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Abrasión corneal

CIE10 : S00.2, S05.0, S05.8, S05.9


CIE9 : 918.0, 918.1, 918.9

Definición
La abrasión de la córnea es consecuencia de daño de dicha capa; ésta es la estructura
transparente y más externa del ojo y tiene dos funciones principales: la refracción de la luz con lo
cual se enfocan las imágenes en la retina, y actuar como una barrera protectora para que no
penetren microorganismos en el ojo.

De manera típica, la abrasión de la córnea es consecuencia de traumatismo no penetrante, de la


acción penetrante de un proyectil, la penetración de un cuerpo extraño, el uso de lentes de
contacto o el desgaste de la superficie corneal (erosión recurrente). Esta última entidad es causada
por la curación incompleta, factores genéticos, alguna metabolicopatía primaria (distrofia corneal) o
los tres factores juntos. Sólo cuando hay ataque de la capa más externa de células (epitelio) surge
la erosión superficial. Las heridas más graves y profundas son consecuencia de la penetración de
la capa interna más gruesa de la córnea (estroma).

La abrasión de la córnea también puede ser causada por fuerzas externas como lentes de contacto
o el rascado con la uña de un dedo. Dado el gran número de personas que usan lentes de
contacto, que según estimaciones en Estados Unidos es de unos 25 millones, son frecuentes las
abrasiones por el uso de tales dispositivos, en particular si se quedan colocados largo tiempo o
toda la noche.

Las abrasiones de la córnea también pueden causadas por lesión directa, partículas de polvo y
restos de diversos materiales. En actividades como la soldadura o la exposición a lámparas
solares, los rayos ultravioletas pueden lesionar el ojo sin protección. Los investigadores también
han identificado otras causas de abrasión de la córnea como serían la exposición a polvo de
pimienta y el golpe con las bolsas de aire que se inflan espontáneamente después de un accidente
con vehículo motorizado. Se considera que toda persona a quien se practicará una operación está
en peligro de presentar abrasiones de la córnea si quedan los ojos parcialmente abiertos durante la
etapa de recuperación después de la anestesia. Las abrasiones constituyen una de las lesiones
oculares más comunes en deportistas.

En promedio, 10% de las consultas a centros oftalmológicos de urgencia son causadas por
abrasiones de la córnea; son más frecuentes en sujetos jóvenes físicamente activos. Cualquier
persona habrá sufrido como mínimo alguna forma leve de abrasión, en su vida.

Diagnóstico
Interrogatorio: como ocurre con cualquier traumatismo de los ojos, se necesitan la valoración
médica y el tratamiento adecuado e inmediato para llevar al nivel óptimo los resultados. Los
señalamientos también incluyen dolor intenso que empeora al mover el globo ocular o los
párpados.

El sujeto puede tener parpadeo incontrolable o contraer los párpados (blefarospasmo); puede
mostrar extraordinaria sensibilidad a la luz (fotofobia). La agudeza visual puede disminuir, surgir
visión borrosa y se advierte epífora excesiva (lágrimas abundantes). La persona asimismo, puede
señalar que siente un cuerpo extraño. También puede indicar que en fecha reciente sufrió lesión o
alguna situación que afectó al ojo, o pudo haber sufrido anteriormente alguna lesión de los ojos,
meses o años antes, seguida por episodios repetitivos de dolor, otros síntomas o ambas
modalidades.

Examen físico: el operador advierte enrojecimiento de la conjuntiva, tumefacción de los párpados,


cuerpo extraño, masas, iritis u otras anormalidades.

Pruebas: se instilará fluoresceína (prueba de Seider) para identificar las zonas afectadas; después
de aplicar dicha solución se explorará el ojo con una lámpara de hendidura, una bombilla pequeña
o un microscopio (biomicroscopia). También se valorará la agudeza visual (medición de la agudeza
visual). A veces se necesitan otros medios de inspección de las estructuras externas o internas del
ojo como ultrasonografía, resonancia magnética (MRI), radiografías o tomografía computarizada. A
veces se estudia en forma microscópica el líquido del ojo (cultivo) en busca de signos de alguna
infección.

Tratamiento
Es posible aplicar vacuna antitetánica para evitar cualquier infección que pueda ser grave, por
bacterias que de manera típica invaden el cuerpo a través de una escarificación o una herida.

El tratamiento variará con la índole de la herida. Se pueden aplicar gotas antiespasmódicas


(ciclopléjicas) para aplacar la molestia causada por los movimientos involuntarios de los músculos
extraoculares. También se aplica a veces algún fármaco que dilate la pupila (midriático), y después
se aplicará alguna pomada o solución oftálmica de antibióticos, en heridas superficiales. No se
utilizan pomadas para tratar heridas penetrantes porque pueden dañar estructuras internas del ojo.
Habrá que eliminar cualquier cuerpo extraño del ojo por lavado con abundantes soluciones
(irrigación) o con algún instrumento quirúrgico (extirpación).

El personal médico en fecha reciente ha cuestionado el empleo acostumbrado de apósitos por


presión que se colocan sobre los ojos lesionados, porque hay un cúmulo cada vez mayor de
pruebas de que entorpece la cicatrización y curación. Sin embargo, los síntomas repetitivos obligan
a veces a aplicar un apósito a presión, durante 24 horas. A veces se necesitan lágrimas artificiales
para lubricación. En términos generales será mejor no usar lentes de contacto; sin embargo, en
algunos casos, para estimular la curación pueden usarse lentes blandos como si fueran “vendajes
terapéuticos”.

El operado debe revisar y tratar todos los días los ojos hasta que haya manifestaciones evidentes
de curación, por lo general en término de 48 a 72 horas. En situaciones en que las complicaciones
originan cicatrices extremas, se necesita a veces un método de láser, relativamente nuevo, para
aplanar las cicatrices y devolver su carácter liso a la córnea y así mejorar la visión (queratectomía
fototerápica). Los desgarros necesitan ser reparados por medios quirúrgicos.

Pronóstico
Las típicas abrasiones de la córnea en que no interviene algún cuerpo extraño por lo general curan
totalmente en un lapso de uno a tres días, salvo que surjan complicaciones. El lapso necesario
para la curación después de utilizar un láser que trate las cicatrices (queratectomía fototerápica)
depende de la gravedad del problema. Por ser un método relativamente nuevo no se conoce en
detalle cuáles son sus resultados, pero muchas personas que participaron en estudios de la
queratectomía fototerápica mostraron mejoría visual en término de meses o años.

Si han surgido una úlcera de la córnea y otras complicaciones afines como serían cicatrices
intensas, se necesitará un trasplante de córnea para restaurar la visión. Según la gravedad del
problema, se restaura la visión en término de un año de haber hecho el trasplante.

Diagnóstico diferencial
Los trastornos que tienen síntomas similares incluyen queratitis, úlceras y desgarros de córnea,
uveítis anterior, iritis, conjuntivitis, glaucoma agudo, cuerpo extraño, chalazión, orzuelo, abscesos
de piezas dentales, sinusitis, arteritis temporal, tumores y otras lesiones de los ojos.

Especialistas
• Medicina de urgencias
• Oftalmólogo

Restricciones/adaptaciones en el trabajo
Según la intensidad de los síntomas a veces se necesita que la persona deje de trabaja uno o
varios días para que se recupere en caso de abrasiones superficiales de la córnea. A veces se
necesita usar anteojos de seguridad si existe la posibilidad de que vuelva a lesionarse el ojo. Si
algunos síntomas persistentes entorpecen la visión y para la realización de las labores se necesita
gran agudeza visual, quizá haya que cambiar de ocupación temporalmente al trabajador. Si no ha
habido curación completa de la abrasión corneal, los síntomas pueden reaparecer en un lapso de
años y en este caso la persona que depende de la gran agudeza visual de manera constante,
puede necesitar un cambio permanente a otro trabajo. Las complicaciones pueden ocasionar
pérdida permanente o parcial de la visión y quizá obliguen a adaptaciones en el sitio de trabajo
como serían iluminación amplia, amplificación o caracteres grandes de material impreso.

El contenido de este apartado sólo tiene el propósito de dar


información. Los tratamientos que se mencionan pueden resultar
eficaces o no. Es posible que se carezca de pruebas científicas que
los respalden, y que algunas sustancias generen efectos en
potencia tóxicos. Ni el Dr. Presley Reed ni sus consultores médicos
respaldan el uso de estos tratamientos en ausencia de consulta con
un profesional médico que cuente con licencia.
Las lágrimas artificiales y las de consistencia espesa mejoran la
lubricación y la comodidad. Antes de usarlas conviene consultar al
médico, para tener la seguridad de que no interfieren en el
tratamiento ordenado.

Padecimientos comórbidos
Las personas con trastornos inmunitarios, diabetes o que reciben corticosteroides, situaciones que
pueden frenar o entorpecer las respuestas inmunitarias de otros trastornos, pueden mostrar retraso
en la curación y recuperación de la vista.

Complicaciones
Las abrasiones pueden abrir una puerta para que microorganismos infectantes penetren en la
córnea u otras estructuras del ojo. También pueden “esconder” pequeñísimas lesiones penetrantes
del globo que a veces no se les detecta durante el examen. Los retrasos para emprender el
tratamiento agravan la posibilidad de que surjan infecciones u otras complicaciones graves como
cicatrices o una úlcera corneal infectada; ello puede originar deficiencia visual permanente o
pérdida total. Si la persona recibe corticosteroides para aplacar la inflamación causada por otros
trastornos, puede haber retraso notable en las respuestas de cicatrización. La curación incompleta
o las abrasiones corneales graves pueden originar síntomas que reaparezcan periódicamente
(erosión recurrente) durante meses o años.

Las situaciones repetitivas de abrasión corneal se observan en personas que utilizan durante toda
la noche los lentes de contacto o durante días, sin extraerlos (uso extenso) o que no los limpian
apropiadamente. La limpieza inadecuada de los lentes de contacto también puede originar
infecciones que acompañan a la abrasión y así prolonguen el lapso de recuperación.

Factores que influyen sobre la duración de la incapacidad


La respuesta de la persona al tratamiento, el tipo de terapia, la aparición de complicaciones y el
ataque posible de ambos ojos son factores que influyen en la duración de la incapacidad.

Duración de la incapacidad
Depende de si hay afección de un ojo o de ambos ojos. Si las complicaciones causan pérdida a
corto plazo o permanente de la visión, el individuo quizá sea incapaz de desempeñar tareas que
exigen buena agudeza visual.

Clasificación del
Mínima Óptima Máxima
trabajo
Sedentario 1 2 3
Ligero 1 2 3
Medio 1 2 3
Pesado 1 2 3
Muy pesado 1 2 3
© Reed Group Holdings Ltd.

Falta de recuperación
Si un individuo no se recupera en el transcurso del periodo de expectativa de duración máxima de
la incapacidad, el lector quizá desee recurrir a las preguntas que siguen, que pueden ayudarlo a
entender mejor los aspectos específicos del caso médico de un individuo.

Respecto al diagnóstico:
¿La persona ha sufrido traumatismos no penetrantes, lesión penetrante con algún proyectil,
penetración de un cuerpo extraño o usa lentes de contacto?
¿Ha sufrido distrofia corneal?
¿La persona señala dolor intenso con movimiento de ojo o párpados?
¿La persona tiene blefarospasmo o fotofobia?
¿Han surgido perturbaciones de la vista y hay abundantes lágrimas?
¿El sujeto señala que siente como si tuviera un cuerpo extraño en el ojo?
En el examen físico: ¿Se identificaron enrojecimiento de la conjuntiva, tumefacción de párpados,
cuerpos extraños, masas, iritis u otras anormalidades?
¿Se ha practicado una prueba con fluoresceína y se ha medido la agudeza visual?
¿Se han practicado estudios como ultrasonografía, resonancia magnética, radiografías, tomografía
computarizada o cultivo de líquido ocular? ¿Se han excluido trastornos con síntomas similares?

Respecto al tratamiento:
En caso necesario: ¿Se aplicó una dosis de refuerzo de vacuna antitetánica?
¿Se extrajo el cuerpo extraño por irrigación o extirpación?
¿El tratamiento incluyó gotas oftálmicas antiespasmódicas, midriáticos y antibióticos tópicos en
pomada o gotas oftálmicas o lágrimas artificiales?
¿Ha sido necesario utilizar un apósito a presión?
¿La persona ha interrumpido temporalmente el uso de lentes de contacto?
¿Se identificó algún desgarro y se le reparó quirúrgicamente?
¿El paciente acudió todos los días a ser tratado por su médico hasta que completó su curación?

Respecto al pronóstico:
¿La empresa ha aceptado y practicado todas las restricciones necesarias?
¿El enfermo tiene trastornos que pueden disminuir su capacidad de recuperación?
¿La persona tiene complicaciones como infección, una herida penetrante pequeñísima y oculta, o
alguna cicatriz o una úlcera corneal infectada, deficiencias o pérdidas visuales, curación lenta como
consecuencia de la corticoterapia, o erosión corneal recurrente?
¿El sujeto usa toda la noche lentes de contacto o la limpieza de ellos ha sido inadecuada?

Bibliografía
Wingate, Sue. "Treating Corneal Abrasions." The Nurse Practitioner 24 01 Jan 1999 53-54, 57.
Electric Library. 26 Dec 2000 <http://www.elibrary.com>.

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