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La historia de Grecia comenzó con la civilización micénica, seguida de una edad oscura. Poco a poco las poblaciones griegas se constituyeron en ciudades militares o comerciales, como Esparta y Atenas. Esparta estableció su hegemonía en el Peloponeso mientras que Atenas se distinguió por su poder marítimo, comercio y cultura. Las guerras médicas unieron a los griegos contra los persas, pero luego la rivalidad entre Atenas y Esparta llevó a la guerra del Pel
La historia de Grecia comenzó con la civilización micénica, seguida de una edad oscura. Poco a poco las poblaciones griegas se constituyeron en ciudades militares o comerciales, como Esparta y Atenas. Esparta estableció su hegemonía en el Peloponeso mientras que Atenas se distinguió por su poder marítimo, comercio y cultura. Las guerras médicas unieron a los griegos contra los persas, pero luego la rivalidad entre Atenas y Esparta llevó a la guerra del Pel
La historia de Grecia comenzó con la civilización micénica, seguida de una edad oscura. Poco a poco las poblaciones griegas se constituyeron en ciudades militares o comerciales, como Esparta y Atenas. Esparta estableció su hegemonía en el Peloponeso mientras que Atenas se distinguió por su poder marítimo, comercio y cultura. Las guerras médicas unieron a los griegos contra los persas, pero luego la rivalidad entre Atenas y Esparta llevó a la guerra del Pel
El principio de la historia de Grecia podemos suponer que coincide
con el nacimiento de la civilización micénica. Viene después una edad oscura tras la cual encontramos a los dorios en el Peloponeso, los eolios en la Grecia centra, y los jonios en el Ática. Poco a poco constituyéronse las poblaciones griegas en ciudades militares o comerciales.
Con las guerras de Mesenia (743-724 a, de C.), Esparta, tipo de la
ciudad militar, consiguió establecer su hegemonía sobre todo el Peloponeso, mientras que las ciudades marítimas buscaban expansión por las costas de Mediterráneo, y fundaban florecientes colonias no sólo en el Asia Menor, sino en África, en España y sobre todo en Italia. Atenas, entre tanto, se distinguía por sus sabias leyes, por su poder marítimo y comercial y por su cultura literaria. A fines del siglo VI a. de C., Atenas y Esparta, los dos principales Estados de Grecia, se consideraban rivales. Las guerras médic los unieron contra los persas, que, habiendo sometido a los griegos de Asia, amenazaron a los de Europa.
Lograron los griegos salvar la independencia helénica y la
civilización de Europa, pero como sus victorias contribuyeron al engrandecimiento de Atenas, que ya con Arístides y Cimón se había convertido en el centro de un imperio colonial extendido por todo el mar Egeo y la Propóntide. Más tarde, con Pericles, alcanzó su siglo de oro llegando a ser el centro de toda la civilización helénica. Esparta se mostró celosa de su rival, y, con una federación de ciudades numéricamente muy superior a la ateniense, dio comienzo a la guerra del Peloponeso (431-404 a. de C.), que tuvo como resultado la ruina de Atenas. Historia de Roma Planta medieval de Roma.
La historia de Roma es la historia de la ciudad como entidad urbana y la historia de los
estados e instituciones de los cuales ha sido capital o sede a lo largo del tiempo. Se puede dividir en prehistoria, Roma Antigua, Roma Medieval, Roma Moderna y Contemporánea; o bien en Roma Antigua, Roma Pontificia y Roma italiano contemporánea. El período más fecundo de la historia de Roma en términos políticos, económicos, sociales y culturales fue su desarrollo en la Antigüedad. Fue la cabeza de un gran estado imperial y sede de una nación establecida en tres continentes. En su momento de mayor desarrollo el imperio creado por Roma alcanzó los 3,5 millones de kilómetros cuadrados y unos 70 millones de habitantes, entre ciudadanos y no ciudadanos. Roma fue, y sigue siéndo, una de las ciudades más importantes de la historia. Se le ha llamado la «Ciudad Eterna». Roma, junto a Grecia, ha sido la madre cultural de las modernas nacionalidades occidentales. La historia posterior de Roma, sea en la Edad Media y en las épocas sucesivas, presenta un carácter más bien comunal, localista, y está casi siempre ligada a la historia del Pontificado, la de Italia y la de pueblos, reinos e imperios que intentaron (lo hicieron en ocasiones) ejercer dominio sobre la ciudad