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FRACTURAS DE HUMERO.
Dr. Alfredo Martínez R.
Figura # 1-a..Los cuatro fragmentos importantes comprometidos en las fracturas del húmero
proximal. 1: cabeza humeral. 2: tuberosidad menor. 3: tuberosidad mayor. 4: diáfisis humeral.
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de las fracturas que comprometen la cabeza del húmero. Se considera un
buen predictor de isquemia de la cabeza humeral cuando la metáfisis tiene a
una extensión menor de 8 mm y pérdida de la integridad de la bisagra medial
entre la cabeza humeral, la diáfisis y el cuello anatómico. Se ha encontrado
que la arteria circunfleja humeral posterior contribuye al 64% de la irrigación
del húmero proximal y la circunfleja humeral anterior al 36%. En los casos de
fracturas de cuatro fragmentos desplazadas los vasos posteriores y mediales
juegan un papel importante en mantener la irrigación del húmero proximal.
Figura 1b
EPIDEMIOLOGÍA.
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pacientes mayores de 65 años las fracturas generalmente se producen por
caídas de su propia altura, se consideran traumas de baja energía pero se
pueden presentar fracturas no desplazadas o fracturas muy desplazadas y
conminutas, debido a la fragilidad ósea. En la figura # 2 ilustramos una
fractura con cuatro fragmentos desplazada.
CLÍNICA
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Las lesiones vasculares completas son muy raras y muy graves ya que en
30% de los casos terminan en amputación de la extremidad. Un fragmento
óseo desplazado o un mecanismo de tracción excesiva son las causas más
frecuentes de las lesiones vasculares que se pueden presentar en fracturas
por trauma de alta o baja energía.
CLASIFICACIÓN.
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La clasificación de la AO de las fracturas del húmero proximal determina si la
vascularización del fragmento articular está significativamente comprometida.
Las fracturas tipo A son extrarticulares y comprometen una sola tuberosidad,
las Tipo B son estrarticulares bifocales o luxofracturas y las tipo C son
luxofracturas con compromiso de la superficie articular. En la figura # 4
ilustramos esta clasificación.
Figura # 4. Clasificación AO de las fracturas del húmero proximal en los tres tipos A, B y C.
DIAGNÓSTICO.
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desplazamiento de la tuberosidad mayor del húmero. En algunos casos se
recomienda la proyección axilar llevando el brazo a una abducción de 90
grados, para visualizar mejor la relación de la cabeza humeral y la glenoides
es muy útil en los casos de luxación posterior de la cabeza humeral.
LESIONES ASOCIADAS.
Las lesiones vasculares son muy raras y muy graves cuando comprometen la
circulación de toda la extremidad.
Las fracturas abiertas del húmero proximal son muy poco frecuentes y la
mayoría son producto de heridas por arma de fuego, donde predomina la
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conminución en el foco de fractura y con frecuencia se pueden presentar
lesiones neurológicas y/o vasculares.
TRATAMIENTO
Figura 6-a. El método de las amarras de alambre de Hawkins es una alternativa que ha sido
muy utilizada para las fracturas de cuello quirúrgico de 2-4 partes
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húmero proximal donde está indicada la fijación con clavos intramedulares
bloqueados. En la figura # 6-b ilustramos un caso de una fractura del cuello
quirúrgico estabilizada con un clavo intramedular bloqueado.
Figura # 6-b. Fractura cuello quirúrgico del húmero estabilizada con clavo intramedular
bloqueado.
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Figura # 7. Fractura húmero proximal reducida y fijada con una placa bloqueada proximal.
Figura # 8. Diagrama que ilustra la posición de la prótesis y la colocación de las suturas para
reposicionar las dos tuberosidades.
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La hemiartroplastia está indicada en pacientes médicamente estables, con un
desplazamiento en varo mayor de 20°, donde la reducción abierta anatómica
de la fractura no es posible, en pacientes con moderada o severa
osteoporosis y con edad mayor a los 55 años. Adicionalmente en luxo-
fracturas de tres o cuatro fragmentos, mal unión de la fractura, no unión u
osteonecrosis secundaria a la fractura u osteosíntesis son indicaciones para
la colocación de una prótesis.
COMPLICACIONES.
Las complicaciones más frecuentes de las fracturas del húmero proximal son:
BIBLIOGRAFIA.
1) Cadet ER, Ahmad CS. Hemiarthroplasty for Three and Four part Proximal
Humerus Fractures. Journal American Academy Orthopaedic Surgeons.
2012. 20: 17-27.
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3) Hettrich CM, Boraiah S, Dyke JP. Quantitative assesment of the vascularity
of the proximal part of the humerus. Journal Bone Joint Surgery. 2010. 92A:
943-948.
4) Solberg BD. Moon CN, Franco DP, Paiment GD. Surgical Treatment of
three and four-part proximal humeral fractures. Journal Bone Joint Surgery.
2009. 91A: 1689-1697.
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FRACTURAS DIAFISIS HUMERAL.
Dr. Alfredo Martínez R.
INTRODUCCION.
EPIDEMIOLOGIA.
CLINICA
CLASIFICACION.
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Figura # 1. Radiografía que ilustra fractura diáfisis humeral desplazada.
Fracturas tipo A:
Tipo A1: fractura en espiral.
Tipo A2: fractura oblicua, con angulación mayor de 30°.
Tipo A3: fractura transversa, con angulación hasta los 30°.
Fracturas tipo B:
Tipo B1: fractura en espiral con un tercer fragmento.
Tipo B2: fractura oblicua con un tercer fragmento.
Tipo B3: fractura con dos fragmentos adicionales.
Fracturas tipo C.
Tipo C1: fractura espiral conminuta.
Tipo C2: fractura segmentaría.
Tipo C3: fractura segmentaría y conminuta.
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región proximal, media o distal. En la figura # 2 detallamos el esquema de
esta clasificación.
DIAGNÓSTICO
LESIONES ASOCIADAS
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1) Lesión Vascular. La literatura reporta una incidencia del 2% de
lesiones de la arteria braquial. Se presenta tanto en fracturas cerradas como
abiertas y sobretodo en fracturas por arma de fuego. Cuando clínicamente
se sospecha, por disminución o ausencia del pulso distal, disminución del
llenado capilar, debe establecerse la prioridad realizando una arteriografía, o
una angiografía con escanografía (TAC) para confirmar el diagnostico y
determinar la localización de la lesión. La reparación arterial debe realizarse
en las primeras seis horas del evento traumático el procedimiento y debe
acompañarse de fijación estable interna o externa de la fractura y
fasciotomía.
TRATAMIENTO.
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inmovilización con yeso braquio-antebraquial colgante. Después de dos
semanas cuando ha disminuido el edema, el dolor está controlado y la
radiografía de control ilustra una fractura en buena posición, se coloca un
yeso corto de Sarmiento, o un aparato ortopédico de polipropileno en el
brazo hasta la consolidación de la fractura, en un tiempo aproximado de doce
semanas. Los resultados publicados con esta técnica son muy buenos,
incluso fracturas abiertas por arma de fuego se pueden manejar con este tipo
de tratamiento con éxito. El tratamiento cerrado puede dejar como secuelas
deformidades en rotación lateral o angulares, que hasta los 20° son muy bien
toleradas por los pacientes y no comprometen la función de la extremidad.
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técnica probada y familiar a los ortopedistas. Las desventajas son la
disección muchas veces amplia, pérdida de sangre, dificultad en fracturas
muy conminutas, posibilidad de refracturas y desanclaje del material de
osteosíntesis por fijación inestable. En la figura # 3 ilustramos una fractura
abierta e inestable del húmero estabilizada con una placa.
Los problemas del hombro: dolor, rigidez y lesiones del manguito rotador son
las razones que comprometen la recomendación de fijar las fracturas del
húmero con clavos bloqueados, deben tratarse de prevenir estas
complicaciones con una inserción adecuada del clavo e iniciar la
rehabilitación precozmente.
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extremo proximal del húmero y 16 cm ± 0.4 cm del extremo más distal del
húmero. La parálisis del nervio radial se describe hasta en 18% de los casos
con recuperación espontanea del 90% a los cuatro meses. Actualmente en
fracturas cerradas tratadas ortopédicamente no se recomienda explorar el
nervio radial. En fracturas cerradas o abiertas donde se realiza una reducción
abierta con fijación interna, se debe explorar el nervio radial, establecer su
tipo de lesión y realizar una transferencia tendinosa del pronador redondo al
extensor radial del carpo para lograr la extensión de la muñeca.
COMPLICACIONES
Mal unión: Las fracturas diafisarias del húmero toleran deformidad en varo y
deformidades en rotación lateral o externa hasta 20° sin comprometer la
función y fuerza de la extremidad, por está lejos de las articulaciones.
Rigidez. Se puede presentar tanto en el hombro como en el codo. La falta de
una terapia física precoz y adecuada es la causa ms frecuente. En pacientes
que se le ha realizado una fijación de su fractura con un clavo intramedular es
más frecuente los problemas del hombro y debe asegurarse que el implante
no quede largo para interferir con la movilidad del hombro.
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Fijación Inestable: Es la causa más frecuente de la no unión, debe
detectarse tempranamente, y exige tratamiento quirúrgico con cambio de la
osteosíntesis del clavo o la placa. Siempre debe contemplarse la posibilidad
de colocar injertos óseos.
BIBLIOGRAFIA.
3) Dabezies EJ, Banta CJ 2nd, Murphy CP, d’Ambrosia RD. Plate fixation of
the humeral shaft for acute fractures, with and without radial nerve injuries. J
Orthop Trauma. 1992. 6(1):10-3.
10) Sarmiento A, Kinman PB, Galvin EG, Schmitt RH, Phillips JG. Functional
bracing of fractures of the shaft of the humerus. J. Bone Joint Surg. Am. 1977.
59(5):596- 601.
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11) Sarmiento A, Zagorski JB, Zych GA, Latta LL, Capps CA. Functional
bracing for the treatment of fractures of the humeral diaphysis. J Bone Joint
Surg Am. 2000. 82(4):478-486.
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