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UNIVERSIDAD EVANGÉLICA

BOLIVIANA

<< Pie diabético>>

MATERIA: Estrategias de aprendizaje y redacción

DOCENTE: Lic. Ana G. Flores

G. Gabriela Arancibia A. –Nutrición


ESTUDIANTE(S):
Moisés Menacho S. - Medicina

Gestión 2019
Santa Cruz - Bolivia

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DEDICATORIA:

El presente trabajo va dirigido a todas aquellas personas que sufren en carne propia o el dolor
de ver a un ser querido postrado por una enfermedad desgastante como la diabetes: siendo
más precisos al “pie diabético”, al igual que para aquellos interesados en aprender más sobre
cómo ayudar e informarse acerca del tema, sus cuidados primarios y adecuados para mejorar
la calidad de vida

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AGRADECIMIENTOS:

Ante todo agradecemos a Dios por otorgarnos las capacidades y herramientas para difundir
información al resto de las personas, al igual que a la institución por permitirnos complementar
los conocimientos, a nuestra licenciada Ana G. Flores por brindarnos su tiempo y conocimiento
al igual que al resto de profesionales que aportaron a la realización del presente trabajo.

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN: ....................................................................................................................... 8

OBJETIVO GENERAL:............................................................................................................... 8

I. CAPÍTULO: PIE DIABÉTICO Y GENERALIDADES ........................................................ 9

1.1. Aspectos epidemiológicos ........................................................................................... 10

1.2. Fisiopatología de la Enfermedad Vascular .................................................................. 11

1.3. Histopatología ............................................................................................................. 11

II. CAPÍTULO: CONSECUENCIAS Y COMPLICACIONES DEL PIE DIABÉTICO ............ 12

2.1. Neuropatías ................................................................................................................ 13

2.2. Cambios en la piel según su grado: ............................................................................ 15

2.2.1. Grado 0 ................................................................................................................ 15

2.2.2. Grado I ................................................................................................................. 17

2.2.3. Grado II ................................................................................................................ 17

2.2.4. Grado III ............................................................................................................... 17

2.2.5. Grados IV y V ....................................................................................................... 18

2.3. Amputación: ................................................................................................................ 19

III. CAPÍTULO: CUIDADOS DEL PIE DIABÉTICO ............................................................. 20

3.1. Cuidados del Pie Diabético ......................................................................................... 21

3.1.1. Recomendaciones generales: .............................................................................. 21

3.2. Inspección ................................................................................................................... 22

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3.2.1. Ampollas:. ....................................................................................................................... 22

3.2.2. Durezas o callosidades: ................................................................................................. 23

3.2.3. Dedos en martillo:. .......................................................................................................... 23

3.2.4. Grietas interdigitales: ...................................................................................................... 23

3.2.5. Grietas en los talones:. ................................................................................................... 23

3.2.6. Juanetes (Hallux valgus): ................................................................................................ 23

3.2.7. Pie de atleta:................................................................................................................... 24

3.2.8. Uñas encarnadas............................................................................................................ 24

3.3. Inspección diaria de pies. ............................................................................................ 24

3.4. Cuidados Diarios ......................................................................................................... 25

3.4.1. Lavado de los pies ............................................................................................... 25

3.4.2. Secado de los pies ............................................................................................... 25

3.4.3. Hidratación ........................................................................................................... 25

3.4.4. Cuidado de las uñas ............................................................................................ 26

3.4.5. Calzado: ............................................................................................................... 26

IV. CAPÍTULO: TRATAMIENTO DEL PIE DIABÉTICO ...................................................... 29

4.1. Tratamiento de las úlceras del pie diabético ................................................................ 30

4.1.1. Apósitos ............................................................................................................... 30

4.1.2. Desbridamiento ............................................................................................................ 30

4.1.3. Tratamiento antibiótico de las úlceras infectadas .................................................... 30

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V. CONCLUSIONES ........................................................................................................... 31

VI. ANEXOS Y BIBLIOGRAFÍA........................................................................................... 32

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INTRODUCCIÓN:

Aquellas personas que sufren de “ diabetes” han de vivir con problemas constantes, tanto
sociales, como económicas (basado en sus gastos y necesidades), tomando en cuenta del
mismo modo la existencia de complicaciones, siendo una de las mayores complicaciones “el pie
diabético” la cual incluye desde la falta de sensibilidad, la deformación e incluso amputación de
dichos miembros, será a partir de la revisión, protección y rehabilitación debida y temprana una
pieza primordial de su evolución y cambios ya sea para bien o mal del mismo, tomando en
cuenta los cuidados primarios como base del mismo, pues todo cuidado comienza de un
mismo, desde sus hogares hasta los centros de salud

OBJETIVO GENERAL:

Generar conciencia socio-sanitaria acerca del cuidado primario general en heridas superficiales
en personas con pie diabético

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I. CAPÍTULO: PIE DIABÉTICO Y

GENERALIDADES

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1.1. Aspectos epidemiológicos

La Diabetes Mellitus, es una enfermedad crónica que afecta a un alto porcentaje de la


población. En México se calcula 7% de la población general. Está presente en 21% de
habitantes entre 65 a 74 años. Además, en 13% de la población general se presentan
estados de intolerancia a la glucosa y “prediabetes”. El 80% de las amputaciones
mayores de miembros inferiores se realiza en pacientes diabéticos. Es directa o
indirectamente la tercera causa de muerte.
Las complicaciones del pie diabético son muy comunes y representan un grave
problema de salud en México, por su alta frecuencia, costos elevados y dificultades en
su manejo. La población diabética padece más comúnmente de problemas
cardiovasculares, derivados de una aterosclerosis acelerada y de problemas
metabólicos.
Al incrementarse la expectativa de vida, la proporción de diabético también ha
aumentado, ahora el diabético vive más y se ponen de manifiesto los síntomas y signos
de neuropatía con disminución de la sensibilidad al dolor y propiocepción. Se presenta
un aumento de la enfermedad oclusiva arterial, tanto central como periférica con el
aumento del riesgo de infección y gangrena.
Es muy frecuente la creencia de que todos los diabéticos tienen mala circulación.
Alguno claro está la presentan, pero otros tienen excelente circulación. Sin embargo,
son más susceptibles a problemas de los pies por la neuropatía y consecuente pérdida
o disminución de la sensibilidad al dolor. Por consiguiente, la DM puede ocasionar
alteraciones en los pies porque puede predisponer aterosclerosis con isquemia
asociada, o puede provocar neuropatía periférica con sensibilidad propioceptiva al tacto
o al dolor alteradas con atrofia secundaria de tendones y músculos esqueléticos tanto
de pierna como de pie y distrofia ósea.
Sin ser lo más frecuente, pueden presentarse concomitantemente los síntomas de
isquemia y neuropatía. No obstante, las lesiones isquémicas se observan generalmente
en pacientes de edad avanzada en los que la diabetes tuvo un inicio en la edad adulta.
A diferencia de los signos y síntomas del diabético con neuropatía que generalmente
ocurre en pacientes con diabetes juvenil o insulinodependiente de aparición temprana, y
cuyos síntomas se asocian más frecuentemente a retino y nefropatía. (medicina)

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1.2. Fisiopatología de la Enfermedad Vascular

Los principales factores que contribuyen a complicaciones en los pacientes diabéticos


son:
1. Aterosclerosis
2. Degeneración vascular por hiperglicemia
3. Aumento de viscosidad sanguínea (daño endotelial)
4. Hipertensión capilar crónica
5. Aterogénesis por hiperinsulinemia
6. Aumento de algunos factores de la coagulación
7. Incremento de la agregación plaquetaria

1.3. Histopatología

A la angiopatía diabética se le ha descrito generalmente como “enfermedad de


pequeños vasos”. Goldemberg y cols. Publicaron, en 1959, un artículo que popularizó
el concepto de una enfermedad oclusiva arteriolar histológicamente única, que producía
isquemia a pesar de un flujo arterial adecuado. Esta teoría ha sido directa o
indirectamente refutada por otros estudios. El único concepto válido en la actualidad de
“enfermedad de pequeños vasos” en diabéticos es que la propensión a la afectación
aterosclerosa que predomina en las arterias infrageniculares y es casi ausente en el
segmento aortoilíaco.

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.

II. CAPÍTULO: CONSECUENCIAS Y

COMPLICACIONES DEL PIE

DIABÉTICO

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2.1. Neuropatías

Las neuropatías diabéticas son un conjunto de trastornos nerviosos causados por la


diabetes. Con el tiempo, las personas con diabetes pueden desarrollar daño de los
nervios en todo el cuerpo. Algunas personas con daño nervioso no presentan síntomas,
mientras que otras pueden presentar síntomas tales como dolor, hormigueo o
adormecimiento—pérdida de sensación—en las manos, brazos, piernas y pies. Los
problemas de los nervios pueden presentarse en cualquier sistema de órganos, incluidos
el tracto digestivo, el corazón y los órganos sexuales.

Cerca de un 60 a 70 por ciento de personas con diabetes sufren algún tipo de


neuropatía. Las personas con diabetes pueden desarrollar trastornos nerviosos en
cualquier momento, pero el riesgo aumenta con la edad y con una diabetes más
prolongada. Las tasas más altas de neuropatía se encuentran en personas que tienen
diabetes por al menos durante 25 años. Las neuropatías diabéticas también parecen ser
más comunes en personas que tienen problemas en controlar la glucosa en la sangre,
también llamado azúcar en la sangre, así como en aquellas personas con niveles
elevados de grasa corporal y presión arterial, y en aquellas que tienen sobrepeso.

 ¿Cuáles son las causas de las neuropatías diabéticas?

Puede que sean distintas para los diferentes tipos de neuropatía diabética. Los
investigadores están estudiando cómo la exposición prolongada a niveles elevados de
glucosa causa daño de los nervios. Es probable que las causas del daño nervioso sean
una combinación de distintos factores:

 Factores metabólicos, tales como glucosa elevada en la sangre, diabetes


prolongada, niveles anormales de grasa en la sangre (colesterol) y
probablemente niveles bajos de insulina
 Factores neurovasculares, que llevan a daño de los vasos sanguíneos que
transportan oxígeno y nutrientes a los nervios
 Factores autoinmunitarios que causan inflamación de los nervios
 Lesiones mecánicas de los nervios, tal como el síndrome del túnel carpiano
 Rasgos hereditarios que aumentan la susceptibilidad a sufrir daño nervioso

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 ¿Cuáles son los síntomas de las neuropatías diabéticas?

Los síntomas dependen de la clase de neuropatía y de los nervios que se ven afectados.
Algunas personas con daño nervioso no presentan síntoma alguno. Para otras, a
menudo, los síntomas iniciales son hormigueo, adormecimiento o dolor en los pies. Los
síntomas iniciales son usualmente leves, y debido a que gran parte del daño nervioso
ocurre a través de varios años, los casos leves pueden pasar desapercibidos por mucho
tiempo. Los síntomas pueden abarcar el sistema nervioso somático, craneal y autónomo
(involuntario). En ciertas personas, por lo general aquellas con neuropatía focal, el dolor
inicial puede ser repentino e intenso. Los síntomas de daño de los nervios pueden incluir

 Adormecimiento, hormigueo o dolor en los dedos del pie, los pies, las piernas, las
manos, los brazos y los dedos de la mano
 Desgaste muscular de pies y manos
 Indigestión, náuseas o vómitos
 Diarrea o estreñimiento
 Mareo o desmayo a causa de un descenso de la presión arterial después de
incorporarse de la cama o sentarse
 Problemas de micción
 Disfunción eréctil en los hombres y sequedad vaginal en las mujeres
 Debilidad

Los síntomas que no son causadas por neuropatía, pero a menudo se presentan con
ésta, incluyen pérdida de peso y depresión.

 ¿Qué tipos de neuropatías diabéticas existen?

 La neuropatía diabética se clasifica en periférica, autónoma, proximal o focal.


Cada una afecta de varias maneras a diferentes partes del cuerpo.
 La neuropatía periférica, el tipo más común de neuropatía diabética, causa dolor
o pérdida de sensación en los dedos del pie, en los pies, las piernas, las manos y
los brazos.
 La neuropatía autónoma causa cambios en funciones digestivas, intestinales y
vesicales, en la respuesta sexual y en la transpiración. También puede afectar
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los nervios asociados con el corazón y aquellos que controlan la presión arterial,
así como los nervios en los pulmones y los ojos. La neuropatía autónoma
también puede causar hipoglucemia asintomática, un trastorno en el cual las
personas ya no son capaces de percibir las señales de advertencia cuando hay
niveles bajos de glucosa en la sangre.
 La neuropatía proximal causa dolor en los muslos, caderas o nalgas y produce
debilidad en las piernas.
 La neuropatía focal ocasiona el debilitamiento repentino de un nervio o un grupo
de nervios, causando debilidad muscular o dolor. Cualquier nervio en el cuerpo
puede verse afectado. (Desease, s.f.)

2.2. Cambios en la piel según su grado:

2.2.1. Grado 0

 Representa un pie sin lesiones, pero con elevado riesgo de padecerlas.


 Hiperqueratosis (callos o durezas)
 Son zonas de piel engrosadas, a veces algo descamadas en zonas de máxima
presión, como las cabezas metatarsianas y el talón (fig. 1).

a) Grietas y fisuras: Son lesiones de la integridad de la piel que no afectan a todo su


espesor, favorecidas por la sequedad y la deshidratación dérmica. La localización más
frecuente es la interdigital (fig. 2).

b) Deformidades digitales: Están producidas por una atrofia de los músculos intrínsecos
del pie y el adelgazamiento de la almohadilla grasa bajo la cabeza de los metatarsianos.
Las más frecuentes son los «dedos en garra», los «dedos en martillo» y el hallux
valgus (deformidad del primer dedo con prominencia de la parte interna de la base
metatarsiana y desviación externa de la zona distal del dedo).

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c) Neuroartropatía de Charcot: Corresponde a la máxima expresión de la deformidad del
pie diabético asociada a una importante afección del sistema nervioso autónomo, que
se produce en pacientes con diabetes de larga evolución y neuropatía autónoma y
periférica. La etiología no está todavía muy clara, pero el proceso puede iniciarse como
consecuencia de una lesión que ocasione una fractura ósea, por lo que se estimularía la
actividad osteoclástica ocasionando destrucción, fragmentación, remodelado y
deformidad manifiesta. El aumento del flujo sanguíneo podría actuar como factor
predisponente al reducir la densidad ósea.

d) Onicomicosis y pie de atleta: Distintos autores coinciden en que la onicomicosis no


tiene mayor prevalencia en los pacientes diabéticos, salvo las causadas por Candida;
sin embargo, sí parece repercutir de forma más grave, ya que el engrosamiento ungueal
podría dar lugar a una necrosis del lecho o a heridas en la piel adyacente a los dedos
que, inadvertidas por la neuropatía periférica, facilitarían la sobreinfección bacteriana
(fig. 3). El pie de atleta es una infección producida por hongos, unidos o no a bacterias,
que afecta a la superficie plantar del pie, fundamentalmente, y que produce prurito,
maceración y agrietamiento de la piel, sobre todo entre los dedos de los pies; pueden
aparecer también como si fueran pequeñas ampollas o una descamación dérmica; las
grietas y fisuras pueden actuar como puerta de entrada infecciosa.(fig.3)

e) Perionixis: Es una infección bacteriana aguda (producida generalmente


por Staphylococcus aureus) de entrada cuticular (predispuesta en la mayoría de las
ocasiones por manipulaciones de manicura) que cursa con eritema, edema y dolor
intenso en el borde de la proximal de la uña. Se suele delimitar si se aplican baños o
compresas calientes de forma temprana y antibioterapia tópica. Si espontáneamente se
crea un absceso y se drena, puede producirse un alivio inmediato de las molestias;
también puede practicarse un drenaje quirúrgico. La forma crónica cursa con eritema y
edema periungueal, dolor no muy intenso y exudado purulento escaso a la presión del
borde de la uña, suele estar producida por Candida albicans y la humedad y la diabetes
son factores predisponentes al respecto.

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2.2.2. Grado I

 Úlcera superficial: También llamada «mal perforante plantar», es de carácter


neuropático y consiste en la destrucción del espesor total de la piel. Habitualmente se
afecta la superficie plantar del pie o de los dedos en áreas sometidas a presiones
elevadas, como la cabeza de los metatarsianos (más frecuente la del primer
metatarsiano) y el talón. Comienza por una callosidad, que posteriormente se ulcera en
su parte central provocando un aspecto «en sacabocados». No tiende a la resolución,
sino más bien a la sobreinfección, lo que puede originar abscesos profundos y
osteomielitis.

2.2.3. Grado II

 Úlcera profunda: Es una solución de continuidad o excavación de fondo necrótico que


sobrepasa la piel y afecta al tejido subcutáneo, los tendones, los ligamentos y los
músculos, pero sin llegar a formar abscesos ni ocasionar lesiones óseas.

2.2.4. Grado III

 Absceso: Es una inflamación aguda purulenta, bien delimitada, que destruye totalmente
los tejidos donde se forma. A veces drena al exterior o hacia una cavidad por medio de
trayectos irregulares o fístulas. Los abscesos de gran tamaño pueden deformar el tejido
o el órgano donde asientan, siendo mayor la deformación si se ha eliminado el pus, se
cicatriza y se calcifica la pared del absceso. Suelen estar causados por bacterias,
generalmente gramnegativas. En el paciente diabético, en general, no producen signos
ni síntomas sistémicos.

 Osteomielitis: Consiste en una infección ósea de carácter purulento que puede tener
un curso agudo (80% de los casos) o crónico, y que suele estar causado por bacterias
(el germen más frecuentemente implicado es el Staphylococcus aureus) y, más
raramente, por hongos. En los pacientes diabéticos los gérmenes suelen alcanzar el
hueso procedentes del exterior, a causa de heridas accidentales o de incisiones

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quirúrgicas, o bien por una extensión a partir de un foco séptico contiguo, pero es
extremadamente raro que la infección del hueso en el pie diabético sea producida por
vía hematógena. Al igual que en los abscesos, habitualmente la osteomielitis presente
en pacientes diabéticos no cursa con fiebre. Cuando el hueso es perceptible al
explorar una úlcera, debe considerarse la presencia de osteomielitis. La radiografía
simple puede revelar la formación de gas en los tejidos, lo que indica la existencia de
una infección que compromete la viabilidad del miembro. La erosión ósea indica la
presencia de osteítis. La gammagrafía ósea con 99Tc y con leucocitos marcados
con 111In puede confirmar la presencia de osteomielitis, pero el diagnóstico diferencial
con la infección de tejidos blandos, y en ocasiones con la artropatía de Charcot, puede
ser difícil.

2.2.5. Grados IV y V

 Gangrena: En las extremidades inferiores de los pacientes con lesiones arteriales,


especialmente los diabéticos, se desarrolla con relativa frecuencia una trombosis y la
consiguiente necrosis isquémica o gangrenosa. Si no se produce una sobreinfección
del tejido necrótico, la isquemia, la deshidratación del tejido y la coagulación de las
proteínas estructurales producen una desecación de la extremidad, que se conoce
como «gangrena seca». Si se sobreañade una infección, el tejido sufre una necrosis
de tipo colicuativo, lo que se denomina «gangrena húmeda». La gangrena gaseosa es
una gangrena húmeda en la que la infección la provocan gérmenes anaerobios, que
liberan toxinas, las cuales condicionan una proteólisis de los tejidos. Ésta facilita la
rápida progresión de la necrosis, que se hace patente en el edema, la crepitación de
los tejidos por acumulación de bullas de gas y la fermentación de azúcares tisulares
por las toxinas bacterianas. La subclasificación de la gangrena en dos grupos -
localizada (generalmente en el talón, los dedos o las zonas distales del pie) (fig. 4) y
extensa, se debe a las diferentes repercusiones en cuanto a tratamiento y pronóstico.
Así, en el grado IV se puede valorar la posibilidad de un tratamiento quirúrgico
(bypass, angioplastia, etc.), mientras que en el grado V existe un aumento de la
posibilidad de sufrir una amputación y de la mortalidad asociada (fig. 5). (EL SEVIER)

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2.3. Amputación:

La amputación es una complicación que, de ser posible, tanto pacientes como médicos
se esfuerzan por evitar. Se calcula que cerca del 85 por ciento de las amputaciones son
prevenibles mediante la educación y la intervención temprana. La amputación no
siempre debe verse como un fracaso del tratamiento, sino como un medio de
rehabilitación más rápido y confiable para poder regresar a las actividades de la vida
diaria. La cirugía puede ser la mejor manera de controlar una infección grave que podría
necesitar una amputación más traumática en el futuro o que, de otra manera, podría
resultar fatal para el paciente. Después de someterse a una amputación, los pacientes
suelen experimentar una mejoría en su salud general debido a que una infección grave
ha sido solucionada.

La amputación no siempre implica la pérdida de todo el pie o toda la pierna. Las


intervenciones quirúrgicas se realizan en diferentes niveles, incluyendo amputaciones
parciales de dedos, amputaciones parciales de pie o amputaciones por debajo de la
rodilla. Un cirujano de pie y tobillo realizará una evaluación completa y determinará cuál
es el mejor método para que el paciente inicie su recuperación. (ACFAS, s.f.)

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III. CAPÍTULO: CUIDADOS DEL PIE

DIABÉTICO

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3.1. Cuidados del Pie Diabético

3.1.1. Recomendaciones generales: Para disminuir el riesgo de padecer


cualquiera de las complicaciones de la diabetes es importante conseguir y
mantener un buen control de la diabetes. Según la ADA se considera que la
diabetes está bien controlada si se tiene:

3. HbA1c (hemoglobina glucosilada: < 7%.


4. Presión arterial: < 140/80 mmHg.
5. Colesterol total (mg/dl): < 200 mg/dl.
6. Colesterol de lipoproteínas de baja densidad (cLDL): < 100 mg/dl.
7. Colesterol de lipoproteínas de alta densidad (cHDL): > 40 mg/dl en varones; > 50
mg/dl en mujeres.
8. Triglicéridos: < 150 mg/dl.
9. Además, es importante no fumar y realizar ejercicio con regularidad.

La revisión de los pies en las personas con diabetes debe hacerse tanto por parte de los
profesionales como por parte de la propia persona que tiene diabetes; cada uno de ellos
realizará una revisión diferente para detectar posibles anomalías.

Los profesionales realizarán una revisión y exploración para detectar la existencia de posibles
alteraciones y proporcionar recomendaciones sobre el cuidado de los pies. Se aconseja que la
revisión por parte de los profesionales se realice anualmente.

3.1.2. Los distintos profesionales implicados en el cuidado de los pies de las

personas con diabetes son:

● Equipo de salud de atención primaria: La enfermera realizará habitualmente la exploración


de los pies de las personas con diabetes, para comprobar la higiene, si existen durezas,
juanetes, uñas encarnadas, induradas, etc., así mismo comprobará si los zapatos que utiliza
son adecuados, y realizará unas preguntas relacionadas con la frecuencia de la higiene y qué
tipo de útiles utiliza para el corte de las uñas. Otro tipo de exploración es valorar si tiene buenos
pulsos y la sensibilidad de los pies. El médico, además del manejo de su diabetes, valorará la

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exploración y decidirá si es necesario remitir al paciente a un especialista para su seguimiento.
El equipo de primaria realizará también las recomendaciones adecuadas sobre cómo cuidar los
pies en el día a día.

● El equipo de endocrinología: Le ayudará a controlar la diabetes, prescribiéndole los


fármacos para ello; así mismo le realizará exploraciones de los pies si es necesario y le formará
para que sea capaz de gestionar los autocuidados, tanto de los pies como de la diabetes en
general.

● El podólogo: Es el especialista que trata las afecciones de la piel de los pies, como callos,
durezas, corrige las uñas encarnadas y engrosadas. Además realiza prótesis y plantillas para
corregir deformidades en los pies que evitan que estos se apoyen adecuadamente, lo que
aumenta el riesgo de lesiones en los mismos. También puede realizar intervenciones
quirúrgicas para corregir dedos en garra, etc.

● El cirujano cardiovascular: Cuando las arterias se han obstruido y la sangre con oxígeno no
llega a los pies, es el encargado de corregir esta situación; también es el especialista que
realiza las amputaciones si no existe otra solución Las personas con diabetes deberán revisar
los pies diariamente para comprobar que no existen lesiones en los mismos, cortes, grietas,
cambios en la coloración, presencia de puntos negros en los dedos, etc. Si encuentra alguna de
estas lesiones deberá acudir al profesional que controla su diabetes (equipo de atención
primaria, endocrino, etc.) para que valore la situación.

3.2. Inspección

Para realizar auto inspección de los pies es importante estar sentado cómodamente y disponer
de una buena luz; si se tiene dificultad para agacharse o no se tiene una buena visión, tal vez
necesite ayuda. Para examinar la planta del pie se puede utilizar un espejo. Al revisar los pies
pueden descubrirse las siguientes alteraciones.

3.2.1. Ampollas: Son elevaciones de la piel que contienen un líquido acuoso en


su interior. Se producen como respuesta a la presión y fricción mantenida en
una zona concreta. Son muy frecuentes en los pies como respuesta a utilizar

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calzado sin calcetines o un calzado no apropiado. Habitualmente son
dolorosas y pueden infectarse.

3.2.2. Durezas o callosidades: Son capas gruesas de piel que aparecen como
respuesta a una presión mantenida en una zona. Son frecuentes en
personas que tienen un pie que apoya de forma anómala. También se
pueden producir por el roce del calzado, por ejemplo los callos interdigitales,
que aparecen con más frecuencia entre el 4.° y 5.° dedo cuando se utilizan
zapatos de punta estrecha.

3.2.3. Dedos en martillo: Aunque puede afectar a cualquier dedo del pie, es más
frecuente en el 2.° dedo. Se debe a que se debilitan los músculos del pie y
se produce acortamiento de los tendones, lo que hace que el dedo se
contraiga y tome forma de garra. Parece que es más frecuente en algunas
familias, pero la causa más común es utilizar zapatos cortos, lo que hace
que el dedo esté obligado a estar doblado.

3.2.4. Grietas interdigitales: Se producen por un aumento de la humedad en los


espacios entre los dedos, generalmente debido a la sudoración, pero
también pueden producirse por no secar bien entre los dedos cuando se
lavan los pies. Si se mantiene la zona húmeda, se puede macerar, la piel se
pone de color blanquecino y se rompe, lo que puede ser una puerta de
entrada a gérmenes.

3.2.5. Grietas en los talones: Las grietas en los talones suelen producirse por
tener la piel muy seca. Es más frecuente en verano y en personas que
utilizan zapatos abiertos por el talón.

3.2.6. Juanetes (Hallux valgus): Se forman cuando el dedo gordo del pie se
desvía hacia el resto de los dedos, en ocasiones puede producir la
superposición de los dos primeros dedos. Esta desviación hace que la base
del dedo aumente de tamaño. En ocasiones por el roce del calzado la zona

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se puede poner roja, suelen ser dolorosos y pueden infectarse. Utilizar
zapatos muy estrechos puede favorecer la formación de juanetes. Se
pueden tratar con cirugía.

3.2.7. Pie de atleta: Es una infección producida por hongos, que hace que la piel
se ponga roja y se agriete, lo que favorece la entrada de gérmenes. Si la
glucosa está elevada hace más difícil curar la infección, ya que los gérmenes
se alimentan de glucosa. El pie de atleta produce sensación de quemazón y
picor, si la lesión infecta las uñas, estas se vuelven amarillentas, más
gruesas y duras, lo que las hace difíciles de cortar.

3.2.8. Uñas encarnadas: Se producen cuando las esquinas de las uñas, al


crecer, se clavan en la piel, que se puede poner roja, inflamarse e infectarse.
La causa más frecuente es debida a un corte inadecuado de las uñas, bien
porque se cortan demasiado o porque se cortan de forma redondeada en
lugar de recta. Es frecuente también en personas que tienen dificultad de
arreglar adecuadamente las uñas, por incapacidad física o mala visión.

3.3. Inspección diaria de pies.

 Se debe buscar picaduras o pinchazos, magullones, puntos de presión, enrojecimiento,


áreas de calor, ampollas, úlceras, arañazos, cortes y problemas en las uñas.
Inspeccionar la piel con la ayuda de un espejo para la detección de heridas.
 Observar y palpar cada pie para ver si hay inflamación. La inflamación en uno de los
pies y no en el otro es un signo temprano de posible enfermedad de Charcot en etapa
inicial. Este es un problema único que puede ocurrir en personas con daño en los
nervios. Puede destruir los huesos y las articulaciones.
 Examinar las plantas de sus pies y las bases de los dedos. Controlar los seis puntos
principales en la planta de cada pie:
--La punta del dedo gordo del pie
--La base de los dedos pequeños
--La base de los dedos medios
--El talón
--El borde exterior del pie

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--El antepié transversalmente (el área de apoyo más abultada de la planta del pie,
que une con la base de los dedos)

3.4. Cuidados Diarios

Las personas que tienen diabetes deben realizar unos cuidados diarios de los pies
con el objeto de mantenerlos saludables y comprobar si existen o no alteraciones
en los mismos

3.4.1. Lavado de los pies

Los pies se deben lavar diariamente, El agua debe estar templada, a una
temperatura inferior a 37 °C. Si no dispone de termómetro puede comprobar la
temperatura con la mano o el codo.
Hay que recordar que puede tener problemas de sensibilidad para notar las altas
temperaturas, por lo tanto, si se mete los pies en agua muy caliente se podrían
quemar. El jabón debe ser neutro, no abrasivo, utilizar esponjas suaves, a poder ser
vegetales. Se puede utilizar también un paño suave. No es conveniente mantener
los pies en el agua por espacio superior a 5 o 10 minutos, ya que un tiempo
prolongado en la misma puede producir que la piel se reblandezca y maceración en
los dedos. Lavar bien entre los dedos con cuidado.

3.4.2. Secado de los pies

Secar los pies con mucho cuidado y suavidad, especialmente entre los dedos, para
evitar la formación de llagas; no frotar con mucha energía, hacerlo con suaves
toques; y utilizar toallas que no sean ásperas. Si se quiere utilizar un secador de
mano, debe ser a baja temperatura, en caso contrario existe riesgo de quemarse.

3.4.3. Hidratación

Es importante hidratar los pies para evitar llagas y heridas que puedan permitir el
paso de gérmenes. Se deben hidratar después del lavado y secado de los mismos,
especialmente las zonas con durezas y los talones. Se pueden utilizar cremas
hidratantes, lanolinas, vaselina pura, aceites de baño, etc. No es necesario aplicar

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mucha cantidad, con una pequeña cantidad aplicada con un masaje suave es
suficiente, es más importante que se haga con frecuencia. Es conveniente no dar
crema entre los dedos, ni en la parte posterior de los mismos, ya que pueden
favorecer la formación de llagas o maceración.
La humedad favorece la maceración de la piel, por lo que si transpira por los pies,
es importante mantenerlos lo más secos posibles, especialmente entre los dedos y
en la parte posterior de los mismos; puede ser necesario lavar los pies y cambiar de
calcetines varias veces al día. Es aconsejable que los calcetines o medias sean de
un tejido que no favorezca la transpiración, los mejores son de hilo o algodón.

3.4.4. Cuidado de las uñas

La longitud de las uñas es importante, ya que unas uñas demasiado largas o


demasiado cortas pueden favorecer lesiones en la piel y causar infecciones. Deben
cortarse de forma recta para evitar que se "encarnen" y su longitud debe estar a
nivel del pulpejo del dedo
Si se utilizan tijeras deben ser de punta roma, no emplear tijeras de punta, navajas,
alicates de manicura, cuchillas, limas metálicas, etc., ya que al utilizar estos objetos
tiene más riesgo de producirse una herida. Es conveniente utilizar una lima que no
sea de metal para limar las puntas. Es más fácil realizar el corte de uñas después
del baño ya que estarán más suaves. Si no se tiene buena vista o existe dificultad
para realizar el cuidado de las uñas es conveniente pedir ayuda a otra persona. Si
las uñas están muy secas es conveniente hidratarlas. Si se detecta alguna
alteración como engrosamiento de las mismas, cambio de color, se rompen con
facilidad o parecen infectadas, se debe consultar con un profesional (podólogo,
equipo de salud, etc.).

3.4.5. Calzado:

Un número importante de las úlceras en los pies se producen como consecuencia


de rozaduras producidas por utilizar calzado inadecuado. Por este motivo, es
importante elegir bien los zapatos para cada ocasión: viajes, deporte, playa, uso
diario, etc..
Recomendaciones para elegir zapatos y calcetines El calzado tiene por objeto
proteger los pies y evitar lesiones que pueden producirse por el contacto con el

26
suelo, golpes, cambios de temperatura, etc. Pero no podemos olvidar que la moda
en el calzado es un factor importante a la hora de elegir los zapatos que calzamos.

El problema es que los zapatos que siguen los dictados de la moda, especialmente
en el caso de las mujeres, no son los idóneos.
Algunas recomendaciones para el uso de calzado son:
 Los zapatos deben calzar bien, no deben ser estrechos ni pequeños, que obliguen a
llevar los dedos encogidos, pero tampoco deben quedar flojos ni grandes, que tiendan
a salirse al caminar.
 Los zapatos deben ser blandos, ligeros y de piel, que permite que el pie "respire". Los
de material plástico no permiten el paso del aire, lo que no favorecerá la transpiración
de los pies.
 La punta de los zapatos no debe ser estrecha, mejor redondeada, debe permitir que el
pie esté cómodo.
 Es conveniente que la suela de los zapatos sea antideslizante y resistente, no
demasiado fina, debe reducir la presión en el pie.
 Los tacones deben tener base ancha y no demasiado altos ni demasiado bajos, pues
tanto una cosa como otra puede causar problemas en el pie. La altura recomendada
en los zapatos de tacón de mujer es de 2 a 4 cm, en hombre de 2 a 3 cm.
 El interior de los zapatos mejor sin costuras, así se evitan lesiones.
 Revisar el interior de los zapatos (con la mano) antes de cada puesta, para comprobar
que no existen objetos, pliegues en el forro, costuras, etc., que puedan dañar los pies.
 No se debe usar siempre los mismos zapatos, es conveniente tener al menos dos
pares para permitir que se aireen.
 Es conveniente lustrar los Los zapatos de piel para que el cuero se conserve bien.
 Se deben reparar las partes desgastadas de los zapatos para permitir que el apoyo
del pie sea el adecuado.
 Comprar los zapatos por la tarde, los pies suelen hincharse durante el día, deben
quedar bien en el momento de comprarlos. Si se compran muy justos, con el paso de
las horas, pueden ser incómodos, y se deben evitar presiones en el pie aunque sea
por periodos cortos.
 No fiarse únicamente del número que calza, el mismo número puede tener distinto
tamaño en marcas o estilos diferentes, lo importante es que deben quedar bien.

27
 Si se tiene un pie más grande que otro, poner una plantilla en el zapato del pie más
pequeño.

 Los zapatos nuevos se deben usar de forma progresiva, muy poco tiempo al principio,
no más de 1 o 2 horas los primeros días, y revisar los pies para comprobar que no hay
lesiones en los mismos (ampollas, rozaduras, etc.).
 Se deben cambiar los zapatos, si no es posible repararlos cuando están desgastados,
la suela está en malas condiciones y el interior del zapato está roto.
 El tiempo de uso de zapatos de tacón o plataforma debe ser limitado.
 No se debe utilizar el calzado sin calcetín o medias, y es preferible que estos sean de
fibras naturales. Para combatir el frío son adecuados los calcetines de lana, incluso
para calentar los pies en la cama
 Los calcetines con costuras, ceñidos que compriman y que lleguen hasta la rodilla no
son adecuados.
 Para realizar deporte se debe elegir un zapato adecuado para cada tipo de deporte,
que se adapte al pie.
 El calzado para viajes debe ser cómodo y se debe cambiar con frecuencia, para evitar
la formación de durezas por presión en la misma zona.
A modo de resumen se puede decir que:
 Se debe utilizar siempre un calzado adecuado, incluso para caminar por la playa, ya
que la arena caliente puede quemar la piel, o se puede clavar alguna concha marina o
cristal.
 En lugares fríos el calzado debe ser cerrado y mejor alto, tipo bota, que mantenga la
temperatura normal de los pies (Salgado)

28
IV. CAPÍTULO: TRATAMIENTO DEL

PIE DIABÉTICO

29
4.1. Tratamiento de las úlceras del pie diabético

La mayoría de las úlceras de pie aparecen en pacientes con neuropatía e


isquemia. La tasa de recurrencia de las úlceras es del 66% a los cinco años. Las
personas con diabetes que han tenido una úlcera previa deben poner una
atención especial en la higiene y cuidado de los pies y en la utilización de un
calzado adecuado. El tratamiento de las úlceras se basa en el recubrimiento
adecuado de la lesión, tratamiento de la infección y alivio de la presión.

4.1.1. Apósitos

Los apósitos protegen las úlceras de posibles traumas, absorben el exudado, y


pueden mejorar la infección y promover la cicatrización. Idealmente deberían
ser estériles y no adherentes, con capacidad para absorber el exudado, no
despegarse al caminar y permitir la inspección de la herida.

4.1.2. Desbridamiento

En las úlceras neuroisquémicas, las guías recomiendan eliminar el tejido


necrótico. En el caso de una isquemia grave, el desbridamiento debe realizarse
con mucho cuidado, ya que es esencial no dañar el tejido viable Los hidrogeles,
utilizados como desbridantes, son significativamente más efectivos que la gasa
o la atención estándar en la cicatrización de las úlceras del pie diabético

4.1.3. Tratamiento antibiótico de las úlceras infectadas

La mayoría de las úlceras crónicas del pie diabético están colonizadas por flora
microbiológica, que incluye aerobios, anaerobios y hongos Es difícil saber
cuándo una úlcera se encuentra realmente infectada. Ningún signo clínico,
incluida la presencia de exudado purulento, permite diagnosticar la infección
con seguridad. (Gobierno de MX)

30
V. CONCLUSIONES

 El pie diabético, es una complicación que, puede ser prevenida si todos los que
padecen del mismo cumplen el tratamiento tanto farmacológico como no
farmacológico de su patología, siendo necesaria su educación sobre el tema

 La dieta y el ejercicio individualizado de los diabéticos, son medidas que disminuyen


potencialmente el padecimiento de otras complicaciones relacionadas al mismo

 El cuido detallado y continuo de los pies en las personas diabéticas reducen


importantemente el riesgo a una lesión ulcerosa que puede llevar a la amputación
del miembro del paciente.

31
VI. ANEXOS Y BIBLIOGRAFÍA

32
Fig.1 Fig.2

Fig. 3

33
Fig. 4. Gangrena del

segundo dedo del pie

derecho.

Fig. 5. Pie con amputación

del primer y quinto dedos.

Ampollas

34
Callosidades

Dedos de martillo

Grietas en el talón

35
Juanetes

Uñas encarnadas

36
BIBLIOGRAFÍA

 ACFAS. (s.f.). Américan College of Foot and Ankle Surgeon. Obtenido de

http://www.Américan CollegeofFootandAnkleSurgeon.com

 Desease, N. I. (s.f.). Neuropatìa diabètica. Obtenido de http://www.2 Página Web:

Neuropatía diabética. El daño de los Nervios/National Institute of Diabetes and digestive

and Kidney Desease/

 EL SEVIER. (s.f.). Medicina Integral "El pie Diabético". EL SEVIER, 3.Revista digital .

 Gobierno de MX. (s.f.). Guia Salud-Pié diabético. . Evaluación Prevención y

Tratamiento.

 medicina, D. d. (s.f.). 1.Organo Informativo del Departamento de medicina

Familiar/Atención Familiar/Pie Diabético.

 Salgado, L. (s.f.). Cuidado del pie en personas con Diabetes - Alianza por la Diabetes. A

Tu Ritmo.

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