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Su Majestad
Su Majestad
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1. INTRODUCCION.
Es cosa natural que todos empecemos desde abajo, aunque estemos respaldados por
nuestros títulos académicos. En el trabajo, sólo aquellos que tuvieron la fuerza de
voluntad, decisión y perseverancia para vencer, logran vencer los obstáculos en la
actividad laboral y pueden lograr los ascensos deseados. Muchos de los grandes magnates
de la historia lograron el ascenso empezando desde abajo, desde ser personales de
servicio, porque poseían un espíritu tenaz y un deseo de ser alguien.
La mayoría de los empleados no conocen lo que es estar en contacto directo con la gente
de adentro y fuera de la institución. Sin embargo, tener esta posibilidad, la cual la tiene
de hecho el personal de servicio, es la mejor oportunidad para que un empleado surja y
alcance sus metas. Por sus buenas relaciones el personal de servicio puede ascender
rápidamente en una institución. Además, así como el personal de servicio puede obtener
buenos beneficios de esta relación directa con la gente; esta última, puede obtener
atención oportuna y agilización de sus trámites si trata bien al personal de servicio.
5. UN ERROR QUE COMETEN LOS JEFES
Una forma efectiva de mejorar la situación nuestra y aumentar las posibilidades de triunfo
es aprender más, convirtiéndose en un verdadero experto y especialista en su actividad
u oficio; pero sin perder la cualidad de ser amable y cooperativo.
La gente nos juzga por lo que entra en sus ojos. Por lo tanto, el primer concepto que la
gente se forme de nuestra persona dependerá el entablar una conversación provechosa
y establecer relaciones con futuros beneficios. Se tiene que tomar atención: en la primera
impresión, el buen hablar, el saber vestir, la buena salud, la higiene y la limpieza, la
presentación y cuidado de las manos y el rostro y todo lo que de un buen juicio inicial de
nuestras persona.
La personalidad se refleja a través de nuestro modo de actuar, de las palabras, del tono
de voz, de nuestro aspecto, del temperamento y del carácter, de nuestra cultura,
inteligencia, modales, instintos, y de todo aquello que causa agrado o aversión. Un
ejecutivo tiene la personalidad necesaria para influir al grupo, ser admirado, obedecido,
confiable y apreciado; no es tímido, indeciso y sin iniciativas.
9. LA PUNTUALIDAD CONDICION ESENCIALO PARA GANAR PRESTIGIO
No peor cosa que una persona tenga el mal hábito de llegar siempre tarde a cualquier
cita, reunión y peor aún a la fuente laboral. Para nuestro trabajo incluso debemos llegar
con un poco de anticipación al trabajo y nos benéfica personalmente con admiración y
prestigio.
Crear, generar ideas, tener iniciativas y lograrlas no es solo una función del gerente, sino
de todos los miembros de la organización. Practicarlo beneficia exponencialmente la
carrera en la actividad laboral. Hay que realizarlo aunque la institución no ofreciera
estímulos para hacerlo. Para ser empleado número uno debemos: poner esfuerzo para
generar ideas, perfeccionar su método de trabajo, aplicar con interés las enseñanzas de
los superiores, obtener la oportunidad de demostrar sus aptitudes y habilidades, en el
descanso crear y madurar nuevas ideas antes de presentarlas, alimente su ego no su
vanidad, reúnase con gente creativa y positiva, no dependa del estímulo del jefe, trabaje
en equipo en una atmósfera creativa, esté consciente de la resistencia al cambio y no se
desanime, comparta sus realizaciones con su familia y luego recién con sus jefes.
Para los empleados jóvenes, lo difícil no es encontrar trabajo sino el saberlo conservar.
En los 3 meses de prueba son excelentes pero cuando se les recontrata no es bueno que
se suban sus aires frente a los compañeros menos ante los jefes.
Las relaciones entre jefes y subalternos son conflictivas, para llevar adelante esto se debe:
tener en cuenta que no existe un jefe y empleado ideal sino poner ambos de su parte, no
abusar de la confianza del jefe, cumplir plenamente con las funciones, soportar al jefe
dictador, no hablar nunca mal del antiguo jefe, estudiar le carácter y costumbres del jefe,
ayudar al jefe no ser su sirviente, no excederse en quejas, saber reconocer las faltas y
aceptar los reproches, no creerse el favorito, guardar mutuo respeto y consideración, no
sea reacio al cambio, no se lleve la relación con galanterías, reconozca los méritos y
cualidades del jefe y no demuestre ser más capaz que el jefe; más bien sea su brazo
derecho.