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Pausas: Son las interrupciones o detenciones que realizamos cuando hablamos o

leemos.

Las pausas y los silencios son elementos constitutivos del ritmo en el lenguaje oral. En
los discursos políticos, en el discurso didáctico o en los informes del noticiero, por
ejemplo, la distribución de las pausas y la gestión de los silencios desempeña un rol
fundamental en la creación de efectos retóricos diversos.

¿Qué implica?
Hacer interrupciones de duración variable en puntos convenientes del discurso.
A veces consiste tan solo en suspender momentáneamente la voz. Las pausas son
adecuadas si cumplen una función útil.

se originan por dos razones: Fisiológicas y lingüísticas. Lo ideal es que coincidan las dos.

Fisiológicamente vienen determinadas por la necesidad de respirar,


y lingüísticamente por diversas razones que aprenderemos en el desenlace de la
presentación.

Tipos de Pausas:
Pausas determinadas por la puntuación: Se usa, entre otras cosas, para señalar el fin
de la oración y, en algunos idiomas, para delimitar las citas. Ciertos signos de
puntuación indican cómo se relacionan las distintas partes de la oración. Cuando uno
lee para sí mismo, ve tales signos, pero cuando lee para un público, su voz debe
transmitir lo que representa la puntuación en el mensaje escrito.
Pausas de transición: Al pasar de un punto principal al siguiente, una breve
interrupción dará al receptor la oportunidad de reflexionar en lo dicho, asimilarlo,
captar el cambio de dirección y entender el siguiente punto con mayor claridad.
Pausas que comunican énfasis: Los silencios que preceden o siguen a una afirmación o
pregunta pronunciada con mayor intensidad sirven para dar énfasis, a menudo de
forma impactante.
Pausas exigidas por las circunstancias. De vez en cuando se producen perturbaciones
que obligan a interrumpir la exposición. En la predicación de casa en casa pudiera
tratarse del ruido del tráfico o el llanto de un bebé.
Pausas que invitan a responder: Aunque la conferencia que esté pronunciando
no incluya la participación de los asistentes, es importante que les dé tiempo para
responder, no de forma audible, sino mental.
Las pausas en suma contribuyen a:

1) Respirar;

2) Pasar de un tema a otro;

3) Dividir ideas dentro de un discurso;

4) Ganar interés (las pausas que preceden palabras, sobre todo las más
significativas, hacen que su sentido se acreciente);

5) Reencausar la atención luego de una interrupción;

6) Crear climas;

7) Expresar emociones (como disgusto, miedo, amor);

8) Generar tensión o ansiedad en el público o interlocutor (reiteraciones de silencios de


6 a 7 segundos cada uno).

El buen uso de las pausas ante un público.


(como debemos utilizar las pausas en un discurso importante)
Importancia:
Las pausas son un elemento fundamental del discurso. Gracias a ellas, se controla
la respiración, factor que potencia la voz, se favorece tanto un buen volumen como
enriquecen las entonaciones de la misma y se logra crear una mejor conexión con el
público.

Permiten al mismo no solo comprender el mensaje, sino que, además, mediante una
pausa antes de las palabras clave, se atrae su atención y en consecuencia lo mantiene
receptivo en todo momento.

La ausencia de las mismas, tan frecuente, son causadas por un ritmo acelerado, vicio
que transmite nerviosismo, mala calidad en la voz (bajo/flojo volumen, inseguridad,
angustia etc.), falta de dicción, un tono monocorde y la sensación de querer terminar lo
antes posible, hecho que viene acentuado por una mirada cambiante. Tengamos en
cuenta que el buen manejo de las pausas se consigue con el buen manejo de los
tiempos de la respiración.
Consecuencias de un ritmo acelerado:
– Un ritmo acelerado transmite nerviosismo y ganas de acabar lo antes posible

– Un ritmo acelerado provoca una voz floja porque la voz se potencia con un buen
control de la respiración.

– Un ritmo acelerado provoca pocas entonaciones y un tono monocorde

– Un ritmo acelerado provoca una mirada cambiante.

Que aportan las pausas:

– Las pausas permiten el control de la respiración.

– Las pausas, dan tiempo al público de entender y escuchar el mensaje del orador.

– Las pausas, favorecen un buen volumen de voz, y buenas entonaciones.

– Las pausas, dan tiempo al orador de conectar mejor con el público.

Uso de las pausas.

Nos olvidamos de la importancia de hacer pausas o silencios cuando hacemos un


discurso o una presentación. Y debemos tenerlas siempre en cuenta para conseguir
diferentes impactos en función de lo que queramos que nuestra audiencia retenga de
nuestro mensaje. Aquí se presentan varias situaciones donde es importante la pausa a
la hora de hablar ante un público .
 Para provocar el aplauso o la risa después de tu comentario.

 Para dar importancia a lo que voy a decir a continuación.

 Para que el público deje el murmullo. Como decía Seneca: " Si quieres que los demás
callen, calla tu primero".

 Para que la audiencia retenga el mensaje que acabo de decir en sus mentes durante unos
segundos y recapacite sobre el mismo.
 Para que alguien del público pregunte algo. Está demostrado que si hacemos una pausa
antes de ocho segundos alguno de los oyentes hará una pregunta para romper el silencio.
Por naturaleza, a las personas les resulta incómodo el silencio cuando están en grupo.

 Por el contrario, es recomendable no hacer pausas ni silencios si estoy explicando un


contenido que no quiero que lleve al debate.

 Para recuperar la atención de la audiencia si ves que se despistan al cabo de un rato de tu


exposición.

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