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ASUNTO
Procede el Juzgado a dictar sentencia luego del juicio oral adelantado dentro del proceso
penal contra el adolescente JUAN DAVID TORO MONTERO, por las conductas punibles
de Homicidio en concurso heterogéneo con Fabricación, Tráfico y Porte de armas de fuego
o municiones.
HECHOS
JUAN DAVID TORO MONTERO con registro civil de nacimiento con indicativo serial No.
167699197, expedido por la Notaría 45 del Círculo de Bogotá, D.C., nació el 15 de julio
de 1992, en la cuidad de Bogotá, D.C, es hijo de MIGUEL ÁNGEL TORO VANEGAS y
LUZ ALBA MONTERO SANTOS2, estado civil soltero, es bachiller académico graduado
en el Colegio SANTIAGO DE COMPOSTELA.
Así las cosas, presentado escrito de acusación el 9 de octubre de 20114, por reparto, le
correspondió conocer de la causa al Juzgado que regenta la suscrita Juez; segmento
procesal en el que, el 9 de noviembre de esa misma anualidad se llevó a cabo audiencia
de Formulación de Acusación en la que la Fiscal corrigió el escrito de acusación en lo
que respecta al delito de “Fabricación tráfico o porte de armas de fuego o municiones”,
bajo el entendido que no era “y municiones” sino “o municiones”, como había sido
plasmado en el precitado escrito acusatorio, incorporándose entonces esa corrección a
la acusación leída. A renglón seguido acusó al indiciado por el injusto de Homicidio
Agravado en concurso heterogéneo con el delito de Fabricación, Tráfico o Porte de Armas
de Fuego o municiones, de conformidad5 con los artículos 103 modificado por el artículo
14 de la Ley 890 de 2004, 104 numeral 4 modificado por el artículo 14 de la ley 890 de
2004, 31 y 365 modificado por el artículo 38 de la Ley 1142 de 2007 del Código Penal.
ESTIPULACIONES PROBATORIAS
TESTIMONIOS
“Me encontraba patrullando en el sector de Ciudadela Cafam, un lote baldío. Ese día la central
de radio de la Policía Nacional nos informa que en ese lote baldío, que es de la jurisdicción de
ciudadela cafam se encontraba un joven lesionado24 (…)Nosotros con mi compañero el señor
Sub-Intendente Abril Chávez nos desplazamos hasta ese lugar, encontrando a una persona
tendida en el suelo junto a tres jóvenes. Una vez llegamos al lugar, como la persona lesionada
se encontraba con signos vitales, rápidamente fue trasladado al hospital nueva suba, nosotros
nos quedamos con los jóvenes quienes nos informan que un joven adolescente de apodo Toro
fue el que le propinó unos disparos25.. Esta información provino de los jóvenes que estaban
en el lugar que fueron quienes vieron cómo pasó el caso. Ellos fueron quienes nos informaron
que Toro fue el que lo lesionó, que iba en una bicicleta con otro joven, una bicicleta cross y
abordó a Esteven y le propinó unos disparos y uno de los jóvenes manifestó que estudió con
Toro 26.”
“Mi hijo salió de la casa a las 4:00 pm, al parque para jugar fútbol (…), Yo me encontraba
en mi casa a las 7:30 pm, más o menos, cuando escuché el timbre y abrí el portón
estaban estas dos niñas Helen Laiton y Johanna Herrera, en la puerta, angustiadas,
diciéndome que mi hijo había sido herido cerca al parque de Bilbao hacia el sector de
Cafam. Me dirigí hacia el sitio (…) y no encontré a nadie allí, a mi hijo lo había recogido
la Policía y se lo habían llevado en una patrulla para el Hospital de Suba27. (…) En el
hospital llegó el Sub-Intendente de la Estación de Suba a hacerme unas preguntas,
“Yo salía de mi casa para internet, pero, pues, quise primero fumarme un cigarro de
marihuana, entonces, yo ví a unos muchachos y les pregunté si sabían dónde podía
conseguir yerba, entonces el joven Andrés (hace referencia a Andrés Esteven
Baptista Mozo) me acompañó con otros dos muchachos hasta Bilbao, casi hasta el
lado del paradero, íbamos con dos muchachas más y fuimos hacia el parque. Ellos
dijeron “vámonos por los lados de las casas de cafam” y me dirigí con ellos y yo
estaba como a una distancia de unos 3 o 4 metros del joven Andrés, que iba con
dos muchachas, cuando estábamos fumando, de la nada salieron dos muchachos
en cicla y el muchacho que le disparó pasó por el lado de él, como a un metro,
cuando fue que el muchacho de la cicla sacó un revólver y le propinó unos disparos
al joven Andrés, en el pecho38 (…). Para mí fue extraño ver al muchacho que le
disparó sabiendo que estudiábamos en el mismo colegio y pues, yo nunca pensé
que él fuera a hacer eso. Yo si supe que en el colegio era caspa, porque él siempre
tuvo fama de ser caspa, rebelde, pero cuando lo ví en ese instante disparándole al
joven Andrés, nunca llegué a pensar que él fuera a hacer algo así tan grave (…). Al
muchacho al que yo me refiero se llama Toro, le dicen Toro. Yo lo pude identificar
porque cuando él disparó, él volteó a mirar quién estaba alrededor de él y pues me
vio a mí y como que se acordó que estudiábamos en el colegio, como que me
“Ese día estábamos en Cafam, al lado del barrio Bilbao (…), nos encontramos a Andrés,
nos dijo que lo acompañáramos a llevar a la novia hasta la casa, nosotros fuimos y lo
cogimos con mi compañera con Johanna y le preguntamos que qué tenía, él estaba
totalmente callado, muy raro, él no era así. Lo cogimos de gancho le dijimos que
esperáramos a los otros muchachos con los que veníamos, paramos, ahí fue cuando
yo volteé y venían los dos muchachos. Al único que ví fue a Toro, yo me volteé otra vez,
lo volví a coger de gancho y ahí fue cuando se escucharon los dos disparos (…),
escuché dos disparos (…), los impactos fueron hacia el lado del corazón45”. La persona
que disparó era morenito, cejoncito (sic), cejas gruesas, ojoncito (sic), ese día llevaba
una chaqueta oscura ovejera y una gorrita oscura. (…). En ese lugar había un poste
con la luz del alumbrado público (…). El alumbrado estaba prendido, en ese momento
estaba encendida la lamparita (…). Yo observé a la persona que le disparó a Andrés
Esteven como a cinco pasos más o menos. Ellos venían detrás de nosotros. Yo creo
39 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:42:27-1:44:01
40 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:45:50 -1:47:10.
41 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:49:18-1:49:58.
42 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:53:00 1:57:46
43 Record de la Audiencia de Juicio Oral 1:59:21-2:01:03
44 Record de la Audiencia de Juicio Oral 2:07:16- 2:08:15
45 Record de la Audiencia de Juicio Oral 2:13:30-2:14:39
que venían como de Bilbao. Con nosotros venía Bibiana también y otro muchacho a
quien no conocía, en total 6 personas (…), los que iban atrás nuestro iban a unos 5
metros más o menos. Yo lo ví antes de los disparos (Refiriéndose a “Toro”), a unos 3
pasos. Él me pasó por el ladito. Los tiros se los metieron en la parte izquierda del
corazón. El que le disparó le disparó a quemarropa, por detrás. Yo al que disparó nunca
lo había visto, pero cuando lo ví sí me detallé bien la cara de él.
“Soy técnico Forense (…). En el año de 1991 recibí el curso de capacitación por parte
del Departamento Administrativo de Seguridad DAS (…). Soy balístico hace 20 años,
actualmente trabajo en el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses,
sede principal. He conocido 20 casos mensuales, 220 casos al año he conocido y
durante 20 años, aproximadamente48”.
“Yo conocí a Andrés Esteven Baptista (…), hace más o menos unos ocho años (…). El
día de los hechos, yo estaba con mi compañera Helen en la casa de la hermana de ella.
En los apartamentos de Cafam (…). Ese día, nosotras salimos del conjunto, nos
encontramos a Andrés (hace referencia a la víctima) con otros muchachos y nos dijeron
que iban a acompañar a una muchacha a la casa, a la novia de Andrés, creo. Andrés
se fue adelante, solo, y nosotras con Helen nos fuimos detrás de él a cogerlo de gancho,
le preguntamos que qué tenía, él me dijo que no tenía nada (…), en ese momento fue
cuando se acercaron los muchachos, en el que yo más me fijé fue en el que iba en la
cicla plateada cross y el otro muchacho la verdad yo no lo alcancé a ver, fue cuando
escuché el tiro y reaccionamos todos a ver a Andrés a ver qué era lo que había pasado
y salimos a correr a pedir auxilios (sic) (…), ahí fue cuando Helen me dijo que fuéramos
a llamar a don Daniel (…). Yo no me fijé en él (se refiere la deponente a quien le disparó
a Andrés Esteven Baptista Mozo), yo me fijé más en el otro muchacho, el que lo iba
acompañando (…). Yo escuché uno (se refiere a la cantidad de disparos que escuchó)
(…). La iluminación era poca, sólo había un poste con su lámpara (…)., la lámpara
estaba bien, en buen estado, todo estaba amarillo (…). Andrés (refiriéndose a Andrés
Esteven Baptista Mozo) en ese momento estaba con nosotras, con Helen y yo, nosotras
lo teníamos cogido de gancho (…). Ellos se acercaron a mi mano derecha, pasó uno
que no me fijé, el otro se quedó en la cicla como a dos metros de distancia, yo me fijé
en él. En el otro muchacho no me fijé muy bien (…). De un momento a otro fue (sic) el
único disparo que yo escuché, me agaché y después reaccionamos y fuimos a pedir
auxilio. No me fijé en el otro muchacho, el que le disparó a Andrés (…). Al muchacho
que disparó no lo ví (…). Los comentarios que se escuchaban eran que “el Toro, el
Toro”. Esos comentarios eran de los muchachos que estaban ahí en ese momento y en
la funeraria también lo escuché varias veces, pero no me fijé quién fue quien dijo eso51”.
ALEGATOS DE CONCLUSIÓN
En los alegatos de conclusión la Fiscalía Delegada53 advera que con las pruebas
practicadas en audiencia de juicio oral se demostró más allá de toda duda la comisión
de los delitos de Homicidio Agravado en concurso Heterogéneo con Fabricación, Tráfico
y Porte de Armas de Fuego o Municiones del que fue víctima ANDRÉS ESTEVEN
BAPTISTA MOZO y la responsabilidad de JUAN DAVID TORO MONTERO en las
mismas.
Aunado a este testimonio está el del perito balístico Ricaurte Garay Franco, quien
determinó que los dos impactos presentados por la prenda de vestir se hicieron a una
distancia superior a los 150 centímetros. Lo anterior en todo concuerda con los
Por su parte Edgar Londoño Gómez fue enfático en señalar que reconoció plenamente
al adolescente procesado, JUAN DAVID TORO MONTERO, quien desenfundó un
revólver y le propinó dos impactos con arma de fuego a Andrés Esteven Baptista Mozo,
reconociéndolo además a través del registro fotográfico. Se tienen también los
testimonios de Leidy Johana Herrera Coronado y de Helen Katerín Laiton Sierra, los
cuales coinciden en señalar que el día de los hechos ellas estaban acompañando a la
víctima, e iban cada una a ambos lados del adolescente y convergen en lo esencial de
los hechos que se presentaron.
En lo que respecta a la agravante consagrada en el numeral cuarto del artículo 104 del
Código Penal, en lo que refiere al “motivo abyecto o fútil” que se planteó en la acusación,
señala la delegada de la Fiscalía que “no quedó claro esa agravante, ni se dejó ver a
través de las pruebas tanto testimoniales como documentales, por lo que respecto de
esa agravante no podría mantener ese cargo”54. Sin embargo, el hecho de haber sido
agredido por la espalda, denota la situación de indefensión o inferioridad de la víctima.
No sólo eso, sino el hecho de haberse cometido con un arma de fuego, que de por sí lo
pone en un estado de indefensión total, estando en presencia de la agravante
consagrada en el numeral 7 del precitado artículo.
Las pruebas traídas, especialmente el testimonio de Edgar Londoño, cotejada con los
testimonios de los policiales que atendieron el hecho, sumados a los testimonios de
Helen Katerín Laiton Sierra y Leidy Johana Herrera Coronado, no dejan duda alguna
respecto que quien disparó no fue otro que JUAN DAVID TORO MONTERO.
Señala que, el testimonio de Edgar Londoño deja dudas, pues, dice el testigo que fueron
tres disparos y que fueron de frente. El testigo dijo identificar a “Toro” porque estudiaron
juntos, en el año 2003 o 2004 y los hechos fueron en el 2009, lo cual demuestra que
pasaron cinco años desde el año 2004 sin que Edgar Londoño viera a “Toro”. En cuanto
a Helen, su testimonio es contradictorio, pues dijo no conocer a Toro y después dice
que sí lo conoce. Por esos motivos, solicita, se absuelva a JUAN DAVID TORO
MONTERO, toda vez que, en su criterio, no está demostrado plenamente que fue él
quien le quitó la vida al joven Andrés Esteven Baptista Mozo.
DECISIÓN
Terminada la audiencia de Juicio Oral se dio a conocer por parte del Despacho el
sentido del fallo, sobre la base de declarar absuelto de responsabilidad penal al
adolescente JUAN DAVID TORO MONTERO, por las conductas punibles de
HOMICIDIO en concurso heterogéneo con FABRICACIÓN, TRÁFICO Y PORTE DE
ARMAS DE FUEGO O MUNICIONES en razón a que las pruebas el material probatorio
considerado pertinente, conducente y útil en audiencia preparatoria y debidamente
practicado en juicio oral, no logro desvirtuar la presunción de inocencia, quedando duda
acerca de la responsabilidad, por lo cual dicha duda debe ser interpreta a favor del
procesado.
1. De la competencia
Resulta necesario precisar que la decisión que aquí se motivará, está amparada en el
concepto de competencia que establece la ley 1098 del 2006 (código de la infancia y la
adolescencia.), en su artículo 165, enmarcada en que para la fecha en que acaecieron
los hechos, (19 de enero de 2009) JUAN DAVID TORO MONTERO, era menor de
dieciocho (18) años y mayor de catorce (14) años. Además, exactamente el joven al
momento de los hechos por los cuales se le acusa tenía 17 años. Respecto del factor
territorial, por el lugar donde ocurrieron los hechos (Cra. 147 A No. 142F-60 Bogotá). Por
tanto, este juzgado, el juzgado primero penal para adolescentes del circuito de Bogotá,
con función de conocimiento es competente para dictar la presente sentencia.
HOMICIDIO
De lo anterior este despacho afirma que no existe duda con respecto a la comisión de
la conducta de homicidio contra ANDRES ESTEVEN BAPTISTA MOZO y el agravante
del numeral 7 del artículo 104 del Código penal.
Aunado a estas pruebas, también se suman las practicadas por los testimonios de los
testigos que presenciaron los hechos; entre esos los testimonios de BIBIANA ANDREA
ARIZA GARZÓN, LEIDY JOHANA HERRERA CORONADO, HELEN KATERÍN LAITON
SIERRA y EDGAR LONDOÑO GÓMEZ, quienes de manera unánime indican que dos
jóvenes en bicicleta abordan al joven ANDRÉS ESTEVEN BAPTISTA MOZO, y uno de
ellos dispara con arma de fuego.
B. Sobre la responsabilidad
Pues bien, dicha responsabilidad debe derivarse también de la valoración de las pruebas
practicadas en juicio oral, las cuales en su mayoría son testimoniales, teniendo en común
junto con la fiscalía la identificación de una coautoría impropia pues son dos los presuntos
vinculados en los hechos, siendo uno de ellos quien ejecuta el verbo rector de “matar” y
“portar”.
Téngase en cuenta que la teoría del caso planteada por la Fiscalía al inicio del debate oral,
si bien es cierto refirió a que se probaría en juicio que la muerte del señor ANDRES
ESTEVEN BAPTISTA MOZO, había sido consumada por dos hombres, entre ellos JUAN
DAVID TORO MONTERO, quienes ya habían planeado el que hacer criminal, pero
también es verdad que en el transcurso de la practica probatoria respecto de la
responsabilidad del implicado, no se pudo verificar tal aspecto bajo la premisa de superar
la duda razonable, afirmación que se hace bajo los siguientes argumentos:
De igual forma, el testimonio presentado por EDGAR LONDOÑO GÓMEZ, quien fue
testigo de los hechos, indica que él se encontraba a una distancia de tres o cuatro
metros del joven Andrés, en donde se encontraba fumando marihuana, cuando ve a
dos jóvenes en cicla que les disparan, quien indica que reconoce al agresor pues
estudiaron en el colegio en los grados quinto y sexto en el colegio Freinet, el cual
identifica desde épocas del colegio era “caspa” y “rebelde”, al cual identifica con la
expresión “le dicen “Toro””, indicando posteriormente que no alcanzo a fumar y que se
acuerda claramente. Dicho testimonio presenta incoherencias, pero si se analiza con
detalle en un primer momento el joven afirma que se encontraba fumando marihuana
cuando acontecieron los hechos, pero posteriormente afirma que no alcanzo a fumar y
se acuerda de los hechos de manera clara.
Por otra parte, el testimonio de HELEN KATERIN LAITON SIERRA, quien en juicio oral
indica que se encontraba al lado del joven Andrés, cuando “un morenito, cejoncito, cejas
gruesas, ojoncito, ese día llevaba una chaqueta oscura ovejera y una gorrita oscura” le
dispara con arma de fuego a su amigo Andrés a una distancia de cinco pasos más o
menos, indicando que se detallo bien en la cara de quien le disparo pero al mismo
tiempo afirmando que el tan un alumbrado era el que estaba encendido. Al igual que el
testimonio de LEIDY JOHANA HERRERA CORONADO, quien era la otra persona que
se encontraba al lado del joven Andrés y es testigo de los hechos ya narrados, indicando
que cuando ve el arma se agacha, escucha un disparo, y no ve quien disparó a su
amigo, solo escucha que comentan que fue “Toro”. Y por último el testimonio de
BIBIANA ANDREA ARIZA GARZÓN, quien indica que ve como le disparan dos veces
al joven Andrés, pero afirma que no identifico al agresor, pues era de noche y el joven
agresor iba con una gorra y camuflados, huyendo rápido, sin poder observarlos,
indicando que en ese momento estaban fumando marihuana.
Por tanto, debido a que frente a estos testimonios se desprenden dudas razonables, que
no fueron subsanadas por parte de la fiscalía, mediante otros medios probatorios,
adicionales, que ubiquen y vinculen al señor JUAN DAVID TORO MONTERO, al
homicidio, generando duda de si efectivamente el aquí acusado participo en el homicidio.
El despacho encuentra entonces que la fiscalía no logro quebrantar la presunción de
inocencia y a lo sumo existen dudas, las cuales deben ser resueltas a favor del procesado.
Efectivamente, no se puede vincular a una persona a unos hechos criminosos tan graves
por su simple condición “rebelde”, “caspa” o testimonies inconsistentes que lo identifican
como coautor, por cuanto para ello se necesitan medios de prueba con mayor fuerza y
concretos que infunda en el funcionario juzgador un criterio de responsabilidad que vaya
más allá de toda duda razonable, lo que indefectiblemente en el presente caso no ocurrió.
En conclusión y bajo el paradigma que se establece de los artículos 7º, 372 y 381 de la
Ley 906 de 2004 los medios probatorios han de llevar al conocimiento del juez, más allá
de toda duda razonable, del aspecto objetivo del delito y la responsabilidad de los autores
o partícipes, y aquí se expusieron las suficientes razones que llevan a la decisión de
absolución en aplicación del principio de resolución de duda en favor del procesado como
fundamento de la presunción de inocencia.
OTRAS DECISIONES
RESUELVE