Está en la página 1de 21

REPÚBLICA DE COLOMBIA

RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO

JUZGADO PRIMERO PENAL PARA ADOLESCENTES DEL CIRCUITO DE


BOGOTÁ, D.C., CON FUNCIÓN DE CONOCIMIENTO.

Bogotá, D. C., dieciocho (18) de julio de Dos Mil Doce (2012)

Radicación: 110016000023200900592 NI 14769


Procesado: JUAN DAVID TORO MONTERO
Conductas punibles: HOMICIDIO EN CONCURSO HETEROGÉNEO CON
FABRICACIÓN, TRÁFICO Y PORTE DE ARMAS DE
FUEGO.

ASUNTO

Procede el Juzgado a dictar sentencia luego del juicio oral adelantado dentro del proceso
penal contra el adolescente JUAN DAVID TORO MONTERO, por las conductas punibles
de Homicidio en concurso heterogéneo con Fabricación, Tráfico y Porte de armas de fuego
o municiones.

HECHOS

Fueron resumidos por la Vista Fiscal en el escrito de acusación de la manera como a


continuación se señala:

Fueron dados a conocer mediante informe de primer respondiente suscrito por el


Sub-Intendente CARLOS ABRIL CHÁVEZ y el PT. ANDRÉS ABONIO CARABALÍ, el
cual da cuenta de los hechos ocurridos el día 19 de enero de 2009, aproximadamente
a las 19:21 horas a la altura de la Cra. 147 A No. 142F-60 vía pública; lugar al cual
se desplazaron luego que la central de radio de la Policía Nacional informa el caso
de un herido por arma de fuego, al llegar al lugar encuentran tendido en el piso al
joven ANDRÉS ESTEVEN BAPTISTA MOZO de 17 años de edad, quien presentó
heridas por arma de fuego razón por la cual es trasladado de forma inmediata al
Hospital Nueva Suba, centro asistencial en el cual fallece horas después.
Determinándose como causa de muerte choque hipovolémico por proyectil de arma
de fuego.

Cuenta el informe que la víctima se encontraba en compañía de varios amigos los


cuales informan que el día de los hechos venían transitando por la Cra. 147 A No.
142F-60 esquina, cuando se les acercan dos jóvenes que se desplazaban en
bicicletas tipo cross, uno de los cuales y que fue el que accionó el arma de fuego tipo
revólver en dos oportunidades por la espalda del joven ANDRÉS ESTEVEN, es
conocido o su apellido es TORO quien había sido compañero de estudio, persona
que a la postre y luego de las labores investigativas fue identificado como JUAN
DAVID TORO MONTERO1.

INDIVIDUALIZACIÓN E IDENTIFICACIÓN DEL ACUSADO

JUAN DAVID TORO MONTERO con registro civil de nacimiento con indicativo serial No.
167699197, expedido por la Notaría 45 del Círculo de Bogotá, D.C., nació el 15 de julio
de 1992, en la cuidad de Bogotá, D.C, es hijo de MIGUEL ÁNGEL TORO VANEGAS y
LUZ ALBA MONTERO SANTOS2, estado civil soltero, es bachiller académico graduado
en el Colegio SANTIAGO DE COMPOSTELA.

ANTECEDENTES Y RESEÑA PROCESAL

Mediante informe de primer respondiente suscrito por el Sub-Intendente CARLOS ABRIL


CHÁVEZ y el PT. ANDRÉS ABONIO CARABALÍ, se dieron a conocer ante la Fiscalía
General de la Nación los hechos objeto de investigación. El día 9 de septiembre de 2011,
ante el Juzgado 4 Penal para Adolescentes con Funciones de Control de Garantías, se
llevó a cabo Audiencia de Formulación de Imputación contra JUAN DAVID TORO
MONTERO por la comisión de las conductas punibles de Homicidio Agravado en
concurso heterogéneo con el delito de Fabricación, Tráfico o Porte de Armas de Fuego
o Municiones, de conformidad con los artículos 103 modificado por el artículo 14 de la
Ley 890 de 2004, 104 numeral 4 modificado por el artículo 14 de la ley 890 de 2004, 31
y 365 modificado por el artículo 38 de la Ley 1142 de 2007 del Código Penal, cargos
que el procesado no aceptó3. En esa misma fecha, la Delegda de la Fiscalía solicitó
medida de internamiento preventivo en contra del adolescente imputado, medida que
fue ordenada por el Juzgado en cita y que no fue objeto de recurso alguno.

Así las cosas, presentado escrito de acusación el 9 de octubre de 20114, por reparto, le
correspondió conocer de la causa al Juzgado que regenta la suscrita Juez; segmento
procesal en el que, el 9 de noviembre de esa misma anualidad se llevó a cabo audiencia
de Formulación de Acusación en la que la Fiscal corrigió el escrito de acusación en lo
que respecta al delito de “Fabricación tráfico o porte de armas de fuego o municiones”,
bajo el entendido que no era “y municiones” sino “o municiones”, como había sido
plasmado en el precitado escrito acusatorio, incorporándose entonces esa corrección a
la acusación leída. A renglón seguido acusó al indiciado por el injusto de Homicidio
Agravado en concurso heterogéneo con el delito de Fabricación, Tráfico o Porte de Armas
de Fuego o municiones, de conformidad5 con los artículos 103 modificado por el artículo
14 de la Ley 890 de 2004, 104 numeral 4 modificado por el artículo 14 de la ley 890 de
2004, 31 y 365 modificado por el artículo 38 de la Ley 1142 de 2007 del Código Penal.

El 20 de enero de 2012, se realizó audiencia preparatoria, diligencia en la que se


decretaron pruebas a instancia de la Fiscalía y de la apoderada de la víctima, dado que

1Carpeta Original. Escrito de Acusación. 9 de octubre de 2011. Folios 33-


34.
2 Ibíd. Folio 196.
3 Ibíd. Folio 31.
4 Ibíd. Folios 27-34.
5 Ibíd. Folios 52-53.
la defensa técnica no solicitó prueba documental o testimonial alguna, como aparece
en su correspondiente acta y audio, y se presentaron las estipulaciones probatorias
para ser valoradas e incorporadas en la audiencia de juicio oral6.

ESTIPULACIONES PROBATORIAS

Se suscribieron las siguientes estipulaciones probatorias como hechos ciertos y


probados por la Fiscalía y la Defensa a saber:

1. Informe de identificación del occiso, documento suscrito por Héctor Armando


Garzón Pérez, determinándose que el occiso respondía al nombre de Andrés
Esteven Baptista Mozo7.
2. Formulario pre-matrícula correspondiente al año 2004 del Colegio “Celestín
Freinet” de Juan David Toro Montero8.
3. Copia del Registro Civil de nacimiento con indicativo serial 16769197
correspondiente a Juan David Toro Montero9.
4. El Informe del Investigador de campo, el cual incluye álbum fotográfico del
occiso, documento suscrito por el Intendente Ómar Cárdenas García10.
5. Registro Fotográfico del adolescente Juan David Toro Montero11.
6. El Informe del Investigador Mauri Fernando Melo por el cual se allegó copia de
la tarjeta de preparación cedular del adolescente Juan David Toro Montero, a
quien le fuere asignado el número de cédula 1’109.072.74012.
7. El oficio de fecha 21 junio de 2011, suscrito por Pedro Nel Sánchez, Rector
del colegio “Celestín Freinet”, por medio del cual hace constar que Juan David
Toro Montero cursó el grado quinto de primaria en el año 2003.13
8. Inspección técnica a cadáver e informe ejecutivo del 20 de enero de 2009,
suscrito por John Vicaría Vargas, Héctor Andrés Rodríguez, Ómar Cárdenas y
el Agente Wilson Rico14.

La Presidencia procedió a ordenar la incorporación de aquéllas al Juicio Oral para luego


ser valoradas en la oportunidad correspondiente15.

TESTIMONIOS

1. LUIS CARLOS ABRIL CHÁVEZ16.

Una vez juramentado e identificado, respecto de los hechos señaló:

6 Ibíd. Folios 90-92


7 Record de la Audiencia de Juicio Oral, minuto 10:48
8 Record de la Audiencia de Juicio Oral, minuto 11:14
9 Record de la Audiencia de Juicio Oral, minuto 11:49
10 Record de la Audiencia de Juicio Oral, minuto 12:15
11 Record de la Audiencia de Juicio Oral, minuto 12:50
12 Record de la Audiencia de Juicio Oral, minuto 13:14
13 Record de la Audiencia de Juicio Oral, minuto 14:37
14 Record de la Audiencia de Juicio Oral, minuto 15:00
15 Record de la Audiencia de Juicio Oral, minuto 16:21
16 Record de la Audiencia de Juicio Oral, minuto 32:57
“Yo me encontraba laborando en la estación de policía de suba, en el CAI del barrio
Bilbao, yo me encontraba ejerciendo labores de policía de vigilancia, atendiendo los
casos que reportara la central de la policía17 (…) Ese día la central de radio me da un
caso en el sector de Bilbao, allá en el barrio de Cafam, hay una persona herida con
arma de fuego, se habían presentado unos disparos, me dirijo de forma inmediata, llego
hasta el sitio y ahí observo a una persona que está tendida en el piso.18 (…) Es una
persona joven, un hombre, estaba acompañado por otras personas que me indican que
él está herido por impactos de bala, dicen que son amigos de él y me dicen que saben
quién fue la persona que le disparó, me acuerdo que dijeron que fue un compañero de
ellos, de apellido Toro. Yo de esa forma fui recogiendo información y llamé a un médico
y a una ambulancia para obtener asistencia médica19”.

La Fiscalía puso de presente el documento al testigo, a lo cual manifestó: “lo reconozco


porque es mi letra, es el formato de la policía donde uno informa los delitos y está la
dirección y todos los elementos que me dan a entender que yo recibí el caso20. (…)
Siendo las 19:25 horas la central de la Policía nos informó de un herido por arma de
fuego en la carrera 147 A # 142 F-60 vía pública, de inmediato la patrulla policial se
dirige al lugar de los hechos, llegando a las 19:29 horas aproximadamente, encontrando
tendido en el piso boca arriba sobre el andén al joven Andrés Esteven Baptista Mozo,
quien presenta una herida precordial altura (sic) del pecho y dos heridas toráxica
abdominal. De inmediato el herido es llevado al hospital Nueva Suba para su atención
médica. En el lugar de los hechos están los amigos del joven herido (…) manifestaron
que venían transitando por el lugar dado (sic), carrera 147 A # 142 F-60 esquina cuando
de repente se les acercaron dos jóvenes que venían en un bicicleta tipo cross color
vinotinto. Uno vestía una chaqueta jean, pantalón oscuro negro y otro una chaqueta
azul y uno de ellos de chaqueta jean que lo apodan de nombre toro quien disparó con
una (sic) arma de fuego tipo revólver y luego emprendieron la fuga hacia el sector del
barrio Berlín de suba. De inmediato la patrulla inicia la búsqueda de los sujetos en
mención por los alrededores del lugar de los hechos sin poder ubicar a los autores de
las heridas del joven en mención. Es de aclarar que todos los amigos del joven herido
manifestaron que el autor de las heridas del joven Andrés Esteven Baptista Mozo los
hizo (sic) el joven mencionado con el apodo de Toro, quien había sido compañero de
estudios y que vive en el sector de suba en un barrio vecino al lugar de los hechos21.
En ese momento llamo más patrullas para que me ayuden con la búsqueda de esas
personas porque yo no pude ir a buscarlo, yo me quedo en el sector con el joven herido
y llamo a una patrulla y una ambulancia para conducirlo al hospital para que le den

17 Record de la Audiencia de Juicio Oral 00:34:57-00:35:15


18 Record de la Audiencia de Juicio Oral 35:38-36:04.
19 Record de la Audiencia de Juicio Oral 36:10-36:59.
20 Record de la Audiencia de Juicio Oral 37:50-38:10
21 Record de la Audiencia de Juicio Oral 40:36-43:40
atención médica22. Yo me quedo con él y llega una patrulla inmediatamente, nosotros
vamos acompañando al herido, también tratando de buscar, porque las personas nos
dicen que corrió por tal sector, en ese momento yo ayudo a sacar al joven con una
patrulla del CAI, una panel, lo subimos de forma inmediata y lo llevamos al hospital23”.

2. GUILLERMO ANDRÉS ABONÍA CARABALÍ.

Una vez juramentado e identificado, respecto de los hechos señaló:

“Me encontraba patrullando en el sector de Ciudadela Cafam, un lote baldío. Ese día la central
de radio de la Policía Nacional nos informa que en ese lote baldío, que es de la jurisdicción de
ciudadela cafam se encontraba un joven lesionado24 (…)Nosotros con mi compañero el señor
Sub-Intendente Abril Chávez nos desplazamos hasta ese lugar, encontrando a una persona
tendida en el suelo junto a tres jóvenes. Una vez llegamos al lugar, como la persona lesionada
se encontraba con signos vitales, rápidamente fue trasladado al hospital nueva suba, nosotros
nos quedamos con los jóvenes quienes nos informan que un joven adolescente de apodo Toro
fue el que le propinó unos disparos25.. Esta información provino de los jóvenes que estaban
en el lugar que fueron quienes vieron cómo pasó el caso. Ellos fueron quienes nos informaron
que Toro fue el que lo lesionó, que iba en una bicicleta con otro joven, una bicicleta cross y
abordó a Esteven y le propinó unos disparos y uno de los jóvenes manifestó que estudió con
Toro 26.”

3. DANIEL HUMBERTO BAPTISTA DÍAZ.

Una vez juramentado e identificado, respecto de los hechos señaló:

“Mi hijo salió de la casa a las 4:00 pm, al parque para jugar fútbol (…), Yo me encontraba
en mi casa a las 7:30 pm, más o menos, cuando escuché el timbre y abrí el portón
estaban estas dos niñas Helen Laiton y Johanna Herrera, en la puerta, angustiadas,
diciéndome que mi hijo había sido herido cerca al parque de Bilbao hacia el sector de
Cafam. Me dirigí hacia el sitio (…) y no encontré a nadie allí, a mi hijo lo había recogido
la Policía y se lo habían llevado en una patrulla para el Hospital de Suba27. (…) En el
hospital llegó el Sub-Intendente de la Estación de Suba a hacerme unas preguntas,

22 Record de la Audiencia de Juicio Oral 47:34-48:43


23 Record de la Audiencia de Juicio Oral 49:03-49:57
24 Record de la Audiencia de Juicio Oral 55:20-55:40
25 Record de la Audiencia de Juicio Oral 55:50-56:46
26 Record de la Audiencia de Juicio Oral 56:50-57:26
27 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:05:18 -1:06:44
mientras mi hijo se encontraba en cirugía. Mi hijo salió de cirugía a la 1:20 de la mañana
y aproximadamente quince minutos después se acerca el médico y me dice que mi hijo
había fallecido28 (…). Cuando las niñas fueron a avisarme de los hechos, yo les
pregunté ¿Quién lo hizo? ¿Qué fue lo que pasó? Y ellas me dijeron que un tal Toro le
había disparado. Lo mismo cuando llegué al Hospital me encontré con uno de los
testigos de los hechos, él me dijo que él sabía que había sido un tal Toro29(…). Mi hijo
en una ocasión, yo lo noté como preocupado, que no salía de la casa y yo le pregunté
qué pasaba, él me habló en tercera persona respecto de este joven, me dijo que un
amigo de él tenía problemas con un tal Toro, le dije ¿y eso por qué?, me dijo que el tal
Toro lo había amenazado de muerte, pero que él no sabía qué hacer, yo le dije no se
meta en esas cosas, si no tiene nada que ver ahí, no se meta con eso”30.

4. NOHORA LUCÍA ARREDONDO PARRA

Una vez juramentada e identificada, señaló:

“Soy médico forense, egresada de la Universidad del Quindío, hice estudios de


Medicina Forense en la Universidad Nacional de Colombia. Yo laboro actualmente en
el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, llevo trabajando allá 19 años(…) he
realizado más de cinco mil autopsias, en estos años”31.

La Fiscalía puso de presente el protocolo de necropsia a la testigo, manifestando: “lo


reconozco porque tiene mi firma y yo hice el caso (sic) (…). Yo le realicé la autopsia
del caso al joven Baptista Mozo Andrés Esteven, ese caso fue realizado en el año 2009,
para el 20 de enero32(…). No tenía heridas por fuera, en el abdomen, de proyectil de
arma de fuego (…). En el tórax en la parte anterior tenía un orificio de salida a nivel
pectoral izquierdo. En la espalda tenía dos orificios de entrada por proyectil de arma de
fuego, cercanos (…) y tenía también una cirugía en el tórax suturada. Eso en la parte
del examen externo33 (…). En la parte del examen interno, no tenía huellas de trauma
en el cráneo, el cerebro no tenía lesiones traumáticas (…). En el tórax sí había lesiones
de origen traumático, presentaba herida quirúrgica suturada, y tiene a nivel izquierdo
las lesiones (…). Encontré en el pulmón una herida suturada de más o menos unos 3
centímetros, o sea, él tenía lesiones en el pulmón, con intervención quirúrgica. Y,
encontré una herida en la pleura parietal y un orificio de salida a nivel de la pared costal

28 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:07:30 -1:08:24


29 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:09:04 -1:09:42
30 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:12:14 –1:13:00
31 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:15:42 -1:17:36.
32 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:18:20 -1:19:29
33 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:20:13 -1:22:27
izquierda en el cuarto espacio intercostal, es una herida que corresponde a un orificio
de salida34 (…). En el sistema cardiovascular encontré el pericardio abierto, con huellas
de una cirugía (…). El corazón tenía una herida en el ventrículo izquierdo (…) le cogía
el borde del corazón y la herida estaba suturada, una herida de más o menos unos 4.5
centímetros, como por 2, es decir que ese proyectil de arma de fuego le cogió tanto el
pulmón como el corazón (…), todo eso demuestra que es una herida vital35. En el
sistema digestivo (…) en el estómago también tenía signos de haber sido operado, tenía
una herida suturada de más o menos dos centímetros y en la parte posterior otra herida
suturada como de diez centímetros (…). Cuando yo abrí el estómago tenía sangre en
la cavidad gástrica y ahí había un proyectil de arma de fuego (…), la bala la recuperé
y la entregué al señor balístico de turno36. Teniendo en cuenta los hallazgos de palidez
cocutánea, los hallazgos de heridas viscerales de tórax y abdomen, heridas con
compromiso de órganos vitales como son el corazón y el pulmón, yo concluí en mi
opinión pericial que el joven Baptista Mozo Andrés Esteven fallece por un choque
hipovolémico refractario a tratamiento médico y quirúrgico. Ese choque hipovolémico o
pérdida masiva de sangre es causado por heridas viscerales en el estómago, en el
corazón, el pulmón (…), esas lesiones son causadas por proyectil de arma de fuego de
carga única37. ”

5. EDGAR LONDOÑO GÓMEZ.

Una vez juramentado e identificado, respecto de los hechos señaló:

“Yo salía de mi casa para internet, pero, pues, quise primero fumarme un cigarro de
marihuana, entonces, yo ví a unos muchachos y les pregunté si sabían dónde podía
conseguir yerba, entonces el joven Andrés (hace referencia a Andrés Esteven
Baptista Mozo) me acompañó con otros dos muchachos hasta Bilbao, casi hasta el
lado del paradero, íbamos con dos muchachas más y fuimos hacia el parque. Ellos
dijeron “vámonos por los lados de las casas de cafam” y me dirigí con ellos y yo
estaba como a una distancia de unos 3 o 4 metros del joven Andrés, que iba con
dos muchachas, cuando estábamos fumando, de la nada salieron dos muchachos
en cicla y el muchacho que le disparó pasó por el lado de él, como a un metro,
cuando fue que el muchacho de la cicla sacó un revólver y le propinó unos disparos
al joven Andrés, en el pecho38 (…). Para mí fue extraño ver al muchacho que le
disparó sabiendo que estudiábamos en el mismo colegio y pues, yo nunca pensé
que él fuera a hacer eso. Yo si supe que en el colegio era caspa, porque él siempre
tuvo fama de ser caspa, rebelde, pero cuando lo ví en ese instante disparándole al
joven Andrés, nunca llegué a pensar que él fuera a hacer algo así tan grave (…). Al
muchacho al que yo me refiero se llama Toro, le dicen Toro. Yo lo pude identificar
porque cuando él disparó, él volteó a mirar quién estaba alrededor de él y pues me
vio a mí y como que se acordó que estudiábamos en el colegio, como que me

34 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:22:40-1:25:31.


35 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:26:00-1:27:05
36 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:27:33-1:29:30
37 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:29:50-1:31:28
38 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:41:08-1:42:15
conocía de algún lado. Y yo recordando me acordé que nosotros estudiábamos en
el Freinet 39(…). Yo fui compañero de él en los grados quinto y sexto. (…).Yo para
ese momento no alcancé a fumar, porque cuando estaban fumando los otros dos
muchachos fue que pasó eso, entonces pues yo si me acuerdo claramente 40.

La Fiscalía puso de presente el documento al testigo, al cual dio lectura manifestando:


“De un momento a otro apareció un muchacho, cada uno en bicicleta (sic), los cuales
distingo desde cuando yo estudiaba, y corresponde a Toro y su acompañante se llama
Ferney, no recuerdo su nombre y apellido (…), pasaron como a querer saludarme, estos
siguieron hasta llegar a donde iba Andrés Esteven. El muchacho que conozco como
Toro, que parece ser su apellido, sacó de la pretina del pantalón parte de atrás un
revólver plateado, en ese momento a quemarropa le dispara a Andrés Esteven, por la
espalda en dos oportunidades sin bajarse de la bicicleta41 (…). Yo escuché de dos a
tres disparos (…).La iluminación no era bastante clara, pero sí el poste del conjunto, era
de esa luz amarilla, no alumbraba casi bien pero sí se veía claro. (…). Andrés, el
fallecido iba adelante, con dos muchachas. Yo iba atrás con otros dos muchachos,
como a 3 o 4 metros. (…) Toro iba de pantalón azul oscuro, una chaqueta que por
dentro era como de espuma, azul oscura. (…). Luego de los hechos, no volví a ver a
Toro42. Yo nunca tuve un problema con Toro. (…). El lugar de los hechos tiene buena
visibilidad, suficiente para identificar a una persona43”.

En este estado de la diligencia, se pone de presente otro documento al testigo,


correspondiente al Registro Fotográfico del adolescente Juan David Toro Montero,
preguntándosele si reconoce a esa persona, manifestando que “él es la persona que le
disparó a Andrés Baptista (…). Es Toro”44.

6. HELEN KATERÍN LAITON SIERRA.

Una vez juramentada e identificada, respecto de los hechos señaló:

“Ese día estábamos en Cafam, al lado del barrio Bilbao (…), nos encontramos a Andrés,
nos dijo que lo acompañáramos a llevar a la novia hasta la casa, nosotros fuimos y lo
cogimos con mi compañera con Johanna y le preguntamos que qué tenía, él estaba
totalmente callado, muy raro, él no era así. Lo cogimos de gancho le dijimos que
esperáramos a los otros muchachos con los que veníamos, paramos, ahí fue cuando
yo volteé y venían los dos muchachos. Al único que ví fue a Toro, yo me volteé otra vez,
lo volví a coger de gancho y ahí fue cuando se escucharon los dos disparos (…),
escuché dos disparos (…), los impactos fueron hacia el lado del corazón45”. La persona
que disparó era morenito, cejoncito (sic), cejas gruesas, ojoncito (sic), ese día llevaba
una chaqueta oscura ovejera y una gorrita oscura. (…). En ese lugar había un poste
con la luz del alumbrado público (…). El alumbrado estaba prendido, en ese momento
estaba encendida la lamparita (…). Yo observé a la persona que le disparó a Andrés
Esteven como a cinco pasos más o menos. Ellos venían detrás de nosotros. Yo creo
39 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:42:27-1:44:01
40 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:45:50 -1:47:10.
41 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:49:18-1:49:58.
42 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:53:00 1:57:46
43 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:59:21-2:01:03
44 Record de la Audiencia de Juicio Oral 2:07:16- 2:08:15
45 Record de la Audiencia de Juicio Oral 2:13:30-2:14:39
que venían como de Bilbao. Con nosotros venía Bibiana también y otro muchacho a
quien no conocía, en total 6 personas (…), los que iban atrás nuestro iban a unos 5
metros más o menos. Yo lo ví antes de los disparos (Refiriéndose a “Toro”), a unos 3
pasos. Él me pasó por el ladito. Los tiros se los metieron en la parte izquierda del
corazón. El que le disparó le disparó a quemarropa, por detrás. Yo al que disparó nunca
lo había visto, pero cuando lo ví sí me detallé bien la cara de él.

En este estado de la diligencia, se pone de presente un documento a la testigo,


correspondiente al Registro Fotográfico del adolescente Juan David Toro Montero,
preguntándosele si reconoce a esa persona, manifestando que “él fue el que le disparó
a Andrés (…)46. Yo no lo ví disparar, pero yo me dí cuenta que él disparó porque antes
de esto él se quedó detallando a Andrés, yo lo cogí de gancho y disparó, cogió por el
lado izquierdo que fue por el que disparó”47.

7. RICAURTE GARAY FRANCO.

Una vez juramentado e identificado, señaló:

“Soy técnico Forense (…). En el año de 1991 recibí el curso de capacitación por parte
del Departamento Administrativo de Seguridad DAS (…). Soy balístico hace 20 años,
actualmente trabajo en el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses,
sede principal. He conocido 20 casos mensuales, 220 casos al año he conocido y
durante 20 años, aproximadamente48”.

La Fiscalía puso de presente el documento pericial al testigo, manifestando:


“Reconozco el informe por el contenido del mismo, por mi firma plasmada en el último
folio (…). Hace relación a dos evidencias que recibí para estudio, con ocasión del
deceso del joven Andrés Esteven el 20 de enero del año 2009 (…). Recibí una prenda
que allegaron mediante acta de inspección a cadáver perteneciente al occiso y un
proyectil recuperado en necropsia49. Sobre la prenda de vestir se realizaron exámenes
físicos y químicos, dos orificios de entrada ubicados en la parte posterior media de la
prenda, ligeramente hacia la izquierda. Y el proyectil fue objeto de descripción técnica
de sus características (…). En la prenda hallé dos orificios de entrada, muy próximos el
uno del otro, parte media de la prenda, ligeramente hacia la izquierda y el resultado del
estudio físico no arrojó presencia macroscópica de residuos de disparo, al aplicar el
reactivo (…) se obtuvo resultado negativo (…). Esa prueba se lleva a cabo para
determinar la distancia del disparo. No se encontraron estigmas de pólvora. Respecto
del proyectil, se trata de un proyectil de constitución plomo, correspondiente al calibre
punto 38 especial (…). Con base en los resultados de los estudios practicados a la
prenda de vestir concluyo una distancia de disparo superior a 150 centímetros,
comprendida entre la boca del arma y la superficie de impacto, en este caso la prenda,
conclusión aplicable para los dos orificios de entrada sobre la misma. El proyectil pudo

46 Record de la Audiencia de Juicio Oral 2:07:16- 2:08:15


47 Record de la Audiencia de Juicio Oral 2:32:01
48 Record de la Audiencia de Juicio Oral 2:37:09- 2:3817.
49 Record de la Audiencia de Juicio Oral 2:38:53 – 2:39:44
ser disparado por un arma de fuego tipo revólver calibre punto 38 especial, con seis
estrías y sentido de rotación derecho50”

Como pruebas de la víctima postuladas y practicadas a través de su interlocutor válido


como lo es la Fiscalía, se evacuaron las siguientes:

1. LEIDY JOHANA HERRERA CORONADO

Una vez juramentada e identificada, respecto de los hechos señaló:

“Yo conocí a Andrés Esteven Baptista (…), hace más o menos unos ocho años (…). El
día de los hechos, yo estaba con mi compañera Helen en la casa de la hermana de ella.
En los apartamentos de Cafam (…). Ese día, nosotras salimos del conjunto, nos
encontramos a Andrés (hace referencia a la víctima) con otros muchachos y nos dijeron
que iban a acompañar a una muchacha a la casa, a la novia de Andrés, creo. Andrés
se fue adelante, solo, y nosotras con Helen nos fuimos detrás de él a cogerlo de gancho,
le preguntamos que qué tenía, él me dijo que no tenía nada (…), en ese momento fue
cuando se acercaron los muchachos, en el que yo más me fijé fue en el que iba en la
cicla plateada cross y el otro muchacho la verdad yo no lo alcancé a ver, fue cuando
escuché el tiro y reaccionamos todos a ver a Andrés a ver qué era lo que había pasado
y salimos a correr a pedir auxilios (sic) (…), ahí fue cuando Helen me dijo que fuéramos
a llamar a don Daniel (…). Yo no me fijé en él (se refiere la deponente a quien le disparó
a Andrés Esteven Baptista Mozo), yo me fijé más en el otro muchacho, el que lo iba
acompañando (…). Yo escuché uno (se refiere a la cantidad de disparos que escuchó)
(…). La iluminación era poca, sólo había un poste con su lámpara (…)., la lámpara
estaba bien, en buen estado, todo estaba amarillo (…). Andrés (refiriéndose a Andrés
Esteven Baptista Mozo) en ese momento estaba con nosotras, con Helen y yo, nosotras
lo teníamos cogido de gancho (…). Ellos se acercaron a mi mano derecha, pasó uno
que no me fijé, el otro se quedó en la cicla como a dos metros de distancia, yo me fijé
en él. En el otro muchacho no me fijé muy bien (…). De un momento a otro fue (sic) el
único disparo que yo escuché, me agaché y después reaccionamos y fuimos a pedir
auxilio. No me fijé en el otro muchacho, el que le disparó a Andrés (…). Al muchacho
que disparó no lo ví (…). Los comentarios que se escuchaban eran que “el Toro, el
Toro”. Esos comentarios eran de los muchachos que estaban ahí en ese momento y en
la funeraria también lo escuché varias veces, pero no me fijé quién fue quien dijo eso51”.

2. BIBIANA ANDREA ARIZA GARZÓN.

“Conocía a Andrés Esteven porque yo estaba con mis amigos y él pasaba y me


saludaba, pero no lo conocí así en profundidad (…). El tiempo que lo conocí fue muy
corto (…). El día de los hechos íbamos un grupo como de quince personas, el muchacho
Andrés iba adelante con otros, yo iba en la parte de atrás con dos muchachos, íbamos

50 Record de la Audiencia de Juicio Oral 2:40:01 -2:43:39


51 Record de la Audiencia de Juicio Oral Cd 2 4:30 – 12:37
pegando un bareto (sic) y al voltear la esquina como para coger hacia cafam, llegaron
dos muchachas con dos muchachos en una cicla preguntando por Andrés y los dos
muchachos con los que yo iba dijeron que iba adelante, entonces las dos muchachas
se dirigieron hacia él lo cogieron de gancho, y al voltear a la esquina de cafam sucedió
lo ocurrido (sic), que fue que le pegaron un tiro acá (sic) y un tiro como en el pulmón
(…). Yo estaba como a cinco metros de distancia de él (…). Yo no pude ver quién
disparó, porque estaba de noche y yo estaba bien atrás, iban con una gorra y
camuflados, y se fueron rápido y no tuve la oportunidad de observarles la cara ni nada
(…). Yo estaba normal. Lo íbamos pegando (sic), pero hasta ese momento no habíamos
consumido. Estábamos en la acción de pegarlo (sic) pero no estábamos consumiendo
todavía (…). Un día yo iba pasando por el colegio Tibabuyes y mi ex-novio me lo señaló
y me dijo “mire es el que le disparó a Andrés” y yo me llené de ira, pero impotente
porque no podía hacer nada, porque es un hombre peligroso52”.

ALEGATOS DE CONCLUSIÓN

En los alegatos de conclusión la Fiscalía Delegada53 advera que con las pruebas
practicadas en audiencia de juicio oral se demostró más allá de toda duda la comisión
de los delitos de Homicidio Agravado en concurso Heterogéneo con Fabricación, Tráfico
y Porte de Armas de Fuego o Municiones del que fue víctima ANDRÉS ESTEVEN
BAPTISTA MOZO y la responsabilidad de JUAN DAVID TORO MONTERO en las
mismas.

La convicción del ente acusador se basa en que en primera medida se determinó la


materialidad del delito de homicidio con la prueba pericial y documental y que fue
introducida en juicio a través del testimonio de la doctora Nohora Lucía Arredondo
Parra, la cual establece que la víctima recibió dos impactos con arma de fuego a nivel
de la espalda, los cuales le originaron lesiones a nivel del pulmón, el corazón, el
estómago, ocasionando un choque hipovolémico o pérdida masiva de sangre. Esta
prueba pericial determina la comisión tanto del delito de homicidio como del delito de
fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones.

Aunado a este testimonio está el del perito balístico Ricaurte Garay Franco, quien
determinó que los dos impactos presentados por la prenda de vestir se hicieron a una
distancia superior a los 150 centímetros. Lo anterior en todo concuerda con los

52 Record de la Audiencia de Juicio Oral Cd 2 17:35-25:30


53 Record de la Audiencia de Juicio Oral Cd 2 30:25
testimonios presentados en juicio, todos los testigos coinciden en las condiciones de
visibilidad, que les permitían ver a una distancia de unos cuatro o cinco metros.

Por su parte Edgar Londoño Gómez fue enfático en señalar que reconoció plenamente
al adolescente procesado, JUAN DAVID TORO MONTERO, quien desenfundó un
revólver y le propinó dos impactos con arma de fuego a Andrés Esteven Baptista Mozo,
reconociéndolo además a través del registro fotográfico. Se tienen también los
testimonios de Leidy Johana Herrera Coronado y de Helen Katerín Laiton Sierra, los
cuales coinciden en señalar que el día de los hechos ellas estaban acompañando a la
víctima, e iban cada una a ambos lados del adolescente y convergen en lo esencial de
los hechos que se presentaron.

En lo que respecta a la agravante consagrada en el numeral cuarto del artículo 104 del
Código Penal, en lo que refiere al “motivo abyecto o fútil” que se planteó en la acusación,
señala la delegada de la Fiscalía que “no quedó claro esa agravante, ni se dejó ver a
través de las pruebas tanto testimoniales como documentales, por lo que respecto de
esa agravante no podría mantener ese cargo”54. Sin embargo, el hecho de haber sido
agredido por la espalda, denota la situación de indefensión o inferioridad de la víctima.
No sólo eso, sino el hecho de haberse cometido con un arma de fuego, que de por sí lo
pone en un estado de indefensión total, estando en presencia de la agravante
consagrada en el numeral 7 del precitado artículo.

Las pruebas traídas, especialmente el testimonio de Edgar Londoño, cotejada con los
testimonios de los policiales que atendieron el hecho, sumados a los testimonios de
Helen Katerín Laiton Sierra y Leidy Johana Herrera Coronado, no dejan duda alguna
respecto que quien disparó no fue otro que JUAN DAVID TORO MONTERO.

Todo lo anterior no deja lugar a duda respecto a la materialidad y a la responsabilidad


de JUAN DAVID TORO MONTERO respecto de los delitos por los que fuera imputado
y acusado, por lo que solicita que al momento de proferir el sentido del fallo, este sea
de carácter condenatorio como coautor responsable de los delitos de Homicidio
Agravado en concurso Heterogéneo con el delito de Fabricación, Tráfico y Porte de
Armas de Fuego o Municiones.

54 Record de la Audiencia de Juicio Oral Cd 2 41:36-45:42


Seguidamente, el apoderado de la víctima coadyuvó los argumentos esbozados por la
agencia fiscal, solicitando sentencia condenatoria.55 Por su parte, la representante de
la sociedad y el Defensor de Familia no presentaron alegatos de conclusión.

En último lugar, la Defensa Técnica manifestó56 que había quedado plenamente


demostrado por parte de la Fiscalía la ocurrencia de un homicidio en contra de Andrés
Esteven Baptista Mozo, pero no se demostró que el joven “Toro” lo haya cometido. Dice
que el padre de la víctima señaló que su hijo le había manifestado que un tal “Toro”
había amenazado a un amigo y que al respecto no hay más pruebas. Agrega que hay
que tener en cuenta que todos han señalado que iban a fumarse un cigarrillo de
marihuana.

Señala que, el testimonio de Edgar Londoño deja dudas, pues, dice el testigo que fueron
tres disparos y que fueron de frente. El testigo dijo identificar a “Toro” porque estudiaron
juntos, en el año 2003 o 2004 y los hechos fueron en el 2009, lo cual demuestra que
pasaron cinco años desde el año 2004 sin que Edgar Londoño viera a “Toro”. En cuanto
a Helen, su testimonio es contradictorio, pues dijo no conocer a Toro y después dice
que sí lo conoce. Por esos motivos, solicita, se absuelva a JUAN DAVID TORO
MONTERO, toda vez que, en su criterio, no está demostrado plenamente que fue él
quien le quitó la vida al joven Andrés Esteven Baptista Mozo.

DECISIÓN

Terminada la audiencia de Juicio Oral se dio a conocer por parte del Despacho el
sentido del fallo, sobre la base de declarar absuelto de responsabilidad penal al
adolescente JUAN DAVID TORO MONTERO, por las conductas punibles de
HOMICIDIO en concurso heterogéneo con FABRICACIÓN, TRÁFICO Y PORTE DE
ARMAS DE FUEGO O MUNICIONES en razón a que las pruebas el material probatorio
considerado pertinente, conducente y útil en audiencia preparatoria y debidamente
practicado en juicio oral, no logro desvirtuar la presunción de inocencia, quedando duda
acerca de la responsabilidad, por lo cual dicha duda debe ser interpreta a favor del
procesado.

55 Record de la Audiencia de Juicio Oral Cd 245:56


56 Record de la Audiencia de Juicio Oral Cd 2 47:15 – 1:01:25
CONSIDERACIONES DEL DESPACHO

1. De la competencia

Resulta necesario precisar que la decisión que aquí se motivará, está amparada en el
concepto de competencia que establece la ley 1098 del 2006 (código de la infancia y la
adolescencia.), en su artículo 165, enmarcada en que para la fecha en que acaecieron
los hechos, (19 de enero de 2009) JUAN DAVID TORO MONTERO, era menor de
dieciocho (18) años y mayor de catorce (14) años. Además, exactamente el joven al
momento de los hechos por los cuales se le acusa tenía 17 años. Respecto del factor
territorial, por el lugar donde ocurrieron los hechos (Cra. 147 A No. 142F-60 Bogotá). Por
tanto, este juzgado, el juzgado primero penal para adolescentes del circuito de Bogotá,
con función de conocimiento es competente para dictar la presente sentencia.

2. De los presupuestos de la condena

Debido a que la ley 1098 del 2006 (código de la infancia y la adolescencia.), se


complementa con la ley 906 del 2004 y la ley 600 del 2000 (exceptuando las normas
especiales y aquellas que sean contrarias al interés superior del adolescente), en
términos del artículo 232 de la ley 600 de 2000, para proferir sentencia condenatoria e
imponer la sanción punitiva del Estado, se requiere que obre en la actuación prueba
válidamente recaudada de la cual se establezca con certeza la realización de la
conducta punible y la responsabilidad del acusado.

Determinado así el ámbito de valoración y condena, se procederá a efectuar el análisis


pertinente, teniendo en cuenta las reglas de la experiencia, los postulados de la ciencia
y los parámetros de la lógica.

A. De la certeza de la conducta punible

Sobre la certeza de las conductas punibles de HOMICIDIO y FABRICACIÓN, TRÁFICO


Y PORTE DE ARMAS DE FUEGO O MUNICIONES, es decir, sobre la certeza frente a
que dichas conductas si existieron, son varias las pruebas practicada en juicio oral, que
permitiran llegar a una conclusión.
Por un lado, la conducta de homicidio y por el otro la conducta de fabricación, tráfico y
porte de armas de fuego o municiones.

HOMICIDIO

Sobre la existencia del delito de homicidio; encuentra el despacho la prueba de


inspección técnica de cadáver e informe ejecutivo y la estipulación probatoria realizada
entre fiscalía y defensa; La primera suscrita en el lugar de los hechos por los señores
John Vicaría Vargas, Héctor Andrés Rodríguez, Omar Cárdenas y el Agente Wilson
Rico, en la cual se evidencia que el occiso corresponde al joven ANDRES ESTEVEN
BAPTISTA MOZO, y la segunda; el Informe de identificación del occiso, documento
presentado mediante en juicio oral mediante testimonio del técnico forense RICAURTE
GARAY FRANCO el cual también determina que el occiso respondía al nombre de
Andrés Esteven Baptista Mozo. Igualmente, la prueba documental de necropsia que da
cuenta de la muerte del joven y determina que la causa de la muerte es la pérdida
masiva de sangre (Choque hipovolémico) por causa de las lesiones sufridas por
proyectil de arma de fuego.

Dichos documentos y testimonios, encuentra el despacho son auténticos y acreditados,


por la calidad de las personas que lo suscribieron y que rindieron los respectivos
testimonios (quienes son profesionales y cuentan con varios años de experiencia),
demuestran que la conducta de homicidio si fue desplegada. Cumpliendo con la
tipicidad, la cual se encuentra enmarcada en el Código Penal (ley 299 del 2000), Libro
II, TÍTULO I, DELITOS CONTRA LA VIDA Y LA INTEGRIDAD PERSONAL, CAPÍTULO
SEGUNDO, DEL HOMICIDIO, Artículo 103 que establece “El que matare a otro,
incurrirá en prisión de trece (13) a veinticinco (25) años”. Entendiendo como elementos
del tipo penal el verbo rector MATAR, como bien jurídico la VIDA y como nexo causal,
la relación directa que existe entre los disparos de proyectil del arma de fuego y la
muerte del joven ANDRES ESTEVEN BAPTISTA MOZO.

Frente al agravante endilgado por parte de la fiscalía, consagrado en el numeral cuarto


del artículo 104 del Código Penal, en lo que refiere al “motivo abyecto o fútil” que se
planteó en la acusación, la misma delegada de la Fiscalía es razonable cuando afirma
que ese agravante “no quedó claro, ni se dejó ver a través de las pruebas tanto
testimoniales como documentales, por lo que respecto de esa agravante no podría
mantener ese cargo” Sin embargo, este despacho analiza el agravante del mismo
artículo, del numeral 7, que obedece a: “ Colocando a la víctima en situación de
indefensión o inferioridad o aprovechándose de esta situación.” Lo cual
tampoco se logra probar, pues aun cuando la Fiscalía afirma que el hecho de haber
sido agredido por la espalda denota la situación de indefensión o inferioridad de la
víctima. No sólo eso, sino el hecho de haberse cometido con un arma de fuego, que de
por sí lo pone en un estado de indefensión total.

Pues, frente a este agravante, el despacho considera tal como lo ha interpretado la


Corte Suprema de justicia penal, en radicado 16207-2014, que para dicha causal se
configure se requiere que surjan cualquiera de estas cuatro situaciones: (i) Poner a la
victima en situación de indefensión, (ii) poner a la victima en situación de inferioridad,
(iii) la victima se haya encontrado en situación de indefensión, la cual es aprovechada
por el sujeto activo y (iv) el sujeto activo se aproveche del estado de indefensión en que
se encuentra la víctima.

Los elementos materiales probatorios que acá se analizan, demuestran que se


hubiesen estructurado el lineamiento (iv) reseñado. En efecto, las dos acompañantes
del posterior occiso y todos los demás amigos y testigos que iban detrás de él, se
percatan de la presencia de los agresores, antes de que esgrimieran arma de fuego
alguna, pero nadie puede prevenirlo porque nadie se imaginaba el actuar del agente.
Siendo ello así, puede pregonarse que la víctima se encontrase en estado de
indefensión y/o que los agresores hubiesen sacado provecho de esa situación, pues la
victima no tuvo oportunidad de ejercer actos tendientes a repeler el ataque, como huir.
El uso de arma de fuego y la dirección del disparo hacían que se enmarcase en el
agravante del numeral 7, del artículo 104.

De lo anterior este despacho afirma que no existe duda con respecto a la comisión de
la conducta de homicidio contra ANDRES ESTEVEN BAPTISTA MOZO y el agravante
del numeral 7 del artículo 104 del Código penal.

FABRICACIÓN TRÁFICO O PORTE DE ARMAS DE FUEGO O MUNICIONES

Igualmente, frente a la conducta de fabricación, tráfico o porte de armas de fuego o


municiones, encuentra el despacho la prueba documental del protocolo de Necropsia del
Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses que se introdujo mediante la
testigo NOHORA LUCÍA ARREDONDO PARRA (médica forense), quien en juicio oral
además de dar cuenta de manera técnica sobre las causas que provocan la muerte del
joven ANDRES ESTEVEN BAPTISTA MOZO, también deja en evidencia de manera
contundente, que las heridas fueron producidas específicamente “por arma de fuego de
carga única”.

Además, el testimonio del Sub-Intendente CARLOS ABRIL CHÁVEZ quien fue el


primer respondiente y suscribió el acta de noticia criminal, da cuenta de cómo se
desplazan el y su compañero patrullero al lugar de los hechos al ser informados por
la central de radio de la Policía Nacional sobre un “herido por arma de fuego”, y como
al llegar al lugar se encuentran tendido en el piso al joven ANDRÉS ESTEVEN
BAPTISTA MOZO quien presentó heridas por arma de fuego razón por la cual es
trasladado de forma inmediata al Hospital Nueva Suba.

Aunado a estas pruebas, también se suman las practicadas por los testimonios de los
testigos que presenciaron los hechos; entre esos los testimonios de BIBIANA ANDREA
ARIZA GARZÓN, LEIDY JOHANA HERRERA CORONADO, HELEN KATERÍN LAITON
SIERRA y EDGAR LONDOÑO GÓMEZ, quienes de manera unánime indican que dos
jóvenes en bicicleta abordan al joven ANDRÉS ESTEVEN BAPTISTA MOZO, y uno de
ellos dispara con arma de fuego.

Dichos documentos y testimonios, encuentra el despacho son auténticos y acreditados,


por la calidad de las personas que lo suscribieron y que rindieron los respectivos
testimonios (pues todos fueron testigos de los hechos y en su testimonio frente al hecho
de que fue con arma de fuego no hay discrepancia), demostrando que la conducta
punible analizada si fue desplegada. Cumpliendo con la tipicidad, la cual se encuentra
enmarcada en el Código Penal (ley 299 del 2000), título XII, DELITOS CONTRA LA
SEGURIDAD PÚBLICA, DE LA FABRICACIÓN, TRÁFICO Y PORTE DE ARMAS DE
FUEGO O MUNICIONES artículo 358, modificado por el art. 3, Ley 1773 de 2016, que
establece que “El que ilícitamente importe, introduzca, exporte, fabrique, adquiera,
tenga en su poder, suministre, trafique, transporte o elimine sustancia, desecho o
residuo peligroso, radiactivo o nuclear considerado como tal por tratados
internacionales ratificados por Colombia o disposiciones vigentes, incurrirá en prisión
de tres (3) a ocho (8) años y multa de cien (100) a veinte mil (20.000) salarios mínimos
legales mensuales vigentes.”
Entendiendo como elementos del tipo penal el verbo rector para los presentes hechos
el de PORTA, como bien jurídico la SEGURIDAD PÚBLICA y como nexo causal, la
relación directa que existe entre los disparos de proyectil del arma de fuego y la muerte
del joven ANDRES ESTEVEN BAPTISTA MOZO, concursando de esta forma el delito
como inicialmente lo hizo la Fiscalía, estableciendo la tipicidad, que no solo genera
sanción por el delito de homicidio, sino sanciones por el delito de fabricación, trafico y
porte de armas, como lo ha expresado la CSJ. SP, (jun. 16 de 2006, rad. 23724), en
desarrollo de lo previsto en el artículo 52 del C.P., conforme al cual “las penas privativas
de otros derechos, que pueden imponerse como principales, serán accesorias y las
impondrá el Juez cuando tengan relación directa con la realización de la conducta
punible, por haber abusado de ellos o haber facilitado su comisión, o cuando la
restricción del derecho contribuya a la prevención de conductas similares”

Por tanto, además de quedar certeza de la conducta de fabricación, tráfico y porte de


armas, el despacho manifiesta que se configura el concurso heterogéneo que ha
endilgado la fiscalía desde el escrito de acusación con el delito de homicidio y la causal
del agravante del numeral 7, del artículo 104 del código penal.

B. Sobre la responsabilidad

Teniendo certeza frente a estas conductas, procede el despacho a analizar ahora la


responsabilidad penal de JUAN DAVID TORO MONTERO, para determinar si este es el
sujeto activo de las conductas punibles probadas en el acápite anterior.

Pues bien, dicha responsabilidad debe derivarse también de la valoración de las pruebas
practicadas en juicio oral, las cuales en su mayoría son testimoniales, teniendo en común
junto con la fiscalía la identificación de una coautoría impropia pues son dos los presuntos
vinculados en los hechos, siendo uno de ellos quien ejecuta el verbo rector de “matar” y
“portar”.

Téngase en cuenta que la teoría del caso planteada por la Fiscalía al inicio del debate oral,
si bien es cierto refirió a que se probaría en juicio que la muerte del señor ANDRES
ESTEVEN BAPTISTA MOZO, había sido consumada por dos hombres, entre ellos JUAN
DAVID TORO MONTERO, quienes ya habían planeado el que hacer criminal, pero
también es verdad que en el transcurso de la practica probatoria respecto de la
responsabilidad del implicado, no se pudo verificar tal aspecto bajo la premisa de superar
la duda razonable, afirmación que se hace bajo los siguientes argumentos:

El testimonio del padre de la víctima, el señor DANIEL HUMBERTO BAPTISTA DÍAZ,


quien indica la situación de su hijo en días anteriores, al estar en una ocasión
preocupado por problemas que tenía un amigo con un “tal toro” refiriéndose en tercera
persona, acerca de una amenaza de muerte. Es un testimonio que apenas puedes
considerarse como un indicio. Pero que no puede comprometer la responsabilidad penal
del joven JUAN DAVID TORO MONTERO, dicho testimonio frente a la amenaza debió
estar respaldado por más elementos materiales probatorios concretos que determinaran
que la amenaza provenía directamente de JUAN DAVID TORO MONTERO, pues la
expresión “un tal toro” no puede obviarse como la identidad del aquí procesado. Conforme
a la Ley 906 de 2004 en su artículo 281 este no podría ser un fundamento entonces para
proferir sentencia.

De igual forma, el testimonio presentado por EDGAR LONDOÑO GÓMEZ, quien fue
testigo de los hechos, indica que él se encontraba a una distancia de tres o cuatro
metros del joven Andrés, en donde se encontraba fumando marihuana, cuando ve a
dos jóvenes en cicla que les disparan, quien indica que reconoce al agresor pues
estudiaron en el colegio en los grados quinto y sexto en el colegio Freinet, el cual
identifica desde épocas del colegio era “caspa” y “rebelde”, al cual identifica con la
expresión “le dicen “Toro””, indicando posteriormente que no alcanzo a fumar y que se
acuerda claramente. Dicho testimonio presenta incoherencias, pero si se analiza con
detalle en un primer momento el joven afirma que se encontraba fumando marihuana
cuando acontecieron los hechos, pero posteriormente afirma que no alcanzo a fumar y
se acuerda de los hechos de manera clara.

Por otra parte, el testimonio de HELEN KATERIN LAITON SIERRA, quien en juicio oral
indica que se encontraba al lado del joven Andrés, cuando “un morenito, cejoncito, cejas
gruesas, ojoncito, ese día llevaba una chaqueta oscura ovejera y una gorrita oscura” le
dispara con arma de fuego a su amigo Andrés a una distancia de cinco pasos más o
menos, indicando que se detallo bien en la cara de quien le disparo pero al mismo
tiempo afirmando que el tan un alumbrado era el que estaba encendido. Al igual que el
testimonio de LEIDY JOHANA HERRERA CORONADO, quien era la otra persona que
se encontraba al lado del joven Andrés y es testigo de los hechos ya narrados, indicando
que cuando ve el arma se agacha, escucha un disparo, y no ve quien disparó a su
amigo, solo escucha que comentan que fue “Toro”. Y por último el testimonio de
BIBIANA ANDREA ARIZA GARZÓN, quien indica que ve como le disparan dos veces
al joven Andrés, pero afirma que no identifico al agresor, pues era de noche y el joven
agresor iba con una gorra y camuflados, huyendo rápido, sin poder observarlos,
indicando que en ese momento estaban fumando marihuana.

Estos testimonios deben ser analizados en conjunto, en donde se vislumbra que


también hay dudas e incoherencias, pues uno manifiestan que el rostro del agresor
pudieron verlo claramente e identificarlo directamente con JUAN DAVID TORO
MONTERO, pero al mismo tiempo, otros manifiestan la dificultad de la luz, la distancia y
la imposibilidad de reconocerlo debido a su vestuario, al respecto no es posible que un
testigo manifieste que vio claramente el rostro de JUAN DAVID TORO MONTERO, otro
indique que la gorra y el camuflaje del agresor no permitía identificarlo y otro admita la
dificultad de la luz en el lugar de los hechos.

Por tanto, debido a que frente a estos testimonios se desprenden dudas razonables, que
no fueron subsanadas por parte de la fiscalía, mediante otros medios probatorios,
adicionales, que ubiquen y vinculen al señor JUAN DAVID TORO MONTERO, al
homicidio, generando duda de si efectivamente el aquí acusado participo en el homicidio.
El despacho encuentra entonces que la fiscalía no logro quebrantar la presunción de
inocencia y a lo sumo existen dudas, las cuales deben ser resueltas a favor del procesado.

Efectivamente, no se puede vincular a una persona a unos hechos criminosos tan graves
por su simple condición “rebelde”, “caspa” o testimonies inconsistentes que lo identifican
como coautor, por cuanto para ello se necesitan medios de prueba con mayor fuerza y
concretos que infunda en el funcionario juzgador un criterio de responsabilidad que vaya
más allá de toda duda razonable, lo que indefectiblemente en el presente caso no ocurrió.

En conclusión y bajo el paradigma que se establece de los artículos 7º, 372 y 381 de la
Ley 906 de 2004 los medios probatorios han de llevar al conocimiento del juez, más allá
de toda duda razonable, del aspecto objetivo del delito y la responsabilidad de los autores
o partícipes, y aquí se expusieron las suficientes razones que llevan a la decisión de
absolución en aplicación del principio de resolución de duda en favor del procesado como
fundamento de la presunción de inocencia.

OTRAS DECISIONES

Conmínese a la Fiscalía General de la Nación para que continúe con la investigación de


los responsables de la muerte de ANDRES ESTEVEN BAPTISTA MOZO.
En mérito de lo expuesto, el JUZGADO DÉCIMO PENAL DEL CIRCUITO
ESPECIALIZADO CON FUNCIONES DE CONOCIMIENTO DE BOGOTÁ, D.C.,
Administrando Justicia en nombre de la República y por la Autoridad de la Ley,

RESUELVE

PRIMERO: DECLARAR NO CULPABLE en aplicación del principio de INDUBIO PRO


REO a JUAN DAVID TORO MONTERO, identificado con registro civil de nacimiento,
serial No. 167699197 de Bogotá, del cargo a él imputado de HOMICIDIO AGRAVADO, y
FABRICACIÓN, TRÁFICO Y PORTE DE ARMAS DE FUEGO según lo analizado en la
parte motiva de esta sentencia. En consecuencia, se profiere a su favor SENTENCIA
ABSOLUTORIA.

SEGUNDO: Por lo anterior, se cancelarán todas las anotaciones en contra de JUAN


DAVID TORO MONTERO originadas en razón a la presente actuación, una vez cobre
ejecutoria esta determinación.

TERCERO: DECLARAR la presente providencia admite el RECURSO DE APELACIÓN,


que se surtirá también conforme a las normas especiales de la JUSTICIA PENAL PARA
MENORES.

NOTIFIQUESE EN ESTRADOS Y CÚMPLASE,


YENIFER YERALDIN RODRIGUEZ CASTILLO
JUEZ

También podría gustarte