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..
DE


ESPAÑA,
ÓSEA

I-IISTORIA IL1JSTRADA Y DESCRIPTI,r A DE SUS PRO'\TJNCIAS,


• SUS POBLACIONES MAS IMPORTANTES DE LA PENINSULA Y DE ULTRAMAR.

~ SU GEOGRAFÍA Y TOPOGRA.F[A. - SU HISTORIA XA. TUR \L. -SU AGRICULTURA., CO\CERCIO, INDUSTRIA,
ARTl!:S Y ~IANUFACTURA.S.-SU HISTORIA A:-,¡TIGUA Y MODER;,/A,
CIVIL, MILITAR Y RELIGIOSA.-SU LEGISL.\C'CO'I', LE:'<OUA, LITERATURA. Y BELL._S ARTES.-SU ESTADÍSTICA
GE\'ERA.L.-SUS HO\IBRF.S Ct'.:LEBRE.;; Y GE'<J;;.\LOGÍA. DE LA.S F.\:'\HLCAS
MÁS NOTAllLES.-SU , ESTADO ACTUAL, EDCFCC!O~, OF[Cl\'AS, ESTABLECC\ltB:-,iTOS Y CO\IERCIOS
PUllLICOS.-VISTAS DE SUS )10:-l'U\I8'<TOS, C'.\RTAS DE SUS
TERRITORIOS, Y RETRATOS DE LOS PERSO:-fAJE:S QUE HAN ILUSTRADO SU ME\IORIA.

OBRA REDACTADA

POR CONOCIDOS ESCRITORES DE MADRID, DE PROVINCIAS Y DE AMERICA.

CORUÑA .

MADRID.
EDITORES:

RONCHI Y COMPAÑIA.
-
1866
Propiedad de los Editores
RONCBI Y COMPA~IA.
,

DE LA

POR

D. FERNANDO FULGOSIO .

MADRID.
EDITORES:

RONCHI Y COMPAÑIA. •

1866
I

MADRID: 1866.
Imprenta á cargo de J. E. Morete, PreciadoP, 74.
A LOS MUY ILUSTRES

AYUNTAMIENTOS CONSTITUCIONALES

DE LA CORUÑA, SANTIAGO, FERROL, BETANZOS,

Y A TODOS LOS DEMAS AYUNTAMIENTOS

DE LA

PROVINCIA DE L.A CORUÑ .A,


DIGNOS REPRESEN'f ANTES DE UNA GRAN PARTE

DEL

,
NOBILISIMO PUEBLO GALLEGO,

DEDICAN LA PRESENTE CRÓNICA

EN TESTIMONlO D~.J PROFUNDO RESPETO Y RECONOCIMIENTO

EL AUTOR Y LOS EDITORES.

'

CRONICA DE LA PROVINCil DE LA CORUÑA.

INTRODUCCION.

Dos patrias tiene el hombre en este mundo: de la ritorio hoy provincia de la Coruña, cuyos mas remo-
primera, le habla la sangre; de la segunda, el deber tos y verdaderos orígenes cumple á nuestro propósito
.
y los recuerdos: refiérese aquella al nombre y orfgen averiguar.
de nuestros padres, despues viene la tierra en que F.sta parte, la menos importante de Galicia eo
nacimos. No hemos de olvidar, al escribir esta Cróni- otros tiempos, es ahora por sus ciudades, universidad,
ca, que la historia de un pueblo no consiste meramen- arzobispado, riquflza, comercio y departamento ma-
te en dar por supuesto que los hombres nacieron de rítimo, la provincia principal: no que aventajen sus
las piedras, como mentían los griegos, tomando al hijos á los de las otras provincias en buenas calida-
pié de la letra lo del diluvio de Deucalion; ni en ercer des y virtudes , antes bien puede asegurarse es
que la etimología sirve tan solo para encarecer las grande la semejanza entre todos los gallegos. l\Ias
excelencias tle una monarca, en vez de rastrear las como vamos á hablar de tierra tan distinta y tan
mas ligeras señales del orígen del pueblo que la opuesto clima al que, en lo general, se considera pro-
señorea. pio y exclusivo de F.spaña, forzoso es detenerse, cual
Digno de toda atencion y alabanza es el afecto con no lo haríamos si se tratara de otra, no tan descono-
que miramos á nuestra tierra; sagrada la amorosa vo- cida. y apartacla.
luntad con que ponemos los ojos en la cuna de nues- ,\.Hende los peñascosos montes de Guadarra1n:-i. se
tros padres; por eso va con el tiempo aplacándose el dilatan las rasas llanuras de Castilla. y Leon: la pres-
empeño ele no hallar nada comparable con el linaje teza con que ahora se viaja. no es parte para ahuyentar
propio, al ver que la historia nos po,ne de manifiesto la el t1<1lio del viajero, á vista ele aquellos ca1npos sin fin
hermandad de nuestro oríg·eu con el de los pueblos desiertos, sin árboles ni agua. Los pueblos, hechos de
occidentales de Europa. l\1as antes de ocuparnos en los barro, conservan el seco a-:pecto de la tierra, en la
habitantes del territorio coruñés, diremos breves pala- cual no hallan los ojos planta ni objeto alguno, con
bras acerca de su tierra. vida ó sin ella, en r¡ue po<:arse un mo1ncnto.
Cuando la mayor parte de Europa se hallaba de- Al cabo, de¡:;pues de l 'lrgas y cansa.das horas, cuan-
bajo de las aguas , desde España hasta los montes do la paciencia. se agota, y no se sabe cuál es mayor
Urales, fuera del Norte de Korueg·a, Suecia y Lapo- fatiga, la del cuerpo ó la del alma, comienza á rayar
nia rusa, que formaban vasto espacio coutir,.ental, bácia el estre1no horizonte, y bajo cielo mas nubloso
así como algun otro territorio, á 1nanera de isla, casi que el cle Castilla., o;;r,ura y desigual línl.'a, que, á
siempre de mísero tamaiío, solo presentaba la Penín- simple vista, con dificultad se percibe. Arida es aun
sula ibérica tal cual peq ucña comarca. En las desco- la tierra, y despeja.da la atmósfera; con todo, algu-
nocidas y desiertas aguas, jamás surcadas por embar- nos chopos 'S tal cual bosquecillo de álamos blancos,
caciones del hombre, tan ignorado á la sazon de la en las cercanías ele los pueblos, dan á conocer que el
tierra como ele sí propio, sobresalia por el lugar en agua está somera, 3· las lluvias son por allí mas
que al presente yace España, una isla, asiento del ter- 1 abundantes: en resolucion, si bien lenta y casi iusen-
R CRÓNICA GENERA L DE ESPAÑA.

siblen1ente, va uno llegándose ,í latitud m;i.s septen- salen cuadrillas de hombres, pobremente vestidos, que
trional. van por mar y tierra á Portugal y costa de Andalucía,
8ig·urn los montes á la vista., pero ya mayores, se- así co1no los de Lug·o y Orense vienen á lo interior á
n1C'jando 1nurallas de bronce, cuyo color tienen, en voz trabajar en oficios generalmente humildes, y no pocas
clrl hcrn1oso azul de las sierras del :\fedio<lía. El sol se veces desdeñados do los naturales.
pone á la i?.quierda, mientras vamos en demanda ele Por muestra de semejantes infelices supone la gen-
la enorme sirrra, q ne parece de golpe abortada del te vulg·ar, y aun la que por tal no SP tiene, lo que se-
seno del globo para estorbarnos el paso, desYanrceso rán los den1ás hijos del territorio ele la Coruña, al cual
en tanto el solen1ne crepúsculo, y todo en torno se l niega la Providencia el horrible y mortal frio seco
adnrrn1e y reposa en brazos de la noche. de J\1adrid, y el sofocante calor de las orillas del Gua.-
~º" nn1anrre Pn hermosísi1na vega, cuyos fronrl.osos diana.
;trboles y fértiles praderas rodean á Leon; saludamos Dejando á un lado toda ironía, levoveuganzadelas
dc:;pues <le _.\,-torga, á la mísera comarca del honrado injuriosas calumnias que suelen llover sobre Galicia,
n,aragato; y no sin poner los ojos con alegTía en la diremos que, asentadas nuestras mas ricas, y hasta
hPrn1osura drl º'?icrzo, nos detenemos al pil; <le la ele- ahora, importan tos ciudades en tierras al Sur, los poetas,
vntlisimn siPrra, cuya mole n1uevo á ten1croso des- inspirados por lo que veían, solo alcanzab:in fuerzas
aliPnto al ca1nioante. para encarecer el dia de sol y la noche serena. Los ex-
Por ang·osta y drsigual garganta se <les peña raudo tranjeros, asimismo, acudian á nuestras costas meri-
torrente, convertido á poco on rio, ol cual, á veces, so dionales, y por ellas j uzg·ab:i.11 el resto.
d<'tiene formando tranquilos remansos en deleitosos Co11 todo, á la parte mas septentrional do España,
valles, cuyos árboies cruzan las ramas ele orilla ,."t ori- llena de mont"s frondosos y an1enos valles, con anchos
lla, como para librar á las aguas de los rayos del sol: y seguros puertos en el .\.tlántico, bajo benig·no cielo,
¡riberas a1uenísin1as dPl ,·alcárcel, pordondesube cu- y ostenttindo en su seno tres nobilísimas ciudades de
lebreando el ca,nino de Galicia! primer 6rtlen, la provincia de la Coruña presenta al
Traspuesta, la for1nidable sierra., nos hallamos en Océano su férr<'a é incontrastable costa, antemural de
comarca cuya vista sorprende por estremo. I,nposible nuestra querida patria.
parece que este1nos en la Península ibérica, pues tan Frondosa como Inglaterra, abundante en aguas y
diferentes son ciPlo y tierra de lo que acaba1nos de ver. praclosa como Irlanda, an1ena como N ormanclía, se-
:En lug·ar del radiante y casi perrnne sol de otras n1ejante á lo mas bello do Bretaña, y con10 todas es-
regiones, tristP, si bien dulcísi1na luz, se extiende por tas tierras, sometida. á la benéfica influencia del
n<1uell 1s valles, que ondean co1uo las verdes ag·uas Gulf's Streani, corriente marítima quo, al través del
del Atlántico; hállase en vez ele la mayor seque- 1-\.tlántico, trae las templadas aguas del golfo de lvfé-
dad imag-inable, uno de los territorios n1as húrnetlos j ico para que hagan sobremanera sano y agrada ble
dPl mundo; suple por la ·viveza tle los tlPrnás c-s- ol clima de las costas occidentales do Europa, la pro-
paiíoles, flema digna de alemanes; y en fin, hace ve- vincia de la Cornña está libre del pernicioso y reseco
ces del clima de l~spaña el clima de Inglaterra 6 Kor- aliento del Sallara, que tan mortales efectos produce
manclía. en nuestras pro\ incias ele lo interior, y sobre todo, de
~las confor1ne caminamos, puede decirse seg·ui1nos Levante. El hombre no ha hallado jamás, en su pe-
de sorpresa en sorpresa. En lugar de casas reunidas, regrinacion por la tierra, clima tao suave y á propó-
señal d~ miedo y falta de seguridad, solo vemos case- sito para su aumento y bienestar, como el de las
ríos esparcidos por cuantos valles y montes se descu- costas occidentales del Continente europeo.
bren; equivalrn por la falta de árboles, triste calidad Xi hay, en verdad, nacion alg·una que ofrezca tales
de lo iuterior d11 la Península, robles arbustos, árboles desemejanzas como España, pues ante lo que se ve
sagrados del Celta , copados castaños, frondosos entre nuestra provincia de la Coruña y la de Alicante,
nogalrs, gallardos y esbeltos chopos y álamos hlan- la pingüe Norn1audía y la seca Provenza. parecen her-
co,-; en una palabra, nos hallamos en tierra meno,; co- manas. De ese modo, al paso que el Centr.:> y .l\'Iedio-
nocida de la 1nayor parte de los espaf1oles, que la Chi- día no presentan mas quo áridos é inseguros desiertos,
na 6 el Japon. acaece en la provincia do que trata esta Cr6nica lo
La larga distancia y asient0 en los últimos confines que l\[. Leonce de Lavergno dice de Flandes: «Forzoso
de Europa, la inperdonable incuria con que hen1os es creer que esas comarcas del cielo triste y opaco,
miratlo casi siempre á la marina, base principal de en donde el agua impregna tierra y aire, son las mas
nuestra riqueza y poderío, con otras diversas razones á propósito para el metro del género humano, pues
de que lurgo hablaremos, han tenido á la provincia siempre llega en ellas la poblaciou á su mayor incre-
de la Coruña casi del todo apartada del trato y comu- mento» (1).
nicacion con las den1ás provincias. ¡ Aun hay entre
nosotros personas que hablan de ella, como de comar-
(1) 11 fnul crolre que ces contrées sombres et tristes, oú l'enu
ca allende el rio Leteo! ¡Solo se sabe que llueve á pén~lre de toutes parts, Pnir et le sol, sont les plus propes nu déve-
menudo y no hay corridas dr toros; aciaga y aun pu- loppomcnt ,le Pespéco humaine, puisque pnrtout oú elles se rencOn•
trent, In populatíon nrrive á son npogéo.-r.L Léoncc de Lnvergne.
nible calidad, la última, en una provincia de la Penín- Ecouomie rurnle de la France. Premiére rég1on, r-íord-Ouestc, Depnr-
sula! DP cuando rn cuando, en verano sobro todo, ' tement du :-;or.t.


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P.ARTE PRIMER.A.

CAPÍTULO PRIMERO . 1fancineira, á la altura dr Castrillon, division de


aguas al Eume y al Ladra, Sr-rron d1'l Lobo, alto del
Asiento de la provincia de la Coruün.-Clima.-Dc.cripcion to¡>og-rá- Caudieiro, sierra de la Loba, feligresía. de Santa
flca.-Montes, valles, rios, costa. 1faría de Gestoso, E. de Cambas, clivision de ag-uas al
l\fandeo y Parga, Coro.al de 1fontouto, ~lamoa do
E s la provincia de la Coruña, en lo civil y admi- Buño; corta la línea de carretera de t.fadriu á la Co-
nistrativo, una ele las cuatro del reino de Galicia; en ruña, al O., )' no lejos de donde se cumplen 8 leguas
lo militar, una de las comandancias del mismo; de- á esta ciud·ld, sigue á la Cobri de Serpe y del Cam-
pende en lo judicial de la audiencia de su nombre, en pelo por el desfiladero de las Pías al Corno de Doy,
lo marítimo del departam,..nto del Ferrol, y en lo cle- division de aguas al Furelos y Narla, alturas del Pil-
siástico, de las diócesis de _Santiag0, Lugo y 11ondo- reo, Cairon y l\famoa de Losoiro, monte de la Baca.-
ñedo. riza, que dan sus aiuas al Pambre y arroyo Riose-
Hállase al ~O. de la Península, entre los 4'2º 21' y co; termin·1ndo el desagüe de aquel en el Ulla, el
43° 37' de latitud y los 3° 55' •v 5º 33' de lono-itud
o mar.
occidental del meridiano de 1!adriu. IJescripcion topo!Jráfica. Dividiendo á España en
Puesta en la costa del A.tláutico, su clima es acaso zonas, la mitad de la provincia de la Coruña corres-
el mas igual y benigno de España, sin que apenas se ponde á la vertiente septentrional 6 cantábrica, y lo
sientan el calor y el frio, no solo cu la costa, sino en den1:í.s á la vertiente occiden+,al 6 lusitánica. El Sor,
lo interior, poco elevado, e11 lo general, sobre el nivel co1no ya hemos clicho, es el sitio en que parten térmi-
del mar; de manera que apenas se conocen las nieves, nos de Lugo y Coruñ-i: aquí se adelanta la Punta u.e la
y auu estas no duran en las cumbres mas altas. Estaca. de ''ares, lo m'ls srptentrion·\l de E ,;paña, y
Abundan las nieLlas, las cuales pocas veces dañan, tierra adentro está el valle de Sor, profundo y de des-
como se suele creer, antes bien son u na de las causas agradable aspecto de los montes al E., caen al rio
mar, poderosas que mantienen el perpétuo verdor, que n1uchos torrentes, formindose al cabo la Ria del .Har-
por sí solo distingue á nuestro territorio u.o la parte qucro, de las mejores para la marina militar.-Cru-
mas grande y conocida de la Península. zando la cordill~ra u.e la Faladora, se halla uno en el
No hay mas enfermedades que afectos cutáneos, valle de Santa l\larta de Ortigueira, formauo por el
hácia la costa, si bien menos que en otras comarcas l\.fero y otros dos rios menores; nace aquel al pié del
en igualdad de circunstancias, á causa tal vez de la Caja.do, y despues de recibir varias corrientes forma
frecuencia con que, á pesar de su pobreza, se mudan una isleta en la parroquia de Santiago de l\1ora y se
de rora interior aquellos labradores; fiebres gástricas llega al mar; tiene un pueute importante, llamado de
nerviosas, tal cual intermitentes y no pocos reumas, á Nobal, camino de S:iuta ~fart:1 al Ferrol. De los otros
causa de la costante humedad. dos rios, uno de ellos riega el vallecillo de los De-
Rodea el Atlántico á la provincia de la Coruña por besos, Coozadoiro, lifonteiro, Barbos, Luhia. y La-
el N. y O. desde el embocadero del Sor hasta el drido; y en una pequeña entrada que forma., llega. la
del Ulla. Sirve ele frontera terrestre el Sor hasta su marca al N. E. de la villa de Santa l\-1arta. Es este
nacimiento, y aquella sigue desdo las Puentes de valle hcrn1osísimo, lleno de frutales, granos, legum-
García Rodriguez cortando el Eume por el puente de bres y arbolado: su confin occidental es una cordille-
CORU:\A. 2
10 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

ra que corre dos leguas al :KO. clcscle el Cajaclo y llega Frente á la 1farola, peñasco aislado, terror de los
al cabo Ortegal. navegan tes, está la punta ele Torrclla, donde fenece
Los ríos del Porto de Cabo y ele los Forcados, entre un ramal que separa el valle de Betanzos del valle del
los cuales se alza el cerro de l\1onteagudo, unidos al 11ero, en que vamos á entrar. Recibe el ~1ero las aguas
llegar al Océano, forman el valle de Cedcira, mas mas allá de la altura de San Juan de 11edcla, hácia la
montuoso y menos importante. tierra de 11esia; corre cerca de una legua desde la
El hermoso y rico valle de Jubia tiene cuatro Ticira hasta la parroquia de Loureda, sigue legua y
leguas de largo de E. á O. y una de ancho en la media hasta Cullergondo, donde recibe una peq uei.ía.
parte superior: llámase valle de San Saturnino, hácia corriente, y por la izquierda, en Crendes, el rio del
la parroquia de este nom brc, y hácia Neda y Ferro! valle de Borcia. Desde Creudes, no sin desaguar en
es hermosísimo. Aquí C'Stá el d epartamcnto, cu3sos ha- él otras corrientes, llega á Ca.robre, y despues ele re-
bitantes y empleados hallan en la tierra comarcana cibir el arroyo del vallo de Veiga, desagua en la ria.
cuanto es necesario para la comodidad y bienestar: de la Coruña, entre el Burgo y 1'emple, hasta donde
son límites meridionales de este valle los montes de sube la marea.
Folgoselo, Cabeiro y Faro, que ,an, en general, de Aquí, el camino real de Castilla, que desde la
E. á O. Cuesta de la Sal cruza por Beta.uzos esta comarca, en-
El rio Eume, de siete lrguas de estension, y el dereza al vallecillo de Vilaboa, cuyo nombre de1nues-
mayor despues del Ulla y Tambre, en nuestra pro- tra clara1nente la hermosura del sitio. Revisten las
vincia, forma el valle de su nombre. Nace en el arca cumbres y laderas ele aquellos cerros, hasta concluir
de l\fontouto, sig·ue por las Puentes de García Rodrí- en las riberas de la ria del Burgo, aleg-res casas de
guez, en donde su puente ele piedra, así co1no el de recreo, propiedad ele los mas ricos mercaderes de la
otro rio que en él desagua, dan nombre al pueblo, y Coruña, y aun eutre la espesa un1bría de los frondo-
despues de recibir varias corrientes, acaba en la ria de sos árboles se alzan las paredes y el gallardo mirador
Puentedeumc; aquí se halla el antiguo y famosísin10 de tal cual ostentosa mausion con visos y apc1rien-
puente ele que mas adelante hablaren1os. Es este valle cia ele palacio. Pocos lugares habrá, en efecto, que
tan hermoso como el .Jubia. aventajen en cómodo asiento y alegre disposicion
Despues del pequeño valle del Bajoi, ele dos lrguas al valle de Vi la boa, al cual riega un arroyo que
ele largo, hácia el O., se halla el ele Lambrc, en direc- cu la Aceacla1na desagua en la ria, antes del Pa-

cion semejante; ambos son hermosímos, y sus aguas saJe.
van á la ria de Betanzos. 11enos frondoso es el valle de 11onelos, por donde
Betanzos viene á ser coro o el centro de las l\fariñas; sigue el camino; corre por este valle 'lJll peq ucño rio,
rodéalc el 1'1endo y el ~!ancleo, nacido aquel en los nacido en la parroquia de Pastoriza, y sig·ue por las
montes de la Tieira, mientras este viene por terreno de \Tiñas, Elvira y Olza, las cuales se hallan antes
quebrado y montañoso desde la aldea de su nombre de llegar á la Coruña. Por aquí, la tierra, abierta a.l
en el desfiladero de las Pias y parroquia Je Roade, mar y espucsta á los vientos salinos y nordestes aso-
hasta la de A.ranga, cortando el camino de l\fadrid en ladores, no presenta el mismo ...-erdor y espesura que
la Puente Castellana. en lo demás descrito; mas hablamos con rclacion á lo
¡Tierra hermosísima, en verdad, la que vamos des- que acabarnos de ver, pues infinitos pueblos del resto
cribiendo, á cuyo solo aspecto deberían sonrojarse de de España, incluso la córtc, trocaron al punto sus ári-
,ergüenza cuantos hayan tenido por costumbre ha- dos y desiertos alrededores por los de la alegre y her-
blar de Galicia como de mísero erial, y de sus habi- mosa Coruña.
tantes como indignos é incapaces de cultura! ¡Privado Altos montes que bajan del desfiladero de 11cira-
de toda luz debe de estar el entendimiento de aquel ma., scp:1ran al va.lle de Arteijo, legua y n1eclia al Oeste
que, despues de ver los deleitosos valles anteriores á de la capital, de los Vciga, Vilaboa y 11onelos. II,í.-
Lugo, no esperimeute á la par gozo y C>ntusiasmo, con llanse aquí en abundancia trigo, maiz, ganados, leña.,
solo estender los ojos desde lo alto de la cuesta ele la frutas y lrgumbrcs. l\1as allá ele este pequeño valle
Sal por la famosa l\lariña! Vista soberbia y grandiosa, está la tierra de Bergantiños, tan crlebracla por sn
ante cuyo recuerdo la lengua enmudece, desmaya la abundancia ele trigo. Grandes alturas rodean y lin1i-
pluma, y solo el corazon bendice al ciclo! tan por algunos puntos este valle, siendo notable por
Bajan, á manera de colosal anfitC>atro, montes y el N. el ramal que desde la altura de la Estrella se
cerros hácia el mar. Desde la region semi-alpestre en alza en 1\-Iontenemo, yendo en forma de ang·osta pen-
que nos hallamos, se ven fertilísimos valles asombra- diente hácia Cayon, 1[a.lpica y Cormc; á esta domina
dos de castaños, r.ntre los cu I les medran con pode- el monte Blanco, de que mas adelante hablaremos, en
rosa lozanía naranjos y limoneros; al pi~ de estos se cuyo color reverberan los rayos del sol de sorpren-
estieuclen praderas verdes, co1no las de 1\.lbion y de dente manera, con lo que se divisa desde larguísimas
Alemania, mientras la flor amarilla de la pita, hija de distancias. Riega el Alloncs, en el cual desaguan infi-
remotos y abrasados confines, se gallardea entre las nitas corrientes, toda la tierra de Bergantiños. Eu la
frescas y sonrosadas manzanas de Normandía. ¡Ahl parroquia do Carballo hay baños minerales, por estre-
por eso el Celta dió su nombre á Galicia, cuando des- mo concurridos.
pues de recorrer el seco riñon ele Iberia se creyó de Está la ria de Cama.riñas entre los cabos Vilaño y
nuevo en su patria; por eso estableció aquí su im- Touriñan, y forma un valle quebrado, semejante al
perio. anterior, siendo los montes que bajan de las Trave-
~
PROVINCIA DE L.\ CORU~A. 11

$as hasta ,·l cabo \'ilaño erguido antemural contra el es hermosísima y productiva hasta el Padron, cuyo
Atlántico. El río del Castro traza de E. á O. un va- valle, formado de terreno muy grueso por los sedi-
11Pcito desde Castrelo, último <le la pendiente scp- mentos de las avenidas del 8ar y el Ulla, si bien no es
teutriooal de Galicia; por él corren las aguas recogi- á propósito para la viña, lo es en cstremo para el
das en la cordillera q U<' hay entre las rías de Cama- 1naiz y riquísimos pastos, en donde, sobre todo en los
riilas y Corcubion, al pié de cuyas montailas hác-ia el Laiiios, engorda el mrjor ganado vacuno de Galicia.
N., en el pueblo d,, !11 urgía, está el Santuario de l'í ues- Hállase á esta parte el pueblo ele Rianjo, cuyas muje-
tra Señora de la Barca y la célebre peila, <le que mas res son célebres por su hermosura y la graciosa cofia
adelante hahlarcrnos. con que se adornan, que no era justo callar entre las
Es el valle dr Jallas rl primero de la pendiente graciosas hijas de la. provincia de la Coruña á las gra-
occidental, de mas estension esta y de menor c.leclivio ciosfsimas rianjeiras.
que la septentrional. Tlállase aquí el terreno bastante Antes de concluir la descripcion topográfica dire-
<:levado sobre el nivel del mar, la tierra es llana y es- mos breves palabras acerca de la costa de nuestra pro-
casa de árbol<'s, la e,;tensioo <l<'l valle seis leguas de . .
v1nc1a.
largo, por tres á cuatro de ancho; son los productos, Desde la Punta clr la. Estacadr '{ares, siguiendo la
trigo, centt•no, alg·un maiz, patatas, ganados y esca- costa, se halla la ria de Santa 1íarta, de buí'n fondea-
sa leña. Circuyen esta comarca montes de conside- dero y sí'guro puerto, sin barra, pero de difícil entrada.
ble altura, sobre todo los que rodean las rias dP -Xoya Sigue la ria de Crdeira, de buen abrigo Doblando la
y l\1uros, y en especial el Pindo, á cuya cumbre, lla- costa, entre el cabo de Coitelada y el SeiJo Blanco, se
mada de Lag·c <la 1foa, ha snbi<lo el ilustre J~vclla- ve la ria ele Ares, villa al S. del Ferro!. Antes se ha-
nos. Aquí entre el Pindo y el monte Lauro, está la lla este fan1osísimo puerto, tal vez el primero del
tierra y ensenada de Carnota, cuyo nombre demues- munc.lo, por su entrada de fácil defensa y su adn1ira-
tra seüalada,ncnte la estancia. clel Cl)]ta. ble disposicion interior, en todo lo cua.l nos ocupare-
Nace el Tambre en el mismo sitio que el l\fandco, mos mas detenidamente al hablar de nuestro primer
y corriendo de E. á O. por un cstenso , ·alle, c.lesagua departamento marítimo.
en la ria de Noya, en cuyas cercanías es la comarca, Con igual detencion trataremos ele la Coruña, des-
en aspecto y productos, semejante á las l\1ariñas. de la cual, la costa es por lo general brava, sin n1as
Pero en lo demás que el 'fambre rirga 1 por espacio que algunas pequeñas calas y arenales, durante tres
de doce leguas de largo y cuatro de ancho, es la leguas hasta el pucrtí'cillo de Cayon, mas allá del
tierra semejante á la de Jallas, si bien produce me- cual están las islas Sisargas, con buena bahía. Si-
nos granos, patatas y ganado, aventajándola un tanto guiendo unas tres leguas se hallan los ele Corroe _Y
en árboles. Aquí debe citarse el vallo de Corncira, en :ti:1alpica, dcspues de los cuales ebtá la ria de Camar1-
tierra de Barcala, abundante en frutas, castaños y ñas, entre las puntas de !'íuestra ~cñora del 1Ioute
robles. al l'íE., y ~uestra Señora de la Barca al SE., separa-
Riega el Ulla uno de los ,nas estensos valles de Ga- das 2,300 varas. ~.las allá de una costa brava, en la
licia. La tierra donde nace y la que bañan, por la iz- cual no se puede dese,ubarcar sino en las mayores
quierda. el río del Estanque y por la derecha el Pam- calmas del verano, se halla el cabo de Tourii1an y
brc, se llama Ulloa; rodt1anla los montes Corno do lucero el de Finisterre, con la villa de su nombre.
Boy, Aguas Santas, Pugeda, l\lariá, Ba.caloura de la Hállase c.lespurs la ria de Corcubion al E. de Finister-
Somoza y el Farelo; produce granos, patatas, legum- rc y entre las puntas de Cée al :\'O. y la de la. Ga-
bres y pastos escelentes. Es notable el corte de un le;e· al SO., apartadas 2,300 varas, donde se halla fon-
ramo del Pico Sagro, el antiguo .!,fans Sacer, por el deadero con 5 á 18 brazas. La punta de Castroblanco
Ulla, en San Juan de Qova, donde pasa el rio entre al S. y la de ~Ionte Louro al N., apartadas cuatro mi-
dos paredes verticales, de unos doscientos piés de al- llas una de otra, forman la boca de la ria de 1Iuros en
tura, cuya vista sorprende y maravilla. la cual hay bastante buen fonc.leadero, siendo fáciles
11Irjor que la l.ílloa es la tierra de :-.Iellid, regada la entrada y la salic.la. La punta de Quejada y el ca-
por el Furelos, y dominada por el alto Bocelo, que bo de Corrubedo forn1an el puerto de este nombre, po-
desde las Pías viene ele la cordillc..:1. y divic.le las co seguro ele los temporales, desde el cual sigue la
ag·uas al Furelos y al Iso.Deaaguaaquelen el Ulla,ca costa brava tres leguas hasta la punta e.le Carrcira,
la parroquia de Barazon, antes de los Puentes e.le A.r- concluyenc.lo la costa e.le nuestra provincia en la ria
cidiago, en donde ya se cultiva la vid. Forma el Iso, de Arosa, desagüe del Ulla.
dos leguas mas allá, el valle de Arzúa, mas rico, fron-

doso y de cscelente vino á las inmediaciones al Ulloa;
hay en la parroquia de Craudeso aguas medicinales. Cr\.PÍTULO II.
Sigue al O. el valle de :Furrairos, y luegv otra
tierra muy parecida, cuya parte inferior, riquísima y Resúmen del capítulo anterior.-Re,;oila geol,'.,~ica.-Reseila esta lí,;-
amena por c.lernás, está no lejo:;¡ del famoso paso del ticn.-Hu medad, ra•ácterdistintivo d~l clim:1 de Galicia.-Histori&
natural.-Pro,\uclo •·
Ulla en San Juan de Cova.
La ciudad de Santiago se halla entre la division de
aguas al Sar y al Barcia, los cuales, unidos media le- Para. resumir, dire1nos de nuevo que la mitad de
gua mas allá, riegan la hcrn1osa comarca ele la 11ahía, la provincia de la Coruña está comprendida. en ~a ver-
rica en maíz y escelentes frutas. 'l'oda esta tierra tiente septentrional 6 cantábrica., y la otra mitad en.
12 CRÓNICA GEXERAL DE ESPAÑA.

la Occidental 6 Lusitánica. En la primera, los rama- terrenos se muestran cubiertos en el fondo y laderas
les que rodean la cuenca del Sor van en general de clc los valles por formaciones diluviales y aluviales,
S. á N., mas antes de ellos hay otra cadena paralela, ó ele acarreo antiguo y moderno, no siempre fáciles
muy próxima, cuya altura llega en el Pico de Gua- de distinguir.
dran1on en Lugo, á 1,019 metros. Hácia el O., entre El granito, llamado vulgarmente piedra berroque-
las dos rias de Santa ~farta y Ce<leira están los n1on- ña, forma el monte Blanco, de que se ha hecho men-
tes de Ca pelada, cuya cumbre, á 1nenos de un kilóme- cion en el tt<rmino de Gorme, el cual se presenta
tro de la costa, lleg·a á 650 metros. Desagua el Jubia espuesto y raso: debe su color al guijo y arena que
en la soberbia ria del Ferrol, el Eun1e en la de .~res,el cubre el granito, y así resalta entre el oscuro color
lifandeo en la de Bctanzos, y el l\Iero en la del Burgo de los montes que le rodean, con lo que se vé, aun
6 Coruña, hallándose como agrupadas todas estas en dias nublados, A. mas de cinco leguas de distan-
magnificas rías. Las de Lage y Camariüas son las úl- cia, segun dicen.
timas de esta regiou, en la cual es de advertir llevan La sienita, 6 granito anfibólico, se halla, aunque
aguas permanentes todos los rios, á diferencia de las escasa, al SO. y en mas cantidad y con granates,
ram bias de otras rPiiones de España. hácia al cabo Ortegal. En relacion con la sienita, y
En la vertiente Occidental ó Lusitánica, el .Jallas probablemente sirviendo de tránsito, se halla la anfi-
desag·ua en la ria de Corco bion, frente al cabo de bolita, aunque perteneciendo á otra época, en las
Finisterre, tenido hasta ahora por lo n1as occidental cercanías ele l\Iellid, cabo Ortegal, Traba y Coris-
de la Península. A.l S. sigue el Tambre cuya corriente, tanco.
mas considerable, circula á veces tranquila, y otras La diorita, varieda<l de la anfibolita, lo mismo que
rauda, por medio de ramales que se enlazan de una á la eufótida y la serpentina, forman un grupo ele rocas
otra orilla: desagua en la ria de No_ya, así como el fgneas mas modernas, y se hallan: la primera, aun-
Olla en la del Padron. que poca, en Liboreiro, E. de Ju bia y NO. de Puen-
Como los montes de una provincia $e l'Stienden y terleun1r; la segunda, muy hermosa por su color ver-
enlazan con los de la inmediata, diremos es digna de doso, al E. de i\1cllid, relacionarla, como acaece ele or-
notarse la cadena de cumbres, que desde los mont<'s dinario, con la serpentina, la cual abunda y es notable
del Faro, de 1,500 metros ele altura, corre hastalaCo- por su hermosura y abundancia en Larazo, seis leguas
ba de :;:erpe, cortada por el Ulla, sobre cuyos rios mas al E. ele Santiago, donde se levanta en un gran cerro
considerables solo hay lomas poco importantes. de formas redondeadas.
Corre esta cordillera, harto señalada, hasta el cabo En l\Iazaricos, region del Lézaro, se halla tambien
6 punta de Vares, corta el Eume, y divide con el litni- la eurit1. en grandrs masas formando sierras de estruc-
te mPridional de la cuenca del t:11~, una region mny tura á veces porfídica. Segun el Sr. Schulz, de cuya
nota ble que presenta terreno suav('mente ondeado, Je descripcion petrog-ráfica tomamos estos interesantes
350 á 400 metros de altura, cruzado por muchos y pro- datos, el único representante del terreno ígneo vol-
fundos barrancos en todas direcciones y con estrechas cácico, que es un gran dique de basalto, de cinco varas
mesetas, particular aspecto de esta comarca, la cual ele espesor y de cstensiou desconocida, por estar cu-
semeja el mar cuando los vientos le·vantan en él pe- bierto de tierra labrantía, se p1 escnta. compacto y algo
queñas é infinitas olas. Pocos montes pasan ele 100 n1e- cavernoso en ciertos puntos, en tapizarlos los huecos
tros sobre las demás cumbres, y aun aquellos están de zrolitas y con cristales de olivina y trozos de an-
cercanos á la costa, como los de Capela<la, ya citados, fibol. Al parecer, este dique basáltico se halla como
el Pindo, de 600 metros, el monte de B:-trbauza, de int<'rcalarlo en un gneis porfídico á dos l<'guas S. de
680, próximo este á la ria de :N'oyay aqurl al emboca- Arzúa y seis O. de Santiago. No hay en lo de1nás de
dero del Jallas; y por último, el Treitoa, ele 680 me- la provincia lava, piedra pomez, ni otros productos
tros, cercano al clesagüe del Ulla. volcánicos.
Reseña geológica (1). El t<'rreno cristalino, llamado El gneis, relacionado con el granito, cuya fisono-
antiguamente primitivo, representado por rocas gra- mía y estructura toma, al parecer, se halla en las cer-
níticas, algunas ,ariedades de gnris, y una srrie de canías de i\lelli,1, riberas de 1 ~or, alrededores ele Be-
pizarras talcosas, micáceas, cloríticas y tam bien de tanzoR, ~oya y Bamio. Otras variedades, tales con10
gneis, todas masó menos trasformadas por matrriales el micáceo alt<'rnando con la micacita, forn1ando ya.
ígneos y pertcnecirntes con bastante probahili<lad al parte del poblemát ico silúrico, se ven con frecuencia
terreno silúrico, representan la base ele la constitu- en el camino de Santiago á. la Coruña; el clorí-
cion geológica de la provincia de la Coruña. Estos tico cu tierra de Bcrgantiños, y por último, en la.
de la Coruña hay otra muy abundante en feld<'s-
pato. '
{1) Fuern, con toda verdal, ingratitud, y aun co~a peor. de nues- Las pizarras micáceas y talcosas formando parte
tra parte, si cabe en el ho,nbre mayor ru,n \~,! que merecer tncha del mencionado terreno, se hallan con frecuencia en
de inl!"rato, el no dnr aquí las gracias al ~eñor ,Ion Juan Vilanova y
la jurisdiccion ele l\'lontes, l\,fariñas de la Coruña, Be-
Piera, eminente geó-logo es¡inñol á cuya autoridad y cousejo ,\ebemos
t.anzo'\, Ferrol, tierras de Jallas, y al E. del Tambre.
el poder vresentar a lo'! lectores una reseña geológica de la proYin-
cia de la Coruna, con arreglo á los datos del Sr. Scbulz, y conforme
La variedad clorítica, en tierra de .Tallas, Arzúa, San-
á los últimos adelantos de la ciencia. Eeou, ¡iues, Cbtns palabras
ta o1arta y J ubia. La arcillosa. negruzca forma una
leve m ue~tra del agraJeciroiento y sincera amistaJ con que mira• gran faja q uc corre por la costa de Santa Marta y ria
mos al Sr. Vilano-va. del Barquero, relacionada con las anteriores.


~
PROVINCIA DE LA f.ORU!'\A. 13
.
La cuarcita, 6 cuarzo en bancos, blanco y propio de Repetimos que en este caso, presentar númerossin
este mismo terreno, se ve en el famoso Pico Sagro, cu- comparacion, cs pcrder el tiempo; ele esa. manera se-
ya cresta desigual se cstiende mas allá de la Ulla. guiremos el único camino que nuestros límites con-
La caliza cristalina metam<Srfica, blanca 6 mármol sienten, diciendo: que ya en la criuiinrzlidad general
sacaroideo, perteneciente tam bien, con bastante pro- clel mapa, se advierte en conjunto el vrrdadcro cstn.,lo
babilidad, á este trrreno problemático, solo se, halla de naestra poblacion. Escaso es a<]_ní el número <le ho-
en San Jorge de 1Ioeche. micidios y herirlas, comparado con lo de1nás de l~spa-
Carece por completo nuestra provincia de depósitos ña, lo cual elcbe atribnirsr, no solo á la natural bon-
de sal gema y manantiales salados, tan frecuentes en dad y car:\.cte1· pac1 fico ele lo.; habitan te.;., si no al me-
el terreno triario en otros puntos de la Península. nor uso de arinas prohibidas, el cual po,lria todavía
Resumiendo: las rocas plutónicas y las cristalinas acabarse del todo, si se le pPrsiguiera. eorno es debido,
predominan en la provincia de la Coruña, pa.rte ele uno y no se hace en ninguna parte ele la Península, con
de los tres grandes focos de accion ele la Pcnínsula, detrim1•11to de la buena policía y aun cou vcrgürnza,
formando el granito el núcleo, y siendo, con otras, la qt1e sobre todos nosotros recae, al ver el incrc1blP nú-
ca.usa perturbadora de los trastornos y forma física de mero de odiosos ase,.;inatos q uc manchan el sucio ele
los terrenos. Constituye el granito con la sienita y los algunas provincias. El hombre á quien el enojo pone
pórfidos el suelo de la Coruña: estas roca-; se.cstien- furra. <le sí, es con facilidad asesino, cuando p·1ra rles-
den por el Norte al Atlántico, en el cual se ocultan, gracia y vergüenza. suya tirnc la funesta co:-;tumbre
y corren há.cia el Sur hasta Portugal. El tt'1-rcno pro- lle llevar á mano armiis tan f;icilcs ele esconder, como
blemático silúrico, compuesto en pa1·te de gneis, cuar- de u,:;ar en contra de un sc1nejante, harto á. menudo in-
citas y pizarras, y la caliza cristalina, completan la defenso. Ta111hien en nuestro territorio usa poco el
constitucion geog·n6stica de nuestra provincia, en la pueblo de arrn:1.s de furgo. l~n las fi.C'stris y romería;;,
cual, y cu este punto de vista, escasean, sobrc1nanera mara.villa la p:..z y seguridad c¡uc en ellas se advierte,
para su riqueza industrial y agrícola, las épocas mas á pesar <le durar sernej:i.ntc concurso <le pPrsonas ele
modernas. diversas y aun lrj·ina,; parroquias hasta hora-. casi
Reseíi.ct estadlstica. Nada mas fácil <]_Ue trasladar allelautaJ.as Je la noche.
aquí íntegros los datos publicados por el Anuario ,1¡e- El clcfecto qne con mas apariencia de razon se sue-
1Wral do Estadística: ,nera tarea de copista, y con la le echar en cara á nuestros gallegos, así como á toe.los
cual fuera dable merecer no1n bre ele sábio, 6 por lo los dc1n;í.s, es su aficion á litigios, sutilezas y tra1npas
menos de grande1ncnte aplic·1do, si no este viese tan á. legales, con tanta razon conocidos en Francia por el
mano el manantial tle la prestalla ciC'ncia. nombre general J.e cltica!le, el cual e<]_ui vale á. lo;:. an-
Tampoco son los límites de esta C,·é,iica 1nas de lo teriores términos, rcsumiénelolos.
suficientes para dar clara, pero brc,e idea de los di- Razon hay para culpar, hasta ciertopunto,áloshi-
versos asuntos que presta provincia tan i1nport·u1te jos de la provincia de la Coruiíri; pero al j ucz 1na-, :-c-
como la Coruña, por cuya razon empezarernos nurstra vcro no tendríamos reparo en rlecirlc, mirase antes de
reseña por el estado criminal, abreviando, si uo supri- condenarlos, la triste condicioo, vicla precaria, propie-
miendo los nún1eros, que nada dicen, sobre to lo, en dad a1nenazallora, cargas o¡ire,:;oras y <laf1osoquc por to-
este caso, á no estar puestos en frente de los de otras das parte:; rodean y oprin1en al triste hijo del hermosi-
• provincias, con los cuales sea posible la comparacion . si1no y desg-raciado suelo coruñés.
En 1860, y acompaüanclo el Anuario, se publicó un Con respecto al cli1na, en el cual nos ocuparcrnos
mapa llamado De la crinii1tali1lrzd de Espaí"irz en el año de nuc\-o mas adela.ntc al dar c•.1euta de uno de los ca-
referido. En él se de1nuestra el estado crirninal de la ractéres que 1nas s<'ñalan á la provincia de la Cor11fia,
Peninsula, islas adyacentes }' Canarias, resun1ido ue que es la humedad: pondremo:, algunos datos im¡,or-
la. manera siguiente: Guipúzcoa es la provincia de tant,,;; con referencia :i las observaciones meteorológi-
menos criminalidad de España, á la cual sig·ue Lug·o, cas \·crificadas en la universidad de ~:intiago, bajo la
y las demás, en estd. forma: ºVizcaya, Pontevedra, direccion d,•l catedrático <lP física D. Dion isio Gorro-
Ovieclo y Coruña, en la cual nos detendremos. i\ ues- i10, así en el aüo de lSt.iO corno en el de 1861. La prc-
tra provincia es una de l:i.s de menos~rin1inalicla1l de si0n at1nó:;ferica mrdia del año 60, fué de 730'81; las
España, la cual dis1niouye todavía, si se tiene presente presiones cstren1as, 3 de octubre, la máxirna fu<- de
que en la Coruña hay tres ciudades de prirnera i1npor- 7:íl '32; la rníuirna, 25 de dicictnbre, de i61 't-:O; h~ os-
tancia, cada una por su estilo, ';j n1uy superiores en cilacion, 31 '52. La temperatura m ~dia clel aire, 11 '5;
pobln.cion, riqueza y mo,imicnto, todas rcuni~as, á la,:; estren1,1-., la 1náxima, 3 de julio, ;,;J'O; la 1níniiua,
cuanto puedan, á ello semejante, presentar las pro- 5, 6, 11, 15 de febrero y 10 de marzo, de 2'0. la os-
vincias en que se ve menor cri111inalidad. Si nuestra cilacion, 33'0. I,lovió rn el año 170 dias; la cantidad
provincia fuera meramente agrícola, 6 poco co1ner- de llu...-ia fué l,-!72'71. En el mismo aiio no llovió en
ciante, como la mayor parte de las nombradas, cierto, ,\licante 1nas c1ue 33 días, y la cantiJ.ad de lluvia fué
la provincia de la Coruña ocupara en la Península mas 41i,32.
aventajado lugar, si no el primero, en vez del sexto, En el afio de 1861, fué la presion media del año,
el cual es, con todo, de los mrjores, y mucho mas, '738'32; la máxin1a, 26 ele enero, '750'89: la. mínima,
advirtiendo la desmesurada pioporcion con que sube 8 tle dicie1nbrc, '716'88; la. oscilacion, 33'01: la te1npe-
la cri111inalidad de las otras provincias, y sobre todo, ratura. media fué, 12'7; la máxima absoluta , 10 de
en las de lo interior. agosto, 37'0 la míniina, 13 do enero y 11 de febrero,
,
CRONICA GENERAL DE ESPANA.
~
14

l 'O; la oscilacion, 38'0. Llovió ciento setPnta y dos tales métricos de mineral de hierro, que es cua oto po-
dias, y la cantidad de lluvia fué de 1.4'73'66. En el demos mencionar hasta ahora.
propio año llovió en Alicante treinta dias, y la canti- Tiene la provincia de la Coruña 79'1,3z0 hectáreas
dad de agua fué 160'56. de montes públicos; 764'15 han sido declaradas ena-
Segun el ce oso de 1860, era la poblacion de la pro- jenables: la aliag·a ocupa en ella 17,430'50 hectá-
,·ioria de la Coruña, clasificada por naturaleza y reas; el pino 5,082'35; el brezo 3 1 110'29; el roble
sexo, la siguiente, distribuida de esta manera: catorce 793'31.
partidos judiciales, noventa y siete ayuntamientos, El valor del pescado cogido el año 60 en ol Ferro!,
ciento veinte mil trescientas vciutidos cédulas do fué en reales, cuatro millones ciento veintiocho mil
inscripcion, quinientos cincuenta y siete mil trescien- novecientos cincuenta y nueve; salado , siete millo-
tos once habitantes, de los cnales doscientos cuarenta nes novecientos ochenta y siete mil noventa y seis; el
y ocho 1nil setecientos sesenta y uno varones y tres- del fresco consumido, treinta y siete mil cuatrocien-
cientas ocho mil quinientas cincuenta hen1bras, entre tos cuarenta. En la Coruña fué de un millon trescien-
los que so contaban seis mil ciento ochenta y seis tos trPinta y nueve mil trescientos treinta y cinco; sa-
transeuntes varones y mil doscientas ochenta y tres lado, un millon seiscieotos sesenta y siete mil ocho-
hembras, así como doscientos treinta varones y ciento cientos ocho; el escabechado produjo cien mil ; el
cincuenta y cint;o hembras, estranjeros establecidos, fresco cincuenta y siete mil seiscientos sesenta y
J' ciento quince varones, con catorce hembras, estran- nueve.
jeros tan1 bien, transe untes. El territorio ele la provin- Despues de Oviedo, de mayor estension, es la pro-
cia de la Coruña es de 79,73'20 kilómetros cuadrados, vincia. de la Coruña la que mas cabezas de ganado va-
siendo el núinero ele habitantes por kilómetro cuadra- cuno posee, pues llcg·an á ciento treinta y tres mil
do ele 69'90. ochocientas veintinueve.
Segun el censo ele 1860, hay en nuestra provincia No es nuestra provincia ele las mas atrasadas en
tres escuelas supPriores, ciento cinco elementales de carreteras de primero y segundo órden, pues de las
niños, así como veintidos eletnentales y setenta y nue- primeras poseía 17'7'30 kilómetros y 38'00 en estudio
ve incompletas de niñas; además trescientas cincuen- en 1R61, habiendo adelantado desde entonces acá. De
ta y tres de niños y niñas y una de adultos; siendo el carretera3 de segundo órden tenia 110'50 kilómetros y
total de escuelas públicas de quinientas sesenta y tres. 41 '00 en estudio, si bien todavía quedaban 161 '00 por
El número de escuelas privadas era el de ciento treinta estudiar; en las carret~ras de primer órclcn tenia trece
y siete; tenia, pues, la Coruña ¡,etecientas escuelas, puentes de fábrica, cuatro de lo mismo , uno de ma-
estando el número de ellas en relacion con el de veci- drra en construccion, y otro en estudio: en las de
nos, de uno á ciento setenta y dos. Era el total de segunclo órden tenia cuatro puentes de fábrica. Ade-
alumnos concurrentes de diez y siete mil quinientos más había en ella 443'00 kilómetros de ,:arreteras de
cincuenta y siete; el de alu1nnos <le cinco mil quinientos tercer órden sin estudiar.
trece, y el total de unos y otras, de veintitres mil se- En cuanto á ferro-carriles, triste es decir, para sa-
tenta; siendo el número de alumnos que recibian en- tisfacer á la verdad, que no hay todavía en nuestro
señanza gratuita en las escuelas, el de once mil nove- territorio ninguna vía férrea, si bien están ya muy
cientos setenta y cinco niños y cuatro mil ciento cin- adelantados los trabaj()s de una entre Santiago y Car-
cuenta y una niñas. ril, la cual tal vez se halle concluida cuando se pu-
En el distrito universitario de Santiago concurrie- publique esta Cr61iica. Nada diremos de las concesiones
ron á los establecimientos de segunda enseñanza, du- del llan1aclo ferro-carril del Príncipe .Alfonso, así como
rante los años acarlémicos de 1837 á 1858, 1858 á 1859, de lo demás de que potl.ríamos dar cuenta, cootentán-
1859 á 1860 y 1860 á 1861, á los institutos, escuelas, donos con la seguridad de que á pesar de la desgracia,
colegios y enseñanza doméstica, todo como estudios propia de totl.o lo que á Galicia atañe, no han de pa-
generales, en c>l primer curso de los referidos trescien- sar muchos años sin que la locomotora ponga en di-
to;; noventa y tres alumnos, en el segundo trc>scientos recta comunicacion á l\Iadrid con pueblos tan in1por-
coa.renta y siete, en el tercero cuatrocientos veintiuno, tantes como Santiago, Coruña y Ferro!.
y en el cuarto cuatrocientos veintitres. Con razon hadtchoel Sr. D. Frutos Saavedra ~íe-

De 1860 á 1861 hubo en nuestro distrito universita- neses, diputado por Puentedeu1ne, en su discurso
rio setecientos noventa alumnos matriculados de in~ti- pronunciado en el Congreso el 12 de mayo de 1865:
tutos, y ciento veinticuatro de enscñanzarloméstica, rna- «De las grandes líneas radiales, solo, con harto sen-
triculados por asignaturas. Concurrieron al curso aca- timiento mio, se echan de menos todavía las de Ga-
démico ele lRGO á 1861, en la universidad de Santiago, licia y Astúrias concedidris ya, etc.» En efecto, hechas
seiscientos diez y ocho alumnos, dedicándose ciento ya las concesiones y merced á los buenos deseos de
cincuenta á filosofía y letras, sesenta y cinco á cien- todos, pronto lleg·ará la loco-notora á nuestra provin-
cias natnralrs y exactas, ciento sesenta y cinco á de- cia, y con ella la vida, la luz y el merecido engrande-
rcrho civil y canónico, cincuenta y tres á teología, cimiento.
ciento cuarenta y seis á medicina y treinta y nueve á H1i,nodrid. Unos de los puntos mas húmedos de la
far1nácia. provincia ele la Coruiia es Santiago, en donde la can-
Escasos son en verdad los productos de minería en tidad ele lluvia anual es de 1,300 á 4,600 ·milín1etros.
nuc>stro territorio, pues la sola mina q uc en él se bene- Corren los húmedos y c~lidoa vientos clel 8. y SO, en
ficia, empleando cuarrnta operarios, da 1,33.t quin- invi<'rno, por la 1nayor parte de las costas de nuestro
PROVINCIA DE L.\ CüRU~A. 15

territorio, con lo que este es sobremanera templado. Lino y cáñamo mantenían en otro tiempo la indus-
Apenas hay tempestades, el cielo es alegre, de her- tria doméstica de nuestra provincia, quedando toda-
moso color y un tanto mas oscuro que en la Europa vía algunos telares por pueblos y alclcas, mientras en
central; con toclo, la luz del sol, luna y estrellas, si la costa es importantísima riqueza la salazon y esca-
bien mas clara que en esta, lo es mucho menos que ' beche de pescado.
en el S. ele la Península. De dia cu dia crece y prospera la cría de ganarlo
Hay quien imagina que siendo la costa de la Co- vacuno, y de seg-uro no hay provincia de Bspaiia que
ruña de latitud casi igual á la i1eclitcrránea de Fran- en igual terreno sustente mayor número de cabe;:as,
cia y Piamonte, cleberian ser semejantes los climas. ni mejores; cosa harto sabida en Inglaterra, de donde
Cabalruente acaece lo contrario, pues la costa de cnvian no pocos vapores, di,;purstos ya para ('l em-

nuestra provincia mas se parece á Alemania que á barco y viajr, cu busca. de los herrnosos cebones de la
España, así en aspecto y clima, como cu distribucion Coruiía. Aunque por el cli1na y clispo;icion de la tiPrra
geográfica de vegc,ales. La costa de la Coruña, al podia haber mas abundantes pastos, i;on pocas las
amparo de poderosas cordilleras, está libre ele los tierras incultas, á causa de la estrcma.da clivision de la
abrasados vientos de Africa; por lo cual, y merced á propiedad, que obliga á los lal,raclores á seguir el su;-
la grande cvaporacion, debida á la abundancia de tema 1nisto ele la Europa central, poco fa,oraule al
arbolado, es la humedad en nuestra costa mayor que ganado lanar y cabrío, suman1cntc útil á la cria del
en la de Francia. Humedad por estremo útil al tra- asnal, caballar, mular, vacuno y de cerda, cuyos so-
bajo forestal y agrícola, y que mantiene perpétua brantes sirven, con10 ya hemos indicado, para en, iar
primavera en la provincia de que estamos hablando, á otras naciones, y además á lo interior de Espaiía.
en la cual son desconocidos los inviernos de Europa, Son por estremo sabr0sas las carnes de esta. pro, iucia,
así como los veranos del centro y 1Iediodfa de España. en la cual hay taml,ien alguuas tenerías.
La parte occidental se asemeja á la del :Norte; con Hállanse por la zona septentrional, en su region
t0do, ya se acl vierte alguna diferencia en la ,·egeta- baja, con una altura desuc el nivel del mar hasta 300 11 ,
cion y aspecto general, conforme se sigue hácia el temperatura+ 14º á + 12º, hermosos prados, robles, ,
Sur. Hállanse en nuestra pro,incia plantas meridio- castaños, manzanos y nogales. La siega es de media-
nales, entre las que medran infinitas especies propias dos á. últi1nos de julio; la vendimia á mrdiarlos de SP-
de la Europa central; de esa manera conserva por esta tie1nbre. tifas arriba, en la region montana, de :30om
parte la costa semejanza con Alemania. en adelante, temperatura +
12º á + 9oa, metlrau ha-
«Calor moderado y hun1edacl abundante mantienen yas y pastos moutaí1oso:;.
en el suelo gallego el verdor que por circunstancias Por la .::ona occiu.ental, cu la region b:1ja, cr0.ccu
opuestas es tan poco duradero en mucha parte de castaños y naranjos, hasta los .J2Qm y 5iQm ele altura.
España. Las hortensias, carnelias y fucbsias, cre- Temperatura+ 14º á +1002. La siega es en la SCf;UU-
ciendo con descuido en los jardines de Galicia, y me- cla quincena de julio. La vendimia en la pri1nera quin-
drando admirablemente, llejan conocer las caliuacles cena de setic1nbre. En la region 1nonta11a hay roble,:;
de su tierra y de su atmósfera á los que saben cuantas y castaños á uoa altura de 42Qm y 570 1n en adelante.
precauciones pide la conservaciou de plantas seu1ejan- Temperatura+ 14° á+ 100i. La siega es de mediado;
tes en muchas provincias de España,» dice el autor de de julio á mediados de agosto.
los Recuerdos lotinicos de Galicia. A pesar de tau hcrmo,;o clima y fertilísin1a tierra,
Todo lo cual, á ning·una otra provincia puede apli- no puede ser mas triste el estado de la propiedad y
carse tan completamente como á la nuestra, cuyo por consiguiente el ele la agricultura. 1físeras por es-
aspecto, para resumir, diremos es el siguiente: tierra tremo son las vi Yicntlas de los labradores; pobre -:,· es-
desigual y montañosa siempre verde, rica en pastos caso su alimrnto, hasta el punto de pasarse cu ai.10<1
y frutas, cuya costa, eo su mayor parte brava, apenas escasos largas temporatlas sin probar el pan de maiz
tiene playas, y en su lugar la guarnecen durfsimas 6 broa. (1). Los establos y aprros de labranza no pue-
peñas. den ser peorrs, con lo que es fácil de comprcudrr <¡uc
Agricultura y productos. Se cultivan en la provin- todo esto, afladi(lo á la cstraordínaria di,ision de la
cia de la Coruña varias especies ele trigO: tres de ceba- propietln.d, se allegue en contra ele la buena labor y
da, y maíces ele infinitas ,ariedades; se ha ensayado del esmerado cultiYo (2).
el cultivo de arroz de secano, y se dan alforfones y
sorgos. Da la afreita (avena strig·osa) suave y nutri-
tiva harina; hay n1ijo, panizo, n1ijo perlado y alpiste;
C/\.PÍTULO III.
parece que en Santiago se cla la caña ele azúcar. Hay
Estn,lo ,le In propletl:\11 de la provincia de la C'orui,a.
además habichuelas, judías, frc<golcs , guisn.utes,
habas, guijas, lentejas, altramuces, alg·arroba, algun Fuera necesario un ahultado volúmc-n para dar á.
garbanzo, ,arias plantas de forrage y muchas vcrtlu- conocer el estado ue la propiedad cu el territorio co-
ras y hortalizas. Favorece por extrcn10 el clima el cul- ruñés, por lo cual nos ve1nos obligados á pararnos al
tivo de frutales, con lo que medran entre priscos, du-
raznos, gilmendro, pavías, peladillas, albaricoques,
albérchigos, manzanas y peras en infinita variedad, (1) Borona, boroa, broa. Bnra (en hl\nscrito), ¡,an.
(2) En el catálogo de lo~ pueb\03 que irá tles¡,ues de ln parte his-
naranjas dulces y de otros muchos géneros, limones,
tórico, nsí co,no en la Guia, etc., etc.. ~e hallarán numerosos dntos,
limas, bergamotas, ponciles y toronjas. no mcociooados nqui por evitar su repeticion.

16 CRÓ'NICA GENERAL DE ESPAÑA.

tratar este asunto mucho mas tiempo del que ex:igiria forar, con lo cual todos los poseedores, inclusos los
cualquiera otro territorio de nuestra Península. Con do vínculos, se dieron á aforar y subforar en mínimas
todo, para no abusar de la paciencia del lector, ni del pensiones, recibiendo en pago del foro, á manera de
límite señalado á la Cr6nica, seremos lo mas breves gratifi.cacion en metálico, conocida con diversos nom-
que podamos. bres, tales como guantes, encarnallo, rogo, conrogo, an-
Frecuente es en nuestra provincia que cincuenta tepeito, etc.
ó sesenta fincas, todas de di versos poseedores, no Triste era el estado de la propiedad antes de 1'163 ,
lleguen á formar una hectárea. Cada pequeña ha- mas desdo entonces acá es tristísimo, gracias á la le-
cienda pertenece al labrador por contratos de diverso gislacion provisional que hoy rige. La propiedad se
género. Arriendos, censos, foros, subforos, misas de ha dividido hasta un punto increíble; los foreros, no
aniversario, cuartos y quintos, rentas frumentarias, solo han dividido casas y fincas, sino que las han
empeños ó ,en tas con pacto do recobro, son otras tan- vendido y traspasado por todo género de contratos á.
tas plag·as llovidas sobre el mísero labrador, á la otros, que por su parte las han fraccionado y vendido,
par de innumerables derechos comunes, servidumbres perdiéndose no pocas veces los límites de las propie-
de senda, de camino, de carrera, fijas ó alternadas dades, y aun siendo imposible declarar cuáles son.
y demás. No son menos singulares las diversas ma- Ciertos los dueños ele no poder ser despojados y que
neras de pagar la renta, lo cual se verifica en di- la pena del comiso seria mera fórmula, dispusieron de
nero, trigo, centeno, ma.iz, cebada, avena, vino, cer- los bienes á su albedrío, sin contar con los dueños del
dos, carneros, cabritos, gallinas, capones, cera, miel, dominio directo, quienes solamente conservaron cier-
manteca, quesos, anguilas, salmones, y hasta her- to derecho sobre las fincas, á modo de hipoteca ó ser-
raduras y clavos; pag·ados por valor de ocho ma- vidumbre, sin esplicar, y anómalo como todo lo refe-
ravedises; la décima parte de una gallina, la vigési- rente á esta materia.
ma de un carnero, media. cuartilla de trigo ó cente- De esta manera, á la sombra de la jurisprudencia
no, etc., etc., todo lo cual cobran, no una sino infini- de 1763, se estendieron foros y subforos con increíble
tas personas (1). rapidez, á la par de las rentas frumentarias, misas,
El foro, utilísimo en su orígen para el cultivo y po- aniversarios y otras cargas piadosas sobre bienes li-
blacion de nuestro territorio, es hoy por efecto del bres y alodiales, así como sobre foros, con lo que no
abuso, causa de los daiíos que afligen á la provincia haJ' en semejante caos derecho seguro ó posesion
de la Coruiía, así como á. lo demás de Galicia. Siempre exenta de peligro. En 14 de mayo de 1'189 se prohibió
se ha legislado en España sin tener en cuenta este la fu ndacion de vínculos, mayorazgos y todo lo que,
contrato especial y sin que el rugir amenazador de la directa ó indirectamente, in1pidiese la venta de bie-
tormenta haya despertado al Gobierno, podiéndo- nes raíces; mas los tribunales creyc1·on no se prohibía
le de manifiesto la llaga, cada dia mas enconada, la imposicion de cargas perpétuas, siguiendo gra-
y pidiendo para su curacion, no aplaza1nientos , sino vando á la propiedad aniversarios, limosnas, etc., á
remedios históricos. Faltóle al Gobierno valor para pesar de haber prohibido fundaciones perpétuas la
hacer frente al mal, y aniquilarle; arredrároule los real resol ucion de 20 de febrero de l '796 (ley 6. ª tít. 12,
grande¡; obstáculos que le cerraban el ca.mino; y cre- lib. 1). Aun hoy, despues de la supresion de mayoraz-
yendo que tau importante asunto admitía espera, juz- digos, fideicomisos y vinculaciones lleva la propiedad
gó prudente aplazar su resolucion, sin advertir que diversas cargas que dificultan su movimiento y estor-
con ello daba el último golpe á la propiedad en nues- baH su medro.
tro territorio. El Go bicrno ve las dificultades que Ia ley hipoteca-
Ni la real provisiou de 11 de mayo de l 763, ni las ria halla cu nuestro territorio, las cuales impacientan
dPmás, pusieron freno á la libertc1d de aforar y sub- á las personas de carácter lijero é importunan á l os
ignorantes; mas no tardarán en abrir los ojos á todo el
mundo, con lo que despues de conocido el m:il , será
(1) Yéase el informe del con,\c de Pallares en contestacion al in-
mas fácil hallar el re1nedio por honda, enconada y do-
terrogatorio sobre el e,t;i lo ue la enseñanza agrícola, por el señor
mínb1tro ,le Fo•nento.-Lugo, 1~2. lorida que se muestre la llaga.

Fl:'11 DE LA PARTE PRl\fF.RA.


'

PARTE SEGUNDA.

CAPITULO PRIMERO. l trajes y carácter rle los habitantes. Si mencionamos


algunos emperadores romanos, y despues reyes espa-
Primeros pobladores. ñoles, es porque lo creemos necesario; así como hal,lar
de algunos hombres célebres que directa ó indirecta-
-21. Di,\lalet Deus Ja- mente hayan en gran manera influido en nuestro ter-
phet, et hahítet in laber• ritorio.
nnculis s~m, sitque Cha- Ad viértase, que, al hablar de él tenemos, digámoslo
naam ,¡ervu:i ej us.
(GÉXESIS, cap. IX).
así, que salir para todo de España. La tierra, el clima
y aun el Í.lombrc, son sobremanera difereutes <le lo que
en bo-eneral se conoce relativo á la Península ibérica,
Antes de comenzar por la narracion histórica de la
así dentro como fuera de ella.
provincia de la Coruña, no podemos menos de traer á
En lo demás de nuestra patria, han hallado hasta
cuento las dudas que sobre nuestro trabajo nos ocur-
ahora los curiosos observadores mayor 6 menor seme-
ren. Crónica es, «historia escrita con arreglo al órden
j jan za con los pueblos semttas, mas grande, á no dudar-
y sucesion de los tiempos:» mas toda,ía puede asegu-
'. lo, de la que en realidad existe; pero siempre lo su~-
rarse que no se ha entendido siempre del mismo mouo
1 ciente, para q oe esa sola calidad sirva de señalada dt-
su composicioo. Enla Edadmedia, bastaban <lospala-
ferencia entre el hijo de la Coruña y el de la mayor par-
bras y una fecha para referir los mayores aconteci-
te de las otras provincias.
mientos. Despoes fueron verdaderas historias, en las
Con verdad puede decirse, que si, por un estraordi-
cuales no reparaban sus autores en salir del territorio
nario fenómeno de esos que hao solido trastornar la
á que se referían, cuando les parecía justo y necesario
faz del globo, nuestro territorio quedase apartado de
para dar cuenta así de l~s sucesos como del estado de
la Península, nadie seria capaz, á no ser por la len-
las personas.
gua, de advertir el menor parentesco entre ambas co-
Al tratar del territorio coruñés, habrá, ciertamente,
marcas.
de tenerse en la memoria que es forzoso no entrar por
A la par del clima y tierra, es tambieo diverso el
el campo de inmediatas provincias; mas no deje de
aspecto del hombre. En toda Galicia, pero sobre todo
advertir el lector lo ímproba, y aun á v~ces desagrada-
en la provincia de la Coruña, presenta el rostro huma-
ble tarea, que debe de ser el referir los sucesos, por de-
no, así como el cuerpo, notable diferencia, no siendo
cirlo así á medias; cosa que no puede menos de acae- menort>s las que se advierten en el carácter y cos-
cer en udreino como el deGalicia, cuya. historia ha sido
tumbres.
casi siempre la misma para todo su territorio, divi-
Tales son las r/\zones que nos mueven á detenernos
dido hoy en cuatro provincias. Semejante division te-
con cierto esmero en el orígen de los primeros pobla-
nida por necesaria, y aun por útil, lo cual no es del
dores, así como en la hermandad que siempre ha ha-
caso discutir al presente, estorba la descripcioo, y ata
bido, sin mezcla apenas de ningun otro linaje con los
las manos al historiador.
habitantes del Occidente <le Europa (1).
En tal perplejidad, nos ha parecido lo mejor seguir
en lo posible las utilísimas advertencias del señor don
Cayetano Rosell. En la parte antigua, daremos cuen- (l) Solo cuant.lo ya teníamos dadas á la prensa las dos primeras
ta, hasta donde se pueda, del estado de las personas, entregas, nos ha sido posible leer las que lleva escritas é impre.,:\S
y en la moderna, como en las demás en que puedan nuestro díguísimo director) guia el Sr. D. Cayetano Rosell¡ cosa t¡ue
especificarse, describiremos los usos y costumbres, por extremo de¡,loramo:;, pqr no haber Sido posible atenerno-i, i
CORU~A. 3
18 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA .

Al tratar de los tiempos primitivos del territorio co- mundo un solo pueblo salvaje, capaz de cultura por sí
ruñés, querríamos pasar por alto, sin que la concien- solo como ya hemos dicho; del mistno modo seria cosa
cia nos remordiese en lo mas mínimo, cuanto se ha di- q uo rayara en increible la clegeneracion en que se su-
cho en semejante asunto. pone á los coitas primitivos.
Tarea enojosa, en verdad, el dar cuenta siquiera Eran estos, hijos de los aryas, los cuales jamás
como á ello nos creemos obligados, de lo que unos fueron salvajes, ni desconocieron los metales. Sin
dudan é indican, otros creen y a.firman, mientras la exagerar todo lo referente al saoscrito, se sabe lo
mayor parte, en Fra.ncia y España al meuos, lo acojen bastante para dar razon du infinitas cosas ignoradas.
con sonrisa. de incré<lulo desden. hasta el presente, lo cual no puede ya menos de ser-
.l\.caso haya quien tenga por imposible, hasta ahora, vir de luz y guia á la historia. ~fas no es solo la filolo-
probar con la formalitl.acl que la historia requiere, la. gía la que viene en apoyo de la existencia. de un pue-
existencia del pueblo fines, al cual se considera como blo anterior, cu nuestro territorio, al celta. 6 ibero.
anterior en Europa al celta (l); pero á no dudarlo, Mr. Lartet, a(;ompaiíado de ~Ir. Christy, 1niembro de
nacen de dia en dia en favor de esta creencia pruebas la Sociedad arq ueoló;ica de Ló □ dres, examinó diver-
no fáciles de destruir y dignas de algo mas que de una sas cavernas en Perigord (1), durante los cinco últimos
nota irónica y lig·era, como la de q ne se sirve meses de 1863, hallando en diferentes sitios montones
l\Ir. !ILtrtin, en su Historia de Francia, para contestará. de huesos despedazados entre g·uijaros, restos de
\\-orsaac. carbon, ceniza y hojas de pedernal talladas, formando
Hub0, allá en tiempos remotos, una época, llámada un conjunto, á menudo cu forma de piedra de cante-
hoy la edad ele pie lra, durante la cual no se conocía el ra. Los huesos largos estaban hendidos casi todos, 6
uso de metales para las armas y demás empleos. Los abiertos, prueba de la intcncion de extraer les el
hombres que solo usaban semejantes instrumentos tuétano. Hallaron además infinitas osamentas de
debían <le ser rudos en vC'rdad; y es injusto é infunda- rengífero, y las señales de la mano del hombre, que
do agravio á nuestros padres, que por celtas é iberos se ven en ellas, prueba u suficientemente que $en1e-
eran aryas, el compararlos con el sal va.je de América, á jaotes restos pertenecen á la 1nisma. época. Tambien
quien Dios va haciendo desaparecer de la haz de la hallaron figuras de animales grabadas y esculpidas.
tierra. Los instrumentos de cuerna de rengífero eran tan nu-
Jamás el americano, sal va.je 6 á medio civilizar, de merosos, que se puede suponer había fábricas de ellos
sang-re infcriorísuna á la blanca, sspo hacer frente en uno de los sitios registrados. Habia agujas hora-
con éxito á uo puñado <le esforzados aventureros eu- dadas por la basa y concluyendo en agudas puntas,
ropeos, al paso que Roma uccesitó su mejor general ganchoil, acaso para. hacer redes, adornos fabricados
y roas grande hornbre, úésar, para señorear las de huesos ele caballo 6 Je buey, silbatos horadados en
Gal ras, hallando increible resistencia en España, la primera falanje de los dedos de un h~rbfvoro, etc.,
cuya conquista le costó dos siglos y torrentes de esculturas en cuerna de rengífero, dibujadas 6 en re-
sangre. lieve, y sobre todo, un mango de puñal, fragmento
¿Cuáudo ha dado prueba~ ur,. pueblo salvaje <le la importantísimo, en el que se pone de manifiesto el
cultura, esfuerzo y constancia de celtas é iberos? ¿,Se conocimiento del arte, especialmente por la destreza.
quiere decir que el celta, poseedor como únicamente da con que el artista ha sabido doblegar las formas del ani-
iostrumeutos de piedra, pas6 por,sí propio, y sin en- mal, sin sobrada violencia, para el uso. El puño, de
seüanza ajena al conocimieu to de los metales? Señá- cuerna de rengífe:-o, esta formado por el cuerpo de un
lese entonces no solo pueblo salvaje que h1ya sabido animal; las patas traseras van cu direccioo de la hoja,
salir de su estado por sí solo, y sin mezclarse con doblándose las delanteras bajo el vientre sin esfuerzo;
otros de mayor cultura. Seguros estamos de que nadie la cabeza con el hocico levantado forma con el lomo
lo hará, porque jamás ha acaeci<lo semejante cosa en y las aocas una concavidad destinada á facilitar el
el mundo. uso del arma á una mano indudableniente tn.as pequeíia
Explíquese c61no los celtas (2), que traiao consigo que 1utestras 1nanos europeas. En cuanto á la edad rela-
el conocimiento del bronce y el hierro, no menos que tiva de esta época del reng·ffero, ~Ir. Lartet advierte
del oro y la plata, cuyos nombres hao conservado los que niogun autor antiguo habla de este animal como
ariaoos primiti vJs, pudieron caer y degenerar hasta propio de Francia. Unica.mcnte César habla de él ele
el puuto <le no conocer mas que el uso de la piedra, oidas, diciendo: «habita un bosque, á cuyos límites
segun se pretende, al llamar célticos á los monu- estremos no ha podido llegar, ni aun despocs de
mentos y utensilios en que no se halla rastro de caminar sesenta días.» De ese 1nodo, la época de su
metal. existencia en la zona templada de l~nropa es mncho
Para dar razoo de ello, fuera preciso señalar en el mas antigua q uo ninguna tradicion. Tambien se sabe
que no se halla en las mas antiguas habitaciones lacus-
1nas ,le sus n<.lvertencia•, á su ejemplo. Halle e,cusa el cronistn pnrn
tres de Suiza, con lo que los objetos fabricados, hall1t-
el <.leseo, honrado siempre, d1> poner en claro ol innegable origen y
'verdadera berm,indad de su pueblo coh los nobillsimos hijos de
dos por los Srea. Lartet y Christy, pertenecen á época
Japeht. desconoci<la, anterior á la introduccion <le animales
(1) Véase la obra de Worsaae, traducida al inglés, con el titulo:
Teh Primeva/ antiquitee& of Denma, lt. (l) En el llfag<Uin Pittor-e.,r¡u,e x.yx:rre Annee, Julo, 1865, estfln
(2¡ Véase la obra de M. Pictet, Orlgi,ies lndo-ei,ropee11e8¡ parte I, grabados los instrumentos á que nos referimos en !ns páginas 191,
pág. 18,j. 19:;, 196, 191 y 198.



-

'


PROVINCIA DE _
LA _
CORU~A. •
___________ ___ _ _ _ _ _ _ _..,!__ __ 19
-domésticos y empleo de metales en la Europa occi- y romanos, luego al celta, despueg al esclavo¡ todo lo
dental, así como á la construcciou de aldeas sobre cual podria sostenerse, si no se conservaran de estos
estacas en los lagos suizos (l).
pueblos restos de di versas edades perfectamente estu-
El salvaje, lejos de ser, como err6ncamcntepreten- diados y conocirlos. Y sobre todo, razon poderosa y sin
dian los filósofos del siglo pasado, Yerdadero repre- réplica1 hay cairns y dol,nens, en tierras á donde feni-
sentante del hombre primitivo, es meramente el
cios, cartagineses, griegos, romanos, celtas ni escla-
hombre degenerado. Cain, hijo de Adan, edificaba vos han llegado jamás.
ciuiades; Tubalcain «fué artífice en trabajar de mar- La provincia de la Coruña tiene infinitos monumen-
tillo toda obra de hierro y de cobre» (2); era Noé la- tos de este género, siendo uno do los 1nas conocidos é
brador (3)¡ en resolucion, el hombre, lejos de nacer importantes la piedra de Nuestra ~eñora de la Barca.
salvaje, conocia desde su orígen cuanto necesitaba ofas, si, conforme á ellos, puede alejarse toda duda
para vivir eu sociedad.
acerca de la primitiva existencia d<'l fines en el terri-
Hay, pues, que confesar que el hombre salvaje, 6 torio objeto de esta Crónica, la lengna, que, segun
pr6xi~o á semejante estado, lo es por efecto de dege- parece, se hablaba por aqurllos ti<'rnpos en la Penín-
nerac1on. En cuanto al ariano, 6 hijo de la raza blanca, sula, deberia presentarse como asunto de difícil, si ya
noble por escelencia, jamás se le ha visto salvaje¡ y no imposible averiguacion.
si tríbus, mas 6 menos cercanas á él en parentesco, se Oscuro es, en efecto, el orígen del eusk~ra, llama-
presentan en la historia con señales de en vilecimien- do hoy vascuence, del cual se sabe con toda certeza
to, esas tríbus han sido mestizas é hijas en parte de las ser lengua distinta de las indo-europeas. No ignora-
estirpes negra 6 amarilla. Con todo eso, no puede ne- mos que, hasta ahora, se consideraba en E«pa.ña como
garse el benéfico influjo de la estirpe blanca en los unos á escaldunac P iberos, confirm·indo semejante
pueblos mas ruines y envilecidos. opinion, además de importantes escritores españoles,
Hay, pues, infinitas razones por todo el Occidente de Humboldt, el cual, apoyándose en ello~, les ha dado
Europa en favor de la opinion quP sostiene la existen- hasta nuestro,, dias mas fuerza y autoridad. Con todo,
cia de un pueblo anterior á la. venida de los hijos de la el tiempo no pasa en balde, y ya el doctor Arnold, en
Aria asiática, quienes destruyeron aquella raza, mo- su histori~ ele Roma, vol. 1, p. 488, nota, dice: «~egun
ral y materialmente distinta, cuyos últimos restos se Humboldt, los iberos eran del todo distintos de los
mantuvieron en los Pirineos lo suficiente para que su kelts 6 celtas; pero debe de ltaber entre ?(Jtos y otros las
lengua durase, aun des pues de desaparecer el tipo fí- 1nis,nas relaciones que entre los de11uís p1teblos de la
sico (4). (Jranfaniilia indo-(Jerniánica.»
Es opinion acreditada hace tiempo en Alemania y Lo que el doctor A.rnold indica, no sin timidez, e·n
acogida despues en los demás pueblos, que el fines una nota, es hoy verdad reconocida y afirmada. por la
asiático, de color amarillo, corta estatura, nari~ roma, cieucLa. En efecto, para bien de todos, los iberos,
ojos sesgados y escasa cabellera, había precedido al nuestros antecesores, fueron aryas; su rostro y her-
blanco. Sostienen que no hay un solo monumento fe- moso aspecto eran los mismos de los actuales poblado-
nicio, griego, romano, celta ni esclavo, que tenga re- res de Europa, harto distintos en verdad de los míseros
lacion con cierta clase de monumentos, por demás habitantes que los aryas hall(J.ron en esta parte del
irregulares y antiquísimos, de los cuales se hallan no mundo. Grandes son todavía las duelas y escaso el sa-
pocos en el territorio de la Coruña, así como en otras ber proporcionado á la empresa, mas lo que no puede
infinitas comarcas. A veces se ven piedras sin puli- negarse, es, que la lengua euskara no tiP.ne la IDl'nor
mento, ni labor alguna, á manera de obeliscos ergui- relaciou por su gramática con los idiomas iranianos;
dos en algun erial, 6 en la costa¡ otras son á modo de siendo de notar la hay en ella harto nota.ble con la
cajas de granito, compuestas de varios pedruscos, con leuo-ua tártara, así como con las lenguas americanas,
uno dos 6 mas que sirven de techo. Esas piedras son queº tienen el 1nismo orígen que esta: lo cual bastara,
' de descomunal tamaño,
siempre . y casi nunca llevan por sí solo para confirmar la opinion de que los aryas
señal d~ pulimento. Hay tambien montones de gui- hallaron un pueblo de la familia amarilla, de ruin as-
jarros, á menudo de formidable altura, 6 peñas pues- pecto y escaso ánimo, pronto sojuzgado y destruido,
tas en equilibrio, de mauE>ra que se mueven al menor hasta el punto ele qne, cabalmente la comarca en don-
impulso (5). ._ de se conserva su lengua, sin duda alterada, es donde
1Ionumentosde estraño y sorprendente aspecto, que por ventura los habitantes se diferencian mas de los
han movido á los sábios á intentar diversos sistemas, que en un principio la hablaron. Cierto, es caso sin-
primero fueron aquellos atribuidos á fenicios, griegos gular, el oirá un pueblo de gallarda esta.tura, color
blanco, hermoso rostro y nariz aguileña, hablar, por
(1) Vénse In Btblioteq11 e Unire,·sclle et Ret•1u Sui.t.se. An,1ee LXIX, alterado que le use, en un idioma de la chata estirpe
Nouve//e Periode, t. XIX, número 16, 2-0 abril 100 l. Bu/letilt Scie,1- amarilla, y hablarle, no solo con cariño, sino con ver-
ti/ique. dadero entusiasmo.
{2) Gé11esis, cap. IV, pógs. 17 y 2"2. • Ki es suficiente la razon en que se funda Humbolrlt,
(3) ldent, cap. IX, pág. 2'2: Crepitque ,Yoe, VIR AGRICOLA, exerce,·e siguiendo á nuestros escritores, para probar que los
-terrani. antiguos iberos eran idénticos en san 5 re y lengua á
(4) Véase la Rei,ista de Ambos ,1fu11-lo.•, articulo: L,s A11cétrcs de.•
los escaldunac, dado que fuese verdad sean todos los
E11,·opée11.,, d' apnis la scte11ce modern,,, par 11[. Albert Rérille. Año
nombres de lugares que cita de orígeu ,ascongado;
de 1864.
pues eso solo proba.ria que los aryas, así como otros in-
(5) Wormsaao. The Pri111e,•al a11tiq11ities o( De,u11,11·1t.

, ~
20 CRONICA GENERAL DE ESPANA.

finitos pueblos, siguieron dando á aquellos lugares los CAPITULO ![.


nombres que tenian, á la manera que el castellano ha
respetado en Andalucía la mayor parte do los nom- Celtas, su establecimiento en el territorio coruiiés; su cult11ra.-
Llegada de los fenicios.-Vias romanas.-Celtíberos.-lnvnsion de
bres puestos por los árabes. los ct\rtnginesos.-TraJe y carácter del celta coruiiés.-Galicía dos
Hemos empezado, no sin escrúpulo, señalando la siglos antes de Jesucril;to.
existencia de un nuevo pueblo en nuestro territorio,
pero el cúmulo de razones que en favor de ella se pre- No sin temor, hijo del respeto á la opinioo, hasta
senta. es tal, que, á pesar de nuestra escasa valía, cree- ahora general y corriente en nuestra historia, ni sin
mos poder asegurar la morada del fines en el territo- desconfianza en nuestras propias fuerzas, escasísimas
rio de la Coruña. La índole de esta obra no consiente á la verdad, hemos entrado en la esposicion de suce-
d0tenerse mas en semejante asunto; con todo, esta- cos, objeto y fin principal de estos trabajos. Con indo-
mos resueltos á sostener nuestra opinion, cortés y leal- lente pereza, digna de vituperio, habíamos los espa-
mente, respondiendo á los cargos que de la misma ma- ñeleA mirado durante siglos todo lo que se refería al
nera nos bagan. dominio de los musultnanes; mas, con voluntad y
Tal era el estado de la poblacion, si bien es muy ahinco, proporcionados i nuestra antigua pereza, apli- •
probable se hablasen diversos dialectos, cuando em- camos hoy el entendimiento á la historia de los ven -
pezaron á llegar las primeras tríbus de aryas, las cedores del Guadaletc, tal vez moviéndonos á secreto
cuales, poco numerosas al principio, y ya mezcladas rubor el ver á eminentes estranjeros prccediéndonos
con los infinitos pueblos fineses por donde habian pa- en la marcha y señalando la vía. Honrada vergüen-
sado. aceptaron, tal vez sin poderse negar á ello, la za, que, merced á los estudios ó ingéoio de nuestros
lengua euskara, si bien modificándola y haciéndola jóvenes arabistas, prez de España, pronto dará lugar
recibir de dia en dia nuevas raices extrañas, mas con- , á la s<'ltisfaccion mas cumplida.
servando las formas gramaticales y cara.ctéres que Entre tanto, y efecto acaso de la exageracion de una
hasta nuestros dias han llegado. de nuestras mejores calidades, que es el santo amor
De esa manera ciertos iberos siguieron hablan- á la tierra natal, la pena de que el estranjero nos
do, acaso por algun tiempo en euskara, entiéndase en aventaje por un camino, aparta nuestros ojos y nos
nuestro territorio, pero recibiendo desde entonces en distrae ele regiones, en donde taro bien estamos hacien-
su seno continuamente nuevas tribus que, semejantes do falta.
á las olas del mar embravecido, se mostraban cada vez Alemanes, dinamarqueses, ingleses, norte-ameri-
mas poderosas é irresistibles. · canos, y aun italianos y franceses, se ocupan, há lar-
Eran estos pueblos los Eri (aryas) hermanos de los go tiempo, en el estudio de los primeros tiempos del
lberi del Cáucaso (1 ). Aryas se llamaron los hijos ele hombre. 1fas si la historia de un pueblo, durante cierto
las tríbus, todavía reunidas, de la estirpe iodo-euro- número de siglos dueño de parte d~ nuestra Penínsu-
pea; nombre grandemente estendido en Oriente, don- la, pero siempre estraño en religion, costumbres, ·y
de la antigua .Airyana fué la poderosa monarquía sobre todo en el orígen y la sangre, á nosotros, indo-
de Iran. europeos, pide j ustameote la mayor ateocion y recla-
El nombre de la Iberia asiática es la mira que seña- ma fundada importancia; ¡cuán grande debe de ser
la el camino de los ariano-celtas há.cia Europa. El de el mérito de estudios que nos lleven hasta el orígen
iberos, del todo estraúo á los vascos, es celta: al prin- de nuestro glorioso linaje, descendiente de aquel gran
cipio solo se llamó Iberia la parte septentrional de Es- padre Japhet, á cuyos hijos prometió el Señor el do-

paña, entre el Ebro y el Pirineo. Los celtas que en minio de la tierra!
tiempos sumamente remotos entraron en España, per- Al través de los siglos llega á nosotros la voz de un
teoecian i la rama gaélica de los Eri, los primeros lle• grao pueblo, el cual, movido de divino impulso, viene
gados á Galia, y es natural ocupasen antes la region caminando desde Asia, y esteodiéndose como las
inmediata aquende el Pirineo , cuyo nombre de Iberia aguas delDiluvio por las mas lejanas y apartadas co-
pasó á lo demás. De dos nombres de pueblos hermanos marcas de Europa. Veian estas, en lugar del fines,
se compuso el de celtíberos, á quienes se consideraba hombres de aventajada estatura, color blanco y her-
como pueblo mixto; cuando es mas probable que dicho moso rostro, quienes volvían la vista al Asia, en
nombre, á semejanza de los celto-bretones y celto-gá- donde, segun sus palabras, se hallaba el Airjanarn
latas, indicaba meramente en su orígen á los iberos Vaego, ó cuna del linaje aria.no, en comarca por demás
en su calidad de celtas. Opinion fundada, ya en las fria y destemplada, sobre la cual Arhimanes envia.
tradiciones de Irlanda, que dan por venida de España diez 1neses de invierno, obligándoles tanta aspereza á
una de las primeras colonias á. la isla de Erin, y mas huir hácia Su(Jkda, Sogdiana, y hácia otras tierras
bien por la fraternidad de 'I~-r¡p y de K,A,o, conserva- mas al flur.
da por Dionisio de Halicarnaso (2). Llamábanse aquellos hombres aryas, esto es, vene-
rables, honrados (1). Ya conocemos su orígeo; era su
camino de Oriente á Occidente, el ánimo firme y re-
suelto, el deseo la conquista del mundo. Por entonpes,
!l) Véase la obra que ,liferentes veces citamos en nuestra Cróni-
ca, titulada: Les Origine., útrlo-europte,u, 011 les ar!fa.• p1·í1tiiti(s:
si ya no cuando la llegada de sus hermanos los pri-
~-•saí de paleontologie li11g11istique, par ,lf. Adolphe Pictet. Parte pri- meros aryas, mestizos de fines, tomó nuestra Penín-
mera, p. 6'i y siguientes.
(2) Dion. Hal., XI V, ;J. (1) Durnouf. Pictet, 01•ige11es Indo-Europeos.
PRO\'ll'\CIA DE LA CORC'\A. 21

sula el nombre de Iberia, 6 tierra de ]l)s rrrs 6 irrs, oom bres, bi<'n propios, ya puestos, 6 á lo menos des-
así como Irlanda el de Hiberna, que significa lo mis- figurados por frnicios, cartagineses y romanos. Era
mo; aun hoy en dialecto irlandcs Iblt, vale tierra, tri- asiento de lus brigantrs y tenia por capital á Flauiunt
bu. De esa manera, y considerando la fecha sobrado Briga11tiun1, la ro,narca conocida al presente con el
reciente tal vez, diremos que el celta se halla La esta- nombre de las ~lariiias, que yace rodeando el antiguo
blecido en nuestro territorio 1,400 años antes de la ve- y famosísimo Pn,·tus Jiagnus; y aun debian de esten-
nida de N.S. Jesucristo (1). derse mas, ¡,urs la tierra de Rergantiños, al Snr, lC's
Desde entonces se muestran célicos y ártabros en rccurrda notal,lemente con su nombre. Corrían en
el territorio, objeto de la presrntc Crónica; que tales seguirla inmediatos á la costa los ártabros, y srguiau
son los nombres de pueblos 6 tríbus de que hace men- los yernos, á quienrs menciona Himilcon, por el cabo
cion la historia. El de lucenses, de Lucus Augusti, de FinisterrP, conocido con los nombres de A.rtabro,
debe de ser, como el orígen lo demuestra, po~erior. Céltico y Kerío, de cuyos dos últimos unidos, alguno,;
Resumiendo en breves palabras, direnios, que, allá han hecho Crltiueria. A. la parte superior del río Tan1-
en tiempos remotísimos pobla.ban finrses el territorio bre, de terminacion harto mas seiialadamenie celta
de la Coruña, segun lo acreditan érntcnares dP monu- que Ta1naris, nomLre tal t·<'z puesto al referido rio,
rnentos que por do quiera se hallan· <lespues srfiorca- desfig·urando el primitivo, por los romanos, se estcn-
ron los celtas la tierra, en cuya posPsion pf'rmauecie- dian, corrir•nllo bácia Occidente, esto es, hácia ntH'S·
ron hasta la conquista de Roma. iras antes importa tra pro;-incia, los tamar1cos, tanto, que en el sitio rle
estudiar los pueblos que mantuvieron trato v comer- ~
uno de los arrabales de Santiago estaba, dícese, el
cio con el celta de la Coruña. Burgo <le los Tarnaricos, así como en el punto cu 1¡ue
Acaece en esta provincia enteramente lo contrario ahora i;e alza la priucipal poblacion, Librcclon. F.ntrc
de las otras provincias de Galicia, cuya impl)rt.tncia C>l mismo 1'ambrc y el Sar habitaban los prc-samarcos,
fué superior en tiempos antiguos, á la manera que hoy y hasta el l'lla, lo~ cr¡,oros 6 caperos.
aventaja la Coruña á sus hermanas. En efecto, en Vol ,icndo ahora hácia el Xorte y á Orirnte del cabo

aquellos tiempos el fenicio, arriesgado marino, si se Ortega!, llamado Promontorio Trilenco, se llega á
tienen en cuenta los peligros á que se exponía el que Burum, puesto hácia lo que hoy se conoce por el nom-
entonces navegaba, venia á los últirnos térrninos de bre de l)unta de la Estaca de '\Tares, que "s la parte
Occidente en busca de metales preciosos. -Xo puede de la Península mas hácia el polo, y señala el sitio
llamarse del todo salvaje al fines, el cual alcanzaba por donde parten términos las pro,incias de Lugo y
ya cierta cultura cuando la llegada del celta; y en Coruña, en el rio Florias, hoy Sor.
cuanto á este, no solo poseía y edificaba ciu<laues, sino Y ya que, antes de seguir, nos ha parecido hablar
hasta caminos, algunos de los cuales fueron mera- de la geografía antigua de nurstra provincia, no con-
mente recompuestos por los romanos, así como antes cluiremos este punto sin tener en cuenta las vías, que
lo habrían sido por fenicios 6 griegos. Con todo esto no sin razou conocidas con el nombre de romanas,
el celta no podía competir en riqueza con los opulen- tenían en parte acaso, harto mas remoto origen. Sien-
tos mercaderes de Tiro, quienes, no hallando suficien- do el CC'ntro de mayor importancia Fla,ium Brigan-
te estímulo en el trueque con pueblos mas pobres, bus- tium, diremos, quc>, de rsta arrancaba una '\"Ía hácia
caban con ansia los metales, abundantísimos á la sa- Astúríca por Lucus, hallándose la primera nian,sion,
zon en Galicia. Pero estos no se hallaban, como hácia 6 parada de posta, en Caranicum. Partía del mismo
lo interior, eu la mayor parte de lo que es hoy provin- Flavium otra vía que pasaba á Iría, Padroo, por Tri-
cia de la Coruña, y por lo tanto, habremos de pasar gundum, cuya ;nansion se hallaba en el puente Si-
someran1entc por el arribo de los fenicios. queiro, al lado de Gándara y á la derecha del puente
Acudían estos al Portus 1Iag·nus para desembarcar de Pontraga, entre Ordenes y Santiag·o; esta vía ter-
en Fla1Ji1t1n Briganti1tm, Betanzos, y, siguiendo acaso minaba en nuestro territorio en Gran<limirum, desagüe
la direcciou que luego llevaron las vías romanas acu- del Ulla, y seguía per loca nzarlti¡Jza, esto es, inme-
dían cu busca del oro, cuyos últimos restos aun arras- diata al Atlántico, á la par de otra, tierra adentro,
tra hoy en sus arenas el Sil, con lo que el territorio hasta Brácara, hoy Braga. Cruzaba tambiP.n nuestra •

de la Coruña les servia, mas de paso que de asiento. proYincia parte de otra ,·ia, quf', viniendo de Lucus
Es muy posible, que, ya por aquel tieIDJ?o, pueblo tan seguia por Brev~, hoy J\,lcllid, á Ascconia, mas acá
amigo del comercio como el fenicio, 6 por lo menos su de Arzúa, y empalmaba hácia lo que hoy es Santiago
sucesor el cartaginés, viese de recabar de los natura- con el camino de Iría á Drigantium. Babia otros ca-
les, si á estos no se les habia ocurrido primero, el es- minos de menor importancia que no conatan en el iti-
tablecimiento de faros, mas 6 menos sencillos, pero nerario de Antonino Caracalla, el cual noes mero obje-
que de todos modos debian de servir de mucho á la to de curiosidad y guia para los caminantes, mas debe
navegacion; y es probable que la actual hern1osa torre tenerse presente q uc es el rC'gistro del pretor, con las
de Hércules de la Coruña ocupe el lugar de un faro vías públicas costeadas por el Estado, y así no cons-
primitivo, si ya el propio nombre no revela el orígen tan las vías vecinales y provinciales que correspon-
á que aludimos. dían á municipios y colonias in1nunes (1).
Poblaban á la sazon el territorio gentes de diversos
(1) Vénnse Jo, importnnti~imos discursos, leidos ante la Academia
(1) Vormsaae, en su o\Jra ya citada, concede mnyor antigncdad al de la Historia, por los Sres. D. Euuardo Saavedra y D. Aurelinno
celta. Fcrnnndez Guerra y Orbe.

CRÓNICA GEI\'ERAL DE ESPAÑA.

Tambien diremos algo de lo poco quo se sabe de los constante y frecuentísimo trato con sus hermanos de
habitantes, acerca de los cuales la antigüedad nos ha la verde Erin, tierra de Gales, Sur de Inglaterra y
conservado opiniones por estremo contradictorias. costa Armoricana.
Antes de seguir, advertiremos de nuevo que iberos y La hermandad de sangre y religiou de estos pueblos
celtas eran hermanos, hasta tal punto, que un exce- con los celtas de la Coruña conservaba perennes las
lentP escritor moderno cree, como ya hemos dicho, relaciones, de seguro mas íntimas y frecuentes que
llevaba un mism-0 pueblo entran1bos nombres (l); por ahora, á la manera que hoy se estiende esa red de re-
lo cual no estrañarán los lec to res, q uo nosotros, ;::,er- laciones públicas, y aun secretas, entre todos los pue-
suadidos tambieu de tal hermandad, hablemos de cel- blos musulmanes, desde las orillas del Gánges hasta
tas é iberos, conforme á semejaute creencia. Si de su el Estrecho ele Gibraltar. Además, dejando á un lado
aspecto esterior q ueremo~ tener noticia, hallamos que lo referente á fenicios, griegos y cartagineses, de in-
Dieffembach se apoya en Tácito para probar que los vencion clásica y aiiadidura moderna, la tradicion,
iberos eran pequeños y morenos, al paso que, segun que no es por sf sola cabal prueba, pero que sirve no
Silio Itálico, eran rubios, quien sostiene que en la pocas veces, si no siempre, para guiar al historiador al
guerra eran mas diestros y astutos que valientes y través de los mas remotos y apartados tiempos, habla
vigorosos, al paso que Floro dice: «aquella belicosa en nuestros dias en las vecinas costas de Inglaterra é
España: famosa por sus guerras y varones, aquel se- Irlanda del trato á que nos referimos, y aun quiere
millero ele ejércitos enemigos, aquella escuela de ' que hayan pasado celtas ó iberos á establecerse con
Anibal !!» (2) . sus hermanos allende el mar Cántabro.
11as, porque en aquel tiempo eran ya conocidos con El celta de la Coruña era de carácter triste y cau-
el nombre de iberos todos los habitantes de la Penín- teloso, pero do ningun modo bárbaro; desdeñaba para
sula, habremos de referirnos mo>ramente al territorio el traje colores vistosos y llamativos y preferia el ne-
de la Coruña. gro; llevaba siempre el cayado en la d·iestra; bebia la
El cartaginés, así como el fenicio y tal cual colo- leche de sus ganados, con cuya manteca preparaba
nia griega, de escasa importancia, no se presentaron el alimento, sin usar jamás aceite para sus comidas,
aq u1 por conquistadores, sino por mercaderes y ami- dado que, ni aun teniéndolo, gustaba de él (1). Ado-
g os. La semejanza de clima, tal vez de sangre y ca- raba á un solo Dios, á quien no levantaba templos.
rácter, y sobre todo, la inmediacion á Cartago, señaló Por último, tenia leye,;, vivia en sociedad regular y
á esta por presa en estremo digna de ser codiciada organizada (2), dedicándose á la ag-ricultura y minería
nuestra costa de Levante. Pasando sobre lo que allí la cual, sobré todo, demuestra notable adelanto, por
acaeció, terreno ,edado para nosotros, diremos que el lo complicado que es el arte del minero, uno de los
cartaginés, movido de la codicia, y acaso mas de la mas importantes y señalados empleos de la inteligen-
necesidad Je nuevas conquistas que la primera con- cia humana.
quista impone, llevó sus haces á. lo interior de Espa- En el rostro, carácter, religion y costumbres era.el
ña y allende las márgenes del Duero, cuyo céltico celta de la Corniía semejante á los otros moradores
nombre, D11Jr, vale agua, y revela harto bien quienes del Septentrion de España (3); por el orígen, herma-
eran los señores de la tierra; halló el guerrero púnico no de suevos, godos, vándalos y escandinavos, fran-
pueblos del todo distintos de los que entonces habia cos 6 daneses, que siglos despues vinieron á regene-
visto. No ignoraba, en verdad, el incomparable valor rar y enaltecer con su sangre generosa la noble san-
del celtíbero; mas eu los pueblos que á la sazon se gre del celta, contaminada con el roce y comunicacion
presentaban, apartados de todo trato con las márge- de los sentitizados siervos de Roma.
nes del 1Iediterráneo, mansion de la mayor cultura de Tal era el pueblo que dió á Aníbal mejores solda-
Occidente, no hallaba el cartaginés en el carácter, dos, los cuales, en prueba de la lealtad de su alianza,
rostros y costumbres de los habitantes la menor seme- jamás abandonaron al g·ran capitan africano, cuyo
janza con los suyos. nombre oyó Roma estremecida. Tal era el pueblo,
Era el territorio de la Coruña uno de los centros en cuyos hijos, leales á su bandera y fieles á la sangre y
que el pueblo celta se conser,aba mas puro. El bri- á la patria, leones en el combate, en la paz mansos
gante y el ártabro, libres de toda mezcla con la san- corderos, conservaban en sus cantares el dulcísimo
gre semita, de que no estaban exentos los costeños recuerdo de la Galicia; que así lo recuerda Silio
del ~1editerráneo, pero no de la sang·re finesa, con la Itálico:
cual se hallaban un tanto mezclados, eran robusto~, «1lfisit di ves Gallwcia pubent
sufridos y animosos; con espíritu, en verdad esforza- Barbara nunc patris 1tlnlante1n carnti,ia linguis.»
do, desafiaban á las siempre inquietas y pavorosas Pueblo sie1nprc valiente, siempre leal y generoso,
olas del Atlántico en frágiles barcos de mimbre, forra- siempre desgraciado; cuyo nombre trae á nuestra
dos de cuero, tradicion finesa; pero despues constru-
yeron naves de mayor tamaño, así como los demás
pueblos celtas, por medio de los cuales mautenian
(1) Vénse Estrabon.
(2) Humboldt: Pnifuno der Unters11ch1111geii iiber die Urbewohner
(1) ~L Pictel: O•·igines J11Jhou-Europée>1e.,, obra ya citada. Hi.fpanienv, póg-. 152 y demás.
(2 } B ellatrirem illam. ,:iris armi.,quenobilem Hispaniam, illan1 se• (3) Talis ergo vita est mo11tat10,·1011, co,·1011 dico qui septe11t,·ionale
,11inn,•i11m hostiles exe,·ci/1~,, illa»i Anibalis et·u!litrice111. Floro, li- Hispa11il1"/atu.rter,11ina11t, Ga/laicorum, Astu,·um, Cantab,·01·tt111, usquo
hro 2. 0 , VI. ad l'ascone.• et Py,·enam: omne., e11im eoden1 viV!,'111 ,norlo. Estrnbon.

. ~ 23
PROVINCIA DE LA CORUNA.

mente el de nuestros padres, nacidos en su seno, Llegamos á la época romana, en que parece debe-
cuya sangre nos presta la honra á la par de la vida!! ríamos tener copiosísimos datos, á la manera que en
El nombre de Brigantium demuestra el orígen otras provincias. Con todo, no es así, y aun compara-
celta de esta poblacion, y prueba que los galaicos de da la nuestra con las otras de Galicia, estas la supe-
nuestro territorio, así como sus hermanos, celtíberos ran en recuerdos históricos, vías, trabajos y restos ro-
y galos, vivian en aldeas y aun ciudades: Bourges, en manos; Bctanzos, á pesar de su antiquísimo renombre,
Francia, tenia antes de la conquista, cuarenta,nil ha- no presenta nada importante de aquella época, (200
bitantes ( l); no podremos decir cuál era el número de años antes de J. C,); ma:; como España ha sido siem-
los de Brigantium, cuando César se presentó ante pre pueblo invencible cuando ha peleado por su
ella cou la escuadra, pero consta era ya ciudad im- independencia, mantuvo esta por largos años tena-
portante. císi mamen te.
Mas los celtas preferían la vida del campo, á seme- Al cabo Ca ton y Sempronio Graco (185-179), en la
janza de sus padres los aryas, cuya tradicion subsiste Espiña citerior, extendieron su dominio por los CPltí-
en la provincia de la Coruña, de igual manera que beros de Castilla y Aragou y el tcrritor;oentrc el Ebro
otros muchos pueblos hern1anos la conservan hoy dia y los Pirineos. En la España ulterior P. Cornelio Es-
en Europa; no habiendo influido en ellos, por fortuna, cipion, Póstumo y otros, creyeron sujetos á los lusita-
la centralizacion romana lo suficiente para dar toda nos, vacceos y turdetanos (195-178). Paulo Emilio,
la importancia á la ciudad, sin conceder al campo1nas despues conquistador de ~Iacedonia, pierde en una ba-
• que ridículo desvío, necio y pernicioso de,,den. talla seis mil hombres; son derrotados lusitanos y cel-
De esa manera, el viajero iuespcrto se maravilla de tíberos, que habían vuelto (18'7) á tomar las armas.
no hallar por nuestra provincia tan populosas ciuda- ~lucren treinta mil españoles en las (185) márgenes
des como en otras, por lo cual uo acierta á compren- del Tajo, y siempre indómitos, se preparan despues
der sea tau grande el número de habitantes, como se de cada derrota á la pelea.
dice, y es verdad. De esa manera, la negra tempestatl adelantaba, fal-
En cuanto al carácter, puede decirse le recuer- . tando despues de la mul'rte de Viriato la última valla
da sobremanera el actual de los coruñeses del cam- entre Galicia (141) y Roma. ~Iientras el poder de
po, esto es, de la inmensa mayoría de la pobla- esta se estrellaba contra los muros de Numancia, el
cion. ToJa vía prefieren los hombres el color oscuro cónsul Decio Bruto mereció el nombre de (139) Ga-
para sus vestidos, así como las mujeres; sobre todo llego por algunas ,·ictorias alcanzadas en las fronte-
hácia la costa, a,nau los colores floridos y alegres; ras de Galicia; gloria tau grande, segun los romanos,
a,un duermen en jergones de ) erba seca y usan la que solo concedieron en España honor semejante á
manteca para sus alimc,ntos. "No diremos, como el Escipion, llamado el Numantino.
Sr. ~Iadoz en su lJicciott'lrio, que son los mejores sol- Como he1nos visto, el romano, vencidos los cartagi-
dados de España, porque habría quien en nosotros lo neses y sojuzgada la mayor parte de España, fué poco
atribuyese á i1nperdonable ceguedad, pero sí podemos á poco llegándose á los últimos confines del Norte y
asegurar son los co1·uücsas, á semejanza de sus demás Occidente. No nos corresponde á nosotros hablar del
• hermanos de Galicia, dignos ele su antiguo renombre . terror que á los legionarios romanos causaba el rio
Claro es que no hablan1os del esfuerzo personal, tan Limia, siendo necesario que Bruto esguazase con el
frecuente en España, y acaso mas que en ningun águila en la diestra la temida corriente, y dando
otro pueblo, sino de esa firmeza y uoion inquebran- voces desde la otra orilla á sus soldados, les hiciera
tables que forman y hacen al soldado invencible. ver que nadie se moría 6 perdia la memoria allende
Y si todavía tiene alguno la menor duda acerca el supuesto Leteo.
de nuestras palabras, atribuyéndolas al san to cariño Ni tampoco nos es dado especificar la heróica de-
filial, véase cual es el glortoso oríg·en del nombre de fensa y muerte (2'7-20 antes de J. C.) de los gallegos
gallego. G,ltl, nombre del qelta del sanscrito ,vala ó cu el monte ?tledulio: baste decir que al cabo, y despues
1oalya, vale f1terte. L1amtibanlos los griegos keltoi, de de resistencia digna de sus esforzados habitantes, el
donde hicieron los romanos celt1-e, concluyendo por territorio de la Coruña form6 parte del I1nperio roma-
llamarlos gatli. Aun hoy los tngleses, para apellidar á no, si bien frecuentes rebatos é insurrecciones, die-
un hombre valiente, le llaman gallant. ron repetidas pruebas del indomable y generoso ca-
Creemos no salir de nuestros límites, ~iendo, para rácter de nuestros gallegos.
completar lo referente al trato del cartaginés con Ga-
licia, que esta le dió sus fuertes soldados, regidos por un
magnánimo rég·ulo gallego, llamado Viriato, el cual,
CAPITULO III.
semejante en el nombre y valor al lusitano, pero en
lo demás distinto, guerreó á las órdenes de Aníbal
1natando en la batalla lle Cannas :í Servilio, scg·undo EPOCA R0~1ANA.
jefe de los romanos, y ,nuriendo al cabo á manos del
cónsul. Como se ignora el verdadero lugar en que Aug-usto.-:Sncimiento de N. S, Jesucristo.-Division de España.-
Convento jurídico du Luc1n.-Costumbres.--Imperio.-Oobern11do-
nuestro Viriato nació, creemos justo recordarle en res.-Ciudo.dnnos romnnos.-Snntingo Apóstol.
en este sitio.
La época romana no empieza para el territorio en
(1) César: De B6110 Gallico, VII. que nos estamos ocupando, hasta Augusto: con ella

, ~
24 CRONICA GENERAL DE ESPAXA.

coincide la venida de Nuestro Señor Jesucristo, en el segundo de la CXCIII olimpiada y 4703 del período
año 747 de Roma, 40 de la Era Juliana, 39 del reinado Juliano, siendo cónsules C. Antistio Veter y Décimo
de Augusto, 25 despues de la. batalla de Accio, 35 des- L::elio Balbo, cinco años, nueve meses y siete días antes
pues que Herodes fué declarado rey de Judea, el año de la Era cristiana; si bien en esto varían las opiniones .

'


Cor uñese~.

De esa manera se cumplieron las santas profecías, ó audiencias, y así lo que es boyprovincia de la Coru-
predicando el Salvador su ,doctrina á los discípulos, ña, pertenecía al con veo to jurídico de Lugo, ó Lucus
quienes despues de la muerte del Hijo de Dios, se dis- A U(JttS ti.
pusieron á llevar y extender la buena nueva por todo Octavio, deseando usurpar el poder, y aparentando el
el orbe. mayor respeto á la ley, desempeñó suceavarriente todas
Quedó E spaña dividida en tres partes: Béltica, Lusi- las magistraturas. Así, con el nombre de prefecto de las
tánica y Tarraconense, formando parte Je esta última costumbres, tomó el cargo de censor, durante su quin to
"l territorio de la Coruña, lo cual duró por mas de tres consulado. Llamóse despues príncipe (1) (29) del Sena-
siglos y medio, hasta Constantino, á saber, desde el
año 27 antes de J. C. hasta el 330. Para la adminis- (1) Los números solos y entre paréntesis indican los años despues
tracion de justicia se establecieron conventos jurídicos ,te N. S. JesucriHto .


~
PROVJNCJA DE LA CORUNA. 25

do, compartiendo con este la admioistracion del Im- que solo tenian la primera, y en lugar de los antiguos
perio, cuyo territorio, en las provincias que habia11 cuestores, nombró procuratorcs como freno á tan ili-
quedado á cargo de los senadores, se llama Prtedia mitado poder. Prosperaron las provincias durante el
tributoria, ó provincias del pueblo romano, asi como Imperio, á pesar de que su suerte dependia del carác-
lo demás llevaba el nombre de Prtedia stipendiaria, ó ter del príncipe, llegaudo las ventajas de la cultura
provincias del César. Gobernaban, pues, los senadores hasta el apartado territorio de la Coruña, que, como
las provincias tranquilas, y á su vez Octavio, ya Ini- toda la Tarraconense á que pertenecia, era de las pro-
pe1·ator y saludado con el nombre de Augusto, regia vincias del César.
las provincias inquietas y mal sometidas; con lo que De las tres legiones que Augusto puso en España,
nombró delegados anuales (lt,gati) para la autoridad daba una de ellas una cohorte para Flavium Brigan-
civil y militar, en vez de los procónsul es del Senado, tium, cuya ciudad, segun Dion Casio (1), se había so-

/ /

Costumbres de la Coruña.

metido á César, al presentarse este por el mar; sola- manos se esmeraron en llevar por todas partes su re-
mente se ignora si los hijos de la costa recobraron su ligion y lengua.
libertad para perderla mas tarde, pero es cierto que el Reinó la paz en el mundo, y nuestro territorio,
territorio fué primero sometido por la costa que por lo acaso el último sojuzgado en España, fué poco á poco
interior, en donde tuvo Augusto que pelear con una aviniéndose con la admioistracion romana (14). :rt,Iuer-
nueva y formidable insurreccion, contra la cual envió to Augusto, fué emperador Tiberio, tirano en Roma,
sus mejores soldados al mando de Cayo Antistio y Pu- infame en Caprera, pacífico señor de las provincias del
blio Firmio, quedando al cabo toda España sometida Imperio. En su vida, así como en la de Augusto, flo-
198 años despues que por primera vez vinieron á su reció España, creció la riqueza y se aumentó el co-
conquista los romanos, gobernados p~ E neo Cepion mercio del territorio coruñés.
Calvo, tiempo incomparablemente mas largo del que A la manera de su antecesor, fué Princeps ó pri-
Roma necesitó para sujetar á ningun otro pueblo. mer ciudadano, cónsul y procónsul, árbitro del Sena-
(27.) De esa manera llegó á formar parte del Im- do y las provincias, soberano pontífice, I1nperator ó
perio romano el territorio de la Coruña, quedando re- general, y sobre todo, tribuno perpétuo: vió al mundo
gido civil, judicial y militarmente, como acaban de en paz, Roma á sus pies, y convencido de que el hom-
ver nuestros lectores, esto es, administrado por el le- bre que vende su libertad á trueque de vivir en paz,
gado de la Tarraconense, bajo la inmediata depen- es mas esclavo que el nacido en la servidumbre, tuvo
dencia del emperador, y comprendiendo para lo judi- razon para exclamar, lleno de soberbio desden ante el
cial en el convento jurídico de Lugo (Lucus). cobarde y envilecido Senado:
Mas si el infl.ujo de las costumbres romanas predo- ¡O kontines ad seroitute,n paratosl
mina en algunos puntos de la costa, lo interior, así (16 de marzo de 39.) A su muerte le reemplaza Ca-
como el resto de Galicia, opuso tenaz y pasiva resis-
tencia á la invasion de los nuevos usos, si bien los ro- (l) Dion Casio. XXXVII. LIC-Llll.
cortuÑA. 4
26 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

lígula, blando y lleno de mansedumbre al principio ba de las contribuciones, ya en tiempode Galba paga-
de su gobierno, loco sa1Jguinario despues: murió ase- ban algunas los nuevos ciudadanos, y parece que
sinado, llorándole los mercenarios, la gente prostitu- desde Vespasiano los ciudadanos de las provincias es-
ta, la muchedumbre y los esclavos á quienes oia con taban sujetos á todo cargo y tributo.
gusto acus;ar á sus señores, cuyos despojos enrique- Ni habia yaotras ventajas que lade no ser preso por
cian al <.'mperador (24 de junio, 41). deudas y el derecho de apelar al emperador, pues el
Tiberio Claudio, de cincuenta años, inclinado á las participar de dona ti vos y distribuciones públicas, uti-
letras, fué cobarde, necio y cruel; merccíanle lvs ro- lísio10 en Roma, servia de bien poco en las provincias.
manos por Dios, le aclamaron los soldados y el pueblo; Entre tanto obligaba á los ciudadano3 el servicio mili-
murió envenenado, y Roma le adoró (14 de octubre tar, al mismo tiempo que otras sujeciones y cargas.
de 54). Do ese modo, el derecho de ciudadanía, concedido por
Neron, mas manso al principio que Calígula, tan Caracalla á todo el Imperio, fué tan solo beneficio en
loco y mas cruel, fué tan mal cómico y poeta. como el nombre, quedando unos sujetos á los cargos de
emperador, suicidándose para no morir asesinado (11 los ciudadanos, y perdiendo estos la últim:\ sombra
de junio de 68). de privilegio.
Galba, gobernador á lasazon de nuestro territorio, Sometidos tan diversos pueblos á una regla comun ,
eomo parte de la Tarraconense, tomó el título de em- cruzaron por ellos magníficas vías, que partian desde
perador, debido á los soldados, quienes despues le Roma hasta los mas remotos confines; tenian estos
abandonaron. Indolente y económico, le hicieron ser caminos, como ya lo hemos indicado en otro lugar,
cruel sus ministros y allegados; murió asesinado (16 mansionesó paradas de posta á conveniente distancia
de enero de 68). y provistas de caballos, con lo que era posible caminar
(14 de abril de 69.) Oton, derrotado en Bedriac por en un dia cien millas. 1\-Ias los correos de aquel tiempo
Vitelio, se suicida. Vitelio, mónstruo de crueldad y no servían para el público, como ahora, sino para el
glotonería, murió lleno de ultrajes y asesinado por la Gobierno.
ruin muchedun1bre que poco antes le aclamaba (20 (138.) Antonino, llamado con razon el Pio y Padre
de diciembre de 69). de la patria, y l\Iarco A.urelio, sincero y bueno, que á
Así el imperio, Roma corrompida, Italia á merced haber nacido cristiano fuera santo, completaron ochen-
de mercenarios, las provincias prósperas toda vía, ta y 0•1atro años, desde Domiciano hasta ellos; la épo-
los soldados daban y quitaban el gobierno del mundo, ca mas venturosa del Imperio.
á medida de su ant0jo 6 de su desobediencia, roto ya Ya en este tiempo se habia estendido el cristianis-
el freno que les imponia el respeto á los emperadores mo por el territorio que nos ocupa, y es tradicion y ge-
de la familia, J uila ya extinguida. neral creencia, que (42) des pues ele l1aber padecido
Proclamaron las legiones ele Oriente emperaelor á el martirio en J eru:ialem el apóstol Santiago, tomaron
Vespasiauo (69), de la familia de los Flav1os: fué bue- su cuerpo los discípulos, y poniéndole en una nave,
no, como homb1·e y como emperador, calidad harto aportaron, despues de costear la 1nayor parte de Es-
rara entre los suyos, y á. su muerte heredó el trono paña, á. Iria á 25 de julio, de dondP, á 30 de diciembre,
su hijo Tito (24 <le junio de 79), <lelicia del género hu- fué llevado áCompo11tela, en la cual permaneció largos
mano, cuyo azote fué el cruel y receloso Domiciano, años olvidado, hasta que fué su hallazgo como se dirá
el último de los eloce Césares. mas adelante. En tiempo de los Flavios vino á Espa-
Adoptó Nerva á. 1Iarco Ulpio Trajano, español, con ña Sao Eugenio, y con su predicacion se aumentó el
quien (10 de junio de 98) div1d16 la autoridad. 11odes- número de verdaderos creyente:;, sin que las repeti-
to, esforzado, de gallarda y noble apostura, leal y das persecttciones que padecieron fueran parte para
capitan e:3celente, fué Traj&.no gloria de Roma y honra hacerles olvidar la fé, ni aun entibiársela.
de su patria. Durante el Imperio de Commodo, augusto de títu•
(10 de julio ele 138.) A. Adriano, asimismo de san- lo, mas en verd:\d ruin, cobarue y lujurioso, renacie-
gre espa:iola, siguieron los Antoninos, bajo quienes el ron los males pasados, y se acrecentaron con los pre-
Imperio logró tambien feliz reposo, gloria y prosperidad. sentes. Asegú1·ase que po::- este tit'ropo, Atico, presi-
Duraban largo tiempo en su puesto los gobernado- dente de Gálicia, convidó á todos los soldados á cierto
res de las provincias, con los que estas, hallándose ad- sacrificio, al cual, habiéotlose negado Facundo y Pri-
ministradas por hombres que conocian su contliciou y mitivo, fueron condenados y padecieron martirio.
necesidades, adquirían todo género de cultura y se (l.º de enero de 193.) Helvio Pertínax, hijo de es-
aumentaba su riqueza y comercio. Los Flavios tlieron clavo, murió en una sedicion ele sus pretorianos, y los
su nombre en nuestro territorio á. Brigantium é !ria, soldaclos entonces pusieron en venta rl Imperio.
aumentando las vías, reparando ciudatles y estendien- (198.) Severo, confundiendo las religiones hebrea
do su mano benéfica y protectora sobre sus hermanos y cristiana las prohibe, de donde nace nueva perse-
de Galicia. Ya por este tiempo era grande el número .
CUCtOn.
de ciudadanos romanos entre nosotros, con q uie- Fortuna era y no pequeña para el territorio á que
• nes Roma se mostró menos avara de semejante se refiere esta crónica, el hallarse tan distante Jel
honor que con ningun otro pueblo, al paso que ape- centro, pues de ese modo, si la refin:tda cultu r a de
nas le concedia á sirios y egipcios á quienes mirab'l. aquellus tiempos no llegaba á corro:nper á nuestros
con desdeñoso desvío. l\Ias como el derecho ele ciu- celtas, tampoco conocían mas que d1 oida.3 á. los móns-
dadanía, que cada vez se iba cstendiendo mas, libra- truos que á menudo deshonraron el Imperio.
~
PR.OVINC!t\ DE LA CORU:\A. 21

(8 do abril de 217.) Al nécio y cruel Caracalla reem- cargo las rentas y la justicia, la mr>neda, las subsis-
plazó Heliogábalo, menos que mujrr, infamo aborto tencias públicas y el comercio en grneral; sujeto se
de la corrupcion de Siria, últin1a dPgradacion del gé- hallaba á su vigilancia el gobernador de nur.stro ter-
nero humano. ritorio, y á él se apelaba en los asuntos mas graves,
teniendo además obligacion de poner en claro, pro-
mulgar y aun modificar los edictos. Tal fué la nueva
CAPÍTULO IV. autoridad superior á cuyo cargo quedó el territorio
coruñt<s.
Palabras de Claudia II.-Latifu11dla.-Contribucioneij,-Diocleciano Un vicario ó vice-prefecto gobernaba á. España,
Oalerio, Constancio y Constnnlino.-Nue,;a di vision de E~pañR ....'. como una de las trece diócesis del Imperio, las cuales
Estado socinl.-Lns cludades.-El campo.-Bngaulios.-Enfiteusis.-
Biznnclo.-J ulinno Apóstata. fueron divididas en ciento diez y seis provincias; mas
sus gobrrnadores, nc:lcidos en comarcas estrañas, y sin
Ya Roma no estaba eu Roma; España y las Galias apego á la que tenían á su cargo, <'ran corrompidos
eran, segun Claudio II, el alma del Imperio. Italia con- en lo general y ahusaban del podrr. Un jrfe militar
v_ertida en desierto y cubierta de latif1tiidia (l), 'nece- mano.aba las tropas ele España. Rodeaba al cm perador
sitaba hasta el pan de las provincias y ni aun tenia egrégio fausto, para cuyo mantenimiento pagaba el
hombres. Españoles primero, vracios, panonios, sirios, territorio que nos ocupa, así como los demás, injustas
árabes y afrjcaoos des pues, hollaron con planta imperial y durísimas contribuciones.
el polvo del Lacio. Corrompida muchedumbre aclama- Habían estado los habitantes de las ciudades en las
ba al emperador mas infame y dadivoso; soldados sin provincias divididos en ciudadanos, asociarlos y súb-
disciplina vendían el Imperio, cuya gangrena, mortal ditos, hast<i el siglo 1u, mas desde Caracalla fueron
para Italia, iba ya estendiénclose por las provincias. todos por igual súb lites del emperador. Sin contar
A menudo debieron de echar de menos nuestros crltns los esclavos, hallamos senarlores, sombra de lo que
la libertad pasada, al compararla con la presente fué Senado en Roma, dignidad nominal concedida
ignominia. por el emperador; consistian sos privilegios en no ser
Eran las contribuciones cada vez mas ¡Jesadas, y juzgados mas que por un tribunal particular, y en ha-
los pueblos no podiau menos de perder el respett• á llarae libres del tormento y de los cargos municipales;
aquellos emperadores corrompidos j efímeros, cuyo en cambio estaban sometidos á un impuesto, y en caso
término era el morir asesinado:'>. necesario, á covtribuciones estraorclinarias. Eran los
(Abril 286.) Diocleciano asoció al Imperio á l\Iaxi- decuriones ó curiales, pro¡1ietarios in<lígenas (ntunici-
miaoo y dió el título de Césares á dos buenos gene- pes) ó de fuera (incolr.e), y como á su cargo estaba el
rales, Galerio y Constancio; quedando este último proveer á ciertos gastos y además los negocios públi-
para la administracion y defensa de Bretaña, Galia cos, determinaban las leyes municipales su riqueza, la
y España. Grande fué en tiempo do Diocleciano la cual bajó á ser mínima en tiempos de ~.ralentiniano;
persecucion que padecieron los cristianos, pero Cons- que á tal punto había llegado á en ,ilecerse tao ambi-
tancio era amigo de estos, y hallaron al cabo paz y cionada dignidad.
reposo bajo Constantino. Propietarios de escasos bienes, artesanos y merca-
(306-313.) Hácia este tiempo se celebró el conci- deres, del todo cscluidos de la adrninistracion urbana,
lio Illiberitano, de Illiberis ó El vira, en el cual se formaban lo demás. Se ignora como la industria pasó
habla, como de cosa es tendida ya por toda España, de los esclavos á hombres libres, quienes á la sazon
de vírgenes consagradas al Señor; dispensa de los trabajaban por su cuenta y reuni1los en corpora-
.
ayunos de julio y agosto; veda á !as mujeres fieles Clones.
escribir ó recibir cartas de los laicos, aunque estos En el campo vivian los propietarios entre colonos
sean cristianos; manda no se pinten imágenes en y esclavos; ,endíanse aquellos ó eran repartidos con
las paredes de los te1uplos; se habla tambien en este el terruño. la ley -.edaba dividir á una fan1ilia (1).
concilio de metropolitanos, ilamados antes obispos de Fuera de la obligacion de vi,ir y morir en donde ha-
primera silla. biao nacido, eran libres, y el derecho romano los lla-
Di vidi6 Constantino la Península en siete provin- maba Ííigc1tui, pero eran siervos del tC'rrnño (servi ter-
cias, y se establecieron metropolitanos en las capita- rm), dura condicion, acaso peor que la drl esclavo.
les, de eso modo, lo fué de nuestro territorio el de 1\.gobiados los labradores libres por el fisco y el
Braga. ._ culto, vendif'ron sus bienes ó los culti \·aron como co-
El Gobierno de Roma, patriarcal en su orígen, fué lonos; mas la miseria los abrumaba, oprimíanlosamos
luego aristocrático, dcspues imperial y democrático. crueles, y los colectores de contribnciones, verdade-
Augusto clió el primer paso hácia el gobierno absolu- ras aves de rapiña, los obligaban con su crueldad á la
to, Diocleciaoo asentó la soberanía, y Constantino pu- rebelioo.
do variar y disponer de todo á su antojo. De aquí los ejércitos de bagaudos, que asolaron el
Conservó cuatro prefectos del pretorio, convertidos Imperio, y en quienes nos ocupare1nos otra ve~ antes
meramente en magistrados civiles, y erael de lasGa- de la ruina del coloso romano. Dejara el Estado de
lias, de España y Bretaña. Tambien tenia este á su existirá estenderse por las provincias los latifundia
de Italia, con lo que se hizo lo posible para que

(l) Le1tifun.r:lia perdidil Italiam Plinlo, Hist. nat. XVIII. (1) Código dd Jiutin.ia,io -'-", Communia, uts. j1,d.
28 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

no se aumentaron las tierras incultas y abandonadas como antes, la roligion del Imperio, tí la muerte de
dal todo. Pero ni exenciones ó promesas, ni aun a1ne- Juliano. (26 de julio de 363).
nazas, bastaban contra semejante daño. Entonces co- Entre tanto, y mientras se prepara el mayor suce-
menzó la enfiteusis, perpétua ó por cierto tiempo, cu- so, despues de la venida de Nuestro Señor .Jesucristo,
ya traclicion mantenida cu el territorio que nos ocu- que es la llegada de los bárbaros, tengamos presente
pa, corrió on otro tiempo graneles males, y hoy, mal el estado del territorio coruñés, el cual se hallaba
entendida y aplicada, es el cáncer de tan hermosa co- harto lejos del centro cuanuo Roma ora capital, pero
marca. es cosa q uo maravilla en verdad la distancia á que se
~o hemos creido lícito en crónica como esta es- hallaban á la sazon los cn1pcradores. De esa manera
tendernos fuera do ciertos límites mas de aquello seguiremos ocupándonos, por ser la parte mas anti-
que nos parecía necesario é inevitable. Pero al llegar gua, eo el estado de las persona-., mas antes de po-
á algunos emperadores, es fuerza detenerse, siquiera ner fin á la época romana, es fuerza llevar la vista
sean brevísimos momentos, los que este trabajo con- allende los bosques y rios de Germanía, por los cua-
cede. les se oye el sordo y amenazador murmullo de los
(11 de diciembre de 361.) A la muerte de Constan- que, de bárbaros, se disponen á ser seüores del
cio, presenció el mundo felicísimo acontecimiento pa- mundo.
ra unos, para la causa de la verdad, desgracia incom-
parable.
No habia triunfado el cristi:inismo, sin op0sicion y CAPITULO V.
sin quc:>jas, de las cuales movido Constantino, trasladó
á Bizaocio la córto imperial, para desde ella, como
Origen ,le la pnlnbra h,i,·ba>'ot.-Los sakn,.-Hero lotJ.-)úo,lo ele via-
terreno mas á propósito, hacer frente á los amigos del jar da los ariano~.-Suevos.-Godos.-Ro111anitaI.-Ba.-barta,-Ro-
paganismo. Hallaron estos á Roma llena de recuer- ma y las provincins.-Gándnrns, palabra arinnn.-Germnnos.-Ro-
dos: el A. ven tino, el Foro, el Capitolio, testigos de manos deg-enerallos.

otros hombres y otras épocas, recordaban al romano,


por degenerado que estuviese, la gloria de los tiempos Llan1aban en otro tio1npo los hombres á todo pue-
pasados, unida á las prácticas del culto politeísta, blo, cuya lengua no entendian, 1nudo ó tartamudo,
que Constantino miraba con repugna.ocia no disi- que tal es el origen de la palabra 1Jar1Jara, en sans-
mulada. crito; verdadera onomatopeya, de donde bapbap_o(, en
Biza.ocio, rodeada de fertilísima tierra, puesta á la griego y barbarus en latín. Tal era el nombre que á la
orilla de risueño y apacible mar, en cuyas aguas re- sazon daban los romanos á todo lo ajeno al Imperio,
verbera la luz del mas hermoso cielo, fué desde en- si bien aplicado con preferencia á las generosas tríbus
tonces capital de los emperadores cristianos; no que á cuya noble sangre y levantado espíritu estaba para
todos lo fueran, pues hubo uno á cuyo nombre acom- lo futuro encomendada la regeneracion de nuestros
paña el de Apóstata, epíteto en ,erdad merecido, no padres.
solo ante los cristianos, sino ante el hombre de razon Hermanos, como ya hemos dicho, de los celtas, po-
bien clara y despejada, que viva ajeno á toda fé reli- seedores del territorio de la Coruña, se presentaron
.
g1osa. en pos de estos nuevos pueblos, de cuyo aspecto y
Nueva manera de persecucion cayó entonces sobre costumbres tenemos ya mas clara noticia, por la cual
los cristiauos del Imperio. «Por los dioses, decía Ju- podemos comprender de qué manera se habian en-
liano á. Artabis, no quiero vayan á. la muerte los ga- caminado tambien hácia Occit!.ente, los primeros
lileos, ni se los persiga, sino que los adoradores de aryas.
los dioses sean favorecidos.» De esa manera, no Armados y pertrechados para la guerra, como sus
empleó el hierro y el fuego, mas no fué la guerra hijos, los caballeros de la Edad media, tenían con es-
menos temible, antes bien el imperial sofista hizo tos no poca semejanza, así en la sangre y carácter,
cuanto estuvo en su mano para destruir la obra del como en el aspecto esterior. Ya en el Ramayana se
Evangelio. presentan los sakas con armaduras de oro, pesadas
Dueño del poder absoluto, alentó basta donde pudo hachas y largas espadas. Rerodoto dice «que los ma-
á los herejes, so prP.testo de imparcialidad, con lo sagetas llevaban talabartes, corazas y cascos cubier-
que volvió á sus sedes á. los obispos donatistas, nova- tos de oro, y empleaban el cobre en sus lanzas, dar-
cianos, macedonios, etc., seguro de que semejante dos y flechas.» No citaremos mas por no cansar, pero
astucia suscitaria trastornos y tempestades, acaso es cierto que los pueblos á quienes nos referimos lle-
mortales para la iglesia. Prohibió á los cristianos el vaban armaduras en forma de escamas.
enseñar retórica y bellas letras, bajo ridículos pre- Presentábase, pues el ariano con la referida arma-
testos, negándoles, siempre que podia, toda carrera dura, acomodada al cuerpo á manera de piel de dra-
honrosa y lucrativa, poniendo además de nuevo en gon, casco en la cabeza, espada, arco y carcaj á la
todas partes cuantas imágenes y símbolos recordasen espalda, y desmesurada lanza en la mano. Venia por
la idolatría, á los cuales ningun cristiano podía hu- medio de los desiertos campos de Oriente, custodian-
millarse, sin apostatar, como el emperador. do grandísimos carros, cuyos techos semejaban anchos
11as todo fué en vano, y el loco empeño de restau- tejados, y dentro de los cuales iban las mujeres, hijos
rar lo que ya había muerto, poso de manifiesto la y ancianos padres de los guerreros, así como las ri-
fuer7.a y 'ferdad del cristianismo, el cual volvió á ser quezas. Grandes bueyes tiraban de tan descomunalea
~
PROVINCIA DE LA CORü:.'.\A. 2V

máquinas, cuyas ruedas rechinaban bajo el enorme y en ella drscansa la constitucion libre de aquellas
peso. Coa semejantes carros, verdadera represcnta- ciudades. l\Ias esta igualdad cesó del todo cuando el
cion del A rea Santa, formaron los germanos sus cam- Imperio se estendió por tres partes del mundo, de mo-
pos, no de otro n1odo que hoy sus mas cercanos repre- do que la libertad local fué á menos. Llegó dcspucs
sentantes, los emigrados americanos, cruzan las la opresora administracion imperial á sujetarlo todo
Rocky Jlountai11,S en carros parecidos, llevando con- al mismo nivel de obcJ.icncia, é hizo poco á poco des-
sigo el gérmcn de civilizacion á. las mas apartadas aparecer la diversidad entre Italia y las provincias.
comarcas. La Península itálica, favorecida en otro tiempo sobre
De haberlo tenido presente, y á vivir en nuestros los dcm:is pueblos, perdió su valor, levantándose un
tiempos, acaso Góngora no insultara, ni aun en ju- tanto las tierras conqui:.;tadas, hasta que todo se pre-
guetona letrilla, la pobreza de las casas de madera, cipitó en incurable desfallecimiento (1).
frecuentísimas no há mucho en Galicia á las cuales En efecto, no se trata ya de la decadencia del Im-
llamó el insigne ..-ate «arcas de ~oé,» adivinando cn perio, sino de su ruina. Advenedizos, hijos de los
efecto lo pasado, para lo cual se necesita no menor pueblo:i mas corrompidos y abyectos, ocupaban el
virtud natural que para lo porvenir. primer puesto alcanzado, no por la propia honra, sino
De ese modo el chalet suizo, las cabañas del nt1ijik por la riqueza ó la infamia, al paso que los descen-
ó del norurgo, y las que aun se hallan en nuestro ter- dientes de nobilísimas familias, gloria en otro tic1npo
ritorio, parecen 1neramente aquellos carros primitivos, de Roma, ganaban la vida de cocheros del circo. y ya
á los que el dueño ha quitado las ruedas por no ser en el año l!l de .Jesucristo babia tcniuo que prohibir el
necesario seguir mas adelante. Senado á las viudas, hijas y nietas de caballeros ro-
Despues de esto no es posible llamar nómadas á los n1anos <>l hn.crrse ernpadronar por los ediles en los re-
ariano-g·ermanos, y sí viajeros, pues donde qui,~ra que gistros de las prostitutas (2).
les parec1a lícito y oportuno, al punto se deteoian y Dos palabras resumen el estado político del mundo
arraigaban. Como los celtas, seguían tambien los en este tiempo. Llamaron los romanos barbaria á todo
nuevos aryas su camino por el Cáucaso, en cuyo ter- lo que estaba fuera de su alcance, y ro111anitas á aquel
ritorio quedan todavía algunas tribus, consideradas confuso monton de pueblos, bollados por la planta
como las mas hermosas del género humano, prototipo itnpfa de cosa un tanto semejante á lo que hoy llaman
de esfuerzo y energía. y aplauden no pocos con el nombre de centralizacion.
Fuera <le lugar y estraña al presente trabajo seria 11ientras el emperauor no pudo abarcar, como desea-
la historia de los diversos pueblos, conocidos por el ba., las provincias, prosperaron estas; pero conforme
hijo de Ruma con el nombre de g·ermanos. Solo tres fueron perdiendo la libertad de gobernarse y aun de
nos interesan, á saber, suevos, vándalos y godos, así vivir, la gangrena de Italia se fué estendien<lo y lle-
como luego l0s que vinieron mas directamente de Es- o-anllo á los mas apartados territorios.
candinavia, llamados uorrnanclos. Dícese que el nom- t:> Vió entonces el de la Coruña caer como castigo del
bre de sucvo viene de cliiveifen, anclar errante, ó de cielo el pago del censo, llamado por Lact:nci~ <ámá -
sove sea mar· así como el de vándalos <le voa,¿d, gen de la guerra y de la servidumbre.» \ end1an los
agua. ' los' suevos sobremanera esforzados, su ao-entes del fisco las tierras, contaban cepas y árbo-
' Eran
nombre temido de todos, y grandemente considerados l~, apuntaban todos los animales y todos los ciuda-
por los mas generosos pueblos germánicos. Su infan- danos, así los hijos de los pueblos como los de las
tería era invencible, así como lo son hoy y serán aldeas. Daban tormento á los hijos para que acusaran
siempre sus hijos, á las órdenes de un capitan anti- á los padres obligando de igual manera á los escla-
guo, acreditado, y no convertido en jefe, poco menos vos contra los amos, á las esposas contra los maridos.
que de repente, sin mas méritos que el favor ó la in- Ni edaJ, ni enfrrmedades libraban á na1lie del tor-
justicia. Tenían ciudades y, segun César, cultivaban mento, el cual obligaba mas de una vez á los míseros
la tierra. Eran los godos por estremo reforzados, su contribuyentes á declararse contra sí propios. Como
gobierno superaba en fuerza y órden á los demás había quP comprar hasta el respirará fuerza de dine-
germánicos, sus reyes se llamaban los Anialos, esto ro hacian comparecer á enfermos, valetudinarios y
es, puros, celestes, y provenían de la mas noble rama ni~os, quitando aüos á los primeros, y poniéndoselos
ariana. á los segundos, porque se pagaba un tanto por cabe-
Todo:i llegaron á nuestro. territorio mas tardeó mas za. Ni era menos tem1ua que la capitacion la. cola-
temprano, arrastrados por el torrente d~ pueblos á cion lustral, que pagaban los comerciantes cada
quienes empujaban los hunos. quinquenio. Al llegar este, se aumentaban el número
Antes de su entrada, pongamos por última vez la de esclavos, vendian los padres á sus hijos, no para
vista en el coloso imperial, medio arruinado, á cuyas conservar el producto, sino para pagar á los cobrado-
!
plantas hormigueaba en Roma mísera envi_le?ida res (3). Veíase por las calles abrumados ágolpes á los
muchedumbre, sin mas valor que para gritar, p1d1en- tristes que por su pobreza no podian pagar las cuotas;
do <(pan y juegos,» ni mas fó religiosa que para bur- vendían las madres á los hijos, conducian los padres
larse de la sinceridad de los cristianos.
Cuando Roma era pequeña y tenia bajo su depen- {l) Savigny: Geschichte de$ r<rmi.tchen Rt>ehlf! in Milldalter, to-
dencia algunas ciuuados de Italia, á quienes babia mo I, pág. 31.
otorgatlo el derecho de ciudadanía, po_dia ~uponerse {2) Suetouio: Tibe••io, li.-Tácito: Anale.•, n. Si.
entre estas y la ciudad conquistadora cierta igualdad, {8) Lil>anio 0..atto cont. Flor.
30 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

al lupanar á sus hijas, para ver de esa manera de pa- quiera la desaparicion de tanta grandeza, que es bien
gar con el infame precio (1). Prohibió Constantino propio de corazones generosos compadecerse de la
$Cmejantes tormentos, sustituyéndolos con encarcela- pérdida de todo poderío; justo es y razonable, pero la
mientos, mas los herederos estaban obligados á pagar ruina del Imperio, lejos de deberse á los bárbaros,
al fisco la deuda del difunto, ó á renunciar á la heren- se detuvo por estos largo tiempo, sosteniendo con
cia; sin contar con que los contribuyentes se hallaban robustos hombros la bóveda desquiciada, para que no
obligados á cocer el pan y la cal, á trasportar géneros aplastara á los míseros engendros que no se avergon-
á los almacenes y al ejército, y á. dar caballos á las zaban de llamarse romanos, hasta que al cabo ni dig-
paradas de posta. nos fueron ya de que por ellos se derramase sangre
Roma acostumbradaá las riquezas de la conquista, generosa.
y sin ánimo ni fuerzas para lograrlas, arrancaba en En efecto, los buenos soldados del Imperio germa-
hombres y dinero á las provincias lo que no osaba al nos eran, al paso que en Roma y Bizancio bullía cor-
estranjero. Entonces cubrieron latif1t1tdia semejantes rompida muchedumbre que solo sabia vivirá costa del
á los de Italia el hermoso suelo de la Coruña, lati/u1tdia erario, y para la cual se inventaban todo género de
qne cou el nombre ariano de Gándaras han llegado empleos, siempre escasos para satisfacer la sed de de-
hasta nuestros dias, sin que el gran número de los pendencia y servilismo que consumía á tanto mísero
actuales habitantes haya sido parte todavía para es- pretendiente. Sed de empleos que compartían con el
tender por ellos el cultivo que en otro tiempo los fe- rabioso placer de ver derramar sangre en los circos,
cundaban. Con razon decia Tácito que para apaciguar cuyo gozo apenas estorbaban de vez en cuando los la-
á las provincias· las despoblaban (2). mentos con que no podia menos de recibir el ocioso
Además de la capitacion y coutribucion territorial, enjambre las desgracias presentes, preñadas de negras
babia infinitos impuestos, debidos muchas veces al amenazas para lo porvenir.
capricho de los emperadores. De ese modo, si bien Horrible á la vista y en verdad repugnante era el
babia florecido nuestro territorio durante los primeros ver á aquellos ciudadanos, cuya condicion era mas
siglos de la conquista, empezó á señalarse la de- triste que la del esclavo, pues ni aun dignidad tenían
cadencia á la muerte de Constantino, de tal manera, para sufrirla, poner en olvido sus mayores aflicciones
que á poco, en vez de la pasada prosperidad, cubrie- con solo pensar en los placeres del circo. Para ellos
ron el suelo de la Coruña miseria, pobreza y de- reservaban el entusiasmo y disponían las únicas coro-
solacion. nas de triunfo que el pueblo romano sabia ya conce-
Condicion es de todo gobierno el empeño de opri- der al valor, el cual no le p lacia, si no era vendido y en
mir para centralizar el poder. Si á la sazon el pueblo sangrientos é infames juegos. ¡Libre Dios de semejan-
tiene suficiente energía para hacer respetar sus leyes te castigo á nuestro pueblo!
y costum brcs, resulta bienestar general; pero, confor- ¡Notable oposicion de pensamientos y caractéres
me las costumbres se relajan y el respeto á la ley se con los pueblos que por aquel tiempo bajaban del Norte!
pierde, entonces el gobierno oprime, mas que por su Eran tribus numerosas de hombres robustos y esfor-
propia culpa por la de los débiles y cobardes goberna- zados, de alta estatura y blonda cabellera; refl.ejábase
dos. Todo pueblo tiene el gobierno que merece, y la en sus ojos el azul del cielo, y en su ademau el
verdadera señal de la decadencia de un pueblo es la alma de los dioses, de quienes, segun ellos, descen-
miserable debilidad con qne vuelve á cada paso los dían. Ajenos á la cultura de aquellos esclavos de
ojos, implorando auxilio y proteccion, en vez de man- Oriente á quienes venian á sojuzgar, contestaban á
tener el respeto á la libertad y á la ley, no con insur- la perfidia de estos con su propio valor, y á las ase-
recciones ni desafueros, sino conformándose con su chanzas arteras con la espada. Si hay quien ose poner
deber ante Dios y los hombres. Pueblo que sepa cum- en duda las buenas calidades de los germanos, no
plir con su deber será siempre grande y libre dentro podrá al menos negar que su influenciaen Europa fué
de la ley: es leccion que se aprende fácilmente con solo tan grande que á ellos debemos lo que hemos sido y
pasar el canal de la lriancha; mas por desgracia se ol- somos, y a.un miramos con envidia á los pueblos
vida siempre al volver. que saben, como sus antecesores, vivir y ser grandes
Conservaban los romanos de sus abuelos solo el sin necesidad de verse maniatados por la triste cen-
nombre, pues basta la sangre se hallaba mezclada con tralizacion, precursora segura de la rornanita del bajo
la de los pueblos mas ruines y envilecidos. Llore quien Imperio.
Vamos á despedirnos del coloso, dominador del
mundo; mas antes habremos de echar rápida ojeada
{l) Zo.:imoHist., II, 24. á las ruinas que vemos por do quiera amontonadas
(2) Uói solitudinem /acit"H· paceni apellant. aun sin salir del territorio de la Coruña.

FIN DE LA PARTE SEGUNDA.


PARTE TERCERA.

ÉPOCA SUEVA Y GOTICA.


CAPITULO PRIMERO. Los curiales antes que serlo preferian ser siervos (1).
A todo lo cual respondió el emperador obligando á
aquellos desdichados á ser curiales á la fuer:i:a.
Tradiciones religiosas de lo'! celtas.-Evnngelío.-:\lunicipios.-Cu- Roto el freno de la obediencia al poder central y
riales.-Limigantes y bagau,los.-Teodosio.-Entran suevos, ván- falto este del vigor con que hasta entonces había im-
dalos, alanos y silingos.-Suevos en los montes Ervasios.-Repú·
blica en nuestro territorio.-Ha1nbre.-Peste.-Fieras.-Castigo de perado, queuó sumerjido nuestro territorio en oscuro
Dios.-Caslidad de los bárbnros.-Su número.-Falta ,le gobierno y cao~, al través de cuya negra confusion recorren la
administracion.-Relig-ion cristiana.-Oejan los vándalos á Gali• tierra á manera de furias del Averno, no bandas, sino
cin.-Division de esta.
verdaderos ejércitos de bandidos, cuyo nombre ha pa-
sado á la historia, llamados unas veces limigantes y
Cumplidos estaban los deseos de quienes deseaban mas á roen udo bagaudos (2).
igualdad general para los hombres. Empezando por ¡Bagaudos, á quienes llamaban rebeldes, cuando
el cielo, Roma había adorado á todos los dioses puestos habian sido obligados al crímen por la iniquidad del
á su alcance: reunidos en el Pantcon, y cuando, al pa- gobierno y la mala fé ele jueces prevai-icadorcs! (3).
recer, era mayor el ansia de los romanos de prácticar En semejante estado, el pueblo de nuestro territo-
todas las religiones, se hallaron de improviso sin nin- rio, mas bien que temer, debía desear la llegada de
guna. Quedábales, con todo, el estoicismo, que al los pueblos germánicos, cuya dominacion, asentada
menos los enseiíaba á morir. De ese modo en nues- ya en otras partes, se sabia era harto menos dura y
tro territorio las tradiciones religiosas de los celtas, humillante que la del actual Imperio.
jamás abandonadas, afrontab,ao, no sin éxito á menu- Ya la vida, que al principio se babia ido retirando
do, á las verdades del Evangelio .•-\.u u hoy vemos no de Roma á Italia, huia tarubien de España y las Ga-
pocos santuarios, alzauo;:1 por la Iglesia en lugares á lias, alma del Imperio. A tiempo venían los robustos
donde la supersticiou pagana llamaba irresistiblemen- bárbaros á ree1nplazar al viejo caduco, solo capaz ya
te á los habitantes. de repetir chocheando lo que en tiempos de virilidad
En el Imperio ... mas ¿qué era ya el Imperio para el había inventado.
territorio coruñés? En los últimos tiempos no oían (346.) Será el último emperador de que hablemos
nuestros gallegos el nombre de emperador, sino con encomio, Teodosio, tanto por bueno como por es-
cuando en su nombre, con amenazas y todo género de pañol. Xació en Cauca; Arcadio, Honorio y Pulqueria
tormentos les exigian la contribucion. 1\.terrados los fueron sus hijos. Grande l1asta en sus defectos, Teo-
mismos que formaban parte de los municipios ,í quie- dosio fué el último emperador digno do Roma.
nes correspondía percibir las contribuciones, con las Desde entonces cubre densa noche la historia del
visitas domiciliarias y el despojo por parte del poder, territorio coruñés, así como de toda Europa, sin que
que les exigia la exacta responsabilidad del cobro, y sea posible descubrir en medio do aquellas tinieblas
espuestos al propio tiempo á los motines que su triste mas quo tal cual fugaz llamarada.
cometido salia provocar, consideraron preferible á los {I) S11vig11y. Ge$chistete des roe1»i.,c/1e,1 Reclites i11 .Vi1telaltte1·, to-
falsos honores que se les concedian, huir á otros pue- 1no I, p. 2-2 y sig.
blos para vivir como meros ciudadanos; otros entraron {2) Bnynnd, en celta, asamblea tumultuosn..
en el ejército 6 bien se hicieron sacerdotes cristianos. (3¡ ::ialviano, De G11oe,·11. Dei, lib. IV.
32 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

Fué memorable este año por la entrada en España peligros y persecuciones en medio de sus ovejas. Ya

de suevos, vándalos, alanos y silingos, los cuales se por este tiempo, afirma Salviano que los españoles
esparcieron por la Península á manera do devastador se gloriaban con el nombre de católicos.
é incontrastable torrente, asolando y dividiendo des- Al cabo, los mismos conquistadores, viendo les era
pues lo conquistado, para lo cual se encomendaban á imposible vivir si no se cultivaban los campos, se con-
la suerte. Tocó Galicia á suevos y vándalos (411), vinieron con los naturales para repartirse las tierras y
mas estos últimos, no aviniéndose al fin con los pri- disfrutarlas. Y á decir verdad, era necesario por infi-
meros, ero pezaron á hostilizarlos. Aquí se dice q ne nitas razones. No eran innumerables los bárbaros
los vándalos cercaron á los suevos (419) en los mon- como el terror hacia creer á los contemporáneos y la
tes Ervasios, de donde no pudieron desalojarlos, con credulidad repetir á los historiadores de aquellos
que nos muestran á estos vencidos y obligados á tiempos. No consta el número de suevos que vinieron
acogerse á las alturas; despues de lo cual, era razona- á España, mas sí el de los vándalos, que no tenían
ble se estableciesen en Galicia los vándalos, salvo el mas de cuarenta mil guerreros, cuyo número seria
• derrotar de nuevo á sus enemigos, si estos se atre- con no gran diferencia el de sus afortunados rivales
viau á bajar de las cumbres en donde se hallab:i.n re- en Galicia. Cuando un pueblo pierde el ánimo para
traídos. Con todo, los vándalos salen de Galicia enca- hacer frente al conquistador, domina este con fuer-
minándose á tierras desconocidas para ellos, cosa en zas al parecer pequeñísimas para tamaña empresa;
verdad sorprendente, y que mas bien demuestra, si no mas no olvidemos la conquista de !IIéjico por Hernan
vencimiento, por lo menos resistencia tal y tan Cortés, ó la dominacion de Inglaterra en la India por
obstinada. por parte de los suevos, que al cabo que- medio de escaso número de soldados, si se tienen en
brantó el esfuerzo y ardoroso carácter de los fu tu ros cuenta.u los infinitos millones de habitantes que pue-
señor~s de Africa. Hermenerico (Hermauric) era el blan aquel inmenso y riquísimo territorio.
rey de los nuevos señores de parte de Galicia, y de- Casi del todo habiaya desaparecido el recuerdo de la -
cimos parte, no sin fundamento. vida y costumbres á que los romanos tenian acostum-
Lugo y lo que hoy es, por decirlo así, territorio ecle- bradas á las provincias; y si en las mas próximas es-
siástico de Santiago y Mondoñedo, permanecieron ba interrumpido el trato y comunicaciou de comar-
largo tiempo libres de bárbaros. En efecto, los suevos ca á comarca, júzguese cual seria el aislamiento en
ocuparon á Braga con todo lo que hay entre el Due- que se hallaba el territorio coruñés. Caminos, postas,
ro y ~liño, desde donde fueron luego estendiéndose obras públicas, administraciou, todo, en fin, cuanto
tanto al Sur como al Norte. En cuanto al territorio recibía la vida del poder central, habia desaparecido
coruñés, seguramente fué uno de los que mayor re- con este. Solo conservaba apariencia y organizacion
sistencia opusieron, siendo acaso el último dominado romanas lo perteneciente á las ciudades, elemento
de esa manera, independiente; sus hijos, así de los primitivo del mundo romano. Para bien de nuestro
bárbaros como del Imperio, -vivieron gobernándose á territorio, los suevos, que al cabo se fueron por él es-
sí propios y á modo de república (1). tendiendo, á pesar de que los habitantes se defendían
Mas esto no les libró de los males que llovieron so- esforzadamente en las fortalezas, capitulando con
bre España. Apenas se sembraba la. tierra, y lo poco pactos á que pérfidamente faltaban los conquistado-
que esta producía era talado y quemado antes de res, los suevos, decimos, eran ya cristianos, lo cual
madurar, de donde vino un hambre horrorosa. No solo no podia menos de establecer hermandad entre unos
no estaba reservada la carne humana, sino que hubo y otros. El sacerdote cristiano á quien el suevo, sien-
madres que se comieron á sus hijos, habiendo una que do niño, había visto arrostrar todo género de peligros,
para ello mató á cuatro que tenia, por lo cual fué al través de intrincadas selvas y desiertos cenagales,
apedreada. Al hambre siguió la peste: las fieras, he- y por medio de encarnizadas tríbus enemigas para
chas ya á la carne humana, se entraban en poblado, predicar la verdad á sus padres, llegaba hoy ante él
en donde haciau pedazos á los hombres. De hambre, con la cruz en la diestra y palabras de paz en los lá-
hierro, fieras y peste, murieron, dícese, las dos terce- bios, á ablandar la furia del vencedor y á consolar al
ras partes de -los naturales de España (2). -vencido; era el sacerdote, hijo y hermano de entram-
Espantados los hombres, vol vian los ojos al cielo, bos; de esa manera, su mision, acogida como santa,
considerando tantos males como castigo que este les fué por todos comprendida y atacada, aun despues de
enviaba: acusábanse de sus pecados, especialmente de los encuentros mas encarnizados.
la lujuria (3), por lo cual había Dios concitado en su El pueblo bajo recibía generalmente con satisfac-
contra á aquellos pueblos del Norte, bravos, pero en cion al germano; los esclavos robados por este, solo
lo general castos, siendo corriente al nombrar á los cambiaban de dueño como los colonos. Asimismo, la
vándalos, por ejemplo, el decir de ellos que eran /teri nobleza que pudo conservar todos ó parte de sus
sed casti. bienes, se unió á los vencedores, siendo solo enemi-
Añádase á esto, que muchos obispos abandonaron gos encarnizados de estos, cosa harto natural en ver-
sus sedes (4), si bien otros afrontaron todo género de dad, aquellos que habían sido despojados de cuanto
poseian.
(1) San Isiuoro, Chron. Lucaet Wand.-Orosio, lib. VII, capítu-
lo X.XXXI.-Idacio Íll Cl1ron.
Volviendo, pues, á la relaciou de sucesos y á dar
(2) !dacio, in Chron.
cuenta del Señorío de los suevos, diremos, y parece en
(3) Salvia.no,~ Provid ., lib. VII. verdad probable, que un desafío entre dos campeones
(4) San Agustín, Epi.,t. 100, ad Hono,.et. uno por cada nacíon, decidió de la suerte de Galicia.
PROV!l\CIA UE LA CORU~A.
33
Riñeron ambos largo tiempo, mas al cabo fué v~ncido
e_\ :áodalo,_ con lo cual Geuser;co, 1:1u rey, dej6 á Ga- (135.) Aceio, á quieú faltaban recursos y soldauos,
l1c1a en v1rtud ~e lo pactado. 'fodo esto, tei! ieudo hubo <le c_ontentarse con enviará una persona de re-
en cuenta el caracter de.: los invasores, parece roas pro- pr_e:ie~tac1on para que mediase en aquellas discordias
bable que el suponer que los vándalos se retiras d é iocltuar á Hermeuerico á la paz; mas nada se logró
G a r1c1a
. des pues <le vencer á sus enernigos y oblio-ar-
en e Y_ los sucvos siguieron sus correrías, á las cuales ba~
los á la defensiva (1) 0 c1an por su parte frente nuestros o-allegos 1 pues
1 1 b
uego e representante ele Aecio al marcharse encarn-6
Dueño H_errneoerico ~e la mayor parte ele Galir.ia,
la paz á los obispos, quienes se coon-re,rarou y la ob-
empezó á_soJuzgar las tt,)rras y pueblos quC' aun no t . o o
u vieron (1). Los dos bandos di11roo rehenes, y nues-
le obedec1a~, l!evando. por consiguiente la guerra á
tr~s gall~gos enviaron el tratado á Placi<lia por el
nuestro terr1tor10. Idac10, obispo de Lamen-o autor d
. á º' e ob1spu S1mphosio.
1a cr6 nb1c~ · que frecuentemente nos referimos, fué
(441.) . ~or el mes dP.<liciembre se ,·i6 un cometa, y
por em aJador para hacer presente á Aecio. general de
la superst1J1on tic los ti"mpos crPyó vr-r el anuncio <le
las arma~ del Imperio eu las Gaitas, el tristísimo es-
una grandísima peste que se extendió por todo el
tado de Galicia.
orbe, asi como del cruel azote que por aquel tiempo

Paso del Ulln en San Juan de Cova.

rompió los lín1ites del Imperio, de aquel Atila á. quien la cristiandad; que Clodoveo 6 ClodotJie, comu ya le
nuestros suevos babian <le combatir y vencer con llaman los historiadores franceses, no se bautizó hasta
tanta glc ria. cuarenta y seis años despues.
(446.) Mas adelante los vándalos, no oividandoque Ko hemos citado mas q uc los nombres principales y
habian sido en parte du~üos de Galicia, vinieron por mas importantes: sucesos hay, que no solo, á nuestro
mar desde Cartago, y saquearon las costas á mansal- territorio, n1as á Europa entera atañen: con todo, el te-
va, pues mientras los naturales se prevc'nian, se vol- mor de salir ~on exceso de nuestros lünites, nos impide
vieron llenos <le despojos. entrar en detalles acerca ele la presencia de los suc-
(448-480.) Rechila quedó al cabo clueño y rey de vos y vencimiento de Atila. en los campos cataláuni-
Galicia, formando desde entonces todo nuestro terri- cos. Apa1temos <le ellos la in teociov, ya que 110 sea
torio parte de la gloriosa n1onarq uía sueva. Seg·uo el posible el pensamiento: los guerreros mas animosos
~ronicon iriense, dividieron la provincia en tres par- y los sol<la<l.os de mayor disciplina, á las órdenes de
tes, dos para los su e vos, y otra en q ne se com prendia bo1nbres estraor<liuarios, reyes te1uidos y diestros ca-
á Iria para los naturales. pitanes, llegaron <le todos los confines de la tierra á
(448.) A Rechila sucedió l{ecciario, primer rey ca- rt•1'iir unos en pró y á estorbar otros el paso á las hor-
tólico de esta parte de Occidente; por él son los das de Atila. Vienen estas seguidas <le muerte y deso-
reyes de España, sus sucesores, los 1nas autig·uos <le lacion, tiembla la tierra., gime el mísero romano. y los
n1as esforzados guerreros anhelan y temen el dia

{l) San Oregono ,le Tours. llisl. Pra11c. (1) l lacil'.


CúRU~A. 5

-
34 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

del fatal encuentro. Si Atila vence, estirpe de bajos ros. 1\.l punto se rompen las prisiones, grillos y espo-
pensamientos será señora de la tierra; si Aecio, la sas, ábrense las puertas con asombro de los carcC'le-
noble descendencia de Japhet cumplirá lo que está ros, vanses los presos á la Iglesia, y de hinojos ante el
escrito. sepulcro, publican á. voc"s el nuevo milagro.
Vueltos los enviados á Galicia, hallaron por donde
quiera fiestas y alegría, pues el mismo clia y hora en
CAPITULO II. que San Martín había hecho los milagros de Tours,
el príncipe habia sanado. Asimismo desapareció la
lepra sanando cuantos la padecían. Afirma ~an Gre-
Otros suevos.-Conversion de Carriarico al catolicismo.-San r.rarti n gario Turonense que hasta el tiempo en que él escri-
Dumiense.-Union de suevos y gallegos.-Andéca.-Leovigíldo se-
bía no se l1abia vuelto á ver lepra en suevos ni en
ñorea el territorio.-Arrianismo.-Recaredo, cat61ico.-Monarq uia
gallegos.
gótica.-Concilios.-Administracion.-Próceres.
Fuera largo y entretenido empeño el dar cuenta de
las hazañas y conquistas de los suevos de Galicia, á
No habían por este tiempo cesado las invasiones de quienes seguramente acompañaban muchos gallegos,
los pueblos del Norte, como lo prueba la presencia de como vasallos unos, y otros como amigos y aliados.
otros suevos venidos por mar de las costas septentrío- En efecto, ya hemos dicho que parte de la nobleza
nales, que infestaron por este tiempo las de nuestro celta de nuestro territorio, así como en las Galias y
territorio, siendo prec;,rsores de los piratas daneses y demás tierras conquistadas, se había unido al vencedor;
normandos, sin que se sepa de aquello otra cosa (1). en cuanto á los colonos y siervos, obligados estaban
(549.) Acaeció despues en nuestro territorio notable á seguirá sus señores y á lidiar contra los enemigos
y feliz sucrso: los suevos que desde Remismundo ha- de la monarquía sueva.
bían caído en la herejía arriana, se convirtieron de Tenemos, pues, á gallegos y suevos unidos ya por
nuevo al catolicismo, reinando Carriarico. Tenia éste diversos vínculos, y volviendo á formar un solo
un hijo, á quien por extremo amaba, el cual enfermó pueblo al cabo de largos y dilatados siglos, como le
en 549 de tal modo, que ningnna medicina le alivia- habian formado sus padres en el Airyanani Vaezo, ó
ba, siendo de esa manera segura su muerte. Eran á cuna de la estirpe ariana. 'ofas entre gente inquieta
la sazon famosísimos en Galia los milagros de San y acostumbrada á la guerra no era fácil durase mucho
Martín de Tours, y sobre todo los que obraba Dios en tiempo la paz; así que habiendo Andeca destronado á
los que visitaban el sepulcro del ~anto, por lo cual E u rico, hijo y sucesor de l\1iro, estalló la guerra civil.
ofreció Carriarico seguir la fé católica si su hijo sana- San 11artin Dumiense (584-624), apóstol que con su
ba. Fueron sus enviados á visitar el sepulcro con ricas saatidad é influrncia podía haber prevenido grandes
preseas y ofrecer lo que pesaba el hijo en oro y plata males, murió á la sazon, y Leovigildo, so pretexto de
por donativo al Santo. Los enviados fueron testigos de castigar á Andeca, á quien siguieron pocos suevos,
muchos milagros, hallandoá su vneltaal príncipe Teo- logró aprisionarte, cortóle el cabello, y órdenáudole
dorniro, no con salud, mas tampoco agravada la enfer- de presbítero, le desterró á Paz Anrrusta (Badajoz).
medad. Había por aquel tiempo en Galicia una peste Galicia, sin rey legítimo, cayó en poder de Leovi-
de lepra que, aunque no mortal, causaba grandes do. gildo, con lo r,ual se desataron nuevos males sobre el
lores y hediondez en las llagas. territorio coruñés. Depuestos los obispos católicos
Prometió el rey con solemne voto, vistos los mila- fueron reemplazados por arrianos, y los herejes arrasa-
gros de que le daban cuenta, reconciliarse con la ron conventos, y asesinaron monjes y sacerdotes, cuyo
Iglesia católica y edificar un templo á San ~fartin, si martirio, así como el de otros infinitos católicos, pre-
su hijo sanaha del todo. Vol vieron otra vez sus en via- senciaron nuestros gallegos con horror. :Ni pararon
dos con mas preciosos dones y 1;n riquísimo paño para aquí tamaños males. Amalarico intentó reclamar el
que se pusii>se sobre la tumba del Santo, trayéndole reino suevo, mas fué derrotado, quedando desde en-
despurs á I~spaña por reliquia para consagrar el tonces Galicia como parte de la monarquía de los
templo promi>tido, el cual empezó desde luego el rey godos. Gontran, rey francés, envió una armada para
á levantar con fé, en verdad extraña y sorprendente. molrstar á Leovigildo, y por ventura en defensa de
Pidieron los invaclios, ya en Tours, que se les per- los suevos, mas la flota de los godos tlerrotó á la fran-
mitiese poner una. noche sobre el sepulcro el paño cesa. Duró el glorioso reino suevo ciento ochenta años.
que traian, el cual rogaron al Santo pes~se mas al dia Recaredo, convertido al catolicismo, fué harto me-
siguiente, si sus oraciones habian sido oídas. Perma- jor mirado que su padre, y tanto, que merced á sus
necieron durante la noche en oracion ante el sepulcro, buenas disposiciones y hábil política, formó la penín-
y á la mañana siguiente hallaron que el paño era sula y las tierras allende el Pirineo, de una sola
mucho mas pesado que antes de ponerle. Súpose en nacion, á pesar de hallarse reunidos bajo un mismo
la ciudad, repicaron las campan,'s por órden del obis- cetro visigodos, celto-suevos, galo-romanos, é hispa••
po, llegó la noticia á la cárcel y los presos rogaron al no-romanos.
Santo faToreciese á sus paisanos como á los extranje- Desde esta época sigue el territorio coruñés la suer-
te de la monarquía goda, exponiéndonos á escribir la
historia de esta, si queremos hablar de los hombres y
sucesos que han llegado hasta nosotros. De intento
(1) Anónimo de las notas al Códice de Alcol11ya, pasamos en silencio muchos reyes, sin mencionar mas
'

...
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PROVINCIA DE LA CORU,A . - 35

que aquellos cuyas disposiciones influyeron directa- miticndo á los jutlios regresar á la Península, la fla-
mente en nuestro territorio.
queza tlc la autoritlad real y sobre todo la general re-
(663.) Sisebuto, viendo el infinito número de iutlios lajaciou de las costumbres, eran señales infalibles de
que babia en España, segun tradiciou, venidos en próxí.ma é inevitable ruina.
tiempo de Nabucoodonosor, pero mas probablemente Ocupan fábulas el lugar de la historia, sin que se
desterrados por A.drianos, cuando la insurreccion de vea comedio tlc aquel triste desórden, precusor de la
Barcochcbas, determinó, movido de inmoderado celo, catástrofe, mas que el veneno de la discortlia y de las
que todo israelita se bautizase so pena de muerte. Ne- inquietas ambiciones, causa eterna de de~lacion para
gábase el clero á tamaña violencia, dtciendo que Dios pueblos y monarquías.
tolera. y coro padece á quien le place (l); mas con todo Veamos, en medio de tau tristísima noche, si nos es
eso noventa mil judíos fueron bautizados. posible hallar guia, por incierta é insegura que sea,
A veníanse al cabo en nuestro territorio sus costum- para caminar al través de semejante oscuridad y des-
bres modi5catlas por el roce y admioistracion ele los concierto.
romanos, con las costumbres germánicas; imperaba el
latín, ó mas bien sus restos, conocidos á la sazon con
el nombre de lengua romana. El trrritorio coruñés de- CAPITULO III.
pendía de la autoridad del rey en cuanto se referia al
mando de las arn1as, acuñacion ele monedas y otorga- Oscuri,lad de los tiampo,i.-\Vitiza mnljuzi:ra,\o.-Isi,iorode Beja, con·
miento de empleos. Convocaba además el rey los cou- temporáoeo.-R ,,lri¡:o.-[Ii¡os d~ Japbet -Hij,,s de Sem.-Dcca-
cil ios y aprobaba sus cánones, dado que eran mas deocia y ruina ,le la m,,oar'1 uia g '>tíca,-Desu u ion .-Batalla ,Je!
nuaualete.-GoJos contra go,tos.
bien asambleas políticas que religiosas; de manera
que puede afirmarse que los eclesiásticos establecie-
ron el fundamento de la nueva nacioa española. A.ni- Difícil es, en vrrdad, hablar con acierto de tiempos
en que la fábula hace tan ,¡ mPnndo veces dP historia.
q uilaclo el arrianismo, nada se oponía á la unitlatl de
las dirvesas naciones que ya tenia.o á la Península por Sebastia.n dr. ~alama.nea, en tir-rnpo de Alfonso III
(866-91 O) es el escritor mas antiguo que nos mues-
patria, y el clero, limpio de los escesos con que se
tra á Witiza, tal como hasta al presente se le ha co-
marchó entre los francos, adquirió entre nosotros
nocido. Hablábase PO tir.1opos de Sebastian, de W1ti-
grande y legítimo influjo. Eu los tliez y seis concilios
za como de un verdadero irracional, rodeado de
que se conocen, tomaban asiento por antigüetlad los '
muchas esposas é infinitas concubina!,, por lo cual
arzobispos de Toledo, Méritla, Sevilla, Braga, Tarra-
temiendo la ci>osura de los ecle,iástico:i, encerró
goua y ~arbona, coa los obispos y abades, y despues
bajo llave los cánonPs !le la Iglesüi, prohibió los con-
de tratar de los asuntos referentes al dogma y disci-
cilios y obligó al casamiento á todo el_ clero. El
plina eclesiástica entraban los oficiales palatinos,
monje de Silos, D. Lúcas de Tu,v y D. Rodrtgo de To-
duques y condes, jueces y nobles. El traje eclesiásti- ledo sio-uieron á Sebastian de Rala.manca, exagerán-
co daba al vencido derecho para sentarse al lado del dole. Segun º ellos Witiza era un mónstruo, encena-
vencedor, y auu á ,imponerle á meuudo su voluntad gado, así corno sus próceres, en tod_o género de las-
por medio de la discusion y del ingénio. civias y maldades, con cuyas arusac1ones forrna nota-
Dividida España para la atlmin1stracion en duca- ble contraste el testimonio de un corntemporánco.
dos y contlados, estaba. sujeto nuestro territorio al .A,. Isidoro de Bi>ja, cuya crónica está escrita en 754:,
duque residente en Braga, habiendo en cada distrito debemos datos importantísimos para sr.mejantes
un conde que administraba justicia en compañía del tiempo:;, de la venida de los musulmanes, no menos
obispo y eluardug ó prócer. que para conocer á los últimos reyes g~dos. A.l dar
E o-ica nombró sucesor á su hijo W1tiza, dá.ntlole cuenta de la venida de aquellos y ruina de estos,
para :nseñarse á gobernar' el antiguo retno de los fuerza es detenerse un tanto, corno acaece siempre~ ue
suevos, queda:1do nuestro territorio de esa manera trata uno de acometer e1npresa. de difícil y traba.Joso
separado en cierto modo de la rnonarq uía goua hasta acaba1niento.
la muerte de Egica. Si se va. á decir verdad, es cosa que sorprende so-
(700.) A.q uí empieza á oirse el rugitlo ~ n_uevas tor- bre1nanera el ver juzgarlo á Witiza por un contemporá-
mentas, á cuyo latl.o las disensiones y sangr'.entas re- neo de modo tau estrcmadamente distinto del que
vueltas de los últimos tiempos pierden toda importan- usaron escritor11s nacidos mas de un siglo despues.
cia. Epoca oscura en verdad, de cuyos sucesos ª?enas Seo-un Isidoro de Beja, Witiza era clementísimo rey,
tenemos conocimiento sin que se vea en medio de q u~ dió constantes pruebas ~e su amor á. _1~ j ustic!a. y
'
aquella oscurísima noche roas que la inm~n~ute ruin:
.
á la religion, convocando diversos conc1hoi ,_ restitu-
de la ..,.loriosa monarquía rrótica. La amb1c100 de lo:s yendo los bienes y empleos á. los_que los hab1an per
próceresº y su inl1uieto carácter,
º . . de into-
las 1ntrig·as .
ditlo en tiempo de su padre, abriendo las puertas de
lerantes eclesiásticos de tal manera apartados del ca- la. patria á los desterrados y las de la cárcel á ~os pre-
mino seguido por sus' antecesores, que llegaron ~t' ne· sos políticos, de manera que España se consideraba
gar toda obediencia á Roma, prohibiendo apelar a ella, dichosa con tan buen rey (l).
autorizando á los ordenados de misa á casarse, Y per-

(!) At1 ue oninia Ritpanr, g·1u lio nimio fr~ta alaco-ite,· l~tatu•;
-palabras de Isidoro.
(l) Concilio J V de Toledo. Cap. 51 y 59.
3o CR.ÓNIC.\ GE:'.\ERAL DE ESPAÑA.

<::abalmente lo único que Isidoro echa en cara á propria marte docesso iam patre, ílorentissime supra
"\"\Titiza es su cscesiva SC\'eridad con los eclesiásticos factos pcr annos Regum retemptat.
delincuentes. Ibn Adhari (1), cronista árabe, que ha Atque omnis Hispania,
tenido á mano antiguos uocumentos latinos, hoy pPr- Gauclio nimio freta,
diclos, dice asimismo que Witiza era el mas justo y pia- Alacriter lcetatur.»
doso rey •
de la cristiandad. ¿A. quién se refieren las palabras subrayadas'? A
¡Diferencia en verclad notable y punto menos que nadie, en verdad, pues no están en su sitio. En el
increíble, entre el Witiza de Isidoro, contemporáneo, texto de Isidoro, tal como ha llegado á nuestras
Ibn Adhari, y el impío de los posteriores cronistas manos, nada se dice ele suceso tan triste y funesto
cristianos! que obligara á ciertas personas á huir del palacio y
El hombre agobiado por la desgracia, la considera, andar errante: y con todo, Isidoro debe ele haber
si es creciente, como castigo, sirmpre merecido por hablado de semejante suceso, pues dice:
sus culpas. Con no menos facilidad halla en los demás «Suprafacta dades.»
lo que en sí propio La monarquía goda era rica y Si se tiene presente que Isidoro en el cap. 34 dice:
poderosa, esforzados sus guerreros, con lo que no era «Rodcricus tumultuase regnem hortante senatu inva-
fácil comprender cómo un puñado de musulmanes dit,» pero que el texto, tal como está, calla del todo
pudo dar con el la en tierra. D' esa manera, aquellos la muerte de Witiza, cosa en verdad extraña, pues
hombres sencillos, no sabiendo los sucesos sino por habla de la muerte ele los demás reyes godos, sefialan•
traclicion, alterada, segun costumbre, y mucho mas do cuidadosamente la fecha; y además, que Ibn Adha-
en semejantes circunstancias, vieron en el triunfo de ri (1), conforme á una tradicion que refieren, dice:
los musulmanes verdadero castigo de Dios. Eralo, «Roderico se sublevó C0!1tra Witiza y le mató» fácil
sin duda; mas como la desgracia de los fieles parecía es en ton ces creer que el «soprafacta dades» es el asesi-
no menos grande que la dicha de sus enemigos, los nato de Witiza, que los que hoyer0n de palacio fueron
cristianos españoles no comprendian que aquellos los hijos y hermanos del rey; faltando lo que Isidoro
llevaran tan tremendo castigo , á no haberle merecido refiere del asesin~to de Witiza y muerte de sus parien-
por crímenes á cual mas horrendos é inauditos, lo tes, escepto un pasaje ó parte del texto. Lo cual no es
que era tambien muy posible, mas hicieron á \\Tit¡za in<'xplicable. La negra conducta de los parientes de
víctima espiatoria de un siglo. Sin necesidad, pues, Witiza durante la invasion, pudo moverá algun amigo
de culpar por ello á los clérigos, como lo hace M. Doz)·, á borrar ó hacer ilegible en la crónica latina el texto
se comprende á 1naravilla semejante modo de pensar q ne á ellos se refería.
en los cristianos, hombres mas hechos al empleo de las Por lo demás, si bien la traicioo es cierta, es harto
armas que al d" los libros y la ciencia. difícil dar sobre ella detalle. Llegamos á la época
Antes de concluir, y como atañe el asunto así á mas triste de la historia de nuestro territorio. Celtas,
nuestro territorio como al que mas, acudiremos á la romanos, socvos y godos, dP comun orfgen, calidades
crítica para ser justos con todos, y ver con la claridad semejaotes ó no del todo opuestas, Y· unidos al cabo
mas posible, en tiempos que por lo oscuros nos parecen por los vínculos religiosos, llegaron á formar un solo
mas remotos que los de Jérjes y Alejandro. Sírvanos pueblo, cosa q oc no podia menos de suceder á tan di -
de guia el ilustre escritor holandés, á quien acabamos fercntes naciones, hijas todas de Japhet. Mas al pre-
de citar, cuya ciencia le acredita por digno clel mayor sente, los hijos de Sem, movidos tambien de sobre-
respeto, y cuya crítica, si tal vez yerra, por considerar- humano impulso venian dilatándose por las costas
lo todo desde un solo punto de vista, merece asimis- septentrionales de Africa y llamaban á las puertas de
mo grande estima, y sirve á veces de verdadera antor- nuestra mísera .Península. ¡Tiempos en verdad acia-
cha en una <le las épocas menos conocidas de nuestra gos! El pueblo en general, apartado de los negocios y
historia (2). siu interés cu ellos, miraba con indiferencia los ma-
El coruñés, amenazado de tremenda tormenta, es- les de una patria que para él no existía; el clero,
pera, como el mísero habitante al pié del Vesubio, sin union y corrompido; los próceres, sin freno; el
que estalle la eru¡>cion, para ver de huir, á ser posi- trono, donde quieracombatido y ensangrentado á me-
ble, de los mares de lava 9.ue desde las entrañas de la nudo Los juclios, perseguidos á veces y otras consen-
tierra arnenazan su campo y su hogar solitario y tidos, numerosos y ricos, eran de cierto amigos de
abandonado. todo cstranjcro que les prometiese mayor seguridad y
,reamos lo que dice Isidoro de Beja (3): «Huius tolerancia de las q uc al presente gozaban.
temporibus \Vitiza, descrepito iam pariter regnat; qui Védanos el propio asunto que tratamos detenernos
in ..!Era DCCXXXIX supra/actadadesnonferentes exi- en sucesos acar.cidos lejos de nuestro territorio, mas
tium per Ilispa;iia1n e palatio vagitant, qua de causa tambien nos obliga el deber de fieles cronistas á dar
breve cuenta de las causas que llevaron al musulman
al sagrado recinto coruñés, donde alienta la vida de
Galicia.
Dióse, en fin, la batalla del Guadalete (714), en la
(l) T. II, pág. 4.
(2) Véanse las obras de M. Dozy, relativas á los musulmanes de
cual es fuerza tener presente que lidiaron solos los
España.
(3) No hallánJose aun tra,lucida al castellano la obra de l\,f. Dozy,
creemos oportuno seguirle al tratarse de asunto tan oscuro como el
¡,resente y que de tal manera ataiie á la suerte de nuestro territorio. (1) T. !I, pag. 4.


PROVINCIA DE LA CORUNA. - 3'7

musulmanes contra Rodrigo, antes bien debe decirse grande alteza, que non ovo en España ví]l'l nin cas-
que pelearon godos contra godos. La desunion <l.c es- tillo qu" á el non obedeciere, e a el miedo non oviese.
tos, el encono de la guerra y la ambicien de cada cual, E este llevó su hacienda en tal guisa con los chris-
les cerraba los ojos para nu ver que los mismos á qui e- tyanos, que los pnso todos fuera de Espaiía, salvo
nes llamaron como auxiliares, podían trocarse enseño- aquellos que fuy<'roo, e se acogieron a las A.sturias,
res. ¡Ceguedad, por desgracia harto frecuente, y pro- e a las sierras.>: La prueba de que en esto último com-
pia de aquellos á quienes Dios quiere perder! Witiza prende á Galicia, es que al llegar á Acabat, es cuan-
había recibido el cetro de su padre, sin consentimien- do señala la conquista, diciendo: F. fué sobre Ga-
.. to de los próceres y el clero, acostumbrados á imponer
su voluntad; cegó á Egica el cariño, y Witiza fué víc-
licia, e ganóla, e luego foe sobre Pamplona, é ganó-
la, <' entróla por fuerza, e viuon por ~avarra, e ganó
tima. de Rodrigo, cuyo brazo armaron millares de des- otras muchas tierras que aun tenian los christya-
contentos. nos. »
Mas los ambiciosos trabajaban para sí siendo su (734-741.) ¿F ué nuestro territorio conq uistac.lo por
enemigo el rey, esto es, quien pudiera tenerlos á raya los musulmanes á la par de lo demás de Galicia'?
y disponer al propio tiempo ele la codiciada autoridad. 11. Dozy lo afirma, apoyándose en su antiguo docu-
E sto armó á los próceres, así como la venganza á mento árabe (1), el cual dice que en el gobierno de
los hijos y parientes de Witiza¡ de esa manera, cre- Iben-al-Hadcljád, no había quedado por conquistar
yendo vengarse, fueron traidores; así confirmamos una sola alele a. Afírmase Dozy en lo propio, al ver que
nuestras palabras; ¡la discordia entregó á España á lo::> pueblo tan lejano como la antigua Britonia, puesto
musulmanes, por cuyo triste logro lidiaron cabe el entre 1[oodoñcdo y el OE., fué destruido por lfls mu-
Guadalete g·odos contra godos! sulmanes. Con igual razon pudiera decirse que toda
Asturias había sido sometida, cuando Gijon, pueblo no
menos lejano, estuvo tambien en poder ele los árabes.
Lo que puede asegurarse es, que al pronto, los musul-
CAPITULO [V. ,
manes ocuparon los pueblos importantes, mas notar-
daron en hallar in vencible resistencia en las sierras y
Godos. bereberes y francos. j uzg-a,\os por :\luza.-Son rcchaza,los los comarcas quebradas, cuyos incló1nitos hijos, si no tu-
árabes en las cumbres del Cebrero.-¿Fué conquistado nuestro ter-
ritorio?-Ocupacion de los pneblos.-Resistencia en el campo y vieron á su cabeza á un príncipe ilustre como Pe layo,
sierras.-Conversion ó la religiou tl~ ~lahoma, supuesta.-Berebc- de seguro fu~ron constante rémora á la estrnsion y
res, fronterizos.-A\fonso el Catúlic<l.-Guerra entre musulmanes. afianzamiento de los sectarios de 11ahoma.
-Son vencidos los bereberes.-.\lfonso se estiende por Leon y Cas-
tilla, la cual queda tlcsierta. A.fir1na asimismo 11. Doz,y, partiendo en ,erdad de
ligero, que todos los habitantes se habían hecho musul-
manes, cargo que injustamente pudiera hacérseles, y
«Leones son los godos en sus castillos; águilas á sobrf' todo, á los de nuestro territorio (751), cuando los
caballo; á pié mujerzuelas. Aprovechan la ocasion, si mis1nos árabes co•1firman, que alzándose en masa con-
se presenta, mas si son vencidos, huyen como cabras tra sus opresores, aclamaron á Alfonso por rey (2), no
á sus montañas. Es semejante el berebflr al árabe en quedando en toda aquella tierra apenas rastro de do-
el rostro, vida y manera de guerrear, pero no hay minio musulman, y los indígenas, que por diferentes
hombre mas pérfido en el mundo. Fieros y valientes razones se habían convertido al islamismo, pero que
en el ataque, no son los francos buenos para la defP.v- auu estaban poco firmes en la nueva fé, tornaron pre-
sa, y en la derrota pierden todo aliento: jamás los han surosos al seno de la Iglesia.
contado los musulmanes antes de acometerlos.» Así El mismo M. Dozy nos dice que al principio árabes,
contestaba Muza á las preguntas del califa, y con ta- sirios y berrberes se ocuparon m:ts en la conquista
les palabras, mas breves que del todo exactas, descri- que en hablar de ella y referirla por cscríto; tanto que
bía á los pueblos que á la sazon se hacían guerra en considera á Isídoro de Bcja por de suma utilidad al
Occidente. tratar de los primeros tiempos de los musulmanes en
No llegaron de la primera embestida los musulma- España. De esa manera lo que estos nos dicen, ó uo
nes á nuestro territorio, mas cuaIJdo al ._cabo fueron tiene autoridad suficiente, ó sus historiadores, nacidos
aproximándose, hallaron tenaz defensa en las cum- cu tiempo harto posterior, cuentan lo que refieren de
bres del Cebrero •v demás sierras (710), que por en- oidas, testimonio por cierto sospechoso y poco diguo de
tonces les hizo desistir de la emprC'sa. De esa manera, la dio-nielad de la historia. Contestando á una tradi-
t>
dice el rey D. Sancho Ramirez (1), que: «Quand~o cion con otra, diremos que al re,és de lo que en otras
moros cooquirieron á España, sub. Era DCCL ovo by provincias acaece, el territorio de la Coruña apenas
gran matanza de christyanos, é estonce perdiós~ Es- conserva en su seno recuerdo directo de los árabes;
paña de mar á mar, sinó eo Galíza et las Asturias, et mas como esto no basta en ocasion como la pre-
dacá Ala.va et Vizcaya, etc., etc., etc. » El moro Ra- sente, será justo, ante todo, apoyarse en la sana
sis, (Razi, traduccion en romance) dice, hablando de crítica para comprender que un pueblo capaz de cam-
Abdelazis: «Foé home de muy buena palabra , e muy biar tan pronto de religíon no se levanta de ese modo
derechero, e de muy buen sesso , e llegó a tan en masa contra aquellos, que en el mero hecho de ser

(\) Akhbdr madj,nua, fól. 61'1.


{I) Prólogo de los Fueros de Sobrarbe. (2) Akhbdr ,11adjm11a, fól, '752.

38 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

ya hermanos en la manera de adorar a.l Criador, han guerra continua y ódío perdurable, los bereberes re-
dejado de ser tan opresores. nunciaron á lo que poseian en Galicia.
Alfonso el Católico fué, pues, libremente reconoci- De esa manera, lo que la malhadada desuuíon de
do por soberano de nuestro territorio, suceso notan in- los cristianos había puesto en poder de los musulmanes,
esperado y repentino como á primera vista parece, y del fué, por la felicísima discordia de estos, volviendo á
cual es forzoso dar razon autos de seguir adelante. sus legítimos señores.
Táric con sus bereberes había sido el verdadero con- Alfonso, aprovechando tantas ventajas, bajó de los
quistador de España, pues J.\tfuza no llegó con los ára- empinados riscos del Norte, y cayendo sobre la Lusita-
bes sino despues del vencimiento de Rodrigo, y cuan- nia, Leon y qastilla, entró en Braga, Oporto y Viseo,
do no quedaban ya sino plazas fuertes á puuto de ren- quedando la costa por esta parte libre hasta el desagüe
dirse al invasor. del Duero. Perdiendo asimismo los musulmanes á As-
Pero los árabes tomaron para sí lo que mejor les torga, Leon, Zamora, Ledesma y Salamanca, y mas al
pareció, sobre todo la hermosa y fértil Anda.lucia, de- Este, Saldaña, Símancas, Segovia, Avita, Oca, Osma,
jando á Táric y los suyos las secas llanuras de la Man- I~iranda de Ebro, Cenícero y Alesanco (ambas en la
cha y las asperezas del Norte, en donde, además de Rioja); quedando de principales ciudades fronterizas
hallarse en clima tau distinto de aquel en que habian en poder de moros, Coimbra, en el Mondego , Coria,
nacido, tenian á cada paso que padecer los rebatos y Tala vera y Toledo, en el Tajo, Guadalajara, Tudela y
correrías de los cristianos de la tierra, gente indómita Pamplona.
y siempre mal avenida con hombres de sangre y reli- Pavoroso desierto se estendia desde los montes de
gion distintas. Guadarrama hasta las cercanías deLeon. Alfonso, des-
Ocupaban, pues, bereberes parte de Galicia; mas pues de pasar á cuchillo á cuantos musulmanes halló,
descontentos con el clima, triste para ellos y destem- arrasó las ciudades que estos no habiau destruido,
plado á causa de la abundante humedad, inquietos llevándose á su fiel territorio á cuantos cristianos ha-
por la zozobra en que á cada paso les tenian las armas bitaban las llanuras, para cuya defensa no tenia el
de nuestro.;; gallC'g06, y no menos disgustados que valeroso rey fuerzas suficientes. Por los incultos cam-
ofendidos al ver que, segun ellos, se les habia dado lo pos vagaron numerosos rebaños trashumantes, solo
peor cuando lo mejor merecian. Además, los árabes, peculio consentido á los escasos pobladores que de
poco escrupulosos consigo y los suyos, castigaban se- trecho en trecho quedaban, y fácil de poner pronto al
verísimamente á los bereberes. De ese modo, cuando abrigo del invasor musulman. A.si desapareció la agri-
estos sacaban rescate á los cristianos que habian ca- cultura de Castilla, sin que apenas nos sea lícito con-
pitulado, los árabes, despues de castigarlos con azotes templar hoy so renacimiento.
y tormento, los dejaban en prisiones, a penas cu bier- No estro territorio, en cuyas cercanías los musul-
tos de harapos y en calabozos húmedos é inficiona- manes, si en lo al presente libre no habian permaneci-
dos (1). do cuarenta años (1), no dudaron tal vez la mitad
No sin razon estaban los bereberes muy á mal con por haber sido parte de las riberas del Miño de las úl-
los árabes, por lo cual se unieron á una insurreccion timas conquistas y sin duda las primeras abandonadas,
de los suyos igualmente oprimidos, que al cabo esta- vé de nuevo brillar en derredor la enseña de la salva-
lló en Africa. En Galicia, y acaso hácia nuestro ter- ciou del mundo desde las férreas costas del Atlántico
ritorio, por mas apartado, comenzó la rebelion, de hasta las últimas montañas, quedando de todas las
donde salió estendiéndose por todo el Norte, escepto comarcas, las mas apartadas del dominio estranjero;
Zaragoza y su distrito, donde los árabes eran en ma- no que por eso sus hijos se crean libres del deber de
yor número. acudir eu defensa y ayuda de sus hermanos do quiera
(755.) A la sazon hacia tremendos estragos en Es- que el peligro se presente. 11i tampoco cesaran del
paña uu hambre asoladora que duró cinco años. U ni- todo las tribulaciones de nuestros gallegos, pues el
dos los bereberes del Norte, cayeron sobre el Medio- musulman, no aviniéndose con la pérdida de lo con-
día, mas fueron vencidos, acorralados y muertos á quistado, y aun deseando llegará donde jamás babia
modo de fieras por los árabes. Diezmados por el hierro llegado antes, todavía ha de llevar sus armas, victo-
y el hambre, y sin ruas esperanza que volver á las riosas á veces, mas allá de las plácidas y deleitosas
aborrecidas comarcas, en donde solo les esperaba márgenes del U Ha.
(1) lsit\oro, c. 4-t (1) Véase ~[. Dozy, á quien seguimo,.

FIN DE LA PARTE TERCERA.

-
-
PARTE CU.ARTA.

EDAD MEDIA. •

CAPITULO PRIMERO. sarcófago de mármol, en donde el obispo referido des-


cubrió, lleno de veneracion, el sagrii.do tesoro.
Alfonso el Casto.-Invencion t!el cuerpo del Apóstol Santingo.-Com- Nadie puso en eluda la veracidad del hallazgo,
postela.-Sauti4go, patrón de Espalla.-Leyes, costumbres y tradi- antes bien, así dentro como fuera de Espaiin., fné
ciones g,1ticas.-Idioma.-El obispo Ataulío.-Rebelion de D. Frue- grande desde entonces el respeto con que miraron
la.-Consagracion uel templo t!el Snnto Apóstol. siempre el santo lugar, no solo los cristianos, sino
hasta los propios musulmanes.
Habiendo esperimeatado nuestro territorio, así Habiéndose presentado Teodomiro en persona á
como España entera, sucesos tan estraordinarios y A.lfonso á darle cuenta de lo sucedido, el rey mandó
diversos de los que á la sazon presenciaba lo demás de edificar un templo con la advot:acion de Santiago.
Europa, nos parece acertado dar en esta parte co- Fuerou por el rrnnto los materiales pobres y el edifi-
mienzo á la Edad media, teniendo mas bien en cuenta cio de escasa valía, mas luego acudieron habitantes en
las circunstancias referidas que ninguna otra razon. su alrededor, y crecieudo la santidad y fama del pue-
Esta época empieza en el instante en que el territorio blo, el papa Leoo III permitió que el obispo iriense
de nuestra crónica se ve del todo libre de musulma- trasladase á él su sede, con tal de que no fuese en per-
nes, en cuyo tiempo acaece un suceso, acaso el mas juicio de la metrópoli, Braga, á la sazon destruida por
importante de la histGria de Galicia, á saber (802-843), los moros; con que el propio Teodomiro se estableció
la invencion del cuerpo del Apóstol Santiago. en Santiago, á cuya iglesia concedió A.lfooso tres mi-
Mas antes debemos dar cuenta de algunos otros, de llas de tierra en derredor.
no escasa valia. Reinaba Alfonso el Casto, aclamado Desde el descubrimiento tlel cuerpo del Santo A.pós-
r ey por el voto unánime dé nuestros habitantes: los tol viene el nombre de Compostela, bien de Canipus
musulmanes, no queriendo darse por vencidos renun- stellm, por la estrella que ,16 Teodomiro, 6 ya de C,¿11¿-
ciando al dominio de toda la Península, habian hecho I ptts .dpostoli, como quieren otros.
ya diversas entradas por nuestro territorio¡ mas en Es Santiago desde aquella época el nombre que los
una de ellas, perseguidos al retirarse, ..por nuestros españoles invocan en la pelea: vénle lidiar por ellos
gallegos, padecieron cruelísima derrota, cu la cual en las batallas, y fundado en la de Clavijo, nació el
perdido del todo el ánimo, huyeron á esconderse cu famoso voto de Santiag·o, lleg·ado hasta nuestros
los bosques subiéndose á las cimas de los árboles, cu dias. Desde el principio se otorgó á la iglesia
donde se vcian asaetados por los cristianos. .\.l cab_o, del Apóstol, de cada yugada de tierras 6 de ·vi-
y despues de estenderse ~ largas d1stano1as el dom:n10 ñas, ciertas medidas de (25 mayo 882) trigo y de
de estos, quedaron ajustadas treg~as por tres anos. vino. o-las adelante se contó á Santiago por soldado
(813.) Por este tiempo fué descubierto el cuerpo del de á caballo, llevando su parte, lo que despues cayó
Apóstol. Habia un lugar desierto y apartado_ alg·unas en desuso. Al propio tiempo, la reina, segun unos
leguas de !ria, en donde por las noches se ve1an luces Urraca, segun otros, Paterna, adornó sobremanera la
do estraordinario y sorprendente aspecto: otros ase- iglesia de Santiago.
guran que Teodomiro, obispo iriense, tuvo una _reve- (884.) Andando el tiempo, y en el de Alfonso III,
lacion divina, apareciéndosele sobre el lugar a que un prócer de Galicia, llamado Ha.no (1) 6 Hirn1igildo
nos referimos, estrl)lla de vivísimo resplandor. Ello
fué, que removido el terreno, se halló una capa 6 (1) P. Florcz: Esp. S,1g., t. XXII. Anel Comp.


.
CRONICA GENERAL DE ESPANA .
~
40

promovió, instigado por su mujer Iberia, una insur- tela.na, señaladas mercedes, pues aumentó el territorio
reccion para asesinar al rey, mas este le venció, que- de Santiago que antes era de tres millas en rueda, á
dando el rebelde prisionero, condenado á sacarle los seis de la propia rnanera, edificando en logar de la
ojos, confiscados sus bienes y adjudicados á la iglesia antigua iglesia, harto pobre y mezquina, otra nueva
de Santiago. con sólidos sillares desde los cimientos, y columnas
Prevalecian en nuestro territorio leyes, costom bres de mármol, notable riqueza para época tan mísera y
.
y tradiciones góticas, bien para la socesion al trono, aciaga.
bien para el sistema penal y demás. La asamblea que Una de las mas récias tormentas que padeció el
Alfonso convocó en Santiago para cons1grar la igle- gran rey D. Alonso, estalló en nuestro territorio, don-
sia reedificada, fué verdadero concilio gótico, con la de D. Fruela, hijo del rey D. Bermudo y conde de Ga-
misma intorvencion que en aquellas asambleas tenían licia, era grandemente poderoso, fiado en lo cual se
monarcas y prelados. llamó rey de Galicia, c0n'que D. Alonso hubo de reti-
La lengua entre tanto, no poco mudada ya á la rarse hácia Vizcaya, hasta que Fruela murió asesina-
caída del Imperio, iba cada dia alterándose mas, y el de en una conspiracion de los ciudadanos de Oviedo.
latin que de aquellos tiempos nos queda, es verdadera De esa manera tenian que hacer harto á meo udo los re-
prueba de lo que vamos diciendo. yes en nuestro territorio, el cual era, á modo de cen-
En tiempo de Ramiro I falleció Teodomiro, suce- tro en donde solian fraguarse contínuas rebeliones
diéndole Ataulfo, á. quien, reinando Ordoño I, acusa- contra el poder real, como ya lo hemos visto tambien
ron cuatro esclavos de la Ig lesil:I. compostelana do un en la conspiracion contra el propio A.lonso III del
horrendo pecado. Era el rey de condicion manso y prócer Hacio ó Hirmig·ildo.
tratable, de apacibles costumbres y singular 1nodes- 1Iuerto en la soleelad Ataulfo, le sucedió Sisnando,
tia, con que todos so le aficionarou de manera, que hombre de carácter fuerte y brioso y no c,1n esceso
jamás hnbo monarca en el mundo mas querido. caritati,o, pues ni aun perdonó á los deudos de los
Grande amigo y celador de la justicia, miraba acusadores ele Ataulfo, persuadiendo al rey á que fue-
siempre por ella en todas ocasiones, si bien en algu- sen eutreg·ados por esclavos al templo de Santiago,
nas el propio deseo de castigar al culpable pudo ce- castigo injusto y cruel, pues hacia responsables á
garle la claridad del entendimiento, y armarle el unos de los pecados de otros, seúalando además con la
brazo con precipitacion sobrada en daño del ino- marca de esclavo á los que en el recinto de un templo
cente. cristiano debieran solo ballar libertad y perdon; mas
Llegó la acosacion de los esclavos á oídos de Ordo- tales eran las costumbres de la época, y es justo para
ño, el cual, á pesar <le la grande y conocida santidad juzgarlas, conocer antes la bárbara rudeza de aquel
de .\taolfo, citó al prelado á la córte. Este se revistió tiempo.
primero de pontifical, dijo misa, y vestido como se ha- Sisnantlo, pues, sétimo obispo de Co111postela, miró
llaba, se presentó al rey. en gran manera por la sede qtte le estaba encomen-
Hallábase Ordoño tau puesto en ánimo contra el dada. Trajo el cuerpo del difunto Ataulfo á Santiago,
obispo, que lejos de templarse á vista del traje que aumentó la catedral con nuevas- obras, fundó en la
llevaba, hizo soltar contra él un toro bravo, azuzado ciudad un monasterio de Benitos con la advocacion de
con perros y agarroch~ado, para que di ese furioso en Sao 11,fartin y un colegio llamado de San Félix, para
el obispo. Castigo en verdad injusto, aun con solo no los sacertlotes y ministros de la Iglesia exentos por
haber oido primero los descargos del acusado; pero vejez yjubilados.
fuerza es atenerse á la tradicion. Hallábase ya el templo terminado, mas no era líci-
A.rmóse Ataulfo de la señal de la cruz, y entonces, to, conforme á las leyes eclesiásticas, convocar á
con maravilla de todos, se llegó á 61, con la cabeza los obispos á concilio sin permiso del Papa, con lo
baja y dejada toda braveza el toro, dejándose tocar que Severo y Desiderio, presbíteros, fueron enviados
los cuernos, que quedaron en manos del prelado. A á Roma, de donde trageron un Breve del Papa
vista de aquel milagro, que tan claramente ponia J uao VIII, haciendo metropolitana á la Iglesia de
de manifiesto la inocenciP, de Ataulfo, ecbáronse todos Oviedo (julio 874), y una carta <<á su ama<lo hijo
á sus plantas pidiéndole perdoo; concedióselo 6ste de Alonso, rey de las Galicias», á quien dice, «haga que
grado, y en seguida, renunciando la silla episcopal, la iglesia del apóstol Santiago sea consagrada por los
se retiró á Astúrias, en donde vivió hasta mucho tiem- obispos españoles y cor. ellos crlebre concilio.» Sientlo
po despues larga y santisima vida. Quien dice que notable la peticiou con que conclu_ye la carta, en
descomulg·ó á los que le acusaron. Los cuernos dt'l to- la cual se queja el Pontífice de «hallarse asi-
ro, colgados del techo ele la iglesia de Oviedo, fueron mismo apretado por los paganos, y por lo tanto,
por largo tiempo mudo testimonio de tan señalado su- ruega al rey le en vie algunos buenos y útiles moris-
ceso (1). cos, con sus armas y caballos, á los cuales llamaban
A D. Alfonso III el 1Iagno, hijo de Ordoño, debe los españoles caballos alfaraces, «para que recibidos,
nuestro territorio, y en particular la Iglesia compos- añade la carta, alabemos á Dios y os demos las
.
gracias.»
Leidas las cartas, fueron convocados los obispos de
todo el reino para dia señalado. No se juntaron en
(1) Parece que babia antiguamente en la catedral de Santiago
una de las astas rereridas, de lo cual no queda ya mas que la memo- Compostela menos de catorce, parte de las ciudades
ria.-Jíanual del viajero en la cate,J,·ul tle Santiago. ~1aurid 1 18-17. que estaban en poder del rey, y los otros, de las q uo



PROVINCIA DE LA CORU5;A .
(1
estaban en poder de moros, como obispos de anillo y
p_ocomasque de nombre; p~r ser costumbre en aquel a~uel dia, á la cual asistieron el rey, su esposa doüa
tiempo tener unas y otras ciudades obispos, así de las Jimena, sus hijos y los grandes.
ganadas de los moros y poco despues vueltas á su po- E_n uu monte cercano consagraron un templo al
der, como de las que pensaban en breve reducir se- mártir San Sebastian, y de esa manera, la devocion
ñorear. Y al apóstol fué cada día en aumeato.
Al cabo fué consagrado el templo de Santiao-0 (809)
c?n grande solemnidad, á siete de mayo, luu: undé-
cima y tres de áuro número (1). Dedicaron el altar CAPITULO II.
mayor al Salvador, dos colateral es á Sao Pedro y San
Los norrn<1ndog en el territorio de lo. Coruña.
Pablo y otro á S~n Juan Evangelista, no consagrán-
dose el que cubr1a los huesos de Santiago, por tener
entendido lo estaba ya por sus siete discípulos cou lo
?º~º los normandos se muestran en la Coruña y su
t~rr1tor10 por esta época, daremos aq·uí cuenta de sus
que solo se dijo misa eu él. Tal fué la solemnidad de
d1fereates invasiones, para que se tenga idea, así de


Santa Maria del Campo •

lo que ellas fueron, como del frecuente trato que supo- salva, derrotaron no pocas voces á sus enemigos,
nen entre los pueblos del Norte y nuestros gallegos. hasta que dieron la vuelta, sin que despues se volvie-
~Iostráronse la primera ·vez los normandos (844), se á oír hablar do ellos.
traidos por las tempestades desde las costas de Fran- Como solo queremos indicar aquello que cumple
cia á las de Astúrias, cuyas costas robaron, navegan- á nuestro propósito, esto es, lo que tiene relacion
do luego la vuelta de Galicia. Llegados á la famosa directa con nuestro territorio ó sus habitantes,
torre de Hércules (Far1trJt Brigantium), desembarcaron nos detendremos ahora en la gran espedicion de
inmediatos á la Coruña, mas las tropas Je Ramiro I los daneses (normandos ú hombres del Norte), la
les pusieron en huida quemándoles sesenta barcas. cual empezó durante el segundo año del reinado de
Eran estas de estraña forma, pequeñas y llevaban Ramiro 111, esto es, en 968. Habíanse reunido los pi-
dos velas cuadradas, una adelante y atrás la otra; ratas, los cuales venían á bordo de cien barcas y
llamábaulas los moros andaluces corc1tr; donde quiera llegarían hasta ocho mil hombres, mandados por su
que se las veía, era su presencia señal de luto y ge- jefe Gudrrod ó el rey Guod.iredo, como le llaman los
neral espanto, á lo que se allegaba el feroz aspecto, nuestr0s. siendo probable fuese meramente un rey del
diverso idioma y distinta religion que en las primeras mar 6 1r,iltiitfl, como se llamaban los jefes de tales espe-
invasiones profesabau los normandos. Desde nuestra diciones.
costa siguieron los atrevidos aventureros há.cia las La terrible tempestad que por el mar venia, no ha-
tierras de los musuln1anes, en donde robaron á man- llaba tierras n1as bonaucibles en lo esterior, "º donde
la anarquía era verdadera reina y señora de nuestro

país. Ramiro III era ua niño, su tia Elvira, monja,
( 1) Sam piro. reinaba en su nombre, y los próceres la desobe-
CORUI\A, 6
-
42 CRÓ'NICA GENERAL DE ESPAÑA.

decían, vi vienrlo independientes on las tierras que go- por el rey Enrique, hijo do Guillermo el Conquista-
bernaban (1 ). dor. A la primavera del año siguiente, esto es, de 1108,
Al cabo, en n1arzo do 910, l1abiéndose llegado á lleg·aron á Galicia, llamada por los sagas Takobsla1icl,
Santiago de Compostela, el obispo Sisnando les salió ó tierra de Santiago, en donde determinaron invernar.
al encuentro. Triste fué el resultado de la batalla ele Prometióles e l gobernador ele la tierra víveres para.
Fon1ellos, en la cual Sisnando murió de un ílechazo, todo el invierno; mas al cabo faltó á su palabra. Si-
y es muy posible que los normandos entraran en gurd se vengó al punto asediando el castillo del gober-
Compostela. Despues do esto, no hallaron los hijos del nador. Háse creído fuera Compostela, roas la historia
Norte séria resistencia en nuestro territorio, el cual compostelana no lo habría pasado en silencio. Falto el
saquearon, así como toda Galicia (2). Segun Dudon gobernador de soldados, huyó, apoderándose Sigur del
de Saint Quintín, saquearon y quemaron unas diez y castillo en donde halló muchos víveres y objetos de
ocho ciudades. valor, los cuales hizo llevar á los barcos, alejándose
Era ya el tercer aúo de su estancia en nuestra despues de nuestra costa.
tierra, y se disponían á alejarse de Galicia, no para (1111.) Pocodespues fué Takobsland, 610 que eslo
volverá sus hogares, mas para caer sobro la Ei-paña mismo nuestro territorio, invadido por otros que tam-
musulmana, cuando padecieron tan tremendo como im- bien se llamaban cruzados. La historia compostelana
pensado desea! abro. (1) da sobre ello curiosos detalles. Terrible guerra civil
Rudesindo, pariente del obispe Sisnando, y á quien asolaba á Galicia, Castilla y Leon. Doña Urraca, hija
la Iglesia yenera con el nombre de San Rosendo, ba- de Alfonso VI, hallábase mal con su esposo el rey do
bia renunciado á la dignidad de obispo de San ll-Iartin Aragon, Alfonso el Batallador. Lidiaban los nobles,
de ~Iondoñedo en 042, para entregarse únicamente á unos en pró de doña Urraca y su hijo, otros en pró del
ej<'rcicios espirituales en un monasterio fundado esposo. Eran amigos de este dos próceres gallegos,
por él. Payo Godesteiz y Rabinato Nuiiez, mas habiendo man-
11oviclo así ele los ruegos del rey y los próceres, dado doña Urraca á Gelmirez q u~ desposeyese á los re-
con10 del verdadero peligro que amenazaba á los su- feridos nobles de sus castillos, tomaron estos á sueldo
yo;, ab:tndonó la querida soledad y tom6 á su cargo á los piratas que venian de Inglaterra é iban á Jeru-
la administracion de la sede de Santiago. Puesto al salem, hombres sin piedad n1illi1is pietatis rnella con-
frente de un ejército, y lleno de confianza en Dios, dita, que esperaban asolarla tierra adentro, así como
fué contra los normandos, repitiendo sin cesar las pa- las costas.» Los ingleses invadieron de improviso la
labras del salmista: «'riene carros y caballos, pero costa, mataron á unos, robaron á otros cuanto poseían,
nosotros invocamos el nombre del Señor» (3). Dada la y como si fueran moabitas, oprimieron á muchos con
batalla, fueron los normandos vencidos. prisiones, exig·iéudoles rescate. A.demás, y no se puede
Además, el conde Gonzalo Sanchez venció tam- decir sin horror, pusieron la mano en las iglesias en
bien á los daneses con mas fortuna todavía, pues la cuantos objetos y personas hallaron en ellas.
victoria fué completa, y Guoderedo ó Gudrced muerto. Castigóles Santiago. La armada del obispo, que iba
No fueron del todo aniquilados, pues aun tu vieron contra un castillo de la costa, propiedad de los enemi-
ánimo y fuerzas para causar grandes estragos eu gos de la reina, se encontró con la de los piratas, y la
tierra de musulmanes, los cuales, al decir de los inva- embistió cuando estos acababan de destruir una igle-
sores, se llamaban jfadJus-normandos, á quienes sia y estaban llevando el botín á los barcos. Los galle-
maldiga Dios. gos los apresaron tres y siguieron adelante, no sin ha-
1las adelante hubo otra nueva invasion normanda cer mochos prisioneros.
en nuestro territorio. Hé aquí cómo la refieren las Alegre el obispo D. Gelmirez con semejante victo-
historias del Norte: «'\"\1 f, Yart, conde de Dinarmarca, ria, no dejó de apiadarse de los vencidos al verles ge-
era un valiente guerrero, fué por Wiking al OE., con- mir y llorar, con lo que dijo á los suyos: «Ya sabeis,
quistó y asoló á Galicia y se apoderó en ella de un hermanos mios, que el quinto del botín me pertenece:
gran botín, con lo que le llamaban Galiza-Wf,> (4). Lo renuncio á él si me entreg.ais los prisioneros.» Fácil-
cual debió de acaecer por los aiios de 10-!8 á 1066. La mente vinieron en ello los marinos, y el obispo puso en
historia compostelana no da detalles acerca de esta libertad á los cautivos despues de hacerles jurar que
invasion, diciendo únicamente que Crosconio estermi- no invadirían ninguna tierra cristiana. No se sabe si
nó á los normandos, lo cual no debe en verdad tomar- los piratas permanecieron en Galicia 6 se fueron con
se al pié de la letra. los suyos á Tierra Santa.
No escasearon, los tiempos adelante, lasinvasiones Cree M. Dozy, á quien seguimos en estas noticias
normandas en (1101) nuestro territorio. Los cruzados referentes á los normandos, que el jefe de aquellos titu-
noruegos dieron la vela en sesenta barcos, pasando lados cristianos que violaban lo sagrado de las iglesias,
el invierno en Normandía donde fueron bien acojidos de aquellos moabitas, en una palabra, venían sin duda
de las Oreadas, cuyos habitantes eran cristiános solo
en el nombre. Parece que el tal jefe era el Yarl de las
(i) 1'/onjo de Siloa, c. 70. Oreadas, Hacon Paalson, hijo de Pablo.
(2) Sampiro, c. 28. Tales fueron las diversas invasiones de normandos
(:l) Pacta et mí,•aculi San Rurleai>vli (Esp. Sagr.¡ t. XVIII. Apen-
dice núm. XXXII.) c. 4 y 6. Dísertacion de Flores sobre Rudesindo
(t. XVIII) y sobre Sisnando(t. XIX).
(4} l{nytlinga saga, en 1~ Forman11e S09111·, t. XI, p. :,tQ2. (1) L. I, c. 76. •
PROVl~CIA DE L\ C0RU:\A. 43

en nuestro territorio, las cuales nos ha parecido pre- derrama,lo en rrm ision de 1os pecados:» que ta.les t'ran
sentar aquí reunidas para que en tan breve relacion las 1,alabras de que se servia la Iglesia cu nuestro
tengamos alguna itle1. ele la casi continua presencia en territorio, asi corno aun hoy dia los usan los que en
nuestra costa durante muchos años ele los atrevidos Espaüa dicen misa mozárabe con beneplácito del ro-
hijos del ~orte, quienes Sflgun se vé, no se presenta- mano pontífice.
ron siempre como enemigos, pues no lo eran de los Tal era el deseo de unidad en Roma, queá pesar ele
condes Payo Godestciz y Rabi nato N uñez; si bien es los calamitosos tiempos y sinnúmero de penas y difi-
justo confesar que aun corno auxiliares, no era en ellos cultades que estorbaban la comunicacion de unos
costumbre tratar con el debido respeto á las cosas mas pueblos con otros, no desaprovrchaban jamás los pon-
santas y dignas de veneracion. iífices la oca;;ion de estrechar cuanto podian los lazos
entre las tli ,,ersas naciones ca túlicas; pues ro vertlad,
no hay vínculo mas fuerte ni mas indestructible que
• aquel á quien sirven de base y funtlamento la unidad
CAPITULO III. de creencia religiosa.
Durante varios años y aun reinados, no recuerda la
Ordoño, gobernador de Oalicin, elegh\o rey.--Cnion de Leon y Cnsti- historia suceso alguno i1nportantc en el territorio oh-
lla.- Ten,lencia de Roma á la unidad cat6licn.-Aumentos de la jeto de esta Crónica, mas de tal cual invasion nor-
Iglesia Compostelana.-Sancho el Gor,Jo y los nobles.-El obispo
Sisnando y San Rosendo.-Relaciones diferentes.
manda que apenas mencionaremos por haber ya dacio
cuenta de las mas importantes. Compartían el domi-
nio de la tierra los grandes seiíores y la Iglesia. Aq u e-
(Enero 904.) 11uerto D. García á los tres años de llos se extendían á 1neoudo ,aliéndose de la fuerza; la
r einado, se reunieron los grandes palatinos y los obis- segunda lograba cada clia mayores aumentos, así por
pos, segun costumbre de los godos, para elegir á Or- las piadosas concesiones de los reyes y particulares
dofto su hermano, gobernador do Galicia que mas corno por los bienes de que solían ser despojados los
de una vez habia vencido á los musulmanes, llegando revoltosos sefiores cuando eran ,eucidos, cosa que no
hasta el Guadiana. Asi quedaron unidos Leon y siempre acaecía, por el rey. En cuyo caso los bienes
Galicia. confiscados al ,cocido, que no se necesitaba otra cau-
(905.) Por este año se habla de la Romería á San- sa para acreditarle de rebelde, pasaban casi siempre
tiago del imaginario conde aloman Nuño Belchitles, á á manos de la Iglesia, lo cual ya hemos visto en el
quien muchos han contado entre los de Casttlla. discurso de la presente narrac1on.
En tiempo de Ordoño volaba ya por el mundo la (961.) En tiernposde Sancho 1 el Gordo, los nobles
fama de la devocion y milagros del Santo Apóstol de Galicia, de natural feroz, al decir de 1'1ariana, ha-
Santiago: el Papa Juan X envió á un presbítero por llábanse tlivididos en bandos y parcialidades, rebelán-
nombre Zanelo, el cual llevó al Pontífice cartas del dose contra el rey varios condes ó grandes, siendo los
obispo Sisnando acompañadas de presentes en contes- principales Rodrigo V elazq uez y Gonzalo ~aochez,
tacion á otras de aquel. Vuelto de Roma Zanelo al pariente éste tlel obispo de Compostela Sisnando.
cabo de un aií.o, y trayendo muchos libros, llegó Era el prelado, tambien segun 11ariana, hombre mas
con autoridad de Nuncio del Papa, quien dice era car- para soldado que para obispo, y el instigador de su
denal. pariente ya que no de toda la guerra movida á la
Traía Zanelo de Roma dificilísima comisioo. Creían sazon en Galicia.
allá de muy antiguo que el oficio divino gótico tenia Hijo de un grande ilustre de la tierra el conde ~fe-
muchas cosas erradas, usando en la misa estraordiua- naudo, de quien no há mucho acababa tle heredar
rias ceremonias y enseñando además doctrinas opues- cuantiosos bienes el obispo compostl-'lano, mas incli-
tas á la religion católica. Zanelo que, como ya he- nado á la espada que al báculo, había solicitado y
mos dicho, traía consigo libros en grao número de obtenido de D. Sancho permiso de fortificar á Santia-
Roma para reemplazar sin duda á los eclesiásticos de go. Servían de irnportaate pretesto las nuevas iocur-
la tierra, con suma diligencia. revolvió cuantos -pudo s1oues de normandos por las costas de nuestro terri-
haber á las manos, y si bien halló las ceretll.001as di- torio, y la necesidad de poner á. cubierto el ten1plo
ferentes, en todo lo demás e:'ltaban perfectamente de del Apóstol, expuesto á la sazon á ser saq ueatlo y
acuerdo con la verdad. destruido.
Segun parece halló Zanelo gran resistencia y no Logrado el permiso, al puuto co1uenz6 Sisnaado á
viendo modo de cumplir el cometido que traía, de ha- rodear la ciudad y el palacio episcopal de murallas,
cer trocar á nuestros católicos sus libros por los de Ro- torres y fosos á modo de plaza fuerte, n1as oprimien1lo
ma, tornó á esta, en donde dió cuenta á una gran y sacrificando para ello á los fieles de su iglesia, á
junta presidida por el Papa, del éxito de su empresa. quienes trataba como esclavos. "\'ieodo el rey los
En vista de ello determinaron aprobar nuestros desafueros del obispo, le reconvino diversas veces, roas
libros, mandando solamente que en la secreta de la éste, confiando cu sus fuerzas y en las de sus parcia-
misa usasen do las palabras del oficio romano. Las les, tenia tan poderosa ayuda por mas que sufi-
palabras de la consagracion, aunque el seotitlo era ciente para contrastar el poderío de D. Sancho. En-
el mismo, decían así: «Este es mi cuerpo que por vos- tonces el rey, agotada la paciencia, pasó con tropas á
otros será entregado. Este es el cáliz del 1Vuevo Tes· Galicia.
tarnento en mi sangre que por vos y por muchos será Al punto decayó el ánimo del guerrero Sisnando, y

44 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

bien porque no considerase bastante furrtes las nuevas mano, «quien usa el acero, por el acero morirá;» y
murallas, ó porque fuzgara mejor partido el entre- despojándose de sus vestiduras se retiró de nuevo á la
garse á merced del rey, y le abrió las puertas do soledad. En cuanto á Sisoando, cumplióse lo que se
Santiago, D. Saucbo quitó, dícese, al prelado la silla, tiene por profecía de Rudesindo ó San Roseodo, que
y aun algunos aseguran que le encerró en un cas- con tal nombre le venera la Iglesia. Habiendo los nor-
tillo, poniendo en su lug·ar á Rudesindo, que había mandos, mandados por Gudrcnd, acometido las costas
primero sido obispo de l\fondoñedo, y despues monje de Galicia, salió cu su contra Sisnando, el cual murió
de San Benito en el monasterio de Celanova. Era Ru- como ya hemos dicho: mas en la fecha está el error de
desindo de sangre real, hijo del conde (}utierre Arias todo. Dícese que su muerte fué en 968, pero en contes-
y Aldara su esposa. tacion se puede presentar la firma de Sisuando en el
l\fas aun no estaba rendida la rebelion con el ven- testamento del santo conde Osorio, á l '7 de julio de
cimiento y castigo de Sisuando; hál~abase on pié 969, de manera que nuestro obispo no pudo morir an-
y poderoso el conde Gonzalo Sanchez, de quien no tes de esta época: ele esa manera se confirma la noticia
hablaremos mas que para decir halló modo de en- que dimos de la .muerte de Sisnando, al hablar del en-
venenar á D. Sancho en una manzana, segun se cuentro con Gudrred ó Gunderedo.
dice; aunque el veneno fué harto lento, pues consin- 970. Despues de muerto aquel fué cuando entró
tió al rey llegar á las cercanías de Leon, en donde al Rndesindo, como tambieo hemos dicho, á administrar •
cabo, desahuciado de los médicos (967), rindió el alma. la sede de Santiago, y además de g·obernador de esta
No tratamos de defender al coude, pero ad viértase parte del reino cristiano, como se vé en el apéndice
cuan frecuente achaque del vulgo es echar la culpa núm. XXXII, c. 4 y 6 de la Espaiia Sag1·ada, t. XVIII,
de la muerte de grandes y reyes al veneno, cuando donde dice: «Super partes Gallacia Regias vices im-
para ello pudieran muy bieu bastar disgustos y en- perando exercebat. »
fermedades, agudas ó crónicas. Creemos haber cumplido con nuestro deber, así
Si va á decir verdad, pudo muy bien ser digna de dando cuenta de la manera con que en general han
castigo la conducta de Sisnando y demás cómplices; hablado nuestros historiadores de estos asuntos, como
es tambien cierto que en aquella época los reyes tratando de poner en claro la verdad, hasta donde nos
servian á menudo dP amparo á los pueblos contra los ha sido posible, con respecto á tiempos mas oscuros y
desafueros de los señores; y en este caso era uno do lejanos por la falta de buenas historias, que por el nú-
tantos el obispo compostelano, cuya conducta estuvo mero de años trascurridos hasta nuestros dias.
á menudo harto distante de ser evangélica, pero no
puede menos de sorprender la pronta y ejecutiva jus-
ticia ele los reyes con ciertos prelados; recuérdese el CAPITULO IV.
suceso del obispo Ataulfo, y dígase si en tierra cató-
lica se comprende semejaot~ conducta en el monarca, Ramiro III y lospróccre~.-Batalla de Portella de Arenas.-Almanzor-
aun en el caso de que el obispo fuera criminal, y no el-Albagib.-El conde Rodrigo Velazquez.-Los musulmanes en
olvidando la natural aspereza de aquellas costumbres. Compnstela.-Llega Almanzor basta San Cosme de l\iayanca.-
Es indudable que el hombre violento, lo primero que Tierra.s jamás hollaias por musulmanes.-Camino de Santiago.-
pierde es la razon y la justicia. Concilio de Coyanza.-Nombradía de Santiago de Galicia.-Reyes
Como se ve, hemos seguido la corriente de la mayor de Galicia.-Fernando I.-Estéban, obispo griego.-Cresconio.-
parte de los historiadores de crédito, no sin poner ya GuJesteo, nsosina<lo.-D. Diego Pelayo.-D. Diego Gelmirez.-Ley
ciertos reparos al juicio formado especialmente contra •toledana y romana.
Sisnando. Di versas razones nos han hecho referir los
sucesos como acaba de verse, pues hasta el moderno Reinando Ramiro III, se rebelaron los condes y
historiador Sr. D. n1odesto La.fuente trata la materia próceres de Galicia, dando por razon el carácter im-
de la propia manera. prudente y presuntuoso del rey (980), y proclamaron á
Con todo, muévennos la justicia y la verdad á no Bermudo, hijo de Ordoño III. Vino en su contra Rami-
dejar en semejante estado el asunto; pues, á nuestro ro y hubo una batalla en un sitio llamado Portella de
parecer, hay errores graves en lo re:eren te á la histo- Arenas, con muchas muertes de ambas partes, mas
ria del obispo compostelano Sisnando II. Por de pronto, sin decidirse la victoria; despues de lo cual, so retira-
es fuerza advertir que ha sido mas de una vez equi- ron Bermudo á Compostela y Ramiro á Leoo, murien-
vocado con Sisnando I. Además, ya al hablar de las do éste á los dos años, quedando su rival dueño del
invasiones normandas, hemos puesto á Rudesindo por trono.
administrador de la sede, despues de muerto Sisoao- (987.) No muchodespuos llegó Almanzor-ol-A.lha-
do, por lo que no tiene fundamento cuanto se dice de gib hasta las cercanías de Santiago por muestra de los
la huida de éste de la cárcel, á la muerte del rey don deseos que tenia de acabar con la monarquía cristia-
Sancho, su presentacion durante la noche de Navidad na, hollando los confines del Atlántico.
en la cámara de Rurlesinclo, deposicion de este y Entre tanto, concedió Bermudo á la iglesia de San-
demás sucesos tan detalladamente especificados tiago ol pueblo de Puerto- Mar in y otro llamado Rece-
como faltos de verdadero fundamento histórico. lo. lnq ..iictos harto á. menudo los nobles, daban lugar
Se añade, por ejemplo, que Rudesindo cedió lleno cou su desasosiego y turbulencias á que se aprovecha-
de conformiclad la sede á Sisnando, no sin decir al sen de ellas los enemigos del nombre "cristiano.
verle armado de todas armas y con el acero en la El conde Rodrigo Velazquez, uno de los que mas
PROVINCIA DE LA CORU;::;A.

conspiraron contra el rey, por haber este quitado la mayor comudidad que las ásperas montañas de Vizca-
silla de Cc,mpostcla á su hijo el inquieto y turbulento ya y Astúrias, que antes atravesaban por huir de la
obispo Pelayo, nombrando en su lugar á un virtuoso vecindad de los moros. Este camino aprovechaba, sino
prelado, puesto á la cabeza de los descontentos, si no en todo, en buena parte, f'l trazo <le la antigua vía ro-
llamó, por lo menos <lió lugar á la entrada de los mana, abierta para poner en comunicac1on á nuestro
musulmases. Venia (007) Almanzor desde Córdoba, territorio con las Galias, por el Sununun Pirineum.
encaminándose por Caria y Ciudad-Rodrigo, y se lo (1050.) l\las adelante debc-mos mencionar el conci-
unieron diversos régulos cristianos, siguiendo juntosá lio de Coyanza (Valencia de Don Juan), al cual asistió
Santiago, no sin hallar en su camino grandes dificul- Crcsconio, obispo de Compostela, en cuyo octavo de-
tades en los pasos de rios y montañas. creto ó cánon, se dice: «.\!andamos qur. cu Lean y sus
Llegó Almanzor el 10 de agosto á la vista de laJeru- términos, Galicia, astúrias y Portugal, se juzgue con
salem de Occidente, la cual halló desierta, y solo á arreglo á lo establecido por el rey Alfonso para los ho-
un monje anciano sentado en el sepulcro del Apóstol. micidios, robos é domas caloñas» (1).
Fué en parte derruido el santuario y robadas sus in- (1056.) Hubo despues en Santiago un concilio pre-
numerables riquezas, sin que el musulman se detu- sidido por nuestro Cresconio, que se llamó obispo de
viera mas que ante el venerado sepulcro, al cual puso la Sede Apostólica. A él acudi11ron Suero, obispo du-
guarda para librarse de toda profanacion: que era la miense, y Vistrario, electo metropolitano <le Lugo con
memoria de Santiago ó Sckant Yakub, grandemente otros :;accrdotes, diáconos y abades. l\!andó este con-
venerada por los mahometanos, pues veian en él á cilio, entre varias cosas, que los obispos y prestes di-
uno de los discípulos de Isa, esto es, de N. S. Jesu- je,;en misa cada <lía; que los canónigos tu viesen cilicio
cristo, cuyo nombre pronuncian siempre con el mas y se le pusieran los dias de ayuno y todas las veces
religioso respecto. , que se hiciesen letanías por alguna necesidad.
No contento A.lmanzor con su conquista, siguió Eran ya grandes el poderío y riqueza del obispado
adelante hácia Coruña y B 1tanzos, por tierras, segun compostelano, iisí como la fama por toda la cristian-
las crónicas áraber., jamás holladas por planta mu- dad. De tedas partes acudían romeros en gran núme-
sulmana; y aquí vemos confirmada nuestra opinion de ro, movidos del piadoso deseo de orar ante el sepulcro
que el territorio coruñés solo fué á lo mas, eu muy pe- del Apóstol, estos por cumplir una promesa hecha en
queña parte sometido, por los tiempos en que el mu- momentos de enfermedad ó de peligro, y aquellos
sulman era señor de casi toda la Península. para merecer el perdon de algun horrible pecado.
Llegó el Alhagib hasta San Cosme de Mayunca, No solo labradores villanos y humildes plebeyos
dos leguas de la Coruña y nueve ó diez de Santiago, hollaban con su planta el camino llamado <<de Santia-
tornando al cabo á su tierra, con cuatro mil prisioneros go,» antes bien era grande el númr.ro de señores y
cristianos, jóvenes de ambos sexos, llevándose ade- aun príncipes y reyes que, movidos de devocion,
más las campanas pequeñas de la catedral, que fue- cuando no d~ razones de gobierno y estado, llegaban
ron en hombros de cristianos, para servir de lámparas tambien por romeros á Compostela. Era este á la sa-
en la mezquita de Córdoba, de donde mas tarde, el zon acaso el mayor centro <le la cristiandad, despues
santo rey D. Fernando, las hizo volver, en hombros de Roma.
de mu;ulmanes, al propio lugar de donde habían sido <<Por Santiago de Galicia,>) juraban con solemne de-
robadas. vocion los fieles de las mas apartadas comarcas. «¡San-
En la disentería que diezmó el ejército de Alman- tiago y cierra España!» fué por largos años el grito
zor, vieron los cristianos justo castigo del cielo; y de los buenos españoles.
muchos gallegos, corriendo ágilmente por sus intrin- Adviértase que en aquel tiempo era conocida la
cadas breñas, caían desde _los riscos sobre los moros, ca- monarquía cristiana de esta parte de la Península con
zándoles como alimañas y ,engan<lo en ellos sin pie- el nombre de Galicia, con que se demuestra la impor-
dad al agravio y despojo de su venerado santuario. tancia de la tierra de que nuestro territorio forma
Mientras en Ciu~ad-Rodrigo despedía el vencedor parte.
Alhagib á los auxiliares cristianos, colmándolos de «Rey de las Galicias,» llamaba el Papa Juan VIII
presentes, Bermudó II se disponía á resJ¡aurar el pro- al rey Alfonso al tratarse de la consagracion de la
fanado templo, las derruidas fortalezas, las desiertas Iglesia del Santo Apóstol. «Perro de Galicia á quien
ciudades y los saqueados monasterios. maldiga Dios,> llamaban los acobardado~ m_usulma-
(1030.) Mas adelante acaeció uno de los infinitos nes tí nuestro Cid. Y estos, sobre todo, s1gu1eron por
sucesos que mas con tribuyeron á enriquecer la sede larg·o tiempo llamando Galicia á todas las tierras
compostelana: Sisnando Galiazig robaba y talaba allende el Guadarraroa.
cuanto estaba á su alcance, con lo que el rey le cas- Al lado del obispo compostelano llaman grande-
tigó q uitá.udole los bienes y dándoselos á la iglesia de mente ]a atencion los señores gallegos. A.un dura la
Santiago, que tal es, como ya hemos rlicho, el orígen cruzada, sobro todo en nuestra tierra, contra los tiem-
de gran parte de las donaciones y auruento que á ca- pos feudales; pero la guerra es ya menos encarnizada
da paso recibía nuestro obispado. y va dando lugar á mas equitativo fallo.
Dcspucs de esto, D. Sancho <le Navarra allanó y Van ya desapareciendo las sombras que cegaban el
dispuso nuevo camino para los romeros que de ostra-
ñas naciones venian á Compostela por Navarra, Rioja, •
Briviesca y tierra de Búrgos, lugares mas llanos Y de (1) Laruente Hüt. d• E!p., part. ll, lib. I, p. 151, t. IV.
46 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

discernimiento de pueblos y escritores, los cuales, órden de decir la misa y las horas canónicas, venido
dando de mano á todo encono, comprenderán que es todo de !<'rancia á Toledo, de donde se estendió por lo
mas justo y razonable e~tudiar antes los tie1npos para demás de España; en lo cual, no menos que en la re-
advertir cuan grande diferencia. separa de los pasados forma de la disciplina, pouin. Roma grandísimo empe-
el nuestro; con lo que no buscarán armas de toda cla- ño, movida, así del justo deseo de correjir costumbres
se para zaherirá lo antiguo, á trueque de ofenderá lo no poco relajadas corno de estender y sujetar á reg·la,
que tienen por malo en lo presente. en lo posible uniforme, á todo el pueblo católico.
Cierto que por este tiempo habiaen nuestro territo- (1098.) Fl Pontífice Urbano II permttió que la silla
rio señores que con sus desmanes y tropelías tiraniza- episcopal de Iría tom:1se el non1brc de Compostelana,
ban á los pueblos; achaque del tiempo, rudo en verdad de Santiago, quedando exenta de la ju1·isdiccion del
y grosero, que si en manera alguoa les disculpa, con arzobispo de Braga, lo cual logró todo á la vez Dal-
todo eso esplica como eran tan á menudo crueles é in- maquio, á quien por eso suelen llamar el primero de
justos reyes y aun prelados. Cuando estos, por confe- la iglesia de Compostela.
sion de los de su propia clase (1), de tal modo ponian
en olvido sus sagrados deberes, no es mocho que cier-
tos seglares siguieran tan pernicioso ejen1plo. CAPITULO V .
Tiranos señores hubo á la sazon en nuestro territo-
rio, mas tambien los hubo escelentes. La historia ha
Concilio en Santingo.-Renuncin de Pelayo.-Lega,los del Pnpn.-Al-
confirmado el nombre de «bucno»-b6-con que los
fonso VI.-Doña Urrnca.-Don Ramon de Dorgoiln.-El conde de
contemporáneos llamaron al ilustre Fernan Perez de Trnvn, ayo ,!el principe.-Alfonso Raimundez.-Próceres.-Alfons,
Andradc: la historia recuerda tambicn, al par de otros el Batallnd.or.-Ln con.les:i. dú Travn y D. Diego (.lelmirez.-Dis-
cortlia.-'.J u erras.
malvados, á muchos buenos patricios muertos en de-
fensa de su tierra, de Dios y del rey.
El rey Fernando I, de Castilla y Leon, fué el mas Lleg·amos á una de las épocas mas importantes y
poderoso monarca de aquel tiempo en España, con lo llenas de sucesos en nuestro territorio, en la cual,
que haciendo levas de soldados y seguido ele los seño- puede decirse, se vé, como en un cuadro en pequeño,
res. acometió á los musulmanes por la parte de la an- grau parte de la historia que nos ocupa, durante la
tigua Lusitania. Cayeron Viseo y Lan1eg·o en su poder, Edad n1edia.
y (1058) en seguida puso cerco á Coi m bra, no sin haber Príncipes aclamado:¡. cu contra de reyes, y sosteni-
tomado antes los castillos de San 1:Iartin y Ta.ranzo, dos por scñorrs tanto ó mas poderosos que ellos, guer-
cercanos á la comarca de Compostela. ras civiles de varia fortuna, inesperados cambios en
Duraba el cr.rco de Coimbra, siendo grandes las di- sucesos y personas, y en medio de aquellos pactos
ficultades y trabajos que los cristianos padeciau; ha- seguidos d0 nuevas turbulencias, costumbres desorde-
llábaso á la sazonen Santiago, cuya Iglesia babia ve- nadas de q uc sou muestra las acusaciones de unos y
nido á visitar, Rstéban, obispo griego, el cual, oyen- otros, todos igualmente mauchatlos y corrompidos,
do decir cuán á menudo el Apóstol se babia aparecido sobre lo cual vemos descollar á un prelado de grande
y ayudado á los cristianos en lo mas récio de la pelea espíritu, á quien la propia inquietud de ánimo, así
dijo: «Santiago fué pescador y no soldado.» La noche como la calamidad de los tiempos, lleva sin cesar al
siguiente soñó como el propio Apóstol ayudaba á los campo de las revueltas, en que se le vé siempre por
cristianos sitiadores de Coimbra, para que entrasen en jefe ya vencedor, ya vencido.
ella. Súpose queá la misma hora de aquella santa vision, Era D. Diego Pe layo, obispo á la sazon de Compos-
babia sido tomada la referida ciudad, cuyos defensores tela, noble de nacimiento, de ánimo inquieto, y co1no
se rindieron por hambre á 24 de julio. «De esa manera dice l\Iariana, bullicioso y amigo de parcialidades. Hí-
salió verdadero y no vano el sueño del griego, con lo zole al cabo prender el rey D. Alfonso, con intento
cual quedaron todos satisfechos,» dice l\Iariana. de quitarle el obispado; el cardenal Ricardo, legatlo
Acompafíado entró el rey en Coimbra de la reina del Papa, llamó á los obispos á concilio á Santiag·u,
doña Bancha, los obispos de Compostela, Lugo, Viseo, en el cual Pelayo, de grado ó por fuerza, renunció á
11ondoñedo, con muchos grandes señores, y despues su dignidad, q uetlando en su lugar Pedro, abad car-
volvió á Santiago á dar las gracias al }1.póstol, así con dioense. J\!lls el Pontifico Urbano II llevó todo esto
oraciones, como con infinitos regalos y mercedes de muy á mal y escribió al legado reprendiéntlole dura-
parte de la presa y riquezas ganadas en la guerra. mente.
A Cresconio, obispo tle Compostela, sncedi-0 Gudes- (1088.) Además escribió al rey, á quien llan1a rey
teo, de su mismo linaje, á quien mat6 en su propio Alfonso de Galicia; «dándole el para.bien por su pode-
lecho un tio suyo llamado Froila, no mas de porque el río y victorias sobre los sarracenos, pero llamando
prelado q ueria recobrar los pueblos de la diócesis de desórden contrario <le todo punto á los cánones, el
que aquel se apoderaba, movido al par de ambicion y haber aprisionado al obispo tle Sautiago y dcpuéstolo
codicia. de su dignidad, conque le rogaba se la restituyese,
Entonces ocupó la sede Pelayo, en cuyo tiempo se no teniendo por valedera escusa el que le hubiese
recibió la ley toledana y romana (2), esto es, el nuevo depuesto el legado R!cardo, pues lo que hizo era con-
trario á los cánones, y además no tenia á la. sazon tal
(1) \'1•ase In Hi.•toria contemp1Jrciiiea. autoridad de legado.»
(2) H ist,iria comp,»te lann. Aíiadia el Pontífice, que <(despues de repuesto el
PROVI¡\CfA DE L.\ CORUX.\. 47
obispo fuese á. Roma con los embajadores del rey, para D. A.lfonso por rey de Galieia; aseguran muchos que
ser juzgado canónicamente, porque de no hacerlo el en confor1n1dad con lo mandado en el testamento de
rey así, él se veria obligado á hacer lo que no q uer- Alfonso VI, para el caso d"l segundo matrimonio de
ría:» acaso excomulgarle. doiía Urraca .

En seguida, en lugar de Ricardo vino Rainerio, el Viéndose esta presa en el Castellar, por vengarse de
cual, en un concilio en Leon, depuso á. Pedro, mas no su maritto envió rnensajero;; á Galicia que incitaran á
pudo alcanzar la libertad de Pelayo, ni su vuelta á la los nobles á proclamar rey al jóven príncipe; mas de
sede compostelana. Con totlo, hubo arreglo; pues por nuevo reconciliada con el de A.ragon, mudó de propó-
medio de D. Ramon, yerno del rey, fué obispo de San- sito, á lo cual era, segun parece, harto inclinada.
tiago Damalquio, monje de Cluny, agradable al l'apa TPmieron los próceres gallegos verse abandona-
que habia sido de la propia órden. doa por la reina, sabiendo cuán dura venganza les
Dalmaquio logró en el concilio general de Clara- amenazaba, y así, aplazando para en breve sus desig-
monte, que su iglesia fuese exenta de la ele Braga, nios, reunian mayores fuerzas, cuanto mas que, no
quedando solo sujeta á Roma, en señal de cuyo pri- yendo todos á una, debían desconfiar de quienes, bien
vilegio se mandó no fuesen consagratlos los obispos á causa de favorecer al partido del rey, ó ya movidos
do Santiago mas que por el Papa. De esa manera iba de enemiga personal, con las casas mas ilustres,
tambien este poniendo trabas á la intervencion de los podrían ser con el tiempo perniciosísimos enemi-
reyes, hasta entonces absoluta ó poco menos, respecto gos, tanto por no bien conocidos todavía como por do-
de los obispos. Solamente, y á pesar de infinitas dili- mésticos.
gencias, no pudo Dalmaquio lograr el palio. No con venia la reconciliacion de los reyes á Enri-
En breve desapareció la paz con la muerte de Dal- que de Portugal, quien teniéndose ya por libre de
maquio. Pelayo, ya en libertad, fué á Roma á pedir la todo concierto con el aragonés, s'3 puso de parte del
dignidad de que, segun él, babia sido injustamente de Trava y demás señores, á. los cuales movió á llevar
despojado. Despues de cuatro años, Pascual, romano adelante el empeño de coronar al niño Alfonso por rey
Pontífice á la sazon, falló en contra de Pelayo. de Galicia, ayudando grandemente á semejantes
En la nueva eleccion que trataron de hacer los ca- propósitos, el haber, segun se dijo, intentado el rey
nónigos, hizo D. Dieg·o Gelmirez de vicario, logrando hacer quitar la vida al infante al conde de Trava,
ser elegido obispo; así como por las revueltas y traba- su ayo (1).
jos que amenazaban, alcanzó del Padre Santo el ser ~Ias cuant.lo todo se hallaba en camino y á medida
consag;rado ec. España. El fué q uiéu logró por nueva del deseo de los eneLOigos de Alfonso el Batallador, es-
bula que la iglesia de Santiago tuviese siete canóni- talló en Galicia la guerra civil. Como los sucesos que
gos cardenales, á im1tacion de la de Roma, siendo ellos vamos refirient.lo, pasaron todos, ó la mayor parte,
quienes únicamente podían decir misa en el altar ma- en nuestro territorio, fuerza será ir dando cuenta de
yor y acoro pañar al obispo en las procesiones y misa ellos con cierto cletenimieato. Varios nobles, enemi-
con mitra. gos de la casa de Tra va, y en especi:i.l Pet.lro Arias y
Además fué luego D. Diego Gelmirez á Roma, en Arias Perez, asediaron la fortaleza de Santa 11aría de
donde alcanzó el uso del palio, por dontle se iba enca- Castrello, en donde la condesa de Trava tenia al tier-
minando á lograr la digniuad tle arzobispado para su no infante: defendióse valientemente aquella señora,
iglesia, que mas adelante le coucedLó Cahxto. pero viéndose escasa de fuerzas, llamó en su auxilio al
( 1108.) Rabia A.lfonso VI, poco antes de morir, de- obispo D. Diego Gelmirez.
clarado heredera tle sus reinos á su hija legítnna doña Rabia éste permanecido indeciso y sin mostrarse
Urraca, viuda de D. Ramon de Borgoña, conde de hasta entonces resuelto amigo ele unos ni de otros; mas
Galicia1 fallecido en 1107, en Grafal de Campos, de el llamamiento de la condesa, bien que halagara su
quien tenia dos hijos, Alfou!lo y Sancha. vanidad ó ya le sirviese de valioso 1,retesto para obrar
Ya en vida del rey babian los condes franceses conforme á lo que tenia pensado, le halló resuelto de-
mostrádose harto ingratos, conspirando para repartir- fensor del jóven Alfonso Raimuudez.
se el reino á la muerte de su suegro. La del conde don Acudió el prelado á Santa 11aría de Castrello, y al
Ramon de Galicia, primer esposo, como_ ¡_a hemos _in- acercarse, se agolpaban en pos de él los de Arias Pe-
dicado, de doila U rraca 1 destruyó semeJantes concier- rez. A.brióse la puerta del castillo, y cuando sus defen-
tos, mas no sin avivar al propio tiempo la ambician de sores contahan solo con el obispo de Santiago, se ha-
Enrique de Portugal, quien se atrevió á desear toda llaron con que sin poderlo estorbar, y detrás de él,~~-
la monarquía. De esa manera, lejos de aquietarse con traban los sitiadores. Hallábase la coaclesa con el 01no
el llamamiento de doña Urraca al trono, pasó á Fran- Alfonso en los brazos, y en tao apurado trance, acu-
cia á traer gente en contra de la hermana de su es- dió Gelmirez á amparar al infante con los suyos; pero
posa. Habiéndole prend1clo, pudo al cabo escaparse, todo fué en vano, pues los de Arias Perez arrebataron
yendo á unirse á Alfonso (1111) para acometer unidos con violencia al príncipe, el cual, así como la condesa
y repartirse á Leon y Castilla. y el prelado, quedaron pr(sioner~s.
A la sazon se criaba en Caldas, bajo la tutela del No era Gelmirez enem1g·o fácil de vencer, aun ha-
conde Pedro de Trava, el príncipe Alfonso Raimun- llándose preso, y al parecer, sin modo de vengarse.
dez, hijo de doña Urraca, y del difunto D. Ramon de
Borgoña. Cuando la reina se casó con Alfonso ~e Ara-
gon, el conde de Trava quiso proclamar al infante (1) llistoria compostel11n11 .


48 •
CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

púsose Santiago con su comarca en armas, con áoi mo del arag·oués. El vario Enrique de Portugal, inquieto
de acudir en pro de su obispo, lo cual visto por Arias por carácter, y por ambicion mudable, estaba de nue-
Perez y los suyos, no solo se apaciguaron, sino que vo con nuestros gallegos: con que reunidos todos fue-
poniendo en libertad á los presos, siguieron el partido ron en contra de Alfonso, que á la sazon asediaba á
del príncipe; esto es, de enemigos, se trocaron en Astorga: temió Alfonso, alzó el cerco, y retirándose
amigos del dicho obispo compostelano. á Peñafiel, se vió á su vez cercado por gallegos y
Nuevos sucesos favorecieron á. nuestros nobles: la (1112) castellanos.
reina, de nuevo desavenida con su esposo, separóse Doña Teresa, esposa de Enrique de Portugal, y •
de él, seguida de los conde:; castellanos, en especial hermana de doña Urraca, era esto solo en el nombre;
de su ayo Pedro Ansurez, D. Gomez Gonzalez de Can- que siempre, solapada ó abiertamente, fué su mayor
despina y D. Pedro Gonzalez de Lara, ambos pre- enemiga. No desmintió su secreta malquerencia á la
ciándose en público de mas íntimo valimiento con la eazou, pues acudiendo al sitio, logró poner mal á su
reina del que fuera justo, así por respeto á la ~lta hermaua con D. Enrique, el cual se retiró con los suyos.
autoridad de la prin,:esa y honor de la dama, como 11:as, entre tanto, dió nuevo rumbo á las cosas la
por la propia honra de caballeros bien nacidos, quie- llegada de un legado del Papa. Era por aquel tiempo
nes por necio y bajo alarde de vanidad ó ambicion, Galicia, y sobre todo, el territorio que nos ocupa, ver-
faltaban con sus palabras y demostraciones, eo ningun dadero centro de la monarquía. Sus señores, hombres
caso leales ni honradas, á. la primera l ey de la caba- turbulentos, mas de grande ánimo, ricos y poderosos,
llería, que es el respeto á. la mujer indefensa. Ejem- fueron constantemente enemigos de Alfonso de Ara-
plo seguido sin reparo en tiempos harto diversos y le- gon, y ellos, unidos con Gelmirez, le quitaron la co-
janos. rona que con su esposa compartía. El obispo de San-
A esto, el inquieto y ambicioso Enrique de Portu- tiago y el conde de Trava eran alma de la resistencia
gal, mudando, cual lo tenia por facilísima costumbre, que el Batallador halló en nuestro territorio.
de amigos, se unió con el de Aragon, y con él venció Para hacer á este guerra verdaderamente incon-
á los castellanos y leoneses en el campo de la Espina, trastable, usaron una traza que no podia menos de
huyendo el de Lara, tan sin honra en el campo como producir buen éxito. Era doña Urraca parienta en ter-
en el valimiento, y dando la vida el de Candes pina, cer grado, por parte de padre, de su esposo D. Alfonso,
quien de esa manera lavó con la propia sangre su ne- pues ambos eran biznietos de D. Sancho el ?vfayor, rey
gra vanagloria pasada. de Navarra: parece no era por este tiempo costumbre
Lejos de cejar en su empeño los próceres gallegos el dispensar los Papas semejantes casamientos entre
y no queriendo humillarse al poderío de Alfonso, en deudos, en lo cual, afirmándose los nobles del reino,
verdad irresistible, alzaron por rey al niño Alfonso descontentos ya desde el principio, determinaron acu-
Raimundez. dir en demanda de amparo al Padre Santo.
En la iglesia mayor de Compostela se celebró el Fué á. Pascual II una embajada con nuevas de lo
acto solemne. Acudieron nobles, burgueses y villanos; que estaba acaeciendo y con encargo de valerse de
el clero rodeaba al obispo. Pedro, conde de Trava, ayo todos los medios para lograr la disolucion del matri-
del príncipe y gran promovedor de estos sucesos, pre- monio de doña Urraca con el aragonés. En contesta-
sentó en :el templo al infante. Tratábase de atraerá cioo, cometió el Papa á D. Diego Gelmirez el conoci-
los señores con la esperanza del reinado de un niño, y miento de la causa, en un Breve, que, entre otras
al pueblo con el aparato de una ceremonia desconoci- cosas, decia al obispo: «Procurase corregir y dar el
da en nueslro territorio, á cuyo esplendor ponía el convenieote castigo á tao gran maldad como era el
sello del respeto la consagracion de la Iglesia. Vestido incesto cometido por la hija del rey con su primo
de pontificia!, se llegó el obispo á. ungir con el óleo el de A.ragon, para que desistiese de semejante pecado
sagrado al niño Alfonso á quien Dios daba ya desde ó sino fuese privada de la comunion de la Iglesia y del
entonces la merecida autoridad) por su virtud, ~sfuer- señorío seg lar.»
zo y poderío. Años adelante babia de aclamar el mun- Apenas tuvo Alfonso conocimiento del Breve, co-
do para honra de Galicia, á Alfonso VII, el Empe- menzó á. perseguir á los principales obispos, despo-
rador. jando á anos y desterrando á otros; mas Gelmirez,
Años, guerras y calamidades habían de pasar an- firme en sus intentos, declaró nulo el matrimonio por
tes por el territorio de que trata nuestra crónica. Gran- incestuoso, manteniéndose en ello á despecho del rey,
des sucesos acaecieron por este tiempo fuera de él; viéndose el prelado en riesgo de perder la vida, á lo
mas nosotros solo diremos que los nobles ) el pueblo cual, agradecida la reina, pactó con él estrechísima
gallego, lejos de rendir el áni ro o á la desgracia, ha- alianza.
llaban nuevas fuerzas contra el Batallador, despues (Junio 1113.) Hízose formal declaracion de nulidad
de cada derrota. de matrimonio algunos meses despues en un concilio
Pelearon en Fuente-Culebras, con tan adversa en Palencia, presidido por el legado de Pascual, en el
suerte, que Pedro, conde de Trava, quedó preso, de- cual se halló, como es de suponer, presente nuestro
jando á modo de viuda á su alentada esposa, doña D. Diego Gelmirez.
11ayor, hija de Armengol, conde de Urgel. La reina, Fuera necesario, para los tiempos de que va-
con el príncipe y :el obispo, que por los montes de As- mos tratando, otro hilo de Ariadoa; que tan enreda-
túrias se habian venido huyendo á nuestro territo- dos y, á primera vista, incomprensibles se muestran
rio, daban calor á un nuevo llamamiento en contra á menudo los sucesos. Si va á decir verdad, raras épo-
~~~:-:===~~---~--=-==:________
cas habia visto nuestro territorio tau varias y cal ·
tos".,s·· "llo fuó que· poco á poco
PitOVJ:-.CJ.\ llE LA CORli~A.

'. 1a rC'i·n., ' anu-


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prometi_e_•nd0 antes perder el re·1110 <¡tic volver á o,,e,i-
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al obispo de i'-ant1ago; mas este supo componerse de · en una n1 en otro había sincc-ridad. La reina,
4

1,_
modo (1111 q~e del encuentro 00 rc$ultó mas que
una reconcil1ac1on, despucs de la cual y a
ya po_rque ;;olo en la apariencia huliiese cejado en su
einpeuo, ó ¡,orque á ello diera lugar el obispo, trató
habi_a alejado la reina, Gelmirez y el co'nde Jeº;:::: nuevamente do prendc-rle; mas este, lejos 1lc arreclrar-
volv1eron á trabajar en contra de ella, pretendiendo sr., por venganza ó ta.mb1cn por ser tal dn antema110
sostener por rey al niño Alfonso. su empciio, se declaró en pró del niño ,\lfonso Rai-
(1113.) Volvió la reina á Galicia, resuelta esta vez ~undez, y al punto el de Trava so encaminó á Sa11-
hago con su ré¡;io pupilo .

-~- ~

- - ~ ---
..... --- - e
--- -re
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-·-

- - . .... r a e

Puerta lateral de Santa Maria ,lel Campo.

á prender al astuto prelado, el cual, viéndose con Xo por esto se declaró yencida doña Urraca, antes
fuerzas suficientes, dejó á un lado la fingida an1istad bien mostrando una rcsolucion do que á menudo Rolia
p_asada, y se dispuso á hacer freo te á la que, en vez dar pruebas, á pesar de su mudable carácter, siguió
de reina, tenia ya por enemiga. adelante acompañada do cuantos caballeros halló á
mano, viendo al propio tiempo de ganar á Gclmirez.
prometiéndole todo género de satisfacciones, y des-
CAPITULO VI. pertándole la codicia con 111crcedes y cesiones de cas-
tillos á su iglesia. Con todo esto, el obiRpo seguia por
(l uerrns civi!es.-Trastornos ou S11ntiago.-Ooi\a Urraca ofenuiun y
runltrntaua.-:;u muerte. amigo de los del príncipe, y aun declaró perjuros á
todos los gallegos que le desobedecieran (11 lG).
Puesto Gelmirez cu abierta rebcliuu, la reina celli6 El pueblo de Santiago, que á la sazon aborrecia al
auto las ar1nas del obispo, y aun procuró <lesenojarle, prelado, se alzó en su contra, haciendo salir á doi1a
llegando hasta jurar q uo no oiría á sus enemigos, y ~layor, condesa de Traba, cou el niño Alfonso, y abri6
COUU~A. 7
50 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

las puertas de la cíudatl á la reiua. Ante semejante contra de Gelmirez, de tal manera, que á pesar de
peligro, huyó Gelmirez con sus hombres de armas á volver la reina en su ayuda, acaeció lo que vamos á
las torres do la iglesia, mientras los burg·ueses entra- referir.
ban á. saco al palacio episcopal, lla1nando enemigo y Esta vez tenia doña Urraca por enemigos á los del
rebelde á su propio obispo, y pidiendo fuera echado de obispo, ,í. saber, los burg·ueses de Santiago, quienes
la sedo. apenas comprendieron les esperaba castigo, acudieron
En tan apurado trance, y viendo que hasta los en tumulto al templo del Apóstol. Saben en esto que
soldados del de Tra va so pasaban á la reina, el atri- el obispo quiere desarmarlos, y á los queensu nombre
bulado Gelmirez halló en los deseos que todos teuian venían á intentarlo, ponen á peligro de muerte. Des-
de paz su propia sal,acion. J\Iediaron, pues, algunos átasc el furor de la hermandad, y pelea esta dentro
nobles, cedió el obispo y quedó ajustada la paz, no del templo con los parciales de la reina y del obispo,
muy duradera por cierto. valiéndose de lanzas, saetas y piedras; arden al propio
Vuelta doña Urraca áCastílla, quedó nuestro obis- tiempo los altares, y las llamas llegan á la cúpula.
po encargado por aquella de hacer frente al conde de Huyen doña Urraca y Gelmirez del palacio episco-
Trava y sus parciales. I\fas los ódios, solo ocultos y no pal á la torre de las Señales con la córte y los mas
apagados, adquíríeron mayor fuerza: con que perse- fieles allegados. Acometen los santiagueses la torre,
guido Gelmírez por sus enemigos, uo tuvo mas reme- pónenla fuego, echando .combustibles por una ventana,
dio que acogerse al amparo de la reina, la cual le re- y entre el desapoderado estruendo y fiera gritería, •

cibió jurándole nueva amístad. creen los sítiados llegado el momento de morir cris-
Cuanto vamos r.efiriendo, prueba lo mucho que se tianamente.
ha exagerado, sobre torio en nuestros tíempos, en con- A las palabras de la reina para que saliera el obis-
tra del obispo Gelmírez. Cierto; su carácter era muda- po, contestaba este: «Salid vos, ¡oh reina! pues podeis,
ble é inclínado á la astucia; mas se le ha querido que el ódio principal es contra mí y los que siguen.»
considerar como el verdadero De1ts e:i; 1nacltina de aque- «¡Que salga la reina si quiere,» decían desde afuera.
llos tiempos, cuando eran tantas y tau encontradas las «¡Mueran el obispo y los suyos!»
pasiones, tan diversos los poderes concitados en contra Salió la reina en mala hora, pues el populacho
de la pública tranquilidad y tan difíciles de regir cayó sobre ella; perdido .todo respeto, maltratáronla
hombres como aquellos, sobre todo si se tiene en de palabra y de obra, rasgando sus vestiduras, me-
cuenta la natural debílidad del poder á la sazon. Si sándola los cabellos y dejándola deshonestamente ten-
además no ponemos en olvido que doña Urraca, lejos dida en tierra. Aprovechóse de la confusion el astuto
de hallar síempre le~rvíclores á su lado, solia Gelmirez, huyendo disfrazado con la capa de un pobre
tener harto á menudo muchos que, lejos de mirar que le dió el abad de San I\fartin, á cuyo templo huyó
por ella y por su honor, daban mas bien pruebas de y en donde estaba tambien acogida la reina.
ruines pensamientos, haciendo bajar con presuntuosas Continuaban las embestidas á la torre, cuyos de-
apariencías á su mezquino estado el nombre y repu- fensores, por huír de las llamas, se precipitaban de lo
tacion de la reina, fácil es de comprender cómo á la alto, muriendo otros quemados, entre ellos un hermano
sazon el poder real, único freno capaz de tener á raya y un sobrino del obispo. Buscaba á este la multitud de
á tanto amigo de revueltas y trastornos, fruta d~ todos templo en templo y de casa en casa, y él huía de la
tiempos en España, tenia apenas fuerza, no para do- misma manera escalando paredes y tejados.
marlos y regirlos, mas ni aun para con éxito afron- A esto hubo la reina de pactar con los revoltosos
tarlos. cuanto ellos quisieron, que de otro modo no la dejaran
Dueña era la Iglesia en nuestro territorio ele gran- en líbertad. Fueron las condiciones que nombrase otro
des señoríos: pueblos, forzalezas y soldados la obede- obispo, que todo se gobernase en la ciudad á satisfac-
cían; la fé sincera del tiempo era su escudo; pero al cion de ellos, y que confirmaran el concierto el prín-
lado de ella se alzaba un poder que aun no ha tenido cipe D. Alfonso, su ayo el conde de Tra va y todos los
historiadores sinceros. señores de la córte.
A desproporcionadas alabanzas, han sucedido con- Condiciones impuestas á la fuerza jamás son de •
tra el régimen feudal descompuestas invectiva~, cuya buen grado admitidas, ni es fácil decir hasta qué
base es mas bien el ódio que en ciertos tiempos se ha punto suele creerse obligado aquel á quíen se hac<:\
tenido á los nobles, que el verdadero estudio y cono- pactar poniéndole la espada al pecho. Hallábanse en
cimiento de la Edad media. Próximo está el día para las afueras de Santíago el principe Alfonso y el conde
nuestra patria, puesto que para otras naciones ya ha de Trava con tropa, no osando pasar adelante por

llegado, en que libre el ánimo de toda pasíon y ageno miedo de que su embestida moviese á los revoltosos á
el pecho á. la enconada envidia, juzguen los pueblos á dar muerte á la reina¡ mas al llegar esta y en union
sus padres, así nobles como plebeyos, con sincera im- con el prelado, que había podido huir, acometieron á
parcialidad. la ciudad.
Entro tanto, fuerza es confesar que no era D. Diego Como siempre sucede, desaparecieron de esta los.
Gelmirez tan señor de nuestro territorio como so su- princípales causantes del tumulto, y salieron canóni-
pone. Los señores, y á su cabeza el conde Pedro de gos y cíudadaoos, pidiendo estos perdon á la reina, y
Trava, pudieron á veces mas que el obispo, bien por sí aquellos el alzamiento do la excomunion fulminada
solos, bien unidos con los burgueses de las ciudades, por el obispo. De esa manera se deshizo la Germania ó
á quienes vemos ya unirse tambien y alzarse en Hermandad, que así la llama la Historia compostela-

..

(REINA DE LEÓN)

PROVIKCJA DE LA CORU~A. • 51

n_a; juraro_n fidelidad á la reina y al obispo, y dieron No dejaba este de tener tambieo motivos para des-
cincuenta Jóvenes de las principales familias en rehe- confiar de la reina, pero no pudo menos de acompa-
nes. La reina los iudultó de la pena de muerte, des-
ñarla á. la empresa contra 1'uy, seguido, no solo de
terrando solamente, y confiscando los bienes á ciento su gente y hombres de armas, sino de los caballeros
entre canónigos y ciudadanos, además de una mult~ de Compostela, quienes, por fuero, no estaban obliga-
en dinero que hubo de pagar la ciudad.
dos á llc,gar hasta el distrito á donde se encaminaba
Despues de lo cual, entraron en Santiago la reina el ejército de la reina.
y el obispo, á quien se le restituyeron las alhajas ro- 1Ias de una y otra parte lidiaban la artería y la
badas á la ig le1,ia, quedando la reparacioo del palacio doblez.
á costa de los revoltosos.
Viendo el arzobispo q•1e las cosas de doña Urraca
Así logró el prelado gozar cu paz de la silla episco- iban mas prósperas de lo que á él le coovcoia, habló
pal que tan tenazmente le disputaron sus enemigos, de paz entre ambas hermanas; no habiendo tenido
entre los cuales habria seguramente mas de uno que éxito sus exhortaciones, dijo que necesitaba volver á
se tenia por no menos digno de la mitra que Gelmi- Sautiago: de ese morlo se hizo la paz, con harto sen-
rez. Así el conde de Trava, despues de mostrarse del timiento de doíta Urraca, la cual tr1t6 de vengarse lo
bando de los santiagueses y de alentarlos, acaso en mas pronto que pntlo. Al llc-gar al l\Iifio di¡¡puso pasa.-
secreto, viendo que la revolucioo iba mas allá de lo seo primero el r10 lo~ caballeros y gente de guerra
que él tenia determinado, mudó de pensamiento, y elel arzobispo, con que hall1lndosc· este solo, fué preso
puesto eo defensa de la reina, fué tal vez quien mas y luego encerrado en un ca!'>tillo.
crudamente se ensañó en aquellos, que néciamente ~ias ya los tiempos habían cambiado; Gelmirez
confiados, se dejaron arrastrar al precipicio, á cuyo babia tenido maña para deshacerse de sus enemigos,
borde les faltó la mano que hasta entonces los ha- y solo Je quedaban an1igos en Compostela, cuyos ha-
bía dirijido. ¡Ejemplo hartas veces visto por los hom- bitantes mue;;tran su enojo á la reina, mientras el ca-
bres cu la historia, jámas aprovechado! bildo jura poucr en libertad al arzobispo, aunque le
Remos dicho que Gelmirez logró gozar en paz de cueste todas las rentas de la iglesia . .1-\.pártanse taro-
su obispado, y no sin razon, si se tienen en cuenta bien ele Urraca su hijo, el de Trava y los principales

I
los calamitosos sucesos anteriores; mas todavía quedan señores gallegos, quienes acan1pan con sus tropas
algunos por referir, no del todo diversos y con verdad orillas del Ta1nbre. Rrvnélvcse la ciudad y obliga á la
importaBtes. reina á dejar libre á Gclmirez, mas este reclama las
Era Papa á la sazon Calixto II, hermano del d1fuu- 1 rentas y castillos que le habiao quitado. En fin, solo
to D. Ramon de Borgoña, padre de nue-.tro Alfonso despues de largas contestaciones y altercados, reco-
Raimuudez; favorecian con él á nuestro Gelmirez, bra el prelaelo rentas y posesiones, á lo cual movió á
además de esta importantísima circunstancia, el in- doña Grraca, segun la Histo,-ia Con1postelana, la ame-
flojo de los monjes de Cluny que estaban de su parte. naz:i. de excomunion por parte de Calixto II.
Con esto, y regalos oportunamente repartidos, alean- Tampoco cesaron aquí los disturbios y d~sazonc-s.
zó Gelmirez las letras apostólicas, trasladando la me- Tenia la reina en sn contra, cuando no al obispo Y los
trópoli de 11érida á Santiago. Dícese que el Papa ~e señore~, á los b~rg~eses de Santiago, : cuando no á
negaba, pero los rueg·os de los que le rodeaban, mo\·t- estos, a su propio biJo. A.l cabo, despues de tan repe-
dos algunos s.in duda ele los regalos del prelado, y mas tillas contiendas, parece q~e el legado del. Papa logró
que nada las instaoctas del príncipe Alfonso, bicie- una como paz entre_ la reina y el pr1ncipe: las <'S-
ron que á Gelmirez se le lograse a.l cabo el obstinado crituras de aquel tiempo están unas veces firmadas
empeño que teuia en ser arzo~ispo de Compostela. por Urraca y ~lfonso, otras solo por Teste 6 aquella.
A esta io-lcsia se trasladaron todos los derechos y Con todo, el l11Jo era ya verdadero re). La muerte de
privilegios ºde la de f\Iérida, á la sazon en poder de doña Urraca puso fin á tanta enconada porfía (7 de
moros. Doce obispados fueron los sufragáneos del marzo 11?6) .
nuevo arzobispo: Salamanca, Avila, Za1nora, Ciudad-
Real, Caria, Badajoz, Lugo, .~storg·a, Ore~e, l\loutlo-
ñedo 'ruy y a.iíos a,lelante, Plasencia. Dice el arco- CAPITULO VII.
diano' de Ronda' que los obispados de Zamora, A.v1·1a Y
Salamanca eran sufrag·áneos de Toledo en tiempo del Alfonso el Empcru lor.-É,t:i.Jo del clero.-Historío. compostelo.nn.-
arzobispo D. Bornaruo. Aden1ás D. Dieg·o _Gelmirez Carácter de D. Diego Gelmirez.-El arzobispo de tiant,ago, cape-
fué non1brado leo-ado apostólico en las prov1nc1as de Han 1nay6r de la Real Ca¡,illa.-Coronacion de Alfonso Xll.-Luis
0
el M,,zo en romería á Compostelo..-Muere Alfonso.-Div1sion del
.Braga y 1lérida (febrero 1120.) La bula dice de ~í
reino.
propia, que fué couccdíc.la .í ruegos do Alfonso Ra1-
1nuu<lez, sobrino del Papa. . . .
Tiempos en verdad aciagos fueron a~uell~s en q~e
Habiéndose hecho cargo la reina de la 1nt1m1dad
vino al mundo Alfonso el Emperador. ~1 la reina hab1a
que babia entre Gelin irez y su hijo, partió de nuevo á
dado lugar con su poca chscrecion, á que tao á me-
• Galicia dir:ienclo iba á recobrará Tuy y su comarca,
do la. faltaran al respeto, los señores miraron mas
q ue su herma.na doña 'reresa la tenia_ usurpados. De
;~r sus propios aumentos que por el bien del pueblo,
esa manera acu lía á ver por sí propia el estado de
á ellos en gran p'.'.rte encomendado. Pero sobr_e todo
las cosas, pues desconfiaba, no sin razon, de los mane-
el clero merece sever1sima censura: el empeuo que
jos del nuevo arzobi,;po.


52 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

demuestra el Papa en reprenderle es claro indicio de basta la muerte de sus enemigos, miró grandemente
su estado. por los suyos y por la ciudad de Santiago, la cual, bien
\ ivian presbíteros, diáconos y subdiáconos con sus puede decirse, le debe, no su prestigio y renombre que
7

concubinas públicamente, y al parecer, sin escánda- de antiguo venian, sino su verdadero engrandecimien-
lo de nadie; que tal era la costumhre, digámoslo, in- to. En cierto modo, él fué el nuevo creador de la Sede
memorial, que en nuestro territorio, así como en grao compostelan:i. , y si sus demás sucesores hubierao
parte de Europa, prevalecia. Culpábase acá á Witiza, tenido igual carácter, fuera hoy primado en España el
cuando fuera mas justo acusar á la natural ioclina- arzobispo de Santia_go en vez del de Toledo.
cion del boro bre al pecado, si no lo contiene el freno D. Diego Gelmirez elevó á Santiago á su mayor al-
saludable de la religion, la cual, en manos de muchos tura, de la cual no pasó, antes bien, andando el tiem-
clérigos de aquel tiempo, era mas bien un conjunto po, fué nuestro territorio dejando de ser centro de la
de fórmulas y ceremonias para ellos tan oscuras como monarquía, y en las nuevas sedes que los cristianos
su propia ignorancia. Rabia además suma desigualdad establecieron en las tierras cooq uistadas, halló Com-
en los recursos con que contaban, pues consta, aun postela bastantes rivales, que en serlo, si bien no lo-
sin salir del cabildo de Santiago, que muchos canó- graron oscurecerla, dieron con todo muestra de las
nigos acudían al coro en tao misérrimo estado, que grandes riquezas que poseían y del levantado espí-
hasta la capa llevaban rota, mientras otros gozaban ritu que á sus prelados alentaba.
de pingües rentas. Aun hoy, el único oficio español que en la Capillá
De esa manera no hay duda que la intervencion del Real Palacio se conserva, á Gelmirez se debe; al
directa del Padre Santo, trajo, aun muodanamente cual nombró (1140) D. Alfonso su capellan mayor por
considerada, grandes bienes. Escudados los malos arzobispo de Santiago. Señalado cargo y merced que
clérigos con la tradicion de su tierra, decían era esta dura desde entonces por vinculado en los metropolita-
preferible por ser de casa; mas en secreto hallaban en nos de Compostela, quienes conservart el referido tí-
ella mejor manera de dar pasto á los sentidos. tulo de capellan mayor de S. M.; si bien para el mejor
Habíase hecho costumbre, en medio de la calami- servicio de la Real Capilla, pidió Felipe II á Pio V
dad de los tiempos, que los sacerdotes pudieran ca- que dicho cargo fuese ejercido en la córte por un te-
sarse, la cual se hallaba de tal manera admitida, que niente ó pro-capellan, habiendo sido traídos todos los
el Papa Pascual, en su breve á Gelmirez, no pudo me- demás oficios por la casa de Borgoña; que hasta nues-
nos de transigir con ella diciendo: <<que si algunos tros dias y en el Palacio de los reyes, queda señalada
antes de recibida la ley romana habiao, segun cos- la nobilísima huella de la importancia del gran prela-
tumbre de la tierra, contraído matrimonio, los hijos do compostelano y de la piedad de Alfonso el Em-
nacidos de ellos no quedasen escluidos de la dignidad perador.
seglar, ni de la eclesiástica.» Era tal la conducta de Cinco años antes babia sido la coronacion de nues-
muchos clérigos, que el Papa, asimismo, no puede tro D. Alfonso, VII de su nombre, con anuencia y con-
menos de encomendar especialmente sean los presbí- sentimiento del Papa Inocencio II, y dícese que se
teros y diáconos personas capaces de sustentar digna- coronó treil veces; la primera en Toledo, la segunda
mente las cargas á ellos cometidas. en Leon, y la tercera en Compostela, donde tomó,
En resolocion, el escándalo era tal, que monjes y segun añaden, la corona de oro conforme á lo que ha-
monjas moraban en los primeros conventos, dando con cian los emperadores de Alemania. Con razon mereció
su conducta lugar á que el Papa mandase fuesen al este príncipe, por so poderío y preeminencia en Es-
punto apartados en moradas muy diversas, y confor- paña, semejante autoridad por todos aceptada; como
me al juicio de personas religiosas, para que en ade- consta de infinitos documentos, de entre los cuales
lante no se usara de tamaña libertad. daremos cuenta de la carta de Pedro, abad clunia-
En la conducta de D. Diego Gelmirez se ve asimis- cense, al Papa Inocencio II, por ser cosa que se refie-
mo al prelado mundano, mas bien que al evangélico re y en gran manera interesa á nuestro territorio.
pastor, y lo que da mayor muestra de la corrupcion Empieza dicha carta hablando de Alforrso de esta
de los tiempos, es aquella manera de sinceridad con manera: «El emperador de España, gran príncipe del
que se refieren los sucesos mas escandalosos, sin que pueblo cristiano, devoto hijo de V. M., etc. (l).» La.
causen en sus autores el menor remordimiento. carta es para que el Papa venga en que el obispo de
De ese modo, los canónigos, amigos de Gelmirez y Salamanca se traslade á Santiago de Galicia, confor-
autores de la Historia Compostelana, dan cuenta con un me al· deseo del clero y pueblo de esta ciudad. Rra.
candor que maravilla, de los pasos, donativos y rega- el obispo Berengario, quien cuatro años mas adelante,
los que al prelado costaron las mercedes de Roma; en por muerte de D. Diego Gelmirez, fué el segundo ar-
todo lo cual, solo sorprende á nuestros canónigos la zobispo de Compostela.
cantidad de las sumas empleadas. La mas aflictiva
señal de corrupcion en el hombre, consiste en que
(1154.) A la sazon, y en medio de la prosperidad, ..
no dejaba el emperador de tener enemigos de su fama:
este, no solo no se avergüence de ella, pero ni siquiera hablaban estos al rey Luis el Mozo de Francia, en
la advierta: cosa que hallamos tambien en nuestro contra de la legitimidad de su matrimonio con la
tiempo; lepra que corrompe á la sociedad entera, cuan- hija de 1\.lfooso, de quien afirmaban algunos malsines,
do por toda ella se estiende. era bastarda; con esto, y ya porque tambien desease
Con todo eso, no puede negarse que D. Diego Gel-
mirez tuvo grandes y escelentes cualidades. Enemigo (1) Véase Mariana.


~
PROVINCIA DE LA CORli;-.;A. 53

Luis repudiarla, como á su primera infiel esposa Leo· una de por sí grande y notabilísimo derecho al prima-
nor de Guinea, con deseos de mudanza 6 bion por no do de España.
haber tenido de ella hijot1 varones, sino dos hembras, (1157.) Antes de despedirnos de uno de los mas
ello fué que dispuso venir en romería á Santiago. grandes y nobles hijos del territorio coruñús, digamos
Ageno Alfonso á todo ruin pousamiento, é ignoran- como con incansable brío y generosa constancia fué
do las hablillas de los mal intencionados, salió al en- siempre azote de los musulmanes. Córdoba le rindió
cuentro del francés hasta Búrgos, acompañado de sus párias y Almería se lo entregó, con cuya empresa
dos hijos y de D. Sancho, rey de Navarra. De todas logró A.lfouso destruir tan espantable nido de piratas,
partes de España acudían señores y plebeyos á ver terror del l\Iediterráneo. Recobró á Baeza, vuelta á
tantos reyes reunidos, ante los cuales hacian todos poder de moros, as( como á Andújar y Quesada; mas
gala, segun estaba á su alcance, de gran ostentaeion á su vuelta de Andalucía, cayó el buen rey enfermo
y bizarría. Hízose entonces á los ojos del rey de Fran- en el bosq ne de Cazlona, y no dejándole la dolencia
cia alarde de cuanta riqueza tenia España, y hubie- seguir adelante, mandó le armasen una tienda cerca
ron de confesar los franceses cuán equivocados venían, del lugar de Fr.,sneda: allí confesó con D. Juan, arzo-
teniendo por ruin y miserable todo lo nuestro. bispo de Toledo, quien le dió la comunion, espirando
Con tan grande aparato y acompañamiento, em- despues á 21 de agosto de 1157. Asi mu!°Í'Ó á los cin-
prendieron los reyes el camino de Búrgos á Santiago, cuenta y un años, cinco meses y veintiun dias,
en donde Luis cumplió al cabo sus votos, no sin ente- habiendo reinado treinta años, cinco meses y quince
rarse de paso de lo que deseaba acerca del nacimiento días, de los cuales, tuvo título de emperador veinti-
de su esposa, quedando del todo satisfecho, con lo que dos años, dos meses y veinticinco días, príncipe
partió á Toledo, en donde siguieron los juegos y fiestas dignísimo de mas larga vida, y como dice 1iariana:
celebrados en su honor. «Príncipe colmado de todo género de virtudes, y su
(1155.) No cesaban los disgustos y contiendas memoria fué muy agradable á la posteridad, por lavo-
entre los diversos arzobispos de España disputando á luntad que mostró perpétuamente de ayudar á la re-
Toledo el primado; viendo lo cual, y á instancias de ligion cristiana. »
Juan, arzobispo de esta ciudad, envió á Adriano I\T Solo en w.na cosa comPtió yerro, que fué en dividir
por legado al cardenal Jacinto, quien llegó acá des- el reino entre sus hijos, con que no tuvo presentes los
pues de muerto Anastasio y siendo Papa Anastasio IV; males que semejante divisiou podía traerá sus vasa-
notable fué esta legacía, pues Jacinto sentenció en llos; achaque imperdonable en muchos hombres, que
• Nájera á favor de Toledo y en contra de Santiago y el Estado satisfaga las deudas de interés ó cariño á
Braga, las cuales, no sin razon, pretendían tener cada que ellos personalmente suelen creerse obligados.

FIN DE LA PARTE CUARTA •

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PARTE QUINTA .

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giosos, se unieron, á persuasion del cardenal Jacinto,


CAPITULO PRIMERO. con los canónigos de San Loyo. Esto acordado, fueron
á Roma para alcanzar aprobacion del Papa Alejandro
De,ocion al Apóstol.-Orden de Santingo.-El rey de Arag-on \·a en
de su instituto y manera de vida, conformes á l a
romería á este templo.-Muere FernaoJo II y es traiJo su cuerpo á
Compostela.-El arzobispo Suarez de Deza. en pró ,le los p0rlugue- regla de San .\.gustiu que era la de nuestros canóni-
ses, ,ence á un cuerpo de musulmanes.-Oisputa solJrc primacw.. - gos. Pero F< rnanuez ele Fuente Encalada, el princi-
San Fernnndo.-Juan de Drena (Brie>tt1eJ.-Gallegos en el sitio de pal de los cm hajadores (1175), logró bula del Pontí-
Sevilla.-Payo Gomez Cllarino.-Alfonso el Sábio.-Sancllo el Bra- fice á 5 de julio, por la que se señalaba á los solda-
,o.-Armnda gnllega. dos la manera de vivir, con leyes muy buenas,
admitiendo tan1bien á semej~te regla mujeres, las
Cada dia era mayor la devocion en el mundo al cuales no se pouian casar sin consenti1niento del
apóstol Santiago, y con ella la venida de peregrinos á maestre, siendo el primero de esta nobilísima 6rden
nuestro territorio. No se sabe á punto fijo en q uP tiempo, de Santiago el propio Pero Fernandez de Fuente En-
mas ciertamente fué no mucho despues del hallazgo calada.
del Sagrado Sepulcro, cuando los canónigos de San La creacion de esta órdcn era entonces por demás
Loyo ó Eloy, convento extramuros de Santiago, lasti- necesaria: á causa de las g·ucrras ~, coutínuos trastor-
mados de los infinitos males que padecían los tristes nos no babia seguridad para los caminantes, á quie-
romeros, así á causa de la aspereza de la tierra, c 1mo nes ni aun á mas protegía el traje de romeros. De esa
de las correrías de los moros, edificaron por todo el manera rcyPs y concilios trataban de ampararlos
camino desde Compostela á Francia, hospitales que cuanto pod1an. En 1129 se mandó en el concilio ha-
sirvieran á aquellos de amparo y albergue, siendo el bido en Plasencia, que nadie estorbase el camino á los
mas notable el de San 11.wircos de Leou. Tau generosa romeros de Compostela, so pena de reclusion en un
y caritativa intencion y empleo, granjeó á nuestros m·onaster10 ó destierro del reino. Asimisn10 D. ,-\.l-
canónigos la voluntad así de reyes y seuorcs como del fonso VI mejoró notablemente el camino de Santiago,
pueblo, con que empezaron á adquirir grandes ri- al cual solo faltaua contínua y severa guarda de par te
quezas. de hombres, 1novido:i á semejante empeiío, así por ley
(1161.) A este tiempo, doce aventureros del reino de la honra á que dcbian obedecer por haber nacido
de Leoo, caballeros hechos á la guerra, nobles y ricos, caballeros, como en fuerza de la mas pura y sagrada
que vivían mancomunados los bienes á modo de reli- que los obligaba ante Dios poi· haber nacido cristianos .


• •
~
PROVl"t\CIA DE LA COR-C::'\A, 55

Con tan alta y respetable razon vino al inundo la ór- demás sacerdotes que asistieron. Entre los muchos y
den de caballería de Santiago, á ninguna otra inferior graves negocios que trató este concilio, siendo los
y á los que debemos á Dios señalada 1ncrccd de llevar principales, el renovar la guerra de Tierra-Santa y
sangre gallega en las venas, ninguna por sus nobles las revueltas de los albigenses en Francia, se trató
reuerdos tan digna de alabanza co1no merecedora de muy particularmente de la primacía de Toledo. Alegó
perpétuo é inolvidable cariño. D. Rodrigo, arzobispo de esta, las bulas de los mas
Ya por este tie1npo, y á medida que las armas antiguos Pontífices romanos, los decretós de los con-
cristianas se iban extendiendo, acaecian no pocos cilios y cuantos argumentos presentaba lo antiguo en
sucesos de grandísima in1portaucia fuera de nuestro su favor. Presente se hallaba nuestro arzobispo, así
territorio, el cual .conservaba la fa1na y esplen- como el de Braga, representando al de Tarragona .el de
• •
dor debidos al santuario compostelano, mas ya no Vich, que tau alta y merecida importancia tenia á la
servia tan á menudo de escena á reyes y seüores, como sazon lo que se disputaba. Grandes fueron los argu-
antes. mentos que unos y otros presentaron; poderosas las ra-
(1183.) Con todo, no dejaban los príncipes de ,ol- zones de todos; de tal manera que solo vino el Papa en
ver la vista hácia Santiago, bien para acudir en ro- que el de Toledo tuviese autoridad de legado por espa-
mería, bien para desear que su cuerpo hallase en él cio de diez años, con otras varias facultades, agenas á
eterno descanso. 11ovido el Pontífice Lucio III del este sitio, en el cual solo deseamos consten las no in-
pesar que le causaban las desavenencias y guerras fundadas razones que, con frecuencia, bao alegado los
entre los reyes cristianos de la Península, envió un le- arzobispos compostelanos para creerse con derecho á
gado, cuyo nombre se ignora, para ver de asentar la primacía de España.
paces entre ellos. Tenia pensado el rey de A.ragou ir (1230.) Pocos príncipes y personas de representa-
en romería á Santiago, con que se encaminó á esta cion dejaban de venir por romeros á nuestro célebre
ciudad, acompañando hasta Castilla al legado del santuario; á él se encaminaba el rey de Leou D. Al-
Papa, siendo la visita de este rey á Compostela á 26 fonso IX, cuando le atajó la muerte en Villanueva de
de julio de 1184. Sárria, estorbándole el dar á Dios las gracias por las
(1188.) Años adelante falleció en Benavente el rey grandes mercedes que de él babia recibido. Grandes
D . Fernando II de Leon, despues de reinar treinta y fueron las hazañas ele este príncipe, y digno de toda
un años, y fué sepultado en Santiago en la Capilla alabanza su alto esfuerzo; mas el funesto ódio que
Real. Príncipe mas inclinado á las armas queá la paz, siempre tuvo á su hijo D. Fernando, le cegó hasta el
mal pariente con su sobrino el rey de Castilla, pero punto de no dejarle ver las grandes virtudes de eate,
de gran ánimo y resuelto corazon. • á quien ya desde la mas temprana edad servian de
"Ni es decir que, por apartado y.a el ·peligro del ter- aco1npañamiento para el camino del cielo.
r itorio coruñés, se creyeran nuestro gallegos exentos Por entonces fué la venida del rey de Jerusalem,
del deber de pelear en ayuda de sus hermanos, pues Juan de Brena (Bren ne), á quien, despues de aportar
vemos al arzobispo de Santiago D. Pellro de Suarez de á Barcelona, hospedó cariñosamente el rey de Ara-
Deza, militando en pro de los portugueses y veucien:- gon. Siguió<lesdo allí á cumplir el voto que habia he-

do con ellos á un cuerpo de musulmanes; con todo, cho de visitar el santuario de Compostela, viéndose
es lo cierto que cada vez será. forzoso pasar 1nas años sobremanera honrado por nuestro glorioso monarca
sin hallar grandes acontecimientos, fuera de aquellos D. Fernando III, el Santo, de quien acabamos de hacer
que directamente atañen al arzobispado, cuya repre- mas arriba mencion. La venida de Juan de Brena po-
sentaciones, á no dudarlo, por mucho tiempo ,ama- nen diversos historiadores en años asaz distintos. El
yor de nuestro territorio, y en la cual uos ocupáramos autor de las Jfeiltorias para la historia del Santo Rey
municiosamente, á sernos lícito• escribir la historia del D. Fernando, dice acaeció en 1230; )1aril\na, que en
arzobispado santiagués, cosa en verdad agena á nues- 1232; y los Anales de Toledo, á los cuales sigue el
tro cometido y que cae del todo fuera de los límites de señor don o-Iodesto Lafuentc, que en 1224.
esta Crónica. Nos hallamos en una de las épocas mas gloriosas de
1f as siempre era sagrada la tierra elegida por el nuestra historia. Fernando ll, bueno ante Dios y
santo Apóstol para que sirviese de asiento á ~ u sepul- g·rande ante los hombres, rey excelente, tan hábil y
cro: en la catedral de Compostela fué enterrado el in- esforzado capitan como limpio de todo pecado desde
fante D. Fernando, hijo del rey de .Lean y de su espo- la infancia, mostró que puede uno ser virtuoso y santo,
sa doña Teresa, mozo de grandes esperanzas, y her- y alcanzar justa y mcreciua fama de buen repúblico.
mano de otro ele su propio nombre, si bien hijo do otra Se ignora el lugar en que nació San Fernando, aun.
• madre, esto es, de doña Berenguela. que es sabido pasó la mayor parte de su infancia en
No estaba aun as&ntada la primacía de Toledo, ni Galicia, en donde oiría, con lágrimas en los ojos, la
mucho menos consent1an en ella los arzobispos ele Tar- relacion de la entrada ele Almanzor en el templo del
ragona, Narbona, Braga, y sobre todo el d11 nuestro Apóstol Santiago. · ·
Santiago. Así lo tuvo presente el concilio laterauo, ce- (1236.) Bien presente tenia el Santo Rey que las
lebrado con presencia de cuatrocientos doce prelados, campanas menores de la catedral habían s.ido robadas,
de ellos setenta y un arzobispos, además del patriarca viéndose los n1íseros cristianos cautivos ooligados á
de Jerusalem y el de Constantinopla, habiendo envia- llevarlas en sus hombros para servir do lámparas en
do tenientes que los supliesen el alejandrino y el de la mezquita de Córdoba; mas ya eran otros los tiempos,
Antioquía, siendo verdaderamente innumerables los y á la sazon entraban los cristianos victoriosos en la

• •
56 CR.ÓNIC,\. GENERAL DE ESPAÑA.

capital de los antiguos califas. Apenas habia quedado mente de Vizcaya como dice l\Iariana: de esa manera
de estos el recuerdo, cuando un rey, descendiente de es indudable iban las naves de nuestra costa á las ór-
aquellos valerosos guerreros acorralados al principio denes del buen Payo Gomcz Charino ó Chirino; y como
en las asperezas de Galicia, 1\..stúrias, Cantábria y tiei·- la provincia de la Coruña tiene mas estension que las
ra vascongada, señoreaba con invencible poderío el otras de Galicia y no inferiores puertos á los mas ce-
polvo de la rival de la l\Ieca, y D. Fernando, recordan- lebrados del mundo, así como marineros escelen-
do lo que de niño babia sido, hizo devolver en hombros tes entre los buenos, de seguro hubo esforzados coru-
de moros al templo de Compostela las robadas campa- ñeses entre los que tripulaban la escuadra que á la
nas; merecida venganza, ejecutada á los doscientos sazon tenia el Santo Rey en el Guadaquivir para ayu-
sesenta años de cometido el despojo. darse con ella en el porfiado cerco.
(1245.) Andando el tiempo, se conserva tambien Viendo que el verdadero modo de quebrantar las
memoria de la venida á Santiago, entre los infinitos fuerzas de los musulmanes, era romper el puente de
peregrinos que anualmente acudian, de Romeo, ma- barcas de Triana á Sevilla, púsolo así Bonifaz en co-
yordomo del conde de Pro venza, quien, á pesar de nocin1iento del. rey D. Fernando, q qien vino en ello
haber logrado con su indu!:tria y señalada virtud al punto confiando en el buen deseo y esfuerzo del al-
hacer tres veces mayores las rentas del Estado, se mirante y los suyos. Determinaron llevar á cabo la em-
vió acusado y puesto en el caso de dar sus descargos: presa el dia de la Invencion de la Cruz, siendo la tra-
hízolo as!, quedando harto patente su virtud, pero, za poner en medio del rio dos naves de las mas fuertes,
mas satisfecho de su propia fidelidad que del desagra- para con la creciente y empuje del vieuto, embestir á
decimiento del príncipe, tomó el bordon y talega de toda vela y chocar con las barcas del puente.
peregrino y se encaminó á Santiago, de donde al prin- Mandab:t una nave el almirante Bonifaz, laotraiba
cipio babia venido de la misma manera; gran mara- á las órdenes de Payo Gomez Charino, llevando ambas
villa, que jamás se supo quién era, ni de donde babia en las gávias, por mandato del rey, la insignia de la
venido. cruz. Consta que Charino mandaba la vanguardia,
Desgracia es, propia de todo cuanto á la hermosa con lo que serian gallegas ambas naves, así como
Galicia pertenece, que siempre hayan de caer en ol- es muy natural quisiese tomar parte de los primeros
vido las altas hazañas de sus hijos. Necio fuera quien en la empresa el esforzado Booifaz. Baste decir, para
olvidando el deber de buen español, y no teniendo por gloria de nuestros gallegos, que al cabo quedó roto
lo tanto presente que el esplendor y hazañas de las el puente, con gran espanto de los musulmanes, que
diversas provincias deben todos formar parte del no- tenían la e1npresa de los cristianos mas por temera-
bilísimo haz de glorias de la Península entera, qui- ria locura que por empeño, si bien difícil, no de impo-
siese poner á tal pueblo sobre los deruás de España, sible logro.
sin razon para ello, que es suficiente haber nacido Por tierra como por mar, contribuyeron los galle-
entre los Pirineos y las columnas de Hércules para gos de nuestro territorio al feliz remate del sitio de
ser todos por igual, nobles, esforzados y generosos. Sevilla no menos que á todas las grandes empresas de
l\Ias por esa misma razon, lamentamos el olvido y España. Entre los prelados, maestres, infantes y se-
aparente desprecio con que han solido mirarse las ñores que á esta habían acudido, era uno de ellos don
cosas de Galicia, bien que ahora solo nos sea lícito Juan Arias, arzobispo de Santiago; y si bien por so
hablar del territorio á nuestra oscura pluma confiado. poca salud le fué forzoso, con licencia del rey, dar la
No lo olviden nunca los buenos españoles, desde el vuelta á su tierra, no faltaron los suyos á lo que á
monte Medulio hasta el de San :rv1arcial, y por medio Dios y al rey debian (1248).
de siglos sin cuento, Galicia no ha puesto nunca tasa Por este tiempo florecieron eminentísimos varones,
á su sangre cuando se ha tratado de la Jionra é inde- honra de su tierra; fué uno de ellos Pero Gon-
pendencia de la patria comun. En el Norte, en Casti- zalez, quien apartándose de las vanidades y pompas
lla, en Andalucía, en N ápolcs y Sicilia, soldados no de la córte, á que estaba acostumbrado, empleó lo

menos modestos que fuertes y animosos, dieron siem- demás de su vida en pre1icar y enseñar sana doctrina
pre por su España sangre y honra esclarecidas; sobró á los hijos de nuestro territorio como á los del resto
en ellos el esfuezo, mas faltó el leal y sincero cro- de Galicia y Astúrias. No merece inferior encomio su
nista (1). contemporáneo Bernardo, canónigo de Compostela,
Muévenos mientras tanto á lamentar la pasada des- de gran ciencia, por lo cual fué muy familiar al Papa
gracia, al ver cuán poco presentes se han tenido los Inocencio: escribió la glosa sobre las epístolas de-
servicios de los marinos de nuestro territorio así como cretales.
del resto de Galicia en el cerco de Sevilla. Cierto, (1252.) Tiempos desastrosos vinieron en pos del
mandaba en jefe Ramon Bonifaz las na ves cristianas, reinado del Santo Rey. Su hijo, D. Alfonso X, fué mas
mas estas venían de di versas provincias y no sola- para amigo de las ciencias y las letras que para el
regimiento del Estado: notable desgracia, nacer lleno
de nobles pensamientos y de afi.cion al estudio en
(1) Si no estamos mal informados, do3 conocidos escritores galle-
tiempos rudos y mas propios de guerreros que de
gos, tratan, cada uno por su parte, de suplir esta falta, lo cual ba- sábios. Por eso desobedecieron al Sábio Alfonso los su-
rfln, como es de suponer, de excelente manera, si se tienen en cuenta yos, negando al propio tiempo respeto y obediencia al
el mérito de entrambos, su aplicacion. sus claros ingénios y el amor heredero legítimo, á trueque de tener en el trono á un
á la tierra en que han nacido. 1 príncipe do ánimo esforzado y espíritu guerrero.


.. . •

.. PROVINCIA. DE LA CORUX.\. • 57

(1286.) Parece que el rey D. Sa,11cho IV, el Bravo, de fierro y espadri, haciendo que el prelado le diese la
..
,


estuvo dos vece'! en Compostela: tal vez le movió á la
primera visita el remordimiento de su conducta cen el
pescozada. Armó tambien despuos cababallcros á mu-
chos nobles, n1andando que pa,ra en adelante se guar-
desgraciado D. Alfonso, su padre; mas la segunda, dase el mismo órclen, tomándose de aquella manera la
vino, so color de devocion, sqbre todo, uara ver de apa- Orden q_e la caballería; lo cual fué neccsar~, bien
• • • •
ciguar á. los gallegos, enemigos de la casa dQ Raro, porque esto J1ubiese caído en dcs1IS0 en E~paña, ó ya
en especial á. D. Juan Alonso de Alburquerquc á la que tal vez· por acá se observara hasta eotónces con
sazon en armas, por instigaciones de D. Juan de menos rigor que en otras partes.
Lara (1291). (1335.) Tres años mas adelante, Juan, arzobis.po
(1292.) Al año siguiente, habiendo puesto sitio las de Rcims, varon santo y de grande a.utoridad, pasó •

tropas del -rey de ~Iarruecos Á Boja, aprestp Benito por Navarra víi1icn-üo en romería .á &'antiago, y por su 1
• Zacarías, almirante de Castilla, en la costa ili3 nuestro mediacion·hubo pa~es entre Castilla y Navarra, que á
t~rritorio buena parte de una grande armada; con cuya la sazon se hallaqan en guerra. • •

• noticia, alzó el cerco y dió la vuelta el berberisco, te- (1830.) Por muerte del gran Alfonso XI, el del
miendo á nuestros gallegos, quienes mandados por el Salado, entró á reinar su hijo Pedro I y único; decimos
almirante, ve.ncieron en la costa de Africa á veinte esto, porque no creemos haya príncipe en España
galeras musulmanas, apresando trece. que tenga á placer el llevar nombre• de tan tristes re-
• Pasan bastantes años sin que en el territorio, objeto
de esta Crónica, sucedan acontecimientos importantes,
cuerdos para los.. monarcas de Castilla.
. Era don Pedro
de bizarra presencia y gallardía, como deánimu alen-
fuera de aquellos propios de la vida en semejantes tado; mas pronto su carácter se mostró al dese u bier-
tiempos, remotos y no muy conocidos. · to, siu que la dureza de los tiempos ni la deslealtad de
algunos que le rodeaban, sean parte para librarse ele
la tacha, que la historia imparcial no ha podido
CAPITULO II. menos de ponerle, de lujurioso y cruel. Cruel fué lla-
mado en su tiempo, cruel le llan1a la historia, cruel
La Orden del Templo perseguida.-Absuella en Espaiia.-Armase ca-
ballero D. Alfonso XI en Compostela.-Caballena.-Romería del le llamarán los españoles, mientras corra por sus venas
arzobispo de Reims á Santiago.-Pedro el Cruel.-.\.sesinalo del ar- la noble sangre aria.na que á su estirpe alienta y enno-
zobispo D. Suero.-Fhlelidad dll Gali~ia ál rey legttimo.-El conde blece; que D. Pedro no p.uede ser justiciero mas que
do Ourem. á los ojos de los míseros Fellalts de Egipto, ó de los
sanguinarios hijos del Riff. Tirano, al uso de Oriente,
(1311.) Tampoco halla la Crónica nada notable que D. Ped¡-o no hallará amigos mas que · en épocas de
referir, en punto á sucesos, en los prj1neros años dcgcncraciou 6 por mero capricho literario: grandes
del siglo décimocuarto; ma$ andando el tiempo, hácia rc_ycs hau ennoblecido á España, para que tenga esta.
el año ele 1311, espidió el Papa sus letras apostólicas necesidad de disculpar á un rey sanguinario, cuya me-
cometiendo á los arzouispos de Santiago y 'l'oledo el moria está manchada con la sangre de un arzobispo
proceder contra la desgraciada Orden del 'femple. de Santiago.
Juotósc Concilio en Salamanca, en que se halló Ro- (1366.) Eralo por aquel tiempo D. Suero Gomez
drigo, arzobispo de Santiago, con otros muchos obis- de Toledo, sucesor de D. Gomez ~Ianrique; llamábase
pos, la mayor parté de Galicia. el Deau Perálvarez, y así como el prelado, era natural
Sirva de honra á tan ilustres varones el decir, que de Toledo. Llegó en esto á Santiago el rey D. Pedro,
despuos de formar proceso á los tetnplarios y de oir despues de haberse acojido á Portugal huyendo de
sus descargos, no -pu.dlendo, conforme á lo que halla- las armas vitoriosas de su hermano D. Enrique. ~fas
ron, castigarlos, ·determinaron de comun acuerdo D. Pedro, aun fugitivo, había de dej~r su huella en•
darles por libres, si bien remitiéndose á la final de- sangrentada pordoquiera.
termiuacion del J:>apa. Qo.n todo esto, tau nobilísima Era el Jia del Corpus del 1366: habia en Compos-
Orden q uecló al cabo csting·uida, antes ·que por sus tela una calle entre la Rua del Villar y la Rua Nu~va:


propios pecados, por la envidia de sus rabiosos enemi- por ella pasaba la :solemne procesion, llevando el
• • gos, no menos que por la codicia del rey de"'F rancia. arzobispo D. Suero en sus manos e1 Santísimo SaGra- •
.. •
• · (1319.) Otro prelado__cornpostelauo, D. Fray Be- mento, y en estQ, de pronto y iQn indeci1:ile horror de .
rcnguel, hacia poco instituido arzobispo ele Santiag·o cuantos se hallaban presentes, cayó el prelado en
• por el Pontífice Juan, propuso, por com1s1on y en tierra herido de muerte, rodando al propio .tiempo por
nombre de éste, q uc se atendiera al triste D. Alonso el suelo el Santísimo.
de la Cerda, amenazando con todo rigor y censuras si Quién dice fué herido de un ballcstazo, quién de
no se acccdia á sus justas demandas; mas solo pudo arma blanca: no son menos diversos los motivos que

alcanzar nuestro prelado que á D. Fernando, herma- · dan para el asesinato de D. Suero de cuya muerte
.. no de D. Alonso, le 41icieseu mayordomo de la han nacido no pocas consejas. Dícese que el arzo-

Casa Real. bispo, faltando de horrible manera á su deber, había
(1332.) El rey D. Alfonso XI vino á Santiago de requerido de amores, y aun pasado adelante, á una
Compostela á armarse caballero. Veló toda la noche jóven á q uicn amaba un individuo de la familia de
ante el altar del Apóstol las armas, bendecidas por el los Turrichaos ú Churrichaos, como quiere el vulgo:
arzobispo D. Juan do Lima, y 61 se ajustó á sí propio cuéntase tambien el caso de di versos modos, mas la
el yelnio, ganiba;i;, loriga, quia;otes, carrilleras, zapatos enemiga no era personal únicamente con el prelado,
• CORUÑA • 8


58 CRÓ:NICA GENERAL DE ESPAÑA .


puesto que el propio día fué tambien muerto el su carácter le inclinaba á. la templanza con los venci-
dean. dos, como á las mercedes con sus favorecedores; mas
Consejas y cantos populares subsisten sobre este no cae tan fácilmente el trono de un rey, legítimo he-
suceso, que no podía mC>nos el pueblo de recordar, por redero de su padre, ni cesan tan pronto banderías y
traclici~ y en sus canciones, tan funesto acontecimien- parcialidades despues de una guerra civil.
to. Llamábase la callC' donde se cometió el crimen, ele Fué D. Pedro cruel, pero animoso, y señaladamen-
la Balconada, y así dice la siguiente cantiga: te amigo de algunos, aunque pocos; de quienes es jus-
<<Pretiño da rua ~ova, to decir, en prueba de la perversion de los tiempos,
»Na ruada Balconada, que no fué siempre pagado con lealtad; delito merece-
»Mataron a o arcebispo . dor de castig·o, mas no de sañuda y cruelísima ven-
»Por celos d 'unha madama.» ganza, indig·na de un pecho español. Ni todos fueron
Mas, ¿puede darse tan entero crédito á la tradicion'? desleales, antes bien, hubo hombres, ciudades y aun
D. Pedro, por mucho que le cegase la propia cruel- reinos, que se mantuvieron por D. Pedro, cuando ya
dad, conocia harto bien cuán lejos se hallaba de pt>der este había muerto, y era roy de Castilla D. Enrique.
tirar la primera piedra al culpado en el caso presente, Las pasiones de los hombres y el deseo de revuel-
puesto que le hubiera. En aquellos tiempos solian tas, por desgracia harto frecuente en nuestra tierra,
todos faltará lo que á su deber cumplía; pero ¿pudo esplican en parto tan rara ·fidelidad; mas si á u uo ó va-
haber jamás razon para tan infame y sacrílego aten- rios hombres pueden fácilmente mover bastardas y
tado"? desleales intenciones, no así á ciudades y reinos ente-
D. Pedro no babia menester razones para ser cruel: ros. Acaso la principal causa promovedora de enemi-
érale suficiente sospechar que te?ia un enemigo, para gos en contra de Enrique, fué el venir este ayudado
satisfacer al punto la sed de sangre y de venganza. de estranjeros, á quienes no se ignoraba tenia prome-
No se prueba muchas veces fácilmente un delito, aun tidas grandes y sciíaladas mercedes, hechas al cabo,
por los medios mas justos y legales; no existia, pues, como no podía menos dr acaecer, á costa de los pueblos.
el del prelado, mientras no se probara; y aun en ese Verdad es que los estranjeros eran menos numerosos
caso nadie tenia tanta obligacion de respetarelsagraclo que la vez primera, pues no pasaban de seiscientos
ministerio del arzobispo de Santiago, como el rey de caballos, gente, con torio, utilísima y diestra en pe-
Castilla. lear, los ciue le trajo Duguesclin á Orgaz.
¡Leves escrúpulos para Pedro el Cruel! Presente es- Galicia, y con especialidad nuestro territorio, nega-
taba á la muerte de D. Suero, la cual vió desde la ron por largo tiempo la obediencia á D. Enrique; ver-
,entana de una galería de la catedral: añaden algu- dad es que ayudaban, atizando la discordia cuanto po-
nos que dió grandes muestras de dolor, pues D. Pedro dían, los portugueses, lo cual movió al o u evo rey á
era verdadero tirano de Oriente, en la crueldad como enviar en contra de los revoltosos á Pero Ruiz Sar-
en la perfidia. miento, adelantado de Galicia, y á Pedro 11anrique
Como quiera, nada se adelantó con la muerte del de Castilla, quienes hubieron menester de las compa-
prelado, .si Pl rey creia á fuerza de asesinatos poder ñías de hombres de armas y peones que traian consi-
conservar la corona: el sacrilegio recayó sobre una go, para apoderarse de Santiago y la Coruña; con lo
familia entera; la casa de los Turrichaos fué arrasada, que, echados de estas ciudades los portugueses, y ven-
sembrando el terreno de sal y cerrada la calle, que cido en batalla D. Fernando de Castro, alma de la re-
hasta hoy permanece de igual manera. Tambien sistencia, la enemiga contra D. Eoriq ue se fué al cabo

sigue ta.riada la galería sobre la puerta de la Pla- apaciguando (1371).
tería, desde donde, dícese, miró D. Pedro cómo el (1377.) Nada babia entibiado todavía la devocion
sacrílego asesino ejecutaba el no menos sacríleg·o man- de los cristianos al sepulcro de nuestro Apóstol; gran-
dato. de era siempre el número de los romeros que á Com-
Despues de tan horrendo crímen, fuese D. Pedro á postela acudían, siendo este año el mas notable el du-
la Coruña, donde se embarcó con sus hijos, 36,000 que ele Borgoña, quien tenia hecho voto de visitar el
doblas de oro y algunas alhajas, llegando al cabo á cuerpo del glorioso Santiago, cumpliéndole en efecto;
Bayona, en demanda de proteccion á los ingleses, á lo cual vino con grande acompañamiento de vasa-
dueños por aquel tiempo de buena parte de Francia. llos y servidores. Hízolc D. Enrique cortesísima aco-
~fas D. Fernando de Castro, conde de Castroxeriz, gida, esmerándose en tratarle con todo cariño y •
quedó manteniendo nuestro territorio, así como el regalo.
resto de Galicia, por D. Pedro; rara fidelidad en un Fuó por este tiempo hon1bre de gran representa-
hombre, cuñado de D. Enrique, y cuya hermana, cion en Portugal un noble gallego, natural de la Co-
doña Juana de Castro, había sido años antes tan ruña, por nombre D . .Tuan Fcrnandez ele Andoiro; el
cruelmente burlada por el rey; fidelidad que oo se cual vino de su tierra á servir al rey, alcanzando con
desmintió jamás, pues D. Fernando quedó preso á la él, así como con la reina, glltl.n privanza: en premio
par de Diego Gonzalez de Oviedo, hijo del maestre de de sus servicios, fué conde de Ourem, con lo que no
Alcántara, y !vfen Rodríguez de Sanabria, cuando los pudo menos de hallar los estorbos y calumnias que,
tres se presentaron acompañando al desgraciado don P.n semejante elevacion, suele poner la maliciosa en-
Pedro la noche de Montiel. vidia á los tristes que, por su mal llamada ventura,
Si va á decir verdad, D. Enrique necesitaba poner se ven obligados á arrastrarla. Acosábanle de esccsi-
de su parte cuánto le fuera posible: bien es cierto que va familiaridad con la reina, y aun sem('jante, sos-




~
PROVfNCI.\. DE LA CORUl\A. 5fl

pechas recaian sobre el verdadero _orígen de los hijos causa de tan diversos pareceres la influencia de los
del real matrimonio. grandes señores, conforme se inclinaban con más
Favorecia el conde de Ourem á parientes y amigos firme voluntad á este ó aqurl partido. Al cabo pasó la
con natural envidia de los demás grandes y nobles, nube, quedando nuestro territorio por el rey de Cas-
quienes perseguidos ó descontentos, deseaban todo tilla, y por entonces prohibió á los ingleses el visitar
géuero de males á la mouarquía, con tal de ver ellos la iglesia del Apóstol Santiago, temiéndose que con
á su enemigo por tierra; que á semejante perversidad su presencia se renovaran las alteraciones pasadas;
arrastra siempre á los hombres la ambiciou ele mando gran prueba de los muchos y buenos amigos que aun
y la codicia y anhelo de venganza. conservaban en nuestro territorio.
Al cabo el vulgo, siempre enemigo de quien priva, 1390. Puesta Galicia á la parte de Occidente, y
y siempre dispuesto en favor del caído, logró la oca- siendo á la sazon constante empeño de todos los buenos
sion en qqe, al parecer, se goza de compadecer á españoles guPrrear con los musulmanes hasta despo-
quien antes aborrecía. Murió nuestro gallego, asesi- seerlos de cuanto en otro tiempo habian adquirido sin
nado en el mismo palacio por el maestro de Avis, mas derecho que la fuerza, ni roas razon que la dis-
quien le mató á puñaladas; suerte acaso menos me- cordia entre cristianos, fácilmente se comprende que
recida de lo que la calumnia pretendía y sus enemi- solo ocurran en nuestro país grandes acontecimien-
gos ansiaban; hecho indigno de un noble portugués, tos de vez en cuando, pues así plebeyos como
escusado por entonces, sin duda, pero que como cual- nobles y prelados, salían harto á menudo fuera de él,
quier otro asesinato, jamás tendrá la historia poder movidos unas veces del deseo do acudir á la guerra,
para perdonar. cuando la habia, y otras de tomar parte, estos en el
gobierno, y aquellos en los trastornos de Castilla
Uno de los tutores que nombró D. Juan I para su
hijo, fué D. Juan 1fanrique, arzobispo de Santiago;
CAPITULO III. mas otros grandes y prelados, tutores támbien, lo
querían todo para sí, con lo cual se.desató la discordia
El duque de Alencastre.-Fernnn Perez de Andrnde, ó Bó (el Bue- por Castilla. A. pesar de haber ocurrido fuera de
no).-D. Juan !lianrique, arzobispo.-Esfuorzo de nuestros galle- nuestro territorio la mayor parte de los sucesos nota-
gos.-Poesín gallega.-11ncías.-Errores con respecto lí. Gnlicia.
bles de este tiempo, justo es recordar la guerra, ya
oculta, ya descubierta, que por largo tiempo y perso-
(1386.) Siempre ha sido la Coruña noble y glorioso nalmente, se hicieron el arzobispo de Toledo, D. Pedro
a ntemural de la libertad de la patria. El duque de Tenorio, y el de Compostela.
Alencastre, como nuestros historiadores le llaman, ó Tenia este presente, sobre todo, el agravio que, á
Jokn oj 0aunt, como mas generalmente le apellidan su entender, le habían hecho, estorbánuole el ser ar-
los ingleses, pretendiente por su esposa doña Cons- zobispo de Toleuo; por lo cual, y mo,ido además del
tanza á la corona de Castilla, pues ambos, ya desde deseo de mando y preeminencia, hizo cuanto puuo por
1372, se llamaban reyes de Toledo y de 0alicia, viendo contrarcstar á quien tenia por enen1igo en el hecho de
que rio le era posiLle pasar por Aragon al frente de sus ocupar la Sede toledana, lo cual logró el ele Santiago
soldados, se embarcó con ellos, aportando á 26 de ju- no pocas veces, á pesar del alentado ánimo de D. Pe-
lio á la Coruña, en cuya bahía apresó seis galeras. dro Tenorio.
Era su deseo hacerse dueño de la ciudad, en donde, 11as fuerza es repetir sin cansarse, que ya por aquel
á no dudarlo, tenia partidarios, así como en el resto tiPropo no era Compostela el corazou de la monarquía,
de Galicia, cuyo reino hemos visto fué el que por mas siéndolo en cambio Toledo, á la cual se ,é acudir cada
tiempo negó la obediencia :1 D. Enrique. Pero á la vez mas de lleno la sangre y el alm:i, no solo de Cas-
sazon defendía á la Coruña el bueu Fernan Perez de tilla siuo ele toda España.
Andrade, con que le salieron al de La neas ter vanos Pero si nuestro territorio, merced en gran parte al
sus intentos, viéndose detenido ante la plaza bastantes esfuerzo y valentía de sus propios hijos, ba dejado de
dias, en cuyo tiempo le tuvieron los parciales ele don pertenecer á la mas rica y cstcnsa porcion del pri1ner
• Enrique de cobrar ánimo y ponerse cu d efensa, no reino cristiano de la Península Ibérica, no se ha de
roeuos contra el inglés que contra los naturales, que decir por eso que haya perdido el nobilísimo aliento
aun quedaban hartos enemigos del rey eu nuestro que allá por lo pasado era su vida. Reyes, maestres de
territorio. las Ordenes militares, prelados y señores de ánimo
Viendo, pues, el pretendiente que no le era posible generoso y corazon esforzado, nacidos en el honrado
• tomar á la Coruña, ni dar en tierra con la lealtad de solar que nos ocupa, uesmuestran claramente que
Fernan Perez de Andrado y los suyos, pasó adelante; jamás ha sido éste infecundo tratándose de servir
confiando, no sin razon, en la amistad y buena aco- y honrará la patria. Pero si la historia refiere á lo

gida que le ofrecían otros señore~ e Galicia, la propia porvenir los nombres de tan esclarecidos varones,
ciudad de Santiago se le rindió fácilmente. Así pasó razon es tambien no pasar cu silencio al pueblo, cuyos
el inglés por el territorio objeto de esta Crónica, hijos eran los oscuros y leales peones que iban con el
hallándole notablemente dividido, discordes los ha- caballero á la guerra, y los buenos marineros, que á
bitantes, estos dispuestos á neg·arle la entrada, las órdenes de Payo Gomez Charinos, rompian el
como los de la Coruña, y aquellos harto mas inclina- puente de Triana y vencían por do quiera á los mu-
dos á su favor, como los santiagueses; siendo tal vez sulmanes, ó bien siguiendo á otros buenos almirantes


• • • . .

• •
61) CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

barrian de enemigos las aguas del Tajo, haciendo lo Con el respeto debido al ingt<oio, no menos que á la
propio cu las del Támesis. muerte ele un preclaro escritor, diremos que, Macías,
Ni era solamente debido el influjo de los gallegos así como Rodríguez del Padron, eran na.torales de este
en Castilla á las armas con que acodian en su ayuda, pueblo, harto ilustre ya, por razones que no ignora
que ya por este tiempo scrvi>1. la poesía ele Galicia de el lector de la presente Crónica, y que lo fuera siem-
grato solaz á los buenos ingénios. Con razon escribe pre con solo haber sido cuna de dos tan buenos poetas.
años adelante el marqués de Santillaoa al condestable No ofcnda1nos, pues, la memoria de Larra, ni aun
de Portugal lo siguiente: « Acuérclóme, Señor muy buscando la causa que pudo moverle ó pasar en silen-
manífico, seyendo yo en edat nou provecta, mas ass:'lz cio la patria de :Oiacías; bástenos tener presente que
pequeño mogo, en poder de mi abuela, doña :t\faría de se trata de Galicia, y que los pueblos, no menos que
Cisneros, entre otros libros, haber visto un grand vo- los hombres y los libros, kabent sua .fata.
lúmen de cantigas, serranas é dcgires portugueses éga- Ya lo hemos dicho en otra parte, y lo repetimos
llegos, de los quales, la mayor parte eran del rey ahora: con razon será. de hoy mas tenido por desleal •

D. Dioois de Portugal (creo, Señor, fué vuestro bis- á la patria, amen de necin, quien se complazca en
abuelo); cuyas obras, aqucllós que las leiao, loaban sembrar la discordia entre españoles, empeño no
de ioveugiones sotiles é de graciosas é dulces pala- monos vano que ridículo; pero ¿ha de merecer verse
bras. Avia obras do Joban Xoarez de Pavía, el qual con él comparado, quien se duela del desvío, no pocas •
se digo haber muerto en Galicia por amores de una veces ofensivo, con que hasta ahora se ha solido mirar
infante de Portugal, é de otro Fernant Gonzalcz de á Galicia'? No en verdad. Antes bien, poner á la vísta • ,
Sanabria. Despues de .esto, vinieron Basco Perez. de de los demás españoles lo que es una buena parte de
Camoes é Fcrrant Casquicio, é aquel grand enamora- su tierra, á cuya regiou así como á sus hijos, agra-
do Magías, del qual, non se fallan sino cuatro cancio- vian á causa de ,no conocerlos, es eminente servicio, •

nes, pero ciertarucnte amorosas, é de muy fermosas para el cual basta la intencion; qu,e puesto que de
sentencias.» otra cosa no sir va, hará al cabo volver la vista de los
Fueron por este tiempo las lenguas gallega y por- mejores ingéoios do España hácia esa hermosísima
tuguesa tan parecidas, si ya n:o del todo i_guales, region de la Península Ibérica, en cuyos verdes mon-
que, como se vé en la carta del marqués de Santillana, tes y praderas tenian clavados los ojos y e.l alma, como
eran ambas tenidas por una misma cosa (1). Y cierto lo daba á entendt • el nombre de Jakobsland (l), tan

que habia para ello grandísima. razon, harto fácil de á menudo repetido en sus conversaciones y cantares,
comprender, con solo comparar los versos de Alfonso los A.ryas de Albion y Escaudinavia.
el Sábio con los portugueses de su tiempo y demás Seguros estamos de lo que no ha de tardar en acae-
posteriores. Prefiriendo, pues, los poetas del reino de cer: los muchos hijos de estrañas naciones, que hasta

Castilla el idioma hablado en nuestro territorio al suyo ahora solo venian á las costas de Levante y 11ediodía,
propio, lo coal duró largo tiempo, hasta que predomi- van ya encaminando sus pasos bácia nuestro hermo-
nó el castellano, jamás del todo abandonado por el sísimo territorio y demás ~omarcas del Noroeste de·
poeta popular. España.
Fuera deslealtad á nuestro territorio .el no volver Lo que hemos despreciado, acaso por -tenerlo en
aquí por él, ya qoe con arlµas harto desiguales, pues casa, no tardaremos en verlo puesto en l~s nubes.
se trata de responder con palabras de verdad al silen- ¿Quién sabe'? Acaso al hablar con aplauso de Gali-
cio, harto elocuente, de un escritor español de estos cia, se esparza por nuestras mejillas el carmín del
tiempos. Escribió Larra, no há muchos años, .El doncel sonrojo, al ver cuán tardos hemos sido en reparar la
de .D . .Enrique el Doliente, en cuya novela, sin saber- pasada injusticia, y que, para empezar, nos ha sido
se por qué, pasa en silencio el orfgen del excelente forzoso seguir la opinion de estraños, ó como si dijé-
poeta y triste amador 11acías. Ko es la novela, como ramos: ju,rare in verba 1nagistri.
mochos se imaginan, mero entretenimiento literario, •
antes bien, tiene grande importancia é influjo en los

tiempos presentes. Por eso no hemos de pasar en silen- CAPITULO IV.
cion el de Larra sin que nos sea dado explicarle; que
suponer su áuimo preocupado en contra de Galicia, á Estragadas costumbres del arzobiapo D. Rodrigo de Luna.-Revuel-
la manera del vulgo, fuera nécia é injustamente tas en Santiago.-D. Alfonso Fonseca.-Próceres parciales de la
agra viarle. princesa doña Juana.
Con todo esto, de algun modo hemos de haecrnos

cargo de la causa que movió á Lar.ra á pasar en si- En tiempo de D. Alvaro de Luna, cuya privanza,
lencio el lugar donde nació 1Iacías, pues de la novela fonesta como todas, causó tan grandes males, sucedió
mas bien parece sacarse que fué hijo d<:l Andalucía. al arzobispo D. Alvaro de l'>orna un sobrino del condes-
table, por nombre~- Rodrigo de Luna, mozo de livia-
nos pensamientos y estragadas costombres, baldon
do la nobilísima Sede compostelana, negra muestra
(l) •Non há mucho tiempo que cualesquier decidores{, trovadores
destas partes, agora fuesP.n castellanos, an,laluces ó de la Extrema-
dura, co,~ponian todas sto obras en. lellgua gallrga ó portugue,a.• san-
chez, Coleccion. dtt poe$(as ca$tella>tas anteriores al siglo ,YV. Edicion (1) Ya hemos dicho que Gallcia era parl.\ ellos, Jakobsland, esto
rle Par,s, p. 16, citado por el Sr. Amador de los Ríos. es, tierra de Santiago.



- ~l PRúVI~CIA DE LA CúRUNA.
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de la corrupcion que por entonces prevalecía en Desde luego convenimos en que los nobles de nues-
Castilla. tro país, no solo corno hombres, sino · por el tiempo
.. Parece que D. Rodrigo, pospuesto el respeto á Dios y en que vivían, so hallaban harto lejos de verse exen-
á su propio estado, se prendó de una doncella, y es• tos de pecado. Pero como ellos eran entonces todos,
perando á que llegase la hora del casamiento de esta, inclusos reyes, y no pocas veces prelados, lo cual de-
en el instante en que la triste moza se velaba, la robó cimos, no en su defensa, 1nas para esplicar con leal
para usar mal ele ella, como dice ~fariana. Sacrílega sinceridad su vida y acciones.
accion, tanto mas odiosa cuanto mas alta y revcs'tiúa Cuando un pueblo tieue suficiente ánimo y energía
de sagrado carácter era la persona q ne la come tia. para gobernarse ,í. sí propio, ele esa manera vi ve y se •
Pagó D. Rodrigo la culpa con pena liarto merecida, gobierna; cuando, por su desgracia, pierde el antig·uo •
no solo· de él, mas de quien le había propuesto y em- vigor, entrega el mando á los que tiene por mejores;
pujado á. semejante eminencia, harto mal empicada mas, si noevas desventuras le rinden y aniquilan, es

por cierto eu el sobrino del soberbio privado. A.lboro- dueiío, en ese caso, del pod~r, no el mejor, ni aun tal
táronse los santiagueses y demás hijos de Galicia, vez el mas fuerte, sino el mas alentado: casos y su-
acaudillados por D. Luis Osorio, hijo del conde de cesos harto á menudo repetidos para que no merezcan
Trastamara, y quitaron al arzobispo silla y bienes, el cierta detencion y estudio, antes de juzgarse.
cual pasó despues tristemente su vida, aborrecido de No hay duda que el hombre es libre: harto menos
todos ó infamado. • fácil es probar que la sociedad lo sea. De esa manera,
Desventuras sin cuento llovieron sobre Castilla du- ha habido en muchas épocas, sin duda en las mas
rante el reinado del débil Enrique IV: agenas son en acíag·as; hombr<?s de le,antado espíritu, que afronta-
gran parto al territorio de que tratamos, si i}ien lle- ban á los mas poderoso·s tiranos, mientras la acouar-
garon hasta ól; como acabamos de ver, no pocas veces dada muchedumbre padecia en silencio, sufriendo y
sus tristes resultas. callando; y aun tal vez padecía infinitamente menos .
Sabedor D. Alfonso de Fo oseca, arzobispo de Sevilla, que en otras épocas, en que, por serla lícito quejarse
de los tratos que entre s(, no menos que con otros y mirar en derredor, perdido el respeto á lo que hasta
.reyes, tenían los descontentos para alzarse contra don entonces habia tenido por bueno, y roto el valladar
Enrique, púsolo en noticia. de este. Dióle el rey en de toda ley y creencia, era acaso por esta última ra-
premio ol aL"zobispado de Santiago , vacante por zon mayor que nunca. su tristísima . desventura.
muerte de D. Rodrigo de Luna, para un parien- Exánime el pueblo que se llamaba romano, cayó á
te suyo, llamado tambien D. Alonso Fonseca, dean los piés de los últimos aryas, concitados por Dios,
• de Sevilla. ~1as, porque el estado á. la sazon de mas que para castigo, el cual fu,~ pasajero, para enal- •

Galicia era harto temetoso y lleno de dificultades,


permutarou los dos ·ari.obispós, cousiutiéndo'lo el rey,
.. . . y harto
.tecimicnto . de Europa; que .de ellos viene este
mas á su noble sangre es debido, que á los ateos for-
... •

pasando D. Alfonso de Fooseca, el m:1s viejo, del arzo- mularios de jurisconsultos, siervos del !mperio.
bispado de Sevilla al de. Santiago; tollo lo cual era eu ¿,Qué es hoy el púeblo? ¿qué intenta? ¿qué pide para
verdad necesario, puesto que fuese suficieúte, dado sí? Lo que los pueblos germánicos trajeron y habían
que la tierra seguía alterada, y D. Luis Osorio, siendo olvidado los hombres á los piés dél emperador. Porque
como era, hijo de D. Pedro, conde de Tras_t;J.mara, lo había.o olvidado, fueron esclavos y siervos del ter-
contaba con grande apoyo para seguir, como hasta. ruño; porque lo fueron recordando despucs, se troca-
entónces, apoderado de los derechos de la iglesia com- ron en vasallos y hombres libres: y porque hoy parece
postelana. lo quieren olvidar de nuevo, miran llenos de miedo á
Hasta ahora hemos visto á los naturales do nuestro lo porvenir, temiendo á la nueva .Ronia¡¿itas, que ha
territorio, merced á. su clero, l.eñores y prelad.os, vivir de señalar, con hierro de infamia, a pueblos sin mas
vida ioq uieta, pero propia; dentro de poco so dejará fé que en su propio bienestar, ni roas ley que la del
de hablar de revueltas, así como eu lo demás de Gali- oro, del cual todo lo esperan.
cia, tal vez con harto menos provecho de todos de lo Fundóse el feudalismo en nuestro territorio, como
que g·eueralmente se ha cretdo. ¿Por qué ueg·arlo? Con en la mayor parte de Europa., presentándose por cosa
solo volver los ojos al tiempo en que varno1 á. entrar, natural y propia tradicion de los pueblos germánicos,
á duras penas escribe nuestra mano temblorosa, al cuyos hijos prefirieron siempre vivir en el campo ro-
paso que nos lo impiden tamb1en las lágrimas. deados de los suyos, á degenerar en la corrompida at-
(1474.) Con la muerte de D. Enrique, todo, por mósfera de las ciudades. Semejante tradicion ha con-
cierto, se trocó en Castilla, pouiéndose el mayor nú- servado hasta -nuestros dias, á la, con toda verdad, no-
mero á favor de doña Isabel y eu contra de doüa J ua- ble aristocracia inglesa; su olvido • ha entregado á.
na. Entre los que perseveraron en servicio de esta, otras al escarnio de los pueblos.
se hallan casi todos los nobles de Galicia, quienes Mucho hay que estudiar todavía para conocer la
acudieron á las armas contra D. Alonso de Acevedo y verdadera historia ele _n uestro territorio en la Edad
de Fonseca, el arzobispo de Santiago. media, digamóslo de paso, y por estrechos que sean
Jamás, en todo lo que va de esta Crónica, nos ha los límites de esta 01·ónica; mas ya so sabe lo sufi-
sido tan difícil poner en claro el verdadero estado de ciente para comprender que los verdaderos represen-
nuestra tierra, como en la ocasion presente; ni ha- tantes de nuestro pueblo eran los señores; y aun el
brá muchas en que tanto nos duela el no hallarnos arzobispo de Santiago debía. en gran parte su alta
conformes .con la opinion generalmente acreditada . representacion á. los grandes señoríos de que era


62 CRÓNíCA GENERAL DE ESPAÑA.

dueño. Y es tan cierto, que bien puede asPgurarse sin á un aventurero francés la empresa de hacerle la
miedo de incurrir en error, que el verdugo que dió guerra. Tres años duró esta, al cabo de los cuales, en
garrote al mariscal Pardo de Cela, puso al propio tiem- 6 de diciembre de 1483, fué tomada por traicion la
po fin á la vida de Galicia. fortaleza de la Frons••ira, y en el mismo dia ó el si-
¡'léase, despues de tau triste suceso, qué es nuestro guiente, fueron aprisionados en casa de Alonso Yañez
territorio, qué lo demás del glorioso reino suevo! El del Castro de Oro el mariscal Pardo de Cela y su hijo
rey, enemigo de los nobles, dió en tierra con ellos sin D. Pedro.
advertir que al valerse de los magiRtrados contra la A los diez días padeció muerte de garrote en Mon-
nobleza se cortaba la mano derecha con la izquierda: doñedo el esforzado gallego y con él su hijo, mozo de
el alto cipres mató á los espesos n1imbres que á su veintidos años, que ningun mal habia hecho á
alrededor medraban, y cuando l!egó el leñador, solo nadie, salvo el obedecer y respetar á su padre, mu-
hubo de levantar el hacha para amenazar de muerte riendo por él y dando muestras de la conformidad de
al cipres. un mártir. Ambos murieron como buenos hijos de
Embarga la tristeza nuestra mente al ver al pueblo Galicia. ¡Funesto comienzo de una era de justicia,
de nuestro territorio, sin ánimo para volver por sí y entrar quitando la vida á un inocente!
privado de su& verdaderos representantes, de los cua- Hay en el carácter y costumbres de los pueblos
les hubo, á no dudarlo, malos y aun perversos; pero tanto que leer y aun mas que en antiguos y moder-
de cierto, tenían mas interés en mirar por su tierra nos documentos. Dos co5as se ven en nuestro territo-
que otros modernos representantes, tau agenos á ella, rio, puesto que de él no debemos salir, que dan clara
como que en su vida la han visto ni pi en san acordarse muestra de un trastorno social, sobremanera opuesto
de ella, salvo para seguirla representando cuanto mas al carácter y tradiciones gallegas. Ar,úsase al cam-
tiempo puedan. pesino, en particular, de cauteloso y desconfiado, y
Referir la C::\tástrofe es impoaible, sin salir de nues- esto en efecto ante la justicia, ante esa justicia im-

tro territorio; tampoco es lícito pasarla en silf'ncio, puesta y dictada á Galicia en tiempo de los Reyes
por lo qne nos contentaremos con decir, que en nues- Católicos, sin tener en cuenta, como jamás se han te-
tros nobles hallaron por largo tiempo notable oposi- nido, los usos y costumbres de aquella tierra. Pero al
cion y resistencia los Reyes Católicos, resistencia propio tiempo, no se hallará pueblo alguno en el
harto mas fundada de lo que á primera vista parece, mundo, en el cual se conserve por tradicion mejor
pues defendían los derechos de la princesa doña Juana, muestra de lo que era antiguamente su carácter, que
la cual, jamás renunció á ellos, pues siempre la «Ex- en el nuestro. En esa tierra, donde la justicia halla
celente Señora,» como la llamaban los portugueses, hoy secreta enemiga á cada paso, como lo demuestran
usó el título de reina hasta su muerte. Satisfizo la los estorbos en que por do quiera se estrella, en esa
deuda de todos el desventurado mariscal, cuyas faltas tierra, han bastado por espacio de siglos para la com-
habrían sido de cierto perdonadas á seguir el partido pra y venta de los bienes mas importantes la palabra
de doiía Isabel. 1furió Pardo de Cela á manos del del vendedor y el comprador, llegando la tradicion
verdugo, como hemos visto, y perdió Galicia su nacio- basta nuestros clias. Aun hoy, á pesar de los siglos de
nalidad. perpétua guerra entre nuestros gallegos y las leyes,
que mal su grado recibieron sus padres, no empiezan
los mas graves inconvenientes de la propiedad, sino
CAPITULO V. cuando esta cae debajo de la accion de la justicia. So-

metieron los reyes nuestro territorio á regla uniforme,
Reyes Cntólicos.-Acuña y Chinchilla.-~fuerte del mariMcal Pardo q uísose que leyes hechas para Castilla rigieran á San-
de Cela y su hiJo.-Reflexione.:1 sobre el estaclo de nuestro túrritorio tiago y la Coruña, y el hijo de esta tierra que hasta
desde esta época. entonces hab1a tenido, con grandísima justicia, al rey
por su natural y verdadero amparo, no halló ya á
(1480.) Inquíeto y desasosegado el territorio de la quien acudir, porque en nombre del rey le oprimían.
Coruña, negaba en gran parte la obediencia á los reyes, Al desórden de los tiempos medios sucedió la paz de
eon que Pstos enviaron á Hernandu de Acuña y á que habla Tácito:
García de Chinchilla, letrado, autorizados por realcé-
« Ubi solitudinern Jaci1tnt pace ni apellant. >>
dula, dada en Toledo á 3 de agosto, para hacer j usti-
cia; «por cuanto, dice la cédula, somos ciertos é cer- Los señores fueron muchas veces crueles, codicio-
tificados que en el nuestro reino de Galicia en los tiem- sos, en resolucion, tiranos; no hay que negarlo; pero
pos pasados se han hecho é cometido mochos males, cuando el interés no los cegaba, los peores habían de
muertes, é fuerzas, é robos, é alborotos, é escándalos, é mirar por lo suyo, y los buenos podían hacer mas bien
levantamientos de pueblos, é tomas de nuestras ren- que advenedizos forasteros. Hable la memoria de For-
tas é pechos, é derechos, é otros daños é escesos; y nan Perez de Andrade 6 B6 (el Bueno); hable la im-
aun que cada día se facen é cometen algunas cosas prenta, llevada á Galicia por el conde de Monterey;

de estas.» hable Cervantes, que en la casa de I,emos halló el solo
En Santiago se formó causaá Pedro Pardo, senten- valedor que le dió España.
ciándole á la confiscacion de bienes y muerte en gar- Si alguna tacha hallamos en la gran Isabel la Ca-
rote. 11as como si no bastase tan cruel y sañuda sen- tólica, para nosotros santa, es en el triste empeño de
tencia contra el primer noble de Galicia, cometieron prevalerse de su poder para convertir á los señores en


-
• •

PROYINCIA DE LA CORUÑA. 63

cortesanos. ¡Qué diferencia entre tan recelosa política al poder que tienen en las manos., y estos, por abor-
y las palabras de Isabel de Inglaterra, tan inferior por recimiento á la persona que no les entrega el poder.
lo demas á la~ uestra, á los s"ñores que solo se compla- Talisman infame, que humilla al pié ele un trono
cian en la córte! :<¿Qué hace is, caballeros, si 1mprc en frentes poco antes soberbias y acaso honradas!
Lóndres? ¿~o veis que al lado de la autoridad real va- Ya no hay castillos roqueros, señores con mesna-
leis menos y servís menos á vuestra tierra? Ved esos das y vasallos: el poder tiene en sus manos, por el
barcos, tristemente amarrados en el puerto; ¡cuán otro ferro-carril y el telégrafo, á la nacion entera, y con
será su aspecto el día en que, dando la vela, desple- todo, si Fernando é Isabel resucitaran, oirían con ter-
guen sus alas y vuelen señoreando la mar!» Y te- ror cabe el trono:
nia razon Isabel de Inglaterra: hoy es aquella aris-
tocracia estimada y querida de sus conciudada- «¿Quo ,noclo sedet sola civitas ple,ia populol» •
nos, porque el aristócrata inglés sabe desde la cuna
que su nacimiento mas le obliga á cargos y deberes CAPITULO VI.
que á vanos honores.
Inútil empeño seria sacar de cuanto vamos diciendo Parciales de doña Juan11.-EI 11rzobis¡,o ,le SantiAgo y ln.s Herman<la-
algun necio pensamiento de indep~ndencia ó separa- •lPs.-Los señores y los obispos.-El con,le de Lemos.-Los reyes en
cion de los demás españoles; solamente es de sentir Santiagfl.-.\u,liencia.-Los g-allegos en An<lalucía.-El cerro <le
San Cristóbal.
que nuestro territorio perdiera á sus verdaderos repre-
sentantes, sin tener clase con que reemplazarlos. Lás- No fué, á pesar de lo que hemos dicho, escaso el
tima y dolor causa el no ver á una sola ciudad de Ga- número de parciales que tuvo tloña Juana, en contra
licia representada en las Córtes del reino; lástima y do- de doña Isabel: estendíanse estos al principio desde
lor el ver á nuestro territorio privado de toda impor- Toledo hasta ]\furcia, hallábanse además en grao
tancia y sin que haya quien de él se acuerde mas que número por Andaluctía. Tambien nuestros gallegos
para pedirle oro y sangre. fueron todo~, ó casi todos, partidarios de Ja hija. del
Ni ¿quién babia ya de mirar por él? ¿Los señores, difunto rey. De igual manera anduvo muy inquieta
obligados á trocar la vida del campo para ser palacie- Castilla la \'ieja, la cual, un tanto mas sosegada,
gos ó todo lo mas servir al rey por soltlados? ¿Los es - nombró el rey por gobernatlor de Galicia á D. Pedro
casos burgueses de Santiago y la Coruña? ¿O el mí- de \ 7 illandrando, conde de Rivadeo. •
sero villano, hecho á temblar ante aquellos que le A.costu1nbrados los señores á hacer su voluntad en
oprimen en nombre de ley y gobierno, para él desco- el anterior reinado, recibieron una tremenda leccíon
nocidos, y de ejecutoria manera, de la cual no pueden con la muerte de Pardo de Cela: de ese modo, el .ar-
apelará sus señores porque ya no existen, ni al rey zobispo de Santiago y las hermandades, amigo aquel

porque está tan lejos que no oye las quejas del opri- de los reyes, y estas enemig·as de los nobles, sirvie-
mido, sin que haya para el triste otro recurso que va- ron de fun<l.arnento, por primera vez e>stable, á la au-
lerse de la astucia y la mala fé contra la mala fé y la toridad del potler monárquico. Todo fué, en verdad,
fuerza? necesario, para que al cabo fuesen cayendo en olvido
¡Ah! La historia de nuestro territorio, así como de los derechos de doña Juana al trono de Castilla; los
toda Galicia, es la historia del cambio y completa al- cuales, ante la ley, eran tan grandes, que lt>jos de re-
teracioo del carácter de un pueblo, entre cuyos hijos nunciar á ellos, como gencralrnente se ha creído,
bastaba, como hemos dicho, la propia palabra para jamás dejó de llevar el título tle reina, ni llegó á
llevará cabo los compromisos mas solemnes, que no poner del totlo en olvida sus pretensiones, segun ya
le hay mayor en la vida que el deshacerse de la pro- hemos dich0 mas arriba; pretensiones á que no dej6
piedad ó adquirirla; y á quienes, despues de haberlos de dar importancia la increíble conducta de don
tenido sujetos por espacio de siglos á ministros de la Fernando, despues de la muerte de su esposa doña
justicia, venales y prevaricadores, hoy se acusa de cau- Isabel.
tela escesiva y aun de mala fé! La historia confirmará Siguieron los trastornos 'por nuestro territorio, si
lo que la vida de nuestros gallegos demuestra, y P.U- bien n1as por rencillas particulares, que por otras ra-
tónces, sin dejar de co1uparlecer á los triste~ que llora- zonrs de valía. El condestable y el conde de Bena-
ron bajo la tirauía de un señor cruel y desalmado, la vente, con sus respectivos parciales, querían quitar á
historia escribirá. con lágrimas y sangre la desvt>u tura los obispos los castillos, para, desde ellos, hacer la
y padecimientos de nuestro pueblo, desde que, el le- guerra á sus enemigos. Habiéndose puesto D. Pedro
trado Chinchilla en la Coruña y el aventurero Mudar- Osorio, conde de Lemos, en defensa de su her1nano el
ra en la Fronseira, sirvieron de brazos á uñ poder que obispo tle Lugo, vió D. .Fernando con este acrecenta-
no advertia era su obligacion desatar el nudo y no cor- miento de discordias, que era necesaria su presencia
tarlo. Hazaña mas propia de tirano conquistador que en Galicia (1483). Pusóse, pues, en camino el 11 de
de padre del pueblo. . febrero; mas durante el viaje, supo la muerte del
Es verdad tristísima é innegable que la política de conde de Lemas, el cual babia tlejado por heredero á
los Reyes Católicos á nadie hizo mas daño que á sus su nieto D. liotlrigo, habido po:- su hijo D. Alfonso
propios descendientes, y hoy vemos con dolor á. lamo- fuera de matrimonio, y legitimado por dispensa del
narq uía, sola, desamparada á merced de negros Pontífice. Nueva ocasion de trastornos, pues doña
bandos y parcialidades, sin hallar mas que amigos Juana, hija legítima del de Lemos, y casada·con don
interesados ó rencorosos enemigos; aquellos, gracias Luis, hijo del conde de Benavente, negaba á D. Ro-

• •

• •

~
CRO::-:ICA GENERAL DE ESPANA

64 •

dri..,.o el derecho de poseer el cond.ido. Ya habian lle- musulmane$ de la península, acrecentando con el fin
gadoº á las mauos, cu.ando el rey á su lll'gada les hizo
. que todos tcnian por no menos inevitable que crrca-
deponer las armas, oblig·ándolos á acudir á la vía de 110 del reino granai:lino. A sus fronteras acudieron
la justicia. Fueron .oidos los consejos y amenazas del nuestros gallegos, guiados estos por sus señores, y
rey, el cual se incli.oaba, con todo, á favor do don aquellos por: el rey, a la par de los demás españoles,
Rodrigo. ganosos todos de mrrecer e1 reino de los ciclos, en el
Encendida de nuevo la discordia por Galicia, así cual confiadamente esperaban á fuer de sinceros y
dentro come fuera de nuestro territorio, los reyes de- piauosos cristianos. •
terminaron venir á Santiago. Hiciéronlo así, y des- Agano es del present~· trabajo el tratar de otras
• pues de orar ante el sepulcro del Santo Apóstol, vie- provincias, &iquiera sean próximas y aun hermaJ'.\as;
ron. de escarmel1t11r al conde de L!)mos, que era quien pero á nuestro cometido atañe el seguir á los hijos del
mas alborotaua traia la tierra. El conde entregó á territorio coruñés, siempre que sus ~ltos hechos y re•
Ponferrada, de la cual se había apoderado contra la nombro merecido hagan viso entre los demás españo-
F

.. . . . . ..

• •

Vistn de Santiago desde la plaza de In Constitucíon.



voluntad de los reyes, y por último, vino á ponerse les, sus hermanos. En las últimas guerras de los:moros
en sus manos; conque llevó solo por castigo la pérdi- se señalaron altamente por buenos soldados muchí-
• da del citado pueblo, y aun ele algunos otros que que- simos hijos de nuestro territorio, pero como el hablar

daron del do1ninio de la corona . de las empresas en que se hallaron, fuera salir de

No contentos los reyes conlajusticiaque acababan nuestros límites no lo haremos sino cuando alguna
de hacer, establecieron nueva audien~ia en Galicia, señaiada accion lo pida, y sobre todo, lo mande la
con oidores y presidente, revestida de suprema auto- honra mas 6 menos lastimada del nombre gallego.
ridad, que sirviese para reprimir discordias y desa- 11uévenos á hablar de esta manera cierta indicacion
fueros, y sobre todo, afianzase el poder real, harto :i de l'l!ariana, historiador excelente y acreedor á mas

menudo desconocido por nuestro territorio, en el cual elogios de los que actualmente se le conceden, pero •

se fué cada día olvidando mas y mas 11:l antigua tra- que á semejanza de otros buenos españoles, ha solido
dicion de enconadas discordias, si bien apenas hay mirar, por involuntario error sin duda alguna, con
memoria de que el gobierno se volviese á acordar infundado despego á los hijos de nuestro territorio y
mucho de él, salvo para pedirle hombres y d:inero; sus hermano¡.
siendo necesario que pasaran ~iglos para que un rey Al hablar del sitio de Velez-Málaga, dice 11ariana,
de buena voluntad, servido por un ministro excelente, hablando de los gallegos que iban con el rey, que
pensase en sacar partido de la alta importancia mili- eran: «Gente, aunque eodurecida con los trabajos y
tar y marítima de nuestra costa. Honrosó pensamien- poco regalo de su tierra, pero no aco~tumbrados á pe-
to y gloriosísima empresa de que la h,istoria impar- lear en ordenanza, etc., y fueron maltratados, tenien-
cial debe dar cuenta al mundo por uno de los timbres do que acudir otro e1i s1i defensa.» No podemos decir
mas nobles y señalados de la casa de Borbon. en qué punto hallaría Mariana esta noticia, pero ma-
Mas por entonces se llevaba la atencion de todos ravilla que, despues de darla, pase por alto un suce-
los españoles el ardientísimo deseo de echar á los so, verificado á poco tiempo, en el cual nuestro galle-


~
PROVINCIA DE LA CORUXA. 65

gos fueron todos buceos soldados, y tanto que sin todo, el deber de leales cronistas, no menos que la
a yuda de nadie, supieron poner cspcdito el paso al sangre, que jamás negaremos, DOS impiden pasar á
ejército cristiano, el cual , á no ser por el esforzado otros sucesos sin detenernos en los que precedieron al
aliento de los hijos de Galicia, DO pasara adelante en sitio de ~!álaga. Hay además una razon que no hemos
aquel dia. de pasar en silencio, á saber: no era entonces Galicia

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Cnteurnl de Santingo.
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Si bien no nos hemos de estender sobre este asunto n1cro conjunto de cuatro provincias, mas ó menos ar-
ta11to como en otra, parte lo hemos hecho (1), con bitraria111entc creadas al mo<l.crno uso francés, el
cual, como que se complace en convertir á las nacio-

(1) Vénse nuestro articulo titula lo: ,El cerro de San Cristóbal
de Mnlnga,, publicarlo en el Jfu,<co U11it-cr,st1I del año de 186-l. gina :Jti y siguiente: Sup,·afacta ria les. por ~n¡,rnfacta claues.-Púgi-
Los tr1Stísimos clins ,hi octubre y noviembre, en que se im- na ~:!: Los mu~nlmnnes eran quienes llu1nnlinn Madpis normandos é.
primieron 6 publicaron 1~ entreg,lS a.a y •1.ª de esta Crónica, ,•stos, al re,•,·s de lo que indica lo im¡>rl)~,l.-Pú~ina -12, columna se-
fuervn causa do nlgnnos errores, inevitables en tnn ncingn,; gnn,la: r ...1.01,,1an 1, por Jo.kobsland.-Pág-iu:i li: Sisnand.., Galia:is,
circunstnncins; pondre,nos en esta notn los principales. Plí.- vor Sisnan lo Ualiariz.-Pttg,na 62: Alonso Yaiie: , Alonsa Y11ilez.
ginn 33: Clodone, p"r Clo,l\vig.-Ptíginn 35: Ga,.dug, por Onr- !\o mencioua1uos mas, por no au,nentar ,tesmesuradamente
uing.-Pl\ginn 3.J: A ,.-yana111 1',te:o, por Airyanam Vaego.-Pú- esta nota.
CORUÍ-: A.
• 9


.
CRONICA GENERAL DE ESPAN'A.
~ •
66

ncs en tableros de damas, distribucion á las veces nuestros dias existe, sino por lo que á la sazon debia
mas agradable contemplada en el mapa, que para ele haber. Demás era pensar en cm bestir á Gibralfaro,
pueblo:- hechos á tenerse por hermanos, no solo desde dificil el ser dueños de San Cristóbal; mas, á no
los mas remotos tiempos históricos, sino aun de aque- dudarlo, imposibl0 el cruzar á mansalva por entre am-
llos de que apenas conserva me1noria la popular bos cerros.
tradicion. Era, pues, necesario embestir á San Cristóbal sin
Cierto que en pocos pueblos se presenta la historia parar mientes en lo difícil de la empresa, ni contar
• con mas unidad que en Galicia; por eso, y como no hay los muchos y esforzados musulmanes que le defendian:

duda que los gallegos de nuestro territorio seguían al y al punto nuest1·os g·allegos con tardos, firmes y re-
Rey Católico, ele la propia manera que los otros, sueltos pasos, dieron la primera acometida.
justo es, y en ninguna parte mas oportuno, referir, Su esfuerzo halló no menos valentía en los del
siquiera sea en breves palabras, cómo lidiaron al cerro, quienes lograron rechazar á sus enemig·os, mas
pié del cerro de San Cristóbal, cómo fueron recha- no hacerles desistir de la empresa. Al pié y en los ec;-
zados y volvieron, cómo, por último, señorearon la trochos barrancos que á San Cristóbal rodean, pelea-
cumbre. ron unos con otros, cuerpo á cuerpo, seis horas. Dete-
Estrecho y dificilísimo paso clebiade ser el de Velez nido entre tanto el ejército, no tenia otro remedio que
á ~fálaga, puesto que, aun hc,y dia, apenas tiene esperar la victoria ó la muerte de los hijos de Galicia,
la carretera mas del preciso espacio para su escasa quienes se habían propuesto cansar con su esforzada
anchura. Júzguese, pues, cuáles serian las dificulta- constancia la encendida rabia de los contrarios. Al •
des y estorbos que á cada momento hallaría el ejército cabo, cuando los cuerpos deberían mostrarse rendidos
en su marcha. Formaban la vanguardia nuestros g·a- y hartos de combate acaso los musulmanes empeza-
llcgos, los cuales, segun parece, sabian pelear mejor ban á dar muestras de falta de fuerza, ya que no de
de lo que el P. 11ariana pretende, cuando en tan pe- aliento, entonces, nuestros gallegos (tremendo alud
ligroso trance se les ponia en el lugar mas honroso; humano, al cual la voluntad empujaba hácia arriba
con ellos venia el maestre de Santiago seguido de los con no menor fuerza de la que dan á los montones de
caballeros. nieve y hielo el viento y el propio impulso, para que
Los moros que guarnecian á 1Iálaga, hábiles en la arrasen cuanto encuentren desde la cumbre al valle)
guerra y no menos diestros que esforzados en la pelea, subieron á una, y con irresistible empeño, señorearon
t co ian tomado el cerro de San Cristóbal, á cuyo pié se el monte.
hallaba el único camino por donde podia pasar el Los demás cuerpos del ejército ayudaron á nuestros
ejército; á la izquierda estaba el mar antes del monte héroes con sus voces, desde lo mas ágrio de la sierra,
de Gibralfaro con su castillo, inespugnable á la sa- á donde habían ido poco á poco trepando.
ZOIJ, y á la derecha los empinados ramos postreros de Levo muestra es este encuentro del esfuerzo de los
las enhiestas sierras de Granada. gallegos, así como de los grandes servicios que á Dios,
No se ha de juzgar del tránsito, aun hoy en estre- el rey y á la patria hicieron por los fértiles campos an-
mo dificultoso, caso de ser defendido, por el que en daluces.

Fl~ DE LA PARTE (ll•I~TA.

• •


,


P.ARTE SEXT.A .

ÉPOCA MODERNA.

CAPITULO I. Por este tiempo rnvió el Gran Capitan á pedir al


rey dos mil gallegos y asturianos para contrarestar
Embárcase la infanta doña Catalina en la Coruña.-Phle el Gran Ca. á las nuevas fuerzas que los franceses iban allegando
pitan gallegos y asturianos para las guerras ,Je Itnlia.-D. Fernan- en Italia : gran prueba de lo mucho q uP. apreciaba el
do do Andrade.-Datallas de Seminara.-Victoria de Andra.!e.- buco Goozalo <le Córdoba á los hijos de uuestroter-
Desembarcan D. Felipe I y doña Juana ~n la Coruña.-Disensiones rit-0rio como á sus demás paisanos; bien que en Gon-
con el Rey Católico.-Cárlos I. zalo babia razones sobremanera poderosas para pedir
soldados de nuestra tierra : la primern., sin duda, esta-
Entramos en la época mas gloriosa de la monar- ba fundada eo aquella claridad de ingénio con que los
quía: las dos nobilísimas coronas de Aragon y Casti- graodes hombres saben hallar lo bueno, por difícil que
lla unidas, gracias al cielo, para bien de entrambas, esto parezca á los ignorantes, indebidamente encum-
se aprestan á formar el mas podr.roso reino de la tier- brados: la segunda era, que el Gran Capitan no podía
ra; el moro vencido se ha trocado en morisco; España, olvidar la noble sangre gallega que por sus venas
señora ya de sus propios dominios, se dispone,\ esten- corría.
der por &ropa el influjo de su política. Vamos á hacer meocion de un buen soldado, el
Guerras, tratados, alianzas y casamientos lla1nau cual, si como es hijo de nuestro territorio, hubiese na-
la atenciou de los españoles hácia las naciones es- cido en el señorío de \'izcaya ó Cataluña, fuera hoy,
tranj eras, de las cuales habían vivido hasta entonces merced al cariñoso cuidado de sus paisanos, puesto
casi del todo apartados. entre los mas grandes capitanes de su tiempo, al paso
Apenas entrado el siglo décimosesto, se aprestó en que los hijos de Galicia, con abandono, en verdad pu-
la Coruña una armada para llevar á Inglaterra á la nible, han dejado en la oscuridad su gloriosísimo
infanta doña Catalina: habíase concertado el casa- nombre.
miento entre ella y el príncipe Arturo. "Vioo la prin- Era D. Fernando de ,\.ndrade y no A.udrada, como
cesa desde Granada, en donde quedaron sus padres, 1Iariana y otros le suelen llamar, de la c;.c;a de los con-
los Reyes Católicos, llegando á nuestro territorio, se- des de Traba, una de las familias mas ilustres de nues-
guida de muy grande acompañamiento. Embarcóse tro territorio; y él, por su parte, imitando á sus ante-
la triste doña Catalina, yeodo con. ella nue~tro don cesores, supo añadir nuevo lauro á tan honrado ape-
~
Alonso Fonscca, arzobispo de Santiag·o, el conde y la llido. El ad vcrsario de Andrade fué el señor de A.ubigny,
condesa de Cabra, con otras personas de gran repre- caballero escocés, 1le la casa de los Estuardo~, gran
sen tacion. Diéronsc á la vela, y apcuas en alta mar, condestable de Francia y el mas temible enemigo de
horrorosa tempestad hizo entrar de arribada á la mayor los e:;pañolcs en Italia, hasta el punto do que podía
parte de las naves eu el puerto de Laredo, de donde gloriarse de haber ganado una batalla , teniendo
al cabo salió la infanta con buen tiempo para Ingla- por contrario á Gonzalo do Córdoba, si bien e:; jus-
terra (502). to decir q uo el cucuen tro se veri ticó á pesar de este.
La Coruiía fué lo último q oc pisó de España la no ble Rabia tarnbien .-\ubigny vencido á 11anuel de Beoa-
princesa á quien esperaban temprana viudez, nuevo vidcs y á D. Hug-o de Cardona, con que la fama del
matrimonio, y con él, fr,licidad pasajera, á la cual ha- capitan escocés era solo comparable con sus altos me-
bia de suceder la mas amarga desventura. Conforme recimientos.
pasan los siglos, se aumenta la aureola de piedad que Habiendo euferinaclo Luis Portocarrero, rccien lle-
circuuda la imáo-en de Catalina, al paso que cada vez gado con refuerzos á Italia, A ubigny, sabedor de la
se muestra mas :uin y envilecido por la lujuria Y la dolencia del ca pitan español, lejos de retirara e, como
hipocresía el bárbaro y sanguinario Enrique VIII. lo había hecho al principio, revolvió sobro los nues-



68 CRÓNICA GE::--ERAL DE ESPA~A.

tros; en cuyo socorro envió Luis Portocar::-ero á don historia general de España, terreno vedado á nuestra
Fernando de Andrade con gente de á pié y á caballo. pluma.
Retiróse A.ubigny, y D. Fernando se detuvo en Se1ni- Pero, séanos lícito insistir en la desgracia que per-
nara, á donde acudieron 1fanuel de Bena,ides, Anto- sigue ,í cuanto en nuestro territorio ha nacido, cuya
nio de l,eiva., Gonzalo Dávalos, D. Hugo y D. Juan de sola circunstancia basta para que los mas esclarecidos
Cardona, seguidos de su gente. nombres pasen á la historia, no solo desfigurados, mas
Antes de morir, nombró Portocarrcro por sucesor á apenas advertidos; prueba señalada de la desgracia de
D. Fernando de Andrade, de que se sintieron D. Hugo que hablamos, así como de la incuria con que los ga-
y D. Juan de Cardona, por creer que se les debia á llegos han mirado casi siempre lo suyo; por lo cual,
ellos aquel puesto, si bien no le habian ganado mucho justo es decir han llevado el castigo que el cielo envia
al frente del buen capitan Aubigny. á aquellos individuos y pueblos que, olvidando la obli-
Grande era el deseo de unos y otros de venir á las gacion en que estamos todos de a3 udarnos para que
manos, lo cual no babia de tardar en verificarse. El Dios nos ayude, llegan á merecer la insolente burla
de Aubiguy, ganoso de pelear, envió un trompeta á de los nécios, é incapaces de comprender el verdadero
requerirá los nuestros, quienes se retraían por cun1- mérito si bien oculto, y el desden de las personas en-
plir con lo que les estaba mandado. Eran los franceses tendidas, á quienes no PS lícito juzgar de nuestro ter-
trescientos hombres de armas, seiscientos caballos li- ritorio roas que por las rui oes noticias que á sos oidos
geros, mil y quinientos infantes y n1as de tres mil suelen llegar.
villanos, en cuya busca salieron los españoles en buen (1506.) En 28 de abril de este año desemba¡-ca-
órden de Seminara con ochocientos caballos y unos ron Felipe el Hermoso y la triste Joña Juana en la Co-
cuatro mil peones. ruña, despues de haberse detenido no poco tiempo en
(1503.) .\. su vista se retiró el de Aubigny, mas al Inglaterra, primero en fiestas que les dió el rey inglés,
cabo, un viernes por la mañana, sacaron ambos cau- y luego esperando buen tiempo en Falmouth.
dillos sus soldados al campo. Cabalmente era poco mas Parece que los deseos de Felipe eran entrar en Cas- •
ó menos el sitio en que Aubigny babia vencido á Gon- tilla por el sitio que mas lejano estuviese de aquel
• zalo en una batalla, y á Benavides y á los Cardonas en donde se hallara su suegro, para ver de ir hacién-
en otra, circunstancias que el caudillo de Francia no dose cargo de lo que se podía esperar de los hombres
dejó de traer á la memoria de sus soldados, prome- y las cosas, resuelto como venia á no cumplir, mien-
tiéndoles victoria igual ó mayor que las dos ante- tras le fuese posible, lo pactado con D. Fernando en
.
r1ores. Salamanca. Esto deseaba D. Juan 1'1anuel, quien qui-
Sonaron trompetas y atarn bores, y Andrade, que- so llevarle á desembarcar á A.odalocía, para lo cual
riendo aventajarse en tomar el sol, se encaminó con uo tuvo lugar.
su gente á pasar el rio arriba. Creyeron los france- Difícil era, en verdad, que el suegro y el yerno se
ses que los nuestros se retiraban, y arremetieron sin aviniesen, siendo los caractéres tan distintos. Don
órden y disparando la artillería antes de tiempo, Fernando, á pesar de su suspicacia y del• increíble
con lo que ningun efecto causaron en las haces de error que babia cometido, casándose con doña Germa-
Andrade. na de Foix, era siempre el buen militar, el escelente
Entonces ,los españoles cayeron sobre los de Au- político, en resolucion el gran rey, cuyas eminentes
bigny, rompiéndoles y poniéndoles en completa der- calidades, como que realzaba el recuerdo de la grande
rota, por mas que los hombres ele armas escoceses hi- y santa Isabel.
cieron prodigios de valor. Fueron presos ca~i todos los Don Felipe, vano, presuntuoso, ligero y enamorado
capitanes franceses, y poco despues se hubo de rendir de sí propio, solo ha merecido que la historia le dé el
por prisionero en la Roca de Anguito el propio señor dictado de Hermoso; triste calidad y de escasísimo
de Aubigny. valer en el hombre, en quien las calidades del alma
Así quedó toda Calabria por España, de resultas de son las únicas que merecen ser tenidas en cuenta.
esta victoria; la cual dice con razon Mariana, fué Apenas habia puesto Felipe el pié en nuestro ter-

una de las mas señaladas que se ganaron en toda ritorio, cuando envió á requerirá todos los grandes se-
aquella guerra. Honor de los esforz~clos hijos de nues- ñores de él, así como de lo demás de Galicia, para que
tro territorio, que en parte formaban el ejército es- se declarasen en su favor. Con tan errada conducta
pañol; galartlon debido al mérito y valentía del buen iba sembrando los gérmenes de la guerra civil por
capitan gallego D. Fernando de Andrade, el cual Castilla. Obedecieron los señores, mas uo contento Fe-
trajo á la bandera española la victoria, que en Cala- lipe, trataba ele ofender de cuantas maneras podia á.
bria nos habia tan á menudo abandonado, aun sin per- los C} ue estaban en servicio de su suegro.
donar á la presencia, pericia militar y estraorclina- Envió el Rey Católico á la Coruiía á los alcaldes y
rio valor del gran Gonzalo de Córdoba, jamás vencido alguaciles de córte para que cumplieran con sus ofi-
desde que en la primer batalla de Seminara hizo fren- · cios á la órdeu de Felipe; pero este los despidió, dando
te á la ad versa suerte, dando muestras de teson, úni- por supuesto que D. Fernando le quería rodear de sus
camente comparable con el animoso aliento del ven- hechuras. 1fas razon tcnian Felipe y sus parciales en
cedor. hablar contra el casamiento con doiía Germana, con
No seguiremos á Andrade, ni á los d<'más hijos de lo cual, en efecto, y por grandes razones que D. Fer-
Galicia que en las guerras de Italia se hicieron fa- nando tuviera, nadie le pudo hacer mayor daño del
mosos, porque eso fuera entrar por completo en la que se hizo á sí propio .
..
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PROVINCIA DE LA CORUNA. 69

Prescntároose D. Ramon de Cardona y Hernando cuenta las verdaderas razones que los movían, acusa
de Vega á saludará los reyes en nombre de su paclre, Mariana de mayor doblez qoe á los flamencos, eran
quien se volvió desde Leon para verlos, si bien se de- los mas opuestos á todo acuerdo y conformidad entre
tuvo en Astorga, para saber cualrs eran los deseos de los príncipes. Qurjábanse de D. Fernando, unos por-
sus hijos. Tambien avisó al marqués de Villeoa y al qur este quisiese para sí la mitad de las rentas rea-
duque de Nájera, que con sus deudos y tropas se pre- les; decían otros, que Castilla tenia lo suficiente con
paraban á ir en son de guerra á la Coruña, para que un rry, en vrz de tres; mostraba T) . .Juan l\1anuel una
vinieran de paz y únicamente fuesen con sus personas escritura en que D. Fernando se llamaba rey de Cas-
y séquito ordinario. tilla; no pocos estrañaban el que estuvieran las forta-
Rogó además á su yerno que despidiese dos mil lezas en nombre del Rey Católico, sin que D. Felipe
alemanes que traía, cuya presencia no podía hacer pudiese proveer en mucho tiempo el gobierno de las
buen efecto en los españoles; consejos que desoyó Fe- plazas, al paso que su suc>gro seguia nombrando cor-
lipe, en lo cual, y en estorbar que los reyes se vieran, l'egidores en divers1s ciudades.
nadie puso mayor interés que D. Juan 11anuel, te- ~Ias lo que en verdad les inquietaba, era que <'l Rey
miendo sobremanera que la sagacidad de D. Fernando Católico hiciese levas ele gente, segun él, para pon<'r en
diese en tierra con el valimiento que el revolt,oso señor libertad á su hija la reina doña 'Juana, á quien tenia
tenia en el ánimo de D. Felipe. Valimiento de que tan su esposo retirada del trato de todos, prevaliéndose
satisfecho y seguro estaba, que llegó á decir á D. Pe- del triste estado en que la tenia la enfermedad.
dro de Ay ala que D. Fernando se engañaba, si creia Cierto que D. Fernando procuraba apercibirse para
que en las vistas se había de tratar negocio alguno, ni el caso Je un rompimiento con su yerno, reunic>nrlo
que el rey habia de presentarse con el escaso acom- cuanta gentP podía, y ayudándose del duque de Alba,
pañamiento que su padre, el cual perdería el tiempo quien, sea dicho en honra suya, fue{ el único rico-
si pensaba hallar favor en la reina su hija. hombre que no des t mparó al R<'y Católico, cuando,
Viendo esto, trataron los de D. Fernando de atraer- hasta el mismo condestable, su yerno, y el almirante,
se á D. Juan r-Ianuel, con grandes ofrecimientos para su primo, se hicieron del partido de D. Felipe. Lejos
él y sus hijos, pero todo fué en vano; poniénclose de esto, el dn11ue levantó gente en el reino de Leon,
cada dia las cosas d~ peor rostro para el Rey Católico, par3, acudir, en caso necesario, á D. Fernando, el
por la llegada á la Coruña del marqués de Vi llena, el cual, no creyendo tal vez suficientPs los recursos con
conde de Benavente, el duque de ~ájera, el de Béjar, qne contaba eu España, envió á Jai1ne A.lbion, caba-
los marqueses de Astorga y Aguilar, Garci Lasso de llero aragonés, por embajador .al rey dr Francia., con
la Vega, y por último, el duque del Infantado, con ruegos de que, por medio del dnq ue de Gueldres y
cuya presencia y la de los suyos, tomaban cada vez obispo de Lieja, diese que hacer cuanto pudiera en
mas bríos los parciales del rey D. Felipe. Flandes al rey D. Felipe, para ver si este, malpa-
A todo esto, no podía ser mayor la incertidu1nbre rado en su tierra, se ablandaba en Castilla.
del Rey Católico, quien desde Astorga fué á Ravanal, )!ientras unos y otros se hacian de semejante ma- •

pensando en llegar á Santiago, en donde deseaba fue- nera la guerra no dejaban por ello de tratar de las
sen las vistas; pero algunos de los suyos se lo des- vistas. Quería el Rey Católico que fursen en Santia-
aconsejaban, diciéndole fuera mejor dejar al príncipe go, cuyo arzobispo, don ..\.lonso Fonseca, estaba de su
entregado á sus privados y á su propia inespcriencia, parte, lo c11al no dejaron de tener en curnta los de
la cual le babia de traer encima hartas dificultades, y D. Felipe, con que se negaron los deseos de don
de tan cuantía, q uc acabarian por ponerle á los piés Fernando.
de :.u suegro, c11 demanda de pi;oteccion y consejo. Salieron, pues, los reyes de la Coruña á 28 de mayo
C0mo tambien lo esperaban los de D. Fernando, con acompañamiento y aparato en verdad sorpren-
pronto se vió la falta de conformidad entre los flamen- dentes, y mas propios de aquellos que ocupan tierra
cos ele Fe! i pe y nuestros ricos-hombres y seiiores, conquistada que de verdaderos y legítimos señores.
viendo entonces los gallegos, acaso no sin burla, infi- Delante iban los dos mil alemanes, formados en órden
nitos lances y disgustos de córte, que ya co N;leuzaban y por tercios, con la artillería, siguiendo D. Felipe y
los ricos-hombres á tener en mas las vanas prce1ui- doñc. .Juana. acompañados de muchos ricos-hombres,
nencias y distinciones de cortesanos, que el orgulloso con numerosísimo y engalanado séquito.
aislamiento en sus castillgs. ,\sí el marqués de \rillc- Como ya hemos dicho, harto sabedores· los de don
na, m·iyorJ.omJ m'.lyor u.el rey de Castilla, tenia Felipe ele la parcialidad del arzobispo de Rantiago por
el RC'V Católico hicieron cuanto <'n su mano estu,o
contíoua rivalidad sobre ponerse á este 6 aquel lado
de la cortina con l\Ir. de Vere, mayordomo mayor por
. '
para que las vistas no fuesen en Santiago, lo cual
Flandes. lon-raron
o , y torcieron el camino tomando el de
En todo, si va á decir verdad, parece que unos y Orense.
otros habían resuelto dejará un lado la razon. Años, De esta manera pasó por nuestro territorio, rápida
y aun siglos hacia que nuestro territorio no había te- )" fugaz como el relámpago la grande •Y suntuosa
nido la honra singular de que á él acudiesen cor- córte de los jóvenes reyes de Castilla, en cuyos ros-
tesanos á dar muestra al mundo de la habilidad que tros leyeran nuestros gallegos, á no deslumbrarles el
el hombre posee y tiene á mano, siempre que se trata brillo de la pompa real, la próxima muerte del her-
de intrigar para ofender al contrario. moso rey, y una de las mayores desventuras que
Parece que los españoles, á quienes, sin tener en pueden despedazar el corazon de la mujer; amará


70
~
CRONICA GENERAL DE ESPANA.

uu hombre frívolo sin verse correspondida, trocado el esa; que tal es, aun hoy, la manera de usar la X
amor en locura, y la locura hecha á un mismo tien1po nuestros gallegos y asturianos.
lla1na y antorcha, tormento y consuelo de la mas des- Faltaba á la sazon en España el debido contrapeso
graciada princesa. á la 1nonarquía. El pueblo on general estaba hecho á
No quedaron sin premio los grandes servicios y tenerse por menor ante los que gobernaban; las ciu-
constante amistad de D. Alonso Fonseca para con dades no poseían la suficiente importancia para que
el Rey Católico, pues este logró del Pontífice la igle- sus vecinos reunidos formaran lo que hoy llamaríamos
sia de Compostela para el hijo bastardo del arzobispo, una poderosa clase media; la aristocracia, quebranta- •
llamado ta1nbien D. Alonso de Fonseca, lo cual dió da por los Reyes Católicos, iba perdiendo aquel alta-
ocasion á grandes murmuraciones, causando harto nero orgullo que, bien empleado en los nuevos tiempos
pesar al rey toda su vida. Resignó, pues, D. Alonso habría podido convertir á nuestros nobles en verdade-
en favor de su hijo el arzobispado, recibiendo el título ros custodios de la libertad de la patria, con la misma
de patriarca de Alejandría; y como del mismo mal lealtad J' firmeza con queeu adelante supieron llevará
concede el Señor al hombre que pueda producirse el Dios y al rey en el corazon.
bien, fué el nuevo arzobispo uno de los mas insignes Nada perdieran, en efecto, tan grandes causas, de
prelados de la Sede compostelana; varon en verdad, haberse con ellas aunado la libertad, sin la cual no
dig·no de claro reuombre, honra de Santiago, su pa- hay causa que pueda vivir entre los hombres exenta
tria, fundador de nobilísimos establecimientos, do los ' de peligro.
cuales varios llevan su nombre dentro y fuera de Ga-
licia, no siendo de todos el menos importante el cé-
lebre colegio de Fonseca, de que se gloría la J erusa- CAPITULO II.
lC'm de Occidente. D. Alonso libró á su ciudad natal, •
así como á Salamanca, de todo pecho y tributo.
(1507.) Dueño nueramente del poder el l{ey Católi- Cá.rlos I y Chiévres.-Alborotos en Yallac\oli,1.-Los procura,lores en
Santiago y la Coruña.-Embárc.ase Cfu·los.-Victoria de D. Al Yaro
co, por muerte de su yerno, y por seguir cada vez en de 13azan.-Su vi,¡ita 6 Compo,tela.-Gallegos, pobladores de las
peor estado la locura de la mísera doña Juana, fué AlpuJarras.
restableciendo el órden y aquietando á los sefiores, ·en
especial por nuestro territorio; mas era cortar las En lugar de las verdaderas ventajas qne trae con-
cabezas de la hidra de Lerna, pues por todas partes sigo la independencia del hombre, por espuesta que

renacían inquietudes y aun amenazas de hostilida- se halle á caer en la aoarq ufa, fueron los españoles
des. En nuestro territorio puso D. Fernando con pa1·- acostumbrándose á vanos títu1os y honores. Cárlos
ticular esmero la atencion, mandando asegurar sus tomó el dictado de majestad, en lugar de alteza;
muchos y excelentes puertos y haciendo salir al con- los ricos-hombres fueron g·randes de España, con el
de de Lemos y á D. Fernando de A.udraue, temibles privilegio de cubrirse delante del rey, q uieu los llamó
para el rey por los grandes señoríos de que disponían, primos, de la propia manera que á los títulos de Cas-
no menos que por el espíritu rC'suelto que les alentaba. tilla, parientes, en vez de amig·os, como en lo antiguo
(1517.) De seguro, no era siempre el deseo del pro- eran llamados. Nombres que disfrazaban el verdadero
pio medro el que movía á estos señores á mostrarse t estado de las cosas, en el cual no repararon los espa-
inquietos, antes bien es fuerza tener presente la di- ñoles todo lo que debían, siuo, cuando pasado el humo

frrencia de tiempos y costumbres .•\sí vemos años de las victorias y la pompa <lcl triunfo, se hallaron
, .
adelante á un D. Fernando de Andrade acudir en de- exan11nes.
fensa del Gobierno, obedeciendo al carllenal .Jimenez, Desgracia fué, y no pequeña, el que casi todo
representante del rey, y vencer á los solcl_ados del lo demás de España, con imperdonable egoísmo, per-
duque de Alba, quien había intentado hacer justicia maneciese aparte é indiferente mientras Castilla defen-
por sí, en una disputa suscitada con motivo del prio- • ia. su libertad. Error punible, del cual no han salido
rato de San Juan. todavía algunos, cuando se atreven á acusar á Cas-
11520.) No fueron los primeros años del reinado de tilla de haber ayudado á quitarles sus fuero~. Por ellos
Cárlos I satisfactoria muestra de lo que en adelante lidió el castellano, mientra.s el aragonés y el catalan
había de ser el hijo de Felipe el Hermoso y de doña no q u isi<'ron para.r mientes en que los tristes, que á la
Juan la Loca. Rodeado de cortesanos fia1uencos, que sazon eraa oprimidos por incontrastable poder, habían
apenas conocían en España el idioma, sus primeros luego de verse obligados á ajudar al Gobierno cu con-
pasos fueron el triste resultado que de sí podían dar tra de la libertad de egoistas hermanos. \' erdad es q ne
tan ciegos consejeros. la uniou es la virtud que mas falta nos ha hecho s1en1-
Temían esto~, no sin razon, el enojo del pueblo, pre á los hijos de Iberia .
• que los acusaba de cuantas calamidades llovían á la Temeroso, pues, el señor de Chiévres del desean -
sazon sobre Castilla, en especial de la falta de dinero, tento de Valladolid, y aconsejado de sus amig·os, trató
con que coi:rian de boca en boca cuentos y canciones de que el rey viniese á nuestro territorio, y de que se
populares, ofensivos á la honra de los ~artesanos, y trasladasen á la Coruña las Córtes con vacadas para
sobre todo de Chiévres, cuyo apellido pronunciaban Santiago, buscando de esa manera auxilio en la arena-
harto .mejor nuestros abuelos que nosotros, pues la da, caso de peligro inminente. No era infundado el
.r con que le escribian, la pronunciaban cabalmente temor de Chiévres, pues los vallisoletanos, noticiosos
de la propia manera que hoy se pronuncia la C!t fran- Je que ya estaba concertado el viaje del rey, y te-
~
PROVI~CIA DE LA CORUNA. 71
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miendo no volviese jamás, tocaron á. rebato y se alza- tillería, á la cual respondió D. Alvaro con la de sus
ron, cerrando con sus propic,s cuerpos la puerta para barcos, embistiendo y echando á pique la almiranta
impedir que el rey saliese. Accion mas digna de súb- francesa, al propio tiempo que apresaba otro barco
ditos leales cu aquellas circunstancias, que merecedo- que venia en su socorro. Al cabo de dos horas de pelea
ra del nombre de audacia estúpida, con que la califica llevó el español la armada enemiga apresada al puer-
el continuador de 1fariana. to de la Coro ña.
Salió con todo, Cá.rlos, acompañado de Chiévres, Por tao señalada merced acudió luego D. Al varo ele
poco menos q :!e huyendo, y des pues de visitar en Tor- Bazan á Compostela, en cumplimiento del ,·oto que
desillas á. sn madre, y n1andar que fuesen puestos en para ello tenia hecho; caso increíble, e¡ ue no hagan de
libertad los que habian querido estorbar su salida, e.1 esta batalla la menor meocioo los historiadores fran-
lo cual, no sin razon, vió mayores muestras de amor ceses.
y lealtad que de insolencia, se encaminó á Santiago. (1570.) Años adelante representaron nuestros ga-
Allí tuvo que oir, no sin enojo, las pretensiones al llegos papel mas pacífico del que fuera de esperar en
ducado de 11edina Sidonia, de Giron, á quien arrojó aquellos tiempos. Sublevados los moriscos de las Al-
ele su presencia; y aun esto fuera poco, si el respeto á pujaras, dieron no poco que hacer á las armas de Fe-
la ley no le obligara á prestar oidos á los procurado- lipe II, hasta que, por último vencidos, fueron lleva-
res de las ciudades, sobre todo, los de Toledo. Con dos á lo interior de España, sin dejar una sola familia
estos se cometió el desafuero de escluirlos de las Cór- morisca en tan estensa region.
tes y desterrarlos, llamando con tan inconsiderada La prontitud con que la ignorancia acoge las m9.s
injusticia las horrendas calamidades que por Castilla absurdas noticias, es cosa, en verdad, que maravilla.
se desataron. Pretende el vulgo que los andaluces no son mas que
Grande fué el enojo contra los flamencos, al ver lo moros convertidos, y aun en la propia Andalucía sue-
hecho con los toledanos, con que la córte atemorizada le citarse al alpujarreño por verdadero prototipo de la
se trasladó á la Coruña, en donde tambien siguieron anterior poblacion musulmana.
los procuradores presentando sus reclamaciones sin Digan esto los que desdeñan el estudio de la histo-
lograr que se les atendiera. Lejos de ello, los minis- ria patria; ofendan á lo;i andaluces, negándoles el
tros decret;;ron que las ciudades contribuyesen con un noble orígeo ariauo, que á su ascendencia castellana
donativo, el cual ascendia á considerable suma; que deben; pero la historia, apoyada el1 documentos feha-
todo era poco segun lo que necesitaban, Cárlos para cientes, pone en claro que la poblacion musulmana
lograr lo que se proponia, y los cortesanos para hartar fué raida, digámoslo así, de la haz de las Alpujarras;
la codicia. lo cual se verificó á la. manera que acostumbraba hacer
Algunos procuradores consintieron en la ilegal las cosas Felipe II.
determi.nacion de los ministros, esponiéndose para en En lugar, pues, de la poblacion de orígen árabe ó
breve á la venganza que en ellos habian de tomar sus berberisco, y acaso tambien grandemente mezclada
conciudadanos; pero otros se negaron sin reserva. con la primitiva poblacion indígena, establecieron en
Todo fué en yaoo, pues ni siquiera se atendió á los la A.lpujarra once mil familias de gallegos y asturia-
procuradores que, antes de retirarse, presentaron en nos, que foé cuanto pudo reunirse para suplir á las
un memorial sus quejas. veinte y tantas mil familias espulsadas. De esa mane-
Con tao negros auspicios, se embarcó D. Cárlos, ra poblaron hijos de nuestro territorio el último valla-
dejando los ánimos mas enconados que nunca, sin que dar de la independencia del musulman en España.
apenas pudiera decirse quedaba un solo español satis-
fecho, pues las ciudades estaban ya á punto de acudir
á las armas; los nobles, frios, descontentos y aun ene- CAPITULO III.
migos, sin que para conjurar tamaños males fuese
parte el buen deseo del estranjero cardenal Aclriano. La invencible.-D. 1Iarlin Recalde.-Drake ataca á la Coruiia, y es
Dejemos que el fuego cunda, trayendo en pos de sí rechazado.-Error de 1!. Ford.-~aria Pita.
la rcpresion, cosas ambas de que nuestro terri~rio está
exento por haber sido el primero en donde el poder (1588.) Por efecto de lo que hasta la saciedad he-
central ahogó todo gérmen de vida, la cual, no mos repetido, el territorio coruñés no tenia y~ mas
pocas veces se ha confundido en España con la vida de la que le enviaba, ó por mejor decir, concedia
,
anarqu1a. el gobierno, el cual era mas dueño de exigirá nuestros
(1544.) Hemos de referir aquí la visita u.e un csce- gallegos todo género de sacrificios que de ampararlos
lente soldado al cuerpo del Santo Apóstol: el caso y en caso de peligro .

la razon fueron ele esta. suerte. Recorrian los franceses • Rota del todo la paz, que hasta. entonces á duras
las costas del Norte y Occidente de nuestra Penínsu- penas se hacia mantenido entre Felipe II é Isabel <le
la, y á impedírselo vino D. ,\.lyaro de Bazan con vein- Inglaterra, dispuso el español la famosa y desgracia-
ticinco navíos. El clia rle Santiago avistó el español la da escuadra, á la cual llamaron con sobrada anticipa-
ar1nada francesa, compuesta lle treinta navíos, fon- cion la I,ivencible. Salió esta en el mes de mayo á la
deada en nuestra costa, y ocupada su gente en robar mar, pero una violenta tempestad, anuncio de las que
.. cuantos pueblos podia. A esto, el almirante francés,
viendo encima al enemigo, recog·ió su g·ente y em-
mas adelante habían de acabar con ella, la dispersó,
arribando apenas la tercera parte á la Coruña.
• bistió á nue:;tra escuadra, disparando sobre ella su ar- En este puerto se repusieron los navíos maltratados,


72 '
CRONICA ~
GE:l\'ER.AL DE ESPANA.

y apenas serenó el tiempo, dieron la vela los ciento bles días pasados en «la moy querida España,»-n1ell-
treinta buques que componian la armáda. Por desgra- 11el(nved Spain.
cia babia ya muerto el insigne D. Alvaro de Bazan, Falso halago, inicua mentira, de que mas tarde se
marqués de Santa Cruz, y en su logar dió Felipe el vale para herirnos á m\l.usal va con capa de amigo:
mando de la escuadra al duque de Medioa Sidonia, bien que la. lectura del citado libro nos favorece de
jefe poco hábil, si bien llevaba por teniente al gallego seguro á los ojos de todo lector imparcial de cualquier
D. Martín Recaldo, esporto márino. nacion que sea, en vez de perjudicarnos, como parece
El mal soceso de la Invencible cae fuera de nuestros que á menudo lo intenta Mr. Ford.
límites: solo diremos que dospues de desgracias sin Tenemos en verdad por increíble que su obra sea
cuento y padecimientos increíbles, se perdió una bue- tan poco conocida en España; pero no hay duda que
na parte. Nuestro Recalde, merced sin duda á su des- la tal guia y la obra de Napier sobre la guerra de la
treza y valor, pudo contemplar las hermosas riberas independencia, pareceu, ó son, mejor dicho, dos libros
del puerto de la Coruña, antes de morir, lo cual acae- escritos para ofendernos hasta donde sea posible. Di-
ció muy poco despues de su llegada. versa ha sido la suerte de entrambos: el de Ford,
(1689.) Era natural que Isabel de Inglaterra qui- 1 como consag-rado m~ra1nente á España, y escrito para
siese vengarse de la enemistad de Felipe II, y como ingleses, no ha sido puesto en otra lengua, sin que sea,
nuestro territorio caía mas á. mano, sobre él vino al por lo tanto, conocido mas que de estos y tal cual
cabo á descargar la tempestad. Cierto, no fué estala pri- estranjero; no así el de Napier; pues traducido al fran-
mera vez que los ingleses SP. presentaron ante la Coru- cés anda en manos de todo el mundo, sino es de los
ña en son de guerra; mas tambieo ahora se hallaron .españoles, q oe llevados harto á menudo de increíble
nuestros gallegos igualmente dispuestos á. combatir y desidia, apenas tenemos ánimo mas que para ofender-
rechazar al invasor. nos y dañarnos mútuamonte cuanto podemos.
Gobernaba á la sazon el reino de Galicia D. Juan Ni es ag·eno á este punto lo que vamos diciendo,
de Padilla, marqués de Cerralvo, cuanJo se presentó antes bion, desde ahora en adelante habremos, aun
por la costa una armada de setenta navíos, mandada sin salir de nuestro territorio, de vernos obligados á
por Drake, con catorce mil soldados á las órdenes rebatir, primero á. Ford, y mas tarde á Napier, no sin
de Enrique Norris. Era este buen soldado y general dejar tambien de ponerlos frente á frente, para que
de esperiencia, con que despucs de hacerse cargo uno des1uienta á. otro, en los casos harto repetidos en
del terreno de la Coruña y sus alrededores, desem bar- que la mútua comparacion ponga de manifiesto su
có hácia la ria de Betauzos, pareciéndole que ya es- deslealtad y enemiga para con España. De ese modo,
taba la empresa poco menos que acabada, caso de que y aunque ligeramente, por no consentir otra cosa la
nadie fuesP parte á estorbarle el poner los piés en índole de este trabajo, cumpliremos como buenos cro-
tierra. nistas, poniendo ante todo en claro la verdad, y res-
Logrólo en efecto, á su salvo, no habiendo por el petándola por cosa santa, donde quiera que la halle-
momento fuerzas que se opusiesen á ello, y en scg·ui- mos, satisfaciendo al propio tiempo la obligacion de
da, caminando el breve espacio de tres á cuatro leguas todo buen hijo de volver por la honra de la madre
que quedaba, se puso á la vista de la Coruña, por patria ofendida.
tierra, mientras la escuadra hacia lo mismo desde Vol viendo, pues, á nuestra narracion, diremos que
el mar. Ford pretende para sus compatriotas parte del triun-
Aquí no podemos menos de contestar á una de las fo, diciendo que estos se apoderaron de la Coruña,
muchas noticias erróneas que da M. Ford en su libro ti- pero no de la ciudadela. No había entonces, ni ha ha-
tulado en inglés .Alan1tal 6 guia del viajero por Espa- bido despues en nuestra Coruña mas ciudadela que la
1ia (1), guia de la cuál no se ha de juzgar por tantas ciudad de su nombre. Lo que se llama Pescadería y
otras tan de sobra conocidas, como escasas de mereci- es ,t la sazou el barrio mas importante y rico, era en-
mientos. Lejos de esto, el libro Ford es obra bien escri- tonces lo que el propio nombre intlica, esto es, pobre
ta y aun bien pensaua, en el sentido literario se entien- mansion de humildes pescatlores, cuya adq uisicion
de, que por lo demás, merecía llamarse: «Guia del in- nada valia para los ingleses, mientras la verdadera
glés que sea rico, egoísta y pague este libro, en el cual Coruña permaneciese con las purrtas cerradas, esfor-
hablaremos con elogio de cuanto el lector prefiera; zados defensores, no menos honrados gallegos que
esto es: en religion, del p1tseisino; en política, del leales españoles, en las enhiestas murallas y en ellas
partido tory; en milicia del duque de \Velliogton; así ondeando, libre y orgulloso, mecido por las auras del
como nos burlaremos de cuanto respete, y llenaremos Atlántico, el pendon de Castilla.
de ignominia cuanto adore el pueblo español.» Y ad- ~1as si la defensa fué heróica, no hay duda de que
viértase que el libro, antes de trocarse, como muc1tas el ataque fué ta1n bien proporcionado, y que el valor
veces lo hace, en libelo infamatorio contra un pueblo por an1bas partes se mostró igual en los hombres: re-
entero, se presenta al lector con una dedicatoria en la dundancia puesta aquí no sin misterio, pues hubo,
portada, en la cual, con fé mas que púnica, de que además, en aquella ocasion una hembra, gloria de su
tan falsa y cobardemente acusa lueg·o á cada paso á patria y honor del solar gallego.
nuestro pueblo en general, dice el autor que dedica Escasamente guarnecida la plaza, á duras penas
su libro á un compatriota por memoria de los agrada- lograban los defensor~s atender á todo el recinto
amenazado, como ya hemos dicho, por diversas partes
/\) Hand•llook, for Spain, by ForJ. London. lllurroy. á la vez, y siendo numerosísimos los ingleses. Habían

• - •
PROVINC[A DE LA CORUÑA. 73

estos embP,-tido por el punto de la muralla que pare- De rsc mono, n1ientras una provincia se defendía
cia 1neoos difícil, no sin rxito, pues los nuestros, por $Í propia contra los cne1nig-os de su rey, el poder
pocos para re>sistir á los muchos que los asaltaban, de este, mal regi,lo y no siempre confiado :i buenas
apenas tcn,an ánimo para estorbarles la entrada manos, empezaba á estrellarse contra los cle,nentos,
cuando una 1nujcr, en vcrda,d heróica, llamada l\1aría antes de sucumbir al encono de los hombres.
Pita, emhrazanrlo espada y rodela de un soldado La toma. y saqueo de Cádiz por los ingleses, al n1a.n-
muerto, em pPzó á gritar. á los suyos, no menos ad1ni- do del conde de Essex, llenó de ira á la nacion y de

rados del espíritu de la valerosa gallega que de la pre- deseos de vengarse á Felipe II, el cual, no dándose
sencia ele los ingleses eo el sagrado recinto ele la Co- por venciuo con el triste rcsultaclo de la Jn1Je1tcible, y
ruña: «_\.nimo, seguidme, a1nigos n1ios; ánimo, que mostrando ánimo veruaderamente grande y resuelto,
en nuestras manos tenemos la honra del no1nbre es- dispui:;o nueva armada contra Inglaterra. Reuniéronse
paiiol.» en Lisboa ochenta navíos, los cuales dieron la vela en
Cobraron nuevo esfuerzo los valientes defensores de época del año harto desventajosa para la empresa que
la Coruña con tan inesperada ayuda, y siguiendo á .intentaban.
~Iaría P,ta, arremetieron á los ingleses, no siendo la Era ya mediado el mes.de octubre, y los barcos,
heroína gallega quien menos fuerzas demostró, así de asaltados por furio::ísima. tormenta, qnedaron muchos
ánimo con10 de cuerpo, habiendo quien asegura que sumergidos, perc111<111losc en el los no pocos hom ure~,
mató al hermano de Norris. Despues de esto, y ha- con lo cual se tuvieron por dichosos los que al cabo
biendo pc"rdido los enemigos mil quinientos hombres, pudieron hallar amparo y abrigo en las costas de Ga-
dieron de mano al cerco y á la esperanza de seúorear licia, especialmente en el puerto de la Coruña, donde
la Coruña. por fin entró la mayor parte de la escuadra, si bien
• •
Entonces fué cuando, llenos de saña, vengaron en harto malparada y llena de averías: uno de los ma-
la indefensa Pescaclcría, quemándola y saqueánclola, yores desastres que amargaron los dias postreros de
la afreutade que no habian podido librarse con lasarn1as. Felipe, cuyo corazon dcspeuazaba la in1ágcn de 'la
En cuanto á 1'1aría Pita, si bien son rnuchas y muy próxi1na ruina de la monarquía y aniquilamiento de su
diversas las versiones que corren acerca de su perso- casa, al ver que su mismo sucesor ni aun tenia fuerzas
na, es lo cierto que el rey la premió con una pension, para demostrar su voluntad, cuando apenas fueran ya
igual en la cantidad y aun el nombre al sueldo de parte para hacer freute á tamaños males el carácter
alférez. Heroiuas ha habido en el mundo, mas pocas de Cárlos I y la perseverancia de su hijo.
han ig·ualado á l\Iaría Pita, uniendo como esta el ejem- La naciou que, ya sin vida, estaba totla acostum-
plo á la palabra. •rampoco ha logrado otr,\alguna ser- brada á alimentarse con el humo ele estériles victorias
Yir á su patria en mas oportuna ocasioo. y lejanas cooq u is tas, vió llena de es pauto que estas
Triste es decir que, mientras la posteridad ha her- lejos de preservarla de ruina total, solo habian oculta-
moseado con aureola de gloria la frente de nuestra do traidoramente el abismo, á la manera de la niebla
ilustre :tllaría, Galicia tenga puesto en olvido que hace que sube de lus hondos valles é inspira funesta con-
siglos le está debiendo una estátua. fianza al incauto caminante por las laueras de la mon-
'fa! fué lo que 1\1. Ford llan1a «toma de la Coruña,» taña, el cual no es dueño u.e advertir el tre menLlo y
á lo que uo podemos menos de contestar con uuestro casi inevitable peligro, hasta que un paso en falso es
buen historiador nlariana, en ocasion un tanto sem~- la primera y única SPñal irremisible de su mifcrte.
jante: «¡A.si 1Jen;;an los eneniigos del nonibre cristiano!» Entonces se manifestó, á la par de otras muchas,
una de las plagas q uc siempre cunden y prosperan por
los Estados en decadencia, á. saber: los arbitristas. Y
• si va a decir verdad, ni aun las personas que mas for-
CAPITULO IV. mal1nente trata bao de aplicar el remedio á males poco
n1cnos que incurables, dejaban de merecer, cuando no
Comi~nza la decadencia de la monarquia.-~ueva ar1nada contra In• otra cosa, el uomdre de incautos. Cierto que si el de
g-lnterrn, igunhnente ,le,g-raciada.-Insurrcccion u.e Portu:¡-al.-Don arbitristas que el pueblo e~paüol dió á cuantos, por
Pe,lro de .\cu u a, arzobispo Je ::,nnt,ago.-EnemigJs u.e l!,paua. mouos y maneras masó menos realizables é in~rei-
bles, prometian el alivio y aun el pronto recobro del

(lü97.) :tilas si los hijos del territorio coruñés se enfermo para en breve, cuadraba á los que ciegamen-
mostraron en esta ocasion, como siempre, dignos de su te acogian planes absurJos, quiméricas esperanzas y
no1nbre, íbanso ya advirtiendo en el gran cuerpg de necias prohibiciones, debemos decir de cuantos por
la 1nonarq uía induuablcs y dolorosas señales de pró- entonces se ocuparon en la política y gobcrnacion del
xitua ruina, la. cual empieza á columbrarse hácia el Estado; «éraulo tollos.»
fin t1,,1 reinado de F!!lipe II. Cierto que muy pocos se Xo es, pues, de cstrañar que las proviucias 1uas
har,an á la sazou cargo de los 1uales q uc á España atendidas y gobernadas hayan sido las de mayor de-
a1nc11azaban, pero no h:1y duda que el descaecimiento cadencia, al paso que cu nuestro territorio, a,;1 como
de la salud de Felipe parece á nuestros ojos precursor eu el resto de Galicia, preservados, merced al necio
de la tremenda catástrofe que aun hoy lamentamos. Y desden de la córte, de su ridícula :y mortífera protec-
?có1uo no, si hasta ho;r sentimos eu el. corazon pena cion, el número de habitantes, lejos de disminuir,
mortal, á. la par que el rostro se nos arde con el rubor como ·cu el centro y 1Icdiodía de la Península, empie
de la pasada afrenta'.? za cabalmente á auu1entar cu esta época; seiial evi- ·
COR UISA. 11)


74 ~
CRONICA GENERAL DE ESPANA.

dente de prosperidad para los pueblos, cuando, como y báculo, tomó á Portella, que de nosotros habían res-
por este tiempo, los gallegos, lejos de padecer y verse catado los enemigos, y á Castel Lindoso. Llamábase el
sujetos á los graves inconvenientes que traen consig·o prelado D. Pedro de Acuña.
la escesiva division de la propiedad y la falta de man- Vanos esfuerzos para ayudar á un gobierno inca-
tenimientos que hoy dia los aflige, sacaban de la tier- paz, contra el cual, justo es decirlo, no tenían reparo
ra y del Océano sustento agradable y abundante, á lo sus mas poderosos enemigos en acudir á todos los me-
cual no se oponían las leyes, trabas y reglamentos, dios, por ruines y despreciables que fuesen. Así
que hoy llegan hasta el punto de prohibir á los habi- Luis XIV auxiliaba á Portugal con armas, hombres y
tantes de la costa el cocer su mísera comida con el dinero, aun despues de haber solemnemente prometido
agua del mar. al ajustar la paz con España, no prestar la menor ayu-
Asunto es este de la poblaciou en que nos ocupare- da al insurrecto portugués; accion digna de que la
mos mas detenidamente al comenzar el siglo xvrrr. posteridad la repruebe, señalada falta de buena fé con
Años y auQ siglos hacia que nuestro territorio no un enemigo débil y casi sin fuerzas, bien que para se-
babia oido hablar de otros enemigos que ele aquellos mejantes enemigos se ha repetido á menudo en el
con quienes sus hijos iban á combatir, bajo el glorioso mundo el desapiadado grito de Breno: «¡ V(e victis!»
pendon de Castilla, á estrañas tierras y por demás ¡Grito que sobre los hijos ele este ha repetido tambien
aparta.das. Hablamos del verdadero enemigo, esto es, por muestra de su justicia, la cólera divina!
del que con las armas en la mano, y merced á la ve- De esa manera, mientras los leales hijos de nues-
cindad, amenaza con terrible poderío, que tal vez le tro territorio, en compañía de sus hermanos·, lidiaban
inspira deseos de trocarse en conquistador, pues en por la patria, allende el l\Iiño, el rey de Francia en-
cuanto á las amenazas y ataques de los ingleses, no viaba soldados, oficiales y dinero á Portugal, y para
dejaban de tener grande semejanza con las correrías jefe del ejército enemigo del rey de España vino asi-
de los berberiscos y de tal cual aventurero francés, mismo el célebre Schomberg.
así por lo inesperado del ataque como por sus tristes Notable fué taro bien la pérfida conducta de Ingla-
consecuencias, cuando los hijos de •.\.lbion no hallaban terra, de donde acudieron en pr6 de los portug·ueses
defensores y heroínas como en la generosa Coruña. trece mil hombres, armas, oficiales y una escuadra de
(1640.) ~fas ya, ui paz lograba Galicia, la cual veinticuatro buques. Tales eran los amigos, aliados y
despues de ayudar al coude-duque en la guerra de pacíficos vecinos que á la sazon tenia España; que á
Cataluña, se veia obligada á hacer nuevos esfuerzos tan negra conducta há siglos se halla acostumbrada.
contra sus, mas que vecinos, hermanos, los hijos de nuestra mísera Península.
allende el Miño. Difícil es, en verdad, hallar mas encono contra un
Ageno es á nuestro propósito el seguir tratando de pueblo desgraciado del que por esta época y años ade-
la insurreccion de Portugal; suceso funestísimo para lante demostró toda Europa en contra nuestra. Baste
ambos pueblos, y cuyas consecuencias, además de la decir, por prueba de ello, que el baron de Pointis no
inevitable postracion que sobre ambos ha traído, ple- se avergonzó de guerrear contra nosotros en América,
gue al cielo no llame toda'\"ía mayores males, ni acu- unido con l ,s mas abyectos é infames piratas queja-
mule mas tremendos desastres sobre la desgraciada más salieron de la hez del mundo, bandidos cuyo
Península ibérica. nombre de Filibttsteros, del barco chato llamada Fli-
Cuaiftlo la robusta encina perecr, brotan á sus piés bttste, en que solían navegar, ha tenido en nuestros
poderosos retoños, llenos de sávia y lozanía; pero ¿cuán- dias admiradores, y aun en España han llegado al-
do llegarán á competir ni aun con el seco tronco del gunos incautos á referir sus crímenes por hazañas
árbol secular? Solo despues de siglos. Y en ese tiempo, gloriosas, caso que, si bien no tiene nada de estraño
¿no habrán de temer la impía segur'? ¿Acaso el rayo suceda á aquellos que acostumbran á apreuder la his-
ha pactado con ellos, prometiendo respetarlos? toria patria en libros meramente estranjeros, no impe-
Tanto golpe repetido sobre la desgraciada España, dirá que sorprendan las alabanzas concedidas á ban-
la iban ya desangrando, dejándola poco menos que didos, sobre cuyos hijos, que en parte lo eran los plan-
exhausta. Sin fuerzas el gobierno, á las provincias tadores do Santo Domingo, ha caído en nuestros dias
quedaba casi del todo encomend·1do el defenderse. Ha- uno de los mas tremendos castigos que recuerda la
bi-?ntlo in vatlido algunas fuerzas nuestras á Portugal aterrada humanidad. ·
por las fronteras de Galicia, llevando consigo los ma- Séanos lícito, al contemplar á España desde el ter- '
les que á la guerra acompañan; y mas si esta puede ritorio coruñés, admirarnos, llenos de dolorosísimo
llamarse «como civil,» los enemigos procuraron ven- asombro, de la ruina de nuestro poderío. Levanta-
garse por cuantos modos les fué posible, llegando á mientos, guerras civiles, insurrecciones, hijas de in-
amenazar con sus armas y rabioso encono aun nuestro trigas palaciegas: hé aquí lo único que, á los con-
propioterritorio, cuyos hijos tomaron parte en la de- tristados ojos de nuestt"os gallegos , presentaba la
fensa de Galicia, quedando en las fronteras de esta patria. Y rn el espantable dcsórdcn y total desquicia-
harto mas escarmentados los portugueses, que por las miento de la monarquía, como si faltase algo á nues-
márgenes del Tajo y Guadiana. tra desventurada, vemos á un príncipe, bien poco me-
(1661.) En esta g-uerra, el arzobispo de Santiago, recedor de llevar el gloriosísimo nombre de otro,
no olvidando la gloriosa tradicion de su sede, y po- como él basta.rdo, pero mas honrado español; vemos
niendo en práctica, eu su buena y !Pgítima acepcion, al último Juan do Austria atreverse á negar el es-
el antiguo proverbio: .11l ar.tobispode Santiago, ballesta fuerzo á los españoles, diciendo «no q ueria mas q uo
~
PRí>Vf::S:CIA DE LA CORUNA. 75

»soldados alemanes, porque eran los únicos valientes y el principio babia manifestado para negarse á ir á
»buenos para el caso» (1). Flandes, fueran parte, ni eutonces ni ahora, para
¡Nécio insulto á España., mczq uina y presuntuosa atenuar su conducta. Bien que en aquellos momentos
ignorancia, propia de quien, seguramente, no sabia de desventura para los pueblos, en que no parece sino
que el Gran Capitan y D. Fernando de Andrade ha- que todos hacen cuánto está en su mano para perder
bían vencido á las gloriosas huestes de Francia y á la la razon, difícil es, y aun mas que difícil, imposible,
férrea gendar¡nerta escocesa de Au bigoi, al frente el concedérsela á nadie.
de hijos de Galicia y Astúrias, honra de Iberia!! Cier- Encaminóse D. Juan desde la Coruña á Castilla, y
to que muchos españoles de ahora parece que lo ig- dícese que los puebloa le acogían, gritando: <<Viva el
ran tambieo, ocupados como se hallan en la ingrata rey D. Juan, muera el mal gobierno.» Dejémosle ven-
• tarea de traducir del francés la historia de su patria; garse de su enemigo el Padre Nithardo y humillar á
funesto rmpeño, cuyo mas triste resultado, además de la reina, que ambos, á la verdad, allá se iban en ruin-
no esclarecer la verdad de los sucesos, Lará que la ju- dad de miras y poca disposicion para los negocios con
ventud acabe por perder la confianza en su gloriosa y su aforunado y popular contrario. Justo es decir que,
honrada sangre; última desventura que puede llover s.i en la mayor parte de España era grande el favor
sobre un pueblo. que D. Juan hallaba en casi toda la nobleza y el
(1665-169'1.) A la muerto de Felipe IV, heredó el pueblo, uo dieron nuestros gallegos las muestras de
trono el desventurado Cárlos II. Galicia, apartada, sublevarse en favor del príncipe que los hijos de otras
cual nunca, de las intrigas que en Madridherviao, sin provincias. Acertaron en no dejarse Ct>jar por las pro-
las leyes y franquicias catalanas, sin los fueros de los mesas del insurrecto, quien, al verse fuera del gobier-
vascongados, y sin que, á trueco de todo esto, le fuese no, pedía que la administracion del real patrimonio se
lícito ni aun comerciar con América, á no hacerlo por pusiese en manos mas fieles (1) y que todo se hiciera
manosi del mercader del Mediodía, lo cual era peor que en pró de España únicamente; cosas á las cuales no
la prohibicion, dada la imposibilidad que entonces ba- hay memoria en documento de la época, que se con-
bia de todo trato con las Indias para nuestros coruñe- sagrara despues con mayor esmero D. Juan que sos
ses, así como para sus hermanos, Galicia, con todo, antecesores.
tP.nia mas recursósque hoy para alimentará su pobla- Escasos acontecimientos, dignos de memoria, dis-
cion, la cual, como ya hemos dicho, iba cada dia en traian por este tiempo la ateLcion de nuestros galle-
aumento, al revés de lo que en el centro de España gos de su afanosa y honrada vida, salvo las mala~
.
• acaec1a, nuevas que de la guerra venían casi siempre, las in-
(1668.) Era D. Juan de Austria gobernador de los trigas, motines y ruines sucesos'de la córte, y tal cual
Países Bajos, y hallándose á punto de embarcarse auto de fé, celebrado en Santiago, en cuya ciudad ba-
en nuestra Coruña, supo qne su amigo y confidente bia tambiE:n un tribunal particular de la inquisicion.
D. José Malladas babia sido preso y condenado á A tal punto de lastimoso marasmo babia venido á pa-
muerte; suceso que produjo en Madrid, así como en rar la, en otro tiempo, inquieta vida de Galicia; inquie-
• toda España, señalado y funestísimo efecto para el ta, pero llena de lozanía y gloriosas esperanzas para
gobierno. Dejando á un lado las razones que este pu- lo porvenir, segadas por la cruel y recelosa política
diera tener ¡.,ara creerse con derecho á llevar á cabo de Fernando V.
semejante acto de violencia, que lo es siempre el (1690.) Viudo Cárlos II de su amada esposa, la rei-
poner deliberadamente en olvido á la ley, ámenos que na doña María Luisa de Borbon, trataron de casarle
la suprema de salvacion de la patria y las institucio- cuanto antes, pues era grande el ánsia que todos te-
nes lo HXija, es lo cierto que la muerte de l\Ialladas nian de que naciese un heredero á la corona. Fué ele-
sirvió en gran manera de pretesto.á.D. Juan para fal- gida para reina de España doña J\,lariana de Neoburg,
tar ásu deber. nacida á 28 de octubre de 1667, con lo quo tenia á la
De esa manera, el príncipe, en vez de embarcarse sazon veintidos años, seis menos que el rey. El 15 de
en la Coruña é ir á servir al rey y á España en los mayo se publicó el casamiento, efectuándose por pode-
Paises Bajos, determinó vol verse á l\Iadrid. Falta gra- res á 28 de agosto. Dilataron sobremanera el viaje de
ve é imperdonable, no pocas veces cometida por..aque- doña J\,lariana los malos tiempos del Océano, mas al
llos que, mas dados á servirá su propio interés que cabo llcg·ó la jóven desposada á la Coruña y al Ferrol
al de la patria, han preferido al sagrado cu m plim íeu- el 28 de marzo de 1690 (2).
to de su obligacion los fáciles y menguados laureles
de una guerra civil. •

No daba á la sazon nuestro territorio la señal de CAPITULO V .
desobediencia al rey; dábala un príncipe, próximo
• Estudios sobre la actual poblacion del territorio corulics .
pariente del monarca, sin que las razones que desde

Hagamos punto por ahora en la narracion de su-
(1) Como- D. Juan ha desacreditado completámsttte el valor de la cesos históricos; descanse la vista del triste espec-
na.ciou c~pnñola, por degenerada. de su Cama. de otros tiempos, y se
neca~itnu aun ,nas hombros, etc., etc., han resuelto touer pocos regi•

mientos españoles y servirse de estranjeros en cunnto sea posible.- (1) Ortiz. Co111penlio de la Historia de EspaÍla, libro XXT, capi•

Correspondencia oflcl>l.l del arzobispo de Emhruo M. 1\1\guet, tomo 11 tulo II, t. VI.
pl\g. 31. (2) Orliz. Lib. XXI, cap. VI, t. VI,



'
CRONICA ~
GENERAL DE ESPANA.
76

tt\culo que la monarquía presenta; serénese el ahna y en asuntos económicos: las pesquería!., antiguo ma-
respire, al ver que debajo del yerto cadáver, cuyos nantial de riqueza ele Galic1a, empezaron á clrcar.t· á
• míseros despojos todavía cubren á trechos desgarra- fines del siglo xvu; en resolucion, nuestros galleg-od,
dos pedazos de púrpura imperial, alienta la ,·ida del abandonados poco menos que ásu propio albedrío, ape-
.. pueblo; jóven, como cuando era recien llegado del co-
razon de Asia; honrado, como cuando se llamaba.
nas tenían noticia de la córte y el gobierno, mas que
cuando se veian obligados á sostenerlas cargas y gra-
celta; animoso, como en tien1po de Pelayos y Ra- vámenes que so pre testo de utilidad para el l•:statlo,
. eran los únicos bienes que de l\!adriu llovian sobre las
n11r0s.
Nada importa el mí;;ero estado á que la dinastía prov1nc1as.
austriaca ha traido al pueblo español, nada la postra- 1',1as el aumento de la poblacionde Galicia, no de-
cion aparen te, los desiertos campos de Aragon, Casti- bido á. la proteccion del gobierno ni á ningun otro me-
lla y Andalucía; ni aun la falta de brazos del centro y dio artificial, estaba fundado en la agricultura, lenta
el Sur debe hacernos temer que la monarquía española y seguramente estendida por todo nuestro territorio,
se acabe por falta de hombres. al cabo de siglos de trabajo y constancia, merced:í los
Años hacia.que la poblacion de España iba dismi- foros, de utilidad suma en cierta época, porque con-
nuyendo de increible manera: ciudades de la mayor vertian al colono en verdadero propietario, con que
importancia se hallaban poco menos que despobladas; despertaban en su corazou el amor á la tierra que
provincias enteras casi desconocían la agricultura, sin cultivaba y el interés en mejorarla. Hablam >s cte
ofrecer mas que pastos á los ganados trashumantes. la utilidad de los foros, no del abuso que de ullus se
El mal habia empezado á 1nostrarse al descubierto á ha hecho en la época presente. Las casas esparcid.as
mediados y sobre todo á fines del siglo xv1. por el campo y cerca ó en medio de las tierras q ne el
Cabalmente, y mientras España se muestra como labrador beneficia, han sido utilísimas á la agricultu-
herida de muerte, en nuestro territorio y en lo de- ra, así como la cria y ceba del ganado, en especial el
más de Galicia, acaece todo lo contrario. No consis- vacuno.
te en Yeruad la historia en tlar tan solo cuenta de Vamos hallando pll.rtede las causas del aumento ele
gu~rras ). pomposos triunfos. Estamos hablando del poblacion de nuestro territorio,.en tiempo en que Es-
territorio coruñés, cuya inmensa poblaciones la mayor paña se mo::;traba al mundo desangrada y exhausta;
parte rural, si bien no por oscu1·a ha de verse puesta pero aun tenemos á mano otras de no menor peso para
en olvido, cuando por sus escelentes virtudes y amor esplicar la causa del fenómeno, en la apariencia s1 n-
al trabajo merece ser tenida grandemente en estima, gular, que nos ocupa.
estudiando á la par su estraordinario crecimiento en Ciegos de codicia, los comerciantes que traficaban
la época. 1nas desventurada de la vida del pueblo es- con las Indias preferian el oro á cuanto de allá pu-
pañol. diese venir; tal vez llegó por acaso, entre los metales
Llegó esta, como es sabido, á su triste período du- de ~Iéjico y Perú, una planta, á la sazon desconocida.
rante los últimos años del sig·lo xvu, en los cuales, y en Europa. Galicia, en vez de dedicarse á servir de
como resumiendo toda clase de desventuras, fué la arcaduz del oro de América para los estranjeros, em-
despoblacion mayor que nunca. Apenas llegaban en- pezó á cultivar durante el siglo xv1 el maíz. La gran-
tonces á seis millones los habitantes de España, su- de utilidad de esta planta en clima t)'l.n benigno y
mergidos en la mayor pobreza, y cada vez mas incli- templado, persuadió á los hijos de nuestro territorio,
nados á abandonar del todo la agricultura, primera como á sus demás hermanos, á beneficiarla en gran-
fuente de honra y prosperidad para los pueblos. de, lo cual acaecía ya durante el siglo pasado; á tan
l\Iaravilloso es que, mientras de tan espantosa ma- útil cultivo y empleo vino despues á. unirse la humil-
nera se iban despoblando los mas ricos territorios, de patata, casi de tanto provecho como el maiz, y tam-
presente el nuestro con ellos tan increíble contraste. bieu mas beneficio,sa para Galicia, que para Sevilla y
Si va á decir verdad., parece como que, á medida que Cádiz las mal empleadas barras de blanco y amarillo
el centro y l\Iediodía se despueblan, sirve semejante metal.
desgracia de señal para que la poblacion de Galicia De ese modo, la constancia de nuestros gallegos, su
empiece de dia en dia á crecer, lo cual so verifica de amor al trabajo y al campo do nacieron, hallaron opor-
señalada manera á fines del siglo xvn, si bien el incre- tunísima ayuda en las causas de que acabamos de dar
mento era ya notable desde el anterior. cuenta por mas notables é importantes, con quelapo-
No se sorprenda el lector de que procuremos dete- blacioo agrícola del territorio coruñés llegó á. ser, en
nernos en este punto, por mas que no tengamos á proporciou, cual lo es hoy dia, una ele las mas nu1ne-
mano batallas, príncipes ni héroes de que dar cuenta. rosas de Europa.
Estamos narrando la historia del territorio coruñés, y Venturosos nosotros, que podemos fijar tranquila-
el deber y la conciencia nos mandan imperiosamente mente los ojos en el feliz territorio de la Coruña, fe-
estudiar el estado de su pueblo. liz á no dudarlo á la sazon, si se le compara con las
Todo parece, á primera vista, dispuesto en contra mas ricas y fértiles comarcas de España, á cuyos pro-
de nuestro territorio por este tiempo. Dueños los galle- pietarios, ni aun les era lícito acotar y ser con toda
gos de la mejor costa de la Península, no podian co- verdad dueño::; de las tierras que de sus padres habian
merciar con América á menos de no acudir á Sevi- heredado.
lla, lo que hará reir, cuando no otra cosa, á cuantos De esta manera concluimos de dar cuenta de lo su-
no sepan la increible ignorancia de aquellos tiempos cedido en nuestro territorio á fines del siglo ~ v11,


~
PROVíNCL\ DE LA CORU:>;A. 77
-------~--------------------------------------
Tal fué la representacion de nuestro territorio por
mientra~ España entera oía, temblando de pavor, la
triste nueva de la 1nuerte ele Cárlos 11. Privada de aquellos n101nentos en la c6rte, ,;i liicn, no por su !!S-
cuanto contribuye á la vida de los pueblos, y habien- casa diligencia en prodigar halag·us y muestras este-
do en rnal hora, por la desunían de sus hijos, ahora riores de lealtad, dejó de S<'r sicrnprc fiel á Felipe V
castigados, prrdido el uso ele la libertad que á sus ma- y á sus descendientes, caso doLlcmente meritorio. por
yores ennoblecía, apenas era posible comprender el Ct1anto es indudable q uc alcanzan n1ayor premio aq ue-
tristísimo estado á que hah1a venido á parar la monar- llos q uc saben á tiempo vrn1ler celo ele leales servido-
q ufa de Isabel I y Cárlos V. res, que los que se atienen á curnplir sie1npre con su
deber y callarlo.
(1702.) Cierto que Cll uing-una ocasion nos ha.
, CAPITULO VI. de doler mas el no po<ler cstcndernos por las otras
provincias de Galicia, her,nanas de la nue;,tra, cual
Dinnstín tle Borhon.-Entradn en '.\illllri \ ,le Felipe.-E~ aclama,\o y en la ocasion presente. Y ¿cómo no, si Galicia re-
jura.lo.-Ficstns.-Guerra lle sucesioo.-Amenazaa á nuestra costo.
l os aliados. cuerda y recordará, mientras el mundo exista, el ter-
ri blr suceso del 22 de octubre de 1i02 en la ría
Días rnas felices vinieron á España con la nueva de Vigo'?
dinastía. No hay duda que si se compara nuestro esta- Con todo esto, fuerza superior á nuestra voluntad
do durante el pasado siglo con el de los tiempos de nos obliga al silencio, no siéndonos lícito decir otra
Cárlos 11 y Felipe I'l, la ventaja es grande é innega- cosa, sino que el príncipe ele Barbanzon, virey de
ble á favor de la casa de Burbon. Grandrs beneficios Galicia, vió de fortificar y proteg<'r las costas de nues-
debió á esta nuestro territorio, y de ellos iremos dando tro territorio, tratando de poner al abrigo de los alia-
cuenta en la ocasion oportuna. dos, no solo este, mas to<la la costa que baña por el
• (1701.) Hallándo;;e ya en 1Iadrid Felipe ,,, tratóse ~orte el mar cántabro, así como la que se estieode
de que le juraran los reinos. Rabia en la córte diputa- hasta el desembocadero del 1Iiño.
dos <le to<las las ciudades, que, con licencia del rey, ha- Ko se llegaron los aliados á la nuestra, por mas
bían venido á darle obediencia y besarle la mano (1). afortunada ó mejor defendida, cuando no de mal
Levantados ya los pendones en aclamacion de Felipe, agüero para las armas inglesas; y sobre to<lo, porque
se consideró que la formalidad de las Córtes seria de en la bahía de la Coruña ó en el puerto del Ferrol no
grandes gastos á las mismas ciudades, harto empeña- era á la sazon tan fácil dar pasto á la codicia, corno
das ya, con que se dió órden para que enviasen pode- en la casi indefensa ria de Vigo.
res para hacer el juramento de fidelidad y pleito-ho- Escasos son los acontecin11entos de importancia de
menage, señalando el rey el dia 8 de mayo de 1701. que pode1nos dar cuenta, mientras hablemos de la n1a-
Cumplieron las ciudades enviando al punto los po- yor parte del pasado siglu; pero en cambio, debe nues-
deres á los diputados, n1enos Galicia, á la cual había tro territorio grandes bienes á la dinastía dP. Borb,,o,
tocado en el sorteo el segundo lugar; pero no concur- en vez del puniblé abandono en que le tuvo la aus-
rió con las demás ciudades, por no haber llegado los tríaca. No suele haber grandes batallas que referir, oí
poderes de aquel reino (2). altos personajes de que dar cuenta, pero llegamos á
Despues del juramento, fué la entrada solemne de época, en la cual, un ministro de la corona puede
l<'elipe V en 1-fadrid, siendo indecible el entusiasmo y decir al rey de España, sin temor de verse desmentido,
espléndida la rnagnificencia con que fué recibido. que «desde que tiene España la <licha de que Fernan-
Quien quiera mas detalles sobre aquel dia, -puede ver do "\' I sea su monarca, no es despreciada en Europa,
el .Diario de Ubilla, á que ya nos hemos referido en las como lo fué en el pasado siglo y parte ele este» (1).
notas; pues á nuestro propósito cumple únicamente Ante cuyas palabras desmerecen los mayores elo-
decir que, no siendo la época mas afortunada en Es- gios que del buen Fernando y de su época pueden ha-
paña para las artes que para las letras, de cierto die- cerse. Solo nos opondremos á una parte del inforn1e
ron muestra los adornos, arcos, estátuas y versos que del marqués de la Ensenada, por cuanto en ella se
servían á aquellos de esplicacion, de mejor deseo que falta, aunque de cierto sin intencion é ín<lirectameu te,
buen gusto. .,. al buen nombre de Galicia: digámoslo por prueba de
Citaremos tan solo, por prueba, los versos que los lo frecuente que en España ha sido, aun en las mas
encargados de los festejos hicieron decir á nuestra venturosas épocas, el desconocer los propios b1ene:,;,
Galicia, l<JS cuales tienen, entre di versos inconve- despreciando ó no parando mientes en ellos, sin duda
nientes, el no pequeño de s&r ininteligibles. Y de- por ser de casa.
cían asi: Dice, pues, el marqués de la Ensenada en su in-
forn1e:
«La fee en la fee de Galicia «La caballería sin gran trabajo se puede remontar,
«Con su Escudo ayuda al que
«Es balante de la Fé.» porque el español se inclina á ella, y caballos sufi-
cientes proclucir~n Andalucía y Estremadura, etc. Lo
difícil es el aun1ento de la infantería, pero no imposi-

(\¡ Véase el Día,·io de/o., ,'iaj~,, ,/el rey. Lib. I, cap. X, por D. Anto-
nio de Ubill!I, marques lle Riba.,, del cual tomamos testul\lroente fra-
i<eK enterR9, pflg. IOJ. (1) Informe para el a<le\antamiento do lo. monarq nía y buen !{obier-
(2) Dia1·io de lo• t·i«je.! r/,/ rey, Lib. I, cap. X, id. id.,pág. 13<!. no do elll\, presentado al rey en 17Jl por el marqu~ de la Ensenada.
. ~
78 CRONICA GENERAL DE ESPANA.

ble; los naturales n? a11t!lii la Íi~/anterla, por cuyas ra- mi real ánimo: usando de la suprema autoridad eco-
• zones es necesario que haya los menos batallones ve- nómica qtie el 1.'odopoderoso ha depositado en mis
teranos que sea posible.» manos para la proteccion de mis vasallos ·y respeto de
De esa manera, y puesto que los naturales de Es- mi corona, he venido en mandar sean estrañados de
paña no aman la infantería, para el marqués de la todos mis dominios de Esp'lña é Indias, islas Filipinas
Ensenada no debiao_ de ser españoles los catalanes, y demás adyacentes, los religiosos ele la Compañía,
hijos del alto de Aragon, navarros, vascos. montañe¡'les, así sacerdotes como coadjutores ó legos, que hayan
asturianos y gallegos, que apenas montan á caballo, hecho la primera profes ion, y los novicios que quisie-
y son en cambio la primera infantería del mundo. Ce- ren seguirles, y que se ocupen todas las temporalida-
guedad por cierto increíble, perdonable en personas des de la Compañía en mis dominios. Y dareis para
no entendidas ó en militares incapaces, pero jamás ello las órdenes é instrucciones necesarias, acompa-
vista en España, siempre que en ella ha habido ver- ñando ejemplares de este mi real decreto, á los cuales,

daderos capitanes . j estando firmados de vos, se les dará la misma fé y cré-
dito que al original. Rubricado de la real mano. En el
Pardo á 27 de febrero de 1767 .>)
La órden fué llevada á cabo el 9 de abril en toda
CAPITULO VII. España, y el l.º en Madrid, ocupados los colegios de

los jesuitas, puestos centinelas en los campanarios y
Espulsion de los jesuitas.-El Padre Isla.-Guerra con Inglaterra.- en todas las celdas, sin permitir entrar ni salir á na-
Libertad concedida (1 la Coruña de comerciar con América.-Socle- die. Reunidos despues los padres, oyeron leer el de -
dad Económiea. creto de estraiíamiento de España y sus dominios. Se
les concedía permiso para llevar consigo el breviario,
(1761.) Siendo ya rey Cárlos III, los hijos de n ues- alguna ropa, chocolate, tabaco y otras cosas necesa-
tro territorio, á la par de los demás gallegos, no pu- rias, así como el dinero que tuviesen, con que declara-
dieron disfrutar del beneficio que el monarca conce- ran la cantidad por escrito. Despues de cerradas las
día á la mayor parte de España, perdonando las con- puertas, fueron conducidos en compañías de diez in-
tribuciones, así como las cantidades adelantadas por dividuos al sitio en que se hallaban los coches en que
el Tesoro en los últimos años á los labradores. Nada habían de ir, emprendiendo al punto la marcha, escol-
hubo que perdonará Galicia porqu0 nada debia; que tado el carruaje por d0s dragones para impedir toda
jamás los nobles hijos del Celta y el Suevo se han comunicacion. Los hermanos legos y otras personas
mostrado av~ros de su oro ni sangre en tratándo- agregadas á la Orden, fueron encerrados durante al-
se de servir y honrar á la madre patria. gun tiempo, y luego puestos en libertad. Fueron tales
Suele decirse que Santiago representa lo pasado de las precauciones y tan pronto ordenada la ejecucion,
Galicia, la Coruña lo presente y el Ferrol lo porvenir; que nada se supo hasta la mañana siguiente, y ya
y esto, que hasta cierto punto es verdad, no debe to- cuando los desterrados iban caminando (1).
marse por artículo de fé, dado que el Ferrol, porejem- De semejante manera pasó el suceso en toda Espa-
plo, tiene notables recuerdos de otras épocas, y aun ña; pero en el territorio coruñés se a·umentó la lástima
hoy no alcanza su importancia á la que tuvo en los y piedad de sus habitantes, al ver entre los desterra-
buenos tiemp0s del siglo xv111, asunto en el cual nos dos á uno de los hombres mas ilustres de nuestra nacion
ocuparemos con la detencion debida a.l hablar del en el pasado siglo.
departamento, lugar para ello mas á propósito que Vivía por aquel tiempo en la casa de la Orden que
el presente. esta tenia en Pontevedra, el célebre Padre Isla, de
Siguiendo con la relacion de sucesos, daremos edad de sesenta y cinco años, los cuales, por últimos
cuenta de algunos, en verdad importantes y dignos de su vida, en compañía de los pocos que el Señor le
de mencion especialísima. Rey era, como ya hemos pudiera conceder, contaba el buen anciano con poder-
dicho, Cárlos III: próspera España todavía, á pesar de los pasar en las apacibles y del.eitosas márgenes de la
haber ido, en mal hora, olvidaI1do la sana política de Ria de ~!arin.
Fernando VI, iba ya inclinándose en demasía del 11as vanos son los intentos de los hombres ante la
lado de Francia. Con todo esto, puede decirse que Es- suprema voluntad del cielo. Amado y respetado de ·to-
paña, como que se complacía en su propia resurreccion, dos por su escelente carácter y su gran reputacion li-
no menos que en el bienestar general de sus hijos. teraria, serenos los tiempos y sin que la mas leve
(1767.) De improviso recibieron las principales muestra de inquietud alterase los ánimos, bien podia
autoridades dependientes del gobierno español el si- el Padre Isla, al parecer, confiar en ver cumplidos sus
guiente decreto: <<Habiéndome conformado con el pa- honrados y modestos deseos.
recer de los de mi Consejo real en el estraordínario que Con alegre semblante, y lleno de la mayor confor-
se celebró con motivo de las ocurrencias pasadas en midad, oyó el anciano el tremendo acuerdo, que tan •

consulta de 29 de enero próximo, y de lo que sobre ello . poco babia merecido, disponiéndose para el dia si- ..
me han espuesto personas del mas elevado carácter: guiente encaminarse á la Coruña en compañía de •

estimulado de gravísimas causas relativas á la obli-


gacion en que me hallo constituido, de mantener en (l) Becentini, pág. 238 y 239; citada por Guillermo Coxa... España,
suborclinacion, tranquilidad y justicia á mis pueblos, bajo la casa de Borboo. Tra luccion de D. Jacinto Salas y Quiroga.
y otras urgentes, justas y necesarias que reservo en tomo IV. l\lellado, editor.




~ .
PROVINCIA DE LA CORUNA

los suyos, á quienes engañó la fortaleza de espíritu y nas, hijas de la efervescencia que produjo la espol:-
jovial ánimo del compaüero. Mas de pronto cayó sion de los jesuitas. No ha.y duJa que po.- aquel tiem-
con un insulto de perlesía que le cogió la boca y la po se hablaría del caso con e:,cageracion; pero na-
lengua, si bienqnedando libre la cabeza. En vano le die negará, á rncnos de tener corazon ele bronce,
dijeron que era preciso se detuviese para sangrarle y que era, cu verdad, digno de lásti1na el mísero Padre
asistirle, como su estado req ueria; en vano, pues, Isla.
negándose á todo, mostró formalísimo empeño en se- En el Ferrol se reunieron los jesuitas de Castilla,
guir á. sus compañeros. Hízolo así en una litera, y el Navarra, Vizc:i.ya y Astúrias, siendo embarcado nues-
consuelo que en ello esporimentó, le sirvió en gran tro anciano en el navío Sa,t Jua,t ~Vepo,nuceno, cuyo
manera de alivio. Recayó en Caldas, pero una san- capitan, D. José de Biaoes, rnerecc justí,ümo elogio
gría le devolvió la vida, pudiendo al cabo honrarse por las demostraciones de estimacioll y respeto con
nuestro territorio con la presencia de tan insigne que acogió al ilustre desterrado, acomodándole en su
varon. cámara y teniéndole diariamente á su mesa hasta el
En estado harto diferente de otros tiempos llegaba fin de la nayegacion.

el triste anciano á la CMidad de Santiago, en la cual Dejemos al Padre Isla y sus desventurados compa-
tenia infinitos amigos, así como un hermano y dos ñeros padecer aun mayores trabajos en los mares y
hermanas á quienes amaba con todo su corazon. Allí costas de Italia, puesto que no nos es lícito saUr de

recayó por tercera vez, sin que por eso cejara un solo nuestro territorio sino en casos meramente indispen-
momento su ánimo generoso en el noble empeño de sables; queden á un lado apasionados juicios y osadas
seguir la suerte de los demás jesuitas. Pero ni amigos, calurnoias: pero téngase presente con lo que hemos
ni médicos, ni aun la autorizacion del mismo capit:i.n referido del Padre Isla, que, semejante á la de este,
general de Galicia, eran parte á estorbar su intento, fué la courlucta de todos sus compañeros, sin que sus
siendo sus razones que: «si podía es poner su vida sin mayores enemigos, que acaso habrian querido verlos •
»perjuicio de la conciencia, queria absolutamente es- defenderse, por lo meuos en Paraguay, puedan echar-
»ponerla por lograr el consuelo de morir entre aquellos les en cara la menor señal de resistencia á las órdenes
»con quienes habia vi vid o» (1). Respondiósele con de Cárlos III. ;Caso increible en una Compañía, á la
todo que, si él uo lo podia hacer sin pecar, siendo ver- cual se acusaba dP codiciar el señorío del mundo!
dadero suicida, tampoco los demás lo habian ele per- (1770.) Aun vivia cu la mente de nuestros galle-
mitir sin pecar tambien, y menos dcspues de las ór- gos el recuerdo de los tristes sucesos que acabamos
denes recibidas del jefe á cuya disposicion se hallaban de réferir, cuando la guerra con naciones estraúas
en aq_ uellas circunstancias. llegó á alterar la paz que por entonces reinaba.
Cedió al cabo el Padre Isla, si bien lleno de doloro- Rotas las hostilidades contra Inglaterra, };'rancia envió
sísirna pena, la cual no tuvo medida cuando llegó el una ar1nada de treinta navíos, á la cual se unieron las
caso de despedirse de sus amados compañeros. Llevá- organizad::ts en Cádiz y el Ferro!, llegando á contar
ronle al dia siguiente al convento de benedictinos de las escuadras aliad.as con seso uta y ocho navíos, varias
San Martin, en donde fué acog·ido y agasajado cual lo fragatas y otros buques menores.
merecía; mas, apenas repuesto, él mismo suplicó al Tan grande arma1nento, en el cual tcoian notable
juez comisionado, que cuanto antes le proporcionase represcntacion nuestros 1narioos, solo era comparable
el consuelo de incorporarse con sus hermanos en la con la famosa Invencible, á la cual, en efecto, se pare-
Coruña. Logrólo, llegando á esta ciudad tan débil y ció tambieo por sus escasos y tristes resultados, que
desfigurado y con la lengua tan entorpecida, que to- así se iban malgastan lo y consumiendo en estériles
dos á una le compadecían. guerras y funestas alianzas los grandes recursos del
Grandes y poderosas son las razones que nos asis- departamento del Ferrol.
ten para hablar con cierto espacio de la desventura (1780.) Xucva desventura acaeció por nuestras
del Padre Isla y sus compañeros, y cierto que pocas costas durante el sitio de Gibraltar, pues el inglés
personas se han llevado mas la atenciony simpatía de Rodney apresó hácia el Cabo de Finisterre un convoy
nuestros gallegos en ninguna época. Ni ,)s fácil desde de víveres y pertrechos de guerra, que iba para Cádiz,
la actual, á pesar de que todavía subsisten la~os can- escoltado por un navío y cuatro fragatas : presa de

sas frente á frente, comprender el encono y exagera- fácil log·ro para la escua<lra inglesa, pero que sorpren-
cion de amigos y enemigos de los jesuitas, cuando el dió al gobierno y afligió sobremanera á la nacion.
destierro de estos. Por lo demás, pocos príncipes y ca- Durélnte el referido sitio, ayudó en cuanto pudo á la
pitanes habrán hollado el suelo de nuestro territorio, empresa el drpartarocnto del Ferrol con buques y
tao dignos de coosidPracion y respeto como el desven- mari11cros, en hora menguada malgastados por la
turado Padre Isla. mala direccion de la guerra y la ~scasa. voluntad de
Hablóse en aquel tiempo, no solo en Galicia, sino los franceses.
en toda España, del accidente y desgracias de nues- Ya por entonces estaba abierta. la carretera de
tro anciano, á propósito de lo cual dice el señor don 1Iadrid á la Coruña, así com') esta tenia libertan de
Pedro Felipe 11onlau, en la vida qt1e ya hemos cita- comerciar con las Antillas, y en el continente con
do, que se esparcieron voces tao falsas como malig- Yucatan, Can1peche y la. Luisiana; libertad comparti-
da con los puertos ele Barcelona, Alicante, Cartage-
(1) Viiln lle\ Pnilre Tsln, por D. Pollro Felipe Monlau. Biblioteca tle na, Gijon y Santander, y que si bien no era mas que
Autores E~pniloles, tomo XV. la estension tlel monopolio , propio hasta entonces


80 CRÓNIC.\ GENERAL DE ESPA~A.

csclusiva1nente de Cádiz, servia para indicar nuevas Tan1bien iban lleg·ando tropas <le lo interior de la
1urjoras, pues al cabo se permitió comerciar cou Amé- Península que, si bien escasas en número, fueron de
rica á tollas las proYincias de España, menos á las ';,'as- grande ayuda en tau apurarlo tranco, sin que, ni aun
congadas, las cuales, por no ceder en nada relativo á. en semejante 1nomento, dejaran ele ma ravillarse n ues-
sus fueros, prefirieron el contrabando. tros fcrrolanos del cli vcn::o aspecto que el nuevo uni-
•.\.1 punto se advirtieron los cscelcutes resultados de fo r me daba á las tropas de infantería, por demás dife-
la nueYa, aunque restring·ida libertad, siendo las es- rentes de las que á la marina pertenecian.
-portacíones, segun Campomanes, mayores que nunca. Dcse1nbarcaron los ing·leses en la pi aya de Doñinos,
De esa manera, mientras de Barcelona salieron en l '7'78 y en los cliversos encuentros habidos entro ellos y
,eintitres barcos cargados para 1\.mérica, tres de Ali- nuestras tropas, tiene el autor de esta Crónica la
cante, treinta 3· cuatro de ~!álaga, sesenta y tres de honra de q ne el único de sus cuatro abuelos que no
Cálliz y trece el" Santander, salieron de la Coruña babia nacido en Galir.ia, fuese uno de los defensores
,eintiseis, cuyo número fué siendo mayor cada año. del Ferrol (1). Al cabo los ingleses, viendo malogrado
Co1no ya hemos dicho en otro lugar, trataremos cu la su intento, se retiraron.
ocasion oportuna, y cou la debida claridad, del depar- (1802.) Restableciua la tranquilidad por la paz de
tamento del Ferro!. 1'ambien por entonces se fundó en Amiens, vol vieron á mostrarse algunos días serenos,
nuestra Coruña uno de los cuatro depósitos de mendi- en los cuales empezó á desen'.'olverse el comercio y á
g-os establecidos en F.spaña, hallánrl-0se los demás en crecer la riqueza de notable manera, pero hi fatal j'
Cartag·ena, Cádi~ y Zan1ora; así, cu vez de alentar á acaso por entonces inevitable un íon con Francia, nos
los vagos con una rual entendida caridad, se les ense- amenazaba con nuevas y mas tre1n1>ndas desventuras.
ñaba un oficio para ganarse la vida. Principio de e Has fué el love apresamiento de cuatro
(l '7~3.) Con razon la Sociedad económica de Ami- fragatas nuestras, con que no dudó manchar su honra
gos del país logró <J. ue se declararan co1npatibles e-0:1 la marina ingles.<1..
la nobleza. ciertos oficios, sobre los cuales recaia á ma- (1804-.) Tan cruel ofensa movió á España á unirse
nera de infamia, por ejemplo, los de za patero y curti- de nuevo estrechamente con Napoleon: biciéronse
d or: con igual razon decía el re3·, que «no conocia grandes aprestos, á los cuales daba mayor calor uu
n1as oficio vil que el de vagn. » tratado secreto, que ponia todas nuestras fuerzas en
• manos de Bonaparte. Tres escuadras debía tener Espa-
ña para antes de tres 1neses: una en Cád1z de quince
CAPITULO VIII. • navíos, 6 á lo meno., doce; otra de seis en Cartag·en a ,
y otra en el Ferrol de ocho navíos y cuatro fragatas.
l'n ion con Frnncia.-Atncan los ingl..ses ~I Ferrol.-Son rechazn- (1805.) Tenemo,; por cierto que se ha abusado de
do,;.-Combate del Cabo de Fini.sterre. increíble n1c1.uera al tr itar ue hacer mencion honorífi-
ca de sucesos y combates desgraciaJos para nuestras
,\.1 cabo, grandes y aciagos sucesos, acaecidos en la armas; pero en este mo1uento no podemos menos de po-
,ecina .Francia, llegaron, salvando el Pirineo, á des- ner lo3ojos con el m-iyor placer en la conducta que ob -
-pertar :il pueblo español ele su apático reposo. La mo- servaron 1tuestros marineros el dia 22 de julio on el Cabo
narquía, de nuevo en decadencia, lidió primero con de Finisterre.
generoso ánimo contra la revolucion francesa, sucum- Volvia ele América la escuadra mandada por Ville-
bieudo al fin, y accediendo, por su mal, á la renova- neuve, compuesta, como es sabido, de barcos franceses
cion del pacto de ja1,tilia, con lo que se mostraba al y españoles. El miedo á Nelsou cegaba el entendi-
mundo estrechamente unida á aquella república man- miento del almirante francés al paso que se hallaban
chada coo sangre de reyes, cercanos parientes de los enfermos muchos marineros. Villeneu ve deseaba llegar
que se sentaban en el trono español. cuanto antes á Cádiz y solo merced á las instancias
~o era el menor elaüo para nosotros la enemiga de de Lauriston se atrevió á enderezar el rumbo al Fer rol.
Ioglater1a, apenas esta se convenciese de nuestra fu- En su camino halló hácia el Cabo de :F ini~terre á la es-
11<>sta alianza cou los franceses; así fué, que no tardó cuadra del almirante Calder, m1ndauo por N elson {i
C'n dar á la ,ela una escuadra con ánimo de atacar al cortar el paso á la escualra combinada, para lo cual
Ferrol. Contra esta plaza venia alguna gente de desem- habia levantado el bloq uco del Ferrol.
barco, siendo la escuadra de diez navíos de línea, siete De esta n1aoera halló el peligro al desatentado Vi-
frag·atas j . algunos buques menores. lleueuve, quien, confor1D!l á la táctica antigua, trató
Lastirnoso era á la sazon el estado del Ferrol, y de ponerse á barlovento, mientras Calder vió de coger
puede decirse q uc, á mostrar los ingleses mayor reso- á la línea enemiga entre dos fuegos. A<lvirt1ólo Vi-
lucion, acaso no vieran malograda la empresa. l\las al lleneuve y trató de evitarlo, si bien con lentituu in-
punto acudieron nuestros gallegos en defensa de la creible, quedando á vanguardia los navíus españoles
plaza amenazada, la cual se llenó de cuantos hombres con el esforzado Gravina. Densísima niebla había es-
hallaron armas á mano, 1nientras al propio tie1npo torbado á Caldcr el Yer semejante movimiento, con lo
huian las desconsoladas mujeres, algunas coa sus hijos que siguió adelante en su propósito; 1n;is Gravína, sin
ele tierna edacl en los brazos, y muchas can1inando á esperar señal del general en jefe, acometió á la van -
pié por una larga jornada, cobrando con el temor las
fuerzas que no suele prestar la costumbre de una vida
(l)D. Francisco Javier I<'ulgo,io y Ran1irez, :í. la sazon sargento
tranquila y regalada. mayor del regimiento Je A~lúríe.~.
PROV1rsc1A DEL\ CORO!\,\. - 81

guardia enemiga á medio tiro de cañou, sin que la ciertos <le no ser soc,Jrrirlos, sin palos y acribillados á
increíble torpeza de Villeaeuve dejase entrar en fuego balazos, arriaron banrlera.
á la mayor parte de su escuadra; caso vergonzoso, I~otrctanto, á las nueve babia cesarlo el fuego, sin
~mientras los espaüoles combatiao como leones,» se- que la mayor parte de la escuadra franc,•sa hubiese •
gun el mismo Napoleon, en su carta á Decrés. hecho otra cosa mas que ser testigo del alentado espí-
Tres navíos nuestros, el Fir1ne, el San Rafael y el ritu de los espaiioles, los cuales aun combatían al
.Arnérica iban sin arboladura, y por lo tanto sin go- anochecer á medio tiro de caiion.
bierno, á caer en manos del enemigo, cuando Lauris- En vano pidieron los enojados franceses seguir al
ton, al oir á los oficiales franceses que era preciso alcancd del enemigo, que se retiraba sobremanera
socorrer á los referidos navíos, pidió á Villeneuve q oc maltratado, pues Villeneuve, mas atento á :;us propios
lo n1audase, pero este se negó á dar la seiial que to- temores que á su honra y la de Francia, solo dió una
dos le pedian. Solo el navío francés Pluton, despues de órden tard1a é inútil, puesto que los ingleses ha-
g·enerosos esfuerzos, pudo salvar á la Antéíica, yéndo- bían tenido ocasioo y vieuto favorable para ponerse
se los otros dos hácia la línea enemiga, sin poderlo á salvo.
evitar, con lo que pelearon torla la noche hasta q uc, Habrá quien diga que de este encuentro nada

Vista de In Coru11a y caslillJ rle Snn Anton .

• •
queda, pero subsiste, á no dudarlo, la honra; últi- 6 D. Alvaro de Bazao, que por Dios y el rey morian;
ma sag·rada prenda de un pueblo en los dias mas acia- nombres para ellos harto mas sagrados, que para los
gos de su existencia. Cierto que los huracanes del siervos del imperio el no pocas veces aborreciJo nom-
Atlántico barrieron el humo del combate de Fiuisterre, bre del señor.
pero no su memoria del corazon de nuestros ho'orados ~1as ahora, el imperio se estienue borrando fronte-
gallegos, dispuestos á lidiar por su España, y aun á ras, derribando tronos, y aun haciendo que desaparez -
morir, si necesario fuese. can pueblos enteros de la haz de la tierra; tremenda
Retirada la escuadra á Vigo , vol vi6 cuatro dias prueba, á la cual se disponen los hijos de nuestro ter-
despu!.'::: hácia nuestras costas, entrando al cabo en el ritorio á hacer frente con todo el vigor de su ánimo es-
Ferro!, desde el cual, á pesar de las órdenes é instruc- forzado.
ciones de Kapoleon, navegó la vuelta de Cádiz, adon-
d(' llegó á 2'1 de julio. ¡De tal manera cumplia \'ille-
neu Ye la órden de encaminarse á Brest!
CAPITULO IX.
A.sí se preparaba taro bien el desastre de Trafalgar,
Est.ndo socinl.-Unidnd le la historia de Onlicia.-EI reu.J.alismo y los
á cuyo recuerdo va unido el de los buenos hijos del tie,npos modernos.-El P. Sotelo.-Division territorial de Galicin,
territorio coruñés que en la airada pelea sucumbie- anterior á la presente.
ron, mas por satisfacer la necia sumision de Godoy y
el temor de ''illeoeuve á Napoleon, que por morirá la Veamos antes de proseguir, cuál era el estado po-
manera de aquel los e;;pañoles de D. J uan de Austria lítico y social del pueblo que nos ocupa, para de esa
CORU1'.A. 11

82 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

manera con1prender mejor la resistencia. que en él suponer en nosotros el deseo de resucitar el feudalismo
halló la. invasion francesa, á p"sar del aparente letar- en nuestro territorio, vamo:! á. mostrar la manera. con
go en que toda Galicia yacia desde el siglo xv. Nece- que juzgaban las personas mas cultas y entendidas do
sarios son los actuales estudios, por mas que en la Galicia el estado á que babia venido á parar su tierra
apariencia vayan á la ligera y de pasada, para cono- desde principios del siglo vx hasta los tiempos pre-
cer en lo posible el estado anterior, así como el pre- sentes.
sente. Ad viértase, que en los anteriores á la centralizacion
Quiero nuestra desgracia qne la historia de Galicia. moderna, la anarquía, que á menudo era propicia á.
tenga tal unidad, que casi siempre, lo que se haya de los tiranos, hacia en cambio, mas frecuentemente de
decir con respecto á la Cocuüa, conviene á las demás lo que se cree, veces de libertad. Y cierto, que si por
provincias; de manera, que es en alto grado dificulto- los caractéres que entonces descollaban-poderosísima
so, si no imposible, decir hasta donde llega nuestro prueba de haber sido amamantados por la libertad-y
cometido, y en donde hemos de dejar tarea encamen - por la pequeúez de los hombres actuales, llegamos á
dada á nuestros compañeros, encargados de las demás establecer exacta comparacion entre ambas épocas,
provincias. no sale la presento muy bien librada. Pose á aquellos
Como ya mas de una vez hemos a.puntado este in- para quienes el sumniztni bont&1n do los hombres es el
conveniente, bueno será dejarlo aquí, si bien advir- poder repetir lo que decia el degenerado romano de
tiendo, auoq ue pequemos en ello de insistencia, que todo divino emperador:
es punto menos que imposible, el considerar á nuestro
territorio del todo apartado del resto do Galicia. «Ante quien ntuda se postr6 la tierra.»
Hartos sacrificios nos han movido á hacer semejante
consideracioo: sucesos de que apenas hemos dado cuen- La Edad media es apenas conocida aun hoy día;
t~, fases diferentes del estado social de nuestro pueblo, ¡qué mucho, si el pueblo de Tácito y Tito Livio ha
ligeramente indicadas, y altos personajes, de innega- visto negados eu nuestra época, ó bien del todo trans-
ble influencia en toda Galicia, con dificultad suma formados, siglos enteros de su historia! No ya con
traídos á. cuento, son prueba evidente de los estorbos, respeto, sino con voneracion, hemos de mirar á los
que aun la pluma mas hábil y mejor cortada ha de pocos pueblos que en el mundo han sabido gobernarse
hallar en el estrecho campo de la actual provincia co- á sí propios, sin consentir el predominio de clases ni
ruñesa, del cual no podíamos en conciencia salir, sin personas; mas cuando lo contrario ha suceJido, no á
faltar al plan de la publicacion. estas, sino á los pueblos, es á quienes, en todo caso de-
Mas, aunque á primera vista la empresa arredra, berian pedir estrecha cuenta sus hijos de la libertad y
nos presta en cambio poderoso aliento el deseo de ser- bienestar perdidos. No con vanas palabras ni re-
Tir á la tierra en que nacieron nuestros padres, y de tóricas frases devolveremos á nuestros mayores su
enaltecer, ya que no con obras, con el deseo al me- dignidad, ni legaremos á nuestros descendientes la
nos, la siempre querida sangre de Galicia, á la cual honrada altivez de íberos y celtas, reanimada. por sus
jamás nos cansaremos de decir que debemos la honra próximos parientes, los generosos germanos, deq uienes
y la vida. un mal entendido y peor llamado espíritu liberal, in-
Como la única manera de dar estimacion y lustre á tentará en vano hacer renegar al pueblo español, el
la profesion literaria, es que cuantos á ella se dedi- mas altivo de la tierra.
can, por débiles y escasas que sean sus fuerzas, esc-ri- Aun en el caso de pedir la cuenta de que hablamos,
ban lo que su conciencia les dicte, sin que de ello los será necesario tener presentes infinitas y diversas cir-
aparten los mas temibles obstáculos, hemos hablado cunstancias, aunadas con sobrada frecuencia en daño
de ciertas épocas de nuestra crónica conforme á lo de los hombres. Donde quiera q uo el Arya, esto es, el
que nos parecía, por mas que tuviésemos plena cer- blanco, el hombre por escelencia, tenga que hacer
teza de hallar oposicion en la mayor parte de lo que frente á las tradiciones de otra estirpe inferior, ama-
sobre semPjantes épocas se suele pensar. Y es tan rilla, negra ó bien mestiza, le veremos lidiar y caer
cierto, que si va á decir verdad, hemos tenido que so- á menudo, si bien para levantarse con mayor fuerza;
breponernos al temor, al ver que la conciencia nos que es propia condicion de la noble estirpe de Japhet,
impedia seguir la opinion general, llegada hoy dia el mostrar su energía, aun en los momentos en que
aun á las manos del vulgo, con respecto á la influen- se la considera agobiada y rendida á la 1nayor flaque-
cia y fin del feudalismo. za. Veuturoso el hombre, cuando logra sobreponerse
Cierto que en un artículo de periódico puede muy á tanto estorbo conjurado en su daño; en verdad ven-
bien ser lícito alabar á. aquel, ó ponerle por los suelos, turoso, si para alcanzar su intento p·)ne la fé en el Se-
segun el intento ó la necesidad del periodista: pero ñor, el respeto en la ley, la honra en las costumbres,
no hay duda deque se corre gravísimo riesgo, siem• la dignidad aun en sus propios pensamientos; en re-
pre que se trata de juzgar un asunto mera1nente local solucion, mantiene hasta la muerte el firme y cons-
y relativo á un pueblo aparte, aplicándole reglas y tante ánimo de ser hombre.
principios generales, no en nombro de lo que hoy lla- Escrita s~ halla en la historia con hiel y sangre la
man el derecho, que ni siquiera eso se hace, sino si- decadencia de todo el pueblo, así como su consiguiente
guiendo la corriente y cerrando los ojos al estado so- regeneracion por otro superior. Por desgracia, los ven-
cial y político del pueblo á que se quieren aplicar. cidos al recobrarse de la pasada derrota, suelen pre-
Como nadie que tenga mediano juicio será capaz de ferir hacer bajará su nivel á los que tienen por ene-
I


I_

)

PR.OVIXCIA DE LA CORURA. 83

migos, en vez de levantar el pensamiento á la varonil príncipes, y otros en sor vicio de obispos y abades mo-
energía del primitivo vencedor.
nacales y de otras personas de alta representacion,
No basta ser iguales, si hemos de serlo para yacer quienes se llevaban inmensos tesoros de los trabajos y
en el lodo temblando á los piés de un tirano llámcs
sudores de los gallegos, para enriquecer sus casas
Dios, '!'iberio 6 Terrorista. Cierto que un scño; de horc:
Y deudos de otras tierras, quedando Galicia exhausta
y cuchillo se reiría de las lucubracionPs de los filó- y aniquilada.
sofos; pero no hay duda, que en medio de la anar- De esa manera, cuadro tan desconsolador no debía
quía, tan contraria á la preconizada centralizacion de parecer gran mejoría, aunque para hacer compa-
p~esente, se ~isfrutaba, mas á menudo de lo que se raciones no hubiese otro que el do las mas inquietas
dice, de una hbr.rtad propia de hombres. ¡Dichosos los y azarosas épocas, dado que, en estas al ménos, lo que
pueblos que saben hermanar los buenos principios de los tiranos roba bao para sí, en casa q uetlab a y e o casa
administracion y gobierno con la dignidad, lo cual lo habían de gastar, como en efecto lo gastaban,
deben á sus propias virtudes y no á la discrcciou de mientras las nuevas sanguijuelas solo teaian el pen-
los gobernantes! samiento de volverse á su tierra, en cuanto dejasen
Por á la ligera que vayamos, es imposible dejar de exhausta la parte que les ha bia ca ido en la ralea, cu-
preparar en lo posible el terreno, para comprender el yos restos dejaba caer en tierra gallega el soberbio
verdadero estado social de nuestro territorio. Servirá- halcoo de los tiempos feudales.
nos de guia un escritor gallego de principios del siglo Largamente se cstiende el buen Padre Sotelo, pro-
pasado, cuyo manuscrito permanece inédito en la poniendo remedios, e¡_ ue nadie babia de tener en
Academia do la Historia, mereciendo con to·lo, á juz- cueuta, siendo de todos el primero y principal, que
gar por lo que de él hemo::; visto, otra suerte que la todos los cargos, de cualq uicra clase que fueren, se
do quedar relegado al olvido. Nació el P. Juan Alva- diesen á hijos Lle la tierra¡ porque, tlice, los naturales
rez Sotelo en Perrelos, lug·ar de la Limia, en el obis- por el cariño y amor que engendra la patria, cuidan
pado de Orense, habiendo escrito su libro por los años ordinari11meote mejor de sus ovejas, sin permitir cosa
de 170'7 (1). Era nuestro escritor jesuita, y maravilla que ceda eu su perjuicio espiritual y temporal. Y al
cómo en aquellos tiempos hablaba con tanta libertad contrario, los extraños procuran despojarlas para en-
de asuntos, personas y corporaciones, á quienes aun riquecer sus parientes, sin darles pena ni cuitlaclo el
hoy, como que protege el recuerdo del pasado e!-plen- aumento temporal y espiritual de ellas; pues entien-
dor. Ni se crea citamos al Padre Sotelo por emi- den 1nejor los de casa que los estraúo<; las inclinacio-
nente estadista, ni por hombre hecho á grandes ues y costumbres de sus compatriotas. «Cosa muy
• máximas de política :r gobierno, pero su obra eg, á esencial, aúade, en personas públicas para gobernar
no dudarlo, reflejo de la opinion general por Galicia con todo acierto » Ri tal cosa es de esa maner~ nece-
en aquel tiempo; al paso que en toda ella, y dejando saria, y por cierto q oc no lo creen1os á la manera del
á un lado el exagerado espíritu de provincia, así como Padre Sotelo, segun tambien se atestigua, trayendo á
ciertas máximas estrechas y vulgares, se percibe el cuento la doctrina del angélico doctor Santo 'fomás,
doloroso quejido de un pueblo, n1al comprendido du- habremos de confesar que van ya pasatlos no pocos
rante largos siglo¡.:, y cuyos males, en vez ele hallar centenares de años, sin que nuestro territorio haya
alivio, cuando se vi6 libro de los tiranos domésticos, al apenas disfrutado de semf'jante beneficio. Bien es
caer en manos mercenarias y codiciosas, se ag·ra ,aron. verdad que tenemos por absurda exageracion, hija de
Si á duras penas se hallará en el mundo comarca un mal eutendido amor á Galicia, al querer apartarla
tan rica y abundante como Galicia, mas difícil es to- del resto <le España, cuando el verdadero intento de
davía hallar pueblo tan sufridor de trabajos, ni tan t0do buco gallego debe ser el que su tierra valga
hecho á pasar toda su vida en co_otínua escasez. Caso cada día mas, no para sí única y esclusivameote,
en verdad difícil de comprender, cómo pueden existir sino para, en compañía de las otras provincias her-
aquellos infelices campesinos enroedio de la miseria manas suyas, aumentar el realce y esplendor de la •
que los rodea. Quc>jábase el Padre Sote lo de 1os muchos patria. Pero con10 el gobierno, en aquellos tiempos,
tributos que Galicia pagaba en su tiempo, de los gas- se creia obligado á poco mas de exigir los tributos
tos que añadían los arrendadores y do las in.Qan1era- que poJia, quedando á cargo de las provincias el
bles rentas que se pagaban á monasterios, iglesias, mirar. no solo por su admioistracion, sino por su de-
señores y príncipes, así seculares como eclesiásticos. fensa, será asunto de difícil, si no imposible, averi-
Pero, ante todo, tenia por la mas grave causa <le la guacion los gastos y sacrificios de todo género hechos
perdicíon y ruina de toda Galicia, dañosa taro bien á por nuestro territorio en la época u.e que vamos tra-
los h ijos-dalgo y caballeros, e I estar el reino desde tando.
los años de 1500 (sic) gobernada y tiranizada, así _en Dividicla•Galicia en las siete provincias de Betan-
lo espiritual como en lo temporal, por estraños, quie- zos, Coruña, Lugo, 11ondoücdo, Tuy, Orense y San-
nes traian consigo la mala ventura, unos con nombres tiago, :í. nuestro actual territorio correspondían en su
do militares, otros con títulos de ministros de justicia, mayor parte las dos primeras y la última. Tenia B .!-
otros con administraciones de rentas del rey y de tanzos, antes do la actual di vision de España por pro-
vincias, treinta y cuatro mil ciento veintinueve veci-
nos y ciento sesenta y cinco mil ochocientos noventa
(l) Yénso In Revista titulnca Galieia. Aiio I, núm. 1.0 y siguien- y nueve habitantes; Coruña, quince mil l)oventa y
tes. Coruña, 1860. Director D. Antonio Je la Iglesia. Euitor respon, siete vecinos y setenta y dos mil ochocientos treinta
sable, D. Francisco de la Igl~sin.


,

84 CRÓXICA GENERAL OE ESPA~A.

y cuatro habitantes, y Santiag-o, ciento ocho mil no- cántara y 1fadrid en el juramrnto de Felipe V; á. lo
vecientos veintinueve vecinos cou q uioientos treinta cual contestaremos con el nombre y el libro de don
y tres mil quinientos treinta y cinco habitantes (1). :\.ntonio de Ubilla, marqués de Riva-,, del Consejo de
No debia de ser grande la diferencia de ht pobla- In<lias, y secretario del Despacho Universal.
cion entre los tiempos en que se publicaban estas no- Do todas maneras, es lo cierto que Cárlos IV tuvo
ticias y los primPros años del siglo presente, á que que conceder el privilegio de voto en Córtes á. Astúrias
llega la relacion de sucesos de nuestra Crónica. Las y Galicia, cuna de la monarquía castellana. Cierto
guerras y trastornos que habian mediado, eran mas á que los Reyes Católicos tuvieron poco en cuenta la
propósito que para acelerar el medro de la poblacion, riqueza de las ciudades y su fidelidad, así como el
para estorbarle. privilegio é importancia de la tradicioo, y únicamente
atendieron á las que enteramente habiao sido siempre
sus parciales. En cuanto á los q_ue fueron contrarios,
CAPITULO X. solo transigieron con ellos, caso de no poderlos vencer;
que si esto sucedia, el garrote con los mas altivos, y
Diputncion.-Residia en la capital de Oalicia.-Córtes.-~!onges la mina preñada de pólvora, puesta en los cimientos
franceses.-Cnrácter feuunl de nuestro territorio.-.-\paltn.
de los castillos rendidos, oran los medios empleados
Los ayuntamientos de cada provincia elegían un para derribar prontamente todo estorbo. ¡ Escelente
representante de esta, el cual, unido con los otros medida es podar el árbol cuando su sombra ofende, 6
seis, forn1aban una diputacioo, que se reunia cada las ramas van mal dirigidas! Criminal y necio á un
seis años en la capital de Galicía, puesta en nuestro tiempo es aquel que tala el bosque frondoso quo le
territorio, bien fuese en Santia""O sirve de am?aro contra los vientos y fríos, llamando
O l bien en la Coruña l
sobre la tierra á la lluvia, bendicioo del cielo, só pre-
para autorizar la cootribucion de millones, y nombrar
testo de que en la espesura pueden albergarse daño- ,
un diputado, que con los de las ciudades de voto en
sas alimañas.
Córte;:, coocurries" á la diputacion general de los rei-
nos de 1fadrid, la cual se renovaba ta.m bien cada seis Por lo demás, y á pesar de cuanto se ha dicho, el
feudalismo de España no consiente comparacion, aun
años.
Ni se crea que semejante órden venia de muy anti- en Galicia y Cataluña, con el de la Europa central.
• De esa manera, siempre que en aquellos tiempos
guo. En el juramento y pleiLo homenaje hecho al rey
Felipe V por los rL'inos de Castilla, de que ya hemos vemos alzarse los concPjos, como por ejemplo los de
hecho mencion, juraron por comisarios <le las ciudaues Sahagun, Compostela, Lugo, Rivero, Tuy, Oporto y
de preferencia señalada, los de Búrgos, Leon, Grana- Coimbra, acaece semejante suceso contra los señoríos
da, Sevilla, Córdoba, :tllurcia y Jaen. En seguida, las eclesiásticos; pero jamás hasta cierta época, contra
ciudades, esto es, sus comisarios, sortearon entre sí los señoríos seculares.
los lugar<'s de esta manera: Gua(lalaJara, Galicia, la Caso que no dejará de maravillará los que solo tie-
ciudad de Pl.\senc1a y villa de ,\.lcántara, componien- nen puestos los ojos en los soberbios señores, dispues-
tos siempre á la guerra, ó que al menos entretenían
do el voto ~or 1,:stre~adura, Zamora, Cuer1ca, .-\ vila,
los ócios que esta consiente, empleando las fuerzas y
Toro, l\fadr1d, Segov1a, Valladolid, Palencia, Soria,
el ánimo r('suelto en cacerías de todo género, por roas
Salamanca y Toledo.
pr6xi roo remeuio de las marciales funciones
Como ya hemos dicho, al hablar del primer rey de
Con todo eso, no hay duda de que el impulso que
la casa de Borbon, recibieron poderes los diputados
movía á alzarse á los concejos, unos formados de
que había en 11adrid, suprimiéndose de esa manera la
burgueses y otros de villanos, venia de las formas y
formalidad de u na nueva convocatoria, que fuera de
disposiciones feudales á la francesa, que los monges de
grandes gast0s á las ciucladcs, harto agobiadas ya por
Cluny querían imponer á los españoles. Oponíanse
crecidos empeños. Advierte D. Antonio de Ubilla en
estos á tao desusada tiranía, y á pesar de que los mis-
su Diario de los Tri ajes del Rey, que si bien tocó á
Galicia el segundo lugar en el sorteo, despnes ele Gua- mos reyes, protectores de los monges, castigaron se-
verísimamente las rebeliones, renacian estas ' lleo-audo
o
dalajara, no conc~rri6 aquella, por no haber llegado
los podf'res del reino (2). por fin el caso do tener que huir los mongos de los
monasterios, en que á la fuerza, y contra el mani-
Era lin1itado el número de ciudades y villas de
fiesto deseo de los concejos, b.abian sido establecidos
voto ea Córtes, hasta q Qe Fernando V é Isabel deter-
por los reyes, viéndose los demá:i obligados á ceder,
minaron fueran solamente diez y ocho, siendo la pri-
mera Búrgos, y la última 1'ole<lo. así como el monarca, pues ya hubo concejo que en los
años de 1232 logró el Fuero Real, por opuesto á los
Abolidos los fueros de la corona de Aragoo, tuvie-
vejámenes é insoportable tiranía que consigo habían
ron representantes las capitales de este reino, con-
traido los monges franceses.
c~d!endo ~árlos IV igual p~ivilegio á Astúrias y Ga-
Cierto que el carácter feudal de estos, así como de
ltcta. Sabiendo esto, no dcJará de haber quien pon o-a
reparo en los nombres de Galicia, Estremadura,
preseotada por la ciudad de Plasencia y villa de Al-
:e- todo el clero de Francia, llegó á influir en parte del
nuestro, desde fines del siglo xr hasta mediado del xrur
en el cual vemos á los pueblos, perdida ya toda pa-
ciencia, alzarse, como hemos dicho; si b:eu hay que
tl) Dicc1c:.,nario de )1iilano, art. Onlicin. tener presente que, quienes querían mejorar sus fueros,
(2) Lib. I, cap. IX, pág. 133. eran los vasallos de pueblos abadengos y episcopales,.
~
PROVINCIA DE LA COR.UNA.

pero nunca u.e señorío seglar ó laical, como ahora se y pueblos, por sí miren y para sí trabajen, sin esperar
suele decir (l ). con gemidos 6 maldiciones en los labios la proteccion
No es sorprendente que los españoles, hechos á de efímeros gobiernos. El dia en que todo español lo
mayor libertad de la que consentian los fueros nacidos entienda de esta manPra, será el último de nuestras
de estrañas ideas y de estado social inferior, á no desventuras, y el primero en que tengamos real y
dudarlo, en este sentido, se mostrasen tan resueltos verdaderamente derecho, cual en ,1tro tiempo, al res-
enemigos de quien se los queria imponer. Compárese prto y admiracion del mundo. :tl,fas se ha andado por
la libertad con que disponían de sus bienes los hijos de este ca1nino dr lo q oc muchos creen. ¡ Plegue al cielo
Galicia, Astúrias y Leon por los años de 769 (2), y las que á despecho de tanto encono )" desventura, tenga
disposiciones del fuero de Sahagun, dado por el abad Espafia por norte la f~ en Dios, y la verdadera honra
Bernardo en 1085. fundada en el trabajo!
No podian los vecinos cocer el pan, sino en el horno Cuando tal suceda, no llorarán las provincias de la
de los monges, y si llegaban á hacer alguno en sus Coruña, Lugo, Orense y Pootevedra errores de go-

casas, ó tenían pala, seri:1 destruido, quedando además biernos ciegos 6 tímidos, que, á semejanza del de
el dueño obligado á pagar al abad 5 sueldos; si se ha- Cárlos III en 1763 (1), crean remediar el daño con
llaba en poder de alguien una rama de árbol del soto aplazarle, siendo así que suele pedir prontísimo y efi-
ó monte del monasterio, tambien había qne pagar 5 caz remedio. Los males y el verdadero estado social
sueldos; el que cort~se raíz, q uedaria preso y á. mer- serán de todos conocidos, porque Galicia, persuadida
ced del abad, para que hiciera de él lo que quisiese; de su propio interés, será la primera que ponga el
las casas de los vecinos púdian ser registrn<las, para dedo en la llaga, en vez ,le gozarse en el bárbaro pla-
averiguar si había en ellas leña, sarmientos y yer- cer de dilatar .:1u cura, haciendo por disimularla.
bas, por ventura, del monasterio; nadie podia com-
prar telas, pee ·s y leña para quemar, á ménos de
que los monges no qnisieran comprar estas cosas para CAPITULO XI.
sí, y quien á ello faltase perdería lo comprado, que-
dando en la obligacion de pagar 5 suelr:los de multa; Nnpoleon.-Sus palabras en Santa Elena.-Atentado de BnyDn'l.-Al-
zamiento general.-EI bistoria,lor '.'lapier .-Su aborrecimiento 6.
tampoco podian vender el vino, mientras el monaste-
España.
rio tuviese el suyo en venta, etc. Por do quiera, en
fin, se ve q_ue grao parte de los derechos señoriales, Fuerza es que el ginete, en breve espacio encer-
mantenidos muchos de ellos hasta nuestros dias, no rado, refrene al fogoso caballo, que de lo contrario, y
nacieron en Galicia, ni fueron in ventados por sus se- rodeado de obstáculos insuperables, en ellos acabaría
ñores, antes bien llegaron á la nuestra de 1uengas y por estrellarse, con gravísimo riesgo de la vida del
estrañas tierras. hom brc: así ponemos freno á nuestra imaginacion, la
No se pueJ.e menos de confesar que cada paso que cual, de otro modo, n1ovida del cor1lial y sincero afec-
demos eu el estudio de la Edad media, nos ha J.e lle- to con q ne á Galicia miramos, á. menudo olvidara los
var á regiones descoaoci<las, las cuales será. bueno estrechos límites que por ahora la rodean.
esplorar, ant s dt> mostrarse parciales ó enemigos de
0
Nuevos, y pon to menos que desconocidos snceso;:;,
tiempos é instituciones q oe tan <listín ta faz presentan llegan á interrumpir la tranquila vida de los hijos de
durante las di versas épocas, encerradas en los largos la Coruüa. No es nuestro objeto referir cuanto por ~fa-
siglos pasados entre la caída del imperio Gótico y los drid acaecia, salvo aquello de mas bulto é importancia;
tiempos del Renacimiento. cosa necesaria para esplicar los primeros trastornos
Volviendo, pues, á tiempos mas próximos diremos que habían de preceder, así en Galicia, como en toda
sin temor de pecaren ello de iosi~tencia, que el pueblo España, á la gloriosa resistencia opuesta á la entrada
de nuestro territorio, á la par de sus demás hermanos de las huesti s de Bonaparte, cuyo recuerdo vive y vi-
• gallcg·os, debía cuanto era y tenia á sí propio, vinien- virá eternamente en nuestro pueblo, con el nombre
do los males que le agobiaban del influjo de estraños, de: Guerra del francés.
al paso que el aumento de habitante~ y la estf'nsion de Qoéjaose los estranjeros, no pocas veces en son de
la agricultura, masque á nada, se debe atri ~ ir á la burla, de que es imposible comprender nuestro carác-
influencia de causas meramente domésticas. ter y costurn bre;;, y auuq ue esto no deja de ser verdad
No derramamos aquí lágrimas para moverá piedad, y se funda en razones i,jenas á nuestro actual pro-
ni queremos la compasion de nadie; Galicia debe en pósito, es lo cierto que ha sido esa especie de os-
gran parte á su apático aislamiento la propia des- curidad en que há tiempo yacemos, y tambien la
ventura; tiempo es ya de que cada cual, hombres lio-ereza con que aun los hombres mas eminentes han
t> .
mirado nuestras cosas, verdadera causa de incompa-
rables desventuras, no menos que de irremisibles
errores.
(1) Juicio crítico sobre el opúsculo de los señores Heffericb Y 1802. Antes de ir mas allá, tengamos el paso al
Clermont, titula lo, Fuero;¡ francos.-Les Comu11,nes fr,u,ru~,e• en
Espagne et e" Portugal, p,11,lant le moye,~ age, por \1uiioz y Romero. oir una voz solemne, que al través de los desiertos del
(2) Carta de venta e,crita en caracteres g0ticos antiq uisimos, exis-
tente en el archiv,, <lél ,nonnsterio de Sahagun, coa la m~rnor,a del
príncipe Alfonso (II) en la era 801, año 169; cita la en el libro titulado:
Diploma de J?ami•·o t·indicado, etc., por E. P.M. 1-·. P. R. Madri,1: por (1) Véase esta misma Crónica, parte primera, capitulo tercero. Es-
CA no, 1801. \ado de la propieda,I en la provincia de la Coruña, p<\g. 16.
. ~
86 CRONICA GENERAL DE ESPANA,

Atlántico llega á nuestros oidos, si bien no del todo bles, bien que no polia menos de desdecirse, confe-
ajena á las pasiones mundanas, ya. medio envuelta sando que la empresa f::ié torpe y ruinmente llevada
con el sudario de que los años la van revistiendo. á cabo, y la inmoralidad qued6 harto patente, y karto
Al rC'cordar las palabras del cautivo de Santa F.lena, cínica la injnsticia.
claro está que no nos hemos de hallar conformes con Ni bastr que, para consolarse en parte, añadiera
su parecer sobre España, la fa1nilia real y el pueblo; que todo ello se n1ostró luego sobremanera lleno de
y con todo eso, r,onemos á. Dios por testigo, que jamás villanía, porque no habia salido bien. ¿Qué mas pode-
historiador alguno ha llrgado á conmovernos hasta lo mos decir? Solo que el mismo Napoleon lla1nó atenta-
íntimo de las entrañas, como Napoleon, tratanuo de do ( 1) á lo que con nosotros hizo, faltando á toda ley
disimular su crí1nen con razones torpes, equívocas y divina. y hun1ana, añadiendo: «Aquella guerra fatal
aun á veces, á despecho sinceras. me perdió, dividiendo mis fuerzas, aumantando los
Cierto que al con1parar el mísero y vergonzoso es- estorbos y dañando á mi honra; y con todo yo no
tado de nuestra desventurada España con el podero- podía dejar la Península á cliscrecion de los ingleses
sísimo imperio francés, debía de esperimentar su y de las intrigas de los Barbones.» Por lo demas, aña-
dueño v árbitro irresistible deseo de esteuder por

de: «los do E,:;paña no debian de causarnos g·ran ten1or
toda la Península su férrea roano. La carta escrita á á. pesar de su orígen, eran para nosotros tan estranje-
20 de l\Iarzo á l\Iurat, es la mayor prueba de sus dudas ros, como nosotros para ellos: en el palacio de l\farrach
y deseos respecto de tan codiciada presa. de Bayona he visto á Cárlos IV y á la Reina descono-

No creía Bon aparte tan fácil la conquista de Espa- cer la diferencia que habia entre la señora de l\font-
ña, y temia, con razon, que todas las clases se unie- morency y las nuevas damas, siendo los nombres do
sen en contra de él, confesando al propio tiempo que estas harto mas conocidos, merced á los periódicos y
no sabia qué partido tomar, bien que sea fácil conve- actas públicas. La emperatriz Josefina, que en tales
nir en que el disimulo, no menos que el deseo de no cosas tenia esquisito tacto, estaba sin cesar maravi-
descontentar á l\Iurat, eran parte tambien para que llada de ello. Corno quiera, tenia á aquella familia á
el conquistador viese do mostrarse á los ojos de su mis plantas, para que adoptase á una jóven cual-
lugar-teniente del todo irresoluto y temeroso. quiera y la trocara en princesa de Astúrias. Pidié-
De igual manera enciende la sangre el enojo al ver ronrne primero á la señorita de Ta,;chcr y luego á la
cómo dispone Bonaparte de hombres y reinos. ,~sí es- duquesa de Areroberg, á cuyo matrimonio me opuse,
cribe, provocando la cólera divina: «Portugal queda por razones que yo tenia. Llegué á pensar en la se-
á mi disposicion:>> esto es, ¡una nacion noble y gene- ñorita de La Rochefoucauld y despues en la princ~sa
rosa, q :ie eu nada me ha ofendido, queda á la discre- Aldobrandini; pero necesitaba una persona del todo
cion de mi soberana voluntad, para hacer de ella sujeta á mi ,·oluntad, mujer solamente francesa, cuyo
cuanto me plazca! talento y crianza se hallasen á la altura de semejante
Bien puede decirse que Napoleon profetiza en su lugar, y temía no hallarla.» Napoleon necesitaba para
carta los daños y horrrndas desventuras que el error y el trono de España una humilclísima sierva.
la dañada intencion podrían causar, así á España No es posible que ningun historiador ponga de ma-
corno á Francia. nifiesto el estado de España y su resistencia, como en
A menudo volvía en Santa Elena los ojos á lo pa- otro lugar lo hace Napoleon; por eso sole1nos referir-
sado, diciendo que la guerra con España había sido nos á sus palabras, no creyéndolas siempre, y aun
la verdadera causa de su ruina. A su entender, el rey negándolas á menudo, sin dejar de tener en cuenta
y la reina solo inspiraban ódio y menosprecio á los que el ilustre cautivo sabia ya que conversaba con la
españo~es. El príncipe de Astúrias habia conspirado posteridad. l\Ias, ni aun teniendo esto último presente,
contra ellos, haciéndoles abuicar, con que se atrajo el pudo dejar de confesar, con10 ya hemos die ho, q uc la
amor y confianza del pueblo entero. Grande era el guerra de F.spnña hubiese sido causa de su ruina.
yerro de suponer que España desease notables cambios, Palabras sinceras que causan respeto, solemne con-
cuando, por lo general, entonces no se anhelaba otra fesion que impone silencio á insensatas disputas de
mudanza que la de la persona del monarca. mujerzuelas, hijas de la perfidia ó vanidad personal de
Cierto que la máquina se hallaba, no solo en graví- ruines corazones. A la caída del coloso, hubo muchos
simo desconcierto, sino gastaria, pero el remedio úni- que necia1nc11te quisieron atribuirse á sí únicamente
camente podía venir de fuera, lo cual habría sido fácil la gloria de haberle venciuo; pero antes de ello, no
en otro pueblo de menos arrogante é indómito carác- hay duda que todos los esfuerzos, todas las alianzas y
ter que el nuestro. todos los medios de vencerle parecian pocos para dar
Napoleon solo veía en derredor príncipes de una con el nuevo César en tierra.
misma sangre desunidos, y creyc.{udose mas popular en Cuando cesó el ruido del combate, y ya no entur-
la Península de lo que era en efecto, determinó, por biaba el horizonte ol humo de la pólvora, entonces
confesion propia, acabar con la rama borbónica espa- algunos, que contra Napoleon habían sido íntimos
ñola, y llevar ade!antfl en su propia dinastía lo que él aliados, se trocaron en fieros enemigos, y todos lo~
llamaba sistema de familia de J,uis XIV, quedando Es- medios que á mano hallaron, fueron escasos paramos-
paña del todo á la discrecion de Francia. trar su mútuo encono. Entonces un inglés, á pesar
Imposible parece, que despues de la alevosía de de ser buen soldado y buen escritor, movido mas
Bayona, baya querido Napoleon sostener que no
había empleado en semejante asunto recursos inno- (1) !\i()morial de Sainte Helene.


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PROVINCIA DE LA CORUNA. 87

que del amor á la verdad, del deseo de vengar su va- atizados, no menos que facilísimamcnte creidos, y
nidad ofecdida, trocó á menudo la historia por el li- tanto, que la gente del pueblo asl'guraba que el fran-
belo, ofendiendo á un pueblo generoso, poco antes cés l\Iongat tenia manclado fabricar miles de esposas,

amigo. las cuales estaban ya dispuestas para llevar maniata-
Napier, faltando á la verdad, y valiéndose de cuan- dos hasta la frontera á los mozos.
tas armas pudo hallar á mano para injuriarnos, escri- Llegaron entretanto á la Coruña nuevas de la in-
bió su Jlistoria de la gz,erra de la Penins1,la, en cuyo surreccion traidas por un emisario de Astúrias, á.
prefacio se leen las siguientes palabras: «Los espaiioles quien el regente de la Audiencia, Sr. Pagola, oblig6
han tenido el atrevimiento de afirmar, y el mundo lo con amenazas á vol verse á l\Iondoúedo, caso que pas6
ha creiclo, que la libortad de la Península fué oura de en parte inacl vertido, al propio tiempo que vino de
sus manos. Niego tan falso aserto» (1). capitan general D. Antonio Filangieri, hombre de in-
Niegue cuanto quiera 11. Napicr, injurie, calumnie, dulgente carácter y hermano del célebre autor de la
agravie, que todo importa poco, mientras la voz de la Ciencia de la Legislacion: así se apaciguaron los áni-
conciencia de la humanidad entera confiese que el mos, aunque no del todo, á causa de la arrogante al-
levantamiento de Espaiia, su libertad y la esforzada tivez de los franceses, alentado,; por el ejemplo ele
ayuda de Inglaterra, se deben á una cosa, auu mas no- l\1ongat, por mas que sea justo decir templaba en par-
ble, honrada y leal que nuestras manos, se debe á te sus peligrosos efectos la cuerda y prudente conducta
nuestro corazon. del c,Susul de aquella nacion !\Ir. Toureroi.
Mas ya era imposible ocultar los sucPsos de Bayo-
na, que no podian menos de dar pábulo al descontento
CAPITULO XII. de militares y paisanos, los cuales se reunian á es-
condidas para la1nentarse del tristísimo estado de la
Alzamiento de la Coruña.-Siníoriano Lopez.-Junta suprema de Gn"
licia.-A.lzamiento de Snnting~ y Ferrol,-Batal/011 Literario.-,lii-
nacion y aun para proponer el remedio. Como varios
licia ho,irada. iodividuos del regimiento de Navarra asistian á aque-
llas reuniones, de que tuvo noticia el ca pitao gene-
La calma y silenciosa vida, si vida merece llamarse ral, envió este el referido regimíento al Ferro1, me-
la que tenia la Coruña desde los aiios de 1800, iba á dic.la 'lue, en vez de aplacar los ánimos, solo sir'rió
desaparecer, á impulsodel tempestuosoalud,que desde para aumentar la inquietud.
los Pirineos venia estendiéndose por toda Espaiia. Acaeció en esto un suceso, de bien escasa impor-
Grande era la inq uietucl que prevalecia por nuestro tancia, al parecer, pero en aquellos momentos el mas
territorio, despues d~ sabido el triste y glorioso suco- á propósito para conmover poderosamente á los desa-
so del 2 de ti1ayo, inquietud que llegó á tomar verda- sosegados c0ruúeses. Era ya á fines de mayo, y la
dero carácter de descontento, con la llegada á la Co- víspera de San Fernando entró eu la Coruña á cabailo
ruiia del oficial fránces tlloogat, comi:iionado para un jóven de bizarro y ~iroso porte, el cual, despues
tomar razon ele los arsenales de armas y artillería, y de cruzar las calles, c.lanc.lo 1nucstras en su s~mblante
hacerse cargo del estado del pueblo y el ejército. de la mas estraordinaria alegría, se fué á ver con el
Era á la sazon autoridad el mariscal de campo don regente de la Auclieucia, quien le manc.ló encerrar en
Francisco Bicdma, tenido por desafecto entre los mi- la Casa de Correo s.
litares y vecinos, con que no podia ser menos á propó- Pronto supieron los sorprendidos vecinos, agolpados
sito para el cargo que ofrecia, cu momentos en que á la puerta, que el jóven era un estudiante de Leon
la agitacion, lejos de calmarse con sus medidas, no que traia la noticia. del alzamiento intentado en esta
podia menos de ir en aumento, al ver que se colocaba ciudad, á ejemplo de Astúrias, con lo cual se compren-
artillería en la plaza de la Capitanía g·eneral y se derá á qué estado de anhelosa inq uietucl llcgarian los
aumentaba la g·uardia del palacio. Contaba Biedma, espíritus y cuán á Juras penas contendrian sus pa-
á pesar de las fuerzas enriadas á Oporto, conforme trióticos impulsos los nobles hijos de la Coruúa.
á lo pactado en Fontainebleau, con el regimiento de Pero ya eran inútiles los esfuerzos del r('gente y
Navarra, los provinciales ele Betanzos, Segovia y
Compostela, el segundo ele voluntarios de Cataluiia
.. las otras autoridades; que el rio, tanto mas es temi-
ble, cuanto rnas tiempo ha hallauo resistencia en el
y el regimiento de artillería del departamento, á contrapuesto dique. Llegó el dia de San Fernando, y
los cuales, con el objeto de tenerlos 1nas por suyos, lejos de cumplir con la sagrada é inmemorial costum-
propuso, de conformidad con instrucciones recibidas bre de enarbolar la bandera en los ualuartes de la
de l\ladrid, la etapa de Francia, m'ls ventajosa que la plaza y castillos, faltósc entonces á semejante deber,
de España. que lo era para todos los buenos españoles el demos-
Aceptáronla unos jefes, y otros no; mas los soldados trar cou señales de público respeto y regocijo cuán
dieron en sospechar que se trataba de enviarlos á hondamente conservaban grabado cu su pecho el
Francia, trayendo en su lugarsold:\do.; imperiales, al nombre del glorioso santo é intachable rey Fer nan-
propio tiempo que los paisanos tcmian la quinta; do III, acaso nacido en el honrado solar de Galicia.
sospechas y temores, con insistencia es ten di dos y U oíase á tau cariiiosa devocion el estraordinario
amor que el pueblo cspaiiol profesaba á aquel nuevo
Fernando, á quien únicamente quería por rey, con lo
(1) Tlle Spnniar.\s have bohll y asscrted, nnd tbe ,vorld has belie-
vc.l, the ,\elivrance of thc Peninsula to be the work of their hands.
cual se comprende la ira de nuestros coruñe5es al ver
'fhis cla1m so untrustíul, Y coml>at. que las autoridades, por medio 6 complacencia al go-
88 CRÓNlCA GENERAL DE ESPAÑA.

bierno de Madrid, y acaso á Napoleou, no habian que- Por indisposicion de Filaugicri, presidió durc1nte los
rido que la bandera. español a fuese aq ucl dia glorioso primeros dias D. Antonio Alcedo, quien permitió á
adorno de los leales baluartes dP. la Coruña. todo ciudadano entrar á proponer en la sala de sesio-
No fué necesaria conjura para que el pueblo mos- nes lo que tuviese por mas conveniente.
trase á las claras su ira, de la cual, aprovechándose Esta junta, dando pruebas del mayor desinterés y
los que en ello trataban, hacia tiempo eu secreto, patriotismo, determinó que viniera en su lugar otra,
empezaron á conmover sériamente á la poblacion. eleg·ida por toua Galicia, la cual quedó al cabo for-
Sirvió de caudillo á los mas atrevidos el sillero Sin- mada de siete individuos, representantes de cada una
foriano 1,opez, á cuya discrecion tenia del todo en- do las siete provincias, con el nombre de Junta supre-
tregada su voluntad y confianza la clase popular, ma de Galicia, siendo tambien asociadosáella el obis-
fácilmente conmovida por la facundia, carácter abier- po de Orense y D. Andrés García, confesor de la difun-
to y resuelto ánimo del fogoso coruñés. ta princesa de Astúrias.
Lleg·óse este con los suyos al palacio del ca.pitan La .T unta procuró tomar grandes y enérgicas medi-
general, delante del cual babia tropa formada, y para das, allegando hombres y recursos, formú ndose al
hacerse cargo de la voluntad de esta, envió Lopez cabo, en union de las fuerzas venid;is do Oporto, un
muchachos, que, con pañuelos puestos en palos y gri- ejé1·cito de cuarenta mil hombres. ¡ Noblo y glorioso
tando: «¡Viva. Fernando VII, muera Murat!>> se me- alzamiento, al cual babia librado Dios hasta entonces
tiesen por entre las filas de los soldados: quienes, de toda mancha de sang·re, con q Uº en otras provin-
lejos de mostrarse enemigos, los dejaban pasar, rién- cias habían querido oscurecer nuestra honra algunos
dose y mostrúndose amigos; detrás de los muchachos, crimtnales, mas al cab,,, entristecido tamb1on por el
pasaron hombres, parte de los cuales subieron al asesinato del desventurado general Ft langicri, en
palacio. Villa.franca del Vierzo; triste pago que alg·unos malos
Pidieron primero que se enarbolase la bandera es- españoles dieron á su leatad á la patria adoptiva, como
pañola, y ya logrado, pisa.roo .í exigir que se man- si el asesinato probase en quien le ejecuta otro cosa
dara al punto volverá ia Coruña al regimiento de Na- que una ceguedad in·-1.uJita, ade1nás de criminal
varra, el cual, ya hemos dicho, habia sido en vía.do al insensatez.
Ferrol. Puesto el palacio del ca.pitan general en el Galicia respQndió al grito de la Coruña, formándo-
CPntro de la parte mas antigua de la Coruña, llamada se en Santiago el famoso Batallon literario, compuesto
aun hoy dia la ciudad, acudiaron los vecinos de toJas de estudiantes de aquella universidad, honra de las
partes, lleg-ando el tumulto á convertirse en temerosa armas y las letras españolas. En el Ferrol halló
é incontrastable insurreccion, viéndose D. .Antonio Fi- igualmente eco el alzamiento de la Coruña, y los
langieri precisado á huir por una puerta escusada al «vivas» á Fernando VII y á la pa.tria. llenaban los
convento de dominicos, en donde halló refugio y ámbitos de la playa y arscn·1les. Forn1ósc el 4 de ju-
ainparo. nio una junta de tranqu1lirlad y pacificacion, com-
Entretanto, D. Ft·ancisco Biedma y el coronel puesta del capitan de navío D. Joaquin Fidalgo,
Fabro, arrostrando el ódio que les profesaba el pueblo, gobernador político y militar, D. i\Ianuel Antonio
por suponrrlos adictos ó protegidos del príncipe de la Saavcdra., alcalde mayor, el procurador g·eneral don
Paz, salieron por la puerta principal, valor que por Juan Lembeye, el teniente vicario gPneral de los
poco no les cuesta la vida, pues Biedma fué herido, si ejércitos y armada D. Alonso Ruiz, el cura ecónomo
bien levemente, de una pedrada, y Fabio se vió mal- de la villa D. José Cipriau Rico, el guardian del con-
tratado, por haber dado de plano con la espada á uno vento de San Francisco Fr. José Antonio de Rados, el
que hablaba á nombre del pueblo. Cas0 apenas crei- mayor general del departamento D. Joaquin Mozo,
ble fué que la compañía de granaderos del regimiento el segundo com'\ndante de los batallones de marina
de Toledo, que él mandaba, mirase tan poco por su D. Juan Pnig·, el sargento mayor interino de la pla-
jefe, sin hacer el menor esfuerzo por salvarle; razones za (1), los comisarios de gu()rra y marina D. Pedro
harto poderosas y que fácilmente se compreodeu, rs- Calvo y D. Pedro Regalado tl-Iacía, el comisario de
plican semejante conducta, con cuyo ejemplo no ten- caminos D. José Alonso y Lopez, y el licenciado don
drán jamás escusa sucesos posteriores. Ventura Taxonera, fiscal de rentas, en clase de literato
Alentada la muchedumbre con el alejamiento de la publicista, el marqués do San Saturnino D. José Javier
autoridad y personas sospechosas, pasaron adelante Quindós y Pardo, y D. Antonio de Anido, por la clase
forzando las puertas del parque, haciéndose dueños de do hacendados, y D. Angel García Feruandez y don
cuarenta mil fusiles, en cuyo suceso estuvo á punto José Fonez de Lema, por la del comercio.
de pcrJer la vida D. Juan Varela, comisario de la Como en la Coruña, estajunta se ocopó en allegar
maestranza de Artillería, á quien acusaban de tener activamente cuantos recursos pudo hallar á mano,
escondidas las esposas para los q oc habian de ser lle- haciéndose dona ti vos para los gastos de la guerra,
vados á Francia. alistándose y ar1nándose la Milicia Hon1·ada, en la cual
A buen tiempo sr, le ocurrió á Sinforiano Lopez sa-
car en procesion el retrato de Fernando VII, con que
libró la vida á Varela, distrayendo la atencion de la (l) El cleber do nietos respetuosos nos obliga á decir, quo el ern-
multitud. Formóse por la tarde una junta, con el pteo de sargento mayor de la plaza riel Ferrol, vacante á la sazon,
fué conrendo en 20 de ago'!tCJ de este año por In Junta Superior de
ca pitan general á la cabeza, y compuesta de personas Oallcia á uuestro abuelo materno D. Fermin de Carosn, teniente co-
de representacion en todas las clases de la sociedad. ' ronel, comandaute Je cazadores de Guardias españolas.

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PROVINCIA DE LA CORUNA.

se inscribieron los jefes y oficiales del cuerpo admi-


uistrati vo de la armada, los empleados civiles, los ' CAPITULO XIII.
militares que, por hallarse retirados ú otra causa, no
correspondían á niogun otro cuerpo, y todos los demás Batalla de Riosoco.-Sir Johu Mrtore.-Excesos <le los solJa \03 ingle-
ses.-Ilatalla de la Coruña.
propietarios, coinerciantes, artistas y obreros, á q uie-
ues la edad permitia tomar las armas para el servicio Notable desventura, que en medio de tan firme y
de la plaza. Los jóvenes se alistaron en los cuerpos leal entusi:1smo, escasearan de tal manera las cabez:,.s
que habían de salir á campaña. que el pueblo necesitaba para guerrrar con éxito y
De esta manera, y mientras el departamento con- hacer frente á las legiones de Napoleon, vencedoras

• tribuía tambieu por su parte con gente, armas, de Europa; que el valor personal no basta en los ejér-
víveres y efectos necesarios, así como con oficiales, citos, cuando ni la disciplina le doma, ni un buen ca-
á la for1nacion del ejército de Galicia, los vecinos pitan le guia.
se ocupaban dentro y fuera de los arsenales en dis- Cierto que, si en ello h-iy quien se atreva á mostrar
poner armas, allegar utensilios de hospitales y la menor duda, la triste batalla de R1oseco, acaecida
cuanto era necesario para la guerra, con lo que pu- no mucho despues de los sucesos que acabamos de re-
dieron salir á campaña, como lo hicieron, la guaruicion ferir, viene á ser clara y evidente prueba de que el
de la plaza, los batallones de infantería de marina, valor, sin enseñanza en los soldados, ni ciencia en los
y otro de artillería, con toda brevedad preparado y capitanes, sirve tan solo para llevar mas pronto á los
dispuesto. hombres á la muerte.
No contentos eón esto los ferrolanos, y viendo al Cuesta, mas enérgico que hábil, y Blake, mas dies-
ejército falto de zapaclores, formaron dos compañías ' tro en la enseñanza que en la práctica, eran los ge-
compuestas de gente de la maestranza, cuyos indivi- nerales que mandaban nuestras tropas en contra de
duos casados, solteros ó viudos, sin tener en cuenta Bessiéres. Demás es hablar de la Direccion de Blake
su estado, y considerando únicamente que se hallaban y Cuesta; pero al mismo tiempo, el señalado esfuerzo
en edad á propósito para servir á la patria con las de los soldados estuvo á punto de darnos la victoria.
armas en la manv, se inscribieron voluntariamente Allí habia hijos de nuestro territorio¡ allí se adelan-
en las referidas compañías, las cuales contaban 108 1 taron, sin esperar órdenes, las tropas españolas, con
hombres cada una, la fioi- de la maestranza, de la ánimo tau alentado, que los franceses llegaron á creer
cual salieron tambien los sargentos, así como los su- perdida la batalla; allí la infantería española, dueña
balternos, del cuerpo de ingenieros de la armada. de una bate~ía y vencidos los enemigos que tenia de-
Ambas compañías cumplieron leal y esforzadamente lante, gritó <qviva el Rey!» Allí faltaron, como en
con su <leber, stendo, sobre toJo de la primera, muy gran parte de nuestras batallas de la guerra de la In-
pocos aquellos á quienes concedió el cielo volver al dependencia, hombres que, á mas de valientes, como lo
Ferro!, pues la mayor parte murieron en la guerra ó eran todos, fueran buenos capitanes.
prisioneros en Francia. 1809. El 10 de enero entró en Betanzos el ejército
Ni pararon aquí los esfuerzos del clepartame11to, el il'glés, mandado por Sir John Moore. Tenemos aquí
cual creó otro nuevo batallon de pre~1Jiarios del de- que dar cuenta de sucesos por estremo favorables á la
pósito del arsenal, admitiendo tan solo á los que por , honra de u uestros gal legos, no menos que al lustre de
su anterior y proseute couducta daban mayor con- las armas inglesas. En ellos nos detendremos con
fianza. Llamóse esto batalloo de La Victoria; fueron cierta complacencia, propia de aquellos cuyo mayor
sus oficiales, sargentos y cabos, oficiales retirados placer es mostrarse agradecidos; que al pronunciar
del ejército y mariua; uniforme inilitar no lo tenían, coa respetuoso elogio el nombro sin mancha de ~loore,
si bien llevaban chaquetas y sombreros iguales. no creemos hacer mas de lo que cumple á toda alma
Salió este batall >n á campaiía en setiembre de 1808, bien nacida. Casos como el presente, merecen ser
maudado por el cap1tan de fragata D. Antonio :rtfi- tratados coa la antigua y nunca desmentida lealtad
ralles; sirvió de tropa ligera al ejército de Galicia, española; si algun enemigo de ella, estranjero 6
y mostró en todas las batallas y encuentros tan es- doméstico, tiene en menos la tacha de ingratitud,
traorJtoario valor, que pereció casi toJo sin vol; er al téngala por su propia cuenta, mas sin rebajar á
Ferro! (1). su ruin tamaño la honra y la buena fé de los hijos de
De igual manera acudieron el clero y la nobleza de I beria.
nuestro territorio en pro del rey y la patria, envian- Pocos generales estranjeros habrán merec:do bien
do el <.:abildo de Santiago mas de dos millones de de nacion alguna, como Sir John ~1oore de la nuestra.
reales: señalados esfuerzos con que demostraban los Tao honrado caballero, como militar escelente, fué su
hijos de Galicia su lealtad, no menos que los grandes conducta, desde que se presentó en España hasta la
recursos de que podían disponer, pues con razon dice muerte, propia del buen capitan, esforzado en la
llfr. Th1ers, que Galicia merece ser tenida por 1ino de pelea y atento siempre al buen órden y mantenimiento
los gra¡¿des centros del poder espafi,ol. de la disciplina; verdadera garantía de union y esta-
bilidad en los ejércitos; para los pueblos, 11reuda de
paz inviolable.
Ajeno es á nuestro propósito el tratar de la cspedi -
(\) Historia y desctipciou de la ciudad y departamento naval del
Ferro!, por D. Jo,é t.lontero y Aróstegui. Madrid: Beltran y Vi-
cion de ll-1oore fuera del territorio coruüés; prro ya que
ila.s, 18;i9. hemos de ir en su compañía honrándole hasta su glo-
CORUÑA.. 12
92 CRÓNJCA GENERAL DE ESPAÑA.

Grande enemiga halló por todo nuestro territorio P recuente era que el labrador, desprovisto de a r-
la cnpitulacion de la Coruña, á ct1ya lectura se encen- mas, siempre menos abundantes en Galicia que en el
dió mas y 1nas el calor del patriótico entusiasmo. resto de España, viendo no tener otro medio d9 casti-
Aciagos tiempos para todo militar honrado, aquellos g·ar la alevosa entrada del francés, pusiese fuego á su
en que le es necesario ceder sin morir antes, ó por lo propia casa, cuyos abrasados es,~ombros, entre los cua -
menos, sin romper su espada. les se mostraban de igual manera convertido!! en car-
Decíase entonces, y df'spues se ha repetido, no sin bon los huesos del enemigo, eran la sola propiedad que
fundamento (1), que no era tan difícil defenderá la á nuestros míseros campesinos quedaba. Increíble ha-
Coruña en union con el Ferrol y sirviendo de ayuda zaña, con la cual daba cada padre de familia ejemplo
el ejército inglés, eon el cnal no se podía ya contar, á la remota l\1oscou.
pues tan apresudaramcnte se había embarcado. Cier- En ninguna otra ocasion ha sido para nosotros mas
to que se pudo intentar la defens:'l, mas para ello se difícil ateuern0s meramente á la história de nuestro
necesitaban tropas disciplinadas, bien que no aliento, territorio, pues los numerosos guerrilleros que desde
y sobre todo, una cabeza firme é inteligente, falta á esta época en adelante pulularon por Galicia, si bien
que, por alguo tiempo, debían los españoles irse solían preferir para teatro de sus hazañas la tierra en
acostumbrando. que habian nacido, ó aquella en que tenían propicda•
La capitulaeion de la Coruña hubo tambien de des y amigos, no hay duda que toda Galicia pertene-
aceptarla á 26 de enero el Ferro!, plaza, en verdad, cía á los nuevos soldados de la patria, cuya manera
de dificihsima defensa por la parte ele tierra, á causa de guerrear , fundada en la prontitud de las marchas
de la grande estension y debilidad de sus fortifica- y en Ia sorpresa del atar¡ ue, les hacía anochecer en los
ciones, las cuales se van sustituyendo hoy con otras mas enriscado de la 11ionta1ía que rodea á Santiago,
mas fuertes y á propósito para la joya á que sirven 1 y amanecer á las puertas de la Coruña.
de resguardo. En nuestro territorio, el juez de Cancelada formó
(27 de enero.) Lleno de ira y concentrado encono, mas adelante una partida, sin tetnor á la proximidad
vió el pueblo del Ferrol entrar á los franceses, man- del enemigo, y con ella sorprendió Q n con voy en Don-
dados por Soult; muchos se alrjaron del lugar del cos, á distancia en verdad respetable de las cercanías
desastre, y un barco cañonero, cnya animosa y entu- de Bctanzos, en donde había sido la creacion de la
siasta tripulacion se negó á humillarse al vencedor partida. El abad de Couto, los capitanes Gonzalez
huyó del puerto; mas tuvo la desventura de zozobrar (Cachamuiña, del pueblo de su naturaleza) y Colombo,
en las peñas de la costa, dando aquellos generosos ma- el teniente coronel Barrio, Morillo, el canónigo de
rinos la vida por la honra. Santiago, Acuña, el Abad de Valladares, el alcalde
Fueron al punto desarmados los paisanos, y las au- del valle ele Fragoso, D. Pedro Limia, Seoane y otros
toridades y corporaciones obligadas á cu1nplir con la infinitos guerrilleros, fue ron todos buenos soldados,
capitulacion, juraudo al intruso rey, despues de lo atendiendo con cortísimas excepciones, mas que á su
cual, sal~ó Soult con parte de sus tro_pas (29 de enero), propio medro, al bien de Galicia y á la honr a de la
emprend1cndo á buen paso el camino de Portugal. patria.
Ney quedó en la Coruña, gobernando á Galicia, con lo
cual fué al Ferro! (4 de febrero) para ser reconocido
por autoridad superior, volviéndose al dia siguiente. CAPITULO XV.
A poco dP su salida entraron en el Ferro! n aevas fuer-
zas mandadas por los generales Mathieu y Berdel, que-
dando el primero por gobernador de la plaza, á causa Tiranía de los íranceses.-Campo de la E8trella.-EI general Darmag-
nac.-ReLiro.da d~ los franceses.-lnglesos en el Ferrol.-Esta lo del
de haber salido :01ermet (uno de los adversarios de departamento.-Asesinato del general Vargas y Varaes.-Su casli-
:rt1oore en El viña) á campaña (2). go.-Jura tle la Constitucion de 1812.-Vuelta<le Fernando á Es-
paña.
Sujetos los habitantes de las ciudades, y rendidos
á un irresistible poder, huían loshombresdemasalen-
tado espíritu á nnirse con los valientes campesi- Conforme empeoraba el estado de los franceses,
nos, que hacian á los franceses la guerra de guerri - merced á la resistencia que por toda España hallaron,
llas, en pocas partrs tan sangrienta y temible como acudían á bandos llenos de arncnazas contra todos
en Galicia. La tierra, desigual y en gran parte mon- aquellos, á quienes se les hallase un arma cualquiera;
ta5.osa, revestida de árboles, matas y enredadas cer- y en el Ferro!, comprencliP,ndo el gobernador francés
cas; las casas aisladas, y entre bosquecillos de robles lo difícil que sería defenderle sin grandes fuerzas,
y castaños; la propia constancia y serenidad de los prefirió desarmar así la plaza, como los arsenales.
gallegos, que una vez resueltos á afrontar el peligro, Lleváronlo á cabo con gran prontitud y cautela en la
saben hacerlo con imperturbable valentía: todo, en noche del 7 de abril, y al clia siguiente salieron todos
fio, llegó á reunirse por nuestro territorio, así como los efectos embarcados para la Coruña, sacando tam-
por lús demás de Galicia, en daño del aborrecido bien cuan ta pólvora había.
.
invasor. Como el enemigo no tenia por suyo mas que el suel~
que pisaba, veíase obligado á fiar á las delaciones y
persecucion de cuantas personas tenia por sospecho-
(1) D. José Alonso Lopez, cilaJo en la obra de 1.iontero, Hí$/Oria sas su inciPrta seguridad, cada día mayor por l as bajas.
dd Ferro/, p~. 11:J.
(2) Véase la obra de Montero ya citada. que no podía menos de esperimentar el ejército fran-
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PR.OVINCJA DE LA COR.UNA. 93
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ces, do quiera hostigado al dar el menor paso por donde no cesó el francés de opr1m1r y amenazar al
el campo, y sin que llegasen de lo interior ó de Fran- Ferro!, cuya ria estaba en manos de unos trescientos

cia los refuerzos que ta.n precario estado rcq ueria. soldados, dueños del Castillo de San Felipe .
Salian columnas de la Coruiía y Ferrol, ante las De nuevo se presentaron en nuestro territorio tropas
cuales, no siempre se desbandaba el guerrillero, pro- francesas derrot;i.das, y eran parte de los soldados con
bando de esta manera sus fuerzas, para irse atrevien- que Ney intentó en vano forzar el puente de San
do cada día á mayores empresas. Payo, siendo la Coruña, como el centro desde donde
Referir la historia de todos los pueblos importantes los franceses procuraban señorear á Galicia. De esta
de nuestro territorio durante esta época, fuera larga ciudad fueron en via<los al Ferrol los pocos soldados de
tarea, á la cual, desde ahora, nos prestaríamos gus- infantería y artillería española que con los de Napo-
tosos, á no tener el espacio mas que tasado. Bé\sta leon quedaban, llegando sin armas el dia 17 con va-
clecir que, por la provincia ele la Coruña uura todavía rios jefes militares: al propio tiempo, los franceses re-
vivísimo recuerdo do la opresion, vejatorios tributos, cogieron cuantos enfermos útiles teuian en los hospi-
persecucion<'s de todo género y aborrecible alarde de tales, así co,no la guarnicioo del castillo de San Felipe,
inícua autoridad, solo soportados por el airado pueblo, quedando al cabo esta parte de España del todo libre
como el generoso corcel soporta el freno, tascándole. de la odiada presencia del invasor.
1809. En la intrincada red que con sus movimien- No tarda.ron en presentarse nuestros aliados los in-
tos trazaban por toda Galicia los guerrilleros, así gleses, que bloqaeaban el puerto, á conferenciar en la
como las tropas francesas q ae los persega ian, fuerza tarde del 26 de junio de 1809 con las autoridades es-
será nos detengamos de vez en cuando, por mas que pañolas, ocupando al dia siguiente el castillo <le San
no olvidemos nuestro deber de escribir únicamente la Felipe el capitao Hothan, con trescientos hombres,
Crónica de la provincia de la Coruña. desde donde vinieron á la plaza y aprisionaron al go-
Venia de la parte del Sur el general D. 1Iartin de bernador español puesto por los frauceses.
la Carrera, á quien se le habia unido la partida del Sin necesidad de semejante ejemplo, el pueblo,
Salamanquino, mandando la dir;ision del M i,1o, formacla harto inclinad() ya á mostrar su aborrecimiento á cuan-
con gentes de aquellas hermosísima., riberas. Adelan- tos tenia por co,;as mas 6 menos allegadas á lol:i de Na-
tóse Carrera con lo mejor de su division, camino de poleoo, se an1otioó el dia 30, prendiendo por sospecho-
Santiago, en cuyas inmediaciones halló al francés sos al intendente de marina, al sargento mayor de la
Maucune esperándole. plaza y al teniente _,·icario castrense.

Entonces tuvo lugar la gloriosa accion, llamada l\las no se contentaban nuestros gallegos con de- •

«del Campo de la Estrella,» en la cual fué vencido fender su casa, antes bien, conforme se retira ha la
Maucune, perdiendo seiscientos hombres y varios ca- gran inundacion francesa, seguiau en pos de ella mi-
ñones. llares de esforzados espaiíoles, biJOS del honrado solar
Detrás del disperso enemigo entró Carrera en San- de Santiag·o, prontos siempre á derr,1mar su san-
tiago, llegando á tiem;,o de rescatar gran cantidad gre y á dar gloriosamente la vida en aras de la
de plata labrada de la iglesia. Aquí se detuvo el espa- patria.
ñol, mientras r.Iaucune huia á la Coruña, y aun se vió El 1. 0 de julio entró el condr> de ~oroña en Ferrol
obligado á retroceder, pues su¡:,o que Ney volvía á al frente de parte de los generosos defensores del puen-
Galicia desde Astúrias, y Soult desde Portugal. te de San Pa_vo, á los cuales S" unieron en los dos
Crecía en proporcion do los obstáculos el entusias- días siguientes como tres 1nil hombres, paisanos y sol-
mo de los gallegos, al paso que las tropas francesas dados, mandados por D. l\1artin de la Carrera.
iban disminuyendo de día en dia, segun ya hemos Demás seria intentar describir el júbilo de los fer-
dicho, así por efecto de las bajas !'laturales, como por rolanos á vista de estas primeras tropa,; espaiíolas;
la tremenda é incesante guerra que por do quiera les baste decir que el dia 4 y 5 de julio celebraron dos
bacian. Babia enviado el mariscal Ne:, al general funciones cívico-religiosas, una por honra de las ar-
Darmagnac por gobernador del Ferro], á cloncle llegó mas y otra cu memoria de los héroes muertos en de-
el 9 de abril, aumentándose con su presencia r I temor fensa de Dios, del rey y de la libertad. Oportuno fué
en los ferrolanos de nuevas persecuciones; ma? co1no entonces el abrir las puertas de la cárcel á las perso-
las cosas fuesen tomando carla vez. peor asriecto, nas detenidas por sospechas.
vióse Darraag·nac obligado á salir del Ferro!, el cual, Tambien la Coruña, libre del yugo napoleónico,
del todo desarmado por los mismos franceses, ninguna recibía al rnarqués de la Romana, el cual despues de
resistencia podia oponer :í una embestida de lo esterior. tratar de poner ór<leu en el tre,neodo desconcierto
Era este Darmagnac el de la ruin sorpresa de la causado por la invasion, fué el dia 21 al Ferrrol, eu
ciudadela de Pamplona, acto que él mismo calificó de donde le recibió el ayuntamiento, agasajándole con
Vilain. Salió, pues, del Ferrol, tambie11 mintiendo, y un banquete.
asegurando YOl vería pronto, mas no se fut< sin dejar Eo toda Galicia se creyó necesario borrar con
clavada la artillería, y al pueblo sin víveres ni recur- actos públicos cuanto se creyese pudiese tener la
sos ele ningun género. menor relacion coIJ la obediencia que los franceses
Respiró este por unos días; mas en la tarde del 1. 0 babian tratado de exigir. El acto '1crificado en Ferro!
de junio llegaron de improviso ~1athieu y Levassier dará idea de lo que en otras partes acaeció. Convo-
con mil quinientos hombres derrotados en Astúrias, cadas en el ayuntamiento todas las autoridades, cor-
aunque en seguida se encaminaron á la Coruña, desde poraciones y personas de representaciou, se retracta-
94 CRÓNICA GENERAL DE ESP AÑA.

ron, las que de ello tenían ueces1dad, ante D. ~fartin habiendo eotouces, como a hora, ting·ladcs, perdi6-
de la Carrera del juramento violenta é injustamente roose las maderas y hubo q ue desha cer los b1rcos,
arrancado por el invasor, en pro del intruso José. D3 quedando la ,naestrauza sin la meuor ocupacion en
igual manera, acudió al dia siguiente todo el vecin- que emplearse.
dario á la ig·lesia pn.rroq uial con el mismo objeto; yen- P uesto el empeño, como era natural, en allegar re-
do en seguida el general Carrera con su estado mayor cursos para hacPr rostro al ene1ni,:;o, solo por tierr a
al ayuotacniento, en el CL1al, cumpliendo con órdenes temible, la marina, harto descui lada hacía tiempo,
superiores, recogió todos los bandos, papeles y pro- lo fuó ya del todo des le entonces, sin q ue hu hiera
clamas de los franceses, no menos que las actas del para el fe r rolano otro 1·ecurso que 1norir en silencio
supuesto rey, y el espedieute forinado sobre el jura- 6 mostrar á las claras su desesperacion.
mento de fidelidad prestado á este. Entonces acaeció funestísimo suce~o que hemos de
Conforme á lo tratado entre el gobierno espa- referir cumpliendo con el deber u.e cronistas, con toda
ñol y el inglés, se presentaron en el Ferro!, á prime- claridad, mas no sin honrada vergüenza, propia de
ros de agosto, cinco navíos y dos fr.1g,ttas inglesas cuantos lleven en sus vrnas sangre galleg·a. Estaba,
con una española, para llevarse á Cácliz diez y seis despues de la retirada de los franceses, encarg·ado
barcos, que aun se hallaban en regn lar estado, do los del mand > del departamento el jefe de escuadra don
cuales, cinco eran navíos, dos de ellos ele tres puentes, José de Vargas y Varaes, de apacible y bondadoso ca-
cinco fragatas, una barca, dos corbetas y tres b~r- rácter, no menos que atento sobremanera á cumplir
gantines, touos los que, s•gun se habilitaron, fueron con su deber, por lo cual era respetado y querido de
saliendo con cuantos efectos ser vibles babia en los al- cuan tos se h:illabao á sus órdenes.
macenes d-::1 arsenal, llevando á bordo muchos ofi- Escaseaban d·) tal maner a los recursos, que todas
ciales de la armada, operarios de la maestranza y ofi- las clases se hallaban sin paga, y como siempre hay
ciales de mar. ignorantes y malvados, propensos á acus~r á la auto-
El 22 de agosto salieron los primeros, y con ellos ridad de ajenas culpas, e1npezó á cor rer la voz, acre-
fué como preso el arzobispo de Búrgos, traido desde ditándose entre la hez de la poblacion, de que Vargas
Astúrias por una fragata inglesa, siendo causa de toda tenia dinero, mas le ocultaba. Entonces, la cólera di-
esta persecucion lo favorable que aquel se habíamos- vina permitió cayese sobre el desven t urado Ferrol
trado á los franceses. una mancha, de que Galicia podía considerarse,
Salieron los buques de nuestro departamento, tri- á la sazon , casi del todo exenta , pues el c·ipi-

pulad,,s en parte por ingleses, y los ferrolauos ,ierou tan general Filang·ieri había sido asesinado en el
en ello la funesta seiial del abandone, y miseria, á que Bierzo, y en un motín militar, pero no por el pueblo.
por largo tiempo habiao de quedar entregados. Tam- Hor rendo ejemplo tenian los mal vados enemigos de
poco sirvieron los buques de mucho en Cádiz, salvo Var gas en e l tumulto de Cartagena, acaecido el 10 ele
para perd.erse uo pocos eu el temporal que á poco pa- junio de 1808, en el cual fu6 asesi:iado el anciano ge-
d ec ieron en la bahía gaditana. neral marqués de Camacho, que á la sazon mandaba
Cierto que hay siempre esperanza de ver al cabo aquel departamento.
tornar á su cauce las aguas del torrente asolador; Libre el nuestro de t·1l afrenta, como la mayor
mas, ¿,11.uiéo será capa:i de calcular los daños causados parte de Galicia, segun ya hPmos dicho, y no nos can-
por la ind61nita corriente'? Nuestro territorio apenas saremos de repetir, presenció e l dia 10 de r~brero ele
acertaba á. hallar ali vio á tanto desastre, pues cada 1810 un cobarJe y afrentoso delito.
dia se presentaban mas patentes lo3 daiios y ele Grecia la calumuia con s:>lo pasar de boca en boc1.
mas largo y dificil restablecimiento. Ni era tampoco por la hez del populacho, mientras el desgraciado
posible qur los gallegos fues"o sordos á la voz de Vargas, viudo y con dos hijos varones de escasa
los cle má.; españoles, abrumado:1 to la vía por el incon- edad, se hallaba en su morada, que no era la destina-
trastable peso que de sí había log-rado Galicia despe- da al jefe del departa.111ento, sino la del comanda u te
dir. A.bierto lo demás de la Península á las armas de de arsenales, cuyo cargo acababa de rjerccr, y destle
Napoleon y mucb.o mas á mano que el territorio coru- la cual le era mas ficil prevenir ciertos abusos. 1\caso
ñés, vieron los hijos de este, que era su deber acudir la tirmeza y resolucion con que hacia esto últin10,
á donde quie ra que tremolase el glorioso estandarte pudo inflnir en la malevolencia de alg·uno~; p •ro no
de Castilla, y ac;í lo hicieron, ya unidos forman- hay duda, que si hubo en este 6 aqL1el intenc,on ele
do cuerpos, ya acudiendo á los que de antemano venganza, ol 1nisérrimo estado ele tolas las clases y
existían. la odiosa crueldad de unos cuantos individuos, fueron
1810. Entretanto, á los gl'itos de la pelea habian parte para completar la desventura, ,1ue no sin dolor,
reemplazado los ayes de hu6rfanos y viudas, así como vamos relatando.
los lamentos de las madres á quienes abandonaban los Por la mañana del referido dia 10, se lleg:lron 'l"a-
hijos, gozosos de hallar tan gloriosa ocasion de u.ar la rias m~jeres de aspecto repugnante y soez, dando
vida por Espaúa. Pero en ninguna parte quedaba tan voces, á la puert·t del arsenal del dique, aumentán-
al descubierto la ruina presente, como en el triste y do9e poco á. poco los grupos, los ~uales, ya se ib·1n
desierto Llepartameotc,. aplacando á la voz de algunos jefes, cuando, de re-
Hallábansr, JPsde 1806, en grada los ua víos E in- pente se aumentaron los gritos, y atropellando por
prendedor y 1'rid.1nte, así como la fragata Victoria y toJo subieron varias de aquellas y unos cuantos hocn-
el bergantín Veloz; mas suspendidas las obras, y no bres á la casa del desgraciado Vargas sacándole herido


PROVINCIA DE LA CORUÑA . 95

y golpeado. Como si no fuera bastante, se oyóuoa voz 1814. Vencidas al cabo las ar1nas de Napoleon y
que drcia: «¡arrastrarle!»; lo cual hizo la ciega mu - libre Fernando, entró este en España, á. 22 de marzo
chedumbre, dando rabiosos gritos, llegando á Esteiro, de 1814. Nuestros gallegos, que, á semejanza de los
en donde quedó el cadáver abaudonado en el pórtico demás españoles, veian logrados sus intentos des pues de
de la intendencia del departamento. tanta desventura, celebraron de cuantas maneras les
Roto el freno de la disciplina, que no debia de ser fué posible tan fausto acontecimiento. Cantóse el
á la sazon muy grande, cuando la misma marinería Te-Deuni en pueblos importantes y en aldeas; ha bo
consintió en llevar á los amotinauos en lanchas hácia iluminaciouPs, fiestas y público regocijo, los cuales
la Graña, en donde se hallaba la goleta Liniers, se fueron aun mayores el dia de San Fr.rnando. Así se
apoderaron Je esta, remolcándola hasta el arsenal, y buscaba alivio á los males pasados, acaso sin atrcver-
a1narrándolajuota á la cábria, la descargaron para re- Sd á mirar hácia los q ne en lo porvenir se presenta-
gistrarla, hasta convencerse de que no babia dinero: taban.
entonces robaron la despensa. del arsenal, bebiendo y
embriagándose todos.
Así murió el buen marino D. José de Vargas y CAPITULO XVI.
Va raes, servidor de Espaüa en Argel, San Vicente,
Gibraltar y Trafalgar, en cuya batalla era coman-
Discordias civiles.-A!zamieoto y muerte de Porlier.-\liseria del
dante del navío San lldefonso, de heróica memoria, departameoto.-.\lzacneoto de Quirog,, y Riego.-Mihcia nacio-
don le defendiéndole quedó herido. Su muerte y las tris- oal.-ParU la,¡ realitil.'\s.-CapituL\cioo de Morillo con el francés
tes circunstancias que le acompañaron, serán siempre Bourk.-Defensa <le la Coruña.-Reaccion.-Zucnalacárregu ,, ¡;o-
bernador del Ferro!.
causa de doloroso recuerdo para los hijos del Ferro!,
sin que haya necesidad de manchar con infundadas
sospechas á clases en te ras, por clifícil que sea dejar de 1814-1819. Los tiempos en que vamos entrando,
preguntar á. cuantos se hallaban presentes: «¿Por masque á. la historia, pertenecen todavía, y forman
qué lo consentisteis?» Bien que senlejante pregunta parte por decirlo así, de la existencia de todo espa-
ocurre siempre despues de tales sucesos, sin que los ñol. Hablar de ellos, dPjándose llevar de la opinion
hotn brcs mas lea les y esforzados puedan dar otra res- política que nos parezca mejor, creemos es faltar, si no
puesta que la desesperacion y el silencio. al respeto, por lo menos á la urbanidad. que se mere-
El mismo dia en que fué enterrado el cadáver del cen cuantos en la presente Crónica busquen pasa.jera
general Vargas, se encargó del mando del departa- ocupacion, anhelando verse libres del apestado aliento
mento el nuevo comandante general, á quien ya se de los partidos. Tales consideraciones, á la par de la
esperaba, D. Francisco Vazq uez de 1Iondragon. En la necesidad que nos obliga á. ser breves, oos harán ha-
audiencia de Galicia se formó causa en averiguacion blar someramen ta de los di versos sucesos propios de la
del negro crí1neu acabado ~le cometer, siendo senten- Crónica de la provincia coruüesa.
ciada y condenada Antonia Alarcon, mujer de un A poco de la vuelta del rey, quedó anulada la Cons-
operario, tenida por principal cabeza del motin. En la titucioo, tornando las cosas, en lo posible (que el
Coruña padeció la muerte, siendo llevada la cabeza al tiempo no pasa en vano), al mismo estado en que se
Ferrol, en cuya alameda, puesta en una pica frente á hallaban antes del cautiverio de Fernando Vll. La Co-
la puerta del arsenal del dique, fué por algun tiempo ruña y el Ferro!, pueblos conocidos por sus ideas libe-
mudo y honrado testimonio de nn crímen, si con ti- rales, no mostraron grande aficion á semejantes cam-
bieza sentido, fiera y saüudamente castigado. bios, al revés de lo que en Santiago acontecia. Cierto
Entretanto, las armas francesas iban cediendo al que el perseguir á muchas personas por 1:us opiniones
esfuerzo y constancia de las armas aliadas, mientras era mal medio de atraérselas, dado quo esto fuer L po-
en Cád1z se promulgaba la Coostifucion, desde enton- sible en aquellos tiempos, e 11 los cuales, si bien los
ces fan1osa y conocida por el número del célebre año hombres eran partidarios de un sistema co1.1 mas buena
de su nacimiento, de 1812. I~n nuestro territorio fué fé que ahora suelen, en cambio semejante ardor los ce-
el nuevo código publicado y jurado con toda solemni- gaba, hasta el punto de troc1r en crueles á los do con-
dad, señalándose para ello varios dias de fie:.ta._y re- dicion mas suave y benigna.
gocijo; y para su perpétua memoria, se acuñaron va- De esa manera, y no haciendo en ello mas que
rias metlallas, leyéndose en una de ellas, labrada en seguir el ejemplo del resto de España, nuestros ga-
el Ferro!, la siguiente: «1Viliil ci1Jitati pra:stantius llegos se hallaban profundamente divididos, pudiendo
quani leges recté positro;» esto por un lado, mientras decirse que la costa era liberal y lo interior realista.
por el otro, decía, orlantlo el escudo de armas do la En cuanto al clepartamento, dará razon de su estado
villa: «E1t lti augusta proclaniacion de la Constitzi- el en que se hallaban las pagas el afio de 1815: asusta
cion. 11 25 dejulio de 1812.» decir, que se debian á la marina cincuenta y ocho
1812, Súpose despues que se habia firmado el 20 meses, á lo cual se uniao los tristes sucesos de Amé-
de julio el tratado tle alianza entre los plenipotencia• rica, pues muchas familias que cobraban por las cajas
rios de S. 11. C. y el emperador de Rusia, el cual re- de Ultramar, perdieron tambien esto recurso, que-
conocía por soberano á D. Fernando ·VII, las Córtes dando reducidas á. igual pobreza que todas las demás.
generales y estraordinarias y la Coostitucion, por lo De pronto, d1ó la señal la Coruña de uno de los
cual so celebraron en el mes de octubre solemnes fun- infinitos levantamientos, altl'rnati,·amente plaga y
ciones en accion de gracias al Altísimo. esperanza de todos, que luego han sido tau frecuen-
96 CRONICA GENERAL DE ESPAÑA.

\
tes en nuestra poco afortunada tierra. Puesto el ge- pues no tardaron en nacer partidas realistas que, ha-
neral D. Juan Diaz Porlier al frente de la iusurrec- llando acogida y a.poyo en lo interior, empezaron á
ciou, cuyo objeto era restablecer el gobierno repre- dar Jue hacer, no solo al ejército, sino á la milicia
sentativo, tuvo por suya á la fuerza de marina y del nacional.
ejército que á la sazon había eu el Ferrol, desde cuya Puede decirse q ne el entusiasmo de unos y otros era
plaza acudieron todos á ponerse bajo su bandera. tan grande, que llegaba á trocarse en rabioso encono,
Ahogado el levantamiento y muerto su desventu- solo satisfecho cuando con las armas en la mauo lo -
rado caudillo en el cadalso, q uedarou presos los graban verse frente á frente, con lo cual fueron
jefes y oficiales que le habian seguido, siendo llevados aumentándose las partidas realistas, y creciendo la
á. la cárcel pública del Ferro!, en donde lejos de necesidad de reprimirlas.
padecer mal trato, fueron acogidos con todo mira- 18:i!3. .F rancia en tanto, no menos inclinada á
miento, y si bien estuvieron sujetos á las penas pres- mudar de opinion y forma de gobierno: que á hacer
cristas por la ordenanza, fueron al cabo repuestos el prevalecer semejantes cambios en sus vecinos, se dis-
año 20, cuando se restableció la Constitucion, ha- ponía á enviar aquende el Pirineo uo ejército de cien
biendo merecido algunos de ellos altos empleos mili- mil hombres, con intento harto diverso del que no há
tares. mucho traían parte de los mismos que á la sazon os-
l\las ni las fundadas quejas del departamento, ni el ten tabau en el sombrero la blanca escarapela d3 los
desvío de que el Ferrol y la Coruña habiau dado tan Borbones. No opuso la invadida España gran resis-
pronta y seiialada prueba, fueron parte á que el go- tencia al estranjero, lo mas probable, porque las opi-
bierno tratase de aliviar el increíble estado de nues- niones del pueblo no eran en lo general conformes con
tra marina. Pedían algunos empleados de esta públi- las que en ciertas ciudades y capitales predominaban.
camente limosna, y aun fueron hallados jef¿s de Dejando á un lado toda intencion política, no hay duda
graduacion, muertos de necesidad en sus casas (1). que fué de sentir que el ejército, verd..derameute
Carecian de ocupacion, y por ello de susteuto, maes- comprometido á favor de las ideas liberales, no diera
tros y jornaleros, y los di versos cuerpos de la armada mayores ro ues tras de constancia ó de fé en un sistema,
permaneciao en tierra, por oo tener barcos en que na- que á su voluntad debia el nacimiento y á su aban-
vegar. dono iba á deber la ruina. Bic:n que no es justo poner-
Tao horroroso estado movió al ayuntamiento y se á juzgar á pueblos ni clases en 1nomentos de com-
demás corporaciones, á acudir en queja repetidas pleta. perturbacion, la cual se opone al libre ejP.rcicio
veces á S. 11., y tao tos lamentos fueron al cabo escu- de la voluntad y el esfuerzo.
chados y en parte atendidos, pues se enviaron algu- Por este tiempo dieron los coruñeses señalada mues-
nas pagas. Por gran diclia fué tenida la llegada de tra de ánimos valientes. Hallábase ~!orillo, capitan
varios buques facilitados por el gobierno francés, en general de Galicia, resentido con los liberales exalta-
los cuales se embarcaron muchos marinos, así del dos, por diversas razones, si bien es de creer conside-
Ferro!, como de la Coruña, para hacer frente álos cor- rara ya como perdido al gobierno con:-;titucional, por
sarios americanos que I ofesta bao nuestras costas. efecto de propias y ajenas culpas. Ello fu& que, ha-
1820. Las diversas tentativas para restablecer la lláodo:;e en Lugo el 26 do junio, supo la destitucion
Constitucion, pooi,in harto á menudo de manifiesto el del rey, y sin detenerse, llamó al obispo, al jefe polí-
secreto fueg·o que á la sazoo ardía en las entrañas de tico y:\ tres individuos de las diputaciones provir.cia-
la sociedad española, mas todos los movimientos fueron les de la Coruiia, Vigo y Orense, para tratar de tau
desgraciados, hasta el año de 1820, en que Quiroga y estraordi oarios sucesos, no menos que dP, la próxima
Riego, aquel hijo de Galicia, y este de Astúrias, se llegada del general francés Larrochejaq uelin, el cual
pusieron al fraute de las tropas que en la costa. de An- ya estaba cercano á las fronteras de Galicia.
dalucía se hallaban destinadas á América. Al !?;rito, Todos convinieron al cabo en enviar por parlamen-
dado el l.º de enero en las Cabezas de San Juan, no tario al general Bourk, que estaba en Astúrias, pro-
tardó en responder nuestro territorio, reuniéndose en poniéndolP ar1nisticio, :;in reconocer á la regencia de
la Coruña con la guarnicion de esta, las fuerzas que r.-Iadrid ni á la de Cádiz, permaneciendo Gal1cia aparte
se bailaban en el Ferrol. De igual manera se armó al é inde 1iendiente de ambos gobirrnos, hasta que Fer-
punto la milicia nacional, ya dividida por entonces en nando, de uuevo soberano y establecido en la córte,
volunttJ,ria y legal. El pri1ner batallon del Ferro!, se determinara lo que mejor le pareciese. Vino eo el ar-
lla1nó: Batallan de infantería de milicia nacional vol1tn- n1isticio el francés, y por capitulacion quedaron res-
taria del Ferrol, seg1tr¿do de Espa,ía, porque era, en petadas personas y propiedades, así como las opinio-
efecto, el seg·undo que en la Pentnsula se había, for- nes pol1ticas de cada cual y los grados y empleos de
mado. los jefes y oficiales del ejército.
Cedió al cabo la resistencia que trataban de oponer De esta manera recibió l.Vlorillo á Bourk en Lugo el
los partidarios del rey absolut0, y hubo fiestas reli- 10 de julio. A semejante capitulacioo negóse resuelta-
gioaas y cívicas para festejar tan s':>lemne aconteci- mente Quiroga, segundo de i\lorillrJ, y huyendo á la
miento. La política ocupó los ánimo3 de nuestros ga- Coruña, fué en ella reconocido por general on jefe,
llegos llenándolos de arJor, y no ei. un solo sentido, poniéndose tambieu de su parte Palarea, quo ll,:>gó,
como él, huyendo desrle Astúrias. Es innegable que
en semejantes momrntos daba.u estos dos militares
(\) Historin, etc., del departamento dPl Ferro!, por Montero y
Ar,,stegul, pag. 174. gran prueba de 8U adhesion á la causa liberal, 1nucrta
PROVINCIA DE LA CORUÑA, 97

ya en el sentir de ta mayor parte, lo que era, á no du- vora y envilece. Testigos hay, y el propio earácter de
darlo, conforme con la apatía ó deseo del pueblo. los coruñeses 1,asta, para dar fé da que la iniquidad
La Coruña, ciudad apenas defeodible, cuyas forti- entonces cometida, debe ser etPrna mancha para la
ficaciones dominan por la parte de tierra los cerros honra de quienes por su infamia la merezcan; pero
adyacentes, se defeudió cerca de un mes contra los jamás para el oombre de un pueblo.
soldados de Bourk y l\1orillo. Doloroso es que al 1nen- Los desgraciados presos fueron embarcados, dicién-
tar una tan esforzada defensa, hayamos de tener que doles que iban á Vigo bajo la guarda de un piquete
referir tam bieu u u suceso, con el cual en vano se q uer- de nacionales á las órdenes de un ayudante de plaza.
rá manchar el limpio nombre de los coruñeses. Había Quien esto escribe, ha oído asegurar á personas dig·nas
no pocos realistas presos en el castillo de San Anton, de crédito, que los mismos nacionales no sabían la
y cundió la voz de que se hallaban en tratos con los iniquidad que se iba á cometer; ello es que mas tarde
sitiadores para asesinará los liberales el dia del triun- pagaron algunos con la vida culpa de que tal vez no
fo. R uin pretesto, no diferente del que se suelen valer eran responsables. Los presos que erau cincuenta y
los asesinos, que en el hecho de serlo, son casi siempre dos, fueron maniatados y arrojados al mar á 5 millas
cobardes, para satisfacer la sed de sangre que los de- de la Coruña; negro crímcn que ofendió á los hombres

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San ?úartin de Tiobre.

sensatos llenándolos de iodignacion, y que quizá fué El real decreto de 1. 0 de octubre de 1823 anuló
causa de que la plaza se rindiese antes . cuanto se habia hecho durante la Constitucion, que-

Dentro de ella pelearon, como buenos hermanos de dando restablecido el gobierno absoluto. En el Ferrol
nuestros cor uñeses, ·muchas personas comprometidas se celebró á 30 de noviembre una misa solemne, á
por sus exaltadas opiniones, así del resto Galicia que asistieron las autoridades, y se llamó de desa-
como de Bilbao, San Sebastiau y otros pueblos: y no sin gravios al Santísimo Sacramento, verificándose al
noble orgullo hemos oído de niños á los gene.rosos dia siguiente exequias por las almas de cuantos h a~
hijos de San Sebastian, mostrar con sus palabras el bian fallecido en defensa de la causa realista; en todo
grato recuerdo que conservauan del ánimo esforzado lo cual no se hizo mas que cumplir lo mandado para
y cuerpo vigoroso de los defensores de la Coruüa el resto de España. Como ya hen1os dicho, la Coruña
mandados por Palarea, que Quiroga habia sido llama- y el Ferrol fueron siempre afectos á la opinioo liberal,
do á otra parte por el gobierno. Tambien se halló en y tanto, que en este último pneblo, habieodo sido in-
la defensa de la Coruña el valiente inglés Wilson y vitados los vecinos á forrnar parte de la 1nilicia realis-
algunos oficiales franceses de opiniones liberales, des- ta, no pudo este cuerpo formarse, pues los jefes y ofi-
terrados de su patria. ciales voluntariamente alistados no tuvieron fuerza
Al cabo se rindió la plaza el 10 de agosto despues que mandar.
de bombardeada, y con su allanamiecto cesó la resis- Con todo esto, la rcaccion propia de sucesos tan ca-
• tencia por toda Galicia. Ya el 15 de julio habia entra- Iam itosos como lo:; q uc vamos rf'firiendo, fué mas te-
do en el F erro! una division fr&nccsa al mando del mible en otras partes que en el Ferro], cuyos habitan-
general baron de Hu bert, al cual no podia oponer re- tes pertenecían casi todos al fuero de marina, y sus
sistencia una plaza desprovista de tropas, víveres y jefes los a1npararon y pr otegieron siempre.
demás recursos necesarios para la defensa. l824-1827. 1'ambien en1pcz6 á halla r algun ali-
CORUISA. 13

98 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

• Yio la miseria que los C'l1nbios y trastornos políticos eucarnioaron al arsenal, en donde tambien se re-
bahian n1as y 1nas ag·ra vad:>, siendo la corl:eta I1tda- cogió el comandante general del departamento, don
gadora el últimb barco que se habi·\ botado al agua, eu H.oq ue Guruceta, con todos los jefes y o6ciales de los.
1R04; pasaron luego diez y seis años, que el Ferrol cuerpos de la armada y la 1naestranza. Al punto, Zu-
recordará sie1npre lleno de espanto. A.l cabo se cons- malacárregui hizo entrar en el cuartel al rcg·irniento,
truyó en 1821 la frag·ata Lealtad, en 1K25 ÍAt Iberia, y yéndose él á su casa.
La Resta1tracion en 1826, vol viendo de esa manera Tales cosas no podiau menos de causar inquietud y
uua pequeña parte de la perdida animacioo á nuestro zozobra á los habitantes, y algunos decian que Zu-
departamento. A él acudieron, así como al resto de malacárregui trataba de sorprender á las autorida-
Galicia muchos emi 6 rados portugueses, echados de des y al pueblo en el Te-Dou1n que había de celebrar-
su tierra por los sucesos políticos en ella acaecidos se al dia siguiente por la noticia, que se acababa d&
el año de 1827, y en todo nuestro territorio hallaron recibir, de la mejoría del rey, asegurando seria al
acogimiento de hrrmanos. propio tiempo proclamado D. Cárlos re3r de España.
1829-18:32. Durante este tranquilo períotlo de diez Cierto que no eran semejantes temores del todo in-
años, solo interrumpía los sucosos ordinarios de la vida fundados, si se atiende á las opiniones políticas del
tal cual festejo público, ya en honor del cas1miento coronel de Estremadura; n1as su carácter y pruden-
del rey, celebrado el 11 de diciembre de 1829 con su cia, harto acreditados cu lo sucesivo, prueban que
sobrina la serenísima señora Doña ~Iaría Cristina de Zu1nalacárregui, dispuesto siempre á favor de su par-
Borboo, siendo las fiestas en febrero de 1830; bien en tido, jamás habria intentado aisladamente semejant&
celebridad de la derogacion de la Ley S:í.lica y resta- locura.
blecimiento de la prag1nática sancion, decretada por De todas maneras, fué g rande la conmocion del
Cárlos l\', á ruego de las Córtes de 1789; 6 ya por el Ferrol mostrando el pueblo furor estraordinario y
nacimiento de la princesa de Astúrias Doña Isabel, le- deseos de acabar con la vida de su gobernador político
gítima heredera é inmediata sucesora de la Corona. militar. Era este tambien presidente del ayuntamien -
Por este tiempo, era gobernador politíco y militar to, y viendo que la inquietud iba en aumento reunió
de la plaza del Ferro! el coronel D Tomás Zumalacár- á los concejales aquella misma noche, y les manifestó
regui, jefe del regimiento de infantería de Estre- que no comprendía la razon d<> cuanto estaba pasando,
1nadura, 14. 0 de línea. Los ferrolanos conservan grato despues de lo cual, viendo no hallaba respuesta satis-
recuerdo de su enérgico y generoso carácter, así como factoria, dió una prueba seüalada de cuanto debía
de su celo y exactitud para cumplir con su deber, en esperarse de su talento y esforzado animo.
lo cual no pueden menos de estar conformes sus ma- Llena estaba la alameda de grupos de amenaz ador
yores enemigos. El Ferrol prensenció sus actos de ma- aspecto, por medio de los cuales atravesó Zumalacár-
gistrado, y jamás olvidará su inflexibilidad, tino y es- regui á las diez de la noche, solo y con tranquilo
1nero á favor del bienestar d 1.i cuantos se hallaban á semblante, sin que nadie osara estorbárselo, y entró
él encomondados (1). En él hallaba el pobre justicia en el arsenal, donde trató, aunque en vano, de con-
pronta y recta, dispuesta á favorecerle contra la ene- vencer al comandante general de que nada tenia que
mistad de todo enemigo rico y poderoso; recorria en temer de las fuerzas de su mando. Salió á poco, vol-
las altas horas de la noche los mas ap-trtados y ocul- viéndoi,e á su casa de la propia manera, y por medio de
tos lugares de la poblacion, teniéndose, como en efecto los mismos grupos. Quiso Dios que el generoso carác-
lo era, por verdadero vigilante de la seguridad de los ter del pueblo ferrolano impidiese el llevar adelante
vecinos. Había una sociedad de ladrones, terror de aq u e- las amenazas de algunos.
lla parte de Galicia, relaciouatla, segun se dice, con Al siguiente dia se cantó el temido 1'e- Deu1n al
personas de todas las clases de la sociedad, y Zurnala- cual asistieron las autoridades, jefes y corporaciones
cárregui estableció una comision militar, ante cuya de mar y tierra, presidiendo al ayuntamiento Zuma-
recta y j asta severidatl cesaron los robc,s y crímenes, lacárregui, desde las Casas consistoriales hasta el
ile orígen, hasta entonces, misterioso y desconocido. regreso, pasando á la ida y á la venida por medio de
El dia 20 de octubre de 1832 acaeció on suceso, que inmenso y silencioso gentío. Acababa la ceremonia,
á varias personas hemos oído referir; y no queremos volvieron al arsenal los jefes y demás individuos de
esponer las opinione::i de cada cual, por mas que en el la armada, con su general á la cabeza, sin qu'l las
caso puedan hallar nuestros lectores motivo de sor- tropas de mar y tierra asistiesen al Te-De1trn, antes
presa 6 bien de chanza, segun sea la manera que ten- bien permanecieron encerrados, en el cuartel de Dolo-
gan de comprenderlo. res el regimiento de Estremadura, y en el arsenal, su
Sucedió, pues, que, á.eso del anochecer, se hallaban nueva habitacion, los de marina.
los dos batallones del regimiento de Zomalacárrcgui, A poco fué relevado Zumalacárrrgui, y marchó con
maniobrando en el espacioso campo, frente al cuartel su regimiento á Santiago: mas a(lelaute, á fuerza de
de Dolores, que era el suyo, en el cual estaban sospechasé ingrato olvido, se vió obligado á pedir el
tambien los batallones de marina. De pronto salieron retiro para Pamplona, patria de su esposa, desde
estos tocando las cajas, con todo su armamento, donde salió á defender sus opiniones, cou tales
equipo y aun efectos del servicio interior, y pasando muestras de talento y animo enérgico y esforzado,
por delante del regimiento de Estrcmadura, se q ne su nombre en la posteridad será ten ido por bueno;
y fuera en verdad ilustre, á no ocurrir la desventura
(\ ) Hi!loria d~I Fer,-ol, por :\lonlero, pág. 181. de haber sido teatro de sus esct>lPn tes calidades ol
PROVIKCIA DE LA CORU5;A.

siempre horrenrlo y aborrecido campo de las cli!-cor- una nueva ley electoral, mas lata ":,,' análoga á un
dias civiles. 1>or encima de c>llas l<' contempla la gc- buen gobierno rrpreseutativo.»
neracion presf'ntc, respondiendo á cuantos proounciau I)or el n1es de julio ele 18,16 entró en la provincia la
el nombre ele Zumalacúi:r<'gui con afectos de ódio ó de division del general carlista Gom<'z, el cual, despues
venganza: «¡ l\'escio r¡uitl!,, de derrotar al general Tel10, llc;,r6 á A.stúrias, entran-
do en Oviedo; tnas perseguido por Espartero, pasó á
la vista de Lugo, s, dando un rodeo, entró en Rantia-
CAPITULO XVII . go, donde fué rnuy bic o acogi1l(). Para evitar la
• constante persccucioo de diversas colnmnas que le
• seguian, hubo de salir de Santiago, rncamio:indo·sc
?.fuerte ,\e Fernan,lo VIL-Ou~rrn c1vil.-Peticioncs de la Junta <le
de nuevo por 1Iontloñedo, á Astúrias. Gomcz repartió
In Coruña en lllfi. -E,pe.licion ,le Gomez.-Dep6~ito de rehcnc~ en
Ferrol.-Prisioneros carlistas.-Junta de la Coru11a en Js.1:1. armas á los guerrillrros que halló en Galicia, y aun
quedaron algunos oficiales con ellos. 1\1 a.;;, en nuestra
provincia, si bien tenia D. Cárlos sutlcicntes defenso-
1833-1843. A la ,nuertc de Fernando '\'II, acae- rr~ pára estorbar á. c.t la. paso las co:nunicacioues, y
cida á los cuarenta y tres años de su cda,l y veinte y dar q uc hacer á las tropas y á la l\1ilicia, faltó siem-
cinco de reinado, la tarde del dia 29 <le setietn bre de pre un jefe qur>, apr,,v,•ch·lnuo la ocasion, crc:1ra uu
1833, quedó por real decreto del mismo dia goberna- nuevo y tPmible centro de guerra.
dora del reino la Seüora Doñ:1. 11aría Cristina de La Coruña y el Ferrol, en <lon,le la causa carlista.
BJrbon. Ajenos son á este lugar la mayor parte de tenia cicrta1ncntc menos arnig,)s que en lo interior,
los suceso,; de aquel tietnpo; baste tlecil' que Galicia hallándose arlemás en ellos reuoidas las diversas au-
vió reno\'ados á poco los funestos aiíos de que tan tris- toridades, sedi~pusieron á l:l defensa, caso ele que fucsP
te y reciente n1emoria conservaba. necesaria, bien que no era probable pensase Gomez e11
La guerra c1,·il, que hasta entonces, potlia decirse, perder tietnpo, que tan tasado tenia, ante unas
babia sido pasajera, llegó á crecer y esteud,!r:,;e de plazas para él i nespu nables. Xi por eso dejaron de
modo que todos los esfuerzos de an1bos partido,;, hacerse los preparativos necesarios p:i.ra resistirle.
liberal y realista, se aunaron en provecho propio; por .\1 to()_ue de generala a,~uclió la )Jilicia, aumentán-
mas que nuestras costas permanecie,;en indefensas, y dose su núcnero con el de muchos voluntarios que así
todas las clases sun1idas cu la 1niseria, 6 bien temien- en la Coruüa corno en Ferro! se presentaron á tomar
do su constante a1neuaza, y al mismo t1e1npo, nuestro las arruas; pero la rcsoluciuo de ambos pneblo,-, como
ct·édito y reprcscntacion hollados pot· enemigos cs- las medidas y precauciones de las antoriuades, no tu-
traños y aun domc1sticos. ~a.da in1portaba á los que vieron afortunadamente otro empleo.
únicamente trataban de dar cu tierra con su enen1igo, Nuevos sncesos políticos acabaron con el Estatuto.
ni la hefa q uc de nosotros hacian, ni la !-Onrisa pues ele re:-ultas ele lo ocurrido en La (}ranja, en agos-
de desprecia ti"º desd,•u con que nuestros prupios to dr lftl6, fué proclan1;vla la Const1tucion <l.e 1812 ~-
a1nigos nos 1niraban, fueron parte á detener un mo- publicada por real decreto <lrl tlia 13, n1ientras la na-
n1rnto la rspada del valiente, ni el puflal <lc>l asesino. cion n1anifestase su voluntad en las Córtes. Con toda
Ansiosos de pelea, cruelrs á veces, héroes ;i 1nenndo, ,;olen1nidatl se publicó, pues, la Constitucion, asis-
n ucstra ceguedad halló tremendo y merecido castig·o tirnrlo autoridades, corporaciones, tropa y (}uar,li:i
en las des ven turas de la patria; y cu el odio y a pasiouado Xacional, que así se llamaba ya la antigua l\1ilicia
rencor, que aun furn1an parte tle nuestra triste ,ida. l"rhana, siendo tambien organizarla con arreglo :í
Xo por apartada la provincia de la Coruña (que la Orut'nauza decretada por las Córtes en 2() de junio
solu tlesdc ahora pode1n.>s darla· se1nejante nombre), de 1R22.
dejrí de c;;pcrimentar los nriros l'esultados ele la DC' , ez en cuanllo se coustruia en el r, errol algun
gu<'rra civil. Por real tlccreto lle ft•brero ele 18:31 se • buque: rn 183:S, las fragatas Cortes é Isabel, botada~
org·anizó la niilicia urbana; jurú~e tarnbien el Estatu- al agua en 1R3G, siltndololaCriJ·ti,ia en 1R3i. l\Iasno
to real en el n1is1110 aüo, y mientras cu la 1nayor parte eran los tic1npos rnuy propicios para la dC>s,enturada
de las ciudatlrs y pueblos de impurtancia halí!tb:t Pl 1narina, la cnal nn po lía mr>uo;:; ele co1-rer la tristP
gobierno a1nígos, por los campos se disponían sus suerte qu<' á totla España cabia. _
cnrn1igos á defender la baodera de Don Cúrlo5. Entre tanto, y co1no los faccio,;os deteniau y aprisio-
i\o hacia 1nucho que nuestra pro\'inr1a babia jura- naban á muchos viajeros y militare,-:, á quirnes solían
do Pl Estatuto, cuando se alzó la Coruü:t á 27 ele agos- 1naltratar cruelinente, el c I pitan gen Pral de c;alici:i
to ele Jfl:~5, formándose una junta de autortdatl~s y ve- dctPr1nin6 for1nar un d 'pr.ísito el,.. rehenes Túvosc al
cinos ele diferentes clases, para. seguir el movin11cnto F<'rrol por el lugar mejor y mas apartad.o dr la guer-
co1neuzado en 1\ragon y l\Iadrid. La Junta enrió las ra, y en el claustro del ,-:11prin1ido con,ento de Ran
siguientes peticiones á S. o!.: Francisco quedó establecido el depó:-ito. Jóvenes y
«1.n l~l pronto y favorable d,•spacho de las peticio- ancianos de ambos sexos, c11yos parientes ~e halla-
ne,; hechas por el l~»ta1ncnto ele procuradorrs. 2. n La ban en la faccion, fueron traiclos di' diversos punto,-
cstincion Lle tollas las 6rtlenes religios,ts. 3. ª La scpa- de lo in tcl'ior de Gal' cia al l<\•rrol, cuyos hahi tan tel'.
rac1on de todo;; los c1nplcatlos conocidamente des- ajenos al rencoroso espíritu que su\!le prevalecer en
aft•ctus á aquel orden de cosas. 4.n La pronta convoca- semejantes circunstancias, acogieron pacífica y fra-
ci11n de lils Cól'tes. 5_n La presentacion en ellas de ternalmente á los des\'enturados prisioneros. No me-
100 CRÓNICA GENER AL DE ESP AÑA. •

DOS leal y generosa fué la conducta del puf'blo fer- espirar despues de tanto padecim iento: las obras de
rolano con los jefes, ofi~iales y soldados de la. espedi- la carena de la fragata Perla y la construccion de la
cion del conde de Neg-ri, prisioneros tambieu. Parece corbeta Ferrolana, fueron lt>ve señal de vida, si bien
que intentaron huir, y aun hubo quien temió por la anuncio de mejores tiempos.
seguridad de la plaza; mas, si al principio la zozobra y De pronto se supo el alzamiento del segundo bata-
la diferencia de opiniones encendieron los ánimos, llon del regimiento de Zamora en Lugo, el 3 de abril
pronto cedió el encono el puesto ,i la piedad, que no ele 1846, á cuya cabeza se puso el desventurado co-
podía menos de causar el ,er á espaüoles cruzar las mandante de Estado l\fayor D. ~figuel Solfs y CuPtos;
calles, maniatados y conducicios ante el tribunal mi- sublevándose despues los provinciales de Segovia, •
litar, en el cual necesariamente babia de influir la Gijon, parte del de Ovicdo y de la Guardia Civil. Foé
noble compasion que, para honra suya, demostraron Galicia declarada en estado de sitio, por bando del
entonces los hijos del Ferro!, y a.sí ningun prisionero ca pi tau general dado el 4 del propio mes, ó lo que es lo
perdió la vida. mismo, al dia siguiente de la sublevacion de Lugo.
No había sido menos generosa la conducta de los Venia, á esto el batallou provincial de Málaga des-
coruüeses el año de 1835 con los veintisiete prisioneros tinado á Galicia, y evitando el encuentro con los su-
cogidos á bordo de un barco inglés y encerrados en el blevados, pudo acogerse al Ferro!, á donde en tristí-
castillo de Sao Anton, donde estuvieron no poco simo estado y lleno de privaciones llegó por la tarde
tiempo, como dc>cirse suele, entre la vida y la muerte, del 17, alojándose en las casas particulares, por fa lta
hasta que Inglaterra acudió en su ayuda, salvándolos dP lugar en los cuartelPs. Entre tanto Solís, que babia
de la tremenda lPy de represalias á que se les quería llegado á las inmediacioof's de la Coruña, se retiró á
sujetar. Betanzos el 18, mientras en el Ferro! no dejaba de
Ht>cha la paz en los campos de Vergara, la provin- haber tentativas de alzamiento, siendo ahogada la que
cia de la Coruña potlia contar con época mas ventu- estuvo á punto de estallar en la guardia del dique del
rosit, y celebró el fausto suceso con funciones reli- arsenal, con solo presentarse el jefe del departamento.
giosas y toda clase de festejos. l\fas la guerra, apaga- En aquel mismo instante dió la vela el bergantin
da en el campo, duraba encendida en los ánimos. El Nervion para Vigo (1).
que, para darle el nombre que entonces le dieroo, sin Dispuesto se hallaba, en la madrugada del 19, el
tener muy en cuenta el Diccion(l,rio de la lengua, lla- provincial de Málaga á salir para la Coruña, en el
maremos pronunciamic>nto de l.º de setiembre de 1840, vapor de guerra I sabel II, cuando se supo que Solísse
DO menos que la regencia del duque de la Victoria, acercaba al Ferrol. Al punto guarnecieron las mura-
fné alegremente festejado; y cuando apenas habia llas los provinciales de l\.Jálaga y la Coruña, apres-
pasado su recuerdo, se alzó ó pronunció la Coruña el tándose tambien á la defensa las fuerzas de marina.
18 de junio de 1848 contra el Rt>gente. A esto, llegaron las avanzadas de Solís á medio tiro
Toda la provincia siguió el ejemplo de la capital, de cañon de la plaza, deteniéndosE> au te el fuego q ne
menos el Ferrol, por lo que duró seinejante estado de se les hizo desde la Puerta Nueva: al propio tiempo
desunion é incerti<lum bre bastante tiempo, dado que acudian buques de guerra á los flancos de Caranza y
la junta de la Coruña trataba, por medio del bloqueo, la i\faleta.
de hacer que el Ferrol la obedeciese, de lo cual resultó A las cinco de la tarde del mismo dia se retiróSolfs
una accion entre las tropas que seguian á aquella y las por Neda, Puentedeuine y B.,tanzos á Santiago. Ha-
que guarnecian el Ferrol: con esto, corrió sangre es- bíanse sublevado en esta ciudad el provincial de
pañola en las alturas de la 1'fucltiq1tiera y de las 1Jfo1t- Zamora y el escuadron de Villaviciosa, sin que en
relas, muriendo el coronel Rivera y el capitan l\,fonge. toda Galicia se obedeciese ya al Gobierno, mas que
Tristísimo suceso, que para nada sirvió, salvo para en la Coruña, el Ferrol y Orense. Verificóse el alza-

lleuar de lágrimas y cluelo á infinitas familias. miento al grito de «¡Viva la reina libre! ¡Viva la Cons-
Al cabo, fué declarada mayor de edad la reina doña titucion, fuera estranjeros, abajo el dictador Narvaez,
Isabel II, y la provincia de la Coruña demostró su y abajo el sistema tributario!;»además, despues de de-
alegría con toda clase de funciones y festejos públicos. cretar la junta de Santiago la su presion de la policía

(1) Mientras escribiamos 103 anteriorei renglone'I, anunciaban los


CAPITULO XVIII. periódicos la muerte del Sr. D. Luis Jor:;¡-ane3 y l'ar,lo de Aollrade,
jefe de escuadra. El Sr. Jorgancs manJaba el bergantin .vcr1Jion,
Desarme de la M11icia.- 1\.lznmiento general de Galicia escepto la cuando los sucesos que vamos rellriendo; en ellos mostró ln misma
Coruña y el Ferrol.-Tristes resultados ,le la insurreccion.-Enlace serPnidad y valentía que en todo el resto ,te s,i vida, cosa que sus
de la Reina doñ11. Isabel II con su primo D. Francisco de Asís.- mayores enemigos políticos no osariín negarle jamás. No parece sjno
Fiestas.-Fomento de la marina.-Incendios.-Hambres.-Sequía c¡ue el nombre del "Ye,Tiotl clebia ele ser para él fatal y honroso al
del verano de 1851.-"l>Jiseria y bnmbre en 18.3-'3.-Cóleraen la Coru- propio tiempo. Cabalmente, en la ria de este nombre (Bilbao), y d u-
ña.-Visitan SS. MM. á Galicía. rante la guerra civil, llevó á cabo una accion, en verdad gloriosa,
por la cual apenas se le creyó digno de un ridículo premio mientras
por otra semejante. pero de ningun modo mayor, mereció años des-
1844-1860. En 1844 fué desarmada la )-filicia Na-
pues el general Armero el título de marqués de .Veruío,1 y la gran,le·
cional. Los ánimos iban tranquilizándose y el depar- za de España. Bastaba que el Sr. Jorganes fuera próximo allegado de
tamento algo mas atendido y mejor pagados los quien esto ~scribc, para que la d<>sventura se ensaiíase con él toda
empleados de marina, podia decirse comenzaba á su vicia.
PROVINCIA DE LA CORU~A. 101

y de la_Guardia Civil, convocó la l\lilicia Nacional, y Formóse al cabo el dia 14 una J1t;ita S1tperior con
determinó llamará las armas á cuantos tuviesen de los presidentes de las otras, pidiéndJse además Córtes
diez y ocho á cuarenta años, así como la creacion del Constituyentes, por iuspiracion y consejo, segun pa-
batallon literario de Santiago, á semejanza del que se rece, del secretario autor de la proclama, el demó-
formó en la guerra de la Independencia. crata Sr. Faraldo. Decretó e~ta junta la supresion
¡Qué buen espaiiol podrá referir, sin muestras de del siste1na tributario y de la policía, y la reforma del
verd~dero dolor, el triste suceso del alzamiento ele Ga- plau de estudios y de los araLLceles judiciales de 1845;
licia! Nom1rado el general Villalonga capitan gene- dispuso la modi ficacion del derecho de consumos y
ral, se preparó á la defeusa en la Coruña, unido con puertas, la refor1na de los pasaportes, la rebaja de la
el general l\iartioez, jefe político, al paso que, acep- sal, y tambien el arre¡l'lo del culto y clero. En asuntos
tando la oferta dP, su antecesor el general Puig Sam- de g·nerra, ordenó el alistamiento de los licenciados
per, le envió con dos batallones de Zamora contra los del ejército en batallones de defensores del pueblo, la
sublevados de Lugo, mas este general se volvió al creacion de un cuerpo de caballería en cada provincia,
saber lo de Santiago, á donde se encaminó con sus requisando los caballos, y el abono de dos años de ser-
tropas. vicio á los soldados que se uoieseu á la sublevacion.
Pensaban en retirarse los que en esta ciudad se Lo del alistamiento no pudo ser llevado at!elante, pues
habían comprometido, cuando la venida de Solís con cerrada la comunicacion con lo esterior por el Ferro\
la gente que drsde Lugo le seguía, l~s prestó ánimo. y la Curuii.a, no llegaron á servir los diez mil fusiles
La aldea de Sigüeiro, á dos leguas escasas de San- iugleses que se estaban esperando desembarcasen en
tiago, presenció uo caso singular y propio de toda Vigo. Tamb1eu tuvo la junta por Gaceta oficial el pe-
guerra civil, y mas cuando los ánimos no están lo riódico La Re1Jolucion, escrito por Faraldo, del cual
suficiente enr-onados para negarse á todo arreglo. salieron tres números.
Formadas en batalla las tropas dPl gubieruo y las de Súpose á poco en Galicia que Narvaez babia clejado
Solís, dieron estas la señal de ataque al son del himno el potler, disponiendo el nuevo gobierno que el ma-
de Riego: mientras á una y otra parte se oían gritos y riscal de campo D. José de la Concha, marcha,,e con
vivas á la reina y la libertad. tropa::1 á reprimir la insurreccion. Entonces fuP cuan-
Llegóse el brigadier ~iac-Crohon á arengar á sus do, como ya hemos dicho, en los diversos movimientos
antiguos subordinados, entrando solo por medio de que hicieron las fuerzas sublevadas, llegó Sulís á la
ellos; mas ante la respuesta de un oficial, de que vista del Ferrol y la Coruña, en cuyas pla~as contaba.
«todos ellos estaban resueltos á morir antes que abau- con amigos. En tanto, iban adelantando por todas
donar la bandera que seguían,» se volvió á toda prisa partes las tropas del g·obíerno, y á nuestra provincia,
al general Puig Samper á decirlP, se presentara al verdadero centro de la insurrcccion, se encaminó el
punto para que no se perdiera la columna entera, pues general Concha en busca de Solís. Este, á q uieo la jun-
ambas líneas se hallaban á ocho pasos de distancia, y ta había ti, cho mariscal de campo, al mismo tiempo
parece que las tropas mostrában deseos de unirse á que á Rub1n, jefe de las fuerzas de Ponteredra, creyó
los sublevados. seria mejor esperar á Concha y defenderse en las
Mandó Samper venir á un capitan de estos á fin mis1nas calles de Snutiago; mas para librará la ciudad
de evitar el derramamiento de s;i,ngre, á lo cual res- de con1promis0s, iba á retirarse al Padrou cuando, ha-
pondió Solís exigiendo so le adhiriesen las tropas del biendo interceptado un parte de Villalonga á Concha,
gobierno. Al cabo se convino en un armisticio de en el cual d, cia aq ucl á este que no empeñase accion
cuc1.renta y ocho horas, prometiendo ambas partes alguua, sino despues de tener consigo las tropas de la
encontrarse de nuevo en el mismo punto el <lia 10. Coruña, determinó, contando con el auxilio de liubin,
Retiráronse primero las tropas d~ Samper, á lo cual salir al encuentro <le las tropas del gobitruo.
contestaron los de Salís con gritos de satisfaccion. Las ele la junta mostraron mas energía que en la
Solís, hombre de leal corazon, mas á quien su des- defensa de las alturas de Cacheiras, en la retira ia, y
ventura habia puesto al frente del alzamiento, se sobre todo, al llegará Santiago. Larga y obstinada fué
volvió á Santiago, desde donde envió una columna la resistencia; Solís al cabo dió la órden de retirarse al
para dar mas impulso á la insurrecciou de la pi'ovin- sólido convento de San ~fartin : en él coutaba todavía
cia de Pontevedra. Llegó el dia 10, y en lugar de ve- el desventurado con la llegada de fuerzas amigas,
rificarse la presentacion en Sigüeiro, hubo 8olís de mas las muuiciones se iban acabando, y mientras en
dejará Santiago por hallarse con fuerzas infc•riores á consejo de oficiales determinaron estos abrirse paso á
las de Samper, que contra él venia. Llegó este á Pa- la bayoneta, la tropa dió mu es tras de abandonarlos.
dron, mas habiendo sabido el alzamiento de Ponteve- Habiendo sido inútil la mediacion del señor arzobispo,
dra y Vig·o, retrocedió hasta Sigüeiro. Fué á buscarle Solís se rindió con sus soldados, negándose á huir,
Solís, hallándole fortificado en las casa<1 del pueblo, coma- algunos le proponian: ((Los lle comprometido,
y el puente defendido por dos cañones. Despnes de respondía, me obedecierou; van prisioneros, probable-
inútil embestida y cuatro horas de fuego, de que re- mente á morir. Debo darles ejemplo>> (1).
sultaron varios heridos, se retiró Solís á Santiago, sin Con la rendiciou de Solís, acabó el alzamiento de
que Samper juzgase prudente permanecer tampoco en
aquel sitio, del cual salió e1: silencio y á media noche
para la Coruña, viendo no se hallaba con fuerzas su- (1) Continuacion de lo. Hi.•toria <l• .,tariana por el señor D. Edunr-
ficientes para arrostrar el alzamiento de toda Galicia. <lo Cho.o, t. V, pág. T.>5. Edicion de lujo, Gaspar y Roig.
, ~
102 CRONICA GENERAL DE ESPANA.

G alicia; ,,¡ llalooga salió de la Cornña, para Lugo, la pañada de S. 11. el rey, del príncipe de Ast6rias y de
cual oo pudo oponer resistencia. En el Carral, á tres la infanta doña Isabel, visitó Galicia, ó por mejor
leguas de la Coruña, se estableció uoa comision 1nili- decir las provincias de la Coruüa y Lugo, cuyas prin-
tar que condenó á muerte á Solís :¡ ,relasco, aquel, cipales ciudades mostraron con toJa clase de fiestas -:,·
de treinta años solamente, este, militar de nombre du- esteriores señales de lealtad, su amor al trono y á la
rantf> la última guerra civil. Once oficiales mas fue- dinastía de San Fernando.
ron fusilados al propio tien1po J' en el mis1no sitio. En la madrug·ada del día 15 de setiembre, despe-
'l'ristísimo fin, lla1nado por ao partido castigo, por dían en \ 'illafranca á la Real familia las principales
otro 1nartirio, mas para el cual solo Dios tiene en su autoridades del antiguo y noble reino de Galicia.
mano consuelo y misericordia. ¡Pluguiera á Dios que El 19 de octubre del 1nismo aiío se publicó en el
otros semejantes no hubieran sido inútiles para los Ferrol el siguiente bando: « Don Ra1non de Ocam-
desventurados jóvenes que en aquel dia perdieron la po, etc. Hago saber, etc. La Reina (Q. D. G.) se ha
vida! cligoado espedi1· el siguiente decreto: En atencion á
Despues de tan fuOestos acooteciniientos, logró al las razones espuestas por el ministro Je la Goberua-
cabo nuestra provincia d1as de mayor tranquilidad y cion, de acuerdo con el parecer del Consejo de minis-
reposo. Nuevos caminos empezaron á darle vida, al paso tros, ,cngo en concederá la villa del Ferro! el título
que para el departamento fueron tambien renaciendo de ciudad y el tratami,,uto de señoría ilustrísima á su
los tiempos de su pasado esplendor. ayuntamiento.

Dado en Palacio á 13 de octubre de
El ai'lo de 1851 fué notable por la estraortliuaria se- 1858.-Está rubricado de la Real n1ano, etc.»
quía, á la cual se atribuyeron, Pntre otros, el incendio Faltos de espacio y ele tiempo, habremos de poner
que se advirtió en el Ferro! al anochecer del 10 de fin á la narracion de sucesos para dar á conocer, en el
setic1nbre por los n1ontes de la villa de la Gaña, mos- corto trecho que nos queda. e I her1nnso territorio de
trándose coronado de llamas la cumbre del cerro que la provincia de la Coruña.
seflorea la entrada del puerto sobre el Castillo de San

Felipe, siendo grande el peligro que hubo, por caer P~\RTICOS .JUDICI.t\.LES.
hácia aquella parte de la ribera el al macen llamado
del Vispon, depósito de pól,·ora de la plaza. Sofocado CIUDADES Y PUEBLOS IMPORTANTES.
el fuego la noche del 10, renació n1as g-rande y ame- Pl..RTIDO JUDICIAL DE ARZtA (.de entrada).
nazador á las doce del dia siguirnte, corriendo hácia
la ribera y camino drl almaccn de que hemos habla- Ayuntamiento de Arzúa; comprende las siguientes
do. Al cabo el venciudario, la marinería del a:senal en parroq u1as:
lanchas y la maestranza del astillero particular del Arzúa, Santa Jfa,·fa. Arzúa, Santiag·o (villa). Bocn-
Ti é,·eruero, acudieron á e,·1tar tanto daiio, trasladando te, Saotiag·o. Branrleso, San Lorenzo. Branzá, Santa
la pólvora al al macen del )lónton y apag·aodo por fin Leocadia. BurrPs, t-;·1n 1i'icente. Calvos de Sobreca-
el 1nce11d10. miiio, San 1\1artin. Can1pos, S1n Estébau. Castañeda,
Enjulio de 1802 recibió la prov1ucia de la Coruña, Santa ?llaría. Do,lro, Santa 1\1aría. Dombadan, San
con señaladas muestras de leal tau y regocijo, á la se- Cristóbal. Figuero:1, San Pelayo. Lema, San Pedro.
ñora tloüa 11aría Luisa Fernanda, acompañada de su ;\larojo, Santa 11aría. 1Iella, S·1.o Pe,lro. Oiner, San
esposo el ::3r. D. A.otonio Felipe Luis de Orleans, duque Cosn1c. Patiiiohre. San Estf.hau. Renda!, i4anta l\1aría.
de 1lontpensier y de sus aug·ustas hijas las infautas 'fronccda, ~anta 1\laría Villanclavil, Rauta l\laría.
~Iaría Is:i.l,el Francisca •y :\lar1a A.malia Luisa. \'illantin1e. Ran Pcclro. \'inós, San Pedro .
A estas fiestas sucetlieron por el invierno grandPs Ayunta1niento de B)imorto: Arcéo, San \Ticentc.
ten1porales que trajeroJ á los seg·uros puertos de Ga- A.nrlabao, S·tn 11Iartin. AngPles, Santa l\larí:.t. Boimil,
licia 1nuchos buques e~paiíoles y estranjeros, unos San l\IignPI. Boi,norto, Santiago. Brates, San Pedro,
á reparar sus a\'erías, y otros á hallar meran1ente se- Buazo, Santa 1Iaría. CarclC'iro, San Pedro. Cornclla,
guridad y abrigo. San Pedro Dor1nea, San Cristóbal. l\fercuri n, San
Las grandes nevadas de febrero de 1853 fueron Juan. Rodeiros, ~au Si1non. Sendelle, Santa tlfaría.
como anuncio ele una horrenda calamidad. Llenáronse AyuntamiC'nto de Curtis: Curtis, Santa Eulalia.
pueblos y ciudades de infinitos dea,·enturados que Fisteos, Ra nta ~1 a ría. Fojado, San ta l\1 a ría.
venían de sus casas, uo pidiendo dinero, sino pan. El Avontamicnto

ele :\[cllicl: A heancos. San Cos1nc .
clero y las autoridades hicieron todo género de es- Abcanco", San S:ilvarlor. Agron, Santa Eulalia. An-
fuerzos para oponerse al mal. Por todas partes se es- gC'le;; de Boente, Santa !',larí:1. Baltar, Santic1go. Bar-
tablecieron juntas de Beneficencia, y la caridad fué reiro, San l\famed. Campo,s, Kinta l\Iarfa. Castro,
grande en nuestra provincia, así como en todas las Santo Tomé. Follatlela, San Pedro. Furelos, San
d "más.
• • Juan. Golan, San Juan. Gondolin, San 1Iartin. Gro-
El cambio político de 185.J: coincidió con la pre- vas, Santa ,\1aría. Jubial, Santiago. Leborerio, Santa
sencia del cólera, el cual, si no hizo graneles estragos l\.1arfa, .1\-laceda, Ran Pedro. l\1eire, San Pedro. Jlellicl,
en lo demás de Galicia, los causó tre1nendos en la lJan Pedro (\ illa) . .1\-Iellid, ~;1nta .1\-1aría. ~IoldC's, San
ciudau de la Coruña. Los sucesos de 1fadrid cu julio l\1arlin. Oro is, ~anta Cristina. Ped rouzos, cl·1 n ta l\Ia-
d,, 183G fueron causa del desar1nc ele la !',1ilicia Na- ría. i-;a,n Cebrao, San Juan. Varelas, Sao ~Iartin. Vi-
cional, que en el 54 había sido armada de nu"vo. tiriz, San Vicente. Zas del Rey, San Julian
En el verano de 1858, la reina doña Isabel II: acoro- Ayunta1nicnto de Santiso: Arcediago, San .T uan

PROVl~CIA DE LA CORC~A. 103


Rarazon, Santa l\faría. Beigondo, San Cos1ne. Bermil, Bragatl, lian Jfanuel, C:írres, San Vicente. Cutian,
San Pedro. Liña res, Bantiago. i\1ourazos, ~an Jorge. Santa )laría. Dordaño , t::anta ~Iaría. Figueredos,
Niño de Guia, San Pelayo. Novela, Santa María. l)e- Santa 1fa•ía. Filgu,,ira de Barranca; San 111i~foe1.
zobre, San Cristóbal. Pezobre, Ban Estéban. Rairiz Loureda, San Estéban. 1Iandago, San Juli:in. Pader-
Santa Eulalia. l{ibadulla, San Vicente. Ran Ro,nan: ne, Santiago. Robaos, Santa Eulalia. 'fransaquelos,
San Pedro. Santiso, Santa 1lfa;•ia. Serantes, ~anta Sao Salvador.
Eulalia. \rimianzo , Santa l\faría. Visautoña, San ,\yuntamiento de C'oirú;;: .-\.rm"a, San Vicente, y
.Juan. Collantr,s, San Salvador. Coirós,,San.Julian. Espl'ouca,
Ayuntamiento de San Vicente del Pino. Arca, Santa Eu la] ia. Lesa, Santa i\Iarfa. Üíi, :Santa l\Iar,a
Santa Eulalia. Budiño, Santa h>faría. Castrofeito, Oís, Santiago.
Santa l\Iaría. Cebrero, San J ulian. Cerceda, San i\fi- Ayuntamiento de Irijóa: Ambróa, ~an 1'ir!'o. Beri-
guel. Ferreiros, San i\Ianuel. Ferreiros, San Verísi- nes, Santa i\1aría. Coruja, San t\al vador. Churrío, San
mo. Gonzar, Santa i\Iaría. LardeiroR, San .J uliau. l\Ie- i\1artin. Irijóa, 19an Loren:;o. l\Iántara, Santa i\laría.
dio, San Estébao. Pastor, San Lorenzo. Pcreira, San Viñas, Santa Eolalia.
l\Iiguel. Pino, Sa1i Vicente. AyuntamientodeOza: Bandoja, San Vicente. Céues,
Ayunta,niento de Sobrado: Carf'lle, San Lorenzo. San Nicolás. Cúiña, Santa l\Jaría. i\1eodoy, Santa
Ciudadela, Santa l\Iaría. Codesoso, San i\Iigucl. Cum- Cruz. Oza, Sa.n Pedro. Parede, San :Estéban. Porzon-
braos, San l\Iiguel. Folgoso, Santa Cristina. Grijalba, cillos, ~an Pedro. Reforcelo, ~antiago. Reguera, San-
~ao J ulian. Nogueira, San Jorge. Porta, Sa¡¿ Pedro. ta ~.'1aría. Rodevio, Santa 11aría. Salto, Santo 'J'on1i<.
I>ousada, San l\>lamed. Roade, San Anclrés. Vicente, San Estébao.
Ayuntamiento de Toq aes: Braña, S1nta l\Iaría. Ayuntamiento de Paderoe: Adragonde, ::ianti:igo.
Capela, Santa María. l\faogueira, San Cosme. l\Ionte, Obre, San Andrés. Pade,·ne, Sa1¿ Juan. (Juintas, San
:-;an Julian. ?llonte, Santa Eufemia. Oleiros, San l\Iar- Estéban. Souto, Santa l\1aría. ''igo, :-;,tn J ulian. Vi-
tin. Ordes, Santa l\Iaría. Paradela, San Pelagio. Vi- llamorel, San Juan. \ 7il logas, Sao ~al vador. \"iiias,
louriz, Santiago. Villamor, San Estéban. Sau Pantaleoo.
Ayuntamiento de Touro: Andeade, Santiago. Barna, Ayuntamiento de Sada: Carooello, San Andrés .

San Vicente. Bendaña, Santa 111aría. Beseño, San l\londego, Sao Julian. tilorteiron, San Xicolás. '.\Ieiras.
Cristóbal. Cal vos de so Camiño, San 1Iartin. Córces, Sao )lartin. Osedo, San Julian. Looe,ro, San .Juliau.
Santa 1',Iarina. Cornado, San Tirso. Eoq uerentes, San Sada, Sa1ita ,lfa,·la. Veigue, Santa Colun1ba.
Miguel. Fao, Santa Eugenia. Fojanes, San Verísimo. Total de poblaciones, 94; id. de habitantes, 47,310. ·
• Fuentes Rozas, San Juan. Loxo, Santa l\Iaría. Nue-
BETANZOS.
vefuentes, Santiago. Previdiiíos, Santiago. Guion,
Sao Félix. Ribeiras, San Pedro. Touro, Sa,i J1,a,i. Tiene Betanzos cerca de 900 casas y las calles en
Turces, Santa l\1aría. Vilar, San l\Iiguel. cuesta, menos la entrada por el camino ele Casti-
Ayuntamiento de Vilasaotar: Armen tal, San 1Iar- lla y la plaza, ó campo de la feria, doorle hay pa-
tin. Barbeito, San Salvador. Curtis, San Vicente. l\fe- seo, aunque pequeño, de agradable aspecto. En esta
zonzo, Santa l\Iaría. Présaras, San Pedro. Vilariño, plaza está el edificio lla,nado archivo, l1_oy convertido
Santa }lfaría. Vilasantar, Sa¡¿tiago. en cuartel. Hay casa de ayuntamiento, cárcel y es-
Total de poblaciones 140; id. de habitantes, 4i,072. cuelas de instruccion prima,ia para niños y niñas.
Betanzos tiene dos parroquias; la de Santiago, tiene
PARTIDO JUDICIAL DE BETANZOS (de ascenso). por aneja la de San Martín de Bravío; otra dedicada
• Ayuntamiento de Abegondo: Abegondo, Santa Eu- á Santa ~Iaría del Azogue-, es matriz de :-<an Pedro de
lalia. Cabanas, San Julian. Ccrneda, San Salvador. Viñas. Debajo del altar mayor de Santa l\1aría del
Cos, San Estéban. Créndes, San Pedro. Cullergoodo, Azogue se halló una preciosa lápida áraLe, cuya ins-
Santa :l\faría. Figueroa, San l\1iguel. Folgoso, Santa cripciones el epitafio del príncipe Yusof, hermano <le
Dorotea. Leiro, Santa Eulalia. Li1niñon, San 8alva- Habul-Hasao-Aly (l\Iuley Hacéo). Scrpren<le, en ver-
dor. l\fabegondo, San Tirso. l\leangos, Santiago. l\[on- dad, el hallazgo de semejante inscripcion en Betanzos
touto, Santa Cristina. Orto, San l\lartin. :ttiesedo, y en una iglesia, sin que haya sido posible a,criguar •
Santa :l\laría. Sarandon1•s, San ta l\1aría. Vilacoba, cómo r.i en que época pudo ir á. parar á Galicia. Sen-
Ban Tomé. Viones, Sao Salvador. ·vizoüo, San Pedro. timos que la falta de espacio nos impida poner aquí la
Ayuntamiento de Aranga: .t1ranga, Sait Pelayo. traduccion.
Cambas, Sao Pedro. Feas, San Pedro. Ferbenzas, San En el centro y en lo mas elevauo de la poblacion,
Vicente. llnniferral, San Cristóbal. está la iglesia de San Francisco, de grande importan-
Ayuntamiento de Bergondo: Babio, Santa l\1art~. cia, así por la época y magnifi.cenc1a dr su arquitectu-
Bcrgondo, San Saloador. Corti1i,a;i, SantaJfaria. Gu1- ra, como por el enterramiento de Fernan-Perez de
.;amo, Santa ~Iaría. Lubre, San .Juan. 11Iorujo, San Andrade el bueno (O Dó), nombre de altísima repre-
~alvador. Rois, Santa l\farina. Vijoy. sentacion por totla España en aquel tiempo.
Ayuntamiento do Betanzos: Betanzos (ciudad) Y PARTlDO JUDICIAL DE CARBALLO (de entrada).
.
sus arrabales, Drabio, San l\1artio. Piadela, San Esté-
•.\.yuntamiento de Bugalleira· Allóoes, San Féliz
ban. Pontellas, Santa María. Requiao, Santiago. Vi-
Brantoas, San Julian. Cores, San 11artin. Cosmc, San
ñas, San Pedro.
Ayuntamiento de Cesuras: Borrifans, Sao Pedro . Adrian. Cuspiudo, San Tirso. Graña, Sau Vicente


104 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.
- -
Tornes, San Juan. Lanqueiroz, San Julian. Ne1neiio, cuno, de cerda, caballar y mular; la carne de carnero
Santo Tomé. Niñones, San Juan. Pazos, San Salvador. es escelente; hay tambieu mucha caza.
Tallo, ,')an Andrés.
PARTIDO JUDlClAL DE LA CORUÑA (de término).
Ayuntamiento de Cabana: An6s, San Estéban. Bor-
neiro, San Juan. Candoas, San l\iartin. Ces1tllas, San Ayuntamiento de _<\.lvedro: Alrneiras, San Julian.
Bstéban. Corcoesto, San Pedro. Cundins, San Pelayo. Burgo, Santiago. Castelo, Santiago. Cela, danta Ma-
Esto, San Juan. Nao ton, San Pedro. Riobóo, San ría. Culleredo, San Estéban. Ledoño, San Pedro. Orro,
Martin Si varredonda, San Pcrlro. San Salvador. Rutis, Santa 1\1:aría. Sésamo, San Mar -
Ayuntamiento de Carballo : Aldemunde , Santa tio. Sueiro, San Estéban. Velga, Sao Silvestre.
l\laría. Ardaña, Santa María. Artes, San Jorge. Bor- Ayuntamiento de Arteijo: Armenton, Sao Pedro.
dillo, San Lorenzo. Bertóa, Santa María. Canees, San ArteiJo, Santiago. Barrañao, San J ulian. Chamin,
Martin, Carballo, San Jua1t (villa). Entrecruces, San Santa Eulalia. Sañas, Santa l\Iariua. Sarin, Sao Es-
Gioés. Goyanes, San 1<:stéban. Lema, San Cristóbal. téban. Locereda, Santa l\faría. l\Ionteagudo, Santo
Noiceda, Santa l\laría. Oza, San Verísimo. Razo, Sao Tomé. l\forás, Sao Estéban. Oseiro, Sao Tirso. Pasto-
:l\'Iartin. Rebordelos, Sao Salvador. Rus, Santa María. riza, Santa l\Iarfa. Sorrizo, San Pedro. Suevos, San
Sésamo, Santiago. Sofan, San Salvador. Vilela, San Martio.
Miguel. Ayuntamiento de Cambre: Anceis, San Juan. An-
Ayuntamiento de Coristanco: Agualada, San Lo- deiro, Sao Martin. Brejo, San Pelayo. Bribes, San
renzo. Castro, Santa Eulalia. Ceréo, Santa l\laría. Co- Ciprian. Carnbre, Santa 11/aría. Cecebre, San Salva-
ristanco, San Pelayo. Couso, San .l\,1iguel. Cuns, San dor. Cela, San Juliao. l\feigigo, Sao I,orenzo. Prábio,
Vicente. Ervecedo, San Salvador. Ferreira, Santa Sao Juan. Sigras, Santiago. T emple, Santa María.
María. Savina, San Tomé. Oca, San l\lartin. San Justo, Vigo, Santa María.
San Julian. Leavia, San !\ligue!. Traba, Santa l\faría. Ayuntamiento de Carral: Cañas, San ta Eulalia.
Valencia, Sao Pedro. Verdes, San Ad1 ian. Paleo, San Estéban. Quembre, San Pedro. Sergude,
Ayunta1n1ento de Lage: Lage, Santa .liarla (villa). San J uliau. Suimio, Santiago. Tabeayo, San 1\1:artio.
Kande, San Simon. Sarces, Sao l\Iamed. Serantes, Veira, Santa l\iaría. Vigo, San Vicente.
Santa l\1aria. Loesto, Sao Estéban. Traba, Santiag·o. Ayuntamiento de la Coruña: Cor1t1ía, Arrabales y
Ayuntamiento deLaracha: Cabovilaño. San Roman, Bahía.
Cayon, Santa 1'Iaría (villa). Coiro, San Julian. Ervoe- Ayuntamiento de Oleiros: Alfoz ó Perillo, Santa
do, Santa ~Iaría. Len1ayo, Santa l\Iarfa. Leudo, San Leocadia. Drjo, Santa l\1aría. Dorneda, Sao 1\1:artio.
J ulian. Lestoy, San nlartin. 11ont,· mayor, SAnta María lñás, San Jorge. Liaos, Santa Eulalia. Mayanca, San
l\1agdalen a. Soand res, Sao Pedro. Son tullo, San ta Cosme. Nos, San Pedro. Oleiros, Santa l,farfa. Seran-
María. Torás, Sa1tta 11/aria. • tes, San Julian.
Ayuntamiento de 1'Ialpica: Barizo, San Pedro. Buño, Ayuntamiento de Oza: El viña, San Vicente. Oza,
Sao Estébao. Cambre, San n-iartin. Cerq ueda, San Santa i1Jarta. Viñas, Sao Cristóbal. Viema, San Pedro.
Cristóbal. Leiloyo, Sant:l María. Malpica, San Julian Total de poblaciones, 58; id. de habitantes, 63.010.
(villa). Mens, Santiago. Villanueva, San Tirso. Este partido que es de término, se halla al NO. de
Total de poblaciones, 81; idem idem de habitantes, la provincia y rodeado del mar desde el NE. al O.; el
42,880. clima es templado y los vientos que empujan los va-
Este partido es de entré:ida; puesto al SO. de la pores del Atlántico hácia lo interior, despejan á me-
provincia y de la costa, combatido por los vientos del nudo la atmósferl\: no hay enfermedades endémicas, el
l.º y 4. 0 cuadrante en primavera y en verano, y del clima es sano y agradable sobremanera. Se estiende
3. 0 en lo demás del ano, tiene en lo general, atmósfera el terreno unas cuatro leguas de N. á S. y tres de E.
despejada y clíma benigno, se halla libre de enferme- á O. y entre los partidos de Ordenes, Cartello, Arteijo
dades endémicas, habiendo solo fiebres intermitentes, y el mar.
que se atribuyen al pantano formado en la antigua Abundan las fuentes de agua purísima, siendo no-
madre del rio de Carballo. El término de este partido, tables los baños minerales de Arteijo á una y media le-
por donde mas se estiende, es seis leguas y media de guas S. de la Coruña, ocho N. de Santiago y medill
N. á S. y nueve de E. á O.; tiene muy buenas fuentes dPl mar. El principio mineralizador de estas aguas es el
de aguas sanas y agradables, y merecen especial cloruro de sodio, puro y abundante, pues los súlfuros y
mencion las minerales frias y termales de Car bailo, en cloruros de calcio y magnesia son inapreciables é insig-
donde hay casa de baños, los cuales son escelentes nificantes: equivalen estas aguas á las de Saint Ger-
para los enfermos de reuma, gota, paralisis y otros vais, Saboya; Plombieres; Bains, en los Vosgos; Badeu,
males, siendo grande la concurrencia. Suiza; Caldas de Reyes, Pontevedra, y otros que en
Es el terrPoo, en lo general, montuoso y elevado, nada las aventajan, siendo las curas producidas casi
en parte llano, fértil y á propósito para el cultivo de milagrosas. Estas aguas se usan contra las erisipelas,
cereales; escasea el arbolado; si bien hácia la costa herpes y demás enfermedades de la piel, reumatismos
hay frondoso~ pinares: 1a o ueva roturacion de montes crónicos de músculos, huesos, ligamentos y sinovia,
ha permitido aumentar el arbolado, así como los neuralgias, dispepsias, anorexias, gastrodioias, gastri-
sotos y prados de pastos. Produce en especial trigo de tis, apiréticas, paralisis nerviosas, gota, iscuria, es-
escelente calidad, habichuela, maíz, lino, legumbres, tranguria, diabetes, afecciones crónicas de las vísceras,
hortaliza, patatas y frutas. Hay mucho ganado va- q uilopeyécticas, amenorreas, clorosis y leucorrea (y

PROVINCIA DE LA CORURA.
105
aun sG recomiendan en la impotencia no oro-ánica de
Ver<lura ha quedado espe<lita sin los puestos que la
ambos sexos), epil"psías, choreas y demas ~onvulsio-
llenaban, que han sido trasladados á la de Comesti-
nes crónicas, amaurosis, oftalmías serosas, úlceras blel'I, á la espalda y costado de la iglesia de San
callosas, etc., etc.
Jorge. La plaza ó campo de la Leña, en lo mas alto
E_n ~¡ establecimiento se halla hospedaje por 20 rea- de la Pescadería, es tambien llamada el Campo de la
les_d1ar1os con todo el servicio, inclusa la ropa del Horca; en la cual y en tan afrentoso suplicio perdió
bauo; los que prefieran hospedería independiente tie- la vida en 1815 el mariscal de campo D. Juan Diaz
nen que llevarlo todo consigo, pudiendo proveerse de la Porlier, mas célebre con el nombre del 1,farqieesito.
Coruña diariamente: la tierra es hermosa, los alimen- (Histo,-i,a '11 descripcio1i de la Coruña por D. Enrique
tos sanos y baratos, con lo que acude cada dia mayor de Vedia y Goosens). Triste desventura de que ya he-
número de bañistas. mos hecho mencion.
Vol viendo á hablar de lo demás del partido, el ter- El aspecto de las casas de la Coruña es sencillo,
reno es en parte monte con bastante arbolado llano
de buena calidad y fértiles valles. ' , cómodo lo interior, y lo que mas llama la ateocion en
las fachadas son las muchas galerías ó cierros de cris-
LA CORUÑA. tales, con cuya anchura, tiene la casa una habitacion
mas en donde se halla luz y abrigo en t>l invierno, así
La ciudad de la Coruña, verdadera alma y centro como se puede tomar el fresco en el verano; las facha •
de . toda Galicia, á la par de Santiao-o
b
y el Ferro! l con das que dan á la bahía puede decirse que están reves-
quienes comparte influencia, está al NO. de la Penín- tidas de cristal casi desde el tejado al suelo.
sula, en el vértice del ángulo formado por la costa Son notables el palacio, habitacioo del capitan ge-
cantábrica y la occidental, á los 43º 22' 23" de latitud neral, la aduana, el consulado, el hospital, la cárcel,
y 4° 41' O" longitud occidental del meridiano de 1'1a- el presidio correccional, el teatro nuevo, además del
drid, con relacion al que pasa por el castillo de San pequeño de la calle de la Franja, la maestranza de ar-
Anton: hállase en una península de media legua de tillería, el parque de San Agustin y de San Amaro, el
estension de N. á S. y muy estrecha de E. á O.: al O., cuartel de artillería, antiguo convento de Santo Do-
inclinándose al S., están la esceleote bahía y puerto, mingo, el de ingenieros, á la izquierda de la Torre de
al O., la desabrigada ensenada del Orza11¡ los vientos Abajo, el cuartel de lilacanaz ó de San Francisco, la
N. y NE. son frios y secos, los de S., SO. y NO. son Intervencion militar, el hospital militar y tambieo la
templados, húmedos y acompañados de lluvias fre- fábrica de cigarros de la Palloza.
cuentes y temporales, durante el invierno, en el cual El alumbrado de la Coruña es de gas y escelente;
reinan á menudo. la instruccion primaria, J sobre todo la elemental, va
Quedan algunos trozos de las fortificaciones anti- notablemente adelantando.
guas de la Ciudad como siu otra añadidura la llaman Hay cátedra de náutica, de matemáticas, de dibu-
siempre los coruñeses; las fortificaciones de la Pes- jo, de comercio é idioma francés, á cargo todas de la
cadería, ó Ciudad Nueva, son ya insuficientes para Junta de Comercio, la cual posee tambien una colec-
la defensa, no menos que perjudiciales al medro y cion de instrumentos para las clases de náutica y ma-
desenvolvimiento de la poblacion. Divídese la Coruña temáticas. La biblioteca del Consulado posee cerca de
en tres grandes trozos, Ciudad, Pescadería y barrio cinco mil volúmenes, y es tambien notable la del Co-
de Santa Lucía: en la primera se conservan antiguas legio de Abogados.
casas, algunas habitadas por sus propietarios, y tem - Contribuyen asimismo á la propagacion de las luces
plos notables por su antigüedad y arquitectura. En la la Sociedad Económica, el ya citado Colegio de Abo-
P escadería puede decirse que est~ la verdadera vida gados, las comisiones de arqueologia y monumentos
de la Coruña, siendo el lugar donde moran los prin- históricos y artísticos, y la Sociedad literaria, refun-
cipales comerciantes: en ella reside el gobernador dida en el antiguo Liceo.
civil; están la aduana, el teatro y varios templos Además de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad,
modernos, mas notables por su tamaño y riqueza de verdadero establecimiento de beneficencia, existen el
adornos que por el género de arquitectura á que per- Hospital de Caridad y Casa de Eopósitos, y el Hospicio
tenecen. Es el barrio de Santa Lucía mansion en gran ó Casa de Socorro.
parte de gente que se emplea en toda clase de faenas Si bien en la Pescadería hay varios templvs de
marítimas, desde los mas lejanos viajes en barcos de buenas proporciones y arquitectura moderna; la misma
alto bordo hasta la fácil conduccion de un bote por época en que han sido hechos indica la poca impor-
la bahía. tancia que tienen para la historia del arte. En cambio,
Tiene la Coruña buenas calles con escelente pavi- la iglesia de Santiago ) la Colegiata, lejos de mere-
mento, pues en lo general todo es de losas; la de San cer el desden con que hasta ahora han sido miradas,
Andrés es ancha y está adornada con árboles; la de nos obligan á detenernos, movidos de respetuosa vene-
Acebedo (Real) es alegre, animada, con muchas y racion aute los tiempos que recuerdan y la notable
buenas tiendas, y aun á ciertas horas, sobre todo en arquitectura que representan: en esta hemos de ocu-
verano por la noche, sirve de paseo á los que no quie- parnos mas detenidamente al hablar de la catedral de
ren llegar al Can ton, que sigue mas adelante, inrne- Santiago, mas no por eso dejaremos de mencionar con
diato á la bahía, y so halla autos de la Alameda. cierto esmero los referidos templos de la Coruña.
Hay una plaza (de la Harina, hoy de la Constitu- La iglesia ele Santa 11aría del Campo, hecha par-
cion) en la ciudad; en la Pescadería., la llamada de la roquia en 1256 por Alfonso el Sábio, fué Colegiata
CORU~A. 14
106 CRÓNICA GENERAL DE ESPANA. -
en 1441. Tieue una nave y alas de cinco vanos}' un demuestran que fueron fundadas hácia mediados del
peq ueiio presbiterio cubierto con una bóveda. En una siglo x11. Son, á no dudarlo, obra mas moderna que la
de las columnas de la parte del Norte de la nave hay catedral de Santiago, y tienen gran parentesco con
la siguiente inscripcioo: parte de la catedral de Lugo. Añade el ya citallo
1Ir. Street, que si bien las dos iglesias de Santa
S.i\NT A: l\IARIA : RECE l\Iaría y de Santiago son, en cuanto al tn1naflo, de es-
"\B: ESTE: PIAR: DE: FON casa irnportancia, la tienen estremada. en otro senti-
U(): A TE: CIMA.: CON: LA do. Pocas veces se ven tres bóvedas acañooadas al
l\1ETADE: DOS: AR mis1no nivel, como en Santa l\Iaría, y los atrevidos
COS: CA: QOELQUE: O: arcos cruzados de Santiago son buen ejemplo del pro-
P.~GOU: EN: VIII: IDUS pósito en el siglo x11 de lograr lo que pocos se han
.TOLII· ERA l\1CCC: XL. atrevido á intentar todavía, á saber, el cubrir una
ancha nave de modo sencillo y económico, y con todo
Con lo que se ve, que esta columna, con los arran- eso, útil y sobremanera á propósito para el caso.
ques de los arcos, es de 1302. Otra inscripcion dice En la ig·lesia de Santiago se conserva parte de una
que la capilla de la '\T1sitacion fué hecha en 1374. La antigua capa pluvial de terciopelo azul bordado, cu-
nave central y laterales (alas) están cubiertas con bó- yos detalles hacen ercer que sea realmente obra in-
vedas redondas, y con10 las laterales son estrechas, re- glesa.
sisten las paredes del templo el escesivo empuje de la Recomendamos á nuestros lectores la obra de
bóveda principal. La puerta del Oeste tiene arco cir- 1tlr. George Strcet, que tan útil ha sido y será para
cular con follaje rudamente esculpido en lo usterior y nosotros antes de concluir esta crónica: cuanto sobre
diez ángeles, con Nuestro Señor en el tímpano, que ella digamos, parece corto elogio á los que puedan
está dando la bendicion. Lástima que los ábacos y ca- hallar á mano la referida ob1·a consagrada á la ar-
piteles se hallen de tal manera desfigurados por el quitectura g·ótica de Espaiia, á propósito de la cual, no
blanqueo que no se distingan sin dificultad. '\Tése una ha podido menos de tratar de ciertos monumentos ro-
ventana inmediata, tao estrecha, que parece mera- mánicos y de transicioo, que 1nereeet1 ser y son teni-
mente una rendija. dos por muestra del verdadero orígen de la arquitec-
Tiempo es ya de ir poniendo remedio en nuestra Es- tura gótica, así de nuestra patria como de los demás
paña al bárbaro blanqueo, no menos que á la pintura países de Europa. En nombre, pues, de las artes es-
ridícula que tan á meo udo oscurece y aun destruye las pañolas, y con la satisfaccion propia de pechos hon-
mayores bellezas de nuestros templos. rados, damos las gracias al Sr. Street por el servicio
La puerta del Korte es un tanto semejante á las que acaba de hacer á España y al arte en general; su
otras; tiene una estátua de Santa Catalina en el tím- obra, á pesar del modesto título que la encabeza, es
pano. En el ábside hay una pequeña ventana, colum- ya clásica, así en manos <le los artistas como de cuan•
uas empotradas en la pared dividiéndola en tres vanos tos amamos, cual se merece, aquella gran arquitectura
y un eencilk, saledizo. El frente occidental es bello y de los siglos medios, verdade-.-a y genuina representa-
pintoresco; tiene un pórtico atrevido, concluido con cioo de la sincera fé de nuestros padres (1).
modernas construcciones, y dos pequeñas torres cua- Réstanos el mas importante y célebre monumento
dradas en los ángulos. De estas, la que se halla á de la Coruña. Habia en lo antiguo muchos faros, es-
::,E. tiene un campanario con graciosos adornos en tablecidos por los pueblos que principalmente se de-
los ángulos. El coro est:i en una grao galería, la cual, dicaban al comercio. Los griegos los hacian de escasa
no menos que los asientos, son ya del renacimiento ó altura; despucs los romanos les dieron mucha mayor
platerescos. elevaciou. Solia ser su planta circular, como se ve en
La iglesia de Santiago tiene una ancha y espaciosa las medallas y lo que queda del faro de Cádiz, otras
nave, en cuyo frente oriental hay tres pequeños ábsi- veces octógono como en Boulognc en Francia, bien
des. La nave tiene cuatro naves ó intercolumnios, exagonal como en Do,ver, ó ya cuadrada como en la
formados por atrevidoB arcos cruzados que sostienen Coruña.
PI techo de madera: de los tres arcos á Oriente, el del Escasos restos subsisten del faro de Cádiz atribui-
centro es mas alto que los otros y tiene en lo alto una do á los fenicios; no así en la Coruña, cuya torre de
ventana circular. El frente occidental tiene una ber- Hércules permanece conservada dentro del actual re-
ruosa puerta, en la porcion saliente de la pared, que vestimiento de piedra que la defiende y resguarda;
coucluye en un saledizo ó cornisa en lo alto; en el obra que se llevó á cabo en 1791 á r.spensas del coosu -
tí1npano se ve la estampa de Santiago y hay tambian lado. La altura á que debió llegar se calcula en 140
otras en las jambas. El dintel de la puerta del Xorte piés, la planta tiene 36 de lado y 6 de grneso, los
está sostenido por cabezas de toros, y adorna el arco muros, compuestos <le sillería en los ángulos, va-
rica escultura de follaje. Vésc en la pared del Norte nos y cornisas, sillarejos en los paramento.:1 y bormi-
una ventana sobremanera estrecha, pero con Luenas gon ó derretido de menudas piedras y mortero en
jambas é imposta. Los detalles del ábside oriental los rellenos ó interio,-es. Una rampa esterior llrgaba
s0n de carácter románico, sPncillo y atrevido, con co-
luLUoas cntrcg·adas que sostienen la cornisa.
Xo hay, segun parece, noticia exacta de la fecha (\) So,nt Accotint o/ Gotltic •.\rchittctto·e i11 Spai,1. By Oeorge Ed-
de ambas iglesias, mas segun 11r. Street, sus detalles mun,\ StrePt. ~'.S.A. London. John Murray. Albemarle Slreet, 1865 •

_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _P_R_o_v_r_N_c_1A_D_E_,_L_._\_c_o_R_u_Ñ_A_._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 107

hasta la cópula, y la dirPccion de espiras ó vueltas se como <'I invierno puede decirse que apenas es conoci-
ha conser~ado en el forro de dos piés y medio con que do, dice Ford, mas amigo de la tierra que de los habi-
fué revestida, segun ya hemos dicho. Sabidas son las tantes de España, que esta ciudad debe ser recomen-
fábulas del vulgo con referencia á esta torre, en la cual dada á enfermos y personas que quieran economizar;
así como en la de Alejandría, creyeron en la edad me~ y añade que los habitantes son alegres y de color her-
dia que había habido un maravilloso e3pejo en el cual moso ó blanco, que para los ingleses es lo mismo;
se veia cuanto en las mas lejanas costas pasaba: bien (fair-cornple:cioned).
que, á nuestro entender, y teniendo en cuenta el lat1n Defien<len el puerto los castillos de Sao Anton y
bárbaro de estos tiempos, la relacioo entre atalaya ó Sao Diego, la bahía el de Santa Cruz y la batería
torre para atalayar (Epecula) y espejo ( Epec1tl1t1n) fué Je la Oz.t. To.la esta comarca e3 de lo mas fá.cil, her-
la verdadera causa de tao acreditado error. n1oso y poblado que se conoce. La vida es fértil, poco
A pesar de la celebridad de esta torre se io,nora costosa y agradable; las c~rnes, aves, frutas y pes-
' o
quién la hizo, si bien parece probable fué concluida en cados, escelentes; los aficionados á la pesca hallar;in
tiempo de Tr:ijano, y se cree, á juzgar por una ins- harta ocupacion, pues todos los ríos que bácia esta
cripcion hallada en una peña, que el arquitecto sella- rcgioo desagüao llevan de sobra truch.ts abundantrs
mó Servio Lupo JEminense. De todos modos, el nom- y de may buena calidad.
bre tradicional impera, y la torre sigue y acaso se- La historia de la Coruña (Cruña) es tambien so brc-
guirá hasta el fin del mundo llamándose la torre de mauera importan te. Des pues de la pasajera presen-
Héreules; prueba del poderoso influjo de la tradicion, cia de los fenicios, la señorearon los romanos. A 26 <le
y del respeto con que debemos mirarla siempre, aun julio de 1386 se presentó en esta b1hía el duque de
cuando mas desprovista de razones históricas se prE'- Alencastre, reclamando á. nombre <le su esposa la in-
sente. Por el estilo de esta, quedaban infinitas tor- fanta doña Constanza, hija del rey D. Pedro, la coro-
res en Galicia, y el licenciado ~iolina en su J)es- na de Castilla; intento vano por est·i parte, pues los
cripcion contó ciucuenta y tres, habiendo mas to- ingleses fueron rechazados por el leal Fernan-Perez
davía. de Andrade, á quien el rey Enrique concedió luego
Tiene tambien la Coruña un monumento moderuo tantas y tan bien ganadas mercedes. Ya brmos ha-
que ha de referir á las venideras generaciones una de blado de la presencia en ella de Cárlos V y de los pro-
las mas tristes y gloriosas épocas de nuestra historia. curadores de las Córtes. En el antiguo convento de San
Ya hemos hablado en la narracion de sucesos, y en el Francisco se alojó Felipe II, embarcándose luego par:i
lugar oportuno, de la muerte del general inglés Inglaterra á 2 de julio de 155!, en donde se casó con
~íoore. Tambien hemos contestado á la insolente in- su prima la reina 11aría. Tambien hemos hablado de
juria del libro de Ford, á propósito de la conducta de la famosa Invencible, destruida, no solo por los elc-
los coruü,.ses por este tiempo, valiéndonos cabalinen- men tos, sino por la falta de un baen almirante y la
te de las propias palabras de Napier, no menos encar- imperrlonable tardaoz1 del duque de Partna. Tono lo
nizado eneo1ig·o de España. Bien que si hubiésemos caal fué parte á salvar á Inglaterra, mucho mas que
de ir contestando á cuanto Ford dice, aun sin salir de sus pequeños y escasos navíos, los cuales podian
la Coruña, fuera la tarea mayor de lo que el espacio atreverse con algun buque aislado, pero jamás habrian
que resta noc1 consiente. osado afrontar nuestra escuadra. No hay duda que,
Y cierto que nadie ha de tener razoo para llamar- en aquel momento se hallaba Inglaterra á la dis-
nos ol virladizos é ingratos. Cuantos hayan estado e1, crecion de Felipe. El esperar al duque de Parma fué
la Coruña, saben que los hijos de esta so complacen la mera causa del mal resultado, pues el tiempo (agos-
en tener por cosa suya el recuerdo de un buen solda- to) era á la slzoo favorable, é Inglaterra no tenia
do, que, á las puertas de la actuai capital de Galicia, fuerzas ningunas capaces de oponerse al desem-
d ió con bon ra la viua por la patria y cu pro de la in- barco.
depend,;ucia de España. De cierto habrian sido dueños los tercios de Feli-
T~l sepulcro en que descansan los restos del gene- pe II de la capital de la aborrecida Isabel, la cual, le-
ral ino-lrs es un sencillo monumento de piedra, alzado jos de mostrar el ardimiento y sereno espíritu que al-
0
sobre una base cuadrilonga de lo mismo; tiene' la si- gunos han querido suponer, permaneció nada menos
guiente inscripcion: Ioka1ines 1.lloore, E.&crcitus Bri- que once días sin dar la menor muestra de resolueiou,
tan,iitZ J)u:c, Prcelio occis1ts. A. í). 1809. mientras el favorito Leicester tenia solo 4,000 ho1n-
Pnesta la Coruiía en un lugar admirable, clando bre'> p1ra defender el campo atrincherado, hecho
frente á la o-rande y hermosa bahía, v en una peque- á medias de 'filbury. De esa manera, el alarde guer-
º . ' rero de Isabel, su tan ponderada marcial apostura
ña península á cuyo estrcmo se alza la referirla y fa-
mosa torre de I-Irrcul<'s; la yista de aquel herm,1'-0 1nar, (Bello11a-lille), y la arenga á las tropac:, vinieron dc'l-
cou l<ts entrarlas á las o-randes rias del Fcrrol, A res Y pues del verdadero miedo que babia llegado á esperi-
b ) .
la propia l)oruüa, es tal, que un viajero inglés (l tiene mcntar. Es soñar despierto pretender que los cincuen-
por difícil hallar en el n1undo comarca mas llena de ta barcos pequeños del pirata Drakr pudieran resistir
atrae ti vo. frente á frente á la armada. española, y los ingleses,
La plaza de la Coruña es una de las mejor abaste- ricos y poderosos de ayer, hacen mal en olvidar cuán -
• cidas de I~uropa. Los baños de mar son escalentes, Y pronto se desvanecen la riqueza y poderío de los pue-
blos.
Tambien brmos contestado á lo de la toma df' la
(1l El y:1 citado \f. Slreot.

108 CRON1CA GENERAL DE ESPANA. -


Coruña por los ingleses de Drake y Norris, negando y solo nos quedan que referir por menor ciertos parti-
semejante cosa, y únicamente concediendo lo que fué culares y circunstancias de María Pita.
verdad, esto es, la destruccion de la· Pescadería, in- Llevando los ingleses adelanto la empresa, habi,,n-
defeosa por aquella época, pues solo tenia una mala do conseguido abrir brecha por la puerta de Aires, in-
batería llamada de Malvecin. tentllron dar el asalto, escalando al propio tiempo la •
Pero no debemos pasar adelante sin detenernos un muralla de la Puerta RPal. Para esto era necesario que
momento ante el glorioso nombre de la ilustre coru- fueran dueños de la Pescadería, la cual, como ya he-
ñesa María Pita. Su hazaña, llevada á cabo en tan mos dicho, no babia podido oponer resistencia. El 14
glorioso momento, ha hecho popular su nombre, no de mayo fué el dia memorable del asalto de los ingle-
solo entre el pueblo gallego, sino para toda España. ses, quienes, arremetiendo á los nuestros con singular
Escritores notables han hablado de ella con el debido esfuprzo, habian tal vez conseguido la victoria, á dar
elogio : ~finiana, continuador de 1lariana, Feijoó, con boro bres de corazon menos alentado y de cuerpo
el P. Maestro Gándara, los Sres. D. José Puente y menos vigoroso y forzudo.
, Brañas y D. Enrique de Vedia y Goosens, así como el Soldados y habitantes defendían la brecha, de la
teniente general cood" de Olonard, ha contribuido al cual lograron al cabo posesionarse los enemigos, en
debido renombre de la ilustre gallega, á cuya memo- cuyo crítico momento, y cuando ya los defensores
ria, como ya hemos dicho, debfl consagrar Galicia, y rendían el ánimo á la fatiga y á las superiores fuerzas
en especial la Coruña, una estátua. del inglés, María Pita con enérgicas palabras, á la
Es ya María poco menos que un personaje de leyen- ocasion apropiadas, y aun mas con su arrojo, salvó á •

da, la cual la va idealizando de dia en día, y cierto que la Coruña y á España de un verdadero desastre.
en ello tiene el instinto popular grandísima razon. Pa- Prueba que el vecindario tomó toda la parte que el
rece que hay una rclacion inédita, que asegura fué peligro exigia en la defensa, la presencia de otras mu-
María señora del Coto de Loodoño y otros lugares, en jeres, á la par de 11Iaría Pita. Teniéndose ya el inglés
tierra de lallas. algunos hao dicho, en efecto, que por vencedor, iba á romper por medio de los desorde-
era natural de la referida comarca, que hoy cor- nados defensores, yendo á la cabeza y bandera en
responde á la provincia de la Coruña, si bien D. Fran- mano un alférez, cuando María le hirió de muerte,
cisco de A,fendoza y Sotomayor, en certificacion dada suceso que alentó á los nuestros sobremanera, desma-
á 31 de agosto de 1'763, refiriéndose al real privilegio yando en proporcion á los ingleses, quienes fueron
de Felipe II, asegura que María era natural de la Co- perdiendo el terreno que ya teoian ganado, hasta el
ruña. El P.M. Fr. J.4,elipe de la Gándara dice en su punto de volver las espaldas y huir, dándose del todo
Nobiliario de Galicia (part. II, lib. IV, cap. VITI), que por vencidos. María, cuyo heroismo acababa de salvar
acaso fuera nieta ó hija del célebre Alfonso Pita da á la Coruña, no babia servido á Dios y al rey mera-
Velga, que prendió en la batalla de Pavía al rey de mente con su brazo, sino con su hacienda, mandando
Francia. Con todo eso, el apellido Pita es muy fre- traer de su casa muchos colchones, ropas y bastimen-
cuente en Galicia, y la asercion de Gándara está mas tos para el reparo de la batería y refresco de sus
bien fundada en el deseo que en ningun otro docu- defensores (1 ), como consta de la real cédula de Feli-
mento. pe II. Tambien sabemos por esta, que l\liayor (111aría)
Tampoco hay razon para asegurar que María era Fernandez de la Cámara y Pita, mujer que fué de
una mujer del pueblo, habiendo quien dice se emplea- Gregorio de Bracamonte, vecino de la Coruña, sirvió
ba nuestra heroina en el oficio de panadera, y no cier- en el sitio de esta, y en especial el dia del asalto pe-
tamentP porque vayamos á creer que en ello desme- leando entre los soldados con espada, pica y morrion.
rezca lo mas mínimo su nombre: pero María se hallaba 11arfa, conteniendo el dolor, que no podia menos de
ca~ada con el alférez Gregorio Bracamonte, Rocamun- causarle el ver morir en el propio asalto á su marido,
de ó Rocamonde, que de tan di versas maneras se le y acaso aumentando su ánimo el coraje y deseo de
suele llamar, el cual murió cabalmente defendiendo á vengarle, fué dos veces heroína, tomando venganza
la Coruña. de la sangre de su esposo y del atrevimiento de los
Salió de Plimouth una escuadra de 200 velas con enemigos de España.
20,000 marineros y soldados á bordo , y creyendo Allá en el espacio que abrazan por un lado las ar-
fácil presa la Coruña, determinaron el almirante ruinadas murallas de la antigua Coruña, y por otro la
Drake y el general Norris embestirla. Los ingleses hermosa y risueña Pescadería, á donde las revuel-
desembarcaron por la ria de Betanzos, en cuyas ribe- tas olas del Atlántico, depuesto el furor con que á no
ras hallaron ya resistencia, babiéndoseles opuesto, si larga distancia blanquean la superficie del líquido
bien con fuerzas por estremo inferiores un Andrade, elemento, rompiendo en la férrea costa de la indómita
cuya familia siempre se mostró dispuesta á arrostrar Galicia, llegan mansas y humildes á besar la respe-
todo peligro en defensa de Galicia. Babia eu la ciudad tada orilla, allá los derruidos muros y derrumbados
de guarnicion once compañías escasas, y tres galeones sillares son mudo testimonio de la honra y lealtad ga-
dos galeras y una urca, restos di:? la Invencible, que hu- llegas; allá, delante de los vetustos edificios de la
bieron de retirarse al Ferrol. Drake, trocado de pirata ciudad, sobre los cuales se alzan las piedras, cárdenas
en almirante, y hecho á las fáciles presas de los inde-
fensos puertos de América, creyó acabar prontamente (1) Real cédula de Felipe n, dada on Tole,lo á 3 dé agosto de 1696,
con la resistencia de nuestros gallegos. Ya hemos ha- refrendada por Andrés de Prado, y dirigida á D. Luis Castillo de Tole•
blado cuanto ha sido necesario acerca del resultado do, gobernador del reino de Oalicia.
PROVINCIA DE LA CORUÑA .
109
del tiempo de Santa María del Campo en aq l
d · , ue sa- Lama, San Julian. ?tfonte, Santa Marina. Narahio,
gra o recinto, glorioso antemural de España y há ·
Santa María. San Saturnino, Santa Maria.
la parte inmortalizada por el nombre de la Juana c~:
. Ayuntamiento de Serantes: Catanza, Santa 1faría.
Arco española, hay,_ en verdad, lugar de sob:-a para
: 1llar, Santa l\Iarina. Cobas, San Martin. Doñinos,
un pedestal de granito y una estátua de bronce.
,an R_oman. Esmelle, San Juan. Leixa, Sao Pedro.
PARTIDO JUD!OlAL DE CORCUBJON (de entrada) . l\Iand1a, Santa Eugenia. 1farmaocon San Pedro. 1fa-
riñas, Sao Jorge. Sera1¿tes, San Salv~dor. Trasancos
Ayuntamiento de Camariñas: Caniari1ias, San Jor- Santa Cecilia. '
ge. J abeña, Santa María. Puerto, Sao Pedro. Ayuntamiento de Somozas: Recemel, Santa María.
i:: Ayuota~iento de Cee: Amejaoda, Santiago. Breos, Somo.zas, Santiago Leré.
,Jant~ _Eulaha. Cee! Santa Maria. Lires, Sao Estéban. Ayuntamiento de Valdoviño: Abiño, San l\-1iguel y
Pere1r1na, San J uhan y Codesos, San Cristóbal. Toba, Lago, Santiago. Lóira, San Pedro. Lourido, San Bar-
San Adrian. t?lomé. Meiras, San Vicente y Valdetires, San 1Iar-
Ayuntamiento de Corcubion: Corcubion, SanMár- t10. Pantin, Santiago. Sequeiros, Santa l\faría. Tara-
cos. Redonda, San Pedro. za, Santo Tomás y Villabóa, San Vicente. Valdovilo,
Ayuntamiento de Dumbría: Berdeogas, Santiago. Santa llulalia, y Atíos, f-:an 1famed. Villarrubé, San
Bujantes, San Pedro. Dumbria, Santa Eulali"a. Eo-a- l\fartin.
ro, Santa Eugenia. Oliveira, San ~fartin. Oliveiróa, Total de poblaciones, 45; idem de habitantes
51 444 ·'
Santiago. Salgueiro, San 1famed. ' .
Ayuntamiento de Fioisterre: Duyo, San Martin. El partido judicial del Ferro! es de término· se es-
Duyo, San Vicente. Finister1·e, Santa /¡,faría. Sardi- tiende unos 18 kilómetros de N. á S. y 49 de É. á O
ñeiro, San J u·ao. Dan por el N. al mar las costas de Campelo Frouseire
. fe 1igredías del partido de Santa l\faría
y varias ' tle Or-
Ayuntamiento de 11ugía: Burdallas, San Juan.
Buituron, San Tirso. Caberta, San Félix. Couciero, tigueira: al E. se halla el término municipal de la
San Pedro. Frige, ~anta LPocadia. La O, Santa l\Iaría. villa de los Puentes de García Rodriguez; al S. el
Leis, San Pedro. l\1oráime, San Juliao. l\Iorquintian, partido de Puentedeume, y al O. el Atlántico, desde
Santa 11aría. l,fitgia, Santa ilfarla. Nemina, Sao Cris- el cabo Prior al Prioviño: la línea terrestre va desde
tóbal. Ozon, San 11artin. Touriñan, San l\1artin. Vi- el NE. de Santiago de Pantin en la costa de Cedeira,
llaestose, San Cipria.o. y comprende las feligresías de \rillarube, Vilaboa,
Ayuntamiento de Vimianzo: Baiñas, San Antolin. Abad, Moeche, Somozas, Iglesia feita, Narahio y
Berdozas, San Pedro. Calo, San Juan. Cambeda, San Anca, concluyendo en la de Ketla y Ria de Ferro! que
la separa del partido de Puentedeume.
Juan. Carantoña, San 1fartin. Carnés, San Cristóbal.
Si bien las costumbres y aspecto general de este
Castrelo, Sao 1fartin. Cereijo, Sao Pedro. Salto, Santa
partido tienen g·ran semejanza con lo demás de nuestra
}.1arfa. Serramo, Sao Sebastiao. Tines, Santa Eula-
provincia, no hay duda que la proximidad al Ferro!
lia. Treos, San n-figuel. Vamiro, San 1fanuel. Vimia¡¿-
va influyendo mas señaladamente cada dia. De esa
zo, San Vicente.
manera, y mientras g·ran parte de los habitantes con-
Ayuntamiento de Zas: Allo, San Pedro. Bago,
servan las monteras, sayos, anchos calzones, botines
Santa 1faría. Braodomil, Sao Pedro. Brandoña, Ranta
y gruesos zapatos, ó bien zuecos de madera, así como
María. Castro, San Adrian y Rantiago de Soroño. Car-
el idioma que de sus padres heredaron, va este des-
reira, Santiago. Follente, San Pedro. Gándara, San-
apareciendo de los pueblos inmediatos al departa-
ta María. Lamas, Santa María. l\1eanos, San l\Iartin.
mento, cuyos moradores adoptan el moderno y poco
Mira, Santa 1faría, i\Iuiño, San Tirso. Pazos, San Cle- pintoresco pantalon, á la par que la chaq ue·a y el som-

mente. Roma, Santa Cecilia. Villar, :::lan Pedro. Zas,
brero hongo
Sa1¿ Andrés. Las mujeres van á menudo descalzas, como en la
Total de poblaciones, 66; idem de habitantes, 31,343. mayor parte de la costa, y visten asimismo telas de


PARTIDO JUDICIAL DEL FERROL (ele término).
.. lana áspera, hilada y tPji<la por ellas mismas. En los
dias de fie:;ta gastan trajPs d.e pana y otras telas, en
Ayuntamiento del Ferro!: Ferro!, SanJ1tlian. Gra- fo~ma de sayas cortas, justillos y ju bones, sin olvidar
ña y Brion, Santa l\Iaría. el clásico dengueó roja esclavina, con franjas de ter-
Ayuntamiento de 1foeche: Abad, Santiago. Laba- ciopelo y sujeta con 'broches de plata 6 metal, cuya
ceogos, Santa María. ,1Ioeche, San Jorge. l\Ioeche, San prenda, unida á la blancura del pañuelo que llevan
Juan. n-foeche, Santa Cruz. eu la cabeza, favorece por estremo á las hermosas
Ayuntamiento de Naron: Bal, Santa l\laría. Cas- hijas de esta parte de Galicia, de cuyo traje solo nos
tro, Santa María. Doso, San Lorenzo. Súbia, Sao l\far- falta mencionar el n,antelo ó Jelantal de paño negro
tin. Naron, San J1,lian. Pedroso, Sao Salvador. Sédes, con franjas de terciopelo, las blancas medias y el za-
San Estébao. Trasanco, San 11artin. pato de lazo.
Ayuntamiento de Neda: Anca, San Pedro. 1Veda, Las diversiones de la gente del campo son de igual
San Nicolás. Neda, Santa María. Villadonelle, San manera semejantes á las de toda la provincia; las
Andrés. tascas del lino, las fias 6 reuniones en que se juntan
Ayuntamiento ele San Saturnino: Bardáos, Santa á hilar, el desh0jar el maiz, las 1najas, de que luego
María. Ferrera, San Pelayo. Iglesiafeita, Santa María. hablaremos, y que reemplazan en Galicia á la trilla,
110
,
CRONlCA GENERAL DE ESPANA.
-
;y sobre todo las romerías, son constantes y repetidos en Galicia, gran centro del feudalismo en aquello!:

motivos para reunirse y tratarse, no solo los amigos, tiempos, un señor á quien sus contemporáneos y va-
vc-cinos y h'lbitautes comarcanos, sino los de partidos sallos llamaron ó Bo (el Bueno), cuyo no1nbre h,\ con-
y aun provincias harto distantes. Es la (laita el ver- firmado la historia, ajena á la lisonja.
dadero y popular instrumento músico de Galicia, y la Figura en la córte de D. Alonso XI y de sns hijos
mayor espresion de alegría de sus naturales ciertos Pedro I, Enrique II y su nieto D. Juan I, el preclaro
gritos, semej:1ntes á los que dan todos los demás ha- varo u Feroan Perez de Andrade, á quien, en pago de su
bitantes del Norte y Occidente de España y otros lealtad y servicios, hizo D. Enrique donacion, en 1341,
pueblos df'l Norte de Enropa, de orígen céltico, y que de toda la tierra que se ve desde el castillo y torre de
por esta circunstancia se llaman atar1,tos. Las dos prin- Andrade hasta el cabo Priorio, territorio que ya, en Li
cipales romerías de este partido son las de San Pelayo mayor parte, poseia por herencia. Además, D. Enri-
v San Pedro.
~
que II, s11 esposa doña Juana y el príncipe D. Juan,
Siendo nuestra Península tan escasa de lagos, me- hallándose en Búrgos, le concedieron y clonaron por
rece mencionarse aquí el de Doñinos, en la parroquia otro privilegio cu lV de diciembre de 1371, los luga-
de su uombre, y en un gran arenal, inmediato al mar: res y villas de Puentedeume y Ferro! con sus térmi-
es su figura un tanto ovalada, y su mayor diámetro nos, aldeas y jurisdicciones, incluso el antiguo puente
de E. á O. tendrá. 830,984 metros cuadrados; varía de mad ra de la villa de Puenterleume, que despues
0

la profundidad, y lleg·ará cuando mas á 12 metros, fabricó de cantería labrada Fernan Perez de Andrade,
siendo sus riberas de arena y fango y de bastante de- cediéndole al n1onasterio de ~!ontefaro, con derecho
clive. En verano está su nivel mas bajo que el del de pontazgo y fundaciun de misas. ?,,!as adelante le
mar, pero en invierno crece de manera que sus aguas otorgarvn los referidos príncipes, por otro privilegio
se juntan con las del Océano. espedido en Búrgos á :3 de agosto de 1373, el lugar de
Villalva con todos sus trrrninos. Cuyas donaciones y
FERROL.
privilegios fueron confirmados por el rey D. Juan I en
No por nacidos á larga distancia de Ga.licia, y en 8 de agosto de 1379.
medio de la inquieta y bulliciosa vida cortesana, El Ferrol hasta entonces se habia gobernado sin
cometeremos jamás la vileza de dar al olvido la mas señorío temporal que el de los reyes, conforme á
sangre que nos alienta. Permítasenos, al hablar del sus fueros y privilegios. A dar cuenta de ellos se reda-
Ferro!, espresar el respeto y cariño que semejante ce la historia de los primeros tiempos de esta ciudad.
nombre nos inspira. Cuna de nuestros padres es el Fer- Fernando III el Santo concedió, hallándose cu Va-
ro], ciudad que miramos por sagrada tierra, y á la
1
lladolid, á 15 de abril de 1250, al Concejo del Ferrol
par de su nombre h1 de vivir ~n nuestra memoria la el derecho de que ningun merino entrase á nierinar en
dr aquellosáquienes debemosel ser. Corta es la ofren- la villa y en su coto, salvo el adelantado 6 merino
da, mas si el eterno amor de un hijo merece hallar mayor de Galicia; privilegio confirmado despues en
acogiJa cu pueblo tan ilustre, sirvan uuestras pala- Búrgos por D. A.lonso X el Sábio, en 5 de agost0
liras de levísima muestra de cuanto el corazon espe- de 1270.
rimenta. ~fas adelante, D. Sancho el Bravo otorgó y confir-
Hállas" el Ferrol á la parte N. de su hermosísi- mó en la ciutlad de Toro, á 22 de enero de 1283, al
ma ria, eutre las ensenadas de Coraiiza, al E., y de mismo Concejo todos los fueros, usos, costumbres, li-
la J,falata al O., á los 43°, 28', 45" de latitutl, y á los bertades, franquicias, privilegios y cartas concedidas
4°, 31', 00" de longitud occidental del mrridiano de anteriormente, siendo de advertir que se mandaba que
1fadrid. Pertenece á. la diócesis de l\1ondoñedo, y es el Concejo se pudiese amparar y defender del mismo
capital del depart'-lmento, tercio y pro\'iocia maríti- rey en ca,;o de contrafuero. Concedieron además otros
mos de su no n bre, de la vicaría castrense, plaza de privilegios los reyes D. Fernando IV el Emplazado y
gu1'.rra, cabeza de partido judicial de término, y de su D. Alonso XI.
distrito municipal. ~fas todos fueron desapareciendo desde la cesion de
El orfg-en de su nombre es oscuro: segun unos vie- D. Enrique á Fernan Perez de Andradc. Sujeta quedó
ne del Monte/aro, que señorea la entrada de la ria al la villa á la discrecion de sus nuevos señores, entre
Sur, segun otros del puerto del Farol, segun otro de quienes hubo alg·unos cuya tiranía era ya insopor-
San Ferreol (l), cuyas etimologías son suficientes table. Llegaron las quejas de los ferrolanos hasta el
para e3ta obra sin detenerse en ellas mas largo tiempo. punto que el procurador de la villa presentó una pro-

Eran st>ñores temporales de este territorio los reyes testa ante las puertas del palacio del rey en Zamo-
de Castilla, y el antiguo monasterio, Je,pues priorato ra, á 18 de enero de 1432. L·1s q nejas, no hay duda q uc
de 8·111 l\Iartin de .J,1bia, teni::i. el derecho ,l • patronato fueron muchas, justas y fundadas, pero la manera ele
y pre,,entacion del curato, no solo del Ferrol, sino de presentarlas prueba que Pedro Padron, procurador riel
otras parroquias de esta tierra. Concc>jo, y los que le enviaban habian puesto en ol-
Es, hace no pocos años, co1,tumbre y a.un uso con vido la donacion hecha á Fernan Perez de Andra<lc,
apariencias de ley, el no hallar nada bueno en la ó que el deseo de sacudir el yugo, á veces tiránico, de
edarl mrdia, y mucho menos en todo lo referente al sus señores. les hacia recordar los antiguos privilegios,
feudalismo. ~1as justamente hallamos aquí, esto es, negados ó desatenrlidos. Cou todo eso, la libertad con
que en el referido documento hablan de los señores de
(l) 'Memoria del señor conde de Fontao. A ndrarle, prueba que no era tan temible la venganza
'

PROVINCIA DE LA CORUl\A.
lll
de estos, cuando de tal manera. se querellaban ele los
drtertninados, las gloriosas hazaf1as de Payo Gome.l
«male~, e daños, cohechos, despcchamientos e arran-
Charinos y los suyos.
zoua~1entos e muertes de homes" prisiones e d!'spo-
blam 1ento» del Frrrol por Nuño Freire de Aild . d Desde cntrinces corrió la rnarina de nuestro territo-
h.. p F ra e, rio
. , la SuPrte
. ele la mouarq uía castellana: con ella ere-
su IJº. e~o ernandez y sus escuderos, etc., etc. r, 00
c10 en rt'} ucz,1 y podrrío; con ella fué ámenos desde la
to<lo, s1gu1ó el Fcrrol perteneciendo al seftor{o dr, la
casa de Andrade. destruccion de la l1i1:Jencible.
No había en ª'l uella época dcpartan1ento de mari-
Esta poblacion ha padecido varias pestes, siendo
g-randes los estrag·os causados por las de 1400 y 1104 na como ahor:1, y los barcos se armaban Pll lo;; p urrtos
Habiendo que preRentaban n1as recursos y fac1li,lad para ello.
. . fallecido todos los sacerdotes , tuvieron q ue· Cada reino ó pro\'incia acudia por sí al armamento y
a d m1n1 ..trar 1os sacra~eutos, los monges del antiguo
defe~sa de sus costas y puertos. U nas rscuadra~, como
convento de San Francisco. T•,n medio de la horrorosa
propiedad particular, servian á la corona por ajustes
calamidad, hicieron, segun tradicion, los ferrolanos el
famoso voto de Chanteiro. ó contratas, gobernaban los barcos pilotos particula-
re_s tambien, á quienes mandaban los g"nerales almi-
En 1568 hu Lo un gran incendio, que dd cuatrocien-
rantes del rey. Por escritura pública de 30 de enero
tas casas, solo perdonó treinta semejante deso-ra-
<le 1633, D. Francisco de <Juincoces, apoderado de su
cia, q ~e habría becho desaparecer para siemp~e á hermano D. Juan, contratú con el reino de Galicia la
cualqn1er otro pueblo de la haz de la tierra no es- construccion y armamento de su escuadra, compuesta
torbó el renacimiento de este, verificándose' en bre- ~e ocho galeones ó navíos y un patach", para cuyo
"º su reedifica~ion. Gran parte de la armada y gente importe SP, seiialaron ciertos arbitrios.
dr Cárlos V, mientras este se hallaba en mayo <le Citarnos esto por prueba del estado de la m:1rina en
l,'i20 en la Coruña, ~stuvo esperando al resguardo del aquel ticn1po.
h r:1n puerto del Ferro l. Lo 1nismo acaeció cuando el Llegamos á la época de Felipe V, en cuyo reinado
Jl'íncipe D. Felipe se embarcó para Inglaterra, enju- quedó regularizado y centralizado el servicio, ;;irnuo
lio de 1554, á donde fué á casar:;e con María, hija de desde entonces el Ferrul capital del departarnento del
E11rique VIII y de nuestra desventura<la doua Catali- Norte (1726).
na de Aragon. Epoca de gloria fué para el departan1cnto el siglo
Cuando la hermosa ria co1nenzó á llamar l·i ateu- pasado, en el cual se construyeron infinitos y <'sce-
cion del gobierno, f11é en tiempo de Felipe II. Des- lentes buques, mandados y tripulados por buenos ma-
truida por los elementos la famosa lnr>encible, envió rinos. l\fas la decadencia, harto uotablc ya á. fines del
Isabel do Ioglaterra á Drake, el cual no se atrevió á reinado de Cárlos III, siguió eo el de Cárlos IV, hasta
forzar la entrada del Ferrol. que la paz de Basilea puso nuestra., escuadras á la
DEPARTA\IEi\"fO DEL FERROL.
discrecion de Francia, sellando de esa manera su
ruina. Dias tristísimos cayeron sobre el desgraciado
Destle las cauoas de uu solo tronco de árbol y los Ferro! durante la guP,rra de la Independencia y rei-
barcos de mím bres forrados de cuero, hasta la fragata nado de Fernando \rII; pero sobre todo, tal vez no
Tetuan, bliudada, ó lo que es lo mismo, revestida de haya en el munclo pueblo que purtla rccor<l·1r tiempos
hierro y llevanuo tremeodos y dest1·uctores caiíones, tan funestos como los que trajo consigo la pasada
es larga y en verdad variada la historia de la nave- guerra civil. ¿Quién al ver entonces las calles de la
g·acion; de ella daremos brevísima noticia eu todo triste villa cubiertas ele yerba, los talleres desiertos y
lo que se refiere al terri to1·io de nuestro departa- el arsenal entero abaodon:ido, fuera capaz do i1nagi-
mento. nar el feliz renacio1iento que estamos prPsenciando?
• Despues de la ruina del Imperio romaoo, parece Con el mayor gusto nos hemos do referir mas de
que los godos se acor<larou poco, hasta \Va.roba, de la uaa vez á la revista inglesa titulada: Colburn's 1,nited
niariua. Nada se sabe positivo cou respecto á suevos ser1:Jice ;naga;;ine, periódico naval y militar, el cual en
y vándalos, si bien estos teniau barcos de cierta im- su número CCCCXXII, enero 1864, e1uplca un largo y
portancia, pues cu ellos hicieron la travesía iesde detenido artículo, para hablar de nuestro arsenal. De-
Galicia á. las costas african11s. cimos que tendremos gusto en citar la referida revista
En tiempo de Fernando el Santo logró la marina de ó ;naga;;ine, porque con ello podremos mas fácilmen-
Ualicia señalado triunfo en la conquista do Sevilla. te h'lcernos cargo <le la importancia que dan nues-
Deseoso el rey Je ron1per el puente de 'friana, tros vecinos de allende el mar al departamento, como
llamó al almirante Bonifaz, que vino con naves de lo prueban los datos privados y oficiales, casi siempre
la costa del Norte, rigiendo las de Galicia el buen ex.actísin1og, que han tenido presentes para escribir el
marino Payo Gomez Charinos. Demás es alabar el artículo.
esfuerzo de este y de los suyos, pues basta decir les Nuestra n1arina, que en 1810 tenia cuarenta y cinco
fué encomendada. la vanguardia en dia funesto para buques con ciento quince cañones, posria en 1862
lot' 1noros scvilla.uos. 'No deJarou de hacer estos cuan to ciento cuarenta y cinco buques con rnil ciento cin-
les fué dable para estorbar la empresa; mas las naves cuenta y sc·is. Los barcos de vapor, que en 1844 re-
gallegas, con porfiado empeño rompieron cuanto presentaban fuerza de seiscientos sesenta caballos,
hallaron por delante, logré!udo con ello lauro mere- teuiao en 1862 fuerza no1ninal de veintidos mil ciento
cido é imperecedero. ~luchas siglos despues se cele- ochenta y seis. A. lo cual tlicc la revista inglesa: «es
braban en (talicia con fiestas alegóricas y en dias natural, que España, libre ya de civiles trastornos y
• • • • ·-
112 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.
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desgobierno, haya rápidamente aumentado en poder, entre el número de patrones, se debe á que la mayor
y prosperi<lad; ni es menos natural que en semejantes parte de los buques de la Coruña, Vigo, Santander,
circunstancias desee recobrar su antiguo puesto co1no Astúrias y Bilbao, son de alto bordo y están mandados
poder maríti roo.» por pilotos, mientras en Cádiz, Sevilla y Huelva sobre
Añade el Oolbur1t,s ntagazine,, que de los tres de- todo, y asímismo en las costas del departamento de
partamentos marítimos en que se di vid en las costas Cartageua, hay muchas embarcaciones mandadas por
de Esp~ña, tiene el Ferrol mayor número de marineros, patrones. Por lo demás, el comercio costeño de España
los cuales, hechos á las peligrosas costas del Atlántico en el l\1editerráneo es muy grande.
dan á la marina mejores tripulaciones que los uistritos Diremos para completar el cuadro actual de nuestra
del Mediterráneo. marina, que las matrículas de Cuba y Puerto-Rico
Que los verdaderos recursos y fuerza positiva de tienen 5,210 personas. En Filipinas hay tambion un
nuestra poblacion marítima, son harto conocidos en cuerpo de voluntarios.
Inglaterra, lo prueba la siguiente relacion, hecha con No creemos haber ido mas allá de lo justo al com-
arreglo á datos oficiales é informes particulares dada parar nuestro departamento con los demás para darle
por el Colburn's 1nagazi1t6. mejor á conocer. Ahora le describiremos brevemente.
Hay en el departamento del Ferrol dos mil cuatro- Las llaves del puerto son los castillos de San Cárlos,
cientos pilotos, setecientos seis en Cádiz y dos mil San Felipe y la Palma. y no hay duda que armados y
cuatrocientos diez y seis en Cartagena; ciento noventa dotados con la artillería debida á los actuales adelan-
y dos oficiales de mar, doscientos cuarenta en Cádiz y tos, el forzar el paso seria empresa por demás peligro-
ciento treinta en Cartagena; ochocientos diez indivi- sa, aun para los mejores barcos blindados, y «es bien
duos de maestranza hábil, trescientos cincuenta y uno dudoso, dice la Re1Jista inglesa (it is questionable), que
eu Cádiz y quinientos en Cartagena; diez y ocho de pudieran pasar sin ser antes echados á pique por la
maestranza inhábil, diez y seis en Cádiz y diez y seis monstruosa artillería actual.»
en Cartagena; doscientos diez patronos, novecientos El castillo d" San Cárlos, construido en 1789, está
noventa y ocho en Cádiz y cinco mil ciento en Carta- puesto en la garganta del canal á la parte Norte. La
gena; veintinueve mil cuatrocientos cincuenta mari- principal defensa marítima del Ferro! es el castillo
neros, quince mil doscientos en Cádiz y veinticinco de Sao Felipe, construido cuando el arsenal. Tiene
mil ciento diez en Cartagena; mil novecientos sesenta una batería baja, otra mas alta y la del antiguo cas-
inhábiles, dos mil ciento en Cádiz y mil ciento cincuen- tillo, con troneras para ciento ·cincuenta cañones. L a
ta y dos en Cartagena. alta está á barbeta y las otras á merlones, todas con
Tiene el Ferro!, entre los aquí mencionados y de- escelentes esplanadas de sillería, siendo la mas im-
más, cuarenta mil cincuenta y uno; Cádiz veintidos portan te, esto es, la que mas daño puede hacer al
mil doscientos veintiuno; Cartagena treinta y nueve enemigo, la batería baja: hay hornillo para bala roja.
mil doscientos veinticuatro. Fueron los ataques de los ingleses el dia 26 de agesto
De esa manera, tiene España cinco mil quinientos de 1800 del todo inútiles, así como en estremo gloriosos
veintidos pilotos, quinientos sesenta y dos oficiales de para los defensores. Ya en 1596 el conde de Essex
mar, mil trescientos sesenta y uno de maestranza, abandonó, despues de un Consejo de guerra, el inten-
seis mil trescientos ocho patrones, formando, con el to de atacar al Ferrol por tau peligroso canal, á pesar
resto, el total de ciento un mil cuatrocientos noventa de hallarse á la sazon únicamente defendido por los
y seis. castillos de San Felipe y San Martín.
Esta relacion difiere de la que presenta el Sr. Mon- Algo mas allá está el castillo de la Palma, el cual
tero y Aróstegui, pero la obra de este se imprimía en recibiria harto duramente á la escuadra invasora,
1859, y los datos que presentamos son del año de dado que esta lograra pasar por delante de San Feli-
1864 6 por lo menos del 63. Con esto se esplica seme- pe y San Cárlos. Los cuarteles de San Felipe son á
jante diferencia. Además, téngase presente que no prueba de bomba.
hemos hecho uso de los datos presentes sin consultar Las únicas fortificaciones que hoy tienen artillería
antes con personas autorizadas, así por pertenecer al son los castillos de San Felipe, la Palma y la batería
cuerpo de marina, como por tener exacto conocimien- del parque.
to de su parte administrativa; habiendo, por lo demás, Siguen las otras para la completa fortificaciou del
escasa facilidad para lograr otras noticias fuera de las Ferro] por mar y tierra, las cuales, provistas con 1,000
que aquí se ponen. cañones, hacen á la plaza casi inespuguable. Es de
La notable diferencia que hay entre el número de creer que en las cuatro baterías acasamatadas que
pilotos del Ferrol y Cartageoa comparados con Cádiz, han de enfilar la entrada del canal se use la mejor
se debe á la mayor importancia mercantil de aquellos. artillería que se conozca; la de San Felipe y la Palma
El Ferrol tiene puertos comerciantes como Vigo, la Co- es rayadil.. Como grandes fortificaciones y fortale-
ruña, Gijon, Santander, Bilbao y San Sebastian, ade- zas necesitan alojamiento para numerosa guarnicion;
más de otros de menor importancia; Cartagena tiene hay tambien cuarteles proyectados, hospitales, alma-
á Barcelona, Tarragona y Alicante; mientras Cádiz cenes y demás edificios militares que se construirán
no tiene mas que su propio puesto, Málaga y Sevilla, en la línea del recinto de la plaza, así como un arse-
además de los de Canarias. El ser mucho mas numero- nal para la maestranza de artillería y un parque de
sa la maestranza de nuestro departamento proviene de ingenieros.
la mayor importancia de sus arsenales. La diferencia Rabia antes en el arsenal doce gradas de coostruc-
PROVINCIA DE LA CORUÑA. 113

cion, de las que quedan ocho, habiendo sido rPcom- · de 130 metros de largo por 10 de ancho para guar-
puestas y ensanchadas
_ tres, las cnalPQ•, alinq ue un dar maderas. La Sala de Gálibos es edificio de dos
tanto pequenas, han sido reconstruidas de sillería. cuerpos Y aislado: el primero, de sillería, le forman
Delante de estas gradas hay gra111lP profuntlidad, ele arcos abiertos sin ninguna division, y sirve para ta-
mod~ que los mayores navíos pue<l.c-n correr milla y lleres de la maestranza. Tambien hay un tinglado
media al echarlos al agua, din el ,nenor estQrbo. En para conservi\r maderas. J<~I se"'undo cuerpo de la-
una de las gratlas está . el navío Principe All'.oi••o
v• "" , que drillos, es un gran salon de 120° metros de l~rgo por
a h ~ra se h a con vertido en _fragata de coraza, cuya má- 14 de ancho, con dos puertas, cincuenta y cinco ven-
quina, encargada á Francia, habrá ocasion de compa- tanas y catorce lumbreras. Aquí se trazan las planti-
rarla con la de la Tetitan, que se ha r<'cibido :ya, he- llas de los buques que se construyen.
cha por los Sres. Pén é kijos. · B:tjando hácia la ribera, están las Gradas de Gons-
Entre todas las dependencia~ tlel Ft'rrol mPrece ' truccion sobrP las aguas de la ria, de cuya profundi-
particular mencion la factoría, cuyo PStablecimieoto dad por este sitio ya hemos hablado. El Cuartel de
se debe al celo y perseveraucia riel Sr. D Trinidad ' Guardias Marinas y ObserDatorio .Astronómico están
García de Quesada, hoy vocal de la Junta Consultiva dentro del arsenal, desde que se construyó la rnuralla
de la Armada¡ el cual, quehoyexisteen 1857.
persuadido de lo nece- Tendrá este arsenal
sario que era para Es- unos 9 6, 14 O metros
paña el poder construir cuadrados de superfi-
máquinas de vapor en cie: hay en él uu pozo
sus propios ars'3nales, de agua dulce y en to-
e11 vez de acudir á das estaciones abun-
otrac:i naciones, propu- dante. Al NE. hay un
so al gobierno el esta- campo espacioso, lla-
blecimiento de una mado el Arsenal de
factoría en el Ferrol. Caranza.
Pasado alguu tiempo, ORAN DÁRSENA Y ARSE-
se llevó á cabo este NALES DE LOS DIQUES
Y EL PARQUE.
pensamiento, y desde
1855 la factoría de má- 1,
La Gra Dársena del
quinas de vapor ba Ferrol está en la parte
ido aumentando en occidental desde el as-
magnitud é importan- tillero hasta el Ferrol
cia, igualando hoy á Viejo. Desde Esteiro
las mejores de Ingla- corre por el mar con di-
terra (l ). Apenas ocur- reccion al O. una obra
re en esta el 01enor i o- que tiene 1175,12 me-
ven to, se compra la tros, casi paralela á la
Puerta ~ant~ de la Catedral de Santiago.
costa, ele la cual la se-
nueva pieza de ma-
paran 500,585 metros
quinaria y se trae al
y aun muchos mas en
Ferro!, en cuya facto-
ría se copia al punto. Con totlo, n(? puede decirse se ali;unos puntos. Esta magnífica obra de tiempos de
halle España iudepeodiente por coro pleto de ayuda es- Fernando VI da completo abrigo y sPguridad á los
tranjera, pues aun hay en el Ferrol veiotiun ingleses, buques. Los frentes del arsenal están al S. y al O. ba-
entre ingenieros y demás empleados necesarios para ñados por la ria, y en la parte de tierra hay al E. un
la construccion de máquinas, los cuales tienen obliga- canal, que se llena de agua con la marea, y sirvió
cion de enseñar á los españole~ que trabajan con ~llos. hasta 1R55 para dique de maderas. A.l N. hay un
Hasta ahora toda la maquinari;.1 de la factoría es gran fos0, el cual ha quedad o cortado con la nueva
tapia que sr construyó en mayo de 1859, encerrando
inglesa.
dentro del arsenal la hermosa parte de la alameda,
Hay en el arsenal una escuela para enseñar gratis
desde la fuente llamada de la Teja, hasta el frente de
á los hijos de los trabajadores españoles que pertene-
cen á la factoría, eu donde se les enseña aritmética, la puerta del arsenal.
El ..d.lrnacen ueneral tiene de freo te 90,30 metros,
mecánica y dibujo 1i neal¡ es de esperar que con el
de ancho 27,28 y de alto hasta la corni~a 11,2-l. ttias
tiempo den á la marina buenos ingenieros y cons-
adelante está las Herrerías, de no muy diferentes di -
tructores de máquinas. Instruyen á estos los iuge-
mensiones. en cuyo edificio hay talleres de cerrajeria
nieros de la Armada; tambien hay escurla de maqui-
y faroleria, y están el obrador de f1indicio1i y el de
nistas. instrumentos náuticos. Saliendo de las Herrerías bácia
ARSENAL DE ASTILLERO.
' el S. se halla la Co1nandancia de Ingenieros, y en ella
Está en la parte oriental de Est<'iro, frente á la 1 los delineadores y el taller de litografía.
ensenada de Caranza. Hay en él un gran tinglado 1 Tambi<"n es notable la casa de Br¡¡nbas de 'Dapor,
así como el Varadero, detrás del cual y de los diques
(l) Colburn'$ J1/agazin,. 15
CORU!':IA.

114 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

se alza el edificio que llaman el Grnn Tinglado, obra blanca.-Santander: 20 millas, año de 1839: eclipse
verdaderamente romana, toda de sillería con 374, 16 cada un minuto: segundo órden.
metros de frente, 10 de elevaciou y 15,30 de anchura Astlí1·ias.-Llanes: sesto órden; fija, blaoca.-Ri-
sin contar los pórticos y azoteas; tiene dos cuerpos, vadcsella: tercer órdcn. -
el pril!}ero, con q uiuientos sctent:i y seis arcos y co- Gzjon -Punta E.: 10 millas, 1855: cuarto órden.-
lumnas, sobre parte de las cuales estriban bóvedas, que Cabo de Peñas: il millas, 1853: eclipsrs cada 30 se-
sostienen azoteas por delante y detrás del edificio en gundos: primer órden. -Ria de Avilés: sesto órden.

toda su estension. Aq uf se halla establecida la Gran -Cudillero: 10 millas, año 1858: fija, quinto órden.-
Factoría de Jfáquinas de Vapor, cuya sola descripcion Cabo Busto: 12 millas, año 1858, fija, con destellos ro-
mereceria un volúmen entero. jos cada dos minutoi:i: de tercer órden.-Isla de Tapia:
11as adelante, y en el coerpo segundo del re- tc>rcPr órrlen: fija variada, por destellos blancos.-
ferido Gran Tinglado, <'Stá la Frtbrica de rnotoneria; Luarca: ses to órdeo ..
en el bajo el nuevo Taller de sierras; y siguiendo la Galicia.-Estaca de Vares: 23 millas, año 1850:
direcciou al N. los obradores de escultnra, pintnra y eclipses cada un n1inuto: primerórden.-CaboPrior: 15
carpintería de blanco. Ocupan el resto de las arcadas milla~, año 1854: fija, tercer órrlen.-Cabo Pioriño: 12
obradores de tonelerfa y cu,re1i(lje, casillas de calafates, millas, año 1854: fija, tercer órden. Coruii,a:-Tor1·e
carpinteros de ribera é hidráulicos, aserrado-res y ca- de Hérc1iles: 16 millas, en 1847 se estableció el apara-
silla de herramientas. Todo se halla en el mas brillan- to moderno en lugar del antiguo: fija, con destellos
te y próspero Pstado. cada tres minutos: de tercer órrle11.-ldr>1n, castillo de
En una gran plaza está la Sala de Ar1nas, magní- San Anton: quinto órden.-Islas Sisargas: 12 millas,

fico •v sólido edificio, el cual se hallan la comisaría año 1853: fija, con destellos cada cuatro minutos: cuar-
de depósito, las oficinas del guarda-alma.ceo de estos, to órden.-Cabo Vilaño: 10 n1illas, año 1854: fija,
y del escluido, la del ayudante de la subinspecccion, cuarto órden.-Cabo Fiuisterre: 21 millas, año 1853:
comandao.cia dP artillería del parque, tnller de arti~ eclipse cada 30 segundos: primer órrl.en.-Cabo de
llerfa, obrador de ar11zeria, obrador de 1Jeltl11ien y la Cée: quinto órden.-Cabo de Corrobedo: 15 millas,
sala de arnias. A la ec;palda está el hermoso cuartel de año 1853: fija, tercer órden.-Isla Sálvora: 12 millas,
guardias de arsenales, establecido con el nuevo cuer- año 1853: fija, con destellos rojos cada dos minutos:
po en 1850, y digno dr ser visitado por cuantos se cuarto órden -Isla Arosa: 10 1nillas, año 1853: fija,
complazcan en el buen órdeu y el mas estraordinario cu:1rto órden.-Islas Cies: 20 millas; año 1853: eclipse
aseo. cada un minuto: segundo ór<lcn.-Vigo, castillo de la
Hay, además de otra porcion de almacenes y edifi- Guia: 20 millas, año 1844: fija, con destellos cada tres
cios de cuenta, la alta y airosa cábria llamada 1nacltí- minutos: cuarto órden.
na, que reemplaza al antiguo buque conBtruido de in- Rabia además vigías, y aun subsisten, para dar
tento para arbolar. aviso con bandera~ de señales de la direccion y ma-
Antes de-concluir de hablar de lo mas importante niobras de los buques, que descubren por med.io d1:>
que el arsenal del Ferrol posee, diremos dos palabras grandes anteojos, y son los siguientes: Atalaya de
acerca de la fragata Tetuan . •\unque no entrramente Pasajes y de Zumaya, Provincias Vascongadas.-De
igual á la fra tata francesa La Gloire, es imitacion Santa Justa, en Saotander.-Vigías de Jarré y de los
suya. La armadura, utilísima contra la artillería Tazones, eo Astúri-a.s.-Idem de Cabo Ortega!, Cedei-
usada ha,-ta ahora, no lo es contra los nuevos cañones ra, punta superior de Herveira, :tv!onte Cejil, Punta
usados por los norte-americanos. Sus maderas son Prados, 11onte Campelo, Cabo Prior, Burneira, 1100-
cscelentes, crJmo las de todos los na vios de guPrra es- te ventoso, :-3egaño, Seijo Blanco, Castillo de San
pañoles. E;;ta fragata :icaba d,.. salir para Cá.diz, ha- Anton de la Coruña, I\1ontc de San Pedro, Suevos,
bieudfl mostrado en la. travesía esceleotes cualidades Cayon, Santa I\laría del Raso y 1\1outeveo, en las
. costas <le Galicia. Alguuos de estos vigías no exis- ..
marineras.
Es notable el dique flotaute, a propósito para todo ten ya.
buque de guerra, y traido de Iuglatr>rra, en donde fué No es posible hablar del departamento del Ferro!,
examinado por los lores ele! Almirantazgo. sin tener en cuenta las pesquerías, que I aun á pesar
Los faros del departamento naval, son los siguien- de su actual estado, son la basa de toda poblaciou. y
tes: En Guip1ízcoa.-Cabo de l t Higuera, alcanza 7 establecimientos marítimos. En la pesca, libre otros
millas, establecido en 1855. luz fija, de quinto órden. tiempos, y sujeta hoy á leyes y reglamentos, se funda
-Puerto de Pasajes: alcanza 10 millas, año de 1855: la existencia de la marinería, de donde salen las tri-
luz fija, de cuarto órdeo.-San Seb,istian, 15 millas, pulaciones de los buques mercautes y de guerra. Era
año de 1853: luz fija, cou destellos cada 2 minutos: de tan florvcieu te el comercio por los ticm pos de Cár-
tercer órden. los I y Felipe II, que en él babia empleadas mas de
Vízcaya.-Ca.bo de 1Iacbichaco: 23 millas, año dos mil quinientas embarcaciones por los mares de
1852: luz fija, con d<'stellos cad·1 4 minutos: de primer Nueva J•:spaña, Tierra-Firme, Honduras, Islas de
órdcn.-Punta de la Galga: 10 millas: año de 1852: Barlovento, Canarias y Terranova, y cu esta última
luz fija, cuarto órdeu. sobre todo se Pjercitaban los mejores y mas atrevidos
Santander .-Castro- Urdiales: 7 millas, año de 1853: marinos.
fiJa con destellos rojos cada 3 miuutos· quinto órden. E~traorclinaria era la pesca de los puertos del ar-
-$a.otoña: dP sesto órden.-Isla del Mouro, fija zobispado de Santiago; enviábanse las ostras rscabe-

-
-

..••

...


~
PROVINCIA DE LA CORU~A. 11:í

chadas de nuestro territorio á Castilla: en Cayon, 11al- les hacen parecer obra del Gobierno. En E>ste arsenal
pica, San Ciprian y Burela pescaban muchas ballenas se hao c .1nstruido di versos l>uq ues, entre ellos, dos
de descomunal la1naño, y en Noya, Santa o-1arta Y fragatas correos para Ultramar.
otros puntos se construían gr.10 nú1nero <le buques.
PARTIDO JUDICIAL DE :\!UROS (di' entrada).
Los templos y fundaci'lnes d<'bidos á. nuestros pesca-
dores acreditan la gran riqueza de estos y el floreci"n• Ayuntamiento de Q;trnota: Carnota, San l\1amed.
te estado de la industria eu ti ero pos pasados. Desp.ues Carnota, Santa Col16,nba. L·lriüo, San l\iartin. Lera,
fué todo decayendo, mas que por efecto de los desastres Santa J\larí;\.
de nuestra marina ele guerra, por <'l error y atraso en Ayuntamiento de ~la1.aricos: A.lu ,re~, Sao ~Jamcd.
economía política de cuantos por mocho ~iempo tuvie- 1 Antes, San Cosme. A.reos, Santiag,,. Báos, San Tom~.
ron que ver con todo lo relativo á la marina y pesca. y Reba, San J ulian. Coiro, Santa l\1aría. Coluns, San
sus relaciones con el comercio interior. La reo u ucia Salvador. Corzon, San Cristóbal. Chacin, Santa Eula-
de España, por el tratado de Parí,,; ele 1763, al derecho lia y Eut1ncs, Santa Leocadia. Ciron, San Félix. Ma-
de pescar en el banco ele Terranova, fuó as1rn1smo roñas, Sauta l\Iaría. Jfazaricos, Sa,n J16a1i.
rudo golpe para nuestra marina. Ayuntamiento de Muros. Abelleira, San Estéban.
Puso Felipe V, por real decreto de 28 de eoero Este1ro, Santa Marina. Lóuro, Santiago. ilfuros, Sa1i
ele 1717, á cargo de los ayuntamientos el padroo de Pedro . Lert·es, ::ian Juau. Le:;tago, San J\liguel. Tal,
la gente de mar, así como la oblig·acion de dar los Santiago. Torea, San J ulian.
marineros necesarios para tripular las escuatlras. Lo Ayuntamiento <le Outcs: Cando, San Tirso. Enti-
cual siguió de la propia manera hasta los tiempos de nes, 8:10 Orentc. Entines, Santa ~laría. ~Iatam •iro,
Ense11ada, quien, viendo que la marina. no tenia mas San Lorenzo. Outeiro, San Cosme. Outes, Sa,i Pedro.
códig·u 4. ue el de 1567, d16 la Ordenanza general en Róo , San Juan. SatarJes, San .Juan. 'farés , San
l 74R, q uedaudo á cargo de los intendentes y emplea- J uliau. Valledares, Sau l\'Iiguel.
dos del ramo económico de la armada lo que hasta en- Total de poblaciones: 34; id. de habitantes, 24,473.
tonces habia permanecido encomendado á los ayunta- Este partido E>S de entrada, está al SO. de la pro-
mieutos. vir,cia entre el Jallas ó Ezaro y la márgon septen-
· Abusos, cada dia mayores, dieron lugar al real de- trional de la ria de Noya; el clima e:; templado y
creto de 24 de noviembre de 1786, el cual no pud.o es- sano, se padecen algunas afecciones reumáticas y cu-
torbar los males, ~uyo rE>sultadc era ta gran desercion táneas, fiebres que degeneran en pútridas é inflama-
de los 1natr1culados, que abandonaban sus familias torias, algunas gástricas, gastro-oxalitis, si bien no
con tal de no servir en los buques, por miedo al seve- son generales ni notables.
ro rígor <le las ordenanzas. l<~ntonccs se e.lió la orde-
PARTIDO JUDICIAL DE NEGRErRA (de Potrada) .
nanza (1802) qne hoy rige, solo interrumpida durante
la Constitucion de 1820 á 1823, en la cual quedaron Ayuntarniroto de Ames: Agroo , San Lorenzo.
las 1natrículas á cargo de las mun1cipal1dades. J\Iuchos AmE>ijeoda. Santa l\'Iarina. 11.nies, Santo To1nás Bu~a-
eneinigos tiene hoy d1a el actual sistema de matricu- dillo, Sao Pedro. Cobas, San Eetéban. Leos, t,an Pe-
las, que si bien fundado en la razon de que l'l alicien- layo. Ortosco, San Juan. Piñeiro, Sao ~lamed. Tapia,
te de la libertad d<' pescar babia de traer gran núme- San Cristóbal. Tra:3montc, Santa J\1aría. \'idenclo,
ro de hombres útiles para nuestra marina de guerra, Santa l'IIarfa.
no da, en verdad, tau cscelentes resultados como al Ayuntamiento de Baña: Baña, San Salvador. Baña,
parecer debería. Acaso, con señalar una zona por toda San ¡ricente. Barcala, Sau Cipriao. Barro, Santa l\la-
la costa, cuyos habitantes quedasen exentos del servi- rina. Cabauas, San i\I1guel. Comeira, Sao Cristóbal

cio militar de tierra, y aumentando los pagos de los Crucida, Sao Sal vaclor. Fiopaus, San Pedro. Lañas,
marineros, fueran estos mucho 1nas numerosos de lo Santa Tt;ulalia. J\1arcelle, Santa Cristina. l\1onte, San
que son hoy dia, para lo que el renacimiento de nues- J\famed del Ordoeste, Santa l'llaría. Riva, San Juan.
tro poder mar1timo requiere. Suevos, San l\IameJ. Troitosendc, Santa l\1aría.
Ademas del g·ran arsenal del gobierno, hay cu l¡l Ayuutamiento Je Brion: ..\ngele~, Santa J\faría.
ria del Ferrol, en la villa de Graña, uno de propiedad Bast·1 ba!Ps, San J uliau. Basta bale,:; , Sao Salvador.
particular, fundado en 1810, en el lugar llamado de la Boullon, San '11-Iiguel, Brion, San Féli:i;. Cornanela,
Cabana, por D. Juan A.ntonio CarJemil, y comprado Santa J\1aría. Luaüas, San J uliao. Ons, ::lanta María.
en 1836 por la casa de D. ~fauuel de Ciaran, eu cuyo '\' iceso, Sao ta i\laría.
arsenal se hicieron grandes 1nejoras, y además de los Ayuntamiento de Negreira: Alvitc, Santo Tomé.
buques que eo el se bao construido y siguen constru- Aro, San Vicente. Arzon, San CristcSl>al. Broño, San
yéndose, acuden á él muchos buques españoles y es~ 1'11artin. Bugallido, Sa.n Pedro. Can1pelo, Sao Félíx.
tranjeros á reparar sus ayerías. fambien debe u1eu- Cao1polougo, Santa Cruz. Cobas. Santa t11aría. Goeu-
ciouarse el arsenal del Reoerbero, igualmente cu la tc, San Pedro. Zayas , San Pedro. Laudcira, San
GrafJa, ó i111nE>diato al sitio en qu<' antes estuvo el pri- Rstéban. Luciago, San 11artiu. Loeiro, Santa Eula-
roiti vo astillero del departamento; le empezó á cons- lia. Logrosa, Santa Eulalia. l{egreira San Jztlian.
truir en 1846 la casa de A.bella, Braña y co1npa- Pena, San 11amed. Postor, Santa ~Iarla. Zas, San
ñía, y ::>i bien no tiene dique de carena como el ause- MameJ.
rior, tiPne cscelentes obradores y muy buenos edi6- Ayuntamiento de Santa Con1ba: Alcr, S:Lnta ~la-
cios, cu)·o aspecto, mas que de propiedad particular; ría. Aranton, Sao Vicente. Bazar, ~au }lamed. Cúcre,
116 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

San Pedro. Fontecallo, San ltiartin. Freijeiro, San Crnz, Ordenes, Santa Marta. Par ada, Santa Marina.
F élix. Irijoa, San Juan. Irijoa de Estcrmandc>, Santa Pereira, Santa Eulalia. Poolo. San Julia.o. Villama-
María. Zallas de Castriz, San Pedro. Maller, San Cris- yor, Santiago.
tóbal. Montouto, Santa María. Padreiro, Salvador. Ayuntamiento de Oroso: Angeles, San Mamed.
Pereira, San Andrés. Santa Comba, San Pedro. Rauta Cal vente, San Juan. Carda.roa, Santa María. Deige-
Sabina, San J ulian. Ser, Sao Pedro. Villamayor, bre, Santa ?lfarioa. Gándara, San Miguel. Marzoa,
Santa 1Iaría. San 11artin. Oroso, San 11/artin. Pasarelos, San Roman,
Total de poblaciones, 71; id. de habitantes, 29,982, Seuzo, Santa Eulalia. Trasmonte, San Estéban. Vi-
llarrnariz, Sau Tomé.
PARTIDO JUDICIAL DE NOYA.
Ayuntamiento Je Tordoya: Andoyo, San Mamed.
Ayuntamiento de Boiro: Ataugueiro, San Cristó- Angeriz, Sa,,ta l\1arina. Arcay, Santa Susana. Bar-
bal. Bealo, San Pedro. Boiro, Santa E1tlalia. Cespez, da.os, Santa l\1aría. Cabaleiros, San Julian. Castenda,
San Vicente. Cures, San Andrés. Lampoz, Sao tiago. Santa ~faría. Gorgullos, Santa Eulalia. Leo balde, San
11aceoda, San Juan. Cristóbal. N u mide, Santiago. Tordoya, San Juan. Vi-
Ayuntamiento de Caramiñal y Puebla: Caramiñal, lladabacl, San Ciprian.
San Martín (villa). Zobre, Santa María. Lesoo, Santa \yuntamif'ato de Trazo: Benza, San Pedro. Ber -
Cruz. Sostmarcos, San Isidro . Puebla, Santiago. reo, San Mamed. Campos, S,,n Juan. Castelo, Santa
Ayuntamiento de Lousame: Camboño, San Juan. 11aría. Chayan, Santa !vlaría. Javestre, Sao Cristóba l.
Fruime. ~ao Martín. Lesende, San Martín. Lousanie, 11onzo, San :t-.1artL1 . .\lorlan, San ta Mar{a. Restande,
San .Juan. Tállara, San Pedro. Tojosouto, San ,Justo. Santa María. 1'razo, Santa Maria. Vilouchada, San
Villacoba, Santa Eulalia. Vicente.
Ayuntamiento e.le Noya: Argals, Sa1i~a 11aría. Total de poblaciones, 88; id. de habitantes, 31,186.
Barro, Santa Cristina. Boa, San Pedro: Noya, San
PARTlDO JUDICIAL DE ORTIGUElRA (de entrada).
Martin. Obra, Santa Marina. Roo, Santa 11aría.
A.yunta1niento de Puerto del Son: Bareña, San Pe- Ayuntamiento de Ccdeira: Cedeira, Santa M aria
dro. Ca.maño, Santa 1Iaría. Goyanes, Sao Saturnino. (vill a). Cerbos, Santa 1•:ulalia. Esteiro, San Félix. Mon-
Juño, Santa Marina. 11iñortos, San Martin . Muro, tojo, San Jolian. l\Iontojo, San Roma.o. Piñeiro, San
Sao Pedro. Nebra, Santa María. Noal, San Vicente. Cosme. Rcgoa, Santa l\laría.
Queiruga, Sao Estéban. Rivaneira, San Pedro. \yuntamiento de Cerdido: Casares, San J uan. Cer-
Ayuntamiento de Ribeira: Artes, San Julian. Car- dido, San Martin.
reira, San Pela.yo. Corrubedo, Santa María. Oleiros, A.yuntam1ento e.le Maañon: Bares, Santa María.
San 1fartin. Olveira, Santa María. Palmeira, San Pe- Grañas del Sor, Sau 1iamed. Maa1ion, Santa María.
dro. Ribeira, SantaEugenia. Mogor, Santa ~f·\ría. Riberas del Sor, San Cr istóbal.
Total de poblaciones 42; id. de habitantes, 38,706. Ayuntamiento de Ortigueira: Barbos, San Julian.
Celtiguer, San J ulian. Couzadoiro, San Cristóbal.
PARTIDO JUDICIAL DE ÓRDENES (de entrada).
Couzadoiro, Sao Salvador. Cuiña, Santiago. Devesos,
Ayuntamiento de Bujao: A.rabejo, Santa María. San s ~basti·-1n. Espasante, San J uan. Feas, San Pedro.
Bembibre, Sao Salvador. Bujan, Santiago. Donciero, Freires, San Pablo. Yuma, San Juan. Ladridó, Santa
Sao Martín. Erbiñon, Sao Cristóbal. Ni veiro, San Vi- Eulalia. Laodoy, Santiag·o. Loibe, San J ulia.o. Luan-
cente. Páramos, Santa l\1aría. Porto-meiro, San ca, San Martín. Lulua, Santa María. Mera, Santa
Cosme. Porto-mouro, San Cristóbal. Real, San Vicen- ~fa.ría. l\1era, Santiago. Mosteiro, San Juan. Ortiguei-
te. San Rumao, Santa ¡\lat·ía. Vilariño, Sau Pedro. ra, Sant t Jfarta (villa). Piedra y Cariño, Santa María.
Ayuntamiento de Cerceda: Cerceda, San Martín. San Claudio, Santa ~faría. Seora, San J ulian. Sismuo-
Eucrubas, Sao Roman. Guteda, Santa Colomba. 1fei- di, San Estéban. Veiga, Sao Adriano. Yermo, San
rame, Sau A.ndrés. Quijas, Santa María. Rodés, San Julian.
Martín. A.yuntamiento de Puentes de García Rodriguez:
Ayuntamiento de .Frades: A.bella, San Estéban. Aparral, Santa l\faría. Deveso, Santa María. Freijo,
Añá, Sa ita l\1aría. Agazo, San Pedro. Céltigos, San San Juan. P1tentes de Garcia Rodrigitez. Villa bella,
Julia.o Frades, San Jfartin. Gafoy, Santa Marina. Santa María.
Gallegos, San ~1artiu. Ledoira, San ~Iartin. Mesoy, Te>tal de poblaciones, 44; id. de habitantes, 33,887.
San Salvador. Noaz, Santa Cecilia. Papucio, Santa El partido de Santa r.-larta de Ortigueira es de en-
l\faría. Vitre, Santa, l\1aría. trada; se halla al N. de la provincia y ea la costa del
A.yuntamieuto df' l\1esía: Abejoy, Santa Marina. mar Cantábrico que cae al NO.; al E. Vivero y Vi-
Bascos, Santiago. Boado, Santiago. Bruma, San Lo- llalba; al S. Poentedeume y Ferro!. El terreno es de
renzo. Cabruy, San l\fartin. Castro, San Sebastian. muy buena calidad, coa algun arbolado eo los mon-
Curo braos, Santa María. J uanceJa, Sao Salvador. tes; hay sotos y prados, que fueran mejores á estar
Lanza, ::iao 1\1.l.med. .Jfesia, 8a.n Crist6bal. Ola, San mas aprov0chadas las aguas. Produce trigo, maíz,
Lorenzo. Visa u toña, San l\1artin. patatas, habichuelas, lino, frutas y le~umbres. Se
Ayuntamiento de Ordenes: Ardemil, San Pedro. cria mucho ganado vacuno, de cerda, mular, caballar
Barbeiros, Santa María. Bean, Santa María. Buscas, y lanar. Los naturales, además de laagricultoraycria
San Pelayo. Leira, Santa l\laría. Les ta (villa), San de ganados, se emplean on la pesca y navegacioo. La
Andrés. l\lercurin, San Clemente. Montaos, Santa instruccion no se halla estendida como deberia.

PROVINCIA DE LA CORUÑA . 117

La feligresía de Santa Marta tiene título de villa arbolado y algun pasto; escasean las canteras; hay
y dista 12 leguas y media de la Coruña. Tenia un' maíz, centcn<>, trigo, pata.tas y algun vino. Se cría es-
convento de dominicos; el curato es de segundo as- celente ganado vacuno, tambien le hay caballar, mu-
censo. Está á orillas del mar, y durante la marea se es- lar, de cerda, lanar y cabrío; hay bastante caia, y se
tiende la ria de su nombre como una legua de largo y pescan en el Ulla anguilas y truchas.
un coarto de legua de ancho, teniendo la boca suma- Padron (Iría Flavia) tiene buena casa de ayunta-
mente estrecha. miento, tres escuelas y cómodas casas. La parroquia.
Se pescan anguilas, salmones, reos, doradas, besu- tiene el título de segunda silla Compostelana; nueve
gos, róbalos, mugiles, lenguados, sollos, y tambien se canónigos, cuatro capellanes mayores, varios menores,
cogen ostras, almejas y otros mariscos. un organista, cuatro niños de coro, dos sacristanes
Los marqueses de Astorga tuvieron el señorío de y el suficiente número de sirvientes.
Santa Marta; aun se conservan las ruinas de su casti- Iría (pob\acion 6 ciudad) es de orígen desconoci-
llo al pié de un monte de 200 piés de alto. Los privile- do; fué llamada Flav1a en tiempo de los emperadores
gios concedidos por D. Alfonso el Sabio y confirmados romanos de la familia Flavia. Su asiento está á la iz-
por D. Enrique II, D. Juan II, D. Fernando y doña quierda del rio Sar ó del ,\.rzobispo, el cual separa
I sabel y demás reyes, hasta Cá.rlos IV, enumeran en- esta poblacion de Dodro y Lestrobe, y tiene sobre él un
tre ellos el ser los moradores de Santa 1\.farta de Orti- puente de piedra, á. cuya derecha estaba el único con-
gueir a, sus tierras y alfoces, notorios hijos-dalgo, ele vento de Carmelitas de Galicia, á escepcion del de
padres y abuelos, y se les manda guardar los fueros, monjas de Santiago.
libertades y franquicias que usaban tales hijos-dalgo Sube la marea hasta el puente de Ccsures (PoM
y se les eximia de todo pecho y tributo, escepto el que CtZsaris), una mill.i al S. del pueblo, por el cual pasa
se pagaba al rey, en coiior,encia del se11orio real e no el camino de la Coruña á Vigo. El campo es llano y
mas. Se les otorgó los fueros deBenaveute, que tuvie- hermoso, y lo mejor se ve yendo por aquel desde el
ran puerto para siempre jamás, y que todos los navíos referido puente hasta Carril. El Sar suele inundar esta
pudiesen aportar sanos é salvos pagando el derecho comarca en las avenidas de invierno, y causa no pocos
qne debieren á la Coruña, y, finalmente, que tuvieran daños cuando sorprende al ganado mular que acude á
férias y mercados, comenzando el 8 de setiembre, y la grao feria de Pascua de Resurreccion, sobremanera
durando hasta quince dias despues. concurrida de castellanos y portugueses, quienes de-
jan en Galicia grandes cantidades de dinero. Tambien
PARTIDO JUDICIAL DE PADRON (de entrada).
hay mercado los domingos.
Ayuntamiento de Doebro: Doebro, Santa María. Como el Padron fué el lugar á donde aportó el
Laiño, San Juan. Laiño, San J ulian. cuerpo Je Santiago, era tambien en lo autiguo ciudad
Ayuntamiento de Padron: Carcacea, San Pedro. sobremanera importante para los peregrinos, quienes
Cruces, Santa 1\1aría. Erbor, Saeta María. Pad,·on, visitaban primero la iglesia, besaban la imágen del
Santa llfaria (villa). Rumelle, Santa 1\.faría. altar mayor, daban la vuelta alrededor de la sagrada
Ayuntamiento de Rianjo: Araño, Santa Eulalia. piedra en donde se h:1bia detenido el barco, y despues
Arados, Sau ta l\Jaría. Isorua, Santa María. Leixo, de visitar el sitio en que habia reposado el cuerpo,
Santa María. Rianjo, Sa,ita Colu»iba (villa). Tarago- iban á la ermita de la montaña edificada en el mismo
ña, San Salvador. lugar eu que babia predicado el apóstol, y en seguida
Ayuntamiento de Rois: A.guas Santas, San Vicen- subian de rodillas á las peñas que este habia aguje-
te. Bujan, San Juan. Corta, San 1\1iguel. Erbojo, San reado con su báculo ó bordan para huir de los genti-
Pedro. Ermedelo, Sao 11artin. Leroño, San 1\.fartin. les que le perseguian.
• En el Padrou se ha hallado la inscripc1on siguiente:
Osis, Santa l\laría. Ribasar, Santa ;.farina. Rois, Sa1¿
Manied. Leira, San Lorenzo. Sorribas, San Tomé. Ur-
dilde, Santa 1\faría. Netaci
Ayuntamiento de Teo: Cacheiras, San Simon. Calo, Veilfericm
San Juan. Lampay, Santa l\laría. Leice, Santa._}lfari- Sul pici us Se ve rus
na. Lecou, Santa l\Iaría. Ozo, Santa Eulalia. Rariz, U. S. L. 1\1.
San l\liguel. Recesendo, San Juan. Reyes, San Cristó-
bal. Peo, Santa ;Jlarla. Vaamoude, Santa María. Vi- La célebre colegiata de Ir1a está á. corta distancia
del Padron, sin que haya, además de la inscripcion ya
lariño, San Tomé.
Total de poblaciones, 38; id. de habitantes, 30,332. menciouada, otro monumento que recuerde los tiem-
El partido de Padron es de entrada, su término pos antig·uos, siuo el importante y nombrado puente
está en la márgen derecha del Ulla, que le separa, de Cesures; corrupcion de Po11,s OtZsaris; edificado en
al S. de la provincia de Poutevedra, y viene á ~es- 1161 por el maestro 1\.latco de la catedral de Santiago,
aguar en la ria de Arosa, en cuyo centro está la villa sobre los restos de la primitiva obra romana.
La villa de Santa. Co' umba. de Rianjo (Gla.dimirum)
y puerto de Rianjo. El clima es húme~o, templ~do Y
sano. A1 N. están los partidos de Negre1 ra y Santiago; está en la ribera izquierda del Ulla por su desagüe
al doblar una punta que mira á las islas de Cortega-
al E. tambien Santiag·o; al S. la provincia de Ponte-
vedra mediando el Ulla; y al O. la ria de Rianjo y el da, dentro de la inmensa ria do Arosa, cuyas hermo-
partido de Noya. El terreno es de escelente calidad, sísimas riberas, parte de la provincia de la Coruña, y
sobre todo en las riberas de los rios; hay mucho parte de la de Poutevedra, causaran verdadera admi-
'

11q CRÓNICA GENER. \ L DE E<;P \ ~A..

r:\cion y ent11<1insn10 á cualqnil'r otro puoblo menos ri<'rtos trozo~ ro:a1i el tc-rrcno los habitantes cada diez
inclinndo :\ desdeiiar lo que poseo que nosotros. I>or ai1os1 6 111euos, ~rgun la calidad do la tierra, la cual
esta. tierra usan las mujeres la g·raciosa cofia, con que en la nuiyor parte del término es do tncdiaua calidad¡
rs mas gcneralinoute conocido el trajo uc las hernio- abunda el arbolado uc to las clases, hay prados y pas-
sas g·allcgas. tos esccleutcs. Por Pueutcdru1nc pasa el can1ino 1le
Brtanzos al Frrrol, <lespu<:s de cruzar la puente del
l'A.RTIDO JUDICIAL DE PUl~NTF.DEUllE (do (lutrada).
Porco Son los proLlnctos 1naiz, trigo, cebada, centeno,
Ayuntamiento de .Aros: Cau1ouco, San Vicente. lino, sabrosas frutas uc toJas clases y tambien limo-
C<'rbas, San PPdro. Lubre, Sa,,ta E1ilalia. nrs, lin1as, nar;1njas y otros frutos de templados cli-
Ayuntan1iento dr Cabaiias: Caaveiro, San Branlio. ma,-: rl abundantC1 arbolado ua buena clase de vigas y
Cabai¡as, S1i1i Alldrés (villa). Crines, San 1<:stéban. La- todo género de tablazon.
rage, San Mameu. Porto, Sau ~fartiu. Rcgücla, San Son famosos por su destreza y valentía los marine-
''1crnte. Salto, Santa Cruz Souserra., Santa Eulalia. ros uc Art>s y 11ugárdos¡ el co1ncrcio, la pesca, y so-
Avuntan1icnto

d<' C1pcla: Bc-rmuy, S·,ntiago. Ca- bre to lo, el arsenal del departamento, empican milla-
brlnr, Santa ~{,\ría.. Capela, Santia!/O, Espiñaredo, res de brazos, siendo adc-n1ás el Ferro! mrrcado en
:4anta ~laria. l~ume, San Pedro. Facira, San Pedro. donde se vende viuo, frutas, carnes, leñas y made-
l1ocutl', Sau ),fart1n. R.i,·aueu1n 1 Santa ~!aria. Seijo, ras de construcciou. Los naturales tienen por muy
San Juan. perjudicial el ;;eito, a.parejo ecn pleado en la pesca de la
\yuntan1iento de Castro: Bc1nantes1 Santo '!'orné . sardina.

Callobr<', S:-tn Junn. Carantoi1a 1 San .Julian. Castro, Hay ferias y mercados. El domiugo último de cada
Stlnta lfari,i. Leiro, San Salvador. 1liño, Sao ta. .i\!aría. mes en PueuteJeu,ne, el 3 en Villa1nayor, el 4 en Sau
Pc-rbcs, Sao Pedro. ''illauucva, Sau Jnan. P iñeiro, el 8 en el lug..i.r uol .\reu·d, término <le Ca-
A•,untan1i<'nto de Feue: Barallobre, Santiago . bañas, el 14 011 la feligresía de Castro y lu¿-ar del
Feite, Srui Salr,adnr Lcinodre, Santa F.ulalia .tl1aga- puerto de Ba.joy, el 18 cu la •ralega, feligresía de San
lofes, $an Jorge. :r,.fañioos, San Salvador. Perlío, Sao 11artin de Aodrade, el 25 en el lugar de Sao ~fárcos,
1':stt<bau. Sillobre, Sa;:ita ~lariua y Rclleve. confines <le Vclelle y Rcgoela: eu las seis últimas fe
A.yt1ntamicnto de rifoufero: Gestoro, Santa :rr!arfa. rias solo se beneficia ganado, eu las demás se veu<le
/lfoufero, Sa,i Péli;;. Qurijeiro, San Jorge. Taboada, toda clase de productos.
i::.anta rifaría. \'illachá, Santa rifaría.
PUENTEDEUME.
Ayuotamieoto de 11ugardos: Frauzá, Santiago.
1Ieha, San \'iceute. Jftt!lardos (,illa), San Julian. P1- La villa de Pucutedeume esta á 1:, márgen izq uier-
ñeiro, R:\n Juan. da del rio Eume¡ su clima es sano. Lo:i :iao tu arios que
Ayuntamirnto de Pucntcdeu1nc-. Andrade, San antiguamente tenia la poblacion hau si<lo reemplaza-
:t-.1artin. Borbre, Santiago. Brea.neo, San Mig·uel. Crn- dos por paseos.
troña, Santa tl1aria. Ilombre, Santa :r,.1aría.. Noguerosa, El h~rmoso cooveuto do Sau Agustio, hoy casa de
San Costnc. Puentedeu,ne, Santia!IO (villa). V1llar 1 San D. José Benito Guutiviz, era u11 buen edificio; la
Pedro. iglesia, que era muy hermosa y so hallaba en muy
Ayuntamic-nto d" Villarmayor: Doroña, Santa Ma- mal estado, ha sido reparada á. espensas do varios
ría. Gran1lal, San Pedro. Guin1il, San Cristóbal. Tor- devotos, y cu g-ran parte, del actual dueño de l con-
res, San Jorge. \'illarmateo, Santiago. Villar"iayor, vento.
San Peclro. Hoy solo q uedao tres iglesias, la ue Sao Agustiu ,
Total de poblaciones, 5!1¡ id. ue habitantes, 33,197. fuodacion de la cas:1 ue Andrade; el sautuario de las
El parti1lo de Fuentedeume es de entrada, su cielo Virtudes, destinado á depósito ue cadáveres, y cu mal
rstá a menudo nubloso, reinan en invierno ven<labales esta<lo, y la. gran iglesia parroquial, deutcada al após-
y solanos, y en primavera y estío los v1eutos N. y ~E. tol Santiago, :i1endo moderna su coustruccion y toda
apacibles, sobre todo los últimos, que despejan las ella. obra del Il1no. Sr. D. Bartolomé Rajos y Losada,
nubes y traen an1bicnte fresco y agradable: de todas arzobispo do esta diócesis, csccpto la capilla del coudr
ma111iras1 el clima es templado, sin que haga calor de Lémos, fundada por D. .B'cruau<lo Perez de Andra-
1.-'n la canícula, oí frio en el rigor del invierno¡ con lo de, conde de Anurade, de V1llalba, y Caserta en Ita-
que medran y prospera u plantas y árboles ue los mas lia, ue q uieu ta.u glvr10:ia menciou hemos hecho á su
templados climas, tales cou10 naranjos, limoneros, etc. tiernpo. La iglesia, aunque de buenas proporciones y
Al N. se halla el término del Ferrol; Santa ~!arta ricos materiales, no es uc época muy venturosa para
al E.¡ al Sl~. la feligres1a de San olart1u de P1üeiro, las artes, y es de temer que el antiguo edificio, del
partiuo ue \-illalba, provincia de Lug·o¡ al S. Bctan- cual solo resta. la capilla mayor, fuera lastimosaweute
zos, corriendo por O. al Occlano¡ tiene el partido á destruido para reemplazarle por la moderna máquina.
:t-.Iiño en la ria de Salla de B,,tanzos¡ en la de Fueutc- Son en verdad dignos de 1neuciou, así la capilla ma-
deume tiene inn1ed1atos \res )' Redes, y ~Iugardos yor, como su retablo.
está eu la ria del 1''crrol, ademas de otras muchas ra- No por lo que hemos dicho, á propósito de esta igle-
das y fondeaderos. sia, se crea tratamos de rel,ajar cu lo mas rníuimo la
Hay infinitas fucutccillas y arroyos de agua pura estraord1naria valía del ilustro gallego l{ajoy, uno do
)' cristalina. El trrreno de la parte de la !ffariíia, fera- los prt>lados ,nas e111ineotes de la Ig·lesia católica y
císimo, por lo interior es montuoso y áspero, y en verdadera honra de Pueotedeume, su patria. Fué
PROVl:-iCIA DE LA CORU5:A, 119

este arzobispo la providencia del reino en tero .dr} Ga- llamada «del Puente,» t ?ene 2,340 piés de Búrgos y
licia: en Puentctlenmc no solo empleó mas de un mt- cincuenta arcos, parte de ellos con tajlmares en las
llon de reales en la reedificacion do la iglc,-ia, sino cepas por a1nbos costatlos. La corriente <lcl río, que
· que regaló una g·ran lá1npara tlo plata, una cruz, sei::; • es caudaloso y suele tener grandes avenidas, empaja
• candelorus, cáliz y viuagcras ,le lo mismu. ,\l cuu ven- hácia la orilla, por cuyo lado sube tambien la marea
to dc San Agustin dió 66,000 reales; fun<ló o,curlas c ,n mayor fuerza; de modo que, si bien parte del puen-
de niños y niüa~, con maestro~, cacla uno con 1 oo cs- te está cn seco cu bajamar, no sucedo lo mismo en la
cudos anuales; drjó fondos para dotar auua\1ncntP á pleamar, la cual llena todo el C6ucc, pero siempre
cnatro doncel1'1s pobres con 100 dúc;\dos caJa. una, y 1neuo s hácia la orilla ele enfrente, por lo cual no tienen
tambien rentas para que se atrndicso á" la :1\Iincrva tajamar los estribos del puente de aquel latlo. Tiene
que cstabl '<'ÍÓ todo~ lus t0rceros clo1ningos del rnc!l , este~., altura, al salir de la villa, 24 piés, la cual "\ad is-
En Rantiago edificó el gran scfmiuario ó consistorio; m inuyendo, pues en el último arco de tajamar solo tie-
regaló al apóstol ~antiago una esclavina de oro con ne 14, y en el estremo, donde hay Uli crucero, 9 sola-
los trofeos del Santo en relievb, guarnecido:; tlc bri- mente. Lo ancho d..:l puente, inclusos ambos antepe-
llantes, un bordon de oro con cruz, seis candeleros, chos, e» UP 12 piés, y además resaltan los tajamares 6 }
un copon tambidn de oro, guarn('cido ele brillantes. piés, ha b1 endo asientos en varios de sus hu ecos: va en

todo por valor <lt> mas de un millon; di6 mas de 13,000 línea recta como unas 70•> varas desde la villa, y
ducados para una capilla en la catedral; al con,ento lueg·o, ha.cieutl•> uu pequeño recodo, hácia el E.: pare-
de San Agustín 21,000 reales; ta.mbií!u hizo un llos- ce c1 uc lleva esta direccion por huir de un terreno bajo
picio para pobres in válidos, qnc lc costó m:t'l ele y pantanoso, el cual evita, hallando en su lugar có1no-
250,000 rs., dPj:í.nrlole rle renta ccrca df1 meuio rnillon; do sucio y de buen fondo. Había, al salir de I pueblo,
empleó 150,000 rs. cu dos piezas con camas en el hos- entre el segundo y tercer arco, en los huecos de los
pital de San l{oq ue, dejando, arlc,nás, 12,000 uuuados taja.mares, un jabalí y un oso puestos sobre pedest':l.-
para la 1n·u1ute 1cion <le quince dias º" convalecencia. lcs; pero unos ~oldados del regimiento de Hibcrnia
Llrgaba al auo á 150,000 rs. la limosn·t qur d:\h·t dia- los derribaron é hicieron desaparecer, danrlo prnPbas
riamentr- á la<; puert'ls del palacio. Rn el aiio el,· ham- así de su mucha fuerza, nécio eutretPnimiento que
bre de 1760, g-astó mas de un 1nillon de reales en la dejó sin castigo una indisculpable lenidad: acaso los
rnanutenciou tle los pobres, anticipando 100,000 rea- referidos bultos se hallen debajo de las aguas y al pié
lrs para contribuciones, los cuales e1nph'6 lurgo en la del mismo sitio, donde sirvieron en otro tiempo de
recomposicion el.e la carretcra de 8-antiago á la Coru- adorno y heráldica muestra del grande hombre funda-
ña, para qur aquellos tuviesen jornal seguro. dor de Pste puente.
Grandes fueron la caridad y esplendi1\ez <lel scuor Entre el arco veinte y el ,eintiu no habia una capi-
D. Bartolom .< Rajoy, así como la reprcsentaciou que tu- lla dcdica,la al Espíritu Sauto, y junto á ella un hos- ,
vo en su tiempo: si los que despoes hao venido, acom- pit tlito, Pu donde babia siempre cuatro camas para
pañados de repPtidos trastornos é invasiones estranje- los peregrino~ que iban á Santiago; arnbos han des-
ras, y a.un dosmésticas, han siuo parte á ci ur dt'sapare- aparecido, q nedaudo en nuestros tiempos un espacio
cioscn de 1nuchos lugares de Galicia las muestras ue cuadrado con asientos. Comenzó este grau monumen-
amor y generor;idad que por to1hi.clla se había compla- to en 1382, conclu_yéudole en 1388 el célebre y no po-
cido en scrnbrar el ilustre arzobispo, eterno vivir:i su cas vece~ mencionado cu nuestra Cr6¡¿ica, Fernan-Pe-
nombre en rl corazon de los buenos gallegos. rez de A.ndrade, el Bueno (o Bo), primer señor de esta
La casa consistorial tiene á su lado una torre de villa, gran \·alido, como ya sabemos, de Enrique el da
cantería con reloj y dos buenas campa.nas, hay trcs- las 11crccdes; y auu uay quien asegura que este caba-
cirntas cincurnta. casas b11Pnas, sobre todo, en la calle llero ayudó á Enrique cuando este luchaba con su
Real. ,\\ estre1no O. de la villa f'stá el palacio, frente hermano D. Pedro el CruPl; mas la historia da á cada
á. la plaza llamada del Conrle (de Lé1nos), cuyo edifi- uno su merecido en tan horrendo lance, sin que vaya-
cio es huy propicdatl do los duq ut•s do Ber,vik y de mos á. robar tau triste hazaña al aventurero Dugues-
Alba, y está 1uuy deteriorado; su asiento 0s á or~las clin, para manchar cou él la memoria de nue:;tro ge-
del 1nar: de1 c:lstillo antig·uo se conserva la torre, lo neroso gallego. •
dem,\s tieni' nneva •v diferente for1ua . A las cátedras Bien puede decirse que la historia de toda esta co-
funda<las p,ir D. J uau Anido eu 1580, a~·rcgó sus bie- n'larca es por largos años la historia tle la gran fami-
nes en 1707 D. Francisco Pcrcz, que ta.mbien habiasido lia de A.ndratle, uua do las mas ilustres ue España. A
cate<lr,itico de la 1nis1na f111ulacio11, y por tcsta1nento Fernau-llerez tlouó Enrique II la villa de Puentcdeu-
dispuso hubiese clo~ c.itPdras do 1ncnores, con ,arias 1uc con sus términos, aldeas, jurisdiccioues, montes,
condiciones, aplicándose lueg·o parte de estas rentas á prados, pastos, aguas corrientes y no corrientes,
la instrucciou pri1naria. rentas y derechos que tenia y le pertenecían á la vi-
lla, donándole tambien un puente do madera, ::iegun
PUENTE DE FERN.l.!11-PEREZ DE ANOR.I.DE.
estaba entonces, con su dominio, y yantar. Fernan-
"\'.1n1os á hablar del célrbre puente, ona de las Perez, despues de edificar el puente de piedra, se lo
obras mas notables que se conocen de su tiempo; dió al convento de 1'erceros de Montefaro, edificado
pues sirve, no para atravesar un río de cierta anchu- tambien por él, dejándole el derecho de pontazgo,
ra, sino un verdadero brazo de mar. Es de sillería, quedando obligatlos los frailes á repararle, á todo lo
corre sobre el rio Eume, d,,sde la puerta de la villa cual renunció la comunidad, sin duda porque los gastos



120 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

excedian á lo que se cobraba, haciéndolo por sí la laz6 con reyes y emperadores; sus hijos tu vieron en
Real Hacienda desde 1707 en que le embarg6, por sus manos en ciertas épocas el gobierno do Portugal,
fJrmar parte de bienes enajenados de la corona. vencieron y ahuyentaron á los moros de Galicia, res-
En 1782 una grande avenida, estando l,i marea baja, catando esforzadl\mente por sí propios el estandarte
destruyó cinco arcos del puente, siguiendo los df's- que aquellos habían c¡uitado á los Templarios, y fue-
trozos hasta que, habiéndole visto en semejante es- ron en Andalucía y 'rierra-Santa terror de los musul-
tado el general D. Francisco Javier Abadía, mandó manes. Fenan-Perez de An<lrade defendió la Coruña
reparar todo lo destruido y en mal estado, quedando contra el duque de Alencastre, en 1386, por cuya leal-
como se halla en el dia. tad le concedió el rey privilegio de batir moneda con
Cuando se compuso este puente, quitaron la lápida las armas reales á la par de las suyas. Dejando á un
que decía el tiempo en que se habia hecho y por lado los sueños y adulaciones de los genealogistas, no
quien, poniendo en su lugar una inscripcion con el hay duda que la familia de Andrade merecía, conforme
título de «Puente de D. Jorge Juan,~ como si tan con las ideas de aquel tiempo, la grande represeota-
ilustre marino tuviese necesidad de semejante memo- cion que tuvo, si bien no es posible n"garque á veces
ria á costa del bienhechor de esta parte de 'Jalicia, abusó de su poder, cosa propia, sin duda, de la débil
Fernan Perez de Andrade (o Bo), á quien se debe, no naturaleza humana; que largos años des pues, hemos
•solo este puente, sino los del Porco, Jubia, Narahio y visto á mas de uno tenerse por semi-dios, con solo ejer-
otros. cer un cargo de cierta representacion durante seis
CASTILLO Y FAMILlA DE ANDRADE.
meses.
Reyes y pontífices concedieron grandes y señala-
A. tres kilómetros de la villa de Puentedeume, hácia das mercedes y privilegios á los sucesores de Fernan-
la cumbre de un alto cerro y señoreando una de las Perez el Bueno. Ya hemos hablado del buen Andrade,
mas hermosas comarcas del mundo, se alza la feudal victorioso de las huestes vencedoras del Gran Capi-
fortaleza de los Andrades, digna por el hermoso as- tan. Los primeros de la familia se llamaron señores
pecto de sus arruinadas piedras, no menos que por su de Villabal, Puentedeume y Ferrol, y luego condes
historia y leyendas_tradicionales1 de que la conserven de Andrade y de Villalba. Por el casamiento de Doña
sus dueños y la respeten cuantos tengan en algo todo Teresa de Andrade con D. Fermin Ruiz de Castro,
lo que es patrimonio de España. marqués de Sarria, hijo del infante D. Diooís de Por-
Hoy son aquellas ruinas solitarias mansion de aves tugal, tuvieron tambien el título de marqueses, hasta
de rapiña, y en lugar de los apuestos caballeros y que la casa fué á parar en tiempos de Oárlos V á la
bizarras damas, que en otros siglos solían salir for- de Lémos, durando así, y parando al cabo, no ha
mando lujosas cabalgatas, salen desde aquel re- mucho, en manos de los duques de Berwik y de Alba.
cinto y se esparcen por las tierras inmediatas banda- El blason de la casa de Andrade, segun se conserva
das de grajos (llamados en la tierra a;oyas), que en el consistorio de Puentedeume y otros edificios,
causan no poco daño á los sembrados. El castillo de es una banda de oro con cabezas de sierpe, en campo
Andrade está en un peñasco aislado, la torre es cua- verde, y por orla, en campo de plata, el Ave-María, y
drada, tienen las paredes tres varas de anchura, son además las diez y ocho banderas blancas con flores
de cal y canto, revestidas por dentro y fuera de buena de lis que el famoso conde D. Fernando de Aodrade
sillería, perfectamente labrada y dispuesta, tiene en lo ganó á los franceses en Italia. Como ya hemos dicho
esterior de laJo 11 varas, y está orientada á los cuatro anteriormente, Fernan- Perez de Andrade está enter-
puntos cardinales; era la entrada por la parte de Le- rado en Betánzos en la iglesia del suprimirlo convento
vante y Mediodía, con una g ran puerta, rastrillo, pla- de Sa_n Francisco, siendo los soportes del sepulcro un
za de armas y fuerte muralla en derredor; habia que jabalí y un oso, blason primitivo de los Andrades.
pasar un puente levadizo para la torre, la cual tenia Ya hemos mencionado el anterior palacio y el al-
tres pisos y un sótano profundo, labrado gran parte cázar de los Condes; dícese que rlesde este hay un se.
en el peñasco y rodPado del foso que rodeaba todo lo creto camino subterráneo, por doude iba o los condes
demás á la par de la muralla. con su familia á refugiarse al castillo en tiempos de
Este castillo existía en el siglo x1v, pues en 1341 guerras y revueltas. La mansion de los Aodrades en
hizo merced el rey D. Enrique TI de Castilla y I de la villa de Puentedeume, tambien verdadero castillo
Galicia á su valido Fernan-Perez de Andrade de toda en su tiempo, fué sitiada por los célebres Hernianos de
la tierra que se ve desde el castillo y torre de Andra- Galicia (Germanías, Comunidarles) estando dentro la
de, que él mismo habia fabricado, hasta el cabo Prio- esposa é hijos de Nuño Freire de Andrade, cuyos va -
rio; tierras, que en su mayor parte poseia ya este, he- sallos de Puentrdeume, Ferro! y Villalba se habian
redadas de sus poderosos antecesores. alzado contra él, dando por razon el áspero carácter
Es la familia de Andrade una de las mas nobles, y gobierno del señor. Gomez García do Hoyos, cor-
ricas y poderosas de España; sobre ella pueden verse regidor por el rey, ayudó con sus tropas á los sitia-
la Historia co,npostelana, y las armas y triunfos de dos, venciendo á los sitiadores, de los cuales murieron
Galicia por M. Gándara, así como los mobiliarios ron muchos en la pelea, siendo otros ahorcados. Hoy
mas antiguos. Apenas bay templo, monumento, ni se baila este palacio á cargo del administrador princi-
fundacion importante en la provincia de la Coruña, pal de los estados de Andrade.
que del clero, y sobre todo, de lacasa de Andrade, no La vista de Puentedeumo, al pié del altísimo BrC'a-
provenga. Tan poderosa era esta familia, que se en- mo y en medio de la frondosidad que le rodea, es
PROVINCIA DE LA CORUÑA. 121

sobremanera agradable y deleitosa. Demuestran los roq uias ptoblaran dicho lugar, h~ciéndole villa, en
naturales su aficion al trabajo con el es1nerado culti- donde guardaran su pan .y su vino ' roncediéndole
vo de la ti3rra, al propio tiempo que se emplean mu- además mrrcado mensual y el fuero de Brnavente.
chos brazos en la pesca y otras faenas marítimas.
Hay feria el último domingo de cada mes, y mercado
PARTIDO JUDICIAL DE SANTIAGO.
todos los miércoles; tiene Puentedeume varias tiendas
de abacería, fardería y quincalla.
Ayuntamiento de Boqurijon Boqueijon,San Vicen-
En P uentedeume (Pontumio) fueron vencidos los te. Oorleso, Santa Eulalia. DonasJ San Pedro. Gastrar,
moros con gran pérdida. En 1270 era un pequeño Santa María. Granja, San Lorenzo. Lamas, Santa l'lla-
lugar, y D. Alfonso el Sabio, á ruego de los vecinos ría. Ledesma, Santa l\faría. Loureda, San Fedro. Ou-
de t reinta parroquias, que se quejaban de las vejacio- ral, Santa l\.i aría. Potisadas, San Lorenzo. Rergude,
n es que les hacían padecer varios caballeros, escude- Sao \'erísimo. Sueira, ~anta l\faría. \'igo, Santa Eu-
ros y otros or,ies rnalfee11,ores, otorgó que las tales par- lalia.

Sepulcro de Feroan Perez de Andrn le (o Bóo).

Ayuntamiento de Conjo: Arines, San Martiu. Ban- año 829, por Alfonso II el Casto, amplificada por
de, Santa Eulalia. Coitjo, Santa liaría. Eijo, San Alonso III en 876, transferida á ella la metrópoli de
Cristóbal. Figueiras, Santa l\1aría. Laraüo, San 1'1ar- l\férida en 1120 por C'l Papa Calisto II, y teniendo ac-
tin. Marrozos, ;-,anta N1aría. Villestro, Santa l\faría. tualmente por sufrag-ánras las diócesis de ,\storga,

Ayuntamiento de Enfesta. Ba-rala, San Andrés. Avila, Badajoz, Ciudad-Real, Coria, Lugo y l\Iondoñe-
Berdia, Santa l\1arina. Busto, San Pedro. Carballal, do, Orense, Plasencia, Salamanca, Tuy y Zamora.
San Julian, César, Santa l\faría. En.festa, San Cris- Posee las vicarias de Alba de Liste, provincia civil de
tóbal. Fecha, San Juau. Fecha, Santa Cristina. Irijoa, Zamora, entre estos obispados, el de Astorga y Portu-
Santa María. o-1arantes, San Vicente. Nemenzo, Santa gal; la de Cacabe los; diócesis de A storga; las de
Cristina. Sabugueiro, Sau Pelayo . "' Aleje, Villayandre y Ledigos, provincia de Lron; y
Ayuntamiento de Santiago: Santia110 y su distrito las parroquias de Buzmayor, César y 'frah&delo, obis-
municipal. pado de Lugo; las feligresías de San .J uao de Fornes,
Ayuntamiento de Yedra: Illobo, San Andrés. Me- de Mondoñedo y Santa t\Iaría del Can1po, de la enco-
rin, San Cristóbal. Puente Ulla, Santa Magdalena. Ri- mienda de San J uau, se hallan dentro de su trrritorio
vadulla, San 1\1:amed. Rivadulla, Santa Cruz. Sales, El arzobispado se divi1le en trrinta y sei;; arcipres-
San Félix. Sales, Jan J ulian. Sarandoo, San l\Iiguel, tazgos, tres vicarías y 1nil doscienta!' veinte iglesias
Sarandon, San Pedro. Trobe, San Andrés. Vedra, San- parroquiales, novecientas noventa y cuatro principa-
ta E ulalia. Vilanova, San Pedro. les y doscientas veintiseis anrjas, de Jaq cuales hay
Total de poblaciones, 47; id. de habitantes, 47.163. en nuestra provincia de la Coruña doscientos ochenta
y cuatro curatos de entrada, ciento cuarenta y seis

ARZOBISPADO DE SANTIAGO. de primer ascet1so, ochl'nta de segundo, cincuenta y
cuatro de término, y doscientos cuatro anejos; el total
E l arzobispado de Santiago proviene de la sede de pilas asciende á setecientas sesenta y ocho, y ade-
Iriense, r estaurada y unida á nuestra ciudad, hácia el más cuenta trescientas veintiseis ermitas. Confina la
CORUÑA , 16

122 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.


----------------------- -------------------
diócesis por N. con el Océano y el obispado de Mondo- Cabalmente la gran fachada principal, que es lo
ñedo, al E, con el mismo y el de Lugo, al S. con el de mas conocido, tiene certísima importancia, si se com-
Orense y Tuy hasta dar de nuevo en el Atlántico; com- para con lo interior de la iglesia. Esta no es gótica,
prende la santa Iglesia metropolitana, la catedral como se suele decir, á lo menos eo el sentido en que
de Iria Flaria, con el titulo de segunda sPde compos- vulgarmente se estiende semejante arquitectura; de
telana, la colegiata de la Coruña, declarada insigne manera, que si en la construccion puede decirse que
en 1494 á peticion de los Reyes Católicos, por bula de ya lo es, no lo parece en manera alguna por la forma
Alejandro VI, el priorato de Santa ~faría la Real de de sus arcos de medio punto y aun la mayor parte de
Sar y el colegio de Sancti-Spiritus. Hay no semina- los adornos, por los cuales pertenece á la arquitectura
rio conciliar, con la advocacion de ~faría Santísima de románica: eu suma, el edificio es de aquellos que sue-
los Dolores, fundado en 1829, en el cual se enseña dis- len llamarse d1• transicion, y en los cuales, si bien el
ciplina eclesiástica, sagrada escritura, lugares teoló- inteligente ve ya el nacimiento de la arquitectura
gicos, derecho eclesiástico, teología moral y lengua gótica, á primera vista conserva el carácter romá-
griega¡ hay tambien maestro de canto-llano y profe- OICO.
.
sor de literatura española y latina. Propio de este es la falta de ventanas en lo alto, con
Forman la enria eclesiástica el señor arzobispo, un Jo cual la oscuridad realza la solemne ro&gnificencia
profesor vicario general y juez 1netropolitano, el fiscal del edificio, así como luce y atrae las miradas el altar
general, agente fiscal, secretario metropolitano y dos mayor, cuando se halla iluminado, en el cual está la
notarios mayores de pago. Hay tres jueces de cruza- antiquísima imágen del Apóstol.
da, dos sub-colrctores de espolios y vacantes, una El obispo de Iría, Sisnando, teniendo por indigno
comisiou diocesana de culto y clero, compuesta del del santo Apóstol el te1nplo que á la sazou babia, de-
presidente, dos rocales y un secretario, dos examina- terminó á fines del fltglo 1x construir otro mejor en
dores sinodales, con otros jueces metropolitanos y vi- su lugar, lo cual hizo con la ayuda de D. Alfonso III
carios generales y foráneos. el ~fagno y de su 1nujl'r Doña. Ximeua. Almanzor
Es el arzobispo de Santiago una de las primeras en el siglo x asoló la iglesia, restaurándola in rnelius
dignidades del mundo, capellan mayor de los reyes de el rey Bermuda III: en el siglo xr el obispo Crcsconio
España, juez ordinario de la real capilla, casa y córte, levantó muros y torreones contra los normandos. La
y notario n1ayor del reino de Leon. iglesia actual fu.-< empezada por D. Diego Gelmirez
La necesidad de dejar en meoores proporciones el en 1082, estando ya concluida la mayor parte en
plan de esta Cr6nica nos impide hablar con la deten- 1128, á los cuareuta y seis años de haberse empeza-
cion debida ele cuanto á la-provincia de la Coruña per- do (Hist. Cornpo.~t., lib. III, cap. I ): tambieo se
tenece: no se marav1llen, pues, nuestros lectores, de construyeron claustros y otras oficioas que hoy hao
ver que dedicarno$ brevísimas palabras á lo que neca- desaparecido; el que existe le empezó el arzobispo
sitaria páginas y aun volúmeues enteros. D. Alonso Fooseca II, y le concluyó D. Juan Tavera
Santiago de Compostela (Ca,npu,s Stellte, Giácoaio antes de 1533.
apóstolo). No hay eo esta catedral en la capilla mayor reta-
Ya hemos hablado de la venida á España del cuer- blo, ni otra imágen, sino la del santo Apóstol aislada,
po del santo apóstol Santiago; el ermitaño Pelagio como acaece en otras iglesias de aquellos tiempos.
dió cueuta al obispo de Iria, Teodomiro, de las luces Las naves son estrechas en proporcioo á su altura,
maravillosas que solían verse en cierto sitio, en el sieodo la del ceotro la mas alta, y formando los es-
cual se halló al cabo el cuerpo del Apóstol. La igle- beltos y elegantes pilares peregrioo contraste con el
sia co:istruida en aquel lugar por Alfonso el Casto, de estraordinario espesor de las murallas esteriores. Cvr-
rni!le~ matl'rtales al priucipio, fué luego reemplazada ren galerías por Jo alto en derredor con arcos que di-
poi t.11 suntuoso eJ1llcio, en torno dr•l cual nació y fué vide eu dos una columna (el triforium ele los ingle-
medrando la nobilísima ciudad de Santiago. ses). El aspecto general de la iglesia llena el alma
Sabido es cuán a:1ti~·ua y respeta.ble era la confianza de respeto y veoeracion. La capilla mayor está desfi-
de lo~ españoles en su sauto patron, siendo por largos gurada con adornos de mal gusto; siendo verdadera
sig·los el grito cJe é<Sa.atiago, y cierra» (1), el que en lástima que toda la iglesia no ha.ya llegado á nues-
tantos y tan señala,lv::; enc uentros dió aliento á nues- tras manos como la dejó su gran arquitecto, el 1naes-
tros generoso~ antepasados. tro Mateo, pudiendo decirse que cuanto de este se
Quien, al leer esta Crónica, haya visto nuestro amor coosl·rva es superior en su género á todo lo que des-
á Galicia, comprenderá nuestro dolor al ver que ape- pues se ha añadido, sin contar con que la obra tiene,
nas podemos decir dos palabras acerca de la catedral como todas las ele su tie,11po, impr,iso por do quie-
de Santiago. Los hechos históricos van en su mayor ra el carácter SPñaladameo te religioso ele la época,
parte referidos en la narracioo de sucesos: de su arq ui- carácter que, si bien menos euérgicameute espresa-
tectura solo diremos que es muy pocv conocida en lo do, se halla todavía en los edificios de los buenos
restante de España. tiempos del arte gótico, el cual fué luego decayendo,
basta que murió ámanos del pagano renacimiento.
(1) En la pág. 1;;, col. 2.ª, lin 40, por error del tojo ajeno á nues-
tra pluma se ,!ice que el grit-0 ero: •SantiRgO, cierra España¡, cosa Hija es la catedral de :~an tiago de aquella admira-
que mol po;lian decir nuestros pa tres, (jUe no ignoraban cuan dHici1 ble época para las artes, de la cual nos quedan pur todo
era cerrar la (Penio~ula, valiend'l sobre to,to) la palabra cerrar en aque-
llos tiempos, lo 1oismo que embestir, arremeter y lal\zar&i1 &obr• •1 ,
Europa hermosos monumentos. A fines del siglo XL
tném igo, se~un 101 mas mo,lernos galiparlistas. salían los monges de sus conventos para ir á edificar

PROVINCIA OE LA CORUÑA. 12!l

Ig·lrsias y monasterios en los pueblo,; criAtianos de Cuando la insurreccion de los sautiagueses contra
Occiden•e. No comproodian todos rl arte dr la misma GP!mirez y doña Urraca, de que ya hemos hablado,
mauera, y así Sao Bernardo echaba rn cara á los y dr la cual á duras penas escaparon con vida, el po-
clu~istas el lujo de sus iglesias. «Hé aquí lo peor, pulacho puso fuego á la catedral, mas esta se halla
dec1a, aunque no lo parezca, por hallarse todos acos - de tal manera construida, que solo arderían los altares
tumbrados á ello: no hablo de la dos,nesurarla altura y adornos, pues once años despues, en 1128, el prela-
de nuestras iglesias, de su estraordinaria longitud, do, en su alocucion al cabildo, habla de la iglesia lla ~
inútil anchura, suntuoso aparato y pinturas curiosas mándola hermosa, y por ello en verdad muy nombra-
que se llevan las miradas de los que rezan,» y luego da: Qutelibet Sedes itltra porttts pulchriora et -oalen-
añadía, «brillan las paredes tle la iglesia, reviste el oro tiora tedificia,kabet quam nostra. (Hist. Co1np., lib. III,
sus piedras; ¿de qué sirve el oro para !as cosas santas?» cap. l.)
T al era el lujo y esmero que pueblos y arquitectos No es posible hablar de la catedral de Santiago, sin
ponían en la construccion de los templos, en época tener en cuenta el singular interés que ofrece, no
que, desde niños, estamos acostumbrados á mirar por solo por lo co1npleta que se halla eu lo interior y la
bárbara y ajena á toda cultura. unidad general de estilo que la distiugue, sino por la
El arte románico ~rande ~emejanza que
ei!presa, á nuestro en- • tiene con la iglesia de
tender, segun ya he- San f:ernin de Tolosa
ntos dicho mas arriba, Ji, (Francia), por lo cual
la fé sincera de aque- no duda Mr. Street en
llos tiempos. Nacido afirmar que aquella e
e.1! los monasterios y repeticion de esta.
eu manos casi siem- Tampoco se debe
pre de mooges I los pasar ensilencioel que
templos de a que 11 a la iglesia de San Ser-
época son verdadera nin mantiene la in-
maosioo de Dios, en la fundada pretension de
cual no halla el ánimo poseer, ademas de los
otra cosa en que em- huesos de otros após-
plearse sino en humi- toles, los de Santiago.
llar la frente y orar. Cierto que la igle-
No es el arte romá- sia de San Sernin es
nico mera degenera- anterior á nuestra ca-
cioo de la arq uitectn- tedral, habiendo sido
,... comenzada eu 1060 y
ra romana; antes bien, ----- consagrada por el Pa-
la completa y hace
progresar las combi- pa Urbano II en 1096.
naciones del arco de Los cristianos e:;.pa-
1nedio punto, libr1ín- Puerta de la Platería en la cate,lrnl de Santiago. ñoles de aquella época
doledel arquitrabe. El • mantenían escasas re-
espíritu cristiano que laciones con los mu-
le dió vida, le prestó formas que ignoraba el pag·anis- sulmanes, si se comparan con el frecuente trato que
mo, y por sus construcciones y soberbio aspecto supe- tenían cou los demás cristianos de Occ;dentc, en es-
ra, no solo á los primeros ensayos de los cristianos pecial franceses . .El ruaestro 1Iateo, que fué sin duda
occidentales, sino al arte bizantino. quien dirigió la mayor parte de la fábrica, si no era
La arquitectura románica rlió á los templos distri- francés como otros muchos que despues de él vinieron
bucion y aspecto conformes con el objrto para que á rdificar templos en España, en Francia debió de es-
estaban destinados, así como para el esp\Pndor ,!el tudiar, cosa fácil de comprender s1 se atiende á la se-
culto. Los estudios modernos han demostrado que el mC'janta de nuestra catedral, no solo con la iglr,-
arquitecto tenia un módulo que le servia para dispo- sia de San SPrniu, sino con otras muchas de aquella
ner el conjunto y las partes del mismo edificio, y tierra.
Mr. Jules Johvet, así corno el doctor aleman, señor No tC'nemos espacio para trasladar aquí la exacta
Henzlman, han hecho tan importante descubrimien- co1nparacion que ~Ir. Street hace entre la catedral
to, despues del mas profundo y detenido exámen. compostelana y la iglesia ele To losa; baste decir que
Cierto que el período de la arquitectura románica hay mas diferenci:i ele la que á primera ,ista parece,
es uno de los mas notables y de mayor invencion y no solo en los materiales, pues Saint Serniu es de la-
progreso durante la edad media. drillo y piedra, mientras la catedral de Santiago es
La desgracia, y para ser francos, la apatía tambien toda de granito, sino en las proporciones del edificio ).
de Galicia, son causa de que uno de los monumentos tambien en los pormenores.
mas importantes tlel arte cristiano sea tan desconoci- Antes de seguir adelante hemos de mencionar la
do, no solo en Europa, sino en España, como la misma capilla, cuya puerta está eu la fachada principal al
Santa Sofía de Constantinopla. pié de las escaleras y exacta1nente debajo del pórtico,


124 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

Mr. Street cree que esta fué la primera obra en que se tico ha quedado detrás de la gran fachada principal
empleó el maestro Mateo. ú Obradoiro. Difícil es hacerse cargo del aspecto ge-
Frente á la Puerta Santa está la piedra, que, segun neral de tan hermosa entrada, á no tener un dibujo
tradicioo, cubre la oculta escalera que lleva al sepul- á la vista; baste decir que todo ello atrae maravillosa-
cro del Apóstol. La capilla de la Corticela es la par- mente y conmueve mucho mas que otras afamadas es-
roquia. La verdadera joya de la catedral es el anti- culturas, que si bien están libres de los defectos y
guo pórtico, llamado la Gloria, obra maravillosa del faltas de composicion y reglas académicas que en esta
maestro Mateo, y la cual merece ser conservada con el se advierten, tampoco llegan al alma de igual manera,
mayor esmero. lo que prueba tan grande habilidad para la ejecucion,
Segun ya hemos indicado, no hay memoria en esta como inteligencia para espresar cuanto uno siente,
catedral de otro arquitecto mas que del recordado en padece ó desea.
la siguiente: El asunto de la composicioo es el Juicio final, pu-
«ANNO. AB: l'iCARN\TIONE: DNI: ~1.° C. 0 LXXX diendo tacharse la manera de igualdad que hay entre
Vlll:'º 1,:RA ¡a ccx,.b ,r.!\ D1E K-L . •.\.PRILIS. SUPRA el Señor y Santiago; pues si bien este se halla debajo de
LlNlTARIA : PRtNCIPALIU:\.I : PORTALil1'I.» «ECLESI.E: aquel, ambos están sentados y en el centro, siendo ade-
BEATI: JACOBl; su:-,¡r COLLOCATA: PE.R: l\1AGISTRUM: más la estátua de Santiago laque mas llama la atencion.
l\fATHEU:\I: QUf: A : FUXDA:\.IEN'TlS: IPSORU:\! : PORTA- A parte de la catedral, hay en Santiago varios edi-
LtU:\1: GESSlT: :\IAGISTERIUM.» ficios importantes. El hospital, fundado por los Reyes
Era, pues, el maestr0 i\fateo oo menos diestro ar- Católicos en 1504 para los peregrinos, muchos de
quitecto que escelente escultor, como lo prueba el re- los cuales, atacados de enfermedades incurables acu-
ferido pórtico. Al hablar de él nos vemos impulsados á dían á morirá. Santiago. Segun l\f olina (1551) pocas
traducir algunas palabras de ~1. Street: «1Vop1tedo 1nenos veces había menos de doscientos enfermos. Así la fa-
de confesur que este esfuerzo delrnaestro .líateo es una de chada, como el oratorio y los dos patios góticos, son
lasniayoresglorias (greatest glories) del arte cristiano.» sobremanera dignos de verse, m·1.s por sus delicados
Milagro, q_ ue cnanuo se alzó la descomunal máqui- pormenores, que por el buen gusto y sencillez del no-
na que hace de far:hada, no se les ocurriera tambien á ble arte gótico, harto decaidos y olvidados ya por
los restaitradores uel buen gusto acabar con tan pre- aquel tiempo.
ciosa obra de arte. Los demás edificios se hallan en s11 mayor parte
El pórtigo de la Glorici no es de gran dimension, modernizados, siendo en verdad lástima que las gran-
si bien por todo lo de1r,ás es admirable (1), mereciendo des riquezas de la iglesia española no hayan estado
los pormenores de todo género do alabanza, no menos en sns manos en tiempos menos desastrosos para el
por lo bello, q_ue por lo original. Donde quiera se des- arte. Mas la Iglesia no hizo, antes y despues del si-
cubre la gran destreza y habilidad del maestro Mateo, glo xvr, sino lo mismo que hacían los particulares,
cuya vida debió de ser por demás aislada, en cuanto poseídos como se hallaban todos, primero del delirio
se refiere al c,)nocin1iento do otras obras por el estilo del renacimiento, del churriguerismo des pues y 1uego
de la que él tenia á su cargo. En efecto, así como pa- de lo que en el siglo pasado se llamó buen gusto;
rece probable que nuestro arquitecto estuvo siempre época, esta última, acaso la mas fatal y desdichada
ó casi siempre encargado de la obra, de igual manera es para las artes españolas, y en la cu:-\l desaparecieron ó
posible que no viese en todo aquel tiempo euificioni obje- fueron desfigurados infinitos venerables monumentos.
to alguno de artl' semejantes al que estaba haciendo. Fuerza es confesar, con harto dolor y vengüenza,
De esa manera, el maestro l\1ateo, confiando en su que en España tienen todavía muchas personas que
saber y habilidad, y sin mas que el recuerdo de lo que se creen ilustradas, por cosa de poca importancia y aun
Pn su juventud había aprendiuo, pudo ser mas ori- de merecida ruina los tristes restos, que todavía son
ginal que oingun otro artista del mondo. Cierto que, mudo testimonio en nuestro desventurado suelo del
conforme al gusto actual, podrán muchos maravi- esplendor pasado y de la bárbara igooraucia presente.
llarse de ver elogiada una obra, tan por drmás distin- Hay tambien otras iglesias, conventos y edificios
ta y aun opuesta á cuanto al presl'nto se suele tener importantísimos, pero ya hemos dicho que nos falta
por bello; pero tam bi"n es en verdad, harto difícil, si espacio para describirlos. San Martín Pinario, funda-
no imposible, hallar en la escultura moderna la vida, cion de Sisnando I (900), consagrado y dotado por
y digámoslo, la sinceridad que ea la obra del maestro Golmirez (15 de agosto 1115); San Pelayo, con vento de
l\iateo se advierte. monjas; el Seminario Conciliar, construido en el solar
Además, al contrario de lo r¡ue abora sucede, en la del castillo de los antiguos Turrichaos por el ilustre
Gloria ele la catetlral de Santiago tonemos, no la obra arzobispo Rajoy; el colegio de Fonseca; Sao Francisco,
indicada solamente por el autor como en las escultu- Sao Miguel, las Animas, las Madres, el Pilar, Santa
ras modernas se hacP, sino el trabajo comenzado y Susana, la Angustia del ){onte, la colegiata de Sar,
acabado por el propio escultor. ,\q uí vemos los por- San Félix de Solorio (S<in Fiz), San Benito, Santa
menores mas iusigoifica.ntos, delicada y esquisitan1en- María del Camino, San Agustín, la Universidad,
te concluidos, y en cierto modo, un singular conoci- la Compañía, Santa María Salomé, las Huérfanas, San-
miento dP, ciertos principios de la escultura clásica. ta l\iaría de Conjo, Santa Clara y otra porcion de e di-
Las puertas son tres: la del centro da á la nave ficios religiosos y profanos, que ni auu nos es fácil
principal y las otras dos á lns na ves laterales. El pór- enumerar, demuestran la g ran importancia y rique-
za de la Jerusalen de Occidente.
11) Véa~e la obro ya citada tle Slreet.
~
PROVINCIA DE LA CORUNA. 125

OBISPOS Y ARZOBISPOS COMPOSTELANOS. D. Alvaro de !sorna, natural de Mondoñedo, maestro


de Enrique III; bautizó á Enrique IV, dejó al cabildo
Viniendo la iglesia Compostelana do la Celenense é mucha renta, y á la mitra la j urisdiccion de Carn ba y •
Iriense, quisiéramos hablar de los obispos de la pri-
Rodeiro con sus tierras y fortalezas (1445-448).-Don
mera, si bien no nos es posible recordar á otros mas Rodrigo de Luna, muerto en Salamanca y sepultado
antiguos que Ortigio, año de 400, y uno de los dos en Padron, á donde llevó su cadáver su familiar el car-
citados por !dacio, como consagrados en I.. ugo contra denal Soto (14-19-460).-D. Alonso de Fonseca (1460-
la voluntad de Agrestio, que era el obispo Lucense. 463).-D. Alonso de Fonseca (1463-1506).-D. Alonso
Obispos Irienses.-A ndrés (561-5'73). -Domingo (de de Fonseca, uatural de Santiago, honra <le Galicia,
580 en adelaute).-Samuel (por los años de 633).-Go- fundador de la universidad y colegios de su nombre
tumaro (por el 63'7 y clespues de 646).-Vincible (hácia (1506-524).-D. Juan de Tavera (1524-545).-D. Pedro
653).-Idulfo Félix (hácia 6'75 y 683).-Selva y Leo- Sarmiento, hijo de los condes de Ri vadeo y Salinas
sindo (se duda de su existPncia, así como de los obis- (1546-550).-D. Gaspar de Avalos (1550-555).-Doo
pos que se dicen lo fueron dominanrlo los árabes). Los Pedro ~ianuel, hijo de los señores de Belmonte (1555-
nombres de estos son: Emila.-Romano.-Agustin.- 55'7).-D. Francisco Juan <le Toledo, hijo del duque
Honorato.-Quendulfo I y Queodulfo 11. de Alba, D. Fadrique (1557-558). -D. Francisco An-
Obispos compostelanos.-Teodomiro (último Irien- tonio de Castro (1558).-D. Gas par de Zúñiga y A. ve-
se).-Ataulfo ó Adulfo I (¡orlos años 843 hasta cerca llaneda, hijos de los condes de 1"1iranda (1558-5'72).-
de 851.-A.taulfo II (por 851 hasta cerca de 86'7).- D. Francisco Blanco de Salcedo (1574-581 ), padre de
Sisnando I (antes de 8'79 hasta dcspues de 919).- los pobres.-D. Juan de Yermo y Santibañez (1581-
Guodesindo (hácia 923).-Hermegildo ó Hermenegil- 582).-D. Alonso Velaquez, sugeto virtuoso y mo-
do (924-951).-Sisnando II ~1enendez (952-970.-San desto (1582-586).-D. Juan de Sau Clemente (1586-
Rosando ó Ruclesindo, gobernador de la iglesia Com- 1602).-D. ltfaximiliano de Austria, de esta ilustre casa
postelana (9'70-9'7'7) .-Pelayo I Rodríguez (0'7'7-985). (1603-614).-D. Juan Beltran de Guevara (1614-623).
Renuncia.-Pedro I ~lartinez de ~Iosoncio (986 hácia -D. Luis Fernaodez de Córdoba (1623-624).-Fray
1000).-Pelayo II Diaz (hácia 1007).--~limar Diaz Agustín A.ntolinez, tan caritativo, que murió pobre
(hácia 1011).-Vestuario (antes ele 1016 hasta despues (1624-62'7).-Fr. José Gonzalez (desde 1628 año de
de 1032).-Cresconio (desde antes de 1048 hasta des- grande hambre en Galicia, á cuya calamidad acudió
pues de 1066).-Gudesteo (1067-1069).-Diego I Pe- con todas sus fuerzas y recursos; murió en 1631.-
Jaez (1070-1088), depuesto.-Pedro II (1088-1089).- D. Agustín Espínola, hijo de Ambrosio Espínola,
Sede vacante hasta 1094..-Dalmacio (1094-95).-Sede marqués de los Balbascs; fué menino de la reina doña
vacante.-Diego Gelrnirez, vicario (1096-1100), elec- 1 1Iargarita, bautizó á la infanta doña ~faría Antonia
to obispo (1. 0 de julio de 1100), consagrado en 25 de y fué 1nuy caritativo(l631-644).-D. Fernaudo de An-
abril de 1101: desde 25 de julio de 1120 se llama ar- drade Sotomayor, tan buen arzobispo como soldado,
zobispo y leg·ado apostólico. gallego, y tio del marqués de Villagarcía (1644-654).
-D. Pedro Carrillo y Acuña, rnuy caritativo (1654-
ARZOBISPOS.
667).-D. Ambrosio Ignacio de Espíuola, amigo y pro -
Diego Gclmirez (1120-1130). A. sus ruegos concedió tector de las ciencias y de los pobres (1668-669).-
Ualixto el jubileo á Santiago.-Berengario (1140-241). D. Andrés Giron, enemigo del favoritismo (1670-680).
-D. Pedro Elías, natural de Santiago (1141-241). -D. Francisco de Seijas y Losada, natural de Caba-
-D. Bernardo, oriundo de Cordeiro, Pontevedra ñas, Puentedeume (1680-684).-D. Francisco Anto-
(1149-152).-D. Pelayo Gonzalez, gallego (1152-156). nio ~lonroy, por eleccion de Cárlos II; costeó el re-
-D. Martín Jvfartioez (1156-158).-D. Fernando Cor- tablo y esclavina de plata del Apóstol, valuados en •
tés, gallego (1160-161).-D. Pedro Ozorc>s (1162- mas de 300,000 rs. y dejó varias fundaciones (1685-
1'72).-D. Pedro Suarez de Deza 1._1172-199).-D. Pe- 1'715).-D. Luis Salcedo y Azcona (171'7-722.-Don
dro Iviuñiz (1199 1221). - D. Beruar<lo (1221-240). Ano-el Herrera ( l '723-'72'7).--D. José de Yermo San-
-D. Juan Arias Suarez (1240-'250): r<lificó el castillo tib;ñez, segundo de este nombre, natural dr ~fadrid
de la Rocha.-D. Juan, Infante de Castilla (1250-266~ (l '728-73'7).-D. 111anuel Isidro Orozco M anriq ue de
-D. Egas (1206-'269).-D. Juan Alfoo1.o (1270-272). Lara (l '738-745).-D. Cayetano Gil y Taboada (l '745-
-D. Gonzalo Gom,:,z (1275 284.).-l◄'r. Rodrigo Gon- 751 ).-D. Bartolomé Rajoy y Losada, natural de Puen-
zalez (1291-295), sepultado cu el convento de Santo tc<leume, abogado de la Audiencia de la Coruña: re-
Domingo.-D. Rodrigo del Paclrou, gallego (_1295- galó al Apostol seis candelabros de oro, u~a cruz y u~a
1316).-D. Berengucl (1316-1330).-D. Juan Ferna~- ~sclavina cuajada de diamantes y otras piedras precio-
dez de Limia , gallC'go (13:30-338).-D. 1Iart1n sas adquiriendo asimismo para la mitra la casa de cam-
Fernandcz ele Gres (desde 1338).-D. Pedro (13-!3- po de Estrobe (1751-782).-D. Francisco ~lejandro Bo-
1350).-D. Gomez 11anrique (1330-351).-D. Suero canegra y Xibaxa (l'782). -Fr. Sebast1au 1"1al var y
Gomez de Toledo (fue< asesinado en 1366) -D. Alonso Pinto, por elecciou <le Cárlos III (1782-795).-D. Fe-
1.1:oscoso de la casa de Alta1nira, natural á. su vez de lipe Fernandez Vallejo (1798-1800) -D. Rafael de •

Santiag~ (1367-368).-Su hermano D. Rodrig·o ~Iosco- ti1uzquiz (1801-819).-D. Rafael de yelez \1824).-
Actual arzobispo, Emmo. Sr. D. Miguel García y
so (1368-381): murió enSa.lamanca.-D. Juan García
Manrique (1381).-D. Lope de Mcndoza (131:2-445).- Cuesta, Cardenal de la S. l. R.
FIN DE LA CRÓNICA DE LA PROVINCIA DE LA CORU?lA.
,

ÍNDICE

DE LA

Pag~. Pága.

DEDICATORIA. . . • • • 5 CAPITULO V.-Orígen de la palabra bárba-


INTRODUCCION. . . • • • '7 ros.-Los sakas.-Herodoto.-Modo de via-
jar de los anacios.-Suevos.-Godos.-Ro·
PARTE PRIMERA. manitos.-Barbaria.-Roma y las provin-
cias.-Gáudaras, palabra ariana.-Germa-
CAPITULO PRIMERO.-Asi~nto de la provin- nos-Romanos degenerados.. 28
cia de la Coruña.-Clima.-Descripcion to-
pográfica.-~fontes, valles, ríos, costa . . 9 P..&.RTE TERCERA .
CAPITULO II. -Resúmen del capítulo ante-
rior.-Reseña geol6gica.-Reseña estadísti- ÉPOCA SUEVA Y GÓTICA.

ca.-Humedad, carácter descriptivo del cli-


CAPITULO PRIMERO.-Tradicioncs religio-
ID6 de Galicia.-Historia natural.-Produc-
sas de los celtas.-Evangelio.-Municipíos.
tos. . . . . . . . 12
- Curiales.-Limigantes y Lagaudos.-Teo-
CAPITULO III.-Estado de la propiedad en la
dosio.-Eotran suevos, vándalos, alanos y
provincia de la Coruña. . 15
silingos.-Suevos en los montes Ervasios. -
PARTE SEGUNDA.
República en nuestro territorio.-Hambre.-
Peste.-Fieras.-Castigo de Dios.-Castidad
• CAPITULO PRIMERO.-Primeros pobladores. l '7 de los bárbaros.-Su número.-Falta de go-
CAPITULO JI.-Celtas, su establecimiento en uierno y administracion.-Religion cristia- -
el territorio coruñés, su cultura.-Llegada na.-Dejan los vándalos á Galicia.-Divi-
de los fenicios. - Vías romanas.-Celtíberos. sion de esta. . . . 31
-Invasion de los cartag1ueses.-Trajey ca- CAPITULO 11.-0tros suevos.-Conversion de
rácter del celta coruñés.--Galicia dos siglos Carriarico al catolicismo.-San J\1artin Du-
antes de Jesucristo. . 20 miense.-Union de suevos y gallegos.-An-
CAPITULO III.-EPOCA RoMANA.-Augusto. deca.-Leovigildo señorea el territorio. -
-Nacimiento de Nuestro Señor Jesucrísto.- Arrianismo.- Recaredo católico. -Monar-
Division de España.-Convento jurídico de q uía gótica. -Concilios. -Admioistracion. -
Lucus .-Costu mbres.-lm perio .-Gu berna- Pr6cerE'S. . . , . . . 34
dores. - Ciudadanos romanos. - Santiago CAPITULO IIL-Oscuridad de los tiompos.-
Apóstol. . . . . Witiza mal juzgado.-Isidoro de Beja, con-
CAPITULO IV.-Palabras de Claudio II.-La- temporáneo.-Rodrígo.-Hijos de Japhet.-
tifundia.- Contríbucíones. - Dioclecianu, Hijos de Sem.-Decadencia y ruína de la
Galerio, Constaocío y Constaotino.-Nueva mouarq uía gótica.-Desuuíon.-Batalla del
division de España.-Estado social.-Las Guadalete.-Godos contra godos. . . 35
ciudades.-El campo. -Bagaudos.- Eofi- CA.PITULO IV.-Godos, bereberes y francos,
téusis.-Bizancio.-J uliano Apóstata. 27 juzgados por Muza. - Son rechazados los
127

Págs. Pá¡r,¡. ·
árabes_ en las cumbres del Cebrero.-¿Fué gon eo romería á este templo.-Muere F er-
conq u1stado nuestro territorio'?- Ocu pacion nando II y es t raído su cuerpo á Composte-
de. los pueblos.-Rosistencia
. en el campo y la.-El arzobispo Suarez de Deza, en pro de
s1erras.-Convers1on á la religion de Maho- los portugueses, vence á un cuerpo de mu-
ma supuesta.-Berebercs fronterizos.-Al- solmanes.-Disputa sobre primacía.-San
fonso el Católico.-Guerra entre musulma- Fernando.-Juan de Brooa (Brienne).-Ga-
nes.-Son venciclos los bereberes.-Alfonso llegos en el sitio de Sevilla.-Payo Gomez
se estieude por Leoo y Castilla, la cual que- Charino. -Alfonso el Sábio.-Sancho el Bra-
da desierta. • . • • • • 3'7 vo.-Armada gallega. . . . 54
PARTE CUARTA. CAP~TULO II.-La órden del Temple perse-
gu1da.-Absuelta en España.-Armase ca-
EDAD MEDIA.
ballero D. Alfonso XI en CompostP.la.-Ca-
CAPITULO PRIMF.RO.-Alfonso el Casto.- ballería.-Romería del arzobispo de Reims á
I nveocion del cuerpo del Apóstol Santia- Santiago.-Pedro el Cruel.-Asesinato del
go.-Compostela.-Santiago, patron de Es- arzobispo don Suero.-Fidelidad de Galicia
~aña.-L~yes, costumbres y tradiciones gó- al rey legítimo.-El conde de Ourem. . . 5'7
t1cas.-Id1oma.-El obispo .i \taulfo.-Rebe- CAPITULO III.-El duque de Alencastre.-
lion de D. Fruela.-Consagracion del tem- Fernan Perez de A.ndrade 6 Bo (el Bueno).
plo del santo Apóstol. . . . . . . . - Dl)n Juan ~fanrique, arzobispo.-Esfuer-
39
CAPITULO II.-Los normandos eo el territo- zos de nuestros gallegos.-Poesía gallega.
r io de la Coruña. . . . . . . . . 41
-Macías.-Errores con respecto á Galicia.
CA.PI' 1 TILO IV.-Estragadas costumbres dP.I
59
CAPITULO III.-Ordoño, gobernador de Ga-
licia, elegido rey -Union de Leon y Casti- arzobispo D. Rodrigo de Luna.-Revueltas
lla. -Tendencia de Ro,na á la unidad cató- en Santiago.-D. A.lonso I<'onseca.-Próce-
lica.- Aumentos de la iglesia compostela- res parciales de la princesa doña Juana. . 60
na.- Sancho el Gordo y los oobles.- El CAPITULO V .-Reyrs catól icos.-Acuña y
obispo Sisnando y San Ros~ndo.-Relaciones Chinchilla.-Muerte del mariscal Pardo de
diferentes. . . .. . . . . . 43
Cela y su hijo.-Reflexiones sobre PI estado
de nuestro territorio desde esta época. . . 62
CAPITULO IV.-Ramiro III y los próceres.-
Batalla de Portella de Arenas.-Almanzor- CAPITULO VI.-Parciales de doña Juana.-
el-Alhagib.-El conde Rodrigo Velazquez. El arzobispo de Santiago y las hermanda-
des.-Los señores y los obispos.-El conde
- Los musulmanes en Compostela.-Llega
de Lémofi.-Los reyes en Sautiago.-Ao-
Almanzor hast:t San Cosme de Mavancav •-
diencia.-Los gallegos en AoJalucía.- El
Tierras jamás holladas por musulmanes.-
cerro ele San Cristóbal. •
Camino de Santiago.-Concilio de Coyan-
za.- Nombradía de Santiago de Galicia.-
Reyes de Galicia. - F ernando 1.-Estéban, PARTE SESTA.
obispo grieg·o.-Cresconio.-Gudesteo asesi-
n ado.-D. Diego Pelayo.-D. Diego Gelmi- ÉPOCA '10DERNA.

rez.-Ley toledana y romana .. 44


CAPITULO V.-Concilio en Santiagq. - Re- CAPITULO PRIMRRO.-Embárcaso la infan-
nuncia de Pclayo. - LC'gados del Papa.-Al- ta doña Catalina en la Coruña.-Pide el
fonso VI. - Doña Urraca.-D. Ramon de Capitan gallegos y asturianos para las
Borgoña.-El conde de Trava, ayo del prío- guerras de Italia.-D. Fernando de Andra-
cipe.-A.lfon,.;o Raimuuclo - Prócercs.-Al- de.-Batallas de Seminara. -Victoria de
fonso el Batallador .-La condesa. de Tra vay.
46
.. Andrade.-Desembarcan D. Felipe I y doña
Juana en la C'oruüa -Disensiones con el
-D Diego Gelm irez.-Discordia.-Guerras.
CAPITULO VI.-Guerras civilcs.-Trastornos rey católico. - Cárlos l. 67
en Santiago.-Doña Urraca ofendida y mal- CAPITULO II.-Cárlos I y Chievres.-Albo-
49 rotos en Valladolid.-Los procuradores en
tratada.-Su muerte. .
CAPITULO V[I.-Alfonso el Emperador.- Santiago y la Coruña -Embárcase Cár-
los.-Victoria de D. Alvaro de Bazan -Su
Estallo del ele ro.-Historia compostelana.-
visita á Com1•ostela.-Gallegos pobladores
Carácter do D. Diego Gt' l1nirez.-RI arzo-
de las Alpujarras .. 70
bispo de Santiago, capellan mayor de la
CAPITULO III.-La invencible.-D. Martín
Real capi lla.-Coronacion de Alfonso VII.
Recalde.-Drake ataca á la Coruña y es re-
-Luis el Mozo, en romería á Compostela.-
51
chazado.-Error de ~I. Ford. -11.:tría Pita. 71
Mnerc .i \lfonso.-Division del reino. .
CAPITULO IV.-Comieoza la decadencia d.e
PARTE QUINTA. la monarquía.-Nueva armada contra In-
CAPI'rULO PRIMERO.-Devocion al Após- glaterra, igualmente desgraciada.- Insur -
tol.-Orden ele Santiago.-El rey de Ara- reccion de Portugal.- D. Pedro de Acuña,
121:! INDICE.

Págs. P(lgs.
arzobispo de Santiago. - Enemigos de Es- miento y muerte de Porlier.-Miseria del /

paña. . . . . . . . '13 departamento.- Alzamiento de Quiroga y


CAPITULO V.-Estudios sobre la actual po- Riego.-1\lilicia nacional.-Partidas realis-
blacion del territorio coruñés. . . . . . '15 tas.-Capitulacion do 1"1orillo con el francés
CAPITULO VI.-Dinastía de Borbon.-Eu- Bourk.-Defeosa de la Coruña.-Reaccion.
trada en Madrid de Felipe -Es aclamado y -Zumalacárrcgui gobernador del Ferrol. 95
jurado.-Fiestas.-Guerra de sucesioo.- CAPITULO XVII.-1"1uerte de Fernando VII.
Ameuazan á nuestra costa los aliados. . '1'1 -Guerra civil.-Peticioues de la Junta de
CAPITULO VII.-Espulsion de los jesuitas.- la Coruña en 1835. - Espedicion de Gomez.
El P. lsla.-Guerra con Inglaterra.-Liber- -Depósito de rehenes on Forrol.-Prisio-
tad concedida á la Coruña de comerciar con neros carlistas. - Junta de la Coruña en
América.-Sociedad económica. . . . 78 1843. . . . . . . . . 99
CAPITULO VIII.-Uniou coo Francia.-Ata- CAPITULO XVIII.-Desarme de la milicia.-
cau los ingleses al Ferrol.-Son rechazados. Alzamiento general de Galicia, escepto
-Combate del Cabo de Finisterre. . 80 la Coruña y el Ferrol.-Triste resultado de
CAPITULO IX.-Estado social.-Unidad de la la insurreccion .-Enlace de la reina doña
historia de Galicia, anterior á la presente. 81 Isabel II con su primo D. Francisco de Asís.
CAPITULO X.-Diputacion.-Residia en la -I<'iestas.-Fomento de la marina.-Incen-
capital de Galicia.-Córtes.-Monges france- dios.-Sequía del verano de 1851.-1\liseria
ses.-Carácter feudal de nuestro territorio. y hambre en 1853.-Cólera en la Coruña.-
-Apatía. . . . . 84 Visitan SS. 1\.1~1. á Galicia. . . 100
CAPITULO XI.-Napoleon.-Sus palabras en
Santa Elena.-Atentado do Bayona.-Alza- Partidos judiciales y pueblos importantes.
mieoto general.-EI historiador Napier.-
Su aborrecimiento á España. . . . 85 Partido judicial de A.zúa. 102
CAPITULO XII.-Alzamiento de la Coruña. Partido judicial do Betanzos.-Betanzos. 103
- Sinforiano Lopez.-J unta suprema de Ga- Partido judicial de Carballo. . • id .
licia.-Alzamiento de Santiago y Ferrol.- Aguas y baños de id. . . • 104
Batallon literario.-Jfilicia konrada. . 87 Partido judicial de la Coruña. • id .
CAPITULO XIII.-Batalla de Rioseco.-Sir Agu:is y baños de Arteijo. . id.
John ;\fooro.-Escesos de los soldados in- La CoruFía. . . 105
gleses.-Batalla de la Coruña. . . 89 Partido judicial de Corcubioo. 109
CAPITULO XIV.-Hoorada y leal conducta Id. id. del Ferro!. . id.
de los coruñeses.-Muerte de Moore.-Ca- Ferrol .. • • • • • • • • 110
pitulacion de la Coruña y Ferrol.-Ney, .Departamento del Ferrol. . • • • • 111
gobernador de Galicia.-Guerrillas.. . 91 Partido judicial de Muros. . • 115
CAPITULO XV.-Tiranía de los franceses.- Partido judicial de Negreira. . • • id .
Campo de la Estrella.-El general Darma- Partido judicial de Noya. . • • 116
gnac.-Retirada de los franceses.-Ingleses Partido judicial de Ordenes. • • • id .
en el Ferrol.-Estado del departamento.- Partido judicial de Ortigueira .. • • • id .
Asesinato del general Vargas y Varaes.- Partido judicial de Padron .. • • • 11 '1
Su castigo. -Jura de la Constitucion de Partido judicial de Puentedeume. • • • 118
1812.-Vuelta de Fernando á España. . 92 Partido judicial de Santiago. . . • • • 121
CAPITULO XVI.-Discordias civiles.-Alza- Obispos y arzobispos compostelanos. • • 124

PlN DRL ÍNOIOE DE LA. ORÓNlCA DE LA PROVINCIA DE LA CORUÑA.


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ESPAÑA,
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ÓSEA •

IDSTORIA ILUSTRADA Y DESCRIPTIVA DE SUS PROVINCIAS,


• SUS POBLACIONES MAS IMPORTANTES DE LA PENINSULA Y DE ULTRAMAR.

SU GEOGRAFÍA Y TOPOGRAFÍA. - SU HISTORIA N'.-1.TUR\.L. - SU AGRICULTURA., CO'll8RCI01 INDUSTRIA,


ARTl!!S Y \IANUFACTURA.S.-SU HISTORIA. A~TIGUA. Y 'llOOERNA,
CIVIL, l'tll LITAR Y RELIGIOSA.. - SU LEG!SL.\CI0:-.' 1 LE:"IGUA 1 LITERA.TURA. Y BE:LLAS ARTES.-SU ESTA.DÍSTICA
• GENERAL.-SUS HO\fBRES CÉLEBRES Y GENEALOGÍA. DE LAS FAMILIAS
ltf ÁS NOTABLES. - SU ESTADO ACTUAL, EDIFICIOS, OFICI~AS, ESTABLF.Cl'llIE~TOS Y CO\IERCIOS
PÚBLlCOS.- VISTAS DE SUS \10:"IU\{&~TOS 1 CARTAS DF. SUS
TERRITORIOS I Y RETRA. TOS DE LOS PERSO:"IA.J&S QUE HAN' ILUSTRADO SU ~lE:\10 RIA .

OBRA REDACTADA
· POR CONOCIDOS ESCRITORES DE MADRID, DE PROVINCIAS Y DE AMERICA.

PROVINCIA DE LUGO .

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.. MADRID .


EDITORES : •


RUBIO Y COMPAÑIA . •

1867 •



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MADRID: 1867.
Imprenta á cargo de J. E. Morete, Preciados, 74.




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DE LA





POR

D. JOSÉ VILLA-A1vIIL Y CASTRO .



MADRID. •
EDITORES:
RUBIO Y COMPAÑIA.
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1867



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Propiedad de los editores



• RUBIO y coirPAÑIA •



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PRÓLOGO . •




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Si hubiésemos de procecl,,r con rigurosa lógica, con sus condiciones particulares, y que al mismo tiem-
deberia ocupar la primera página de nuestra Crónica po daba cierta igualdad á la di,ision de materias y ca-
el real decreto de 30 de noviero bre .de 1833, en virtud pítulos. El primero de ellos, despues de hacer una pe -
del cual se formó la provincia ele Lugo dentro de los queña descripcion de nuestra provincia, para dar á.
límites que en la actualidad tiene. Pero como el obje- conocer ante todo el país que ha sido teatro de los he-
to de la presente pu blicacioo es presentar la Crónica chos que nos proponemos escribir, le hemos dedicau.o
gene1·at de Espatía en tantas fracciones cuantas son á la geografía antigua; la mocterna y los escasos acon-
las provincias en que hoy se divide la monarquía para tecimientos dignos de mencionarse que en ella han te-
su régimen administrativo, nos vemos en la necesidad nido lugar, ocupan el segundo y tercero; el cuarto le
de retroceder hasta los mas oscuros tiempos del pasa- hemos consagrado todo entero á la historia eclesiásti-
do, y examinar los sucesos acaecidos desde las mas ca, por la importancia que tiene en nuestra provincia,
remotas edades deque P,Xisten conocimientos históricos. á causa de contar con las dos sillas episcopales desde
Por mas que el sistema que se ha establecido para hace tres siglos, y haber alcanzado la de Lugo, en
la clivision de las crónicas por provincias sea induda- los tiempos antiguos, muy señalada importancia. En
blemente el mas adecuado, no deja, sin embargo, de los capítulos quinto y sesto se hallarán reunidas cuan-
presentar ciertas dificultades en su realizacion, pues tas noticias hemos encontrado desparramadas en di-

resulta una division de territorio completamente ar-.., versos autores sobre el desarrollo de la industria, co-
Litraria y sin ninguna homogeneidad en ca.da una de mercio, beneficencia é instruccion pública en nuestra
las épocas históricas que se han sucedido. provincia, y algunas otras respecto á. las costun1bres
Estas clificultades resaltan muy cspecialmen te en antiguas que conservan todavía los n1odernos lucenses;
nuestra provincia, á causa de que carecr. de poblacio- en el sétimo trazamos á graneles rasgos la historia ar-
nes que hayan alcanzado importancin. en los tiempos tística y roonu1nental, y describimos suciuta1nente los •

• antiguos ó en los modernos, y de que la historia de su principal~s monumentos que encierra la provincia de
territorio se encuentra enlazada íntimamente cen la Lugo; eu el octavo se encontrará la historia particular
del reino de (ialicia de que forn1a parte, y cuyas cua- tle la capital; en el uo\'eno la ele la ciudad de ~Iondo-
tro provincias coustituyero!l, puede decirse, solamen- ñedo y las ele las villas de Vi vero, Ri vadeo y 11onforte;
te una hasta los tiempos actuales. y por últin10, cu el décimo hemos compilado los datos

Para la formacion de la presento Crónica hemos estadísticos mas interesantes entre los muchos de que
adoptado el plan que nos ha parecido mas en armonía disponíamos.



TI PRÓLOGO .

.
Las principales obras de que nos hemos servido co, aumentados con algunas noticias curiosas sacadas
para la l'edaccion de esta Crónica, han sido las que á de Gil Gonzalez, 111endez de Sil~-i, Villaroel, Mólina
continuacion citamos. Para la parte física é historia de 11fálag·a, Vano da Ponto y Hernan Percz del Pulgar,
natural, los importantes Anuarios publicados por la del Dr. Pallares, historiador do Lug·o, y del obispo
Junta de estadística, la Descripciou geognóstica del Navarrete, de 110 ndoñedo; y á pesar de la escasa im-
reino de Galicia, de Schultz; la Fauna mastológica, portancia de la parto musulmaiia en nuestra Crónica,
de Lopez Seoane; la Memoria sobre las aves, de Ríos no hemos esta1npado las pocas palabras que sobre ella
Nacyro; la Historia de Galicia, de Padin, y el Diccio- apuntan1os, sin consultar la historia de Al-111akari y
nario de 111adoz, el cual hemos tenido presente tam- los estudios de Dozy. Cuanto decimos de la industria
bien para la redaccion de los demás capítulos. Xos y co1nercio, está sacado casi en su totalidad de las
hemos utilizado para la geografía antigua de los di ver- 11emorias de Larruga y de la descripcion oconómica
sos trabajos que hicieron los insignes gallegos Corni- de Galicia, de Labrada. Para la rcdaccion de la his-
de, Rioboo, P. Sar1nieuto y P. Sobreira, de los diccio- toria monumental, hemoP tenido á la vista lo poquísimo
narios de Cortes y Lopez y Estefauia, y de la lumi- que hasta ahora se ha escrito sobre los monumentos
nosa 111emoria de don Eduardo Saavedra sobre las vías de nuestra provincia en los diccionarios de Llaguno
romanas. Tanto la historia civil como la eclesiástica y Cean Bermudez y en algunas otras obras; y por úl-
y las particulares, la hemos forn1ado con la riquísima timo, todos los datos están tomados de las publicacio-
coleccion de datos que deposi taro o en los tomos 18, 40 nes ofi.c iales.
y 41 de la España Sagrada los RR. PP. Florez y Ris-


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INTRODUCCION.

DESCRIPCION DE LA PROVINCIA DE LUGO.

Si t uacion.-CI i matolo gia. -Lími te...-Orograíia.-Cos tn. - 1,1 ~ ~.-Ri r,s.-Yn l les.-n eo\,,gíll y mi neralogin.-FI ora.-Zoologia .-Partidos
y ayuntamientos.


La pequeña parte de la monarquía española que al lado de la Estaca de Ba1·es, que es el punto mas bo-
corresponde hoy á la provincia de Lugo, está compren- real de la Península ibrrica.
dida entre los 42° 12' 41" y 43° 46' 32" de latitud y El límit<' occidenta.l parte desde la desembocadura
los 3° 12' y 4,024' de latitud occidental del 11eridiano de este último rio, al que sigue en todo su curso; trepa
de ~1adrid, y abraza. 9,808'47 kilómetros cuadrados, luego al pico del Bustelo, atraYiesa el rio Eume, y
que hacen 1'93 por 100 del total de la superficie conti- continúa por las alturas de Castrillon y de Candieiro,
nental de España. sierra de la Loba, pico de Suatorrc, cordal de 11ontou-
La diferencial de las latitudes, que es lº 23' 51" to, alto de la Cova da Serpe, desfilad,'ro de las Pias,
equivale á 155 kilómetros, y la de las longitudesde 1° montes de Corno de Boyx, de Carrion y mamoa de Lo-
12', á unos 99 kilómetros; quedando así marcados los zorio, hasta tocar el punto en que contluyen el Olla y
lados del gran rectángulo en que pudiera inscribirse ó el Pambre, cruzando, por último: al pico de Farelo y
encerrarse la provincia. y sierra de Faro, para terminar en el ·monte de
Está situada en la zona fria templada, y por tanto 1Iartiña.
su temperatura media anual es de 10º á 140 sobre O. La Pasa el límite meridional desde este punto al de
abundancia, frecuencia y duracion de las lluvias es confluencia del 11iño y el Sil, y corre por la márgen
tan notable, que las de otoño sori. casi tropicales, y la izquierda de este rio hasta encontrar las sierras de las
cantidad anual de lluvia llega de 1,300 á 4,600 milí- l\Ioas, cuyas vertientes septentrionales sigue; ascien-
metros. La nieve es poco abundante, y por el contrario dl' :i la altura de Cerengo y desciende despues, termi-
las nieblas mu:y frecuentes; los vientos reinantes son nando en las orillas del Bubey, á unos cinco kilóme-
el NE. y SO., aquel frio y nebuloso, y este templado, tros al S. de su incorporacion con el Sil.
huracanado y húmedo. Las tempestades no son temi- El límite oriental sube por las orillas de Bubey,
bles, y los terremotos desconocidos. corta al Sil á unos tres kilómetros al Oriente de 11on-
En la region baja, hasta los 300 metros sobre el te-furado, y cooti n úa por el monte de Cereigido, alto de
nivel del mar, la temperatura media del año oscila en- l\Iontouto, sierra de los Caballos, altura Capelois, monte
tre los 13º y 14º; en lo mas riguroso de.la canícula no Piedrafita, picos de Peiíarrubia, 1fustallar y .\ncarcs,
llega á 33º, y la mayor crudeza del invierno no hace faldas orientales del Subico y altura de Carnpo de
pasar el termómetro centígrado de 4° bajo O. Por tan- Gules; atra,iesa el N"avia y sigue su márgen izquier-
to la temperatura media del verano es de 20° y la del da unos cuatro kilómetros, abandona este rio para dar
invierno de 6° sobre O; de suerte que las heladas y una vuelta hácia el Oriente, y vuelve á seguir su cur-
nieves son pasajeras é insignificantes. La atmósfera se so otros dos kilómetros y á atravrsarle despues poco
halla casi siempre húmeda, y son raros la pirdra y el antes de recibí:- el riachuelo !bias; pa.sa nuevamente el
granizo, y poco menos las tempestades. Las nieblas Navia, y continúa por la sierra de Piedras A.pañadas;
son frecuentes por las noches y madrugadas, á últi- cruza el riachuelo del Conforto, sigue la márgen de-
mos de otoño, en invierno y á principios de la prima- recha del arroyo Cairo, corta al Eo do~ veces, y con-
vera, y en las montañas, muy densas y duraderas. La tinúa por su márgcn izquierda desde el puuto en
atmósft?ra despPjada es muy alegre, y aunque su her- que se le une el Trabado hasta su desagüe en el
moso color es algo oscuro, el sol, la luna y las estre- Océano.
llas brillan con hermosa claridad. La mayor parte de la provincia de Lugo está com-
En suma, su temperatura puede considerarse como prendida, con relacion al sistema general orográfico de
una primavera perpétua, pues no se conocen los crue- l!I. Penínsnla, en la vertiente septentrional ó cantá-
les rigores del invierno ni los sofocantes ardores del brica .
• La parte de Psta corresponde á nuestra provincia,
verano.
Forma el límite septentrional de la provincia de Lugo comienza pasado el Pico de 11iravalles (que pertenece
la costa del mar cantábrico, con1prendida entre la á A.stúrias) é inclinándose un poco al S., tuerce sen-
desembocadura del rio Eco y la del Sor, próxima esta siblemente al SO. por los picos de Cuiña, á 1,99'7 me-

. . • •
• ..

8 CRÓ:-{ICA GENERAL DE ESPA~A. •


• .
tros ll) y Peña Rubia, á 1,185, para abrazar las pri- cuenca de este rió, que es la mas considerable de to-
meras fuontes del Naviá. y v-0lver lueg·o 1nuy rápida- das, y ouyo interior tiene tan poca altura, qu.e se con-
mente al N., en estension mucho nu\s considerable, uo sidera co1110 el mayor lfano de Galicia, elevad~. su áu-

sin haber lanzado elevatlísimns contrafurrtcs on todas. perfi"cie á -1'10 metros, y ~~r~ada por numero,;;os bar- •

direcciones. Ya antes y cu las intncdiaeioncs rle l~ co- ranco~, qoe forn1an repetidas ondula.cionPs, don1ioando
•• •
llada de Balbarase, se <lPstaca el estribo que separa las solo algunos picos en 100 metros esto nivel g·eneral. •
cuencas <lel Duero y del ~il 6 ~1iño, y desde aquí pue- Para que se eoñozca á primera vista la estruc"tura. •

. de decirse que se ron1pe la uniformidad notable que orográfica de la provincia, ponemos una relaciou pro-
ha ido presentando .esta prolongacion de la cordillera g·resiva de la elcvacio11 de su terreno en metros sobre
• Pireoá_ica, pareciendo que al sentir pr6xirna su tern1i- el nivel del n1ar, el.ando principio por la costa.
nacion Sr> esparce en n1ultitud ele rarnales, ;\. la 1naue-
Valle de Navia . . . . . . • • 134
ra que los grandes rios.divitl~n su corriente en nume- \'a.lle de l\loudoñedo. . . 135
rosos brazos, como para eYitar el rendir al mar el tri- • El monte Jurado del Sil. . 216
buto de sus aguas. \'alle de Lémus. · • 307
En el fondo de la curva á que acabamos de reféri'r- Monforte. . . . . 384
uos, se encuentra el puerto de Piedrafi.ta á 1,122 me- Ba.ha1nonde. . • 407
tros, paso principal de las comunicaciones entre Cas-
La Frouseira.. • . .. 412
\' i llal ba. . . . . • • • • • 420
tilla y Galicia,. presentando ha;ta allí la <livisori:i el Lugo.. . . . . . . . . 4.43 •
aspecto de cor<lillera. con rápidas caídas de ambos Pico de Bubela. • 451
·lados, y muy principaln1ente al profundo valle del Sil. Valle de Ne ira. . . . . . 4'77


En el brazo occidental de dicha curva, que sigue al Sierra de los Cabaleiros. 500
So.brado. . . . . . . . . . , 500
X. y que-ya clescenliendo 11otablemente, se encL1en - l\leira.. . . . . . .. 503
tran altos de 1,0~:3 metros, y solo J.,, !)08 en la sierr:i Picos de Pedrouzos. • 516
• ele l\Ieira, y de 840 en el Cordal de Netla, <loncle se Los Nogales .. • • 523
acerca la cresta á 21 kilómetros del mar: despues San1os. . . . . . • • • 524
Castro l\layor. • • 556
yuelre á torcer rectamente al O., presentando un por- Padornelo. 612
• • •
tillo 1nuy notable en las cercanías ele 1fundoñedo, j' Parga. . . . . 628
ofreéieo,lo hasta aquí mayores pendientí's hácia el N. Pias. . . . . . 685
I~n este trozo compr<'nde tambir>n las Yertientcs al Buron. . . . . . . • 683
~ayia y al F.o, que ya hemos nombrado, separadas to- Bustelo.. . . . . . • '741
Pena <le la Roca. 765
u
das por u confuso laberinto <le picos :,' cadenas de Aguajosa.. . . . . . 781
111ontrs. La sir>rra de la Carba y la Peña Guhía, á 330 Doncus.. . . . . • '793
rnetros, se hallan en la prolongacion occidental de la Cova da Rcrpe. 832
diviso,·1a. :,· dr.;;puPs ele un collaclo b·1jo se continúa al Cordal de K eda. . . • 8-19
Sauta l\Iaría 1\Iayor.. 859
:-:o. y al 8., rn notable cstension, por el cor,lel de Sierra ele ::-.Ieira. . . 908
::-.ron to uto y Cova da Serpe, á 832 metro:::, vol viendo Fonaagracla. . . . . . . 9'12
poco 1nas adelante á tomar la direccion al O., que ya 11onte del Cuadramon. 1,019 •
,'-r> continúa hasta el Cabo de Touriiían 6 Toriñana, Bertelin . . . . . . • 1,066
con ligeras inflexiones. En este último trozo se en- Piedratita . . . . . 1,122
Piedras Apañadas. . 1,178
cuentran el alto Castro-::-.Iayor <le 336 metros, el Pico Busubeiron . . . . . • 1,281
de Peilronzo'i de 516, dondr> se aproxima á solo 12 ki- 11ontouto.. . . . . . • 1,521
lómetros
. . de la costa, .,.-v el de Búbela
. . <le 451. Los estri• Picos de Capeloso. • • 1,604
bos quP rodran estas cuencas van en general ele S. á N., Picos del Pájaro. . . . . 1,622
Picos de Pcua-Rubia. 1,830
no sin existir antes una segunda cadena paralela y Picos de Cuiña. . . . . • • • l ,!>!>'1
muy próxima á la di visoria, cuya altitud le es supe-
rior en el pico de Cuadramon, que se eleva á 1,01!> La costa que se encierra entre los límites de esta
1netros. provincia, que ya clrjamos señalados, está ertzada de

F.l rPsto d~ la provincia dr Lugo, que como dejR- rocas muy duras y de montañas que besan el mar, y
inos el icho es casi su:; dos_ terceras partes, pertenece á es sumamente ágria y llena de isletas, peñascos ;,'
la vertiente occidental 6 lusitánica, y se divide entre arenales inaccesibles. Al tratar de los ríos hacemos
la cuenca del Olla, la del Sil y la del 11Iiño. De la pri~ mencio11 ele los q uc cu ella desembocan, cuyas barras
mera es una ramificacion la cadena que se prolonga son peligrosas y no de fácil paso. Las puntas que en ella
<le,;de la Cova de la SPrpe al cabo de Vaves, cortada sobresalen principalmente son las de Píñeira, Corbrra,
por Pl Eume. A la segunda Ilertenecrn los elevados Promontorio, San l\.figuel <le Reinante, Cairos, l\,1arzan,
picos de Capelosa, 1,604 metros, el Pájaro, 1622, y Villanueva, Nois, Burela, Juan ~feriño, Paraños, Ron-
~1ontouto, 1,521, y principalmente los numerosos y cadoira, Faro, Soc:-istro y Cueva Baja, y la conocida •
elrrados contrafuertes que se desprenden del puer- por su cstension con el nombre de Cabo de Moras 6 ele
to de Piedrafita. .Por último, la sierra ele Meira, San Ciprian, situada entre las de Paraños y Roncadoira.
en la que tiene orígen el rio Miño, pertenece á la Los puertos que en esta costa se encuentran son: el de
Rivadeo, ála<lesembocaduradel Eo y el principal y mas
(l ) Toda.~ la.~ nlturns nquí mnrcnJas son barométricas, y las mis-
mas que se hallan en el A,iuarw Es1ad/.,1ico de Evpa,ia del año ·
capaz de todos; á tres millas está el de Rilo, en u na ense-
de l~':i. nada, y de tan escasa importancia, q ne.solo admite lan-



PROVfNCIA DE LVGO. 9

chas pescad.oras. Sig·ue el de Foz, en la desemboca- y media lrgnas de corso, desagua en el Océano al
dura del Ñlasma, y los de Cazouro, Nois y Cangas en Oriente de la l~staca de Var,,s.
las ele estos pequeüos ríos ..-\ dos millas O. rll: este úl- Además de estos rios r1 ue no son el.e gran considcracion,
timo se encuentra el de Burela, en una concha sin sur- otros varios que solo 1ncrccen el no1nbre dP. riachuelos
gidero, por lo que hasta las lanchas pescadoras no desem bocau de la costa de e,;ta provincia, procedentes
pueden entrar sino en pleamar. Poco mas importau-te todos ele los montes de Cabaleiro, Buyo y Penedo de
es el de San Giprian, á una media milla al E. del cabo Galo; tales son el Cangas, Junco, Leiro y el Riq ueira.
de este nombre, y p0r último el de Vivero, no de esca- U no;:; y otros son de tan corto curso, en razon á la
'
sa importancia, aunque no de tanta como el <le Riva- proximidad al mar el.e los estribos que se desprenden del
deo y el ele Bares, á la desembocadura del Sor, en cuyo sistema general de montañas de la vertiente septen-
centro ter1nina la provincia. trional. Entre los rios que nacen en esta provincia y
La primera de las islas que se encueutran en esta pasan á otras á depositar sus agua'l en el Océano, men-
costa, es la Pancha, C<'rca del confin de Astúrias, á cionaremos en primer lugar al 11iño, que.c,; el mas im-
milla y media mar adentro; frente de puertecillo de portante, no solo de la provincia de Lugo sino de todo
San Ciprian hay tres islitas, distantes unas de otras el antiguo reino do Galicia. Nace, 6 mas bien toma
un tiro de fusil¡ una ele ellas, la situarla mas al NE., se orígeu, en Fuen-1Iiña, á 477 metros de altitud de los
llama de Favillon, es de forma piramidal 'y mide 800 rios Meria y Longo, que baja por las vertientes de la
varas de longitud por 40 de latitud; igual anchura sierra de l\,!eira. Su cur;:;o, drsde su nacimiento hasta
tiene la Sooobrita, y solo 600 varas de largo, siendo la que llega á la ciudad do Lugo, es tan llano; que
llamarla Labaja de mucho menor estension. Al O. del en este trayecto solo desciende 16 metros, y du-
Cabo de i'1oras está la isla de .-\usaron, bastante dis- rante él recibe el tributo el.e varios afluentes impor-
tante de la costa, muy elevada en su parte N. y con tantes. Son estos el 11agdalena 6 ~1iñoleto, que nace
marcado declive hácia el S. Al de la isla y á igual dis- en las vertientPs del Carracedo; el Pequeño, proceden-
tancia que <' lla de la costa hay dos pequeños islotes te del Cordal de Neda; el Luaces, que tiene orfgen
llamados Netos; y por último, entre la ria de Vivero y en ~1ontecubeiro y Peña de la Herradura; y el Par-
la de Bares se encuentran las islas Gabeira y Coelleira, ga, producto de los <lis-tintos ramales que bajan uno
distante una de otra tres millas, debiendo el nombre del Cordal de Montouto, y el otro de la sierra de la Coba
la segunda, segun algunos autores, á la abundancia de la Serpe, y engrosado despues por las aguas del
de conejos que criaba. 1iagdalen::i. y Triba.,, que forman el Labra y se unen
Tres ríos, que verdaderamente merezcan tal nom- mas tarde al Labrada para confundirse con el Parga,
bre, nacen y vierten sus aguas en el mar dentro del y contribuir con todos sus caudales al ~I1iio, que con
territorio de la provincia. De estos, el mas orient:-ll es otros periucños arroyos que recibe se presenta ya en
el Landrove, que nace en el monte del Xistral, y des- Lugo con magestuoso aspecto.
pues de un curso de cin~o leguag y de recibir la;:; aguas Desde este punto su cauce se estrecha y profundiza
de varios riachuelos, qne seria prolijo enumerar, riega con tal rapidez, que desciende hasta su confluencia con
el fértil valle de Vivero y forma la ria de este puerto. el Sil 384 m'·tros ...\ causa de la estrechez de la cuen-
El central es el Oro, que tiene igual nacimiento que ca rn esta s"gunda parte de so curso, los afluentes son
el anterior y desemboca entre las puntas de \'i\lar- mucho menos importantes y apenas r,sceclen de simples
meá y Farouro, y cuya corta corriente apenas hace arroyos¡ tales son el Chunca, el A.rcosa, el Xcira,
mas que atravesar el pintoresco valle á que da norn bre. despues de siete leguas de corriente y de enrique-
• El occidental, el ~.fasma, tiene orígeu en el monte del cerse con el A.rmeá, Tordia y Sárria, el Ferreira,
Cuadrarnon, donde sus aguas se despeñan por entre el Loyo, procedente de Peña Vitureira y pico de Ce-
los pel~dos peñascos de esta árid:t sierra, hasta des- breiro, el Asma del 11oote-faro, y por últiml) el Sil,
cender á. los llanos de Vialoalle, en los que •acrece afluencia que mas debe considerarse como confluencia,
abundantemente cou las aguas de los riachuelos que si es que no se llega hasta ercer que el 11iño es el
vienen del valle de iiondoñedo, y mas adelante con las afluente del Sil, como hoy es la opinion mas autoriza-
del de Lorenzana y otros variog, h:tsta depositar sus da, en ateucion á la mayor longitud y mas considerable
aguas en el Océano y dar nombre al puerto de Foz":' caudal de este, y á. ser el que mejor prolonga la parte
Próximo á este desagua el Eo, que en su mayor de·su curso inferior.
parte contribuye á formar el límite oriental do la pro- El curso del Miño desde poco despues de su naci-
vincia. Nace dentro de ella en el distrito de Fonsa- miento hasta cerca de Lugoforma uuagran curva, y des-
gra<l.a y se forma de tres abundantes fuelltes, á las que de este puntocoutinúa con ligeras ondulaciones. Antes
se unen l:is aguas de las vertientes occidentales del de unírsele el Neira se divide su cauce y forma una is-
monte de los Tejos y las de las laderas septentrionales leta en freo te de la felig,rsía de San Fiz de Paradela,
del :.luradal¡ corre unas ocho lP,guas, recibe multitud y despues de recibir el contingente del Asma, adquie-
do riachuelos y es notable por su 11onte-furado, aun- re la suficiente capacidad para que puedan sacarle li-
que muy inferior al del Sil. geras barcas. Nacen, igualmente que el o-1iño, en esta
El otro río que forma con toda su corriente una provincia el Eume, entre Piñagistral y el pico de Cua-
pequeña parte de límite occidental, y que puede de- drarnou, y el Dila que riega el pintoresco valle de
cirse que en su mitad pertenece á esta provincia, es el su nombre, en la provincia de la Coruña. A la cabeza
monto Freijo, en San Pedro de ~! uros, baña las pinto- de los tributarios de otros, merece figurar el Sil, que
rescas riberas á que da nombre, y despues de cuatro como ya hemos dicho, traza una gran parte del límite
LUGO. 2
10 C:RÓNICA GE1''ERAL DE ESPAÑA ,

meridional de la provincia, despues de absorber algu- nas desigualdades de terreno poco notables por su ele-
.
nos rios, multitud de riachuelos y gruesos torrentes que vac1on.
descienden de las elevad(simas montañas de la cuen- Las formaciones geognósticas que principalmente
ca, y de fertilizar el a1nenfsimo Vierzo. Para penetrar presenta esta provincia, se reducen al terreno primi-
en Galicia tiene que romper la barrera que le presenta tivo y al de transicion.
el ramal de la cordillera que desciende de la Guiana Correspondiente al primero se halla el granito comuo
formando arco desde Picdrafita, y en el que se hallan en Vivero, Bnrela, Sierra de Buyo, montesde Tronceda,
los elevados picos de Ca.peloso, Pájaro y ~fontouto. Poco cordillera del Faro, Farelo, cercanías de Guiteriz, al pié
despues penetra por el i\Ionte-furado, paso artificial de- occidental de los Picos de Aneares y en otros puntoa.
bido á. la admirable laboriosidad de los romanos, con No abunda rnenos elg·ranito porfídeo, que se caracteriza
motivo de sus esplotaciones mineras, que hicieron pre- por los enor1nes peñascos que sobresalen de la su pe r ficie
ciso desviar el curso del rio. Desde este admirable tú- del terreno en la tierra de Chamoso, en la sierra de Teixei-
nel hasta sn q,onfluencia con el ~fiño, recibe las aguas ro, Puente Neyra y otros puntos. y es mas escaso el
del rio Lor, que marcha á través de los numerosos y granito gneíseo de contestara laminosa que so encuen-
elevados contrafuPrtes, que dijimos se desprendian del tra en el C1oute Oroso.
puerto ele Piedrafita, y que se vé forzado á romperá El gneis granfteo se halla hácia Villalba, el co-
cada paso; las del Cabe que caminan por una cuenca mun en las riberas del Sor, el micáceo con mucha fre-
mas llana hasta cruzar las elevadas crestas que cos- cuencia en toda Galic1a, y el cloritoso al N. de Chan-
tean el Sil; las del Bibcy y las de las sierras Se- tada; y es digna de atencion la varied 1d ma.clífera,
gundera, Seca y de San 1Iamed. Corre casi siempre muy particular, de color de g-rafito, que se halla en
por su angosto valle, estrechado á cada paso por los los montes de San Tomé al O. del valle de Oro.
contrafuertes de los montes vecinos, el cual en su últi- El gneis es en este paf,, tan poco á propósito para
ma parte se reduce á un tajo profundo, cuyas crestas construcciones como estéril en criaderos metálicos, de
se elevan á veces hasta 400 metros sobre sus aguas, y que solo se conocen alguuos de estaño.
á mas de '700 los altos que las coronan. Innumerables La micacita y la talcosita ta.in bien son abundantes,
verdaderamente son los pequeños ríos, riachuelos y ar- principalmente al O. de la ria do Foz, donde se utili-
royos tributarios de otros que bañan el territorio de zan para las construcciones rústicas, y no lo son menos
esta provincia, y de cuyos nombres es materialmente las variedades de que se forman las hermosísimas lo-
imposible hacer relacion, á causa de que la mayor par• sas con que se cu bren las casas en toda la parte sep-
te no los tienen propios, sino que reciben sucesivamen- tentrional de la provincia, así como la itacolumita,
te los de distintas localidades á medida que las atra- que es u na losa cuarzosa, blanca y algo elástica, que
viesan. De los mas importantes de entre ellos, ya se encuentra al O. de la ria de Fozyen, Fazouro, en
deja:nos hecha mencion al tratar de los rios á que con- Lousada, la Goia y la Legualonga que están al NO. de
tribuyen con su caudal. Villalba, y al S. de esta villa en Gaibor, la cual se
Las aguas estancadas, ni abundan en las provin • usa como la anterior para embaldosar y cubrir las ca-
cia ni las que hay presentan los caractéres insalubres sas y cerrar las heredades, y cuya especie mas blan-
que suelen acompañarlas de ordinario. El lago mas im- ca es utilizable para la fabricacion de la china. Otra
portante es el de Lamas de Gaolos que da orígen al rio roca cuarzosa y granosa muy útil existe en abundan-
Tamega y tiene mas de cinco kilómetros de circunfe- cia entre el Valle de Oro y Burela que puede llamar-
rencia; otro mas pequeño hay en la tierra de Gayoso, se cuarcito granoso, y es parecida á la arenisca sajona,
del que se dice que sus aguas crecen y disminuyen dos aunque de muy distinta formacion, la cual.servia para
veces al dia. á semejanza de las del mar; el situado cer- el crisol y la camisa de los hornos en la fundicion de
ca de 1feira es tambien bastante notable y no menos Sargadelos.
el de Masid por su pintoresca situacion : todos ellos El biorito, mas escaso que las rocas anteriormente
abundan en esquisita pesca. dichas, se encuentra en masas aisladas en terrenos
Entre las cavidades que forman entre sí las diver- de transicion, como entre Quiroga y el Brollon, y en
sas montañas que cubren el suel-0 de esta provincia y en Trabarla. La serpentina no lo es tanto; la hay en las
las cuencas de los varios ríos que le :i.traviesan, se for- sierras Pías y Corno de Boy, que limitan la provincia
man numerosos valles, sino mny estensos, al menos de de Lugo por el O. En Mazaricos al NE. de Lugo forma
rica prod uccion. el eurito grandes masas; pero es mas frecuente en pe-
En la parte septentrional se distinguen por su fer- queñas porciones en terreno primitivo 6 de transicion,
tilidad y belleza los de Vivero, Lorenzana y 1fondo- como en Neyras, S. de Monforte, y en la costa entre
ñedo, y no tanto aunque de mayores dimensiones, el Foz y Ri vadeo, cuyas losas son abundantes en criade-
de Oro; en la oriental el del Eo y el de Navia, que no ros de buen n1ineral de hierro, de los que citaremos
pertenecen en su totalidad á esta provincia; y en la únicamente el situado entre Gazas y la puente Figue-
meridional el del Cabe, la Somoza Mayor, el de Lémus, roa al O. de Villalba. Una gran parte del t orreno de
y el fertilísimo de Qniroga. En la parte occidental no la provincia pertenece al de transiciou, el cual for-
existe niugun valle, ni tampoco en el centro de la pro- ma una faja que desde la costa entro Rivadeo y Foz
vincia, que se encuentra ocupado por las elevadas lla- baja á Val,leorras. En ella es la pizarra arcillosa la
nuras de la Terra-chao, y los ondulosos países de Mei- roca mas general, entre cuyas variedades sedistiogue
ra, Vi\lalba y Lugo, en los que no se hallan escarpadas la de color verdoso de la sierra de los caballos, y las
sierras ni barranc,>s profundos, sino únicamente algu- de singular tamaño de Mondoñedo, Lorenzana, San-
• •


PR.OVI::--CIA DE Ll'GO. 11

te y ele la costa al O. ele l{i vaelco; t0das de color grís mente criad.,ros de mineral ele hierro, que, como to-
verdoso; son notables las de Nuestra Señora ele! Puente dos los que hemos mencionado, son en au mayor parte
entre Ri vadeo y tl-loneloiieelo por sus petrificacioues ca- de hidróxido pardo.
racterísticas del terreno de transicion, tales como fri- Además de estos minerales ele hierro, los mas abu o-
lobitos, orteceratitos y alg·unos pólipos, y la <le! 3. de dantes seguramente en la provincia, se encuentran
Sante por las plantas petrificaelas de la forma de la criaderos de óxielo y súlfuro <le antimonio al O. de
espadaña, y a1:11bas por indicios de conchas bfvalas pe- Becerrcá, en Villapun y Pandelo, aco1npañados de
trificadas que en ellas se perciben. roca caliza en la pizarra general del país; en Tarnas,
La cuarcita, roca cuarzosa en lajas, alterna con dos leguas n1as al K., hay una veta muy regular y
la pizarra, y fortna por su mayor dureza y resis- constante ele súlfuro de antimonio con algun óxido,
tencia á la atmósfera, ro u chas crestas q uc resal- que arma en una pizarra g·ris clara algo descompues-
tan en la superficie <lel terreno , dáudo!e un aspee. ta, y en Bolaño existe otra entre múr1nol y pizarra.
to á la vez áspero y pintoresco; se encuentra cu De plomo argentifero se encuentran dos criaderos
consitlerable esteusiou eu la costa de Rilo, eu las en el valle ele Riotorto y en otros puatos á las in-
peñas barrosas sobre Sante, en la del Timon, muy mediaciones de 1\1ondof1edo. 1\lineral de cobre se ha-
granosa entre 1\Iondoñetlo y Beao, en Villa.forman lla en el 1nismo valle de Riotorto; de plata, en
y Villaodriz sobre el Eo, en lo alto de la sierra de Tojeiros-viellos al NE. de Lugo; en Narahio, al
l\,leyra y eo las sierras enfrente y á la dcr.:!cha del Eo, S. de Rivadeo, hay ampelita con piritas que po-
al E. ele Navia de Suarna, en el Serron del Courel, en drian servir para establecer una fábrica de alumbre,
los cerros y montes que separan la Somoza Mayor del y por último, llaman con justicia la atencion algunos
valle de Lémus, en los picos de la 1\loá y del Cereugo, crestones de cuarzo que se hallan en este terr.:!no de
al S. de Quiroga y en otros varios puntos. Esta misma transicion, tales como los de Sante con piritas y blon-
roca se encuentra cargada de feldespato, y descom- da, los del Franco sobre Riotorto, el de Vegas de Bra-
puesta con cierto aspecto arenoso de color pajizo y iias en el Cebrero y otros.
blanquecino, en el valle de Trabada y al S. de Ri- Segun lo que dejamos referido, se ve que el terreno
vadeo. primitivo y el de tr-in,i1c1on coustituyen la mayor
El grau,vake, escelente piedra de construccion, es parte del suelo denueatra provincia. Examinemos aho-
poco frecuente, y solo s' ha hallado en San t.Iartiu de ra otras formaciones parciales y reducidas, especial-
Quiroga, en la sierra que rncelia entre este puuto y el mente á los valles.
Lor, y al E. de la Puebla del Brollon, y una variedad En el de Lémus se encuentra una singular forma-
muy hermosa, algo porf1dea, en el cerro del Petlroso á cion, margosa y arcillosa que, en capas enteramente
media leg·ua ~E. de olonfortc y al E. de Bazos, tam- horizontales, cubre toda su gran cuenca, á escepcion
bicn en el valle de Lémus. de algunos cerros do transic1on que en ella se elevan,
Puede darse el nombre <le g-ra,vakita 6 gra,vake como la colina del Pc<lroso, el cerro de 1Ionforte y el
pizarroso, á cierta pitarra grauosa y areuisca que se monte cte Piñeira. La masa que forman pueele consitle-
encuentra en Ferreiros en la sierra tlcl Cuurcl y cerca rarse co11•0 terreno secundario y llamarse margas eri-
del p1:1ente de Otero entre Lug·o y olontloüetlo, aunque zadas y arkose desm<>nuzable, en atcncion á que se
verdaderamente uo se encuentra lo suficientemente cotnponeu de margas arcillosas dispuestas en cintas
carae ter izado. de di ,crsos colores con marcado pretlominio del rojo y
Por últiwo, entre las rocas do trausicion, figura la á su poqu1sima dureza y consistencia, que hace impo-
abundan tí:,1rna caliza tan útil para construcciones, sible conservar ninguna muestra de este terreno, por-
que se preseu ta cu graudes masas en la corelillcra del que inmediatamente que se saca, se descompone eo una
Cebrero desde Vdlapun, en Cervantes, hasta el monte arena gruesa suelta y polvo arcilloso y margoso con
Formig·ueiros, en Cruzul y Becerreá, )' en masas 1nas muchas escamitas de mica blanca.
red uc1tlas y aisladas al E. <le o1ondQñedo, al S. de Este mismo terreno forma la mayor parte de la So-
~lasma, en el valle de Lorcozaua, en la barca de la moza, cuya cuenca es muy parecida á la de Lémus, el
Espiñe1ra, en el valle de R1otorto, en el de l•'rancos, fondo del valle de Quiroga, la parte oriental Je la tier-
cuatro leguas al NE. de Lug·o, en el Je .F erreiros al S. ra llana del iiiiio, el ,a.lle ele Sárria, donde es mucho
de ilei ra y en los de l<'ou téo y Ne ira de Rt>y. 1nas calizo, y el suelo de Penela y Calvos al E. de
En este terreno <le transicion, que dejamos tao S\1- Monforte, donde es susceptible de beneficiarse el yeso.
cintamen te descrito, se encuentran auun<lantes cria- Su utilidad para la minería es de ninguna importan-
deros de buen 1nineral pardo de hierro; el 1nas famosu cia, y no os mucho roas provechoso para la agricultu-
es la venera ele Formiguciros al N. de Qu1roga; pare- ra, á escepcion <le las favorables condiciones que pre-
cido tan1uien es el de las Rocas n1as al O. en los mis- senta para el culti,o de la vid.
mos rnou tes del Courcl; escclcn te mineral es el que se Uou cstraordinaria abu ndaocia se encuentra el ter-
cria en l{cinautc al O. ele l{ivadco, cuya veua so pre- reno tliluvial ó <lo ac:irreo cu nuestra~ provincias,
senta en las in1netl.iaciones <lo Nuestra Señora del compuesto ele guijar:os cuar;:o sos, peñas rodadas de
Puente en bancos y vetas, y her1noso criadero de este cuarcita, arena menuda, barr0, etc., cuyos terrenos,
mis1no n1etal es elcl vallo ele lliotorto, el cual un poco que suelen formar las capas superficiales en los gran-
mas al X. hác1a la feria de la A.g·uajosa, se ofrece des valles y llauos, y no es raro encontrarlos en depó-
aco1npaüado de mucha tnanganesa gris. En lin, al NE. sitos ó fajas sobre alt:i1·as á q uc hoy no llegan las ma-
de Qu111tcla y entre Quiroga y Ricopete, existen ig·ual- 1 yores aycnitlas, son dignos de la mayor importancia
12 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA .

por las sustancias preciosas que contienen. Cubre esta Como curiosidades mineralógicas, podemos citar el
especie de congo lomera nos toda clase de terrenos indis- cianito, que forma notables vetas con el gráfito, fren-
tintamente, y se presenta con notable estension en las te á Vivero, y la estraña mezcla de blenda neg·ra. ga-
cercanías de la ria de Foz, al O. de Rivadeo en el valle lena y selenio, que se halla en abundancia en cotnpa-
de Oro, con gran abundancia, en l\foncelo y otros pun- ñía de piritas marciales en la veta del escanto en San
tos de la tierra llana del 1fiño, en las cercanías de Julian de Sante, y ol mineral blando que se presenta
Lugo y en las inmediaciones de la Puebla del Brollan, en cristales obtusos, cuadriláteros, de color grís, de
en cuyos sitios es de color claro y blanquecino, y ade- fractura escamosa y raya blanquecina, que suele ser
más se encuentra en Villachá á orillas del Na via, en las .compañero de las macias, y se halla en las pizarras
del Lor y en Quiroga, donde es rojizo. De muchos de es- pri1nitivas y de trn.nsicion próximas al granito cerca
tos terrenos cree el Sr. Schultz que proceden las grandes del puent<' ele la Cazolga sobre el l\fasma, y al pié occi-
cantidades de oro que los romanos sacaron de España. dental de los picos de A.nea.res, en cuya falda son tam-
No son estos terrenos diluviales los únicos que en- bien de notar los frag1nentos de cuarcita que en in-
contramos en la provincia, ni esta tampoco su sola mensa. cantid8.d la cubren.
composicion: otras masas ,ie arcillas plásticas, gui- Escasa;:; y poco importantes son las aguas minera-
ja.ros sueltos y aglomerados, arena, cantos, etc., for- les q ne se encuentran en la proviocia ele Lugo, á las
man el suelo de los demás grandes valles y cubren que con rigurosa propie<laLl pueda darse el nombre de
otros puntos poco fértile1:1, como el valle ele Cangas, medicinales. Lo son ,errla.deramente las sulfúreas que
al N. del valle de Oro, grao parte ele la tierra llana nacen junto á Lug·o á orillas <le! 1Iiño, á la tempera-
del i1iño, inclusa la Rigueira de Estoa, el llano tura de 16 á 22° RPamur, sobre el límite de la pizarra
de Roupar, algunos trechos entre Baamoode y primitiva y del granito, cerca de cuya fuente hay otra
Puente R,ibade, la Gándara, al N. de Lugo, las lo- de agua férrea fria. Eu Guiteriz nacen otras aguas
mas de los valles de Sárria, Somoza l\iayor y Lémus sulfúreas á 13º, y en 1Iunforte las de la fuente de
y una parte del de Quiroga, entre Chantada y Ta- Aguas Santas á. solo 13.
boada, al ~O. de Lugo, entre Foz y Rivadeo y otros Poco podremos decir de la Flora de esta provincia, en
muchas puntos. razon á no haberse hecho aun de ella un estudio estenso
Estos terrenvs, al paso que se prestan poco para el y detenido, y por consiguiente, tener que reducirnos á.
cultivo, son de gran utilidad para la fa bricacion de datos incompletos y faltos ele conexion. Segun las ob-
loza, tejas, ladrillos, etc., especialmente el ele Limosa, servaciones _á. que pode1nos atenernos, resulta que la
cerca de Burela, del que se surtia la fábrica de Sarga- clase de que hay mas abunda.ocia de géneros, es la
delos. Hay tambien de él algunas brechas ferrugino- triadí"ian, de que se hao hallado hasta setenta; siguen
sas que dan hermosa piedra de construccion, como en la petandria y la singeneria., de que se encuentran
Lousauela, cuatro leguas al S. de Lugo. unos cuarenta; poco mas ele la mitad de las didynamia
El moderno terreno de Alurcon, formado por el y cliadelfia; ca.torce de la tetriandria, otros tao tos
acarreo fluvial y de las lluvias, constituye el suelo de de la cliandria , once de la dodecandria , diez de
los frondosos valles de Vivero, rii:ondoñedo, Lorenzana, las octandria y decandria, nueve de la polindria, ocho
Riotorto, Fuenmiña, Fuiña, Fonteo, Neira ele Rey y ele la monaclelphia, siete de las hexandria, icosanclria,
Nog·ales, de los no menos fronLlosos llano" situados en- tetradinamia y monoecia, y menos aun de las clases
tre la Puebla de San J ulian y Puente Ne ira, de la fer- restantes. Su clistribucion, hecha por la naturaleza en
tilísi ma vega de Sárria, algunos puntos del valle del el suelo de nuestra provincia, es la siguiente:
Cabe, y muchos del de Quiroga y otros muchos valles Eu la veg·etaciou marítima de esta costa escasean
mas pequeños, pero no menos apacibles y fértiles. Por las plantas halófilas, pnes no pasa de veinte el número
el contrario, el terreno de alu vion, procedente de las de las especies observadas, abundan las rhizocárpicas,
arenas de las playas, es sumamflnte estéril y no muy escasean las mouocárpicas y caolocárpicas arbóreas,
abundante en la costa de nuestra provincia, donde solo )' dominan las europeas, siendo raras las mediterrá-
se halla en la ria de Vivero, en la de Foz y en la pla- neas y occidentales, y faltando las peninsulares y afri-
ya de San Miguel de Reinante. Poco mas frecuente es canas.
la lanza humosa 6 juncales, que s0 ven en la ria de En el interior se ven plantas ele la Europa central,
Rivadro, en la embocadura del rio Fazouro y algo en mezcladas con algunas mediterráoeas y tal cual de
la del :'.\!asma. Pero lo mas importante de la formacion las endémicas. En la parte inferior de las laderas y
alu;ial de esta provincia, son las arenas auríferas que aun en los ,alles y llanos hay robledales compuestos
el Sil trae y recibe de las conglomeraciones diluviales ele dos especies (Querciis pedu,nculata et Robur), árbo-
de que ya hemos hablado, y que se hallan cu las are- les propios tambien del Norte y centro de Europa, y
nas, g·uijarrales y tierras de J.carreos de la madre del suelen hallarse mezclados con ellos, el fresno comun
río 6 de sus orillas, en tocla la estension á que alcan- (Fraxi1n1is excelsior), el aliso (Alnus gl1,tinosa), el
zan sus avenidas, desde Ponferrada hasta su confluen- temblon (Pop1ilus tre1nula), el olmo (Ultntis cantpes-
cia con el l\1iüo. Este rico metal Sí' presenta en forma tris), y varios sáuces (Scilia; alba, fragiles , Ca-
de finísimas escamitas, de veq ueñas hojuelas, de for- prea, etc.)
ma de linaza, y algunas veces, aunque pocas, en ma- Abundan mucho los helechos, de que se conocen
yor tamaño, y constantemente acompañadas de arena unas catorce especies, que brotan con admirable fuer-
negra y de piedra iman, geoeral compañera del oro en za con la aliaga y los brezos en las tierra! faltas de
las arenas de los rios. cultivo. La yedra cubre las peñas, árboles y paredes;

PROVl:-iCL\ DE LUGO. 13

zarzas de varias especies, el espino blanco, los escara- todos los campos ele la provincia, pero son algo escasos
mujos (Rosa canina et seniper virens) y el cornejo los conejos.
(001·,uts sanguínea) forman espesos setos. Por último, El caballo ga11cgo conserva aun parte de la esti-
en las laderas, valles y hondonadas hay prados her- macion q ne tenia en los tiempos antiguos por su fuer-
mosos de yerba!l de la Europa ceutral n1atizados con za y resistc>ncia, pero la raza producida por el cru-
flores de la misma localidad. zamiento con el asno es indisputablcmcnte muy su-
.
En la region montana abunda el roble velloso pcr1or.
(Quorcus p1tbescens), el arce aplatanado (Acer plata- No puede decirse que el jabalí sea raro principal-
noides), el ahcdúl (Betuta alba), el serbal de cazado- rncntc en los montes septcntrionale,; de la provincia,
res (Pyrus anc1tparia), el haya (Fagus syl1>atica) y ni lo es tampoco el corzo en estos mism/Js montes, en
grandes rodales de espineras (Orcetegits oxyacantka). los que tambien se suele encontrar alguna gamuza y
Las especies subordinadas, arbustos, espinera, bo- cabra montés.
netero ( Orony 1n1ts europte1ts), arra clan ( Rlta;nnus Jran- Del último órden de la clase ele los mamífero:;, los
uu la), crecen con notablP espontaneidad. Las cuerdas cetáceos, pueblan la costa de nuestra provincia lo-
de las colinas y cerros están pobladas de rodales com- bos marinos, marsopas, ballenatos y principalmente
puestos de .arbustos, correspondientes á las ericáceas, delfines.
leguminosas y rosáceas y otras fan1ilias, á saber: bre- De las aves que se han observado en esta provincia
zos (.Erica totralia;, cinerea, ;nultijlora, scoparia), resultan encontrarse entre las rapaces el buitr<' 1 cer••
abulagas ( Ule:c europceus), aligustre (Ligustru,n 1>ul- uícalo, gávilan, 1nilano, bruja, lechuza y buho; entre
uare), acebo (ílea; aquijoliu,n) y (Robus tkyrsoi- las omnívoras, el cuervo, corneja negra y calva, urra-
• dens). ca, grajo, orop,:ndola y estornino; de las insectívoras
En la region subalpina y alpina, la mas eleYada alguna pica griega, desollador, papan1osca, drena y
de la provincia, los árboles son muy raros, y su ,ege- zorzal, y abundancia de tordos, n1irlos y gargantirojos,
tacion se forma de plantas montanas y alpinas con mas no tanta de ruiseñores, currucas y colas rojas.
algunas endémicas. .\.hunda tambien entre las de esta familia los troglodi-
Mas estensos podemos ser respecto de la Fauna en tas, colla! bas, la vandcras, alondras, carboneros, ver-
que ya contamos con el auxilio poderoso de obras con- derones, gorriones, pinzones y parJil los, y son ,nas
cienzudas. raros los culiblancos, pastorcillas, totoYia;;, cognja1la,
Abundan los murciélagoscomunesy orejudos, debién- paros, pirrulas, verdecillos y gilgueros. Tambien PS- •
dose tal vez á su aficion á los mosquitos la Yentajosa es- caseao entre las zygodáctilas, el pico variado y torce-
casez q uc de ellos se nota en la atmósfera. No sucede así cuello, y son comunes el dedillo y pico ver(le. De la
desgraciadamente con los topos, que para construir sus familia ele las anisodáctilas, s ! hallan con facilidad
estensas galerias destrozan cuantas raices encuentran el trepador martín pesca1lJr, y no tanto la abubi-
en la direccion que se proponen seguir. Tampoco es- lla 1,i algunas especies ele golondr1oas, si bien las
casean la ag1taneira 6 m)'gale pirenáico, ni las musa- otras y los venct>jos lo son en g-ran manera. En-
rañas comun y de agua, útiles porque acaban con las tre las columbas, la tórtola es 1nas com un q uc la
babosas y caracoles, que tanto abundan en este país, paloma, y tan1bien lo son las perdices y couorni-
ni el erizo, de no menor utilidad, hasta ahora objeto de ces. La costa se encuentra poblada principalmen-
tantas fábulas. te de ayes frias, garzas, zarapito::;, golon rlrinas de mar,
Entre las fieras figura en primer lugar el lobo, gayiotas, patos, mergos, grandes-cormoranes y guille-
perseg·uidor temible de los ganad.os lanar y vacuno, de motc, y alguna que otra vez se ven en ella plu,iales,
las yeguadas y aun del hombre cuando se ve acosado espátulas, areno~as, diablos <le mar, a,es locas, so-
por el hambre, y desgraciadamente muy propagado morruujos, pingüinos y ci,-11•!s. Los ríos y charcos rlel
en todos los montes dP esta provincia. No lo está me- interior, <lan alimPnto á algunas chochas y pollas de
nos la zorra 6 raposo, como se llama en el país, que ,\frica. La cigüeña, por último, es ba:;tarite esca::;a
con pasmoso deacaro se dedica á la caza de las ga- aquí como en to,la Galicia.
llinas á la luz del sol, entre las casas y á tra,·rs de De otros mamíferos y aves que se encuentran en
los caminos públicos. este terreno, no hacernos aquí mencion porque no per-
De la familia de las féli-las se encuentran el lince tenecen á la historia natnral del país propiamente di-
vulgar hácia \'illalba y en los montes del Couticl, cha, en razon á no ser indígenas sino aclimatados por
y el gato roontés en otras rartes, aunque cou bas;,ant,, el hombre. Estas on1isioncs se habrán notado se-
escasez. g·uramente en mayor escala, cuando hemos tratado de
La marta, la fuina, el turon comun, la comadreja la Flora.
vulgar y la núria comun son los represent 1ntes de la La clase de lo:i reptiles está representada por al-
familia de las mustélidas, tan temibles por la fiereza gunas lagartijas y salamanquesas, de la órden de los
que encierran en su pequeño cuerpo. saurios, culebras inofensivas en pequeño número y
I<.:scasos, hoy 1n u cho mas q ne lo fueron en otro abundantes ranas, sapos y salamandras, pertenecientes
t1e1npo 1 son los tejones y osos, de los cuales ape- al órden de los batracios.

nas se Pncucntra alguno entre las mas retiradas mon- Las favorables condiciones que debe á la naturale-
tañas. za la costa cantábrica, la. hace muy á. propósito para
La abundancia de los ratones de distintas clases es la propagacion ele los peces que con numerosa varie-
estraordinaria en campos y casas. Las liebres pueblan dad ele clases, abundan cstraor4inariameute en ella,
, ~
14 CRO~ICA GENERAL DE ESPANA.

así como en los lagos y en la multitud ,le rios y arro- Mas útiles, en general, que la mayor parte de las
yos q lle cruzan el interior tle la proviucia. fa1uilias de las dos clases de articulados que dejamos
Entre las diversas familias de los acantopterigios enumeradas, es la de crustáceos por el sabroso alimen-
se encuentran róbalos, meros, saltnonctcs, corbinas, to que proporciona al hombre, los cangrejos y las lan-
pejes, peces-arañas, serranos, catitañolas, sarg·os, par- gostas, abundaotísimas en la costa de nuestra provin-
gos, bog·as y numerosas clases tle esparos; los sabro- cia; y no menos utilidad, aunque de bien distinta ma-
sos liesugos, doradas, atunes, bonitos y mugiles, y los nera presta la clase ele los an nélidos por 111edio de la
no tau estimados budiones, samas, caballas, sardas y familia de las sanguijuelas que habitan en los arroyos
capitones. Contados en el 6rden de los 1nalacopteri- y ríos y á las que el hombre debe en muchas enferme-
gios, tan subdividido en las clasificaciones ictiológi- dadC's el recobrar la sal ud. Abunda tambieo la lom-
cas, no abunclan rnenos los salmones, truchas, cabras, briz de tierra lla,mada en el país 1ninocas.
reos, sardinas, merluzas, rodaballos, lcug·uados, con- Por último, para que no quede del todo incomple-
grios y aug·uilas, que unen á su abundaucia lo esr¡ ui- ta esta ligera reseña zoológica, mencionaremos, aun-
sito de sus carnes, aden1ás de otras mucbas clases que simplemente, los zoófitos, cuyas diversas clases de
menos conocidas y apreciatlas. eq uinodermios, entozoarios, acale(os, pólipos ó infuso-
Eucuéntrause tambicn en grao caotitlad ag·ujas rios, se encuentran en mayor 6 menor número repre-
mielgas, pirlones, cazones y principalmente rayas, sentados en la provincia de Lugo y en su costa.
todos clasificatlos en el órden Je los selacios, y por Di,ídese la provincia de Lugo para lo concernien-
último, la delicada lamprea que se cuenta de los ci- te á la administracion de justicia en once partidos j udi-
clóstamas. ciales, y en sesenta y cuatro ayuntamientos, la mayor
Entre los moluscos acuáticos y terrestres los hay parte de ellos rurales, para lo gu oeruati vo; la distri-
de la clase de cefalópodos, pul pos, calamares y jibias; bucion de los partidos es la siguiente:
de la familia terrestre de los gasterópodos esti·aordi- •
uaria abundancia de babosas y caracoles; y de la PARTIDO DE BECERREÁ.
acuática, no tanto de caracoles de agua, margaritas,
murices, lapas y orejas de mar. No escasea la clase de Ber:erreá. Feligresía que tiene el título de San
los acéfalos representada por las ostras, mej1llones, al- J uau, por donde pasa la carretera general de Madrid
mejas, navajas, solenes y algunos otros de los tes- á la Coruña.
táceos, y del 6rdeu desnudo las tau comunes ascidias; Cebrero. En sus montañas, cubiertas de nieve mas
por último, se encuentran tambieu, aunque no con de la tercera parte del año, se hacen los quesos que han
grande abundancia, los percebes, uuo de los mas im- dado renombre á la feligresia que es cabeza de este
portantes géneros de la familia de los pedunculados, distrito municipal.
órdeu de los cirrópodos. Cer'Dantes. Antiguo concejo situado en un valle
De la ¡ rimera clase de los animales articulados ó muy rico en pastos. •
seao los insectos, abundan ciertas especies de los ór- Neira de Jitsá. Pintoresco valle que se divisad.es-
denes parásitos y chupadores, cuya propagacion es de la carretera general.
fomentada en gran manera por el poco aseo de las gen- Nogales. Parroquias c1 ue han dado nombre al
tes. Del órden de los coleópteros, el gusano de luz helado puerto que se atraviesa para penetrar en Ga-
alumbra brillantemente los campos, el gorgojo oca- licia.
siona con frecuencia sensibles pérdidas en las paneras, Friacastela. Título de uno tle los arcedianatos de
y por último, abundan las inofensivas mariquitas de la iglesia de Lugo.
tan agradable color. No son tan comunes en el 6rden
de los ortópteros las correderas, los grillos y en espe- PARTIDO DE C8Al'iTADA.
cial la langosta, cuyas devastadoras invasiones son
por fortuna casi desconocidas. Los insectos hemípteros Antas. (Feligresía de San Juan).
se encuentran rara vez á causa de las condiciones Corballedo. (Santa tv1aría).
poco favorables del cli1na para su desarrollo. ~o suce- Chantada. Villa de reducido vecindario , en la
de así con los hHueuópteros, en especial con la fami- que hubo un monasterio de benedictinos con el ti-
lia ele las hormigas, que ocasionan la muerte ele gran tulo de San Salvador, que fué incorporado al de
número de frutales, mas propagada que la de las abe- Celaoova.
jas, que no encuentran en la Flora del paf:; todas las 1,fonterroso. Antigua jurisdiccion.
condiciones necesarias para que el esq uisito manjar Palas del Rey. (Sao Tirso).
q ne fabrican pueda competir con el de otras provin- P1iertomaritt. Villa que hace algunos años soste-
cias centralrs de España. Tampoco los lepidópteros 6 nía un considerable tráfico de jamones, tocinos y
mariposas logran rivalizar en belleza ni en número con lenguas de cerdo, que los marag·atos estraian para
los ele otros paises de clima ,nas apto para su desarro- Castilla, además de los que se sacaban para Galicia.
llo, uo pudiendo <lesgraciadarnente decirse otro tanto Taboada. (San ta ~Iaría).
de los insectos dípteros, cuya famili I n1usca, por su
abundancia y sus costurnbres es molestísiu1a en los PARTIDO DE FONSAGRADA..
calurosos meses del estío.
De la clase de los aracnidos abundan las industrio- Baleira. Pequeño valle situado á la márgen iz-
sas araüa:; y no tanto el <lafiioo alacran. quierda del Eo.
-

PROVINCIA DE LliGO. 15

Fonsagrada. Villa colocada al estrcmo del anti- boles ojivos. En ella se guarda un cáliz, regalo
guo concPjo de Buron, célebre por su renombrada feria do la princesa <le Portugal, é infanta de España,
que principia el 8 ele setiembre y era hace algun tiem- doña Juana, madre del 1nalaveniurado rey don Se-
po de estraordinaria concurrencia de ganado vacuno bastian.
y caballar, del reino y de la provincia <leLeon, paños, Foz. Pucrtecito que est,i situado en la desemboca-
quincalla y otros efectos, de que acudían á proveerse dura del 11asma y en el centro de la costa de nuestra
los comerciantes de muchas poblaciones. provincia. Hace algunos siglos truia mucha mas im-
liieira. Nombre del monasterio cisterciense que con portancia que hoy día, pues el liccucíado 1\Iolina de
el título de Santa 1faría se fundó á mediados del si- 11álaga, canónigo magistral de ~!ondoñedo, nos dice
glo x11, seg·un se dice, en tierras de que el emperador en su clescripciou d:!l reino de Galicia, q ne en él se la-
D. Alonso había hecho merced á Alvaro Rodríguez, su bran caravelas y naos, y hasta gentiles na\·íos<le mu-
noble vasallo, quien las cedió á los monjes del Cister. cho porte, «porque es, añade, tierra de mucha madera
En la villa, capital de este distrito, se celebra u na con- y fuste para ellos.>> En los tie,npos siguientes alcanzó
currida feria el día 15 de cada mes; en sus cercanías tambien rnuclla importancia por la pesca, pues r.n un
están las fuentes del caudaloso 1fiño, y en ellas se hacen año regular se llegaban á estraer sobre mil y cuatro-
gustosos quesos de mucho consumo en todo el país. cientos millares de sardina salada. En frente de este
Na1Jia de Suarna. Concejo antiguo que abar- puerto se dice que acaeció la destruccion de una flota
caba el valle de Rao, situado bajo los picos de A u- de na,íos normandos por visible intervencion de la
cares. divinidad y mecliacion del obispo de :\[ondoüedo, cuya
silla estuvo hasta principios del siglo XII en los térrni-
PARTIDO DE LUGO. nos de e>'te distrito municipal, donde despues hubo co-
leg·iata, y hoy existe tau solo la iglesia parroquial de
Oastro del Rey. Villa de corto venciudario, en que San 1\Iartin de 1\1ondoñcdo. Fué muy molestada esta
se conserva la torre del homenage de un castillo que costa por las importunas visitas de los piratas escan-
posria el conde de Lémus, la cual ha servido por mu- dinavos, y como uno de los medios de defensa que
cho tiempo de cárcel y casa de justicia, hasta que se contra ellos se usaron, puede tomarse el castro, que
vendió á un particular. se encuentra como á un kilómetro al Occidente de la
Castro1Jerde. Villa de poco mayor importancia que villa, formado por uoa mota de tierra, cuyo aspecto
la anterior por su vecindario, pero de alguna mas por revela desde luego que no es obra de la naturaleza.
los importantes restos que aun se conservan de la for- Tambien se atribuye á la mano del hombre la re1no-
taleza que en ella tenia el conde de Altamira. cion que se nota cu el terreno al i\ledio<lía de la villa
Corgo. (San Juan). y cerca de ella, y se cree sea efecto de los trabajos
• Friol. (San Julian). practicados para es traer el oro que en él se encerraba .
6-untin. (San Salvador). Por este distrito atravesa- Loren.Jana. Fcrtilísimo y pintoresco valle cercano
ba la via romana que conducia directamente de Bra- al no n1enos bello cu que se asienta la ciudad de i\lon-
cara á, Lucus bagusti, y en él se cree estaba la man- doñedo, y poco distante de la costa. En su estremo
sion denominada lifartia en el itinerario. septentrional fundó en 969 el conde Osario G u tierrez
.úitgo. (Véase el cap. vu1). un monasterio de benedictinos, con la ad vocacion de
Otero de Rey. Villa de escaso vecindario que han San Salvador, cuyo edilicio, de moderna construccion,
pretendido algunos era el Ocelu1n de que nos habla sir,e hoy de casa consistorial y escuela.
To lomeo, desconociendo su verdadera etimología. Jiondoííedo. (V. cap. 1x).
Pol. (San Estéban). Pasto,·i.ia. (San Salvador).
Riotorto. (.San Pedro).
PARTIDO DE MONDOÑEDO. Tierra-lla1ui del fTalle de Oro. Parte occidental del
• Valle de Oro q uc formaba a.o tes jurisdicciou distinta
Abadin. (Santa María). de la del Alfoz. En ella se encuentran todav1a restos
Alfoz de Castro de Oro. Antigua jurisd1cci0n que del palacio del desgraciado mariscal Pardo de Cela,
abraza la parte oriental de:-1 pintoresco Valle de Oro, en que estaba situado en el lugar de Cendimil, parroquia
laque se encuentran gran número de antiguas casas so- de Sao ta Cruz del Val le tlc Oro.
lares de las primeras familias del país. Descuella sobre t8'
das el castillo del Castro de Oro, situado sobre una colina PARTIDO DE MONFORTE.
que domina todo el valle, y coutribnyeá realzar su pinto-
resco aspecto. Consérvanse únicamente de tau notable Bó1Jeda. (San i\1artin).
edificio, los incompletos muros de la torre del home_n a- lifonforte. (V. cap. rx).
ge, de los tres torreones redondos que defondian las Pantou. (San i\lartin). En estafelígrcsia hubo un
entradas, y de algunos lienzos de l::is murallas, los ar- convento de dominicos debido á la pieJad del licenciado
cos q uc constituían la puerta principal y los de varias D. Alonso A.res, cura de Santa 11aría del Río, quien
luces; y en mejor estado la reducida iglesia, hoy par- les cedió su casa, solar y propiedades.
roquial con el título de San Salvador, aneja de San Juan SaTJiíi,ao. Valle, y antigua jurisdicciou.
de Lage, en la. que se distinguen sus dos portadas, y Sober. Valle, en cuyo distrito se comprende el fértil
en particular la lateral por las curiosas esculturas que valle de Arman di que producía vinos de mucha nombra-
adornan su dintel, formando un curioso tríptico de tré- día ya en tiempos lejanos.


16 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.
------------------------------------------- •
PARTIDO DE QUIROGA. Ger,nade. (Santa l\Iaría).
T1·asparga. (Santiago). Nombre que debe á supo-
001,rel. Valle y antigua jurisdiccion. • sicion respecto á las parroquias de Parg·a, en donde se
Pitebla del Brollon. Antiguajurisdiccion. cree hubo en la ao-tigüedad una poblacion denominada
Quiroga. Villa de poq uísi1na importancia, situada Parraqua.
en un valle tan fértil q uc solo del diezmo la cosecha de Villalba. Villa situada al pié de un castillo del conde
aceite -valia á cada uno de los dos curas, cincuenta de Lémus, que aun hoy, y á pesar de su mal estado, re-
cañados, que son cerca de dos mil arrobas castellanas. vela la g·ran<liosidad de su construccion DestAcase to-
Ribas de Sil. (San Claudia). Nombre del famoso davía mAjestuosan1cnte sobre la dilatada llanura de
monasterio de benedictinos titulado de San Estéban y aquella montaña la octóg·ona torre del homenage, coro-
situado á la orilla derecha. del Sil. nada de 1natacanería, construida de t'obustos muros pcr ·
forados de bellas vcutaoas ajimezatlas. Percíbense
PARTIDO DE RIVADEO.
tambicn los lienzos de murallas qne le rodeaban, al-
Barreiros. (San Cosme). En este distrito está el gunos adosados, á gruesas arcadas, que han resistido
valle de Cabarcos, donde se cree que habitaban los la acoiou de los tiempos y se han salvado de la codicia
cibarcos, de que nos habla Plinio, y la parroquia de hnmaua; y hasta hace pocos años, que ha sido derri-
Santa Cristina de Cillero de ~fariña.os, donde parece bado, se veía al pié de ellos la modesta iglesia parro-
estaba el Oellariuilt del rey D. Silo. q l1 ial, con tosca pero notable portada romáica, y un
Rivadeo. (V. cap. 1x). sepulcro con está.toa yacente de un caballero desco-
1'rabada. (Santa ~1aría). nocido. Es célebre por el sitio que en ella sostuvo el
T'illanuá. (San Vicente). infante D. Felipe (hácia 1290) contra el señor de ella
Villaodriz. (Santiago de). y de Lémus, D. Fernan Ruiz de Castro. En 13'74 6 76,
hizo el rey D. Enrique II donacion de esta villa y de
PARTIDO DF. SJRRIA. las de Puente-deume, Ferrol y otras, á Fernan-Perez
de ~\.ndra.de, el viejo, cuya merced confirmó 6 volvió
Láncara. (San Pedro). á hacer D. Juan á otro D. Fernan-Perez de Andrade
Paradela. Nombre de cuatro parroquias, San Mi·
en 147'7.
guel, San Vicente, Santa Cristina y Santa Eulalia, y
de una. antigua. jurisdiccion.
PARTIDO DE OVIEDO.
Pára11to. (Valle del).
Rendar. (Santa María). Oervo. (Santa María). En este dist1·ito se incluyen
Sa1nos. Villa en donde estaba situado el célebre los dos puertecitos de San Ciprian y Burela, donde en
monasterio de benedictinos de San Julian y Santa Ba-
otrotiempo, segun nos dice Malina. deMálaga, se ma-
silisa, mártires.
taban muchas ballenas, con un artificio y maña que
Sárria. Esta villa fué ya desde remotos tiempos
esplica detalladamente el curioso magistral. Los islo-
uno de los mas importantes pueblos del obispado de
tes 6 peñascos que se ven enfrente de San Cipriau, se
Lugo, y título de condado en la primera mitad del
cree sean los Scop1tli trileiici 6 Prorno1ttoriuni Trileu-
siglo x11. Su arcedianato era de las dignidades mas
c1itn 6 Lapatia Oor1i de Tolomeo. En la parroquia de
antiguas de la Iglesia lucense; poseía un insigne
Santiago de Sargadelos está la magnífica fábrica de
hospital, un convento de religiosos, que en el siglo
loza y fundicion, parada hace algunos años, que es el
x111 se llamaban La1ida1ttes Deo, y un conve·nto de
primer establecimiento fabril de nuestra provincia.
Agustinos titulado de Santa 1{aría ~lagdalena.
Jove. (San Bartolomé).
PARTIDO DE VlLLA.LBA.. J,fnras. (San Pedro). •
Orol. (Santa María).
Begonte. (San Pedro). Riobarba. (San Pablo)
Oospeito. (Santa María). Vi?Jero. (V. el cap. rx). •

FIN DE LA INTRODUCCION.


,
CAPÍTULO PRI1IERO.
GEOGRAFÍA É HISTORIA ANTIGUA.
iEtnología.-Venida de los Celtas.-Colouias fenic'.ns y griegas.-Los Ártabros.-Regiones.-Cibarco,.-E901iarro,.-Ciporo,.
-Seburro,.-Lemabo,. -IJrdio,. -Tiburo,.- E,¡urro, .-Pueblos.-Vins ron1anas. - Lucu, A.ugu,ti.-Timalin um.-Po,11 Necia,.-
Martia. -Cardnicum. - IJactonium. - .Aqure Qu,nUna,. - Pinlia.-Burum.-Turruptiana. - Vocea. -Ocelum .-Oltna.-Parragua.
-Deronci.-El ,\liniu,.-IJilbilil y Chdlyb,.-Conquilla romana.

Los primeros hombres que poblaron el territorio que bre, dice, no han existido ningunas gentes. Sin embar-
ya dejamos descrito, es de creer que fueron de raza cau- go , llamáranse ó no Artabros, poblaban nuestra provin-
-easiana, por más que algunos opinen, con cierto caudal cia hombres de raza céltica , de cuya exi:;tencia se pre-
de razones, que debió ver11icarse en España una primi- tende encontrar notables memorias en co:;,tu1nbres, pala-
tiva inmigracion de gente tártara, de la cual co~ceptúan bras y monumentos, si bien de eslos últimos (de que tra-
un fehaciente testimonio el extraño idioma que los vas- taremos más adelante), no exislen tantos ni lan caracte-
congados han conservado á traves de tan prolongada série rizados como aseguran algunos escritores de nueslros dias.
de siglos; en cuyo caso puede asegurarse que, acreditada rtluch~ se ha e5crilo sobre el origen de los cellas, y
la venida de tales hombres, cuya inmigracion, como todas principalmente sobre si vinieron á E:'paña por los Pirineos,
las de los tiempos primitivos, seguiría el curso aparente ó si por el conlrario los ce! las franceses ó galos procedían
del sol, á traves de la extensa série de montañas que de los gallegos; en cuyo caso se suponia á los celtas como
rodean la tierra, no detendrian su marcha sino ante el llegados á España en expediciones marítimas. Un excesi-
inaccesible dique del Océano, en el antiguo Finisterrre, vo an1or á la patria ha sido, si no el origen, al ménos el
y por consiguiente, que se exlenderian por nuestra pro- principal alimenlo de esta opinion, en cuyo apoyo se hicie-
v1nc1a. ron venir, con más ó ménos naturalidad, varios pasajes
Pero volviendo á la primitiva poblacion, que con más de los geógrafos é historiadores antiguos; opinion que está
probabilidades puede fijarse, repelimos que eran de hoy muy desacreditada, no sólo por tener en contra la de
raza caucasiana y llamados iberos, por la tierra de donde respetables escritores, sino porque se concilia mal con el
partieron, y lhobelinos del caudillo que los guiaba. Créese origen septentrional de los cellas y con la marcha que
que por algunos siglos estuvieron los iberos en pacifica debieron llevar en sus emigraciones, segun lo demuestran
posesion del territorio, y que al cabo de ellos una nueva los últimos adelantos de la elnograf1a.
inmigracion de hombres, áun hoy califióados de muy Noticias más precisas tenemos, merced á las curiosas
(lpuestas maneras, vino á compartir con ellos la posesion que los geógrafos griegos y romanos nos han dejado, sino
de estas tierras. de todos, al ménos de una parle de las re 0iones y pueblos
Estos hombres eran los celtas, conceptuados por algu - que for1naban los aborígenes y los celtas en los tiempos
nos como el prototipo de 11 civilizacion primiti,·a, y teni- inmediatos á la Yenida de Je,ucri,to; y decimos sólo de
dos en concepto de otros por groseros, feroces y fallos de una parte, porque \03 geógrafos antiguos mostraron mar-
toda política é ilustracion. cada repugnancia á cilar los nombres de eslos pueblos,
Es muy difícil asegurar si ya ántes ó despues de los cel- que Plinio califica de bárbaros (barbarice appcllatio11is) y
tas vinieron ó no al territorio que nos ocupa colo - Pomponio ~fela de dificultosa pron11nciacion, y en razon
nizadores fenicios y griegos. Nada se opo.ne á creerlo; pero á que consta por el conlenido de algunas inscripciones,
tampoco conceptuamos suficiente motivo para afirmarlo que existian más pueblos ó regiones de los que nos han
.lo que Trago Pompeyo dice, ni los nombres de cierlas dado noticia los geógraíos. De los que se encontraban
lo~alidat.les, cuya dudosa etimología liene poca irnportan- comprendidos dentro de los límites que actualmente tiene
cia, mi6ntras no se de1nuestre en qué época recibieron la provincia de Lugo, daremos ahora algunas noticias.
tales nombres, y si fueron ó no dados por analogía á atros Al exlren10 oriental de la costa moraban los Ci-
lugares que de liempo más anliguo los tenian. barcos, dt:: quienes nos da noticia Phnio en el Lib. 4,
Si hemos de guiarnos por el dicho de Po1uponio l\iela, cap. 20, como correspondientes al convento jurídico L u-
los Artabros, gen le de ra~a céltica, se extendian por la cense. El P. Sarmiento, prescind1enJo del órden con que
costa cantábrica, desde el cabo de Finisterre basta Asltí- Plinio los nombra, colocán.lolos al Occidente del Na via,
rias, y por consiguiente, ocupaban cuando n1énos la parte creyó que correspondían al país de Luarca, voz que ima-
marítima de nuestra provincia. Ofrécense algunas diü- ginó corron1pida de la lalina Clnarca, que cambió la L
cultades sobre el territorio que les pertenecía, porque en Y y perdió despues la C ; ó bien que se llamaxian
Plioio, el que con n1ás exlension describió las gentes Cyb:zrcos y se pronunciaria Cubarca, y entónces no que-
y pueblos, los r ircunscribe al país próxi1110 al cabo de daba tnás que perder la B. y can1biar la C, advirliendo
Fi nislerre, que se llan1ó Promontorio Ar labro ó Céltico, la1nbien con suma ligereza el sábio 13cne<lictino , que Pli-
y al n1ismo tiempo asegura el sábio naturalista que nio coloca á los C1barcos tan léjos del valle de C ibarcos
se llamaban Arrotrcbns y no .4rtabros, de cuyo no1n - de Mondoñcdo, cuanto distan entre sí los rios Nan~ea v
u,,o. 3
-
18 CRONICA GENERAL DE ESP,\NA.
-

Nalon. Baste decir, para conocer lo errado que iba el boros, cuyo nombre hace notar el n1alogrado Paadin que es.
P. Sarmiento al formar esta opinion, que el territorio de una palabra céltica que significaba suelo fértil y abundan-
Luarca está situado al Oriente del rio Navia, que servia te. ~larca Tolon1eo con10 capital ó principal ciudad de
de límite por el lado oriental al convento jurídico Lucense, estas gentes la de Bactonitan, nombre, que así como el
en que Plinio coloca á los Cibarcos. Iloy no cabe ya duda de Len1abos, se conser,aba en siglos muy posteriores,
ninguna respecto á la correspondencia de los antiguos como haremos ver más adelante; esto nos ha revelado
Cibarcos con el actual valle de Ca barcos, pues ademas de de una. manera clara y terminante las tierras que ocupa-
la analogía del nombre , que es bien n1arcada, correspon- ban estas gentes, que eran las del valle de Lémus , ligera
de perfectamente con la posicion que les da el geógrafo contraccion de la antigua palabra con que se conocían
romano al Occidente de los Pénios, gentes del convento estas gentes , que todavía se conserva en toda su pureza
Asturicense, cuyo nombre, merced á la diligencia del en una escii tura, publicada por el P. Ye pes en el apéndi-
Padre Risco, se ha encontrado, aunque algo corrom- ce al lomo IV de su célebre Crónica, por la que se con-
pido, en algunos documentos que demuestran claramente cede jurisdiccion al Abad de Afonforte, in tola terra de
que tuvieron su asiento y se extendían desde las márge- Le1nab1ts.
nes del Eo á las del Navia. Además de las gentes que dejamos mencionadas, otras
Al occidente de los Cibarcos coloca Plinio á los Egovar- varias ocupaban una parte, aunque n1uy pequeña, del
ros l\'antarinos, única noticia que tenemos de estas gentes, territorio de la actual provincia de L'Jgo, extendiéndose
nombrados tan solo por este geógrafo, y sin que el auxilio por las confinantes en las que tenian su principal asiento.
de alguna ciudad que se sepa existiera en su territorio Era una de estas los Bediores ó Bedios; habitaban en tér·
venga á ayudarnos á determinar su situacion, que es for- minos de lo que hoy es provincia de la Coruña, y se in-
zoso dejar sin fijar, á n1énos que no se conceptúe con10 ternaban algo en la de Lugo por las orillas del río Eume.
una contraccion de su nombre el de Goa, con que se co- En la parte opuesta á estos por las márgenes del Bubey
noce un valle situado á unas tres leguas de Villalba y habitaban los Tíburos que poblaban la jurisdiccion de
cinco de Lugo, donde se ha querido encontrar la huella de Tribes, en el confin de los obispados de Astorga y Orense,
Govarri ó Goharrí. y por último, vecinos á estos, hácia el Monte-furado,
De las regioces, cuya situacion nos es conocida con ocupaban una pequeña porcion del territorio que hoy cor-
más fijeza es l:i. de los Ceporos ó Caporos, nombrados con resvonde á la provincia de Lugo los Egurros ó Gigurros,
esta divergencia respectivamente en Plinio y Tolomeo, á pertenecientes á los Astures que poblaban el valle de
causa de que nos dicen que estaban en su territorio las Va ldeorres, y tenían por capital á Foruni Egurrorztm.
ciudades de lt•ia F/avia ~· Lugus Augusli, circunstancia En la mayor parle de las regiones que acabamos de
que determina el territorio que ocupaban con harta prcci- mencionar, se encontraban diversas ciudades, unas fun-
sion. Eran e~tos pueblos de los más meridionales del con- dadas por los naturales en una época completamente des-
vento lucense, y tan extendidos, que, segun algunos auto- conocida, y otras por los legionarios romanos que se que-
res, ocupaban desde la costa occidental del Océano hasta daron en el país por ellos conquistado, como lo indica á
los confines de ,\stúrias, por el lado oriental, llegando primera yista su nombre de pura formacion latina; de
por el Mediodía á los ténuinos de l'\oya, en donde confi- cuyo aumento de pueblos, se puede formar completa idea
naban con los Nevios y los Presamarc~. Dentro de sus sin más que notar qt1e el célebre naturalista Plinio sólo
límites, si es que los que acabamos de señalar abarcan asigna diez y seis al convento jurídico de Lugo, que
más extension de la que efectivamente tcnian, se encon- Tolon1eo señala veinte, y que en el Itinerario de An-
traban al n1énos, la tierra del Padron y las de Tabeiros, tonino se mencionan otros siete de que no nos dieron
1'rasdeza, Beza y las siguientes hasta Lugo, ocupando, noticia los anteriores geógrafos. No pretendemos, sin
por consiguiente, desde la parte más occidental de la embargo, dar como seguro , ni mucho n1énos , que la
provincia de la Coruña ha.sta el interior de la de Lugo. diferencia que se encuentra en las sucesivas relaciones '
Al oriente de los Caporos señala Plinio á los Sebul'ros, que de ellos debemos á la antigüedad , consista en el
que se cree sean los mismos á quienes Tolomeo da el aumento de pueblos que se efectuó entre una y otra,
nombre de Seurbos ó Seurros, señalándolos por capital á porque por una parte nos arrastraría á suponer una
Talamina; la misn1a ciudad, se supone no sin fundamen- fundacion de siete en el espacio de pocos años , y
to, que se encuentra con el nombre de Ti111alin1un en el por la otra tendríamos que prescindir de la mayor preci-
Itinerario de Antonino. Ila habido autor, que fué el Padre sion con que nos describen el país, y el mayor caudal de
Contador de Argo te, que se ha atre\ ido á presumir que noticias que, como está fu era de toda duda, nos suministran
los romanos mo, idos por el fastidio que les causaba el vo- los geógrafos antiguos, á medida que les era más conocido
cablo Seburros le mudaron en el de Cibarcos: dictámen,
dice muy oportunamente el P. Risco, que no tiene fun-
el territorio de nuestra provincia.
De todos estos pueblos sólo nos toca mencionar aquí los

dan1ento ni autoridad en que apoyarse, y que no n1erece que con más ó ménos probabilidades se conceptúa que
que se pare en él la atencion ni por un momento. La co- estuvieron situados dentro de los límites que hoy abraza
locp.cion que los da PJinio, y la situacion de las ciudades la provincia de Lugo, como los únicos que creemos estan
de Talamina ó Timalinum y de Aquro Quinlinre que esta- destinados á figurar en esta Crónica; si bien haremos
ban dentro de sus térmioQs, nos indican que estas gentes una sencilla indicacion de todos los que correspondian al
vivían en la orilla occidental del rio Navia y que se exten- convento Lucense, al tratar de la historia particular de
dían al Sur ele los Cibarcos. la ciudad de Lugo en el capítulo especial que la tenemos
!\lás al )lediodia de todas las regiones que acabamos destinado.
de mencionar, se encontraba Ja de Jos Le,nabos ó Lema- Antes de todo, parécenos oportuno dar á conocer la pe-
' \...\,.,
\.. \.
\ \

,l¡.f•




I

PROVINCIA DE LUGO. 19
-, . .
quen1s1ma parte del Itinerario de Antonino que cor- encuentra en el anónimo de Ráveoa con la adicion de
responde á nuestra provincia, y es la sig11iente : Ponte; por cuya circunstancia, y teniendo presente la
distancia que la. separa de las inmediatas mansiones, se
ltlue.- c 4 Drac ara A11tu• 1tcm per loca u1ftrltlma á ha fijado su coloca.cion en el Puente de :\fejaboy, cerca de
rlcam. Bracara Asturlcan,.
~farzan, ayuntamiento de Guolin.
Breo11.
· . . . . . . . . . . . . . . • . Drigantium .. . . • . . . . . . • . .
La n1ansion de CAnAr-.1cc,r, colocada en el camino que
l\1ARTLE • . • • • • • 1npm. XX. CARA!',JCO . . . . . . . mpm. XVIII. conducía de Bracara á. Lucus por la costa y casi á igual
Ll'CO Atct•sri ••. mpm. Xlll, Lrco Anasn .... mpn1. xvn. distancia de Lucus y Brigantium, nos presenta más di-
T111AL1so .••.•. mpm. XXll. T111AL1t-10 ..•••.. mpm. xu. ficultad que las anteriores para fijar sn colocacion, pero al
PONTE NEVJJE ••• mpm. xn. Po:--'TF. NEn,r. .•.. mpm. xu. mismo tiempo más vasto campo para extender las inves-
Ullari, . • , . . . . mpm. XX. Uttari, .. ..•..• mpm. xx. 1 tigaciones.

Es preciso notar, ante todo, que el número de millas



Es este Itinerario la más segura guia para conocer la que se marca en el Itinerario entre Lucus v Cara11icu1n, v
• •
sítuacion de los antiguos pueblos, ya por la precision con entre esta 01ansion y Brigantiuni está reconocidamente
que en él se marca la distancia que mediaba entre unos y errado, pues no corregpondeo con la di5tancia qne media
otros, ya por las sábias ilustraciones con que en los tiem- entre Lugo y Betanzos las 55 millas que el Itinerario
pos modernos se ha aumentado su importancia; así es marca tan sólo entre Lucus y Brigantirun, si este punto se
.que los pueblos que en él figuran, son los de que con n1ás reduce á Betanzos, v ménos todavia, si se reduce á la. Coru-

certeza pueden reducirse á su correspondencia actual. ña, como opinan algunos autore,;. Sálva.se perfectamente
Reconocida como fuera de teda duda la de Luc11s Au- esta equi,·ocacion recurriendo á nna de las enmiendas que
gusti con la ciudad de Lugo, poseemos en ella. un punto se han hecho en las di~tancias que aparecen erradas en el
fijo de partida del que han de arrancar, como los rádios de Itinerario, en vista de las variantes que se han observado
un centro, los cálculos que hemos de hacer para fijar los en los diver;;os códices, cuya mayoría consiste ya en XX
demas pueblos antiguos. Ya hemos indicado que en un 6 II escritos de más 6 de ménos, ya en XX y XV cambia-
eapítulo especial trataremos de la historia particular de la dos, y ya en V descompuesto en dos 11, y vice-versa:
capital de la provincia, y en él, por consiguiente, nos confusion, aumento y supresion de signos que no debe
-Ocuparemos con toda extension de la historia del Lucus extrañarse, si se esr.ribe con velocidad ~· descuido el sis-
Augusti romano. tema romano de numeracion.
l\farca el !Linera rio , como arriba queda consignado, el Así es que si en vez de las XVII millas que marca el
pueblo ó maosion c!e T1MALINUll á XXII millas de Lucus con Itinerario entre f.,ucus y Caranicurn leemos XXIIlI, y en
direccion á. Asturica {hoy Astorga), lo que nos dá conocer lugar de las XVIII de Caronicuni á Brigartfiton, XXIII,
que estaba situado al oriente de Lugo; único dato que, en tendremos la distancia efectiva que separa á Lugo de Be-
union con la distancia que marca el Itinerario , tenemos tanzos, y en el medio de ella deberá buscarse la corres-
para marcar su situacion. Generalmente se ha asignado pondencia de Caronicitni que alguno~ han puesto en el
hasta ahflra. como el punto en que estuvo esta n1ansion el lugar de la Graña de Vecin, ayuntamiento de Trasparga,
lugar de Villartelin en el valle de l'íeira de Jusá entre v otros en Guldriz, Gu,teriz y Caijon á cinco leguas de
Lugo y los Nogales, donde se encontraron restos de la ñetanzos, donde la colocó, no con gran falta de tino, Don
Yía romana; pero ahora se reduce con más probabilidad á Antonio Rioboo y Seijas en su Descripcion chorográfica y
un lugar algo distante de éste , á media legua al oriente topográfica antigua de Galicia, que se conserva manuscri-
<le Baralla. Zurita y otros varios autores han so~pechado ta en la Biblioteca de la Real Academia de la flistoria.
que esta ciudad es la misma que marca Tolon1eo en la Créese que esta mansion es la misma ciudad que con el
region de los Seburros, á 8º 30' de longitud y 41° con 50' non1bre de Caro11i111n asigna Tolomeo á los gallegos lu-
de latitud, con el nombre de Talaniina, por efecto de una censes colocándola á los 7° de longitud y 44 con 4;,• de
de las metátesis tan frecuentes en este geógrafo. latitud, y algunos han creído tambien que es á esta
A XII millas de Titnalinuni en direccion á Asttírica n1isma ciudad á quien pertenecía la milicia Caronense de
señala el Itinerario á PoNs NEVI,E, nomúre que se en- que se hace n1encion en la Noticia del Imperio; pero la va-
~ueotra escrito con tanta variedad , que en una~ partes se riedad con que se encuentra escrito unas veces carrooen-
lee Novire y en otros Neuire, Nonire y ,Vovio, lo que dió ses y otras garonenses y garronenses, no pern1ite otra cosa
lugar á que se sospechase si esta n1aosion seria. la ciudad que abrigar una ligera sospecha.
de JVovin que pone Tolo meo en sus tablas; pero la coloca~ Exácto conocimiento tendríamos de la situacion de las
cion que le da en la region de los Artabros y hácia la antiguas ciudades, si la Guia geográfica. de Tolon1eo no
• en1bocadura del Tambre, no deja lug¡i.r á semejante sos- estuviese plagada de tan crasos y numerosos errores en
pecha. Por la distancia de 34 millas que separa á este la asignacion de los grados de longitud y latitud que se
puente de Lugo , por la de 20 que dista de la mansion encuentran en sus tablas, que el transcurso del tiempo ha
siguiente Uttaris ( que por el nombre y la distancia se ido falseando, á medida que pasaban por las manos de
reduce á lluitelan), y por la identidad del nombre con el nuevos copiantes. A pesar de esta sensible adulteracion,
del rio JVavia, no deja duda de que corresponde al conservan gran importancia las noticias geográficas de
puente que hay sobre este río en los Nogales, por donde Tolon1eo, por la exactítud con que estan asignadas las
pa$a la carretera general de la Coruña. ciudades á sus correspondientes regiones, lo que propor-
E11 el camino que directamente conducía desde Bracara ciona un dato muy in1portante para establecerlas como
á L1tcus señala el Itinerario la mansion de ~fARTIA, á base de las investigaciones por circunscribirla!. á. un ter-
13 millas de Lucus y á 20 de Bret•is, cuyo nombre se ritorio determinado.
!O CRONICA. GENERAL DE ESPAÑA..

Algunas, aunque poca11, de li;s ciudades cuyo nombre con 45 de latitud, situacion la más septentrional de todos-
nos ba trasn1itido la diligencia de Tolon1eo, tienea ya los pueblos del convento jurídico de Lucus Augusti. S,n
fijada su posicicn con n1uy marcados Yisos de exactitud. más apoyo que una ligera sen1ejanza ea sus nombres re-
Es la que más, fuera de la capital de que en otro lugar dujo l\lolecio la ciudad de Burtun á la villa de ~luros eo,
tratamos, la de Dactot1it1tn que coloca en los gallegos lu- la provincia de la Coruña; pero si, como muy oportttna-
censes como única ciudad de la region de los Leniabos, mente hace notar el P. Risco, es suficiente tan sólo la se-
á 7° 30' de longitud y 41 <le latitud, cuya corresponden- n1ejanza ó identidad de non1bres para este género de re-
cia nos es conocida de una n1anera e, idente. Ya hen1os ducciones, puede afirmarse que B11rurn corresponde á
visto que no pern1ite abrigar duda ninguna el que los Le- la Puebla de Buron, ayuntamiento de Fonsagrada, punto
1riabos habitaban en el Yalle de l émus, y por consiguien- que reune la circunstancia de convenir con la posicion
te, que en él estaba situada la ciudad de Dacto11ium, septentrional que n1arca 1'olomeo, y en cuya reduccion
Jo que resulta efccti,aniente por las ruen1orias que de han convenido el mismo padre agustino, Cornide, Rioboo,
ella han quedado, y CU) o non1bre corron1pido en el de Labrada, Estefania y Corles y Lopez.
Lucto11io, por una de las frecuentes transmutaciones de la Con mucho ménos fundamento que las reducciones do
D en L, se encuentra con el aditamento de Castro en los varios pueblos antiguos de que acabamos de hacer
una escritura del siglo x1, por la que Domna Gontroda mencion, se han reducido otras Yarias ciudades menciona-
Gu,1disaliii hizo una donacion al monasterio de San ' 'icen- das por 1'olomeo, á paeblos y lugares comprendidos dentro
te del Pino, más tarde llamado de l\lonforte, que dió de nuestra provincia. No obstante la inseguridad y bast~
nombre á esta villa y que fué edificado sobre las ruinas Jo atrevido de algunas de estas aseveraciones, vamos á dar
de Cast,·o Lactonio. Con incalificable ligereza y trayendo una sucinta cuenta de ellas.
en apo) o de su opinion al P. Risco, cuyo dictámen es el D. José Cornide creyó encontrar la correspondencia de
que dejamos consignado, ha habido autor que ha preten- Turuptia11a, ciudad que señala Tolomeo en los gallegos-
dido que la ciudad de Dacto11i111n no es otra que la villa lucenses á 6ª 20' de longitud y 43 con 45 de latitud, en
<le Chantada, y que por una n1ctálesis muy ordinaria, la feligresía de San Jorge de Terr.'.l.cbaa, ayuntamiento de
Dacto11iurn se convirtió en Cadto11it11n v• Chadto11iutn, de Antas; opinioo que está muy léjos de ser general, pues
donde naturalmente se deri,ó Chantada. Cortes y Lopez buscando un pueblo que conservase alguo,
En la rcgion de los Seurros, cuyo territorio, como ya indicio, aunque remoto, de su antiguo nombre, no encon-
dejamos indicado, se extendia por la márgen derecha del tró en todo el territorio del convento lucense otro que
Na,ia, coloca Tolon1eo á los 8° 30' de longitud y 45 con 10 el de Froncedo, comun á muchos lugares de Galicia;
ce latitud á ÁQt'lE Qt1NTtNJE, nombre con1pletamente la- Rioboo la redujo á las Torres de Este, junto á Santiago en·
tino, lomado de algun romano llamado Quinto, y que debe la confluencia del Sar con el Olla; el P. Sobreira se atre-
referirse á algunas aguas medicinales, cuya situacion, vió á llegar hasta Tuy por medio de Tuita11a; y por últi-
guiados por la semejanza del nombre, colocaron algunos mo, el P. Risco y las más prudentes opiniones, confiesan
en Quin tela, nombre con que se conocen ,arios lugares de que se carece de datos para fijar su correspondencia.
la provincia de Lugo. Cortes y Lopez la pone en San Sal- La ciudad de Voeca citada , como las anteriores,
vador de Guntin á orillas del rio Ferreiras, concepluando únicamente por Tolomeo y colocada 9°, 201 de lon-
que Guntin es la huella de Quintinre; y por último, Don gitud y 45° con 20 de latitud, ha dado lugar á que se
Josef Cornide en su l'lfapa corográ~co de la Galícia anti- formen las más extrañas conjeturas sobre su posicion.
gua, guiado por idénticas razones, coloca á esta poblacion Cortes y Lopez, despues de consignar que no es fácil venir
en el antiguo priorato cisterciense de ' 'illarquinte, situado en conocimiento del sitio donde estaba, ni de su corres-
entre la puebla de l'\a,ia y la sierra de Aneares, en el pondencia actual, y <le lamentarse de que la colocacion
aYuntamiento

de CerYantes. que le dá Tolomeo no permite reducirla á Sabuceclo, que
Sin region determinada y sólo bajo el genérico nombre le parece tener analogía con Vocea ó Saboeca, entra á
de gallegos lucenses, señala Tolomeo la ciudad de P1:-;T1A decir que se escribe en griego Voica, que puede ser lo
á los 10° 20' de longitud y 43 con 10 de latitud, cuyo mismo que Oicos y Voicos, y entónces sería Vicus, Vigo;
nombre ha conservado sin sensible alteracion la iglesia de pero se encuentra con que Vicus no perlenecia al convento
Sao Sah ador de Pinza, en el aiuntamiento de Sárria, así <le Lugo sino al de Draga, y tiene por último que recurrir
nombrada •va en una escritura de concordia celebrada á Taboada, aunque no lo indica sino como una ligera
entre el monasterio de Sámos y la iglesia de Lugo en sospecha. D. Antonio Rioboo, en su afan de colocar las
1195. Jerónin10 Zurita, en sus notas al Itinerario, cree antiguas ciudades en el ~itio de las principales poblacio-
que esta Pinlia sea Peñafiel, que está debajo de Braga, nes, sitúa á Voeca en el puerto de Bares, y D. José Cornide,
prescindiendo no sólo de la colocacion que le dá Tolo1ueo con alguna más propiedad, en la parroquia de Vega, á orilla
en sus Tablas, sino de la precisa circun~tancia de estar derecha del ~fiño, nombre con que se conocen muchos
dentro de los térnlinos del convento jurídico de Lugo. ~lás lugares y parroquias de nuestra provincia.
fundamento habia para so,pechar que fuese el Pineturn, Bercio en sus notas á las tablas de Tolomeo creyó que Plinio
que se coloca en el Itinerario de Antonino á XX millas-de babia hecho mencion de Voeca en su libro IV, capítulo ~O;
Aqure Flavire y XXXYI de Roboret11n1, en una de las vias pero si bien es cierto que en varias ediciones de este es-
que conducian de B,-acara á .t1sturica; pero semejante critor se lee en el lugar citado Portus eoriun Vesci, Veca,
sospecha no encierra visos <le probabilidad. no lo es n1énos que este texto debe corregirse leyendo,
Al igual de Pintia, sin determinar region y únicamente segun indicó Ilarduino, Portus eoruni Vereasueca. Y áun
con la vaga denominacion de gallegos lucenses , sitúa más: aunque efectivamente fuese legítima la lectura de
Tolomeo la ciudad de BuRtM á 8° 15' de longitud y 45 Vesci, Veca, nunca podría referirse este pueblo al que
<

PI'..OVI:'.\CIA. DE LUGO. 2}

1'olon1eo coloca en los gallegos lucenses, porque Plioio derran1ar alguna luz sobre la oscura situacion de la mayor
habla expresamente de los cántabros llam:ulos Oryeno- parte <le las antiguas ciudades en que nos hemos ocupado,
1nescos, los cuales estaban en la costa cantábrica. al han sido tan escasas como ligeras; mas no ha sucedido
Oriente de los 1\stures, y por consiguiente muy distantes así sobre otro punto de la geografía antigua que ha dado
de los pueblos que correspondían al conYento jurídico motivo á extensas disertaciones y reñidas conlroversias;
lucense. cuat fué la averiguacion de si el río i.Jinius de los geógra-
~lejor acogida que las reducciones anteriores encontró fo,, antiguos era el actual ~liño, ó el llan1ado Sil que
la de Ocelun1, pueblo situado por Tolomeo en los galle- corre al :\lediodía de nuestra provincia. Un exceso de

gos lucenses á los 8°, 20' de longitud y /2~0 con 2::;0 de susceptibilidad crítica del Padre Sarmienlo, á quien si-
latitud, á Otero de Rey, sin tener en cuenta otra cosa guieron D. José Cornide y el Padre Florez, dió motivo á
que la similitud del nombre, y desconociendo que la que por algun tiempo se tuviese como indudable que por
,erdadera etimología de Otero es Autuariu,n, palabra que un error vulgar se llamaba ~liño al río que pasa por Lugo,
presenta bien poca analogía con la de Ocelun1. Otra ¡io- no correspondiendo este nombre sino al que nace en
blacion habia con este n1ismo non1bre en el convento Astiírias sobre Laciana. No estaban completa,nente des-
Asturicense, si bien para distinguirla se la decia Ocelu,n provistas de fundamento algunas de las prueLas que se
Durii, con la cual algunos autores hao cometido el aducían en pró de esta opioioo; pero otras carecían de
craso error de confundirla. sólida base, y todas se bailaban n1uy distantes de poder
Sin atender unos á que existiese la menor semejanza¡ pasar como razones concluyentes.
entre el nombre antiguo y el actual, y llevando otros sus Fundaban su opinion los eruditos que pretendían despo-
investigaciones á un punto asaz ridículo, han pasado la jar al ~tiño de su propio y antiguo nombre, en que segun
ciudad de Olina ( colocada por Tolo,neo á 8 grados 50 Estrabon, el verdadero :\liño nace en la Cantabria; en que
minutos de longitud y 45º con 50' de latitud) de uno á otro 'folomeo coloca su nacimiento más al Oriente que Lugo, y
lugar, segun se nece~itaba ó se pretead,a dar un puesto al referir los países situados entre este rio y el Duero cita
en la antigua geografía á uaa poblacion moderna. Rioboo 1nucbos que estan entre el Duero y el Sil; en que Sil y
dió por sentado que correspondía á Vi Yero, y Cortes y ~liño son sinónimos, y por consiguiente dos nombres de un
Lopez, tomando por base la altura del polo que la señala mismo rio; en que el Sil atraviesa terrenos bermejos y
Tolomeo, cree que á ~londoíiedo, cuyo nombre con- auríferos, y el ~liño nó; en que aquel tiene más caudal y
ceptúa que pueda ser una degeocracion de JfoHs Odinos su cur~o es más i:ecto en direccion de Oriente á Poniente,
ú Olinos, por ser frecueatísimas las tras1nutaciooes de la y el )liño, al confluir con el Sil, hace un ángulo casi recto;
L en n y vice-versa; y en este caso, que de Olino ú en la dudosa situacion del monte ~ledulio y del municipio
Odino se degeneró fácilmente en 01iidJ y Oiíeclo, del cual Lais; en cierta di,., ision <le obispados; y por úl ti ffiO en el
con el apelaLivo n1ons se forn1ó JI011s ele Oiíedo; reduccion silencio que los autores antiguos guardan respecto del Sil,
que tuvo muy buco cuidado de consignar el Sr. Cortes, á pesar de su in1¡:iorLancia. Salio á combatir esta opinion
aunque sin mucha necesidad, pues no pasa de ser una con- el Padre Risco apoyado en ser tantos, tan antiguos y res-
jetura. Y por si, como ya sospechó con mucho fundamen- petables los testimonios en que se funda la distiocion de
to, se encontraba repugnancia en admitirla, dejó dicho que los dos ríos, y la verdad con que se les atribuyen los
no hallaba otro pueblo á que pudiera reducirse que á Uriz, nombres que tienen en nuestro tiempo, que , parece teme-
al ;\lediodía de la misma ciudad de ;\londoñedo; olYidándose ridad, dice el reverendo Padre, condenar por yerro ó
de que en las notas del tomo I de.su Diccionario á la Espaiía ignorancia la aplicacion de aquellos nombres. , Así es,
Ptolemaica, pone á Oli11a la correspondencia de Illano, efecLivamentc, pues la persistencia del nombre que tiene
con10 !netátcsis de Olina, en los LacloniC1s ó Jadonios de el ~liño, que alcanza á sus fuentes, llamada'- desde muchos
Plinio, haciendo notar que Oli11a y Jalona no se diferen- si.,.los Fue111niííáa, Fun,niiíá, Fon111iííaa y Foniiñá, y á
cian sino en una trasposicion de letras. }Iolestas y ociosas lo~ no lejanos lugares de )liñotos y ~liiíotelo, unido á
investigaciones que no han arrojado ni la n1enor ráfaga de encontrarse documentos del tiempo de D. Alonso YI, en
luz sobre la oscura y desconocida situacíon• de la Oli11a de que se dá al S11 este nombre, al paso que ya en el siglo vu1
Tolomeo. se conocía con el de ~liño el rio que pasa por Lugo, como
Otros dos pueblos antiguos de que no nos dejaron me- nos lo revela la escritura de fundacion de la villa de ,\ve-
n1oria los geógrafos griegos y romanos, y conocidos sola- za.no, otorgada por el obispo Odvario en 737, y publicada
mente por 111emorias epigráficas, se conceptúa que estuvie- en el tomo XL de La Espaiía Sagrada, oo per111ilen adn1i-
ron situados -tambien dentro de nuestra provincia: es ~l tir duela alguna de que el llamar ;\liño al rio que basa ~a
uno Parraqua cuyo nombre apéoas corrompido conservan ciudad de Lugo se baya podido originar de la ignorancta
las parroquias de San Bréjome, San Estéban, Sao Salva- del vulgo, que aplicó á un río el nombre del otro, sino que
dor, Santa Cruz y S(l.nta Leocadia de Parga, ene! ayuota- por el contrario acreditan que los nombres que en la actu~~
n1ieoto de 'fra~parga; otro tan sólo se conoce por una lid'ld tienen los rios, son los mismos con que se los conoc10
inscripcion que publicó ~lasdeu en el tomo VI de su llistoria en los tien1pos antiguos.
crflica con el nún1ero ~68, pero hay motivos para sospechar Robustece no poco esta opiaion la circunstancia. de que
que no ~e refiere á un pueblo sino á una region, por hallar- uno de los afluentes del ~liño es el Bc:in, ligera corrup-
se en plural, Desonci, si bien tarubien le he1nos visto cion del Boenis de Estraboo, con cuyo nombre se conoció
cscrilo Desonca, en cuyo caso pudiera ser una ciudad y tambien el ~liño en los tie1upos antiguos.
reducirse á Doncos, con10 se ha pretendido, por la seme- Desde que co1nenzaroo á gcocral1zarsc y ad<¡uirir impor-
tancia los esludios de geografía antigua, se tuvo como
janza del norubre.
Las in, csligacioncs que se han hecho has ta ahora para cierto que los I ios Bilbilis y Chalybs, de que hace

CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

1uencion Justino en su libro XLIY, cap. :5.º, donde dice que presumirse que ya anteriormente las expediciones explo-
no merecian estimacion ninguna entre los gallegos dardo radoras terrestres y maríti1uas que envió Julio César desde
ni flecha que no estuviesen templados en sus aguas, eran el la Coruña, penelrarian, las unas en el territorio de nues-
Bibey., que se incorpora con el Sil no léjos de l\Ionte-fura- tra provincia, recorriendo las otras nuestras costas; pero
do y el Cabe del valle de Lérnus; pero si se compara ~sle á estas ligeras invasiones no puede darse otro nombre que
texto con el del libro XXXIII, cap. 1.4 de Plinio, en que el de un puro reconociu1iento militar.
se dice ser los hierros de Bilbilis y el de Tarazona los Ab5oluta carencia de noticias tenemos sobre la do-
más excelentes de España por la calidad de las aguas, bien minacion romana, y áun no las hallamos exactas del
se comprenderá que el Bilbilis de Justino es el que pro- tiempo que comenzó lo que nos impide extendernos más
porcionaba su celebridad á las armas bilbilita11as, y el sobre ella.
Chalybs el Queyles, que baña á Tarazona. En la primera division de España que hicieron los se-
Es mny de creer que la última parle de España que so- ñores del inundo, toda la Galicia quedó comprendida en la
Juzgaron los romanos, fué el territorio que nos ocupa, Ilispania Ulterior, y cuando A.ugusto dividió nuevamente
pue~ no le conquistaron hasta el tiempo de Augusto, hácia la Península pasó á la Citerior y provincia Tarraconense.
el año 23 (A. de J. C.), despues de la conclusion de la Por entónces se erigió el convento jurídico Lucense, uno
guerra de Cantabria, y del heróico sacrificio que hicieron de los catorce en que se dividió España y sus islas adya-
los cántabros en el monte ~Iédulio en aras de su indepen- centes. Cuando la tercera division que llevó á cabo Cons-
dencia, cuando los legados imperiales, Antistio y Firmio tantino el ~Iagno, despues de restaurar y engrandecer la
llegaron á los últimos confines de Galicia (ulteriores partes ciudad de Dizancio, quedó incluido en la diócesis de Espa- ~
Gallecicc), con10 dice Paulo Orosio. Sin embargo, puede ña, vrovi 11cia de Galicia.

- CAPÍTULO I I. •

EDAD MEDIA.
Dominacion de los suevos y godos.-Irrupcion musulm:inica.-Reconquista.-Invasion de los normandos.-Et obispo santo.-
Rebeliones del conde Flacidio y de otros condcs.-Atropellos de D. l{odrigo Ore1J.uez.-Otras rebe\iones.-El tercer estado.
- Excesos de los adelantado<i y merinos.-Tropelias de los caballeros -Turbulencias de los primeros años del siglo xtv.-
Asesinatos de Lugo.-Indemnizaciones de la lglesia.-Estado del obispado de :."\Iondoñedo.-D. Pedro Fernandez de Castro.
-Formacion de la bermandau.-Los obispos Enriquez.-Pero Paruo de :\Iela.-Resistencia en Lugo á los enviados de los
Reyes Católicos. -La casa de Lémus.-Abatimiento del poder señorial.

ÜFRÉCESE como una de las mayores diliculta<.les á quien teresaote para la provincia de Lugo, porque su capital fué
se proponga escribir la historia de Galicia, el reinado de durante él corte de los reyes, y como tal, cabeza y princi-
los reyes suevos, no sólo importantísimo en sí, sino ligado pal ciudad de Galicia y de la n1ooarquía sueva; por tanto,
íntimamente con la cronología de los concilios bracaren- áuo los sucesos de índole y carácter más general, intere-
ses y otros que se dicen celebrado3 en Galicia, sin cuyo san y pueden considerarse en cierta manera como propios
exacto conocimiento, no e:; posible fijar con certeza la anti- y peculiares de Lugo, á quien atañen tao de cerca.
güedad de varias sedes episcopales que tu,ieron principio Sábese que despues de haberse apoderado los suevos de
por aquellos tiempos. Proviene en gran parle esta difi- Galicia, vencido que hubieron á los alanos, sus antiguos
cultad, de la variedad con que se encuentran nombrados compañeros de dominacion, con quienes habian repartido
estos reyes, á causa de que á uno n1ismo se le dan tres y el territorio gallego, pasó á aquel país, hácia el año 418,
hasta cuatro non1bres distintos, tal como Theodomiro ó ,,,alía, sucesor de Alarico, con in tenlo de acometerlos, cuya
Theudomiro, que tambien se encuentra citado con los empresa fué para él tan desgraciada que en ella perdió co-
nombres de Ariam1ro, Argemirez y ~Iiro, que algunos han rona y vida. l\Iás tarde, en 4t,.7, el rey suevo Reciario se vió
creído fuese tambien el misn10 que se nombra Carriarico ó atacado y vencido en Puente Orbigo por Theodorico, cuya
Ch arra rico. derrota le ocasionó la n1uerte, pues tratando de huir por
Aumenta, y no poco, el obstáculo que se encuentra n1ar con direccion al Africa, la nave que le conducia rué
para trazar el período histórico <le la dominacion sueva, arrastrada por un viento contrario hácia la boca del Duero,
la gran escasez de noticias que sobre ella tcnen1os, pues las donde naufragó y encontró la muerte el desventurado
que basta nosotros han llegado se refieren en su mayor monarca.
parle á sucesos eclesiásticos. Conócese todavía i1nperrec- Un siglo despues verificaban los sucvos un cambio_ so-
tamcnte la cronología de los reyes, y de los más impor- cial importantísimo y de su1ua trascendencia, cual fué la
tantes acontecimientos nos faltan datos exactos y extensos. abjuracion de la herejía arriana que proresaban, y su coo-
Es período el de la don1inacion sueva quizá el más in- rersion al catolicismo.
- PROVINCIA DE LUGO. !3

Con1enzó este cambio de religion por la familia y casa no de los godos, pues de capital de una n1onarquía se vió
real, con motivo de haber caido tan gra,e1nente enfermo reducida á una simple ciudad episcopal. No es de extra-
un hijo del rey Carriarico, que se llegó á contar su vida ñar, por tanto, que no tengamos nada que referir du-
por perdida. En tan apurada situacion, decidió recur- rante este período, á. no reducirnos á estampar noticias
rir á San liartin de Tours, cuya fama estaba ya muy di- generales, y á consignar hechos que no por ser extensivos
lulgada por los n1uchos milagros que se referian como á toda la nacion, nos creemos nosotros autorizados á con-
hechos por su intercesion. Acudió, pues, Carriarico á la vertirlos en sucesos particulares de una provincia dada.
mediacion del santo arzobispo , ofreciendo nada méoos Durante el período de la dominacion gótica, á mediados
que convertirse al catolicismo, si veia restituirá su Lijo la del siglo v, aparecieron en las costas de nuestra provin-
salud que ya contaba por perdida; pero fué en vano el en- cia unos aventureros ó pi ralas llamados hérulos, proce-
viar sus legados cargados de ricos dones de oro y plata, dentes del Océano germánico; que n1ás tarde adquirieron
porque volvieron sin traer al enfermo la salud que con cierta preponderancia. con sus temibles expediciones, redu-
tanta ánsia se esperaba. No desistió, sin embargo, el rey cidas á saquear los pueblos marítimos.
suevo de su propósito, ni decayó su viva aunque naciente Como consecu~ncia de la terrible derrota de Guadalete,
fé con el mal éxito de su embajada, ántes por el contra- el reino de los envilecidos godos cayó totalmente en poder
río decidió traer reliquias del Santo, y para albergarlas, de las fanáticas huestes de Muza, que invadieron toda la
construir en su honor un suntuoso templo, con lo cual vió Península, cruzando desde las columnas de Ilércules basta
coronados sus constantes esfuerzos y cumplidos susardien- el ~lar Cantábrico.
tes deseos, pues al aportar las reliquias del santo á Gali- Está hoy en día muy admitida la creencia de que su
cia, traídas por nuevos legados, que voh ió á enviar con tan ponderado espíritu destructor, no se de jaba sentir
ricos dones, miénlras renovaba la oferta. de abjurar los sino cuando encontraban tenaz y dura resisteneia, y que
errores de su herejía, ya salió el hijo á recibirlas recobrada por el contrario, eran tolerantes en sumo grado si se les
completamente la salud. recibía con surnision. Por consiguiente, puede presumirse
La abjuracion de la herejía arriana se lin1itó por enlón- con fundamento que los habitantes de nuestra provincia
ces á la familia real y, todo lo más, á sus inn1ediatos no se dejaron arrancar su independencia sin derramar pri-
servidores, pues la general conversion de los suevos al mero su sangre; porque sabemos que las dos poblaciones
catolicismo, no se verificó hasta t559, al principio del reina- más importantes, y las únicas de que se conservan memo-
do de Theodorico, hijo y sucesor de Carriarico, por la pre- rías históricas, que eran las ciudades episcopales de Lugo
dicacion de San ~fartin Dumiense, como es harto sabido; y Britonnia, fueron destruidas tan completamente, que
pero esta resolucion no apagó del todo el fuego de la he- an1bas quedaron inhabitables, sin que la segunda volvie-
rejía que volvió más tarde á revivir de sus cenizas, porque se á reedificarse; lo que nos da á conocer que ninguna de
en tien1po de Recaredo, hablándose de la conversion de las dos debió entregarse hasta que agoló sus medios de
los godos, en el exordio del Concilio 111 de Toledo se dice defensa.
que se sujetaron á la iglesia infinita multitud <le gentes Esto es única1uente cuanto podemos decir sobre la domi-
suévicas, inducidas al error por vicio ajeno, y entónces nacion de los musulmanes en nuestra provincia, donde
reducidas á la verdad por la solrcitud del monarca. apénas permanecieron un lustro, pues de ella fueron arro-
Al gran rey Theodomiro sucedió su hijo Miro en jados por D. Alonso el Católico, hácia los años de 740.
583, quien despues de reinar trece años, tuvo por suce- Fállanos, sin embargo, reseñar un suceso acaecido en
sor á su hijo Eborico, jóven que sólo empuñó el cetro por esta comarca, poco tiempo despues que volvió á. quedar
espacio de un año, pues al cabo de él le encerró en un con- entregada momentáneamente al poder muzlímico. Cierto
lento y se apoderó del u1ando el tirano Andeca, de cuyas mahometano llamado ~Iahamud, que se babia rebelado
manos arrancó el cetro suevo el rey godo Leovigildo en 585, contra Abderraman de 1\lérida, se presentó á D. Alfonso
al año siguiente de haberle aquel usurpado; y así con10 el el Casto pidiéndole hospitalidad, la que le concedió pia-
tirano babia convertido al rey en monje, el conquistador dosamente el monarca asturiano, dándole permiso para .
trocó al usurpador en hombre de la iglesia, dcspues de ra- morar en Galicia. Pronto se dejó sentir su ingratitud,
surarle el cabello, con lo cual terminó la n1onarquía sueva pues auxiliado de numerosa tropa de su raza se apoderó
despues de ciento setenta -y siete años de duracion. II del territorio en que habia. e~contrado ho5pital_ario refu-
En n1edio de la oscuridad que envuelve el período his- gio, pretendiendo const1tu1r un nuevo reino. Pero
tórico que acabamos de reseñar tan ligeramente, y d~ la-, fué muy pasajera su dominacion, Y tristes para él las
falta de noticias que de él se padece, fuera de las ecles1ás- consecuencias de su usurpacion, porque D. A.lonso corrió
ticas que más adelante daremos en oportuno lugar, pode- contra él con poderoso ejército y consiguió una completa
I
mos citar un hecho particular á la ciudad <le Lugo, que victoria, dando muerte á lodos los sarracenos, incluso su
ton1amos del autor francés 1\lr. Dozy. Dice este sábio .Y caudillo, y apoderándose por consiguiente de su fortaleza,
erudito historiador, que en cierta seu1ana de Pascuas pe- que era el castillo de Santa Cristina, situado en la~ ~ár-
netró una cuadrilla de feroces suevos en la sala donde es- genes del 1\Iao, á siete leguas de Lugo, tres de Sarria Y
taba reunido el consejo municipal de Lugo, é hizo en los dos v media de !lc.nforte, y de cuyas fortificaciones aun
que allí se encontraban un sangriento y cruel degüello, se c¿nservaban restos cuando escribia el Dr. Pallares en
a pro, echándose de la santidad del tiempo que tenia á los la sel)'unda0
mitad del siglo xvn. Esta señalada victoria
Incenses desprevenidos y de<licados exclusivamente á las valió á la Iglesia de Lugo una. copiosa donacio~, Y á. la
prácticas religiosas. ciencia histórica un rico monumento, en la escritura que
1\lucho debió perder en importancia la ciudad de Lugo con tal motivo otorgó el rey Casto, en la que entre otras
'Y toda su comarca con Ja. incorporacion de Galicia al rei- curiosas noticias se encuentra la de que la ciudad de Lugo

'
CRÓNICA. GENERAL DE ESPAÑA,

fué la única que conservó sus muros en la invasion 1uusul- donde poder saciar su codicia y ejercitar sus feroces instin-
m:tna, á lo que contribuiria no poco su robusla conslruccion tos. Una tradicioo religiosa, muy extendida en el país,
y su extraordinaria anchura, que actualmente se admira, asegura que no lograron su perverso propósito, por visible
y que á pesar de la falta de grandeza monumental de los intervencion de Dios. Ocupaba á la sazon la sede dumiense,
n1ateriales que la forman, impropios de la suntuosidad de trasladada un siglo áales á San Alarlio de l\londo-
las obras romanas , suministra un apoyo bastante fuerte ñedo, el anciano obispo Gonzalo, cuando la presencia de
para afirmar que la muralla que hoy rodea á la ciudad de las naves normandas, junto á la desembocadura del l\{as-
Lugo es la misma que defendía á Lucus Augusti. ma , sembró el espanlo y el terror en los desconsolados
Dícese que el rey D. Silo se vió inquietado por una habitanles de las cercanías. Adverlido del peligro el pia-
rebelion levantada en los monles de Cebrero, por instiga- doso pastor, resolvió encomendar la defensa de sus ovejas
cion de los mooges de á la piedad y á la om-
Sámos, á favor de don nipolencia divina, para
Alonso II, y que la su- lo cual encaminósc
jetó, obligando á don procesionalmente con
Alonso á refugiarse en su, diocesanos á una
este mismo monaste- altura próxin1a, desde
rio, donde tomó el há- la que se avistaba la
bito despues de la der- temida Ilota, y llega- •
rota. dos á ella con1enzaron
Libre ya nuestra á dirigir fervientes sú-
prov1nc1a definitiva- plicas al On1nipotente,
mente de la don¡ina- teniendo al poco Liempo
,cicn musulmana, se la singular satisíaccion
presenlaron en las cos- de ver estallar una fu-
tas los normandos, riosa ternpeslad que
nuevos enemigos de echó á pique la mayor
opuesla procedencia parte de las naves.
que los 1uusulmanes, Aunque el hecho de
pues descendían de las acaecer una tormenla
heladas regiones de la y ser ríctima de ella
Escandinavia, de don- algunas frágiles em-
de sus codicio~os ins- barcaciones Lenga poco
tintos los impelian á de porlentoso, la pia-
lanzarse audazmente dosa fantasía de la edad
en débiles barca.i; á las media y otras cir-
embrabecidas olas en cunslancias de lo5
busca de inseguro bo- tiempos modernos, le
tin, y más temibles que han dado el carácter
ellas, porque la des- de milagroso. Al obispo
graciada costa donde Gonzalo se !e conceden
lograban desembarcar los honores de Sanlo:
era bien pronto sa- en el sitio que la tra-
qneada y entregada fe- <licion señala con10 el
rozmente á las llamas. punto donde la proce-
Escasísimas son las ,·ista de !a catedral de Lugo. sion hizo allo, se ha
nolicias que tenemos edificado una capilla:
sobre las expediciones y por ú!Limo, se cele-
que estos piratas hi- bra en ella una con-
cieron á las costas de Galicía, y todavía más reducidas las currida romería en el lúnes de la Pascua de Penlecostes,
particulares de las de nuestra provincia, que no pasan de hoy ya no tan productira, como ea otros tiea1pos, de ex-
conjeturas y tradiciones. Es de presumir que la prin1era vez votos y ofrendas.
que tocaron en nuestra Península fué en 8{,.4, cuando arro- Por una extraña y atendible coincidencia, no se tiene
jados por la tormenta desde la cosla francesa, que Lrataban ninguna noticia de que ocupase la sede mindoniense niogun
de hacer víctima de sus tropelías, vinieron á parará la can- obispo llamado Gonzalo hasla los últimos años del siglo x1;
tábrica, la cual recorrieron desde Gijon á. Finislerre, y de y al misn10 Lierupo, entre los nueve obispos que se Lcnian
la que fueron , ictoriosamente rechazadas por Ramiro I, por Sanlos en el monasterio de San Esléban de Rivas de
corriéndose despues por la costa occidental hasta la Anda- Sil , figura San Gonzalo Osorio, obispo que se dice de
lucía, en cuya invasiones seguro que devastarían nueslra Coimbra, y á quien Zeytao de Ferreira colocó en el
costa, si bien ofrecería bien poco pasto para su rapiña por año 908 , tiempo en que reconocid:tmenlc estaba ocupada
carecer de poblaciones y áun de monasterios. Establecido la silla de Coirnbra por Nausli, indudable sucesor de Froa-
cerca de ella el obispo de Dumio pocos años más adelante, rengo. Estas coincidencias, pues, vienen á dar un cierto
ya en la nueva expedicion de 966-971 encontraron en carácter n1ilológico á la persona de San Gonzalo.

PROVINCIA DE LUGO. •
!5

Las excursiones de los normandos por estas costa:; de- fueron confiscados en justo castigo de su tra1c1on , y
bieron continuar por algun tiempo, pues en la bula de muertos unos y desterrados otros de sus secuaces, logró, '
Pascual II , en que contirma la traslacíon de la sede min- coa no poca dificultad, ver restituida la calina y sosegada
doniense á Valibria, se dice que estaba sin llefensa, y soli- la rebelíon.
taria y expuesta, por su proximidad al mar, á las invasio- El reinado de doña Urraca v de su marido el conde don
nes de los sarracenos, pudiéndose creer sean los norman- Ramon de Borgoña fué de suma trascendencia en la cons-
dos á quien equi voeadamente se refieren estas palabras. titucion social del reino de Galicia; pero escaso en sucesos
Despues de la invasion que efectuaron estos al mando parti.-:ulares de la provincia que nos ocupa, á la sazon
, de su Rey Gundereto por junto al Padron, y de la derrota regida completamente por la guerrera teocracia de la
que sufrió el obispo de Compostela en Fornelos, atravesa- época, cuyas frecuentes desavenencias, orígen de constan-
ron tambien nuestra provincia por su parte meridional, tes litigios y áun de sangrientos trastornos, haremos notar
pues se asegura que llegaron hasta los montes del Cebrero . más adelante al tratar de la historia eclesiástica. en
No gozó larga paz aquella tierra, pues á la usurpa- particular.
cion de ~fahamud y durante las invasiones marítimas, Al advenimiento de San F~rnando al trono de Leon por
tardó poco en seguir la serie de rebeliones que contra los muerte de su padre D. Alfonso IX, resucitaron las revuel-
monarcas asturianos y leoneses se sucedieron desde el t~s de los inquietos caballeros que pretendían impedirlo,
siglo rx en adelante. Fué la primera la que el conde Fla- bien que fueron poco importantes, hasta el puulo de tener
cidio levantó contra D. Alonso III , con cuyo motivo se en su contra al mismo obispo D. ~ligue!, que á la sazon
presentó este monarca en Lugo acompañado de todo su ocupaba la silla de Lugo, y á D. !!Ia.rtin de ~Iondoñedo,
ejército, dondfl trató de inquirir las maldades cometidas y por lo cual y con la presencia del rey, pronto fué sofocada
aplicar los castigos convenientes. Otra rebelion semejante, la rebelion. Con motivo de la venida del monarca se ter-
en que tomaron parte varios condes de Galicia , hizo minaron tambien las diferencias que existían eotre varios
tarobien necesaria la pre$encia de D. D:!rn1udo II en Lugo concejos, que ya comenzaban á sacudir el pesado yugo de
por espacio de muchos días, hasta verla completamente los obispos y sus exigente~ señores, unas por sentencia,
sofocada, y disponer que fuesen derribados todos los cas- con10 la suscitada entre el concejo y el obispo de Lugo, y
tillos y fortalezas que habian levantado los rebeldes, obli- otras por concordia , como la confirmacion que hizo San •
gando á todos á vivir en los lugares llanos. Uuo de los Fernando de la avenencia hecha por el rey su padre entre el
castillos destruidos en aquella sazon fué el de Aguilar, en concejo de la Puente de Vivero y el obispo de ~Iondoñedo.
.cuyo lugar mandó el n1is1no rey D. Bermudo erigir una Desde este tiempo, la impaciencia que el tercer estado,
iglesia ; pero habiéndose abrigado nuevos temores de que alentado por las franquicias municip:lles, sentía por verse
la rebelion volviera á desarrollarse, se mandó edilicar libre del poder semi-feudal de los señores abadengos, fué
nuevamente, y el rey hizo donacion de él al obispo de creciendo hasta la formacion de la hermandad á medida.
Lugo. A la muerte de D. Alonso V de Leon, este castillo que se aurnenlaban los excesos seiioriales. ;\l tratar sepa-
estaba con otros varios, y algunas villas y posesiones, en radao1ente de cada localidad, daremos noticia detallada.
poder de un tal Oveco, que los había recibido en adminis- de los acooteci1nientos que con tal 1uotivo tuvieron lugar,
tracion y trataba de hacerlos de su propiedad, negándose haciendo ahora. tan sólo mencion de los constantes esfuer~
á entregarlos á la reina viuda doña Urraca, lo que no se zos que hizo el concejo de Yivero para librarse del don1i-
- consiguió basta que D. Bermudo 11[, apénas subido al nio del obispo de llondoñedo, lo que al fin consiguió
trono, vino á Lugo y envió un vicario contra Oveco, muy haciéndose realengo, y de los no méaos enérgicos, pero
engreido entónces con el patrocinio del conde llodrigo sí poco afortunados de los vecinos de Lugo, que no
Romaniz, que no le valió, sin en1bargo, pues vióse al poco pudieron sacudir el yugo de su obispo.
tien1po desposeido de todas sus villas y castillos, que en Estas nobles aspiraciones estaban vigorosamente fo -
pena de su desobediencia fueron entregados al obispo mentadas por los cuantiosos fueros que se concedieron en
de Lugo. el siglo xur, en razon á que se di,putaban los señores la
La d1vision que á su muerte hizo D. Fernando l de sus posesion de los vasallos, ofreciendo franriuicias á los que
estados entre sus tres hijos, fué ocasion de nuevos tras- quisiesen venrr á poblar ricos terrenos, que permanecían
tornos y profundas di,·isiones, que terminaron mo1nentá- incultos á causa de la escasez de brazos dedicados á la
neamente con la usurpacion del reino de Galicia, cometida agricultura; ofertas y concesiones que llegaron hasta el
por D. Sancho II contra su hern1ano D. García, y que ie caso de hacer con frecuencia libres á los pobladores
reprodujeron con n1ayor fuerza cuando la atencion gene- de puntos de escasísin1a importancia agrícola, de toda
ral estaba fija en la importante conquista de Toledo, que fazcndeyra, excepto de rauso, alevosía, furto y homicidio,
tan bizarramente llevó á cabo D. Alonso VI. Valido del cuyos

derechos tan1bien se concedían en parte á los
alejamiento del rey, el conde don Rodrigo ÜYeco ú Ove- mismos pobladores.
quiz, auxiliado de su madre doña Elvira y otros rebeldes, Llegó la autonomía del tercer estado (qu e así podemos
olvidando los cuantiosos favores de honra v• hacienda llamarla) basta el punto de que, en i2:i8, los vecinos de
que al monarca debía, y arrastrado de persuasion diabó- tres miserables parroquias, Sao ta ~Ilría de Chavin, San
lica, como confesó en la penitencia que despues hizo, Pedro de \'ivero y San Estéban de Yalcarría, enviaron sus
entró cautelosan1ente en la ciudad de Lugo, mató al meri- personeros á la corte, que estaba en f\ledi na del Campo,
ilo que la gobernaba y se apoderó de ella y de una parte para re~ponder á. la querella que diera de ellos el obispo de
de Gahcia. Pero Lomada Toledo, encaminó el rey sus ~londoñedo, porque hacia más de veinticinco años que se
huestes á Lugo, en la que no consiguió entrar sino á vira negaban á pagar la ;nartioiPga, segun lo mandára don
fuerza, y aprisionando al rebelde conde, cuyos bienes Alfonso IX. Sostuvieron Sll negativa ante ,\lfonso X, fltn-
Lrcn. •



CRONICA GENERAL DE ESPANA.

dándola en una carta que )e$ otorgara D. Fernando III 1nanca, Coria, Plasencia, !llondoñedo, Ciudad-Rodrigo~
cuando vino á Galicia, la cual pidieron al rey, su hijo, se Lugo, Badajoz, Avila y Tuy, pro1netiéndose reciproca
la confirmase, ad, irtiéndole que se lo pedian por él y por ayuda en todos los casos en que sus personas ó sus vasa-
ellos. Pero el Rey Sábio, léjos de esto, despues de oir otra llos fuesen injuriados. Las avenencias 6 convenios particu-
-vez al personero del obispo, dió la carta por ,nal ga11ada, lares se reducian á confederarse contra algun enemigo
mandando se quebrantase ante los personeros de las partes, poderoso, como la celebrada en 1317 entre la iglesia de
y condenó á los feligreses de las tres parroquias á pagar lo !lfondoñedo y D. Gutierre, hijo de D. Fernan Perez Ponce,
atrasado, si bien se lo a,nesurú de guisa que lo pudiera,& en que pron1etió D. Gutierre no hacer novedad ni fortale-
sufrir. Esta circunstancia de haber conseguido una carta za en el territorio del obispado, y ayudar al obispo contra
real por medio de un engaño, si bien no n1uy favorable quien le llamase, y en especial contra Lope Nuñez de
para su buena reputacion, da claramente á conocer el es- !llontenegro; ó eran simples treguas, con10 la que por tiem-
tado intelectual de los pobladores de estas insignificantes po de dos años otorgó en 1319 Juan Alfonso de Saa,edra
parroquias, cuia poblacion en la actualidad apénas llegó, al monasterio de VillanueYa de Lorenzana, cuyo abad
en las tres, á dos mil habitantes. habia aprisionado yendo en compañía de D. Gutierre;
Por estos tiempos los adelantados y sus merinos afii- prueba evidente de la estrecha armonía y evangélicas
gian á los pueblos con sus demasías en hacer pcsqtúsas y n1iras de las dos pequeñas provincias teocráticas que do-
pedir conducho, CUJOS excesos escasamente se reprimian minaban en el Norte de nuestra provincia.
con las cartas que contra ellos expedían los reyes en no La inter,enciou de los más poderosos caballeros de Ga-
muy lisonjeros términos. licia decidió por un momento la contienda en gran per-
No eran estos, desgraciadan1ente, los n1ayores males juicio delos obispos, pues en 1327 el infante D. Felipe,
que pesaban sobre el país, :-ino los que causaban los caba- tio del rey, tenia ocupada la ciudad de Lugo, y D. Pedro
lleros con sus tropelías continuadas, cuyo principal n1óv1l Fernandez de Castro, pertiguero maior de Sanliago, la de
eran las encomiendas de las iglesias; suerte de protec- l\londoñedo, de donde fué arrojado á viva fuerza, y á quien
torado que necc~ilaban para su defensa material, y que por una de las extrañas anom.alías de la época, el obispo

con frecuencia les era más no::iva que los daños que se de Lugo D. Juan dió la encomienda de su ciudad en el
proponian evitar, ia por las contiendas á que su po- año siguiente de 13~8, detallando minucioF-amcnte las
:.esion I el proceder de los caballeros daban lugar, ya condiciones de su nombramiento, hasta el punto de marcar
por los abusos que los mismos protectores cometian; con escrupulosidad el nún1ero de personas y el modo con
cuyo protectorado llegó muy pronto á convertirse en que habia de entrar en la ciudad, cuya defensa y protec-
verdadera. dictadura. Tristes ejemplos de tales escán- cion se le encomendaba. La preponderancia del pertigue-
dalos pudiéran1os citar en abundancia: limitén1onos sin ro llegó á tal extremo, que el arzobispo de Santiago
embargo á consignar los comeli<los por D. Rodrigo Gomez, D. ~Iartin Fernandez de Gres reunió á todos los prelados
conde de RiYadeo y Montenegro, con1endero del obispado de Galicia en una junta que celebró en el monasterio de
de !llondoñedo y del monasterio de ''illanueva de Loren- San lllartin de Santiago, para establecer los medios nece-
zana, que concluyó por robar el tesoro y llerarse las es- sarios, á fin de poner término álos males que ocasionaban
crituras de este monasterio, y los del caballero García tanto número de tiranos y miserables ladrones como opri-
Sanchez de las Riberas de )liranda, que asesinó y robo mían al país.
á Lope Alfonso, comendero y defens;ir de la Igle:;ia de Las incesantes turbulencias á que daba lugar el señorío
Mondoñedo. Estos hechos forman la triste historia de de la ciudad de Lugo, ton1aron por e~tos tien1pos un as-
esta provincia en la ~egunda mitad del siglo x111, en cuya pecto Yerdaderamente terrible. El obispo D. Juan acudió
última década sostuvo el infante D. Felipe (segun Riohoo) á Alfonso XI reclamándole se le derolriese, y habiendo
un sitio en Yillalba contra D. Fernan Ruiz, señor de ella accedido el rey á las súplicas de los vecinos y concedido-
y de Lémus. les un plazo para presentar sus privilegios, el obispo,
No presenta el siglo x1v más halagüeña perspectiva: en ántes de que terminase, hizo asesinar en su propio pala-
todo él no encontraren10s más que el imperio de la fuerza cio á los más intlu) entes de los vecinos, auxiliado por el
bruta de los desmandados caballeros, la ausencia constan- comendador del conde D. Enrique, cuyo crimen fué seve-
te del derecho, y las violencias y demasías de todos géne- ramente castigado cuando estuvo en Lugo el rey D. Al-
ros, pudiéndonos ser,ir de prirnera p¡"1gina la donacion fonso, de paso para la romería de Santiago, condenando
que en 1304 hizo D. Fernando IV al obispo de Lugo don á muerte al asesino y desterrando perpétuamente al obis-
Rodrigo, de los bienes conliscados á Andres Arias, vasallo po con privacion de su señorío.
de D. Fernando Rodriguez de Castro, por haber tratado Nuevo pasto para el espíritu indómito y revoltoso de
con perversa ferocidad á los vasallos de la Iglesia de Lugo, los caballeros gallegos, fueron las revueltas que se susci-
matando á unos y robando i muchos y quemando des- taron en el reinado de D. Pedro I, cuyo partido siguie-
apiadadam ente los can1pos y las casas. ron la ma) or parle de los caballeros gallegos, incluso el
Las generales turbulencias á que <lió lug1r la borrasco- conde de Lémus y Sarria D. Fernan Ruiz de Castro, que
sa minoría de Alfonso XI, excitó por una parte las pre- fué el último que reconoció á D. Enrique, y sólo en vir-
tensiones y desazones de los concejos, y por la otra dió tud de las honrosas capitulaciones que estipuló despues
ocasion para que se formasen concordias entre los señores de sufrir dos meses de sitio en la ciudad de Lugo, á cuyo
y el estado llano, entre los caballeros y abades, y entre obispo otorgó el conde una copiosa donacion fechada á 8
los obil'lpos entre sí, tal como el convenio que hicieron en de setiembre <le 1366, á tiempo que se hallaba cercado,
13i4, llamado concordia conciliar, los arzobi~pos de Com- con10 indemnizacion de los daños que en sus casas y he-
postela, Toledo ) ~e,illa, y los obispos de Búrgos, Sala- redades le infirieron con tal motivo, él y los amigos del rey

PROVINCIA DE LUGO. !7

-y suyos. Género de satisfacciones era este muy ca boga á agobiando á los vasallos con pechos , pedidos y otros
la sazon, que contribuia en gran manera al acrecenta- servicios.
miento de los bienes eclesiásticos, y de las cuales encon- Curiosas son las cartas que expidió contra él D. Juan I,
tramos algunas muy notables por estos años, como la do- una en virtud de la queja del obi:-po y cabildo y sentencia
nacion que Vasco Perez hizo en 1562 á la iglesia de Lugo, dada por los oidores de la Audiencia, y otra en razon á
en corregen1e11lo é enrnenda de los muchos males y daños que léjos de obedecer la primera, su comendero y su me-
que la babia causado, y robos de panes, ganados y otras rino prendaron á los vasallos de la iglesia y los llevaron
cosas muebles, y ,norles de !tornes que se hicieron •v co- grandes cuantías de maravedí,;; pero no fueron suficien-
metieron por su mandado. Tambien las mujeres participa- tes parl!, restituir á la iglesia la paz y sus biene:;, corno
ban del espíritu belicoso y un tanto sanguinario de la tampoco se consiguió con las excomuniones fulminadas
época, pues algunos años adelante, en i58G, ~laría Casta- por el obispo D. Francisco y por su sucesor D. Lope de
ña, mujer de ~fartin Cego, en con1pañía de Gonzalo y Al- :P.Iendo en 1395.
fonso Cego, confesaron que habían hecho varias injurias á Los auspicios con que se inauguró el siglo xv no fueron
la iglesia de Lugo, y que habian matado á Francisco Fer- más satisfactorios que los del anterior. El obispo de Lugo
nandez, mayordomo del obispo, por lo cual no sólo hicie- D. Lope babia muerto violentamente ámanos de los con-
ron donacioo á la catedral de todas las heredades que jurados descontentos; el de ~londoñcdo exijia injustas
tenían en el coto de Cereisa, sino que se obligaron á exacciones de sus va~allos; los ministros reales hacian otro
pagar mil maravedís, con protesta de no volver á. hacer tanto, y por último, los caballeros y <:scuileros tomaban
daño á l:i. iglesia, ántes por el contrario, de ayudarla, cuanto se encontraba á sus alcances, sin respeto á derechos
y basta de auxiliar á los recaudadores del obispo y del ni propiedades.
cabildo. Efecto necesario y consecuente de este estado de
l\lás pacíficas, aunque no más a:nistosas, eran las rela- cosas fué la formacion de la hennandad que se llevó á
~iones entre los varios poderes del obispado de Mondoñe- cabo en Santiago en el año 1 í 18. Desde entónces, en
do, á pesar de continuar incesantemente los vecinos de nuestra provincia, el gobierno del conclc de Lémus y sus
Vivero, Rivadeo y Valle de Oro en su firme propósito de parciales fué casi absoluto, pues en ella la hermandad,
oo reconocer el señorío del obispo, para lo que no perdo- aunque destruyó gran número de fortalezas, adquirió poca
naban cuantos recursos judiciales se les presentaban, in1portancia, y la mayor parte de los obispos que se suce-
siendo el principal n1edio que ordinariamente empleaban dieron en una y otra diócesis tenían abandonarla por com-
una constante y pasiva resistencia al cu mpli,niento de los pleto su residencia, estando enteramente dedicados al
mandatos episcopales. Sin embargo, á pesar de que estas ejercicio de sus ele\·ados destinos ci ,·ile,, á exccpcion de
disensiones y la indomable turbulencia de los caballeros los prelados que salieron de la misma casa de los Castros y
no dieron nunca lugar á escenas como las ocurridas en la Lémus, con10 D. Pedro Enriqucz, que ocupó la sede min-
prolongada lucha entre el concejo de Lugo y la mitra, donien5e de 1-126 á t4~5, y D. Fr. Alonso Enriquez que
tampoco bastaban siempre las medidas pacíficas ni los tuvo la de Lugo de 1470 á 1496. Fueron ambos fomentado-
simples mandatos para hacer respetar las disposiciones de res en gran manera de los calamitosos desórdenes que afli-
la corona, sino que era forzoso recurrir al auxilio de las gían al país, cuya intensidad era de tal naturaleza que ni
armas. Así sucedió en 1372, que tuvo D. Enrique II que en tiempo de Don Juan II ni de Enrique IV se logró ver
mandar al obispo de ~Iondoñedo que entregase el castillo brillar la paz ni por un mon1ento, por lo cual los naturales
de Felgoso al Adelantado mayor de Galicia, para que le se encontraban ya tan avezados á las corrupciones y
tuviese miéntras ponia justicia y sosiego en la tierra, á atropellos, que léjos de contrariarlos cada uno se apropiaba
causa de que no se obedeciera la órden que habia dado cuanto podía.
tres meses ántes, durante su estancia en Lugo por el n1es El primero de estos dos prelados era descendiente por
de febrero, mandando le fuesen dadas, entregadas y des- línea recta del célebre conde D. Pedro Fernandez de Cas-
embargadas al obispo de :P.fondoñedo las jurisdicciones tro, pertiguero mayor de Santiago, el que se hahia apro-
temporales y espirituales que le tenían en1bargadas algu- piado la encomienda de la iglesia de ~Iondoñedo en tiempo
nos ricos-homes é infanzones, caballeros y escuderos, sin de D. Juan I, y en cuyo nombre la tenia Juan Nuñez
razon y sin derecho, con pretexto de que tenían cartas y Pardo. Así que D. Pedro Enriquez hubo empuñado el
privilegios reales en que se les hiciera merced de ellas, y báculo mindoniense favoreció de tal modo á sus parciales,
á lo cual el rey les contestaba, que nunca fuera su inten- que autorizó esp\ícitamente la posesion de la encomienda
cion donar las tales jurisdicciones, ni era razon el d'ar que disFrutaba Pero Pardo, hijo del que la tenia anterior-
cosa alguna de lo que pertenece á la Iglesia. 1nente, y á quien, para mayor seguridad y alianza, d(ó en
No es creíble que el Adelantado consiguiera establecer casamiento su sobrina Doña Isabel de Castro. Pero as1 que
~\ sosiego que se le encargaba, á pesar de los n1edios que murió el obispo Enriquez, su sucesor D. Pedro Arias de
el rey puso á su disposicion, pues hasta le entregó la torre Daamonde interpuso de nuevo la reclan1acion de los
y ciudad <le Lugo para el misn10 objeto, por desconfianza bienes que hacía más de un siglo se babia apropiado la
que tenia del obispo, á causa de haber sido confesor de su familia de los Castro.; contra la voluntad <le los obispos,
hern1ano el rey D. Pedro. Si lo consiguió debió ser por los cuales, ni él ni sus sucesores lograron ver restituidos
breve plazo, en razon á que en 1380 el conrle de Lén1us y hasta la completa pacificacion del reino de Galici~, llevada
pertiguero mayor de Santiago D. Pedro Fernaodez de felizmente á cabo en tiempo de los Reyes Católicos, con
Castro se babia apropiado la encomienda de la iglesia de la venida del gobernador D. Fernando de Acuña y el
rtlondo ñedo y todos sus lugares y tierras, los cuales daba corregidor licenciado Garci Lopez de Chinchilla en el año
.í varios caballero~ y escuderos para que los tuviesen por él, de 14-80 .
!8 cnONlCA GE1'1ERAL DE ESPANA.

No fué ciertan1cnte en la pro,·incia de Lugo donde n1é~os esto re$pondi6 el conde que si tal hacia, era porque aque-
tu, icron que hacer para realizar su difícil con1etido, lla fortaleza fuera nial tomada, en razon á que nunca se
pues Pero Pardo, vulgarmente llamado el 1uariscal Pardo hicieran en ella los daños que en las otras que con justicia
de Cela, estaba enseñoreado de toda la parte septentrional, se tomáran; y porque el alcaide cometia varios excesos
en especial de l\1ondoñedo, de ''ivero y del , 1alle de Oro, contra el obispo su hermano y sus vasallos, de cuyas rentas
y.el conde de Lémus poseia desde la ciudad de Lugo hasta se apoderaba; por lo cual el alcaide no sólo era merecedor
las tierras de su condado. de que se le privase de aquella tenencia, sino de ser severa-
Contra el n1ariscal enYiaron los gobernadores al capi- mente castigarlo. No satisfecho el Uey Católico con estas
tan :t\Iadurra, quien difícilmente hubiera conseguido el débiles excusas, dispuso ir en persona á castigar la osadía
propósito de apoderarse de él, si no hubiese recurrido del insubordinado conde; pero cuando ya se había puesto
al soborno de sus infieles vasallos, que hicieron villa- en n1archa, recibió áutes de llegar á Astorga la noticia de
na entrega de su señor en la noche del 7 de diciembre su fallccin1iento, que hizo inútil la resolucion del monarca,
de 1483. Diez días despues, el 17, se levantaba un cadal- si bien no puso fin á los trastornos, pues ocurrieron nue-
so en la plaza de ::\Jondoñedo, donde el n1alaventurado vamente, aunque por poco tiempo, con motivo de la sucesion
mariscal y su hijo, jó,en de veinlidos años, fueron desapia- del condaJo. Fué el n1otivo que no dejó 1nás que hijas legíti-
dadamente decapitados, cuyo trágico suceso, que la tra- n1as, pero de un hijo que tuviera había quedado un bastar-
dicion ha revestido de las más pofticas formas, aseguró do, llamado D. Rodrigo, á quien el difunto conde había
perpétuamente el dominio real y el episcopal en el obispado puesto en posesion de varias villas y fortalezas, y consti-
Je ~londoñedo, y puso fin al escandaloso desórden de que tuido en heredero en virtad de bula de legitimacion que
fue ,íclima durante los últimos siglos. alcanzara de la Santa Sede. ~las el conde de Benavente,
Por Lugo no presentaban las cosas mejor aspecto. Toma- cuyo hijo estaba casado con la hija 1nayor del difunto conde,
da la ciudad al obispo D. Alonso Enriquez, ofendióse en llevólo tan á mal, que reunió gente de armas y se dispuso
gran manera su hermano el conde de Lémus de este hecho á tomar la herencia á viva fuerza, arrebatándosela á don
que consideró como una injuria propia, y se dispuso á Rodrigo, ya intitulado conde y defendido por los criados
rescatarla, ·ralido de haberse ya ausentado de Galicia el de su abuelo; lo cual tal vez consiguiera sin mucho esfuer-
gobernador y el corregidor que enviaron los Reyes Católi- zo, á no terciar en la cuestion el rey D. Fernando, por esta
cos, ) poderla tomar por consiguiente ántes de que fuese causa detenido en Astorr,a, á donde llamó á los conten-
socorrida; para lo cual púsola cerco á toda prisa con su dientes para dirimir la cueslion pacíficamente, exigiéndo-
gente y la que pudo reunir de otros caballeros sus an1i- les que depusiesen ánles las armas. Todo lo efectuaron
gos. Sabedores los Reyes de tamaño alentado, enviáronle fielmente, y quedó con esto restablecida la paz y sosega-
á. decir cuánto se mara,illaban de su osadía en cercar da para siempre la turbulenta nobleza que durante más de
fortaleza en que había alcaide puesto por su mano, man- dos siglos fué señora absoluta. del país, que había con-
dándole, por úllimo, que inn1ediatamente leranlase el ,ertido en campo de sus fecborías y teatro de sus continuas
cerco y dejase á aquel tenerla en paz y con sosiego. A contiendas.

CAPÍTULO III.
HISTORIA Y GEOGRAFÍA MODERNA.
Estado del país en los siglos xv1 y xv11.-Toma del puerto de Ri\'adeo por los ingleses.-Guerra de la Independencia.-Guerra
civil.-Limites de las antigua~ provincias de Lugo y :.\londoñedo.-Division jurisdiccional.-Lin1ites del departamento del
l\liño alto.-Prcfecturas y subprcfecturas.-Provincia de Lugo en ill22.-Ullima division territorial.

EL esladg en que se nos presenta el país en los primeros instilucion, llevada á. cabo por las Córtes de Toro con bien
áños de la edad moderna no es ciertamente más lisonjero escaso conocimiento económico, produjo muy fatales conse-
que el que nos ha ofrecido en los últimos siglos de la edad cuencias; pues no solo los capitales adquiridos por los
media, nliéntras la tiránica prepotencia de los señores, llamados indianos, sino los que procedian de especulacio-
felizmente abatida para siempre por los Reyes Católicos, nes mercantiles, de laboriosidad industrial , de conoci-
tenia en continua alliccion á Galicia. mientos facultativos, de economías domésticas, y hasta de
Al descubrimiento de las Américas siguió el desarrollo las ricas herencias de poderosos eclesiásticos, tan frecuentes
del espíritu de emigracion en busca de riquezas, no sie1npre por este tiempo, debidas á esa misma amortizacion, ,olvian
efectivas ni asequibles, que traídas al país se sepul- á caer en ella nuevamente. Los atropellos á que daba lugar,
taban en las fosas abiertas para la amortizacion, por las y los graves defectos que encerraba la extre1nada di vision
numerosas capellanías que por entónces se fundaron, jurisdiccional para la administracion de justicia, ayudaban
y por los innumerables n1ayorazgos que se crearon, cuya tan1bien á aun1entar la oenosa situacion de Galicia.
PROVINCIA DE LUGO. 29

No contribuían n1énos al sostenimiento de este estado de armas que cada uno tuviese, y recoger toda la pólrora que
cosas, los sucesos generales de qne por entónces era teatro se encontrase, y asímisn10 se dió órden á los jueces de
la Península; la prolongada série de guerras sucesivas en Vi liaron te, Nois, Burela, Sao Ciprian y Portocelo para
que se ,·ió empeñada la nacion, y ea especial la sostenida que hicieran po11er inmediatan1ente á la lengua de tierra
con Portugal desde 1640 á 1668, fatigaron al país con las los caballeros hijosdalgo y la n1ilicia con sus armas y n1u-
levas, contribuciones, alojamientos y tránsitos de tropas, niciooes, para impedir al enemigo el desembarco de tropas,
que en esta sazon eran una pesada carga, y no méaos con si es que !o intentase por alguno de aquellos puertos.
el ridículo servicio de plazas que se obligaba hacer á los 'l'an1bien se avisó á los nobles de la ciudad para que
paisano~, cuyos sufrimientos se aun1entaban en las costas se pusieran en n1archa sin la menor dilacion y siguiesen á.
con las invasiones de moros y corsarios. la milicia, que ya babia salido á impedir el saqueo de la
La organizacion interior del país, no era tampoco muy villa con los jeícs de las fragatas que estaban en el puert<>
apropósito para contrarestar los males que la ailigian. de Rivac.eo y habian sido quemadas por los invasores.
Los municipios, á principios del siglo x.vrr, se ocupaban El estado de defensa en que se encontraba la provincia
en asuntos tan importantes, como el que en el año de 1615 de ~Iondoiiedo era harto lamentr.ble. Toda la pólvora que
embargaba la atencion del concejo de Lugo para la traida se pudo reunir no pasó de un quintal, y los arcabuces en·
de una reliquia de Sao Froilan, obispo de Leon y natural centrados no llegaron á treinta, la mayor parte sin cuerda
de Lugo, la cual fueron á buscar al monasterio de ~lora- y con las llaves podridas de orin.
ruela una comision compuesta. de individuos del cabildo •v El de los fondos no era n1ás satisfactorio, pues habiendo
del ayuntamiento; y en el n1ismo año sucedia otro tanto al Yenido á ~londoñedo el alcalde de la villa de Rivadeo en
de l\Iondoñedo con motivo de la reliquia de San Roseado, busca de 2.000 doblones que pedian los ingleses por re-
que comisionados de las mismas corpora ciones pasaron á tirarse, se encontraron con que no babia caudal alguno
buscar al monasterio de Cela.nova. existente en la tesorería de efectos reales de la provincia,
.l\liéotras tanto la clerecía babia recobrado sus antiguas y que en igual caso se encontraba el pec1Jlio del obispo,
costumbres marciales, y con el menor motivo abandonaba en razoo á las gr:i.ndes oh ras en que se hallaba empeñado,
la estola para colgarse el tahalí. aunque al fin accedió á prestar 500 doblones •v otros
Con motivo de la aproximacion á nuestras costas en 500 el cabildo, pero con tales condiciones de segu-
1596, de la formidable armada compuesta de noventa ridad, que hicieron irrealizable el empré:;t1 lo. Por fin el
velas, inglesas, francesas y holandesas, y gran número de presbítero D. Juan Antonio de la Rocha facilitó '2.400
lanchas, cuyos veinte mil tripulantes y soldados de des- pesos, de cierto caudal que tenia en su poder proce-
embarco con doscientos caballos mandaban el almirante dente de obras pías, cantidad á que redujeron los ingle-
Cárlos Ila,·er y el general conde de Essex, dispuso el obi~po ses los 2.000 doblones que querian, merced á la habilidad
de Lugo Dr Lorenzo A.sensio Otadui y Avendaiio, que se y talento del Reverendísimo P. Fr. Sebaslian Canedo,
convocasen los clérigos necesarios para la Jefeosa de la guard1ao del convento de San Francisco, y que se entregó
ciudad en caso de caer sobre ella el enemigo. Y cuando la por capilulacion para que no destruyesen los reales alfo-
escuadra francesa al n1aodo del arzobispo de Burdeos in ten- líes y almacenes de sal de S. .'.\l. y quemasen las igle-
tó hacer un desembarco en la Coruña en 1640, acudió á su sias y casas de la villa; con lo cual alzaron velas en 50 de
socorro el obispo de Lugo D. Juan Velez de Valdivieso con setiembre llevándose el navío de D. lliguel Fernandez
toda la gente que pudo juntar, tanto de eclesiásticos como de Paz.
de seglares; hecho que ya entóoces se vituperó por varias Figuran como los primeros sucesos memorables de que
personas, y á cuya defensa salió el doctor D. Juan Pallares fué teatro nuestra provincia durante la guerra de l:i. Inde-
y Gayoso, canónigo magistral de la iglesia de Lugo, el pendencia, los desórdenes cometidos por los soldados ingle-
mismo que escribió el libro á que puso el extrayagante ses en su retirada, famosa por la órden que dió el general
título de Argos divino: Santa Illa1'fa de los ojos grandes, ~Ioore de arrojar por un despeñadero del puerto de los No-
fundacion y grande:::-as de su Iglesia, que se imprimió en gales 120.000 pesos fuertes que llevaba, en vez de repar-
Santiago en el año de 1700. . tirlos entre sus subordinados, cuyos excesos fueron tales,
En la parte de Ri~adeo sufrier0n los naturales una pe- que las sombrías y horrorosas narraciones que de ellos se
nosa alarn1a en 1719, con motivo de haberse presentado han hecho, no hacen más que asemeJarse a la realidad.
en sus aguas tres navíos de línea ingleses. Uno de ellos, Antes de llegar á Lugo se vieron en1peñados en continuas
favorecido de la n1area, fondeó en el puerto acon1paiiado escaramuzas, y hubieran sufrido mucho en Constantin, si -
de sus lanchas el dia 27 de setiembre, sin que pudiese'"' ~Ioore no hubiese evitado el choque haciendo bajar con
impedirlo el fuego del castillo de la atalaya, con quien rapidez la caesta uel rio Ne ira, con lo que logró engañar
. , . -
sostuvo un v1v1s1rno canoneo. al enemigo, y a-;í que se vió cerca de Lugo, se detu,o
Así que turo conocimiento de este hecho el concejo de como á legua y media de la ciudad, en un sitio elevado y
.l\iondoñedo, dispuso, con10 autoridad superior de la pro- ventajoso, con objeto de presentar batalla á. los france<;es,
vincia, que las justicias inmediatas á dicha villa en\ia- los cuales asoiuaron el dia 6 de enero de 1809 por las
sen á ella toda la gente que tuviesen an1unicionada, con alturas opuestag á las que ocupaba el ejército ingle5; pero
personas que los n1andasen, y en aquel mismo dia, al hallándose el marigcal Soull, inferior en nü1nero, no
tien1po f]Ue esto se efectuaba, fondearon en la ria los quiso arriesgar la batalla, por lo cual, de~pues de hacer
otros dos navíos y desembarcaron seiscientos hon1bres, algunos reconocin1icntos, tomaron l0s inglese" el camino
que pudieron ganar la villa y se apoderaron del castillo. de la Coruña en la noche del 8 en medio de un deshecho
En atcncion á tan grave suceso, se mandó reunir en la ten1poral.
plaza ptíblica de l\londoñedo á todos sus vecinos con las Al ~aber la Junta de Astürias la oc1 pacion de Galicia á

30
'
CRONICA GENERAL DE ESPAN A. -
fines de enero de 180!>, dispuso que se formase una divi- en acémilas y en caballos de oficiales; ar<lid que surtió
sion de siete mil horubres , la que al mando del antiguo favorables efectos, y á los que no contribuyó ménos la ins-
ofirial de artillería, D. José Woster, comenzó una excur- truccion y confianza con que se distinguieron las tropas
sion por Galicia á principios de febrero, en atencion á ser españolas. Trabada la pelea. tardó poco la caballería
cortas las fuerzas del enen1igo que ocupaban aquella parte, francesa en Yolver grupas, y en desconcertarse la línea de
y á la conveniencia. de tener un apoyo en los patriotas de batalla, hasta el extremo de que infantes y jinetes corrieron
aquellos partidos, de los que ya se habian levantado al- precipitadamente águarecerseen la ciudad, hostilizándolos
gunos hácia la villa de Vivero. tan vigorosa1nente nuestras fuerzas en la retirada, que
Esta correría no fué ménos doloro,;a para los gallegos algunos catalanes de tropa ligera se metieron en la ciudad
que las de sus propios enemigos. pues las tropas de Woster confundidos con los franceses, teniendo despues que salir
se portaron en Riradeo con10 s1 cfecti,aruente lo fueran, y con ayuda de los vecinos, descolgados por las casas pega-
entre los atentado3 que cometieron fué de los más sensi- das á la muralla. Las pérdidas por parte de los franceses
bles el asesinato del rico é ilustrado comerciante de aque- fueron considerables, y entre las nuestras hubo que la -
lla ,illa D. Rai,uundo lbañez. mentar la de varios oficiales, uno de los cuales fué el co-
A pesar de la poca confianza que debían infundir á mandante de ingenieros D. Pedro Gonzalez Dá.vila, dis-
" 'oster tan indisciplinadas tropas, intentó sorprender á tinguido por su valor.
los franceses que guarnecian á b1ondoñedo, y lo hizo con En vista de no ser posible Lomar la ciudad inmediata-
tan poco acierto, que Iª fuese por sus mal concertadas mente por la defensa que le prestaban sus antiguas mu~
órdenes, ó por el poco esmero que puso en cumplirlas el rallas, y la arrogante respuesta que dió su gobernador
coronel Linares, á pesar de ocupar éste el único camino á la intimacion de que se rindiese, decidió b1ahy formali-
por donde tiene salida llana el valle en que está situada zar el sitio, que sostuvo muy pocos dias, pues el 22 del
la ciudau de b1ondoñedo, lograron retirarse los franceses n1isn10 n1ayo, sabedor de que se acercaba el ejército de
sin gran molestia. Soult, procedente de Portugal , le levantó y se replegó á
No pararon en esto las imprudencias de Woster, pues blondoñedo en donde se encontró el 24 con la Romana, que
así que entró en Mondoñedo, no pensó en otra cosa que en venia de Rivadeo, en cuyo puerto desembarcara salvándo-
disfrutar de las fiestas y convites con que le obsequiaron se de los peligros de Astúrias.
los mindonienses, sin tener en cuenta la clase de enemigo Poco ticn1po pl\rn1anecieron aquí estos generales, porque
con quien tenia que luchar. Pronto p1gó su inadver- conociendo lo desventajoso de su posicion y lo expuestos
tencia, pues pre,alido de ella el general franccs :\Iaurice que estaban á ser sorprendidos por los mariscales Ney y
l\Iatbieu, que mandaba por aquella parle, y acababa Soult, emprendieron una atrevida marcha hácia el Sil,
de entregar al saco y furor de la soldadesca la villa de para abrigarse en Portugal, cruzando cautelosamente el
\ 'ivero, en la que se habia forll!ado una junta, Yolvió camino real en las inmediaciones de Lugo, y pasando por
sobre :\1ondoñedo y sorprendió y dispersó la di,is1on de l\Ionforte, cuya villa habia sitio poco ántes incendiada y
\\'oster, obligándola á internarse en Astúrias. horrorosamen le saqueada.
Animados los gallegos con la presencia del marques de El temor al peligro que correrían las tropas francesas
la Uomana y auxiliados con las instrucciones dadas por si las españolas se unian con las que estaban de la parte
el general ;\loscoso para la guerra de partidas, pronto de Ponlevedra y si aumentaba la insurreccion como era
se declararou en plena insurreccion, la cual comenzó en de esperar, impulsó á los dos n1ariscales á tomar prontas
nuestra provincia por la parte comprendida entre el valle medidas, y en su consecuencia, se dirigieron al ~lediodía
de Cruzul y el monte Salgueiro, en donde los naturales de Galicia en persecucion de los españoles.
interceptaban correos y destacamentos, señalándose nota- Soult se encargó de dispersar á la Romana; pero en vez
blen1ente entre los guerrilleros el juez de Cancelada Don de seguirle se detuvo alguuos dias en lionforte, y despues,
. Ignacio Ilerbon, quien á fines de febrero atacó en Doncos en vista de lo allerado del país, de las noticias de la
un conroy y le tomó en su mayor parte. guerra de Austria, y más que todo arrastrado por los
Despues de las discordias suscitadas entre la junta de celos y rivalidad suscitados entre él y Ney , decidió
Astúrias y el marques de la Romana, la parte del ejército abandonar la persecucion de la Romana y volverse á.
que gobernaba en su ausencia D. Nicolás blahy, compues- Castilla, en cuya marcha al seguir el curso del Sil, por no
ta de unos seis mil infantes y dos nlil caballos, se adelantó poder atravesarle hasta ;\loute-furado, los naturales colo-
por bleira hácia Lugo, y en la féria <le Castro, á dos leguas cados en la orilla opuesta, y 1caudillados por el abad de
de esta ciudad, la vanguardia mandada por D. Gabriel de Casoyo y su herillano D. Juan Quiro3a, le hostilizaron con
l\Iendizábal se encontró el f 7 de mayo con una columna vigor, cuya hazaña les costó bien caro, pues el mariscal
enemiga de mil quinientos hombres , á la que obligo envió al general Loison á castigarlos, quien yermó la tierra
á recogerse en la ciudad. Al dia siguiente el general y quemó varios pueblos.
frances Fournier, su gobernador, sacó á la tropa fuera, A.I misn10 tiempo, viéndose el mariscal Ney abandonado
apo:, ando la izquierda en los mismos muros y la de - de Soull, decidió dejar á Galicia, y el 22 de junio evacuó
recha en un pinar vecino, en cuya posicion le acometió la Coruña, dirigiéndose á ,\.storg1 por el cami no real, en
l\Jaby forn1ada su gente en dos columnas á las órdenes cuyo tránsito asolaron sus tropas sin piedad los pueblos de
de los generales ~Iendizabal y 'f aboada á que estaban nuestra provincia, que con su retirada se vió libre defini-
unidos los doscientos jinetes que mandaba D. Juan Caro, tivamente del ejército invasor.
dejando á espaldas la reserva regida por el brigadier Ningun hecho que n1erezca ocupar dignamente un lugar
Losada, y á cierta distancia un aparente cuerpo de caba- en esta crónica, presenció la provincia de Lugo con motivo
llería compuesto Je cierto nún1cro de soldados montados de las turl>ulcncias políticas de f 820 á 1823 , y de la in-
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PROVINCIA DE LUGO. 31
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ter, cncion de los cien mil france~es al n1an<lo drl <luque de comandante general del di~trito del valle de Buroo, deján-
Angulema. dole para que pudiese forn1ar cuerpo de ejército, tres
El mo, imicnto carlista. comenzó en nuestra provincia, comandantes, un capitan, nueve subalternos, y varios cabos
por el levantamiento <le las partidas de Sobrado de los Y sargentos, mil cuatrocientos fusiles, cien monturas, los
llonjes, Castrovcrde y ~leira, con igual di,ision entre sí, efectos ton1ados en la fábrica de Oviedo y otros de impor-
aunque no con carácter tan sanguinario como las le,anta- tancia.
das en la llancba.. El caili~ruo adquirió poco desarrollo en Continuó Gomez su marcha y atravesó el Miiío con el
ella, pues los esfuerzos que se hacían para dar incremento mayor órden por el vado de Tolda de San Fiz, despues
á la insurrcccion, se er,trellaban en el carácter de sus habi- de haber pern1anecido má:; de cuatro horas en el arrabal
tantes y en la influencia. que ejercian las ideas liberales de Castelo, á ,i~ta de Lugo, y sólo separado de ella un
sobre la clase mc<lia. Sin embargo, las partidas que tenían tiro de fusil, sin que E:I general Latre, capitan general
en continuo peligro á los moradores de la parte oriental de del distrito, que se bailaba en la ciudad, hiciese otra cosa,
nuestra pro,incia, hácia Fonsagrada, Buron y l\leira, co- á pesar de no ser insignificante la fuerza. del ejército y de
metian tan atroces hazañas y horrorosos crímenes, que nacionales de que disponia, que dispar3r algunos caño-
hicieron neceEario el célebre bando que dió el capitan nazos, que fueron totalmente inofensh os á los carlistas
general de Galicia, D. Pablo Murillo, declaran<lo en estado los cuales continuaron su n1archa hácia la Coruña, apode-'
de sitio los partidos de ''illalba, FonEagrada, 1\ogalcs, rándose de 8.000 duros que conducía á esta ciudad el ad-
Sárria, Quiroga, :afonforte, Chantada y Lugo, puntos n1inistrador de rentas de Lugo, protegido por dos compa-
principales en que ejercian sus fechorías los tan malamente ñías de tropa.
llamados defensores de la religion, que no eran otra cosa El 1G apareció Espartero en esta ciudad en persecucion
que asesinos y bandii: l~~ de Gomez, donde no hizo más que conferenciar con Latre,
Uno de los partidarios de más nombradía en Galicia, siguiendo despues su marcha á Oren~e, y el 24. estaba ya
llamado ''illaverde, despues de Yerse sorprendido co:i sa otra vez de ,uelta en ella con el mismo objeto, saliendo el
partidá el 7 de abril de 1856 en Bandoniel, juri~diccicn de 26 con direccion á Astúrias, por el cottcejo de Buron.
Taboada, y haber dejado en poder de los liberales diez Gomez, despues de su e1:,tancia en S:.ntiago, volvió á
y seis muertos, varios prisioneros y la ma) or parte de sus atravesar nuestra pro,·incia para regresar á Astúrias.
caballos, y de ser batido el 20 de mayo en los montes El 21 de julio estu,o en Yillar de Parga y Dabamonde,
de Bami, Farelo y Esruida, apareció en las alturas de el 22 en Villalba y el 25 en l\Iondoñedo, desde donde se
Torron, y bajó con unos noventa caballos á practicar un encaminó al Principado.
reconocimiento sobre Lugo, llegando con adn1irable osadía Aunque Gomez no cumplió la mision que babia recibido
basta el mismo puente, tan próximo como es sabiJo de organizar la rebelion en Galicia, su presencia bastó
á la ciudad. Salió de esta una pequeña columna con para fomentarla. en gran mallera, lo que dió lugar á hechos
objeto de batirle, pero al avistarla Yilla, erde se retiró con ya de alguna importancia, como el ataque que Pardo con
los suJos á su primitiva posicion, e,olucionatdo hábilmen- su partida dió i la feria del ;\Ion te en 21 de agosto, en
te, con objeto de flanquear al enen1igo y atraerle á una donde se bailaba una pequeña columna del proyioci:\I de
llanura en que pudiese maniobrar la. caballería. ~lerece Lugo; el de llatin, en donde los carlistas Bullan y Sar-
referirse entre los ,arios episodios que entónces tu,ieron miento atacaron el 19 de octubre á la columna de Tiron, que
lugar, el encuentro de di(z lanceros n1andados por \'illa- tuvo que ceder á la superioridad numérica del contrario;
verde en persona, con cinco hombres que lo estaban por un el de Cid en 2:5 de no,iembre con los carlistas de Perez,
sargento, que pelearon tan heróicao1ente, resueltos á morir que ascendian á cien infantes y cuarenta caballos, con los
ántes que abandonar su puesto, J con tanta fortuna, que que recorría la pro,incia de Logo; el del 26 en Fuensa-
el nacional D. Alejandro de Castro Gonzalez mató de un grada; los de los dos dias siguientes en Guiteriz; la sor-
pistoletazo á Yilla verde, á tiempo que éste se disponía presa del 7 de diciembre, en que Bullan y Sarmiento
á atra,esarle de un lanzazo, con CU) a muerte se desalen- (sobrino) perdieron casi la mitad de su gente en Neira de
taron los carlistas y se pronunciaron en completa dis- Rey; la dispersion de los carlistas en l\Ionforte el 20, y
persion. por último, las trascendentales desventajas que sufrie-
Las revuellas y trastornos intestinos entre los mismos ron estos n1ismos en Buron, punto destinado á ser el cen-
liberales, aunque en pequeñísima escala, tenia algun eco tro de las operaciones, y en donde más fuerza alcanzaba
en nuestra provincia, como Jo declara la pequeña insurrec- Ja rebelion, al mismo tiempo que Lo pez ~• otros recorriaR
cion que sin verdadero carácter político hubo á. principios con ochocientos hombres la. tierra de Rivadeo y ~londo-
de julio en Rivadeo, la que ocasionó el destierro de algunos ñedo, y que Perez andaba por el valle de Quiroga.
nacionales. En fin, la rebelion llegó á alcanzar tal incremento en
Por estos dias penetró en Galicia por nuestra provincia nuestra provincia un año despues, y las proezas vandáli-
el general carlista Gomez, al frente de la asombrosa expe- cas y horroro~os crín1enes cometidos por los partidarios
dicion que llera su nombre. El dia 14 de julio llegó á eran tales, que hirieron necesaria la presencia del capi-
,
Fonsagrada, cuJa fortificácion derribó: allí, despues tan general en la. capital de nuestra provincia, quien
de interceptar el co11eo, hizo las justicias que reclamaban en f. 0 de octubre de 1837 publicó una alocucion, dirigi-
varios robos cometidos por ~us soldados, á quienes arengó da á los orensanos, invitando á los rebelJes con la sumi-
el general y encargó muy particularmente el buen com- sion , al paso que los amenazaba con afrentosos castigos.
No fué nuestra pro,incia la última en recobrar total-
1iortaruiento con los paisanos que tanto le babia encare-
cido D. Cárlos. En este punto se presentó á Gomez mente la paz, ni en ver desaparecer los verdaderos fora-
el cabecilla llan1ado el Evangelista, que fué nombrado gidos que defendían en ella la causa del Pretendiente.


CRÓ¡\ICA GENERAL DE ESPAÑA.

Hasta que en el presente siglo se hizo la nueva division Cornea(, Piedrafita, el Cebrero, Visuüa, Orreós y Jestoso.
territorial de España en las actuales provincias, el terri- El límite S. que, con más ó ménos inclinacion bácia
torio de la que nos ocupa correspondia á las dos provin • el N. ó hácia el S., media 22 leguas contadas sobre sus
cías 6 partidos de Lugo y l\londoñedo. sinuosidades, la separaba de la provincia de Orense, y
La primera ocupaba unas 287 leguas cuadradas , en dejaba en el territorio de esta los lugares de San Vicente,
las que se encerraban la ciudad capital, las villas de la Robledo, Soldon, el Ilospital de Quiroga, Armida, el
Puebla del Brollon , Ada.y, Chantada, l\Ionforte de Lé- Nocedo y Ambas- mestas, un poco más abajo del que
n1us, Doncos, Otero de Rey, Villalba, Sárria y Puerto- comenzaba el rio Sil á servir de di vision, por espacio de 8
1\Iarin, mil no Yen ta y nueve feligresías y cuarenta y leguas, hasta su confluencia con el l\Jiño; atravesaba á.
dos cotos. Confinaba por el N. con la de Mond oñedo, este rio la línea divisoria por la barca de la Sil va, y fal-
cuyo límite comenzaba media legua al SO. del l\lonte deaba en seguida el monte Testeiro, dejando en la n1isn1a
del Viso, y seguia con inclinacion hácia el E. por las provineia de Orense los lugares de la Peroja, Armental,
faldas meridionales de los montes de Bouza, Pico y Car- Villamartin, las Paliotas, el Campo y Frouse y el monas-
vasin; to~cia por espacio de legua y cuarto por las in- terio de Osera. Desde el monte Testevro •
comenzaba el
1nediaciones del lugar de Lousada, falda oriental del límite O. con la provincia de Santiago, que corría hácia

-
- - == - -

" . ".
v. ' e

:\Ionte-furado.

monte del Toxoso y lugar de Carvallido, hácia el que daba el N. unas 5 leguas, por las inmediaciones del monaste-
una pequeña ruelta, cuyas tres demarcaciones quedaban rio de Bernardos de Azeveyro; poco más adelante seguia
dentro de la provincia de Lugo; continuaba 2 i /2 al SE., el curso del Deza hasta el lugar de Loson, torcía despues
dejando dentro de la de l\londoñedo los lugares de Baron- al NE. por espacio de 5 leguas, atravesando los rios Olla
celle, Arbol y Vazar; atravesando el río Bullo, torcia y Pambre una legua al E. de su confiuencia, y continua-
despues notablemente al NE. y cruzaba los rios Deau y ba 2 i/2 leguas al N., dejando en la provincia de Santiago
Miñotelo, aquel en la tierra de la Balura, á inmediacio · la,, illa de l\Iellid y los lugares de Remonde, Vinciauo,
nes del lugar de Villorente, y éste por las cercanías del Góndelin, Folladela y Pedrouzos. Inclioábase despues hácia
lugar de Gueimonde, ambos en la provincia de l\!ondo- el NE. la línea divisoria que la separaba de la provincia
iíedo; pasaba de allí al lugar de Al vare, y por último al de Betanzos, pasando por el lugar de San Antolin, de la
de Yillaboa, en la provincia de Lugo. Una legua al Le- provincia de Lugo, y por el de Porto-Salgueyro, de Be-
vante de este punto comenzaba la línea que por E. la tanzos, y por último, seguia wás pronunciado al Norte,
diridia de Astúrias, la cual torciendo al SO. dejaba den- dejando al lado oriental las feli¡:;resías de Anaíreita,
tro de sus demarcaciones los lugares de Couso de Trapa, l\lariz, Portobello , los Víllares, Cazás, l\Ion1an y l\liraz, y
Lamas de Campos y Suarna, el concejo de Na,ia y el al occidental, 6 sea :í. la provincia de Betanzos, la
lugar de Riveira; continuaba despues casi rectamente Panda y Aparra!, media legua al NE. del cual coníluia el
de N. á S. la divisoria del reino de Leon por espacio de 11 límite de estas dos provincias con el de la de l\Iondoñedo,
leguas, quedando dentro de la pro,·incia de Lugo el lugar en que comenzan10s.
de Pozo, el concejo de Cervantes y los lugares de Noceda, Esta tenia sólo de extension 5;5 1/ t legua5, en la que se


...

PROVINCIA DE LUGO. 33

contaban la ciudad capital, las villas de Ribadeo Vivero Sancha Rodríguez, Hospital de Gondar y la ~Iota, tenian
y Villanueva de Lorenzana, diez y seis cotos y ci¡nto cua- dos mil setecientos cincuenta y cinco vecinos.
renta feligresías. Jurisdiccion de Deza, Cotos de Pardesoa, San Vizenzo,
_ Dividíase de la de Lugo, por los límites que dejamos se- Cangas, Requeixo Cristimil, Des é Insoa, dos mil cua-
nalados; del Principado de Astúrias, por el rio Eo, el cual renta vecinos.
quedaba comprendido dentro de la provincia en la tierra Jur_isdiccion de Villalba, Cotos de Losada, Ameijide,
de 1'liranda; y formaba su límite septentrional la costa, des- Ferre1ra, Pino, Codesido, Fra0n-a, Roupar 1'amo(7a Felíu
. ' o ' '
de la desembocadura de este rio hasta una legua escasa V1llapene, Olleros, Gradaille, Renfigoy, Bugitan, Fraiz,
al poniente de Bares. En este punto comenzaba el occi- Tra_s , Castro y Mato, mil ochocientos setenta y dos
dental y su línea divisoria con la provincia de Betanzos, vecinos.
que bajaba casi rectamente de N. á. S., sin alteracion Jurisdiccion del concejo de Buron, Cotos de Carballi-
sensible, pasando por los lugares de Loiba, ~logar, y Cou- do, Padron, Lamas de ~loreira y Llacin, mil ochocientos
zadoiro, y terminando media legua SO. del monte del veintisiete vecinos.
Viso, en que comenzaba el límite meridional y la division Jurisdicciones de Chantada y Asma, Cotos de Olleros,
entre las provincia3 de Lugo y ?tiondoñedo. Villaquinte, San Cristóbal de Castro, Cartelos, Brigos,

El mosáico de la calle de Batitates en Lugo.

La division jurisdiccional en ambas provincias era tan Chouzan, Granjas de Vales, Sotariz, Pincelo y Veíga,
extensa, efecto de las antiguas concesiones señoriales, mil setecientos treinta vecinos.
donaciones de reyes y poblaciones de terrenos incultos Jurísdiccion de Samos, Cotos de Teixeira, Biduido, Ria-
hechos en especial por los monasterios, que ~n la provin- degos, Caritel, San Isidro, Villar Juan, Bintofrio y So-
cia de Lugo había ciento setenta y ocho jurisdicciones, y bredo, mil seiscientos cuarenta y ocho vecinos.
cuarenta y seis en la de ~londoñedo; hallándose distribui- Jurísdiccion de ~Ioreda y Coto de Eire, mil doscientos
dos los habitantes con tal desproporcioo, que la jurisdic- veintisiete vecinos.
cion de la villa de Vivero comprendía cuatro mil vecinos, Jurisdiccion de Castro de Rey, Cotos de Bendia, Cre-
y solo ochenta la de Somoza de Villouzan, Cotos de Vi..._ cente, Quintela, Pacios, Justas, ~Ioimenta, Roas , Silva,
Riberas de Lea, Etua, Cavaneiro, Condado, Formaran y
lladega, Rio, Cabezais y Armada.
Puede formarse idea exacta de lo anómalo y arbitrario Bousido, mil ciento treinta vecinos.
de esta division administrativa. y jurisdiccional, con sólo Jurisdiccion de la Puebla del Brollon, Cotos de Frojen-
tender la vista por el siguiente plan del vecindario de lasde, Cereixa, Parada de los ~Iontes, Vales, Pol, Val verde,
dos provincias de Lugo y ~loodoñedo, tomado del que hi- Salcedo y Raiña, mil ciento veintidos vecinos.
cieron las justicias por disposicion del Real Acuerdo en Jurisdiccion de Cervantes, Cotos de V1llapun y Villare-
llo, novecientos cuarenta y nueve vecinos.
los primeros años de este siglo.
Jurisdiccion de Otero de Rey, Cotos de Gaibor, San
PROVINOIA DE LUGO.
Clodio de Aguiar, Cela, :\Iatela, l\losteiro, Carral, Buido,
Saavedra, lilao, Damil, Fehnil, Prado de Cal, Pasadoiro
Gayoso, Don Alvar, Senande, Caseros de Diego Sanchez'
La ciudad de Lugo y su jurisdiccíon, Cotos de Gumian,
San ~iartin de Caboy, Soñar, Villalbite, Lavio, Villar de Sol,rado de Aguiar, Fíjan, Fraiz, Couso, Maceda, 5Pena~
LUCO,
,
31 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

dedra, Romariz, Trabancas, Reboleiros y San Lorenzo, Arcilla, Sisoy, Redos, Arcos, llide, Belide, Roga, Bola-
novecientos treinta y dos vecinos. ño, Jubin, Guizande, Chuchin, Foxo, I\Iouretan y Acal,
Jurisdiccion de la Ulloa, Cotos de Filgueira da Dehesa, cuatrocientos yecinos.
Quindimil, ~Ieijide, Orosa y Graña, novecientos veinti- Jurisdiccion de San Jorge de Aguas Santas, cotos de
siete ,·ecinos. Villardonas, Ermora , Moredo, Carteire, Vi llar, Cabrei-
Villa y jurisdiccion de Puerto-1\Iarin, Cotos del Ilospital ro , Roymil y Goyas, trescientos noventa y seis ve-
.
de la Cruz, Cabana Brayos, San Andrés, Trevolle, Neira, c1nos.
Lama, Cenon, Laja de Loyo, Trasloyo, Sesmonde y Jurisdiccion del Incio, cotos de Broza, Rendar, Sigeros,
Casas reservadas, novecientos Yeintidos vecinos. Goo y Readegos, trescientos ochenta y ocho vecinos.
Jurisdiccion de Cotonuevo, Cotos de PombeiFo y Fron- Jurisdiccion de San Antolin de Toques, trescientos se-
ton, tiene novecientos veinte yecinos. tenta y ocho vecinos.
Jurisdiccion de Courel, Cotos de Pacios de Lo~ada, Jurisdiccion de Trasmonte, cotos de Ombreiro, Torre-
Bisuña, Seara, Canopelo y Chau da Pena, ochocientos dez, :hfiraz, Rosende, Angeriz, Negradas, Nodar, Ana-
sesenta y un vecinos. freíta, Seijon, Cela, Parada, Lama y San Jorge, tres-
• Jurisdiccion de Sotomayor de Lemos, Cotos de Para- cientos cuarenta •y tres vecinos.
dela y Vilaboa, ochocientos un vecinos. Jurisdiccion de San Pedro de Narla, coios de Lamas,.
Jurisdiccion de Cotoviejo, setecientos noventa vecinos. San Jorge, Tierra de Orden, Ferreira de Negral y San.
Jurisdiccion de Navia de Suarna, setecientos sesenta y Martin de los Condes, trescientos treinta y tres vecinos.
.
un vecinos. Jurisdiccion de Tovés, cotos de Fonfria y Nalon, tres-
Jurisdiccion de Camba y Rodeiro, Cotos de Rioboo y cientos veinte vecinos.·
Salto da Aguela y jurisdiccion de Carboeiro, seiscientos Jurisdiccion de Lea, cotos de l\1onte Cubeiro, Cirio, Lu-
noventa y siete vecinos. dria, Ernande y Touron, trescientos diez y nueve ve-

Villa y jurisdiccion de l\Ionforte de Lemos, seiscientos CJnOS.
sesenta y dos vecinos. Jurisdiccion de Diomonde, cotos de Atan, Villarde Ote-
Jurisdicciones de Taboada y Villar, Cotos de l\foreda, lle y San l\Iartin de Acoba, trescientos once vecinos.
Queizan do Carballo, Merlan, Carbolledo, l\Iillan y l\lerla, Jurisdiccion de Luaces, cotos de Andion, l\Iosteiro, Li-
seiscientos cuarenta y un vecinos. jela, Pousadela y Saville, trescientos un vecinos.
Jurisdiccion de Neira de Jusá, Cotos de Constantin, Pi- Jurisdiccion de Guntin, cotos de Canedo, Layosa, Ber-
ñeira, Cedron y villa Estera de Herederos, seiscientos y Bóveda, doscientos noventa y dos vecinos.
treinta y un vecinos. Jurisdiccion de la Puebla de San Julian, cotos de Cer-
Jurisdiccion de l\feira, Cotos de Cuiñas, San Breijo y ceda y San Payo, doscientos ochenta y ocho vecinos.
Boel, seiscientos veintiseis vecinos. Jurisdiccion de Peibas y Amaran te, cotos de Basadre,.
Jurisdiccion de Aday, Cotos de Arquimil, l\Iatafagin, Salto Gian y l\Iuradelle, doscientos setenta y tres Yecinos.
l\fanan, S. Fiz de Paradela, Pausada, Valdomiro, Piedra- Jurisdiccion de Doncos, cotos de Ferreiros, de Balboa
fila, Cerdeiriño, Lamas, Fondo de Vila, Fonteita, Rive- y Cornias, doscientos setenta vecinos.
ras de Franquian, Colacion de Fornadeiros, Cellan de Jurisdiccion de Triacastela, cotos de Lamas, San Isidro
llosteiro y S. Salvador, seiscientos quince ,•ecinos. y Balsa, doscientos setenta vecinos.
Jurisdiccion de la villa de Sarriá, Cotos del Castillo de Jurisdiecion de Ferreira de Pallares, cotos de Santa
los lnfan tes, César, Vibille, Pinza, Domiz, l\feixente, Eugea, Rozas, Recelle , Caborecelle, Ermo, Penela,
Requeixo, Villaqueda, Fro~·an, Arquivide y Fafian, qui- l\Iartin, Bertamil y Gondaron, doscientos sesenta y tres
.
nientos ochenta y siete recinos. vecinos.
Jurisdicciones de Peñamayor, Neira de Rey, Cotos de Jurisdiccion 6 coto Real de Dozon, doscientos sesenta
.
Piedrafita , de Campo Redondo , Fillaselle , Fontes y y un yec1nos.
Retiros, quinientos ochenta y seis vecinos. J urisdiccion de Villasante, cotos de Tuiriz, Abuince,
Jurisdicciones de Parga y S. Vicente de los Villares, Edra, Pacio, Frenzas, Cármen, Pousa y Tor, doscientos
Cotos de las Monjas, Villanueva, Prado, Castro, Villa- treinta y nueve vecinos.
verde, Mariz, l\Iouro, S. Breijome, Lagos tell e, Acevedo, Jurisdiccion de Ronfe y Villambran, cotos de Siador,
Villar y S. Salrador de Parga, quinieatos sesenta y cuatro Supina, Raña, Rañoa, Santa l\Iaría de Villar, Vilanova,

vecinos. Barrio, Pousadela, San l\iartin de Oleicos, Villapedre,
Jurisdiccion de la villa de Castroverde, Cotos de Rio- Goyan, Onteiro de Goyan, Fremeado, Ferreiros y Frades,.
mol, l\Iirandela, Villafrio, Pena, ~1oreira, Sotomerille, ~far- doscientos veintitres vecinos.
rondo y Casas de I\Iondrid, quinientos sesenta vecinos. Jurisdiccion de Camelada de Abajo, doscientos quince
Jurisdiccion de :hlonterroso, Cotos de Borra, Cerceda, vecinos.
Seijon, S. Miguel de Penas y Villanune, quinientos treinta Jurisdiccion de Amandi, cotos de Lobios y Doade, dos-
y dos vecinos. cientos seis vecinos.
Jurisdiccion de Sober y Sindrau, cuatrocientos treinta Jurisuiccion de Valeira, cotos de Villouriz, Castrello,
vecinos. Varcia, Perez I\Iartin, Braña, Cubillera y Fontemira, cien-
Jurisdiccion del Cebrero, cotos de Valdefariña, Villa- to noventa y dos vecinos.
s ol, Vega de Forcas, Temple y Villaverde, cuatrocientos Jurisdiccion de Láncara, cotos de Villanueva, San Pedro
veintisiete vecinos. de Bande y Carracedo, ciento setenta y seis vecinos.
Jurisdicciones de German y Villaguisada, cotos de Juan Jurisdiccion de Castro de Rey, de Lemus y Coto de Vi-
Fidalgo, Prados, Fonte, Cospeito, Goa, Santa Cristina, llarpape, ciento cincuenta y un vecinos.
• •

.,


PROVINCIA. DE LUGO.

Jurisdiccion del valle de Oselle, ciento cuarenta y seis Cotos de .\.badin, Lagoa y l\lelle, l\Ioncelos, Samarugo~
-vecinos. Var_oncelle y Graña de Villarente, ciento noventa y nueve
Jurisdiccion de Vaamonde y coto de Pegara, ciento cua- vecinos.
renta y cinco vecinos. J~risdiccion de San Cosme de Barreiros, ciento noventa
Jurisdiccion de Friol y Prado, cotos de Sisto, Casa de vecinos.
Salgado, Torre, Casa de Carracedo, D. Andrés de Parga, Jurisdiccion de Villamea y Cotos de Pena de Cabras y
Pozo, Ozau, Vilar, l\lodelo, Agruna y Regedoira, ciento Barreiros, ciento sesenta y nueve vecinos.
treinta y seis vecinos. Coto de Canedo, ciento sesenta y t?h vecinos.
Jurisdiccion de Sobrado de Picato, Pacios, Lamas de Total de vecinos: dieziocho mil trescientos quince.
l\facaille, Bale y Chanzon , ciento treinta y cuatro vecinos. A consecuencia de la Conslitucion de 1809 dada por
Jurisdiccion de Cancelada de arriba, ciento diez y seis José Napoleon en Bayona, se hizo un proyecto de division
vecinos. de la Península por departamentos, en el cual se denomi-
Jurisdiccion de Narla de San Payo , ciento catorce naba al territorio de nuestra provincia, departamento
vecinos. del l\liño Alto, y se le designaba por capital á Lugo, Mon-
Jurisdiccion
. de San Juan de Noceda, noventa y ocho doñedo ó Rivadeo. Los límites que se le señalaron fueron al
vecinos. N. la costa del Océano, al O. la línea divisoria con el de-
Jurisdiccion de Somoza de Villouzan, cotos de Villade- partamento del Tanobre, al S. la que le dividía con los
ga, Río Carezais y Armada, ochenta vecinos. del l\liño Bajo y del Sil, y al O. la que le separaba del
Total de vecinos: treinta y nueve mil cincuenta y cinco. Esla y Cabo de Peñas. La nueva division territorial se
realizó en 17 de abril de 1810, en que se llevó á cabo la
PROVINCIA DE MONDOXRDO.
formacion de las prefecturas. A la de Lugo, subdividida en
las subprefecturas de Lugo, l\londoñedo y Vivero, se le
asignó todo el territorio comprendido en los siguientes
La villa de Vivero y su jurisdiccion, tenia cuatro mil límites. Por N. lacosta del Océano desde la desembocadura

~ec1nos. del Navia á la del Sor; por O., en que confinaba con la
Jurisdicciones de Villaforman, Alfoz, Castro de Oro, prefectura de la Coruña, este rio en todo su curso, desde
Tierra-Llana y el Coto de Oiran, tres mil cuatrocientos su desembocadura hasta su nacimiento en ~Iontonto, cuyo
setenta y seis vecinos. límite tocaba en el rio Furelos y terminaba en el Ulla, y
La ciudad de l\fondoñedo y los doce pueblos de su juris- dentro del cual se comprendían los pueblos de ~Iuras, et
<1iccion, mil ochocientos treinta y cuatro vecinos. Burgo, Germa de Rayola, los Villares, San Salvador,
La villa y jurisdiccion de Rivadeo, mil ochenta y tres Traspargas, l\famoas, Portobello, l\lariz, Vi llar, Negradas,
.
vecinos. Anafeita, Carlin, Na.ria, Corno de Boy, Paradela, l\lun-
Jurisdiccion de Galdo, novecientos vecinos. gocino y Villamor. Por el S. la di,·idian de las prefectu-
J urisdiccion de !\furas, Cotos de Caxoto, Gerdiz, Graños ras de Vigo y Orense el rio l\liño, y las sierras cuyas ver-
del Sor y Navea, ochocientos sesenta y cuatro vecinos. tientes meridionales perteneccná Orense y las septentriona-
Jurisdiccion de Miranda, setecientos diez vecinos. les á Lugo, quedando dentro de esta prefectura el Oebrero,
Jurisdicciones de Nois y Foz, y Coto de Burela, seiscien- Liñares, Hospital, Poyo Louzarela, Santa l\lariña, Gon-
tos cincuenta y seis vecinos. duraz, Freixo, San1os, Castrocan, Córneas, San Saturnino,
La villa y jurisdiccion de Villanueva de Lorenzana, qui- Loureiro, Nespereira, Pinza, Terreiros, Lage , Cortes,
nientos setenta vecinos. Puerto Marin, Sabadelle, Seijon, Torres, Bispo, Aial,
Jurisdicciones de Riotorto y Santa Comba de Orrea, y Pe ibas , Lodo~o, Leborey , Tarrio, Pedraza, San 1\figuel,
Cotos de Ferreira, Villaseca, l\fojoeira y Recesende, cuatro- Curbian y Ambreijo; y por E. que, como ya hemos dicho,
-cientos cincuenta y cinco vecinos. terminaba en la desembocadura del Navia, comprendía el
Jurisdiccion de Villarente, Bretoña y Reigosa, y Cotos Cebrero, Piedrafila, Quiotiñoira, Cornea!, Cabañas-anti-
de Cadavedo y Otero, cuatrocientos cuarenta y cuatro ve- guas, Villarelo, Nocedas, Cervantes, Cereij ido , Pozo,
. Valle de Rao y Ribeira, cuya superficie era de 247 leguas
c1nos.
Jurisdiccion de Lorenzana, cuatrocientos treinta y seis cuadradas de 20 al grado.
. En la division territorial de la monarquía hecha por las
'Vecinos.
Jurisdicciones de San Ciprian y Portocelo, cuatrocientos Cortes á 3 de marzo de 1822, marcaron á la provincia de

vecinos. Luao los siguientes límites: Al N. el Océano, desde la des-
Jurisdiccion de Castro-1\fayor y Labrada, trescientos se- embocadura del Eo hasta la isla de San Vicente, en la ría
senta vecinos. de Santa 1\farta de Orligueira. Al O., confinante con la de
Jurisdiccion de Vares y l\fogor, y Cotos de Landrooc y la Coruña, toda la ria de Santa :rtfarta y el río 1\1era hasta
Suegos, trescientos cuarenta y ocho vecinos. el Insua, desde donde se inclinaba la línea. divisoria al SE.
Jurisdiccion de Travada y Cotos de Balboa, Cedofeita y pasando por el monte Cojado, al E. del rio Canteira y de
Vidal, trescientos cuarenta y ocho vecinos. las Puentes de García Rodríguez y su término, yendo á
Cotos de Villaronte, San l\fartin y Ferreira, doscientos buscar la Peña de Coi ro por el O. de San Ro man y por la
cincuenta y ocho vecinos. sierra Loba. Continuaba por las vertientes de los rios
Jurisdiccion de Sante, doscientos cuarenta y nueve ve- Ladra y Parga, por el 1fandeo, por el monte Falgueiro y
. al E. de Cambao; seguia luego, como al SSE. por entre
ClnOS.
Coto de Cima de Vila, y jurisdiccion y Coto de Cabar- Anafreita y Grijalbo al puerto Salgueiro, y desde a.qui in-
cos, doscientos ocho vecinos. clinándose primero al SE. y luego al SO., se dirijia al E.
.
CRONICA GENERAL DE ESPANA.
-
3&

de Monte Ilermosa, entre lleire y Cuña, Ambreijo y Le- de Oviedo y el lín1ite oriental de la de Lugo, el cual con-
lJorreiro, hasta la confluencia del Pambre con el Ulla; tinuaba por las vertientes del Saldon, origen del Bisuña 1
continuaba despues la orilla derecha de este rio hasta llegar E. del Cebrero, Piedrafita, Comeal y Pozo y el puerto di-
al N. de Amaran te, volvia al SE. atravesando dicho rio, visorio de Leon, Galicia y Astúrias, desde el que mar.
y por el E. del mismo Amarante, terminaba en Salto de chaba hasta encontrar el rio Eo, en cuya des~n1bocadura
Aguela, cuyo pueblo quedaba dentro de nuestra provin- terminaba.
cia. El límite meridional que la separaba de las provincias Abolido el régimen constitucional con la entrada de los

de Orense y , 1illafrJnca, comenzaba en Salto de Aguela, franceses en 1825, se volvió á establecer la division ter-
en que terminaba el occidental, y se dirijia por los térmi- ritorial de las antiguas provincias de Lugo y l\Iondoñedo,
nos de San ?iiartin, Olvelda, Taboada y Mourelle, á la cual continuó hasta que por real decreto de 30 de no-
buscar la barca de Pincedo, desde la que seguia la orilla viembre de !833, y su modificacion de 21 de abril de 1834,
izquierda del Afiño hasta su confluencia con el Sil, conti- se erigió la provincia de Lugo dentro de los límites que
nuando despues el curso de este rio basta Puente Cigar- más arriba dejamos señalados, los mismos que en la ac-
Josa. Aquí daba principio la línea divisoria de la provincia tualidad conserva.

CAPÍTULO IV.
IDSTORIA ECLESlÁSTlCA.
Evangelizacion. - Iglesia sue,a.-Sillas episcopales de Lugo y Britonia.-Situacion de esta ciudad.-Restablecimiento de
la. sede lucense en los primeros años de la reconquista.-Su engrandecimiento.-Traslacion de la. sede dumiense á l\,1ondu-
met1lm.-1\1onasterio de benedictinos.-1\lonjes cistercienses.-l\1utaciones de la sede mindoniense.-Franciscanos y do-
minicos.-Con,ento de Villaorieote.-Los obispos abandonan la residencia.-Virtud en el episcopado.-Conventos de
monjas.-Clero cated:ral.-Antigüedad de la costumbre de estar constantemente expuesto el Santisimo Sacramento en la.
catedral de Lugo.

AoM1T1DA la predicacion en España de Santiago, San y se creó la de Bl'itonia, cuya situacion ha prestado vas-
Pablo y los siete varones apostólicos, debe suponerse que tisimo campo para explanar las más gratuitas suposiciones.
Lucus, ciudad á la sazon de gran importancia, no sería la Enojoso y fuera de propósito conceptuamos el entrar
última de la Península en que se dejaria oir su palabra en pormenores respecto de las arbitrarias situaciones que
evangélica, y que su eco se extenderia igualmente á los los escritores portugueses Vasco, Brito, Cardoso, Recen-
demas pueblos de la jurisdiccion. de y Contador de Argo te han dado á Bri tonia, colocán -
Por simples conjeturas, se cree tamhien que poseería dola en Britiandos, en Ponte Lima, en San l\lartin de
silla episcopal desde estos primeros tiempos, en conformi- Birtelo, términos de Ponte de Barca, j llnto á Viana , y en
dad con lo que se afirma en el privilegio que dió á Lugo las orillas del Lima, fundándose en el n1anifiesto error de la
D. Ordoño 11 en el año 915 por las palabras: Cujus Eccle- Crónica de España que, con un códice de Braga tildado de
~ia seu Sedes t•enerabilisima dignoscitur esse fundata in infiel por elmismoque le cita, la señalan confinante con Tuy.
Urbe Lucensi provincia Gallecie ab ipso initio predicatio- Hoy se considera yá como fuera de toda duda, que es-
nis A¡Jostolíce primitive ecclesie. Destituida ya hoy de todo tuvo situada á 2 leguas SE. de Mondoñedo , en la parro-
fundamento tanto la creencia de haber sido obispos de quia de Santa }faría de Bretoña, ligera corrupcion del
Lugo el mártir San Capito y los demas sucesores que tan nombre de Britonia. Fúndase esta opinion en ser reco-
aventuradamente se le asignaron, como la presidencia nocidamente sufragánea de Lugo, por lo cual debia estar
en la iglesia de Britonia del padre del apóstol Santiago, cercana á ella; en la aplicacion que se hace á la diócesis
llamado Aristóbulo Zebedeo ~ de San Lúcio, mártir, nos de Britonia de las iglesias de Astúrias en la escritura lla-
queda, como la más antigua memoria de la existencia de mada concilio de Lugo; y principalmente en la asignacion
obispo en el territorio que nos ocupa, la mencion que que en los primeros tiempos de la reconquista. se hizo de
se hace del obispo de Lugo Agrestio en el Cronicon de sus iglesias á la naciente diócesis de Oviedo , lo cual no se
Idacio , con motivo de ciertas consagraciones de prelados hubiera verificado de ninguna manera á estar situadas á
que se hicieron contra su voluntad en el año de 433. Esta tal distancia como está Portugal de Astúrias.
circunstancia, y la admision del Cánon Antioqueno, que or- Lugo conservó poco tiempo la dignidad de metrópoli,
denaba la precedencia del obispo de la metrópoli civil que ejerció sobre las igle5ias de Astorga, Orense, Tuy,
respecto de los demas obispos, ha inducido al P. Risco y !ria y Britonia, pues conquistado el reino de los suevos
otros autores á conceder á Agrestio los honores de por el arriano Leovigildo, cayó nuevamente Galicia, aun-
metropolitano. que por poco tiempo, en los e¡rores de esta herejía, y
La conversion de los suevos al catolicismo, á excitacion Lugo no recuperó su título de metropolitana hasta despues
oe San Martín Dumiense, y la extincion de los sectarios de terminada la dominacion de los árabes, en tiempo de
de Arrío y Prisciliano, dió, como es de suponer, gran- D. Alonso el Casto. Las únicas memorias que tenemos de
de desarrollo á la propagacion de la doctrina cristiana, las iglesias de Lugo y Britonia basta la epoca de la recon-
cuya consecuencia inmediata fué la necesidad que se quista, se reducen exclusivamente á las suscriciones que
sintió de aumentar el número de las sedes episcopales. de sus obispos encontramos en los importantes concilios.
Con este motivo, en 569, se erigió en metrópoli la lucense que por aquellos tiempos se celebraron.

PROVINCI.\. DE LUGO. 37

Rescatada Lugo del poder de los musulmanes, se res- de la existencia de monasterios en el territorio de nuestra
tableció inmediatamente su silla episcopal, que ocupó provincia; en 775 el rey D. Silo dió facultad para fundar
Odoario. No cupo la misma suerte á Britonia, pues quedan- el monasterio S¡Jerautano, entre los rios Euve y Jltlasma y
do despoblada esta ciudad, desapareció para siempre su cercano al mar; y en el misn10 siglo bailamos ya fun-
sede, pasando una parte de sus iglesias, como ya dejamos dado el de Avezano 6 l\leylan, bajo la advocacion de
dicho, á formar la diócesis de Oviedo, que á la sazon se Santiago Apóstol. En el siguiente se fundaron el de San
creaba. Despues de la victoria que alcanzó D. Alonso el Vicente de l\lonforte, en el valle de Lémus, y el de Santa
Casto del rebelde l\1ahamud, hizo una copiosa donacion l\faría de Barreto á orillas del Miño, que fué edificado por
en 852, á la iglesia de Santa l\faría de Lugo, por la cual le el abad Sinior, quien tambien construyó el de Santa Euge-
concedía nada n1énos que los obispados de Braga y Oren- nia, llamado Aclportum, y el de San l\lartin de Lansata,
se, cuyas ciudades no era posible restaurar por la penu- cuya situacion no nos es conocida con exactitud. Ya en el
ria de los tiempos; ordenando en ligerísima compensacion siglo x la creacion de monasterios alcanzó el incremento
de tal merced, que ciertas iglesias de la diócesis de Lugo que correspondia al floreciente estado á que en aquellos
contribuyesen con el censo asignado por los cánones á la tiempos llegó e\ monacato, á la sazon casi único depo-
iglesia de Oviedo, conservando la de Lugo la jurisdiccion sitario de los conocimientos científicos y artísticos. En 922
episcopal sobre ellas. Nueve años despues, este mismo el insigne monasterio de San Julian y Santa Basilisa de
monarca, hizo otra nueva donacion á la iglesia de Lugo, Samos, reducido entónces al miserable estado de una
restituyéndola al propio tiempo la dignidad de metropo- simple parroquia, era restaurado en virtud de privilegio
litana de que gozaba en tiempo de los suevos, y que aho- concedido por D. Ordoño II; en 969 el conde Osorio Gu-
ra nuevamente se le asignaba, trasladando á ella la me- tierrez erigía , con licencia del obispo mindoniense
trópoli de Braga y la presidencia de las iglesias de Galicia Theodomiro, el de San Salvador de Villanueva de Loren-
y Portugal. zana, con extraordinaria dotacion de bienes, ganados,
La expedicion que l\lohamed I condujo en persona con- libros, utensilios y ropas, ofreciéndose él mismo, por último,
tra Galicia en el año de la egira 2!'S1 (865 de J. C.), cuya como el más humilde siervo de la santa casa; y en 995 era
comarca atravesó en todas direcciones sembrando la de- fundado el de Santa Eulalia de Tingoy, á orillas del ~liño
vastacion, obligó al obispo de Dumio Sabarico á aban- y cerca de la ciudad de Lugo, por la piadosa doña Aldonza,
donar su sede y refugiarse en las montañas septentrionales hija de D. Guderindo y doña Senior. En fin, en este mis-
cercanas á la costa de nuestra provincia, estableciéndose no siglo existían otros varios monasterios de poca impor-
por último, en el lugar de lllindunietun1, con lo que quedó tancia y más ó ménos tarde incorporados á otros, como el
erigida la silla episcopal de l\1ondoñedo. de San Fiz, al pié del monte de la Cazolga, no léjos del
Los primeros documentos en que se menciona esta tras- puerto de Foz, y el de l\lasma en las frondosas márgenes
lacion de la sede dumiense, tales como el memorial del del rio de este nombre.
obispo Sabarico al de Lugo Flaviano, publicado por el La preponderancia que habia adquirido la iglesia de
P. .Risco , y las donaciones del rey D. Alonso 111 , que Lugo á principios del siglo x1 á causa de tener agrega-
se encuentran en los apéndices del tomo xv1u de La Espa- do á su propio territorio no sólo el de la diócesis de Braga
íía Sagrada, no satisfacen cumplidamente á la crítica sino tambien el de la de Orense, desde que fué devastada
actual, en razon á varios defectos que en ellos se encuen- por las huestes normandas al mando de Gundereto, decayó
tran, que agregados á errores de fecha y falta de concor- notablemente á tines del mismo siglo , tan pronto como
dancia con otros documentos, y á ciertas coincidencias volvió á erigirse de nuevo el obispado de Orense y se
que se notan con los sucesos de época posterior, despiertan vió la misma iglesia de Lugo sufragánea de la de Braga.
recelos nada infundados sobre su autenticidad. Con no Prolija sería nuestra tarea si tratásemos de hacer cir-
pequeño disgusto nos vemos obligados á renunciará hacer cunstanciada reseña de las copiosas donaciones otorgadas
de ellos un exámen detenido, porque traspasaría. con á las iglesias y monasterios en que nos ocupamos, durante
mucho los límites que pueden concederse en la presente el trascurso de los siglos x y x,, tanto por personas reales
crónica. • como particulares; y no lo sería ménos el dar noticia, por
De todos modos, en la segunda mitad del siglo 1x la más que fuese bien ligera, de los litigios y desavene~cias
silla episcopal de Duruio estaba trasladada á flli11du11ietutn, que surgieron por estos mismos tie:npos ya entre los _obispos
y en ella colocado el obispo Sabarico, á quien Ordoño 11 y los monasterios, ya entre los m1~mos prelad?s; eiemplos
hizo cuantiosas donaciones. irrecusables de la escasa influencia que tenia sobre las
Por este tie1npo, al paso que la clerecía, no muy abuil- personas eclesiásticas la doctrina de paz y mansedumbre
dante de virtudes, daba escándalos, como los producidos que respira la Religion del Crucificado.
con su mala vida por los clérigos de la iglesia de San La reforma cisterciense introducida en España en tiempo
Estéban y San i\1artin, n1encionados en una escritura que de D. Alonso VI y tan vigorosamente protegida por la infan-
tenia el monasterio de Samos, y el atropello que contra ta Doña Sancba, se conoció en Galicia á muy poco tiempo
]os monjes del 1nismo llevó á cabo el obispo de Lugo de su institucion, siendo la cuarta de las abadías de esta ór-
D. Ero, arrebatándoles las escrituras y privilegios y den fundadas en el país la de Santa liaría de ~feyra cerca del
otras n1achas cosas, y no las alhajas, por haber tenido nacimiento del Miño. Dícese que se llevó á cabo en 11-14,
Ja precaucion de ponerlas en salvo, transportándolas al si bien no se tiene ninguna noticia cierta hasta diez años
monasterio de Peña , el monaquismo se propagaba y despues, en 1151, en el que D. ~lonso \'11 h!~º una d~n~-
adquiria mayor importancia de dia en dia, bajo la sábia cion á este n1onasterio, y á su primer abad \ 1dal. Dec1d1-
institucion de la regla de San Benito. Desde los primeros da proteccion encontró el instituto cisterciense en muchas
siglos de la reconquista encontramos ya copiosas noticias y podero5as personas, de las cuales fué seguramente la
36 CRONICA GENERAL DE ESP.A.NA. -
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principal la condesa Doña Fronilde, señora del monasterio seguro que sabemos, es que en 1206 estaba aún en Riva-
de benedictinas de Santa María de Ferreyra, situarlo en deo, y que en 1233 se habia construido ya la capilla de la
tierra de Lémus y próximo al de San Vicente del Pino Trinidad en el claustro de la nueva catedral de la ciudad.
ó .l\1onforte. Hizo esta una cuantiosa donacion á su de l\Iondoñedo. Segun las me1uocias conservadas en anti-
monasterio en 17 de diciembre de 1175 , incluyendo guos calendarios de esta iglesia, y lo expuesto por el cabil-
al de l\te~ra, y con especial menc;on de las monjas que do en una queja elevada á D. Juan I en 1380, esta trasla-
quisiesen perseverar en su monasterio observando la Yida cion, que se consideró como la verdadera fundacion de la
prescrita por el instituto cisterciense, cuyo piadoso ejemplo iglesia , se llevó á cabo durante el episcopado de don
fué bien pronto seguido de gran número de personas, que ~Iartin, que comenzó en l2l9.
contribuyeron al rápido acrecentamiento de la naciente A la entrada del siglo x111, la institucion de las ordenes
órden. La condesa Doña Sancha Fernandez, la abadesa de monásticas se reforzó vigorosamente con la fundacion de
Sobrado Doña María Sanchez, el conde D. Velasco, D. Fer- otras dos importantísimas, que, cual ejércitos rígidamente
nando y Doña Teresa Sanchez, D. Fernando y Doña liaría disciplinados, vinieron á dar un nuevo a.poyo al poder es-
Osoriz, Doña El\'ira, D. Gu.iomar, hijo de la condesa Doña piritual del Papa. La primera de ellas y la que más se ar-
Fronilde, y por último, D. Fernando II, que cedió todo raigó en nuestra provincia fué la de los mendicantes, fun-
cuanto le pertenecia en el coto de Ferreira en 11.80, hicie- dada por San Francisco de Asís, de quien algunos han
ron á estos dos monasterios donaciones más ó méoos im- asegurado que vino en persona á nuestra provincia y que
portantes; con lo que reunidas todas llegaron á revestirlos de contribuyó á sosegar la rebelion de los lucenses contra el
tal grandeza que concluyó por atraerlos una terrible perse- obispo O. Juan á fines del siglo xu, en cuya fecha (como
cucion de parte de sus poderosos vecinos, quienes se pro- ya dejamos advertido) se encuentra un palpable error cro-
pasaron hasta invadir las posesiones de los monjes, nológico.
talar sus campos, vejar á sus criados, y arrojar sus ga- l\fás segura es la venida de uno de sus discípulos, que
nados de los prados y montes en que los apacentaban; fundó el convento de Rivadeo en 1214, y cuyas cenizas se
excesos que no eran extraños en el país por aquellos guardan con veneracion en una pequeña urna de madera,
tiempos. Algun tiempo despues, en 11.25, D. l\lunio Roma- resguardada con reja de hierro, colocada en el altar de
niz y su mujer ?tfaría Perez, por testan1ento otorgado á San Francisco de la iglesia de e,;te convento.
20 de febrero, hicieron donacion del 1nonaster io de San Pocos años despues, en 1219, se fundó el de Vivero, y
Pedro de Val verde á dos monles cluniacenses. en 1.249 el de Lugo, segun Rioboo.
Desde los primeros años del siglo xu hasta muy entra- Dos conventos de padres predicadores tuvo nuestra
do el xru, puede decirse que anduvo errante la sede min- provincia, los cuales databan del mismo siglo en que
doniense por toda la comarca septentrional de Galicia, fundó la órden el español Santo Domingo, pero no
pues en este tiempo, que apénas excedió de un siglo, es- se tiene exacta noticia de la fecha de su fundacion, pues
tuvo colocada en cuatro sitios diferentes. Ya hemos dicho el de Lugo se sabe tan sólo que fué durante el episco-
que desde el siglo x1 estaba situada la antigua. sede du- pado de D. Fernando Arias ( 1272-1275), quien dió li-
n1iense en un lugar colocado entre los rios l\fasma y cencia para ello, y en cuyo tien1po se comenzó á edi-
Oro, que se denominaba l\lindunietum. Su proximidad á ficar la casa. No llevó muy á bien el cabildo la venida
la costa le hacia muy expuesto á las calamidades que de los dominicos, porque á su instancia, el provisor Pedro
acarreaban los devastadores desembarcos de los norman- Yañez les mandó desistiesen de la construccion del con- •
dos, por cuya razon la iglesia mindoniense llegó á en- vento bajo ciertas censuras que les impuso, las cuales le-
contrarse poco ménos que despoblada, pues casi nadie vantó el Papa Juan XXI por breve de 1.277, otorgándose,
quería habitar en lugar tan peligroso. Tales fueron los por último, en 15 de julio de 1280 una escritura por el
poderosos motivos que indujeron á su primera traslacion obispo D. Juan y el cabildo en que aprobaban la venida
al Valle de Brea, como lo expresa la bula que con este ob- de los padres predicadores, les confirmaban la posesion del
jeto expidió Pascual II en el año de 1f 1.4, confirmando lugar en que fabricaban el convento, anulaban todas las
la ya efectuada. El intento de hacer una nueva po- sentencias que se habían dado contra ellos y sus bienhe-
blacion, con objeto tal vez puramente mercantil, ar- chores, y finalmente, declaraban provechosa su venida
rastró á D. Fernando II de Leon á trasladar segunda vez la para la salud espiritual de los fieles; todo esto bajo las
sede á la costa del mar, junto á la desembccadura del rio condiciones estipuladas en el instrumento que habian otor-
Eo, en el lugar de Ripaeuve, lo que se efectuó en virtud gado con autorizacion de su provincial. l\Iás oscura está
de privilegio expedido á 25 de julio de 1.f82. l\lás os~uros todavía la fecha de la ereccion del convento de Vivero,
son los motivos que ocasionaron la nueva traslacion de qne debió ser muy poco posterior, si es que no fué ante-
la iglesia catedral al valle de Brea, aunque no al mismo rior al de Lue;o, pues segun el P. Florez, ya estaba le-
sitio que ántes ocupara, sino un poco más al l\Iediodia, vantado en 1285 , y es creible que tambien lo estaba tres
en el fondo del valle, y entre los dos riachuelos que le cir- años ántes, y que fuesen sus frailes los padres predicadores
cundan y que más tarde forman el Masma reunidos con á quienes se refiere el obispo de ~fondoñedo, Nuño 11, en
otro tercero. Ninguna noticia tenemos sobre las razones la curiosa escritura de revocacion que otorgó en 1S de di•
de tan pronto cambio; pero es muy de presun1ir que, ó ciembre de 1282.
debieron ser muy parecidas á las que algunos años atras Durante el siglo xrv, las fundaciones de conventos se
obligaron á retirarla de la costa, ú originadas por la in- redugeron á la del de dominicas de Lugo, titulado de Santa
quietud de los habitantes y la continuacion de los litigios, l\laría de la Nova, llevada á cabo en 1565 por doña
suscitados poco ántes de llevarla á Rivadeo, sobre la pose- Sancha, mujer de Arias ~1endez de Grandas , y para cuyo
sion del territorio en que se colocaba. Lo único cierto y objeto vinieron doña Juana Estevez , priora del monas-


PROVINCIA DE LUGO. 39

terio de Santa l\Iaría de Balbis, de Santiago, y las religio- Don Diego de l\Iuros, se cuidaron mucho más de desempe-
sas Leonor Lopez, Teresa Vazquez, Teresa Yañez, Cons- ñar sus cargos de oidores de la Cancillería de Valladolid
tanza
. Lopez y Sancba Lopez, y dieron Fr. Jacome, que del gobierno de su diócesis.
prior, y los frailes dominicos de Lugo ciertas casas y Por fin, hácia mediados del siglo décimo sexto, varones
huertas que estaban en el barrio llamado Burgo-novo, de doctos y virtuosos, completamente dedicados á sus funciones
que les habia hecho donacion el obispo D. Fr. Pedro pastorales, ocuparon las sillas episcopales de nuestra provin-
lopez con consentimiento del cabildo. cia, tales como D. Diego de Soto que en los pocos años que
Por este mismo tiempo aparece fundado el convento de ocupó la sede mindoniense (1546-1549) llevó á cabo una
franciscanos de la Orden Tercera de San l\farlin de Villa- importante y nun1erosa série de reformas litúrgicas y dis-
oriente, conocido vulgarmente por convento de los Picos ciplinarias, al mismo tiempo que cuantiosas obras de utili-
.
en razon á estar situado en una escarpada montaña en-' dad y embellecimiento; D. Fernando de Vellosillo, que
frente de la ciudad de l\londoñedo. Las únicas noticias despues de dar evidentes pruebas de su celo evangélico
que. de él podemos dar con alguna seguridad son, que en la visita que hizo al arcedianato de Neira, perteneciente
Enrique II (1369-1379) otorgó un privilegio á sus frailes á la sede lucense que él ocupaba, se vió acoro elido de una
concediéndoles varias gracias y mercedes, el cual no co- terrible enfermedad que le postró en su lecho por todo el
nocemos sino por la confirmacion que de él hizo D. Juan I resto de su vida, dedicándose con tan tris te motivo al estu-
en las Córtes de Búrgos á O de agosto de 1379; y que en dio de los Santos Padres, cuyos trabajos vieron la luz pú-
1378 se estaba construyendo el convento, segun se des- blica en Alcalá, en 1585, bajo el título de Advertentire
prende de la escritura de anexion hecha en su favor por theologire scholasticre in B. Chrisostomum, et quatuor doc-
el obispo D. Francisco y el cabildo, de la cuarta parte tores ecclesire; y por último, los espejos de virtud y cari-
de San Clemente de ?.Ioraes y octava de Santiago de dad D. Pedro de Castro, de Lugo, y D. Isidro Cajo de la
Cillero. Jara, de l\londoñedo.
Los obispos, cuya atencion se fijaba con preferencia en La. instruccion de la clerecía comenzó por estos tiempos
los negocios concernientes á su potestad civil, en la admi- á llan1ar sériamente la atencion de la Iglesia, como lo de-
nistracion y mejora de los bienes, ó en el gran número de muestra la creacion de seminarios que dispuso el Concilio
litigios y 'contiendas suscitadas por la posesion de estos de Trento se llevase á cabo en cada obispado, por cuya
mismos bienes ó por asuntos puramente jurisdiccionales, razon se llamaron conciliares. l\tondoñedo le tuvo ántes
comenzaron á aparecer con n1ucba frecuencia desde el que Lugo, pues esta ciudad se le debe á su obispo D. Lo-
siglo xv como altos funcionarios de la corte, y más aún, renzo Otandi y Acevedo (1591-98) y la primera ya le tenia
como disfrutando al mismo tiempo de otras dignidades bácia 1575.
eclesiásticas. La Compañía de Jesús fundó el colegio de l\tonforte, el
D. Fernando de Valdes, á la vez que obispo de Lugo único que tuvo en la provincia, en 1586, y poco despues
fué visitador general del arzobispado de Toledo, cuyo comenzó á desarrollarse el período que pudiéramos llamar
ofició desempeñó ha:.ta su muerte en 14i5; su sucesor mongil, en atencion al número de conventos que durant~
D. Fernando de Palacios, consejero del rey de Aragon, él se fundaron, y en el que se dotó con uno á cada pobla-
murió en Tarragona de vuelta de sus viajes por Italia; y cion de las más importantes. En 1589 se fundó el de Santa
D. García ?llartinez de Bahamonde residia en Búrgos y Clara de Rivadeo; veinte años despues el de la misma santa
en Valladolid en donde se ocupaba en los negocios del en Vivero; y en 1322 el de igual instituto de l\lonforte por
Consejo del rey. Doña Catalina SandoYal y Roxas, donde ella misma tomó el
La silla de Mondoñedo no gozaba más de la residencia hábito, y en cuyo tiempo, muy próximo al de su fundacion,
de sus prelados, pues á D. Alfonso de Segura (!449-1453) se trasladó á las orillas del rio Cabe. Otros veinte años más
que unía á la posesion de este obispado, la de los deanatos tarde, en 165G, se fundaba el convento de la Encarnacion
de Toledo y Sevílla, morando en esta ciudad, sucedía Francisca en el coto de Otero, arrabal de la ciudad de l\lon-
Don Alfonso Vazquez de Acuña, oidor del consejo de Enri- doñedo, en virtud de lo dispuesto por Doña l\IaríaPardo de
que IV, no más celoso del cumplin1ien10 de· sus funciones Andrade en su última voluntad, trasladándose al sitio
pastorales. que hoy ocupa dentro de la ciudad en 17'13; y por último,
Esta serie de prelados, interrumpida algunas veces por en 26 de octubre de i 661, llegaron á Lugo las monjas
obispos como D. Pedro Enriquez de Castro, de ?\Iondoñedo, agustinas recoletas de Villafranca, que venían al convento
y D. Fr. Alonso Enriquez, de Lugo, de quienes ya que erigía D. Francisco de Valcarcel, oidor de la audien-
hemos hablado al tratar de la historia general, se prolongó cia de Canarias, con particular proteccion del obispo Don
aún, despues de terminado el estado de continua rebelion Andrés Giron, en el cual tomó el hábito la señora del fun-
que padeció el país, hasta el reinado de los Reyes Católi- dador al tien1po que su esposo abrazaba el estado ecle-
cos: pues D. Alfonso Suarez de la Fuente del Sáuce, que siástico.
del obispado de l\Iondoñedo pasó al de Lugo, era inquisidor Las fundaciones de conventos de frailes no alcanzaron
general y compañero del célebre Torquemada; D. Diego de tanta importancia por este tiempo, pues no se encuentra
Muros se honraba más en llamarse <lean de Santiago que ninguna noticia hasta el siglo décimo octavo, sino la de tr_as-
obispo de l\fondoñedo; anduvo en compañía del citado el Jacion del de dominicos de Santa l\laría de Pan ton á la villa
de Lugo D. Pedro Ribera, procurando pacificar los distur- de l\Ionforte, que puede considerarse como la verdadera fun-
bios producidos por el levantamiento de las Comunidades, dacion, pues esta fué hecha en 1569, por el licenciado Don
siendo más tarde nombrado presidente de la Cancille- Alonso Ares, cura de Santa ~faria del Rio, cediendo pose-
ría de Granada, y D. Diego Perez de Villamuriel y Don siones que despues salieron inciertas; por lo cual resulta ser
Gerónimo Suarcz l\laldonado, inmediatos sucesores de el verdadero fundador el conde deLémus, quien dió todo lo
CRONICA GENERAL DE ESP ANA. ,


necesario p~ra la traslacion y para el sustento de los reli- existencia de Cristo en el Sacramento contra la doctrina
. herética difundida ya por Galicia, que lo negaba.
g,osos.
El último convento de religiosos instituido en nuestra Ya desde largo tiempo se venia abrigando sospechas de
provincia, fué el del Rosal en la ci!ldad de l\fondoñedo, la antigüedad y origen que dejamos consignados á esta
para padres de la reforma de San Pedro de Alcántara, costumbre, como con harta claridad lo dió á entender el
debido á la piedad del obispo D. Fr. Juan l\Iuñoz y Salce- licenciado ?tialina de l\lálaga en su Descripcion de Galicia,
do, que llevó á cabo su establecimiento, teniendo que impresa por prin1era vez en ?tlondoñedo en 1550, en la
vencer las muchas dificullades que le suscitó la Órden octava siguiente:
tercera de la Penitencia con moti,o del convento de Vi-
Jlaoriente, que tenia próximo á la ciudad <le ~1ondoüedo, y En esta ciudad tampoco no callo
Estar descubierto en la iglesia mayor
que le impidieron Yer edificado el suyo, pues que no se El Sacramento, sin más cobertor,
concluyó hasta 1751, tres años despues de su muerte. Que en otras iglesias tal cosa no hallo:
El clero catedral, durante la prolongada série de siglos La causa y secreto queriendo alcanzallo,
transcurridos desde la institucion de las iglesias catedrales De estar así puesto tan gran Sacramento,
hasta nuestros días, ha sufrido numerosas y radicales re- Algunas se dicen, n1as lo que yo siento
Es lo me¡or contino adorallo.
formas. l\1uy lejos está de nuestro propósito el hacer aquí
una circunstanciada reseña de ellas, para la que no con- El R. P. Risco, despues de manifestar que ni en los pri-
tamos con el suficiente espacio; por lo cual nos vemos re- vilegios y documcutos antiguos de la iglesia, ni en todo el
ducidos á decir únicamente que las canongías, elevadas archivo del real convento de Sao Isidro de Leon, en que se
en la edad media á un número superior al que alcanzaban observa igual costumbre, habia encontrado ninguna me-
á dotar las reo tas de las iglesias, si habían de sustentar- moria antigua de ella, nos dá curiosas é interesantes no-
se los prebendados con alguna decencia, fueron 5ucesiva- ticias, de que sacamos en consecuencia que hasta el se-
mente reduciéndose, al paso que en los tiempos modernos gundo tercio del siglo décimo séptimo, la forma en que
se aumentaron las llamadas de oficio, por darse á personas se tenia expuesto el Santísimo en la catedral de Lugo,
de ciencia, pré,ia oposicion, con objeto principalmente de consistía únicamente en que las puertas del sagrario eran
propagar la instruccion religiosa del pueblo y de la cle- de cristal en vez de ser de madera ó piedra con10 en otras
recía, y las dignidades fueron poco á poco perdiendo sus partes, cuya circunstancia pern1itia que se pt1diese ver de •
peculiares atribuciones hasta concluir por no conservar de los fieles. A.sí se colije de una acta capitula¡ de 12 de di-
ellas sino el nombre. ciembre de 1579, y lo dice el señor Acuña, arzobispo de
La catedral de Lugo se componía hasta el concordato Braga en el capítulo LXX de la primera parte de la ffislo-
celebrado en 185l con la Santa Sede de doce dignidades ria eclesiástica de los arzobispos de su sede. De este sa-
que eran: dean, chantre, arcedianos de Alzancos, Deza, grario ó custodia con puerta de cristal habla el Dr. Pa-
Neyra, Sárria, Triacastela y Dozon, juez del fuero, maes- llares como existente en su tiempo.
trescuela, tesorero y prior de Acoba, veintidos canónigos, No se consideraba esta exposicion como verdadera-
un racionero titular, dos honorarios perpétuos y otros mente tal, pues fuera del tiempo en que se celebraban los
cuatro solo honorarios. di vinos oficios, alun1braban tan sólo al Santísin10 dos
La de Mondoñedo tenia once dignidades que eran: <lean, velas, y los prebendados permanecian cubiertos duran-
chantre, arcedianos de Trasancos, ' 'ivero, Azúmara, te todo el tiempo que las rúbricas generales no prescri-
?tlontenegro y ?tlellid, maestrescuela, tesorero, juez del ben que se quiten los bonetes.
fuero y prior, veinticuatro canónigos, seis racioneros, un En tiempo del señor obispo, D. Diego de Caslejon, fué
maestro de capilla, dos sochantres, dos capellanes mayores cuando se comenzó á dar á este culto una verdadera so-
y cuatro menores. lemnidad. En primer lugar, estando dicho prelado en Ma-
Goza la catedral de Lugo la singular preeminencia de drid desempeñando las Funciones de gobernador del arzo-
tener continuamente expuesto al Santísimo Sacramento, bispado de Toledo, remitió al cabildo una preciosa custo.,.
cuya costumbre, en el sentir de algunos autores, data d1a de plata para colocarla en el altar mayor, compuesta
nada ménos que del tiempo de los suevos; opinioo de que de dos cuerpos, el primero de órden dórico con doce co-
participó el mismo cabildo al pedir á la Junta del reino lumnas, y el segundo jónico con ocho, y terminada en
de Galicia en 1697 que le concediese algun donativo para una airosa cúpula con una cruz por remate, cuya custo-
aumentar el número de las luces que alumbraban al San- dia aseguraba el prelado en carta que la acompañaba,
tísimo, que la cortedad de las rentas de la catedral no fecha 24 de julio de 163G, que era obra de Juan de Arfe
permitía pasar de cuatro, en atencion á que contaba más de Villafañe, la cual debió hacer para otra iglesia, pues
1120 años la costumbre de tener constantemente expuesto estaba ya muerto el célebre platero desde 1.600. Oió-
al Santísimo. Lo que equivalía á decir que databa del se con esto mucha ostentacion al culto del Santísimo
tiempo en que se suponía celebrado el llamado concilio de Sacramento, y comenzaron á prodigarse mercedes y
Lugo. concesiones por la Santa Sede, los reyes, junta del
De esta misma manera opinó el Dr. Pallares, quien citó reino y particulares. Benedicto XIII aplicó á este fin é
un auto capitular de 24 de abril de 1615 en que el señor hizo perpétuas las segundas cuartas de todos los benefi-
obispo D. Alonso Lopcz Gallo manifestó al cabildo que cios del obispado, que Gregorio XV había asignado á la
babia visto papeles y privilegios existentes en el archivo fábrica de la iglesia, y Clemente IX concedió en 9 de
episcopal que así lo alirmaban, y cuyo orfgen y principio abril de 1G68, 200 ducados de pension sobre el arzobis-
se ha creido comunmente que proviene de que en un con- pado de Santiago, con condicion de que no se babia de
cilio de Lugo se defendió y determinó la verdad de la comenzar á pagar hasta la m11erte del Excmo. Sr. D. Pe-
'
P!lOVlNCIA DE LUGO. ,1
' dro Carrillo y Acuña, que eutónces presidia en la iglesia que le agobiaban, le impidiesen <lar más cxtension á su
Compostelana; pero este prelado, «deseando, dice el Padre liberalidad. El patriarca de las Indias y limo~nero del
ll1sco, no ser excluido de la gran nobleza que resultaba rey, D. Alonso Perez de Guz,uan el Bueno, regaló un
<le ser pensionario de Cristo Sa.cramentado, se ofreció excelente cáliz para que sirviese en el altar mayor, y el
desde luego á pagar la pension impuesta á. sus sucesores.» capjtan portugues D. Antonio Finoa de la Cruz hizo un a
Los reyes no se esn1eraron ménos en proporcionar recur- curiosa donacion en 1GG8, que especifica Pallares en su
sos para esta contínua sole,unidad. Felipe IV, á pesar de la historia al dar cuenta de la ro1uería que hizo á Lugo el
escasez de su:. recursos, hizo una donacion en el año de devoto capitan.
1GG2 de 7fh800 maravedís de juro sobre el servicio ordi- Pero quien n1ás se distinguió por su grandísima devo-
nario y extraordinario, y Cá.rlos II otras varias con lernii- cion y cristiana generosidad fué D. Antonio :b'ernandez de
nante expresion de que todas las sumas que se coilcedian ~lontenegro Freyre y ,\ndrade, fan1iliar del Santo Oficio
eran para el alumbrado del Santísimo Sacrac.tento. de la Inquisicion de Sevilla y dueño de la casa y jurisdic-
El limo. reino de Galicia otorgó una escritura en 1..0 cion de Fontela en Galicia. No se contentó este caballero
de ,uarzo de 1669, por medio de sus apoderados D. Diego ·con ceder, para la piado;a obra <¡ue intentaba, la cuarta
Somoza, D. Francisco de Rubiños Baamonde, regidor <le parte de las gana~cias que obtn riese en sus especulacio-
!lfondoñedo, y el Dr. D. Juan Belo, canónigo magistral de nes mercantiles, sino que excitó la piedad de sus amigos
Lugo, por la cual se obligó á dar 50.000 ducados de para que contribuyesen con lin1osnas, y alcanzó de Feli-
capital con 1.500 de renta anual, sacados por reparti- pe \' la concesion de 400 pesos de plata !'-obre los obispa-
miento de las siete ciudades del reino y sus pro, incias, dos vacantes de Ic.dias. Cou los caudales reunidos por
<:uya renta se babia <le emplear en cuatro velas de á libra, estos distintos medios, coinpró las ,\.ceñas de Alcolea, en
que debían arder, con las otras que ántes se ponían, delan- el arzobispado de Sevilla , que á fines del siglo último
te del Santísimo dia y noche. valian unos 930.480 rs., y despues se dirigió á Lugo, donde
Desde entónce3, y con arreglo á lo que se acordó, se en union del cabildo en 18 <le 1narzo de t 7;:¡9, dejó asen-
hizo la entrega de los 1..500 ducados con gran ceren10- tada la fundacion de los capellanes , que desde que se
nial, al ofertorio de la 1nisa conventual de la dominica abriesen las puertas de la igle~ia hasta que se cerrasen
infraoclava del Corpus, por n1edio de uno de los regido- habían de velar al Sanlísimo de dos en dos.
res más antiguos de las ciudades de Galicia, acompañado Contribuyó no ménos al ma.yor brillo del culto de la
del ayuntamiento y personas de distincion de la ciudad. catedral de Lugo su obispo D. Juan Saenz de Buruaga,
Este regidor asistía á las vísperas de la festividad en una quien remitió en 1. 1i'l. desde Zaragoza, á cuyo arzobispado
silla del coro alto, y al tiempo de hacer la entrega de la fué promovido, la rica custodia engastada de diamantes y
caja en que se contenían los escudos, pronunciaba un de- piedras preciosas, valuada en 20.000 ducados, en que
voto razonamiento en medio de la capilla mayor, al que estuvo expuesto el Sacra,nenlo ha:;ta 1855, en que fué
respondia el oficiante. sacrilegamente robada. Este n1is1uo prelado hizo traer de
No desmerecieron los presentes hechos por los particu- Génova las cuatro estatuas de mármol de Carrara que
lares y personas devotas de los que dejamos mencionados. adornan el actual tabernáculo, trazado en 1iG4 por don
El Excn10. Sr. D. Diego Osorio y Lamas, obispo de la Pedro Ignacio de Lizardi, y construido de rico3 mármoles
Puebla de los Angeles en ~léjico, hizo un rico donativo de Vizcaya negros y rojos, bajo la direccion de Elejalde,
de plata, cuyos réditos se habian de invertir en el alun1- cuya ol.Jra, con la gradería y pavimento de la capilla
biado del Sacramento, lamentándoi:e de que los empeños mayor, igualmente de mármol, ascendió á 288.144 rs.

CAPÍTULO V•


INDUSTRIA,
l\linería.-P e,qucría. -Sederia.-Laneria.-Lcnccría.-Tenerías. -Ferrerias.-A.lfareria. - Cerámic:i. - Armadores.-Otras
industrias.-Imprenta.

DE muy remoto tiempo data en esta provincia la explo~ cuando, y poder beneficiar las arenas que el rio depositara
tacion de los metales encerrados en las entrañas de la en los intervalos por todo el espacio de la' vuelta, utili-
tierra. zando de este modo el lavadero natural que proporcionaba
El más importante vestigio que nos ha quedado de los el mismo Sil.
trabajos practicados en la antigüedad con este objeto, es En otros muchos puntos se explotaron tambien los coo-
seguramente el famoso túnel que se conoce con el nom- rrlomerados auríferos de los terrenos diluviales, por medio
bre de ~lonte-furado, abierto por los romanos para des- de la remocion del terreno; como lo atestiguan los inmen-
viar el curso del Sil y poder utilizarse de las ricas arenas sos pedregales que se hallan al S. y al SE. de la ria de
auríferas que contenía en su fondo. Consiste esta magna Foz, cuya faja saqueada puede estimarse en cerca de 2
obra en un socavon de unos 400 metros de largo, 18 de kilómetros de largo, unos t 50 metros de ancho y 4 á 7 de
ancho y 12 de alto, practicado á traves de una loma, á profundidad. Otros muchos de este género, pero de menor
la cual rodeaba el rio, dando una vuelta de cerca de un consideracion, se encuentran en la provincia: uno al
kilómetro, con objeto de encauzarle por él de cuando en NO. del Brollon, de igual exlension que: el anterior, algo
LIIGO, 6

'

CRO~ICA GENERAL DE ESPAÑA.

ménos profundo ; otro muy parecido en Villacbáa y sobre En este rui5mo punto se cogian 300 quintales de congrio,.
el Navia; otro más pequeño en 1foncelos de la tierra y 4.380 de pescada en el puertecito de San Cipriao.
llana del Miño; algunos en Constantin, orillas del Neira; Los aparejos que se empicaban para la pesca eran , en
varios en el valle de Lor; muchos en el valle del Sil, desde Vivero, traiiias, rapetones y lanchas para la sardina; en
Puente de Domingo Florez hasta más abajo de Quiroga; y Cillero, para esta misma pesca, traiñas, chinchorros y
por último, los pedragales saqueados junto al Monte-fu- lanchas, y en ambos, volantes para la sardina y espineles
rado del Eo, frente á San tirso y en varios puntos de la para el congrio. En San Ciprian pescaban la sardina con
region del Navia. En todo5 estos sitios los guijarros mayo- rapetas chicas y redes de Feyto 6 sardineras, y la merlu-
res y las peñas rodadas quedaron en montones en el n1ismo za, congrio, rodaballo y raya con volantes rascos con
sitio explotado. lanchas. Los matriculados de Burela tenían tres traíñas,.
Es seguro que no se beneficiaron todos los depósitos de de las que solían formar algunos chinchorros, que emplea-
acarreo para la extraccion de tales riquezas, pues en los ban con lanchas y botes en la pesca de la sardina. En.
del valle de Oro, Rivadeo y Lugo no se nota ningun indi- este puerto se hacia alguna salazon de congrio , que se
cio de haber sido removidos; por lo tanto la impropiedad exportaba para Castilla. En el de Foz, cuya importancia.
que resulta en los nombres de Valle de Oro y Fazouro por su pesca fué en algun tien1po de tanta consideracion,
hizo sospechar á D. Guillermo Schulz que los explotado- estaba reducida á fines del siglo pasado á unas pocas lan-
res tal vez morarían en este valle y harían la refinacion chas y un bario te, usando para la sardina el feyto, para
en el rio que le atraviesa. El único dato que poseemos el congrio el palangre, y las rapetas para el pescado blan-
respecto de esta industria en la edad media es la conce- co. En Rivadeo la pesca ha sido siempre de poca conside-
.
sion que hizo Sancho IV al obispode Mondoñedo D. Alva- rac1on.
ro Gonzalez en 1289, para que pudiese hacer salinas en A pesar de las condiciones poco favorables del clima de
cualquier parte de su obispado. nuestra provincia para la cría del gusano de seda, ya
Las primeras noticias que tenemos de las modernas desde el siglo xv1 se mostró empeño en su aclimatacion,
beneficiaciones de mineral, son las que nos suministran como se desprende de una ordenanza del concejo de Mon-
las averiguaciones hechas en 1677 por el licenciado don doñedo que manda á los yecinos plantar un cierto número
Manuel Peñas y Mendoza, con mandato del Consejo de de árboles, expresando que por cada tres se ba de poner
Hacienda, de las que resultó haber una mina de plata una morera. Tal empeño se desarrolló nuevamente en la
debajo del puente de Taboada, y saberse de oídas que segunda mitad del siglo pasado, haciendo prolijos estudios
existía una considerable vena de plata en el cerro de Rico- y vanos proyectos para el fomento de esta industria, que-
peque del valle de Quiroga. no pasó de la insignificante cosecha que se hacía en los
En el siglo pasado se explotaron varias venas de hierro valles de J.,émus y Quiroga, cuyos capullos hilaban tosca-
para surtir las ferrerías, de las que trataremos más ade- mente las mujeres haciendo una seda fuerte y sólida, pero
lante, y algunas canteras de mármol y pizarra, tales gorda y de mal tinte, que se empleaba en su mayor parte
como la cercana á Lugo, con cuyo blanco mármol se cons- en los cedazos que se tejian en Monforte y de los que se
truyó la antigua iglesia colegial del órden de San Juan, llegó á hacer alguna extraccion para América. No guar-
titulada San Vicente de Gondrame, á media legua de Puerto dahan relacion con el estado de esta industria las manufac-
Marin, y la de pizarra en la parroquia de Lindio, cercana turas de sederia que se establecieron en esta provincia,
á ?tlondoñedo, de donde se lleYó la que cubre el palacio pues en ?tlondoñedo se encontraban dos á fines del pasado,
real de Madrid. siglo: una establecida por Doña María Rosende y Teixeiro,
El desarrollo que tomó la industria minera en España que tenia seis telares, en uno de los cuales se hacían á un
hace unos cuantos años, produjo en nuestra provincia la tiempo ocho piezas de galon ó hiladillo, y de la cual se
denuncia de gran cantidad de minas, de las cuales la presentaron en el consulado de la Coruña en 1794, cintas
mayor. parte no pasaron de simples calicatos y ligeras explo- de ámitos y cíngulos, diferentes flecos, cintas de alzacue-
raciones. llos, espiguillas y guarniciones para aderezos de caballos.
En la parte estadística se encontrará el estado actual hiladillos, cintas de terciopelo ordinario, ceñidores para
de la minería en nuestra provincia, asi como el de las demas clérigos, guarniciones para camas, charreteras y cintas de
industrias. coleta, cintas de aguas y listonería, ligas y cintas de la-
La pesca ha tenido mucha importancia en nuestra oosta bores ; otra que era de pasamanería y estaba en la
desde época muy lejana. En el siglo x11 la tenia ya la de casa de reclusion para mujeres, erijida por el obispo de
1a merluza; en el x111 la de la sardina fué objeto de un aquella diócesis D. Francisco Quadrillero, en que tan1bien
privilegio concedido por San Fernando á los vasallos del se tegian cintas y terlices de hilo.
arzobispo Compostelano; en el x1v y en el xv eran ya esti- Mucho más extenso era naturaln1ente el círculo que
mados el salmon ylas pescadas; y por último en el siguiente, abarcaban las manufacturas de lana, si bien, como es sa-
i:egun testimonio del licenciado ?tialina de Málaga, que bido, la clase de este artículo que se recoge en Galiciano
escribia en ?tfondoñedo por entónces, se cogian en Burela pasa de ser de muy mediana calidad, por cuya razon su
y San Ciprian ballenas, de las que extraian mucho aceite. empleo ha estado reducido, casi en su totalidad, á la fabri-
La pesca de la sardina, la más importante de todas, cacion del bílsto buriel ó sayal que se usa en el país, y á
llegó en el siglo pasado á un grado de notable prosperi- la de algunas toscas mantas ó grosero picote, tejido regu-
dad, y su abundancia era tal, que por término medio ascen- larmente en los mismos telares que los lienzos y por 1nano
dia anualmente á 24.000 millares en Vivero, 15.000 en de las mismas labradoras. Las varas que anualmente se
Cillero, 1.400 en Foz, 1.{00 en Rivadeo, 1.000 en San tejían de picote y buriel en los principales puntos <le Ja
Ciprian y 900 en B~rela. provincia de Lugo en los últimos años del siglo pasado
PROVINCIA DE LUGO. 43

-eran: en la jurisdiccion de Cervantes 493, en la del Cebre- artefactos, repuesto de cáñamo y lino y demas gastos ne-
ro 416, en el coto de Valdefariña 100, en el de Pacios de cesarios. Este proyecto se frustró por la resistencia que
Lousada 520, en la jurisdiccion de Torés 85, en el valle encontró en las preocupaciones de los naturales y en los
de Valeyra 117, en la de l\leyra 480, en la de Luaces 45 t, intereses particulares que se lastimaban, pues se llegó á
-en la de Creciente y Quintela 56, en el coto de Bendia 84, creer que se desacreditarian los lienzos del país y que en-
en el de San l\liguel de Roás 18, en los valles de Neira carecerian los combustibles las nuevas fábricas. Expú-
de Rey y Neira de Jusá 176, en la jurisdiccion de Pena- sose tambien que la industria de los lienzos en Galicj a
n1ayor 550, en la de Cedron 100, en el coto de San Jorge no era susceptible de mejora; que el lino del país no
de Vale 50, en la jurisdiccion de Somoza de Villouzan 27, reunía condiciones para ser hilado al to roo, cuyo uso se
en la de Lancara 60, en la de Samos 475, en el coto de encargaba á Cesterque propagase; ponderándose asímismo
Sobrado de Picato 70, en la jurisdiccion de San Payo y el gravámen de la contribucion impuesta sobre el vino.
Santa Cruz de l\iuradelle 40, en la villa de Castro de Rey La fábrica establecida en Rivadeo estaba ya parada en
86, en la jurisdiccion de l\loreda 1,258, en la de Puerto 1783, y su edificio se destinó á cárcel pública.
l\farin 60, en la de la Somoza 160, en la de Azúmara 187, Los constantes esfuerzos hechos por el Consulado de la
en el coto de Basadre 279, en la jurisdiccion de la villa Coruña para mejorar esta industria no alcanzaron éxito
de Villalba 5,094, en la de Otero de Rey 550, en el coto más lisonjero. Con gusto entrarían1os en su detenido exá.-
de Ombreiro 250, en la jurisdiccion de Taboada 124, en men, pero can ello traspasaríamos con mucho los estrechos
la de la villa de Chantada 582, en la de Torredez 130, en límites que nos hemos impuesto, por lo cual consigna re-
la de Amarante 180, en la de Ulloa 991, en la de Friol \>1, mos ú:iicamenle que uno de los medios que este ilustrado
en la de San Payo de Narla !82, en la de Paradela 90, en cuerpo propuso en 1788, fué el establecimiento de escue-
la de l\lonterroso 560, en la de Osera y Granjas de Vales las de hilar que entre otros puntos se deberían poner en
454, y por último, en la de Deza, de la que hoy no perte- Lugo, l\londoñedo y l\Ionforte de Lémus, cuyo coste, que
nece á nuestra provincia sino una pequeña parte, 799. no pasaría en el primer año de 40.000 rs., y en los suce-
Los batanes necesarios para esta fabricacion que se en- sivos de 20.000 cada seis escuelas, se reintegraria de
contraban en las provincias deLugo y Mondoñedo llegaban sus mismos productos, dejando á los aprendices la utili-
á muy cerca de un centenar, número que no debe extra- dad de sus labores, pues la enseñanza debía ser gratuita
ñarse si se tiene en cuenta lo rudimentario é imperfecto y sin gravámen.
de su mecanismo. Para que se vea hasta que punto llegó esta industria en
Empleábase otra parte de las lanas en la fabricacion de nuestra provincia, en la que alcanzaron merecida fama
medias y calcetas, que gozaban merecida fama en varios las colchas y mantelerías de Sárria, ponemos á. contínua -
puntos de Galicia y Castilla, y proporcionaban á las cal- cion un estado de lo que se fabricaba anualmente, á prin -
<:eteras lucrativos rendimientos, contribuyendo tambien al cipios de este siglo, y de los telares existentes en lo que
proveimiento de varias fábricas de sombreros, de las cuales entónces era provincia de Lugo.
Varas Vara.~
babia una en l\londoñedo, cuyo dueño era en 1786 D. Lo- Telares. de lienzo. de cstopl.
renzo de Ribas y Otero, compuesta de un maestro, cinco Concejo de Cervantes. . . • . 23 366 2f4
oficiales y cuatro aprendices que- fabricaban al año unos - de Navia de Suarna .. 8 So 150
J urisdiccion del Cebrero. . .. 84 499 682
tres mil sombreros. de Courel. . . . . 2 ii5 167
La fabricacion de los lienzos ha sido hasta muy poco <le Cancelada. . . 54 350 l)

Coto de Valdefa.riña. . . . . . 5 163 47


tiempo acá la industria principal de la provincia, en la de Pacios de Lousada. . 12 105 282
que se empleaban gran parte de las labradoras, unas en J urisdiccion de Toré,i. . . . • 7 232 182
la preparacion del lino é hilado y otras en el blanqueo y de ''aleira ...•. 5 330 450
de Meyra . . . . • 28 2.680 3.600
tejido, operaciones todas ellas, que se han practicado y de Lunrces. . .. 70 3.789 3.247
se practican aún en el día de una manera harto ruti-
. - de Creciente y
Quintela . . . . . 4 186 180
nana. de Lea. . . . . • • 4 70 67
Varios fueron los esfuerzos hechos ptlra perfeccionar Coto de Bendia.. . . . . . . . . 2 140 60
esta industria y darle más vigor, contándose entre ellos la - de San Miguel de Roás .. 3 300 130
Valles de Neira de Rey y Neirá
comision dada á D. Joaquín Cester por Real cédula de f7 de J usa.. . . . . . .. . . ... 4i 1.295 664
de agosto de 177 4 para establecer tres fábricas ó casas Juriscliccion de Penamayor.. t2 360 126
de enseñanza, en las que se debian hacer cregtielas, pre- de Cedron. • . . 6 306 {37
Coto de San Jorge de \' alo. • . 6 104 37
sillas, brabantes ó coletas y todo género de cinteria de Jurisdiccion de Somoza de
hilo fina y ordinaria, empleando precisamente los cáñamos Villouzan. . . . • • • • • • • 4 88 54
- de Lancara. . . 9 70 i20
y linos del Norte con exclusion de los del país, y cuyas - de Triacaatela • 49 1.530 2.166
tres fábricas babian de situarse una en la casa-hospicio - de Samos. . . . 29 L06-! ll

de Santiago, otra en Oviedo y la otra en Rivadeo, debién- de San Pedro


do Roinol. .. 1 300 100
dose formar otros tantos almacenes para el recibo de los Coto de Sobrado de Pica.to. • . 9 320 330
cáñamos y linos, uno en esta villa y los otros en Padron y J urisdiccion de Castrovcrde. . 4 1.324 ))

de 1.Ionforte. . . . 24, 1.325 {00


Gijon; para todo lo cual se impuso el arbitrio de ~os ma-
raYedises en cada azumbre de Yino que se consumiese en -- de Muradelle. . . .
de Castro Rey. . • it
3 223
{37
136
{36
Astúrias y Galicia, de cuyo producto se habia de satisfa- - de t.foreda. . . . . .
de Puertomarin.. .
M
5
2.310
810
2.960
iOO
cer á Cester 50.000 rs. anuales de sueldo por tiempo de
tres años, y 50.000 pesos para el establecimiento de las -- do Sabina.o. . ••.
de ln. Somoza Ma-
21 i.520 t.177

fábricas, construccion de telares, telarillos, tornos y otros yor. . . . . . . . 6 32() 226


CRÓNICA. GENERAL DE ESPAÑA.

Varas v~ras 5. ª Que se decomisase y n1ultase á los falsificadores de


Telares. de lieoio. de es1opa. su sello.
Coto de Basndre. . . . . . . . 3 22t 226 4. ª Que pudiese comprar los lienzos donde quisiere,
Jurisdiccion do Azún1ara. . . 8 640 336 sin que le pudiesen poner embarazo.
do \'illalba. . . . . 66 650 2.135
- de Otero de Rt>y. . 23 2.350 Li20 5.ª Que para justificar haber cumplido con la fabrica-
Coto de Ombreiro. . . . . • . • 4 200 300 cion de las 6.000 piezas, bastase la relacion jurada del
J uris<liceion de 'l'aboa da. . . . 6 346 226
- do Clinntn<la. . . • Jl 2.223 1.04{ fabricante.
- de Torredez. . . . . 4 200 180 6." Que el juez conservador y privativo fuese el alcal-
- de Arunrante. . . . 3 150 176 de mayor de la jurísdiccion donde se estableciese.
de la Ulloa. • . . • 21 929 t.306
de Friol. . . . . . . 5 180 87 7. ª Que el fabricante, maestro, olici ales y demas
- de San Payo de dependientes gozasen la exencion, franquicias, fueros y
Narla. . . : . . . 3 228 95 regalías de los demas del reino.
de Paradela. . . . . 1t 430 512
de l\1onterroso. . . 16 800 720 8. ª Y úllima. Que pudiese poner en la fábrica y alma-
- rlc o~era. . . . . . 19 1.053 2.615 cenes las armas reales, é in titularla Fábrica Real de ho-
- de Beza. . • . . . • 33 f.226 1.95!
rle Donde. . . . . . 7 450 ))
landillas.
A pesa·r de la oposicion que encontró el establecimiento.
Total. . . . . • • • 787 35.087 31.115 de esta fábrica en el gremio de mercaderes de mercería,
especería y droguería de l\Iadrid, en donde tenían otra
Y algunos otros de corta en ti dad. de holandillas, se llevó á cabo en la ciudad de 1\Iondo-
Los lienzos que se fabricaban en la provincia de ?tlon - ñedo, y alcanzó tanta importancia como manifiesta el
doñedo excedían con mucho, en proporcion á la extension certificado que dieron los administradores de la renta
de su territorio, á los fabricados en la de Lugo, como lo de la especería y sus agregados en la Real Aduana de
indican claramente las noticias que ponemos, únicas que se 1\ladrid , de lo que resulta muy desigual proporcion entre
conservan con precision, aún no con1pletas. las holandillas introducidas en la aduana procedentes d~
Partido de Vivero: 52;5 telares, 52. 755 varas de lienzo, IR fábrica de l\Iondoñedo •v las llamadas de Génova.
25.256 de estopa y estopilla y t .045 de mantelería.
Mondoñedo y arrabales: 55 telares y 7.000 varas de i748-{.ii8 2.099
1749- 7i3 2.475 de l\Ionclofiedo.
lienzo. Afios
1750- 399
de Génova. i .200
Jurisdiccion de Rivadeo: 77 telares, 4.900 varas de 1751- 578 t .330
lienzo y t .750 de estopa y estopilla.
I jurisdiccion de Galdo: 16.000 varas de lienzo. Las gracias concedidas á esta fábrica se prorogaron
Ademas babia repartidos por todo el ámbito de la pro- diferentes veces con ligeras modificaciones, y subsistió
vincia un crecido número de telares, cuyas producciones con algun fomento miéntras tuvo lienzos en abundan-
no se fijaron, ni era muy fácil hacerlo, á causa de que cia, pero en cuanto estos tomaron los elevados precios á
estando manejados por Iabradoras, sólo trabajaban mién- que llegaron á fines del siglo pasado, se atrasó la fabri-
tras no las ocupaban las labores de la labranza. cacíon y poco despues se suspendió definitivamente.
Entre estos lienzos, todos de excelente calidad y mucha En el vasto y desahogado edificio que ocupaba. en er
duracion, si bien de blanco poco limpio por la imperfec- pintoresco barrio de San Lázaro, arrabal de la ciudad de
cion del sistema de blanqueo, descollaban los de Vivero, Mondoñedo á la orilla del rio Bria, se situó la fábrica es-
CUJ a nombradí:i ha llegado á nuestros dias, ca idos des- tablecida por el señor obispo Cuadrillero para dar ocupa-
pues en desprecio, desde que no pudieron sostener la cion á las mujeres que babia recogido con el benéfico y
competencia con los de las grandes fábricas, ni en calidad caritativo objeto de separarlas del camino de la prostitu-
ni en coste, por lo que hoy esta industria está reducida cion; cuya fábrica continuó despues del faJlecimiento del
á sólo una parte del consumo propio del país. Sr. Cuadrillero, á costa de la vacante, por disposicion del
En 27 de setiembre de 1758 concedió Felipe V una señor colector general de Ex polios, en cuyo tiempo exis-
Real cédula á D. Luis Lombardía, para que pudiese esta- tian corrientes cuatro telares de terlices anchos y angos-
hlecer una fábrica de holandillas en cualquier ciudad, tos de diferentes labores , un telar de doce cintas, tres ele
villa ó lugar de Galicia, con las gracias y bajo las condi- ocho y seis de una en que trabajaban los aprendices. En
ciones siguientes: ellos se fabricaron todas las cintas empleadas en las
1.ª Que babia de fabricar en el término de diez años tiendas de campaña que de la Coruña se remitieron al
(por que se le concedía) 54.000 piezas de todos colores, ejército de Vizcaya y Navarra en la guerra sostenida
de á 15 varas de largo y una de ancho, al respecto contra la república francesa.
de 6.000 cada año, de lo que se exceptuaba el primero, La industria que puede asegurarse está más extendida,
que se consideraba preciso para el establecimiento de la á la par que desarrollada en nuestra pro\·iucia, es la de la
fábrica. Las holandillas habían de 5er de •la misma cali- fabrícacion de curtidos, de la que ya se encuentran abun -
dad de las que labraba en su fábrica el gren1io de merca- dantes datos desde el siglo xv1, si bien entónces estaba
deres de mercería, especería y droguería de ~ladrid. reducida iínicamente á curtir cada zapatero el material
2.ª Que las vendiese por fardos ó piezas á 4 rs. vara, .
necesario para su consumo.
y las encarnadas á 70 rs. pieza ( si las vendiese sueltas), Et punto en que más importancia adquirió esta indus-
para cuya venta le concedia S. Al. exencion total de dere- tria fué Vivero, donde los curtidores formaban gremio,
chos, y asímismo de )05 que Yendiese en l\fadrid en los el cual, á fines del siglo pasado, á pesar de estar muy
cuatro primeros años, y en los restantes de la mitad. minorado, se componía de diez y seis familias con treinta


'

PROVINCIA DE LUGO.

Y_ ocho pelambres y tr~inta y dos pilones, en los que cnr- que puede contarse sin recelo la de Santa l\J:iría de Viloa-
t1an anualmente setecientas tres suelas, doscientas sesenta lle, á unos tres kilómetros de Mondoñedo, qua áun al
baquetas, doscientos ochenta y cinco cordobanes y ciento presente existe, aunque en distinto sitio del que ántes
ochenta badanas. Pocos años despues su decadencia era ocupaba.
tal , que no existian en esta villa más que cuatro ó cinco En el siglo pasado, ademas de ésta, que ya se concep-
vecinos dedicados á esta indu:,tria, cuya causa, en con- tuaba como de poca consideracion, habia una en el Valle
cepto del corregidor, D. Benito Losada y Quirós, no sólo de Rao en que se ocupaban veinte operarios, la cual en
estaba en la escasez de los robles, cu~ a corteza era el !803, á los diez años de est¡,,blecida, estaba parada por
único curtiente empleado, sino en la fanática preocu- falta de venta, á pesar de no haber desmerecido la cali-
pacion de considerarse á los individuos que se dedica- dad del hierro fabricado; otra en Triacastela, donde se
ban á esta industria y á su descendencia como gente elaboran anualmente unas fOO arrobas de hierro; otras
envilecida. dos en las feligresías de San Juan y de San Cristóbal de
En l\londoñedo sólamente se fabricaban suelas, baque- Louzara, con dos fraguas, en que se trabajaban hasta
tas y cordobanes en corta cantidad, y no de la clase más 1.500; otra en la Somoza l\Iayor que llegaba hasta 600;
superior, por lo que se bacía mucho consumo de los de otra en el coto de Seara que s ubia á 800; otro tanto en la
las fábricas de Neda y Jubia. En su provincia se contaban de Bisuña que tenia cinco operarios, y 4.500 las siete
hasta ochenta y siete pilos y se ten ta y siete pelambres, que se contaban en Courel con veinte operarios; y por úl-
en los que se curtían anualmente tres mil novecientos se- timo, la herrería llamada de Bueis en las inmediaciones
tenta y seis cueros, que se reducian á baqueta y suela, y de Doncos que sólo trabajaba ocho meses al año, en la
mil doscientas ochenta pieles de macho y carnero, que se que encontraban ocupacion diaria seis hombres, y veinti-
convertian en cordobanes y baldeses, cuyos dueños eran cuatro cuando se calcinaba la vena, proporcionando •
por lo comun los mismos zapateros, que gran parte del año además á los habitantes de una legua en contorno las
estaban sin curtir por carecer de fondos. utilidades del carboneo, á que se dedicaban todo el tiempo
En la provincia de Lugo estaba mucho ménos desarrollada que se lo permi tian las labores agrícolas.
esta industria, cempuesta únicamente de algunos tinos l\Juchos inconvenientes encontraron los que intentaban
y pilos en \'elavella, Castroverde y Aday, manejados por el establecimiento de nuevas herrerías, como sucedió á
labradores y el más del tiempo sin uso, cuyos productos D. José Quiroga y Armes to en 1752 cuando solicitó esta-
eran de ínfima calidad, y de las fábricas de Villalba, que blecer una nueva en 1\ eira de Rey, donde ya contaba
sólo daban al año unas cien piezas de suela y setenta de con dos martinetes, y á D. Lucas Somoza y Losada que
baqueta, de Puerto-~larin, que no pasaba de veinticuatro quiso hacer otra en Santa l\laría de Outara, cuyos proyec-
de las primeras, y de Chantada que no tenia más que un tos se pasaban á informe de las justicias y de personas
pelambre de suela. circ1111stat1ciaclas, las que oponian razones de tal calibre
No sucedía así en la capital, pues ademas de algunos como la de que la codicia del jornal de los trabajadores
pilos y tinas manejadas por labradores, babia una °rábrica les impedía cultivar las tierras, á que se se guia la deca-
en la ribera del Paraday en que trabajaban diez y seis dencia en los diezmos, tributos y rentas, con10 expuso con
oficiales y se hacía toda clase de curtidos, y de donde se respecto á la última un jesuita del colegio de ~Ionforte en
despachaban varias partidas para Castilla, Santiago, la Co- informe que dió á la Audiencia de la Coruña.
ruña y el Ferro!, ) otra de no tanta consideracion, á tres Varias fabricas de loza existían en la pr ovíncia á fines
leguas y n1edia de distancia en el lugar de Carregal ; en del siglo pasado. Una habia en Gayoso, cuyos productos
ellos se trabajaban al año ocho ó nueYe mil piezas se vendían únicamente en Arzúa, rtlellid, ~lonterroso y
de surla y becerros, cinco n1il ciento de cordoban y mil otros púntos de las inmediaciones; otr2 en llondoñedo, en
doscientos baldeses. el lu<>ar de San CaJetano, de vidriado ordinario ó loza
Las ferrerías son muy antiguas en esta provincia, para bast~ que se compo nia tan sólo de un maestro, un oficial y
cuya industria presla copioso alimento el abundante mine- dos aprendices, á pesar de haberla fomentado bastante en el
ral de hierro que por toda ella se encuentra. A.lgunos han año de tí86 su dueño D. Lorenzo de Riba y Otero. Tenia tres
pretendido que los ríos Cbaly bs y Bibilis, de cuyas aguas ruedas, un horno grande de re,erbero, otro pequeño para
dicen Justino y Silio Itálico , que tenian la ,irtud de tem- <>ra,elar los metales, un molino lle mano y los <lemas uten-
plar y endurecer el hierro notablemente, son el Cabe y el ;ilios correspondientes, y sus productos ascendían al año
Lor de la tierra de l\lonforte, ó segun otros, que el Bibilis de doce á catorce mil piezas. Ademas en esta misma
es el Bibey, que corre algo más al l\Iediodia de los ante- "'ciudad babia un hol'no para cocer vasijas de barro que
riores, en atencion á la semejanza del nonibre y á que en apénas podian usarse por la n1ala cal!dad de su ma~eria
sus riberas se encuentran muchas venas de hierro; pero arenisca. Pocos años des pues, en los primeros Je este siglo,
miéntras no se robustezcan con nuevos dalos tales opinio- contaba llonuoñedo con tres fábricas de loza, que con má-
nes, no pueden llerar sino un ligero carácter de proba- razon debe llamarse t;in1plen1ente barro; industria, aunque
bilidad. poco adelantada, bastante extendida hoy por la pro-
. .
Tambien se dice que existieron herrerías ron1anas en v1nc1a.
Ferreira de Pallares, á unos !5 kilógramos de Lugo, donde De estas dos últimas manufacturas, herrería y loza,
despues construyeron la su1a los monjes benedictinos de existe una gran fábrica en la parroquia de Santiago ~e
Sámos, la--cual se ~urtia de la ,,eta de hierro que corre por Sar"'adelos
' b
partido J·udicial de Vivero, á muy corta d1s-
·1o pasado por
entre Parga y l\Iellid. tancia de ' Ja co~la, establecida en el sig
l\lás segura es la existencia de las herrerías en la edad D. Rain1uodo Ibañez, para hacer potes, calderas, bom-
media, como consta de docun1entos irrecusables, entre las bas, granadas, balas y metralla, sacanuo el mineral de
46 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

Reynande, punto situado á seis leguas de la costa, y bajar á jornales tan módicos cual no se encuentran en
aprovechando el de otras minas de hierro del interior de ninguna parte del mundo.
Galicia. La bondad de la loza es reconocida en toda España, y
Este magnífico é importante establecimiento (cuyos compite con la mejor del extranjero, tanto por la. blancura
trabajos estan al presente suspendidos) se compone de una de la pasta, co1no por la brillantez de los colores de la
fábrica de fundicion de hierro y una manufactura de loza estampada, y muy especialmente por su mucha duracion.
fina, que ocupan una extension de cerca de cuatro kiló- En ambas fábricas se ocupaban, en los tien1pos que
n1etros de circuito, con la debida separacion entre sí y estuvieron en actividad , más de mil familias, doscientos
sus numerosos edificios accesorios, formando un burgo de carros con trescientas parejas de bueyes, y veintidos
pintoresco y delicioso aspecto, que contrasta notablemen- buques de cabotaje, que radican en el puerto de San
te con el carácter árido y selvático de esta parte de la Ciprian, distante de las fábricas unos cinco kilómetros, en
provincia de Lugo. que hay establecida una aduana de cuarta clase.
Al magnífico conjunto que presentan los sólidosedificios Lamentable es, ciertamente, que tan in1portante esta-
destinados á la fabricacion, guarnecidos de sus elevadas blecimiento tenga en la actualidad suspendidos sus traba-
chimeneas, en medio de los alineados canales que condu- jos, mucho más de sentir cuando era susceptible de las
cen las aguas del rio á dar movimiento á las grandes numerosas mejoras á que brinda su favorable situacion y
ruedas y aparatos hidráulicos, se agrega la agradable privilegiada localidad.
perspectiva que ofrecen las suntuosas y cómodas casas Podría establecerse en él á poca costa la refinacion del
destinadas á oficinas y habitacion del propietario, y los hierro, sin desatender por eso la elaboracion de objetos
elegantes pabellones en que se alojan los operarios, ro- fundidos, destinando á ello 24,000 quintales de los 40,000
deados todos ellos de hermosas alamedas, apacibles pra- que pueden obtenerse anualmente de ambos hornos, sólo
derías, frondosos bosquecillo s de frutales, fértiles huertas con carbon vejeta!, y algunos más si al ménos en uno se
y deliciosos jardines. emplease el mineral. El hierro ductil obtenido sería bus-
El departamento metalúrgico de este establecimiento se cado con afan hasta en el estranjero por las buenas con-
compone de dos altos hornos y dos cubilotes, montados diciones que de él podria prometerse , y áun sin salir de
unos y otros con arreglo á los últimos adelant()S del siglo, Galicia se le encontraría inmediato empleo.
y de las necesarias dependencias de carpintería, fraguas, A otro nuevo género de fabricacion se podría destinar
hornos de calcinacion , grandes carboneras y espaciosos algun hierro, al de las vasijas de hierro colado barnizadas
almacenes, todo oportunamente distribuido y con harto en su interior, que hoy comienzan á e3tar tan en voga , y
desahogo para las operaciones que se practican en este que en ninguna parte se obtendrían á más bajos precios,
género de fabricacion. por la circunstancia de aprovechar los aparatos de la
El de loza está montado con arreglo al sistema ingles, fabricacion de la loza para la prepar1cion de la pasta que
y sin ser de muy grandes dimensiones , cuenta con más constituye su esmalte interior.
de sesenta oficinas perfectamente ordenadas y dependien- La misma fábrica de loza podria ampliarse con la ela-
tes correlativamente unas de otras, desde las que sirven boracion de la porcelana, que se obtendria magnífica,
para las más groseras operaciones del lavado de las arci- pues estan más indicados en el país los materiales para
llas y pastas, hasta las del estampado y pintado, á que se ella que no para la loza, y con la fabricacion de objetos
agregan vastos almacenes para la conservacion de las obras de arcilla refractaria, que la hay tal, que puede competir
concluidas. con la renombrada de Stourbrige en Inglaterra. Baste
Los productos obtenidos en ambos departamentos son citar en su abono que la camisa de uno de los altos hornos
de la mejor calidad; el hierro extraído por medio del car- de fundicion, construida con ladrillos refractarios del
bon vegetal procedente de los inmensos bosques de los país, estuvo en contínua actividad por más de once años,
contornos, en su mayor parte propiedad de la casa, de ri- sin que en tan largo tiempo, de que son bien escasos los
quísimos minerales de inmejorable bondad, sacados á su ejemplares, haya sido interrumpida ni un momento por
Yez de inagotables criaderos, está reputado como de los haber fallado la refractabilidad del material. Y respecto
mejores de España y áun del extranjero. Pruébanlo así del precio de estos objetos , tan subido cuando se traeu
bien claramente los ventajosos resultados que dió en la del extranjero , resulta tan módico en Sargadelos, que
fábrica nacional de Trubia, para la mezcla de que se fun- muchos edificios están construidos de hermosos ladrillos
den los cañones, y en el establecimiento de cementacion refractarios por salir á ménos coste que otros materiales
de las minas de Río-Tinto, en donde se ha comprobado de construccion, inclusa la piedra para la mampostería,
que el hierro de Sargadelos produce un 8 por 100 más de que con tan pasmosa abundancia se encuentra en el país.
cobre cementado que los hierros de otras fundiciones, y En los puertos de esta provincia alcanzó cierta impor-
asimismo es reputado como inmejorable para obtener el tancia hace algunos siglos la arquitectura naval, pues
acero pudelado, lo que se ha demostrado en el gran consu- segun nos dice el licenciado ~lolina de Málaga, 'en puerto
mo que siempre se ha hecho de él en la fábrica de Bulueta de Foz se hacían muy gentiles navíos á mediados del
en Bilbao. siglo xv1, y hácia 1621 se construyeron buques para el Es-
Los objetos de fundicion moldeada que en ella se hacen, tado en el astillero de Rivadeo que áun subsistía en 1628.
no desmerecen de la excelencia del hierro por su perfecta La noticia más antigua que poseemos sobre molinos
fabricacion y por los reducidos precios á que se obtienen, harineros es la concesion hecha por D. Alfonso IX al obis-
inferiores á los de cualquiera otra fábrica de España, po mindoniense D. Pelayo II á 21 de febrero de 1209 de
merced á la extremada habilidad y sobriedad de los opera- todos los molinos que se edificasen en Ripaeure, hoy Ri-
rios, que unidas á la baratura del país, les permiten tra~ vadeo, en donde á la sazon estaba la sede. Se cree que la

'
PROVI"iCIA DE LUGO. 47

perforacion del monte-furado del Eo se llevó á cabo con cia y cosas notables de el, que escribió despues de su veni-
objeto de construir un molino, aunque 'es aventurado el 1 da á Mondoñedo en 1547, en la imprenta de Agustin de
afirmarlo. Paz, y al tiempo que se imprimían los misale¡¡ y breviarios;
En el siglo pasado existían en Lugo dos cererías en que pues su obra se acabó de imprimir á 2 de agosto de 1550.
se fabricaban de 6 á. 7.000 libras anuales, y algun tiempo Terminada la de los libros de rezo, se imprimieron los
despues una fábrica de cremor tártaro de calidad superior Coloquios satíricos de Torquemada por el mismo .\gustin
al mejor del extranjero, compuesta de tres calderas y si- de Paz, los cuales se acabaron á 25 de octubre de 1555.
tuado dentro de la ciudad. No sabemos sí la impresion del Breviario lucense, que
Desde lo antiguo, dice el Sr. Labrada en su Descripcion noi. dice el P. Risco se hizo de órden del obispo D. Pedro
económica de Galicia, se dedican un corto número de ve- de Ribera en 1.530, se haría en la ciudad de Lugo, lo que
cinos de Vivero, á cubrir y fabricar ruecas, cestillos para no debe suponerse en razen á la completa falta de noticias
calceta, cañuteros para tabaco y otros muebles de adorno que tenemos de la existencia de imprenta en esta ciudad
con paja pintada de diversos colores y dibujos, cuyos ob- por aquellos tiempos.
jetos tenian salida para diversos puntos de la Península y En todo el siglo xvu y en el xvn1 no hubo imprenta en
Américas, y rendian á los fabricantes algunos intereses. toda nuestra provincia. En 1812 se estableció una militar
Esta industria va mejorando de día en día hasta llegar á en Lugo, que permaneció allí basta que el 4.0 ejército, de
ser ya un verdadero y fino mosáico de brillantes colores, que dependia, avánzó bácia Castilla. Tres años despues
siendo de desear que adquiriesen más extensos conoci- el catalan D. José Pujol compró la que tenia en la Coruña
mientos de dibujo los que á este trabajo se dedican, para D. Juan Cbacon y la trasladó á esta ciudad; sus des-
que su ímproba laboriosidad adquiriese legítimo carácter cendientes la conservan.
y título de arte. Al finalizar el primer tercio de este siglo tenia en ella
La provincia de Lugo fué la segunda, entre las que ac- imprenta un tal Arza; en 1.845 trasladaron la suya desde
tualmente se divide Galicia, que tuvo un establecimiento Oviedo la ,iuda é hijos de Riesgo; en 1849 la tenia Perez
tipográfico, y la ciudad de l\londoñedo, la tercera pobla- 1fon, y por último en 1851 estableció la suya D. Manuel
cion de este reino que poseyó imprenta. Soto Freim.
Debió su introduccion al insigne obispo D. Diego de fllondoñedo volvió á tener imprenta en 1850 cuando
Soto, quien para imprimir los misales y breviarios, llevó se trasladó á ella D. José l\lon, quien poco despnes la
al libre.ro Agustín de Paz, que unos años ántes babia im- vendió á los Sres. Perrote y Romero, que hoy la con-
preso en Zamora la Crónica general de España, y con el serva:1.
cual celebraron un contrato el obispo y Cabildo en mayo Pocas obras de importancia ni de dimensiones se han
de 1.548 para hacer la impresion de los libros de rezo, la impreso en nuestra provincia en los tiempos modernos, y
cual se terminó en octubre Ele 1.552. la que más, puede decirse ha sido el Compendio histórico
Estaba á la sazon de canónigo magistral de Mondoñedo de los obispos de .ilfondoiíedo, por el licenciado O. Ramon
el célebre licenciado l\lolina de l\fálaga, á quien el cabildo Sanjurjo y Pardo; Lugo, 1.855.
nombró corrector de las pruebas de misales y breviarios, Ilan publicado periódicamente las varias imprentas el
é individuo de la comision que babia de entender en todos Boletin oficial de la provincia, el eclesiástico del obispado
los asuntos referentes á la impresion y al manejo de de l\fondoñedo, el de Lugo, la Aurora del .1.ltiño y
caudales, en cuyos negocios demostró siempre una deci- Correo de Lugo, periódicos de corta vida, y en distintas
dida proteccion á los impresores por los que llegó basta á ocasiones gran nún1ero de memorias, cartas, pastorales,
salir por fiador. Estas circunstancias, sin duda, fueron novenas, calendarios, coplas y otras producciones de esca-
causa de que imprimiese su Descripcion del reino de Gali- so interes.

-CAPÍTULO VI.
,
AGRICULTURA.-COMERCIO.-BENEFICENGIA.-INSTRUCCION PUBLICA.-USOS Y COSTUMBRES.
La agricultura en la antigüedad y en la edad media.-Arbolado.-1\Iontes.-Ganaderia.-Caminos.-Comercio mar1timo.-
Ferias y mercados.-Pesos y medidas.-La. beneficencia y l~ caridad en la edad media.-Hospital de Lugo.-Hospital de
1\1ondoñedo.-Obiepos benéficos y caritativos.-Hospicio de l\londoñedo.-Hospitales de la proviocia.-Fomento de la ins-
truccion pública en el siglo xv1.-Canong1a magistral.-Seminario de Vivero.-Seminarios conciliares de l\Iondoñe~o YLugo.
-Idem de l\Ionforte.-Colegio de Lugo en Alcalá.-Obras pias.-Engrandecimiento : del seminario de l\~oodonedo.-El
obispo de Lugo Armañá.-Biblioteca de Lugo.-Escuela. de pilotage de Ri,adeo.-Instituto de segunda eoscnanza. de Lugo.
-Bibliotecas prcvincial y de los seminarios de Lugo y Mondoñedo.-Costumbres de origen céltico.-Preocupaciones Y su-
persticiones.-Tradicione!I y leyendas,-Trajcs provinciales,-Lenguage.

AL sencillo aprovechamiento, que debieron hacer los Como única noticia del estado de la agricultura en los
primeros pobladores, de los dones con que espontánea- tiempos antiguos, coRsignamos la sospecha que abrigó el
mente les brindaba la naturaleza, no tardaria mucho en Sr. Scbulz de si se emprcnderia la colosal obra del monte-
suceder, es de presumir, el cultivo de las tierras para furado del Sil, no con objeto Je beneficiar las ricas arenas
aumentar sus productos naturales y proporcionarse otros del rio, sino con el de utilizar su madre transformándola
nuevos originarios de extraños países. en una fértil pradería i que tan favorablemente se prestaba.
CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

Durante la edad n1edia el cultivo de la vid tuvo una en la cría de ganado, en especial del vacuno, con la que
gran importancia, ocupando con este motivo grande difícilmente podrá competir ninguna otra provincia de Es-
cxtension de terreno en la parte septentrional de nuestra paña. Otro error económico, idéntico al que dejamos men-
provincia, mucho más á propósito para producir pastos y cionado respecto del cultivo de las tierras, cerró las puer-
granos. Práctica rutinaria en que se persistió hasta el siglo tas del comercio de los ganados en el siglo xvn, pues por
pasado, en el que los propietarios y labradores comenzaron una órden del gobierno, accediendo á lo solicitado por una
á comprender n1ejor sus intereses. Al propio tiempo que junta del reino de Galicia celebrada en 1639, se prohi-
las viñas, se sembraba ya trigo, escanda, centeno, ceba- bió la salida de ganados fuera de España. A pesar de esta
da, mijo, nabos y hortaliza. Ilasta despues de descubierto prohibicion siguió haciéndose furtivan1eote la extraccioo
el Nuevo ~fundo no se introdujo el cultivo del maíz, tam- para Portugal, la cual continuó en aumento progresivo
bien llamado trigo de Indias; y, por último, el de la pata- exteodiendose más tarde á Castilla y al extranjero, con lo
ta, hoy tan importante, estaba reducido aún en 1í68 á la que se abrió un copioso manantial de riqueza, que acreció en
provincia de ~I ondoñedo y áun allí en corta cantidad. gran manera con la moderna guerra de Crimea. Por uno de
Por mucho tiempo ha sido, sin disputa, la más rica estos que pudiéramos llamar fenómenos económicos, y que
produccion de este país el lino, y de mucha consideracion no son sino coogecueocias necesarias del monopolio y pre-
tanto durante la antigüedad como en la edad n1edia, así tendido protectorado de la industria, el precio del ganado
como la industria de lencería, de la que en esta Crónica vacuno por el tiempo en que estaba prohibida su extrac-
hablamos con alguna extensioo. cion, era, con respecto al trigo, base reguladora de los pre-
La propagacioo de los árboles frutales ha sido fomenta- cio5, 111ucho mayor del de los tiempos de mayor extraccion .
da tlesde muy antiguo en el país, primero por medio de El ganado de cerda constituye otro de los elementos de
las cartas-pueblas y forales, y despues, desde el siglo xv1, riqueza del país; no sucede así con el lanar cuya basta
por las ordenanzas municipales. Los puntares, ya fuesen lana no se presta á dar estambre, ni sirve más qae para el
formados solamente de n1anzanos, ó de varias clases de tosco sayal de que se visten los naturales. Los caballos
frutales, como parece más probable, figuran con frecuen- que se crian en sus montes son muy buscados por sus ex-
cia en los documentos de la edad n1edia, y tambien los celentes condiciones, y las mulas del país compiten con
castaños, mencionados con especialidad en los siglos x1v las mejores de España.
V XV •

Pueden considerarse los caminos respecto á los pueblos,
No se tuvoignal cuidado con la renovacion de los árboles como las venas del cuerpo hum'\no por donde circula la
selváticos é indígenas del país, más interesantes segura- sangre que sostiene la vida del hombre.
mente que los frutales por la leña que proporcionan, tanto Supérfluo seria el que entrásemos aquí en extensos ra-
para los usos domésticos como para la industria, por la zonamientos á fin de demostrar la suma importancia que
madera de construccion y la conveniente á las demas tienen las vias de comunicacioo para el desarrollo de la
aplicaciones de las necesidades de la vida, y por otros va- riqueza de un país.
rios artículos que suministran, tales como las cortezas Aunque las vías romanas eran verdaderamente milita-
del abedul y el roble, empleadas como curtiente en las res, es decir, qt1e el objeto que presidia á su cons-
tenerías del país, cuya escasez se notaba ya en el siglo truccion era tan sólo el establecer y facilitar los me-
pasado, á pesar de las sábias disposiciones tomadas desde dios de comunicacioo entre los ejércitos encargados de
hace más de trescientos años para que la extraccion de la sostener la dominacioo de los Césares en los países con-
corteza se efectuase de una manera que no perjudicara á quistados, no por esto quedaban cerradas á la comunica-
la vida del árbol. cion en general, ni es de presumir que dejarian de facilitar
Hoy ha comenzado á tomar incremento la plantacion las transacciones comerciales, no sólo durante la época ro-
de pinares, con los que, á pesar de no ser de todo punto mana sino por mucho tiempo despues; pues en mayor ó
favorables para ellos las condiciones del terreno, se consi· menor escala es forzo30 reconocer la constante existencia
gue tener en pocos años madera abundante ya que no del comercio, por más que no pasase más allá del simple
excelente, y sacar inmediato producto á la tierra. cambio entre los naturales, de las diversas producciones
Los terrenos incaltos ocupan todavía gran parte de agrícolas é industriales más precisas para las indispensa-
la extension de la provincia, aunque ya no tanto como en bles necesidades de la vida.
el siglo anterior, que pasaban de las nueve décimas, pues Cuando la peregrinacion á Santiago de Compostela co-
de las 542 leguas cuadradas que reunían las provincias de menzó á. ton1ar tal importancia , que llegó hasta el
Lugo y ifondoñedo, sólo 30 estaban reducidas á cultivo. punto de co,npetir con las de Ro,na y Tierra Santa, se pensó
En alguo tiempo sancionó esta incuria ciertos desvaríos desde luego en facilitar á los peregrinos los mis ventajo-
económicos, como el acuerdo tomado en las Córtes de sos medios que pudieron in1agioarse para que hiciesen su
ifadrid de 1628 prohibiendo el rompimiento de las tierras, camino con la comodidad y seguridad posibles en aquellos
por los daños que decian ne podian ocasionar á la cría de tiempos. Ya en la primera rnitad del siglo tx el rey Don
los ganados. El más poderoso obstáculo al conveniente Alonso 11 prestó particular atencioo al auxilio y protec-
desarrollo de la agricultura es seguramente la constante cioo de estos devotos viajeros; y más tarde D. Alonso VI
tendencia de los naturales á emigrar á lejanos países en hizo construir todos los puentes que se encontraban desde
busca de un porvenir incierto y peligroso, que más cómo- Logroño á Santiago en el camino que corria desde los Pi-
damente encontrarían en su propia tierra sin más que de- rineos casi paralelo á la costa cantábrica, al que se ha
dicarse al mejoramiento de la agricultura é introduccion llamado camino frances, por ser el que los numerosos pere-
de industrias áuo hoy desconocidas en el país. grinos transpireoáicos seguiao en su piadosa expedicion.
La principal y más sólida riqueza de Galicia consiste En el siglo XYI las corporaciones municipales prestaron

'
PROVINCIA DE LUGO. 49

gran atencion al mejoramiento de los caminos trans- guiente, entre otros derechos, los portazgos na vales y
versales, ya con un objeto puramente comercial; pero peajes, los cuales, que tambien percibía la mitra en el
no se pensó con seriedad en la construccion de ningu- puerto de Vivero, fueron motivo de continuas quejas,
na gran vía de comunicacion hasta fines del siglo pa- y dieron ocasion á q uc se espidiesen diversas cartas
sado, en que se abrió la carretera de 1Iadrid á la Co- reales para que se efectuase su pago.
ruña que atraviesa por el medio y diagonahnente la El estado del comercio marítimo en nuestra pro-
provincia de Lugo. vincia á fines del pasado siglo era el siguiente, segun
No es menos importante, sin duda, el comercio nos dice Larruga en sus curiosas l\iemorias. En Vive-
marítimo que el terrestre, cuyo orígen en nuestra ro había cuatro embarcaciones mercantes desde 20 á
costa, segun algunos, data del tiempo de los fenicios. 35 toneladas, con las que los naturales hacian al-
Con mas seguridad puede afirmarse que comenzó á gunos viajes á la costa de Vizcaya, y aun á la de
desarrollarse en fines del siglo xn, pues tal parece in- Francia.
dicarlo el preámbulo del privilegio conceditlo por Fer- En el puerto de Cillero tambien había alguna em-
nando II en ~5 de julio de 1182, para llevar á cabo la barcacion mercante, pero del reducido porte de unas 12
traslacion de la sede miodoniense á Ripaeu,oe, en el toneladas. El de Ri varleo era muy comercial en fierro,
que dice que es propio de los buenos reyes el estender cal, madera y otros géneros del país, y punto por don-
sus domiriios y hacer nuevas y recomendables pobla- de se introducían muchos de Ingld.terra y Francia,
ciones. Este monarca concedió al obispo el año si- cuando había comercio, y aun del Norte, especialmen-

te cáñamo y lino de Rusia, que da ocupacion á casi sion solo se esplica teniendo en cuenta el menudo frac-
toda la provincia de l\iondoñedo y á mucha parte de cionamiento jurisdiccional del territorio.
las de Lugo y Orense. Su sencillo exámen, por grande que fuese la bre-
Desde muy antfguo data la importancia de las fe- vedad con que se hiciese, traspasa.ria con mucho los
rias en este país, de que tenemos fehacientes testimo- estrechos límites que podemos concederle en esta cró-
nios, entre otros documentos, así en los acuerdos to- nica, por lo cual nos limitamos únicamente á consig-
mados en la junta. celebrada en Lugo en l 106, como nar un ejemplo de lo que sucede con las medidas para
en el privilegio concedido á Mondoñedo medio siglo los áridos, tomando por tipo la fanega, la cual en Lugo
despues por D. Alonso VII, en que le otorga facultad se subdivitle en cinco ferrados, y en la parte de riion-
para celebrar un mercado mensual y tener ocho días doñedo y Rivadeo en solo cuatro, y se compone de 12
de feria por Santa ~Iarfa de agoi:-to. celemines en estos puntos, y en tierra de Lémus única-
Puede asegurarse que los mercados y las ferias han mente de ocho. Además, respecto de su cabida, la de
continuado siempre en progresivo aumento, lo cual, si l\Iondoñedo es solo una octava parte mayor que la de
ciertamente ha contribuido y contribuye en gran ma- Avila, y en Lugo pasa de la tercera parte mas la que
nera á la mas cómoda y ventajosa negociacion de los se usa para el trigo, siendo la del centeno un poco
productos de la industria, y muy en particular de los mas chic'l. Las medidas para los líquidos ofrecen, si
ganados, taro bien distrae á los labradores con escesiva cabe, mayor desigualdad, pues el cuartillo do vino de
frecuencia de las labores del campo, por cuya razon Villalba pesa 32 onzas, mientras el de la Puebla del
se ha levantado ya mas de una voz á declamar contra Brollon no pasa de 18. Hasta la vara, que por el gran
su perjudicial propagacion. comercio de los lienzos que se hacia aun en tiempos
Puede decirse que tantas divisiones como ha hecho no muy lejanos, parecía que debía tener igual dimen-
la naturaleza en la provincia de Lugo por medio de sion en todo el país, alcanzaba á 45 pulgadas en las
numerosos riachuelos y escarpadas montañas, otras ferias de Fcrria y Esperon, mientras en Lugo se
tantas se encuentran, aun hoy dia, al tratar de las usaba la de Búrgos, de solo 36.
pesas y medidas en ella usadas, cuya estremada divi- Las primeras aspiraciones de la beneficencia pública
Luoo. 7
50 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

en nuestra provincia fueron encaminadas á proporcio- nandez en 12 de abril de 1311, se señalan entre los
nar amparo y ausilios al grao número de devotos pere- términos los cotos del hospital de los Freyres de San
grinos que, españoles unos, y los mas procedentes de J uao y d~ Sao Fiz del Yermo de la Orden del Temple.
países estranjeros, penetraban por los Pirineos y atra- En este tiempo existía tambion el hospital de pere-
vesaban por distintos puntos ele la parte setentrional grinos en la antígua parroquia San Pedro de Arante,
de la Península para dirigirse á la Jerusalem do entre Rivadeo y Mondoñedo, en donde se proporciona -
Occidente. ba albergue á los peregrinos que seguían el camino
Con este objeto fundó D. Alonso el Casto en 836 un de la costa.
hospital de peregrinos on las ásperas montañas del No podemos asegurar si tendría igual objeto el hos-
Cebrero, que despues fué prioratode benedictinos, al pital de l\i!ondoñedo, al que el obispo de la diócesis don
que se anexionó el monasterio de Monforte; y mas Francisco hizo dooacion de las casas que tenia en Vi-
tarde fueron incorporados ambos al couve:ito de San vero y Villamayor á. 10 de abril de 1379.
Benito el Rral de Valladolid, sin que en ninguno de En los tiempos modernos ha alcanzado la benefi-
estos tiempos faltara en él sustento para los peregrinos cencia un gran desarrollo en nuestra provincia, fo-
ni el culto del Crucificado. mentado, 6 m01s bien debido únicamente á la caridad
Otras varias fundaciones de este género siguieron de algunos obispos de ambas diócesis.
á la de D. Alfonso, á que contribuyeron eficazmente D. Alonso Lopez Gallo, que ocupó la silla de Lugo
muchos pia,losos caballeros. de 1612 á 1624, trasladó el hospital de San Bartolomé
Fué uno de ellos García Fernandez, quien en 1260 de osta ciudad al edificio que levantó en las casas que
concedió al obispo de Lugo D. Miguel y al cabildo pertenecieron á los duques de Arjona, que para el mis-
con este piadoso objeto la ermita de San Cosme, instrata mo fin le cedieron los condes de Lémus, y posterior-
publica peregrinoritm, y cercana á la villa de Sárria, mente le donó á los padres de San Juan de Dios el se-
en la cual existía ya algun tiempo antes un hospital ñor D. Fr. Andrés Caper6, obispo de Lugo, desde 1714
que se menciona en la escritura de préstamo hecha por á 1717.
el obispo de Lugo D. Ordoiío en 1219 á favor de Vidal A la muerte del de Mondoñedo, D. Fr. Antonio á.le-
Perez, vecino de Sárria. Dicho hospital hay fundados jandro Sarmiento de Sotomayor, en 1751, se construía.
motivos para creer que era de iinportancia, segun lo para el de San Pablo de esta ciudad un cómodo edifi-
indican los firmantes de esta escritura: Cornrnendator cio con caudales dejados para ello •por este prelado.
Fernandus Cerr,arius, Petr1ts Mickel. Hospitalarius, Dos esclarecidos varones que ocupaban simultá-
Fernandns Petri,Jrater Hospitalis, lo quo tambien neamente las sillas de nuestra provincia, el agustino
nos da á conocer que pertenecía á la órdendel hospital. D. Fr. Francisco Armaüa la de Lugo de 1778 á 1785>
Dos testamentos de otros tantos canónigos, hechos y D. Francisco Cuadrillero y Mota en ?tfondoñedo de
ambos á fines del siglo x1u, nos darán á conocer exac- 1781 á 1797, parece que trataron de rivalizar en el
tamente de qué manera se ejercía la caridad por estos ejercicio de la caridad y en la ejecucion de obras be-
tiempos, y cuáles eran los establecimientos de bene- néficas. El primero se dedicó casi tan solo á practicar-
ficencia que á la sazon babia. El primero de ellos se la. caridad cristiana propiamente dicha; es decir, á so-
otorgó por el canónigo de ?tfondoñedo Estéban Gal van, correr inmediatamente las mas perentorias necesida-
á 24 de mayo de 1287, en la ciudad de Villamayor, y des del hambriento, del enfermo y del niño abandona-
en él, despues de la fundaciou de varios aniversarios do: el segundo, con mayor elevacion de ideas, trató
y de hacer diferentes mandas piadosas y legados, dejó de atajar el mal en sus causas, y crear un esllableci-
20 sueldos á la albergaría, que no debe ser otra cosa miento que evitase á ciertas desventuradas madres el
que el hospital de peregrinos, cinco á los malates ó pasar por el bochorno de la deshonra sin hacerse reas
lacerado,;, otros cinco á la e11iparedada, y por último, de un criminal infanticidio.
50 al monasterio de M~yra y otros tantos á cada uno Creó para el primer objeto un hospicio en que se
de los con ven tos de predicadores y menores de Vivero pudiese proporcionar el necesario sustento por medio
y Rivadeo. El otro testamento le hizo el canónigo de del trabajo á muchas mujeres arrancadas del piélago
Lugo Rodrigo Feroandez, hallándose gravemente en- de la prostitucion, al mismo tiempo que se fomentaba
fermo, á 12 de abril de 1290, que, á la manera del de la industria del país, y se dotaba á la ciudad de Moo-
Gal van, dejó sus mandas al hospital de Lugo, á los doñedo de una nueva manufactura; y para el segundo
leprosos y á los mona~terios de Santo Domingo y San fundó una casa de niños espósitos en 3 de octubre
Francisco. Las obras públicas, aunque no tu viesen de 1786.
nada de sagradas, eran tambien objeto por estos tiem- Además de los hospitales de L!.lgo y MoorJoñedo,
pos de la caridad de las personas piadosas, en los que de que dejamos hecha mencioo, existían: en Vivero el
todavía estaba muy arraigada la arquitectura monás- de Caridad, con una renta que no pasaba de 3,000
tica en nuestra provincia como lo revelan claramente reales, y de cuya caja se sacaron en cierto apuro
los mismos caractéres ele las obras que por entonces se 32,183 rs., á cuenta de los que se mandaron dar 20,000
fabricaban; así es que los dos canónigos consignaron en 1818, que no llegaron á su destino, aunque para
sus memorias, el primero para la obra de Santa María, él salieron de las rentas de propios; en esta villa y en
y el segundo para el puente de Lugo, obra que puede sus afueras, otro de leprosos q oc entre todos sus cen-
considerarse como verdaderamente benéfica y religiosa, sos y foros no reunía al año 700 rs.; en Rivadeo el hos-
porque facilitaba el paso del rio á los peregrinos que pital de San Sebastia o, cuyos bienes se vendieron
por allí cruzaban el ?tfiúo para dirigirse á Compostela. en 1806, y en Monforto el hospital de Sancti-Spíritus,
En la donacion de la tierra de Pal!ares que el rey sin rentas, y el de San Juan de Dios, cuyo edificio se
D. Fernando IV hizo al obispo dcLugo D. Fray Juan Fer- utilizó para casa de ayuntamiento.




• •


PR.OVINCJA DE LUGO. 51

Por último, en 12 de marzo de 1835 se dispuso que scñaoza, se fundaban otros dos en la villa de Mon-
se agregasen al hospital de Caridad de Lugo los bienes forte, de no menor importancia que aquellos. Fué
y rentas, cuyo paradero se ignoraba, de los hospitales de el uno el colegio de la Compañía de Jesus en 1586, y
Ligonde, Lestedo, Puerto Mario, Sárria, Cruz, Cha- el otro el de humanidades ó artes, debido á D. Ro-
moso, Santa Catalina de Fonfria y Montouto, de los drigo de Castro, obispo de Cuenca, cardenal y
cuales no se pudo sacar niogun producto en los seis arzobispo de Sevilla y al que llama r.1endez de Silva
primeros años, á pesar de las averiguaciones practi- colegio farnoso de artes y lucido magisterio de todas
cadas. ciencias, y añade que fué levantado en 1595 junto J
Puede decirse, sin gran riesgo de errar, que la ins- los PP. de la Compañía, el rio entr& rnedias.
truccion pública no fué conocida en nuestra provincia Otra importante fundacion debieron los lucenses
hasta el siglo xvr, y que hasta entonces, ni nadie cuidó por estos tiempos á su obispo D. Fernando Villosillo,
de proporcionar enseñanza al pueblo, ni existió niogun cual fué la que hizo en 1580 del colegio de Lugo en la
establecimiento ni corporacion dedicados á la ense- universidad de Alcalá, dedicado al Dr. San Jerónimo,
ñanza. y dotado con 2,000 ducados y 100 fanegas de trigo,
En este siglo, por el contrario, los obispos y los con lo que se habian de mantener doce colegiales, dos
municipios, los particulares y las órdenes religiosas familiares y cuatro criados; dos de sus becas se habían
procuraron difundirla cada uno por distintos medios y de dar precisamente á naturales del obispado de Lu-
aun para diversos fines. go, presentados por el dean y cabildo de su iglesia, á
El concejo de :h<!ondoñedo, no solo pasaba un maes- quien dejaba facultado igualmente para su exámen y
tro, que se procuraba fuese persona docta y competen- pruebas.
te, sino que obligaba á los padres á que mandasen sus Durante los siglos xv11 y xvur se fundaron varias
hijos; pero la enseñanza oficial tuvo bien pronto que obras pias para atender á la enseñanza elemental de
sostener la competencia con la de otros maestros par- lot1 pobres por filántropos particulares, cuales fueron la
ticulares. En esta misma ciudad y al propio tiempo, se de Villarroel, la de Al varo Perez Osorio, en 11ondoñe-
instituía la canongía magistral con el propio objeto, y do, y la escuela de niñas de Vivero, fundada por do-
se encargaba al Lic. Molina, el primero que la obtuvo, ña María de Tubias, con bienes que dejó pára el obje-
que pronunciase leccion dos veces á la semana, á cuya to, y cuya renta ascendia á unos 700 rs. anuales.
prebenda, para aumento de sus productos, se le agre- En el episcopado de D. José Losada,dc 1762ál7'79,
gó á los pocos años la dignidad de juez del fuero. Doña se construyó el seminario de 1-1ondoñedo de nueva
María Sarmiento de Sotomayor fundaba el seminario planta, en las huertas de Torrillon, al mismo tiempo
de Vivero, cuyo edificio se convirtió en aduana en que el rey D. Cárlos III dispouia por repetidas reales
nuestros tiempos, y en el cual babia un rector, un re- cédulas que su enseñanza no se limitase solamente á
petidor y una cátedra de casos, regentada por los pa- los seminaristas, y que los años de filosofía que cursa-
dres dominicos, y de cuya enseñanza disfrutaban co- sen los alumnos esternos pudiesen ser incorporados á
legiales esteroos é internos; y poco despues el estable- las uni versidádes, con lo cual se llegó á establecer en
cimiento de los seminarios, conforme á lo dispuesto en él la primera enseñanza, latinidad, filosofía y teología.
el Concilio tridentino, dió un gran impulso á la ios- Uno de los cuidados á que con mas preferencia
truccion pública en nuestra provincia. atendió el insigne obispo de Lugo Armañá, fué la ins-
El primero que se instaló fué el de ~fondoñedo, para truccion de sus diocesanos, porque no se ocultaba á su
lo cual hizo grandes gestiones el concejo de la ciudad, peoetracion que la ignorancia, u u ida al desórden de
hácia el año de 1573, en el que dos maestros señalaban ¡as pasiones, es causa de la corrupcion de las costum-
I
la gramática latina en cuatro años, y cuyos semina- bres, y que serian vanos cuantos esfuerzos se hiciesen
ristas asistian á la iglesia catedral á hacer ciertos ser- para corregirlas, si no se trataba de curar el mal en
vicios y desempeñar determinadas funciones. su orígen. Exhortó á ello, con especialidad á los pár-
No fué muy posteriGr la ereccion del de Lugo, de- rocos y á los padres de familia, como las personas á
bida á su obispo D. Lorenzo A.sensio Otadui y Avenda- quienes en primer lugar corresponde este cuidado, los
ño, quien así ciue tomó posesion del obispado en 1592, unos por su oficio y los otros por la natural obligacion,
<iomenzó á tratar de plantearle, para lo cual se nombró y procuró el establecin1ieoto de escuelas para niños y
una comision, compuesta del dean, el arcediano de niñas, en las que además de no exigirse retribucion
Neyra y los canónigos Robles y Pedro Lopez de Ribe- ~lguoa, se facilitaban socorros á los mas necesitados
ra. Poco tiempo despues D. Alonso Lopez Gallo, obis- que se distinguian por su aplicaciou. Con cuyo piado-
po de que ya hemos hecho honorífica meucion, que so establecimiento respondió dignamente á las escu-
gobernó la sede lucense de 1612 á 1624, encontró sas de ciertos labradores, que alegaban su escasez de
grandes defectos en la admioistracion de las rentas del recursos y pesadas atenciones del trabajo para dejar á
seminario, y habiendo mejorado aquella y aumentado sus hijos sumidos en la barbáric y la corrupcioo.
estas con dos juros que compró, pudieron sustentarse Al paso que trabajaba en este benéfico intento pro-
cómodamente los colegiales, cuya enseñanza se mejo- curando infiltrar el conocimiento de su importancia
ró con disponer que las cátedras facultativas se enco- suma por medio de sermones y cartas pastorales, aten-
mendasen á los canónigos magistral y lectora!. El día tambien á la instruccion pública en un terreno
número de colegiales que llegó á admitir fué el de diez mas elevado, con la biblioteca pública episcopal que
:¡ ocho, que se renovaban cada.cinco años, y sus cáte- estableció en Logo y en la que empleó muchos miles
dras eran, cuatro de latinidad, una de lógica y filoso- de ducados, la cual babia de estar á cargo de un bi-
fía y dos de teología moral. bliotecario nombrado por el rey y pagado con 400 du-
Al mismo tiempo que estos establecimientos de en- cados de la mitra. Esta biblioteca fué aumentada por


52 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

el Sr. D. Felipe Pelaez de Caunedo, obispo de Lngo, estudio de la química, no comprenden mas arto de
en los últimos años del pasado siglo. curar que el de un grosero empirismo, al que prefie-
Hallábase á la sazon establecida en Lugo la Socie- ren, por otra parte, la oferta y el ruego á la Di-
dad Económica de •.\.migos del país; medio siglo des- vinidad, y en muchos casos los sufragios para apla-
pues, en 1840, se reunía en Rivadeo la de Fomento, car los manes de los que han pasado á la otra vida,
que ha sostenido la. escuela de matemáticas y pilotage, de cuyos padecimientos creen sufrir ellos las conse-
y por entonces se creaba en Lugo, por noviembre cuencias, ya en el quebrantamiento de su salud ó en
de 1842, el instituto de segunda. enseñanza, consig- el menoscabo de sus intereses.
nándole para su sostenimiento varios arbitrios sobre De aquí trajeron su orígen las frecuentes y con-
consumos, cuyos alumnos, en el curso de 1846 á 4'7, currirlísi mas romerías que se celebran en este país,
no pasaron de ciento trece. Este establecimiento en- tan lucrativas para la clerecía por las pingües ofertas
contró tan favorable acogida, que el Sr. Arias de la que en ellas se recogen en granos, lanas y metálico.
Torre ofreció desinteresadamente su huerta para hacer La supersticion sobre este punto llega á tal estremo
un jardín botánico, pero por su escasez de fondos nun- entre los paisanos de la provincia de Lugo, que ase-
ca llegó á verse en un estado regular, con cuyo moti- guran qu':l ciertas dolencias se curan tan solamente
vo, y por carecer de cómodo edificio, se trasladó al es- con ofrecer una vara de hiladillo á una determinada
tinguido colegio de Monforte en 1849. imágen. Gozan tambien en el país do muy seña.lada
)fucho ha mejorado la instruccion pública en nues- veneracion ciertas cartas escritas en estilo bárbaro,
tra provincia con la creacion de la biblioteca provincial que dicen provenir del cielo, del que las ha recibido
formada de los libros recogidos en los estingoidos con- directamente algun sacerdote eu el acto de celebrar

ventos de Villanueva de Lorenzana, Lugo, Sámos y el santo sacrificio.
Sárria, y con la organizacion de las de los seminarios Las enfermedades de los ganados las sujetan á un
de Lugo y Mondoñedo, aumentada considerablemente género idéntico de curacion, á pesar de tener medici-
esta última con los libros que se dejaron en la saca 1íeiros asala!'iados, que no son otra cosa que empíricos
hecha para la biblioteca provincial, los cuales en con- y rutinarios curanderos que poseen un cortísimo nú-
junto no desmerecen en importancia bibliográfica de mero de conocimientos veterinarios, y uno de los me-
los que se llevaron á Lugo. dicamentos con mas frecuencia empleados son los pol-
Puede afirmarse con seguridad que existen todavía vos de ara que suministran los dependientes inferiores
en nuestra provincia varios usos y costumbres recono- de las iglesias.
cidamente de origen céltico. Es la mas principal la de Tanto para los animales como para las personas, y
encender hogueras en la noche de San Juan, al mis- muy en particular para los niños, re,~urren á menudo
mo tiempo que las mozas cuidan de colocar en loe, va- á los exorcismos para repeler el espíritu que produce
nos de la. casa ramitos de yerbas olorosas para impedir la enfermedad. A. este recurso se acude con especiali-
en ella la entrada á las nieigas. dad en las ocasiones en que un labrador ve morir su-
Sabido es que los celtas celebraban varias fiestas cesivamente cuanto ganado mete en sus cuadras,
para la renovacio11 del fuego, que tenia.u lugar al tiem- atribuyendo de ordinario al local, los mas ilustrados,
po de los solsticios, y que durante ellas en cada can- la verdadera causa, que no está sino en el envenena-
ton se encendían dos fuegos por entre los que se hacian miento de los pastos producido por las plantas vene-
pasar los rebaños para purificarlos. nosas que á veces suelen infestar los prados.
Pudiera tambien citarse como costumbre céltica, la Donde los exorcismos tienen su principal y mas
práctica de pasar á los niños quebrados á través del oportuna aplicacion, es para los pretendidos energú-
tronco de un árbol determinado, abierto espresamente menos, que son regularmente mujeres atacadas de
para el objeto, con lo cual aseguran que obtienen so cu- una especie de estérico ó afeccion uerviosa muy co-
racion, pues es un vivo recuerdo del uso que, segun al- mun en el país y que ataca fuertemente á la cabeza
gunos autores, daban aquellas gentes á ciertas piedras de la paciente, produciendo á manera de cierta ena-
horadadas y con el que presenta grandísima analogía. geoacion mental.
Lo es asimismo la de los aguinaldos, cuya palabra Largo seria nuestro relato si tratásemos de anali-
viene de la frase céltica En!Jhin-aneit, el trigo germi- zar todas las estravagantes preocupaciones y ridícu-
na, y cuyo orígen no es otro que las mútuas congra- las creencias que abrigan los paisanos de nuestra
tulaciones, y los agasajos y finezas hechos para so- provincia hasta sobre los mas sencillos fenómenos de
lemnizar tan importante acontecimiento y dar mues- la naturaleza y naturales acontecimientos de la. vida.
tras de la justa y nacional satisfaccion. Este país es hoy dia muy pobre en tradiciones y
La mayor parte de las costumbres de los lucenses leyendas, y no nos atrevemos á asegurar si en algun
son puramente cristianas, es decir, son producto de la tiempo ha sido mas rico en ellas que lo es actualmen-
poderosa influencia que la clerecía ejerció en el país te, y si en este caso las ha perdido á causa de las di-
durante la Edad media y muy especialmente en los si- versas circunstancias que poco á poco, y cada vez
glos del x al xu. Así es que la preocupacion y las su- con mayor fuerza, hacen desaparecer por completo los
persticiones religiosas figuran siempre en primer tér- caractéres particulares de los paisanos de Lugo.
mino en todos ó la mayor parte de los actos de su vida. Nótase mas claramente esta progresiva desapari-
Estos errores encuentran siempre su principal cion en los trajes, pues casi por completo han desapa-
aplicacion al tratar de la conservacion de la salud, recido los propios del país, á escepcion de algunas re-
pues desconocida para ellos la medicina científica, ba- ducidas localidades, como sucede en la parroquia de
sada en los estudios anatómicos y observaciones clíni- Labrada, á poco mas de una legua 80. de Mondoñedo,
cas ausiliados de los conocimientos que suministra el cuyos feligreses, que fácilmente se reconocen por su


PROVINCIA DE LUGO. 53
elevada estatura, conservan cierto corte de calzon, de por sí á hacer desaparecer el carácter provincial y
polaina, chaleco, chaqueta y montera, característicos las antiguas costumbres y viejas tradiciones.
de la localidad. No se exime de este influjo el lenguaje, pues cada
Las frecuentes emigraciones al interior de la Pe- dia se ve mas empeño en la general adopcion d,•l cas-
nínsula y América, las periódicas y antíguas escur- tellano y en el abandono del duice y meloso dialecto
siones á Castilla para la siega, y la reforma de hábi- que debe el reino de Galicia á su época de mayor
tos y costumbres que importan los mozos que vuelven grandeza, el tiempo en que se vió tan dichosamente
á sus casas despues del servicio á que son arrancados gobernada por el memorable conde D. Ramon de Bor-
por la contribucion de sangre, contribuyen cada uno goña.

CAPITULO VII.
IDSTORIA ARTISTICA Y MONUMENTAL.
Monumentos célticos.-Muralla y otras construcciones romanas de Lugo.-Objetos hallados en esta ciudad.-Ioscripciones.-:,fosáico de la
calle de Batitales.-Ioscripcioo de Britonia.-Ioscripcioo de Sámos.-Sepulcros.-Reediflcacion de la cate,lral de Lugo.-Su ioscripcioo.-
Construccioo de la aotígua catedral de Mondoñedo.-Sepulcro del Conde Santo en Villanuevn. de Lorenzana.-Ioscripcion de San Juao de
Velga.-Aotígua catedral mindoniense en Sao llfartio de llfondoñedo.--Catedral de Lugo.-Catedral de Moodoñedo en Rivncleo.-Actual ca-
tedral de !lfondoñedo.- Iglesias mooé.sticas y capillas.-Conventos de San Francisco y Santo Domingo de Lugo.-lglesias parroquiale~.-
Castillos.-Pioturas murales de Moodoñedo.-Construcciones del renacimiento.-Silleria de In catedral de Lugo.-E,liflcios churrlgueres-
cos.-Construcciooes maderoas.

Por mas q ne la venida de los celtas á nuestra pro- monumentos célticos con que en estos dias se ha pre-
vincia esté fuera de toda duda, no podemos designar tendido enriquecerá nuestra provincia, no existen sino
con seguridad ningun monumento procedente de ellos en la ardiente imaginacion de sus descubridores.
en todo su territorio, sin que por esto se crea, ni por Lo contrario de lo que dejamos dicho sobre los mo-
un momento, que pretendemos negar la posibilidad de numentos célticos puede decirse de los romanos, por
su existencia. ser innegable la existencia de muchos y muy notables
Hasta ahora se ha considerado como decisiva la en nuestro país. Tiénese como tal, aunque ya en el dia
opinion del P. Sobreira de que los innumerables castros no se afirma con la seguridad que en otro tiempo, la
que se encuentran desparramados por todo el territo- muralla que rodea y defiende la ciudad de Lugo, que
rio gallego son obras célticas, así como las llamadas abraza 2,131 metros de circuito, con 10 á 14 de altura
mamoas lo son romanas, cuya opinion fundaba el eru- segun las sinuosidades del terreno, J. de ancho en unas
dito padre en cierto órden sistemático que babia obser- part,..s 5 y en otras 7, guarnecida de 85 torreones se-
vado en la distribucion de los castros sobre el terreno. micirculares. en otro tiempo coronados de dos órdenes
Muy lejos está de satisfacer hoy este parecer, pue::1 en- de ,entanas de medio punto, de que apenas queda un
tre otras objeciones que pudieran oponérsele, es una, recuerdo, y de cuyos vidrios aun se encontraban frag-
y no de las menos fuertes, la de haberse encontrado mentos no hace mucho. En tiempo de D. Alonso VI,
en algunos de ellos, y precisamente en el que da nom- cuando la reb-::lion del conde Rodrigo Orequez, segun
bre á la parroquia de San Juan de Castro 111ayor, mo - se dice, se destruyeron estas murallas; pero tal vez
nedas del bajo imperio hasta de Theodosio el lvfagno; seria únicamente lo que se destruyó una muy alta tor-
lo cual arguye claramente que fueron construidas en re que defendia la ciudad, y la pequeña brecha por
un tiempo muy posterior al en que los celtas perdieron donde entraron en ella las huestes reales, lo que es
su independencia. posible que no se reparase hasta la composicion que
Por nuestra parte confesamos con sinceridad que se hizo en la muralla, corriendo el siglo :x1v.
en una construcciou que se reduce simplemente al La parte que cae al campo de Ran Roque se reedi-
amontonamiento de tierras, ya sea en .forma cónica á ficó en 1836, con arreglo á los principios modernos de
manera de montículo, ó ya constituyendo un parapeto la. arquitectura militar, por el cuerpo nacional de inge-
alrededor del campo, es muy difícil asignar una época nieros y á costa de la provincia.
con certeza, mientras no se encuentren objeto ó memo- Otro de los mas importantes monumentos romanos
rias históricas que ayuden á fijarla; pues es bien sabi- que poseia la ciudad de Lugo, era el puente sobre el
do que ambas construcciones fueron usadas hasta el 1Iiño, cuya primitiva fábrica desapareció por comple-
siglo x11, las primeras para asentar sobre ellas las sen- to en las varias restauraciones que sufrió en el si-
cillas fortalezas de aquellos tiempos, y las segundas glo x1v.
para fijar la empalizada á que se encomendaba la de- Con objeto de allanar la plaza para una corrida de
fensa del campo. toros, se deshizo en 1736 una antígua construccion
No negamos, volvemos á decir, la posibilidad de que habia en meuio de ella, hecha de guijarros unidos
que algunos de estos castros sean de orfgen céltico, ni con fuerte argamasa, que algunos miraban como res-
tampoco la existencia de otros monumentos de idén- tos de un anfiteatro romano ó de una boca de mina;
tico orígen, ya sean tu,nultts ó dol~nenes, 1n1tnkires ó pero el Dr. Pallares, que le alcanzó, le da como rollo
piezas oscilatorias; pero sí sostenemos, no solo que las del siglo xv1, en razon á unas escaleritas que tenia al-
noticias que hasta ahora se han dado son insuficientes rededor y á su semejanza con el del campo de San Ro-
para afirmarlo con seguridad, sino que algunos de los que, que se concluyó ea 1548. Cuando el obispo A.rma-
CRONICA GE?-.'ERAL DE ESPAÑA.

ña dispuso la construccion de la cárcel en los últimos d. ro. s.


años del pasado siglo, se aprovechó para las cloacas aureliae mantiae
una parte del acueducto romano, del que existian en annorvm XVIII
avrelivs fronto
tiempo de Pallares algunos restos en los conventos de filiae. f. c.
San Francisco y Santo Domingo, y por el que corría
el agua de la Fuente del Castiñ➔ iro. Por último, de El monumeuto romano mas importante que conser-
las termas solo se conservan hoy unos frogones que va Lugo, es sin duda alguna el mosáico de la calle de
parece se destinaron á contener el rio en sus avenidas; Batitales, descubierto ca~ualmente en el año de 1842.
en tiempo de Pallares existían todavía algunas bóve- Está en el centro de la calle, á la profundidad de cer-
das de ladrillo, en una de las cuales se decia misa á ca de metro y medio, cubierto por grandes losas, que
los enfermos, y en la Edad media se utilizaron sus fér- aunque le protegen contra alguna bárbara mano que
vidas aguas para hacer la prueba del agua caliente, tratase de destruirle, no le resguardan de la basura y
segun lo indica un instrumento de 995 citado por el principalmente de las aguas, cuya accion reblandece
P. Risco. cada día mas la pasta especial en que están clavados
Entre los varios objetos de arte encontrados en los pequeños cubos de diversos colores que forman esta
Lugo, procedentes de la época romana, merece citarse notable pintura, hecha segun el procedimiento llama-
en primer lugar una estátua con escudo y saetas, que do 1'ermiculatum.
el P. Gándara tomó por espigas y creyó que significa- La parte principal que se conserva de este curioso
ba nada menos que haber sido Lugo la última ciudad mosáico representa una caprichosa cabeza, cuya bar-
conquistada por los romanos, y con lo que se aseguró ba y cabellera parecen formadas de algas marinas en
la paz llamada octaviana. Tambien se han encontrado vez de cabellos, y cuya frente está adornada de dos
restos de otras estátuas, una de bronce, varios fustes orejas de forma muy semejante á las de los gatos, dos
de columnas y otros objetos menudos, de los cuales cuernos junto á ellas terminados en medias lunas, los
subsisten algunos en la miserable fachada de la casa cuales parecen hechos de troncos de plantas marinas
número 3 de la Roa Nova. La mayor abundancia que tuberculosas como el coral, y por último, de otros dos
queda en Lugo de memorias de la dominacion romana, cuernecitos que nacen unidos del centro de la cabeza
son las inscripciones de que vamos á dar cuenta lige- sobre la frente y se separan formando dos arcos de cír-
ramente. En un pedestal de columna cuadrada con culos tangentes, de tan fina delineacion, que se toma-
basa y sobrebasa de una vara de alto que se utilizó rían fácilmente por los estambres de una flor. Esta
para cepo de limosna en la capilla de San Roman, se cabeza tan colosal, que tiene poco menos de un metro
leia (segun Pallares): de largo, figura estar colocada sobre dos peces de la
Caelesti familia de los escachos, dispuestos simétricamente,
aug como si con ellos se hubiera querido reemplazar el
paterni cuello y hombros de la figura. Otros dos grandes peces,
quiet que recuerdan los delfines, la cantonean, y otros varios
constantii
v.v.s.s. de distintas formas se estienden á uno y ctro lado, mez-
clados con erizos de mar, conchas univalvas y bival-
cuyo pedestal está hoy colocado en la muralla. vas, y varias líneas, con las que se presume que el ar-
En esta misma se encuentran otras varias inscrip- tista intentó figurar las hondas del agua. Todo ello se
ciones, que ponemos aquí, tales como hasta ahora se encuentra en una faja que se estiende de N. á S., for-
han leido, sin responder, por nuestra parte, de su mando con las líneas de la calle un ángulo de 45 gra-
exactitud: dos. Paralela á esta faja corre otra por su parte occi-
l. valerius S. V. L. P. dental, interrumpida por dos basas áticas de granito,
severus Cierne entre las cuales se veo graciosos recuadros, y cuyas
mil-leg-vn-g-fi ns 1ve
v carissi-vv . .fl.. Joviam basas tienen mas de medio metro de diámetro y se ha-
an XXX a er Vl V. S. t. m. llan inscritas en un plesito figurado, de mosáico, y dis-
h. s. e. s. t. t. l. v. e. v. tantes entre sí por su centro cerca de dos metros y me-
dio. Los recuadros contienen: el uno un adorno en for-
Iuliae pompeianae Ccsari
iiii Pompei. valentina Pauls. Favius ma roro boidal de esq uisito gusto; el otro una lacería
filius. maxumus de colores que produc~n vistoso aspecto. Otra nueva
legat. caesaris. faja corría por el lado opuesto de esta, de que no nos
En el cementerio se encuentra la siguiente: quedan sino ligerísimos indicios, y sí casi completa la
doble franja que las dividía realzada de sencillas la-
d. ro. s. bores corridas.
eliae
r Al otro lado de la faja principal, ó en la q uc pri-
fnuslvs. meramente hemos descrito, se encuentran los restos
vxor1 de un muro hecho de laja pizarrosa de 40 centí-
vacr metros de ancho, al que sigue otro gran trozo mo -
vm
sáico de unos 3 1¡2 metros, el cual hoy, comple-
Y por último, en la parte esterior del muro de la tamente destruido, solo se conoce por el dibojo que
cabecera de la iglesia parroquial de San Martín del existe en las casas consistoriales, hecho cuando tuvo
Rio, jurisdiccion de Villadega, hay una de las mas lugar el descubrimiento, y termina en unos vesti-
notables inscripciones romanas que se conservan en gios de muros de idéntica construccioo, que se cortan
la provincia de Lugo, que dice: en forma de cruz. Segun la memoria que se escribió
PROVINCIA DE LUGO. 55
po~ entonces, se encontró además otra faja muy de- de la que no queda otro recuerdo que una inscripcion
teriorada, en que se veia un esbelto y elegante ciervo y los sepulcros formados con lajas que se encuentran
en el a~to de salir brincando de una hoja de acanto, á poca profundidad en sus inmediaciones, acompaña-
y un tigre daudo un salto sobre otra hoja de la misma dos de algunos pedazos de vasijas.
P!anta, todo ello de notable dibujo y delicada ejecu- Esta inscripcion, hoy en gran parte ilegible, pare-
c1on, en la que dice se emplearon pequeñísimos peda- ce dar á entender q oe un tal Pela yo restauró la iglesia
zos de mármol de di versos colores. En el resto se usó de Britonia,_ por las siguientes palabras, en la forma
la piedra pizarrosa, para los negros y pardos, y la que la publicó el P. Florez:
piedra caliza, ya de su color natural ó teñida de dis-
tintos colores. Era
et quinto kls maias
La capa de tierra que cubria este mosáicocontenia ~elagius perfecit
partes calizas, ladrillos, lajas pequeñas del país y •
1n onorem
gran cantidad de huesos y astas de animales de raza sce 11arie.
bovina y de cerdo, colmillos dennos y otros y algu-
nas astas de ciervo. Además se encontraron grandes La otra, perteneciente al aotíguo monasterio de
trozos ,del revestimiento interi0r del edificio, cuyo pa- San J ulian y (3aota Basilisa de Sámos, se encontró
vimento formaba el mosáico, realzados de pinturas al en 1753 al abrir una puerta en el cláustro pequeño
para bajar á la librería. Es una memoria de la res-
fresco y al encausto, en que se percibían los colores
tauracion de la observancia que hizo en este mo-
encarnado, azul, verde mar y amarillo claro, colores
nasterio, restituyéndole á su antíguo esplendor, el
de que tambien se dice estaban pintadas las basas de
que dejamos hecha mencion. obispo Ermefredo, que gobernó la sede lucense por los
Difícil es, nos apresuramos á decirlo, el poder ave- años de 653 y 657, y cuya inscripcion, de que hoy
solo conocemos la mitad, por estar completamente
riguar á qué clase de edificio pertenecia este rico pa-
vimento, y mas aun el fijar su estension, pues á las borrada la piedra en que se contenía su segunda co-
noticias que dejamos consignadas solo podemos aña- lumna, se cree sea de la que se hace mencion en el
privilegio concedido por D. Ordoño II á este monaste-
dir que á los 3 metros de una de las basas se apareció
rio en el año de 992.
otra semejante, y que á 5 de la otra se halló una tos-
Dice así:
cana de algo menor diámetro que las otras, entre las
cuales no se encontró mas resto del mosáico que las ast ego ermefredus lucensi presul in urbe
señales del cimiento en que estuvieron enclavados los dispensaos plebi jura sa.cerdotum
cubos. talia confirmaos vota edictis per evum
lifuchas conjeturas se han hecho no solo respecto restitui lapsa copta bene cumulans
al edificio cuyo pavimento aun conocemos en parte, hujus xpe. gregis tu tamtum claustra tuere
noxia ne pestis turbet ovile pateos
sino sobre el asunto que representaba. Laopinion mas hic igitur monacale decus per secta nitescat
autorizada es que pertcnecia á un templo de Diana, á vinceat hic animas regula sga.
quien se supone como divinidad protectora de Lucus
Áugusti, y por tanto que la cabeza y peces figurados Se encuentran tambien con abundancia en nuestra
en el mosáico son la representacioo genérica del mar, provincia sepulcros formados de una sola pieza, y al-
elemento dependiente de la diosa, como su,ieto á la in- gunos ahondados tan solo en la parte necesaria para
fluencia del astro de la noche, conjetura que se con- colocar el cadáver, todos los cuales pueden pertenecer
firma con la abundancia de medias lonas que se nota á estos tiempos ó algunos no muy posteriores.
en todas las partes del dibujo, y por la semejanza que La magnificencia con que se reedificó la catedral
presentan con los barbos, peces consagrados á Diana, de Lugo despues de arrojados de la ciudad los musul-
como diosa de la pesca á la vez que de la caza, algu- manes, lo demuestra bien claramente la intencion que
nos de los dibujados en él, y por último, los hueso¡¡ significó D. Alonso el Casto de hacer la iglesia de San
encontrados, que indican los numerosos •sa~rificios á Salvador, en su córte de Oviedo, á semejanza de la de
ella ofrecidos. Lugo, como se contiene en el privilegio que concedió
Los objetos que se hallaron cuando se practicó la á la iglesia de Santa María de Lugo en 832, en el que
escavacion fueron un fragmento arquitectónico, que á dice: Ecclesiarn co1tstr1ie1·e1n in konore1n Sancti Sal1Ja-
pesar de estar muy destruido, se conocia ser de órden toris ad ipsius similitudinem Ecclesie Sancte Mari6
corintio ó compuesto, un claro de bronce de 2 centí-"" L1icensis Oi1Jitatis.
metros de largo, con cabeza redonda y plana, y dos Se ha considerado tambien como de los primeros
pedazos informes de hierro. años de la reconquista la inscripcion que permanece
Otro fragmento del mismo mosáico conserva cui- colocada sobre la puertecita del crucero de la catedral
dadosamente el dueño de las casas do la calle de Ba- en frente de la que conduce al cláustro, y que se atri-
titales, menos importante quo el anterior, por ser sus buyo al obispo Odoario (740-786), en razon á que las
dibujos tan solo geométricos. iniciales de sus líneas forman las cinco primeras le-
Los restos arqueológicos q oe existen en nuestra tras de esta palabra. Nosotros, sin embargo, á pesar
provincia de las dominaciones sueva y goda, están de las autorizadas opiniones que así lo creen, sospe-
únicamente reducidos á dos inscripciones, de las caa- chamos que sea de época algo posterior. Su contenido
lcs una proviene de la antígua iglesia catedral de es el siguiente:
Britonia, y se ve hoy colocada en el fastial meridio- ó lux ju bar incrie sol et celsa Maria
nal de la parroquia de Santa María de Bretaña, que ha decus celebris et nobilitas, geoeris almi
sido edificada en el mismo sitio que ocupó aquella, y oppide vultu vita que eloquio clares
'
CRONICA ~
GENERAL DE ESPANA.
56

ads et tuo hic opere templi culmina comple cionada con tres ábsides semicirculares en su costado
rata novata micant doctrina que oriental, y dividida en tres naves por arquerías que se
vibrant. apoyan en seis machones acodillados, de los cuales los
La construccion mas antígua que creemos se en- dos mas próximos al crucero tienen columnas en los
cuentra en nuestra provincia es la parte de la antígua frentes; una bóveda de cañon seguido cubre la parte
catedral mindoniense, hoy parroquia de San l\1artin preferente de la iglesia, 6 sea la inmediata á los ábsi-
de l\1ondoñedo, que asegura la tradicion fué construi- des, y tres severos cascarones á estos. U o a portada de
da por Sao Rosendo durante el tiempo que gobernó arcos abocinados, que arrancan de bellas columnas
aquella sede (928-94'7), y que no debe ser obra muy colocadas en los codillos de las jambas, da ingreso á
lrjana de esta fecha, en razon á la marcada analogía la iglesia por el centro de su costado occidental: va -
que presenta con las construcciones asturianas del rías sencillas ventanas la alumbran; y por último, la
mismo siglo y de los anteriores. adorna una rica ornamentacion desparramada por las
Lo que hoy nos queda es tan solo el fastial seten- impostas, tejaroces, basas y capiteles, de que forman
trional de la iglesia, que se reduce á un grueso muro la principal parte las esculturas que realzan los cane-
real~do por la cara que corresponde al interior de la cillos y los capiteles, curiosas por el arte que revelan
iglesia, de cinco columnas que sobresalen de él como y por sus representaciones monográficas. De este gé-
la mitad de su diámetro y cuyos capiteles y basas han nero y de lo mas importaute que encierra esta iglesia,
desaparecido. que yace eu completa ruina desde estos últimos años,
Muy poco posterior á este monumento es el sepul- es el frontal de su altar mayor, curiosísimo bajo relie-
cro en que se guarda P,l cuerpo del fundador del mo- ve, que si no es mas antiguo, puede asegurarse que
• nasterio de Villanueva de Lorenzana, conocido vul- no es mas moderno que la iglesia. Tambien se en-
garmente por el Conde Santo. Su couservacion es per- cuentra en ella el sepulcro del Obispo Santo, de que ya
fecta, merced á la estimacion en que siempre se le ha hemos hablado, que se reduce á una tosquísima urna
tenido, por considerársele como la joya mas rica de la con pesada tapa cerrada con tres groseros candados.
casa, á causa de la particular devocion de que es obje- En este templo se conservó perfectamente la tra-
to el Conde Santo en todos aquellos contornos. Se dicion de las primeras basílicas, como lo indica la
con1pooe de una urna de estraña piedra, realzada de existencia del transse_pt1trn, que ocupaba la bóveda
labores nudosas, con dos panzudas columnas eu los inmediata á los ábsides, en cuyo centro estaba el
costados de su frente, y en el centro de él el monogra- altar, y en el del ábside la silla del pontífice y los
ma de Cristo dentro de una corona, y de una tapa bancos para los pocos clérigos que permitía su redu-
prismática chaflanada por los estremos y con toda su cido espacio.
superficie escamaua. No sucedió así con la catedral de Lugo, á la sazon
Otra curiosa memoria de tiempo no muy posterior, muy deteriorada ya por el incendio que padeció á me-
si no es contemporánea, posee la provincia de Lugo, diados del siglo xr, como por los estragos que la oca-
la inscripcion que se conserva en la parroquia de San sionó el cerco que puso á la ciudad Alfonso VI cuando
Juan de , ~eiga, feligresía aneja á Piedrafita, entre la rebelion del conde Rodrigo Ovequez, y en cuya ree-
Taboada y Chantada, procedente de una vieja torre dificacion se hicieron ya las innovaciones litúrgicas re-
que formaba parte de una antiquísima iglesia inme- cientemente introducidas.
diata, de la cual fué llevada con otras y con la pila Para llevarla á cabo, el obispo D. Pedro Peregrino,
bautismal, á cuya consagracion, hecha por el obispo el dean, los canónigos y cuatro ciudadanos nobles, hi-
Pedro de Lugo en 1028, se refiere en las siguientes cieron un concierto en 1129 con el maestro Raimundo,
palabras: natural de ~Ionforte de Lémus, quien se obligó á asis-
in n m ne dui tirá la obra todos los días de su vida, y á que si mu-
fons iste benedictvs est: a duo riese antes de terminarse, la acabaría un hijo suyo;
qvem preparavit: devs pplo svo
hic lauantur: sordidi: hic cv por lo que se le habían de dar de salario 200 sueldos
rantvr morvidi: et sanantur de la moneda que entonces corría, y si hubiese mu-
infirmi: consecrata hec dom danza en ell i, 6 marcos de plata, treinta y seis varas
sci ihoannis apsli: a domno de lienzo, diez y siete carros de leña, los zapatos y
pedro epsbo: üüb: ags: era lx borceguíes que necesitase y 2 sueldos para carne al
vi: ps rola mea, un cuartal de sal y una libra de cera.
qui fieri ivssit odrolia
La obra se ejecutó con singular magnificencia, y co-
xpi anciua. mo yadejamosindicado, con arreglo álas innovaciones
La iglesia que hasta hoy conocemos como la mas que por entonces se introdujeron en la disposicion de los
antigua que se encuentra en la provincia, es la vieja templos. La planta del de Lugo se distribuyó por tanto
catedral de Mondoñedo, de que acabamos de hablar. en cuerpo de iglesia, galerías, crucero, ábside, deambu-
Aunque no se tiene noticia ninguna de la fecha de su latorio y ábsides menores formando la corona del san-
construccion , sus caractéres arquitectónicos acusan tuario, ocupando todo una área de unos 1,400 metros
bien claramente la proximidad del siglo x11, opinion cuadrados distribuida de esta manera: el cuerpo de la
que se robustece con el nombre del obispo Gonzalo, iglesia es un rectángulo de 44 metros de largo por 20
que gobernó la sede de 1071 á 1091, el cual forma de ancho dividido en tres naves por diez machones
parte de una inscripcion, hoy ilegible en su mayor acodillados guarnecidos de columnas, sobre las que
parte, que corre por la imposta que rodea el crucero. arrancan los arcos torales y formeros que sostie-
Alzase esta iglesia unos ocho metros sobre su plan- nen entre sí las severas bóvedas de ,la iglesia, ele-
ta cuadrilonga de 24 de largo por 13 de ancho, adi- vadas las de la nave mayor á doble altura que
.PROVI.'\C!A DE LUGO. 57
las menores, y corridas sobre estas las galerías for- período, gusto que se arraigó de tal manera en este país
mando unas segundas naves que se comunican con la como tendremos ocasion de verlo mas adelante. Su
central por medio de graciosos ajimeces, á cuyos arcos rica y graciosa orn:lmentacion se revela especialmente
soportan airosas columnitas gemelas· el crucero de eu los capiteles, todos ellos cubiertos de bellísimos fo-
.
igual '
anchura que la nave mayor, alcanza '
34 metros llages y alg·uuas figuras, y no menos en la portada del
de estension, y por tanto sobrepasa siete metros por estremo seteotrioual del crucero, única de las pri-
cada la<lo la anchura de la iglesia; el ábside, abierto mitivas que ha llegado hasta nosotros, y cuyas puertas
y rodeado de una arquería ojival soportada por ma- conservan un notabilísimo herraje que bien pudiera
choncitos acodillados con columnas, ocupaba un semi- ser contemporáneo del edificio. El aspecto majestuoso
círculo de diámetro igual á la anchura de la nave cen- que presentaba esteriormente esta in-lesia cuando
• • b
tral, alrededor del cual trazan otro semicírculo las ex1stta completa armonía en todas sus partes, estaba
naves laterales en su prolongacion que forma el deam- realzado por las torres que cantonaban sus tres porta-
bulatorio, y por último, guarnecen á este cinco pe- das, la prioci pal y las dos del crucero, aunque es de
queños ábsides dispuestos simétricamente á modo de presumir que nunca llegaron á verse terminadas todas
aureola del principal. ellas. •
El estilo predominante casi absolutamente en esta Por la sencilla relacion que dejamos hecha de la
iglesia es el románico en su último y mas brillante distri bucion de este tero plo, se comprenderá fácilm<'nte,

Pintura mural.-Degollacion de los Inocentes.

que se destinó desde luego á plantear en él las reformas Levantóse la iglesia sobre un plan sencillíl'limo, fiel
litúrgicas, consistentes en la celebracion drl Santo Sa- recuerdo df' las pri'llitivas basílicas, compuesto única-
crificio vuelto de espalda al pueblo el sacerdote, en mente de un cuadrilongo de 37 metros de largo por 22
vez de estar de cara como basta entonces se había de ancho, dividido en tres naves y un crucero, y de un
acostumbrado, y en sus legítimas consecnencias de profundo ábgide cantonado de otros dos menores. Las
colocar el altar en el fondo del ábside y la silla del bóvedas de esta iglesia, todas de aspa, se elevaron á
pontífice en el centro del coro, el que pasó á situarse 14 metros las de la nave media •v siete las de las latera-
en una ó dos de las bóvedas de la nave media mas in- les, cuyos arcos formeros y torales, ambos ligeramente
mediatas al crucero. apuntados, se voltearon, lo mismo que los aristones,
Escasísimas sou las noticias que tenemos de la ca- sobre las colnmnas adosadas á los ocho acodillados
tedral construida en Rivadeo en tiempo de D. Fernando machones, que se colocaron exentos en el centro de la
II, y causa Pstrañeza que fuese todavía la misma que iglesia, y á las de los diez y seis empotrados en los
existía en tiempo del P. Florez, que nos dice tenia tres muros. La ornan1entacion se escaseó de tal manera que
naves con columnas y techos de madera, y que se con- solo puede decirse se empleó en los follajes que cubren
servaban sus púlpitos de hierro de esta misma época. la mayor parte de los capiteles, y en algunas figuras
Pocos aiíos despues de construida esta se comenzaba que adornan los otros y los toscos canecillos del teja-
la actual en Villa.mayor, de modestas proporciones, roz del ábside. Esta misma severidad le dió un fuerte
pero con arreglo á los adelantos mas recientemente in- aspecto monumental, á pesar de sus reducidas propor-
troducidos en el arte de construir. No poseemos ningun ciones y en estremo majestuogo, como se nota muy en
dato seguro sobre la fecha de su construccion, y solo particular en la fachada, cuyo único adorno se redujo
sabemos q ne fué edificada durante el cpiscoparlo de don á. tres grandes ojivas ornamentales y una sencilla por-
l\Jartiu (1'218-1248); sin embargo, en la G1tia del via- tada de arcos semicirculares abocinados bajo la central.
jero en Espaiia, de Richard, y en la ciel inglés Ford se Esta ligera descri pcion bastará para !hacer comprender
dice que fuó co1neuzada en 1221, sin que S<' nos alcance que este edificio pertenrce al período de transicion, ó
en vista de qué dato pudieron fijar tan terminantemente mas bien al que pudiéramos llamar rom:ínico-ojival,
esta fecha. que persistió imperando en el país, mientras en otros
LUOO, 8

~
CRONICA GENERAL DE ESPANA.
58

no lejanos se desarrollaba con pureza el arte ojival, severidad de las líneas arquitectónicas en arrogante
que pasando por tres diversos períodos, se usó hasta desnudez.
fines del siglo xvr. No se levantaron con arreglo á estos principios los
El movimiento artístico de nuestra provincia durante edificios en que nos ocupamos, pues ni su sistema de
el siglo x111 fué activísimo, pues además de este impor- coostruccion es el del estilo ojival, ni mucho menos su '
taute edificio se edificaba en 1228 la glesia del monas- ornamentacion, pura y genuina del románico. Pocos
terio de Sámos, que es uno de los mas notables templos ejemplos, no vacilamos en afirmarlo, se encontrarán
de Galicia, para cuya obra, en la que se trabajaba con de una persistencia tal de las prácticas románicas y
calor,asignaron el obispo de Lugo D. Miguel y el abad de semejante apego á su gusto ornamental; mucho
D. Pedro III, en una concordia que otorgaron en dicho mas de estrañar cuando la catedral de Mondoñedo,
año, la cuarta parte de las rentas. edificada muchos años antes, se presenta ya desemba-
Treinta años despues, en 3 de junio de 1258, teoi!l. razada casi por completo de los recuerdos del estilo
lugar la dedicacion de la iglesia del monasterio cis- anterior.
terciense de nfcyra, comenzada ya en 1142, segun una Bastará seguramente para.demostrar lo que dejamos
inscripcioo en que se dice fué consagrada por el obispo espucsto, el hacer notar que el elemento ojival que se
de Lugo D. Miguel, siendo abad XIII Aymerico. encuentra representado en las iglesias de ambos con-
Por este mismo tiempo se construía en el cláustro ventos por la forma poligonal de sus ábsides, sus ras-
de la catedral de Lugo la capilla del apóstol San Pa- gadas ventanas, que ocupan casi por completo los
blo de órden del obispo D. Aiiguel; algunos años despues paños de ellos, las bóvedas de abanico que los cubren
estaba terminada en esta misma iglesia la de Sao y los contrafuertes á. resaltos que los apoyan, aplicados
Martín, en el trascoro al lado del Evangelio, en la sobre las chaflanadas aristas, así como por la forma de
cual se mandó enterrar el dicho obispo por testamento algunos arcos, los elevados plintos sobre que descansan
que otorgó en 1261. Veinte años despuf's legaba 10 ciertas columnas, y por último, los tréboles que entran
sueldos á. la obra de Santa Jfaria el canónigo de l\foo- á formar parte del sistema ornamental, se encuentra
doñedo Estéban Galvan, cuya obra es de presumir unido un vigoroso recuerdo románico que se revela en
fuese la edificacion de la suntuosa capilla de la n1ag- el predominio de las molduras tóricas, en la forma de
daleoa, cuyos caractéres arquitectónicos acusan esta las portadas, en la de algunas bóvedas y en la del ro-
época, y en la que se enterró al obispo D. Gonzalo seton de San Francisco, que es una sencilla rueda de
en 1326. Santa Catalina. No seclescubre menos en los canecillos
Pero lo que mas contribuyó al desarrollo artístico que sostienen el tejavoz en los capiteles, muchos fiel
fueron las fundaciones de conventos de dominicos y imitacion de los que se ven f'n la catedral, y otros con
franci11canos que por entonces se hicieron, como deja- una ligera indicacion de los frondos que caracterizan
mos referido, en las villas de Vi vero y Ri vadeo, y sobre á los ojivales, y sobre todo en los elementos decora ti vos,
todo los de la ciudad de Lugo, que merecen llamar peculiares del estilo románico, empleados esclusiva-
muy particularmente nuestra atencion, porque sus mente, como los dientes de sierra, cabezas de clavo,
iglesias constituyen dos de los mas interesantes mo- zigzages y angrelaJos; pues sabido es que uno de los
numentos que encierra, y porque hasta ahora nadie los tres caractéres esenciales del estilo ojival es la completa
ha dado á conocer. sustitucion del sistema ornamental geométrico y vege-
Ambos declaran á primera vista que son hijos de tal del románico, por su rica ornamentacion tomada de
un mismo arte, obra de un mismo tiempo, y trazados la flora indígena de los países occidentales. El cláustro
por la misma mano, pues su igualdad es tan notable, de San Fr... ncisco, hoy aun en perfecto estado de con-
que colocándose en la plaza de Santo Domingo causa servacion, es la construccion mas importante que en-
un ef.,cto ilusorio de óptica la identidad de las regiones cierran estos <'dificios, y como ellos, producto de este
absidales de ambos, que parecen ser mas bien la repe- mismo estilo.
ticioo de nn mismo objeto. No es este el solo rjemplar que conocemos en que
Esta circunstancia se encuentra en armonía con se encuentre semejante amalgama de estilos, pues nu-
las noticias históricas, que como hemos visto, señalan merosasiglcsias parroquiales pudiéramos citar, despar-
la fundacion de ambos conventos en la segunda mitad ramadas por las fértiles ca1npiñas entre las pintorescas
del sig:lo xt11, y cuyas iglesias es de creer no se cons- aldeas de la provincia de Lugo, muy dignas de ocupar
truyeron hasta algun tiempo despues, en razon á que, la atencion del arqueólogo que tratase de estudiar la
segun nos dice D. Fr. Juan Lopez, obispode~1on6poli, historia del arte en las provincias del NO. de Espaiia
en su Historia de Santo Domingo, el obispo de Lugo durante los últimos siglos de la Edad media.
D. Rodrigo otorgó una escritura de donacion en 1303 La arquitectura militar alcanzaba por estos tiempos
á favor de los religiosos de esta 6rden, dándoles una una grao importancia, y llamaba muy particularmente
plaza junto éÍ su con vento de Lugo, para que edificasen la ateucion general por las revueltas y turbulencias de
la igle8ia. que era víctima el país. Muchas memorias tenemos de
Por este tiempo imperaba en toda la cristiandad los castillos construidos por este tiempo, y muchos son
el estilo ojival .en completo desarrollo y en su mas bri- tambien los de esta época que aun se conservan. Entre
llante período, poes ya habian desaparecido entera- ellos creemos muy dignos de especial mencion el
mente los recuerdos y románicos que le tuvieron en donjon octógono coronado de matacanería que domina
cierto estado de impureza durante la época de transi- la villa de Villalba, fabricado á fines del siglo x1v ó
cion, mas prolongada en unos que en otros países, y principios del xv; el elevadísimo que se divisa á la iz-
todavía su ornamentacioo se con tenia en prudentes lí- quierda desde el camino que de esta villa conduce al
mites, dejando enseñorearse de la fábrica la majestuosa puente de Rábade, y el llamado castillo de Noceda, que

PROVl~CIA DE LUGO. 59

se encuentra al pié del puerto de los Nogales, mas in- La mayor parte de los edificios públicos, así reli-
teresante q oc por sus condiciones arquitectónicas, por giosos como civiles, que existen cu nuestra provincia,
su pintoresca situacion. fueron levantados en el pasado siglo con arreglo al
El arte dela pintura gozaba de mucha importancia en gusto imperante, llamad.o churrigueresco de su arqui-
nuestra provincia por el sigl0 xv, como lo demuestra, tecto propagador en España. Penosa en verdad seria
no solo los muchos pintores que en ella moraban, mas nuestra tarea si tratásemos de describir individual-
tambien los notabilísimos frescos con que se cubrió el mente cada una de las iglesias, monasterios, casas de
cerramiento del coro de la catedral de Mondoñedo, des- ayuntamiento, palacios episcopales, seminarios, hospi-
conocidos hasta hace muy poccs años que por una feliz tales, cárceles, cuarteles y otros edificios que por en-
casualidad vinieron á enriquecer la historia de este tonces se levantaron, no menos que las agregaciones
arto en los últimos años de la Edad media, y en la y reedificaciones hechas en las catedrales por aquel
época que precedió á su gran desarrollo debido al des- tiempo. Ocioso seria tam bien el que nos propusiéramos
cubrimiento de la pintura al óleo en Alemania. hacer una calificacion de cada edificio, qne nos arras-
Con harto sentimiento renunciamos á hacer una traría á formular un juicio sobre esta degeneraci'>u del
detallada descripcion de estas piuturas murales, cuyos arte, hoy juzgada ya con mas templanza que lo fué
principales asuntos están tomados de la degollacion de por los esclusivistas clásicos que nos han precedido.
los Santos Inocentes y de la vida del Príncipe de los La primera de las obras mas importantes que por
apóstoles. entonces se levantaron, fué la de la capilla de Nuestra
Escasos son los monumentos de que podemos ha- Señora de los Ojos Grandes, en la cabecera de la cate-
cer mencion, debidos á la brillante época artística dral de Lugo en 1726, cuyo trazado hizo el arquitecto
del renacimiento, cuya huella quedó tan fuertemente D. Fernando de las Casas, de cuya capilla dijo ya el
marcada en todas partes, pues se reducen casi única- P. Risco que no corresponde al buen gusto que debe
mente á la iglesia del monasterio de San o1artin de seguirse en las fábricas de esta especie. Por este mismo
Villaoriente, la sacristía de la catedral de :tvlondoñedo tiempo el obispo de l\1ondoñedo D. Fr. Juan l\Iuñoz y
y el pórtico que precede á la entrada lateral de la de Salcedo, añadía la fachada á su catedral, reedificaba •
Lago; construcciones cubiertas de bóvedas ojivales de la del convento de San l\Iartin de Villaoriente, y le-
complicadas nervaduras. Pertenecen tambien ála par- vantaba el convento de monjas de la Encarnacion,
te superior de la torre de la catedral de Lago, que di- trasladado á la sazon ya al interior de la ciudad, y el
rigió desde la cornisa Gaspar de Arce, el roseton que del Rosal, de franciscanos alcantarinos, nuevamente
adorna la fachada de la de~fondoñedo, la fuente vieja, fundado. La ciudad de Lugo se enriquecia ya con una
construida por el obispo Soto (1546-1549), la portada de magnífica casa d("1 ayuntamiento levantada en 1735,
la casa núm. 18 de la calle de la Angustia, y la del cuya bella fachada, compuesta de un solo órden de
núm. 4 de la calle del Peregil; todas ellas en esta mis• ventanas de sencillas molduras sobre ocho arcos que dan
ma ciudad, y compuestas estas últimas de un arco paso á un espacioso soportal, y flanqueada de dos gra-
adornado de una especie de arrabaa, que no titubeamos ciosas tor:es, es hoy el mas bello adorno de su plaza.
en considerarlas como interesantes P.jernplares para co- Tres de los principales edificios que posee la ciudad
nocer la arquitectura civil de la época. Puede tambien de 1\.fondoñedo se construían hác,a la mitad de este si-
reducirse á esta misma, en razon á la fecha en que fué glo á espensas de su obispo D. Fr. A.ntonio Alejandro
construido (1595-1606), el deambulatorio agregado á Sarmiento de Sotomayor: la bella capilla de Nuestra
la catedral de Mondoñedo por los obispos de ella don Señora de los Remedios, la espaciosa cárcel y el des-
Gonzalo Gutierrez 1\.1antilla y D. Diego Gonzalez Sa- ahogado hospital; algunos años despues se fundaba la
maniego, que aunque de no pequeña estension, carece fábrica de holandillas en el barrio de San Lázaro, en
de importancia artística; pues el desnudo de sus pare- tiempo del obispo Lo~ada (1762-1769), se levantaba el
des apenac; se ve interrumpido por las sencillas pilas- seminario conciliar, y á fines del mismo siglo se aüa -
tra·s toscanas casi empotradas en el muro, y las bóve- dian á la catedral los dos brazos del crucero, y al pa-
das de aspa que la cubren no pasan de ser una ituita- lar.io episcopal sus mas cómodas habitaciones.
cion de las del resto de la iglesia, hechas sin duda al- Este movimiento artístico no se sen tia en Lugo con
guna con el laudable intento de guardar simetría con menor intensidad: se reedificaba la parte superior, ósea
la parte antígua. El cláustro de esta misma catedral el segundo cuerpo de la capilla mayor de la catedral
puede considerarse como del gusto greco-romano de'- (aprovechando las arquerías ojivales que la rotlean,
1
purado, anterior á la iuvasion del borrominesco. que recooocidamente son las primitivas), con arreglo
}lucho mas importante de lo que dejamos espuesto á los planos que hizo el ingeniero francés Lemaur en
sobre la arquitectura del renacimiento es lo que pode- 1764, y con alguna variacion de las que hiciera don
mos decir sobre la escultura, merced á la notable sille- Juliau Sancbez Fort y aprobara el gran arquitecto don
ría de la catedral de Lugo, obra de Francisco de l\Iou- V entura Rodríguez; se ponia. por obra la fachada prin-
re, natural de Orense, y uno de los arquitectos de ma- cipal de la catedral con ostentosa grandeza, aunque
yor crédito en España por los años de·l624, cuando en falta de armonía con el objeto á que se aplicaba, pues
ella trabajaba. Es de estilo puro greco-romano, de ór- fuera digna de todo elogio si se hubiese destinado á un
den jónico el cuerpo de las sillas bajas, y compuesto el teatro ú otro edificio de esta especie, y cuya impropie-
de las altas, y están soberbiamente adornados los res- dad resalta hoy doblemente por la falta de las torres,
paldos de maguificos bajo-relieves que representan que no llegaron á. concluirse. A.l mismo tiempo se cons-
bustos y efigies completas de Santos. De este mismo truía de ricos mármoles y bronces el tabernáculo en
escultor es el magnífico retablo de la iglesia del cole- q uc está constantemente espuesto el Santísimo Sacra-
gio de jesuitas de l\lonfortc, edificio de soberbia fábrica. mento en esta iglesia.
60 CRÓ~ICA GENERAL DE ESPAÑA .

El resto de la provincia no participaba menos de Pocas obras modernas son lasque podemos citar, re-
esta agitacion artística, y las obras que se erigían no ducidas á establecimientos y mejoras de edificios ante-
desmerecian de las levantadas en las ciudades, como riores, y sobretodo,obrasdeutilidad, como las ellnstrui-
lo acredita el soberbio monasterio de Villanueva de das en la red de carreteras con que en estos últimos años
Lorenzana y la iglesia parroquial deRivadeo, trazada y se ha atravesado el territorio de nuestra provincia, con
dirigida por el arquitecto D. Manuel Machuca y Vargas. incalculable beneficio de la industria y el comercio.

CAPITULO VIII.
HISTORIA DE LA CIUDAD DE LUGO.
Su fundacion.-Estension <lo su convento juridico.-Reglones y pueblos que comprendin.-Dominaciou sueva.-Concilios de Lugo.-Invnsion
de los musnlmanes.-Su repobiacion.-Sitio de D. Alonso XI.-Su importancia -Sus mercados.-Rebelion de los lucenses contra el obispo.
-Reconocen su seilorío.-EI obispo y el concejo se unen para su m útua defensa.-D. Sancho IV desposee del seilorio al obispo.-Esfuerzos é
intentonas de los vecinos de Lugo para\ sacudir el yugo del obispo.-Sentencia de D. Fernando IV.-Rebelion del infante D. Felipe.-E 1
obispo D. Junn.-Asesinnto de los comisionados del concejo.-Fortificacion de Lugo.-Sitios que sufrió.-Vlsitas de grandes persouajes.-
Traida de a;:-uas.-Padecimientos de la ciujad en la guerra de la Independeocla.-Sucesos do la guerra civil.- Sitio de 1816.-Armas de la
ciudad.

La fundacion de la ciudad de Logo corresponde á Ptolomeo y el Itinerario de Antonino, pues tanto Plioio
la época en que el territorio fué conquistado por los como Pompooío Mela mostraron repugnancia en escri-
romanos, durante el imperio de Augusto, á pesar del birlos, por considerarlos de bárbara pronunciacion. Los
orígen céltico ó griego que muchos autores han pre- que el geógrafo griego nos r evela son: Claudiomerium, •
tendido darla apoyados en atrevidas etimologías de la Novium, Berum, Olina, Veca, Libunca, Pintia, Ca-
palabra Lucus. rounium, Turuptiana, Glandomirum, Ocelum, Turriga,
Pusiéronla este nombre sus fundadores por ser edi- Iria-fla via, Lucu Augusti, Aq u::e-calida, Dactonium,

ficada en el sitio que ocupaba un bosque sagrado, con Flavia Lambris, Talamina y A.qu::e Quintiore. Y los
arreglo á los misterios de la religioo céltica, y el epí- del itinerario, Aq ure-celenire, Vicus Spacorum, Tri-
teto A1tgusti en memoria. ó reconocimiento del famoso gundo, Pons, N evi::e, Asseconia, Brevis y Martia.
emperador que ocupaba el s6lio romano. Tanto de las regiones como de los pueblos que de-
Escasísimas son las noticias que tenemos respecto jamos enunciados, de quienes, con masó menos fun-
á sus primeros siglos, reducidos únicamente á lamen- damento, se considera estuvieron situados en lo que
cion que de ella se hace en el Itinerario de Antonino, es hoy provincia de Lugo, hemos hecho ya especial
á los restos y memorias que nos quedan de las mag- mencion al tratar de la geografía antígua en general.
níficas coustrucciones que la embellecían, de que ha- Por último, las personas libres que en tiempo de
cemos circunstanciada reseña en la parte arqueológica, Plinio acudían al con vento jurídico de Lugo ascendían
y princípalmeute á la dignidad que gozó de capital ~e á 166,000, entre las que se encontrarían personas de
convento jurídico, lo que ha hecho creerá algunos que alto coturno, como los jueces destinados á oir las cau-
alcanzó el honor de ser elevada á colonia romana, cuya sas públicas. En tiempo de Constantino estaba en la
creencia queda harto insegura con solo tomar en cueu- capital un tribuno de la legion vu gerrnina.
ta que no se tiene nuticia ninguna de que en ella se Víctima primero de la ferocidad de los suevos, que
acuñase moneda. á su invasion cometieron en ella los asesinatos que ya
Su j urisdicciou era muy es tensa, pues alcanzaba hemos referido, y de los que se dice que la saquearon y
casi todo el actual reino de Galicia, menos una parte quemaron en 460, mereció de ellos mismos el singu-
de la orilla derecha del ~1iño, hácia Tuy y Orense, que lar honor de ser elevada á córte de reyes y erigida en
pertenecía al convento Bracarense, y la tierra de Val- 1 silla episcopal.
deorres, que era del Asturicense, y además se dilataba Por mucho tiempo se ha tenido como segura la ce-
por Astúr1as hasta las orillas del Navia. Desde la des- lebracion de un famoso coucilio en esta ciudad, duran-
embocadura de este rio empezaba el límite oriental, te el reinado del rey suevo Teodomiro, en cuyas actas
cuyasmárgo?nes seguiahasta su nacimiento en los mon- se hacia menciou de un aumento de sillas episcopales
tes de Cebrcro; el meridional le formaban los ríos Bi- en su reino, con curiosas noticias para la geografía
bey, Zima y Arnoya; y el occidental y setentrional eclesiástica.
el Océauo, á partir desde la desembocadura de Ulla á El reverendo P. Florez al examinar las escrituras
la del Navia, en que empezaba el oriental. que se habían descubierto hasta su tiempo de las divi-
Las regiones que se encontraban dentro de estos lí- siones de las provincias eclesiásticas, en el tomo vr de
mites eran las de los cibarros, egovarros, llamados na- La Espaaa Sagrada, despues de demostrar la falsedad
marinos, jadones, arrotrevas, célticos, sobrenombra- de la di vision de obispados, atribuida á Constantino,
dos nevjos, tamaricos, ca.poros, en donde estaba si- hizo otro tanto con el llamado concilio de Lugo, en
tuada la capital, célticos, llamados presamaricos, ci- un estenso y concienzudo discurso.
lenos, lemabos, bedios, se burros y una parte de los A pesar de ser evidente su desinterés, y de las protes-
pésicos. tas consignadas en las primeras páginas del tomo mismo
Numerosos, aunque todos ellos de escasa importan- en que publicó su disertacion, el cabildo se agra viógran-
cia, eran los pueblos distribuidos en este dilatado ter- dementc de que, segun decia, se le usurpase lo que la
ritorio, cuyos nombres nos han revelado únicamente pertenecía, procediendo en la crítica sin grave funda-
PROVINCIA DE LUGO. ~l

mento, y lo que es roas, sin consultar á nuestro archi- debió hacerse indudablemente en algon concilio cele-
vo sobre la justificacion do estas y otras piezas. brado entre el1y 11 bracarense, ó sea entre los años de
En este pretendido sínodo, publicado por D. Gar- 561 y 5'12: que dada la existencia. de este concilio, no
cía Loaysa en su colccciou de concilios, impreso cu puede admitirse que se celebrase en la metrópoli de
Madrid, año do 1593, se determinó que además de la Braga por las palabras que se encut>ntran en las actas
metrópoli de Braga se erigiese otra en la ciudad de del 11 celebrado en esta ciudad; y por último, que no
Lugo, la mas favorecida de los suevos, y que se au- hay repugnancia en conceptuar que dicho concilio se
mentasen 0tras cuatro sillas episcopales, cuyos lími- celebró en la ciudad de Lugo, por ser potestativo del
tes y parroquiad señalaron, así como de los ya esta- rey y del metropolitano designar el lugar en que se
blecidos anteriormeuto, para que no surgiesen discor- babia de reunir, que no debia ser otro que la misma
dias entre los obispos. Fué la opinion del P. Florez, ciudad de Lugo, en cuyo caso pueden considerarse las
que ni esta era materia propia de concilio, ni principal debatidas actas como copia viciada de las del concilio
motivo para congregarle, fundándose en las palabras reunido en Lugo, entre los años 561 y 5'72.
mismas con que principia, que dicen que habiéndose Existe tambien otro escrito, que por unos ha sido
tratado, concluido lo que se babia propuesto en el con- llamado concilio 1(de Lugo y por otros 1v, y que en
cilio en órden á laconfirmacion de la fécatólica, ó á otras realidad no es tampoco ni del tiempo de la dominacion
diversas causas de la Iglesia, se presentó y leyó la carta sueva ni de la goda, sino simplemente un escrito to-
del rey Teodomiro, cuyos deseos cumplieron los Pa- mado del libro del legítimo Itacio, ó de otro instru-
dres, ordenando lo que las actas refieren. Tambien opi- mento mas antíguo que existiría en tiempo de los pri-
nó el erudito agustino, que el escrito en que se contie- meros reyes de Astúrias, con cuyos privilegios pre-
nen las actas, ni es original ni aun del tiempo de que senta gran semejanza. No es distinto del otro concilio de
hablan, sino muy posterior, como se demuestra por que acabamos de hablar, sino tan solo un instrumento
ellas mismas, y por las espresiones que en ellas se em- dado en él por el rey Teodomiro en que dice, que habien-
plean, las cuales denotan que son posteriores al reina- do juntado concilio en Lugo, hizo a,·eriguacion con los
do de los suevos; porque no siendo así no dirían bien, Padres que concurrieron de los términos que corres-
que el suceso que refieren fué en tiempo de los suevos, pondía á cada sede, y que hallándolos confundidos por la
ni que dominando estos en Galicia concurrían mucho persecucion de los bárbaros, los señalaron con la posible
á la ciudad de Lugo. No se contentó con esto el P. Flo- exactitud para conservar así la paz de las iglesias.
rez, sino que espuso que el escrito de esta acta era No corrió Lugo mejor suerte con la invasion de los
tambien posterior á los godos, en razon á que al trazar musulmanes que la que había corrido con la irrupcion
los límites del obispado <le Viseo, se le asigna la ciudad de los suevos, pues fué destruida y asolada tan com-
de Caliabrica, espresando que Jué silla episcopal en pletamente que quedó desierta é inhabitable. Dícese
tiempo de los godos (Caliab1·ica qum aptid Gotltos pos- que bajo el nombre de Lek figuró como una de las
tea Sedes J1iit), en cuyos términos no se espresaria tam- principales ciudades de la provincia de ~!érida, en la
poco si se hubiese escrito en tiempo de los godos. division de provincias hecha por Yusuf en 746; pero
Este reparo ya le puso Pereiraen su Disertacionea;e- esto está en abierta contradiccion con las noticias his-
gética inclusa en el tomo 1 de las 11emorias para la his- tóri<.11,s trasmitidas por los documento¡;, que nos dicen
toria eclesiástica del obispado de Guarda, y algun otro que no se vió restaurada y poblada basta que D. Alon-
autor había ya desconfiado de la autenticidad de este so I la tomó á los mahometanos en '740, y que el obis -
concilio con anterioridad al P. Florez. po Odoario no solo cuidó de la repoblacion y restaura-
El P. Risco, des pues de hacer taro bien varias ad- cion de la ciudad, y reedificacion de la iglesia catedral,
vertencias preventivas, y de esponer estensamente la sino que envió personas á poblar las aldeas vecinas
coutroversia suscitada sobre este asunto, manifestó que para que atendiesen al cultivo de los campos, no des-
lo que había resultado de su trabajo en examinar y cuidando tampoco la plantacioo de viñas y pomares.
combinar las piezas conciliares de Lugo er~: qque aun- Su principal repoblacion no se llevó á cabo basta
»q ue las actas conciliares de Lugo no son originales, ó pasados dos siglos (de 951 á 986), en tiempo del obispo
»del tiempo en que se tuvo el concilio, como falsamente Hcrmenegildo, cuando por temor á las devastadoras
»creyó :ti-forales, con todo son tao an tíguas que deben no invasiones de los normandos y para mayor seguridad
»despreciarse, sino tenerse en alguna estimacion; que de la catedral y de la ciudad se juntaron todos los
»las actas que se diceu del concilio de Lugo son ver- que pagaban tributos á la iglesia, tanto abades corno
»daderas en todo lo que refieren, como dett·rminado por presbíteros y legos, y los monjes é infanzones que po-
»los Padres q uc se juntaron en el sínodo; y que es mas seían los condados de la misma, los cuales se con vi-
»probable, que la ereccion de Lugo en metrópoli, la vinieron en venirse á la ciudad de Lugo para defen-
»fundacion de nuevos obispados, y la division de tér- derla y resistir unidos contra los lothomanos, prome-
»minos de las diócesis de la provincia de Galicia, se tiendo igualmente el obispo venirse á vivirá la ciudad
»ordenó y estableció en concilio celebrado en la mis- con sus amigos y familiares. Pronto debieron tener
»ma ciudad de Lugo.>> ocasion de utilizar sus medios de defensa, pues, segun
Lo que se infiere de todo lo que se ha dicho sobro la Sampiro, entraron en ella los normandos en 969.
celebracion del concilio de Lugoes: que aunq oc las ac- Un siglo despucs se consideraba esta ciudad como
tas ó escritos que llevan este nombre son reconocida- la mas fuerte del país, y en este concepto, así que se
mente obra muy posterior, pueden no ser completa- rebelaron el conde D. Rodrigo y sus secuaces, al tiem-
mente apócrifas, sino solo falseada'3 por el descuido ó po que D. Alonso VI se hallaba ocupado en la conquis-
malicia de los copiantes: que la ereccion do la metrópo- ta de Toledo, su primer cuidado fué apoderarse de ella,
li lucense y el aumento de las cuatro sillas episcopales fortificándola de tal manera, que no pudo el rey to-

62 CRÓl\"'lCA GENERAL DE ESPAÑA .

maria sino destruyendo la. muralla y echando abajo abril de 1184, confesaron que le habían sido rebeldes,
una alta torre que la defendía. No desmereció con y que con pretesto de sus fueros, le quitaran sus dere-
tsto su importancia, pues algun tiempo despues no chos y le defraudaran su legítimo dominio, prometién-
permitió la reina doña Urraca, cuando se dirigia á I,eon dole que en adelante le respetarian y obedecerian, con-
para coronar á su hijo, seguir su camino sin dejar so- siderándole como dueño de toda la ciudad con sus
juzgado á Lugo, en donde se habian entrado alg·unos muros y puertas. Impusieron graves penas á los que á
parciales del rey de Aragon por considerarla la mas esto contraviniereu, y por último, acordaron que hu-
fuerte y poderosa ciudad de Galicia. biese cinco varones ilustres que vigilasen su cumpli-
Durantelatrascendental domioacion del conde don miento, y al mismo tiempo les prestasen ausilio y fa-
Ramon de Borgoiia, esperimentó Lugo las mas favora- vor si el obispo atentase contra sus privilegios.
bles disposiciones de su gobierno por una resolucion to- Hecho este r~couocimiento, le autorizó D. Fernan-
mada en una junta que celebró con el obispo D. Pedro do II en un privilegio que dió al obispo á 4 de octubre
y muchos caballeros, en la cual se mandó, para acre- de 1184, eu el que al mismo tiempo le confirmaba la
centamiento de los mercados que se celebraban en donacion dol rey D. Alonso, su abuelo, y se la hacia á
Logo, que nadie, dentro ni fuera de la ciudad, fuese ó la iglesia de cuanto pertenecia al derecho real dentro
no vecino de ella, tomase ninguna cosa á los negocian- de los 1nuros de la ciudad, ordenando que los nobles
tes que á ellos concurrían á la ida ni á la vuelta, so pena que en ella morasen estuviesen siempre bajo la juris-
de 100 sueldos para el señor del territorio donde seco- diccion del obispo y de la iglesia, so pena de perder la
metiese el robo y de restituir con el doble; porque es hacienda que por cualquier concepto hubiesen adquiri-
injusto, decian, que al que trabaja para utilidad de do, pues q ueria que hasta los indivíd:.ios de la familia
todos, le ocasione daños la maldad de algunos. real, mientras residiesen en Lugo, no reconociesen
A medida que se aumentaban y estendian los fueros otro señor que el obispo.
y franquicias concedidos á los municipios, crecian y se !.1uy lejos anduvo esta sumision de ser duradera,
desarrollaban sus aspiraciones de sacudir el ominoso pues en 1202 volvieron los vecinos de Lugo á hacer so-
yago del vasallaje; así es que al tiempo que D. Fernan- lemne reconocimiento del señorío episcopal, espresan-
do II confirmaba á los vecinos de Lugo, á quienes llama do que le hacian de sus muros y puertas y de todo lo
sus amados vasallos, todos los fueros concedidos por los demás que pudiera pertenecer al dominio del rey ó del
reyes antecesores y les concedia otras gracias, los lucen- obispo, y ofreciendo seguir á su señor á donde quiera
ses se rebelaban contra el merino, que era canónigo de que los llevara, en cuyo poder con vinieron que quedase
la iglesia, obligándole á refugiarse en la catedral con la bandera de la ciudad. Ofrecieron asimismo dirimir
otros cinco compañeros, cuyo sagrado asilo no respeta- todas sus discordias y pleitos por el arbitraje del obis-
ron los rebeldes; antes por el contrario, dieron muerte po ó de su vicario; se convinieron en que se abriese
allí mismo á todos, é injuriaron de tal modo al obispo, nuevamente la puerta del castillo para uso de los ca-
que le obligaron á huir de la ciudad, con lo cual queda• nónigos, y que quedase á disposicion del prelado, como
ron dueiios del señorío de ella repartiéndose entre si los todas las demás lo estaban y debían estar; y por últi-
oficios de su gobierno. Poco dur6 su rebelion, pues no mo, se conforma.roo con que el o hispo pudiese poner
tardaron en arrepentirse y hacer promesas de fid€Midad alcaldes á su voluntad, haciendo sobre todo ello repe-
y obediencia al obispo; y poco duró tambien su sumi- tidas protestas de obediencia.
sion, porque despues de dar al rey cierta suma de di- Es posible que estos actos de humildad por parte
nero para tenerle favorable, apedrearon y robaron al del concejo, á los que es muy de suponer correspon-
obispo y sus familiares cuanto tenían en sus casas, en deria el obispo, no tu viesen ni otro origen ni otro ob-
el mismo dia de Pentecostés. En estos sucesos han jeto que la mútua defensa contra el comun enemigo, y
pretendido algunos historiadores dar una señalada in- tal viene á atestiguarlo la donacion que D. Rodrigo
tervencion al seráfico P. San Francisco, pero en ello Gomez hizo en 1229 al obispo D. Miguel en testimonio
se encuentra un marcado error cronológico, á causa de su arrepentimiento y en recon1peusa de los agra-
de que el santo fundador no verificó su viaje á España vios que babia inferido á su antecesor y á su iglesia,
hasta 1212, y estos acontecimientos tuvieron lugar en cuyo instrumeuto es presa tambien que estaba obli-
antes de 1181 en que murió el obispo D. Juar.:. gado á satisfacerálos vecinos de Lugo el daño que les
Continuaron los vecinos por algun tiempo en el do- hiciera con los soldados que le acompañaban. Así que
minio de su propio señorío, y los vasallos del obispo este caballero, célebre por sus fechorías, se hubo so-
en reconocer por señores á los vecinos de la ciudad ó á metido, varios vecinos de Lugo negaron nuevamente
otros á su arbitrio; de lo que resultaba que el obispo la obediencia al obispo, los cuales fueron entreg·ados
se encontraba privado del servicio que le debian sus al obispo, segun sentencia espedida por D. Fernan-
vasallos. Por lo cual, así que ocupó la sede D. Rodri- do III el Santo, en Rivadeo, á 19 de enero de 1232, á
go, acudió en queja á D. Fernando II, quien mandó peticion de varios capitulares que acudieron al rey y
que nadie pudiese recibir por vasallos á los que lo eran le presentaron privilegios en afianzamiento de su de-
de la iglesia reconocidamente, y que los de Lugo paga- recho, lo que no pudieron hacer los vecinos, ni aun
sen sus correspondientes tributos, á pesar de la carta alegar costumbre en su favor.
del mismo rey D. Fernando II, que decian tener, en Algun tiempo despues se vió libre legalmente la
que les concedía el privilegio de no pagar los tales ciudad del dominio episcopal, pues habiendo abrigado
impuestos, cuya carta, de tenerla, la revocaba y daba sospechas el rey D. Sancho IV de que trataba el obis-
por nula: rasgo brillante de su omnipotencia régia. po D. Fernan Perez de entregarla á personas en seu
Reconocieron al fin los vecinos de Lugo el señorío deservizo, mandó que entregase las llaves de la villa á
del obispo, y en escritura que otorgaron en 13 de los alcaldes que él nombró para que la tuviesen en
PROV[NCTA DE LUGO. 63

flaldad, á quienes se las quitaron los vecinos, ponién- edad de Alfonso XI, cuya circunstancia debió influir
dolas en manos de otros, exentos de dependencia. poderosamente en que el infante, en vez de favorecer
Así que el obispo D. Arias ocupó la sede, reclamó al obispo se apropiase el dominio de la ciudad, que le
al rey la posesion de la ciudad, quien le otorgó un pri- entregaron los vecinos, fabricando una fortaleza coo
vilegio en 29 de enero de 1295, en que le da. en enco- dos torres para su mejor defensa. Ni la confirmacion
mienda. la ciudad de Lugo, la cual había dado antes á que hicieron los infantes tutores del monarca y los no-
otras personas contra el derecho de la Iglesia; le otor- bles y letrados reunidos en las Córtes de Búrgos en 1315,
ga. facultad para poner alcaldes y notarios á su arbitrio, de la sentencia dada por el difunto rey, ni la carta que
y le hace merced (en otro privilegio concedido al dia la reina doña 11aría dirigió un año despues al infante,
siguiente) de la mitad do los tributos que se pagaban encargándole que viese la sentencia anterior y la cum-
en la ciudad. No conceptuaron los vecinos que fuese pliese é hiciese cumplir, ni tampoco el breve espedido
este privilegio suficiente título para hacerle entrega de por Juan XII á instancias del obispo D. Rodrigo, fue-
la ciudad, en lo cual no convinieron hasta que D. Fer- ron suficientes móviles para restituir al obispo en la
nando IV lo mandó terminantemente, y solo des pues de posesion de su ciudad, hasta que cesó el turbulento
reunir el obispo en sus casas el concejo y tener quees- estado del reino con la minoría de Alfonso XI, resta-
cuchar las alegaciones en contra de lo que pedía, cuya bleciéndose el sosiego, aunque momentáneamente,
junta ó reunion se terminó por hacer pleito homenage con la entrega que en 13 de marzo de 1327 hizo por
en manos del obispo, y juramento de fidelidad cincuenta escritura pública el infante D. Felipe al obispo D. Juan,
hombres en nombre del concejo, y por la entrega que de la fortaleza que babia fabricado en la ciudad.
le hicieron de la signa y chaves de la ciudad. Al mismo tiempo el prelado, en cumplimiento de
Pocos años despues vol vieron los lucenses á hacer una oferta que su antecesor D. Rodrigo babia hecho á
una nu0va intentona de independencia, para lo cual los vecinos do Lugo por su humilde arrepentimiento,
se dirigic-ron l:autelosarnonte á la Real Cancillería y acudió al Papa solicitando la absolucion de las censu-
consig-u1• rou unas cartas maudando al obispo Fr. J uau ras á ellos impuestas, para lo cual comisionó el Pon-
que der1·ibase un castillo que estaba construyendo so- tífice al arzobispo de Santiago, si hallaba ser verdad
bre el ,nuro, y que entregase las llaves de la ciudad al lo que el obispo de Lugo esponia.
concejo. Llegar0n con ellas á Lugo los enviados, y sin Con tan prolongados y terribles trastornos el esta-
perder tiempo se las presentaron al obispo, exigi,{ndo- do de la ciudad era en grao manera dPplorable, á causa
le les diese cumplimiento sin lamenordilacion,ycomo de la despoblacion á. que daban lugar las contínuas
no lo efectuase, cercaron el castillo en que estaba el disensiones, y de la ruina que los tumultos ocasiona-
prelado con algunos de los suyos, pusieron fuego á las ban en los edificios; y causa asombro, verdaderamen-
puertas para obligarlos ásalir, y por último arrancaron te, que á pesar de los estragos que por tao largo tiem-
al obispo las llaves de la ciudad, dospues de derribar po ha padecido la ciudad, se hayan conservado en tan
el castillo. brillante estado sus tres grandes edificios, la catedral y
Encaminóse D. Fr. Juan á Salamanca, en donde los conventos de don1iuicos y franciscanos, la primera
se encontraba el rey, á hacerle presente los atropellos bellísimo edificio del siglo xu, y los segundos importan-
de que había sido víctima, á cuya ciudad vinieron tam- tes monumentos del siglo xrn, de los cuales tratamos,
bien los procuradores del concejo á esponer de su dere- con la PStension que eata obra permite, en el capítulo
cho y del real, con lo que no pudieron evitar que el rey que hemos dedicado al exámen de las obras del arte.
espidiesc terminantemente sentencia en contra de ellos Dejamos indicado que con la sumision del infante
á 23 de junio do 1312, en la que juzgó el monarca que don Felipe y <le los vecinos do Lugo se estableció la
la ciudad de Lugo, con sus muros y con sus puertas, calma tan solo momentáneamente. Fué así, en efecto,
l ·i v es y seña, así como losjuzgados, alcaldías, notarías, porque no se habían pasado muchos años cuando Alvar
cadena de la prision, mayordomía, fieldad, y cu fin, Rodríguez de la Rocha, merino del rey en Galicia,
todo su señorío, con todas las cosas y derechos perte- con pretesto de que el obispo y la Iglesia de Lugo no

necientes á él, ora del obispo é Iglesia de Lugo, y man- habían contribuido con el servicio que debían al rey
dó q uc lo fuese de allí adelante, por siempre, apartán- para el cerco de Algeciras, se apoderó del señorío de
dose de su señorío por sí y sus sucesores. Ordenó igual- la ciudad. Como era de esperar acudió el obispo D. Juan
mente el rey D. Fernando que fuesen entregados al en queja al rey, que á la sazon estaba en Segovia, y
obispo los cuerpos, los haberes y las heredades de to- .,.asimismo acudieron los lucenses, siempre interesados
dos los hombres del concejo de Lugo que fueron con- en slcudir el yugo episcopal, por medio de su apode-
tra él, dando comienzo por los pobres procuradores, á rado Rodrigo Alonso, quien al mismo tiempo que pidió
¡os que hizo el obispo recaudar y prender desde luego, al rey le concediese un plazo para traer los privilegios
así que se vió revestido de tan compctenteautorizacion. que tenían ea su favor, le suplicó asegurase sus per-
Encargaba el rey en esta. sentencia á su hermano sonas, lo cual mandó D. Alfonso al obispo D. Juan que
el infante D. Felipe, pertig·uero mayor do Santia- lo observase: seüalando de plazo hasta el 1. 0 de mar-
go y comcndero de la Iglesia de Lugo, que obli- zo de 1345.
gase á los vecinos de la ciudad á hacer cumplir Una mancha sangrienta oscurece la memoria de es- •

en caso de que se resistiesen, como así lo efectua- te prelado, que faltando infcuameuto á la órden real y
ron, no queriendo recibir al obispo en ella, el cual á la promesa que hiciera de su cumplimiento, llamó á
acudió al infante para que le pusiese en posesion la casa episcopal al apoderado del concejo Rodrigo Al-
de lo mandado. Hubo la. coincidencia de morir el fonso y á Aros Fernaodez, q uiones so vieron en ella
rey por aquellos días, y de verse envuelta la mo- acometidos por gente armada que tenia dispuesta Ruy
narquía en las turbulencias á que dió lugar la menor Xuarez, comeodero del infante D. Enrique, quedando
, ~
CRONICA GENERAL DE ESPANA.

ambos cadáveres j uuto á la cámara del obispo, en sitio cientos ingleses se encaminaba á Valladolid desde la
que él lo veia y en donde pudiera haberlo impedido si Coruua donde habia desembarcado.
quisiera, si como él decía habian sido muertos sin su El dia 27 de abril de 1668 llegó D. Juan de Austria
autorizacion ni escuchar su consejo, y solo por q ucja de paso para Flandes, saliendo á recibirlo el obispo con
que diera el comender0 de que al entrar ea la ciudad cuatro capitulares y los diputados de la ciudad.
babia sido apedreado, y que una de las piedras lo ha-, Habiendo desembarcado en el Ferro! la reina doña
bia causado una herida. Castigó el rey este crímen Mariana de Baviera, á cuyopuorto arribó en 26 de mar-
condenando á muerte á Ruy Xuarez y al obispo, pero zo de 1690, despues de sufrir un inminente riesgo, en-
al segundo so la conmutó por destierro perpétuo y per- tró en Lugo, á su marcha para Valladolid, donde la
dimiento de lajurisdicion de la ciudad, ea la que se re- esperaba el rey su esposo, acompañada del obispo, que
servó el rey poner por sí oficiales que administrasen babia tenido el honor de besar sus reales manos en el
justicia mientras se decidía el pleito sobre su señorío; monasterio de Sobrado, y del chantre, arcediano de
cuya sentencia, espedida en Lugo á 12 de julio de 1345, Deza, maestrescuela y tesorero, diputados por el ca-
al pasar Alfonso XI deromcrfa paraSantiago,es de pre- bildo. Hizo esta señora su entrada solemne en la cate-
sumir que no se cumplió, pues un año despues aparece dral el día 21 de abril, en cuya puerta la esperaban
el obispo D. Juan en el pleno ejercicio de su dignidad. el obispo y cabildo acompañados del arzobispo de
No podemos menos de dejar consignado que con- Santiago, capellan mayor de S. M., para practicar las
ceptuamos seria un estudio de inalculable fecundidad ceremonias acostumbradas en semejantes casos, una •

para conocer á fondo la dominacion semi-feudal de de las cuales fué la entrega de las llaves de la ciudad
los obispos al establecer una detenida comparacion en- y su castillo, que como señor de ella, la hizo el obispo
tre las condiciones personales de los que disfrutaron D. Fr. 11iguel de Fuente. Dirigióse la reina á la capi-
tranquilamente de ella y los que sostuvieron contien- lla mayor, donde hizo oracion al Santísimo Sacramen-
das y litigios, pues juzgamos que el carácter personal to, y despues se encaminó al palacio episcopal para
contribuía poderosamente á hacer masó menos soporta- recibir los cumplimientos del cabildo y la ciudad.
ble á los lucenses su falta de autonomía. Tal creemos su- Primero en mayo y des pues enj uliode 1719 se hospe-
cedió con el obisr10 D. Pedro de Aguiar, hijo de una noble dó en el palacio episcopal de esta ciudad el rey de Ingla-
familia y fraile dominico del convento de Lugo, á quien terra J acobo III, que no se dió á conocer hasta que rogó
apenas empuñado el báculo, los alcaldes y concejo re- se suspendiese el toque de la campana de prima por la
conocieron por señor é hicieron entrega de las llaves desazon que le causaba la proximidad de su sonido y lo
y bandera de la ciudad, es de suponer que cautivados temprano de su toque. Durante su permanencia se dis-
por las recomendables prendas del nuevo prelado. tinguió por la piedad y devocion con que asistió mu-
Por este tiempo las fortificaciones de Lugo, siempre chos dias á la misa mayor y vísperas en un sitial que
importantes, fueron n1ejoradas, y la convirtieron en la se colocó en el coro entre los canónigos. En la visita
ciudad mas fuerte de Galicia, por lo cual se encerró en que le hizo el cabildo sirvió de intérprete el duque de
ella en 13'72, el adelantado D . .Fernando de Castro, que Liria, sobrino del rey é hijo del gran duque de \Vervich.
se mantenía fiel al rey D. Pedro, cuando se dirigió Entre las obras públicas conque se enriqueció Lug·o
contra él el pretendiente D. Enrique, quien no pudo en el pasado siglo, fuera de las que por sus circunstan-
tomarla á pesar de haber sostenido su cerco por espacio cias ocupan un lugar en el capítulo que dedicamos al
de dos meses; pero tan pronto como se encontró eu po- exámen de los monumentos de nuestra provincia y en
sesion del reino mandó al obispo que entregase la ciu- otros capítulos, haremos aquí especial mencion, en pri-
dad y su torre al adelantado mayor de Galicia Pedro mer lugar, de la escelente obra llevada á cabo por el
Ruy Sarmiento, mientras se restablecía el sosiego en obispo D. Fr. Francisco Izquierdo y Tavira, en que
toda Galicia. empleó mas de 300,000 reales, cual fué la conduccioo
La ciudad de Lugo fué víctima nuevamente de los de ag·uas potables á la ciudad de que se surte la fuen-
rigores del aE:edio durante las sérias turbulencias que te de la plaza. Su escasez era ya gra vísima, no solo por
comenzaron en el reinado de Enrique VI, y no termina- la falta que se sent1a para beber y otros usos domésti-
ron hasta el de los Reyes Católicos. Ya en tiempo del cos, sino muy especialmente en el caso posible de un
obispo D. García ~fartinez de Bahamonde se apoderó incendio. Para remediar estos males, pensó, pues, el
violentamente del castillo de la ciudad Luis Lopez de obispo Izquierdo en traer á la ciudad las esquisitas
Peña, contra quien espidió Enrique VI una carta aguas que brotaban de un copioso manantial á un cuar-
en 1461 y otra en 1465, y á la venida de D. Fernando to de leg·ua al Poniente de la ciudad, con la que ya se
de Acuña por mandado de los Reyes Católicos sufrió había abastecido esta en tiempo de romanos. Todavía
primero el cerco que le puso este gobernador y des pues se conservaban grandes vestigios del acueducto y mu-
el que emprendió D. Pedro Osorio de Lémus para res- chos trozos de sus muros, cuya direccion se siguió en
catarla; de todo lo cual dejamos hecha especial men- la nueva cañería faLricada sobre gruesos paredones,
cion al tratar de la historia general de la provincia. por lo que se condujo el agua á las tres fuentes que
Además de las personas reales que honraron con su se coustru.' eron en el patio del palacio episcopal, en
presencia á la ciudad de Lugo en los siglos en que de- la plaza del Campo y la principal en la Plaza Mayor,
jamos hecha referencia, en los siguientes logró esta cuya obra se terminó en l '754.
ciudad la de otras varias, altas y esclarecidas personas. Segun se dice en la relacion de las virtudes de este
En 1605 pasó por Lugo, y recibió de su obispo cuan- prelado, q ueescribió su confesor el P. Fr. Alfonso de Cha-
tiosos regalos, el almirante inglés conde de Hantihan ves, el objeto que se llevó el obispo Izquierdo en seme-
Carlos Hovarth, enviado con motivo de las paces ajusta- jante obra, no fué solo el deseo del mejor abastecimien-
das por entonces entre España é Inglaterra, que con seis- to de aguas de la c1 udad, sino que taro bien contribuyó

PR.OVINCIA DE LUGO. t:5

á su realizacion un fin piadoso y moral. Dice el buen el célebre espndicionario Gomez cou su columna, por
Fr. Alfonso que predicó en la catedra! en cierto vier- el vado de la Tolda, inmediato á Lugo, des pues de ha-
nes un sermonen que, con motivo de hablar de la Sa- berse detenido en el arrabal del Castelo algunas horas,
maritana, afeó de tal manera los escándalos y disolu- y dos dias despues e:1tró en aquella ciudad el general
ciones que se cometían en la fuente de la Magdalena Espartero, que iba en su persecucion.
entre soldados y mozas de cántaro, que su simple re- Con motivo del pronunciamiento del segundo ba-
lacion, por no haber asistido el prelado al sermon, tallon de Zamora, al que se unió el de Gijon, ponién-
bastó para que el piadoso Sr. Izquierdo estuviese al- dose ambos á las órdenes del jefe de Estado mayor don
gunos días gimiendo y meditando sobre el remedio, l\.figuel de Solís, tuvo que sufrir la ciudad tres días de
decidiendo por último aplicar el de la construccion de sitio, desde el 12 al 14 de febrero de 1846, y despues
de las nuevas fuentes. el ataque que mandaron el capitan general V1llalon-
No fué de mucha menor importancia, si bien de no ga y el brigadier Blaser, en cuyo tiempo se arrojaron
comparable utilidad, la obra que costeó el señor obispo á la plaza cuarenta granadas y alguna bala rasa, su-

Armañá de la cárcel pública, que hizo fabricar desde friendo el fuego de fusilería por espacio de una hora.
los cimientos y levantar con sólidas bóvedas y pare- De tristísimos sucesos fué teatro en los días 27 y
des de sillería, por ser la antigua de poco recomenda- 28 de abril de 1859. Agraviados los paisanos con la

bles condiciones. exorbitancia del impuesto territorial, presentáronse
La ciudad de Lugo padeció frecuentes estorsiones en la ciudad en actitud poco tranquila, forzaron las
durante la guerra de la Independencia con el contínuo puertas de la recaudacion de contribuciones y rom-
paso de los ejércitos, y principalmente con la ocupa- pieron los padrones. Despues de ensayar la persuasion,
cion francesa en 1809, en que fueron quemadas la dice una órden general de aquellos d1as, se recurrió
mayor parte de las casas de los arrabales, y durante á la fuerza, y las balas de la tercera compañía del
cuyo tiempo estuvo bloqueada por las tr0pas españolas segundo batallon del regimiento del Príncipe arroja-
al mando del marqués de la Romana. ron en tierra cuatro muertos y ooce heridos <le grave-
En la guerra de los siete años, aunque alejada de dad, teniendo por su parte cinco heridos y dos contu-
su principal foco, tuvo que sufrir P.l ataque del car- sos, entre los que se contó el gobernador militar don
lista V11laverde, que en 30 de mayo de 1836 sorpren- .Benito Menacho.
dió con noventa y cinco caballos el cuerpo de guardia Tiene por armas la ciudad de Lugo un esr.udo par-
del puente sobre el Miño, y en cnya persecucion salió tido de alto abajo, á la derecha una custodia con la
la fuerza que se hallaba disponible en la ciudad. hostia asistida de dos ángeles, y á la izquierda una
El dia 17 de ju lío del mismo año atravesó dicho rio 1 torre entre dos leones.

CAPITULO IX.
HISTORIA DE LA CIUDAD DE MONDOÑEDO, Y DE LAS VILLAS DE RIVADEO Y MONFORTE-
Pretensiones de dar un origen antiguo á !lfoadoñedo.-Etimologia que se ha dado á su nombre.-Verdadero origen de esta ciudad.-La anti•
gua ciudad de Villamor.-Señorío episcopal de !lfon'.loñedo.-Su fortificacioa.-E,tregos causados en ella por D. Pedro F~rnandez de Cas-
tro.-Fuero del obispo D. Oil.-Jnceodio de 111 ciudad.-Dominacion de la Hermandad y despues de Pardo de Cela.-EJecuc1on dd este caba-
llero.-Ordena nzas del concejo.-Edificios públicos.-Armas de la ciudad.-Aatigllll situaciou de la villa de Vivero.-Trasló.dase la p~bla-
cion.-Esfuerzos hechos por sus vecinos para sacudir el yugo episcopal.-Es sitiado en ella el mariscal Pardo de Cela.-Armas de V1ve-
ro.-Pretendido origen romano de Rivadeo.-Su µrimitiva situacion.-Ln compra D. Fernando II.-Se traslada á ella la sede mindonieose.-
Traslacioo de In silla.-Dooacion de D. Alonso IX ñ sus vecinC)s.-Colegiata de Rivadeo.-Rebeliooes de sus vecinos contra el ob1spo.-
Coo.1a<io de Ri va leo.-Armas de Ri vadeo.-Vnlle d~ Lémus y Castro Dastrouio.-Fundacion de la villa de Monforle.-Carta de poblacion.-
Donacioo del señorío de la villa (¡ o. PeJro Fernandez de Castro.-Su condado.-Su colegio, casa de jesuitas é Instituto.-Armas de Mon-
forte.

Por mas esfuerzos que hayan bPcho cuantos se han por los geógrafos ni historiadores antiguos, no solo va-
ocupado en la historia de 11ondoñedo, pi:1ra darle un._ cilaron en considerarla como orígen de la ciudad de
remoto orío-eu y aplicarle, con mas 6 meños ligereza, 1fondoñedo, sino que se lanzaron á fabricarle una his-
o d . toria, diciendo que era de fundacion griega, y que
la correspondencia c 1n antiguas pc,blacioncs e s1tua-
1

cion inci rta, fi"lvoreci<los por la escasez de noticias


0
Decio Junio Bruto, cónsul romano, en el año 136
que sobre ellas nos han quedado, no han logrado for- (A. de J. C.) la ensanchó y dió su nombre, que luego
mar una teoría con visos tan siquiera de pr0babi- se corrompió en Britonia; gratuita suposicion que
lidad. echó á volar Mendez de Si 1va, seguida de no menores
Uno~, aprovechándose de ser la mencion que hace desatinos, y que aceptaron su copista Estrada y don
Ptolomeo en sus Ta bias del pueblo de Glaudomirurn, José Labrado.
la única que d<' él se encuentra en geógrafos é histo- Otros hao supuesto que la batalla de l\.findonia,
riadores, se arrirsgaron á dar por ¡;eguro q u ➔ ocupó el mencionada por Saropiro, yde Rondomia, segun los ára-
sitio <le la actual tlfJndoñedo, cuya opinion, emitida bes, tuvo lugar en las cercanías de la ciudad <l~ Mon-
prin1ero por Abrahan Nort1llio, siguieron Gil Gonza- douedo, sin tener en cuenta que la que se hab1a dado
lez y \Vcseling; otros, con n1as sólido fundam_ento, auteriormen te fuera en Sau Estéban de Gormaz, j un-
apoyados rn las memorias cciesiásticas que se _tienen to al Duero, y que D. Ordoño II estaba en Lcon. Por
de la ciudad nueva de Britonia, tampoco mencionada último algunos, al trazar en estos últimos tiempos la
' 9
LUGO.
CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

correspondencia de los pueblos antiguos con los mo- do IV y su mujer doña Constauza hicieron donacioo
dernos, bao estampado la de Outonia, ciudad de que del señorío de la ciudad al obispo D. Rodrigo, en re-
solamente tenemos noticia por la sencilla mencion compensa de los buenos servicios que les habia presta-
que de ella se hace en la geografía llamada del Anó- do en la córte de Roma con motivo de la causa de su
nimo de Rávena ó Ravenate, con Mondoñedo, sin duda legitimacion, y hasta citan la. fecha del privilegio, que
por no haberse fijado en la notoria falta de analogía dicen se dió en Valladolid á 2 de junio de 1311. Conoce-
que existe entre Ontonia y lifind1i1net1tni ó ,llondu11ie- mos varios de est.os, couce<lidos por el mismo monarca
t1tni, primeros no1nbres con que so encuentra men- á la iglesia <le :t\Iondoñedo, en uno de los cuales, dado
cionada esta cindad en los documentos de los si- en Guadalajara á 12 de febrero de 1305.y en la sobre-
glos rx y x. carta del mismo dada en Valladolid á 27 de marzo de
La etimología de este nombre no ha prestado cam- 1306, n1enciona los señalados servicios que el obispo
po menos vasto para hacer alardes de caprichosa D. Rodrigo hiciera á él y á su padre el rey D. Sancho
fantasía. Quien pretendió encontrar en J.londu1net1irn en la córte de Roma y en otros lugares; pero en nin-
Monasterio .Du,nicnse; q uieu lifinor .Du,nio, en razon guno se encuentra semejante donacíon. Esta circuns-
á ser est:1 iglesia sufragánea de Braga, y quien se tancia, y la de ser ya el terreno propio de la iglesia
arrirsgó hasta el estremo de considerar á 11ondoñedo desde la concesiou de Alfonso VII, cuyos cotos señaló
una corrupciou de Al1nendro, cuya \'OZ 0,1nigdala se escrupulosa meo te, hace creer que el seí1orío de la ci u-
desfiguró en l\fendoa y luego en ~Iondoñedo. La tnas dad de l\Iondoñedo fué del obispo desde su fundacion.
probable etimología es 1nons d1irnetuni (monte cuajado El estado de intranquilidad y contínua perturba-
de espinos ó maleza, tan abundante en los del país), cion en que estaba Galicia :i principios del siglo x1v,
con cuyo nombre se designó el sitio en que el fugiti- especialmente durante la minoría de Alfonso XI, hi-
vo obispo de Dumío colocó su silla en el siglo xr. cieron pensar al obispo y al concejo de '\'illamayor e n
No puede, sin e1nbargo, considerarse este como el la conveniencia de cercar de murallas la ciudad, y
verdadero orígen de la ciudac.l. de ?llondoñedo, pues su para su construccion hicieron un convenio entre ellos
fundacion en el sitio que hoy ocupa no pasa mas allá en 1320. Pocos años despues pudieron ya utilizarse <le
del año de 1217, en que Pelayo, arcediano, Sancho, les nuevos muros, cuando D. Pedro Fernandez de Cas-
c.l.ean, y los canónigos minc.l.onienses dieron una carta- tro en 1327 incendió los arrabales y ocasionó grandes
puebla á todos los que c¡uisieren venir á morará. Villa- estragos á la ciudad é iglesia, en la que por último se
mayor en el Pomar u.e Canónica, concediéndoles que hizo fuerte con Rodrigo l\larq uez, y de donde fué arro-
la poblasen segun el fuero de Leon, como los otros po- jado á viva fuerza.
bladores, y dándoles la servicialía de Lodeiros con to- Amenazado nuevamente l\Iondoñedo de tales cala-
dos sus términos y .derechos, y los montes que esta- midades á fines del siglo, cuando D. Pedro Euriquez
ban incultos para que los roturasen por cualquier de Castro se babia apoderado de la encomienda de la
parte, y asignándoles sus términos por los cotos vie- iglesia de nfondoñedo, hicieron un convnnio el obispo,
jos y antiguos; con couclicion, todo esto, de que el cabildo y el concejo en 28 de junio de 1381 sobre el
babiau de permanecer siempre fieles vasallos de la órden que se babia de tener en guardar las puertas,
iglesia. Este nombre de Villamayor le conservó la en el que se estipuló q uc el concejo pusiese las guar-
ciudad de ?11ondoñedo hasta estos últimos siglos. das de la ciudad los cinco primeros dias de la semana,
En este fuero ó carta-puebla se menciona á J oan el obispo los viernes y el cabildo los sábados.
, Nuñez y Pedro Rodríguez, alcaldes en Villamayor, El movimiento de los municipios en Galicia cuan-
los cuales lo eran seguramente de los otros poblado- do la formacion u.e la hermandad de Santiago en 1418, •

res de Villamayor, que se dice gozaban del fuero de debió encontrar poco eco en los vecinos de nuestra
Leon. Habitaban estos debajo del lugar que se llama ciudad, dlldo que no existe memoria de haberse nota-
aun hoy Cinia de Vila, en una hondonada, á unos tres do la menor señal de insubordinacion, ni suscitado la
kilómetros de ~Iondoñedo, términos de la parroquia mas insignificante desavenencia contra el obispo su
que todavía. conserva el nornbre <le Santa María de señor, gracias á las oport1;uas medidas tomadas por-
Villamor, ligera y notoria contraccion de Villamayor D. Gil :5outelo, que á la sazon ocupaba la sede m indo-
.
(eo dialecto gallego Villamoor), y sitio al que, como n1eose.
dejamos dicho, se trasladó la catedral mindoniense á Fué la principal el fuero que les otorgó en 15 de
principios del siglo xu, y á cuyos moradores concedió junio de 1417, confirmándoles sus usos y libertades,
el emperador D. Alfonso VII en 1156 un importante y concediéndoles: que los pleitos criminales se juzg·a-
privilegio, otorgándoles el fuero de Leon, y dándoles sen por los alcaldes del concejo ó por el mismo obis-
facultad para celebrar un mercado mensual y ocho po, y los civiles por aquellos ó el vicario, Como qui-
dias de feria por Nuestra Señora de Agosto. Algunos siesen los vecinos; que ninguno <le ellos fuese empla-
siglos <lespues se conservaban en esta parroquia ves - zado para fuera de la ciudad; que todos los ben oficiados
tigiosy memorias del tiempo en que fué ciudad, entre y moradores pudiesen traer á la ciudad todo el vino
ellos la llamada torre vieja de Villamayor, que existia que labraren en sus viñas, y que el aposentador del
en 1419, en cuya época tenia taro bien su merino con cabildo no aposentase en casa de vecino que estuviese
jurisdiccion especial. La coustruccion del caserío en ausente. Además se estableció en él que ningun ve-
la nueva ciudad se llevó á cabo con bastante pronti- cino fuese á la cadena del merino de la torre vieja,
tud, como indican las numerosas menciones de sus sino á la de los alcaldes del concejo, y que se pusiesen
calles, que encontramos en documentos muy poco pos- en la rec<liflcacion de los muros á las personas
teriores á su fun<lacion_ puestas en el criarderno de las posturas, pasando por-
Gil Gonzalez y otros autores dicen que D- Fernan- los alcaldes u.el cabildo ó del concejo.


PROVINCIA DE LUGO.

Por estos tiempos la ciudad de 11ondoiíedo,que ha- alcaldes ordinarios, para evitar los inconvenientes que
bía alcanzado ya casi tanta estension como la que ac- de ser pcrpétuos pudie~en re,::;ultar. A estos magistra-
tualmente tiene. sufrió los horrores de un terrible in- dos les mandaron hacer residPocia al fenecer sus.cargos
cendio el mártes 6 do noviembre de 1425, de noite á por veinte dias, pr<>gonados de tres en tres, para que
primeira dormidura, como dice un antiguo Calendario los que tuviesen queja de ellos pudiesen agraviarse y
citado por el P. Florez. recibir justicia. Coo el fin de que estuviesen mejor
Tras de este horroroso estrago tu vp que sufrir los atendidas las actuaciones judiciales y actosronce.1ilt:s,
consiguientes al Pstado do anarquía en que se encon- y no sufriesen estravío los rPgi!'\tros del concPjo ni las
tró el país durante casi todo el resto del siglo, viéndo- escrituras que presentasPn los litigantes, se mandó
se víctima, primero de la hermandad capitaneada por que hubiese un escribano de concejo nombrado todos
Alonso de Lanzós, y en seguida del mariscal Pardo de los años, persona fiable, vecino de los muros adentro
Cela, que, <lespues de haber dominado en ella por es- de la ciudad, y cuatro escribanos de número que resi-
pacio de seis años, vino á morir en compañía de su dieran en las audiencias y diesen fé de los autos qne se
jóven hijo, decapitados ambos en la plaza de 11ondo- pasasen, los cuales no fueran removidos sin causa le -
ñedo el dia 17 de diciembre de 1483. gítima, y asímismo dispusieron que hubiese un pre-
Este trágico suceso dejó profunda huella en el áni- gonero que viviese dentro de los muros de la ciudad.
mo de los mindonienses, quienes hoy mismo lo refieren Encargaron muy particularmente el castigo de los pe-
realzado de dram:íticos episodios, conservados por la cados públicos que son en ofensa de Dios y de la Igle-
tradicioo, y algunos no muy en armonía con las rela- sia, y el que se hiciese cumplida justicia de los mal-
ciones históricas. Es el mas interesante el que dió nom- hechores; mandaron al a posea tador que curo pliese las
bre al lugar del Pasa-tien1po 1 situado al otro lado del ordenanzas y costumbres antiguas, y pusieron tasa y
puente de Ruzos, fuera del rádio alcabalatorio de la regla ea los derechos de alcaldes y jueces, escribanos,
ciudad y á su entrada por el antiguo ca1nino de Casti- alguaciles y carceleros, por los frecuentes abusos
lla, en cuyo sitio se dice que varios canónigos salie- que cometían.
ron á entretener á un correo que traia el indulto de No descuidaron la parte de policía, pues ordenaron
Pardo de Cela(que,segun algunos, era su misma espo- que el pescado se vendiese en la plaza á los precios y
sa que acababa do alcanzarle de los Reyes Católicos), en la forma y manera establecida porelcoocejo y hom-
mientras tenia lugar la ejecucion del desventurado bres buenos, de lo cual habia de ser veedor un regidor
mariscal y de su inocente hijo. cada seis meses; y llegaron hasta la minuciosidad de
Tranquilizados el país y terminado definitivamen- consignar que se hiciese un arca, que se lla,naria de
te el estado del gobierno semi-feudal de que había Concejo, para poner las escrituras y cosas de él, por-
sido víctima por tan largo tiempo, trató la Audiencia que no anduvieren de mano en mano y se perdiesen,
de Galicia, que los sucesos mencionados habiau traido como acoutecia, la cual habría de tener dos llaves de
á Mondoñedo, de la orgaaizacion del gobierno muni- distinto ser, de lasque una estaria eo poder de los re-
cipal de esta ciudad, para lo cual hizo unas ordenan- gidores, y la otra se entregaría al 11rocurador general
zas. Habiéndose suscitado ciertas dificultades para su al tie1npo de su elecc1on con el inventario de lo conte-
cumplimiento, se reunieron en la sala de los caballeros, nido en el arca.
sita en el cláustro de la catedral, y en la que el cabi I- Por último, en las ordenanzas de los años de 1493
do celebraba sus reuniones, el dia 1i de agosto de y 1497 se acordó que hubiese ayuntamiento dos veces
1491, el licenciado Antonio Cornejo, el oidor de la á la semana, acabada la prima, al que debían asistir
Audiencia del Consejo del rey y alcalde mayor del los alcaldes, regidores, procura,lor y escribano, so pena
reino de Galicia, el Sr. D. Cárlos Enriq uez de Cisueros, de 10 ~aravedís, y el corregidor, si queria, y que na-
lugarteniente de gobernador en el reino por el magnífi- die fuese osado de tañer á concejo sin licencia y espre-
co caballero D. Diego Lopez de Raro, gobernador de so mandato de la justicia y un regiJor.

él, y el coucejo compuesto de Sancho Ruiz de Villegas, Sig·uió por largo tiempo la ciu !ad de ~londoñedo
corregidor por SS. AA.; Vasco Lopez, Alvaro Alfonso, J.isfrutanclo del bcnéfi~o gobierno dt> su concejo, cu-
Juan Vazquez, Pero de Labrada y l,ero Fernandez, yas acPrtadas disposiciones p·tra Pl mejor régimen inte-
regidores; Gomez de Labrada y Diego Maseira, alcal- rior r.e la ciuda<l y para la observancia de una rí;ida
des; Pero de Luaccs, procurador, y 1nucbos Yt!Ciuos; Lpolicía, honrarian á cu·ilquicr ciurlad de las mas cul-
los cuales, para remediar las d1tlcultades y debates 1 tas y adelantadas de nuestros d,a~.
que en la ciudad babia, y á fin do que esta e;,tuv1ese Dic 11a. poblacion es deudora á suc; obispos de todos
mejor regida. y guberuada, hicieron un notable cuerpo los edificios públicos con que cuenta, tanto religiosos
de ordenauzas. como civiles, esccpto la cas:1 consistorial, queselcvan-
En ellas y en otras dos que conservamos del mismo tó á costa de mucho'! tritbajos, y 1n"rced á la cons-
siglo, una ele 1493 y otra de 1497, se establecieron tancia de las per,;ona,::; que co1nponian el concejo ó
muy sáb1as disposiciones encaminadas directamente ayuntamiento de la ciudad en el último tercio del si-
al buen órden de la ciudad y su gobierno interior. glo xv1.
Dispúsose, ea primer lugar, que hubiese un pro- Tiene por armas esta ciudad un cáliz de oro con
curador que tuviese el cargo de mirar mucho, cómo hostia y debajo las letras ,1 y o, en escudo timbrado
al coucejo y per:;onas particulares de coatrajusticia no de corona.
les fuera hecho agra vio ni siorazon alguna, y que si En el barrio de Cesuras, que es un arrabal, nació
alguno lo recibiera huuiese de ir aute la justicia para el ilustrado escribano D. José Febrero, autor de la Li-
que el tal agravio se alzara y remediase, y dispusie- brería de Escribanos é lnstruccion J1iridica te6rico-
ron que este empleo fuese anual, así como el de los dos 1 práctica de principiantes, obra que generalmente se

68 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

conoce con el nombre del autor, y que es muy aprecia- prendado á los vecinos en yeguas y otros ganados que
da de nuestros jurisconsultos. les robó, en deudas que sacó y nunca pagó, y en con-
Tan aventuradas opiniones se han emitido respec- ducho que les tomó, todo lo cual estin1aban en 20,000
to al orígen de la villa de Vivero, que D. AntooioRio- sueldos. Pidiéronle igualmente quedevol viera el obispo
boo y Seijas llegó á afirmar que era Olina, ciudad an- el portazgo que babia tomado á hom.bres del concejo en
tigua, mencionada únicamente por Ptolomeo, cuya si- P,irtocclo, Bares y San Ci prian, desde que la sentencia
tuacion por esta sola noticia es difícil fijar con alguna fué dada, y que de aquí adelante no lo volviera á to-
certeza. Mendez de Sil'Va asegura que D. Pelayo la mar, en cumplimiento de la misma sentencia; y por
concedió grandes privilegios por los señalados servi- último, que obligase el rey á los de la Puebla de Ri-
cios que le hicieron sus moradores, y que la trasladó paeume á obedecer al concejo como hombres de su tér-
al sitio que ho_v ocupa; lo que bien pudiera admitir$e, mino, lo que tienen juzgado por sentencia, y que el
si en vez de tomarse al D. Pelayo por el rey de Astú- obispo les restituyese lo que les tenia llevado desde que •
rias, se dijese ser uno de los dos obispos de este nom- esta se espidi6, que estimaron en 800 maravedís.
bre que ocuparon la sede mindoniense, el primero El rey, en vista de lo que respondió el canónigo
de 1142 á 1145, y el segundo de 1199 á 1219. Pedro Eaoez, personero .Jel obispo, espidió su carta en
Es comun opinion que esta villa estuvo situada en Sevilla, á24 de agosto de 1260, dando al prelado por qui-
un principio en el terreno que pertenece hoy á la par- to de la demanda, en razon á que las cosas tomadas por
roquia de Sao Pedro de Vivero, y tal era la que donó Pedro Fernandez no lo fueron al concejo, sinoáloshom-
la misma doña Urraca en 2de marzo de 1112 al obispo bres y vecinos de él, y á no haber sido nunca llamado
de ~fondoñedo, al propio tiempo que las de Aurio y Pe- ni emplazado el obispo sobre los derechos de la Puebla
trosa, con todos sus derechos. de Ripaeume, por lo cual no debia responder á la de-
En un tiempo que no es posible fijar, se trasladó manda.
la poblacion, ó bien se fundó otra nueva, tal vez en Cada vez adquirían mayores proporciones las desa-
virtud de alguna carta-puebla de alguno de los obispos venencias entre este concejo y el obispo, y no fueron
citados, al sitio que hoy ocupa, que por el puente en suficientes á zanjarlas ni á hacer entrar en laobedien-
ella construido tomó el nombre su vecindario de Con- cia á los vecinos de Vivero, ni las repetidas sentencias
cejo de la puente de Vitiero ó /7ioario. que por los años de 1290 dió el adelantado mayor de
Rica es la historia de esta villa en interesantes noti- Galicia, D. Alfonso de A.lburquerque, ni las cartas ni
cias sobre los medios empleados por el estado llal'.lo para sobre-cartas del rey, ni las escomuniones lanzadas con-
sacudir el yugo clerical desde que en el siglo xn co- tra ellos por el obispo, quien llegó hasta. escribir al
menzó á conocer su valor y sus recursos, y apeló á la guardian de San Francisco que no lbs admitiese en su
fuerza para cobrar su independencia. Con gusto nos iglesia. Sen tia tal vez ec;te mas simpatías por los vive-
estenderfamos sobre esta matPria; pero los estrechos lí- rienses que por el prelado, pues el clero secular y el
mites de esta publicacion solo permiten dar una idea monacal se llevaban con tan poca fraternidad, como
muy sucinta. lo indican los procedimientos practicados en 1334 por
Ya. en 1173, segun dice el obispo Navarrete, histo- el arzobispo de Santiago como juez conservador de las
riador de su obispado de 1foodoñedo, celebró su ante- Ordenes de predicadores y menores, diputado especial
cesor, Juan I, uoaconcordia con los vecinos de Vivero, del Pontífice, en virtud de queja dada por el prior de
en que sr declaró el vasallaje que estos habian de pa- de los dominicos y el guardian de los franciscanos de
gar, y el tratamiento que habían de recibir de su Vivero contra- los curas de Santa María y Santiago de
señor. tifedio siglo despues, en 4 de jnlio de 1223, el la villa, que les quitaban sus privilegios y libertades
rey D. Alonso IX hizo otra avenencia entre ellos y el en 1=1 j urisdiccioo y confesion, y les hacían otras pú-
obispo D. Martín, en la que unos y otros se obliga- blicas injurias.
ron á ampararse y ayudarse mútuamente y á servir al A principios del siglo x1v y aun en toda su prime-
rey con fidelidad; se estipuló que los derechos y ca- ra mit:,d reinó cierta transitoria calma y pasajera ar-
lumnias se r epartiesen por terceras partes entre el monía entre el concejo y el obispo, durante cuyo tiem-
r ey, el obispo y los alcaldes del concejo, y los pedidos po otorgaron di versas cartas de posturas I co:n posicion
de maravedís, portazgos y otras ganancias por mitad y reconocimiento por los años de 1319, 13i7, 1344 y 1347
entre el rey y el obispo, y se consignaron otras condi- e.n el que el obispo absolvió á los vecinos, prévio jura-
ciones tocantes á las desavenencias que pudieran sur- mento de guardarle vasallaje, de la escomunion que
gir, comercio con los enemigos del rey y de la sede, y contra ellos habia fulminado por haberse entrometido
otras cosas, cuya concordia confirmó D. Fernando III en la torre de Seseris y otros lugares de la mitra.
estando en Santiago, á 20 de febrero de 1232. Nuevamente volvió á insubordinarse el concejo en
Con moti Yo de las cartas que diera D. Alfonso X á los últimos años de este siglo y á negarse á presantar
loi, vecino~ de Castro Urdíales y á los de otros pueblos al obispo los cobros para la eleccion de alcaldes, lo que
para que no pagasen portazgo, los vecinos de Vivero fué objeto de protestas por parte del agravi:i.do en 1371
se lo negaron al obispo, sobre lo cual espídió el rey un y 1419. Al mism0 tiempo pretendía entrometerse en
privilegio á favor del prelado en 9 de diciembre de 1258, los I ugares, cotos y feligresías de Landrone, Gal do,
ad virticndo al concejo que él no q uitára á ninguna per- Grallal, Suegos, 8an Roman y Sao Estéban del Valle.
sona su derecho, ni lo poiia q uítar. Lograron los del San l\liguel del Sor, Santa María de Seseris, Santa
concejo uua sentencia en su favor, y con ello se presen- l\faría de Balsa, Santa 11aría de Vi vero, Sao J ulian
tó su personero Rny Pcrez al rey, demandándole la de Irijoa, San Pedro de Muras, Silan, Cojuto, Ru-
hiciese cumplir y guardar, y asimismo hiciese que el biños y San ~1iguel de Soto, de las que el concejo
obispo les restituyese lo que Pedro Fernaudcz había decía estar en tenencia por douaciou que le hiciera don


PROVINCIA DE LUGO. 6!'l

Alfonso IX, lo que dió lugar á largas contiendas sobre En 25 de abril de 1202 D. Alfonso IX dió á los ciuda-
el género de jurisdiccion de García Sanchez del Casti- danos y á. la poblacion de Ripaeurc un gran número do
llo, enviado por Enrique III á Galiciacomo juez y alcal- hereda les que habia recibido del obispo de l\1ondoñedo,
de, al mismo tiempo que su caballerizo Gomez García en cambio del castillo de Port(' la y del coto de Villareute,
de Foyos por corregidor. poni6ndolcs por condicion: q ne diesen á las respectivas
Levantada la hermandad de Galicia en virtud de iglesias del territorio la heredad que fuese de so agrado;
las provisiones de Enrique IV que trajo Alonso de Lan- que no pudiesen venderlas, empeñarlas ni darlas de
zós, una de las fortalezas que en gran n6mero se der- ninguna manera á ninguna órden ni religion, sino á
ribaron, fué la cerca de Vi vero, de cuya silla poco des. la sede ó al obispo de 1iondoñedo¡ y que dieran al
pues se posesionó Pedro Pardo de Cela, y de donde le obispo y canónigos una parte cie los prados y montes
arrojó D. Ladron de Guevara, auxiliado de D. Diego para pastos y leña; añadiendo al propio ti1•mpo que no
de Andrade, quien, dice Vasco de Ponte, que le grita- puedan darse en encomienda las iglesias y heredades
ba á grandes voces: «Pero Pardo, Pero Pardo, habeis sino recíproca.mento el obispo y los ciudadanos. 1<:ste
de dejar Vivero al rey.» mismo rey, por privilegio dado en Lugo á 24 de febre-
Esta villa quedó desde entonces de señorío real, ro de 1209, concedió al obispo todos los molinos que se
conservando 6nicamente el obispo, como recuerdo de su construyesen en Ripaeore.
antiguo dominio, el tributo de 18 rs. anuales, que lla- Poco tiempo disfrutó esta poblacion el honor de te-
maban el G1tindaste, del palo que servia para embar- ner silla episcopal, pues en un año indeterminado,
car y desembarcar las mercancías, cuyos derechos co- pero dentro del primer tercio del siglo xu1, ya estaba
braba el obispo. trasladada al sitio que hoy ocupa en la ciudad de ~1on-
Tiene por armas Vivero cinco custodias y un leon douedo. Durante el tiempo que esta villa fué episco-
coronado sobre un puente. pal se le di6 algunas veces el nombre de Miodoniedo,
~1endez de ::,ilva, en su Poblacion de España, y como en el privilegio ya citado en 1199.
otros autores dicen, que César Augusto fué el fundador Así que la vi !la de Ri vadeo se vió privada de la
1
de Rivadeo, á la que dió el nombre de Iulia Eo en me- silla episcopal y reducida á una simple y desatendida
moría de su tío, y en la que hubo de morir de un rayo parroquia, acudió su concejo en queja al obispo y ca-
que cayó junto á su litera. bildo para que la proveyesen de ministros, á"lo que
Sobre este antiguo orígen diremos únicamente por accedieron por medio de una concordia otorgada en 6
toda cou testacion, q oe el P. Florez no se tomó el tra- de julio de 1270, en la cual estipuló que el obispo y
bajo ni de mencionarle al hacer la reseña histórica y cabildo pondrian cuatro racioneros, que deberían ser
descripcion de esta villa en el tomo XVIII de la Espa- hijos de vecinos legos de Rivadeo, moradores de puer-
fia Sagrada. ta á pnerta, y un canónigo de donde q oisieren, y el
La noticia mas antigua que tenemos de esta pobla- concejo reo unció todo su derecho, razon y cartas que
cion, es la meocion que de ella se hace en una escri- tuvieren sobre la ordenacion de la iglesia de la misma
tura de 1143, publicada por Manrique, bajo el nombre villa.
de Ripa Eoii, cuya etimología bien claramente se Estos ciudadanos participaron tambien, y no tarde,
conoce que viene de su situacion á la orilla del río. del descontento general que inspiraba el señorío aba-
Poco tiempo despues era del conde D. Rodrigo, á dengo, y mas de una vez se rebelaron, como lo indica
quien se la cotnpró cou todos sus derechos y pertenen- el privilegio espedido en ~fadrid á 9 de diciembre
cias D. Fernando II en 1182 por 1,500 maravedises de de 1258, por Alfonso X, para que pagasen el portazgo
oro; la poblacion estaba. entonces enfreute de Castro- al obispo, al año siguiente de haber tenido que obli-
pol, un poco mas abajo de Vigo y Rtvadeo, en el pun- garles el obispo D. Alfonso Sanchez á que presentasen •

to llamado Villavicja, donde hay algunos lugares los cobros para la eleccion de alcaldes, como lo habían
• junto á una eusenada de la ria . practicado con sus antecesores, y á lo que ahora se
Queriendo el rey D ..Fernando llevar- á ella la sede negaban.
mindoniense, dispuso estando en Villafrauca, á 25 do D. Enrique If, en agradecimiento de los buenos
julio de 1182, que se trasladase y levantase de nuevo servicios y consejos que debía á tilosen Per Villanes,
á la orilla del mar en uu llano despejado, sitio que hoy caballero francés, le hizo gracia del condado de esta
ocupa, para que tuviera mejores coud1c1ones comer- villa, á lo que no se avino el obispo de Mondoñedo,
ciales. 1-!:n 1199 no estaba auu terminada la nueva po~ pues el canónigo Juan Alfonso hizo en su nombre una
blac1on, seguu dice D. Alfonso IX de Leo u en la coa - protesta á los vecinos de Ri vadeo en 14 de mayo de
firmacion q oe á la iglesia mindoniense hizo de sus 1371 sobre la elecc1ou de alcaldes, á quien prometieron
cotos, por privilegio espedido en Lugo á. 15 de setiem- obedecer los vecinos disculpando su conducta pasada
bre, y cu 1206, ya estaba allí la sede, como se des- con la donacion que de la villa hiciera el rey al conde.
prende de la donaciou hecha por Pedro Bela y su Disírntó despues este condado, por merced de En-
mujer á 8 de setiembre, á favor de la iglesia de Sauta rique III, Ruy Lopcz Dávalos, su camarero, ad<!lanta-
María de R1paeure y del monasterio de Sar. En ella po- do mayor de J\lurcia y condestable de Castdla, caba-
nen la curiosa condicion de que en la casa que donan llero notable pnr sus hazañ:¡s, entre las que se distin-
se mantenga un marinero á costa de la sede y del mo- guió ta muerte que dió á uu capitan iugl6s eu campal
nasterio, el cual esté dispuesto siempre á pasar en la desafío.
barca, sin pr~cio ni retribucion, á cuantos vayan y Coucediósele mas tarde, en 1439, D. J uau II á don
vengan por el puerto Julian, y «esto se haga (dicen Rodrigo Víllaudrado, uno de los mas famosos caballe-
los donautes) perpétuamente por nuestras almas y las ros de su tiempo, que alcanzó merecida fama y nom-
de nuestros padres.» bradía al servicio del rey de Francia, del que pasó al
70 CR.ONICA GENERAL DE ESPANA. -
de D. Juan II por órden de este monarca, para que del monasterio, que se refiere en una confirma~ion de
como español viniese á servirle con la gente que pu- posesiones que le hizo el coude D. Ramon de Borgoña,
diese en las grandes disensiones que en toa ces babia en marido de la infanta doña Urraca.
Castilla. A este llamamiento acudió Villaudrado con Des pues de erigido, debió ser muy inmed.iato el esta -
cuatro n1il de á caballo, y el rey le hizo tan buen re- blecimiento del burgo ó pequeña aldea que seguia
cibim ieato, que le dió, como queda dicho, la villa de constantemente á toda fuudacion 1nonástica, y en la
Rivadeo y el título de conde de ella. Este caballero li- que se acomodaban las personas necesarias para cier-
bertó al rey en Toledo de los rebeldes que contra él se tas funciones mecánicas del monasterio.
levantaron en la ciudad, por lo cual mert:ició la honra Esta poblacion, origen de l,1 actual villa de 1fon-
de que el rey le hiciese rnerced de sentarle á su mesa forte, fué aumentada considerablr1neute por el conde
el día de la Epifanía, y le diera el traje que en tal fies- D. Froilao Diaz y su mujer la condesa doña J~stefanía
ta vistiese, Jistincion de que hasta el presente disfru- Sanchez, á quienes el rey D. Alonso y la reina doña
tan los condes de Rivadco, sus sucesores. Coustanza, el conde D. Ramou y la infanta doña Ur-
Las forticaciones que defendían la villa y puerto raca dieron el señorío de la tierra de Lémos y Sárria.
fueron destruidas, primero por la hermandad levan- Dichos condes eo 10 de abril de 1104 otorgaron uua
tada en el siglo xv, y despues por los ingleses ea el carta de poblacion concediendo franquicias, mercado
arribo que hicieran en l 7l 9, de que ya dejamos hecha y ferias á los que quisiesen venir á habitar el lugar
. de San Vicente, edificado en terreno que cedió el abad
mencron.
A principios del presente siglo su puerto estaba tifiguel, que entonces g·obernaba el monasterio, al
habilitado únicamente para la introducciou del lino y cual en agradecimiento ofrecieron aquellos tres casas
cáñamo <.lel estraujero, en virtud de una real órden para que fuesen propias del monasterio, y con ellas se
de 5 de diciembre de 1789. acudiese al sustento de los monge;i.
Las armas de Rivarleo son las mismas que las de sos En 1139 dió el emperador D. Alonso un privilegio
señores los Villandrados, que tienen un escudo cuarte- á favor del monasterio, concediéndole la tercera parte
lado, con u!la luna escaq uelada <le oro y nrgro sobre de la poblacion que llamaban del Pino, y otro tanto
campo blanco, y tres fajas azules sobre orado, con del portazgo de las kalend.as ( mrrcados mensuales) y
una orla de ocbo castillos de oro sobre azul. de las ferias.
Al ~Iediodía de la provincia <le Lugo se estiende A fiues de este mismo siglo comeuzó á usarse el
un féctil y an1eno valle de casi seis leguas de longi- nombre de o1onforte, en sustitucion al de Pino con que
tud, habitado en los tiempos antiguos por los leniavos, se había conoci<.lo hasta eotoncP.s, como es presa el pri-
de los que conserva. hoy la denominacion del valle <le vilegio otorgado en 1199 por D. Alonso IX y su mujer
Lémos ó Lémus. El nombre de estas gentes, que cono- doña Bereoguela, en que conceden al monasterio to -
cemos por Ptolomeo, ha dado ocasion á muy diversas das las iglesias fundadas, ó que se fundasen en adelan-
opiniones sobre su etimología. El P. Florez fué de opi- te, llamándole S·1n Vicente de ilfonte forti, qui olirn
nion que se le babia dado este nombre por los celtas, dicebatu1· P inus.
á causa de la semejanza que presentaba su terreno con Vino 1Ionforte á caer en el dominio secular por el
el que eu la Galia francesa ocupaba la ciudad Lemo- privilegio concedido por el rry D. Alonso XI y la rei-
rica, situada á las orillas de uo rio, y en un valle na dof1a ~1arí,i, en Búrgos á 29 de julio de 1332, en el
que recordaron los celtas al situarse en el que nos que hicieron merced del señorío de la villa ni conde
ocupa. D. Pedro Hernaodez de Castro en re1nuneracion de
En el centro de él, y sobre un monte que le domi- sus buenos servicios; Enrique IV dió el título de con-
na, estaba la ciudad de .Dactonio, como ya hemos di- des de la misma á. D. Pedro Alvarez Osorio y su mu-
cho, mencionada igualrnente por Ptolomeo en sus Ta- jer <.loña Beatriz de Castro, segun refiere Meodez de
blas. En este punto se construyó un castro, á lo que Sil va.
se prestaba muy favorablemente su posicion topográ- Desde este tiempo creció notablemente la villa de
fica, y el cual conservó el mismo nombre de la ciudad ~1onforte, contribuyenJ.o no poco á su engrandeci-
céltica con tan ligera corrupcion, que en una doua- miento las fábricas que en ella establrcieron los coo-
cion hecha en el siglo xr al monasterio de San Vicente <.les; los vecinos llegaron á subir al númPro de ocho-
del Piuo ó de 11onfortc, por doña Gontroda Gundisal- cientos, muy disminuido despues por las rnudanzasde
viz, se le llama Castro-Lactooio; pero bien pronto el los tiempos.
descuido de los copiantes se encargó de corrrompe1·le Alcanzó mrrecida nvmbraJí;,i. esta villa por el co-
completamente, escribiendo Lictonio, Astonio y Au- legio de humanidades y casa d' jesuitas que la hicie-
tonio. ron centro instructivo de todo el país, y no meoos por
Destruidos esta. ciudad y este castro, se fundó en el el iustituto de segucda enseñanza que por mucho
mismo sitio el monasterio de bened1ct1nos de San Vi- tiempo ha sido el único do la provincia.
cente, en una época que nos es desconocida, por ha- Tiene por armas esta villa un castillo sobre un
berse quemado sus antíguas escrituras cu el incendio monte peñascoso y en la orla 1fo~FORTE.
..

CAPITULO X.
DATOS ESTADISTICOS.
Poblncion.-Moralidnd.-Criminalidad.-?.{ovímiento de ln poblncion.-Beneflcencia.-Instruccion pública.-Jn,lustria minera, forestal y pes•
quera.-Ganndería.-Vnlor de los granos.-InJustria linera.-Fábrica de papel.-Fábricas de curtic\oq.-Fáhricas de rund,cion de mena de
híerro.-Fábricas Y talleres de construccion de bierro.-Molino de aceite.-lndustrin comercial.-Me,\ios de comunicncion.---Correos.-Te-
Jégrnfos.-Puertos.-Faros.-Navegacion.-Comercio interior y esteríor.-P,·e;iupuo~toq.-Conlribucione,¡. -Arlícu1 0 s coosumídos por la
poblacion.

E n los once partidos judiciales y sesenta y cuatro mil setecientas ochenta y una de sesenta y uno á se-
Ayuntamientos en que se divide la provincia de Lugo, tenta, dos mil quinientas noventa y nueve de setenta y
había en 1860 cuatrocientos treinta y dos mil quinien- uno á ochenta, trescientas cincuenta y una de ochenta y
tos diez y seis habitantes, de los cuales eran varones uno á ochenta y cinco, ciento noventa y ocho de ochen-
doscientos un mil setecientos setenta y tres, y hem- ta y seis á noventa, diez y siete de noventa y uno á
bras doscientas treinta mil setecientas cuarenta y tres; noventa y cinco, veintidos de noventa y seis á ciento
de los primeros eran transeuntes nacionales mil tres- y seis mayores de ciento.
cientos cincuenta y seis, estranjeros establecidos diez Estaban solteros ciE:nto veintinur~e mil doscientos
y ocho y transeuntcs trece; de las segundas eran tran- catorce varones y ciento cuarenta y nueve mil t res-
seuntes nacionales cuatrocientas cuarenta, estranjeras cientas noventa y ocho hembras; casados sesenta y un
establecidas ocho y transeuntes diez; los restantes mil doscientos sesenta y tres, y sesenta y dos mil tres-
doscientos mil trescientos ochenta y seis varones y cientas veintisiete; y viudos once mil doscientos no-
doscientas treinta mil doscientas ochenta y cinco venta y seis, y diez y .nueve mil diez y ocho. Sabian
hembras, nacionales establecidos: las cédulas inscritas leer y escribir sesenta y ocho mil trescientos noventa
fueron ochenta y cinco mil novecientas setenta. y nueve, y !'iete mil cuatrocientas cuarenta y tres; solo
De los varones cuatro mil ciento quince eran me- leer siete mil setecientos sesenta y siete, y cuatro 1nil
nores de un año, veintidos mil trescientos veintisiete doscientas setenta y una; y ni leer ni escribir ciento
de uno á cinco, veinte mil ochocientos ochenta y siete veinticinco mil seiscientos siete, y doscientas diez y
de seis á diez, veinti un mil doscientos veintiseis de once nueve mil veintinueve.
á quince, catorce mil ciento sesenta y seis de diez y El número de electores para ayuntamiento que ba-
seis á diez y nueve, cuatro mil ciento cuarenta y siete bia en la provincia era de once mil setecientos veinti-
de veinte, do.s mil ciento cincuenta y seis de veintiuno, seis, el de elegibles seis mil seiscientos treinta y dos,
t res mil veintinueve de veintidos, dos mil novecientos el de concejales novecientos sesenta y nueve.
doce de veintitrcs, tres mil cuatrocientos diez y ocho Los electores contribuyentes para diputados pro-
de veinticuatro, tres mil trescientos veintinueve de vinciales asceudian á mil novecientos cincuenta y tres,
veinticinco, diez y siete mil trescientossPtenta y cinco las capacidades a ciento setenta y uno; total dos mil
de veinteseis á treinta, treinta mil seiscientos diez y ciento veinticuatro. Los electores de diputados á Cór-
seis de treinta y uno á cuarenta, veintidos mil ciento tes eran once.
noventa y tres d0 cuarenta y uno á cincuenta, diez y La poblacion se encontraba distribuida en los sesen-
seis mil ciento noventa de cincuenta y uno á sesenta, ta y cuatro ayuntamientos en la forma siguiente:
diez mil ciento ochenta y ocho de setenta y uno á se-
PARTIDOS. A Y UNT A:\IIENTOS. HABITANTES.
tenta, dos mil ochocientos ochenta y dos de setenta y
uno á ochenta, trescientos sesenta y nueve de ochenta
y uno á ochenta y cinco, ciento noventa Ue ochenta y Becerreá. . . 8,548
Cebrero ... • 4,3t0
sei!s á noventa, cuarenta y uno ele noventa y uno á Cervantes .. • 7,601
n oventa y cinco, catorce de noventa y seis á ciento BBCERREÁ . • • • . 6,937
Neira do Jusá. • • •

y tres mayores de ciento. Nogales. . • • • 4,851


Triacastela. • • 2,360
De las hembras cuatro mil noventa )' una eran._
menores de un año, veintiunmil ochocientas treinta y Antas .. • • • 4.324
Carballedo. • • 7,959
siete tenían de un año á cinco, veinte mil ochocientas Chantada.. . 13,021
veintisiete de seis á diez, veinte mil sesenta y nueve CHANTADA • • • • hlooterroso. . 4,278
Palas de H.ey. 8,f 50
de once á. quince, dirz y seis mil q uinient~1s ochenta y 3,824
Puertomar1u.
t res de diez y sris á diez y nueve, siete mil noventa y 'faboada. . . • 7,010
dos ele veinte, dos mil seiscientas cuarenta do veinti- Ba leira.. . . 5,423

uno, cinco mil trescientas veintisiete de veintidos, tres Fonsagrada .. 18.018
Fo~SAGRADA • • • 4,343
mil trrscientas cinco de veintitres, cinco mil quinien- Me1ra. . . .
Na via de Su arna. • 7 137
tas noventa y seis de veinticuatro, cuatro mil nove• '
Castro de RPJ. . (i,600
cien tas setenta y siete de veinticinco, veinticuatro 1nil
Castroverde .. • 7.251
doscientas noventa y dos de veintiseis á treinta, trein- Congo. . . • • '7,325
ta y seis 1nil cuatrocientas una de treinta y uno á. Friol. • • 7,802
LUGO . • • • . • • Guntio.. . • • • • ti,301
cu arenta, veinticinco mil quinientas cuarenta y ocho 21 WS
Lugo. . . . . .
do cuarenta y u no á cincuenta, d icz y nueve mil cien to Otero de Rey. • • • 4,954
noventa y cuatro de cincuenta y uno á sesenta, nueve Pol. . . . . . • 4 536
• •

72 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

PARTIDOS. AYUNTAMIENTOS. HABITANTES. medios. El númPro de causas incoadas desde la per-


petracion del delito fueron cuatrocientas ciocuenta y
una en 1860, y el mismo número el de las terminadas
Abadio. • • • • • 5,301 desde el principio del sumario. Los procesados fueron
Alfoz. • • • • 4 n32
Foz .. • • • • • 5,881 setecientos cu aren ta, de los cuales se declararon exen-
MONDO~KDO.. ·Lorenzana. • • • • 5,047 tos de responsalidad diez, se absolvieron ciento ochen-
• • Moudoñedo . • 10 350
• • • •
ta y siete, se sobreseyó respecto de doscientos cin-
Pastoriza .. • • • • 7 ,-.!88
R1otorto. • . • • • 4,470 cuenta y se penó á d-:>scientos noventa y tres. De es-
Valle de Oro. • • • 3,9151 tos, dosciootos cincuenta y seis eran naturales de la
provincia, treinta y cuatro de otras diferentes y tres
Bóveda. • • • • 4,061
Mooforte. • • • • 11306 desconocidos, y doscientos cincueota y siete vecinos •
'
MoNFORTB ... . • P11otoo .. • • • lC,306 de la provincia, diez y nueve de otras diferentes y diez
Sab1ñao. • • • • 10,342 y siete de vecindad desconociJ.a. Eran mujeres de
Sober. . • • • • • 7 735
' diez y seis á diez y ocho años dos, de diez y nueve á
Courel.. • • • • 6,é)97 veinticinco quince, de veintiseis á treinta nueve, de
Puebla del Drolloo .. • • 6,9 )2 treinta y uno á cuarenta doce, de cuarenta y uno á
Qu1ROOA. • • • • Qu1roga. . . • • • 8,194
Rivas de Sil. . • • • • 3 334 cincuenta doce, cuatro de cincuenta y uno á sesenta
' y mayores de sesenta dos; hombres de nueve á quince
Barreiros .. • • • • 4,558 años cuatro, de diez y seis á diez y ocho tros, de diez
R1vadeo. • • • • • 9,107
. Trabada. • 3/·16 v nueve á veioticinco cuarenta y tres, de veintiseis á
RtVADEO .. • • • • • • •
Villameá. • • • • • 2,022 t reinta veinticinco, de treinta y uno á cuarenta sesenta
Villaodrid .. • • • • 4,545 y nueve, de cuarenta y uno á cincuenta cuarenta y
uno, de cincuenta y uno á sesenta treinta y cuatro,
Lá.ocara. • • • • • 4,960
Paradela. • • • • • • 5 088 mllyores de sesenta once y uno de edad desconocida.
Páramo. • • • • • 3 828 Total de mujeres cincuenta y seis, y de hombres dos-
SARRIA. • • • . •
Rendar . 7'·u1
• • • • • • cientos treinta y siete .
Samos .• • • • • •
'
6,897
Sárria. • • • • • • 10,806 El movimiento de la poblacion de nuestra provin-
cia en el año de 1860 fué de doce mil doscientos sesenta
\ Begoote. . • • • • • 5,432 y seis bautismos, dos mil seiscientos ochenta y ocho
Cospeito. . • • • • • 5,918
VILLALVA .. • • . Germade .. • • • • 2,t-59 matrim0nios y nueve mil ciento cincuenta y ocho
Trasparga. • • • • 8,360 d~funcioues.
1 V1Ualba. . • • • • • 12,9ó9 De los bautismos, clasificados segun el sexo y orí -
Cervo 4,856 gen de los bautizados, resulta que fueron:
• • • • • • •
Jove. • • • • 3,452 Legítimos, varones cinco mil ciento cincuenta y
Muras .. • • • • 3.517 cinco, hembras cuatro mil ochocientas cincuenta y
VIVERO..• • • • •
Oro!. . . • • • 6,446
• • •
B1obarba•. • • • • 4,423 una; total diez mil sois.
V1 vero .. . • • • • 11, l99 Ilegítimos, varones mil ciento nueve, hembras mil
ciento cincuenta y una¡ total dos mil doscientos sesenta.
En 1860 hubo en la provincia diez mil seis hijos La relacion de los bautizados con los habitantes e~
legítimos y dos mil doscientos sesenta ilegítimos, cuya dl:l uno á treinta y cinco.
rela,;ion con la poblacion de la provincia es de uoo por El estado civil de los que contrajeron matrimo-
.
cuarenta y tres los primeros y uno por ciento noventa 010 era:
y uno los segundos, y de los legítimos cou los ilegíti- Soltero con soltera dos mil ciento setenta y nueve,
mos de uno por cuatro¡ de ellos ingresaron en la in- soltero con viuua ciento, viudo con soltera trescientos
clusa y su hijuela doscientos siete espósitos; ciento sesenta y cinco, viudo con viuda cuarenta y cuatro.
setenta y dos entraron por el torno, diez y nueve fue- La relacion de los matrimonios y los habitantes es
ron conducidos de los pueblos de la proviucia y diez y de uno á ciento sesenta y uno.
seis entregados en el establecimiento. Los falleciJos, clasificados por su estado civil,
En este mismo año se consumaron en nuestra pro- fueron:
vincia trescieotos cuareota y seis delitos, se frustró Menores de un año mil setecientos diez y siete, de
uno y hubo seis tentativas: total trescientos cincuenta uno á cinco novecientos veintitres, de cinco á diez
y tres. De ellos se perpetraron dos por amor, uno por novecientos cincuenta y uno, de diez á quince ciento
celos, uno por injurias, cinco por embriaguez, ciento setenta y siete, de quince á veinte doscientos cin -
diez y siete por miseria, cuarenta y ocho por codicia, cuenta y cinco; de veinte á veinticinco doscientos tres,

doce por mala educacion, uno por vicios adquiridos de veinticinco á treinta trescientos ochenta y tres, de
en las cárceles, veinte por quimeras y disputas, ochu treiuta á treinta y cinco doscientos noventa y nueve,
por odio y deseo de venganza, tres por disensiones de treinta y cinco á cuarenta doscientos ochenta y
de familia y los restaotes ciento treinta y cinco uno, de cuarenta á cuarenta y cinco trescientos siete,
por otros moti vos. Los cincuenta y siete homici- de cuarenta y cinco á cincuenta trescientos treinta y
dios y lesiones corporales perpetrados en 1860 lo uno, de cincuenta á cincuenta y cinco trescientos cua-
fueron: coa armas lícitas de fuego tres, con armas renta y seis, de cincuenta y cinco á sesenta trescientos
blancas ilícitas uno, con lícitas seis, con objetos con- setenta y cuatro, de sesenta á sesenta y cinco quinien-
tundentes veinte, coo herramientas e.le artes ú oficios tos setenta y cinco, de sesenta y cinco á setenta seis-
cuatro, con veoenos dos y los otros veintiuno por otros cientos treinta y nueve, de setenta á setenta y cinco
PROV!l\CfA DE LUGO.
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seiscientos sesenta y seis, de setenta y cinco á ochenta
- - - - - - - - - - - -
Y tres de las segundas, y muerto cuarenta y ocho de
seiscientos setenta y nueve, de ochenta á ochenta y unos y cuarenta y seis de otras. Los gastos hechos en
cinco ciento ochenta y dos, <le ochenta y cinco á no- ellos en todo el año ascendieron á 21,'733 rs. el personal,
venta ciento veintiuno, <le noventa y unotreintay ocho, y 188,634 reales el material; total 210,38'7.
de noventa y dos veiotiseis, de noventa y tres diez y En la. inclusa de Lugo é hijuela de ~fondoñedo
seis, de noventa<liez,de noventaycincocuatro, de no- existin n en 31 de dicieru brc de 1859 do$CÍen tos veinti-
••
venta y seis cinco, de noventa y sie;te cinco, de noven- cuatro niños y trescientas catorce niñas. En todo el
ta y ocho tres y de noventa y nueve dos. año habían entrado cien to treinta y cuatro varones y
El n1ovimiento de la poblacion en la capital de la ciento ve in ti tres hembras: habían fallecido noventa y
provincia fué el siguiente: un niños y seseuta y una niñas; y salido sa prohijados
Bautismos setecientos setenta y dos, matrimonios por sus amas á otros establecimientos, segun la ley,
ciento treinta y seis, defunciones seiscientas diez. ocho niños y cuatro niñas; de los quinientos treinta y
De los bautismos, clasificado segun el sexo y orígen ocho que quedaban existentes, quinientos treinta y
de los bautizados, resulta: tres estaban en poder de sus amas. Los gastos de ambos
Legítimos, varones doscientos setenta y tres, hem- establecimientosdurante el año fueron 119,260 rs. en el
brasdoscientas setenta, total q uiníentos cuarenta y tres, personal, y 27,330 en el material; total 146,590.
Ilegítimos, varones ciento veintiseis, hembras ciento En el asilo de mendicidad de la capital existían en
tres, total doscientas veintinueve. la misma fecha treinta y cinco varones y cuarenta
La relacíon entre los bautizados y los habitantes, hembras, habían entrado en el año diez y siete varones
que ascendían á veintiun mil doscientos noventa y ocho, y diez hembras, muerto dos y cuatro, y salido á sus
es de uno á veintiocho. casas ú otros establecimientos diez y ocho varones y
El estado civil de los que contrajeron matrimo- doce hembras. Los gastos hechos en él fueron 4, '726
.
n10 era: realet- de personal y 66,096 de material, total '70,822.
Soltero con soltera ciento doce, soltero con viuda En la casa de maternidad de Lugo se asistieron
seis, viudo con soltera diez y seis, viudo con viuda dos. trece parturientes durante el año de 1860. En el si-
La relacion entre los matrimonios y los habitantes guiente de 1861 concurrieron á la casa de baños de
es de uno á ciento cincuenta y siete. Lugo, única que tiene representacion oficial en toda la
Las defunciones, clasificadas por el estado civil de provincia, mil ciento cincuenta y siete enfermos, de -
los fallecidos, arrojan: los cuales encontraron alivio á sus dolencias doscien-
Solteros doscientos veintiuno, solteras ciento ochen- tos ochenta y siete, y se curaron doscientos cincuenta.
ta y cinco, casados sesenta, casadas cuarenta y nueve, En el pósito pío de la provincia existían en 1859
viudos cuarenta y viudas cincuenta y cinco. 62 fanegas de grano y 306 en deudas.
La relacion entre los fallecidos y los habitantes es En este mismo año se visitaron cuatrocientos se-
de uno á treinta y cinco. senta y seis buques mercantes en la provincia de Lugo
Los fallecidos, clasificados por edad, dan el resul- por la Sanidad marítima, y se recaudaron por dere-
tado sig·uiente: chos sanitarios 6,693 reales.
Menores de un año ciento siete, de uno á cinco no- La instruccion pública contaba en nuestra provin-
venta y tres, de cinco á diez setenta y cinco, de diez cia en 1860, con mil escuelas de primera enseñanza,
á quince doce, de quince á veinte veintiuno, de veinte cuya relacion cou el número de vecinos es de uno á
á veinticinco siete, de veinticinco á treinta catorce, de ochenta y seis.
treinta á treinta y cinco veintiseis, de treinta y cinco De ellas, eran públicas ciento ochenta: de niños,
á cuarenta diez y siete, de cuarenta á cuarenta y cin- una superior, sesenta y cinco elementales, seis incom-
co veinte, de cuarenta y cinco á cincuenta veintiocho, pletas y treinta y dos de temporada¡ de niñas, diez
de cincuenta á cincuenta y cinco diez y siete, de cin- elementales y dos incompletas, y de niños y niñas se-
cuenta y cinco á sesenta veintiuno, de sei.eutaásesen- senta y cuatro. Las privadas eran ochocientas veinte:
ta y cinco cuarenta y ocho, de sesenta y cinco á seten- de niños, cuatro elementales, ciento veintisiete in-
ta diez y ocho, de setenta á sen ten ta y cinco treinta y completas y trescientas quince de temporada; de ni-
seis, de setenta y cinco á ochenta veintinueve, de ñas, dos elementales y veintiuna incompletas, y de
ochenta á ochenta y cinco doce, de ochenta y cinco á niños y niñas trescientas cincuenta y una.
noventa cinco, de noventa y uno tres, y de noventa._ A las escuelas públicas asistieron en 1860, cuaren-
y dos uno. ta y nueve alumnos á la escuela superior, cuatro mil
En este mismo año de 1860 salieron de España con seiscientos uno á las elementales completas, trescien-
pasaporte dos individuos para Francia, dos para Italia tos ocho á las incon1pletas, dos mil ochocientos seseo ta
y uuo para Portugal. Mucho mas considerable fué el y tres á las de temporada, y tres mil dos á las de ni-
número de los que emigraron para América, que llegó ños y niñas, que suman diez mil ochocientos treinta y
á doscientos setenta y cinco, de los cualesdoscieutos se- tres niños. A las escuelas elementales completas con-
senta y cinco fueron á Cuba, seis á Montevideo y cua- currieron setecientas noventay unaalumnas, cuarenta
tro á la República Argentina. á las incompletas y novecientos setenta y cinco á las
En los seis hospitales municipales que cuenta la de niños y niñas, que entre todos ascienden á mil
provincia habia existentes en31 de diciembre de 1859 ochocientos seis. El total de alurr,nos de ambos sexos,
ciento veinteeufermos ysesenta'y tres enfer1nas. Durante que fué de doce rnil seiscientos treinta y nueve, está
el año habiau entrado ochocientos ochenta y seis va- en relacion coa el número de almas de uno por treinta
rones y trescientas diez hembras¡ se habian curado y cuatro.
ochocientos nueve de los primeros y doscientas sesenta A las escuelas privadas asistieron en el mismo año:
LUOO. 10
7( CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

doscientos veiotiseis alumnos á las elementales com- ayudantes, 1,100 de maestros jubilados, 6,540 que im-
pletas, setecientos treinta y tres á las incompletas, portaron la retribuciones en la~ escuelas de niños, 2,822
tres mil doscientos setenta y cuatro á las de tempora- en las de niñas, 23,900 el sueldo de las maestras y
da, y siete mil quinientos veintitres á las de niños y 2,460 el de las ayudantes; que dan un total de 226,698
niñas, que ascienden á once mil setecientos noventa y realesen el personal. En el material, el alquiler y cou-
seis. A las escuelas elemr>ntales completas concurrie- servacion de edificios, subió á 18,840 rs., y los den1ás
ron noventa niñas, á las incompletas ocho, y á las de gastos á 42,630, que suman, 61,470, siendo el total ge-
niños y niñas dos mil doscientos veintinueve, que su- neral de las obligaciones 288,168 rs.
man dos mil trescientos veintisiete niños. Cuyo total Esta cantidad se satisfizo en esta forma: por funda-
de niños y niñas. de catorce mil ciento veintitres, está ciones piadosas 26,595, por consignacion en los presu-
en relacion con el número de almas de uno por trein- puestos municipales 253,211, y por retribuciones de las
ta y uno. familias 8,362 rs.
Las materias en que se instruian los niños en las En el curso académico de 1859 á 60, concurrieron
escuelas públicas, eran: ea doctrina cristiana y lectu- ciento treinta y cinco alumnos al instituto de Monfor-
ra, seis mil ochocientos treinta y uno; en escritura, te, de los cuales ciento diez y seis hicieron sus estudios
tres mil ochocientos veintiocho; en aritmética, tres en el mismo instituto, y los diez y nueve restantes en
mil doscientos treinta; en gramática castellana, mil sus casas; además se matricularon en asignaturas tres-
ciento noventa y cinco; en agricultura, mil seiscientos cientos setenta y cinco.
setenta y siete, y en enseñanza de ampliacion, ciento Ai propio tiempo cursaban en la escuela normal de
ochenta y dos. En las privadas, once mil setecientos maestros de Lugo nueve alumnos, y en la de náutica
noventa y seis en doctrina cristiana y lectura; cua- de Rivadeo treinta y ocho.
t:-o mil quinientos setenta y cinco en escritura; mil En el mismo curso, había en el seminario conciliar
cuatrocientos setenta. y cuatro en aritmética; ciento de Lugo veinticuatro br>cas en te ras, veintinueve alum-
cuarenta y cinco en gramática castellana; veintisiete nos internos y quinientos veintiseis esternos; y en el de
en agricultura, y quince en euseñauza de ampliacion. 1iondoüedo, veintiun int.ernos y trescientos cuarenta
Las materias que aprendían las niñas, eran: en las y dos esternos.
escuelas públicas, mil ochocienta::i seis doctrina cris- En el año 1860 babia una sola mina en la provin-
• tiana y lectura; ochocientas noventa y dos escritura; cia, en que trabajaban ciento cincuenta operarios, la
quinientas noventa y nueve aritmática; ciento setenta que producía '7,900 quintales métricos de mineral de
y cinco gramática castellana; sesenta y dos enseñanza hierro. Existían en el mismo año doce oficinas de be-
de ampliacion; trescientas noventa y dos se dedicaban neficio en actividad y veinte paradas, con setenta ope-
á b costura; doscientas sesenta y seis á hacer calceta rarios, catorce máquinas hidráulicas y dos de vapor,
y ciento sesenta y dos á bordados y otras labores. En cuatros hornos altos, uno de manga, otro de reverbero
las privadas, dos mil trescientas veintisiete se impo- y treinta forjas, que producían 4,690 quintales cúbicos
nían en la doctrina cristiana y escritura; setecientas de hierro. Rabia á la sazon cinco minas demarcadas,
veintiocho en la escritur_;:i; doscientas ocho en la arit- cuya contribucion de pertenencias devengada ascen-
mética; veintinueve en gramática castellana; sesenta día á 1. 609,30, siendo el valor creado por la industria
y cinco cosían; doscientas treinta y nueve hacían cal- mineral 837,466 rs. 66 céntimos.
ceta, y veintinueve bordados y otras labores. En las 980,840 héctareas que componen la super-
La clasificacion de estas escuelas, segun su régi- ficie total de la provincia de Lugo, había 2,338,40 dis-
men, es: setenta y siete escuelas públicas de niños tribuidas en 1,066 montes declarados enajenables y
regidas por el sistema individual, quince por el simul- 156,736,52 en '789 esceptuados, que suman 1,855 moo-
táneo, dos por el mútuo y siete por el misto; seis de tes, clasificados en 159,0'75, 18 hectáreas. De los mon-
niñas por el individual, dos por el simultáneo y cuatro tes esceptuados, 249 con 958, 72 hectáreas, pertenecia n
por el misto; setecientas treinta y ocho escuelas pú- al Estado, y á los pueblos los restantes 540, con 155,778
blicas de niños regidas por el sistema individual, vein- hectáreas; de los enajenables, 921 montes con 335,06
titres por el simultáneo y treinta y seis por el misto; pertenecían á la nacion, y 145, con2,003,40 hectáreas,
y veintiuna privadas de niñas por el individual y dos á los pueblos.
por el simultáneo. Clasificados con arreglo á su cabida aforada, resul-
De las escuelas públicas de niños, sesenta y seis ta que 912 tenian menos de una hectárea, 127 de una
tenian local propio y r,iento dos alquilado; y de las ni- á 10, 20 de 10 á 100 y 6 de 100 á 1,000; de los restantes
ñas, cuatro se reunían en edificios de su pertenencia, no se conocía la medida. De los esceptuados, 104 eran
y ocho en alquilados. De las privadas, le tenían pro- menores de una hectárea, 229 de una á 10, 331 de 10 á
pío setecientas noventa y siete de niños y veintitres de 100, 77 de 100 á 1,000, 45 de 1,000 á 10,000 y 3 de ca-
niñas. bida desconocida.
De los maestros que regenteaban las escuelas pú- La proporciou entre el territorio que ocupa el total
blicas, cuatro trnían título superior, cincuenta y cin- de los montes públicos y el general de la provincia es
co elemental y cuarenta y ocho ninguno; de las maes- al 16,21 por 100, subdividida en el 0,03 por 100 los
tras, doce le tenían elemental y dos nioguno. En las montes enajenables del Estado, y 0,20 los de los pueblos,
privadas, babia cinco maestros con título elemental y y en el 0,10 los montes esceptuados de la nacion,
trescientos cuarenta y uno sin ninguno, y tres maes- y 18,88 los de los pueblos.
tras con elemental. El término medio de la superficie que ocupa cada
Las obligaciones ordinarias de estas escuelas fueron monte de los e1Jajenables del Estado, es de 0,36 hectá-
en 1860: 178,'711 rs. de sueldos de maestros, 11,165 de reas; de los enajenables de los pueblos 13,82; de los es-
PROVINCIA DE LUGO. 75
-ceptuados
- -del- - - - - - - - - -
Estado 3,85, y de los esceptuados de los
- - - - - - - - - - - -
tal del precio medio 72,7l.. El de la ce ba,la f tlé: en
pueblos 288,48, y en el total de los montes públi- enero 43,64; en febrero 50,90; en marzo 49,09; ea abril
cos 85,75. Y mayo 50,90; ea junio49,27; en julio, agosto y setiem-
La estension superficial de los montes de la nacion b:e_ 45,45; en octubre 40, en noviembre 50,90; y en
esceptuados de la desamortizacion, clasificada segun d1c1erobre 52,72. Total del precio medio 4'7,72.
sus especies dominantes, es 112,80 hectáreas de pino, La industria fabril de nuestra provincia en el año
1,00 de encina, 298,92 de roble, 530,00 de aliaga, de 1859 con~aba con diez y nueve telares comunes y
17,50 de abedul y 0,50 de aliso; la de los esceptuados doce mecánicos, en que se tejían lienzos de varias cla-
de los pueblos 2,363,00 de roble, 69,543,00 de aliaga, ses; una fábrica de papel comun con una tina· varias
16,828,00 de brezo, 3,025,00 de retama y 54,019,00 de fábricas de curtidos, en que se curtian 3,61~ pieles
monte raso; y laque ocupan los montes de las cuatro vacunas y caballares; dos noques en fábricas, eo que
especies que mas dominan en ella, entre los exceptua- se curtían pieles de ganado cabrío y lanar, y otros dos,
dos por la clasificacion general, es: aliaga 70,073,00 en las que se curtían pieles de cabritos lechales y
- hectáreas, brezo 16,828,00, retama 3,025,00, y roble otras parecidas.
2,661,92. Habia tambien un alto horno y veioticioco de me-
Los rendimientos de todos los montes públicos du- nor importancia para la fundicion de mena de hierro,
rante el año de 1860 fueron 8,8'70 rs. en metálico, y otro horno para amoldar el metal de segunda fundi-
27,278 en que se tasaron los productos consumidos en cion; un taller en que se usaban tornos y plataformas
especie de los montes esceptuados; y de los enajena- para cepillar las piezas de hierro ó bronce para má-
bles 21 en metálico y 2,028 en especie; cuyo total de quinas; otro en que por medios comunes se hacían y
rendimientos en metálico es de 8,891 rs., y en especie fundían varios utensilios, y diez fábricas en que se ba-
29,036, que arrojan un total general de rendimientos tia ó estiraba el hierro en µlanchas, lingotes, etc. Por
de 38, 19'7 rs. último, existía una prensa de rincon 6 antigua de ma-
El personal facultativo y subalterno del ramo de dera para aceite.
montes, pagado con fondos del Estado y de la provin- Las carreteras de primer órdPn, que estaban con-
cia, era: un ingeniero con 12,000 rs., un perito con cluidas en fin de 1860, median 195,38 kilómetros; las
6,000, dos guardas mayores con 8,000, y cuatro guar- que habia en construccion, 151,82; las que estaban en
das del Estado con 10,000. estudio, 160,40 y otra de l kilómetro sin estudiar,
Los productos de la pesca en el año 1860 en la pro- que sumaban un total de 508,60 kilómetros. Los
vincia marítima de Rivadeo, fueron: 570,44'7 arrobas puentes que babia en ellas, eran: veinte construidos,
de pescado cogido, por valor de l.'730,004 rs., del cual cuatro en construccion y nueve en estudio, todos de fá-
se salaron 383,6'71 arrobas, que importaron 1.918,355 brica.
reales, y se escabecharon 154 arrobas, cuyo importe Las de segundo órden en estuJio ascendían á
fué 10,318 rs., unas y otras sacadas para el reino por mar 66,50 kilómetros, que con otras 63 si o estudiar, hacían
y tierra. La sal empleada ascendió á l '7,635 fanegas; un total de 129,50 kilómetros.
las embarcaciones existentes con destino á la pesca en Las de tercer órden concluidas, median 900 kiló-
dicho año eran 189, que hacían 650 toneladas, tripu- metros; las que estaban en construccion, 9,50; l~s pro-
ladas por 945 matriculados, cuyo valor ascendía á yectadas, 8,25, y las que no estaban estudiadas,
1 .950,000 rs., y el de los aparatos empleados en la 188,50, que arrojan un total de 215,25 kilómetros, con
la pesca 584,084 rs. un puente de fábrica construido, y otro de madera en
El número de cabezas de ganado vacuno que exis- construccion.
tían en la provincia en 1859 era de 100,908, cuyo pre- En la provincia babia tres portazgos, cuya recau-
cio medio de cada una era de 319 rs., y el total de cion en 1860 ascendió á 45,844 rs., y los gastos á •

todas 32.189,652 rs. El número de cabezas de ganado 35,4'70, dejando un producto líquido de 10,354 rs.
caballar era de 9,425, el precio medio 391 rs., y el Los valores realizados en la provincia durante el
total de 3. '700,815 reales. El del mular 3,078 cabezas, año de 1860 por sellos de franqueo, fueron : de 4 cuar-
precio medio 651 rs., y total 2.003,'778 rs. El asnal tea, 199,29:'J,72 rs.; de 12 cuartos, 590,17 rs.; de 1 real,
691 cabezas, precio medio 117 rs., y total 122,30'7 rs. 11,891, y de 2, 15,712, y además pagaron por timbre
..
El lanar 145,808 cabezas, precio medio 9 rs. y total los periódicos, 6,409,80 rs., cuyas cantidades suman,
1.312,273 rs. El cabrío 40,08'7 cabezas á 11 rs. por ~38,894,69 rs.
precio medio, q U!? dan un total de 440, 95'7 rs. Y por En la estacion telegráfica de Lugo se espidieron
último, 73,919 cabezas do ganado de cerda, cuyo pre- en 1861 seiscientos cuarenta y dos despachos oficia-
cio medio es de 57 rs. y el total de 4.213,383. les, y mil trescientos veinte privados, se recibieron
El número en que se encuentra la provincia de Lugo trescientos siete de los primeros, y mil sesenta y dos
entre las cuarenta y nueve de España, por ra1.on de de los segundos; y hubo escalonados dos de unos y
la especie de ganado dominante en ella, es: por el va- treinta y siete de otros, que dan un total de novecien-
cuno el 4, por el caballar el 14, por el mular el 42, tos cincuenta y un despachos oficiales y dos mil cua-
por el asnal el 48, por el lanar el 36, por el cabrío el trocientos diez y nueve pri~ados. La recaudacion
efectiva fué de 13,604,50 rs. para España, y 532,4g
30 y por el de cerda el 3.
El precio mediJ del hectólitro de trigo en los doce para el estranjero.
En la provincia marítima de Lugo pagaron en
roe!iles de 1860 fué: en enero 70, 90; en febrero '74,54;
1860por derechos sanitarios 10,342,19 rs., seiscientos
en marzo '76,36; en abril '78, 18; en mayo 76 ,36; en
setenta y nueve buques, de los cuales noventa y dos
junio'72, '72; en julio y agosto '70,90; en setiembr 65,45;
eran de guerra espaüoles, quinientos sesenta y tres
en octubre '74,54; en noviembre y diciembre '70,90; To-
76 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

mercantes españoles y catorce mercantes estran- 509 toneladas de arqueo y trescientos ochenta y tres de
jeros. carg·a, y cuarenta y cinco tripulantes, que entraron
Habia dos faros ilaroinados en la provincia, cargados con bandera nacional, y once buques con es-
uno en la isla de Pancha al O. de la ria de tranjera que hacia o l, 126 toneladas de arqueo y mil seis-
Rivadeo, y otro en la meseta superior de la pun- cientas cuarenta y una de carga, con sesenta y cua-
ta de la estaca de Vares, y otros dos en estudio, uno tro tripulantes. Salieron taro bien cargados y con ban-
en San Ciprian y otro en la isla Colleira. El cos- dera nacional, un buque de 56 toneladas de arqueo y
te ordinario de su conscrvacion ascendió eo 1860 á setenta y seis de carga, con siete tripulantes, y otro
31,671 rs. Existian en 18Gl en la provincia marí- con bandera estranjera de 128 toneladas de arqueo y
tima de Rivadeo, noventa y seis buques de vela, que ciento cuatro de carga, con cinco tripulantes.
hacían 5,634 tonel,1das con seiscientos cuarenta tripu- Entraron en lastre con bandera nacional tres buques,
lantes, noventa y caatro de los buques de coostruc- que hacían 269 toneladas con veintiun tripulantes, y
cion española, y dos de estranjera, todos destinados á c@n e!ltranjera uno de 74 toneladas con cinco tripulan-
la navegacion de altura; y á la de cabotaje ciento dos tes; y salieron catorce buques con bandera nacional,
buques de vela de construccion española, que hacian que hacían 1,598 teneladas con ciento diez y siete
2,528 toneladas con quinientos sesenta y cuatro tri- tripulantes, y nueve con estranjera, que hacían 949to-
pulantes, y además setenta y cinco buques que hacian neladas con cincuenta y nuc.ve tripulantes.
210 toneladas con trescientosseseuta y nueve tripulan- El movimiento de naveg·acion esterior se redujo,
tes destinados al tráfico de muelles. pues, á diez y nueve buques que entraron y salieron
J,~n Pste mismo año se construyeron en el astillero cargados, y veintisiete en lastre.
de RiYadeo dos buques de vela, que hacían 44 tonela- El valor de las mercancías que entraron por cabota-
a
das, cuyo valor ascendia 66,000 rs., y uno en el de je en nuestra provincia en 1860, fué: procedentes del
Vivero de 24 toneladas, y valor de 25,000. Durante él Mediterráneo 2.874,880, y del Océano 6.841,925; total
no naufragó en toda la provincia m·arítima de Riva- 9.716,805, cuyo peso asceudia á 119,790 quintales. Y
deo mas que un bergaotin-goleta de 68 toneladas. el de las que salieron fué: 1.624,348 con destino al Me-
El movimiento de la navegacion de cabotaje du- diterráneo, y 6.224,578 el de las destinadas al Océano,
rante el año de 1860 fué en la provincia de Lugo el que suman 7.848,926 rs. con peso de 140,80' quin-
siguiente: entraron seiscientos trece buques, que ha- tales.
cían 19,423 toneladas con tres mil trescientos cin- La importacion hecha en ella en el mismo año fué:
cuenta y tres tripulantes, de los cuales procedían del por valor de 404,957 rs. la de Europa y Africa con
Mediterráneo veinte con carga y diez y siete en lastre; bandera nacional, de 466,629 con estranjera, y de
y del Océano doscientos cincuenta y dos con carga y 69,245 la de América, en buques nacionales, cuyo total
trescientos veinticuatro en lastre; y salieron seis- de importacion fue de 940,831 rs., por los cuales se
cientos nueve buques, que hacian 19,230 toneladas satisficieron 205,702 rs. de derecho, de los que corres-
con tres mil trescientos cincuenta y dos tripulantes, pondieron á la irnportacion de Europa y Africa en
de los cuales se dirigían al Mediterráneo veintisiete bandera nacional 85,254 rs., en estranjera 109,795 y
con carga, y quince en lastre, y al Océano doscientos á la de América 10,653.
noventa y seis con carga, y doscientos setenta y uno El comercio de cabotaje hecho en 1858 en los cuatro
en lastre. puertos de esta provin cía, fuéel que se demuestra en el
El de la navegacion esterior, fué: seis buques con estado siguiente:

ENTRADA SALIDA TOTAL


DE BUQUES CARGADOS DE BUQUE; CARGADOS DB
Y EN LASTRE. Y E'I LASTRE. B'ITRADAS y SALIDAS.

PUERTOS. ..., ., ...,.


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RIVADEO. • • . . • • . • 260 8.151 1.391 249 6.619 l.331 509 l(>.3'70 2.128
PUEBLA DE SAN CIPRIAN. . 19:J d.8'2'2 966 158 3 180 821 351 1.002 1.190
SANTIAGO DE FOZ. . . • . 82 1.364 890 84 1.3'25 398 166 2.689 188
lVIVERO.• • . • . . • . • i13 3.415 635 10.5 2.918 5¡5 218 6.423 1.210 1

El comercio de esportacion en 1860 se hizo única- aprPhendieron géneros de ilícito comercio por valor de
mente con Europa por valor de 17,285 rs., de los cua- 3,655 rs.
les ~, 725, se hicieron con bandera nacional y los El presupuesto provincial de gastos de Lugo im-
13,560 resta o tes con estranjera. portaba en 1860, 1.414,548 rs., distribuidos en esta
En el mismo año se formaron tres causas, y se forma: 163,500 la admioistracion provincial, 285, 44 1

PROVlNCIA DE LUGO. 77

la instruccion pública, 3'71,946 la beneficencia, ' 851,50 por el cánon por superficie y derechos de per-
245,084 las obras públicas, 1,278 la correccion públi- tenencia, y un real por una guia espedida, que dan
ca, 34,500 los montes, 226,()00 en varios gastos, '76,000 un total de 857,50 rs., producido por el impuesto de
eo imprevistos, y 10,799 las resultas por adicion de minas. En el mismo se recaudaron por derechos de
presupuestos anto>riores. hipotecas 331,648 rs.; ascendieron las cuot:i.s de con-
Del presupuesto de ingresos resultaba un sobrante tribucion industrial y comercial á 560,200 rs. y la de
de 114,693, porque asceodia á 1.529,241. De esta suma consumos á 2,400,998,86, de ellos 1.264, '719,86 por de-
l '7,500 eran de prou uctos generales, 42,600 de prouuc- rechos para el Tesoro, 574,819 de recargos provincia-
tos de instruccion pública, 2,626 de beneficeucia, les, y 461,460 de municipales, y de los cuales corres-
114,929 resultas por adicion de presupuestos anteriores, ponde á cada habitante por derechos para el Tesoro
3'71,419 del recargo oruinario dela cootribuciou terri- 3,16, y por recargos 40, total 5,56.
torial, 51,437 del de la industrial, 596,720 del de En el año de 1860, consumió la poblacion de nues-
la de conaumos y 332,110 de arbitrios y reparti- tra. provincia, 1.502,093 kil6gra.mos de cal'nes muertas,
mientos. que corresponde á 3,68 por habitante, 118,130litrosde
En 1860 tenia la provincia 53.016,220 rs. de riqueza aceite, que corresponde á 0,27 por habitante, 8.422,666
imponible declarada por los ayunta.mieut0s; el cupo de de vino, que corresponde á 19,48 por habitante,
contribucion de inm ueblcs, cultivo y g·anadería para 290,275 de aguardiente y licores, que correponden á
el Tesoro era de '7.373,654 rs., el recargo para ga!-tos 0,68 por habitante y 14,517 de vinagre, que correspon-
provinciales era369,490 y para los municipales 731,047, den á 0,03 por habitante.
el premio de cobranza 253,346 rs. y el total ele cupos El consumo de tabaco picado en la provincia, du-
y recargos 8.'72'7,537 rs. El gravámeo de la riqueza rante el mismo año, fué de 80,0'7kil6gramos, que cor-
declarada era de 13,90 por 100 por cupos para el Te- responden á 0,18 por habitante; el de tabacos por nú-
soro, y 2,55 por 100 por recargos de todas clases; total mero 26,842, que corresponden á 0,62 por habitante, y
16,45 por 100. En dicho año se recaudó en la provin- el de sal 4.'717,838 kil6gramos, que corresponden á
cia por el 3 por 100 sobre minerales y ,netales 5 rs., 10,30 por habitante .

FlN DE LA CRÓNICA DE LA PROVINCIA DE LUGO •



ÍNDICE DE LA CRÓNICA DE LA PROVINCIA DE LUGO .

Págs. p¡gs.
P ROLOGO . . . • . . . . • • • • • V
CAPITULO IV.
I NTRODUCCION. HISTORIA ECLESIÁSTICA.

DESCRIPCION DE LA PROVINCIA DE LUGO. Evangelizacion.-Iglesia sut>va.-Sillas episcopa-


les de Lugo y Britonia.-Situacioo de esta ciu-
Situacion. - Climatológia.-Lfmi tes. -Orografía. dad.-Restablccimieoto de la sede lucense en
- _Costa.-Islas.=Rios.-Valles. - Geología y los primeros años de la reconquista. Su engran-
m1neralo!s'ía.- Flora. - Zoología. -Partidos y decimieuto.-Traslacion de la sede dumiense á
ayuntamientos. . . . . . . . . 7 Mondumetum.-Mooasi:erio de benedictinos.-
Monges cistercie11ses.-1'1utaciones de la sede
CA.PITULO PRIMERO. miudoniense. - Franciscanos y dominicos. -
Convento de Vi\laoriente.-Los obispos aban-
GEOGRAFÍA É HISTORIA ANTIGUA. donan la residencia.- Virtud en el episcopado.
-Conventos de monjas -Clero catedral.-An-
E tnología.-Venida de los Celtas.-Colonias fe- tigüedad de la costumbre de estar constante-
nicias y griegas.-Los Ártabros.-Regiones.- mer. te espuesto el Santísimo Sacramento en la
Cibarcos. - Ego1>arros. - Céporos. -Sebu1·ros. catedral de Lugo. . . . . . 36
-Lemabos.-Bedios. -Tiburos. - E(lttrros.-
P ueblos. - Vias roma u as. - L1tcus Augusti.- CAPITULO V.
Timalinttm.-Pons Ne1>i(B.-1'íartia. - Carani- INDUSTRIA.
cum.-Bactonium.-Aqute Quintin(B.-Pintia. Minería.-Pesq u ería. -Red ería. - Lanería. - Len-
- Buruui.-Turruptiana.- Vocca.-Ocelum.- cería. - Tenerías. - Ferrt>rías. -Alfarería. -
Olina. -Parra(ltta. - Beronci. - El !lfinius.- Cerámica. -Armadores. - Otras industrias.-
B ilbilis y Ckalybs .-Conq1tista romana. . . 1'1 Imprenta. . . . . . . . . 41
CAPITULO II. CAPITULO VI.
EDAD MEDIA. AGRICULTURA. - co,rERCIO. -BENEFICENCIA. -INSTRUC-
CION PÚBLICA.-USOS Y COSTUMBRES.
Dominacioo de los suevos y godos-Irrnpcion mu-
sulmánica.-Reconquista.-Io vasion de los nor- La agricultora en la antigüedad y en la edad me-
mandos.-El obispo santo.-Rl·beliones del con- dia.-.Arbolado.-1Iontes.--Ganadería.--Cami-
de Flacidio y de otros condes.-Atropellos de nos.-Comercio marltimo.-Ferias v mercados.
D. Rodrigo Orequez.- Otras rebelioncs.-El -Pesos y rnedidas.-La beneficenc'ia v la cari-
tercer estado.-Esccsos de los adelantados y dad en la edad media.-Hospital de· Lugo.-
merinos.-Tropelías de los caballeros.-Turbu- Ho~pit~I de 11on~o~edo.-Obispos benéficos y
lencias de los primeros años del siglo XIV.- car1tattvos.-H~sp1_c10 de 111ondoñedo.-Hospi-
Asesinatos d, Lngo.-Indemnizaciont>s de la talcs de la prov1nc1a.-Fomento de la instruc-
Iglesia.-Estado del obispado de ~londoñedo.- cion públi~a e~ el sig~o xv1.-Canougía magis-
D. Pedro Fernaudt>z de Castro.-Formacion de tral.-Sem1nar10 de V1vero.-Semiuarios conci-
la hermandad.-Los obispos Enriquez.-Pcro liares de ll1ondoiiedo y Lugo.-Idem de 1foo-
Pardo de ri-Iela.-Resistencia en Lugo á los en- forte.-Colegic, de Lugo cu Alcalá.-Obras pías.
viados de los Reyes Católicos.-La casa de Lé- -Engrandecimiento del seminario dd :tiiondo-
mus.-Abatimiento del poder señorial. . 22 ñedo.-Elobispo de Lugo Arrnañá.-Biblíotrca
de Lugo.-Escuela de pilotaje de Rivadeo.-
CAPI TULO III. Instituto de st>guoda enseñanza de Lugo.-Bi-
bliotecas provincial y de los seminarioe de Lugo
HISTORIA Y GEOGRAFÍA MODERNA. y 11ondoñedo.-Costumbres de orfgco céltico.
-Preocupaciones y supersticiones.-'fradicio-
Estado del pafs rn los siglos xvI y xvu.-Toma nes. y leyendas.-Trajes proviociales.-Len-
del put>rto de Rivadco por los inglescs.-Guer- guaJe. . . . . . . . . 47
ra de la Independencia -Guerra civil.-Lími-
tes de las antiguas provincias de Lugo y Mon- CAPITULO VII.
doñcdo.-D1 visioo jurisdiccional.-Límites del
HISTORIA ARTÍSTICA Y :MONU\IENTAL.
departamento del Mifio alto.-- Prefecturas y
subprefecturas.-Provincia de Lugo en 1822.- Monumentos célticos.-11 uralla_y otras construccio-
Ulti roa di vision territorial. . . . . . 28 nes romanas de Lugo.-Objetos hallados en esta
• •

80 fNDICE.

Págs. Págs.

ciudad.-Tnscripciones.-Mosáico de la calle de ñedo.-Etimología que se ha dado á su nom-


Batitales.=Inscripcion de Britonia.-Inscrip- bre.-Verdadero orígen de esta ciudad.-La
cion de Sámos.-Sepulcros.-Reedificacion de antigua ciudad de Villamor.-Señorío episco-
la catedral de Lugo.-Su inscripcion.-Cons- pal de 11ondoñedo. -Su fortificacion. -Estra-
trucc1on de la antigua catedral de .l\1ondoñedo. gos causado::; en ella por D. Pedro Fernandez
-Sepulcro del conde Santo en Villanueva de de Castro.=Fuero del obispo D. Gil.-Iocendio
Lorenzana.-Inscripcion de Sao Juan de Veiga. de la ciuda<l.-Dominacion de la Hermandad y
-Antigua catedral minrlouieuse en San Martin despues de Pardo de Cela.-F:jecucion de este
de Moodoñedo.-Catedral de Lugo.-Catedral citballero.-Ordenanzas del concejo.-Edificios
de 11ondoñedo en Rivadeo.-Actual catedral de públicos.-Armas de la ciudad.-Antigua si-
Mondoüedo.-Iglesias monásticas y capillas.- tuac:on do la villa de Vivero.-Trasládase la
Conventos de San Francisco y S,1nto Domingo poblacion.-Esfuerzos hechos por s:1~ vecinos
de Lugo.-Jglesias parroquiales.-Castillos.- para sacudir el yugo episcopal.-Es eitiado en
Pinturas murales de .l\loodoñedo.-Construc- ella el mariscal Pardo de Cela.-Armas de Vi-
ciones del renacimieoto.-Sillerfa de la catedral vero. -Pretendido orígeo romano de R1vadeo.-
de Lugo.-Edificios churriguerescos.-Cons- Su primitiva s1tuacion.-La compra D. Fernan-
trucciones modernas. . . . . . 53 do II.-Se traslada á ella la sede mindoniense.
Traslacion de la silla.-Donaciou de D. Alon-
CAPITULO VIII. so IX á sus vecinos.-Colegiata de Rivadeo.-

HISTORIA DE LA CIUDAD DE LUGO. Rebeliones de sus vecinos contra el obispo.-
Su fundacion.-Estension de su convento jurídico. Condado de Ri vadeo.-A rmas de Ri vadeo.-
-Regiones y pueblos que comprendia.-Domi- Valle de Lémus y Castro Dastronio.-Fundacion
de la villa de Monforte.-Carta de poblacioa.-
nacion sueva.-Concilios de Lugo.-lnvasion Donacion del señorío de la villa á D. Pedro Fer-
de los musulmanes.-Su repoblacioo.-Sitio de nandez de Castro.-Su condado.-Su colegio,
don Alonso XI.-Su importancia.-Sus merca- casa de jesuitas é instituto.-Arma$ de Mou-
dos.-Rebelion de los lucenses contra el obispo. forte. . . . . . . . . . . . 65
-Reconocen su señorío.-El obispo y el conr.e-
jo se unen para su mútua defensa. - D. San-
cho IV desposee del señorío al obispo.-Esfuer- CAPITULO X.
zos é intentonas de los vecinos de Lugo para DATOS ESTADÍSTICOS.
sacudir el yago del obispo.-Seotencia de Don
Fernando IV .-Rebelion del infante D. Felipe. Poblacion.-Moralidad.-Criminalidad. - Movi-
-El obispo D. Juan.-Asesinato de los comi- miento de la poblacion.--Beneficencia.-Ins-
sionados del concejo.-Fortificacion de Lugo. tracion pública.-Industria minera, forestal y
-Sitios que sufri6.-Visitas de grandes perso- pesquera.-Ganadería.-Valor de los granos.
najes.-Traida de aguas.-Padccimientos de la -Industria linera.-Fábrica de papel.-Fábri-
ciudad en la guerra de la Independencia. Sucesos cas de curtidos.-Fábricas defundicion de mena
de la guerra civil.-Sitio de 1846.-Armas de de hierro.-Fábricas y talleres de coostruccion
la ciudad. . . . . . . 60 de hierro.-Molino de aceite.-Industria comer-
CAPITULO IX. cial.-Medios de comunicacioa .-Correos.-Te-
légrafos. - Puertos. - Faros. - Navegacion.-
HISTORIA DE LA CIUDAD DE MONDOÑEDO, Y DE LAS VILLAS
Comercio interior y esterior.-Presupuestos.-
DE RlVADEO Y MONFORTE.
Contribuciones.-A.rtículos consumidos por la
Pretensiones de dar un orfgen antiguo á Mondo- poblacion. . . . . . . . '74


FIN DEL ÍNDICE

DE

ESPAÑA,
ÓSEA

HISTORIA ILUSTRADA Y DESCRIPTIVA DE SUS PROVINCIAS


SUS POBLACIONES MAS IMPORTANTES DE LA PENINSULA Y DE ULTRAMAR.

su GEOGRAFÍA y TOPOGRAFÍA.-SU HISTORíA '<A.TUR\.f,.-su A.GR(CULTURA, CO'\l&RCIO, INDUSTRIA,


ARTl!:S Y l'l!ANUFACTURAS. -SU H!STORI \ A'<TIOUA Y 'MODERNA,
ClVlL, MlLlTAR Y RELIGIOSA.-SU LEGlSLACION, LENGUA., LITERA.TURA Y BELLAS ARTES.-SU ESTADÍST l CA
GENERAL.-SUS HOMBRES CÉLEBRES Y GENEALOGÍA. DE LA.S FA1.ULIAS
MAS NOTABLF.S.-su ESTADO ACTUAL, EDIFIC{O'!, OFIO{'<AS, ESTABLEOlM[E'<TOS Y 00\IEROIOS
PÚBLICOS.-VISTAS DE SUS \COXU\IE:'iTOS, CARTAS DE SUS
TERRITORIOS, Y RETRATOS DE LOS C'ERSO'<AJES QUE HAN ILUSTRA.DO SU \IE'\IORIA

OBRA REDACTADA
POR CONOCIDOS ESCRITORES DE MADRID, DE PROVINCIAS Y DE AMERIC A.

ORENSE.


MADRID.
EDITORES:

RUBIO, GRILO Y VITTURI.


1868



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~! ADR ID: 18tl8.


Imprenta á cargo Je J. E. :úorete, Deatas, l '2.
-

DE LA

PROVINCIA DE OREN

POR

DON FERNANDO FULGOSIO.


MADRID,
• EDITORES:
RUBIO, GRILO Y VITTURI.
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1868

Propiedad de ]0.3 e Ji to res


Rua10, GarLo Y V11Tua1 .


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INTRODUCCION.

TIEMPOS ANTIGUOS. - PRL\IITIVOS HA BIT ANTES. - IBEROS Y CELTAS. - NOMBRES VASCOS (OSCOS, OSCENSES)
Y NOMBRES ARIANOS. - AUR.IA.-VIAS ROM.~~AS. -ANTIGUEDADES , INSCRIPCIONES.

Como el nombre de la capital ha pasado á la pro- En cuanto áOrense(Agtui ?trentes, Auria Warn1see),
vincia, fuerza será detenernos en P-1 orígen que con mas no es fácil elejir entre los nombros propuestos por his-
ó menos fundamento suelen atribuir á Orense. Al toriadores etimologistas el que mas le con venga; con
punto ocurren los nombres de Amphilochia, Aq ore lo que diremos, para agotar la materia, que tambien
Calidro y Celenre, Auria, Obobriga y Urium, todos los hácia esta parte del Miño se hallaban los auregenses,
cuales suelen tener por fundamento fábulas ó razones nombre muy parecido al moderno aurienses, de q uie-
harto menos conformes con la ciencia, en su estado nes pudo muy hien venir el nombre de tan ilustre y
actual, que cuanto hemos dicho de la provincia de la antiquísima ciudad.
Coruña, al hablar de los primitivos moradores. Acaso hablando de las vias qne en otro tiempo cru-
De esa manera, lo que allá dijimos, igual razon zaban nuestro territorio, podamos hallar alguna luz
tenemos para repetir aq uf, sin los argumentos en que para el a-,unto que nos ocupa.
fundábamos parte de nuestras opiniones, lo cual fue- Una de las v1as venia descle Braga por la altísima
ra abusar de la paciencia del lector, que puede acudir sierra llamada Geréz, eu la cual hay toda vía res-
á la Crónica de la Coruña, puesto que de la n1isma tos de la antigua calzada, revueltas y puentes, cuyo
obra se trata, para ,er lo que en ella hemos dicho espacio por medio de aquellas esperezas aun hoy dia
acerca de los primitivos habitantes de esta parte de llaman la Geira.
España. Las vías qne tenían relacion con nuestro territorio,
Aquí solo hemos de repetir lo indispensable; esto son las siguientes: corria una de Bracara á Salacit1.
es, q lle antes del blanco, fué señor de esta region un (hoy en Aselle, cerca <le SalamonJe) siguiendo á Prte-
pueblo de la rama amarilla, del cual ha quedado hue- siditttn (en las ruinas descritas por Argote, en la aldea
lla imperecedera en toda la Península, en los monu~ de Gralhas) á Coladunu,¡¡¿ (camino deChaves) juot:ín-
men tos llamados hasta ahora druídicos ó célticos, en dQ.se en Salientes (en Toira, el lado de Foncuberta,
el vascuence, y aun en el rostro y couformacion del cerca do los baños de 1folgas) con la calzada que, vi-
cuerpo de parte de los habitantes. niendo de Braga, pas·lba por Salaniana (Tra vassos) á
Despnes vinieron iberos y celtas, no enemig·os, siuo Aqum Originis (Rio Caldo) á Aquro Q1teJ"q1tenw (baños
hermanos, recibiendo el Ebro el noro bre de ellos, en de Bande donde hay unas ruinas) á. Ge11ii,1(IJ (en el
vez de dársele, y esten<liéndose aquellas oleadas de castillo de Sandiás en Couso, cerca de la lag-una de ,\n-
hijos de los A.ryas por toda la Península, de clo;ide tela). De Salientes se iba á Prcesidiuni (ribrras del Sil,
nació el generoso pueblo que hoy la señorea. en Castro Cal lelas, por el camino que enlaza la via d<'
Ya establecidos los iberos y celtas, empezaron á la Geira con la ele Larouco) á i'{e,netobriga (rn Pueutc
dar nombres aria nos á di versos pueblos, ríos y l uga- Navea, cerca de la Puebla de 'fribes, donde hay un
res, bien por ef1,cto ele nuevas fundacionr:=;, bien "º puente antig-uo) clespues se iba hácia lo que es Puebla
reemplazo de los nombres vascos, oscos, oscenses, los de Tri bes á Fo,·uni Cigurroruni; por la via romana
cuales, por tradicion, solian significar mucho tiempo labrada en la peña, lugar lla1nado los Codos d8 Larouco
despues lo mismo que espaüoles. por el puente de Vivey, donde hay una inscripciou de
VI INTRODUCCION.

Trajano y por el antiguo de la Cig·irrosa sobre el PONT )! TRIBT POT


Sil; y dejando á la derecba lo que es hoy Barco de llll COS lll P. P
Valdcorras, se iba á Gernestari1t1n, á Bergidu1n (cerca Ci Vl'l'AS Lll\llCO RU!I(
de 'l'illafranca del Bierzo) por donde se seguia á As-
tttrica (Astorga). Y esta otra:
La via que, desde Bracara, digimos se detenía en IMP OAES DIVI TRA •
Prmsidi11,1n, seguía desde aquí ad A;uas (Chaves}, de IANI PARTHICl F
donde salian dos ramales; el primero, á Pinetits (Pen- DIVl NARV..E NEP
tés) desde donde iba á dar cu la ria que de Nemetobri~ TRAIANO HADRIA
ga iba á For1tm Oig1trroru1n; el segundo, bajaba á Ro- NO AVG PONTIF
boretum (en las ruinas de Valdeterlhas que atribuye MAX. TRIB. POT. XVI
Argote á Pinetus, y corresponden mejor á Robo1·et1im, COS. 111. P P. CIVITAS ...
por sn distancia entre Cha ves y Lnbian). Este paso es
obligado para. cruzar los rios el in vicrno, q uedaudo Cuyo final, si bien está borrado, es lo mas probable
por allí restos de la calzada que seguía á lo largo del dijese c1v1TAS L1M1c0Ru,r, como la anterior, por ha -
Rabazal. llarse ambos en el mismo sitio y con el propio objeto.
De Roboreturn ib~ á Oo1npleutica (Castrelo, al Sur Ni se tenga por imposible el que en se:nejante sitio
y 01 uy cerca de L ubian) á Vencatia, ( cerca de la Pue- hubiese una ciudad, para la cual no solo hay espacio
bla de Sanabria, al S. del lago de la Baña) de donde suficiente, sobre todo en tratándose de tiempos en que
seguia á. Asturica. lo primero era atender á la seguridad y defensa de los
Además de los restos de calzadas y puentes, hay moradores, sino que en el propio monte del Viso bro -
coluinnas miliarias é inscripciones relativas así á las tan dos fuentes perennes de agua abundante y purí-
vías como á lo,: nombres de los pueblos que por en- sima. Hállanse además fragmeotos de sepulcros , pie-
tonces señoreaban aquella region. En la iglesia de dras labradas, ladrillos y monedas antig·uas.
Santa Comba, media legua de los baños de Bande Los Límicos, famosos entre los gallegos, no con-
donde estuvo el cuerpo de San Torcuato, hay una co- tentos con la seguridad que á su poe blo ofrecía el lu-
lumna delicada LARlBUS VIALIBUS (segun D. J\fauro gar en que estaba edificado, rodearon un pequeño cerro
Castellá) y unida esta con la de los Baños A BRACARA al Sudeste, cuya parte superior tambicn es llana, y
AVG. :\l. P. xxxv111, se prueba que para allí iba una via. tendrá la mitad de la circuoferencia del Viso, con foso
Los Querquernos, Cuaceroos, segun Ptolomeo, y y contrafoso. Entre los Límicos nacieron hombres de
segun el Itinerario Querq uennos, debían de tomar su grao representacion en tiempo del imperio roro ano,
nombre de lo comunes que eran por aquella t1,;,rra los así como vino al mundo el célebre !dacio, continuador
robles ú carballos (Quercus en Jatin). Su morada esta- del Oronicon de San Ger6nimo.
ba entre Baode y Cha ves. Tomaron los Límicos el Tambien hay una inscripcion que se refiere á otro
nombre del rio Limia: en la p·irte oriental del territo- pueblo de nuestro territorio, probablemente asentado
rio bañado por este, hay un monte llamado do Viso, hácia Tribes y Valdeorras. Es la famosa inscripcion
el cual tiene al O. un llano, como de dos millas de de Chaves1 la cual dice que uoa de las diez ciudades
circunferencia, á cuyo sitio, que señorea el valle, llaman que hicieron aquella dedicacion, fué la de los Bibalos.
la Ciudad, si bien ya no queda por allí sino la ermita La inscripcion es la siguiente.
de Sao Pedro. Parece, en efecto, que por este punto
estaba la ciudad de los Límicos, á propósito de lo cual CIV\TATES X
ha aparecido ia siguiente ioscripcion: AGVIFLA VIENSES. ABORlGENS
BIDALL COELEN EGV AE!'ll
IMP OAES DI VI H ad lNTE&A,INlCI. Ll\1lCI AEBISOC
RlANI F DIVI TRAlAN GVARQUERNl. TAMAGANI
PARTBICI NEP DIVI
NERV..E PRONEP Diremos, para concluir, que parte de nuestro ter-
AELIO HAORIANO ritorio correspondia al convento jurídico de Bracara,
A '1/TONINO AVO PlO y parte al de Lucus.

• PIN DE LA lXTllODUCClON •

CRONICA DE LA PROVINCIA DE ORENS~:.

PARTE PRIMERA.

CAPITULO PRIMERO. es Queija, se siente no poco el frío. Los otros montes


de lo interior y al O., tienen menos altura, y por lo
Provlncia.- Di vision administrativa, ju licial, militar y eclesiástica. tanto, mas benigno temple, aun en invierno.
-Asiento geográflco.-Aspect-:, y clima.- Antigua provincia de
Orense.-Diócesis.-Limites actuales. Son frecuentes eo esta provincia los reumas y ter.
cianas, así por la mucha humedad como por el calor
E s la provincia de Or ense una de las coatro en que á la par se siente en verano, el cual produce ex -
que se halla dividido el r eino de Galicia: en lo civil halaciones malsanas, causa inevitable de las enferme-
y administra tivo es de tercera clase, en lo judicial dades palúdicas. ~!enudean en primavera y otoño los
pertenece á la audiencia de la Coruña, en lo militar dolores de costado, en primavera é invierno las fleg-
á la capitanía general de Galicia, y en lo eclesiástico masías, catarros y afecciones agudas, habiendo algu-
á las diócesis de su nombre, Sa o tiago, Tu y y Astorga; nos casos de alefantiasis hácia el O.
comprendiendo además varias felig· resías de la abadía Antes de la actual division de España era la pro-
de Villafranca y de las órdenes mi lit ares de San tiag·o vincia de Orense 11na de las siete en que se hallaba
y San J ua n. dividida Galicia. Tenia unas doscientas veintinueve
E stá en la frontera de Portugal, y al NO. de la jurisdicciones, vei n ti seis villas, ochocientas feligresías,
Península, entre los 41 y 43° de latitud boreal, con lo la ciudad capital de su nombre y muchas aldeas.
q ue el 42° pasa por A.llariz y las montañas al N. de la Era la poblacioo de ochenta y un mil vecinos y tres-
Castiñeira, entre Quintela y Tabayoa de Humoso, cientos oc ben ta y un mil h·1 bitan tes. Tenia trescien -
par tido de Viana. tas cuatro leguas cuadradas y E:e hallaba entre las
Sobremanera variados son el aspecto y clima de provincias de 1'uy, Santiago, Lugo y Leon, siendo
esta provincia, á causa de los altos montes que la ro- los límites de esta manera:
dean y cruzan, casi siempre cubiertos de nieve, valles Corrían desdfl las faldas del monte Testeyro hasta
abrigados y hondas cañadas, en donde· el clima es frente á ~felgazo en Portugal por el desagüe del ria-
por demás templado, benigno, y aun á veces por es- chuelo Barjas en el Miño; seguían dos leguas hácia el
• tremo caloroso. De esa manera, no es fácil especificar Sudeste por la corriente de este rio, hasta las faldas
los vientos que con mas frecuencia reinan, si bien se de la sierra de Loboreiro, desde donde tomaba la lí-
puede decir que los rlel O., NE. y NO. son los que mas nea divisoria al S. hasta la línea de los rios Castro y
duran, no sin soplar, por pri1navera y estío, el E., Limia, señalando el cauce de este el límite por espa-
que produce calor estraorclinario, el cual templa á me- cio de veint" leguas, hasta Chaguazoso y l\fanzalvos,
nudo el N., mucho mas fresco. en donde empezaba la frontera del reino de Leon y se-
En proporcioo del suelo, es el clima sobremanera guía diez y ocho leguas, nueve entre NE. y Kor-
frío en las montañas y tierras altas, abrasador por el te, y nueve al NO. El límite por la provincia de Lugo
verano, eu los bajos, y templado eu la mayor parte tenia veintid,1s leguas.
de los valles. De estos los hay en donde se siente mu- La di6cc,-is de Orens!" es snfragáuea de la de San-
cho el calor, como el de MonterJy, Ribero de Avia, tiago, confina al N. con la de Lugo, al E. con Astor-
Puente Deva, Arnoya, Rib ·'.' s del l\Iiño, Sil y Vivey; g·a, al S. con Braga y Braganza en Portugal, y al O. con
son tam bien cálidas l ·t, , aüadas y laderas de S., SI<:. y Santiag·o y 'fuy: entra, desde la provincia u.e su nom-
RO., mientras en las comarcas del Bollo, Viana, Friera, bre, en lasdeOrensey Zamora, y tiene además de sus
Rios, Caldelas y lo mas montañoso de la provincia, que p,,rroq uias matrices y anejas, 1 7 de la órdcn de San



8 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

Juan, y la encomifiuda tle B!la de Osoño, Pazos de sierra de J urés, acaba en el río Limia, frente á. Lin-
.Arcnteiro y (~uiroga. Ta1nbien tiene tliez de la órdoo doso, en Portugal.
de Santiago y diócesis tle San :.\!arcos de Le0n. Habia Desl!P aquí empieza el límite occidental; por el
antes dos monasterios le benedictinos, cuatro de b •r- Olclas cruza l·t sierra de Leboreiro, sig·ue por ol rio
nardJc:, dos colcg·ios do jesuitas, un con~ento de do- B:1rg·as hasta su <lesa,;-üe on el .ofiüo, e 11 el cual se ha-
minicos, otro tle m"rcen·trios calza los, cu:itro tle fran- lla la barcado Filg-uC'iro, tlP don,lP. sube á los montes
ciscanos observante~, uno de n1onjas de 8,int'\ Cl:i.ra, Pedroso, el Faro <le .\.vion, y cnmbres del Suido hasta
un colegio para seáoras llama lo de las ~IercoJes, y la ermita de Santo Domingo, por donde e1npezamos á.
otro para niño~ expósitos describir los límites de esta provincia.
Eu la actual provincia de Orense tiene la diócesis
512 parro'luias y 105 anejos, 74.8 ermitas, cuatro san-
tuarios, 13 conventos. Los curatos de entrada son CAPITULO II . •
285, los de primer ascenso 127, los de segundo ascen- Coto lúixto.-Puel>los Promíscuos.-Arreglo de limítei con Portugal.
so 5:~, los d" término 47; hay 105 tenientes, 572 cléri-
,
gos y 617 sacristanes. En la provincia de Lugo tiene Ya que de fronteras hablamos, no es posible pasar
cinco matrices, dos anejos, cuatro ermita<i, cuatro cu- en silencio el célebre Coto Mixto, del cual dare1nos la
ratos de eutrada, uno 1le término, dos tenientes, un necesaria idoa á nuestros lectores, así como de los pue-
clérigo y siete sacrist1ues. En la de Zamora tiene blos llamados Prorníscuos.
cuatro rnatríces, 10 anejos, ermitas, un curato de en- Forman el Coto Mixto los pueblos de Rubiás. San -
trada, uno de primer ascenso, dos de término, 10 te- tiago y Meaus, los dos primeros del ayuntamiento do
nientes, 13 clérigos y 1-l sacristanes. Tambien en Calbos d, Randin 1 y el último del de Baltar, todos del
Portugal tiene una matriz, t¡es ermitas, curato de en- partido de G1nzo de Limia. Lo de Coto l\1ixto no q uie-
tratla, tres clérigos y un sacristan. re decir que t'ldos ó parte de los referidos pueblos se
En esta diócesis y provincia de su nombre hay hallen dentro de Portugal, antes bien desde Meaus á
otras nueve iglesias, impropiamente llamadas anejos, la raya hay mas de una leg·:u1, y mas de lrgua y me-
pues tienen pilas bautismales, y son Cabanelas, Co- dia desde Santiago de Rubiás, habienrlo entre estos
bas, Flor <lel RPy, G:\'·andela, Pensos, Sagrada, Trez, pueblo3 y la front~ra otros que corre~ponden del todo
Vazquez y San Andrés de Cauda. á España, como Randin, Vilar, Vilariño, Sabuced.) y
Llamaron los franceses á esta provincia cuando la San 1Iart10 de Perrós.
invasion uapo'eónica, <lepartamento del Sil. Al pre- De esa manera el nombre de Coto nl ixto proviene
sente, y conforme al decreto del 30 de noviemb .. o de que, si bien se halla en territorio español, depen-
de 1-.33 tiene al N. Lugo y Pontevedra, al l~. Leon de á la vez de los gobiernos de ambas naciones, desdP.
y Zamora, al S. Portugal, ol cual ta.mbien está al O. tiempos muy antiguos. Cartas y privilegios que de
además d, la provincia. de Ponteveda. Loa límitPs ello trataban, fueron quemados por el mariscal Soult,
empiezan por el~- desde la ermita e.le Sinto Domin- cuando vol v16 rec.haz1.do y poco menos que huyendo
go, en la sierra del Suido, fel1greaía de Girazga, si- desde Oporto. De lo que ha quedado se puec.le deducir
guiendo por lo alto de la referida sierra hasta el que los pueblos mixtos, de que nos estarnos ocupan-
monte Testeiro, p·.¡sando por las parroquias de Lebo- do, fueron dependientes Je Alfoces del pueblo de To-
zau y Espiñeira, al Fojo del Cabrito en la parroquia ri>y, portugués en lo temporal y dependiente en lo es-
de Cusama, y al desfila loro de las Pallolas en la de piritual de la mitra de Orense.
Coiras; lnego vau por lo alto de la ~fartiñá, y por uno De semejante estado se han sabido aprovechar,
de sus ramales baja el desagüe del Sil en el ~liño, por hasta nuestros días, los contrabandistas, prevaliéndo-
Bubal, Orban, Beacau y Temes. se de él y utilizándolo en gran manera para su ilícito
Aq uf sirve de lin1ite el Sil h·ista la feligresía de comercio, pues en mas de una legua de estension na-
Tronceda, desde donde van las fronteras de nuestra die podía ser detenido por causa de contrabando, lo
provincia por la sierra de la 1Ioá y la cu tn bre del Ce- cual era en daño no menos de las autoridades portu-
rengo, bajanclo al lugar en donde se juntan los ríos guesas que de las españolas.
Navea y Vivey, yendo por este último á Piñeiro, A principios del siglo décimo ses to q uisieroo los
internándose de esa manera en vez de servir de habitantes del Coto }fixto librarse del señorío de la
límite el S il. Cortando de!;pue;; el Stl, en las casa de Braganza, rebelándose y quedando espuestos
Chotas, fcltgres(as de :Sealur, suben los límites por á. grandes calamidades que sobre ellos llovieron; con
uno de los ramos de 1Iontouto, al E. va por el Rebo- lo que, vrén dose por demás agobiados, pidieron pro-
llo del Rosal y de la pe11a Laza, y atravesando la sierra teccion á l~spaña. Otorgáronsela los condes de Lomos
de la Encina do la Lastra, concluye en el Sil. Por y :0-Ionterey, do donde nació un litigio de tal cuantía,
este rio sigue el límite oriental hasta el desagüe que hubieron do intervenir ambas naciones, nombran-
del Cabrera, desde donde sube por 103 rnootes del Ca- do cu1nisarios para entender y decidir el asunto; Es-
sa.yo, en la sierra del Exe, en la Peña Trevinca y Sier- paña al licenciano Escalantl', y Portugal al licencia-
ra Calva, y pasando el rio '\rivey va por la Sierra Se- do A u to Correa.
gundera, basta la Portilla de !aCaurla, acabando fren- R"ltableciéronse ambos on Torey, y despues de
te á 1i1oimenta, en Portugal. La frontera del Sur, que multará los alcaides de Picoña y rvionte-Alegre, por
1 lo es tambien de España con Portugal, cruza las sier- las tropelías cometidas con los pueblos causa del liti-
ras de Larouco y Peña, y pasadas las cumbres de la gio, otorgaron escritura de concordia, así como di v 'r-


• •

PROVINCIA. DE ORENSE. 9

sas exenciones, estableciendo la manera de adminis- brar toda clase do semillas, aquellos babian plantado
• trar justicia. Faltan los documentos, pero es innegable tabaco, que si bien era extremadamente malo, con to-
qué el Coto Mixto goza de tiempo inmemorial, con do, las autoridades de ambos reinos hubieron de des-
anuencia de ambas coronas, de ciertos privilegios, truirá monuelo las cosechas, dando por razon que el
opuestos á toda buena admiuistracion. producto exccdia al consumo del Coto; el cual, y para
Parte de los habitantes eran españoles, y parte concluir, diremos tenia tarnbien derecho de asilo, de
portugueses, siendo frecueu te que el piso bajo de una manera que niogun crirnioal pod1a en él s,•r aprehen-
casa se aplicase á España, y á Portugal el superior, 6 dido, si no era culpado de ciertos dPlitos.
viceversa; sobre todo en los pueblos promiscuos de que Semejanto estado movió á ambos gobiernos á en-
mas adelante hablaremos; de esa manera, los hijos de trar en largas y detenidas cuestiones diplomáticas,
la misma parroquia, éranlo, al propio tiempo, de dos resueltas ya al presente, si bien aun no se han publi-
di versas naciones, para lo cual bastaba que el propie- cado en los periódicos eficiales.
tario, al construir ó reedificar su casa dijera á qué Como además del Coto 11ixto habia tambien los
nacion q ueria. que perteneciese, si ya no aplicaba un pueblos pro1níscuos de Souteliño, Cambedo y Lama de
piso á cada una, segun acabamos de referir, para lo Arcos, no pudo menos de padecer larga dilacion el
coa! era suficiente presentarse ante la autoridad local, asunto. El estado de los pueblos promiscuos era no
con presencia del escribano y testigos, y hecha la de, menos ,;ing·ular: puestos cabalmeute en la raya de am-
claracion, se depositaba en el archivo del Coto. bas nacione,-, parte de una casa solia pertenecer á Es-
En lo espiritual dep"ndian los pueblos del Coto del paña y otra parte á Portugal.
obispado de Orense, y en lo económico y gubernativo De e:Sa tnaoera el vecino, perseguido por las auto-
de la autoridad 6 alcalde, elegido cada tres aiios y ridades españolas, por ejemplo, sin salir de su morada
confirmado por la autoridad civil superior de Bragan- y con solo presentarse á la puerta, que todas 6 casi to-
za. Para lo criminal y contencioso los portugueses das las casas tr,nían por la espalda, se hallaba en Por-
estaban sujetos al juez de afueras de 11onte-Alegre, el tugal y á salvo de todo castigo. ¡Granue aliento al
cual se valía para todo de las leyr,s portuguesas, sino crímeo y á su impunidad!
en lo relativo á contraer matrimonio y á la sucesioo de En las uiversas alternativas de las negociaciones
herencias entre marido y mujer: los españoles depPn- diplomática-, el mismo Portugal propuso cedernos el
diao del juzgado de Ginzo de Limia. pueblo de Cambedo, quetláodose él con Souteliño y
Además, si los habitantes cometian algun delito Lama de A.reos. 'fcoiau estos pueblos los siguientes
.
en la calle ó dentro del término, aun pod1an elt·jir el vecinos:
juez de la naL;ion que mejor les pareciese, sa.l vo si el
delito se cometia fuera del Coto, en cuyo caso estaban Lama de Arcos. . • • 80
sujetos al juez de Ginzo 6 Monte-A.legre, segun fueran • Souteliño .. • • • 90
portugueses 6 españoles. Fácilmente se comprenderán Cambedo. • • • • 40
los desórdenes y competencias de j urisdiccion que na-
cían á cada paso de tan iocreible estado social y ad- Los hijos de los dos primeros pueblos, entregados
ministrativo. única1neote al contrabando, eran por demás viciosos,
No pag·abao los vecinos del Coto tributo alguno de corrompidos y holgazanes. No así los de Cambedo, em-
sangre ni dinero, sino lo que daban en preuda de pleados en la agricultura, honrados y sobremanera

reconocer la respectiva autoridad de ambas naciones, adictos á l~spaña, con lo que no se puede mirar siu
para lo cual coutribuiao: á España el pueblo l\1eaus lástima el que, de re:Sultas de las negociaciones, Cam-
con 12 reales y ocho maravedises al año, así como bedo siguiera la suerte de los otros dos.
Santiago y Rubias con 37 reales. A Portugal pagaba Al cabo se determinó lo siguiente: el Coto l\-lix:to
tambien el alcalde del Coto, en nombre de loa vecinos deja do existir, reo nociaudo Portugal á todo derecho
un cuartiño de oro, esto es, unos 30 reales en mone- sobr,1 él, y cesando lo que, en nuestros tiempos, bien
da española. En nuestros tiempos, prevaliéodo,.;e de ha- podia merecer el nombre de incrcible anomalía, á no
berse abolido las prestaciones señoriales, nada pagab.an; tenerse en curnta el oríg·eo feudal del Coto. En cam-
habiendo siempre hallado amparo contra los cobrado- bio, los tres pueblos promíscuos de Souteliño, Lama de
res de contribuciones, en las autoridades superiores. A.reos y Cau1bedo pcrtenec,•n desdo luego á Portugal,
Fuera larga tarea enumerar una por una las iu~- quedando de esa manera claramente conocida la linea
munidades y prerogativas de q uc disfrutaba C' l Coto, si fronteriza. y desapareciendo la famosa vereda neutral
bien no es posible pasarlas todas en silencio, no menos del Coto, causa de tantos desórdenes y verdadero es-
por lo siog·ulares, que por lo desconocidas. Fundados torbo para toda buena adrninistracion.
en ellas los vecinos veodiao sus frutos y ganados por En caso de g·uerra, siempre los vecinos del Coto se
• lo interior de aro bos reinos, con1prando asimismo declaraban por Espafla, confirmando ent,>nces la elec-
cuanto uecesitab-in, sin necesidad de guias ni trabas cion del alcalde, en vez del correg·idor de Braganza,
de ninguna es1iecie. el capitao g·eneral de Galicia.
'faro bien aquí tenían no poco qué hacer los depeo~ Parecerá e'X.traño que, á pesar de tales privill'gios,
dientes Lle hacienda, pues dentro del Coto se podian no fncseu ricos los vecinos del Coto, pero no puede dar-
vender y comprar públicamente todos los géneros de se aspecto 1nas triste y 1niserable que el de aquellos
ilícito comercio que se quisieran, y como el gobierno pueblos, en los cualrs apP.uas halla el viajero qué co-
portugués babia dado á los vecinos permiso para seIP.- mer sin que entre los do:Scieutos vecinos, sea posible
, ' 2
ORKK::;E.
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10 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

hallar apenas alguno que otro medianamente acomo- las, célebres en todo el mundo por sus esceleutesjamo-
dado. Con todo esto, los vecinos, prendados de sus nes, solo comparables á los mejores de 11ontanchez de
1 •
fueros, jamás salen del Coto, y como se casaban siem- Extremadura 6 de Trevelez, en tierra do Granada.
pre en él, estaban las familias estrechamente empa- Una de las ramas de la sierra de Queija, es la de •
rentadas, con lo que eran diariamente necesarias las Pelso, paralela el rio Navea; la Cabeza Grande domi-
dispensas, por lo cual se ha dicho, con harta razon, na á Tribes, Manzaneda y Viana. Desde la de Ladei-
qne el Coto era patrimonio de la curia. ros se ve el Pico Sacro de Santiago y parte de Portu-
gal, hácia cuya frontera se alza la montaña de La-
rouco, al S. de la Limia, comarca g·raciosa y espre-
CAPITULO III. sivamente descrita por Tirso de Molina de esta ma-
nera:
Valle.."--Terreoo.-1! ootes priocipales.-La Limia.-Aotiguos traba•
jos de minería en las rib.,rns del Sil,-Aureanas.-R,os.-Puentes.
-Aguas termnles.-Caminos. D. ALVARO. Caldeira, esta es Galicia,
No vi ve en estas sierras la malicia
El terreno, en los valles de Monterrey, Laza, Li- De envidia y traiciones,
mia, Arnoya, Deva, A.via, Orense, Valdeorras y algu- De lisonjas, engaños y ambiciones.
nos otros lugares, aun de tierra montañosa, es arci- -Es de Larouco la empinada sierra,
lloso en lo general. A la parte de Tri ves, Bollo, Viana, El Limia, este florido
Frieiras y los montes del E., es arenisco, mezclado á Valle (que es guarnicion desu vestido),
trechos con arcilla y mantillo en las cercanías y al pié Por fértil estimado:
de las montañas. Las extensas llanuras de los Mila- El de I,.i,za, que yace á estotro lado
gros, en las que apenas medra escasísima vegetacion, Ameno se a vecina
tienen por basa una gran capa arcillosa, sobre la cual Al val de l\1onterrey, con quien confina.
yace otra de guij·irro menudo y arena; el dia en que Cinco lenguas de Chaves
los ca pi tales bosq uen por España el empleo en los Dista este monte.
campos, las llanuras de que vamos hablando, conve- (,lfa,•i Hernande: la Gallega.)
nientemente beneficiadas, podrán competir en fertili-
dad y riqueza con los territorios que las rodean. Lo Las !<'rieras, al S. de estas sierras, indican harto
mismo podria suc, der, si bien dando menores produc- bien con el nombre su desapacible temple: al N. es-
tos á causa del excesivo frio, en la Franqueira del tá la Sierra Seca por clonde !'le estienden las alturas que
monte de Ramo, el monte de la ~1atanza, de Caldelas, vienen de San 11amed á la siera Segundera. El mapa
y otros lugares que se hallan en igual caso. mas minucioso apenas podría dar cabal idea del territo-
El quebrado territorio del O. es árido, por de- rio que vamos de.scribíen1lo, en cuyas altísimas cum-
más desigual y á veces escarpado, pero el temple mas. bres se crian esccl,.,ntes y numerot"os ganados, mien-
benigno de que disfruta, así como el suelo compues- tras los hondos y fértiles ,alles producen los mas sa-
to de tierra eu parte caliza y en parte arcillosa mez- zonados frutos.
clada con &rena, a_y udarán con el tiempo el trabajo del A. la parle occidental de la sierra de_ San Mamed
hombre para darle una fertilidad que al presente no está la célebre Limia, clivirlida en alta y baja, y mas
posee. Las laderas Je muchos montes y collados están hácia Portugal los hermosísimos valles de 1'-Ionterrey y
cubie1 tas ci.e viñedo, c•n partes excelente, y el mejor de Laza. Tiene la provincia al O. los montes de Pena-
empleo para tierras que no co1 1sienten otro cultivo má, Penagache Leboreiro (Lcporeiro). Despues está el
sino el de la viña ó plantaciones de árboles, pues el alto faro de Avíen, los m0ntes de 11artiñá, y al NE. de
ararlas fuPra exponerse á lo que en otros lugares de Carballino el monte 'l\,steiro. Esta parte de la provin-
Espaíia ha sucetli lo ó no tardará en suceder; Psto es, cia es mas llana que la anterior.
que las capas de tierra vegetal, no contenidas, duran- Hay en el valle de 1Ionterrey minas de estaño; el de
te gran p:irtedel año por planta ale-una, van desapare- las qoP se descGbrieroa no há muchos años on el parti-
ciendo, arrastrarlas por las agnas que por allí se despe- do julicial de Viana, era de escelente calidad. Pero si
ñan, qurdaudo al cabo descubierta la roca, verdade- bien adl.'más del de la huerta rectoral de S·\n 1Iirtin,
ro armazon de la cubierta altura. que da el 8 por 100 de cobre, ha habido tambien algu-
Los montes principales son, al E. la sierra del nas otras: las mas importan tes y fa ,u osas desde la re-
Bollo, cuyos picos mas altos se llaman las Tres lllarras; mota an tigüe<lad fueron las de oro.
despues sigueo, ~au Gil y Can1¡ o Romo, á cuyo O. 11inarou los trabajadores en su busca todas las ri-
se hallan Pon te y Edre ira y al N. la sierra de Eixe: beras rlel Sil hasta el BiP.rzo, con 1•special por la parte
tan altas montañas, puestas al Oriente de la provincia, de Lugo y Leon, en cuyo empleo no se ocuparon úni-
separau el B ,llo de la Cabrera alta y baja y son rama- camente los romanos, que scmrjaote riqueza atrajo
les de Fuencr hado, de los cuales forma parte mas al mucho antes la codicia de otros pueblos. Por todos
E. la Petia Treviuca, en la sierra do Corzos. Son 1nuy lados se hallan señales de las m uchiis y grandes cuevas
importantes la sierra de Queija, el In vernadoiro y socavadas y profundos cauces abiertos para llevar á
Ruidicio; la última es ramal de la de San 1famed que, los lavaderos las aguas. Semejante manera de benefi-
empezando en la Cabeza de l\Ieda, al márgen del Sil, ciar las márgenes y arenas del Sil, uo ha agotado del
viene de N. á S . .) divide la provincia en dos par- todo su riqueza, pues aun suelen parecer algunas pe-
tes; al Oriente del Ruidicio yacen los llanos de Calde- pitas de seis duros de valor, lo cual atrae á muchos, no

PROVINCTA DE ORENSE. 11

solo vPcinos do aquel\ae fertilísimas riberas, sino de opuesta orilla llamab1 á varios por sus nombres,
apartadas comarcas. No hay duda, con todo eso, q uo entonces se determinaron á sc.;uirle.
e l producto os escaso, á como en semejante ocupacion El culto politeista pouia mas allá del Limia los
acaece siempre, mas halla el afortunado en una hora Campos l~líscos, y en ello únicamente acertaba, pues
q ue otro en un mes de contfnuo trabajo; aun se llaman hay valles en toda esta regiou, que, soloá. los Campos
varias mujeres d<' las que mas se ocupan en lavar las Elíseos merecen compararse. Cierto que teniendo en
arenas clel rio, aureanas. Hay en esta provincia cante- cuenta las supersticiones mítcílogicas y la ignorancia
ras ele granito pizarra y piedra berroqueña. del vulgo, no podia menos de sorprenderá gente inculta
R iegan nuestro territorio los dos r1os mas impor- el manso y sosegado curso del Limia por regiones, has-
tantes <le Galicia, el l\1iño y el Sil. Nace el pritnero en ta entonces desconocidas. Por el valle de so nombre
la provincia de Lugo, y despues se junta con el Sil en es la_ corriente tan escasa, que á veces parece
las fronteras de Orense, por la barca de Peares, en de ten Hla y encharcada. sin que apresuren su movi-
donde el rio mas caudaloso piercle el nombre, clespues miento las rápidas corrientesquedclas inrneJ 1atasla-
de confunclidas sus aguas con el menos importante, deras clescieuden, pues la~ aguassc esparc<'n entonces
por lo cual, no sin razon dice el refran: El /Jil lleva por lasion1~díatas llanuras, formando la laguna de An-
el agua ?J el ,1fifío lafa1na. Dentro de nuestra provin- tcla, mas dilatada que profunda, abundante en ranas y
cia recibe el l\liño el Neira, que viene de las montañas sobre to,lo, en excelentes sanguijuelas. Tambien entre
de L ugo, el Chanca, el Reo, que viene de tierra de las aves cine por allí ,lbuodau debe meucionarse la
Chamoso, el Luaces y otros riachuelos, entrando lue- que los naturales llama Gayo y á semejanza del loro
go en la provincia de Poutevedra, por el sitio donde remeda la voz humana.
en él desagua el Barjas. Hácia el puente de Linares halla el Limia un banco
E l Sil viene de los montes de Lean, y despues de de piedra, que es de las principales causas de su falta
pasar por Ponferrada, cruza el Bierzo, y entra en la de corriente, m 1s allá del'"cual cruz1 el rio por entre
provincia por la feligresía de Sao Justo y Pu mares, los fragosos terrenos que hay entre las sierras de Pe-
riega el valle de Valdeorras, pasa por l\lontefurado, ñagac'.,e, .Penamá. y la de Xerez, hasta que entra en
r ec:be el rio Vivey, riega el valle de Quiroga, y des- Portugal.
pues de pasar por un profundo despeñadero, recibe el Rl río Tamaga é Tamega nace al S. de la sierra
Caba antes de desaguar en el l\Iiño. de San l\Iamed, corre por los valles de Laza y l\Ioute-
Dan la vida las nieves de las sierras de Queija, rey, entra en Portugal por la feligresía de Feces de
I nvernadoiro y San Mamed, al rio Na vea, el cual des- Abajo, y luego desagua en el Duero por Abuza.lema.
agua en el Vi vey por la barca de Vallada, al estremo Los poen tes mas notables de la provincia, son: el
d e la feligresía de San J uan del Barrio, partido de de Orense, sobre el l\liño; tieue el rio Vivey dos muy
Tri bes. buenos, el de su nombre y el de las Ermitas; el
V iene el Vivey de la provincia do Zamora, forma- Navea tiene otro, así como el r10 Liniia el puente de
do d e las vertientes de las sierras Cal va y Segundera, Antela: además de otros no tan importantes deben
recibe en Viana el rio Camba , que proviene de las mencionarse los puentes de Ginzo y Avia.
a g uas del I n veruadoiro y sierra Seca, y por la má.r- Los demás ríos no mencionados, manantiales y
geo izq uierda, mas allá del Viana, recibe el Couso: fuentes, envian sus corrientes al Na.vea, Vivey y Sil,
s u ya crecido caudal se aumenta en la feligresía de que al cabo d~saguan en el ~fiño, el cual se lleva las
Cesares con el J ares, y regando el territorio de Tri- aguas del centro y N. de la provincia, al paso en que
bes, recibe el Na vea, :,, desagua mas allá de Montefu- el Limia y 'fa.maga llevan á Portugal las aguas de
rado en el S il. 1a parte del S.
E l famosísimo Ribero de Avia no es sino la cuenca Las aguas t<'rmales son por extremo oot'ab~es; las
de este rio, en cuyas abrigadas orill: s se crian esce- hay ferruginosas en di versos lugares, siendo las mas
lentes frutos y esq uisitos vinos; estas· ag·uas van al nombradas las de la herrería de ~1ondou, cerca del
Miño en los hermosos alrededores d1 Ri vada v ia. arroyo de Las Pene las: cu Ca!dclas hay una fuente y
El rio Limia, formado por el Ante la y Ginio, nace baüo de agaa fri i sulfurosa; otro de la misma clase,
en u na laguna, rodeada de pantanos, llamad:t B~on, al N. del Burgo; otro semejante al N. de Buazo,
y form ada por las vertientes de la sierra de San .\!t~ orillas del río l\fisarelas en la profunda y fértil ribera
med. Es notable este rio, mas que por su caudal, no de Sacardebois,iun1ediata al Sil y al N. de San Juan
escaso, aun en tiempos ordinario3, por su autiq uísimo de B·irrio. Es singular el feu6rneno que se advierte
renombre. entre unas peñas, orilla del rio Na vea en Tribes; por
• Cuando los soldados romanos, al mando de Junio el iu,ieruo se advierte un vaporcillo ,1ue sale de entre
Bruto, llega ron á sus temidas orillas, ninguno 03al,a las referidas peñas, en cuyo lugar hubo haceaños una
atravesar la mansa y apenas movida corriente, fun- explosion; tambien aseguran lo~ pescadores que brotan
d ando tan estraño temor en q ne, p·ira ello;:;, el rio en el mis1no sitio aguas calientes.
L irnma era el Lethe, esto es, el rio d!!l Olvido, allende En la parte occidental hay de estas aguas en abun-
el cua.l perdían la memoria cuantos tenian el atrevi- dancia, siendo las mejores de la p roYincia y q nizá de
m iento de atravesar le. Fué, pues, necesario que el toda Galicia las de los uaüos de ;\Iolga~, cuyas fuentes
mismo J uuio Bruto, asiendo un cstandart e, esguazase se halhtu en ambas márgenes del río Arnoya, que tiene
solo la temida corriente, y como los soldados vieron en su mismo centro el gran manantial: son estas aguas
que no había perdido la memoria, dado que desde la por demás excelentes para el reuma, tau frecuente en

12 CRÓNICA GENERA L DE ESP AÑA .


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Galicia á causa de la continua humedad: la fuente de trigo, algun aceite, cebada y cáñamo. Las patatas,
la izquierda es tao caliente, que apenas puede resistir nabos y verJuras son escelentes por toda la provincia;
el brazo dentro de ella ocho minutos. Hay ruinas que en la parte mas fria, es único cereal el centeno; las
atestiguan la grande estima en que los romanos tenían tierras mas templadas y collados bajos dan cebada,
estos baños; hoy se lleva el agua á casa de los parti- trigo, castañas y frutas; corona el viñedo mezclado á
culares. De todos modos el efecto de estas aguas, to- trechos de castaños, higueras y diversos árboles fru-
mando el baño con las precauciones debidas, es tan se- tales, las riberas y comarcas cercanas al Sil, las del
ñalado, y á veces tan pronto, que maravilla. Vi vey basta Viaoa, las del Miño, Deva, Avia, Arnoya
Tam bien hay abundantes aguas termales, orillas y otros rios y arroyos, mientras hasta Rivadavia y
del Sil, en San l\lartin de Nogueira de Ramoin; pero Orense menran entre pinares, bosquecillos de limone-
.
las mas conoci<las, no menos por España que por toda ros y naranJOS.
Europa, son las Burgas de Orense. De las aguas inme- Abunda m1is el maiz por la parte occidental que
diatas al río Bar baña, así como de las de Santiago de por el E. Los valles de Castro de Caldelas, Limia y
Caldas, Carballino, Partovfa y Cortegada, so tratará Monterrey, son el granero de Galicia, con especial el
en su lugar. segundo. En lo general las tierras de centeno están
Los principales caminos de esta provincia, son: el en los montes y altos collados; con el centeno alterna
que desde Astorga pasa por Valdeorras, Puebla de la patata, habiendo tierras, sobre todo las abrigadas y
Tribes y Caldelasá la carretera de Vigo á Orense cerca de regadío, que suelen dar tres cosechas al año.
de esta ciudad, desde donde sigue por Allariz, Ginzo, En la parte occidental de la provincia se cogen dos
Verin, la Gudii,a y Portillas de la Canda á la provin- cosecbas de lino, ó bien antes de recoger este, se sie-
cia de Zamora, hasta la cual se bal la en el mas perfecto ga el terreno, y siembra el maíz: al cosechar el lino
estado, al revés de lo que en el territorio castellano queda la tierra escardada y el maíz, mustio á la sombra.
acaece, por el cual se ven las diligencias y carruajes del lino, rflverdece y medra lleno de lozanía: coa el
obligados á dejar el camino á causa del increíble aban- maíz se cultivan al mismo tiempo habas, calabazas y
dono eo que se baila, siendo preferible el pa~o, por antes de recojer aquel, se siembran los nabos. Es la
expuesto que sea, al través de los campos inmediatos; berza gallega verdadero pan del pobre por toda esta
caso vergonzoso, punible é io ligno de un pueblo region; dura tres 6 cuatro años, en sabiendo recojer la
europeo. simiente y si bien menos delicada al paladar que la
La carretera que va desde Orense á Vigo, pasa por brécol y otras verduras, es mucho mas económica y
Rivadavia, despnes de cruzar el l\1iúo, entrando en la menos indig·esta. Hay en nuestra provincia toda clase
provincia de Pontevedra, á unas dos leguas de Melon de product.os de huerta, á. saber: lechugas, berzas, es-
y al S. del monte Pedroso. Desde Verin va un cami- carola, pimientos, ajos, cebollas, acelgas, cohombros,
no, casi siempre siguiendo el curso del Tamaga á Por- melones, sandías, ::1iendo muy comun la chirivía; hay
tugal. Desde la capital, Orense, salen dos, uno á l\fou- cardos, rábanos, remolachas, puerros, ápios, etc.
forte de Lemos, provincia de Lugo, otro á Santiago y Suelo tao desigual y tan variado temple, no pue-
además sale otro, que pasando por la Puebla de Tribes den menos de prestarse á la aclimatacion de árboles y
al Barco de Valdeorras, entra en el reino <le Leon, plantas de otras tierras, los cuales medran lozanos á la
pasando por el puente de Domingo Florez. Desde la par de los vejetales de su clase indígenas: bay, pues,
Rua, mas acá de Villamartin, y por consiguiente del robles (carballos eo gallego), abedules, fresnos, sau-
Barco de Valdeorras, parte un camino por la derecha ces, acebos, olmos, alcornoques y plátanos, y además
~el S_il á Montefurado, Quiroga, puente del Sor y lo de los castaños, nogales, olí vos, perales, manzanos,
1nter1or de la provincia de Lugo, camino que sobre- cerezos, a ve llanos, ciruelos, melocotoneros, moreras
~anera frecuentan los arrieros de Sarria, que llevan el é higueras, morras, laureles y madroños, que dan es-
vino para su pueblo, l'iiondoñedo, la Coruña y la capi- celente madera; tambien hay, a unque menos abun-
tal de la provincia. Hay tambien otros muchos cami- dantes, tejos, almeces, bojes, acacias, castaños de In-
nos, pero basta tener presente la disposicion y aspecto dias, enebros, almendros y espinos olorosos, ci preces,
de la mayor parte del territorio orensano, así como limoneros, naranjos y pinos, olivos silvestres 6 acebu-
el abandono en que hasta el presente se han hallado ches, lentiscos, cornicabras, zarzas y otros árboles.
los caminos por nuestra Península, para comprender Además del brezo, tojo, retama, cantueso, tomillo,
que son casi todos de herradura, y por lo tanto solo ruda, jazrnin, madre-selva, carqueija y yedra, se ha-
á propósito para arrieros y las ligeras carretas de la llan muchas y ut1 lísimas plautas por la provincia de
tierra. Orense. A. la par del trigo, cebada, centeno y avena,
hay trébol, aceleras, achicorias, milenrama, leche-
CAPITULO IV . treznas y otras; en los prados hay juncos, espadañas,
azucenas, celedonia, ranúnculos, llantél, menta, cer-
Pro luctos agrícolas.-Arboles y plnnta'!.-Ganado vacuno, cabnllar, rajas, etc. Hállanse además la pérula, el acónito, di-
mular, lanar, de cerda y callrio.- Cazn.-Aves de rnpiila.-Aves de gital, purpúrea, tártaro, genciana, oropesa, tulipan ,
corral.-Rept1le,.-Pesc11.-Leocería. - Chocolate. -Jamones.-Vi- drag·ontea mayor y menor, verbena, valeriana, man-
oo.-1"eria~.-c,,rácter y costum•,res.-Crimioalidnd.-Poblacion.-
Partidos j udíciales. zanilla, orégano, hinojo, jacinto, ador midera, la pa-
rietaria, siempreviva mayor y menor, violeta, borra-
Da esta provincia abundante centeno y vino maiz jas, lengua de perro, balsamina, peonía, mal va, altea,
'
muy buenas legumbres y hortalizas, y hay tambien ' betónica menor, escabiosa y otras. De helechos hay es-


PROVINCIA DE ORENSE. 13
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traordinaria variedad, desde los mas pequeños hasta manteles, cintas de lana é hilo 6 bien de uno y o'ro.
alguuos que llegan á cinco pies de alto. El hospicio de Orense fabrica cintas v lencería.
El ganado vacuno es eo est'a provincia, como por lo Por toda la provincia se emplea~ las mujeres en
demás del reino de Galicia, numeroso y esceleote. hacer calcetas é hilar, tenieudo á esta utilísima ocu-
Tambieo abunda el ganado mular, poco usado en la pacion tan gran cariño, q oe se las ve á todas horas con
tierra, pero que se vende mucho para las provincias de la ruAca y el uso en la mano, siendo harto frecuente
lo interior y Mediodía; el caballar, si bien pequ"ño, es por toda Galicia el verlas venir de la fuente con la sella
fuerte y digno, por su resistencia y disposicion para 6 cubo lleno de agua ea la cabeza, y al propio tiempo
toda clase de fatigas, de su antiguo renombre: el ga- hilando.
nado lanar y cabrío abunda en esta provincia masque Los zapatos ordinarios y entrefinos de Allariz abas-
en las otras de Galicia, gracias á los buenos pastos tecen todos los mercados de la provincia y aun parte
que halla en todas las estaciones, y en particular en del resto de Galicia. Hay tenerías en Mande y Orense,
verano por las montañas. El ganado de cerua, con es- siendo estas últimas las mas iruportantes; tam bien en
pecial por tierra de Caldelas es escalente, y son con esta ciudad hay una fábrica de jabon.
toda justicia dignos de la celebridad t1ue tien~n los ja- El chocolate de Orense ha tenido siempre mereci-
mones de que ya hemos hablado mas arriba. dísima fama, hab1eudo de él varios molinos, así como
La grande extension de ciertos territorios poco po- harineros, batanes, fábricas de relas de cera y sebo, y
blados de esta provincia, así como lo quebrado y áspe- herrerías <'n Sao Miguel de ViJ.ueira, en l\foodon junto
ro de parte de ella, consienten mas abundante caza de al río Jarcs, en Puente Nuevo juntoal Sil, en San Vi-
volatería que en otras partes del antiguo reino suevo: cente, rneuia legua al Norte de ViP\amartio, y en los
hay, pues, muchas perdices, chochas, codornices, pa- montes do Carnba: tambien se dedican muchos á car-
lomas torcaces, tordos y calandrias; hay tambien tór- pinteros, albañiles y otros oficios mecánicos, con los
• tolas, gorriones, ruiseñores y el gayo, d<'l cual ya he- cuales se ganan muy bien la vida, no solo por la pro-
. mos dicho imita la voz hum'lna, á se1nejanza del loro. vincia sino por las demás de lo ioterior de la Penín-
De las aves de rapiña, hay águilas, cuervos, gavila- sula, sobre todo, los albañiles.
nes y milanos: de las de corral, palomas, patos, g·ansos, En la frontera de Portugal están las aduanas de
pa~os y gallinas de todas clases. Hay muchas liebres, Verin, Mezquita y Puente Barjas; la principal riqueza
conejos, ciervo,, corzos, gamos, rebozos, lobos, zorras, de nuestra provincia consiste en la estraccion de ga-
jabalíes, erizos, tejones y gatos monteses. Hay tam- nado vacuno, mular y de cerda, centeno, trigo y maíz,
bien algunos osos, hácia la parte de la provincia que j·tmones esq uisitos, lieuzos ba,stos, hilo, liuo eu rama
confina en los montes del Cebrero. Los reptiles que en y vino muy bueno, el cual, si bien en gran parte se
ciertos puntos abundan, no son en general dañinos. había perdido estos últimos años , á causa del oidiuni,
Si bien eeta provincia no llega á la costa, abunda hoy vuelve á dar la vida, con lo que produce, á pro-
en ella la pesca, sobre todo por los ríos de aguas frias: pietarios y colonos; célebre es de antig·uo el famoso
se crian anguilas, truchas asalmonadas, salmones, sá- tostado.
balos, lampreas, habiAndo tambien nutrias, g-alápagos, De Portugal llevan á nuestra provincia loza y man-
cangrejos, ratas de agua, etc. Orillas del ~1:iño hay una telería; de Palencia mantas y colchas; tambien P,n-
especie de ostra. Las saoguij uelas de Limia (laguna de tra cristalería, calderas de hierro y cobre, cazos, ~ar-
Antela), son las mejores de España y se extrae;) no solo tenes y otros utensilios de cocina, y quesos de Casttlla.
para el resto de la Península, sino para el extran- De la costa, sardina, merluza, congrio, besugo y otros
. pescados frescos y en escabeche; de las colonias y el
Jero.
Al concluir de dar cueuta de los productos natura- estranjcro se recibe azúcar, cacao, café, bacalao, q u1n-
les de la provincia, diremos que, á pesar de hallarse es- calla, paños finos, telas de seda, algodones, pañole-
t a en lo interior, son grandes la abundancia y baratura ría, etc.
con que en ella se puede vivir, sin echarde'menos nada Son ferias principales , las de Orense, Maceda,
de cuanto sea necesario, en lo cual compite nuestra Ginzo, Allariz, Ri vadavia, Monterrey, Castro-Calde-
provincia y auu aventaja á muchas de la costa. las, V1aua y Puelila de Tr1bes, en las cuales se bene-
La labranza y cultivo de los campos, si biou faltos ficia ganado vacuno, mular, caballar y decerda, ape-
do su única y verdadera ayuda que es el capital, y por ros de labranza, telas de lienzo, paños, cereales, habi-
lo tanto, sin que á la par de ellos pueda medrar, ayu- chuelas, patatas, carnes saladas, pescados , quesos,
dándolos, lo que los extranjeros llaman iut.lustria agrí- manteca, hier1·0 en bruto y labrado, quincalla y otros
cola, no dejan por eso de mostrar en muchos territorios productos de io osterior y domésticos.
de la provincia la con::itancia y esmero do sus habitan- Grande variedad hay en cuanto á pesos y medidas,
tes en ayudará la natural fertilidad del suelv. Hermana si bien eu la mayor parte de la provincia se usa la li-
de la agricultura es aquí la le::icerfa, pues aun hoy, y bra ga·lloga de veinte onzas, que equivale á una libra
á pesar dela temible concurrencia de las fábricas, ape- y cuatro onzas do Castilla. En cuanto á medidas de
nas hay casa sin telar, en donde labran los naturales líquidos y áridos, en u nas partes se usa la fanega, y
para su propio uso y el de la familia, picotes negros, en otras el ferrado, ol moyo, la pipa, el calabazo y
blancos y listados, de cuya m<'zcla de hilo y lana usan otros de distinta capacidad.
las mujeres para sayas y mantelos (delantales); tambi4n Aunque en la misma provincia suelen diferir los
tejen jerguillas y estameñas para el propio uso, y aun habitantes, no solo en costumbres y riqueza sino tam-
para los hombres; burriol, colchas lisas y labradas, bien en el aspecto esterior, con todo, puede decirse que


14 CRÓ1''1CA GENERAL DE ESPAÑA,

el orensano conserva en su rostro, género de vida y Cierto que el contrabando es causa de mayor nú-
carácter, la hermandad que hay entre él y sus her- mero de delitos en esta provincia que en las otras de
manos los demás gallegos. Galicia, y la prueba es, que el niá:»i1nu1n ocurre hácia
Los hombres son de buena estatura, robustos, y al- Portugal y el niinimuin hácia lo interior, siendo casi
canzan grandes fuerzas; las mujeres, graciosas, y tan siempre el partido de Valdeorras el de menor crimi-
aficionadas al trabajo, que así acompañan al hombre nalidad. Aun para los homicidios suelen usar los cul-
en sus faenas campestres como atienden á los queha- pados pocas armas blancas y de fueg·o, poco usadas
ceres domésticos. aquellas (puesto que de berian serlo menos toda vía)
El orensano es modesto, religioso, no sin mezcla de entre los gallegos.
remotas y aun no apagadas supersticiones; el monta- Dospues del contrabando, son causas de criminali-
ñés, sobre todo, tranquilo y con ten to en medio de su dad en esta provincia, á semejanza de las otras tres, la
honrada pobreza, es verdadero prototipo del primitivo codicia, la inclinacion al perjurio, á la venganza y
celta. A semejanza de sus hermanos, bailan los hijos al vino, así como á los celos, de que, por esta parte de
de la provincia de Orense la célebre muñeira (la mo- Galicia, se dejan arrastrar los naturales mas que los
linera), al son de la gaita y el tamboril Segun acaba- del Nort~.
mos de apuntar, la religion cristiana no ha podido La poblacion de la provincia de Orense, que en el
desterrar del todo ciertas supersticioue s, en verdad pa- siglo décimo sesto era, poco mas 6 menos, de 140,000
ganas, tales como el rnayo, losjuliones de Car.1avaly habitantes, es hoy dia de 371,818.
el no casarse los martes. ~Iuchos hijos de esta provin- Los partidos judiciales son los siguientes:
cia pasan áPortug11, 6 vienen á Castilla y Andalucía
á ejercer su oficio, 6 solamente á ayudar á los escasos Ha\Jitantes.
habitantes de lo interior en las faenas d(' la sieg·a.
La crimioal!'tlad es algo mayor en esta provincia Allariz. • • • • 33,453
que en el resto de Galicia, si bien n1enor siempre que Bande. . • • • • • • 27,283
en casi todas las demás de España. El mayor oú1ncro Cclanova. • • • • • 40,32'7
de delitos se explica y comprende fácilmente, no por Ginzo de Limia (Santa l\faría). • • 30,753
el carácter y costumbres, que en poco se diferencia, Orense .. • • • • 57,236
segun ya hemos dicho, de cuanto pued~ hallarse en Puebla de Tribes. • • • • 28,66~
las pro\>'incias limítrofes de Lugo 6 Pootevedra, sino Rivadavia (Santa María de Olivei-
por el asiento y disposicion fronteriza de nuestro ter- ra de). • • • • 29,723
ritorio. Con todo eso, aun entra las provincias del~-, Señorío en Carballino. • • 44,259
que son las de menos criminalidad de España, tienen Verin. • • • • • • 31,033
mas criminalidad Navarra, Alava. Santander, Palen- Viana del Bollo. • • • 21,163
cia y Búrgos, siendo tambien mayor la de Canarias. Villamartin de Valdeorras. • • 27,926

FlN DE LA PARTE PRIMERA.


PARTE SEGUNDA .

CAPITULO PRIMERO. ro ó Pereiro (San Salvador), Pugal (San Mamed),


Rabeda (Santa Cruz), Raote (San Andrés), Readegos
Partido judicial de Orense.-Orense, capital ,le la Provincio..-Ayun- (San Vicente), Rego (Santa l\faría), Ribas de Sil (San
tamientos.-Descripci,in.-Distancias. -Ayuntamiento de Or.io- Estéban), Ribela (Sao J ulian), Rio (San Salvador),
se.-La ciudad,-Su asiento geQj:l-ráfico y topogr!l.fico.-Clima.-
Barrios 6 cuarteles.-Teatro.-Plaza. Mayor.-Casa del Ayuntn- Roouzos (San Ciprian), Rubiacos (Santa Cruz), Saba-
miento.-Cárcel.-Matadero..... Escuelas. -Iust1tuto y Mu;eo.- d,·lle (Sau l\Iartin), Sejalbo (San Verísimn), Sobrado
Catedra.1.-Cabildo. del Obispo (Santa l\1aría), Sobreira (San Juan), Souto
(San Cristóbal), Souto Penedo (San Miguel), Tama-
El partido judicial de Orense es de término: com- llancos (Santa 11aría), Tibianes (San Bernardo), Toca
prende los ayuntamientos de A.moeiro, Caoedo, Coles, (Santa 1faría), 'l'oubes (Santiago), Trasalba (San Pe-
Nogueira de Ramuin, Orense, Pereiro de Aguiar, Pe- dro), Treos (Sao Pedro), Ucelle (Rauta l\1aría), Untes
roja, Toen, Valenzana, Villamarin y Viñas, con las (San Estéban), Valenzana (Sao Bernabé), Villamarin
siguientes feligresías: (Scintiago), Vilar (Santa Eulalia), Villarino (Santa
A.bruciños (San Juan), Alban (San Payo), Alban Cristina), Villarru bia (San 1\fartin), Viñas (San Ci-
(Santa i\iarina), Alongos (San i\lartin), ..--\..moiro (San- prian), Viñoas (Santa l\Iaría).
ta María), Armariz (San Cristóbal), Arn1ental (San En la c1 udad de Orense hay además las parroquias
Salvador), Armental (San C'iprian), Arab,tldo (Santa de Santa Eufemia del l\lonte, Santa Eufemia del Cen-
Cruz), Barbadanes (San Juan), Birra (Santa 11aría), tro, Santa Trinidad de Arriba y Santísima Trinidad
Bcacan (8aota 1\Ia•ía), Beiro (Santa Eulalia), Belle de Abajo.
(Santa 11arta), Boi,norto· (Santa Eulalia), Boveda (San Se halla este partido al NE. de la provincia y
Payo), Cal be lle (San 1Iiguel), Ca hlas (Santiago), Cam- le cruia el l\Iiño; los vientos mas saludables son del
beo (San Estéban}, Ca1npo (San 1\Iiguel), Qampos (San N. y E., siendo lo contrario los del S. y SE. El cli-
Roman), Canedo (San 1Iigucl), Car1ace1o (Santiago), ma es templado, húmedo, mas frio que hácia la
Cebollino (Buen Jesús), Celaguaotes (San J ulian), costa, y mas cálido tambien: la antigua mala fama
Ccrreda (Santiago), Cerrcda (Santa Eulalia), Cobos de insalubridad, no tiene hoy fundamento, pues ape-
(San Ci priaoJ, Coles (San Juan), Con coces (San 11ar- nas se padecen las tercianas con mas frecuencia
tin), Cudeiro(San Pedro), Faramontaos (Sautal\Iaría), que en el resto de Galicia. Al N. está la provincia de
Frea (Santa ;\laría), Fuco tcfría (Santa 1iaría), Gar- Lugo, al E. el partido de Allariz, Celanova, al N., y
gantas (Santa Comba), Gcstosa (Santa ;\laría), Graics al O. el Señorin y Rivadavia.
(San Vicente), GuE>ral (San ofartin), Gusteí (Santiago), El terreno es en lo general escelentf', sobre todo en
Lame la (San ta 1Iaría), Leo u (Santa Eulalia), Loiro los llanos y veg lS de las cercanías del 11iño. Ko son
(San l\1artin), Loi'ia do 1Ioute (San Sa!vador), 1\Ielias los varios cerros y montes que cruzan este partido
(Sao :tYfiguel), l\1onte (Santa ~larina), 11oreiras (San comparables en cstension ni altura con los de lo inte-
Juan), l\lorcira (Santa l\farioa), !-[oreiras (Santa ~1ar- rior y SO. de la provincia; con todo, no dejan de
ta), Moure (San Juan), 1fugares (Santa l\faría), Naves tener importancia los montes de Atalaya, Cauda, Ca-
(Santa Comba), Noalla (San Salvador), Nogue1ra de liñeiras, ~Ionte-Aleg·rc y la cumbre de Santa Ladaiña,
Ramuiu (San l\1artin), Orbau (Santa l\farioa), Palmé'! cubiertos de robles, pinos, castañns, matas, arbustos y
(8an Manuel) Parada (Santiago), Pazos (San Clodio), escelentcs praderías.
Peroja (San :Eusebio), Piñon (San Lorenzo), Prijiguei- En las tierras mas bajas a bu u dan los frutales, el
• . ~
16 CRONICA GE!'.ERAL ~E E~PA~A.
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viñedo, cereales y hortalizas, as( corno las aguas mi- y de corta extensioo, si bien limpias y aseadas la ma-
nerales y termales, con especial , orilla del !\'liño y yor parte: el caserío es bueno.
Loña, mereciendo particular rnencioo las <le Santiago El Sr. D. Santiago Saenz edificó ásus expensas un
de Caldas, ~leude y Burgas de Orense. buen teatro en la calle de la, Paz. La Plaza Mayor es
El rio l\liño que cruza este partido de N. á SO., cuadrada, y sus portales embaldosados sirven de paseo
y viene, como ya sabemos, de la provincia de Lugo, en dias de lluvia. Aquí está la casa de Ayuntamiento,
recibe tres leguas y media antes de Orense, en cuya fachada principal tiene dos cuerpos, balcones
el punto llamado de los Peares, las aguas del Sil. El de hierro, y la lápida de la Coostitucioo; sobre la puerta
río Bu bal viene de la l\1arti ñá á desaguar <'n el 11 iiío, y principal está t n escudo de arn1as, dr piedra, habien-
asimismo el B 1rbantiño, que naci l.o en los montes <le do otro en la fachada que viene á la calle de la Barre-
Orban, desagua dos leguas mas abajo de Orense, des- ra. F.o lo interior estáu el archivo, sala de sesio-
pues de pasar por bajo de varios puentes; uno en So- nes, oratorio, y demás dope n<lencias necesarias: tam -
breira, otro en l\1antlrás, camioo de Orense á Santia- bien hay veintiuna copias do cuadros drl Real Museo
go; el de San Fiz, camino <le ~lande; uno ele madera, de :l\Iaclrid y el retrato del Ernmo. Sr. D. Pe lro Que-
en Arrabaldo y Barbaotes, y el de Barbantiño, camino vedo y Quintana, con la vista de su sepulcro.
de Vigo, que es de piedra de sillería con dos buenos La cárcel es nueva y fné costeada por la provincia:
arcos, sólidamente construidos, y murallones para hay un cláustro para que se paseen los presos, y una
:salvar la cañada que cruza. galería descubierta en la parte superior del edificio.
Tambien desaguan en el l\fiño el río Barra, con barca El 1natadero tiene la notabílisi roa ventaja de recibir,
eu la feligresía de Sel va, dos leguas mas arriba ele por dos C:lños, agua de las Burgas, lo cual contribuye
Orense, y un puentecillo en la feligresía de la Barra; en tal extremo al aseo, q ne no se nota el mas pequeño
el Loüa con su puente de piedra de un arco en Pereiro olor, propio de semejantes lugares.
de Aguiar y otro en el camino de 1\1elias, poco antes de Para la escuela deprimeras letras hay un fondo en
su desagüe en el l\liño; el Bar baña q ne pasa por debajo el ayuntamiento de 4,000 rs., así co1no otro de 6,000
del puente Codesal; el Uanedo ó rio de la Fraga, cou que paga la provincia para la escuela normal. En
su puente en Ceballos, camino de Santiago, y otro 1845 se estableció en el aotig·uo colegio ele los jesuitas
en el de Orense á Vigo, ambos de un arco y muy al Instituto de segunda enseñanza. El rdificio es có-
buenos. modo y á propósito para semejante empleo. Al patio
P,nduce este partido, trigo, maíz, centeno, ce bada, dan cuatro buenas cátedras, y por una hermosa escalera
castañas, patatas, legumbres, hortalizas, hno, cáñamo, de columnas se sube á las clases superiores: en el prin -
frutas, vino, ganado vacuno, mular, caballar, de cerda, cipal está la biblioteca, en la cual abundan, sobre todo,
lanar y cabrio; h:iy caza de liebres, conejos, perdices y libros que tratan de materias eclesiásticas, recogidos
chochas; la pesca es escelente, de truchas, lampreas y de todos los conventos de la provincia. Tambien está
anguilas. Para la industria y comercio puede verse lo la cátedra de q uf mica, física é historia natural, con
que hemos dicho al hablar de la provincia en general. dos gabinetes para los instrumentos necesarios .
De Orense distan, A.moeiro, tres leguas; Canedo, }<~n el piso segundo está el Museo, en el cual me-
una; Coles, uoa y media; Nogueira de Ramuin, tres; receu especial atencion los cuadro:i de la familia de
Pereiro de A.guiar, tres cuartos; Peroja, do3 y cuarto; San Rosendo, traidos del l\,fonasterio de Celanova. En
Toen, una y media; Valeozaoa, media; Viñas, dos el Instituto hay dos profesores de latín y canto llano,
cuartos; Villamarin, tres; la Coruña, ve1ntitres leguas, y uno para las respectivas cátedras de geografía, his-
y l\1atlrid setenta y nueve. toria, religion y moral, retórica y poética, matemáti-
El ayuntamiento de Orense tiene además de las cas, lógica, física y química, historia natural y francés;
cuatro parroquias de la ciudad, la feligresía de Santa hay además un bibliotecario, un auxiliar, un con-
Marta de Belle, Buen Jesús de Ceboll1uo, Santa Mari- serje y dos porteros. Sirven de arbitrios para el man -
na de 1loute, Santa María de Reze y San Verís1mo de tenimiento del Instituto ciertos derechos sobre la ven-
Sejalbo: es la poblacion de 1,000 vecinos y 6,872 ta de ganados y las matrículas de los discípulos. Tam-
almas. bien en el referido edificio está el seminario conciliar •
La ciutlad de Orense está á los 82º 21' de latitud de San Fernando.
Norte, y á los 11 ° 40' de longjtüd del meridiano de la Casi en el centro de Orense está la catedral, cuya
isla de Leon. Su asiento es en la vertiente occidental fundacion se atribuye á Carriarico. El altar mayor de
de l\,1onte-A.legre á la izquierda del l\,ltño: cierran la la actual. dedicado á San l\'1artin de Tours, se consa-
carnpiúa varias montaiías, entre las que sobresale la gró en 1194. La antigua catedral estuvo dedicada ála
de Santa Lada1üa. Los vientos mas frecuentes son el Santísima Vírgen y es hoy, segun parece, Santa Ma-
Sur y Sud-Oeste, á lo cual, así como al gran calor del ría la i'.lladre ( e l\,1atrix antigua).
verano y abunelaute humedad de todo tiempo se ha Por los años de 1219, se cree fué eleg·ido obispo de
dado exagerada importancia para acrecer la mala fa- Orense el sábio Lorenzo, á quien so coetáneo D. Lúcas
ma de Orense en cuanto á salubridad, la cual, ó bien de Toy llama Regla de Derecho. Desde entonces
no tiene fundamento, ó las anteriores uoci vas influen- hasta 1248, en que falleció D. Lorenzo, se renovó y
cias hao perdido gran parte de su rnalsano poder. engrandeció la autiqafsima catedral. Ya hornos dicho
Los cuatro cuarteles de los Cueros, Barrio-Nuevo, que la antigua estaba dedicada á la Vírgen, pero en
Herrería •v Plaza de la Cou~titucion tiPnen mas de 780 550 se edificó otra al lado con la ad vocacion de San
casas, una plaza, siete plazuelas y 39 calles, estrechas l\,1artin Turoncnse.
PR.O\'JXCIA DE ORENSE. 17

San Gregorio refiere un milagro acaecido, segun por entonC('S los chistes de costumbre, se puso á cla-
toda probabilidad, en esta catedral. Rabia en el átrio, mar y suplicar le librasen del tremendo mal que le
en tiempos del rey l\1iro, á las puertas de la iglesia, amenazaba.
un espeso cm parrado que ferina ba hermosísin1a gale- Grande fué el enojo del rey, al salir y ver la irreve-
ría por donde habian de pasar cuantos entraban. TP.- rencia del bufen, á quien en ac1 uel propio instante
nia prohibido el rey tocar á. las uvas, no se ofen- matara, á no interceder por su vida cuantos estaban
diera San Martin, quien era dueüo de cuanto había presentes. \'olviósc el rey á la iglesia, y, templado el
en el átrio. enojo, s~ postró ante el Santo, rog(1ndole con lágrimas
Un siervo, bufen del rey, movido de la propia in- en los OJOsque perdonara al bufon su siervo. Refiérese
quietud y natural desasosieg·o de su carácter, dijo que el bufon fué hallando ali, io á medida que el rey
para sí: ?v1iro rezaba, de manrra que cuando este vol,ió á su
«No sé de quien son los racimos, pero sé que tengo palacio, le seguia el bufen del todo sano.
gana de comerlos.>i A ningun otro templo se refiere este suceso sino al
Y al punto alargó la mano á un racimo. En mal nuestro, el cual fué edificado, segun ya hemos dicho,
hora lo hizo, pues la mano empezó á secársele con in- por Carriarico, por haber log-rado la salud de su hijo.
decibles dolores: demás es decir que el bufon, dejando Aquí empezó tambien la conversion de los suevos, aquí

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Parror¡uia de la Trinidad, en Orense.

predicó San l\Iartin, despues Dumiense y Bracarense, 6 aminora por lo menos en gran parte el grandioso
y en esta ciudad tambien se detenían á menudo los efecto de nuestros mejores edificios de la Edad media.
reyes suevos, que no siempre moraban en Braga. Rodea el coro una gran verja, y dentro hay sillería
Epoca seña1ada para la arquitectura religiosa de alta y baja de nogal, adornada de labores y efigies;

España fué la del obispo auriense Lorenzo. De aque- sobre el coro están los órganos y una balaustrada para
llos tiempos, que son tambien los de San Fernando, los mismos.
viene la fundacion de la catedral de Toledo, por D. Ro- Hay al lado de la Epístola un altar con su caja de
drigo; de la de Búrgos, por el inglés D. 1Iauricio; de plata, donde está el cuerpo de Santa Eufemia, la santa
la de Osma, Astorga y otras muchas. ._ patrona, cuyo cuerpo descubrió cu los confines de Por-
Las fachadas de nuestra catedral son irregulares: tugal una pastora, la cual, habiéndola querido robar
en lo interior tiene 147 piés de una puerta á otra del una sortija, se quetló n1uda y sin recobrar el habla,
crucero; desde la puerta. llamada del Paraiso al altar hasta que devolvió el anillo al tle<lo de la Santa: puetle
mayor, 249 piés; desde el cual ó sea rl trascoro de San perfectamente traducirse Eufemia por ida que habla
l\fartin á la pared de la capilla de la Concepcion, hay bien.»
33 piés; desde el suelo á la cúpula 98 piés; á la bóveda En el altar del Evangelio están los cuerpos de San
de la nave de en medio 153; esta tiene de ancho, sin I<'acundo y San Primitivo; inmediato está el magnífico
las columnas, 26 piés; el átrio de la portada principal, sepulcro costeado por el ilustre g·allego Sr. D. 1Ianuel
96; el ancho de esta 7112; el relój, que está en una de Fernandez ""\' arela, comisario de Cruzada, para el
las torres, tiene cuerda para ocho dias. cuerpo del Excmo. Sr. D. Pedro Quevedo y Quintana,
El coro, lo mismo que en las demás catedrales de que fué construido en Roma por el escultor español
España, está en medio de la catedral, lo cual destruye D. Antonio Solá.
ORENSE. s
18 CRÓNIC.\ GENERAL DE ESPAÑA.

Grande y antiqu1sin1a es la devocion que los orcn- sentacion eclesiástica. Es lástima no se halle este edi_
sa1,os profesan al Sautísi1no Cri.sto Crucificado, cuya ficio conveniente y artística1nento descrito, pues su
hermosa capilla e!< patronato del conde de Taboada. aspecto exterior y las dos torres circulares de la entra-
Fué traida la sagrada imágen de Finisterre por el obis- da demuestran la importancia históriC;\ y artística de
po D. "\'asco PerC'Z 1Iar1ño, quien gobernó la diócesis la iglesia de la 'frioiclad.. De ella depende una capilla
de 1330 á 1343 y cuyo sepulcro cst.í. en el crucero, dedicada á San Cosme y San Damian, es patronato del
frente al altar mayor de la referida capilla, la que, tal ayuntamiento y la fund.ó un cirujano llan1ado .Juan de
con10 está hoy, fué construida á expensas del señor don Lares.
Francisco Tricio. La de San Juan Bautista fué recons- La mayor parte de los caminos que conducen á
truida en 1469 por el conde de Bona vente, en desagra- Orense son por extremo agradables y pintorescos. Los
vio de lll. irreverencia y profanacion que padeció la ca- alimentos son exquisitos, desde los excelentes jamo-
tedral durante las guerras feudales entre la casa de nes de Caldelas hasta las sabrosas tt·uch as de gran parte
aquel señor y la de Lrmos. de sus rios. Ei aficionado á la pcsc:.i. de estas, puede
La portada, que llan1an el Paraíso, merece espe- asentar sus rQales en la ciudad de O reuse, donde tiene
cialísima n1euciou y mas detenido estudio del que llas- á mano en la vecind.ad los rios Avia, Arenteiro, la par-
ta ahora la llan consagrado. te superior del J.\,Iiño, y mas allá el Ril, el Cave, el Na.-
Componen el cabildo, además del señor obispo, diez vea, el A.rnoya y el Limia. Ya he1nos hablado dal céle-
dig-nidades, que por el órden de presidencia, son el bre Tostado, uuo de los mejores vinos que se conocen.
dl an, chantre, arcediano de Castela, Limia, Varonceli La i1nportancia mas señalada de esta ciudad viene
y dC' Bubal (esta dignidad se reserva al Pontífice), maes- del ticn1po de los soevos, cuando estos abjuraron e¡
tre-escuela, abad de la Santísima Trinidad y arcedia- arrianismo, coa cuya época hemos ya dicho · coincide
no de Orense; tambien tiene silla de dignidad por arce- la fundaciou y orígPn do la catedral, aun hoy dedica-
diano de Celanova el abad de este monasterio. Hay da á San 1Iartin, por me1noria de la devocion y agra-
ocho canónigos cardenales ó presbíteros; quince dia- decimiento del rey suevo Carriarico.
conales, de ellos cuatro de oficio; esto es, magistral, Hoy que ya va1nos cumpren,liendo los españoles
doctoral, lector~! y penitenciario; y la dignidad ele te- que hay algo mas noble y honrado que ocuparse en
sorero que tiene canongía perpétoamente, cuida.y des- política de la tristt, n1anera que rstamos acostumbra-
empeña ambos cargos de dignidad y canónigo. dos á ver desde la niñez; hoy que los jóvenes se dedi-
can, llenos de generoso entusiasmo, al conocimiento
de la naturaleza, no menos que de las artes de nues-
Cr\PlTULO ll. tros padres, hoypocle1no,; señalar la provincia de Oren-
Iglesi as y conventos.- Ho3pitnl.- \lre.ledore,- y caminos.- A limen•
se por una ele las i1nportantes y dignas de llamar la
tos.-.\uti:,:ua importancia <le Oreuse.-Ln~ Burga.'!.- El Puente. atencion y el estudio, así por sus deleitosos campos
como por los nobles 1nonu1nentos y grandiosos recuer-
La iglesia de Santa 1Iaría la :!\ladre, de que ya he- dos de que por todas partes se ve llena.
mos hecho mencioo, quizás sea la que en tieru pos de Solo nos q ucdan las célebres Burgas, las cuales
la reconquista por el rey de Leon D. Alonso el Jfag- conservan la mis1na abunclanci·.i. y alta temperatura
no, habia al lado de la casa episcopal con la ad vocacion que en la remota antig·Uedad tenian. Las aguas son
de la "\' írg·en 1Iaría, Sao Juan Bautista y San Martín, del todo diáfanas y sin color ni olor alguno, apenas se
en cuyo caso e xistia ya una iglesia por los años de recogen en uo vaso; si bien en el propio manantial se
890. Desgraciadamente fu6 restaurada en 1721, época advierte alg·on olor, debido á la evaporacion de ciertas
en ver<l.arl funesta en España para las artes. emanaciones y parte de gas ácido c<1rb6nico, el sabor
Además de la iglesia de Santa Eufemia del Centro, es como de agua caliente y no desagrada cuando fria;
y Sao ta Eufemia del Korte, hay la del coa veo to de el temple constante es de 5-! 2[9 g-rados de Reaumur.
Sao Francisco al E. de la ciudad, la cual tiene dos No :3e ad vierte en estas aguas otra composicion, si-
cláustros cuadrados, y en uno de ellos uo pozo de no un poco de carbonato do sosa y gas ácido carbó-
abundantes aguas; al lado de la iglesia que tiene una nico, con lo cual y el aire atmosférico se forma.u bur-
bella imágeo de la Coocepcion y está abierta al culto bujas. Ciertas verduras cocidas en estas aguas, toman
por órden de 30 ele marzo de 1838, hay otra pequeña un color debid.o á la sosa. 1-Iuchos se retraen de be-
iglesia de los hermanos de la Orden Tercera. El con- berlas cuando f1·ias, por la e1·rónea creencia de que
vento sirve de cuartel, y pueden acomodarse <los ba- pueden tener azufre. Los tres manantiales se lla-
tallones. man Burg·a de A.rriba., Burga de ,-\.bajo y Surtidero.
El convento de Santo Domingo está ocupado por Los primeros raudales llenan cada unri de ellos, una
oficinas del Gobit!roo. El hospital de Sau Roque para olla d.e 36 cuartillos en ocho ó diez segundos. La Bur-
enfermos pobres, está bajo la dircccioo de un canónigo ga de Abajo sirve, en un estanque de 120 varas cua-
y es ele patronato del obispo. El actual cementerio, en dradas, ele hi.vadero á la poblacion. En el pilon del
la parte alta de la poblacion y junto al convento de Surtidero, se despluman las aves, se pelan manos, la-
San Francisco, se halla bien dispuesto y ven ti lado. van tripas, etc., con increible prontitud.
De iutento hemos dejado para lo último el tratar de Grande es el ahorro de coro bus ti ble que traen á
la iglesia de la Santísima Trinidad. Es parroquia divi- Orense las Bu1·gas, cuyas aguas sirven para cocer
dida en dos partidos, llamados de 1\rriba y ele Abajo, manjares, tomar baños en las casas, fr¡•gar, hacer la
servidos por sus respectivos curas de entraJa y pre- colada y demás empleos domésticos.

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OBlSPO DE ORENSE .



PRO'flNCIA DE OREKSE. 19

Siendo tan amrna la campiña de Orense-, á uadic Ramil (San lliiguel), Rebordechao (Santa :l\laría), R<'-
sorprenderá que haya por todas partrs deleitosos pa- quejo (~anta l\faría), Riheira (~an Pedro), Rioboó (San-
seos, habiendo aden1ás la hermosa alameda de Posió. ta ,raría), Roc1s (~an Pedro~, ~au Tirso \Santa ~faría).
Con razon repiten los vecinos de Orense el siguien- Reiro (San Salvador), Seoanr (San Juan_), S1abal (San
te cantar: Lorenzo), Rohradrlo (San Roman), Solveira de Brl-
monte (San Salvador, 8otoma:vor (~antiao-o) 7aboa-
• l:> '
<1Tres cosas hay en Orense dela (,~an Jfi{luel), Tioira (Santa ~faría), Torán (Santa
Que no las hay en España; :tl-Iaría), Torneiros (San :tl-ligucl ), Touza (San .Jorge),
El Santo Cristo, la Puente-, Urrós (Santa Eulalia), Urrós (Kan :tl-lanuf'l), Vide (San
1· la Burga hirviendo el :1g·ua.>, Juan), Villanucva (Santa 11aría), T'illar de Ba.1·rio
({:Jan Féli:c ), \'illar de Canes (San .Juan), \'illar dr Or-
Vamos, pues, á. bablar del famoso puente, el cual delles (Santa :tl-1aría), Zorelle (~antiag-o).
cruza el :ti-liño á. unos quinientos pasos al N. de la ciu- Hay cuatro villas: Allariz, Raños de 11olgas, Jun-
dad. Puede decirse que hay dos puentes: el principal quera de Arnbia. y ).f-1cPda dr Li1nia.
tiene 1,319 piés de largo y 18 de ancho, con siete ar- Es el clima de cf'te partido, rl cual se baila al
cos, de los cuales tiene el del medio 156 de claro de Sudoeste de la capital de la. provincia, tcn1plado y
pilará pilar, y desde la clave al fondo 133. El otro sano, el terreno es montuoso, y entre varias colioas
puente 6 parte mas inmediata á Orense tiene tres ar- se muestran los valles de la RaLeda y Allariz y \' ega
cos mucho mas pequeños. de :l\faceda. Corre por el N. hasta el Sil, la importante
No bá muchos años, había una torre con el escudo sierra de San 1famed, hallándose por este partido las
do armas de España y el de la casa de Lemos. Se ig- mas altas cumbrrs de la provincia, siendo estas y las
nora quién edificó primero este puente. Pudo muy mas inferiores, sobre todo, escasas de arbolado. Entre
bien Trajano ú otro emperador construir aquí uno, los montes <le Penamá y Santa ?,larina, está el ame-
el cual fué reedificado en la Edad media, como el nísi1no valle de Allariz, lleno do lug;ires y aldehuelas
puente Cesures y otros. 1<:ste le reedificó en 1230 el en medio de espesos árboles y hermosas praderías. No
obispo Lorenzo y le reparó en 1449 el obispo D. Pe- se descubre por aquellos escuetos montes rastro algu-
dro Sil va. no de n1inrral, ni mas cantería que pizarras y gra-
nito .
..\.hundan las aguas, si bien no tan utilizadas para
O.c\.PÍ'fULO III.
el riego como fuera de desear. El rio Arno_ya, cuya
PartiJo judicial de Allariz.-Climn, terreno y aguas.-Pro1ucto~, co- corriente dura unas nueve leguas, mueve gran núme-
mercio.-La villa ,\e Allnriz.-Pnrti lo j ulicial ,le D:\U l.i.-lnscrip- ro de aceúas y fertiliza muchos y excelentes prados, en
ciooes y restos romaoos.
donde se cría muy buen ganado vacuno, riqueza prin-
PARTIDO JUDICIAL DE ALL.\.RIZ. cipal de esta com,1rca, así como ele la mayor parte de
Galicia.. No hemos de concluir con el •.\.rnova •
sin dar
El partido judicial de Allariz es de entrada, y com- cuenta de las pesqueras que hay en él, llamadas caiií- •
prende los nueve ª?untamientos siguientes: Allariz zos, en las cual-~s se cojeo truchas, anguilas y lam-
Baños de :l\Iolgas, Esgos, Junquera de .~mbia, J un- preas. Baüan este par ti do, además del río del Castro ó
quera de Espadañedo, ll1aceda, Paderne, Taboada y de ''illar de Cás, otros muchos arroyos que, desde las
Villar de Barrio, los cuales incluidos con las feligre- empinarlas sierras en donde muchos nacen, van al
sías son estos: cabo á parar al 11iño.
Abelenda (San 'Vicente), Aguas Santas (Santa ~la.- Entre las muchas fuentes del término deben citar-
ría), Alfoz de Allariz (San Torcuato), .-\..ln10itP (S:tuta se en especial los tres manantiales de los baños de
:l\1aría), San Pedro, San Estéban y Santia!JO do Alla- :l\l0lgas, riberas del Arnoya; son estos baños excelentes
1·iz, Am bia (San Estébau ), Armariz (San Salvador), v ele ntiliclad reconocida contra los reu1nas c-rónicos.

Armud (Santa l\'1aría), Arador (Santa l\Jaría), BaíFos de l~I terreno, tan á propósito para pra1los artificiales,
J,folgas I San Salvador), Betán (San :l\Iartin), Bobarlela y rico de aguas, se halla en tan lamentable atra-
(Santa :l\Iarina), Boveda (Santa !liaría\, Cantoí1a (San so, que presenta vegas 1nny fértiles, casi incultas, co-
:l\'lanuel), Coedo (Santiago), Costa (Santiago), Coucei_-- n10 la de }.íaccda. La carretera d.c l\1adrid á. Orense,
ro (San Vicente), Escuadro (Santa Eulalia), Esgos pasa á Allariz, en doncle 11'.l.y buenas posadas, yendo
Santa Eulalia), Esgos (Santa l\1aría), Espií1eiros (San por Taboadela, Vent·\s de Calbos y de Sejalbo á Oren-
Veresirno), Figueirerlo (San Pedro), Fígueiroa (San- se. Hay otros muchos caminos de herradura frecuen-
ta Julia), Folgoso (8antiago), Golpell;is (Santa Eula- tados por arrieros.
lia), Graña (Santiago), J1tnquera de Anibia (Sr,,nta Produce el término centeno, patatas, maíz, trigo,
11JarfaJ. .J1u1quera de Espada1íedo (,'3anta 1llarla), La- cebada, lino, vino, castañas, hortaliza, heno y pastos:
mamá (San Ciprian), J,faceda de Li11iia :San Pedro), el centeno excede al consumo. 8<' cria ganado vacuno,
l\1C'ans (San Pedro), l\Iezquita (San Victorio), l\,lourico lanar y de cerda; en la sierra de San )Iarned se ven al-
(San :::'!alvador), Niño da Guia (Santa :l\Iaría), Paderne go nos osos, ciervos y rebezos, y abundan cu esta, así
(San Ciprianl, Padrenda (San l\Iiguel), Pazo (San como en la montaña de Rocas, Jobos, liebres, conejos
Martín), Pesqueiras (San :tl-fartin), Piñeiros (San Sal- y perdices.
vador), Pr;ido (Santa Cruz), Puente-Ambia (Santa Además de la agricultura, en la cual se emplean la
l\Iaría), Queiroanes (San ,rerfsin10, Raboda (Santiago), mayor parto ele los habitantes, hay ,arios 1nolinos ha-

"

CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

rineros, telares de lienzo, en que se ocupan mujeres, 1 de Santa Clara, do religiosas franciscas ; es de pie-
fábrica de loza ordinaria, y carboneo. En la falda de la dra labrada y todo ella do her mosa construccion . La
sierra de San !lfamed, término municipal de Esgos, fuodacion de este convento se puede ver por la siguien -
se emplean en fabricar cordeles y en la venta de ga- te inscripcion, puesta encima del arco do una fuente
nado caballar y mular. Tambien el cebo de la ilícita labrada en el frente NE., bajo las armas de España,
ganancia mueve á muchos á emplearse en el contra- con dos águilas y una corona, que dice así:
bando.
Re,iúcese el comercio á la exportacion de productos ES DE PATRONAZGO REAL
de las fábricas de curtidos, y al movimiento mercantil FUNDÓLO LA REINA DOÑA VIOLA'ITE Y SU HlJO EL REY
de la feria de Allariz y !\!aceda, aquella el primero del DON SANCHO, EN LA ERA MCCCXXIV.
mes, y esta el 20, á no ser dia festivo ú media fies-
ta, pues entonces se trasladan al primero que no lo Créese que la primera abadesa fué doña Sancha,
sea. Son distintos los pesos y medidas de los demás hija ó hermana del rey, habiendo en el coro bajo y aun
que se usan en Galicia. La instruccion se halla en re- en el cláustro, lápidas sepulcrales con letreros ya ber -
gular estado. rados ó ilegibles.
Allari.::.-La villa de A.llariz (Araduca), dista tres En el campo de la Mina al E. N. E ,, y á cien pasos
leguas de Orense y 26 de la Coruña: está asentada en de la iglesia de San Estéban, lugar en donde se en-
el centro de una cuenca y á la falda de los montes de terraban los judíos, que los hubo en Allariz, hasta su
Pt>namá y San Marcos. Su temple es sobremanera be- general expulsion de España, se han hallado lápidas
nigno en invierno y en verano, siendo en este la tem- sepulcrales con caractéres hebreos. Tambien parecie-
peratura por término medio de 19°, y en aquel de 6°. ron varias sepulturas todas de piedra en for ma de silla
Tiene A.llaríz, sin contar las cuarenta y tantas de en donde ponian los cadáveres sentados y con algu-
los barrios de Couto y Sucastelo, unas cuatrocientas nas alhajas de plata y oro. Tal es la noticia que se da
casas, con diez y seis calles y dos plazas. Hay algu- sobre estas sepulturas, si bien su forma y modo de en-
nas casas modernas y de vistosas fachadas. La del terrar los cadávere3 no concuerdan con el orígen q ue
ayuntamiento es grande, pero mal distribuida. La es- se les atribuyo.
cuela es una sala de 721 varas cuadradas, y el maes- A. media legua de •.\.llariz está la aldea de San Sal-
tro tiene 3,750 rs. Hoy solo queda la casa del antiguo vador, en donde hay una capilla de extraordinaria an-
colegio í'!n que se enseñaba gramática y filosofía. Tam- tigüedad.
b1eo del antiguo pósito queda la casa llamada la Pa- Fué la villa de señorío particular del marqués de
nera. •
l\falpica, y quizá la plaza mejor fortific1da de Galicia,
La iglesia parroquial de Santiago es, segun dicen, habiendo sido su último gobernador l\l r. Lecaille.
de tan antigua fundacion como la villa; tiene 2'7 varas Aquí nació el P. 1f. Fr. Felipe Gándara, cuya ilus-
de largo, 111¡2de ancho y 11 de alto; en la torre es- tre casa, no menos que la de los Soto-Almiranos,
tá el relój de la villa. Con ti gua á la parroquia está la Amoeiros y otros, aun subsisten en Allariz.
iglesia de San Lorenzo, edificada en 1691. Gándara, fundándose en una iuscripcion hallada
La iglesia parroquial de Sao Estéban es tambien en 1663, supuso que aquí babia sido enterrado Witiza.
muy antigua, y entre sus alhajas se conserva ona pa- l\Iayor gloria es para Allariz que en ella se criase
tena y cáliz de antiquísima y rara forma. Tiene esta el ilustre Feijoó, el cual, si bien nacido en l\felias, á
parroquia dos ermitas, la de Santa Eulalia, fundada
,. villa vino desdo niño á vivir con sus hermanos y
esta
en el siglo x1v y la de Vilaboa, dedicada áSaotaBár- demás parientes.
bara, del siglo xvu.
Inmediata está la iglesia de la Asuncion, que cos- PARTIDO JUDIClA.L DE BANDE.
tó 13,000 ducados: la fundó en 1616 el vecino de la vi-
lla, Gaspar Lopez Salgado, estableciendo al propio Este partido es de entrada y tiene en seis ayunta-
tiempo, segun ya hemos indicado mas arriba, la ense- mientos las feligresías siguientes:
ñanza de gramática y filosofía. Albos (San Mamerl), Araujo (San Payo), Araujo
La otra iglesia parroquial de Sao Pedro se hizo en (San l\fartio), Baode (San Pedro), Bangueses (San Mi-
1773. El cementerio es acaso el mas suntuoso y me- guel), Baños (San Juan), Bargeles (Santa María), Ben-
jor de la provincia. La casa-hospital de peregrinos es ceas (Santo Tomás), Ca.dones (Santiago), Calbos (San-
propiedad del marqués de l\1alpica. Tambien tiene es- tiago), Carpazós (Sao Isidro), Cejo (Santa l\faría), Cejo
te, ó mas bien tenia en el iomediato cerro, un casti- (San Adrian), Cela (Santa l\faría), Comba (San T or-
llo, del cual solo quedan hoy dos portadas por muestra l cuato), Corbelle (Santa María), Oouso (Santiago),
de lo que era la antigua mansion señorial: las mura- Crespos (San Juan), Desteriz (San !lf iguel), Domés
llas se han con vertido on casas. (San Martin), Entrimo (Santa María), Farnadeiros
El río Arnoya corre á corta distancia de Allariz; (Sao Pedro), Fraga (San Bartolomé), Garabclos (San
tiene aquí dos buenos puentes de piedra, así como un J uau), Germeade (San Miguel), Gontan (San Miguel),
hermoso paseo á sus orillas, que se llama el Arnado, Grou (Santa Cruz), Grou (Sa.n 11amed), Grou (San
y por el cual ha hecho la naturaleza harto mas que los Martin), Guin (Santiago), Hospital del Condado (Santa
hombres. l\fas allá de este paseo da la ermita de San María), lila (San Lorenzo), Lobera (San Gin és), Lobe-
Isidro su nombre al espacioso campo que la rodea. ra (San Vicente), Lobiós (San Miguel), l\f anin (San
En el gran campo de la Barrera está la capilla Salvador), Meaus de Salas (Sa nta E ulalia) , Monte-
PROVJNClA DE OREXSE . 21
longo (Santa Cristina), Monteredoodo (San Juan), En la feligresía ele Santa l\farfa de la Cela, ocho
Miuños (San Pedro), Nigueiroa (Santiago), Orille (San leguas de Orense, el rio Salas, que viene entre gran-
Pedro), Padrenela (San Ciprian), Parda del Monte des peñascos, forma una altísima catarata, saltando el
(Santa Eufemia), Parada de Ventosa (San Pedro), Pi- agua á un abismo, cuya vista cansa miedo y admi-
telos (Rauta l\faría), Porqueiros (Ran Andrés), Portela . ,. .
rac1on cL un tiempo. En estas cercanías se cree por
(Santa Eulalia), Prado (San Salvador), Req uias (San- tradicion, que hubo un monasterio del Cister.'
tiago), Ribero (San Félix), Rio Caldo (Santa Ma- En la feligresía de Santa Comba á siete leguas de
ría), Sanguñedo (San Salvador), Souto (Santa l\!aría), Orense é inmediaciones <le! Limia, merece rspecialfsi-

Torna (San Salvador), Torre (San Pedro), Verea (San- ma mencion la igl~sia parroquial que está bajo la ad-
tiago), Villar del Ribero (San Pedro). vocacion de Ran Torcuato; es templo dP los mas anti-
El clima es templado, desigual el terreno y vária guos de España, y de excelente fábrica; en él se con-
la temperatura, siendo única enfermedad endémica los serva el sepulcro de mármol en que estuvo el cuerpo
-
dolores reumáticos. Cruzan sierras el término en todas del santo titular, hasta que le llevaron al monasterio
direcciones, y entre ellas hay cañadas y valles bien de Cclanova.
cultivados. A cuatro leguas de Bande y diez de Orense, en la
Además de los infinitos arroyos y fuentes que abun- raya de Portugal, y rodeada de montes altísimoR, está
dan, entra el rio Limia en este partido por Puente- la feligresía de Santa 11aría de Rio Caldo, en la cual
Linares, y dentro de él recibe los rios de Salas y Rio- y orillas clel riachuelo del propio nombre, hay aguas
caldo. Con todo esto, tau numerosas corrientes se sulfurosas y se hallan restos de la vía romana de Bra-
aprovechan poco para el riego, en gran parte por es- ga á Astúrica y cuatro columnas miliarias arruinadas.
torbarlo el terreno.
Hay en la feligresía y lugar de Baños aguas ter-
males, excelentes para los dolores de reuma y para los CAPITULO IV.
atacados de hidrofobia. ¡Lástima que los baños, tan de
Partido judicial de Celanova.-ldem <le Oinzo de Liniia.
antiguo frecuentados, no ofrezcan la comodidad que
deberiaol De las antiguas termas y poblacion romana PARTIDO JUDICIAL DE CELA.NOVA..
se ha conservado la siguiente inscripcion:
Comprende los ayuntamientos de A.cebcdo, Bola,
1 Cartellc, Oelanova, Cortegada, Freas de Eirás, Gome-
l~P. CA.E
TRAIA.NO Avo sencle, l\,ferca, Puentedeva, Quintella de Le1rado, Vi-
PONT. l\fA.x llameá y Villanueva de las Infantas.
TR1B. PoT. x,r111. P. P. Las feligrrsfas son las sig·uientes:
A. BaACARA. Avo. M. P. XXXVIII Acebedo (Sao Jorge), Alcázar de l\filmanda, An-
fe6z (Ranta Eulalia), Amoroce (Santiago), Ansei:nil
Todo este territorio, al contrario de la parte mas (Santa ~1aría), Balongo (San ~fartin), Barja (Santo
septentrional de Galicia, fué generalmente considera- ' Tomé), Berredo (Santa Eulalia), Berredo (Sao ~ligue!),
do y tenido en grao cuenta por los romanos, segun ya Bobadela (Santa l\iaría) Cañoo, (San Lorenzo), Carte-
hemos indicado anteriormente. lle (Santa l\,faría), Casardeita (Santiago), Castromao
Los productos de este partido son: centeno, patatas, (Santa I\1aría), Corbillon (Santa l\Iarfa), Congil (Santa
nabos, legumbres, vino y frutas; abundan los pastos y irarfa), Entrambosrio~(Saota l\Iaría), Escudeiros (San
leña, y en algunos puntos el maiz. Juan), Espinoso (San l\figoel), Faramontaos (San Gi-
Es muy bueno el ganado vacuno, así como el de nes), Fechas (Santa María), Forjas (San Juan), Freas
cerda. Hay cabras monteses, ciervos, y á la par de de Eirás (Santa l\faría), Freijo (Santa Cristina), Fusta-
algunos osos, alnindan los lobos, liebres, conejos, cho- nes (Sao Lorenzo), Leirado (San Pedro), Leirado (San-
chas y perdices. Hay muchas y excelentes truchas y ta María), 1Ierca (Santa l\Iaría), l\iereos (San Ciprian),
anguilas, así como ya hemos dicho que en el I\I1ño se l\Iezqueta (San Pedro), l\filmanda (Santa Eufemia),
pescan sábalos, lampreas y exquisitos salmones. Morillones (San Pedro), l\fosteiro (San Pedro), 1fundil
Además de la agricultura, se emplean los natura- (Santa I\faría), Olás (Santa .rtlaría), Orga (San J.figuel),
les en muchos molinos harineros y telares para lien- Paizás (San 8alvador), Pao (Santa 11aría), Pardavedra
zos. Tambieu se fabrican sombreros y paños entrefi- , (~antiago), Parderrubias (Santa Eulalia), Penela(San-
nos. El comercio, además de los productos agrícolas que tiago), Penosiiíos (Sau A.ndrés), Penosiños (San Sal va-
se exportan, se reduce á la importacion ele bayetas, pa- dor), Pereira de ~lootes, Podentes (Santa .rtiaría),
ños, hierro, quincalla y bacalao. No hay ferias ni mer- Poulo (Ran Pedro), Proeote (San Andrés), Puentede,a
cados en este partido. La instruccion se halla en mal (San Verísimo), Rabal (San Salvador), Rabiño (San
estado. Benito), Refojos (Sao. Verísimo), Riomolinos (San Sal-
Sa1i Pedro de Bande.-Esta feligresía dista seis vador), Rubias (Santiago), Sabucedo (San Pedro), San-
leguas de Orense; rodéanla montes que no estorban la de (San Salvador), Seiscadas (San Juan), Sorga (San
buena ventilaciou. Sano es el clima ele los lugares de l\figuel), Sotomel (Santa Leocadia), Trado (San Pela-
Bande, Buxan, Devesa, Lueda, l\1artiñan, Pereira, yo), Veiga (San l\{unio), Veiga (San Payo), "\'illameá
Priorato, Recarey, San l\,figuel, Sarreaus, Seoaoe, (Santa 1faría), Villanueva (Sao Salvador), Villar de
Sordos y Villameá, los cuales tendrá.u unas quinientas Vacas (Santa María), Viv('rO (San Juan), y Zarracós
casas. (San Andrés).
'
CRONICA ~
GE1''ERAL DE ESPANA.

El tl<rmiuo es ele sucio degigual y n1ontañoso, fértil, restos del pasado esplendor del arte. El rey D. Alfonso
y de clima saludable; los frutos, industria y comercio el de las Navas, estando el cardenal Jacinto por lega-
sem<>ja.ntes en lo general ~ los del resto de la provincia. do apostólico, al dar principio á la Orden ele Rautiago,
En la cabeza del partido y en las feligresías de Oar- hallándose en este monasterio, puso el cuerpo de San
telle y '{illanucva hay ferias mensuales. Rudesindo en el estarlo en que le halló Ambrosio de
San TTerfsinio de Celano11a.-Esta villa, capital de l\,forales. Celestino llf confirmó la canonizacion de
partido judicial )' ayuntamiento de su nombre, tiene santo. Tambicn está el cuerpo de San Torcuato, el
administracion subalterna ele rentas; está asentada al cual quisieron robar ttnl'S portugueses, que cegados y
pié de unos montes que la rodean por el Oriente, Sur extraviados por una niebla, vol vir1·on á parar al con-
y Occ;idente, y se halla á tres leg·uas de Orense. Des- vento, sonando las campanas por ,;{ solas, y viéndose
de esta villa se descubre gran parte del amenísimo los portugorses obligados á. confesar su delito. Tam--
valle de su nombre, lleno de pueblecillos, y en derre- bien <'stá la S<>pultora de Ildunra, madre do San Ru-
dor los 1nontes ele San l\1acned, San Tirso y el l\Iedo ó desindo y de Adonsida, hermana.
monte de los l\1ilag-ros. Además de otrog srpulcros rlebc citarse el siguien-
Además de la hermosura de los can1pos, el clima te epitafio, que tambieo copia Morales :
es sobremanera benigno y saludable, siendo tantas
las personas que llegan á muy avanzada edad, que se En.-1. ~fCCCLXII.
encuentran varias de 100 años y mas. AQu1 PAZ FErJoo EscuDRIRO
La villa creció en derreuor del famoso monasterio BON FID.\LGO E VERDADElRO
de que luego hablaremos. De un lug·ar con tres Yeci- GRAN CAZADOR F. n10NTBTRO.
nos, que en los principios había, hoy habrá unas tres-
cientas casas. Estas no tenian, en otro tiempo, sino un El dia de San Roscnclo (l.º ele n1arzo), se celebra
piso, por no consentir otra cosa un derecho de foro en una féria llamada de las Jfarzas. Era est.a villa dr se-
que se fundaban los monges para no consentir que ñorío abadeng·o, lla1nándose el abad del monasterio
ninguna casa pasara de )¡¡s ventanas del convento. arcediano de Cela.nova, y sien do dig·nidad de la cate-
Hay cinco callrs 7l dos plazas; la del Crucero con dral de Orense con asiento en el coro de esta. Fundada
soportales á un lado, y la de la Constitucion ó 11ayor. la villa cuando el monasterio, llevó aquella el nombre
En est.1 se halla el convento, cuadrilongo, tle 3-12 de Celada, cl1cese, que por una celda que fundó San
piés de~- y S., y 150 de Oriente á Occidente. Fundó- Rosendo.
le, segun Yepes, San Rosendo (035), siendo obispo de
Dumio, si bien otros variao la fecha de fundacion (9i3). P.\RTIDO DE GINZO DE L1,11A.
Hay en el convento dos hermosos cláustros: el proce-
sional, con columnas cuadrarlas y redouclas, y bóvedas Este partido es de entrada y comprende además
de cantería; desde el centro, en donde hay una fuente del ayur.tamien to de su nombre, los de Baltar, Blancos,
con tres órdenrs de caños sobre otros tantos pilonrs, Calbos de Raudin, 1'1orciras, Porquera, Reiriz de 'Vei-
se puede couteniplar el bello aspecto de este cláus- ga, Sandianes, Sarrcaus, Trasmiras y Villar de San-
tro, así como el hermoso balconaje de hierro que resalta tos, y en ellos ias feligresías siguientes:
en el seg·undo cuerpo. Abades (San Payo), Ababides (San l\1artin), Abole-
Es el otro cláustro mas moderno y de sencilla ar- da (San Lorenzo), Aquis (San l\1artin), Baltar (Ran
quitectura, siendo aquí notable el balconaje que da Bartolomó), Boado (San Pedro), Booullosa (Rauta l\1a-
entrada á las habitaciJnes y se llama el Poleiro. ría), Bresmaos (San Bartolomé), Calbos de Randin
Con este monasterio, el mas rico y principal de Be- (Santiago), Castelaus (San l\fartin), Caudas (San Mar-
nitos que babia en Galicia, como le llama 11orales, tin), Cobas (Santiago), Cobelas (Santa llarfa), Codo-
así como tantos otros de Ci- -d icia, se ensañó el gusto, sedo (Rauta ~faría), Congostro (Ranta.~1a:ría), Cortega-
llamado bueno por sus partidarios, sin duda por lo da (San Juan), Couso (Rauta 1\1aría), Chamusiños
mucho bueno del arte verdaderamente cristiano que (Santa Eulalia), Damil (San Salvador), Escornabois
destruyó, para re<>mplazarlo con pesadas y vulga- (San 1\Iartin), Faramontaos (San Salvador), Feas (Sao
res construcciones greco -romanas. Cuanto Robre esto l\lig·ucl), Freijo (Rantiago), Ganade (San Bartolomé),
se diga será poco pal'a evitar C'l funesto y mortífero Garabelos (Santiago), Ginzo (Santa l\{aría), _Golpcllás
desden con que há siglos miran los pueblos del ifedio- (San Juan), Gudin (San l\ligucl), Guillamil (San An-
día de Europa ari u ellos cristianos y hermosos edificios drés), Guntimil (San .luan), Guntin (Santa 1Iaría),
de la Edad metlia con que sellaron sus padres una fé Lamas (Santa l\faría), Lar,;paza (Rauta 1\1aría), Laroa
religiosa y artística que los degenerados hijos no com- (San Pedro), La.roa (Santa :l\Iaría), Lobaccs (Santa l\1a-
prend<'n. ría), Lobás (San Vicente), Lodoselo (Rauta l\Iaría), l\lo-
En este punto de vista puedP decirse que cu los úl- reira (San Vicente), 1'forgade (Santo Tomé), l\,fo:iteiro
ti1nos s:glos anteriorr.s, y sobre to,lo en el X\'Jt y xYur, (Santa l\Iaria), Niñodaguia (;-jan Lorenzo), Nobás (San
l1an destruido ó desfigurado los hombres n1as edificios Nicolás), Nocedo (San Ciprian), Nocelo (Santa 1'1a-
dignos de eterna conservacion que los bárbaros cuan- ría), Ardes (Santa 1\1aría), Parada de Puteiro (Santa
do la drstruccion dc:l Imperio. 11as que la ignorancia l\,faría), Parada de Ribera (San Ral vador), Parad e la
sencilla y de buena fé, son temibles el error incorre- (San Juan), Paradiña (Santa l\1aría 1"Iagdalena), Pe-
gible y el 1nal gusto, que se tiene por bueno. jeiros (Santa 1faría), Pena (San Pedro), Perrelos (Rau-
De todas 1nancras, aun quedan en este n1onastcrio ta l\Iaría), Pifie ira ele A reos (Ran .T uan), Piiícira-Seca
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PROVINCIA DE ORE:'-.SE. 23

(Sao Andrés), Porquera (~ao l\fartin), Rairiz de Verga Santa 1llarfa de Gin::o de Liniia.-La villa ele San-
(San Juan), Rantlio (San Juan), Ribeira-Seca (San l\li- ta 1fa.rfa de Ginzo de Limia dista <le Orense cinco le-
gurl), Rioseco (Santa l\Iaría), Sal,1riz (Ran Petlro), Sa- guas, tiene unas doscientas casas, incluso el barrio de
bucedo (San Ral vatlor), Rancliaues (San Estébao), 8ar- Barouzas. Hay casa de Ayuntamiento, cárcel y las
reaus (Ran Salvador), Heoane (~an Juan), Sobrega- di versas tientlas necesarias para el consumo, no solo
nade (Ran l\1amed), Solveira (Ran Pedro), Tejones de la , illa sino del partido. l~l maestro de escuela
(Santa 11aría), Tosende (San Lorenzo), 'l'rasmiras (Sao recibe corto sueltlo y las retribuciones de los concur-
Juan), Vila ~Santa l\Iaría), Villa del Rey (San Salva- rentes.
dor), Villa.r de Liebres (t,an 8alvador), Villar ele San- Súrtese el vecindario para beber ele pozos de agua
tos (San Juan), Villaseca (San Romau), Zapeaus (San poco agradable. Asegura la gente de la tierra, que es-
Adrian), Zas (Santa l\1aría). ta villa ocupa el lugar de otra del tiempo de los ro-
El clima es templado, húmedo y no muy sano, manos llamada Antio4.uia; es lo cierto que por aque-
siendo frecuentes la gota, parali:;is, reuma, hidropesía llos alrededores han parecido inscripciones antiguas,
y calenturas pútritlas, mostrándose las intermitentes que merecen detenido estudio.
1nuy á menudo con la mayor pertinacia y malig·oidad.
Este partido se halla en la raya de Portugal y en él
esta.bao los pueblos liii.ctos de 1Ieaus, Santiago y Ru-
CAPÍTULO ,r.
biás, ele que ya hemos hablado. Partido judicial ,le la Puebla de Tribes.-1,lem ,le Ri vaclavia.-luem <lel
Corren las aguas por este territorio con lentitud Seiiorin en Carhnllino.
• suma, y el c,utro es por ello en extremo cenagoso . PARTIDO JUDICIAL DE LA PUEBLA DE TRlBES.
La octava parte del térlllioo est{L labrada, siendo le
d<'más prados, robledas, matorrales y campos enchar- Es de entrada y comprende los ayuntamientos de
cados, con tau grantle humedad en la Limia A.lta, Castro-Caltlelas, ChaudrPja, Larouco, l\Ianzaoeda,
que los labradores tienen que rodear las herctlades ?llontederramo, Parada del Sil, Puebla de Tribes y
de zanjas 6 mas bien acequias para dar salida á las Teijeira, los cuales tienen las siguientes feligresías:
aguas. A pesar de esto, llaman, no sin razon, á la Abelenda (t:Jan Payo), Abetentla (Santa María),
Limia, el granero <le esta parte de Galicia. Abelcncla (Santa Tecla), Abeleclo (San Vicente), Alais
El rio Limia, el Leteo de los romanos, que da (Sao Pedro), A.rgos (San Juan), Argas (San Silvestre),
el nombre al territorio, es el principal de este par- Barrio (San Juan), Beredo (San Juan), Boazo (Santa
tido y se forma con el 1\.otela, que viene de la lagu- 11aría), Burgo (Santa 1\1aría), Ca.banas (}San Payo),
na as1 llamada, y <le 1 Giozo formado por el Fara.- Cacleliüa (San Fiz), Camba (San Juan), Candedo (San-
montaos, Boado y Cebo 6 Eiroa, y además n1uchas ta 1\iaría), Castel1go (San 1\lartin), Casteloa.ís (San :Pe-
corrientes de agua que cruzan el término en varias dro), Castrelo (Santa 1\laría), Castro (San Nicolás),
direcciones. Debe este territorio al ilustre gallego, se- <.}astro Cal delas (San Sebastia u), Cele iros (Sau 1'Iartin)
ñor Varela, comisario ele Cruzada, el encauzamiento Cereleira (Santa 1\1aría ~lagdalena ), Cornado (Santa
en parte, y la mejor disposicion de la corriente del Li- 1\Iaría), Ces u res (Sao ta 1\laría), Chandreja (San Pedro),
mia, rio que en iu vierno y primavera trae abunJantes Chandreja ~Santa 1\laria), Chás (::ian Juan), Chabean
aguas, si bien en verano se suele mostrar tan esca- (San Bartolomé) , Coba (San ta l\Iaría), Cobas (San
so de eilas, que en algunos puntos queda el cauce en Juan), Cotarones (Rantiago), Cristosr>nde (San Salva-
seco. dor), Drados (San Isidro), F;dratla (Santiago), Fitoiro
Abuntlau por aquí el trig·o y el centeno, que sou (San Payo 6 Pclagio), Folgoso (:Santa )laría), .Footao
excelentes: hay 01aiz, patatas, hortalizas, frutas muy (Santa María), Fozcas (Santa 1'1aríaJ, Fonleiza (San
buenas) lino de la mejor calidad. Hay mucboganatlo Andrés), Forcas (San 1Ianuel), San Jorge (Santa 1\Ia.-
vacuno y de cerda, caballar, mular, lanar y cabrío. ria), Gabin (San Pedro), Junquera (Sao Pedro), La-
Fuera impertlonable olvido el dejar de hacer meocion rouco (:,anta 1Iaría), Lumcares (San Salvatlor), Man-
de las célebres sanguijuelas de este territorio. zaneda (San 1.lartin), 1.Jarrubio (San Andrés), 1\fazaira
Hay molinos harineros, telares para lienzos, cuyos (Santa 11aría), 1\Ie<lorra (Santiago), l\ledos (Santa 1\ia-
productos son la riqueza de los naturales, así como ría), 1Iontederramo (San Cosme), 1\lontoedo (Santa 1\-ia-
los sobrantes del maíz y con especial el centeno, ría), Navea (San 1liguel), Nogueira (Santa l\Iaria),
que abastecen los mercatlos de Alla.riz, Verio, Celano- Parada (Santa Cristina), Paraela del Sil (Santa 1\lari-
va, Rivadavia y aun Ponte,eclra y '\rigo, no menos na), Para.da-Seca (Santa 1\faría), Paradela (San Anto-
que los pueblos fronterizos del vecino reino de Por- nio) Paradela (San Vicente), Para.fila (San Bartolo-
mé): Paredes (Santa rilaría), Pareirá.s (Sa.n •.\.ntonio),
tugal.
El ayuntamiento de Ginzo de Limia está al S. de la Pedrazas (Santa María), Pedrouzos (San .Mamecl), Pe-
provincia y comprende, además ele la villa de su nom- uapetada (San Estébao), Parafite (t3:u1 Bartolomé),
bre, las feligresías Sao Pedro de Boado, :4an Salvador Piüeiro (San Sebastian), Pradomao (San Julian), Pue-
de Daniel, San Bartolomé ele Gama.de, San Juan de bla de Tribes (San Bartolomé), Pobocrros (San Juan),
Guntemil, Santa 1faría de Lamas, Santo Tomás de Queipo (Santa Cruz), Rabal (Santa 11aría), Reiga~a
1furgada, Santa l\faría de Mosteiro, San Salvador de (Santa l.!aría. l\lagelalena), Rio (San Juan), Sacardebo1s
Parada, Sao Pedro <le Rua, San A.ntlrés de Pioeira- (San Martín), Sas del 1\1on te (San Pedro),_ Sas ele Pene-
Scca, San 1liguel de Ri veira y San Pedro de Solveira. las (San Pedro Fiz), Seadur (Santa :hlar1na), Seoaoe-
El terreno es por extremo fértil y húmedo. Bello (San Juan), Sistin (Santa llfaría), Sobrado de

- •
24 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

Tribes (San Salvador), Somoza (San l\figuel), Soutije- Esta, que cada dia va mejorando, tiene en sus tien-
dra (San l\farco), Trabazos (Santa Eulalia), Tribes das cuanto es necesario para vivir bien y cómodamen-
(Santa l\faría), Trooceda (Saotiag·o), Vidueira (San tP,, así como el mercado está provisto con la mayor
l\figuel), Vil 6 Ibil (San Lorenzo), Villamayor (Santa abundancia. Además de los hermosos campos que por
1t1aría), Vilar (Sao Cosmc), Villanueva (Santa l\faría), todas partes rodean á la Puebla de Tribes, pueden los
Villardá (Santa l\faría), Villarino-Frio (Santa María), aficionados emplearse en la pesC,L de excelentes truchas,
Vimieiro (San Juan). anguilas y otros sabrosos pescados que viven en las fres -
Hállase este partido al N. de la provincia, orillas cas y sa.ludables aguas de aquel territorio, así como los
del Sil y confinando con Lugo. Altos montes, casi cazadores tiene u harto qué hacer con la caza de toda
siempre cubiertos de nieve, son causa de los grandes clase que abunda por los alrededores.
frios que se suelen experimentar, salvo en algunos va-
P \ RTIDO JUDIClAL DE Rl VAD.\. VIA..
lles, en donde el temple es mas apacible, siendo el
clima en lo general sano. Es de entrada, y comprende los ayuntamientos de
Excepto hácia Castro Caldelas el terreno es sobre- Abion, Arnoya, Beade, Castrelo de l\iiño, Cenlle, Lei-
manera desigual, y aun en algunos, extremadamente ro, 1\-felon y Ri vadavia, con las feligresías sig11ientes:
montañoso, como formado por la sierra de San Mamed Abelenda (San Andrés), Abelenda (Santa Marina),
y varios ramos de esta. Por los estrechos valles, 6 mas Abion (San Justo), Amindal (Santiago), Arnoya (San
bien cañadas, hay infinitas corrientes, que algunas Salvador), Astariz (Santa María), Barroso (Santa Eu-
legan á secarse en verano, si bien en tiempos de llu- lalia), Beade (Santa 1\-faría), Beiro (San Pedro), Ben-
vias 6 deshielo son invadeables. tosela (San Payo), Campo-Redondo (San Andrés), Car-
Viven los habitantes en las laderas de los montes 6 balleda (San 1\-íiguel), Cenlle (Santa l\>faría), Castre-
al abrigo de las cañadas, siendo los productos de tan lo (San Estéban), Castrelo (Santa l\'Iaría), Corcares
fria comarca centeno y patatas. Los montes se mues- (Santa 1\-faría), Couso (Santa l\Iaría), Rrdebedo (San
tran en parte vestidos de acebos, fresnos, abedules, Andrés), Esposcnde (Santiago), Esposende (Santa Ma-
altas retamas, y con especial carballos 6 robles, que rina), Faramontaos (San Cosme), Gomariz (Santa Ma-
son para Galicia lo que para Castilla 6 Extremadura rina), Grova (Santa 1\-laría), Lamas (Santa María), La-
las encinas. Tampoco dejan las abrigadas riberas de za'!; (Santa Eulalia), Lebosende (San l\figuel), 11acen-
dar buenos cereales, vino, hortaliza, castañas, sabrosí- do (Santa 1\-Iaría), Melon (Santa 1\-,faría), 1\-Ioimenta
sima fruta y excelente lino. En las montañas hay caza (Sao Julian), Nabia (San Felix), Nieva (Santa María),
n1ayor y menor. Novoa (San Estéban), Orega (San Juan), Osroo (San
A.demás de la agricultura y ganadería, hay moli- l\figucl), Pena (San Lorenzo), Prado de l\lina (Santa
nos harineros, telares caseros para lienzos y ropas de i\laría), Quinos (Santa 11aría), Razamonde (Santa Ma-
lana. A.hunda el ganado vacuno y cabrío, hay bas- ría), Regadas (Sao l\'Iauro), Reigo de Eigon (San Cris-
tante lanar, caballar, mular y de cerda; los naturales tóbal), Saclornin (San Juan), Sanin (San Pedro), Se-
se emplean tambien en fabricar quesos y manteca, los rantcs (Ranto Tomás), Trasariz (Santiag·o), Valdc (San
cuales se extraen, así como el vino, los lienzos, casta- 1\-Iartiu), ,~eran c:-:an Verísimo)' \ 7 ieite (San Adrian),
ñas, cerdos y jamones, artículos que dan la vida á las Villar ele Condes (Santa l\Iaría), \'illar del Rey (San
diversas ferias que se celebran en varios pueblos del l\Iiguel.)
término. El partido de Rivadavia está al Occidente de la pro-
San Bat·tolo,né de la Puebla de Tribes.-Esta vi- vincia y frontero de Pontevedra; el clima es sano y
lla, capital del partido, está á nueve leguas de Oren- apacible, desigual y montuoso el terreno, si no es por
se, y corresponde á la diócesis de Astorga: hállase asen- las riberas del A.bia y del Miño, que son de lo mas
tada en terreno llano y eo la carretera que une á en- fértiles y deleitosas que darse puede. En los montes de
trambas poblaciones. Tiene unas 140 casas, seis calles, Meloo, Faro y ramos del Seijo, abundantes en pastos,
dos plazas y una plazuela, así como diversos paseos, hay buenas canteras de piedra de construccion.
siendo notable el campo de San Roque, cubierto de Hay trigo, centeno, cebada, maiz, toda clase de
castaños, enel cual hay una capilla del Santo. Hay sen- hortaliza, cáñamo, lino, castañas, frutas escelentes,
das escuelas para niños y niñas, dotadas respectiva- pastos y leña; notable es, sobre todo, el vino, famoso
mente con dos mil reales anuales. La parroquia está en todos tiempos, no solo por Galicia sino por toda Es-
bajo la aclvocacion de San Bartolomé y es aneja de la paña. Abunda el ganado vacuno, el de cerda, y tam-
de San Sebastian de Piñeiro. bien le hay caballar, mular, lanar y cabrío. La caza es
La estancia de la Puebla de Tri bes es de las mas de liebres, conejos, codornices, perdices y chochas; la
agradables de la provincia. De clima benigno y salu- pesca, de truchas, anguilas, lampreas, sábalos y sal- •
dable, rodél.l.nla.á cierta distancialosriosNaveay Bibey, mones.
aquel con un sólido puente de un arco, que dicen ser Empléanse los naturales, además de la agricultu-
de manos de los godos; eo la calzada de Orense á As- ra, en varios molinos harineros, telares para lienzos
torga, y este con otro muy hermoso de tres arcos, taro. y paños de la tierra, y en la arriería. Pasados en par-
bien de piedra, el cual tienen por obra de los romanos. te los calamitosos tiempos en que el oidium tuckery
Otros varios rios y arroyos de menos importanc;a i'er- asoló el viñedo de la provincia de Orense, va renacien-
tilizan asimismo los alrededores de la Puebla., cuyo do un tanto la exportacioo del excelente vino de Ri-
terreno, montuoso al S. y O. es llano por las cerca- vadavia. So importan paños, aceite, pescados y otros
nías de la villa. di versos efectos mas 6 menos necesarios para la vida.
-

PROVINCIA DE ORENSE.
25
.Rivadavia. -Esta villa, capital del partido, se tacion real y ordinaria; la de San Juan, por un cura
halla á tres leguas de Orense, su asiento es orillas de de entrada y cle presentacion del comendador de Beade;
Avía y entre los montes ele Santo Domingo al O. y y la cle Rauta 11aría ~1agdalcna, por su párroco, de en-
Santa Marta al E. Sobre el Avia hay un puente de trada y presentacion de S. M. y el diocesano, segun
t res arcos, por donde pasa la carretera de Vigo á los meses en que ocurre la vacante. En el pueblo de
Orense.
Francelos, agregado á la parroquia de la ~fagdalena,
Tienen la villa y los arrabales unas trescientas cua- hay una ermita consagrada á San Ginés.
r enta casas, con doce calles, una plaza y tres plazue- En el átrio de Santa María de Oliveira, hay un átrio
las: hay tiendas de paños y ropas, de comestibles, que sirve de cementerio, y otro fuera de la villa, hácia
quincalla, potes y calderería. La escuela de instruc- el 11ediodía. A Levante, inmediata á la carretera, hay
cion primaria para niños está dotada, además de la ca- una alameda. El venciodario tiene á su disposicion cin-
sa del maestro y retribucion mensual de los concur- co fuentes de buenas aguas y varios manantiales para
rentes, con ~5,000 rs. anuales: hay escuela de niñas, el riego de las huertas.
cuya maestra tiene de sueldo 1,100 reales. El A via, despues de pasar por Rivadavia, des-
Cuatro son las parroquias de Rivadavia. La de aguaá muy corta distancia en el Miño, por el sitio lla-
Santiago, está servida por un cura de entrada y pa- mado la Barca. Tambien al N. corre el arroyo Beron-

tronato del conde de Sao Roman; la de Santa1Iaría de za, que tiene puente de piedra de un arco y desagua
Oliveira, por un cura de seguod,) ascenso y presen- en el A vía.

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Puente de Orense sobre el l'tfiño .


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Los alrededores dan casi los mismos producto'> C}ll<' , patria d<'l célP.bre dominic0 Tomás de Lemos, teólogo
lo general del partido; habiendo montes comunes y del siglo xvr.
muchos de propiedad particular, en los cuales se
crian robles, pinos, tojos y retama. Tambien hay mu- PARTIDO JUDICIAL DE SE~ORlN EX CARBALLINO.
chos sotos de castaños, como por la mayor parte de
Galicia. Comprende los ayuntamientos de Beariz, _B~boras,
Todos los meses hay feria el dia 10, y mercado to- Cea, Irijoa, 11aside, Peñon, Salamonde y Senor1n, los
das las semanas los sá hados. cuales tienen las siguientes feligresías:
Parece que Rivadavia ocupa el sitio de la antigua Albarellos (San 11iguel), Amarante (Santa tlfaría),
Abóbriga; lo cierto es, que el orígen de esta villa se Aullo (Santiago), Arcos (San Juan), Arcos (Santa _Ma-
ignora, y su importancia ha sido en otros tiempos mu- ría), Ar meses (San tlliguel), Astureses. (San Ju han),
cho 1nayor que al presente. A.q uí tuvo su córte el rey Banga (Santa Eulalia), Barbaotes (Santiago), Barran
D. García, hijo de Fernando al Magno, y estaba su San Juan), Beariz (Santa tlfaría), Bués (San Pedro),
palacio en el lugar donde despues se alzó el convento Cameija (San 11artin), Campo (Santa María), Canda
de Santo Domingo. D. Fernando el Católico la erigió (Sao 11amecl), Cangues (Sao Estéban), Carballeda
en condado á favor de D. Bernardino Sarmiento. Es
~
(Santa filaría) , Cardelle (San Silvestre), Castrelo
4
(San
ORENSE.
--------------------■-

CRÓN!CA GENERAL DE ESPAÑA.

Cirriao), Cea (San Cristóbal), Cea (San Facundo), gos (Santa Eulalia), Baldrid (San Bartolo1né), Pouses
Ciudad (Santa !,!aria), Coirás (San Juan), Corueda (Santa Eulalia), Cabreiroa (San Salvador), Camba
(Santiago), Cusanca (San Cosme), Dadin (San Pedro), (idem), Campo Becerroso (Santiago), Carzoa (San Ro-
Destierro (Santa i\1aría), Eiras (Santa Eugeuia), Es- que), Carrajo (Santa i\-Iaría), Castrelo ele Abajo (Santa
piúeira (San Pedro), Feás (San Antonio), Feaues (San- l\laría), Castrelo de Cima (idem), Castrelo del Valle
ta i\1aría), .Froufe (San Juan), Garnbanes (San Pedro), (idem), Castro (San Pedro), Cere<ledelo (Santa l\Iaría),
Gecd1be (San 1\1-ime,l), Irijoa (Santa 1\laría), Jureu- San Ciprian (Santa Cruz), Cuale<lro (Santa i\laría),
zaues (San Pedro), Jubeocos (Santa i\1aría), Lago San Cristóbal (Saotiago), Cualedra (Santa María),
(San 1\lartin), Lajas (San ,Juan), Lamas (San 11artiu), Chas (Nuestra Señora de las Nieves), Enjames (San
Las (S,tn Ciprian), Lebozáu (Santa Cruz), Loba.nos Juan), Estevesiños (Sao i\'famecl), Feces de Abajo (San-
(San Eugenio), Loug·o,, (Sauta Eulalia), Lougoreiro ta i\1aría), Fecr-s de Cima (idem), Flariz (San Pedro),
(.Santa 11aría) , LoureJo (Santa i\Iaría), Lourciro (San- Flariz (Santa i\faría i\lag<lalena.), Flor del Rey (Santa
ta i\Iaría), Lueda(San Payo), :i\1adaroás (Santo Tomás), i\faría), Fuma.ces (idem), Z,1fecta (San Vicente), Gi-
Mandrás ( San Pc-dro ), l\lasiJc (San to Tomás), Mesic- ronJa (San Salvador), Gonclulfes (Santa Cruz), Gran-
go (Santa 1\faría), i\folJes (San 1\1amed), 1\1oreiras ja (San Juan), Laza (idem), Lamodarcos (Santa i\1aría),
(Santa 1\Iaría), :i\Ioste1ro (San Pedro), 1\Iudelos (San- Luccnea (idcm), i\Iandin (ídem), l\Iedeiros (iclem), l\-Ie-
tiago), Osera (Santa 1\1aría), Ourantes (San Juan), Pa- jos (idem), l\loimea. (San Pedro), !llontes (Santa Eu-
ra<lalavista (San Juhau), Partovia (Santiago), Pazos lalia), :i\Ionterre~• V3a.uta i\laría), i\-Iourrazos (Sau Mar-
de .A.leoteiro (Sao Salvador), Pereda (Santa Eulalia), tin), Moyalde (Santa María), Nocedo (S,in Salvador),
Piüeiro (Sao Juan), Ptteira (San i\1iguel), Pungin Oimbra. (S1uta. ~1aría), Orof10 (San Pedro), Pazos (San
(Santa 1\1aría), Rañestres (San ;\fameJ), Readezos (San- Felix), Pepin (San \Ticente), Piernedo (Santa Eufe-
ta Eulalia), Sag-ra (San :i\Iartin), Salamonde (Sauta mia), Porto-Camba (San 1'1iguen, Ponaverde (San Pe-
i\faría), Souto (San Salvador), 'rorrczuella (Santiago), dro), Orozo (Sao i\!iguel), Quiroganes (SanBartolomé),
Treboedo (Saota Comba), "\7aron (San Félix), "\'eig·a Quiroganes (San Pedro), Rata} t_San Audrés), Rasela
(San Lóreozu), "\'ilela (.:-a:.ita :i\Iaría), Villamoure (San ,santa María), Rebor<londo (San l\lartin), Retorta (San-
Estébao), \'1llasecu (San ll11guel) , "\'iña (San Roman). ta l\Iaría), Ríos (Santa i\Iaría), Rubios (San Pedro), San
El clima es en geueral saludable, el terreno mon- i\fillan (Sant:-i ~faría), Scrboy (San Juan), Son tocho
tañoso, con especia! por el N. y O. En los altos mon- (Santa. l\faría), Ta.magos (ídem), Tctmaguelos (idem),
tes de la i\1artiñá, Faro y Testeiro hay buenas cante- Tintores (Santa Cristina), Terrosa (Santa Cruz), Toro
ras de piedra y pizarra, excelentes para la construc- (San Lorenzo), Trasterla (San Pedro), Trasestrada
cion de edificios; hállause tambien algunos minerales (San Estéban), Vencés lS1.nta Eulalia), Verin (Santa
de estaño y hierro. Los ríos Aren teiro y Vi nao forman l\1aría), Verran de (.San Bartolomé ), Vd e la (San i\-Iar-
el Avia, el cual desagua eu el l\liño : en todos hay tin), Vilarela·d'-á-Cota (Santa i\1a.ría) Varonceli (San-
diversos puentes de piedra y madera. ta Comba.), Villamayor lSantiago), Vilcle (idem), Vi-
Hay en Partovia baños, que tienen médtco direc- diferri (:4anta i\Iaría), \'illardevós (.iclem), Villardevós
tor y produceu excelente efecto en las enfermedades (San l\Iiguel), Villar de Ciervos (:::ian Vicente), Villaza
nerviosas, reumáticas y erupciones cutáneas. (San Salvador).
Además de los productos agrícolas, semejantes á los El clima es sano y saludable: al -X. está la sier-
del resto de la provincia, salva la escasez de fruta, de- ra de San ~lamed y montes del Invernadeiro, al S. la
ben mencionarse los muchos y variados árboles que Sierra-Seca y al E. la de Larouco. Hay minas de
dan leña y madera en coostrucciou. Alga nado vacu- estaño en el distrito de Verin y i\Ionterrey.
no, de cerda, lanar, mular y cabrío, aay que añadir Santa. J,farla de Verin.-En esta villa, capital de
la caza de conejos y perdices, así como la pesca de an- partido, hay un puente de piedra de seis arcos sobre el
guilas y truchas. Hay n1olinos harineros, telares de Ta.maga, labrado en tiempo de Felipe II y reedificado
lieozos, y se fabrica papel. en 1795 por el duque de Alba, conde de l\1onterrey:
San Ciptíati de Se,Iorin.-Cabeza de partido, dista son de mucha importancia las ag·uas minerales lla-
tres leguas de Orense, tiene clima saludable y buenos madas de Sonsas, entre esta villa y la parroquia de
edificios que caua d1a mejoran. Hay buenas tiendas. Abades.
La iglesia es moderna y de bneua construccioo.
PARTIDO JUDICIAL DE Vl.\.NA DEL BOLLO.
CAPITULO VI.
Es de entrada, y comprende los ayuntamientos del
Partido judicial de Verio.-ldem de Viaoa del Bollo.-Iuem,\e Villa- Bollo, la Gudiña, l\1ezquita, Viana y V1llariño de Cou-
martio de Valdehorras.
so, los cnales tienen las siguientes feligresías:
PARTlDO JUDICIAL DE VERIN. B.1lbujan (San Ildefonso), Baldanta (Santa l\1aría),
Bembibre (San André:1), Bollo(San l\fartio), Bollo(San-
Este partido es de entrada, y comprende los ayun- ta l\1aría), Bujau (Santa i\farícY), Cada vos (Santa i\faría
tamientos ue Castrelo del Valle, Cualedro, Lag-e, Magdalena), Cal<lesiflos (Santa Cristina), Cambeda
Monterrey, Oimbra, Riós, Verin y Villardevós, que (Santa l\faría l\fagdalena), Caiíizo, (Santa l\'Iaría), Car-
tienen las feligresías siguientes: ra.cedo (Santiag·o), Castiñeira (San Bartolomé), Cas-
Abedes (Santa María), Albarellos (Santiago), Al- tiñeira (San i\1ateo), Castronil (Santa ~1aría), Cepo-
berga.ria (Santa ?liaría), Atanes (Santa i\laría), Arzide- delo (Sauta María), Cela vento (San J ua11 ), Cilleros (San
PROVINCIA DE ORENSE. 27

Salvador), Couso (Santiago), Cobrlo (San Lorenzo), veintidos de Astorga á cuya dióce!lis pertenece. Habrá
Chandoiro (San Romau), Chao de Castro (San l.\1artin), unas ochenta c:tsas, inclur.a la df'l ayuotnmiento y
Chaguazoso (San Brruabt), Ghaguazo<;o (Santiago), cárcel en no buen estarlo. RI clima es húmedo y frio,
Dradelo (San Pedro), E<lradá (San ~lamcrl.), Edroso soplando los vientos N. y R. con gran fuerza.
(Sa n Roma.u), Esculqueira (::\anta Eufrmia), Fornelos Queda del antiguo castillo un torrPon q ne S<' aspille-
(San Bartolomé), Fornelos de Coba (San Andrés), (For- ró durante la guerra civil. ,\sisten los niños de ambos
n elos de Filloas (Santa ~! arfa), Fradelo (San Vicente), sexos á la escuela., cuyo maestro til'nf' :3,000 rrales
Frojaoes (Santa Cruz), Grijoi (San Pedro), Gucliña anuales.
(San Lorenzo), Gudiña ("ªº Martín), Il rrmitas (Santa Ad('m:\s de la iglesia parroquial dP Santa ~Iaría,
Cruz), Humoso (Santa 11arfa), Jaba y Chao d'as I)o- dP la cual es anrjo la dr San ~1árcos <lP Pungriro, y
n as (Ran Salvador), Leotellais (San ~1mon), Loza.rie- tiene un cura oc provis1on en concur;;o, hav las dos

g os (San .Julian), 1Ianzalvos (Santa 1[aría), 1fezqui- ermita<; de San Roqne y Nuestra SPñora dr la SolPdad ,
t a (Santa 1larla), 11ormentelos (Santa1Iaría), 1[ouri~ca ambas propias rle particulares.
(Santa María), Para.dela (San Pedro), Paradela (San Sin r-ontar los productos <lr <JUP ya hemos her.ho
Sebastian), Penouta (Rau Bartolomé), Peo tés (San 11a- mencion al hablar <lel partido, rs muy burna la pe,-.ca
med), Pereiro (San Pedro), Pigeirós (Santa l\Iaría), de trur-has y anguila"¡ los uaturale,; se emplean tam,
Pi nza (Santa 11aria), Prado-Albar (San Andrés), Pra- bien cu telarrs <le lienzos bastos, blanqueo ele hilo y
do- Cabalos (Santa 11aría), Prado-Rarnis<¡uPdo (San Se- en varios molinos harinrros.
bastian), Puente (Santa 11arina), Pungeiro (SantoTo- Todos los mr-sPs se celebra feria en Vía.na Pl día
más), Quintela de Cebroso (San Cosme), Quintela de 28, en la cual i:;r ,Poden grano;;, tria"'. q uiocalla, hier-
Humoso (San Cayetauo), Quintela de PanJo (Santa ros, y ganarlo vacuno.
Isabel), Rarnila (San Pedro), Rigueira (Santa 1Iarla), Asegúrase que hallanrlo Fl'rna.ndo II de Leon des-
Rubiales (San Cipria1,), Sa bugiclo (Santa l\Iaría), San truida esta. villa, la repobló en l lRO. Siglos despucs
Mamed (Santiago), San ~fartin (f\an Juan), Santa la erigió Felipe II en cabeza de marquesa1lo, á. favor
Marta, Santigoso (San Simon), Sebez (San Lorenzo), de D. Perlro Pimentel, hijo del conde de Beoavente,
Solveira (San Adrian), 'l'abazoa de Cebroso (Santa 11a- cuyas arinas son las de esta villa, la cnal pasó luego
r ía), Tabazoa de Humoso (San Scbastian), Tameiron á la casa de \Icdinacf'li.
(Santa ~faría), Viana (San Agustín), Viana (San Ci- En San \ntonio de Villarmeao, legua y media de •

pr ian), Viana de Villariño (San Cristóbal), Villariño 1liana, riueilau un cuarto de legua m:-is abajo del pue-

de Couso (Ran ~1artin), Villar de ~lelo (~anta t.Iaría blo los restos ele un antiguo castillo, en donde han
Magdalena), "'l.7illarmeao (San Antonio), "\1 illaseco parecido antiguas monedas de cobre.
(San Donato), Villa.seco (Ran Donato), "\1illascco (Ran
Vicente), Villavieja (Santa ~Iaría). PARTIDO JUDlCL\L 01'} VILLA1IARTI'/ DE VALDEORR.\S.
Hállase este partido en el extremo oriental de la
provincia, y confinando con la de Zamora y Portugal; Es de entrada y comprende los ayuntamientos de
s u clima es frío y sano¡ escabroso y desigual el terre- Barco, Carballr la, Petin, Rua, Rub1ana., \Tega. y Vi-
n o, pues hay montañas de grande altura, tales como llamartin, los cu des tienen l:ts siguientes feligresías:
las sierras de Porto y Segundera, las Frieras, Sierra- Albcrguería (Sn.nta filaría), Alijo (San 1'Iartio),
Seca, el Invernadeiro y la sierra ele San ~iamed, de Arcos (San Lorenzo), Arna.do (Sau .Juao ), Baí10s (San
c uyos centros salen grandes ramos, entre los cuales Félix:), Barco de \'aldeorras (San 11auro), Barrio (San
se ven algunos valles fértiles y abrigados. .Juau ), Bi0Lra (San fil iguel), Candecla (San 11iguel),
E l riu principal es el Bibey, siguiéndole en impor- Caudeda de Dorniz (~an Bcruabé), Carballeua (San
tancia e\ Camba, el Ceuze, Couso, Ribera y Jares. Hay Vicente), Carraccdo ¡_S:in 1'!1gurl), Casoyo (Santa 11a-
en estos ríos varios puentes ele piedra.. y n1adera, así ría) Cal;denotlres (Ban Salvador), Caso yo I San J uliau),
como dos barcas, una en Bolado y otra en San Roma.o. Castro (Santa l\Iaría), Castromao (Santa ;\!aria), Cas-
Por aquí pasa la carrct ra de Orense á Castilla por la trornarigo (Sao l\1amed), Ceruegu (::3an Víctor), Cos-
Gudiña, enlazada con los caminos que de Lugo y lo gomo ¡_Santa l\1aría), Corzos (Santiago), Correjanes
interior de la provincia pasan á las villas del Bol!,), (i'~au Pedro), Cubas ¡_San 8alvadur), C'urPjido \.San Es-
Viana y Barco de Valdeorras. -. téban), Currá (Santo Angel), D01niz (San B,1rtolomé),
La frialdad del clima no consiente en lo general Edre1ra (Santa Colomba), Cutama (San Juan), Espino
sino escaso trigo, maiz y vino; haoienclo en cambio (Sao VicentP), Forcauela (Santiago), Fagoaza (San
abundante centeno, castañas, patatas, hortalizas, li- :l\-liguel), Jar 1~s (Santa 1'1aría), Larnalonga (Santa l\Ia-
no, madrras y pastos. Se cría ganado vacuno, lanar, ría), Lurdeira (San 'l'irso), Leira (San \'iceute), l\Ieda
de cerda, caballar, mular y cabrío: hay mucha caza (Santa ~! aría ), Meijido (~anta i\lar1a), ~I1llaroso (Santa
de conejos, 1iebres, chocha,:, codornices y perdices; l\1aría), l\loues (Santa ~laría), ~loute (Santa. Eulalia),
en los montes abundan las cabras montesas, corzos y l\loute (Sinta J\Iarina), Otero \.Sau 11iguel), Oolego
aun jabalíes y cie:·vos. El comercio consiste en extraer San l\11guel), Pardollan (San J~stébau), Pet1u (Santia-
centeno, ganados, hilos y lienzo; se i1nportan paños, go), Punte (Santa olaría Magdalena), Portela <Santa
q uincalla. y ciertos comestibles. A.na), Purtela (Sao J uliau ), Porto1nour1sco (San Víctor),
Víana del Bollo.-Esta villa es capital del ayun- Porto (San Cristóbal), Praúa (8an Auúré~), Prada (San
tamiento y partido de su nombre. Está en una a ltura Félix), Prado (San Estébau), Prado (S,in Lorenzo),
inmediata a l r ío Bibey, catorce leguas de Orense y P radolongo (San Pedro). P uebla (Santa 1-Iaría), Pu-

28 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

mares (San l\fartin), Pumazau (San l\fateo), Quereüo genes del Sil. Hay fértiles y amenfsimos valles de cli-
(San Cristóbal), Requejo (San Andr6s), Riodeo las ma por demás templado y saludable, regados por abun-
(Santa ~faría), Riomao (Santo Tomás), Roblido (San dantes corrientos, de las cuales es la mas importante
Juan), Robledo (Santa l\farfa), Rua (San Estéban), Ru- la del Sil.
biana (Santa l\farina), Santegoso (San l\1iguel), Seoane Por do quiera se hallan en esta comarca vestigios
(San Juan), Sobradelo (Santa l\faría), Sobredo (San Es- de los tiempos del imperio romano, siendo, en verdad,
téban), Soutadoiro (Santa Isabel), Vascois (Santa Cruz), lastimoso que por nuestra incuria no se hayan puesto
Valdin (Santa María), Valencia (San B~rnabr), Vega debidamente en claro tales y tan importantes restos
(Santa l\Iaría), Vega de Cascallana (Santa Cruz), ,rila de aquella época.
(Santa l\1aría l\fagdalena), Vilaboa (Sant1. Lucía), Vi- La entrada natural á Galicia, viniendo de Oriente,
lanova (San Pedro), Villa de Quinta (San Pedro), Vi- es la cuenca del Sil; y su importancia, harto reconoci-
llamartin (San J orge), Villa.nueva (Santa l\f aría), Vi- da por los romanos, y olvidada despues, ha de ser
llar ele Geos (San Justo), Vi llar de Villoría (San tenida en cuenta, hoy que de nuevo considera-
Martin). mos el referido rio por verdadero guía de quien
Confina este partido con las provincias de Lugo y desee llevar el ferro-carril fácilmente á. la hermosa Ga-
Leon y por consiguiente se halla el extremo norte orien- licia por donde el romano acertó con sus calzadas en
tal de la de Orense. En medio de los montes de la Peña vez de llevar la locomotora por las agrestes cuestas de
Trevinca y sierra del Exe y los que van por las már- Piedra Fita 6 por las difíciles Portillas.

FIN DE LA PAR TE SEG CNDA •


PARTE TERCERA.

EPOCA ROIVJANA.

CAPITULO PRilIERO. en la época romana, no menos que en la sueva y sue-


vi-gótica, fueron Lugo y Orease las primeras ciuda-
Tiempos primitivos.-Iberos.-Celtas, Romanos, Vándalos y Suevos.- des de Galicia. Notable cambio que la mera narracion
lmperio suevo.
de sucesos irá poniendo de manifiesto y á la par ex-
Gran cuidado y esmerada atencion deben guiar los plicando.
pasos del crooista de la provi ocia de Orense, si no ha Iberos y celtas, primeros hombres blancos. señores
de repetir lo dicho con respecto á las otras provincias de Occidente, habian llegado á [los últimos fines elel
de Galicia. En efecto, hay tal unidad en la historia mundo, no sin que su nobilísima sangre padeciPse de-
de esta, que es punto menos que imposible deslindarla trimento, á causa ue la mezcla con los pueblos de san-
crónica de cada una de las cuatro di visiones adminis- gre inferior, sus predecesores eo el señorío de Europa.
trativa.sen que al presente se halla repartido el anti- Con todo esto, el celta llevó á cabo el mas honro!:lo
guo reino suevo. empeño, reemplazando del todo al ho1nbre amarillo, de
Fuerza es, con todo, entrar en la narracion de su- alma tan ruin como el cuerpo, y siendo luego, por
cesos, de los cuales ya hemos referido gran parte, así muchísimo tiempo, manantial de vida para la aniqui-
en la crónica de la Coruña (1) como en la introduc- lada Roma. Palabras de verdael eran aquel las del em-
cion de 1•1 que vamos escribiendo. Haremos, pues, perador Claudio II. c:u:-tndo llamaba á España y las
cuanto sea posible para e vitar repeticiones, fuera de Gali,\s Al,na del i1npe,·io.
aquellas mas necesarias é inevitables. Al c:-tbo, la CPntralizacion romana que, como todas
Sabida es la manera como llegaron á nuestras fron- las centralizaciones solo inventarlas para ruina de los
teras las legiones romanas. Disfrazaban los soldados pueblos, fué por espacio ele siglos la verdadera cuPs-
el temor con la supersticion, y tomando al Limia por tion de tormento petra los hombres que habian sacrifi-
verdadero Leteo, se negaban á cruzar la mansa y ape- cado con la libertad la honra, en aras del imperio; al
nas movida corriente, temiendo perder la memoria de cabo, la funesta máquina de tortura administrativa,
cuanto hasta entonces habian amado y sido. Bruto, extenrlió por las provincias la Latifundia de Italia.
asiendo un águil:l, esguazó el rio, de,olvicnclo á los Como babia sucun1bidu y casi desaparecido el Arya
suyos el perdido valor y asegurando á Ro1na la pose- de aquella hermosa P!'nínsula, dejando en Roma el pues-
sion de la hermosa Galicia. to ,í la hez del mundo, de igual manera fueron sucum-
Vias, puentes y toda clase de restos de aq ucl tierr1 - "i)iendo sus hermanos los celtas de Bretafia, las Galias
po, atestiguan que el romano, lejos de tener !'U me- y España. Donde el mortífero ariete llamado admi-
nos tau riquísima joya, hacia de ella harto rnas caso nistracion no pudo acabar con los habitantes, estos
que hombres y gobiernos de épocas, no por mas mo- hubieron de alzarse contra aquello que les opr1mia en
dernas mas cultas, á juzgar por los r esultados. nombre del emperador.
Bueno es advertir, antes de pasar adelante, que no No escrtsas y pequeñas bandas de foragidos sino
tenia en tiempos antiguos la importancia que hoy, el verdaderos ejércitos de Baga1tdos, dieron todavía
territorio que al presente la tiene mayor, esto es, la muestra por España y las Galias de que aun teoian
provincia ele la Coruña. Razones, que con facilidad se nuestros padres suficiente honrada sangre en las venas
comprenden, dieron siglos despucs á Santiago, y lue- para afrontar la mas incontrastable tiranía; aquella
go á la Coruña y Ferro! mayor uon1bre, siendo así que que, hombres presumidos de sabios y ajenos á los ver-
daderos intereses y necesidades del pueblo, se com-
placen en inventar, fundándose en leyes y reglamen-
ti) Ycase . tos con tan escrupulosa y bárbara nimiedad, que no
30 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

parece sino que su intento es reducir al hombre al el lugar de est'.1ncia mas á mPnudo preferido, pues no
mísero estado de autómata. Caso funesto, que de vez vivían ele asiento en la capital, Draga, sino en el pue-
en cuando se muestra en la historia para nuestro mal, blo que mejor les parecia, bien que en esto se veían
si ya no alcanzamos ánimo y rcso\ucion bastantes obligados á variar sPgun los sucesos.
para sacudir el yugo, no poca:. veces disimolado con 438. Reckiario, hijo de Rcchila, fué el primer ca-
mentidas palabras de libertad, la cual no se otorga ni tólico entre los suevos, hasta entonces paganos. 8ig·ui6
reglamenta, mas el hombre la obtiene por sus propios la guerra con varia fortuna, en diversas partes de la
merecimientos, virtud y perseverancia. Península, hasta que fué vencido y muerto por 'l'codo-
Rendido el ho1nbrc á la fatal coyunda, rotos los rico, rey de los godos, en las cercanías de Astorga.
vínculos de la socied1.d, no quedaba ya do esta sino la Fuera tan tremenda. desgracia parte para aniquilar
apariencia exterior, siendo imposible hallar vigor su- á pueblo 1nenos enérgico y esforzado que el suevo, el
ficiente para renovarla, ni mucho menos para crear cual, á pesar clel vencimiento ro lo exterior y las dis-
nada nue,o. cordias domésticas. aon vivió largos años villa propia,
• De esa manera, y como ya no bastase la sangre antes de mezclarse con su hern1ano el godo, mas po-

con que cierto~ pueblos germ-'Loicos ib1,n contribuyen- deroso que él, si no mas esforzarlo.
do poco á poco, hacia siglo,, al mantenimiento y vida En efecto, ya desde este ticn1po, (405) el su evo, se-
del imperio, fué de necesid td nueTa irrupcion de ñor hasta entonces de> ca,-i toda la Península, desde el
Aryas por Occicleote. Su llegada pudo traer al princi- desagüe del llltiío hasta el Rbro al N., y á Levante
pio graodPs maleR, mas la Providencia fiaba en ellos hasta las plazas del i\Iediterráneo, cede ante el incon-
la regPneracion dc,l corrompido romano, y ellos, al pe- trastable empuje de los g·oclos el territorio conquista-
dir tierras, en lugar de las que otros, que en pos lle- do, ,iendo de contentarsn con parte de la antigua Lu-
gaban, les habían tomado, y al señorea¡: lo q uc se les sitan ia y toda Galtecia .

negaba, á la voluntad del cielo obedecían. En esta, sobre todo, conserva mayor vida el im-
A aquellos bárbaros se debe cuanto tenemos y va- perio suevo, siendo al cabo dueño del poder Re-
lemos; mientras sepamos conservar su dignidad, no mis1n1tndo, clespucs de sangrientas guerras civiles y
sin aprov:lchar las ventajas de la moderna cultura, no poca s1,ngre derrarn.i.da. Por este mian10 tiempo se
mereceremos como ellos. el nombre de hombres. ¡A.y de tornaron arrianos los suevos por la predicacion é ins-
nosotros el dia en que nos parezcamo~, por llena de tigacione.; del ap0stata Gálata A.yax, que vino de la
comod1daJes que llevemos la vida, al ro1naoo que Galia Gótica.
pooia en el cielo á los móostruos culpados de los mas Tambien deade e.,tll. época los suevos, inferiores en
horrendos delitos! poder á los godos, buscaban á estos por aliados y no
Conformes en lo que acabamos de decir con todo por enemigos, casándose Remismando con la hija del
lo referido en la crónica de la Coruña, fuerza es tam- rey godo Teodorico, y haciendo paces al cabo ent~e
bien repetir aquí, q ne, vándalos y suevos fueron por ambos pueblos.
algua tiempo señores de Galicia; al r.abo los vándalos Falta aquí la autoridad del historiador coetáneo,
se embarcaron para Africa, quedando los suevos por !dacio, cuya crónica nos babia servido hasta Remis-
dueños <lcl territorio; y si bien parece que los habitan- mundo. Solo vagas tradiciones y mal fundados aser-
tes de cuanto es hoy lo interior de la provincia de la tos nos quedan para hablar de tiempos mas oscuros
Coruña, así como de Lugo, se mantuvieron cierto que los heróicos de Grecia. Al través de semejante ve-
tiempo independientes, no hay duda que los conquis- lo, c_omo que se ve á los suevos guerrear con los na-
tadores señorearon desde luego el terrttorto de Orense. turales unas veces, y o tras entre sí, perdiendo las fuer-
411. Señor Hernienerico (Hermaorik) de la mayor zas que en adelante habían de necesitar para hacer
parte de Gahc1a, por la ida de los vándalos, hubo de frente á Leovigildo. Es cuanto podemos decir confor-
seguir guerreando con los gallegos, cuyo natural in- me con lo que la tradicion nos ha conservado.
dómito y perse verant;:i, d1ó no poco qué hacer á los es- Con10 los sucvos fueron en España inferiores eu nú-
forzaclos suevos, antes de que llegaran á formar uno mero y poder á los godos, se ha soliJo mirar con
solo de ambos pueblos. cierta indiferencia el nombre de aquellos, pul's al
Du •üos los suevos de todac; ó la mayor parte de las cabo se confundió con el de estos, des pues lle la vic-
costas, hubo paz por algun tiernpo, mas al cabo, se- toria. Digamos, antes de continuar, breves palabras,
gun Icl:lc10 refiere, rompieron los bárbaros por lo inte- acerca de los suevoscle Galicia, así como de su anterior
rior de Galicia, reuovándose á cada momento la guer- estancia en Germanía.
ra, pues no cumplía á su inquieto carácter el perma-
necer en pai mucho tiempo, con lo que no respetaban
palabras ni tratados. CAPITULO II.

Ni aun el territorio gallego bastaba á satisfacer la
Costumbres de !Oi aue vos.-Sus ¡,arlres en Oern1ania, descrito~ por
codicia y ardor behco:,o uP nuestros suevos, los cua- c~sar.-.-tn leca venchlo por Leovogi Ido.
les se extendieron á las ó rdenfl8 de su rey Reckila,
despuPs lle conquistar á ~1éri<la por la Bética y aun la Convertido Rechiario á la rcligion cristiana, no
cartaginensP, venciendo primero al r.,mano Aodevoto perdió por eso la aspereza y tosquedad de costumbres
y nuevamente á romanos y godos en 445. que por entonces distinguía á los suevos, y de la cual
Todos con vienen en que nuestro territorio foé al- se maravillaron los ro ismos godos, cuando, habiéndo-
gun tiempo centro del imperio suevo. asi como Orense se casado Rechiario con un hijo del godo Teodorcdo,
-

PROVINCIA DE ORE);SE. 31
salió á recibir á su esposa hácia. los Pirineos, cuya co- los sucvos, de su propiedad, si tal podia llamarse,
marca taló, segun dicen, como podria haberlo he- q uc, á decir verdad, no existía, puesto que nadie tenia
cho el mayor enemigo. heredades propias y no podía permanecer en el mismo
Inquietos y siempre belicosos los suevos, invadieron, campo arriba Je un año.
siguiendo á R,,chiario, la rrgion de Carta.gen a. A las Preferían el pastoreo á la. labranza, siendo su ma-
quejas de Avito y 'fcodorico respondió Rechiario mal- yor divcrsion la caza; y acostumbrauo3 de;:;de niños á.
tratando á. los embajadores, a.cometiendo y saqueando la libertad y á. todo género de ejercicios violentos, se
la Tarraconense. hacían fuertes y de altísima e~tatura (i1n;nani corporitm
436. Entonces fué cuan do unidos godos y roma- nu¡,gnit1tdi1ie). En las mas frias comarcas se lavaban
nos alcanzaron al suevo á cuatro leguas de Astorga, en los rios y llevaban por trajes pieles, harto pequeñas
junto al Orbigo en la llanura llamada el Páramo. Re- para sus robusto;; cuerpos. Tambicn mostraban gran-
chiario murió, sPgun ya hemos dicho: Teodorico le de empeüo en que los lugares que les servían de mo-
condenó á muerte. rad:t estuviesen rodeados de extensos campos desiertos.
Entretanto, otros suevos, hermanos de los nuestros, Tal era el pueblo suevo, á propósito del cual, asi
mandados por Ricimer desposeían del imperio ron1ano á como de los otros de Germanía, sus hermanos, dice no
Avíto, con lo cual hubo 'feodoríco de volverse á sin razon l\Iariana, que pasados los primeros daños de
Tolosa. la conquista y puesto concierto con los romanos, se
Siguió á pesar de esto el imperio suevo despedaza- tornó á labrar y morar la tierra y las ciudades en grao
do por la discordia, segun ya hemos dado á entender parte.
• mas arriba, y el godo E uri co, á cuya córte acudían Los espa,ioles, añade, tenia;¿ por niejor esta nueva
vencidos el sajan de ojos azules, el viejo sicambroa, que serviduntbre, ql(,e el i;nperio de los ;•o;nanos y sit seve-
reparado despues de la derrota dejaba de nuevo crecer ridad.
el cabello hácia la coronilla; el borgoüoo, alto de siet.e Cediendo los godos parte del señorío de las Galias
piés que hincaba una rotl.il la en tierra para pedir la paz, á los francos, iban reconcentrándose en España, en
y_otros infinitos pueblos vencidos; el godo Eurico, seño- donde sus fuer;:as eran ya incontrastables para. los
reó toda España, excepto la antigua 0-al<Pcia, á cuyos suevos. Viendo estos el peligro, incitaron á los cánta-
límites quedaron reducLdos los suevos, sin que en mas bros á la insurreccion.
de un siglo tuvieran la menor representacion compa- Justo era que la historia hablase con cierta exac-
rable á la que hasta entonces habían tenido, acaso mas titud de los <1uevos, despue., de un siglo de silencio,
por fa! ta de escritoras que de hazañas ó sucesos dignos durante el cual acaecLó la cooversion al catolicismo
de mencion. de Carriarico, bien á causa ti.e los milagros de Sao
De todos modo3, bueno es tener preseute que á l\Iartin de Tours, ó de la predicaciou de San 11artin
Espaüa no vinieron. todos los suevos, comose suele Jar Dumiense, que, segun Sau Gr<'gorio Turonense, vino
á entender, sino parte, pues acabamos de ver á otros de Palestina á. Galicia, aunque San Isidoro de Sevilla,
á las órdenes de Ricimer señoreando el impPrto romano. contemporáneo, dice que el primero en abjurar la he-
No creemos hayan dado nuestros historiadores la rejía arriana fué 1'eodomiro.
debida importancia á la generosa oacion sueva, de la Bien puede ser que, dLvididos los suevos, tuviesen
cual antes de despedirnos, 6 mas bien de dejar de roen• un rey en Braga y otro en los actuales términos de
ciooarla por su nombre, fuerza será la recordemos, se- Galicia. A la sazon, en las dos metropolitanas de Lugo
g·un su i\u:;tre sangre y honrada descendencia se me- y Braga se celebraban concilios. Aquella, que era á
recen, siq u1era repit11nos las palabras del gran capitau modo de vicaría de esta, tenia por sufragáneas las
é historiador, J u\io César. iglesias de Iria, Orense, Tuy, l\fondoñedo y Astorga.
Dice este: «Suevo,·1i11i gens est longe r,iaxi;na, et 5i7. l\Iiro, sucesor de Teodomiro, no contento con
bellicosissi1na Ger1nanor1trn 01nni1trn.» «Entre todos los mover á los cántabros, incitó de igual manera á los
g·ermanos, es la nacion sueva la mas numerosa y guer- leoneses, mas como Leovigildo, sujetos, aunque á du-
rera. » I~o su p1·im1tivo asiento de Germania repartian ras penas, los cántabros, vLn1ese há.cia Galicia con
entre sí el salir unos á. l:i. guerra, quedando otros para igual intencioo, hubo al cabo paz. ó mejor, tregua, á
la labranza, en la cual se empleaban, á. diferencia de peticion del snevo.
los otros g·ermanos. Al año siguiente se trocaban los HabíaEe convertido Hermenegildo al catolicismo,
~ .
labradores en guerreros y los guerreros en labradores, á inataocias de San Leandro, con lo cual, y tenien-
de manera que no padeciesen iutermision la agricul- do en cuenta la diferencia de religion y carácter de
tura ni las armas. los padres del príncipe, Leovigildo y Gosvinda, fácil-
Semejante dísposicioo para las artes de la g·uerra y mente se comprenderá. la discordia que hubo al punto
de la paz, hánla heredado los hijos de los suevos espa- en la familia, discordia que tambieo cundió por toda
ñoles; que en oiguoa otra nacion del mundo será po- España, cuyos naturales se hallaban igualmente di-
sible sacar mas esforzados guerreros de labradores mas vididos.
pacíficos. Q-aien se atreva á dutl.arloeu España, aprenda Ya enero igos declara:l.os el padre y el hijo, alzá-
antes la historia de su patria. ronse en favor de este lo;; católicos, contando con los
Prosigue César (1) dando cuenta del estado social de romanos, que au1:1 señoreaban parte de la costa, y con
Miro el suevo. Pudo mas la astucia de Leovigildo que
(1) Coosnris Commontnrii de bello Gnlico, 1,b. lV.-S,d priuati ac
3eparati agri apud eoJ 11ihil e3t: n,roue lo11gi1n a11110 remcnure 11110 i11
la fuerza; pues ganado el ca.pitao de los imperiales por
loco, i1tcole11<li cau.ta licet. dinero, Miro se vió obligado á pedir la paz, muriendo

'
.
CRONICA GENERAL DE ESPANA.
~
32

á poco, unos dicen que en el cerco de Sevilla (1), otros fimo interés las relaciones de santos y monasterios,
que volvió enfermo á Galicia, donde falleció (2). las cuales son hoy, al contrario, ávidamente buscadas
No estorbaban las discordias civiles á Leovigildo por los historíadores. De esa manera, y pues vemos
el tener puesta la vista y el deseo en Galicia, para lo casi siempre á Orense vivir la vida propia de su sede,
cual se aprovechó ele la muerte de 1firo, y de la guer- mas aun que de la misma monarquía, creemos, no solo
ra que en el reino suevo babia estallado entre Ebori- oportuno, sino necesario, referirnos á menudo á la his-
co, hijo y sucesor del difunto rey, y un prócer, llamado toria de .nuestro obispado. Seguros estamos de que
Andcca. (Xan De9a, Han Dega, Han Deca.) solo así nos será lícito, siquiera no con la debida clari-
Tal vez era Andeca de la antigua nobleza celta, y dad, valiéndonos al menos de los escasos recursos que
en nombre de la tradicion gallega, alzóse contra los tenemos á mano, caminar al t ravés de la oscuridad
suevos; como quiera, las discordias civiles de Galicia d<' los tiempos, auruentada por la escasez de noticias
solo sirvieron para abrir las puertas á. Leovigildo. Ra- é historiadores.
bia Andeca cortado la cabellrra á Eborico; cere1nonia Desde el año 433 se tiene ya noticia de un obispo de
y razon masque suficiente entre los pueblos germáni- Orense, si bien se duda cual fuese su verdadero nom-
cos para perder el trono, con lo cual el príncipe quedó bre, no siendo posible elegir con seguridad e::ntre
recluso en un monasterio. Siagrio y Pastor, lo cual es causa de no poder empe-
Tomó en s~guida Andeca á la reina por esposa, y zar por él la relacion de los obispos.
así creyó asegorar su poder para siempre. Cabalmen- Consta el nombre de Witimer en el Concilio se-
te, semejante razou fué la que dió Leovigildo para gundo Braca.reuse (512), en el cual se halló. Por este
acabar con el imperio suevo. Dividido este, es muy tiempo eran ya católicos los suevos. En el Concilio de
probable que los parciales del destronado Eborico se ' Lugo firmó antes de los obispos de Tuy, Astorga y
unieran con el g·odo, facilitándole la entrada en Gali- Britonia (~fondoñcdo), en lo cual se funda el P . l<'lo-
cia que harto á meo 11Jo el 1·encur de las parcialida- rez para sostener la antigüedad de la Silla de
des ha abrigado en su seno á la traicion. Orense.
Vencedor Leovigildo por todas partes, tomó á. Bra- San Martín Bracarense escribió entre sus obras el
ga, donde aprisionó á Andeca, el cual padeció la pro- tratado de la Ira, por influjo de Witimer, á. quien se
pia suerte de Eborico, q uedaodo ordenado de sacer- le dirigió con estas palabras: «Do,nino a e Beatissimo,
dote, y yeudo desterrado á Beja. De esa manera, y al 1nihi desideratissinio in Christo Patri, Witiniiro
cabo de ciento setenta y seis años, quedaron los sue- episcopo, lúarti,uts episcopus .»
vos uniJus al imperio gótico, despues de haber mos- ..,En el referido Concilio de Lugo quedaron á cargo
trado contra él, no picas veces, el mas esforzado ardi- de la iglesia de Orense las de Palla, Auna, Veritgio,
miento. Bebalos, Ceporos, Tennes, Pinca, Sassavio, Verecanoe,
_,\si corno por tierra, venció Leovigildo por mar; Se¡¿abi1i et Galapagos niayores.
pues habiendo enviado el rey franco Gontran su es- Lupato vi via por los años de 5 99, y no pudiendo
cuadra á las co::;ta de Galicia, en pró de los suevos, asistir al Concilio ordenado por Recaredo, para que to-
vieron esto; vencidos á los francos, y con su derrota dos sus súbditos profesasen públicamente la fé católi-
perdida toda esperanza. ca, fué en su lugar el arcipreste Hildemiro, que como
tal, firmó entre los vicarios, lo cual acaeció en el ter-
CAPITULO III. cer Concilio toledano.
Teodoro ó Theudoro concurrió á Toledo en 610
\Viliza en Galki9.-0bispos.-.-\.sistian por sí ó representl\JOij por con motivo de la exaltacion al trono del rey Gun-
sus vicarios li los conc1lios le 1'.ilt,lo.-Destrucclon Je Orense.
demaro.
De los sucesos que acabamos de referir, y J)avid era obispo de Orense en 633, y no pudiendo
salva la estancia de \Vitiza en Galicia, de que dare- asistir en persona al cuarto Concilio nacional de Tole-
mos mas especialmente cuenta en la crónica de Pon- do envió á su vicario Marcos, el cual era presbítero.
tevedra, puede decirse que la historia del hermoso Congregado en Toledo el sexto Concilio, pudo Da vid
territorio, hoy provincia de Oron,10, l'IEI reduce casi asistir en persona, firmando el décimo sétimo, y te-
siempre á su historia eclesiástica, la cual, mejor que niendo despues de sí treinta y un prelados menos anti-
otra ninguna, nos hace ver el estado de las personas guos.
y la série de sucesos que han de servir de alimento á Gaudesteo ó Gudestheus, consta en el último Con-
nuestra narracion. cilio toledano (646).
El territorio de Orense, á larguísima distancia de Sonna no tardó en sucederle, y asistió al octavo
Toledo, centro de los godos, conquistado durante (653) y décimo (656) Concilio de Toledo.
algun tiempo por los ~Iusulmanes y arrasado largos Alario ó Hilario. Habiendo congregado el metro-
años despues, no r ecobró la vida sino para pertenecer politano de Braga á sus obispos (656), se celebró el ter-
en gran parte á la actual sede episcopal, correspon- cer Concilio bracarense, al cual asistió Alario como
diendo el resto á las inmediatas. mas bien parece se le debe llamar. No concurrió al dé-
Pasó ya el tiempo en que se tenían por cosa de in- cimo segundo Concilio toledano (681), pero sí al déci•
mo tercero (683). Dice el señor 1'-1uñoz que nuestro
obispo se retiró á la parroquia del Castro, una legua
(IJ El Viclarenae. de Orense, y que la consagró, en donde, para morir
(2¡ San Oregorio Turooensti. tranquilamente, debió de renunciar el obispado.
PROV J::'\CIA DE ORE:,SE. 33

El mencionado Sr. ~1oüoz, añadr, que despues fué reber, mulato de negro, habia de hallar paz ni her-
obispo Estephauo, fundándose en quo habia una lápi- mandad en nuestra Península.
da antigua de la referida iglesia del Castro, por donde Ni sedujo á nuestros generosos padres el brillo ex-
constaba la existencia de dicho obispo, sucesor de terior y aparente cultura de los califas de Córdoba, al
Alario; mas eu vez de semejante lápida, hoy solo paso que estos preferian, siempre que les era dable,
consta haber habido allí una poblacion, segun indica servirse de hijos de Espaüa para todas sus empresas.
una mal conservada inscripcion del emperador Adria- La invasíon musulmana fué la mas horrenda cala-
no, así como otra á la memoria de tres gaditanos, se- midad para la Península, cuyos hijos habian de guer-
gun parece, por Tito Fon tío, la cual dice así : rear siete siglos hasta devolver al Africa los suyos, solo
capaces de comprender los placeres que da de sí la
L. SCIPION. C materia, pero jamás los del alma.
SILAMO. C N. DesJe el año '716, en que la destruyó Abdul-Azis(l)
::'IIAOON. OAD. hasta el 832, en tiempo de Alfonso el Casto, permane-
T. FONTIO P. S ció Orense destruido. Y sise le cita la anterior fecha, y
el nombre del rey, no es porque desde entonces me-
Fructuoso asistió al décimo quinto Concilio de To- jorase la suerte de la desventurada ciudad, sino por
ledo (mayo, 688), y cinco años despues al décimo sexto. ser la única mencion histórica que de ella podemos
Hasta aquí las actas conciliares. Fuéranos fácil en- hacer. En efecto, desde 832 siguió Orense arruinada,
tretener al lector con los obispos é infinitas patrañas que no era parte el escaso poder de los reyes cristia-
del impostor que tomó el nombre de Servando; mas no nos para levantar las desiertas ruinas de Orense ni de
cumpliríamos con el deber de fieles y sinceros cro- Braga, viendo lo cual D. Alfonso, aplicó los territorios
nistas. de ambas á Lugo.
Llegamos á la época de la invasion musulmana, Así permanecieron, mientras era necesario oponer
invasion harto mas temible y mortífera para nuestros al 11usulman los montes de Astúrias y las cumbres
padres, que la de sus hermanos los indo-europeos, hi- del Cebrero; ma!¡ en adelante, quedó sin efecto la de-
jos tambien, como ellos, de la Arya asiática. terminacion del rey Casto.
El semita halló constante repulsa en los hijos de
celtas, godos y suevos. Así como estos habian conclui-
• (1) Auriun, t•ero depopulavit u.•,zue ad .,olun,. Cronicon anónimo
do por tenerse mútua consideracion de hermanos, como citado por Brito, lib. Vil, '.\lonarquía Lusitana, cap. VI, y por San-
en efecto lo eran, jamás el semita y aun menos el be- <loval, Cinco Reyes, pág. llJ.

FIN DE LA PARTE TERCERA.

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ORBNSE.
5


PARTE CUARTA.

EDAD MEDIA .


CAPITULO PRiiIERO. ñalando el dote por montes y rios. En tiempo de este
obispo viviajunto á Orense el aoa·coreta San Vintila.
Oscurhlad de los tiempos.-Re:ooquista de Oreose.-Vnrios r,bispos. Egila (vivia en 900).-Concurrió á laconsagracion
-JSorman,los y M11,ulmnnes.-Desolacio0 del territorio de Oreo• de la iglesia de ::;antiago y luego al concilio de Ovie-
se.-:'>ueva restauracioo.-Reyes de Castilla.-Iotervieneo e,tos
entre el clero y la ci uJa l. do, en que esta iglesia fué erigida en 1netr6poli. Ya
por este tiempo era mayor la seguridad de los cristin.-
Ko puede darse mayor prueba del infelicísimo eles: nos, mas el territorio de Orense se hallaba todavía poco
órden en que babia venido á parar España, que la poblado, y conservaba tristísimas huellas de la inva-
oscuridad y dudas que presenta la cronología, 6 mas sion Ismaelita.
bien los nombres tle ciertos obispos atribuitlos á üreo- Como no tratamos al presente de escribir la histo-
se. i\faydo solo era obispo titular, pues vivía en Oviedo ria eclesiástica, habremos de saltar grandes espacios
y era contemporáneo de D. A.lfonso el Casto; á los para referir los mas notables ilucescs de nuestro terri-
obispos Aclaulfo, Gladiano y Flaviano se les debe te- torio.
ner por lucenses, pues mal podian tener la Silla de una No dejaron de llover sobre este nuevas desventu-
ciudad destruida y u.el totlo abandonada. ras. Los normandos primero, y despues Almanzor, le
l\1as, ¿puetle decirse lo propio de todo el territorio dejaron de tal manera asolado, que así como hu-
que nos ocupa? No, en vertlatl. Consta que antes del bo necesidad de encomendar el territorio de Tuy á la
restablecimiento ele Orense, los naturales fundaban iglesia de Santiago, el de Orense se encomendó á la
• templos y monasterios á orillas del l\Iiüo, de donde ra- de Lugo. Tales fueron el estrago y la desolacion que
zonablemente se infiere que ya se iba ~olumbrando el se extendieron por la mísera comarca, hoy provincia do
dia en que recobraran la perdida paz y secular tran- Orense (970).
quilidad. 1Ias de setenta años duró tan tristísimo estado, al
Con todo esto, Orense no fué conquistada hasta los cabo de los cuales, encaminándose hácia las riberas del
tiempos en que reinaba Ordoño I (850-860), y aun no "aliño el rey D. Sancho II, acompañado de su herma-
pueue llamarse esta verdadera conquista, pues los na doña El vira y viendo con el mayor dolor tanta des-
moros tuvieron poder suficiente por recobrar la ciudad ventura, hubieron de restaurar la iglesia de Orense á
y asolar la tle nuevo. la par de las de Braga y Lamego, mientras otra her-
Al cabo Alfonso III el l\Iagno (866-910) aseguró la mana, ia infanta doña Grraca, hizo lo mismo con la.
conqui::.;ta que ele nuevo hizo de Orense, con la toma de iglesi!l. de Tuy.
Coimbra. En seguid.a repobló aquella y nombró (por Entonces nombraron por obispo á Edcronio, el
los años de 877-881) obispo á Sebastian, expelido de cual fabricó (1081-1089) la iglesia de K:inta María la
su Silla arcabicense, en Celtiberia. !\ladre, 6, mas bien, tuvo que reedificarla por haber-
Censerico 6 Acenserico (vivia en 884).-Fué su con- la des;truido ,\.lmaozor.
\
ducta poco ejemplar, y le acusan de haber vendido los Nuevos trastornos vuelven á inq uictar la paz de
bienes que Alfonso III babia donad.o [t la Iglesia. nuestro territorio, al llegar á la época <le Gelmirez y
Surnna (vivía en 886).-Su sucesor acudió al mo- doña Urraca (l lO!J), cuyo e!'-poso, D. Ramon de Borgo-
narca suplicándole declarara de nuevo el dote de la se- ña, viendo de reme<liar los daños que padecia la sede
de, y así se hizo, q ueuando pertcnecien tes á la sede 1 de Compostela, cuando nombraron protector y defensor
episcopal Pala aurea, Limia, Berrugio, Ltmaos, Deba- de esta al caoóoigo Diego Gclmirez, despucs primer-
los, Zapastoe, Geurres, Pinza, Casavio, Vercganos, Sc- arzobispo, segun ya hemos dicho en la crónica de la
nabria y Calabazas mayores; la donacion prosigue se- Coruña, fueron los obispos consultados, Pedro de Lugo,


[f ;J ~ WlJ'JJ;f ffiJ ~~';j mlJJJ~'~ :D J¿J J D0




PROVIKCIA DE ORENSE. 35

Gonzalo d9 1'1ondoñedo, Auderico de Tuy, y Pedro, mos hablado en otro lugar, se trataba con escasez, le
prelado de Orense. dió la iglesia de Caizanes ó Quizancs, para que tuvie-
En medio de aquellos contín uos trastornos, figura se pan de trigo en su mesa (13 de enero 1231 ).
el sucesor de Pedro, JJiego Ill (1100-1132), canónigo A pesar de la grande importancia de los obispos,
de Santiago, á quien pensionó Alfonso el Batalla- no siempre había paz entre ellos, el cabildo y la ciu-
dor, rey de Aragon y segundo marido de doña Urraca. dad, por lo cual el rey D. Alfonso el Sábio, á quien se
!t-1as adelante, y ya en libert:\d, trató nuestro obispo, quejaron D. Juan Diaz y el cabildo, de que había re-
en un ion de otros, con el arzobispo de 'foledo, de re- cibido el homenaje del concejo de Orense en vez de
mediar los daños que España padecia á causa de las recibirle de ellos, contestó el re-y que no había que-
continuas g·uerras civiles, para lo cual se juntaron en rido perjudicar los derechos de la Iglesia (1256).
concilio eu Palencia. A 1. 0 de marzo de 1258 rnaodó al cabildo no
Yendo adelante la discordia entre D. Alfonso y su permitiera este que á la muerte de un obispo se ex-
esposa, reunió D. Bernardo, legado apostólico y arzo- trajera. nada de lo que debía con1,;crvarse para el suce-
bispo de Toledo, otro concilio en Leon (octubre, 1115), sor. Siguieron las contiendas con la ciudad viéndose
al cual no pudieron concurrir los prelados de Galicia, no pocas veces el rey obligado á intervenir.
con lo que se reunieron en Santiago todos, incluso don La manera de cobrar las rentas era causa de con-
Diego de Orense, y aprobaron cuanto se babia hecho tínuos disgustos: qucjósc al cabo la ciudad con-
en Leon. En esta ocasion, no menos que durante las tra el obispo D .•Juan Diaz y el cabildo, mas el rey
demás revueltas de Galicia, vemos siempre al obispo sentenció en Sevilla (6 de julio de 1263) á favor ele estos.
Dieg·o, grande amigo de Gelmirez. No lo fué menos de Entre tanto, si bien ya lejos el moro y de vencida
la ciudad de Orense, para la cual logró fueros y pri- sus armas, nada había qué temer de enemigos exte-
• vilegios del rey D. Alfonso VII, llamado luego el E1n- l'iores, no suce<lió lo mismo por o uestro territorio con
perador, con aprobacion de la madre de este, doña Ur- los dom~sticos. De asiento la córte á veces en ciudades
raca y de su hermana doña Teresa, dueña á la sazon tan apartadas como Sevilla, solían de ello prevalerse
de Limia con el conde D. Fernando. ciertos poderosos turbulentos en daño de la paz y bien-
Murió D. Diego á los treinta años de obisro, y sus estar general.
muchos servicios y gloriosa memoria le hicieron acree- Cual no seria el estado de desconcierto que por todas
dor á la siguiente inscripcion, puesta en su sopul- partes prevalecía, cuando el rey D. Fernando IV el
tura: E1nplazado, tuvo que perdonar los delitos contra los
ciudadanos, cometidos por varios caballeros gallegos,
LAUS PATRI&. LUX ECLESI& YACET HIC TVl\IVLATVS
entre los qu'.l estaban los sobrinos del obispo D. Pedro
DlDACUS ANTISTES 01!Nl YIR PARrE BEATUS.
Yaiíez.
OBIIT ERA MCLXX.
Increibles fueran los desórdenes que vamos á refe-
En tiempos de JJ. Pedro Seguin á quien se ha soli- rir, á no tener en cuenta las feroces costumbres de
do tener por francés, concedió el rey D. Fernando á aquellos tiempos. Siendo ya obispo D. Pedro, mataron
los vecinos de Orense permiso para vender libremente á un pariente suyo. Huyó el culpado, acojiéndose al
el vino de Santiago. A este D. Pedro hao atribuido al- convento de ::,au Fraocis.co; mas como los frailes se
gunos la traduccion y aumento de la historia de don negaran á entregarle, puso el obispo fuego al conven-
Servando obispo de Orense. ~las el tal escritor Servan- to. No paró aquí el ódio de D. Pedro y sus parciales,
do es mera ficcion de alguno que quiso emparentar pues hubo el propio rey de intervenir, para que al
con otra á las principales farnilias de Galicia. cabo pudieran los frailes ir reedificando su morada.
Conforme van adelantando los tiempos, vernos á la Tan escandaloso suceso no pudo menos de enojar á
cristiana monarquía extenderse por las llanuras de D. Fernando IV contra el obispo y los suyos, quienes
ambas Castillas, siendo la historia de nuestro territo- acudieron al infante D. Juan, tio del rey, para lograr
rio, mas bien la de las San tas Sedes de Or@nse y A.stor- el perdon. De él se mostraron dignos en verdad los ca-
ga. No hay, por lo tanto, interés en seguir la cronolo- balleros que hasta entonces habian cnan~hado sus es-
gía eclesiástica q uc hasta el presen te habíamos segui- padas en civiles discordias.
do con cierta seguridad, pues la mayor parte de las (1205.) Ardía la guerra contra el moro: sitiaban los
noticias se refierrn á donaciones y privilegios de los cristianos á Gibraltar, :í cuya empresa acudieron
monar~as á las diócesis, mas importantes, en lo gene- nuestros gallegos, ansiosos de mostrarse agradecidos
ral, para la historia eclesiástica, que para la presente y esforzados. Cumplidaraente lograron su deseo, la-
crónica. vando con sangre musulmana sus pasadas culpas.
Con todo, no por ello hemos de pasar en silencio los
- mas notables sucesos, y aun, si el espacio lo con- C...\..PITULO II.
siente, daremos breve noticia de los obispos que ocu-
D. Pe !ro el Cru¿l,-Influjo de Francia.-Desemharcnn los in¡.rlescs en
paron la Rede de Orense, despues de escrita la Esp'Liia Galicin.-Tomnu y sm1uenu á Rívalnbia.-.\rles Y lelrns.-Estauo
Sagrada del P. 111. Fr. Heorique Florez, á cuyo tra- socu\l (!).
bajo pueda servir de suplemento nuestra publicacion. (1350). D. Pedro el Cruel tuvo por Galicia leales
Entre diversas donaciones, hallamos una que de- amio-os mas tambien tuvo enemi 00-os constantes y en-
• be mencionarse, mas que por su importancia, por la º '
ra~on en que se funda. Sabiendo el santo rey D. Fer- (1) Por uu error inevitable no se imprimi(, en In pá¡.r. 29, época ter•
nando III, que el obispo D. Loren7.o, de quien ya he- cera, ou 03lll Cormn. Epoca Romana y Suevi-Gúlicn.


CRÓNlCA GENERAL DE ESPAÑA.

carnizados, así en la nobleza como en el clero. Ayuda- Dueños los ingleses de n uestro t erritor io, y hallán-
ba Francia á los partidarios de D. Enrique, y á no du- dose el de Alencastre en Orense, vinieron despachados
darlo, efecto de semejante parcialidad fué el nombra- por el rey de Castilla á esta ciudad varios personajes,
miento dfl un francés para obispo de Orense. en compañía de Juan Serrano, p rior de Guadalupe,
Habiendo nombrado el cabildo por obispo á D. Lo- que ya era convento de Jerónimos. Tratóse de lo que
renzo Rodríguez, canónigo de la propia iglesia, el Papa á todos interesaba. Doña Constanza, esposa como ya
Clemente VI anuló la eleccion, nombrando á D. Juan sabemos del inglés, era tercera nieta de D. Sancho el
de Cardallaco (Cardaillac) de la casa de Armagnac en Bravo, rebelde contra su padre el rey D. Alfonso el
Francia. Sábio, y usurpador del reino en daño de los Cerdas,
Cabalmente el Sr. de Armagnac militaba en favor legítimos sucesores. De la bastardía de doüa Mar ía
de D. Enrique contra D. Pedro, y así se comprende Padilla no se habló, por no menciouar la del r ey.
que el obispo tardara en venir á su diócesis, quedando Estas y otras razones pasaron en público, si bien
sujeto á las continuas variaciones de la guerra civil, el prior propuso astutamente al de Alencastre el casa-
sin que el haber sido luego nombrado arzobispo de Bra- miento de una bija de este y de doña Constanza con
ga le librara de verse al cabo en prisiones por órden el infante D. Enrique. Nada pareció por entonces á lo
de D. Pedro de Portugal. No pararon aquí sus desven- exterior, mas las proposiciones de Juan Serrano tu-
turas, pues solo se vió libre, para caer en manos de vieron al cabo el éxito que se deseaba. Cierto que la
D. Pedro el Cruel, cuando la derrota de D. Enrique en ' guerra continuó por algun tiempo, 1nas al cabo se hi-
la batalla de Ná.jera: envióle D. Pedro al castillo de cieron las paces, concertándose la boda de D. Enrique
Alcalá de Guadaira, en donJe quedó encerrado cu un con doña Catalina, si bien la edad de aquel era de diez
silo, basta despues de la batalla de 1lontiel. años y de diez y nueve la de esta.
La muerte de D. Pedro fué srñal para Galicia de (1388.) Desde entonces tienen los infantes herede-
grandes males. Abierta á. las invasiones de Inglaterra, ros del trono de España l'l título de príncipes de As-
y conservándose aun muchos fieles partidarios dt' don túrias, á semejanza del príncipe de Gales, que así se
Pedro, no es maravilla que el duque ele Alencastre, llama el que en Inglaterra se halla en igual caso.
como le llaman nuestros historiadores, ó Jh,o¡¿ o/ G-a1nit, HC'chas las paces, y habiéndos" retirado, como era
segun los ingleses le apellidan, llegase á nuestro ter- natural, el de A.lcncastre, volvieron á la obediencia
ritorio, en demanda de la corona de Castilla. del rey de Castilla los muchos naturales del reino de
Doña Constanza, hija de D. Pedro el Cruel, rra su Galic1a que habían tomado parte por la b~a de don
esposa, y, fundado en los derechos de esta, dt'scmbar- Prdro; mas era tal la desconfianza que causó á don
có en el puerto de la Coruña (26 de julio de 138íi) Juan I la amistad entre gallegos é ingleses, que se les
Llena España de franceses, hallr5 algunos q uc le hicie- prohibió á estos el venir en romería á Santiago, no
ron .frente, ó mas bien, sorprendieron á parte de los fuera su presencia nuevo aliento á los amigos leales,
suyos por aquellas cercanías. En cuanto á la ciudad ele que, aun clespues de muerto, tuvo por Galicia D. Pedro.
la Coruña, jamás abrió las puertas al enemigo, defen- ·ra por estr. tiempo demuestra el e5tado de las ar-

dida por el esfuerzo de sus hijos, al maudo del buen tes mayor cultura y trato mas frrcuentc con las de-
Fernan Perez de Andrade. más naciones de Europa. Despues de la hermosa cate-
Poco tardó el inglés, ayudado de sus muchos par- dral de Santiago, y á la par de otros importantes edi-
ciales, en señorear mas de la mitacl de Galicia, pues ficios románicos ó ele transicion, se alzaba en Orense
ya dueño de Santiago, desde esta ciudad en,iaba á so- la hermosa caterlral. Soberbios puentes restaurados, ó
juzgar el territorio y plazas aun no son1Ptidas. bien construidos de nuevo, iglesias, monasterios y
Encaminóse á Rivadavia sir Tho,nas Percv con un hospitales, servian de asilo á la religion •y á las ar-
V

cuerpo de caballeros y peones, mas los hcróicos habi- tes, de refugio á corazones desp.,clazados por el do-
tantes mostraron tan señalado esfuerzo, que re::iisti<.>ron lor ó el remordimiento, y de an1paro á pobres y en-
á tan esforzados guerreros por C'spacio ele un mes. fermos.
Ofcndíanse estos de «que meros p:iisanos, sin un solo Escribió el poeta Pedro Compostelano el poema de
»caballero,» guerrraran tan bien (l); y por último, de- Consolatione rationis, y el eco blando de su dulce mu-
terminaron construir un ingéoio para batir las forti- sa halló respuesta en los enérgicos versos de Pedro
ficaciones. Alonso. Do quier St' hallan por aquella época grandes
Entonces los habitantes vieron de capitular, sin crímenes, daños sin cuento, llantos y padeceres, cuyo
que los ingleses tuviesen suficiente generosidad para solo recuerdo causa pavor; pero en medio de aquel
tratar con tan esforzados plebeyos, á cuyas proposicio- anárquico dcsórdcn, que hacia veces de libertad mas
nes respondieron con bárbara crueldad (2), que no eo- á menudo de lo que hoy cret'mos, tenían nuestros pa-
tendiau el gallego, que hablasen en buen francés ó dres una virtud qne hoy lloramos perdida tal vez para
inglés. Rivadavia fu<' saqueada é impíamente 1nuertos sicmpre.-¡Trnian fé! Fé en Dios, en el arte, en el
sus valientes. defensores. hom brc y rn sí propios, á cuyo lado son nuestras
La historia imparcial otorga lauro inmarcesible á crrencias mudables collados de arena que el Kanisi1¿
los leales plebeyos y acusa con razoo de faltos de ge- del DPRiPrto mueve ó dt'shacc, leve ceniza que el vien-
nerosidad á sus crueles enemigos. to desvanece.
En nuestro territorio, como en lo demás de Gali-
{I) Clt,.onir¡ue• rle s;,-,, Jea1t de F,-ois,a,.,. Lib. 111, cnp. XLIII. cia, iba tarn birn mC'joraudo el estado social del hom •
(:.!, !J. , brr, gracia~ al foro tan útil por aquel tiempo, así para.
• •

PROVINCIA DE ORENSE. 37

la mas fácil y pronta roturacion de tierras incultas hizo canónigo. Crecía la discordia entre el obispo y el
como para. la libertad del labrador. pueblo y á los desórdenes de este, oponía aquel firmí-
simo carácter.
C1\.PITULO lll. Al cabo, la discordia se trocó en verdadrra guerra
Feudnlismo.-Discorclio.s civiles.-Asesinnto del obispo D. Frnncis- civil, llegauclo á tanto la insolencia qtie los ?Jasallos M
co.-Peuitencia y nbsoluclon de los cul¡,ados.-Los Scilores.-Las
respetaron al Seiior, y las O'Dejas se 1Jol1Jieron contra
Hcrman<\ndes,
el Pastor (1)
Por los siglos x111 y x1v adquirió mas fuerza el feu- Ko libró, en efecto, al obispo de Orense el sagrado
dalismo en Galicia, cual si tratara de mostrar mayor carácter de que estaba revestido, del encono que
empuje antes de fene- le tenian los oren-
cer. Claramente he- sanos, cuyo regidor,
mos dado á entender Diez de Espinosa, así
en nuestra Crónica de
- -~ como García Diaz de
la Coruña (1) que Caguérniga y Pedro
• nuestra opinion sobre Lopez l\fosquera, es-
los tiempos feudales cudero y alférez ma-
difiere en gran parte yor de D. Fadrique,
de la que todavía pue- duque de Arjona y
de llamarse general conde de Trastama-
en España. Cierto que ---=---
~-) .¿._ ~- ra, alzaron el pueblo,
á veces semejan los ayudándole con gen-
que se ensañan con el te de armas traida <le
muerto feudalismo fuera.
meros combatientes Huyendo del tu-
con molinos de vien- multo, acudió el pre-
to. De todos modos, lado á refugiarse en
bueno es tener presen- la catedral , donde
tes las palabras de quedó sitiado, mos-
César Cantú con res- trándose mas encar-
pecto al régimen feu- nizado enemigo que
dal. «Singular mez- los demás, Pedro Lo-
cla, dice, de barbárie pez ñlosq uera, el cual
y libertad, de disci- con los suyos, y á no
plina é independen- dudarlo, ,1yudado por
cia, liza abierta á los de Orense, apretó
nuevas virtudes, así cuanto pudo el cerco
como á pasiones vio- de la catedral.
lentas y desenfrena- SosPgada la iosur-
das.» reccion , no por ello
El nuevo feudalis- sosegaron los ánimos,
mo, como podríamos antes bien el obispo
llamarle atendiendo á se mostró mas empe-
la forma que adquie- ñado que nunca á lle-
re, vino en gran par- var adelanto la que
te Je Francia. Trá- tenia por justa vindi-
jole acá el clero, y así cacion de sus derechos
vemos que sus seño- y á la par, sus encar-
ríos son los mas ex- nizados enemigos si-
puestos á las rebrlio- guieron siéndolo tan
nes y veugaozas de ahincadamente, que
los vasa! los. determinaron dar
Tipo de la r rovincin de Orcn$e.
Acostumbrados es- muerte al prelado.
tos á lo gue hasta rn- Parecf' que se dis-
tonces habían visto, se unian harto á menudo contra ponía este ;i visitar toda ó parte de la diócesis, de cuya
la Iglesia, no cic rtamente movidos de impío rPncor, ocasion se valió Prrlro Lopez 1Iosquera, por medio de
sino de lo que achacaban á tiranía del obispo; no por su escud..ro Lnpr de .-\longos, para lle,ar adelante su
eclesiástico, mas por señor feudal. venganza. 1•:ra rl camino por donde el obispo pasaba,
Era, por los aiios de 1419, obispo de Orense <Ion front1•ro d,..l ~tiño, uua legua mas abajo de Orense, y
Francisco, á quien se le da el apellido de Alfonso, por- tan g-randc la pendiente en aquel sitio, que Lope de
que consta se llamaba así su herrnanó D. Luis, al cual ,'i longos y los ~uyo-; precipitaron con la mayor facili-

(1) Vénse. (1) p, florez. J,,'.tp . .Sagrada, t. 11. p. 142-143.



38 CRÓNICA GENERAL DE ESPA~A.

dad eo el rio "J' sitio llamado Pozo ~feimon, al prelado, Al varo Perez Barreguin, en cuyo tiempo, si bien hallán-
el cual se ahogó. dose auscntr en Roma, fué el castigo y penitenciad•)
Cometido el sacrílego atentado, era de creer que los reos, de que n1as arriba hemos datlo cuenta. Don
al cabo llevarian merecido castigo sus autores. 1fas por Alvaro no vi6 jamás su Iglesia.
de pronto, el cabildo buscó j' halló el cadáver, dán- Los trastornos ele que acabamos de dar cuenta, no
dole sepultura en su capilla de Santa Eufcmia. son sino pequeñísi1na parte de los que durante el siglo
Hici1>ron mas adelante pes(]_uisas en averi~uacion xv prevalecieron por Galicia. Era el conde de Lernos
de los culpados, y habiendo parecido algunos, recur- el mas poderoso sPñor; seguiau en poder A. ndratle, Ca-
,r
rieron al Papa l\I·irt1n en demanda de bula de ab- miña, Pardo de Cela y Alta1nira; cu nuestro territorio
solucion. \Tino esta al cabo, nombrando con1isario apos- el conde de Ri vadavia y el de 1\Ionterrey. Referir y es-
tólico á fray Alfonso Gomez, clel órden de San Fran- pecificar los infinitos sucesos que por entonces acae-
cisco. Con1pareció Garcín Diaz de Caguéruiga confe- cían, guardado ~stá para rnas anchuroso cuadro. Baste
sando que, con los suyos:· otros había tenido cercado clecirqucapeuas es posible dar leve idea en la presente
al obispo; añadió que tenia órtlen del rey de ir á la Cr6nica.
guerra, y por lo tanto rogabt le absolviesen de la ex- Al cabo, no fué nuestro territorio ni mas ni menos
comunion en que había incurrido. Por penitencia y trabajado que los otros, con lo cual podrá imaginarse
satisfaccion del agravio ofreció á la Iglesia unas casas el lector cuál seria el estado del resto de Galicia.
que teoia <'U Orense, diciendo, dfl,ria Ntltc!io ,nas si vi- Ni aun las hermandades, puestas por ren1cdio á
?Jiese 118 de julio de 1425.) tanto daño, puede decirse lJ fueron, si ya no es mejor
,·1endo semejante arrepentimiento, el comisario decir que antes sirvieron para aumentar el número
apostólico y el cabildo otorgaron la absolucion al pe- de combatientes que para disn1inuirle. linposible es ver
nitente, quien la recibió de hinojos tlesn udo de medio en las hermandades de Galicia el propio carácter de
cuerpo arrib'.l., rezando sobre él fray ;\lfonso Gomez un las de Castilla. En estas como en aquellas, predon1ina-
psalmo del Jliserere, mientras le daba tlc cordonazos ba, por el nú1nero, el elemento popular, y aunque te-
en la espalda. Tambieu lograron la absoluciou otros nian representacion ciertos nobles, eran de aquellos
trere cómplices. nobles ciudadanos, que si bien por su orígeo especial
El dia 20 de no\'iembre del año que mas arriba he- y propio de la reconquista, no puede su clase compa-
mos señalado, comp~reci6 tambien en cabildo Pedro rarse con la bour(JIJOisie francesa; con todo, no dejaban
Lopez l\Iosq u"ra, q u1en confesó haber tenido cercado de tener con esta notable semejanza en la riqueza,
al obispo, causándole graves daños, á él y á los suyos, represcntacion y auu tliscordia que tan á menudo e::-tis-
por lo cual, y reconociéndose culpado, dió las presen- tia entre ella y la alta nobleza, venida del Norte, se-
taciones que tenia en los curatos de S:in Pedro de 1Io- ñora ele castillos y numerosos vasallos.
reira y San )Iartin de 1Iugares. El P. Florrz, al ha- En Galicia, por razones que no son del caso al
blar de esto, dice qui! la donaciou fué por satisfaccion presente, ó mas biPn no es posible esprcificar por aho-
de haber maodatlo rnatar al obispo; y p'l.ra ello se re- ra, la sociedad conservó siempre carácter aristocrático,
fiere al 'J',nnbo de bene.ftciof, fól. 2-10. heredado de los primitivos celtas, y, dcspues de los ger-
l\Ias arlPlaote y dando cuenta <le las presentaciones, manos, carácter que aun se conserva y durará mien-
añade que Pedro Lopez 1fosqucra dió tambieo un poco tras viva un solo ioclividuo de la noble ascendencia
de renta, por Jo cual fué absuelto; así consta en el Li- que á totlos los gallegos corresponde. (Jue el feudalis-
bro 11 dtl Ckanciller .A11tario, fól. r:,1, 38 y '71. mo, no de5figurado, como lo vemos en los últimos tiem-
:No nos habríamo,- detenitlo en ello, si no continua- pos, mas en aquellos en que nació por legítin10 fruto
se nuestro guia diciendo que, segun parece, solo se del carácter y costumbres de los pueblos aria.nos, en
hizo por entonces pesquisa del público delito de hab<>r vez de dar pábulo á la servil depenclencia drl esclavo
cercado al obispo. Sin duda no tuvo presente lo que no 6 ing6nuo ante el seiior, no fué sino la extension de la
há mucho babia citado, referente al Tumbo de benefi- familia, pues solo dr. este modo se comprenden las tri-
cios, se;un el cual, era ya manifiesto q uc Pedro I,opez bus 6 clanes de nuestros padres.
babia m2.ndado m·ltar á D. Francisco, y por ello daba
las prescn taciones.
Como quiera, es con toda verdad singular y mara- OAPI'l'ULO IV.
villosa la blandura con que fueron tratados los delin-
cuentes. Fuerz1. es creer ó que el obispo babia en cier- Guerra civil.-)lnnJnn nohl,,~ las tropas populare-,.-Renueva su
herman,l'\·l ln l¡::lesin de Orense con In de Tours.-Torquema la
to modo datlo lugar al sacrilegio con su imprudente ohi-,po de Oren'!e.-Pelean el con,le de Lemos y el ue Benavente en
conducta, ó que los culpados tenian excelentes vale- la misma catc.lral.-Ausencia. ,te los obispos.
dores, de aquellos que en tiempos inquietos y azaro-
sos se complacen en amparar á los criminales rr,as rui- Lo que eran, no hace un siglo todavía, para nues-
nes, caso, con frecuencia repetido en la historia, mu- tros padre3 Dios y el rC.)', eran para los hombres de la
cho antes y mucho tlespucs del feudalísmo. época feudal Dios y el señor; con ambos nombres en
Por grandes que fueran los desmanes de aquellos los labios y en el corazoo, emularon en tiempos di-
tiempos, y por escaso que se mostrase de fuerza el poder versos las 1nas al tas hazañas que la historia registra:
central, no podía menos de causar extraordinario es- $i cometieron errores, mirémonos y veamos en derre-
cándalo el asesinato de un obispo, por lo cual siguieron dor, antes de tirar la primera piedra, áaquellosáquic-
averiguando los sucesos D. Alfonso de Cusanca y don nes debemos la existencia, el nombre y la patria.

PROVINCIA DE ORE:'.'\SE.

La historia refiere y juzg·a, no conforme al patron bien esta segunda vez no usó título de obispo (1 ),
del gusto de quien escribe, mas teniendo en cuenta no llegando á ver su iglesia en ninguno de estos dos
las diversas circunstancias de cada siglo. Narrados es- casos.
tán los crímenes de la caballería, hija de los tiempos Fué el Excmo. Fr. Juan de Torquemada de familia
feudal~s. ¡Paz á los muertos! Tiempo es ya de ser jus- deorígenj udio, de notable despejo, señalado en las cien-
tos con su n1emoria; ad viértase, que mientras á la par cias, y de carácter tan firme, que su influjo en asuntos
de los !llontmorency cedieron otros grand.es señores de <le religion, y aun políticos, fué extrao:-dinario, no so-
Francia expontáueamentc sus privilegios cu la Asam- lo en aquel tiempo, Riuo en los posteriores. Sus mayo-
blea constituyente, poco dcspucs hubo hombres que, res enernigos podrán aborrecerle, mas no negarle la
ciegos por el encono de las pasiones políticas, creyeron sinceridad de sus opiniones. En cuanto á las acumula-
dar vida imperecedera á la libertad con los asesinatos ciones de obispados, abadías, etc., daño fué harto ge-
de setien1bre y honra á la patria, sellándola los lál,ios neral y comun de infinitos prelados y hombres de re-
• con el miedo á la guillotina. preseotacion por el siglo xv, y aun á. principios
Cierto que es imposible á veces no derran1ar lágri- del xvr.
mas ante la desventura de los pueblos, mas, por tradi- Para nada influyó Torquemada en nuestra diócesis,
cional costumbre, fundada en los usos primitivos de salvo para nombrar quien le representase, siendo, :\
nuestros padres, buscaban los horn bres á los nobles no dudarlo, efecto de su protecciou el nombramiento
por jefes; así vemos que las tropas de las hermanda- para obispo de Orense, de D. Alfonso Lopez de Valla-
des iban regidas por Diego de Lemes, Pedro Osorio 6 dolid, provisor, cuando la Sede estaba en administra-
Alonso de Lanzós, hijos de las mas poderosas casas de cion. •
Galicia. Para todos fué grave mal la falta de una ciu- !llas la discordia seguía por verJadera reina y seüo-
dad como Barcelona, por ejemplo, cuya fuerza y po- ra de Galicia. Lidiaban grandes y pequeiíos, guerrea-
derío sirviera de contrapeso á las demasías de los ban entre f;Í los seiíores, y, desde el Ferrol hasta Alla-
poderosos, así aristócratas como servidores del go- riz, de Ri vadeo á Camiña apenas concctlian breves mo-
bierno. mentos ele reposo las contiendas civiles á aquellos des-
Verdad. es que los villanos solían asaltar las casas venturados labradores.
de los señores, á quienes despojaban de sus tesoros. De En guerra abierta el conde de Benavcnte contra el
ese modo tuvo Nuño Frcirc do And.rad.c que escapar ele Lemes, llevaron el estruendo de las armas á la pro-
huyendo de diez mil plebeyos, y ampararse del arzo- pia ciudad. de Orense, y, solo atentos á su enconada
bispo de :-santiago. Unido Fooseca con nuestro conde ,enganza, ni aun respetaron los dinteles de la catedral.
de 1Iouterey, y poderosos ambos por semejante alian- Defendíase en ella el de Lemas, y no respPtando el sa-
za, fuerza y ánimo tuvieron para guerrear con todos grado su contrario, padeció la fábrica graves daños,
los señores de Galicia, y aun contra el mismo mo- con especial la capilla de San Juan. El cabildo tuvo
narca. que celebrar por algunos meses sus Oficios en el con-
Falto Enrique IV de toda energía, encomendó á. las · veuto ele San Francisco.
hermandad.es la pacificacion del reino, la cual no se Las discordias y daños tuvieron el fin que por aquel
logró sino mas adelante, cuando los Reyes Católicos tiempo soliao. El conde de Beoavente reedificó des-
enviaron trop,1s y letrados, á quienes, eu efecto, cor- pues, y por desagravio, la capilla de San Juan con
respondia mirar por la justicia. toda magnificencia, y di6 á la catedral ternos y pre-
(1428.) \' olveremos atrás por un momento, para ciosas alllajas. No todos los daños se repararon de
<lar cuenta de la rcuoyacion de hermandad entre la igual manera, pues el obispo D. Diego Fonseca
Iglesia de Orense y la d.e Tours en Francia, donde se (1471-84) reparó años adelante la puerta y lienzo de la
firmó la carta eutre las dos catedrales, ::iara lo cual catedral que sale de la capilla del Cristo, quedando
fué cou poderes del cabildo J uau TesoroJ que era del allí el blason de los Foosecas, con las cinco estrellas
obispado de nlálaga. en sotuer.
tilientras la g·uerra civil despedazaba las entrañas En cuanto á nuestro desventurado obispo D. A.lfon-
de Galicia iba cambiando del todo la faz de Europa, so Lopez, vanos fueron su amor á la paz, caridad y be-
preparándose notables sucesos, unos favorables á la nignísimo celo para tan aciagos tiempos, ¡,ues murió
autoridad real y o~ros contrarios á la unid.ad religio---. á causa de los tremendos sobresaltos causados por las
sa. Por entrambas tendencias habla el n1ero nombre de sangrientas tliscordias de las casas de Lemes y Bena-
fray .Juan de 1'orq uemada, de quien no podemos me- vente.
nos de ocuparnos, siquiera sea breven1ente, al hablar A.ciao-a habia siclo en diversas épocas la suerte de
del territorio de Orense. Existia ya, (pero jamás como nuestro ºterritorio mas al presente, y co1no s1. no bas-
entonces) la abusiva costun1brc de que una sola persona tasen las guerea~ civiles, comenzó para toda. Galicia
reuniese .í. un mismo tiempo varias dignidad.es ecle- un daño i<>-ual cuando no mayor que aquellos. Los
o ' .
siásticas, por n1as que le fuese i1nposible asistir á to· ingleses han inventado para él la voz ~ibse,1teisrn, no
das persooalrnentr, co1no era justo y debido. sin razon. En efecto, dad~ la señal eu tiempo de Tor-
'l'al fué el suceso <le Torque1nada eu nuestro obis- qur.mada, fueron no pocos los prelado~, co1:1 ef;~ecial
pado, el cual tuvo, solo en España, además de las aba- extranjeros, que ni aun parcc:eron ,ror la d16~cs1s, lo
días d.e ·~,r alladolid, Foocéa y el obispado de 111ondo-
iicdo. Desde 11-13 hasta 144'7 conserró el de Oreuse, y
aun dPspues le adn1ioistr6 por vacante del sucesor, si (1) Flor~l. E.,p. Sagra,la, t. XVII, l • 1,::,.¡.
40 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

cual producía daños de mas difícil cura que los tras- ble desventura. Hubieran permanecido en sus casas,
tornos y revueltas. y trocando la feroz altanería de antiguos tiempos en la
Cierto que estos distraían gran número de hombres sábiayprotectora actividad del aristócrata inglés, si no
de la labranza, cuando no la estorbaban del todo; mas, todos, gran parte al menos, habrían tratado de emular la
· al cabo cuando se hacia, bueno ó malo, para Galicia era mas noble hazaña de nuestro conde de Monterey, que
y en casa qurdaba, siquiera fuese en manos rapaces de fué la introduccion de la imprenta en Galicia.
señores y bandidos. Pero lo que, bien podemos llamar No por haberlo ya dicho, hemos de dejar de repe-
absenteismo de los obispos, no fuó daño pasagcro, que no tirlo; cansadas las fuerzas, pero no rendida la fé, dire-
podia menos de llevar fuera de nuestro territorio cuan- mos de nuevo que los Reyes Católicos tuvieron razon
tiosas riquezas; antes mostróá los grandes el camino por para hacer que imperasen el órden y el respeto á las
donde podiau ellos tambien irse á emplear en lejanas y leyes en nuestro territorio; mas quien, para ser justo
aun extrañas tierras el fruto del sudor del mísero colono. cree necesario ir mas allá de la justicia, solo alcanza la
El empeño de los reyes austriacos de tener á su alre- horrenda paz que Tácito expone al horror de la pos-
dedor á los grandes llevó del todo á cabo tau irrepara- . teridad.


FIN DE !...\ PARTE CüART.\ •

,·,' /
'




P.ARTE QUINT.A.



ÉPOCA MODERNA.

CAPITULO PRil\íERO. 'fa1nuie11 la 1nctrópoli compostelana, temerosa de


que el enr-1nigo llega:;e á profanar sus reliquias, las
EncomiendnR.-Su reforma. - Torquemada, obispo de Orense. -Ar- envió á Orense, cuyo obispo las tuvo en su palacio has-•
mamentos contra los ing-leses.-Fiestas en honor <le San Torcuato
y San Rosen lo.-Ohispo cte Orense capitan general de Galicia.-Ve-
ta la conclusion de la g·ucrra.
nida do la rnsa de Borbon. (1601.) El pri1ncr año del siglo XYI, acudió al
monasterio de Cclanova lo mas lucillo de Galicia
Nada señala tanto la época moderna en nuestro ter- con 1noti ,·o de las fiestas celebrad.as para colocar con
ritorio, como los contíouos y mal sosegados trastornos, mas honor los cuerpos tle San Torcuato y San Rosen-
-en que todos ton1aban parte, y lo que el padre Florez do, lo cual acaeció en tiempo del ilustre obispo gallego
l lama <<el hado de las Encomiendas.» De ese modo se- D. ~liguel A.res, á quien llamaron 1\Tue/Jo Sé,teca y
guian siendo obispos de Orense personas que jamás tam\.Jien Gloria de Prelados.
pusieron los piés cu la diócesis, ui aun en España, bien En lli04 e,-tabar-scribiendoel P. ir. Fr. Hernao-
que no dejó de habPr españoles que hicieran lo mis1no. do Oxea, del órdeo de predicadores, nacido y criado
Al cabo, fuese reformando abuso tan grave y per- en Orense, una l1istoria(leneral del Reino ele Galicia,
nicioso, si bien los obispos seguian tambien la suerte que no acabó, ó no se ha publicado. 'l'am\.Jien Cú1upuso
de la 1nonarquía; así vemos algunos, con10 D. Fran- el :.\lapa tle Galicia, quP 1ncncion6 el P. Flor<'z por an-
cisco ~Ianriq ue ele Lara, el cual, es cierto l! ue puso los dar en los Atlas grandes. Aderuás de la r·e,iida de Ckris-
pi'és en Orense, mas lueg·o aco1npañó á A.le1nania á to y su vidn y ,11ilagros, publicó un .D~(ensorio contra
D. Fernando, rey de Bohemia, hermano y sucesor d.il el cardenal Baronio. que reprodujo en la historia del
emperador Cárlos V, asistiendo des pues al Concilio de ..\.póstol, escrita por él en 1Iéjico, impresa en España
Tren to. (161-11 y puhlicacla (1615).
(1517.) En tien1pos de este prelado fué racionero Escnsa prosper1rlad había alcanzado nuestro terri-
de Orense el célebre \Tasco Diaz Tanco de Frcxenal. torio durante los buenos tiempos ele la monarquía: júz-

Además de las varias obras que escribió durante su vi- guese cuáles serian los que al presente disfrutaba, sobre
da, imprirnió en Orense un libro en fJlio titulado: Pa- todo desde que la in su rreccion de Portugal puso á
linodia de la nefanda y fiera nacion de los turcos, y sus puertas un pueblo por enemigo, en vez de her-
otro en 4. 0 que lleva por título Los 1'riunjos. En 1552 mano.
imprimió en Valladolid su Jardín del alnia cltristiana;-, La guerra por esta parte de la frontera se redujo
dedicado al cabildo y clérigos <l.e Orcnsr, en el cual di- mas bieu á saqueos .Y sanguinarias correrías, pagando
ce tenia cuarenta y ocho tratados ruauuscritos, de cu- los tristes portugueses y españoles por la necia insen-
·y a forma q uedarou otras varias obras suyas. satez del Cunde-Duque y por la ambicion de una ma-
(lfí!)2.) No por hallarse á. buena distancia la Coru- la espaúola, que tal non1 brc 1nerece la de Guzmau,
ña de Orense, dPjó de hallar ceo en nuestro territorio espo;;a del duque de Bragauza.
la presencia de la ar1nada iug·lesa cu la cvsta de Gali- (1678-169-1.) Falta España <le hombres de verdade-
-cia. Soldados y seúores acudieron en contra del ene- ro mérito, persuadido el gobierno de la escasa ,alía de
migo, y en el general i1npulso, que á todos n1ovió en cuantos pudiera servirse, se trató forrualn1eute de dar
demanda del peligro, el obispo l). Petlro Gonzalez de , señalad'l parte en la a1ln1inistraciou del Estado al arzo-
Acevcdo, no contento con agasajará cuantos pasaron bispo de Tolcclo: acaó'o nació de semejante pensamien-
por su diócesis á la iua y [L la vuelta, envió tnil seis- to el nombrar gobernador y capitau general de Gali-
cientos soldados armado.;; y 1uantcnidos por cuanto cia á D. Dirg·o Ros de :\lcdrauo, obispo de Orense, y
tiempo durase la cspedicion, que fué dos 1neses. parece que el buen prelado lo hizo harto mejor que
ORENSE. 6

,,

,
42 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

muchos ineptos capitanes y estadistas de aquel tra costa boreal. Por lo demás, fuerza es confesar
tiempo. que el puerto del Ferro! tiene tamhien para puerto mi-
Tambien se le encomencló la visita de la real chan- litar una calidad excelente, y es su facilísima defen-
cillería de '\Talladolid, todo lo cual, dice Florez, desem- sa por la pa1·te del mar.
peñó con tanta satisfacciou del rey, que deseando re- Quedó, pues, nuest~o territorio, digámoslo así, á un
inuuerarle~ le presentó para el obispado d'3 Leon, para la<lo, y sin alcanzar las ventajas do otros; y continuan-
el de Palencia, y para el arzobispado de Santiago, pero do sus habitantes la pacífica, y tal vez con exceso,
bien casado con s11, esposa, renunció á todo con el mas igoal y sosega<la vi<la de tiompos anteriores, dióles
laudable desinterés. la Providencia poi· prelado un varon eminente.
!\Iurió tan insigne prelado á 2-! de marzo de 1694,
mandando se enterrase en la capilla clel Santo Cristo, 01\.PITULO II.
donde yace detrás del tabérnaculo y delante del altar
Fray Juan Muñoz de la Cuev11.
de la Soledad, á la que había tenido notable devocion.
Cuanto mayor es la energía de los pueblos menos Lejos de atenernos meramente á la historia. ecle-
suelen prestarse á grandes cambios y alteraciones en siástica <le Orense, solo nos hemos detenido en ella,
las formas de gobernar ó sn las personas que tienen por CL1ando los sucesos eran generales, por decirlo así, y
costumbre de verá su cabeza. No ha sido el pueblo es- tenían relacion con todosó parte de los habitantes. !\las
pañol de los que 1nas fáctlo1ente se han avenido con la historia eclesiástica no es harto á menudo sino la
semejantes cambios, ni es por lo tanto de maravillar de del señorío secular del obispo, con lo que no es fácil,
que la venida de la casa de Borbon hallase notable re- eu nuestro territorio sobre todo, dejar de mencionar á
sistencia en ciertos ánimos. gran parte de los prelados. Bien que, no porque haya-
Dícese que la corona de Aragon se mostró contra- mos pasado á muchos en silencio, hemos de hacer lo
ria á Felipe V, ante todo, porque Castilla le había misn10 con fray Juan 1Iuñoz de la Cueva (1717-1728).
aclamado desde luego. )1uchos daños había causado á La caridad y ciencia del buen obispo dieron aliento
aquella el mal gobierno de los austriacos, n1as esta á la escasa vida de nuestro territorio, por el cual subsis-
había de tal manera padecido, que si al principio titu- te perenne la memoria de tan ilustre varon. Nació .Fray
beó, si conservó calorosos amigos para la anterior di- Juan 11Iuñoz en .A.lmedina, en el campo de i\>Iontiel, de
nastía, mas fué por prueba del leal y enérgico carác- familia ilustre, por los años de 1660. A los diez y seis
ter castellano, que por agradecimiento al insensato años tomó el hábito <le la Santísima Trinidad, rendi-
gobierno que á tal punto de roina, despobl~cion y mi- cion de cautivos, siendo !oego docto, y catedrático de
seria había traido á la <lesventurada Castilla. la universidad de Toledo, calificador de la Inquisicion,
Rabia tambien infinitas personas y familias ente- teólogo de la real junta de la Coucepcion, predicador
ras que á la dinastía aostriaca debían cuanto eran, y de Cárlo:3 11 y ministro provincial de su órclen.
á. la cual las unia, no solo agradecimiento, sino el in- En tan diversos é importantísimos cargos, mostró
terés; con que fácilmente se comprende la resistencia siempre su religiosidad y virtud, que á muchos hicie-
masó menos <lisin1ulada qoe por do quiera oponian á ron tenerle ya en vida por verdadero santo. Tcníale por
la nueva dinastía de Borbon. confesor el ejemplar misionero apostólico D. José de
Ko fué en nuestro territorio donde mas encubiertos B1rcia, aun siendo ya obispo de Oádiz, por lo que, ha-
quedaron los descontentos, pues los había, aun en el pro- llándose este gravemente enfermo, le envió á llamar
pio cabildo, para cuyo sosiego tuvo no poco que hacer el para lograr el consuelo de que le asistiese á su muerte.
obispo D. Juan de Arteaga y Dicastillo, apaciguando la Asistió, en efecto, Fr. Juan á. su protector y ami-
inquietud de los ánimos y mostrándose leal partidario de go, y este, poco antes de morir, le dió su anillo, di-
Felipe, cual Jo fueron siempre los hijos de Navar- ciendo: :<Tómele, padre maestro, que bien le habrá me-
ra, en coya tierra había nacido nuestro prelado. nester.» IIízolo así el confesor, y conservó toda su vida
Bien puede asegurars'3 que la casa de Austria, el anillo, que era de oro, con reliquia de Santo Tomás
puestos los ojos y la voluntad casi siempre fuera de la de Aquino. Además, cumplió con el Sr. Barcia, pre-
Península, para na<la tuvo present:l á Galicia, desde dicando sus honras en Cádiz, las cuales se imprimie-
los tiempos de Felipe II, sino para pedirla hombres y ron á 7 de diciembre de 1695.
dinero. Cumpliendo con el sagraJo deber de su instituto,
Notable y por extrcm0 beneficioso fué el cambio, ya había y>1 pasado el Sr. 1Iuñoz dos veces á Africa á re-
que se vió la casa de Borbon firmemente asentada en dimir cautivos, siendo tanta la confianza que los ber-
el trono de San Feruanclo. Y si en vez de prevalecer el beriscos tenian en su buena fcí que le entreg·aban cau-
poderoso influjo que hubo á su favor el puerto del Fer- tivos, fiando meramente en su palabra, cuando el rey
ro), hubiese el gobierno preferido á Vigo, grande ha- D. Felipe V le nombró obispo de Orense.
1.Jria sido la ,·entaja para nuestro territorio. 1Ias, como En nada alteró la nueva dignidad su traje y cos-
ya hemos dicho, tuvo personas de alta representacion tumbres; eran sus hábitos de' novicio, las sábanas de
que lograron se estaLlecie¡¡e en Fer rol el departamento estameña, remendados eran los calzones que tenia
marítimo, y fuerza es reconocer que, si la ria de Vigo coando murió, y al pecho llevaba por cilicio una cruz
es el mejor puerto de España y unu de los prirneros del de hierro de mas de una cuarta con puntas que pene-
1n undo, su proximidad á Portugal era en verdad notable traban en la carne. Era su pectoral de piedras falsas y
estorbo para dejar tau cerca de pueblo mas amigo de la cadena de alambre. _
Inglaterra que de nosotros todos los recursos de nues- Llevábale su religioso celo por las mas apartadas

PROVINC[A DE OREXSE. 43

comarcas de la diócesis, sin perdonar á. la mas humil- 1 fué capitan general de Galicia, y en diversas épocas
de y apartada habitacion, y era tal su cariñoso acento vemos á otros acudir en defensa del territorio español
y tan sinoeras las palabras, que nadie podia dejar de amenazado.
amarle. Cuént~se que en las montañas la propia fé de (l 738-63.) De igual suerte acudió con su caridad
los naturales en la virtud del prelado obró inauditas el prelado D. Fray Agustín de Eura á socorrer á. los
maravillas, el cual repetia humildemente estas pala- muchos enfermos que quedaron acuartelados en un
bras, que nos refiere el P. Florcz: «La fé sencilla do lugar de su diócesis, de resultas de la bo-uerra con
los humildes párvulos y la virtud de los Santos Evan- Portugal.
gelios, obra en estas montañas corno en los primeros
siglos de la Iglesia.» C.t\.PITULO 11[.
A menudo predicaba: habiéndose luego retirado á.
Aguas Santas escribió diversos tratados, exhortando á Esta lo socinl.-Es'ritores. -Feijóo. -Arlistas.--Francisco.\o Moure.-
Gregorio Hernan tez.
la virtud con el ejemplo de los santos; añadiendo las
memorias de la Iglesia, ciudad y prelados de Orense, Con el siglo xv111 concluye uaa época e~pecial de
libro impreso en (1721) con el título siguiente: Noti- nuestro territorio. A las continuas revueltas feudales
cias kist6ricas de la Santa I!Jlesia catedral de Orense. sucedió largo período de tranquilidad y reposo, que, si
La discordia entre España y Roma por los años de perdido para la vida pública, que en nuestro t()rritorio
1718, le movió á seguir el partido del Papa. En 1720 no existió, al menos concedió vagar al pacífico habi-
consagró á 23 de junio la catec\ral y las cam;,anas. En tante para emplearse honradamente en sus tareas. La
Santa Marina de Aguas Santas adornó la iglesi::i. con re- Iglesia, rica, y á no dudarlo. benéfica; la clase noble
tablos, ornamentos, atrio y torre. Tambien fabricó una poco ilustrada, pero dispuesta á servir al rey y á la
cárcel episcopal. patria, si bien á. ello solía mostrarse mas inclinada
(1728.) Era el de la fecha, año Santo, y era necesa- dentro de Galicia que fuijra; la clase media, poco nu-
rio cumplir con la costumbre establHcida por los Reyes merosa, y apenas conocida en e;,pecial por nuestro
Católicos de ofrecer mil y quinientos ducados al Após- territorio; y sirviendo al estado social de robustí-
tol Santiago, lo cual se hace por medio de un obispo. sima basa la clase labradora, verdadero nervio de Ga-
Dos de los encargados habian muerto, y quiso Dios licia, y sin el cual nada fuera esta, tales eran los ele-
que el nuestro muriese tambien, antes de cumplir con mentos que constituian el estado social de nuestro ter-
la oferta. ritorio.
Habiendo salido de Orense el buen prelado, modesta- Si no llegaron por ac:í. en el siglo pasado las venta-
mente y sin acompañamiento, á 31 de mayo, entró en jas que al de la Coruña, pues aun la carretera que
Santiago á la siete de la tarde del 2 de junio. Presuro - debe unirle con :tiladrid todavía está por concluir,
sa y a!egre salia la ciudad á recibirle, cuando en el merced á la incuria de Castilla, tuvo al menos paz,
momento de echar la bendicion, cayó el obispo de la en cuyas artes se emplearon ventajosamente algunos
1nula al suelo, habiendo muerto de repente. hijos suyos.
Así murió como el soldado en el campo de batalla A varios hemos mencionitdo ya, pero q uedau algu-
cumpliendo con su deber el Ilmo. Sr. D. Fr. Juan ~iu- nos, que nuestro amor á Galicianos estorbara siempre
ñoz de la Cueva, gloria de su sede y honra del suelo pasar en silencio, si ya no fuera nuestro deber de fieles
que le vió nacer. cronistas el citar su nombre y sus obras.
Aquella mañana no había hecho sino pensar y ha- Comeuzaudo por los escritores, es notable el Padre
blar de su muerte, y dícese, que puesto ya en camino, 1\1. Felipe de la Gándara, natural de Alvarez, autor
esclamó: «Dos obispos que estaban nombrados para ha- de las obras sigutentes: Historia kiero-jilos6jica del
cer la oferta, se han muerto; Dios sabe si la llegaré á 1·eino de (Jalicia.-lJe la casa de CalderoJt de la Bar-
hacer.» ca.-Arnuis y triunfos de Galicia.-B'l cis,ie occiden-
No há 1n uchoeran, segun ya hemos indicado en otro tal qtte cant(t las patinas y triunfos eclesic[~·ticos de
lugar, tenidos por mero objeto de burla los libros y do- Galicia.-1'eatro de sa,1tos de Gaticia.-l'1i epitome
cumentos referentes á 0100.isterios, historias de santos, de la noble.za.-Jiistoria de la Iglesia Iriense ?J Co,n-
etc. Por lo menos, tal era la opinioo de muchos que setc- p()stelana.-1'ratado de la just:& p?sesion qzte resti-
nian por buenos historiadores. La razon y el estudio d~ tuyú d lfalicia su voto en Córtes.
los archivos de monasterios y casas particulares, han Fray Antonio de Remesar, tambicn natural de Alla-
abierto despues vastísimo ca,npo al historiador moder- riz, escribió uua llistoria de la provinci,i de Cltiapa y
no, y fuera en él culpa in1pcrdonable, si desdeiíura los Guateniala. Francisco A.. utooio de Ace vedo, hijo de
datos que para el conocimiento del estado social de un j Orense, escribió un Cat~cisnto de los ,r,isterius de la ,fé,
pueblo presenta la historia de algunos obispos. y la Crúnica del úrclen de San Á!Justin. Fra:.icisco Sa-
En casi todo el territorio que hoy es provincia de nabria, de l\Iontercy, escribió un libro sobre Res1Jl1t-
Orense, no será posible hallar durante los siglos xv11 ciones canónicas. En Rivada vía nació Est6fano (.ialle-
y xv1n yerda lera vida fuera del estado eclesiástico; y go, autor del Libro de la i11uí[Jen del inundo.
corno las relaciones de este con <' l ci vi 1, fueron en cier- A todos estos escritores, y otros que llevamos men-
tas circunstancias tau g-randcs, fuerza es hablar de cionados en la Cró,iica, hijJsdo siglos anteriores, aven-
ambos al 1nismo tiempo, si q ucre1110s conocer el es- taja cu el xv111 el ilustre Feijóo.
tado social del pueblo que nos ocupa. Nació el R. P. Benito Gerónimo Feijóo el 8 de oc-
Durante el reinado de Cárlos II su obispo qe Orense tubre de 1676 en Casderoiro, aldea de la feligresía de
44 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

Santa ?liaría de ~feilas (que debió citarse á la par de cual no trata de ornar su triunfo con oropeles, mas que
P.an ~!iguel de :tl!elias) en la provincia y partido judi- con pruebas y palabras de verdad. De ese modo, al
cial de Orense. En 1688 tomó el hábito <l('l órdrn do hallar entre nosotros defectos, los confiesa ingénua-
San Benito, publicando sus primeras obras, que teuian mente, no sin rechazar los errores y calumnias de
por objeto asuntos de religion, en 1424. fuera; si ve en otros pueblos cosas que al nuestro
Pareció el primer volúm('n de su Peatro critico convengan, las aprueba y trata de hacer que preva-
en 1726, saliendo despues, y poco á. poco los demás, lezcan eu España, al paso que si halla un milagro,
hasta. concluir la pu blicacion en 1740. ~fas adelante mera1ncnte fundado en la ciega credulidad, da las
(1746-48), publicó en :tliaclrid sus Oart1s er1idit,zs, en razones que baila en su contra, con llaneza y sin mas
cinco volúmenes. Tó- deseo que el de ave-
mó Feij6o por maes-
tro á Descartes, Bacon
.
\
\
'-
,
riguar lo mejor.
Fernando VI se hon-
y Baile, en todo cuan- ró á sí propio, prote-
to no era relativo ú la giendo á Feij6o con·
autoridad civil ni á la tra sus enemigos, dán-
religion católica. dole los honores de
Él acabó con los fal- consejero y regalán-
sos milagros, pasto de dole, por muestra de
la credulidad del vul- respetuoso cariño, las
go; foé enemigo mor- Antigüedades do Her-
tal de la b i pocresía, c1¿l ano, publicadas
del escolasticismo y •
bajo los auspicios de
cuanto pudiese dar lu- Oárlos III, á la sazon
gar á atrevidas y per- rey ele Nápoles. Be-
niciosas creencias. nedicto XI V y el car-
Dignamente acogió al denal Quirini le ala-
ilustre benedictino el baron y fueron sus
pueblo español, en amigos, y nosotros, al
quien puede decirse pronunciar con el de-
fué su influj() solo bido respeto el nom-

comparable al de Des- bre de Feijóo, no ha-
cartes en otras nacio- cemos sino conformar-
nes de Europa. nos con el cariño que
Fueron tales los be- á Galicia profesamos,
neficios que hizo Fei- el amor entusiasta que
j6o con su pluma, que á nuestra España te-
«su memoria será eter- nemos, y la tradicion,
na entre nosotros, > co- sagrada ya para to-
mo dice el ilustre Oam- dos, que considera á
pomanes. Su naci- nuestro ilustre galle-
miento, fcrvorreligio- go en el mas alto pe-
so, amor á la patria, destal de gloria, y al
instruccion y elocuen- nivel de los mejores.
cia, en resolucion, ciudadanos y escrito-
cuanto Dios tuvo á
bien concederle, todo
- res mas eminentes de
la Península ibérica.

lo puso al servicio de 11 uri6 Feij6o á 26


larazon y de la verdad. de abril de 1764, ha-
Y para que la glo- biendo vivido 87 años.
ria del ilustre gallego --- Conocido es entre
fuera n1as grande, los Tir,o ¡.:nllc;ro.-En In feria. los buenos artistas es-
amigos de añ('joserro- pañoles, el escultor y
res alzaron en su con- arquitecto orensano
tra rabioso clamoreo; airada fué la contirnr11, mris Francisco de :ñlourc, que hizo la sillei-1a de coro de la
viéndose vencidos los enemigos, acudieron nl ruin 1ne- catedral dP Lugo, el retablo mayor de la ig·lesia del
dio de delatará Feijóo á la Inquisic:on. ,\.un aquí fue- coJ('g-io de :tllonforte y otras obras de verdadero 1nérito.
ron inútiles sus esfuerzos, pues nada se pudo probar . Hijo es tam bien de Galicia otro escultor insigne,
contra la buena fé y creencias religiosas rlél sábio be- (,mulo en talPnto de los buenos del siglo xv1, y para•
nedictino. quien su patria-triste y aun vergonzoso es decirlo,-
A.dviértese en los escritos de este, además de la ¡no ha tenido ni una palabra, ni una hoja marchita de
grande iustruccion que demuestran, aquella firme:Ga laurel!
propia del precio ·y convencimiento ele su autor, el Fué Gr('gorio Hernandez, yerno y sucesor de Juan.
PROVI~CIA DE OREI'.SE.

ele Juni, ambos no tan conocidos en España como fue- rió á principios del siglo x,·11. La compra fné á 15 de
ra justo, y del todo desconocidos, allende los ,nares y junio de 16lü. La ca,-a está, ó se hallaba en la calle de
el Pirineo. 8ue1·t.e, no por des,·entura.da, merecida., an- ::-3an Luís, entrando á la derecha: en 1828 sr tapió la
tes bien, un extranjero, injusto á rnenuclocon nosotros, ventana del f'Stn<lio que <laba á la calle. ¿,Xo habrá
se lamenta de que dos tau ilustres nombres no sean perdido la calle el nombre? ¿la casa toua tra<licion·? ¿los
há largo tiempo europeo~, corno por todo extremo lo hijos de '\'alladolid todo recuerdo'{ No lo permita
merecen (as tltey l'icltly deserve) (1). Dios.
Sospecha Cea.o Bermudez que Juan de Juni era Harto dolor es para quien tan á menu,lo y Iralmen-

italiano: en cuanto á Gregario Hernaodez nació en tc sr ha gloriado de tener sangrcgallrga en sus venas,
Orense el año de 1566. Sucesor este <.le aquel, como ya que Galicia haya de tal ,nancra puesto en ol vi1lo á uno
hemos dicho, en nada se parecen las obras de entram- de lo~ hombres mas dignos de repetuoso recurrdo y
bos, sino es en su verdadero mr<rito artístico. A la ¡:¡,.,_ fama 1mpe1·cccdera, de cuantos en su suelo han nacido!!
ra energía de .Juni opone Hernandez la blanda y reli-
giosa paz de su alma; no sin razon merece este lla- C.t\.PITULO IV.
marse el ~iurillo de la escultura del norte de España,
• Conlinuacion, hnsta nuestros días, de la historia eclesiástica ,\el
en cuanto la escultura y la pintura consienten com-
. ohi~pa,lo de Orense.
parac,on.
Corno Fra. Aog·elico da Fiesole, .Juan de Juanes, y N"o solo oportuno, mas necesario v utilísimo nos
en nuestros días Overbeck, ja1nás Hernandez llegaba ha parecido dar aquí la contiuuacio~ de la historia
las manos á sus obras, sin purificar el alma con la eclesiástica, dcscle el punto en que la dej6 el P. Flo-
9racioo y ejercicios piadosos, siendo su mayor clrseo rcz, y es de esta n1ancra:
poner á la vista de entrndidos é ignorantes aquellos Ilmo. Sr. D. Fr. Francisco Galin 1lo.
misterios y sucesos mas notables de la rcligion cris- A 2 de abril de 1764 participó desde Zaragoza al
tiana. cabildo catedral su nombramiento para esta ~illa epis-
Vivió Hernandez en '\'alladolid, donde murió el 22 co¡-ial, tomando posrsioo por poder el 8 de junio y ve-
de enero de 1636. Destruyeron ó que1naron los france- rificando la entrada y jura de estatutos el 30 de no-
ses de N"apoleon muchas obras suyas, profanando su viem hre.
sepultura y sus huesos. Aun quedan en el 1fuseo de Era natural de \Tillar de los .~ a varros, partido de
Valladolid varias esculturas atribuidas, no todas con Daroca, arzobispado lle Zaragoza. Nació á principios
fundamento, á nuestro insigne maestro, habiendo sido del siglo pasa1lo, y en 1i l 7 tomó el hábito del órden
algunas sobremanera desfiguradas por una mala pin- d" los o1ínimos de San Francisco de Paula cu Cascantr
tura posterior. (Xa,arra), profesando al año siguiente.
Citaremos en la sala primera, una herinosísima San- Estudió en Zaragoza y enseñó filosofía y teología
ta Teresa de Jesús (núm. 2). Otra Santa Teresa (nú- en Barcelona. Fué asistente provincial, vicario J. visi-
mero 24). Una bellfsin1a '\'írg·en (núm. 22). Eu la sa- tador general de ~Iallorca, dos veces provincial de Ca-
la segunda, San Dimas, el Buen Ladran ~núm. 28): taluña, y procuraclor general de su órdeo en la curia
y la Muerte del Salvador (núm. 29). En la sala terce- romana. Conce<liólc Benedicto XI'-l los honores y pree-
ra, varios I a.sos y una P iettl ó Virgen de! los Dolores minencias que le h,1brian correspondido á ser general
( núm. 23), así como los números 26 y 27. El Bautizo del órden de los ~Iíuimos.
de Cristo (núm. 36). Visitó y conllrmó mucha parte de su diócesis, y
Tambien hay esculturas de Gregario Hernandez en consintió en la agrcgacion de dos canonicatos á la fá-
varias iglesias, no solo ele Valladolid, sino de Búrgos brica de la catedral, p<ira atender con sus rentas á va-
y villas y ciudades importantes, incluso ~Iadrid. ~i 1~ rios gastos precisos. Expu isados los jesuitas, obtuvo
manía de destruir y moclernizar, que ya ha causado en de S. l\f. el coleg·io de la compañía en la ciudad de
la noble capital de Castilla nopocosclaños, e'ntrecllos,el Orense para seminario coociliar y clerical, así como
derribo del arco de Santiago, que lejos de afear la calle de la iglesia para parroquia ele Santa Eufcmia, que antes
su nombre la daba un carácter y aspecto, que al presen- se hallaba en una capilla ele la catedral.
te ha perdido, á pesar de la barnizada pintura de las nue- Falleció á 23 de febrero de 1769. Fué grandemente
vas casas; si la funesta manía no ha puesto aun las n1a- caritativo, y dejó al cabildo la magnífica ediciou del
nos en la casa de Juan de Tuni, que luego compró Her- Gran B1ilario ro;nano, con otros varios libros.
nandez, aquí damos sus señas y alzamos la voz, para que Ilmo. Sr. D. Alonso ~rancos Arango.
cuantas personas haya en Valladolid, amantes de la A.nunció al cabildo el 27 de julio de 17G() su nom-
honra de su pueblo y ele las artes españolas, miren por la bramiento para este obispado, desde Oviedo, en donde
conscrvacion de tan precioso recuerdo, q uc alguna ,ez era maestrescuela y magistral. Nació en 16 de octu-
los españoles hemos de aprender ásonrojarnoscle nues- bre de 1702 en Quinzanas de Arriba, concejo de Pron-
tra propia incuria, en vez de achacarla al gobierno. ga, obispado de Oviedo. Fu6 colegial mayor en el del
Casado nuestro escultor, segun ya hemos dado á arzobispo de la universidad de Salamanca y catedrá-
entender, con una hija y heredera de Juni, compró la tico de filosofía. Electo magistral de Tuy el 21 de no-
casa que este había edificado en 1545, y en donde mu- viembre de 1735, pasó despucs á magistral de O,iedo
el 6 ele diciembro de 1751, y 1naestrescuela en 1759,
siendo tambicn rector de aquella universidad cuatro
(l) Ford. Jlo.,i.f.-Booh {01· Spo.,11, pág. 511. VPCes; notable prueba ele su gran n1érito.
CRÓNICA GE:'\ERAL DE ESPAÑA.

A 10 ele febrero de 1770 fué su entrada solemne la revolucion, habiau venido aquende el Pirineo infi-
en la catedral y jura de los estatutos. Falleció el 11 nitos desventurades, 011 demanda de amparo. Hallá-
de febrero de 1175, no sin haber adelantado notable- ronle en el honrado pecho del pueblo español, que,
mente los trabajos para. la erecciou del seminario con- acaso allá en lo porvenir, temió igual suerte para in-
ciliar, trazado por su antecesor. finitos hijos suyos. Atento nuesto prelado á la ca ridad,
Emmo. Sr. D. Pedro Quevedo y Quintana. no menos que á la honra de E spaña, a.cojió y hospedó
V amos á hablar de uno de los varones ro3s nota- por muchos años á centenares de sacerdotes franceses,
bles y de mayor representacion en nuestra histori'l, so· cuya fidelidad á Dios y al rey, bien merece las respe-
bre tQdo en aquella parte que se refiere á la iuvasion tuosas palabras con que al presente honran su memo-
napoleónica y demás sucesos posteriores. Grandemen- ria los mas encarnizados ene1nigos de su causa. For-
te divididos sus contemporáneos por las civiles discor- mó con ellos el obispo, á manera de tres comunidades;
dia,;, natural es que en aquella época tuviese nuestro una en su palacio de la ciudad, otra en el colegio que
obispo, merce<l á su enérgico carácter, notables y nu- fué de jesuitas, y la última en el palacio de Santa 1fa •
merosos amigos, y tambieu enemigos sobremanera en- rioa de Aguas Santas, propio de la dignidad.
carnizados, como se verá, con solo leer los siguientes Nombrado arzobispo do Sevilla en 1778 y en 1814,
renglones: renunció las dos veces, dando en estas, como en las
El 30 de diciembre, avisó nuestro D. Pedro Que- demás notables ocasiones de su vida, señalada mues-
vedo al deau y cabildo hallarse electo por obispo de tra de carácter, á la par enérgico y modesto.
Orensr, desde Salamanca. donde era magistral. Habia J am:is lo fué tanto como en los sucesos políticos
nacido á 12 de enero de l '736 en Villa.nueva del Fresno, acaecidos en los primeros años del presente siglo. Lla-
obispado de Badajoz, en cuya ciudad estudió, así co- ma.do por Napoleoo al Congreso de Bayona, se excusó
mo en Granada y Salamanca. con la mas notable entereza. Semejante conducta le
Alcanzó, por oposicion en 1754, una beca del co- di6 gran popularidad en toda España, por lo que for-
legio mayor de Cuenca en la universidad de Salaman- mó parte de la primera reg·encia en 1810. Desterrado
ca, y en l '755, á los diez y nueve años de edad, hizo por decreto de las Córtes en 1812, fué al propio tiempo
oposicion á la 1nagistral de Badajoz, así como en l '756 privado de sus honores, distinciones y temporalidades.
á la canongía lectora! de Zamora, de la que tomó Refugióse en Portugal, y si bien en nacion extr::injer a,
posesion en 14 de mayo de l '757. no llegó á salir de su diócesis permaneciendo en la
Ordenado de presbítero en 1760 hizo oposicion, y parroquia de Torey, pueblo, segun ya hemos dicho,
fué electo para la magistral de Salamanca, en cuya portugués en lo temporal y en lo espiritual, pertene-
universidad se graduó de licenciado y doctor en teo- ciente al obispado de Orense.
logía, siendo al cabo nombrado, en l '775, obispo de Oren- Los sucesos de 1814 le devolvieron cuanto habia
se, cuya santa silla se negó á aceptar por espacio de perdido, s endo además nombrado por Fernando VI I •
seis meses, estorbándole la modestia el creerse con las caballero gran cruz de la órden de Cárlos III; y en
calidades necesarias para ser buen prelado. 1816 le hizo cardenal de la Santa Iglesia romana el
Preconizado en Roma el 15 de abril de 1776, con- Papa Pio VII. Falleció el 28 ele marzo de 1818.
sagráron le en !i!adrid á 14 de julio, siendo madrina la Yacen sus restos mortales en un magnífico sepul-
universidad de Salamanca, que le regaló un pectoral cro de mármol, trabajado eo Roma, á expensas del
precioso, conservado al presente en la catedral, por ilustre gallego D. 11 inuel Fernandez Varela, comisa-
prenda de la mayor estimacion. rio general ele Cruzada. El enterramiento está en la
El 12 de agosto llegó nuestro obispo ,í Orense, de capilla mayor, en la pared ele! lado del Evaogelio ,
cuya sede había ya tomado posesion por apoderado tres Excmo. Sr. D. Dámaso Iglesias y Lag·o.
dias antes. Solo, y sin mas comitiva que el page que le Sieudo dignidad de cardenal de la iglesia. metropo-
servia en Salamanca, se ocupó los tres primeros días litana de Santiago, fuó preconizado en Roma el 21 de
en visitas y demás cumplidos de etiqueta, siendo, al diciembre ele 1818 y consagrado en la catedral de la
cabo, la entrada pública en la iglesia el día 11. referida metropolitana el 2-! de marzo de 1819. Nació
Al siguiente predicó al pueblo en la misa conventual á 30 de ag·osto ele 1768 en Redondela, obispado de Tuy;
de la catedral, costumbre áque era muy iuclinado, así estudió en la universidad de Santiago graduándose de
por carácter como por estar persuadido de que tal era doctor en teología, y en j uuio de 1794 hizo oposicion
la obligacion de su sagrado ministerio, por lo cual fué y obtuvo la magistral ele Orense, siendo luego digni-
siempre exacto en predicar todos los domingos, dias dad de cardenal de Santiago desde 1816.
de fiesta y de mPrO precepto de oir misa. Asimismo pre- En diciembre de 1829 renunció el obispado de Co-
dicaba en los dias de rogativas públicas, ó bien cuan- ria. Proponiéndose, en lo posible, seguir las huellas ele
do á ello daban Iugar notables calamidades, 6 accio- su antecesor, lo hizo, predicando en la misa conventual
nes de gracia por -venturosos sucesos acaecidos en de la catedral todos los domingos, visitando todo el obis-
la monarquía. pado, y administrando la con6.rmacion en todas las par-
Fundó D. Pedro la Cuna para la estancia de lostris- roquias. Donó á la catedral dos preciosos ternos, mo-
te expósitos, en el hospital de la Caridad de San Ro- rado y blanco, y 8,000 duros para construir un retablo
que. Tambien fundó el colegio de las 111ercedes, para del altar mayor por juzgar muy deteriorado el que á la
niñas, así como el seminario conciliar de San Fer- sazon babia.
nando. Eu 1830 fué comisionado por S. ~1. para hacer la
Huyendo de la tormenta levantada en Francia por ofrenda al Santo Apóstol Santiago; falleció á 13 ele no-

PROVINCIA DE ORE';l;.SE, ,f7

viembre de 1850, y sus restos yacen en la capilla ma- Ilmo. Sr. D. José de la Cuesta.
yor, en el propio sitio donde estuvieron los de su ante- Siendo canónigo lectoral de la iglesia <le Salaman-
cesor, antes do ponerlos cu el sepulcro de mármol. ca, le presentó S. M. para el obispado de Orense; fué
Sr. D. Juan 11anuel Bedoya. preconizado en Roma en 18GG, y consagrado en ~!adrid
Era <lean de esta catedral y gobernador de la sede á 21 de octubre del propio año. Tomó aquel mismo mes
vacante, cuando fué electo por real decreto de 29 de posesion por poder, y fué su entrada pública en no-
mayo de 184'7 obispo de Orense. Su mucha edad, de '77 viembre.
afios, extremada cortedad de vista y otros achaques, le
CAPITULO V.
estorbaron aceptar el puesto, con lo cual habien-
do S. M. admitido la renuncia el lG de agosto, se sir- Conocidos son ele todo el mundo los sucesos acaeci-
vió concederle los honores de auditor del tribunal de dos á principios del siglo; siendo tau expuesto cansar
la Nunciatura Apostólica en estos reinos, libres de todo al lector con enojosas repeticiones, solo hablaremos
gasto, y además media canongfa de la misma catedral de aquello que mas indispensable sea para la historia
sobre la renta del deanato. de nuestro territorio.
Había nacido en la Serna, á 25 de junio de l '170 1 Arbitro ~apoleon de la mayor parte de Europa, era
del marquesado de Argueso, obispado ele Bórgos. Fa- su intento pasar á señor, á lo cual no dejaba de con-
lleció en mayo de 1850, y le enterraron en la misma vidar le la torpe humildad de muchos gobiernos, nuevo
• catedral bajo u na lápida de bronce. Escribió la vida estímulo á la desmesurada sed de poderío .
del sefior cardenal Quevedo, impresa en 11adrid por Sin exageracion puede <lecirsC' que Portugal esta-
Fucntencbro, 1835. ba, desde principios <lel siglo pasado, del todo sujeto á
Excmo. Sr. D. Pedro Zarandia y Endara. la supremacía inglesa. En el uombre, Portugal era
Nació en la villa de Lesaca, diócesis de Pamplona, libre, pero en realidad, el tratado de 11ethuen habia
el 25 de marzo de l '183; estudió en el colegio de San servic.lo á nuestros hermanos de las márgenes del Due-
Antonio abad de 1fadrid, en el seminario conciliar de ro y del Tajo para trocar su fraternidad con España.
Pamplona, en la universidad de Huesca, en la de Al- por la dependencia de una colonia ante Inglaterra.
calá de Henares y en la de Zaragoza, donde se grac.luó Triste condicion de los débiles, no conquistar jamás su
do doctor en cánones. En 1815 fué nombrac.lo canónigo libertad sino para rendirla á los piés de otro vecino
de la cateclral de Jaca y en 1833 de Calahorra. mas poderoso.
Siendo canónigo de Calahorra y provisor del obis- ~!as al presente, la mayor parte <le los gobiernos
pado, fué preconiza,lo á l '1 de diciembre en Roma; y europeos eran mas que débiles ante Xapoleon, y este,
habiéndole consagrado á 19 tle marzo de 1848 en la resucito á vengarse de que Portugal hu bie$e prestado
catetlral de Pamplon·1 1 fué su solemne entrada en la ayuda á los ingleses contra la expedicion de Egipto,
ciudad de Orense y en su catedral á 18 de abril. determinó valerse por entonces de España para 1!Pvar
El O tle mayo de 1851 le ti;asladaron á la silla epis- adelante su intento.
copal de lluesca, en dontle falleció. Quería el emperador que Portugal rompiese toda
Ilmo. Sr. D. Luis de Lastra y Cuesta. alianza con Inglaterra, y en ese caso, que no podia
Nació el l.º ele dicie111bre de 1804 en Cuba, dióce- ocurrir, se daba por satisfecho. l\Ial podía el gobierno
sis de Santander. Siendo canónigo doctoral de Valen- portugués cerrar las puertas :.í. la omnipotente marina
cia y provisor de su arzobispado, le nombró S. ~r. obis- ing;lesa, con que se negó á lo q uc ~apoleon exigía.
po <le Orense á 3 tle noviembre de 1852, siendo preco- Este pasó entonces adelante, comprometientlo á Es-
nizado en la iglesia de San Isidro <le 1Iadrid el 20 de paña en la contienda, de donde nació la famosaguerra
junio siguiente, tomando posesion del obispado el 20 tle las naranjas.
del propio mes, y siendo su entrada pública el 21 de Ajeno es á nuestro propósito cuanto ocurrió fuera
julio. de Galícia, si bien por las fronteras de esta se formó
El 9 de marzo de 1857 le presentó S. 11. para la un cuerpo de 20,000 hombres, mas con objeto de ,igi-
iglesia de Valladolid, metrópoli reciecte1nentc creada. lar al enemigo, que de emprender por nuestro territo-
Ilmo. Sr. D. José AYila y Lamas. rio, ni por el de Pontevedra, operacion alguna de im-
Nació en Tuy, provincia de Pontevedra, el 13 de portancia, lo cual sucedia en efecto hasta q uc se hizo

Eufemia de la Rea 1 de 1 :Korte, le non1bró Su Santidad


..
noviembre de 1803. Siendo en Orense párroco de Santa l:i. paz.
(1807.) De nuevo entraron nuestros soldados en son
arcediano de Buba!, diguitlac.l de la santa iglesi:i ca- de g·uerra por las fronteras de Portugal, mas tambien
tedral. Obtuvo por oposicion la canong·ía. lecto1·al de era ajeno el in1pulso que movía á las armas de Es pa-
Santiago, y S. 1f. le 00111 bró tesorero de la referida fia. contra nuestros hermanos; así fué notable la leal
metropolitana. y generosa conducta de los generales y soldados es-
Presentado para el obispatlo de Plasencia el 2'1 de pañoles, harto distinta do la. crueldad y violencia de
febrero tle 1852, fué preconizado en Ro1na el 27 de se- nuestros aliados los franceses.
ticmbr<', y consagrado por enero tle 1853. Presentado (1808.) •.\.1 cabo, N~poleon, por su mal, creyéndoae
por S. 11. para obispo de Orense el 17 de julio de 185'1, omnipotl'nte y juzgando al pueblo espaítol por su go-
y preconizado en Roma el 25 de setiembre, tomó pose- bierno tuvo por facilísima empresa el señore'lr la Pe-
sion el 30 de diciembre, siendo su entrada pública el 3 nínsul;. Para ello, ni auu se creyó obligatlo á respe-
do cuero de 1858. tar la <lesveutura de un pueblo g·eneroso, antes bien
Falleció á 2 de enero do 18G6. con1etió con él la 1nas insigne iniquidad.

48 CRÓNICA GENERAL DE ESP,\ÑA.

A la alevosía de los franceses con testó ~Iadrid al- (Enero 1809.) Llegado 1'1oore á Lug·o, estuvo en
zándose el 2 de mayo, á cuyo grito no tardó en cor- duela sobre cuál camino le convendría, el de la Coru-
responder toda España. El dia de San Fernando <lió la ña ó el de Vigo; pero aunque preferido el primero,
Coruña la sefial de insurreccion á. toda Galicia, y en- todavía pasó por nuestro territorio alguna parte da sus
tonces fué el obispo de Orense D. Pedro Quevedo y tropas. Rendida la Coruña y Ferro!, solo quedaba por
Quintana, nombrado en co1npañfa del de Tuy y el ex- Galicia el marqués de la Romana en nuestro territo-
confesor de la princesa de A.stúrias, para que en union rio, mas tambien se habia retirado á Orense, y ame-
de la Junta. soberana de Galicia, se empicasen en di- nazado por el general t.1azachand se preparó á reti-
versas comisiones administrati,as. rarse á Portug·al, con lo que, á poco puede decirse
El flujo y reflujo de la guerra, que hasta entonces quedó toda Galicia sujeta á las armas de Napoleon.
babia respetado nuestra historia, lleg·ó al cabo á sus (17 febrero 1809.) Rendido, al parecer, nuestro
fronteras. "\'encido y desorg·a.nizado el ejército del territorio así como los demás de Galicia, Soult, que se
marqués de la Romana, vióse este en la necesidad de encaminaba á Portng-al, c1·eyó fácil llegar sin temer
adelantarse solo con su estado mayor, entrando en la mas leve resistencia. No habiendo podido cruzar el
Valdeorras, donde fué poco .í poco reuniendo los restos ~liño por la provincia de 'ruy, fué río arriba hasta ha-
de su ejército. Estableció luego su cuartel general en llar sitio por donde la corriente, menos caudalosa,
la Puebla de Tribes tomando el puente de Ribes sobre ayudase tanto como hácia el mar á la defensa de los
el Sil para asegurar la retirada, caso de que los fran- portugueses.
ceses continuaran persiguiéndole. Fortuna fué para Soult, despues de haber lleg·ado á Oporto, hubo
los espaiioles que sus euemigos se ocuparan ante todo de retirarse, volviendo á. Orense sus tropas casi desnu -
de seguirá los ingleses de i'.1oore, pero foé notable das y con 17,000 ho1nbres, en vez de los 26,000 que •
desgracia que este, temiendo cayese su convoy de ar- llevó á Portugal, y los franceses se vengaron de su
mas y vestuario, recien llegado de Inglaterra para la desg·racia en los indefensos habitantes que hallaron al
Romana, en poder de Soult, le mandara inutilizar. paso.

INDICE DE LA CRONICA DE LA PROVI NCIA DE ORENSE.


Págs. j Págs.
INTRODUCCIO);' . • . Vl r?s, celtas, romanos, vándalos y suevos.-Impe-
PARTE P R IM ERA. no suevo . . . . . . . . . . . . . . 29
CAPl TULO PRI~EH.O.-Prov1ncia. - Divisíon ad- CAPITULO II. -Costumbres de los suevos -Sus
min1,,trat1va., judicial, militar y eclesiástica.- ¡.,adres en Germanía, descritos por César.-Andeca
Asiento geográfico.-Aspecto y el, ma .-Antigua vencido por Leov1g-ddo . . . . . . . . . . 30
provincia rle Orense.-Limites actuales. . . . 8 , CAPITULO III.-Witíza en Galicia.. - Obispos.-
CAPITULO II.-Coto mixto.-Pueblos promíscuos.- ! Asietian por :,Í, ó representados por sus v1earios á
Arr ... !!lo Je límites coa Portugal. . . . . . . id. á los concilios de Toledo.-Destruccion de Orense. 32
CAPIT ULO III.-Valle,¡.-T... rreno.-llonte,¡ pnnc1- PARTE CU ART.r\...
pale,,.-L'.t Lim1a - ..\ntiguo:, trabajos dtl minería
EDAD MEDIA..
en las ril.iera:; del ::,il.-Aureanas.-H.io.-Pucn-
te,-.-Agua;; termaleH.-Caminos. . . . . . 10 CAPI'l'ULO PRIMERO.-Oscuridad de los tiem-
CAPITL'LO !\'.-Productos ag:-icolas.-Arboles y pos.-Recooqu1sta de Ore11se.-Var10;; obispos.-
plantas -Ganado vacuno, cal.ialiar, mular, lanar, Normandos y Musu lmanes.-Deso!ac1on del terri-
de cerda y cabrío.-Caza.-..;, ves de rapiña.-l.. ves torio de Orense.-Nueva restauracion.-Reyes de
de corral.-Reptiles. - Pe~ca.-Lencería.-Choco- Castilla.-Ioterv1enen estos entre el clero y la
late.-Jamunes.-Lino.-Ferias.-Carácter ~ cos- ciudad. . . . . . . . . . . . . .
tumbret-. - Criminalidad. - Poblaciou.- Partidos CAPITCLO II.-Don Pedro el Cruel.-lnflujo de
judiciales. . . . 12 Fraocia.-Desembarcan los ingleses en Galicia.-
PARTE SEGUNDA. Toman y saquean á R1vadavia.-Artesy letras.-
CAPITGLO PRIMhRO.-Partido judicial de Oren- Estado ;.ocia!. . . . . . . . . . . . . 33
se. - Oren;;e capital de la provincia.-Ayunta • CAPITULO III.-Feudalismo.- Discordias civiles.-
. .
mientos. - Dt'scripcion. - Dii,tancias. -Ayunta- Asesinato del obispo D. Fraocisco.-Pen1tenc1a y
miento de Oreose.-La ciudad.-Su asiento geo- absolucion de los culpado,,.-Los señores.-Las
gráfico y topogrático.-Clima.-Barrios ó cuarte- hermandades . . . . . . . . . . . . . 37
les.-Teatro.-Plaza 1fayor. - Casa del Ayunta- CAPITULO IV.-Guerra. c1vil.-~Ianrlan nobles las
m1ento.-C:írcel. - ~!atadero. - Escuelas.-Insti- tropas populares.-Renueva su hermandad la
tuto v Museo.-Catedral.-Uabildo. . . . . . 15 Iglesia de Orense con la de Tours.-Torquemada,
CAPITULO II.-Iglesias y conventos.-Hospital.- obispo de Orense.-Pelean el conde de Lemoe y el
Alrededores y caminos.-Ali1nentos.-Antigna im- de Benavente en la misma catedral.-Ausencia de
portancia de Orense.-Las Burgas.-El puente. . 18 los obispos. . . 38
CAPITULO Ilí.-Partido judicial de Allariz.-Cli- PARTE QUINTA.
ma, terreno y aguas.-Productos, comercio.-La ÉPOCA l\lODERNA.
villa tle Allariz.-Partido judicial de Bandé.-Ins- CAPITüLO PRil\1ERO. - Encomienuas. - Su re-
cri pe iones y restos romano,¡. . . . . . . 19 forma -Torq11ema,la, obispo de Orense. -Ar-
CAPITULO IV.-Part1do judicial de Celanova.- mamentos contra los ingleses.-Fiestas en ho-
Idem de Giozo rle Limia. . . . . . . . . . 21 nor de San Torcuato y San l{osendo.-Obispo
CAPITULO V.-P11rt1do judicial de la Puebla de Tri- de Orense, eapitan general de Galieia.-Venida
bes.-Idem ue Rivadavia.-l<lc,m de Señorin en de la casa de Borbon. . . . . . . . . . 41
Carballino. . . . . . . . . . . . . . . 23 CAPITULO II.-Fray Juan i\Iuñoz de la Cuova. 42
CAPITULO '\'!.-Partido judicial de \'erin -Idem CAPITULO III.-E,;tado social.-F.scritores.-Fei-
de '\'1ana del Bollo.-Idem de Villamartin de Val- jóo.-Artistas.-Francisco de l\foure.-Grego-
deorra . . . 26 r10 Hernandez. . . . . . . . . . . . . 43
PAR TE TERCERA. 1 CAPITULO IV.-Continuacioo, habta nuestros dias,
EPOCA RO\l.l :'\A Y SU!!:Yl-GÓTICA. de Ja historia eclesiástica del obispado de Orense. 43
QAl'ITULO PRih!ERO.-Tiempos primitivos.-Ibe- 1 CAPITULO V. . . . . . . . 47
DE

ESP.AÑ.A,
ÓSEA
,

HISTORIA ILUSTRADA Y DESCRIPTI"\TA DE SUS PROVINCIAS,


SUS POBLACIONES MAS IMPORTANTES DE LA PENINSULA Y DE ULTRAMAR.

s u OEOGRAFfA y TOPOGRAFÍA. - SU HISTORIA NATURAL. - SU AGRICULTURA, co,tERCIO, INDUSTRIA,


ARTl!:S Y MANUFA.CTURAS.-SU HCSTORIA ANTIGUA Y MODERNA.,
CIVIL, M ILITAR Y RELIGIOSA. - SU LEG\SLACION, LENGUA., LITERA.TURA. Y BELLAS A.RTES.-SU ESTA.DÍSTICA
OENERAL.-SUS HOMBRES CÉLEBRES Y GENEALOGÍA. DE LAS FAllIILIAS
MA S NOTABLES.-SU ESTADO ACTUAL I EDIFICIO!'l, OFICINAS, ESTABLEClllIE:-,/TOS Y CO:llERCIOS
PÚBLICOS. - VISTA.S DE SUS llOXU:llENTOS, CARTAS DE SUS
TERRITORIOS I Y RETRATOS DE LOS PERSONAJES QUE HAN ILUSTRADO SU '-IE'10RIA.

OBRA REDACTADA
POR CONOCIDOS ESCRITORES DE MADRID, DE PROVINCIAS Y DE AMERICA.

PONTEVEDRA .

MADRID .
EDITORES:

RUBIO Y COMPAÑIA.
1867
MADRID: 1867.
Imprenta á cargo de J. E. Morete, Beatas, 12.

DF. LA

PROVINCIA DE POtlTEVEDIA
POR

DON FERNANDO FULGOSIO .

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MADRID.
EDITORES:
RUBIO Y COMPAÑIA.
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1867

Propiedad de los editores


R UBIO Y COMPA:RIA.


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AL I~ECTOR.

Honra que tene1nos en grandísima estima, antes blo vasco á cuantos llevan su sangre en las venas, no
por su valor, que por nuestros escasos merecimientos, solo mal imitado, sioo-icosa increiblc!-desconocido
es la que alcanzamos con escribir la Cr6nica de Ponte- en otras partes.
vedra, cerrando con ella el tomo de Galicia, en cuyo De la presente Crónica, así como de las que ya he-
trabajo nos hemos ocupado, á la par del Sr. Villa-Amil mos escrito, diremos, que mejores podían serlo sin du-
y Castro, autor de la Cr6nica de Lugo, cuanto lo con- da alguna con haber estado encomendadas á. plumas
sentía la índole de la presente obra. menos humildes que la nuestra. Solo en la voluntad
Ni á. estensas noticias, ni á definidos pormenores fuera imposible aventajarnos.
históricos se presta la forma en que escribimos. Otros A la voluntad aiíadiremos la buena fé, patrimonio
mas venturosos alcanzarán, permítalo el cielo, la glo- de la honra y discrecion de los hombres de bien; en
ria de escribir por completo la historia de Galicia, tier- ella nos fundamos para pedirá quien nos juzgue, lo
ra, cuya triste suerte aun los historiadores han solido haga con la misma lealtad con que pensamos y escri-
ocultarla. bimos.
Lleve el Sr. ~l ur guía adelante su noble empeño, Ni es mucho pedir que, si de nuestras opiniones se
acabe su libro, que de c ierto lo hará, tan bien como trata, seamos citados, y si nos quieren replicar, nos
le ha comenzado (1), y con ello tendrá aquel glorioso nombren. Por nuestra parte, creemos que la majestad
reino por primera vez escrita su historia, las letras es- de la historia, menos pierJe en estudiar los tiempos an-
pañolas un libro escelente y el Señorío de Vizcaya un tiguos y aun los hasta el presentedesconocidosdenues-
vástago ilustre, en estrañas tierras nacido, con cuyo tra Península, que en censurará cuantos muestren el
nombre honrará sus timbres, reclamando, no sin justi- noble empeño de emplearse en tan utilísimo estudio.
cia, para sí parte de la satisfaccion que á Galieia cor- Podremos no acertar; pero en esto, como en todos los
responde. Generoso cariño, n u oca desmentido, del pue- sucesos de nuestra vida, siempre hemos hecho por cum-
plir con aquella honrada di visa de la antigua caba-
llería:
( 1) Véase la H i•torir, de G,tl i cia po>' ,\[a,11,el ,\J14rgui«, 10,110 p,•i i,te,·o,
Lll[JO. J1,1pre111a de Soto Freire, F.,/itor, ,rnCCCLX\'.
.. Fais de'Doir.,

•• •

PARTE PRIMERA .

CAPITULO PRI~1ERO. manantiales, y el abundante arbolado, contribuyen


sobremanera á la benignidad de tao apacible clima.
Provincia de Ponteve,\ra.-Oobierno.-Comandnncia g-enerul.-Juris- Pero hay, sobre todo, una causa, que á todas supera, y
diccion jurticial de lu Corui'ia.- \ntigua juris<liccion.-Juris,liccion
eclesu1st1ca.-Tcrcio D'11'al de Vigo.-Asieoto.-Clima.-Iofluencia
es la corriente marítima del Gulf Streani, del que ya
en este d~l Oulf ::,tream. hemos hablado en la Cr611ica de la Coruña; ruas, como
es des .,..entura propia al pre sen te de España, que cier-
La provincia de Po:ltevedra, una de las cuatro eu tos conocimientos tarden en estenderse por ella mas
que !-e divi<le Galicia, tiene, además del goberua<lor de lo que <lcbieran, diremos, 6 mas biC'n repetiremos
civil, un comandante general que depende de la capi- algo de lo que sobre el Gulf Stream ba escrito el ame-
tanía general de la Coruña, á cuya audiencia corres- ricano l\1r. :tl-laury.
ponde tambien nuestra provincia en lo judicial. El grado en que las variaciones de clima por gran-
Antiguamente formaba parte de ella la jurisdic - des espacios terrestres, pueden estar sujetas á la in-
cion de la pro vi ocia de Santiago, y se com pon ia, además fluencia de las corrientes oceánicas en años diversos,
de la villa u.e Ponte\"edra, de las feligresías de Alba, puede aclararse con circunstancias conocidas por la
Bertolla, Boza, Campaña, Cerpousons, San Adrian de los vecindad de las costas.
Cobres, Santa Cristina de ídem, Figueiredo, Fusta1H•s. Segun el 1Iayor Reun!}ll, en años ordi11arios las
Lerez, Lourizan, 11arcon, ~Iourente, Salcedo, 'faboact - aguas templadas de la gran corriente del Gulf Stream
lo, 1'omera, Touzan y "'\'illaboa. El f'-eúor, que era el no ex.i,ten á levante del 1Ieridiaoo de las Azores, te-
arzobispo de Santiago, non1braba los jueces ordinarios. niendo el tnar la ordinaria temperatura del Océano para
A1 presente depende la provincia de Ponteve<lra su latitud en todas direcciones, en el gran espacio com-
en lo cclrsiástico de las diócesis de TuJ, Santiago, Lu- prendido entre las Azores y las costas de Europa y el
go y Orense; y en lo marítimo, comprende el tercio norte de A frica; pero el l\layor Reune! ha demostrado
naval de Vigo, en donde están las provincias maríti- que en dos ocasiones, á saber: en 1776 y en 1821-1822,
mas del mismo nombre, y la de Villagarcía, cuyos dis- el agua templada que caracteriza el Gulf Strcam por
tritos son: Noya, Caramiñal, Rianjo, Padron, "'\'illagar- todo su curso (que es u.e varios grados n1as que la
cla, ~anjenjo, Pontevedra, Cangas, Redondela, Vigo ordinaria tempera tura del Océano en la propia la-
y Bagoul. titud), se estendia por toda aquella gran parte del
E!'ita provincia es fronteriza de Portugal, y se asienta Atlántico ; y en l '776 (en particular) le trazó el
alNO. det'spaña, en la costa del Atlántico.El climaes Dr. Franklin muy inmediato á la co~ta de Europa.
acaso el mas benigno de la Península, pues ni se espe- La presencia (1) de g-ran cantidad de agull. t<'m-
rimentan en ella los grandes frios, ni los insoportables plada por espacio <le muchas millas de latitud y Ion-
calorC's de otras regiones. De esa manera, en la costa,
en el rigor del invierno apenas baja el tC'rm6metro de
10º sobre o, llegando en los d1as n1as calurosos del (1) Explaoatioos nud Saiilng Directlons lo accompany lbo \Vin,l
aod Current Cllarts, apro,cd by Commoel oro Charle➔ Morris, Ch ier
verano á 28°. En el interior y por la montaña, el frio or the bureau or orJuancs anu lli lrogrn¡¡hy¡ an,l puhlhhcd by Au•
acrrce algo mas, siendo menores los grados ,le calor. thor1ly of Hon ..J. C. O,>bbin, ::iecretnry of tlt,• N .,·y¡ 13. y ~f. F. Mau•
ry, LL. IJ.¡ l.ieut. u. s. N.. Sopcriutentlentofthe u. s N. Observnto-
El mar, que por aquellas hermosas rias pcnC'tra ry nod hi lrogrnpllical ornees, \Va➔ll,ngton. Seventb EJition. Phi•
tierra adentro, la abundancia de agua en arroyos y ladelphie: E. C. ao.1 J. Rhl,lle, N.O 8, Minor SLreet. 185,i•


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PROVINCIA DE PONTEVEDR.A. 7

gitud dura varias semanas, en la estacion del año , otra mitad fuera; tal es la resistencia de las aguas de
en que prevalf'ceo vientos de la parte de Inglatf'rra y este á unirse con las del Océano.
Francia, y no se comprende s11 con;;iderable influencia Grandemente se han ocupado en averiguar las cau-
en la temperatura y humedad de las tales comarcas. sas del Gulf Stream, filúsofos y navegantes, y solo el
De esta manera hallamos en los diarios meteorolóo-i- b estudio é in vestigacioncs modernas han podido dar
cos de períodos mas recirntes (mas fácil por lo tanto sobre el asunto parte de la lnz nrcesaria. Decían an-
de allegar), que el estarlo del tiPmpo en noviembre y tiguos escritores que el Gulf Strcam proccdia del Mis-
diciembrr, 1821, y enero, 1822, fué harto distinto de lo sissipí, á lo cual respondió el capitan Livingston, de-
que acostumbra en la parte meridional de Inglaterra. mostrando que el volú1neo <le agua del referido rio no
El Gulf Stream corre al través del Atlántico, hácia iguala á la tercera milésima parte de la que de él
el Golfo de u-1iíjico por las Islas de Bahama¡ aq ní se in- va al Gulf Stream¡ además el agua de este es salada,
clina á Levante, corriendo cerca de la costa de Améri- y dulce la del ~lissiosipí. Dejando á un lado toda con-
ca, con una velocidad de 40 á 80 millas por dia. Cruza troversia, ajrna á la ocasion presente, ya hemos in-
de nuevo el .\.tlántico, y dividiéndose en dos ramas, va dicado el camino del Gulf Rtream, cuya beuigna
una al mar del Norte templando las aguas, conforme mision es llevar á otros climas el calor del golfo de
adelanta, y vol viendo atrás, co1no para formar un gran l\'léjico, el cual, además, podría llegará ser escesivo,
remolino, se une de nuevo á la corriente, cerca de y estenderse por regiones mas acá del Atlántico para
Terranova. mrjorar el chma de todo el Occidente de Europa (1).
La ra1na principal busca las playas boreales de Ahora bien, el agua es de los peores conductores
Europa, y cor,·iendo por las costas de JJspa;ía y Portu- del calor, y si el agua templada del Golf Strearn vi-
gal, va por el Sur de las Azores á unirse al grau re- niese al través del A.tlántico en contacto con la costra
molino (mar de los Sargasos). Las aguas de aquel sólida de la tíerra-buena conductora, si con el agua
grao rio del Océano, son al Norte del trópico muchísi- se compara,-y no en contacto con el lecho de agua
mo mas calientes que cuantas las rodean; ;nejoran el fria, no conductor, que la sostiene en la superficie,
clirna de la tierra en donde se acercan, y el lapon perdería to,lo su calor en la primera parte del camino,
puede vivir y cultivar la cebada por latitud, donde en y los climas de Francia, Inglaterra y el Occidente de
cualquiera otra parte del mundo solo halla el hom- España, serian en partes tan ásperos y helados como
bre eternas capas de desierto hielo (1). los de Labrador.
Las corrientes del Océano siguen curso sem<'jante á Compara el teniente 11aury la zona tórrida al hor-
las de los vientos, ley que s~observa, así en la superfi- no, el golfo de 11éjico y mar de las Antillas á las cal-
cie, como en las profundidades del mar. Cumple este deras, y el Gulf Stream á los tubos por donde se tem-
con la circulacion de sus aguas el objeto para que se pla el Occidente europeo.
halla destinad,> en la economía terrestre, con lo que, Así es con toda verdad prodigiosa la influencia de
bien podemos asegurar, cuando vemos las diversas la referida corriente en el clima de Galicia, la region
corrientes del Océano, que no existen sin causa. Cierto de Esii1eralda de España, como Irlanda es la Isla de
que la razon afirma que al moverse obedecen á una Es1neralda de Inglaterra: así tambien vemos á la Gran
ley de la naturaleza; y casi hemos de tener prrsente, Bretaña ve¡¡tida de verdor perenne, mientras en igual
al ver la 1nas humilde yerbezuela, que esta ha nacido latitutl cubre el hielo las costas de Labrador (2). En
y vive, merced á la bondad dP su clin1a y suelo de b la n - 1831, el puerto clP Sao Juan de Trrranova estaba cer-
do y húmedo temple, debiJ() á alguna corriente del rado por el hielo á. 6.nrs de junio; ¿ciui< se <liria si Li-
mar ó del aire, Yen ida de las lejanas legionrs del trópi- verpool, qnr está 2° mas al Norte, se cerrara por igual
co. Ley 1naravillosa, que anuncia por doquier la mano causa au u en me dio del in ,ierno?
del Criador, así en la fauna. y flora del mar, como en la Oféndase el uecio, porque no le creeu sobre su pa-
fauna y flora de la snperqcie árida del glob?. labra en materias cíentíficas, cual si en ellas fnese
Demuestra el estudio de los climas del mar, que Pn prenda de oro; n1as ¡qué diremos de los que, presumien-
este hay corrirntes frias y templadas, que van por ver- do de discretos, cierran los ojos á los adelantos de la
daderos canales, de cuyo estudio es fácil deducir que, ciencia en estranjera8 naciones! Dolor sin tasa nos
donde quiera veamos 1r una corriente, hác1a el mis1no agobia, aquel dolor honrado, pero sin coosuPlo, de los
punto ha de habPr otra que conduzca rl volúmen de ~ue aman á su patria ante todn, y la ven rendida á los
agua qur la primera se lleva, en cuyo principio se piés dfl quien la adormece y ofende con ruines lisonjas,
funda todo el sistema de corrientes y contracorrientes en ,ez de dirigirla palabras de verda.d, las cuales,
del aire y del n1ar. por duras que parrzcan, si nacen <le corazones leales,
No hay <iue crerr que, así como en tierra, las cor- sirven de re1nedio al n1·lyor daüo, que es la ocíosidad,
rientes oceánicas hayan do, ir necesariamente de mas y de antídoto á la mayor vrrgüenza, que es la igno-
alto nivel á otro mas bajo. Lejos de esto, hay corrientes rancia!
que van de abajo arriba, y ot1·as por el mismo nivel. Quien nos haya tachado por acoger novedades,-
De las primeras es el Gulf Strean1, cuyas ag·uas do q ue lo son meramente para quien pide al topo los ojos
colar do azul de aüil, cosa tan distinta del resto del en tratándose de saber lo que furra de España aconte-
Atlántico, que, á veces, con la mayor facilidad se dis-
tingue la mitad de un buque en el Gulf Stream y la
(1) Mnnry, p6.g. 10.~.-Fo,· 11,e amt/íoration o( the climat•• o( the
Bríti,h lslanJ., and of ali l'oe•tere Europe.
(\) Maury yu citado, páginu1:1 3, 4 y 5. t:l) Mr. Re<lt1dd. Amencnn Torijr~ial orScience, vol. XlV, ¡,. 293.
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s CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA .

ce,-culpe nuestro atrevimiento de dar á conocer por dero de las Antas, el de Porte la de Lan~ai:;, hasta el q uc
nuestra patria lo q uo fuera de ella es antiguo, hace ya hay entre las feligresías de B-ircia y Pcsq ucira", junt11
no pocos aüos. Persuadidos estamos de que ciertos co- á la ermita do Santo Domingo, divididas siempre la:,
nocimientos de nada sirven si el que los posee los calh1, ag·uas del 1\1 i iio y del Ulla, y desrle este, pasando por lo,;
consintiendo que el ignorante los niegue; en cuyo cai:o montes del Sui1lo al Octaven y al Abia, desfiladero de
mejor cumple quien, sin presumir do sabio, que nada Camposancos, Faro do Airou, Pedroso, desfiladero dc-1
seria menos fundado, trata de poner al alcance de to- Burg·o, altura de Chaudemoira y por el estren10 levan-
dos lo que todos deben saber, siquiera. sea para. ir en te de las feligresías de Oroso, Ameijeiras y Felgueira
honrosa compaüía con nuestrcs hermanos los den1ás sobre el l\1iiio, sigue el límite por el S. la corriente de
pueblos civilizados. estr, hasta el desembocadero en el Atlántico; forman-
Sabiendo ya cuanto necesitamos para el caso, fá- do la costa el lírnite occidental. La cstensioo do nues-
cilmente se comprenderá por qué el clima de Galicia tra p1·ovincia, es do N. áS. 13 leg·uas; ele E. á O., 12; do
es húmedo y sobremanera apacible, por mas que am- NE. ,i SO. 21. Ilay dos ciudades, ~O villas y 655 fcli-
bos estremos parezcan dr. dificil, si uo imposible mari- grc$ías, reparticias en 67 ayuntamientos y 11 partidos
daje á los hijos de las áridas playas del ~fcditerl'áne'J. judiciales, de todo lo cual hablaremos n1as adelante.
Con todo, á pesar de lo que menudean las lluvias en Co;;TA DE LA PROVINCIA DE PONTEYEDRA. Basta po-
otoño, invierno y prirnavera, es grande la salud de nrr los ojos en el mapa para comprender la estraordi-
que se disfruta en el territorio pontevedrés, siendo naria importancia n1arítima <le esta provincia, por lo
frecuentes los vientos del O. S. y N., y hallando po- cual hablaremo,; de ella con la debida detencion; que
deroso estorbo los vientos E. en los montes que cor- de prolijo no es posible tachar á qui~o trate de dar
ren de N. á S. á conocer una de aquellas regiones del globo mas á
propósito para el comercio, no menos que para el bien-
CAPITULO II. estar de sus habitantes.
El desagüe del Ulla en la hermosísima ria de Aro-
Divisioo territori11l.-L11nite,.-Costn.-Rin de \rosa.-1,illl Sal vora. sa, seüala el comienzo de nuestra provincia viniendode
-Poota de San Vicente.-Belin de la Ll\nz;1l11.-Ril\ de P-,ote-
la Coruña, á la cual pertenecen las costas septentrio-
vcdrn.
nales de la ria con la isla de C:irrevia, así como las
En 1189 se hallaba e I territorio de n nestra provincia meridionales en la de Pontevedra con la de las islas de
comprendida en la do Tuy y parte en la de Santiago. Los SalYora, Arosa y Cortogada.
franceses en 1809 crearon el departamento del ::iiiño- Des pues de la feligresía de Baucio, en donde está
Bajo, cuya capital era Vigo; pero en 1810 formaron la la punta de Fu·'n Rauta, se ven los puertos de Carril, Vi-
Prefectura do \rigo, con Subprefectos en Pontevedra llagarcía y Villajuan; pasada la alta punta de Fcrra-
y Tuy, siendo límites de esta nueva division territo- zo están Cambados, Fefiñanes, el desagüe del río Umia,
rial las Prefecturas de Lugo y la Coruña al N., y su la punta de Fras rlel Gro ve, que algunos 11am an Vico
línea di visoria los pueblos de l\fourclle, Taboada, 01- de Cabo, entre Fefiñanes y la ria do Arosa. Hállanse
veda, Agüe la, 1Ionferroso, Cu mbraos, San Justo, Ca- despues los puertos de Santo Tomé, San ~lartin y San
bema y Leboreiro, que quedaban dentrodc la Prefectu- Vicente del Grove, concluyendo la ria es la punta de
ra; por el 1:.:. la Prefectura de Orense, corriendo la línen. San Vicente.
por el ~1iño hasta la barca de Roza1nonde, dí'sde la cual La isla de Sal vora se halla á la entrada, mas acá do
iba por los pueblos de Eiras, Parada, Boi1norto, Armen- la Carreira; en el centro está la isla. ele Arosa, y frente
tal, l\1arzau y Olleros, yendo de nuevo por el 11iñohas- al Carri I la de Cortcgada. A la entrada do la ria, q 1,.e
ta :\fourelle y barca de Pinedo; queJanclo al S. Portu- abriga de los vientos S. y SO., hay de lOO á 200 de fondo
gal, y al E. el Atlántico. por el canal, y an n 1nas en otras partes. Desde el ceo tro
De nuevo llevó esta provincia en 18~2 el non1bre debo tornarse el rum lio hácia la punta de Ca.bio hasta
de Vigo, pues tenia á la referida ciudad por capital, la altura de Cambados y de la isla e.le Arosa por el es-
hasta que á la ca ida do la C;1nstitucion volvió á for- tremo 1neridional, pudiendo fácilmente hallarse puerto
mar parte, como en 1780, de las de Tuy y Santiag-o. en 3anta Eugrnia, provincia de la Coruüa; mas si se
Al cabo, en 1833, se croó por decreto de 30 do no- quiere seguir a,lclant,,, se ha ,11' ílant¡uear la isla de
viembre la actual provincia de Pontcveclra, $Ír\'il'nclo Rua, que está á la izq uiertla, así como á la derecha la
esta villa do capital. Los límites son: al N. el Ulla, dr Fidoiro, y el bajo de las Rcirenta~, cuyas ag·uas se
desde el de,-ag·üe del Pambre hasta el d"scmbocadero salvan encaminándose á la vigía de Accaclos, 6 al cabo
en la ria de Arosa: al E. la sierra que desde el referi- de la Cruz. Pasados estos escollos, se puede entrar al
do desagüe del Pa.mure corre hasta el Farelo, llamada puerto al S. del istmo de 1\rosa, procurando apartarse
la Pena, 'j' va por las feligresías de Ramil, Borrajei- de los muchos bajos iomediatosála poblacion, 6 bien se-
ros, Lancas 6 Trabancas, y las de Santa l\1arina drl guir el rumbo en fondo limpio á la isla, dejan<lo al lado
Ca,:tro de ,\.marante, Ran J ulian de Tocha, Ran ~lar - opuc~to las Lajas <lo Salrneira. y SC?ñal del 1Toño: para
tin y San Fiz de Amaranto, estas últimas do la pro- ir dPspu•~;:1 á Villagarcía y Carril, se ha ele evitar el
vincia do Lugo; el lf,nite sigue desde la cumbre del bajo cuuierto de las Rodias lle Cabio, esperando á ver
Farelo á la de Penedo 6 Castro de las Son1ozas, so- la torre cln \'illanucva., paralela al estremo NO., punta
bre f=:anta Cristina de Arcas, siguiendo al Salto de del Caruprlo de 1\.rosa, puerto al N. del istn10, que so
Agüela, cumbrr del Faro, desfiladero de Poblarlura y puede to1nar sin la. menor dificultad: del mismo modo
las Pallotas por la Feíta de !•'rancia, Testeiro, desfila- so puede ir á los do la Cruz y Est,,iro, cu la bahía. de

PROVINCI.\ DE PO.NTEVEDRA.

la Barraña y al fondeadero de la Puebla, teniendo cui- Va la costa desde la punta ele Cabicastro al Norte
darlo con los baj0s cubiertos que rodean~ la punta de 83° E. hasta la de Portonovo, la cual rstá 2/3 de mi-
Cabios, como tam bien los que ha y inmediatos á la punta lla: es tambien alta con un ü,lote al pié y piedras ocul-
del Hocico de Puerco, Peiía de la Balsa, Piedras ele tas, habientlo entre las dos puntas referidas muy bue-
Condrepiña, bajos de las Berinas y Concobre, cerca de na playa, donde suelen fondear los que van al X. en
Cortegada y San Bartolomé, las Hermanas ele Triaño y soplando este, y pueden allí con toda seguridad
arrecife de la punta del propio nombre; mas tomando aguardar viento favorable, teniendo de ocho á diez
el ru 1n bo á la vigía de Ancacla y bu.scando la torre de brazas de fondo de arena.
Villa nueva, puede ir la na ve á donde cada cual desee. Desde la punta de Portonovo, al E., comienza há-
No sin dolor dejamos las amenas playas y risueños cia el N. la ensenada de Portonovo, siPndo la pobla-
promontorios de la ria de Arosa, y doblando la punta cion de este nombre morada de pescadores. 11as al
de San Vicente, seguiremos por la costa, la cual va al E. se halla Ranjenjo, pueblo de pescadores taro bien,
E., algo ESE., como dos millas y media: es de piedra mas antes de llegar, hay pequeñas puntas de piedra,
tajada y rodeada <le muchos islotes, sobremanera pr6- de que debe guardarse el que navega. Inmediato á
ximo,1, desde donde comienza la playa de la Lanzada Sanjenjo y al SE. hay un islote rodeado de bajos, si-
hácia el S. 31 ° 30' E. por dos millas, y al O. por don- guiendo la costa al I~SE. hasta la punta ele Festiüazo:
de esta playa acaba, se ven los islotes del Colmado, y la cual es de piedra y tiene bajos que salen mas de un
como 1ne<lio al S. de ellos el banco del Corzan, en donde cable.
rompe la mar casi siempre. Al ESE., mecl1a milla mas Sigue desde Festiñazo la costa al N. !38° 8' Este,
allá del bajo y al S. de los islotes referidos se ve una 3 1¡4 millas, y pasando por varias playas y puntillas
punta de piedra baja, uu tanto saliente y en forma de poco importante<;, y unos islotes llamados Bueyes
lanza, que es la punta de la Lanzada. de Rajo, que se drFcubren en la baja mar. está la pun-
Mas allá está la de Arre 6 pico C()n islotillos y res- ta de ilármulos. 'l'odo lo demás es li1npio, de modo
tinga hácia el OSO. Desde aquí va la costa casi pareja que bastará ir á un cable 6 dos de las puntas, en cuya
al S. 46° 30' E., tres millas basta la punta Cabicar>tro, cercanía suele haber poco foudo.
hallándose antes hácia la mitad la de l\lonte l\1ontalvo, El centro de la isla de Tambo está rneclia milla mas
el mas alto de esta costa: hay playa, mas con poca en- allá, al S. 25º 48' E .; es alta, redonda y escabros~, salvo
senada. al 1<:., en donde hay playa, siendo por totlo en derredor
Es la punta de Ca bicastro cortada á pico y la parte limpia. Al N. 71º 30' l~., do l ½ milla, está la punta
boreal de la entrada de la ria de Po;itevedra. Al S. -16º setentrional del río Lcrez, hallándose antes la ense-
13' E., cinco millas de la isla rle ~al vo:-a, y S. 70º30' O., nada de Combarros, que, á tener mas fondo, fuera el
de la punta de Arre, N. 76° O., cuatro millas largas de mejor abrigo de la ria. La punta meridional del Lerez
la de Cabicastro, está el estremo NNE. de la isla de Ons, es de arena; está en ella la ermita de Xuestra Señora
, por latitud N. 42° 24' 45'', y longitud occidental de de los Placeres, habieudo por aq uf poco fondo. Al Sur
Cádiz 2° 32' 30", con un islotillo inmediato Rentolo, 57º 38' O., se ve la punta de la Presqueira alta, de
redondo, y con otros próximos I or el :-{O. Al S. 23º E., piedra y limpia. Entre ambas hay ensenada.
seis millas y media de la propia punta S. de la isla de Enfrente y cerca de la villa dP ~Iariu fondean bar-
Salvora, y al S 70° O., cinco millas largas de la rle Ca- cos de poco calado, y se amarran á NS.; quedando casi
bicastro, se halla el estremn SSO. de la isla de One, la del todo resguardados, si bien entre n1ar con los vien-
cual va de NNE. á SSO., tenionclo escasamente tres tos O. y SO. Desde la punta de Presqueira hasta la Jr
millas. Condeloira el fondo es siempre limpio, á medio cable
Es la referida isla de regular altura y llana, esca- de distancia de las puntillas é islotillos. Es la última
brosa al O., con piedras inmediatas, y mas limpia al el cstrc1no de un monte romo y de escasa llanura en
E., donde hay dos peq ucñas playas para poder desem - la cumbre .

barcar; al S. é inmediata se ve la isla Onza, redonda é Aquí empiC'za una gran ensenada há.cia el R., que
igualmente alta, con una pequeña playa al NE. y ro- acaba en el cabo de Utlra, corriendo est11 punto con
deada por piedras, sobre todo entre an1bas islas, otro al S. 6flº35' O., y al coutrario distancia mas de cua-
donde hay muy poco fondo, y tambien rPsting·a, con tro 1nillas. l~n la referida ensP-na.dacst,í.n las puntas de
lo que solo pasan Jane has pescador'.ls ele poco calado. ..s ,u Clc1ncnte, 11ontc-Gorclo; desde donde comienza el
Al SO. de la isla Onza hay un placrr de piedras de arenal ,leCcla; la deLa.ureiro, doudr e1npi<'za la playa
cinco brazas de fonclo, que rompe con marC's gruesas. de Beccu, playa que acaba en la puntad,, los Suspiros.
Entre la punta de Arre y el estren10 NNE. de la isla de Alzase la.costa escarpada, y adelanta la punta, lla-
Ons hay un espacioso canal, si bien le estrecha y di- mada Caballo de Beceu, con un islote blanco, couoc1do
ficulta un bajo mas CP.rcano á la isla que á la costa. con el nombre de Piedra-Blanca, y varios bajos inm<'-
así co1no la restinga de la punta ele Arre, siendo para diatos, hasta la punta de Sentoyera. 1nuy poco ele,·a -
pasar lo ,n·is srguro, hacerlo entre la isla y el bajo, da y con un bajo y algunas varias piedras al Norte Y
atracándose al i:-ilot<' Sentolo á menos de tiro rle pie- NN F.., á cable y medio ele distancia, con tres brazas
dra, ya vinirndo de "N. á S. 6 viceversa; mas para esto de fondo La punta de Sentoyera y el cabo de lJ,lra
se necesita viento largo. El otro paso es mas difícil, forman un frente de piedra, con varios islotillos al pié,

siendo a1nbos sobrernancra trmibles, cu habiendo mar casi todos cubiertos en plra,nar, donde ro1npc sin ce-
d e leva, trocándose todo cu hervidero y rompiente. sar el Océano.
Con buen tie cupo muchos frecuentan este paso. Desde el cabo de Udra al de Cabica!,tro, ambos for-
PO!\TEVEDn.\. 2
10 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

man la entrada de la ria, hay al N. 2° O., 2 millas y me- dos tercios de N. á S. una hondonada 6 mella que, al
dia, y á la isla de Tambo al N. 54º 48' E., siete millas. parecer, divide en dos á la isla, si bien hay un placer
Imposible es, antes de salir de la hermosa ria, no de arena bajo, que en no habiendo mucha mar suele
admirar el deleitoso cuadro que presenta. Las férti- quedar cubierto.
les tierras que desde las ag·uas se alzan á lo in- F.l paso rntre ambas islas, llamado La Portr,
terior, presentan do quier ribazos y cañadas de eter- tiene un tercio de cable y fondo de seis á siete bra-
na alegría vestidas, de frondosos árboles asom- zas. El e,;trerno N. de la isla mayor se llama Punta
bradas, por multitud de laboriosos campesinos puestas del Caballo, y está delante de la de Subrido, que se
en cu Iti vo y llenas de vi !las, aldeas y casas esparcidas, halla eu la entrada de la ria de Vigo, 2 1/a millas. La
unas á orillas del agua, y otras 1nedio ocultas por el parte mas meridional de las islas se llama Cabo Bicos,
frondoso arbolado. Para hallar algo en Europa que y está del cabo Selleiro 4 2/3 millas. Al S. de aquel hay
pueda compararse con la ria de Pontevedra611arin, que varios islotes, entre ellos el Boeiro, menor que el casco
ambos nombres suelen darla, fuerza es no salir de Ga- de uu navío; por allí rompe el mar, habiendo, con todo,
licia, cuya privilegiada costa posee los mas seguros y canal por donde, cu caso preciso, pueden pasar los
hermosos puertos del antiguo continente en el A.thí.n- que son prácticos.
tico. El cabo Subrido, punta boreal de la ria de Vigo,
La entrada de la ria es fácil, los fondos por toda tiene al N. 81º 3' 1~. y 1 3/4 millas la punta de
ella, de 5 á 22 brazas, lama y are na; salvo en las cer- Castros , con restinga al S. y un bajo al mismo
canías del cabo <le Udra, que son piedra y cascajo, y rumbo, distante cable y medio. En la ensenada con
en las de la punta de Festinazo, que son de piedra. Con playa que aquí hay, suelrn fondear, esperando buen
vientos del N. con viene pasar por el N. de la isla de viento, embarcaciones que van al N., por 10 6 12 bra-
Ons, 6 bien atracará la de Onza, por la parte del S. corno zas de arena; y tarnbieu suelen hacerlo al E. de las
un cuarto de milla, para Je la bordada poder entrar Cíes por 12 brazas, frente al placer de arena que, al
eu la ria. Desde fuera, la montaña de la Cuzota debe parecer, divide á la isla l\1ayor.
quedar por la banda ~. de ella, y llegándose un tanto La punta Borneira al N. 88º 25' E., tres millas lar-
á la costa se verán l'ls islas de Ons y Onza, las Cíes 6 gas mas allá, tiene restinga hácia el S., y en su estre-
de Bayona mas al S., y la de Salvara mas al N. mo el islotillo Borneiron, en cuya proximidad hay tres
Sigue la costa desde el cabo <le Udra hácia el Sur brazas de fondo, dos tercios de cable al S. está el bajo
10° 45' E., tres millas y cuarto, formando la parte de tierra, así llamarlo, á diferencia de otro, c,tble y me-
oriental del puerto de Aldán, cuyo pueblo se halla en dio mas al S., llamado Borneira, habiendo entre ambos
el fondo de la ensenada, que es de poco foudo, y solo cuandu mas dos brazas y media de fondo, y sobre el
sirve para barcos pescadores y costeños; siendo el res- último, cuando la bajamar, se ve una piedra como
to del puerto bueno para toda clase de embarcaciones, boya.
Y tiene á la entrada de 17 á 20 brazas. Comienzan la ensenada de Cangas desde punta Bor-
- A.l SO. de la punta de Con se ve la de Testa<la, neira, con la villa <le este nombre, dos riachuelos y
donde comienza la playa de Azuelo, costa occidental playa en lo interior, concluyendo en la punta Rodeira,
del puerto, á cuyo frente está el mejor fondeadero la cual tiene restinga no muy saliente al E., y cerca
para barcos de mucho calado, siendo su fondo de nueve la pequeña isla de Ratas, rodeada de bajitos. Al N. 54º
brazas de arena, dejando al N. el bajo de Boesteye, E., milla y media se halla la punta de Con, siendo
N¡\O. 5° N. de Punta Testada. costa peruida y llena de piedras. Sigue una gran en-
Rodean islotillos á. la escarpada punta de Area- senaua con playa hasta la puuta de Ruas, alta, escar-
Bra,a, quedando aquellos sumergidos en pleamar, pada, limpia y con un islote, desde la cual hasta la

menos el de Curbeiro, desde la cual á la de Causa es punta <le Dum1go, al N. '77° E., una milla, hay otra
cost.1 escarpada, con un bajo hácia el N. Por aquí eoseoada pequeña y limpia.
sigue costa escarpada, habieudo varios islotes, y en la Comienza á poco, al E., la playa de Rioseco, don-
cumbre de la n1ontaüa del cabo del Hombre uua torre de hay varias casas, presentándose la costa escarpada
de vigía. hasta la punta de Bestias, distante milla y cuarto.
Aquí se halla la mas estrecha garganta de la ria; de
CAPITULO III. S. SO. N. NE. 1/a milla, formada por la punta de Bes-
tias y la de Rande, ambas limpias, escarpad&s, y 17
Islas Cíes.-Ria de V1go.-Ria de Bayonn.-E;¡tela de 1nar y E;iteln <le brazas, fondo lama, pasadas las cuales, comieuza una
tierrn.-Cabo de la !<'oz.-Cabo Silleiro.-1\lonte de la GuarJia.-
~ionte le San R,gao ,¡., ::,anta Tecla.-Desague Jet ~11iio. grande y profunda ensenada, estendiéndose mas al N.
que al S., toda de muy poco fondo, pues la de la parte
,

Antes de entrar en la ria de Vigo se h'l.llan las del N. queda en seco en la bajamar, y en ella desagua
islas Cíes 6 de B 1yu11a, en cuya historia nos ocupare- el rio Oaldelas, que viene de Pueote-Sampayo, mien-
mos mas aclelante. Las islas son dos, estendi<las de tras há.cia la parte del S. desagua otro rio, que viene
N. á S., vini<>n<lo á tener tres mtllas y media de largo. de Redondela, siendo entrambos navegables para botes
No tienen habitantes, son altas y desiguales en sus 1 en pleamar.
cumbres, escarpac..las al N. y menos al E., donde hay La isla de San Simon se baila al N. 51 ° E., 2 L/3 mi-
clos pequeñas playas c,>n islotillos cercanos. llas <le la punta de Bestias; tiene dos islotes y está
La isla al N. es la mayor, y tiene de largo escasa- muy próxima á la costa R. de la ensenada, donde se
mente nnas dos millas y media, viéndose corno á los ve un alto de monte de aquella cu1nbre, que 11irve de


PRO VI NCIA DE PONTEVEDRA. ll

marca de e ntrada por el paso del S. Pasada la punta llamada de Laje, la cual forma la costa. mP-ridiooal de
de Ran de s igue la costa del S. de la ria escarpada y la ria de Vigo y boreal de la de Bayooa.
limpia al S. 50° O., 2 1nillas largas, hallándose la en- Rodean altas, pintorescas y culti va<las sierr as á
senada de 'I'eis, donde se puede fondear mucho ,nas la pri1nera, viéndo,;;c en la co,;;ta S. un empinado
abrigado que en Vigo, pudiendo darse cabo en tierra monte, con ermita, que se distingue desde muy lejos,
y a ncla a l N., quedando seis brazas de fondo seguro é importa sobremanera conocer: hé aquí sus linde-
en cualq uier tiempo. Acaba esta ensenada al pió del ro;;: va cles,le Cabo Ilic0s, estre1no S. de las Cíes,
monte de Nuestra Señora. de la Guia, en cuya cumbre al S. '79° 10' E., dista siete 1nillaA. Desle la punta de
est á la er mita. Subrido, al S. 51° 15' E., dista '7 3/10. Desde el monte
La ciudad de Vigo está al S. 48° 43', milla y media de la Guia al S. 17° 45' O. 2/10 millas.
mas allá, pasa ndo la ensenada con playa limpia y Desde el mar y próximos, es fácil conocer la en-
buen fondo, fr ente á la cual es el fondeador por 80-14 trada de la ria de Vigo, por las islas de Oos y Cíes.
brazas, fondo lama, amarrándose N. NO. S. SE. la Estando lejos, servirá la montaña de la C'nrote, al~-, la
mayor ancla N. NO. , rionde se hallan las embarcacio- de Nuestra Señora de Alba, al S., no viéudose <le Cabo
nes m uy bien a l abrigo de las Cíes con los vientos del Selleiro otra alguna, por ser alta la costa. De este
O. al SO., que son los que traen mas marejadas. modo, queriendo entrar en Vigo por el paso del N., pre-
Llega u las casas de Vigo hasta la orilla ele! agua, ferible cuando los vientos son de este punto, se atra-
subiendo luego las calles con rápida pendiente, desta- cará al S. de la isla Onza, desde una hasta tres millas,
cándose en lo alto un castillo antiguo y al S., l/3 de mi- y uo mas, por el bajo de Biduido, yendo al E. hasta
lla, lla mado Castro. Hay en el puerto muchos bu- q11edar oculto el f\.fonte de Alba por la Punta de Su-
ques costeños, de J>esca y tambien mercantes ele alto brido, y se muestre bien el t.1onte Ferro por el E. de
bordo. En la peq ueüa eusrnada de Sao Francisco, del la punta del Caballo, con lo q uP, 1ibres del bajo, se po-
con vento de su nombre, hay playa limpia y se esticn- drá ir hácia las puntas del Hombre y Subrido, dándo-
den por allí mu chas casas. le de resguardo, por lo menos, un cable, desde donde
Siguiendo al S., 1 1/3 de milla de la punta de Sao se hará rumbo hácia Cabo de 1[ar, y desde media ria,
Francisco, se ven las casas y ermita de Bouzás, con se gobernará la demanda de Vigo, no debiendo nunca
varios isloti llos, restinga al NO. y N.; distancia tres ca- cerrar l :1 punta del Caballo con la de Subrido, hasta
• bles y dos br azas y media de fondo, piedra. Al S. 79 verse bien la iglesia de Cangas, quedando así libre del
metros, 38' O. sobresale el cabo t.1ar, bajo, ele color de bajo de Boroe1ra, y pudiendo cerrar la primera marca.
arena, y con r estinga bácia el ;NO. 1¡4 N., bastados Si el viento estorbase la referida derrota, se evitarán
cables, que en parte descubre la bajamar, y en plea- cuidadosamente las puntas, pues todas tienen restin-
mar se cubre, si bien rompiendo, aun con poca mare- ga; no cerrando nunca, antes de descubrir la iglesia
jada, formando eo m~dio un canalizo de dos y tres bra- de Cangas, la punta cie Subrido por la del Caballo,
zas, fondo cascajo y piedra.. usando la sondalesa B, en llegando á ocho brazas, no
E s la r ia de Vigo una de las mas conocidas de Ga- acercándose á ninguna de ambas costas y fondeando
licia, al menos, por el nombre. Sábese que ofrece se- dcspues en "'\'igo.
g uro resguardo á los buques de mayor porte; pero no Es el resto de la ria, salvo la cerca oía de las pu n -
es posible, á no verlo, hacerse cargo de la hern1osura tas, limpia, b..,ndeable, y tiene fondo de 13 á 25 bra-
de t a n deleitosas riberas, segun procuraremos dar zas, lama y areua. De entrar por el paso del SO., se en-
cuenta en l ugar oportuno, limitándonos, por ahora, filará el Cabo 11ar, conocidísimo por su color de arena,
1neramente á la descri pcion de la costa, de ,nanera antes ele ~ooerse entre Cabo Selleiro y Bicos, sirvien-
que pueda, en lo posible, servirá navegantes y geó- do de marca la ermita de Nuestra Señora de la Guía,
grafos. ó si no, el monte de Nuestra Señora de Peñer al estre-
Mas a llá del Cabo fvla r, está al S. 24° O.. , L 1/3 mi- mo de la ria, el cual debe verse libre, sin morder en
llas, el Cabo de Foz, de piedra negra, escasa rrstinga niugun1. costa, llevando de 30 ó 35 brazas de fondo
y playa con riachuelo. Al S. 55° 36' O., 1 1/2 1nillas, se hasta el meridiano del ~1onte Ferro, donde babia que
ve el Estaga, algo mas alto, de color sen1cjante y res- hacerse mas al N. al pasar cutre Cabo !\lar y Boruei-
tinga de dos cables al NO.; haciendo entre ambos la ra, con las precauciones ya sabidas, yendo despues al
costa una ensenada donde está la isla Toraga, que de fondeadero.
lejos no lo parece, rodeada de bajos, los que salen al Si el viento contrario obliga á bordear, se cuidará
NO. co1no un cable, dejando apenas paso para faluchos rnucho de no dar en la restinga de Laje, ni en los
por el SE. pcligrosísimos islotes de Bociro. En caso <le 110 poder
Lo mas NO. de f\.fonte Feno, está al S. 39° O., n1enos de pasar por la Porta, se habrá de poner al es-
2 ¾ millas mas allá del Estaga, con todas las in1ne- tremo N. de la Isla S por la crinita de Nuestra Señora
diaciones llenas de bajos: este 1nootc es redondo, de de Alba, conservándose hasta. dentro del mismo paso,
color rojizo, y tiene vigía en la cumbre; formando yendo por medio, hasta rebasarle y siguierido despues
su ladera al ::;, la parte boreal de la ria de Dayona, ria adei:tro. Es la marca anterior para librarse de los
llamándose la parte del O. Cabo C1•nteclo. Al N. 88° 10' baj.:>s á los estrcrnos de las Cíes, al O. y NO. Las mareas
O. del vigía se ve la isla Estela de l\[ar; un poco 1nas 011 dias de coujuncion se verifica.u á las tres de la tar-
allá, la llamada E stela de 'l'icrra, no habiendo paso de, y suben de 13 á 14 piés.
rutre ellas por cerrarle una restiag:1. de piedra, y si- E l puerto de Bayoua es pequeño y lleno de b 1jos,
gui1>ndo al O. de la última isla otra de trrs cables, siendo el mayor abrigo la punta de la Tenaza, y hay
'

12 '
CRONICA ~ \..
GENERAL DE ESPAX

necesidad de práctico, pues, de lo contrario, el peligro rior de eata regiou Deza, y la izquierda <lel rio Fra-
es grande. Va la costa escarpada y poco li1npia hasta seleza .
Cabo 8elleiro, de donde nace restinga, que la bajamar .:iig·uiendo la corriente del Ulla, están los valles do
descubre, habiendo rompiente aun con poca marejada. Tabeiros y do Bea, y despues los llamados Tierra do
Tres millas al S. 5º E. se ,e la punta de 11.Ion- 11,lontes, Baúos de Cuntis y Salues, formando los tres
tador, poco saliente con dos islotes; y al S. 2°, el gran valle del Uu1ia: una de las comarcas mas her-
tres leguas de Cabo Selleiro, está el 1nonte de la Guar- mosas do u uestra provincia es la de Sal ues, desdo
dia, el cual, si bien alto, se confunde con la sierra que Caldas hasta Ca1nbatlos.
viene del referido Cabo. El pueblo está al pié, y tiene nias al ~lediodía está el valle de Lerez, del río do
cala para barcos de pesca. su nombre, el cual, despues de regar an1enísimas ri-
DestleaquíalSSE. baja la costa, aunquealS. 21° beras, desagua en la ria de Pontevedra. ¡Soberbio lago
E., tres millas, se alza el monte u.e San Reg·o, en for- marítimo, rival en hermosura de las mas deleitosas
ma de pilon de azúcar, con dos picos, y en el 1nas alto rias de Galicia, joyas que España ignora, mientras el
la ermita de Santa Tecla, nombre que vulgarmente mundo entero las envitlia!
se estiende á todo el monte, el cual se parece mucho Caminar por la provincia de Pontevedra, es ir do
á 11,fon te Loiro, estremo boreal u.el desagü':l del 11.liño. sorpresa en sorpresa, de bueno á ruejor, de lo mas
Es este navegable, si bien de pelig·rosa entrada, agradable á lo mas hermoso que in1aginarse puede.
habiendo solo en la mayor de sus cuatro barras, 14 Hácia la costa anchas, profundas y seguras rías, de
pahnos de fondo en pleamar. De esa manera, la isla verdes ribazos, donde se estiende la fertilidad y abun-
que está á la entrada, y los bancos de arena que á dancia de apacibles vallrs, los cuales corren hácia lo
menudo cambian de sitio, estorban la f.icil navegacion, interior, y en vez de pertler con lo agreste de los pri-
siendo necesario práctico. para entrar. meros ramos montañosos y aun de las mas ernpinadas
• sierras, adquieren nueva belleza, si no superior, igual
á la que por las rias ele .-\rosa, Vigo y Pontevedra os-
C.t\.PITULO IV. tentan.
Reseun g eneral.-Territorio. r ios y vnlles. - Hermo:;ura rle la
l\Ias ¿quédirt·n1os de la itnportanciaque los g·obier-
provincia. nos de España han solido conceller á tan her1uosa re-
gion, si recor<lamos, que en épocas de ventura, esto
Desde la desembocaelura del Eo, en las fronteras de es, en el reinado de Fernando VI, no se cedió á Por-
Astúrias, viene la costa boreal ele Galicia, corriendo á tugal parte ele nuestra provincia en cambio de la leja-
Occidente, y si bien brava y por estremo temible, na colonia del Sacra1neuto, por no haber habido ave-
ofrece al navegante abrigos en la ria de Foz, puerto nencia entre ambos gobiernos peninsulares'? i~iéguese-
tl.e San Cipriau, ria de Vivero y desagüe del Lau- nos despues de esto el elerecho para quejarnos de la
drove, sitios cantados por el insig·ue poeta y estaelista vanielad y lig·ereza con que se ha solitlo hablar y obrar
D. Nicometles Pastor D1az, hijo ele aquellas amrnísi- en Espaúa sienlprc q oe de Galicia se ha tratado!
111as riberas. Fragosa, pintoresca y agreste es la. comarca que
De nuevo se halla abrigo en la ria del Barquero 6 riega el rio CaJdelas, en cuya corriente desagua el Oc-
de "\'ares, antes lle llegará la punta de este nombre, taven, yendo de esta manera las de ambos á parar á
lo mas boreal do España, hallándose despues la ria de la ria de Vig·o.
~anta 11arta. Pasado el cabo Ortegal se inclina la Kada supera en el mundo, ni acaso iguala al apa-
costa al SO., por todo lo que es provincia de la Coru- cible clima de estas comarcas, á lo cual es fuerza aña-
ña ~ l ). F.o esta se halla, despue3 de la ria de Cedeiro dir las incomparables vistas que sorprenden y encan-
y l!l. de Santa 7\Iarta, ya uon1brada, el puerto y depar- tan al viajero, las cuales aumentan en belleza desde
tamento elel Ferrol, de glorioso renon1bre. Reelondela hasta las riberas del ~liiío, en cuyas cerca-
1\Ias pasando adelante por evitar repeticiones, que nías es por estremo digno ele especialfsi1na mencion el
el lector puede rludir con leer las tres provincias de valle del 11 iño.
(}alicia ya descritas, vengarnos á la de Pontevedra, Blando, regalado an1biente, frrtilidad ostremada
que al presente nos proponemos dará conocer. Parte é inagotable, costumlires honradas y apacible carácter
c>ata términos con la de la Coruúa en la corriente del en los habitantes, en fin, cuanto recrea la vista y agra-
l'lla, uno de los mas importantes ríos de Galicia, ele ela al alma, pueden hallar en las riberas ó inmedia-
hermosas y en lo general fértiles riberas, sobre todo tas con1arca,; de Vigo y Ponteve<lra, aquellos para
las que á nuestra provincia corresponden. quienes la naturaleza sea como dehr, mudo ejemplo)'
El rio Azuaga, que viene de los montes Faro y sacro testimonio de la g·loria u.el Criador. Perpótuapri-
},'arelo, riega el valle de su nombre, hallándose en ma vera scfiorea los can1pos, verdor l r1·enn e los alegra,
igual caso los inmeeliatos valle y rio de Deza, vinien- mientras el hombr<', con honrado afan labra sin des-
do á for,nar este dos corrientes, una destle los 1nootes canso la tierra, jamás avara para ar¡n,,llos quo no ol-
de la Peña Je Francia, y otra. u.el Festeiro. Corre el vidan que el pan nuestro de cada dia le habrán ele de-
'foja por entre el valle que hay entre los montes Ges- ber al suclor de su rostro.
toso y San :Sebastiau de 1feda. Llámase la parte supe- Ha de ser nuestra Crónica ele Pontevedra la última
de Galicia, y por lo tanto, resúmen de cuanto sobre es-
O) Vea,ie la Croni'cn de esta. que ya bemoq escrito, y e~t,i publi-
ta hayamos dicho en las de Orense y Coruña, así como
cada. nuestro amigo el Sr. V1lla-,\mil y l'a«troen la de Lu-
PROVINClA DE l'ONTEVEDRA. 13

go. i:iemejante pensamiento nos ha hecho abreviar un solo quedaran 12 regimientos, se determinó que 5 fue-
tanto la Crónica de Orense, pues deseando el editor ran gallegos, ¡esto es, casi la mitad!
que fuese para nosotros la honra de cerrar la de Ga- La falta de un iclad que no pueden 1neoos de teu,•r
licia, ya que habíamos n1erecido la de escribir las las Or6t1icas de Galicia, en la forma en que van <'scri-
demás arriba citadas, esto es, todas, salva la in1por- tas, habremos tle suplirla al presente, haciendo siem-
tantfsima y bien escrita de Lugo, no qucriamos repe- pre que sea posiLle, y evitando, como ya hemos dicho,
tir, al detenernos, como era debido, en ciertos puntos repeticiones, por resurnir ahora cuanto por s11 impor-
. '
mas de aquello con toda verdad indispensaLle. tancia lo ,nerrzca.
La importancia de Galicia es tal, por su estensioo, De esa manera, y si bien estractantlo cuanto ::;ea
sano y apacible clima, número de habitantes, tierras posible, forzosamente habremos ele acudir al escelente
fértiles y á propósito para toda clase de productos, y trabajo <lel Sr. D. \'ictor Lopez Seoane, hijo de Gali-
puertos esceleotes, que no será fácil hallar regioo al- cia, cuyos conocimientos contribuyen á aumPutar el
guna que en tantas ventajas y notables calidades re- interés ele la Historia tle aquel ,·eino, escrita por el
unidas se atreva á competir. Sr. D. l\Ianuel 1furguía, y cuya mocle-,tia le ha estor-
Raya la escesi va modestia de los gallegos en apá- bado dar mas alto merecido nombre á las que llama
tica indiferencia, reprensible, cuando se trata de la n1eraraente Rese,ías Geológica, Botánica y Zoológi-
honra ele Galicia, la cual no puede menos de padecer ca de Galicia.
n1enoscabo en manos del ignorante vulgo, que solo
juzga por los tristes segadores que á los áridos campos CAPITULO '\'.
de lo interior de la Península acuden, á enfermar, y
aun á morir no pocos. Siglos hacP, que el andaluz Reseiía gcolt}gica.
111olina, canónig·o de 1Iálaga (1), atento á los fueros de
la verdad, y ofendido de oir solo ruines y vulgares Hállase el granito cu la u1ayor parte de Galicia.
1licterio~, decia, hablando de Galicia: De sus di versas ,·ariedatles, el mas como u está en las
sierras de Braña, <iueija, San :\lamed y dernlis ,uoutes
«Hablar de Galicia, y á quien la sublima en derredor dú la Limia; así como tam Líen en Orense y
Allá en otras partes por burla se to1na:
Rivaclavia; forma la mayor parte de la co:;ta ele la
No hable del Papa quien nunca fué á Roma.»
gran ria de \'igo, islas Cíes, Ons, Onz, Loujo, Toja,
Tambieu hace ya bastantes años que el ~r.11iñano, Salvora y Taro bo. Sigue por la gran c:<tension dr. la
en su 1Jicciona1·io, al hablar de Galicia, decia movido costa entre la Guardia y la Coruña. A.11uí desaparece,

de justísimo enojo: «'fiempo es ya ele que empecemos preseutánJose de nuevo en :\Ionte y Cabos Prioriiio y
á dará las cosas su justo valor, y que escarmentemos Ríos, mostrándose despues <le desaparecer Yarias ve-
ele los estrag·os que hizo en nuestra riqueza la mal en- ces por la Estaca ele ·vares y \ 1 i,cro.
tendida vanida<l. de nuestros antepasa<l.os, que despre- Por lo interior, además de otros muchos lugares,
ciaban á los estranjeros y les zaherian porque veían se halla en la sierra de Buyo, n1onte FronceJo, sierras
venir millares de ellos á España á trabajar en los del Faro y Farelo, Cuesta <le la~al, Guitiuz, Picos de
oficios y ocupaciones que los nuestros desdeñaban co- Aneares, 1nonte P1ndo, monte Blanco y A llones.
1no poco nobles, aumentando las fábricas para ocur- En los llanos y las vegas suele prrscntarse el grani-
rir á nuestras necesidades. En can1bi o <le estos servi- to porfídeo, reunido en grandes ,nasas, tan compac-
cios se llevaron el oro y la plata, nos dejaron pobres, tas, que Schulz asegura haber visto una en la.alta cum-
y lo que es peor, acostumbrados á este falso puu<l.onor, bre de Peüa Corneira, como de 5,000 varas cúbicas,
que nos alejaba de muchos de esos mismos trabajos y sin la n1enor hendidura. Tan1bien se las ve, cual si
ocupaciones queson absolutamentt' necesarios en toda amenazasen ruina, por las laderas de las cumbres que
sociedad.>)-Añade que no tocaría rste ptuito á 110 es- rodean la vega de Caldas de Reyes, cu Puentr ~e ira
tar persuadido de que sem.ijantes vulgaridades han iuu1ediato á Lugo, en las Chozas, valle de Salu<'s,
hallado á veces acogida en personas que deberian ser y Torre Lobeira. El granito porfídeo aumenta lo pin-
n1uy superiores al vulgo, y que, sin ernbarg·o, han toresco d<'I paisaje dándole agreste y forn1idable as-
querido me<l1r la import;\ncia de Galicia por lo que á pecto.
sus qjos tenían algunos de sus desgraciados indivi<luoil. El granito gneisio, indicaciou del paso al gneis
l\Irjor fuera, en verdad, que los que así se complacen y á la micacita, se halla en el monte Oroso, Narle,
en poner por los suelos el busn nombre de dos lTiillo- Boimorto, Sobrado y Niñones.
nes dfl españoles, com¡,araran antes el reino de Galicia Preciosa variedad del granito, formada casi del to-
con las de,ná;; regiones de la Peo in su la, ad virticudo do por feldespato y cuarzo, es la pegmatita de los mon-
desde luego, cuán grandes sacrificios han hecho los tes de San Pedro, al O. de la Coruña, en cuya ciudad
g·allegos con hombres y dinero en pro de la madre ha servido para e1npe1lrar varias calles. 'l'am bien se
patria. ve por los montes de Carrio, Farclo y otros cu la pro-
Bastr decir, que, en tiempo de Fer:.1aodo VII, sien- vincia de Pontevedra.
29 los cuerpos de Provinciales que estaban sobre las Por la costa de Rivadeo, por Fazouro, al SO. de la
armas, !) erau g·alleg·os; y habiéudoae decretado q uo de la Coruña, al NO. de Lugo y otros lugares SI! ve la
lurita.
En Puente de San Fiz, cerca de Orense, s,, halla la
(1) n,,cri¡,cio" d,I reino,¡,. G,1licia por el J.icen~in<lo Mnlina, cu
l.", Moo,loi\e<lo: 15.",).-hln lrad, en ·1. 0 , 167;i. sienita aporfi<lada. Cerca del c,ibo l1rtegal, en Bedoin
lG CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

formacion silúrica, en los pisos superior, medio é in- doto, magnesita, retinita blanquecina, verdosa y negra,
ferior, la seüalan los gneis, las pizarras con orthoceras, albita, peperina, zoolita, es1naragdita, ofiolita, gra-
la pizarra arcilloso-ferrigi nosa y la cuarcita. matitosa y dialágica, jaspe amarillo, etc.
El terreno azóico 6 cristalofílico de Omalius, con· El falso rubí 6 fluorina se halla en Lebeira; esme-
claye la série neptímica de Galicia. ralda litoidea, en Pozo; pudinga cuarzosa, en 1'orres
Rcs1t1nen: A.hundan, alternados, los granitos, pór- del OE.; hyalomigta, en Alba; mesotipa, en la Magda-
ficlos, gneis y pizarras. sobre los cuales están disemi- lena; talco, en Valdeorras; fulgorita, en la provincia de
nados la anfibolita, diorita, cuarcita, margas, arcillas, Pontevedra; grafito, en Lagares y Valdeorras; sidero-
arenas, turba y basalto. sa en Sales; cerusa en el Cebrero y 1\londoñedo; estibina
Provienen de estas rocas los siguientes terrenos: el en Chantada y Cervantes; esperg·ueia en 1\1onfero; ba-
piroidC', escasísimo; el agalístico ó plutónico, por es- ritina en Neira de Jusá; pirolusita en San Jorge y Vi-
tre1no abundante; el azóico, de igual manera; proba- llalonga, Sin que falten otros minera.les hasta el pre-
blen1ente el primario en su formacion silúrica y devó- sente poco estudiados.
nica; el secundario, en su forma0ion triásica ó del Ricas llama el Sr. Lo pez Seoane á la!l minas de es-
kéuper; el terciario nonimulético inferior, si bien fal- taño de Presq ueiras, Couso de .A.. vion, Doade y Vi lar de
to de fósiles; mas que estos tres últimos, el cuaterna- Ciervos, entre otras, sin contar, «las bolsadas ó filo-
rio plr>istoceno, dilu Yial y errático; y, por último, el nes>> que se hallan «en la sierra de 11ontes, Pena.uta
modC'rno turbáceo, detrítico y pluvial, si bien la turba y Balsidron, en los montes de ~1eucelos, frente á Porto
C'scasa hasta el presente. Mouro, etc.»
Tambien deben citarse por buenos los criaderos de
~INER \LES OBSERVADOS EX GALICIA. hierro de Erige, Lousa<lela, al E. de Roupar, Piedra-
fita, entre Cazas y Puente Figueroa, valle deRiotorto,
Zaratita: Variedad, se dice, de la pennita; carbo- Formig·uciros, Reinante y Tarnas; hallándose tambien
nato de níquel hidratado, con hierro magnético en en varias partes el oligisto; el coleotar en Fornaza; el
dioritas y serpentina; Morcuesita, sulfato de niquel niquel sulfurado en Santa Marta y las Puentes; y el
hidratado en igual gang·1; está asociada con aquella hidratado en F'eixidelo.
en la mina Jianolita . .\.mbos se halla roo al estudiar En la provincia de Pontevedra, hay 19 minas de
el niqnel del Cabo Ortegal. estaño, una de cobre, y 2 ele mang·aneso.
El cuarzo romboétlrico, observado cuando el des-
rnonte del astillero del Ferro\. Cuarzo negro, cercanías CAPITUI,ü VII.
de Caldas de ReyeR; son notables los grandes cristales
de roca que se cogen al E. ele la villa, blancos 6 ahu- Re~eiin 13otñnica.-Zonn maritima.-Zooa meJia.-Zoua mllotana.-
Plautas alimeol icia,.-PJnn tns medici oales.-X u e vos descubrimien-
mados, atravesados por agujas de turmalina. Cuarzo tos de los stiiiores, Colmeiro, Plaoellas y Pourret.
de radiado, en Páramos. Falso topacio, en Dcza y
Ca.nipa 1Iarzo. Amatista, en Don Ramiro y Saling. Entre las algas Fúcaceas, hállanse por la costa de
Cuarzo hematites y amarilloso, en Campo ~Iarzo. l~I flalicia el Sargassus vulfJare y Fucus silignosus: en •

amarillento y rojizo, 6 jacinto de Compostela, de Vi- las Floridas, se hallan las llalynienia 1·1tbens y edidis, •

llapsan á ,·1llanucva, y <'I último en Campo ~Iarzo. la JJelesseria hz;poglúSStt,n y sangufnea, el Cltondrus
Hialecios, teñidos mas ó menos de óxido de hierro y crispus, la Lonientaria a1·tic1tlata, la Laurentia pina-
peróxido de manganeso. tífida, el Sporocluius pedunculatus y 1·hizhodes: de las
El oro, aun se halla en las riberas del Sil, por Dictioteas, la JJictyota dicltoton¿a y la elegante Padi-
\'aldcorras, Guiroga y Presqueiras. A1nianto, en las na pavonia: de las UI váceas, que se agitan en lo pro-
pizarras de las cercanías del Ferr,JI, en la serpentina fundo ele las aguas, las Ulvaflstulosa é intestina/is,
de Xaron, Rauta 1\1arta de Ortigucira, Hombre, Puente- nacida en lo iuterior de los puertos, y aun hácia el em-
deume y otros lugares. Asbesto en Corno do Boy, Caro• bocaderodc losrios; la Ulvalinza, tan frecuente por cos-
~larzo, Berros, etc. Esteatitas ó jabon de sastre, in- tas y rios, como la Ulvastr1trn p1trpúrea, lacticea v
'
mediacionPs ele Pontevedra, Santiago y Cnruña. crispa, que las airadas olas mPcen: de las Alg·as Ce-
Berito, con una variedad se1nejante al agua mari- rámicas, la Spltacetaria pcnnata y p1u1nosa, la Polysi-
na, en Pontevedra; turmalinas, en el propio lugar, JJkonia byssoides, los Cera1ni1t1n corallin1tm y fllanien-
cerca de Santiag·o, Caldas y otros puntos. A.udalucita; tosu1n, el Ectocarpus littoralis y la Oonforva ru¡1es-
cerca de Tuy, \Volfran, 1nontes de Balsidron, Chorlo, tris.
provincia de la Coruña. Antimonio nativo, en Biobra. 11cdran por la costa el naranjo, Oitrus a1tranti1tnt,
Óxido y sulfuro del ruismo rnetal, en \'illapun. Plomo 1 el limonero, Oit1·1ts lintoni~tm, y la camelia ()a1nellia

argentífero, en Riotorto Galena argentifera., en diver- japónica; de igual manera crecen al aire libre. y casi
sos lugares; habiendo antiguamente plata en Toxei- espontáneas, la pita, A.r;ave arnericana, y la higuera
ros viellos, cuatro leguas NE. de Lugo. Alumbre, en chumba, 01,untia vulgaris.
Valdeorras y confines del Bierzo. Ampelita, en Naza.- Crecen lozanos, aunque sin fructificar, el aguaca-
rio, etc. te, Pcrsca gratissima, y la palmera comun, Phr,enix
El lugar mas rico en curinsiclades mineralógicas, drictilifc;·a. Al aire libre, con todo vigor medran, el
es la formacion de Campo 11arzo, provincia de Ponte- cinamomo, Elr,eagnus augustij"olia; la magnolia, MafJ•
ve<lra: objeto de la presente Cr6nica. Hállanse entre nolia g1•(111diflora y preco::c, el g·uaco, lv.fiscania gua-
otros minerales, ópalos, calcedonia~, cornalina, peri- co; el aromático alecrín, Lantana 1riyc1·ophylla; la AJ"·
PROVl;>,CIA DE POI\TEVEDRA. 17

zelia Pandó-oía; el cedro macho, C8drela odorata; la cías, Rhedodeitdros; gran número de crasuláceas, y
peouía arbórea, Pf.Bonia ,lloitnta,i; la rosa adelfa, .11za- muchas plantas de América, ludia, China, Filipinas y
lea pontica, que da un principio venenoso á las abejas, demás tierras intertropicales, que n1edran con vigoro-
cual aconteció con la miel del Ponto á los famosos sa lozanía por los parques y jardines de Galicia, sin
10,000 grieg·os de Genofonte; la Azalea viscosa, la necesitar el menor cuidado, á la par de la hortensia,
Gastroheniia indica; las yucas, Yucca gloriosa y fila- .Aydrangea lto'l"te11sia y las fuchsia~ Fuchsia coc-
mentosa; la JJianella odorata; las Gardenias, Biguer- •
cinea.

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~- .
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lgte,,i11 de la Pttregrma.

Tambien la barrilla, Salsola cali, y la sosa, S. soda, novilis; el arraclan, Rlta1;u11ts sanguino; la hiedra,
medran por esta region de la costa. Hedera kelia;, y la madreselva, Lonicera pe'l"yclime-
La zona de los valles, que llamaremos zona media, 1wrn; plantas todas que forman el núcleo de los setos,
además de su hermosura, presenta al botánico extraor- á cuya sombra nacen y hallan abrigo, la violeta, Vio -
dinaria riqueza. Descuellan el álamo, Popul1ts nig'l"a, la canina; la digital, JJigitalis purpurea; la yerba
el aliso, .Alisus glutinosa, y el sauce, salia; j'l"agilis, mora, Sola1utni nig'l"um, y otras n1uchas plantas her-
au'l"ita, caprt:ea, por campos en donde crecen la zarza- báceas.
mora, Rubus jr1tcticosus; el sauco, Sanibucus nigra; En la propia region en que nos hallamos, si bien
el codeso, Adenocarptts parvifoli1ts; el laurel, lilaurus un poco mas arriba, y llegándose á la falda de los mon-
PONTEVRDRA. 3
-
2-0 CRÓNICA GENERAL DE ESP \NA. -
De las aves acuáticas, S<' conocen: las golondrinas
de mar, Sterna cantiaca, leucoptera y nigra, las ga- r,\PITULO IX.
viotas, Larus arge11tntus, tenuirostris, nielanocepltn- Prosi¡rue l:1 ro,;eiín z,>ol6gicn.-Poccs.-Iosoctos.
lus, Pridnctyl1ts, etc. A.si mismo la Rocellaria obscura
y la P. Pelágica. Al hablar de esta última clase de animales verte-
De los pato,; que pueblan ríos y lagunas, se ven brados, la cual, lejos de lo que al presente acaece, po-
por el lago de Doñinos y otras partes, el .dnas boschas, clria ser una de las mayores fuentes de riq ucza de Ga-
el A. tadorna, muy escaso en PuentedeumE>, los A. pe- licia, como ya lo fué en otro tiempo, justo es lamentar
nelope, querquedula y fulig1ila en Doñinos con el Bar- el tristísimo estarlo de las pesquerías de Galicia. Razon
ro1oi y otros; en cuyo lugar tambicn abunda el .Afer- tiene el Sr. Sc<•ant', al hablar dr la piscicultura de
gus merganser, siendo por extremo raros el serrator y extranjeras naciones, en decir, que no hay region nin-
cucullatus, de tan casual presencia como el mag·nífico guna en el mnndo que á Galicia aventaje en condicio-
pelícano, Pelicanus onocrotalus, del Instituto de Pon- nes á. propósito para lo que bien merece llamarse el
tevedra, cogido Pn el Puente de San Payo. cultivo de los peces. Pero, si los daños que nuestra
Las dos únicas e!>pecies de cuervo marino hasta mas rica y hermosa costa deplora no hallan pronto y
el presente observadas, son el Carbo cormoranus y el eficaz rcn1eclio, culpa ,;rrá de cuaDtos dentro y fuera
C. cristatus. de Galicia dPberi::in <lPdicarsc n tan importantísimo
Además de las aves locas, Sula alba, que vuelan á objeto, pa.ra q ur los c-..:trnnjeros no viniesen á concluir
gran distancia de la costa, suelen verse por esta, y con la pesca, cual lo acaban ele hacer con los mas ri-
aun buscando abrigo en los puertos de Ferro!, Ares y cos criaderos de ostra,; d<' España.
Vigo, en inviernos rigorosüs, al Colymbus glacialis, Las rayas, Toigon pastinaca, Batis rad1tla, .Dasy-
las Uria troile y grylle, el Jfornto1i ,fratercula, y el bates claoata, LOJoiraj(( o:.cyrínc/¿us y la Raja niira-
Alca torda. letus, abunuan por los mares de Galicia, así como la
REPTILES. ~o consiente el benigno clima de Gali- curi<•sa y singular Porpedo Gal'Danii.
cia reptiles ,erdaJeramcnte temibles. Dos tortugas, De los escuálidos, se cuenta la Sqitatina angelus,
la Chelonia 1nidas, y la tortuga carey, Chelonia inibri- Alcanthias r,ulgaris, Spi1ta:c niger, 1Votidam1ts gri-
cata, suelen mostrarsr de vez en cuando, aquella por seus y tal cual tiburon, venido en pos de algun buque
las rias de Vigo y .\rosa, y esta por la de Ferrol. Vive desde ma~ cálidas regiones.
el galápago entre Noya y ..\.rosa, en las lagunas de El salmon, Salnio salar y la exquisita trocha asal-
San Pedro de iiuro. monada, S. trntta, no escasean por el l\Iiño y otros rios,
De saurios, hay lagartos y lagartijas, y son: el así como tambien se hallan la. trucha comun, Salmo
Zooteca 'Di?Jipara, la Laceria sti1·pion y 'Diridis, el fario, el Barbus flur,i({filis, el Oyprin1ts carpio y la
Phimo1i ocellatus y el Acrnitlto11 datylus 'Dulgaris. tenca: estos dos, en especial en aguas estancadas.
Son igoalmeutc escasos los ofidios, hallándose: el es- Recuerdos tristísimos de la pasada riq ucza y pre-
lizon, Seps chalcides, por las laderas meridionales de sente miseria es lo único qne hoy se halla por Galicia,
las montañas, entre éricas y brezos; tan curioso ani- al hablar de la sal azoo de sardina, cuya industria ha
mal, observado por el Sr. Seoane en las cercanías de perdido la vida á manos de la ley vigente sobre la sal.
Santiago, Ferrol y Caldas, es vivíparo. Por las húme- Aun descuellan, en ,nedio de in fin itas ruinas, algunas
das umbrías se halla el lucion, Auguis Jragilis, no fábricas; así como toda vía a hundan por las costas la
escaseando por jardines y tierras de labor, el Gorgilus sardina, Cl1tpea Sardiaa; la C. fi1ita, el boqneron 6
ocellatus, con otra especie, no bien conocida hasta e! anchoa, Engra1tlis encrosichol1is; y el sábalo, Alosa
presente. Cita el Sr. Seoane las culebras, Oalopeltis conimitnis.
compostelana~; la culebra de Esculapio, Calopeltis jla- Hállase tambien la anguila, Á.1t1Jílla -Dulgaris y
'Desceus; la de agua, Natri.i; 'Diperina y el Zocolus latirostris, por los rios y a un la costa, así como enor-
australis, inocente y hermosa culebrita, que soele mes c6ngrios, Conger 1Julgaris. Escasean un tant::i
cogerse dentro de los baños de Cecutis, j' por las casas las morenas, Opkisur1ts serpens y Jlf1tr0Jna helena:
en Neda. habiendo de los ofidios solamente el Opkidiu1n ba-r-
Escasea la víbora, Viperaantmodytes, cuyo veneno, batztni.
fuera de ciertas circunstancias especiales, es poco De los g{Lclidos suPle mostrarse el abadejo, Gadus
temible, merced á la benignidad del clima. rnorrkua, á la par de la abundante y sabrosa pescada
Abundan ranas y sapos, sin que sean muchas las 6 merluza, jJferlitcius 'Dltlgaris. El Sr. Seoane cree ha-
especies de hatracios por Galicia. Pulula en dias llu- ber visto en el mercado del Ferro! el Merlan(/1ts r,ul-
viosos y orillas de rios y lagunas el .Discoglossus pic- garis.
tus; hay además, el Pelobattes cultripes, la Rana De pleuronéctidos, la platija, Platessa 1J1ilgaris y
1Jiridis y te;nporriria, y la Hyla arborea; siendo el rodaballo, Psetta rhombres aut niaa;i;na?
Bttfo 'Dttlgaris y 'Diridis los únicos sapos que se han So leidos: lPn gu ad o, Solea 1Jltlgriris, los .Aficrocki -
podido recoger. rus l1tte1ts y lingula y el Mo1iocltir1ts hispidus.
En lugares húmedos y bajo las piedras, oritlas de Tambinn son fr<'cucntes, la MOJ1ta outgaris, y los
los ríos, viven las salamandras, Pleurodeles Waltii y espáridos, Brama ragi, Oblata nzelan1tra, Boa; salpa
Salamandra maculosa; así como el Priton 11tar1nora- y boops; no menos qne el .Denter 'Dulgaris y gibbosits,
tus, por los arroyos. y los Pagellits erytkrynus; el besugo, Pa,(Jrzts acarne;
• 1 la sama, P. hurta; el pargo, P. 'Dttl(laris; la dorada,
PROVINCIA DE PONTEVEDRA. 21

Spa,rus au,rota; el sargo, Sa1·g1ts salvia1ti y el Cltaraa; rusb(tsalis, Santiago; De bistér1dos, el Histersinuritzts,
puntazzo. Ferro! y Santiago; Saprinus intricatus, Ferro!; y en
Escasean las corbinas, Umb,rina cirrosa; hay ró- Santiago el 01ibris pigmeu's. El Byrrltus Jasciat1ts y
balos, Labraa; litpus; meros, Serranus gigas, y la cabri- el De¡1ilis graells, Ferro!, murallas del castillo de
lla, S. cabrilla. El Uranoscop1ts sacaber; li. araña, Tra- San Felip<'; Lucaitus cerv11s, llamado bacaloura; Co-
ckinus draco; la Atkerina kepsetus; el Sphyr(lJnfl spet; pris ltispa,tus, escaso, Caldas; Onthophag1ts y Apho-
el múgil, ltfitgil caphallus y el ,lfullus s1trntulletus; dius, siP1Hlo notables, los ver¡1erti,11ts, eleTJatus y car-
los cuales abundan, tnenos, que á la par de los
110 bonatus; O.r.1Jo,n1ts !JCrnianus. •
Scorp(lJna porcus y scropka, las !ivernas y escachas, El Geot,·1tpes coruscru1s, por las montañas, y en el
Triga c1tculus, kirundo, g1tra1·d1ts y lztcerna. Hay monte Pedroso, el puncticollis. Las Jrfelalontltas,
tambien el Gobius gracilis, Blennius ocellaris, Pho- Hopli(¿ for,nosa, Ferro!; Clias111atopterus, parvulus,
lis l(lJvis, Zoarc<Bus viviparus, Callio1tynius lyra, Graells, ltispidulus, Graells, é Illigeri Perris; Rizo-
Sopkius piscatori1ts y Sco1nber. sco,nbrus; eflcageando trogus lusitanicus; A,npltin1allits jul'l)icornis; Poly-
el atun, Thyn1t1ts 1Julgaris, y el bonito, T. pela mis. pltilla ,f'ullo, OrensP; Oryctes nasicornis, Orense y Cal-
Por extremo abundantes son los jureles en la costa das; Ristilopltits Gougeleti; Cardiopltor1ts hornatus
occidental, siendo muy escaso por el Ferro] y otros y gilvelus, Ferrol y Coruña.
puertos, el estraüo pez, llamado Peixe San ~1arti- De los cebrios, el Seoanei. Los gusanos ele 1oz,
no, Zeus faber. Hállase tambien el pámpano, Stroma- Lanipyris noctiluca y lusitanica. La Rltago,iycha
teus fiatola, la Coriph(lJna i1nperialis, el Lepidot1ts rna- galiciana; las Dasytes ciliatus, Graelles, Jubia, Vigo
lacensis; la doncella, Cepola ¡•ubescens, y P-1 rápido y y Santiago; E11,odius anipltico¡na, Graells, Lugo, Oren-
valiente pez espada, Xipkias gladius: poco conocidos se; Oos,nioco,;urs hispa1tic1ts, Gougelet; Zi!Jia oblon-
son la aguja, Belona rostrata; los budiones, Labrus ga; el Opilus ,,tollis ataca las maderas de la!- casas.
1Jiridis. ntPrulrt y tinca; el Zulis vulf!aris. Cle,·us niyrniecodes; Gibbiu1n kirticolle; Zopltosis
Por las aguas del Ferrol suelen verse el erizo, Dio- Perieri; Erodius bicostatus; 1'enty.caritt lusita,iica,
don eckinus, y el pez luna, Petravelo1t rnola (1). Taro- Gry¡1tinus pubescens; Heliopatltes kis¡1a11icus; Pltyla-
bien en lo profundo ele la citada ria se cogen el 1'\rero- sa.ceticola; .dsidri gra1utlij'era y otros muchos.
pkis opltidion y el Lepadogaster f!OUan. En las redes Por montl's y retamares, la Lag,·ia pubescens; Plti-

suelen hallarse el caballo marino Hppocarnpus brevi- lopltor11s, D1tfo11;•rii, Ferro]; de las carralrjas solo hay
rostris, y las agujas Sipkfostonia acus y typltle. escasos; el ,llelve proscarab<Bus, carballo; y les viola-
Acabamos esta reseña con la la1nprea Petro,ny.io,i ce1ts autuninal is, tucci1&s y r1tgosus, Pootevedra, Fer-
.
marz?ntm. rol y Santiago. La cantárida, Littri vesic:ttoriri, abu n-
INSECTOS. Mencionando los mas notables, empeza- cla en algunos lugares.
mos por los carábicos, Carabzts celtibericus, 1nelanclto- La Jlylabris nielanura, .Ede,nera ntelanocep/tr¡la y
licus, f!alician1ts, seplettdens, hay un ejemplar de el Br11clt11s ruficrus y viciw, abundan por XPda: el
Lugo; lineatus, IJey,·olley, de Orense; catenu1at11s, gorg·ojo de los guisantes, B. pisi, gorgojo, Oalundra
de Ferro!; Gltilianii, de FPrrol; errans, de 1'igo y f!ra1u1,·iri, y el Rlty,ichites o:cioc,i,ttlta, cercanías de
L ugo; macroceplialus'? de Ferro!; cantabricus, de Lugo. Santiag·o, en los arbustos.
A bunclao los coleopteros europeos. Leistus fulvi- Gougelet ha recogido tamui<'n, entre otros, por Ga-
cornis, Santiago y Ferrol; Scarites l(lJvigatus, Orense; licia, el 1'hylricites i,tsidiosus, l"airJJiai,·e; habiendo
Clivina nitida, Vigo; Braclti,1us strepitans, Ferro!; además los Cneorhi,tus lud~fic ttor, lateralis, Graells,
así como los Dronic1ts p1tnctatellus, y el truncatellus, nieleagris y dispar; el eusonius sniara!Jrlulus, Fair-
Lugo y Orense; Oymindis co1npostelana, Arias Teijei- niai,·e. No1nbraremos además el Jfolytes kespericus;
ro, y el Alternaus, Vigo; Calatlt1ts frigidtts, Caldas; Otiorlty11c1ts navaricus; Lixus Gynar(IJ; los Larinus
Fe1·01tia valida, Ferro!; Ortkoniits hispanicus, Lug·o y onopordinis y a1tg1tstat1ts; los Baridices tiniidus y te-
Mondoñedo; Oniaseus palztdosus y niellas; A1-g1ttor nuirostris; el Ceutorltyncltus 0-ougeleti, H. Barnevi-
abaa;oides y Salzrnanni, Ferrol; Steropus Galleca, Fer- lle; é infinito número de rincóforos.
r o!; Percus patr1telis, Orense, y Semipitnctatus, Fer- De longicornios, el Aroniia anibrosiaca, Orense;
r o!. Los Zabrus, ,narginicollis, Pontevedra; Oplto1n1ts Callidiuni ruficolle y griseuni; Rltopal1tm spin1elicr1ts,
confinis, fler,nanus y se11ti1Jiolaceus; Acoparp1ts litfus, -.Duf. Ferrol; varios Glyt1,s. Hállanse por todo Galicia,
Freck1,s areolatus, Santiago; Perypkzts ltispanicu1n, además del Dorcadio,t Sea,tei, Graells, cogido en Pie-
üuntis; Be1nbidi1tm qitadripustu,latum, Santiago, y drafita, las Coniposidea pop1tlnea, Oberea cil i,tdrica,
atroTJiolaceuni y el onf!antum, Vigo y Tuy; son tam- oculata y otros muchos.
bien dignos de mencionarse. Los mas bello.;; coleopteoros son: las Donacia appe,t-
De hidrocántaros, son los notables, el IJytiscus diculata; Gastrophysa jantltina, Sn1tff; Gryptocepltalus
circuncinetus, el Agabus quadriqutattts, el Gyrinus Genuin1ts, lt1nneralis, C<B;-uleus y <Z.1todeciuiplagi(l,t1ts,
nitidulus, Ferroi, y el d:?pkortts jractucosis de San- Fairni.; Pi1narclta .Genic1tlata, Gernzar; Ghrysomela
tiago: /i,ottentota, 11/antltre, ,nactata, Fairni.; cltloris, Rot,ia-
De estafilínidos y familias que les siguen; las sil- rinii, D1if, y gallega, Fairni.; Luperus s1tlplturipes,
fas, la lineata, Carril; la ltispanica, Ferro!; 1Vecropko- Graells, suturellus y G_e,iist(IJ, Duj'.; Pktllotreta ju-
lirpes; Lonf!itarsus ocltraceus: Psyll iodes Gougeletii
(1) De la referida procedencia hny un ejempl~r en el Inatituto de
A.llard; Plectroscelis 'Diridisirna; Oassida sordida
Ponteverlra. Ok. Brissot.


,.
CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

Quedan los coccinelideos, Adalia novenipunctata, , De las nocturnas, citaremos, las Lasiocampa q1ter-
11antke1·ina y conglo1ne1·ata; Coccinella dispar, y vi- cifolia y pini; Bonibus quercus y processionea; Lipa-
gintip1tnctata; Scyn1nus 1norio, y además de otros mu- 1·is dis¡Ja1·: Slzelonea caja; Cossus ligniJJerda; 1Jicra-
chos, el J,fontropus a11g11licollis Fair1n.; Gractodera nu1·a vi1tula; muchas noctuelitas, las pyla1·is; polilla
coryli, Allard, y el Thylacites obl1tngus, Graclls. del paño, Tinea sarcitella y tapezella; la de las pieles,
De ortopteros, citaremos las tijeretas. J,~orjicula T. pelionella; ele las colecciones de insectos, T. j!,avi-
auricularia; la F. montana, Lugo. Las cucarachas, frontella; de los graneros, T. granella; de la cual,
Elata livida, aniericana y orie1ttalis, abundan por to- dice el Sr. Seoane, es mejor exterminarla con sulfuro
das partes. de carbono, que con el paleo, que levanta pelusa do
Hállanse los lúantis religiosa y so1·or, y el Baei- las alas de estos insectos, y causa enfermedades á los
ll11s rossia. La langosta, Locusta viridissinia, plaga paleadores. De los géneros Pteropltorus y Orileodes,
de tierras desiertas é incultas, se conoce muy poco por hay varias especies por Galicia.
Galicia.
No escasea el l)ecticus oerrucioorus y grise1ts,
.dscantlzus pelluceus. El grillo, Gryllus cai11pestris do- CAPITULO X .
1nestir,us y syloestris. El Grillo talJJa vulga1·ís, mala- Continuncion. - Miriapo.los.-Arncnidos.- Crustáceos.-Anélidos.-
mente llamado alacran, no es venenoso. Los saltamon- Moluscos.-RaJia,los.-.\cnlefos.-Pólipos.-Es11oagiorios.
tes, Ac;•idi1t1n italicuni, 1nigratori1tni j!,avuni, stridit-
l1t1nc<Zrulescen~ yotros, abundan, sobre todo, por Pon- Los hemípteros, Corixa JJUnctata, striata y 1nin1tta;
tevedra y Orense. Notonecta gla1tca; Ranatra linear is; el ves vello, 1Vepa
De neuroptoros, la Perla 1n11,rginata; Ne1nours ~ie- cinerea; .1.Va1tcoris ciniicoi<les y niaculata, moran en
bulosa y cine1·ea; y muchas efímeras. Eplteniera 1Jul- los rios: las rrelia rivolur1tn¡ y currens; Gerris pal1t-
gata, lutea niarginata, brevica1tda bioc11lata, nigra, al- d1tm y lacustiis, y la Hyd,·emetra stagno1·1t1il, resba-
bipennis y diptera. Buscan tan1 bien la humedad de las lan por la superficie de las ag·uas.
corrientes los caballitos del diablo, Libellula depresa, En los jardines hay varias especies de Zel1ts y
guCtdriinaculata, co11spurcat11,, cterulescens, j!,aveola y Reduvius: por las casas, la chinche, Cirnes lectztlaria;
1J11lgata, las .Esltna vernalis, 1nista y grandis, y los bajo la corteza de los árboles, el A1·ad1ts bet1tlte á la
Agrion virgo, barbara, puella y sang1tiilea. La hormi- par del Stenocepltalus 1iugax; el Lygnteu,s apterus bajo
ga leon, /1/yrniel eo,i for1nica1·iurn, por sitios arenosos; la corteza de los árboles y en las paredes viejas; las
á. los .Jscalapltus italicu,n y C. 11igru>n de hermosos Pentatoma Cylus, LElia y Sc1ttellera, en las flores; in-
colores; los He1nerobius albus y perla de ténues alas; finitos Ceiltrotus, Cercopis, Tettifjonia, etc, por los
Siatis lutaria; Rapltidia ayltiopsis; .1fantispapagana; prados; así como los pulgones, Apltis ros(JJ, por los ro-
Panorpa coninzunis; Pltyganea JJantlterina, pellucida, sales.
grisea y fusca, les atrae la humedad de los prados. De dipteros, solo citaremos, las Tipztla oleraea y
De hin1enopteros, el CynzjJs g11e¡•cus ataca á los robles; Pacltyrhina prate11sis, que llegan á formar verdaderas
Pl TenthredoJliegii, ~eda; Ckfllcis pyg1ntea; Parnopes nubes por la tarde, á corta distancia del suelo. De los
car11ca, precioso; Cltrysis ignita, de brillantísimos co- mosquitos, Cules JJÍJJiens, es de los mas g randes, el
lores. Los Tcltne1nnon, 0JJtion y .d1nniopltila; la. Astata Asilus crab¡•o117¡fo1·1nís; es notable el Antltraa; Miegii,
Jfiegii, Keda; la /]eolia hortoruni. Pueden, por falta de Orense y Pontevedra. A la par clel tábano, Tabanus
de alas, confundirse con las hormigas, la ,llntilla euro- bobínus, causan grandes enfermedades al ganado, los
pea y calva; y son lo las Formica rufa, fusca lapidun, .dsstrus ovis, equi y bovis.
IJ1,,f., etc. Además de la mosca, .lfusca dontestica, hay la de
,-i ve en las antiguas paredes el Odyner11s JJa1·ietun1, la carne, Sarcopkaga carnaria; el moscon, 11/usca 'IJO·
y en las frutas el Eu1nt•nes po,nijorniis: las abispas> Ves- 11iitoria; la de los cacl.iveres, Cyno1nia 1nort1toru1n y
pa crabro y vulgaris: y los Polistes gallica, abundan la borriquera, llippobosca equi.
en verano. Además ele la abrja, ÁJJis 1nelt~/ica, otra De afanipteros 6 chupadores de De Geer, la pulga
abeja silvestre, llama.da abejorro, Bo,nbus hortorur11, y comun, P1tleJ; irritans; la ele- los perros y gatos,
ter,·estris, y la abPja carpiotPra, Xylocopa violctcea é P. Canis. De anapoluros 6 parásitos de Latreille, los
ltispanicalJ11f., anida en les árboles, despuesde pene- piojos de g-all inas y demás a ves, Rici1n1ts pallidus; y
trar en ellos. los del hombre, Pedic1il1ts lt1irna1t1ts, corporis, tabes-
De las mariposas, las PaJJilio podali,·ius y uiacltaon, ce11ti1ini y pubis.
son las mas hermosas de Galicia. Por los jardines hay Por último, el 6rden de los tisanuros, siendo los
la amarilla, RltodtJcrra 1·l1a,nni; Colias hiale; varias' mas frecurntr,s, el lifacltilis cylindrica; Orcltesalla
Pieris; las Ar,r¡ynnis pa.phia y pandoí•a; rranesa ata- cincta; las Lepisi1na sacclt(trina, cil iata, aurea y vi-
lanta, antiopa; pavo real de dia V. io. Por Aitios esté- ttctta; y las Pod1t1·a arborea, 1Jiatica, pl1t1nbea, 1Jillo-
riles, los Satyrus Ja11na y circe; por praderas, la Ly ~ sa, ann1tlata, etc.
C(JJna ale.cis, adonis, ctrgos y btetica; el g-itnrro Hes- M1RIAP000s. Go1neris g11ttata y 11l11,;nbea, bajo ties-
peris, de aterciopelado color, y los Poly1nniat1ts pltlo:as, tos y en sótanos; acon1 paftando i veces á las Poli -
virgaure(JJ y 1lfief!ii? desnius complanatus y pallipes, que so hallan bajo
De las mariposas que salen al crepúsculo, hay las las piedras. De igual manera, los milpiés, Y1tlus ter-
del género Sesia, la .Afacro!Jloszt,n stellatarum; IJelei- restris, lonrl,ine¡¿sis y sabul,Jsus; CraSJJedosorna poly-
pltila celerio; y la mariposa calavera, Spltina; atropos. desrnoides; Ca1nbala lactaria; se hallan tambien los
--------------------------1111!'!!!!!!"""!!"!'""'!!""'!!"""!!"!'~~~~==::-:::=========-=-

PROVINCIA DE PONTEVEORA. 23

cien piés, Scolopendra -r,iorsitans y 1Jiridis; Critops, Cyclosto,na elegans; las Nerita, Titrbo y Troclt1~s; la
Savignyi, y ltortensis; Geopltilzts 1naxillaris, r1tbe11s, Purp1tra Lapillus; los Bucin1tm, las B1tlla; Apltisia
1nariti1n1ts, etc. A.demás de las ligeras, Scittigera are- depilans; ort>jas de mar, Haliotis; lapas, Patella y
noides. Fisussella; el (Jltiton ruber y varias Terebrdtulas por
ARACNIDOS. No se ha hallado el alacran, pero si la la ria de Ferro!.
tarántula, Lico.xa tarentula. Hay las garrapatas IncreiblP parece lo r1ue vamos á decir de la ostra,
de los perros, Ixodes 1·icinus; de ov<'jas, Z. ¡•ecluoius; Ostrea edulis. Era, no há mucho, la ostra de Galicia,
el arridor del queso, Acarus doniesticus; el de la sar- por su agrada.ble sabor y abundancia, ,erdadPra ri-
na, Sarcoptes ltoniini. queza para aquel desventurado reino. :Kotoria es por
CRUSTÁCEOS. Grande abundancia hay de ellos en toda España la justa celebridad; en e~pccial, de las
Galicia. Caug·rejos, Oancer; Inac/zl(s tltoracius; l]cyla- ostras del Pasaje, en la Coruña, y de las del Puente
rus arct11s y otros. Centolla, lifaia co1·nuta; langosta, de Sao Payo. Pues bien, cuando todos los pueblos civi-
Palinurus lto1na,·us; abunda menos la llamada luvi- lizados de Europa se ocupen afanosamente en estable-
gante, }loniar1ts vulgaris. Camarones, Pale1non sr¡ui- cer viveros de ostras por todas sus costas, puede decir-
lla, serratus, trilia11us, etc. se que los viv<'ros de Galicia han desaparecido casi del
Hay cochinillas de huo1edad, Onisc1ts, asellus, ar- todo. Será cosa tambien de culpar al gobierno, no li-
niaclillo, etc. Las pulgas acuáticas, Drtphnia, longis- bre de pecado, pero mucho rnenc,s que cuantos en Ga-
pina, JJ1tle.JJ, etc. Además del Cyclops, q1iadrico,·nis licia pudieron y debieron acutlir á. tiempo al remedio'?
y otros, por aguas detenidas; así como el pulgoo, Hasta cuánuo habremos de contentarnos con llorar
Talitrus , saltcitor y Orcltestia litorctlis , por las nu<'stras des<lichns, sin que cada cual ponga por su
playas. parte lo que á cada cual corresponde!
A :x1~L1nos. ,'>erpula contu1·tuplicata, y spi1·obis, y Abundan por Galicia, la abiñeira, Pectern 1na.xi,n1ts,
otras, por los mares; la miñoca, Arenícola 11ia1·ina, de esceleote alin1ento; y la concha de peregrinos, lla-
bajo la arena de las playas; lombrices de tierra, mada zamburiua, Pecteni jacob<Bl(,S.
Lunibricus te,·restris, que en nada perjudica á las Cubren grandes extensiones d':l peüas los mejillo-
plantas. ne;;, Jlytilus gallo-provincialis: tambien hay el mc-
Son excelentes las sanguijuelas de varios puntos xiloo d' o rio, [/nio 1nargariti/er, adcn1ás del sabroso
de Galicia, con especial, las de la Liroia,Hirudo 1ne- vervcrecho, Cardi1tin ednle, y la almeja, Venits de-
dicinalis; habiendo tambien por los rios, la H. ojji- cussata; siendo igualmente comestibles, y se hallan
cinalis. A.demás de otra porcion de anélidos, hay la hundidos en la arena, los mangos de cuchillo, nava-
sanguijuela borriquera, JI. san.r¡uisu(Ja. llas en galIPgo, Solen vagina, siligua y ensis, y el
11oLuscos. Inmenso es el número de estos anima- Plzolas datylus.
les por Galicia, y grato al ho1nbre el alimento que 1'Icncion1. t.\mbieo PI Sr. Seoaue, el Teredo navalis.
muchos proporcionan. Abuo<la por las rias y enrique- De los radiatlo3, nombrart'1nos, los <'rizos de mar,
ce á los pescadores el pulpo, Optopus vulgaris; así EcltiilllS g,·a,111laris, y las estrellas ue mar, .lstei-ias
como se hallan por el mar, la jibia, Sepia, ojficinalis, aranciaca. A. los acalefos tal vez pertenc·i:ca la. lla-
y el calamar, Loligo vulgaris. mada. hortiga <.le mar ; así como á los pólipos, la
Dañan á jardines y huertos las babosas 6 lamachi- .Actinia.
gas, Li1,1ax agrestis, y el caracol, Heli.c alo,ieilsis. A\\e1nás de Jo;; polípcros, podrian mencionarse infi-
Hállaose muy curiosas especies del género lleli:c, nidad de animales, en los cuales apenas se repara;
y de los géneros Buli,nus y Pupa, entre el musgo y mas concluire1nos con los csponji;1rios. Péscaose varias
bajo las piedras; así como por las aguas dulces, las esponjas no muy finas, por casi todas las rias de
Lininea stagualis y los Planorbis; y por los mares, la Galicia.

..,

FIN DE LA PARTE PRt:MERA.


PARTE SEGUNDA.

Ct\.PITULO PRii1ERO. desfiguradas que en él estén las calidades de sus abue-


los, hállalas al cabo quien con detenido exámen las
TIE:\IPOS PRll\IITlVOS, busca; por lo que tiene razon M. Martín cuando ase-
gura que de la mezcla del carácter galo y del ibero
Habitantes anteriores al blanco.-Iberos y celtns.-Euskars.-Su ori-
gen desconocido.-Orígen igunhuen te de,conocido del Vasco. ha nacido el carácter del moderno pueblo español,
sin que romanos, godos y árabes le hayan modifica-
«En un rincon de Europa, asentados en los ramos de do, sino de secundaria n1anera. La magnilocuencia,
una de las mas altas cordilleras, por lo cóncavo de la fogosa imaginacion, el gusto de atrevidas y exage-
angostos valles, y digámoslo, repelidos hácia la propia radas metáforas, son galos. La tendencia á permane-
resaca del gran Océano Occidental, yacen todavía los cer estacionarios, la obstinada perseverancia y la afi-
restos de un pueblo singular. De haber hermandad cion al aislamiento, son iberos, no menos que el gusto
entre ellos y algun otro pueblo europeo, este debe de á los colores negros ú oscuros.
ser Lapon ó Finés, si bien lo tenemos por dudoso.» Ta- Háse dicho, aceptando de ligero y aun exagerando
les son las palabras de la Revista inglesa, Quarterly, las palabras de Humboldt, que euskaras é iberos sig-
en el número 231, julio de 1864, artículo titulado «Pa- nificaban una misma cosa, lo cual tienen hoy mu-
labras y Lugares» ( Words a1id Places). Tales serán chos por axioma, cuando no solo no está probado con
siempre los pensamientos que el estudio de las 1uas re- semejante exactitud, mas acaso so hallan próximos
motas épocas, hasta el presente del todo conocidas, del nuevos descubrimientos que atestigüen lo con-
pueblo español, y por lo tanto, del Vasco, han de trario.
traerá la mente de cuantos se empleen en tan impor- Notable muestra de esfuerzo intelectual, de estudio
tantísimo asunto con la atencion debida. y paciencia, es la obra del sábio Aleman, sobre los
Ya en la Crónica de la provincia de la Coruña diji- primeros habitantes de España con ayuda del idioma
mos teníamos por cierto haber existido en Galicia, vascongado; obra clásica en su género, y sin la cual
antes del blanco, un pueblo sobremaner·1 distinto. En- fuera imposible dar un paso con acierto por aquella
tonces lo aseguramos, y hoy nos fuerza á mante- remota época do nuestra historia.
nerlo de nuevo, la certeza que tenemos de que el estu- No podía adivinar Humboldt lo que la ciencia babia
dio y el tiempo han de confirmar á los ojos de todo el de saber en adelante, y con todo, mas de una vez llega
mundo cuanto, para nosotros, no ofrece la menor duda. á tener al pueblo Vasco por venido allá, en los mas re-
La mezcla de parte del pueblo español con pueblos motos tiempos, del gran árbol celta; hipótesis que na-
de orígen semítico, no solo ha dejado huella por cier - die tiene en cuenta, pero que no se debe poner de tal
tas provincias en el aspecto físico y en el carácter, sino manera en olvido.
que la última entrada de los hijos de Sem, esto es, la Claro es que, si al idioma atendemos, no es posible
musulmana, ha oscurecido de tal manera toda tradi- sostener que el orígen del pueblo vasco es ariano,
cion anterior, que, á primera vista, parece imposible lo cual fuera indudable, á estar probado que era
hallar rastro de nuestros gloriosos antecesores aria nos. celta; mas, ya no basta el idioma, cuando la etnología
Entiéndase que hablarnos del suelo, por decirlo acaba de andar tanto camino en escasísimo tiempo.
así, de ciertas regiones de la Península, mas no de los Y si la geología nos ha hecho saber que antes de
habitantes, cuyos padres nacieron orillas del Oceaoo la venida de los pueblos arianos, ó mas bien, antes
Gallego y Cántabro, 6 en las cumbres y quebradas de su defioiti vo establecimiento en el centro y norte
del Pirineo. de Europa, coo especial en Inglaterra, Francia, norte
Y aunque es cierto que en el hombre influye nota- de Alemania y Escandinavia, habitaron ó mas bien
blemente la tierra en que ha nacido, por ocultas ó recorrieron aquellas regiones pueblos de distinto
PROVINCIA DE PO!'\TEVEDRA.
25
0 rí gen,
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y parecidos á los lapones y esquimales de paila hayan hablado en Euskara, quedan el rostro y
nuestros tiempos, que vi vian de caza y pesca, usaban aspecto general de gallegos y a,-turianos, así como
para sus armas y escaso ajuar de pedernal, arcilla ó los monumentos y armas lla1nados célticos por ir- •
hues,>, se adornaban con dientes deauimalcs, descono- recus·tbles pruebas de nuestra opinion.
ciendo casi siempre la agricultura y por completo el _ Pudo hab~r y ciertamente hubo en el resto de Espa-
uso de todo metal: si semejantes conocimientos son na r~as repetidas y enc0utradas invasiones de pueblos
verdad, como en efecto lo son y hay para ello infini- de diverso orígen, pero no así por la zona, va ya para
tas é irrecusables pruebas; fuerza es añadir á las miles de a_ños, morada de cántabros, asturianos, y ga-
regiones de Europa anteriormente citadas, toda ó llegos. Bien que no es nuestro ánimo sostener bayan
por lo menos, grau parte de España. Pstos pueblos permanecitlo del todo ajenos á los demás
Mas, á propósito de la region Noroeste en que al de Europa, que no fué obstáculo el alto Zebrero á las
presente nos hallamos, bastan las pruebas que á mano legiones de Roma, á las <'ntradas de suevos, vándalos
tenemos para sostener la hermandad de los primitivos y godos, ni tampoco Pn el presente siglo á las huestes
moradores con pueblos de sangre amarilla. de Napoleon. Si á esto añadimos que el mar ha sido
Aun en el caso de que todos los habitantes de Es- . desde la mas remota antigüedad fácil camino para la


r" ....

-
-

Ln ribera de S1lu Fraoc1,co en Vigo.

comunicacion de todos ó la mayor parte de los pueblos Así el Arya por los ámbitos de Europa.
de la tierra, fuera locura negar la mezcla ele nuestros Ahora pues, vol viendo á nuestro propósito, Que en
gallegos y de sus vecinos con pueblos de allende el él es forzoso insistir, si no ¡;or nuevo, por olvidado en
mar y el Pirineo. los tiempos modernos, insistiremos en que el Arya hubo
Pero, con lo que no estaremos jamás conformes, es de 1nczclarse por todo el Noroeste con pueblos de orí-
con sostener que celtas ó iberos sean los Aborígenes, gen n1ongólico, del cual aun consnrvaba en tiempos
en el sentido que al presente tiene esta palabra. El bluy posteriores la peculiar costumbre de tener por
Arya, de mil maneras mezclado, llegó á Occidente exquisita bebida la sangre del caballo. Véase, si
desde Asia; mas, para señorear á Europa fuéle preci- no, lo que dicen Silvio Itálico y Roracio de los con-
so exterminará los habitantes que hallaba ó mezclarse caoos.
con ellos, pudiendo con mas certidumbre asegurarse Bien comprendemos que la índole del presente tra-
acaecerian las dos cosas. bajo nos estorba el hablar con la detenciou que q uer-
Semejante á la pleamar, fué la entrada de los pue- ríamos de los primitivos habitantes de nuestro territo-
blos arianos ó indo-caucásicos por Europa. Leves é im- rio· pero como á todo suele salir el Euskara, como lo
potentes lenguas de agua, de seguida enturbiadas por mas' remoto
' que en la Península puede hallarse para
el cieno de la orilla, se muestran primero; revueltos dar comienzo á su historia, diremos que, cabalmente eu
• torbellinos las siguen, viniendo en pos turbias olas de tierras donde antiguamente se habló tambien en Vas·
incontrastable empuje, hasta que el niar, seüor al co, á saber por el Sur de Francia, es donde mas restos
cabo de cuanto era suyo horas antes, lo cubre todo se han hallado recientemente ele pueblos en nada pa-
de nuevo con ondas serenas. recidos,-físicamente hablando-al noble pueblo que
PONTEVEDRA. 4
26 CRÓNICA GENERAL DE ESPA~A.

se vanagloría de poserr el idioma de los primitivos ha- llo!s inferiores, 1noral y físican1cnte hablando, á nos-
bitantes de la Península ibérica. otros, y tan ajenos á la presento cultura, que ning·un
Hablóse el Euskara por Ar¡nitania y deinás tirrras n1etal conocian.
del 1Iediodía de Francia, del propio modo que aquPnde
el Pirineo, cual sábia é irrecusablemente lo prueba
Humboldt: ahora, poes, no siendo el Euskara idioma CAPITULO II.
aria.no, como tambien lo demuestra Bopp, y en ello
Consideraciones sobre lo-i tiempo3 o.,ri,ro, de nuestra historia. - NQ
está todo el mundo conforme; qué mucho que hayan hay pruebas de la exigteucin ,lo lo'l lr\\idns en la Penínquln Ibérica.
dado no pocos en creer que el Vasco era lengua La- -El Pueblo de los dolmenes es mucho mas antlguo.-P.Rcritura y
pon-Finesa! alfabeto de los iberos; seme_jnoza de nuestros g-nllegos con los bre-
tooes.-Orígen y costumbres den u estros célti coa.
Del idion1a pasaron al individuo, y supusieron que
el vascongado era braquicéfalo (1), pero, habiendo re- En la difícil tarea de mantener la opinion que. d0s-
cibido el señor doctor Paul Broca, secretario de la so- de el principio hemos mantenido respeto de los tiem-
ciedad antropológica de París, sesenta cráneos del ce- pos primitivos de la Historia de Galicia, añadiendo
menterio de Zarauz, hallároose pocos cráueos braqui- los m1s precisos datos y e vitando enojosas repeticiones,
céfalos, si bien se hallaron algunos. creemos haber cumplido con la verdad y el deber rle
Con esto, el caso, en vez de aclar3r, no hizo sino sinceros cronistas, y tambien hemos contestarlo á in-
aumentar las dudas. Los cráneos de vascos de Zarauz finitos incrédulos de aquellos únicamente conformes
eran, en efecto, dolicocéfalos (2); pero no á la manera con lo ya promulgado y sabido, achaque de la pereza,
de los otros europeos, pues en vez de presentar una doli- y tal vez de otras calidades mas dañinas. Ni se atri-
cocefalia frontal, la presentaban occipital, por efecto del buyan á pueril agravio rstas quejas. Rubor causa el
exagerado crecimiento de los lóbulos posteriores del ce- tener que dar por cosa nueva y desconocidala influen-
rebro y de lo escaso de la region anterior. Semejante cia del Gulf Strean en el clima de las costas occiden-
tlisposicion del cráneo, tan distinta de la de otros euro- tales do Enropal Los qui' la nieguen, pueden tambien,
peos, se aproxima, por el contrario, á la de los dolicocé- si quieren, sostener que Tubal, hijo de J aphet, nieto de
falos de Africa, de cuyas razas, aun las mas blancas, Noé, fué 01 primer poblador que tuvo España!
tlifiere, con todo, el vasco por la pequeñez de su mandí- No porque la selva se muestre o~cura y cerrada. de
bula superior, el escaso desenvolvimiento de las fosas del maleza espesísima, ha. de estorbar el paso al hombre
cerebelo y la atrofia, ó digámoslo, consuncion ~e la d1:1 ánimo esforzado y re-;uelto corazon; antes hade ser
protuberancia occipital, cuyos caractéres diferencian aliciente que obstáculo, siempre que la empresa q ue
asimismo á los vascos de los demás pueblos de Europa. se trata de llevará cabo merezca el empleo de inte-
De aquí el renacimiento parcial de lo que Leibnitz ligen t,. energía.
pensaba sobre el parentesco do vascos y coftos. No ha dejado de haber historiadores, que creyendo
No seguiremos; pero justo es advertir que el origen cortar el nudo, ni aun á él se llegaban, prefiriendo
del vasco es hoy tan desconocido como á principios del llamar oscuros á los tiempos primitivos, y pasando por
siglo. Cuando ciertos estudios hayan logrado en Es- ello tan á la ligera, que apenas, puede decirse, se dete-
paña la atencion que eo otras partes obtienen las ca- nian para nombrarlos.
vernas que ya se van descubriendo por Astúrias y Por nuestra parte, y al hablar de aquellos pueblos
otros puntos de la Península, parte de los dolmenes, que constan en los prirneros tiempos de uuestra histo-
propios de la edad de piedra y las armas de pedernal, ria, no podemos menos de señalar un error muy nota-
de la referida época tambien, probarán á todo el mun- ble antes de que se generalice por España.
do, que el mismo pueblo que en el centro y norte de Considerando ya mas ó menos unidos por casi toda
Europa dejó inequícovas huellas de su paso, vivió tam- la Península á celtas é iberos, vemos que con deplo-
bien en España. rable se<>-uridad se habla de los drúidas, como si tu-
De sus armas y costumbres mucho podría decirse, º
viésemos la menor certeza ó el mas leve dato acerca
-y así pensamos hacerlo mas adelante en otro li- de su presencia en la Península. Bien puede asegurar-
bro y con la detencion debída.-Era su idioma el vas- se que la confusion á p ropósito de nuestros célticos y
co? Acaso semejante idioma, como el pueblo que le ha- drúidas ha llegado á ser tao grande, aunque en dis-
bla, fué en otro tiempo el anillo de la cadena que unió tiñto sentido, como entre celtas é iberos.
á los primitivos moradores de Europa con los pueblos Por nuestra parte, ni hemos hallado, ni nadie ha
arianos que hoy la señorean. podido p robarnos hasta el presente la existencia de los
De todas manera$, la presencia del vasco nada verdaderos drúidas , fuera de las Galias, en donde
prueba en contra de la existencia del pueblo, que por tampoco se les halla sino por el siglo v11 ante1·ior á
todas las provincias de España ba dejado las famosas nuestra Era.
piedras del rayo, supersticiosamente conservadas has- 11as la confusion se aumenta con hablar del d rúi-
ta nuestros dias, de geoeracion en generacion; armas da á propósito de dolmenes y otros monumentos de.
y utensilios, mudo testimonio de la vida de otros hom- piedra, llamados célticos, en donde sin razon ni sóli-
bres exterminados por nuestros padres, hombres aque- do fundamento se dice que celebraba aqnel su culto.

Mucho si:-ntimos no estar conformes con sen1rjante
opinion, la cual tenemos por del todo in fundada.
Lo:1 monumentos de piedra á que nos referimos,
(I¡ B,·aguice(alo, de cnbeza re Ion.la.
(2) Dr,lirorr(alo, dP. cnl,eza ovalada. están, en lo general, por lug·11.res escuetos y orilla;:; del
PROVINCIA DE PONTEVEDRA.

Oceano, harto distinto~, por cierto, de los bosques fron- La mezcla, verificadaal cabo ele muchos siglos, for-
dosos en donde celebraban su culto los drúidas, quie- mó el antiguo pueblo rspaf1ol diferente <lel galo, su
nes á su llegada á Europa, hallaron construidos y de vecino, así por las costumbres, como por el carácter.
antigüedad casi tan remota como para nosotros, los Puede decirse que el c,•lt-i r,onq uistador vino al cabo
monumentos hoy llamados druídicos. á confundirse con el conquistador ibero, como siglos
El pueblo de los dolmcnes, que por tal noro bre es despues acaeció con godos y snevos, quienes, si bien
ya conocido, e,:; muy auterior á las emigraciones aria. influyeron en nuestro pueblo, perdieron al propio
nas, si bien, como ellas, venido de lo interior de Asia, tiempo parte de su propio carácter.
cuna del género humano. Como ya hemos dicho, no puede decirse que el c~l- •
No hay duda de que el culto de los men-hires se ta español fuera del todo semejante al de allende los
perpetuó por tradicion en muchos pueblos, entre ellos Pirineos. Llamaban los antiguos á los nuestros, célti-
el hebreo. «Y si me hicieres altares de piedra, dice cos, Celtici, siendo verdaderamente notable, que, aun
Jehová (Exodo), no le edificarás de piedras labra- en nuestros días se hallen por Galicia los nombres de
das, porque si alzares pico sobre él, quedará profa- ~a.u J uliau de Céltegos y San J ulia.n de Céltigos en la
nado» (1 ). provincia. de la Coruña, así como Céltigos en la de
Lo mas singular aun es, que .Ñ1. F. de Sanlcy ha Lugo.
descubierto por Palestina, eutre el monte Nebo y el El galo que conocemos por la historia, proviene de
desagüe del Jorilan en el mar Muerto, y entre Naza- diversos orígenes, y auu sin moverse de su propia
reth y Beyruth, muchos é i en portantes dolmPnes, de casa, recibió costumbres é instituciones ex:trañas. I~s
cuyo orígen no se conserva la menor tradicion. probable que las tríbus célticas de España vinieran
Volviendo, pues, á nuestro territorio, y viendo de empujadas por otros celtas llegados de la parte de
conocer el estado primitivo de sus liabitantes, por Oriente.
comparacioo, la mejor manera sin duda de lograrlo; 11as el celta conservó al través de siglos su re-
diremos, que, segun Strabon (2) al hablar de los tur- ligiún é idioma. Parece que nuestros callaicos iban
detanos, «los dc,nás iberos te11ian tanibicn escritura, armados mas á. la ligera que los celtíberos, cuyo
pero difere1tte, co11io el idio,na.» Dejau<lo, por ahora, broquel era mayor y mas pesado que el de aquellos.
toda discusion, dire1noa que acaso Strabon comprenda Con todo, así como se usaban peq ueí1os escullo~, 1nilites
ya con el noru bre <le iberos á todos los 1noratlores de cet1·ati, entre celtíberos y carpentanos, es seguro que
l'°i!paüa, y como adf'n1ás de la diferencia que de beria. muchos gallegos usaban tambieu armas pesadas, para
de haber· entre el lenguaje de los primíti,·os habitan- las cuales teniau mayor fuerza y resistencia <1 ne los
tes, tambien vinieron los celtas hablando en di versos de otras provincias.
idiomas, con esto pue<leo explicarse para lo presente · o-ianiobraban á pié y á caballo los nuestros, á
las palabras <lel antiguo geógrafo. se1nejauza de los clemá5 espaüoles. Las costumbres
Eu cuanto al alfabeto, las dos principales ramas eran diferentes. ::sóbrio el gallego, como todos sus
del Ebro y ,i.udalucía, si bien <livid1das en otras mu- vecinos , éralo por economía aun en medio de la
chas, su biau allá eu los tiempos remotos a unirse con mayor abundancia.. Comían los montañeses pan de
el antiguo alfabeto griego (3). bellotas las dos terceras parte del año; la. escasa
Por ventura, los hijos J.el territorio pontevedrés, carne y poco variados alimentos, los guisaba el ga-
como los de Galic1a y <lcrnás <lel Norot?ste <le España, llego en aquel tiempo, como el presente, con man-
hablaban en idioma distinto de los que usaban vascos teca; pues entonces, como ahora, era el aceite forzoso
ó iberos? No ha deja Jo de haber quien lo sostenga; acompaüamiento de la comida de los españoles del
pero en lo que no hay la menor duda, es eu que la Centro-:, lilelliodía.
raza, como ahora se dice, dista no poco, en lo físico, Beb1a el celtíbero hidromiel; licor de cebad:\ fer -

de la que al pre:;cnte habla en Euskara. mentada gallegos, astllres y cántabros, hasta los vas-
Eran los habitantes de nuestro territorio mas pa- cones y el Pirineo, que en esto, como en lo demás,
recidos á los del resto de i~spaüa'? Acaso era m·1yor la era u con 1orcnes.
"
diferencia en lo general que al presente. Sencillos en el ajuar de las casas co1no en todo,
f~n cuanto á. la semejanza con los galos de Francia, "'dormían los gallegos en el suelo sobre montones
siu neg·ar el pa.reote:ico, que, á no dudarlo, existía; de seca yerba; la mujer se empleaba en las mas rudas
puede decirse que en parte, mas semejaban nuestros faenas del campo: en las de la guerra el hombre.
gallegos bretones q oe galos, cual en el cuerpo y ca- Lavábause cáut.ibros y celtas con orines, costumbre
rácter acontece aun hoy día. que se halla tamb1cn en los celtíberos. Los hombres
De todos los celtas eran los mas puros los del Anas llevaban trajes negros de lana, y las mujeres de mas
y del extremo Noroeste, á saber: Galicia, y por lo tanto alegre color, pero cou velos uegros tambieu. Ya lie-
el territorio en que se ocupa esta Crónica; siendo no- mos habla.(lo cu la Crónica de la Coruüa, de la pre-
table que eu todo el antiguo reiuo de Gal1cia es mucho sencia de nuestros célticos cu la batalla de Can nas,
menor el uúroero de palabras vascas que se bao halla.- doude llevaban trajes de lana blancos y rnantos con
do, que eo otras partes. Seguu parece, los ártabros no rayas encarnadas, abrigo de valientes y serenos
eran célticos. corazones, de aquellos que, á las órdenes de un buen
jefe, jamás hallarán rival que les afronte.
(L) Tra luccion del P. Scio. IIonra incomparable de nuestros gallegos fué
(2) Strabon, XXX, 10.
(3) Momm~en, Ilis101·111 rom11110. (trtlduccion francesa), t. III, p. 213. el verse solicitados por Anníbal, para Yencer á Roma;
28 CRÓ::-;ICA GE~ERAL DE ESPAÑA.

pedidos por Gonzalo de Córdova, para vencer á Fran- delas), á Ponteveclra, á A.q1t<8 calidte (Cald:-ts de Reyes)
cia, y ensalzados y puestos como ejemplo por We- y concluia en Padron.
llington, á sus compatriotas y á todos los guerreros La trauicion da por constructores de muchas de
· del mundo civilizado (1). rstas vías, no solo en España, sino en las Galias é In-
Llamaban los politeistas griegos y romanos, ateos glaterra, á los fenicios; y ya Ran Isidoro dice, que los
á nuestros callaicos, porque adoraban al Dios sin cartagineses fueron los primeros en empedrar las
nombre, como si no fuera la mayor prueba de la pureza calzadas. Tambif'n es sabido que los fenicios dejaron
de su religion, la creencia en un solo Dios, si hien no abierta una vía por los Pirineos y los Al prs; de mane-
del todo exenta de supersticiones. Bailaban los hijos de ra que, si se tiene en cuenta la época en que aquel
Galicia con toda su familia á las puertas de las casa!'!, pueblo pudo emplearse en tan colosales trabajos, ma-
las noches del plenilunio, cuyas fiestas no pueden me- ravilla el número de siglos que semejante camino de-
nos de traer á la mente la presencia de la media luna bia de tener.
con una estrella ó semicírculo encima, en antiguas mo- Demás están ya las tremrndas palabras de Pal-
nedas de España, así como en otras, de las fases de la grave: «Fuerza es abandonar aquel silencioso pasado;
lona, acompañadas de una 6 varias estrellas. sucesos, cronología, doctrina 6 mitología; en Europa,
Por último, se hallan en Galicia lugares consagra- en Asia, en Africa 6 Amt<rica; en Tclbas 6 Palenque;
dos á los dioses, como el Pico-Sagro, por ejemplo; por la costa de Lycia ó por los llanos de Salisbury: lo
pero no puede afirmarse queden restos del culto ger- perdido, perdido está; lo ,,asado, pasó para siempre.»
mánico de los árboles. El hombre, humildP y perecedero sér, animado por
Aquí concluyen los tirmpos que la historia no co- soplo divino, pregunta á libros y piedras, á las capas
noce sino de dudosa manera. Y si bien los documen- geológicas é idiomas. y aun al propio rostro de sus
tos escritos y aun los nombres de lugares, han de dar hermanos, para saber por me,lio de la razon la verdad
de sí mas de lo que ya han dado, nuevos documentos de su orígen. Nada temerario hay en semejante em-
ha de consultar el hombre, si quiere satisfacer el no- peño; antes bien los pormenores que se adquieren, ayu-
ble empeño de explicarse cuantos misterios le presen- dan á ver mas claramente la verdad en aquellas
te la remota antigüedad. ocasiones, en que la escasa inteligencia humana no
• acierta á comprender los misteriosos fenómenos que la
rodean.
CAPITULO III. De ese modo, en vez <le mirar con cle!'lden los estu-
dios relativos á épocas pre-ltistóricas, llegaremos con
• el tiempo á convencernos de su grande utilidad para
Division territorial y ju.licinl.-Vías.-Construyeron las primeras los
fenicios.-Ingeniero'! fenicios dirigieron las obras de mineria.- conocer infinitos acontecimientos por extremo oscuros
Cassitérides.-Kimris.
al presente.
Ateniéndonos á España., bien podemos llevar por
De la España Tarraconense formaba, como toda ahora la cronología de los tiempos históricos mas ge-
Galicia, parte el territorio de la provincia de Ponteve- neralmente seguida; pero desde luego téngase presen-
dra, cuyos habitantes, los gravios correspondian al te, que ya no bastan para los mismos tiempos llama-
Convento juríclic;:i de Brácara Augusta; mas no los dos históricos lo que averiguaron y nos trasmitier on
cilenos, que, segun Plinio, perteoecian al de Lugo. los romanos.
Las vías, que con el nombre de romanas han llega- Si César halló á Inglaterra cortada ya por di versas
do á nuestro conocimiento, y aun restos de ellas vias, que luego formaron parte de las perfeccionadas
á nuestra vista, eran varias, si bien citaremos mera- por los conquistadores latinos, no es maravilla las hu-
mente los nombres ele pueblos por donde pasaban, biese de antes en España, con especial en Anda-
q uc constan eu el Itinerario do A.ntoni,io. lucía y Galicia, las dos regiones mas fértiles y esti-
El camino que venia de Brácara 6 Braga, pasando madas por aquellos tiempos. Así vemos que la red de
por Limia ó Foritm Limicor1t1n, se dividia en el de la caminos que cruzaba la Península era muy espesa por
costa por la izquierda; el ele Tude (Tuy) por la dere- las dos regiones citadas, al paso que mucho mas clara
cha; el tercero por la portela de Horneo, llamada la por lo interior, menos rico y poblado. En cuanto á la s
geira; y el cuarto entraba por Salamonde y Chaves. costas de levante, favorecia grandemente el mar su
El primero entraba en nuestro territorio por A.quis comunicacion con Italia.
Celenis, siguiendo por Victts Spacor1t1n (Vigo), ad En territorio y época nos hallamos, por los cuales
duos pontes (Pontevedra), á Grandini1tru1n, per loca no es posible seguir adelante, sin hablar con cierta
mar{ti;na, esto es, por la costa todo él, hasta Iría detencion de la venida de los fenicios.
(Padron). Siendo, como parece, cierto, que aquellos atrevidos
Como no hemos de salir del actual territorio de mercaderes fundaron á Cartago 800 años antes de
Pontevedra, diremos que desde Tuy iba el segundo Nuestro Señor Jesucristo, y aun 300 años antes á Uti-
camino á Burbida (frente á Borben), siguiendo á Tu- ca, uo parece imposible la fundacion de Gades (Cádiz)
roq ua (ruinas junto á Turon, mas acá de Puente Cal- por los tiempos de la ruina de T roya. Semejante su-
ceso no nos lleva sino unos 1185 años antes de Jesu-
cristo, y con todo, se dice que los feo icios traídos por
n¡ Así <1/.lmienza la proclama del Lord \Volhngton, despues de la
l ntalla de San Marcial, y así continúa, cual lo verán á su tiempo
~1idácrito (Hércules), pusieron los piés en ambas costas
nuestros lectoreij. del estrecho de Gibraltar por los años de 1500.
PROVINCIA DE PONTEVEDRA. 29

Probable es que por entonces vinieran los tirios á nuestro territorio, $10 mencionar á las Cassité-
comerciar con los naturales rle nuestras costas del Sur. rides.
Mas, despues de fundada Gades, no es posible creer Ni aun este era el nombre que los fenicios les ha-
que el fenicio tardara mucho en llegar, costeando á bian puesto. Es el de Cassitérides, nombre griego,
Lusitania, á las hermosas rias de Galicia. puesto acaso por los de Marsella. En cuanto á los feni-
Aquí es llegado el caso de hablar de las célebres cios, llamauánlas OEstry;n11ides, y parece qur el pri-
Cassitérides, sobre las cuales, lejos de agotarse la dís- mer navegante que sacó de t,llas estañofué ~lidácrito;
cusion, no parece sino que aun el amor patrio se agra- á quien se refiere Plioio; personaje mítico, á no dudar-
via con no tenerlas por suyas. De ese modo, y á pesar lo, y al cual habremos de comprender de la propia ma-
de cuanto se ha dicho dentro y fuera de España, aun nera que á Melltortlt (i!r1clcarte, el Hércules fenicio,
so bsisten encontradas opiniones acerca de las célebres protector de la metrópoli.)
islas del estaño. A nuestro entender, el apasionado amor patrio de
Ya hemos hablado en otro lugar de las islas Cíes, unos y otros, les ha cegado hasta el punto de uo ver
llamadas tambien Bayonas ó de Bayona, verdadero que babia mas de una tierra productora de estaño.
rompe-olas, es donde se estrellan las grandes mareja- Eran las principales á Occidente, Turdetania con Tar-
das, y que tambien resguardan á la hermosa ria de sis, Lusitania, Galicia, Gran Bretaña y las Cassité-
Vigo de los vientos ONO., y aun del SO. rides.
Nombres diversos tuvieron aquellas islas en la an- Del estaño de Galicia, no es posible negar le hu bie-
tigüedad; quizá. no tantos como los historiadores pre- se, pues aun al presente le hay, si bien se halla en es-
tenden. Segun Ptolomeo, tambien sellamaron islas de casa cantidad. Rn cuanto á las Cassitérides; que tal
los Dioses (Deor1t1n Ins1tl(B), siendo su nombre mas nombre las daremos desde luego; si bien fué posterior,
frecuente en lo antig·uo el de Ciccas ó Siccas (Cic(B In- no hallamos en la confusa historia de aquellos tiempos
sul(B). Segun Ambrosio de Morales, en su viaje (1572), lugar mas disputado.
en su tiempo solian llamarlas Palomeras, si bien con El nombre de Cassitérides era genérico; el estaño
mas frecuencia, Bayonas. era tan necesario para las armas y objetos que en cier-
Ro cuanto al nombre sagrado que estas islas te- ta época usaron los hombres, que no solo los hijos de
nian, los kimris buscaron siempre el mar, siendo sus Sidon, TiroyGadeira (Gades, Cádiz), mas aun losdeCar-
metrópolis religiosas las islas de Sein y de lilona; el tago y i!r1arsella, mantenían relaciones comerciales
primer nombre de la Bretaña francesa trae su orígen con las costas de Occidente de Europa, siendo, á no du-
del de mar (Armónica, Ar-1nor, el mar). darlo, objeto principalísimo de su codicia el referido
Huyendo de teutones, otros celtas y romanos, los metal.
kimris acudian orillas de su antiguo amigo el mar. Por los años 430 de lafundacion de Cartago, vien-
Cornwall, Galloway, Irlanda, Escocia y el Occidente do los habitantes de esta, que la poblacion era excesi-
de Francia y Espaúa les sirvieron de refugio contra las va, armarnn dos expediciones para en v1ar colonias le-
nuevas tríbus Aryanas, que en pos de ellos señorearon jos de la madre patria.
á Europa. Harto conocida es una de ellas por el famoso Periplo
Acá se alzaban los misteriosos dolmenes, obra de de Ha.nnon. Iban 30,000 colonos en 60 barcos de 50 re-
un pueblo anterior, de los cuales dice la antigua tra- meros; <lió la colonia l::i. vuelta al Africa hasta la Pe-
dicion Armoricana, que eran obra de genios de corta nínsula arábiga, y fundó seis ciudades, con 5,000 ha-
estat-1tra, si bien de fiter.;a extraordinaria. Cuando se bitantes cada una.
ocultaba la luna, venían ellos á admirarse de su obra Por desgracia, se ha perdido la relacion auténti-
y bailar en derredor. Ay del que á tales horas se lle- ca de ambas expediciones, hallándose lo mas importan-
gaba á semejantes lugares! te de la que acabamos de mencionar, referido en una
• Arrastrado por el torbellino, habia "de seguir las
desatinadas revueltas del baile, y cuando antes de ra-
inscripcion de un templo de Kronos en Cartago.
De la expedicion de Himilcon, que es la que mas
yar la aurora, caía rendido al cansancio, solo oia en nos interesa, solo sabemos lo que nos cuenta Festo
derredor carcajadas que le llenaban de espanto. Tal Avieno, eu su poema g·eográfico, de «Ora 1ttariti;1ta.»
vez creían así proteger sus misteriosos ritos los tristes._ Costeó Himilcon á España, las Galias y la Gran
aborígenes desposeídos por el blanco. Bretaña, corl'iendo tambien por otras tierras mas al
En fin, el kimri, de grado ó por fuerza venido á Norte. Habla el poeta; siguiendo al original; del Atlán-
Occidente desde lo interior de Europa, dió tambien tico, del asiento de Gadir (Cádiz), anteriormente Tar-
su propio nombre :\ varios lugares. San Martin de tessus y de la llegada á las Cassitérides.
Ca1nbre, Santa ~larfa de Cantbre, en Galicia, y Oa;nbra Varios han mantenido, y, no há. mucho tiempo, Cor-
en Portugal, prueban del todo la existencia de tribus nide, que las citadas islas eran las actuales Cíes. Pli-
de kimris p,lr las costas occidentales de la Penín- nio dice que aquellas están frente á Celtiberia (ex ad-
sula. verso Celtiberite), y que las llamaron los griegos Cassi-
CAPITULO IV. téridcs á fertilitate pl1tt1tbi.
Cassitérides, antes OEstrymnides ú OEstrymnias, nombre puesto por Hablando de la costa de Galicia, nombra el Roma-
los fenicios.-EI de Cassitérides es griego y genérico.-Colonias no las islas, Oorticata y A.1tnios, así como los celenos
fenicias y griegas.-Edtai\o en Oalicia. (del convento jurídico Bracarense) (l); asimismo lo!!
Como ya hemos indicado en el capítulo ante-
rior,n o es posible hablar de los tiempos antiguos de \l) ACt.eO ell par\e.
30 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA .

helenos, los g·ravios, Castellum Tide (grwcoruni sobolis mas lejanas y mas ricas, en donde tambieu fundó co-
on11tia), esto es, todos de ascendencia griega. lou ias para. tener seguro ol ca1nino á las regiones del
Seguian las islas Ciccas (Cicro). La insigne ciudad Norte, que le daban ol ámbar, tan codiciado en aque-
de Auobriga, y el !!liño (;\11nius), cuyo desagüe tenia llos tiempos.
4,000 pasos de ancho. Añadia que toda la reg1on No- De esa manera, y puesto que al presente todavía
roeste de }~spaña era abundante de oro, plata, hierro, se recoge algun estaño, no es mucho que antiguamen-
plu1nbi nigri albique (esto es, de plomo y estaño). Pe- te vinieran por él los fenicios á las costas de Galicia,
ro ni en la descripciou de España, ni en las de Ingla- y acaso le recog·ieran en las de Francia antes de lle-
terra nombra Plinio á las Cassitéridcs. gará. las de Inglaterra, que aun hoy, segun Le Hon,
Cuando los tirios dP, Gadeira llegaron á las que se bl'neficia algun estaño en Piriac, frente á. las islas
aun se llaman OEstrymnides, poblábanlas, dice Stra- de Belle lle, Houet, Hoedic y Noirmoutiers, hácia el
bon, hombres semi-salvajes, nómadas, vestidos con desagüe del rio Loire.
largas túnicas negras y ceñidas. Por lo demás, no puede negarse, como afirma Lu-
Segun Fes to A vieno, los cartagineses de Hi1ni !con bbock, que en Corn\vall no Sfl han hallado sino muy
hallaron, al contrario, las islas del estaño habitadas escasas señales de antiguo comercio, habiendo en los
por un pueblo vigoroso y activo, del todo empleado en museos ingleses muy pocas muestras del arte fenicio.
el comercio, y que surcaba atrevido el mar en barcos
de cuero.
Cierto, ambas descripciones no concuerdan. De ser CAPITULO V.
unas mismas las islas á que se refieren Strabon y Festo
A vieno, los primeros debian de ser los aborígenes, y LRrga estancia de los fenicios en España.-Sus co\onias.-Su ruina.
-Colonias griegns.-Cartaginescs.-Invarlen nuestros gallegos al
los que halló Himilcon, una colonia tiria. El sábio Nil- tierra Braco.rense.-Conquist'\ romaoa.-Uuion con Roma.
son atribuye la civilizacion de la edad de bronce en el
Norte de Europa al comercio fenicio, siendo una de las Grande y mas duradero de lo que hasta el presen-
razones en que se apoya para probar el orígen asiáti- te se hn creido, fué el establecimiento de los fenicios
co de la cultura de las tierras boreales, lo de los bar- en España, mas largo que el dominio de los romanos.
cos de cuero. Strabon dice que la ma_yor parte de la I)enínsula se
\'crdades que, en tiempo deHerodoto bajaban los hallaba en poderde fenicios,yque lo rr1enostrescientas
armenios por el Rufrates en barcos de madera de sau- ciudades de la costa del J.\ilecliterráneo, no tenian otros
ce revestidos de pieles. Aquellas em barcacioues, re- habitantes. No es, por lo tanto, infundado el sostener
dondas á proa y popa, llevaban el cargamento sujeto que los fenicios, que iban hasta las mas apartadas re-
con paja, el cual vendido, se voivian los mercaderes giones del Norte, tu viesen contíuuo trato y comercio
con las pirles á Armenia por tierra, pudiendo aun hoy con los hijos de nuestro territorio.
dia verse lo relativo á los barcos en los bajo relie- A1 cabo, las revoluciones de Asia y la ruina de la
ves de Kínive y Babilonia. metrópoli, no pudieron menos de traer consigo la rui-
Tan1bil.'n es ciPrto que Strabon describe los barcos na de las colonias fenicias de Europa. El poderío y ex-
de las OEstrymnides y Lusitania en los propios tér- tension de !:is colonias griegas no igualaron nunca al
minos, y parece quesemejante uso duraauualpresen- esplendor ele los costeños de Tiro y Sidon.
te por varios puntos ele Inglaterra, tierra de Gales é El cartaginés heredó á sus ascendientes fenicios
Irlanda, llamándose las tales eu1barcaciones coracles en E:ipaña, y si bien quedaban ciudades griegas inde-
(corcur de los árabes, corambre), y son tao ligeros, pendientes, estas y las feniciac; cayeron, despues ele
que acabada la pesca, puede el hombre volverá casa la segunda guerra púnica, en poder de los romanos,
con ellos acuestas. Pero los barcos ele cuero de los y Pstos señorearon á Ampúrias, Sagunto, Cartagena,
armenios eran muestra de que así se usaban, mas Málaga y Cádiz, ciudades ricas y poderosas ele la cos-
bien por lo interior de Asia, que por la costa del !i1e- ta, las cuales abandonadas á sí propias, fácilmente se
diterráoeo; y de lo interior del Asia veuian tambien rindieron al conquistador, primero que caer en manos
las tribus Ar1anas, que poblaron el Norte y Occidente de los indígenas, de quienes apenas podian defenderse.
de I~uropa. Pero, si bien parte de F.spaña, preparada. ya por la cu 1-
Todo concurre á probar que, con el nombre de tura fenicia y la griega, aceptó fácilmente la civiliza-
Cassitérides, conocian los antiguos, no uno, sino diver- cion romana, latiJtizándose, antes que ninguna otra
sos lugares, no solo aquellos en donde se ha.liaba es- provincia ultramarina; si se adoptaron baños y demás
taño, pero en cuantos podia.n adquirirle, traído de tier- usos y costumbres, á la par de la 1noneda romana, no
ra adentro. Tacia el estaño al principio á flor de tier- puede decirse lo mismo de toda la Península.
ra, y habi~nclole agotado, hubieron de acudir á obras En Intercatia (ce1·ca de Palencia) entre los vaceos,
de minería, las cuales debia.n de dirigirlas ingenieros y en gran parte de la Tarraconense, ignoraban el uso
fenicios. del oro y la plata 600 años antes de Jesucristo. Eran las
No es, pues, aventurado decir que hubo Cassitéri- costumbres tan rudas como en los tiempos primitivos,
dcs en España á la par de Inglaterra (islas Scilly 6 Sor- tan altivo el espíritu, tan generoso y denodado el áni-
liugas) por mas q uc el Cornwall y la isla de Banca, entre mo.
Sumatra y Borneo, sean los dos grandi!S é inagotables Llegaron los romanos, á nuestro territorio, á dife-
criaderos que se conocen. El fenicio recogió el mine- rencia de fenicios y griegos, por tierra antes que por
ral do quiera que le halló, acudiendo despues á tierras mar. Decio Bruto, que en Roma triunfó de lusitanos y
PROVINCIA DE PONTEVEDRA.. 31

gallegos, invadió parte de Galicia; pero la comp 1Pta hombres. pasaron el ~liüo é in vaJierou la tierra Braca-
invasion no fué sino en tiempos de Ju lío César. rPnsc. Duciíos ya de la rcgioo comprendida entre Du e -
Ilabiendo este -._:encidoá los montañeses de los mon- ro y l\1iüo, llegároules embajadores para decirles que,
tes Herminios (Sierra ele Estrella), arrasó sus habita- «se maravillaban de ver tales demostraciones de eur-
ciones, obligándoles á bajará lo llano. Mas, aquellos migos, siendo todos gallegos y de un mismo pueblo,
esforzados hijos de los guerreros de Sertorio y Viriato, así rn ol orígen como en la propagacion de las fami-
mal avenidos con la serviclum bre, hnyeron bácia nues- lias.» Talrs razones convenciPron á los hijos de esta
tro territorio, á refugiarse en las islas Cíes. parte de Galicia, q uicnes, hecha la paz, tornaron á
César envió contra ellos destacamentos en balsas; su tierra diezmados por la peste y llevándola consigo.
mas todos los romanos fueron degollados, salvo Pu blio Tampoco clcbcn1os pasar en silencio u na entrada
Sceva que pudo salvarse á nado, y fué quien llevó al de cimbros, como un siglo antes de la venida de Jesu-
Pretor la tristísima nueva. Antes que las armas, rindió cristo, los cuales invadieron la Península, y dícese
á los valientes herminienses el hambre, con lo que, fueron rechazados por los celtíberos, mas no es fácil
habienuo pedido César barcos y refuerzos á Cácl iz, pu- especificar el tiempo que la invasion duró, ni otros
do al cabo vencer á nuestros iberos, ya medio rendidos pormenores de la guerra, así como los puntos adonde
á la falta c!e sustento. De aquí partió César costeando llegaron.
á Gal icia hasta Briganti um, causando, dícese, con sus (60 años antes de Jesucristo). Sujeto nuestro territorio
grandes buques notable sorpresa á los natural"s, he- y tambien la costa boreal de Galicia, Cé~ar tuvo á es-
chos á sus pequeñas naves forradas de cuero. ta por sometida del todo; pero no hallaban tan fácil
Habla la tradicion-acaso mas que la historia-de presa las águilas romanas por el Norte y Occidente de
un suceso que, por no constar en las historias romanas, la Península como por las demás regiones.
debe de ser anterior á la venida ele César, si bien no es Cántabros, astúres y c·illaicos tenían harto indómi-
posible rspecificar la época. El caso es verosímil, si se to carácter, para darse tao fácilmente por vencidos;
tienen cu cuenta la fecundidad del pueblo gallego, no eran sus moradas enriscados montes y profundos valles,
menos que las costumbres de aquellos tirmpos. los cuales, antes incitaban á morir defendiendo la liber-
Era excesivo el número de moradores y á la par tad q uc á rendí r la cerviz al extranjero; así este tard6
estrecha la tierra y escasos lo mantenimientos, en es- do~ siglos; la mitau ele lo que duró su imperio; en se-
pecial por Tuy y los Grovios, que siempre el territo- ñorear á España.
rio de Pontevedra ha sido el mas poblado de Espa- Entre las regiones de Galicia, la mas abierta
ña, salvo en circunstancias y casos del todo extraordi- al enemigo, es la que al presente forma la provincia
. de Pontevedra, y á no dudarlo, aquella cuyo blando
nar1os.
Mal avenidos nuestros gallegos con la estrechez, clima y hermosura ha de mover mas á codicia el pe-
que no podía menos de padecer tan gran multitud de cho de todo conquistador.


FIN DE LA PARTE SEGUNDA.

PARTE TERCERA.

CAPITULO PRll\1ERO. enseñar al caduco mundo romano, que el hombre ba


nacido libre para serlo por sí y no por préstamo ó con-
Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.--Empera.lores.-JuJíos y cesion de nadiP, y que la mujer es la otra mitad del
Mauritanos.-Bárharos del Norte.-Constantino forma de Gal/recia hombre, y no sierva.
una de las seis provincias de Espn11>1.-Prisciliaoo.-Es condenado
á muerte.-Entran los bárbaros en nuestro territorio.-Establecén- (324) Constantino el Grande, primer emperador
se en él los suevos. cristiano, divide á España en seis provincias: Tarra-
conense, Cartaginense, Gallmcia, Bética, Lusitania,
El nacimiento de N.S. Jesucristo señala tambien y Tingitana (Africa).
la época de la un ion de España con el Imperio, pues (36-1) Dividido el imperio romano en imperio de
reducida aquella á provincia Romana, álzanse altares Oriente y Occidente, quedó, formando parte de este
y estátuaa á Augusto, se fundan colocias, se auren ó con España, nuestro territorio bajo el emperador Va-
mejoran los antiguos caminos, y entran los españoles á lentiniano.
compartir con los italianos honores y dig-nidades. Por (383) Años adelante sublevó el español Clemente
escribir se halla toda vía la Historia de la mayor parte l\1áximo el ejército de Inglaterra, y fué tambien reco-
de las colonias, municipios, ciudades i,nportaotes y gen- nocido emperador por españoles y galos. La causa de
tes que babia en España durante los Emperadores, cuyo tan séria rebelion fué, que el emperador Graciano,
nombre abarca y oscurece cuanto en aquella época era amigo de los católicos, cuando babia sido enemigo su
conocido por el nombre de Romanitas. padre Va lente, viendo el imperio acosado por los bár-
Semejante razon, y el h:ibernos detenido en la Cró- baros y la disciplina de los soldados relajada, tenia
nica de la Coruña cuanto lo permite la forma en que en mas á un soldado alano que á un romano, lo cual
vamos escribiendo, serán parte para que apenas nos no le perdonaron los suyos.
detengamos en la época romana, advirtiendo que, en Compartia Graciano el imperio con su hermano
adelante, las fechas que citemos son despues del Naci- Valentiniano el il1ozo, y habiendo el español Teodosio
miento del Salvador. hecho frente á los galos en ausencia del emperador,
(79) Dos pueblos se presentan en España durante este le declaró Augusto. Graciano en tanto deseoso de
el Imperio romano, que hao de teoP.r grande repre- ahogar la rebelion de los soldados de Bretaña, acudió
sentacion en nuestra Historia. Tito, hijo de Vespasiano con los suyos, y fué vencido por ~Iáximo cerca de Pa-
destruye á Jerusalen, y los judíos se esparcen por el rís, con que viéndose obligado á retirarse á Leon, fué
mundo, viniendo muchos á establecerse en España, muerto por engaños de Andragacio.
habiendo sido no pocos los que llegaron á instalarse ' Dueño el español Máximo de gran parte del impe-
en Galicia, basta la expulsion definitiva. rio de Occidente, solo cedió su 13strella á la de otro es-
(l '70) Un siglo despues entran los mauritanos por pañol, cuya causa era mas noble y mas justa, Teodosio,
la Bética; y si bien son rechazados, es su entrada tris- vencedor de todos los tiranos que habían querido
tfsimo anuncio de los males que, siglos adelante, han señorear el i rn peri o.
de venir sobre nuestra desventurada patria desde los Aun duraba Máximo en el poder, cuando comenzó
hórridos arenales de Africa. la herejía de Prisciliano, el cual, segun palabra~ de
(259) Casi un siglo despues comienzan á amena- ~Iariana, a vi vaha las centellas que quedaron de los
zar sériameute al imperio los bárbaros del Norte, tan gnósticos, desde que 11arco, discípulo de Basflides,
incultos como los del Mediodía; pero mas nobles y de sembró en España tan mala semilla.
mas leales y generosos pensamientos, pues vienen á Era Prisciliano noble y poderoso gallego, no escaso
PROVl!\ClA DE PO!\TEVEDRA.

de buenas calidades, afeadas, con todo, por la sober- seglares, á los cuales-cosa :á primera vista increíble!
bia coo que presumia de docto. Éralo en efecto, sobre- -hay que aúarlir so antiguo encarnizado enemigo y
manera en ciencias humaul!.s, lo cual unido á su gran- al presente amigo y secuaz, Agidino obispo de Cór-
dísimo ingenio, le atrajo nu1nerosos amigos, entre doba.
ellos, Instancio y Salviano, obispos. La inquietud y desconcierto de los espíritus, se a ve-
Agidino, obispo ele Córd,Jba, movió áldacio á afron- nia con las tremendas desgracias que amenazaban al
tar á Prisciliano y los suyos, lo cual hizo aquel con Imperio. Los contrarios de Prisciliano, que ya á lasa-
mayor aspereza ele la que fuera menester, enconl!.ndo zon era obispo, pudieron mas que él, logrando fuese al
la llaga, en vez de tratarla con blandura, con que tal cabo convencidodehechicero, que, so color de religion,
fuera posible hallar el debido remedio. Túvose por el hacia de noche juntas torpes de hombres y mujeres,
mejor de todos citar á concilio en Zaragoza á los here- por lo cual fué condenado y muerto, con Feiicfsimo,
jes, mas estos no comparecieron, á p~sar de haberles Armenio y Latroniano, poeta.
seiialado dia, siendo por ello excomulgados los obispos, En vano clamó San ~lartin de Tours contra la per-
Instancio y Sal viano á la par de Elpidio y Prisciliano, secucion ele nuestro gallego por los obispos, á cuya

- ---s_·=~ · _ · ~-··
~ - ~,=

-- - - ...
-
-


El castillo de Bayona en la ria de Vigo.
'

instancia foé muerto, y no hay duda que el mal, lejos lugar, quedaron los suevos por únicos señores de
de apaciguarse, duró largo tiempo dentro y fuera de nuestro territorio . De la entrada y establecimiento de
nuestro territorio. aquellos no es posible decir mucho sin repetir lo que
(406-408) El nombre del español Teodosio es el ya sabe el lector por las anteriores Cró1iicas de Gali-

último destello de gloria del Imperio romano por cia. Grande fué el poder suevo á los principios, y aun
Galicia. En los primeros años del siglo v entran el principal en F.spaña; pero los godos, superiores en
suevos, vándalos y alanos, los cuales hallan por número por recibir constantes refuerzos de allende el
tolla guarda de los Pirineos un ejército de bárbaros, Pirineo, fueron reduciendo los términos del reino de los
que las provincias maniatadas por la administracion-. Rechirios y Eboricos, siendo este nombre el del últi
centralizadora de Roma, ni aun ánimo tenían para mo verdadero rey de Galicia, el mas antiguo reino
afrontará aquellas tríbus venidas de Germanía. de laPonfnsula de cuantos se formaron á la caída del
Los bárbaros, custodios de España, lejos de estor- imperio romano.
bar el paso, dPjáronle libre á sus hermanos, quienes Del estado á que por la venida de los bárbaros
á su vez venían empujados por nuevas oleadas de pue- quedaron al principio reducidos los naturales, dará
blos, dctrá~ue los cuales habia de llo6 ar al cabo Atila, razon la siguiente carta del obispo Arisberto de Opor-
.A.;ote dt Dios. Estableciéronse los alanos en Lusitania to, á Saucenio , arcediano de Braga, la cual, si no au-
y la Cartaginense, en Bética los silingos, y en Gallrecia téntica, es al menos por estremo verosímil: «Llega-
y p·irte de la Tarraconense suevos y vándalos, siendo la dos á Coimbra la Nueva, vimos allí muchos ministros
mayor parte de nuestro territorio de lo primero que de Dios, trabajando por órden de Attaces en las mu-
señorearon los pueblos gérmanicos por Galicia. rallas del nuevo castillo que Attaces edifica, devasta-
( 411) Al cabo, y segun ya hemos dicho en otro 1 da ya la primera poblacion. Allí estaba el siervo de
PONTEVEDRA, 5
34
.
CRONICA GENERAL OE E~PANA.
-
Dios, Elipando obispo, Esseno, presbítero, y otros mu- de Oriente á Occidente Eran tan salvajes, que se ali-
chos siervos en las obras. I,loré con ello:- nuestra aflic- mentaban de raíces, y ni aun sabia.o cocer la carne,
cion y el percli<lo derecho imprrial de Lnsitania. Aho- p0r lo cual la ponian debajo ele la silla del caballo,
ra me escriben que tienen bneua:- esperanzas por el para ablandarla. A. caballo comian, bebian, se re-
casamiento de Gudeswinda, la que es fiel, buena y unían á co11sejo, y aun á menudo dormían, caian so-
piadosa; avisaré de lo que sucediere.» bre <'l enemigo con rabioso alarido; mas si hallaban re-
~o hay duda que los falsos Cronicones deb<'n mi- sistencia, torciao riendas, tornando de nuevo como el
rarse por seguros rnanao tiales de error; pero bueno rayo; las flechas q uo disparaban con destreza soma, te-
será tenerlos presentes, siempre que en ellos no se tra- nían punta de hueso, tao mortífera como de hierro; re-
te de in ventar genealogías en provecho ó vanidoso ñían ele cerca con espada y lazo para aprisionar al
elogio de alguna casa cnas ó menos ilustre. enemigo; ha,;ta las mujeres sabían pelear á su lado.
Rcgíales Atila, Azote de Dios. El temor de las
C}\.PITULO II. gentes veia en todas partes señales que anunciaban
su venida, así en el airo como en los cootínuos terre-
Atila y los hunos.-Son vencidos en los cnmpos Cataláuoicos, ñ cuya motos que asolaron á Galicia. Un martes, despues de
bat111ln asisten suevos.
anochecido, se mostró el cielo de color de sangre con
(452) Cortos eran los u.años acarreados al Occiden- partes mas claras en figura de astros q uc resplande-
te de Europa con la caida del imperio, si se comparan cían, lo cual duró hasta la tercera hora de la noche (l);
con los que babia de traer la venida de los hunos. Ra- cometas, eclipses de luna y otros infinitos fenómenos
bia Gen sérico, rey de los vándalos, casado á su hijo Hu- celestes llevaron el espanto ele los pueblos á su mayor
mérico con una hija de Teodoredo, rey de los godos y extremo.
cuñado de Recciario el suevo. (452) El Sábado ele esto año se puso Atila sobre
Infuncladam-::ote sospechó Gensérico que su nuera Metz, cntráoelola y pasando á cuchillo á sus habitan-
trataba ele quitarle la vicia con veneno para reinar tes, sin reservar ni aun i los sa~erelotes sacrificados
con su esposo, y, sin mas pruebas, la hizo cortar las ante los altares (2). Fueron igualmente asoladas otras
narices, enviándola á su paJre ..\frPntatloel goclo, avi- diversas ciudades por el devastador torrente.
só á Recciario, el cual acudió á To losa tle Francia, cór- A su vista, godos y romanos, olvidando toda ene-
te del godo, á tratar de la venganza. Temeroso el ván- mistad, determinaron oponer los pechos á Atila.
dalo de la tempestad que le amenazab'l, movió á Atila 1Iientras se iban juntando en Arlés romanos, go-
contra el Occidente, asegurándole que su presencia en dos y francos, Aecio solicit'lba y movia con toda clase
las Galias le daría el dominio de estas y de España. de persuasiones á los taifalos del Poitou, sajones de
Aquí es fuerza detenernos, y aun salir de nuestro Bayeux, brennos de Retia, alanos ele Valencia, armo-
territorio, cuya suerte, así como la del orbe entero, ricanos de Bretaña, y sármatas por diversas partes es-
se ,a á decidir en los campos Cataláunicos. parcidos, á llegar á combatir al enemigo comun, dan-
Los guerreros mas vigorosos y los soldados de mas do entre tanto tiempo :i que llegara Recciario, de quien
disciplina, á las 6rdenrs de hombres eminentes, reyes es probable asistiera por el deudo que tenia con el rey
temidos y hábiles generales, llegarán de los confines godo, y si no personalmente, al menos envió parte de
de Occidente á estorbar el paso á las bordas de Atila. sus guerreros.
Vienen estas seguidas de la muerte y la desolacion; Sitiaba .\.tila á Orleaos, poniéndola en formidable
tiembla la tierra, gime el mísero romano y los mas es- aprieto, aprovechándose de la tardanza y dilaciones á
forzados guerreros anhelan y temen el diadel fatal en- que no podia menos de dar lug·ar la reunion de los di-
cuentro. Si Atila vence, estirpe de bajos pensamientos versos pueblos que acuclian á ponerse á las órdenes de
será señora de la tierra; si Accio, la noble descenden- .o\.ecio.
cia de Japhet cumplirá lo que está escrito. Los míseros ciudadanos veiao con espanto próximo
En prueba del espanto que por Europa c::i.usaba el el dia en que los hunos, de corazon mas fiero y es-
nombre de hunos, diremos una <le las fábulas que la pantable que el rostro, señorearan la triste Orleans.
credulidad del tirmpo acogia. Decíase, que, habiendo Sau Aniano, su obispo (Aguan) babia ido al principio
bailado Filimer, rey de los godos, alrunas <, hechice- del sitio á Arlés á pedir socorro; prometiósele Aecio
ras entre los suyos, las echó á desiertas y apartadísi- para en breve, y el santo pastor volvió á dar la buena
mas tierras, en donde, unidas con malignos espíritus, nueva á sus ovejas.
engendraron á los hunos, feos y pequeüos, sin mas de ~las la tormenta arreciaba; Atila repetia los ata-
hombre que el uso de la palabra (1). Eran, en efecto, ques, apretaba el cerco estrechándole, y por donde las
de horrible y espantosa catadura, de pequeña talla por medio derruidas murallas presentaban brecha, menu-
lo corto de las piernas, mas de robustos miem- deaban los hunos sus asaltos. Rendidos los sitiados al
bros, d ·' ,mesurada cabeza y ancha espalda: pare- cansaucio, acudieron con voces y lamentos á su pre-
cian á caballo tan altos, como pequeüos á pié. De- lado, quieu viéndoles ya congregados, les elijo que
forme el rostro, juanetudo y de color aceitunado, orasen. Sublime y doloroso espectáculo! Interrumpian
pequeñísimos y sesgados los ojos: tales eran los hunos las oraciones, ayes y gemidos de la acobardada plebe,
que á impulsos de la cólera divina venian caminando la cual eomudecia al escuchar el alarido y estruendo

(1) :,;in luda, una aurora boreal.


(1) Vi-ase á Jornantles. t2J San Oregorir¡ 'furoneose, lli8tor. rancor. lib, 1, cap. 6•


¼i,. .

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PROVlNClA DE P0:\1'EVEDRA, 35
del combate, y torcia con anheloso espanto los ojos, en qurbrantando los huesos, el cuerpo caerá: el que ha
temiendo al enemig·o en sus hogares. de morir, morirá, :-tunqne huya á esconderse en sus
A la sazon, el santo obispo envió á ver si venia hogares: no veis á esos cobar<les romanos teru blar an-
socorro por el campo, mas nada vieron; envió segun- te vuestra mirada? Yo dispararé la primera flecha;
da vez, y le trajeron la propia contestacioo: á lo cual muera todo el que no me sig·a á donde mas encarniza-
sin desmayar su fé en el Señor, exclamó: «Si orais con damente se pelee.»
fé, dispuesto está el socorro.» Escasa fué la pericia de que los contendientes die-
Misericordia! exclamaron á una hombres, muje- ron muestra; mas el tl'son extremado. Atila dirigió
res y niños, y á las plegarias acompañaban gemidos sus mayores furrzas contra visio-01los v suevos á quie-
y sollozos. Tercera vez envió el santo á preguntar nos con razon consideraba sus mas º . ,
peligrosos é incon-
qué se veia, y entonces, allá, mucho mas allá de las trastables Pnemigos. Murió el godo Teodoredo por ha-
innumerables y feroces hordas que á la ciudad rodea- ber caído tlel caballo y püioteádole los suyos, sin po-
ban, vieron pequeñísima nube de polvo. Oyólo el san- derlo evitar. Ciento cincuenta mil hombres murieron
to, y exclamó: «El socorro de Dios es! en la sangrienta pelea, la cual no fué dccisi va, sino por
Y lo era en verdad; toroárouse los lamentos en el lado tle godos y sucvos, q uiencs cantaron victoria,
gracias al Todopoderoso, y ya no corriau lágrimas de y con tal valentía, queTurismundodi6 en los reales de
espanto, mas de alegría, al ver brillar en lontananza Atila, donde en la oscurida(l estuvo á punto de per-
las armas de Aecio (1). derse.
Sidonio Apolinar (2), contemporáneo, asegura que Aecio y los francos, lleg:ido el anochecer, no sa-
ya los hunos habian entrado la ciudad, en cuyas ca- biendo el resultado de la batalla, permanecieron con
lles fueron derrotados por los (453) soldados de Aecio. las armas en la mano; así como Atila, atrincherado
Atila levantó el sitio, retirándose en 14 de julio, día en detras de sus carros per1naneció con los suyos, quienes
que la iglesia de Orleans celebra su libertad. haciendo chocar las armas, cantaban y daban aullidos,
Frente á frPute se hallaron al cabo dos ejércitos, cual fieras acorraladas.
dos razas, dos mundos. No que todos los soldados de Al tlia siguiente, no se atrevió Atila á salir de su
Atila fueran ver<laderos hunos, antes hieu había p:-ileuque¡ pero Aecio, temieudo ya rn1s á los aliados
hunos blancos, como los llam•i bao; seguian á Ati- que al enemigo, le dejó huir. .
la, hijo de la estirpe amarilla, numerosos pueblos
sojuzgados por él. Obedecíanle ciertas tríbus tle francos
y burgunclos, boios, hérulos, turingios, gépidas y os-
trogodos, quienes, arrastrados por el incontrastable
CAPITULO III.
poder del hijo de 11-Iuntzuk, llegaban á cruzar el hierro
con sus propios hermanos. Anécdotas históricas, referi<las por el cronistn. Huerta.-Com¡,leto
apartamiento de Galicia.-::ie i~nora aun el nombre ,le •nrios re•
A Romaseguian los visigodos y suevos, armoricanos, yes.-,1 u1011ooua de Oalicin.-\V1tiza.-EntraJa de los ñrahes.-Res-
g·alos, brennos, sajones, burgundos, sármatas, alanos, tnuracioa de la monarquin en las hreilns Je Astúrias y Galicia.
francos y ripuarios, los cuales, mas q uo los soldados
romanos, eran verdadero nervio del ejército, así como (-!62) Dos sucesos varnos á citar, cuyas consecuen-
del contrario la famosa caballería húnica. cias y aun las palabras que á ellos se refieren, d"ja-
Esta razon movió á Atila á aguardar en los campos mos bajo la autoridad clel cronista Huerta. i\lal
Cataláunicos, orillas del iliarne, donde la caballería avenidos los sucvos con la tiranía de 1lal<lras, su rey,
pudiera extenderse. A.q uclla noche se encontraron dos le dieron muerte, y por ignorninia, aun hoy se da el
partidas de gépidas y francos, peleando tau encarniza- nombre de mándrias-corrompitla la voz, dice Huerta
damente, que apenas sobrevivió uno para referir el coro- -á los hombres c.:>bardes (sic)!

bate. (500) De igual género es la. siguiente etimología,
A. la mañana siguiente, y mientras el ejército ro- Reinando Hermanrik III, noveno rey suevo de Galic1a,
mano se ponia á la vista, colocó Atila á los ostrogodos un tal Pedro de Hurdeaux empezó á alterar á Zara-
á la izquierda, rnandados por su rey \Valamir y dos goza, que era de godos. Envió contra él A.larico un
hermanos ele este, quctlando á la derecha los gé- ._ejército, el cual apenas puesto á. la vista de 1a ciutla<l,
pidas, y mandando él el centro formado por los los habitantes le entregaron á Pe.lro, quien llevado
hunos. á Tolosa, fué quematlo vivo en un toro de metal. Xo-
Iluso Aecio á la derecha á godos y suevos manda- ticia que da Vaseo, sacada del cótlice de I A.leo baza.
dos por Teodoredo y sus hijos Teodorico y Turismun- En resolucion, este Pedro ,que debía de ser horn brc
do. Los francos ocuparon la izquierda, así como el cen- de gran representacion, aun dura en cantares y refranes,
tro los romanos y los alanos con ellos, quedan-do algu- que hablan del Rey Perico, del Rey qne ;·abi6 y Pedro
nas fuerza~ do reserva á las órdenes de Avito. de Hurdenialas.
La vista del rjército tle A.ecio impuso miedo y va- Lo cierto es, q u, de todas las épocas de la historia
cilacion á los hunos, lo cual visto por A.tila, esclamó: de u uestro territorio, ninguna se muestra tao oscura
«No te1nais á esa multitud de enemigos de <lifercntes corno la de lossuevos, llegando el caso increíble de que
lenguas y costumbres. Dad sobre visigodos y alanos, y por larg·o espacio de tiempo se ig·nore aun el non1 bre
de los reyes. Dos razones debe de haber para ello. Poco
(!) San Gregorlo Turonense, Hill. Franc., cap. 7.
aficionados á las letras los sue vos, no tu virron escritor,
(2) l,ib. 8, cap. 15. que se sepa, digno de relatar su señorío por la her1no-
36 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

sa Gallracia. Confundidos uespues con sus hermanos (6rl4) Habiéndose alzado los judíos, quedaron ven-
mas civilizados los godos, y uo habiendo oposici'Jn en cidos y sujetos, creciendo con la adversidad el encono,
las primitiva,- costumbres, ni en carácter; conclu- pues en 698 tuvo que ahuyentar Teudimero á los
yeron por avenirse con el in1perio gótico, siendo des- árabes de nuestras costas, adonlle, sin duda, acudian
de luego su historia la propia del resto de la Península, atraídos por secretos a visos y la seguridad de hallar
en la cual no es justo entremos, cuando solo de Galicia amig·os por la Península..
y del territorio Ponteverlrés se trata. ('711) Bajo tales auspicios entró Witiza á reinar.
11as para valerno:1 de una palabra, tan al uso Hijo de un hornbre que habia guerrea,lo y vencido al
hoy dia., que no habrá quien deje de comprenderla, arzobispo de Toledo, tenia burna parte del clero por
diremos que Galicia jamás perdió del todo su autono- enemiga. En vano trató de a.placar los ánimos alzando
mía, mirándola los reyes godos, no por vencida, mas el destierro á lo;. que su padre babia perseguido, sien-
en cierto motlo por aliada. Rabia compartitlo el rey do tal el deseo de coltnar el beneficio, que les restit.uyó
Egica el mando con su hijo Witiz1., el cual estableeió cuantas haciendas, honores y cargos babiau ante-
la córte en Galicia. Aun hoy, no lejos de Tuy, está el riormente poseido. Ni aun aquí se detuvo su benigni-
lugar llamado Pazos de Reyes, dontle la tradicion su- dad, pues mandó quemar los procesos, para que no fue-
pone se alzarou las opulentas habitaciones de Witiza. ran testimonio en adelante de los crímenes de los cul-
Hay que advertir que Pa.:o en gallego, si bien vale pados.
palacio en castellano, úsase harto á menudo para. Así borró \Vitiza tod1. prueba. de la 1naldad de sus
nombrar lo que apenas existe en el centro y mediodía enemigos. l\Ias estos, lejos de perdonar al hijo de Egi-
ue Españ·i, esto es, el O!t,r1,teau, que tal es el nombre ca, pusiéroule en el caso de buscar amigos por do q uie -
que lo3 franceses dan á la morada señorial en el cam- ra; que tal fué, sin dutla, la mayor razon que le n1ovió
po, aunque no conserve de fortaleza ni el mas le- á proteg·er á los pers"guidos jntlío3. Dícese tambien,
ve vestigio. Aun hoy el célebre palacio de las 'fulle- que mandó arrasar l:.is mur1llas u.e muchas ciudaJes.
rías de París conserva el nombre de ckateau, de cuan- 11edida, si vei·dadera, tan imprudente como la de los Re-
do lo era, extramuros de la capital. yes Católicos, cuando fueron arrasando los ca,-ti llos
Como quiera, es muy probable que Witiza eligiese señoriales, vrrJadera pren la ele se6 uridad é influjo de
para moraua una u.e las comarcas m:is hermosas de la la mooarquíaen lo-, campos, por mas queelseñor fue·
tierra. Tristrs eran los tiempos que rsperaban á Wi- ra, harto á menudo, inquieto y revoltoso.
tiza (693). Tuvo su padre que combatir con el arzobis- 1Iuerto Witiza, segun lo mas probable, á manos
po tle Tole lo Sisberto, quien, vencitlo, fué u.e puesto y de Rourigo, eutró este en mal hora á señorear un
excomulgado por el xvr concilio. reino, que á pico habia de pasar á mauos de los ára -
lV[ayor y h trto fundado era el peligro que amena- bes. ~ou muchas veces las guerras c1 viles pruebas pa-
zaba á la corona gótica y á 8spaüa por parte de los teo tes de v1tla y e 1crgía. en un pueblo, pero mas á me-
judíos. Eran estos por extremo numerosos y ricos. Que nudo, y cuando con sobrada frecuencia y faltas do só-
con ellos se hubieran coineti<lo iojusticias, podrá ser liuo fundamento se repiten, no sou sino aterradores
muy cierto; pero si E,;ica llevara adel tute la resolu- anuocios de la muerte de las naciones.
ciou de desarraigar Je rl!os el reino, lejos de ser tan Tales fueron las últimas guerras civiles de los go-
fácil la conquista musulmana, fuera esta impo- dos. Divididos estos por el odio recíproco y envidia del
sible. potler,-los mas bajos y ciegos móviles que llevan á
Barrios populosos y aun ci utlades enteras se halla- la ruina del Estado,-buscarou, cual todo partido bus-
ba.u pobladas de judíos, los cuales no solo abrieron, ca para galir del vencimiento, auxiliares por todas
años adelante, las puertas á los soldados de 'faric, mas partes, aun por los mayores enemigos del nombre del
tomaron las armas cu su ayuda. En re3oluc1ou, si lo pueblo á que perte necian.
que el rey q ueria era cruel, reclamábalo la seguridad Despedazada España por la discordia, no eran úni-
dC'l Estado, al paso que lo que determinó el postrer camente los judíos quienes, masó menos embozada-
concilio Toledano, fué sobremanera impolítico, pues mente, llamaban aq uendc el fatal estrecllo á los sec-
reducirles á tudos á esclavos, no solo era harto mas tarios de Mahoma. Vinieron estos llamados, no solo
duro que expulsarles del reino, sino aumentar la saña por los hijos de Israel, sino-quién pudiera creer-
de un enemigo, temible cual oingun otro, por domés- lo!-por los que blasonaban de llevar en sus venas la no-
tico. ble sangre de los hijos de Gothia y de Suev ia. Solo así
Justificaba el rey en su memorial al concilio la in- se comprende la ruina del Imperio Godo, cuyos hijos,
tencion de echará los judíos, diciendo que se comuni- ya hemos d1choen otro lugar (1), lidiaron entre sí, ori-
caban con los de Africa para alzarse y entregar Es- llas del Guadalete. Entonces, cual acontece siempre,
paña á los moros, cuyo pensamiento babia cundido de tan necia conducta aprovechó á los enemigos del
increíble manera y secretamente por toda la Penínsu- nombre cristiano, no cultos y civilizados á la sazon,
la. La determinacion del coocilio fué echar leña al fue- segun se pretende, sino rudos y por extremo igno-
go, pues los judíos reducidos á esclavos, y privados de rantes.
todos los hijos mayores de sieteaños, mal podianolvidar (713) Dos años despues de la batalla del Guadale-
tan grandes daños; unos, porque nada quisieran perdo- te, ya no queda en España de los godos sino el nom-
nar, estando ya desde luego dispaestos á vender su pa-
tria adoptiva, y otros, ofendidos por tan durísima ley,
como en especial era la última. (f ) Véase nuestrn Crdnica ,le la Coruiia .

PROVI~CIA DE PO:-lTEVEDRA .

bre. Emires do los califas de Damasco, representan á Ko al!í, ror)Pados por todas partes de enemigos,
estos en nuestra Península; q ne no ha de ser la córtc sino al extremo ~orte-Occidental de España, habian
• del godo 'reodimero en Murcia considerada co1no tal dP hallar fuerzas los cristianos, para afrontar á los hi-
por la historia. jos dr Spm.


'


FIN TJF, LA PARTE TF.RCF.RA.

--

-·-

..


P.ARTE CU.ARTA.

EDAD MEDIA .

CAPITULO PRI1vfERO. tan difícil probar la conquista y conversion de Galicia,


como pretenler q oc el árabe jamás holló con su plan-
Pelayo y los mngnntes go,io~.-Ruina y destruccion de nuestro ter- ta el suelo gallego.
ritorio.-Se relirnn los musulmanes.-Reedi 11canse algunas ciuda D. Pelayo, cualquiera que sea su orígen, quedó al
des y pueblos de In costa y lo interior.-Invasiones musulmanas
maritimas y terrestres rechaza lns.-Los normandos. cabo reconociclo por rey de los cristianos de Astúrias
y Galicia. tvlientras los que consideraban del todo per-
El nombre de Pelayo, godo ó celto-romano, resu- dida la causa de la baudera de Cristo, se aveniao con
me los pri1neros tiempos de la resistencia opuesta á los árabes, quedándose á vivir entre ellos, y recibien-
los 01oros. Ja1nás han ocurrido los sucesos, ó por me- do el nombre de mozárabes, habia no pocos señores
jor decir, los da por hecho;; nue;;tra historia tau sin godos, obispos y eclesiásticos de todas clases, q oe, so-
fundamento. Apenas se prueba un suceso, ni aun el ñando acaso con la pronta restauracion de España,
orígen de lo;; personajes de mayor representacion. acudían en torno ele Pelayo y los suyos, con la espe-
Bien puede decirse que los bordones que por largo ranza de vol ver en breve á sus hogares.
tiempo mostraron en ,\rratia; pueblo del seúorío de Triste debió de ser el desengaño de los fugitivos al
Vizcaya; diciendo eran los que babia llevado el infan- ver la pobreza y escasos recursos de los buenos, que en
te D. Pelayo y su compaúero, cuando huyendo de Wi- el extremo boreal de España mantenían á costa de so
tiza foer0n eu romería á Jerusalen, son pruebas tan sangre el penclon de la fé y la patria. .\caso hubo ·
valederas como la mayor parte de las que para aq ue- quien, perdido del todo el ánimo, echó de menos el do-
llos sucesos allega hasta el presente la historia. minio musulman; acaso, quien acudió en so busca. Lo
Por el pronto fué nuestro territorio libre de la in- cierto es, q oc á poco del alzamiento de Pelayo, eran
vasion sarracena, pero se hallaba harto avanzado, y á los cristianos del Norte ajenos del todo los nacidos
por lo tanto expuesto á totlos los daños que trae consi- en tierras del centro y meJiod(a.
go la guerra. Suelo tan hermoso como el de Vigo, No estorbaba el trato entre sarracenos y cristianos
Pontevedra y Tuy, no podia menos de ser codiciado solo el odio ele religion , ni era parte la d1 versi-
por los musulmanes, y por los cristianos defendido. dacl de la sangre para causar el alejamiento que
Cierto que l:i interior de esta comarca es en parte ás- entre el naciente poder cristiano y el rle los moros se
pera, mas no comparable á los enhiestos montes de advierte. Sublevacloslosbereberes,á quien los árabes
Valcárcel y Covadonga, en donde gallegos y asturia- habian dejado por morada las comarcas que partian tér -
nos hicieron frente á las huestes sarracenas. minos con la monarquía cristiana, hubieron de ceder
Ruina superior á todo encarecimiento, muerte y al esfuerzo de sus corre 1igionarios de I A-fe l iodía. E 1
desolacion señorearon por mucho tiempo las plácidas árabe, no contento con dar lo que tenia en inferior es-
y á la sazon ensangrentadas riberas del 11iño, el A via tima al bereber, castigó á este cruelmente, cuando
y el Limia. Nuestros gallegos, antes que rendir la la rebelion ele e¡ oc acabamos de hablar; así el africano,
frento, preferían la ingrata vitla 11<'1 guerrillero, de- diezmado por el hierro, fuélo aun mucho mas por e 1
fensor de la patria, único medio de libertarla de pode- hambre que asoló á España durante cinco años des-
rosos y á primera vista incontrastables enemigos. de '750.
Pretende }i,1. Dozy que toda Galicia fué conquista- ('751) 'fao tremendos daños movieron á gran nú-
da. Ya hemos dicho al tratar de la Coruña, lo q uc so- mero de bereberes á irse ele España á A.frica, lo cual
bre el particular teniamos por mas cierto. No que el hicieron, viéndose obligados los que permanecían, á
espíritu de patria ó religioo nos cegase, sino que es ceder ante los cristianos, y estos, auxiliados de los que
PROVI:SCIA DE PONTEVEDR\. 39

habian mantenido su independencia. por las cumbres á quien, en su juventud, llamaron 0azal-Gacela-por
del Nortr. y apartadas riberas del Oceano, les obliga- su hermosura. Hábil y galanteador diplo,nático, habia
ron á retroceder aun mas al Mediodía ('153), quedando merecido cu Constantinopla el favor de la emperatriz,
grande espacio desierto entre la11 tierras del musul- mostrándose rendido ante su hermosura, logrando des-
1nan y del cristiano. pues lo mismo con la esposa del rey normando por me-
Desde entonces, quedó nuestro territorio libre del dio de dichos oportunos y versos en q □ P. ensalzaba la
dominio, si no para siempre de la. presenciad" los mo- bellrza de la reina.
ros. Fuéronse poco á poco estableciendo los cristianos, !\fas nada pudo estorbar la venida á las costas de
pudieudo decirse que la restauracion de parte de las España de los temibles piratas del Norte, los cuales
ciudades há.cia la costa se debe á Alfonso el Católico, vencieron cuanta resistencia hallaron por las costas de
cuyas ciudades y lugares tan in1ncdiatos á Tuy, por Lusitauia y 1\.ndalucía, en cuya rcgion quedó por lar-
do11<le habían entrado en Galicia los musulmanes, ó go tiempo el recuerdo de la entrada de los politeistas,
habían sido arrasados por estos, ó en parte abandona- ;nadjus-paganos-con cuyos dictados veiau <le ven-
dos por sus habitantes. garse los moros andaluces del daño recibido.
('173) No renunciaron los 1noros tao fácilmente á Notable resistencia hallaron á veces los normandos
la posesiou de nuestro territorio, con que Abdu-r- por las costas de los cristianos españoles, á quien mas
rahman de Córdova envió un ejército á las 6r<l.encs <l.e de una vez fueron poderoso auxilio el borrascoso mar
Nadahar Zcid-ben-Alud au-el-,~shai, el cual fué re- y las tajadas peñas do la orilla. Con todo esto, harto
chazado, cuyo suceso, se recuerda por tradicion en el bu bierou de padecer los habitantes de la costa é islas
territorio pontevedrés. inmediatas, que, cual si no fuera suficiente desventura
A mediados del siglo 1x guerreó tambien por nues- la ruiua ocasionada por los moros, se vieron molesta-
tras costas el emir del 1nar \Valsd-ben-Abdelbamid- dos por los normandos durante cuatro siglos. Parece
ben-J anim , y estando para desernbarcar hácia. el q u,} aq □ ellos saquearon y destruyeron á Tuy por los
desagüe del ~11ño, se desató tan g·ran ten1pestad, que aúos de 1012.
se perdieron muchas naves y con ellas tambien el El fal!loso Wiking, norurgo, Olaf, hijo de Baraldo,

caudillo árabe. Las naves de Pontevedra llegaron á que en adelante reioó en su patria, fué quien capita-
co,npletar la derrota de los moros, cuyo triste suceso neaba á los destructores de Tuy. Pirata desde los 12
causó honda pena á. los cordobeses. Libre el mar, se años, ya había iuva<l.1<lo á Suecia, la isla de OEsel,
extendieron las naves de nuestro territorio por las cos- Finlandia y Dinamarca, cuando llegó á las costas de
tas de Lusitania, sin hallar la menor resistencia. Holanda, viniendo lueg·o á parar á España, 6 mas bien
Mayores daños amenazaban á Galicia de regiones Jakobsl1i,id, corno ya hemos dicho en otro lugar,
harto distintas venidos. Eran los normandos, diestrí- llamaban á Galicia los hijos del Norte. !\fas adelante,
simos marineros y harto mas temibles por la mar que Olaf, canonizado, fué patron de ~orucga, habiéndole
los musulmanes. l\fovitlos aq uellus hijos del Norte del detlicado infiuitas iglesias, así cu el Norte como en las
deseo de mejorar de tierra y clima, pero modificados Islas Británicas, HolauJa y aun cu Rusia y Constan-
ya en cierto modo por el influjo de la. religion cristia- tinopla.
na, se extendian por toda Europa llevando el bordon 'J'odavía por el siglo x11 padecia la costa de nuestro
y la esclavina del romero. territorio invasiones de aquellos ho1nbres del Norte,
En esta form1. visitaban los santuarios de Francia, verdadt:iros Moabitas, cristianos solo en el nombre: mas
Italia y Galicia, llamando sacrílegos á. cuantos po- sobre semej:1ntes correrías no podemos dar pormeno-
nian estorbos á sus viajes. Llevaban, con todo, ar1nas res, por ser muy esca:;as nuestras Crónicas y nJ ha-
• bajo su modestfsimo traje, con las cuales estaban pron- blar tle tales espe<l.11.:1onl's leJaua,s los analistas norman-
tos á combatir, caso de ser nccesa1·io, y aun á robar si dos, por nu tener relaciuu directa con la l.ustoria de
tal les convenia. Otras veces comerciaban con reli- Normaodía, que como dice Benito de Sainte-Maur:
quias de las tierras mas apartadas; q u~ así lograban
Car qii'il firent n.'011 il alerent
aquellas mayor estimaciou. Nada escrupuloso el aven-
,\re savoir o u it s'arresterent
turero normando, poco reparaba en los medios, con .V'ai a dire, kar n"afiert mie
tal de casarse con alguna rica y poderosa castellana, Al estoire de .\'or,nandie (1).
ó bien hallar algun señorío de que hacerse dueño,
para todo lo cual no dejaba de contar con la absol~
ciou al fin de su romería. No de otro modo fué asalta- CAPITULO II.
da y destruida la ciudad de Luui, á la cual tomaron Costas y marina de nuestru territorio.-Pesca.-Constructores de
los ignorantes normandos por Roma. naves, traídos de Arlils, Génova y Piso por D. Di~go Gelmirez.-
(844) Aun eran menos escrupulosos los que á las Bayona y Vigo.-Aumentan la riqueza y prosperidnJ de nuestra
costa.-LibertaJ de la pesca.-Cédu\as reales en favor de la marina.
costas de Galicia acudían. Despues de saquear las
de Frisia, Holanda, Islas Británicas y Francia, lle- La presencia de moros y norm·\nclos por la costa nos
gó la tempestad á España. Ya hemos hablatlo con lleva á tratar de la pesca y demás empleos de nues-
la dotencion debida de la preseociá de los norman- tros marinos.
dos por nuestra costa <l.e Occidente. Era grande la
importancia de aquellos aventureros, y tanta, que Ad- (1) •Pues lo que hicieron, ad.jode fue_ron, ni el saber dón,le pasa-
rlu-r-rh3 1nan II habia enviado por los años de 842 por ron, no hay para qué decirlo, que n1dn 11nport.a parn la h1storuJ. de
embajador al rey normando al poeta Yahya-ibu-Hacan, Normandia.•


40 CRÓNICA GE'.'-ERAL OE ESPAÑA.

Ya hemos hablado de los barcos forrados de pieles, qu por muchos que fueran sus defectos, tuvo taro-
0
,

de los tiempos antiguos, y nos resta añadir que, cual bien excelentes cualidades.
lo prueba la constante tradicioo de Inglaterra é Irlan- Hizo nuestro prelado venir de Arlés, Génova y
da, era, en épocas remotas, frecuente el trato de aq ue- Pisa, diestros constructores y marinos. Dos galeras
llas tierras con España. Cierto q uc las frágiles embar- tripuladas por aguerridos padronesés, vasallos de Gel-
caciones no les estorbaban la. comunicaciou frecuente; m irez, castigaro 11 como se de bia á los pira tas. Mas la
y si aun hay quien lo ponga en duda, fundado en la incuria, plaga mortal de la desventurada Galicia, de-
pequeñez y poca seguridad de los barcos, ad vierta que jó iuhabilttaJas las galeras y sin defensa la costa; y
los normandos navegaban en buques harto prqueños de nuevo el prel ido compostelano hizo venir á Fru-
tambien y tan expuestos á naufragar, que á menudo jon y otros constructores de Génova, volviendo la
perecían sus escuadras por los tempestuosos mares de perdida se~uridad á los c0steños y pescadores.
Galicia y A.stúrias, de modo que los sencillos y piado- Desde <'ste tiempo empezaron á florecer la pesca y
sos naturales no podian menos de atribuirá visible el comercio de Galicia, siendo al presente los enemi-
milagro la desaparicion de una escuadra entera á vista migos quien se veian perseguidos aun en sus pro-
de la costa. pios puertos. Consta en la Historia compostelana, el
Vándalos y suevos, venidos por tierra, no eran arancel en que ;ie fijó, con aprobacion del rey y el ar-
muy dados á la marina, ó por lo menos niogun docu- zobispo, los precios á q ne se debian vender los pesca-
mento afirma lo contrario, respecto de los últimos. dos, y se nombran las pe,1cadas ó roer! u zas, frescas y
Mas bien acredita nuestra opi nion lo poco que de saladas, sardinas, besugos, mugiles, pulpos, cóngrios
aquel tiempo sabemos; que harta ignorancia de las de mayor tamaño, lampreas, ostras, langostas, etc., lo
cosas del mar significa lo que nos refiere !dacio de cual hace creer que ya se usaban las diferentes redes
haberse cogido en el Miño y en el Municipio Lais ahora conocidas.
(460), varios peces de tao extraordinarias circunstan- No conteo to con la creciente prosperidad, cons-
cias, que se tuvieron por milagrosas, siendo probable truyó Gelmirez nuevas galeras, valiéndose se-
que los maravillosos pescados con pintas en el cuerpo, g un parece, de genoveses, y tripulándolas tambie n
tenidas por aquellos hombres rudos como caractéres con hijos del Padron, las envió hasta Sevilla, de don-
griegos, hebreos y latinos, fueran meramente salmo- de vol vieron cargadas de despojos. Desde esta époc a
nes ó truchas bicalcs. hubo siempre cmb·trcacioucs de guerra y de gran
Tambien nos dica el Crouicou de A.lbelda que las porte, fabricadas en G tlicia, que hasta entonces los
ostras de Riaujo eran por extre1no delicadas y sabro- gallegos, parece no las sabiau construir de aquel ta-
sas. En cuanto al corto espacio de tiempo que los mo- maño.
ros estuvieron en nuestro territorio, poco se sabe. (1190) Algunos años despues, Alfonso IX echó los
Años dcspues, y cuando aun eran de temer sus iucur- cimientos de Bayona en sitio mas á proposito para el
siones marítimas, no menos que las terrestres, los na- comercio que el asiento de la antigua Eriza na ó Heri-
turales no se alejaban de las bocas de sus herrnosísi- zana, honrando á los pobladores y dándoles fueros,
mas rias, en donde hallaban suficiente pesca con q ne siendo de los mas ventajosos, el que nadie pudiera salar
socorrerse. pescado, no siendo vecino de la villa, y que el que lo
Ya por el siglo xu era importante la pesca en el contrario hiciere, h·t bria de perder cuanto tuviera.
Miño, la cual concedieron al obispo de Tuy, desde el De antes que la de Bayona venia la poblacion de
lugar de Saciano hasta el mar (1 125), doña Teresa de puerto de Vigo, en donde no hay duda babia buques
Portugal y su hijo D. Alonso; gracia que confirmó Al- y marineros, pues á fin de marzo de 1169, D. Alfonso!
fonso el emperador en 1142. de Portugal dió á D. J uau obispo de Tuy cinco barcos •
Tambien era de cuenta la pesca del Ulla, pues ha- que tenia en Vigo con la correspondiente tripula-
biendo Cresconio, ob'.spo de Santiago, quitado á los c1on.
canónigos de Iria las posesiones y salinas q ae en el Solo podemos mencionar aquí de pasada la cons -
Valle de Saloés les babia dado el anterior obispo Si- trucciou del puerto de Santa Cristina de Noya, así
seoando, para la manutenciou de los soldados que ve- como en lo que al presente se llama Ri vadeo, é infi-
laban en defensa de la comarca contra los moros, en nitas hijuelas, verdaderas colonias de los lugares de
satisfaccion les cedió la décima parte de cuanto se tierra adentro, de donde al cabo se atrevían á venir
pescase desde el puerto de Baudio en Carcasia, hasta pobladores, contando con la seguridad y riqueza que
las Torres de Este, espacio como de tres leguas. Taro- la costa les ofrecia.
bien podríamos hablar de las otras rias de Gali- De dia en dia aumentaba la prosperidad de nuestra
cia, si no fuera alejarnos con exceso de nuestro terri- costa, y á la par que por la Coruña y Lugo era en el
torio. siglo XII por la ria de Vigo la pesca de merluza de
Mas to,lo comercio ó industria marítima hallaba á las mas productivas, y la de sardinas por la de Ponte-
cada momento el camino cerrado por las naves árabes vedra, rival en esto de la de Noya.
ó normandas, que subian las rias arriba, basta lo in- Por entonces comienza la época de mayor ventura
terior de la comarca. y prosperidad debidas, á no dudarlo, á los fu o da-
Llegó á tal punto el estado de inquietud, que los me u tos puestos por Gelmirez. En 1238 mandó Fer-
habitantes de la costa la desamparaban, retirándose á nando III el Santo, que solo se pudiese sacar el sain
lo interior, desde el mes de abril hasta noviembre. ó grasa de sardina de la cabeza é intestinos, y esto
A. tan tremendo mal ocurrió Diego Gelmirez, hombre solo se concedió á los vasallos del arzobispo de San-
PROVINCIA DE PONTEVEDRA. 41

tiag·o, notable prueba <le cuanto interesaba al gobier- Así h·1bl'l de Pontev,•,lra, y en proporcion de las
no la pesca ele la costa de Galicii1. Así hallaron demás costas de (}a licia. Tal era Pontevedra, y tal lle-
siempre en ella marino,; .v barcos escelentes; así gó á ser, merer.ien•lo, no sin ra;,;on, que la ll·11nara e
pudo der.ir el andaluz 11olina, á quien tanto debl' mayor pueblí) de Galicia, pueil to,lavía, habiendo he-
Galicia, al d"scribir á esta, antes de llegar la ruina de cho D. Gerónimo d •l Hoyo, p)r el Sr. D. ~fa~imiliano
nuestra marina, en tiempos de la 1nonarquía austriaca: de Austria, nna Yisita del arz ,hispado. desde 1604 á
1607, dió aquel á P,,nteve Ira l,7L! vc:cino3, mientras
<<Pasado ti1arin, allá en otra ria, solo conceJia :i Santiago 1,845.
Está Pontevedra, gran contr 1tacion, Todo fué ámenos con la decad<'ncia de nuestras
Y aun de vecinos de mas poblacion pesquerías, viniendo á completar el daño la rebelion
Que en todo este reino hallarse ')Odria. de Portugal, en cuya época fué Pontevedra cuartel ge-
Aquí se cong-rega la gran cofradía, neral dfl las tropas reunidas por aquella parte de la
Que carga navíos que pasan de ciento, frontera.
De tantos pescado.:; y mantenimient'>, Ante~ de llegar á tan miserable e~t'ldo, grande faé
Que hinche otros reinos y á la Andalucía.1> por mucho tiempo la prosperidad de la costa y rias de

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Vista del Lazareto de Vigo, tomado destle el Cauo de las Bestias.

Pontevedra, Vigo y Tuy. Librt'S nuestros bueuos ma- embarcó, yendo acompañado de 22 embarcaciones y
r ineros para pescar y vender donde mejor les parecie- una galera.
se, no hab,an aun prevalecido por Castilla los bárba- La pest,, , que por entonces asoló á Europa, llegó
ros errores económic.os, causa de o uestra ruina. hai:;ta las n1árgenes del A.tlántico, y dícP.sc, no quedó
A.cá nacieron los buenos aliniraotcs Diego Gomez la tercera parte de los habitantes, pagando largo tri-
Charino de Pontevedra, Alonso ~1ontemolin, señor prin- buto los hijos de nurstra costa, del cual quedaron ves-
cipal de las cercauías de Noya. Acá eran de tal in1por- tig10s por mucho tiempo en la quintana ó cementerio
tancia las fuerzas navales (1350), que el rey de lo"' de la ,illa de Noya, en cuyos sepulcros se hallaban á
glaterra, Eduardo III, acudió al Parlamento, piJiéndo- cada paso esculpidos los instrumentos dr lartc de nave-
le ayuda, y diciendo que tratábamos los españoles de gar. 'l'antos males, si por un momentodetuvicron, no pu-
alzarnos con el señorío del mar. dieron estorbar del todo la prosperidad de nuestra costa.
Habiendo perdido Pedro rl Cruel la mayor parte de ~landó lul'go el rey D. Enrique III (13D5) que to-
sus naves en la costa de Valencia, n1and6 construir dos los mercaderes genoveses, placentinos, catalanes,
ot ras nuevas en las A tarazanas de Sevilla y embargar ingleses y fraocese:; que fuesen á cargar en Sevilla ú
las q ul:' hubiese en Vizcaya, Astúrias y 0alicia. Fue- otra ciudad del reino, prefirieran los b:1rcos españoles
ron nncstr,)S gallegos al tifediterráneo, y de ello hi- á los extranjeros. Se1ucjante órdeo, que d16 por aquel
cieron por vengarse los aragoneses, en vi aedo l O gale- tiempo notable fomento á nuestra n1arioa, la expidió
ras al rey de Po1·tugal para ofender en lo posiblr á Ga- el rey en Sevilla, oida;; las quejas dr los vecinos de aq u e-
licia y á los habitant's de la costa de Castilla. Años lla ciudad, quien sedoliande que para nada les
adelante, vencido D. Pedro, huyó á Galicia donde tuvo sirviera emp'.earse en construir bajeles, si no se valictn
a1nigos fieles hasta despu?s de la muerte; al cabo se los mer caderes de ellos.
PONTl!VEORA . 6


, ~
CRONICA GENERAL DE ESPANA.

No fué menos notable la cédula ele D. .T uan II, mandos y árabes en lo exterior, no monos que de re-
dada en Valla,loli 1(1408), por la cual eximia <leldero- beldes domésticos, sucedió su hijo Ordeño, mas ven-
cho del diezmo á todos los pescatlores de la costa, que turoso aun y uo tan cruel. Ordeño puso siernpre gran-
se lle,asen á lo interior del reino. de empeño en poblar ciudades y volver al pasado es-
~fas nada sobraba para afrontar los daños que harto plendor la parte de F:spaña sujeta á su cetro; así ade-
á menudo sobrevonian. No fueron esca,,os los 'l uc trajo más do Leon, Astorga y A.maya-.A1nagia Patricia,
la guerra mantenida por Enrique IIl contra los ingle- segun el Crouicon del rey D. Alfonso-pobló á Tuy.
ses, y de que ya hemos hecho 111encion en las anterio- ~las aun hollaban plantas musulmanas el suelo de
res Crónicas de Galicia. Gal!cia, y Ortloño, al paso que rechazaba á los norman-
Llegan1os al cabo á la época mas gloriosa de dos, tomaba á los infieles antiguas é importantísimas
nuestra marina, que coincide con el descubrimiento ciudades, como Cória y Salamanca, siendo notable la
del Xul'VO :\lundo, y corno ya se trata de tiempos muy recouq uista do Orense, que habían perdido y vuelto á
posteriores, habremos ele poner punto á la ligera rese- cobrar por los moros.
ña marítima que acabamos de extender. (866.) No halló fácil obediencia el hijo de Ordoño,
_.\.trevidos marinos, ja,nás sup~rados en valentía, Alfonso III el ,1fa;no, por Galicia, cuya nobleza,
fueron nuestros gallegos, allá en los primeros tiempos enemiga del sosiego, desde aquellos tiom pos,-fa vorecia
<le la historia. Siglos atlelan te, ero picada esta mera.meo te á Fruela, conde gobernador-á la sazon do aquel rei-
en nombrar al Emperador, poco ó nada nos dice de no. Vencedor el conde g·allego con tau poderosos auxi-
nuestro territorio. A.l cabo, en la Edad-1Ietlia ydespues liaros, y abandonado de sus parciales Alfonso, vióse
de aquellos negros dias en que nuestros costeños, hu- obligado á huir, mas una conjuracion puso término á
yendo ele árabes y norrnandos, se acogia.n i las breñas los dias del usurpador, y Alfonso fué de nuevo procla-
ele lo interior apenas llegaba el buen tiempo, la ma- mado por rey de Oviedo.
rina de Galicia vivificada por Diego Gelmirez, llegó á Era Alfonso incansable g·uerrero, y así, despues de
ser h•>nra y gloria ele España, que tal galardon cor- lidiar con varia fortuna con los vascones, J ajustar con
responde en .;ran parte á la tierra de Pontevedra, pa- ellos ia paz, tlejá.odoles los fueros y vida propia que
tria de los ilustres Chariuos, Nodales y 1Iendez ellos queriau, emprendió una guerra contra los mu-
Nuñez. sulmanes, que duró tres años.
Libre ya totla Galicia de las armas de los emires
ele Cót·doba, no era por el Occidente de España
CAPITULO III. el iI1ño, sino el Duero la frontera, no siempre fija,
entre lo;; dos pueblos enemigos. Alfonso se extendió
Rep"bbcion le ciu lnles.-P11ebla Ramira I ú Lamego, Viseo, Ama•
ya y Tuy.-Gtlicia libre ,le musuhnaUl}3.-.\yudnn lo, señores de
por el territorio muilulman, llegando hasta Coria, ciu-
Galie,a al c.:>ode O. !•'ruda contr'1 Alfou,o el .lia.7110.-Venc,i esle dad que ya ha bia esta lo en poder de cristianos; mas
y guerrea con los mu,iulm:tn~s.-Enlrnn l,1; ñrabes por G.tlicia.- la correría del rey atrajo las armas de CórLloba hácia
Reconquista de Portugal coo el auxilio ,le Galicin.-Treguas.
nuestro territorio.
Temian los cristianos á la caballería cordobesa,
Tomando de nuevo el Jlilo de la uarracion históri- por lo buena y numerosa; mas si esta era de grande
ca, bueno es hacer una atlvertoocia antes de continuar. utilidad por las tierras llanas, solo servia de estorbo
Nada mas frecuente quti oir al hablar, por ejemplo, por las agrestes montañas del Norte, y así los musulma-
ele la roconqu1sta, de las ciudades que se iban repo- nes q uedarou vencidos.
blando. Ya por los tiempos de Alfonso III, vencedor casi
Cierto que muchas quedaron clestruielas y abanelo- siempre ele los moros, no se habla de combates en
nadas, así como lo fueron cuando la entrada de los nuestro territorio, pues vemos al rey señoreará Lame-
romanos, y sig·los dcspues cuantlo los bárbaros; mas go, Viseo y Ooimbra. No cedian fácilmente los musul-
no se ha de entender siempre tan al pié ele la letra lo de manes; pero los cristianos, cuando obligados por oi nú-
poblar, lo cual no quiere decir fundar pueblo, así como mero de sus contrarios, teniau que combatir cu terri-
pobla,lorcs no eran solo aquellos que acudian á edifi- torio propio, lo hacian con tau generoso esfuerzo, que
' car casas en lugares deshabitados ó cainpos desiertos. lograban la victoria, cuyo suceso dí versas veces repe-
Cuando vemos que un rey pobló tal ciudad, mas bien tielo, movió al emir ele Córdoba á ajustar lapa~ con
significa que constituyó legalmente una poblacion Alfonso.
que ya existía, dándola fuero ó carta-puebla, esto es, De esa manera quedó asegurada la independencia
ley escrita ó c6 ligo para la administracion y gobier-- de nuestro territorio, sciiala<las las fronteras al 1-fodio-
no del vecindario. día y Sudoeste del Duero, y reconocida la autoridad
A.sí debe entenderse la repoblacion de la mayor ele Alfonso por una tercera parte del territorio de Es-
parte de las ciudatles ribereñas del ~Iiño, que por al- paña. No es maravilla que entonces y mucho despues
gunos años señorearon los moros. llamáran á nuestros reyes, reyes de Ga.licia, cuando
Los peligros á que durante largo tiempo, se vió esta era la region mas importante do la monarq ufa.
expuesto nuestro territorio por la;; costas, nos han he- Causa dolor el tener que referir que un tau grao
cho, digámoslo, apartar la vista de los sucesos acaeci- rey como Alfonso III se viese oblig·ado á abdicar ante
dos en lo interior. la re bel ion victoriosa de su hijo G:Lt·cía, quien se llamó
Dios iba al cabo premiando el esfuerzo y constan- rey de Leou (9i0).
cia de nuestros padres. A Ramiro I vencedor de nor- (914) Su hermano y ::;ucesor Ordoño II estendió laa

PROVl::'\CIA DE PO).TEYEDRA.
4.3

armas por to la la antigua Lusitania, rotas ó acaba- el Duero. Era la guf'rr:1 por ari uello!, tif'111po:1, desde el
das las treguas con los cordobeses, siguiéronse largas comienzo ha!;ta el fin, Sl'i1al de muerte y de;;olacion
y sangrientas guerras de dud!>so éxito, cuando no del para la desventurada Espr1ña.
todo favorables á los mulsumanes. Señalaban el paso de los ejércitos, campos yera10s,
Años adelante, el deseo de vengarse de las inva- ciudades abandona.das ó poco menos. De esa manera,
• siones de Ramiro II, trajo á los árabes (segun refieren y aunque la mayor parte de las ciudades no esto. vie;;('n
sus historiadores) hasta las tierras de Galicia, en don- del todo exhaustas de habitantes, veía.n;;e n u ,stros
de cautivaron gran número de habitantes, siendo reyes obligados á poblarlas, esto es, á constituirlas de
grandes las presas y riquezas de todo géuero de que nuevo legalmente, <l.ándolas fueros y cartas-pueblas
despojaron á loa cristianos. Sin duda fué nuestro terri- para el gobierno y arlmioistracion del antiguo y nue-
torio el que mas padeció; pero Ramiro, atento á la de- vo vecindario. E,-to se hacia por los territorios ya ca~i
fensa de sos vasallos, acudió á estorbar la vuelta de seguros, no solo de Galicia, mas de buena parte
los musulmanes, cuando se retiraban, como ya hemos de las regiones abiertas <l.e Portugal, Leon y Cae-
dicho, cargados de despojos. Agu~rdóles al paso del tilla.
Duero, en las cercanías de Osma, y auuq ue la batalla (950) A la n1uerte de Ramiro II, sucedi61e su hijo
que ambos ejércitos riñeron no fuera tau decisiva como mayor OrJoiio III, á quien citam:>s, no por seguí,. fiel
cada cual deseara, la retirada de los cordobeses de- y exactamente el órdcn cronológico, puPS algunas ve-
muest1·a que estos se hallaban muy lejos de tenerse ces pasare,nos cu silencio los nombres ele algunos mo-
por victoriosos. narcas, sino porqne eu :-u iem po acai::cieron en nues-
Las treguas que á tan tremendo esfuerzo sucedie- tro territorio sucesos dignos de mencion.
ron, duraron tres años; des pues de los cuales se encen- ~o subió al trono Ordoüo III sin hallar grave resi~-
dió nueva y cruelísima guerra, en la cual no pudo me- teucia, aun en !-u prupia familia. Su hf'rmauo qneria
nos de tomar señalada parte nuestro territorio. ser el rey, y aliándose con el conJe de Ca;;tilla, Fer-
Tenia el khalifa de Córdoba, Abdu-r- rahman, un nao Gonzalez, fueron ambos al frf'ntc de sendos ejérci-
wasir ó consejero, llamado Mohamrned, á q uicn man- tos contra Leon. !\fas hallaron á Ordoño apercibido, y
dó matar. Cerca estaba el -vengador del difunto. hubieron de ceder en su empeüo.
Umeyyah-Ibn-Isak-Abu-Yahya, hermano de este, era La rebelion de Sancho no halló amigos eolo por
á la sazon alcaide de Sautarcm; y ansioso de -vengarse, Castilla: alzáronse tambien muchos gallego;; en su
prestó obediencia á Ramiro, poniéndose á sus órdenes favor; y el peligro fué tal, que Ordoño tu,o que reunir
con gran número de ginetes del Gharb, y entregán- numeroso ejército, y á su frente eoca1ninarsc á Gali-
dole al propio tiempo los castillos que tenia en su cia. La rebelion que tao brevemente había cundido,
poder. en breve cedió tambien, quedando al cabo Ordoño pa-
Contando con semejante amigo, llegó Ramiro has- cífico poseedor dei trono de su padre.
ta Badajoz y 1férida, y volviendo por tierra de Portu- Por aquel ticn1 po, solían los reyes comenzar las
g·al, se encaminó desde las cercanías de Lisboa á Ga- guerras contra los rnusulmane~ por la parte de Por-
licLa, adonde llegó cargado <le botiu y escasamente tugal; de esa manera, e-, fácil comprender fuese
inquietado por los moros. Grande y sobremanera te- nuestro territorio de losque mas contribuían á las be-
m1 ble era toda vía el p-,derío de los khalifas de Córdoba licosas empresas con ho111bres y to lo género <l.e re-
para que Pstos uo acudieran al punto á vengar la cursos.
a freo ta recibida. Tt>niendo en cuenta la forma de los ejércitos <l.e la
Reunidos mas de cien mil hombres en Salamanca Edad media; sabiendo que los señores estaban obliga-
y puesto al frente el mismo Abdu-r-rabman, cruzó las dos á acudir con sus vasa!los y las ciudades con sus
fronteras cristianas. Galicia, Astúrias, Leon y Castilla vecinos para combatir al infiel, bien puede asegurarse
acudieron con todas sus fuerzas á Ramiro, mientras que los ejércitos q ae ayudaron á nuestros re3 es á la
de igual manera llegaron García, rey de Navarra y reconquista de Pol'tugal, se componían, cuando no to-
Abu-Yahya con un cuerpo de ginctes. dos, en gran parte ,le gallegos.
De tan gran les preparativos, así como de la tre- Se;uido, pues, Ordoño de gallegos de aq ueode y
menda batalla de Simancas, poco tiempo despues allende el Duero que así se llamaron siempre, y lo
acaecida, no fué grande, al perecer, el resultado; per1' fueron hasta la n1alhadada separacion de Portugal,
los esfuerzos de nuest1·os gallegos y de los demás cris- tomó á Lis boa, saq ucá ndola, y retirándose á Leon, á
tianos lograron al menos la notable ventaja de detener donde se llevó multitud de esclavos y riquísimos des-
el empuje sarraceno. Y si bien parece que A.blu-r-rah- pojos. De esta incursion se vengaron los musulmanes
man tomó al cabo, despues de lar6o y reñido cerco, á haciendo lo misrno por Castilla, segun cuentan sus his-
Z,1mora, poco duró esta en ajenas manos, pues RaLui- toriadores.
ro la recobró en breve, haciendo en ella cautivo al pro- Las discordias sobrevenidas á la muerte de Ordoño
pio alcaide de Santarem, Abu-Yahya, de carácter tor- trajeron un ejército musulman al propio recinto de
11ad1zo, amigo al principio de los cristianos, unido ~ho- Oviedo, en viario por el famoso khahfa A.bdu-r-rahman,
ra con los suyos y verdadero y principal causante para deponer á Sancho I, hijo de su enemigo Orclo-
de esta g·uerra. ño III. Desde e,ta época (961), hasta el st>gundo año del
(939) De nuevo los siempre leales solares de Gali- kbalifado de Al-hakern, hijo y sucesor de Abdu-r-rah~
cia, Astúrias, Cantabria y Vasconia dieron soldados al man, duró la paz entre cristianos y moros, habi~ndose
animoso Ramiro II para afirmar su dominacion alleude visto al cabo Ordoño el llfalo, usurpador, y onc011go de


44
.
CRONICA GENERAL DE ESPANA. -
Sancho, obligarlo á ampararse para siempre dr los , de Hixam á ser hajib ó pri,uer ministro y tenido ade-
mnsuln)anPs, entre> quic>ne,- pasó to1la la v1<la. más por tutor del khalífa-y fuélo en ver,lad hasta la
I~ntre tanto, y 1nit>ntras cristianos y musulmanes 1n uerte.
guerreaban por los campos de Castilla, aun sin anuen- Su estrecha un ion con la madre y la incurable de-
cia dol rey de Leon, los inquieto;¡ señt>res de Galicia bilidad del hijo, dábanle, si no el nombre, el verdade-
se alzaron unidos con el obispo de Compostela. ''ino ro poder de khalífa. Si en los poderosos hallaba de tal
contra ellos Sancho I, y entonces, Sf' dice, el conde manera amigos, no los halló menos en el pueblo, mos-
Gonzalo Sanchez dió un veneno al rey de Leon (967). trando su intencioo de romper treguas con los cristia-
En tiempos de Ramiro III, hijo de Sancho, y sien- no~, á quien juró someter al dominio musolman.
no regente su madre ,loña Rl vira, desembarcaron pi- Puestos en órclen, y sosegados los asuntos de Afri-
ratas normanclos rn Galícia, sobre cuyo suceso pueden ca, mandó que los wal(es y alcaides de las fronteras
bailarse ma;; pormenores en nuestra Cr611ica de la orientales, entráran dos veces al año con sns tropas
Coruiírz, los cuales no repetimos aquf, por evitar en lo á talar las tierras de los cristianos¡ n1ientrasél, 1novién-
posible touo génnro de repeticiones. dose hácia Galicia, llegó contra ella, al frente de los
8iPndo menores, el rey de Leon, Ramiro, é Hixam, soldados ele! Gharb, y sPgnn ya hemos dicho, devastó
khalifa rle Córrloba, hubo tregua entre musulmanes á mansalva campos y aldeas.
y cristianos. ~las Sohba, marlre y tutora del 1,halifa, Así comenzó á afir1nar su autoríilatl el hajib, sin
había puesto el gobierno en manos del hajib A.1-man- retroceder, ni aun ante el cr(men, sí de ap1rtar <'stor- '
~or, quien llegó en rápida y no rsperada algara ó in- bos se traiaba. Acúsale el historia ior Al-makkari de
cursion hasta Galicia. 1':1n repentina entrada bailó haber mauda,lo m1tar á ,\1-mughoy-rab, hrrrnano de
rlrsa¡ ercibidos ·í !ns uuPstros, con que Al-maosor <lió ,\1-hakem, y de haber desunido á los próceres musul-
l·i vuelta á su tierra sin rl menor peligro ni tropiezo. manes, h:ista el punto de llevarles á tomar las armas
Acaso uo acrrtaban :iun á darse cuenta los tristes y destruirse mútuamente. A. tal punto tPnia usurpado
habitantes de nurstro territorio ele la nrgra nube que el p,,der, que los ,vasires no podían ver ó saludar al
por larg-os años babia de caer sin tregua ni consuelo khalífa sino en determina los dias, y eso sin hablarlo.
Robre la monarquía c1·istiana. Eran suyos los soldados, merced á la mas g·,•nProsa
largueza, y los sábios por los empleos : en cuanto á.
CAPITULO IV. las sediciones, demás estaban ante la fuerza del hajib.
Su prontitud y crueldad para deshacerse de los
.-\.1-mansor.-Su carácter. esfuerzo y poderío.-Discordia de los cris- enemigos, llegó al ponto de acabar con ellos á cente-
tianos.-Eo tradas ,le Al-mansor por nuestro terrritorio.-Puebln nares: á qníen no lograba reducir, mataba. Casado,
coa musulmanes la parte de Portugnl que bnbia queda lo desierta.-
:Muerte de Al-mnosor. en fin, con la hija de Ghalib, célebre general del di-
funto Al-hakem, y dueño por la lisonja ó la fuerza del
'Xo es n urstro áoimoc,l referir todas las hazañas del poder, prefería los bereberes á los árabrs, á quien fué
siempre venceJor hajíb 6 primer ministro, á quien taro- reemplazando con los primeros, sujetos del todo á su vo-
bien se encargaban de abrir las puertas las discordias 1untad y fieles á aquella nueva manera de soberanía.
de los cristianos. Con toclo, imposible fuera no mencio- Atento á lo porvenir, como á lo presente, levantó
naren la ocasion presente á uno de los hombres mas un castillo y le llamó Az-zahirah, donde guardaba ar-
eminentes que registran los anales del mundo, y mas y tesoros. Dueño, en fin, del poder, tomó el nom-
de q uicn un español dijo, con harta razon, sig·los des - bre de Hajíb-Al-mansor ,-el-Victorioso.
pues (1 ). Tal era el hombre, á quien, amigos y enemigos no
podrían menos de llamar Grande, siquiera sea imposi-
No exístr ya; pero dejó en el 0rbe ble declararle sin tacha. Razon tuvieron nuestros pa-
Tanta memoria de sus altos hechos, dres para aborrecer al que de nuevo quería robarles la
Que podrás adro i rado conocerle, libertad; mas en medio del terror que el gran Cordo-
Cu:il sí le vi2ras hoy presento y vivo. bés inspiraba, se ve ya el verdadero síntoma de la fu-
Tal fué, que nunca en sucesion eterna tura decadencia de los musulmanes españoles. Al-roao-
Darán los siglos adalid segundo, sor no quería servirse, en lo posible, sino dr bereberes
Que así, venciendo en lides, el temí<lo ó cristianos, los cuales formaban su ejército cu dos
Imperio de Ismael acrezca y guarde. mitades acaso iguales.
A.1-mansor teniaásuscorreligionarios nacidos en Es-
11ohammecl-Abi-Amir-Al-maaferi, harto conoci- paña por poco firmes en el partido que abrazaban, por
do en nuestra hi;;toria con el nombre de Almanzor, era, inquietos y amigos de revueltas y mudanzas. El árabe
cual ya lo hemos indicado mas arriba, secretario de español, valiente y amigo do las artes y las letras, iba
$ohba marlre del khalifa Hixam, niño á la sazon de ya perdiendo aq nella firmeza colectí va, aq u<"lla cons-
diez años y niño tam bien clespues toda su vida. Hom- tancia para las determinaciones, sin las cuales no es
bre !lfohammed de afable trato, gentil donaire y discre- posible vivan constituidos los pueblos Rn res dncioo,
cion, ya de ante ruano babia merecido el aprecio del di- el musulman rspailol tenia mas cualtdades brillantes
funto khalifa Al-hakem, llegando durante la minoría que sólidas; y sí individualmente uo era fáci l h dlar
hombres mas esforzados y generosos, Al-mansor com-
{l) D. Leanclro Fernaot.lez ?tloratin, Poo,ias. ,Para el sepulcro de prendió desdeluego que el soldado y el ciudadano no
Almnozor.• serán dignos de llamarse tales, mie.ntras no sepan ob0-
PllOVlNCIA DR P.i':\TEVEDRA. 45

decer á. la ley, cumplirla y hacerla cumplir, si nece- de su contrario Bermuclo . .\sí htilaban malos cristia-
sario fuese. Por eso prefería Al-mansor á cristianos y nos su afrenta, crl'yeodo ir en busca de la venganza.
bereberes, en quieu hallaba, no mas valentía que De esa manera l legó Al-mansor hasta Leon eu la pri-
en los cordobeses, sino mas constancia y seguridad. ma vera de 98 L DJloroso Q3 decir que con ayuda do
Cierto, que, para mal <le España, la experieucia acre- condes cristianos ganó el musulman á Leon por asalto,
ditó cuán acertadamente pensaba Al-mansor. Aquellos y despues á Astor ;a, sin hallar roa\! resistencia q oc en
1
soldarlos, sin mas patria que el nombre de su jefe, re- los castillos de Luna, Al va y Gordon. ·
dujeron á la 1nonarq ufa cristiana al último extremo, y (982) Al cabo logró BPrrnuuo II la que, segun el
nuestro territorio fué repetidas veces hollado por los insigne historia1lor Hcrculano, bien 1nerccia llamarse
ejercitas de Córdoba. cor0na de rspinas. Por do quiera llevaba las armas
La historia de Al-mansor no se escribe en un capí- Al-10:1.nsor, con razon apelliLlado el I,u,ict o.
tulo; un abultado volúmen fuera poco: ventura es para (987) Galicia, cuyas fronteras debían de extendrrsc
nuestras escasas fuerza~ no tener que ocuparse en él, hasta el ~Ion<le,;o, fué pres:i. del hajib, quien seüoreó
sino de pasada, y solamente en cuanto es necesario parte de tan extenso territorio. Habiendo qncdatlo c:1.s1
para dar á conocor al gran guerrero, azote del nom- todo lo que hoy corresponde á. Portugal sin habitantes,
bre cristiano, cuyas armas fueron señoras de Santia- durante siete aúos, lo repobló A.1-mansor con los suyos.
go de Compostela, cuyo ca balto entró hasta el pretal Así iba estrechándose y quedando rcuucido á lo-, an-
do la silla en las a.g·nas de Sao Cosme de ~Iayaoca. tiguos lünitcs la monarq oía cristiana.
Discordes los cristianos, y aun en guerra civil, no 111entras tanto, Gonzalo llfenendez, alentado con
Pra Al-man:-;or hombre que dejara de aprovechar tan el ejemplo uel propio Bl!rmudo, alzábase contra este
excelente oc:isiun pa.ra vencerles. Apenas lleg·ado á en nuestra Galicia, y el musulrnan entraba por C:i.s-
1nozo Ra1niro III, etnpez6 á mostrarse de carácter tluro tilla Ye11cienuo al conde García Fernandez y al rey <le
y descontentadizo, lo cual le enajenó la voluntad de Navarra, no sin hacer lo mismo despucs con las trop:1s
sus vasallos, con especial en Galicia. Con esto Ber- del rey de Leon (995).
muda, nieto de Fruela II, á quien ayudaban los condes Bermudo II, asetliado por todo género de desven-
gallegos, y aun los de Leon y Castilla, fué aclama.Jo turas, acosado por enemigos extraños y domé.'iticos y
rey en Compostela. aun por la enfermeu.acl, causa de que la historia le co-
Acudió Ramiro con los suyos, y habiéndole salido nozca por el t101nbre de Gotoso, pidió treguas al khalifa
al encuentro Bermuda, hallárouse cerca de ?!Ion terroso. de Córdoba. Titubeó el verdadero khalifa, A.1-mansur,
Cruel y sangrienta fué la batalla, pero indecisa; con pero al cabo comenzó la guerra con 1nas furia que
lo que se retiraron Bermuda á Compostela y Ramiro á nunca.
Leou. De nuevo se mostraron irresistibles los musul1na11 es
Seguia Al-mansor adelante en su empeño, menu- por nuestro territorio y aun por too.a Galicia. La Ga-
deando las entratlas por tierras de cristianos, y, con- .;;úa, ó expedicion sagrada, se encaminó á dominar por
tando acaso con la alianza de Bermuda, dejó de aco- mar y tierra tolla la parte Occidental de la 1nooarq oía
meter á Galicia, y se extendió por las riberas del Ezla. cristiana.
Así el cristiano Bermuda, 1nov1do de aquel rabioso es- Por Extremadura, á. la sazon mucho mas al ~ortP
píritu de venganza que en las discordias civiles suele 'l ue la presente, por tierra de Salamanca y de Be ira
alentar á los hombres á trueco de la honra, abr1a de Alta, furrou uniénu.ose á los musulmanes los condes
nuevo las puertas ele la monarquía española á las hues- cristianos, sus aliauos. Reunió A.1-mansor en Oporto

tes musulmanas. (Bortkal, Portucale) el ejército que traía por tierra,
Ramiro, como bueno, lejos de arredrarse ante el po- con las fuerzas en viadas r-or mar, y atra vesantlo lo que
der de Al-mansor, cayó de repente sobre él, á tiempo es hoy provincia. dr entre Duero y 1Iiño, donde Jª
que los 1noros reposaban. Sorprendida.s estos por el empezó á hallar resistencia, fné venciendo cuanta le
inesperado ataque, llegaron á verseen el mayor aprie- oponian los naturales y el suelo, hasta llegará Santia-
to, casi vencidos y pensando mas bien eu huir que en go de Compostela (99'7).
defenderse. Halló la ciudad desampararla de sus habitan-
Pero teni,1n á Al-maosor por jefe, y este, alentá~- tes, y en la santa c,ttedral, que lla1naban los de Cór-
doles con su ejemplo, veuc1ó tle nuevo á los que ya~ doba, la Ka.aba de los Nazarenos, respetó el sepulcro
consideraban vence<lor.:-s. Completa fué la derrota Lle del Apóstol. Siguió adelante, hasta la Coruña, donde,
los nuestros, pues el hajib les fné persig·niendu has- segun ,\l-1nakkari,jamás habian llegado los musuio1a-
ta Leon, la cual acaso hab1·ia ca1clo en sus manos, á no nes. Entonces, dícese, entró Al-maosor á caballo en el
ser por una gran tempestad de nieve que lo estorbó. mar en San Cosme de 11ayanca, como para dar testi-
No por esto cesó la n1enguacla discordia entre cris- monio á la posteridad del logar á que hab1a llevado
tianos, los cuale::1 mas parec1an dispuestos á abrir las las victoriosas armas de Córdoba.
puertas al enemigo, que á afrontarle. De verg·oozosa Al cabo de tres siglos, volvia el reino cristiano á.
manera apartaba Bermuda de sí el peso de las armas las riberas boreales uel Atlántico y altos montes de
de Al-mansor, consintiec<lo, acaso, en que sus parcia- Astúrias, Galicia, Cantabria y Vasconia: el resto de
les ayudaran al musulman contra el leonés. F.spaña quedó por el pronto á la merced del imperio
Pela yo de Oviodo, habla de condes cristianos que musuhnan. Tal fué el tristísimo estado en que Bermu-

servían en el ejército de Córdoba, y es lo probable q ne da JI, el Gotoso, dejó la monarquía de Pelayo.
los q uo así seguían á. este contra Ramiro, fueran amigos Tristemente acabó el siglo x para los cristianos, no
46 CRÓNICA GENERAL DE ESPARA.

siendo n1as alegre el comienzo del xr, pucsel rey Ber- atravesó á Castilla, destruyenclo cuanto halló al paso
mudo III snbia al trono á. los cinco años, cuando hacia y lleg·ando hasta Galicia.
falta un capitao de edad y experiencia para afrontar De vuelta á Córdoba, renovó al año siguiente sus
al invencible hajib. esfuerzoscontra Galicia ta111bien. J\'Ias ya no tenían los
Suplieron en parte la reina Gel vira ó El vira con musulmanes al invicto Al-mansor á la cabeza, y al
genero ) alicoto, y los condes Meneudo Goozalez, de propio tiempo los cristianos, sujetos harto á menudo
Galicia, y S1ucho García, de Castilla, tio del rey, á la 1nas adversa suerte, pero jamás rendidos ni humi-
con sus coosrjos y valor, no siendo pequeña ventaja llados, se disponiau con nuevo aliento á afr0ntar al
para los cristianos lo muchoqueJ1::1traian á A.l-mauso r
.
tnVqSOr.
las guerras de Africa. Era lo mejor del ejército de A.1-modhaffer un gran
Como las (Ja~úas del hajib eran mas bien entradas cuerpo de caballería, ar1n~ en verdad temible por lo
que formales cooq uistas, nue-;tro territorio, así como llano de Castilla, mas no tanto por los montes y que-
el resto de la mouarq uía cristiana, se veía á menudo bradas de Galicia.
invadido por las cootfuuas e1nbestidas de los musul- Por ellos caminaba el hajib con los suyos, y si bien
1nanes, quien al retirarse, lo dejaban todo asolado y se ignora el lugar, todo nos mueve á creer, que, por
desierto, acaso porque A..1-mansor no teu ia á mano su- nuestro territorio, 6 en sus inmediaciones, halló el cor-
ficiente número de pobladores para ocupar las tierras dobés formal é in veuciLlc resistencia. No es probable
y ciudades que señoreaba. quli en la parte de Portugal compreu<lida entre el Due-
(1002) .ti-fas ya no satisfacia al hajib el verá los ro y el 11iño, hallárau séria oposicion los musulmanes,
cristianos vencidos; queríalrs conquistados, y re~uelto pues estos habiao podi<lo recibir con toda seguridad
á ocupará Castilla para siempre, empleó un año en en Bortkal (Portucale, Oporto) soldados y bastimeotos
disponer la empresa. enviados por ro ar desde las costas del ~Jediotlía.
Cual nunca se presentaba amenazador é incontras- Al-mod haffcr, g·auoso de seguir las hu ellas de su pa-
table el caudillo musulman. El peligro unió á los es- dre, vió de llegar de nuevo hasta la Kaaba de los 1Vaza-
pañoles hasta entonces divididos, y en sitio llamado renos, y aun hasta las mismas costas de la Coruña;
por los moros Kalat al-nosor, afrontaron con ánimo es- arriesgadísima empresa, solo guardada para el gran
forzado el poderío de Córdoba. Gallegos, asturianos y capitau Al-mansor, pero en la cual hallóel hijo la rui-
leoueses, castellanos, navarros, vascones y aun hijos na de su poder.
del ~Ied1odía de .F rancia, pelearon con los soldados de Gloria señalada fué para nuestra Galicia, el que en
Al-1nansor desde el rayar del alba hasta la noche. su territorio, y por el esfuerzo de sus hijos q ued ára
Sangrieuta fué la jornada é indecisa. ti1as, para para siempre quebrantado el imperio de lot1 khalifas de
los cr1suanos, detdner al hajib era ya señ ..ilada venta- Occidente. Riñeron cristianos y musulmanes de poderá
ja, mientras para este, el no vencer equ1valia á ser poder, duraud o la batalla un dia entero. Afirman los es-
vencido Los historiadores árabes no tienen por derro- critores árabes que los nuestros cejaron al principio, lo
ta la batalla de Kalat-al•nosor; pero es indudable que cuales probable, si se tiene en cuenta el empuje de la
el haj1b halló sérios obstáculos, y que la resistencia caballería, do quiera que el terreno lo consintiese, y el
opuesta por los cristianos reunidos fué parte para arrebatado ímpetu de los hijos de Africa y Anda-
hacerle mudar ó modificar su intento. A poco la lucía.
muerte se lo estorbó del todo. Mayor y mas innegable mérito para nuestros ga-
Sea ó no cierto que Al-mansor se tuviese por ven~ llegos que, harto inferiores en caballería, sino del todo
cido y el miedo á la deshonra le acarreara la muerte, faltos, y no teniendo tampoco entre sus filas aquellos
fuerza es confesar que el insigne cordobés no pudo veteranos hechos á guerrear á las órdenes de Al-man-
conquistará Castilla, para lo que se babia tandean- sor, hubieron de oponer á las rápidas embestidas de
temano preparado. El esfuerzo unido de los buenos los gioetes musulmanes, sus pechos, robustos y lea-
hijos del Septentrion de España y tambien del Sur de les; al ardor de los hijos del ?vlediodía, la serena impa-
Francia, deshizo la última y mas tremenda nube de videz de I Norte.
cuantas habian amenazado raer de la Península el Al cabo, los cordobeses, viendo perdida la batalla,
nombre cristiano. lidiaron, ya que no por la victoria, por la vida, viendo
de sostenerse hasta la noche, para retirarse con ma-
yor seguridad. Caro costó tan porfiado encuentro á
CAPITULO V. los dos ejércitos; pero los cristianos dieron por bien
• empleados los muchos excelentes soldados que habían
Nuevas entradas de musulmanes.-Veocen los gallegos al hajib Al·
mo.haffer.-~uere Alfonso V en el sitio dt: V1~eo.-sancho III perdido, coo tal de mostrar para siempre su es-
el Mayor, rey de Navarra.-Bermudo Ill.-García, rey de.Galicia,- fuerzo é invencible constancia. Al-modhaffer murió en
Gallegos en la derrota de Zalaka.
Córdoba poco tiempo despues, no sin haber visto, como
su padre, malogrado el intento de señorear la Penín-
(1003) No fué Al-maosor el último caudiilo mu- sula desde Gibraltar hasta las costas boreales.
solmao que llegó á las regiones de Occidente. Desde esta época pudo considerarse para siempre
Su hijo, Abdu-1-malek, _i\.1-modhaffer, hajib en libre de musulmanes el territorio que al presente for-
lugar del padre, destruyó á Leon, que apenas se ha- ma la provincia de Pontevedra.
llaba á medio reedificar; y si bien hubo treguas Quebrantado el imperio de Córdoba por las discor-
desde 1005 hasta 1007, cu este año Abdu-1-malek, dias civiles, los mismos musulmanes devol vian á los
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PROVINCIA DE PONTEVEOR.\. 47

cristianos, en pago de su ayuda, muchos pueblos con- hallaron por largos siglos la monarquía y la nacion
quistados por Al-mansor; y fuera la ventaja de los nues- entera lo que hoy en vano buscan; esto es, aquella
tros mas grande, á no estallar tainbien entre ellos di- energía colectiva, sávia inagotable del pueblo español
sensiones y guerras. Asunto propio de cuadro n1ayor contra los musulmanes, quien, con harto fundamen-
que el cometido al presente á nuestra pluma. to, dieron por muchos sicrlos
o el nombre de o-allego
b á
(1027) El rPy Alfonso V, volviendo por el nombre casi todo lo que era cristiano en la Península.
y pasado poderío de la monarquía cristiana, reunió A la muerte del g·ran rey de Navarra, Sancho, con
fuerzas hácia nuestro territorio, pues solo <le esta ma- justicia llamado el ,1fayor por su ánimo alentatlo y po-
nera podia hallarlas para la empresa que meditaba, y derío, salió Berro udo de nuestra Galicia, recobrando
se encan1inó á las riberas del Duero. Cruzando el rio el reino de Leon, no por conquista, mas por espontá-
y extendiéndose por el Norte de lo que llamaban los nea obediencia de los condes y goberna1lore., de aq u e-
musulmanes el Gharb, que era buena parte de Portu- lla tierra. En gran m:inera ayutlaron los gallegos al
gal, puso cerco á Viseo, acaso en poder de moros, como rey en todas las empresas, pero la Providencia quiso
Coimbra, desde los tiempos de Al-man~or. que el esforzado Bermudo 1nuriese á manos dP.l rey de
Era verano, molestaba por extremo el calor, y el Castilla en la sangrienta batalla habida orillas del rio
rey á caballo, y llevando por todo vestido una túnica Carrion.
de lino, se acercó, sin recatarse apenas á los muros de De esa manera, y no teniendo hijos Bermuda, que-
la ciudad sitiada, de cuyos adarves le enviaron una dó Fernando I, hijo de Sancho III de Navarra, por rey
saeta que le causó mortal herida. de Leon y Castilla, logrando dar paz á nuestro territo-
~Iurió Alfonso, como buen guerrero en su tienda y rio, así como á cuantos obcdecian su nueva aut-Oridad.
á vista del enemigo, á los 30 años de edad y casi otros Ajenas son á nuestro propósito las guerras que
tantos de reinado. Los cristianos, desalentados con la mantuvo Fernando contra su hermano García III, rey
muerte del rey, alzaron el cerco y Ee llevaron el cuer- de Navarra (quien perdió en ellas la Yida), y el venci-
po á Leoo, acompañado de los obispos que habían asis- miento de Al-mamon, amir de Toledo. 1Ias Fernan-
tido a la guerra. do acudió al Occidente de su imperio y con solda-
Así quedó por entonces malogrado el intento de ex- dos de nuestro territorio y demás partes de Galicia,
tender allende el Duero las armas cristianas; bien que rindió á Viseo (1057).
tan gloriosa empresa, de la cual babia de nacer el mo- Tambien quitó á los moros los castillos de San 11ar-
derno reino de Portugal, estaba en gran parte guardada tin y Taranzo , y como toda esta reg·ion caía cerca de
para los generosos hijos de la antigua y moderna Ga- Santiago de Compostela, acudió, no solo á <lar gracias
lícia. al santo patron de España, sino á pedirle amparo y
Tampoco hallaron reposo nuestros gallegos en el ayuda para las nuevas empresas contra los moros. En
reinado de Bermuda III, hijo de A.lfonso. Pasando por seguida fué la conquista de Coimbra, para la (;ual hu-
alto diversos sucesos, ajenos á nuestro territorio, fuer- bo de ayudarle tambien nuestro territorio.
za será detenerse en las guerras habidas entre Bermu- Fernando I, á semejanza de Sancho el ,11ayor, divi-
da y Sancho III, el ¡lfayor, rey de :Navarra. Rabia este dió el reino entre sus hijos, dando Castilla á Sancho el
reunido Castilla á su,; reinos, siendo de esta 1nanera el primog·énito, Leon J' A.stúrias á Alfonso, Zamora á
mas poderoso monarca de España: y, tomando por Urraca, Toro á Gel vira 6 El vira y Galicia á García.
pretexto la reedificacion de Palencia, para la cual am- Al cabo estalló la discoruia entre los hermanos, y
bos reyes se consideraban con preferente derecho, el Alfonso acometió al rey de Castilla con un ejército
navarro invadió las tierras del leonés, señoreaudo compuesto de leoneses y gallegos, lo cual prueba que
cuantas se extienden desde el Pisuerga basta el Cea. D. García iba unido con el de Leon. Veocido el caste-
(1032) Inquieta Galicia, como siempre, pero llena llano, despues de reiiidísima batalla, vióse precisatlo á
de aquella vida y energía con que tanta~ veces acudió huir, dejando en n1anos del leonés cuant-0 este quiso
á la defensa de España, harto tenia que hacer Ber- tomar para sí. Entonces el Cid, de quien ya comienza
muda con apaciguarla. Logrólo en parte, y al fren- á tener que dar cuenta la historia, aconsejó á D. San-
te de un ejército de gallegos, acudió á hacer frente al cho acudiese á la astucia, puesto que el esfuerzo ba-
buen guerrero navarro, el cual, traspuesto el Cea, ve- bia estado de parte de leoneses y gallegos.
nia ya camino de Leon. .. Siguió Sancho el consejo de Ruy Diaz, y los solda-
Antes de llegar á las manos hubo paces, siendo las dos y amigos del rey de Leon, no pudieron, hallándo-
condiciones, que Fernando, hijo segundodel navarro, se del todo desapercibidos, oponer la menor resistencia
se casase con Sancha, antes prometida esposa de Gar- á los de Castilla, quedando Alfonso prisionero y vién-
cía, cuñado de Sancho, el cual habia sido asesinado; y dose obligado á vestir la cogulla en el monasterio de
que Bermuda cediese á su enemigo cuanto este habia Sahagun, desde donde luego huyó para el antiguo
conquistado basta el Cea. amigo de su padre, Al-mamon de Toledo.
(103!) 11as la guerra se encendió á los dos años, Era rey, como sabemos, ele Galicia y de la parte
y el rc-y de Navarra, movido de la ambician y de aquel allende el ~liño, que, segun dicen, ya por entonces
espíritu guerrero que, ni aun en la vejez le abandona- comenzaba á llamarse Portugal, García, hombre de
ba, g·ucrreó de nuevo con Bermuda III, quitándole ánimo resuelto y poco dispuesto á transigir con el in-
cuanto poseia, excepto nuestra Galicia. Enesta, siem- quieto carácter de los seüorcs u.e aquel tiempo. Dícese
pre ioq uicta, como ya hemos dicho, pero con el vigor que los de entre Duero y l\liiio, siguiendo al conde Nu-
que ya no tiene desde sus desventuras del siglo xv, ño Menendez, se alzaron contra el rey, quien les ven-


48 CR.Ót'llCA GENER AL DE ESP AÑA ,

ció; mas no pudo evitar que Sancho II, valiéndose <le la se los cuerpos. la confusion del momento, y acaso el
discordia que en el reino de Galicia prevalecía, entrara temor á tanto innu1nerable enemigo, puso á algunos
por esta y le aprisionase de los nuestros en fuga, el rey de Leon arremetió al
Nada cierto se sabe, sino que Garcíasigni6 porrey frente del ejército, fli vidido en dos batallas.
<le Galicia despues de conquistada Leon por Sancho, si Ya habian huido la mayor par te de los musulma-
bien reconociendo á manera de supremacía en su her- nes españoles, cejando al propio tiempo la vanguardia
mano mayor. africana, cuando Yusuf, reforzando al quebrantado
(1072) Illuerto Sancho II de Castilla y de Leon en amir de Sevilla y poniéndose al frente de sus lamtum -
el cerco de Zamora, volvió á reinar Alfonso el VI, quien uitas, cayó sobre los 111al guardados reales rle Alfonso.
al verse rey ele cuanto Sancho habia poseído, púsose á Hábil estuvo el africano, pues logró de tal manera
codiciar la corona de Galicia. Atraido García ,naño- distraer la atenciou de Alfonso, que este, en vez<le pro-
sa y arteramente á la córte, fué puesto en prisio- seguir la victoria comenzarla contra los que al frente
nes, en las cuales permaneció hasta la muerte, y aun- tenia, di6 la vuelta en defensa del campamento, con lo
que en ellas no pad<>ci6 mal trato, harto dolor debió de cual, creyendo los moros que los cristianos temian , co
ser para el desventurado rey el verse sin libertad, mien- braron nuevo ánimo, y aun volvieron muchísi1uos, que
tras sus súbditos aceptaban sin resistencia el dominio ya iban huyendo camino de Badajoz. Acosado por in -
de Alfonso. Con esto, á las órdenes ya de su nuevo rey, numerables enemigos y rotleado de solos 500 hombres
ayudaron nuestros gall~gos á la conquista de Toledo, de armas que por instantes iban cayendo á su alrededor,
cuatro siglos des pues de haberse perdido España (1085). el buco rey hubo de retirarse, fiando á su esfurrzo y ,i
Desde esta época las fronteras dE' E~tremadura la oscuridad de la noche la sal vacion de la vida.
(E.ctre1nri ora), que antes llegaban muy cerca de nues- Tal fué la tremenda derrota, llamada por los escri-
tro territorio, se extendieron desde los montes de Al- tores árabes de Zalaka, y por los cristianos, de Saga-
barracin, corriendo por Cuenca, Huete, Toledo, Tala.- lías ó de Sacra lias: dicen aq uellosq ue Yusuf envió 50,000
vera y Coria., hasta acabar en las márgenes y desagüe cabezas de cristianos para repartirlas por las ciudadi>s
del 111ondego. del Andalús, y 40,000 á la costa de A.frica. Cualquiera
Nuevos sucesos y desventuras casi tao grandes co- que sea la exageraciou de los m usu Imanes, debieron de
mo las pasadas, obligaron á nuestros gallegos á es- ser terribles y sin consuelo el dolor y espanto de nues ·
forzarse en defensa de su España. La to1na de Tole.lo tros gallegos, que en gran part<' formaban el ejército
y el rápido aumento de ta monarquía cristiana unió á de Sancho. Años y años hubieron de pasar, y acaso
los diferentes amires musulmanes, hasta entonces en generacione;;, para que no recoruaran las ro ujercs <le
guerra. De la deliberacion que entre sí tuvieron, quedó nuestro territorio la saagrienta victoria de los almo-
resue:to, á propuesta del ,valí de ~1álaga, lla1nar á los ravides.
almoravides, que no fué sino trocar lus enemigos á
quien temían por unos amos despiadados.
Recibió el amir de los almoravides, Yusuf, que es- OAP ITl TLO VI.
taba en F ez, el mensaje de los musulmanes espa-
Batalln ,le Uclés y muerte del infante D. Snncho.-Dolor del rey .-
ñoles, y al punto dispuso numerosísim"o ejército para Sale de Gnlicia un poderoso eJército y detiene á los almoravide3.-
pasar á Sevilla. Portucal~. - Raymond 6 Raimunio (conde 0011 Ramon), se caia con
Hallábase Alfonso VI cercando á Zaragoza, cuan- dolla Urraca: su primo Enri.:¡ue, con ,toña Teresa.-Oobierno de la
tierra portucatense.-Víuda doña Urraca, se despo;a cJn Alfonso
do recibió la tremenda nueva. Al punto llamó en su el Batallador.
ayuda á Sancho de Aragon y á 1nuchos caballeros de
Francia, que, á semejanza de los que ha bian venido á La muerte de Abi-Bkr, hijo mayor de Yusuf-Abu-
la conquista de Toledo, acudieron tarobieu. En Tole- Yacub, llamó á este al Afr ica , con que pudieron
do se fueron reuniendo los aliados con las fuerzas que respirar los cristianos, cuyas armas recobraron el pa-
á porfía llegaban de Leou, Castilla, Astúrias y Ga- saiio prestigio. 11as Alfonso VI, gran rey y buen sol-
licia. dado, experimentó en sus últimos dias el mayor dolnr
Contra esta última eran acaso los mayores deseos que puede afligir á un padre.
de Yosuf, el cual, en vez de encaminarse á Toledo, se (11()6) Hallábase en Toledo, en paz con los moros,
dirigió á Badajoz, á cuyas cercanías siguieron nues- y empleado en gobernar el reino, cuando, por muer te
tros gallegos á Alfonso, para en ellas afrontará los de Abn-Yacub- Yusuf, heredó el hijo, llama lo Aly-
bárbaros africanos defensores del Andal1Zs. Ybn-Yusuf, y apenas se v i6 en di~pos;1ciou para ello
Tan numerosos eran ambos ejércitos, que el cris- empezó la guerra santa contra los cristianos.
tiano, no tau grande, con todo, se componia de 80,000 'l'omaron los africanos á Uclés por asalto, y encer-
caballos y 200,000 peones; siendo singular, que, al rados los cristianos en el castillo, hubo Alfonso VI
propio tiempo que á los nuestros ayudaban los francos, de enviar al punto tropas en su a uxilio. 1fan1lábalas
y los almoravides á los andaluces, seguían á Yusuf el infante D Sancho, á quien el rey babia tenido en
varios cuerpos de caballería cristiana, y Alfonso lle- Zaida, hija de Ybn-Abbad de Sevilla (Abenabet).
vaba consigo 30,000 musulmanes. Amaba Alfonso por extremo á su hijo, al cual, por
Al rayar la aurora del dia 23 de octubre de 1086, ser de tan corta edad, envió á la guerra en compañía
comenzó la batalla por un encuentro de los cristianos de su ayo, el conde Gomez de Cabra. Encarnizada y
con los almoravides, los cuales se vieron obligados á sangrienta fué la batalla de Uclés, mas cuando los
ceder. Extendióse la pelea, y á pesar de que al mover- 1
cristianos iban ya de vencida, viendo el infante que su

PROVINCIA DE PONTEVEDRA. 49
- -- ---
caballo flaqueaba, g·ritó al conde: ~Padre, padre, mi fiaba su llanto el triste Alfonso VI, cuando supo la
caballo está herido.» Llegó corriendo el buen conde á rnuerte del hij1i. Las palabras están en gallego, en el
tiempo que ol mismo infante ca1a en tic•rra, y al Yer lenguaje que entonces se ttsaba, segun Sandoval, y aquí
que los moros les rodeaban pur todas partes, se apeó las ponemos por prueba del grande influjo que Gali-
para proteger á Sancho cou el escudo. cia ejercia por toda España cril-tiana.
Vano era el intento é inútil tau generosa lealtad; «¡ Ay meu filio! (repetía el desventurado padre á
do una cuchillada le cortaron al conde un pié, con que cada momento) ¡ay meu filio! alegría de mi cora,;:on et
no pudiendo hacer otra cosa, dejóse caer sobre el in- lume dos meus olios, solaz da miua vellez. ¡ Ay meu
fante para resguardarle con su cuerpo, muriendo al espello en que eu me solya ver, et con que tomaba
cabo los dos. moy grant pracer! ¡ Ay meu herdeiro mayor! caballe-
No está de,nás el hablar aquí de sucesos al pare- ros, ¿hu me lo dexal-tes? ¡Dádeme meu filio, condes!»
cer extraños á nuestro territorio, por razones que al Entonces, y cual si las propias palabras del rey
presente y mas adelante puede ver el lector. La his- hubieran hallado una por una eco en los montes de
• to ria nos ha conservado las palabras con que acompa- Galicia, salió ele esta un ejército poJeroso que estorbó

- --. -

Colegiata de J.layona.

el paso á los almora vides vencedores. Tal era la repre- moros por los años de 1079 á 1080 , 6 tal vez en 1086
aentacion de Galicia por aquellos tiempos: tales eran cuando la venida de los francos para la batalla de Za-
su aliento y poderío. laka. Acaso vino despues, pero lo que se sabe con toda
Por este tiempo se empiezan á hallar los nombres verdad, es que Raimundo se casó con doña Urraca, hi-
de Port1icale y Perra Portucalensis, para indicar una ja única de Alfonso VI y apenas salida de la infancia.
parte de territorio hasta entonces generalmente cono- El rey, entonces, dió á su yerno la gobernacion de toda
cido por el nombre de Galicia. Ya desde mediados del la parte occidental de la monarquía; esto es, de cuan-
siglo 1x se habla del condado portucalense, recuerdo, to, segun ya hemos dicho, se llamaba á la sazon Ga-
no solo de la época visigótica, sino del imperio ron!'a- licia.
no. Bien puede asegurarse que para la reconquista Tambien vino además de Raimundo otro aventu-
de la mejor parte de Portugal, dió Galicia el nombre y rero franco, primo suyo: llamábase Enríq ue y se des-
la sangre. posó con doña Teresa (Tarasia, Tereja), hija bastarda
Mas, conforme se iban extendiendo las armas cris- de Alfonso VI. El nombre de Enrique trae á la memo-
trianas por el Occidente de la Península, era cada vez ria la mayor desventura de nuestra Península, despues
mas difícil que el rey de Leon man tu viera su autori- de la invasion musulmana.
r idad en tan apartadas regiones, y Alfonso VI , para Al principio, hallamos al conde borgoiíon gober-
tener á raya el indómito carácter de los naturales, es- nando el territorio de Braga, pero dependiente de su
tableció un gran gobierno ó señorío con todo lo que en pri1no; mas luego, parte de lo que á Raimundo corres-
aquella época llevaba el nombre de Galicia. pondía, á saber, lo comprendido entre el Miño y el
Raymond ó Raimundo, hijo de Guillermo, conde de Tajo, formó un distrito independiente á las órdenP,s del
Borgoña, había venido á España á guerrear con los conde Enrique.
PON'l'B YEDR.6. . 7
50 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

Así un extraujoro estorbaba, acaso para sie1npre, Para oponerse á olio, fué el pacto arriba menciona-
la un ion d0 todos los hijos de Espaiía, echando los fun- do, por el cual Raimundo, conde de Galicia y su pri-
damentos de un reino de preclaro renombre, pero con- mo Enrique, juraron respetarse la vida y libertad;
denado á eterna debilidad y á ser enemigo del único Enrique se comprocnetia, solemnemente, para la muer-
creado por Dios para. ser su hermano. Alfonso daba eu te del rey, á obedecer con toda fidelidad á Raimuu-
dote á su hija bastarda la incapacidad en que habia do por único señor de la monarquía contra quien á
de quedar por siglos y siglos la Península ibérica de ello se opusiera, así como se obligaba, para el caso de
formar un gran pueblo; único modo de verse próspera que en sus manos cayera antes el tesoro que babia en
en lo interior y respetada fuera. Toledo, á quedarse con la tercera parto, dando á su
Ni se diga. que exageramos. Al casar Alfonso á su primo las otras dos.
hija. Teresa, no solo dió á Enriq uc el gobierno de la En cuanto á Rairoundo, daria asimismo á la muer-
region portugalense, ::ias concedió en propiedad á los te del suegro, Toledo con su distrito á Enrique, quien
dos consortes cuanto pertenecía al patrimonio del rey por ello habia de quedar sujeto á su primo y entregarle
y á lacorona. todas las tierras de Leon y Castilla; que á todo el que se

Por esta época era grande, acaso mayor que nunca, les opusiera, ambos le habían de hacer la guerra hasta
la importancia de Galic1a. Su conJe Raimundo era el que devolviese el territorio disputado, el cual se entre-
mas poderoso señor de la monarquía, no solo por es- garía á Raimundo, dando este á Enrique lo prometido;
tar casado con la hija legítima de Alfonso VI y por la y en fin, que si Raimundo ponía las manos antes en
riqueza y extension de ios E,st::idos que gobernaba, sino el tesoro de Toledo, tomaria para sí dos partes, dando
porque aun la mayor parte de l,)s demás señores creian, la tercera á Enrique.
que fuese quien fucso el marido de doña.Urraca, habia Acaso temia Enrique no poder conservar á Toledo
de ser el rey de Leon y Castilla. contra los moros, por lo cual se af,adió á lo tratado,
En cuanto al influjo de allende los Pirineos, era que ¡¡i no podia Raimuuclo dar Toledo á su primo, le
mayor que nunca entre nosotros. Por afinidad que haya dar1a Galicia, caso de cumplirse todo lo prometido.
habitlo siempre entre Borgoña y cierta parte de Francia, La muerte de Raimundo estorbó llevar adelante el
noes posible tener á los hijos de Borgoña, en los siglos me- pacto.
dios, por franceses; mas tambien es cierto, que fuese di- Acaso el ambicioso Enrique, puesto en Toledo, no
recta ó indirectamente, Francia. influia no poco en habria podido despedazar las entrañas de nuestra des-
nuestros asuntos. Bueno es con todo advertir, que siem- venturada patria.
pre que por aquellos tiempos oigamos llamar franco á t.11 Cierto es que la region occidental de España ditte-
6 cual extranjero, de igual manera puede este ser fran- re por extremo del centro y levante de la Península.
cés que alemao ó de otra parte de Europa. A.demás, No solo el clima, sino los habitantes, presentan notable
Francia no babia tomado para sí entonces cou dere- cliferencia, cuando no increible oposicion.
cho 6 sin él, los grandc:S territorios que hoy forman su España, Galicia y Francia formaban el imperio
. .
1mper10. godo, mas era fue· za considerarlas aparte cada una.
Llamábanse los monges que regian el monasterio «É si alguno escándalo aviniere en la tierra de Spanna
de Cluui, abades de los abades: tales eran la riqueza 6 de Galicia o de Francia o en alguna tierra nuestra.
y poderío, á nadie en tao grao manera debidos como al que sea de nuestro regno;» leemos en el Jl'uero J1ez-
abad Hugo, que lo era á la sazon. Eran los Papas sus f/O (l); lo cual prueba cuan necesario es tener presente
amigos, cuando no sos monges y discípulos, y á la par á todas horas la diversa condicion de los pueblos lla-
los reyes anhelaban su ami:;tad, llamándolos por jue- mados á formar un solo y grande Estado, cosa de no
ces en sus discordias. imposible ejecucion siempre que no se trate de cen-
Nuestro Alfonso VI era por ventura el mayor ami- tralizar el poder y lo administrativo mas allá de lo
go del abatl de Cluni, y acaso á esto y al paren- justo y razonable.
tesco que con Rugo teoian, debieron los condes Rai- La Jeosa oscuridad de la historia en cuanto se re-
mundo y Enrique la acogida que en nuestra tierra fiere á los sucesos que vamos á referir, nos mueve á
hallaron. Tamb;en es de advertir, q uc desde Fernan- detenernos en ellos, primero por la razon ya dicha, y
do I pagaban los reyes un tributo voluntario al monaste- segundo, porque acaecidos en el territorio gallego, y
rio Cluniacense, habieodo ya por entonces en Espaúa no harto á menutlo en el de Pontevedra, ninguna ocasion
pocos miembros de la poderosa congregracion por obis- podremos hallar cvmo la presente para recordar algu-
pos de di versas sedes. De todos, el de mayor impor- nos, en parte indicados ya en la Cr61tica de la Cor1ifí,a.
tancia era Bernardo, arzobispo de Toledo. 111uerto el conde D. Raimuodo 6 Ramoo, como le
Cuán un1uo:S caminaban los condes por la ambi- llama Afariaoa, Enrique, libre de todo freno á su codi-
cion, y hasta qué puot;:, contaban con la amistad de cia, quiso heredar á Alfonso VI, en perjuicio de doña
Rugo, lo indica el pacto secreto que aquellos juraron Urraca. Viéndose desairado, acudió á Francia en bus-
en manos ele Dal1nacio Gevet, emisario del abad de ca de soldados y recursos, pues su condado en tierra
Clani. portuguesa no podia ayudarle con fuerzas suficientes
Temían unos y otros que Alfonso, mo,ido del entra- para lo que él preter.dia. En Francia estuvo aprisiona-
ñable cariño conque miraba á su hijo Sancho, le dejase
por heredero. Temíaolo con razoo, pues cuando el in-
fante murió cu la batalla de Uclés, confesó el rey que ¡
tales habían sido sus formales deseos. (i) Ley IX, lít. ll, lib, IX.
PROVINCIA DE PONTEVEDRA. 5l

·do, sin que se sepa con ~erteza la causa; mas al fin !


huyó, entrando en España por Aragon. CAPITULO VII.
Habíase el rey aragonés, Alfonso I el Batallador,
casado con doña Urraca. Matrimonio por extremo in- Doña Teresa y Fernan Perez.-Dlscordia y guerra entre aquella y
Celiz y causa de notables desventuras. La discordia era doña Urraca.-Pasa esta el Miño con su ejército y vence al de doi!a
Teresa.-1.a conducta de Oelmirez eilorba la ruinl\ de do?il\ Teresa.
ya tal entre ambos esposos, que el de Arago11 y -Oelmirez apri~ionado.-Turb11lenclas por nuestro territorio y to-
Enrique pactaron dividir entre sí el reino de Alfon- da 011licia.-Alfonso VlI en Oalicia.-Vencida doi!a Teresa Je rinda
so VI. homenaje.-Egas Moniz.-Alfonso Enriquez.-0 uerra civil entre
doña Teresa y su hljo.-El castillo de Celmes.
Entre tanto doña Urraca se unia con los nobles de
• Galicia, y estaba conforme con que estos pusieran en Fuerza es creer que las relaciones entre doña Tere-
el trono al niño Alfonso Raimundez. Mas habiéndose sa y Fernan Perez eran ya antiguas, pues vemos á
reconciliado la r eina con su esposo, troc6se el interés nuestro gallego honrado con el título de cónsul ó con-
de todos, yendo á una doña Urraca con el Aragonés, y de de los distritos de Porto y Coimbra, cargos de mu-
quedando, por consiguiente, apartado el conde D. En- cha mayor representacion que los que en G2.licia habi
rique. Así se halló este unido con su sobrino y los se- tenido.
ñ ores de Galicia, á cuya cabeza estaba el conde Pedro (1121) Llegado el verano, encaminóse á. Tuy do-
Frolaz 6 Froylaz de Traba. ña Urraca con su hijo. Siguióla, aunque no de buena
Tambien tenia parciales en Galicia Alfonso el Ba- voluntad, Ge\mirez, el cual había hecho le acompaña-
tallador, bien por él, bien por lealtad á su esposa, con sen sus hombres de armas y los caballeros ciudadanos
lo que estalló la guerra civil, hasta que doña Urraca de Compostela, bien que los fueros de estos no les obli-
se separó nuevamente de su esposo. Roto el casamien- gasen á llegar hasta el distrito de Tuy.
t o, la guerra fué ya, en vez de civil, extranjera. Si- Acercóse tambien doña Teresa á recibir á su her -
guiéronse guerras, avenencias fingidas y discordias mana, y el Miüo dividia tan solo á las huestes contra-
sin cuento. Practicaban la doblez, por regla principal rias. Formaba el rio una isla que facilitaba el paso,
de conducta, reyes y señores, no siendo Alfonso de mas la defendían varias barcas portuguesas. Corta
Aragon quien menos arterías usaba para llevar ade- empresa fué para los buenos marineros de Padron, al-
lante sus intentos; y en medio de tanta esperanza gunos santiagueses y varios caballeros escogidos, em-
fallida y tanta codicia jamás satisfecha, vino la inuer- barcarse, acometer y señorear la isla.
te á sorprender al ambicioso Enrique de Portugal, Empresa tan feliz y rápidamente llevada á cabo,
á l.ºde mayo de 1114. llenó de espanto á los soldados de doña Teresa , los
Galicia permanecia siempre fiel al infante Al- cuales, sin combatir apenas, huyeron, dejando el paso
fon so Raimundez, si bien harto á menudo despeda- libre al ejército de doña Urraca.
zada por di versas facciones. Entre tanto doña Teresa, Entró el ejército gallego por el territorio conquis-
la viuda del conde D. Enrique, alentando cierto espí- tado talando y arrasando cuanto hallaba á su paso, sin
ritu de independencia de que ya iban dando muestra que las dispersas tropas de Portugal fueran parte á
las poblaciones sometidas á su dominio, hacia por estorbárselo. Temió acaso Gelmirez el excesivo en-
establecer y consolidar en cuanto fuera postble el grandecimiento del partido de la reina, y, á ser cierto
apartamiento entre los suyos y los hijos de Leon y Ga- que hizo cuanto estuvo en su mano para que doña
licia. Urraca no conquistase á Portugal, negro baldon me-
Ni aun en el Miño se detenia su femenil ambician, rece por tan ruin y torpísima conducta.
pues al mismo tiempo que en Leon y Castilla recibia Cierto que entonces, como ahora, solían los hom-
el título de infanta de los portugueses, extendía su se- bres anteponer el propio interés al bien comun; pero
ñorío por Tuy y Orense, cuyos obi~pos acompañaban el daño causado por la separacion de Portugal es tan
á su c6rte, y confirmaban las mercedes que la reina grande, que cuanto mas se repara en ello, mas duel~
hacia á los vasallos portugueses. el pensar lo que españoles y portugueses han padecido,
Fué el señorío de Tuy causa de la guerra co- así como lo que aun tienen que padecer respectiva-
menzada en 1121. Despues de infinitas mudanzas, mente hasta que llegue el venturoso dia en que, sin
guerras y atnistades puestas en olvido y recorl!l.adas faltar á la lealtad ni á la honra, puedan llamarse
de nuevo, doña Urraca, en paz con D. Diego Gel- ambos pueblos con toda verdad hermanos.
mirez, y aun aconsejada por este, determinó quitar á Gelmirez se mostró lleno de enojo á vista de los des-
doña Teresa lo que esta queria conservar en Ga- manes cometidos por el ejército, y dijo le precisaba
licia. vol ver cuanto antes á ejercer su cargo episcopal. Con-
Ya por este tiempo Fernan Perez, conde do Tras- sintió doña Urraca en que tornasen á. sus casas los
tamara, ó mas bien Fernando Perez, co1no le llamaban burgueses de Compostela por ser contra fuero el ha-
los portugueses, hijo del conde Pedro Froylaz de Tra- berles llevado tan lejos, mas al arzobispo y á sus hom-
ba,. antes ami"'o bres de armas no quiso la reina permitir que la de-
o y alférrz mayor ó jefe de las tropas
arzobispale$, y ahora, al parecer, enemigo y persa- jaran.
guido por Gelmirez, alcanzaba notable valimiento en la Vali6se Gelroirez del Legado Boso, quien le escri-
·córte de doña Teresa. bió felicitándole por las ven tajas conseguidas por el
ejército gallego, pero insistiendo eficazmente en que
Gelmirez asistiera al concilio que él iba á celebrar e n
Sahagun. Los negocios de que había de tratar el con-
52 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.
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cilio, eran no solo"eclesiásticos, mas tambien del Es- to, Alfonso entró por ol tcrritorrio de entre Duero y
tado, y mal podian tratarse sin asistir á. ellos la Rei- l\liño. Devastados los campos y arruinadas las ciuda-
na y su hijo, quien, guerreando á la sazon por las des, hallóse doña 1'eresa vencida á las sois semanas
tierras de entre Duero y l\fiño, no era posible renun- de comenzada la guerra y obligada á reconocer la su-
ciaran á las señaladas ventajas que acababan de al- premacía de Alfonso VII.
canzar. Hecha la paz, tornó el rPy á Compostela con Gel-
Doña Urraca, fundada en estas razones, desoy6 las mirez, que le había acompañado con cuantas fuerzas
del cardenal Legado, y neg6 á Gelmirez el permiso que habia podido.
este anb1;:laba para volverá Compostela. Puestos los portugueses en C'l último tranco, Egas
Bien podia tenerse por segura la pérdida de doüa Nuüez 6 11oniz, ayo de Alfonso Eoriquez, pudo ablan- •
Teresa. Sojuzgada ya buena parte de Portugal, llega- dar al rey de Leon y Castilla con que se hicieron las
ba el ejrrcito gallego á las riberas del Duero, y la in- paces, siendo las condiciones las mismas que Egas
fanta de los portugueses, obligada á encerrarse en el 1foniz propuso. Dicen historiadores portugueses, que
castillo de Lanhoso, se vió en breve cercada. años despues y como D. Alfonso de Portugal faltase
No es fácil poner en claro lo que por entonces acae- á cuanto el ayo babia prometido en su nombre, partió
ció. Fernao Perez fué casi siempre amigo de Gelmirez. el Luen Egas para. Toledo con su mujer y sus hijos,
Doña Urraca debió de temer el verse abandonada por en donde se presentó descalzo y con un dogal al cue-
el arzobispo, y entre quedar humillada por este ó ave- llo, y dijo al rey: «Vedme aquí, seño1·, á vuestras plan-
nirse con doña Teresa, prefirió las paces con su her- tas; castigad con mi muerte la palabra y homenage
mana. quebrantados contra mi voluntad.» Con lo cual y á
Devuelta á Galicia, y al pasar el l\fiño, la reina vista de aquel caballero sin tacha, único que se acor-
mandó ir delante á los hombres de armas do Gehnire21, - daba de la palabra empeñada. se apaciguó ol rey, hasta
quien se quedó atrás con el infante y doña Urraca. entonces justamente enojado.
Entonces esta puso preso al arzobispo, el cual fué lle- Aunque mozo aun, Alfonso Enriquez ya se babia
vado al castillo de Cira. Poco despues la reina, viendo armado á sí propio caballero en Zamora, siendo apenas
á todos y al propio infante en contra suya, hubo de de 14 años de edad. El ánimo resuelto clel infante y el
poner en libertad á Gelmirez. valimiento de nuestro gallego Fernan Paez ó Perezi
(112~) El infante Alfonso Raimundez, que ya fueron inclinando á los nobles portugueses á conspirar
tenia 18 años, iba, merced á los deseos de los señores y contra este.
el pueblo, que ya estaban causados de tanta discordia Acusábanle de tener mas cabida con la reina de lo
y desventura, adquiriendo cada dia mayor importan- que la honestidad consentia, y cierto que la represen-
cia en la gobernacion del Estado, mientras el poder tacion del conde de Trastamara en Portugal era tan
de la madre fué durante los cuatro últimos de su vida grande como la de la misma reina.
en proporcion disminuyendo. Entonces acaecieron allende el ~1 iño muchos suce-
Al cabo y á pesar de haber sido vencida en la guer- sos harto parecidos á los que en Galicia habian pasado
ra, doña Teresa continuó poseyendo á Tuy y parte de con motivo de la conducta de doña Urraca, tachada
su distrito, así como la Limia. Siendo ya rey Alfon- por sus enemigos de liviana. De esa manera, y así co-
so VII mostró su intento de no consentir en la indepen- mo el conde Pedro de Lara habia sido causa de tan en-
dencia de Portugal, con lo que la infantajuntó tropas, conados y repetidos disturbios, fuélo en Portugal nues-
fortificó cast11los, alzando otro3 nuevos, para de esa tro gallego Fernan Perez.
manera bailarse apercibida, caso de que su sobrino mo- Rompió al cabo la guerra civil, poniéndose de parte
viese contra ella las armas de Galicia, Leon y Cas- de Alfonso Enriquez el arzobispo D. Payo, su hermano
tilla. Sueiro Mendez, llamado el Gordo; Ermigio Moniz,
Nuevas turbulencias amenazaron á Galicia, mas Sancho N uñez, esposo de doña Sancha hermana del
ya no era tan fácil como en tiempos pasados perpetuar infante, y García Suarez, con otros muchos caballeros.
la guerra civil; y Arias Perez, que era de los nobles el A doña Teresa siguieron, además de otros nobles
que mas terquedad mostraba en su rebeldía, perdió á portugueses, muchos gallegos, venidos sin duda por
manos de los soldados de Gelmirez y del conde D. Go- relacion d~ amistad, parentesco ó paisanaje en defensa
mez los castillos de Lobeira, Taberiolo y Penacorna- de Fernan Perez. Al cabo fué doña Teresa vencida y
ria, además de otros varios. aprisionada, teniendo luego que salir do P0rtogal con
No era tan fácil poner en buen estado los asuntos Fernan Perez, á quien, parece, siguió á Galicia. No
de Portugal. Doña Teresa queria ser independiente consta el casamiento del de Trastamara con doña Te-
negándose á reconocer la supremacía del rey, quien, resa, mas es ta.mbien innegable que nuestro gallego,
fundán dose en lo tratado el año de 1121, reconocía la siempre fiel al cariño que á la infanta habia tenido, le
tenencia del señorío concedido á doña Teresa, mas no demostró, aun despues de muerta esta, con palabras
el derecho á ser reina de Portugal. de leal y nunca desmentido amor.
(1127) Ajustadas treguas ~ntre Alfonso VII y el En una donacion de tierras suyas de Coimbra, he-
rey de Aragon, vino aquel á Galicia, en donde reunió cha para que Dios concediese la eterna bienaventu-
un numeroso ejército, para lo cual fué acaso nuestro ranza á la princesa ya fallecida, se lee lo siguiente:
territorio el que mas contribuyó, así por su riqueza «Y si alguno hubiere que intentase anular (lo que
como por hallarse inmediato á Portugal y ser el punto no creo) la donacion que bago ahora, pague el doble
por donde casi siempre comenzaba la guerra. En efec- en restitucion á la autoridad real. Y si fueren tales

PROVINCIA DE PONTEVEDRA. 53
su poder y crueldad que llegue hasta al fin de s11 vida ya hemos dicho, de Alfonso Enriquez. En tiempos de
en semejante pertinacia, tenga la propia muerte que su hermano y la infanta doiía Teresa habia recibid.o
Da taos y Abiron» (1). el gobierno de Viseo. ,\ pesar de los sucesos de 1128
No muchos años dcspues, las g·uerras y s1ngrien- seguia cu Portugal y teniendo por suyo el castillo de

tos sucesos acaecidos con motivo ele la separacion de Seia, una de las furtal0zas edificadas en los agrestes
Portugal, enconaron los ánimos hasta el punto de que ramos de la sierra de Estrella, para servir ue asilo á
nuestros gallegos, conquistadores y lil,ertadores de las los habitantes fronte rizos contra las entradas de los
tierras comprendidas entre el Duero y el ~iiño, y aun musulmanes del Gharb.
de buena parte de las que se extendian hasta el Tajo, A estas entradas corrt:)Spondian C1)n otras los solda-
eran tenido.3 por extranjeros. Aborreciánles los portu- dos que guarnecían aquellos casti !los, siendo los guer-
gueses, cual si no les debieran su mejor sangre, á la reros cristianos que por tales aspere-i:is moraban no
par del nombre de cristianos, y con él la noble digni- menos ásperos y rudos. Bermudo, valido de la seguri-
dad delhorobre yel respeto á la mujer,que los musul- dad que le daban el distrito y los soldados que le obe-
manes, hechos á rendirlo todo á los piés de emires ó decian intentó rebelarse. Por lo menos, de tal le acu-
khalifas, no habrian podido jamás enseñar á nues- saron los que ya le miraban por extranjero. ~o deja-
tros hermanos de las costas occidentales. ria de perjudicarle notablemeote el ser hermano de
(1130) Dividido por la codicia de uuo!I príncipes lo Feroun Perez , el cual moraba á la sazonen Coim -
que Dios habia juntado, no se sabe á punto fijo cuán - bra , que puesto no se hallase en armas y por
do perdió doña 'feresa lo que tenia en Galicia, esto es> enemigo de Alfouso Enriq uez, siempt·e habia este de
Tuy y una parte del obispado de Orense; pero lo cier- sospechar ó temer la venganza del valido de su madre.
to es que Alfonso Euriquez, temeroso de que Alfon- Perdió, pues, el ya extranjero Bt.J rmu<lo el castillo
so VII entrara en Portugal, se adel::intó, invadiendo á de Seia teniendo que salir de Portugal. ~ uestro ga-
Galicia. llego sirvió luego á Alfonso cootra el cuiiado, hasta
El portugués q ueria ser del todo independiente, que cayó prisionero enla batalla de Valdevez, murten-
mientras el rey de Leon y Castilla no consideraba al do al cabo monge en el monasterio de Sobrado.
señorío de Portugal sino por tenencia sujeta á su Queria la desventara de los hijos de Galicia, que,
dominio. Tan encontrado interés habia de hallar en al vencer á los musulmanes y desposeerles de cuanto
el menor pretexto motivo fundado para la guerra. tenían del 1Iiiio al Duero, trocaran un enemigo por
Alfonso Enriquez, poco atento á observar las leyes otro. De esa manera libertaron un territorio, para que
de la caballería, y si u mas deseo que el de afirmar su este, en pago. se viese tau lleno de enemigos como en
poder, juzgó por buena la ocasion para guerrear con tiempos del imperio árabe.
su primo. El rey de A.rag·on devastaba la tierra caste- Alfonso Enriq uez siguió en parte el ejemplo de su
llana; rebeldes hallaba por todas partes en Castilla, madre doña Teresa, la cual vivió mas atenta á exten-
Astúria!3, Extremadura y Leou, el buen Alfonso Rai- der su señorío al Norte del Miño que á expulsar de
mundez, quien se veia obligado á ir reduciendo casti- España á los sectarios de ~Iahoma. Apenas hubo paz
llo por castillo. en las fronteras de Galicta desde l 13i á 11:35. El por-
De nuevo, nuestro territorio, siempre dispuesto á tugués vol v1ó á guerrear sin razou conocida, acaso
sacrificarse en defensa de la patria comuo y del rey, porque no tenia otra mejor que su CliJicia.
que entonces la personificaba, puso en armas las her- Varias veces cruzó A.lfonso Enriquez la frontera de
mandades, y estas, mandadas por buenos capitanes, Galicia > viéndose obligado á tornar sin honra y ven-
r echazaron la correría del portugués. cido por los condes Fernan Perez y Rodrigo Vela (1) y
A la par de los campos y demás pueblos, Ponteve- otros conues fronterizos. No sosegaba el inquieto hijo
drase mostródigoadelnombrey privilegio de villaque de doña Teresa, y á la cabeza de mas caballeros y vi-
mas adelante concedió el rey Fernando II al que hasta llanos, entró de nuevo por Galicia y señoreó la Limia,
entonces so habia llamado Burgo de Ponteveteri. Las edificando despues un castillo, llamado eo las memo-
arma¡¡ de nuestro territorio fueron acaso las únicas rias del tiempo, el castillo de Celmes, el cual dejó con
que resistieron á Alfonso Enriquez, pues D. Diego excelente guarnicion.
Gelmirez excusó por falta de salud el obedecer á 1~ Mas, no por hallarse lejos Alfonso VII dejó sin
órdenes del rey, y á su ejemplo tampoco salieron á castigo tamaño atrevimiento; antes bien J reuniendo
buscar al enemigo las tropas de la hermandad de San- un ejército de leoneses y gallegos, se encaminó á la
tiago, por la cual fueron multados los burgueses com- Limia y puso cerco á Celmes. Rindióse á poco el casti-
postelanos en las Córtes de Leon. llo, quedando prisioneros muchos hijos de las mas no-
Durante la ópoca de Alonso Enriq uez, fué acrecien- bles familias de Portugal. Eu seguida el rey mejoró
do el encono da sus vasallos contra los hijos de Gali- las fortificaciones, y dejando su nueva conquista bien
cia. Habíalos todavía en Portugal y ocupando pueblos guardada, se retiró á Leon quedando las tierras meridio-
de altísima representacion, lo cual no podia menos nales de Galicia del todo libres de portugueses. 1fayor
de encender la envidia en los pechos de los señores que la victoria de nuestro Alfonso fué la pena de la
portugueses. córte de Alfonso Enriquez con la muerte y prision
Era entre los gallegos el mas notable, Bermudo de tantos buenos soldados como perdió Portugal en
Perez, hermano del condeTrastamara y cuñado, como Celmes.

(1) Libro Pr•to, r. 126. (t) Chroo, Adef. Imp., 1-3.


CRÓNICA GENERAL DE ESPANA. -
historia del pequeño reino, nacido en tierra portuca-
CAPÍTULO VIII. lonse, ilustre la ascendencia de sus habitantes, herma-
nos é hijos de nuestros gallegos, como se prueba por
Doblez y nmbicion de Alfonso Enrlq uez.-Se ap0Jer11 de Tuy con ayu-
el orfo-en de sus casas mas ilustres, por la sangre ó el
da de con,les desleales.-F~rnnn Annoi, cabnllero de Allariz.-Ba-
talla de Cerneja.-Vuelve el empera.lor á G,üicia.-.\lfonso Enri- ingónio, ¡que aun el mismo Camoens se gloriaba de
quez le rinde bomenaje.-)luevl\S g-uerrag por nuestra frontero, y tener la casa de sus mayores en el honrado solar de
nueve pnz.
Galicia! Justo es, pues, mirar y atender á nuestros ve-

cinos con cariño de hermanos, lo cual en nada debe
Honra señalada es para Galicia qne en ella nacie-
estorbar á la historia el ser sincera, aun cuando se
se Alfonso VII el F.mperador; pero como ya nos he-
trate de los personajes mas queridos de un pueblo.
mos detenido en referir la infancia y demás sucesos
De ese modo, si á veces tachamos de doblez á Al-
del buen Alfonso Raimuodez (1 ), habremos solo de
fonso Enriquez, no seremos nosotros quien primero lo
mencionar aquellos que mas relacion tengan con el
haya hecho. El historiador Rerculano dice _«que si
territorio cuya Crónica vamos escribiendo.
bien el infante no habría sido tal ver. á propósito para
Cómo las relaciones de nuestros gallegos, ya guer-
tiempos bonancibles y tranquilos,>> éralo para a~u~lla
reras ya pacíficas, eran acaso mayores, ó por lo me-
época en que el entusiasmo, el esfuerzo, la amb1c1on,
nos t~n grandes con los que siempre debieron ser sus
y a1in el desprecio de ciertas consideraciones ~el 6rden
hermanos de Portugal, que con el resto do la monar-
inoral eran necesarias para dar remate á la indepen-
quía leonesa; la ambicion, y, fuerza es decirlo, la do-
dencia de Portugal. Máxima un tanto viciosa) pues no
blez de Alfonso Euriq uez, causó grandes daños por la
es ni será jamás cierto que para ningun fin deba fal-
region ribereña del ~Iiüo, así como por el obispado de
tarse átales ó cuales consideraciones del órdeu moral.
Orense.
Que á ellas faltó el fundador de la monarquía por-
Complácese el excelente historiador Herculano, á
tuguesa, no puede menos de confesarlo H erculano, y
quien siempre que fuere nP.Cesario nos hemos de com-
harta confesion es, puesto que se trata de un persona-
placer en seguir y ensalzar de la propia manera que
je poco menos que de leyenda para el vulgo de la na-
al presente, en ver que la pequeña provincia de Por-
cion vecina.
tuo-al era el único rincon de tierra, no solo de España
Volviendo á nuestro propósito, Alfonso Enriquez
cr~tiaoa, mas tambieo de parta del Sur de l<'rancia,
era tenido siempre en la córte por dependiente de
que no reconocía directa ni indirectamente al empe-
nuestros reyes; por eso Alfonso V I II, al imponerle la
rador.
paz, le trató con blandura, pero como de superior á
Mas, ¿puede asegurarse esto último? La oscuridad
inferior.
de los tiempos es grandísima. Vemos á menudo á los
1iuchos y diversos asuntos distraían la atencioo del
hombres moverse y guerrear, sin razon, al parecer,
emperador de las cosas de Portugal, y de ello, asf
valedera, mas por eso no es decir que no la teoian 6 la
corno de la enemistad de García de Navarra, se preva-
daban, al menos, buena 6 mala. :Xo hay duda que, de
lió el inquieto infante para aliarse con él en contra del
hecho, no tenia el portugués por costumbre el reco-
rey de Leon y Castilla.
nocer la soberanía de nuestro Alfonso, mas la recooo-
Tambien supo aprovechar el portugués el carácter
cia cuando la fuerza le obligaba á ello, no pudiendo
inquieto de los nobles de Galicia, mal avenidos cou la
neo-ar el derecho que auu existía, y en el cual se fun-
º . paz y respeto á la ley á que les obligaba Alfo_nso_ VII.
daban los reyes de Leon y Cast1lla, para que el de Por-
Gobernaba el conde Gomez N uñez el terr1tor10 de
tuo-al reconociera en ellos la supremacía.
0
Tuy, y el conde Rodrigo Perez tenia g·ran número de
Pasó ya el tiempo de complacerse en enconar anti-
castillos en Limia, con otros señoríos otorgados por
guas heridas, recordando con mal disimulado enojo
el rey.
las tristes desavenencias entre portugueses y espa-
Los dos desleales condes movieron á Alfonso Eori-
ñol<'s.
quez á que se apoderase de Tuy, así como de cuantas
Demás está ya el oponer á la batalla de Aljubar-
tierras y castillos poseian, sujetándose ambos al su-
rota la conquista de Portugal por trei11ta mil españo-
premo dominio del portugués. U o idos con él de esta
les; quien tal complacencia tuviera en nuestros dias,
manera, le dieron tambien soldados para guerrearcon-
no merecería tacha de mal intencionado; bastaba para
tr a el ero perador.
su castigo la de necio.
Era castellano de la fortaleza de Allariz un buen
Por eso, y por el respeto y cariño con que á los
caballero llamado Fernan Annes, quien gobernaba
portugueses miramos, hemos titubeado al hablar de
tambien otros castillos, por medio de sus hermanos,
ciertos personajes y sucesos. Conste, desde luego, que
amigos y parientes. Leal Fernan al emperador, ª:ron-
tenemos por inni>gables dos cosas. La independencia
tó esforzadamenteal iuvasor y á sus desleales amigos,
de Portugal se debe ante todo á la constancia y ardi-
hasta que, perdido el último castillo, nada se opuso ~a
miento de sus hijos. Si el empPrarlor no hubiera mos-
á la marcha de Alfonso Enriquez. Puso este goarnt-
trado la generosidad que siempre tuvo con Alfo uso
ciones suyas, y despues de recorrer la tierra'. <lió_ la
Enriquez, la monarquía portuguesa no se habria fun-
vuelta á Portugal, acas0 para reforzar su eJér~1to,
dado, por lo menos, en aquel tiempo. (}ranJe es la
disminuido por las fatigas de !a g uerra y guarniciones
establecidas.
(1) Véa~e nuestra Cróiiica i• la CJru i1, e ,pitul.>l V, Vf y Vil. Vuelto el portugués á Ga.licia, los condes Rodrigo
Parte cuarta. Edad "Media. Vela y Fernan Perez, acudieron á cerrarle el paso en
PROVINCIA DE PONTEVEORA. 55

Cernesa ó Corneja con otros capitanes del emperador; El mismo rey quedó herido de azcona por un buen
mas los condes, que otras veces habían vencido á Al- hijo de Lin1ia.
fonso Enriquez, t rocada la fortuna de las armas, hu- Gran fortuna fué siempre para la independencia do
bieron de retir irse en desórden, y ya babia ca ido pre- Portugal, que las fuerzas de España estuvieran ocu-
so Rodrigo Vela, cuando dos hombres de armas suyos, padas en empresas mas grandes y lejanas, al propio
cerrando por medio de los enemigos y acometiendo á tiempo que habian de sostener la guerra por las fron-
los que llevaban prisionero á su señor, lograron res- teras portuguesas. De igual manera, al presente, y
catarle, volviéndosecon él. mientras el vencedor de Ourique, prefiriéndolo á las no-
A esto llamaron las armas de los musulmanes la bles hazañas contra los moros, tornaba á emplear las
atencion de Alfonso Enriquez, con lo que hubo de armas en la imposible conquista de Ga\icia, el empe-
acudir hácia el Sur, mientras el emperador estaba rador se hallaba en guerra con navarros y musulmanes.
ocupado en sujetará un enemigo mas poderoso que el Pero la entrada del Portugués no podia menos
infan te, á saber, el rey de Navarra. Vencido este, su- de llamar la atencioo de Alfonso VII, quien, encomen-
po Alfonso VII la derrota. de los suyos por Galicia. Al dando la guerra de Navarra á los condes de Castilla,
punto se encaminó á Tuy, en dontle entró, se cree, se encaminó á Galicia, donde recobró varios castillos,
sin resistencia., y mientras los nobles y alcaides y entró luego saqueando las tierras de su enemigo.
convocados, y entre ellos el anciano Gelmirez, se Habiéndose adelantado el conde Ramiro con esca-
disponían á acudir al llamamiento del príncipe pa- sas fuerzas á talar la tierra, dió con el ejército del in-
ra entrar en Portugal, se supo que no era necesaria fante, pagando harto cara su imprudencia, pues foé
ya ninguna disposicion guerrera, pues se acababa de vencido y preso. En Arcos de Valdevez se hallaba el
ajustar la paz. ejército del emperador, y á las alturas inmediatas
Triste y desalentado el infante con las crueles pér- acudió Alfonso Enriquez.
didas que habia experimentado en la guerra de los Entonces, y sin llegar á las manos ambos ejérci-
musul1nanes, fácil era al emperador rendir y humillar tos, lidiaron cuerpo á cuerpo varios cc1.balleros princi-
del todo á so primo, quien debió de apresurarse á pe- pales de una y otra parte. Que el combate era mas
dir la paz, segun se deduce de las mismas condiciones, bien torneo, lo prueba ante todo el nombre que reci-
impuestas por aquel y aceptadas por este. bió de Jo!fo do Bof11,rdio, y sobre todo, el no morir
Juró el infante leal amistad al emperador, para que ninguno de los contendientes. No reparó eo esto la
nunca, por sí, ni por medio tle otro, tratara de ca.u- tradicion, que despues dió al lugar el nombre de Vei-
sarle daño ó muerte, y si alguno tal hiciera, él le !Iª da Jfatanr;a. La ventaja estuvo de parte de los por-
vengaría, como á un hijo muy amado. Obligósc á res- tugueses, pues quedaron vencidos, por ley de la
petar el territorio del imperio de nuestro Alfonso por caballería, muchos señores principales del emperador,
sf y á nombre de sus nobles, y dado caso que alguno entre ellos, Fernando Hurtado, su be rmano, Bermu-
traspasase las fronteras, él babia de ayutlar al castigo. do Perez, cuñado del infante portugués, y el conde
En caso de guerra, ya de cristianos, ya de musulma- Ponce de Cabrera.
nes, ól babia de socorrer al emperador, siempre que Al cabo, comeuzóse á tratar de la paz, segun los
este lo pidiese. Si el hijo ó hijos del emperador q ueriau portugueses, á propuesta del emperador, y segun los
vivir en paz, el infante habia tle respetar las couJ.icio- nuestros, del infante; sobre lo cual, haya ó no funda-
nes de esta. En caso de querer alg·uuos uoblcs portu- mento para duuar, es lo cierto que la paz era del todo
gueses quebrantar lo pactado, él babia de reparar el necesaria para A.lfouso Enriq uez, pues Omar, el ven-
mal hasta donde fuere posible. Y finalmente, los ho- cido de Ouriq ue, apenas habia sabido el estado en
nores que el emperador le concedia, los babia tle res- que se hallaba el portugués, se apoderó del castillo de
tituir sio engaño de ninguo género en cualquier tiem- Leiria, tao célebre y de tau triste memoria para los
po que se le pidiesen. portugueses. No es fácil decir cuál babia sido la sue r -
Juró el infante este pacto en Tuy coa ciento cin- te de A.lfonso Euriq uez, á no ser por la paz con el em ·
cuenta y dos hombres buenos suyos, á 4 de julio ele perador. Los musulmanea vcnceJores caminaban há-
1137, en presencia del arzobispo de Braga y de los cia lo interior, y despues de señoreará Truucoso, si-
obispos de Segovia, Porto, Tuy y Orense. El mismo guieron devastando la tierra. Al cabo, el infao te, en
Alfonso reconoció pública y solemnemente el vasalla- paz ya con su primo, putlo volver las armas contra
je á que estaba obligado. Con esto volvió la paz á re't- Ornar, y vencerle.
nar en nuestro territorio, si bien sola1nente por dos años. La paz de los cristianos no habia quedado de finíti-
De nuevo, y sin que se hallo en documentos coetá- vamente establecida, pero se realizó al cabo, recono-
neos la cau,a, el Portugués, g·anada la célebre bata- ciendo siempre el infante la supremacía del emperador.
lla de Ouriq ue, tornó á sus deseos de extenderse por
nuestro territorio. Llevólos á cabo entrando por las CAPITULO IX.
inmediaciones de Tuy, mas de nuevo halló al buen
Alfon'lo Enriquci aclama lo rey.-Puebl-in eu Portug-1\l gnll~gos de
alcaide de Allariz, Fernan Aunes, dispuesto á re- allende y aqueo le el ~liño.-Preten$tones de Alfonso Enr1quez á
sist1rlr. Bastároole á nuestro Gallego sus esfuerzos y los territorios del Sur ,le Oalicia.-Es vencid•J ou Arrag>1nal Y en-
los soldados q ue pudo allegar para vencer á los por- tra por Tny en Oalicia.-Es vencido en Badajoz y devuelve lo que
poseia aquende el Miño.
tug·ueses, aprisionando varios principales caballeros,
que, para rescatarse, hubieron tle pagar con los teso- Alfonso E nriq uez, aclamado rey por los suyos y
r os ganados en la última correría contra los árabes. movido de su propia :lmbicion trató ue asegurar su

,
CRONICA GENERAL DE ESPANA.
~
56

poder, p1ra lo cual astutamente se declaró feudatario fué rey de Castilla, y Fernando, tle Leo o, Galicia y Es-
1
de Rom'l, y si bien las negociaciones para el caso se tremadura.
llevaron adelante con gran discrecion y misterio, &l Amenazó, cual era de temer, la discordia entre
cabo el emperador tuvo conocimiento de ollas. Quejóse ambos hermanos, mas habiéndose visto en Sahagun,
al Papa en va.no, pues sus justas razones no hallaron convinieron en vivir en paz y aliados para toda guer-
sino respuestas evasivas. A. la par de tan grave asunto ra ofcnsi va y defensiva.
ocurrió otro, en el cual intervino el Padre Santo con (22 de mayo 1158) Siguiendo el ejemplo del empe-
la mayor resolucion. rador, se obligaron sus hijos á no tratar con el rey de
Toledo, primada. de España desde tiempo de los Portugal cosa alguna riue pudiera perjudicará uno de
godos, reclamó, apenas se vió libre de musulmanes, ol ellos, y además, en el caso de conquistar á Portugal,
derecho que la correspondia.. Ya nos hemos detenido en de lo cual formalmente trataban, el repartimiento
esto, cuando fué necesario, en la Or61iica de la Coru- habia de ser de igual manera amistoso entre ambos
1ia. 11as al presente se trata del arzobispo de Braga, partidos.
Juan Peculiar, tenido por metropolitano de nuestros Puede, en verdad, decirse que la historia de parte
obispos de Tuy y Orense, y por lo tanto interesan de nuestro territorio tiene por esta época relacion
á nuestro territorio las resoluciones de Roma. continua con los Estados de Alfonso Euriquez. Y cierto
(1148) Oponfase el de Braga á la primacía de To- que por los primeros tiempos del reino de Portugal,
ledo, mas el Papa decidió á favor de este. En vano no es posible dar un paso sin nombrar á Tuy, la
fué Juan Peculiar á Roma á defender su causa, pues Limia y demás tierras y lugares fronterizos.
de nuevo se determinó que el primado de España ha- Doña Teresa y su hijo se creyeron si•'mpre eo n
bía de ser el arzobispo de Toledo. derecho á estos territorios, fundándose en que se los
En el año anterior llegaron cruzados que venían babia cedido el rey de Leon, y así se explica el que,
por mar desde el Norte á Palestina, y despues de bus- aun en medio de las guerras con los musulmanes, tor-
car abrigo para sus frágiles barcas en varios puertos de naran los príncipes portugueses la vista aquende el
Astúrias y Galicia, se reunieron en la ria de Noya, 1Iiño.
de,;de donde, por hallarse tan cerca y ser la fiesta de (30 enero 1160) A Tuy vino Raimundo Berenguer,
Pentecostés, acudieron á Coro pos tela á celebrar la despues Alfonso II de Aragon, á celebrar esponsales
Páscua en el templo del Santo Patron de España. con doña 11afalda, hija de A.lfonso Enriquez. Hízose el
Siguieron á las costas de Portugal, en donde contrato con to la solemnidad en presencia de varios
ayudaron á A.lfonso Enriquez á tomará Lisboa, Lis- prelados y señores portugueses y españoles; mas la
bva, ya entonces ciudad importante, y cuyo asiento es muerte de la infanta estorbó el que se verificase el
sobremanera acotnodado para ser uno de los princi- proyectado casamiento.
pales emporios del mondo, si los yerros de los hombres Despues de las vistas de Tuy, tuvo otras el de Por-
6 su ntala ventura lo consintieran (1). tugal con el Leonés en Cela nova, en las que tal vez se
:rtfas adelante, cayó tambien Alcacer do Sal (la trató el casamiento del último con la infanta doña
antigua Salacia, Al-Kassr de los árabes), en poder de Urraca.
los cristianos, quienes de esta manera acabaron con (1165) Desposado Fernando II con esta señora, no
el antiguo arsenal de los Beni-Omeyas de Córdoba, de por eso hubo siempre paz entre yerno y suegro. La
donde salian continuamente barcos y escuadras con- fundacion de Ciudad-Rodrigo fué causa del primer rom-
tra las costas del Norte oeciden tal de la Península. pimiento. Hallábanse tambien descontentos por esta
De Alcacer salió la flota que llevó parte del ejército de causa los concejos de A vila y Salamanca, con lo que,
AJ-mansor para la cooq uista de Coro postela. fuera que pidiesen auxilio al ioq uieto Alfonso Enri-
Por este tiempo seguían nuestros gallegos, con es- q uez, ó q ne este, viendo la ocasion propicia tratase de
pecial los de nuestro territorio, poblando á Portugal, extender por aq)lella parte sus Estados, ello es que en-
pues los mooges fundaban aldeas y poblaciones impor- vió á su hijo D. Sancho, de edad de doce años, con un
tantes, trayendo para ellas colonos extranjeros y del ejército contra Ciudad-Rodrigo.
Norte de la Península. Entre los extranjeros, bien po- No se trataba ahora de lejanas comarcas de Gali-
dria conocerse ya por este nombre, no solo á los es- cia, de posesion dudosa y en las cuales solia hallar
pañoles de Leon, mas á los del Norte de Galicia, si amigos Alfonso Enriq uez. Fernando II, á pesar de
bien lo mas probable es que se trata de francos, esto hallarse en guerra con Castilla, no se arredró, que era
es, fran0eses, flamencos y aun alemanes é ingleses. su ánimo por extremo indomable, y tao benigno y afa-
Con todo, las riberas del ~liño, hasta las cercanías ble en la paz, como dispuesto á afrontar los mayores
de Orense, estaban en manos de A.lfonso Enriq uez, y peligros de la guerra. Dejando, pues, la mayor parte
de estas, ya sumamente pobladas, debieron de ir taro- de sus fuerzas contra Castilla, juntó otro ejército me-
bien numerosos colonos. nor, y con él acudió contra los portugueses, que ya
(1157) Muerto el noble hijo de Galicia y grande venia u por tierra de Leoo.
emperador, A.lfooso VII, quedaron sus Estados, por Entonces se dió la batalla de Arraganal, en la que
nuevo error semejante á otros cometidos anteriormen- fueron los de Portugal vencidos, huyendo el infante
te, divididos entre dos hermanos. Sancho el mayor D. Sancho y quedando muchos soldados prisioneros,
á quien el de Leon puso en libertad.
--------------------- Alfonso Eoriquez entró por Galicia señoreando á
(l.) Herculano. Hutoria cl4 Porti.gal, tomo I, libro JI, pág. 31t. Tuy, y con ayuda de algunos amigos que por acá te-

PROVINCIA DE PONTEVEDRA. 57
nia, llPgó por Toroño hasta las riberas del Lerez. 'ram- Fernando, en breve hubo de convencerse de cuán in-
bien se apoderó de la Limia, viéndose obligado á alzir justamente le juzgaba.
el cerco del castillo de Sandiño, á C:\usa de una gran Acometió el Leonés á Alfonso Enriqucz, y si bien
tempestad, que se atribuyó á San Rosendo, patrono de este trató de defenderse, al propio tiempo que seguia
los monges de Celanova. ofendiendo á los moros de la Alcazaba, vano fué su in -
Además de otros castillos que el portugués seño- tento, pues se vió precisado á huir ante las armas
reó, labró el castillo de Fernando II, y en
de Cedofeita inmedia- la huida yendo á ca-
to á Celanova, cuyos ballo, tropezó, dícese
frailes, atemorizados -
~-
-- que en un cerrojo de
~on los horrendos des- las puertas de la ciu-
manes del ejército de • dad , quedando mal
Alfonso Enriq uez, hu- herido é inútil para
yeron en gran parte el resto de su vida.
á Leon. Dicen unos, que
A esto, Fernan- =t:
pudo seguir huyen-
-do II entrando por el do á caballo cierto
Norte de Galicia, to- tiempo, si bien lo mas
mó el castillo, sin que probable es que en
se sepa otra cosa del = aquel momento ó poco
resto de la guerra despues , cayera al
sino que en 1169 aun sueloquedandoalcabo
se hallaban los terri- prisionero. Entonces
torios de Toroño y Li- :::=-=-
- - se mostró grande cual
mia en gran parte su- nunca el gen~roso
.jetos al Portugués, lo ánimo de Fernando.
cual nos hace con ma - Preso Alfonso En-
yor fuerza creer que .
r1quez , rendido al
para ello debía de ale- pesar del ,e11cimien-
gar mas ó menos fun- to y al dolor de la
dados derechos, basta herida , mostróse el
cierto punto consen- t
indomable guerrero
tidos por nuestros re- sumiso y dispuesto á
yes. Solo de esta ma- -- cuanto Fernando II le
nera.se explica elque, ' mandase. Este, mejor
aun despues de ven- _, r--~--- caballero que esta-
cidos no pocas veces
' J
'
,1

br- . dista, puesto que te-


los de Portugal, con- nia la suerte del rey
servaran, en parte al de Coimbra en las
menos , les referidos manos y con ella la
territorios. de sus Estados, nada
Mal avenido Al- quiso, salvo la resti-
fonso Enriq uez con la tucion de lo que Al-
tranquilidad, y acaso fonso Enriquez con-
movido de la inten- servaba en Galicia.
cion de ofender á su Hízose como Fernan-
.yerno Fernando II, do pedía, y en breve
acometió á Badajoz, el viejo leon se vió en
que si bien de moros Fachada de ~ igle,;ia de Santa M'lria.
libertad, aunque im-
rendía párias al Leo- pos1bilita<lo de vol ver
nés. á la guerra.
No podia este consentir que su suegro le cerrase el El ~fiñodividió para siempre y trocó en enemigosádos
paso para nuevas conquistas, tomando á Badajoz, de pueblos, hermanos por el idioma, la tradicioo y la sangre.
donde podría irse extendiendo hácia Levante. Además
sujeto el walí de Badajoz á la devocion de Fernan-
CAPITULO X.
Renauciao J~s reyes de Portugal á todo territorio allende el Jdiño.-
do II, era deber de las armas leouesas acudir en pro Antiguas rrooteras.-Fundacion de Contrasta {Valeoza do Miño).-
de quien á ellas se había rendido y en ellas confiaba. Ayuda Galicia á Portugal contra los moros.-Hazai'la d_e un gall&-
Dueños los portugueses de la ciudad, manteníanse go oo el sitio de Silves.-Dejao muchos nobles sus cnst1llo~. y ba-
jan á vivirá los pueblos.-Ordeo de predicauore$.-Frailes rrancia,
los musulmanes en la Alcazaba, y cuando ya daban canos.-Payo Gomez Charino en el sitio de Sevilla.-Recuerdos T
toda esperanza por perdida, vieron venir hácia Badajoz fiestas eu Pontevedra.-Conflrmacion de privilegios.
nuevo ejército cristiano. Si al principio llegó algun La renuncia de los reyes de Portugal á todo dere-
musulman á poner en duda la lealtad de nuestro cho en nuestro territorio y el de Orense, estableció por
PONTBYBDRA. 8
58 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

línea fronteriza la misma quo al presento tiene la pro- vo, alentando con su ejemplo el ánimo de los sitiado-
vincia de Ponte,edra, esto es, el .tlliño; si bien por la res (1 ).
parte de Orense no llegaban hasta donde ahora llegan Un tanto mas serenos los tiempos, y seguro ya el
las fronteras portng·uesas. territorio gallego de toda entrada musulmana, fueron
(1181) Para defensa del reino, fundó Sancho, hijo creciendo el comercio y la riqueza. Las ciudades iban
de Alfonso Enriq ucz, á. Contrasta (\'alcuza clo ~finho), ganan<lo lo qnc los señores feudales perdian, y, atrai-
frente á Tuy. dos todos por los fueros é in1nunida<les concedidas á
Desde esta época, y salvo durante las guerras entre aquellas, acndiau á vivir ú su recinto.
Portugal y Castilla, vi vieron los hijos <le 11 uestro ter- 1Iuchos hidalg·os, q uc hasta en ton ces habian vi vi-
ritorio cu paz con sus antig·uos hern1anos.-Dccimos do en sus torres y castillos por el can1 po, vinieron á es-
mnl-con los que sie1npre ser,íu ,erdaLlcrarnentc her- tablecerse en Poutercclra y otros lug·aresdo importan-
manos snyo,, por mas que vean <le estorbarlo la razon cia, en dond<-', merced á su rcpresentaciou, casi siem-
de estado .r la mala fé de los hombres, que allá suelen pre log-rarou el ruando de las milicias.
irse ambas harto á menudo. La historia, m~~s acostumbrada, hasta el presente,
I•:n tanto, nuestros gallegos, oucuos labradores y á refl,rir hazañas guerreras, q uc á dar cuenta del es-
excelentes marinos, si en el seg·uro territorio hallau paz tado social <le los pueblos, solo nos da el norubre de
b~stante á emplear su vida en las duras faenas de la los reyes y tal cual sol la1lo notable; pero siempre que
.nar y del campo, alleg·au cu tan honratlo en1plco cada vemos trc1nular los peuJoocs de las ciudades ele Gali-
vez mayores fuerzas para servir á la patria y aun al ci,1, uo puJcrnos menos ele ver ~ su sombra á sus
,cciuo PortuJal. g·e11erosos hijos , nubles y pleb(lyos, dando por la
Sitiaban los musuhnan 'S á Santarcn1, y corno el patria hacienda y vida.
pclio·ro fuera o'l'.'.lncle, ha.bia :\Cui!iLlO el infaute D. :-3111- :Xo eran parto la autoridad real ni el naciente po-
cho cu pro Je los Ct'rc·i los. Li!li,iron portug;uesc;; y derío t1e las ciudatlPs para combatir la licencia, y
moros sin q uc la victoria f..\\'orecic"c d0l todo á unos des nfrcno J¡_, las costumbres. Otro molo había enton-
ni á otros. ce.; 1nucho 1nas e1lc·t1, y po<lero.,o, si ya uo ¡,uede con
En esto, y cuando mas amt'nazado se hallab.l el to<l,t razon llan1arae único.
trono <lel a1,ci:-tuo .A!fou~o Enrique:, 20,000 g·allr.;os, El influjo ele la r lig·ion mautuv0 á la socic!lai,
con el arzubispo dé Sautiag·o, acndi~ron, con10 á lue- durante la l~tlall ~!odia, en aquel e,;tado necesario
go <lel triste suc ,o de Uclt;', á d"tcucr cou sus noble;; para C\ it.tr 1ue el hu1nbre, rotos los vínculos tiuo á su
pcch.Js :í. los tc1.i1do!:I JU 'rrcros <le .\.frica. :;cn1ej'..i.nte le unen, uo tornara al primitivo <'atado de
(11" 1) De i,; 1a: 1.1a 1 ra, el b.i.en r~y <le Leo u lle- barbarie.
gó a: frente dehu s''.., a""ucrrilas, le .. fiau lo .í.singu- .Jutnás fué tan 11n p ,rt'tn te co:no en aquella. época la
lar pele·t á Jusuf. llcrid.., este 1110, t ..lint'nt;) en uno J' prcscn ia ele hon1 hres ¡•xtraordinar:os, cuya voz y cuyo
los encueutrv,; c n :os cri.,ti'lnos, muri,í, y los su., os eje1nplo, ante todo, sirvieran par,l alentar á los buenos
huyeron, Jpjan<lo ,¡ l')., cristi,tno;; la , ictoria .) el en sn ea1nino, y para rctrne1· á los 1nalos ele la senda
campo. de penlicion qnc ninguna autorida,l hum:ina babia de
(118a) l\Ial ¡ ouian olvidar los gallegos el uso de las estorbarlC's.
ar1na,, que si no eran ya 11Pc ,arias para <lefcnder la
0
'l'alt's y t·iu sa::;·rada;; razones movieron á Santo
propia i11dept'udencia, aun no habia razo11 para darlas Domingo :í fuutlar la úrdcn Je Predica.dore,, aprobada
reposo, puesto que el musulman hollaba buena parte por el lJapa llonoriJ III. Fundados los conventos de
del territoriu c::paiíol. De ese mo 'o, y por ,nuc.,tra, al Se~orta, ~fadrid y Z1.rag·oza., fuéronl, dcspues otros
menos, de como empleaban el esfuerzo nuestros buenos varios, entro ello,,, el de Ponte,·edra. Establecióse pri-
hijos de Cl-ulieia, es justo no pa:;ar en silencio el suce- mero en el muelle ele las Corbaceiras, arrabal do la
so siguiente: J!ourcira, y tlcspues cu el Campo <l'as Rodas, llamado
Era favorable oca;;ion el paso de lo.; cruza.Jo; del desde entonces de Santo Domingo, en <londe lleg·ó
Norte por las costas occidentales ele nuestra Peníusu- hasta nuestros <lias. De este edificio dice el Sr. don
la para que de ella se aprovechase ,\.lfonso Enriquez. Claudio Gonz:i.lez <le Zúñiga, en su Ilistoria de Ponte-
Con tan po<lerosa ayuda tomó á Lisboa y otl'as i1npor- -veclra; que en él so conservaban muchos sepulcros
tantes ciudades. é inscripciones, que en nuestros tie1npos podiau ha -
Siguió el portugués adelante y sitió á Sil ves. Ha- b-:r sido poi· extremo útiles para poner en claro sucesos
bíanle acudido cruzados del Norte y auxiliarr-s ele di- poco conocidos de l:\ E:lad ~1cdia, p'3ro manos igno-
versas partes, entre ellos babia no pocos gallegos, y ran tes y osadas arrancaron del sagrado recinto lápi-
tambien una nave de Rua, en Galicia. La historia ca- das y piedras <le sepulturas para empedrar calles y
lla (suerte y premio que Galicia suele reservar á sus plazas.
hijos) el nombre de un valiente gallego, mas no su T:.unbicn San Francisco de A sís, al pasar por P on -
hazaña. Desanimados los sitiadores, babia ya no pocos teveclra, en compaiíía de San A.ntonio do Pádna, fu ndó
que trataban de abandonar la empresa: hallábase el uno de los primeros conventos de su 6rden, el cual ha
muro medio arruinado por las máquinas de los ale- sido destinado en nuestros tiempos para todas l as ofi-
manes, y el buen hijo de Galicia, á. pesar de los cinas de administracion inclusa la diputacion p ro-
tiros de piedras y toda clase de ar1nas arrojadi- vincial. •

zas que sobre él llovian, se llegó al muro, y ar-


rancando una piedra angular, se volvió sano y sal- (!) Hcrculano, t. IT, lib. Ill, ¡,á g. 38.
P ROVINCTA DE PONTEVEDRA.
59
- -- -- -- - - - - - -
_Era el ánimo coostante de nuestros gallegos ayu,
- - -- - - - - - - --
lla mayor, y al lado de la epístola, hay un sepulcro de
dar á España siempre que fuese necesario; de este granito bastante fino, seis cuar tas y media de alto so-
m odo, se hallaban presentes en cuantas empresas de bre el suelo, cuatro de ancho y once de largo (1 ).
alguna importancia teoian por objeto librar la Pen- 11uéstrase sobre el sepulcro una estátua yacente,
nínsula por completo del yugo musulman. sobre un lecho con la cabeza en dos almohadas. La es-
Habiendo puesto el Santo rey D. Fernando sitio á tátua es el retrato de un guerrero con bigote, las pier-
Sevilla, acudiéronle soldados y marinos de toda Espa- nas cruzadas, espuelas y los piés descansando en sen-
fia . Era jefe de la Arm:i.da el castellano 6 francés don dos perros.
Ramon Bonifaz, y mientras en Vizcaya y demás pro- Las manos con guau tele tes sobre el pecho, tiene la
vincias de la costa se aprestaron naves para facilitar el espada asida por debajo de la cruz. Cubre la cabeza
señorío de las aguas del Guadalquivir, por Galicia se un morrion, por debajo del cual y á entrambos lados,
d ispusieron di versas em barcacionC's orgao izadas por sale la larga cabellera del guerrero.
Payo Gomez Chariuo, Señor de Riaojo. En el testero, por la parte del altar mayor, y hácia
I ncreible habría de parecer, si de otro pueblo se los ¡Ji0s ele la estátua, se ad vierte una cabeza de leon
tratara, que solo un sepulcro sirviera de documento á raíz del suelo. En el opuesto lado hay un escudo de
h istórico para probar que el seú'.>r de Ria.ojo contri- armas con cinco flores de lís. El sepulcro tiene la si-
buyó en gran manera á la toma de Sevilla. guiente ioscripcion:
Unida esta coo Triana por un puente de barcas,
d e más 1!ran los esfuerzos de los cristianos por la parte AQl'Í YACE EL :llUY i\OBLE
d e tierra, mientras entre ambos lugares hubiese la CADALLEaO PAYO Guo,rEz
fácil comunicacioo debida al puente. Era forzoso rom- CHARIXO EL PR!l\1ERO 8EXOR
per le, y la armalla cristiana llevó á cabo tao gloriosa DE l{IA'.'<JO, QUE GUANÓ Á ~E-
empresa, decidiendo con su hazaña la rendicion ele la ,.ILLA SIENDO DE ::\!OROS, Y LOS
antigua Isbilia (Hispalis). PRIVILEJIOS DE ESTA VILLA: AXO
No es posible especificar el gra(lo en que se empleó el DE 1:304.
generoso esfuerzo tle nuestros galleg·os. Ya hemos di-
cho en otra parte (1), que es sobremanera probable A juzgar por la fecha, Payo Goroez debió de morir
se hallaran na,es gallegas en la vanguardia, y de no hácia los 80 auos, si había de tener edad suficiente
ser así, con ellas estaria Payo Gomez Chariuo. para asistir al cerco de Sevilla. Nada hay en est'> in-
Cierto que, sin rebajar en lo 1uas 1nínimo la gloria varosí,nil. Tampoco lo es que la inscripcioo sea poste-
d e los buenos marinos de Cantabria y Vizcaya, exce- rior al sepulcro, y aun este al en t~rramiento. Lo que
l entes entre los mejores del mondo, podemos, confor- la tradicion podria hoy mentir á maosal va, no podría
mándonos con un documento, á la verdad importante, hacerlo poco mas ele un siglo despues de la muerte de
dar á nuestros gallegos la honra que se merecen, mas nuestro marino, y la letra de la inscripcion es, á lo su-
por sus hechos, que por el punible descuido con que mo, un siglo posterior .
...
despues los entreg·an al olvido . La riqueza y prosperidad de Pontevedra, así como
Que todos los hijos de la costa cristiana con tribu - el recuerdo de las guerras de los moros, perpetuado
y eron noblemente á la empresa, lo demuestra la tra- de padre~ á hijos por dos ó tres generaciones, no habían

dicion y aun las armas de muchas ciudades. Por prue- de permitir una tan g·rande impostura, como lo fuera
ba citaremos la ele Avilés, donde la propia tradicion la inscripcion del sepulcro del convento de Sao Fran-
ex pl ica el orígen glorioso de sus armas. cisco, á ser falsa.
La tradicio n suele crecer en pormenores con el A:.in hoy se halla el apellido de nuestro marino en
t iempo, mas r.on ellos hemos de referir la honrada el reino de Sevilla, perpetuado en casas de notable

tradicion avileseña. Booifaz, dice, conso l tó coD Rui Pe- representacion, y la marina española, honrada.y agra-
rez, sobrino de Nuño Perez, que mandaba una carra - decida sic>tnpre, ostenta en las paredes de su rico
ca; j untos armaron dos de estas naves con espolo- museo (2) el retrato del buen Payo Gomez Chiri-
n es, y cerrando rio arriba, rompieron una cacle naque no, que es con10 el apellido se conserva en Andalucía,
babia entre dos fortalezas, y despnes el puente. Ail· trocada en i el a de la sílab:i. primera.
m as parlnntes que refieren á la posteridad esta haza- Que la historia no mencione á Payo Gomez Chari-
ña, son, segun se dice, las de Avilés y las de Santan- no, no es razon para negar la presencia ele este en
der tambien. Sevilla, pues, en tratándose de Galicia, sabido es que,
E n historia tan gloriosa cotno la nuestra, hay lan- así castellanos, como gallegos (cosa increíble) suelen
r eles para todos; con lo que sin rebajar en lo maR mí- tener por costumbre pasar en silencio 6 desfigurar
n imo la de nuestros generosos hertnanos de la costa los nombres y hazañ.as de los buenos hijos del solar
cantábrica, diremos q_ ue un monumento de la 1nayor SUe'l'O.
importancia atestig·ua la presencia y gloriosas hazañas Destruiuo en gran parte el archivo de Pontevedra
en el cerco de Sevilla ele los hijos do Galicia. durante la invasion francesa, fuerza ha sido acudir á
E n la iglesia de San Francisco de menores ob<iervan- testimonios de relacion para que constasen Lueua par-
t es de Pontevedra, subiendo al presbiterio de la capi- te de sus Reales pri ,ilegios.

(1) Hi.,1ori•1 de Polltere,i ~a, por D. Clnudio Gonzo.lez y Z úuiga.


({) Cró11fra de la Cor;11i'1. (2¡ Véase el Museo isavnl de~! .drid.
60 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

Habíalosdel tiempo de Fernando III el S(/,nto, y cons- Detrás de las cofradías con sus santos y estandar-
ta por copia auténtica que <<por servicios que hicieron tes, seguia la Custodia con el clero secular y comu-
(los marineros de Pontevedra) á la corona, pueden nidades religiosas, alurnbraudo los marineros del ar-
traer libremente y sin derechoalguno, de cuall•squie- rabal de la i\,Joureira. con mil quinientas hachas.
ra reinos todas las n1ercaderías, y vender con franqui- En pos seguían los regidores perpétuos ele casas
cia en sus navíos la quinta parte de ellas: y entre otras nobles, que por privilegio llevaban el palio, con q ne
mercedes, que les son concedidas por el rey D. Fer- cerraban la procesion, presidiendo los alcaldes y el.
.
nando III se manda, que si alguno de ellos hubiere JUeZ.
de morir á manos de la justicia por delito que haya La 1Va11, 6 ,.\Tao, que ha.bia dejado ele sacarla des-
cometido, se f'jecute eu él la pena como en persona de 1796 el grernio ele mareantes, la restableció el
noble, salvo si el delito fuera de traicion contra S. 1\1.» ayunta1niento por su cuenta el aüo de 1842.
Tambien Cárlos V confirmó en la Coruü:i otro pri- La tradicion afii'ma que la. tal 1Vao, no solo repre-
vilegio confirn1ado por sus antecesores y atribuiuo á sentaba la nave de la ig·lesia, triunfante de sus ene-
D. Fernando el Jlla!fno en favor ele los vecinos de Pon- 1uigos, mas tambieu era símbolo ó ffil'jor recuerdo
teveclra, en el cual, refiriéndose tambien á sus abue- de las naves que llevó al cerco de Sevilla. Payo Gornez
los, dice el rey que, por servicios que los vecinos Charino. Aun recuerda con noble y religioso cariño el
babian hecho á la real corona, les libra y ennoblece, Sr. Gonzalez y Zúüig·a (1), haber oido á antig·uos mari-
con palabras muy honoríficas, á todos in JHJ1"}Jetu1t,n, neros pontevedreses, que en Sevilla se conservaba la
tanto preseutes como futuros, de todo género de tribu- misma religiosa memoria, así como en Pontevedra,
tos, como luctuosa, goróla, anal, navigio, pctliclalla, llevaban los 1uarioeros en sus brazos fragmentos y
moneda y otras semejantes, que pagaban los hombres restos de las memorables naves de los avasalladores
de estado llano, cuyo privileg·io se halla confirmado del Bétis. Tambien se recuerda en Pontevedra que
por muchos señores reyes sus sucesores, infantes, eran tales la un1on y estrecha amistad entre nuestros
graneles, prelados, señores de Castilla, y la mayor no- 1narineros y los de Sevilla, que ni en una ni en otra
bleza de la corona. Lo cual constaba en pergamino con ciudad pagaban respectiva.1nente el derecho de an-
el sello real. claje los 01arineros sevrllaoos y pontevedreses.
(1311) En el Concilio '\'ienense celebrado en Fran- La tradiciou y el enterramiento son pruC'bas que
ci::i, sieudo PapaClernente V; con presencia ele los reyes mútuamcnte se confirman, y además de dar por sí
de Iug lat<'rra, Francia y A ragon, se confirmaron las luz sobre la presencia y gloriosos hechos de nuestros
bulas de Urbano I'\', mandando celebrar la festividad gallegos en el Guadalquivir, no han de dejar de ser
del Santísimo Sacramento. Juan XXII, ciuco aüos des- útiles en su dia para aclarar la oscurida,l que aun es -
pues, aüadió una octava y ordenó la procesion. torba ver claro, merceJ á la escasez de documentos y
Pontevedra fué d<' las primeras ciudades que se esca,,o afecto de Galicia á sus glorias.
ap,.esuraron ü celebrar la festividad y procesion del
Corpus cou la octava. Celebróse tan gran solemnidad
con el mayor lucimiento y concurso de g·ente de C+ali- CAPITULO XI.
cia, y aun del resto de España
El almirante J úíre Tenorio.-Su nacimiento en nuestro territorio.-
Con igual solemnidad se celebró por mucho tif'mpo S11s b:iz,,,,a<i.-Su muerte.-.\yndn Galicin ñ Pe lro el Cruel.-Pero
despues la fif'sta del Oorpos en nuestro Ponteveclra. ;,;¡¡¡o y Ootn~z Don1no.-Va Pero Gomez ,le :,;otlmayor. mnrisc11l
Salia el ayuntamiento la víspera recorriendo eu lucida ,le Ca$lilta y cnbn\lero de la l:lnnda, <le embajador á 'l'únez.-Leng
\Tnmorlno), e cnmpail1n ,le Rui Gonznlez Clavijo y Heroan San•
cabalgata la carrera que habia de llevar la procesiou. chez tle Palnzuelo~.
A la vuelta esperaba á los concrjales A i"1'au; f'Sto es,
una natJe, puesta sobre ruedas, de la cual tiraba el (12!'!:-,) Bien merece Ponteveelra el no1nbre de semi-
Centulo ó Choqueiro; á saber, un hombre disfrazado, llero de ilustres marinos. En tiempo de Fernando IV
con carütula cou cuernos; ayudúban le varios n1ozos. el E,npla.:adrJ, fué adelantado de Castilla. 1Ien Rodri-
Al entrar la cabalg·ata en la plaza de la Alhóndiga, guez de Tenorio, siéndolo asirnisrno despues su her-
tiraba la na'De varios cañonazos, y unos marineros que 1na.110 .Alonso .Jofre 1le Tenorio, que fué luego al-
iban á bordo ricamrnte vestidos, saludaban al avuo- mirante del rey D. Alfonso XI.
tamiento con graciosas 1Jayas. (Zumba, broma, chan• l•:ran arnbos he1·manos uaciclos en el castillo ele
za, etc.) Tenorio, P"CO mas de una leg·ua de Poutevcdra, y Jo-
Al dia ~ig·uirn te á mediodía comenzaba la proce- fre df'bió de aprender á ser buen 1narino en la cerca-
sion. Ricas colga loras y vistosos toldos eng·alanaban na costa y h1°r:nosísi1nas rias, unas áotras in1nediatas.
la carrera, cuyo suelo llrnaban ele fragancia o 1orosas Afirn1a (Tántlara que Alfonso .Jofre fué g·uarda ma-
yerbas. yor ele\ rey D. ,\louso, quien le hizo rico hombre.
Anunciaba la salida una salva de artillería. Las IIa\lúbase el rry en Sevilla, cuando el buen .\lonso
Pelas (1), la. Tarasca, llama.da. por allá la Coca, y A Jofrc de 'fenlrio venció con su C'scuadra á la ele los
l{a1i con su Céntulo y danza ele e::.padas, propios y moros, (L qui"n apresó tres galeras, echando á pique
pagados por el gremio de mareantes, ib!ln á la cabeza. cuatro, y haeiéndoles perder entre 111uertos, heridos y
prisioneros 1,200 hon1bres. Grandes fueron los regoci,
({) J>eln.-En Onhc1n.-El mucltncho que vn rir.amente aci'lrnn,lo
&.Jbre l,~s hom\Jros de un hombre, y va ba1laodo. (Diccio1tariu ele la
.Acacl~miu). (1) \'ease su llulo,·,a el~ J'u,tt•re ¡,•.,.
PROVINCIA DE PONTEVEDRA.

jos con que se celebró en Sevilla la victoria de nues- que Enrique llegase á rey antes de cumplir catorce
tro aui1noso marino. años.
(1337) Años adelante venció á una escuadra portu- (13ü7) :\,fostró Enrique predilcccioo al arzobispo de
guesa mandada por el aln1iranto genovés Pccano. Re- Toledo, con que resentido el de Santiago, se fué á Por-
ñido 1'ué el combate y por extre1no dudoso al princi- tugal, cuyo rey no tardó en rrnovar sus pretensiones
pio, con lo que Alonso Jofrc, viendo que ya habian si- á la corona de Castilla.
do rendidas y apresaúas dos naves castellanas, embis~ Cercaron los portugueses á Tuy, y habiendo el
tió á la cat'itana, log·rando rendirla y apoderarse del rey de Castilla enviado su huestr, mandada por Roy
estandarte real. Trocada desde entonces la suerte, Lopez Dávalos, hubo discordia al llegar al Padron
apresó ocho galeras mas, echando seis á pique y ha- entre los caballeros do Galicia y los de Castilla.. Pero
ciendo al propio tie1npo prisionero al almirante Pecano Niño, conde de Buelna, quería se acudi0se al punto al
y á su hijo Cár los. socorro de Tuy, pero D. Juan García ),fanrique se ha-
Despues de tan señalada victoria, fué nuestro ga- llaba en Pontevedra, habiendo hecho alzar toda la
llego recibido en trianfo en Sevilla, por disposicion del tierra contra el rey de Castilla, con lo que Tuy cay6
r ey D. Alfonso. al cabo en manos del de Po1·tugal.
(1339) Con próspera 6 adversa suerte fué siempre De ese modo, las fuerzas que habian de emplearse
héroe el buen Alonso Jofr..} de Tenorio. Había llcgadn en Tuy, fueron necesarias contra Poutevedra, á la
á Tarifa desde Africa, el moro Albohacen con doscien- cual puso cerco la hueste castellana. En esto y mi<'n-
t as embarcaciones. Harto escasas y desiguales eran tras las damas miraban dPsde el adarvf', salieron mu-
las fuerzas de nuestro a'mirante para tau poderoso chos ho1n bres de armas, ballesteros y escu1lcros á pe-
enemigo; mas como siempre el vulgv necio se compla- lear con lo:i del rey. Sangriento por extremo fué el
ce en poner tacha en aquello que no entiende, y aun combate, y el coude Pero :Niúu mosti·ó allí su esfuerzo
manchar, si le es posible, la honra mas limpia, empe- Era famoso entre los de Ponteveclra un esfurZ~LdO
zó á cundir la voz de que nuestro gallego se recataba peon llamado Gomez Domao. y ambos se buscaban en
de los musulmanes, antes por cob:i.rdía que por pru- lo mas reñido de la refriega. Iba Pero Xiño á caballo,
dencia y yerdadera pericia militar. y llevaba cota, bacinete con camal al uso ele en touces,
Bien conocia A.looso Jofre que era notable impru- canilleras y grande adarga de barrera, que le habian
dencia el empeñar á la sazon la batalla, mas ante tan dado en Córdoba púr buena, y había si1lo del buen ca-
necias é infames hablillas, no tuvo paciencia para es- ballero Don Egas.
perar. Acometió, pues, á la escuadra musulmana, y Gomcz Domao iba á pié, era muy recio, y tenia
fueron tales los herótcos esf,1erzos de nuestro gallego por defensa un escuelo. Habíase abierto paso Pero :t-ii-
por lograr la victoria, que en medio de ella perJió la ño con su cal.Jallo, si bien esto iba ya ht-rido, al través
vida; ¡muerte digna en verdad de su España, de su del combate, y al punto vinieron á juntar las espadas
tierra y de su nombre! Gomcz Domao y el de Bneln a. Diéronse fuertes y
La guerra civil entre D. Enrique el Ba.starJo y repetidos golpes, y Gomez di6 uno tan grande en la
Pedro el Cruel, llegó hasta l0s confines de Galicia. cabeza á Pero Niño, que este referia despues q ne le fi.io
D errotado Enrique en la batalla de Nájera, quedó en saltar las centellas de los ojos. l\las esta fué la últi-
ella prisionero, y en manos del Cruel Pedro, Ga.rci Jo- ma hazaña de Gomez Dom·io, puc:i Per,) Niño le pudo
fre de Tenorio, hijo de nuestro célebre aln1iraote. De- acertar desde el caballo, dándole un tajo que le hendió
m ás es decir, que la gloria de Pedro fué escaso mé- la cabeza y la frente.
rito á los ojos del vencedor, quien no tuvo ánimo ni Prosiguió Pero :Niño hazañas que su crónica refiere,
generosidad suficientes para perdonar la vida á los pri- y son en verdad dignas de contarse, basta que los del
sioneros (1367). rey se retrajeron á sus reales y los del arzobispo ti
Galicia se mostró desde luego· inclinada á favo- Pontevedra. Al cabo, y no sin diversas alterna ti vas
r ecer el partido del rey legíti1no; y Suer Iüig·uez de propias ele la guerra, hubo paces eutre Portugal y Cas-
Parada, Atlelantado de Galicia, envió tlcsde este reino tilla.
á D. Pedro 1,500 peones y 300 caballos que asistieron :No se empleaban siempre por aquellos tiempos en
asimismo á. la referida batalla de Nájera, ballá~so las ero presas 1nilitares nuestros gallegos. Digno tle me n -
t ambieu á favor de Pedro 1nucho:l gallegos notables, y cionarse aquí es el nombre de Payo Gomez de Soto-
entre estos, los Loberas, Godoyes, Apoutes, Cruces, n1ayor, mariscal de Castilla y caballero Je la banda,
1v1aldonados, Barraganes, Romaycs, Aldaus, 1Ielendez señor de la fortaleza de Lantaüóo, con todas sns tier-
de Gonuar, Ch1rinos (tal vez ya andaluces) y tambieu ras y las villas de Santomé y PortonoLo tle \'illa111a-
Tenorios. yor y Puerto del Carril; señor de la fortaleza y villa de
1<:11 la Cró,iica de la Cor1tiía hemos hablado va de R 1anj0, tierra de Portomarcos y quince feligresías en
la rivaltdad que siempre hubo entre D. Pedro Tcno-
- el juzgado de tierra de Qui uta; scüor de las for:alcza~
. rio, arzobispo de Toledo y el de Compostela, D. J uau do Ínsna, tierra de 'l'abeirlís, Cela ) Sc.bral, quien fue
García tle )lauriquo. No se ,naraville el lector do que nombrado en1bajador con Timur-Leng (Tamorlan), en
de tal manera haya1nos saltado desde los tiempos del compañía de Rui Gonzalez Clavijo y Hcrnau Sauchez
r ey D. Pedro hasta la mi no ría. de Enrique III, que á de Palazuelos, por el rey D. Enric1ue el Dolien-
ello nos obliga nuestra Crónica. Las disensiones de te (1402).
los referidos arzobispos y Je los grandes sci1ores, Payo Gomez, casado con doña ),iayor de :hfendoza,
así como la m:soria del pueblo, fueron causa de viuda de Petlro Gonzalez Dávila, tuvo entre varios hi-

\
62 CRÓNlCA GENERAL DE ESPARA.

jos á. Suero l101nez de Sotou1ayor, que fué asimismo graron acabar para siempre con el inquieto áoi1no de
mariscal <le Castilla. ,\robos estaban enterrados en los nobles, los cuales, convertidos despues en cortesa-
Santo Domingo de Pontcvc<lra, cu la capilla de Santo nos, hubieron do salir do su tierra á emplear fuera do
Tom:is, en donde se veían sus sepulcros <lo alabastro, ella y aun de Espaiía, lo que antes, mal 6 bien adqui•
con sus bu;;tos y letreros, segun Argoto. Ya be1nos di- riuo, en Gal icia so empleaba.
cho mas arrib:i, que la ig·lcsia de Santo Domingo ha- Los sucesos acaecidos por aquella época ou Gali-
bia sido profanada y Jestruida. ¡Necio uclito, que mn- cia son importantes, y dan de tal manera á conocer el
chos han leni<lo por honra en nuestro siglo! estado social de nuestro territorio, que, en su vista y
por comparacion, puede juzgarse do la desventura de
nuestros gallegos en diversos tiempos harto parecidos.
Era Pe<lro Al varoz do Sotomayor, hombre con toda
CAPITULO XII.
verdal vengativo y cruel. Pruébanlo sus palabras al
obispo de Tuy, quien lastimándose en su presencia
Con ce le Enrie¡ ue IV en :\In lri,! un, forin noual :\ P.:,nlevoJrn.-G uor-
r11, contrnlos ,lere'ho,; ,Je Isnbcl I.-.\yu.la en clln Portugal tí va-
de los daños que padecía el obispado, preguntó á Pe-
rios ,eñores.-EI con.Je de Camiun (Po,lro l\Indrugn), aprisiono. dro Alvarcz por quó cometía tan graves desmanes y
:\ D. Dirg-o de )!uros, ohi,po le Tuy.-D>struye el de Cnm111a mu- destruía, por enemigos, á solares tan ilustres como los
cho-1 solnres ,le eneroig-,~.-Yence, coo nyuda rlo portugueses y bo-
11\u \eses, :i ,\h·nro Alfon➔o d,i Fig-ueron.-Vun:;ase e~te lle los ele Pazos <le Pro ben, de Berdusido, I'omay, Ponte, Bar-
holan l~sei.- ,1,,erte d~ Gomez Pnzo, Je Probon.-Retirl\Se el <le ragan, Valladares, Al<laus, Liras, r.Ialdonado, Teno-
C1un111n ñ Port ug-n!. rio y otros, cuya ruina vienen desde entonces.
«Basta en Galicia. mi casa do Soto mayor,, repuso
Vamos acl'rcándonos á loil tiempos modernos; mas Pedro Al varcz, conde de Camuña, á quien Galicia y
antes de entrar cu ello:;, tienen las Crónicas de Galicia y la historia hao conservado el apodo de Pedro Ma-
que detenerse, siquiera 110 tanto como deberían, pues druga.
se trata de la época en q uc fenece el feudalismo, dando No dudamos habrá. quien, al poner los ojos en nues-
lugar al seüorfo del poder real. tras Or6nicasde (}alicia, nos tache de aficionados cie-
Enrique IV conccllió en !11adrid el 17 de mayo gos á todo lo antiguo, 6 bien de desconocer los remo-
de 1467 una ferLL anual á Pontevedra, y es cuanto re- tos tiempos en que al presente no:S estamos ocu -
cuerda nuestro territorio de aq ucl triste reinado. No pando.
así, despues dc la 1nuerte lle Enrique. La tiranía, por superior que sea el hombre que la
Alegaba A.lonso \r de Portugal derecho al trono de empico, es pasajera. Un pneblo e?1ér;ico y digno de
Castilla mas \'aleLlero que el de doüa Isabel I, y ofre- ser libre, lo será siempre que q uicra. Si no alcanza la
cia su mano á la infanta doiJa. Juana, trayendo seme- libert::111, eil que no la merece.
jante con1petencia s.tñutlas guerras y cruelf,imos da- Fácil es en un artículo de periódico (y aun dicen que
ños áGalicia . .d..tizaba el iuceuJio el mar 1ués de Vi- necesario), hablar contra esta 6 aquella iostitucion si
llena, )' 1uientras el portugués invadía á Ca~tilla, Pe- para el momento importa. 1\Ias los argumentos de pe-
dro Al \'arez de Sotoo1a.yor ( el farnoso Pedro !1-Ia- riódico, esto es, lo que la guerra diaria de partido
druga) entró por Galicia á nombre del rey de Portu- exige, na<la son; 6 por mejor decir, son á menudo
gal, scüoreanrlo á Tuy. perjudiciales. Qne el ho1nbrc tenga en todo su opi-
t.1 ucrto Enrique I\T, y di vi di dos, se6 u n ya hemos nioo no os sino razonable. Pero la historia quiere algo
indicado, los ánimos de los españoles, q uerian unos masque la opinion del escritor; quiere su imparciali-
á la infanta doña J:_alJel, hermana del difunto, y otros da<l.
á doña Juana (1474). Buena parte de la nobleza de Cercó el con<lc cle Camiña el Castolo ó Torre del
Galicia favorecía á esta última, mas no toda, ni me- Abad, la Torre Vieja, la del Castro y la de la Viiía
nos el .\ rzobispo de Santiago, D. Alfonso Fon seca y del Pazo, defendidas por los realistas Gregorio Tenorio
Acevc<lo, á la par de otros prelados. de Godoy, Antonio de Pazos de Berdusido, Gomez de
Dueño Pedro !IIad · uga de Tuy, prendió al Obispo Pazos de Proboo y sus dos hermanos Jácome y García
D. Diego de !lfuros en el misn10 palacio episcopal, sien- de Pazos.
do ejecutor de la prision el regidor de Bayona Pedro 1\1urieron en la defensa y asaltos los nobles caba-
Be loso. lleros Gregario Tenorio de Godoy, Antonio do Pazos
(14'76) Eoccrra<lo el Obispo cu el castillo de Forne- de Berdusido, suegro de Gomez Pazos de Probcn; á.
las, pusiéronle en el algibe 6 b6veda subterránea, en quien, muerto, de:1ollaron los enemigos la cara y Gar-
donde aun se veiasu retrato en tiempo del Dr. D. Juan cía do Pazos, q ue<lando prisionero J ácome do Pazos.
Pallares Gayo.so, autor de la obra titulada Argos JJi- Aun seguía Jcfondién dose en el castillo y torres de
'Dina, ,Santa lifarla de los ojos grandes, F1indacio1i, Tenorio Gomoz de Pazos de Proben, sin arredrarse por
Gra1ide;;as, etc. de la ciudad de Lugo. la ruina y muerte de la mayor parte de sus amigos ,
Galicia entera sigui6 por largo tiempo puesta en viendo lo cual, Al varo Alonso de Figueroa, seiíor de la
armas, defendiendo los unos el partido de los Reyes casa de Peito Bordello y coto de Bergondo, que tenia
Católicos, y otros ,nas 6 menos francamente el de doña el castillo y torres de Vigo y queriendo acudir al mal
Juana. estado de los lea les á la reina de Castilla y al aprieto en
Larga y porfiada resistencia hallaron los reyes en que se hallaba Gomcz Pazos, pidió ayuda á García Sar-
el territQrio Gallego y en el apoyo de Portugal, mas miento, señor de Sobraso, al señor de Valladares de las
al cabo, sus arma:S, sus jueces é infinitos castigos lo- cercanías de Vigo y á Tristan do 1\1ontenegro que tenia
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PROVINCIA DE PONTEVEDRA.

las torres clo Pontcveclra., y con las fu"rzas que pu<lo buces, 6 no eran los r1ur• en aq11rdlas n:1.ve;i venian,
reunir, acuclió en defensa clel castillo rlo Tenorio. auxiliares clcl de Cam if1rt, 6 á e;itc le acud if'ron ta mbiP.o
Trc8 mil hombres ele gente n.llcga. liza y bi:'!oiía. de otras p:1rtc 0 , pue:! f:l c1imbatió ¡Í. los realistas, auxi-
formaban el pequeño ejército do Alvaro do Figucroa, lia,lo ele s •tr!nt:t y och0 arcabuceros , cxtr.injcros
á quien osperaua ol astuto y atrevido Pr• lro '.\I,vlrug a todos.
con 1000 soldados viejo¡; y '78 arcabucero3 extranjl'ros. V cncc1lor l>I' lro ~Iailr11 6 :i, ;il!guia b lor1 u cando el
Poco sirve ol valor personal para. afrontar al valor castillo ele 'rcn.Jrio, n1a':I vicn lo ()ra inütil la fucr1.a,
militar bien organizado, y mas si nste tionn en su pro ofreció ;,oo fluritt"a :í. rp1ien ascsinaqc á r,omPZ Pazos
la voutajri do las armas. Grando fué el destrozo y c;i- ele Probcn 6 l,:íOO á qninn se l" cntrc:;-'tra vivo. Xo
panto coosignicnte qno los arcahuccs ,·a usaron en los hubo hij•>al,;nnr, le (};i.licia s, • lnci,lo p Hº 'ª 1 desleal
noveles solrl:iclo3 do Figul!roa, los cu1l,,s huye:·an dn,- oferta. J•~l traicl,,r, fur5 un c:icl·tv, moro tic(; ,a1c1., q11e
janclo en el campo mas ele 150 rnucrtos. se llcg-ó de nor;l11~ al c·1n1p·un!!ntri 1lol de Oamiiía, y le
Singular y digna ele mPncion y fL la par rle vitupe- inclic6 la pa1-tf' rn,1:-1 flac:t tl•! l:1 fortalPza.
rio, es la veng·anzn. que Figucroa tom,_¡ dr: los extra.u - Al punto, Cárl1J~, c·tpitan «le arcabnc,•ro~ y el
jeros quo hauian ayudado al ele na,niiía. Dcvnt•lto el caballero portugl\és t\I:tnucl Brit,,, crin cien b'tllcsteros
jefe realista en Vigo, supo quo los arcauuc"ros que escalaron l:i 1nuralla pr1r donde les 1lijo el 1n()ro. No SP
babiao ayudado á vencerle eran ele unos bajl' les ho- h,lllaba <lcsprevrnirlr, el hurn Pazos de ProlJ,,n, q ne á.
lande.:ics que se hallaban fonLlcarlos en la ria. la saz ,n ib·t rl.!COl'ricn<lo el castillo arrna 10 dr• un cose-
Descoso clc vcng-arse de uuos rxtranjrro,1 c¡ne 1nc - lete y al frente <le en tren ta rlc 101 suyos. )fat6 él solo •
recian castigo, si bicu no en la forma q oc se llevó á á. diez nncmigos, y ya hcri,lo 1le saetas y 1yd 1s, pas6
cabo, dispuso Fig·urroa fiestas con fur~os y 1uminarias, cou sn estor1ue al traidor moro, cay1:ndo al cal,,, muer-
música, corrida clc g·ansos y carreras. to, firl á su rrina y á la honra (le f:ialicia.
1\l oir y ver tales demostraci'Jnes de fiPsta y ale- N0 log-r6 Pr1lro 1IadruJa )l¡• v:1r en,; nr1nas n1uclio
gría, los holancleses bajaron cu gran nún1ero á tierra, m·is alla de Pontcvrd.r·1, pu<>s í'l \rzohispo 1<' ~antiag-11,
1

en clonde apenas les tuvo ,-\.lvaro de Figucroa, le-1 cer- D. ,\.lonso de Fon,;ec,1, con much t g'í''1rn dr su arzo-
có, l li.:vá11clolcs en eguiclu al c1stil lo, en cuyas aln10 u as bispado, lo quitó cu,l'ito b il,i:t ad<t 1iri l >y cooscrvab,i
ahorcó á cincuenta. Dcspues lle rstoarmú con su gen- á nombr,, rl, 1 r'y <l" P<>rtngal, virucl > e el inr111i'!tO no-
te varias lancb.as, y "ntranclo en la3 naves pasú :í. cu- bl'l ouliga lo á retirar ;e allc•ncle de~ )[1üo.
chillo á lo;; <lJsprovcnicl'ls marineros. Fig·uc1·0:1. h1.llú La villa. rle Po 1tevl.'dra se drf niliú contra ,..¡ a,zo-
abor1lo treinta arcabucr::;, ocho pieza!.! do gruesa arti- bispo, y, tlo lQ;; d cJtr, 1'1•1ri í en l'l. to1na, d•• una espin-
0

llería y 1n11cha pólvora y balas, toclo lo cual trajo á gardada, el noble caballero T1·istan ,le 1[o n trnegro,
tierra por muestra Lle triunt'ú, J:li bi"n no comprcnurmos hijo de Aivarcz Lopr-z d • 1Iontenr-gro y T rrsa. Hnn-
pueda tenrrs" por tal, aquel en donde el enemigo, 6 chcz d • Rr-cio, cuya se¡ u[tura en la IB·lr~·a U" Santo
mejor, el atacado, s} h·illa clcsapercibido. Do1ningo fu I profttn'\ 1-i, s1\;u•1 y·1 1u.>m<>s l;ch'> en el
Por lo demás, si Figucroa solo ball,í trc'nta arca- ca pítu In X d" e t·t pnrtr.

FI Dl', Lel. P\UT:; Cl'\Il.TA


P.ARTE QUINT .A.

EPOCA MODERNA.

CAPÍTULO PRIMERO. ánimo de parte de los señores, con la humilde y


apacible actitud que al presente vemos en los aldeanos
Hermandades y nobles.-Jura Pontevedra á Isabel primera.-Ayuda gallegos. Punto es menos que imposible no ver Ga-
Oalicia á los reyes de Granada y Nápoles. licia dividida en dos razas distintas. La conquistado-
ra, cuyo vigor, no pocas veces mal empleado, se per-
De mucho sirvieron á los Reyes Católicos las her- petuó en los nobles, y la conquistada, paciente, sumi-
mandades de Galicia, así como el ódío que mútuamente sa, pero sin aquella vida vigorosa y leal que todo pue-
se tenían los grandes señores. De todo se valían los blo necesita para ser lo que los auglo-sajones nos han
reyes para someter á Galicia, pero, como aun los mas enseñado á llamar Pueblo.
realistas solian mirar á su propio medro antes que al Nadie lo llora cual nosotros, que querríamos para
deber, los reyes enviaron á Ladron de Guevara con Galicia el don de ser cristianos y libres que tienen los
tropas. alentados hijos del Señorío de 1lizcaya. Podrá haber
Viendo este capitan que los mismos que le habian error en nuestro juicio, pero si hemos llorado el ani-
de ayudar, mas biec estorbaban sus empresas, vió de quilamiento de la aristocracia gallega, bien sabe Dios
prenderá los señores de Andracl.e y A.ltamira y al ma- que es porque en aquellos enérgicos nobles veíamos
riscal Suero Gomez. un vigor, que, bien empleado, cual el de la aristocra-
Astutamente convidó Ladron de Guevara á nues- cia inglesa podría, lejos de estorbar la libertad de Ga~
tros gallegos1 para que fuesen á comer con él á bordo licia, contribuír á darla vida y afirmarla, al salir de las
de una de las naves en que había venido. revoeltas de la Edad media.
Ya desconfiaban, y no poco, de la voluntad del Hoy en Galicia hay paz y silencio.-¡La paz y
Tizcaino, mas habiendo habido quien los advirtiera de silencio de la sepultura! Plegue á Díos no tarde el dia
las intenciones de este, porfiaudo alguno en ir á co- en que, para el bien de Galicia y España, pueda el
mer con Guevara, les dijeron de nuevo: muodo ex.clamar: «Resurrea;it Gallecir.e majestas ..,,
«¿Do vais? Mirad no den con vosotros en Vizcaya; Resucit6 Za majestad de Galicia.
y si caeis en manos de los reyes, grandes cuentas ha- Por Cédula real, firmada en 1474 por doña Isa-
beis de dar.» bel I y refrendada por el secretario Alonso Dá vila,
«De locos suele venir el consejo»-dijeron nuestros había mandado S. A. á la justícia y regimiento de
gallegos, no menos astutos que el Guevara, á quien no Pontevedra que fuesen á j ararla por reína. Sujetos al
fueron á ver, dejándole burlado. cabo los mas rebeldes, y aplacada la tormenta que
El suceso que acabamos de referir, no por guardar por el lado de Portugal amenazaba, Galicia prestó su
órden cronológico, mas por dar á conocer el verdade- poderosa ayuda á los Reyes Católicos, aeí para el
ro estado de Galicia, demuestra cuán difícil era some- completo exterminio del poderío musulman eo la
ter á aquellos inquietos señores y pacificar reino tan Peoíosula , co roo en las empresas de Aragon y en
distante y apartado ya del poder central. Italia.
Si en tiempos antiguos fué casi siempre Gal icia Con verdadero gozo habríamos de repetir las ha-
centro de contínuas revueltas, tao á menudo alentadas zañas de nuestros gallegos en tierra de Nápoles, si no
por los portugueses, lo propio acaece en la época que fuera contra el plan de esta obra. La gloria del buen
vamos narrando. D. Fernando de Andrade y demás ilustres gallegos,
11aravilla, en verdad, tanta energía y tan soberbio capitanes y soldados, está ya mencionada por el autor


PROVINCIA. DE PONTEVEDRA. 65
de la presente Crónica, si bien no, como se debe, enal- propio se da el lector, nos c·xcusara de srmejante tra-
tecida, en la Crónica de la Cor1¿iia. bajo, á no ser forzo1,o dar alguna. D. Fernando de A n-
Solo un reparo hemos de añadir, por mas que en drade apenas es mencionado, sino de pa1,ada, en la
ello se nos tache por de sobra iusi4tentes. bi&toria. D. Fernando de Andrade era gallrgo é hijo
¿Qué fuera hoy el nombre de D. Fernando de An- de gallegos, y mientras Pontevf'dra se acuerda del
drade, vencedor de Auliigny, el victorioso enemigo fabuloso Teucro para dar su nombre á una plaza, no
del Gran Capitan? ¿Qué fuera, repetimos, de haber na- hay apenas un recuerdo 'D toda Galicia para sus hi-
cido tan ilustre guerrero, por ejemplo, en los honra- jos ilustres.
dos solares vizcaíno ó navarro'? La respuesta que á sí Véase á Vizcaya lidiando, digámoslo, con 1 ~<1n~!í.a

Escu~Ja en el átrio de una iglesia de Galicia .

...
entera, por sostener que Ercilla, hijo de vizcaíno, lo á rendir homenaje al rey, y este confirmó entonces
era tambieo. Véase y compárese. Lágrimas de dolor los f,1e ros y privilegios concedidos por sus antepasados.
nos estorban seguir hablando de lo que, con respecto U nidos nuestros gallegos á la monarquía, no solo no
A Galicia, mas que abandono y desidia debería lla- pensaron en ayudar á los Comuneros, mas enviaron
marse verdadero delito. ¡Ni que otro combre hemos de soldados en su contra.
dar á tan triste ingratitud! Reinaron por nuestro territorio, as! como por toda
Pacificada Galicia, pero inerte ya, lejos de contri- Galicia, la paz y el sosiego. A la inquietud pasada su -
buir con el propio aliento de su ser á la vida de la pa- cedieron años prósperos; y el comercio, la pesca y la
tria, hubo de enviar soldados contra los Comuneros de ao-ricultura
o
medraron con poderosa lozanía desde las
Castilla. Demás está referir los sucesos de las Comuni- costas del Atlántico al Cebrero, desde el ~liño hasta las
dades, harto tristes en verdad para toda España. aguas del golfo de Cantábria.
Ya, cuando Cárlos I estuvo en la Coruña, había Mas los pueblos no viven solo de paz. Necesitan,
acudido á esta ciu:lad una diputacioo de Pontevedra además de un poder que conserve la tranquilidad y
POWT &, IIDlil.t.. g
66 CRÓNICA GENERAL DE ESP AÑA.
-administre
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justieia, que haya quien les represente, (1585) La presencia de Drake por las costas de Ga-
manifieste sus quejas, evite á tiempo sus males, y pro- licia, puso en armas á nuestro territorio. Venia el in-
ponga el oportuno remeuio. NadadeestoteniaGalicia. glés <le América, y, entrando por la ria de Vigo, ecb6.
Los errores ecouó1nicos y administrativos dieron en en tierra 2,000 hon1bres, que se esparcieron por la co-
tierr:.i con la marina, el con1ercio y pesquerías d0 toda marca, robando, sobre todo, ganado vacuno.
la costa, y los habitantes habrian tambien desapareci- Tambien iuteut6 Drake tomará V1g·o, con lo que
do ó vivieran hoy diezmados en desiertos campos, como disparó contra él muchos tiros de artillería. ~Ias lapo-
los de lo interior y :'.\lediodía de la Península, á no tener blaciou entera, sin exceptuar edad ni sexo, acudió á la
el gallego una tan gran fuerza de resistencia á tocla defensa. Era g·oberna<lor el capitan Peuro Born1udez,
desventura, solo comparable á su apatía para evitar los hombro u.e ootable experiencia y valentía,y habiendo
daños que pueJan sobrevenir, ó para buscar el bien. acudido D. Diego Sarmiento, seiíor de Salvatierra,
Tambien la ,ecindad de Portugal, lejos dP- ser ven- con siete compañías, viéronse los ingleses obliga,los
tajosa á nuestro territorio, ha sido harto á menudo eter- á dPjar las reses que se llevaban robadas, saliendo á.
no manantial u.e males. poco tie1npo do la ria. Tambien acudieron á la defen-
sa de Vigo soldados de Pontevedra.
CAPITULO II. (1589) Pocos aiios despues tornó Drake á nuestras
costas, mostrando en sus einpresas mayor deseo de fá-
Me erte del rey D. Schnstian.-El prior de Ocrnto.-Felipe 11, rey de cil lucro q uc do verdadera gloria. Entró en los pri111e-
Portugnl.-Siguen sol,la los y capitnnes gallegos á Snocbo Dárila ros d1as de mayo en la bahía de la Coruña con 120
po.rn In conquista ,le Portugal.-Drnke intent'l tomar á Vigo.-La
toma ailo~ despues.-Súcorre Ponteve.Jrn cou dinero á naves e~pa- barcos: llevaba á bordo sobre 20,000 hombres. Rccha•
ilolas y francesas.-Anna Pootevedr,1 una carabela pura detens,i de zados (1), y no sin apoderarse antes de cuanto halla-
la cost.a.-Pro;¡ierila,\ Je nuestro territorio.
ron en lugares abicl'tos é indefenso!', entraron en la
Habiendo 1uuerto el valeroso rey D. Sebastian en ria de Vigo, despucs de otra inútil ero bestiua á Lisboa.
Africa, y extinguidas por fallecimiento del cardenal A la sazon eran las fuerzas de Dr:1ke harto po,le-
D. Enrique las dos líneas masculinas, fueron uo pocos rosas para la escasa resistencia de Vig·o. Aden1ás,
los pretendientes que tuvo la corona de Portugal. Pontevedra habia enviado 150 arcabuceros mandados
(1580) Dejó D. Enrique á su muerte encomenda- por el capitan Pedro de Sotomayor, en socorro de la
do á jueces el determinar quién tenia mejor derecho¡ Coruiia. Lo mismo acaso habiau hecho los demás pue-
mas viendo Felipe II la taruanza del tribunal en resol- blos de Galicia, incluso Vigo, contribuyendo Ponteve-
ver, apoyó su pretensíon con un ejército mandado por dra al propio tiempo con dinero para pag·ar sus solda-
el duque de Alba, el cual entró en Lisboa no sin ven- dos y los del tercio tle D. Francisco de Toled,;, mante-
cer antes á los enemigos. niendo además, para doíeusa de la villa, 500 hombres
El prior de Ocr:.ito, que era el mas temible coutr?.- al mando del señor de Salvatierra, D. Diego Sarmiento.
rio de Felipe, se retiró hácia Coimbra, y despues á Distraidas, pu~s, la mayor parte de las fuerzas de
Oporto y Viana. Al punto el de Alba 1uandó que los Galicia eu defensa de la Coruña, los ingleses pudie-
soldados que en Pou te,edra tenia D. Fernando de Cas- ron entrar casi á mansalva en Vigo, el cual abierto á
tro, conde rle Lr>mos, y los que habia en Verin manua- la sazon y sin murallas, no pudo estorbar, cual lo ha-
dos por D. Gasparde A.cebedoy Zúñiga, conue de ~100- bia logrado cuatro años antes, la entrada de Drake.
terrey, entraran por Tuy y Ohavesen territorio pJrtu- Este, inclinado siempre á llevar adelante fáciles
gués¡ con esto, unidos á los que mandab1. Sancho Dá- empresas, saqueó y quemó la mayor parte de Vigo, así
vila, formaron un ejército de 11,500 hombres, de ellos como el convento de monjas y el de frailes de la isla
1,500 de á caballo, entre los cuales iba lo mejor de la de San Simon, dejando, al dar la vela, horrorosa hue-
nobleza de Galicia. lla de su crueldad y codicia.
Pasó nuestro ejército el Duero, y derrotando al del No es grato, en veruad, el recuerdo que la costa de
prior de Ocrato, quedó Portugal, cual siempre debiera, nuestro territorio cooserva de los hijos de Albion, así
unido al resto de la Península. en tiempos antiguos como en otros mas moderaos,
De Pontevedra acudieron, además de los nobles, hasta el pasado eig·lo.
150 piqueros y arcabuceros, en lo que g1.stó la villa, así (1590) Por aquellos tiempos no tenia aun fuerza
como en el mantenimiento, 176,430 maravedises, por el poder central, sino para pedir hombres y subsidios
todo lo cual dió luego las gracias en nombre del rey, á. las provincias Ji;;tantes. De esa manera, nuestro
el conde de Lemos. territorio estaba obligado á contribuir por sí á infini-
Injusto fuera, al propio tiempo, pasar en silencio los tas obligaciones. Por eso vemos que, habiendo entra-
servicios de D. Diego Sarmiento, señor de Salvatierra, do el navío Begoíia en la ria de Pontevedra, el ayuu-
y D. Pedro de Sotomayor, ca pitan y r~gidor decano del t:imiento de esta tuvo que contribuir con 6,700 reales
ayuntamiento de Pontevedra, pues a1nbos ayudaron para raciones de la tripulacion y soluados, á instancias
á la empre:;a tomando con tropas reunidas en los dis- del marqués de Cerralbo, capitau general de Galicia.
tritos sobre que teuian jurisu1ccion, las villas de ~fel- (1591) Lo propio logró D. Francisco ele Toledo,
gazo, ironzon, Valenza, Vilanova, Camiña y otrvs gobrrnador ¡Je las armas, para dos galeras francesas,
pueblos de la ribera del 1-Iiño. mandadas por PPrriquio 1Iorao, las cuales fueron so-
Desde est,a época hasta el funesto reinado de Feli- corridas con 5,ü32 rs. Fuera en verdad larga tarea re-
pe IV, hubo paz y her1uandad entre gallegos y portu- ·----------------------
gueses. (1) Véase la Crd,tira de la Co,·u►ia.
..

'

-
PROVINCIA DE PONTEVEDRA.
67
ferir los servicios de este género de Pontevedra y de- Charino, y ya que no nos sea posible mencionar los
más pueblos de nnestro territorio al rey, si bien pode- m_uchos buenos hijos de Galicia que, por marinos con-
~os aseg·urar que menudeaban los gastos en ~ropor- trtbuyeron al descubrimiento y pohlacion tle América,
c1on de las guerras y desventuras que agobiaban á no es posible dejar de mencionar al ilustre Pe,Iro Sar-
España. miento, natural de Pontevedra, y, acaso ascentliente
(1595) Por prueba de los ahogos del gobierno, ci- del sábio benedictino del propio nombre.
taremos lo que de so puño y letra escribió D. Diego de Era Drake hombre á quien, sin negarle el valor,
las 11ariúas al ayuntamiento de Pontevedra, dándole mas puede lla1nársele pirata atrevido, y por lo tanto
gracias por un servicio mayor, si bien semejante á mas inclinado á fáciles empresas que á guerrear allí
los anteriores, y diciendo el D. Diego que pondrin. di- donde fuera de temer séria resistencia. Ya le hemos vis-
cho préstamo en conocimiento de S. tif., y añadiendo to por nuestro territorio, cediendo, cuando la dificultad
que en todo el reino de Galicia no habia hallado vi- era grande, y complaciéndose en cám bio en saq u<'ar
lla ni ciudad alguna mas pronta en acudir al real cuanto hallaba á mano y podia producir á él y á los
servicio. Que sin el auxilio recibido, los soldados que suyos alguna ganancia.
D. Diego tenia á sus órdenes, habrian todos desapare- Para hombre tau poco escrupuloso, debían de ofre-
cido por falta de pagas, y eso en momentos en que se cer nuestras desmesuradas costas de América ma.s de
temia la llegada de la escuadra enemiga, siendo en un lu~ar á propósito para dar rienda suelta á su afi.-
aquella ocasion tan difícil levantar gente en Castilla. cion á la rapiña.
D. Diego añadia muchas mas palabras de agradeci- Habia salido Drake de Plimouth, y despues de
miento á la lealtad de Pontevedra, las cuales, de igual correr y robar la costa de Africa, guiado por un pilo-
manera que acreditan esta, dan claro indicio de los to portugués, por extremo práctico, fué á parar á los
apuros del Erario y de lo poco que las provincias po- últimos fines del Sur de América meridional. Obliga-
dian esperar del gobierno. Bien que tampoco es justo do por los temporales, se detuvo é invernó en la bahía
comparar la presente centralizarioo administrativa de San J ulian.
con la forma en que entonces se administraban las di- Pasado el mal tiempo, y no sin haber tenido mas
fereo tes regiones de la monarquía. de un encuentro con salvajes naturales de aquellas

Cuando el desembarco de los ingleses en Cádiz, te- tierras, cu que los ingleses oo llevaron la mejor parte,
mió Galicia no vol vieran á lo mismo á sus costas, y salió al mar del Sur por el Estrecho de 1Iagallaues. •
el capitan general del reino mandó que !ajusticia y Entonces estuvo Drake á punto de perecer en una
regimiento de Pontevedra armara un~ carabela para tremenda tempestad que se desató por espacio de cua-
que pudiendo observar la venida de los enemigos renta dias, en la cual pPrdió dos naves, pues nna tor-
ayudase eficazmente á la defensa. nó á Inglaterra por el Estrecho y la otra se fué á pique.
Al punto armó y tripuló Pootevedra el referido Con las demás, se llegó el inglés á las costas de
barco con gente de mar de la i\Ioreira, y mandado Chile y Perú, robando del propio puerto del Callao va-
por el alférez D. Juan de Heredia. Seguia este á la ar- rios buques, asombrando á los españoles con seme-
mada ing·lesa, la cual, no habiendo osado entrar por jante atrevimiento. En seguida fué á las costas de
la ria de Ferrol, dejó en la playa á D. Bartolomé Vi- Panamá, en dontle robó, á mansalva casi siempre,
llavicencio y otros, á quien traían presos desde Cádiz. cuanto le pareció bien. Cosa por extremo fácil en cos-
Todavía, y á pesar de muchas malaventuradas em- tas, la mayor parte indefensas, y que ciertamente no
presas marítimas, era grande la prosperidad de Pon- esperaban la presencia de enemigos.
tevedra y su territorio, siendo la pesca por extremo Cierto que tal estrago no era sino anuncio de los
abundante, y llegando el producto de los quince cer- que Drake ó los snyos habian de causar en. adelao.te,
cos rerdes de los marineros de la ria á 80,000 rs. lo cual movió á don Francisco de Toledo, vircy del
Llavaban nuestros m!\rineros á Francia;rtalia, Por_ Perú, á enviar dos naves contra los ingleses, las cua-
tugal y otras costas de la Península, además del ex- les nada hicieron. 1Iovido por ello á enojo el virey,
celente pescado salado de la ria, los célebres vinos de envió otros dos navíos, mandados por nuestro Pedro
Rivadavia, lienzos y encajes, y tambien limones y Sarmiento de Gamboa, con Pablo Corzo, comandante
naranjas, á propósito de los cuales, dice Ambrosio de de los pilotos.
Morales (1) que el monasterio de Lercz, «ocupaba un Yendo Sarmieu to en demanda de los piratas, en
sitio tan fresco, y que no babia en Córdoba mas naran- treinta dias llegó á la boca del Estrecho, en el cual
. entró con solo una nave, pues la otra <lió la vuelta al
JOS y arrayanes.»
Callao, no habiendo podido resistir á las tormentas
CAPITULO III. que sobrevinieron.
Sola, pues, la nave en que iban Sartuianto y Corzo,
Ilustres marinos n acltlos en el territorio do Pontevedra.-Pedro Sar- entró por el Estrecho adelante, con muy malos tiem-
miento de Garnhon.-Sus viajes en 1519 y 15SO.-Sarm1ento y Corzo.
-Estrecho de ~!u¡:ralh1neH:-Que,ta Sarmiento por gobernador de la pos y al través de peligrosísimos escollos y corrien-
costa. boreal del Estrecllo.-Funtla la ciudad de San Felipe. tes. Reconocido el Estrecho, y aun apresados varios
(1579-1380) Feliz estrella concedió á Pontevcdra patagones, volvió Sarmiento á España cual don Fran-
el contribuir al lustre de España con marinos exce- cisco de Toledo lo habia mandado, habiendo sido u u es-
lentes. Despues do los nombres de Jofre Tenorio y tro gallego el primero que con su nave cruzó por tan
peligroso camino, con la proa vuelta á nuestro hemis-
(i) Viaje, ferio.
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68 CRÓ~ICA GENERAL DE ESPAÑA.

Es la vida de Galicia, con especial de nuestro ter- Ga1nboa, fné que uu siglo dcspues fuese necesario re-
ritorio, esencialtnente marítima, por eso es i1n posiule no cordar su no1nbre en la instrucciou particular dada
seguirá su,; esforzados n1arioos en aquellas altas em- por el rey al capitan Bartolo1né García do! Nodal, en
presas, llcvaLlas á cabo para honra de la gloriosa cos- que se dice, á propósito de la boca del Estrecho por
ta que les vi6 nacer, y en bien de la madre patria. la parte do Chile, «no tenerse noticia que ninguno haya
El capitan Pedro Sarmiento 1le Gamboa. compreo- pasado por ella, si,in el capitan Pedro Sar1niento» (1).
<lió, al pasar y ver la difícil navegacion que el Estre-
cho of:-ccia, que sus peli 6 ros podian desaparecer en
gran parte en cuanto el paso fuese mejor conocido, y CAPIT U LO IV.
que, si de él no tomaba posesion el rey de España, Los Nodales. -E .1trnn á servir, Bartolo1né á los diez y seis y G0nznlo á
los piratas le usarian en daiio de nuestras colonias los doce.-Sus h,,znñas.-E\i¡c Pe<lro Zuhiaur á Uartolo1nó pura te-
y comercio del mar del Sur. nerle á su lado.-Pre~n de un bajel holnndés.-Envia el bey á los
No.In les con Diego Ramirei á los Est"echos ,le Mag-allnnes y de Le
De aquí n·ició el intento de cerrar el paso á los hfayre.-Instruccion pnra Bartolomó :-lodal.-Feliz éxito do la em-
enemigos, lc\·antando fortalezas en la parte mas es- pre,a.-Enemistn Ido Rnmirl'z.-?lfuerto de Bartolom6 ~oda!.
trecha, que al par que estorbaban la comunicacion
al pirata, llan1asen :i aquel punto, facilitándole el Despues del ilustre Sarmiento vienen los dos her-
comercio que sr> hacia por el istmo de Panamá. Tal manos Nodales, hijos tambien de Poutevedra. Nacie-
fué la propuesta de Sarmiento al gobierno español. ron en la parroquia de Santa niarfa, Larrio do las Cor-
Acogido el pt'nsa1nieuto de nuestro gallego, equi- baceiras, arrabal de la 11oureira, endonde aun se con-
póse una armada de veiGtitres navíos bien provis- serva recuerdo del lug·ar en que aquellos tuvieron
tos de todo, anu de materiales para levantar las forta- la casa, á saber, por la entrada de la calle que va há-
lezas. \í an 1laba la e"tpe.licion don Dieg·o Vahlés, é cia el muelle de las Corbaceiras al fin del campo de
iban á su~ órdenes Sarmiento y Corzo. Comenió el ria- San Roque, lugar en que nació un cañaveral despues
je cou por.a fortnna, pues en una tormenta, á la sa- de q ucmado e1 edificio por los ingleses en 1719.
lida de C'ádiz, se perdieron tres bllq ues cou parte de Bartolomé á los diez y seis años, y Gonzalo de doce,
sus tripulaciones. empezaron á un tiempo á servir en las na ves de Feli-
Invernó la arn1ada en el Bra::;il, hasta primeros de pe II, yendo de aventureros en la armada que mandaba
octubre, y llabieudo salido al mar, se per lierou mas en 15()0 D.•:\.!varo de Bazan, marqués de Santa Cruz.
navíos con la gente que á bordo llevaban. F.n resolu- Desde niños se mostraron ambos hern1anos buenos
cion, de todo aquel gran apara.to, soio queuó lo que soldados y excelentes 1narinos. Junto al Ferro! ayuda-
iba en 01an ()s firmes y encorueudado á quien sabia lo ron á reuclir la altnirante inglesa, y cerca de 11ngía,
que iba á hacer. habiendo emuestido la na ve en que iban á otra nave
Tau es<'asa era la confianza del jefe de la arma- inglesa, fué Bartulomé Nodal do los primeros que la en-
da, qu' rli6 tr's naves á A.lfonso de Sotama,vor, para traron. A. los cu1tro años les señaló sueldo el Adelan-
que con ellas subiese río arriba por el ~e la Plata has- tado 1nayor ele Castilla, y el almirante Pedro Zu biaur
ta Burnos-Air•'s, y que ,lrspues, en el tér1nino de vein., eligió á Bartolomé para llevarle siempre consigo. Tam-
te dia,-, entrase por t1,,rra en Chile, á rlonde iba por poco hemos tle pasar et1 silencio una hazaña de Bar-
gobern'.\uor, lo cut! parece aconsejó Corzo como fon- tolomé Nodal á la vista de las islas Sorlugas, donde
dándo~e en lo peligroso del Estrecho. Alfonso de Soto- nuestro gallego acometió con su nave, Santa ,lfaria
mayor llegó á su drstino, tenirnclo que vencer no la Blanca, á una holandesa, apresándola, y habiendo
pocos ob3táculos, debidos así á tan largo camino como sido Bartolomé el primero que saltó en ella.
á loR nat11rales. (1618) Llegó á tal punto el crédito de nuestros ga-
Otro,- navío,; pelearon con varios ingleses, vencién- llegos, que se les buscó, cual si el Estrecho de Maga-
doles no sin pPr1li la rlc nuestra parte; otros se perdie- llanes estuvirse destinado á gloriosas empresas en que
ron, y, ent re tanto Valdé;;, por escaso ele práctica ó de tomaran señalada parte hijos de Pon tevedra, para un
ventur,t, intentaba en vano tomar la boca y seguir nuevo viaje de descubrimiento.
por el E-,trecho de 1Iagallanes. "\ralclés clejó al cabo De esa maner1, tlccia el rey: «Convinientlo á mi ser-
el mando, volviéndose á Se,illa, ele don<le habia veni- vicio que vos el capitau Bartolomé Gar~ía de Nodal,
do, y annqne su teniente Die~·o de Ribera quiso lle- á quien he encargado el viage del descubrimiento de los
var a,lel·iute la emprt'sa, tampoco pn,lo consr>guir el Estrechos de ~1agallanes y rv1ayre, llebeis instruccion
intento, sí110 en el primer canal, sien lo al cabo recha- de lo que habeis de hacer, guardareis la siguiente,
zado y devuelto por vientos riolentfsimos al ..\tlántico. sin que lo vea otra per~ona masque vuestro hermano,
1Ias resucito que el antiguo jefe, intentó el R1brra el capitan Gonz·llo tlo :N'orlal y Diego Ramirez que ba
por cuatro veces ses·uir a<lelante, cuas viendo no era en vuestra co1npai1 ia por co~mógrafo á disigniar lo
posible otr I cos:i, deseu;ibarcó á. S Lrm1Pnto en la que !;e descubrió.»
costa liorral u.el J~,trecho, cuyo gobierno teni::i., y en Así comienza la instrnccion. nlandábale el rey en
ella le dejó, con tre~cien tos soltl·iilos, las necesarias ella lo primero que llevase bien disciplinada la gente,
provisiones y tres navíos. procurando se escosasen ofensas de Dios en blasfemias
Sarmiento fundó una ciudad, á la cual puso por y juramentos, que refrenase el juego, y tratara á
nombre San Felipe. No debió de durar mucho tiem-
po, purs de ella no se ha.ce rnencion los años ade- (i ) Véase el .t,iuario rlB la Di1••ccio1i ti• Hidrografla; Secciou bíst6-
lante. Honor del buen marino Pedro Sarmiento de rica, lúisceláuea, pág. 281, año 1v, 1866 .

PROVINCIA DE PONTEVEDRA . 69

todos cou afabilielael, si bieu empleando el rigor del era excolent•! cosrnógrafo, nadie a ventaja ba á aquellos
castigo cuauelo fuere uece:iario. Para la pena de muer- en el curnplimieuto 1le su deber.
te, caso de juzgar ser fuerza el iinponerla, había uues- La ciencia náutica poelrá <lecir el honor que á Die-
tro Bartolomé de comunicar primero el proceso con su go l{amiroz <le Arcllano corresponde; la marina espa-
hermano Gonzalo y Diego Ramirez, no put.liendo eje- ñola rnostrará. sil'rnpre con legítimo orgullo los nom-
cutarse sin que el voto de uno ele los dos no se hallara bres de Ba1·tolo1né y Gonzalo García do Xoclal.
conforme con el suyo. 8i Pl nomlirc y gloriosas hazañas de nuestros ga-
Jacobo, hijo de Isaac Le ~fayre, de Ambéres, ha- lleg·os interesan ele tal manera á. España, su fin no
bía, cuatro años antes, explorado las mas lejanas re- puede meno:; de despertar nu,.stra respetuosa curiosi-
giones del mar del Sur, descubriendo al cabo el Es- dad. Vehemente era en nosotros el auhe:o de satisfa-
trecho que aun hoy lleva su nombre. La empresa t.lel cerla, cu:1udo logramos haber á las mauos un papel
hijo di' Ambéres movió al gobierno español á valerse titulado: «Relacion de I suce"o de la Real Armada de
del valor y experiencia de los hermanos Nodales, así la guarclia de la c:irrera. de las Indias y flota de tierra
como del saber del cosmógrafo Diego Ramirez de firme del cargo de I marqués ele caclercyta (Cadrei-
Arellano, natural de Játiva. ta), tuvo en la gran tormenta que le sobrevino en 5
Verdaderos hijos de Galicia, nuestros marinos de setiembre de 1622, en el paraje de la carrera de
cumplieron con su comeci<lo, siu detenerse mucho en los 11ártires, 30 leguas de la avana» (Habana) (1).
llamar la atencion sobre lo que tan venturosamente De él sacaremos las preciosas noticias que vamos á
habían llevado á cabo. dar á nuestros lectores, en la s uposicion de que no sea
Llegaron por la region antártica hasta sitios en fácil tengan <le ellas el menor conocimiento.
donde el día dura veinte horas, hallando árboles V enian desdo el puerto ele la Habana para los rei-
cuya corteza tenia sabor á pimienta. Hallaron la tier- nos de Castilla, conforme habla la relacion, la arma-
ra fria, los habitantes salvajes y desnudos, y el clima da y flut.1, con otros navíos de particulares, que iba en
sobremanera desapacible. Llamaron los españoles leo- su conserva, y todos serian unos veinticinco.
nes á ciertas focas, cuyas pieles trajeron por prueba Era el domingo 4 do setiembre por la mañana, el
de su relaciou. dia estaba claro, el tiempo y el viento nordeste Lonan-
Al cabo, tornarou el 7 de julio de 1620 á San Lú- cible, y t auto, que por gozar de él se fué navegando
car de Barrameda, llenando de sorpresa á cuantos no la vuelta del N.X.O. hasta las tres de la tarde en que
esperaban vol verles á ver tan pronto y en salvo. viraron al E. S. E. sigoieudo con buen viento y sem-
Hay en la Biblioteca del Depósito Hidrográfico, blante hasta el amanecer del lúnes.
además del discurso y derrotero del viaje ele los No- A las siete do este dia sobrevino un espantoso hu-
dales á los Estrechos de ~Iagallanes y San Viceu te, racao, tan temible por acioellas latitudes. Al punto los
un libro en cuarto español, encuauernaLlo cu tafilete barcos calaron masteleros, sin ser parte cuanto hicie-
rojo, cuyo título es: «R,,conocimieoto <le los Estrechos ron para resistir el hura.can que arreciaba. Unos na-
de T\lagallanes y San Vicent,:, con algunas cusas cu- víos, perdidas la:i velas ele los trinquetes, se atravesa-
riosas de navegacion, por el capitau Dieg·o R:1rn1rez ban, otros se hallaban <lel tollo sin gobierno y habían
de A.rellano, cosrnó¿-rafo y piloto maior del rey nues- perdido los palos mayores.
tro señor y de la casa ue Coutrataciou do Sevilla. Al Al anochecer se halló la capitana sola, traída y
Serenísimo príncipe Emmanuel Filiberto, mi señor, llevaua por los clesatados ,,ieutos hasta el mártes, en
g·rau prior de Sao Juan, etc.-Aúo de nuestra sa- que empezó á abonanzar. El juéves llegó á.·ver tierra,
lud, 1621.» y habionclo conocido la isla. ele Cuba, viró para fuera
El propio título indica la enemistad que llegó á en busca de las otras na ves. Era ya el lúncs 12 del
haber entre R,imirez y lus Noiales. Que aquel fuese m.cs, y no parecía ninguna, y creyendo habrían vuel-
cosmógrafo excelente, no hemos de .ponerlo cu duda, to ele arribada á la Ha baoa, entró en esta, donde b.alló
así como no negaremos fuese en ello superior á sus diez bajeleil.
compañeros. Entre ellos estaban los tres galeones de la Plata
En la relacion se 11:i.rua. tau1bicu capitau, g-rado llam,1dos ~V1testrtt Se,Iora del R,,;sario, capitana de la
que, fuera del de cosm6g·rafo, no le conce<le el rey en flota, Santa A,tti l:i Re il y 1V1testra Se,iora de la Ca1t-
la Instrucciou arriba citaua, pero pudo obtenerle l'l.es- delaria, touos desarbolados y haciendo mucha agua.
pues del viaje. No csta1nos cu el caso u.o decir q uiéu flabionuo preg·uutado :í. D. Bernard1uo de Lugo,
tuvo la culpa do que nuc:itros marinos se enemista- ca pitan de mar y g·uerra del g·dcou Santa Margarita
do los de la Plata, qué se sabia de los otros bajeles,
sen; pero no hay duda que Ramirez procuró ven-
refirió lo <1ue le había acout,,cido al suyo, el cual sa
garse cuanto pudo, uegauuu, así á los Nodales como á
perdió en una restinga de areua, junto á la cabeza de
los pilotos, entre los cuales I b1.u pilotos holandeses ex-
los olártiro:i eu la costa <le la Florida. Tambien á las
celentes (1), toda ciencia, ó p1r lo enanos toda proximi-
siete u.el tn1smo día (13 u.e setiembre) habia descu-
dad á la que el cos1nógrafo poseía.
bierto á una legua desde su galeon al llamado 1.\~ues-
El feliz. Ó:<ito de la oxpedic1on prueba que to<los
tra Seíí,ora de A.tocka, sin uing·uno do los palos, menos
supieron cumplir con su deber, así como la vida an-
ol de mesana, y estándole miranuo, vió que se fué á
terior de nuestros Nodalcs do1nuest1·a que, si Ramirez

{l) Véase la butriiccion ya citada. (1) Propiedad del distiogui lo bibliógrafo D. José Sancho Rayoo.
'iO CRÓNICA GENERAL DE ESPARA.

pique, sin que á poco quedara del buque otra cosa q uo miento de lo que les in1portaba para defender la li-
la mitad de la me-sana. bertad del exceso del poder de los reyes.
,\ eso de las diez de la mañana, el galeon de don Aquel pueblo, 1nientras tuvo grandes soberanos á
Bornardino de Lugo se deshizo, ahogándose la mayor la cabeza, fué grandr. Pero babia abdicado toda liber-
parte de la gente; en cuanto á él, un golpe de mar se tad en 1nanos de gobernadores incapaces: ¡aquPl pue-
le llev6, y pudo mantenerse nadando en uña tabla blo fué!
hasta las cinco de la tarde, en que lo recoji6 la chalu- (1640) '\'uelven, al cabo de cortos años, negros y
pa do un navío de Jan1aica. tristísi1nos dias para el territorio de PonteveJra. Al-
De igual suerto se perdieron los otros bajeles, te- zado el reino de Portug·al, y aclamado por rey
niendo pocos la ventura de la tripulacion del patache con el 1101nbre ele Juan IV el duque de Brag·an-
.J.'{11estra Seiiora del R(lsa¡•io, á la cual hallaron los za, despertó al cabo el rey de España, si no para
barcos enviados de la IIabana en unos cayos ele la isla estorbar el daño ine\·itable ya, para comprenderle y
de la Tortuga. En cuanto á los tesoros sepultados por llorarle.
el huracan en las entrañas del mar, en vano se busca- En medio de la tristez~ que aquellos tiempos nos
ron por entonces. infunden, damos g·racias al ciclo por no tener que re-
l\layor fué el tesoro que la humanidad pertli6 en ferir los desaciertos del gobierno y capitanes u.e Feli-

tan dolorosa catástrofe. l\Iuric-ron 550 personas, entre pe I\' en las fronte ras extremeñas.
marinos y pa;:ageros. Los nombres de aquellos pon- Al menos, nuestro territorio hizo cuanto estuvo de
drán de manifir;;to la pér(lid-i irre¡;arable para Espa- su parte para reparar el daño. El capitan gcnrral y
ña en el tremendo huracan de 5 de setiembre de 1622. gobernador del reino de Galicia D. "\'ícente Gonzaga,
El almirante Pasquier; El capitanBartolo111é (Jar- de la casa de los duques de ~Iántua, junt6 su ejército,
cia de 1.'\rodal; Pedro de ~,Toda!, su alférez; Iusepe 11'0- y, cruzando el l\Iiño, penetr6 en Portugal.
dal, ,iu sargento; l\1iguel Ximenez, piloto; Francisco de Seguían al gobernador muchos hijos de las fami-
Garay, su ayu lante; D. Francisco de Garibay; Ag:us- lias mas ilustres de Galicia, y el ejército señore6 el
tiu Eubrun; D. Fausto Lle Cabanilles; el capellan don territorio de San Pedro de las Torres, á una legua de
Antonio itartinponcc-; el capitan Xácome Deurden, \'alenqa y otra de '\rillanue,a de Cer,eira, donde se
mar-stro de la Plata, etc. construyó uo castillo con el noni bre de San Luis Gon-
De ese modo, y mientras Bartolomé García de Xo- zaga. En frente se fortificaron los rebeldes.
dal moría co1no bueno, corr1a por España el libro de (l.º de marzo de 1668) Reemplazado el Gonzaga
Ramirez, quien, mas ó menos cosmográficamente se por D. Rodrigo Piroentel, marqués ele "\'iana1 natural
complacía en hablar en su obra de «los principales de Galicia, llegó este á fines de junio en compañía
errores que hallé en la relacion de los capitanes 1-loda- de su maestre de campo D. Baltasar de Rojas y Pan-
les, los cuales saqué tí las (hay una palabra ininteli- toja, soldado de crédito, siendo al propio tiempo nom-
g·ib1e) del celo de la tardad (del ódio fuera mejor), que brado para mandar la artillería el 1naestre de campo
por c'Jntradecir (Í q1tie1,es fueron ,nis co,npail,eros en D. Francisco de Castro, cauallero del órden de Santia-
1iír1ge tan largo, porque anzigo Súcrates y a11iigo Pla- go é hijo de Ver in.
ton, 11ero 1nas anziga la 1:erdad A 2 de julio recibi6 el marqués de Viana 6r-
Acertara6 no el Ramirez, en cuanto á la parte cien- den de S. 11. para reuuir el ejército y con él entrar
tífica, podemos con justa satisfaccion y sin el menor por el territorio portugués. Había sido necesario cor-
a~omo de ,anaglor1a, complacernos en que el buen regir y castigar antes desmanes y excesos cometidos,
Bartolomé García de ~oda!, ya que no murió en el aun por oficiales, con q uo restablecida la disciplina,
combate eomo Xelson y Gravina, como ellos merec1a salió el ejército de Pontevedra, cu donde so hallaba,
haber muerto!! para Tuy, á 6 de setiembre.
Llevaba D. Rodrigo 4,000 infantes, 3,000 milicia-
CAPITüLO , ,. . nos, 2,000 gastadores, y 700 caballos mandados por el
leal señor portugués D. Bernardino de l\Ieneses,
::;nblcvnc1on <le Portagal.-Ayudan hi¡os Je nue-,tro territorio A la
marqués de Peñal va, conde de Tarouca. Por Tuy pasó
,;uerra.-Reem¡,Inzn al .;oberu:idor y ca¡11tan general de Galicia <lon el ejército el ~liño echando un puente de barcas, y el
\'1cente Oonzag-a, D. Il.olrig-o Pime ,tel, mar,¡ue5 ,Je \'iana, natural día 12 se hallaba ya todo en Portugal en ol fuerte de
n~ G,,hc1a.-\'ence IÍ los ¡,ortng-uese,s en <l1versos encuentro:;.-
Tolúa varia., plaza,.-R1n 1e n ;:;alvat1erra.-H1;os de nuc~tro ter- San Luis Gonzaga.
11torío que to1nar,,n ¡,arte en la guerra. Desde este lug·ar reconoci6 el de \ria na la tierra.y fuer-
tes de los sublevados, tlespues de lo cual se dccidi6 en
Ultimos destellos de la gloria de nuestra patria por el Consejo que se lesdebia acon1eter. Comenz6 la accion
siglo décimo séptimo, nombres honrados de Sarmientos por un coro bate entre una partida y las tropas del maes-
y 1\ouales, precursores do otros no menos excelentes, tre de campo Rojas y Pantoja, las cuales vencieron,
por las rcrnot:i.s aguas é inciertos caminos del Estre- extendiéndose el encnentro por tolla la línea, y quedan-
cho de ~Iaga!l:u.es, ¿quién no se complace en vuestro do en manos de nue,-.tros gallegos tres fuertes. Per -
recuerdo? ¿rJuiéo no experimenta el mas crudo dolor, dieron los portugueses 100 hombres muertos, y los
si al apartar de vosotros la vista se vé obligado á po- nuestros 20, de ellos D. Dieg·o Suarez de Deza, señor
nerla en el abatido edificio de la monarquía e~pañola? de Castrelos, y dos capitanes de infantería.
Hubo un tiempo, un pueblo, cuyos señores por su El dia 17 vi6 nuestro ejército como á una legua de
desventura y la nuestra no tuvieron ánimo 6 conoci- distancia al ejército portugués, compuesto de 5,500
PROVII\CIA DE PONTEVEDRA.

infa11tes mandados por el conde de Castel-o1elhor manda de 1[oozou frente á Salvatierra, y divididas
y 500 caballos, á coya cabeza iba el vizconde de ambas por i:l ~Iiüo. Segun ya otras vece,, se había he-
Lima. cho, se puso el ej<:rcito en comunicacion con Galicia
Al punto mandó el de Viana que los maestres de por un puente de barcas, y esto prueba lo difícil que
campo l)eñalva y Rojas salieran con ocho batallones y era para los nuestros hallar víveres en tierra que por
ocho escuadrones en busca del enemigo. Con ellos sa- enemig0s les tenia. Esforzados anduvieron los portu-
lió tambien mandando el centro el capitan general, gueses en la 1lefcnsa, siendo t:aso singular fJ. ue se co-
quien envió al teniente de maestre de campo D. Fran- municaban por un pueute d,i barcas con la plaza de
cisco Buzo con 4.00 mosqueteros para escaramucear Salvatierra, en Galicia, la cual habia traiJoraruen-
con el enemigo. te entregado á los sublevad.o5 el g"'Jbernador en
Con esto se daba lugar á la llegada del ejército, lo 1642. Era el tal gobernador, portugués, y no olvida
cual, comprendido por el de Castel-iielhor, hizo que la historia añadir que cojo, por muestra del ent:ono
este-, temeroso de verse en vuelto, se retirara. Alcanzá- que á los buenos hijos ele Galicia debia tle causar el
ronle cerca de vrillanova el marqués de Peñalva con ver en manos de portu6 ucse.,, la plaza de ::lal va-
su caballería y D. Pedro Aldao, teniente de mae;.tre tirrra.
de campo, con sus soldados, que eran todo:; de Ponte- Cortóse al cabo el puente que entre esta y 1Ionzon
vedra y sus alrededores. tenian los enemigos, los cuales, viénuose sin e;:iperanza
Era Aldao asimismo natural de Pontevcdra, siendo desocorro y desmoronada buena parte de la ruuralla
su solar la casa que despues fué parador en la plaza por los tiros de un cañon trail•J de la torrl' u.el prínci-
de la IIerrerú1, esquina á la calle de la Pasantería. Con pe de Bayoua, que arrojaba balas d·! 40 l1brá;;, ri11die-
sus soldados, ,coció Aldao á. los portugueses, obligán- ron la plaza de l\Ionzon el 7 de febrero d.u lGU!l, des-
doles á retirarse en desórden y dejando en el campo de pues ele cuatro meses de sitio.
batalla 250 muertos, 380 heridos y 260 prisioneros; de (lüüD) Ya era tiempo ele que Salvatierra volviese
ellos 28 oficiales, cinco sargentos, dos estudiantes, 22 á sus lC'gítimos señores. l\Iaravilla en verdaJ que mien-
aventureros, 30 fidalgos, un sargento mayor, ocho ca- tras los espaf1olcs poseían part~ el!! la orilla ag·ena del
pitanes de infantería, y por últirno, el conde de \re- :Oiiüo, conser,aran los portugueses plaza tan iinportau-
• •
m1e1ra. te para aquel tiempo. :\:!as la proximiJau y fJ.cil moJo de
En el botín de nuestros gallegos se hallaron muchos comunicar;;e con los de :\Ionion explica lo que á. pri-
hábitos de órdenes militares de Portugal, que luego mera vista no puede menos ele sorprender.
llevaban por trofeos los soldados. riiurieron tle los nues- Natla podían esperar ya los de Silva.tierra. \r CllCi-
tros, un sobrino del comisario general Taboada, el ca- do el ejército portugul:,;, y sin comunicaciou con
pitan D. .Juan Ozores y diez y seis soldados mas. He- los amigos de la plaza, conoc1ú el g-obernauor Almeida
ridos hubo 63, el comisario D. Juan Taboada y ade- que no era fácil afrontará nuestro ejército. Amenazó
más del teniente de maestre de campo de cabal.lería el de \r1ana con dar el asalto, tetneroso ele lo 1.:ual,
D. Tomás Ruiz, los capitanes R0bles, 1Ioscoso y pidió A.lmeida le permitiesen salir con cuatro ca-
Niño. ñones ele los 1nejores, víveres, municione.,, y equipajes,
El dia 18 señoreó el ejército gallego la torre de 11:t guaruicion cDn armas y to los los honores de la
Nog·ueira, patrimonio del duque de Braga uza, y cuatro guerra.
atalayas mas. Retiráronse los portugueses el 21 á las Xe 0·t.ise á. tales con,liciones el .:-;;p·tñol, y dispu~o el
Cobas <le Puente de Limia. Persiguiéronles los nues- asalto, con lo cual se rindió Alraciua á. l '1 de febrero á
tros, que volvieron des pues de apoderar.se Je muchas las cuatro de la tarue, hora cu que nuestros galleg0s
municiones de boca y g·uerra, así como de infinitos recobraron lo que la tra1cion les hahia quitado.
instrumentos tales como palas, azaJoucs, etc. El 30 Eran estas, ,ictorias que nos d.aban entratla en
pusieron los españoles sitio á Lapela, cuyos g·oberna- tierra enemiga; pero, ¡cuán desemejante;; üc aquellas
dores, Francisco Lobatos y Francisco Pereira del há- que á las órdC'ues del buen Sancho Dávila y el gr·iu
bito de A vis, viendo que los gallegos ha bian puesto tiuque ele Alba ejecutaron tarn 1Jicn nuestros g:tll<.'_.;os
hor11illos en las dos esquinas de la torre, se rindieron en ticn1p-os mas venturosos!
el 5 de octubre entregando de rodillas las llaves al La córtc solemnizó las hazañas del ejército, <lió las
marqués de Viana. ._ gracias por ellas, cantándose un solemne Pe Den ,1 L'll
J<:ste, en nombre del rey, les otorgó saliesen salvas la capilla. Real, Descalzas Reales, Encarnacion, y cu
las vidas, pero sin armas ni equipaje. Salieron, pues, todas las iglesias de las comunidades religio~as de :un-
211 infantes, tres clérigos y varios caballeros de laórden bos SPXOS de ~ladrid. Hubo a<len1ás funciones aco1n pa-
de A vis y de Cristo, con varias 1nujeres ;/ niños. Los sol- üauas de ilun1inaciones y fuegos artificiales.
dados fueron á Ponte,eclra prisioneros, donde jan1ás de- Grande es nuestro placer con 1111c nos sl!a lícito
bería entrar un portugués sino en calidacl de hcr1nauo. recorJar aq uf los norn brc;; de much 1s bu "no:; soldauos
La gen te q ne no babia llevado armas pudo retirarse tic Pontcvedra q ne en esta g·uerra to1naron pare::. El c:i-
á lo interior ele su tierra, donde con su triste aspecto y pitan de coraza,, D. A.ntonio .lutclo y Paztl:, que mu-
pregcnte desventura darian nuevo p,ivulo al encono de rió, clespnes de varios gloriosos cornbate;:, en la batalla
los portugueses contra nosotros. de ~Ielg·azo. Hállase ó halláb,tsc su solar en la plaza
Así lo ha querido mas de una ,cz la desventura de San Bartolomé. El teniente tle 1uacstre üe c·unpo
de ambos puebl.1s. D. Fraur,isco ele la Cueva. El 1narqués de Fagueroa,
Tomada La pela, siguió el marqués de Viana en de- cnyo solar á lo último de la calle 1lc la Rarnallu;;a es
72 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

de la casa de los barones de Casa-goda. D. I,uis Losa~ Longo. D. Benito Mariño de Sotomayor. D. N. Lobera.
da. D. Sancho Arias. D. Fernando Ozores. D. Pedro D. Gaspar 11osquera, señor de Guimarey, hoy casa
Camba. D. Antonio Feijóo, maestre de campo, enter- del marqués de Aranda, cuyo solar está en la plaza del
rado en el ex-convento de San Francisco. D. Luis Tron- Pan, frente á la lápida. Por último, ol capitan Caran -
coso. D. Fernando Montenegro, señor de los solares toña, seGor de esta casa, y otros buenos, cuyos solares
de la puerta rle Trabancas y San 1\1:artiu de Campo y familias han desaparecido.


FlN DB L A. P ARTE QUINTA.

..


-


P .AR TE SEX,_f .A .

DINASTIA DE BORBON.

CAPITULO PRilVIERO. Dice que era la armada de 40 na ,íos, 18 de la flota,


y 22 franceses, reg·idos por el conde de Chateau-
Guerra con ingleses, holan,leses y el imperi ).-Comb1te de Vigo. Renaud, así como el general de los rspañoles era don
-Vict0ria de los alia los.-R~lacion de un te,tigo o,:ular.-Destro- 1Januel de "\'elasco y Tejada, caballero del hábito de
zos causados por los enemigos.-lnj urias de un escritor inglés. Saut1ago, natural d,, Sevilla.
Con el suceso d<' los alialos en andalucía, hubo la
Pasaron los sueños de grandeza, y quedamos pobri's flota de acl!dir á las costas de Galicia, en busca de
y sin armas. Los esfuerzos de nuestros gallegos va- amparo. D ~ cierto le habría balla<l0, lo¿-rao,lo poner
nos fueron, cuand., lus capitanPs de Felipe IV y Cár- á salvo el rico carg·amento, :i no ser por la codicia de
los II se parecían tau poco al duque de A.Iba. España la casa ele contratacion de Cádiz y la incrcible lenti-
aniquilada, exánime como la dinastía que la. babia tuJ <le! Consejo de Indias, increible en cualquier:\
llevado á tal extre1110, necesitaba vida nueva, vida de otro pueolo civilizado que no el nuestro.
fu r.ra, que á semPjante ley est.í.n sujetos todos los Al cabo, trataron dP- desembarcar la plata y lle..
pueblos de la tierra. ¡ Ay de aquellos que diciéndose varla á ~Iatlrid por Lugo, lo cual, asegura la rela-
á sí propios: «conmíg,) tengo bastante,» renuncian á. cion que se hizo P11 1,600 carros, llevando cada
todo comercio exterior! Preferible á la existencia que uno cuatro cajones; mas apenas habiau llegado al Pa-
les espera, es la muerte. dron, se • mostró á la v ista la podero:;a armada in..
Era ya rey de España Felipe V; habían le acla1na.- gle,-a, holandesa y del fl)tperio, que toda constaba
do sinceramente p->r tal la mayor parte de los haliitan- de 300 na ríos (1) .
tes, mas España, que hasta entonces h·1bia tenido por Pasó la escuadra t!nemiga por el lado de Cangas,
enemigos á los de la casa de Austria, tenia al presen- esto es, alejándose tle los fuegos de Vigo, y sin gastar
te e1,1 su contra á todos los de Luis XIV', esto e3, á casi tiros de púl'Oora, entraron en la ria tle Teis. Habia
• toda la Europa, incluso Portug·al. ,iesu,:i el ca~tillo Je Rande al del Corneiro una cadena,
Cierto q uc en pocas partes mostraron su saña los niitad de niaderos y cabos (cables), y Je ambas partes,
ene1nigos de Felipe V, como en el territorio ponteve- gruesa artillería para Jpfen;:;a de los navíos.
drés. Salvo Gibraltar, donde há mas de siglo y me4io A la noche, unas 17 lanchas enemigas q uisie-
mantiene Inglaterra su dominio, siendo su pabellon en ron forzar la cadena, 6 mas blen recouocerla, lo cual
aq ur•llos lugares hierro ardiendo puesto en la mejilla de les estorbó la artillería de los castillos. El lúncs 23,
todo español, el uomuro do Vig·o por los primeros años á las once 6 doce del dia, casi á punto de plea-
del ,-iglo xv111 recuerua acaso el mas triste suceso de rnar (2), desembarcaron hasta 4,000 ing·lescs, y, dice
aq t11'1los tiempos. la relac1on, s,, fueron derechos al castillo de Ran-
! [ay copia de una relacion (1) escrita por testigo de, sin que les hiciesen cara los nuestros, y estando
pre,,'ncial quien uebia de ser carpintero de ribera y pe- á la vista el señor príncipe de Barbanzon, gobernador
q uei10 propietario de Redondela, cuyo nombre fuera del reino de Galicia, con la mayor parte dfl la noble-
ma,.; justo llevara el combate que vamos á referir.

(11 El número ,~swí oquívocaclo, es ,ltl suponer <1Ue , ¡ temor au


mentó á los oj,)S del vecino de Rcdon.\eln el número lo buques ene-
(i ) Concluyo ,le e$ta 1n.1n~ra: •es nsí la verdal y lo flrroo do mi tnigos.
nombre en Redan \ola, ú '.!O le noviembre de m,1 oc·, ocien tos <.los años. (2 1 Al tiempo que ~taba la marea casi llena en el sitio de Tcis.-
-Domin:.0 \1,rtinez.• -Cabalmeute uu sír¡:-lo deipUe$. Relacion citacla,
POl\T l.:Y¡,: DRA. 10
74 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

za, rr. ucha gente de milicia, y ocho compañías de á dirse de que era imposible huyesen españoles ni fran-
caballo. Añade el vecino de Redondela, que no se les c1-1ses, ya comenzada la pelea.
hizo contradiccion alguna, y así, á su salvo, lleg·aron Por lo demás, decir que Cbateau..:Renaud mur i6.
sin ga:itar uu t,ro de pólvora á Rande, donde por la rico, no es sino aventurar una calumnia difícil de pro-
mar, y ayudados de la n1area y vientos que los tuvie- bar. En cuanto á la ioscripciou que los franceses pu-
ron prósprros con un torbellino de ag·ua, que duró dos sieron en ol sepulcro de su marino,
horas, los navíos, casi 50, para romper la cadena,
C'y git le plus sage des ltéros:
embistieron con las proas armadas de espolones y
á toda vela, y ayudados del viento, forzaron el paso,
Il 'Dainquit sur le ter re, iZ 'Dainq1iit sur les eau.v:
entrando en pos t oda la escuadra enemiga. Pelea- no es, ni de lejos, comparable con la desatinada idea
ron en seguida los buques con igual encarniza- del inglés Veruon, á la cual no ha llegado jamás el
miento por a1ubas partes, y hallábanse tan crrca 1nas pootlerati vo ó i1naginativo hiju del 11ediodía.
unos de otros, que el fuego de artillería era ya i11- No es nuevo el referirla, mas la hemos de repetir,.
útil con los que pelellban con frascos de pólvora, gra- siquiera sirva de castig·o á mas de una insensata ca-
nadas de mano y ca1nisas embreadas. lumnia de las que llenan el, por otra parte, bien es-
En medio de aquella espantosa matanza, dice la crito libro de Ford.
relacion qne los ing·leses señorearon el castillo de Ran- Atacó el almirante inglés Ed\vard Vernon la plaza
de, por haberle abandonado los naturales, quedando de Cartagena de Indias con 88 navíos de tres puentes,
solo los soldados y artilleros franceses y algunos an- 28 de líuea, 12 fragatas y paquebotes de 20 á 50 c~üo-
daluces, soldados que muchos de ellos 1nurierou. Cayó nes, dos bombardas, alg·unoa brulotes, y 130 embarcacio.
de los navíos una bomba en el castillo, que reventó, nes de trasporte que llevaban á bordo unos 0,000
haciendo terrible daño. hombres de desembarco.
Comenzaron á arder varios bajeles, y decidida la Si el número de lus defensores ele Cartagena no era
victoria por inglesüs y holandeses, cayeron en poder proporcionado contra tan poderoso enemigo, éralo el
de estos no pocas naves fraucesas y espaüc,las. Entre esfuerzo, así de los soldados como de los jefes, don
tanto, los ingleses de Rande euarbolarou su estandarte, Blas de Lezo, g·ener.il de marina, y D. Sebastian de
lo cu:i l visto por los ele la 1nar se pusieron unos y otros I~slaba, ,irey de Santa Fé.
á desbaratar el fuerte de Corbeiro, ayudándose de nues- Al cabo de dos n1eses ele baterías y asaltos, fué re-
tra artillería, que ya estaba eu su poder. chazado el inglés con g·ran pérdida.
La cadena se rompió primero por la parte del cas- Ahora bien, de t,1maña derrota conserva la numis-
tillo, y dC'spues por el medio. Dos navíos franceses, uno mática, ya que no la historia de Inglaterra, g·loriosísi.
al lado del castillo de Rande y otro al del fuerte de mo recuerdo. Tan Sl'guro iba Vernou de vencer, qu&
Corbeiro, pelearon hasta irse á pique; mas todo fué en de antemano babia hecho batir medallas de diferentes
vano para contener el furioso empuje de holandeses é cui'ios, en las cuales se veia á D. Blas ele Lezo de
ingleses, quienes tuvieron mas de 1,000 hombres fue- rodillas (¡y llevaba vascongada sang·re en las venas!)
ra ele combate, perdiendo además una nave de tres ante Vernon, áquien entregaba la espada.
puentes incendiada. La inscripcion, quenoqoeremosrepetir en inglés,
A este tiempo la capitana inglesa que, segun el pues puede verse eu las medallas que aun existen, de-
buen a11tor de la relacion «arrojaba mas fuego que cia: «11l org1illo Espa,¡oz-q abatido po1· el alnii1·ante
l\fongibclo,>> se vió embestida por un brulote de los de Vernon. Y en el otro lado: Q1iien tornó áPortobello co1i
Francia, el cual no causó efecto, acac;o porque le solo seis navios. 1\Tovie1nbre, 22, 1739. Con razoo, aña-
prendieron fuego intempestivamente, haciendo poca de el P. Florez (1).
mella en el buque inglés, á causa tambien del gran Y para perpetuar cual fué la soberbia abatida, es-
torbellino de agua que á la sazon caia. tampamos una de las diferentes medallas que existen
Parece, con todo, que el apagar el fuego costó la en mi estudio, como testimonio perpótuo de la sober-
vida á mas de 50 ingleses. No hay duda que nuestros bia y ligereza del ing·lés.
aliados los france;::ps prlearon en aquel dia, si con des- Semejante n1edalla vale por cien inscripciones se-
gracia, con verdadero esfuerzo digno de recordarlo pulcrales, semrjaute á la que sirve de objeto de burla
así en todos t1em pos. á Ford, y vale aun ,nucho ,nas, si se atiende que el al-
Los genrrales español y francPs que teoian sus 1nirante Veroon era responsable en vida desu medalla,
tiendas en el fuerte de Corbeiro, viendo que ya no ha- mientras 110 lo era ele su ioscripcion el conde de Cha-
bia esperanza, pusieron fuego á sus respectivas capi- teau-Renaud.
tanas, para que así no cayesen en manos de los ene-
m igos C;\.PITULO II.
Ford, en su IIand Book/or ,')pain, con lijereza in- Vencidos los nuestro,¡, ret•ranse el general español ñ Ponteve,lrn y ei
digna de un buen ing-lés, halla á mano, á propósito frnucés ñ tin tin;:o.-l)Pseml>nrcan loi aliauoi.-Robau y sac¡uean.-
Ilacen lo mi,imo al~uno:i mnlos españolo,i.-Egoista con,lucta <lel
del suceso de \T1go, palabras y sospechosas indicacio- comercio lle C,,.liz.-Paz ,le Utrccht.
nes propias del tono de libelista que á menudo suele
adoptar. Dice, pues, faltando á la verdad, que el con- Al cabo, á todos los navíos se les puso fuego, dando
de de Cbatrau-Reoaud huy0 abandonando á sos alia- barreno á los de la ílota. Los ingleses apresaron los
do<:i como Du1nanoir en Trafalgar. Basta hacerse cargo J
del punto en donde se verificó el combate para persua- (t) Cla,e hislo1ial, ¡,6g. 386.
'
PROVJNCíA DE PONTEVEDRA. 15

tlos navíos que defendian la cadena, mas como habian de ropa, dinero, y muchas alhajas perdiendo el temor
quedado inservibles, los quemaron. Los aliados se lle- d~ Dios¡ y en la villa, despues de retirado el i oglés á.
varon do los castillos la artillería de bronce que el ge• su armada, los vecinos acometieron á hurtar las alba~
neral francés babia puesto para la defensa, no dejando jas que habían quedado en cada casa, y portcarlas á
sino algunas piezas de hierro é inservibles. las suyas y <<mi casa, añade, no fué la que me-
Retiróse el general español á. Pontevedra, yéndose nos padeció porque me hurtaron los vecinos gran
.Santiago al francés, quedando en manos de los alia- cantidad de centeno , 18 frascos , dos redondos,
dos muchos prisioneros gallegos, andaluces y france- mucha tala vera (loza), aderezo <l.e cocina, e,;pejo, esco-
ses, á quieneE', al cabo de cuatro dias, pusieron en li• ba, mucha herramient·\ de mi oficio, hacha y formones,
bertad. un Sao to Domingo de madera, quedan<l.o totlo destrui-
No pararon aquí los desastres de nuestro desven- do;» y continúa, «en muchos aiios no levantaron mu-
turado territorio, pues el martes 24, desembarcaron chos, como}"º> uno de ellos, que ni una cainisa me de-
-en la Portela, en l\Ioirnenta, n,ooo aliados, de ellos jaron, ni ropa, sino la que me quedó á cuestas é igual-
2,000 ingleses, y otros tantos holandeses é imperiales, mente de mi mujer é hijos.»
entrando en la villa ele Redondela, á. la cual <le nada Con razoo dan los historiadores, al presente, grande
valió el estado indefenso en que so hallaba, puc~ fué importancia á las men1orias contemporáneas, y como
entrada en saco, perdiendo los vecinos cuanto tenian, el suceso de que va,nos hablando fué tao notable p.:ir
y cayendo en m1nos de los r>nemigos mucho oro y pla- aquel tie1npo, no solo por Galicia sino por toda Euro-
ta de la flota que había quedado en las casas. pa, creemos ju fito dar sobre él todos lo:; datos que ten-
«Y en la marea, de la batalla, añade en no muy gan alguna importa ocia, con lo cual no nos separare-
correcto castellano el autor de la relaciou, so habían mos del autor ele la relacion, sin oír antes algunas de
desembarcado muchas co;;as en el muelle, don<l.e todo sus no pequeüas desventuras.
pereció, que aseguran todos y el general, se perdieron Dice, pues, ((que eljuéves 26 de octubre siete im-
tle plata, oro, grana, añil, campeche, tabaco, choco- periales le dieron dos balazos, encima de San l\Iartin
late, vainilla, cacao, corambre y mil zarandajas que de Castiñcíra, en el sitio que llaman l\Ionra da l\Josca,
de aquella tierra se traen, mas de cuatro millones.» y ele allí le llevaron por mo<'rto á la feligresía de
F.o seguida se dividieron los aliados eu diversas .o\moe<l.o, y de allí á la ele i\1oscoao, doGde estu,-o trece
-columnas, ó mejor, bandas de piratas á saquear la <l.ias, despucs le trajeron á la villa (Pontevedra), y «en
tierra. Los de Ri'don<lcla, que habian llevado cuanto el tiempo que estuve en la aldea, á su salvo los ,eci-
habían podido consig·o á la feligrrsía de Redonda, nos hicieron el saqueo <l.e mi casa, y en particular una
todo lo perdieron, pues el enemigo entró hasta los compañía tle caballos que ex:istia en la villa de Redon-
montes de Amoeclo y Castiñeyra, cu busca de ganado dela; esa fué la que hurtó casi todo lo que habia que-
vacuno, lanar y de cerda. dado del despojo del i ug·lés, el cual fué llamado de
Saq ucaron los siguientes lugares, feligresías é igle- repente, y clcjaron n1ucbas alhajas por llevar ó por no
sias: Rcdonclela, Villavieja, quedando el convento poder llevarlas.»
-como caballeriza; Cedeira, Sao Estéban, Caabeiro, San Ya habian los aliados levado anclas •v acabado de
Vicente, San Fausto, Teis, \rilar, Sasa.moucle, Nespe- saquear los barcos quemaLlos, cuan 1o á boc·t do noche
Teiras, Cepeda, Reborcclo, San Pedro de CcsantPs, la se llegaron muchas chalupas llr>nas le enemigos con
feligresía del Viso, <l.oudc no llegaron á la iglesia; la intento, dícese, de ponrr fuego á la v1!la dr Re<loucle-
isla de San Simon, que fué toda quemada; Santa Cris- la l\las á la sazon había seis compaüías Jp milicí,i del
tina, 1Ieira, Tirán, San Adrian de los Cobre.:; y Doma• condado de Salvatierra, las cuales, cumr1i~odo fiel y
:yo, siendo quemadas las iglesias de es~as últimas. lealmente con su oblig·acion, estaban cot. 1. debida
No contentos con el saqueo, los eucn1i~os, protes- viO'ilancui. Un contiuela avisó con un tiro de 1nosque-
tantes en gran parte y enemigos clel nombre católico, te,º á cuya señal, desconcertaJos los enemigos, l:uye-
profanaron la. iglesia ron1piendo toda imágcn do Nues• ron para uo vol ver mas.
tra Señora, quitando los brazos á las demás imágenes, Dejan los grandes sucesos honda huella en la
y poniendo en menudas piezas cuantos crucifijos ha~a- imaginacioo del vulgo, el cual, 110 contento con la
ron; suerte sen1cjante padecieron la mayor parte de verdad, por triste que ~ea, como qne se complace en
losretablos,asícomocl sagrarioyrcliquias de Quinte. desfigur<1.rla y aun oscurecerla. Hé aquí, por prueba,
la. Unos labradores hallaron las Sagradas Formas y se cón10 concluye el autor de la relacion: «A la salida
~

l~s llevaron, con la decencia que pudieron, á un sacer- de las islas de Bayona tnvíeron (los aliados) gran ba-
dote, el cual lae consumió. talla naval, no sé con qué n:'lcion, q oc duró mas de
En tanto llovía á mares dia y noche, como tan ocho horas: hizo separacion el imperio (1) del inglés,
á menudo suelo hacerlo por aquellas cosb1s, y mien- por haber (este) ultrajad.o y profanado tantas iglesias,
tras los vecinos de aldeas y villas dormian por los pues ninguna perllonaron sino á la de Redondela, que
montes sin atreverse á volver, hubo malvados, peores no tocaron en ella sino en las sepulturas: en las demás
aun que los enemigos, que robaron cuanto pudieron. ya referirlas se llevaron las campanas de todas, excep-
Bueno es q uc aquí hable el autor de la relacion, el to de Rcboredo.»
cual, si bien á menudo exajrra y aun se vale de pala-
bras rn verJad ofensivas, fuó testigo del suceso y pa- (!.) Voz que acaso hicieron correr por Galicill los parthlarios del
deció en él no poco. Dice que <<los aldeanos robaron archi'1uque, que no eran pocos, para contrarrestar el mal efecto d•
en las aldeas (casas de campo) y en el lugar, cantidad los robos, saqueos y profanaciones de las tropas aliaJa•.

.
CRONlCA GENERAL DE ESPANA.
~
76

Inglaterra perdió cinco naves, la capitana, segun 1 (10 octubre 1719) Fracasó la empresa, pero Ingla-
dicen, y otras cnatro hecha11 astillas por la artillería terra no satisfecha ~on resultado tan bueno para ella,
francesa; pero los ingleses pudieron apagar el fuego de
varios navíos de la flota y armada, que fueron: la ca- -- -
za. Lord Cobham, dueño de- Vigo, ~-
eligió la costa de Galicia para clrsahogo de su vengan -
--- - ---~
- -- en la. cna.l no halló~
- . .

re-
pitana de azoques y la almiranta de la flota, la Santa sistencia, ni aun el castillo, envió al Ulló ~2,500 hom-
Cru..;, otro buque llamado Riga, el Mantequero, el pa- bres mandados por Homobod, los cuales se encamina -
tache de flota, el To1·0 y el Retoño, los cuales queda- ron á Pontevedra, donde permanecieron qnince dias,
ron en manos de los enemigos con cuánto tenían. sin verse molestados mas que por los aldeanos de los
DC' esta manera dió lugar la egoísta conducta de alrededore:;.
la casa de contra tac ion de Cádiz á q ne el duque do Al cabo, el g·obrrnatlor de Galicia, marqués de Ris-
Ormond, Rooke y Stanhope, que volvian despues de bourg, acudió en contra de los ing·leses, q uiencs en el
ver fracasar sus in tantos en Barcelona )' Các.liz, pudie- dia tle su retirada saquearon cruelmente á Ponteve-
ran desquitarse en la ria de Vigo, mas á propósito pa- dra. Quemaron adem,ts muchos edificios de i1npor-
ra albergar en su seno el comercio del mundo que tancia, ele ellos, los mas notables, la. cárcel, la
para oponer formal resistencia á una poderosa escua- maestranza, drspues <~uartel tle Santo Domingo, el
dra enemiga. palacio del arzobispo de Santiago, el castillo que es-
Ya hemos dicho en otro lugar que el inglés Ford taba á la entrada del puente, en el barrio del Burgo,
acusa i Chateau-Renaud de haber muerto rico, y por el cual en 1805 se acabú de arrasar cuando el ensan-
oposicion añade que el alinirante Rooke murió pobre, che del puente; la casa de los Nodales, de que ya he-
dando en su testamPnto la razon de ello: «~o dejo 111os hablado, y otras n1uchas mas.
mucho, pero lo que dejo no ha cost<'ldo al marino una Varios ele estos edificios se reedLficaron despues,
lágrima ni á la nacion ou mara veLlí (a fartking).» entre ellos la cárcel y el gran cuartel de Santo Do-
El almirante Rookc pudo morir pobre, pero su mingo, ele los mejores <le Galicia.
nombre vive rodPado de la eterna aureola con que la (6 dr marzo 1728) A.justada la paz cou Inglaterra
historia ciñe la frente <le los desleales. Acusado Rooke por el tratado del Par,lo, Felipe V, siempre inclinado
por haber toma u.o y guardado para sí á. Gibraltar, á la guerra, procuró tener soldados dispuestos á todo
formósele causa por di~minuir un tanto la mengua evento y sin gran costo del f•:rario. Al cabo, se cre6
que su conducta dejaba caer sobre Inglaterra. No tuvo en 1734 '31 cuerpo de 1nilicias provinciales, siendo Pon-
el almirante mas respue;,ta que la siguiente: «El go- teveJra uuo de los pueblos esco6 idos para crear en él
bierno de la Gran-Bretaña podrá castigarmr>, y si cuerpo. Tenia este el número 2i, llevaban sus bande-
quiere, podrá disponer de mi cabeza; pero Inglater- ras las armas de la ciudad, y por oficiales se alistaron
ra logrará dentro de un siglo los ópimos frutos <le los jóvenes 1nas distinguidos de la cobleza.
mi temerario arrojo.» Respuesta y accion de pirata, •.\demás, la poblacion contribuía por su parte con
no de almirante y caballero. 30 hombres equipados por el ayuntamiento, con ar-
(1713) La paz de Utrecht concedió breve reposo á mas, fornituras y prendas de vestuario.
nuestro territorio, que, por su asiento geográfico, se A la glorio;;a reconquista de Oran por el duque de
halla expuesto á '.:>da tentativa de los enemigos de 1Iontrmar, acudieron muchos gallegos, siendo nota-
Esp:1ña. Por est;- firmaron el duque de Osuna y el mar- bles los hijos del arrabal de la Jt..Ioureira, que tripula-
qués de ~IontP on. Del último existe ó existía no há ban algunas naves de la expedicion, así como muchas
mucho el so· r en Pontevedra, Rua Nueva de Arriba, personas de cuenta q ne de todo el reino de Galicia acu-
en el b·1rr de la ~1oureira, donde vivió casado con la dieron en alas de la honra á pelear por su España.
señora (1 ~'uga de Santo Tomé de Piñeiro, conserván- En el reinado de Fernando VI se puso en adminis-
dose r en la fachada el escudo de armas (1). tracion la renta de las sales, medida de trascendencia
para Galicia por su abundante prsca y fábricas de sa-
lazon, en las cuales no pnede mrnos de influir tuda de-
CAPITULO III. terroinac1on que sobre el particular tome el gobierno .

Establecida en Pontevedra la arl1ninis~racion ge-
Nue,n guerra.-Tomo lord Cobhnm á Vigo.-Entran los ingleses en neral para provf'cr de sales á Astúrias y Galicia, cesa-
Ponte ve lra.-lncendio y saq ueo.-Ayu lan u u estros gallegos á la
empresa de Orno.-A,lmin1.,tracion de lns salio,1,.-Trnta ~¡ go- ron las f'alinac; de la parroq nia de Ran Estéban de Noa-
bierno de FerDao Jo VI de ceder parte <le nuestro territorio á Por- lla, San Pedro de Villalonga y la ,le Vilaboa eu el
tugal.-'."li ':;:1,e e ,te á d~r en trueco l'\ c,,looin del Sncrnmento.-
Pac1., de fa milía,
Ull6. ele rlonde se surtia la antigua provincia de Tuy.
En 1800 cr•só en Pontevrdra la citacla atlmi:1istracion
de salinas, la cual, si bien repuesta e,11816, desapare-
El carácter guerrero dP. Felipe V y la osadía de
ció al cabo en 1820.
Alberoni, llamaron ele nuevo hácia nuestro territorio ,\ntes de pagará otro rey, justo es hablar como se
á las nares ele Inglaterra. Favorecia España á los par-
merece de nna, clrtrrrninacion que el marquPs de la
tidarios del destronado rry, Jacobo Estuardo, habien-
Ensenacla estuvo á punto ele tomar con parte de uues~
do ido tropas el'paiíolas ;i Escocia en auxilio de aq ue-
tro territorio.
llos leales motañeses.
Era la coloni·1 riel Sacramento motivo clr contínuas
disputas entre Portugal y Espaüa, foco pe ron ne de
contrabando que miraba con mal disLmulado enco-
(1) Vén.se ¡,ara es•n. y otra~ ooticins re\ativaq á PooteTedra, In ci·
al:i Hi toric, p.1r D. Cláu lio Gun~alez y Zúili¡¡-a. no el gobirrno e<\pañol. El de~eo de ver desaparecer la
PROVli\CIA DE PO"l;TEVETIRA. -..,
causa ele tantos daños, lo cual se lograba en teniéndo- territorio cornprendirlo desde la punta de Santa Tecla
la en nuestras mano~, llevaron á Ensenada al increí- hasta el abo de Finistcrre. La orJenanza arnparab;i. y
ble extremo de proponer un;,. parte de la provincia de prot<'gia á nuestros prsc·11lor<'s, pero Gal icia ha olvidado
Tuy á trueco de la malaventnra<la colonia. harto á mcnu<lo lo que un pueblo no pufltle olvidar, y
(l '751) La propuesta se llev6 adelant<', paran<lo en menos hoy, sin gravísimo rl:Liio propio. 1..:1 ltrnparo, la
concierto, y como se trataba de Galicia, temió5c no proteccion, débelos tocio gobil•rno al pueblo; mas si el
pareciera suficiente, con lo que se ofrecían adernás las indivíduo no se ayu<l:l a :,;í propio, solo y en union con
siete misiones, orillas del Uruguay. los demás, inút:les han de Sl'r, cuan lo no perjudi-
Ni se crea. que la cegue<lad de uno de nuestros ciales, c.:l amparo y proteccion de los gobiernos.
mejores gobiernos llegó un solo momento á parar Ya hemos hablado en la Cróuica de la Coruña de
rnientes en que ofrecía á Portugal una de las mas pre- la expulsion <le los jesuitas. En cuanto al apoyo que el
ciadas joyas de España, esto es, nuestras riberas del gobieruo de Cárlos III prestií á los sublevado, norte-
Miúo. amer:canos, solo puede compararst=> con la ceguera que
Partieron comisionados de a n bas córtes á fin de nos llevó á celebrar el infausto Pacto dt J aniilia.
llevar á afecto el tratarlo, y á no ser por la opos1c1on Envueltos por nuestra estrecha aliauza cou los
de los jesuitas que lo estorb6, nadie habria alzado la franceses en cuantas guerras emprendían estos contra
voz contra semejante atentado. Inglaterra, tuvieron nuestros gallegos que guerrear
¡1'rístc cond1cioo la de nuestros gallegos! ¡11ien- de nuevo con sus herrnanos los portugueses, aliados de
tras blanda y pacíficamente se dejaban traer y llevar la Gran-Bretaña. El provincial de Ponteverlra man-
• por los trd.tados, los indios, en son de g·uerra, se ne- tuvo con honra en tierra portuguesa la gloria lle sus
gaban con toda energía á pertenecer á Portugal! ¡ Do- antecesores en las arma.,, hasta. que la paz consintió
loroso conLrastell á nuestros milicianos volverá sus pacíficos i..togan!s.
Por mas quf' nos dnela ofender la me1noria de
un gobierno q ne di6 á Es paila paz y abnndancia,
fuerza es c Jufesar que arubas riberas del ~liúo no son CAPITBLO IV.
hoy portuguesas porque el rey José I incit ido por el
inquieto Carballo, su ministro (luego marqués de Guerra con Fra.ncia.-Ln-i prnv ncinle,~ ,le Tuy y p,,nteve,l•n.-Pa:i
y renovacion del Pac/o de (amilia.--f:ubsidi,,s á Francia.-(iuerre.
Po1n bal), se nl'g·ú á ceder la colonia del Sacrom~nto. con lo,; ingleses.-(l-ue~r,, con ~·rancia.-Los france,es en Punte-
Quiere la <lesvuutu1·a de nuestra territorio que mien- ve tra.-.\lzarn e.nto Je .. uestro territllriC>.
tras la rn<Lyor parte de Zspaúa conserva g·rato re-
cuerdo de los tiempos <le Fernando VI, en ellos l':ltu- GPncroso ín1pulso movió al rey D. Cárlos I'? á de-

viese á punto de con1eterse con la provincia de ·ruy clarar la guerra á Francia, cuando esta, al propio tiem-
uua verdadera ini{u1dad. po víctuna y autora del Tirror ('1u" as1 han juzgallo
Bien que, ya en la Cr6nica de la Coruúa, al ver l,)s ho1nbr,•s oportuno llamar en casos solen1ul'S al
que el n1ary_ué;; de la l•:nsenalla no tenia por buenos miedo) no tuvo ya furrza~ para impedir la muerte llel
oolda<los de infantería á los españoles, y sí Lle ca.baile- desventurado L11is :S:\'I. ¡Caso tri5te y dig·no de graví-
r1a, no hemos podido menos de mostrar j ustísimo dolor sima 1ne1litarion ! El rey de E~paiia, ue q aien decía
al considerar que nue:;tr•>S gcbiernos, puestos única- EnriCJ,uC IV de Francia que a1nbJs estaban en sen-
mente los ojus en las tierras de Levante y ~:eJiotlía, dos platillos de una b Llanza, y era por tanto nece-
no han sabido nunca tener presente que si estas son sario que uno cle:;cendiese p.ira. 'lºº subiera el otro,
las frondosas y herrno tsunas ra1nas, las tierras del el rey de España, cuy,1 nacinn h:.. bia tlescenditlo
Nortu de nuestra. Península so1~ et podaroso tronco del cuanto la frances:\ había ncct!Sita lo subir, perdiendo
árbol. · cuanto cstag-anabJ., y tlejando, abandonado por la for-
Por este tiempo, los catalanes que á. nuestro terri- tuna, la prepotencia <'U mano, de una uacio11 siempre
torio acull1an, fueron concitando en su contra q uPjas I enemig·a, el rey de Espaüa acnsalia. y declar,ib,i la
y lamento:; lle los pescadores g·alleg·os. Dolianse estos g·ucrra t:on razon :i lo;; fr.111t:esc,, por h·1ber guil lot,na-
de que, con los .iparcjos que aquellos usa ba.n, se ~ - do al n icto d ' Luis X[\', rnern i,;o y tlesp lja, lor de Es-
I
cogia tamb1cu la cria, con lo cual era de temer que paüa, antes d,• SPr a1111.;-.1 y al i·tuo, de lo q uc su cotli-
la pesca se fuese a.ca bando, hasta desap,u·ecer del , ci:• y la del resto lle l~nropa no nus había querido
todo. robar.
Eran las q nejas, sobre tollo, á propósito de la sartli- (1. 0 de agosto l '7<J !) Gloriosaineutr pelParon por su
na, de la cual, dicen n1uchos, y acaso en ello se fun- patria nuestrt•S gall •6 os le! provincial lle Tuy en la
dan los catalanes, que, pues se pre;;enta fortr.ando retirada de Oyarznn así corno la cornpañía ti.e grana-
granlles bancos y viniendo de lejos, en donde cou toda dcro;; dr.l provincial ele PonteVl'dra, mandada por elca-
facili<lad su cr1a, no es de temer que tau fácítmente pitan D . .José Cada vid y el teniente D. José Sucado,
se acabe. Y en prueba, se citan los buenos aflos de ambos hijos de Poutc,e,lra. Cadavul quetl.6 pri:;íouero
sardina qne aun ahora suele haber, s1 bien es cierto y ,nurió en Francia.
no se puellc co1nparar lo que hoy se pesca por Galicia El g·cueroso sacrificio d.e la nacion espaflola era,
con lo que antes se pescaba. además dr. tardío, impoilib'e ,le llevar atlelant,,. Bastá-
Como qui"ta, D. Franci~co Javier Sarmiento, her- relesá los nuestros et esfuerzo, si eo las g·uerras moder-
mano lle\ célebre escritor, fué uno de los ministros nas no fuera la victoria para quien mas poderosos ba-
nombrados para establecer la ordenanza de pesca del tallones tenga, y sabido es que las actuales fuerzas de

78 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

España no son para afrontar de cualquier manera á entre Napoleon y España, y si bien nuestro territorio
las de su po lerosa vecina. De este modo, la paz de se vió, merced á su asiento ge:,gráfico, libre al prin-
Basilea fuer:l menos de lamentar, si de ella no hubie - cipio de las armas francesas, al cabo llegaron estas
se nacido el principado de Godoy. tambien á extenderse por las hermosas Rias de
Por lo demás, cedimos á Francia lo que sus hijos, en Abajo.
gran parte los Bttcaneros y Flibusteros, no nos ha- (1809) Despues de la retirada Je l\Ioore y embarque
bian quitado malamente de Santo Domingo, la isla Es- de los ingleses en la Coruña, queuó Soult por dueño
pañola por excelencia; y en ella per1niti6 Dios que di' Galicia, en la cual dejó á Ney, enc,l.minán<losc por
los pla11tadores, descendientes muchos de ellos de los Santiago, CalJas y PouteveJra á Oporto. T re1nenda y
primeros bandidos, hallaran en el propio suelo uno asola<lora huella dejaron los soldado<; de Soult po1· dó
de los mas tremendos castigos que .la aterrada huma- quiera que pasaron. No son los gallegos tan prontos
Dillatl recuerda (1). en dzci<lirse co1no los espniíules de otras provincias,
(1 '796) Aunque parece imposible, habia revivido el 1nas no tard·1ron en acudirá las armas en defensa del
Pacto de Ja1nilia de los tien1pos de Cárlos III. ~o ha- rey y de la patria.
bía ya reyes en Francia, pero tenia esta fuerza sufi- EraPontevedra. uno de los centros eleg·idos por los
c¡ente para imponer su voluntad á gobiernos poco franceses, de donde enviaban destaca1nentos á los al-
guardosos de la honra. rededores en de1nanda de ganados, g-ra nos, forrages y
Quedó, pues, la triste Península cual su desuuion dinero, pues Napolcou temia por extremo salir, y acon-
lo c ,nsentia, á 1nerced de extranjeros. España, aliada sejaba á los suyos la fan1osa máxima de Cato o: Bell1&ni
de Francia, y Portugal dC' la Gran-Bret::;.ña, viéronse se alet.
empeñados ambos pueblos hermanos en séria guerra, l\Ial avenidos los montañeses, gente de mayor ar-
que ni aun la explicacion ó fundamento de anteriores r;inque, con tan repetida:; ó injustas exacciones, se al-
guC'rras tenia. zaron los habitantes de las juris,licciones de Poyo, Co-
}'ormóse en Pontevedra un ejrrcito de 10,000 hom- tovad, Caldeverg·izo, }Ion tes y Y ·ve. Vió el c01nan-
brC's, mandado por lo;; generales La Peña, Escalante y dante f1·aucés Je ocupar milttarmente ciertos puntos,
Coupigny, y compuesto de los regimientos de A.frica, y se1nejante resolucion, lejos de an1e dr<'ntar, irritó el
An1l{rica, Princesa, Inmemorial del Rey, Ultouia y ánimo de los labradores, con lo q u<' se exteutlió la in-
otros. surreccion por toda la montaña, alzándose las jurisdic-
Hízose al cabo la paz con Portugal, mas no con In- ciones de :tiioutes, l)uiroga, Baños ele Cuntis, Campo
glaterra, por l:i. cual, D. Cosme de la Isla Covian, co- y Fragas de Pcüaflor, así como las villas de Caldas de
merciante de Pontevedra, arn1ó un corsario, y otros l{eyes, Cambados, Villagarcía, Sanjenjo, Cangas, l\1a-
1). José Fernandez, del puerto de :tilarin. :'.\Ianda- rin, y toda la península ele ~Iorraza.
banambos cor,:arios, tripulados por costeños de nuestro Reuniéronse el 19 de febrero los JJaisanos, nombre
t erritorio, los dos hermanos D. Juan y D. B •rnardo que se da en Galicia á los habitante:3del campo, que
Gago, quirues hicieron cruda y contíoua guerra á la son la mayoría; y armados cou escopetas, chuzos,
m·trína mercante inglesa, trayendo muchas presas, azadas, hoces y aun palos, y siguien lo á ,arios jefes
brchas, aun en los puerto,; de Portugal, á la ria de entre los cuales se encontraban lo,; :Nla1·tinez, conoci-
P onteYedra. El gobierno premió al D. J uao con unr. dos ambos por los Hilario.s, ac,)mett~rou al destaca-
nirdalla de plata, cuya inscripcion decia. lo siguiente: mento francés ele la casa del cura de San José ele
Al ,nérito. Sacos.
( 1805) Hallábase España obligada á contribuir con Rendidos los francesrs despurs de tenacfsima re-
subsidios á Fr-incia, y fundándose Inglaterra en eEo, sistencia, fuerón lo asimismo otr05 varios destacan1en-
queriéndonos por enemigos declarados, cometió uno to!!-. Q11errían1os no tener que relatar sino las hazañas
de los mas tremPndos desafueros que registran los ana- de nuestros galleg·os; mas la verda.d nos obliga á J.c-
lrs de la marina, enviando contra cuatro fragatas cir que no hubo cou los vencidos aquella generosidad
noestras otras cuatro dP superior porte y artillería, á que debia corre,;pouder al valor deque habían dado
las cuales no podia rendirse honrosamente el coman- muestra los vencedores.
dante español. Peleó este como bueno, é Inglaterra, si Prisioneros los franceses, hubo entonces algunos
no logró t odos lo~ te;;oros, que ta1n\Jil'n buscaba, vió al malos hijos de Gal1cia; de cierto, no los que habian
cabo á Espafia co111prometi,la en guerra abierta. mostrado su generoso c,.;fuerzo ante el ene1nigo,
No era para la codicia.de ~apoleon presa suficiente q uc ensaiiados con quienes ya no portian dPfenJerse,
el rC'ino de Portugal, ni le bastaba al nuevo César ver los mataron, echando dPspues los cuerpos al rio Le-
dividid•)S por la guerra á los hijos de la Península ibé- rez. ¡Jamás el asesinato mer••cerá disculpa, ni aun
rica. Napoleon quería ya para sí 6 para su hermano, alegando la torpe razoo de haberse cometido en pró
que no era sino su lugarteniente, la corona de España. de una causa justa!
Estalló al cabo, como no podia menos de suceder, En ninguna parte halló semejante crueldad mayor
ni mas justa reprobacion que en Gal1cia. Dos france-
ses, uno del dPstacamcnto de la Borela y otro del de
(l) En \A. Crónica de la Corttña, al hablar de tnn horrenio suceso Tenorio, que pudieron escaparse, llevaron á su jefe de
n•Rmos la propia rrase con que concluye este pirra.fo, pero salió mo- Pontevedra lfi. nueva del desastre. Asf comenzó por
diflcadR con ¡rraví,;imo dolor nuestro. El autor l1t re$taurR al presen-
te y dice: J•y tien,: egto es, que no la cambia ni modifica por otra nuestro territorio la gnerra contra los franceses. Si-
ninguna. guiéronse varios encuentros, y cada vez mas animo-
PROVINCIA DE PO:-.TEVEORA . '79

ses los alzados de Cotovacl, uniéroose con otros y se francesas, 1nicutras el hijo de las montaiías, pobre y
presentaron delante de Poutevedra. en lugares fácilmente defendidos, arrostraba ca si
I nútil fué el ataque, viéotlose nuestros gallegos siempre con buen éxito las acometidas del invasor.
obligados á. retirarse, no sin haber pl'rdido en la em- Creiau los soldados de Na¡ioleou qc.e el rnejor mo-
presa á. su esforzado jef,3 D. J acobo Varela. Despnes do de ahogar el alzamiento rra la crueldad, lo cual
de esto, salieron los franceses al campo, y haciendo les llevó á quemar el pueblo de Caldas de Cuntis. No
varios prisioneros, vengaron en ellos, culpados ó no, conociau el carácter de los hijo;¡ ele Galicia. Aun ardia n
la muerte de sus compañeros muertos en las riberas las casas, cuando sus propios habitantes embestian á
del Lerez. los franceses eu Arcos de la Couclesa, causándoles no-
¡Triste contiouacion de la guerra por nurstro ter- table daño. Poco elespucs eran veneitlo;; lo.; franceses
ritor io! Tambien hubo en él algunos malos españoles del Pa<lron, siendo enviados los prision1•ro.; á bordo de
que armaron corsarios contra toclos los barcos que no la fragata inglesa Lir;ely.
lle varan bandera tricolor, y aun no contentos, ayuda- Por entonces se presentaban los ingleses en n ucs-
ban en tierra por toda clase de metlios á nul'stros ene- tras costas en son de alianza, cosa que no habian ,i,-to
.
m1g·os. los hijos de G;1.licia drsile los tiempos de Pedro el
Ni fué esta desventura la sola que hubieron de la- Cruel ó el reinado de 11aría <le Ing·laterra, esposa de
mentar nuestros gallegos. Roto el freno de tocla auto- nuestro Felipe II. Armados los aldeanos con hoce~,
r idad y el respeto á la ley, mostráronse á mansalva las chuzosy palos, júzgue.;e cuál ,;eria su placer al rl'ci-
malas pasiones de que son capaces pechos desleales y bir de sus nuevos aliados buena,, arn1a:; par,t afrontar
veng·ativos. La intencion mas sana era culpada;el n1e- victoriosame11te á las huestes <le Napoleon.
jor deseo en favor de la patria solia verse trocado á IIabíanse fortificado los franceses de Pontevedra cu
los ojos de la multitud en malquerencia y aun ótlio el coovent0 <le San Francisco, y en él tenia u tambieu
á Espaiía, digno de muerte. su hospital. ~o era fácil la pre3a para campesinos in -
Por fortuna, el honrado y pacífico carácter de los expertos en el uso de las ar1nas; pero el a1nor á la p:t -
hijos <le Galicia estorbó casi siempre la vl'nganza de tria suplia en ellos, hasta cirrto punto, el órden y tir-
los malvados, y si bien estos hubieron de ensa:1arse meza con que la tlisciplioa crea soldados.
en lo;; bienes, re3petaron al n1eur,s las personas ele Ueuniéronse, pues, los hijos d~ los alrededores de
aquellos que habiau sido acusado,, iujusta1ncnte. Po.1tevedra con los de Caldevcrgazo, y los animu..os
El deseo ele reprimir semejantC's des1nanes, y aque- hijos uú Cotovad con los Garcías, Hilarios y Cor,lei-
ll a iuclinacion natural del hombre á CJnstituirse en ros á la cabeza, bajaron ele los 100nte,- en que se ha-
sociedad, de for1na que el órdPn impere y el delin- llaban los de ~lorrazo, mandatlos por el autig·u0 cor-
cuente sea castigado, fueron causa de que se forn1ara sario arriba citaclo, D. Juan Gago y su se6 uutlu don
u na junta, cuyo presidente, aclaruatlo por !;is parro- J\.Iannel Alarcon, y toJos atacaron á una á Poute,cilra
quias de la jurisdiccion de Peiíaflor, Cotodc Aulily por sus difürente,, puertas.
B:iños de Cuutis, fué el Sr. D. Benito v·arela. Al Los franceses, cou su acostu1nbraclo ánimo, salie-
punto con \·ocó este el 4 de n1n.rzo á los ma.yortlomos ron contra los nuestros por la puerta de la PerPgrina,
pedáneos de las parroquicts del ayuntamiento de 1Io- mas la resistencia que hallaron les hizv retroceder,
raña, )03 cuales se presentaron acompañados de seis perdiendo el jefe la y<'gua. e11 ,¡nP n1ontaba. Dos horas
hombres c?.da uno. duró el con1bate entrL' llombre.; á qui •nes la voluuta.tl
Presentó ,·ar,:la un reglamento con 13 artículos de uno solo hab1a. beclio cocaruizaJos encn1igos. ~in
en que se estableció el órdeu que babia de srguirse, eluda fué para Napolrou motivo <le dü.::;deüoso recuerJo
que no era sino la nue,a ordenanza de los qne se dis- el sang-rieoto y poco importante combate de Poute\'c-
ponian á la guerra. Aprobáronlc, y quec!ó depositado dra. 1Ias sus soldados, no contentos con ser valieot,·s,
en el archivo clel ayuntamiento. RI s..rg·ento D. JosJ y ganosos de a yen tajar en crueldad á algunos attleanos
Por ras GuerrerJ fué el jefe inmediato clr \'arPla, y ,!e los del primer alzamiento, mataron aun á los en-
de este modo, ordenadas y reglamentadas las fuerza~, ferinos que no pudieron huir de las casas de Ca111po
se hallaron Pn disposicion de comenzar con mayor éxi- Long-o, cles,le clontle nuestros gallegos se ha.bian ,lc-
to la g·uerra. feodido. \'ano fué al cabo el g·eneroso intento de los
I-ficiéronlo ya, y no sin caus:1r g ra,edaflo á las tr6- que á Pontevctlra embestian, quienes se vieron olJli-
pas de Soult, cuando aquellas pasaron viniendo dcs,le gatlos á retirarse á sus montañas.
Santiago á Portugal. Digno de mencion 1:s ta111bieu el l\Ias venturosa fué la empresa contra \'igll. Hal1ia.
esfuerzo del jóven D. Benito Godoy, n1uerto despues llegaclo de SeYilla, y comisiona.u.o por la Junta cen-
en el combate en las inn1ediaciones de Tuy. Era"¡ Ci- tral D. Pablo l\[orillo, á. la saton sargl'nto de 111ar1na.
tado jóven, cadet!.' clel cuerpo di.' Literarios, y al frente ..,o-raduado <le oficial. Era su intento rt:u11ir á las di-
de uno;; cuantos campesinos, afrontó en el puente ele fcrcntcs partidas que rn diversas d1rcccionc;; co1nb:t-
v·aros~ á las tropas de 8oult, 1natando n1as de treinta tia11, y, organi,,úndola;;, forn1ar en lo posible ver,la-
encmig·os, y no retirándose sino cuando el groera\ deros so!tlados, capaces de afrontar (L lo3 dú l•'raucia..
francés, con fnC'rzas superiores, trató ele envolverle. Se..,.uíaule alo•uno3 aldeanos de Re<lontlela y Soto1na.-
º ~ -
C'on harto dolor nuestro habre1nos de pasar cu f:i- yor, á q uiene,- dcspue;, se unieron los tle C0to,atl, Cal-
lencio muchas gloriosas acciones de los hijos ele nues- dr•,·erga zo, Taboauclo, Fusta ne~, To u ron, ~!uurcn te,
tro territorio. En g-euera.1, los ele la costa, con terreno l\Iarcos, Santa Comba y \ 'ilaboa.
mas abierto, se bal !aban mas expuestos á las armas No tardó cu acudir desde el Rivero D. B~roartlo
80 CRó:-,1cA GENERAL DE ESP.-1..'.A.

Gouzale:i; (Cacha,noiiia, del lu~ar d,, su uaci1uieuto •y dir. Co111prcudiu el espaiil que solo trataban d,.. ganar
propiedades) cou uumerJsa y bien organizada partida, tiempo par·t que lleg·asen de Tuy los refnerzo::l pediJo;;
á la cual, uniéullose las que :\Iorillo, 'l'enreiro, el al gc:1eral Lamartioicro, y al punto deterruinó dar el
aba(l de Valladares, el portugués Almei<la y otros, asalto. Come•,zóelcombate á las diez de la noche, lle-
detPr·111naron apoderars' de ,rigo. gando el jefe Cachamoiiia á la puerta de la liam boa con
Era el jefe .Je escuadrou, Chalot, co111audaute de un hach·t en la 111ano para <lar el ejcn1plo y franquear
unos 1,400 hombr1's que <lefeudiau á ''igo, cuya plaza la entrada; sig·uiéronl,, varios, y cayó 1nortalmente he-
y castillos se hallaban suficientenH'nte provistos y rido un mariner0 anciano, Lle los que habían dado los
artillados. Ya beo1os dicho que la 1náxima rll' Catou, primeros go!pes. Tarnbien hubo u.e retirarse Cacha-
bellu,n se a/et, era 1náx.11na tau1bieu de los guerreros moiüa con dos heridas.
1
franceses. Hay además que teuer en cucuta la. <lifi- Víendu los franceses que el empuje de los nuestros
cultad que había de experi1neutar la guaru,ciou <le eu vez de ceder au1neotaba, anunciaron á las once á
Vigo para recibir VÍYt>res ni :;ocorros del i1nperio. La 11ori!lo que se entre~aban, á coud1cion de salir con
mar teuíanla cerrada u .:e;;tr0s aolig·os los ingleses; todos los honores<le la guerra y los equipajes para
la ,ía de tierra c:;taba cortada por la 1nsurreccion. ~mbarcarse en los buques ingleses que estaban en la
Eran estas razoues mas que poderosas, cuando ria, y ser trasportauos :1 Fraucia.
otras no hubiese, para que Cualot y los suyos exig·ieran A las siete de la mañana del 28 se ratificó la capi-
á los habitantes de ''igo y cercanías toda clase de sa- tuLtcion, sa I iPn lo de la plaza l ,'250 hom brr-:s que en ella
crificios. Neg-ábaose á ello la pobrP,Za dP algunos y el habian qued·t<lo. Con razon repetirásie1upre toJ.o buen
patriotis1uo de los n1as, con lo q ne los franceses acu- hijo de Galicia las palabras de nuestro bistoriatlor To-
dían á la amenaza, y si esta 110 bastaba, á la fuerza. reno: E,i lti reconq1iista áe Vigo no luibo ingenieros
111enudeaban insultos y atropellos, aumentaba elenco- ni caño,ies¡ fué ganada solo á impulsos del patriotismo
no de los españoles, negábause esto,; á dar lo últin10 gallego.
que pogeiau, rob~banselo las tropas enetníg·as, y la En cuanto á la capitulacion qne no era :;,ioo un re-
ira del despojado rota la ,alla al temor, y solo aconse- medo en pequeño de la de Cintra, debernos decir, para
jada de la vergü nza y dt'l honrado :.unor á la patria, ser sinceros, que no se cumplió Per,heroo los franceses
acudiú á las ar1uas, últirn·t razon ele reyes y pueblos. sus e1uipajes, (•n los cu,1les, por justa pro1ideuc1a
Alzados en ma;;a, y ar1nados tudos los aldeanos de divina, hallaron nuestros galle~·os no pocos despo-
la co,narr.a, tuYiero11 por catHlillo á 1). Juan Roseado jos de lo que La Houssaye habia robado al E,cor1al.
,r
Enriq uez, a liad de alladat·c;;, de la i I ustre casa del En cuanto á los iugleses, se neg·aron á reconocer el
ruarqu1;s de este 110,11bre. De i,rual 1nanera los \,,1 \·alle convenio, y el ca.pitan :\1. K iull'y, que bloqueaba á
de Fr11gogo y distrito de Bouzas totnaroo por jefe á su V1g·o con las fra.!;atas Livel11 y Venus, recibió á bordo
alcaldP l). Ca ye tan> de Li1nia, Pn quien la edad de n1as á lus franc,'ses por prisioue1·os, y nPgándJso desde
de 60 auos no era ¡,arte á enfri,1r el g·eu,·roso entusias- luego á trasportarlos á Fra11cia.
mo que á sus co1npatriot~s alentaba. ~luchos<le estos, El venturoso suceso de ta toma de Vigo tuvo aun
con csprcial los último,::, conservaba11 cierta disciplina, mas feliz remate con ta. dr?rrota ue 600 franceses que
pues llevaban aun el nombre<le rniltci:inos que siem- venían de Tuy en auxilio de los cercados. Llegaban
pre habiac tenido. aquellos, contando con hallará los suyos dPfe:idiéndo-
,.\l punto quedó ''igo bloqueado, y eu tal forrua, se, y solo hallaron á los vencedores que, rotl.Jáodoles
que el dia 15 <le n1arzo salieron varios destacamentos y acosánclo\Ps en todas direccionPs, les 111ntarou ó hi-
de infantería y caballería, a•í para <l1sp<'rsar á los in- cieron prisioneros, no volviendo á Tuy sino 80 hom-
surrectos como para traer YÍ\"eres á la plaza. ]<:u breve bres dí! los 600 q ne hab1an salido. L1. suprema reg·en.-
tornaron, 1,or no te1Jer fuerza bastante para afrontar cia del reino, y despues Fernando VII, concedieron (L
á los n nestros. ~,, 1 la villa 1le V1g·o el título <le Ci1idad :fiet, leal y 1Jale-
El sitio era cada dia ,nas estrech,J, y los sitiados rosa.
trataban en vano de remeLliar la esca¡,ez de vívPres y S1guiérons 1 varios cho l u 'S ele di verso resultado,
torraje en que se hallaban, por medio de sali~as há- 1 siendo dP notar que ~1orillo con la gente de Sotoma-
cia Bouza,;, 'fraviesas, Puente Kuevo y 1'ei,;, pues yor, Caldeverg·azo, Cotovad y Pontevedra, no pudiera
siempre se veían obligados á retrocede: con pér- estorbar el p:1so del rio :i :300 fr·tncc>s •sen el pueute de
dida. San Payo, lugar don1le poco despues habían de mos-
Al propio tiempo, D. Pablo Jlorillo, dando pruebas trar el 1nas gPneroso é inquebrantable esfuerzo los
de las bu"!nas calidades que para jefe po5eia, deter- hijos d'3 Galicia.
minó as,•gurar el puente <le San Payo, lo cual hizo Entre tanto, se organizaba aqu,~l'a multituJ de
fortificándole 1le la mejor 111ai1Pr,t q u.:i pudo, tornando hombres á quienes babia puesto el ar1113. en la m:ino
en seguiJa á Vigo, donde su prPsrncia era de grande sn amor á la patria. Form:íronse rr~imi 'nto;;: solo la
util idarl. Conociárilo así los gitia lores, y de comun península ele ~Iorrazo di6 un batallon d,,1 propio
acuerdo, nombraron á Jlorillo corooel, para que el nombre y cuyo comandante fué D. Joaquin Guijarro,
comandante francés nrJ tuviese reparo en capitular con vecino de Pontevedra, a,,f corno muchos oficiales. Los
su jefe militar y de represeutacion ya notable. de Cotovad, ~Ioutes, Peñ·1flor y Caldevcrg·1zo, forma-
El dia 27 amenazó 1forillo á la guarnicion con 110 ron el regi1n1ento de la Union, cuyo coronel fué don
darla cuartel si aguaru 1 b 1 el asalto, mas los france- Pablo ti!orillo.
ses pidieron veinticuatro horas de término para deci- Reunidas estas fuerzas cou las del buen soldado
PROVINCIA DE PO:NTEVEDRA .
81
D . Martin de la Carrera, obligaron á la guarnicion los francC'sl"s; de ella!'!, una era inglesa, m1ndada por
francesa de Pontcve<lra á replegarse á Santiago, en rl capitan Winter (1). No parece lo fueran los demás,
donde tambien entraron victoriosos los nuestros, no pues los historiadores ingleses mencionarian tambien
sin verse despues obligados á retirarse á la vista de los nom brcs de sus comanrlant<'s.
fuerzas superiores. Ford refiere que los marineros, ingle~es mandados
por el capitan ~Ir. l{ínlcy y un puñado de rcza~a<los
CAPITUI,O V. de 11oorP, fueron quienes verdarlerament<' lo hicieron
todo (vkoo did tlie 11J1rk). D~ lo;, marinos, cita Napier ,
Dalnlln del Puenle de Snn Pnyo.-Qucda Gal icia libre de franceses.- como hetnos visto, al c::i.pitan Wintcr. En cuanto á los
Dats,lla de San ~farcial.-Proclama de L()rd \Vellington-Fin de la rezagados de :\foore, eran sesenta (2), los cuales,
guerra.
en compañía de los mariooJ ingleses, oc1,paban los
fnertes de T7igo.
E ra ya el mes de junio, y el 4 entró en Poutevedra. De esa manera, Ford, movido de la encona la ra-
el general, conde de Noroña, con las tropas de don 1.,i;-\ con que t·in á menudo suele tratará nuestra hon-
1Iartin de la Carrera y de D. Pablo lt1orillo. Qucrian ra, no rrpara en hacer asistir á los ingleses que babia
unos aguardar al mariscal Ney, en el puente del Bur- en Vigo, al con1bate, por s1lo el gusto cle dar á su-
go, de Pontevedra. Los 1nas, prefirieron el puente.. de poner q oc á no haber sido sus p1isanos, los españo-
San Payo. les nad,, habían hecho en el puente de San Payo.
Al amanecer del dia 6, salió el general francés de Por fortuna, no son todos los ingleses como mister
P ontevedra al frente de 10,000 hombres de tropas Ford, pero las injurias de este y de Napier nos han
a g·uerridas, con el intento de p·tsar el puente. Hallóle causado tanto daño á los ojos de muchos, y tan supe-
cortado, y á. los nuestros, r esurltos á drfenderle. Al rior al que los mismos españoles suponen1os, que no es
punto dispuso sus tropas y artillería, en lo cual, así demás aquí y en cuantos lugares se ofrezca, el dar
como en reconocer nuestra línea, llegó la noche. la contestacion debitla á quien, no contP.nto con acu-
El dia 7 rompieron el fuego ambos ejércitos, siendo sarnos, cuand•J con r11z0n pueda y deba hacerlo, no
notable el sereno esfuerzo de tJ. ue dieron firme y cons- teme trocarse, de escritor honrado, Pn libelista.
tante muestra los buenos hijol:l de Pontevedra, Calde- Por lo demás, el mismo Napier, tan dispu<'sto siem-
vergazo, Peñaflor y Cotovad. pre á ofendernos, confies:\ que la conducta de Noroña
Envi:S Ney la caballería á vadear el rio Verdugo, fué experta yanimos1. (1t~le a11, l spirite l). Semejan-
y á la tenacidad de aquella, que por tres veces lo inten- tes á sus jefes fueron en el ánirno y sereno esfuerzo
tó, bien n1erecia oponerse la varonil resistencia de nues- todos los defensores del puente San Payo.
tros gallegos, apenas soldados en el aspecto, pero siem- Desastrosa fué tambien para Ney la retirada, pues
pre generosos hijos de celtas y godo-suevos. Vienrlo NP-y alzada Ga.licia entera y armados los aldeanos, ponían
la resistencia que poraquelpuntohallaba, creyó mas á la marcha de los franceses cuantos estorbos les era
fácil pasar por el puente de Caldelas, dos leg·uas m:.is dable allegar, siendo además la suerte del triste reza-
arr iba. g:.i.clo, el perder la vida, apenas se separaba ele! ejército.
Fueron á intentarlo un batallan y un escuadran, Reunidos Ney y Soult ea Lugo, emprendieron el
los cua !es llegaron al amanecerdel dia 8. Oportuna- camino de Castilla, tJ. uedando para siempre Galicia
mente había previsto el jefe espaüol, q ne por aquel libre de las armas de Napoleon. La batalla del puente
punto podi?n los franceses caer sobre su retaguardia de San Payo merece compararse por su resultado á. la
y eovol,erle. De esa manera, ni aun la niebla que á. d" Bailen, habiendo además tenido la fortuna nuestros
los de Ney favorecia para acercarse sin ser vistos, les gallegos, de que el invasor, aleccionado por el mal
pudo evitar el verse rechazados por los hijos de niorra- éxito de la empresa, no volviera á intentar lo que Ney
zo, Pontevedra, Caldelas y Lama, qu·e, unidos con al- y Soult no hahiau podido llevar á cabo.
gunos soldados. fueron igualrs en la defensa á los Quiso la desventura que la guerra durara todavía
buenos que el puente de Sao Payo <lefendiao. años despues por el resto de la Península, y en defen-
Tal fué el último esfurrzo de Ney para seguir sa de sus hermanos acudieron hartJ á menudo muchos
adelante. Persuadido de que no era posible vcnc<>.¡; la gallegos. No tratamos, pJr ahora, eino clel territorio
generosa resistencia que nuestros gallegos leoponian, pontevedrés, por lo tanto no es nuestro áuimo hablar
despues de oir el consejo de guerra deter1ninó reti- de los dernás suces.>s de la guerra de la Independencia.
rarse. Hízolo así; y por mas que los franceses traten Con todo, fuera delito, que jamás nos perdonaría-
de disimularlo, no hay duda que debia de mor tificará mos, pas:ir en silencio la parte que tomaron lo., galle-
quien los suyos l lamaban, no sin razon, «Le braoe des gos en la batalla de San 1Iarcial, y como existe un
bra1Jes;» esto es: valiente entre los valientes; el haber documento debido á un insigne ca.pitan extranjero en
de ceder con tropas aguerridas á un ejército, que, si que se elogia á aquellos, como acaso no lo ha bria hecho
bien compuesto de 13,000 hombres, no tenia 7,000 ar- niuo-un
0
n-eneral español, hemos de poner ari.uí los bre-
mados. ves renglones de la proclama del lord \Vellington,
Por lo mismo que siempre hemos demostrado que
no nos dolia el ser agradecidos, cuando de nuestros
aliados se t rataba, no hemos de pasar en silencio la
{t) History of tbe War in tbe Peninsulo, by Napier.-1:100~ vu,
ayuda que los ingleses prestaron a l ejército d urante ohap. 111. . •
-el combate. Varias lanchas cañoneras hostilizaron á (2) Historia ya citndn, mismos llbro y capitulo.
PONT B VEDRA,
ll
82 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

dC'spuC's de la batalla y derrota d" los franc~ses, que nc•ros contrabanrlista!'1, que traían en los buques tabaco
dice d<> esta manera: y géneros de alg·odon desde Gibraltar.
«Guerrer,,s dPl n1undo civilizado: aprendt•d á serlo Singulares eran la forma y de--caro con que por
de los individuos di'! cunrto ejército, que tengo el ho- aqnellos tie1npos se hacia el contrabando en nuestras
nor de mandar: cada soldatlo de él merece con mas costa;;. Fondeaban los barcos car;a los d(' ilícit0 co-
justicia que yo el bastan que empuño. Todos somos mercio en el puerto de Bel uso, y en él p'.)n ian m,'rca-
testigos d(' un valor desconocidu hasta ahora ; del do, al cual acudian á surtirse de tocia G ·dicia. T al
terror, la muerte, la arrogancia y serenidad, de era el órdeu administrativo que pr<'valecia, q U(' el go•-
totlo disp ,uPn á sn antojo. Dus divisiones fueron testi- bierno esp·túol no babia puesto el menor estorbo á ta-
gos de este co1nbate original, sin ayudarles en cosa maño escándalo.
alguna, por disposicion mia, para que llevaran una Lle ,,.ada la "'ente dC' ~I1rr,izo, no tar 16 la guarní-
º o
gloria que no tiene compañera. Españoles: detlicaos cion eu seg·uir el ejemplo de ,11. Coru-ña, y las Córtes,
todos á i1nitar á los inimitables gallegos: distinguidos á p •·ticioo tlel coronel D. Javier Gar,:ía Florez, de-
sean hasta el fin de los siglos, por haber lleg·a<lo su clararon el 18 de j un i 1 de 1822 al regimiento de mi•
denuedo á donde nadie llc,;6. ::N"acion española, premia licia activa, acreedor á los 1nismos honores que el ba-
la sangre vertid·\ pllr tantos Cides. Diez y ocho mil tallan segundo de Astúrias, maocland 1 a'li1nis1no se
enemigos con una numerosa artillería desnparecierou entregase al dicho regi1niento de Ponteved ·a., el Leon
como el humo, para que no os ofendan ja.más.-Cuar- de insignia, por ser el primer provincial que se babia
tel general de Lesaca 4 <le setiembre de 1819.» alzado en favor de la Constituciou.
Cierto, no eran gallegos todos los vencedores de Convocadas las Córtes á luego del alzamiento, no
San :tifarcial; pero el gran número que de ellos babia, puede decirse que fué grande la tranquilidad ¡,or nues-
así como el orígen y crPaeioo ele la mayor parte de los tro territorio. Al punto estalló la en<'mig·a que, por •
cuerpos, dan la razon al buen capitan inglés y espli- desgracia, siempre se hao tenido los pueblos de Vigo
can la forro~ en q ne estendió su proclama. y Pontavedra.
Con tao glorio~o documento para los hijos de Ga- Logró por entonces Vigo ser capital de la provin-
licia, habremos 1lP cerrar la narracion de sus nobles cia, establecida ya la nueva <livision territorial y arl-
hechos contra los soldados de ::N"apoleon. ¡Plnguiera á ministrativa, y, dada rienu.a suelta al encono, sin que
Dios q ne al concluir de relat:ir nuestras guerras con el poder central tu viese fuerzas para estorbarlo, co-
estraño pueblo, no uos ,i~ra mas en la triste necesidad menzó en los ánimos, y des pues en el campo, la gcer-
de relatar discordias civiles! ra civil. De todas las dctPrroinaciooes dr las Córtes,
la que mas agraviaba al pueblo, era sin duda el reem-
0 1-\.PITULO VI . ! plazo del ejército por medio de quintas.
En las ciudades, donde pr •valecia el partirlo libe-
LibertaJ de 1''ernnn l o VIT.-Alzamiento del año de 1820.-Alzamiento ral, apoyado además por las guarniciones y autorida-
de PonteveJra.-Ril'all<l 1J entre Pontevedra y Vigo. des, hallaba el gobierno amigos, mas no así en el cam-

po. Puede asegurarse que la poblacion rural era casi
Vuelto el rey D. Fern:i.ndo VII de su cautiverio de totla enemig-a J.c la Con~titucion, y entre los hijos del
Franci:i., y troc.1d•> el sistema de gobierno imaginado territurio p0ntevetlrés, l•)S m.)ntaü •ses de Cotovad, los
por las Córtes do Cádiz, hubo varios años, que podría- mas indómitos y temidos.
mos llamar de iuterreó'no, pues ni el gobierno acer- A un mismo tiempo nos duele y complace que la
taba á serlo con aquella firmeza que deberia, ni el falta de e::lpació estorbP e~pecificar las d1sensiunes,
partitlo liberal se daba por vencido. encuentros y tle,;astres acaecidos por nuP::-tro t"rrito-
Al contínuo cambiar rle ministros, y digá1noslo, rio. Kos apesara su recuerdo, y el relato de toda guer-

poca forma.hJ.ad en cu,1uto se refería á la gobernacion ra civil es casi siempre enojos L tarea á q nien no
del Estado, re,pon liau los liberales conspirando, así qoerria sino p tz é inalterable ventura para Rspaña.
en lo interior de la Península, como los que se hallaban (C,,larzo 1823) Alentados los hiji,s de las mont>1úas,
emigrados. que ya 111as de una vez habiau amenaza lo Rériamente
Al cabo, el l. 0 <le enero de 1820 proclamaron á Po11trvedra y Vig-o, con la presencia del rjército
en las Cabez·1s tlc San Juan la Coustitucioudel812, el francés, á la S:\Z0n protector del gobierno absoluto,
g·alle¿·u D. A.ntoniü <Juirog-a y el asturiano D. Rafa,•l llegú~e la facciun de Cotova l, compuesta,]• unos 1,000
del Rie;o. Rig-ui,:ruutes vario,; oficiales, y á poco se hombr •s, y aun 1nnjc•res y muchachoR, á las i111nrdia-
estendió el alzami,·ntu por toda España, r,roclamauclo cioues de Pontev~tlra, mas esta sr defc11tli6 contra los
las tropas de l.1 Coruii L laConstitucion el2l e febrero. ene1nigos que drntro y fuera t~nia, viéurlo,e a' cabo
Arrestado el eariitan gc·neral do Galicia y varias per- los de Cotovad oblig·ados á volverse á los montes des-
sonas ele repr ,;Put l(~ 1, 11 1 si,;1iieron el eje1nplo las pues lle largo y prolonga,lo combate.
otras trei; proyincias. ITabia ya entrado cu 11arlrirl, á 24 de mayo, el
El alzamic11to de 11 capital de nue;;tro territorio duque de Angnle1na, y retiradas las Córtes á Cá<l1z, iba
fué de I i maneras g·uin 1tP-: se pre;;entó á 26 de febrero por todos lados de vencida el gobierno. A la s·1zon llegó
en el campo <le S.111 J JSé D. Juc:1.n Funton a y Sotelo, tle Ing·laterra á n111•stro territorio Pl inglés; sir RobC'rt
que ,en ia tl~ :\1 orra ZlJ cu u 200 hr,rn bres de la5 parroquias Wilson, el cual traía encarg·o de reani1nar el abatido
de Buen y Be:uso, entre lds cuales había no pocos es- espíritu de los amigos de la Constitucion.
tranjercs de los lla1nados por allá Carca1nanes, mari- · Prometió, segun parece, mas do lo que estaba en
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PROVINCIA DE PONTEVEDRA.
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sus manos dar, pues aseguraba traia formal autoriza- con el sello estalló el compuesto fulminante de que
cioo para contribuir con gente, armas y clincro á otro venia formado, y dl's ,e<lazó las 1nanos al general, quien
1
alzamiento en n1as,1, únicarneote comp rabie con el las peruió para siempre.
de 1808. Veí:1nle nuestros gallegos solo y sin mas que j 1<:1 carácter que tuvo la reaccion del año de 1823 y
algunos fusiles traidos en el propio barco en que aca- la severiu:l<l de Eguía, p11diero,1 cansará muchos g·ra-
baba ele lleg·ar, con lo que no poclia ser g·raucle la con- ves daños; pero los propios cne1nigos de a'}uel con-
fianza causada por su presencia. fiesan que dispensó ,i Galicia muchos beneficio:; (1).
Acogiéroule, con todo, muchos con grande aplau- Cierto que la política fué causa de uno m1Jy grande, á.
so, y en P0ntevedra, apenas se tuvo notici:-i <l.c sn ve- saber: del respeto con que 1nantuvo las leyes ::;anita-
nida, salió á r<'cibirll' una diputacion entre milicianos rias, por lo que, durante su 1nanu,1, permaneció Ga-
nacionales, precedid:1 <le un carr,J triunfal donde licia ilesa del cólera.
iban da1nas graciosas y distinguidas (1 ), que lle vahan Éncerrado D. Pedro en Oporto, y sitiado por las •
en la, n1anos sünbolos y geroglíficos alusivos á las tropas de D. 11ignel, solo de Galicia ¡io lia recibir los
ideas liberalf"s. artículos mas indispensables. l~l extraonliuario costo
Habló Wilson á los pontevedreses en la plaza de de carnes, caldos y cerc,des en Oporto, movia á los
la Herrería, valiéndose de una mezcla <le inglt<s, fran- galleg·os á comerciar directa 6 iu,lirectarnente con los
cés y español, y des pues á la noche, sacáronle á pa- sitiados. Repri1ni6 l~gnía el tráfico, y por entouces,
sear en triunfo por las calles, con hachas de viento, quedó interrumpido totlo trato eon los defensores de
cohetes y música; pero segun parece no muy eu su D. Pedro, hasta que aquel fué uepuc:sto.
cabal conocimiento (2). Los españoles, paisanos y mi- 1 Rota la valla, el pueblo de Vig·o, por mas cercano,
litares, que no há mucho habían peleado ju u tos con 1 fué el que mas ganoso se mustrú <le entrar en rela-
los franceses, se hallaban á la sazo_n encarnizadamen- ciones con los portugueses. Parecían Oporto y Vigo
te divididos, y procurando dañarse cuanto posible un 1nismo pueb!o. ]¡_;[ aliuirante Sertorios, e.1 la ria de
fuere. A poco de llegar Palarea el 16 <le junio á. Pon- Redondela, babia logrado que, tlespues •
de mera fór-
tevedra, se presentó el 20, persiguiéndole el general mula, pudieran saltar en tierra los individuos de su
11orillo, con el regimiento de caballería del A.lgarve escuadra.
y los provinciales de Compostela y Lugo. Eran gente allegadiza, chusma verdaderamente bru-
En vano quiso Palarea defender el puentl"! de San tal y viciosa; clo quier los marineros, entregados á la
Payo, pues las discordias civtles suelen tan1bien traer bebida por cafés y bodcg-ones, yacían luego sin sen-
consigo el horrible daüo de paralizar el ánimu de los tido por las calles. Pronto amaneció alguno '}ue otro
mas esforzados. Ganado el puente, entró ~1urillo en muerto; despues se les hallaba ruoribuu<los por calles
Vigo, en medio de aplausos, vi vas, repique de cam- y plazas, y si bien les veian con vómitos y calambres,
panas, músicas, cohetes é iluminaciones. A.sí conclu- nadie reparaba en que aquellos howbres vcni.1n de
yó el régimen constitucional por nuestro territorio. tierras y lugares infestados del cólera.
Al cabo, ya tarde, y por órden del gob:erno espa-
CAPITULO VII . ñol, <lió la vela el almirante Sertorios, no sin echar
a•1tes al agua 40 muertos, yendo iestablecerse al abri-
Restal)lecimienlo del gobierno absoluto.-Liberales perseguí los y go de las Cies, donde á po 'o, entre casas, barracas
emigratlos.-Venganza contra Egu1a.-Comercio de Oo.1Lc1u con y tiendas, habia3a una colonia extranjera. La cerca-
Oporto.-La e.cuodra de D. Petlro.-El cólera.-)lue, te de Ferno.n- nía de las islas y la falta de cuidado en quienes debe-
do Vll.-Ouerra civil.-GuiJlade sorprentle l1 Tuy.-Paz de Ver-
gara.-Alzamiento de setlea-':lre.-Vigo en c\efeusa de la Junta rían tenerle, fueron parte para que el cólera picase en
central,-Alzamienlo de Galicia en ltl-1:i.-Paz delin1ti va. varios puntos <le la costa.
1._:ran ya muchos los enfermos y muertos, y el 20 de
Restablecido el gobierno absoluto, fué nombrado enero ele 1833 declaró un métl1co que el cólera se ha-
capitan general de Galicia D. Nazario Eg·uía. Hubo llaba en el puerto y arrabales. En vano trataron de
paz, recobraron las comunidades religio:;as los bienes nega1 lo naturales, autoridades y especuladores; la en -
que habían perdido, formáron:,e cuerpJs de voluuta- fermedau cundió hasta Pontevedra, y si bien no causó
rios realistas, y aun se establecieron socie<l.ades se- en el resto de Galicia mas daúo, mató á no pocos en
cretas, á ejemplo de los liberales. Perseg·ui<lo" estos, nuestro territorio, hasta que desapareció el 25 de
emigraron los mas comprometidos: entonces el carác- marzo.
ter inflexible del general Eg·uía. hizo creer á algunos (23 setiembre 1833) No macho despues se hallaban
que era justo cometer un crimen, como si un delito en el panteon del Escorial, y en <l.crredor de un féretro,
trocara de nombre y esencia, por mas sagrada que diversas personas de alta reprcsentacion y digni-
sea la causa quo sus autores a.leg·uen. dad en el palacio de los reyes y en tl Estado. El ma-
Hallándose Eguía en su despacho, recibió un plie- yordomo mayor se llegó á. abrir la caja exterior,_ y mi-
go. Quiso su ventura que en vez de abrirle sobre la rando por f:ll cristal que había en la segunda, v1ó, en
mesa, lo hiciese debajo, con que salvó la vida, pues presencia del notario mayor de los reinos, así . con10
los demás concurrentes, que en efecto allí hab1a uu
1 cadáver.
1
(1) Oonzalez de Zúiiign.
ffi8to,·ia de Ponteued,-a. -- -----
(11Ooozalez le Zúñiga, ,lico: hecho un ,,.gld,: Ja se sabe en Espa•
ña lo que, e,ie,·e el vulgo, significa semejante frase. 1 (1) Oonze.lez de Zúñiga. Historia ya citada, pllg. 351,


,
CRONICA GENERAL DE ESPANA.
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84

Preguntó el mayordomo mayor á los monteros de bajo y de la imponderable excelenr.ia de su puerto para
Espinosa, y estos juraron ser el cuerpo del señor rey d~n el comercio, que de la dudosa veo taja de poseer en su
Fernando ,'II, confiado á su guarlla. Despues el capL- recinto mayo1· ó menor número de empleados.
tan de guardias, acercándose al féretro, preguntó por Por lo demás, los daúos q uo la guerra. causó á n acs-
tres veces en alta voz: ¡Seiiorl ¡Señor! ¡Seiio1·! despues de tro territorio fueron escasos, si á los de otras provin-
breve silencio dijo: Pues que S. 1.1!. no responde, 1Jerda- cias se comparan. Los hijos de Galicia mostraron su
derame11te estd ntuerto. Y rorupió el baston de mando, esfuerzo en pró de la ca usa que habian abrazado, así en
cuyos pedazos arrojó á los piés de la caja. Cerr6la el su tierra como en las n1árg·oncs del Ebro y costas del
mayordomo, entreg·audo las llaves al prior, y todos se mar Cántabro.
alejaron del fúnebre recinto. Cesaron las descargas de l\.fuchos se señalaron en el ejército carlista, al pro-
la tropa en lo exterior, y callaron las campanas, que pio tiempo que ya hca1os dado cuenta del esfuerzo del
hasta entonces habían estado doblando por el alma del provincial de Co111postela. en la. defensa de Bilbao. No
difunto monarca y tam bien acaso por las muertes y tan afortunado el provincial de Tuy, que defendía á
des,entura sin cuento que en breve babia de llorar Valmascda, tuvo que entregarse por capitulacion á
España. Eguía, á causa de haber incendiado una granada el re-
El 2 ele octnbre saltó el primer chispazo de la puesto de pólvora.
guerra civil en Tal·lvera de la Reina, siendo despues (1839) Llegó al cal,o la deseada paz, y en el nombre,
fusilado en el Puente del Arzobispo, el admi oistrador al menos, pudieron creer los españoles por algun tiem-
de correos y jefe del movimiento, Goozalez. Insur- po que la poseían. Pero no se agitan los ánimos y re-
recciou y castigo que no eran sino leve muestra de la mueven las pasiones desapoderadamente para vol ver,
forma horrenda con que iba á comenzar la guerra ci- de pronto á su cauce, cou lo que, á poco de la paz de
vil por nuestra desventurada patria. Vergara, tenia nuestro territorio que adherirse el al-
Por toda España se advirtió igual tendencia de zamiento del 1. 0 de setiembre. Los tiempos ao seguían
parte de los amigos del gobierno absoluto. Puede ase- tranquilos, repitiéudóse los alzamientos anualmente,
gurarse que á la sazon formaban estos la mayoría del aunque no victoriosos, hasta el de 1843.
pueblo español, y no es maravilla que así sucediese. Habiendo proclamado Barcelona la Junta Central
Tambien hubo por Galicia formal iutencion de acudir á siguió el ejemplo, aunque tarde,Zaragoza. En segui-
las armas, y las autoriJaues no repararon en medios da, y con aquella. triste falta de union con que, para
por castigar á los culpados. todo, solemos vivir los hijos de Iberia, alzáronse Leou y
Mas no hay ya en nuestro territorio, ni en las Vigo en defensa de la b;,ndera ya vencida en Barcelo-
demás provincias del honrado solar suevo, aquel vigor na y Zaragoza. No imitó Galicia el ejemplo de Vigo, y
que mueve á !os pueblos á alzarse en pró ó en contra de ese modo fué poco á poco volviendo una paz, no
de una causa. De esa manera los pueblos importan- muy duradera para las hermosas Rias de abajo.
tes, coa especial de la costa, se mostraron amigos del (1845) El 2 de abril se alzó en Lugo el segun-
gobierno de Nadrid durante la guerra civil; no lo era do batallon del regimiento de Zamora, imitando su •
en igual grado el resto del pueblo gallego; pero si ejemplo las tropas quehabiaen Santiago, y á poco toda
bien llegó á haber numerosas partidas carlistas, Galicia estaba en manos de los enemigos del gobierno,
jamás llegaron á parecerse al formal ejército, que salvas la Coruña, Ferro! y Orense. En la Crónica de la.
allende el Ebro defendia ou el territorio vasco navar- Coruña hemos dado cuenta de los mas importantes su-
ro y en Aragon y Cataluña los derechos que á la co- cesos.
rona alegaba D. Cárlos. Vencido en Santiago el desventurado Solís, cabeza
Con todo, momentos hubo en que las partidas, del alzamiento, las fuerzas pronunciadas al mando de
alentadas por el éxito y los muchos guerrilleros que D. Leoncio Rubín nada. lograron contra el general
por las demás provincias afronta bao á las tropas del Concha, jefe de las tropas del gobierno; antes bien,
gobierno, llegaron á invadir pueblos importantes, perdida la confianza en Rubio, cual suele acontecer en
Así sorprendió Guillade á la ciudad de Tuy el 2 de tan desdichados sucesos, concluyeron por desbandarse,
abril de 1838, en donde entró al amanecer con unos presentándose la mayor parte á las tropas leales y re•
100 hombres, permaneciendo seis horas sin hallar la fugiándose el resto en Portugal. En cuanto á D. Leon-
mas leve oposicion. El atrevido guerrillero cayó al cio Rubio, temeroso tal vez de algun desman pOl"
cabo en manos de una partida del provincial de Mon- parte de los suyos, se alejó de ellos antes de la disper-
terrey. Segun parece, fué fusilado. sioo, escapando á uña de caballo y acompañado de un
El temor á las facciones no llegó á apagar el mal ayudante y un guia. Fué caso singular que en una
disimulado encono con que han solido mirarse las dos revolucion nacida y fomentada en Galicia, no hubiese
vecinas ciudades de Vigo y Pontevedra. La vencidad, apenas jefes de importancia gallegos, pues D. Miguel
que á menudo es razon para no quererae bien, J el Solís y Cueto era andaluz, y paisanos suyos ó de otras
deseo de ser capitales, han llegado á ponto de promo- provincias muchos de los qne tuvieron mayor re-
ver una verdadera guerra civil entre dos poblaciones, presentacion en aquellos tristísimos sucesos. Hablamos
cuyos intereses y porvenir son y han de ser siempre de los jefes militares.
tan diversos. Honda y funesta huella, pero al mismo tiempo
Nuevos tiempos y mejor conocimiento de los bue- verdaderaenseiíanza, suelen traer al hombre sos propias
nos principios económicos van ya persuadiendo á los desventuras. Desde la insurreccion de 1845, Galicia
hijos de Vigo á esperar su prosperidad, mas del tra- ha mirado siempre con discreta cautela á todo el que
PROVINCIA DE PONTEVEDRA.
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trataba de comprometerla en nuevas desventuras. La hijos, sin que haya en ello el menor dcscloro para los
ciudad de Vigo, que acaso movida delagravio de verá valientes y nunca bien alabado.;; hijos de otras provin-
Pontevedra capital de la provincia se habia mostrado cias, que c,n e sfuer1.o y con stancia sin ejPmplo han
un tanto descontentadiza é inquieta, no ha dado, des- mantenido ilesa. la honra rlí\ nuestra bandera por las
de aquella época, muestras de tal; antes bien, confian- costas inhospitalari1.ts ele Clule y Perú.
do en la buena suerte que para lo porvenir l!,l espera, No hallará, pues, lumas exquisita malevolencia, ni
va cada dia creciendo y mejorando en riqueza y as- aun leve intento de ensalzar á los hijos de Galicia
pecto exterior. prefirit;ndoles á lo.;; de otras parte:1, lo cual fuera de
Por lo demás, nuestra provincia se ha contentado la nuPstra necia locura é insensato alarde. antes pro-
con seguir el movimiento general, sin oponerse á él pio de quien tratara desuscitarenemigos que de pedir
ni tratar de acelerarle. En 1854 se armó la ~lilicia para sus hijos el 1nerecido aplauso.
nacional. Si bien no se padeció tauto del cólera corno Mas nosotros escribimos la Oróaica de Pootevedra
en la Coruña, hubo, sobre todo, en la ca pi tal bastan - como hemos escrito la de la Coruña, y tenemos por
tes muertos, habiendo los afligidos pontevedreses im- mero deber, pues que pronto hemos de comenzar á
plorado al cielo con preces y públicas rogativas. resumir, buscar con incansable anhelo cuanto á la
L os que habían tomado las arruas el año de 5-! las gloria y esplendor de nuestro territorio atañe. Véase
volvieron á dejar el año 56, y Pontevedra y su provin- cuál será nuestro gozo al hallar al nivel de los mas
cia, entregadas á las artes de la paz, esperan hoy que animosos hijos de otras provincias de España á los
el ferro-carril ponga al C,\bo en coro unicacion con la buenos hijos de aquel glorioso reino, cuyas O,·ónicas
córte al territorio mas hermoso y de mas blando y apa- hemos escrito con mas copia de voluntad que de datos,
cible clima de la Península ibérica. tan escasos y mal dispuestos en cuanto á Galicia se
!."efiere, con mas entusiasmo que fundada c onfi.anza,
y en fin, con mas amor que verdadero iogénio.
C.i-\.PITULO VIII. Ya hemos indicado, al hablar de nuestros antiguos
marinos, que no parece sino q:::e el Estrecho de 1Ia-
Viaje y paseo de la fragata blindada Numancia por el Estrecllo de gallanes está, desde que tal m:1rino le descubrió,
Magallanes.
guardado para hijos de la provincia de Pontevedra. Si
el ca pitan Pedro Sarmiento de Gamboa fué el primero
P ues hemos hablado de los buenos marinos Pedro que pasó por él, víuiendo desde el Pacífico, el señor
Sarmiento de Gamboa y los hermanos Xodales, mal D. Casto ~Iendez Nuñ.ez, guiado siempre por su ven-
p odríamos pasar en silencio la gloriosa campaña de la turosa estrella, pudo llevar al través del referido Estre-
fragata Nu1nancia, mandada por un hijo del territorio cho el primer buque de su clase que Europa enviaba
p ontevedrés. Ni será parte á estorbar el elogio en por aquel peligroso camino á tan apartadas regiones.
n o estros lábios la amistad que con los dos primeros je- Cierto que hoy dia lleva el marino á bordo venta-
fes de aquel buque, ya célebre, tenemos. jas y comodidades desconocidas para los antiguos; pero
Cierto que por grande que sea la alabanza, nun- el extraordinario calaJ.o de l:i ~V1t,nr¿,tcia, era gra vísi-
c a igualará al unánime aplauso con que toda España ma dificultad n1ra no temer al,:1·una c.lesventura en el
r ecibió la nueva del feliz suceso del Callao. mal conocido ]~~trecho.
Salió la fragata acorazada l'1u1nancia de Cádiz el Toc6 la 1.Vuliiancia en Porto Grande, isla de San
d ia 4 de febrero de 1864. Era su jefe el capitan de na- Vicente , de Cabo Verde , donde repuso el car bon
v ío D. Casto "tlíendez Nuñez, é iba de segundo el se- gastado, siguiendo al cabo hasta :\lontevideo, á donde
ñor D. Juan Antequera y Bobadilla, capitan de fra- llegó el 13 de marzo sin haber perdido on solo hom -
gata. Ambos eran amigos, lograron, ~ual lo deseaban, breen la travesía ni mas inconveniente :í. bordo que
ir juntos, y tuvieron la satisfaccion honrosa de llevar el excesivo calor en el solla<lo, que era de 102grados,
p or el Estrecho de 1'r1agallanes el primer buque bliu- mientras ardía el horno, sín ser parte á di~minuirle el
dado al Pacífico, viaje llevado á cabo con toda felici- ,entilador y las mangueras.
d ad hasta las costas occidentales de América del Descompuesto el destilador, di~puso el primer ma-
Sur, bajo el mando del Sr. llfendez Nuñez, y d e¡¡de quinista la invencion de otro nuevo, el cual constru-
a llí, por Filipinas y el cabo de Buena-Esperanza, á las yó el tercero "tifr. 1'rlisery, y fué sobremanera útil en
órdenes del Sr. Antequera, ya comandante de la Nu- toda la navegacion. Desde Montevideo salió la Nu-
.
?nancia. mancia el 2 de abril de conserva con el trasporte
J amás pudo gloriarse Galicia de haber contribuido llfarqués de la Victoria, sin mas suceso extraordinario
al esplendor de las armas de España, como en la cam- que el escesi vo calentamiento de los coginetes y el
p aña del Pacífico. Gallego el general que la llevó á eje, lo cual obligó á la fragata á fondear en el embo-
feliz remate y gallegos muchos jefes y oficiales de la cadero del rio de la Plata, donde permaneció venticua-
escuadra, así como tripulaciones enteras, el solo parta tro horas para reconocimiento.
de la relacion de l último combate, no menos que la Siguieron ambos buques en demanda del Estrecho,

franca con fesion do los enemigos, atestiguarán á la pos- y como el 11/arqués de la Victoria, despues de dar á la
t eridad el esclarecido esfuerzo de los hijos de nuestras N1emancia 400 toneladas de carbon, no se quedaba sino
costas. con 250, el comandante l\Iendez Nuñcz 1nandó que el
Ni se vea en esto vano y ridículo alarde de provin, trasporte esperase ocho días en el puerto del Raro bre
c ialismo, que bien puede Galicia comt,lacerse en sus p ara poder avisarle, caso de algun percance en la di•

8t3 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.


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ffcil travesía que la frag'lta iba á. emprender. Rotre pesar de llevar un andar de once millas por hora, y la
tanto debía el ,1farqués de la Victoria hacer cuanta mar por la proa y amura. El Sr. l\Iendez Nuñcz ase-
leña pudiese, y tornar despues á l\Iontevideo para es- gura en su diario do navegacion (1), que ninguna
perar órdenes. otra fragata lo habria hecho mejor en iguales circuns -
El dia 7 murió el gruu1ete Josó Vidal de resultas tancias.
de u~a fiebre de rcabsorciou, á C'lusa de que uu pana- Tal fué el felicísimo paso del Estrecho de 11agalla-
dizo le babia hecho perder lrr falange de un de1lo. En nes por uno de los buques de n1ayor calado que hasta
lo demás, la salud de latripulacion no po lia~er 1ncjor. el presente ha construido el hon1bre. Siguió la Nu-
No hnbo en la travesía sino uu clia de mar gruesa, 1nancia, con buen tiempo, hendiendo las anchas olas
y el buque lo hizo tambien, que mostraba la rcsistrn- del Pacífico, y creyendo l\lendez Nuñ<'z conveniente
cia que babia de tt>uer en los tiempos que pudieran pasar á la vista lie Vidparaiso, recaló sobre c»to puer-
sobrevenir, por récios que fuesen. to en la madrugada del dia 28, hal !ando á la goleta
Antes de tocar en el E~tr,•cho, y entre d<>nsísima Vencedora, cuyo co1nandanto dijo que la escuadra
cerrazou, se perdió de vista el .lfarqués de la rrictoria, estaba en el Callao, la. paz con Perú asegurada, y en
mientras soplaba 1;n viento duro del S. E. Como !a cita Chile no ocurría novcda l.
era para el Puerto d,,1 H:imbre, sigoió a,lelante 1~ fra- La fragata tornó á navegar en demanda del Callao,
gata, llegando al referido lugar el di~l 14, dos antes que y así en esta corno en las anteriores travesías fué ad-
el trasporte. Al pas:ir los nuestros por delante del es- quiriendo la tripulacion aquella instruccion y práctica
tablecimiento cl:ilenode Punta ,\.rena, dispararon desde · de que tan señalada muestra babia de dar anclaudo el
tierra tres cañonazos sin bala para que la fragata fon- tiempo. En ta.u largo viaje no perdió sino al grumete
dease y recibiese correspondencia; mas por llegar de José Vidal, cuanclo la fragata. blindacla. francesa Nor-
dia, siguió Jlendez Nuñez, contando con que si los nzandie, volvió de su viaj<> á Veracruz y sin combate,
chilenos q uerian alguna cosa, podian mancla.r una con menos de la mitad de la gente que babia lle-
embarc'lcion al Puerto del Hambre. vado.
Aq uf visitaron los patagones á nuestros buques,
mostráocl0se, cual todo pueblo salvaje, muy codicio-
sos de ropas, bebidas y toda clase de baratijas de Eu-
CAPI'f ULO IX.
ropa, y dando en trueco sus armas, pieles y adornos.
El clia 18 salió la ,.V1tniancia en demanda. Je la rada Bombnrdell de Vulpnraiso.-Combnte del Callao.

de Forte,-cue, á donde ~legó el 19, fondeando á la una
y media de la t·1r,l · con tod·l frlicidad. A poco, vióse No rs nuestro ánimo el referir pormenores de la cam-
llegar por el Este un vapor, cuyo humo se había visto paña de la valero¡;a. escuadra por las aguas del Pacífico.
ya al doblar el cabo Forward. Larg·ó nuestro boq ue Grave pesadumbre hemos de experimentar, al ver-

el glori)so pabellon rojo y amarillo, y como no hubiera nos obligados á. citar de pa~ada nombres de amigos
r espuesta, hizo la 1V1tnta,tcia zafarrancho general de ilustres, y gen<>rosas proezas, que acaso un dia rela-
combate. taremos con toda la cariño:::a buena fé de q ne seamos
Largó al cabo el buque recien llegado, que era capaces.
una corbeta peruana, la bandera de su nacion, y fonde6 Entre tanto, y pues nuestra obligacion es seguir
inmediato al nuestro. á. la noche vinieron á la fragata las huellas de uno de los mas ilustres hijo!! de Ga-
los patagones de P 1erto Galan, mas altos q ne los de lícia, así lo haremos, viendo de reducir á los estre-
Puerto del Hambre, pero igualmente asquerosos y chos límites de nuestra Crónica parte de los suce-
repugnantes. sos de la gloriosa campaña, de que ya hemos comen-
El 20 salió la corbeta peruana, y en pos de ella nues- zado á dar cuenta.
tr a frag:1ta, valiéndose de las ocho calderas. Pasó esta Ee el pueblo de Galicia, marítimo y agricultor a l
sin dificultad el Crooked-Reach, y mas allá del cabo propio tiempo, á la manera del pueblo inglés, y no se-
• ria su historia completa, si pasáramos en silencio todos
Quod, vió á la corbeta peruana navegando por el
Long Reach, pasando al costado de los 11uestros un los nombres y hazañas de sus alentarlos marinos, hou ra
barco mercante americano. Preguntado este si babia de Iberia á la par de coa.otos nacieron en nuestra férrea
visto á la escuadra española, contestó q ne no, cerrando costa del Norte, hijos todos del glorioso departamento
el tiempo en neblina con viento racheado S. E. del Ferro!.
En Plava•
Parda halló de nuevo la 1V1t1nancia á la La muerte del general babia causado natural y do-
corbeta peruana en la ensenada del Noroestr,, la cual, lorosísima sorpresa. Era el infeliz marino quP-r1t.lo de
segun el Sr. ~Iendez N uñez, debió de equivocar, to. todo;; los suyJs, y en el triste estado en que se halla-
mándola por el E~trecho, con lo que desde entonces ba la escuadra, sin víveres, carbon, ni auu sebo y
siguió el buque del Perú las aguas d,-,l nuestro, mos- aceite para las máquinas, fácil es de comprender cuán
trando ser buen andador, por lo menos tanto como grande r esponsabilidad caia sobre los hombros del ge-
la 1,rumancia. fe inmediato llamado á reemplazar a l general Pareja.
Pasado el Long Reach, atracó esta en la Tierra de
la Desolacion, y á las cuatro y media descuhrió el
cabo Pilares. A. las cinco y media entraba nuestra her- Cl) Extracto del ,l!ario ,le nnvege.cioll de le. fre.gate. acorazada
mosa fragata en el Pacífico, hallanJo mar gruesa y Nu.niancia, ell su viaje uei,le Cá.Jiz ni Callao, por el E~trecho de Ma-
galle.nes.-Anuario de le. Direccioll de Hiurogrnfía.-Parte 1v, pági-
tendida del O. Ni una gota do agua embarcó, á 1
na f.38.-Año 1v, 1866. ~Iadrid.-Depósito H1drogré.flco •


________________________________________ _______
PP.OVINCIA DE PONTEVEDRA. , 87

To lo se m lStrab\ en contra. clel brigadier 11enrlcz tan poco resuelto;; como faltos de cortesía, ~alió la es-
Nuñez. Jóven y m·ts moderno en la carrera que mu- cuarlra de Valparaiso á 14 de abril de 1866 para el

chos de aquellos á quienes iba á tener á sus órdenes, Callao, á rlonrle llegó el 25 de abril. Con lo ocurrido
la natural modestia Je n ue,::;tro marino habia de ver en Valparaiso, acudi6 al punto el cuerpo diplomáti-
con pr>na que la fortuna, pri1nera c·tlidad de todo buen co, drsro3,> de sabor si el combate ib·i (l coroeuzar en
capitan, segun Na polcan, le bu bicse puesto en lugar aquel instante; m·1s q'aed6 para el glorioso dia 2 de
que, á su entenlcr, otros merPcian. Por fortuna, no era mayo el romper el fuego contra las formidables hate-
de temer una perniciosa emulacion en la escuadra, rías el,•\ r11c1nigo, y de es I manera fué 8omejante fe-
c uyos jefes todos, igu:ilrncnte acrcJitatlos, merecr•rian cha tloblemente mrmorable.
siempre ocupar los primeros puestos do quiera que se l~l con1anda11te general de nuestra escuadra ha-
hallasen. bía concedido un plazo al cuerpo diplomático residente
Despucs de haber apresado á. traicion á la goleta en Li,na, cumplido el cual, se e111\.,;ircó en la goleta
Co'Oadon!Ja, tod I vía creyó el enemigo que no debía1nos Vencedora p·1ra hacerse en lo posible cargo del estado
castigar semejan te agra vio. Escn dados chilenos y pe- de la plal:a que iba á combatir. Si se advierte que,
r uanos, ó creyendo lo cstab:u1 por las escuadras ingle- contra caiiones del mas desm, surado calibre, solo po-
sa y norte-a,nrricana, jamás crnyerou, tan grande era seíaroos un buque blindado, siendo los demás lle made-
el error en que se hallaban, que nuestra marina tu- ra, y por lo tanto, temerario aun pensar en Lacl·r fren-
viese ánimo para c:1sti.,;·ar el cob·irdc asesinato del es- te con ellos á las baterías de la plaza, fuPrza e~ reco-
forzado marinero Fradcra y la traidora agros ion de la nocer en >1endez Nnñez, así como en toe los cuan tos le
E snieralda. ayudaban á la empresa, ánimo con toda -verdad ge-
Guarrcidos Pn Abtao, donde rl mucho calado neroso y esforzado.
de nuestros bue¡ 11es les estorbó llegar á destruir Hallábanse nuestros valientes marinos á 4.000 le-
del todo á quienes no era posible encontrar frente á guas de España, y con 1,500 lcg·uas de cor;ta ene-
freute, de igual manera se tcnian por seguros los chi- miga cerrada para ellos, si no era ¡,ara ofrnderlrs.
lenos de 'Val paraíso. J uzg·iban q uc los barcos de guer- Cualquier avería que no pudiesen reparar <"lO los re-
r a franceses é ingleses, que se habían apresurado á cursos de la escuadra, habi,1 de ser causa rle la pérdi-
saludar al pabellon c~lileno el dia del aniversario ele da de un buque, pérdida irreparable en aquellos mares '
la intlopcndPncia, 110 corrcspondienelo con. igual cor- y ú tan larga distancia de la rnadre patria.
tesía para celebrar el cu1nplcaüos ele la Reina de Es- Formáronse tres divisiones. La primera, compuesta
paña, juzgaban, decimos, c¡ue hombres que habian de la 1Y1t11tancia, Blancc¿y Resol11cion, atacó las bate-
t enido ánimo para ser descorteses con un pueblo ami•- rías del ~ur, en doude había una torre blin<lada con
go, le t(>ndrian tambicn en el n1oment0 en que no dos caü-incs girat irios de Ar~strong de 300 libras; dos
hubirse mas reme1lio sino acudir á la fuerza para es- tle Bl:ikel ·y dr 450; 20 de 60 á 80 centímetros; 18
torbar el bombartleo de Valparaiso . de 32 cPntüuetros, y otra mas al Oeste de 10 cañones
El co1nercio de aqnella ciudad, en manos rle in- de 68 á qo rcnti1netros.
gleses y franceses, imaginaba tambien que, cou solo La Beren!Jucta y Villri de Jfadrid, que formaban la
intcrponcr~e un buqur de guerra norte-an1ericano 6 seguncla division, fu<>ron contra una torre blindada
inglés, babia de quedar sin castigo tanta ofensa y tan srmejautc á. la drl Sur, una batería al 'X orte d" 10 ca-
repetido agravio. ño11es do 32 cen1 í1netros y otra al Oeste de la propia
Dia llegará en q uc se prur be q ne la entereza y el torr'', C'lll dos cañones Je Armstrong de 300, dos de
mérito contraídos por D. Cristo 11endez NuñPz fueron Blakcley ele 400, y 20 tle 32 centímetros.
mayores, si cabr, para el bo:nbar leo de Valparaiso, La tercera llivísion, compuesta de la .dliliansa y go-
que para el Callao. A las qncjas y mal dit>imuladas leta Ve,ictcltJra, se r>ncargó do los monitores Lori, con
amenazas del americano Rod~·ers y del inglés Den- un caüon de 100, 1'u,nbes con doscaüones de :32, y del
man, nuestro marino supo siempre oponer, por felicí- bombardeo de la plaza. ~o es fácil asegurar cuál ••ra
si1na y generosa. respuesta, el cutnplimicnto de su el número de cañones de esta, mas parece llegaban
obligacion. por lo meuos á 90. Contra semejantes riezas de ar -
Den man dijo q uc no porl.ia consentir en el bombard.1¡0; tillería, las mayores tle nue;,;tra escua,lra solo eran
en cuanto al comodoro Rodgers, se despidió de esta d e 68.
manera en la últitna conferencia que tuvo con 1fen- En a<!uel momento solemne se leyó en los buques
rlez N uñez, y dándole la 1nano: « Hoy aniigos, niañana una alocuciou tlel jefe ele la esc,1adn1, y apcn:1s con-
.
enellll!JOS.» cluian los oficiales, conte;;taban las respectivas tl'ipu-
Cc,ntaba, pues, nuestra rscuadra con que babia de laciones con frenético entusiasmo.
hallar resistencia formal antes dn poder bombardear Eutre la ciudad y la escuad ·a, pr6ximos ;í, esta,
á Valparaiso, y en scn1rjante caso fácil es compren- babia infinitas boyas, boyarines y barrilrs, unos
der cuán grande era. la responsabilidatl de su jefe. Al r,or múq ni nas infernales, y otros para q ne se rnreJa-
cabo, Valparaiso fné bombanleatlo, retir:indose, para sen las h0lices. Tarnbicu servían :í los do la plaza para
dejar paso á las balas, los buques con que los chilenos conocer las tlistancias. El comandante de la fragata
cont:i. ban para su J.efensa. Do rsa man ora quedó cas- francesa rcco;;ió do;; de las boyas llenas de pól ,ora.
ti~acla la ag-rc,;ion de un cneniigo quo se prevalia de Tambien corrian por lo interior del puerto varios va-
su dehilidarl para ofender á 111:insal va. pores, al parecer torpetlos, y á veces intontarlln, pero
Oa,,ti_;atlo Chile, á despecho de amigos 6 enemigos sin pasar muy adelante, acercarse á. nuestros buqu es.

..
'88 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA .

Con1outaron los nuestros el fuego, y al tercer dis- do bizarramente, siendo notable entre ellns la Al-
paro cootestrtron los peruanos, envian {.) entre balas tnansa, cuyo valiente co1nandante debe de mandar una -
de diversos calibres muchas de 300 libras y alguna tripolacion perfectan1ente disciplinada. La fragata
de 450 á 500. La Et.inca, por consentírselo su menor disparaba primero por baterías, despues por cuartos
calado, se acercó sobremanera á tierra; con igual em- de batería, hasta conclnir con el fuego graneado.
peño hacia fuego la Resolucion, así como la Berengue- En la sucinta relacion qno vamos dando del glo-
la y Villa de Jfadrid, y al propio tiempo en traba á rioso combate del Callao, nos duele en verdad men-
• ocupar su puesto la tercera division . cionar con elogio á un hijo de Galicia (cua.l á ello nos
Entonces ocurrieron dos sucesos notables, si por oblig·a el objeto de nuestra Crónica) y no haber de
extremo diversos. l\1ientras volaba la torre blindada del otorgar justísima alabanza á. todos los que en aquel
f:ur, una bala peruana rompió la baranda del puente dia dieron muestras del mas generoso aliento, q u')
de la Numancia, y llevándose la bitácora, hirió en el fueron cuantos pelearon.
costado y brazo á l\Iendez Nuüez. Por algunos minu- La verdad y aun la a1nistad que con algunos de
tos siguió este en su puesto, á descubierto como desde ellos tenemos, no serán part" para que pongamos sus
el principio del combate, y en compañía de su valiente gloriosos hechos en mas alta estima de la que se me-
amigo, ya comandante de la fragata, D. Juan Bau- recen. A la par de la Almansa, combatía la goleta
tista Antequera. l\fas á poco cayó sin aliento en brazos Vencodo1·a, mandad<'. por D. Francisco Patero, hacien-
de este. Casi desmayado por la pérdida de sangre, y do en proporcion tanto fuego cotno los demás buques
cnando ya le llevaban entre cuatro, ordenó al mayor de la escuadra, y era su veterana dotacion generosa
general Sr. Lobo que puesto de acuerdo con el co- émula, en serenidad y alentado espíritu, de su animoso
mandante D. Juan Anteq uera continuase dirigiendo comandante.
el combate, por hallarse al extremo de la línea y á La Beren(Juela y la Villa de Madrid, obedeciendo
gran distancia D. l\,lanuel de la Pezuela, comandante al generoso impulso del valor y la honra q ne á sus res-
de la Berenguela y jefe mas antiguo. pectivos comandantes alentaban, lograron causar en el
Los demás buques siguieron haciendo fuego, sin enemigo estrago no menor que los demás buques do la
saber la herida del comandante general , mientras la a¡cuadra. La Villa de J,fadrid tuvo que retirarse con
torre del Sur volaba, murienclo en ella el ministro de avería en la máquina, mostrando en la retirada lama-
la Guerra y porcion de personas de notable represen- yor serenidad y pericia su comandan te el Sr. D. Clau-

taciou en el Perú. dio Al bargonzalez.
Acercábanse los nuestros al enemigo cuanto po- Entre tanto, y cual fiera herida que tan solo aban-
dían, y la 1V111nancia. á pesar de lo difícil que era para dona el campo des pues de haber despedazado á sns ene-
ella no tocar en el fondo, salvó toda clase de dificulta- migos, comenzó la Bereng1tela á retirarse, tnmhada
des, merced á la pericia y sereno esfuerzo de su co- sobre babor, largando la señal de b1tq1te que se va á
mandan te Antequera, á quien secundaba con notable pique.
acierto su ayudante de derrota D. Celestino Lahera.. Una bala monstruosa acab'lba de atravesarla de
Este, á pesar de haber recibido u na herida, no quiso parte á parte el costado, saliendo al mar por bajo la
retirarse hasta la conclusion del combate. línea de flotacion, y una granada de calibre A mstrong
Entre tanto, la Atniansa, mandada por D. Victoria- había reventado en el centro de su sollario, incen-
no Sanchez Barcáiztegui, hijo del Ferro!, y tripulada diando una ca.rb:>nera, buena parte de las malC't~s ele
por jóvenes y valerosos hijos de Galicia, siguió exac - los marineros, aventando además catorce tablones de
tamente (1) en su puesto, arrostrando el fuego de la cubierta de la batería principal y rompiendo un
Santa Rosa, de algunos otros cañones del Xorte de la bao. Pero la Berenguela, no por herida ponto que
propia batería y de un cañon de grueso calibre de Bla- menos que mortalmente, dejaba de combatir y dispa-
keley, así como ele los monitores Loa y Victoria, que rar sus cañones contra el Callao. Al pasar por dela.n -
disparaban especialmente sobre nuestros gallegos y te de la corbeta inglesa /gli,eer1vate1·, el comandante
la 1.V1i,nancia. Mr. JJou(llas hizo al punto levar anclas, gritando
Aquí no podemos menos de repetir las palabras desde la popa al valeroso Pezuela que no tuviera
del parte oficial. A pesar de su bisoña dotacion, la cuidarlo, pues él iria á salvarle. Los rr1arineros de la
Alniansa, al propio tiempo que hostilizaba al Callao, referida corbeta saludaron tam bien con lut1·ras á la
respondia á todo3 con fuego sumamente nutrido y Blanca, al verla á tres cables de una de las torres
tambien certero. Cualquiera, al observarla, hi. creería blindadas y hacerla volar.
dotad~ con gentP, avez'\da ele antiguo á combatir, así Cierto, lo r.onfesamos, la emocion detiene nnC';;tra
que esta pericia de una dotacion bisoña, de una dota- plun1a, al ver tanta constancia y tan generoso esfuer-
cion de muchachos, estaba en relacion con la prover- zo en hombres que no habían dndaclo en sacrificarse,
bial de su capitan D. Victoriano Sanchez y con la im- casi ciertos de sucumbir en pró de la honra de la n1a-
perturbable sereoid 1d de este mismo ca pitan. dre patria.
Ni se Lome lo que vamos refiriendo á elogio de
amigo, pues El Comercio de Lima, al hablar del com- CAPIT ULO X.
bate, decía que las fragatas españolas habían pelea- ( Conclitsion.)

Antes de concluir la relacion del glorioso combate


(l) Parte oficial \el jefe de la Escul 1ra del Pacitl ;o. del Callao, es nuestro cleber de cronistas referir con l a
-
PROVINCIA DE PONTEVEDRA. 89
detencion debida la esforzada conducta de los hijos de poodiesen á nuestra arti\lP-ría. Entonces dispararon la
Galicia que en él se hallaron. Numancia, la Resolucion y la Alniansa, contra la pobla-
Mientras el animoso Antequera, con la Nurnan~ cion, hasta que, siendo las cuatro y cuarenta minutos,
cía, se mostraba á cuerpo descubierto, exponiéndose y empezando la neblina, se dió la señal de retirars6
á la muerte, ó por lo menos á una herida casi segura, del combate.
el coma.ndaote Topete combatia con una especie de Al mismo tiempo, y por órden del comandante ge-
rábia, mostrándose igualmente á descubierto en su neral, cubrió la gente de la Numancia las jarcias,
fragata Blanca, hasta que tuvo que hacer señal de es- dando su comandante tres vivas á la Reina, repetidos
casez de rnunicio,ies, las cuales llegó á consumir del por todos los demás buques y llevados en alas del
todo, viéndose obligado á retirarse. viento á las baterías del Callao, no había mucho, im-
Quedaban, pues, únicamente con la Numancia, la ponentes y amenazadoras, y al presente, sembradas
Resolucion, mandada por el Sr. Valcárcel; la Alman- de cadáveres y mudas ante las bocas de nuestros ca-
sa, y la goleta Vencedora (1). ñones.
Eran las tres y media, y en aquel momento hizo N oestra escuadra tuvo 38 muertos, de ellos, dos
la Almansa señal de incendio á bordo. Aterrador es- guardias marinas y 150 heridos ó contusos. Los perua-
pectáculo presentaba el incendiado buque, despidiendo nos, al decir de los comandan tes de los buques extran-
al propio tiempo hamo por las portas de su bate ría y jeros, perdieron 300 hombres, entre muertos y heri-
balas contra los enemigos. Retiróse al cabo de la línea dos, siendo probable fuera aun mayor el número, si
disparando siempre contra el Callao, y á la pregunta se atiende á los mochos jefes y oficiales que perecie-
del comandante interino, de si podria remediar la ave- ron, y que además nunca se cuentan los pobres indios
ría con s1ts propios rec1tr$vJ'7 contestó el animoso San- que mueren en los combates de América.
chez qite sí podría¡ á la nueva prc&"onta de si, á pesa1· Llevada la N1t11iancia al Pacífico por D. Casto
de las averías podría votver 1!. J·::i,:fv, uv auevo respon- h1endez Nnñez, fué este ascendido á brigadier, así
dió el comandante de la Alntansa, que sí. como su segundo D. Juan Bautista Antequera, á
Entre tanto se habia incendiado el antepañol de capitan de navío. Por el combate del Callao ascendie-
pólvora de proa, y habiéndole avisado por tres veces ron ambos al empleo inmediato, quedando 1fendez
que era indispensable anegar el pañol, otras tantas Nuñez por jefe de Escuadra, con la que aun tenemos
replicó D. Victoriano Sanchez Barcaiztegui que «antes en las aguas de América, y conservando Antequera el
que mojar su pólvora prefería volar la fragata.»-He- mando de la Numancia.
mos preguntado si semejantes palabras no estaban ya Como el viaje de esta nos ha llevado á tratar de
escritas en letras de oro en el ayuo tamieoto del Fer- uno de los mas altos hechos de la marina española,
ro1, y nos hao dicho que no. ¿,Será posible'? fuerza sel'á seguirle, siquiera en breves líneas, hasta
Palabras sencillas del esforzado guerrero, no como su vuelta á la Península. La fra~ata. salió del
otras, rebuscadas para causar efecto y acaso inven- Callao para Otahiti á 10 de mayo de 1866, llegando
tadas despues, como las de Cambronoe en Wa- á 22 de junio. El 8 de setiembre entraba en Manila:
terlóo. allí permaneció el tiempo necesario para los mas
¿,Y qué diremos de aquellos generosos marineros, precisos reparos. Salió al cabo para Batavia, á donde lle-
heróicos jóvenes, muchos de ellos imberbes, que heri- gó el30 de enero de 1867. El5 de abril pasaba por el cabo
dos por la granada que habia causado el fuego, q.ue- de Buena Esperanza, siguiendo con escala en Santa
mados y estropeados, mientras condocian los cartu- Elena á 30 del propil> mes, á Rio Janeiro donde llegó
chos, ni uno solo se retiró de su puesto, diciendo úni- el 17 de mayo. A.l cabo, despues de dar la vuelta al
camente: ¡ Venga nuestro relevo.' Tambien dejará Ga- mundo y de vengar nuestra honra ofendida, entró la
licia pasar en silencio sus nombres'? Nurnancia en Cádiz el dia 20 de setiembre de 1867.
Sirvan entre tan to de satisfaccio~ para los q oe de Gloriosfsimo viaJe llevado á cabo con buen éxito, mer-
veras amamos á Galicia, las palabras del mayor ge- ced á la pericia y ardimiento de los señores D. Casto
neral de la escuadra Sr. Lobo, cuando, lleno de ad- .T}fendez Nuñez y D. Juan Bautista Antequera.
miracion generosa, habla de semejante prueba de ini- El nombro de la fragata 1.V1iniancía debe ser e ter -
mitable valo1· honrosísimo para Galicia, á la cual per- na.mente sagrado para todo buen hijo de Galicia, y en
tenecia con ligeras excepciones la dotacioo de la .l{l- especial para los nacidos en la provincia de Ponte-
mansa. vedra.
Los esfuerzos de nuestroa marinos fueron al cabo Aquí concluye la narracion de sucesos de nuestra
venciendo la resistencia de la plaza, cuyo fuego cedió, Crónica; ¡plegue á Dios que siempre nos sea posible po-
hasta el punto de no haber en toda la línea de forti- ner fin á todo trabajo histórico, teniendo á mano su-
ficaciones sino tres piezas que, de vez en cuando, res- cesos que ensalcen el nombre de nnestra querida pa-
tria, como la campaña de la escuadra española por
(1) Comercio de Lima ya cit.ado • 1
las lejanas aguas del Pacífico!

FIN DE LA PÁRTE SESTA.

PONTEVEDRA. • 12

1


GUIA DEL VIAJERO POR GALICIA.




El reino de Galicia está dividido en cuatro provin- no creemos haya necesidad de ofender á los hijos de
cias, que son: Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra. ninguna otra provincia para alabar, comos~ merece,
Tiene la Coruña 557,311 habitantes, repartidos en la aficion al trabajo de nuestras gallegas.
'1,9'13'20 kilómetros cuadrados; Lugo, 432,516 habi- Creemos que h·iy notable error al suponer pereza -
tantes, en 9,808'40 kilómetros; Orense, 369,133 habi- sas á las hijas de Andalucía, cuando soi.1 por extremo
• tantes, en '1,092'80 kilómetros; y Pontevedra, 440,259 hacendosas y verdacleras a1nas de su casa. La galle-
habitantes, en 4,50-!'30 kilómetros. Total de habi- g·a, en efecto, puede decirse que no deja la rueca, ni
taot's: 1. 799,224. •rotal de kilómetros cuadrados: aun para ir á la fuente, pues se la ve con la herrada
29,3'18'70. ó sella (cubo de madera con aros de hierro) y al
Ponte ve lra ~s la provincia mas poblada de la. Pe- propio tiempo hilando. Acompaña además al hombre
nínsula, pues tiene 97'74 habitante,, por kilómetro en ca~i tocla~ las faenas campestres, lo cual, así como
cuadrado, mientras Barcelona no tiene sino 03'9-!, y el cuida lo de la casa, la estorba emplearse en ciertos
Guipúzcoa 86'2-!, que sou las que siguen en pobla- quehaceres domésticos, por lo mPnos, con la facilidad

cion. La Coruña tiene 69'90; Orense, 52'04, y Lugo y costumbre que las hij~s de otra::i provincias. De esa
44'10. A la verdad, no podemes meo:>s ele 111ostrar el manera, h:1y eu Galicia iufiuidacl de costureiras, que
asombro que causa el ver á provincias como las de van por el campo de casa en casa, empleándose eu
éáceres y Ciudad- Real con mas de 20,000 kilómetros coser y coro poner la ropa, en cuya tarea no suelen
cuadrados a1nbas, con 293,672 habitantes aquella, tener tiempo para emplearse las madres de familia.
y esta con 247,991. Tal y de tan mala manera re- De los principales establecimientos civiles y mili-
partida se halla l i poblacioo de nuestra Península. tares, fábric;is, caminos, etc., iremos hablando confor-
Así cou10 las regiones del Norte son en Europa las me vaya siendo necesario, en la peq ueüa guía que va•
de menos mortalidad, de igual modo puede decirse que mos á extender. Antes de seguir, y á. pesar de que
en España las diez provincias mas fa voreciclas se hallan apenas tenemos tiempo para ello, hemos de presentar
la mayor parte en la zona cantábrica y clel 1fiüo, sien- al lector los sig ,iente3 datos cstidísticos que prueban
do las 1nas castigadas las del centro. Lo mismo po- la for1na c0n que Galicia cout ibuye en armas y di-
demos decir de L1 criminalidacl, sier:do Guipúzcoa, nero á la admiuistracion y defensa de España.
Lugo, Vizcaya y Pootevedra las prvvincias de menos En el último reparto hecho para la quinta (1867)
criminalidad de la Península. fueron los cupos de mozo¡¡ de las di versas provincias, los
En casi toda Galicia, exceptuando OrPose, la ma- siguientea: .\lbacetc, 665; Alicante, 1,113; Almerfa, 955;
yoría de los hombres saben leer, y en proporcion son Avila, 466; Bacl>ljoz, 1,057; Baleares, 661; Barcelona,
tambien bastantes los que sabeo escribir: mué veles á 1,801; Búrgos, 882; Cáceres, 802; Cádtz, 905; Castellon,
aprender uno y otro, el deseo de salir de su tierra en 770; Ciudau Real, 686; Córdoba, 953; CORUÑA, 1,491;
cuanto se lo consienta la edad. De esa manera, es muy Cuenca, 645; Gerona, 785; Granada, 1,202; Guadalaja-
frecuente en Andalucía, en especial en el reino de Se- ra, 562; Huelva, 491; Hu esca, 678: J aeo, 988; Leon, 948,
villa, que los capataces y p"rsooas que han de correr Lérida, 880; Logroño, 467; Luoo, I, 197; Madrid, 938;
con las cuco tas de las casas de labor, sean gallegos, Málaga, 1,28-i; Murcia, 1,106; Navarra, 801; OREN..
así como en el ejército son de aquel reino el mayor sE, 911; Oviedo, 1,598; Palencia, 52-1; PoNTEVEDRA,
número de cabos. 1,10'1; Salamanca, 713; Santander, 605; Seg·ovia, 387;
Las mujeres carecen de toda instroccion. Suele Sevilla, 1,244; Soria, 412; 'fat·ragona, 830; Tcruel,
decirse, por prueba de so aficion al trabijo, que es 650; Toledo, 888; Valencia, 1,707; Valladolid, 662; •
tan frecuente verlas con la rueca en la mano como á Zamora, 704; Zaragoza, 930.
las andaluzas con el abanico. Nosotros, que tan de El espacio que habíamos de empicar en discurrir
veras amamos y hemos defendido siempre á Galicia, sobre los anteriores datos, le tenemos por mucho me-



PROVINCIA. DE PJ~TEVF.DRA, 9l

jor empleado con pre;;entarlos en la forma que vau, pa- da l·i poblacion con exceso, no deja ele haber grande3
ra que jnzgue el lector por comparacion. trozos de terreno inculto El galle6 o no bPneficia 1nu -
De ig·ual manera, y para que muchos vean lo que c 1as gá,uJ,aras, mas por falta de capital que de fertili-
dicen ante., tic 1notejar de pobres á las provincia~ de dad en a1uellas.
C,alicia, aun en el estado actual, preseuta.inos los si- Entre tolo:; lJs disparates que corren por el mun-
guientes datos de las cantidades q u, corrcsp,n1clc11 por do, á. propósito U" L,s hijos de Galicia, no es el menor

kilómetro cuadr,ido de territorio en las contribuciones el hacerles hablar como los asturianos, sup,nieutlo

directas é indireutas, satisfechas pur cada provincia que, com.1 ,•stos, tr:iecan la o P.n u. ri,Iientras el a~tu-
en el año económico de 1864 á 1865. riauo dice señ?ritu, el gallego dice, se1iori1i ó señ.ori-
l\1adricl, 2,385 escudos; Barcelona, 1,509; CáJiz, tin, pero nunca concluye las termioacion~s en o, á la
1,072; IYiálaga, 095; Alicante, 667; PoNTEl'EORA, 657; manera rle los hijos de Astúrias. Semejante error es
Valencia., 600; Sevilla, 58!; ConuÑA, 4'79; Tarragona, causa de que en ~ladrid tengan por gallegos á los
~36; Santander, 420; Gerona, 402; Valladolid, 391; aguadores, por ejemplo, que son todos asturianos.
Baleares, 365; ~lurcta, 323; Ovíedo, 321; Logroño, 314; Ya hemos hablado del t1·aje en la Crónica de la
Granada, 313; CórJoba, 30G; Castellon, 303; Almerí-a, Cor1iíi,a. En lo geueral, y si bi"n hay sus d1f rcocias
0

280; Jaeo, 200; Zaragoza, 246; ORENSE, 2-!0; To'.edo, de un territorio á otro, lo:; hombres, como rn lo anti-
237; Palencia, 2~7; Luoo, 226; Badajoz, 213; Salamanca, guo, prefieren siempre los colores o~c11ro p:i.ra sus
188; Segovia, 187; Avila, 178; Huelva, 172; Zamora, chaquP.tas, calzones y botines, mientras las mujeres
164; Búrg·o3 1 16-1; Lérida, 159; Leoo, 146; GuaJalaja- llevan en l:l. cabeza paüuelos ele vivos c0lores, roja es-
ra, 137; Ciudad l{~al, 1:il; Cáceres, 118; Huesca, 117; clavina ó den!Jite, y grao 1nantelo 6 delantal negro,
Albacete, 116; Teruel, 102; Ccioar1·1s, 93; Cuenca, 97, con tira'! rlc terciopelo. Es muy frecuente verlas con
y Sor1a, 95. el mantelo doblado sobre la cabeza, de molo que, á
En la Coruña resiJen el ca.pitan general y la Au · primrra vista, recuerda el tocado de las italianas.
diencia de Galicia, además del gobernador civil de la La humAdad del clima obliga al gallego á usar
vroviucia. Eo las capitales de las otras tres residen zapatos de madera, zoc?s. Dicen algunos que la hu-
el gobernador y el comandante general. medad podria ser tambien razon de lo frecurnte que es
El clima es húmedo, si bien mas templado en la en Galicia el padecer de paperas, si ;y a no las pro-
lJrovincia de Pontevedra, y excesivo el calor cu algu- ducen á la vez di versas caus·is, lo cual parece mas
nos valles de Orense. Aú')S hace que ForJ eo su G1iia probable.
(Hand-Book for Spa n), recomendaba la residencia do La verJ,d es que las ex:enciones <lel servicio mili-
la Coruña por ser sumamente favorable á los eofer .. tar por semejflnte enfer1nedad, son la mayor parte en
mos. Lo mtsmo puc1de hacerse coo toda la provincia Astúrias, Uataluüa y Galicia. Refiriénclooos á esta,
de Pootevedra, y aun para ciertas enfermedades, con diremos, q oc en un solo año eñ que hubo por toda la
ventaja. Puede decirse que el invierno, tal como le Pení,isula 805 exencion~s, 240 fue"rou en Galicia, re-
comprenden los hiJOS del Norte, no extste en las co;;tas partidas en est'l for1na: 35 en la Coruña, 37 en Oren-
de Galicia, sobre tudo en las de O~r:1d-3 u tc1. se, 111 en Pootevedra y 6G en Lugo.
Da la tierra eo abundancia tolla clase de pro::luctos Ni á clima determinado, ni á esta 6 la otra causa
propios Je la zona tecnplada y húmeda ele Europa. puede atribuirse con certeza el referido padecimieoto.
Notable es por todo extremo la region comprenJida Le hay e·i Suiza y en los A.ndes, en Galicia y Suma
entre el golfo de Cantabria al Norte, Astúrias y tra, en las provincias Vascoo 6 ad:i.3 y en Lombardía,
Leon al Este, Portugal al Sur y el Atlántico al Oeste. eu Afric:i. y Holanda, y por último, en tierras altas y
Los priocipales productos de la a 6 ricultura ele ventilada,;;, así cotno eo v·-illcs profundos. Dr esa ma-
Galict<1 son: maíz, centeoo y lino: el ganado vacuno nera, y á pesar <l · cu·into se ha dicho, nada positivo
es exeeleute y se esporta para Iaglaterra. La; frutas, se sabe acerc:i de la verdadera causa del mal.
c0n especial manzanas, peras y pavías, son las me- l~~c.isu por ex.tremo el esp:i.cio ele que podemos dis-
Jores de España. Es tal la fronuosíJaJ y verdor del poner, habre1nos de abn•vi;tr todo lo posible, para en-
suelo de la mayor parte ele Galicia, que Jo., ingleses, CL!rrar n ue-,tra g·uía en estrechísimo cuadro.
al desem arcar en ella, creen aun hallarse en el.J)e- Como no hablamos solo al viajero e¡ ue piense única-
vonshirc (1). Las patatas, que son 1nuy but:lnas, se mente en ir á Santiago 6 á la Coruña, sioo á aquel que
cultivaron primero eu Galicia y despues pasaron a q ui?.ra recorrer to da Ga.licia para couo~er la, pondre -
Irlanaa. mos aquí los principales puntos y ciudades, y la forma
Mientras los picos Je Aneares y la peí1a 'l'revinca en que puede el viajero llegar á ellos.
se hallan casi todo el año cub1ert;os de nieve, la costll. Hay diligencias para ~1ooterey, Orense, 'Vigo, Toy,
y valles disfrutan del mas benigno te1nple. Sobre Pontevedra, Santiago, Coruña; B !t1.nzos, !lfondoñedo
todo, en las riberas del Miño y costas de Pootevedra, y Ri vadeo. Para Ferrol, el viaje mas breve es por
halla el viajero la frondosidad de Galicia y el ciclo de mar: el mas agradable, Cil á pié 6 á caballo, dando la
la primavera ele Andalucía. vuelta desde la Coruña por Beta11zos y Pueotedeume,
Tambien han sido muy célebres los viuo3 de Val- en cuyo caso puede emplear el vi ajero dos tlias, si va
cleorras, A,nand1 y l{ivadavia, con especial el tostado. á pié, de la man era m'.ls entretenida, y por una de las
A.l propio tie1npo que en la costa y ciertos valles abuo- comarcas mas hermosas y variadas de Europa.

Caminos. Partiendo de Valla.d0l id, verdadero ce11 -
(1) l<'ord, Hana-Boolc . tro de todos los caminos del Norte y Noroeste de Espa-


92 CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

ña, el viajero, para entrar en Galicia, puede encami- Pasado el puente del Burgo se sube una cuesta,
narse á Lugo ú Orense. Como la primera direccion es se llega al hermosísimo pueblo do Vilaboa, y poco mas
basta ahora la mas frecuentada, empezaremos asi- allá aparece la alegre y hermosa.
mismo por ella. Cor1i1i,a. Capital de provincia y cabeza de partido
Ya la frondosísima vega de Leon sirve como de judicial. Habitantes, 23,354. Capitaafageneral , quinto
muestra de la hermosura del Bierzo, en cuy~s frondo- distrito militar, Audiencia, gobernador civil, adminis-
sas riberas y amenos campos, como que descansa. tracion de Hacienda pública. Véase la Crónica de la
el ánimo del tristíi;imo aspecto de la mesa de Leon Corztña para la descri pcion del pueblo. Hay diligencias
y Castilla, verdadero kortus sicc1ts sin árboles ni desde Astorga, á donde llega el ferro-carril. Vapores:
casas. desde Bayona, los de la Compañía internacional, dos
A la salida de Villafranca, entra el camino por las vHces al mes ; distancia, 629 kilómetros ; precio, en
gargantas y pintorescos desfiladeros de los montes de primera clase, 130 francos, 60 céntimos; en segun-
Galicia. da, 100 francos, 40 horas. Despacho, en la Coruña,
.De Leo1i á la Coruiía, 50 leguas. Hállanse los pue- D. Andrés Garrido; los mismos vapores, á Vigo, 16
blos de Ruitelan, Castro, Piedrafita, Castelo de Noce- horas, en primera, 60 rs.; en segunda, 40; en ter-
da, Prado del Rey, Rodigatos, Manzanar del Puerto, cera, 20.
Doncos, todos á una legua; Santa Isabel, á dos le- De Liverpool: Compañía hispano-alemana, 75 ho-
guas y media; Sobrado, idem; y tres leguas despues ras, en primera, 9 guineas; en segunda, 7.
Lugo (Lucus Augusti). Tiene buenas posadas y re- Del Havre, una vez al mes, 235 francos.
gulares casas de huéspedes; 21,314 habitantes, gober- De Gijon, en 18 horas, dos veces al mes; Compa-
nador civil, comandante general, y las correspondien- ñía internacional y de la Union: primera clase, 200
tes oficinas de Racienda pública. Esta ciudad se halla reales; segunda, 140; tercera, 100. Despacho, Domin-
en el centro de Galicia, tiene catedral, dos parroquias y guez Gil.
dos anejos, seminario conciliar, cuartel de inválidos y De Santander, el Cádiz (400 toneladas), Céres,
casa de postas. Son célebres sus baños sulfurosos desde Apóstol y Capricko; dos veces al mes, 28 horas; pri-
el tiempo de los romanos; están inmediatos al Miño, y mera clase, 320 rs.; segunda, 240.
ano quedan restos de !as antiguas 1'1ierma, así como de Fondas en la Coruña: del Comercio, calle Real, con
un dique para las inundaciones del rio. Inmediataá los hermosísimas vistas á la bahía, buen trato, servicio
baños hay una fuente de aguas nitrosas y antimoniales. y habitaciones cómodas. Precios, de 18 á 20 r s. en
Sobre el cé'ebre mosaico de la calle de Batitales, puede adelante. Casa do Inocencio, igualmente r ecomen-
verse lo que en la Cr6nica de Lugo dice nuestro com- dable.
pañero y amigo el Sr. Villa.mil y Co.stro. Hállanse Cafés: del Suizo, del Correo y otros.
tam bien monedas romanas, aun de oro, y con especial, De la Coruña se puede ir á Ferrol en vapor direc-
de tiempo d,-. Neron. tamente, en hora y media.
El l\fiño, que es la gran arteria de Galicill, produce Ferrol: Posada de San Felipe. Véase para lo de-
á la par de las otras corrientes que en él desaguan, sal- más la Crónica de la Coru1ia.
mones, sábalos, truchas, y las famosas lampreas, deli- De Lugo á Santiago se puede ir por San Miguel de
cia de los gastrónomos romanos. Bocorrin, dos leguas; Puente Ferreira, id.; Mellid,
Lugo viene á ser un cuadrado con murallas que hoy tres; Arzúa, dos; San Miguel de Salceda, dos; Ome-
sirven de p:iseo, y tienen de 30 á 40 piés de alto y unos nal, dos; á Santiago, dos.-0 bien 'por Santa Eulalia,
20 de espesor: son semejantes á las de Astorga, y es- dos y media; Carvajal, id.; Sobrado, dos; San Grego-
tán defendidas por torres no mu cho mas altas. Las ca - rio, dos; San Márcos, tres y media; Santiag·o, media.
lles son limpias y bien empedradas, con dos plazas: Por este último camino se puede ver el célebre monas-
en la mayor hay soportales que sirven de paseo, y son terio de Sobrado, puesto por los franceses en estado
utilísimos en tan lluvioso clima. (Veáse la Crónica de lastimosísimo y reedificado en 1832. Su fachada princi-
Lugo). pal es dórica; el gran patio está por concluir. Deben
De Lugo á la Cor1t1ía hallará el aficionado á la verse las sepulturas con estátuas yacentes, de los
pesca, los rioa Tamboga, Lama, Azumara, y sobre Ulloas (1465).
todo, el Ladra, en donde se crian sabrosísimas Siguen unas nueve horas de camino, yendo á ca- •
truchas. ballo, por r:omarca poco poblada é inculta, hallándose
Los principales pueblos son: Otero del Rey, dos le- hácia la mitad San Gregorio, rodeado de pinos y ma-
guas; Bahamoncle, una; Guiteriz, dos; ~fonte Salgeiro, torrales, en los cuales se halla excelente caza.
dos y media; Detanzos, dos y media; Campamento, una Este es el ca1nino preferible para el literato y el
y media; Coruúa, doa. Antes de llegar á Betanzos está artista, pues desde San Márcos podrá contemplar la
la cuesta de la Sal, deo,de donde se ve la Coruña é in- sorprendente vista de Santiago, recordando al propio
mensa exteno,ion ele una de las regiones mas pobladas tiempo el santo respeto con que los peregrinos ponían
y hermosas de España. los ojos en la Jerusaleu de Occidente.
Betanzos. 7,919 habitantes, cabeza de partido ju- Queda á la derecha la escueta peña del monte Dal -
dicial, en una colina que rodean el Mendo y el Man- mático, mientras corona la verde ladera de la izquier-
deo. Buena fonda en la plaza. Ya hemos hablado de da el convento de Belvis. Aquí, en esteHumilladoiro,
los monumentos y restos antiguos importantes que el peregrino sed estocaba, y á veces llegaba de rodi-
conserva. llas basta las puertas de la ciudad santa. A los him-

• •

PROVINCIA DE PONTEVEDRA, 93
nos religiosos de los recien llegados, correspondian los casi todas las provincias de España, inclusos man-
plácemes con quo les daban la bienvenida multitud de ' chegos y valencianos. (Véase la Cr6nica de la Co-
mendigos. El nombre de Santiago, repetido por unos ruña).
y otros, llenaba el corazon de fé sincera, y los hijos Caldas de Reís (Reyes). Cabeza de partido judi-
del Norte y de Oriente derramaban lágrimas piadosas cial, provincia de Pon tevedra, 1,650 habitantes; céle-
en los benditos umbrales de Compostela. bres baños miuerales, coya tero peratura es de 32º Rea-
Santia!JO. A.rzobispado y cabeza de partido, anti- mur; son escelentes para las enfermedades cutáneas,
gua capital de Galicia; administracion principal de y están abiertos desde 1. 0 de julio á 30desetiem-
rentas, catedral, dos colegiatas, quince parroquias, bre. Buenas po~adas y casas de huéspedes para los
excelente universidad. mocbosqoo acuden al que podriamos llamar verdade-
Fondas: De la Vizcaina, de las Animas. Hay ade- ro Baden-Baden de Galicia. Una legua distante se
más varias posadas: en la rua de San Pedro posan los hallan los Baá?s de Cuntis, hidro-sulfurosos, tambien
maragatos, quienes van á Madrid en 15 dias, y á Va- calientes y muy buenos para las enfermedades cutá-
lladolid en 12; se les puede confiar con la mayor segu• neas. Antes de Caldas está el célebre Puente de Ce-
ridad toda clase de equipajes. Calles principales: rua sures (Pons Cresaris), hasta el cual llegan las em-
Nueva, roa del Vi llar. Deben visitarse todos los alre- barcaciones que vienen de la aduana del Carril, y
dedores de la catedral, y especialmente la plaza del desde donde puede irse pronta y fácilmente á este
Pan. Entre los muchos edificios notables debe verse pueblo, á Villagarcía, Cambados, V1llajuan, y otros
la casa del Dean, rua del Villar. En la Crónica muchos de la hermosísima ria de A.rosa.
de la Coru?°ía podrá el lector hallar pormenores sobre El Ulla y el Pam bre, Furelos, A.ruego, Deza y Sar,
la importantísima catedral de Santiago. De paso re- que en él desaguan, contribuyen á la fertilidad de
cordaremos aquí los edificios principales además de esta deleitosa comarca.
aquella, á saber: el hospital, el seminario, el colegio Ponteoedra (Pons Vetus ó Duo Pontes). Villa, ca-
de Fonseca, el con ven to de San Martin y la uni ver- pital de la provincia y partido judicial, 7,622 habitan-
sidad. tes; .el Parador N uev.:>, bastan te bueno: rodea á la ciudad
De Santiago al Cabo de Finisterre. Reccmendamos una antigua muralla. En la Crónica de Orense se di-
• esta pequeña excursion al viajero amigo de conocer 1i ce, por un trueco de cuartillas mal acondicionadas,
tierra que visita, para lo cual es fuerza salir mas de que Gregario Hernandez, el gran escultor, es hijo de
una vez del camino trillado. En este rincon de nues- aquella c:udad, cuando no lo es, sino de Pontevedra.
tra Península han solido inventar roas de un cuento Alrededores de la mas incomp'lrable hermosura. Ben -
escritores extranjeros. Pueden leerse las páginas de dicion del mar, el 5 de octubre. Rztada de la Peregr i-
Borrow (Bible in Spain), mas amenas que verdade- na, el 8 de agosto.
ras. De Santiago á Puente 1faceira, tres leguas; al IJe Ponteoedra á Vigo, siete leguas; Puente San
Buen Jesús, cuatro; á Corcubion, tres y media; á Fi- Payo, una legua; Redondela, cuatro; Vigo, dos.-Vigo,
nisterre, dos; total, doce y media leguas. 11,282 habitantes, uno de los primeros puertos.del mon-
El camino es en geueral por extremo pintoresco y do; alrededores bellísimos, en los que se alquilan algu-

digno de visitarse, debiendo llevar consigo un guía nas casas, no muy cómodas. Fondas: la Vizcaína, en la
y tambien provisiones. Corcubion, 1,800 habitantes, plaza; del Leou de Oro; de la ,\Jcanza. Pesca y agri-
que viven de la pesca, producto dela hermosísima ria cultura, sobremanera productivas¡ cebo de ganado va-
y del Océano. ~lerece especial mencion el Piodo, de cuno. De Vigo á Tuy, cuatro legu;\s.-T1ty, 11,765
que ya hemos hablado anteriormente. Hemos llegado habitantes; antiquísima ciudad mencionada por Plioio;
al térmiuo propuesto para el viaje. Nos bailamos en residencia de Witiza (700)¡ llámanla los extranjeros
el cabo de Finisterre (Promontorium l::leri1ini), man- la 1fálaga de Galicia, por su clima y fertilísimo suelo;
sion allá en los mas remotos tiempos históricos de los excelentes frutas, naranjas en especial; carnes, salmo-
.Artabri, Arotebras, cuyo nombre han querido traer los nes, truchas, sábalos, mugiles, salmonetes, etc. Ca-
etimologistas célticos de .Ar-ot-aber, erguido sobre el tedral (siglo xu); son notables la sillería y los clá.us-
mar. Son célebres estas aguas por diversos combates tros. Eu Vigo hay vapores de Nantes (Sao Nazaire),
marítimos entre ingleses, y espaiíoles y francese~ Lisboa, Cádiz, Gibraltar, Málaga, Lóodres, Bayona,
unidos. Coruña, Yaleuc1a, Santauder, San Sebastian y
De Santiago á Pontevedra. 11illadoilo, legua y Oporto.
cuarto; Galanas, un coarto; O rrio, un cuarto; De Vigo <Í Orense, 16 leguas y media. Pueblos no-
Zaramello, media; La Picarraña, La Esclavitud, tables: Rivadavia y Poenteareas. Orense, capital de
(célebre santuario); Pazos, Santa nlaría, Padroo, Sao provincia y partido judicial; autoridades civiles y mi-
Lois y Valga, todos á un cuarto de legua respectiva- litares, catedral, dos parroquias, seminario conciliar,
mente; Carracedo, una legua; Caldas de Reis, una; admioistracion principal de correos; 11,029 habitan-
Tiro, un cuarto; Ameal, un cuarto; Pazos, media; Por- tes. Véase la Crónica de Orense.
ranes, un cuarto; Pedra, media; Ferreira, un cu ar- De Orense á Sa1,tiago, 17 leguas. So pasa el monte
to; Pontovedra, un cuarto; total, nueve y media despoblado do Castro Dozou, parte del feracísimo valle
leguas. del Ulla, y los ríos :\1iño, Deza y Ulla.
Padron. Cabeza do partido Judicial, provincia de De Orense á Valladolid, 58 leguas y media. Si
la Coruña, 8,103 habitantes. Gran féria por Pascua de bien las poblaciones que se hallan p 1r esta parte de
Resurreccion, á la cual acuden á comprar ganado de Galicia son de escasa importancia, el camino es ame-




CRÓNICA GENERAL DE ESPAÑA.

nísimo en gran parte, y siempre pintoresco, en espe- Por último, i)uede irse de Lugo á Oviedo por Mou-
cial, por los valles de AJlariz y Limia. doñedo y Ri vadeo, cu di ligo ocia, y d:.isde osto último
Tambien se puede ir de Orense á. Lugo sin pasar so tardan tres horas, en vapor, á Gijon.
por Santiago, yendo por Readcgo, Chantada, Taboa.- Tiempo, espacio é ingénio, de cierto nos kan fal-
da, Na.ron, Puntin y Lugo; 13 leguas y media. De tado al hablar de Galicia , LA BUENA VOLUNTAD
Orense es tambien fácil irá .rifouforte de Lemos. JAMAS •

l'lN DE LA CRÓNICA DE LA PROVINCIA DF. PONTF.VF.DR A •


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-
,,.
~ ,
-- --;;;.,_ ~="='=-~~-~-~-"=-~ :-_-
-- -
.---.......
---

- -


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PLANTILLA PARA LA COLOCACION DE LAS LÁMINAS .

CORUÑA. LUGO.
Entrega 1 ° Página 1. a l\{apa de la provincia. Eutrega l.ª Página l .ª lvfapa de la provincia.
2.ª 18 Oárlos I. 2.ª 18 Leovigildo.

3.ª 34 Fernando III. 3.ª 34 Oárlos II.
4. a 50 Doña Urraca. 4. o 50 J osé Ramon Rodil.
5.ª -• • 66 Doña Berenguela. 5.ª 66 Pastor Diaz.
6.ª 82 E nrique IV.
"/.ª \.8 Felipe de Castro. PONTEVEDRA.
tS • a 114 Mosquera.
• Entrega l.ª Página. 1.n l\1apa de la provincia.
ORENSE. • 2.ª 18 Felipe V.
3.ª 34 Gonzalo Noda.l.
Entrega l.ª Página l. ª ?\lapa de la provincia. 4.ª 50 Bartolomé Nodal.
- 2.a
3. a
18 Obí~po de Orense. -
;)

6.ª
.a 66 Oharino.
82 l\lendez N uüez.

34 Feijó.



IHDICE DE LA CRONICA DE -LA PROVINCIA DE PONTEVEDRA.
,,
Págs.

AL LECTOR .. • • • • • • • • • 5 CAPITULO IV.-Al-mansor.-Su carácter. . . 44


PARTE PRIMERA. CAPITULO V.-Nuevas entradas de musulma-
nes.-Venceu los gallegos al hajib Almo-
CAPITULO PRll\,fERO.-Provincia de Ponteve- chaffer. . . . . . . . . . . . . . 46
dra.-Go bierno .-Comandancia general.-J u- CAPITULO VI.-Batalla de Uclés y muerte del
risdiccion judicial de la Coruña.- Antiguaj u- infante D. Sancho. . . . . . . . . . 48
risdiccion. - J orisdiccion eclesiástica.-Tercio CAPITULO VlI.-Doña Teresa y Fernan-Perez.
naval de Vigo.-Asieuto.-Clima.-lofluencia -Discordia y guerra entre aquella y doña
en este del Gulf Stream.. . . . . . . 6 Urraca. . . . . . . . . . . . . . 51
CAPITULO II.-Divisioo territorial.- Límites. CAPITULO VIII.-Doblez y ambiciones de Al-
Costa.-Ria de Arosa.-Isla Salvora.-Punta fonso Rnriq uez. . . . . . . . . . . 54
de San Vicente.-Belín de la Lanzada.-Ria CAPITULO 1X.-Alfonso Enriquez ar.lamado
de Pontevedra.. . . . . . . . . . 8
re v. . . . . . . . . . . . . • . 55
CAPITULO III.-Islas Cíes.-Ria de Vigo.- C,\PITULO X.-Renuncian los reyes de Po¡tu-
Ria de Bayona.-Estela de mar y Estela de o-al á todo el territorio allende el 11iño. . . 57
tierra. -Cabo de la Foz.-Cabo Silleiro.-rtfon- CAPITULO XI.-EI almirante Jofre Tenorio.-
te de la Guardia.-1Ionte de San Regao de A-vuela Galicia á Pedro el Cruel. . . . . 60
Santa Trcla.-Desagüe del 1\-Iiño. . . . . 10 CAPITULO XII.-Coocede Enrique IV en Ma-
CAPITULO IV .-Reseiía general.-Territorios, drid una feria anual á Pontevedra.-Guerra
ríos y valles.-Rrrmosura de la provincia. 12 contra los derechos de Isabel I. . . . . 62
CAPITULO V.-Reseña geológica. . , . . 13
~ PARTE QUINTA.
CAPITULO VJ .-Continuacion de la reseña geo-
lógica . . . . . . . . . . . . . . 14 EDAD MODERNA.
CAPITULO VII.-Reseña botáoica.-Zona marí- CAPITULO PRI11 ERO.-Hermandades y no-
tima.-Zona media -Zona montana.-Plan- bles.-J ura Poutr.vedra á Isabel I. . . . . 64
tas alimenticias. -Plan tas medicinalrs.-N ue- CAPITULO JI.-~iuerte del rey D. Sebastian.-
vos descubrimientos de los señores Colmeiro, El prio1· de Ocrato.-Felipe II rey de Por-
Planellas •v Pourret. . . . . . . . . . 16 tugal . ......... _ ... . 66
CAPI1'ULO VIII.-Reseña zoológica.-Zoólogos CAPITULO III.-Ilustres marinos nacidos en el
estraujeros y españoles que han estado en Ga- territo1·io de Pontevedi·a. . . . . . . . 67
licia. -11amfferos.-A. ves.-Reptiles. . . . 18 CAPITULO IV.- Los Nodales.-Entran á ser-
CAPITULO IX.-Prosigue la reseña geológica.. .vir, Bartolo1né á los diez y seis, y Gonzalo á
-Peces. -Iosectos. . . . . . . . 20 los doce. . . . . . . . . r . . . 68
CAPITULO X.-Continuacior;. . . . 22 CAPITULO V. - Soblevacion en Portugal.-
PARTE SEGUNDA. Ayudan hijos dP, nuestro ter1·itorio á la guerra. 70
CAPITULO PRJ;'\IERO.-Tiempos primitivos.- PARTE SESTA.
Habitantes anteriores al blanco.-Iberos y DlNASTlA DE BORBON.
celtas.-Euskara.-Su orfgen desconocido.- CAPITULO PRI1IERO.-Guerra con ingleses,
Origen desconocido ig-ualn1ente del vasco.. . 24 holandeses y el imperio.- Combate de Vigo.-
CAP l TULO II.-Consideraciones sobre los tiem- Victoria de los aliados.. . . . . . . . 73
pos oscurJS de nuestra historia. . . . . . 26 CAPITULO II .-Vencidos los nuestros, retfranse
CAPITULO III .-Di vis ion territorial y judicial. el general español á Pontevedra y el francés
-Vias. . . . . . . . . . . . 28 á Santiago.-Desembarcan los aliados.-Paz
CAPITULO IV.-Cassitérides, antes Oestrym- de Utrecht.. . . . . . . . . . . . 74
nides ú Oestrymnias, nombre puesto por los CAPITULO III.-Nueva guerra. -Toma lord
fenicios. . . . . . . . . . 29 Cobham á"Vigo.-Entrau los ingleses en Pon-
CAPITULO V.-Larga estancia de los fenicios tevedra. • . . . . . . . . . . . . 76 •
en España.-Sos colonias.-Su ruina. . . 30 CAPITULO IV.-Guerra con Francia. . . . 77
PARTE TERCERA. CAPITULO V.-Batalla del Puente de San
CAPITULO PRI1\1ERO.-Nacimiento de Nuestro Payo. -Queda Galicia libre de franceses.-
Señor Jesucristo.-Emperadores. - J udfos y Batalla de San 1Iarcial.-Proclama de lord
Mauritanos.-Bárbaros del Norte. . . . . W<'llington.-Fin de la guerra. . . . . 81
32 CAPITULO VI -Libertad de Fernando VII.-
CAPITULO II.-Atila y los hunos.-Son venci-
dos en los campos Cataláunicos. . . . . . 34 Aliamiento del año 1820 ..-Alzamiento de
CAPITULO III.-A nécdotas históricas referidas Ponteveclra.. . . . . . . . . . . . 82
por el cronista Huerta. . . . . . . . . 35 CAPITULO VIL-Restablecimiento del gobierno
absoluto.-11ucrte de Fernando VII.-Guerra
PARTE CUARTA. civil.-Paz de Vergara.-Alzamiento de se-
EDAD MEDIA. tiembre.-Alzamiento de Galicia en 1845.-
CAPITULO PRIMERO .-Pelayo y los magna- Paz definitiva. . . . . . . . . . 83
te;: godos -Ruina y destruccion de nuestro CAPITULO VIII .-Viaje y paseo de la fragata
territorio. . . . . . . . . . . . . 38 blindada Nuntancia por el Estrecho de Ma-
CAPITULO II.-Costa y marina de nuestro ter- gallanes.. . . . . . . . . . . . 85"
ritorio.-Pesca.. . . . . . . . . . . 39 CAPITULO IX.-Bombardeo de Valparaiso.-
CAPITULO 111.-Repoblacion de ciudades.- Combatc del Callao. . . . . . . . . 86
Puebla Ramiro I á Lamego, Viseo, Amaya y CAPITULO X. - Conclusion. . . . . 88
Tuy. . . . . . . . . . . .. . . . 42 Guia del viajero por Galicia. . . . . . . 90
FlN DEL ÍNDICE •


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