado cuidadosamente talladas por la
mano, las enormes rocas colocadas una sobre otra en equilíbrio.
Aquella manana el delo era muy azul y algunos monos corrían
de arriba a abajo en el árbol fuera de la veranda. Estábamos
sentados en ei suelo sobre una alfombra roja, y él dijo: «Tengo
vários hijos y empiezo a tener problemas. No sé qué hacer con
eílos. Debo casar a las ninas y va a ser muy difícil educar a los

222
níhos, y —anadtó como un pensamiento posterior—a las ninas.
Si no los educo, vivirán en la pobreza sin ningún tipo de futuro.
A mi mujer y a mí nos preocupa mucho todo esto. Como usted
puede observar, senor, yo he sido bien educado; tengo un título
universitário y un buen empleo. Algunos de mis hijos son muy
inteligentes y brillantes. En una sociedad primitiva se las arre-
glarían muy bien, pero hoy en día se neceska estar altamente
educado en algun campo especial para vivir una vida más o
menos decente. Pienso que los amo y deseo que vivan una vida
feliz y tengan trabajo. No sé qué significa esa palabra, «amor»,
pero yo abrigo un sentimiento por ellos. Quiero que se los cuide,
que estén bien educados, pero sé que cuando vayan a la escuela,
los otros ninos y los maestros los destruirán. Aí maestro no le
interesa ensenarles. É1 tiene sus propias inquietudes, sus ambi­
ciones, sus desdichas y ririas familiares. Repetirá algo que ha
aprendido de un libro y los ninos llegarán a ser tan ínsensibles
como él. Existe esta lucha entre eí maestro y el estudiante, la
resistência por parte de los ninos, el castigo y la recompensa y
el temor a los exámenes. Es inevitable que todo esto perjudique
la mente de los ninos y, aun así, ellos tienen que pasar por esta
molienda para obtener un título y un empleo. ^Qué he de hacer,
pues? He pasado muchas noches despierto pensando en todo
esto. Veo cómo afio tras ano los nifios son destruídos. ^No ha
notado, senor, lo que les sucede después de alcanzar la puber-
tad? Sus rostros cambian; parece que hubieran perdido algo. A
menudo me pregunto por qué se produce este estrechamiento
de la mente, esta vulgaridad. ;Acaso no es parte de la educadón
mantener desplerta esta cualidad de delicadeza? -no sé cómo
expresarlo-. Todos parecen volverse repentinamente violentos
y agresivos, con un estúpido sentimiento de indèpendencia.
En realidad, no son independientes en absoluto.»Los maestros
parecen descuidar esto totalmente. Veo al mayor de mis hijos
cambiado cuando vuelve de la escuela, endurecido, con la mi­
rada dura. De nuevo me pregunto qué he de hacer. Creo que

223
los amo, de otro modo no estaria hablando así de ellos. Pero
veo que no puedo hacer nada, la presión dei entorno es dema­
siado fuerte, la competitividad va en aumento, la crueldad y la
eficiência se han convertido en las normas. Así que todos ellos
se volverán como los demás: insensibles. La chispa se habrá ido
de sus ojos y la sonrisa feliz nunca volverá a aparecer dei mismo
modo. Así, como un padre entre un millón de otros padres, he
venido a preguntar qué he de hacer. Veo qué efecto producen
la sociedad y la cultura, pero yo debo enviados a la escuela. No
puedo educarlos en la casa; no tengo tiempo ni lo tiene mi es­
posa y, además, ellos deben estar con otros ninos. En mi casa íes
hablo, pero es como una voz en el desierto. Usted sabe, senor,
lo increíblemente imitativos que somos, pues los hijos son igua­
les. Ellos quieren pertenecer a algo, no quieren ser excluidos, y
los líderes políticos y religiosos usan esto y los explotan. Y en
muy poco tiempo ellos marcharán en los desfiles, saludarán la
bandera, se manifestarán en contra de esto o aquello, gritando
y tirando piedras. Están perdidos, acabados. Cuando veo esto
en mis hijos me deprimo tanto que a menudo me quiero suici­
dar. ^Hay algo que yo pueda hacer? Ellos no quieren mi amor.
Quieren un circo, como yo lo queria cuando era nino, y se
repite el mismo patrón».
Estábamos sentados en silencio. El maina1 cantaba y las an-
tiguas colinas rebosaban de la luz dei sol.
No podemos volver al antiguo sistema dei maestro con pocos
alumnos que, viviendo con éí, eran instruídos y observaban el
modo en que él vivia. Eso es pasado. Ahora tenemos esta tecno­
logia mecânica que da a la mente la agudeza dei metal. El mun­
do se está industrializando y eso trae consigo sus problemas. La
educación desatiende el resto de la existência humana. Es como
tener un brazo sumamente desarrollado, fuerte, vital, mientras

1. Pájaro de la índia dei género Eulabes religiosa. Puede ser domesticado


y aprende a pronunciar ciertas palabras. (N. dei T.)

224
que el resto del cuerpo se marchita, es débil y enfermizo. Como
padre, usted puede ser una exception, pero la mayoría de los
padres desean el proceso industrial, mecânico, que se desarrolla
a expensas dei ser humano total. La mayoría parece imponerse.
;N o puede la minoria inteligente de los padres reunirse y
fundar una escueía en la que haya interés y consideration por 1a
totalidad dei ser humano, en la cual el educador no sea mera­
mente un informante, una máquina de impartir conocimientos
particulares, sino que se interese por la totalidad? Esto significa
que el educador ha de ser educado, lo que implica crear, con la
ayuda de unos pocos padres que estén profundamente intere-
sados, un lugar donde el educador se eduque al mismo tiempo.
lo suyo es solamente un grito transitório, desesperanzado?
No parecemos ser capaces de dedicamos a ver la verdad de algo
y líevarla a cabo. Pienso, senor, que ahi es donde radica la difi-
cultad. Usted probablemente tiene un sentimiento profundo por
sus hijos y por cómo eílos deberían ser. Pero darse cuenta de lo
que está ocurriendo en el mundo no parece afectarlo profunda­
mente; usted flota a la deriva junto con la sociedad. Se limita a
íamentarse, y eso no conduce a ninguna parte. Usted no sólo es
responsable de sus hijos, sino de todos los hijos, y debe unir sus
fuerzas a las de otros para crear las nuevas escuelas. Eso es cosa
de ustedes y no de la sociedad o de los gobiernos, porque ustedes
son parte de esta sociedad. Si realmente amaran a sus hijos, se
dedicarían de manera real y definitiva a crear no solo una clase
diferente de educación, sino una clase de sociedad y de cultura
completamente distintas.

Muy temprano en la manana, antes de que saliera el sol, había


niebla sobre el rio. Apenas se podia divisar la otra orilla. Aún
estaba un poco oscuro y los árboles eran sombras que contras-

225
taban con la claridad dei cielo. Los botes pesqueros todavia
estaban ahí. Habían pasado toda la noche pescando, a oscuras,
casi inmóviles con sus pequenos faroles. Ni un sólo sonido pro-
venía de ellos. En algiin momento de la noche podia escuchar-
se cantar a los pescadores, pero ahora, tan temprano en la ma-
fiana, estaban muy silenciosos, rendidos y muertos de sueno.
La corriente los mecía suavemente, y pronto regresarían con su
pesca a la pequena aldea en que vivían más abajo, a este lado
dei rio. Mientras uno observaba, el sol naciente iba iluminando
unas pocas nubes en el cielo. Eran nubes doradas, y estaban
llenas de esa extrana belleza de la manana. La luz se extendía
haciendo visibles todas las cosas; el sol, al alzarse finalmente
sobre los árboles, sorprendió a los pocos papagayos que chilla-
ban mientras se dirigían hacia los campos que estaban más allá
dei rio. Volaban ruidosamente, velozmente con su pico verde
y rojo y regresarían en una hora o más a sus pequenos refúgios
en ei tamarindo ai otro lado dei huerto. Al observados, uno
veia cómo se camuflaban con las verdes hojas de tal manera
que era casi imposible divisados, excepto por sus brillantes pi­
cos rojos.
El sol trazaba un sendero de oro sobre el agua, y un tren tra-
queteó al cruzar el puente haciendo un estrepitoso ruido; pero
era el rio el que contenía en sí la belleza de la manana. Una am­
plia extensión separaba esta orilla y la otra, probablemente más
de una milla. En la otra orilla, el terreno había sido cultivado
para el trigo de invierno y ahora se ie veía fresco y verde, resplan-
deciendo en la suave brisa matinal. Mientras uno observaba el
sendero dorado, éste se volvia plateado, claro y bnllante, y la luz
sobre el rio se podía contemplar durante un largo tiempo. Era
esta luz ia que penetraba los árboles, los campos y el corazón de
todo hombre que la mirara.
Ahora el dia había comenzado con todos sus ruídos habi-
tuales, pero el río permanecia esplendido, pleno, inmensamente
arrebatador. Era el río más sagrado dei mundo, sagrado desde

226
muchos miles de anos. La gente venía desde todos los rincones
de ese país para baharse en él, para lavar sus pecados, para me­
ditar en sus orilias con las ropas aún mojadas, los ojos cerrados e
inmóviles. Ahora, en el invierno, el rio estaba bajo, pero seguia
siendo profundo en el centro, donde la corriente era bastante
fuerte. Con el monzón y la llegada de las lluvias subiría treinta,
cuarenta, sesenta pies, arrollando todo a su paso, arrastrando la
suciedad humana y con ella animales muertos y árboles, hasta
ser otra vez puro, bello y amplio.
Esa manana había algo nuevo con respecto al rio, y mientras
uno sentado ahí lo miraba, se daba cuenta de que la novedad
no estaba en los árboles, ni en los campos ni en aquellas quie­
tas aguas. Estaba en alguna otra parte. Uno Io miraba con una
mente nueva, con un nuevo corazón, con ojos que no tenían
memória dei ayer y de la miséria de las actividades humanas. Era
una manana esplendida, pura, fresca y había música en el aire.
Pasaban mendigos y mujeres en sus ropas sucias, harapientas,
llevando combustible a Ia ciudad que estaba a una o dos millas
de distancia. En todas partes había pobreza y total insensibili-
dad. Pero los ninos que iban en bicicleta, transportando leche,
cantaban, y los hombres mayores marchaban silenciosos, impla-
cables, ásperos, con cuerpos delgados y recios. Sin embargo, era
un manana bella y clara, y la claridad no se veia alterada por el
estrépito dei tren sobre el puente, por el grito agudo de los cuer-
vos o por la líamada de un hombre desde la otra orilla.
La sala con su veranda daba al rio, a treinta pies o más por
debajo. Había un grupo de padres sentados en el suelo sobre
una alfombrilla razonablemente limpia. Eran todos morenos,
estaban bien alimentados, aseados y tenían un aire de petu­
lante respetabilidad. Habían venido para hablar sobre la re-
lación que tenían con sus hijos y su educación. En esa parte
dei mundo, la tradición es todavia muy fuerte. Se suponía que
todos estaban bien educados o, mejor dicho, habían obtenido
algunos títulos en las universidades y tenían, en su opinion,

227
empleos bastante buenos. Se les había inculcado respeto, no
sólo por los que eran superiores a ellos en sus profesiones, sino
también por las personas religiosas. Eso es parte de esta espan­
tosa respetabilidad. Invariablemente, los que respetan suelen
mostrar una absoluta falta de respeto y desprecio por los que
están debajo de ellos.
Uno de ellos dijo: «Como padre me gustaría hablar de mis
hijos, de su educación y de lo que van a hacer. Me siento res-
ponsable de mis bijos. Con mi mujer los hemos criado cuida­
dos amente como sabemos hacerlo, diciéndoles qué deben y qué
no deben hacer, guiándolos, formándolos, ayudándolos. Los he
enviado aqui, a esta escuela, y me preocupa qué va a ser de ellos.
Tengo dos hijas y dos hijos. Como padres, mi mujer y yo hemos
hecho lo mejor, pero puede que lo mejor no sea suficiente. Usted
sabe, senor, hay una explosión demográfica, encontrar un em-
pleo se está volviendo cada vez más difícil, las normas educativas
son más bajas y los estudiantes universitários están de huelga
porque no quieren mayores exigências en los exámenes. Ellos
desean calificaciones fáciles; de hecho, no quieren ni trabajar ni
estudiar. De modo que estoy preocupado y me pregunto de qué
manera yo, o la escuela o la universidad, podemos preparar a
mis hijos para el futuro».
Otro de ellos anadió: «Tengo exactamente el mismo proble­
ma. Yo tengo tres hijos; los dos chicos están aqui en la escuela.
Seguro que aprobarán los exámenes que sean, entrarán en la
universidad y los títulos que obtendrán ni se aproximan a los
vigentes en Europa o América. Pero son chicos inteligentes y yo
siento que la educación que van a recibir -no en esta escuela,
síno más adelante—destruirá la chispa de sus ojos y la vivacidad
de sus corazones. Sin embargo, deben tener un título para ga-
narse la vida de alguna manera. Estoy muy preocupado obser­
vando las condiciones de este país, la superpoblación, la abru-
madora pobreza, la total incapacidad de los políticos y el peso
de la tradición. Tengo que casar a mi hija; ella lo dejará comple-

228
tamente en mis manos porque, <;cómo puede saber ella con
quién debería casarse? Tengo que escoger un marido adecuado,
quien -con Ia bendición de D ios- tenga un título 7 encuentre
un empleo seguro en alguna parte. Eso no es fácil y estoy muy
preocupado».
Los otros tres padres estaban de acuerdo; inclinaban solem-
nemente sus cabezas en senal de asentimiento. Tenían los es­
tômagos llenos, eran hindúes hasta Ia médula, empapados en
sus pequenas tradiciones y superficialmente preocupados con
respecto a sus hijos.
Ustedes han condicionado a sus hijos, aunque tal vez sin
comprender profundamente la cuestión. No sólo ustedes, sino la
sociedad, ei entorno, la cultura en la que ellos se han criado, tan­
to en lo económico como en lo social, los han nutrido confor-
mándolos a un patrón particular. Ellos van a tener que pasar por
la molienda de la Ilamada educación. Si tienen suerte, obtendrán
un empleo gracias a las manipulaciones de ustedes, sus padres,
y se establecerán en sus pequenos hogares con esposas y esposos
igualmente condicionados, para llevar una vida monótona e in­
sípida. Pero, después de todo, eso es lo que ustedes desean para
ellos: una posición segura, un casamiento a fin de que no sean
promiscuos, y la religión a modo de ornamento. La mayoría de
los padres quieren esto, ;no es así? Un lugar seguro en la socie­
dad, una sociedad que, ustedes, en sus corazones, saben que está
corrupta. Esto es lo que ustedes quieren, y para conseguido han
creado escuelas y universidades; para darles cierto conocimiento
tecnológico que les asegure la subsistência y así esperar lo mejor,
olvidando o cerrando los ojos a conciencia al resto dei problema
humano. Ustedes se preocupan por un fragmento y no quieren
considerar los múltiples fragmentos de la existência humana. De
hecho, ustedes no desean interesarse, ^verdad?
«No estamos capacitados para ello. No somos filósofos, no
somos psicólogos, no somos expertos en las complejidades de Ia
vida. Estamos formados para ser ingenieros, médicos, profesio-

229
nales, y nos ileva todo nuestro tiempo estar al día, por las muchas
cosas nuevas que se están descubriendo. De lo que usted dice
se deduce que quiere que seamos expertos en el conocimiento
de nosotros mismos. No tenemos ni el tiempo, ni la inclinación
ni el interés. La mayor parte de mi tiempo la consumo, ai igual
que todos los que estamos aqui, en una oficina, o construyendo
un puente o atendiendo a los pacientes. Nosotros sólo podemos
especializamos en un campo y cerrar los ojos a los demás. Ni
siquiera disponemos de tiempo para ir al templo; eso se lo deja-
mos a nuestras mujeres. Usted quiere provocar una revolución no
sólo en el campo religioso, sino en el educacional. No podemos
acompanarlo en esto. Me gustaría, pero simplemente me falta el
tiempo».
Uno se pregunta si realmente no tienen tiempo. Ustedes han
dividido la vida en especialidades: han separado la política de
la religion, Ia religion de los negocios, el hombre de negocios
dei artista, el profesional del lego y así sucesivamente. Es esta
division la que hace estragos no sólo en la religion, sino en la
educación. Lo único que íes interesa es que sus hijos obtengan
un título. La competitividad se está enduredendo; en este país
las normas educativas están bajando y, a pesar de eso, usted dice
que no tiene tiempo para considerar la totalidad de la existenda
humana. Eso es lo que casi todos dicen en diferentes palabras y,
por lo tanto, dan continuidad a una cultura en la que se incre­
mentará la competitividad, habrá mayores diferencias entre los
especialistas, más conflictos humanos y más sufrimiento. Ese es
su sufrimiento, no el de algún otro. Sin embargo, manifiestan
que no tienen tiempo, y sus hijos repetirán la misma historia.
En Occidente, los estudiantes y los jóvenes se están sublevando;
la rebelión se produce siempre en contra de algo, pero los que se
rebelan son tan conformistas como aquéllos contra quienes se
rebelan. Ustedes quieren que sus hijos se amolden; toda la es-
tructura religiosa y económica está basada en ello. La educación
procura que ellos se amolden. Como ustedes esperan que por

230
medio del amoídamiento no tendrán problemas, piensan que los
problemas surgen sólo cuando hay distúrbio, cambio. No ven
que no es el cambio el que produce los problemas, sino el amol­
dam iento en sí mismo. Ustedes temen que cualquier alteración
en el molde pueda producir caos, confusion y, por lo tanto, con-
dicionan a sus hijos para que acepten las actitudes tradicionales;
los condicionan para que se amolden. Los problemas que surgen
de esto son innumerables. Toda revolución empieza por romper
el molde físico dei conformismo, pero pronto establece su pro-
pio patrón de conformismo, como en Rusia o en China. Cada
uno piensa que por medio de su conformismo con respecto a
ese patrón habrá seguridad. Con este movimiento que se basa
en el amoldarse a un patrón determinado, surge la autoridad.
La educación, tal como es ahora, ensena al joven a obedecer, a
aceptar y a seguir, y aquellos que se rebelan contra esto tienen su
propio patrón de aceptación, subordinación y obedienda. Con
el incremento de la población y con el crecimiento rápido de la
tecnologia, ustedes, los padres, están presos en una marana de
problemas que va en aumento y son incapaces de resolverlos. A
todo este proceso lo llaman educación.
«Lo que usted dice es perfectamente derto. Está constatando
un hecho, ^pero qué podemos hacer? Póngase en nuestro lugar.
Nosotros engendramos hijos, nuestros apetitos son muy fuertes.
Nuestras mentes han sido condicionadas por la cultura en la que
nos hemos criado como hindúes, o musulmanes, y al enfren­
tamos a este enorme problema dei vivir -que es enorme-, nos
quedamos perplejos ante su sugerencia de vivir como una totali-
dad, como seres humanos completos. Estamos comprometidos,
tenemos que ganarnos la vida, tenemos responsabilidades. No
podemos retroceder y empezar de cero. Estamos aqui presos en
una trampa, como usted dice».
Pero ustedes deben procurar que sus hijos no caigan en una
trampa. Esa es su responsabilidad; no empujaríos por medio de
algún estúpido examen, sino, como padres, asegurarse que desde

231
su infanda no caigan presos de ningún modo en la trampa que
crearon ustedes y las generadones pasadas. Dediquen su tiempo
a procurar el cambio en el medio ambiente, la cultura; procuren
que existan escuelas y universidades adecuadas. No dejen eso en
manos dei gobierno. El gobierno es tan irreflexivo, tan indife­
rente y tan insensible como lo son ustedes. En vez de perpetuar
el molde de la trampa, su responsabilidad ahora es hacer que la
trampa no exista. Todo esto significa que tienen que estar des-
piertos, no sólo en sus particulares profesiones o carreras, sino a
la hora de ver el peligro inmenso de perpetuar tal trampa.
«Nosotros vemos el peligro, pero parecemos incapaces de ac-
tuar cuando lo vemos».
Ustedes ven el peligro verbalmente o intelectualmente, y a
ese ver lo llaman peligro, lo cual no lo es en realidad. Cuando
realmente ven un peligro actúan, no teorizan al respecto; no
debaten dialécticamente enfrentando una opinión a otra; ven
realmente la verdad dei peligro como verían el peligro de una
cobra y actuarían en consecuencia. Pero ustedes se niegan a ver
este peligro porque eso los obligaría a despertar. Hay distúrbios
y por eso están asustados. Esto los impulsa a decir que no tienen
tiempo, lo cual no es así, evidentemente.
Por lo tanto, como padres que se preocupan por sus hijos, de-
ben estar total y completamente dedicados a procurar que ellos
no caigan en la trampa; por eso han de crear escuelas y univer­
sidades diferentes, una política diferente, modos de convivên­
cia diferentes -lo cual significa que deben cuidar de sus hijos-.
Cuidar de los hijos implica procurarles la alimentación correcta,
la clase de ropa correcta, los libros y entretenimientos, la educa-
ción correcta y, en consecuencia, procurar un educador correc­
to. Para ustedes, el educador es el menos respetado. Respetan a
aquellos que poseen muchísimo dinero, posición y prestigio, y al
educador que tiene la responsabilidad de la generadón venidera,
a ese lo menosprecian por completo. El educador necesita ser
educado, al igual que ustedes, los padres.

232
El sol ya comenzaba a caientar, había sombras cada vez más
profundas y la manana se estaba desgastando. El cielo era menos
azul y los ninos jugaban en el campo, liberados de sus clases, de
las repetitivas lecciones y de la laboriosa tarea de los libros.

Era un enorme y antiguo edifício bizantino convertido en mez-


quíta, Era realmente inmenso. Dentro cantaban el Corán, y
uno estaba sentado ai lado de un mendigo, sobre una alfombra
bajo la descomunal cúpula. El canto lleno de magnificência re-
verberaba en el gran espado. Aquí no había distinción entre el
mendigo y el hombre bien vestido de apariencia acomodada.
No se veían mujeres en este lugar. Los hombres, con sus cabezas
inclinadas j musitaban silenciosamente para sí. La luz penetraba
a través de vidrios coloreados que proyectaban disenos decorati­
vos sobre la alfombra. Fuera se reunían muchos mendigos, mu-
cha gente deseando cosas; y más abajo de allí, el mar azul dividia
Oriente de Occidente.
Era un templo antiquísimo. Ellos no podían decir realmen­
te cuánto tiempo tenía, pero les gustaba exagerar la antigüe-
dad de sus templos. Uno llegaba hasta allí por caminos sucios
y polvorientos bordeados de palmeras y zanjas abiertas. Se los
veia caminar alrededor dei templo dando siete vueltas a éste y
postrándose al pasar la puerta tras la que se divisaba la imagen.
Eran devotos, completamente absortos en sus plegarias; y aquí
sólo se admitia a los brahmanes. Había murciélagos y olía a in~
cienso. La imagen estaba cubierta de joyas y seda brillante. Las
mujeres permanecían ahí con los brazos levantados, y los ninos
jugaban en el patio riendo, gritando, corriendo alrededor de las
columnas, Todas las coíumnas estaban talladas; había un gran
sentido de espado y de notable dignidad, y como hacía tanto
calor fuera bajo el sol deslumbrante, dentro hacía fresco. AI-

233
gunos sanyasis sentados meditaban sin que los perturbaran los
transeuntes. Existia esa peculiar atmosfera que queda cuando
durante siglos miles de personas han venido a orar, a adorar
y ofrendar a los dioses. Había un tanque de agua y la gente se
banaba en él. Era un tanque sagrado porque se hallaba dentro
de las paredes dei templo. En el santuario había mucha quletud,
pero el resto dei lugar no se utilizaba solo para el culto o para
que los ninos jugaran en él, sino también para que la generación
más víeja lo empleara como lugar de reunión; y allí se sentaban,
hablando y charlando acerca de sus vidas. Jóvenes estudiantes
cantaban en sánscrito, y más tarde esa noche, alrededor de cien
sacerdotes se reunieron fuera dei santuario para cantar alabando
la gloria dei Senor. El canto hacía temblar las paredes y era un
sonido maravilloso. En el exterior brillaba el intenso cielo azul
dei sur y, a la luz dei anochecer, las palmeras eran bellas.
Estaba la enorme plaza con una columnata curva de pilares,
y la gran basílica con su cúpula inmensa. La gente se amonto-
naba en su interior, turistas venidos desde todos los rincones dei
mundo que miraban con gran maravilla la representación de la
mlsa, pero no había mucho ambiente aqui -demasiada gente
preguntona, voces contenidas—. Se había convertido en un lugar
de entretenimiento. Existia una gran belleza en los rituales, en
los mantos de los sacerdotes, pero todo era hecho por el hombre
-la imagen, el latín y la estructura de la ceremonia- Todo eso
estaba hecho por la mano y por la mente, arregíado con astúcia
para convencerlo a uno de la grandeza y dei poder de Dios.
Habíamos estado caminando por los extensos campos dei
distrito inglês: se veían faisanes, un cielo azul claro y la luz dei
atardecer. El tardio otono llegaba silencioso. Las hojas se esta-
ban tornando amarillas y rojas y se desprendían de los inmensos
árboles. Todo se hallaba como recogido en sí mismo, callado,
aprensivo a la espera dei invierno. Qué diferente se veia la natu-
raleza en primavera. Entonces todo estallaba de vida, cada briz-
na de hierba, cada hoja nueva. Entonces se escuchaban el canto

234
de los pájaros y el murmullo dei follaje. Pero ahora, aunque no
soplaba una plzca de aire, aunque todo estaba quieto,, se sentia
la proxímidad del invierno con sus tempestuosos dias de lluvia,
nieve y violentos temporales.
Caminando a lo largo de los campos y tras escalar un seto, se
llegaba a un bosquecillo con muchos árboles, entre ellos varias
secuoyas. Al entrar uno se daba cuenta rápidamente dei absoluto
silencio. No se movía una boja, era como si estuviese bajo algún
hechizo. La hierba era más verde, más brillante bajo el sol obli-
cuo, y se percibía de pronto como un profundo sentimiento de
lo sagrado. Uno caminaba por ese bosquecillo casi conteniendo
el aliento, con cuidado de cada paso. Había grandes plantas de
hortênsias y rododendros que florecerían en algunos meses, pero
ninguna de esas cosas importaba, o mejor dicho, ellas otorgaban
una bendición a este lugar. Uno se daba cuenta, cuando salía dei
bosquecillo, que la mente estaba completamente vacía, sin un
solo pensamiento. Había sólo eso y nada más.
Cuando uno pierde la profunda e íntima relación con la na-
turaleza, entonces se vuelven importantes los templos, las mez-
quitas y las iglesias.
El maestro dijo: «,;Cómo podemos evitar, no sólo en los es-
tudiantes, sino en nosotros mismos, esta competitiva y agresi-
va persecución de las exigências propias? He ensenado durante
muchos anos en diversas escuelas y colégios, no soíamente aqui,
sino en el extranjero, y a lo largo de toda mi carrera de maes­
tro he encontrado esta agresiva competitividad. Ahora hay una
reacción a esto. Los jóvenes desean convivir en comunas, sen­
tir la calidez y el bienestar dei companerismo que ellos llaman
amor. Sienten que este modo de vivir es mucho más real, más
significativo. Pero ellos también se vuelven selectivos. Miles
de ellos se reúnen en los festivaíes de música y, en esta convi­
vência, comparten no sólo la música, sino el placer que todo
eso representa. Se los ve completamente promiscuos y a mí eso
me parece infantil y bastante superficial. Ellos pueden negar la

235
competitividad feroz, pero eso sigue estando en su sangre y se
manifiesta de muchas formas de las cuales probablemente no
son conscientes. He visto esta misma actitud entre los estudian-
tes. Estos no aprenden movidos por el amor al estúdio, sino por
el êxito, por el deseo de alcanzar algo. Algunos se dan cuenta de
todo esto, lo rechazan y se dejan llevar por la corriente. Todo va
muy bien mientras son jóvenes, antes de los veinte, pero pronto
se ven atrapados y sus modos de ir a la deriva se convierten en
la nueva rutinà.
»Todo esto parece superficial y pasajero, pero en el fondo
el hombre está contra el hombre. Eso es patente en esta terri­
ble competitividad, tanto en el mundo comunista como en las
liam adas democracias. Está ahí. Yo lo encuentro en mí mismo
como una llama que arde, que me impulsa. Quiero ser rnejor
que otro, no solo por el prestigio o el bienestar, sino por el senti-
miento de superioridad, el sentimiento de ser alguien. Este sen-
timiento está en los estudiantes aunque tengan un rostro dulce
y apacible. Todos quieren ser alguien. Eso se ve en las clases, y
cada maestro compara a A con B exigiendo que B sea como A.
Esto está ahí todo el tiempo en la escuela y en la familia».
Guando usted compara a B con A, abierta o discretamente,
está destruyendo a B. Entonces B no es importante en absoluto
porque usted tiene en su mente la imagen de A, que es talentoso,
brillante y al que le ha otorgado cierto valor. El núcleo esencial
de toda esta competitividad es la comparación: el comparar una
pintura con otra, un libro con otro, una persona con otra —el hé-
roe, el ejemplo, el principio, el ideal-. Esta comparación implica
medida entre lo que es y lo que debería ser. Usted pone notas al
estudiante y así lo obliga a competir consigo mismo; y la des-
dicha final de toda esta comparación son los exámenes. Todos
los héroes que ustedes tienen, religiosos y mundanos, existen a
causa de este espíritu de comparación. Y lo mismo sucede con
los padres y toda la estructura social en el mundo de la religion,
del arte, de la ciência y de los negocios. Esta medida entre uno

236
m ism o y el otro, entre el que sabe 7 el ign orante, ha existido 7
co n tin u a existien d o en nuestra v id a co tid ian a . ^Por qu é co m p a ­
ra usted? ;Q u é necesidad h a7 d e m edir? ;E s ello u n escape de
sí m ism o, de su prop ia su perficialid ad, v a cu id a d e insuficiência?
E sta in clin a ció n a m e d ir lo qu e u n o h a sido 7 lo que u n o quiere
ser d iv id e la vid a , 7 así em p ieza tod o el co n flicto .
«Pero es in d u d able, sefíor, que u no debe com parar. U sted
co m p ara cu a n d o escoge esta casa o esa otra, esta ropa o aquélla.
L a elección es necesaria».
N o estam os h ab lan d o de ese tip o de elección superficial. E so
es inevitable. E stam os hab lan d o de lo p sicológico, el espíritu
co m p arativo interno que p ro d u ce la co m p etitivid ad co n su agre-
sión 7 su crueldad. U sted p regu n ta p o r qué, com o m aestro 7
ser h u m a n o, tiene este espíritu, p o r qué, p o r qué com para. Si
n o com prend e esto en sí m ism o, estará alen tan do —consciente
o in co n scien tem en te- el espíritu co m p etitivo en el estu d ian te.
E xaltará la im agen dei héroe - p o lític o , eco n ó m ico o m oral—.
L os santos quieren rom per records tan to co m o los jugadores de
cricket. N o h a 7 realm en te m u ch a diferencia entre ellos, porq ue
am b os ap lican esta evalu ación co m p arativa de la vid a. Si usted
se p regu n tara seriam ente p o r qué com p ara 7 si es posible v iv ir
u n a v id a sin co m p aración , si in d agara con seriedad en esto, no
de u n m o d o m eram en te in telectu al sino basándose en hechos, 7
pen etrara p ro fu n d am en te en sí m ism o d esech an d o esta agresión
co m p etitiva , ^no d escu briría q u e existe u n p ro fu n d o m ied o d e
no ser nada? A l ponerse d iferentes m áscaras segú n la cu ltu ra 7 la
socied ad en que vive, usted tapa ese m ied o de no ser, de n o llegar
a convertirse en algo m ejor de lo que es, algo m ás grand e, m ás
noble. C u a n d o u n o observa lo q u e realm ente es, eso tam b ién
es el resultado de su co n d icio n am ien to prévio, de la m ed id a.
C u a n d o se com p ren d e el sign ificad o de Ia m ed id a 7 la co m p ara­
ción, entonces h a7 lib ertad con respecto a lo que es.
D esp u és de u n m om en to, el m aestro dijo: «SÍ no existiera
el estím u lo de la com paración , el estudian te n o estudiaría. E l

237
necesita este estím u lo, este h alago , y tam b ién quiere saber cóm o
está h acien d o las cosas. G u a n d o h a ce u n exam en tiene el dere-
cb o de saber cu án tas de sus respuestas fu eron correctas y lo cerca
que está su co n o cim ie n to de aquello qu e le ensenaron».
Si p u ed o senalarlo, senores, él es co m o ustedes. E stá co n ­
d icio n ad o p or la socied ad y la cu ltu ra en qu e vive. U n o h a de
aprender acerca de esta feroz co m p etitiy id a d que proviene de la
co m p aración y de la m ed id a. E sto p u ed e p rod u cir u n a gran acu-
m u la ció n d e con o cim ien tos; ustedes p u ed en lograr m u chísim as
cosas, pero eso n ieg a ei am or y niega tam b ién la com pren sión de
u n o m ism o. C o m p ren d erse a u n o m ism o es m u ch o m ás im p or­
tan te que llegar a ser algu ien . In clu so las palabras que usam os
son com parativas: mejor, m ás grand e, m ás noble.
«Pero, senor, d eb o p regun tar: ^cómo eyalú an , tan to el estu-
d ian te co m o el m aestro, su co n o cim ie n to real de u n a m atéria sin
a lg u n a clase de examen?».
^No im p lica esto qu e en la en sen an za y en el aprendizaje
diário, por m ed io dei d iálogo , dei estú d io, el m aestro debe darse
cu en ta de cu án to co n o cim ie n to real h a absorbido el estudiante?
D e hecho, ^no sign ifica esto qu e el m aestro h a de m an ten er u n a
estrecha v ig ilâ n c ia sobre el estu d ian te, ha de observar su capaci-
dad, qué es lo que está su cedien do en su cabeza? E so sign ifica
que ustedes deben cu id a r ai estudian te.
«H ay m u ch o que co m u n ica r al estudiante».
d Q u é es lo que quiere usted com un icarle? ^E1 v iv ir u n a v id a
no com petitiva? ^Explicarle la m aq u in aria de la com p aración
y sus efectos? ^D ecírselo en palabras y convencerlo in telectu al­
m ente? P ued e que ustedes m ism os vean esto in telectu alm en te
o lo com p ren d an de m an era verbal, «spero acaso n o es posible
d escubrir un m od o de viv ir libre de com paración ? U sted es, c o ­
m o m aestros y seres h u m an os, tienen qu e v iv ir d e ese m od o.
Sólo entonces p o d rá n transm itírselo al estu d ian te, y eso llevará
la verd ad tras de sí. Pero si no viv en d e ese m o d o , sólo estarán
ju g a n d o co n las palabras, y a eso le sigue la hipocresía. V iv ir sin

238
m ed id a n í co m p ara ción sólo es posible cu a n d o ustedes m ism os
están aprendiendo tod o Io qu e ello im plica: la agresión, la bruta-
lid ad , Ia d ivisión y sus en vidias. L a lib erta d sign ifica u n a v id a sin
com p aración . Pero ustedes inevitab lem en te se p reg u n ta rán cuáí
es la co n d ició n de u n a v id a sin lo alto n i lo bajo, sin u n ejem plo,
sin d ivisión . U sted es qu ieren la d escripción de algo p ara que,
m ed ian te esa descripción, p u ed an ca p tu ra d o . E sta es otra form a
de co m p aración y co m p etitivid ad . L a d escripción n u n ca es Io
descrito. U sted es d en en qu e viv irlo y entonces sabrán lo que
significa.

L a m ayo ría de nosotros n o parece co n ced er suficiente im p o rtân ­


cia a la m ed itación . Para la m ayor p arte es u n a co sa transitória
de Ia que se espera a lg u n a clase d e experiencia, a lg u n a adqui-
sición trascendental, una realizació n después de que tod os los
otros inten tos de realización b a n fracasado. L a m ed itación se
v u elve u n m o v im ien to a u to h ip n ó tico en ei cu al aparecen diver­
sas proyeccion es y sím bolos. Pero estos son u na co n tin u id a d de
lo que h a sido, q u ízás m o d ifica d a o aum entada, pero siem pre
d en tro dei área de a lg ú n logro. T o d o esto bastante in m ad u ro
e in fan til, sin m ayo r im p o rtân cia y sin que Ilegue a saíirse dei
orden establecido —o desorden— de los eventos pasados. Estos
sucesos se v u elve n extraord in ariam en te sig n ificativos p ara u n a
m ente que se interesa en su p rop io progreso, en su m ejora y en
sus propias expectativas.
C u a n d o la m ente se abre paso a través de todos estos resíduos
- y eso sólo puede o cu rrir con el co n o cim ie n to de úno m is m o -,
lo q u e sucede entonces es im p osible d e expresar. D e h ech o , en
el acto de expresarlas, Ias cosas ya h a n cam biad o. Es co m o des-
cribir u n a torm enta. C u a n d o lo haces ésta y a se en cu en tra sobre
las colin as, los valles, y se ha ido lejos. Y así, el hablar d e ella

239
se vu elve algo que pertenece al pasado y, por lo tanto, deja de
ser lo que realm ente está ocu rriend o. U n o p u ed e d escribir algo
con exactitu d , u n suceso p o r ejem plo, pero la m ism a exactitu d
de la descripción se vuelve in exacta cu an d o ese algo se h a ido.
L a ex a ctitu d de la m em ória es un hecho, pero la m em ória es el
resultado de algo que ya ha su cedido. Si la m ente fluye com o u n
rio, no tiene tiem p o para descripckm es n i para que el recuerdo
se acu m u le. C u a n d o se lleva a cab o esta clase de m ed itación ,
ocu rren m u ch ísim as cosas que no son p royeccion es dei pensa-
m iento. C a d a suceso es totalm en te nuevo, en el sentido de que la
m em ória n o puede reconocerlo; y co m o no p u ed e reconocerlo,
ta m p o co p u ed e a c u m u la d o en form a de palabras n i recuerdos.
Es u n a cosa que n u n ca h a su cedid o antes. E sto no es u na expe-
riencia. L a experiencia im p lica reconocer, asociar y acu m u lar
co m o co n o cim ien to. Es obvio que se líb eran ciertos poderes, p e­
ro éstos se vu elven m u y peligrosos siem pre que prosiga la activi-
d ad egocên trica, y a sean actividades relacionadas co n conceptos
religiosos o con tendências personales.
L a lib ertad con respecto al «yo» es absolutam ente necesaria
p ara que lo real sea. Pero el pen sam iento es m u y astuto, extraor­
d in a ria m en te su til en sus actividades y, a m enos qu e u n o esté
in m en sam en te atento, sin d ecantarse en absoluto p o r todas estas
sutilezas y estos astutos em pen os, la m ed itación se convier te en
la co n q u ista de poderes qu e están m ás a llá de los p u ram en te f í­
sicos. C u a lq u ie r sen tim ien to de im p o rtân cia qu e p rovenga de
a lg u n a a cció n dei «yo» co n d u ce inevitablem ente a la co n fu sión y
al dolor. Por eso, antes de considerar la m ed itación , co m ien cen
p o r com prenderse a sí m ism os, p or com pren d er la estru ctu ra y
la natu raleza dei pen sam ien to. D e otro m o d o estarán perd id os
y m algastarán sus energias. Por lo tan to, p ara ir lejos d eben em -
p ezar m u y cerca: y el prim er paso es el ú ltim o paso.
D e sd e la gran sala se veia el a zu l dei P acífico. E stab a sobre lo
alto de u n risco y u n o p o d ía ver có m o las olas piateadas rom pian
y se ex ten d ían p o r la playa. A u n q u e h a b ía vários jóvenes ahí,

240
reinaba la q u ietud . T o d o s estábam os algo tím id os. L os b a b ía
de pelo corto y de p elo largo, alg u n o s llevaban barba y otros se
veían descuidados.
«Antes de nada, si es que pu ed o co m en zar —dijo u n joven de
pelo largo lim p io y barba—, ^por qué debería yo gan arm e el sus­
tento? ^Por qué debo cursar u n a carrera, sabiendo adónd e co n -
d uce eso: una prop íedad, u na cu en ta bancaria, u na m ujer e b i-
jos, y la absoluta m e d ío c n d a d bu rgu esa de to d o eso? N o quiero
estar preso en esa tram pa. Si otros lo desean es cosa suya, pero
eso n o es p ara m í. N o m e im p o rta ser u n m en d igo y p ed ir a la
gente u n a lim osn a. D u e rm o en casa de a lg u ien y ten go ropa
suficiente p ara arreglárm elas. H e recorrido tod o el país d urante
los ú ltim o s anos v iv ie n d o de este m od o , y m e gusta. Q u e traba-
je n tod os si lo desean, y si tien en gan as de m an ten erm e qu e lo
b aga n . Y o n o quiero pertenecer a n in g u n a com u n a, a n in g ú n
grupo. S o y libre y quiero p erm an ecer libre. N o estoy contra na-
d ie - b la n c o o n e g ro -. Pero m e h an d ich o qu e esto es explota-
ción: que m ientras soy joven tod o está m u y bien, pero qu e cu an -
do líegue a los treinta com en zaré a ver que no puedo co n tin u ar
de este m odo. Y o no sé qué m e depara ei fu tu ro ; vivo al día y eso
es suficiente para m í. M e gustaría co n o cer su opinión sobre esto».
Sólo los n ecios ofrecen opiniones. U sted sabe que los m onjes
de A sia viven de esta m anera: no en co m u n id ad es organizad as,
sino co m o in d ivíd uos que v a n de pu eblo en pu eblo m en d ig a n ­
do; y se los protege. E n retribu ción, ellos p red ican la b u e n a v id a :
no la buen a v id a física, sino u n a vid a de bon d ad. Eso es lo qu e
ellos ofrecen, a m enos que sean crim in ales o explotadores. E n -
tonces, <;qué es lo que usted ofrece a quienes lo alim entan?
«dPor qué h abría yo d e ofrecerles a lg o a cam bio? N o tengo
nad a que darles. N o quiero decirles có m o tienen que vivir. C u a l-
quier b o m b re sensible sabe cu á n d o está vivien d o de m an era bur­
guesa, co n form ista, y es cosa de ellos desprenderse de eso. H e
in ten tad o b a b lar a la gente, pero nadie hace caso. Y o n o quiero
ofrecer nad a a ca m b io de sus alim en tos y ropas. F u n d am en ta l­

241
m ente, n o ten go nad a qu e ofrecer. N o pinto, n o to c o la guitarra.
N o ten go nad a de lo qu e a ellos les gusta. E sto y com píetam ente
fu era de su círculo. Si tuviera algo fu n d a m en ta l lo ofrecería sin
im p o rtarm e si lo tom a n o no. Pero no ten go nada. E sto y exacta-
m ente ig u a l de co n fu so qu e eí resto dei m u n d o y soy probable-
m ente igu al de desgraciado. N o so y de los que h a n aband on ad o
los estúdios. T erm in é el colégio y estoy d isgu stad o c o n tod o ello,
co n sus hipocresías y sus pretensiones. Pero lo q u e m e m olesta
u n p o c o es que quiero descubrir n o a D io s, ése es u n con cepto
burguês, sino algo que sea real. H e leído algu n o s libros orienta-
les sobre ello, pero tod os se pierden en ideas y teorias. Y o qu iero
sentir algo real en m is entrafias, a lg o que n ad ie p u ed a to car ni
qu itar m e. Q u ie ro llegar al co ra zó n de esto tan pron to co m o sea
posible. V eo lo absurdo de la ilu m in ació n instantânea, pero no
ten g o paciên cia p ara pasar p o r tod o el galim atías de la d iscip li­
na, el ayu n o y el segu im ien to de a lg ú n sistem a. Q u ie ro ir dere-
ch o a eso p o r el c a m in o m ás co rto posible».
S in d u d a esto es posible: ver lo que es co n claridad, sin n in gu -
na distorsión, sin n in g ú n m otivo, e ir m ás allá de ello. puede
usted ver con clarid ad lo que es? ^No sóío ver lo externo - e l en­
torno, la m oralid ad social, las sanciones burocráticas, religiosas y
m u n d a n a s,- sino tam bién lo interno? V er lo que sucede realm en­
te, sin decantarse por nada, sin n in g u n a reserva. Si puede hacer-
lo, entonces la puerta está abierta. Ese es el ca m in o m ás corto y
el m ás directo. D e ese m od o, usted no sigue a nadie. T odos los
sistem as son inútiles y el g u r ú se convierte en u n ser d an ino.
IP uede usted hacer esto? Si puede, entonces la m ente está libre y
el co razón está lleno. E n tonces usted es u n a lu z p ara sí m ism o.
H a b ló otro: «Yo ab an d on e los estúdios. A b a n d o n é eí colégio.
M e esp ecialicé en eco n o m ia, y justo antes de grad u arm e lo dejé.
V i có m o eran los profesores, in trig a n d o entre ellos, h a d e n d o
p o lítica p ara obtener m ejores posiciones. V i su to ta l in d iferencia
h a cia tod o siem pre y cu a n d o se sintieran seguros en su m u n d o
de profesores. N o queria volverm e co m o ellos. A lg u n o s de los

242
que estam os a q u i en esta sala querem os form ar u n a corn u nid ad .
L a m ayoría de n osotros no p er fenecem os a nada. N o suscribi-
m os esta b atalla entre el negro y el bian co; dam os la bien ven ida
al negro y al bianco, co m o usted p u ed e ver. Q u erem os co n segu ir
u n p ed a zo de tierra para viv ír en él, y lo consegu irem os. P od e­
m os trabajar co n las m an os, p od em os cu ltivar la tierra y vender
cosas. Pero nuestro prob lem a consiste en saber si es posible viv ir
jun tos sin n in g ú n co n flicto entre nosotros, sin n in g u n a autori-
d ad y co n gran afecto».
Las co m un id ad es se suelen form ar en torno a u na idea, u n a
creencia, o alrededor de algu ien que personifica esa creen da. E l
ideal o la utopia se convierten en la autoridad y, p o co a p oco, al-
gún. in d ivíd uo tom a eso a su cargo: gobierna, am enaza y exco-
m ulga. E n esto n o h ay c o o p e ra d ó n en absoluto; h a y obediência,
la que, p o r supuesto, lleva al desastre. Si se puede preguntar, ^han
considerado este prob lem a de la co op era d ón ? Si n o es así, su co -
m u n íd ad fracasará inevitablem ente. V iv ir ju n tos y trabajar ju n ­
tos es una de las cosas m ás d ifíciles qu e hay. C a d a u n o quiere
realizarse él m ism o, lleg a r a ser esto o aqueíío, y en eso radica la
rup tu ra d e cu alq u ier co o p e ra d ó n . T rab ajar ju n tos im p lica la ab-
n egació n dei «yo» sin n in g ú n m otivo . Es co m o aprender jun tos,
en lo cuaí sólo existe u n a fu n ció n sin estatus de n in g u n a clase.
Si ustedes tienen esta com p ren sión verdadera del espíritu d e
co o p e ra d ó n , entonces eso fu n cion ará . N o es qu e cada u n o d eba
co n trib u ir con algo al bienestar de la corn u nid ad , sino m ás bien
que cad a u n o lleve en si esta ch isp a vita l de la com prensión.
C u a lq u ie r m o tivo o ben eficio personal po n e fin a la verdadera
cu a lid ad de la co o p e ra d ó n . ^Piensa que usted y sus am ig os tie­
nen esto? (jO sólo desean crear u n a cornunidad? Eso es co m o
salir a navegar en u n barco esperando en con trar u na isla sin sa­
ber en qué d irección se está yen d o, sin saber a dón de va u n o
pero esperando de a lg ú n m o d o encontrar, en a lg u n a parte, u n a
tierra feliz con u n gru p o de personas que no tienen ideas de qué
hacer co n la tierra o con ellas m ism as.

243
U n h om b re joyen d e rostro y m an os delicad as, dijo: «Yo soy
u n o de los que to m a n drogas. Las he tom ad o regu larm en te d u ­
rante cu atro o cin co anos; no dem asiado, probablem en te cada
m es o a lg o así. S o y plenam ente consciente de lo que m e causan.
N o ten go en absoluto la agu d eza qu e tenía. C u a n d o estoy bajo
el efecto pienso que pu ed o h acer cu aíq u ier cosa. M e parece te-
ner u n a en ergia trem en da y n o ten go co n fu sión . V e o las cosas
vivam en te. M e siento co m o u n d ios sobre la tierra, p erfecto, sin
p rob lem a a lg u n o , sin n in g ú n pesar. Pero n o pu ed o m an ten er ese
estado tod o el tiem p o y de n u evo regreso a esta tierra dem ente.
E n ton ces necesito u n a dosis m ás fuerte y realm ente no sé hacia
d ón de m e co n d u ce eso. A h o ra estoy m u y p reo cu p ad o al respec-
to. V e o co m o p o co a p o co p u ed o term in a r en u n hospital de
en ferm os m entales y, sin em bargo, la atracciòn dei otro estado es
tan fu erte que, al parecer, n o o frezco resistência. S o y joven . N o
soy u n o d e los que h a n ab an d on ad o los estúdios. V iv o co n m is
padres. E llo s saben lo qu e esto y hacien d o y qu ieren ayu d arm e
a term in a r c o n eso. V e o en m í u n lento deterioro. A l p rincipio
probé las drogas porq ue los otros lo h acían . E n to n ces era diver­
tid o, pero ahora se h a vu elto u n peligro. ;V e de qu é m anera tan
clara pu ed o explicar tod o esto? Sin em bargo, h ay u n a parte de
m í que se h a vu elto lenta, aletargada e ineficaz. S o n estos gu-
rds d e las drogas los que m e han en gan ch ad o prom etien d o u n a
experien cia real. A h o ra veo q u é fá cil es ser en gan ad os por estos
intelectuales. Y o no quiero term in ar en u n h ospital de enferm os
m entales o en un a prisión, n i q u iero perder la cabeza»
Si usted ve esto co n tan ta clarid ad , ve co m o está p erju d iça n ­
do su cerebro, su sensibilidad y las sutilezas de su vid a, ^por qué
no lo deja? N o dejarlo por u n d ía o dos, sino com pletam ente.
Si en verd ad ve ese peligro - n o de m an era verbal o ro m â n tica -,
si lo ve, verlo es en sí m ism o la acción que le p o n d rá fin. Pero
usted d ebe verlo, no teorizar acerca dei ver. D e b e negarlo por
com p leto. E sto le d ará la fu erza para hacerlo, la v ita lid a d y la
energia. E n tonces acabará co n ello sin n in g u n a resistência. E s­

244
ta resistência es ei n ud o de la cu estión. N o o p ón ga resístencia,
porq ue entonces estará en co n flicto c o n la d ro ga p o r un lad o
y con usted m ism o p o r el otro, con u n m u ro de decisíón qu e
sólo separa e in crem en ta el co n flicto . M íen tras que si realm ente
lo ve, si ve el trem en do p eligro qu e representa, com o u n o ve el
trem en do peligro de u n tib u ró n o de u n a serpiente de cascabel,
entonces lo aband on ará por com p leto y de fo rm a instantânea.
Por lo tan to, si pu ed o su gerid o , no d ecida n o tom ar drogas,
p o rq u e el d ecid ir se basa en la volu n tad , que es resistência co n
tod as sus con trad iccion es y con flícto s. E stan d o atento a esto,
usted d irá entonces que le es im posible renunciar. N o Io co m b a­
ta, pero vea el inm en so p eligro qu e su pone p ara el cerebro, p a ra
to d o el sistem a nervioso, para la cíarid ad de percep ció n . E so es
tod o cu a n to tiene que h acer y n ad a m ás; ver es actuar.
«^Podemos volver otro día, senor?».
Por supuesto, tan frecu en tem en te co m o qu ieran hacerío.

6
N o h a y secuencia en la m ed itación . N o existe u n a co n tin u id a d ,
p o rq u e ésta im p lica tíem p o y espacio al igu a l qu e ía a cció n q u e
tiene lu g a r d en tro de eso. T o d a nuestra a ctivid a d p sicológica se
d esarrolla d en tro dei ca m p o del tiem p o y el espacio, y de esto
deriva u n a a cció n que está siem pre in com p leta. N u estra m ente
está co n d icio n ad a p ara aceptar el tie m p o y el espacio. D e sd e
a q u i h asta allí, la cad en a de esto y aqu ello es lo que co n stitu ye
la secuencia dei tiem p o. E n este m ovim ien to , la acción prod u ­
ce co n trad icció n y, p or con sigu ien te, co n flicto . E sta es nues­
tra vid a. «jPuede a íg u n a ve z la acción estar libre dei tiem p o, d e
m o d o que no h aya rem ordi m ientos n i anticip aciones, que n o
h aya u n a proyecció n de Ia a cció n hacia atrás o hacia adeiante?
V er es actuar, N o se com prend e prim ero y se actú a luego, m as
ver es en sí m ism o la acción. E n esto no existe el elem ento d e

245
tiem p o, de m o d o que la m ente es siem pre libre. E l tiem p o y el
espacio son la v ía dei pen sam iento, el cu al fabrica y a lim en ta el
«mí», el «yo» y el «no yo» co n tod as sus exigências de realización,
su resistência y su m ied o a ser lastim ado.
E sta m an a n a , la cu a íid a d de la m ed itación era la nada, el
to ta l va cío d e tiem p o y espacio. E so es u n h ech o y no u n a idea
n i la p arad oja de especulaciones opuestas. U n o d escubre esta ex-
tra n a va cu id a d cu a n d o se elim in a la raiz de todos los problem as.
E sta raiz es el pen sam iento, el pen sam iento qu e d iv id e y lim ita.
E n la m ed itación , la m ente se va cía dei pasado, au n q u e p u ed a
u tiliza r el pasado co m o pen sam ien to. E sto c o n tin ú a d uran te el
d ía, y p or Ia n o ch e el sueno se en carga de vaciar la m en te dei ayer
y, p o r lo tan to, ésta to c a aqu ello que es intem poral.
E l joven de barba y cab elío m u y largo dijo: «Yo so y u n idea­
lista revolucionário. N o quiero esperar al lento progreso de la
h u m a n id a d . Q u ie ro u n ca m b io rad ical tan rápid am en te co m o
sea posible. H a y injusticias so d ales espantosas tan to entre los
b lan cos co m o entre los negros, entre tod as ias m in orias y, por
supuesto, los po lítico s tal co m o son ahora están corru ptos, son
u nos h ip ó critas, bu scan su p rop io en gran d ecim ien to actu an d o
en nom bre de la dem ocracia. Y o soy violen to por n atu raleza y no
alcan zo a ver m étod o a lg u n o , excepto m ed ian te la violên cia, que
p u ed a prod u cir un cam b io rad ical en la estru ctura de Ia socie-
dad. S o y un idealista en el sentido de que nosotros acabarem os
con la co n fu sió n para que algo nuevo p u ed a surgir. L o nuevo es
nuestro ideal. N o sé lo que será, pero habrem os de descubrirlo al
d estruir lo viejo. Sé lo que usted piensa acerca de la violên cia,
pero esto no vien e al caso. L a m ayoría de la gente en el m u n d o
ya es vio len ta, está llen a de antagonism os, y eso se u tilizará para
derribar el sistem a establecido y ed ificar u n a so d e d a d nueva.
N o so tro s estam os p or la lib ertad. Q u erem o s ser libres para ex-
presarnos a nosotros m ism os; ca d a cu a l d ebe realizarse y la so-
cied ad presente n ieg a tod o esto. E stam os, p or supuesto, en c o n ­
tra de tod as las religiones».

246
E l idealista que tam bién es revolucionário, aun qu e púeda
h ablar de m an era co n vin cen te sobre la libertad, origin ará ine-
vitablem en te u n a d icta d u ra de los p o co s sobre los m u chos. E l
tam b ién creará u n cu lto p erson al y d estruirá p o r com pleto to d a
fo rm a de lib ertad . E so se ha p o d id o observar en las R ev o lu ­
ciones fran cesa y rusa. Ese ideal suyo qu e p o d rá su rgir de las
cen izas d e la presente estm ctu ra será sólo especu lativo y teórico;
y sobre esta esp ecu lativa u topía - llá m e la co m o q u ie ra -, u sted
quiere ed ifica r u n a nueva socied ad. E sto es lo qu e h an hech o to ­
dos los revolucionários físicos. Parten de la igu a ld a d , la ju sticia
social, el d eb ilitam ien to dei E stado, etcétera, y term in a n en u n a
burocracia tirân ica, en la persistência dei co n form ism o y en el
ejercicío de la autorid ad en el nom bre dei E stado. Segu ram en te
no es esto lo q u e usted quiere. Piensa o siente que d estru yen d o
la presente e stm ctu ra social, d escubrirá, sobre la m arch a y sin
tener u n esquem a prévio, u n a e stm ctu ra nueva que se supone
h a de sign ificar ju sticia social, lib ertad para todos, igu a ld a d e c o ­
n óm ica, etcétera. Espera p rod u cir tod o esto m ed ian te el uso de
violên cia. L a vio lên cia sólo p u ed e en gen drar violên cia. Por m e ­
d io de la vio lên cia usted p o d rá d estru ir los sistem as actuales,
pero ello en gen drará resistência y p ro fu n d o rech azo a cooperar.
A p aren tem en te, tod o s ustedes qu ieren câm b ios rápidos sólo
d e cara al exterior. D e sea n term in ar in m ed iatam en te con las
guerras, y en eso co in cid im o s la m ayoría de nosotros, pero en
tan to haya d ivisió n entre n acion alid ades, entre creencias religio­
sas co n sus d ogm as, h abrá co n flicto s. C u a lq u ie r fo rm a de d iv i­
sión en gen d ra an tago n ism o y o d io . Q u erem o s cam b iar la super­
fície de las cosas sin lleg a r al prop io co razón dei problem a. E l
co razón dei p rob lem a es la ed u cación . E s la com prensión total
deí hom b re y n o el énfasis puesto sobre u n fragm en to d e ía vid a,
sea en Io tecn ológico o en los m éd ios de ganarse la vid a.
V em o s que ustedes no están escu ch an d o to d o esto. Si se p u e ­
de senalar, todos los entusiastas dei ca m b io exterior siem pre de-
ja n de lad o los problem as m ás fu n dam entales.

247
«Lo que usted d ice pu ed e qu e sea cierto, pero tod o eso tom a­
rá tiem p o y aliora nosotros no tenem os tiem p o para que se nos
ed uque correctam ente. A n tes d ebem os ca m b iar la estru ctu ra a
fin de tener u n a ed ucación apropiada».
L a p o stergación d e los problem as fu n d am en tales con trib uye
a u n a m ayor superficialid ad de la vida, de la existên cia de cada
d ía, y co n d u ce a variadas form as de escape, in clu yen d o la vio lên ­
cia —escapes p o r m ed io de las llam ad as religiones, p o r m ed io del
en treten im ien to. N o estam os separando lo externo y lo interno.
N o s interesa el m o v im ien to to ta l de la v id a y la ed u cació n es
p arte de este m ovim ien to . T a l co m o están ahora las cosas, en
casi todos los países h a y a lg u n a fo rm a de servicio m ilitar. E n v e z
de eso, d ebería ser p arte de la ed u cación trabajar en el âm b ito
social. Pero esto ta m p o co es el prob lem a fu n d a m en ta l.
«Usted n o m e convence. N o m e h a m ostrad o qu é hacer y
có m o actu a r en este m u n d o asesino».
N o estam os tratan d o d e con ven cerle de nada. Sefialam os
u n a serie d e h ech o s, u n a serie de verd ades qu e n o son suyas
n i m ias. D é c im o s q u e para qu e se p ro d u zca u n ca m b io radi­
ca l en la e stru ctu ra d e la socied ad, h a de h aber u n a respuesta
a p regun tas q u e son fu n d a m en ta les; y en el m ism o h ech o de
fo rm u la r la p reg u n ta está la respuesta. L a respuesta es la ac-
ción ; n o en a lg ú n fu tu ro d istan te, sino ahora. E sa es la m ayor
revolución. L a m ayo r y la ú n ica revolu ción . A eso u sted respon­
de: no tenem os tiem p o, querem os ca m b iar la e stru ctu ra social
in m ed iata m en te. Si m e p erm ite sehalarlo, esta respuesta es del
to d o in m ad u ra. E l h o m b re no es u n a m era m á q u in a social. L e
interesa el am or, el sexo, los m ledos. N o obstan te, sin tom ar
en cu en ta to d o eso, usted espera que, tra n sfo rm a n d o los ci-
m ientos de la estru ctu ra social, p rod u cirá u n ca m b io rad ical.
E l a ctiv ista es el extrovertid o. Pero lo que nos p reo cu p a no es n i
el ex tro ve rtid o n i el in trov ertid o, lo cu al, u n a v e z m ás, es u n a
d iv isio n m u y superficial. L o que realm ente nos interesa es el
ca m b io de la m ente h u m a n a. Si esto no se com pren d e a fond o,

248
su revo lu ció n será una reform a 7, com o tod a reform a, necesitará
u n a reform a ulterior.
«M e aburre tod o esto - h a b ló u n h om b re alto, joven, bien
afeitad o y co n ropa d e scu id a d a -. N o m e interesa esto en absolu­
to. Pero lo que sí m e interesa, y no co m o un escape, es descubrir
realm ente qué es la m ed itación . Pod em os investigar eso?».
Senores, ustedes ve n qué d iv id id os estam os tod os. A u n o le
p reo cu p a su revolución física, al o tro el sexo, otro el arte o la li­
teratura y otro la com prensión de la verdad. T od as estas fragm en-
taciones hacen que el hom b re esté co n fu so, qu e sea egocên trico y
desdichado. Y usted c o n su revolución espera resolver todos estos
problem as cam b ian d o la estru ctu ra superficial. A eso probabie-
m ente responderá: cam bie el m ed io y el hom bre será diferente.
Pero u n a ve z m ás, ésta es u n a respuesta parcial, o la form u lación
de u n hech o parcial. E stam os interesados en la com prensión to ­
tal dei hom bre. Y esto es m ed itación . L a m ed itación no consiste
en escapar d e lo que es, sin o en com prend er lo que es e ir m ás allá.
S in com p ren d er lo que es, la m ed itación se vu elve u n a sim ple
fo rm a de autohipnosis y u n escape a través d e visiones y vu elo s
im agin ário s de fantasia. La m ed itación es la com prensión, co m o
u n hecho, de to d a la a ctiv id a d del pen sam ien to que da origen al
«mí», al «yo», al ego. E n ton ces el pen sam ien to trata de co m p ren ­
der la im ag en que él h a creado d e ese «yo» com o si éste fuera
algo perm an ente. E ste «yo» se d ivid e a su vez en el superior y el
inferior, y esta d ivisio n p rod u ce a su vez co n flicto , co n fu sio n y
desdicha. E l co n o cim ie n to dei «yo» es u na cosa, y la co m p ren ­
sión de cóm o se o rig in a el «yo» es otra cosa d istin ta. U n o presu-
po n e la e x íste n d a del «yo» co m o u n a en tid ad perm an ente. O tr o ,
por m ed io de la observación, aprende cóm o eí «yo» es engendra­
do por el pensam iento. Por lo tanto, la com prensión dei pensa­
m iento, de cóm o fun cion a, d e sus sutilezas, sus actividades y sus
divisiones, es el principio de la m editación. Pero si usted considera
al «yo» com o u n a en tidad perm anente, está estudiando un «yo»
que n o existe, porque ese «yo» es u n a sim ple serie de recuerdos,

249
palabras y experíendas. A sí, el conocim iento de uno m ism o no es
el conocim iento dei «yo», sino el ver cóm o el «yo» h a sido engen­
drado y cóm o esto contribuye a la fragm en tad ó n de la vida. U n o
debe ver de form a m u y clara esta equivocación. N o existe u n «yo»
perm anente sobre el que haya algo que aprender. Pero aprender
acerca de có m o actúa el pensam iento y sus actividades es disipar
la a ctividad egocêntrica. Esta es la base de la m ed itad ó n . S in com -
prender esto de m anera p rofu n d a y radical, la m ed ita d ó n es u n
sim ple juego de tontos, con sus absurdas y pequenas visiones, sus
fantásticas experiencias y el d an o que ocasiona el poder. E sta base
im plica ser consciente, observar lo que es sin decantarse en absolu­
to; im plica ver sin n in g ú n p rejm d o lo que sucede realm ente, verlo
tan to en lo externo com o en lo interno, sin n in gú n control ni
decision de la voluntad. E sta atención es acción, que n o es algo
aislado en sí m ism o, porque la vid a es acción. U sted n o tiene que
volverse un activista, esto seria otra fragm entación de la vida. Si
estam os realm ente interesados en la acción total, n o en la a c d ó n
p a rd a l, entonces la acción total viene co n la plena atención, que
consiste en ver realm ente lo que es ían to en lo interno com o en lo
externo. Y ese m ism o ver es actuar.
«^Pero no es necesario entrenarse p ara esto? ,;Practicar a lg ú n
m étod o para volverse atento, para volverse sensible?».
Eso es lo que ofrecen las llam ad as escuelas de m e d ita d ó n , lo
cu a l es en realid ad totalm en te absurdo. E l m étod o im p lica u na
repetición m ecâ n ica d e palabras, o del con trol, o d e la adapta-
ción a u n m od elo. E n esta rep etición la m ente se to m a m ecâ n i­
ca. U n a m ente que es m ecâ n ica n o es sensible. A l ver la verdad
de este proceso m ecâ n ico , la m ente se lib era y, p or lo tan to, es
sensible. E l ver es la atención.
«Pero - d i j o el joven — y o no p u ed o ver co n clarid ad . ^ C óm o
he de hacer esto?».
Para ver con clarid ad n o debe haber preferencia, n i prejuicio,
n i resistência n i escape. D e scu b ra si escapa, si tiene preferencias,
p reju id os. C o m p re n d a esto. E n ton ces la m ente p o d rá observar

250
m u y cíaram ente no sólo los cielos, el m u n d o, sin o lo q u e sucede
d entro de usted m ism o, el «yo».
«(jPero no p ro d u ce la m ed itación experiencias ex trao rd in á­
rias?».
L as experiencias extraord inárias son totalm en te irrelevantes
y peligrosas. E stan d o rebosante de experiencias, la m en te n ece-
sita experiencias m ás am p lias, m ás grandes, m ás trascendenta-
les. E l «más» es el en em igo de lo bueno. L o bueno sólo florece
cu an d o se com p ren d e ío que es, no cu a n d o h a y u n deseo de m ás
o m ayores experiencias. D e h ech o , en la m ed itación ocu rren
ciertas cosas para las cuales n o existen palabras; y si usted hab la
acerca de ellas, entonces ellas n o son reales.

E l m ar qued a atrás y u n o se adentra en tierra firm e. E ste m ar


parece siem pre estar em bravecid o con enorm es olas. N o es azu l,
sin o m ás bien m arrón oscuro, c o n fuertes corrientes. Parece u n
m ar pelígroso. D u ra n te la ép o ca de las lluvias u n rio desem bo-
caba en él, pero después d el m o n zó n el m ar arrastra tan ta arena
que el pequ en o rio qued a encerrado dentro. A l dejar el m ar atrás
y al adentrarse en tierra firm e, u n o pasaba p o r m u clias aldeas,
carretas d e bueyes y tres de los tem plos m ás sagrados; y después
de u n largo tiem p o, cru za n d o m uchas colin as, se entraba en el
valle y v o lvia a sentirse su p e cu lia r fascin ación .
L a bú sq ued a de la verdad es u n asu nto falso, com o si buscán-
d ola o p reg u n ta n d o a otros por el ca m in o q u e co n d u ce a ella, o
leyend o acerca de Ia verd ad en los libros, inten tand o ta l o c u a l
sistem a, u n o p u d iera encontraria. E n con traria co m o si fuera al­
g o que está a h í fijo, in m ó vil, y qu e to d o cu a n to se necesita es
reconocerla, agarraria y d ecir qu e u n o la h a en con trad o.
L a verdad n o está m u y lejos, no b a y sendero que co n d u zca
a ella. N o es a lg o que u n o p u ed a capturar, retener, atesorar o

251
transferir a otro. L a b ú sq ueda im p lica u n bu scad or y en eso b a y
d ivisión , la etern a fra g m e n ta d ó n que el h om b re h a p rod u cid o
dentro de sí m ism o y en todas sus actividades. N o es que haya
que dejar de buscar; m ás bien h ay que co m en zar a aprender.
A p ren d er es m u ch o m ás im p ortan te que encontrar. Para en con ­
trar u n o tiene que h aber perd id o. Perder y reconocer es el patrón
de la b ú sq ueda. U n o no puede experim en tar la verdad. E lla no
ofrece la satisfacción dei logro, n o le da a u n o absolutam ente
nada. L a verd ad no puede ser com p ren d id a si el «yo» tod avia
sigue activo.
N o h ay quien pued a ensenarnos nad a acerca de la verdad, así
que n o es necesario segu ir a nadie. T o d o lo que u n o h a de hacer
es com prender m ediante u na cuidad osa observación el in trin ca­
d o m ovim ien to dei pensam iento: ver co m o el pen sam íento se
d ivide a sí m ism o, cóm o crea sus propios opuestos y, en conse-
cuen cia, prod u ce con trad icción y co n flicto . E l pen sam iento es
m u y in qu ieto, y en esa in q u ietu d se aferra a cu alq u ier cosa qu e él
considera esencíal, perm anente y com pletam ente satisfactoria, y
así, la verdad se convierte en su fin al atadura de satisfacción. U n o
jam ás puede invitar a la verdad a través de n in g ú n m ed io. E lla no
es u n fin ; pero está ah í cu an d o la observación visu al es m u y clara
y existe la percepción de la com prensión. E l com prender sólo
puede tener lugar cu an d o se es libre com pletam ente de tod o con-
dicion am ien to. Es este co n d icion am ien to lo que perjudica. Por
lo tanto, no es preciso preocuparse por la verdad, sino m ás bien
dejar que la m ente se d é cu en ta de su propia prisión. L a libertad
no está dentro de la prisión. L a belleza dei vacío es libertad.
E n la m ism a verand a, co n el p erfu m e dei ja zm ín y las rojas
flores dei árbol alto, había u n g ru p o d e ch ico s y cincas. T en ían
rostros radiantes y p arecían extraord in ariam en te alegres. U n o
de eilos pregun tó: «Sehor, ^a usted lo lastim aron a lg u n a vez?».
IQ u iere d ecir fisicam ente?
«N o dei tod o, sefior. N o sé cóm o ex p licad o en palabras, pero
uno siente en su interior que ia gente puede lastim a d o , herirlo,

252
hacerle sentirse desgraciado. A lg u ie n d ice algo y u n o se aparta.
A eso m e reíiero con ser lastim ado. T o d o s nos estam os lastim a n ­
do los unos a los otros de este m od o. A lg u n o s lo h acen delibe-
radam ente, otros sin sabetlo. ^Por qué nos sentim os lastim ados?
Es tan desagradable».
E l d an o físico es u n a cosa, y lo o tro es m u ch o m ás com plejo.
Si a usted lo lastim an fisicam en te, sabe qué íiacer. A c u d e al m é ­
d ico y él b ará algo al respecte. Pero si el recuerdo d e esa herida
p erm an ece, entonces usted está siem pre nervioso y aprensivo, y
esto en gen dra u n a form a de m iedo. Q u e d a a h í eí recuerdo d e la
h erida pasada que usted desea que no se repita. E sto es bastante
com prensible y hasta puede convertirse en algo n eurótico o pue-
de afrontarse de m an era sensata sin dem asiada in co m o d id ad .
Pero la otra herida interna necesita u n exam en m u y cu idad oso.
U n o tiene que aprender m u ch ísim o al respecte.
A n te s de nada, ^por qué nos sentim os lastim ados? D e sd e la
n íh ez éste parece ser u n factor de vita l im p ortân cia en nuestras
vidas: no ser lastim ados, no ser heridos p o r otro, p o r u n a p a ­
labra, p o r u n gesto, p o r u n a m irad a, p or a lg u n a experiencia.
^Por qué qu ed am os lastim ados? ,:Es p orq ue som os sensibles, o
es p o rq u e tenem os u n a im ag en de nosotros m ism os que d ebe-
m os proteger, que con sideram os im p ortan te para nuestra m is-
m a existên cia, u n a im ag en sin la cu a l nos sentim os perdidos,
con fusos? E stá n estas dos cosas: la im ag en y la sensibilidad.
^ C om prend e lo que quiero d ecir co n ser sensible, tan to física
co m o interiorm ente? Si usted es sensible y u n p o co tím id o, se
aislará en si m ism o, co n stru irá u n m u ro a su alrededor para no
ser lastim ado. U sted hace esto, <mo es cierto? U n a v e z que ha
sido lastim ad o por u n a palabra o u n a crítica y eso le h a dejado
u n a herida, usted procede a ed ificar u n m u ro de resistência. N o
quiere que lo h ieran n u n ca m ás. P uede que usted tenga u n a
im agen , u n a idea acerca de sí m ism o, de que es im p ortan te, de
que es in teligen te, de qu e su fa m ília es m ejor que otras fam ilias,
d e que usted ju e ga p artid as m ejor qu e a lg ú n otro. U sted tiene

253
esta im ag en de sí m ism o, ^verdad? Y cu a n d o a lg u ien cu estiona
0 d eb ilitad a o rom pe esa im agen en p ed azos, se siente m u y lasti­
m ad o. H a y autocom pasión , m ied o. Y la p róxim a ve z co n stm y e
u n a im agen m ás fuerte, m ás afirm ativa, m ás agresiva, etcétera.
U sted procura que nadie lo perturbe, y esto es volver a levantar
u n m u ro contra cualquier intrusión. Por lo tanto, el hech o es
que am b os, tan to el que es sensible co m o el que crea im ágenes,
ed ifican m uros de resistência. Q a b e qu é sucede cu a n d o usted
con struye u n m u ro a su alrededor? E s co m o tener u n m u ro m u y
alto alrededor de su casa. U sted no ve a sus vecinos, no red b e
suficiente lu z de sol, vive en u n espacio m u y pequ en o co n todos
los m iem bros de su fam ilia. Y no tenien do espacio suficiente,
co m ie n za n a ponerse nerviosos los unos con los otros, pelean, se
vu elven violentos y desean escapar y rebelarse. Y si usted tiene
suficiente din ero y energias, ed ifica otra casa p ara sí m ism o con
otro m uro alrededor, y así sucesivam ente. L a resistência im plica
p erd id a de espacio, y ése es u n o de los factores de violência.
«Pero - p r e g u n tó u n o d e e llo s - ^no debe u n o protegerse a sí
m ismo?».
C o n tr a qué? N a tu ra lm en te, u n o debe protegerse co n tra la
en ferm edad , con tra las lluvias y ei sol; pero cu an d o usted d ice
si no debe protegerse a sí m ism o, ;n o está p id ien d o levantar u n
m u ro con tra la p o sib ilid ad de ser lastim ado? P uede que usted
co n stru ya el m u ro p en sand o en protegerse de su herm an o o de
su m adre, pero ai final esto con d u ce a su prop ia d estru cción y a
la d estrucción de la lu z y dei espacio.
«Pero - p r e g u n tó u n a de las chicas con m irad a estu d iosa y
largo cabeilo p l ate ado— ^qué es lo que debo hacer cu a n d o m e
siento lastim ada? Sé que m e lastim an , m e sucede m u ch as veces.
1Q u é d ebo hacer? U sted d ice q u e no debo ed ificar u n m u ro de
resistência, pero yo no p u ed o v iv ir co n tantas heridas».
^Usted com prend e, si es que p u ed o p regun tarlo, p o r qué se
siente lastim ada? ;Y tam bién cu á n d o se siente lastim ada? M ir e
bien esa h o ja o esa flor. Es m u y frágil y su belleza está en su

254
m ism a firagilidad. Es terriblem ente vu ln erab le y, n o obstante,
vive. Y listed, a qu ien bieren ta n a m enudo, ^se b a p regu n tad o
cu á n d o y p o r qué se siente lastim ada? Por qué queda lastim ada
cu a n d o a lg u ien d ice a lg o q u e no le gu sta, cu a n d o a lg u ien es
agresivo, vio len to para con usted. E n tonces ^por qué se siente
lastim ada? Si se siente lastim a d a y con stru ye u n m u ro alred ed or
para apartarse d e los dem ás, entonces vive en un esp ad o m u y
pequen o d entro de sí m ism a. E n ese p eq u en o esp ad o n o bay lu z
ni lib ertad , y usted será lastim a d a m ás y m ás. D e m o d o qu e la
cu estión es si p u ed e viv ir libre y felizm en te sin ser lastim ada, sin
levan tar m uros de resistência. E sto es lo im p ortan te de la cu es­
tión, ^verdad? N o co m o reforzar los m uros o qué hacer cu a n d o
usted tiene u n m u ro a lred ed or de su pequ en o esp ad o . A s í es
que h a y dos cosas involucradas en esto: el recuerdo d e la ofen sa
y la prevención con tra ofensas fu tu ras. Si ese recuerdo co n tin u a
y usted le anade recuerdos frescos de otras ofensas, entonces su
m u ro se hace m ás fu erte y m ás alto, el esp ad o y la lu z se h acen
m ás pequen os y oscuros, h ay gran d esd icha y se in crem en tan la
auto co m p asió n y la am argu ra. Si u sted ve m u y claram en te el
p eligro de ello, su in u tilid ad , su lástim a, entonces los recuerdos
del pas ado se m arch itarán . Pero debe verlo co m o vería el p eligro
de una cobra. E n tal caso, sabe que ese es un p eligro m ortal y no
se acerca a él d e n in g u n a m anera. ^Ve u sted de la m ism a m an era
el p eligro de los recuerdos dei pasado co n sus heridas, con sus
m uros d e proteccíón ? ,;Lo ve usted realm ente, com o ve esa flor?
Si lo ve de ese m od o , entonces eso desaparece ínevitablem ente.
Por lo tanto, usted sabe q u é hacer con las heridas pasadas.
^Córno evitará, en tonces, las heridas futuras? N o m ed ian te la
co n stru cció n de m uros. E so está claro, ^no? Porque si lo h ace
será lastim a d a m ás y m ás. Por favor, escuche esta p regu n ta c u i­
d adosam ente. Sabien do que p u ed e ser lastim ada, ;c ó m o evitará
que ten ga lu g ar esa herida? Si a lg u ien le d ice que u sted no es
b ella o n o es inteligente, se ofende, se enoja, lo que es o tra fo rm a
de resistência. A h o ra bien, ^qué puede hacer? U sted vio m u y

255
claram en te có m o las heridas pasadas desaparecieron sin n in g ú n
esfu erzo; lo v io porq ue escu ch ab a y prestaba atención. A h o ra ,
cu a n d o a íg u ien le d ig a algo desagradable, esté atenta; escucbe
m u y cuidad osam en te. L a a te n d ó n im p ed irá la m arca d e la heri-
da. ^ C om prende lo que querem os decir con «atención»?
«Usted quiere decir co n ce n tra d ó n , senor, ;n o es así?».
R o tu n d a m en te no. L a con cen tración es u n a fo rm a de resis­
tência, u n a fo rm a de exclusión, u n cerrar las puertas, u n apar-
tarse. Pero la atención es a lg o com p letam en te diferente. E n la
co n cen tració n existe u n cen tro desde el cu a l tiene lu g a r el acto
de la observación. C u a n d o existe u n cen tro, el radio de observa-
ció n es m u y lim itad o. C u a n d o no h a y u n centro, la observación
es am p lia, clara. E sto es ate n d ó n .
«M e tem o que no com pren d em os esto en absoluto, senor».
M ir e esas co lin as ah i fuera, vea la lu z sobre ellas, vea esos ár-
boles, oiga pasar la carreta de bueyes; vea las hojas am arillas, el
lech o seco dei rio, y ese cu ervo posad o sobre la ram a. M ire tod o
esto. Si lo m ira desde u n cen tro, con su prejuicio, co n su tem or,
con su agrado y desagrado, entonces no verá la a m p lia exten-
sión de esta tierra. E n ton ces sus ojos estarán n ublados, y usted
se volverá m io p e o su vista se distorsionará. ,;Puede m irar tod o
esto, la b elleza dei valle, el d e lo , sin u n centro? E so es atención.
D e m od o que escuche co n atención y sin ese cen tro la crítica de
otro, el in su lto, la ira, el prejuicio. P uesto qu e en esa atención
n o h a y u n cen tro, n o existe la p o sib ilid a d de ser lastim ado. Pero
d on d e h a y u n cen tro, es inevitable q u e se p ro d u zca u n a herida.
E n ton ces la v id a entera se v u elve u n grito de terror.

L a m e d ita d ó n n u n ca es el co n trol dei cu erpo. N o existe u n a


d ivisió n real entre el o rgan ism o y la m ente. E l cerebro, el sis­
tem a n ervioso y lo que ílam am os m ente son u na m ism a cosa,

256
ind ivisible. E s el acro natu ral de la m ed itación el que prod u ce
el m o v im ien to arm ó n ico de la totalid ad . D iv id ir el cu erpo d e la
m en te y con trolar el cu erp o m ed ian te u n a d ecisión in telectu al
es en gen d rar co n trad icció n , de la que surgen diversas form as de
luch a, co n flicto y resistência.
T o d a d ecisión de co n trolar sólo d a lugar a resistência, inclu so
la d ecisión d e ser consciente. M e d ita r es com prender las divisio-
nes que o rig in a la d ecisión. L a Hbertad no es el acto de decidir,
sino el acto d e percibir. V er es actuar. N o existe u n a vo lu n tad
de ver p ara lu e go actuar. D esp u és de tod o, la vo lu n tad es el de-
seo co n todas sus contrad icciones. C u a n d o u n deseo asu m e la
a uto rid ad sobre otro, ese d eseo se co n v ierte en v o lu n ta d . E n
esto h a y u n a in evita b le d ivisió n . Y la m ed ita ción consiste en
com p ren d er el deseo, no en que u n deseo se sobreponga a otro.
E í deseo es el m o v im ie n to de la sensación, qu e se co n v ierte en
p lacer y en m ied o . E sto lo sostiene la co n stan te presencia dei
p en sam ien to en uno o en o tro . L a m ed ita ció n es, en realid ad ,
vaciar la m ente p o r co m p leto . Sólo en tonces existe la a ctivid a d
dei o rg a n ism o y n ad a m ás; en tonces el pen sam ien to fu n cio n a
sin id en tificarse co n el «yo» y el «no yo». E l p en sa m ien to es m e ­
câ n ico , al ig u a l que el o rgan ism o . E l co n flic to se o rig in a c u a n ­
d o el p en sa m ien to se id e n tifica co n u n a de sus partes, la cu a l
se co n v ierte en el «mí», el «yo» y las diversas divisiones d entro
de ese «yo». E l «yo» n o es necesario en n in g ú n m om en to. N o
existe o tra cosa que el cu erp o , y la m ente sólo p u ed e ser lib re
cu a n d o el p en sa m ie n to n o crea al «yo». N o h ay n in g ú n «yo»
que com pren d er, sólo el p en sa m ie n to qu e crea el «yo». C u a n d o
sólo existe el o rg a n ism o sin el «yo», la p ercep ció n - t a n t o la
v isu a l co m o la n o v is u a l- jam á s pu ed e ser d istorsionada. Ú n i­
cam en te h a y u n ver lo que es, y esa m ism a p ercep c ió n v a m ás
allá de lo que es. V a cia r la m ente no es u n a a ctiv id a d dei p en sa ­
m ien to o u n proceso in telectu al. E l co n sta n te ver lo que es sin
n in g u n a d istorsión , v a cía de fo rm a n atu ral la m en te de to d o
p en sam ien to. N o o bstan te, esa m ism a m en te pu ed e u tiliz a r el

257
p en sa m ie n to cu a n d o es n ecesario. E l p en sam iento es m ecâ n ico
y la m ed ita ció n n o lo es.
E ra m u y tem pran o, y a la prim era lu z de la m a n a n a dos bú-
hos estaban posad os en el tam arin d o . E ran m u y p equ en os y
siem pre parecían ir en parejas. H a b ía n estado gritan d o to d a la
n o ch e a in tervalos, y u n o se acerco h asta la repisa de la ven tan a y
lla m ó al otro co n u n a alegre nota. L os dos estaban sobre la ram a
y ten ían su h u eco en el árbol. A m en u d o p erm an ecía n a h í en la
m an a n a , m u y grises y silenciosos, antes de retirarse p a ra to d o el
día. A h o ra u n o de ellos se m arch aria p ara desaparecer d elicad a­
m ente d en tro dei h u eco y el otro lo segu iría, pero sin hacer rui-
do. C o n v ersa b an y parloteab an ú n íca m en te d uran te la noche.
E l tam a rin d o n o sólo ofrecía refu gio a los bú hos, sin o tam b ién a
m u ch os papagayos. Era u n árb ol en orm e en el jard ín q u e d aba al
rio. H a b ía buitres, cuervos y los papam oscas de co lo r verde-oro.
E stos solían ven ir frecuen tem en te hasta la repisa de la ventan a
d e la verand a, pero u n o ten ía qu e estar m u y qu ieto sin siquiera
m over los ojos. T en ía n u n cu rioso vu elo cu rvo y se o cu p ab an de
sí m ism os, a diferencia de los cuervos que im p o rtu n a b a n a los
buitres. T a m b ién se veían m on os esa m an an a. Se h a b ían m an te-
n id o alejados, pero ahora tod os se hab ían acercado h asta la casa.
Perm anecieron unos p o co s dias, y cu an d o se fu eron apareció un
m ach o solitário sobre el m ás alto de los tam arin dos. So lía trepar
a la ram a m ás alta y desde ah í sentado m iraba el rio, a los aldea-
nos que pasaban y al gan ad o que pacía. C u a n d o el sol com enza-
ba a calentar, se veia co m o bajaba lentam ente hasta desaparecer,
y a la m an an a siguiente otra vez estaba ah í n ad a m ás sobrepasar
el sol los árboles, trazan d o u n sendero de oro sobre el rio. E stu vo
a h í durante dos sem anas com pletas, solitário, apartado, obser­
van d o . N o tenía co m p an ía, y u n a m an an a desapareció.
Los estudian tes habían regresado. U n o de los ch ico s pregun -
tó: «qNo d ebe un o obed ecer a sus padres? D esp u és d e todo, ellos
m e h a n criado, m e están ed u can do. Sin d inero y o no p o d ría
ven ir a esta escuela, de m o d o que ellos son responsables de m í y

258
y o so y respon sabilid ad suya. E s este sentim ien to de responsabili-
d ad ei que m e h ace sentir qu e d ebo obedecerlos. A l fin y al cabo,
pu ed e que sepan m u ch o m ejor qu e y o Io qu e es bu en o p a ra m í.
EIlos desean que y o sea ingeniero».
U sted quiere ser in gen iero, o se lim ita a estu d iar ingeniería
porq ue sus padres lo desean?
«Yo no sé lo que quiero hacer. L a m ayoría de nosotros en esta
sala no sabem os qué querem os hacer. Tenem os becas dei G obier-
no. P odem os escoger cualqu ier m atéria que nos guste, pero nues-
tros padres y la sociedad d icen que la ingeniería es u n a bu en a
profesión. Se n ecesk an ingenieros. Pero cu and o usted nos pre-
g u n ta qué querem os hacer, nos sentim os m ás bien inseguros y
esto nos co n fu n d e y nos perturba».
U sted dijo que sus padres son responsables de usted y que
usted d ebe obedecerlos. U sted sabe qué pasa en O c d d e n te , d on ­
de h a d ejado d e existir la autorid ad paterna. A h í la gente joven
no quiere autorid ad algu n a, aun qu e tienen la suya prop ia, u na
de u n a clase m u y p ecu liar. A ca so la responsabilidad requiere
ob ed iên cia, autoridad, aceptación d e los deseos paternos o d e las
exigências d e la sociedad? A ca so n o im p lica la responsabilidad
la capacid ad para u n a co n d u cta racional? Sus padres pien san
que usted no es capaz de esto y, p or lo tanto, se sienten obligados
a v ig ila r su con d ucta: lo qu e hace, lo que estudia y lo que p o d ría
llegar a ser. L a idea que ellos tienen de la co n d u cta m oral está ba-
sada en su con d icion am ien to , en la e d u ca d ó n que h a n recibido,
en sus creencias, m iedos y placeres. L a generación pasada h a edi­
ficad o u n a estru ctura social y ellos quieren qu e u sted se am olde
a esa estructura. Piensan que ésta es m oral y sienten que saben
m u ch o m ás que usted. Y usted, a su vez, si se co n form a hará que
sus hijos tam b ién se con form en . A sí, p o co a p o co , Ia autoridad
dei co n form ism o se convierte en excelencia m oral. ^Es eso lo que
usted pide cu a n d o se p regu n ta si debe obedecer a sus padres?
^Llega a ve r lo que sig n ifica esta obediência? C u a n d o usted
es m u y joven oye lo que sus padres le dicen. L a con stan te repe-

259
tició n lo que elios d icen , establece el ac to de obed iên cia. A sí, la
ob ed iên cia se torn a m ecân ica. E s co m o u n soldad o q u e oye u n a
orden una 7 o tra vez, 7 ob ed ece, se su bordin a. Y así es co m o vive
la m ayoría. E so es p rop agan d a, tan to religiosa co m o m u nd an a.
Por lo tan to, u sted ve que desde la in fa n d a se va fo rm an d o un
hábito a raiz de oír lo que le d icen sus padres o de lo que usted
h a leído. D e ese m od o , el o ír se vu elve el in stru m en to d e la o b e­
diência. Y entonces usted se en fren ta al p rob lem a de si debe o
no d ebe ob ed ecer: o b ed ecer lo qu e otros h an d ich o u obed ecer
sus prop ios im pulsos. U sted quiere o ír lo qu e sus deseos d icen ,
7 ese m ism o oír sus deseos le hará obedecerlos. D e aq u i surgen
la o p osición 7 la resistência. Por lo tan to, cu an d o p regu n ta si
d ebe obed ecer a sus padres, existe en usted el m ied o de que si no
obedeciera, eso p o d ría ser negativo 7 no recibiría el d inero que
recibe p ara educarse. L a ob ed iên cia siem pre im p lica m ied o, 7 el
m ied o oscurece la m ente.
A s í que en ve z de fo rm u lar esa p regu n ta, averigüe si puede
h ab lar a sus padres de u n m o d o racional, 7 tam b ién descubra
qué sign ifica oír, ^Puede oír sin n in g ú n m ied o lo qu e elios d i­
cen? <;Y p u ed e tam bién escu char sus propios im pulsos 7 deseos
sin m ied o a que lo lleven por m al çam in o? Si puede escu char de
fo rm a sosegada, sin m iedo, descubrirá por sí m ism o si debe o b e­
decer, no sólo a sus padres, sino a cu alq u ier fo rm a de autoridad.
M ire, nosotros hem os sido ed ucados de la m an era m ás absurda.
N u n c a nos h a n en sebad o a aprender. V ie rte n en nuestras ca-
bezas u n a gra n ca n tid a d de in form ació n , y desarrollam os u na
p arte m u 7 p eq u en a dei cerebro, la que nos ayu d a a g a n a m o s la
vid a. E l resto dei cerebro lo d escuidam os. Es co m o cu ltiv ar u n
pequ en o rin có n de u n cam p o ínm enso, m ientras el resto dei
ca m p o perm an ece cu bierto de cizah a, cardos 7 abrojos.
A h o ra bien , ^cóm o escucha u oye usted lo qu e estam os dí-
ciendo? 1E ste o ír hará qu e obed ezca, o lo volverá inteligen te, lo
cap acitará p ara darse cuen ta no sólo dei p eq u en o rin có n , sino de
to d a la a m p litu d dei cam po? N i a sus m aestros ni a sus padres

260
les interesa ía m a g n itu d dei ca m p o co n tod o su con ten id o. Sin
em bargo, el p eq u en o rin có n les interesa con locura, in ten sam en ­
te. E ste parece ofrecer seguridad, y eso es lo que los an im a. U s-
ted p o d rá rebelarse co n tra eso - l a gente lo está h a c ie n d o -, pero
los que se rebelan, a ellos tam b ién sólo les interesa su trocito dei
rin cón . Y así to d o sigue igu al. A s í pu es, ;p u ed e usted escuchar
sin obedecer, sin cum plir? Si puede bacerlo, será sensible y ten-
d rá interés p o r la to ta lid ad dei cam p o, 7 ese interés d ará origen
a la in teligên cia. Es esta in teligên cia la qu e actu ará en lu g a r del
hábito m ecâ n ico de la obed iência.
« O h —d ijo u n a c h ic a -, pero nuestros padres nos am an. Ellos
n o quieren que nos pase n a d a m aio. Es p o r am or p o r lo que
d esean q u e o b ed ezca m o s 7 q u e nos d ic e n q u é estú d ios debem os
seguir y có m o d ebem os llevar nuestras vidas».
T o d o s los padres d icen am ar a sus hijos. Sólo el an orm al
o d ia a sus hijos, o el h ijo an o rm al o d ia realm ente a sus padres.
T o d o s los padres dei m u n d o d icen q u e am an a sus hijos, ^pero
los am an ? E l am o r im p lica cu id ad o, afecto, gran interés, no sólo
cu a n d o los h ijos son pequ en os, sino qu e tien en qu e asegurar-
se que al crecer, ten gan u n a e d u c a d ó n adecuada, de que nad ie
los m ate en las guerras, 7 que se p ro d u zca u n cam b io en la es-
tru ctu ra social con su absu rda m oralid ad . Si los padres sienten
am or p o r sus hijos, p ro cu ra ría n qu e éstos n o se am old en , que
aprend an en v e z de im itar. Si realm ente los am aran p rod u cirían
grandes câm bios de m o d o que ustedes p u d ieran viv ir de m anera
sensata, felices 7 seguros. N o sólo ustedes en este lugar, sino
tod os en tod o el m u n d o. E l a m o r no requiere co n form ism o, el
am or ofrece lib ertad . N o para hacer lo que a u n o le plazca - l o
cu a l suele ser superficial, triv ia l e in sign ifican te—, sino para co m -
prender, p ara escu ch ar librem ente, p ara escu char sin el ven en o
dei co n form ism o. ^Piensa usted que si los padres am aran real­
m ente, hab ría guerras? D e sd e la in fa n d a nos en sen an a tener
aversion al prójim o, n os d icen qu e es d iferente de nosotros. Les
están crian do en el prejuício 7, de ese m od o, cu an d o crecen se

261
Y iielven violen tos, agresivos, egocên tricos y tod o el ciclo se re-
pite u n a y otra vez. A p ren d a , pues, qu é sig n ifica oír; aprenda a
escu ch ar librem en te sin aceptar ni negar, sin co n fo rm ism o y sin
resisten da. E n tonces sabrá qué liacer. E n tonces d escu brirá qué
es la b o n d ad y có m o florece. Y ella jam ás florecerá en n in g ú n
rin cón: ésta sólo florece en el am p lio ca m p o de la vid a, en la
acción de la tota lid ad dei cam po.

262
Fundaciones

E l legad o que Jidd u K rish n a m u rti d ejó en sus ensenanzas form a


p arte d e la responsabiüdad d e las fu n d acion es creadas p o r êl,
co n eí prop ósito de preservar la integrid ad d e lo q u e d ifu n d ió
d uran te m u ch o s anos en diferentes lugares dei m u nd o.
L as siguientes fu n d acion es creadas por J. K rish n a m u rti son
las ú n icas in stitu d o n e s responsables d e la preservación y d ifu -
sión d e sus ensenanzas:

Krishnamurti Foundation Trust


KFT - (www.kfoundation.org - email: kft@brockwood.org.uk)

Krishnamurti Foundation of America


KFA - (www.kfa.org - email: kfa@kfa.org)

Krishnamurti Foundation índia


KFI - (www.kfionline.org - email: kfihq@md2.vsnl.net.in)

Fundaciòn Krishnamurti Latinoamericana


FKL - (www.fkla.org) email: fki@fkla.org)

263
Estas fu n d acion es se respon sabilizan y gara n tiza n la auten-
ticid a d e in tegrid ad dei con ten id o de todas las p u b licacion es
realizadas p or ellas: libros, víd eo s, casetes, D V D , etcétera. Para
cu alq u ier d ud a o con sulta, rogam os con tacten con cu alq u iera de
ellas. Para la co n su lta y lectu ra de charlas y d iálogos de K pue-
den a d q u irir la nueva version del C D - R O M , o acced er de form a
g ra tu ita en la nueva w e b w w w .jk rish n a m u rti.o rg , u n proyecto
co m ú n de las cu atro fu n d acion es, d on d e p o d rá n en con trar m u-
cho m aterial de libre acceso para la lectu ra de textos, vision ar
víd eos, D V D , etcétera.

264
índice

(nfroducción.............................................................................. 7

PREMERA PARTE
Conversaciones con (os profesores y alumnos de
Brockwood Park............................................................................ 9

Capítulo 1
Problemas de convivência en Brockwood, donde no existe
ia autoridad. Diferencia entre senfimiento y afecto.
La sensación de estar «en c a s a » .............................................. 11

Capítulo 2
EI estado dei mundo. La necesidad de educamos a nosotros
mismos. Las impiicaciones dei aprender. Aprender sobre la
cooperación. Destreza en (a acción: ei yoga............................ 27

Capítulo 3
cQué significa vivir con inteligência? La iibertad y ei estar
abierto a ia acción de aprender. La cooperación. Ei orden. . . 43

Capítulo 4
La educación para hacerie frente ai mundo. Ei probiema
dei sexo. Ei afecto......................................................................... 53
C apítulo 5
Ei ordem (a disciplina y ei aprender. Espacio y líbertad.
La seguridad y confianza necesarias: el senfimienfo de
«hogar». Aprender a convivir sin la auíoridad.
Responsabilidad mutua y responsabilidad por el «hogar».
Acerca de (a medifación.......................... .................................... 63
Capítulo 6
Tres clases de energia. Ei confücto y ia disipadón de la
energia. Acción sin confücto. La reunión en (as primaras
horas de (a mahana............................ .......................................... 79

Capítulo 7
Senfarse en completa quietud con una mente silenciosa. . . . 97

Capítulo 8
Ei sentido de belieza ............................................................. 105

Capítulo 9
iQué es aqueíío que desea realizarse? IÜ ué es el «mí
mismo»? 2Qué es (0 que en mí se sienfe lastimado?
Los muros de resistência. Aprender acerca de
(a atención. la percepción alerta y la sensibiiidad.
Aprender acerca de (a construcción de imágenes..................109

C apítulo 10
IEn qué piensan ustedes todo el día? Observar
los pensamientos. La identificación. Los hábitos de
pensamiento y de conducta. El principio y el fin
dei pensamiento.................................. ................................... .129

C apítulo 11
Oposición y conformismo. iPodemos educamos para
encarar la vida PÍenamente? Las (imitaciones de los
agrados y desagrados personaíes. El observador.................. 147
C apítulo 12
Aprender acerca dei miedo. Estar despierfos a( propío
condicionamiento. La dependencia y (a soiedad. El estado
de creafivídad. La sensibilidad. Percibir !a belleza.............. .155

C ap ítu lo 13
tPuede uno vívir con cordura en este mundo de [ocos?
INace de la educación en Brockwood una inteligência
que funcione en este mundo? íE s posibie aprender
a mirar con objetividad y ver (a totaiidad? La exigencía
de seguridad................................................................................... 171

Capítulo 14
La violência en e( mundo. Comprender ei desorden
y ias raíces de la violência. El verdadero trabajo es
«comprender si uno vive en desorden».................................. is5

Capítulo 15
Reunión Privada de profesores soiamente
I C uái es la función dei maestro? Las fres comentes
de trabajo. La función de Brockwood........................................ 195

SEGUNDA PARTE
Conversaciones con padres y profesores.................... ........... 213
Acerca del autor

J ID D U K R IS H N A M U R T T , es
u no de los filósofos m ás aclam a­
dos y carism áticos dei siglo xx , y
logro q u e sus conferencias y escri­
tos inspirasen a num erosas perso­
nas en tod o el m u n d o. N a cid o en
el sur de la ín d ia y ed ucado en
Inglaterra, durante décadas se de­
d ico a hablar a gente de los más
variados rincones dei planeta. E n
' s ■■ ’ 1 9 3 0 , G eorge Bernard S h a w se
referia a él co m o «el m ayor m aestro dei m undo», m ientras que
A ld o u s H u x le y co m p aro u n a ch arla de K rish n a m u rti co n u n
«discurso» d el B u d d h a.
A lo largo de su vida, Krishnamurti puso mucho énfasis
en la educación, pues consideraba que era uno de los
factores clave para conseguir câmbios radicales a nivel
tanto social como individual.
El maestro fundo varias escuelas en Índia, Inglaterra y
Califórnia en las que habitualmente mantenía profundas
charlas con maestros, padres y alumnos. Si bien insistia
en la importância de la excelencia académica, Krish­
namurti recalcaba siempre que el papel fundamental
de la educación es ayudar al estudiante a despertar su
inteligência, su amor, su compasión y su libertad interior.
«El mundo es así: es enganoso, con políticos corrup­
tos, Ia obsesión con el dinero... Si ustedes no reciben
una educación apropiada caerán en ese mismo error.
Así pues, ^qué piensan que es la educación?».

JIDDU KRISHNAMURTI, es uno cie


los filósofos más aclamados y carismáticos
dei siglo xx, y logró que sus conferencias y escritos
inspirasen a numerosas personas en todo el mundo.
Nacido en el sur de la Inclia y educado en Inglaterra,
durante décadas se dedico a hablar a gente de los
más variados rincones dei planeta. En 1930, George
Bernard Shaw se referia a él como «el mayor maestro
dei mundo», mientras que Aldous Huxley comparo
una charla de Krishnamurti con un «discurso»
clel Buddha. k
9 7 8 - 8 4 - 9111- 0 9 4 -1
C|p

EDICIONES OBELISCO
Diseno de la cubierta: Enrique Iborra

También podría gustarte