Está en la página 1de 58

1

Johnny Knox


Reavivar

2
Nota a los lectores

Nuestras traducciones están hechas para quienes


disfrutan del placer de la lectura. Adoramos muchos
autores pero lamentablemente no podemos acceder a
ellos porque no son traducidos en nuestro idioma.
No pretendemos ser o sustituir el original, ni
desvalorizar el trabajo de los autores, ni el de ninguna
editorial. Apreciamos la creatividad y el tiempo que
les llevó desarrollar una historia para fascinarnos y
por eso queremos que más personas las conozcan y
disfruten de ellas.
Ningún colaborador del foro recibe una retribución
por este libro más que un Gracias y se prohíbe a
todos los miembros el uso de este con fines
lucrativos.
Queremos seguir comprando libros en papel porque
nada reemplaza el olor, la textura y la emoción de
abrir un libro nuevo así que encomiamos a todos a
seguir comprando a esos autores que tanto amamos.
¡A disfrutar de la lectura!

¡No compartas este material en redes sociales!
No modifiques el formato ni el título en español.
Por favor, respeta nuestro trabajo y cuídanos así
podremos hacerte llegar muchos más.

3
No escribo sobre chicos malos que persiguen
a chicas.

Escribo sobre hombres que reclaman a sus


mujeres.

4
Sinopsis
Malditos lumbersexuales.

Una barba, algunos tatuajes y un corte de pelo inconformista no te


hacen hombre.

Un hombre se forma al hacerse cargo de tu propio destino, dándole


el dedo medio a todo lo que retiene al resto de la población masculina.

Después de pasar años en el bosque, he memorizado el boscaje,


hasta el último detalle. Hice de este lugar mi hogar, y nunca me iré.

Solo necesito a Rosie aquí conmigo. Y esta noche no dejaré que


nada se interponga en el camino de hacer eso una realidad.

5
Capítulo Uno
North
Solo en la ducha, sólo hay una cosa en mi mente.

Rosie McClaire.

Acaricio mi polla, cierro los ojos mientras el agua corre en


riachuelos sobre mi pecho sólido, que está cubierto de tatuajes. Recuerdo
a Rosie, la imagino de rodillas, chupándomela ahora mismo. Sus
profundos ojos marrones me miran mientras su boca está llena de mi
polla rígida.

Bombeo mi mano más rápido, los veinticinco centímetros de tronco


macizo preparándose para una liberación masiva.

Mierda, desearía que Rosie y yo nos hubiéramos convertido en algo


en ese entonces, que las cosas hubieran terminado de forma diferente.

Que tuviera a la chica. La única chica que siempre quise.

En cambio, fui leal a mi padre... por un error. Me fui de la ciudad


con él cuando tuvo que huir de la gente a la que debía dinero.

Nos fuimos en medio de la noche, a mitad de mi último año; terminé


en la Alaska rural.

Y ahora todo a lo que puedo aferrarme es a los recuerdos borrosos


de Rosie. Pero son preciosos, carajo. Recuerdo su risa sincera, la forma
en que su piel era tan suave cuando rozaba la mía.

Muevo mi mano más rápido, pensando en sus alegres tetas


rebotando mientras me lame las pelotas, mientras hace rodar la lengua

6
sobre la punta de mi polla. Todas las cosas sucias que he estado haciendo
con ella durante diez malditos años.

Gimo de placer mientras termino. Mi polla dispara cintas de semen


a través de la ducha.

Dios, ojalá hubiera sido Rosie chupándomela, pero el recuerdo de


ella tendrá que servir.

Aún así, esta noche es la reunión de los diez años.

A la que juré que nunca iría. Yo no hago esas tonterías. Pero


maldición, iré si eso significa ver a Rosie de nuevo.

Porque el recuerdo de la chica que me robó el corazón a la tierna


edad de diecisiete años no es suficiente. Necesito más de ella. Lo necesito
todo. Fue amor a primera vista... y estoy listo para terminar con esto.

Después de años de correr con mi padre, murió en un accidente de


navegación. Reduje mis pérdidas, me mudé al Bosque Nacional Olympic,
a una hora en auto de donde Rosie y yo fuimos a la escuela secundaria y
empecé a construir mi cabaña. Si iba a buscar a Rosie, necesitaba un
hogar, una carrera, algo que ofrecer a la mujer que quería como mi
esposa.

Después de terminar mi cabaña, empecé mi negocio de carpintería


personalizada. Ahora hago muebles para clientes privados. Finalmente,
diez años después de dejar la ciudad, soy lo suficientemente respetable
como para ir tras la mujer que se lo merece todo.

Sólo le pido a Dios que me recuerde... me quiera... porque diablos,


la necesito.

Y lucharé contra cualquiera para tener una oportunidad con ella.

7
Al salir de la ducha, me pongo jeans de mezclilla oscuros, me
abrocho una camisa de franela sobre el pecho, me paso las manos por el
pelo mojado y luego salgo a la calle.

Charlie, mi labrador chocolate, y mi mejor amigo, se niega a


levantarse del porche, está desganado, y trato de convencerlo con algo de
comida, pero él no toma nada de eso. Frunzo el ceño ante su
comportamiento inusual, creo que debería llamar al veterinario.

Estoy fuera con una taza de café tostado oscuro en la mano. El aire
del bosque es fresco y limpio. Puro. No contaminado. El lugar más
sagrado de la tierra.

Un hombre de verdad conoce el bosque como la palma de su mano,


y estar aquí afuera, amando esta tierra, es más que una imagen.

Que se jodan esos lumbersexuales1.

Una barba, unos tatuajes y un corte de pelo moderno no te hacen


un hombre de verdad.

Un hombre de verdad se hace cargo de su propio destino, dando el


proverbial dedo medio a todas las restricciones que retienen al resto de
la población masculina.

Después de pasar años en el bosque, lo he memorizado, cada


maldito detalle del lugar en el que vivo. He echado mis raíces aquí, no es
que me haya costado mucho. Hice de este lugar mi hogar, y nunca me
iré.

1
Lumbersexual es una nueva tendencia de moda en la sociedad, consiste básicamente en la modificación
de la apariencia masculina para que se vea atractiva de una manera muy peculiar. Los hombres que se
consideran Lumbersexuales se caracterizan por tener una gran barba poblada, ropa rustica y un poco
descuidada, camisa a cuadros y botas de excursión o de cuero, similar a la vestimenta que usan los leñadores
típicos en los estados unidos. No es un término perteneciente a la RAE, pero etimológicamente se puede
determinar que proviene del inglés —Lumber— que significa madera, los leñadores cortan madera, por lo
general en zonas boscosas.

8
Sólo necesito a Rosie aquí conmigo. Y esta noche... no dejaré que
nada se interponga en mi manera de hacer eso realidad.

9
Capítulo Dos
Rosie
Honestamente, no creo que este día pueda ser más desagradable
de lo que es actualmente.

Me gustaría abofetear a mi mejor amiga Katie por convencerme de


que era una buena idea. Volver a casa para una reunión de diez años de
la escuela secundaria es una mala idea. No es que ninguno tenga nuestra
mierda acomodada.

Quiero decir, en realidad no. Claro que hay muchos compañeros


de clase con anillos en los dedos, bultos de bebé extendidos en sus
vientres y fotos de boda haciendo saltar sus cuentas de Instagram.

Pero eso no hace que alguien se acomode. Honestamente, solo hace


que alguien quede atrapado.

No es que esté juzgando... Bueno, estoy juzgando totalmente.


Porque mirando alrededor de la casa de la madre de Katie, donde estamos
bebiendo, como hicimos todos los viernes por la noche en la escuela
secundaria, tengo escenas retrospectivas de ir a la escuela con estas
personas.

Fiestas donde los deportistas como Chad, el prometido de Katie,


aparecían con unas cuantas cajas de Bud Light y se suponía que las
chicas estaban entretenidas mientras los chicos jugaban al beer pong
toda la noche.

Y para ser honesta, eso es exactamente lo que está sucediendo en


este momento. Excepto que ni siquiera está oscuro. Son las dos de la

10
tarde de un sábado, y aquí estamos, antes de la reunión, recordando los
“buenos viejos tiempos”.

—Rosie, tenemos que hablar —dice Katie, mi amiga más antigua


de la escuela secundaria, y me da una copa de Franzia.

Miro el vino barato y escondo mi ceño. No soy una experta de alto


nivel, quiero decir. Me gusta vino barato como a todos los demás. ¿Pero
Franzia de una caja? ¿No estamos un poco viejos para atacar el escondite
de vino en caja de su madre?

—Rosie —dice Katie más chillona—. Ni siquiera me estás prestando


atención. Te preguntaba si crees que los colores de mi boda son una
buena idea. Estaba pensando en crema. ¿Un blanco cremoso y
melocotón? —Su voz tiene un tono tan alto como esta conversación que
realmente no importa.

¿A quién le importan los colores de la boda? Lo que está bien,


entiendo que mi actitud podría parecer un poco hastiada... pero la verdad
es que lo estoy.

Ligeramente.

Vengo a una reunión con poco para mostrar de mi vida. Estoy en


un trabajo temporal, con una habitación alquilada, todavía ansiando a
un chico al que nunca besé.

Por lo que sé, North ya está casado y tiene una docena de hijos.

Probablemente estoy loca... pero aún así, después de todo este


tiempo, a cada hombre que conozco, lo comparo con él. Su tierna mirada,
sus palabras conmovedoras, siempre poético y nunca grosero.
Intercambiamos un puñado de conversaciones en los meses que nos

11
conocimos... pero las he estado llevando conmigo como un talismán por
lo que puede ser un verdadero amor.

Si un hombre me invita a salir pero no está a la altura del


barómetro que he creado en mi mente... entonces no acepto su oferta.

Y sí, eso significa que soy una virgen de veintiocho años,


enamorada de un hombre que nunca fue mío.

Mirar alrededor de esta sala de estar, me recuerda que estoy en


una rutina. Una de la que no sé cómo salir. Desearía poder pasar de la
idea de North y de mí... pero creo que a menos que alguien tenga
información concreta sobre lo que le sucedió después de que se fue a la
mitad de nuestro último año de secundaria, estaré ansiosa por él por el
resto de mi vida.

Tal vez sea tonta, pero no creo que el amor a primera vista sea solo
para los cuentos de hadas. Es lo que teníamos hace tantos años.

Así que acepté venir a esta ridícula reunión con una sola esperanza
en mente: que North aparecería milagrosamente.

—¿Estas escuchando? Fuiste mi mejor amiga durante años.


Deberías preocuparte.

Le sonrío mientras tomo el camino correcto.

—Creo que el color crema suena impresionante.

—Bien. Yo también. —Katie sonríe, y luego como si me castigara


por no preocuparme más por su boda, ella va por el tiro mortal de la
solterona.

—Entonces, Rosie, ¿estás viendo a alguien? —pregunta Katie


lentamente, con la mano en mi brazo, y es como si esas palabras

12
mágicamente convocaran a una multitud de nuestras antiguas
compañeras.

Tienen que ser ocho, aferrándose a lo que Katie va a decir a


continuación.

Tomo un largo sorbo de mi Franzia tratando de averiguar cómo


jugar con el hecho de que no hay ningún hombre en mi vida.

—No. Ahora no. El trabajo me mantiene bastante ocupada.

—Bueno —dice Michelle, la ex presidenta de la clase—. Conocí a


Max en tietheknot.com2 y fue la mejor decisión de mi maldita vida. —Ella
agita su dedo incrustado de diamantes hacia nosotras. Como si no
hubiéramos recibido el memorándum de sus cuatro mil publicaciones de
Facebook que hizo sobre su inminente boda.

Juro que todos se van a casar el año que viene. Ya obtuve más
tarjetas de citas que las que mi refrigerador puede manejar. De lo que
puedo manejar.

Si alguna vez me caso, nunca lo haría de esta manera. Quiero que


me levanten y me lleven al otro lado del umbral y empezar mi vida sin
tener que preocuparme por los servicios de catering o los DJ’s; nada de
eso me importa.

En mi núcleo, solo quiero que un hombre, bueno, un hombre en


particular, prometa amarme y respetarme por el resto de nuestras vidas.

—¿Has intentado online? —pregunta Katie—. Dijiste que ibas a


hacerlo, como hace un año.

2
El nombre de la pagina figurativamente quiere decir: dar el sí, casarse, amarrarse, etc.

13
—Sí, comencé a hacer un perfil una vez, pero no creo que sea para
mí.

—Nada es para ti —gime ella—. Rosie, solo queremos verte feliz.


Dinos. ¿Quién es el último tipo por el que has estado completamente
loca?

Sólo hay una persona que me ha tenido completamente loca. Una


persona, que probablemente ni siquiera sepa que existo. Entonces, por
supuesto, no me toma mucho tiempo pensar en ese tipo. El hombre.
Porque incluso en ese entonces, North no era un chico.

North siempre fue un hombre, con una mochila y un cuaderno con


elástico. Tomaba café negro de un termo en el comedor y leía guías de
caza y pesca en la biblioteca.

Vino a nuestra escuela por un año y luego desapareció. Nadie supo


de él nunca más. Un día él estaba sentado dos filas delante de mí en
geometría y al día siguiente, se había ido.

Lo admito, fui a su casillero esperando que él pudiera regresar


mágicamente. Incluso fui a la oficina y pregunté si había algún número
de teléfono listado para él. El que me dieron, fue desconectado. North se
había ido.

Pero nunca lo he sacado de mi mente.

—Oh, Dios mío —dice Katie—. Todavía estás totalmente


obsesionada con él, ¿verdad?

Cometí el error de admitir mi enamoramiento/encaprichamiento


por North con Katie cuando éramos estudiantes de primer año en el
Washington College.

14
Bebíamos demasiado y no teníamos a dónde ir, así que le conté la
triste verdad. No podía verme con nadie excepto con North. Un hombre
que ni siquiera es real. El es una fantasía. Nada más. Porque la verdad
es que ni siquiera sé si existe realmente.

—¿Obsesionada con quién? —pregunta Michelle—. Dinos, somos


mujeres viejas y casadas o casi casadas. Necesitamos algunos chismes
jugosos.

Frunzo el ceño pensando que estas mujeres están tan llenas de


mierda. Tienen veintiocho años, no son viejas doncellas, y ciertamente no
tienen la edad suficiente para quejarse de la vida matrimonial.

—Ella está enamorada de North, ¿lo recuerdas de la preparatoria?


—pregunta Katie—. Ohh, tal vez esté en la reunión esta noche. ¿No sería
eso tan romántico? Diez años más tarde, ambos aparecen, caminan hacia
la pista de baile, él la envuelve con sus brazos y la besa. —Ella comienza
a reírse.

—Sí, así es exactamente como siempre me he imaginado nuestro


primer beso —le digo a ella inexpresiva.

A pesar de que he tenido esta fantasía exacta al imaginar la forma


perfecta para que esta noche se haga realidad.

Katie se ríe de nuevo, empujándome juguetonamente.

—¿Alguien ha sabido de él desde que dejó nuestra escuela?

Michelle sonríe, su ceja levantada.

—Chica, me vas a amar para siempre. Me convertirás en tu futura


dama de honor.

15
—No tengo idea de lo que estás hablando. —Le sonrío fuertemente
a Michelle. Si alguna vez me caso, no hay forma en el infierno de que una
mujer como Michelle esté en mi fiesta de bodas. Es ruidosa, testaruda y
odiosa.

Aunque siempre he estado con los “chicos guays”, nunca se


sintieron realmente como mi gente. Siempre han sido mis amigos, pero
creo que hay una diferencia.

Los amigos son las personas con las que pasas el rato, pero ¿tu
gente, tu tribu? Esos son los que te tienen en tu centro.

La gente en la fiesta de Katie, no es mi gente.

Y sé que eso me hace salir como una mocosa pretenciosa. Pero es


la verdad. Hay un momento y lugar para los tragos de tequila. Pero, ¿qué
dice que ni siquiera quiera tener unos tragos de tequila con nadie aquí?

—Michelle, suficiente con los juegos. —Katie frunce el ceño


reprendiéndola—. Dinos lo que quieres decir.

—Está bien, pero te lo digo, me vas a amar para siempre. Aquí está
el chisme. Yo fui la que coordinó la reunión, ¿verdad? Pasé un año entero
investigando a todas las personas con las que nos graduamos de la
escuela secundaria.

Juro por Dios que mi corazón comienza a latir con fuerza. ¿Sabe
realmente dónde está el misterioso North en este momento? E incluso si
lo hizo, ¿qué hago con esa información?

Lo resolveré más tarde. En este momento, solo quiero saber lo que


ella sabe.

16
—Sí, North vive a solo una hora de aquí. Está en el Bosque Nacional
Olympic y tiene este negocio de carpintería. Vende muebles a medida.
Cosas preciosas.

Él es carpintero. Puedo ver eso. Siempre tuvo estas manos callosas


y esa mirada melancólica. El trabajo solitario parece que le convendría.
Me pregunto cómo se verá ahora. Si esos fríos y penetrantes ojos azules
son tan claros como lo eran hace diez años. Quiero verlo, que me desnude
con esos ojos, me deshaga por completo.

Oh, Señor. Ya me estoy poniendo caliente y excitada solo por la


idea de ver a ese hombre. Mi coño se aprieta con incomodidad. Juro que
me he corrido cientos de veces durante la última década con la idea de
nosotros juntos.

De hecho, en realidad nunca he tenido contacto con nada ni con


nadie. Como dije, él es el único que quiero.

—¿Está casado? —pregunta Katie.

Está bien, le daré algo de crédito a esa chica. Ella puede ser una
lunática total en la elección de los colores de la boda, pero me cuida.

—¿Y va a venir esta noche?

Michele sonríe.

—Él respondió por correo electrónico. Simplemente no tenía razón


para decírselo a nadie porque era un tipo solitario. No sabía que eran
amigos, Rosie.

No creo que North y yo fuéramos amigos... solo tuvimos esta


creciente energía sexual entre nosotros. Una corriente de calor pulsando
cada vez que estábamos cerca.

17
—¿Pero va a venir? —presiona Katie.

—¡Sí!

En ese momento me olvido de respirar. Sí, he estado imaginando


estar con él durante años... pero esta noche volveré a ver la cara de North.
Esta noche descubriré si todo esto ha estado en mi cabeza... o si somos
algo más.

Algo real.

—Oh, Dios mío. —Los ojos de Katie saltan de su cara—. Saca tu


teléfono —le dice a Michelle—. Y muéstranos su compañía. Queremos
saberlo todo.

Michelle hace lo que le pide, y abre un sitio web de North Star


Carpentry. No hay fotografía con su biografía. Él ha estado viviendo en el
bosque durante los últimos dos años comenzando su negocio de
carpintería. Antes de eso, era un pescador en Alaska, un amante de la
naturaleza al aire libre.

¿Pero está casado? Esa es la verdadera pregunta.

Vuelvo a leer la breve biografía. North vive en el bosque con su


perro, y por ahora, eso es suficiente.

—Está bien, eso significa que él es soltero. ¿Cierto? —pregunta


Katie.

—Creo que sí, él no reservó para dos —dice Michelle, mirando


alrededor del círculo como para preguntar a todos los demás. Hay
muchos asintiendo. Un sí unánime, North es definitivamente soltero.

—¡Oh Dios mío, esto es lo mejor que he visto! Chicas, preparemos


a Rosie para el hombre que estaba esperando —dirige Katie.

18
Sonrío, poniendo los ojos en blanco, pero no de manera molesta.
Pongo los ojos en blanco como diciendo: seriamente esta es mi vida en
este momento.

Estoy lista para encontrar a mi montañés.

19
Capítulo Tres
North
En el momento en que recibí el correo electrónico de la chica
Michelle, supe que tenía que ir a la reunión.

Pero maldición, viendo a Charlie, sufriendo como el demonio,


sacudo la cabeza odiando la realidad.

—Es malo. —El veterinario de Charlie, Tim, está aquí en la casa,


sacudiendo la cabeza después de examinar al viejo—. Una infección como
esta va a empeorar antes de que mejore. Estos antibióticos ayudarán,
pero también le dejaré medicamentos para el dolor, que deberás
administrarle cada seis horas. Está realmente molesto.

Aprieto la mandíbula, sé que no puedo dejar a Charlie esta noche.


¿Qué clase de gilipollas haría eso?

—¿Pero él va a salir adelante?

—No hay razón para pensar que no lo hará, pero no aconsejo


dejarlo esta noche.

—Entiendo. Solo quiero que esté bien.

—Sé que lo haces —dice Tim, palmeando la cabeza de Charlie.


Tengo a Charlie en su cama, cerca de la chimenea, y he avivado un fuego
bajo.

—Llámame si necesitas algo, haré algunas otras visitas a domicilio


esta noche, pero creo que estarás bien si los dos se quedan quietos. —

20
Tim sonríe—. No es que alguna vez salgas de esta cabaña, North. No
puedo imaginar que tengas un lugar mejor para estar.

Sonrío con fuerza, no voy a explicarle a este hombre mis planes


originales para la noche. Encontrar a Rosie y tener mi camino con ella.

Tim se va y camino por mi cabaña, sacudiendo la cabeza.


Demonios, quería verla. Y quería que supiera que iba por ella. Preparado
para caminar por la pista de baile y tirar de ella en mis brazos, creyendo
que me quiere tanto como yo a ella.

Recordando que tengo el número de teléfono de Michele, la llamo.


Ella fue la coordinadora de la reunión y quizás tenga el número de Rosie.
Si no, supongo que comenzaré a acosarla en internet. Demonios, incluso
obtendré una de esas cuentas de Facebook si eso significa verla de nuevo.

Ella no responde, pero le dejo un mensaje.

—Soy North. Te llamo para avisarte que mi perro está enfermo y no


estaré allí esta noche, tengo que quedarme en mi cabaña. Pero si Rosie
McClaire está en la reunión, ¿le darás mi número? Dile que solo iba a ir
esta noche a verla.

21
Capítulo Cuatro
Rosie
Solo estoy poniendo los toques finales a mi maquillaje en la vieja
habitación de Katie, preparándome para ir a la reunión, cuando Michelle
entra en la habitación sosteniendo su teléfono.

—Malas noticias —dice ella, frunciendo el ceño.

—¿Qué pasa? —pregunto.

—North me dejó un mensaje de voz para avisarme que no va a


venir. Su perro está enfermo y aparentemente tiene que quedarse en la
cabaña, no puede dejarlo solo. Lo siento mucho, Rosie. Estabas tan
emocionada.

Mi corazón cae y me siento como una tonta. Parpadeo una oleada


de lágrimas, avergonzada de que todas las chicas me estén viendo de esta
manera.

—Oye, cariño —dice Katie—. No llores.

—Ella tiene razón —dice Michelle—. No deberías llorar porque en


el correo de voz, North preguntó por ti. Dijo que solo vendría esta noche
por ti. Específicamente.

—¿Lo juras? —pregunto, la esperanza surcaba a través de mí—.


¿Realmente dijo eso?

—Lo hizo. —Michelle se encoge de hombros—. ¿Quieres llamarlo?


—Ella me alcanza su teléfono.

Sacudo la cabeza

22
—No. Sería incómodo hablar por teléfono después de todo este
tiempo.

—¿Sabes lo que no sería incómodo? —pregunta Katie—. Ir por él.


Deberías subir a su cabaña y presentarte como, Oye bebé, soy yo, Rosie.
—Katie se ríe, pero sé que ella es seria—. No me mires así, Rosie, él te
quiere, obviamente, y tú lo quieres a él. Es tu reunión de diez años. Haz
de esta una reunión que ambos recuerden siempre.

—Estás diciendo que simplemente debo subir a mi Jeep y conducir


hacia un bosque. Aparca frente a su casa y decir qué... ¿Hola?

—Eso es exactamente lo que estoy diciendo.

—¿Y si me dice que soy una persona loca y que necesito volver a
mi auto?

—Dijo que eras la única razón por la que venía esta noche, Rosie
—dice Michelle—. Él quiere esto.

Ir a su cabaña, verlo en un espacio más íntimo podría aumentar


mi coraje. Estar frente a todos nuestros antiguos compañeros de clase
agrega una capa de escrutinio para la que no estoy preparada.

—Está bien. —Asiento, dándome cuenta de que no hay razón en la


Tierra para no hacerlo. Es exactamente lo que quiero—. Lo haré.

—¿Lo harás esta noche? —pregunta Katie, con los ojos muy
abiertos de alegría.

—Katie. —Frunzo el ceño—. He dicho que lo haré, no que lo haga


él.

No es un secreto que nunca he tenido sexo. Pero siempre he estado


esperando el momento perfecto. El tiempo perfecto. La persona perfecta.

23
Y sí, eso puede sonar como un infierno de expectativas para poner
en una noche de pasión, pero cuando digo perfecto, no es como un
cortador de galletas, impecable, no te equivoques, Ken y Barbie,
perfectos.

Quiero decir perfecto como pareja. Me refiero a perfecto para mi


persona. Perfecto como para que valga la pena entregar mi cuerpo. Y
pensando en los otros hombres que asistirán a la reunión de diez años...
no hay un solo hombre que cumpla con los criterios.

Ir a esta reunión solo va a confirmar lo que ya sé. Esto no es donde


pertenezco.

—Envíame un mensaje de texto a la dirección, Michelle. Voy a


encontrar mi verdadero North.

*****

Juro que estoy perdida. Crecí justo al norte de Forks, sí, lo sé,
estamos en el mapa debido a Crepúsculo. Pero no fui a una escuela
secundaria llena de vampiros. Y estoy segura de que no vivo allí ahora.

Por lo que me dice Google Maps, North vive a una hora al norte de
aquí. Lo más al norte posible en el estado de Washington.

Me encanta esta región. Aunque ya no vivo aquí; vivo en Olympia.


En Olympia, alquilo una habitación en una casa llena de otros
veinteañeros. Aunque soy bastante consciente del hecho de que estoy
avanzando poco a poco hacia el rango de los treinta y tantos rápidamente.

Pero no puedo pensar en eso ahora. En este momento estoy


pensando en mantener mis ojos en la carretera y no salirme de este
ridículo plan.

24
Por supuesto, me pregunto qué ha estado haciendo todo este
tiempo. Por qué se fue en primer lugar. Por qué nunca volvió.

Volvió por mí.

Entonces recuerdo que en aquel entonces solo éramos niños. La


mitad del tiempo, la vida nos pasaba, éramos menores, después de todo.
Recuerdo los rumores acerca de que su padre estaba involucrado en
cosas turbias, incluso hubo un artículo sobre el padre de North después
de que se fueron, y al parecer, la policía estaba tratando de encontrarlo.

Tal vez él tiene una novia. Tal vez él tiene un niño. Tal vez él tiene
ambos. Tal vez él tiene una amante. Tal vez ni siquiera le gustan las
mujeres. Tal vez él....

Esta línea de quizás podría durar horas. Bueno, específicamente,


una hora. Porque eso es todo lo que el viaje va a tomar. Y estamos
llegando al final. Y por nosotros, me refiero a Justin Bieber y a mí, porque
eso es lo que esta tocando en mi coche.

Lo sé.

Pero esta es una zona libre de juicio. ¿Correcto?

Siri me dice que gire a la izquierda. Y lo hago.

Luego me dice que conduzca tres kilómetros y gire a la derecha. Y


lo hago.

Entonces ella me dice que la casa estará a la izquierda a cien


metros. Y lo está.

Y ahí es cuando empiezo a entrar en pánico. Desearía haberme


depilado bien el bikini y preguntarme si he envejecido mal.

25
Katie me dijo que mi cabello y maquillaje se veían tan calientes
como la mierda.

—¿Debería eso hacerme sentir mejor o peor? —le pregunté.

—Definitivamente mejor. —Luego movió las cejas y añadió—: Y no


creo que debas ponerte nada debajo de ese abrigo.

Puse mis ojos en blanco, sabiendo que nunca haría algo así.
Sabiendo que desearía poder hacerlo. Porque ayudaría con mi resolución.
Aparecer aquí desnuda haría más difícil volver atrás.

Mis llantas crujen sobre el camino de grava y estoy en el espeso


bosque, un dosel de árboles cubre mi línea de visión y no puedo ver el
cielo. Sólo seguí la ruta que Siri me dijo que tomara hacia el bosque para
ver a alguien que básicamente es un extraño.

North y yo nunca habíamos tenido muchas conversaciones. Pero


siento que hubo momentos en que nuestros ojos se encontraron y
tuvimos una conexión. Sé que teníamos una conexión.

Ni siquiera creo que sea posible tener sentimientos tan fuertes


hacia otra persona y que no sean recíprocos.

Y sí, me doy cuenta de que me estoy preparando para un completo


y absoluto desastre.

Pero.

Creo que el desastre podría valer la pena. Porque esperar diez años
para alguien que nunca fue tuyo es un tiempo realmente muy largo. Y
estoy cansada de ser virgen. Estoy cansada de preguntarme qué pasaría
si. Estoy lista para lanzar la precaución al viento y estoy lista para tomar
el riesgo.

26
Aunque, empaqué condones. Ja.

Hay una camioneta en el camino de entrada y un edificio anexo


muy grande con un letrero en él, leyendo a North Star Carpentry. Más
allá, hay una cabaña modesta con humo saliendo de la chimenea.

Es una tarde de junio, pero el noroeste es conocido por su clima


húmedo y esta noche el aire es pesado y las nubes cubren el cielo. Una
tormenta se avecina.

Aparco mi Jeep y abro la puerta. No hace calor, quizás menos de


quince grados, y me pregunto si estoy usando algo completamente
equivocado. Katie insistió en que me pusiera un sujetador push-up.
Afortunadamente ya estaba usando uno porque no estaba realmente
interesada en prestarme su ropa interior, y estaba agradecida de haber
comprado un par de bragas nuevas para acompañar mi vestido.

Michelle me dijo que fuera liberal con la rasuradora y luego me


pintó las uñas de los pies. Me puse el vestido que había comprado para
la reunión y no pude evitar cuestionar mi compra.

—Está demasiado apretado en el busto —dije.

—Ese es el punto, Rosie. —Luego me dio una palmada en el culo.

Y cuando salgo del Jeep, me doy cuenta de que el vestido corto sin
mangas tiene dos botones en el pecho que están estirados. Es demasiado
tarde para hacer un cambio de vestuario y, por un segundo, desearía
haber seguido el consejo de Katie y no haber usado nada.

El frío de la noche me envuelve y desearía haber empacado el


suéter. Aunque tengo un bolso de mano, porque no soy totalmente
espontánea. Tengo un cepillo de dientes y un cambio de ropa,

27
básicamente, todas las cosas que había empacado cuando salí de
Olympia esta mañana.

Cierro la puerta con cuidado, y coloco mi bolso sobre mi hombro,


poniendo el teléfono en vibración. Y camino hacia la puerta de North.

Trago. Levanta los nudillos y golpéalos contra su puerta. Nerviosa


como el infierno. Ansiosa de que salga. Además, completamente lista para
que esta noche comience.

28
Capítulo Cinco
North
Le doy a Charlie otra ronda de medicamentos para el dolor y ahora
está inconsciente junto a la chimenea. Salto a la ducha por segunda vez
hoy, haciendo que el calor sea lo más alto posible, esperando que el vapor
despeje mi cabeza.

Porque maldición, tenía muchas ganas de ver a Rosie.

Acabo de salir de la ducha, mi cabello mojado, mis pantalones


vaqueros colgados en mis caderas. Ni siquiera me he puesto una camiseta
cuando alguien llama a la puerta.

Al ver mi escopeta colgada en la pared, frunzo el ceño. No recibimos


visitas.

Por supuesto, tengo clientes que vienen de esta manera para


recoger un pedido. Pero mis piezas son muy, muy personalizadas. Solo
hago un pedido cada pocas semanas. Como mucho. Entonces, el hecho
de que alguien esté aquí, a las siete de la tarde de un sábado por la noche,
es completamente inesperado.

Por eso vivo aquí. Por un camino de grava lo suficientemente lejos


de todo lo que no me molesta. Lo suficientemente cerca como para no ser
un completo ermitaño.

Abro la puerta y no bromeo, Rosie McClaire, en persona, está


delante de mí.

29
Parpadeo como un maldito tonto porque he estado soñando con
esto durante diez años. Ver a esta chica de nuevo, a esta mujer, porque
eso es exactamente lo que es. De la cabeza a los pies.

Sus tetas son tan alegres como siempre, como si un hombre nunca
las hubiera tocado. Sus piernas bien formadas debajo de un vestido
ceñido, tirando de sus caderas, tentándome con lo que hay debajo de la
tela. Su cabello es largo y cae sobre sus hombros; en un instante, mis
ojos gravitan hacia los de ella, y mientras el resto de su cuerpo está tan
caliente como el infierno, son sus ojos los que veo. Sus profundos ojos
color chocolate. Ojos que me miran.

—Maldita sea, Rosie McClaire, ha pasado mucho tiempo.

Sus ojos se levantan ligeramente, y sus labios perfectos caen a una


O.

—¿Me recuerdas? —pregunta, pero no es realmente una pregunta.


Es una confirmación. Ella está buscando la seguridad de que no la he
olvidado.

—Oh, te recuerdo, Rosie.

Ella se lame los labios.

—Realmente quería verte esta noche. Y luego, cuando escuché que


no vendrías... pensé... —Ella niega con la cabeza, sus manos agitan el
aire mientras habla—. Lo siento. Esto fue presuntuoso. Tu perro está
enfermo... ¿o quién sabe? Tal vez eso fue una excusa para no ir a la
reunión. Debería irme, ¿no debería? ¿Quieres que me vaya?

—¿Rosie? —La miro fijamente. Ella me devuelve la mirada con una


esperanza tan inocente que me endurece como una roca con solo mirar

30
su dulce y angelical rostro—. No hay razón para que te esfuerces. Llevo
diez años esperándote, cariño.

Mis ojos miran su dedo, y me doy cuenta de que no hay un solo


anillo adornando sus dedos delgados. Dejo escapar un silbido.

Confunde mi ruido con algo que seguro que no lo es.

—Puedo irme si...

La corté de nuevo.

—Rosie, no irás a ningún lado sino al interior. —Abro la puerta y


ella me ofrece una leve sonrisa antes de bajar la cabeza, metiendo un
mechón de cabello suelto detrás de la oreja.

Ella se mete dentro como si los techos fueran bajos y esto una
cueva. Pero mi cabaña no es una morada oscura; es un santuario. Dios
sabe que lo necesito después de toda una vida de correr con mi papá.

Las maderas blandas que recubren la pared muestran las tablas


bien afiladas. El gabinete es un trabajo a medida y la iluminación
empotrada resalta la carpintería.

—Wow —ella respira—. Es muy acogedor aquí.

—¿Acogedor? —Sonrío, nunca había entrado una mujer en este


lugar. Sinceramente, no sabía lo que diría una si entrara aquí. Si era
demasiado rústico, demasiado básico. Demasiado rural.

Pero los ojos brillantes de Rosie viajan hacia arriba y abajo de las
paredes mirando el tragaluz como si estuvieran contemplando los
detalles del lugar que construí desde cero.

31
—Gracias por dejarme entrar. Fue un viaje largo... y espontáneo.
Esperaba no ser presuntuosa. Bueno, sé que esto es presuntuoso. Quiero
decir, todo esto es totalmente descabellado. No te he visto en diez años y
ni siquiera sabía que ibas a dejar la escuela. Y ni siquiera sé si me quieres
aquí. Es sólo que Michelle dijo que preguntaste por mí y... esperaba... —
Se muerde el labio como si estuviera nerviosa con su efusión.

No me importa. He esperado mucho tiempo para escuchar su voz.

—No dejes de hablar, podemos hablar todo lo que quieras, soy un


buen oyente.

Ella se ríe nerviosamente, y cuando lo hace, es como si su energía


nerviosa se disipara.

—¿Qué más se te da bien en North? —pregunta y veo la más


pequeña sonrisa en la comisura de su boca. Me pregunto si sabe lo dura
que esta mi polla en este momento. Lo duro que estoy por ella.

—Mirando a tu alrededor, parece que eres bastante bueno con tus


manos —dice ella, mirándome con una sonrisa. Ella definitivamente se
está divirtiendo con sus palabras.

—¿Te metiste en muchos problemas en la escuela secundaria? —


pregunto mientras me acerco a ella sabiendo que oportunidades como
esta son una vez en la vida. No voy a dejar espacio entre mí y lo que
quiero.

—Honestamente, no sabía si me recordarías... pero North, te


recuerdo.

—¿Ah, sí? —Mis ojos se enfocan en ella, pero gravitan hacia sus
tetas perfectas. Su pecho se mueve hacia arriba y hacia abajo y respira
pesadamente.

32
—Sí, me acuerdo de ti. En la escuela, era demasiado tímida para
decir nada y siempre parecía que tu mente estaba en otra parte. Como
que la escuela secundaria era en realidad la cosa menos importante del
mundo. Me gustaba eso de ti. En realidad, me gustaron muchas cosas
sobre ti. —Ella sacude su cabeza, sus ojos parpadean rápidamente como
si estuviera avergonzada—. No puedo creer que te haya dicho eso —dice—
. Juro que he estado conduciendo durante una hora pensando en todas
las cosas que no hice en ese entonces. Todas las cosas que quiero hacer
ahora mismo. —Ella se muerde el labio, y el maldito pedazo de carne
inflamada me excita.

—Había muchas cosas que también quería hacer —le digo—.


Tienes que entender, en ese entonces mi padre era todo lo que tenía, a
dónde iba, yo también. Por eso me fui; estaba en problemas y necesitaba
mi ayuda. Lo que más lamento es que me fui antes de que tuviera la
oportunidad de despedirme.

—¿Y qué hubieras dicho, North, si hubieras tenido la oportunidad


de decir adiós? —Ella pregunta, lamiendo sus labios nuevamente, y sé
que está goteando con el mismo deseo que tengo por ella.

Solo hay una razón por la que una mujer aparece en un lugar con
un vestido pequeño y un sujetador push-up. Viene a follar. Sus ojos
dicen: tómame ahora y eso es exactamente lo que planeo hacer.

—Te habría dicho que te desnudaras para poder memorizar tu piel.


—Me acerco a ella y envuelvo mis brazos alrededor de su cintura, ella
toma una profunda bocanada de aire y mientras lo hace juro que la
temperatura sube quince grados en el momento en que mis manos están
sobre ella—. Habría subido y bajado mis manos por tu cuerpo desnudo,
Rosie, y luego habría subido y bajado mi lengua por tu piel desnuda.
Porque memorizar tu piel no sería suficiente, necesitaría probarte a ti
también.

33
—Esa es una gran despedida —dice tímidamente envolviéndome
con los brazos alrededor del cuello.

—Está bien, cariño —digo—. No te morderé. Puedes tocarme todo


lo que quieras. He estado soñando con tu toque durante diez años.

—Oh —ella chilla—. Nunca he hecho esto antes y estoy un poco...


nerviosa.

—¿Nerviosa de qué exactamente? Nerviosa por seducir a un


hombre en el bosque, porque cariño, pareces muy valiente.

Una sonrisa se extiende a través de sus labios y eso la hace reír.

—Supongo que es algo cierto. Honestamente, North, creo que venir


aquí esta noche es el destino. Sé que suena muy raro y probablemente
loco. Pero, también he estado pensando en este momento durante diez
años. He estado esperando este momento. Así que cuando escuché tu
nombre esta noche, supe que tenía que intentarlo.

Mi frente descansa contra la de ella y ambos respiramos en el


momento.

—¿No estás enfadado, entonces? —pregunta ella—. ¿Qué


básicamente te aceché y te seduje?

—Oh cariño, no has seducido nada todavía. Hasta ahora, los dos
estamos completamente vestidos. —Tomo su cara con mi mano y ladeo
su barbilla contra la mía.

—Entonces supongo que tenemos que remediar la situación, ¿no


es así?

34
—No hay tiempo como el presente. —Y luego la beso. Mi boca
presiona contra sus cálidos labios, sus labios separados, mi lengua
deslizándose contra la de ella.

La luz cálida nos rodea mientras nuestra boca choca. La beso


profundamente y siento que su cuerpo se hunde contra el mío. ¿De
verdad ella dijo que llevaba diez años esperándome? ¿Realmente se
reservó como yo me reservé para ella?

Porque si es así, ella tiene razón. Esto es el destino.

La beso de nuevo; la beso con fuerza.

La beso como si quisiera besarla desde siempre. Ella gime debajo


de mí, y maldición, eso me excita, eso hace que mi polla se me ponga
dura. Y todo lo que quiero hacer es ver su piel. Todo lo que necesito es
besarla hasta que no podamos respirar, besarla hasta que veamos las
estrellas.

Mis manos están en su culo, apretando esas mejillas redondas


mientras presiona su cuerpo contra el mío.

Me alejo de nuestro beso por una razón y una sola razón. Para
sacarla de esa ropa.

—Levanta los brazos —le digo.

Ella hace lo que le digo. Se baja de los tacones, levanta los brazos
hacia el techo. Tomo el dobladillo de su vestido, lo deslizo sobre sus
caderas, sobre sus hombros, y luego lo dejo caer al suelo.

De pie ante mí hay una maldita pieza de trabajo. Rosie es


curvilínea, su piel es tan cremosa y suave. Sus tetas más grandes de lo
que recordaba, y su pequeño coño cubierto con un par de bragas que ya
estoy deseando que estén fuera.

35
—Cariño, eres el cielo.

Ella sacude la cabeza, sus ojos se ponen en blanco


automáticamente.

—¿Cómo estás soltera? —pregunto—.¿Cómo es que no has estado


casada y embarazada una docena de veces? ¿Cómo es que estás aquí?

—North —dice estirándose para quitarse el sujetador—. Estoy


soltera porque te he estado esperando.

Se quita el sostén y lo deja caer al suelo. Y dos globos redondos


caen de las copas. Sus pezones duros y necesitados. No puedo resistirme
más. No quiero y no necesito hacerlo. La tomo en mis brazos y la beso.

36
Capítulo Seis
Rosie
El beso es como la música, y sé que suena cursi, pero es cierto.
Hay tantas notas de deseo haciendo eco en la habitación mientras North
juega con mi boca. Trabaja mi boca como si yo fuera un piano, lenguas
danzando, mientras nuestros cuerpos se aprietan uno contra otro.

Su pecho está desnudo y algo profundo dentro de mí anhela ver lo


que está debajo de la cintura de sus jeans. Está cincelado; mis manos
pasan sobre su pecho desnudo, contando los niveles, hay más de ocho.

Nos separamos, pero es solo porque su dura polla está presionando


contra mí, contra mi vientre, despertando mi núcleo a un lugar en el que
nunca había estado.

—Tengo que verte —le digo—. Todo.

Él gruñe, alejándose de mí. Pero desabotona voluntariamente sus


jeans con hábiles dedos, como si le estuviera pidiendo lo más fácil del
mundo. Y ahora mismo, supongo que lo hago. Estoy pidiendo lo que
ambos obviamente queremos. Lo que ambos hemos querido durante
mucho tiempo.

—Voy a decirte algo —dice, con los dedos bajando lentamente por
sus pantalones vaqueros. Hasta que paran—. Voy a decirte algo, y va a
cambiar la forma en que me ves.

Aguanto la respiración, de repente tengo miedo de lo que pueda


decir a continuación. La verdad es que no conozco a North. Como, en lo
absoluto. Podría ser un asesino o un lunático, un pecador o un santo.

37
Él podría ser tantas cosas y la verdad de eso hace que me olvide de
respirar. Otra vez.

Pero no es lo que podría ser, lo que me hace recuperar el aliento...


es el darme cuenta de que realmente no creo que nada de lo que él me
dijera importara.

En este momento, ¿qué podría decirme que me haría retroceder,


que me alejara? Porque ahora mismo mi cuerpo está en llamas. Ardiendo
por él. Y no puedo imaginar un solo escenario que detenga lo que está
pulsando entre nosotros.

Sé cuánto tiempo he estado imaginando estar con él. Y por lo que


me dijo, creo que también ha estado pensando en mí todo este tiempo.
Eso significa, que este momento está escrito en las estrellas. Incluso si
no hay una sola estrella en el cielo esta noche. Porque en este momento,
se supone que esto suceda. Tiene que pasar.

—¿Qué? —pregunto—. Sólo dime. Porque, sinceramente, North, no


puedo imaginar nada de lo que puedas decir que me haría salir por esa
puerta.

North baja sus ojos, hace una pausa, y cuando los levanta, veo la
vulnerabilidad que está tratando de suprimir.

—No te contengas ahora —le digo—. ¿De qué se trata? —Cuando


no responde de inmediato, siento que tengo que seguir hablando—. ¿Es
realmente malo?

Espero como el infierno no lo sea.

—Oh, cariño, no quise asustarte —me dice, tirando de mi cuerpo


casi desnudo contra su pecho—. Estoy un poco avergonzado porque
tengo veintiocho años. Y la verdad es que soy virgen.

38
Mis ojos se abren de par en par, una sonrisa se extiende en mi cara.
El alivio me invade y no tiene idea de hasta qué punto.

—De verdad, ¿eres realmente virgen?

—¿Eso me debilita ante tus ojos, me hace menos que un hombre?


—Me mira directamente una vez más, ve tan profundo dentro de mí que
siento que algo se enciende—. Porque la verdad es que, Rosie, nunca
conocí a nadie que quisiera después de conocerte. Me hice la promesa de
que perder el tiempo con alguien más era un error tonto. Uno que no
estaba dispuesto a cometer. Me arruinaste para las chicas. Me hiciste
querer solo una mujer.

—¿Cualquier mujer?

—No, Rosie. No cualquier mujer. Tú. Llevo diez años soñando con
follarte. He estado soñando con abrir tus piernas, lamerte el coño,
bombear mi polla en tu coño empapado. Por diez años. ¿Puedes manejar
esa cantidad de devoción a la idea de una chica que nunca tuve
realmente? Porque todo lo que conocía eran tus ojos marrones, tu culo
curvilíneo, tus tetas perfectas. Todo lo que conocía era tu mirada
conmovedora, tu actitud tímida y tu capacidad para verme. Todo lo que
conocía era suficiente.

—Pero ahora, ya no es suficiente, ¿verdad?

Sé que mis palabras son una provocación. Sé que mis palabras


giran en torno a lo que está diciendo. Sé que mis palabras no son
suficientes para ninguno de los dos.

—No es suficiente. Ahora quiero conocer más. Quiero saber todo.


Te dije que si hubiera tenido la oportunidad de despedirme, habría
memorizado tu cuerpo, pero esta vez no te voy a dejar ir. Esta vez, tu
cuerpo es mío.

39
—Muéstrame —le digo—. Muéstrame lo que eso significa. Porque
North, nunca he estado con nadie tampoco. Me he estado reservando
para ti, sin saber si alguna vez tendría la oportunidad de estar contigo.
Pero la idea de estar contigo... ha sido suficiente. Todas esas noches sola
en mi propia cama, soñé contigo dentro de mí, y eso me ha ayudado. Eso
me ha hecho llegar.

Mis palabras desatan una oleada de deseo dentro de North porque


él deja caer sus pantalones y su furiosa polla está delante de mí. Es largo,
grueso y demasiado grande para mi coño.

Pero lo intentaré. Intentaré tomarlo. Intentaré tomarlo en mi


vagina. Intentaré ser su pequeño juguete, dejar que use mi cuerpo como
le plazca. Le daré todo lo que quiera. Porque una mirada a su polla y mis
bragas están empapadas.

—Traté de imaginar cómo te verías... pero North, Dios mío.

—No juegues conmigo, mujer, has visto mi polla y es mejor que


estés lista para mostrarme tu coño.

—Te mostraré cualquier cosa. He estado esperando que preguntes.

Me quito las bragas y ni siquiera me importa estar en la sala de un


hombre con el que me acabo de reunir hoy.

Estoy completamente desnuda ante un hombre completamente


desnudo, y me alegro porque esto es exactamente lo que quiero.

Katie me dijo que fuera valiente, y yo seré valiente en este momento,


le diré a North exactamente lo que he estado soñando.

—¿Cómo quieres ver mi coño? —pregunto.

40
Me acerco a él, pasando mis manos sobre su pecho, bajándolas,
pero luego dudando cuando alcanzo su rabiosa polla. No es que le tenga
miedo, más bien como si no confiara en mí misma en eso. Una vez que
mis dedos se envuelven alrededor de su eje, sé que no lo soltaré.

—Te quiero en mi cama. Sobre tu espalda. Quiero extender tus


piernas, y quiero lamer tu coño de arriba a abajo. Eso es lo que quiero.

No puedo hablar, porque mi coño gotea, mi corazón late rápido y


todo lo que quiero es todo lo que acaba de decir.

Debe sentir eso, porque en lugar de hablar, toma mi mano y me


lleva a su dormitorio.

41
Capítulo Siete
North
Ella está de espaldas, en mi cama, y sé sin la menor duda que valió
la pena la espera. Mi polla se tensa contra sí misma. Nunca he estado
tan duro en mi vida.

Y he conseguido un montón de porno sucio. Nada se compara con


esto, ni siquiera cerca. Qué maldita pérdida de tiempo.

—Abre las piernas —le digo —. Déjame ver tu pequeño coño


apretado. El coño que guardaste para mí. —La acerco al borde de la cama,
su pequeño trasero casi colgando cuando me pongo de rodillas para
poder mirar bien su coño.

Sus piernas están abiertas como le dije, mi lengua ya no puede


contenerse. Presiono mi boca contra su abertura, su dulce jugo sobre mí
porque en cuestión de segundos ella está empapada.

Sé que ella quiere esto tan mal como yo lo quiero. Mi lengua recorre
su preciosa liberación, amando el sabor de ella. Quiero probar hasta la
última gota. Mi lengua lame desde su pequeño culo hasta su coño
apretado. Y luego de nuevo hacia abajo. Una y otra vez hago esto mientras
ella se derrite debajo de mí.

Sus rodillas se doblan cuando me muevo sobre ella, enrollando mi


lengua en círculos, su pequeño coño muy apretado. Lo sé porque cuando
presiono un dedo en su abertura, ella gime de incomodidad. No hace falta
ser un científico espacial para saber que mi enorme polla la dividirá en
dos.

42
Muevo mi dedo dentro y fuera de su abertura, estirándola porque
sé que ambos necesitamos follar esta noche, pero lo último que quiero
hacer es lastimarla.

Mi otra mano se mueve más allá de su vientre sobre su suave piel,


alcanzando sus tetas. Le doy masajes en sus pechos redondos, tocando
sus pezones duros, causando que presemen salga de la punta de mi polla.

—Sé que va a doler North, pero no importa. Sólo quiero que estés
en mí. Te deseo tanto.

—Tu coño es tan perfecto, cariño —le digo—. Pero no quiero hacerte
daño.

—Pero eso no sería justo, ¿verdad, North? —pregunta ella—. No


vine hasta aquí para irme sin un buen polvo.

—Ya te dije que no irás a ningún lado.

Ella gime mientras presiono un segundo dedo en su coño apretado.


Lo muevo hacia adentro y hacia afuera, mi pulgar crea círculos sobre su
clítoris. Sus rodillas siguen temblando, su cabeza cae hacia atrás,
mientras alcanza el orgasmo. Ella gime en voz alta, luego aún más fuerte.
Hasta que está gimiendo, brotando su dulce liberación por toda mi cara
y agito su redondo clítoris pulsante con mi lengua.

—¿Así que estoy prisionera? —pregunta entre gemidos.

—No, no eres una prisionera. Eres mi mujer.

—Dios, North, oh Dios mío. —Sus manos alcanzan las sábanas de


mi cama y las aprieta en un puño. Su pequeño trasero se levanta de la
cama mientras un orgasmo rueda sobre ella—. Oh, oh, sí, por favor —
gime ella—. Mierda. Yo. Fóllame. Ahora. Jódeme para siempre.

43
Sus manos recorren mi cabello cuando llega al clímax.

Cuando termina, la miro, me encanta que la haya hecho llegar tan


bien. Quiero hacerla llegar para siempre.

—¿Entonces es un sí? —pregunto, moviendo su trasero de nuevo


en la cama, para que su cabeza pueda descansar contra las almohadas
mientras yo estoy a horcajadas sobre su cuerpo. Mi polla está a pocos
centímetros de su boca y la veo lamer sus labios con emoción.

—¿Seré tu mujer? —Sus cejas se alzan. Asiento, acariciando mi


eje—. Depende de lo que implica ser tu mujer —me dice.

—Para empezar, tendrás que chuparme la polla.

—¿Qué más?

—Tienes que vivir aquí, cuidarme. Soy un hombre que vive solo en
el bosque, necesito el tierno y amoroso cuidado de una mujer.

—Hmm —murmura ella. Sus manos alcanzan alrededor de mi


polla, y ella comienza a moverse hacia arriba y hacia abajo a lo largo de
mí.

Cierro los ojos y por un momento me olvido de respirar. Sus manos


sobre mí se sienten tan bien. Y cuando ella pasa sus dedos sobre mis
bolas apretadas, creo que he muerto y he ido al cielo.

—¿Necesitas cuidados tiernos y amorosos, mi pobre montañés? —


pregunta ella—. Porque, ya sabes, tengo una vida construida para mí en
la ciudad. ¿Crees que debería alejarme de eso después de una hora en tu
compañía?

44
—Es exactamente lo que pienso. Al carajo con las reglas. Al carajo
con el decoro. Te deseo. Me deseas. Nos hemos salvado el uno por el otro.
¿Qué tienes en algún otro pueblo que no puedas tener aquí?

Ella no duda. No está buscando una razón para echarse atrás. Está
de acuerdo.

—Hay mucho a lo que estaría renunciando. Ya sabes esa


habitación alquilada, mi trabajo temporal en la agencia de publicidad. —
Una sonrisa se dibuja en su hermosa cara—. Pero honestamente, siento
que mi vida no ha comenzado realmente. Como si necesitara a alguien
con quien comenzarla.

Todavía me está tocando, y el momento ha pasado de la broma a la


sinceridad. Eso es lo que me atrae de Rosie. No se quedará en la
superficie. Hay mucho más en ella.

—Creo, North —me dice—. Creo que te estaba esperando todo este
tiempo. Sólo desearía que hubieras venido antes a mí.

Sacudo la cabeza odiando que la lastimara al no buscarla antes.


¿Cómo le explico que nunca pensé que sería lo suficientemente bueno
para una mujer como ella? Una mujer tan pura, bella y perfecta. ¿Cómo
explicas eso sin sonar como un hijo de puta?

—Tienes que creerme cuando te digo esto, Rosie, pensé en ti todos


los días durante diez años seguidos. Aunque no tenía ninguna razón para
hacerlo. Es porque estamos destinados a estar juntos. Lo sé ahora. Lo
supe en el momento en que entraste por mi puerta. En el momento en
que vi tu hermosa cara. El momento en que probé tu coño. Tú y yo, esto
es real. Este es el comienzo.

—¿Cómo eres tan perfecto? —me pregunta.

45
Sacudo la cabeza sabiendo que estoy lejos de ser perfecto. Sabiendo
que sólo soy un hombre con fallas. Quien vagó mucho tiempo antes de
encontrar una manera de echar raíces.

—Rosie, si te hubiera encontrado antes de hoy, digamos hace cinco


años, no habría tenido una casa, no tendría un trabajo, no podría proveer
para ti. No era el hombre que necesitas. Ahora puedo ser todas estas
cosas. Y ahora lo haré.

Ella asiente, vuelve a caer en la cama, sonriendo serenamente.

—Entiendo perfectamente.

La creo porque sé que me entiende. Entonces sacude la cabeza y


por un momento me pregunto si la he leído mal.

Entonces ella sonríe de nuevo.

—Te digo esto, North, sé que voy a llorar cuando pongas esa enorme
polla en mi pequeño coño, pero no te atrevas a detenerte. Quiero que me
jodas como soñaste durante una década.

46
Capítulo Ocho
Rosie
North está encima de mí, sus brazos a cada lado de mi cuerpo, y
me mira a los ojos. Me siento tan apreciada por este hombre, de la misma
manera que cuando estábamos juntos en la escuela. Una mirada, y sentía
como si me entendiera.

—¿Estás lista para mí? —pregunta—. Porque puedo trabajar un


poco más tu cuerpo para abrirte el coño. Sé que dices que está bien si
duele, pero cariño, eso es lo último que quiero hacer esta noche. No
quiero verte llorar; ni hoy, ni nunca.

—Sigue tocándome —le digo—. Tócame para que sea más fácil.

—Oh, cariño, seguiré tocándote, lamiéndote, abriéndote... y sé que


eres amable y estás lista para empezar a chuparme. —Sus ojos se elevan
al mirarme, con una pequeña sonrisa en la cara.

—¿Tienes idea de lo mucho que quiero lamerte la polla, North?

—Sé que has estado pensando en ello desde el momento en que me


viste bajarme los pantalones.

Siento que el calor sube a mis mejillas porque tiene toda la razón.
Quiero probarlo. Quiero abrir la boca y llevarlo muy dentro de mí.

Quiero que la punta de su vara golpee la parte posterior de mi


garganta, y es un deseo carnal, uno que nunca antes había
experimentado. Uno que sólo he visto en videos o leído en libros. Nunca
pensé que me pasaría a mí. Tal vez nunca pensé que lo haría.

47
¿Todas esas antiguas amigas de la casa de Katie, las que tienen
anillos de diamantes en los dedos y bebés en el vientre, toman a su
hombre de la misma manera que yo planeo tomar a North?

Por alguna razón lo dudo. Porque North es un hombre diferente a


sus maridos. Bueno, tal vez es sólo que es un hombre.

No finge ser otra persona, no es un chico vestido con ropa de


adulto. No, North es un hombre de verdad.

Un hombre con una polla gruesa y una barba desaliñada; un


hombre que sabe absolutamente cómo complacerme.

—Quiero chuparte la polla, North, pero estoy un poco nerviosa. Sé


que eso puede hacerme parecer estúpida, y sé que soy una maldita mujer
adulta, así que no debería estar nerviosa por cosas como esta. Pero —
trago—. Lo estoy. No quiero estropear esto. Lo que sea que esté pasando
entre nosotros... No quiero arruinarlo dándote una mala mamada. Quiero
complacerte.

Las manos de North suben y bajan por mi torso. Me pasa las


palmas por encima de los pechos, mis pezones se endurecen en un
instante.

—Esto no se puede estropear. Tú estás aquí, yo estoy aquí.


Queremos esto. Necesitamos esto. Los dos hemos estado esperando lo
suficiente. Esto está destinado a suceder. Ahora mismo. No vas a ir a
ninguna parte, y lo sabes. No te presentaste hoy en mi puerta para una
aventura de una noche. Apareciste esperando que te esperara. Sabiendo
en tu corazón que tenía. Apareciste porque querías esto. Apareciste y te
lo daré.

Se pone de rodillas y cambia de lugar conmigo, de modo que él está


en la cama y yo estoy a horcajadas sobre él.

48
—Date la vuelta, cariño. Quiero lamerte el culo. Quiero que te
sientes en mi cara, y mi barba va a estar en tu coño, vas a chupar mi
polla y luego vas a chupar toda mi cara.

—Pero North, ¿qué quieres que haga? ¿Cómo puedo...?

—Oh, cariño, vas a inclinar la cabeza y me vas a tomar muy bien.


La forma en que he estado soñando durante mucho tiempo. Mi polla ha
estado esperando tus labios durante diez años. Y no vas a hacerme
esperar más, ¿verdad?

Ni siquiera tengo que responder porque la respuesta es muy obvia.


Por supuesto, no voy a hacer que espere más. Pero no es sólo por él, es
por mí también. Porque mis manos se envuelven alrededor de su largo
eje, y sumerjo mi cabeza mientras me aprieta el culo, acercando mi
trasero a su cara.

Y yo estoy sentada sobre él. Estoy literalmente sentada en la cara


de North. Estoy de rodillas; mi pequeño coño está rebotando sobre su
boca mientras su lengua se mueve a través de mis pliegues.

Y estoy mirándole la polla con aprensión.

Es tan grande y glorioso.

Cierro los ojos, respiro hondo y abro la boca mientras él la llena


con su polla caliente, y mi boca se ensancha inmediatamente.

Muevo mi cabeza hacia abajo, más allá de su punta que es suave


como la seda. Su piel es tan delicada, completamente llena y palpitante.

Mi coño está siendo trabajado y siento mi liberación. No estoy


nerviosa ni avergonzada por el hecho de que mi jugo esté fluyendo
libremente. No hay lugar para pensar. Mi boca está muy apretada
alrededor de su enorme polla y estoy moviendo mi cabeza hacia arriba y

49
hacia abajo, hacia arriba y hacia abajo mientras su vara venosa palpita
en mi boca.

Me pega en el culo, de una manera juguetona que me excita. Le


pongo las manos alrededor de sus apretadas pelotas y les doy un apretón
de manos juguetón también. Él gime debajo de mí, empuja mi culo
desnudo ligeramente en el aire. Me mete dos dedos en el interior de mi
coño, chocando contra mi punto G, lo que me hace chorrear sobre él.

Tengo un orgasmo muy fuerte, las ondas de choque pulsan sobre


mi cuerpo, no puedo imaginarme sintiendo algo más profundo en mi
interior de lo que siento ahora mismo.

Le chupo más fuerte, más rápido, más. Lo chupo hasta que mi


garganta está sensible, hasta que mi coño está sensible, hasta que mi
corazón está abierto de par en par. Se la chupo hasta que sé que va a
explotar.

Me agarra las mejillas del culo, me mantiene contra él mientras su


semen se mete en mi boca.

Me trago su liberación, bebiendo su crema espesa. El semen más


dulce de lo que esperaba, pero es diferente a mi corrida. Su semen sabe
a hombre y me encanta.

Cuando termina de llenar mi boca con su hombría, saca su polla


de mi boca. Me vuelvo hacia él, sus ojos pesados y felices, y sé que los
míos también lo están.

Estoy completamente llena de deseo por este hombre.

—¿Qué pasa ahora, North?

—Entraré en tu vagina.

50
Capítulo Nueve
North
Después de terminar nuestro improvisado 69, me levanto de la
cama y le digo que voy a ver a Charlie. Todavía está inconsciente y cuando
vuelvo al dormitorio le cuento a Rosie lo que dijo el veterinario.

—Pobre chico —dice ella.

—Estará bien. Pero por supuesto que no podía dejarlo.

—Me alegro de que te hayas quedado. Y me alegro de haber venido.


Reunirnos en la reunión habría sido una catástrofe. Aunque lo admito,
todavía estoy bastante nerviosa.

—¿Sigues nerviosa? ¿Acerca de tomar esto? —pregunto,


agarrándome la polla todavía dura mientras camino hacia la puerta del
dormitorio—. ¿Quieres un poco de agua? Estoy deshidratado. —Ella
asiente, y luego me sigue, su forma desnuda tan completamente
hermosa. Su piel resplandeciente, los dos cubiertos de sudor y sexo.

—No quiero decir que estoy nerviosa como si no quisiera esto. Estoy
nerviosa por lo que podría pasar después. Entre nosotros.

—Oh cariño, te dije lo que está pasando. —Sonrío al entrar en la


cocina. Tomo dos vasos del armario y les echo agua fría del grifo.

Rosie se ríe, y es una locura que los dos estemos aquí parados en
mi cocina bebiendo vasos de agua completamente desnudos. No me
desperté pensando que esta iba a ser mi vida. Son cosas que pasan en
los libros. No en mi vida. Mi vida ha sido una historia triste hasta este
momento.

51
—Sé que ya me dijiste lo que va a pasar entre nosotros... pero,
North, ¿lo dices en serio? —Se muerde el labio inferior dejando su vaso
de agua—. Quiero decir, dijiste que no iba a salir de tu casa. ¿Qué quieres
decir exactamente con eso?

—¿Quieres que te lo deletree? —Le doy una mirada astuta.

—Sí. Quizás soy Rosie McClaire. Y puede que yo sea alguien poco
convencional. Pero en muchos sentidos me estoy acostumbrando a la
idea de estar aquí con un hombre que nunca pensé que volvería a ver.

—Han sido diez largos años.

—Has estado solo mucho tiempo, North. Demasiado. —Me mira con
ojos tristes, pero no compasivos. No, me mira con ojos empáticos, como
si tratara de entender de dónde vengo. Sé que lo hace. Sé que lo entiende.

—No quiero estar solo por más tiempo. Mira, Rosie, soy un solitario,
vivo aquí y trabajo aquí con Charlie a mi lado. —Señalo con la cabeza a
la chimenea donde Charlie está durmiendo—. Nos gusta nuestra vida.
Pero la idea de que pueda compartir esta vida contigo, es el cielo en la
tierra. —Rosie traga, y veo lágrimas pinchar las esquinas de sus ojos—.
Maldita sea, mujer, te dije que no quería hacerte llorar.

—No digas esas cosas.

—¿Como qué? —digo confundido—. ¿Qué eres como un ángel,


apareciendo en mi puerta de la forma en que lo hiciste? Porque Rosie es
exactamente lo que eres.

—North —dice ella al cruzar la cocina. Ella envuelve sus brazos


alrededor de mi cuello, su coño desnudo apretado contra mi polla,
nuestros pechos apretados contra el otro, el calor de nuestros cuerpos es
la única cosa entre nosotros.

52
—Si hay cosas sobre ti que crees que necesito saber, dímelo ahora,
Rosie. Porque te conté todo sobre mí. Me fui por mucho tiempo, volví
cuando tenía suficiente dinero para ganarme la vida. No hay mucho sobre
mí. Creo en el trabajo duro y en la honestidad. Creo en pagar y no en
reducir gastos. Creo en el amor que dura para siempre y no tengo ningún
interés en nada más. Creo que nuestra vida es lo que hacemos que sea.
Y cariño, quiero que mi vida sea tuya. No soy tonto; sé que no tienes esta
suerte dos veces en la vida. Esta es nuestra oportunidad. Este es nuestro
momento.

—¿Es una locura que te diga que te quiero? —pregunta—. Porque,


lo hago. Te quiero, North. Te amo y sé que la gente puede pensar que eso
es una locura...

La corto.

—Esa es otra cosa que necesitas saber de mí, Rosie, me importa


un bledo lo que piensen los demás. Creo que muchos hijos de puta están
locos. ¿Esas personas que viven en sus grandes casas, con sus grandes
autos y sus grandes trabajos? No quiero hacer eso. Lo que quiero es lo
que tengo. Tú en mis brazos, en mi casa, el techo sobre mi cabeza
construido con los clavos que golpeé en dos x cuatro. Quiero que Charlie
duerma junto a mi chimenea, y quiero una cama caliente contigo en ella.

»Eso es todo lo que quiero y eso es todo lo que necesito y a la mierda


esos cabrones que piensan que es una locura. Porque creo que tiene todo
el sentido del maldito mundo.

Entonces la besé. La besé fuerte y largo y la besé bien. Cuando sus


labios están bonitos e hinchados, nos separo y miro sus hermosos ojos
marrones y le digo:

—Te quiero, Rosie. Y me voy a casar contigo.

53
—North, ¿es una propuesta?

—Seguro que lo es. ¿Estás lista para eso? ¿Estás lista para hacer
esto real? ¿Para hacer esto para siempre?

—Lo estoy. Quiero todo eso. Quiero todas las cosas que estás
dispuesto a darme.

—Oh, cariño, te daré todo lo que tengo para dar. Te prometí mi


polla esta noche, y seguro que la recibirás. Y mañana, y al día siguiente,
tendrás más. Lo tendrás todo.

—Te amo, North. Ahora llévame a la cama y lléname bien.

—Entonces, ¿eso fue un sí? ¿Estás aceptando mi propuesta?


Porque cariño, necesito que te cases conmigo.

—Sí. Sí, North, me casaré contigo. —Ella me abraza más fuerte, y


yo le agarro las nalgas y la tiro hacia mí, sus piernas me envuelven la
cintura y yo la llevo de regreso a la cama.

La acuesto en mi cama gigante, sintiéndome como el rey del puto


mundo y me subo encima de ella, susurrándole al oído:

—Te amo, nena, te amo tanto.

Beso su mejilla, y luego su boca se abre, sus labios se separan, su


aliento tan dulce.

—Te voy a llenar con mi polla —le digo, y luego hago una pausa—.
Pero Rosie, no tengo condones.

—Traje condones, están en mi bolso.

—¿Quieres ir a buscarlos, cariño? —le pregunto.

54
Ella tuerce los labios y luego me mira fijamente.

—No sé qué vas a decir, pero North, ¿qué opinas de que no usemos
un condón? Quiero sentirte en mí completamente. He esperado tanto
tiempo por ti, que no quiero nada entre nosotros ahora.

—Bien. Porque todo lo que quiero es llenarte con mi semilla.

—¿Quieres embarazarme?

—Claro que sí, eso es exactamente lo que planeo hacer. Voy a


hacerte mi mujer y voy a poner un bebé en tu vientre. Sabes que lo
quieres. Sabes que quieres tener un hijo mío. Probablemente has estado
soñando con ello durante años, ¿no? Porque sé que yo lo he hecho. Soñé
con abrir tus piernas tantas veces y bombear mi polla con fuerza en tu
coño, enterrando mi semilla dentro de ti. He soñado con tu vientre
hinchado con mi hijo, con traer vida al mundo que nació de nosotros. Y
ahora, ahora va a suceder. Ahora te voy a hacer no sólo mi amante, no
sólo mi esposa, sino que te voy a hacer madre.

—Entonces no me hagas esperar más, no me hagas esperar en


absoluto. Sólo dámelo ahora. Empuja dentro de mí como soñaste,
llenándome como soñaste. Quiero que todos tus sueños se hagan
realidad. Porque tú eres mi sueño hecho realidad.

Ya no espero más. Ambos queremos esto y lo hemos estado


esperando lo suficiente. Tomo mi polla dura como una roca y la presiono
contra su brillante apertura.

Me muevo profundamente dentro de ella; mi polla rompiendo el


sello de su virginidad y ella grita mientras empujo más allá.

—Oh, North —se estremece, apretando mis hombros mientras la


lleno. Sé que mi polla es muy grande para su pequeño coño apretado, y

55
sé que está pidiendo alivio. Pero necesito llenarla completamente antes
de empezar a retroceder.

Así que lo hago. Bombeo contra ella; está muy apretada contra mí.
Es mejor de lo que jamás soñé que podría ser una primera vez.

Más y más profundo me sacudo. Sus tetas rebotan mientras me


muevo sobre ella, porque cuando me balanceo, es un choque, es una ola,
es un trueno y es un relámpago. Somos una tormenta, imprudentes y
salvajes. Estamos enloquecidos. Ella gime, y yo gruño, más profundo y
más fuerte a medida que nos acercamos al orgasmo. Todo en nuestros
cuerpos está cediendo en este momento.

Llegamos al umbral de nuestro placer; ella gira su espalda se


levanta, jadeando, sus puños aprietan las sábanas debajo de ella.

—Sí, sí, sí, sí.

—Voy a llegar tan duro contigo —le digo, y lo hago. Nos corremos
juntos y estamos completamente satisfechos.

Recuperamos el aliento de la aniquilación completa que acabamos


de darnos. Estamos perfectamente destruidos. Fue mejor, más grande,
más profundo y más de lo que jamás hubiera imaginado.

—North —dice Rosie, con los ojos cerrados, mientras sacude la


cabeza—. Vas a tener una esposa muy feliz.

Sonrío.

—Y vamos a tener una vida muy feliz.

56
Capítulo Diez
North

Nueve meses después...


Ella es todo lo que un hombre puede soñar que es una mujer.

Ella yace en nuestra cama, sus pechos hinchados expuestos


mientras nuestra niña es acunada en sus brazos, amamantándose de su
mamá.

—Sabía que eras una esposa increíble, una amante increíble —


digo, poniendo una taza de té de manzanilla en la mesita de noche—.
Pero cariño, al verte con nuestro bebé, estoy impresionado.

Rosie sacude la cabeza.

—Shhh, True está durmiendo.

Asiento, acercando el balancín a la cama.

—Se parece a ti —susurra Rosie, pasando sus dedos por encima de


la cabeza de nuestra hija.

—La comadrona dijo que sus ojos podrían cambiar de color.

Rosie dio a luz ayer, y la partera se fue esta tarde.

Hemos estado en un capullo feliz las últimas 24 horas. Pero si soy


completamente honesto, hemos estado envueltos en esta burbuja
durante nueve meses seguidos.

57
Soy el hombre más afortunado que ha vivido en el bosque. Tengo
una mujer que me ama, un bebé que está sano y una vida que me
pertenece.

—No creo que lo hagan —dice Rosie, sonriendo suavemente—. Con


su pelo claro y sus ojos azul pálido, es tu chica, eso seguro.

—Ella es mi verdadero norte, pero tú eres mi brújula. Rosie, eres


mi hogar.

Fin

58

También podría gustarte