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Universidad católica de Santa Fe

Facultad de Psicología

2019

Proyecto de investigación

Tema: Falta de sueño en adolescentes

Prof. Lic. Lucía Aimaretti

Alumna: Arianna Sanchez

Comisión: 1° A

21-05-2019
Pregunta problema

¿Cómo afecta la falta de sueño en los estudiantes universitarios occidentales en relación

con su familia y el medio académico debido al uso excesivo de las redes y la tecnología?

Objetivo

Objetivo general

Describir cómo afecta la falta de sueño en estudiantes universitarios en relación con su

familia y el medio académico debido al uso excesivo de las redes sociales y la tecnología.

Objetivos específicos

Conocer sobre los trastornos del sueño y las consecuencias de dormir poco durante la

adolescencia.

Identificar cuáles son las aplicaciones/ redes sociales que frecuenta el adolecente

universitario durante las horas en las que debería descansar.

Delimitar las actitudes de un adolescente con pocas horas de sueño y como la familia puede

favorecer hábitos sanos de sueño.

Formular las dificultades que representan a nivel académico el no dormir la cantidad de

horas estipuladas por la OMS.

Alcance

Este trabajo de investigación seguirá una metodología de carácter mixta- descriptiva;

Hernandes Sampiere (2014) define que “La meta de la investigación mixta no es

reemplazar a la investigación cuantitativa ni a la investigación cualitativa, sino utilizar las

fortalezas de ambos tipos de indagación, combinándolas y tratando de minimizar

sus debilidades potenciales” (p.532). Este mismo metodo implica un conjunto de

procesos de recolección, análisis y vinculación de datos cuantitativos y cualitativos en un

mismo estudio o una serie de investigaciones para responder a un planteamiento del

problema. (Sampiere, 2014). El carácter descriptivo aporta consiste en la caracterización de


un hecho (la adolescencia en este caso particular), con el fin de establecer su estructura o

comportamiento; esta investigación se fundamentará en la teoría cognitiva –conductual.

Fundamentación

Debido a que es una problemática de la actualidad, resulta interesante poder investigar

cómo afecta sobre el comportamientos de los adolescentes la falta de sueño en sus estudios

superiores, para no solo brindarles herramientas que les permitan entender las actitudes de

sus hijos a los padres que desconocen la importancia de un buen descanso sino que también

para concientizar a los adolescentes sobre las consecuencias que acarrean el desvelarse

durante la noche y no descansar como se lo recomienda. Por eso en esta investigación se

plantea sintetizar cuales son los trastornos de sueño más frecuentes y que consecuencias

presenta en los adolescentes, como así también conocer en que emplea el tiempo en el que

debería estar descansando y sobre todo como es su conducta con su familia y en el

rendimiento académico.

A partir de la propia experiencia cómo adolescente y estudiante universitaria, la mala

cantidad y calidad en las horas de sueño han sido parte de mi rutina, no solo utilizando la

tecnología como excusa para retrasar la hora de descanso, sino que también me parecía más

eficiente estar despierta toda la noche estudiando y despertarme medianamente tarde, por

eso se eligió esta temática de investigación para poder conocer sobre las causas y

consecuencias de dormir pocas horas durante la adolescencia y si la conducta hacia la

familia es generalizada con todos los adolescentes por igual y cómo afecta en el

rendimiento académico; además resultó interesante poder identificar en qué se emplea el

tiempo del adolescente para que sus padres puedan conocer sobre el porqué de sus

conductas.
Introducción

Para poder entender lo desarrollado a lo largo de la investigación es preciso poder

definir dos términos que son la base de la temática de este proyecto, por esta razón a

continuación se presenta una síntesis de los conceptos de sueño y de adolescencia:

La adolescencia es una etapa de cambios fisiológicos, químicos y mentales que

transcurre entre los 14 años, cuando termina la infancia. hasta los 18 años

aproximadamente (algunos autores la extienden hasta los 20 años que es la edad en donde

termina la formación de crecimiento a nivel muscular y nervioso). Pero es la sociedad quien

determinara las obligaciones y responsabilidades de los jóvenes que hará que maduren y

puedan convertirse en adultos.

La Dra. Contreras (2013) afirma que:

El sueño del ser humano, (...)se divide fundamentalmente en sueño REM (R)

(rapid eye movement) y en sueño No REM (NREM); los que se repiten en

cuatro o cinco ciclos por noche, a intervalos de 90-120 minutos. El sueño

NREM, caracterizado por una actividad electroencefalografía sincronizada,

comprende a su vez, tres etapas: Sueño superficial o sueño en etapa 1 (N1),

sueño intermedio o etapa 2 (N2), y sueño profundo o etapa 3 (N3). (...) El

sueño REM, (...) y se caracteriza por los movimientos oculares rápidos,

contracciones musculares breves y por la variabilidad de la respiración. El

componente tónico del sueño R, es controlado por el sistema parasimpático y

se caracteriza por ausencia de los movimientos oculares rápidos. (p.343).

Revisando la literatura acerca de los temas y variables a tratar, se encontró varias

investigaciones de nivel académico que desarrollaban cada una de las variables

por separado; pero gracias a estudios de carácter mixto se puede decir que las
variables se encuentran relacionadas entre sí; pero esto no da como resultado

una correlación de causa y efecto.

Marco teórico

En esta etapa los adolescentes son más vulnerables por lo que existen principalmente

dos factores que imposibilitan un descanso pleno para el adolescente; el primero de ellos es

el factor biológico en donde debido a los cambios que se producen en la adolescencia, se

retrasa por la extensión del reloj biológico, la hora descanso y por lo tanto retrasen a su vez

la hora de despertarse; también existen factores psicosociales que dan como resultado una

falta de sueño, en donde el adolescente busca tener mayor autonomía en las diversas áreas

de su vida cotidiana, como lo es la decisión de irse a dormir, que queda pautada según los

horarios exigidos por los estudios universitarios. (Barrantes, 2017).

Carkadon (como se citó en Barrantes 2017) afirma que, como consecuencia de estos

factores, el patrón de sueño en la adolescencia tiende a ser más corto, es decir los

adolescentes tienden a dormir menos, aun cuando sus necesidades fisiológicas de sueño no

disminuyeron. Esto lleva al adolescente a un déficit crónico de sueño que puede verse

agravado por su estilo de vida. Como consecuencia de estos factores biológicos y

psicosociales, el adolescente puede adquirir patrones y hábitos de sueño inadecuados,

conduciendo a un déficit de sueño y deteriorando su calidad.

La cantidad y la calidad del sueño, la percepción que las personas tienen de su sueño, así

como los hábitos de sueño, inciden sobre las funciones cognitivas, ejecutivas y el

rendimiento académico de los adolescentes. (Miró, E., Cano-Lozano, C., & Buela-

Casal, G. ,2008). El sueño es un proceso fisiológico, generado y regulado de manera activa

por el cerebro. Se caracteriza, corporalmente, por la reducción de la actividad locomotora,

disminución de la respuesta a estímulos externos y posturas estereotipadas, siendo

fácilmente reversible. Desempeña importantes funciones: favorece el crecimiento y


desarrollo cerebral, la recuperación física, y la disminución de la fatiga. Asimismo,

estimula las defensas del organismo e interviene en la memoria y aprendizaje, consolidando

lo aprendido. (González 2012).

A raíz de esto, se entiende que el sueño es el eje central de una vida física y

cognitivamente saludable, pero los adolescentes subestiman la importancia que genera un

buen descanso; por lo que generalmente al desvelarse durante la noche, ya sea por el uso de

las redes sociales o el abuso y la sobrecarga académica que los lleva a mantenerse

despiertos terminando trabajos o estudiando, les provoca somnolencia en los primeros

módulos de cursado en un turno de mañana y buscan recomponerse con siestas

excesivamente largas.

Sulheim, Fagermoen & Sivertsen (como se citó en Barrantes,D, 2017) afirman que

los adolescentes con patrones de sueño corto pueden presentar problemas cognitivos, como

dificultades para pensar, incapacidad para concentrarse, dificultad para procesar la

información, así como para planificar y organizar sus pensamientos.

En la adolescencia se busca la gratificación inmediata y el uso de los teléfonos celulares

con conexión a internet y las plataformas de comunicación que ofrecen las redes sociales, le

facilitan al adolescente esta gratificación; pero un mal uso de esta tecnología o un uso

excesivo de la misma podría generar una dependencia, adicción y hasta ser una pérdida de

tiempo, Arab y Diaz (2015) afirman:

Son millones los individuos en todo el mundo, especialmente adolescentes y

jóvenes, que se han dejado seducir por las nuevas tecnologías e internet,

incorporándolos en su vida cotidiana, en sus comunicaciones y en sus

vínculos. Sin embargo, la aparición de diferentes aplicaciones ha estado

ligada al desarrollo de conductas adictivas, en algunos individuos con

determinadas características, creándose a partir de ello el concepto de


Conducta Adictiva a Internet, el cual no logró consenso entre los expertos

antes de la publicación del DSM 5. (p. 8)

Es oportuno destacar que uno de los tantos efectos negativos que tiene el uso en exceso

de las redes sociales en los adolescentes, se relaciona con el insomnio, la falta de sueño y

una baja en el rendimiento académico, y las características en el comportamiento de los

jóvenes que tienen una conducta adictiva a internet se traducen en ansiedad, irritación

cuando se le es interrumpido el momento en el que está conectado, se aburren, y revisan

constantemente sus teléfonos celulares esperando una respuesta en WhatsApp, mirando

twitter o actualizando las storys de Instagram; por lo que son conductas de rápido

reconocimiento para los familiares cercanos al adolescente (Arab y Diaz, 2015).

Orzack, M y Young, K (como se citó en Guerreschi, 2007) afirman que los problemas

físicos derivan principalmente de la gran cantidad de tiempo que se permanece frente a la

computadora (...) como lo son los trastornos de sueño por el habito de permanecer

conectado hasta tarde, trastornando así el ritmo normal de sueño -vigila; y el cansancio

excesivo como consecuencia de la perdida de horas de sueño, con la repercusión en el

desempeño académico.

Fácilmente con la evolución de la tecnología estas consecuencias de carácter físico

pueden trasladarse al uso de los teléfonos celulares que ofrecen una mayor comodidad para

pasar más tiempo conectado a internet.

Trastornos del sueño

La DR. Solari (2015) afirma que la privación de sueño en la juventud lleva a:

1. Elevar los niveles de cortisol.

2. Alteración del homeostasis de la glucosa (obesidad y diabetes tipo 2 precoz)

3. Menor control de emociones y aumento de las conductas ansiosas o depresivas.

4. Bajo rendimiento académico y baja capacidad de memorias


5. Ánimo negativo.

6. Síntomas tipo similares al déficit atencional.

7. Aumento en el abuso de nicotina, cafeína, alcohol y otras sustancias. (p. 63)

Insomnio.

La principal característica de esta alteración consiste en una persistente dificultad en la

iniciación, duración o calidad del sueño. Para poder hablar de insomnio el paciente debe

presentar las siguientes situaciones:

A. El síntoma predominante es la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o la falta de

sueño reparador (sueño aparentemente adecuado en cantidad, pero que deja al sujeto con la

sensación de no haber descansado).

B. La alteración se presenta por lo menos tres veces a la semana durante un mes y es

lo suficientemente grave como para dar lugar a cansancio diurno o a la observación por

parte de los demás, de otros síntomas atribuibles a una alteración del sueño, como

irritabilidad o deterioro de la actividad diurna.

C. El trastorno no aparece solamente en el curso de un trastorno del ritmo sueño/vigilia o

de una parasomnia. (Dr. Solari, 2015)

Síndrome de fase retrasada.

J. Gállego Pérez-Larraya, J.B. Toledo, E. Urrestarazu y J. Iriarte (2007) afirman que:

Síndrome de la fase del sueño retrasada. Se caracteriza, como su propio

nombre indica, por un retraso –habitualmente mayor de dos horas– en los

tiempos de conciliación del sueño y despertar, en relación con los horarios

convencionales o socialmente aceptados. Los individuos afectados por esta

entidad tienen una práctica imposibilidad para dormirse y despertarse a una

hora razonable, haciéndolo más tarde de lo habitual. La estructura del sueño

es normal, destacando únicamente en los estudios polisomnográficos un


importante alargamiento de la latencia del sueño o el tiempo que tardan en

dormirse los pacientes. Estos tienen con frecuencia problemas socio-

laborales, ya que sus horas de

mayores actividades suelen ser las de la noche. En estos individuos están

también retrasados otros ciclos biológicos circadianos, como son el de la

temperatura y el de la secreción de melatonina. (p.27)

Causas del retraso del ritmo circadiano.

Las causas por las que los adolescentes posponen la hora de dormir se dividen en dos

factores/sincronizadores: uno interno y uno externo.

 Factores externos: Esta clase de factores se ven influenciados por el espacio que se les

proporciona al joven para que se aislé en su habitación en la que se encuentran los

dispositivos que son los protagonistas de desvelen, como lo son los Smart tv, celulares y

computadoras. Este espacio es el que utilizan como refugio que los protege del agobio de

sus padres; de esta forma los padres desconocen el horario en el que se duermen sus hijos.

 Factores internos: El segundo factor es de orden interno en donde la cantidad la calidad de

horas dormidas repercute directamente sobre el rendimiento académico. El tener una buena

noche de sueño después del aprendizaje es crítico para la retención de lo vivido. (Solari,

2015)

Posibles consecuencias de no dormir lo suficiente

Diversos estudios han demostrado que el sueño tiene efectos positivos sobre distintos de

memora: declarativa y procedimental; siendo la primera aquella que es fácilmente expresa

verbalmente y la segunda es la memoria acerca de habilidades y destrezas motoras.

La exigencia universitaria que tienen los adolescentes afecta los horarios en los que se debe

descansar produciendo una disminución de las horas del sueño, se estima que los adolescentes

duermen aproximadamente 6,5 horas entre semana, lo que no sería suficiente con lo estipulado
por lo que afirma la Organización Mundial de la Salud en donde el promedio para un descanso

eficaz es de al menos 8hs de sueño.

Por lo que es evidente que la falta de sueño afecta a la memoria ya que una mayor duración

del sueño se asocia con una mayor retención de la información; el tiempo entre aprendizaje y

el periodo de sueño también parece influir sobre el resultado de la memoria, estudios arrojan

que un intervalo de tres horas entre aprendizaje y sueño es más beneficioso que un intervalo de

10 horas. (Paul Carrillo-Moraa, Jimena Ramírez-Perisb, Katia Magaña-Vázquezc, 2013)

De forma general se puede decir que todas las alteraciones del sueño parecen afectar el

rendimiento en distintas tareas cognitivas.

Paul Carrillo-Moraa et al. (2013) refieren que:

El mecanismo mediante el cual la falta de sueño afecta a los procesos

cognitivos no se conoce exactamente, aunque se ha sugerido que las

hormonas de estrés que se secretan como producto de la falta de sueño

pueden afectar la fisiología neuronal y contribuir así al deterioro de las

funciones cognitivas. A este respecto, una población particularmente

proclive a presentar una baja calidad de sueño, así como trastornos del

mismo son los estudiantes universitarios. El incremento en la demanda

académica, así como de responsabilidades, tareas y actividades, además de

las circunstancias sociales y personales que rodean a esta población, junto a

una gran diversidad de conductas que pueden influir negativamente en su

calidad del sueño (estrés, privación de sueño, horarios de sueño irregulares,

periodos de ayuno, consumo de tabaco, café, bebidas energéticas, alcohol u

otras drogas, etc.), contribuyen para que un alto porcentaje de esta población

refiera una mala calidad del sueño.(p.10)


Higiene del sueño

Existen pautas que ayudan a mejorar la calidad del sueño, para que este pueda cumplir

principalmente su función como reparador; porque la cantidad de horas que se duermen no dan

como resultado una buena calidad del sueño. Pero teniendo en cuenta la serie de situaciones

que identificaron los autores de la Revista de medicina (Mexico), tanto adolescentes

universitarios, como para el resto de los adultos, podrán desarrollar de la manera más eficiente

todas sus funciones cognitivas y así se verán con menos riesgo de un mal rendimiento a nivel

académico.

Paul Carrillo-Moraa, Jimena Ramírez-Perisb y Katia Magaña-Vázquezc (2013) afirman

que:

Las medidas de higiene del sueño son una serie de recomendaciones acerca de

conductas y hábitos deseables, así como modificaciones de las condiciones

ambientales y otros factores relacionados, encaminados a mejorar la calidad del

sueño de las personas que ya padecen de un trastorno del sueño como el

insomnio, o que pueden emplearse como medidas para prevenir una alteración

del sueño. Aunque no existe un consenso mundial acerca de cuáles deben ser

estas medidas de higiene del sueño y algunas de estas medidas se traslapan con

algunas formas de tratamiento conductual no farmacológico, de forma general

podemos considerar las siguientes. (p.15)

Recomendaciones para buena higiene del sueño

 Evitar realizar siestas prolongadas (más de una hora) durante el día.

 Acostarse a dormir a una misma hora todos los días.

 Despertarse todos los días a la misma hora.

 Evitar hacer actividad física vigorosa antes de dormir.


 Evitar consumir alcohol, cigarro y bebidas con cafeína al menos 4 horas antes

de dormir.

 Evitar realizar actividades sensorialmente muy estimulantes antes de

acostarse (video juegos, internet, televisión).

 Evitar irse a acostar si se está estresado, ansioso, enojado o preocupado.

 No utilizar la cama para otras actividades que no sean dormir.

 Dormir en una cama confortable.

 Evitar pensar sobre sus actividades del día u organizar y panificar sus

actividades futuras mientras trata dormir.

 Dormir en una habitación con baja iluminación y poco ruido ambiental.

Relación con los padres

En el foco familiar, los encargados de trasmitir las costumbres y las creencias son los

padres, durante la infancia y gran parte de la adolescencia, siendo una relación

interpersonal muy específica, caracterizada por el poder, el afecto y la influencia.

La descendencia de hábitos en los universitarios de acuerdo a sus necesidades, se realizan

con prioridad en lo aprendido, es decir, si desde la infancia no adquirieron hábitos

adecuados y saludables para la conciliación del sueño, en la adultez se continuará con

la consolidación de aprendidos, que unido a diversos factores de riesgo, pueden conllevar a

la aparición de trastornos del sueño, con los consecuentes problemas y cambios

de tipo Fisiológico, en la conducta, la personalidad y la , proporcionan problemas

de concentración y bajo rendimiento escolar.( Gynna Alejandra Claros González, Anggie

Catherin Rodríguez Villalobos, Diego A. Forero, Andrés Camargo Sánchez, Carmen Lucia

Niño Cardozo, 2012).


Conductas de los adolescentes ante la falta de sueño

Alfredo Oliva Delgado, Mª Carmen Reina Flores, Miguel Ángel Pertegal Vega y Lucía

Antolín Suárez (2011) afirman que “Más recientemente han empezado a aparecer datos que

indican que la privación de sueño en adolescentes está relacionada con algunos indicadores

de bienestar psicológico, interpersonal y somático.” (p.543)

Wofson y Carskadon; Roberts, Roberts y Duong; Gangwisch, J. E., Babiss, L. A.,

Malaspina, D., Turner, J. B., Zammit, G. K. y Posner, K. y O’Brien y Mindell (como se citó

en Alfredo Oliva Delgado et al., 2011) demuestran que han encontrado una relación

significativa del retraso en la hora de irse a la cama y el periodo de sueño insuficiente con

los estados de ánimos depresivos entre adolescentes e incluso con los pensamientos

suicidas. Además, la regulación emocional también juega un papel importante en el control

de determinados comportamientos, por lo que tampoco es de extrañar que la carencia

de sueño aparezca asociada, en los adolescentes, a la conducta agresiva o antisocial

Lista de redes sociales/ aplicaciones más utilizadas por los adolescentes de entre 18-

20 años de edad.

 Whatsapp

 Twitter

 Snapchat

 Instagram

 Netflix

 Spotify

 Youtube
Referencias

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