A NUESTROS LECTORES

S fiara nosotros m u y satisfactorio consignar e n el #resente n ú m e r o el

nombre jrestigioso de? señor Francisco S . Elías, Secretario d e Agri-
cultura y Fomento y Presidente d e la Comisión Nacional d e Irrigación, j o r -
que sus antecedentes ?o acreditan como e x j o n e n t e de la tendencia m o -
derna y magnífico colaborador del actua? Gobierno.
Nosotros que s a b e m o s cuánto significa e n los actuales m o m e n t o s el
, espíritu práctico del señor Elías nos d a m o s cuenta d e lo fructífera que se-
'<
rá su labor e n el M i n i s t e r i o y del f i r m e apoyo que d i s j e n s a r á a Irrigación
en México" fiara continuar su labor $e franco nacionalismo.

Ea Redacción.
 COMISION NACIONAL DE IRRIGACION
Presidente de la Comisión: FRANCISCO S. ELIAS.
Comisionado, Vocal Ejecutivo : ING. IGNACIO LOPEZ BANCALARI.
Comisionado, Vocal Secretario : ING. LEOPOLDO VAZQUEZ.
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-Jog
REVISTA MENSUAL
Fundador : GRAL. MANUEL PEREZ TREVIÑO. ORGANO OFICIAL DE LA COMISION NACIONAL DE IRRIGACION
+
-
OFICINAS:
Director y Jefe d e Redacción : ROBERTO QUIROS MARTINEZ.
c. I - LL
ESQUINA BALDERAS Y AYUNTAMIENTO
TELEFONO ERICSSON 2-18-42
I
S E REPARTE GRATIS ENTRE TECNICOS, AGRICULTORES Y COLONOS
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c, / .
i - REGISTRADO EN LA DlRECClON GENERAL DE CORREOS COMO ARTICULO DE ZA. CLASE, EL 26 DE MAYO DE 1930

COLABORADORES
ii
Lr: :“=A l

1 VOL. IV. (1 N O V I E M B R E , 1931 1 NUMERO 1 1

l

Ing. Aguilera José G. Ing. M e d i n a Salvador.

q, Anda M a n u e l D. ,, Monjes L. Ricardo.
,, Arteaga Luis. Sr. M o n t e r d e y García Icazbalceta
,, Ballesteros Luis P. Francisco. SUMARIO
,, Bancalari Manuel. Ing. Noriega José S .
,, Barocio Alberto. ,, Oropesa Jesús.
,, Beltrán y Puga Fernando. ,, Montiel Olvera Genaro. Págs.
,, Bustamante Octavio. Ing. Peimbert Angel. SECCION EDITORIAL
,, Castelló Alfonso. ,, Perogordo Moisés. @a El tractor en la economía agrícola. Una opinión i n t e r e s a n t e . . . . . . . . . . . . . . 5
?, Coria Antonio.
,, P é r e z Castro Lorenzo.
Dr. P r u n e d a Alfonso.
,, Corral Joaquín.
SECCION DE ESTUDIOS, CONSTRUCCIONES Y COLONIZACION
Ing. Quevedo Miguel A. d e
,, Cuevas José A.
,, Ramírez Ulloa Carlos. Procedimientos d e construcciórr..de sifones d e concreto reforzado, en el Siste-
,, Chávez Eduardo.
,, Ramos Federico. ma Nacional de Riego N9 3, Rio Tula, Hgo.. . . . . . . . . I n g . Jesús M . Vázguez. 9
Lic. Chico Goerne Luis.
Rodríguez Antonio.
los planos d e alcalinidad.. , , . , , . , , ,
,)

Ing. Dozal Fortunato. ,, Roe1 Faustino. Generaiidades sobre el levantamiento d e 16

,, G a m a Valentín. ,, Sánchez Pedro C. Ings. Juan Serrano H. y Edmundo Sterling.
+$ García Julio. ,, Sánchez Mejorada Javier. Usos d e l a electricidad en la agricultura y sus industrias derivadas. ....... 28
?, García Lascuráin Angel. ,, S a n t a Cruz Jr. Armando. Ing. Rolfo Ortega M.
Sr. García T. Fernando. ,, Saucedo Vicente. L a s obras d e desecación d e l a laguna d e M e t z t i t l á n . . . I n g . Joaquín Romero. 33
Ing. García Manuel. ,, Serrano Gustavo.
t, Gayo1 Roberto. ,, Toscano Ricardo. 9
, SECCION EDUCATIVA Y DE DIVULGACION
,, González Pedro A. ,, Valdés Luis G.
Lic. González Roa Fernando. ,1 Villaseñor Manuel. La cría d e ganado lanar en M é x i c o . . ................................. 38
Ing. H e r r e r a y Lasso José. Geó. Vivar Gonzalo. Colaboración d e la Dfrección d e Ganadería.
Sr. León Alfredo D. Dr. W a i t z Paul. La importancia y desarrollo d e l a avicultura en México. . . Dr.J o s é Figueroa. 41
Calendario apícola. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Prof. Alfredo R. Anzaldúa. 51
La sericicultura en México. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Prof. Homobono González. 56
LOS AUTORES SERAN LOS UNICOS RESPONSABLES DE SUS ARTICULO§. i La propagación y cultivo del jacinto. . . . . . . . . . . . . . .Prof. Delfino Castilío D . . 58 .

.
.
..

i 1-, ,
 Págs.
SECCION ECONOMICA, COMERCIAL Y DE ESTADISTICA
Nuevo León. Sus elementos de riqueza. . . . . . . . . . . .Roberto Quirós M a r t i n e z . 62
Opiniones que nos h o n r a n . . ........................................... 82

SECCION EXTRANJERA
Propagación d e frutas cítricas en el Brasil. ............................
P . H. Rolfs, B . S., M . S., D. Sc., y C. Rolfs, B . S .
83
Nuestra Portada
A fotografía que muestra la portada de este número, representa el ver-
tedor de demasías de la “Presa Requena” que forma parte de¡ Sistema
Nacional d e Riego N* 3, río Tula, Tula, Hgo.
La “COMISION NACIONAL DE IRRIGACION”, entre las mejo-
ras que está ejecutando en el sistema aludido, ha resuelto establecer,
en el vertedor d e que s e trata, un juego de compuertas automáticas
para facilitar el control d e las aguas de la presa citada.
Con este objeto s e h a practicado en el vertedor una escotadura de 27 metros d e
longitud por 3.20 metros d e profundidad, que permite la ejecución de la obra y que
da para el umbral de aquélla una elevación de 2105.80.
Durante la época de lluvias del presente año las aguas d e l a presa alcanzaron
la elevacibn 2108.23, dando lugar a un escurrimiento aproximado d e 180 M’ PQr se-
gundo, correspondientes a una carga de 2.43 metros.
El agua alcanzó el umbral d e la escotadura, empezando a verter por ella el 26
d e julio y el 4 de agosto; e s decir 10 días después llegaba a su máximo con la eleva-
ción 2108.23, lo que da un almacenamiento de cerca d e trece millones de metros cú-
bicos.
El Tractor en la Economía Agrícola
UNA QPINIQW INTERESANTE
..
L maquinismo al
introducirse en la vida industrial modificó fun-
damentalmente los métodos de producción y las relaciones
entre obreros y patronos, Constituyó una verdadera revolu-
ción en el medio social de su época, implantando nociones
nuevas en la técnica industrial y abriendo posib‘l’d i a d es ines-
*
peradas, que a su vez creaban necesidades colectivas e individuales antes
insospechadas. Corriendo los anos, el perfeccionamiento del utilaje mecá-
nico ha hecho llegar la producción a cifras que parecerían fantásticas si no
&eran reales, abaratando al mismo tiempo los precios de costo.
Surgieron a su vez los problemas de la distribución comercial de los
productos, el fenómeno de la concentración creciente de las actividades
manufactureras y el más agudo e interesante de todos, el obrerismo. Este
último ha venido siendo la clave de la cuestión social contemporánea y el
mejor argumento justificativo de un cambio radical en las instituciones y
costumbres.
Parece ser que en su actuación dentro de los moldes de la actual or-
ganización económica del mundo, el maquinismo ha entrado en el período
más crítico de su evolución. La guerra con su cortejo de miserias de tOdQ
orden y la atmósfera depresiva y de inquietud moral que esa miseria ha
creado, han precipitado la crisis. Los moderados ya dudan del papel bené-
GCQde la máquina que se creyó que definitivamente iba a redimir al tra-
bajador de la ruda ,faena corporal. Los exaltados abominan del maquinis-
mo al que atribuyen, en su mayor parte, la sobreproducción y la ociosidad
forzada de millones de brazos.
*
* *
E n los albores de la era del industrialismo, el mundo rural -como
siempre reacio y perezoso a la introducción de novedades- permanecio
.,
5

.......... --
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......
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--
 ,y----
>
indiferente a solicitaciones de la nueva técnica, Lentamente el agricultor
de los países adelantados fué percibiendo las ventajas de los flamantes mé-
todos y adoptándolos. Pero los progresos realizados no tuvieron ni tienen
la significación e importancia de 10s que paralelamente s e desarrollaban
en el mundo industrial. Por lo menos,en las faenas propias del laborío da
los campos, el nuevo utilaje mecánico -arados, segadoras, trilladoras,
etc.- si bien permitió obtener mayores rendimientos, no sustituía del to-
do la mano de obra personal del campesino, ni menos eliminaba al motor
de sangre -mulas, caballos o bueyes.
La verdadera revolución en el mundo agrícola se inició mucho des-
pués,-data apenas de un cuarto de siglo- con la aparición de% tractor,
bL
que s e ha calificado como la fuerza motriz de la nueva época”, puesto
que ha venido a violentar los proceoos de la producción agrícola ; transfor-
ma hasta sus raíces la amplitud d e aplicación de los instrumentos anexos
y ha permitido el invento y utilización eficaz de herramientas comple-
mentarias cada vez más perfectas desde el punto de vista de la rapidez y
calidad del trabajo.
i,
El tractor y todo lo que le a c o m p ñ a -dice Yakoliev en un libro re-
siente (1)- transforma radicalmente 10s métodos y formas de la produc-
ción agrícola, modificando con ello las relaciones sociales y económicas
correspondientes ’’.
Ahora bien, kha respondido el tractor a las esperanzas que su efkacia
mecánica comprobada hizo concebir? Es en realidad un auxiliar poderoso
del mediano y pequeño agricultor? LEstá al alcance d e éste y la capacidad
de trabajo de la máquina corresponde a la extensión reducida de sus cam-
p o s ? En d t i m o término, j d e b e calificarse el nuevo implemento como un
instrumento de liberación del campesino y como un benefactor social, con-
siderado no abstractamente sino en sus aplicaciones prácticas dentro del
cuadro que le impone la organización económica presente? El mencionado
autor responde negativamente estas preguntas y llega a la conclusión con-
bb
tundente de que el símbolo de la revolución técnica, que s e está desarro-
llando en la agricultura de los países capitalistas, puede ser e? pequeño colo-
no aplastado $08” el tractor. Opinión demasiado expresiva, pero muy lógica
para la filiación comunista d e quien la emite.
Pero desentendiéndonos del ardor partidarista de Yakoliev, tienen in-
dudable valor sus apreciaciones críticas sobre la cuestión. Dice muy sen-
(1) “La Organización Agraria en Rusia”, 1930. Informe al XVI Congreso del Partido Co-
munista de la U. R. S. S.
6 7
i
- -
satamente que para aprovechar las enseñanzas que s e derivan de la intro-
ducción intensiva de las nuevas máquinas en la agricultura, hay que anali-
zar sus resultados con detenimiento, en sus tres aspectos principales : el au-
menñtQ de la producción de los campos, el consumo de la población rural y
citadina y finalmente el bienestar de las grandes masas populares.
Toma como campo de estudio 10s Estados Unidos del Norte que dispo-
nen de un millon de tractores. Sus investigaciones se apoyan exclusivamen-
te en datos oficiales del Departamento de Agricultura. E n opini6n de Be-
cker, citado por Yakoliev, en los diez años inmediatamente posteriores a la
guerra, la producción agrícola de los E. U. A. aumentó en i3.50?4~9que el se-
gundo estima que dista mucho de la que debiera haberse obtenido con la
nueva técnica. $e&n 61, los 20 mllones de caballos de fuerza que repre-
sentan los tractores deberian haber duplicado la superficie cultivable y por
consiguiente la producción.
E n cuanto al consumo d e ésta, 10s resultados son poco alentadores tam-
Lb
bién: en el primer cuarto del presente siglo el consumo de carne ha dis-
minuido en 170,al mismo tiempo que s e ha reducido el del trigo en 2070;
el consumo de las patatas y frutas se ha mantenido estable y únicamente ha
aumentado el de legumbres y azúcar”.
Respecto a la forma en que la situación agrícola h a afectado al bienes-
tar popular, los informes concentrador por Yakoliev no pueden ser máls
desconsoladores ; su crudeza no la disminuye el propósito tendencioso del
autor, da recalcar el fracaso capitalista. S e comprueba desde luego la reduc-
ción de la capacidad adquisitiva d e los campesinos, así como que el au-
mento de la producción ha provocado mecánicamente un descenso d e los
precios. Pero este aumento -continuamos refiriéndonos a los pequeños
colonos, que son el grueso de la población agrícola- no ha traído consigo
un aumento en la cantidad de moneda que llega a manos de esos colonos.
Por otra parte, en los últimos quince años los impuestos sobre la propiedad
rústica son dos y media veces mayores; y aun hay casos excepcionales
(Michigan) en que el impuesto ha llegado a absorber hasta el 90% d e los
ingresos de los colonos. Las deudas d e éstos han crecido extraordinaria-
mente. Ascendieron e n 1929 a la cifra de 10 millones de dólares, lo que
implica pagos anuales por concepto d e intereses únicamente, de 800,000
dólares.
Corno consecuencia de esta situación el nGmero d e arrendatarios es ca-
da vez mayor. Se esiima que las dos quintas partes de la explotación agrí-
cola se encuentran actualmente a base de arrendamiento, con grave per-
s
 I

juicio d e la estabilidad de la propiedad rural. En los d t i m o s cuatro años,

de cada 1,000 explotaciones 108 han sido vendidas por la imposibilidad de
los colonos de seguir trabajándolas y 123 por causa de quiebra. E n el trans-
curso de las dos iáltimas décadas, la población campesina h a disminuido en
4 millones de personas, que antes se concentraban e n los centros urbanos,
pero que ahora por falta d e expectativas de vida engrosan el niámero de,los
desocupados.
Para Yakoliev la explicación de este estado de cosas no puede ser otra
bL
que el sistema de ’las relaciones capitalistas a base de la propiedad
privada de la tierra”. Es la respuesta simplista de un ferviente partidario
unismo cuya lógica la gobierna su convicción político-social. No CO-
mete, sin embargo, el error de atribuir 1a crisis a los tractores y útiles ane-
xos. Reconoce que son un gran adelanto, compartiendo la idea de su go-
bierno que hace esfuerzos titánicos para dotar sus campos de tractores.
(En julio de 1930 ya contaba con un millón).
Dos cosas censura, con toda razón: que esos implementos sean inac-
cesibles para la inmensa mayoría de los colonos: y que donde los hay no
se les aproveche en todo s u rendimiento.
Estas si son conclusiones que merecen retenerse para ver d e corregir
los cargos que envuelven, por procedimientos adecuados a nuestra organi-
zación social. L a dificultad para que el agricultor de escasos recursos dis-
frute de Ios beneficios de la maquinaria puede indudablemente vencerse
con la unión cooperativa d e los interesados. E n cuanto a obtener de los
tractores todo el provecho de que son susceptibles, basta limitar el nGmero
de unidades de acuerdo con la superficie cultivable, de tal manera que ca-
da unidad se ponga al servicio efectivo de extensiones no menores de 1,000
hectáreas.
Podremos así industrializar nuestra agricultura y desmentir la predic-
ción fatídica de que en los países capitalistas L L el tractor s610 puede abrirse
camino a través d e los cadáveres de los pequeños campesinos”.

8
ii
Procedimientos de Construcción de Sifones
de Concreto Reforzado, en el Siste
cional de Riego Núm. 3,
P o r el Ing. Jesús M . VAZQUEZ.

A COMISION NACIONAL DE IRRIGACION en el Sistema Nacional d e

Riego N 3, Río Tula, Hgo., h a construído dos sifones d e importancia y
Q

b
estos son: el llamado “Sifón Requena” e n el K. O. ¿el Canal Princi-
pal, aguas abajo d e la presa d e su nombre y a t-avés del río T e p e j i ; y
el d e “San José d e Acoculco en el K. 1.683 del mismo canal y a
través de l a barranca d e e s e nombre.
Tanto el canal como los sifones mencionados han sido calculados para u n gasto
d e 10 M3 p. s., habiéndose elegido para sección transversal d e éstos la Iorma circular
en e l interior y la octagonal en el exterior, correspondiendo a l a primera las dimensio-
nes 1.95 y 2.25 metros d e diámetro respectivamente para cada uno d e los sifones, di-
mensiones que s e justifican por l e diferencia d e elevación d e los extremos d e éstos
y por l a diversidad d e l a s pendientes con que han sido proyectados. I
1

Las condiciones en q u e s e ejecutó l a construcción d e ambos sifones fueron seme-

jantes, por lo que m e limitaré a reseñar su desarrollo e n el d e S a n José de Acocul-
coi K. 1.683, por s e r e l d e mayor sección.
I

L ...9 4 5 ............ ,960 .. < . . . . . . . . < < . . <a,q,i.4.zq

. Al,& .....9 1 4 ......A .... 9 . 4 2 ..... 4

9
 Su perfil longitudinal fie muestra en el croquis d e la figura 1 y s u sección trans-
versal en el d e la figura 2.
Excavaciones.-Ei perfil del terreno, en el sentido del e j e longitudinal del sifón y
la resistencia del subsuelo, son dos factores determinantes d e la profundidad d e l a
excavación, l a que, en su sección transver-
sal, queda también afectada por la resis- E/By&& 2@7$@
tencia del terreno en las paredes d e la
misma, lo cual influye en l a forma d e és-
tas, y por lás operaciones posteriores como
manejo d e moldes, vigilancia del vaciado
y apisonamiento del concreto, lo cual de-
fly
termina su amplitud.
E n las obras d e que se t r a t a el terre-
no es arcilloso, compacto mientras s e con-
serva húmedo, pero deleznable cuando pier-
E/ pwac!kQ
d e su humedad bajo la acción d e la intemperie; por lo que, y teniendo en cuenta las
consideraciones anteriores, s e dió a la sección transverral d e la excavación l a iorma
rectangular, quedando la plantilla en un plano horizontal y las paredes escalonadas.
S e comprende que e n e s t a s cozdiciones el conducto del sifón sólo queda apoyado
directamente en el terreno por el lado más bajo del perímetro d e su sección trans-
versal, por 10 que conviene apoyar los otros dos lados contiguos a éste. b

Esto último puede evitarse dando a l a excavación l a forma de los tres lados d e
que antes s e ha hablado, pero esto requiere qze el terreno e n que s e opera s e a su-
ficientemente resistente para no sufrir desrnoroaamientos que s e producen e n el mo-
mento d e efectuar el apisonamiento del concreto, pues siendo arcilloso el terreno d e
ha excavación, como e n el caso que nos OCU-

a, lau arcillas desprendidas por el traba-

o del pisón vendrían a mezclarse con el con-
creto, impidiéndole su fraguado y convirtién-
dolo en un material deleznable y completa-
mente inútil. (Figura 3 ) .
Apoyos.-He tenido oportunidad d e hacer algunas observaciones con dos tipos d e
apoyos que para describirlos los distinguiremos con los nombres de “Continuos y Dis-
continuos”, siendo los primeros formados por u n muro de ccncreto cimentado en el
terreno, en l a dirección del plano de u n a sección transversal del conducto, en cuyo
muro hay, simétricamente colocada, una escotadura en arco d e círculo, d e diámetro
igual al del molde interior. (Véase figura 4).
Foto 1. Foto. 2.
L a longitud d e e s e m u r o e s igual a l a distancia e n t r e lou paramentos verticales
externos d e la sección transversal del conducto, los cuales fijan? con su extremo infe-
rior, la altura del muro a l cual s e l e d a u n espesor d e 10 a 15 centímetros.
La parte inferior de l a escotadura circular de que s e h a hablado antes d e b e estar
sobre el fondo de la excavación, a una altura igual al espesor del concreto en l a par-
t e inferior del conducto.
Ea distancia e n t r e dos apoyos consecutivos debe s e r igual a la longitud del mol-
d e interior.
. S e comprende que para hacer fácil el manejo d e é s t e no d e b e t e n e r una longitud
exagerada: 1.50 metros es u n buen promedio.
Los apoyos discontinuos, a m á s d e l a escotádura descrita para los continuos, tie-
nen otra escotadura central, de amplitud igual al iado inferior del polígono d e l a sec-
ción transversal del conducto. (Véase figura 5).
Prácticamente son dos apoyos en lugar de uno solo, separados entre sí por la dis-
tancia mencionada, pero situados e n el rniúmo plano que los continuos, d e los cuales
conservan las demás características.

10 11
 E n los dos tipos de apoyo y en la parte superior d e los mismos s e colocan, al
Refuerzo.- Puestos los moldes interiores, s e procede a l’a colocación del refuerzo.
vaciarlos, anclotes d e varilla d e fierro corrugado en forma de horquilla, distantes en-
Los anillos s e doblan previamente e n l o r m a circular, y para darles el distancia-
t r e sí un2 longitud igual al diámetro del molde interior, el cual, una vez puesto sobre
miento proyectado con respecto a l molde interior, una vez metidos s e l e s pone u n se-
la escotadura circular, s e circunda con alambre suficientemente fuerte para resistir el
parador d e altura igual a l a distancia proyectada entre e l molde y el anillo, amarran-
empuje del concreto, alambre que parte d e uno d e los anclotes para terminar en el otro.
do éste fuertemente en aquél y en el ex-
Con esta precaución s e evita que el molde s e a levantado por el concreto al ciec-
tremo inferior del diámetro vertical del
tuar el vaciado, lo que originaría l a pérdida d e s u propia colocación y l a deformación
primero.
d e la sección trangversal del conducto. ..,
Igual cosa s e hace e n los extremos
E n los mismos apoyos y en los paramentos verticales d e sus extremos s e colocan,
del diámetro horizontal y en el superior
también al vaciarlos, tornillos d e extensión que prestan grande utilidad para fijar los
del vertical, en el que queda el empalme
moldes exteriores.
d e las puntas de l a varilla que dorma el
Estos tornillos están formados por u n a varilla de fierro corrugado de $‘z” x 12”
anillo, cuyo empalme d e b e ser d e 40 a 60
que tiene u n doblez d e 3” en uno de sus extremos y rosca en el o t r o ; varilla que que-
diámetros d e aquélla.
da enteramente empotrada en el concreto presentando solamente el extremo, que tie-
ne rosca, e n el cual s e atornilla l a extensión. S e comprende que teniendo los sepa-
L a extensión l a forma otra varilla d e fierro redondo liso d e 1” x 12”, que lleva radores las dimensiones requeridas, el ani-
en u n extremo rosca y tuerca y e n el otro u n taladro con rosca igual a la d e la vari- llo tomará la forma y distanciamiento pro-
lla anteriormente descrita. yectados.
L a s figuras 4, 5 y 6 d a n u n a idea d e l a aplicación d e los anclotes y d e los tor- Puestos los anillos, l a colocación del
nillos d e extensión. herraje longitudinal no presenta dificultad
Moldes interiores.-Para ccrnpletar lo que sobre ellos s e h a dicho, al lzablar d e los y basta decir que é s t e atraviesa los muros
apoyos, m e limitaré a indicar que para conservarlos en el mismo plano, en las ramas de apoyo por escotaduras practicadas en
inclinadas del sifón, s e hace necesario que l a escotadura circular d e los apoyos sea he- ellos en los lugares requeridos.
cha con la inclinación que aquéll,9s requierer. Moldes exteriores.-Solamente falta l a
colocación d e los moldes exteriores, cuya
Fig. 6.
forma e s l a d e t r e s lados contiguos del
perímetro externo d e l a sección transversal
2 ”x / 2 ” 2’ifZ”
del conducto.
El extremo inferior d e l molde s e apoya
directamente en el terreno y entre dos apo-
yos consecutivos h a s t a el extremo del lado
del polígono que forma l a base, lado que
queda enteramente libre, lo cual permite
Foto. 3.
que e¡ concreto, al vaciarse, s e asiente di-
rectamente en el t e r r e n o ; l a parte media d e l molde que 4orma el paramento vertical
exterior queda enrasada con el extremo superior del muro d e apoyo y por último l a
parte superior coincide con otro lado del polígono de la sección, quedando libre entre
u n molde y otro el lado superior del conducto, opuesto al que forma l a base, y por el
J .
cual s e ejecuta el vaciado.
E n estos mismos moldes y u n poco arriba d e los apoyos s e abren ventanillas que
permiten el acomodamiento del concreto sin temor a desmoronamientos del terreno
provocados por el frotamiento da1 pisón q u e s e usa para aquel o b j e t o ; esas ventani-
llas s e van cerrando a medida que el vaciado progresa.
La parte media del molde s e apuntala contra las paredes d e la excavación y l a su-

12 .,.
15
perior s e atiranta para conservar constante l a dimensión que corresponde al lado supe-
rior del polígono d e l a sección transversal.
Vaciado.-Para mezclar el concreto, en proporción 1:2:4, s e ha hecho uso d e u n a
máquina Rex 14 S., a la que s e l e h a n adaptado canales de madera que conducen el
concreto hasta precipitarlo entre los moldes por el lado superior del polígono d e la sec-
ción transversal del conducto, q u e como antes dije queda abierto para este objeto, pe-
ro hay que irlo cerrando a medida que avanza la operación.
Independientemente del acomodamiento del concreto por medio del pisón, s e ha
hecho uso del de percusión que s e aplica tanto en los moldes exteriores como en los r
interiores.
P a r a terminar manifestaré las ventajas del procedimiento descrito. E
I
Siendo las paredes del conducto de n o más d e 20 centímetros d e espesor parece
preferible no vaciar, a cielo abierto, para evitar derrumbes del terreno, los t r e s lados
del polígono que forman l a base del conducto, máxime s i s e t k n e e n cuenta que d e -
jaríamos, siguiendo este procedimiento, j u n t a s d e construcción longitudinales a más
d e l a s transversales que comprendan una sección vaciada del conducto. (Véase 4igu-
r a 3).
Siguiendo el procedimiento descrito, l a longitud de esas j u n t a s s e reduce al 2770,
teniendo además l a ventaja d e construir secciones monolíticas d e u n a longitud arbi-
traria.
El efecto d e los apoyos en la parte horizontal del conducto, que es la m á s profun-
da, e s prácticamente el mismo para los dos tipos descritos: e l concreto s e cleja aco-
modar sin diáicultad llenando completamente todos los huecos, pero e n las r a m a s d e
entrada y de salida, con pendientes más o menos fuertes, el huncionamiento d e ellos e s
muy distinto.
El espacio comprendido entre dos apoyos continuos queda cerrado por el molde
interior, y al vaciar ei concreto é s t e llena completamente el lado más Lajo y va ascen- 4.
FOLO. Foto. 5 .
diendo a medida que la operación progresa, pero al llegar al lado m á s alto el hueco
no queda enteramente lleno sino que en l a parte central d e l a intersección del apoyo Al quitar los moldes interiores s e advierte un paramento del conducto enteramen-
con el molde interior queda otro hueco q u e d e j a descubierto el herraje d e refuerzo t e uniforme, bien lleno aun sobre los mismos apoyos, lo cual s e explica por el ca-
y que aparece hasta que s e quitan los moldes interiores, sin que s e a posible evitar- mino enteramente libre que encuentra el concreto para resbalar, cubriendo cuantos
lo en el momento del vaciado, pues el concreto, pastoso al colocarse, tiende a bajar huecos encuentra a s u paso.
por su propio peso y esto impide que pueda obligársele a subir por llenamiento has- La figura 6 que m u e s t r a una sección transversal, en conjunto, da u n a idea muy
t a ponerlo en contacto con el molde interior. completa de cuanto s e h a tratado a l describir los procedimientos d e construcción
Igual cosa sucede en e l supuesto d e q u e s e abran ventanillas en el molde citado, consignados en este artículo.
inmediatas al apoyo en que s e presenta el fenómeno, pues en e s t e caso el concreto em- L a s fotografías q u e se acompañan m u e s t r a n : l a nílmero i la aplicación de 10s aps*
pieza a verter por el lado m á s bajo d e la abertura y hay que taparla, dando lugar a yos discontinuos en e l sifón R e q u e n a : en ella s e advierten algunos d e ellos ya desmold-
que el hueco subsista. dados y otros con moldes presentados en el lugar en que han d e vaciarse.

L a s dimensiones que é s t e adquiere dependen de la pendiente q u e tenga l a r a m a La número 2 muestra el momento en que s e bajan los moldes exteriores de la
del conducto que s e considere. rama d e salida del sifón d e S a n José d e Acoculco.

E s t o no sucede con los apoyos discontinuos: el espacio q u e los separa d e j a una E n ella, arriba y a la, izquierda, s e advierten en el molde dos ventanillas abiertas
comunicación enteramente libre e n todo lo largo del conducto y precisamente en los d e las que s e utilizan para vigilar e l vaciado y apisonar el concreto para conseguir su
lugares en que s e produce e l hueco d e que antes s e h a hablado. acomodamiento.
 Ea número 3 muest ya moldeada, l a r a m a de entrada del mismo sifón.
Las números 4 y 5 m u e s t r a n : la primera el m'omento del vaciado, y l a segunda
la rama del sifón ya desmoldada.
E n próximos artículos m e ocuparé d e
nados por el Departamento d e Costos d e l a Comisión Nacional d e Irrigación, así co-
mo d e las buenas condiciones económicas en que s e han desarrollado los trabajos eje-
cutados e n el Sistema Nacional d e Riego
Generali ades sobre el Levantamiento de
los Planos de Alcalini
1L objeto d e e s t e estudio, e s
l a exposición del método
que en nuestro concepto de-
b e seguirse e n el levanta-
miento d e los planos de
alcalinidad, d e acuerdo con
muchas autoridades en la
materia, y represenTa nuestra colaboración
en la unificación del criterio d e los agró-
logos en este respecto.
ORIGEN DE LOS ALCALIS
Las rocas que dan origen a los suelos,
están s u j e t a s constantemente a los agentes
físicos, químicos y biológicos, que entre
otros efectos producen l a solución d e par-
t e d e sus componentes minerales. E s t a s
rocas contienen cloro e n u n a proporción
media d e 0.07% ; azufre, en u n a proporción
media d e O.lOS%, conteniendo además, sa-
les de sodio, calcio, potasio y magnesio en
proporciones variables. La acción lenta
pero contínua d e los agentes atmosféricos
y especialmente del agua cargada d e anhi-
drido carbónico, disuelve los elementos de
las rocas, a excepción hecha del silicato de
aluminio y del hidrato férrico. L a s lluvias
frecuentes y abundantes como las que ca-
racterizan a las regiones húmedas, pene-
los costos unitarios de estas obras, sancio-
NQ 3.
Por los ingenieros Juan SERRANO H.
y Edmundo STERLING.
tran en la masa del suelo y arrastran ha-
cia los ríos, lagos, valles y océanos, mu-
chos d e sus materiales solubles. H a y gran-
d e s extensiones d e tierras áridas en donde
l a precipitación es insuficiente para arras-
t r a r las sales solubles del suelo, dando lu-
gar a su acumulación en profundidades va-
riables, según la penetración d e l agua, mu-
chas veces en cantidades sumamente noci-
vas. G r a n parte d e los valles d e origen alu-
vial en tiempos remotos, contenían/ lagos de
agua salada o brazos de m a r y, natural-
mente, los suelos m á s antiguos d e estos
valles son alcalinos. E n algunos otros s e
h a n depositado grandes lechos salinos. Es-
tos lechos suelen ser cortados por corrien-
tes torrenciales que inundan grandes áreas
con agua salada, depositando así enormes
cantidades d e sales. E s t e fenómeno s e rea-
liza mejor en el caso d e una cuenca cerrada
donde e l agua no puede escapar por escu-
rrimiento y lo hace sólo por evaporación,
como sucedió e n el Valle de México.
E n e l lago d e Texcoco, s e han acumu-
lado todas las sales que, dentro d e su cuen-
ca de alimentación, h a n sido disueltas por
los agentes atmosféricos y arrastradas des-
pués por las aguas d e escurrimiento d e l a
precipitación pluvial.
Existen en e l país gran cantidad d e la-
scs y valles que ofrecen e s t e mismo carác-
ter, en los cuales los terrenos circunveci-
nos a los lagos soii salitrosos. En l a región
norte y noroeste del país, donde l a s lluvias
son sumamente escasas, insuiicientes ge-
neralmente para lavar las sales solubles
r\istentes en la masa del suelo, los terre-
nos i:eiien tendencia a ser salitrosos.
Mancha i n e r temente salina.
Alcal;.-Aplícase el ncrnbre genérico d e
álcali 2 todo exceso d e sales solubles que
se presenta en los suelos e n cantidad sufi-
ciente para perjudicar a los cultivos, con-
sistiendo, generalmente, en cloruros, sulfa-
tos, carbonatos y nitratos d e sodio, calcio y
I n a g n e s lo.
Hablando d e una rnane:a general, los
álcalis están constituidos por una mezcla d e
cloruro de sodio (Cl Na). s a l común, sul-
f a t o de sodio ($04, N a 2 ) , sal d e G l a u b e r ;
carbonato de sodio ( C 0 3 N a 2 ) , sal d e so-
d a : sulfato d e magnesio (SO4 Mg), sal d e
Epson y raramente cloruros de calcio y
magnesio. La proporción d e cada u n a d e
estas sales, es muy variable y depende del
origen d e formación.
H a y dos clases d e álcalis: e l álcali blan-
co y el álcali negro. El primero, indebida-
mente !lamado álcali, está constituído, prin-
cipalmente, por sulfztos y cloruroc d e so-
dio, calcio y magnesio. El segundo s e ca-
racteriza por la presencia del carbonato d e
sodio (CO3 SI&), asociado comúnmente,
con los cloruros y sulfatos d e sodio, calcio
>- magnesio. El carbonato d e sodio e s d e co-
Icr blanco- pero debido a la acción cáustica
q ~ i e *ejerce scbre el material orgánico del
suelo, sl cual destruye, produce u n a colora-
ción café obscuro G negra e n l a superficie,
10 que hace que s e les llame álcalis negros a
todas aquellas mezclas d e sales en las cua-
les entra en composición.
E n el álcali negro s e encuentran, b:en
sean carbonatos neutros, bicarbonatos, o
sesqui carbonatos de sodio.
La presencia d e los carbonatos alcalinos
dentro d e las mezclas salinas, s e reconoce
por medio d e l a fenolftaleína. (Carbonatos
y sesqui carbonatos).
El álcali negro e s mucbo más perjudi-
cial para los cultivos que el álcali blanco,
para el cual algunas plantas tienen mucha
tolerancia, principalmente si s e t r a t a d e
sulfatos.
EFECTOS DE LOS ALCALIS EN
LOS SUELOS
Las condiciones físicas d e los suelos son
modificadas debido a 'la presencia d e gran-
des cantidades de sales solubles, principal-
mente en lo que respecta a su permeabili-
dad, y la infiuencia perjudicial de las sales
en este respecto, e s en el orden siguiente:
carbonatos, acetatoc, cloruros, nitratos, sili-
catos y sulfatos.
LOS carbonatos originan transformacio-
nes completas dentro d e l a masa del suelo,
Los álcalis son perjudiciales a las plantas
y a :os suelos, en distintas formas y s e re-
sumen así:
Po-ka entrada d e la solución del suelo
l
hacia las celdillas d e las raíces, puede s e r
impedida debido a u n a elevada concentra-
ción d e la solución, como consecuencia del
alto ccntenido d e sales en el suelo, murien-
do la planta por falta d e alimentos.
P-El álcali tiende a modificar la es- i
tructura de la planta, hojas y tallos, retar-
dando su transpiración. !
Terrenos salinos en el Proyecto de!
Yaqui, Son. (Foto. Brambila).
 ~Q-LOS álcalis, y d e una manera deter-
minante los carbonatos d e sodio, dispersan
las arcillas coloidales del suelo, impidiendo
l a penetración dei agua a su masa o e! dre-
naje d e ella.
49-La acción directa del álcali negro so-
bre los tallos d e las plantas, los quema en
el cuello d e la raíz e impide la circulación
d e la savia.
Terrenos salinos en la Ciénega de Cha-
pala. (Foto. Serrano).
Movimiento d e las s a l e s solubles en el
suelo.-Algunas sales son muy rápidamen-
t e solubles en el agua y transportadas por
medio d e ella d e un lugar a otro del perfil
del suelo.
Durante los períodos d e sequía, las sales
son llevadas hacia la superficie del suelo,
debido al fenómeno d e capilaridad, mien-
t r a s que en los períodos d e lluvias o de
riegos, su movimiento e s descendente: a!-
gunas veces mucho m á s abajo de l a zona
d e las raíces.
La humedad del suelo s e pierde por eva-
poración directa en la superficie o en for-
m a d e vapor por las grietas, escapándose
por ellas. La humedad también es absorbi-
d a por las raíces y transpirada después por
las plantas. Debido a cualesquiera d e las
causas anteriores, las sales son abandona-
d a s a medida que el agua s e evapora, con-
centrándose con ello, cada vez más, l a so-
lución del suelo.
E n el caso d e pérdida de humedad a tra-
vés d e las plantas, una b a r t e d e ?as sales
que contiene la solución del suelo, e s toma-
da #or l o s vegetales y otra dejada en e1
suelo.
L a s raíces d e las plantas no toman la
h u m e d a d que necesitan d e la superficie
18
d e la tierra n; d e una brofundidad dada,
sino d e toda una extensa z o n a que s o m -
brende desde la superficie del suelo, hasta
un metro cincuenta cesttimetros o más, d e
profundidad.
E! porcentaje mayor d e las raíces d e las
plantas, s e encuentra en el primer metro.
Ea humedad del suelo es removida a mu-
cho mayores profundidades y m á s rápida-
mente por las plantas, que por evaporación
directa sobre l a superficie.
Así pues, l a zona d e localización d e las
sales en cantidades tóxicas m á s peligrosa,
no es l a superficie forzosamente, sino toda
aquella de la cual obtendrán las raíces los
elementos necesarios para l a nutrición de
la planta, o mejor dicho, la zona donde esté
colocado el sistema radicular (de 0.20 a
1.00 metro d e profundidad).
Resumiendo, podemos considerar que las
causas de la variabilidad en la distribución
del álcali (sales solubles) en la m a s a del
suelo, son las siguientes :
lo-Condiciones climatéricas d e la región
(vaporización y precipitación),
2°-Condiciones físicas del suelo (per-
meabilidad).
3O-Movimiento del agua (riegos).
4°-Crecimiento d e las plantas (trans-
piración).
5"-Acción del drenaje (lavados).
Por consiguiente, debido a la variabilidad
d e la concentración salina, d e acuerdo con
la humedad existente en el suelo, s e impone
l a necesidad d e hacer estos levantamien-
tos, en la época d e mayor sequía.
Puente de resistencia Wheastone.
verifica por medio del puente eléctrico d e
METODOS DE L E V A N T A M I E N T O
resistencia, de Wheastone, teniendo como
Muestreo: Las muestras d e tierra s e to- cheque, análisis químicos de control, que
m a n con una barrena d e 2 metros de longi- indican la cantidad y clase d e sales exis-
tud y 25'9 centímetros d e diámetro. L a s tentes en los lugares alcalinos m á s típicos
observaciones, tanto alcalinas como d e l es- d e la región estudiada. Por medio d e l a
tudio de suelos, s e hacen h a s t a 2 metros de m o d i f i c a c i ó n del puente eléctrico d e
profundidad, en virtud d e que en este espe- Wheastone, nos e s posible e n l a actuali-
sor es donde s e verifican o pueden verifi- dad, determinar e n el campo la cantidad d e
carse los cambios que d e alguna manera sales totales contenidas en u n suelo con
tienen influencia sobre el desarrollo d e las relación al peso de tierra seca, sin nece-
plantas. sidad d e recurrir a los análisis químicos,
Como la zona de mayor actividad en las los cuales, como ya s e dijo antes, sólo sir-
raíces, e s hasta la profundidad de u n me- ven d e control.
tro, hemos creído conveniente tomar cinco
La teoría del funcionamiento del puente
muestras en 10s d o s metros estudiados, CO- eléctrico, s e b a s a en l a resistencia que opo-
cocspondiendo l a s tres primeras a dicha zo-
nen al paso d e l a corriente eléctrica las
i l a y l a s d o s restanies corno indicadoras d e
l a s condiciones salinas de las zonas más
profundas del suelo, en la sig.uiente f o r m a :
Miczsi-va. Profundidad en metros.
. -~-.___
A.- . , , , , . . . . . . . D e 0.00 a 0.30
B.-. , , . , . . . . , . , D e 0.30 a 0.60
C.- , . , , . . . , . . . D e 0.60 a 1.00
D.. . , . , . . . . . , . . D e 1.00 a 1.50
E.--- , . . . , . , . , . . . D e 1.50 a 2.00
Distancias del m u e s t r e o : Este- debe ve-
rificarse d e acuerdo cotl el detalle q u e s e
requiera en el estudio, tomándose en cuen-
ta la concentración salina aparente d e los
suelos y la escala de los planos en que s e
trabaje, pudiendo hacerse e l muestreo a
distancias que varíen entre 200 y 400 me-
tros en las zonas muy concentradas y aun a
distancias menores, a medida que e l estu-
dio se aproxime a los límites d e los terre-
nos libres de sales, con objeto de definir
de una manera exacta ¡os linderos reales
de los terrenos afectados. Al hacerse los
estudios d e reconocimiento preliminar en
i
zonas extensas, las muestras pueden. to-
marse a distancias que varíen entre 800 y
1,000 metros, unas d e otras.
L a s distancias que consignamos aquí co-
mo convenientes para el mueetreo, sólo
pueden servir como guía y variarán, natu-
ralmente, de acuerdo con el criterio que el
agrólogo s e forme de cada estudio.
Determinación de s a l e s e n las muestras:
Efiorescencia Mich. (Foto. Ciénega de Cha-
El cuanteo d e las sales en las muestras se
pala, salina en la Serrano).
19
 soluciones acuosas de sales, en u n mismo atrás y hacia adelante, h a s t a lograr encon- sistencias a sales totales que existen y d e negro), entonces s e recurre a ia tabla de
tamaño d e copa, expresada en ohms. trar el punto de neutralización del sonido: les cuales hay t r e s : u n a correspondiente esta clase d e sales y s i no a la d e álcali
A una mayor concentración d e sales en ia lectura que nos dé el indicador en la es- a álcali blanco, otra a álcali negro y l a El-
blanco.
la solución, corresponde menor r esistencia. cala correspondiente, en el momento d e di- a aguas alcalinas. Cuando s e t r a t e d e determinar el por
E s t e aparato es d e gran valor en la de- cha neutralización, por íos ohms d e l a bo- si al s e r tratada !a muestra por la fenolf- ciento d e sales contenido en u n a agua, s e
terminación d e sales totales en los suelos bina usada, será la resistencia d e la solu- taleína da reacción d e carbonatos (álcali recurrirá i ia tabla correspondiente.
que no contienen cantidades excesivas d e ción.
materia orgánica y especialmente cuando E a temperatura d e l a solución s e toma
TABLA I
las sales son sulfatos y cloruros d e sodio. introduciendo el termómetro en el lodo d e
la ccpa, por uno o dos minutos. PQRCENTASE DB S A L E S TOTALES CONTENIDAS EN SUELOS DONDE PWEDB-
D e l puente eléctrico obtenemos la re- M I N A N SULFATOS Y CLORUROS (ALCALI BLANCO) A
sistencia d e la solución, a la temperatura DIFERENTES PERSISTENCIAS
__ ___
ambiente o del agua que s e us6 para la so- --
lución, temperatura que hay necesidad d e Resistencia en BAms. Migajón
corregir a 60* F..(15'55 C ) , con e! fin d e a 60QP. (150 55 C.) Arena. Franca. Arcd?oso. Arcilla.
conoce2-,por medio d e las tablas d e trans-
formación d e resistencias, el total d e sales 18. . . . . . . . . . . . 3.00 3.00 _I
--
solubles que existen en l a muestra. 2.40 2.64 3.00 --
L O S coeficientes que deben usarse en di- 22-20 2.42 2.80 3.00
Vegetación natural en suelos alcalinos en cha transformación, son los siguientes : ............... 1.5u 1.70 1.94 2.20
el Proyecto Valle Juárez, Chih. 1.24 1.34 1.46 1.58
(Foto. Sterling). 1.04 1.14 1.22 1.32
T e m b e r a tu r a s le;-
.86 .94 1.04 1.14
La presencia de carbonatos se reconoce
das en el teimóme- Coeficiente de 40 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.as .78 .%8 $98
por medio d e la ienolftaleína que d a una 45, . . . . . . . . .
-67 .a1 -77 .86
coloración que varía del rosa sumamente
.60 .64 .69 .7a
pálido al guinda intenso, según s e a l a con-
. . . . . . . . 0.9870 2% .Q3 .?O
centración d e carbonatos en ia muestra,
siempre y cuando s e u s e una cantidad
16O c. .......... 5.5
51 34 .57 .63
constante d e fenolftaleína en el reconoci- -48 .50 .53 .59
miento (una gota e s suficiente). -45 .47 50 s.5
La titulación más conveniente e s u n gra= .42 .44 .47 51
mo d e fenolftaleina e n 100 centímetros cú- -39 -42 .44 .48
85 . . . . . . . . . . . A5
bicos d e alcohol de 86 grados. ........... 37 .39 .4E
M o d o d e oherar con el puente: L a m$ies- -35 37 -39 -42
95 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
tra d e tierra que s e va a analizar, o me-
-33 -35 -37 .39
jor dicho, a correr en el puente, s e muele
-31 33 35 37
lo más perfectamente que s e a posible y s e -30 .32 -33 $35
humedece en una taza de peltre con agua .31 .33
............. 28 -29
destilada (si es posible), h a s t a formar u n .32
27 28 .29
lodo d e consistencia d e atole; si la tierra .30
.......... .25 .26 .28
está muy seca, s e d e j a la muestra en r e =
.24 -25 .26 .28
poso, d e 10 a 20 minutos, para dar tiempo Supcniendo que l a resistencia eléctrica
.......... .2d $24 .25 .27
a que las sales s e solubilicen. Una vez he- d e la solución, leída eE el puente a la tem-
.22 .23 -24 .26
cho e l lodo, s e llena con él la copa del peratura ambiente d e 199 C., fuera de 150
ohms, Labria que corregirla a 60" F., por .21 ,522 .23 .25
puente, Ba cual s e coloca e n sius soportes 145. . . . . . . . .
correspondientes, a través d e los que pa- -21 -21 .22 .24
medio del coeficiente de transformación ................
20 21 -21 .23
sará l a corriente eléctrica. Colocada la co= C o r r e s p o n B n t e a e s a temperatura, que e s 155. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
pa en los soportes, s e conecta la bobina d e 1.0848, dándonos entonces una resisten- .......... 20 .20 -21 22
apropiada de 10, 100 ó 1,000 ohms, segan cia verdadera d e 162.72 ohms. .......... .19 20 -20 .21
sea la concentración d e l a muestra y s e Una vez corregida la resistencia, s e re- .19 .19 .20 20
mueve el indicador d e l a resistencia hacia
170 .....................
curre a las tablas d e transformeción de re-

20

-..
....
Resistencia en Ohms. Migajón
a 600 F. (159 55 C.) Arena. Franca. Arcilloso.
24 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.00 - - - 480 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . __s .L Z
2.90 3.00 3.00 3.00
2.10 2.22 2.22 3.00
1.64 1.91 1.91 2.55
1.42 1.72 1.74 2.28
TABLA 111
45 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.24 1.54 1.56 2.05
50 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.30 1.40 1.42 P A R A D E T E R M I N A R E L TOTAL DE SALES CONTENIDAS E N E L AGUA, A
1.87
55 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.00 1.27 1.89 1.72 U N A RESISTENCIA DE 60". (15"55 C.) PARTES POR PO0,OOO.
60 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -87 1.16 1.18 1.60
65 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .$O 1.06 1.08 -___-
1.48
70 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .74 -98 1.00 1.38 Resistencia Cloruro~. Carbonatos. Resistencia. ' Cloruros. Carbonatos.
7. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .68 .92 .95 1.29
.64 36 $90 1.22 30 750 220 87 122
-59 .81 .86 1.14 35 670 230 83 116
.56 .77 .82 1.08 40 595 240 79 110
34 .73 .79 1.01 45 525 256) 75 105
31 .69 .75 .97 50 460 460 26Q 71 100
.49 h5 .72 55 400 425 270 68 95
.91
.47 .63 .69 60 355 395 280 65 90
.87 86
.45 .60 ,656 .83 65 305 375 290 62
.43 57 .64 70 265 355 300 59 83
.79 77
-42 .55 .61 75 230 333 320 54
-75 50 71
.41 -53 -59 80 213 220 340
.72 47 65
-39 .51 .57 85 203 3Q6 3QQ
.69 380 44 60
.38 .49 -55 90 195 294
.66 400 41 55
.37 .47 53 95 188 284
.63 262 450 35 46
36 -43 .51 .6B 100 181
110 170 250 500 31 38
u -35 -44 50 -59 32
34 120 160 23 1 550 28
.43 .49 .56 25 27
33 .41 130 150 213 600
-4.7 . .54 700 22 23
32 .40 140 141 200
A6 .52 187 800 20
.31 39 .45 150 132
.51 160 124 176 900 19
.3 1 38 .44 .49 18
170 116 165 1000
30 .37 .43 A7 1200 17
.30 180 189 154
-36 -42 .46 144 1400 16
.29 190 102
3.5 .41 .45 138 1600 16
-29 44 200 96
.40 .43 210 91 130 1800 15
.26
.24 .3a
.38
.37
-39
^r

.36
- - - 2000
-
15
-21 -28 34 .33
............ -19 .26 .32 .31 Para un mejor ordenamiento e n estos datos, a continuación se consigna un m o -
500 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22 .28
340 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29 delo d e registro:
.l8 .23 .24
380 . . . . . . . . . . . . . . . . - -20 .20

23
 REGISTRO DE LEVANTAMIENTO DE ALCALI. /

o/o d e suelo. d e suelo.

N o d e la
Textura.
Tembera- Resisten-
tura C. cia.
Garbona-
tos.
Resiscencia
Corregida. % d e Sales, Perales. . .. .. .. . ... . e 0.01 Veza velluda, . e . 0.40
Muestra.
/&nendros. . ........ .. ,, 0.01 ........ 0.40
Ciruelos. . ... ......
e

0.008 Remolacha. . . .. ........ 0.33

125.-A Arcillá 19" 150 sí 162.72 .%O Higueras. ,
a

e ......... .
. . 0.007 Mirasol. . . a e .. ... .. 0.33
B Arcilla 19" 135 sí 146.44 .626 Duraanos. ............ 0.004 RáSano. o a a . . .. ..... 0.32
.
o

sí . . . . ~.. . . . . . .
e o

C Arena 189 130 137.72 385 Manzanos. 0.004 Alcachofa. . . . .. ... 0.24
-
a

- .. .. .
~

D Mig. Arc. 179 120 NO. 124.10 .280 Chabacanos~, 0.003 Zanahoria. a e ........ 0.19
E Franca 18" 300 NO, 311.82 Libre Limoneros. . . o 0.003 Trigo duro. , e e .... .. 0.13
126.-A Moreras. . . . ..... ....
o , ... 0.001
. . ... ... .
0.10
6.07
l3
f7 Cloruro d e sodio Centeno. , ..... 0.06
0.06 ......... 0.057
RE SdSTE NGIR DE ALGUNAS PLA NThS Estos limites fueron observados en ce- olivas. .... 3.04 0.043
. ....
0

AL ALCALI reales, con un migajón arenoso y sólo sir- Naranjos. e e ... 0.32 Trébol. e . ........a o 0.035
ven de idea general. Almendros. , o o ... 0.015
O.OP4
Altramuz.blanco.. . . ~. . . . . . . .
Meliloto e e . 8.035
Pór lo general, la tolerancia d e las plan- P a r a ayuda d e la interpretación d e los 0.030
tas al álcali, depende principalmente d e la efectos del álcali sobre las plantas, a con- Perales. * o . . . . . . .. . ... .. . 0.308 ........ 0.025
naturaleza química d e las sales solubles, tinuación consignamos ias tablas números Manzanos., . o 0.007 Carbonato d e s o d i o
clase d e planta d e que s e trate, estado de 1V y V con algunos datos sobre las canti- .. .. . . . , 0.007
.,. . ... .. ..
Duraznos. . . . . . . . . 3.006 Chamizo. a Q.11
SU desazrollo, textura del suelo, composi- dades máximas que han resistido ciertos
Chabacanos. . . . , . . . . . . . . . 0.006 Cebada. e o . e . . .. . . . ...... . 0.07
ción d e las aguas u s a d a s e n los riegos y cultivos, encontrándose siempre e n orden
. . . . . ~. . . . .
~

0.805 .......... 0.07

frecuencia e intensidad d e los mismos. descendente d e rssistencia, Limoneros..
Higueras. . . .
o ,
0.005 Sorgo. .. . .... .. 8.06
L a s plantas jóvenes son mucho m á s sus- 0.05
TABLA IY Sales totales 0.025
ceptibles a los perjuicios d e los álcalis
que 12s m á s viejas. L a s leguminosas son Vides. o .
- .. . . . . . . . . . .
e .. . 0.30 0.018
por lo general muy sensibles, aunque la al- Olivos. -. . .
, . ,.... .. . .. .. 0.25 0.817
falfa y la veza son resistentes. Un suelo Almendros. ... .... . .. . . . . 0.16 Altramuz. e e ...,.
..........
0.017
0.015
arenoso e s m á s perjudicial a los cultivos Higueras, . .
.... . . . ... . . 0.16
.
~

que un suelo arcilloso que contenga la mis- Naranjos. .

.. . . . ..... . 0.14 0.014
..... . . .
o

m a cantidad d e salitre, en virtud d e que .

Perales. , , . . . . . . . .-. . . , . . . 3.13 0.014
contiene menos agua. Manzanos. ....... .. ...
o . a o 0.00 0.011
Hilhgard da los sipaientes datos COI? 14- Ciruelos. * , . . . . . . . . , . . . .
e . 0.007
. . . . .* . . . .
0.011
0.010
mites d e tolerancia : o/o d e suelo. Duraznos. , . . . . . . . . . . . . . . 0.007 Mirasol. e

. . . . . ,. . .. .... .
e e

..
4 e

Chabacanos. . ... . ... . . . 0.009 Trigo. o . 0.009

.
~

T .
0.1% para carbonatos d e sodio. Vides. .
. , . ' . ... ... . , . . 3.25 uumoneros:. .... ... .. . . . 0.803 Zanahoria. e 0.007
0.25% cloruros de sodio, y Olivos. . .. . .
e

. . . . * . . . ~. ,
e 0.19 Moreras. . ... . . ..... .
e o
o o a

. 0.003 Centeno. . . ~. , . . . . . . .
e . . . 0.006
0.50% para sulfatos d e sodio. Higueras. .. .
. . .. ... .. . . 0.15 0.003
0.000'7
~h~endros,. , ....., .... L 0.14
Naranjas. , . ~.. . . . . . . .
o a o . 0.12 Cloruro d e s o d i o
Perales.. *.
. . . . . . . ~, . . . . Q.11 0.07
Manzanos. ............ . 0.09 8.06
-
~

Duraznos, . . . . . . . . .. .. e 0.06 0.06

Ciruelos.*. .
..... ... ... ... e 0.06 0.036
Chabacaiios. , . . . ~. . . . . o . 0.05 0.036
.
~

Limoneros, .,.... . . ... a 0.03 Mirasol. *. e e .... . 8.035

Moreras. a .
. . . . ~. , . . . . . . e 0.02 0.035
d e suelo.
0.032
Carbonato d e s o d i o cr;staí;za$o O/o -
- Veza velluda. .. 0.02
Vides. * . . .. ., . ... . ., 0.05 Chamizo. * . . . . , . . . . . . . . . . 0.80 Altramuz. . ....... 0.02
.
e a ~ ~

Trabajando con e: puente de resistencia Naranjos, , . I . . ....... 0.824 Alfalfa ( v i e j a ) , . . . . . . . . . . . . OAO Zanahoria. .... 0.012
.
~ e ~

en el campo. (Foto. Braiiibila). Olivos. * . . .. ... ... ... . 0.017 Alfalfa (joven). . . . . . , . . . . . 0.07 0.011

24 25
 -- lo exigen para su buen desarrollo, entre
yo d e suelo. TABLA. VI1
- las cuales podemos contar l a s siguientes : '
Centeno. . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.01 Zacahuistle (zacate salado) Distichlis
L I M I T E S TQXICOS P A R A CLASIFICACION DE SUELOS ALCALINOS EN S I S -
Alcachofa. . . . . . . . . . . . . . . . . 0.309 Espicata.
Trigo d u r o . . . . . . . . . . . . . . . . . Chaparro Salado Australiano (Atriples TEMAS DE R I E G O Y A ESTABLECIDOS, AFECTADOS P O R E L ALCALI BLANCO
0.009 Y QUE SE PROYECTE BONIFICAR
Trigo. .................... 0.007 Semibaciata, que resisre m á s de 1% d e
Pastos.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.006 sales).
MeEiloto blanco. . . . . . . . . . . . 0.003 Swaeda Intermedia.
Clase en que s e colocan los Concentración salina en
Cañagria, . . . . . . . . . . . . . . . . 0.0005 Las dos primeras son ÚtiIes como plan-
t a s forrajeras.
-
Salinidad d e los suelos.
suelos $or este factor. $0.ciento d e tierra seca.
Sales totales
2º-Plantas d e cultivo que soportan el Libre.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1' Clase (Agrícola). M e n o s d e 0.20
Chamizo. . . . . . . . . . . . . . . . . 0.100 álcali, en dosis comprendidas entre 0.2 y Moderadamente afectados. . 2@Clase (Aprovechable). D e 0.20 a 0.60
Alfalfa (vieja). . . . . . . . . . . . . 0.70 0.5 %. Fuertemente afectado3.. . . . 3s Clase (Dudosa). D e 0.60 a 2.00
Alfalfa (joven). . . . . . . . . . . . 0.80 Maíz Maffir. D e 2.00
- en adelante.
M u y fuertemente afectados. 4@Clase (Desechable).
Sorgo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.50 Sorgo.
Veza velluda. . . . . . . . . . . . . . 0.45 Remolacha. '

Rábano.. . . . . . . . . . . . . . . . . 0.40 Avena.

Mirasol. . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.37 Alfalfa bien desarrollada (vieja), TABLA VI11
Remolacha. . . . . . . . . . . . . . . . 0.37 Veza.
Alcachofa. . . . . . . . . . . . . . . . . 0.25 Dátil (resistente especialmente a los clo- L I M I T E S TOXICOS P A R A CLASIFICACION DE SUELOS ALCALINQS Y A SEAN
Zanahoria . . . . . . . . . . . . . . . 0.18 ruros). RECADOS O S I N R E G A R , P E R O AFECTADOS P O R E L ALCALI N E G R O
Cebada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.16 3O-Plantas d e cultivo, poco resistentes, ( C A RBONATOS)
Trigo duro. . . . . . . . . . . . . . . . 0.16 entre !as que el trigo y el maíz son las
Trigo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.11 más sensibles y el arroz la m á s resistente.
Trébol. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.10 Clase en que s e colocan l o s Concentración salina $0.
Apio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Salinidad d e los suelos. suelos hor este factor. ciento d e tierra seca.
0.09
Centeno.. . . . . . . . . . . . . . . . . 0.08
L I M I T E S TOXICOS P A R A L A CLASIFI-
CACHOM DE TERRENOS ALCALINOS
_-
Altramuz. . . . . . . . . . . . . . . . . Libre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . l a Clase (Agrícola). De menos d e 0.05
0.07
Cañagria. . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.06 Moderadamente afectados. . 2* Clase (Aprovechable). De 0.05 a 0.10
P a s t o inglés. . . . . . . . . . . . . . . Siendo el objeto d e los planos d e alcali- 0.10 a 0.30
0.34 Fuertemente afectados. . . . . 3+ Clase (Dudosa). De
Meliloto blanco. . . . . . . . . . . . 0.036 nidad, determinar l a s zonas susceptibles
4" Clase (No aprovech.) De 0.30 en adelante.
d e cultivo en 10s proyectos d e irrigación o Muy f u e r t e m e n t e afectados.
D e las plantas que prosperan en terre- en las d e bonihicación en los sistemas d e
nos salinos s e forman t r e s grupos: riego ya establecidos, hemos creído conve-
lo-Plantas propias para terrenos alcali- Observando las tablas VI y VII, s e no- siempre habrá peligro d e que sus condi-
niente formar dos tablas de límites tóxicos
nos, que_ no sólo resisten al álcali, sino que tará discrepancia entre los límites d e cla- ciones alcalinas empeoren al s e r irrigadas.
para que sirvan d e base a esa clasificación:
sificación que consideramos para los te- Lo anterior puede o no realizarse, pero
rrenos sin irrigar y los adoptados para los considerando e l alto costo que sacan los
TABLA VI terrenos ya regados por bonificar, en los proyectos de riego, e s poco prudente in-
sistemas d e riego ya establecidos. cluir en ellqs áreas dudosas por este con-
L I M I T E S TOXICOS PARA CLASIFICACION DE SUELOS ALCALINOS QVE SE cepto (terreno d e tercera clase).
Esa diferencia s e b a s a en que, d a d a la
P R O Y E C T E I R R I G A R (ALCALI BLANCO) gran cantidad d e tierras no cultivadas que Cuando s e t r a t e de terrenos ya irrigados
existen en el país, es preferible ser u n po- donde existen colonos o agricultores ex-
co más riguroso, al desechar tierras que perimentados e intereses creados, que e s
Clase e 9 ~que skbcolocan l o s Concentración salina en antieconómico destruir, hay que s e r u n po-
Salinidad d e los suelos. contienen álcali y en l a s cuales no s e ha
suelos $0. este factor. gíor ciento d e tierra seca. co m á s tolerante en los límites d e clasifi-
invertido todavía un solo centavo para me-
- - jorarlas, que al considerar superficies ya cación, puesto que d e l a mayor o menor
regadas, que h a n sido mejoradas con gran- superficie d e suelos de primera, segunda
Libre d e álcali. . . . . . . . . . . . 1" Clase (Agrícola). Menos de 0.20. y tercera clases que s e encuentren, depen-
des costos y que actualmente, debido al
Moderadamente afectados. . 2* Clase (Aprovechable). álcali, únicamente producen cosechas me- derá s i s e realizan o no las obras d e dre-
dianas. naje. Si en e s t a clasificación s e fuera t a n
Fuertemente a f e c t a d o s . . ... 3" Clase (Dudosa). D e 0.40 a 1.50. exigente como e n los terrenos por irrigar
Semejantes tierras e n L e a s no cultiva-
M u y fuertemente afectados. 4" Clase (Desechable). De 1.50 en adelante. das, principalmente tratándose d e proyec- s e calificarían como terrenos d e cuarta cla-
- tos de riego, deben s e r desechadas, pues s e grandes áreas irrigadas; lo que nos lle-
 varía a la conclusión de que e r a antieco- dad d e las muestras de suelos en Eorma
nómica la bonificación d e l sistema de l a d e quebrado, siendo el numerador el pro-
región estudiada.
medio de l a s t r e s primeras muestras del
Al tratarse de suelos irrigados por boni- sondeo y el denominador el promedio d e
ficar- e s conveniente considerar como me-
las dos restantes. H e m o s promediado las
j o r a b l e ~hasta los terrenos d e tercera cla-
tres primeras muestras (1 metro d e pro-
se, en virtud d e t e n e r capitales ya inver-
fundidad), en virtud d e que en esta zona
tidos.
s e encuentra el porcentaje mayor d e las
raíces de las plantas y por s e r además
la que generalmente satura los riegos.
29-Trazo del lindero d e las diferentes
zonas alcalinas, d e acuerdo con los límites
tóxicos ya establecidos en las tablas VI,
VI1 y VIHI y l a salinidad en los sondeos.
3º-Iluminación d e los planos con colo-
r e s café, variando del pálido ai intenso, en
orden d e concentración, siendo el café pá-
lido para los terrenos libres d e álcali y los
m á s intensos para los que tengan mayores
Resembrando algodón en terrenos alcali- concentraciones.
nos. Proyecto Valle Juárez, Chih.
(Foto. Sterling). 4°-Ashurado d e las zonas alcalinas en
las cuales se haya observado reacción por
FORMACIBN DE PLANOS carbonatos.
59-Cuando s e t r a t e d e terrenos afecta-
E s t e trabajo s e reduce al vaciado d e to- dos solamente por álcali negro, s e usarán
dos los datos y observaciones obtenidas los colores ya mencionados, anteponiendo
durante ei desarrollo d e l trabajo de cam- a l quebrado que indica la concentración sa-
po y s e resume a s í :
lina l a letra C, que manifestará reacción
Eo---Expresión en el plano, d e la salini- por carbonatos.
icultura
Por Rolfo ORTEGA M., I . M . E .
( D e la Oficina de Estudios .Hidro-
eléctricos d e la Comisión).
III.--APRESURAMIENTO DEL CULTIVO DE LAS PLANTAS
ONOCIDO5 investigadores @stán estudiando la posibilidad d e expiotar
nuevamente !os terrenos cansados por el uso y mejorar las cosechas
en los suelos improductivos, usando corrientes eléctricas ; para esto,
han colocado bajo l a superficie d e parcelas para l a siembra d e legum-
bres y en los extremos, placas grandes d e cobre y de zinc, las que
conectadas con cables superficiales a los bornes d e elementos galvi-
- medio d e corrientes eléctricas. La Compañía S. M. Eriksson, con fábricas y negocios
nicos, hacían fluir las corrientes eléctricas d e las pilas en los suelos, a fin de mejorar-
D--
28
10s y activar la germinación d e las semillas; con el mismo objeto s e han usado elec-
trodos d e cobre y platino y corrientes eléctricas ministradas por generadores de corrien-
te continua y alterna. Las investigaciones efectuadas han servido solamente para sa-
ber que las semillas que s e desean hacer germinar y que s e encuentran cerca d e los
ánodos, son afectadas por corrientes eléctricas, cuando las pruebas duran m á s d e 20
horas.
***
L. Lemstrom en Finlandia, no obstante los fracasos d e sus antecesores, asegura
que las cosechas aumentan 50% cuando s e electrizan las tierras d e labor producti-
vas y afirma que el uso de las corrientes eléctricas en el apresuramiento d e la germi-
nación d e las semillas, debe hacerse durante las noches y d e ningún modo bajo los ra-
y o s solares.
En varios países d e Europa y América s e han efectuado diferentes pruebas del ca-
lentamiento de los suelos por medio d e la electricidad, a fin d e activar el cultivo d e las
plantas. Los estudios terminados h a n aportado varios factores principales a este nue-
vo campo d e aplicación de l a electricidad; (1) el diselio d e los cables que deben usar-
s e para l a conducción d e las corrientes eléctricas, los que deben ser a la vez que Euer-
tes, inmunes a la acción del agua y d e las substancias químicas d e los suelos; (2) e!
distanciamiento d e los cables o elementos calentadores en e l terreno y (3) las cargas
eléctricas adecuadas para obtener el calor requerido para l a s tierras d e cultivo en los
meses últimos del invierno.
Ajustados a estos factores, s e h a n construído en varios países diferentes equipos
pa.a las instalaciones calentadoras d e las tierras d e labranza, los cuales constan gene-
ralmente d e 10s elementos calentadores, que pueden ser d e cables o tiras de metal
conectados a las redes distribuidoras y de u n termoestato para controlar la temperatu-
r a deseada,
Los equipos calentadores s e pueden usar en parcelas al aire libre, en camas d e
tierra calentables y en invernaderos. E n las parcelas al aire libre s e instalan los equi-
pos calentadores, para surtir los mercados d e legumbres los m e s e s de abril y mayo.
La posibilidad mayor para e s t e uso d e l a electricidad, se obtiene en l a s camas d e tie-
:ra calentables, en las que el calentamiento eléctrico puede s e r regulado y mantenido
con exactitud el tiempo requerido; además, no s e requieren reposiciones anuales, el cos-
to por mano d e obra e s minimo y l a seguridad obtenida e s satisfactoria. En los in-
. .
vernaderos, el equipo d e los cables calentadores es suplementario del calentamiento
con vapor o agua caliente ;’ en ellos s e pueden cultivar melones y pepinos en Inviernoi
E n Suecia s e ha venido dando apoyo oficial a esta clase de trabajos, desde el año
d e 1925, cuando la Academia Real d e Agricultura sugirió u n a investigación con el ob-
jeto d e ver la posibilidad d e industrializar l a aplicación d e la electricidad a l a agri-
cultura. S e formó una Comisión en l a que estuvo ampliamente representada l a Direc.
ción d e Fuerza Motriz Hidroeléctrica, con e l f i n d e abordar prácticamente el proble-
m a ; muchos d e los adelactos obtenidos s e deben principalmente a la participación de
esta Dirección. En mayo d e 1927, l a Comisión dió un informe a l a Academia ‘y a Ii-
nes d e 1929 s e pudo industrializar, a gran escala, el calentamiento d e los suelos por
en Europa y Améiica, principió a fabricar cables especiales para el calentamiento d e
29
1
 suelos y ]la adquirido casi todas las patentes de esta clase de cables. Aproximadamen-
t e 900 floristas de Suecia están usando equipos para el calentamiento d e las tierras. EQUIPO PARA CAMAS DE -
6T I E R R A 7A
DESCONEC CALENTABLES,
DORES
7 - MANGUITO OE PORCELANA
Un equipo calentador d e suelos cuesta en Suecia aproximadamente 40.00 pesos mexi- f - AL A REDDE 115 VOLTS.
2 - TOMA CORRIENTE. 8 - CABLE CON TRES ALAM%RES
canos y la cuota de l a tarifa para energía eléctrica usada en faenas agrícolas durante 3 - CONTACTOS.
las noches es d e $0.01 por K. W. H., para cualquier lectura del medidor. 4 - FUSIBLES DE TAPON DE 10 AMPS, - CALENTADORES
CUBIERTO DE CINTA AISLANTE
Uno de los agricultores más conocidos d e Estocolmo, tiene en su granja aproxima-
5 - TERMOESTATO. 9 DE ALAMBRE
PL A NO.
damente 2,000 metros cuadrados d e tierras calentadas por medio d e l a electricidad, e n
las que cultiva desde hace 4 años rábanos, lechugas, pepinos, melones, fresas, etc., pa-
r a ponerlos en el mercado d e e s a ciudad los meses d e marzo, abril y mayo.
E n Inglaterra el señor Borlase M a t t h e w s e s t á empleando la electricidad en todas
las faenas agrícolas d e su granja d e 242.8 hectáreas, de l a s que 80.4 hectáreas están
completamente electrificadas : esta granja e s t á agrupada en dos secciones que lorman
los edificios principales y l a s tierras de cultivo; en estas últimas s e calientan los sue-
los con camas de tierra calentables y s e u s a la electricidad e n los invernaderos. Sin
embargo, el uso de l a energía eléctrica para calentar las tierras d e labor, no s e h a ge-
néralizado en las Islas Británicas, debido a q u e la capacidad eléctrica instalada en l a
Metrópoli del Imperio, e s e n su mayoría termoeléctrica.
Otros países d e Europa, entre los que podemos nombrar a Alemania, Francia y
Holanda, emplean los equipos calentadores d e suelos aisladamente, debido a que l a ma-
yor parte d e la energía e s generada en plantas térmicas y e s antieconómico el empleo
d e estas instalaciones.
Los laboratorios d e investigaciones dependientes del Departamento de Ingenie- EQUlPO PARA CAMAS DE TIERRA CALENTABLES.
ría Industrial d e la “General Electric Company” en Schenectady, N. Y., E. U. A,, tie-
dos parcelas, para el cultivo d e pepinos, d e aproximadamente 4.00 metros cuadrados ca-
nen bajo prueba t r e s camas de tierra calentables, en u n a granja d e investigaciones;
da u n a ; la primera s e calentó eléctricamente con alambres No 1 4 para intemperie y
las camas están conectadas a una r e d distribuidora de 115 volts y cada u n a tiene t r e s
eri la otra s e cultivaron los pepinos s i n calentamiento; en l a parcela calentada s e requi-
elementos calentadores de 62.5 watts cada u n o ; éstos se pueden conectar a la red para
rieron 41 días desde l a siembra h a s t a l a cosecha d e los pepinos, mientras q u e para co-
obtener tres diferentes calores, ya s e a usando el circuito d e 62.5 watts, el d e 125 watts
sechar en la parcela no calentada, s e requirieron 20 dias m á s ; la producción d e l a par-
o los dos al mismo tiempo.
cela calentada f u é d e 300.00 dólares, contra 150.00 dólares d e l a no tratada por me-
L a s camas están construídas d e láminas d e metal con aislamiento d e cenizas.
d:o del calentamiento eléctrico.
Los elementos calentadores colocados en u n a cámara en l a base d e l a s camas, están
instalados en tablas movibles, para que puedan s e r removidos con facilidad para su
Las investigaciones Sueron patrocinadas por la Southern California Edison Com-
inspección, remoción o almacenamiento (véase figura NQ 1). pany Ltd., bajo la dirección del expertoG. H. Hawley.
L a s pruebas han demostrado que estas camas d e 91.4 centímetros por 182.8 centí-
A continuación damos los datos principales que se requieren para el calentamiento,
metros consumen 2.2 K. W. H. medios por día, en los m e s e s d e marzo y abril, con se-
al aire libre, de una parcela d e 400 metros cuadrados.
manas d e 7 días y que las temperaturas d e éstas son adecuadas para hacer germinar o ~ .
Ccrriente. , , . . . . , , . . . . . . , . , . . , . , . 50 amperes.

las semillas y activar el crecimiento d Demanda. e ....., , ..

~ ~ e

L a Asociación d e Jardineros, l a Oficina d e Agricultura, el Departamento d e Le-

Consumo. ...
* . . . , . .. . .. ...... ... ... . 2,400 K. W. H.
gumbres d e la Escuela d e Agricultura, la Comisión de Servicios Públicos y la Corpo-
Temperatura de calentamiento. . . . . . . . . 90” F.
ración d e Luz y Fuerza del Estado d e Nueva York, tienen puesta s u atención en los
Tiempo empleado para l a cosecha. . . . . . La mitad d e l ordinario.

experimentos que s e efectúan con camas d e tierra calentables d e 182.8 centímetros

Producción. , .. o .
. . ..... ., . .. , , . .... . Doble de l a ordinaria.

por 365.7 centímetros equipadas con elementos calentadores d e alambres d e cobre cu-
hvIateria1 usado. . . , . ........ ... .. . . 225 metros d e alambre d e cobre p a r a ,
biertos d e plomo y d e s n u d o s : el aislamiento d e las camas e s d e lava mineral, corcho, intemperie No 14, colocad? 25 a 30 centímetros abajo de l a superficie del terreno y di-
cellotex y diferentes clases d e carbón. rectamente cerca de las semillas d e pepinos.
E n una granja cercana a Los Angeles, California, s e efectuó u n a investigación con En Riverside, .California, s e está tratando de industrializar e l calentamiento d e 10s

30 31
 invernaderos aplicando el calor por medio d e alambre para intemperie. E n un inver-
Un florista de Detroit, Michigan, E. U. A., sometió el año pasado 400 lirios a l a ac-
nadero para investigaciones s e usaron dos circuitos d e alambre d e acero para intem-
c ió n del alumbrado eléctrico tratando d e activar su floración; empleó 4 lámparas d e
. G., aproximadamente de 265 metros de largo cada uno; l a corriente 1,000 watts cada una, con reflectores d e cúpula R.E. M., l a s cuales colgó a 1.80 me-
empleada fué d e 220 volts y 33 amperes por circuito; s e requirió un2 carga d e '4.2
t ros sobre las plantas y distanciadas a 1.60 metros. L a s lámparas estuvieron prendi-
M.W., para obtener u n a temperatura d e 170" pi'. en los alambres y ¡a energía disi-
d2S de 2 a. m. a 6 a. m. durante 20 días consumiendo 295 K. W. H. El éxito que ob-
pada f u é d e 8.4 watts por cada 30 centímetros de alambre. S e colocó u n termoesta-
t uvo fué sorprendente.
to e n el centro, a f i n d e que s e conectaran automáticamente los circuitos cuando s e tu-
L a aplicación económica del alumbrado, en el cultivo d e las plantas, requiere que
viera una temperatura d e 43" F. y éstos s e desconectaran cuando alcanzara una tem-
las lámparas s e a n especiales, lo que n o s e 'ha efectuado h a s t a l a fecha: s e h a compro-
peratura d e 500 F. en e¡ invernadero, L a temperatura ambiente e n las noches más
bado que la luz cercana al rojo final del espectro e s la m á s adecuada y eficiente pa-
frías f u é d e 28" F. sobre cero y bajo estas condiciones s e requirieron 15 K.W. para ha-
r a hacer crecer las celdillas d e l a s plantas, aunque no e n todos los casos. Otro factor
cer subir l a temperatura del invernadero los 17" F. restantes. E n los dos m e s e s de!
influyente para l a industrialización d .e .este uso de l a electricidad en la agricultura e s
último invierno s e consumieron 3,600 K. W. H. y s e pagaron a la compañía ministrado-
el costo d e l a energía eléctrica que d e b a usarse.
r a d e energía eléctrica 90.00 dólares.
El secreto para obtener éxito en el calentamiento d e los invernaderos, estriba en
mantener baja la diferencia de temperatura e n t r e la d e los alambres calentadores y l a
del ambiente; d e otro modo s e requiere que el aire circule mucho, lo que implica pérdi-
das considerables de calor. S e h a notado que s e requiere 1 M. W. d e carga conectada,
para hacer que ha temperatura interior aumente un grado con respecto a l a del ex-
La§ esecación de la Laguna
terior.
La " General Electric Company" está tratando que los agricultores y floristas d e
etztitlán
Portland, Oregon, u s e n pequegas camas d e tierra calentables, d e un elemento d e níquel-
P o r el Ing. Joaquin ROMERO.
cromo de 200 watts, controlado por u n termoestato; !as camas consumen d e 2 a 3 X.
W.H. por día. El precio de estos equipos es d e solamente 9.00 dólares. ..
*** A Comisión Nacional d e Irrigación tiene a su cai-go, por acuerdo presi-
dencial, desde el año d e 1928, la resolución del problema d e la drseca-
, i
Otro uso de l a electricidad en l a agricultura consiste en electrizar el aire con fuer-
ción d e la laguna y d e la vega d e Metztitlán. El objeto d e estas impor-
zas electromotrices externas, para hacer m á s rápido el desarrollo d e las plantas, P a r a
tantes obras es evitar las inundaciones d e los terrenos pertenecientes a
esto, s e tienden arriba d e las legumbres o plantas de u n a parcela alambres con: púas,
los pueblos d e S a n Cristóbal, Azolzintla, Amajactlán, Pueblo Nuevo, P e -
dando distancias explosivas determinadas después s e cargan las redes d e electricidad
dregal, Tlaxco, Hualula, Tlaltepexe, Cocotzingo y Metetitlán y convertir
y s e forzan descargas. L a s pruebas s e pueden hacer al aire libre y en invernaderos.
S e h a asegurado que s e obtienen aumentos en !a producción d e 18 a 80%. en segura la agricultura aleatoria y precaria que s e desarrolla en esa regióa.
E a laguna y la vega d e Metztitlán, que s e encuentran situadas en el Estado d e Hi-
*** dalgo, a sesenta kilómetros a l norte d e la ciudad d e Pachuca, constituyen e! receptáculo
El alumbrado eléctrico s e usa ampliamente para apresurar el crecimiento de las
natural del río Grande $e Metztitlán, que e s t á formado por los escurrirnientos perma-
plantas. En el año d e 1880 Wilhelm von Siemens sometió algunas plantas a l a acción
nentes d e los rios Grande d e Metztitlán, Garrochas y Jihuico y por la ailuencia intermi-
del alumbrado eléctrico y notó que un capullo de tulipán, s e convirtió en flor después
tente d e los ríos Izatlán, Regla, Triangulillos e Ixtula. En épocas remotas debe haberse
d e unas pocas horas d e alumbrado artificial. En Suecia s e están usando con mucho
comunicado con el río Almolón, afluente del río Moctezuma, que lo es a s u vez del río P á -
éxito lámparas eléctricas para alargar !os d í a s d e luz a Ias plantas y s e ha notado que
nucoI pero la comunicación quedó interrumpida por el derrumbe del cerro del Tajo que
algunas d e éstas, requieren poca intensidad luminosa y otras u n a luz muy brillante pa-
obstruyó el cauce, formándose, en consecuencia, un vaso cerrado donde se depositan las
r a crecer y florecer.
aguas que escurren por los ríos: e s t e depósito alcanza anualmente alturas variables en
E n Inglaterra s e h a intentado usar el alumbrado ¿e loa tubos Neón (sistema Phi-
función del volumen d e precipitación anual, habiendo llegado l a s aguas a cubrir todo
lips) para activar el cultivo d e las plantas. S e ha notado qile l a mayoría d e las plantas
el terreno comprendido dentro d e l a curva 1252, e s decir, h a llegado a cubrir desde el
expuestas al alumbrado d e tubos Neón, tienen una formación m á s grande d e clorofi-
cerro del Tajo hasta Jilotla: normalmente l a s aguas alcanzan solamente l a curva 1250
l a y SU follaje e s m á s verde, debido a que é s t a s asimilan m á s bióxido d e carbono ba-
y s e consideran los terrenos que quedan bajo esa acotación como los que forman l a la-
jo la luz roja. Como regla general s e puede decir que s e requieren tubos Neón d e
guna. El resto del receptáculo que s e h a inundado puede llegarse a inundar excepcio-
75 watts por cada 0.8361 metros cuadrados d e área cubierta por plantas.
nalmente en varios a ñ o s : s e conoce con el nombre d e la vega d e Metztitlán y está com-

32 33
prendido entre el paraje denominado Venados y las cercanías d e Azolzintla, La vega
sufre a s o con año inundaciones temporales o pasajeras debido a ?os hesbordamientos
del río durante sus grandes crecientes. L a s inundaciones, tanto permanentes como tem-
porales, originan u n estado d e inseguridad absoluto tanto para las poblaciones como pad
ra 12 agricultura d e la región.

L a superficie total del vaso (laguna y vega), e s d e 6,280 hectáreas, todas d e mcg-
nífica calidad, pues están formadas por detritus y lamas depositados por las aguas; su
máxima dimensión tiene u n a dirección d e SSE. a NNW. y es d e 32,500 metros aproxi-
madamente, s u ancho e; variable; l a vega empieza a ampliarse desde Venados hasta
Azolzintla, y l a laguna, que tiene u n estrechamiento frente 2 Cocotzingo, llega a ampliar-
s e hasta u n ancho d e 3,500 metros. El terreno d e l a vega y el fondo d e la laguna tienen
una pendiente de 0.001, variando sus acotaciones desde 1296 meteos en las proximida-
d e s d e Venados h a s t a 1224 frente al cerro del Tajo.
En la época colonial s e pretendió comunicar la laguna con el río Almolón median-
t e u n tajo a través del cerro que cbstruye el cauce. Posteriormente, en el año d e 1812,
s e iniciaron otros trabajos para desecar l a laguna, por medio d e un túnel a través del
mismo cerro y a la cota 1233 metros. Estas obras, que fueron ejecutadas por u n a empre-
s a particular y que estuvieron dirigidas por el ingeniero Juan Barquera, fracasaron por
los derrumbes habidos en el túnel, y algún tiempo después s e emprendió la construc-
ción d e u n nuevo túnel a la cota 1245, el cual también sufrió muy serios derrumbes
en su interior. P a r a el año de 1928 estas obras s e encontraban practicamente destruí-

Dique en construcción para proteger las conipuertas de gobierno del Túnel No 2.

Túnel N9 1, ya revestido, niostrando los escurri-
mientos de agua procedentes de filtraciones.
Vista interior de las compuertas de
.
gobierno del Túnel N9 2.
das y la región amenazada m á s que nunca, pues desde el año d e 1923 s e nota una cons-
tante tendencia d e la laguna 2 subir d e nivel d e un año a otro.
Al hacerse cargo la Comisión Nacional d e Irrigación d e los trabajos d e desecacijn
de eüta región decidió, con objeto d e aliviar e n parte las condiciones d e inseguridad que
prevalecían, reconstruir el túnel llamado N" 1 para abatir las aguas hasta l a cota 1233;
apenas s e habían explorado 232 metros d e e s t e túnel cuando las crecientes d e septiem-
bre de 1929 elevaron, l a altura d e l a s aguas h+sta l a cota 1247. En 1930 s e iniciaron
los trabajos d e reconstrucción del túnel, q u e estaba totalmente destruído, habiéndose
tenido que abandonar el antiguo trazo debido a los grandes derrumbres que s e tenían
en él, provocados por l a desintegración d e los materiales arriba de! túnel. En octubre
de 1930, las avenidas hicieron subir el nivel d e la laguna h a s t a l a cota 1250, lo que
d e t e r m k ó que estos trabajos tuvieran que suspenderse por e l peligro que signiiicaba el
seguir abriendo el túnel con esa carga de agua. P a r a reducir ésta y desaguar la laguna
hasta la cota 1245 s e decidió hacer l a reconstrucción del túnel No 2. Actualmente este
tUnel ha sido reconstruído e n toda su longitud, que es d e 280 metros, para hacerlo ca-
paz de un gasto de 6 metros cúbicos por segundo, habiéndose construído en su origen
unas compuertas de cont;ol que permitan el gobierno de l a s aguas que escurran por
él. El túnel N
o 1, que tendrá una capacidad d e 14 metros cúbicos por segundo, h a sido

34 35

9
 reconstruído casi en su totalidad: a la f e c h a Ealtan solamente 70 metros para comu-
nicario con l a torre d e t o m a : su ón e s t á formada por una cubeta d e 2.25 metros
de ancho por 2.00 metros d e alto, cerrada por un arco circular. El revestimiento s e está
haciendo de concreto, precolando l a parte correspondiente al piso y colando en el lugar
d e l a obra los estribos y e l arco. S e espera q u e pronto quedarán terminados tanto el tú-
- nel como las obras d e toma y s e garantizará el desagüe hasta la cota 1233, como ya
*$ s e dijo,
Al mismo tiempo que s e han realizado estas obras, s e han iniciado trabajos d e ex-
ploración en las partes altas d e l a cuenca en los ríos Jihuico, Garrochas y Grande d e
Metztitlán para decidir sobre la posibilidad d e construir presas d e almacenamiento, que
permitirían la regularización d e las avenidas y hacer un aprovechamiento integral d e las
aguas para fines d e irrigación y probablemente para producción de energía. E s t a s obras
determinarían el descubrimiento total d e las tierras de l a vega y laguna para dedicar-
las a una agricultura segura y productiva. Como e n caso d e existir los vasos que s e bus-
can s e r á necesario conocer los regímenes d e los ríos y el funcionamiento probable d e
las presas que s e proyectan s e h a n iniciado los trabajos de hidrología relativos.
D e no s e r posible ia construcción d e las presas d e almacenamiento, la Comisíón
ha proyectado la construcción de u n tercer túnel a la cota 1224, capaz para u n gasto d e
60 metros cúbicos por segundo, que permita el desagüe en tiempo oportuno d e la ma-
Vista exterior de las compuertas de gobierno del Túnel No 2.
36
ver Darte d e las tierras d e l a laguna. LOS terrenos m á s bajos d e ella servirán d e vaso
i -
regulador, y coma s e tiene calculado que para el m e s d e diciembre de cada ano el
* . veriiicado totalmente, aun esos terrenos podrán s e r utilizados para
desagüe s e habrá
siembras de invierno.
Al mismo tiempo que s e h a n hecho los trabajos ya realizados y a medida que se
vayan ejecutando los proyectos, s e procederá en las zonas y a garantizadas contra inun-
daciones, a hacer la construcción d e canales d e riego y drenaje, así como d e carrete-
ra s. En la actualidad e s t á construída ya la carretera entre Venados y La Paila y s e es-
t á trabajando entre Ea Paila y Amajactlán, pasando por Metztitlán.
S e tiene calculado que l a s obras del túnel NQ 1 costarán $450,000.00, y como con
esta obra quedarán descubiertas permanentemente 2,963 hectáreas, el gasto por hectá-
rea será d e $151.00 solamente. Cuando el t ú n e l 2 s e abra podrán cultivarse 6,200 hec-
táreas que constituyen l a extensión total d e la unidad de riego d e Metztitlán, con u n a
erogación total d e $1.450,000.00 o s e a u n gasto de $233.87 por hectárea. Los costos d e
las presas de aguas arriba, e n caso d e hacerse, s e compensarán mediante l a produc-
ción d e energía eléctrica y seguramente s e r á posible poner bajo riego algunas otras
zonas.
Trabajos d e esta naturaleza Son dignos de toda atención, modifican absolutamente
las condiciones d e la región donde s e hacen y, en el caso d e Metztitlán, que es una
región muy cercana a la ciudad d e México y muy poblada, e l éxito d e l a empresa está
d e antemano garantizado.

anado Lanar e éxico
Colaboración de Dirección de Ganaderia.
L ganado existente en México en su mayoría desciende de los borre-
gos españoles que fueron importados e n los primeros años d e la Con-
quista.
E s t e ganado h a sufrido ciertas transformaciones debido al clima,
al terreno, a la alimentación y al manejo que s e ha hecho d e él en las
distintas regiones del país durante m á s d e trescientos años. Es cier-
to que existen en varias regiones ganados cruzados con las distintas razas inglesas d e
lanas cortas y de lanas largas, y muchas otras h a n sido mejoradas por los Merinos
españoles o por los Rambouillets franceses, pero éstos dorman la minoría d e la po-
blación ovina.
El color del borrego criollo e s generalmente blanco o negro aun cuando hay algu-
1 nos animales d e color achocolatado o d e color cenizo, estos últimos probablemente por
degradación del color negro o como resultado del cruzamiento d e los borregos negros
con los blancos, o porque descienda d e borregos d e alguna raza importada del Asia
M e n o r o del Africa desde el tiempo d e la Conquista y d e all; SU semejanza con los bo-
rregos Karakul.
Otros de los borregos criollos presentan las características d e la raza “Churra”,
y que e s t á caracterizada de preferencia por tener
que predomina también en España,
e s de cabeza pequeña desprovista d e lana o ligera-
su vellón abierto, largo y sin rizo;
men te cubierta con u n pequeño tupé, d e orejas ‘Largas, u n poco caídas, d e tronco ci-
lí n d r i co , teniendo m á s desarrollado el cuarto trasero que 10s miembros anteriores y
d e patas largas delgadas y desnudas y fre-
cuentemente manchadas d e color negro o
achocolatado.
Los borregos descendientes de los M e -
rinos han perdido totalmente sus caracte-
rísticas, pues s e h a n borrado las arrugas
del cuello y l a lana ha desaparecido d e la
cara, desde l a pezuña hasta m á s arriba d e
las rodillas y d e las corvas.
Mlrchos ejemplares presentan l a s ca-
racteristicas d e l cruzamiento d e la raza M e -
rina con la Churra, teniendo lanas u n poco
más abiertas y casi todas ellas desprovistas
’
d e zuarda o mugre. E n la mayoría de los
- - - - - siemDre mesentan cuernos torcidos
caqos A -
Borrego Merino Americano tipo A ; pro-
ductor de lana fina. un poco en espiral, mas bien abiertos y sin
(Cortesía del Ing. J. Serrano H.) surcos transversales, ceracterísticos d e los
Merinos actuales; las borregas siempre son sin cuernos y tanto unas como otras han
perdido la lana en Ea cara interior d e los miembros anteriores y en la cara interna d e
las piernas, así como en l a mayor parte e n l a barriga, siendo l a piel d e un color blan-
quizco o ligeramente pigmentado.
L a cola e s larga, llegando aun m á s aba-
jo d e las corvas y e s de forma cilíndrica, y
las pezuñas son pequeñas, duras, y con fre-
cuencia manchadas o pigmentadas.
La alzada d e estos animales e s d e 60 a
63 centímetros y d e un peso d e 25 a 35
kilos.
La carne en los carneros o en los anima-
les d e engorda e s muy grasosa, pero d e muy
buen sabor, teniendo u n p ~ s t obastante agra-
dable; sin embargo, el poco desarrollo muscu-

muy delgados y que l a grasa s e deposite en (Cortesía del Ing. J. Serrano H.)
pelotas huera d e los músculos.
La lana h a perdido s u hinura y gran parte d e s u elasticidad, pues las escamas d e
Borrego Hompshire; productor de carne
Borrego Southdow; productor de lana la fibra son muy gruesas, y como s e trasquilan los borregos dos veces 21 año, resulta
Y lana media.
”a (Cortesía del Ing. J. Serrano H.) inedia y carne. que la longitud de la fibra no pasa d e pulgada y media y que el rendimiento d e lana
(Cortesía del Ing. J. Serrano H.)
por animal s e a de 750 gramos a u n kilo al año.
38 39
?
 Los tipos d e borregos anteriormente descritos Con los que forman la mayoría d e la
población ovina en México, pero en regiones como en el Distrito Norte d e l a Baja necesidad de reconstruir e l borrego criollo, y al mismo tiempo d e que obtenga mayores
California, y los Estados d e Zacatecas, Coahuila, Durango, Aguascalientes y Chihua- utilidades contribuirá a l desenvolvimiento d e l a industria lanar e n e l país.
hua existen en la actualidad grandes núcleos de borregos mejorados, casi todos ellos Esta campaña ya h a dejado sentir SUS efectos y en la actualidad son numerosos los
con cruza d e Rambouillet, habiendo un gran deseo de mejoramiento d e l a s razas criollas - ganaderos que, compenetrados d e l a necesidad que tienen d e usar mejcres sementales,
en virtud d e l a demanda que tiene la lana ¿e buena calidad, con el objeto de mejorar s u s rebaños, h a n hecho adquisiciones en varias partes del país
El excedente d e existencia d e fibra d e y en Estados Unidos.
lana que s e encuentra almacenada en los Al mismo tiempo empiezan a llevar a l a práctica el consejo d e no trasquilar m á s
principales mercados mundiales, ha hecho que que una sola vez al año, a Iin de aumentar l a longitud de l a fibra, pues para el peinado
el precio d e la lana h a y a descendido gran- de las lanas e s indispensable. mayor longitud, y gran número de ellos h a n ofrecido no
demente y que ]'.;; lanas extranjeras, por su trasquilar durante e0 presente otoño para obtener u n a buena cosecha e n l a primavera
precio y por su Jcalidad
&-. hayan desalojado en
del año próximo,
gran parte las lanas producidas en el país La perspectiva que tiene l a cría ,de ganado lanar en México es buena e indudable-
en l a manufactura d e ciertos tejidos, por lo mente que los primeros ganaderos q u e empiezan a mejorar sus rebaños serán 10s que
cual el Gobierno, con el objeto d e proteger obtengan los beneficios de e s t a campaña y por consiguiente mayores utilidades.
l a industria lanar en México, ha levantado E n el país existen aún grandes superficies de terreno perfectamente utilizables pa-
las tarifas d e importación sobre todo aquellas r a la cría d e ganado lanar y por lo tanto existe un campo abierto para las nuevas inver-
similares o qUe hacen competencia a !as lar siones que s e hagan a e s t e respecto; por lo cual e s d e esperarse que los hombres
nas nacionales. d e empresa fijen su atención en e s t e interesante renglón d e la producción nacional.
P a r a completar la acción d e la tarifa,
l a Dirección d e Ganadería ha iniciado u n a
Borrego Rambouillet tipo B; lana fina
. .
campaña intensa en favor d e las razas me-
joradas con el objeto de obtener por cru-
y buena carne.
(Cortesía del Ing. J. Serrano- H i
zamiento, en el menor tiempo posible, un producto que satisfaga mejor las exigencias e la Avicul-
del mercado, e s decir u n borrego d e mayor alzada, d e mejor peso y de un rendimiento
d e lana d e mejor calidad; al efecto h a publicado varios folletos sobre l a s principales éxico
razas d e borregos, sobre l a s particularidades d e la lana y manera de mejorar l a cali-
dad y cantidad de éstas, los cuales s e reparten gratuitamente a quienes lo solicitan, y P Q el~ Dr. José FIGUEROA.
h a enviado gran número de ellos para su reparto profuso, sobre todo en las zonas bo-
rregueras de l a República, con el objeto d e que el ganadero mexicano piense en la
A importancia d e l a Avicul- monta a miles de a ñ o s ; no e s posible fi-
tura e n el mundo e s enor- j a r la fecha aproximada d e cuando las
m e puesto que 5on l a ga- aves fueron domesticadas, pero en l a s li-
Ilina y sus productos: !a bros antiguos y a s e citan referencias rela-
carne y el huevo, d e con- cionadas con l a s aves y s u s productos. S e
sumo universa1. No existe refiere que las peleas d e gallos ya s e prac-
ot-a industria o producción ticaban más ¿e mil años antes de la edad
agrícola tan popular como la cría d e galli- cristiana. Una Enciclopedia China mencio-
nas, la cual s e practica en l a mayoría d e n a a las aves mil cuatrocientos años an-
los países del globo en escala que varía t e s de J. C.; e n l a Religión d e Zoroastro
desde unos cuantos animales, h a s t a las el gallo figuraba como un pájaro sagrado;
grandes industrias avícolas que tienen su Homero no las menciona y en los antiguos
meca en el país vecino. monumentos egipcios no figura esculpida
Aproximadamente l a tercera parte d e l a ninguna ave a excepción d e los gansos; es
población avícola mundial reside e n Esta- d e todo el mundo conocido el triple c a n -
dos Unidos, país por excelencia avicultor, to del gallo cuando el Apóstol Pedro negó
Borregos Rarnbouillet. Hacienda Troncoso, Borrego Shropshire; productor de carne en donde s e crían alrede'dor d e cinco ani- a s u amo, por lo cual podemos asegurar
k Zacatecas. y lana media. males por cada habitante al año. que t a n útil animal tiene m á s d e dos mil
(Cortesía del Ing. J. Serrano H.) años en explotación por el hombre,
La cría de gallinas por e l hombre s e re-
40 41
 El origen d e la gallina doméstica según
los naturalistas desciende de un ave sal-
vaje originaria d e la India y por consi-
guiente f u é el Oriente el qu
do la gallina al igual que
d e los animales domésticos que hoy ex-
plot amos.
Los autores difieren d e opinión sobre la
variedad original progenitora d e las razas
actuales, pero puede aceptarse como un
hecho que todas las gallinas domésticas
descienden del “Gallus Bankiva”, que tu-
vo mucha semejanza con las razas enanas
y sobre todo con las razas de pelea actuam
les, teniendo aún el mismo color, y que
el hombre con 12 selección, con el cruza-
miento, con la alimentación, etc., h a logra-
do, como artífice supremo, aumentar su
tamáño como en las razas Brahamas y
Conchinchinas y aun disminuirlo como en
las variedades enanas.
Esta especie primitiva tenía ligeras va-
riantes d e las gallinas actuales; desde Iue-
go era d e cresta y barbas m á s pequeñas,
mucho m á s salvaje, d e pluma mucho m á s
larga y d e plumaje excesivamente brillan-
t e ; con las plumas que s e u s a n en el ‘vue-
lo mucho m á s grandes y los músculos pec-
torales m á s desarrollados.
L a s conclusiones s o b r e el origen d e
nuestra gallina doméstica fueron emitidas
por Darwin, e! naturalista máximo, y s u
teoría y los experimentos que ,veri€icó h a n
sido rebatidos por otros diversos autores,
pero hasta la fecha no h a n podido s e r n e -
gados y mucho menos comprobados.
Cabe preguntar <Cómo fué posible que
esta ave pequeña y salvaje q u e producía
muy poca carne y unos cuantos huevos,
fuera convertida en animal d e grandes
producciones d e carne como l a Brahama,
o d e grandes cualidades productoras d e
huevo como la Leghorn? ¿ Q u é cambios
fueron necesarios hacer en e l organismo
d e la ave para obtener e n vez d e una do-
cena o docena y media d e huevos al año,
h a s t a m á s d e trescientos huevos en el mis-
mo lapso d e tiempo y cómo f u é posible i3
por qué milagro el esqueleto y las m a s a s
musculares aumentaron seis veces el tama-
\% ño del ave original?
<Cómo fué posible que hayan salido plu-
m a s en !as patas y que s e hayan podido
producir plumas en las colas h a s t a d e seis
42
metros d e longitud como en l a raza Yo-
kohama?
Es que han pasado más d e dos mil años
para adquirirse todos estos tipos y carac-
terísticas actuales y transformarse la ga-
llina primitiva en l a superior que hoy
criamos.
D e todos e s bien conocido el hecho d e
que el caballo tenía el tamaño d e un perro
y que hoy tenemos ejemplares que pesan
m á s de mil kilos; !a misma evolución que
h a habido en otras especies h a existido
en la d e que hoy me ocupo.
La cría de gallinas no es una institución
moderna como l a mayoría d e los criado-
r e s lo creen: h a n sido necesarios cientos
y miles d e años para elevarla a la perfec-
ción actual,
Casi todos los métodos modernos d e
cría son los mismos antiguos reformados,
aun para la misma incubadora. E n los
tiempos pasados s e criaban gallinas y po-
llos con mayor facilidad y en mejores con-
Fachada principal de la, Escuela de Avicultura. Hacienda “Santa Bárbara”
(Cortesía del Ing. C. Melo).
diciones de salud de lo que 40 hacen h o y La domesticación h a traido rápidamente
los avicultores profesionales. también nuevas características ; la produc-
ción del huevo depende en gran parte d e
La selección cuidadosa f & practicada
una buena alimentación, la cual no e3 po-
por las razas primitivas d e Pos hombres,
sible que la tengsn los animales cuando
pues ya s e refieye que los romanos a prin-
s e encuentran en estado salvaje. E a do-
cipio d e la E r a Cristiana, tenían seis o sie-
t e razas diferentes y no h a n sido siempre
mesticación también aumentó* . rápidamente
los pueblos civilizados los q u e han logra- la fecundidad, las variaciones, el número
do esta diversificación, sino aun los pue- d e huevos y h a sido la conservación y re-
blos semi-bárbaros, como par ejemplo : ios producción d e e s t a s características la que
d e las Islas Filipinas que ya tenían ha- ha llegado a producir el enorme record de
ce cincuenta años m t s de nueve varieda- postura de 334 huevos en u n año.
d e s d e gallos d e pelea. E1 cruzamiento probablemente fué la
En el siglo XV ya s e conocían en Euro- fuente más fructífera d e las variaciones y
pa varias razas al igual q u e en China, y por consiguiente de l a evolución d e la ga-
el trabajo d e los avicultores d e los tiem- llina, pues como no s e tenían ningunas
pos modernos no ha sido e l conservar e n precauciones e n t e n e r los animales separa-
su pureza original las razas existentes, si- dos s e cruzaban rápidamente entre s í ; es-
n o f o r m a r nuevas razas y variedades fu- tos cruzamientos trajeron como consecuen-
sionando las antiguas entre sí. cia el aumento del tamaño, el vigor y las
< .
El standard d e perfección no s e publi- variaciones, y los animales aumentaron
có sino hasta el año d e 1874 y el mejora- también en fertilidad. E n l a actualidad po-
miento d e las razas fué hecho d e preie- demos decir q u e l a s aves que ahora cria-
rencia aprovechando las ‘variaciones, pues mos son el resultado d e la selección y cru-
Una formidable ponedora raza Leghorn;
planta “Santa Bárbara”. no siempre la ley d e semejante produce zamiento inconscientes que s e hicieron du-
(Cortesía del Ing. C. Melo). semejante. rante lentos siglos, pero seguramente pro-
43
 gresivos, y posteriormente, del aprovecha-
miento de l a fijación d e las variaciones
útiles y d e los cruzamientos premeditados,
aunado todo a l a confinación e n locales
especiales con una alimentación y 21 con-
trol d e las causas que pueda; destruir to-
tal o parcialmente a l a industria.
El desarrollo d e l a industria avícola mo-
derna es muy reciente; n o data m á s que
d e hace 50 años y h a sido l a publicación
d e Iiteratura a e s t e respecto, principalmen-
t e los periódicos especializados y los libros
que s e h a z escrito sobre l a materia, por
una parte, la acción oficial desarrollada
por los distintos departamentos d e Agri-
cultura y la creación d e los censos avíco-
las que descubrieron la importancia cre-
ciente d e estas actividades, la acción d e
las Escuelas d e Agricultura, Estciones Ex-
perimentales, la enseñanza d e l a materia
y la investigación científica en 15s labora-
torios creados especialmente para hacerlas,
etc., sobra l a s enfermedades infecciosas,
parasitarias y d e nutrición, grandes facto-
r e s que han podido hacer de e s t a pequeña
. . * 1- ----
Industria, insignificante y sin importancia
hace unos cuantos años, una d e las indus-
trias más g r a n d e s ; ejemplo d e ellas son los
Vista parcisl de la granja avícola “Santa Bárbara”. (Cortesía del Ing. C. Melo).
44
Estados Unidos, en donde los productos
avícolas alcanzaron en 1928 u n total d e
1,175.000,OOO d e dólares d e los cuales co-
rresponden 7B7.000,000 exclusivamente a
la producción de huevo y 478.000,OOO por l a
venta de pollos e n diversos estados d e su
vida, ocupando l a producción avícola el
quinto lugar comparativamente con los
otros productos del campo, es decir, que
solamente l a cosecha de maíz, la industria
y producción de l a leche, la cría del cerdo
y el cultivo del algodón sobrepasaron un
tanto la cifra a la cual m e h e referido.
Más d e dos y medio billones d e docenas
de huevos y más d e medio billón de po-
llos son producidos anualmente en el país
citado.
Las exposiciones, esas palancas moder-
nas d e que s e ha valido la humanidad pa-
r a mover un arte, u n camercio 5 una in-
dustria, han contribuído grandemente al
desarrollo d e la Avicultura, y los concur-
sos ¿e postura que s e celebran periódica-
mente en la mayor parte del
como el control oficial de las plantas d e
producción d e huevo, son Factores que han Casetas metálicas para colonias, usadas en la granja avícola “Santa Bárbara”.
contribuído también al desarrollo J- las
(Cortesía del Ing. C. Melo).
altas posturas que existen en l a actua- las y la creación d e la pequeña granja en
lidad. los Estados, donde la propiedad se encuen-
Con e l aumento d e l a población y l a con- tra muy dividida, hace que la Avicultura
centración de los grandes núcleos e n los s e a uno de los mejores negocios, puesto
límites d e las ciudades, indudablemente h a que necesita menos capital y menos exten-
venido u n aumento en el consumo del hue- sión d e terreno q u e otras industrias ani-
vo y l a carne de gallina, y el trabajo del males, y en cambio l a venta de los pro-
obrero moderno d e l a ciudad, d e preferen- ductos que s e obtienen alcanzan en el mer-
cia muscular ha acrecentado igualmente cado mayores precios comparativamente,
este consumo haciendo d e l huevo y del po- que los obtenidos con las grandes inver-
Plo uno de sus alimentos favoritos; el co- siones.
4
nocimiento del alto valor nutritivo del hue- El desarrollo comercial de las plantas
vo y que éste no puede s e r adulterado de exclusivamente avícolas no empezó e n Es-
ninguna manera, h a aumentado también SU tados Unidos sino hasta 1870, y desde en-
aceptación como alimento. tonces esta importante rama de la produc-
La refrigeración, q u e , hace posible l a ción h a venido e n aumento constante sin
conservación d e t a n valioso alimento du- tener obstáculos e n su desarrollo.
rante los meses d e extrema abundancia,
L a guerra, e s e azote d e l a humanidad
y que regulariza los precios durante la es-
que detiene temporalmente el progreso de
casez, h a hecho también que el consumo
ias actividades, f u é u n gran aliciente para
de estos productos s e a más o menos regu-
el desarrollo d e l a Avicultura en Estados
lar durante todo e l año y que los precios
Unidos pues el Gobierno Americano hizo
de los mismos no s e alteren sensiblemente
una propaganda intensa en los años d e
en la5 estaciones d e abundancia o d e es-
casez d e postura.
1914 a 1918 para que en cada hogar y en
cada rancho s e criara, en el primer caso,
L a diversiiicación d e actividades agríco-
45
 u n pequeño lote de animales cuando me-
nos para surtir las necesidades d e l a fa-
milia y evitar así el consumo d e otros ali-
mentos que eran destinados a l sustento de
los ejércitos beligerantes, y e n e&egundo
caso, para poder aprovechar los desperdi-
cios d e granos, d e terreno y de forrajes
convenientemente, y aumentar !a produc-
ción d e alimentos para l a nación.
E n esta forma s e difundieron rápidamen-
t e los conocimientos y l a experiencia sobre
l a Avicultura y si e3 cierto q u e fracasaron
en un porcentaje errorme 10s pequeños cria-
dores, sin embargo f u é un hecho que d e .la
experiencia de los muchos siirgieran las
grandes empresas avícolas que están en la
actualidad, y su comercialización, y que 2
u n a rama que s e consideraba como u n es-
quilmo y a l a cual s e dedicaban de prefe-
rencia los niños y las m u j e r e s s e aplicara
la técnica y conocimientos modernos d e las
grandes empresas, lográndose así como por
encanto el despertar d e l a Avicultura; s e
fabricaron las grandes incubadoras y cria-
doras, alguna3 d e las cuales incuban en
u n a estación m á s de u n millón de poIlos.
Vino también el comercio del polio d e un
día d e nacido, que dió como resultado aca-
bar con lcs fracasos d e la incubación en
corta escala hecha en pequeñas incubado-
ras, e n l a mayoría d e las veces por ma-
nos inexpertas.
Crió también l a maquila del huevo, que
consiste en enviar a l a s incubadoras los
huevos producidos por particulares, pagan-
do una prima insignificante por s u incuba-
ción y recibiendo, al terminar los 21 días,
los mismcs animales que fueron enviados
en embrión dentro d e los cascarones, con
lo cual el avicultor no pierde su tiempo ni
gasta dinero inútilmente y s u negocio en
vez de ser d e experiencia pasa a la base
sólida d e u n negocio comercial.
La cría d e los pollos recién nacidos ha
evolucionado también, u n a vez que fueron
aplicados los factores comerciales, implan-
tándose el sistema de baterías o de peque-
ños pisos superpuestos unos sobre otros,
con lo cual s e economiza u n a gran canti-
d a d de terreno y trabajo y s e traduce en
menor aseo y menos trabajo e n la alimen-
tación, siendo en la actualidad el método
¿e cría por excelencia siempre y cuando
s e proporcione a los animales en desarro-
46
llo aceite de hígado d e bacalao o los ra-
yos lumínicos ultravioletas necesarios para
substituir sin perjuicio 12 acción solar. Es-
t e sistema evita además !as parasitosis, d e
preferencia las intestinales, pues los ani-
males no están en contacto con el suelo y
por lo tanto e s imposjble que s e infecten
con los huevos depositados en la tierra
por las manadas anteriores.
Minorca blanca de cresta sencilla.
L a introducción de l a caja d e huevo ¿e
31) docenas, dividida e n dos compartimien-
tos y separada cada hilera y cada huevo
entre sí por u n cartón, s e puso al merca-
do en 1880 y trajo también u n a conside-
rable economía en el transporte del huevo,.
que antiguamente, debido a los medio9 d e
transporte y a lo friable del producto ori-
ginaba grandes pérdidas entre los produc-
tores y comerciantes.
E n Estados Unidos, aproximadamente en
el 9O”:G d e todos los ranchos y haciendas
s e crían en la actualidad aves con el ob-
jeto de utilizar grandes cantidades d e pro-
ductos que de otra manera s e perderían,
corno s o n : los granos y los residuos indus-
triales d e las empacadoras d e carne y pes-
cados, a los cuales no s e les encontraría
otra utilización t a n ehicier,te liiera d e 12
alimentación de las aves y de otros anima-
les. S e aprovecha además d e esta manera
u n a gran cantidad de plantas y s e ataca un
gran número d e insectos, larvas y huevos
Caseta sistema Philo para gallos seleccionados, usada en la granja “Santa Bárbara”.
(Cortesía del Ing. C. Melo).
que posteriormente podrían s e r ,fuentes d e
las plagas que azotan a l a agricultura; tiene
además la ventaja ¿e utilizar el trabajo
del hombre durante todo el año, pues con-
trariamente a ciertos otros cultivos o in-
dustrias agrícolas-ganaderas necesitan la
mano d e obra constantemente durante to-
do el año y la producción d e huevos y po-
llos en cada rancho t r a e u n a economía en
el gasto d e la familia, pues d e esta mane-
r a s e consumen en l a mesa gran parte d e
los mismos productos, evitando así l a ad-
quisición d e otros que s e tendrían que ob-
tener con dinero en el mercado.
México no podía substraerse a l a acción
d e la avicultura desarrollada en el país
vecino por varias razones: la primera y
principal porque el pueblo mexicano con-
sume también una gran cantidad d e pro-
ductos avícolas.
El consumo del pollo principalmente, h a
sido siempre uno de los ,platillos favoritos
de la cocina mexicana y casi s e puede ¿e-
cir sin hipérbole, que en todos los días
festivos o cuando hay u n invitado a I
mesa, s e consume el pollo o el pavo en al-
guna d e sus formas, desde simplemente
cocido o frito hasta el guiso complicado
del mole, que e s el platillo típico nacional.
D e s d e hace mucho tiempo l a carne d e
pollo e s considerada en México como una
d e las carnes d e dieta en l a alimentación
d e enfermos, de niños y d e ancianos; s e
consume además por G U S cualidades nutri-
tivas, y en los campos s e u s a como un
substituto de l a carne d e res, d e carnero y
d e cerdo, de l a s cuales en los ranchos j i
pequeñas poblaciones no siempre s e en-
cuentra f r e s c a ; últimamente, además, h a 1
empezado a consumirse el pollo d e leche
y los capones con gran aceptación d e los
consumidores.
Respecto al huevo s u consumo es muy
importante y ocupa u n lugar pregerente en
l a cocina nuestra por la €acilidad d e ad-
quirirlo en los ranchos y haciendas, en don-
¿e s e puede decir que no existe u n a sola
en toda la República en que no haya u n
47
jgrupo o u n a manada m á s o menos grande
@diseminada e n los alrededores d e l a hinca
o criada directamente por los campesinos,
por l a facilidad en su preparación, pues ? a
sean fritos o rancheros forman parte prin-
cipal d e las comidas improvisadas, siendo
el platillo principal: s e u s a grandemente
en todos los guisos llamadcs envueltos o
capeados, y e n pastelería, así como en pan
d e lujo, el pan de huevo es la exigencia
del consumidor.
E n la alimentación d e los niños, d e los
enfermos, s e u s a en grandes proporciones
como parte integrante d e l a dieta, debido
a l a facilidad de su digestión, a su gran
poder nutritivo y a l a presencia d e vitami-
nas antirraquíticas,
Plateada Wyandotte.
Fuera d e estos usos domésticos tenemos
además a la industria, que consume una
gran proporción de huevo, sobre todo en
las operaciones de curtido, para suavizar
las pieles, para darles brillo, en el curtido
al cromo: s e usa además como mordente,
en aquellos casos e n que l a albúmina d e
la sangre no está indicada y también para
fijar ciertos colores en la fabricación d e
varias tintas d e escribir, en la clarificación
d e los vinos, l a dulcería, etc.
Bien sabido es que l a gallina f u é traída
a México con la Conquista, por los espa-
ñoles, y que los pueblos indígenas d e M é -
xico habían sido incapaces para domesti-
car el pavo o guajolote que e s oriundo d e
América y que otras gallináceas, como los
faisanes, chachalacas, etc., aun cuando s e
consumían, tampoco habían sido domesti-
cadas.
El desarrollo d e la cría d e este pequeño
animal fué grande y rápidamente s e ex-
tendió a todo el país.
Con las diversas guerras que h a n teni-
do lugar en el territorio, l a cría d e ga-
llinas es ,la que m á s h a sufrido, pues
en el tránsito d e ios ejércitos y en las po-
blaciones de ocupación son los animales
que primero desaparecen por l a facilidad d e
adquirirlos y su tamaño: e s t e fenómeno s e
h a verificado en todas partes del M u n d o ;
s e cuenta q u e hace 700 años en Europa
era t a n abundante l a cría d e gallinas que
los huevos s e vendían a cien por u n cen-
tavo: en e s a época Carlomagno tenía una
hacienda modelo, e n la cual s e dedicaba a
l a cría de gallinas, que él personalmente
dirigía, y f u é l a G u e r r a d e treinta años la
que destruyó completamente este adelanto
avícola europeo.
Las grandes importaciones que d e hue-
vo s e han hecho en México en los últimos
diez años s e explican en gran parte por
la destrucción d e l a población avícola, a
consecuencia d e las luchas revolucionarias
en favor de l a libertad.
Y e s por eso que hace menos d e diez
años s e empezó a hacer u n a campaña in-
tensa en favor d e l a Avicultura, campaña
que h a ido e n aumento ayudada entusias- Lote de gallos de alto registro de la planta, “Santa Bárbara”, adquiridos por
tamente por l a acción oficial, y que s e ha el señor general Manuel Pérez Treviño.
podido en t a n poco tiempo levantar esta
industria, que estaba relegada a los pro- cir de 1925 a 1930, u n promedio d e ... vo e n e l mercado no s e ha alterado y s e
cedimientos primitivos d e cría en l a pro- 41.776,560 huevos o s e a n 116,046 cajas d e 30 conserva completamente normal, por lo
que, en mi concepto, la importación d e hue-
ducción inconsciente de los campesinos, docenas anuales, las que valorizadas al precio
para tener e n la actualidad verdaderas ¿e mercado, dan una cifra d e $2.088,828 vo que s e hacía en el país, no era en gran
plantas en grande escala que s i bien e s e n u n período de seis años: ésta e s la parte porque no hubiera el artículo en el
cierto aún no pueden competir con las d e única cifra exacta d e l a cantidad d e hue- mercado, sino por otra serie d e factores:
las grandes industrias americanas, sí son vo importado durante los últimos años, los falta d e organización d e nuestros mercados f
ya una demostración tangible d e que !a cuales pueden considerarse como normales. en lo que s e refiere a la producción, com-
Avicultura e s una industria productiva en Y desde que el país h a empezado a des- pra-venta, conservación o almacenamiento,
y algunos otros más.
México, capaz d e despertar interés no so- arrollar su campaña nacionalista e n favor
En los meses de febrero, marzo, abril y
lamente en los pequeños propietarios sino d e la producción nacional, es decir d e s d e
mayo, existe u n a g -a n cantidad d e huevo
también en los hombres d e empresa. e! 14. d e diciembre d e l año próximo pasa-
e n los centros productores del país y su
Los alarmistas y los periódicos enemigos do, en que entró en vigor l a nueva tarifa
d e l a Revolución constantemente han pu- arancelaria que hace la importación d e precio desciende h a s t a hacerse irrisorio :
blicado en sus páginas, desde las infor- huevo extranjero casi prohibitiva, l a can- pero a partir del m e s de junio escasea,
maciones sobre estadísticas d e importa- tidad d e huevo que h a penetrado a l país pues l a mayoría d e nuestras gallinas cesan
ción d e huevo h a s t a artículos d e fondo y h a sido insignificante y su totalidad ha d e poner y por consiguiente encarece el
aun editoriales sobre nuestra incapacidad sido para el consumo de 12s poblaciones artículo.
d e poder producir huevos en el país, que fronterizas, por la facilidad d e su adquisi- Esto podría evitarse si existieran cen-
según ellos e s muy fácil. ción y porque e n realidad e n esos lugares tros refrigeradores, lo cual está tratando
La mayoría d e e s t a s informaciones h a n e s difícil encontrar producto nacional. d e organizar l a Dirección d e Ganadería,
sido tendenciosas y exageradas. El país ha No obstante que e s t a importación prácti- pero para lograrlo s e necesita que prime-
importado e n los últimos seis años, e s de- camente s e h a detenido, el precio d e l hue- ramente el huevo llene algunos requisitos
49
 ' .

especiales d e calidad para poder s e r al- mucho menos pérdidas por descomposición
macenados y que l a s cantidades produci- que los huevos así tratados del país.
d a s s e a n suficientes: l a falta de buenos
caminos, pues l a mayor cantidad d e hue-
E a suciedad, especialmente el excremen-
to d e l a gallina, que s e adhiere al casca-
Calendario Apícola
vos es producida e n e l país en regiones rón, a más d e que le da u n aspecto re-
alejadas del ferrocarril, en donde las co- pugnante demerita también l a calidad del Por el P r o f . Alfredo R. ANZALDUA.
municaciones son difíciles, como por ejem- huevo, pues favorece l a descomposición.
plo: las sierras de Puebla e Hidalgo, etc., Nuestros productores d e huevo e n gene-
y resulta que el huevo no concurre al mer- ral no, clasifican é s t e y por consiguiente L, Calendario Apícola e s una explicación detallada, concisa y clara, d e los
cado, pues con las lluvias los caminos re- adolece del defecto d e uniformidad: s e em- trabajos que deben hacerse en el Apiario durante las diferentes épocas
sultan intransitables y e s t e huevo s e que- paca d e una manera poco cuidadosa que del año. Es u n consejo a los principiantes para que no efectúen mani-
d a echado a perder e n los lugares d e pro- hace que sufra roturas, lo que d a por re=
pulaciones falsas y para evitar los fracasos que vienen a desmoralizar
sultado la inutilización d e parte del pro-
ducción. a las personas que deseen emprender la I n d u s t r i a Apícola.
ducto durante el embarque.
O t r a gran cantidad enorme de huevo s e P o r 10 antes expuesto, s e comprenderá que e s t e asunto es suma-
P o r estas razones rápidamente s e han
pierde por su mala calidad, pues procede girado instrucciones a todos los producto- mente difícil d e tratar y que los consejos sobre e s t e punto son u n a labor bastante ar-
d e manadas d e gallinas con gallos y el r e s d e huevo en e l país a fin d e corregir
embrión que estos huevos contienen s e los defectos anteriormente señalados. dua, dado que, en la República, tenemos distintos climas y distinta flora en cada u n a
descompone fácilmente y lo hacen impro- Ea importación d e aves, destinadas a d e las regiones que la f o r m a n ; que mientras en u n a región está en cloración, otra to-
pio para el consumo. l a producción d e huevo o para l a produc- davía tiene días fríos y en o t r a las abejas están en plena recolección; pero sin embargo,
Es una tarea ardua hacer comprender a ción d e carne, que h a n sido importadas dc2 haré lo posible para que las indicaciones que a continuación expreso, puedan dar una
nuestros productores, sobre todo a los in- extranjero e n los últimos cinco años, pa- idea d e las manipulaciones o trabajos que d e b a n emprenderse durante los meses del
dígenas, que las gallinas no necesitan del s a n d e 250,000, y últimamente la importa-
año.
gallo para obtener huevos. ción d e pollos d e u n día d e nacidos ha
La preferencia d e los comerciantes pa- sido enorme; contando por lo tanto con
E N E R O
r a el huevo importado s e debe en gran un stock mejorado como e s el importado,
parte a que é s t e e s m á s uniforme en *La- con la rapidez de reproducción d e ]la ga- En !os días más calurosos s e podrán revisar las colonias, haciendo u n a inspección
maño, en color, en limpieza y aun e n ca- llina, coneia que a los seis meses s e pue- general d e las 11 a las 15 horas, d e una manera rápida, anotando en e l registro res-
lidad interior, pues todo e s t e huevo es in- d e obtener u n a nueva generación, y con el
esfuerzo unánime q u e existe en l a mayor pectivo todas las observaciones, a f i n de llevar u n record q u e nos servirá d e guía para
fértil y además ha pasado por el ovóscopo
y por consiguiente no viene roto ni des- parte d e los Estados del país, la Avicultura !os años subsecuentes y d e efectuar las manipulaciones a que haya lugar, según las
compuesto: a la facilidad d e adquirir u n en México, e n u n período d e unos cuantos necesidades d e los enjambres.
producto uniforme, e n cantidades desea- años, figurará como una d e las industrias
en el país d e primer orden, con lo cual S e hará u n a limpieza e n todas las colonias sacando l a s abejas muertas y toda su-
bles, con sólo un telegrama a los grandes
dejaremos d e ser tributarios del extranje- ciedad.
mercados norteamericanos : y porque ellos
ro y habremos aumentado una fuente d e S e procurará que todos los enjambres tengan reducida l a cámara d e cría con co-
saben que almacenado e s t e huevo tienen la riqueza nacional.
jines o tablas de contracción o con cuadros envueltos con papel d e periódico, a l
fin de que conserven el calor que l e s e s indispensable a l a s abejas para que s e con-
1
serven bien y puedan terminar su invernada.
i
f' S e alimentarán los enjambres débiles, procurando hacerlo con panales con miel,
cuyas celdillas estén desoperculadas.
La piquera debe seguir reducida, teniendo u n espacio que permita la entrada d e
i
I
1
dos abejas juntas, e s decir, d e unos 8 a PO milímetros.
Todas las operaciones que s e hacen e n el presente mes tienden a favorecer a
las abejas a f i n de que continúen su invernada, que en México e s u n problema SU-
mamente sencillo, pues las abejas la pasan en sus respectivos lugares sin necesidad
de cajas de abrigo con materiales adecuados para la conservación del calor, ni d e
colmenas de doble pared.
'81 Léanse las lecciones' d e Alimentación, por lo que s e refiere a l a alimentación d e
1
salvamento; así como las relativas a reforzar y unir enjambres, lo q u e concierne a

50 51
 Y

l a preparación de éstos para la invernada, a fin d e que s e conserven bien para no

perderlos.
Téngase presente 10 que s e dice en la lección de alojamiento de u n núcleo, en
¡a colmena, para poder s a b e r los cuidados que requieren los enjambres débiles y có-
mo s e reduce la capacidad d e la cámara d e cría.
E n el laboratorio s e podrán alambrar cuadros y s e les colocarán guías d e cera
estampada a fin de tenerlos listos, lo mismo que los panales vacios, para la prepara-
ción d e los enjambres para la época d e la recolecc'ión.

F E B R E R O
E n algunos lugares todavía hace mucho frío, recomendándose por lo tanto las
manipulaciones insertadas e n el m e s anterior.
E n otras regiones ya los días están m á s calientes y hay que empezar con l a ali-
mentación especulativa, teniendo cuidado d e no derramar la miel e n l a colocación de
108 alimentadores, yq en caso de hacerlo, limpiar con u n lienzo humedecido con agua
o tapar con tierra, según e l caso, la miel q u e s e h a tirado, y cubrir los alimentado-
r e s para evitar el pillaje.
Léase todo lo relativo al pillaje, pues hay que librar e l apiario de esta terrible cos-
tumbre, por la cual podemos perder todos nuestros enjambres.
S e procederá a la amplificación del nido y al reforzamiento de los enjambres Vista genera! del apiario de la Dirección General d e Agricultura.
débiles. Cuando haya nacimiento d e zánganos s e hará cría d e reinas para cambiar las
viejas o defectuosas y para l a introducción d e las mismas en los enjambres huér- den pelo y también tiempo, por lo que el expresado excluidor d e reinas e s perjudicial
fanos. a las abejas.
D e b e hacerse todo lo q u e tienda al desarrollo de los enjambres para recibir y
S e quitarán las reglas d e la piquera dejando todo el espacio completamente libre
aprovechar la recolección d e Primavera, que en algunos lugares s e h a r á l a gran re-
para el paso d e las abejas.
colección.
E n e l laboratorio s e colocará l a cera estampada en los cuadros de alza para miel
S e evitará la enjambrazón natural y se preferirá la formación d e enjambres ar-

extractada. tificiales, d e conformidad con lo que s e dice en la lección respectiva.

Si l a Primavera e s la época d e l a gran recolección, s e prepararán las secciones, S e procederá a la cria d e reinas artificiales por el sistema Doolittle que e s el
armándolas y pegándoles l a cera estampada, guardándolas para el m e s d e marzo en- mejor.
t r a n t e que es cuando principia l a recolección. Unas colonias h a b r á que dedicarlas a la producción d e miel y otras a la produc-
ción d e abejas, pues no s e puede al mismo tiempo cosechar y formar enjambres ar-
M A R Z O tificiales.
Los enjambres están y2 listos para aprovechar desde u n principio ¡a recolección d e Debe tenerse en consideración, ante todo, la regla d e oro d e la Apicultura, que
Primavera que principia en alp'unos lugares. es CONSERVAR FUERTES TODOS NUESTROS ENJAMBRES.
§e colocarán las alzas siempre y cuando la recolección haya principiado ya, .te-
A B R I L
niendo cuidado de que los enjambres tengan ocupacios cuando menos nueve panales
en las colmenas de 10 cuadros: d e destruir las celdillas d e reinas y d e que l a reina E n los lugares e n los cuales haya u n a gran recolección, conforme s e vayan llenan-
tenga lugar en donde poner sus huevecillos. do de miel las alzas colocadas s e podrá poner otra alza entre l a primera y la cáma-
Como precaución s e colocará u n excluidor d e reinas entre las cámaras d e cria y ra de cría.
d e cosecha, a fin de que la reina no ocupe con huevecillos 10s panales d e l alza. L a s alzas permanecerán e n las colonias hasta que las abejas hayan operculado
Teniendo l a reina celdillas disponibles para su postura no subirá a l a cámara d e !as celdillas, porque e s cpando l a miel e s t á madura, es decir, e s t a miel no tiene agua
cosecha y no e s necesario por lo mismo el excluidor d e reinas, lo cual e s una venta-
y está preservada por las abejas, las cuales antes d e tapar las celdillas han dejado
j a para las abejas porque con el roce de s u cuerpo, al pasar por dicho aparato, pier- caer en cada u n a d e ellas u n a gotita d e ácido fórmlco. S i n embargo puede darse el

52 53

caso d e que las'abejas no hayan tenido tiempo d e opercular l a s celdillas y la miel
esté madura.
Las alzas que contienen miel madura pueden s e r retiradas de las colonias y lle-
vadas al laboratorio para l a extracción d e l a miel o para l a venta de miel en panal o
secciones.
S e recomienda l a lectura d e todo lo relativo a la producción de miel y cosecha
d e la misma, que s e describe en las lecciones respectivas.
M A Y O
E s t e m e s e s el apropiado para l a cosecha, pues en algunas regiones ya terminó
la mielada.
La cosecha debe hacerse por el método científico a fin ¿e evitar el pillaje.
S e recomienda no dejar por ningún motivo sin miel a las abejas, porque las per-
judicaria grandemente, toda vez que carecerán d e alimento en la temporada en que
no hay néctar en las flores, en cuyo caso tendríamos que alimentarlas artificialmente
y sería m á s costoso, a fuer d e que perderíamos las abejas en caso d e no proporcio-
narles dicho alimento.
E n algunas regiones podrá seguir la recolección.
S e pueden hacer enjambres artificiales d e acuerdo con las instrucciones que s e
insertan en l a lección respectiva,
S e tendrá presente, a n t e todo, que s e efectuarán las manipulaciones adecuadas de
conformidad con la floración.
S e reducirá la entrada d e las abejas para evitar el pillaje.
J U N I O
S e procurará que todos los enjambres tengan suficiente miel para pasar l a tem-
porada d e carestía d e néctar en las flores.
S e atenderán los enjambres artificiales, proporcionándoles alimentación y pro-
curando su desarrollo por los medios indicados a este respecto.
S e evitará el pillaje haciendo las manipulaciones que s e aconsejan en la lección
correspondiente.
E n el laboratorio s e podrá estampar cera, para lo cual deben ponerse en práctica
las instrucciones relativas a laminado y estampado de l a cera que s e indican en l a
lección respectiva.
J U L I O
S e continuará con el cuidado d e los enjambres artificiales, alimentándolos y pro-
porcionándoles lo necesario para su conservación.
S e recomienda s e observen las reglas p a r a evitar el pillaje y, en caso d e haberlo,
poner en práctica lo que s e dice en l a lección relativa.
H a y que tener presente que la alimentación d e los enjambres débiles en esta épo-
ca es l a del salvamento.
A G O S T O
S e prepararán los enjambres con l a alimentación especulativa, para la próxima
recolección, que en algunos lugares e s abundante.
t
S e amplificarán los nidos y s e hará todo lo que tienda al desarrollo d e los en-
jambres.
E n el laboratorio s e prepararán l a s alzas para l a cosecha.
H a y que tener presente que d e b e evitarse por todos los medios el PILLAJE.
S E P T I E M B R E
Estamos en la gran recolección e n l a M e s a Central y hay q u e hacer las manipu-
laciones que s e recomiendan en la época d e mielada, teniendo en cuenta que en l a s
regiones donde haya u n a mielada común y corriente, no d e b e n usarse las alzas d e
miel en panal o secciones.
O C T U B R E
Sigue la recolección y s e continuarán colocando más alzas como s e dice en la lec-
ción correspondiente.
S e harán e n j r m b r e s artificiales atendiendo a las prescripciones indicadas.
S e procederá a l a cría d e reinas para proporcionarlas a los enjambres artificiales
y para su venta.
D e b e tenerse presente e l reducir l a piquera en las colmenas donde s e hayan for-
mado los enjambres artificiales, a f i n d e evitar el pillaje.
S e podrán cosechar las alzas que contengan miel madura.
N O V I E M B R E
$e cuidarán los enjambres artificiales proporcionándoles alimentación y todo lo
necesario para su desarrollo y conservación.
S e evitará el pillaje observando las reglas que s e recomiendan en l a lección co-
rrespondiente.
Es el tiempo apropiado para l a extracción d e l a miel y para l a venta d e las sec-
ciones.
D I C I E M B R E
A los enjambres artificiales h a b r á que darles l a alimentación d e salvamento y s e
les proporcionarán todos los cuidados necesarios para su conservación.
S e unirán los enjambres débiles procurando que antes s e les haya comunicado
el mismo olor, ya s e a con u n limón, con yerbas aromáticas, con miel aromatizada O
por cualquier otro medio.
Los enjambres que d e b e n unirse serán los huérfanos y débiles, a fin d e que pue-
dan pasar bien su invernada.
Los enjambres que no ocupen todos los cuadros de l a colmena, es decir, aque-
llos que tengan menos panales, deberán poseer cojines o tablas d e contracción o cua-
dros envueltos con papel d e periódico, a fin de que conserven el calor que les e s in-
dispensable para su conservación.
S e reducirá la piquera d e modo que únicamente quede paso para dos abejas
juntas.
E n el laboratorio se'podrán hacer los estudios y experimentos relacionados con la
industria Apícola.
55

ericicultura en
111
XPLICADAS l a s t r e s for-
mas d e cultivo d e l a mo-
rera, e s l a ocasión d e decir
cuáles son l a s aplicaciones
d e cada forma que s e ha-
cen en l a práctica, porque
. .
teniendo por mira princi-
pal utilizar s u hoja para la cría del gusa-
no d e seda, e l interesado debe escoger
l a forma o las formas m á s convenientes
para aprovechar las circunstancias que lo
rodean y simplificar l a s laboies, especial-
mente cuando no hay hombres en la casa
y l a atención d e las crías queda sólo a car-
go d e las mujeres y d e los niños, a quie-
nes por lo demás les incumbe d e un modo
particular ocuparse d e producir l a seda
dentro del hogar.
D e s d e luego, lo m á s a propósito para que
u n experto comience l a explotación en
grande escala, sin esperar arriba d e un
año para obtener rendimientos industria-
les, es cultivar en forma d e matorral mu-
cha morera multicaule, plantada por esta-
ca a cincuenta centímetros d e distancia en
terreno cercado, porque aparte d e que esta
variedad d e morera prende toda, s e obtie-
n e mucha hoja en POCO terreno, si bien con
la salvedad, al emplearla, d e no alimentar
con ella a los gusanos d e seda durante
sus dos últimas edades, porque contenien-
do dicha hoja en su textura u n exceso d e
agua é s t a perjudica grandemente al gusa-
no, según s e explicará al t r a t a r d e las en-
fermedades que lo atacan: siendo enton-
ces indispensable proveerlos d e hoja de
árboles d e morera d e tallo alto colocados
e n plano inclinado, pues su hoja en esas
condiciones contiene l a menor cantidad d e
agua.
Naturalmente al aprovechar la hoja d e
l a morera multicaule e n los principios d e
u n a explotación sericícola, no d e b e olví-
Por Homobono González,
Prof. del Departamento d e Enseñanza.
d a r s e l a siembra d e semilla d e la more-
r a blanca de China, variedad hoja d e ro-
sa, que e s l a que tenemos experimentada
como la mejor, tanto porque al desarrollar
después en mayor escala Ia explotación
s e necesita disponer d e mucha hoja en
las mejores condiciones, cuanto porque los
árboles d e morera cultivados en forma d e
tallo alto procedentes d e semilla duran
siglos y no el corto tiempo d e las que pro-
ceden d e estaca, mucho menos si s e les
sujeta a la forma d e matorral, en que al
cabo d e pocos años e s preciso sacarlas por-
que sus raíces s e h a n entrecruzado bor-
mando grandes masas, y l a planta ya no
.
puede prosperar.
Ea utilización d e l a morera multicaule
plantada por estaca ofrece, además, du-
rante los pocos años de su vida, l a venta-
j a de difundirse con rapidez y muy fá-
cilmente; pues cuando s e e s t á atendiendo
una cría ¿e gusanos d e s e d a s e van cor-
tando los arbustos por completo al nivel
del suelo, para darles la hoja a los gusanos
y utilizar los tallos y las r a m a s en hacer
nuevos plantíos por estaca y obtener al
año mayor cantidad d e hoja. P e r o una
vez que sean abundantes las moreras d e
tallo alto d e b e preferirse su hoja. e ir
abandonando e l empleo de l a multicaule,
porque l a primera reune todos los requisi-
tos que exigen las buenas crías y no tiene
los inconvenientes d e l exceso d e agua y
d e la calidad inferior d e l a segunda: por
lo cual hemos recomendado siempre l a va-
riedad hoja d e rosa, procedente d e árboles
d e tallo alto cultivados en plano inclinado,
como las montañas y los lomeríos. Esto
no lo saben muchos d e los propietarios que
han devastado sus cerros y lomas en la
creencia d e q u e ya no sirven para n a d a :
pues si lo supieran s e habrían apresurado
a cubrir con moreras todo e s e terreno
abandonado: pero e s que no leen ni toman nan como el bandido que asalta a u n infeliz
informes d e nadie. Ya en artículo anterior y lo asesina para quitarle l a pobre frazada
dejamos comprobado con números que una
superficie montañosa d e u n kilómetro cua-
con que s e abriga, sabiendo muy ‘bien que
con eso no mejora su situación, y sin embar-
drado e s capaz de rendir u n a utilidad has- go, por adquirir una Lagatela, arranca a u n
hombre la vida que no tiene precio: y en
t a de cuarenta mil pesos e n cada cría d e
cuanto a dotar pronto y fácilmente a las
gusanos d e seda, una vez conocida por ?os
familias mexicanas d e u n recurso constan-
poblados inmediatos l a facilísima produc-
te, fácil de adquirir y seguro hasta donde
ción d e la s e d a : y debemos insistir en el
la previsión humana lo puede . asegurar,
.
pronto aprovechamiento d e esos terrenos como e s el que produce l a serrcicultura,
porque la erosión los está degenerando rá- no hay más que leer u n poco e imponerse
pidamente con perjuicio del propietario y
d e lo que h a pasado y está pasando en los
del país. países donde esa industria redentora s e
Los pequeños propietarios que h a n sur- ka desarrollado, para convencerse d e que
gido con el ejido e s t á n en condiciones d e es allí un factor importantísimo d e l a ri-
proceder de la misma manera, acotando queza pública porqiie ésta resulta del bien-
estar individual de todos los sericicultores,
con moreras d e forma enana s u pertenen-
cia si toda ésta es propia, para l a agri- que s o n la mayoría en ecos países.
cultura : pero si consiste en terreno monta- Como en los t r e s artículos escritos has-
ñoso vale la pena d e cultiva; únicamente t a aquí hemos debido ocuparnos en tratar,
la morera, seguros d e que l a útilidad será aunque someramente, d e l a morera, porque
constante, sin el temor d e l a irregularidad este árbol maravilloso es el elemento bá-
o escasez d e las lluvias. sico e insustituible para l a producción d e
Dos grandes necesidades tene-
mos la obligación ineludible d e
atender sin demora: l a reforesta-
ción nacional, es decir, llevar e l
árbol a toda l a inmensa á r e a tala-
d a en el país, si no queremos ir a
a menos cada día h a s t a llegar a l a
ruina total, y adaptar al pueblo to-
do d e l a República u n a industria,
COMO LA SERICICULTURA, ca-
paz d e asegurar pronto y fácilmen-
t e el bienestar económico a nuestra
enorme masa proletaria; y t a n sen-
cillo es lo primero como lo segun-
do, si las clases directoras dejan d e
buscar e n las nubes lo que tenemos
sobre la superficie y muy a nuestro
alcance.
En efecto, no s e trata d e nada
nuevo, ni siquiera de hacer experi-
mentos sobre si conviene o no con-
viene, si s e puede o no s e puede
ejecutar. Por lo que hace a l a re-
forestación, e s asunto que ya no s e
discute, porque todos estamos vien-
do que el país s e disloca por l a
brutal devastación d e sus bosques,
v !o comprenden h a s t a los mismos
malvados que destruyen inconsi- Morera enana, propia para lugares donde nunca
deradamente el árbol, pues racioci- entren animales.
57

l a seda, puesto que s i e l BOMBYX MOR1
s e alimenta con cualquiera otra hoja no
hace capullo y por lo mismo no produce se-
da, y como la morera cultivada en forma
d e tallo alto e s la que s e destina para el
campo, d e tal manera que es u n contingen-
t e d e mucha importancia vara l a reforesta-
ción, aunque s e a bochornoso para todo
mexicano y a nosotros nos avergüence,
e s d e nuestro deber presentar aquí a las
clases directoras del país los datos esta-
dísticos que siguen :
Suiza, Canadá y la Península Escandína-
va tienen con bosques e l 40 por ciento d e
su territorio.
La Propagación y Cultivo
OS ligeros apuntes que s e
d a n a continuación, son el
resultado de las experien-
cias que sobre la propaga-
ción del Jacinto (Pig. n), se
h a n hecho en diversos paí-
ses. E s t a s exveriencias nos
servirán d e base para poder establecer en
México esta nueva y productiva industria
que, en Holanda, Japón y el s u r d e Francia,
d e j a muy buenas ganancias a los que a ella
s e dedican, sobre todo e n e l país prime-
r a m e n t e citado, donde l a exportación d e
bulbos de Jacinto s e hace en grande esca-
la, constituyendo una buena f u e n t e d e in-
gresos para aquella nación.
PROPAGA CION
Las plantas bulbosas : tulipán, narciso,
etc., s e reproducen naturalmente por sí
m i s m a s ; d e su bulbo nacen otros varios
que con el tiempo alcanzan e l desarrollo
debido, sin que degenere mayormente la
variedad. El jacinto no e s así, pues s e ha
comprobado que cuando s e d e j a a sus pro-
58
!
Alemania, I s l a s Filipinas y Austria H u n -
gría, el 35 por ciento.
América Central, Uruguay Y Francia, el
30 por ciento.
Italia, el 28 Por ciento.
Chile, España y Estados Unidos del Nor-
E’ 25 por ciento* . . .. .
México, que entes d e la venida d e los
.1
ferrocarriles y d e la grande industria te-
nía el 50 por ciento, ahora tiene el CINCO
POR CIENTO. Es decir, tuvo nuestro te-
rritorio poblado d e árboles u n millón d e
kilómetros cuadrados y ahora tiene sólo
cien mil. ooraue NOVECIENTOS MIL KI-
LOMETROS CUADRADOS HA DEJA
DESCUBIERTOS LA TALA,
acinto
Por D e l f i n o CASTILLO D.
D e l Departamento d e Enseñanza.
pios recursos, cada vez produce bulbos
m á s chicos, esto es, va degenerando pro-
gres ivament ea
Una casualidad tal vez; o quizá la ob-
servación de algún floricultor, nos ha dado
la mejor forma d e propagar el jacinto, pues
s e descubrió q u e hiriendo d e cierta mane-
:DE./
r a ~ O Sbulbos d e esta planta, s e reprodu-
ce grandemente y s i n degenerar.
Existen dos procedimientos para herir
convenientemente los bulbos del jacinto ;
ambos son igualmente buenos aunque co-
mo e s natural tienen sus ventajas y des-
ventajas. El primer procedimiento, como s e
ve en la Fig. No 2, consiste en cercenar
la Lase del bulbo separando la parte m á s
dura d e l a m i s m a ; e l segundo procedimien-
to, que ilustra la Fig. N” 3, consiste en
hacer muescas o ranuras transversales
también en l a base del bulbo.
714- 2 Flfi-5
No e s posible fijar con precisión l a pro-
fundidad a que deben hacerse los cortes y
solamente la práctica permite ejecutar bien
esta delicada operación, e n la que si s e
hiere demasiado e l bulbo “madre”, éste
pcede morir o los bulbillos que produzca
son escasos o raquíticos; si no s e corta lo
suficiente, las túnicas o capas d u r a s que
quedan adheridas a l a base del bulbo, di-
ficultan y hasta impiden l a formación d e
los nuevos bulbillos.
Los bulbos cercenados producen mayor
cantidad d e bulbillos que los tratados por
el procedimiento d e ranuras, pero e n cam-
bio, los bulbillos provenientes d e estos úl-
timos, alcanzan más pronto u n tamaño co-
mercial y florecen a los dos o t r e s años,
mientras que los bulbillos producto d e bul-
bos cercenados, necesitan d e t r e s a cinco
años para tener su desarrollo completo.
Los bulbos progenitores, tratados por
cualquiera d e los dos procedimientos, s e
colocan cuidadosamente sobre m e s a s o en
armazones d e madera (Fig. NQ4). cuidan-
do d e que l a parte cortada, o sea l a base
del bulbo, quede hacia arriba. Algunos pro-
ductores aconsejan el empleo d e materia-
les absorbentes : (borra d e algodón, guata,
papel secante., etc.) que recoja o chupe el
59
líquido que segregan los bulbos tratados ;
otros dicen que el empleo d e dicho mate-
rial absorbente sólo es necesario en los
bulbos cercenados; y por último, algunos
otros cubren con tierra muy s u e
bos, por espacio de quince o veinte días,
para que las heridas abran y sanen.
Los armazones o mesas s e tendrán en un
lugar fresco y bien ventilado y los bulbos
permanecen allí hasta fines del Otoño; pa-
r a este tiempo ya habrán aparecido en los
cortes los nuevos bulbillos, que serán plan-
tados en octubre o noviembre. O t r a s per-
sonas aconsejan someter los bulbos pues-
tos en armazones, a temperaturas altas pa-
r a estimular o forzar la producción d e bul-
billos (Figs. Nos. 5 y 6 ) ; al cabo d e unos ,
quince o veinte días habrán nacido la ma- l
yor parte d e ellos y entonces s e disminu-
ye gradualmente l a temperatura h a s t a ob-
tener l a promedio d e nuestro verano; que-
dando allí, también, hasta octubre e n que
serán plantados en un terreno bien pre-
parado.
PREPARACION D E L T E R R E N O
Un terreno compuesto d e una tercera
parte d e arena fina cernida, una tercera
parte d e tierra d e hoja bien podrida y otra
tercera parte d e tierra c3nBn y corriente,
d a buenos resultados pera macetas o ca-
jones portátiles; s e debe t e n e r el cuidado
d e colocar e n e l fondo d e estos recipientes
u n a capa como d e dos o t r e s centímetros,
d e pedazos d e carbón o guijarros (piedras) l
para asegurar u n buen drenaje (salida fá- \
cil del agua excedente). Si s e t r a t a de I
hacer l a plantación en grande escala y en
terreno abierto, deberá escogerse u n sitio i
b
adecuado, con buena tierra d e jardín, a l a I
que s e mezclará oportunamente (dos o t r e s
meses antes d e la plantación) u n poco d e
 estiércol d e vaca bien podrido. Uno o dos
kilos d e estiércol pcr metro cuadrado son
suficientes. E n este Altimo caso, es conve-
niente disponer la plantación e n bancos o
camas en hilera, o de dos, tres, cuatro, etc.
e n fondo: s e deja entre cada banco u n pa-
sillo d e cuarenta centímetros, que permita
trabajarlos por todos lados sin pisar la tie-
r r a de ellos: la longitud d e los bancos que-
d a al criterio del floricultor, pero la anchu-
r a no debe exceder de u n metro para que
s e faciliten las labores d e cultivo.
P L A NTA CION
L a plantación d e los bulbos s e hace a
u n a profundidad d e ocho a diez centíme-
tros p s e d e j a a cada planta u n espacio d e
doce a quince centímetros cuadrados. E s
conveniente poner en el fondo del hoyo e n
donde s e plantará el b u l t o , u n a poca d e
arena fina, d e manera que sobre ésta des-
canse o siente e! bulbo, 10 que facilitará la
emisión d e raíces. A medida que s e va cu-
briendo con la tierra el bulbo, es necesa-
rio hacer una ligera presión con las manos
e n dicha tierra, con el objeto d e que é s t a
quede en contacto son el bulbo y no haya
huecos. Conforme s e va plantando, s e va
regando: term;na¿o el riego, s e cubre e l te-
rreno o macetas con uncs cinco centíme-
Fl%.- 4 florecer las plantas s e l e restan alimentos
60
tros de arena o carbón en polvo: esto ayu-
da a conservar l a humedad y evita por lo
tanto la desecación del bulbo. Algunos
productores aconsejan que, además d e la
arena, s e cubra el terreno o l a s macetas
con una capa d e paja, heno, musgo, tule,
basuras vegetales, etc., como d e cuatro
centímetros de gruesa, tanto para ayudar a
!o anterior como para proteger los brotes
tiernos y 12 tierra misma contra las hela-
d a s fuertes. L a cubierta de paja está in-
dicada, seguramente, para aquellas regio-
nes en que los inviernos son muy crudos:
además, tiene e l inconveniente d e dar al-
bergue a ratones y otros animales que pue-
d e n destruir los brotes.
Al llegar la Primavera s e quita una parte
d e l a cubierta d e paja y el resto s e levan-
t a definitivamente cuando el peligro d e las
heladas haya pasado. L a plantación hecha
en macetas o e n bancos, debe protegerse
contra el so! en l a s horas calurosas del día,
por medio de sombras d e ramas, petates,
manta, zacate, etc. T a n t o para evitar en
cierta forma la propagación d e alguna en-
f e r m e d a d como para el empobrecimiento
de! terreno, no deben sembrarse los bul-
bos de jacinto todos los años e n el mismo
suelo, sino cuando menos cada dos años y
siempre que la preparación s e haga con to-
do cuidado y la labor s e profundice no me-
nos d e cuarenta centímetros.
Una observación del terreno en que s e
hizo l a plantación nos indicará si l e falta
Humedad; en efecto, excavando u n poco en
!a tierra nos daremos cuenta d e ello y en
caso afirmativo deberá regarse con cautela
para no mojar demasiado el suelo, sino
sencillamente humedecerlo.
OTRQS CUIDADOS
P a r a la Primavera, los brotes s e habrán
desarrollado y empezarán a aparecer los
tallos florales: h a y que cortar estos tallos
para que no quiten alimento al bulbo. Al-
gunos autores opinan q u e el corte d e los
tallos florales d e b e hacerse a los diez o
doce días d e aparecidas las flores: otros
dicen que s e haga cuando estén en plena
floración: alegan los primeros que dejando
L
a los bulbos: los segundos exponen que no
dejando desarrollarse las flores, s e perju-
dica l a vitalidad de l a planta y la variedad
degenera. Hecho el corte d e los tallos flo-
rales, el bulbo empieza a engrosar y s e de-
j a en el terreno h a s t a el m e s d e mayo.
E n este mes s e observarán con frecuencia
las plantas y tan luego como el follaje em-
piece a marchitarse, tomando una colora-
ción amarillenta, s e esperará a que haga un
buen día y s e procederá a desenterrar los
bulbos cuanto antes, pues ya están madu-
ros y si s e dejan más tiempo en el terreno,
e s seguro que la germinación principiará
¿e nuevo y no s e podrá hacer la separación
d e los bulbillos que para entonces tendrán
el tamaño de una aceituna. El bulbo pro-
genitor, en la generalidad d e los casos ha-
brá desaparecido casi por completo.
Desenterrados con todo cuidado los bul-
billos, s e separan los m á s grandes y s e de-
jan los pequeñitos adheridos a otros m á s
crecidos, que les servirán d e tutores hasta
que acaben d e desarrollarse. S e llevan to-
dos al secadero o al lugar e n donde vayan
a guardarse y s e colocan espaciados en
mesas, bastidores, alacenas, cuadros alam-
brados, armazones, etc., para que s e se-
quen. S e procurará que tengan muy buena
ventilación y una temperatura moderada o
m á s bien baja.
61
f
La limpieza y lavado de los bulbos y bul-
billos es preferible hacerla hasta poco an-
t e s d e que vuelvan a ser plantados d e nue-
vo, procurando no lastimarlos o magullar-
los.
Puestos nuevamente en el terreno, en oc-
tubre, los bulbillos producirán solamente
hojas en la siguiente Primavera. A los dos
años florecerán los que provienen d e bul-
bos tratados por el procedimiento d e ranu-
r a s y a los t r e s o más, los que provienen
d e bulbos cercenados.
Los bulbos que s e destinen al mercado
deben clasificarse por variedades y tama-
ños, limpiándolos d e la mejor manera po-
sible. Un buen empaque s e hace utilizando
cestos o canastos d e carrizo o bien cajas
d e madera ligera y d e dimensiones varia-
bles, pero que protejan bien e! producto.
Los bulbos s e colocan por capas, alternán-
dolas con otras d e aserrín, musgo o heno
seco, paja, tule, o cualquier o t ? o material
barato que sirva para amortiguar los gol-
pes.
Bibliografia:
" Plant Propagation".-M. G. Kains.
"Greenhouse Management".-L. R. Taft.
"Enciclopedia d e Horticultura".- L. H.
Bailey.
 NUEVO
Sus Elementos de Riqueza
intentar trazar l a mono-
grafía d e e s t e importante
Estado, no e s sino para re-
petir lo que d e él s e conoce
por dentro y fuera, y. e n
efecto, hacienda, justicia,
gobernación, policía, cultos,
mejoras materiales, fomento, industria,
* .
ciencias, artes, comercio, ferrocarriles,
tranvías, orden, moralidad, belleza, ornato,
luz, banca, progreso, en fin, todo cuanto
d e grandioso encierra el adelanto, existe
allí en sus múltiples manifestaciones, que
a no dudar, hacen d e ese rico territorio
un modelo entre las entidades federativas
que componen l a República Mexicana.
Nuevo León, como todos los d e m á s Es-
tados tiene u n a historia larga y llena d e
episodios, d e luchas, d e heroicidades y pa-
triotismo, pues h a sabido e s t a r a l a altura
d e sus m á s sagrados deberes d e indepen-
dencia, ofrendando vidas nobles en el altar
d e la patria; acciones y vidas que como
todo lo grande y excelso, m á s t a r d e flore-
cieron e n é1 progreso envidiable h a s t a ha-
cer d e él en l a actualidad, u n emporio,
donde nacionales y extranjeros encuentran
brillantes perspectivas con sólo ir dispues-
tos a invertir sus capitales o aplicar su ta-
lento y energía en e l trabajo.
SITUACION. LIMITES
Nuevo León s e halla situado e n t r e los
23Q10’00” y 27Q47’30” d e latitud y los
980 24’ 38” y 101Q12’ 09” d e longitud oeste
del meridiano d e Greenwich: colindando
por el septentrión con la Unión Norteame-
62
E
P o r Roberto Quirós MARTINEZ.
ricana: por el noreste, oriente y sureste con
Samaulipas; por la parte austral y O C C ~ -
dental con S a n Luis Potosí; por el ponien-
t e e n Cerro Pedregoso o Peñuelo con Zaca-
t e c a s : y por el oeste y norte con Coahuila.
E n esta pequeña área qrie sólo mide
61,103 kilómetros cuadrados, s e agrupan
según el censo de mayo d e 1930, 416,173
habitantes que forman u n a población em-
prendedora, activa, inteligente, completa-
mente hispano-americana, patriota e ilus-
trada, pues apenas si quedan vestigios d e
familias indígenas, confinadas en las se-
rranías. La mayor parte d e la raza abori-
gen pura s e h a ido mezclando sin cesar,
al grado d e preponderar e n mucho, los in-
dividuos mestizos y esto s e confirma con el
hecho incontrovertible, de que en l a trans-
formación y amalgamamiento d e los pue-
blos, el idioma es lo último que s e pierde,
pues sólo s e hablan como dialectos nativos
el triquí y el zapoteco, en tanto que el es-
pañol e s la lengua nacional, aunque tam-
bién y especialmente entre los extranjeros
y clases cultas háblanse e l inglés, francés,
alemán e italiano, cuyo orden en que ’os
enumeramos indica l a proporción d e los
colonos alli establecidos, por más que hay
en ellos, d e otras nacicnalidades.
A últimas fechas, ha aumentado consi-
derablemente l a inmigración como conse-
I
cuencia d e las grandes obras que compren-
d e e l Sistema Nacional de Riego número
4, Río Salado, Coahuila y Nuevo León, co-
nocidas por P r e s a “Don Martín”, que con
tanto éxito h a llevado a cabo el gobierno
general por conducto d e l a Comisión Na-
cional d e Irrigación : tanto que actualmen-
 Esta

X,
.X x x xx
X X
x %
Xi' X

2-L

rio

. . -. ..
-1
E! Obispado y cerro La Silla, Monterrey,N. L. (Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.)
t e cuenta con 416 colonos con sus lamilias
que forman u n número d e 1,685 individuos,
siendo Ia superficie actual colonizada d e
19,250 hectáreas, y ia cultivada de 8,800
hect área s.
CLIMA
L a s magníficas condiciones climatológi-
cas del Estado contribuyen poderosamente
a su aúge agrícola y comercial. Efectiva-
mente, t r e s zonas pudieran determinarse :
la boreal y del nordeste que comprende
el municipio d e Lampazos, en que 10s pla-
nos descienden rápidamente h a s t a el río
Bravo; la austral y del sureste, que parti-
cipa de la altiplanicie central: y la que
ocupa la Sierra M a d r e y sus derivaciones.
E n la primera, no obstante su latitud, s e
disfruta de temperaturas templadas muy
agradables; en la segunda a pesar d e es-
tar atravesada por el Trópico d e Cáncer,
e l clima también e s templado, quizá debi-
do a su a l t u r a ; y en la última, e s donde la
climatología hácese muy variable, debido
a las bruscas diferencias Que hay en las
alturas.
E n cuanto a las lluvias, también son
63
muy variables. Años h a habido de cons-
t a n t e sequía y otros en que h a n sido muy
a b u n d a n t e s ; regularmente caen en ,forma
d e ligeras lloviznas, e n medio d e espesas
nieblas, d e marzo a abril; en Euertes agua-
ceros, y a veces con granizo, d e mayo a
julio7 aunque d e modo irregular, pues hay
épocas largas d e perjudiciales. sequías : con
mucha frecuencia caen copiosas lluvias que
s e establecen por muchos días e n los me-
s e s d e agosto a octubre: y lloviznas cons-
tantes, entre nieblas muy densas, cayendo
algunas veces e n f o r m a d e nieve pequeña
o de granizo, d e noviembre a enero.
Indudablemente que l a distinta topogra-
fía y los variables climas, influyan e n la
dirección e intensidad d e los vientos: d e
aquí que no pueda precisarse como en otras
regiones del país, el viento dominante; s i n
embargo, son bien marcados los del este Y
noreste desde que comienza la primavera
h a s t a mediados d e l otoño, y desde esta épo-
ca hasta que concluye el invierno, los d e l
norte y noreste. Pocas veces soplan los
del s u r y casi nunca los del s u r e s t e y sur-
oeste.
El servicio meteorológico h a recogido
valiosos datos d e todos los lugares d e l Es-
tado que l a brevedad d e este trabajo nos
impide ccnsignar; no obstante cabe decir
que Nuevo León disfruta generalmente d e
buena salubridad, ya que sólo en épocas
d e intenso calor o frío, se presentan fie-
bres infecciosas o el paludismo en los lu-
gares pantanosos; y en cuanto al clima,
la hipsometría d e las cabeceras de los .49
municipios que integran l a entidad fede-
rativa, completará la idea, veamos: Aba-
solo está a 461 metros sobre e l nivel d e l
m a r : Agualeguas, a 207; Los Aldamas, a
130; Allende a 674; Apodaca a 405; Aram-
?077;Bustamante a 442; Caderey-
ez a 360; Carmen a 4 6 4 ; Cerralvo
a 345; Ciénega d e Flores a
163: Doctor Arroyo a 1,706;
a 134; Doctor González a 404; Galeana
a 1,655; García a 697; G a r z a Garcia a
540; General Bravo a 150; General Esco-
bedo a 429; General T e r á n a 230; General
Treviño a 188; Zaragoza a 4,371; General
Zuazua a 400; Guadalupe a 513: Los He-
rreras a 231; Higueras a 412: Hualahuises
a 387: Iturbide a 1,980; Juárez a 403; Lam-
pazos a 340; Linares a 684;M a r í n a 393;
Mier y Noriega a 1,681; M i n a a 568: Mon-
temorelos a 432; Monterrey a 538; P a r á s
a 165; Pesquería Chica a 381; Los Ramo-
nes a 225; Rayones a 906; Sabinas Hidal-
go a 313; Salinas Victoria a 467; S a n Ni-
colás d e las Garzas a 512; S a n Nicolás Hi-
dalgo a 550; S a n t a Gatarina a 622; Santia-
go a 445; Vallecillo a 274; Villaldama a
431; y la Congregación autónoma d e Co-
lombia a 205. Omitimos la d e Melchor
Ocampo por carecer de u n dato preciso.
nales, orientados d e noroeste a sureste, se-
parados unos d e otros, por . sinclinales
abiertos, hasta d a r lugar los primeros a la
formación de sierras paralelas, y los otros
a la d e los valles rellenados por los aca-
rreos detríticos llevados pcr las aguas.
E s a s representativas sedimentarias consti-
túyenlas los estratos calizos que descansan
en estratificaciones concordantes sobre ca-
lizas, pizarras arcillosas o margas jurási-
cas que ocupan superficies insignificantes
al norte del E s t a d o ; colindando con Ta-
maulipas, s e encuentran terciarios d e ori-
gen lacustre en tanto que el cuaternario
aparece a lo largo d e l a s cuencas fluviales
. ,
donde hay superficies reducidas rellenan-
do l a parte superior d e los valles sincli-
nales o en las llanuras.
El jurásico existe representado por el pi-
so Portiandiano y fósiles semejantes a los
d e Mazapil, Zacatecas, en el cañón d e E l
Chueco, jurisdicción d e M i e r y Noriega,
así como entre Los M u e r t o s y e l Valle d e
Monterrey, por m á s que éste e s considera-
do por algunos geólogos corno perteneciente
Palacio de Gobierno, Monterrey, N. L. (Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.)
al jurásico superior y piso Kimeridgiano.
E n Doctor Arroyo, al noroeste d e Miqui-
lizado en el arroyo del Tulito; en Monte- punto en la zona occidental media dada ia
huana, Tamaulipas, y e n diversas regiones morelos y General T e r á n , preséntase el irregularidad que ofrece Coahuila, su co-
del centro del Estado, encuéntrase e0 cre- terciario formando u n a faja por toda la lindante, y d e l a que participa en levanta-
tácico inferior; e n la Sierra M a d r e Orien-
línea limítrofe con Tamaulipas que e l pro- mientos y depresiones del terreno y de-
t a l entran en su constitución, las calizas
fesor R. Casco considera como exponente m á s causas físicas que l e d a n tanta ana-
del cretáceo medio; igual ocurre con el logía.
d e los pisos Wilcox y M o u n t Selman del
pliegue anticlinal d e El Pico d e Potosí,
Eoceno y el Reynosa del Plioceno. Por otra parte, Nuevo León ocupa l a
y las d e los cerros adyacentes a Monte-
vertiente levantina d e l a M e s a Central d e
rrey, sólo que e s t a s últimas son m á s bien
meso-cretácicas que contienen acteonellas :
DESCRIPCION FISIOGRAFICA l a República y s e extiende hacia el nor-
e n las serranías del norte del Estado abun- oeste d e ella por la vertiente que descien-
d a n las calizas del cretáceo superior, las
El aspecto general del terreno nuevoleo- d e bruscamente hacia las costas del Golfo 1

SINTESIS GEOLOGICA
P a r a ordenar mejor nuestro trabajo y
llevar al lector a u n conocimiento lo m á s
exacto posible del Estado, debemos decir
que las fcrmaciones sedimentarias de ori-
gen marino dominan e n casi toda l a ex-
cuales s e presentan en pliegues d e estruc-
tura anticlinal; otras de éstas hay que cu-
bren las del cretáceo medio e n las sierras
d e Villaldama a M i n a s y Lampazos, q u e
encierran entre sí fósiles caracteristicos,
en tanto que e n la sierra del Carrizal e l
metamorfismo h a sido tan intenso que las
nés es muy pintoresco: altas montañas re=
vestidas de hermosos bosques d e m a d e r a s
preciosas y con faldas d e esmeralda, y a
su pie extensas praderas cubiertas d e mag-
níficos pastos y llanuras que fecundizan
algunos ríos d e consideración, numerosos
arroyos y manantiales, llanuras que apa-
d e México. Dicha M e s a ocupa la cuarta
parte del Estado en las regiones meridio- . l
nal y oriental donde comienza el terreno a l
descender y a f o r m a r la planicie que s e
dilata hasta S a n Luis Potosí y Tamaulipas. i
!
Además algunas eminencias aisladas s e le-
vantan en la llanura deprimida a que dan
I

tensión del territorio, pues t a n sólo en u n a
porción d e l a Sierra M a d r e , al noreste del
...
municipio d e Galeana, hay e n pequeñas
áreas, rocas ígneas efusivas O intrusivas,
exhibiéndose también e s t a s últimas, en al-
gunas serranías septentrionales, por efecto
d e la erosión.
L a s rocas cretácicas, cuya estructura co-
rresponde a la d e grandes pliegues anticli-
calizas h a n perdido l a distintiva peculiar
que les d a el cretáceo medio, pues apenas
si quedan jirones de esas rocas s o h e :a
diorita intrusiva que constituye s u núcleo,
descubierta en u n tramo vertical d e poco
más, d e medio kilómetro.
Finalmente, e n Lampazos, e s muy cu-
rioso y s e pregta a u n detenido estudio sl
piso Daniano d e l cretáceo superior, loca-
recen matizadas con los colores d e dife-
rentes cultivos, como los de sus maizales,
trigales, cañaverales y sus numerosas
huertas d e árboles frutales.
Efectivamente, la forma del territorio
es la d e u n polígono irregular, muy alar-
gado cuya máxima extensión d e norte a
sur s e estima en 575 ki1ómetros y su an-
chura mayor de oriente a poniente e n unos
301 kilómetros. Asimetría que s u b e d e
lugar l a Sierra M a d r e y su contrafuerte
que s e desprende hacia la latitud del arro-
yo d e los Muertos. E s t a sierra presenta,
al ir elevándose gradualmente en l a re-
gión noreste, valles hermosos y profundos
que forman como escalones para ascender
a la M e s a C e n t r a l ; pero si e s cierto que
esta montaña e s t á llena de anfractuosida-
d e s y multitud d e detalles pintorescos no
alcanza las grandiosidades q u e la occiden-

641 65
t a l presenta en los Estados d e Chihuahua
y Sonora, aunque sí e n su conjunto oírece
contrastes hermosísimos en q u e la vista se
recrea y donde embellecen t a n t a majestad
los variados matices d e la flora y las co-
loraciones distintas d e las rocas.
Escuela “Fernández de Lizardi”, Monte-
rrey, N. L. (Fot. México Poto-
gráfico, Gpe. Hgo.)
No exageramos al decir que la Sierra
M a d r e hace que Nuevo León presei_te as-
pectos topográficos en que contrasta todo,
pues el encadenamiento d e las serranías
paralelas, las estribaciones, los contrafuer-
t e s y las ramificaciones que l a constituyen
originan m e s a s y mesetas fértiles, valles
floridos, cañones y desfiladeros opuestos
t a n dignos d e mención, como realmente
00 son las extensas llanuras d e Lampazos,
Vallecillo, Sabinos, Hidalgo, Parás, Agua-
leguas, General Treviño, Cerralvo, Los Al-
damas, Los H e r r e r a s , Doctor C o s s , Gene-
ral Bravo, China, Montemorelos, General
T e r á n y Linares, regados por magnífica red
hidrográfica h a s t a hacerlas eminentemen-
t e agrícolas, siendo l a mejor comprobación
d e ello, el que el Gobierno Federal haya
invertido nada m á s e n el Sistema d e Riego
No 4, la enorme s u m a de $21.379,889.16.
Son también muy importantes los potreros
d e Serna, S a n t a Catarina, Mauricio, Va-
llejos, Trinidad y Prieto, como cañones,
designados así por s e r los únicos pasos d e
u n lugar a otro, el S a n t a R o s a muy estre-
cho y escabroso d e m á s d e 54 kilómetros:
e l Paxtle, que sigue e n su curso el río
Blanco entre Aramberri y Zaragoza; e l d e
Mariposa y Rinconada que cruza e l ferro-
carril d e Saltillo a M o n t e r r e y ; el d e S a n t a
Catarina entre l a s s i e r r a s M a d r e y M i t r a s
por donde atraviesan e l ferrocarril Nacio-
66
nal y el d e Tampico; el Pilón de m á s d e
63 kilómetros por el que corre el rio del
Potosí y que tiene l a belleza d e u n puente
natural llamado d e Dios y u n camino d e
herradura que sigue dicho desfiladero cu-
ya boca que lo cierra está taladrada quizá
por fenómeno d e erosión; no debemos omi-
tir los amplios valles d e Galeana, Monte-
rrey, d e García e Iturbide, asi como l a SU-
perficie que comprende ¿e las lomas d e
l a Ceja M a d r e h a s t a río Conchos que al
principio sólo e s u n a faja insignificante y
después toma proporciones notables e n la
parte media del E s t a d o ; así como que en
la región occidental d e éste está formada
como s e dijo antes por varias serranías ori-
ginadas por l a Sierra M a d r e que a su vez
forman también valles longitudinales como
e l que existe entre Villaldama y Salinas
Victoria, llanos tan pintorescos como los
de Urías y N a r a n j o ; cañones como 10s d e
Sabinas y S a l i n a s ; m e s a s elevadas como l a
d e La Mesilla, y gargantas, puertos o pasos
estrechísimos que comunican las montañas
entre sí.
Hotel “Ancira”, Monterrey, N. L. (Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.)
Naturalmente que Nuevo León, como ca-
s i todos los Estados d e la República, tiene
zonas carentes d e corrientes d e agua, lo timas cosechas magníficas, q u e superan a Encantada, El Cuervo y La Tuna. E n M i e r
que tanto influye para que en ella l a ve- l a s d e muchos años anteriores, debemos y Noriega, los d e La Moreña, Ojo d e Agua
getación sea escasa, ? donde sólo l a s llu- insistir e n que e n el suelo d e l Estado con- y Ea Virgen; e n Aramberri, la del Tunal,
trastan las anfractuosidades d e l a s mon- y los cerros d e Pizaña, La Vieja, del Pre-
vias y los aguajes o cisternas ayudan a la
vitalidad, pero aparte del esfuerzo e inte- tañas ricas en arboledas y tesoros minera- sidente, Yerbanís, del Niño, La Ventana,
ligencia de s u s industriosos habitantes que les que guardan en S U S entrañas, con los Dolores, Naranjito, Vacas, Magueyes y S a n
procuran de mi1 modos contrarrestar las campos extensos en que l a s producciones Antonio; en Iturbide, los del Barranco Co-
agrícolas brotan opulentas; así como’que a lorado, L a Guitarra y del Convenio; en Ga-
dificultades contando con e l poderoso im-
pulso que a la irrigación d a l a Comisión l a monotonía d e la aridez e n pequeñas su- leana, l a de Huachichil y los cerros del Po-
perficies s e impone e l cuadro pintoresco tosí o Grande, del Pilón, Pablillo, L a Ce-
Nacional del Ramo y con los medios re-
d e un paisaje colorido y sugestivo. ja, Rincones d e S a n t a Rita, Los Novillos,
faccionarios qiie les concede el Gobierno,
S a n t a Teresa, L a s Alazanas, Las Chivas,
hasta hacer q u e l a tierra produzca el ma-
yor fruto posible, como l~ prueban las ú1- S I N T E S I S OROGRAFICA Arreasola, Sangre-Linda, Becerritos, San-
tiago, La Leona, S i e t e Rocas, del Carnero
El principal e j e en e l Estado, e s l a Sie- y del Labrador; en Rayones, las montañas
r r a M a d r e Oriental, que con sus deriva- d e La Borrada, del Peñasco, L a M a r t a , d e
ciones lo cruza d e noroeste a sureste, re- Enmedio, La Esmeralda, d e L a Ventana y
cibiendo tantos nombres cuantos s o n los colindando con Coahuila, las d e L a s Amar-
lugares que toca, conformándonos e n bien gas, L a Hediondilla y d e Abrego; en San-
de la brevedad, con citar l a s principales: tiago y S a n t a Catarina, dóblase l a Sierra
en Zaragoza, l a sierra del Agua d e Afue- M a d r e en semicírculo, llenando d e anfrac-
r a a l a cual pertenecen los cerros P e ñ a tuosidades el suelo y separando d e e s t e ú1-
Nevada, del Borrego, Pinos y Muralla y timo municipio los d e Garza García y Mon-
las serranías del Jabalí, limítrofe con Ta- terrey, cuyas elevaciones adyacentes van a
maulipas; los del M e l ó n y Gándara, esta unirse a las sierras de Mitras, Macatas,
última, con L a Peña, Soyatal y puerto d e del Fraile y M u l a t a en M i n a , d e donde
Mercado “El Korte”, Monterrey, N. E. Zapateros; y los cerros Leñadero, picacho continúan h a s t a l a del M u e r t o y cerro Ica-
(Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.) d e Lagunitas, Guacamayas, Los Toros, La mole; en este municipio l e v á n t a m e tam-
67
.-
,

bién las cordilleras Espinazo d e Ambrosio, descienden desde e l principal e j e d e l a

notable por el Paso d e los Arrieros, y los
puertos dei Valle Perdido y Azufrosa; Mi-
nas Viejas, con el pico del Pedregal; d e
Enmedio, con la altura P a l o Blanco; en
Villaidama, l a d e Gómez con el cerro Ga-
llinas, i a d e Milpillas con las montañas
Picachos y §anta Clara y la sierra S a b i n a s ;
en Lampazos la d e L a Iguana, por m á s que
ésta solamente es u n a serie d e alturas co-
mo los pequeños cerros Alto, Buenavista,
Carrizal, S a n Gregorio, Cima de Barreda.
Boludo, Guadalupe, d e l Doctor, Candela y
P i e d e la T i e r r a ; e n Doctor González, la
d e Papagayos; en Salinas Victoria la de
este nombre con los cerros Rincón del Pal-
mito, Pico de Santa Clara, l a Cima, M i n a
d e Montañas, d e Pinitos, Encina Gorda y
del Estancado; en García y Santa Cata-
rina la d e Nacatas, con los cerros Vaciero
y Colorado; en Linares, las lomas d e Ber-
nalejos e H i g u e r a s ; e n Doctor Arroyo la
del Coro o I p o a ; en límites con Tamaulipas
la de Matancillas, y así otras muchas que
nos privamos de enumerar.
HIDOGRAF I A
La forma orográfica que levanta el sue-
lo nuevoleonés, hace que los planos que
Sierra M a d r e y sus derivaciones s e incli-
nen bruscamente y después con lentitud
hasta internarse en el territorio de Tamau-
lipas al cual van numerosas corrientes y
las d e más volumen; en tanto que en el
otro extremo son muy pocas y efímeras y
por lo mismo carecen d e importancia.
Alguien haciendo la síntesis hidrográfi-
ca del Estado, dice que éste “cuenta doce
ríos y cien arroyos”, ninguno d e los prime-
ros navegable, loa cuales nacen en las es-
cabrosidades d e las diferentes sierras o
son brotes vo1uminosos d e ríos subterrá-
neos provenientes d e Coahuila.
D e ellos, enumeraremos los principales :
el Bravo, que sirve d e línea divisoria con
los Estados Unidos y Nuevo León en una
extensión de 10 kilómetros durante la cual
recibe afluentes insignificantes, excepto el
Salado.
Este último importante río, según datos
d e un estudio especial practicado por l a Co-
misión Nacional d e Irrigación, extiende su
cuenca en la parte septentrional d e Coa- Panorama de Linares, N. L. (Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.)
huila, Nuevo León y Tamaulipas, compren-
dida “desde los 99930’ de liongitud oeste d e La cuenca de captación s e extiende prin- to del río, empieza a formarse en l a s sie-
Greenwich, h a s t a los 1039 y desde los 269 cipalmente en Coahuila, e n tanto que ei ca- rras d e S a n t a Rosa y S a n t a Ana, aproxima-
d e latitud norte h a s t a los 29”. nal d e conducción s e desarrolla e n Nuevo damente a 2 kilómetros 21 oeste d e l a Co-
León y Tamauiipas; en e s t e último Esta- lonia de Kikapoos, recibiendo casi en SU
do y cerca ¿e Ciudad Guerrero e s donde nacimiento u n gran número d e arroyos que
s e verifica la confluencia con el Bravo. bajan de l a sierra d e S a n t a Ana y u n poco
Dos son los ríos principales que ,forman antes de l a colonia nombrada tiene ya
la corriente, el Sabinas y el Nadadores: el aguas peimanentes en cantidad considera-
primero s e desarrolla en u n a dirección ge- b l e ; el curso del río sigue a lo largo d e l
neral d e noroeste a s u r e s t e y el segundo d e estrecho valle formado por las dos serra-
oeste-suroeste a este-noreste. El punto d e nías d e Santa Ana y Santa Rosa; e s t e valle
confluencia d e estos dos ríos s e encuentra a la altura d e Nacimiento, comienza a en-
como 13 kilómetros abajo d e l a Villa d e sancharse continuando su ensanchamiento
Juárez y como ? kilómetros arriba d e la a medida que s e desciende, pasando por l a
boquilla d e Todos Santos, actualmente co- Colonia d e los Negros hasta la hacienda
nocida con el nombre de D o n Martín. Apar- del Nogal; d e e s t e punto s e dirige a S a n
# ,

te d e los dos ríos señalados, los afluentes
más considerables son e l río d e Los Ala-
mosI afluente del d e Sabinas, el río d e Can-
dela que le lleva sus aguas 50 kilómetros
abajo d e Don M a r t í n y e l d e Sabinas Hi-
dalgo, que l e tributa sus aguas casi en la
confluencia con el Bravo.
La superficie total de e s t a cuenca pue-
de estimarse en 42,000 kilómetros cua-
drados.
El rio Sabinas que por s e r la r a m a m á s
Panorama de Allende, N. L. (Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.) larga puede considerarse como el nacimien-
Francisco pasando por u n pequeño canon
que s e forma entre los lomeríos d e l a Sie-
rrita, el P a s o d e Tablas y Santa María,
entra después en el valle más ancho d e
San Juan d e Sabinas, el cual atraviesa reu-
niendo sus aguas a las del río Alamos;
aguas abajo, el valle oigue ampliándose y a
las márgenes del río s e h a n formado !.js
poblaciones de Sabinas, Pueblo Nuevo
(ahora Guadalupe Victoria) y l a Villa d e
Juárez; abajo d e esta última población s e
verifica la confluencia con el Nadadores ;

68 69
 desde e s t e punto hacia abajo e s donde pue-
d e llamarse propiamente Salado.
El río Nadadores nace e n la serranía
que s e encuentra al sur de Cuatro Ciéne-
gas, en el cañón formado por l a sierra d e
S a n Marcos y otro que e s t á al o e s t e d e
ella; en esta parte numerosos arroyos s e
van juntando hasta formar el cauce defini-
do unos 1,500 metros al oeste d e Sacramen-
t o : frente a esta población s e reunen las
Palacio y plaza de Sabinas Hgo., N. L.
(Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.)
dos ramas principales. H a c i a el norte y
al oeste la cuenca s e extiende hasta Cua-
tro Ciénegas y el cañón de S a n Marcos,
y hacia el s u r hasta l a serranía que corre
d e este a oeste desde el puerto del Car-
m e n ; desde este puerto se forman t r e s
valles desiguales, el primero del puerto d e
S a n Juan a Cuatro Ciénegas, el segundo
del mismo puerto a Sacramento y el ter-
cero entre e s t e último y el del C a r m e n ;
e l primero e s e l de mayores dimensiones
y el tercero el que la sigue e n extensión.
La garganta del Carmen e s sumamente
estrecha, al grado d e que solamente caben
e n ella, en el fondo, e l río, e l Ferrocarril
d e Cuatro Ciénegas y la Zanja Salada,
que partiendo del s u r d e Cuatro Ciénegas
va a regar terrenos d e MoncIova.
El valle limitado e n t r e los puertos del
Carmen y Sacramento tiene longitud d e
12 kilómetros y en él se encuentran sobre
l a margen derecha del río l a población d e
Sacramento y e n la izquierda Lamadrid y3
Rancho Nuevo.
Río abajo s e encuentra u n valle m á s es-
pacioso que tiene aproximadamente 57 ki-
lómetros d e largo en e l sentido d e la co-
rriente y 25 de anchura; termina e s t e va-
70
lle en H e r m a n a s , e n el estrechamiento bor-
mado entre l a serranía de e s t e nombre y l a
d e Pájaros Azules; en el valle s e asientan
las poblaciones de Nadadores, S a n Buena-
ventura, Comunidad d e S a n t a Gertrudis,
Abasolo Viejo, Abasolo Nuevo y Comuni-
dad d e Rodríguez; todas ellas son ribere-
ñ a s y aprovechan l a s aguas del río, lo mis-
mo que la hacienda d e H e r m a n a s que s e
encuentra u n poco m á s al e s t e ; en terrenos
d e esta hacienda, junto al puente del fe-
rrocarril de Piedras Negras, desemboca so-
bre el río de Nadadores el río d e Monclova.
Adelante d e H e r m a n a s el río corre por
u n cañón amplio formado como ya s e dijo
entre los cerros d e H e r m a n a s y Pájaros
Azules. A l a salida d e este cañón s e en-
cuentra la población de Lampacitos; d e
este punto el río casi en línea recta s e
dirige a la población d e Progreso; allí el
valle e s muy amplio quedando limitado al
oeste por Iomas calizas d e escasa altura
llamadas cordillera d e La Laja, en las
cuales s e a b r e paso el río por l a garganta
d e Todos Santos (ahora Don M a r t í n ) y al
O i o d~ Agua. Lampazos. N. L. (Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.)
s u r por los lomeríos d e Candela y L a s
Mesillas; hacia el norte s e extiende sin
Abajo de l a confluencia pasa e l río por lastras de concreto colado en cajones me-
ninguna altura de importancia a lo largo
la garganta d e Don M a r t í n , entrando a u n tálicos.
del río Sabinas del cual ya s e habló.
B e Progreso, el río, siguiendo casi la mis- nuevo valle muy extenso que tiene en su D e allí en adelante el 152 sigue u n a di-
ma dirección d e su tramo anterior, s e diri- interior numerosas cuencas cerradas que rección general al sureste, aunque forman-
ge a l a hacienda del Alamo y después ha- forman abundantes lagunas en tiempo d e do numerosas curvas que dan lugar a an-
cia el lugar llamado El Lobo en donde re- aguas; de Don M a r t í n el río sigue con cones de m á s o menos extensión. Aproxi-
cibe las aguas del arroyo del Gato, que una dirección general al s u r e s t e h a s t a Ile- madamente unos 46 kilómetros abajo d e
probablemente e s e l más grande d e s u s Rodríguez recibe por l a margen izquierda
gar al lugar conocido con el nombre de La
afluentes, h a s t a la conbluencia, si s e ex- al arroyo d e Camarón, que aun cuando se-
Laja, aproximadamente 37 kilómetros aba-
ceptúa el de Monclova. co la mayor parte del año, es u n a corriente
j o d e Don Martín: e n e s t e pucto pasa por
Unos 7 kilómetros abajo del Alamo s e d e importancia que drena toda el área com-
una nueva garganta, cargándose al lado prendida e n t r e el río Salado y l a cuenca del
verifica la confluencia del Nadadores y el
sur d e la misma. D e La L a j a el río sigue río Bravo. Como 16 kilómetros abajo d e es-
Sabinas, formándose el río Salado.
muy encajonado e n t r e mesetas d e escasa t a confluencia y por el lado derecho, re-
elevación por ambas márgenes; 13 kilóme- cibe al arroyo de L a s R a n a s , y u n poco
tros abajo d e La L a j a s e encuentra l a con- m á s abajo al de Los G a l e m e s ; e n toda
i
fluencia del río d e Candela y el Salado. esta parte el río e s t á bastante encajonado
El río pasa de alli en adelante por u n entre planícies surcadas por lomas d e es-
casa elevación; d e allí e n adelante el río
terreno tepetatoso y d e conglomerados ca-
lizos sumamente r e s i s t e n t e s ; en su margen sigue coFriendo con la misma dirección ya
señalada; a 30 kilómetros abajo de l a con-
izquierda s e encuentran los ranchos de Vi-
llanueva y E a Reforma y u n poco m á s aba- fluencia de 105 Galemes s e encuentra e l
jo la hacienda de S a n Vicente; dos kilóme- vado d e la carretera que u n e a Monterrey
tros río abajo de S a n Vicente llega a l a con Nuevo L a r e d o ; actualmente en e s t e lu-
gar s e h a construído u n gran puente d e
población d e Rodríguez que s e encuentra
concreto reforzado.
a la margen derecha;' en e s t e punto atra-
D e s d e e s t e punto en adelante h a s t a l a
Calle 5 de Mayo, Villaldama, N. L. viesa el río el Ferrocarril Nacional, por me-
(Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.) confluencia con e l Bravo, corre el Salado
dio d e un gran puente metálico sQbre pi-
71
 encajonado entre lomas de u n a altura me- z a d e Toro, Salado, Tinaja y el del Sauz.
dia de 15 metros y formando numerosas Además, descargan SUS aguas sobre este
curvas, algunas d e ellas tan cerradas que importante río, el S a n t a Catarina, el Ra-
la dirección del río cambia casi 180". mos, el Filón, el Pesquería y el Salinas,
Ya muy cerca d e l a confluencia, recibe con lo cual s e benefician muchísimo las nu-
por la margen derecha el caudal que l e merosas fincas agrícolas d e l a región.
aporta el río de Sabinas Hidalgo, que e s s u El Conchos s e inicia en Tamaulipas don-
m á s importante afluente en e s t a región. d e es conocido por río S a n Fernando, con-
El lecho del río e s t á formado por con- tinúa por toda la línea limítrofe con el Es-
glomerados tepetatosos y calizos muy fir- tado y d a lugar a que sus tributarios rie-
mes, que han sido muy poco degradados guen extensas zonas d e Nuevo León. D e
por el paso del agua, no obstante que ésta estas benéficas corrientes pueden citarse
viene generalmente en grandes avenidas, la del Potosí o Parida, l a del Linares o P a -
muy impetuosas y que r u e d a n en el fon- blillo que s e unen en Leones, el de Pamo-
do piedras d e gran tamaño. M u y cerca d e n a y los arroyos Fandango, Fresnos, S a n
Ciudad Guerrero uno d e estos crestones Francisco, Comales, Salsipuedes, Poza y
provoca l a formación d e una caficada d e Vaquería Vieja y después de seguir u n cur-
unos 6 a 8 metros d e a l t u r a ; esta caída so tortuoso y prolongado en que s e l e unen
e s t á prácticamente en l a confluencia con el el Coyol, Borracho, Carbonera, Terrero,
río Bravo". Guajolotes. Raíces, Magüiras, Zapotes,
El Alamos, formado con el arroyo homó- Marroquín o S a n Antonio y otros, va a re-
nimo y los d e Lajitas y Nueces corre en gar terrenos de Zaragoza y Aramberri, don-
jurisdicción de Vallecillo para recibir des- de engrosa su caudal con el S a n Antonio.
pués durante su curso e l tributo del Tina- El Santa Catalia o ¿e Las Palmas, nace
jeras y una vez que cruza el municipio d e en la Sierra M a d r e , en el potrero d e SU Poético rincón en Los Sabinos, Cerralvo, N. L. (Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.)
P a r á s s e interna a Tamaulipas, donde s e nombre, fertiliza las municipalidades ho-
l e u n e el arroyo d e Soto cuyo curso es pa- mónima y de Monterrey, recibe el arroyo do s e completa con los diferentes vasos es- gunos muy afamados por su eficacia pa-
ralelo dentro d e Nuevo León. d e Santa Lucía, pasa por Guadalupe y Ca- parcidos a s í : e n Lampazos la laguna llama- r a la curación d e muchas enfermedades,
El Pesquería nace en Coahuila donde s e dereyta, y en L a s Escobas s e l e u n e el d e d a de La Leche que en parte pertenece a especialmente para l a d e reumatismo y las
l e conoce por río Chiquito corre por 105 l a Silla formado por l a s vertientes d e l a Coahuila, y las conocidas con los nombres afecciones de l a piel. L a s m á s renombradas
municipios d e García, Gral. Escobedo, Apo- Sierra M a d r e y por fin, afluye al S a n Juan. d e Pillaje, Tripas y Estanque de Piñitas, son las de S a n Bernabé o d e Topo Chico
daca y Pesquería Chica, recibiendo ICT El Blanco o d e 12 Purificación riega una y varios charcos y lagunetas insignifican- en Monterrey, que a l a fecha h a producido
afluentes Pedregoso y Apodaca, y unido ai pequeíía parte d e l a municipalidad d e tes. E n Los Aldamas, l a ciénaga que algu- a sus propietarios pingües utilidades, que
Salinas va a cruzar las municipalidades de Aramberri, atravesando el corazón d e la nos autores consideran como vaso lacustre aumentarían considerablemente s i s e acon-
M i n a , Nicolás Hidalgo, Abasolo, Carmen, Sierra M a d r e y sale d e ella en I b a r r i t a ; en lejana época; en China existe l a Noyo- dicionara el lugar para un balneario d e sa-
Salinas Victoria, Ciénega d e Flores, G e n e - penetrando a Tamaulipas donde s e conoce l a ; en Linares, dos ciénagas; en Santiago, lud, como s e acostumbra en el extranjero,
r a l Zuazua, Marín, aumentando s u caudal con el nombre d e Soto La Marina. E s la laguna Sánchez; e n Galeana la d e La- dado que la capital d e Nuevo León se ha
con los arroyos Papagayos, Aguanaval y caudaloso. bradora, cuya longitud es d e 420 metros convertido en u n importante centro turís-
l
otros y después d e atravesar Los H e r r e r a s El Ramos arranca d e la Sierra M a d r e en por 334 ¿e ancho, y en l a cual s e atribuye tico; además debemos citar la d e Boca a
va a tributarse al San Juan en jurisdicción el potrero de Mauricio, riega tierras d e u n resumidero en el centro. Su m a s a d e 4,000 metros d e Santiago Guayucolas (sul-
d e Doctor Coss. Allende, recoge las aguas de! Blanquillo aguas descansa sobre u n lecho d e alabas- furosas), de H u e r t a s a 25 kilómetros al
El S a n Juan, favorecido por s u amplia que s e origina en Montemorelos, riega al- tro, las que s e aprovechan ventajosamente s u r d e Montemorelos; las d e S a n Ignacio t
cuenca hidrográfica, es u n o d e los ríos m á s gunas haciendas d e Cadereyta y en el Na- en la irrigación sirviéndose para ello d e a 24 kilómetros de Einares, provenientes
caudalosos, el cual arranca de l a s cimas d e ranjo s e u n e al S a n Juan. u n desagüe que arroja h a s t a 4,000 litros d e la ciénaga y las d e G a l e a n a ; ambas des-
la Sierra M a d r e , recoge el desagüe d e nu- piden ácido sulfhídrico y depositan azufre
El Hualahuises riega el municipio homó- por minuto. Cerca d e ella hay dos laguni-
merosas corrientes grandes y pequeñas que nimo y es de pequeño curso, llas cuyas aguas son selenitosas, impota- en polvo.
toca a s u paso entre los que se cuentan la P o r último el G r a n d e d e S a n Juan s e bles y purgantes, otras varias ciénagas y MINERIA
d e Hediondilla, Chueca, Escamillas, Paso forma d e los ríos Salinas, Pesquería Gran- lagunitas, así como pózos profundos natu-
d e Leal, Chiltepín, Huizache, Guzmán, Ca- de, Santa Catalina, S a n Juan, Ramos y Pi- rales, especialmente el del Gavilán q u e mi- * No s e puede decir ¿e Nuevo León
rricitos, Molinas, Las Flores, Palito Blan- lón, y engrosando con el caudal d e estos d e un diámetro d e 68 metros. que s e a un Estado minero:, . sin embar-
co, Salitrillo, del Muerto, d e los Fresnos, seis ríos, riega los municipios d e China y go, abunda e n cuantiosas riquezas que
Conde. Sartenejo, Sepultura, Comitas, Ea- Camargo, yendo a desaguar en el río Bra- HPDROLOGIA no han sido explotadas debidamente, y lo
jas, Sabinillas. Calabazas, Pijos o Piojos, vo, en !as cercanías d e Camargo. Son numerosos los manantiales ter- que m á s lo caracteriza es el empeño con
Zopilote, Grullo, Chilarillo, Rosario, Cabe- Lagunas.-La red hidrográfica del. Esta- males que existen e n Nuevo León y al- que procura utilizar todos los elementos de

12 43
 que dispone, todas las prerrogativas que su
situación l e suministra, todas las riquezas
que su suelo le ofrece, y la perfecta armo-
nía que h a precedido al desarrollo d e .to-
d a s s u s industrias, asegurándole u n rápido
y creciente bienestar económico.
L a minería, en otro tiempo en auge, y
ahora con u n brillante porvenir, es induda-
ble que crecerá en proporción a los otros
ramos d e l a industria, y sobre todo empie-
za a cimentarse sobre seguras y sólidas ba-
s e s que garantizan la estabilidad y prospe-
ridad d e las empresas.
Allá por 1906, s e explotaban m á s d e 70
minas d e oro, plata, cobre, plomo, fierro,
manganeso y zinc, de las cuales enumera-
mos u n a s : en Agualeguas, Potrero d e P a -
rras, Ea Blanca y Anexas; en Cerralvo, Po-
trero del Naranjo y La Colorada; en Lam-
pazos la del Carrizal, S a n Antonio d e la
El Salto de la Planta, Montemorelos, N. L.
(Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.)
14
Iguana, El Refugio: en Monterrey, S a n P e -
dro, S a n Pablo, Zaragoza, Las Mitras, S a n
Antonio, La Voladora y Anexas y Miguel
Escobedo; en Sabinas Hidalgo, Rincón d e
l a Pachona, Cruz del Aire, Soledad y Ane-
x a s : en Santa Catarina, Azteca, S a n Fiden-
cio, S a n Juan, Carbonato y Trinidad; en
Villaldama, D o n Gaspar, Obra Nueva, Bue-
navista y Guadalupe: e n Garza García, S a n
Antonio; en Higueras, Camoján; en Galea-
na, Las MiniIlas.
Así s e explica que fie hayan establecido
importantes fundiciones que producen arte-
factos d e fierro, acero, cobre y bronce, co-
mo son: la Compañia Fundidora de Fierro
y Acero d e Monterrey, S. A . ; la Compañía
Fundidora de Fierro y Manufacturera d e
Monterrey, S . A. y l a Fundición del Car-
men, y haciendas d e beneficio como l a
Smelting Refining Company, l a Compa-
ñía Minera, Fundidora y Afinadora d e
Monterrey, S. A. y l a Fundición Benavides,
las que en 1902 beneficiaron 1,480 kilogra-
mos d e oro por valor d e $977,125; 406,606
kilogramos de plata con precio d e . .. .
. La Huasteca, Monterrey, N. L. (Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.)
$16.294,134 ; 90,720 kilogramos d e cobre, por
valor de $36,288 y 45.873,501 kilogramos d e d r a s d e sillería usadas allí para las cons- tentrional, especialmente en las formacio-
plomo con precio d e $2.241,982. trucciones., pueden considerarse como tro- nes pertenecientes al terciario y cretáceo.
E n la actualidad, como s e dijo antes, la zos d e carbonato de cal impuro y casi amor-
minería que había permanecido estancada fo. E n los valles e s muy común hallar gran- FLORA
por falta d e mayor iniciativa e inversión d e d e s masas de u n conglomerado d e piedras
capital, no obstante los numerosos fundos calizas agarrado en u n hormigón d e cal, La variedad d e los climas que s e di-
denunciados en l a Secretaría d e Industria, presentando brechas cálico-calizas. jo antes, favorece mucho en e l Estado pa-
y como consecuencia directa y principal d e E n algunos lugares s e encuentra sieni- r a que las producciones vegetales s e a n
los largos años d e luchas intestinas, está ta, granito rojo, fedespato y pizarra. E n numerosas I d e las q u e debernos citar el
resurgiendo rápidamente pues ya en 1927, Agualeguas es muy común la arenisca sili- aguacate, aguacatillo, ahuehuete o sabino,
según datos del Departamento d e la Esta- sosa que el vulgo llama “piedra d e amolar”. álamo plateado, blanco y negro, chopo O
dística Nacional, pyodujo 6,356 kilogramos El sulfato d e cal abunda en todo el Esta- alamillo, chabacano, algodoncillo, algodone-
d e plata con u n valor d e $242,214; en co- do, siéndolo el yeso y e l hierro que existe r o arbóreo, anacahuite, anácua, chaparro-
bre f u é d e 3,123 con precio d e $22,3152; en e n grandes masas en toda la Sierra M a d r e . prieto o gavia, barreta, brasil, candelilla,
plomo 4.610,701, cuyo valor f u é de . . . . E n Galeana hay selenita e n gran canti- canelo, capulín, cedro blanco y colorado, ci-
$1.484,889; en zinc 122,311 con precio d e dad, siendo conocida por "espejuelo” y e s prés o tlazcán, ciruelo, cidrero, colima, cha-
$429,490, sin tomar en consideración otros tal s u transparencia que con ella hacen VI- pote, coma, cocolmécatl, durazno, durasni-
metales y minerales, factores principalísi- drieras y faroles. Además h a y .tanto ala- llo, ébano, encino blanco, roble, d e rayo y
mos en l a prosperidad que alcanza la Fun- bastro s que s e emplea para hacer cercas. negro, estafiate, fresno, granado, grangeno,
didora d e Fierro y Acero de Monterrey, S. E n Villaldama abunda e l cristal de roca d e cuaje, cuaji1lo, guayamé, guayabo, haya, hi-
A., y otras empresas, pues no debemos aspecto bellísimo. En Bustamante e s muy
guera, huizache, jaboncillo, lantresco, ma-
olvidar que el territorio del Estado abunda comírn el azufre, el. nitrato d e potasa, el
droño, manzano, mezquite, membrillo, mal-
e n carbonato d e s d e la creta o carbonato d e muriato y varias especies d e las c i t a d a s ; 1
en Lampazos, Villaldama, Hidalgo, Galea- huira, moral blanco y negro, naranjo agrio y
cal pulverulento hasta ei marmol bien cris-
na y Zaragoza, valiosas minas d e carbón d e dulce, naranjillo, nogal silvestre, negro y d e
talizado que hay en sus montañas y cerros.
piedra. En fin, en todas 1a.s zonas d e meta- nuez encarcelada, ocotillo, olmo, palma, pa-
Basta decir que los habitantes queman l a s
piedras d e los ríos y los montes y asi ob- morfismo, existen magnetita, hematita y 1i- lo-blanco, plátano, piñón, palo-santo, peral
tienen cal de m u y buena clase. L a s pie- monita, así como petróleo en l a región sep- común, pinabete, pino blanco, común, real,
15
ocote y oyamel, retama, roble, sauz, colora-
do, blanco d e hojas grandes y llorón, sie-
rrilla, taray, tepehueje, tenaza, toronja, u ñ a
d e gato, zarzamora, algodón, alfalfa, ma-
guey, nopal, poléo e infinidad d e otras así
como oleaginosas, curtientes, tintóreas, go-
meras, resinosas, legumbres, solanáceas,
convulvoláceas, frutales, gramíneas y mal-
váceas, medicinales y d e ornato.
FAUNA
E n cuanto a producción d e animales,
e s igualmente muy rico el Estado, tan-
to que en la época d e la Conquista s e
citaba esta provincia como u n a d e las m á s
abundantes d e l a Nueva España. Bastará
citar algunos : ardilla doméstica y volado-
ra, conejo, coyote, gato montés, jabalí, león,
liebre, lobo, murciélago, rata, ratón, tlacua-
che, tigre, zorra, zorrillo, águila, aguililla,
agachona, ansar, carpintero, cuervo, calan-
dria, cuitlacoche, codorniz, chupamirto, co-
torra, chachalaca, faisán, correcamino, ga-
vilán, gorrión, golondrina, gallareta, halcón,
huilota, lechuza, mirlo, paloma, perdiz, pa-
to, saltapared, tecolote, torcaz, tórtola, 20-
pilote, zanate, aenzontle, agujilla, camaleón,
culebra, coralillo, lagartijo, tortuga, casca-
bel, rana, sapo, bagre, piltonte, puyón, ro-
balo, mojarra, besugo, anguila, aguja, mata-
lote, ostra perlera (especialmente en el río
Salado, donde s e encuentra en abundancia
y que produce perlas d e muy buen oriente,
aunque angulosas), camarón, abeja, alacrán,
araña, avispa, cucaracha, cochinilla, cangre-
jo, chapulín, gorgojo, gorupo, grillo, mosca,
piojo, pulga, rondón, tarántula, turicates y
sernovientes como caballo, mula, asno, va-
ca, cabra, oveja y cerdo, así como el pa-
vo, l a gallina y el ganso.
AGRICULTURA
Conocidos los recursos naturales de Nue-
vo León, fácil e s comprender la impor-
tancia que alli tiene la agricultura en
todos s u s ramos y esto no ahora, si-
no d e años a t r á s ; por ejemplo, en 1882 la
producción f u é d e $2.428,311, sin incluir
maderas preciosas de construcción y para
combustibles, así como cuanto s e relaciona
con l a ganadería estimada entonces e n
$3.000,000, y pequeñas industrias agrícolas
76
como la avicultura, etc., porque en conjun-
to s e les asignaba un valor anual d e
$10.000,000 en números redondos.
E n 1902 s e dió a conocer un resumen d e
l a producción habida e n el año y f u é l a
siguiente : arvejón 81 hectólitros : camote
176,290 kilogramos ; cebada 26,986 hectóli-
tros : cortezas para curtir 602,900 kilogra-
mos ; chile seco 5,986 kilogramos : chile ver-
d e 199 hectólitros : frijol 13,147 hectólitros :
garbanzo 1,598 hectólitros ; caña de azúcar
105.896,770 kilogramos : ixtle 415,356 : miel
d e abejas 2,790 kilogramos; miel d e caña
82,400 kilogramos : papa 42,550 kilogramos :
pastura d e paja, zacate y heno 545,556 kilo-
gramos ; piloncillo 8,475,035 kilogramos :
uva 249,085 kilogramos: vino d e uva 640
hectólitros: azúcar 120,116 kilogramos.
Posteriormente los agricultores nuevo-
leoneses han adoptado los procedimientos y
maquinaria modernos seguidos en Estados
Unidos, razón para creer que muy pronto
l a agricultura en el Estado rivalizará en
importancia a la industria que tanto ha pro-
gresado allí. As; pues, las frutas d e l a s
cuales la naranja y la nuez s e exportan al
extranjero, producen buenos rendimientos ;
las d e recolección mayor, así como las d e
mejor mercado, son el aguacate, el duraz-
no y la nuez: pero se cosechan además ce-
reales y muchas otras frutas, legumbres y
cucurbitáceas que enumeramos antes. Y
más todavía; en 1929 s e cosecharon 637,540
kilogramos de frijol: 60,090 kilogramos d e
uva ; 180,357 kilogramos de caña d e azúcar :
22.134,OOQ kilogramos de trigo ; granada
cordelina 495,451 kilogramos: tejocote . .
12,700 kilogramos y e n 1930 l a producción
d e algodón fué d e 126,600 kilogramos; ca-
mote 250,600 kilogranios : tabaco 65,500 ki-
logramos.
Aunque no consignamos datos sobre el
maíz y otros productos, puede calcularse
d e ellos con sólo citar que entraron a Mé-
xico procedentes d e Nuevo León 72 carros
por entero de reses, en junio y en julio d e
1930: harina 58; arroz 2: f r u t a s 6 ; trigo 2 :
salvado 1 2 ; algodón 3 ; frijol 1 ; lana 3:
maíz 16: carneros 4: camote 1 ; jitomate
1 y en agosto del presente año 2 con hari-
na, 40 con maíz, 6 con reses, 1 con frutas
y 2 con salvado.
Esto indica que la agricultura del Esta-
do s u r t e otras poblaciones d e l a Repúbli-
. ..
Paisaje del río El Pilón, Montemorelos, N. L. (Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.)
ca y m á s si tomamos en consideración co-
mo s e dijo en otro lugar, que los agricul-
tores nuevoleoneses están fomentando
aquella industria convencidos d e que sólo
eslabonando los esiuerzos colectivos po-
d r á elevarse el nivel moral y económico d e
Nuevo León. U t a n es así que años atrás
a pesar d e los progresos e n el corte d e i a s
maderas, que progresivamente aumenta, no
e r a de temer u n a despoblación d e bosques,
porque sistemáticaniente s e practicaba u n a
. repoblación proporcional al desmonte. D e
1897 a 1902 s e efectuó l a repoblación y
plantación e n montes, caminos y poblacio-
nes de 155,800 árboles, cifra que bastaba
por sí sola para evitar todo temor. E n la
actualidad parece que h a seguido la loable
costumbre debido al celo de las autorida-
d e s y al noble como patriótico interés ¿e
aquellas gentes.
INDUSTRIA
Conocido el estado d e la agricultura,
conviene mencionar el importantísirno que
ya ocupa la industria en general, por m á s
que puede anotarse 12 fa bril y la fundi-
ción de metales como las principales; no
son menos la fabricación d e piloncillo, azú-
77
car, toda clase d e derivados d e la le-
che, la elaboración d e cerveza magnífica
y d e gran fama solidamente acreditada; l a
fabricación de hielo, muebles, mosaicos, lo-
za, vidrios, cemento y piezas para construc-
ción, cartuchos metálicos, clavos, alambre
con púas, cerillos, medias, calcetines, etc.,
dulces, reposteria, sombreros, calzado, ropa
hecha, hilados y tejidos d e bien ganado
prestigio, y esto no ahora, sino desde 1902
ya eran muy recomendables los productos
d e l a “Industrial”, “La Fama”, “’La Leona’’
.
y “Porvenir , cuya capacidad d e cada una
19
en un año era d e 19,000 a 20,000 piezas d e
algodón y otros taritos de toallas y co-
bertores.
Además era y e s considerable l a destila-
ción del maguey; quienes de ello se ocupan
obtienen mezcal, así como en los centros
azucareros alcoholes d e diversos grados y
aguardientes: l a elaboración d e jarabes y
licores d e frutas bien puede competir con
los preparados e n el extranjero: otras m á s
s o n : las numerosas fábricas para hacer ar-
tículos d e jarcieria; las d e aguarrás, teja-
manil, ladrillos, cigarros, aguas gaseosas,
especialmente e l renombrado Topo Chico,
tanto que actualmente s e trabaja por esta-
blecer e n el lugar d e su nombre u n confor-
table balneario adonde acudirán nutridas
romerías turísticas, puesto que hay e l pro-
pósito d e hacer d e aquel sitio algo verda-
deramente original y lleno d e atractivos.
Cuéntanse también por centenares los di-
ferentes talleres, molinos, hornos y f ábri-
cas d e menor capacidad, aunque hemos de-
jado al último hablar someramente d e l a
fábrica d e cerveza "Cuauhtémoc’’ que po-
s e e Una gran instalación y d e l a gran Fun-
dición de Fierro y Acero citada en otro lu-
gar, que e s sin disputa alguna l a primera
en l a República, en donde con rieles, puen-
tes, armazones para edificios, grúas, vehícu-
los, etc., cada día acredita m á s sus produc-
tos, y hace seria competencia a los artícu-
los similares extranjeros a los que antes
había necesidad d e recurrir.
Resumiendo, puede decirse que las prin-
cipales industrias d e los habitantes d e M o n -
terrey, s o n : el comercio, l a agricultura, la
horticultura, las fábricas d e casimires, fra-
zadas, otras telas d e lana y algodón y mu-
chos otros artículos como azúcar, aceites,
harinas, hielo, cervezas, chocolates, dulces,
almidón, clavo, muebles, ladrillos, varios
productos químicos, la fundición d e meta-
les, etc., etc., numerosas son ya las fábri-
cas d e que puede ufanarse l a ciudad: por
todas partes s e ven elevadísimas chime-
neas que arrojan al espacio sus torbellinos
d e humo, y ellas acusan l a cultura y progre-
so alcanzado por aquel pueblo fronterizo.
E n cuanto a l a industria eléctrica nos
complace consignar el importante dato mi-
nistrado por el Departamento HidroeIéctri-
co d e la Comisión Nacional de Irrigación
que es como sigue: “la capacidad eléctrica
instalada en e l Estado d e Nuevo León, no
obstante que éste e s uno d e los m á s indus-
trializados d e la República, cubre apenas el
4.13% d e l a capacidad eléctrica total ins-
talada en e l país; d e l a s 21 plantas eléc-
tricas registradas y con 19,177 K.W. insta-
lados, 5 son hidroeléctricas y su capacidad
instalada e s d e 549 K.W. y 16 generan l a
energía eléctrica térmicamente con 18,564
K.W. instalados; además, 12 plantas con
303 K.W. instalados ministran l a energía
eléctrica que generan al público, 6 son pa-
r a usos particulares d e l a s compañías pro-
pietarias y 3 d a n servicios mixtos.
E n la ciudad d e Monterrey hay instala-
78
dos 17,675 K.W. formando el 92.1% d e l a
capacidad eléctrica instalada e n el E s t a d o :
todas las plantas d e e s t a ciudad son térmi-
cas debido a las pocas posibilidades hidro-
eléctricas d e l a región.
E n el Sistema Nacional d e Riego No 4,
s e tiene la posibilidad d e desarrollar 9,000
K.W. en la primera etapa para regar 16,000
hectáreas y 8,000 K.W. cuando s e estén re-
gando 65,000 hectáreas ; e s t e aprovechamien-
to hidroeléctrico e s t á a 200 kilómetros d e l a
ciudad d e Monterrey. L a Comisión Nacio-
nal d e Irrigación está estudiando l a viabi-
lidad d e aprovechar e s t a s fuerzas hidráu-
licas para riegos en el mismo Sist,ema y
para hacer surgir industrias derivadas d e
l a agricultura”.
Hermoso ejemplar de las huertas ‘[Viva
México”, cuya producción anual dí-
cese es de 8,000 a 10,000 naran-
jas. Montemorelos, N. L.
(Fot. México Fotográfico, Gpe. Hgo.)
Vista general del alto horno, planta eléctrica y enfriadores (de poniente a oriente)
de la Fundición de Fierro y Acero de Monterrey, N. L.
COMERCIO
El comercio d e Nuevo León e s d e gran
significación, toda vez que llena todas las
exigencias d e la gran mayoría d e las pobla-
ciones del Estado y d e muchas d e los ve-
cinos. A causa d e la corta distancia que
lo separa d e los Estados Unidos y l a gran
facilidad que para ellb l e odrecen s u s vías
férreas, s e provee de e s t e país continua-
mente d e l a mayor parte de artículos d e
principal consumo, aunque también muchos
d e sus comerciantes hacen importaciones
directas d e las naciones europeas.
Respecto a l a situación económica del
pueblo y d e las bases proletarias e n es-
pecial, puede asegurarse que e s mucho m á s
satisfactoria que en otros Estados m á s cer-
canos al Centro . .y con u n bienestar supe-
rior en aparienc:a. E n todo e l territorio,
aun en los valles más bajos, m á s abriga-
dos y par lo mismo m á s cálidos, no s e co-
nocen las chozas de ramas y hojas, techa-
dos con paja, todo lo contrario, las habita-
ciones m á s humildes son jacales de adobe
techados con tejamanil o ‘ t e j a y que d e
hecho proporcionan un abrigo seguro con-
t r a el frío, el viento y e l agua. El número
79
total d e edificios e s de 81,954, que s e des-
componen así : 23,821 d e mampostería,
1,233 d e ladrillo, 16,367 d e madera, 27,149
de adobe, 5,049 d e embarro y el resto d e
otros materiales. D e estos reconocen pro-
piedad particular 81,108: dei Gobierno Fe-
deral 325: del Estado 97; del Municipio
278; d e l a Beneficencia 7 ; mismos d e los
cuales pertenecen a mexicanos 81,230, a
extranjeros 724; además s e distinguen en
todos ellos 80,885 de u n piso, 977 d e dos,
65 d e tres, 21 d e cuatro, 11 d e cinco, 2 d e
seis y 1 d e s i e t e : y existen en los mismos
96,808 viviendas, 177 centros d e diversión,
1,638 fábricas y talleres, 2,199 comercios,
287 oficinas particulares, 151 hoteles, ca-
s a s de huéspedes y mesones, 21 hospitales
y casas d e salud, 58 colegios d e internos,
59 cuarteles, 79 prisiones, 820 escuelas ofi-
ciales, 113 particulares, 1,347 templos cató-
licos, 26 protestantes, 567 oficinas públicas
y 23 bibliotecas. A los muchos edificios
elegantes, suntuosos y modernísimos que
tanto embellecen las poblaciones donde s e
levantan y de modo particular en l a capital
y que representan u n valor d e considera-
ción, debemos agregar otros d e arqui-
tectura soberbia como el Palacio d e Go-
bierno, cuyos salones están decorados, ta-
pizados y amueblados con mucha elegan-
cia y buen gusto: la Penitenciaría que por
su distribución interior e s notable: e l Ban-
co Mercantil, el Banco d e Nuevo León, el
Banco Nacional, el edificio d e l a Weinera,
el Casino d e Monterrey, l a catedral con-
cluída en 1800; S a n Francisco, que f u é el
primer templo construído e n Monterrey y
que ocupa el sitio donde s e celebró l a pri-
m e r a misa, situado e n l a calle de su nom-
bre : la Basílica Eateranense, L a Purísima,
f u n d a d a por doña Leonor Gómez de Castro,
e l año 92 del siglo pasado, el colegio civil,
el Palacio Municipal, l a Estación del Golfo,
l a Cervecería Cuauhtémoc, l a Fundidora
d e Fierro y Acero y otros cuya enumera-
ción sería prolija y ajena a nuestro objeto.
COMUNICACIONES
Nuevo León, como todo pueblo culto e
industrioso ha cuidado con afán el buen
estado d e sus vías d e comunicación, .tanto
que en junio d e 1928 s u s líneas férreas me-
dían 761.7 kilómetros, distribuídas así :
308.0 kilómetros el F. C. d e México a Nue-
vo Laredo, que toca al Estado en e l kiló-
metro 956.4 y lo deja en el 1260.7 kilóme-
tro, después d e haber hecho conexión en
Monterrey con las líneas : Monterrey a M a -
tamoros, Torreón 2 Monterrey, Tampico a
Monterrey, d e los 1FF.CC.NN. y kilómetro
2.0 del F. C. Minero-Mexicano: 190.0 kiló-
metros el de Monterrey a Matamoros, que
toca puntos importantes como Ea Granja,
Apodaca, Pesquería, Ramones, H e r r e r a s ,
Aldamas y Doctor Coss, y además hace
conexión en Empalme Matamoros con la
línea Torreón a Monterrey ; 168.0 kilóme-
tros el d e Tampico a Monterrey que toma
contacto con Einares, H u e r t a s , Montemo-
relos, T e r á n , Cadereyta, Villa Juárez y en
Monterrey, con la línea México a Nuevo
Laredo kiiómetro 1,022.0 de los FF. CC.
Nacionales: 20.4 kilómetros el d e Sauceda
Piedras Negras con estaciones Espinazo,
Sierra Azul y Joya; 56.4 kilómetros el d e
Paredón a Monterrey, .que 'une M i n a Hi-
dalgo, Abasolo, con l a capital, haciendo
conexión e n Empalme Matamoros con l a
línea Monterrey a M a t a m o r o s y 58.9 kiló-
metros el d e Empalme Ixtle a Monterrey
cuyas estaciones son Ixtle, Fraile, García,
Minería y Monterrey.
80
Como s e ve, no obstante que l a s vías
apuntadas hacen d e Monterrey u n centro
f errocarrilero d e importancia, quedan toda-
vía grandes superficies que carecen d e este
medio rápido d e comunicación, especial-
mente en la zona del suroeste, adonde me-
diante u n nuevo esfuerzo d e los nuevoleo-
neses e s indudable que pronto lograrán im-
plantar, ya que esto facilitará l a salida a
los productos por Tamaulipas o Zacatecas.
TELEGRAFOS Y TELEFONOS
Estos servicios como el de Correos están
bien servidos e n lo general; comunican la
capital con todas las poblaciones d e l Esta-
do, algunas d e las cuales hácenlo. . con las
entidades circunvecinas : servicios a u e au-
mentan en eficacia debido al indispensable
auxilio del postal a é r e o y radiofónico que
transmite a los numerosos radioescuchas
lo que envían las estaciones del extranjero
y la ciudad de México. El teléfono a larga
distancia ha producido ya los m á s ópimos
frutos, pues gracias a él el comercio y la
industria regiomontanos pueden estar in-
formados al dia d e cuanto ocurre en el
mundo.
CAMINOS
Es lógico q u e al progreso que ya alcanza
el Estado, sus habitantes y autoridades
estén procurando por toaos los medios que
s e ensanche su red d e caminos, por más
que tengan que vencer serias dificulta-
d e s : así s e explica que a l a fecha s e haya
desarrollado el turismo invitado por las
magníficas carreteras, especialmente l a lla-
mada "México-Laredo" tramo d e l a inter-
continental, que va muy adelantada. Allo
por 1925 Nuevo León contaba con 5,860
kilómetros d e caminos. d e los q u e 777 per-
tenecen a carreteras amplias y cómodas y
bien pavimentadas, 4,405 a caminos vecina-
les por donde podían transitar los 13,878
automóviles, los 924 coches d e tracción ani-
mal y motocicletas y los 7,952 carros, ca-
rretas y bicicletas, registrados e n las ofi-
cinas del ramo. Contaba también por en-
tonces con 678 kilómetros d e caminos d e
herradura que cruzan las abruptas serra-
nías.
GENERALIDADES
Insistir en el sello d e especial modernis-
mo que ostenta la capital regiomontana,
no sería más que un motivo para encare-
cer sobre su arquitectura exquisita y el
auge que h a alcanzado en todos los órde-
nes. Llama la atención d e cualquier obser-
vador e s a cierta independencia d e las cos-
tumbres en general. Allí no s e encuentra
e s e populacho poco limpio y mal vestido
que s e ve en otras partes. Todos visten
d e una manera decente: el obrero y e l cam-
pesino demuestran bienestar y tienen u n
aspecto ¿ e dignidad y d e decoro personal
dignos d e nota. La gente s e alimenta me-
jorq se embcrracha pocas veces y s a b e cum-
plir con sus deberes y con l a s obligaciones
qrie contrae. E n la clase m á s alta se nota
también un hecho digno d e alabanza: los
hijos d e los ricos en vez de dedicarse a
derrochar los capitales que sus padres h a n
ganado, s e educan en l a s facultades d e Mé-
xico o marchan a Estados Unidos a prepa-
rarse d e u n a manera práctica y comercial;
después d e algunos años vuelven con u n a
dotación d e conocimientos útiles, e n t r e los
cuales figura el perfecto dominio del in-
glés y s e ponen a trabajar, con éxito siem-
a r e lisoniero.
La propiedad está m u y dividida y por lo
ianto no hay miseria. Las industrias tie-
n e n un lugar preferente y el gobierno siem-
pre presta s u ayuda a las empresas, me-
diante ia exención d e los impuestos por
un cierto número de años. S o n varias las
compañías que han invertido f u e r t e s capi-
tales. L a s mujeres disfrutan d e u n a rela-
tiva libertad como consecuencia d e haberse
introducido ya las costumbres norteameri-
canas en la-buena sociedad. Como d e años
atrás l a instrucción h a sido una d e l a s
preocupaciones d e los nuevoleoneses, puede
decirse que dos tercios d e l a población
saben leer y escribir y aun el resto hace
por instruirse aprovechando los valiosos
medios d e divulgación con q u e cuenta hoy
el Gobierno Federal: estaciones radiodifu-
soras, bibliotecas, ciclos ¿e conferencias,
8.1
misiones culturales, etc., etc. : además au-
mentan la importancia educativa los dife-
rentes planteles d e enseñanza superior, las
escuelas preparatorias, las normales, las
facultades profesionales y l a universidad,
que en conjunto representan anualmente
u n elevado presupuesto.
Son bastante recomendables por su hi-
, .
giene, confort, buen servicio y precios mó-
dicos los hoteles, las casas d e huéspedes y
mesones, todos al alcance d e las distintas
fortunas, pues los extranjeros ricos que
gustan d e viajar extrañan poco las como-
didades de los de otros países. A todo
esto dan un t i n t e de mayor importancia a
l a ciudad los tranvías eléctricos cuyo ser-
vicio e s muy regular. Otro tanto tendría-
mos que decir de! d r e n a j e y saneamiento
y la conducción de mayores caudales d e
aguas potables para e l abasto d e la capital;
igual celo para algunas otras cabeceras mu-
nicipales.
Y qué diremos de sus numerosas plazas,
provistas algunas de ellas de bien cultiva-
dos iardines. su famosa Alameda. s u s re-.
gios monumentos, s u s paseos frondosos y
elegantes, s u s numerosos centros recrea-
tivos y d e sport, sus hospicios, SUS mer-
cados, sus estaciones ferrocarrileras. v so-
bre todo el bien acreditado prestigio que
allí tiene' la P r e n s a cuyos representativos
son "El Porvenir", "El Sol", "Ahorro". , y .
otros mil detalles q u e sería largo enume-
rar, pues todos coadyuvan a confirmar el
concepto expresado, porque no hay progre-
so en Monterrey que no s e deba a la íni-
ciativa d e sus habitantes: no hav ramo d e
la Administración q u e no haya sido refor-
mado convenientemente en beneficio del
público en general. Alli todos trabajan y
no s e oye otra cosa que la realización d e
tal mejora, el planeamiento d e tal industria,
que aquí s e corrigió este desorden y que
m á s a!lá se hizo tal economía: s e dió tal
paso para la instrucción, se hizo, s e ter-
minó tal o cual cosa, pero todo, absoluta-
mente todo, e n beneficio siempre del feliz
Estado d e Nuevo León.
.
 Opiniones que
.Su revista h a hallado u n gran inte-
L b . .
r é s en el Ministerio del Interior, Dirección
del M u s e o Alemán, en Munich, e l m á s im-
portante del mundo y e n l a Dirección del
Instituto d e la Exploración d e l a s Energías
.
Hidráulicas d e Baviera e n M u n i c h . . E s a s
autoridades m e han pedido solicite el en-
vío regular d e la revista IRRIGACION EN
MEXICO . . .”
Dr. Wilhelm Schmidhuber,
Cónsul H. d e México en Munich, Alemania.
8 “La presente tiene por objeto suplicar a
“Nuestras salas d e lectura s e hallan fre-
cuentadas mensualmente por m á s de 8,000
personas en su mayoría d e l comercio (ade-
m á s consulados, autoridades, universida-
des, profesiones libres). Así es que los
editores d e revistas técnicas aprecian l a
exposición d e nuestro instituto como pro-
paganda muy eficaz”.
E n este sentido el “Internationale Ver.
band der Fachzeitschriften Verleger” (aso-
ciación internacional d e editores d e revis-
t a s técnicas) en el Congreso d e Berlín,
otoño 1927, h a tomado l a resolución d e d a r
mayor publicación a l a prensa técnica,
abasteciendo las salas públicas d e lecturas
elegidas d e propósito por ejemplares gra-
tuitos, en los que figurará IRRIGACION
EN MEXICO.
H a m burgisches- Welt-Wirtschaf ts-Archiv.
Hamburgo, Alemania.
O Alberto Dupuy, Srio. del Ministerio d e
“. ..vengo a suplicarle continúe envian-
do su importante publicación a esta Ofici-
na, pues además d e sernos m u y útil, h a
sido muy apreciada por todos los organis-
mos entre los que s e distribuyeron los nú-
meros anteriores”.
J . Rodolf o Lozada,
Cónsul d e México e n Amberes.
8 ingenieros, dado que e s sin discusión inte-
‘‘Esta Dirección ha recibido y agradece
vivamente, el envío del ejemplar corres-
pondiente a marzo de 1931 d e l a revista
82
nos honran
mensual IRRIGACION EN MEXICO.
Agradecería a usted m e proporcionara l a
posibilidad de presentar a los numerosos
y asiduos concurrentes d e la Sala d e pu-
blicaciones periódicas, los números ante-
riores y los próximos d e la interesante y
atrayente revista. . ”.
Rodolfo Salazar,
Cónsul d e México en Milán, Italia.
8
usted, d e la manera m á s atenta, s e sirva
inscribirme entre las personas a quienes
s e les reparte l a importantísima revista
IRRIGACION EN MEXICO. Conozco el
Vol. 11 núm. 4, y m e h a interesado d e ma-
nera especial todo el contenido d e ella,
pues soy ingeniero y en este m i país, toda-
vía estamos dando los primeros pasos en
la materia que t r a t a su revista que usted
sabiamente dirige.
Ing. Simón Gómez d e Lavalle,
Cartagena, Colombia.
O
“. , . h e hallado que e s t a revista tiene e l
m á s alto interés e n relación con problemas
similares existentes e n Colombia, y por
lo tanto ruego a usted s e sirva enviarme
mensualmente l a revista, d e la cual tengo
actualmente. . .”
O b r a s Públicas, Bogotá, Colombia.
O
“Ante todo debo agradecer a usted l a re-
misión d e su interesante revista sobre
IRRIGACION EN MEXICO que la mayor
parte d e las veces ofrezco a diferentes Bi-
bliotecas d e esta ciudad como así atiendo
algunos pedidos que m e realizan algunos
resantísima. , .”
Volney A . Gicca,
Río de Janeiro, Brasil.
1
.
ropagación de rutas Cítricas en el Brasil
Por P. H. ROLFS, B . S., M . S., D. Sc.,‘
1
ESDE el comienzo de l a ci-
vilización moderna las “fru-
tas de oro del jardín d e
las Hespérides” han servi-
$o d e inspiración a innu-
merables poetas y filósofos.
La colección d e poemas de-
dicados a e s t a s doradas frutas cicuparía u n
e3orme volumen, en tanto que para repro-
ducir los vuelos de la imaginación y las
disertaciones d e los filósofos con respecto
a ellas s e necesitarían también muchos VO-
lúmenes. ¿Quién, al contemplar un naran-
jo adornado d e hermosos azahares blancos
d e pureza virginal, mezclados con las bri-
llantes hojas verdes, perfumando el am-
biente a todo s u alrededor, no evoca en
s u mente los recuerdos más felices y los
m á s tiernos idilios? Al meclio día, a los ra-
i
yos de u n sol abrasador, l a s r a m a s d e esos
frondosos árboles ofrecen a todos una som-
bra bienhechora y saludable. S u s dorados
f r u t o s apagan la sed, satisfacen el ham-
bre, fomentan l a salud, y como si esto so-
lo no fuera suficiente, deleitan la vista y
con s u perfumado aroma casi completan
la conquista d e los sentidos humanos.
L a s informaciones útiles q u e heredamos
d e nuestros antepasados s e encuentran es-
condidas dentro d e una montaña d e su-
persticiones, de creencias y de fábulas. L a s
generaciones actuales, que podemos deno-
minar generaciones científicas, tendrán
(1). Consultor Técnico Agrícola de! Estado
de Minas Geraes desde 1929. E n 1921 fué lla-
mado del Estado de Florida en los Estados
Unidos al Estado de Minas Geraes para orga-
nizar y dirigir una Escuela Superior de Agri-
cultura.
83
y C ROLFS, B. S .
que destruir e s t a s montañas, piedra por
piedra, antes d e que puedan descubrir ei
sendero dorado d e la verdad. La consecu-
ción d e esto requiere u n esfuerzo perso-
nal y una paciencia mucho mayores que la
comprensión que d e ello tuvieron los poe-
tas y filósofos de la antigüedad. S e re-
quiere mucha m á s paciencia y habilidad
para obtener una caja de naranjas perfec-
t a s y convenientemente acondicionadas que
para escribir una docena d e poemas. P a r a
obtener u n a docena d e naranjos perfectos
d e semillero s e necesita mayor esfuerzo
mental y má‘s trabajo fatigante que para
escribir doce capítulos d e raciocinio sobre
l a filosofía del cultivo de las f r u t a s cítricas.
Los autores de estos t r e s artículos s e
limitaron exclusivamente a la parte cientí-
fica, apartándose por completo d e cualquier
tentación que pudiera hacerlos penetrar en
los campos de l a poesía o d e la filosofía.
L a s fotografías y las anotaciones servirán
para indicar algo del trabajo mental y físi-
co que h a sido necesario llevar a cabo sin
interrupción durante varios años.
D e b e recordarse siempre que quien plan-
ta un pomar para usos comerciales lo ha-
ce exclusivamente teniendo e n cuenta las
ganancias que pueda producirle. Cualquier
otro punto de vista predestina el fracaso
económico de toda empresa moderna.
L a Escuela Superior d e Agricultura y Ve-
terinaria ¿el Estado d e M i n a s Geraes, re-
conociendo la importancia d e las frutas cí-
tricas no sólo para el consumo doméstico
sino para la exportación, inició u n a seríe
de experimentos sistemáticos u n a vez que
las condiciones físicas se hallaban lo SU-
ficientemente mejoradas. Estos experimen-

tos tendían especialmente al descubrimien-
to de los procedimientos económicos m á s
eficaces para obtener árboles altamente
productivos.
Un tratado detallado y comprensivo in-
titulado “Las Plantas Cítricas d e Semille-
ro, Piedra Angular d e la Industria Citrea”
le f u é entregado hace algunos meses ai
señor Secretario d e Agricultura del Esta-
do, quien con su acostumbrada gentil 7 eza y
su interés especial en el adelanto de l a
industria agricola estadual dió los pasos
necesarios para conseguir s u publicación.
Los autores desean agradecer especialmen-
t e al entonces Secretario d e Agricultura,
Dr. Djalma Pinheiro Chagas, por haber he-
cho posible la realización d e e s t e arduo y
extenso trabajo. Desean también agrade-
cer al actual director d e la Escuela Supe-
rior d e Agricultura y Veterinaria, Dr. Vello
Lisboa, por s u valiosa ayuda, así como tam-
bién a los varios prcfesores d e l a escuela,
especialmente al catedrático d e horticultu-
r a y pomología, Dr. Humberto Bruno, por
la valiosa ayuda que prestaron a este tra-
bajo.
Crab. 1.-Arbol nuevo, ideal para un pomar.
Solicitamos ia benevolencia del lector a
las varias referencias q u e s e hacen de los
experimentos y resultados obtenidos en los
Estados de Florida y California d e los Es-
tados Unidos, en e l hfrica del S u r y en
algunos otros países, que hoy día s e en-
cuentran entre los más temibles competi-
dores del Brasil en lo relacionado con l a
exportación d e f r u t a s cítricas. E n 1929 s e
exportaron de l a América del N o r t e con
destino a Europa P.900,380 cajas d e estas
Frutas, una gran cantidad d e las cuales en-
tró al mercado junto con las naranjas del
Brasil.
L a s exportaciones del Africa del S u r
con destino a los mercados europeos, es-
pecialmente a los d e Inglaterra, han sido
muy grandes, coincidiendo con las del Bra-
sil con las cuales rivalizan.
En diversos países l a industria de fru-
tas cítricas s e halla muy desarrollada, de-
bido a los muchos años d e adaptación y
También a los inmensos gastos d e tiempo
y d e dinero que h a n requerido los experi-
mentos. E n esos países s e han desarrolla-
do sistemas muy eficaces para la produc-
ción d e plantas d e semillero, las cuales
u n a vez sembradas definitivamente son ca-
paces d e producir buenas cosechas de fru-
tas d e mejor calidad a u n precio muy sa-
zonable. E. n el. Brasil, aprovechándonos d e
las experiencias d e los demás, debemos
adoptar esos mismos métodos, por io me-
nos iIsándolos como puntos de partida d e
nuestros experimentos para con ello evitar
la repetición de 10s trabajos que han (le-
vado a cabo otros países.
L a s plantas m á s vigorosas producen ár-
boles más productivos.-El Dr. H. J. W e b -
ber, actual director de la Estación Experi-
mental d e F r u t a s Cítricas d e California,
ha sido considerado por más d e 35 años
como una de las principales autoridades
con que cuenta l a ciencia del cultivo d e es-
t a s frutas. E n 1917 el D r . W e b b e r escogió
para sembrar en u n mismo pomar tres ti-
pos distintos de plantas d e semillero, a sa-
b e r : uno d e plantas vigorosas, otro d e plan-
t a s de vigor medio y u n tercero d e plantas
raquíticas. S e emplearon para eIIo t r e s va-
riedades : Bahía (Wáshington navel), Va-
lencia y Toronja M a r s h . Todas estas va-
riedades habían recibido hasta donde era
posible los mismos cuidados, pudiéndose
considerar iguales desde todo punto d e vis-
ta, con excepción ¿el desarrollo. E s t a s plan-
titas fueron sembradas en surcos adyacen-
tes, en u n terreno especialmente escogido
para ello y que poseía condiciones físicas
muy uniformes.
Después d e transcurridos s i e t e años l a s
plantas mostraban u n crecimiento relativa-
m e n t e proporcional al dei comienzo, e s de-
cir, las plantas d e semillero m á s grandes
producían árboles grandes y l a s d e tama-
ño medio árboles d e tamaño medio. Las
plantas pequeñas s e desarrollaron menos
que las d e m á s ; algunas d e ellas “raquíti-
cas”, poco desarroliadas y de u n tipo poco
productivo. L a s respectivas anotaciones re-
gistraron u n a producción en l a misma pro-
porción : abundante, media y pequeña, res-
pectivamente. Todo esto fué claramente
expuesto por el Dr. W e b b e r en el Bole-
tín N“ 6 del Departamento d e Agricultu-
r a d e la Unión del Africa del S u r publica-
do e n 1925.
L a s m e j o r e s plantitas, al $rinc;hio mcis
costosas, son ?as más económicas.-Un ca-
so que aclara bien este punto l u é el cita-
do por el Profesor H. Clark Powell, e n s u
boletín sobre el cultivo d e l a toronja en
las Indias Occidentales Inglesas y en Hon-
d u r a s Británica publicado e% 1928. E n es-
t e trabajo se hace resaltar la necesidad d e
poner el mayor empeño pcsible en sembrar
las plantas d e semillero d e la me-
jor calidad cuando s e t r a t a d e es-
tablecer pomares con fines lucra-
tivos. Las observaciones del Pro-
fesor Powell fueron derivadas d e
dos pomares contiguos, cada uno
de cerca d e 10 hectáreas de ex-
tensión. E1 primero de ellos s e
sembró con plantas d e semillero
especialmente seleccionadas por
sus buenas cualidades d e desarro-
llo en el vivero, y adquiridas a un
costo d e unos 90 céntimos cada
una. E n el otro se sembraron plan-
t a s de segunda selección, algo in-
feriores a las plantadas en el pri-
mero, y las cuales s e pagaron a
razón d e unos 75 céntimos cada
una. E s t e e s un ejemplo típico d e
lo que representa una falsa eco-
nomía, e s decir "economizar cen-
tavos para perder pesos”, D e b e
85
. ~-~ ~-
-~ - - - ~ _ -
.~ _ -__
t
anotarse que las plantitas usadas en los dos
pomares recibieron el mismo buen trata-
miento. El terreno era t a n igual como f u é
posible conseguirlo. E n 1928 los dos poma-
r e s contaban 10 años d e edad y el primero
estaba produciendo el doble que el segundo,
puesto que los árboles e r a n m á s grandes, y
por lo tanto producían mayor cantidad d e
fruto. Admitiendo l a hipótesis d e que el se-
gundo pomar produjera lo silficiente para
pagar !os gastos, el primero por otro lado
producía u n rendimiento considerablemen-
t e mayor, debido únicamente a que s e in-
virtió una suma u n poquito mayor al ad-
. .
qurrir las plantitas originales que s e sem-
braron en él.
E7 cultivo d e f r u t a s cítricas como indus-
tria lucrativa.-El cultivador d e frutas cí-
tricas debe tener siempre en cuenta que
el propósito d e s u huerto es el d e produ-
cir ganancias. P o r eso debe d e j a r a u n
lado todas sus opiniones y preferencias
personales en cuanto a las variedades que
s e van a sembrar, los métodos d e propa-
gación u cualquier otro punto. D e b e pro-
curar siempre producir las variedades y
tipos de plantas d e semillero que más de-
s e a el comprador, y reconocer l a produc-
ción de l a s plantitas que después d e con-
vertirse en árboles produzcan cosechas
abundantes de frutas de la calidad y ta-
maño que exige e l mercado. L a s preferen-
Grab. 2.-Limón rugoso.
-__ _______
cias d e l mercado son las q u e d e b e n pre-
valecer y no las predilecciones del vive-
rista o del cultivador d e pomares.
H e m o s leído mucho acerca d e l abaste-
cimiento d e f r u t a s a los mercados extran-
jeros. Dentro d e los límites del Estado d e
M i n a s G e r a e s hay mucho terreno apropia-
do para la producción de f r u t a s cítricas d e
una calidad superior a las que se venden
actualmente e n Europa. L a extensión d e
los terrenos e s suficientemente amplia pa-
r a abastecer con abundancia esos merca-
dos. E n la actualidad s e produce apenas
una cantidad suficiente d e e s t a s magní-
ficas frutas para indicar l a posibilidad que
existe d e establecer una industria lucra-
tiva d e frutas cítricas.
Nombres vulgares y técnicos d e las fru-
tus cítricas.-En este trabajo nos hemos
esforzado en emplear los nombres comu-
nes que s e h a n generalizado m á s en el
Estado de M i n a s Geraes y que son m á s
usados por los peritos en el cultivo d e
frutas cítricas. El caso del "limón rosa" sir-
ve para demostrar la confusión q u e s e pre-
senta con respecto a los nombres comunes.
Ya hemos hallado 19 nombres distintos
con que s e conoce esta fruta, con el adita-
mento d e que algunos de ellos s e emplean
en otras localidades para designar frutas
diferentes. El remedio para esta confusión
e s obvio, puesto que sólo basta dejar d e
usar muchos d e estos términos locales. H e -
Grab. 3.-Zamboa.
86
mos adoptado el nombre "limón rosa" po-r
ser el que ha usado el Ministerio d e Agri-
cultura (Departamento Federal de Agricul-
tura) por m á s de 10 años. El Dr. Aristides
Caire, d e grata memoria, lo empleó tam-
bién.
E n cuanto a los nombres científicos he-
mos seguido el sistema adoptado por el
Profesor H. H. H u m e (del Estado d e Flo-
rida en los Estados Unidos), que es reco-
nocido hoy día como una d e las autorida-
des m á s eminentes en la clasificación d e
plantas cítricas.
Esperamos que l a s fotografías d e las fru-
tas, hojas y semillas que aquí insertamos
sean suhicientes para que el lector pueda
distinguir los caracteres más esenciales,
aclarando lo más posible iodo cuanto s e
refiere a la variedad a la cual s e aplica el
referido nombre. Tanto l a fruta, l a hoja y
las semillas que representan una variedad
s e h a n tomado siempre del mismo árbol y
son por lo tanto verdaderos representantes
d e ella. L a s semillas que representan una
variedad fueron sacadas d e una misma fru-
ta, demostrando así la divergencia en cuan-
to a1 tamaño y la forma.
L a s hojas de algunas especies d e plan-
tas cítricas son t a n parecidas que muy ra-
r a s veces una simple descripción e s sufi-
ciente, aun para los botánicos, para reco-
nocerlas. Tanto el perito en viveros como
el injertador experto distinguen fácilmen-
te 2 qué especie pertenecen las hileras de
plantas del vivero por el modo d e
desarrollarse los pies y por la for-
m a de las hojas. Cuando existe al-
guna duda, como podría acontecer
por ejemplo con la Citrus auran-
tifolium y la Citrus sinensis, fácil-
mente puede salirse de ella y de-
terminar la especie restregando
una hoja y aspirando el aroma.
Tanto las frutas como las hojas
poseen u n olor aromático que e s
característico de cada especie.
Las ocho semillas de cada hile-
ra, que aparecen en los grabados
2 a 7, inclusive, fueron extraídas
d e una f r u t a escogida 7 conside-
rada como típica de aquella plan-
ta. Al escoger l a s semillas s e tuvo
cuidado d e usar para la fotografía
las más largas 2s.í como las m á s
cortas, y tantos otros tipos como f u é posi- décimos d e extensión natural y semillas
ble. S e rechazaron todas las semillas dé- d e siete décimos de tamaño natural. Cada
biles. litro d e semillas contiene por l o regular
Es interesante anotar que l a s semillas unas 1,800. S e distingue d e la toronja tí-
comparativamente pequeñas del limón ru- pica lo mismo que d e l a toronja importa-
goso producen plantas d e semillero m á s d a (grapefruit). S e encuentra algunas ve-
vigorosas: l a zamboa o cidra, cuyas semi- ces en el Estado d e M i n a s Geraes. E s una
llas son terceras en tamaño, produce plan- f r u t a muy ácida y casi intolerable al pala-
tas d e semillero m á s vigorosas que las d e dar. Su tamaño varía e n t r e el d e u n a na-
ranja Bahía grande y e l d e u n a toronja
la toronja, que es l a de semillas m á s gran-
des. El limón'rosa, con semillas m á s pe- pequeña. E n forma varía desde piriforme
h a s t a achatada, según puede verse en el
queñas, f u é el tercero en el desarrollo vi-
grabado. Todas las que hemos encontrado
goroso de las plantitas, siendo apenas m á s
e n el Estado d e M i n a s Geraes son com-
vigorosas en el caso del limón rugoso y de
pletamente piriformes y casi esféricas. El
l a zamboa. L a s plantitas del limón rosa s e
color varía d e amarillo claro, como el d e
desarrollaron m á s vigorosamente que l a s
u n a mandarina, al color d e u n a toronja. La
de l a naranja agria, a pesar de que las se- corteza e s lisa como la d e la toronja, con
millas eran mucho más pequeñas. células oleaginosas pequeñas.
E n seguida entraremos a considerar l a s
variedades que hemos ensayado como pa-
trones o porta-injertos e n Vicosa, siendo
estudiadas e n el orden d e su crecimiento
vigoroso. A cada variedad, en cuanto al es-
cogimiento d e l a semilla y la selección d e
las plantitas s e refiere, s e l e prestaron los
mismos cuidados. D e igual manera los cui-
dados fueron tan iguales e n e l vivero co-
mo fué posible. ( E n e¡ segundo artículo
de esta s e r i e s e hallará una descripción
detallada d e los métodos empleados con
las semillas y plantitas pequeñas).
Limón rugoso (Citrus limonia, Qsbeck).
- Fruta d e cinco décimos d e diámetro na-
tural, hoja d e cuatro décimos d e extensión
natural, y semillas d e siete décimos d e ta-
maño natural. Por lo regular el número d e
Grab. 4.-Toronja (Grapefruit).
semillas por litro e s más o menos d e 3,600.
Es raro en e l Estado de M i n a s Geraes. Al- L a s semillas s o n m á s pequeñas que las
gunas veces las frutas s e designan como
d e la toronja. Algunos millares d e planti-
u n a especie d e cidra (C. medica, Linn.),
t a s con que hicimos experimentos resul-
pero el sabor, las hojas y l a apariencia ge-
neral de la planta sirven para distinguirlas taron más vigorosas que las de l a toronja,
con facilidad. E s el m á s vigoroso d e to- el limón rosa, y mucho m á s que l a s d e l a
dos los patrones que s e h a n ensayado en toronja típica, Probablemente e s t a especie
Vicosa, siendo notable el hecho d e que l a no había sido descrita antes. Los escrito-
toronja y la naranja dulce injertadas e n r e s antiguos la confundían con l a toronja,
empleando los mismos nombres comunes.
e s t e patrón producen árboles mucho más
grandes que los del propio limón rugoso. E n M i n a s Geraes hemos oído que se l a
E n otras palabras, los injertos dan mayor llama únícamente "toronja" o "zamboa".
fuerza a las raíces que a sus propias hojas. Como el primer nombre s e empleaba tam-
Zam Loa (Citrus maxima, .Merrill,) pam- bién para designar otra especie, liemos em-
plemusa, pomelo, toronja.- Fruta de cinco pleado únicamente el último. Con las foto-
décimos d e tamzño natural, hoja d e cuatro grafías d e la fruta, d e l a hoja y d e las se-
87
 millas será fácil conocer l a f r u t a que he-
mos descrito.
L i m ó n rosa ( C i t r u s aurantif olium, Swin-
gle,) lima.- Fruta d e cinco dé,cimos de diá-
metro natural, hoja d e cuatro décimos d e
extensión natural, y semillas d e siete dé-
cimos de tamaño natural. P o r lo regular
cada litro contiene m á s o menos 7,600 se-
millas. Los escritores técnicos l a denomi-
nan también “Lima Rangpur”, “Lima
Rangpore” y “Lima Rungpur”. P o r defi-
ciencia d e material d e estudio l a s autori-
dades contemporáneas en l a clasificación
d e frutas cítricas que la h a n dejado como
C. aurantifolium, reconocen ahora que pro-
bablemente constituye una especie distinta.
Gi.ab. 5--Naranja agria.
El color, f o r m a y tamaño d e las frutas
son t a n semejantes a los d e l a Mandarina
Dancy del Estado d e Florida, que con mu-
cha frecuencia hasta los mismos peritos
la confunden. El sabor es d e un ácido in-
tenso, pero diferente al d e los limones y
las limas agrias. Como la mandarina cla-
vel, los cotiledones sun verdes o verdosos.
L a s semillas son las más pequeñas d e to-
d a s las de las especies que hemos utiliza-
do como patrones, pero en vigor y desarro-
llo esta variedad e s sólo inferior a l limón
rugoso y a la zamboa. L a s hojas se aseme-
jan m á s a las del limón rugoso que a las
de la C. aurantifolium. En nueve años en
el Brasil hemos encontrado diecinueve
nombres locales con que s e conoce esta
especie, lo cual indica su popularidad y
distribución general.
88
Toronja ( C i t r u s paradisi, Macf,) pome-
lo.-fruta de cinco décimos de diámetro
natural, hoja de cuatro décimos d e exten-
sión natural y semillas d e siete décimos
de tsmaño natural. Cada litro d e semillas
contiene por lo regular 1,600 m á s o me-
nos. S e produjo por primera vez en la es-
cala comercial en el Estado d e Florida, d e
donde s e han exportado plantas a todos los
países donde se cultivan frutas cítricas.
S e puede distinguir d e l a toronja común
por la forma de las hojas y la falta de ‘ve-
llo e n los nuevos retoños.
L a s semillas son casi del mismo tamaño
que las de l a toronja. L a s plantitas d e se-
millero s e desarrollan m á s vigorosamente
que las del limón rosa y mucho m á s que las
de la zamboa.
Naranja agria ( C i t r u s aurantium, Linn.),
Ligarade, o d e Sevilla.-Fruta de cinco dé-
cimos d e .diámetro natural, hoja d e cuatro
décimos de extensión natural y semillas
de siete décimos d e tamaño natural. Cada
litro d e semilla contiene por lo regular
2,200 m á s o menos. E n e l segundo artícu-
lo d e esta serie s e encuentra una relación
más detallada de e s t a variedad. El mejor
nombre que podría dársele sería el fran-
cés d e “bigarade”, puesto que el nombre
d e “naranja agria” s e emplea también en
el caso de otras variedades de C i t r u s si-
nensis. La fruta representada en el graba-
do e s típica d e esta variedad, pero l a ho-
j a no lo es, puesto que l e faltan l a s alas
muy largas y foliadas del peciolo, que son
tan características d e ella.
Es d e desarrollo menos vigoroso que el
limón rugoso, el limón rosa o l a toronja
(grapefruit). Los cultivadores d e viveros
cítricos en California y Florida pueden dis-
tinguir fácilmente l a s semillas d e esta es-
pecie d e las d e la naranja dulce, pudiendo
así saber cuándo e s t á n mezcladas l a s se-
millas d e las dos especies,,
Naranja dulce (Citrus sinensis, Os-
beck).-Fruta de cinco décimos d e diáme-
tro natural, hoja d e siete décimos d e ex-
tensión natural y semillas de siete déci-
mcs d e tamaño natural. C a d a litro d e se-
milla contiene por lo regular 4,300 m á s o
menos. Esta variedad, como la Selecta y
la Bahía, produce frutas con cáscara al-
go gruesa y áspera. L a s semillas son por
lo general m á s pequeñas y con una propor-
ción niayor d e imperfectas que las d e l a L a s semillas son las m á s grandes d e las
naranja agria o l a naranja amarga-dulce. especies d e frutas cítricas que s e mencio-
E n esta especie las alas d e los peciolos son n a n e n e s í e trabajo; s i n embargo las plan-
mucho menores que las d e l a Citrus au- tas d e semilleros son d e desarrollo lento.
rantium. Cuando s e injerta con naranja agria o con
Naranja amarga-dulce ( C i t r u s aurantium, limón rosa parece m á s bien u n arbusto
Linn.).-Fruta de cinco décimos d e diáme- que una planta d e toronja o d e zamboa.
tro natural, hoja d e cuatro décimos d e ex- Mandarina Clavel ( C i t r u s nobilis, Eours,
tensión natural y semillas d e s i e t e décimos var. Deliciosa Swingle), Naranja Mandari-
d e tamaño natura!. Cada litro contiene por na, Naranja ”Tangerina.-Fruta d e cinco dé-
I
lo regular m á s o menos 2,900 semillas. El cimos d e diámetro natural, hoja d e cuatro
árbol es muy semejante al d e l a naranja décimos d e extensión natural y semillas
agria, pero por lo general d e u n desarrollo d e siete décimos d e tamaño natural. Cada
litro contiene m á s o menos 7,000 semillas.
mucho menos vigoroso. E n el grabado, la
E s t a variedad f u é recibida por el Ministe-
hoja, semejante a l a d e l a naranja agria,
rio d e Agricultura en junio d e 1924, bajo
no e s típica de la planta, puesto que !as
el nombre d e Tangerina Cravo. P e r o con
alas de los peciolos están muy reducidas.
E n el Estado de Minas G e r a e s s e encuen- frecuencia s e l a llama “Mexerica”. Difie-
t r a n algunos árboles que tienen alas m u y r e radicalmente d e la mandarina típica por
. . S e registró u n caso en que
pronunciadas. el hecho d e que tanto e l árbol como las ho-
jas, flores y frutas son m á s pequeñas. L a s
l a superficie d e las alas e r a pur lo menos
hojas y las frutas contienen u n aceite d e
l a mitad d e l a d e la hoja sencilla. P u e d e
aroma penetrante que l e e s característico
diferenciarse fácilmente de l a naranja
y duradero y que no e s muy agradable a
agria por ei hecho d e que sus f r u t a s cuan-
muchas personas. El Profesor Mello nos
do maduran no contienen ningún ácido. E n
informa que las hormigas no atacan esta
Anna Florencia, Estado d e M i n a s Geraes,
variedad, quizá por el olor repugnante del
encontramos un árbol d e esta especie e n
aceite. L a s hojas s e colocan en u n a posi-
cuyas frutas s e notaba u n a falta absoluta ción característica, levantadas en racimos,
de sabor amargo, y que u n a vez que esta- lo cual las distingue d e las demás manda-
ban maduras tenían un sabor dulce insí- rinas. Esta variedad constituye, probable-
pido. En otras palabras, eran naranjos mente, como la Deliciosa y la Unshiu, u n a
amargos-dulces sin sabor amargo. variedad técnica.
T o r o n j a Paraíso ( C i t r u s maxi-
m a , Merril).-Fruta de cinco dé-
cimos de diámetro natural, hoja
d e cuatro décimos de extensión
natural y semillas d e siete déci-
mos de tamario natural. Cada 1i-
tro contiene por lo regular m á s o
menos 1,400 semillas. E n aparien-
cia l a fruta e s muy semejante a
l a toronja sandía, d e la cual sólo
difiere por el color d e l a pulpa
que s e torna rojizo cuando madu-
ra. E n el Estado d e M i n a s G e -
r a e s ee h a diseminado bajo el
nombre d e “grapefruit”, que e s
u n a especie muy diferente y q u e
. s e distingue con facilidad por 103
vellos que presenta en los retoños
nuevos, A veces s e le h a Bama-
do “Pummelo”, “Pompelmous” o
“Shaddock”. Grab: 6.-Naranja dulce.
89 P
 P A T R O N E S DE P L A N T A S C I T R I C A S
E s costumbre universal e n todos los paí-
s e s donde se cultivan plantas cítricas dis-
cutir con gran acaloramiento y vehemencia
el asunto d e qué variedad es m á s conve-
niente emplear como patrones. E n una re-
gión del oriente d e los Estados Unidos, m á s
pequeña que l a del Estado d e M i n a s Ge-
raes, s e ha demostrado que las mejores
son t r e s especies, pertenecientes a dos gé-
neros distintos, cada una superior a l a otra
cuando s e siembra en sitios determinados.
En e l "'Farmers' Bulletin" NQ 238, publica-
do e n 1906 por la Secretaría d e Agricultu-
ra, s e discute este asunto detalladamente.
Grab. 7.-Toronja Paraíso.
El patrón o porta-injerto e s de suma im-
plantas cítricas.
ima Y al terreno
región e n que s e h a
plantado el pomar. Al prescindirse d e es-
tas precauciones los árboles no producirán
abundantes cosechas de f r u t a s superio
aun cuando las yemas s e a n de los t
m á s perfeccionados. Es necesario que ca-
d a especie y variedad s e a ensayada a cos-
to d e mucho tiempo y dinero.
Con frecuencia el partidario d e una es-
pecie utilizada como patrón parece afirmar
que e l empleo d e cualquiera o t r a calidad
90
ocasionaría el fracaso inevitable d e l a in-
dustria, o que el empleo d e una especie
predilecta evitaría, como por encanto, to-
das las dificultades al cultivador d e plan-
tas cítricas. P o r lo general tales afirma-
ciones s e basan e n observaciones directas
y bastante bien hechas, pero r a r a vez e n
experimentos realizados e n una escala su-
ficientemente extensa y e n un período lo
bastante largo para justificar tales gene-
ralizaciones. Por ejemplo, por espacio d e
muchos años s e atribuyeron al efecto d e l
patrón sobre el injerto l a s variaciones es-
tudiadas por el Dr. S h a m e l y sus ayudan-
tes y auxiliares, y a las cuales nos referi-
mos rápidamente e n el tercer artículo d e
esta serie.
Influencia del suelo y d e la altura.-De
todas las frutas cultivadas, las cítricas son
las que florecen bajo condiciones m á s di-
versas. Variedades d e plantas cítricas s e
encuentran creciendo frondosamente en los
suelos viscosos d e Mesopotamia, en los
suelos aluviales de l a s regiones al sur del
río Misisipí, en l a s fértiles tierras d e L a s
Antillas, en las tierras secas de los Esta-
dos d e Arizona y California y en las regio-
nes semi-áridas del Estado d e Florida.
(Cita contenida e n el " Farmers' Bulletin"
NQ 538 publicado e n 1913 por l a Secretaría
de Agricultura de los Estados Unidos d e
la América del Norte, y escrito por el pri-
mer autor d e este artículo).
E n el Estado d e M i n a s G e r a e s se en-
cuentra una gran variedad d e suelos y d e
climas, de modo que no e s razonable pen-
sar e n utilizar con óptimos resultados u n
mismo patrón en condiciones t a n diversas.
Haciendo experimentos cuidadosos llega-
remos a descubrir tarde o temprano cuáles
son las especies d e patrón m á s adecuadas
para ciertos suelos, bajo diversas alturas
y en diversas condiciones climatológicas.
Faltándonos hacer todavía algunas investi-
gaciones rigurosas que requieren u n largo
período d e tiempo y bajo estas condiciones
t a n variadas, no podemos afirmar d e mane-
r a segura cuál e s e l patrón m á s adecuado
para ciertas condiciones y cuál el que lo es
para otras.
Deodora versus Vicosa.-Para aclarar
e s t e punto citaremos u n ejemplo concreto
que indica la diferencia d e plantitas se-
mejantes en lo referente al desarrollo Y
calidad d e las frutas, que h a n sido planta- lisis de las f r u t a s producidas en pies in-
d a s en lugares diferentes. E n 1925 impor- jertados en una calidad d e patrón, no de-
tamos del Estado d e Florida 10 plantitas muestran diferencia alguna con las produ-
d e semillero de 13 variedades distintas, cidas en pies injertados en otra especie d e
habiéndose plantado la mitad de ellas en patrón.
Deodoro (Distrito Federal) y l a otra en Al considerar estas observaciones no s e
Vicosa (Estado d e M i n a s Geraes). L a s 10 d e b e olvidar que el patrón d e l a trifoliata
plantitas d e una misma calidad eran h a s t a s e adapta mejor a los suelos margosos y
donde f u é posible iguales, puesto que fue- al clima más frío, en tanto q u e el del Ii-
ron compradas en el mismo vivero, ha- món rugoso es mucho m á s perjudicado por
biendo sido injertadas y producidas bajo e l frío, y s e d a mejor e n suelos estériles
idénticas condiciones y d e una misma espe- y arenosos como los de la región situada al
cie de patrón. El terreno de los dos luga- s u r y al centro d e l Estado d e Florida. En
r e s parece s e r también más o menos se- cuanto a sus exigencias de suelo y tem-
mejante, no obstante que no tenemos el peratura, la naranja agria es m á s o menos
análisis físico ni químico d e ninguno d e intermediaria e n t r e estos dos.
ellos. El butrón y el injerto deben s e r comba-
Cuando los árboles d e toronja (grape- tibles.-Los experimentos hechos en gran
fruit) comenzaron a producir fruto dos escala han demostrado que algunas espe-
años después d e plantados, s e notó inme- cies d e yemas no d a n buenos resultados
diatamente que las f r u t a s producidas en cuando s e las coloca en patrones d e cier-
Deodoro eran muy superiores a las produ- tas variedades. P o r lo general l a yema s e
cidas en Vicosa, siendo allí e l crecimiento adhiere y comienza a desarrollarse, pero
d e 10s árboles casi el doble d e los del otro l a planta o pie que resulta d e j a mucho
lugar. Lo contrario sucedió con las naran- que desear. Los dueños d e viveros comer-
j a s Satsuma, que produjeron menor núme- ciales deben esforzarse en el sentido d e
ro d e f r u t a s en Deodoro, siendo l a s fru- descubrir y utilizar u n patrón que d é los
t a s d e Vicosa d e una calidad m u y superior
a las producidas en l a región más baja.
E s t e ejemplo indica ligeramente algunas
d e las dificultades que s e presentan para
responder a esta pregunta: i c u á l es e l me-
jor patrón?
El patrón debe escogerse d e acuerdo con
el clima y suero.-En el Estado de Florida
s e emplean principalmente t r e s especies
¿e patrones, siendo éstos el limón rugoso,
l a naranja agria y la trifoliata. La exten-
sión utilizada e s de menos d e ]la quinta
parte de l a del Estado de M i n a s Geraes,
con variaciones insign:fPcantes en la preci-
pitación y con u n a diferencia d e menos d e
100 metros d e altura. Todos los años s e
llevan a cabo allt centenares d e análisis
químicos, cuando s e hace l a inspección d e
las frutas exigida por l a ley. E s notable e l
hecho d e que tomando únicamente como
b a s e el análisis químico no es posible in-
dicar en qué calidad d e patrón s e produjo
cierta fruta. L a s tres calidades d e patro-
nes son muy diferentes, perteneciendo a
t r e s especies y a dos géneros distintos:
Poncirus trifoliata, Citrus aurantium y Ci-
t r u s limonum. Después d e millares d e aná- Grab. 8-Yema y patrón incompatibles.
91
 mejores resultados con l a especie que s e
va a injertar, sin olvidar las exigencias d e
é s t e en cuanto a clima, suelo y altura.
L a naranja agria no d a buen resultado
como patrón para el Kumquat, para la Sat-
suma o para las naranjas d e l a familia
Serra d’Agua. L a s dos últimas, injertadas
con naranja agria, producen f r u t a s bastas
que s e secan m á s temprano que las f r u t a s
injertadas en patrones menos vigorosos.
Los patrones d e l a naranja dulce son ex-
celentes para el Kumquat y para l a Sat-
suma, no sirviendo para el limón pequeño,
debido a que la yema se desarrolla más
rápidamente que e l patrón, produciendo
muchas r a m a s y muy pocas frutas. Lo
mismo sucede cuando s e i n j e r t a el limón
pequeño a l a naranja agria, siendo que,
para propagar el limón, d e b e n usarse pa-
trones d e la misma especie. No s e pueden
aprovechar patrones de lima para injer-
tarlos con toronjas (grapefruit) o con na-
ranjas redondas, puesto que e l sistema
d e raíces no es lo suficientemente vi-
goroso.
Puntos que d e b e n considerarse en la s e -
lección de1 patrón.-Los puntos que el due-
ño d e u n vivero debe recordar e n especial
al determinar el patrón que ha d e utilizar,
además d e los citados anteriormente, son
los siguientes: i) que s e a posible obtener
abundantes semillas, de modo que el vi-
vero pueda sembrarse e n escala conve-
n i e n t e : 2) que el patrón s e a vigoroso, d e
modo que agrade a los cultivadores; 3 ) que
el patrón s e a de fácil propagación y pre-
parado para injertarlo; 4) que s e a robusto
y d e larga vida.
Los autores primitivos e n todos los paí-
s e s donde s e cultivan frutas cítricas, siem-
pre hicieron resaltar la gran importancia
d e utilizar como patrones u n a especie re-
sistente al mal d e goma. H o y día, en las
regiones donde l a agricultura está muy
adelantada, esta enfermedad tiene poca
importancia. Unos patrones son mucho
m á s resistentes que otros, siendo así q u e
el grado d e resistencia demostrado por u n a
cierta especie varía mucho, conforme a l a
adaptabilidad al suelo y clima d e esa es-
pecie en particula-. La luz del sol consti-
tuye el mejor preventivo d e e s t a enferme-
dad. H a s t a ahora no tenemos prueba exac-
92.
ta y directa de que el m a l de goma pueda
penetrar a través d e u n a cáscara sana y
perfecta. Ea azada es e l agente m á s per-
fecto que s e conoce para propagar esta en-
fermedad e inocularla e n las plantitas cí-
tricas tiernas, así como también en los ár-
boles grandes.
Comharación experimental d e los patro-
nes.-En 1925, luego q u e el campo expe-
rimental d e la Escuela Superior d e Agri-
cultura y Veterinaria quedó suficientemen-
t e preparado para poder plantar en él u n
vivero de frutas cítricas, obtuvimos t a n t a s
especies y variedades como nos f u é posi-
ble, con el fin d e hacer experimentos com-
par ativos.
D e estas variedades, el limón rugoso f u é
el que s e desarrolló m á s vigorosamente;
en seguida, de manera casi igual, vino l a
zamboa; y después, también con poca dife-
rencia, el limón rosa. L a toronja y la na-
ranja agria ocuparon respectivamente e l
cuarto y quinto lugares. La naranja dulce Grab. 9.-Patrones de naranja dulce y limón rugoso.
(de l a familia S e r r a d’Agua) tiene un des-
arrollo algo más tardío que el de l a zam- Limón rugoso ( v é a s e el grabado 2).- a ésta para sembrarla en regiones areno-
boa. La naranja amarga-dulce (naranja P a r a el experimento descrito anteriormen- s a s y secas, que son las que constituyen
d e tierra) s e desarrolla menos que l a na- t e tornamos las semillas de frutas com- la mayor parte d e l terreno que s e dedica
ranja dulce. El último lugar lo ocupó la pradas en el mercado municipal de Río d e en el Estado de Florida al cultivo d e plan-
mexerica, cuyo desarrollo es mucho m á s Janeiro. Un pequeño número d e ellas s e t a s cítricas. H o y es probable que m á s O
lento que el de l a s demás. observaron recientemente en el mercado menos la mitad ¿e los pies d e toronja (gra-
Juzgando el desarrolio por el sistema del d e Bello Horizonte, y u n árbol 4ué .vÍsto pefruit) que producen fruto en dicho Es-
tanto por ciento y dando al m á s vigoroso, hace algunos años en Deodoro, en l a ve- tado estén injertados con patrones d e 1i-
o s e a el limón rugoso, 100 por ciento, la cindad de la Estación d e Cultivo de M a n - món El rugoso.
doctor Philippe W e s t i n Cabra1 d e
zamboa merecería más o menos u n 90 por zanas. El hecho de s e r u n a i r u t a poco
usada para comer y cocinar explica l a ra-
ciento: el limón rosa u n 85 por ciento m á s Vasconcellos, proiesor de¡ cultivo d e po-
zón por la cual s e encuentre t a n raras ve-
o m e n o s ; la naranja dulce (Serra d’Agua) mares en la Escuela Agrícola “Luiz d e
ces.
no m á s de un 60 por ciento, o quizá un U5 Querioz”, registra en l a Revista d e Agri-
por ciento; y la naranja amarga-dulce u n E n el Estado d e Florida, en l a parte s u r cultura, página 333, volumen d e 1929, ob-
50 por ciento aproximadamente. y alrededor del lago Okeechobee, existían, servaciones muy favorables sobre esta es-
antes d e l a llegada d e los blancos, bos- pecie, diciendo que demostró s e r por va-
E a mandarina clavel merecería m á s o
menos un 2.5 por ciento. D e ello s e ve que ques espesos cubiertos d e e s t a variedad. rios años un patrón más satisfactorio que
Una vez que s e descubrió que la planta cualquiera otro para la “tierra roja” d e
esta mandarina necesita por lo menos cua-
e r a de rápido desarrollo y que producía Piracicaba (Estado d e Sao Paula). Indu-
tro años para adquirir el tamaño q u e el 1;-
buenos patrones para plantarlos en las co- dablemente es e l patrón más adecuado pa-
món rugoso adquirió en u n año, en tanto
linas arenosas y secas, las semillas co-
. 9,
l a esta clase d e suelo. Ea “tierra roja
que la naranja amarga-dulce necesitaría
menzaron a s e r muy apetecidas por los cul- tiene algunos puntos d e semejanza con %as
dos años para adquirir el mismo tamaño.
tivadores d e viveros. H u b o ocasión e n que tierras d e las serranías bajas y arenosas
Con cada especie y variedad s e emplearon
m á s del 50 por ciento d e los pies de árbo- d e Florida, en lo que s e refiere a su baja
los mismos cuidados en cuanto a l a selec-
ción d e las buenas semillas, y en el plan-
les cítricos existentes en los pomares y capacidad de retener e l agua y a las cose-
viveros d e Florida s e injertaban en patro- chas escasas d e maíz y d e algodón produ-
tío apenas el 50 por ciento de las plantitas
n e s d e e s t a variedad. Ella n o s e d a t a n cidas por falta d e abonos químicos.
d e semillero. utilizando únicamente l a s
bien como la naranja agria e n los sitios H e m o s visto l a s observaciones d e algu-
m á s vigorosas. Los cuidados en el vivero
húmedos y fangosos, o en los suelos ar- nos autores que dudan d e l a longevidad
fueron iguales para t c d a s las variedades.
cillosos, siendo por lo tanto muy superior del limón rugoso como patrón. El Dr. H.
93
D
J. W e b b e r , en el boletín a n t e s mencionado
dice: “Hoy en día s e emplea casi exclusi-
vamente en toda e l Africa del Sur el pa-
trón del iimón rugoso para l a propagación
d e cualquier variedad de plantas cítricas”.
El hace mención a u n pomar que tiene m á s
d e 50 años d e edad y que e s t á todavía en
desarrollo y producción abundantes. Un ár-
bol situado en las cercanías d e Cambria,
Colonia del Cabo, s e injertó con u n patrón
d e limón rugoso hace m á s d e u n siglo y
en u n a sola cosecha produjo m á s d e 7,000
naranjas.
Ziamboa (cidra insipida) (véase el gra-
bado 3).-Nuestra atención h a s t a esa va-
riedad f u é llamada por primera vez en oca-
sión d e una visita que hicimos a l a granja
de doña Cocota Viera Martins. Los árbo-
les, e n apariencia d e tronco grueso, eran
los m á s vigorosos y sanos d e l a granja,
que contaba m á s o menos 40 años. L a s
f r u t a s son demasiado ácidas para tener
valor comercial, pero debido al vigor de s u
desarrollo e s d e creerse que e s a especie
presenta algunas ventajas para utilizarla
como patrón. Por cortesía d e l señor C. T.
Tooraen, nos f u é suministrado e n agosto
de 1925 1 kilo y 300 gramos. d e estas se-
millas. E s probable que e s t a especie no
haya sido j a m á s ensayada en u n a escala
apreciable como patrón, t a l como s e dijo
antes. Tampoco es probable que venga a
constituir u n a especie importante en Mi-
nas Geraes, debido a la dificultad d e ob-
tener una cantidad suficiente d e semillas.
L a plantación la hicimos e n u n terreno
de arena rellenado, tal como lo descri3i-
mos en el segundo artículo d e e s t a serie.
Una vez que las plantitas adquirieron el
tamaño suficiente s e escogieron las mejo-
res y s e plantaron en el vivero. L a s plan-
tas d e zamboa no crecieron tanto como l a s
d e limón rugoso, pero sí crecieron mucho
m á s rápidamente que las d e toronja (gra-
pefruit). Los patrones recibieron con fa-
cilidad el injerto y produjeron plantitas
excelentes.
Limón Rosa.-Esta especie l a notamos
en el Brasil por primera vez en Oruro
Dranco en 1921, donde s e encontraban
algunos árboles fructificando abundante-
mente, no obstante hallarse en plantacio-
nes abandonadas quizá hace 50 años. Exa-
minando con cuidado el terreno s e ha-
94
llaron los restos d e árboles cítricos J e
otras especies o variedades, siendo muy
probable que allí se hubieran plantado di-
versas especies, y que otras habían sucum-
bido a causa d e enfermedades, insectos, in-
cendios, o por el crecimiento d e l a vege-
tación nativa, En muchos lugares del Es-
tado d e M i n a s G e r a e s s e encontró u n nú-
mero mayor o menor d e esos árboles, e n
donde generalmente cargan mucho, a pe-
s a r d e las condiciones adversas a que tie-
n e n que hacerle frente. Por lo que hoy
sabemos, podemos decir que el limón rosa
ha demostrado s e r u n árbol resistente y d e
larga vida. Su distribución general e s t á
comprobada por el hecho d e que hemos en-
contrado paia esta fruta 19 nombres loca-
les en las distintas partes del Brasil q u e
hemos visitado.
. .
E n apariencla l a yema del limón rosa
s e solda con menos facilidad que l a del
iimón rugoso, pudiendo quizá at-nbuirse es-
to al hecho d e que s e desarrolla menos ,vi-
gorosamente. Es probable que con u n po-
co m á s d e cultivo s e podría obtener e l
mismo grado de receptibilidad que s e ob-
tiene con el limón rugoso. Por los infor-
m e s que pudimos recoger parece q u e úni-
camente s e utiliza como patrón e n el Bra-
sil y en España.
Toronja (grapefruit) (véase el grabado
NQ 4).-Esta variedad constituye proba-
blemente u n buen patrón para l a s tierras
elcalinas y muy fértiles del Brasil. S e h a
empleado en gran escala er. los Estados d e
Florida y California, pero debido a la in-
certidumbre en obtener suficiente cantidad
d e semillas no h a sido posible adoptarlo
como patrón en lo; viveros comerciales.
No e s probable que en e l Brasil s e a fácil
obtener estas semillas, puesto que s e h a n
introducido al país apenas las calidades
mejores que son las que producen menos
semillas. A nuestro modo de pensar e s t a
toronja sería un buen patrón para ciertas
localidades, con preferencia a cualquier
otro.
Naranja agria (véase e l grabado No 5)=-
Ea industria de f r u t a s cítricas en e l Esta-
do de Florida cuando s e inició bajo ba-
s e s modernas utilizó como patrón la na-
ranja agria. Mucho antes d e esto s e sa-
bía que en las márgenes pantanosas d e nu-
merosas lagunas del centro d e l Estado
existían miles de árboles de e s t a especie.
E n 1870 el señor F‘. G. Sampson compró al-
gunos centenares de hectáreas d e estos te-
rrenos, una gran parte d e los cuales s e cu-
brían de matorrales en l a estación lluvio-
sa, y a . d o n d e encontró millares d e naran-
jos agrios que comenzó a cultivar. E n pri-
mer lugar empezó por establecer desagües
adecuados, luego destruyó casi todos los
d e m á s árboles que allí s e encontraban e
injertó muchos miles d e estos naranjos por
medio del sistema d e corona. Varios miles
d e estas plantas s e arrancaron y s e vendie-
ron, o s e plantaron en pomares. Las m á s
grandes s e dejaron donde estaban, y allí
s e encuentran todavía, después d e transcu-
rridos casi sesenta años, produciendo bue-
nas cosechas de frutas que obtienen los
mejores precios en el mercado. Algunos d e
esos árboles contaban probablemente unos
cincuenta años d e edad cuando fueron in-
jertados, de modo que los patrones e s t á n
llegando casi a un siglo d e edad.
P a r a plantíos en lugares húmedos y en
terrenos arcillosos la naranja agria sigue
siendo el patrón más apetecido. El Profe-
sor E. J. Coit, en su libro sobre las f r u t a s
cítricas, decía en 1895 que el 85 por cien-
to d e las plantitas d e semillero e n los vi-
veros d e California s e hallaban ese año
injertadas en este patrón. Dice también
que casi sin excepción todos los naranjales
d e Europa estaban injertados e n este pa-
trón. El Profesor H. H. H u m e , en s u o b r a
“El Cultivo d e las Frutas Cítricas”, calcu-
l a que el 75 por ciento d e los árboles cí-
tricos producidos en el mundo entero soq
d e pies injertados en naranjos agrios. Su
desarrollo está más o menos d e acuerdo
con el de los naranjos dulces, por lo cual
e s mucho m á s resistente el mal d e goma y
soporta mejor la sequía. E s t a especie s e
encuentra por lo general en l a parte cen-
t r a l del Brasil, m a s sus semillas s e pue-
den importar todavía fácilmente en gran-
d e s cantidades d e España.
Naranja dulce (véase el grabado NQ6).-
Los patrones d e naranjo dulce s e han uti-
lizado, d e una manera m á s o menos gene-
ral, en todos los países donde s e cultivan
frutas cítricas. E n el Estado- d e Florida s e
encuentran muchos pomares en fructifica-
ción que han sido injertados con naranjos
95
dulces, del tipo d e S e r r a d’Agua. Esto se
d e b e a que hubo gran diseminación d e es-
t a s plantas y que muchas de ellas fueron
plantadas en pomares. Después s u s f r u t a s
tuvieron poca aceptación en los mercados
norteamericanos y los árboles s e aprove-
charon como patrones para injertarlos con
l a s variedades m á s populares.
Cleopatra.-Esta pertenece al grupo d e
las mandarinas y últimamente h a tenido
gran demanda como patrón en l a Florida,
pero hasta ahora los experimentos que con
ella s e h a n hecho no h a n sido lo suficien-
t e s para saber a ciencia cierta si posee o
no cualidades superiores a las d e las de-
m á s variedades d e uso común en el mer-
cado.
Trifoliata (Poncirus trifoliata).-Se adap-
t a excelentemente a ciertas iocalidades y
puede obtenerse casi siempre a u n precio
razonable en los viveros japoneses. Nos-
otros hemos visto árboles d e trifoliata en
Deodoro, d e algunos años de edad y d e
u n a altura de menos d e cincuenta centíme-
tros. H a s t a tanto que obtengamos conoci-
mientos m á s amplios y seguros sobre ella,
no aconsejamos emplearla en gran escala
como patrón.
P a t r o n e s d e o t r a s especies.-Casi todas
las especies de plantas cítricas s e han en-
sayado, en grande o pequeña escala, como
patrones para injertarlos con las varieda-
d e s que tienen mayor demanda en el mer-
cado. M u c h a s d e ellas h a n demostrado no
s e r satisfactorias pór diversas razones. Ea
lima, el limón pequeño, el iimón Génova
(el limón más importante conocido en el
comercio mundial), la cidra y otros miem-
bros del grupo d e las mandarinas, con ex-
cepción d e la Cleopatra, han sido recha-
zados.
Los países donde s e cultivan frutas ci-
tricas ccntinúan activamente haciendo ex-
perimentos científicos con muchas espe-
cies y variedades d e patrones.
El limón d e ombligo y el limón dulce d e
P e r s i a poseen ciertos rasgos característi-
cos que indican la posibilidad d e poderlos
usar como patrones d e primera clase en
ciertas localidades que gocen d e condicio-
nes especiales, m á s o menos f u e r a d e lo
ordinario.
(Continuará) ,
 COMISION NACIONAL DE IRRIGACION
P

Presidente de la Comisión: SR. FRANCISCO S. ELIAS.

Comisionado. Vocal Ejecutivo : ING. IGNACIO LOPEZ BANCALARI.
Comisionado. Vocal Secretario : ING. LEOPOLDO VAZQUEZ.
 REVISTA MENSUAL
ORGANO OFICIAL DE LA COMISION NACIONAL DE IRRIGACION
FUNDADOR: DIRECTOR:
Nuestra Portada G R A L . M A N U E L PEREZ TREVIÑO ROBERTO Q U i R O S MARTINEZ
OFICINAS:
ESQUINA BALDERAS Y AYUNTAMIENTO

L grabado d e la portada representa ias formas d e madera preparadas TELEFONOS: ERIC. 2-18-42 MEX. L 64-72

para empezar el colado $e los arcos d e concreto reforzado de la presa S E REPARTE GRATIS EVTRE TECN!COS AGRICULTORES Y COLONOS
d e derivación d e l Jocoqui, del Sistema Nacional d e Riego “Presidente REGISiRADO EN LA DlRECClON GENERAL DE CORREOS COMO ARTICULO DE 2A. CLASE, EL 26 DE MAYO DE 1930
Calles”, Estado d e Aguascalientes, construída e n el río Santiago, a 5 ki-
Iómetros río abajo d e la presa de almacenamiento “Calles”.
L a presa del Jocoqui s e compone d e 9 contrafuertes d e mamposte-
1) NUMERO 2
ría d e piedra, en los que, por el lado d e aguas arriba s e apoyan 8 bóvedas cilíndri-
cas inclinadas, d e concreto reforzado, y del lado d e aguas abajo, un delantal en cima-
cio, del mismo material.
E n los contrafuertes s e emplearon piedras hasta d e 6 toneladas extraídas de u n a SUMARIO
cantera abierta en la laderá derecha del río y arriba d e la presa, que s e colocaban
en conchas d e fierro y s e descendían en los carros d e un plano inclinado de doble vía, Págs.
movidos por fuerza eléctrica. D e l pie del plano s e transportaban las conchas cargadas, SECCIQN EDITORIAL
a cualquier punto d e la obra, por medio d e dos grúas.
Aspecto moral d e la s o l i d a r i d a d . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
El mortero d e cemento usado en l a obra s e hacía en la proporción 1:3, en mezcla-
doras, d e donde descendía por canales d e fierro, a una tolva que llenaba los carros d e SECCIQN DE ESTUDIOS, CONSTRUCCIONES Y COLONIZACION
mano en que s e transportaba a los puntos necesarios. El concreto s e formaba e n la pro-
porción 1:2:4 para las bóvedas y 1:2.5:5 pasa las demás partes d e l a obra, procedién- Procedimientos para determinar las proporciones d e las mezclas d e concreto,
dose e n forma semejante para l a revoltura y conducción. usadas en l a estructura del canal principai del Sistema Nacional de Riego
L a construcción d e e s t a obra tardó siete meses, empleándose e n ella, 16,500 me- número 5, Río Conchos, C h i h . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..Ing. J. Vicente Orozco. 105
tros cúbicos d e mampostería y 5,430 metros cúbicos d e concreto, aproximadamente. Origen glacial d e los depósitos de arena en las minas del Valle de M é x i c o . . . 123
I n g . Augusto Prister .
Usos d e l a electricidad en la agricultura y sus industrias d e r i v a d a s . . . . . . . . . . 128
Rolfo Ortega M., I. M. E .

SECCION EDUCATIVA Y DE DIVULGACION

Un método para la producción económica de cerdos, . , , , , ,Francisco Saracho. 132
El empleo d e la sal en e l ganado v a c u n o . . . . . . . . . . . . . . . . Dr. José Figueroa. 146
Aprendamos a tomar l a miel d e a b e j a . . . . . . . . . . . . . . . ..Prof. A . R, Anzaldúa. 151
La sericicultura en México. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , P r o f . Homobono González. 153
L a formación de arboledas e n los Sistemas Nacionales de R i e g o . . . . . . . . . . . . 155
Forestal Daniel F. Galicia.
L a rosa e n E s p a ñ a . . ...................................... .Pedro D o t . 158

-. ~
.. .......... ___ ..
 i

Págs.
SECCION ECONOMICA, COMERCIAL Y D E ESTADISTICA
162
Oaxaca. Sus elementos d e riqueza. . . . . . . . , . . , . . . .Roberto Quirós Martinez.
Oplnlones que nos honran.. . . . . . . . . , . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . . , . . 183
* .

SECCION EXTRANJERA
184
El suelo y la ciencia del s u e l o , , . , . , . . . . . . . . . . . . .Ing. Emilio H. del Villar.
oral de la Solidaridad
ARA que la vida conserve su razón de ser y los hombres el va-
COLABORADORES
lor y aliciente para vivirla, tenemos que creer en el progreso;
es decir, en el perfeccionamiento constante del ser moral del
individuo y en el adelanto incesante de las obras materiales
Ing. Medina Salvador. hijas de su trabajo. El movimiento hacia arriba que caracteri-
Ing. Aguilera José G.
,, Monjes L. Ricardo. za al progreso tiende necesariamente a un fin supremo, la obtención del bien
,, Anda Manuel D.
,, Arteaga Luis. Sr. Monterde y García Icazbalceta y supone la capacidad en el hombre de llegar a ser mejor y el libre ejercicio
Francisco. de su voluntad para lograrlo. Las sociedades, como los individuos, caminan
,, Ballesteros Luis P.
,, Bancalari Manuel.
Ing. Noriega José S. hacia un orden de cosas superior, frecuentemente incierto y confuso y aun I

,, Barocio Alberto.
,, Oropesa Jesús. cuando sea lenta la marcha y a veces parezca retrógrada.
,, Montiel Olvera Genaro.
,, Beltrán y Puga Fernando. Hemos de asentar también -perdónesenos e? tono dogmático-que pa-
Ing. Peimbert Angel.
,, Bustamante Octavio. ra que el progreso merezca su nombre y no se convierta en látigo que azo-
,, Perogordo Moisés.
,, Castelló Alfonso.
,, Pérez Castro Lorenzo. ta a las multitudes que debiera redimir, la conquista del bienestar material
,, Coria Antonio. Dr. Pruneda Alfonso. que en virtud del mismo progreso s e realiza gradualmente, debe estar acom-
,, Corral Joaquín. Ing. Quevedo Miguel A. de pañada de un movimiento paralelo de depuración y afirmación de los valo-
,, Cuevas José A. ,, Ramírez Ulloa Carlos.
,, Chávez Eduardo. res morales y espirituales.
,, Ramos Federico.
Lic. Chico Goerne Luis. ,, Rodríguez Antonio. Adelanto integral sólo es el que satisface desde nuestras exigencias le- f
1

Ing. Dozal Fortunato. ,, Roe1 Faustino. gítimas de orden biológico, hasta las m á s altas aspiraciones de nuestro ser l
r
,, Gama Valentín. ,, 5ánchez Pedro C. superior. El olvido o menosprecio de este principio e5 causa inmediata de
1

,, García Julio. ,, Sánchez Mejorada Javier. la inquietud y malestar que tortura al mundo de nuestros días. i
,, García Lascuráin Angel. ,, Santa Cruz Jr. Armando.
%a técnica ha puesto a nuestro alcance medios de acción de magnitud
Sr. García T. Fernando. ,, Saucedo Vicente.
Ing. García Manuel. ,, Serrano Gustavo. y eficacia antes nunca soñados : gracias a ellos hemos asegurado el dominio
,, Gayol Roberto. +, Toscano Ricardo. relativo sobre la materia : podríamos cosechar frutos en los desiertos y mi-
,, González Pedro A. 9, Valdés Luis G. rar, sin movernos de nuestro sillón, a los antípodas. Pero no logramos ha-
Lic. González Roa Fernando. ,, Villaseñor Manuel. cer llegar a éstos la voz de la razón que los disuada de proseguir los ama-
Ing. Herrera y Lasso José. Geó. Vivar Gonzalo. bles juegos bélicos a que están entregadas, ni disponemos de una máqui-
Sr. León Alfredo D. Dr. Waitz Paul.
na que acalle los clamores de millones de hombres -de todos colores-
hundidos en el hambre y la desesperación.

LOS AUTORES SERAN LOS UNICOS RESPONSABLES D E SU5 ARTICULOS. 101

 -
Para alejar la amenaza del caos que se cierne sobre la civilización con-
temporánea, decíamos que es urgente reconocer y poner en práctica el
deber moral ante todo. Restaurar en su puesto, del que ha sido arrojada
por la atención preferente que se ha prestado a los apetitos materiales, la
virtud-cumbre, que es la caridad ; aun cuando sea disimulada bajo el dis-
fraz moderno, que la empequeñece, de la solidaridad. Pero entendida és-
ta como el concierto de las voluntades individuales para proveer a las ne-
cesidades colectivas de todo orden.
Ea solidaridad debe ser un producto de la libertad humana; persigue
la integración de la conveniencia general por la mejoría de los individuos.
De lo contrario sería servidumbre. Requiere, decía Fouillée, la unión de
las conciencias y el concurso de las voluntades que se buscan y poco a poco
se encuentran. Entendida así, la solidaridad transforma la interdependen-
cia natural que existe entre todos los hombres en una fuente copiosa de re-
ciprocidad bienhechora y de libertad máis amplia. Exhorta al cumplimiento
del deber social a los afortunados de la vida; y sin pretender que pueda
realizar el fin utópico de la felicidad universal, puede mejorar la condi-
ción humana mediante la asociación en sus múltiples aspectos.
bb
D’Eitchthal nos dice que el solidarismo enseiía que cada uno de nos-
otros es un fragmento, no sólo del grupo familiar o comunal, sino de un
vasto todo en que la felicidad de unos depende en gran parte de la feli-
cidad de muchos otros. Sabe que el alma colectiva o nacional, en sus ale-
grías o en sus tristezas, no es una palabra vana”. H a nacido también de
la solidaridad una concepción de la vida que coneidera a ésta individual y
múltiple al mismo tiempo, provocadora de emociones dobles y de deberes
también dobles; idea muy diferente de la que ha engendrado el indivi-
dualismo exagerado.
Forzoso es reconocer que este último, con su cortejo de atropellos e in-
justicias, ha ido cediendo el campo al ideal colectivo. Las necesidades de
la producción, el adelanto técnico industrial, las grandes concentraciones
de población y otros muchos fenómenos que ha suscitado la organización
económica moderna, obligan a los individuos que tienen intereses afines, a
hacer labor conjunta, a agruparse para propósitos utilitarios definidos, en
defensa de conveniencias de partido o de clase o con otros diversos obje-
tos. 1 Aun cuando en este concepto estrecho que de la vida social tiene el
Ciertamente todas estas son manifestaciones de la idea solidarista y
manifestaciones pujantes si las calificamos por el número y la fuerza real
de las agrupaciones que crean. Pero no cumplen su misión social porque
102
son egoístas en su modo de constituirse y en la acción. El espíritu de clan,
de clase y la pasión partidarista mueven todos sus impulsos. De ahí que
surjan hostilidades y conflictos hasta entre asociaciones que tienen en el
fondo objetivos que coinciden.
Necesitan ver más lejos y ser vivificadas por el soplo del altruismo.
Que los asociados piensen en sus intereses tangibles e inmediatos -indi-
viduales o de clase- es justificado y deben hacerlo; pero que su afán de
alcanzar triunfos precarios de un día, no los distraiga de emprender con-
quistas más duraderae y valiosas que aseguren la persistencia de aquellos
éxitos momentáneos; y que los alicientes de éstos no estorben o compro-
metan la marcha hacia adelante.
Sobre todo, los elementos asociados nunca deben olvidar que su grupo,
su sindicato, su confederación, no caminan solos en pos de mejores con-
diciones de vida integral’; que otros muchos conglomerados constituidos por
voluntades individuales hermanas siguen la misma ruta, penan por igual
y arrostran las mismas tormentas. Todos tienen derecho al pan y la sal y a
reclamar y recibir la ayuda y apoyo del vecino. Los esfuerzos así armoni-
zados darán entonces sus frutos.
***
Las reflexiones que preceden creemos que no están fuera de lugar en
esta publicación. No hay clase social más apegada a sus tradiciones y s u s
prejuicios C Q ~ Ola campesina; ni más dominada por un exclusivismo indi-
bb
vidualista, rayano en el egoísmo. La frase que se haga la voluntad de
Dios en la milpa de mi compadre”, que se pone en boca del agricultor ame-
nazado por una calamidad natural, es algo más que un dicho popular: tra-
duce expresivamente la preocupación sistemática del hombre de campo por
sus intereses personales y su incomprensión o indiferencia por las conve-
niencias de sus vecinos.
El propietario rural -sobre todo el pequeiío y mediano- es funda-
mentalmente reacio a admitir las ideas y prácticas colectivistas, porque es-
tima se lesionan sus prerrogativas seculares vinculadas al disfrute del sue-
lo, las que coloca por arriba de todo9 sus derechos de hombre. De sobra
sabemos que la ideología socialista -aun en países en donde ha logrado
conquistas definitivas- no ha podido prosperar en los campos.
campesino, se encuentran probablemente las hondas raíces que lo afianzan
a la tierra -elemento valioso de estabilidad de las instituciones- hay que
‘103
predicarle en todos los tonos el deber solidarista. Por imperativoe mora-
les, desde luego, y porque la economía general también lo exige. “La
agricultura del aislamiento -dice Eecuteux- no ee de esta época ; la agri-
cultura del cada uno por sí y para sí ha desaparecido, y brilla y se extien-
de la que trabaja para el mercado, para la compra y para la venta, la que
cuenta con los salarios y con los impuestos: la agricultura industrial, co-
mercial y calculadora. El mercado agrícola no es ya el local, ni aun el nacio-
nal, es el mercado del mundo entero, en el cual se opera la triple y rápida
circulación de los productos y de las ideas”.
La cruzada por el solidarismo hay que emprenderla sin demora en los
campos, comenzando por aquellas regiones donde la organización de la pro-
piedad de la tierra o las condiciones de la explotación agrícola favorecen la
implantación del ideal colectivo. Es el caso -como lo hemos hecho notar
alguna vez en esta misma sección- de las zonas cultivables de nuestros
Sistemas de Riego. La propiedad ejidal es también campo propicio para
..
las ideas solidaristas.
Por Gltimo, queremos recalcar otra vez, que si deseamos ante todo pro-
greso moral, no desconocemos la necesidad y ventajas de los adelantos de
orden material. Estos son correlativos de aquél, pues no se conciben -si-
no éxcepcionalmente- posibilidades de elevación espiritual en quien care-
ce de los medios necesarios de vida.
La misma opinión tenía el señior Bergeret cuando decía: “Yo no creo
que los hombres sean buenos por naturaleza.. . pero también creo que
son menos feroces cuando son menos miserables ; . . . y yo sé, porque un
botánico me 10 contó, que el ojiacanto transportado de un terreno seco a
un suelo rico, ha cambiado sus espinas por flores”.

RECTIFICACION
En el editorial “El Tractor en la Economía Agrícola”, publicado en el número an-
terior, se dice, en uno de los párrafos finales, que en 1930 las Repúblicas Soviéticas
ya contaban con un millón de tractores. El número ¿e esas máquinas en aquella he-
cha era únicamente d e 80,000.

104
 . .
Procedimientos para ]Determinar las Proporciones de
. .
las Mezclas de Concreto, Usadas en las Estructu-
ras del Canal rincipal del Sistema Nacional
de Riego Núm. 5. Río Conchos, Chih.
P o r el Ing. J. Vicente OROZCO.

INFQRMACIQN G E N E R A L

NA d e las características d e l canal principal, en construcción, e s la d e

cruzar un gran número d e arroyos torrenciales, que presentan todas
las peculiaridades d e los arroyos e n las zonas semi-áridas y entre ellas
las d e estar secos la mayor parte del año y evacuar e n unas cuantas
horas fuertes cantidades de agua que provienen d e aguaceros concen-
trados.
E n lugar d e construir muchas estructuras chicas sobre arroyos d e cuencas peque-
ñas, s e d a entrada en el canal principal a l a s aguas que provengan d e las avenidas
d e dichos arroyos, dejando, para ese efecto, descontinuo el bordo izquierdo del canal,
en los lugares de entrada. P a r a suministrar el medio d e aliviar al canal principal d e
esas aguas excedentes, h a n sido colocados a distancias convenientes desfogues auto-
máticos. P a r a los arroyos que tienen cuencas d e drenaje extensas s e d a paso a sus
avenidas con alcantarillas, o por medio d e sifones invertidos del canal principal, bajo
dichos arroyos.
Todas las estructuras son de concreto reforzado y s u costo e s u n buen porcenta-
j e del estimado para la construcción total del canal principal. El concreto q u e s e usa
d e b e s e r d e alta resistencia e impermeable; por lo tanto, sus proporciones para que
satisfagan las condiciones arriba expresadas, no deben establecerse con ernpirismos,
sino con determinaciones que se confirmen con las pruebas d e l laboratorio para q u e
s e alcance el fin deseado, e n l a s mejores condiciones económicas.
E s t e artículo describe el primer intento que s e ha hecho en e s t e Proyecto d e
Irrigación, para producir concreto d e calidad uniforme con el máximo d e economía

l 105
 -
por lo que respecta a las mezclas y sus proporciones, a la vez que s e presentan los
resultados obtenidos del vaciado de l a s estructuras que abajo se mencionan.
ESTRUCTURAS
Los procedimientos que s e emplearon para determinar y controlar las mezclas d e
concreto y que s e describen e n los párrafos subsecuentes s e usaron en el vaciado d e
las estructuras siguientes :
Alcantarilla K-12.663 : Sifones K-15.373, K-17.566 y K-23.922 : Desfogue K-23.670
y Represas K-23.922 y K-17.562.
Los sifones están compuestos d e t r e s conductos rectangulares con una sección d e
2.74 metros x 2.44 metros cada uno. P a r a d a r una idea d e las dimensiones d e los
miembros y e l refuerzo que contienen, tomemos como ejemplo el sifón del K-17.566;
los otros difieren poco con él e n s u s dimensiones y el acero d e refuerzo usado f u é en
unos casos varilla corrugada d e ya’’ y en otros d e 3/4” de diámetro.
E n el sifón del K-17.566, los muros exteriores tienen un espesor d e 28 centímetros:
con acero d e refuerzo vertical de ya’’ d e diámetro espaciado 12 centímetros C. a C. en
ambos casos y refuerzo horizontal d e ,/2” d e diámetro, espaciado 60 centímetros C. a C.
en ambos casos. Los muros interiores tienen u n espesor d e 23 centímetros, con acero d e
refuerzo d e 9’2” d e diámetro a 30 centímetros C. a C., en ambas direcciones y en los
dos casos. L a s losas superior e inferior s o n idénticas, tienen un espesor d e 30 centíme-
tros y están reforzadas transversalmente por varillas d e ya’’
d e diámetro, l a s que es-
t á n separadas d e manera que e l espaciado s e a d e 12 centímetros donde e s mayor el
momento; longitudinalmente e s t á n reforzadas por acero d e $4.’’ espaciadas cada 60 cen-
tímetros en ambos casos.
*
P a r a reducir l a s pérdidas d e carga a u n mínimo, están a la entrada y salida d e
los conductos unas transiciones alabeadas d e concreto d e 16 metros d e longitud.
Los muros tienen u n grueso de 20 céntímetros y están apoyados en contrafuertes, es-
paciados a distancias convenientes. Los pisos tienen un grueso d e 20 centímetros, re-
forzados con acero de 1/2” de diámetro a 30 centímetros C. a C. e n ambas direccio-
nes. El refuerzo longitudinal de los muros consiste d e acero d e ,/2” d e diámetro en 10s
dos casos y espaciado a distancias que varían entre 12 centímetros y 30 centímetros:
el refuerzo vertical consiste d e varillas d e 1/2” espaciadas 30 centímetros C. a C.
L a alcantarilla del K-12.663 s e compone d e tres conductos rectangulares d e 1.83
x 1.52 metros cada uno. Los muros exteriores tienen un grueso d e 23 centímetros y están
reforzados en ambas caras verticalmente con varillas d e ya’’
d e diámetro espaciadas
30 centímetros C. a C. y longitudinalmente con varillas d e 5/8” d e diámetro espacia-
d a s 60 centímetros C. a C. Los muros interiores tienen un grueso d e 20 centímetros
reforzados en el centro, tanto vertical como horizontalmente, con varillas d e $$” d e
diámetro a 30 centímetros C. a C. Las losas superiores e inferiores son idénticas y tie-
nen u n grueso d e 25 centímetros, estando reforzadas en ambos casos con varillas d e %’’
d e diámetro, espaciadas d e tal manera que d e n 10 centímetros C. a C. en las secciones
d e mayor momento y adherencia.
Los desfogues automáticos están situados normalmente a l e j e del canal; tienen u n an-
cho de 3.05 metros y en u n a longitud d e 14 metros el piso está situado a l nivel d e l a plan-
106
tilla del canal, luego tiene u n a caída vertical d e 2.60 metros. El pozo de control y el
del flotador que opera el sistema automático para mover l a compuerta están situados
en el primer tramo y los muros d e e s e tramo sostienen u n puente d e 5.00 metros d e
ancho; l a altura d e los muros es d e 4.00 metros. Abajo d e l a caída el piso tiene 6.00
metros d e longitud y u n grueso que disminuye d e 70 a 30 centímetros: e n esa parte
los muros verticales varían e n altura entre 6.30 metros y 3.00 metros, y en grueso entre
70 a 30 centímetros e n l a b a s e a 20 centímetros en la parte superior; los muros están
proyectados como “cantilevers” empotrados e n el piso. A continuación está l a transición
d e salida, alabeada, que tiene 8 metros d e largo: el piso allí s e ensancha d e 3.05 me-
tros a 6.00 metros y su grueso es de 0.15 centímetros: los muros alabeados tienen u n
grueso d e 20 centímetros. A 1 . 3 8 m e t r o s arriba del borde d e la caída vertical s e en-
cuentra el umbral d e la compuerta que e s radial y sus dimensiones son 3.05 me-
tros de ancho por 3.34 metros de alto.
El refuerzo d e los muros y losas es muy variado tanto en diámetro como en es-
paciamiento. Exceptuando los muros d e base ancha que e s t á n a continuación de l a caí-
da, los muros tienen refuerzo en l a s dos caras. E n las represas la base del canal s e
ensancha d e 13 metros a 14.20 metros. La losa d e cimentación e s t á a nivel con l a plan-
tilla del canal y tiene u n a longitud d e 7.80 metros y u n grueso que varía e n t r e 20 centí-
metros en el extremo a 30 centímetros en l a parte central que recibe las pilas o mu-
ros. E s t á reforzada e n las dos caras con varillas d e y ~ ”d e diámetro, cuyo menor es-
paciamiento e s d e 12.5 centimetros C. a C. e n la sección donde el momento e s máximo.
La losa d e cimentación s e prolonga por los taludes h a s t a la altura de 3.34 centíme-
tros sobre el fondo del cana!, con los mismos gruesos de refuerzo que en e l fondo. E n
l a parte horizontal de l a losa s e levantan 8 muros d e sección trapezoidal que reciben las
“agujas”. Están espaciados 2 metros C. a C. y tienen u n grueso d e 20 centímetros:
su ancho e n la base e s d e 3 metros y en l a parte superior e s d e 1.50 metros. E s t á n re-
forzados con varillas d e $$’’ d e diámetro C. a C. en ambas direcciones colocadas e n el
centro d e los muros y ancladas en e l piso; e n la cara de aguas arriba tiene cuatro va-
rillas d e %’’ ancladas en el piso. E n los taludes hay dos muros d e cada lado, guar-
dando el mismo espaciamiento de 2 metros: su grueso y refuerzo son idénticos a los ya
descritos. El total de muros es d e 12. Los muros reciben u n puente d e operación d e
1.40 metros d e ancho y 0.20 metros d e grueso con acero d e refuerzo longitudinal d e
$4.’’ de diámetro en las dos caras, espaciado 15 centímetros C. a C. y refuerzo transver- I
4
sal de lh’’ d e diámetro a 60 centímetros C. a C.
M A TERI A LE S
El cemento empleado fué marca “Monterrey”.
D e los depósitos aluviales que existen a lo largo d e la margen izquierda del río
Conchos, los que por lo general toman l a forma d e bancos, s e obtuvo l a mayor parte
d e los agregados para e l concreto. Esos bancos s e hallan a u n a distancia que varía en-
t r e 2 y 4 kilómetros, d e las estructuras mencionadas, y s e componen d e u n a mezcla d e
grava, arena y limo. P o r medio d e cribas con aberturas d e malla rectangular d e 95
milímetros y 127 mi1ímetros s e separó l a arena d e l a grava, siendo previamente Iava-
dos para eliminar en lo posible las partículas muy finas (que pasan l a criba No 100).
107
así como arcilla, limo o materias orgánicas. D e tiempo en tiempo s e hacen l a s pruebas
standard necesarias para determinar los porcentajes que de estas materias indeseables
contienen los agregados, los que siempre son muy reducidos.
El agregado fino consistió e n particular d e las rocas ígneas m á s duras, predominan-
do el basalto. E a gravedad específica aparente varió entre 2.59 y 2.53 tomándose co-
mo promedio el valor 2.56. E a absorción e n 24 horas tuvo e n promedio u n valor d e
0.73%. La graduación d e sus partículas varió mucho d e un banco a otro y aun dentro
del mismo banco. Los porcentajes d e partículas gruesas fueron en lo general altos y
también muy variables. El agregado grueso, d e superficies redondas, estuvo compues-
to por las partes m á s d u r a s de rocas ígneas o calizas que h a n resistido l a acción d e
desgaste debida al rodado y arrastre por el lecho del río, predominando las rocas ígneas
como basalto, riolitas y andesitas. S e tuvo cuidado de eliminar las partículas planas,
alargadas o frágiles antes d e llegar a l a mezcladora. El porcentaje d e esta clase d e
partículas f u é bajo y estuvo dentro d e los límites recomendados. Con el lavado s e ob-
tuvo una limpieza muy satisfactoria. P a r a e l concreto d e los muros d e las estructuras
s e pagó el agregado grueso por cribas d e 3" ¿e abertura. Respecto a la graduación,
L é máe u d o r m e en lo general, que en el agregado fino.
L a grava quebrada s e obtuvo triturando los cantos rodados de los arroyos cer-
canos a las obras, utilizando al efecto u n a quebradora portátil. E s t e procedimiento s e
usó al principio d e los trabajos pero s e abandonó en razón d e s u costo desfavorable. La
grava quebrada así obtenida contenía, en lo general, un alto y variado porcentaje d e
polvo procedente d e l a trituración.

-m
El agua s e acarreó d e l río, tanto para el mezclado como para l a curación del con-
creto, e l que s e procuró t e n e r húmedo u n mínimo d e siete días: el acarreo d e agua a
las estructuras, así como e l servicio d e materiales, s e hizo con camiones d e 1% y 3 to-
neladas.

DETERMINACION Y CONTROL DE LAS MEZCLAS

Debido a las condiciones q u e prevalecen e n este proyecto, a s a b e r : separación d e
las obras u n a d e otra y variación en l a graduación d e los agregados en las diferentes
obras, y aun en l a misma obra, las mezclas s e diseñaron de l a siguiente m a n e r a :
Un día antes d e empezar e l trabajo d e concreto en una estructura, el laboratorio
determinaba u n a "mezcla d e prueba" con los agregados disponibles. L a mezcla s e pro-
yectaba por medio del Método d e l Módulo d e Fineza, determinándose a la vez la co-
rrección que debía hacerse en el agua por l a humedad contenida en los agregados. El
Método del Módulo d e Fineza s e describe e n general en m i artículo anterior (Vol.
O
111, NQ 2, pág. 133 de Irrigación e n México): en e s e mismo artículo están expresadas
las ideas generales que s e siguen en e s t e Proyecto de Irrigación, para la determina-
2
ción y control d e las mezclas d e concreto. La razón por l a que s e empleó e s e método
para determinar l a mezcla d e prueba e r a el estudiar su aplicación en l a práctica con los
agregados disponibles aquí y a la vez t e n e r u n a guía en e l estudio de l a s mezclas.
L a "mezcla d e prueba" obtenida se ensayaba al día siguiente al empezar a vaciar
concreto en l a estructura, poniéndose en la mezcladora las cantidades requeridas:
después d e una o dos revolturas s e modificaban las proporciones h a s t a obtener una

108
i

t
así como arcilla, limo o materias orgánicas. D e tiempo en tiempo s e hacen l a s pruebas
standard necesarias para determinar los porcentajes que de estas materias indeseables
contienen los agregados, los que siempre son muy reducidos.
El agregado fino consistió e n particular d e las rocas ígneas m á s duras, predominan-
do el basalto. E a gravedad específica aparente varió entre 2.59 y 2.53 tomándose co-
mo promedio el valor 2.56. E a absorción e n 24 horas tuvo e n promedio u n valor d e
0.73%. La graduación d e sus partículas varió mucho d e un banco a otro y aun dentro
del mismo banco. Los porcentajes d e partículas gruesas fueron en lo general altos y
también muy variables. El agregado grueso, d e superficies redondas, estuvo compues-
to por las partes m á s d u r a s de rocas ígneas o calizas que h a n resistido l a acción d e
desgaste debida al rodado y arrastre por el lecho del río, predominando las rocas ígneas
como basalto, riolitas y andesitas. S e tuvo cuidado de eliminar las partículas planas,
alargadas o frágiles antes d e llegar a l a mezcladora. El porcentaje d e esta clase d e
partículas f u é bajo y estuvo dentro d e los límites recomendados. Con el lavado s e ob-
tuvo una limpieza muy satisfactoria. P a r a e l concreto d e los muros d e las estructuras
s e pagó el agregado grueso por cribas d e 3" ¿e abertura. Respecto a la graduación,
L é máe u d o r m e en lo general, que en el agregado fino.
L a grava quebrada s e obtuvo triturando los cantos rodados de los arroyos cer-
canos a las obras, utilizando al efecto u n a quebradora portátil. E s t e procedimiento s e
usó al principio d e los trabajos pero s e abandonó en razón d e s u costo desfavorable. La
grava quebrada así obtenida contenía, en lo general, un alto y variado porcentaje d e
polvo procedente d e l a trituración.
-m
El agua s e acarreó d e l río, tanto para el mezclado como para l a curación del con-
creto, e l que s e procuró t e n e r húmedo u n mínimo d e siete días: el acarreo d e agua a
las estructuras, así como e l servicio d e materiales, s e hizo con camiones d e 1% y 3 to-
neladas.
DETERMINACION Y CONTROL DE LAS MEZCLAS
Debido a las condiciones q u e prevalecen e n este proyecto, a s a b e r : separación d e
las obras u n a d e otra y variación en l a graduación d e los agregados en las diferentes
obras, y aun en l a misma obra, las mezclas s e diseñaron de l a siguiente m a n e r a :
Un día antes d e empezar e l trabajo d e concreto en una estructura, el laboratorio
determinaba u n a "mezcla d e prueba" con los agregados disponibles. L a mezcla s e pro-
yectaba por medio del Método d e l Módulo d e Fineza, determinándose a la vez la co-
rrección que debía hacerse en el agua por l a humedad contenida en los agregados. El
Método del Módulo d e Fineza s e describe e n general en m i artículo anterior (Vol.
O
111, NQ 2, pág. 133 de Irrigación e n México): en e s e mismo artículo están expresadas
las ideas generales que s e siguen en e s t e Proyecto de Irrigación, para la determina-
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ción y control d e las mezclas d e concreto. La razón por l a que s e empleó e s e método
para determinar l a mezcla d e prueba e r a el estudiar su aplicación en l a práctica con los
agregados disponibles aquí y a la vez t e n e r u n a guía en e l estudio de l a s mezclas.
L a "mezcla d e prueba" obtenida se ensayaba al día siguiente al empezar a vaciar
concreto en l a estructura, poniéndose en la mezcladora las cantidades requeridas:
después d e una o dos revolturas s e modificaban las proporciones h a s t a obtener una
108
i
t
_I_
111 II s
61.9
99'9
129 81 9
€84
2ET 81'9
_I_
111 II s
61.9
99'9
129 81 9
€84
2ET 81'9
mezcla plástica, homogénea y manuable. Una vez ajustada la mezcla, s e procuraba las mezclas d e concreto que en ellos entraron asi como los resultados obtenidos al
mantenerla constante d u r a n t e toda l a vaciada, modificándose únicamente cuando cam- probar los cilindros por compresión.
biaba alguno d e los factores que influyen e n la manuabilidad o l a resistencia. Con la corrección por humedad encontrada, s e Comprobaba si la cantidad d e agua
Bajo l a supervisión del suscrito, el ajuste d e las mezclas s e hacía por u n ingeniero uscda en el campo no excedía a la que s e había fijado. Con los sacos por metro cú-
inspector d e experiencia amplia, que estaba siempre presente durante la vaciada d e con- bico calculados y su comparación con los obtenidos, s e comprobaba la ’medida d e los
creto. agregados durante la vaciada. Finalmente, con los resultados obtenidos al romper
Como u n a medida d e las cualidades del concreto s e consideró que una resistencia d e los cilindros a 1 y 28 días s e tenía idea completa d e cómo iba resultando el concreto
2500 libras/”2, en cilindros de 6” x 12” curados 28 días y a 70QFF., aseguraba impermea- e n las estructuras. P o r eso es que a medida que iba aumentando el número d e cilin-
bilidad y duración. Esta resistencia e s superior a la requerida estructuralmente. S e fi- dros probados se admitieron relaciones agua-cemento mayores y a l a vez s e logró re-
jaron 7 días como el tiempo mínimo que debía tenerse humedecido el concreto en e l ducir el número de sacos de cemento por metro cúbico d e concreto; por ejemplo: los
campo. ( E n este párrafo, como para el siguiente, sírvase e l lector ver para referen- sacos por metro cúbico calculados por orden d e construcción consecutiva d e las obras
cia el Vol. 111. NQ 2, página 128 d e Irrigación en México). son :
Primero s e adoptó u n a relación agua-cemento teórica d e 0.78 que e s la dada por Saco h o y ms.
l a ecuación S = 14000/9” para 2500 libras/’2, (Curva “B” del Design and Control of
Sifón M-17.566. , . .. ................
Concrete Mixtures, editada por l a P.C.A., edición 1925). pegún s e fueron rompiendo los ci-
Represa K-17.561, ..... . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.31
lindros d e campo s e aumentó l a relación agua-cemento a 0.9 que es l a dada por l a ecua-
Represa M-23.922. . a e . . . . . . . . . . . . . . 6.26
ción+§ = 14000/7” para 2500 libras/”2 (curva “A” del Design and Control of Concrete Sifón K-15.313. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.86
Desfogue K-23.670. . . . . . . . . . . . . . . . .
Mixtures, edición 1925).
Respecto a l a manuabilidad del concreto s e adoptaron para proyectar l a "mezcla
Sifón K-23.922. , , . e ...............
d e prueba”, los revenidos siguientes : Alcantarilla K-i2.663. . . ....................
S e h a encontrado que d a d a s las dimensiones d e los miembros d e las estructuras
Pisos o l o s a s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 a 3 pulgadas.
y la cantidad d e acero de refuerzo que e n t r a en ellas, no es conveniente hacer mez-
Muros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 a 6 pulgadas.
clas cuyo contenido d e cemento s e a menor que 5.7 sacos por metro cúbico, porque es
(La traducción del tecnicismo inglés "slump’’que indica u n a prueba que s e muy posible que aunque la resistencia e s t é muy arriba del límite fijado, la impermea-
hace en el concreto para obtener u n a medida tosca d e la manuabilidad, s e designa en bilidad del concreto resulte perjudicada y por lo tanto su durabilidad.
<./ l
e s t e artículo por la palabra “revenido”, que e s m á s apropiada que asentamientoqqco- La tabla “A” adjunta muestra l a comparación entre las mezclas d e prueba pro-
mo s e usó e n m i primer artículo. Como referencia véase “Ingeniería”, órgano d e l a Fa- yectadas y las ajustadas en el campo.
cultad Nacional d e Ingenieros, e n su número d e agosto 1927, página 48).
L a medida d e las cantidades usadas en l a mezcla s e hizo por volumen. usando ca-
rretillas d e 82 litros d e capacidad, El agua s e midió en botes o tinas. S e procuró
mantener constante la relación agua-cemento, lo que no siempre f u é posible, debido
a l a variación e n l a graduación d e los agregados disponibles, y en algunos casos por
I COMPARACION ENTRE MEZCLAS PRQYECTADAS Y HECHAS.
TABLA “A”.
ALCANTARILLA K-12.666
l a oscilación brusca en e l porcentaje d e humedad d e los agregados.
M e z c l a s Ajustadas
Cuando el vaciado del día, en l a estructura, s e habia normalizado, el encargado Mezclas de Prueba.
e n el Campo.
del laboratorio hacía seis cilindros d e 6” x 12” del concreto que s e estaba haciendo, ~

unas veces del que salía d e la mezcladora y otras del concreto ya colocado e n l a forma. DI8 E39
También s e hacía la prueba d e revenido. Cada grupo d e cilindros d e campo s e desig- Mezcla nominal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1-2.85-3.13 = 1-5.98 1-2.15-4.16 = 1-6.31
n a n con l a letra “E”, considerándose representativos d e la vaciada del día. Relación agua-cemenic. . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.89 0.85
Al hacer los grupos de cilindros s e medían cuidadosamente las cantidades d e agre- Sacos por M3 calculados.. . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.18 5.42
gados y agua, tomándose muestras d e los agregados para analizarlos mecánicamente, Revenido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3”.4” 4?4!”
calcular las proporciones, l a corrección que debía hacerse al día siguiente e n l a canti- Resistencia 28 días. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2500 libras/”2 4310 libras/”2
d a d d e agua usada cuando las condiciones seguían iguales, y las demás característi- Grava d e río d e 1%’’ y M. ¿e F . . . . . . . . . . . . 7.63 2” y M. ¿e F. 7.91
cas d e las mezclas, como s e muestra e n l a tabla 7 en que e s t á n registrados todos los Arena d e río d e 3/s” y M. d e F . . . . . . . . . . . . 3.62 3/” y M. d e F. 3.52
grupos d e cilindros hechos en el vaciado d e e s a estructura, junto con las propiedades d e Porcentaje d e a r e n a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 34

112 113

......... ... . __.___~

 Mezclas de Prueba. Mezclas Ajustadas Mezclas Ajustadas
en el Cumpo.
Mezclas de Prueba.
en el Campo.
REPRESA K-23.917 D16 E34
SIFON K-15.373 Dll E21
Mezcla nominal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1-1.92-2.76 = 1-4.68 1-1.52-2.94 = 1-4.46
Mezcla nominal. ........................ .l-2.53-2.97 = 1-5.50 1-2.17-332 = 1-5.49 Relación agua-cemento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.89 0.83
Relación agua-cemento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.78 0.74 Sacos por M 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.7 8”.S1/2”
6.88
Sacos por M3 calculados.. . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.20 5.92 Revenido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4’1.5’’
Revenido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3”.4” lh’’ Resistencia teórica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2500 libras/”2 3560 libras/”2
Resistencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2500 libras/”2 4060 libras/”2 Porcentaje de a r e n a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 34
Porcentaje de a r e n a . . ..................... 46 40 Arena de río NQ4 y M. de F . . . . . . . . . . . . . . . 3.18 No 4 y M. de F. 3.21
Arena de río de y’’’ y M. de F . . . . . . . . . . . . 3.93 3/” y M. de F. 3.91 Grava quebrada de 1%”y M. de F. con 19.4%
Grava de río de 1%’’ y M. de F . . . . . . . . . . . . 7.50 1%’’ y M. de F. 7.44 pasando criba NQ 4 . . .................... 7.68
1$””y M. de F. 7.45
22.97. pasando con
SIFON K-15.373 013 E27 criba No 4.
Mezcla nominal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1-1.91-2.76 = 1-4.67 1-1.88-3.14 14-02 La hoja de análisis adjunta muestra, p a r a una mezcla, los datos obtenidos en el
Relación agua-cemento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.78 0.82 campo y los calculados en el laboratorio. P a r a cada grupo de cilindros s e hace u n a ho-
Sacos por M3 calculados.. . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.93 6.50 j a de análisis, ia que se compendia en tablas como la número 7.
Revenido teórico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4”4” 5” El vaciado de concreto en las estructuras, principalmente en los sifones, se hizo
Resistencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2500 libras/”2 3730 libras/”2 de la siguiente manera: Primeramente se coló el piso en tramos de una longitud con-
Porcentaje d e a r e n a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 37 veniente para el trabajo, luego se vaciaron los muros verticales en longitudes ta-
Arena de río de 3/” y M. de F . . . . . . . . . . . . 3.63 y’’’ y M. de F. 3.75 les que pudiera vaciarse un tramo de cada muro por día. Después se coló la losa del
Grava de río de l$””y M. de F . . . . . . . . . . . . 7.57 11/2” y M. de F. 7.47 techo en longitudes t a n grandes como lo permitiera el trabajo del día. Por este pro-
cedimiento se logró reducir las juntas verticales de construcción a un mínimo, y al
DESFOGUE K-23.670 03 E.13 mismo tiempo se dejaba transcurrir un lapso conveniente p a r a que se asentaran los
muros verticales y que al vaciar el techo no aparecieran grietas de asentamiento a
Mezcla nominal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..1-2.54-2.86
= 1-5.40 1-1.96-3.11 = 1-5.07 lo largo del plano de conexión entre el muro y el techo, como ocurre siempre que se
Relación agua-cemento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.79 0.68 vacían al mismo tiempo.
Sacos por M3 calculados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.7 6.40
Revenido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3”-4” 1”’11/4’’ APLICACIONES A LAS ESTRUCTURAS
Resistencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2500 libras/”2 4790 libras/”2 4 Los resultados de las pruebas de compresión y el estudio de las hojas de análi-
Porcentaje de a r e n a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 39 sis suministran el medio de determinar las relaciones entre los diversos factores que
Arena de río de %’’ y M. de F... . . . . . . . . . 4.17 y ~ ’y’M. de F. 4.22 influyen en la calidad del concreto y su economía, adaptando los resultados y reco-
Grava de río de 11/2” y M. de F... . . . . . . . . . 7.21 1%’’ y M. de F. 7.34 mendaciones que son hechos por los laboratorios de investigación, a los agregados y
cemento locales, así como a los métodos d e construcción empleados.
DESFOGUE K-23.670 DI0 E20 La interpretación de los resultados obtenidos en el vaciado de las estructuras men-
cionadas al principio de este artículo, y que están consignados en Tablas como la
Mezcla nominal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1-2.09-3.41 = 1-5.50 1-1.94-4.17 = 1-6.11
número 7 de que ya hablamos, así como s u aplicación práctica, e5 como sigue:
Relación agua-cemento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.79 0.83
19-Relación agua-cemento y resistencia compresiva.
Sacos por M 3 . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2 6.10
29-Relación entre la resistencia obtenida en el campo con la obtenida en el la-
Revenido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3”-4” 51/2”-61/2”
boratorio.
Resistencia teórica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2500 libras/”2 4110 libras/”2 3º-Comparación entre la grava de río y la piedra quebrada.
Porcentaje de a r e n a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 32 4O-H revenido COTO medida de la manuabilidad.
Arena de río de y’’’ y M. de P... . . . . . . . . . 3.52 3/” y M. de F. 3.42 5º-Rendimiento.
Grava de río de 1%”y M. de F . . . . . . . . . . . . 7.33 1%”y M. de F. 7.40 69-Factor de abultamiento y porcentaje de humedad.

114
a
I
 1’-Relación agua-cemento y l a resistencia compresiva d e l concreto d e campo, La
figura 1 muestra las curvas d e l a relación agua-cemento-resistencia para los cilindros
d e campo, probados a 7, 28 y 60 días, curados durante esos mismos períodos, sin co-
rrección por temperatura. Los puntos s o n los promedios de l a s tablas 1 a 7 , que no s e
dan aquí, excepto l a número 7 , y que cubren los grupos d e cilindros de las estructu-
ras mencionadas antes. Los números junto a los puntos corresponden a los del grupo
a que pertenecen. Cada punto e s el promedio d e 4 a 6 cilindros.
L a curva d e la relación agua-cemento a la resistencia, d e Abrams, es para cilin-
dros d e 6 x 12 pulgadas curados y probados 28 días, conservados a una temperatu-
r a constante de 70” F.
L a figura 2 m u e s t r a los puntos d e l a iigura 1 corregidos por temperatura, excep-
tuando los d e 60 díes d e curado. La corrección s e obtuvo d e las curvas d e l a figura
6 , página 40, del Design and Control of Concrete Mixtures, d e l a Portland Cement As-
sociation, entrando con las temperaturas medias registradas en el cuarto d e curación.
Las curvas trazadas se llaman “curvas d e campo”.
E n ambas figuras s e muestra l a curva d e Abrams para comparación.
Solamente 7 puntos de 28 días quedan abajo d e l a curva d e Abrams. El labo-
ratorio d e concreto d e este Proyecto cree conveniente seguir usando la curva S =
14000/7”, para calcular la relación agua-cemento teórica que dé l a resistencia de-
seada, quedando l a diferencia del lado d e la seguridad para cuando por cualquier cir-

116 117
b

l ,-
 3º-Comparación e n t r e la grava d e río y l a piedra quebrada. La- figura 4 muestra
l a relación entre l a cantidad d e agua, las cantidades d e agregados y el revenido para
~

grava de río, cuyo tamaño máximo e s una y media pulgadas. Como abscisas están las
relaciones agua-cemento y como ordenadas las mezclas nominales. Los revenidos que
s e obtuvieron con cada mezcla están marcados con u n signo convencional. Los núme-
ros marcados al lado de los puntos indican el porcentaje de arena e n l a mezcla. La hi-
gura 5 muestra l a s mismas relaciones que la figura 4 para grava quebrada d e 1% pul-
gadas de tamaño máximo.
Comparando las dos figuras s e observa que el grupo d e puntos d e l a figura 4 está
m á s alto que el d e la figura 5 , y las relaciones agua-cemento en las dos figuras están
prácticamente comprendidas e n t r e 0.7 y 1.0.
L a variación d e l a s mezclas nominales de l a figura 4 e s d e 5.0 a 6.2, en tanto que
en l a figura 5 e s entre 5.0 y 5.6; por lo tanto, conservando fija l a relación agua-ce-
mento, l a cantidad d e agregados q a e s e puede usar por saco d e cemento para deter-
minada manuabilidad es mayor con l a grava d e río que con la piedra quebrada.
4Q-El revenido c3mo medida d e l a manuabilidad. La experiencia en e s t e proyec-
to nos ha enseñado que l a prueba del revenido no puede tomarse sino de u n a manera
tosca como medida de l a manuabilidad, aun cuando los materiales s e a n d e caracte-
rísticas constantes.
L a s figuras 4 y 5 nos ilustran e n e s e sentido, Mezclas nominales prácticamente
iguales y casi con el mismo porcentaje d e arena nos d a n revenidos diferentes con las
mismas cantidades d e agua, o revenidos iguales con cantidades d e agua muy diferen-
cunstancia s e ponga más agua d e l a requerida. También e s e margen d e seguridad sir- tes. P o r ejemplo, los puntos marcados “AA” en que la mezcla nominal y el porcentaje d e
ve para tomar en cuenta l a s deficiencias e n la curación que son innatas en esta cla-
s e d e trabajos, donde no hay agua disponible cerca de l a s estructuras y hay necesi-
d a d d e acarrearla en camiones; por lo que s e comprende, no se puede hacer u n uso
muy abundante d e ella.
El incremento e n resistencia d e cilindros probados 7 a 28 días e s muy variable.
El menor lo d a el E10 con 500 libras/”2, y e l mayor lo d a el E30 con 2320. El prome-
dio d e 41 grupos e s : 11400 libras/’%
El incremento en resistencia d e cilindros probados 28 días 2 60 días oscila d e
u n grupo a otro entre 260 libras/”2 para el E2 hasta 1070 libras/”2 para el El?. El
promedio d e 17 grupos es de 560 libras/’%
2°-Relación entre la resistencia obtenida en el campo con 12 obtenida en el la-
boratorio. Las pruebas hechas en e l laboratorio d e este Proyecto han mostrado que
el concreto alli mezclado a mano, en pequeñas cantidades, da una resistencia com-
presiva menor que el mezclado mecánicamente e n las estructuras. La figura 3 mues-
t r a la curva d e l a relación agua-cemento a l a resistencia para los grupos hechos e n el
laboratorio hasta la fecha allí expresada. S e dibujó también la curva d e Abrams y la
curva d e campo d e 28 días d e l a figura 2. L a diferencia en resistencia e s d e 1200 1i-
bras/”2 para releción agua-cemento d e 0.7, y 600 libras/”2 para l a relación agua-ce-
mento d e 1.1. la curva d e laboratorio prácticamente e s igual a la de Abrams entre
las relaciones agua-cemento 0.7 y 1.11.
Los puntos mostrados son el promedio d e 3 a 6 cilindros cada uno.

f 18 119
 arena son prácticamente iguales para los dos, dan, el uno u n revenido d e 4 a 6 pulga-
das con relación agua-cemento d e .71, y e l otro u n revenido d e O a 2 pulgadas con
una relación agua-cemento d e -78, debiendo ser precisamente al contrario. E n l a fi-
gura 5 véanse los puntos marcados “DB”; l a mezcla nominal e s la misma, los porcen-
tajes d e arena prácticamente iguales, y sin embargo, las cantidades d e agua necesita-
d a s fueron muy diferentes para dar el mismo revenido. H a y otros casos, como el mar-
cado “CC” en la figura 4, e n que para la misma mezcla nominal y porcentaje d e are-
na, aumentando la cantidad de agua s e aumenta el revenido, pero un estudio cuidado-
so d e las dos figuras nos muestra que es mayor el porcentaje d e casos e n que l a prue-
ba del revenido no e s satisfactoria.
Esto nos explica por qué al examinar las tablas los revenidos varían tanto para
mezclas muy semejantes e n sus otras características.
Los defectos d e que adolece l a prueba del revenido como medida d e l a manuabi-
lidad, h a n sido discutidos y comentados por los experimentadores en el concreto. L a
dificultad d e proyectar mezclas, tomando el revenido como medida d e l a manuabili-
dad, explica por qué s e ajustaban é s t a s en el campo hasta que s e obtenía l a manuabi-
lidad deseada, es decir, q u e l a plasticidad del concreto f u e r a t a l que permitiera su co-
locación en los moldes sin segregación y con relativa facilidad. E s t a e r a l a función del
ingeniero inspector, y que nos muestra ia necesidad de que los inspectores sean inge-
nieros ya expertos e n esta clase d e trabajos.
5°-Rendimiento, La figura 6 muestra e l número d e sacos d e cemento por metro
cúbico, con relación a las diferentes mezclas nominales. E n los sacos por metro cúbi-
co calculados no s e consideran las pérdidas. Las mezclas nominales son aquellas en
que s e utilizó únicamente grava d e tamaño máximo igual a I,/2”.
69-Factor de abultamiento y porcentaje d e humedad. E n la práctica los agrega-
dos, principalmente l a arena, contienen cierta cantidad d e agua, l a que usualmente s e
expresa por el porcentaje d e humedad. El efecto d e la cantidad de agua en los agre-
gados e s el d e hacer variar las dimensiones volumétricas d e ellos. Cuando los agre-
gados están completamente inundados en agJa, entonces el volumen d e ellos e s equi-
valente al del estado seco y compacto.
E a figura 7 muestra l a relación entre los di€erentes porcentajes d e humedad d e
la arena y la grava con los factores d e abultamiento. Los números marcados a u n la-
do representan los Módulos d e Fineza. El factor d e abultamiento expresado e s para
convertir l a mezcla nominal que representa volúmenes d e arena y grava medidos se-
paradamente, en estado seco y compacto, a la mezcla d e campo que s e expresa en vo-
lúmenes separados d e agregados en estado húmedo y flojo. El factor d e abultamiento
dado en l a figura 7, incluye tanto el abultamiento en volumen debido a la conversión
d e estado compacto a flojo, como el debido al agua que contengan los agregados.
Observando la figura s e ve que para u n cierto porcentaje d e humedad el factor
d e abultamiento tiene f u e r t e s variaciones, no teniendo ninguna relación aparente, a
e s a variación con e l Módulo d e Fineza. E s t a e s una d e las principales razones por
las que e s preferible d a r , siempre que s e pueda, equipo para medir por peso l a s can-
tidades d e agregados.

120 ’ 121
P
a
I

PRUEBAS DE P E R M E A B I L I D A D
Junto con los cilindros de compresión para el control d e l concreto, s e hicieron
discos del concreto vaciado en l a s estructuras, para s e r probados por permeabilidad.
t Esta prueba del concreto d a una medida y a la vez u n a idea mejor que la prueba d e
compresión en cilindros d e l a durabilidad d e l concreto.
Un concreto puede mostrar u n a resistencia a 12 compresión muy satisfactoria, y
sin embargo, ser permeable, lo que significa que el agua puede poner en contacto con
agentes dañinos, los elementos constitutivos del cemento que s e a n fácilmente atacados
por aquéllos y eso e s lo que determina l a vida útil de la estructura.
E n un próximo artículo s e describirán las pruebas d e permeabilidad hechas en es-
* <
t e Proyecto d e Irrigación, y los resultados d e ellas obter,;dos.

Por el Ing. Augusto P R I S T E R .

L señor ingeniero Alberto Villa Corral proporcionó a la Revista “Obras

Públicas” (Vol. 1, números 5/Q), u n interesantísimo artículo sobre las
minas de arena del Distrito Federal, y con este motivo, e n la sesión del
2 d e febrero de 1931, d e l a Academia Nacional d e Ciencias “Antonio
Alzate”, leí u n estudio sobre el probable origen glacial d e los depósi-
tos donde s e han abierto esas minas, estudio del cual damos aquí u n
resumen.
Según nosotros, estos depósitos son morenas frontales y laterales d e antiguos ven-
tisqueros pequeños que bajaban d e las montañas que circundan el valle, hacia el cen-
tro d e la cuenca. Una de l a s pruebas m á s importantes en favor d e tal hipótesis, e s que
todo el material que s e encuentra e n esas minas, 12 grava, los grandes elementos y
aun la arena, es anguloso y con uno o m á s planos perfectamente planchados y es-
triados. Las gravas y las piedras que s e encuentran en l a s minas m á s bajas, e s decir,
t
l m á s cercanas al centro d e la cuenca d e México, tienen, e n número preponderante, pe-
queños elementos que aumentan d e volumen y d e peso gradualmente, según s e s u b e
hacia las minas m á s altas sobre e l nivel d e l a capital.
Debajo d e las capas d e arena que s e explotan, hay una brecha formada por ele-
mentos del tamaño más variado, pero todos angulosos, con planos alisados, estriados
y muy sólidamente cementados unos con otros. E s t a brecha e s t á muy bien expuesta a
lo largo del camino que d e l Observatorio d e Tacubaya conduce al Laboratorio Nacio-
nal d e Artificios. ‘
M u y importantes son para nosotros las diversas alturas a que s e encuentran las

123

D
 diferentes minas. Las primeras quedan a cerca d e 2,315 metros d e altitud (55-70 me-
tros sobre la Plaza de l a Constitución).
Examinando algo m á s detalladamente las minas que s e encuentran a lo largo del
derrotero que sigue el tranvía Tacubaya-La Venta, encontramos, d e abajo a arriba, pri- t
meramente, l a mencionada brecha glacial; algunas veces, capas d e toba volcánica im-
pregnadas d e carbonatos; después las capas explotadas por los mineros, cubiertas a su
vez por otra capa d e toba volcánica, y al final una capa d e tepetate (toba pomosa).
E n las minas d e arena superiores encontramos, en lugar de l a capa d e tepetate, una ca-
pa m á s O menos potente d e brecha, con elementos angulosos y estriados, del m á s va- r
riado tamaño.
Morena de la Cruz Manca Elementos de las minas de arena de
,.CUAL ES E L ORIGEN DE LAS CAPAS D E ARENA? Tacubaya-La Venta. Tacubaya-La Venta.
E n estas minas no s e encuentra e l menor indicio que indicáse u n origen volcánico,
tisque o, que ia abandona ahí en e l momento d e su deshielo o d e s u regresión. Dado
como lo sostienen varios autores que s e ocuparon de estos utilisirnos depósitos d e an-
s u origen, el material que compone una morena e s muy diferente de aquel que trans-
desitas desmenuzadas por u n a fuerza desconocida. Solamente una fracción mínima d e
portan los ríos, tanto en su forma como en uu distribución. Los cantos d e roca y aun
los elementos que componen esos depósitos, tiene una forma redondeada como aque-
los pequeños pedazos de ella, que s e encuentran en una morena, conservan la forma
lla que produce la acción del agua corriente, Importante es aun el hecho d e que en es-
angulosa que tienen cuando s e separan d e l a montaña; mientras que el material trans-
tas minas no s e encuentra ninguna petrificación, ni trazas d e residuos vegetales. El
portado por el agua corriente, s e redondea en breve tiempo y s u s caras s e alisan. Aun
material que componen las capas d e arena está perfectamente libre d e arcilla, d e ma-
e! material d e los ríos, cuando e s transportado por los ventisqueros, pierde su forma
nera que puede s e r empleado directamente en todas las construcciones d e concreto ar-
característica de material de río y asume
mado o d e cualquier otro material en que entre el cemento Portland. Tenemos aquí u n
las del transportado por los ventisqueros. E a
material muy duro, especialmente l a andesita hornbléndica, que e s el elemento prin-
distribución del material que áorma una mo-
cipal, un material muy resistente a l a acción del frotamiento. §u forma indica un
rena tierie algo de característico, pues no e s
transporte, no por ríos, sino por una fuerza que 10 acarreó lentamente, y para nosotros
estratificado y jamás el grueso e s t á separa-
e s a fuerza no pudo ser otra que u n ventisquero que bajaba muy lentamente desde los
do del fino (así lo encontramos e n las mi-
cerros que circundan el valle, hacia el plano central. Esa fuerza dió al material $e
nas). Un corte a través d e una morena o
las minas las formas mencionadas, frotándolo tanto contra l a s rocas (andesitas) del
d e los depósitos a discusión, muestra siem-
lecho del ventisquero, como contra los demás elementos que bajaban con él y que s e
pre u n amontonamiento d e pedazos grandes
encontraban lateralmente, arriba, en medio y abajo del ventisquero.
y pequeños, mezclados con arena m á s o me-
M u y largo sería este estudio si tratáramos d e explicar l a acción mecánica d e un nos fina. E n todos s u s detalles, el material
ventisquero en movimiento, sobre el material que transporta consigo. Como s e sabe, encontrado en n u e s t r a s m i n a s d e arena co-
una parte d e ese material s e queda a los lados del ventisquero, formando así las mo-
rresponde, por l o tanto, al d e u n a morena.
renas laterales y medianeras; pero l a mayor parte s e encuentra e n el f r e n t e del ven-
M u y importante e s lo que mencionamos
antes, relativamente a las diferentes alturas
a en que s e encuentran las minas a lo largo d e
!a ruta del tranvía Tacubaya-La Venta. En-
contramos la primera a cerca d e 55 metros
d e altura sobre el nivel d e la ciudad d e Mé-
xico; la segunda a 110 m e t r o s ; l a tercera a
120 metros, y la cuarta a 170 metros. E s t a s
cuatro minas forman una primera serie, an-
tes d e llegar al pueblo d e Santa Fe.
El material explotado en e s t a serie d e Elefante Imperial (Archidisko don impe-
Morena Cruz Manca, del tranvía rator Leid)
México, D. F. Viejo,
del Peñón
Mina de arena al Km. 8%. minas está limitado por u n a capa del refe-
Tacubaya-La Venta.

124 125

l ,-

rido tepetate (toba pomosa). Cerca d e 2% kilómetros más arriba d e este pueblo, en el
kilómetro 8$’2, encontramos l a primera mina d e la segunda serie, a la altura d e 230
m e t r o s ; u n a segunda a 240 metros y u n a tercera y última a 290 metros. E n estas mi-
nas d e la segunda serie no hay la capa d e toba volcánica (tepetate), sino una gruesa
capa d e brecha glacial, compuesta d e elementos angulosos con caras alisadas, y a u n g s -
triadas, sin estratificación visible y con elementos del más variado tamaño, todos ce-
mentados fuertemente por u n a especie d e toba volcánica (?). Entye los bloques encon-
tramos, en el kilómetro 9%, u n bloque errático de andesita hornbléndica, d e cerca d e
dos metros cúbicos, cuneiforme, con u n plano perfectamente alisado y estriado.
Los ventisqueros q u e depositaron el material donde s e halla l a segunda serie d e
minas de arena, hicieron el mismo trabajo q u e los que dejaron l a s morenas frontales
donde s e han perforado las minas d e arena d e la primera s e r i e ; pero son muy dife-
rentes el tamaño y la cantidad d e loa elementos gruesos que s e encuentran en las minas
superiores, en proporción a l a grava y la arena. Por ejemplo, e n la última mina, la
más alta d e la segunda serie, la cantidad d e material grueso que los mineros encon-
traron f u é tal y tanta, que la abandonaron como incosteable, porque buscaban grava y
arena como las que s e encuentran en las minas d e la primera serie o en ]las minas m á s
bajas d e la segunda serie. Creemos poder explicar e s a diferencia, recordando que los
ventisqueros en cuyos depósitos s e perforó l a mina abandonada, e r a n cerca d e 6 kiló-
metros m á s cortos que los q u e s e extendieron hasta donde posteriormente s e perfo-
raron las minas d e la primera serie.
L a misma observación h a hecho e l C. Lyell estudiando y confrontando los ventis-
queros antiguos, muy largos, d e la época glacial, con los pequeños ventisqueros moder-
nos d e l a Suiza (L’ancieneté d e l’home prouvée para la Géologie”, pág. 336 y sig.)
,.COMO S E EXPLICA LA F O R M A C I O N DE LAS CAPAS DE B R E C H A F I N A Y
GRUESA QUE CUBRE E L M A T E R I A L $N EXPEOTACION
DE LAS M I N A S DE ARENA?
Cada uno d e los depósitos donde s e encuentran las minas d e arena, representa
u n a morena frontal. Al retirarse el ventisquero, el agua que salía debajo d e él trans-
portaba consigo parte del material d e la morena, que se iba retirando, si el material
e r a menudo y mezclado con l a “‘harina glacial”, depositándose sobre la morena infe-
Sistema de explotación por labores pene-
Entrada de dos socavones, sistema trantes prohibido por la Dirección
antiguo. de Obras Públicas
126
rior y formando l a capa d e toba volcánica (?) que cubre los yacimientos d e arena d e
la primera serie. Si, al contrario, el material que salía de la morena superior abunda-
ba en elementos m á s gruesos, l a corriente d e agua lo depositaba sobre las morenas d e
la segunda serie d e minas de arena, como una brecha glacial, como l a encontramos
allá. Si nuestra hipótesis e s justa, esto es, si los yacimientos d e arena son morenas
glaciales frontales abandonadas por pequeños ventisqueros, entonces debemos encon-
trar, a lo largo de l a r u t a del tranvía d e L a Venta, más arriba d e las minas d e arena,
otras huellas de aquellcs ventisqueros. Efectivamente, pasada la última mina d e are-
na, a l a cota 2,560 metros, en el kilómetro 11, en la parada d e La Cruz Manca, encon-
tramos un campo d e piedras interesantísimo. S e nos presenta ahí una morena frontal,
ya no d e arena, sino como un amontonamiento d e piedras d e u n tamaño mucho más
grande que aquel d e la última mina d e arena d e la segunda serie. Todas estas piedras
tienen l a forma característica y l a distribución d e elementos como los que s e encuen-
tran en todas las morenas. S e trata, pues, d e materiales abandonados por u n ventis-
quero que estaba marchando hacia el valle.
E s t a morena, e n el cruce del tranvía con el antiguo camino d e Toluca, está cu-
bierta d e u n a capa d e tierra vegetal que tiene otro origen y que probablemente vino
en la época d e las grandes lluvias que sucedieron a l a época fría d e los ventisqueros.
Es, además, interesante el hecho d e que, d e s d e este punto o cota, principia u n a f a j a
desértica que se extiende hasta Tacubaya, y que tiene, por consiguiente, una anchu-
r a d e cerca d e 9 kilómetros.
E s t a f a j a desértica s e l a encuentra también en otros puntos del valle; pero siem-
pre, m á s o menos, a la misma altura. E n e s t a faja desértica, solamente en algunos
puntos, particularmente bien protegidos contra las corrientes d e agua que bajaban d e
las montañas, s e encuentra una poca d e tierra vegetal, sobre l a que s e establecieron
varios pueblecitos.
E L O R I G E N D E LAS BARRANCAS
Impresionantes son l a s profundas barrancas que bajan d e s d e cierta altura d e l a s
.
montañas, hacia el centro d e la cuenca. E n s u gran mayoría, principian a las cotas 300
< <
y 400 metros sobre la ciudad d e México, línea que corresponde, m á s o menos, al nivel
más bajo a que llegaron los últimos ventisqueros. Los probables iniciadores d e esas ba-
rrancas, fueron los ríos que salían d e debajo d e los ventisqueros, los cuales, a su vez,
seguían las desigualdades d e l a roca que f o r m a b a su lecho. 2Cuándo y quién ahondó
las barrancas? Esto lo exponemos detalladamente en e l mencionado estudio que tuvi-
mos el honor de l e e r en l a Academia “Antonio Alzate”, eil el que demostramos q u e
aquí l a época d e grandes fríos que había invadido la región, f u é seguida por otra d e
grandes lluvias, como lo atestiguan los enormes amontonamientos de conglomerados y
d e bloques fluviales que s e encuentran en muchísimos puntos del valle.
CONCLUSION
Basándonos e n las mencionadas observaciones y en otras muchas m á s que, por bre-
vedad, aquí omitimos, creemos poder asegurar que los depósitos d e arena observados
en el valle d e México, son m o r e n a s f r o n t a l e s d e pequeños ventisqueros que bajaban
desde los montes q u e circundan el valle, hacia el gran lago que entonces llenaba l a
cuenca.
121

Usos de la Electricida la Agricultura
y sus rivadas
P o r RolfoORTEGA M., I. M . E .
(De la Oficina d e Estudios Hidroeléctri-
\ cos d e la Comisión).
IV.-APROVECHAMIENTO DE AGUAS POR BOMBEO PARA RIEGOS Y USOS
DIFERENTES EN LAS GRANJAS
E1 desarrollo incesante d e l a industria eléctrica en la construcción d e di-
ferentes tipos de motores para corriente continua y alterna, en el dise-
ño d e aparatos protectores d e las instalaciones eléctricas y e n l a fabri-
cación d e materiales y aparatos auxiliares para las redes distribuido-
ras d e energía eléctrica; así como la gran variedad d e bombas que s e
han construído y puesto en los mercados, han permitido el aprovecha-
miento de s1; aguas freáticas, artesianas, d e ríos subterráneos y superficiales, d e ca-
nales, de lagunas, d e lagos y del mar, para regar los terrenos d e cultivo y asegurar d e
e s t e modo el futuro de l a agricultura en el mundo. La Comisión Nacional d e Irriga-
ción y algunas empresas particulares están aprovechando las diferentes clases d e aguas
propiedad d e la nación en u s o s agrícolas y en el desarrollo d e fuerzas hidroeléctricas;
además continúan estudiando nuevos proyectos d e riego a fin d e aumentar e l área cul-
tivable d e la República, con lo que aumentará l a producción d e artículos agrícolas d e
primera necesidad para el desarrollo económico firme del país.
E n el presente artículo y e n otros posteriores nos hemos propuesto presentar los
diferentes estudios y trabajos que requiere el buen desarrollo y funcionamiento d e un
sistema d e riego, aprovechando aguas por bombeo eléctrico. D e s d e luego, sin entrar
en detalles, empezaremos describiendo los trámites legales que demanda el aprovecha-
miento d e aguas nacionales, l a s investigaciones geológicas, los diferentes tipos de bom-
beo para riegos y otros usos en las granjas y los trabajos d e perforación necesarios.
Nos ocuparemos también d e estudios preliminares encaminados a preparar los proyec-
tos, tomando en cuenta l a s cantidades d e agua requeridas para los riegos d e diversas
siembras, temporadas m á s adecuadas para los cultivos, diferentes tipos de riegos, etc.,
para después abordar directamente la elección m á s económica d e las bombas p motores
eléctricos impulsores, que s e d e b e n instalar en las plantas de bombeo y terminar con el
estudio económico general d e u n proyecto d e irrigación por bombeo eléctrico.
***
P a r a el aprovechamiento d e las aguas nacionales desde e l punto d e vista puramen-
t e legal, la Secretaría d e Agricultura y Fomento expidió la novísima Ley d e Aguas d e
Propiedad Nacional el 7 d e agosto d e 1929, y su reglamento el 30 de enero del año d e
1930, después d e estar vigentes diferentes decretos y leyes e n distintas épocas ante-
128
l .
riores. Existe además l a Ley sobre Irrigación con Aguas Federales, l a que d a faculta-
d e s a la Comisión Nacional d e Irrigación dependíente de l a Secretaría d e Agricultura
y Fomento.
***
Los estudios preliminares necesarios para obtener éxito en l a explotación d e u n
negocio agrícola, aprovechando aguas por bombeo eléctrico, han de tender a asegurar
e l abastecimiento de aguas requerido; las investigaciones d e b e n quedar a cargo d e u n
geólogo experto, si s e t r a t a d e aprovechar aguas del subsuelo. E s t a s pueden s e r freá-
ticas, artesianas ascendentes, artesianas brotantes, artesianas combinadas con freáti-
cas, de ríos subterráneos y brotantes d e ríos subterráneos. E n el país tenemos muchos
mantos acuíferos que s e están explotando con la ayuda d e la electricidad; existen
aprovechamientos de aguas freáticas e n el Estado d e S a n Luis Potosí, en Guadala-
jara, Jal., en Monterrey, N. L.; en l a región Lagunera d e Durango y e n el Distrito
Federal s e están explotando, para riego y otros usos, aguas freáticas en combinación
con aguas artesianas ascendentes, que s e bombean por medio d e l a corriente eléctrica.
La Comisión Nacional d e Irrigación está estudiando la posibilidad d e regar los te-
rrenos d e la región del Valsequillo e n el Estado d e Puebla, los del proyecto del Valle
d e Juáree a lo largo del río Bravo y los terrenos entre Matamoros y General T e r á n
en el río Pilón, utilizando aguas freáticas y artesianas que deberán bombearse.
Existen aprovechamientos d e aguas artesianas para riegos en l a s haciendas de Cha-
pingo, Méx., de Gogorrón y Ventilla en San Luis Potosí y en los llanos de P u e -
bla, Pue.
El bombeo eléctrico de l a s aguas d e los ríos subterráneos no s e ha usado en e l
país, no obstante que existen muchos ríos de esta naturaleza. Las aguas que s e apro-
vechan en el Sistema Nacional d e Riego número 2., Rio M a n t e , Tamaulipas, son bro-
tantes de u n río subterráneo y s e utilizan directamente por simple derivación sin bom-
b e a r l a s ; las aguas de las fuentes brotantes d e Tiálpan, P e ñ a P o b r e y Nativitas en el
Distrito Federal, son brotantes d e ríos subterráneos y algunas s e están aprovechando
por medio d e bombeo eléctrico.
Las aguas d e los ríos superficiales muchas veces s e utilizan para los riegos, no al-
macenándolas en presas y distribuyéndolas después por gravedad a los terrenos irri-
gables, sino por plantas d e bombeo eléctrico. L a Compañía Explotadora y Fracciona-
dora del Valle del Bajo Río Bravo, S . C. P., tiene en proyecto regar hasta 18,800 hectá- ,
reas en cuatro etapas, utilizando el gasto máximo d e agua d e 15 m3/s. y la instalación
d e c n a planta de bombeo de 1,900 C. P., que elevará el agua a 7 m e t r o s ; los estudios
económicos del proyecto han demostrado que el costo de la energía eléctrica por usar-
s e resultará menos que l a térmica, cuando l a capacidad de l a planta de bombeo s e a
inferior a 650 C. F.; esto s e d e b e a que las cuotas d e las tarifas d e la energía eléc-
trica para usos agrícolas son relativamente elevadas en las ciudades fronterizas del i
norte.
D e los canales primarios y secundarios d e u n sistema d e riego o d e cualquier otro
l
canal, s e puede bombear ggua para regar terrenos no dominados por aquéllos. Las ins-
talaciones usadas en estos casos pueden ser fijas o movibles. i
i
129 l
i
~
. .- 1
l
 $on fuentes d e aprovisionamiento importantes para fines d e irrigación por bomSeo,
los lagos y lagunas.
*E**
Todas las aguas subterráneas pueden s e r económicamente bombeadas con ayuda
, d e l a electricidad, siempre que s e tengan, cercanas al lugar donde s e encuentran los
mantos acuíferos, redes transmisoras o distribuidoras de energía eléctrica : en este ca-
so, las plantas d e bombeo deben ser hijas y el tipo d e maquinaria usoda, adecuada a
la altura d e succión y presión. En los ríos superficiales, en los canales y e n 10s lagos,
l a s instalaciones d e bombeo pueden s e r hijas o movibles: las instalaciones movibles
utilizan pequeños volúmenes d e agua para regar gradualmente grandes extensiones d e
t i e r r a s ; l a práctica indica, en cada caso, l a clase d e equipo que debe usarse.
Existen explotaciones agrícolas d e mucho porvenir en sistemas d e riego que cuen-
t a n con grandes pantanos d e almacenamiento, iormados con altos diques y en los que
s e instalan plantas hidroeléctricas secundarias que aprovechan el agua almacenada, só-
lo e n la época d e los riegos; l a energía eléctrica que generan las plantas sirve para
bombear las aguas sobrantes Q aguas subterráneas cercanas, con l a s que s e riegan te-
rrenos no comprendidos e n el sistema d e gravedad y aumentan el área irrigable.
Existen en los Estados Unidos d e Norteamérica varias explotaciones agrícolas de
e s t e tipo; ejemplos típicos son 10s sistemas d e Melones en el río Stanislaus, con una
capacidad instalada de 32,000 H. P.; el d e Don Pedro en el río Tuolunne con 45,000 H.
P., el d e Exchanger en e l río Mercedes can 32,000 H, P.; los t r e s sistemas riegan
u n a área conjunta de 231,638.62 hectáreas y tienen instalados PO3,QOO H. P. en t r e s
plantas hidroeléctricas.
Las características d e las plantas hidroeléctricas secundarias e n las explotaciones
agrícolas son las siguientes: l a generación en K. W. H. es un producto secundario; s e
puede generar m á s energía y satisfacer grandes demandas fuera del sistema cuando
las extracciones d e agua para riegos son considerables, pero cuando éstas son peque-
ñas, s e deben satisfacer l a s demandas ya contratadas con energía generada en plantas
térmicas d e emergencia; el costo del K. W. instalado es b a j o ; l a curva d e generación
d e energía sincroniza con la curva d e demanda d e agua para riegos, y son muy seme-
jantes, y l a curva de generación d e energía e s paralela a l a d e demanda d e agua pa-
r a riegos, solamente que e l máximo d e l a segunda s e ehectúa un poco después del má-
ximo ¿e !a curva d e generación.
Resumiendo, citaremos los cinco puntos principaies que deben tenerse en cuenta
en u n proyecto d e esta índole: l.-Se nos presenta u n a nueva era d e desarrollos agrí-
colas ligados con la generación d e energía eléctrica como u n producto secundario, de-
pendiente del almacenamiento para los riegos ; %-Ea energía eléctrica generada como
u n producto secundario tiene l a s siguientes características: a ) es e l resultado del des-
arrollo alcanzado los últimos 20 años en !a construcción d e cortinas altas d e alma-
cenamiento; b) no es un producto sino u n producto secundario, incidente
del almacenamiento para fines agrícolas; c) l a generación d e la energía e s temporal,
estrictamente ligada por l a naturaleza a las extracciones periódicas de aguas para
riegos; d) s e e s t á tratando d e ministrar e s t a energía a servicios temporales; y e ) el
. .
propietario d e l a energía goza generalmente d e franquicias respecto d e l a s leyes y de-
cretos que regulan e l servicio y las t a r i f a s d e la energía generada; 3.-En estas plan-
tas s e aprovechan totalmente las fuerzas hidráulicas, y l a generación d e l a energía s e
usa ventajosamente para bombear agua para riegos. S e h a comprobado que l a capaci-
dad máxima instalada en u n sistema d e riego sirve para irrigar una área igual a la
que s e riega por gravedad, bombeando e¡ agua a u n a altura aproximada d e 30 metros.
L a s plantas secundarias permiten regar tierras que no s e podían explotar debido al
alto costo d e l a energía eléctrica; 4.-La venta d e l a energía generada en las plantas
secundarias d e un sistema d e riego e s problema muy nuevo y aún no resuelto; s e pre-
i sentan t r e s métodos para resolver e s t e problema: a ) s e puede vender l a energía al por
, . mayor, en el tablero del generador, a una compañía de servicios públicos, la cual re-
portará los gastos por concepto d e transmisión, distribución, plantas d e emergencia,
etc., por lo que tendrá que comprar a un precio b a j o ; b) el propietario del negocio
agrícola puede tomar por su cuenta l a venta directa de l a energía a los consumido-
res, teniendo que afrontar los gastos d e transmisión, distribución, plantas d e emer-
gencia, etc., recibiendo u n a cantidad mayor d e dinero por unidad generada; y c) el
área del proyecto d e riego puede s e r aumentada considerablemente regando una parte
con el agua bombeada, con ayuda d e l a electricidad generada e n las plantas hidroeléc-
tricas secundarias, con lo q u e la inversión d e capital se puede distribuir a u n a á r e a
regable mayor, resultando menor e n consecuencia, el costo por hectárea: la energía
sobrante s e puede vender a consumidores huera del sistema d e riego. El costo d e pro-
ducción y otros elementos d e costo, no establecen, en estos negocios, el valor d e la
energía generada que s e d e s e a v e n d e r ; y 5-Existen ciertos peligros, ligados con e s t e
tipo d e desarrollos, que d e b e n combatirse; éstos son el deseo prematuro d e desarrollar
los sistemas d e riego rápidamente; l a disminución d e agua, al aprovecharse en plantas
hidroeléctricas d e caídas cortas a lo largo d e las láminas profundas d e los ríos; la pér-
dida d e capital debido a la duplicación d e sistemas d e ministración d e energía, y l a obs-
trucción desinteresada, pero real, d e algunas autoridades, ejercida en forma de leyes y
decretos sobre servicios y cuotas d e tarifas.
***
La Oficina de Estudios Hidroeléctricos d e esta Comisión e s t á estudiando l a via-
I
bilidad d e aprovechar íntegramente l a s fuerzas hidráulicas d e los diferentes proyectos
y sistemas d e riego. En el Sistema Nacional d e Riego NP 4, Río Salado, que cubre los I
Estados d e Coahuila y Nuevo León, s e pueden desarrollar 8,000 K. W. e n 6 plantas i
cuando s e haya llegado a l a etapa final para regar 65,000 hectáreas. Con esta poten- 1
cia desarrollable s e h a pensado ampliar el área d e cultivo, y con el excedente d e ener-
gía generada pueden intentarse estudios d e electro-agricultura e impulsar las peque-
ñas industrias derivadas. En el proyecto d e l río Conchos se t r a t a d e utilizar las aguas
sobrantes del canal principal, en l a presa del P u e r t o de P i n t o s ; así como en e l fu-
turo l a construcción d e dos plantas hidroeléctricas más, e n las presas proyectadas en
L a s Vírgenes y en Villalba, que aseguran u n gran porvenir para aquella región. P o r
último, e n el proyecto del río Yaqui, en el Estado d e Sonora, se tiene pensado aprove-
char las iuerzas hidroeléctricas, utilizando u n a caída de 9 metros en el canal principal
para l a alimentación d e los canales altos, por medio de una planta d e bombeo. i
 T a n terrible mal puede ser evitado completamente, inmunizando a los cerdos
con e l tratamiento llamado simultáneo contra el cólera, aplicando inyecciones d e sue-
ro clarificado y concentrado contra e l cólera y las del propio virus, en dosis adecua-
d a s a cada animal.
Cuando los lechones nacen en zonas infestadas s e l e s aísla en piaras perfecta-
mente desinfectadas, ya s e a pon solución d e formalina al 25 x 1000, sublimado co-

Un Método para la Producción Económica rrosivo al 2 x 1000 o bien con una lechada d e cal al l o % , h a s t a que cumplan los
15 días d e nacidos, e n que s e les aplicará u n a inyección del suero de 15 c. c., para
de Cerdos producirles u n a inmunidad únicamente temporal mientras llegan a l a edad d e dos o
t r e s m e s e s e n que s e les aplicará el tratamiento simultáneo. Si nacen d e una ma-
P o r Francisco SARACHO. 1 . rrana inmunizada les durará a ellos la inmunidad por unas t r e s semanas, al fin d e
las cuales s e les aplicará la inyección d e suero para prolongarla u n mes más.
1 desea u s t e d obtener u n a producción económica de cerdos, debe fijar Cuando no s e t r a t a de u n a zona infestada, la mejor edad para aplicar el trata-
detenidamente s u atención en los puntos anotados en seguida, que miento simultáneo e s d e los 4 a los 5 meses, con el cual obtendrán u n a inmunidad
constituyen la b a s e d e l a explotación: para toda la vida.
1.-Seleccionar cerdos d e buena raza y bien alimentados. L a s cantidades d e suero y virus que deberán aplicarse en dicho tratamiento, va-
11.-Inmunizarlos contra las enfermedades infecciosas. rían d e acuerdo con el peso d e los animales, en la proporción q u e anotamos a conti-
111.-Librarlos d e los piojos, roña y lombrices. nuación :
1V.-Proporcionarles buen pasto.
V.-Tenerles en campo bien cercado. Peso. Suero. Virus,
VI.- Proveerlos constantemente d e agua limpia.
hO a 20 k g s . 24 c. c. 2 c. c.
VIL- Alimentarlos con raciones adecuadas.
VII1.-Disponerles u n equipo apropiado.
20 a 45 kgs. 28 c. c. 2 c. c.
45 a 60 kgs, 36 c. c. 3 c. c.
I.-CERDOS BIEN SELECCIONADOS 60 a 75 kgs. 44 c. c. 3 c. C.
Es indispensable para comenzar l a explotación, tener un pie de cría d e animales 75 a 90 kgs. 52 c. c. 3 c. c.
bien seleccionados d e raza pura, pues durante los últimos cuatro años d e trabajos Más d e 90 kgs. 60 c. c. 4 c. c.
comparativos, s e h a visto que l a s manadas d e cerdos no seleccionados, no han dado E s t a s inyecciones s e usarán siempre q u e los animales estén sanos.
nunca una producción costeable.
Cuando haya enfermedad en e l lugar y los cerdos presenten sintomas benignos
P a r a e s t a región, la del norte del país, las razas m á s recomendables por SU gran
del cólera, podrá s e r posible sanarlos aplicándoles una inyección de suero en canti-
rusticidad son en primer lugar la Duroc Jersey, y en segundo lugar l a Poland China.
dad, doble por lo menos, de l a que queda anotada, Cuando s e presentan síntomas gra-
II.-INMUNIZACION CONTRA ENFERMEDADES INFECCIOSAS ves, e s inútil por completo cualquier lucha. Lo mejor e s m a t a r al cerdo y enterrar- 1

Dos enfermedades infecciosas s e presentan con mucha frecuencia, ocasionando la lo o quemarlo inmediatamente, si e s posible en el mismo lugar donde s e encuentre
rápida m u e r t e d e los cerdos e n grandes comarcas, y con ella l a ruina d e los criadores. enfermo.
Si usted no quiere trabajar sobre bases falsas, inmunice todos sus cerdos des- El virus nunca d e b e aplicarse sin haber puesto antes el suero, porque s e provo-
de jóvenes. caría u n caso grave d e la enfermedad.
L a s enfermedades que tantos destrozos causan en las piaras son “el cólera del El virus sobrante d e l a s inyecciones y los envases, deberán s e r destruídos inme-
cerdo o mal rojo” y la "septicemia hemorrágica”. diatamente con el fuego.
La primera, o sea el cólera es producida por un virus que circula e n la sangre - L a segunda enfermedad o sea l a “septicemia hemorrágica”, aunque no t a n de-
y ocasiona grandes alteraciones en el tubo digestivo y en los pulmones, determinando vastadora como el cólera, causa también grandes mortalidades.
l a m u e r t e d e l cerdo. Es producida por el bacilo bipolar, que ataca no solamente a los cerdos sino
Cuando s e presenta por primera vez en u n a piara, ataca al 85 o 90% d e los ani- también a las vacas, caballos, cabras, ovejas y aves.
males, si e s que no están inmunizados, y d e allí pasa el contagio a todos los d e la E n el cerdo s e localiza esta enfermedad generalmente en los pulmones, produ-
región. ciéndole una muerte rápida en la mayoría d e los casos.

132
 lc
t
Cuando hay cerdos atacados d e este m a l y son observados a tiempo, s e pueden
curar aplicándoles u n a inyección intravenosa d e suero contra la "septicemia hemorrá-
gica", en cantidad d e 30 a 50 c. c.
i Lo m á s eficaz contra e s t a enfermedad es prevenirla aplicando una inyección d e
2 c. c, d e la agresina contra l a septicemia hemorrágica.
Nos permitimos recomendarles muy especialmente a los criadores, que para l a
aplícación d e las inyecciones a que nos hemos venido refiriendo, s e dirijan a u n ve-
terinario competente o a l a Agencia General d e Agricultura, Palacio Federal, Monte-
U v rrey, N. L.
IIl.-PlOJOS, ROÑA Y LOMBRICES
P a r a que 10s lechones s e conserven limpios d e piojos y lombrices intestinales, e s
conveniente emplear aceite crudo, tanto para embarrar e l chiquero como el cuerpo
del animal. Si está poco lombriciento será un buen remedio usar el sulfato d e fierro
como sigue:
S e disuelven 30 gramos d e sulfato d e fierro en 1 litro d e agua caliente, mezclán-
dolo diariamente durante cuatro o cinco mañanas seguidas con el alimento d e doce
lechones. Si los lechones e s t á n muy infestados d e lombrices, entonces d e b e dárseles
media cucharadita de u n a mezcla d e aceite d e chinopodium con cuatro cucharadas d e
aceite d e castor. Esto debe fier mezclado con u n a pequeña cantidad d e leche o agua
sucia. L a cantidad mencionada es para un lechón de 25 kilogramos de peso, y para
uno d e 50 kilogramos debe dársele una cucharadita d e chenopodium y ocho cucha-
radas d e aceite d e castor.
P a r a combatir los piojos es conveniente valerse de los aceitadores mecánicos, as-
persiones, o d e una capa delgada d e aceite e n la superficie del agua de l a s tinas d e
sumersión. El aceite crudo puede s e r comprado a u n precio m á s bajo que cualquiera
d e los otros, que son sin embargo menos efectivos. S e puede hacer un aceitador eco-
nómico amarrando u n trapo alrededor d e un poste, fijándolo firmemente y saturándo-
lo con aceite puro. Tiene l a desventaja e s t e aceitador, d e que hay necesidad d e es-
t a r viéndolo constantemente para que tenga siempre suficiente aceite. P a r a remediar
en algo este inconveniente d e b e ponerse a cierta altura sobre e l trapo envuelto e n el
poste, u n depósito d e hoja de lata que contenga el aceite, que estará goteando cons-
t a n t e m e n t e por un agujerito hecho e n la parte inferior.
IV.-PASTOS
S e requiere en u n a explotación porcina, u n campo grande donde los cerdos ten-
gan facilidad d e hacer ejercicio, q u e e s algo muy importante para s u buen desarro-
llo. Lo ideal s e r á que este campo tenga algún producto verde que pueda servir d e
IlL-
alimento, como avena, cebada, trébol, zacate sudán, etc., d e cultivo o bien quelite co-
mún, quelite morado, trébol silvestre, etc.
El forraje verde e s d e gran importancia en l a alimentación, porque además d e
s e r barato es un complemento d e los alimentos concentrados, pues el animal necesi-
t a llenarse. Los forraje's verdes proporcionan además ciertos elementos nutritivos in-
dispensables al organismo q u e s e llaman vitaminas.
135
I L
 lc
t
Cuando hay cerdos atacados d e este m a l y son observados a tiempo, s e pueden
curar aplicándoles u n a inyección intravenosa d e suero contra la "septicemia hemorrá-
gica", en cantidad d e 30 a 50 c. c.
i Lo m á s eficaz contra e s t a enfermedad es prevenirla aplicando una inyección d e
2 c. c, d e la agresina contra l a septicemia hemorrágica.
Nos permitimos recomendarles muy especialmente a los criadores, que para l a
aplícación d e las inyecciones a que nos hemos venido refiriendo, s e dirijan a u n ve-
terinario competente o a l a Agencia General d e Agricultura, Palacio Federal, Monte-
U v rrey, N. L.

IIl.-PlOJOS, ROÑA Y LOMBRICES

P a r a que 10s lechones s e conserven limpios d e piojos y lombrices intestinales, e s
conveniente emplear aceite crudo, tanto para embarrar e l chiquero como el cuerpo
del animal. Si está poco lombriciento será un buen remedio usar el sulfato d e fierro
como sigue:
S e disuelven 30 gramos d e sulfato d e fierro en 1 litro d e agua caliente, mezclán-
dolo diariamente durante cuatro o cinco mañanas seguidas con el alimento d e doce
lechones. Si los lechones e s t á n muy infestados d e lombrices, entonces d e b e dárseles
media cucharadita de u n a mezcla d e aceite d e chinopodium con cuatro cucharadas d e
aceite d e castor. Esto debe fier mezclado con u n a pequeña cantidad d e leche o agua
sucia. L a cantidad mencionada es para un lechón de 25 kilogramos de peso, y para
uno d e 50 kilogramos debe dársele una cucharadita d e chenopodium y ocho cucha-
radas d e aceite d e castor.
P a r a combatir los piojos es conveniente valerse de los aceitadores mecánicos, as-
persiones, o d e una capa delgada d e aceite e n la superficie del agua de l a s tinas d e
sumersión. El aceite crudo puede s e r comprado a u n precio m á s bajo que cualquiera
d e los otros, que son sin embargo menos efectivos. S e puede hacer un aceitador eco-
nómico amarrando u n trapo alrededor d e un poste, fijándolo firmemente y saturándo-
lo con aceite puro. Tiene l a desventaja e s t e aceitador, d e que hay necesidad d e es-
t a r viéndolo constantemente para que tenga siempre suficiente aceite. P a r a remediar
en algo este inconveniente d e b e ponerse a cierta altura sobre e l trapo envuelto e n el
poste, u n depósito d e hoja de lata que contenga el aceite, que estará goteando cons-
t a n t e m e n t e por un agujerito hecho e n la parte inferior.

IV.-PASTOS
S e requiere en u n a explotación porcina, u n campo grande donde los cerdos ten-
gan facilidad d e hacer ejercicio, q u e e s algo muy importante para s u buen desarro-
llo. Lo ideal s e r á que este campo tenga algún producto verde que pueda servir d e

Il
L - alimento, como avena, cebada, trébol, zacate sudán, etc., d e cultivo o bien quelite co-
mún, quelite morado, trébol silvestre, etc.
El forraje verde e s d e gran importancia en l a alimentación, porque además d e
s e r barato es un complemento d e los alimentos concentrados, pues el animal necesi-
t a llenarse. Los forraje's verdes proporcionan además ciertos elementos nutritivos in-
dispensables al organismo q u e s e llaman vitaminas.

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I L
I
P
Todo criador debe tener como complemento d e su explotación, u n cultivo d e fo-
r r a j e verde, especialmente para sus animales en una superficie d e acuerdo con el nú-
mero d e ellos. Como muy buenos e n t r e los forrajes verdes citaremos el cacahuate,
que s e puede dar también después d e haber hecho l a cosecha para vender el produc-
to d e los guajitos, y el frijol d e soya, cuyo cultivo e s muy poco conocido e n nuestro
país, a pesar de su sencillez y d e las grandes ventajas que s e obtienen dándolo como
forraje.
L a Dirección G e n e r a l de Agricultura, interesándose en propagar este culivo, obse-
o quia pequeñas cantidades de semilla, en l a inteligencia d e que quien lo cultive, lo utili-
ce para l a alimentación d e su ganado.
I' . P a r a informes respecto a estos cultivos, diríjase usted a la Agencia General de
Agricultura, Palacio Federal, Monterrey, N. L.
V.-CERCAS
L a s mejores cercas para los campos d e explotación d e cerdos son las ¿e tela
d e alambre que r e u n a n las condiciones que anotaremos en seguida.
P a r a campos grandes d e cuatro a ocho hectáreas o más, l a altura que d e b e darse
a l a cerca es de 65 centímetros. Los alambres horizontales deben e s t a r separados uno
d e otro 15 centímetros y no d e b e n s e r menores del número 11. Los extremos supe-
rior e inferior deben s e r del número 9, y el resto d e los alambres del número 12.
La cerca para u n lote d e berracos d e b e s e r d e 1.05 metros d e alambre del número
9. L a s cercas de alambre para lotes de 10 metros cuadrados o menos no son d e ningu-
n a manera convenientes i siendo para e s t e objeto preferible usar desperdicios ¿e ma-
dera, pero que e s t é n en buenas condiciones.
L a duración d e una cerca d e alambre depende principalmente d e la resistencia d e
los postes d e l a s esquinas. El alambre d e b e estar restirado con bastante tensión, por-
que los cerdos pronto atentarán contra él para aflojarlo, y e s imposible naturalmente,
mantener tensa u n a cerca si los postes n o están puestos con firmeza. Es muy conve-
niente poner un alambre de púas 10 centímetros abajo d e l a tela d e alambre ya pues-
t a r a una altura del suelo de 3 centímetros más o menos, para que los puercos no ha-
gan esfuerzos d s salirse por abajo. Cuando los campos son grandes y pueden s e r utili-
zados para otra clase d e ganado aparte del porcino, se aumentará la altura d e l a
cerca aumentando 10s hilos que s e a n necesarios a distancia de 15 centímetros hasta
alcanzar l a altura que s e desee.
Al construir u n a cerca en algún terreno que e s t é atravesado por una corriente
d e agua o zanja d e drenaje, e s necesario establecer puertas d e movimiento en la for-
ma que s e a más conveniente para impedir que s e salgan los puercos y que eviten al
mismo tiempo que s e obstruya l a corriente y s e acumulen las basuras.
Postes de las esquinas.-Tanto los postes d e las esquinas como los intermedios
deben e s t a r puestos a l a distancia d e 2.05 metros. S e procurará que estén bastante en-
terrados para asegurar s u firmeza, apretando bastante l a tierra al tapar el pozo. E n
algunos suelos hay necesidad d e enterrar el pie del poste a 1.25 metros.
P a r a d a r mayor estabilidad al poste d e la esquina s e debe poner u n travesaño
d e madera d e 10 x 15 centímetros o u n mori1lo de 13 centímetros d e diámetro, en-
137
I

Todo criador debe tener como complemento d e su explotación, u n cultivo d e fo-

r r a j e verde, especialmente para sus animales en una superficie d e acuerdo con el nú-
mero d e ellos. Como muy buenos e n t r e los forrajes verdes citaremos el cacahuate,
que s e puede dar también después d e haber hecho l a cosecha para vender el produc-
to d e los guajitos, y el frijol d e soya, cuyo cultivo e s muy poco conocido e n nuestro
país, a pesar de su sencillez y d e las grandes ventajas que s e obtienen dándolo como
forraje.
L a Dirección G e n e r a l de Agricultura, interesándose en propagar este culivo, obse-
o quia pequeñas cantidades de semilla, en l a inteligencia d e que quien lo cultive, lo utili-
ce para l a alimentación d e su ganado.
I' . P a r a informes respecto a estos cultivos, diríjase usted a la Agencia General de
Agricultura, Palacio Federal, Monterrey, N. L.

V.-CERCAS
L a s mejores cercas para los campos d e explotación d e cerdos son las ¿e tela
d e alambre que r e u n a n las condiciones que anotaremos en seguida.
P a r a campos grandes d e cuatro a ocho hectáreas o más, l a altura que d e b e darse
a l a cerca es de 65 centímetros. Los alambres horizontales deben e s t a r separados uno
d e otro 15 centímetros y no d e b e n s e r menores del número 11. Los extremos supe-
rior e inferior deben s e r del número 9, y el resto d e los alambres del número 12.
La cerca para u n lote d e berracos d e b e s e r d e 1.05 metros d e alambre del número
9. L a s cercas de alambre para lotes de 10 metros cuadrados o menos no son d e ningu-
n a manera convenientes i siendo para e s t e objeto preferible usar desperdicios ¿e ma-
dera, pero que e s t é n en buenas condiciones.
L a duración d e una cerca d e alambre depende principalmente d e la resistencia d e
los postes d e l a s esquinas. El alambre d e b e estar restirado con bastante tensión, por-
que los cerdos pronto atentarán contra él para aflojarlo, y e s imposible naturalmente,
mantener tensa u n a cerca si los postes n o están puestos con firmeza. Es muy conve-
niente poner un alambre de púas 10 centímetros abajo d e l a tela d e alambre ya pues-
t a r a una altura del suelo de 3 centímetros más o menos, para que los puercos no ha-
gan esfuerzos d s salirse por abajo. Cuando los campos son grandes y pueden s e r utili-
zados para otra clase d e ganado aparte del porcino, se aumentará la altura d e l a
cerca aumentando 10s hilos que s e a n necesarios a distancia de 15 centímetros hasta
alcanzar l a altura que s e desee.
Al construir u n a cerca en algún terreno que e s t é atravesado por una corriente
d e agua o zanja d e drenaje, e s necesario establecer puertas d e movimiento en la for-
ma que s e a más conveniente para impedir que s e salgan los puercos y que eviten al
mismo tiempo que s e obstruya l a corriente y s e acumulen las basuras.
Postes de las esquinas.-Tanto los postes d e las esquinas como los intermedios
deben e s t a r puestos a l a distancia d e 2.05 metros. S e procurará que estén bastante en-
terrados para asegurar s u firmeza, apretando bastante l a tierra al tapar el pozo. E n
algunos suelos hay necesidad d e enterrar el pie del poste a 1.25 metros.
P a r a d a r mayor estabilidad al poste d e la esquina s e debe poner u n travesaño
d e madera d e 10 x 15 centímetros o u n mori1lo de 13 centímetros d e diámetro, en-

137
t r e dicho poste y el siguiente d e 90s intermedios; debiéndose hacer el ensamble d e es- Al estirar los alambres hay que procura: que queden iodos los hilos con la mis-
t e travesaño a 20 centímetros abajo del extremo superior del poste. Después d e po- m a tensión.
Puertas.- La cerca puede estar muy bien hecha, pero si no corresponde a ella una
ner u n alambre galvanizado d e l número 8, q u e vaya diagonalmente d e s d e el punto d e
puerta d e sólida construcción, será aquel el punto por donde saldrán los puercos a
inserción del travesaño al poste secundario por ambos lados del d e la esquina al
causar l a s molestias y perjuicios que l e s son peculiares. Es necesario tener buena ma-
nivel del suelo. Más allá d e e s t e último paste y en Ia misma dirección s e hace una
dera, bisagras y un buen modelo d e construcción para que queden justificados los
excavación en sentido transversal a l a línea d e los dos postes, e n la que s e colocará
gastos que s e hacen al construir la cerca. 'Un buen modelo muy apropiado >ara e s t a s
un pedazo d e palo en el cual s e van a unir los dos extremos del alambre (figura 1).
puertas es el que s e indica e n l a iigura 3.
Este palo que s e va a enterrar o "muerto" d e b e t e n e r 60 centímetros d e largo. Después
s e retuerce, tanto el tramo d e alambre comprendido entre el poste de l a esquina y el VI.-AGUA LIMPIA
palo enterrado horizontalmente, como el tramo d e alambre diagonal comprendida en-
t r e los dos postes, quedando finalmente como s e ve en la figura 2.
El agua para beber d e b e estar coIocada donde los cerdos puedan tenerla a su al-
cance constantemente. E s t e animal b e b e m u y poco d e una sola vez, pero esto lo hace
D e esta manera los dos postes, el travesaño y el alambre diagonal, forman una
con bastante frecuencia. La mejor m a n e r a d e
estructura que dará el máximo d e estabilidad 21 poste d e la esquina para resistir la
proporcionarles agua limpia, e s por medio d e ~ o ' s a o o ' s " i.
*r
1-
E o i - - ' g " L
,o
J 0 o ,
tensión d e toda la cerca.
los bebederos automáticos. Cualquier tipo de yl~-=-a5cm

P o s t e s i n t e r r n e d ; o s . S i e l poste d e la esquina está suficientemente estabilizado bebederos automáticos e s preferible a l a s ar-

como queda dicha, y e s de buen tamaño, los intermedios no tienen gran importancia; tesas abiertas, porque éstas con la acumula- A

pero deben ser, sin embargo, d e u n material durable y estar bien puestos. La made- ción del lodo pronto llegan a s e r antihigiéni-
r a m á s durable para este objeto e s l a d e cedro, encino blanco, mezquite, etc. La du- cas. LOS bebederos automáticos pueden cons-
rabilidad d e los postes se aumenta considerablemente creosotando la parte que s e va truirse en tal forma que el lodo no tenga
a enterrar. Los postes d e concreto y fierro son Buenos, pero costosos. oportunidad d e acumularse s i n s e r fácilmente
Los postes intermedios deben s e r enterrados a una profundidad d e 45 a 68 centí- quitado. L a figura 4 muestra u n tipo d e bebe-
metros y bien apretados. La cerca debe e s t a r en línea recta, lo que s e puede conse- deros que d a n resultados muy satisfactorios Puerta
guir tirando u n alambre de un extremo al otro del lado que s e construye. en los lugares donde los fríos del invierno ;lo congelan el agua.
Los postes intermedios en u n a cerca para u n campo grande, deben ir a u n a dis- Consiste en un barril bien ajustado, con l a s dos tapas en buenas condiciones,
tancia d e 5 metros, con un poste de medio tamaño a la mitad d e cada distancia. puesto en u n a plataforma d e madera y rodea-
do por un borde d e 10 centimetros d e alto
bien fijo a la plataforma, separado d e l a
orilla del barril a tal distancia que permita al
puerco tornar agua en e l depósito que s e for-
ma entre dicho borde, que afecta la forma
d e u n cuadrado, y el b a r r i l ; el cual debe estar
bien colocado dentro del espacio limitado por
el borde. S e taladra un agujero d e 6 milí-
metros d e diámetro en u n lado del barril, a
una altura tal que el punto superior del ori-
ficio quede a 2.05 centímetros abajo del ni-
vel del borde a que nos referimos y que e s el
que forma propiamente e l bebedero. P a r a lle-
nar el barril s e tapa este agujero y s e l e echa
el agua por otro d e 4 centímetros de díáme-
tro que s e abre en l a tapa. Cuando ya está Ile-
Fig N o2 no, s e tapa este agujero y s e destapa el ¿e
A r m a d u r a del p o h finai.ya icrminada. abajo, que e s con el que s e alimenta el bebe-
 dero. El agua llenará entonces l a caja a un nivel un poquito superior al del borde
del orificio.
Muchos bebederos automáticos s e h a n hecho con el sistema de válvula y flotado-
res. Algunos d e ellos son efectivos, pero la mayoría d e ellos tienen el inconvenien-
t e d e que el lodo s e junta alrededor de l a válvula y no deja salir el agua d e la caja.
Como regla general, para cualquier clase d e bebederos, es de recomendarse u n a aten-
ción constante.
VII.-RACIQN ALIMENTICIA
Una ración adecuada e s aquella que contenga todos los elementos necesarios pa-
r a obtener el máximo de producción con el menor costo posible, de acuerdo con las
distintas edades y condiciones d e los cerdos.
P a r a producir carne barata l a s puercas deben parir y criar grandes manadas, y pa-
r a esto es necesario que tengan u n a alimentación suficiente mientras se están desarro-
llando. Una vez que l a puerca e s t á criada, la alimentación no afecta el número d e le-
chones habidos en el parto; pero sin embargo, durante la preñez l a alimentación in-
fluirá mucho e n el desarrollo de los puerquitos.
Existe u n gran número d e raciones d a d a s a conocer en diferentes publicaciones,
que son d e gran utilidad; pero s e h a encontrado que la mayor dificultad consiste en
que el encargado de las porquerizas pueda d a r una ración proporcionada d e acuerdo con
las instrucciones dadas para hacer la mezcla. E s t a dificultad s e ha solucionado coa el
siguiente procedimiento, que hace fácil preparar raciones en cualquier tiempo y con-
diciones.
Alimento concentrado.- Este procedimiento d e que hacemos mención, consiste e n
dar 500 gramos d e u n alimento concentrado compuesto en la siguiente f o r m a :
Gramos.
Tankage. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Granillo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Harina de avena.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Harinolina. ........................................
H a r i n a d e alfalfa.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
H u e s o molido. .....................................
500
E s t a cantidad d e alimento concentrado e s la que se h a de suministrar diariamen-
t e a cada animal, sin tener en cuenta la edad o tamaño del puerco, y a la que deberá
añadirse el maíz, cebada, milo maíz, kafir feterita, etc., necesarios para obtener los
resultados que s e persiguen.
P a r a obtener rápido progreso con esta alimentación, s e recomienda que el maíz d e
cualquier clase que s e a o cebada, s e muela tan finamente como la harina, y s e agre-
gue al concentrado en seco. S e hace después un atole con esta mezcla y agua sucia d e
la cocina, leche descremada o agua simplemente, siendo preferible la leche descrema-
da. E s t e atole s e hará de l a consistencia del jocoque, pero de modo que pueda escu-
rrir con facilidad. Si s e hace m á s espeso o m á s ralo no s e obtendrán buenos resultados.
140
L a cantidad d e harina d e maíz que s e mezcla con e l concentrado debe s e r suficiente
para que s e llene el puerco. Es de recomendarse especialmente que cuando s e t r a t a d e
u n gran número de puercos s e les d é 12 alimentación en distintos comederos o por lo
menos e n distintos compartimientos d e l mismo comedero.
S e r á del todo conveniente preparar d e una sola vez u n a mezcla de 50 kilogramos
o más, d e este alimento concentrado, d e acuerdo con el número d e cerdos que vayan
a s e r alimentados; para e s t e objeto d e b e r á tenerse a la mano u n bote, cubeta o cual-
. <
quier recipiente cuya capacidad nos s e a conocida, pues d e e s t e modo s e evitará e l in-
conveniente d e tener que e s t a r pesando a cada momento, que ocasionaría pérdida d e
tiempo. P a r 2 preparar 50 kilogramos del alimento concentrado, úsense l a s siguientes
proporciones :
Kilogramos.
Tankage. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12.500
Granillo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12.500
Harina d e a v e n a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9.000
Harinolina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.500
Harina d e alfalfa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.500
H u e s o molido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.000
50.000
Destetamiento d e los lechones.-Los lechones deben i r s e acostumbrando a comer
el concentrado antes de destetarse. E n esta edad no podrán tomar los 500 gramos
del alimento, y por e s t a razón e s necesario mezclarlo con 250 gramos d e harina d e '
maíz, dándole la consistencia del atole. S e va aumentando gradualmente l a cantidad
hasta que los lechones lleguen a comerse 1.500 kilogramos entre todos. Cuando ya es-
t é n en condiciones d e tomarlos, déseles los 500 gramos d e alimento concentrado, con
el maíz o harina de maíz q u e sea necesario para que queden llenos, como s e indicó
125 antes, que será cuando e l lechón tenga un peso d e 25 a 30 kilogramos, estando ya en
125
condiciones d e comer maíz suficiente para completar el concentrado.
90
H a s t a los 4 meses d e e d a d s e recomienda que los cerdos s e alimenten tres veces
65
al día y después d e e s t a fecha, únicamente dos, dándoseles entonces solamente 250 gra-
65
mos en cada comida y cuando es t r e s veces al día s e les d a r á l a tercera parte cada
30
vez. Si s e nota que los puercos no s e acaban todo su alimento, disminúyaseles nada
m á s la cantidad d e harina o d e maíz a la siguiente comida; si s e lo acaban todo y pa-
rece no haber sido suficiente, auméntese l a cantidad d e harina d e maíz pero n o la
i del alimento concentrado. E s t a s mismas instrucciones deberán seguirse cuando s e ali-
menten con maíz en mazorca.
P a r a animales e n desarrollo la cantidad d e maíz requerida puede s e r 500 gramos,
250 gramos o bien u n a s cuantas mazorcas; poniendo el concentrado en u n comedero y
el maíz en otro o bien en u n a plataforma para alimentación.
P a r a cerdos en engorda añádase a los 500 gramos de concentrado todo el maíz o
granos similares que los cerdos quieran comer, e l cual puede proporcionárseles e n ma-
zorca.
Alimentación con leche descremada.- Sucede con frecuencia que el criador tiene
141
además en su explotación l a industria d e leche, y que con motivo de l a manufactura
d e mantequilla dispone d e mucha leche descremada. Esta constituye u n alimento va-
liosísimo, que puede substituir con ventaja al maíz y al mismo alimento concentrado,
s i s e usa esta leche en una forma adecuada
y en suficiente cantidad. La manera d e pro-
porcionarla en debida forma e s l a siguiente:
H á g a s e una mezcla d e 25 kilogramos d e
harina de avena p 12.5 kilogramos d e harinoli-
n a y 12.5 kilogramos d e harina d e alfalfa. A
i
cada puerco, y sin tener en cuenta s u tamaño,
puede dársele u n a mezcla d e 4 litros d e le-
che descremada y 250 gramos d e las harinas
mezcladas. H a y que darles además todo el
maíz o granos similares que s e a necesario pa-
r a obtener buenos resultados.
Cuando los puercos s e acercan a los comederos a tomar los alimentos d e que ya
hemos hablado, ellos mismos s e encargan d e balancear S U ración d e una manera sa-
tisfactoria. Los alimentos deben s e r puestos e n distintos comederos o en distintos
compartimientos del mismo comedero, con el objeto d e que, h a s t a cierto punto; el puer-
co seleccione el alimento que m á s l e guste, y e s allí donde s e tiene l a ventaja con el
comedero automático, pues suprime al individuo encargado d e l a alimentación para que
ia esté proporcionando constantemente.
Muchos tipos d e comederos automáticos s e venden en el mercado, pero a conti-
nuación vamos a referirnos al que hemos creído de m á s fácil y económica construc-
ción que los demás, e l cual puede verse e n la figura 6 . E s t e comedero está
9 provisto d e una tabla movible, asegurada con tornillos que pueden apretarse con los
dedos, permitiendo así que s e a fácil regular con exactitud la cantidad d e alimento
que ha de estar saliendo constantemente, d e acuerdo con l a distinta consistencia d e
cada uno d e ellos. Cualquier clase d e comedero que sea, es necesario vigilarlo con fre-
cuencia para cerciorarse d e que l a salida esté regulada y que los depósitos estén to-

Comodoro automático
A los puercos en engorda s e les dará to- davía cargados. Con frecuencia sucede que el lodo que traen los mismos animales al
do el maíz que puedan comer. acercürse al comedero impide l a salida del alimento, y habrá necesidad entonces d e
P a r a animales en crianza debe dárseles 500 gramos o 1 kilo por cabeza; si el dar unos ligeros golpes para quitar el estorbo. La mayoría d e los comederos están
maíz está en mazorca debeyán ser t r e s o cuatro mazorcas. P a r a cerdos d e 25 a 50 ki- construidos con doble depósito, uno por cada lado, y los dos trabajan simultánea-
logramos d e peso es mejor darles 4 litros d e leche divididos en dos o t r e s comidas en mente.
vez d e dárselos d e u n a sola vez, pero recordando siempre que hay que agregar 250 Comederos para heno O forraje verde.-Es frecuente alimentar los cerdos e n el in-
gramos d e la mezcla de las harinas ya dichas a cada 4 litros d e leche. Es conveniente vierno con heno d e trébol o alialfa y como al dejarlos que libremente s e acerquen a las
conseguirse u n bote que sirva d e medida, para cada una d e las harinas que s e van a hacinas o al echarles al suelo esos iorrajes s e ocasionarían muchas pérdidas, s e h a vis-
mezclar, ccn el objeto d e evitarse el estar pesando a cada momento. t o la conveniencia de hacer u n comedero con un enrejado especial provisto e n l a par-
A1imentación y c u i d a d o d e la marrana.--La marrana antes del parto, debe estarse t e inherior de una batea o artesa que tiene por objeto recoger l a s hojas que s e despren-
alimentando con los 900 gramos del alimento concentrado, y el maíz o granos simila- den d e entre las rejillas y que d e otra manera caerían al suelo quedando inutilizadas.
r e s suficientes para conservarla en buenas condiciones de vida. Un tipo de comedero tal como lo hemos indicado, muy fácil de construir, está re-
presentado en la figura ?.
Cuando llega el parto no debe dársele alimento durante las 36 horas siguientes, al
cabo d e las cuales s e comenzará por darle 125 gramos del concentrado e n cada comi- Artesas O bateas.--Estas €orman parte del equipo d e alimentación d e los cerdos
d a y 250 gramos d e harina d e maíz 3 mazor- y que con mucha facilidad s e ensucian y vienen a s e r antihigiénicas, principalmente
cas. Ea cantidad de concentrado irá aumen- cuando s e trata d e las que tienen el fondo e n forma de V. Son preferibles por l a ma-
tando &a a día hasta llegar a 250 gramos en yor facilidad para asearlas, las d e fondo plano. E n e s t a s artesas s e les pone a los cer-
i'x6,,
cada comida, y todo e l maiz que quiera io- dos íos alimentos líquidos, agua sucia, leche
mer, al cabo d e una s e m a n a o sean 3 días descremada, etc., los pastosos o d e consisten-
después del parto, siempre que lo haya he- cia d e atole y los granos; pero no l a s mazor-
cho bien: y s i por el contrario, el parto es- cas. L a figura 8 muestra esta clase d e ba-
tuvo mal hecho, probablemente tardará más teas d e madera d e fondo plano, que tienen
tiempo para que llegue a tomar s u ración las ventajas d e que no las pueden voltear los
completa. 4it' cerdos con facilidad y d e que al comer no
s s e meten a ellas. Los alimentos son vertidos
Comederos.-Esta parte del equipo es la
m á s indispensable en u n a explotación d e cer-
2 en la parte de arriba y caen a los comparti-
mientos d e abajo.
dos. L a experiencia h a demostrado que cuan-
P a r a cerdos grandes las bateas pueden
do s e usan los comederos automáticos los cer- A r t e s a s Ó Bateas s e r d e 60 centímetros d e ancho y para cer-
dos pueden s e r engordados con m á s economía. Comedere paro heno

1142 143
 d e tengan acceso a la plataforma s e r á entonces el d e unión con la superficie del
suelo.
Corralitos #ara alimentar lechones.- Antes d e proceder al destetamiento d e los le-
chones, e s conveniente, irles dando u n a ración de granos, alimento concentrado, etc.,

Y
!
1
que complete la alimentación d e leche d e la
m a d r e como ya quedó dicho anteriormente.
P a r a poderles proporcionar esta alimentación
I por separado, e s necesario que estén en un
lugar defendido, al cual no puedan t e n e r ac-
ceso los puercos grandes y que les permita
sin embargo una entrada fácil a los puerqui-
tos. E s t a puede hacérseles poniendo a una
altura la última tabla d e l a parte inferior que
les permita entrar a ellos solamente. Esto, sin
b ,
embargo, tiene l a desventaja d e que ocasio-
Fiq N" 10 n a la tendencia a pandearse, que daría por
Corra lito pa -a al imen tac !& resultado una depreciación en su valor comer-
de lechones cial. Lo m á s conveniente es proveer al corra-
lito o enrejado d e u n a s entradas suficientemente altas para que quepan con toda facili-
dad los puerquitos, pero al mismo tiempo bastante angosta para que los cerdos grandes
no puedan meterse. Dentro d e este corral puede ponerse u n alimentador automático.
Figura 10.

dos en desarrollo d e 40 a 50 centímetros. La longitud depende del número d e ani-
males que vayan a s e r alimentados.
El aseo debe hacerse diariamente y en las primeras horas d e la mañana para que
no comiencen a entrar e n descomposición los restos d e los alimentos que h a n queda-
do en las artesas, los cuales s e quitarán valiéndose be una pequeña palita o algo que
haga sus veces. Un polvo fino d e cal apagada o una ligera blanqueada ayudará a con-
servar el material d e que está construída la artesa.
P i s o s o plataformas.- Los granos son demasiado valiosos para que no debamos te-
VIII.-EQUIPO
Sombras.- Durante el tiempo d e calor los cerdos deben estar en u n sitio fresco,
que puede acondicionárseles fácilmente con buenos árboles o un techado alto y abier-
to. M i e n t r a s m á s alto sea e l techado s e r á m á s fresco. Cuando l a temperatura e s de-
masiado caliente, es conveniente humedecer el lugar. S e d e b e procurar siempre la som-
bra natural d e los árboles o arbustos plantados a distancia corta para que formen u n a
espesa sombra, que s e r á preferible a cualquier sombra artificial.
Un techado fácil y d e construcción económica.-Los postes que sirve n d e sostén s e !

ner l a precaución cle dárselos a 10s cerdos, en tal forma que no haya grandes desperdi-
cios, como sucedería s i s e les tiraran al suelo. Una plataforma evita este Inconvenien-
te. S e puede construir de m a d e r a o de concreto. Las $e madera responden a las nece-
sidades, pero son antihigiénicas y pronto s e pudren, dando por resultado que a 12 lar-
ga cuestan m á s que las d e cemento, Las plataformas de concreto deben t e n e r el piso
rugoso para que no resbalen los puercos ; deden construirse con u n a , pequeña pendien-
t e para que s e a fácil el escurrimiento del agua en el momento d e a s e a r l a s ; deben te-
ner alrededor u n reborde d e 5 centímetros d e alto para que los cerdos no saquen el
grano cuando lo comen; deben construirse a cierta altura sobre e l nivel del suelo,
para q u e el agua d e las lluvias fuertes no escurra sobre ellas y las llene d e lodo. L a
figura 9 muestra una de e s t a s plataformas o pisos. Si la plataforma s e construye en al-
gún relieve del terreno, l a parte que queda a mayor altura del suelo debe rodearse
con u n a pequeña cerca para evitar que puedan caerse los cerdos: y el punto por don-
ponen en el terreno a una profundidad d e 90 centimetros, sobresaliendo del suelo 1.20 1
centímetros. S e hace una armazón f u e r t e que s e colocará sostenida por los postes, que i
sea capaz de soportar u n a capa d e 60 centímetros d e paja, ramas, yerbas secas, zacate,
etc. Si junto a este techado hay alguna corriente d e agua o algún depósito, e s convenien-
i
r
t e echar el lodo que s e acumula roceándolo encima para que ayude a mantener l a fres-
cura que s e busca debajo d e ella. Cuando el calor e s muy fuerte y existe mucha reseque-
dad e s conveniente echar agua encima del techado para que esté escurriendo por gotas.
Parideros.-Es d e gran importancia que la marrana s e a manejada antes y des-
pués del parto, de tal modo que s e salve el mayor número d e lechones. El paridero
d e b e s e r construído d e tal modo q u e satisfaga e s a condición. Dos objetos debemos
perseguir cuidadosamente si queremos salvar un gran número d e crías.
lo-La marrana deberá permanecer e n e l lugar destinado al parto, por lo menos 10 ' ,

144 145
días antes d e que éste llegue, a fin d e que d u r a n t e ellos conozca perfectamente su alo-
jamiento, pues d e lo contrario e s t á desconfiada y nerviosa, y al llegarse l a ocasión
s e obtendrá como resultado l a propensión a m a t a r algunos lechones.
20-El paridero deberá tener l a s siguientes medidas : para u n a marrana grande, de-
berá s e r d e 2.40 metros por 3.00 metros d e claro y 1.80 metros por 2.40 metros para
marrana chica.
El instinto dice a la puerca cómo acercarse y entrar a su cama sin aplastar nin-
guno d e los lechones, y si el alojamiento e s bastante grande así lo hará. D e b e haber
una barandilla d e resguardo alrededor d e l a pared, que debe estar por lo menos a 30
centímetros separada d e l a pared y a u n a altura del suelo también de 30 centímetros.
Nota.-El tankage que hemos incluido en l a fórmula del alimento concentrado e s . .
u n producto que s e obtiene sometiendo l a carne, huesos, sangre y d e m á s desperdicios d e
los animales a una alta presión a l vapor, a 189QC.,con lo que s e extrae gran parte d e la
grasa que tienen. Después s e exprime el producto con u n a prensa para sacar el jugo
d e l a carne, pasando después a l a desecación y pulverización. El polvo s e analiza quí-
micamente para determinar l a cantidad d e proteína que contiene, agregando cuando
s e a necesario sangre pulverizada, u n jugo h a s t a obtener l a riqueza d e u n 50% d e pro-
teína.
P a r a informes respecto al precio d e venta tanto d e este producto como d e las ha-
rinas d e alfalfa, avena, etc., diríjase usted al Consultorio Técnico Agrícola Ganadero,
calle Zaragoza número 916 Norte, Apartado número 17, Monterrey, N. L.

Toro Shorthorns. (Cortesía del Sr. Ing. J. Serrano H.)

El Empleo de la Sal en el Ganado Vacuno
P o r el Dr. J o s é FIGUEROA.
A sal (cloruro de sodio) existe y e s indispensable a todos los animales
puesto que entra e n la composición d e los tejidos del organismo; pero
sobre todo e n los líquidos y secreciones orgánicas. El tanto por ciento d e
cloruro de sodio e n el plasma e s constante, ya s e a que entre e n corta O
en suficiente cantidad e n los alimentos; pero a l a larga si hay deficien-
cia d e la s a l en l a alimentación se descloruran los tejidos. L a cantidad
l consecuencia una masticación e insalivación d e los alimentos m á s perfecta, quedando
d e cloruro d e sodio del organismo permanece bija y las d e la alimentación y urinación
varían paralelamente; los animales herbívoros son más golosos para l a sal que los car-
nívoros; el total d e cloruro d e sodio en u n bovino adulto pasa d e dos kilos, y siendo
eliminada gran cantidad diariamente por los orines, sudor, lágrimas, leche, etc., es ne-
cesario aportar al organismo dicha cantidad; s i los forrajes consumidos por los ani-
males contuvieran l a cantidad d e sal eliminada diariamente, no habría necesidad d e
suministrárselas ; pero éstos son generalmente pobres en cloruro d e sodio ; contienen
cuatro veces menos cantidad d e la existente en los organismos y d e aquí su necesidad.
¿Quién es el criador que no h a visto lamer a sus animales l a s paredes y el suelo
d e su hacienda? 2Y qué es l o que persiguen estos animales al hacerlo? L a respuesta
es sencilla: la necesidad orgánica, l a carencia d e ella en suficiente cantidad, obliga al
animal a hacerlo; pero l a ignorancia o el abandono d e muchos d e nuestros ganaderos no
siempre s e las suministran.
La sal e s u n alimento; e s , además, u n condimento; excita el apetito por su gusto
particular, que hace que los alimentos se tomen con más gusto, y obra sobre las fun-
ciones digestivas de diversas maneras. D e s d e luego, cosa que sabemos todos, provo-
ca la s e d y viene la ingestión del agua e n mayor cantidad, l a cual ejerce dos funcio-
n e s : u n a mecánica, que mejora l a digestión reblandeciendo los alimentos, y la otra r
fisiológica, aumentando las secreciones. El aumento d e la secreción salivar trae como
así el bolo alimenticio mejor preparado para sufrir las transformaciones subsecuentes.
La secreción clorhídrica del estómago s e hace a expensas del cloruro d e sodio d e
la sangre, y mientras m á s abundantes s e a n el jugo gástrico, el pancreático, l a bilis, etc.,
'
que son los encargados d e transformar los alimentos, será la asimilación, pues en
general, cuando l a marcha d e la digestión e s buena, la d e m á s funciones lo e s
también.
S e h a observado que la f a l t a d e cloruro d e sodio trae u n a disminución en e l peso 1.

146 147
d e 10s animales, y la administración d e la s a l en cantidades convenientes produce una
retención d e agua y cloruros con aumento ¿e peso, haciendo a los animales m á s vigo-
rosos y a su pelo suave y lustroso. E n los toros ejerce una acción muy eficaz sobre su
potencia generatriz; e n las hembras aumenta l a producción d e la leche y en los anima-
l e s d e carnicería la producción d e la carne aumenta, siendo, la carne además, d e mayor
consistencia y d e mejor sabor.
Los criadores suizos creen que cada kilo d e sal bien distribuída produce 10 kilos
d e carne.
La sal como tónico que es, tonifica los tejidos dándoles mayor firmeza y densidad;
los tejidos ccnsistentes y densos, son m á s resistentes que los blandos y linfáticos, lo
cual trae una mejora e n la salud d e los animales y una mayor resistencia a ciertas
enfermedades, pues los microbios se desarrollan con más facilidad en los tejidos lin-
fáticos que en los consistentes.
La sal es, pues, uno d e los elementos m á s importantes d e la ración y con frecuen-
cia, ya s e a por negligencia o economía mal entendida, no s e hace uso d e ella.
Cuando s e hace uso d e forrajes averiados, o d e mala calidad, l a sal les quita el
mal sabor, impide en parte los perjuicios ocasionados por Ia ingestión d e éstos, debido
a su poder antiséptico y por aumentar el coeficiente digestivo y favorecer su elimina-
ción.
El modo d e administrarla varía, según el método d e cría que s e siga: en los anima-
les estabulados, puede hacerse U S O d e los blocks o bolas que expende el comer-
cio, colocándolas a su alcance en los comederos y espolvoreando los alimentos acuosos
con la sal molida o rociando con soluciones saturadas los secos.
En los campos, nuestros criadores usan varias clases d e sal y la suministran de Toro Holstein. (Cortesía del Sr. Ing. J. Serrano H.)
diversas m a n e r a s : eii algunas haciendas existen pilas o atarjeas revestidas d e betún o
cemento y destinadas para salar las boyadas; este procedimiento tiene l a ventaja de lo y medio a dos kilos y medio son bastantes para matar u n buey). E n otras l a d a n en
(que no s e desperdicia l a sal y el inconveniente d e que e s difícil d e graduar la canti- sl agua, para lo cual los vaqueros s e ponen en el abrevadero y van cortando a los ani-
d a d ingerida y algunos animales comen m á s d e l a necesaria, lo que provoca algunas males e n puntas pequeñas, que retiran cuando creen que han tomado la suficiente.
veces u n a acción purgante y a veces h e visto producir hasta l a m u e r t e a causa d e la Cuando están repartidos los bueyes a los medieros, algunos administradores acostum-
ingestión d e grandes cantidades, cuando los animales están muy ávidos d e ella. (Un ki- bran d a r l a s a l a cada mediero para que é l s e las d é a sus animales; pero e n estos
casos generalmente los medieros s o n los que la aprovechan y no los animales. 1

P a r a el ganado ladino, difícil d e manejar, y a1 que r a r a s veces s e junta fuera d e

Vaca Guernsey, Condesa Prue. Campeona
de raza de producción. (Cortesía del
Sr. Ing. J. Serrano H.)
I L a de Colima, que e s l a m á s apreciada, d e cristales grandes, transparentes y d e
I
Segis Peiterje. Vaca campeona del mun-
do en producción, (Cortesía del
Sr. Ing. J. Serrano H.)
los herraderos, los caporales y vaqueros riegan la sal en montoncitos e n ciertas par-
js
t e s ya conocidas de los animales generalmente en las piedras o donde e l terreno es
duro. L a sal tiene gran influencia sobre lo alzado de los animales y ayuda venta-
ir
josamente a l a junta d e los animales y a su domesticación y l a emplean para aque-
renciar los animales extraños a l a hacienda, lo cual prueba el bienestar que experi-
mentan.
Hay varias clases d e sales en l a República, y las principales son:
sabor francamente salado.
L a d e S a n Luis, que e s una mezcla d e cloruro y sulfato d e sodio, eflorescente y d e
sabor ligeramente amargo.
L a denominada s a l d e tierra e s d e cristales pequeños color gris ocroso, delicues- P

148 149
b
centes y d e sabor un poco amargo, y contiene: cloruro de calcio y magnesio, sulfato d e
calcio, nitrato de potasio, fierro, sílice, alúmina, etc., y materias orgánicas. Es l a s a l
que m á s s e emplea en nuestros animales por su baratura,
E n algunas regiones dan otras sales que m á s bien son tierras saladas, o llevan a
los animales a lugares tequesquitosos a terrearlos, pero estas prácticas no son t a n re-
comendables como e l uso d e sales puras.
Algunos autores aconsejan d a r a los animales diez kilos por año y por animal, y
otros solamente cinco; pero la experiencia h a demostrado que l a mejor proporción d e
sal que debe darse al ganado vacuno es d e 8 gramos diarios por cada 100 kilos d e peso,
variando naturalmente según los terrenos: en los bajos y húmedos debe darse ma-
yor cantidad que e n los altos y secos: e n los climas f r í o s m á s que e n los ardientes y
secos y según la época d e l año y el objeto a que s e destinan los animales, pues los
que trabajan y que, por lo tanto, sus funciones son muy activas, necesitan dosis m á s
elevadas d e sal para el buen ‘funcionamiento que los inactivos.
L a administración d e s a l tiene mucha influencia sobre algunas enfermedades para-
sitarias: administrada diariamente a los animales que s e crían en terrenos húmedos y
pantanosos, o salando estos terrenos, se previene la Distomatosis, también llamada
Palomilla del Hígado, Conchuela, etc., y mejora mucho a los animales atacados d e l a
enfermedad.
Sobre los parásitos d e la piel y sobre todo las garrapatas, casi no hay agricultor
que no haya observado que, en salando el ganado, éste suelta l a garrapata, por cuyos
motivos la sal e s u n precioso elemento para combatir l a Piroplasmosis (Ranilla) des-
garrapatando a los animales, pues bien sabido e s que l a garrapata e s l a transmisora d e
la enfermedad.
En los casos d e meteorismo la administración de u n litro a dos d e solución d e
sal a saturación d a muy buenos resultados.
E n el tratamiento de las heridas los lavados d e agua de sal, y e n el de las fístu-
las l a intrusión d e la sal bien pulverizada; en ambos casos da buenos o mejores resul-
tados que otros medicamentos.
P o r todo lo expuesto s e verá los múltiples beneficios que nos proporciona una subs-
tancia que s e encuentra e n todas partes a u n precio relativamente corto y de l a que no
s e hace el U S O que debiera hacerse. Si e s por ignorancia, ojalá que e l presente d é el
resultado apetecido y si e s por descuido, que sirva para recordar a nuestros ganade-
ros sus usos ya citados.
ADVERTENCIA
Nuestro jróxims número, correspondiente al mes de enero, publícará
l E n l a importante revista apícola American B e e Journal por el m e s d e octubre d e
un informe detallado d e la actuación de la Comisión Nacional de Irrigación
Kusta el 31 de diciembre de 1931.
150
Aprendamos a Tomar la Miel de Abeja
Por el Prof. A. R. ANZALDUA.
A miel e s el mejor azúcar que s e ha tenido h a s t a la fecha. Los antiguos
no conocieron otro y siempre s e conservaron sanos y iuertes.
La miel es e l producto del néctar recogido por las abejas d e milla-
r e s d e flores, e l cual pasando por las glándulas invertina queda con-
vertido e n dicho producto, que contiene en su mayor parte glucosa o
azúcar d e uva.
;Existe en el mundo otro laboratorio tan admirable y magnífico como el que po-
see la abeja?
Indiscutiblemente que no.
;Existe en e l comercio alguna glucosa m á s pura y mejor que l a producida por
la a b e j a ?
’ Seguramente que no.
Debemos u s a r la miel en nuestros alimentos, ya s e a untada e n u n pan o bien
disuelta e n agua.
Dos cucharadas d e miel en u n vaso d e agua es u n magnífico refresco, que nos d a
energía.
La miel aumenta l a fuerza al obrero y fortalece l a inteligencia al hombre pen-
sador.
Es muy recomendable para el raquitismo d e los niños: para l a clorosis d e los jó-
venes, así como también para conservar y dar salud a los ancianos.
La miel es asimilada inmediatamente, evitando e l trabajo de las glándulas que s e
encuentran en nuestro estómago, las cuales s e encargan d e transformar la sacarosa o
azúcar d e caña e n glucosa o azúcar d e uva, supuesto que las abejas ya han efectuado
dicha transformación.
L a miel es utilizada en l a cocina, en l a repostería, en la fabricación d e dulces, cre-
m a s para l a cara, vinos d e todas clases, vinagre, alcohol: los médicos la recomiendan
para curar varias enfermedades, como por ejemplo para la garganta, el estómago, in-
somnios, anemia, ojosr bilis, etc., etc.
E n seguida voy a insertar algunos casos, d e los cuales h e tenido conocimiento y
e n los que aparece la miel d e abeja como elemento empleado para l a curación d e algu-
n a s enfermedades.
1930, en l a página 487, el señor Edwin A. Smith, de Oklahoma, dice lo siguiente:
“El empleo de la miel d e abeja bara l o s ojos.- Observando el artículo por Jes Dal-
ton, en l a revista .de septiembre, a e s t e respecto, página 440. Un hombre llegó en un
camión el año pasado y m e dijo que tenía una catarata gruesa que cubría su ojo; que
151
 ericicultura en
N los t r e s artículos anterio-
res hemos expuesto aun-
que someramente lo que
4 por d e pronto conviene di-
vulgar respecto al cultivo
“/ ’
d e la morera, que estima-
mos urgente y d e fácil eje-
cución, y deberíamos ahora comenzar a tra-
tar del aprovechamiento de !a hoja d e ese
árbol precioso y de riqueza s i n igual como
elemento básico para l a producción d e la
s e d a ; pero no queriendo perder l a oportuni-
dad, vamos a dejar para e l siguiente nú-
mero Ia continuación del asunto meramen-
t e sericícola, con objeto de tratar e n éste
d e algo muy serio y d e importancia suma,
referente a las formas de desarrollo d e l a
sericicultura e n México, que pretenden
el doctor l e había dicho que s u ojo tenía que s e r operado. Dicho hombre compró u n a
adoptar empresas extranjeras, con grave
jarra d e miel en mi tienda y la usó poniéndose e n el ojo una gota t r e s veces al día. perjuicio para nuestro país, halagando d e
Después m e dijo que la catarata habia desaparecido y que su vista estaba enteramen- preferencia al Gobierno.
t e clara. E s t e es el primer caso que conozco en el cual la miel h a sido empleada para Es el caso d e que los japoneses s e han
dado cuenta d e que México en u n futuro
curar las cataratas d e los ojos”.
próximo o lejano s e r á su principal compe-
Cuando trabajaba en el Apiario d e l a Dirección General d e Agricultura, e n el año tidor en la producción d e l a s e d a y, lo que
de 1922, llegó a dicho establecimiento el señor Abitia, productor y manipulador d e pe- e s peor para ellos, les disputaremos e l gran
lículas, quien había solicitado el permiso respectivo para tomar u n a película d e Apicul- mercado d e los Estados Unidos del N o r t e
que ahcra disfrutan a s u satisfacción; pues
t u r a y con dicho fin llevaba consigo al artista Acevedo.
siendo nuestro país cuatro veces m á s ex-
Un día conversando con el señor Abitia m e contó que había padecido u n a vez u n tenso que e! Japón y acondicionado como
derrame biliar, habiendo sido atendido por médicos, sin obtener resultado satisfacto- el mejor del mundo para el desarrollo rá-
pido y fácil d e la sericicultura, podríamos
rio, pues su enfermedad no cedía y que había sido desahuciado por los médicos; que
s e r los primeros prcductores de la rica
su ropa estaba teñida d e amarillo. Una persona l e recomendó que tomara l a miel d e fibra, h a s t a el grado d e superar a Ia d e to-
abeja y habiéndolo hecho quedó completamente curado. do el orbe, si fuéramos capaces d e en-
S e podrían citar muchos casos en los cuales la miel ha sido empleada para curar contrar el modo d e despojarnos de nuestra
indolencia atávica y surgieran de! s e n o d e
varias enfermedades, pero sería cansar demasiado la imaginación d e las personas que s e
l a Patria hombres de alta visión, d e f u e r t e
sirvan leer e s t e artículo y por otra parte m e apartaría por completo d e l objeto que m e empuje y d e convicciones arraigadas que
h e propuesto, que e s el demostrar la utilidad d e la miel. penetraran al fondo d e l a cuestión d e que
tratamos y sacaran avante la nave del Es-
E n vista d e lo expuesto, s e comprenderá desde luego que l a miel d e abeja es de
tado, h a s t a eso. con poquísimo esfuerzo y
gran utilidad y que no d e b e faltar en ningún hogar. sin necesidad d e hacer grandes erogacio-
Aprendamos a tomar la miel d e a b e j a y estaremos como los antiguos, sanos y nes. P a r a prevenir e l ánimo del lector,
fuertes. apuntaremos e s t e dato m u y importante : los
Estados Unidos del Norte importan s e d a
en la actualidad del Asia y d e Europa, pe-
152
Por el prof. Homobono GONZALEZ.
IV
ro principalmente d e l Japón, por valor d e
muy cerca d e QUINIENTQS MILLONES
DE DQLARES anualmente, porque aque-
llos nuestros vecinos no pueden explotar
la sericicultura sino en regiones muy limi-
tadas, dentro d e 12 Florida, California y Te-
xas, y tienen tal necesidad d e la s e d a le-
gítima que los ha obligado a eximirla d e
los derechos d e importación y pagan grue-
sas s u m a s por fletes, los cuales ahorrarían
si nosotros fuéramos sus abastecedores co-
mo h a d e suceder alguna vez indefectible-
mente.
P u e s bien, los japoneses, que son calcu-
ladores, que estudian sus asuntos con jui-
cio y los llevan h a s t a su madurez con me-
sura y serenidad, ven que sólo e s posible
detener d e pronto el golpe formidable d e
México impidiendo arteramente y por me-
dios indirectos que l a sericicultura s e des-
arrolle en nuestro país, o cuando menos
que s e estacione dentro d e u n medio raquí-
tico e n escala t a n inferior que no alcance
a contrarrestar los efectos d e su enorme
producción d e s e d a ni les arrebate su gran
mercado en Norteamérica, y uno d e s u s
primeros pasos h a sido venir a establecer
fábricas de tejidos d e seda, TRAYENDO
SU MATERIA PRIMA a título d e que
aquí no s e produce todavía en cantidad bas-
tante, y han comenzado por halagar al Go-
bierno, diciéndole que importan sólo l a SE-
DA DE DESPERDICIO, dizque para en-
señar a la m u j e r mexicana l a s labores del
tejido, pidiendo con este ardid que s e les
exima del pago d e derechos d e importación.
Una vez establecidos en México los ja-
poneses en e s a forma, continuarán e l des-
arrollo. d e la hábil política que a e s e
respecto han seguido los d e m á s extranje-
ros que explotan d e años atrás, a sus an-
chas y en nuestro perjuicio, las fábricas
d e tejidos d e s e d a establecidas bajo los
auspicios de anteriores administraciones
poco o nada previsoras, que, sin condicio-
n e s y antes bien con amplísimas prerroga-
tivas, les permitieron establecerse, para
153
ponernos en nuestro camino cuantos obs-
táculos h a n estado a su alcance a efecto d e
impedirnos el desarrollo d e l a sericicultu-
ra, hallados como s e encuentran con los
frecuentes contrabandos y, lo q u e es peor,
con el disfrute d e verdaderos privilegios :
pues rechazan sistemáticamente toda la se-
d a d e producción nacional, diciendo seca-
. ,,
mente al vendedor “eso no sirve , con !o
que infunden el desaliento y logran que el
mexicano d e j e de producir s e d a : y h a sido
t a n perniciosa e s a acción malévola de los
extranjeros malagradecidos, que h a s t a en
las demás clases sociales nos hemos
encontrado con algunos individuos que,
al presentarles nuestras m u e s t r a s d e seda,
nos h a n dicho en forma interrogativa : “qué,
¿ y a sirve la seda del país?”: teniendo que
presentarles pruebas traídas d e s d e l a época
colonial basta nuestros días, para dejar de-
mostrado que la s e d a d e México h a sido
siempre d e la mejor: pues Motolinía en l a
Epístola proeminal d e su Historia de los
Indios dice: ‘‘ES tierra (refiriéndose a l a
Mixteca) muy poblada y rica, adonde hay
minas d e oro y plata, y muchas y muy bue-
nos morales, por lo cual s e comenzó a
criar aquí primero l a s e d a : y sale TAN
BUENA que dicen los maestros que l a tra-
tan, que l a tonotzi es mejor que l a joyante
d e Granada (“tonotzi”, nombre indígena
d e nuestra s e d a : “joyante”, s e d a f i n a ) : y
la joyante d e esta Nueva España ES MUY
EXTREMADA DE BUENA SEDA. Más
adelante, dice: “La seda que en e s t a s par-
tes s e hace, aunque h a s t a ahora es muy
poca, ES TAN FINA QUE AUNQUE LA
ECHEN EN COLADA FUERTE, NO DES-
DICE’: y por lo que hace al incremento
que tomó la sericicultura, no e s por demás
transcribir esta otra cita: “ E n l a ciudad d e
los Angeles (hoy Puebla) hay algunos ve-
cinos d e los españoles, que tienen cinco y
seis mil pies de morales, por lo cual s e
criará aquí tanta cantidad d e s e d a que SE-
RA UNA DE LAS RICAS COSAS DEL
MUNDO, Y SERA ESTE EL PRINCIPAL
LUGAR DEL TRATO DE LA SEDA; por-
que ya hay muchas heredades d e ella, y
con la que por otras muchas partes d e la
Nueva España s e cría y s e planta; desde
aquí a pocos años s e CRIARA MAS SEDA
EN ESTA NUEVA ESPAÑA QUE EN
TODA LA CRISTIANDAD”.
154
Ahora, por lo que hace a l a época pre-
sente, citaremos e s t e hecho muy reciente :
E n enero del ano actual, el encargado d e la
Estación Sericícola “Acero” de Monterrey,
Nuevo León, nos comunicó lo que sigue:
“ P o r medio d e la presente, comunico a us-
ted e l regocijo que m e embarga el darle l a
satisfactoria noticia, d e que en esta Esta-
ción Sericícola Experimental “Acero” d e l a
Compañía Eundidora d e Fierro y Acero
J e Monterrey hemos conseguido u n a s e d a
similar a LAS BUENAS SEDAS EURO-
PEAS, pues para cerciorarnos completa-
mente de su excelente calidad hemos en-
viado a nuestro ingeniero Feidt u n a mues-
t r a d e las primeras que s e devanaron e n
el torno especial que s e nos envió d e Eu-
ropa. Dicha madeja, después d e observa-
d a por nuestro ingeniero, fué enviada para
su examen técnico al laboratorio d e estudio
d e Lyon, Francia. E s t e centro nos envía el
resultado d e su análisis, cuyas cifras re-
f l e j a n claramente l a calidad d e nuestra se-
d a y el cual dice:
Boleta número 850. Lyon, 18 noviembre,
1930.
Estudios efectuados sobre u n a madeja
d e unos 35 gramos d e s e d a cruda, amari-
lla, mexicana.
Elastícidad % 22-21-20-21-19.
Tenacidad gramos 45-50-40-60-50.
Título 12,95.
Número d e 1,000 metros en kilo 0,722”.
Y que aquella política insidiosa de que
hablamos antes s e seguirá desarrollando
con m á s actividad aún, lo vienen a corn-
probar plenamente estos hechos: el 14 d e
septiembre de 1929 los señores Dr. L. K.
I e d a y socios, que con e l nombre de “Ja-
pón en México” establecieron u n a fábrlca
d e tejidos d e seda en Alamos, Sonora, so-
licitaron el apoyo d e l a Secretaría d e I n -
dustria para conseguir d e l a d e Hacienda
los eximiera del pago d e derechos d e im-
portación, o s e les redujera al mínimo, en
tratándose únicamente d e la hilaza obte-
nida DE LOS DESPERDICIOS DE LA
SEDA. E s t a solicitud f u é turnada a la
Junta Nacional Directiva de Sericicultura
con objeto d e oir su opinión, y después d e
concienzudas consideraciones, la Junta l a s
concretó en los puntos siguientes :
1”-Que para e l aprendizaje d e las obre-
ras mexicanas bastaría unos cuantos me-
’
60-E1 vivero, l a cría modelo y el labora-
ses, o un año como máximo. torio deberán fungir d e acuerdo con la la-
D-Que por tratarse d e u n a industria bor general d e e s t a Junta.
que comienza y que merece por e s t e hecho ?‘-La exención d e impuestos, o s u re-
f una ayuda generosa, puede ampliarse h a s t a ducción al mínimo, podrá cancelarse por
cinco años l a exención d e derechos o su falta d e cumplimiento, o m a l funcionamien-
reducción al mínimo, para LA HILAZA to del vivero, l a cría o el laboratorio a
PROCEDENTE DE L O S DESPERDI- juicio de e s t a Junta. También s e r á motivo
CIOS DEL CAPULLO, siempre que el Dr. d e cancelación e l rechazar por parte d e
I e d a y socios s e comprometan al estable- l a fábrica e l capullo o s e d a devanada d e
9
cimiento d e un vivero para moreras, con producción nacional, cuando no s e expre-
capacidad d e medio millón d e plantas,
.sen- razones o deficiencia d e l a clase a n t e
anualmente. En las condiciones normales,
$1 ‘ este vivero ocupará u n a extensión d e diez
hectáreas y l a cantidad d e semilla nece-
la Junta.
@-Indicar a l a Secretaría d e Hacienda
y Crédito Público recomiende a sus agen-
saria para l a almáciga s e r á d e u n kilo. Las tes u n a vigilancia especial para l a s e d a que
plantas-producidas deberán cederse gratui- s e introduzca, pues ha de ser é s t a DEL
tamente a los pueblos d e l a región y poner DESPERDICIO y no s e d a devanada.
l
el resto a disposición de l a Junta. El resultado que tuvo el asunto f u é que
3°-Asimismo s e comprometerán dichos l a Comisión M i x t a de la Grande y Peque-
señores a establecer una cría modelo para ña Industria pidiera, el 18 d e diciembre d e l
la enseñanza de la cría del gusano d e seda mismo año 1929, a l a fábrica “Japón e n Mé-
entre los habitantes de l a región, ense- xico” que comprobara por medio d e factu-
ñanza que deberá s e r también gratuita. r a s el costo d e l a s e d a a que s e refiere
4Q-Que s e comprometan el señor Dr. L. su solicitud y e l consumo probable que
K. I e d a y socios a abrir el mercado a la tendria la fábrica, y no contestó a l a Co-
producción mexicana del capullo, en tér- misión, sina que dejó pasar en silencio
minos equitativos, d e acuerdo con l a Junta. bastante tiempo para venir a solicitar nue-
50-Del mismo modo, el señor Dr. L. K. vamente, s i n hacer aprecio d e !o anterior,
I e d a y socios establecerán u n laboratorio que s e le exima del pago d e los derechos
para l a selección d e los huevecillos d e l gu- d e importación, NO YA DE LOS DESPER-
sano que s e críe en la región. DICIOS, sino d e LA MATERIA PRIMA.
La Formación de Arbole os Sistem as
Nacionales d
COMO PUEDE RESOLVERSE ECONOMICAMENTE ESTE PROBLEMA
P o r Daniel F. GALICIA.-(Fore, al).
OSS i s t e m a s Nacionales d e Riego están ya produciendo cosechas, E s t o
debe considerarse como algo verdaderamente excepcional, pues e n nues-
tro medio, d e los eternos proyectos, es muy raro ver a éstos convertidos
en u n a realidad t a n feliz como la d e campos que producen abundantes
frutos, después d e s e r considerados h a s t a hace muy poco tiempo como
. . . . . .
desiertos absolutamente inútiles para el cultivo: este éxito es el mejor
exponente d e lo que *es posible hacer aplicando voluntades y esfuerzos bien intencio-
nados en provecho del país.
155
L

Sintiendo l a ineludible obligación d e cooperar, aunque s e a e n forma insignifican-
te, a l a resolución integral d e algunos d e los múltiples problemas que s e presentan en
obras como las emprendidas por l a Comisión Nacional de Irrigación, m e voy a referir,
no por s e r d e sobra conocida, a la utilidad q u e tienen las arboledas para los agriculto-
res, principalmente cuando s e distribuyen e n debida forma en los terrenos en cultivo,
sino a los factores que d e b e n tenerse en cuenta esencialmente para lograr el estable-
cimiento d e dichas arboledas, así como a l a forma que puede emplearse para l a for-
mación d e arboledas en los diversos Sistemas y Proyectos d e Riego.
D e s d e luego deben tomarse en consideración los dos puntos capitales siguientes,
aparentemente opuestos e n t r e sí, y que es necesario conciliar. El primero es la urgen-
t e necesidad d e dotar a los Sistemas y Proyectos d e Riego d e los árboles suficientes,
e n clase y en niámero, para l a s diversas aplicaciones que deben t e n e r e n la práctica,
‘1
como proporcionar sombra y adorno en las carreteras, calzadas, hogares de agriculto-
res, acequias ; proveer d e materiales d e construcción para casas, graneros, postes para
cercos, reparación de útiles d e labranza, etc.; y, por último, formar las cortinas rom-
pevientos, t a n útiles para proteger toda clase d e ‘cultivos contra los fuertes vientos,
principalmente e n la parte norte del país. El segundo punto e s que los árboles, por re-
gla general, crecen lentamente, necesitándose gran número d e años para verlos des-
arrollados, por lo cual, además d e requerir algunos gastos, muy pocas veces e s aborda-
do el problema.
P a r a conciliar esos puntos, sólo s e requiere que las autoridades superiores d e l a
Comisión Nacional d e Irrigación presten atención y apoyo, m á s bien moral que econó-
mico, a los trabajos d e extensión forestal, pues como s e verá m á s adelante, la inicia-
ción d e los trabajos relativos no requiere f u e r t e s inversiones, pudiendo llevarse a ca-
bo con l a s asignaciones fijadas generalmente a los Proyectos.
El problema puede plantearse en l a s dos partes principales siguientes :
I.-DE RESOLUCION I N M E D I A T A
Creación d e arboledas e n los terrenos ya irrigados o susceptibles d e regarse, para
proporcionar a los agricultores no solamente u n lugar alegre y confortable en qué vi-
vir, sino también los elementos necesarios que s e obtienen d e los árboles, como son
combustible, materiales d e construcción, abrigo contra los elementos naturales, etc.
II.--DE RESOLUClON POSTERIOR
Formación d e las mismas arboledas en l a s cuencas superiores d e recepción d e las
presas ya construídas, para aminorar los terribles efectos d e la erosión del suelo y
evitar el azolve d e las referidas presas, que con el transcurso d e los años s e convierten
e n u n a verdadera amenaza para dichas obras.
D a d a s las condiciones económicas del país y l a urgencia d e resolver el proble-
ma, convendría iniciar d e s d e luego los trabajos a que s e refiere el primer punto, sin
que ello quiera decir que el segundo no demanda atención, sino simplemente q u e el
desarrollo d e éste podría demorarse algo más, mientras lo permitan l a s condiciones
generales.
E n l a producción y cultivo d e árboles destinados a la resolución d e l a primera par-
156
9
t e del problema d e b e considerarse l a necesidad o urgencia d e que estos árboles al-
cancen el máximo d e crecimiento e n el menor tiempo posible; a continuación s e cla-
sifican según su rapidez d e crecimiento y diversas aplicaciones.
a ) Arboles que proporcionen sombra y ornato en carreteras, calzadas, jardines,
escuelas, hogares; los que f i j e n los bordes d e canales y acequias, etc.
b) Arboles apropiados para formar cortinas “rompevientos” protectoras d e habi-
taciones, establos, cultivos agrícolas y frutales, ganados, etc.
c) Arboles susceptibles d e producir maderas para construcción, postes para ter-
1 cos y d e transmisiones, reparación d e implementos agrícolas, combustible, y si posi-
1
l ble maderas comerciales.
l d) Arboles d e doble objeto, o s e a n aquellos q u e al mismo tiempo que proporcio-
. nan sombra y ornato admiten algún aprovechamiento industrial, como l a morera por
el gusano de seda, el nogal por l a nuez, etc., etc.
Los árboles para los usos antes indicados pueden obtenerse a u n costo muy bajo,
en pequeños viveros que s e f o r m e n e n los Sistemas y Proyectos d e Riego respectivos,
viveros que pueden t e n e r superficie variable, entre media y diez hectáreas, o m á s si
e s preciso. Esto no es difícil conseguirlo, sobre todo en los Sistemas ya establecidos.
E n estos lugares s e d a r á preferencia al cultivo de los árboles señalados en l a s fraccio-
nes “c y “d”, que son los d e m á s lento crecimiento, pues los d e las fracciones “a” y
“b” pueden plantarse directamente en su lugar definitivo, siempre que s e elijan espe-
cies apropiadas y de rápido crecimiento.
El costo d e las semillas es t a n bajo q u e s e pueden obtener con l a s cantidades
regulares asignadas para gastos d e los Sistemas d e Riego, o por donaciones d e parti-
culares amantes d e l a propagación d e árboles. En cuanto a l a mano d e obra, e s posible
obtenerla con dos o t r e s peones u hortelanos, de que disponen l a s Estaciones Experi-
mentales de los Sistemas referidos: y e l servicio d e transportes con el equipo d e los
Sistemas, de acuerdo con l a s necesidades.
L a s instrucciones necesarias para l a marcha d e los trabajos, épocas d e siembra, es-
pecies adecuadas, etc., pueden obtenerse d e ;na Sección que, para atender estos pun-
tos, s e forme en el Departamento Agronómico de l a Comisión Nacional d e Irrigacián,
tendiendo a organizar, lenta pero seguramente, lo@trabajos en cada una d e las unida-
‘ d e s d e l a citada Comisión, d e acuerdo con los problemas especiales de cada lugar y
región, así como d e los elementos disponibles.
>: *
Como una demostración d e que es factible llevar a l a práctica las ideas anterior-
mente citadas, señalaremos el hecho d e que el Proyecto Valle d e Juárez, Chih., y el
Sistema Nacional d e Riego número 4 (Don M a r t í n ) , unidades dependientes d e l a Co-
misián Nacional d e Irrigación, h a n iniciado ya la formación d e viveros d e árboles, sin
que los trabajos allí emprendidos hayan exigido erogaciones especiales sino que han
sido hechos con los gastos aprobados p a r a l a s tantas veces referidas unidades.
E s conveniente insistir e n e l hecho d e q u e el costo de mantenimiento d e los cita-
dos viveros no h a gravado e n u n solo centavo extra l a s erogaciones del Gobierno Fe-
157
I .-
 ,i
deral, y sí pueden considerarse como formalmente iniciados los trabajos d e dotación
de arboledas a esas regiones, pudiendo asegurar que en dos años m á s s e podrá resol-
ver e n esos lugares el punto 1 d e l problema enunciado en e s t e artículo, e s decir, el
señalado como d e resolución inmediata. El entusiasmo con que s e h a n acogido estos
trabajos y el impulso que l e e s t á n dando los señores ingenieros Luis Arteaga y M a -
nuel García, directores d e l a s unidades citadas, son l a mejor garantía de que s e ob-
t e n d r á éxito.
Si el experimento iniciado recibe l a ayuda moral, m á s que material, d e las autori-
dades encargadas d e velar por e s t a clase d e trabajos, en u n futuro próximo veremos
a los Sistemas y Proyectos d e Riego dotados d e las arboledas suficientes, e n calza-
das, carreteras, etc. Ya con el convencimiento de que no s e requieren f u e r t e s s u m a s
para realizar esta labor, e s d e desearse que s e imparta una ayuda efectiva, organi-
zando los trabajos e n firme, para dar cima a l a resolución d e este problema.
La Rosa en España
P o r Pedro DOT.
N España los amantes d e pensadas con primeros premios e n concur-
las rosas son, afortunada- sos extranjeros tales como: Duquesa d e
mente, cada dia m á s nu- Peñaranda, Cayetana Stuart, F . Cambó,
merosos, y las rosadelas Luis de Briñas, Catalonia, Aurelia Capde-
s e encuentran también e n vila, Carito McMahón, Lucia Zuloaga, Con-
gran número, y a s e a en d e s a d e Sástago y otras muchas.
los parques públicos como Como ya hemos indicado, d e s d e hace
l a del Retiro d e Madrid, ya l a d e l parque unos años s e nota en nuestro país una
d e Montjuich, en Barcelona, o en jardi- evolución hacia la rosa cada día m á s acen-
nes particulares. H a c e sólo una decena d e tuada, pues antes e n nuestros jardines no
años que tanto el horticultor como infini- s e salía d e las Paul Neyron, Tosca, Perle
d a d d e particulares adquirían los rosales d’Or, Capitán Christy, Frau Kar? Druschki
en su mayor parte en el extranjero, sien- y otras variedades por e l estilo. E n Anda-
do las naciones preferidas : Holanda, Fran- lucía dominaba toda l a región el rosal
Souvenir d e la Malmaison, planta que s e
cia y e l Ducado d e Luxemburgo. Las cla-
s e s ímportadas eran portadoras d e etique- adaptaba a la perfección en aquel clima.
tas con nombre extranjero; por ejemplo H o y abundan en nuestros buenos jardi-
Etoile d’Holande, M m e . Edouard Herriot, nes y también e n las casas d e los m á s
Lady Hillingdon, R e d Star, Frau Karl humildes aficionados, l a s m á s recientes
Druschki, etc. novedades, siendo los Ville d e París, An-
Hoy l a producción nacional empieza a géle Pernet, Margaret M c G r e d y , Lady
s e r importante, aunque no suficiente, y l a s Margaret Stewart, Kardinal Pifli, M m e .
novedades españolas que embellecen nues- Pierre S. d u Pont, Orange, K i n g Gloria
tros jardines son ya numerosas, pudiendo Mundi, Swandown, Federico Casas, Mari;
citar entre o t r a s : L; Burés, Angel G u i m e - D o t , L; Burés y otras muchas y buenas va-
rá, Federico Casas, Paloma Falcó, Direc- riedades, las que alternan con l a s m á s po-
tor Rubió, Apeles M e s t r e s y Mari Dot. pulares rosas antiguas e n el decorado y
Pronto serán puestas al comercio otras ob- vistosidad de nuestros jardines.
tenciones nacionales, algunas ya recom- . E n Barcelona, gracias al malogrado ar-
158
quitecto paisajista Mr. Jean c. N.Foreiter,
f u n d a d o r , del famoso concurso d e rosales
nuevo’s conocido con el nombre d e Baga-
telle (París), así como también a M r . J.
H. Nicolás, y al director d e los parques
públicos d e Barcelona, señor Rubió, s e h a
creada u n concurso internacional d e rosas
nuevas, otorgándose como primer premio
u n a medalla d e oro a la mejor rosa del
concursop y otra medalla, asimismo d e oro,
d e la ciudad d e Barcelona, a la variedad
que haya dado más cantidad d e flores en
verano y otoño, con preferencia a l a s que
sobresalgan por s u novedad, vigor y sani-
“Director Rubió”, nueva rosa bautizada con
este nombre en honor del director de
parques públicos de Barcelona.
dad. E s t e concurso tiene lugar en el re-
cinto d e los jardines del palacio d e Pe-
dralbes (Barcelona), plantándose cinco
plantas d e cada variedad en grupos, y du-
rante el plazo d e un año el Ayuntamiento
d e l a ciudad s e encarga del cultivo, abo-
no, riego, vigilancia, etc., etc., d e todas
las plantas presentadas a concurso. Dia-
riamente, la Dirección toma nota d e las
flores producidas por cada rosal, datos
que sirven el día de l a reunión del jurado
que tiene lugar en otoño. L a s personas
nombradas para que s e adjudiquen los
159
premios durante las diversas fases d e l a
floración, estudian l a s m á s meritorias con-
diciones de l a s plantas presentadas, y, au-
nando los datos tomados por l a Dirección
a los propios, conceden las dos medallas
mencionadas m á s t r e s certificados d e mé-
rito.
El aludido concurso, cada día m á s con-
currido, s e compone d e nuevas clases d e
rosales recibidos de Inglaterra, Irlanda,
Luxemburgo, Holanda, Italia, Alemania y
Checoeslovaquia, siendo m á s numerosos
cada año los nacionales q u e toman parte.
P a r a visitar e l concurso d e rosas d e P e -
dralbes, e s necesaria u n a invitación d e l a
Dirección de Jardines Públicos, l a cual s e
obtiene fácilmente e n cualquier hotel, ofi-
cina d e Fomento d e Turismo, etc.
El principal objeto del concurso de ro-
s a s d e Pedralbes tiene por fin estudiar las
mejores rosas d e otoño y las que mejor
s e adapten al clima mediterráneo, pues
e s d e sobra conocido que no siempre !a
mejor rosa para el clima d e París, Buenos
Aires, Wáshington o Madrid, s e adapta
bien en el nuestro o viceversa, exceptuan-
do, claro está, determinadas variedades
qUe vegetan y florecen perfectamente bien
en diversos climas.
Actualmente s e halla en período d e for-
mación, en Barcelona, l a sociedad d e Los
Amigos d e las Rosas. iniciada por el señor
Ros y S a b a t e r : esta agrupación tendrá por
misión el fomento y amor d e la Rosa d e
Honor, consistente e n una artística y ori-
ginal rosa d e oro y plata, premio que só-
lo s e concederá d e presentarse u n a rosa
excepcional, pudiendo quedar desierto si
ninguna de las rosas presentadas reune las
condiciones exigidas.
E n España, ccmo en todas partes, exis-
t e n gustos muy variados: no obstante, en
lo referente a l a s rosas dominan en su ma-
yoría los que prefieren el color rojo vivo,
y flores grandes, llenas, d e tallos largos y
bien sostenidos por el pedúnculo, no de-
biendo faltar a la flor un suave perfume.
Los colores modernos anaranjado, rojo
coral y amarillo girasol, son también es-
timados, y no i a l t a n tampoco en nuestro
país los enamorados d e las pequeñas 10-
B a s multif lor a s denominad a s Pitiminís.
Son contadas las personas que en Espa-
ña tienen predilección por l a s rosas sim-
 ples, las que por cierto son apreciadísimas
en Inglaterra, obteniendo en e s t e país mu-
chas d e ellas los primeros premios d e los
concursos. No gustan tampoco aquí las
rosas cabizbajas que los anglosajones de-
nominan “pegging down”. E n n u e s t r a s so-
saledas y en muchos sitios e n los troncos
de los árboles no faltan los rosales tre-
padores, abundando los Wichurianas, quo
desarrollan bien en toda l a Península y,
muy especialmente, en l a región andaluza,
siendo el m á s popular el denominado Do-
rothy Perkins.
D u r a n t e bastantes años corrió por todo
e l mundo la leyenda d e que e n la Alham-
bra d e Granada existía u n rosal d e gigan-
tescas proporciones que contaba con 600
años d e existencia, el cual había sido plan-
tado por u n rey moro. Tuve noticia d e ello
por u n a carta que recibí d e los Estados
Unidos, en l a que u n antiguo presidente d e
la American R o s e Society s e proponía es-
cribir u n libro referente a los rosales his-
tóricos, y m e pedía detalles y fotografías
del famoso rosal d e la Alhambra. Debi-
damente documentado, hube d e contestar
que el. célebre rosal ya no existía; que no
vegetaba en la Alhambra, sino en los jar-
dines del Generalite; que s e trataba del
conocido rosal Maréchal Niel, plantado allí
hacía unos 60 años, e l cual creció d e una
manera prodigiosa, llegando a cubrir con
su r a m a j e a u n gigantesco Taxodium, lo
que l e daba un majestuoso aspecto, y aún
más cuando estaba e n plena floración, y
que, al preguntar por el famoso rosal los
maravillados turistas extranjeros, s e con-
vertía por obra y gracia d e los cicerones
en el fantástico rosal d e los 600 años plan-
tado por u n rey moro, y así corrió por el
mundo entero l a leyenda del gigantesco ro-
sal que es orgullo d e nuestros jardines
granadinos.
E n nuestras montañas son varias las ro-
sáceas espontáneas; pero nunca h e visto
ninguna verdaderamente interesante corno
lo son las chinesas Moyesí y Hugonis, l a
capucine bicolor y la Persian Yellow: por
cierto que esta última debió s e r introdu-
cida en España hace ya muchísimos años,
pues actualmente s e l a encuentra en mu-
chas viejas casas existentes e n !a región
d e Cataluña.
También se intensifica mucho el cultivo
160
. .~
d e rosales para flor cortada: especialmen-
t e en Cataluña y Valencia, que marchan
a la cabeza en el comercio floral, s e h a n
plantado muchos. Antes las variedades pre-
feridas e r a n : L a Tosca, Jonkkeer J . L.
Morck Capitán Christy, F r a u Karl Drus-
chki, Paul Neyron, Los Pitiminis Perle
r y Cecile Brunner; pasando por s e r
actualmente las preferidas : Roselandia,
Rcsa “Cayetana Stuart”. Obtuvo medalla
de oro en el concurso internacional de
Bagateile (París) en el año de 1930.
Hadley, Ville d e París, Mari Dot, Mme.
Butterfly, Orange King y algunas otras
que s e cultivan en menor cantidad.
Los rosales silvestres que s e emplear:
más comúnmente para porta-injertos y q c e
mejores resultados h a n dado, son las va-
riedades Canina laxa, y para el forzaje el
Maneti, este último poco usado. E n An-
dalucía da excelentes resultados e l Indica
mayor. El injerto m á s en boga e s el de
escudete, siendo preferido d e los viveris-
tas. H a y quien multiplica los rosales d a
estaquilla, principalmente los aficionados,
pero no todas las variedades arraigan t a n
fácilmente como los multifloras y los Wi-
churianas.
L a hidradación en España e s t á dando
excelentes resultados, comentándose muy
favorablemente por doquier nuestras oh-
- diciones que s e b u s c a n ; pero para ello hay
“Mari Dot’’, una de las rosas nuevas de
más sorprendente colorido que se cano-
cen. Es una creación de nuestro
colaborador D. Pedro Dot, el
famoso hibridador español.
tenciones. Llaman poderosamente la aten-
ción sus maravillosos colores, no faltando
quien denomina a nuestra Li Burés “the
most pictorial rose’, así como también
“panorama of color”. A m i rosa M a r ; Q o t
s e la considera absolutamente nueva d e
color dentro d e las r o s a s ; también el per-
161
f u m e d e M m e . Gregoire Staechlin (rosa
con nombre extranjero e n atención al malo-
grado M r . Forestier), h a sido elogiada en
todas partes, pues según una revista fran-
cesa e s tal “el perfume que exhala que s e
percibe a varios metros d e distancia” y
que “su belleza h a r á soñar a los rosalistas
del mundo entero”. E n cuanto al follaje,
nada d e j a que d e s e a r ; muchas de nuestras
obtenciones lucen sus hojas anchas, como
barnizadas, lo cual da a la planta un bri-
llante aspecto.
H a y quien afirma que la creación d e
nuevas rosas está ya t a n explotada que no
e s posible lograr nada que supere a lo ya
creado; yo opino lo contrario: que a pesar
d e s e r la rosa l a flor que m á s s e h a some-
tido a cruces o hibridaciones e n t r e sus di-
f e r e n t e s especies, estamos sólo en el a. b.
c. para l a obtención d e la rosa ideal, p u e s
si bien entre las que actualmente existen
las hay llenas d e encantos, la que posee to-
d a s las buenas cualidades, como vigor, ri-
gidez del tallo, forma elegante, maravilloso
colorido, doblez necesaria, abundante y
lustroso follaje, floración abundante y sa-
na, le faltará seguramente el perfume, y si
bien éste podrá poseerlo otra r3sa con
otras muchas cualidades, l e faltará proba-
blemente rigidez en el tallo, y e n otra SLI
follaje s e r á propecso a enfermedades, etc.,
eic.
Una rosa puede modificarse perfeccio-
nándola cada vez más, cruzándola con otras
clases que reunan una o varias d e las con-
que poseer una gran dosis d e paciencia.
u n a constancia d e muchos años yq para ma-
yor éxito en la labor, operar e n climas CO-
mo el nuestro, por ejemplo, d e l a región
mediterránea, donde e l sol, casi siempre
brillante, nos presta la m á s preciada ayu-
da. ¿ H a b r á d e s e r l a península ibérica la
que en fecha no lejana produzca l a rosa
soñada, l a más p e r f e c t a . . . ? El tiempo lo
d i r á ; pero yo tengo gran confianza en que
d e ella salga la más hermosa rosa, la m á s
perfecta, la más cantada d e las flores.
 O A X A C A
Sus Elementos de Riqueza
S la Entidad Federativa don-
d e l a historia moderna d e
México h a escrito algunas
d e sus páginas m á s hermo-
s a s y l a historia antigua
nos revela un pasado d e
grandeza, con ruinas gigan-
tescas que han resistido a los siglos.
Oaxaca es el suelo clásico d e la libertad
y donde formando u n intrincado laberinto
d e montañas s e unen las cordilleras d e
nuestro suelo para formar el punto d e par-
tida d e 10s Andes. Bajo un cielo de zafiro
velado por vaporosas y sutiles nubes, es-
t á esa tierra hermosa, embalsamada por
brisas murmurantes, bañada e n el s u r por
las rugientes olas del Pacífico. P a r e c e que
en esa región d e la República el Destino
quiso derramar todos los dones d e l a be-
lleza, esmaltó sus jardines con multitud d e
flores que lucen la espléndida gama d e
sus matices, las rosas purpurinas, los 1i-
rios que engalanan los tranquilos lagos,
cuya superficie serena y azulada e s roza-
da a veces por las alas inquietas d e las
goIondrinas.
Los m á s altos picachos del Zempoalte-
petl son testigos mudos d e su m á s anti-
gua existencia, después del movimiento
tectónico que ocultó bajo las aguas una
gran extensión d e su territorio, pues hoy
apenas quedan para s e r admiradas por la
civilización actual aquellas ruinas d e Mi-
tla, de belleza y arquitectura jncompara-
bles, que los mayas dejaron e n su peregri-
nación, desde l a América Central, mismos
que, después ¿e fundar poderosos señoríos,
162
Por Roberto Quirós Martinez.
fueron perdiendo sus características etno-
lógicas por su cruzamiento con otros pue-
blos. Es lástima que el fanatismo e igno-
rancia d e los españoles haya dado lugar a
l a destrucción d e los códices, jeroglíficos
y monumentos que e n sus páginas tenían
grabadas la historia d e esos aborígenes,
razón suiiciente para que hoy desconozca-
mos su verdadera civilización.
Bástanos pues con referir que, después
d e la ocupación del Valle d e Huaxyacac o
Oaxaca por Ahuizotl, estuvieron pagando
fuerte tributo al imperio azteca; que en
1524 s e fundó allí l a villa d e Antequera,
que m á s tarde adoptó el nombre d e Segu-
r a d e la Frontera, sufriendo múltiples vi-
cisitudes, hasta que e n 1529 el Alcalde
Juan Peláez d e Barrio trazó l a ciudad con
la topografía que aún conserva. E n 1787
se le dió categoría de Intendencia. E n 1857
quedó erigida en Estado Libre y Soberano
dentro d e la Confederación Mexicana y el
15 d e abril d e 1922 promulgó la Constitu-
ción General d e 1917.
El Estado d e Oaxaca siempre h a sido
eminentemente celoso d e sus libertades.
Allí s e inmortalizó e l Cura Morelos el 25
d e noviembre d e 1812. Fué la cuna del
ilustre Juárez, cuyo solo nombre al pro-
nunciarlo hace que evoquemos las palabras
i Independencia !? i Reforma 0 y i Progreso !
E n tiempo d e l a intervención francesa f u é
teatro d e grandes acciones guerreras en
que s e cubrieron d e gloria las armas 1i-
berales, en fin, Oaxaca h a producido a la
República hombres n o t a l l e s , en todos los
aspectos d e la vida y miles d e héroes ig-
Vista parcial de la ciudad de Oaxaca, Qax. (Foto. Méx. Fitograflco. Gpe. Rgo., D.F.)
nsrados que formaron las falanges mixte-
co-zapotecas dotadas del valor legendario
d e sus antepasados.
R A Z A S .-IDIOMAS
L a s razas nativas que pueblan el Es:ado
son l a zapoteca, mixteca, mazateca, mixe,
chinanteca, cuicateca, chontal, huave, popo-
loca, triquí, náhuatl, zoque, chocha, maza-
hua, amusga y residuos insignificantes d e
otras, todas las cuales invitan al etnólogo
para que s e dedique a estudios en extre-
mo interesantes. Además d e sus propios
idiomas o dialectos hablan algunos el ca-
huillo, chol, huasteco, mame, mayo, ópata,
otomí, pame, p o p o l o c o totonaco, tzendal
y yaqui, aunque todos, siguiendo el ejem-
plo d e la raza blanca o mestiza, hablan el
español que s e reconoce como l a lengua
nacional.
L o s extranjeros residentes e n el Estado
son españoles, chinos, sirio-libaneses, es-
tadounidenses, alemanes, ingleses, france-
ses, cubanos, italianos, turcos, japoneses,
guatemaltecos, salvadoreños, sud-africa-
nos, colombianos; siendo el. orden en que
s e enumeran, la importancia d e sus gru-
pos, aunque hay también individuos d e
163
otros países, pero no s e toman en cuenta
debido a su exiguo número,
POBLACION
Ateniéndonos al último censo general
practicado en mayo d e 1930, Oaxaca tiene
una población d e 1.070,852 habitantes, d e
los cuales 553,819 son varones, entre los
que s e anotan muy POCOS con defectos fí-
sicos y mentales, pues e n su mayoría son
hombres fuertes y bien formados. La po-
blación tot21 s e descompone a s í : las t r e s
cuartas partes de raza indígena, y el resto
en mezclada, blanca y extranjera. E n tér-
minos generales d a un tanto por ciento
sobre el total d e 38.55 menores d e e d a d ;
20.26 de solteros; 30.93 d e casados; 7.28
d e viudos: 1.49 d e divorciados.
Como l a mayoría d e l a población es in-
dígena y los gobiernos anteriores poco s e
preocuparon por su instrucción, el porcen-
taje d e analfabetas es d e u n 50% en nú-
meros redondos, pero, si carecen d e los
beneficios d e la civilización, gozan en cam-
bio d e costumbres sanas y nada refracta-
rias a la cultura. Al efecto, tomamos como
exponente al pueblo de Yalalag, situado al
NE. de l a capital d e Oaxaca, en la sierra
 .”“ 1

d e Ixtlán y en las estribaciones del cerro
Zempoaitepec, a unos veinte kilómetros d e
M i t l a y a treinta de Tlacolula.
Allí, el respeto para los ancianos e s
muy grande; e l adulterio casi n o existe;
los jóvenes viven sólo guiados por el ejem-
plo d e sus padres y por los d e l a sociedad
d e que forman p a r t e ; a las m u j e r e s s e las
somete a una estricta vigilancia y sobre
todo s e las priva d e todo trato con perso-
nas desconocidas; su sencillez llega al ex-
parece kimona de impecable albura y man-
gas cortas y anchas, adornada por peque-
ñas cintas d e seda con borlas tejidas. El
vestido para días d e fiesta es generalmen-
t e bordado d e seda a franjas horizontales
y a colores. Lo que más l a s caracteriza e s
el peinado: partido éste en dos bandas por
el medio d e l a cabeza y partidas éstas en
tres gajos, con los que s e hace l a trenza,
a la cual antes d e terminar s e l e agregan
los “tlacayoles” o s e a un rollo d e diez o
U

tremo d e bañarse juntos individuos d e am-

bos sexos, sin dar señales de perversidad.
Todos s e dedican habitualmente a sus la-
bores y nadie s e convierte en peligro so-
cial. S c n afectos a los juegos y diversio-
nes, música y danzas curiosísimas. Las re-
laciones entre parientes son iguales a las
d e l a minoria blanca. El ahorro s e practi-
ca en forma muy especial, es decir, ad-
quiriendo animales domésticos ; tanto los
varones como las mujeres no s o n afectos
a los adornos personales, pues n i siquiera
conservan en los dedos los anillos que l e s
sirven para celebrar su matrimonio reli-
gioso; apenas si é s t a s llevan u n collar d e
corales y cuentas que r e m a t a por u n a cruz
d e plata; l a indumentaria masculina con-
siste en camisa y calzón d e manta de al-
godón, hecha por las mismas mujeres ya-
laltecas; ceñidor d e color negro, azul o mo-
rado, huaraches y sombrero d e palma d e
anchas alas recogidas lnacia arriba y copa
muy b a j a ; adminículo e n colores negro,
plomo y morado, fabricado en Yalalag; en
tanto que la clase más acomodada usa gé-
neros estampados y d e punto, cotón y pan-
talón, zapatos y sombrero d e fieltro; l a s
mujeres adultas pueden considerarse tam-
bién divididas en dos grupos: l a s que vis-
ten a l a usanza d e los pueblos civilizados,
con más o menos lujo, y l a s que llevan el
t r a j e típico yalalteca, consistente en el
“setapa cuyuchi” o lienzo muy grueso y
resistente, d e color blanco, d e dos o t r e s
metros d e largo y uno de ancho, que s e en-
rollan al cuerpo, sujeto e n l a cintura por
una cinta o ceñidor, tejidos ambos por
ellas; abajo d e ésta s e adornan con u n a
pequeña y angosta tira d e petate o tejido
de tule. Encima d e e s e lienzo va e l “huipil”
o camisa, que cae desde el cuello hasta
abajo d e l a rodilla, prenda que más bien
doce cordones de lana negros (pues negro
y brillante también e s e l pelo, e l que s e
peina‘ con aceite d e almendras y “pitzche”
o s e a l a masa que tiene el hueso del ma-
mey), el cual mide una longitud d e dos o
t r e s metros, los que sirven para trenzar el
pelo, y cuando éste acaba los cordones so-
los, para cruzarse al nivel del nacimiento del
pelo, d e tal manera que cuando el tocado
s e h a concluído es echado hacia atrás, que-
dando como una especie d e turbante bas-
tante artistico y hirme.
Localizando las distintas razas, diremos
que la zapoteca s e extiende e n los valles
d e Oaxaca, desde Etla h a s t a Miahuatlán,
Pochutla y Juquila al sur, y desde l a capi-
tal hasta l a s sierras de Hxtlán, Villa Alta,
Choapam y Tuxtepec, al n o r t e ; y Tehuan-
tepec y Juchitán al e s t e ; y en Zimatlán,
Ocotlán, Ejutla, Tlacolula y Yautepec en
el centro; l a Mixteca, habita Ea parte occi-
dental y sur del Estado, o sea parte d e la
jurisdicción del Centro, y Etla h a s t a lindar
con Guerrero y Puebla, así como d e Zima-
tlán, Juquila y Jamiltepec y en Nochistlán,
Teposcolula, Coixtlahuaca, Huajuápam,
Tlaxiaco y Silacayoapam; ia Mazateca, s e
extiende en Teotitlán y parte d e Tuxtepec;
la Mixe o Ayook, que forma familia con l a
Zoque, s e extiende en parte de Yautepec,
Tehuantepec, Juchitán, Villa Alta, Choapam
y Juquila; l a Chinanteca ocupa parte d e Ix-
,9
tlán, Choapam, Teotitlán, Villa Alta, Tuxte-
pec y Cuicatlán ; la Cuicateca habita una pe-
queña área, comprendida por los pueblos
Quiotepec, Pápalos, Teponaztla, Tutepeton-
go, Teutila, Tetilalpam, Cuyamecolco y Tal-
pulalpam d e Cuicatlán y Nochistlán; la Cha-
tina, en parte de Juquila; la Chontaleña,
en Yautepec y Tehuantepec; la Náhuatl
en Teotitlán y Tuxtepec; la Huave, en Ju-
chitán y Tehuantepec; l a Chocha, en Te-
((Los Portales”, ciudad de Oaxaca, Oax. (Foto. Méx. Fotográfico. Gpe. Hgo., D. F.)
poscolula y Coixtlahuaca; l a Triquí, en
Tlaxiaco i la Amusga, en Jamiltepec.
El hecho d e conservar su pureza l a po-
blación aborigen, indica que mucho con-
tribuye a ello l a situación geográfica d e
Oaxaca, que s e encuentra entre los 1.5039’
y 18942’ d e latitud, y 93Q52’ y 98Q32’ d e
longitud oeste del meridiano de Green-
wich; lindando al norte y oriente con Ve-
racruz; al septentrión con Chiapas; al s u r
con el Grande Océano; al occidente y nor-
oeste con Guerrero, y e n la parte boreal
con P u e b l a ; ocupando por tanto una área
d e 92,211 kilómetros cuadrados.
I tos en bloque o a accidentes estratigráfi-
CONSTITUCION GEOLOGICA
La estructura del suelo del Estado es
sumamente variada, pues en ella están re-
presentadas casi todas l a s series d e rocas.
La región de los valles centrales s e h a
formado por l a s acciones dinámicas que
han obrado para producir el levantamiento
general d e la parte meridional del territo-
rio mexicano, llamada “ M e s a del Sur”. Es-
tas energías, al actuar sobre l a s rocas cons-
tituyentes d e e s t a comarca, h a n producido
transformaciones tanto por lo que s e re-
fiere a su naturaleza (dinamometamorfis-
mo), como a su estructura (plegarnientos
y disiocaciones) , originándose, a conse-
cuencia d e esta última, los valles centra-
les, cuyo relieve h a sido completado po: la
acción erosiva de las aguas y por las ma-
nifestaciones volcánicas que s e presentan
en varios lugares d e la región. H a y u n plano
geológico en el que se manifiestan las dis-
tintas formaciones dominantes, por m á s J
que en Tlacolula, Ejutla, Miahuatlán y Po-
chutla aflora e l arqueozoico o terreno pri-
mitivo, con su aspecto característico d e
masas aisladas, debido a fuertes movimien-
cos d e carácter complejo. E s t a formación
también aparece en l a zona norte en los
cortes profundos, o bien s e manifiesta
constituída por granitos alcalinos y gnéisi-
cos, gneis d e biolita, mica blanca, anfibola
o piroxena, esquistos cloritosos, mica-es-
quistos y cuarcita.
E n el cañón d e Tomellin (según m i
inteligente amigo el profesor Rafael Cas-
co, autoridad en quien vengo apoyando

164 165

mis trabajos), en su inclinación hacia
el norte y noroeste, encuéntrase e l gneis
en grandes espesores surcados por nu-
merosos diques, aunque contiene insig-
nificante cantidad d e materia arqueozoi-
ca, en tanto que otras regiones abundan
en rocas gneisicas muy esquistosas y mi-
cáceas verdes; aunque si s e penetra en
esta serie hallaremos masas irregulares
conteniendo caliza metamórfica marmori-
zada, conocida por mármol "cipolino’’,que
" tan las graníticas antiguas; ora como dio-
algunos autcres consideran posterior a las
rocas gneisicas, debido a que no sigue
una determinada relación con las capas es-
tratificadas. El cuarzo gris o ahumado, el
granate verde, amarillo o rosa, la mica vio-
leta y marmorizada, pueden considerarse
como los minerales principales que carac-
terizan el cipolino.
Tlaxiaco y Huajuápam abundan en jurá-
sico inferior del mezozoico e n el periodo
más antiguo; y las zonas fosilíferas d e los
ríos Tlaxiaco y Mixtepec, así como l a ba-
rranca del Consuelo, en areniscas cuarzo-
s a s y pizarras arcillosas, grises y negras,
del jurásico, que s e manifiestan e n hele-
chos 18%, cycadophitas %O%ó, coníferas 24r0,
cordaites 8 70, equisetonus 2% 70, cuyo
estudio paleobotánico ha permitido asegu-
r a r que la emigración d e plantas a Oaxaca
vino del hemisferio septentrional.
E n el cerro Titanía, inmediato a Tlaxia-
co, existen fósiles representantes del ju-
rásico superior, stellispongia bermensis,
millericrinus polycronas y variedades de
Exogiras. Además pueden reconocerse allí
los pisos neocomiano y mesocretácico, pues
d e l primero hay esquistos calcáreos, calca-
reo-arcillosos grises y calizas compactas,
y del segundo calizas y pizarras arcillosas.
E n todo el e j e o línea longitudinal del
Estado aparecen zonas alargadas d e piza-
rras arcillosas, areniscas calcáreas, mar-
gas y calizas compactas, en l a s que s e han
encontrado fósíles Xolcastephanus y Hoph-
Iites, o bien rocas cretácicas, limitadas en
su contorno por arqueozoicas o ígneas in-
trusivas y efusivas que interrumpen s u
continuidad.
Tlaxiaco es pródigo en diversas forma-
ciones geológicas, pues a más de l a s enu-
meradas hay alli como en Juxtlahuaca y
confines orientales del Estado, sedimentos
del Terciario, principalmente conglomera-
166
do rojo calizo y areniscas ¿e distintos gra-
dos, que s e presentan en forma d e man-
chones pequeños.
Las rocas ígneas intrusivas aparecen en
zonas cortas, ora stoks y batolitos o gra-
nitos alcalinos que s e entran en la base
del compleux sedimentario, como ocurre
en las playas y concentraciones d e feldes-
pato monoclínico y cuarzo; ora como peg-
mantitas rosadas y gráficas que represen-
ritas en forma d e cuñas, o bien las cuarci-
f e r a s micáceas y monzonitas cuarciferas
dentro d e las calizas y pizarras arcillosas,
Palacio de Gobierno en la capital de Oax.
(Foto. Méx. Fotográfico. Gpe. Hgo., D. F.)
En Tamazulapam, H u a j u á p a m y Coma-
tlán son notables las rocas instrusivas efu-
sivas d e la edad terciaria, d e las cuales
s e pueden enumerar las andesitas, las rio-
litas y los basaltos d e que tanto abunda
la vertiente occidental de l a República.
El Cuaternario s e encuentra e n Íorma
d e arenas y materiales arcillosos rellenan-
do las depresiones naturales del terreno,
o lo que es lo mismo formando los suelos
d e los valles.
A título curioso y complementario d e la
síntesis geológica que dejamos apuntada,
cabe decir que el Estado ha sido región
muy perturbada en todas l a s épocas d e s u
historia, ya por los temblores d e foco con-
tinental, ya por los maremotos, que algu-
nas autoridades atribuyen a ciertas direc-
trices, marcadas por fallas escalonadas en
l a región costera que tiene dirección igual
a l a d e Oaxaca y son casi paralelas a las
cadenas d e montañas de l a Sierra M a d r e
Occidental, y para t a l opinión s e apoyan
en que recientes sondeos h a n dado a CO-
r
Hermoso ejemplar del “Arbol del Tule”, tiene una circunfereneia de 52 por 39 me-
tros de altura. Oaxaca, Qax. (Foto. Méx. Fotográfico. Gpe. Hgo., D. F.)
nocer la existencia d e dos grandes fallas
submarinas, comprendidas : u n a entre el
puerto de l a Libertad d e El Salvador y el
puerto d e Salina C r u z ; y la o t r a localiza-
d a y limitada hasta hoy por esos sondeos
e n t r e Puerto Angel, Oax. y el extremo d e l
gran macizo montañoso q u e al precipitarse
e n el mar s e conoce con el nombre d e Ca-
bo Corrientes.
ASPECTO FISlOGRAFICO
Sobre este particular, Oaxaca tiene l a ca-
racterística de s e r sumamente quebrado y
montañoso, con fallas o cortaduras en for-
a m a de profundísimas barrancas, desfilade-
ros y cañones que contrastan con cimas
elevadísimas como la enhiesta del Zem-
poaltepetl, que forma el núcleo de donde
s e desprenden las principales ramificacio-
nes d e e s a gigantesca cordillera, conocida
J con el nombre d e Sierra M a d r e , y recorre
el territorio mexicano e n toda s u exten-
i
I
sión, de s u r e s t e a noroeste, empezando por
levantar e l suelo d e Tehuantepec y Juchi-
t á n hasta llegar a Villa Alta y Choapam,
e n donde s e bifurca en dos grandes ramifi-
167
i
caciones, una d e las cuales penetra a Ve-
racruz y Puebla originando l a Sierra M a -
dre Oriental, y l a otra sigue hacia el s u r
para continuar al suroeste y pasar a Gue-
rrero, donde toma el nombre de Sierra M a -
d r e del Sur, y al prolongarse rumbo al nor-
oeste e s conocida por Sierra M a d r e Oc-
cidental.
El Nudo del Zempoaltepetl no sólo es
considerado como el punto d e l a bifurca-
ción indicada, sino que d e él s e despren-
d e n otras muchas ramificaciones que tan-
to contribuyen e n l a accidentadísima topo-
grafía local donde s e distinguen los con-
trafuertes formando m e s a s y mesetas, va-
lles, cañones y barrancas, que sirven d e
lecho a las aguas que van a regar exten-
s a s superficies cubiertas d e espléndida ve-
getación, constantemente refrescada por
l a brisa del Océano Pacífico.
Los valles centrales, comprendidos en-
t r e los grandes macizos montañosos d e Ix-
tlán, limitados por la sierra d e Peñoles, l a
región d e las Sedas, que establece la di-
visión d e las vertientes del río del P a r i á n
y l a del Atoyac, que s e dirige hacia el s u r
para desembocar en el Pacífico, cortando
 a través d e l a Sierra M a d r e del S u r , son
por demás interesantes, hasta cooperar al
embellecimiento panorámico d e la topogra-
fía del Estado.
Quienes lo h a n recorrido admiran todas
las bellezas que encierra el Valle d e Ato-
yac, al cual s e considera, por algunos geó-
grafos, dividido en dos secciones: a l a pri-
mera Ilámasele “Valle d e Etla”, que alcan-
za hasta el estrechamiento e n t r e los ce-
rros del Fortín y la serranía d e M o n t e Al-
b á n ; y a la segunda “Valle Grande”, que
empieza e n aquel angostamiento, h a s t a li-
mitar con el Valle d e Tlacolula. E n cuan-
t o a su relieve, éste está formado por es-
tribaciones y lomeríos que s e desprenden
de los dos macizos oriental y occiden-
t a l : l a Loma Grande, que e s una prolon-
Palacio Municipal de Juchitán, Oax. (Foto.
Méx. Fotográfico. Gpe. Hgo., D. F.)
gación que s e desprende d e l a Sierra d e
Juárez con u n a dirección N. E. a S. W.,
formando con los planos W., d e la misma
sierra, el vallecillo d e S a n J u a n del Esta-
d o ; otro lomerío, angosto y alargado, que
arranca d e la misma serranía al S. E. d e
S a n Juan del Estado, s e prolonga con di-
rección S. W. h a s t a Etla, formando el va-
llecito por el que corre el arroyo S a n Juan
Guelache.
D e Etla continúa el lomerío con altura
insignificante paralelo al río, interrumpién-
dose e n varios puntos por los arroyos que
descienden del macizo d e la sierra d e Juá-
rez y otros que vienen a desembocar e n
e l Atoyac con otras pequeñas eminencias
aisladas, como l a del Señor d e las Peñas,
al S. W. d e Etla, y las d e la margen dere-
cha del río, como Santa Cruz Lachizalana
y rancho Alemán. El valle d e Etla s e ex-
tiende en s u mayor porción en l a pobla-
ción homónima.
“El Valle Grande”, que principia entre
los cerros d e Monte Albán y los d e S a n
Antonio d e la Cal, que corresponden a l a
parte extrema en la que termina l a serra-
nía que con u n a dirección general S. a N.
s e desprende d e los flancos S. del cerro
de Cuatecas y S. W. del Labrador, que se-
paran esta parte del valle d e los ríos To-
tolapam y Tlacolula, como su nombre lo in-
dica, esta sección del valle d e Atoyac pre-
senta u n a área más amplia q u e la primera;
su parte más angosta hállase entre l a zo-
n a d e confluencia del Atoyac con el río
G r a n d e hasta Zimatlán, S a n Pedro y San-
t a M a r í a Zegache, lugar donde s e presen-
t a un ensanchamiento hacia el E., que co-
rresponde al valle d e Qcotlán; hacia el
W. fórmase otro en que s e percibe u n re-
lieve m á s o menos elevado entre el que
ubican pueblos y haciendas importantes.
El relieve interior d e esta zona correspon-
d e a las estribaciones que s e desprenden
d e los macizos limítrofes, notándose en l a
parte plana elevaciones insignificantes,
siendo las principales de forma caracte-
rística en el W. de Ocotlán, en terrenos
del pueblo d e Asunción y hacienda Santa
Rosa.
Como s e ve no puede s e r poco pintores-
co el aspecto fisiográfico d e l Estado, don-
d e la mirada s e extasía desde las esbeltas
palmeras, que profusamente adornan los
litorales, hasta los frondosos árboles d e
maderas exquisitas que forman extensos
montes y bosques, casi inexplorados, y que
confunden las diversas tonalidades d e sus
colores con l a s crestas d e las serranías,
,
en que interviene imponente la limpidez
d e u n cielo siempre azul. Y si a todo esto
agregamos los maravillosos cuadros pano-
rámicos d e cada localidad, l a fauna con
sus innumerables especies que tanto es-
malta el bello plumaje de l a s aves cano-
ras, los mamíferos silvestres, domésticos
y la pesca riquísima y múltiple del océano,
los ríos y las lagunas, tendremos que el
conjunto ofrece, para cualquier dedicado,
u n ancho campo de estudio y contempla-
ción.
OROGRAFIA
Siendo ésta t a n complicada en el Esta-
do, s i intentáramos describirla en sus deta-
F‘

scalét 1:ñ
 Fábrica de Hilados y Tejidos “Vista Hermosa”. Etla, Qax. (Foto. México
Fotográfico. Guadalupe Hidalgo, D. F.)

lles ocuparíamos mayor espacio d e l que ; l a montaña que une los cerros Nindú, To-
disponemos ; sin embargo trataremos d e ha- cuzio, Nindú Mazundá, Xavanay, Teooatl
cer una síntesis, empezando por l a Sierra o Ninduzatechit. La d e cerro Rabón, en
M a d r e , que s e inicia e n el norte levantan- S a n Bartolomé, que forma los d e P e ñ a A1-
do el suelo d e Cuicatlán, Teotitlán, Ixtlán ta, M o n t e d e l a Estrella y Yucuyi, y una
y parte d e Tuxtepec hasta hacerlos suma- sierrita intrincadísima en l a que emergen
mente abruptos en sus grandes estribacio- otras montañas d e 12s que s e distingue l a
nes, tales como la d e Volcán N e g r o inme- d e Naxhiuganai que va a unirse con l a d e
diato a Cuicatlán, que desprende distintas Nanhiní d e Chilchotia, la cual, a su vez,
derivaciones. L a de la Luna en Teotilal- s e enlaza con l a ya citada sierra d e Zon-
pan, que d a origen a u n a sucesión d e mon- golica y la d e Ixcatlán, cuyos contrafuertes
tañas que terminan e n río Seco. L a del s e internan a Tehuacán, Pue. Ea de Ixtlán,
Toche que cruza Cuyamecalco y Chiquihui- abrupta e imponente, que comprende los
tlán y muere e n río G r a n d e ; la d e S a n cerros Pozuelos, Cuarentena, Naguetzire-
Juan en Nacaltepec que va a extinguirse ni, Peñasco d e Cuachirindó, Xiatitzia, Xia-
en río Tomellin. La d e Teotitlán, d e orien- rulava, Malacate, Pelado, Planada, rancho
t e a poniente, que arranca d e Tuxtepec y Pilatos, Buenavista, La Cumbre, La Cruz,
forma l a s enhiestas cimas d e los Frailes, Ralietzi, Yatuní, Calvario, Campanario,
M o n t e Pelado y cerro Vagastepec, hacién- Cuajimoloyas, Obispo, T r a m p a : las cum-
dose notable l a primera d e é s t a s ( L o s Frai- b r e s Siempre Viva y Cueva d e León, los
l e s ) , porque pasa por Cués y origina l a d e montes Xiacui y Laxopa, las cordillera d e
Tecomavaca y las serranías d e Quiotepec. S a n Felipe del Agua que arranca d e Ixte-
L a que s e inicia en cerro Clarin y s e pro- pexi y origina las eminencias d e Yalutari,
longa hasta Zongolica, destacándose en Nachiva, Mogote del Capitán, Sornbrerote,
ella los cerros Mindudatijí, Nindunaxhin- Yaremí. Iyiachi, Xiatavexi, Dos Cabezas y
da, Nindungá: Nindú, Duachacú, Mazuntá, otras muchas alturas d e menor importan-
Huehuetlán y Naxhinguía, y en Zoquiápam cia porque flustúan entre 1,500 y 3,000 me-

169
 tros sobre el nivel del mar, y, finalmente,
las de Tuxtepec, también pródigas e n enor-
m e s montañas enlazadas, de l a s cuales las
principales s o n : en Soyaltepec, Paso d e Vi-
gas, originada en el Naxiuchí, como ocu-
r r e con la d e l a Aguja que termina en
Ojitlán: l a de Playa Obispo que acaba en
Piedra d e Corral y la que separa los arro-
vos Mazin y Camarón, la de Maxhin y Ce-
rro Gordo, siguiendo ésta hasta unirse con
el cerro Santo Tomás, notables ambas por
contener una gran a b r a : d e Jalapa d e Díaz
que atraviesa ramificaciones d e la Sierra
M a d r e y termina en los cerros Cantor,
Murciélago y Coma1 en Ojitlán, cuya ca-
dena homónima cruza Usila y S a n Felipe,
en tanto que otro ramal sigue h a s t a Mon-
t e del M u e r t o en la conf1uencia d e los ríos
Santiago, Tlatepusco y Usila, y en l a ju-
risdicción de este último elévanse Arma-
dillo y Estrella, con cuyo nombre s e cono-
ce también otro cerro que con el d e la
M u l a y M o n t e Verde horma la cadena mon-
tañosa d e Coasimulco, que toca al Valle
Nacional y con los cerros Xagalaxi y M a -
chín por e¡ lado d e Ozumazín extiéndese
hasta Ojitlán. E n t r e otras serranias d e es-
t a misma zona norte que dejamos descri-
ta, anotamos la cordiilera que forma el
M o n t e d e las Casas.
La Mixteca Alta es. como l a sierra an-
terior, excesivamente escabrosa, de l a cual
emergen alturas considerables que alcan-
zan h a s t a 3,000 metros. E n Silacayoápam,
que puede considerarse corno la región más
intrincada en el Estado, destácanse 30s ce-
rros Colorado, Reparo del Lobo, Campo del
Ocote, Campo d e Batalla, Aguacilla, Con-
cordia, Yucusactu, T r e s Qcotes, S a n M a r -
tín del Estado, Caracoles, Coatiiio, Calera,
Cavayaji, Huastepec, Marina, Coronilla,
Gordo, Buenavista, Coycoyán, Ytotaye, Be-
llota, Yucumí, Tepehuaje, Cucugua, Epazo-
te, Igualtepec, Pajarito, Tamazoltepec,
Cuetla, Tolontepec, Yucumán, Copetón, Zo-
pilote, Blanco, Timbre y otros de menor
importancia. E n Huajuápam fórmanse di-
latadas y caprichosas cañadas debido a los
numerosos cerros y lomeríos, e n t r e 10s que
s e distinguen Soledad Chiquita, Soledad
Grande, Minas, Yucunizá, El Verde, Nopa-
lera, Huacamaya, El Castillo, el Quiote,
P e ñ a Rajada y El Mogote, d e donde par-
t e n varias cordilleras que s e forman en
territorio pobiano ; Camotlán, del Agua, P e -
ñ a Larga, Palmar, Gavilán, Yucundua, que
s e interpone en ambas Mixtecas : Posesión,
Flecha, Gusano, Cortado Yucutendodo, Hí-
gado, Tlacuyale, que nace de una confluen-
cia d e cadenas montañosas: d e las Nubes,
Nieves, Trampa, Las Pares, Flores, Plu-
mas, Pachón, Izotepec, Sombrerito, Fortín,
Tejocote, Levantado, d e donde arrancan
varias cordilleras muy accidentadas, Ota-
ta, Izotolepec, Santa Gertrudis, Chichihual-
tepec, etc., etc. En Teposcolula, d a d a su
situación, cruza de SE. a NOE. una cade-
I . .
n a de montañas que s e prolonga en unos
cien kilómetros aproximadamente y s e co-
noce por Cordillera V e r d e ; además exis-
t e n en esa región los cerros Yucuñindú,
Yucudiñí, Zahatomá, Loma Larga, Teyuchi-
canú, Tabacuy, Yucuyave, Totocué, donde
remata l a cordillera que fcrman el Yucu-
ñubando y Nduaño. Sería prolijo seguir
enumerando los demás cerros y lomeríos,
por m á s que todos ofrecen escabrosidad
y barrancos profundos. E n Coixtlahuaca
Ruinas de Mitla, Qax. (Foto.
“Salón de las C~lullinas’~,
son d e notarse la cordillera d e Santa Ca- México Fotográfico. Guadalupe Hidalgo, D. F.)
tarina d e donde surgen el Calvario, Gan-
dudo y Verde; la de Buenavista con el ve1 del mar, permite contemplar ambos Muralla, Yavecué, Nitacabacguia, Atitlán,
Veinte Idolos, Hormiga, Zotolín y Campa- océanos. Como d e allí arrancan las dos in- Cotzocón, Chiltepec, Quiaquietzé, Maco-
n a ; M o n t a ñ a Gande, d e Teopán, T r e s Cla- mensas sierras que van a levantar l a M e s a glié, Coamaca, Muntzeney, Danta, Guiaet-
vos, Tlapiltepec, Naate y Anillo d e la Mon- Central d e la República. conviene men- zu-guiag, Aguacate, Gua-nue, Espinazo del
taña Nochixtlán. cionar el Yacochi y el Brujas, sitos en su Diablo, Puxmecacán, Cornaltepec y otros
E n Tlaxiaco, como toda l a región sur origen y hacia el n o r t e ; en el oeste los d e m á s ; en Juchitán el mismo N u d o de Zem-
hasta P u t l a y Jamiltepec, puede decirse Metepec, Xuxustino, Ocotepec y Jayacax- poaltepectl accidenta todo el suelo, s ~ b e
que l a hermosa sierra d e l a Mixteca Alta tepec; en el este el d e M i t r a y más hacia todo en e l septentrión, donde las cordille-
e s sumamente pródiga en bellezas natu- el occidente las montañas Concohón, Go- r a s más notables s o n : Loayaga, Chimalpa
r a l e s : su topografía e s t á llena d e contras- papto, l a ramificación del Provincial, así y Mazahua y hacia el occidente la d e Al-
t e s v tanto las llanuras como las cañadas como el Duadalay, M o n t e Alegre, Carbón, briceas, ambas con numerosos y elevados
y barrancas las esmalta una vegetación lu- Piedras, Mirador, etc., etc.; e n el suroeste, cerros que sería extenso e n u m e r a r ; y en
juriosa. E n ella las eminencias principales l a cordillera Hpixsuppu, con 10s cerros Ca- Tehuantepec, región l a más privilegiada
son la Cordillera de Chicahuastla e Icun- chicobac, Yubgaguién, P u x e n t a y el Lobos por l a naturaleza y l a más codiciada por
dujia, en la que sobresalen los cerros Nun- en Tlacolula: la Coajimoloyas que des- su especialísima situación geográfica, los
diche, Yucunino, Negro, Yacuití, Zacate, prende los ramales d e Aguila y Yagllala- contrafuertes d e l Zempoaltepetl hacen el
Pico d e Yucundeíta, Amoltepec, Yucuyoco, t l co: desde Calavera c o n t i n k hormando suelo anfractuoso y d e complicados veri-
Yucuitaye, Yucuta, Yucusaca, Artenejas, rumbo al NE., Siete Picachos, M a c e t a y cuetos, que s e deprimen 2 medida que s e
Santa Rosa, Luz d e Plata, Campana y mu- Penitentes, lugar donde nace la cadena llega al m a r : sin embargo de ello, las emi-
chos otros, en todos los cuales el conjuntc montañosa Matahombres y Portillo; en el nencias son secundarias, pues apenas si s e
-
e s grandiosamente bello y l a naturaleza * *
sur, muy inmediata a Villa Alta, levántase pueden citar las ¿e Tabaco, montes d e
fuente inagotable de riquezas. e l Yecto Yetzé, e n Taguí, el T r e s Cruces 2,700 metros sobre el nivel del mar, Ximal-
E n la zona oriental, que participa tam- 9
y en Metepec, el Campanario; en jurisdic- tepec d e 2,900; Tutla y Amoltepec d e
bién d e la sureste toda vez que a ella co- ción de Choapam, cuyo suelo hácese excr- 2,100; Chivela d e 2,050; y así en menor
rresponde parte de Juchitán y Tehuante- sivamente escabroso aunque muy pakorá altura otras más.
pec, es esencialmente intrincada l a sierra mico, una ramificación d e la Sierra M a d r e La zona austral mucho s e distingue e n
o poderoso e j e de los Andes, cuya cima, origina numerosas cordilleras a las que Yautepec por lo extremadamente montaño-
midiendo hasta 3.397 metros sobre el ni- pertenecen el Horcones, Nopalera, Laguna, so y prolifero; la sierra d e M e x e s origina
171
.G
 muchas ramificaciones que abarcan exten-
s a s regiones d e otra jurisdicción o van a
morir en e l océano: distinguiéndose allí
l a s cordilleras Baeza, Sombrerito, Quiato-
ni, Nizaviguiti, así como numerosos cerros
y lomeríos. Miahuatlán igualmente ofrece
u n a topografía llena de anfractuosidades,
que l e dan varias ramificaciones d e l a Sie-
r r a M a d r e (región sureste), d e l a que sur-
gen eminencias de considerable altura, por
ejemplo: Zimaltepec a 3,000 m e t r o s ; Coa-
tlán a 2,800; S a n M a r t í n a 2,760: Llama-
r a d a a 2,750; Quemado a 2,506 y o t r a s
muchísimas aunque d e menor considera-
ción: Pochutla, d e terreno escarpado y pin-
toresco, participa de la Sierra M a d r e son
l a cordillera d e Loxicha y algunos cerros,
como el d e León, d e 2,680 metros y e l d e
l a Pluma d e 2,120, etc., etc. Juquila situa-
do también en l a Sierra M a d r e del S u r ,
comprende cumbres de m á s de 3,000 como
l a d e La G e n t e y otras más, d e menor al-
t u r a ; en tanto que en Jamiltepec apenas si
alcanzan sus eminencias a unos 1,000, co-
m o en Pinotepa, S a n t a Cruz, Tetepec, Ga-
vilán, Ixtayutla, S a n Cristóbal, S a n t a Rosa
y otras insignificantes.
P o r último debemos mencionar en Etla
los principales cerros y montañas: Ne-
gros de 2,793 metros: T r e s Cruces d e
2,792 : Pelón d e 2,790 etc., etc, : e n Nochix-
tlán, Yucuyucu d e 2,875: Mogote de 2,870:
Lobos d e 2,840: Yucunino de 2,800 y así
los demás ; en Zimatlán, Lachixio de 2,960:
M o n t e G r a n d e d e 2,621; Las Espinas d e
2,475, etc., etc.: en Ocatlán, Los Hornos
d e 2,980: Tabiche d e 2,800; Yaxe de 2,100
y otros más. E n Tlacolula e s notable l a
cordillera d e Coajimaloya, aunque también
e s cierto que hay en e s a jurisdicción nu-
merosos cerros y lomeríos, y e n e! Centro
son bien conocidas las distintas ramifica-
ciones d e la Sierra M a d r e del S u r , e n l a s
que s e distinguen S a n Felipe. Molino d e
Mantecón, Crestón, M o n t e Albán, Chapul-
tepec, Coyotepec y S a n Antonio d e l a Cal,
d e los que s e habló en otro lugar.
elevaciones y pliegues d e las sierras a que
d a lugar el poderoso e j e d e Zempoaltepetl,
fecundizan los terrenos inmediatos, los que
s e presentan en perpetua primavera gozan-
do d e exuberante fertilidad; allí aquellas
montañas que dejamos descritas, impene-
trables a causa d e las espesas Slorestas,
producen arbustos aromáticos y flores sil-
vestres, en medio de l a s cuales s e levan-
t a n árboles d e aspecto gigantesco que só-
lo s e encuentran entre los trópicos y bajo
l a influencia de una dulzura selvática, fru-
to d e l a portentosa flora, viven y anidan
animales d e todas especies : dichas corrien-
t e s s e relacionan por e l norte y noreste y
a l a vertiente del Golfo, y por el s u r y oc-
cidente a la del Océano Pacífico. Veamos:
Algunas d e la primera son: el d e las Vuel-
tas, que, naciendo su principal rama e n las
montañas d e Teococuilco, s e viene a jun. /
t a r en Dominguillo con un poderoso afluen-
te que s e ha nutrido con las aguas del Cal-
pulalpam, del Ixtlán y del Atepec. El Do-
minguillo continúa por Quíotepec, recibien-
d c los ramales d e San Gabriel y la Cala- Una balsa en el Papaloápam, Oax. (Foto. Méx. Fotográfico. Gpe. Hgo., D. F.)
vera, los d e Huehuetlán, Teutila y H u a u -
tada por mayor número d e corrientes, de- después d e recoger los caudales d e Tutan-
t l a ; corre por Ojitlán, Tuxtepec y Otati-
bido a su corta extensión n o tiene el vo- tucahua, Yutacanandúa, Soledad y Moro-
t l á n : al entrar al Estado d e Veracruz pasa
lumen a u e las va mencionadas. Sin embar- ma, desemboca en l a barra homónima.
por Chacaltianguis, Cosamaloapan y Tlaco-
go, citaremos algunas d e l a s principales : El S a n Mateo P e ñ a s tiene sus orígenes
talpam, hace la barra d e Alvarado y des-
agua en el Golfo de México.
el Verde nace en las montañas de Huitzo, e n Ozolotepec d e Miahuatlán y pasa por
d e Etla, pasa a inmediaciones d e la ciu- Suchistepec y S a n Miguel d e l Puerto, re-
El Villa Alta nace en Mixistlán y, des- dad-capital, y a poca distancia aumenta su gando ei pueblo d e su nombre.
pués d e recibir varios afluentes, ,forma los caudal con un afluente que s e desprende E1 Tehuantepec fórmase e n el Valle d e
límites naturales de Tuxtepec y Choapam, d e las montañas de Teotitlán de Valle, ju- Qcotlán, s e interna e n Tlacolula, Yautepec
s e interna en Veracruz pasando por, Playa risdicción d e Tlacolula, y a su paso por y el Rincón y u n a r a m a d e é l pasa por 'To-
Vicente y Tesechoacán, v va a unirse al Zimatlán y Ocotlán recoge otros tributa- tolauam uniéndose con el Nejapa v San
Vueltas que s e conoce allí por Papaloápam. rios; ya en Ejutla forma u n a hermosísima Carlos, y después d e Jalapa con los d e
El Lachioxova, el Totontepec y e l Chi- caída d e más de 2,000 caballos d e iuerza;. S a n Bartolo Ecatepec, separa a Tehuante-
chicastepec son ríos que nacen en Choá- d e allí continúa entre Zimatlán v Miahua- uec del barrio S a n t a M a r í a y s e interna
pam y s e tienen por afluentes del Nopala, tlán para internarse en Juquila y i'ormar en el Pacífico como ocurre con el Coma-
que pasa por Yaveloxi para penetrar a Ve- división natural con Jamiltepec, donde s e neca, Xadamí y el Miltepec.
racruz. l e une u n brazo de.importancia que viene Como complemento de lo anterior, s e
E1 Coatzacoalcos, que tiene su origen formándose en la Mixteca d e s d e Tilanton- urocede a enumerar las corrientes, espe-
e n !as montañas de Guerra, Petapa y go, Achutla, Peñasco, Chalcotongo, Teco- cificando las localidades que tocan: d e ahí
Chimalapa de Tuchitán, recibe sus afluen- matlán y Peñoles, y finalmente desem- que no e s extraño que u n río s e repita en
t e s en los pueblos de Acatlán el Grande y boca en el Pacífico a uoca distancia d e tantos cuantos lugares toca en su curso.
Mazatlán d e Tehuantepec, s e interna en Chacahua. Veamos. En el Centro: el Atovac.. _Jalatla-
<

Veracruz y desemboca en l a barra d e SU El Hondo nace en Miahuatlán, atraviesa co, S a n t a Lucía, Huayapam, Grande, S a n
HIDROGRA FIA nombre. Pochutla y desemboca junto a l a punta d e Antonio, Zapote, Zanja, Tlacolula, Venta,

Un amplio volumen d e corrientes d e m á s

o menos consideración fertiliza el Estado
de Oaxaca. Todos estos ríos y multitud
d e arroyos, que brotan d e las numerosas
El Puxmetacun s e inicia e n la hacienda
d e Narro de Yautepec, recorre el territo-
rio d e Choápam y pasa al Estado d e Ve-
racruz.
La vertiente austraI, aunque represen-
Cicaleles en puerto Escondido.
El Atoyac, conocido primero por Chapu-
lin, recoge en O l i n t e p e c l a s aguas d e l Ix-
tavutla v m á s adelante las del F'ierro v
Limón: riega gran parte de Jamiltepec y,
-~
Frio. Valiente. Aauavo. Zavaleta. Nazare-
no, y otros arroyos. E n Cuicatlán: el Gran-
de, Usila Chiquito, Raya, S a n Lorenzo, S a n
Pedro, Grana, Vueltas, Apoala, Quetzala-
pa, Pato, H a c h a y algunos m á s d e corrien-

172 173
A .&
 t e s insignificantes. E n Teotitlán: e l homó- San Cristóbal, Copalita, Huatulco, Mag-
nimo, Salado, Reyes, Grande, Culapa, Ji- dalena, S a n Lorenzo, el Zimatán y muchos
jila, Quiotepec, Sepeosco, H u a u t l a , Escon- arroyitos. En Juquila: el Atoyac, Ixtayotla,
dido, Nage, S a n Lucas, S a n M a t e o , S a n t a Fierro, Limón, S a n Pedro, Algodón, Ta-
Cruz, etc., etc. En Ixtlán: el Grande, Agrio, bias, Humo, Yaitepec, Mano, Toro, Nebli-
S a n t a Rosa, Chinantilla, S a n Cristóbal, Te- na, Platanar, Seco, Juchatengo, Miz, Va-
pantzacoalco, Soyalapa, Duvina, Jaltian- cas, Sangre, S a n Gabriel, Trapiche, Sanga-
guis, Yoxulao, Calpulalpam, San Pedro, la, S a n Lorenzo, Cangrejo Yesca, Palo, La-
Llano Verde, Cueva de Cervantes, Arco, drón y otros de menor importancia. E n
Eachatao, Xiá, Cebollal. Cuanoó, Cuachi, Jamiltepec: el Verde, Tutantucahua, Yata-
Yolox, Cuamuninán, Conejo, Tanentzé, canundúa, Soledad, Maroma, Leche, Are-
Yegusumiluga, Yeguexogoni, Yogacho, Da- na, Obscuro, Santa Cruz, Mutio, Salado,
niísete, Yeguyalagüe, Villa Alta, Yayegadú Cuchatengo, Lagartero, H a m a c a , Rincón,
y otros. E n Tuxtepec: el $e igual nombre, Desgracias, La Junta, Padre, Mariscala,
el Tilpón, Amapa, Usila, S a n Pedro, S a n Otate, Acahuate, S a n Pedro, Zapote, Jocas-
Cristóbal, el Chinantilla, etc. E n Villa Al- tle, Nutigo y Harnero, etc. E n Tlaxiaco:
t a : el homónimo, Albarradas, M i t l a Chi- el Rosario, M u m ú , Aguadelero, Peñas,
chicatepec, Xagacia, Gazona, S a n t a Gertru- Guadalupe, Yulatoto, Sauco, P u e n t e , Mix-
dis, Yelechilaya, Yelavichuche, Yelalas, Ye- tepec, Chayuco, Santo Domingo, Santa Ca-
goxichi, Eeachi Chaviag, Verde y Salado, tarina, Tecomastlauca, Tlacotepec, Verde,
etc., etc. E n Choápam: el Colorado, Lala- Tayata, Achutla, Atoyaquillo, Peñasco, Yu-
na, Paso d e S a n Juan, Playa Vicente, Ta- cuani, Jicaltepec, Concepción, Yosonotú,
lagüicápam, Tepinapa, Cajones, Chiquito, Nuyco, Yosondúa y Cuanana. En Putla:
Jacotepec, Talahuicápam, Comaltepec, San- el Cuchara, Copala, Purificación, Yutee,
t a María, Trinidad y otras corrientes me- Rosario, Plazuela, Ixtayutla, Paridas, Nu- Panorama y Cerro Colorado, Cuicatlan, Oax. (Foto. Méx. r'otográfico. Gpe. Hgo.,D. F.)
nores. E n Juchitán: el Coatzacoalcos, Ci- yoo, Yucuite, Santa Catarina y Verde. En
tuni, Petapa, Barrio, Osculapa, Blanco, Etla: el Atoyac, Grande, Magdalena, Na- Sauce, Hondo, Toledo, Hormiga, Golachi, s e hunde en eP mar, las nubes van trans-
Chico, Coyulapa, Milagro, Almoloya, M a - rices, Aguila, Salinas, Guelache, San Lo- Tehuantepec, Guivo, Nejapa, Zaveche, T a - formándose en colores preciosos: con l a
latengo, Pichiné, Mogané, Saravia, Oscnta renzo, S a n Felipe, Tejalápam, Santo To- maá, Playas, Minas, Peidé, Velistaé, y Ya- obscuridad, el cielo se enluta y vierte lá-
Zanatepec, Zoloápam, Novillero, Chicapa, más, S a n Pedro, Capulín, Manzanito, Ne- lalag. grimas d e dolor, que cintilan sobre denso
etc., etc. En Tehuantepec: eld e este nom- gro, S a n Juan, Arado, Tecolote, Salinas, tul. Cuando del pueblecillo d e Tutotepec,
bre, Coapa, Tequisistlán, Totolapilla, S a n t a Siempreviva, Simón, Zoquiapan y al de la LAGUNAS.- LITORAL cuna de antiguo y poderoso reino mixteco,
María, Guigo, Salli, Sichidami, Bechina, Virgen. En Nochixtlán: el Tlantongo, Yu- s e dirige uno hacia la laguna, jcuánta ri-
Astata, Tenango, Perro, Mazatlán, Chaca- xacuixé, Yuxangunica, Verde, Sinaxtla, Yu- No nos detenemos en citar los innumera- queza s e admira!, multitud d e peces, par-
lapa y varios afluentes y arroyuelos más. saclahuí, Cántaros, Apoala, Coaquitlán, In- bles manantiales d e aguas potables y ter- vadas d e garzas d e pluma blanca y rosa
En Yautepec: el Grande, Candelaria, Tla- sabio, Yusatoche, Yusacano, Huauclilla, males sulfurosas que existen en el Estado, purísima y en l a s orillas millares d e la-
colulita, Chicuapan, Acatlaneito, Quiavien- S a n Antonio, Sabino, Angelito, Yusahañi, porque tendríamos que ocupar espacio del gartos que están en acecho de su presa.
sas, Chusuavan y numerosos arroyos d e Teiñú, Yusayú, Yusagunohó, Añuma, Se- cual carecemos; en cambio procedemos a Cuando esta laguna s e a debidamente ex-
poca consideración. En Miahuatlán: el Ta- chindú, Yuanocuta, Carrizal, Colorado, Ro- describir someramente sus bellísimas lagu- plotada beneficiará grandemente a l a re-
mazulapan, Riovana, S a n Pablo, S a n Fran- sario, San Antonio, Yutecano, Tixaá, Yute- nas y extenso litoral, que reune riquezas in- gión, y a s u s empresarios los colmará de
cisco, S a n t a M a r i a Leche, Tablas, Costoche, chi y otros menores, E n Zimatlán: el Ato- mensas. E n Juchitán encuéntranse l a Supe- P e r o si esto es admirable e s necesario
riqueza.
Ballesteros, Yegandey, S a n Nicolás, San yac, Grande, Yado, Güegolade, Homo, Tla- rior y la Ififerior y en Juquila la Manial-
Cristóbal, Cerezal, Amatlán, Yugucelo, Yu- pacoyan, Mixtepec, S a n Bernardo, Neve- tepec y la Chacahua, que ccmprende t r e s hablar d e los detalles principales, que se
cutio, Yuguevé, Euvionyo, San José, Copa- ría, Narela, Sola, Güelovela, Malagallinas, porciones : Tianguis, Pastoría y Chacahua. encuentran en el litoral a partir d e la ba-
Iita, Venerem, Pachotle, Quiegoxob, Hon- Tolomachapa, Tanichico, Cuilápam, y va- E s t e vaso presenta un hermosísimo pano- hía d e Tecoyamé, h a s t a Las Varas de la
do, Postema, Obscuro, Manzanal, Yuviaga, rios más pequeños, En Ejutla: el Atoyac, rama d e lecho d e plata que e s interrum- albufera d e M a r Muerto, o s e a punto 1;-
Pila, M a m e y , Guajolote, Zacate, Zarza- Miahuatlán, Zoritana, Coápam, Gueroto, pido bruscamente por el promontorio "'Cha- mítrofe con Chiapas; t a d a esta extensión
moral, Coapinoles, Colorado y o t r o s ; en etc., etc. En Ocotlán: el Homónimo, el cahua". Allí el sol nace y s e pone con im- mide 500 kilómetros aproximadamente, for-
Pochutla: el Tonameca, Alacrán, Chocho- Atoyac, Chiquito, Garzona, S a n Jerónimo, ponente solemnidad, acompañándole en su mando en general playas bajas y areno-
paxtle, 'Tomate, Molino. Chacalapilla, Tol- Grande, Granada, Chichicápam, Zoquitlán nacimiento nubecillas d e distintos colores, sas. Como s e dijo antes, Tecoyamé e s l a
tepec, Chacalapa, S a n Francisco, Platanar, y pequeñas corrientes más. En Tlacolula: que cambian sus formas caprichosas t a l primera bahía q u e s e toca, inmediata al
Chalá, Guayabal, Cosoaltepec, Yogondoy, e l Seco, Guela, Guegoroó, Gueviliena, Teo- como si f u e r a n las hadas q u e vaticinaban Estado d e Guerrero, y siguiendo d e nor-
S a n t a Elena, Colotepec, Copalillo, S a n Mi- titlán del Valle, Peñasco Blanco, Grande, en junta lo que había d e acontecer e n e l oeste a sureste s e presentan sucesivamen-
guel, S a n José, Yuviaga, S a n Marcial y Guegozalguie, Gueroó, Gueruzbé, Mitla, Curso del día. E n el ocaso, cuando el astro t e las barras d e Castillo y Vizcaíno, lagu-

175
na y barra d e Minizo, boca-barra d e río
Verde, punta S a n Juan, puerto y bahía d e
Chacahua d e que s e habló antes, e n las
que existen las islas Vendo, Culebra, Gar-
zas, Tijerillas, Peñuelas y Corral; conti-
nuando en l a misma dirección s e pasan la
boca-barra del río Grande, bahías de La-
gartero y Manialtepec, islote P i e d r a Blan-
ca, puerto Escondido, desembocadura del
río Colotepec, bahías del Potrero y Teco-
mavaca y puerto Angel, interesante éste
por s e r un magnífico lugar de refugio pa-
r a embarcaciones hasta de 300 toneladas,
en donde las rocas acantiladas s e cierran
en su parte sur. Allí existe un faro d e 56
metros d e altura y 52 millas d e alcance.
Más adelante d e este punto s e hallan las
bahías Boquillas y Matzunte, las ensena-
d a s Metlapil, Tembo, Arroyo d e l a Cruz,
Estacalmite y Vigía; las r a d a s de Chalsí,
Isala, Playita y Tololote : los esteros Tahue-
co, Chicomulco y Zapotenco : playas Tahue-
co, Pachero, Carrizalillo, Zipolite y Venta-
nilla : barras Coapalita, Zimatán, bahía Cha-
calapa, Rosario, bahías Astata y Chipehua;
puntas Guetaguichi y Conejo: puerto Salina
Cruz, donde hay u n potente fanal luminoso
d e 38 metros y t r e s destellos con alcance
de 78 millas, otro en el rompeolas, lado
oriental, d e luz blanca que abarca u n a zona
d e 15 millas y u n a baliza luminosa perma-
n e n t e : bahía Ventosa, laguna Superior e
Inferior, bahía S . Francisco, laguna Qrien-
tal y albufera M a r M u e r t o : además en esa
costa s e encuentra, e 3 Morro Ayuta, otro
faro d e dos destellos d e luz blanca y altu-
r a d e 45 metros, con alcance d e 46 millas.
CLIMATOLOGIA
P o r la situación geográfica del Estado,
éste debiera ser caliente: s i n embargo es
d e los que disfrutan, en lo general, u n cli-
ma agradable y sano: tal vez la multitud
d e montañas que lo atraviesan, su vegeta-
ción y las lluvias frecuentes d e muchos lu-
gares, contribuyen a modificar el conjunto
de sus circunstancias climatérícas, lo que.
naturalmente, tiene gran influencia para el
desarrollo o disminución de l a s enferme-
dades.
L a s lluvias son moderadas, con excep-
ción d e l a s que humedecen l a s regiones ba-
j a s : en cambio las heladas son frecuentes
en los lugares elevados, en tanto que e n
176
A
el litoral prevalece u n clima cálido; en
Salina Cruz por ejemplo, l a temperatura
media e s de 26’6; la media del m e s d e ma-
yo d e 28*3: la media de febrero de 2499; la
máxima extrema de 35’7; l a mínima extre-
m a d e 16%; la precipitación media anual e n
milímetros d e 1.043.1, y el viento dominan-
t e y SU velocidad media en metros por se-
gundo NNE. S. §.
P a r a dar mejor idea, bastará con divi-
dir el territorio en t r e s grandes zonas: Fria
que alcanza toda la porción montañosa com-
prendiendo Ixtlán, Villa Alta, Choápam,
Yautepec, parte de Cuicatlán, las Mixtecas
d e Tlaxiaco, Huajuápam, Teotitlán, Silaca-
yoápam, Coixtlahuaca, Juxtlahuaca y No-
chixtlán. Templada q u e abarca l a región d e
Oaxaca, Etla, Ocotlán, Ejutla, Miahuatlán,
Zimatlán y Tlacolula, y Cálida que s e ex-
tiende a Jamiltepec, Juquila, Pochutla,
Tehuantepec y Juchitán y que por su pro-
ximidad al litoral e s bañada por l a s brisas
del océano. D e otro modo, las cabeceras
municipales guardan u n a altura e n metros
sobre el nivel del m a r como sigue: Qaxaca
1,550, Coixtlahuaca 2,000, Cuicatlán 595,
Ghoápam 600, Ejutla 1,440, Etla 1,640,
Huajuápam 1,680, Ixtlán 1,700, Jamiltepec
240, Juchitán 38, Juquila 1,500, Míahuatlán
1,607, Nochixtlán 2,200, Ocotlán 1,526, Po-
chutla 280, P u t l a 1,284, Silacayoápam 1,720,
Sola d e Vega 1,580, Tehuantepec 100, Teo-
titlán 1,067, Teposcolula 1,870, Tlacolula
1,650, Tlaxiaco 1,210, Tuxtepec 91, Villa
Alta 1,138, Yautepec, 1,000 y Zimatlán
1,414.
AGRIC ULT URA
Qaxaca, por l a extensión y fertilidad d e
sus tierras, por el espírítu d e su población,
por s u s variados climas, topografía, amplí-
1 sitas.
simo sistema hidrográfico y l a alta evapo-
ración del océano que los vientos s e en-
cargan d e transportar hasta las m á s altas
cordilleras, disfruta d e riquísimas flora y
fauna, las cuales e s t á n representadas por
la mayor parte d e vegetales y animales
existentes en el resto d e la República, y
naturalmente, para no repetir lo que ya es
muy conocido respecto de aquéllas, sólo
nos limitamos a hablar de s u agricultura,
por m á s que ésta e n su rendimiento no Ile-
ga, ni con mucho, al auge que proporcional-
mente corresponde al poder d e su capaci-
I’
J
1
Vista del río “San Jerónimo”, Oax. (Foto. Méx. Fotográfico, Gpe. Hgo., D. F.)
dad, por falta de capitales para una explo-
tación mayor y esto s e justiiica s i toma-
mos los datos estadísticos d e 4927, en que
s e cultivaron 1,177 hectáreas d e alfalfa,
719 d e algodón, 3,096 d e arroz, 6,238 d e
café, 1,953 d e caña de azúcar, 1,012 d e ce-
bada, 713 d e chile, 22,915 d e frijol, 450 d e
garbanzo, 736 d e haba, 119,854 d e maíz,
6,086 de trigo, y 913 de tabaco. E n 1928 s e
cosecharon %.465,512 kilogramos d e cirue-
la, 170,194 d e granada cordelina y 169,592
d e tejocote. E n 1938 s e obtuvieron 464,383
kilogramos d e algodón, 16,260 d e cacahua-
te, 496,350 d e camote, 169,110 ¿e papa,
327,590 d e tabaco, iU0.900,OOO de azúcar,
3.110,250 d e café, 96,700 de chícharo,
3.695,924 d e trigo y 62 d e vainilla; y en el
presente año s e enviaron a l a ciudad ¿e
México, solamente el m e s d e julio, 23 ca-
rros por entero, conteniendo frutas exqui-
Sin embargo, si nos propusiéramos enu-
merar todos los productos que dan los in-
mensos recursos naturales d e Oaxaca, ha-
ríamos interminable esta síntesis monográ-
fica; por lo mismo nos contentamos con
decir que son múltiples los cultivos que,
sin exponerse a eventualidades de la acli-
l matación, d a n los mejores resultados con
beneplácito del hombre d e empresa y en
bien de la industria agrícola general.
E n efecto, en la zona fía, los terrenos
fértiles, para obtener u n desenvolvimiento
477
incalculable y excelentes pastos para au-
mentar l a industria pecuaria: e n l a templa-
d a , existen múltiples haciendas en que s e
halla repartida l a propiedad: allí los agri-
cultores ven confundidos los frutos d e e s a
tierra con los d e las otras zonas: puede
decirse que fraternizan el trigo con l a ca-
ñ a d e azúcar; el café eleva sus r a m a s car-
gadas d e frutos sobre l a remolacha, las al-
falfas con e l p a r á ; y si d e ésta pasamos a l a
cálida, encontraremos que es fertil:?’ i s i m ay
que ofrece;á m á s risueño porvenir e9 día
e n que los ferrocarriles, cruzando s u te-
rritorio, pongan a la vista de los hombres
d e empresa los grandes recursos que po-
see, s u s abundantes m a d e r a s finas y d e
construcción, sus pastos para l a cría y en-
gorda de los ganados, sus gomas, resinas,
aceites, fibras, alcoholes, féculas, tintas y
f r u t a s y en general, todos los productos que
una zona tórrida y pletórica d e savia y vi-
d a ofrece al hombre, tanto para su alimen-
tación como para su placer y lujo. En ma- !
teria de ganadería, la especie bovina es l a
que priva, pudiéndose considerar que allí
vive y s e multiplica en completa libertad,
distribuída en ranchos, e n donde s e les cu-
r a cuando s e enferman, s e ponen a la or-
d e ñ a y s e fierran las crías. L a gran cua-
lidad de esta raza de animales está en su
rusticidad y resistencia, pues n o s e tiene
memoria que h a s t a la fecha s
sentado alguna epizootia que d

blación bovina en e l Estado. Con los pas-
tos naturales d e que s e dispone e n esa zo-
n a cálida y los artificios que a poco costo
podrían formarse y extenderse, el desarro-
llo d e esta industria no tendría límites fá-
ciles d e apreciar. Y m á s ahora, q u e todos
procuran l a m á s escrupulosa selección y
cruzamiento con razas especializadas y d e
gran registro. Actualmente l a riqueza pe-
cuaria del Estado puede estimarse e n
175,000 cabezas d e ganado vacuno, 35,000
del caballar, 10,000 mular, 8,000 asnal,
280,000 lanar, 185,000 caprino y 140,000
porcino.
Si e s t a zona, con sólo contar con vías d e
comunicación, puede dar al consumo l a s
reses que necesita u n a vasta porción d e l a
República i q u é podríamos decir respecto
d e sus cultivos, cuando allí todo e s exube-
rante y rápido en su crecimiento? Así todos
sus productos inundarían los mercados ms-
jorando la condición d e l a clase pobre e
irían a competir con sus similares del país
y del extranjero, quizá con ventaja, aumen-
tando sin limitación l a riqueza del Estado.
Téngase e n cuenta esa extensa f a j a d e
litoral paralela al Pacífico con u n a longi-
tud d e 800,000 hectáreas, formada d e pu-
ros terrenos d e aluvión riquísimos, todavía
vírgenes, que reclaman d e u n a m a n e r a elo-
cuente l a mano del agricultor q u e desen-
trañe sus tierras y que convierta el humus
que alfombra el suelo, ya en carnes y la-
nas, aceites y fibras, cereales y féculas,
frutas y maderas preciosas y tintóreas, aro-
máticas y flores, etc., etc., que solicita l a
mano que fomente la inmigración d e capi-
tales e inteligencias y que sobre todo im-
pulse.
MINERIA
E n cuanto a este importante ramo, a juz-
gar por la próvida abundancia d e vetas
metálicas que el suelo de Qaxaca guarda
en sus entrañas, sólo justifica l a califica-
ción que l e hiciera el sabio Barón d e H u m -
boldt en el siglo XVIII, llamando al Esta-
do uno d e los m á s ricos d e la Nueva Es-
paña.
E n t r e los diversos minerales que allí exis-
ten puede enumerarse: oro, plata, fierro,
antimonio y plomo, y entre los metálicos:
carbón, grafito, yeso, mica y ónix. Siendo
los principales criaderos auro-argentíferos
178
4
los d e la porción central del Estado, espe-
cialmente, Ixtlán, Villa Alta, Ocotlán y Eju-
tla. E n efecto, la sierra de Juárez presenta
la m á s antigua y rica zona minera, tanto
que allá por 1910 ya ocupaba el primer lu-
gar el grupo d e minas de l a Compañía Avia-
dora d e la Navidad, 9. A., cuyos fundos
eran Natividad y Anexas, Dolores, Poder
y Anexas d e Castresana. L a primera h a si-
do trabajada desde el siglo XVIII, pero SU
gran desarrollo lo alcanzó en 1890 en q u e
s e inicia su sorprendente bonanza que n o
sólo
-~ h a dado a conocer a los grandes cen-
L fito y mica, cuyos fundos abarcan una área
tros d e negocios l a riqueza d e aquella re-
gión, sino que ha contribuido notablemente
al auge minero d e l a entidad.
E n bien d e la brevedad citamos otros
puntos donde existen criaderos importan-
tes : en Ixtepexi, Tlacolula, Taviche, Talea,
Yautepec, Teojomulco, Miahuatlán, Teití-
pac, río S a n Miguel en Juchitán, Magdale-
na Tequisixtlán, Tlasoyaltepec, Tepantepec,
Mixtepec, Juxtlahuaca, P é r a s , Tecomatlán,
Xaguía; Etla, donde hay vastas canteras d e
ónix: Tehuantepec, mármol blanco y rojo
muy apreciados en Europa : Tlaxiaco y H u a -
juápam, enormes mantos d e hulla: Pochu-
tla, depósitos d e petróleo : Silacayoápam y
Tlacolula, vastos yacimientos d e sal gema ;
Tehuantepec y Jamiltepec ricos e n salinas,
cuyo producto es m u y estimado en el mer-
cado.
E n todos estos lugares l a existencia d e
varias vetas, con rumbos y echados diver-
sos, d a lugar a frecuentes dislocaciones que
afectan a veces ambas vetas. E n l a masa
cuarzosa que forma l a matriz, s e presenta
el mineral argentífero o aurifero conden-
sado en ciertas zonas o cintas, que iorman
como otra veta dentro d e la primera: en
estas cintas l a riqueza del metal suele s e r
fabulosa, y no es raro ver el oro nativo en
masas compactas, cuyo hermoso color ha-
ce singular contraste con el blanco cuarzo
que l e sirve de matriz. L a exigua latitud
d e las vetas está ampliamente compensa-
da con la extraordinaria riqueza d e los
frutos, cuya ley media puede fijarse en
250 gramos por 50 kilos aproximadamente,
si bien hay minas en q u e la ley d e los
frutos excede notablemente.
P a r a no ir más lejos d e b e decirse que
en 1922 sólo el distrito minero d e Oco-
tlán produjo 28 kilos d e oro y 3,048 d e
plata, y que en 1927, no obstante que l a
mayor parte de los fundos e s t á n paraliza-
dos, el Estado rindió 113 kilos, con valor
d e $137,333.00: 8,634 d e plata con precio
d e $329,106.00; 1,864 d e cobre con valor d e
$600.00 ; cantidades todas que,, s i parecen
exiguas, han sido lo suficiente estimulado-
r a s para los hombres d e empresa, que bus-
can en las entrañas de l a tierra una remu-
nerable utilidad: tal vez por eso ya en 1922
s e expidieron 36 títulos mineros para la
explotación d e cro, plata, plomo, fierro, gra-
d e 505.27.77 hectáreas,
I N D USTRIA .-COMERCIO
Deáinit!vamente Oaxaca e s t á acreditado
ya como u n importante centro industrial y
mercantil. Según el filósofo inglés, u n a so-
l a ley preside l a evolución de los fenóme-
n o s : la ley d e l a diferenciación, o d e otro
modo: la ley d e l a substitución d e lo hete-
rogéneo por lo homogéneo. E s t e principio
incuestionable recibe su aplicación duran-
t e el crecimiento d e todo organismo iísico,
s e practica lógicamente en desarrollo d e
los organismos sociales. L a marcha d e l a
organización de l a industria. en el E s t a d o
d e Qaxaca prueba la verdad d e esta afir-
mación.
H a s t a h a poco, debido a la falta d e vías
d e comunicación, sus pueblos habían per-
manecido casi aislados d e los centros d e
trabajo y producción. Actualmente tienen
todavía u n principio de organización y hay
e n ellos no sólo cooperación social, sino
también división d e trabajo, aunque n o es-
pecialización d e los hombres e n las diver-
s a s labores. La mayoría d e e s a s poblacio-
n e s s e dedican a los mismos trabajos, so-
bre todo en la costa, donde s e cultiva el
algodón e n que todos aplican sus huerzas
a l a misma producción, y e n t r e tanto el
hombre prepara el terreno, siembra l a se-
milla y recoge l a bellota, l a mujer estable-
ce l a división del trabajo aprovechando l a
materia prima para hacer salir l a tela que
ellos mismos consumen. E n otros lugares,
donde l a población es m á s crecida, se h a
originado el aumento d e necesidades: los
hombres s e han visto obtigados a buscar
combinaciones m á s productivas y se ob-
serva en esos puntos cómo comienzan
a acusarse todas las diferencias de que e s
susceptible la organización industrial, y
así, de l a masa informe, surgen ya órganos
distintos d e los cuales cada u n o s e adapta
a u n a función determinada.
Así pues, los habitantes s e dedican d e
preferencia a la agricultura, al comercio, l a
minería, l a horticultura, la ganadería, l a
arriería y a todas las demás funciones q u e
demanda l a industria fabril y manufacture-
ra, indispensables para el abasto d e l a s
necesidades del Estado o para mantener
su comercio exterior con el resto d e l a
República, aparte d e otras a r t e s y oficios:
también s e ocupan d e l a caza del venado,
.
Panorama parcial de Rincón Antonio, Oax.
(Foto. Méx. Fotográfico. Gpe. Hgo., D. F.)
d e l a garza y del lagarto, la pesca en al-
gunos ríos, la extracción de productos re-
sinosos y balsámicos, como el liquidámbar
d e copal, l a trementina, el acíbar, l a extrac-
ción del agua-miel, del hule, del ixile y d e
la “pita”, la explotación d e los bosques, Sa
exportación de muchos productos vegetales
y frutos, aparte d e otros muchos artículos
d e lana y algodón, calzado, pieles curtidas
bastante estimadas, con especialidad el
“timbre”, que mucho se usa para correajes
y sillas d e m o n t a r ; así como azúcar, al-
cohol, loza, cerveza, aodas, jabón, cerillos,
cigarros, etc., etc.: aunque no debemos omi-
tir cuanto s e relaciona con l a industria
eléctrica, pues según el Departamento Hi-
droeléctrico de l a Comisión Nacional d e
Irrigación, actualmente existen en el Esta-
do “6 plantas hidroeléctricas con 1,736 K.
W. instalados y 16 plantas termoeléctricas,
con una capacidad instalada e n conjunto
d e 2,107 K. W.: d e éstas 16 plantas
con 1,326 K. W. instalados, d a n servicio
179
público: 4 con 787 K. W. instalados, que
son para servicio privado, y 2 con 1,730 K.
W. instalados que proporcionan servicios
mixtos. L a s 22 plantas registradas represen-
tan u n a capacidad d e 3,843 K. W. instala-
dos, siendo apenas el 0.8270 d e la capaci-
dad total instalada e n e l país.
L a s compañías m á s interesantes e n es-
t a región d e l a República s o n : La Compa-
ñía d e Luz y Fuerza del I t s m o d e Tehuan-
tepec, §. A., que ministra energía a l puer-
kilómetros con 20 estaciones, el cual toma
contacto en Oaxaca con la línea Puebla a
Oaxaca y en Empalme Ejutla con el F. C .
Ocotlán a E j u t l a ; esta línea sólo mide 32.2
kilómetros con 9 estaciones y hace cone-
xión en e l kilómetro 41.7 d e los FF. CC.
NN. con el d e Oaxaca a Taviche; e l d e
P u e r t o México a Salina Cruz atraviesa 12
región m á s importante de todas, pues que
ella significa punto codiciadísimo, quizá
m á s que P a n a m á y Nicaragua; además d e
1’
I

to d e Salina Cruz, a Juchitán, Ixtaltepec, ser riquísima la variedad d e sus recursos

S a n Jerónimo y Tehuantepec; además la
empresa d e Federico Zorrilla Sucs., S. en
C., con capacidad instalada d e 600 K. W.
en dos plantas hidroeléctricas”. E s t a últi-
ma e s u n a magnífica instalación q u e apro-
vecha una caída d e agua q u e está e n S a n
Agustín Etla. La planta recibe el agua d e
una distancia d e t r e s y medio kilómetros
por medio ¿e u n acueducto d e cemento y
mampostería que da una altura d e 180 me-
tros d e caída sobre el nivel d e l a planta.
La corriente eléctrica es transportada a
l a capital por vía aérea de cobre con u n a
tensión d e 10,000 volts, y se transforma en
la planta receptora a voltajes m á s bajos
para utilizarla como fuerza motriz e n di-
versas fábricas, proporcionando grandísi-
m a s ventajas a l a industria.
COMUNICACIONES
L a abrupta topografía que domina e n el
Estado, y en parte la poca iniciativa d e l a s
autoridades y particulares, hizo q u e Oaxa-
ca no ensanchara e n mayor proporción sus
diversas vías d e comunicación y no h a si-
do sino hasta últimas fechas en que s u s
gobernantes h a n procurado la apertura d e
nuevos caminos y carreteras y l a gestión
para establecer otras líneas f é r r e a s o pro-
longar las actuales. Estas consisten en e l
“Ferrocarril d e Puebla a Oaxaca”, de las
EL. NN., que mide 172.6 kilómetros, tocan-
do u n a importante zona donde están 32
estaciones, y hace contacto en l a ciudad-
capital con las líneas Oaxaca a Taviche y
Oaxaca a Tlacolula.
E s t e ramal sólo mide 32.7 kilómetros, re-
corre 8 estaciones y en el kilómetro 366.6
de los FF. CC. NN. hace conexión con l a
línea Puebla a Oaxaca. El d e Taviche, q u e
antes s e dijo, tiene una extensión d e 55.5
naturales cuenta 21 estaciones, y al hacer
s u recorrido d e 163.2 kilómetros en Em-
palme, P. C. P. A. kilómetro 41.7 d e los
FF. CC. NN., conecta con el ramal Oaxa-
ca a Taviehe; el d e Picacho a Suchiate,
mide 127.0 kilómetros, toca 16 estaciones
y en Picacho, kilómetro 254.1 d e los FF.
CC. NN., hace conexión con el d e Puer-
to México a Salina Cruz: el d e Córdoba
a S a n t a Lucrecia, que mide 33.0 kilóme-
tros, toca PO estaciones con escapes en los
kilómetros G-54 y G-56 y linalmente e l
ramal d e E1 H u l e a Loma Bonita, mide
32,2 kilómetros y toca puntos t a n impor-
t a n t e s como la hacienda agrícola El H u l e
y las estaciones Palo Gacho, Obispo, Agua
Fría y su ramál Loma Bonita.
CAMINOS
E n l a actualidad el Estado cuenta con
4,500 kilómetros de carreteras magníficas,
cómodas y sumamente pintorescas por los
bellísimos paísajes que cruzan, y 3,000 ki-
lómetros d e caminos d e herradura, en bue-
nas condiciones e n la mayor parte, por
donde transitan diariamente 10,000 auto-
móviles para servicio particular, d e pasa-
jeros y carga; así como 9,300 carros y ca-
rretas, que generalmente se u s a n en los
transportes d e productos agrícolas e indus-
triales.
T EL E GRA F0S.-TE LE FONOS
El sistema d e transmisión y recepción te-
legráfica es el mismo que s e usa e n el res-
to del país, con aparatos fabricados en l a
Dirección General o sea l a recepción foné-
tica. L a s líneas son aéreas, usándose el
hilo d e fierro de cuatro milímetros d e diá-
metro, galvanizado, para el exterior d e l a
Vista parcial de Salina Cruz, Oax. (Foto. Méx. Fotográfico, Gpe. Hgo., D. F.)
capital, y e n el interior se emplea el alam-
b r e d e cobre de dos milímetros d e diáme-
tro. Telegráficamente e s t á n unidas todas
l a s cabeceras y municipalidades : igual que
ocurre con la r e d telefónica, que cuenta
cada día con mayores progresos, benefi-
ciando a todos los pueblos y habitantes:
l a s autoridades, en vista d e l a gran utili-
d a d que proporciona e s t e servicio, se pre-
ocupan por mejorarlo, como sucede con e l
importante ramo d e Coweos que a l a fe-
cha está muy bien servido; m á s aún, las
vías d e comunicación h a n venido a t e n e r
como complemento valiosísimo el servicio
posta1 aéreo y l a radiofonía, que cada vez
conquista mayor número d e radioescuchas
q u e están al día d e lo q u e ocurre e n el
mundo.
GENERALIDADES
El Estado d e Oaxaca forma una región
importantísima d e la República d e esplen-
doroso cielo, radiante siempre d e divina
luz : de extenso territorio atravesado por
montañas inmensas cubiertas d e inexplo-
rados bosques, o d e campos sembrados d e
variadas plantas regados por cristalinos ve-
neros y por caudalosos ríos que fertilizan
s u s campos y prestarán fuerza a las indus-
trias, y llenos de filones metálicos que
guarda en s u s entrañas, Todo e s e n él her-
moso y sublime, porque todo lo que hay
allí convida al hombre d e empresa a tomar
parte en l a explotación d e s u s riquezas.
El grado d e cultura a que ha llegado la
mayoría d e sus habitantes, creando e n
ellos nuevas necesidades, los h a obligado,
para satisfacerlas, a emplear todas s u s
energías con m á s empeño encarrilándolos
por la nueva vía d e los pueblos civiliza-
dos. En efecto l a instrucción púbIica s e de-
r r a m a ampliamente sobre las razas aborí-
genes, para Lacerlas comprender que e l tra-
bajo e5 la fuente del mejoramiento y pro-
greso y que sin capital no e s posible l a
explotación de los variados productos q u e
ofrece s u suelo privilegiado, por lo cual s e
d e b e estimar al que los tiene y los emplea
e n el desarrollo d e la producción agrícola
y minera.
A todo ello se d e b e que las finanzas del
Estado s e a n hoy bastante halagadoras, tan-
to que ya en 1926 su presupuesto d e ingre-

180 181
D

sos y egresos importó $1.695,539.52, y el
d e los municipios $1.036,534.35 : ambos de-
bidamente nivelados.
Por lo que respecta a la propiedad urba-
na, según cotizacián d e 1926 f u é d e . . .
$31.815,478.00, y la rústica de . ...
$27.959,898.00, representada l a primera por
231,485 predios, en los que s e cuentan
3,421 d e mampostería, 4,390 d e ladrillo,
66,093 d e madera, 80,878 d e adobe, 34,628
d e embarro y 42,075 d e otros materiales, y
la segunda por 45,660 inmuebles, en los
que s e cuentan 43,466, con precio hasta d e
$1,000.00: 1,642 d e $5,000.00; 349 d e , , .
$15,000.00: 135 d e $50,000.00: 125 d e . . .
$100,000.00; 66 de $200,000.00: 18 de . . .
$500,000.00: 3 d e $700,000.00: 2 d e . . . ,
$i.OOO,OOO.OO y 2 d e m á s d e u n millón.
El total d e edificios s e descompone a s í :
227,142 d e propiedad particular, 1,643 del
Gobierno Federal, 122 del Estado, 2,542
del municipio, 35 d e las beneficencias, etc.,
de los cuales sólo 1,200 reconocen propie-
dad extranjera; 481 de dos pisos y 65 d e
t r e s : además existen 238,423 viviendas, 296
centros d e diversión, 3,090 fábricas y talle-
res, 7,815 comercios : 746 oficinas particu-
lares, 250 hoteles, casas d e huéspedes y
mesones: 38 hospitales y casas de salud:
97. colegios
. de internos; 68 c u a r t e l e s ; 428
prisiones : 724 escuelas oficiales : 378 par-
ticulares : 1,340 templos católicos ; 41 pro-
t e s t a n t e s ; 6 museos; 29 bibliotecas y 558
oficinas públicas.
P o r último, a los múltiples atractivos que
en distintos puntos reune e l Estado, con-
viene mencionar aquellas bellezas admira-
d a s por todos los que las conocen; los im-
ponentes cañones d e Tomellín, los puentes
naturales que por erosión los torrentes h a n
abierto en las rocas o bien por desprendi-
mientos de inmensas moles d e s d e las ci-
mas d e las montañas; la hermosa laguna
deqtro d e u n a caverna d e Apoala, d e No-
chixtlán; la población d e Tlalixtac, situada
en hermoso plano, d e clima dulce y saluda-
.., ,
ble h a s t a reunir condiciones favorables pa-
r a los tuberculosos: las ricas vegas d e río
Verde: el panorama incomparable que s e
ofrece a la vista, contemplando e l Pacífico
y l a laguna d e Chacahua, desde la plaza
de Jamiltepec, debido a que allí en las
tardes el horizonte e s hermosísimo : varie-
d a d d e celajes de formas y colores diver-
sos, el relámpago que en quebradas líneas
anuncia las lluvias y airosas palmeras que
s e agitan alegres con el soplo d e la brisa
marina: la enorme gruta en S a n Miguel
Cuevas, atravesada por u n río y que des-
pués d e la d e Cacahuamilpa e s l a m á s
notable d e l a República, así por su belleza
como por s u s dimensiones : las legendarias
ruinas de Monte Albán; l a tumba del he-
roico paladín don Vicente Guerrero, en
Cuilápam; las ruinas zapotecas en Guen-
gola que los arqueólogos aseguran datar
del tiempo del rey Cosijopi: el ahuehuete
en S a n t a M a r í a del Tule, gigante arbóreo
que s e puede comparar solamente con l a s
Wellingtonias Giganteas d e l a California,
con el G r a n Castano del M o n t e E t n a o con
algún milenario cedro del Líbano, y el lu-
gar donde estuvo l a histórica choza en S a n
Pablo Guelatao, en la cual nació el gran
ciudadano y a la que suple u n bonito mo-
numentito que recuerda a aquellos monta-
ñeses l a figura de quien supo, con l a espa-
d a d e la Reforma, asestar el terrible gol-
pe a l a hidra venenosa, casi recogiendo,
nuevo Júpiter, uno d e los tantos rayos que
caen e n esa región d e águilas, para lanzar-
lo en contra del enemigo d e su patria con
esas simbólicas palabras : “EL .RESPETO
AL D E R E C H O AJENQ E S LA PAZ”.
182
-
Opiniones que nos honran
i
“. . . P o r tratarse de u n a publicación dig-
n a d e consulta, ya que e n ella s e registran
las importantes obras d e riego que s e rea-
lizan en México, mucho l e agradeceríamos
también la remisión d e . . .”
Ministerio d e O b r a s Públicas.
i
Buenos Aires, Argentina.
8
“ H e tenido la satisfacción d e recibir l a s
publicaciones d e la Comisión Nacional d e
Irrigación que usted dirige, con evidente
eficacia y acierto. H o n r a n a l a Comisión
porque h a sabido comprender que, en ma-
teria de regadíos, nada s e h a logrado con
ejecutar obras, si no s e l a s utiliza con u n a
acción perseverante d e fomento, social y
económico, complementaria, pero decisiva
e n l a empresa que la “política hidráulica”
impone, en su carácter d e agrícola.
“Treinta años d e lucha en m i país, pro-
pagando idénticos conceptos, m e permiten
apreciar su campaña y felicitar, por inter-
medio d e usted, a todos los directores d e
e s t e empeño d e instrucción y educación
que no penetra fácilmente e n las m a s a s
agricultoras, porque s e h a dicho repetidas
veces, “la irrigación e s u n m u n d o . . ” .
Ing. Carlos W a u t e r s ,
Buenos Aires, Argentina.
o 0
“ . . . N a d a puedo añadir a l a s f r a s e s en-
comiásticas que sobre l a revista editada
por ustedes h e leído e n ella escritas por
personas y entidades cuyas opiniones enal-
tecen cualquier publicación. Comprendo
que revistas d e calidad, por su presenta-
ción, por la cantidad d e material original
y las firmas que la prestigian, sólo puede
s e r enviada a aquellas personas f u e r a del
territorio mexicano que demuestren d e
modo evidente que aprecian d e veras el
obsequio que s e les hace, por el cual gus-
! tosamente, t a n alto como el d e l a mejor
revista técnica e n circulación. A acreditar
e s e interés y d e j a r constancias d e mi agra-
decimiento van encaminadas e s t a s líneas”.
Ing. J o s é Garcia Montes,
Habana, Cuba.
183
1
“ H e tenido e l gusto de ver l a revista
“Irrigación en México”, que h a recibido el
señor Director d e l a G r a n j a Escuela “Juan
B. Jiménez” d e l a cual soy catedrático d e
agricultura, y no puedo por menos d e €eli-
citar a ustedes m u y sinceramente por l a
aceptación que h a tenido esta publicación
y que demuestra una vez m á s el progreso
d e l a República hermana”.
Francisco A . Montero,
Sta. Clara, Cuba.
o
“Siendo frecuentemente solici4ada l a do-
nación d e algunos ejemplares más, pues
e s una publicación que h a tenido gran
aceptación. ”..
Legación d e Costa Rica.
o
“Nos tomamos l a libertad d e dirigirnos
a l a importantísima revista IRRIGACION
EN MEXICO q u e e s un exponente del
adelanto y cultura d e e s a progresista na-
ción, para solicitar el canje e n t r e nuestras
respectivas publicaciones. . .
Revista “La Escuela d e Agricultura”.
S. José, Costa Rica.
“.. .rindo a u s t e d e s las gracias por el
envío que me hacen d e t a n importante re-
.”
vista y r e i t é r o l e s . ,
Vice-Cónsul H.d e México, en la Liber-
tad, Reh. del Salvador, C. A.
o
“Tenemos el gusto d e acusar recibo d e l
último número de IRRIGACION EN ME-
XICO correspondiente al m e s d e mayo
próximo pasado.
“Todo elogio es nulo, ante l a obra reali-
zada por su digno director, Sr. Roberto Qui-
rós Martínez, a quien felicitamos muy d e
veras”.
Guatemala Gráfica.
Guatemala, Guat.
 uelo y la Cie
O M O la sisternatizacián
científica es posterior al
lenguaje y ha d e servirse
de éste, la ciencia se en-
cuentra d e ordinario con
u n instrumento d_e expre-
sión inadecuado. P o r esto
s e ve a menudo obligada a completarlo o
modificarlo, creando lo que s e llaman "tér-
minos técnicos". P e r o esta modificación ha
de tener u n límite, pues la transformación
completa del lenguaje haría l a expresión
d e la ciencia absolutamente ininteligible
para los no iniciados, y, teniendo así limi-
t a d a su difusibilidad, no podría llenar to-
dos sus fines sociales. D e aquí la necesi-
d a d d e las ciencias d e emplear u n lengua-
, .
j e m:xto: en parte técnico y e n parte vul-
gar. Como éste es, frecuentemente, inade-
cuado, l a significación d e !os términos ha
de variar según el punto de vista científi-
co d e cada caso. E n tal condición se en-
cuenta la palabra suelo, ya de significa-
ción muy varia e n el lenguaje vulgar.
En el científico e s también ambigua.
pues la Geología, la Agronomía y !a mo-
derna Edafología !a emplean e n sentidos
diferentes. E n Geología litológica s e habla
(") Salvat Editores, S. A., Barcelona.
184
Por Emilio H . de7 VILLAR.
D e s e o s o s d e c o r r e s p o d e r a las filzezas d e q u e
h e m o s sido o b j e t o p o r p a r t e d e autores casas
editoriales estranjeras, nos p r o p o m m o s desde
el p r e s e n t e n ú m e r o , i r p u b l i c a n d o Tzotas biblio-
gráficas s o b r e l a s d i s t i n t a s obras q a e h e m o s r e -
cibido o b i m fragmentos d e las misrnas, a f i n d e
q u e n u e s t r o s lectores p u e d a x a p r e c i a r l a i m p o r -
taizcia d e ellas ?J al e f e c t o , c o m o un acto d e a t e n -
ción d e n u e s t ? a p a r t e , c i t a r e m o s l a procedeccia.
LA REDACCION.
d e suelos graníticos o calizos, por ejem-
plo, con lo cual s e hace relación a una PQ- h
ca que sirve d e base o substrato. En Geo-
logía dinámica, d e suelos sedentarios o de
transporte, con lo cual s e distingue u n a
masa d e terrenos sobrepuesta a otra, pe-
ro que puede a su vez ser compleja. E n
Agricultura es corriente diferenciar u n sue-
lo y u n subsuelo, pero sin precisar estos
conceptos. Por ello resulta que unas ve-
ces el llamado suelo e s una masa comple-
;a, y otras sólo una parte d e la misma
masa originariamente uniforme qiie s e con-
tinúa en el subsuelo.
La ciencia especial del suelo, en el sen-
tido en que aquí lo tornamos, necesita em-
pezar por precisar el significado d e esta
voz.
P a r a apreciarlo fijémonos e n el proceso
d e formación d e un suelo nuevo. Supon-
gamos que, por erosión d e los estratos que
l a cubrían, asoma a 12 superficie u n a de-
terminada extensión d e roca caliza, o que,
por erupciones d e un volcán, una masa d e
lava s e extiende sobre u n a superficie y -
s e enfría y solidifica. E n ambos casos ten-
dremos una roca, pero no u n suela, desde
nuestro punto d e vista. Esta roca, que vie-
n e a fo-mar la nueva superficie, queda ex-
Presa San Rafael, afluencia río San Francisco.
 puesta a lcs agentes atmosféricos y en ge-
neral geofísicos que inmediatamente s e
pondrán a trabajar para atacarla: las di-
ferencias de temperatura, dilatando y con-
trayendo las v a n a s y desiguales porciones
d e l a masa, causarán en ella grietas y res-
quebrajaduras; las aguas, así d e lluvia co-
rno freáticas, cargadas de anhídrido carbó-
nico y otras substancias h a r á n u n a labor
d e disgregación, disolución y arrastre ; e l
viento colaborará en l a alteración mecáni-
ca y aportará elementos nuevos, etc., etc.
El resultado d e todo ello s e r á que al cabo
d e cierto tiempo l a capa superior d e l a pri-
mitiva roca caliza o volcánica, s e habrá
alterado así en su estructura como en S U
composición; l a masa s e habrá fragmen-
tado o desmenuzado; parte del carbonato
d e cal habrá desaparecido; la proporción
d e l a arena o arcilla que l a roca conte-
nía habrá aumentado; los efectos d e l
agua en esta capa d e alteración s e r á n tam-
bién distintos. En suma s e h a b r á forma-
do u n nuevo horizonte encima del residuo
del antiguo y único constituido por la ro-
ca. Distinguiremos entonces un horizonte
superficial y u n substrato. E s t e será el
resto d e la roca a expensas d e l a cual s e
h a formado e l horizonte superior, y a l a
que por eso podremos llamar, en e s t e caso,
roca madre.
También podría ocurrir otro caso: que
la primitiva roca, por acción intensa d e l
viento o de las aguas, f u e s e cubierta por
materiales d e m á s o menos lejana proce-
,
dencia, como arenas finas e n el primer ca-
so o légamo en el segundo. E n e s t e caso
la alteración d e la primitiva roca sería me-
nor, pues l a protegería la nueva capa d e
recubrimiento. Y también aquí podríamos
distinguir, como resultado del proceso, us
horizonte superficial y u n s u b s t r a t o ; pero
a é s t e ya no l e podríamos calificar con pro-
piedad d e roca madre, puesto que el nue-
vo horizonte no s e había formado a sus
expensas.
E n estos ejemplos quedan bien puestos
e n claro los conceptos de substrato (en-
tiéndase geológico) y roca madre que e n
adelante habremos d e usar con frecuen-
cia. P e r o si únicamente fueran agentes geo-
físicos y geoquímicos como lps citados, los
que actuasen para producir e l horizonte su-
perficial diferenciado del substrato, no sal-
185
dríamos realmente d e los límites d e l a
Geología, y no llegaríamos nunca a tener
u n verdadero suelo e n el sentido que aquí
nos interesa. Y esto, aunque no d e u n mo-
de t a n absoluta, e s lo que ocurre en los
desiertos.
El desierto, en su acepción extremada,
es u n a porción d e 12 superficie terrestre
en que falta la vida. E s t e es, pues, el gran
factor diferencial. A los agentes físicos y
químicos que actúan en l a alteración d e
la roca desnuda originaria, s e unen los bio-
lógicos : íos microorganismos, las plantas
macroscópicas, los animales; y d e esta ac-
tuación resulta, no sólo el aporte d e u n
nuevo elemento, el orgánico, sino u n a ma-
yor complicación en el fenomenismo físi-
co-químico : pues los agentes actuantes in-
fluyen unos e n otros; los climáticos en los
biológicos; éstos e n el proceso químico;
éste a su vez en los organismos, todos en
la estructura y textura d e la m a s a resul-
tante, éstas y la vida en las condiciones
del aire y el agua q u e con la masa s e com-
penetra, el agua en l a vegetación, é s t a en la
composición química, etc., etc. Sólo cuan-
do e n la superficie t e r r e s t r e aparecen una
o m á s capas producto, en menor o mayor
grado, ¿e esta complicada actuación, e s
cuando podemos hablar d e suelo en l a
acepción que aquí l e damos.
Pero, aun así, e s t a acepción puede s e r
más o menos lata. E n el sentido m á s es-
tricto d e l a palabra, el suelo propiamente
dicho puede definirse como el espesor d e
la superficie terrestre e n cuya formación
ha concurrido, con los agentes geofísico-
químicos, l a vida. E n e s t e sentido el con-
cepto d e suelo s e cpone al d e substrato,
que es la roca que yace inmediatamente ~
debajo del suelo stricto sensu. A l a suce-
sión completa de niveles ofrecida por e l
suelo m á s el substrato s e le llama perfil,
concepto que alude a la contemplación d e
esta serie en un corte vertical. Corno en el
estudio del suelo es d e importancia (y
aun esencial) tomar en cuenta el substra-
to, el conocimiento del suelo exige el del
perfil completo, y por esto s e aplica tam-
bién l a palabra suelo, en un sentido lato,
a todo el perfil. E s t o es tanto m á s prácti-
co y hasta justo, cuanto que la separación
entre suelo stricto sensu y substrato, aun-
que bien definida en el orden de las ideas,
 no siempre e s brusca y absoluta en l a rea-
lidad. Unas veces el tránsito es paulatino:
muy a menudo los productos lavados del
suelo s e acumulan sobre el substrato o s e
mezclan con él y lo modifican en mayor
o menor espesor. Cuando faltan los niveles
del suelo stricto sensu, y el perfil s e halla
reducido al substrato, el suelo lato s e n s u
s e califica de simple esqueleto.
P o r lo que precede puede comprenderse
que las denominaciones científicas d e sue-
70 stricto sensu, y substrato, no h a n d e
tomarse en modo alguno como equivalen-
t e s d e las de suelo y subsuelo como a me-
nudo suelen usarse en Agricultura.
D e ordinario, para u n agricultor, e l sue-
lo e s l a capa superior a que aplica l a s la-
bores y abonos: y el subsuelo l a que, in-
mediatamente debajo, deja intacta. E s t a
distinción puede coincidir alguna vez con
l a realmente edafológica, pero l a mayoría
d e ellas no coincide. Con frecuencia e n el
suelo agrícola s e revuelven, total o par-
cialmente, dos horizontes del perfil, y és-
tos en unos casos pueden ser dos estratos
del suelo propiamente dichos, y en otros
el suelo y el substrato. Cabe igualmente
e n lo posible, verbigracia en suelos pro-
fundos d e aluvión, que e l suelo y subsue-
lo del labrador no sean sino dos niveles
d e un mismo horizonte del perfil. P o r fin,
diversas causas, naturales o humanas, dan
por resultado l a ablación de u n mayor o
menor espesor superior del perfil, con lo
cual afloran en l a superficie horizontes in-
feriores al originariamente superficial : y
l a capa labrantía o suelo del labrador pue-
d e así corresponder, según e l punto d e la
superficie, a diferentes niveles del perfil,
incluso, por ejemplo, al del substrato, con
lo cual resultará aplicado el mismo nom-
b r e a realidades diferentes.
P o r otra parte, sin embargo, el hombre
Y su cultivo del campo e s también uno d e
los factores que concurren en l a formación
o modificación d e los suelos. Su actua-
ción en u n determinado espesor superfi-
cial produce en él determinado efecto y
l e d a u n evidente carácter diferencial res-
pecto del espesor que inferiormente d e j a
intacto. L a distinción que hace así el la-
brador entre suelo y subsuelo tiene pues
también u n valor que, sobre todo para los
efectos prácticos, debe tenerse en cuenta.
186
Lo que hay que hacer e s no confundir es-
t a diferenciación de niveles con l a d e los
horizontes del perfil que caracteriza el ti-
po del suelo. H e aquí pues otra acepción
d e esta palabra. En gracia d e l a claridad
debería pues aplicársele un epíteto, verbi-
gracia el d e “agrícola” cuando s e u s a en
el sentido vulgar del labrador.
E n consecuencia deben distinguirse cla-
r a m e n t e los siguientes conceptos :
Suelo geológico: l a roca (compacta o
suelta) anterior a la actuación del comple-
jo d e factores en que figura l a vida.
Suelo agrícola: el nivel afectado por las
labores y abonos.
Suelo edafológico stricto sensu: nivel o
niveles transformados por e l complejo d e
factores en que figura l a vida.
Suelo edafológico lato sensu: l a s u m a del
suelo stricto sensu m á s el substrato.
E n e s t e libro, siempre que u n epíteto no
indique expresamente lo contrario, nos re-
feriremos al suelo edafológico, y en su sen-
tido lato mientras otra cosa n o s e precise.
P a r a tener ahora u n a idea m á s clara d e
l a realidad a que e s t a expresión corres-
ponde, tomemos u n ejemplo práctico. Exa-
minemos u n perfil.
E n t r e los numerosos que e l autor d e es-
t e libro lleva estudiados hay uno, toma-
do al norte de l a provincia d e Santander,
al este d e la bahía, cerca d e Setién, en
u n a d e las pocas comarcas d e esa provin-
cia en que abundan los suelos profundos.
L a vegetación natural d e e s t e terreno ha-
bría sido probablemente encinar o roble-
dal, pues d e ambas especies quedan res-
tos y testigos en las inmediaciones. P e r o
desde hacía mucho tiempo, y como h a ocu-
rrido e n enormes extensiones d e e s a pro-
. .
vincia, e l hombre lo había trans€ormado
en prado como forma m á s valiosa d e ex-
plotación. En este terreno s e abrió u n a ca-
licata d e metro y medio d e largo por m á s
d e un metro d e ancho, que a unos 135 cen-
tímetros d e profundidad dió con el subs-
trato d e roca compacta. El aspecto del
corte permitió distinguir d e s d e luego t r e s
horizontes bien definidos y un nivel de
transición. total cuatro niveles, que, d e
ar-iba abaio, fueron:
1.-De 40 a 50 centímetros d e espesor,
d e color negruzco algo pardo.
11.-De un espesor medio d e 60 centí-
metros, viscoso, y d e color pardo amari-
llento.
IiI.-NiVel d e transición con límites
I irregulares y poco dedinidos, espesor me-
dio d e 15 a 30 centímetros, y color y vis-
cosidad parecidos a los del anterior.
IVo-De 135 centímetros d e profundidad
para abajo: substrato o roca madre, con-
\ sistente e n u n a arenisca caliza llamada e n
el país “cayuela”, y que aparecía fragmen-
tada en l a superficie, en proceso d e des-
integración y descomposición.
Quizás s e pregunte aquí si los 135 cen-
tímetros d e suelo stricto s e n s u q u e reposan
sobre el substrato, proceden realmente d e
este por acción del complejo d e €actores
edafógenos arriba indicado, o resultan d e
una superposición. Sin negar que a e s t a
formación hayan podido contribuir también
los aportes coluviales (l), por u n a parte
éstos aportes procederían también de los
asomos de la misma roca en puntos m á s
altos o, en mucho menor grado, de o t r a s
parecidas m á s l e j a n a s : y, por otra, en to-
da l a comarca s e pueden seguir las dife-
rentes etapas d e l a formación d e este ti-
po d e suelo sobre la roca madre, d e s d e
u n a delgadísima capa, e n t r e asomos es-
queléticos (lo que llamamos “etapa oropé-
dica”), como ocurre en e l ‘no muy lejano
Cabo Mayor, hasta el perfil profundo d e
la calicata.
D e cada uno d e los cuatro niveles s e to-
CUADRO 1.
1.
Humedad. .... ..
.. ...... 2,98
.
Agua química, e t c . . . . . . . . 4,28
....
M a t e r i a orgánica. .... 5,91
Substancias solubles. . . * . . . 14,28
Residuo insoluble. .... . .. 73,25
Total.. . . . . . . . 100,70
Las substancias solubles y SUS proporciones son las siguientes :
(1) Es decir, de arrastre lqnto superficial.
( 2 ) Su significación total se detalla más adelante. No se incluye en esta cuenta el an-
hídrido carbónico procedente de carbonatos, que tiene otra significación.
187
9
maron muestras, y d e cada muestra s e hi-
zo u n análisis químico según l a s normas
recomendadas en el último Congreso I n -
ternacional d e la Ciencia del Suelo, que
m á s adelante s e detallarán. Aquí adelanta-
remos t a n sólo que lo esencial del proce-
dimiento consiste en tamizar la muestra
a 2 milímetrcs, y someterla durante u n a
hora y en caliente a l a acción del ácido
clorhídrico diluído. D e e s t e modo los ele-
mentos que componen l a tierra s e dividen
en dos partes: unos son descompuestos o
disueltos por el ácido, y el complejo s-e-
sultante queda disuelto e n él, separándose
I
por filtración ; otros permanecen inatacados
y quedan en el filtro. E n el filtrado s e de-
terminan luego, químicamente, los cuerpos
que lo componen p ocedentes d e la mues-
tra. Aparte d e e s t e tratamiento s e somete
otra muestra igual a desecación, a la tem-
peratura d e 105”, y l a pérdida d e peso ex-
presa l a humedad o agua físicamente re-
tenida por la tierra. La muestra así dese-
cada s e calcina, y experimentará u n a nue-
va pérdida d e peso, que s e llama perdida
hor ignición. Esta pérdida está represen-
t a d a principalmente por l a materia orgáni-
ca y el agua de composición ( 2 ) . P e r o la
materia orgánica s e determina también
aparte.
Como resultado d e e s t e análisis la tie-
r r a aparece descompuesta en los siguien-
t e s elementos, que referimos, en tantos
por ciento, al perfil citado:
--___
Niveles d e l ;6erfil S t - 4.
ZI . zzz. ZV.
3 3 6,87 0,55
440 3,56 4,22
0,90 0,35 0,09
25.43 29,41 79,09
66,16 59,39 15,35
100,24 993 99,30

CUADRO 11,
NazO (Sosa). . . . . ... .... .
.
K2O (Potasa). . . . . . . . . . .
MgO Magnesia). . . . . . . . . .
C a O (Cal). . . . . . . . . ~.
. . . .
M n O (Manganesa). .... ..
. -
Fe2O3 (Sesquióxido d e hie-
rro).. . . . . .. ...
. . . . . . ~.
A l 2 0 3 (Alúmina). .. ..
, ....
. .. .. .
SO3 (Sulfúrico). , . . .
. ..
PzO5 (Fosfórico). , . . . . .
COn (Carbónico). .... .
.. ..
Sí02 (Sílice soluble). . ...
..
Ti02 (Titánico). .. . .
... ..
Totales.. , . , . . . . 14,28
La lista d e los productos separados por
el análisis y las cifras correspondientes d e
cada uno, aun ignorando todavía la signi-
ficación d e unos y otras, nos enseñan por
lo pronto dos cosas, suficientes para subs-
tituir desde luego el concepto vulgar d e
suelo por u n concepto científico.
Ea primera e s que no solamente el sue-
lo stricto sensu puede diferenciarse gran-
d e m e n t e del substrato, sino también los
diferentes horizontes del suelo stricto sen-
su e n t r e s í . Así, mientras el suelo propia-
mente dicho, tomado e n conjunto, carece
de carbónico y sólo contiene muy peque-
ñas proporciones d e cal y de magnesia, e1
substrato surna en sólo estas t r e s subs-
tancias m á s del 72 por 100. Y, por o;ra
parte, mientras la materia orgánica alcan-
za en el horizonte 1 a cerca del 6 por 100,
en el 11 desciende bruscamente a menos
cia para l a vida vegetal, e s e l nitrógeno, tiene su correspondiente distribución en l a
que puede hallarse ya formando parte d e superficie terrestre, obedeciendo a leyes ya
la materia orgánica, ya e n iForma d e com- geográficas generales, ya locales o ecológi-
N i v e l e s del herfil -
St 4 . puesto mineral, verbigracia d e nitrato.
O t r a s son sales igualmente muy solu-
cas. H a y pues u n a geografía d e los suelos.
Y , pasando del estudio especulativo a l a
P. IZ. ZII. IVi bles en el agua, como los cloruros, los aplicación práctica, aparecen dos grandes
0,52 0,68 0,22 0,25
sulfatos d e magnesio y d e sodio y el car- problemas: los d e l a aplicación del cono-
0,15 0,11 O,P4 0,18
bonato d e sodio, que, precisamente por ra- cimiento del suelo a su explotación econó-
0,76 0,QO 1,76 6,18
zón d e solubilidad, ejercen en los suelos mica y a su distribución racional, o m á s
O,Q2 0,94 182 33,90
donde s e encuentran una influencia suma- conveniente entre las distintas explotacio-
0.05 - 0.10
m e n t e enérgica e n la vegetación, h a s t a el
punto de expulsar l a flora general d e la
nes : agricultura, monte, pastoreo, etc.
No s e puede llegar con seguridad a las
3,05 4,43 1,67 0,99
región y no admitir sino determinadas es. aplicaciones prácticas s i no s e parte d e u n
1,37 5,13 8,46 1,20
pecies, resistentes a este medio, e impe- profundo conocimiento especulativo. La hu-
0,16 0,05 0,16 0,OQ
dir análogamente la mayor parte d e las manidad h a procedido a l a inversa. La ex-
0,OQ 0,03 0,05 0,06
explotaciones agrícolas y h a s t a su totali- plotación (directa o indirecta) del suelo
- - 32,30 dad (saladares). A la Complejidad d e l a
composición química hay que añadir ias di-
h a sido para ella u n a necesidad primordial
7,39 13,23 15,85 3,84 y: por lo tanto, s e remonta a los primeros
0,20 0,18 0,OB 0,03
ferencias d e textura y estructura que los
suelos pueden ofrecer d e s d e el punto d e
tiempos. El conocimiento científico e s u n
producto d e la cultura moderna y ~- que sólo
25,43 29,41 79,09 vista mecánico, las que a su vez influyen afecta a u n a mínima parte d e l a humani-
en la aereación d e l a tierra y en su compor- dad, que e n la mayoría de los casos no e s
tamiento respecto del agua. Y por fin, a ni siquiera la que tiene el poder d e diri-
fundidad d e las capas edáficas, mientras los elementos químicos y mecánicos hay gir los destinos d e l a colectividad total.
la proporción total d e substancias solubles que añadir los biológicos, muy especial- L a necesidad de l a civilización consiste e n
aumenta. Finalmente, aunque siempre en m e n t e los microorganismos, cuya distribu- invertir los términos y que s e empiece a
pequeña proporción, l a s bases alcalinas y ción en los diferentes niveles es también enmendar l a obra inconsciente del pasado.
alcalinotérreas y el fosfórico, elementos de varia, y que a su vez influyen e n el medio
P o r lo exnuesto puede verse a u e la Cien-
tanta importancia para l a vegetación, ofre- físico-químico, como este medio en ellos,
cia del Suelo y sus aplicaciones prácticas
cen diferentes proporciones en cada hori- y uno y otros en l a vegetación macros-
constituyen una vasta y compleja discipli-
zonte. cópica.
na, cuyo objeto principia en l a calicata
A l a luz d e estos hechos s e comprende- El conocimiento d e u n suelo exige pues: abierta en u n campo y termina e n el arte
r á cuán insuficiente y endeble base para lo-La distinción de sus diversos hori- del gobierno. Su conocimiento total supo-
juzgar y clasificar u n suelo puede ofrecer zontes. n e u n sistema de estudios no menos lar-
el conocimiento de u n a sola muestra, to- 20-E1 análisis químico, físico y bioló- go .ni .numeroso que
gico d e cada uno. . .. l a carrera d e médico
mada a ojo d e buen cubero, en u n nivel o d e ingeniero civil.
cualquiera y único (aunque é s t e s e a d e la P e r o u n suelo no es u n a entidad estáti- Sin embargo, sólo e n tiempos muy re-
capa arable, como suelen tomarla los la- ca. Como todas las entidades naturales, es- cientes s e h a constituído en disciplina au-
bradores, que l a envían así a analizar a t á sujeto a una evolución. Los diferentes -
tónoma. E n las lenguas germánicas s e le i-
I
i
las estaciones agronómicas, sin preocupar- horizontes han tenido u n origen, y d e s d e d a n denominaciones equivalentes a l a ex- I
se del perfil total, sin indicar nunca, ni co- que empezaron a distinguirse actuaron presión antes citada: Soil Science en in-
nocer casi nunca, la naturaleza d e l subs- unos sobre otros y siguen y seguirán ac- glés, Bodenkunde en alemán (1). E n las
trato, l a profundidad del perfil ni otros i tuando indefinidamente. El estudio d e es- lenguas latinas s e ha acudido a l a etimo-
1. D

del 1, y e n el 111 y I V s e reduce a canti-
dades insignificantes. E n cambio ciertas
substancias como l a alúmina y l a sílice
soluble s e encuentran en menor propor-
ción en el horizonte 1, y s e acumulan en
e l II y sobre todo en el 111; el hierro a
su vez disminuye d e proporción e n este
último. L a humedad sigue u n a distribu-
ción paralela a la d e l a alúmina y sílice
soluble. El residuo insoluble va disminu-
yendo e n proporción d e arriba hacia l a pro-
detalles necesarios.
L a segunda enseñanza general que los
cuadros arrojan e s q u e cada horizonte del
suelo e s u n compuesto d e u n a gran com-
plejidad, cuyo conocimiento completo exi-
ge u n estudio largo y delicado. P e r o d e
esta complejidad los cuadros dan aún una
idea incompleta. Aun d e s d e el punto d e
vista puramente químico, hay en el suelo
otras substancias que d e b e n determinarse
aparte. Una d e ellas, d e capital importan-
t e dinamismo, que en último caso e s e l
resultado sintético del dinamismo espe-
cial d e cada componente d e cada horizonte,
e s el que puede conducirnos a descubrir
l a génesis del suelo, completando así nues-
tro conocimiento d e él. D e todo ello resul-
t a r á la distinción d e diferentes tipos d e
suelos, y d e variadas subdivisiones en ca-
d a tipo, ya como modalidades paralelas, ya
como etapas sucesivas d e l a evolución.
P o r fin, cada tipo o subdivisión d e tipo
logía griega para sintetizar l a - denomina-
ción en una sola palabra. El que esto es-
cribe propuso para el castellano la voz
Edafologia, hoy adoptada general y h a s t a
oficialmente. E s t a denominación tenía en
s u abono el uso que d e s d e largo tiempo
a t r á s venía haciéndose en Geobotánica v
Biología. Sin embargo, en l a mayoría de
los idiomas extranjeros que adoptan la eti-
(1) Boden, suelo; Kunde, conocimiento.
 i

mología griega han prevalecido l a s formas
equivalentes d e Pedologia (Pedologie e n
francés, etc.). (Pedologia, más correctamen-
te que Paidoloqia, ciencia del niño). P o r eso
no hemos tenido escrúpulo en utilizar tam-
bién esta etimología para formar derivados,
q u e resultan d e este modo m á s breves y
eufónicos, como los epítetos de oropédico,
agropédico, etc., que en su lugar s e ex-
plicarán.
E n los comienzos d e su individualiza-
ción l a Ciencia del Suelo s e denominó
Agrogeología, y s u cultivo osciló entre los
geólogos y los agrónomos; lo que, multi-
plicando los puntos d e vista, favoreció sin
d u d a sus progresos.
Los agrogeólogos d e diferentes países s e
reunieron por primera vez en congreso in-
ternacional en Budapest, el año de 1909,
y allí convinieron en l a necesidad de una
inteligencia internacional permanente pa-
r a uniformar los medios d e investigación,
pues empleándose en cada país métodos
diferentes, los resultados no podían ser
comparables entre sí. E n un segundo con-
greso, reunido el año siguiente en Esto-
colmo, s e nombraron comisiones d e actua-
ción permanente y s e creó una revista, pu-
blicada en lengua alemana, Internationale
Mitteilungen für Bodenkunde (Comunica-
ciones Internacionales d e la Ciencia del
Suelo), cuya colección forma u n valiosísi-
m o archivo d e investigaciones e n e s t a ma-
teria.
El resultado d e este primer período d e
colaboración debía s e r base d e un tercer
congreso, cuya celebración s e había fijado
para 1914 en S a n Petersburgo (hoy Lenin-
grad). P e r o la guerra europea vino a im-
pedirlo y a retrasar ocho años l a obra. El
tercer congreso vino a celebrarse e n Pra-
ga el año d e 1922 y en él s e reorganizaron
..
l a s comisiones. El cuarto s e reunió en 1924
e n Roma, bajo los auspicios d e l Instituto
Internacional d e Agricultura, y en él s e
acordó constituir la Sociedad Internacio-
nal d e la Ciencia del Suelo y crear u n a
nueva revista, editada a la vez en cinco
idiomas - alemán, inglés, francés, español
e italiano-, como órgano de l a nueva en-
tidad, en substitución d e las antiguas Mit-
. .
teilungen, y que tomó también e l nombre
d e “Comunicaciones”.
La nueva entidad internacional e s t á di-
vidida e n comisiones, formadas por los
m á s eminentes edafólogos de Europa y
América, que s e han repartido el vasto
campo d e la nueva ciencia. E s t a s comisio-
n e s son: u n a para el estudio mecánico y
físico del suelo; otra para su estudio quí-
mico; o t r a para su estudio bacteriológico
y bioquímico; otra para e l de l a fertilidad;
otra para el d e l a nomenclatura, clasifica-
ción y cartografía de los suelos; y otra pa-
r a la aplicación d e la Edafología a l a ,téc-
nica agrícola. Como todavía e l campo re-
sultaba demasiado vasto para cada comi-
sión y ciertos puntos ofrecían u n interés
especial, d e las comisiones, se destacaron
subcomisiones, que con el tiempo se han
ido multiplicando. Al comenzarse a escri-
bir este libro funcionan una subcomisión
especial para el estudio d e los suelos alca-
linos, otra para los suelos forestales, otra
para los suelos d e turbera, y cinco m á s pa-
r a l a cartografía d e los suelos d e Europa,
América, Asia, Airica y Australia, respec-
tivamente, a las cuales s e había acordado
agregar ( e n u n a reunión d e l a V Comisión
e n Danzig y a propuesta del autor d e este
libro) u n a sexta subcomisión para el estu-
dio especial de los suelos del Mediterráneo.
E n t r e l a valiosísima labor d e estos va-
rios organismos figuran, con especial im-
portancia, la elaboración de métodos inter-
nacionales para el análisis químico y el
mecánico d e los suelos, así como l a pu-
blicación d e innumerables trabajos sobre
clasificación y cartografía d e éstos, que
afecta ya a una extensa porción d e l a SU-
perficie terrestre, no sólo d e Europa y Nor-
teamérica, sino también d e otros continen-
tes. Así en Rusia, donde nació esta r a m a
especial d e la ciencia edafológica, están
ya cartografiados los suelos d e toda l a ac-
tual U. R. S. S . y del antiguo imperio: y
M a r b u t , d e los Estados Unidos (donde la
labor e s t á sólo pendiente d e publicación),
h a dado a luz u n avance d e conjunto d e
los suelos d e toda Africa y h a comenzado
el mismo estudio en Sud-América.
La región mediterránea e s en cambio
una d e las m á s atrasadas sí s e exceptúan
Palestina, Egipto y parte d e Yugoeslavia.
Esto y ciertas dificultades especiales q u e
ofrece, m á s que por l a modalidad especial
d e su naturaleza, por falta en ella d e hom-
b r e s d e estudio especializados, e s lo que
movió al autor a proponer para ella el fun-
cionamiento d e una subcomisión especial.
La descripción tipológica d e los suelos d e
la Península Ibérica ha empezado a pu-
blicarse, en 1929, en la revista del Insti-
tuto Forestal d e Investigaciones.
E n 1927 l a Sociedad inauguró u n a nue-
va s e r i e de reuniones internacionales pe-
riódicas, directamente relacionadas con su
funcionamiento, y con el título d e Congre-
so Internacional d e la Ciencia d e l Suelo.
El primero s e reunió en Wáshington en el
año citado y a sus sesicnes s e añadió u n a
1 cada vez s e r á más difícil, no sólo por l a
gran excursión d e estudio edafológico a
través del territorio d e los Estados ‘Unidos
y del Canadá, desde el Atlántico al Pací-
fico. El segundo s e celebró e n Lenin-
grado y en Moscú durante el verano d e
1928, y fué igualmente acompañado de
u n a análoga excursión a través d e l territo-
rio r u s o h a s t a el Cáucaso.
A partir del Congreso d e Wáshington s e
ha dado u n a nueva forma a las publicacio-
nes centrales d e l a Sociedad. L a s cinco
ediciones, e n otros tantos idiomas, d e las
“Comunicaciones”, fundadas en 1924, te-
nían u n valor muy desigual. S e había en-
cargado de ellas el Instituto d e Agricul-
tura d e Roma, qye carecía d e organización
adecuada. L a edición española, verbigracia,
no puede recomendarse a nadie, pues mu-
chas d e s u s recensiones y traducción d e
artículos originales resultan sin sentido
por no haberse encargado a personal com-
petente. D e s d e 1927 las publicaciones s e
editan por l a misma Sociedad Internacio-
nal, bajo la dirección del D r . Schcht y h a n
vuelto a recuperar el valor científico d e
las antiguas Mitteilungen. E s t a s publica-
ciones son dos y están redactadas en t r e s
idioma: inglés, alemán y francés, en una
sola edición. L a una, con el título d e Pro-
ceedings, s e dedica a dar cuenta d e l a ac-
tuación d e l a Sociedad Internacional y d e
la bibliografía edafológica. L a otra, con el
títuIo d e Soil Research, a l a publicación
d e trabajos originales. A esto s e añaden
las publicaciones especiales d e las dife-
rentes comisiones y subcomisiones, todas
valiosísimas.
Aparte d e las publicaciones d e la Socie-
dad Internacional, l a Ciencia d e l Suelo
cuenta con u n a literatura riquísima, q u e
sigue cada día en aumento. E n ella figu-
ran numerosas revistas, ya ex’clusivas d e
la materia, como Soil Science, d e los Esta-
dos Unidos, que lleva ya publicados vein-
tisiete volúmenes, y a abarcándola como
parte d e su campo como l a Zeitschrift fiir
Pflanzenernahrung, B ü n g u n g und Boden-
kunde, bibliotecas sistemáticas e infinidad
de obras aisladas.
Reunir u n a biblioteca completa d e eda-
fología y poder mantenerla al día es ya una
empresa que exige amplitud d e medios, y
creciente producción bibliográfica, sino por-
que las obras publicadas s e van agotando.
P e r o la base principal d e información so-
bre e s t a materia l a constituye l a triple se-
rie d e las citadas Mitteilungen, Comunica-
-
ciones y Proceedings Soil Research, por-
que e n ellas s e encuentra l a bibliografía
completa ¿e todos los d e m á s trabajos pu-
blicados ya e n libro, ya e n revistas.
L a Ciencia del Suelo e s objeto en mu-
chos centros docentes de diversos países,
d e u n a cátedra especial y, además d e cul-
tivarse en innumerables centros agrícolas,
forestales y geológicos, cuenta también con
instituciones exclusivamente consagradas a
ella, ya formando parte autónoma d e otras,
ya independientes. D e ello puede formar-
s e u n a idea quien repase en l a s Comuni-
caciones d e la Sociedad Internacional l a
lista d e sus miembros, e n que s e cita l a
institución en que cada uno presta sus ser-
..
VICIOS.
Desgraciadamente e n l a bibliografía eda-
fológica moderna son escasos y no siempre
d e l a mayor importancia, las libros y tra-
bajos d e revista publicados en lenguas la-
tinas, lo que indica u n a lamentable infe-
rioridad científica d e l a cual urge esfor-
zarse en salir. Q u i e n no conozca el in-
glés y el alemán es absolutamente impo-
sible que posea u n a competencia al día
en e s t a materia. Tampoco es en los países
de lengua latina donde abundan las insti-
tuciones consagradas a su cultivo. E n Es-
paña l a creación de u n Instituto de Suelos,
organizado con amplitud d e medios y pre-
sidido por u n criterio rigurosamente cien-
tífico (y no burocrático que malogra tantas
instituciones), es u n a necesidad cultural
de las m á s elementales.

190 191
Presidente de la Comisión: SR. FRANCISCO S. ELIAS.
Comisionado. Vocal Ejecutivo : PNG, IGNACIO LOPEZ BANCALARI.
Comisionado, Vocal Secretario I ING. LEOPOLDO VAZQUEZ.
 REVISTA MENSUAL
ORGANO OFICIAL DE LA COMISION NACIONAL DE IRRIGACION
FUNDADOR: DIRECTOR:
G R A L . M A N U E L P E R E Z TREVIÑO
i OFICINAS:
ROBERTO Q U I R O S MARTINEZ

ESQUINA BALDERAS Y AYUNTAMIENTO

l TELEFONOS: ERIC. 2-18-42 MEX. L 64-72

A portada es una fotografía del túnel de San Miguel, que s e encuentra en i

l S E REPARTE GRATIS E Y T R E TECNICOS AGRICULTORES Y COLOkOS
el canal de San Biego, uno d e los principales del Sistema de Riego No
REGISTRADO EN LA DIRECCION GENERAL DE CORREOS COMO ARTICULO DE 2A. CLASE, EL 26 DE MAYO DE 1930
6, en el que se aprovechan en riego las aguas de los ríos San Diego y
Bravo del Norte, el primero afluente del segundo.
jl l 1
El río San Diego e s alimentado por las aguas permanentes d e los
manantiales d e Cabeceras.
1
i,
VOL. iv
l
E N E R O , 1932 NUMERO 3
71
l
T r e s kilómetros aguas abajo de estos manantiales las aguas se derivan, con un gas-
l
to de 6,000 I. p. si, al canal d e San Biego para el riego de las tierras del valle d e S a n l
Carlos, que s e extienden por la margen derecha del río de San Diego.
CUMAWlO
Entre los kilómetros 7 y 10 de este canal s e encuentra el túnel d e S a n Miguel con
una longitud d e 2,190 M. y con capacidad para los 6,000 1. p. s. Una parte de este túnel Í
está perforada en pizarra y el resto en caliza compacta.
P&S.
Ea parte d e pizarra va revestida de mampostería, con bóveda d e medio punto, de SECCION EDITORIAL
3.00 M. d e diámetro.
Labor de la Comisión Nacional de Irrigación hasta diciembre de 1931.. .
Para la reparación de los derrumbes ocurridos en tres tramos d e este revestimien-
to, en una longitud de 150 M., s e ha reemplazado la bóveda por un techo formado d e
SECCIBN DE ESTUDIOS, CONSTRUCCIONES Y COLONIZACION
vigas de concreto armado de sección trapezoidal, yuxtapuestas, descansando sobre los
muros del revestimiento, como s e ve en la fotografía. Este techo soporta un grueso re- Corazón hueco en cortinas d e materiales sin cohesión.. ............. 282
lleno d e material de excavación y el que continúe derrumbándose. Ing. Angel García Lascuráin,

SECCION EDUCATIVA Y DE DIVULGACION

Valor agrícola del agua de r i e g o . . ..... . . . . . . . . . . .Agr. Qliverio Téllez. 288
El saco para envases d e porvenir en la ag

SECCION ECONOMICA, COMERCIAL Y DE ESTADISTICA

Puebla. Sus elementos de riqueza. . . . . . . . . . . . . . .. R o b e r t o Quirós Martínez. 293
Opiniones que nos honyan. ..... ..................................... 316

SECCION EXTRANJERA
L a formación d e un c a f e t a l . . ................ . . . . . . . . . ..vittorio Sacco. 317

9
 l 1932

“ I R R I G A C I O N E N MEXICO”
DESEA A S U S LECTORES, COLABORADORES Y
C O L E G A S , U N FELIZ ARO.

omisión
ENERO 1’

k aiío de 1916, durante el Gobierno pre- nstitucional del C.

Venustiano Carranza, Primer Jefe del ército Constitucio-
COLABORADORES nalista, Encargado del Poder Ejecutivo, fungiendo como Sub-
secretario Encargado del Despacho de la entonces Secretaría
ing. Aguilera José G. Ing. Medina Salvador. de Fomento, Colonización e Industria el Ing. Pastor Rouaix
1, Anda Manuel D. ,, Monjes E. Ricardo. y como Director de Aguas de la A s m a dependencia el Ing. Ignacio López
Arteaga Luis. Sr. Monterde y García Icazbalcesa
~~

Francisco.
Bancalar;, a iniciativa de este último se dividieron las actividades de su o&-
,, Ballesteros Luis P.
Ing, Noriega José S. cina en dos grandes departamentos : Departamento de Concesiones y Depar-
9, Bancalari Manuel.
,, Oropesa Jesús. tamento de Irrigación ; destinados, el primero, a conservar las relaciones de
,, Barocio Alberto.
1, Beltran y Puga Fernando. ,, Montiel Olvera Genaro. la Secretaría con el público en el otorgamiento de concesiones o confirma-
,( Bustamante Octavio. Ing. Peimbert Angel. ciones yq en general, a tramitar e inspeccionar el ejercicio de derechos so-
,, Perogordo Moisés. bre aguas federales; y el segundo, a emprender por primera vez astiva-
,~ Castelló Alfonso.
,, Pérez Castro Lorenzo.
,, Coria Antonio. mente, el estudio de los recursos hidráuIicos de la Nación, para fundar so-
Dr. Pruneda Alfonso.
,, Corral Joaquín. bre estos datos u-ia polítia de riegos por cuenta del Estado y dentro de
Ing, Quevedo Miguel A. de
~, Cuevas José A. ,, Ramírez UIloa Carlos. las muy reducidas posibilidades económicas del momento.
,~ Chávez Eduardo. ,, Ramos Federico.
Lic. Chico Goerne Luis. Fué Jefe de eate Departamento, en aquel entonces, eb Ing. Jesus Oro-
1, Rodríguez Antonio.
Ing. Dozal Fortunato. pesa, posteriormente al servicio de ha Comisión Nacional de Irrigación, pri-
,, Roel Faustino.
(, Gama Valentín. ,, Sánchez Pedro C. isor Técnico en el Proyecto del Río Salado, y después
p, García Julio. ,, Sánchez Mejorada Javier. partamento Técnico en las oficinas centrales de la pro-
,, García kascuráin Angel. ,, Santa Cruz Jr. Armando. pia Comisión.
Sr. Carcía T. Fernando. ,, Saucedo Vicente.
Ing,
~~
Garcia Manuel.
Gayo1 Roberto.
,( Serrano Gustavo.
,, Toscano Ricardo.
J! De este remoto origen arranca la iniciación de los trabajos de irriga-
ción por cuenta del Estado, ahora encomendados a la Comisión Nacional
., González Pedro A. ,, Valdés Luis G. de Irrigación y a que va a contraerse el presente informe.
Lic. González Roa Fernando. ~, Villaseñor Manuel.
Ing. Herrera y Lasso José. Geó. Vivar Gonzalo.
En el año de 1921 @eelevó a la categoría de Dirección el mencionado
Sr. León Alfredo D. Dr. Waitz Paul. Departamento y se le encomendó entonces, con mayor amplitud, el estu-

LOS AUTORES SERAN LOS UNICOS RESPONSABLES DE SUS ARTICULO§. 197

 dio de los problemas inherentes al aprovechamiento coordinado y eficiente En
todos estos Sistemas hay terrenos en explotación que ya están reci-
de las aguas de propiedad federal en ei riego de terrenos que, por escasez biendo los beneficios de las obras de riego construidas, excepto en el del
de las lluvias, así como por lo irregular de la precipitación, no permiten su río Conchos.
aplicación a la agricultura en forma eficiente y segura. Esta Dirección des-
arrolló intensas labores de estudio de muy importanres proyectos de riego,
En todos los Sistemas se están efectuando, además de los trabajos
constructivos para la eficiente explotación de las obras, los estudios, pro-
sin que, sin embargo, sus actividades a,mx&ran carácter alguno constructi-
yectos y construcciones que servirán para ir ampliando la zona regada de
vo, precisamente por las restricciones de presupuesto y por lo cuantioso,
acuerdo con los recursos hidrológicos de que disponen. En la descripción
por regla general, de las inversiones reclamadas en un programa de irriga-
detallada que después se hace de cada uno de los diferentes sistemas, se
ción del Estado.
expone la amplitud copa que se están eiectuando estos trabajos.
En 1923, por razones de organización y economía, se.suprimió la Di-
Como gran parte de las labores que desarrolla esta Comisión tienen
rección de Irrigación, refundiéndose a la irección de Aguas en forma de
COITIQfinalidad la formación de los proyectos de riego, se hace una descrip-
epartamento de Reglamentación e Irrigación. Prácticamente 10s estudios
ción breve de cada uno de los Proyectos que se tienen en estudio, después
proyectos de riego quedaron interrumpidos, subsistiendo solamente aun-
que en forma también deficiente, el servicio hidrológico. Sin embargo, la ne-
de dar a conocer los Sistemas de Riego, para poder juzgar sobre sus con-
diciones técnicas y económicas. Algunos de estos proyectos sólo están ini-
cesidad de establecer una depen encia que 5e ocupara exclusivamente de
ciados, otros están casi terminados y dos de ellos, el de Metztitlán y el de
los proyectos de riego se hacía se tir. En enero de 1926 el Congreso promul-
Rodríguez, ya se han empezado a construir.
gó la Ley de Irrigación con Aguas Federales, que dió origen al establesirnien-
to de la Comisión Nacional de Irrigación, la cual inició sus trabajos con una Los Proyectos que se describen, enumerandolos por su posición desde
amplia provisión de fondos en el presupuesto correspondiente y con un sis- el norte hacia e! sur de la República, son los siguientes:
tema de renovación de los mismos fondos establecidos en la propia ley, em- Rodríguez, B. C.--Santo C.--Rio Altar, son
prendiendo desde luego trabajos ejecutivos de construcción, en los que, en son.-Río Yaqui, Son. y C ayo, Son. - San
parte, pudo aprovechar el acervo de datos técnicos recogido por las ofici- -
Chih.-Valle de Juárez, Chih.-El Romance, Coah. Ciénega de Flores,
nas que ie precedieron en el estudio de8 problema. N. k.-EJ Cuchillo, N. k.-El Azúcar, Tamps. - San Francisco Tamps.-
El presente informe tiene como Banalidad exponer a grandes rasgos la Santa Gertrudis, Tamps.-Potosi, N. L.- Trujillo Zac.-Río Frío, Tamps.
situacisn de los Proyectos en estudio, de los istemas Nacionales de Riego -Colimote, s.
E. P.-San Pedro Piedra ac. y JaL-Teocaltiche,
y de los Estudios Hidrológicos que ha tenido su cargo la propia Comisión JaL-Excamé, Zac.-San Juan del Rio ío Grande de Morelia,
Mich.-Alto Río Lerma, Mich. y Gto.- Lerma, Ja1.-Valles de
Nacional de Irrigación, en el estado en que se encuentran al finalizar el aPio
de 1931.
Sayula, Cocula y Ameca, Jal.-Metztitlain, - -
Hgo. Armería, Col. Teco-
I
i
d
mán, Col.-Plan de Tierra Caliente, Mich.-Valsequillo, Pue.
~
S e han establecido s istemas de Riego, que son los siguientes: I : . Como complemento de la exposición que antes se cita, al final del estu-
Sistema Nacional de o “Presidente Calles”. Ríos Santiago y Pa- dio se da a conocer la labor desarrol%adasobre el establecimiento y conser-
bellón, Ags. Y vación de un Servicio Hidrológico que ha permitido conocer los datos más
4 8
Sistema Nacional de No 2.-Río
Riego importantes, necesarios para la formación de los diferentes proyectos de
l
Sistema Nacional de Riego NQ 3.-Río Tula, Hgo. riego. , ,
Sistema Nacional de Riego No 4.- io Salado, Coah. y N. E.
Sistema Nacional de Riego No 5.-Río Conchos, Chih.. l
Sistema Nacional de Riego No 6.- ío San Diego, Coah.

i
E
$ISTEMA NACIONAL DE RIEGO “PRESIDENTE CALLES”
E s t e Sistema está ubicado e n l a s muni-
cipalidades d e S a n José de Gracia, Rincón
d e Romos. J e s ú s M a r í a y Aguascalientes,
del Estado d e Aguascalientes.
E n la zona que abarca el S i s t e m a y en
sus alrededores hay u n a población d e . riegos s e hacen por medio d e dos tuberías
57,000 habitantes, repartida e n 33 centros.
La línea troncal del ferrocarril d e Mé-
xico a Ciudad Juárez atraviesa el Sistema
d e s u r a norte. Con esta línea entroncan,
en la estación d e Chicalote, el ferrocarril
d e Aguascalientes a S a n Luis Potosí y en
la estación d e Rincón la línea d e Tepezalá.
Paralelamente a la primera línea corre la
carretera Aguascalientes-Zacatecas y con
ésta conectan los caminos a Rincón d e Ro-
mos y a Jesús María.
P a r a los riegos s e aprovecharán las aguas
d e los ríos Pabellón y Santiago, derivando
las del primero a la cuenca del segundo
por medio d e u n a presa vertedora d e con-
creto reforzado. en arco y con perfil elásti-
co, d e 43 M. d e longitud en l a corona por
32 M. d e altura máxima y de un túnel d e
3 K. d e longitud revestido d e mamposte-
ría, con sección en forma de herradura d e
3.20 M. de ancho y capacidad para 15 M3.
p. s .
Las aguas s e almacenan en l a presa T a -
Iles” construída en el c a ~ % ~del río San-
tiago, comprendido entre los valles d e S a n
José d e Gracia y de Aguascalientes; presa
d e concreto, en arco, y con perfil elástico
la parte central, rectos y con perfil d e gra-
vedad los tramos extremos, con capacidad
para 3 3 0 , 0 0 0 , ~ 0de
~ M3., longitud de 221
M. en la corona y altura de 63 M. sobre el
208
E RIEGO
.
lecho del río. El vertedor de demasías e s
u n muro d e 99 M. d e largo, con perfil en
cimacio, situado en e l extremo derecho d e
l a cortina.
L a s extracciones de l.us aguas para los
de de 54” de diámetro, que atravie-
s a n l a cortina en su parte baja y según el
e j e del rio. P a r a el control d e las aguas es-
t a s dos tuberías van provistas d e válvulas
d e aguja con s u s correspondientes com-
puertas d e emergencia. O t r a s dos tuberías
l
I
1 tipo de arcos mútiples d e concreto refor-
I
Ubicación de la presa Calles, vista desde
aguas abajo. Sistema N. de Riego “Pre-
sidente Calles”, río Santiago, Ags.
i i
Fresa de derivacibn de El Jocoque. (Actualmente ya terminada).
d e 66”, paralelas a ias anteriores, s e em- d e ella s e derivan las aguas a un túnel que
plearán para l a s aguas que s e usen e n el atraviesa los últimos acantilados del flan-
desarrollo d e energía hidroeléctrica en ! a co izquierdo del mencionado cañón y que
planta que más tarde se instalará en el
es el principio del canal principal del Sis-
edificio construido para el objeto en e l pie
tema. E s t e túnel es d e 1,400 M. d e largo, I
de la presa. 1
con sección en herradura ¿e 3 M. d e an- .d
Los volúmenes extraídos para riego s e
conducen por el cauce del río Santiago en
cho y capacidad para 13.4 M3. p. s. i
i
u n trayecto d e 3 K. h a s t a la presa verte-
El canal principal e s d e la misma capaci-
d a d de 13.4 M3. p. s . en s u origen; tiene
dora construida en el mismo cañón. e n el
lugar llamado El Jocoque. E s t a obra e5 de
u n desarrollo d e 61 K. y cruza los ríos P a -
bellón y S a n Pedro, mediante sifones in-
zado, apoyados en contrafuertes d e mam- vertidos. l
postería, cubiertos por e l lado de aguas La extensión regable en e s t e Sistema es
abajo, con u n delantal d e concreto refor- d e 14,000 hectáreas y s e compone d e sue-
zado; su longitud en la corona e s d e 80 los maduros y compactos y d e suelos alu-
M. y su mayor altura d e 43 $%.; por medio viales recientes, de color gris oscuro, pro-
201

fundos, con materia orgánica en abundan-
cia y formados por capas compactas d e
material fino depositado por las aguas; ella
e s propia para el cultivo de trigo, chile,
no, cacahuate, 23 variedades d e hortalizas
y 21 de frutales, usándose de 5,000 a 10,000
M3. de agua por hectárea al año.
Dicha extensión s e divide en dos unida-
des, marcadas en el plano anexo, d e las
cuales está actualmente en explotación la
número 1.
Para el establecimiento de la población
agrícola del Sistema s e edifica y urbaniza
una ciudad agrícola modelo, en una super-
ficie de 97 hectáreas, convenientemente si-
tuada.
D e las obras descritas anteriormente, n o
.se han construído todavía 12 presa d e de-
c
rivación del río Pabellón, el canal principal
a partir del río San Pedro y los secunda-
rios y obras de arte de la unidad número 2.
1i- En este Sistema quedaron abiertas a la
colonización, desde noviembre d e 1929,
diez mil hectáreas de terreno de riego que
constituyen la Primera Unidad del Siste-
ma. Actualmente se tiene ya colonizada la
totalidad de esta superficie, habiéndose
cultivado en el año agrícola d e 1931 más
d e seis mil hectáreas, d e las cuales cua-
tro mil cien lo fueron con maíz, 720 con
frijol, 310 con cacahuate, 300 con trigo y el
resto con varios. Las 10,000 hectáreas han
sido fraccionadas en 600 parcelas d e ex-
tensión variable, de acuerdo con la capa-
cidad económica de cada colono, siendo ¿e
15 hectáreas la extensión media de ellas.
Sitio de la presa de derivación y cantil sur, río b6 Santiago". -
 DATOS DE RESUMEN RELATIVOS A EXPLOTACION AGRICOLA
DEL SISTEMA
Area regable en el f u t u r o . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20,000 hectáreas.
Area regable actualmente. . . . . . . . . . . . . . . . . . 10,000 1,

Area colonizada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10,000 ,,

Area en cultivo en el a ñ o . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6,100 1,

Valor de las parcelas colonizadas. . . . . . . . . . . $ 2.500,OOO.OO

Extensión media d e parcelas. . . . . . . . . . . . . . . . 16 hectáreas.
Número de colonos instalados. . . . . . . . . . . . . . . 600
Número de colonos repatriados. . . . . . . . . . . . . . 10
Número de h a b i t a n t e s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4,000
’ \ Cultivos apropiados : Trigo, chile, lino, cacahuate, maíz, frijol, veintitrés variedades
d e hortaliza y veintiuna de frutales.

SISTEMA NACIONAL DE RIEGO NUMERO 2

El sistema s e encuentra ubicado en la
municipalidad d e Villa Juárez, del Estado
d e Tamaulipas.
Las principales poblaciones de la zona
son Villa Juárez, Magiscatzín, Quintero y
Xicoténcatl.
La línea del ferrocarril d e Calles a Gue-
rrero que conecta los ferrocarriles Tampi-
co-Monterrey y Tampico- S a n Luis atravie-
s a por en medio los terrenos del Sistema.
La fuente d e abastecimiento e s e l río
Mante, d e aguas permanentes, que nace en
l a sierra de Cucharas, en e l manantial “El
Nacimiento”.
Estas aguas se derivan por medio de
una presa situada a 3 K. río abajo del ma-
nantial, formada por una compuerta d e ace-
1
ro de 9.60 M. de largo por 4.90 M. de al-
tura, provista de rodillos, contrapesos y
mecanismo de maniobras y s e mueve en-
t r e dos machones. Estos y los puentes de
servicio y de maniobras son de concreto
reforzado.
De- esta presa derivadora se desprende
un canal principal por cada margen del río,
que alimenta las redes. de secundarios que
l
l riegan las tierras que s e extienden al este
l
203
y al oeste del río. Ambas tienen capacidad
para 11 M3. p. S., con desarrollo de 17.5 K.
el del este y d e 27 M. el del oeste.
Las tierras regables abarcan una exten-
sión de 17,000 hectáreas; están constituí-
das por una mezcla de humus, arcilla y sí-
lice d e excelente calidad, con profundida-
des hasta d e dos metros; son adecuadas
para la siembra d e caña d e azúcar, pláta-
no, melón, naranja, limón, pepino, cacahua-
te, ajonjolí, linaza, arroz, maíz, frijol, jito-
mate y calabaza y requieren coeficientes
de riego variables entre 0.60 y 1.16 M.
La ciudad agrícola, designada con el nom-
bre d e “Juárez del Mante”, ha sido cui-
dadosamente proyectada como una amplia-
ción d e la antigua población de Villa Juá-
rez; queda localizada al oriente d e la vía
del ferrocarril, existiendo en ella la esta-
ción llamada “El Mante”. La ciudad está
limitada al oeste por el canal principal d e
riego “Lateral Juárez” y s e extiende hacia
el oriente y norte hasta el límite del fundo
legal del antiguo pueblo. Todo el terreno
ocupado por la ciudad pertenece a la zona
alta no regable y por lo tanto es el más
indicado para el establecimiento de la mis-
 4
ma. Como e l todas las ciudades agrícolas,
creadas por la Comisión en los diierentes
Sistemas Nacionales d e Riego, s e observa-
r á en SU ejecución una estricta reglamenta-
ción constructiva. A l a fecha s e h a n lleva-
do a cabo obras importantes, especialmente
aquellas que sirven para abastecer d e agua
potable la población.
E n este Sistema Nacional d eRiego, don-
de las obras han &do totalmente termina-
das, se inició la explotación agrícola des-
d e julio de 1929, estando aún pendientes
d e s e r aplicados los preceptos fijados por
l a Ley d e Irrigación para que los antiguos
propietarios d e 10s terrenos conserven le-
galmente los que hoy ocupan. A l a fecha s e
tienen en cultivo algo más d e 5,000 hectá-
reas repartidas entre 454 parcelas, corres-
pondiendo una extensión media por parce-
204 205
l a d e 36 hectáreas y con u n a población d e
7,000 habitantes en l a zona colonizada.
D e la superficie de 5,000 hectáreas des-
tinada a cultivos e n 1931, s e plantaron
3,332 con caña, 70 con árboles frutales y el
resto con maíz, frijol y hortalizas. El con-
sumo medio por hectárea regada h a sido
d e 1,450 metros cúbicos d e agua en cada
riego, consumo que tiende a disminuir me-
diante e l perfeccionamiento d e l a s regade-
ras y el adiestramiento de los regadores.
Los principales colonos del Sistema han
formado una asociación, q u e es l a propie-
taria d e la Compañía Azucarera del Mante,
establecida e n las cercanías d e Villa Juá-
rez. E s t a compañía h a fundado uno de los
m á s grandes ingenios del país, dotado d e
los últimos adelantos en las distintas fa-
ses d e la fabricación del azúcar, no t a n só-
 1
f l

lo en los métodos sino también en la ma-
quinaria y aparatos que s e usan. En previ-
sión del desarrollo que en el futuro pueda
llegar a alcanzarse está adaptado para una
capacidad inicial d e molienda d e 1,250 tone-
ladas de caña por cada 24 horas, capacidad
que, por medios fáciles que s e han tenido
en cuenta al proyectar l a instalación, pue-
d e aumentarse hasta 3,000 toneladas, que
será su capacidad final.
Existen además, como sociedades ya or-
ganizadas, las comunidades d e los ejidos
d e Villa Juárez y de la congregación d e
La Mora, que tienen en cultivo más d e
1,000 hectáreas, y una Sociedad Agrícola
Cooperativa que, sujeta a los preceptos ¿e
la ley respectiva, la forman un grupo d e
colonos que obtuvieron del Banco Nacional
d e Crédito Agrícola una refacción d e ...
$24,000.00.
S e ha emprendido una campaña d e re-
los lugares que no son destinados 21 culti-
vo, plantando eucaliptus y otras especies
de árboles a los lados d e los canales y ca-
minos e instalando un vivero forestal don-
de s e han sembrado semillas enviadas por
la Dirección Forestal d e Caza y Pesca, las
cuales han germinado y s e desarrollan rá-
pidamente.
Las abundantes lluvias ocurridas en el
año de 1931 ocasionaron la aparición del
paludismo en la región, lo que motivó que
el Departamento de Salubridad Pública es-
tableciera en Villa Juárez una unidad sa-
nitaria cuya activa labor, en l a cual coope-
ró la Comisión Nacional de Irrigación, ob-
tuvo resultados muy satisfactorios evitan-
do s u propagación.
S e tiene un estudio preliminar de amplia-
ción de este Sistema para regar las zonas
marcadas con los números 1-2-3 en el pla-
no anexo, con las aguas d e retorno d e 8.000
i
Mante, derivándolos del canal d e drenaje hectáreas y propias para los mismos culti-
Ojo de Agua mediante t r e s bocatomas. vos ya enumerados.
Las tierras que e s posible beneficiar con S e calcula que l a correspondiente red d e
esta ampliación son arcillosas, negras y alu- canales tendrá un desarrollo de 61 K. y la
viales ricas, con una extensión de 6,900 de drenes de 41 K.
DATOS DE RESUMEN RELATIVOS A EXPLOTACION AGRICOLA
DEL SISTEMA DE RIEGO
4 / Area regable. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17,000 hectáreas.
Area colonizada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17,000 ,,
Area en cultivo en el a ñ o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5,000 ,,
Valor de las parcelas colonizadas. . . . . . . . . . . . $ 4.412,200.00
Extensión media d e las parcelas.. . . . . . . . . . . 36 .,
Número d e colonos instalados. . . . . . . . . . . . . . . 454
Número d e habitantes. ..................... 7,000
Cultivos apropiados : Caña de azúcar, plátano, melón, naranja, limón, pepino, arroz,
'maíz, frijol, tomate, ajonjolí, Iinaza y otros.
SISTEMA NACIONAL DE RIEGO NUMERO 3
La zona que abarca este Sistema queda camente: en ellas s e cultiva maíz, trigo, i

forestación, evitando la destrucción d e los
árboles en 12s márgenes de los ríos y en
Ingenio de la Compañía Azucarera del Mante.
hectáreas del Sistema a razón de 4 M3 p. comprendida en las municipalidades d e Vi-
s. y con los excedentes temporales del río lla del Carbón, del Estado d e México, Te-
peji del Río, Tula, Tlaxcoapan, Atitalaquia,
Tetepango, Tezontepec, Mixquiahuala, S a n
Salvador y Actopan, del Estado d e Hidalgo.
Además d e las cabeceras de l a s munici-
palidades anteriores, que tienen los mis-
mos nombres, en dicha región s e asientan
las poblaciones d e Atotonilco, S a n Marcos,
Tlahuelilpa, Atengo, Tepetitlán, Tepatepec,
muchas otras de menor importancia y un
i
gran número d e rancherías.
Atraviesan el Sistema los ferrocarriles
de México a Juárez, de México a Earedo,
d e Tula a Pachuca, d e Pachuca a Ixmiquil-
pan y el del Desagüe del Valle d e México.
Las tierras regables son las de los valles
de Tula, del río Salado, de Tepatepec y d e
i Actopan, que forman lo que s e conoce con
el nombre de valle del Mezquital: las ba-
jas son muy ricas, con profundidades ¿e
1.00 a 3.00 M., y las altas, t i m b i é n de bue-
na calidad, son de 1.00 M. d e espesor úni-
chile, alfalfa y cebada, usándose anualmen-
te una capa de agua de 0.70 M. en prome-
dio. La extensión regable es de 22,000 hec-
táreas, pero con las obras terminadas sólo
pueden servirse 14,000.
El riego d e estas tierras s e hace con
aguas de los ríos San Luis de las Peras, Te-
peji, Tula y del Salado, que recibe las del
valle de México y las negras de la capital
de l a República.
Las aguas del río de Tepeji primero s e
almacenan en la presa d e Taxhimay, que
existe a la entrada del cañón del Calabo-
zo del mismo río: es de enrocamiento, con
delantal de mampostería en el talud moja-
do; capacidad de 10.000,000 de M3.: longi-
tud d e la corona d e 98 M.: y altura rnáxi-
ma de 22.50 M. Su vertedor consiste en u n
umbral de mampostería d e 30.00 M. de lar-
go, sentado en el cc-rte que para el efecto
se hizo en la roca d e la margen izquierda.
Para la extracción del agua s e emplea una
galería de sección d e arco, en l a que s e

206 207

. . - . ~~ ........ .....
 aloja+ en su parte superior, u n a tubería con
válvula en su extremo de salida, y l a parte
inferior s e usa como canal para desfogues,
gobernado por una compuerta de fierro ins-
talada en el paramento mojado con vásta-
go visible y mecanismo d e maniobra en la
corona de l a cortina.
Diez kilómetros aguas abajo de la presa
de Taxhimay, en l a salida del cañón d e
' Caltengo, existe la presa Requena que al-
macena 10.000,OOO d e M3. d e las aguas del
río Tepeji, E s t a presa está constituida por
un corazón celular d e mampostería en te-
rraplén del lado de aguas arriba, con talud
d e 2% x 1, revestido de piedra y u n enro-
camiento del lado d e aguas abajo, con .ta-
lud d e 1% x l ; su longitud en el corona-
miento e s d e 230 M. y s u altura máxima d e
35.00. El vertedor d e demasías correspon-
diente e s d e mampostería, d e 60 M. d e lar-
go y el conducto d e extracciones, d e mam-
postería también, con bóveda d e medio
punto d e 1.50 M. d e radio. Las extraccio-
nes s e controlan por medio d e compuertas
instaladas en una torre d e mampostería
situada a la entrada d e dicho conducto e n
el interior del vaso.
L a s aguas para los riegos s e dejan co-
rrer por el cauce del río T u l a en u n trayec-
to d e 4 kilómetros hasta l a presa d e Jasso,
d e tipo vertedor d e mampostería, d e 34 M.
d e largo y 4.50 M. d e altura, que encauza
las aguas al canal principal Requena, q u e
abastece los terrenos del lado derecho d e
1 ,
L ' dicho río y que termina f r e n t e a l a Escue-
la d e Agricultura del M e x e con u n desarro-
llo d e 62 K. y un gasto, en su origen, d e
4 M3. p. s.
E n el río Salado, cerca d e l casco d e l a
hacienda d e Tlamaco, existe l a presa verte-
dora d e mampostería del mismo nombre,
d e 55 M. d e largo y 5 d e altura, por me-
dio d e l a cual s e derivan 5,600 1. p. s. d e
I t las aguas de e s t e río al canal de l a Compa-
208 209
t
ñía d e Luz y Fuerza de Pachuca, S . A,, pa-
r a accionar las plantas hidroeléctricas es-
calonadas d e Juandó y d e l a Cañada que
explota dicha empresa. El canal tiene u n
desarrollo total d e 19 K. E n l a primera
planta s e aprovecha una caída d e 58 M. y
s e produce u n a energía media d e 1,300 K.
W. y en l a segunda una caída d e 15 M.
produciéndose 500 K. W. en promedio.
E n el desfogue d e la planta d e l a Caña-
da las aguas se dividen entre los canales
d e riego s u r y poniente; el primero sigue
por el s u r y por el oriente del valle d e Te-
patepec hasta el pueblo d e Lagunillas, con
una longitud total d e 4 1 K. y el segundo
corre hacia e l poniente h a s t a Mixquiahuala.
D e l K. 10 del canal s u r s e desprende el
canal d e riego norte que corre por el li-
mite norte del valle d e Tepatepec hasta
frente 2 Lagunillas, con desarrollo d e 38
K. y gasto e n su principio d e 3,000 1. p. s.
P a r a ampliar la superficie d e riego has-
ta 22,000 hectáreas dominadas s e h a n pro-
yectado las siguientes o b r a s :
1.-Prolongación del canal Wequena ro-
deando los valles d e Tepatepec y d e Acto-
pan, como s e indica en e l plano anexo, con
desarrollo d e 46 M. y gasto máximo de 10
M3. p. s.
2.-Una presa en l a hacienda d e Ulapa
con u n bordo auxiliar para formar u n al-
macenamiento que deberá llenarse con los
escurrirnientos propios de l a cuenca, y prin-
cipalmente con aguas del río Tepeji condu-
cidas por u n canal (canal Nuevo) que ac-
tualmente s e construye y que parte d e l a
presa Requena, sigue por l a parte alta d e
los terrenos del s u r d e l Mezquital, cruza el
río Salado y termina en t ú n e l para descar-
gar e n uno d e los talwegs d e l a cuenca d e
Ulapa. La presa t e n d r á u n a capacidad d e
123.000,OOO M3. para una altura d e 26 M.
El canal tendrá u n desarrollo d e 44 K. con
gasto inicial d e 10 M3. p. s. E s t e canal ser-
virá también para el riego d e las tierras
que atraviesa.
3.-Por último la presa de L a Mora, en
la boquilla de San Sebastián, del río Sala-
que permitirán, más tarde, el cultivo con
riego de 22,000 hectáreas.
Actualmente s e da cabida a 9,150 colo-
,
nos que poseen otras tantas parcelas en - 1

do, a 9 K. arriba de la presa d e Tlamaco, que s e h a fraccionado este Sistema, arro-

para almacenamiento d e 30.000,OOO M3. de
las aguas de esta corriente con una altura
máxima d e 32 M.
Este Sistema de Riego, cuyas obras prin-
cipales adquirió el Gobierno desde princi-
pios del año de 1926, en virtud d e los con-
venios celebrados con la Compañía d e Luz,
Fuerza y Ferrocarriles de Pachuca h a esta-
do administrado directamente por la Comi-
sión Nacional d e Irrigación desde esa mis-
ma fecha, perfeccionando ésta las obras ad-
quiridas para incrementar la superficie re-
gable hasta 14,000 hectáreas que s e culti-
van actualmente y ejecutando nuevas obras
jando por lo tanto una extensión media d e
1.5 hectáreas por parcela. Entre los cul-
tivos más importantes llevados a cabo en
el año de 1931 s e encuentran: el maíz, que
ocupó una superficie d e 3,610 hectáreas;
la cebada, 2,300; alfalfa, 1,150; y el trigo,
860 hectáreas. Los rendimientos que de
esos cultivos s e obtienen son bastante bue-
nos debido a la bondad del clima y a la
riqueza de las tierras con que cuenta el
Sistema y que en su generalidad tiene un
espesor de 1 a 3 M. Actualmente más d e
35,000 habitantes constituyen la zona colo-
nizada en este Sistema.

DATOS DE RESUMEN RELATIVOS A EXPLOTACION AGRICOLA Aspecto general del vertedor de demasías. Sistema Nacional de Riego NP 4.
DEL SISTEMA Río Salado, Coah. y N. L.
Area regable en el f u t u r o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22,000 hectáreas.
tidad de 1,400.000,000 M3., en la gran pre- Para cerrar el vaso por este lado s e cons-
Area regable actualmente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14,000
sa Don Martín, formada por un bordo de truyó un dique auxiliar d e tierra con talud
Area colonizada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22,000
grava y arcilla revestido en su talud mo- interior revestido d e mampostería de 9.3
Area en cultivo en el a ñ o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14,000 jado con una dala d e concreto reforzado d e K. de longitud y 8.20 M. en s u altura má-
Valor d e las parcelas colonizadas. . . . . . . . . . ..$ 5.500,OOO.OO
993 M. de longitud y 32.80 M. en s u mayor xima.
Extensión media de parcelas. . . . . . . . . . . . . . . . 1.50 hectáreas.
altura, Y por un vertedor d e concreto d e Las aguas extraídas d e la presa las con-
Número de colonos instalados.. . . . . . . . . . . . . . 9,150
e altura rná- duce el canal principal del Sistema que em-
Número de habitantes, .................... 35,000
ones de ca- pieza e n la salida d e los conductos antes
Cultivos apropiados : Maíz, trigo, chile, alfalfa, cebada, variedades d e hortaliza y beza cilíndrica del lado del agua, cubiertos mencionados, con capacidad de 65 M3. p.
otros. por un delantal en forma de cimacio por el s.; corre a través d e las tierras situadas
lado exterior. Sobre 10s machones descan- al lado izquierdo del río Salado con el
sa un puente de concreto reforzado con 26 nombre de canal N o r t e ; en su kilómetro
SISTEMA NACIONAL DE RIEGO NUMERO 4 claros cubiertos con compuertas radiales, 30 descarga en la laguna d e Lagunillas que
de las cuales 22 son automáticas y 4 d e tiene una de 30.000,00
El Sistema queda ubicado en las munici- ras d e Monterrey a Nuevo Laredo y d e Ca-
palidades de Juárez, Estado d e Coahuila,
y de Lampazos, Estado de Nuevo León.
marón a Don Martín.
Dichas tierras abarcan 65,000 hectáreas
- s e utiliza como vaso auxiliar; d e
guna continúa el canal hacia el s u r ; en 6U
vulas de con conductos
K. 42 s e bifurca en una rama llamada La-
Los principales centros de población de divididas en cinco unidades; son en gene-
tos del mismo en for- teral camarón, hacia el con capa -
la región son: Villa Juárez, Progreso y Ro- ral sedimentarias y en ellas puede culti-
ma d e herradura de 5.00 de ancho Por cidad para 20 MS. p. s. y desarrollo de 66
dríguez, con 3,200 habitantes e n total. varse algodón, maíz, alfalfa, zacate del Su-
5.30 de altura. K. y la principal que continúa hacia el
Atraviesan las tierras regables el ferro- dán, melón y toda clase de hortalizas.
carril d e México a Nuevo Laredo, una ca- P a r a los riegos s e almacenan las aguas En la orilla sur del vaso 'Lay un puerto sur, cruza el río Salado en el K. 56 me-
rretera paralela a esta línea y las carrete- del río Salado, afluente del Bravo, en can- más bajo que la curva de embalse máxima. diante un sifón, sigue por las tierras del P

210 211
lado derecho d e e s t a corriente con el nom-
Carga Cabac;dad
bre d e canal Norte hasta el K. 180, lle- Planta Localización
7vl. K.W.
vando 20 bT3. p. s. para el riego d e e s t a s
tierras. NQ 5. K. 50.9 canal norte. 13.0 1,400
S e cuenta en este Sistema con algunas No 6. K. 53.5 canal norte. 14.8 1,300
posibilidades hidroeléctricas. Aprovechan-
Producción total. , . , , . . . . 9,160
do el desnivel de 14 M. e n t r e l a superficie
d e embalse en l a presa y l a salida d e los 1
Actualmente e s t á e n plena explotación
conductos d e extracciones s e proyecta ins- I
la unidad número 1 del Sistema.
talar en esta salida una planta hidroeléc-
La primera unidad d e riego d e e s t e
trica. La topografía del terreno atravesado
Sistema, que la forman 19,000 hectáreas d e
por el canal No t e obligó a construir cinco
terrenos que s e abrieron a la colonización
caídas en e s t e canal en las que s e proyecta
en noviembre d e 1930, s e encuentra a l a
instalar lav plantas hidroeléctricas núme-
€echa prácticamente colonizada y fraccio-
r o s 3 3-4-5-6, marcadas e n el plano anexo.
* - nada en 436 parcelas, cuya extensión me-
~ a !ocaiizac:ones,
s cargas y capacrdades d e
dia es de 43 hectáreas: s e estima en 5,000
todas estas plantas son como s i g u e :
habitantes la población actual de esta zona.
Dentro d e este Sistema han tenido cabi-
Carga Gahacidad
Planta Localización d a m á s d e 100 familias mexicanas proce-
M. K.W.
dentes d e Estados Unidos del N o r t e a don-
NQ 1. K. O canal norte. 14.00 3,400 d e habían emigrado hacía varios años.
NQ 2. M. 50 canal norte. 10.3 1,700 E n el año agrícola d e 1931 s e lograron
NQ 3. K. 42 canal notte. 5.5 730 cultivar alrededor de 8,760 hectáreas ha-
NQ 4. Ha. 48.5 canal norte. 4.7 630 biendo sido el maíz el cultivo dominante;

Haciendo funcionar la represa del K. 8.0 del canal principal. Sistema Nacional
de Riego NQ4. “Río Salado”, Coah. y N. L.

2 12

I
7
IB I
 .. - . . . _
Granja Experimental de Rodríguez. Sistema Nacional de Riego NQ 4.
“Río Salado”, Coah. y N. L.
pero actualmente s e inician otros cultivos
elegidos entre los d e mayor producción y
q u e s e tienen probados por la G r a n j a Ex-
perimental como m á s adaptables a los te-
rrenos d e que s e dispone.
M i e n t r a s las incipientes sociedades en
que s e organizan los colonos de este Siste-
m a d e Riego s e ajustan a los preceptos de
l a ley respectiva para obtener los benefí-
cios que a esas asociaciones s e otorgan, l a
Comisión Nacional d e Irrigación, dentro d e
s u s posibilidades, ayudó a estos colonos
. ..,. .. con semillas, aperos e implementos agrí-
colas y e n efectivo, como préstamos d e
avío.
E n previsión d e que e l desarrollo d e la
región traiga como consecuencia la necesi-
d a d de varios centros d e población s e ha
escogido u n a zona de 160 hectáreas cerca
d e la margen izquierda del río Salado, li-
mitada al s u r e s t e por l a vía del ferrocarril
d e México a Earedo y distante 13 kilóme-
tros d e la estación de Camarón, para des-
2 13
- .--.. -
-. -_ -- --- . .
tinarla a l a primera de e s t a s cíudades agrí-
colas.
P a r a esta ciudad, q u e s e designa. “Aná-
huac”, s e estudió u n proyecto inspirado‘en
las condiciones q u e d e b e satisiacer u n a
ciudad campestre en cuanto a higiene, co-
modidades y belleza, desti3ándose 35 hec.
t á r e a s para calles y plazas y 124 hectáreas
s e fraccionarán e n lotes para los colonos.
Los trabajos importantes que se han Ile-
vado a cabo para realizar e s t e proyecto
permiten apreciar lo que en el futuro po-
d r á ser esta ciudad agrícola e indugtrial,
pues el trazo de s u s calles y avenidas así
como las obras para e l servicio d e abaste-
cimiento d e agua potable, e s t á n práctica-
mente terminados y s e continúan los nece-
sarios para s u d r e n a j e y pavimentación.
P a r a los poblados d e Camarón y Rodrí-
guez, que son los centros d e mayor pobla-
ción actualmente, la Comisión Nacional d e
Irrigación ha impartido l a ayuda que s u
mejoramiento requería, especialmente en
lo que s e refiere a escuelas y campos d e
deportes. Existen en la primera unidad d e
riego 8 escuelas: 3 rurales, 2 ambulantes
incorporadas a las brigadas de hacheros y
3 nocturnas para adultos. S e tiene termi-
nado, además, el proyecto para una ciudad
d e recreo que s e creará a orillas del lago
que forma la presa de Don Martín.
La Granja Agrícola Experimental esta-
blecida en este Sistema lleva más d e dos
años de funcionar, habiendo hecho inves-
tigaciones sobre los siguientes puntos :
Cultivos más apropiados para la región.
Variedades de mayor rendimiento.
Cultivo del algodón en el año de 1931 en
la Granja Experimental de Rodríguez.
Sistema Nacional de Riego N P 4.
“Río Salado”, Coah. y N. L.
214
Epoca de siembra.
Cantidad de semilla por hectárea que ha
de sembrarse.
Riegos, su frecuencia y cantidad de agua
necesaria.
Cultivos.
Rendimientos.
Costo de cultivos.
Plagas y enfermedades.
Dirección técnica de los colonos.
Teniendo presentes varios d e los puntos
anteriores s e han sometido a experimenta-
ción infinidad d e plantas como alfalfa,
ajonjolí, algodón, arroz, cacahuate, camo-
* kilogramos, henificada por corte y por hec-
Cultivo del maiz en la Granja Experi-
mental de Rodríguez, año de 1931.
Sistema Nacional de Riego NP 4.
“Río Salado”, Coah. y N. L.
l 215
Cultivo de sorgo en el año de 1931 en la Granja hxperimental de Rodríguez.
Sistema Nacional de Riego NP 4. “Río Salado”, Coah. y N. L.
te, chícharo, frijol, maíz, papa, higuerilla,
diferentes sorgos, lino, trigo, hortalizas, ár-
boles frutales, vid y otras muchas.
Si no s e puede aún decir el comporta-
miento de cada una de ellas sí son seguros
los resultados de los siguientes cultivos :
Alfalfa.-Rendimiento medio de 1,400
tárea, dando cuatro o cinco cortes en el
año. Este es un cultivo algo expuesto debi-
do a la enfermedad conocida comúnmente
con el nombre de pudrición texana d e la
raíz.
Ajonjolí.- S e desarrolla perfectamente
alcanzando un rendimiento de 1,500 kilo-
gramos por hectárea.
Algodón.-Cultivo muy remunerador que
si s e llega a impulsar ocupará esta zona la
segunda en producción después de La La-
guna. S e ha obtenido un rendimiento por
hectárea hasta d e 3,140 kilogramos d e al-
godón en hueso, pero puede tomarse como
promedio 1,500 kilogramos.
o
Maíz.-Buen desarrollo en las siembras
tempranas con rendimiento de 1,500 a 2,000
kilogramos por hectárea, no siendo difícil
obtener hasta 4,000 kilogramos.
Sorgos.-Buen forraje que s e henifica
perfectamente, con producción d e 6,000 ki-
logramos o más por hectárea por cada uno
d e los dos cortes que s e les da.
Trigo.-Cultivo de invierno que ha dado
buenos rendimientos alcanzando como má-
ximo en los primeros experimentos 1,880
kilogramos por hectárea o sea el 53 x 1,
tomando en cuenta l a semilla empleada
en la siembra, pero anotamos un prome-
dio d e 1,446 kilos por hectárea.
L i n o . C e m i l l a para aceite. S e ha des-
arrollado tan bien que puede ser una d e
las especialidades en el Sistema. El rendi-
miento máximo h a sido de 2,000 kilogra-
mos d e semilla por hectárea, anotando un
promedio de 1,530 kilogramos.
Frijo1.Su escaso rendimiento, de 250 a
300 kilogramos por hectárea, nos dice que
 Y

h a prosperado bien. El desarrollo d e la
planta h a sido bueno, indicándonos por lo
tanto que debe adaptarse alguna variedad
que llegue en el mismo estado hasta la
fructificación.
Cultivo del frijol en el año 1931 en la
Granja Experimental de Rodríguez.
Sistema Nacional de Riego N? 4.
“Río Salado”, Coah. y N. L.
DATOS DE RESUMEN RELATIVOS A L A EXPLOTACIQN AGRICOLA
DEL SISTEMA
Area regable en el f u t u r o . . . .. . .. ... . . .. . ...
. . . . . .. . . . . . ...
Area regable a c t u a l m e n t e . .
Area colonizada. . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19,700
Area en cultivo en el a ñ o . . . . . . . . . . . . . . . . , . .
Valor d e las parcelas colonizadas. . . . . . . . . . . . $ 5.000,000.00
Avena.-Cultivo d e excelentes resultados
con u n rendimiento máximo d e 1,100 kilo-
gramos d e grano y 4,800 d e paja, pero co-
mo promedio 1,000 kilogramos d e grano
con 4,500 d e paja.
Cebada.-Como forraje es uno d e los
cultivos que ha dado el mejor resultado,
obteniendo como promedio un rendimiento
d e 1,880 kilogramos de grano y 5,500 de
paja, habiéndose dado casos de 2,800 ki-
logramos d e grano y 7,100 d e paja.
Hortalizas.- Todas las que se h a n culti-
vado han dado buenos resultados.
Arboles frutales.- No prosperan muy
bien debido a la enfermedad d e la pudri-
ción d e l a raíz.
Vides.-Aunque han sido pocas las plan-
t a s cultivadas s e nota e n ellas buen des-
arrollo: posiblemente d a r á buen resultado
e s t e cultivo.
Además la granja ha aconsejado a los co-
lonos los cultivos d e mejor resultado y
l a dirección práctica y técnica en el mane-
jo d e sus parcelas.
L a zona d e este Sistema, que antes d e l a
ejecución d e las obras estaba enclavada e n
u n a región que podría considerarse como
desértica, h a sido adquirida por l a Comi-
sión Nacional d e Irrigación en l a parte co-
rrespondiente a l a primera unidad y en
u n a faja d e la zona adyacente a ésta, me-
diante convenios especiales que s e h a n ce-
lebrado con los antiguos propietarios de
estos terrenos.
65,000 hectáreas.
> . 19,000 ,,
,,
10,000 ,,
Extensión media d e parcelas. . . . . . . . . ,. . . . . . 43 hectáreas.
-.
Número d e colonos i n s t a l a d o s . . . . . j . . . . . . . 436
Número d e colonos repatriados. . . . . . . . . . . . . . 105
Número d e habitantes. ... . .
. ... . .. .. . . .... . 5,000
Cultivos apropiados: Algodón, maíz, melón, alfalfa, zacate d e l Sudán, linaza y toda
clase d e hortalizas.
SISTEMA NACIONAL DE RIEGO NUMERO 5
E s t e Sistema está ubicado en los muni- cuyos claros s e cubren con compuertas d e
cipios d e Camargo, l a Cruz, S a n Francisco contrapeso, u n dique d e tierra en l a margen
de Conchos, Meoqui y Julimes, del Esta- izquierda d e este brazo, u n dique vertedor
do d e Chihuahua. con compuertas automáticas d e goznes en
Comprendidas en el Sistema y próximas el brazo derecho, y una serie d e compuer-
a él s e encuentran las poblaciones d e Chi- tas del mismo sistema e n la margen dere-
huahua, Nombre d e Dios, S a n t a Eulalia, cha d e este brazo y sobre l a isleta. La lon-
S a n Diego, Julimes, Meoqui, Rosales, S a n gitud total d e esta obra e s d e 1,270 M. y S U
Pedro d e Conchos, Saucillo, Naica, l a Cruz, mayor altura de 6 M.
Camargo, S a n Francisco d e Conchos, Zara- . D e l extremo izquierdo d e esta presa s e
goza, Jiménez y muchas otras de importan- desprende e l canal principal del Conchos
cia secundaria. que, después de abastecer las tierras d e l a
E a zona está atravesada por la línea tron- unidad número 1 (véase plano anexo) e n
cal del ferrocarril d e México a Ciudad Juá- su K. 105 cruza el río S a n Pedro por medio
rez, d e la cual s e desprende, en l a estación d e u n sifón. La capacidad d e e s t e canal
Conchos, el ramal a Meoqui. conductor e s de 40 M3. p. s. en su boca-
L a extensión regable d e e s t e Sistema e s toma.
d e 53,000 hectáreas, dividida en dos unida- E n prolongación del canal Conchos, des-
d e s y constituída por tierras arenosas d e pués del sihón antes mencionado sigue el
buena calidad, propias para el cultivo d e canal Alto d e S a n Pedro, que conducirá 5
cereales, hortalizas, frutales, algodón, caña M3, p. s. d e las aguas derivadas del río
de azúcar, alfalfa, camote, cacahuate y re- Conchos para riego d e l a s tierras altas d e
molacha, que requieren d e 14,000 a 18,000 la unidad número 2 ; su desarrollo es d e
M3. d e agua por hectárea al año, compren- 80 K.
diendo pérdidas. P a r a el aprovechamiento d e las aguas del
L a s fuentes d e abastecimiento son los río S a n P e d r o s e construirán dos presas d e
ríos Conchos y S a n Pedro, e l segundo almacenamiento, u n a en l a boquilla de Vi-
afluente del primero. L a s aguas del río llalba y la otra en l a d e L a s Vírgenes, a 25
Conchos serán derivadas por medio d e u n a K. d e distancia u n a d e otra. Ambas serán
presa en el sitio denominado “Ojo Calien- del tipo de arcos múltiples d e concreto re-
te”, e n el cual el río s e divide e n dos bra- forzado apoyados e n contrafuertes d e mam-
zos que vuelven a reunirse dejando entre postería, con capacidad, l a primera, d e 1,230
ellos una isleta. El proyectp d e presa d e millones d e M3. y l a segunda d e 340 millo-
derivación consiste en una serie d e macho- nes d e M3. L a presa d e Villalba t e n d r á u n a
nes d e mampostería en el brazo izquierdo, longitud en su coronamiento d e 270 M. y

216 2 17
4
 Y
T
. B .
l
Sifón en el canal principal, K. 15-373, para protegerlo de las avenidas
del arroyo sin nombre que cruza.
una altura máxima de 79 M.; su vertedor
de demasías, d e 126 M. de largo, lo forman
los 13 claros d e un puente d e servicio d e
concreto cubiertos con compuertas radiales
automáticas. La presa de Las Vírgenes ten-
drá una longitud d e 225 M. y una altura
máxima de 54 M.; el proyecto d e su verte-
dor e s semejante al de l a presa anterior,
con igual número d e claros, d e 130 M. d e
longitud total, cubiertos con compuertas ra-
diales automáticas.
Las aguas almacenadas en estas presas
se aprovecharán, primero, en generación d e
energía eléctrica en las plantas que s e ins-
talen en el interior de las cortinas y des-
pués s e dejarán correr por el cauce del río
San Pedro en un tramo de 2 K. aguas aba-
jo d e la presa de Las Vírgenes; s e deriva-
rán, por medio de una presa vertedora d e
mampostería de 80 M. de largo y 5.10 d e
altura al canal Bajo de San Pedro para el
riego d e las tierras bajas d e la unidad nú-
u mero 2 del Sistema que, como s e ve en el
2 18 219
plano anexo, quedan comprendidas entre
los ríos San Pedro, Chuviscar y Conchos.
La capacidad de este canal es de 13 M3 p.
s. y su desarrollo d e 74 K.
En este Sistema s e tienen magníficas po-
sibilidades hidroeléctricas. Como s e ha di-
cho, en el interior d e cada una d e las cor-
tinas s e establecerá una planta hidroeléc-
trica para aprovechamiento de las cargas
creadas por los embalses. En la planta d e
Villalba s e utilizará un gasto medio d e
9,500 1. p. s. y una carga d e 61 M. para pro-
ducción media de 5,800 H. P. En la planta
de Las Vírgenes s e aplicarán 10,500 1. p. s.
para producción media d e 4,300 H. P. con
41 M.d e carga.
S e ha proyectado, además, construir en
el arroyo denominado Puerto d e Pintos
una presa de enrocamiento con corazón ce-
lular d e concreto reforzado, de 265 M. d e
largo en su corona y altura máxima d e
22.50 M., provista d e un vertedor labrado
en la roca d e la ladera derecha con cresta
 Y
T
. B .
Sifón en el canal principal, K. 15-373, para protegerlo de las avenidas
del arroyo sin nombre que cruza.
una altura máxima de 79 M.; su vertedor
de demasías, d e 126 M. de largo, lo forman
los 13 claros d e un puente d e servicio d e
concreto cubiertos con compuertas radiales
automáticas. La presa de Las Vírgenes ten-
drá una longitud d e 225 M. y una altura
máxima de 54 M.; el proyecto d e su verte-
dor e s semejante al de l a presa anterior,
con igual número d e claros, d e 130 M. d e
longitud total, cubiertos con compuertas ra-
diales automáticas.
Las aguas almacenadas en estas presas
se aprovecharán, primero, en generación d e
energía eléctrica en las plantas que s e ins-
talen en el interior de las cortinas y des-
pués s e dejarán correr por el cauce del río
San Pedro en un tramo de 2 K. aguas aba-
jo d e la presa de Las Vírgenes; s e deriva-
rán, por medio de una presa vertedora d e
mampostería de 80 M. de largo y 5.10 d e
altura al canal Bajo de San Pedro para el
riego d e las tierras bajas d e la unidad nú-
u mero 2 del Sistema que, como s e ve en el
2 18 219
plano anexo, quedan comprendidas entre
los ríos San Pedro, Chuviscar y Conchos.
La capacidad de este canal es de 13 M3 p.
s. y su desarrollo d e 74 K.
En este Sistema s e tienen magníficas po-
sibilidades hidroeléctricas. Como s e ha di-
cho, en el interior d e cada una d e las cor-
tinas s e establecerá una planta hidroeléc-
trica para aprovechamiento de las cargas
creadas por los embalses. En la planta d e
Villalba s e utilizará un gasto medio d e
9,500 1. p. s. y una carga d e 61 M. para pro-
ducción media de 5,800 H. P. En la planta
de Las Vírgenes s e aplicarán 10,500 1. p. s.
para producción media d e 4,300 H. P. con
41 M.d e carga.
S e ha proyectado, además, construir en
el arroyo denominado Puerto d e Pintos
una presa de enrocamiento con corazón ce-
lular d e concreto reforzado, de 265 M. d e
largo en su corona y altura máxima d e
22.50 M., provista d e un vertedor labrado
en la roca d e la ladera derecha con cresta
de concreto d e 50 M. d e largo, que formará
u n pequeño vaso atravesado por e l canal
principal del Conchos en su kilómetro 33,
para aprovechar 13,400 1. p. s. d e l a s aguas
q u e conduce este canal y una carga media
de 30 M. en una planta hidroeléctrica si-
tuada al pie de l a presa, d e 4,020 H. P. d e
capacidad media.
Actualmente s e construye e l canal prin-
cipal del Conchos y prácticamente está ter-
minado, con sus obras de arte, desde e l K.
2 h a s t a el corte d e Pintos, en e l K. 32.

SISTEMA NACIONAL DE RIEGO NUMERO 6

E s t e Sistema s e encuentra e n el Estado
d e Coahuila en l a s municipalidades d e Vi-
lla Acuña y Jiménez comprendiendo las po-
blaciones d e S a n Carlos, El Orégano, P a -
lestina, Balcones, Margaritas y l a Purísi-
m a ; lo cruzan el ramal d e S a n Carlos a Es-
tación Allende del ferrocarril Saltillo-Pie-
d r a s Negras y los caminos d e S a n Carlos a
Villa Acuña, d e S a n Carlos a Jiménez y
de S a n Carlos a Piedras Negras.
L a s tierras de riego correspondientes tie-
n e n una extensión d e 12,000 h e c t á r e a s ; es-
t á n formadas por una capa arcillo-calcárea
con profundidad media d e 0.50 M. e n las
planicies, y aluvial con bastante tierra ve-
getal, d e 5 M. d e espesor, en el valle d e l
río Bravo. E n ellas s e cultivan nuez, frijol,
algodón y sorgo y puede cultivarse zaca-
t e Johnson, alfalfa, yute, lino, morera, ca-
ñagria, vid y frutales. Estos cultivos re-
Vista desde aguas arriba de la entrada del sifón K . 233. Canal Alto del valle
de Purísima; Sistema Nacional de Riego NQ6. Río S.Diego, Coah.

quieren coeficientes de riego que varían Diego, es d e tierra con revestimiento d e

de 0.50 a 2.46 M.
S e aprovechan las aguas d e los ríos S a n
Diego y Bravo del Norte almacenando l a s
primeras en 7 presas y tomando por bom-
beo l a s d e la segunda corriente. El río d e
S a n Diego es alimentado e n su origen por
los manantiales llamados d e Cabeceras y
afluye al Bravo.
T r e s kilómetros aguas abajo d e estos
manantiales existe una presa provisional
de piedra suelta para derivar 6 M3 p. s. al
canal d e S a n Diego, que alimenta las pre-
s a s d e almacenamiento d e S a n Miguel, d e
las Virtudes y d e Jarita, y abastece los te-
rrenos situados a l a derecha d e l río San
Diego. E s t e canal tiene u n desarrollo d e
46 K. y como obras d e arte principales hay
que citar el túnel d e S a n Miguel, d e 2,180
M. d e largo y los puentes canales del Cin-
co d e Mayo, del 2 d e Abril y d e Bigotes.
L a presa d e S a n Miguel existe e n el arro-
yo d e Bigotes en e l K. 11 del canal de S a n
piedra en su talud mojado, con longitud d e
1,579 M. y altura de 4.60 M.; puede captar
10.470,OOO M3. Las capacidades d e l a s otras
dos presas son 10,000 y 30,000 M3., respec-
tivamente.
D e l kilómetro 3.5 del canal d e S a n Die-
go s e desprende e l canal del Centenario
que cruza el río d e S a n Diego mediante u n
sifón, sigue por las tierras del lado izquier-
do d e este río, conduce 1,500 1. p. s. para el
riego d e é s t a s y para la alimentación d e l a s
presas del Centenario, del Pinto, del Jabalí
y del Tule, situadas estas t r e s últimas en
los arroyos d e iguales nombres y l a prime-
r a en el arroyo d e los Novillos, K. 40 del
canal.
L a presa del Centenario e s de tierra re-
vestida de piedra e n su talud mojado; cap-
ta 14.134,OOO Ma, y mide 1,000 M. d e lar-
go por 10 M. de altura.
D e esta presa parte el canal de Balcones
d e 14 K., que lleva 1,200 1. p. s. destinados

220 221
o

d
al desarrollo de 548 H. P. en una planta d e
bombeo situada en la margen derecha del
río Bravo, del que bombean, a una altura de
14.50 M., 2,000 1. p. s. que, unidos a los
1,200 del canal de Balcones, después d e
accionar la planta, s e aprovechan en el rie-
go de las tierras del valle d e Purísima que
s e extiende en la margen derecha del río
Bravo, conduciéndolas por los canales Alto
y Bajo de Purísima, cuyas capacidades má-
ximas son d e 3,200 l. p. s. y sus longitu-
des de 16 K. cada uno.
El Sistema número 6 está totalmen
explotación, pero con el fin de mejorar s u s
obras hidráulicas actualmente s e estudia
una presa definitiva de derivación para re-
emplazar la provisional, las ampliaciones
de las presas del Centenario y d e San Mi-
Boca de entrada al túnel, canal San Mi-
guel, K-8. Sisteina Nacional de Rie-
go N* 6. San Carlos, Coah.
222
- .. ~ ~. _- -
~.~
. .-
. .-
........
guel, el mejoramiento de las redes de dis-
tribución y un canal principal con el nom-
bre de canal Norte que, partiendo del ex-
tremo izquierdo d e la presa d e derivación,
sigue más o menos paralelo y un poco más
alto que el canal del Centenario para subs-
tituir a éste y evitar el cruzamiento del río
San Diego por medio del sifón antes men-
cionado. Con estas obras la zona d e riego
podrá ampliarse probablemente hasta ....
23,000 hectáreas.
Este Sistema, cuya administración co-
isión Nacional de Irri-
de 1930, tiene actual-
mente e n riego 12,000 hectáreas, d e las
cuales 11,000 están colonizadas y 10,000
fueron cultivadas durante el presente año
agrícola ; 733 parcelas, cuya extensión me- Camión usado como nialacate en la lumbrera Nq 2 para movimiento de la canastilla.
dia e s de 15 hectáreas, dan cabida a 5,000 Túnel, canal S. Miguel K-8. Sistema N. de Riego Nq 6. San Carlos, Coah.
habitantes, y entre los colonos allí estable-
DATOS DE RESUMEN RELATIVOS A LA EXPLOTACION AGRICOLA
cidos 45 familias s e han repatriado últi- DEL SISTEMA
mamente d e los Estados Unidos del Norte. Area regable en el f u t u r o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23,000 hectáreas.
S e tiene en estudio la creación de una Area regable actualmente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12,000 ,,
ciudad agrícola que ocupará el lugar en que Area colonizada. .......................... 11,000 ,,
hoy s e encuentra el poblado de San Carlos, Area en cultivo en el a ñ o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10,000 ,,
y al igual que las creadas en los otros Sis- Valor de las parcelas colonizadas. . . . . . . . . . ..$ 2.700,OOO.OO
temas d e Riego servirá d e ejemplo como Extensión media d e parcelas. . . . . . . . . . . . . . . . 15 .,
centro d e población agrícola e industrial. Número de colonos instalados. ............. 730
Los primeros beneficiados con la realiza-
Número de colonos repatriados. ............. 45
ción de este proyecto serán los diversos
Número de habitantes.. .................... 5,000
grupos ejidales que, actualmente disemina- Cultivos apropiados : Nuez, frijol, maíz, algodón, arroz, alfalfa, yute, lino, vid, algunos
dos en la zona del Sistema, s e concentra- frutales y otros.
rán en la zona adyacente al lugar que ocu-
pará dicha ciudad campestre. Por ahora la EXPLICACIONES DE CARACTER GENERAL RELATIVAS A LA ORGANIZACION
Comisión Nacional de Irrigación contribu- DE LA COLONIZACION Y CULTIVO DE LOS DIFERENTES
ye eficazmente a resolver el problema edu- SISTEMAS NACIONALES DE RIEGO
cacional d e los colonos y al efecto sostiene
COLONZZACION de serias investigaciones técnicas sobre las
el mantenimiento d e nueve escuelas d e las condiciones agrológicas y agrícolas de las
18 con que cuenta este Sistema Nacional d e Paralelamente con 10s estudios topográ- tierras por regarse, por este ha lo-
Riego, y ayuda, dentro d e sus posibilida- ficos, hidrográficos, geológicos Y de inge- grado formar planos clasificados d e las 20-
des, a la construcción de los edificios desti- niería Civil, y con la construcción de las nas de riego, los primeros en s u género en
nados a planteles d e enseñanza. obras, la Comisión ha venido ocupándose el país, sobre los cuales s e ha proyectado
223
. . . . . . . . . . . . . _ ~ ~ . . _~~ .
. ~-
l a parcelación d e dichas zonas. L a última
expresión práctica d e los trabajos agronó-
micos e s e l establecimiento d e l a s t i r a n -
j a s bxperimentaies que, como l a s estableci-
d a s en los Sistemas Nacionales d e Riego
“Presidente Calles” y Número 4 (Río Sa-
l a d o ) , h a n comenzado a llenar d e u n a ma-
n e r a práctica su objeto, que consiste e n la
investigación y dirección permanente d e la
explotación agrícola que s e lleva a cabo
por los colonos establecidos e n cada Sis-
tema.
Realizadas las obras, incluyendo las vías
d e comunicación, y determinados los culti-
vos más apropiados en l a zona d e riego:
asegurada la posibilidad material d e minis-
t r a r el agua a l a extensión abierta a l a ex-
plotación, entran las actividades de la Co-
misión e n u n nuevo ciclo, m á s complicado
é s t e y m á s incierto e n sus resultados, co-
mo que ya no s e va a luchar por vencer
realidades físicas sino pcr resolver el pro-
blema social. L a tierra y el agua estando
preparadas y disponibles para q u e las ocu-
pe y aproveche el colono, s e imponía l a cui-
dadosa labor d e seleccionar estos colonos :
ningún intento sólido d e colonización po-
d r á cristalizar si el elemento hombre a que
se va a d a r cabida no reune, además d e
l a s cualidades morales indispensables, la
preparación agrícola, laboriosidad, voluntad
d e prosperar y aptitudes físicas innegables,
así como recursos pecuniarios e n cantidad
suficiente y equipo de trabajo, tanto para
q u e pueda hacer los gastos de estableci-
miento e n sus tierras, el translado d e su
familia y subvenir a sus necesidades h a s t a
l a recolección d e l a primera cosecha, como
para iniciar sus trabajos d e cultivo.
PROPAGANDA
P a r a t e n e r una información preliminar a
estos respectos, base d e la selección defi-
nitiva, d e s d e hace t r e s años s e h a hecho
l a propaganda del caso en los medios agrí-
224
colas apropiados, del país y d e los Estados L precios d e las parcelas s e fijaron los propósitos básicos que rigen l a coloni-
Unidos del Norte, y la distribución profu- desentendiéndose del costo derivado d e l a s zación d e los S i s t e m a s Nacionales d e
s a d e instructivos y cuestionarios especia- obras del Sistema y atendiendo exclusiva- Riego.
les para que estos últimos fueran requisi- mente al valor comercial dominante en l a s
tados por los aspirantes a colonos. S e logró respectivas regiones, con facilidades de pa- COLQNIZACION MEDIANTE APAR-
así hacer u n a primera clasificación d e los go l a s más liberales posibles. CERIA Y PROMESA DE VENTA
solicitantes y s e estimaron, al mismo tiem-
COLONIZACION MEDIANTE PRO- E s t a forma de adquirir terrenos en 10s
po que las probabilidades d e éxito d e és-
MESA DE VENTA Sistemas Nacionales d e Riego requiere l a
tos, medidas por sus antecedentes y recur-
celebración d e contratos que s e designan
sos, las erogaciones que tenía que hacer la
E n estas condiciones, los acuerdos pre- con el nombre de “aparcería agrícola y
Comisión en la preparación d e las tierras y
sidenciales que para cada S i s t e m a fijan l a promesa d e venta”, y no difieren esencial-
establecimiento d e los primeros ocupantes
forma d e adquisición de l a s parcelas esta- mente d e los contratos d e promesa d e ven-
que carecieran d e los medios suficientes
blecen que éstas s e entregarán limpias y t a sino en que el colono ocupa su parcela
para hacerlo por s u exclusiva cuenta.
preparadas mediante contratos de promesa sin pago alguno anticipado y en que, duran-
El análisis d e los datos de los cuestio-
t e los tres primeros años, no e s forzoso el
de venta, pagando el colono por anticipado
narios h a comprobado lo que ya s e presu-
el 5% en efectivo del valor del lote o in- pago anual del terreno en efectivo, pudien-
m í a : que solamente grupos reducidos d e
virtiendo en mejoras permanentes a l a par- do hacerlo el colono con el f r u t o d e la co-
agricultores que desean repatriarse y muy
cela una cantidad equivalente al 10% d e secha que obtenga e n la forma d e un tanto
contados elementos radicados en el país
ese valor, quedando obligado a cubrir el por ciento d e el!a, que s e h a estipulado e n
cuentan con el dinero y equipo suficiente.
resto del valor d e aquélla en 25 anualida- un 20, 25 ó 30% según que, en virtud del
Los m á s lo tienen en escasa proporción o
des iguales con un 4% anual sobre saldos contrato celebrado, reciba el colono tierra
carecen completamente d e una y otra cosa.
insolutos. Posteriormente, y estimando que y agua para riegos, tierra, agua y semilla,
L a Comisión, sin embargo, considerando
una d e las principales dificultades, tal vez o bien tierra, agua, semilla y útiles de la-
que la base m á s segura del éxito de su co-
i la única, que presentan en su aplicación los branza. El colono queda obligado a cubrir
lonización estribaba e n crear y fomentar
diversos acuerdos presidenciales antes con l a suma d e sus entregas, en t r e s años,
en el colono una noción clara y precisa d e
el 10% del valor d e l lote, abandonando el
mencionados, radica en la exigencia d e q u e
su responsabilidad, establece que la adqui-
el colono deba cubrir, en e l momento de mismo como desertor d e la colonia si sus
sición d e parcelas deberá hacerse siempre
firmar el contrato respectivo, e l 5% en aportaciones en los t r e s años que s e consi-
mediante convenios individuales, dejando
efectivo a que s e refieren los contratos ci- deran como d e aparcería no alcanzan a cu-
como acción posterior el impulso d e aso-
tados, y considerándose d e s d e otro punto brir e s e 10%. Vencida e s t a parte del con-
ciamiento, t a n natural como indispensable
d e vista que el éxito de los Sistemas N a - trato, la cuota d e agua s e r á cubierta e n
en todo conglomerado d e regantes. efectivo al precio de tarifa y el saldo del
cionales d e Riego s e basa en dos conse-
EXTENSHQN Y PRECIO DE LAS cuencias d e carácter inaplazable : 1“hacer- valor d e !a tierra, e s decir, cuando más e l
PARCELAS los entrar e n inmediata producción y 2” ha- 90% del valor del lote e n 20 anualidades
iguales vencidas, con causa del 4% anual
cer que esta producción beneficie al mayor
L a extensión d e las parcelas e s la ade-
número: el C. Presidente de la República d e interés.
cuada no sólo para que e l colono y su fa-
tuvo a bien expedir otro acuerdo e n el q u e P a r a la adopción d e e s t a última forma
milia subsistan con e l producto d e l a tie-
s e hija para todos los Sistemas e n general de colonización, cuyos resultados han su-
i r a , cubriendo con amplitud s u s necesida-
una forma mucho m á s liberal para la ad- perado a los que hubieran podido preverse
d e s d e alimentación y vestido, sus compro-
quisición d e parcelas, por el hecho de 1i- puesto que en el corto plazo d e seis meses
misos contraídos para l a adquisición del
brar al colono d e crecidas exigencias en el han sido ocupadas m á s d e 30,000 hectáreas
suelo y por servicio de agua, etc., sino que
momento d e su instalación, y otorgándole por nuevos colonos con sujeción a los con-
l e permita, después d e los primeros años
mayores facilidades durante 40s t r e s prime- tratos d e aparcería y promesa d e venta, s e
d e explotación, crearse un capital modes-
ros años, sin descuidar el cumplimiento d e tuvo en consideración que no hay, quizá,
to, susceptible d e ir acrecentándose.
225
I
‘ I i
e n l a agricultura mexicana u n procedimien-
t o d e explotación m á s generalizado que el
q u e s e deriva del contrato de aparcería
agrícola, que, cualesquiera que sean SUS
defectos, cuando s e t r a t a d e cubrir con un
partido aleatorio un exagerado arrenda-
miento d e l a tierra, puede depurarse, pue-
de perfeccionarse, s i u n criterio m á s sano
y aventajado hace del aparcero no u n me-
r o arrendatario sino u n futuro propietario
d e la tierra que paga con una determinada
proporción d e sus cosechas.
L a situación derivada de un contrato CO-
m ú n d e aparcería presentaría serios incon-
venientes, porque toda l a fuerza y autori-
d a d están d e u n lado y toda l a sumisión y
disciplina deben existir e n el o t r o ; e l co-
lono tendría que quedar continuamente fis-
calizado en sus operaciones por l a Adminis-
tración del Sistema, lo cual cambiaría el
programa d e la Comisión, que consiste en
hacer d e cada colono u n hombre libre eco-
nómicamente y que pueda manejar a SU
conveniencia los destinos d e su parcela. E n
l a forma estipulada d e “Aparcería y Prome-
s a d e Venta” la primera situación es tran-
sitoria, y su duración d e t r e s años e s su-
ficiente para provocar u n a selección d e los
colonos y para orientarlos en sus respec-
tivos programas: ofreciendo además la
gran ventaja de que los interesados pueden
llegar d e s d e luego a la tierra con muchas
facilidades y recoger de esta misma los
elementos necesarios para el cumplimien-
t o d e las obligaciones que les imponen SUS
contratos.
Conviene insistir en que el producto del
partido no va a cubrir e l mero arrenda-
miento d e l a tierra, sino que va a ser toma-
d o como pago del lote que el propio contra-
t o d e aparcería agrícola y mediante el cum-
plimiento de una sola condición s e prome-
t e en venta al aparcero. Dicho en otras pa-
l a b r a s : é s t e adquiere e l derecho d e vol-
226
verse propietario d e la tierra e n estos mo-
mentos y al recibirla cumple con una sola
obligación, bien sencilla por cierto, y pasa-
r á a sólo s e r deudor d e l Gobierno por el
precio d e l a cosa cuya venta le promete el
Estado.
ORGANIZACION DE REGANTES
D e s d e luego h a habido que preocuparse
por organizar el servicio d e riego. Es el pri-
m e r paso que hay que d a r para vencer e l
excesivo individualismo que caracteriza al
campesino en México, como e n todas par-
tes. P o r l a naturaleza misma d e las cosas,
los Sistemas d e Riego que tienen una fuen-
t e común d e abastecimiento y e n donde el
agua es para disfrute d e todos, crea impe-
riosamente la necesidad d e l a asociación
entre los usuarios: pero esto, axiomático
en las zonas antiguas d e irrigación, no pue-
d e n fácilmente comprenderlo en los pro-
yectos nuevos de riego: y sin embargo hay
que imponer, d e s d e el principio, l a organi-
zación d e regantes. Lograda ésta, indepen-
dientemente d e l a s ventajas y facilidades
que significa para la distribución d e las
aguas, podrá considerarse que está creado
el núcleo d e las futuras organizaciones coo-
perativas d e los colonos.
T a n t o por lo anteriormente expuesto CO-
mo porque a la postre pasará todo el con-
junto d e obras d e un S i s t e m a d e Riego a
poder d e los colonos establecidos en el
mismo, l a Comisión h a dado preferente
atención a que desde su ingreso s e asocien
para el mejor servicio d e los riegos. Así,
en los reglamentos que con carácter pro-
visional rigen en los Sistemas, s e estable-
ce que todos los usuarios del agua formen
Ea “Asociación d e Regantes”, representada
a n t e la Gerencia por l a M e s a Directiva que
l a constituyen nueve miembros elegidos por
los mismos colonos, a su vez constituídos
éstoe en agrupamientos llamados secciones
l
y divisiones d e riego, con objeto d e que, tes, como una manifestación r e a l del es-
dentro d e estas subdivisiones, s e r e u n a n fuerzo colectivo impuesta por l a Comisión
los que tienen comunes intereses y seme- e n t r e todos los colonos d e cada Sistema, s e
jantes condiciones en la forma d e verificar busca no sólo asegurar la conservación efi-
sus riegos. caz d e las obras y l a distribución equitati-
va d e las aguas, sino que con el agrupa-
CUOTA POR SERVICIO DE RIEGO miento d e regantes s e pretende fomentar,
E n t r e los privilegios que s e otorgan a e n t r e éstos, el espíritu cooperativo, e s d e -
los colonos d e u n Sistema, constituídos e n cir, l a noción d e solidaridad y d e interés
Asociación d e Regantes, existe el de reco- general, reconociendo que el trabajo colec-
mendar l a cuota que por servicio d e agua tivo, ordenado metódicamente, e s el único
d e b e cubrir el colono, cuota que, destinán- que puede sobreponerse a los obstáculos,
dose a cubrir en su totalidad los gastos d e inherentes a toda obra humana.
administración y conservación del S i s t e m a L a acción de e s t a s agrupaciones habrá d e
y prever l a introducción d e ciertas mejo- extenderse hasta constituirse e n socieda-
ras, s e considera que a ellos corresponde d e s financieras capacitadas para ampliar
hacerlo, puesto que nadie está mejor capa- las obras existentes o iniciar nuevas, así
citado que los mismos usuarios para deci- como lograr los beneficios d e u n a sabia or-
dir sobre los asuntos que atañen al futuro ganización d e agricultores para crearse cré-
del Sistema. ditos, adquirir implementos, semilla, f er-
M i e n t r a s s e logra l a organización colec- tilizantes, etc., y entregar al consumidor
tiva d e los colonos, el reglamento fija? con los productos cosechados u obtenidos d e
carácter provisional, que e l valor del agua las industrias d e l a s granjas.
d e riego s e a computado aplicando u n a cuo- E a Comisión tiene e l propósito d e tra-
t a mixta, compuesta d e u n mínimo fijo d e bajar en favor d e l a asociación, provocando
$5.00 por hectárea de riego, s e cultive o naturalmente l a creación d e nuevas agru-
no, y d e la cantidad que resulte por l a apli- paciones y dentro d e u n a conveniente me-
cación d e cincuenta centavos por cada mi- todicidad. S e evitará que en u n mismo t e -
llar d e metros cúbicos usados efectivamen- rreno d e acción y para fines idénticos sur-
t e en el terreno. jan varias Cooperativas que e n ocasiones
pueden llegar h a s t a hostilizarse puesto que
ORGANIZACIONES COOPERATIVAS
esto implica dispersión d e esfuerzos, lo q u e
E n t r e las ventajas prácticas a que tien- e s contrario a l a idea fundamental d e l a
d e l a creación d e la Asociación d e Regan- asociación.
RESUMEN DE LOS DATOS GENERALES RELATIVOS A L A EXPLQTACIQN
AGRICOLA DE LOS CINCO SISTEMAS DE RIEGO QUE YA ESTAN
ABIERTOS A LA COLONIZACION
Area regable e n el f u t u r o . .. ,.... .. . . . ..... . 147,000 hectáreas.
Area regable actualmente. . . , . . . . . , . . . . . , . , 72,000 ,,
Area colonizada. , . . . . . , . . . . . . . . . . . . . . . . .
, 79,700 ,,
Area en cultivo e n el a ñ o . . . . . . . . . . . . . . . . .
, 45,100 ,.
Valor d e las parcelas colonizadas. . . . . . . . . . $20.112,200.00
Extensión media d e p a r c e l a s . . ~. . . . . . . . . . . . 22.3 hectáreas.
327
L
 Número d e colonos instalados. ............ 11,370
Número d e colonos repatriados. . . . . . . . . . . . . . 160
Número d e habitantes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56,000

PROYECTOS DE RIEGO
PRESA RODRIGUEZ PROYECTO DE SANTO DOMINGO

Localización, municipio d e Ensenada, Te- E s t e proyecto tiene por objeto el riego

rritorio d e l a Baja Ca1ifornia.-Centros de d e las tierras d e los valles d e S a n Quin-
población, Tijuana, S a n Isidro y García.- tín y d e S a n Ramón con aguas almacena-
Vías de comunicación, ferrocarril S a n Die- d a s del río Santo Domingo; está ubicado
. < .

go Chort Line y carretera de l a presa a en los mi?nicipios de Camalú y S a n Quin-

tín, del territorio de l a Baja California;
S a n Diego.-Finalidad, riego d e l a s tierras
como población principal solamente puede
del valle d e Tijuana con aguas del río del
citarse el pueblo d e S a n Quintín.
mismo nombre, almacenándolas e n l a pre-
L a s tierras que pueden regarse son se-
s a Rodríguez.
cas, d e primera clase, d e 9,500 hectáreas
AGUAS APROVECHABLES d e extensión, en las que hay que usar u n
coeficiente d e riego d e 0.60 M. por térmi-
Corriente, río Tijuana:-Cuenca, río Ti- no medio y en las que es posible cultivar
juana.-Volumen anual, 2O.OO0,OOO M3. maíz, trigo, cebada, avena, frijol, garban-
zo, legumbres, tomate, jitomate, papa, ca-
T I E R R A S RE G A BLE S mote, ajo cebolla, chile, uva y frutales.
El lugar adecuado para la presa d e al-
Extensión, 2,000 hectáreas.- Clase, bue-
macenamiento s e encuentra e n u n cañón
na.-Cultivos, semitropicales.- Coeficiente del río Santo Domingo, situado a 17 M.
¿e riego, 0.55 M. aguas arriba d e l a desembocadura del río

PRESA DE ALMACENAMIENTQ
“RODRIGUEZ”
en el Océano Pacífico; e l tipo más conve-
niente e s el d e enrocamiento con talud mo- t
jado revestido d e concreto reforzado; su
Sitio, Cañón d e García del río Tijuana. capacidad h a sido estudiada para 90.Q00,OOO
y 120.000,OOQ d e M3. correspondientes a ?+
-Tipo, Ambursen.-Capacidad, 135.700,OOO
alturas máximas d e la cortina d e 61 y 71
M3.-Longitud, 610 M.-Altura máxima 57
M., con longitud en ambos casos de 285 M.
M.-Vertedor, con compuertas apoyadas SO-
El vertedor d e demasías s e proyecta d e
b r e rodillos.
90 M. d e largo, dotado d e cuatro compuer-
m
OBSERVACIONES t a s d e tambor, y las obras para extracción
consisten en un pozo $e doble pared perfo-
Las obras s e construyen por cuenta del rado en l a ladera izquierda y provisto d e
Gobierno del Distrito Norte d e la Baja cuatro compuertas cilíndricas y en u n tú- ,
C alif ornia. nel debajo d e la misma ladera. 1

229
228
3-
1
I.
- .~ ~.
i
.~
....
~

......
~

......... .
.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.. ~
. . . ..
 Número d e colonos instalados. ............ 11,370
Número d e colonos repatriados. . . . . . . . . . . . . . 160
Número d e habitantes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56,000
PROYECTOS DE RIEGO
PRESA RODRIGUEZ PROYECTO DE SANTO DOMINGO
Localización, municipio d e Ensenada, Te- E s t e proyecto tiene por objeto el riego
rritorio d e l a Baja Ca1ifornia.-Centros de d e las tierras d e los valles d e S a n Quin-
población, Tijuana, S a n Isidro y García.- tín y d e S a n Ramón con aguas almacena-
Vías de comunicación, ferrocarril S a n Die- d a s del río Santo Domingo; está ubicado
. < .
go Chort Line y carretera de l a presa a en los mi?nicipios de Camalú y S a n Quin-
tín, del territorio de l a Baja California;
S a n Diego.-Finalidad, riego d e l a s tierras
como población principal solamente puede
del valle d e Tijuana con aguas del río del
citarse el pueblo d e S a n Quintín.
mismo nombre, almacenándolas e n l a pre-
L a s tierras que pueden regarse son se-
s a Rodríguez.
cas, d e primera clase, d e 9,500 hectáreas
AGUAS APROVECHABLES d e extensión, en las que hay que usar u n
coeficiente d e riego d e 0.60 M. por térmi-
Corriente, río Tijuana:-Cuenca, río Ti- no medio y en las que es posible cultivar
juana.-Volumen anual, 2O.OO0,OOO M3. maíz, trigo, cebada, avena, frijol, garban-
zo, legumbres, tomate, jitomate, papa, ca-
T I E R R A S RE G A BLE S mote, ajo cebolla, chile, uva y frutales.
El lugar adecuado para la presa d e al-
Extensión, 2,000 hectáreas.- Clase, bue-
macenamiento s e encuentra e n u n cañón
na.-Cultivos, semitropicales.- Coeficiente del río Santo Domingo, situado a 17 M.
¿e riego, 0.55 M. aguas arriba d e l a desembocadura del río
PRESA DE ALMACENAMIENTQ
“RODRIGUEZ”
en el Océano Pacífico; e l tipo más conve-
niente e s el d e enrocamiento con talud mo- t
jado revestido d e concreto reforzado; su
Sitio, Cañón d e García del río Tijuana. capacidad h a sido estudiada para 90.Q00,OOO
y 120.000,OOQ d e M3. correspondientes a ?+
-Tipo, Ambursen.-Capacidad, 135.700,OOO
alturas máximas d e la cortina d e 61 y 71
M3.-Longitud, 610 M.-Altura máxima 57
M., con longitud en ambos casos de 285 M.
M.-Vertedor, con compuertas apoyadas SO-
El vertedor d e demasías s e proyecta d e
b r e rodillos.
90 M. d e largo, dotado d e cuatro compuer-
m
OBSERVACIONES t a s d e tambor, y las obras para extracción
consisten en un pozo $e doble pared perfo-
Las obras s e construyen por cuenta del rado en l a ladera izquierda y provisto d e
Gobierno del Distrito Norte d e la Baja cuatro compuertas cilíndricas y en u n tú- ,
C alif ornia. nel debajo d e la misma ladera. 1
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3-
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I.
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......... .
.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.. ~
. . . ..
 La localización del canal principal, que
empieza en la presa d e almacenamiento
en la margen izquierda del río Santo Do-
mingo a continuación del túnel d e extrac-
ciones, cruzará cuatro veces el cauce del río
por medio de sifones y continúa por el
oriente del valle d e S a n Quintín h a s t a al-
canzar u n desarrollo d e 53.5 M., debiendo
s e r s u capacidad en el origen d e 5,800 1. p. s.
PROYECTOS DEL RIO ALTAR
P a r a el aprovechamiento d e las aguas
d e l río Altar s e tienen formulados tres
proyectos :
P R I M E R PROYECTO
E s t á ubicado en el municipio de Altar,
Estado d e Sonora; S U S principales centros
d e población s o n : Altar, Atil y Pitiquito.
Su objeto e s el aprovechamiento e n rie-
go de las aguas d e los ríos Altar y Seco
mediante su almacenamiento e n la presa
d e La Angostura, situada en e l primer río,
y en dos presas situadas en el río S e c o ;
las tierras por regar son de propiedad na-
cional y privada, d e 5,000 hectáreas d e ex-
tensión, d e magnífica calidad y donde pue-
d e cultivarse trigo, caña de azúcar, algo-
dón y dátiles. S e estima el coeficiente de
riego en 1 M.
El vaso d e La Angostura t e n d r á u n a ca-
pacidad d e 51.333,OOO M3. y quedará defi-
nido PO- una cortina d e mampostería con
perfil d e gravedad o d e tierra con cora-
zón d e mampostería, d e 520 M. d e longi-
t u d en l a corona y 17 M. d e altura máxima,
y por u n dique auxiliar d e tierra con cora-
zón impermeable d e 1,500 M. d e longitud
y altura máxima d e 8 M. Los vasos e n el
río Seco s e limitarán con cortinas d e m a m -
postería con perfil d e gravedad, siendo sus
capacidades d e 240,000 y 380,000 M3.; las
aguas captadas en estos dos vasos s e de-
230
rivarán al río Altar por medio d e u n canal
d e 6,870 1. p. s. d e capacidad.
L a s obras d e conducción consistirán en
dos canales d e capacidad d e 5,000 1. p. s.
que s e localizarán en ambas márgenes del
río.
El presupuesto de l a s obras alcanzará la
cifra d e $6.635,455.00 y el costo por hectá-
r e a será d e $1,332.00.
SEGUNDO PROYECTO
E s t á ubicado en el municipio d e Atil, Es-
tado d e Sonora; los principales centros po-
blados enclavados en e l proyecto s o n : Al-
tar, Atil y Tubutama.
Su objeto e s el aprovechamiento e n rie-
go d e las aguas del río Altar, mediante SU
almacenamiento en una presa que s e defi-
nirá construyendo una cortina de tierra
con corazón impermeable en l a boquilla Ila-
mada d e Santa Teresa. Ea longitud d e l a
cortina resultar& de 265 M. y su altura
máxima d e 20 M. La capacidad s e calcula
en 18.000,OOO M3.
Las tierras regables son extensas en
2,320 hectáreas d e magnífica calidad y don-
d e pueden cultivarse trigo, caña de azúcar,
algodón y dátil.
S e considera que l a presa costará .. .
$35 1,000.00.
TERCER PROYECTO
S e ubica en el municipio d e Saric, del
mismo Estado d e Sonora, siendo esta ca-
becera municipal la principal población si-
tuada e n el proyecto.
Su objeto e s el aprovechamiento d e las
aguas del río Altar en e l riego d e l a s tie-
rrüs del valle d e Saric, con 1,610 hectá-
reas d e extensión de muy buena clase y
donde puede cultivarse trigo, caña d e azú-
car, algodón y dátil.
E n el río Altar s e encontraron dos bo-
quillas útiles para la construcción de l a cor-
Gruta del nacimiento del río “Mante”.
,¡
tina que definirá el vaso: en cualquier caso
la cortina será de tierra con corazón de
mampostería. En la primera boquilla Sa-
ric la capacidad de la presa resultará de
13.432,OOO M3., la cortina resultará d e 189
M. de longitud y.20 M. de altura máxima
y su costo será de $500,000.00. La segun-
da boquilla, denominada Aguacaliente, si-
tuada a 19 K. aguas arriba d e la localiza-
ción anterior; la presa resultará de una
capacidad de 14.710,000 M3., la longitud d e
la cortina será de 115 M. y su altura má-
xima de 25 M., con un costo de $380,000.00.
PROYECTOS D E L RIO SONORA
Para el aprovechamiento d e las aguas
del río Sonora se tienen estudiados dos
proyectos :
P R I M E R PROYECTO
Se ubicará en el municipio d e Ures, Son.:
su objeto será el aprovechamiento de las
aguas del río Sonora en el riego del valle
de Ures, mediante el almacenamiento de
ellas en la presa de la Puerta del Sol.
Las tierras regables son d e propiedad
particular y comunal, de 21,000 hectáreas
de extensión, aluviales y arcillo-arenosas,
de muy buena calidad y donde puede cul-
tivarse trigo, maíz y frijol. Se estima el
coeficiente de riego en 0.42 M.
La presa s e construirá en el vado de La
Cuerva, del cañón de Puerta del Sol, río
.
Sonora; tendrá u n a capacidad de . . . .:
147.700,OOO M3. La cortina se hará d e
mampostería en arco y con perfil Wegman,
de 235 M. de longitud en la corona y altu-
ra máxima d e 65 M.
Las obras de conducción consistirán en
dos canales, uno para cada margen del río;
el del norte tendrá un desarrollo d e 45 K.
y una capacidad de 1,945 1. p. s . ; el del
231
sur un desarrollo d e 40 K. y capacidad d e
4,120 1. p. s.
Se ha calculado un presupuesto d e . . .
$5.885,000.00 p a r a estas obras y el costo
por hectárea resultará de $280.00.
SEGUNDO PROYECTO
Esta ubicado en el municipio de Hermo-
sillo, Son., siendo las principales poblacio-
nes que se encuentran en él Hermosillo y
Seris; la más importante vía de comunica-
ción es el ferrocarril Sud-Pacífico d e Guay-
mas a Nogales.
El objeto d e este proyecto es el riego
del valle de Hermosillo y desarrollos hi-
droeléctricos con aguas del río Sonora, al-
macenadas en la presa del Molinito.
Las tierras que se regarán son 56,700
hectáreas de muy buena clase. Se estima
el coeficiente de riego en 0.76 M.
La presa de almacenamiento se construi-
r á en el paraje denominado El Molinito,
situado a 26 K. arriba de Hermosillo, ten-
drá una capacidad d e 532.000,OOO M3., la
cortina será del tipo d e arcos múltiples, d e
concreto armado, resultando de 525 M. de
longitud y 36.5 M. d e altura máxima: el
vertedor de demasías será cortado en la
roca de la ladera derecha, tendrá 60 M.
de largo y estará provisto d e compuertas y
8 sifones con capacidad total de 4,287 M3.
p. s.
Las obras de conducción quedarán cons-
tituídas por dos canales, uno en cada mar-
gen del río Sonora: el del norte tendrá un
desarrollo d e 9.5 K. y una capacidad d e
3,000 1. p. s., y el del sur tendrá un des-
arrollo de 67.5 K. y una capacidad de
18,000 1. p. s.
El aprovechamiento hidroeléctrico será
factible mediante la construcción de dos
plantas, la primera al pie d e la presa con
una capacidad de 3,000 H. P. y la segun-
 d a s e construirá en el K. 42 d e l canal prin- cauce del río h a s t a el lugar denominado
cipal sur, su capacidad s e r á d e 5,000 H. P. Picachos, que se encuentra a 5 K. aguas
S e calcula que la obra costará .. . .. .. . arriba d e Buenavista, donde s e proyecta
$4.790,000~00 y resultará un costo por h e c - , la construcción d e u n a presa d e derivación
tá-ea d e $84.50. que repartirá l a s aguas e n t r e s canales que
s e denominan canal principal, canal orien-
t e y canal poniente, con los cuales s e irri-
garán las tierras de l a planicie comprendi-
PROYECTO DEL YAQUI
d a entre los ríos Yaqui y M a y o y la costa
del golfo de California.
E s t e proyecto está ubicado en los muni-
Las tierras regables son d e propiedad
cipios d e Temosachic y M a d e r a del Esta-
privada, d e 120,000 hectáreas d e extensión,
do d e Chihuahua, y Bavispe, Suaqui de Ba-
situadas en los municipios d e Cócorit y
tuc, Buenavista y Cócorit del Estado de
Navojoa, clasificadas como aluviales de
Sonora.
magnifica calidad y donde s e cultivan:
Dentro del proyecto, los principales cen-
maíz, trigo, frijol, arroz, alfalfa, cebada,
tros d e población son Cócorit y Bacun, y la
vía d e comunicación m á s importante es
chícharo y algodón. Se estima el coeficien-
el ferrocarril Sud Pacífico de Mazatlán a
t e d e riego en 0.85 M.
El aprovechamiento hidroeléctrico s e rea-
Guaymas.
lizará por medio d e 5 plantas. Ea prime-
El objeto d e este importante proyecto e5
r a situada en l a presa d e Camellón, que
el aprovechamiento en riego y desarrollo
aprovecha una caída d e 48 M. con gasto
d e energía d e las aguas d e los ríos Aros
medio d e 15 M3.p . , s . ; la segunda planta
y Bavispe: formadores del Yaqui por me-
s e construirá e n el río Aros a l a salida d e
dio d e almacenamientos efectuados en s u
c n túnel de 14 K. que s e proyecta e n el
cuenca alta. S e han estudiado varios va-
rio Papigochic a 165 K. aguas abajo d e Ca-
sos para este fin, siendo e! d e Camellón en
mellón. S e aprovechará una caida d e 390
l a primera corriente y e l de Angostura en
M. con gasto medio d e 11.5 M3. p. s. La
la segunda, los que reunen mejores condi-
tercera planta estará ubicada en l a presa
ciones y por lo tanto los aceptados.
$e La Angostura en el río Bavispe; se apro-
E a presa d e Camellón está localizada en vecharán 17.5 M3. p. s. a 53 M. de caída.
e! río Papigochic a 5 K. aguas abajo d e T e - La cuarta planta queda ubicada en la con- i=
mosachic, Chih., en el lugar llamado Came-
fluencia d e los ríos Aros y Davispe, apro- i
Ilón: s e ha proyectado d e tipo d e arcos
vechando una caída de 35 M. con gasto d e
múltiples con capacidad d e 600.OO0,OOO M3.,
36 M3. p. s. La quinta planta s e localizará
41 con longitud en l a corona d e 187 M. y al-
en el río Yaqui, a 4 K. abajo d e l a confluen-
tu-a máxima d e 42 M. L a segunda presa cia del río Moctezuma, aprovechando 36
está localizada en el río Bavispe en l a bo-
M3. p. s. en u n a caída d e 50 M.
quilla d e L a Angostura, a 15 K. aguas aba-
jo d e Teras, Son, La cortina proyectada es
e d e tierra con una longitud d e 220 M. en la PROYECTBO DEL RIO MAYO
corona y una altura máxima d e 74 M. La
capacidad d e la presa e s d e $1,250.000,000 E s t e proyecto está ubicado en los muni-
M3. cipios d e Navojoa, Etchojoa y Huatabam-
L a s aguas s e conducirán por el mismo PO del Estado d e Sonora.
232 233.
 d a s e construirá en el K. 42 d e l canal prin-
cipal sur, su capacidad s e r á d e 5,000 H.
S e calcula que la obra costará .. . .. .. .
$4.790,000~00 y resultará un costo por h e c - , la construcción d e u n a presa d e derivación
tá-ea d e $84.50.
PROYECTO DEL YAQUI
E s t e proyecto está ubicado en los muni-
cipios d e Temosachic y M a d e r a del Esta-
do d e Chihuahua, y Bavispe, Suaqui de
tuc, Buenavista y Cócorit del Estado
Sonora.
Dentro del proyecto, los principales cen-
tros d e población son Cócorit y Bacun, y la
vía d e comunicación m á s importante
el ferrocarril Sud Pacífico de Mazatlán a
Guaymas.
El objeto d e este importante proyecto e5
el aprovechamiento en riego y desarrollo
d e energía d e las aguas d e los ríos Aros
y Bavispe: formadores del Yaqui por me-
dio d e almacenamientos efectuados en s u
cuenca alta. S e han estudiado varios va-
sos para este fin, siendo e! d e Camellón en
l a primera corriente y e l de Angostura en
la segunda, los que reunen mejores condi-
ciones y por lo tanto los aceptados.
E a presa d e Camellón está localizada en
e! río Papigochic a 5 K. aguas abajo d e T e -
mosachic, Chih., en el lugar llamado Came-
Ilón: s e ha proyectado d e tipo d e arcos
múltiples con capacidad d e 600.OO0,OOO M3.,
41 con longitud en l a corona d e 187 M. y al-
tu-a máxima d e 42 M. L a segunda presa
está localizada en el río Bavispe en l a bo-
quilla d e L a Angostura, a 15 K. aguas aba-
jo d e Teras, Son, La cortina proyectada es
e d e tierra con una longitud d e 220 M. en la
corona y una altura máxima d e 74 M. La
capacidad d e la presa e s d e $1,250.000,000
M3.
L a s aguas s e conducirán por el mismo
232
cauce del río h a s t a el lugar denominado
P. Picachos, que se encuentra a 5 K. aguas
arriba d e Buenavista, donde s e proyecta
que repartirá l a s aguas e n t r e s canales que
s e denominan canal principal, canal orien-
t e y canal poniente, con los cuales s e irri-
garán las tierras de l a planicie comprendi-
d a entre los ríos Yaqui y M a y o y la costa
del golfo de California.
Las tierras regables son d e propiedad
privada, d e 120,000 hectáreas d e extensión,
Ba-
situadas en los municipios d e Cócorit y
de
Navojoa, clasificadas como aluviales d e
magnifica calidad y donde s e cultivan:
maíz, trigo, frijol, arroz, alfalfa, cebada,
chícharo y algodón. Se estima el coeficien-
es
t e d e riego en 0.85 M.
El aprovechamiento hidroeléctrico s e rea-
lizará por medio d e 5 plantas. Ea prime-
r a situada en l a presa d e Camellón, que
aprovecha una caída d e 48 M. con gasto
medio d e 15 M3. p . , s . ; la segunda planta
s e construirá e n el río Aros a l a salida d e
c n túnel de 14 K. que s e proyecta e n el
rio Papigochic a 165 K. aguas abajo d e Ca-
mellón. S e aprovechará una caida d e 390
M. con gasto medio d e 11.5 M3. p. s. La
tercera planta estará ubicada en l a presa
$e La Angostura en el río Bavispe; se apro-
vecharán 17.5 M3. p. s. a 53 M. de caída.
La cuarta planta queda ubicada en la con- i=
fluencia d e los ríos Aros y Davispe, apro- i
vechando una caída de 35 M. con gasto d e
36 M3. p. s. La quinta planta s e localizará
en el río Yaqui, a 4 K. abajo d e l a confluen-
cia del río Moctezuma, aprovechando 36
M3. p. s. en u n a caída d e 50 M.
PROYECTBO DEL RIO MAYO
E s t e proyecto está ubicado en los muni-
cipios d e Navojoa, Etchojoa y Huatabam-
PO del Estado d e Sonora.
233.
 b
Los principales centros de población son
l a s cabeceras enumeradas y Camoa; las
principales vías d e comunicación son el fe-
rrocarril Sud-Pacífico d e Mazatlán a Guay-
m a s y el ferrocarril M a y o de Navojoa a
Huatabampo.
E s t e proyecto hará factible e l aprovecha-
miento en riego d e las aguas del río M a -
yo, que tienen un escurrimiento medio
anual d e 628.000,OOO M3. mediante su al-
macenamiento en la presa de Camoa.
Las tierras que s e regarán son 80,000
hectáreas que s e extienden a l s u r d e la
parte baja del río, son planas, y parte ¿e
ellas están formadas de sedimentos grises
d e 2 a 3 M. d e espesor, y o t r a parte son
lamas café-rojizas de 1 M. d e espesor. Am-
bas producen muy buenas cosechas culti-
vándolas con garbanza, trigo, maíz, frijol,
verduras, alfalfa, frutas auranciáceas, hi-
gueras, viñedos, arroz, algodón y caña d e
azúcar. S e estima el coeficiente d e riego
e n 1.14 M., incluyendo !as pérdidas por
conducción.
Asimismo s e aprovecharán las aguas al-
macenadas para generación d e energía eléc-
trica, y como obras subsidiarias s e realiza-
r á n el desagüe d e la laguna d e Sebampo en
el río y el endicamiento d e u n tramo del
mismo para proteger contra l a s inundacio-
nes las tierras situadas e n t r e los pueblos
d e Etchojoa y Huatabampo.
L a presa de almacenamiento s e proyecta
construir aprovechando u n a boquilla q u e s e
encuentra en el río M a y o a 2 K. aguas aba-
jo del pueblo d e C a m o a ; l a cortina s e r á
d e tierra y grava con talud mojado d e 1%
x 1 revestido d e concreto y talud exterior
l
I d e 2 x 1 ; tendrá 1,461 M. d e longitud e n
I
.* l a corona y 40 d e altura máxima. S e calcu-
l a s u capacidad e n 628.000,OOO M3. E s t a r á
provista d e dos vertedores d e demasías,
uno en cada l a d e r a ; el ‘de l a derecha ten-
d r á una longitud de 374 M. y 5.5 d e altu-
234 235
r a máxima y s e construirá d e concreto; el
d e l a izquierda, d e 516 M. d e largo, s e r á
parte cortado e n l a roca, y en una longitud
d e 230 M. se construirá d e concreto.
L a s obras d e toma consistirán e n dos
conductos de concreto armado con seccio-
n e s e n herradura y capacidad d e 75 M3. p.
s. L a s extracciones s e gobernarán d e s d e
u n a torre d e concreto reforzado, situada e n
el pie del talud mojado y a l a izquierda del
cauce del río, provista con compuertas ci-
líndricas.
L a s obras d e conducción consisten en un
canal principal que empieza en la presa
d e Camoa y corre hacia el s u r con u n des-
arrollo d e 33 K. con capacidad para 68.5
M3, p. s. y los canales d e L a s Animas y
Bacavachi que s e inician en e l extremo del
principal. El primero (canal d e Las Ani-
m a s ) 2 los 2,090 M. descarga en el arroyo
canalizado de L a s Animas h a s t a desaguar
e n la laguna de Sebampo situada al sures-
te del pueblo de Etchojoa; tiene un des-
arrollo d e 28.5 K. y capacidad d e 48 M3.
p. s.; el canal d e Bacavachi sigue hacia el
l
s u r hasta su intersección con el arroyo Ba-
cavachi y continúa por el curso d e e s t e
arroyo canalizado para terminar siendo
afluente ¿el arroyo d e L a s Animas; su
desarrollo hasta el arroyo d e Bacavachi es
d e 33.6 K. y h a s t a e l arroyo d e Las Ani-
m a s e s d e 47.2 K.
E n e s t e proyecto se h a prestado atención
i
1
a las obras d e desagüe mediante u n canal
que parte de l a laguna d e Sebampo, corre
El
l
hacia el oeste y desagua en el río Mayo,
tiene u n desarrollo de 14 K. L a laguna re-
cibe las aguas d e los arroyos d e Sichajori,
Las Animas y Bacavachi, abarca una área
d e 550 hectáreas y puede contener .. ...
7.500,OOO M3. 1
El aprovechamiento hidroeléctrico s e r á
factible construyendo u n a planta en e l arro-
yo d e L a s Animas e n el lugar en que el
 b
Los principales centros de población son
l a s cabeceras enumeradas y Camoa; las
principales vías d e comunicación son el fe-
rrocarril Sud-Pacífico d e Mazatlán a Guay-
m a s y el ferrocarril M a y o de Navojoa a
Huatabampo.
E s t e proyecto hará factible e l aprovecha-
miento en riego d e las aguas del río M a -
yo, que tienen un escurrimiento medio
anual d e 628.000,OOO M3. mediante su al-
macenamiento en la presa de Camoa.
Las tierras que s e regarán son 80,000
hectáreas que s e extienden a l s u r d e la
parte baja del río, son planas, y parte ¿e
ellas están formadas de sedimentos grises
d e 2 a 3 M. d e espesor, y o t r a parte son
lamas café-rojizas de 1 M. d e espesor. Am-
bas producen muy buenas cosechas culti-
vándolas con garbanza, trigo, maíz, frijol,
verduras, alfalfa, frutas auranciáceas, hi-
gueras, viñedos, arroz, algodón y caña d e
azúcar. S e estima el coeficiente d e riego
e n 1.14 M., incluyendo !as pérdidas por
conducción.
Asimismo s e aprovecharán las aguas al-
macenadas para generación d e energía eléc-
trica, y como obras subsidiarias s e realiza-
r á n el desagüe d e la laguna d e Sebampo en
el río y el endicamiento d e u n tramo del
mismo para proteger contra l a s inundacio-
nes las tierras situadas e n t r e los pueblos
d e Etchojoa y Huatabampo.
L a presa de almacenamiento s e proyecta
construir aprovechando u n a boquilla q u e s e
encuentra en el río M a y o a 2 K. aguas aba-
jo del pueblo d e C a m o a ; l a cortina s e r á
d e tierra y grava con talud mojado d e 1%
x 1 revestido d e concreto y talud exterior
lI d e 2 x 1 ; tendrá 1,461 M. d e longitud e n
.*I l a corona y 40 d e altura máxima. S e calcu-
l a s u capacidad e n 628.000,OOO M3. E s t a r á
provista d e dos vertedores d e demasías,
uno en cada l a d e r a ; el ‘de l a derecha ten-
d r á una longitud de 374 M. y 5.5 d e altu-
234 235
r a máxima y s e construirá d e concreto; el
d e l a izquierda, d e 516 M. d e largo, s e r á
parte cortado e n l a roca, y en una longitud
d e 230 M. se construirá d e concreto.
L a s obras d e toma consistirán e n dos
conductos de concreto armado con seccio-
n e s e n herradura y capacidad d e 75 M3. p.
s. L a s extracciones s e gobernarán d e s d e
u n a torre d e concreto reforzado, situada e n
el pie del talud mojado y a l a izquierda del
cauce del río, provista con compuertas ci-
líndricas.
L a s obras d e conducción consisten en un
canal principal que empieza en la presa
d e Camoa y corre hacia el s u r con u n des-
arrollo d e 33 K. con capacidad para 68.5
M3, p. s. y los canales d e L a s Animas y
Bacavachi que s e inician en e l extremo del
principal. El primero (canal d e Las Ani-
m a s ) 2 los 2,090 M. descarga en el arroyo
canalizado de L a s Animas h a s t a desaguar
e n la laguna de Sebampo situada al sures-
te del pueblo de Etchojoa; tiene un des-
arrollo d e 28.5 K. y capacidad d e 48 M3.
p. s.; el canal d e Bacavachi sigue hacia el
l
s u r hasta su intersección con el arroyo Ba-
cavachi y continúa por el curso d e e s t e
arroyo canalizado para terminar siendo
afluente ¿el arroyo d e L a s Animas; su
desarrollo hasta el arroyo d e Bacavachi es
d e 33.6 K. y h a s t a e l arroyo d e Las Ani-
m a s e s d e 47.2 K.
E n e s t e proyecto se h a prestado atención
i
1
a las obras d e desagüe mediante u n canal
que parte de l a laguna d e Sebampo, corre
El
l
hacia el oeste y desagua en el río Mayo,
tiene u n desarrollo de 14 K. L a laguna re-
cibe las aguas d e los arroyos d e Sichajori,
Las Animas y Bacavachi, abarca una área
d e 550 hectáreas y puede contener .. ...
7.500,OOO M3. 1
El aprovechamiento hidroeléctrico s e r á
factible construyendo u n a planta en e l arro-
yo d e L a s Animas e n el lugar en que el
cana! del mismo nombre descarga en este
arroyo. S e aprovechará u n gasto medio d e
20 M3 p. s. con 8.40 M. d e altura, por !o
que la capacidad media d e l a planta resul-
t a d e 1,150 K. W.
L a s obras d e endicamiento consistirán
e n la construcción d e dos diques d e pro-
tección, uno en cada margen del río; el d e
l a derecha d e 19 K. d e longitud y el d e la
izquierda d e 32; serán d e tierra con coro-
n a d e 3 M. d e ancho y talud interior d e
3 x 1 y exterior d e 2% x 1.
El presupuesto total d e las obras alcan-
za l a cifra d e $16.428,790.00, resultando u n
costo por hectárea d e $205.00.
PROYECTO DE SAN BUENAVENTURA
E s t e proyecto está ubicado en los muni-
cipios d e Namiquipa, S a n Buenaventura y
Galeana del Estado d e Chihuahua.
Los principales centros d e población com-
prendidos dentro d e él s o n : Namiquipa, L a s
Cruces, S a n Buenaventura y Galeana, con
6,500 habitantes.
L a s principales vías d e comunicación en
e s t a zona están constituídas por el camino
de Chihuahua a Casas Grandes, pasando
por S a n Buenaventura y Galeana y una lí-
n e a telefónica entre los mismos puntos.
L a construcción d e e s t e proyecto hará
factible, mediante el almacenamiento d e
las aguas del río Santa M a r í a en !a presa
del Tintero, el riego d e l a s tierras del va-
lle d e S a n Buenaventura en u n a extensión
d e 20,000 hectáreas d e tierra, d e propiedad
particular; antiguos depósitos lacustres en
donde las capas d e cantos rodados e s t á n
cubiertas por u n a tierra vegetal d e 0.30 a
1. M. d e espesor. Los cultivos apropiados
para estas tierras son: trigo, hortalizas, al-
falfa y frutales d e hueso. S e estima e l coe-
ficiente d e riego en 0.90 M.
236
La cortina d e la presa s e construirá en
la boquilla del Tintero, s e hará de enroca-
miento no acomodado, con una capa d e en-
rocamiento acomodado que cubra el talud
mojado, revestida d e una dala d e concreto
reforzado; la longitud d e la cortina s e r á d e
82.50 M. y s u altura máxima d e 58 M. Ea
capacidad de l a presa resultará d e ., . ..
310.000,OOO d e M3.
EI vertedor d e demasías s e proyecta la-
brarlo e n la ladera izquierda con u n a longi-
t u d d e 200 M.; las obras d e desfogue con-
sistirán en un túnel d e sección rectangu-
l a r d e 5.00 x 6.00 M. alojado en la misma
l a d e r a ; las obras d e toma s e han locali-
zado en l a ladera derecha y consistirán en
u n túnel revestido de concreto d e 298 M.
d e largo, de sección cuadrada d e 3.00 x
3.00 M. y con capacidad d e 92 M3. 9. s.,
provisto con sus correspondientes compuer-
t a s y válvulas.
L a s obras d e derivación serán en núme-
ro d e dos, la presa d e Bocas y la presa d e
l a Prieteña, ubicadas en lafi haciendas d e
iguales nombres. Ambas s e r á n del tipo
d e presas vertedoras y s e construirán d e
concreto.
L a primera s e r á d e 110 M. d e longitud
y 2.50 M. de altura y servirá para derivar
las aguas para los canales alto del oeste
y alto del este, !a segunda t e n d r á u n a lon-
gitud d e 200 M. y altura d e 1.80 y con
ella s e alimentarán los canales bajo del
oeste y bajo del este.
L a s obras d e conducción quedarán cons-
tituídas por el cauce antiguo del río entre
l a presa d e almacenamiento y l a s presas d e
derivación. D e l a presa d e Bocas derivará
el canal alto del este con un desarrollo d e
45 K. y capacidad para 12,500 1. p. se, y el
canal alto del oeste con un desarrollo d e
20 K. y capaz de un gasto d e 2,000 1. p. s.;
d e la presa Prieteña derivarán e l canal ba-
jo del e s t e y e l canal bajo del oeste, el
 PUEBLO VIEJO

CRUCE

.
l
I

ESCALA APROXIMADA 1:108,800

 primero de 24 K. d e desarrollo y con ca-
pacidad para 4,200 1. p. s. y el segundo d e
22 K. de desarrollo y capaz d e u n gasto
de 5,500 1. p. s.
E n este proyecto s e h a prestado prefe-
rente atención a las obras d e drenaje, el
que s e obtendrá por medio d e dos siste-
mas, el llamado Merineño, que drenará los
terrenos regados por el canal alto del e s t e
y desaguará en el río, y e l llamado d e
Horcones que drenará los terrenos regados
por los canales alto y bajo del o e s t e des-
aguando en el mismo río. El canal Merine-
ñ ó s e r á capaz d e u n gasto d e 2,100 1. p. s.
con desarrollo d e 28 K. y e l canal d e H o r -
cones tendrá una capacidad para 1,500 1. p.
s. y u n desarrollo d e 58 K.
El eetudio d e este proyecto e s t á comple-
tamente terminado y en condiciones d e em-
pezar su construcción, habiéndose formula-
do un presupuesto por $3.923,465.00, por
lo que el costo por hectárea será d e $196.17.
PROYECTO DEL VALLE DE JUAREZ
E s t e proyecto está comprendido en el
municipio d e Juárez, Estado d e Chihua-
hua, incluyendo como población principal
a Ciudad Juárez y a otras d e menor im-
portancia.
E n t r e las vías d e comunicación que lle-
gan a Ciudad Juárez s e encuentran: la li-
nea troncal del F. C. de México a la citada
ciudad y el F. C. del Noroeste d e México
de Juárez a Guerrero.
El proyecto comprende el riego d e 21,000
hectáreas que constituyen el valle d e Juá-
rez, aprovechando los 74.000,OOO M3. que
según convenio internacional del 21 d e ma-
yo d e 1906 recibe México d e las aguas d e l
río Bravo, almacenadas e n la presa del
Elefante. E s t a s aguas s e conducen h a s t a
los terrenos por regar por medio del canal
237
c
llamado d e l a acequia M a d r e . También
comprende el proyecto e l drenaje d e todos
los terrenos del citado valle.
L a finalidad de los estudios que s e es-
tán practicando e s definir el más eficiente
uso d e las aguas derivadas por la acequia
M a d r e , el abastecimiento d e agua d e l a re-
gión que no alcanza a recibir riego con l a
de l a acequia citada y abatir e l nivel d e
la capa freática por medio d e obras d e
drenaje.
PROYECTO DEL ROMANCE
E s t e proyecto s e encuentra situado en e l
municipio d e Guerrero, del Estado d e Coa-
huila, contando como principales centros d e
población las ciudades d e Piedras Negras
y Guerrero y existiendo e n l a región, como 1
I r
vía d e comunicación, l a carretera que u n e
a l a s poblaciones que s e acaban d e citar.
1
L a s aguas que s e utilizarán provienen del
río Bravo y serán extraídas por medio d e
bombeo d e u n lugar del mismo río situado
en su margen derecha conocido con el nom-
bre del Romance, e n cantidad d e 65.000,OOO
de M3 anuales.
La extensión regable e s d e 5,700 hectá-
reas d e terrenos aluviales, d e primera cla-
s e e n su mayor parte, propios para los cul-
!
tivos d e maíz, trigo, algodón,
día, aplicándoles u n volumen
i0,OOO M3. por hectárea.
chile y san-
d e agua d e i
L
P a r a el aprovechamiento d e las aguas s e
elevarán é s t a s por medio d e una planta d e
bombas que al ehecto s e construirá, con u n
gasto d e 5,250 1. p. s. y a una altura m e -
dia d e 16 M. Después se conducirán por
medio d e u n canal localizado por l a margen
derecha del río con el mismo gasto antes
citado, siendo el desarrollo d e dicho canal
d e 40 K. h a s t a llegar al arroyo del Castaño.
238
a
 Este proyecto s e ha estudiado con el ca-
rácter de definitivo.
PROYECTO DE CIENEGA DE FLORES
Este proyecto está localizado en las mu-
nicipalidades de Salinas Victoria, Ciénega
de Flores,' General Zuazua, Marín y Pes-
quería, del Estado de Nuevo León: las po-
blaciones principales comprendidas dentro
de él y en sus proximidades son las cabe-
ceras de estas municipalidades que llevan
los mismos nombres, y lo cruzan el ferro-
carril d e Monterrey a Matamoros, la carre-
tera de México a Nuevo Laredo y la ca-
rretera a General Zuazua.
Las tierras regables s e extienden por la
margen derecha del río Salinas con una
superficie d e 5,200 hectáreas.
En ellas s e aprovecharán las aguas d e di-
cha corriente almacenándolas e n un vaso
con capacidad de 150.000,OOO d e M3., el
que deberá ser cerrado con una presa e n
la boquilla d e San Francisco, del río Sali-
nas, próxima al pueblo d e Ciénega d e Flo-
res y con un dique auxiliar e n prolongación
de la presa hasta la carretera d e l General
Zuazua. La presa s e proyecta con el nom-
bre d e Ciénega de Flores, d e tierra, reves-
tida con una dala de concreto reforzado en
el talud mojado, d e 1,570 M. d e longitud y
56 M. de altura, con vertedor d e demasías
de 60 M. de largo, en un puerto que existe
en el límite noreste del vaso. Las obras d e
extracción consistirán en una torre d e vál-
vulas de concreto reforzado y dos conduc-
tos de igual material de 125 M. de largo y
capacidad total mínima d e 5,500 1. p. s. El
dique auxiliar, también d e tierra, con re-
vestimiento de piedra en seco en el talud
interior, tendrá una longitud d e 3,100 M.
y altura de 4.50 M.
La conducción d e las aguas s e hará en
239
un canal principal con capacidad para los
5,500 1. p. s., que partiendo de los conduc-
tos d e extracciones seguirá por la margen
derecha del río Salinas, cruzará el río Pes-
querías mediante un sifón y terminará en
el K. 25.
El proyecto forma parte del conjunto d e
obras estudiadas para el total aprovecha-
miento en riego d e las aguas del río San
Juan y que comprende, además, los alma-
cenamientos de Altamira, El Cuchillo y El
Azúcar.
PROYECTO DEL CUCHILLO
S e encuentra este proyecto en las muni-
cipalidades de China, General Bravo, Doc-
tor Coss y Los Aldamas, del Estado d e
Nuevo León. Las cabeceras de los munici-
pios anteriores, d e iguales nombres, son
los principales centros d e población de l a
región, y el ferrocarril d e Monterrey a M a -
tamoros principal vía de comunicación que
corre en ella.
El área regable correspondiente es d e
53,000 hectáreas d e l angosto valle del río
San Juan, cuyas aguas s e emplearán en el
riego de esa área almacenándolas en la
presa del Cuchillo, próxima al rancho d e l
mismo nombre, d e 2,700 M. de largo y 36
metros de altura, con capacidad para . . . .
l
958.000,OOO de M3. El vaso de almacena-
miento deberá cerrarse, además, por el la-
do poniente con un dique auxiliar de tierra
de 5,600 M. de longitud.
Nueve kilómetros río abajo d e la presa
del Cuchillo las aguas serán derivadas del
río San Juan, por medio de una presa ver-
tedora, a los canales principales de riego
que corren uno por cada margen del río.
Este proyecto está ligado con el d e con-
junto que s e tiene en estudio para el total
aprovechamiento d e las aguas del río S a n
Juan, N. L., y que ha exigido la formación
d e los proyectos d e Altamira, Ciénega d e
Flores, El Cuchillo y El Azúcar.
--
PROYECTO DEL AZUCAR
E s t e proyecto tiene por objeto el riego
d e las tierras del valle d e Camargo con
aguas del río S a n Juan, almacenadas e n el
vaso del Azúcar; está localizado en los mu-
nicipios d e Camargo y Reynosa del Estado
d e Tamaulipas ; las poblaciones principa-
les próximas a 61 son Camargo, Reynosa,
Valadeces, S a n Miguel d e Camargo, Rey-
nosa Viejo, S a n Francisco y el Azúcar, j .
las principales vías d e comunicación que
prestan servicio a la región, el ferrocarril
d e Monterrey a Matamoros, l a carretera
d e Matamoros a Mazatlán y el camino d e
Matamoros a Laredo.
La extensión regable es d e 61,000 hec-
táreas formadas d e migajón arenoso, mi-
gajón arcillo-limoso y migajón arcilloso,
propias para el cultivo del algodón, ,fruta-
les, maíz y verduras, y que requieren una
capa d e agua anual d e 0.70 a 1.20 M., se-
gún el cultivo.
S e proyecta construir la presa d e alma-
cenamiento en la boquilla del río S a n Juan,
próxima al rancho del Azúcar, del tipo d e
tierra y grava con revestimiento d e concre-
to reforzado en el talud de aguas arriba,
de 2,570 M. d e longitud y 35 M. de altura,
capaz d e captar 900.000,000 M3., con un
vertedor labrado en l a ladera izquierda d e
600 M. d e largo, dotado d e compuertas au-
tomáticas radiales.
P a r a el riego de las tierras las aguas se-
r á n conducidas pbr u n canal principal que
empieza en la presa d e almacenamiento y
corre hacia el oriente, d e 65 K. d e des-
arrollo.
El área regable d e e s t e proyecto puede
240
ser ampliada, porque existe l a posibilidad
d e derivar aguas del río Bravo al vaso del
Azúcar, y de levantar la altura d e l a presa
hasta 38 M., lo que permitirá aumentar su
capacidad a 1,500.000,000 M3.
E s t e proyecto está ligado con los del Azú-
car, Ciénega d e Flores y Cuchillo por for-
mar parte de los estudios practicados para
proyectar el total aprovechamiento d e las
aguas del río S a n Juan, N. L.
Í 'i
PROYECTO DE SAN FRANCISCO
E a finalidad d e este proyecto es el riego
d e parte de las tierras del valle d e Camar-
go d e l a municipalidad del mismo nombre,
del Estado d e Tamaulipas, con aguas bom-
beadas del río Bravo y decantadas e n un
vaso d e sedimentación, el que alimenta los
canales d e riego.
Dentro del proyecto tienen su asiento las
poblaciones d e S a n Francisco, Puertecitos,
Tepeguaje, La Laja, Valadeces, Villarrea-
les y S a n Miguel d e Camargo, que dispo-
r e n para su comunicación del ferrocarril
d e Monterrey a Matamoros y del camino
d e Matamoros a Laredo.
El área que e s posible regar e s d e 6,000
hectáreas, constituída por tierras d e miga-
jón arenoso, franco y migajón arcilloso,
adecuadas al cultivo d e algodón, frutales,
maíz y verduras, usándose u n coeficiente
d e riego que varía d e 0.55 M. a 1 M.
La planta de bombeo, que deberá s e r tér-
mica, d e petróleo crudo, s e proyecta en l a
margen derecha del río Bravo, en el pue-
blo d e S a n Francisco, para levantar 5,140
1. p. s. a 11.60 M.
D e l desiogue d e e s t a planta u n canal d e
480 M. d e largo conducirá las aguas bom-
. . a un vaso de decantación de 795,000
beadas
M3. d e capacidad, formado con bordos d e
tierra reforzados d e grava.
24 1
Juan, N. L., y que ha exigido la formación
d e los proyectos d e Altamira, Ciénega d e
Flores, El Cuchillo y El Azúcar.
--
PROYECTO DEL AZUCAR
E s t e proyecto tiene por objeto el riego
d e las tierras del valle d e Camargo con
aguas del río S a n Juan, almacenadas e n el
vaso del Azúcar; está localizado en los mu-
nicipios d e Camargo y Reynosa del Estado
d e Tamaulipas ; las poblaciones principa-
les próximas a 61 son Camargo, Reynosa,
Valadeces, S a n Miguel d e Camargo, Rey-
nosa Viejo, S a n Francisco y el Azúcar, j .
las principales vías d e comunicación que
prestan servicio a la región, el ferrocarril
d e Monterrey a Matamoros, l a carretera
d e Matamoros a Mazatlán y el camino d e
Matamoros a Laredo.
La extensión regable es d e 61,000 hec-
táreas formadas d e migajón arenoso, mi-
gajón arcillo-limoso y migajón arcilloso,
propias para el cultivo del algodón, ,fruta-
les, maíz y verduras, y que requieren una
capa d e agua anual d e 0.70 a 1.20 M., se-
gún el cultivo.
S e proyecta construir la presa d e alma-
cenamiento en la boquilla del río S a n Juan,
próxima al rancho del Azúcar, del tipo d e
tierra y grava con revestimiento d e concre-
to reforzado en el talud de aguas arriba,
de 2,570 M. d e longitud y 35 M. de altura,
capaz d e captar 900.000,000 M3., con un
vertedor labrado en l a ladera izquierda d e
600 M. d e largo, dotado d e compuertas au-
tomáticas radiales.
P a r a el riego de las tierras las aguas se-
r á n conducidas pbr u n canal principal que
empieza en la presa d e almacenamiento y
corre hacia el oriente, d e 65 K. d e des-
arrollo.
El área regable d e e s t e proyecto puede
240
ser ampliada, porque existe l a posibilidad
d e derivar aguas del río Bravo al vaso del
Azúcar, y de levantar la altura d e l a presa
hasta 38 M., lo que permitirá aumentar su
capacidad a 1,500.000,000 M3.
E s t e proyecto está ligado con los del Azú-
car, Ciénega d e Flores y Cuchillo por for-
mar parte de los estudios practicados para
proyectar el total aprovechamiento d e las
aguas del río S a n Juan, N. L.
Í 'i
PROYECTO DE SAN FRANCISCO
E a finalidad d e este proyecto es el riego
d e parte de las tierras del valle d e Camar-
go d e l a municipalidad del mismo nombre,
del Estado d e Tamaulipas, con aguas bom-
beadas del río Bravo y decantadas e n un
vaso d e sedimentación, el que alimenta los
canales d e riego.
Dentro del proyecto tienen su asiento las
poblaciones d e S a n Francisco, Puertecitos,
Tepeguaje, La Laja, Valadeces, Villarrea-
les y S a n Miguel d e Camargo, que dispo-
r e n para su comunicación del ferrocarril
d e Monterrey a Matamoros y del camino
d e Matamoros a Laredo.
El área que e s posible regar e s d e 6,000
hectáreas, constituída por tierras d e miga-
jón arenoso, franco y migajón arcilloso,
adecuadas al cultivo d e algodón, frutales,
maíz y verduras, usándose u n coeficiente
d e riego que varía d e 0.55 M. a 1 M.
La planta de bombeo, que deberá s e r tér-
mica, d e petróleo crudo, s e proyecta en l a
margen derecha del río Bravo, en el pue-
blo d e S a n Francisco, para levantar 5,140
1. p. s. a 11.60 M.
D e l desiogue d e e s t a planta u n canal d e
480 M. d e largo conducirá las aguas bom-
. . a un vaso de decantación de 795,000
beadas
M3. d e capacidad, formado con bordos d e
tierra reforzados d e grava.
24 1
 Como s e ve, en el plano anexo, d e este
vaso s e desprenden cuatro canales princi-
pales d e riego que conducirán l a s aguas a
otras tantas unidades numeradas del 1 al
4, subdividiéndose los canales números 2
y 3 en varios secundarios. El desarrollo
total d e todos estos canales e s d e 56.5 K.
PROYECTO DE SANTA GERTRUDIS
E s t e proyecto está ubicado en el munici-
..
pio d e Camargo, del Estado d e Tamaulipas.
Los principales centros d e población d e
la zona son Valadeces, L a Laja y Santa
Gertrudis.
Atraviesan el proyecto l a línea del ferro-
carril d e Monterrey a Matamoros y el ca-
mino d e Matamoros a Laredo.
Cuando s e realice este proyecto s e r á fac-
tible el riego de parte d e las tierras d e l
valle d e Camargo con aguas del arroyo d e
Santa Gertrudis mediante s u almacena-
miento en l a presa de La Palma, pero de-
bido a las grandes fluctuaciones d e l régi-
men del arroyo y a l a vasta superficie eva-
porante del vaso, dicho régimen no s e re-
gulariza satisfactoriamente, resultando muy
variable la extensión regable anualmente,
no siendo conveniente, en consecuencia, l a
construcción d e e s t e proyecto para explo-
tarlo aisladamente, sino que s e recomienda
s e haga en combinación con los proyectos
del bajo río S a n Juan y de S a n Francisco,
que riegan tierras del mismo valle.
La extensión de tierras que puede regar-
s e con las aguas almacenadas en “La Pal-
,,
ma fluctúa entre 1,500 y 5,000 h e c t á r e a s ;
son d e propiedad particular, formadas por
migajones arenosos y arcillosos, donde s e
puede cultivar algodón, árboles frutales,
maíz y verduras, con u n coeficiente d e rie-
go que s e estima variará d e 0.50 a 1.00 M.
incluyendo las pérdidas por conducción.
S e ha estudiado l a cortina d e l a presa
242 1 243
i
de almacenamiento en u n estrechamiento
del valle de S a n t a Gertrudis llamado “La
Palma”: s e construirá d e tierra revestida
de mampostería con mortero d e cal en el
talud mojado; su longitud e n e l corona-
miento resultará d e 2,275 M. y su altura
máxima s e r á d e 12 M. La capacidad d e l a
presa s e calcula e n 40.000,OOO M3. El ver-
tedor de demasías d e 30 M. d e largo, la-
brado en el terreno d e la margen derecha,
s e revestirá en parte d e mampostería y es-
tará provisto d e cinco compuertas automá-
ticas radiales.
L a s extracciones d e agua s e gobernarán
desde una torre d e toma que se construirá
d e concreto armado.
L a obra d e conducción consistirá en u n
canal de 15 K. de desarrollo y con capaci-
dad para 3,500 1. p. s. en e l origen.
El estudio d e e s t e proyecto e s t á termi-
nado y s e tiene formulado u n presupuesto
d e $1.103,972.00 para las obras, por lo q u e
el costo por hectárea s e r á d e $368.00 supo-
niendo que e l área media regable s e a d e
3,000 hectáreas.
PROYECTO DEL POTOSI
Ubicación, municipio de Linares, Estado
d e Nuevo León.- Centros d e población, Li-
nares y Hua1ahuises.-Vías d e comunica-
ción, ferrocarril de M o n t e r r e y a Tampico.-
Finalidad, riego d e las tierras de l a M e s a
del Rayo con las aguas almacenadas del
río Potosí y del arroyo d e S a n Pedro, de-
rivando las almacenadas e n l a primera co-
rriente al almacenamiento d e l a segunda.
AGUAS APROVECHABLES
Corrientes, río Potosí y arroyo S a n Pe-
dro.-Cuenca, río Conchas o S a n Fernan-
do.-Volumen anual, 65.372,OOO M3. (un
mínimo de 2,000 1. p. s. del río Potosí).
 Como s e ve, en el plano anexo, d e este
vaso s e desprenden cuatro canales princi-
pales d e riego que conducirán l a s aguas a
otras tantas unidades numeradas del 1 al
4, subdividiéndose los canales números 2
y 3 en varios secundarios. El desarrollo
total d e todos estos canales e s d e 56.5 K.
PROYECTO DE SANTA GERTRUDIS
E s t e proyecto está ubicado en el munici-
..
pio d e Camargo, del Estado d e Tamaulipas.
Los principales centros d e población d e
la zona son Valadeces, L a Laja y Santa
Gertrudis.
Atraviesan el proyecto l a línea del ferro-
carril d e Monterrey a Matamoros y el ca-
mino d e Matamoros a Laredo.
Cuando s e realice este proyecto s e r á fac-
tible el riego de parte d e las tierras d e l
valle d e Camargo con aguas del arroyo d e
Santa Gertrudis mediante s u almacena-
miento en l a presa de La Palma, pero de-
bido a las grandes fluctuaciones d e l régi-
men del arroyo y a l a vasta superficie eva-
porante del vaso, dicho régimen no s e re-
gulariza satisfactoriamente, resultando muy
variable la extensión regable anualmente,
no siendo conveniente, en consecuencia, l a
construcción d e e s t e proyecto para explo-
tarlo aisladamente, sino que s e recomienda
s e haga en combinación con los proyectos
del bajo río S a n Juan y de S a n Francisco,
que riegan tierras del mismo valle.
La extensión de tierras que puede regar-
s e con las aguas almacenadas en “La Pal-
,,
ma fluctúa entre 1,500 y 5,000 h e c t á r e a s ;
son d e propiedad particular, formadas por
migajones arenosos y arcillosos, donde s e
puede cultivar algodón, árboles frutales,
maíz y verduras, con u n coeficiente d e rie-
go que s e estima variará d e 0.50 a 1.00 M.
incluyendo las pérdidas por conducción.
S e ha estudiado l a cortina d e l a presa
242 1 243
i
de almacenamiento en u n estrechamiento
del valle de S a n t a Gertrudis llamado “La
Palma”: s e construirá d e tierra revestida
de mampostería con mortero d e cal en el
talud mojado; su longitud e n e l corona-
miento resultará d e 2,275 M. y su altura
máxima s e r á d e 12 M. La capacidad d e l a
presa s e calcula e n 40.000,OOO M3. El ver-
tedor de demasías d e 30 M. d e largo, la-
brado en el terreno d e la margen derecha,
s e revestirá en parte d e mampostería y es-
tará provisto d e cinco compuertas automá-
ticas radiales.
L a s extracciones d e agua s e gobernarán
desde una torre d e toma que se construirá
d e concreto armado.
L a obra d e conducción consistirá en u n
canal de 15 K. de desarrollo y con capaci-
dad para 3,500 1. p. s. en e l origen.
El estudio d e e s t e proyecto e s t á termi-
nado y s e tiene formulado u n presupuesto
d e $1.103,972.00 para las obras, por lo q u e
el costo por hectárea s e r á d e $368.00 supo-
niendo que e l área media regable s e a d e
3,000 hectáreas.
PROYECTO DEL POTOSI
Ubicación, municipio de Linares, Estado
d e Nuevo León.- Centros d e población, Li-
nares y Hua1ahuises.-Vías d e comunica-
ción, ferrocarril de M o n t e r r e y a Tampico.-
Finalidad, riego d e las tierras de l a M e s a
del Rayo con las aguas almacenadas del
río Potosí y del arroyo d e S a n Pedro, de-
rivando las almacenadas e n l a primera co-
rriente al almacenamiento d e l a segunda.
AGUAS APROVECHABLES
Corrientes, río Potosí y arroyo S a n Pe-
dro.-Cuenca, río Conchas o S a n Fernan-
do.-Volumen anual, 65.372,OOO M3. (un
mínimo de 2,000 1. p. s. del río Potosí).
 TIERRAS REGABLES
Extensión, 10,000 hectáreas pertenecien-
tes a las haciendas del Naranjo, S a n Juan,
El Carmen y San Julián y Anexas.
PRESAS DE ALMACENAMIENTO
Presa del Canelo
Sitio, en el río Potosí, cerca de l a con-
gregación del Canelo.-Tipo, vertedora, d e
concreto ciclópeo.-Capacidad, 1.250,OOO
M3.-Longitud, 250 M. en la corona.-Al-
tura máxima, 5 M.
Presa de Jesús
Sitio, en el arroyo San Pedro, cerca del
lugar llamado Granjenosa.-Tipo, muro d e
concreto ciclópeo, en parte, y tierra con co-
razón de mampostería el resto.-Capaci-
dad, 2.300,OOO M3,-Longitud, 710 M.-Al-
tura máxima, 7.50 M.
CANAL DE DERIVACION
Localización, conecta ambas presas par-
tiendo del extremo izquierdo d e la del Ca-
nelo y descargando en la margen derecha
de la d e Jesús.-Gasto, 5,000 1. p. s. al
. . .
principio.-Desarrollo, 7 K.
CANALES DE R I E G O
Canal del Sur
Localización, s e desprende del d e deri-
vación por su margen derecha y sigue por
l a izquierda del río Potosí.-Gasto, 3,000
1. p. s.-Desarrollo, 11 K.
Canal del Norte
Localización, sale de la presa de Jesús y
sigue por la margen derecha del arroyo d e
San Pedro.-Gasto, 5,000 1. p. s.
OBSERVACIONES
Este e s un estudio preliminar sin estu-
dio hidrológico.
244
Si es posible disponer d e un gasto mí-
nimo de 2,000 1. p. s. del río Potosí, los dos
almacenamientos propuestos serían inúti-
les por pequeños ; para regar las 10,000 hec-
táreas s e necesitaría uno de 14.500,OOO M3,
pero como no hay vaso para esta capacidad
no se puede saber qué extensión podrá re-
garse por simple derivación de la corriente
por no conocerse el régimen del río Potosí.
~
PROYECTO DE TRUJILLO
Ubicación, municipio de Fresnillo, Esta-
do de Zacatecas.-Centros de población,
Fresnillo.-Finalidad, riego de las tierras
del valle del alto río Aguanaval con aguas
almacenadas en el río Trujillo, afluente del
primero y derivadas más abajo por medio
de una presa vertedora.
AGUAS APROVECHABLES
Corriente, río Trujil1o.-Cuenca, laguna
d e Viescae-Volumen anual, 160.000,OOO
M3.
TIERRAS REGABLES
Extensión, 25,000 hectáreas.-Clase, me-
diana.-Cultivos, los comunes.-Coeficien-
te de riego, 0.80 M.
PRESA D E ALMACENAMIENTO
Sitio, boquilla de S a n Antonio en el río
~
Trujil1o.-Tipo, de tierra con talud moja-
do d e 3 x 1 revestido de concreto y talud
exterior de 2 x 1 revestido de piedra en
seco.-Capacidad, 160.000,OOO M3.-Longi-
tud, 720 M.-Altura máxima, 32 M.-Ver-
tedor, en la ladera derecha, de 155 M. de
largo, parte de mampostería y parte corta-
do en la roca.-Obras de toma, torre d e .
válvulas, de mampostería y túnel de 390
M. de largo, perforado en el contrafuerte
izquierdo.
L 245
PRESA DE DERIVACION
Sitio, en el río Aguanaval, a 5 K. aguas
abajo de la de almacenamiento.-Tipo, ver-
tedora de mampostería en 200 M. y d e tie-
rra en el resto.-Longitud, 1,525 M.-Altu-
ra, 7 M.
CANALES PRINCIPALES
Localización, uno en cada margen del río
Aguanaval a partir de l a presa de deriva-
ción.-Gasto, 30 M3. p. s. el del oriente y
20 M3. p. s. el del poniente.-Desarrollos,
35 K. cada uno.
PRESUPUESTO
Total, $2.591,000.00.-Costo por hectá-
rea, $104.00.
OBSERVACIONES
El estudio es de un ante-proyecto. No
hay seguridad d e que s e puedan captar los
160.000,OOO M3. porque solamente durante
pocos meses s e practicaron aforos en el río
Trujillo.
PROYECTO DEL RIO FRIO
S e propone con este proyecto el riego d e
las tierras de los valles de los ríos Frío y
Guayalejo, Comprendidas en l a municipali-
dad de Villa Juárez, del Estado de Tamau-
lipas, con aguas derivadas d e la primera
corriente que es de gasto perenne.
Las poblaciones principales de la región
son Quintero, Xicoténcatl y Magiscatzín, y
la principal vía de comunicación el ferro-
carril de Calles a Guerrero.
La extensión regable es de 20,000 hectá-
reas de tierras aluviales magníficas y pro-
fundas sobre subsuelo de pizarras, propias
para el cultivo d e maíz, garbanzo, caña, to-
mate, frutas citrosas, 'plátano, mango y
aguacate y que necesitan una capa anual
d e agua de 0.60 a 1.10 M., según la clase
de cultivo.
La presa de derivación de las aguas del
río Frío s e proyecta construirla a 200 M.
aguas abajo del pueblo de Ahualulco, d e
concreto, con compuertas radiales,
E1 cana1 principal tomará del río 12 M3.
p. S., s e localizará a partir del extremo iz-
quierdo de la presa por la parte alta d e las
tierras regables comprendidas entre los
ríos Frío y Guayalejo y cruzará el segun-
d o río por medio de un sifón en el K. 12.
S e ha estudiado, además, una ampliación
del proyecto del río Frío para regar las tie-
rras que se extienden por la margen iz-
quierda del río Guayalejo, marcadas en el
plano anexo con Extensión del Proyecto
del Río Frío, prolongando al efecto el canal
principal de este proyecto al oriente del río
Guayalejo, a continuación del sifón.
PROYECTO DEL COLIMOTE
Ubicación, municipio de Río Verde, Es-
tado de San Luis Potosí.-Centros d e po-
blación, Fernández y Río Verde.-Vías de
comunicación, ferrocarriles de México-San
Luis Potosí y d e San Luis Potosí-Tampico.
Finalidad, riego de las tierras del valle
d e Río Verde con aguas del río del mismo
nombre, almacenadas en la presa del Co-
limote y derivadas más abajo por medio
de una presa vertedora.
AGUAS APROVECHABLES
Corriente, río Verde.-Cuenca, río Pá-
nuco.-Volumen anual, 47.000,OOO M3.
TIERRAS REGABLES
Extensión, 4,770 hectáreas.-Clase, mar-
gas calizas y detritus volcánicos.-Culti-
vos actuales, maíz, frijol, garbanzo, caña
 d e azúcar, algodón, tomate, camote y na-
ranja.
P R E S A DE A L M A C E N A M I E N T O
Sitio, boquilla del Colimote en el río
Verde.-Tipo, enrccamiento o mampostería
según s e encuentre el subsuelo d e cimen-
tación.-Capacidad, 47.000,OOO M3.-Longi-
tud, d e 130 a 14Ó M. e n l a corona.-Altura
máxima, d e 18 a 22 M.
PRESA DE DERIVACION

-
calientes. E n t r e los centros d e población
que tienen s u asiento cerca del proyecto
los de m á s importancia son S a n Pedro Pie-
d r a Gorda, S a n José d e la Isla, S a n Fran-
cisco y Cosío. E a línea troncal del €erro-
carril d e México a Ciudad Juárez atraviesa
d e sur a norte la zona regable, que está
formada d e tierras arcillo-arenosas d e bue-
na calidad en las-que actualmente s e siem-
bra trigo, maíz y chile,
D e esta zona e s posible regar 10,000 hec-
táreas con 12s aguas del río S a n Pedro, al-
Sitio, 3 kilómetros aguas abajo d e la del macenadas en u n a presa d e mampostería
Colimote.- Tipo, no definido.- Longitud, con contrafuertes que s e proyecta construir
300 M.-Altura, d e 4 a 5 M. en el cañón d e S a n Pedro d e dicha co-
rriente, d e 180 metros d e longitud por 65
CANALES PRINCIPALES
metros d e altura sobre el lecho del río, pa-
Localización, uno en cada margen del r a una capacidad d e 107.000,OOO d e M3.
río Verde.-Gastos, 5,000 1. p. s. el del s u r La conducción d e las aguas para el riego
y 1,000 a 2,000 1. p. s. el del norte.-Des- d e las tierras situadas al lado izquierdo
arrollos, 10 a 12 K. el del s u r y 6 K. el del río S a n Pedro s e h a r á por medio d e
del norte. u n canal principal llamado canal norte, d e
6.9 M3 p. s. d e capacidad y 32 K. d e lon-
PRESUPUESTO
gitud y las destinadas al riego d e las tierras
Total, $1.481,000.00.-Costo por hectá- que s e extienden por el lado derecho del río
rea, $366.00. deberá hacerse por u n canal principal (ca-
nal sur) con gasto de 2.5 M3. p. s. y des-
O BS E R V A CIONE S arroIlo d e 10 K.
El estudio de e s t e proyecto e s solamente L a derivación d e las aguas al primer ca-
preliminar. na! s e h a r á por medio d e l a presa d e la
La formación del subsuelo del vaso es hacienda d e S a n Pedro, que existe en el
calcásea; en él s e encontró u n a caverna, río a 2 K. aguas abajo de l a d e alma-
deduciéndose que probablemente existen cenamiento en proyecto : presa construida
más que harían irrealizable o peligroso el d e mampostería, d e 60 metros d e longitud
proyecto. y 4.00 de altura que deberá s e r aumentada
a 4.60 M., y la derivación al segundo canal
s e hará e n una presa d e mampostería, d e
PROYECTO DE SAN PEDRO PIEDRA 50 M. d e longitud por 2.25 d e altura, que
GORDA hay que construir en el río S a n P e d r o a
6 K. aguas abajo d e l a derivación ante-
P a r t e d e este proyecto s e encuentra en rior.
el Estado d e Zacatecas, en el municipio de Este proyecto puede considerarse como
S a n Pedro Piedra Gorda, y el resto en el u n a ampliación de! Sistema Nacional d e
8 1 municipio de Cosío del Estado de- Aguas- . .Riego “ P r e s i d e n t e Calles”. . .
246
,
 d e azúcar, algodón, tomate, camote y na-
ranja.
P R E S A DE A L M A C E N A M I E N T O
Sitio, boquilla del Colimote en el río
Verde.-Tipo, enrccamiento o mampostería
según s e encuentre el subsuelo d e cimen-
tación.-Capacidad, 47.000,OOO M3.-Longi-
tud, d e 130 a 14Ó M. e n l a corona.-Altura
máxima, d e 18 a 22 M.
PRESA DE DERIVACION
Sitio, 3 kilómetros aguas abajo d e la del
Colimote.- Tipo, no definido.- Longitud,
300 M.-Altura, d e 4 a 5 M.
CANALES PRINCIPALES
Localización, uno en cada margen del
río Verde.-Gastos, 5,000 1. p. s. el del s u r
y 1,000 a 2,000 1. p. s. el del norte.-Des-
arrollos, 10 a 12 K. el del s u r y 6 K. el
del norte.
PRESUPUESTO
Total, $1.481,000.00.-Costo por hectá-
rea, $366.00.
O BS E R V A CIONE S
El estudio de e s t e proyecto e s solamente
preliminar.
La formación del subsuelo del vaso es
calcásea; en él s e encontró u n a caverna,
deduciéndose que probablemente existen
más que harían irrealizable o peligroso el
proyecto.
PROYECTO DE SAN PEDRO PIEDRA
GORDA
P a r t e d e este proyecto s e encuentra en
el Estado d e Zacatecas, en el municipio de
S a n Pedro Piedra Gorda, y el resto en el u n a ampliación de! Sistema Nacional d e
8 1 municipio de Cosío del Estado de- Aguas- . .Riego “ P r e s i d e n t e Calles”. . .
246
,
-
calientes. E n t r e los centros d e población
que tienen s u asiento cerca del proyecto
los de m á s importancia son S a n Pedro Pie-
d r a Gorda, S a n José d e la Isla, S a n Fran-
cisco y Cosío. E a línea troncal del €erro-
carril d e México a Ciudad Juárez atraviesa
d e sur a norte la zona regable, que está
formada d e tierras arcillo-arenosas d e bue-
na calidad en las-que actualmente s e siem-
bra trigo, maíz y chile,
D e esta zona e s posible regar 10,000 hec-
táreas con 12s aguas del río S a n Pedro, al-
macenadas en u n a presa d e mampostería
con contrafuertes que s e proyecta construir
en el cañón d e S a n Pedro d e dicha co-
rriente, d e 180 metros d e longitud por 65
metros d e altura sobre el lecho del río, pa-
r a una capacidad d e 107.000,OOO d e M3.
La conducción d e las aguas para el riego
d e las tierras situadas al lado izquierdo
del río S a n Pedro s e h a r á por medio d e
u n canal principal llamado canal norte, d e
6.9 M3 p. s. d e capacidad y 32 K. d e lon-
gitud y las destinadas al riego d e las tierras
que s e extienden por el lado derecho del río
deberá hacerse por u n canal principal (ca-
nal sur) con gasto de 2.5 M3. p. s. y des-
arroIlo d e 10 K.
L a derivación d e las aguas al primer ca-
na! s e h a r á por medio d e l a presa d e la
hacienda d e S a n Pedro, que existe en el
río a 2 K. aguas abajo de l a d e alma-
cenamiento en proyecto : presa construida
d e mampostería, d e 60 metros d e longitud
y 4.00 de altura que deberá s e r aumentada
a 4.60 M., y la derivación al segundo canal
s e hará e n una presa d e mampostería, d e
50 M. d e longitud por 2.25 d e altura, que
hay que construir en el río S a n P e d r o a
6 K. aguas abajo d e l a derivación ante-
rior.
Este proyecto puede considerarse como
 ti
PROYECTO DE TEOCALTICHE
Ubicación, municipio d e Teocaltiche, Es-
tado de Jalisco.-Centros d e población,
Teocaltiche, Michoacanejo y Paso de So-
tos.-Vías d e comunicación, muy escasas.
Finalidad, riego de las tierras del valle d e
Teocaltiche con aguas almacenadas del río
Y' del mismo nombre.
AGUAS APROVECHABLES
Corriente, río Teoca1tiche.-Cuenca, río
Santiago.-Volumen anual, 52.257,OOO M3.
TIERRAS RE G A 3 LES
No s e ha formado plano d e ellas.
PRESA DE ALMACENAMIENTO
Sitio, boquilla de San Antonio, en el río
Teocaltiche, 7 K. aguas arriba d e la pobla-
ción de Teoca1tiche.-Tipo, d e mamposte-
ría con perfil Rankine.-Capacidad, . ..
,
52,257,000 M3.-Longitud, 116 M. en l a co-
rona.-Altura máxima, 50 M.
CANAL PRINCIPAL
No se ha estudiado.
OBSERVACIONES
S e hicieron levantamientos poco aproxi-
mados del vaso y de los terrenos domina-
dos, los que llegan a 13,000 hectáreas.
Los demás datos anteriores son estima-
tivos.
n i
No se han proyectado las obras ni s e han
hecho estudios hidrológicos ni geológicos.
I I
PROYECTO DE EXCAME
,Este proyecto s e encilentra ubicado en
el municipio d e Tlaltenango. del Estado
d e Zacatecas, incluyendo como principales
248
J
poblaciones a Tlaltenango, Totatiche, Mo-
max y otras de menor importancia.
Entre las vías d e comunicación con que
cuenta la región puede citarse la carretera
que une Tlaltenango con la ciudad d e Za-
catecas, que se halla en muy malas condi-
ciones y cuya reparación ya s e h a iniciado.
Las aguas que pretenden aprovecharse
son las del río Tlaltenango, perteneciente
a la cuenca del río Santiago, en cantidad
de 68,687,000 M3. anuales.
La extensión regable s e estima en 5,340
hectáreas d e tierras arenosas, arcillo-are-
nosas y arcillosas d e buena calidad, culti-
vables d e maíz, frijol, trigo, cacahuate y
caña de azúcar, aplicándoles un volumen
de agua de 11,700 M3. por hectárea, in-
cluyendo todas las pérdidas.
Las aguas de que s e trata s e aprovecha-
rán con la construcción en la boquilla d e
Excamé, sobre el río Tlaltenango, d e una
presa d e almacenamiento, de mampostería
en arco y con perfil de gravedad, teniendo
una altura máxima sobre el lecho del río
d e 45 M., una longitud en l a corona de 315
M. con capacidad de 68.687.000 M3., en-
contrándose labrado en la ladera derecha
un vertedor de 221 M. de largo. Como
obras accesorias son d e citarse una torre
d e tomas de mampostería, dos tubos para
extracciones de 0.90 M. d e diámetro y una
galería con bóveda circular de 4 M. d e ra-
dio para los desfogues.
Por el canal principal oriente, que corre
por la margen derecha del río y por el
canal principal poniente, que va por l a mar-
gen izquierda, s e extraerán directamente
las aguas a partir de cada uno de los tu-
bos, teniendo el primero de los referidos
canales un gasto inicial de 7,600 1. p. S. Y
de 7,970 1. p. s. el otro canal, con un des-
arrollo cada uno d e ellos d e 47 K.
El presupuesto d e las obras menciona-
249
 ti
PROYECTO DE TEOCALTICHE
Ubicación, municipio d e Teocaltiche, Es-
tado de Jalisco.-Centros d e población,
Teocaltiche, Michoacanejo y Paso de So-
tos.-Vías d e comunicación, muy escasas.
Finalidad, riego de las tierras del valle d e
Teocaltiche con aguas almacenadas del río
Y' del mismo nombre.
AGUAS APROVECHABLES
Corriente, río Teoca1tiche.-Cuenca, río
Santiago.-Volumen anual, 52.257,OOO M3.
TIERRAS RE G A 3 LES
No s e ha formado plano d e ellas.
PRESA DE ALMACENAMIENTO
Sitio, boquilla de San Antonio, en el río
Teocaltiche, 7 K. aguas arriba d e la pobla-
ción de Teoca1tiche.-Tipo, d e mamposte-
ría con perfil Rankine.-Capacidad, . ..
,
52,257,000 M3.-Longitud, 116 M. en l a co-
rona.-Altura máxima, 50 M.
CANAL PRINCIPAL
No se ha estudiado.
OBSERVACIONES
S e hicieron levantamientos poco aproxi-
mados del vaso y de los terrenos domina-
dos, los que llegan a 13,000 hectáreas.
Los demás datos anteriores son estima-
tivos.
n i
No se han proyectado las obras ni s e han
hecho estudios hidrológicos ni geológicos.
I I
PROYECTO DE EXCAME
,Este proyecto s e encilentra ubicado en
el municipio d e Tlaltenango. del Estado
d e Zacatecas, incluyendo como principales
248
J
poblaciones a Tlaltenango, Totatiche, Mo-
max y otras de menor importancia.
Entre las vías d e comunicación con que
cuenta la región puede citarse la carretera
que une Tlaltenango con la ciudad d e Za-
catecas, que se halla en muy malas condi-
ciones y cuya reparación ya s e h a iniciado.
Las aguas que pretenden aprovecharse
son las del río Tlaltenango, perteneciente
a la cuenca del río Santiago, en cantidad
de 68,687,000 M3. anuales.
La extensión regable s e estima en 5,340
hectáreas d e tierras arenosas, arcillo-are-
nosas y arcillosas d e buena calidad, culti-
vables d e maíz, frijol, trigo, cacahuate y
caña de azúcar, aplicándoles un volumen
de agua de 11,700 M3. por hectárea, in-
cluyendo todas las pérdidas.
Las aguas de que s e trata s e aprovecha-
rán con la construcción en la boquilla d e
Excamé, sobre el río Tlaltenango, d e una
presa d e almacenamiento, de mampostería
en arco y con perfil de gravedad, teniendo
una altura máxima sobre el lecho del río
d e 45 M., una longitud en l a corona de 315
M. con capacidad de 68.687.000 M3., en-
contrándose labrado en la ladera derecha
un vertedor de 221 M. de largo. Como
obras accesorias son d e citarse una torre
d e tomas de mampostería, dos tubos para
extracciones de 0.90 M. d e diámetro y una
galería con bóveda circular de 4 M. d e ra-
dio para los desfogues.
Por el canal principal oriente, que corre
por la margen derecha del río y por el
canal principal poniente, que va por l a mar-
gen izquierda, s e extraerán directamente
las aguas a partir de cada uno de los tu-
bos, teniendo el primero de los referidos
canales un gasto inicial de 7,600 1. p. S. Y
de 7,970 1. p. s. el otro canal, con un des-
arrollo cada uno d e ellos d e 47 K.
El presupuesto d e las obras menciona-
249
 das ayroja l a cantidad de $1.589,540.00, re-
sultando u n costo por hectárea de $297.70.
El proyecto formulado consiste en me-
morias, planos, presupuestos y estudios
geológicos elementales. E n l a actualidad
s e efectúan todos los trabajos necesarios
1’ para modificar el proyecto antes citado, to-
mando en consideración, desde el punto d e
-. vistó geológico, el resultado que s e obtenga
d e las numerosas exploraciones que con
una máquina perforadora s e e s t á n efec-
tuando en los sitios m á s adecuados para
la construcción d e la cortina. Desde el
punto d e vista hidrométrico s e h a n esta-
blecido estaciones d e aforo que permitan
determinar con mayor precisión l a canti-
dad d e agua disponible y además s e toman
todos los elementos para resolver cuál es
el tipo de cortina que d e b e adoptarse.
PROYECTO DE SAN JUAN DEL RIO
Ubicación, municipio d e S a n Juan del
Río, Estado d e Querétaro.-Centros d e PO-
blación, S a n Juan del Río.-Vías d e CO-
municación, ferrocarril d e México a Juá-
reza- Finalidad, riego d e las tierras del
plan d e S a n Juan del Río con aguas d e l
río S a n Juan y d e los ríos Arroyo Zarco
y Nadó que forman el primero, almace-
nadas e n dos o t r e s presas e n la parte
montañosa d e la cuenca y en las cajas exis-
tentes en los terrenos d e riego d e l plan,
y desarrollos hidroeléctricos con las mis-
mas aguas en la parte montañosa. La de-
rivación para el riego hay que hacerla e n
las presas existentes en el río S a n Juan.
AGUAS APROVECHABLES
Corrientes, ríos S a n Juan, Arroyo Zarco
y Nadó.-Cuenca, ‘río Pánuco.-Volumen
anual, 196.500,OOO M3.
230 25 1
T I E R R A S REGABLES
Extensión, 26,000 hectáreas.- Clase, alu-
viales d e buena calidad.- Cultivos, los de
clima templado.- Coeficiente d e riego, no
conocido.- Propiedad, particular.
PRESAS D E A L M A C E N A M I E N T O
P r e s a de San Ildefonso
Sitio, S a n Ildefonso, e n el río Nadó.-Ti-
po d e mampostería con perfil d e gravedad.
Capacidad, 54.000,000 M3.-Longitud, 175
M. en la corona.-Altura máxima, 60 M.
Otras presas
Sitios, Taxhié e n el río Arroyo Zarco, La
Cueva en el río S a n Juan y9 distribuídos en
el plan, los vasos-cajas.-Tipos, l a s cajas
están formadas d e bordos d e tierra.-Ca-
pacidades, n o determinadas.
CANALES PRINCIPALES
Canales fiara riego del plan.
Localización, uno por cada margen d e l
río S a n Juan.- Gastos, e n forma no defi-
nida.
Canal de fuerza
Localización, uno en l a margen izquier-
d a del río Nadó a partir d e l a presa d e S a n
Ildefonso y terminando frente a l a presa
d e L a Cueva, y otros en e l trayecto d e l
Arroyo Zarco, comprendido entre l a presa
de Taxhié y la confluencia con el río Na-
dó.-Gastos, no definidos.
PLANTAS HIDROELECTRICAS
Localización, u n a próxima a l a presa d e
La Cueva, a l a q u e corresponde el primer
canal y otra u otras en e l expresado tra-
yecto del Arroyo Zarco.
PRESUPUESTO
El ingeniero Fernando Beltrán y P u g a es-
timó en $1.200,000.00 l a s obras relativas
a la irrigación, basándose e n los precios
 das ayroja l a cantidad de $1.589,540.00, re-
sultando u n costo por hectárea de $297.70.
El proyecto formulado consiste en me-
morias, planos, presupuestos y estudios
geológicos elementales. E n l a actualidad
s e efectúan todos los trabajos necesarios
1’ para modificar el proyecto antes citado, to-
mando en consideración, desde el punto d e
-. vistó geológico, el resultado que s e obtenga
d e las numerosas exploraciones que con
una máquina perforadora s e e s t á n efec-
tuando en los sitios m á s adecuados para
la construcción d e la cortina. Desde
punto d e vista hidrométrico s e h a n esta-
blecido estaciones d e aforo que permitan
determinar con mayor precisión l a canti-
dad d e agua disponible y además s e toman
todos los elementos para resolver cuál es
el tipo de cortina que d e b e adoptarse.
PROYECTO DE SAN JUAN DEL RIO
Ubicación, municipio d e S a n Juan del
Río, Estado d e Querétaro.-Centros d e PO-
blación, S a n Juan del Río.-Vías d e CO-
municación, ferrocarril d e México a Juá-
reza- Finalidad, riego d e las tierras del
plan d e S a n Juan del Río con aguas d e l
río S a n Juan y d e los ríos Arroyo Zarco
y Nadó que forman el primero, almace-
nadas e n dos o t r e s presas e n la parte
montañosa d e la cuenca y en las cajas exis-
tentes en los terrenos d e riego d e l plan,
y desarrollos hidroeléctricos con las mis-
mas aguas en la parte montañosa. La de-
rivación para el riego hay que hacerla e n
las presas existentes en el río S a n Juan.
AGUAS APROVECHABLES
Corrientes, ríos S a n Juan, Arroyo Zarco
y Nadó.-Cuenca, ‘río Pánuco.-Volumen
anual, 196.500,OOO M3.
230
T I E R R A S REGABLES
Extensión, 26,000 hectáreas.- Clase, alu-
viales d e buena calidad.- Cultivos, los de
clima templado.- Coeficiente d e riego, no
conocido.- Propiedad, particular.
PRESAS D E A L M A C E N A M I E N T O
P r e s a de San Ildefonso
Sitio, S a n Ildefonso, e n el río Nadó.-Ti-
po d e mampostería con perfil d e gravedad.
Capacidad, 54.000,000 M3.-Longitud, 175
M. en la corona.-Altura máxima, 60 M.
el
Otras presas
Sitios, Taxhié e n el río Arroyo Zarco, La
Cueva en el río S a n Juan y9 distribuídos en
el plan, los vasos-cajas.-Tipos, l a s cajas
están formadas d e bordos d e tierra.-Ca-
pacidades, n o determinadas.
CANALES PRINCIPALES
Canales fiara riego del plan.
Localización, uno por cada margen d e l
río S a n Juan.- Gastos, e n forma no defi-
nida.
Canal de fuerza
Localización, uno en l a margen izquier-
d a del río Nadó a partir d e l a presa d e S a n
Ildefonso y terminando frente a l a presa
d e L a Cueva, y otros en e l trayecto d e l
Arroyo Zarco, comprendido entre l a presa
de Taxhié y la confluencia con el río Na-
dó.-Gastos, no definidos.
PLANTAS HIDROELECTRICAS
Localización, u n a próxima a l a presa d e
La Cueva, a l a q u e corresponde el primer
canal y otra u otras en e l expresado tra-
yecto del Arroyo Zarco.
PRESUPUESTO
El ingeniero Fernando Beltrán y P u g a es-
timó en $1.200,000.00 l a s obras relativas
a la irrigación, basándose e n los precios
25 1
unitarios del año d e 1905, y e l ingeniero Morelia, que es el centro d e población
Fortunato Dozal apreció en $2.400,000.00 m á s importante d e él.
el costo d e l a presa de S a n Ildefonso úni- L a s principales vías d e comunicación son
camente, con los precios unitarios d e 1917. el ferrocarril d e México a Uruapan y l a
carretera d e México a Guadalajara pasan-
OBSERVACIONES do por Morelia.
El estudio del proyecto comprende los El objeto principal del proyecto es e l al- ' i
levantamientos topográficos, el estudio hi- macenamiento d e las aguas del río G r a n d e
d e Morelia para el riego d e los valles d e
drológico y el estimativo de l a presa d e
Morelia, S a n Bartolo y El Zapote, obte-
S a n Ildefonso. No se ha proyectado nin-
niéndose subsidiariamente l a regulariza-
guna obra,
ción de 12 corriente para evitar sus fre-
--- cuentes desbordamientos en e l valle $e
Morelia, y su drenaje y saneamiento.
PROYECTO DEL RIO GRANDE DE La extensión d e !as tierras regadas con
MORELIA las aguas regularizadas e s d e 10,000 hec-
táreas, todas d e primera clase en S a n Bar-
I
E s t e proyecto s e encuentra ubicado en tolo y El Zapote y tierras medianas y del-
los municipios d e Morelia e Indaparapeo, gadas en Morelia. Actualmente s e cultivan
Michoacán, al suroeste d e la ciudad de con maíz, trigo, chile, alfalfa y hortaliza,

1
Cañada de Quirio, a donde se muestra el curso del río Grande de Morelia, Mich.,
en la llanura donde se inicia el vaso, y luego la garganta
en la que s e proyecta el dique.

252, 233
unitarios del año d e 1905, y e l ingeniero Morelia, que es el centro d e población
Fortunato Dozal apreció en $2.400,000.00 m á s importante d e él.
el costo d e l a presa de S a n Ildefonso úni- L a s principales vías d e comunicación son
camente, con los precios unitarios d e 1917. el ferrocarril d e México a Uruapan y l a
carretera d e México a Guadalajara pasan-
OBSERVACIONES do por Morelia.
El estudio del proyecto comprende los El objeto principal del proyecto es e l al- ' i
levantamientos topográficos, el estudio hi- macenamiento d e las aguas del río G r a n d e
d e Morelia para el riego d e los valles d e
drológico y el estimativo de l a presa d e
Morelia, S a n Bartolo y El Zapote, obte-
S a n Ildefonso. No se ha proyectado nin-
niéndose subsidiariamente l a regulariza-
guna obra,
ción de 12 corriente para evitar sus fre-
--- cuentes desbordamientos en e l valle $e
Morelia, y su drenaje y saneamiento.
PROYECTO DEL RIO GRANDE DE La extensión d e !as tierras regadas con
MORELIA las aguas regularizadas e s d e 10,000 hec-
táreas, todas d e primera clase en S a n Bar-
I
E s t e proyecto s e encuentra ubicado en tolo y El Zapote y tierras medianas y del-
los municipios d e Morelia e Indaparapeo, gadas en Morelia. Actualmente s e cultivan
Michoacán, al suroeste d e la ciudad de con maíz, trigo, chile, alfalfa y hortaliza,
1
Cañada de Quirio, a donde se muestra el curso del río Grande de Morelia, Mich.,
en la llanura donde se inicia el vaso, y luego la garganta
en la que s e proyecta el dique.
252, 233
aunque en forma precaria por no contar
con riegos seguros y estar expuestas a l a s
inundaciones.
L a cortina d e l a presa q u e s e proyecta
construir en el cañón de Cointzio será d e
tipo d e enrocamiento con revestimiento d e
concreto reforzado en el paramento moja-
do. Su longitud en l a corona s e r á d e 290
M. y s u altura máxima d e 36 M.
L a capacidad d e l a presa proyectada es
d e 80.000,OOO d e M3. y e l vertedor d e d e -
masías s e r á cortado en l a roca d e l contra-
f u e r t e derecho con umbral de mampostería
d e 33 M. d e largo.
L a s obras d e extracción s e alojarán e n
un túnel d e 134 M. d e longitud que s e per-
forará e n el cantrafuerte derecho, y el go-
bierno d e las aguas s e efectuará desde u n a
torre d e toma d e concreto reforzado.
L a s aguas extraídas que d e b a n aprove-
charse en los terrenos d e L a H u e r t a s e
conducirán por el canal ya existente, modi-
ficando lo necesario tanto l a obra d e deri-
vación como e l mismo canal. L a s aguas
que s e tengan que aprovechar e n el plan
d e S a n Bartolo s e conducirán por e l mismo
cauce del río.
Actualmente s e están estudiando las
obras requeridas para el desagüe y drena-
j e d e los terrenos que forman e l valle d e
Morelia.
Antes d e que el río G r a n d e de Morelia
llegue al plan d e S a n Bartolo pasa por u n
lugar que reune buenas condiciones para
u n vaso d e almacenamiento mediante una
cortina construída e n la boquilla d e Qui-
rio, formándose el vaso del mismo nombre
que con una capacidad d e 40.000,OOO M3.
permitirá el aprovechamiento d e los escu-
rrimientos provenientes del valle d e More-
lia, además d e las aguas recogidas en l a
parte baja del río G r a n d e d e Morelia.
El presupuesto d e las obras de almace-
namiento y regularización, del río Grande
254
d e Morelia, mediante l a construcción d e l
vaso d e Santa Mónica, importa aproxima-
damente $2.000,000.00 que deben conside-
rarse como pago d e lo siguiente: beneficio
d e saneamiento del valle citado, riego d e
terrenos destinados a la agricultura, def en-
s a contra inundaciones y abatimiento d e l
nivel del agua en l a laguna d e Cuitzeo des-
cubriendo mayor á r e a d e cultivo.
PROYECTO DEL ALTO RIO LERMA
L a Comisión Nacional d e Irrigación tie-
ne formado un proyecto para l a regulari-
zación d e los escurrimientos del río Ler-
m a con objeto de aprovecharlos e n desarro-
llos hidroeléctricos, mejorar los riegos que
s e hacen actualmente y ampliar las zonas
regables en los valles q u e atraviesa esta
corriente.
El río Lerma nace en l a laguna del mis-
mo nombre, en el Estado d e México, corre
e n e s t e Estado y e n los d e Queretaro, Mi-
choacán, Guanajuato y Jalisco, y desem-
boca en el lago d e Chapala.
El proyecto general para el aprovecha-
miento s e h a dividido en dos partes a fin
d e facilitar s u estudio. L a primera parte,
designada ccn el nombre d e Proyecto del
Alto Río Lerma, abarca e l trayecto de! río
comprendido entre e l pueblo d e Tepuxte-
pec e n el Estado d e México y e l d e S a-
lamanca en el de G u a n a j u a t o ; y l a segun-
da, llamada Proyecto del Bajo Río Lerma,
abarca desde Salamanca al lago d e Cha-
pala.
El Proyecto del Alto Río Lerma s e ex-
tiende en los municipios d e Contepec y
Maravatío del Estado d e Michoacán, y d e
Acámbaro, Salvatierra, Valle d e Santlagó
y Salamanca del Estado d e Guanajuato,
en cuya región están ubicadas l a s pobla-
ciones d e Maravatío, Acámbaro, Eméngua-
3
1
l 255
4
aunque en forma precaria por no contar
con riegos seguros y estar expuestas a l a s
inundaciones.
L a cortina d e l a presa q u e s e proyecta
construir en el cañón de Cointzio será d e
tipo d e enrocamiento con revestimiento d e
concreto reforzado en el paramento moja-
do. Su longitud en l a corona s e r á d e 290
M. y s u altura máxima d e 36 M.
L a capacidad d e l a presa proyectada es
d e 80.000,OOO d e M3. y e l vertedor d e d e -
masías s e r á cortado en l a roca d e l contra-
f u e r t e derecho con umbral de mampostería
d e 33 M. d e largo.
L a s obras d e extracción s e alojarán e n
un túnel d e 134 M. d e longitud que s e per-
forará e n el cantrafuerte derecho, y el go-
bierno d e las aguas s e efectuará desde u n a
torre d e toma d e concreto reforzado.
L a s aguas extraídas que d e b a n aprove-
charse en los terrenos d e L a H u e r t a s e
conducirán por el canal ya existente, modi-
ficando lo necesario tanto l a obra d e deri-
vación como e l mismo canal. L a s aguas
que s e tengan que aprovechar e n el plan
d e S a n Bartolo s e conducirán por e l mismo
cauce del río.
Actualmente s e están estudiando las
obras requeridas para el desagüe y drena-
j e d e los terrenos que forman e l valle d e
Morelia.
Antes d e que el río G r a n d e de Morelia
llegue al plan d e S a n Bartolo pasa por u n
lugar que reune buenas condiciones para
u n vaso d e almacenamiento mediante una
cortina construída e n la boquilla d e Qui-
rio, formándose el vaso del mismo nombre
que con una capacidad d e 40.000,OOO M3.
permitirá el aprovechamiento d e los escu-
rrimientos provenientes del valle d e More-
lia, además d e las aguas recogidas en l a
parte baja del río G r a n d e d e Morelia.
El presupuesto d e las obras de almace-
namiento y regularización, del río Grande
254
d e Morelia, mediante l a construcción d e l
vaso d e Santa Mónica, importa aproxima-
damente $2.000,000.00 que deben conside-
rarse como pago d e lo siguiente: beneficio
d e saneamiento del valle citado, riego d e
terrenos destinados a la agricultura, def en-
s a contra inundaciones y abatimiento d e l
nivel del agua en l a laguna d e Cuitzeo des-
cubriendo mayor á r e a d e cultivo.
PROYECTO DEL ALTO RIO LERMA
L a Comisión Nacional d e Irrigación tie-
ne formado un proyecto para l a regulari-
zación d e los escurrimientos del río Ler-
m a con objeto de aprovecharlos e n desarro-
llos hidroeléctricos, mejorar los riegos que
s e hacen actualmente y ampliar las zonas
regables en los valles q u e atraviesa esta
corriente.
El río Lerma nace en l a laguna del mis-
mo nombre, en el Estado d e México, corre
e n e s t e Estado y e n los d e Queretaro, Mi-
choacán, Guanajuato y Jalisco, y desem-
boca en el lago d e Chapala.
El proyecto general para el aprovecha-
miento s e h a dividido en dos partes a fin
d e facilitar s u estudio. L a primera parte,
designada ccn el nombre d e Proyecto del
Alto Río Lerma, abarca e l trayecto de! río
comprendido entre e l pueblo d e Tepuxte-
pec e n el Estado d e México y e l d e S a-
lamanca en el de G u a n a j u a t o ; y l a segun-
da, llamada Proyecto del Bajo Río Lerma,
abarca desde Salamanca al lago d e Cha-
pala.
El Proyecto del Alto Río Lerma s e ex-
tiende en los municipios d e Contepec y
Maravatío del Estado d e Michoacán, y d e
Acámbaro, Salvatierra, Valle d e Santlagó
y Salamanca del Estado d e Guanajuato,
en cuya región están ubicadas l a s pobla-
ciones d e Maravatío, Acámbaro, Eméngua-
3
1
l 255
4
ro, Salvatierra, L a Zanja, Jara1 del Pro-
greso, Valle d e Santiago, Valtierrilla, Sala-
manca y muchos otros poblados d e segun-
do orden.
Cruzan e s a región los ferrocarriles d e
México a Ciudad Juárez, d e Empalme Gon-
zález a Salamanca, d e Salamanca a Jara1
del Progreso, d e Empalme González a
Acámbaro y d e México, Toluca y Acám-
baro.
El proyecto consiste en el almacenamien-
to d e l a s aguas del río Lerma e n l a presa
d e Tepuxtepec, que h a construído e n su
primera etapa recientemente l a Compañía
d e Fuerza del Suroeste d e México, S. A,,
para aprovecharlas en generación de fuer-
ea en l a planta hidroeléctrica instalada a
unos 3.5 K. aguas abajo d e l a presa. Es-
t a obra s e construye entre los saltos del
Remolino y del Tambor del expresado río;
su cuerpo central e s de enrocamiento aco-
modado, l a sección d e aguas arriba d e
mampostería d e piedra cortada, unida con
mortero d e cemento y revestida de t r e s
capas d e concreto reforzado alternadas con
dos d e asfalto, y l a sección d e aguas abajo,
d e mampostería e n seco d e piedra rostrea-
d a ; su capacidad e s d e 500.000,000 M3.,
su longitud d e 280 M., altura máxima d e
44 M., e l vertedor, labrado e n l a roca d e
la ladera izquierda, d e 80 M. d e largo;
las obras d e desfogue consisten en u n a to-
r r e d e válvulas d e concreto y u n túnel per-
forado e n l a ladera derecha, revestido d e
concreto, con sección e n herradura d e 5.50
M. d e ancho por 5.50 d e altura y 280 d e
largo. L a s extracciones s e hacen por un
túnel a presión, bajo l a ladera izquierda,
revestido d e concreto reforzado, capaz pa-
r a u n gasto máximo d e 47 M3. p. s., y me-
dio d e 17 M3 p. s.
E s t e t ú n e l alimenta l a s tuberías de pre-
sión de l a planta hidroeléctrica localizada
e n l a margen izquierda del río Lerma, e n
256
l a que s e aprovecha u n a altura máxima d e
195 M. y media de 188 M., con capacidad
media d e 32,000 H. P,y máxima de 90.000
H. P.
Unos 30 K. río abajo de l a expresada
planta se derivan las aguas del río Lerma
por medio d e una presa vertedora d e mam-
postería que s e proyecta construir en l a
extremidad baja del cañón d e Yurécuaro,
con longitud d e 34 M. y altura d e 10,
para derivar 17 M3. p. s. a l canal d e La
Carbonera por l a margen izquierda d e l río,
y aprovecharlas en desarrollo d e energía
e n l a planta hidroeléctrica d e L a Carbo-
nera, cuya ubicación s e r á cerca d e l a es-
tación d e este nombre del ferrocarril d e
México a Acámbaro y su capacidad media
d e 20,000 H. P., aprovechando una altura
d e caída d e 120 M.
A fin d e transformar el régimen adqui-
rido por el río Lerma, con motivo de los
aprovechamientos hidroeléctricos anterio-
res, en u n régimen propio para los riegos
que s e hacen e n la actualidad en l a región
y para e l riego de nuevas tierras e n los
valles d e Acámbaro, Salvatierra, Valle d e
Santiago y Salamanca, y con objeto tam-
bién d e captar las aguas del río Coroneo.
s e proyecta l a construcción d e l a presa d e
almacenamiento d e S a n Miguel en l a bo-
quilla de igual nombre, situada poco abajo
d e l a confluencia d e dichos ríos, para una
capacidad d e 250.000,OOO M3, con longitud
de 765 M. y altura d e 32 M. sobre el fon-
do del río.
L a s aguas extraídas d e e s t e almacena-
miento s e dejarán correr por e l río Lerma,
e n su trayecto d e 17 K., para derivarlas
e n l a presa vertedora existente en Chamá-
cuaro, a l canal del mismo nombre, por la
margen derecha del río, que l a s conducirá
e n cantidad d e 17 M3. p. s. a l a planta
hidroeléctrica d e Salvatierra que se cons-
truirá cerca de la población de e s t e nom-
~
Río Lerma en las inmediaciones de La Piedad, Mich. Presa de Agujas
de la Quinta Guadalupe.
bre, con capacidad media d e 14,000 H. P. y
carga de 80 M.
D e l desfogue d e esta planta las aguas
seguirán por dos canales principales para
el riego d e las tierras d e los valles d e
Salvatierra y S a n Nicolás; uno d e 35 K.
d e largo, llamado canal norte, regará las
situadas al norte del río Lerma y el otro,
d e 39 K., atravesará el río mediante u n
sifón y regará las situadas al s u r d e éste.
En el cruzamiento d e esta corriente u n a
parte de l a s aguas que conduce e! segundo
cana! serán devueltas al cauce del río y
derivadas, en cantidad d e 10,000 1. p. s.,
por la presa vertedora del Sabino, q u e s e
construirá a unos 25 K. río abajo de l a d e
Chamácuaro, al canal del Bajío, para el
riego de los extensos valles d e Valle d e
Santiago, Salamanca e Irapuato. E s t e ca-
nal cruza en su K. 31 el río d e La Laja,
afluente del Lerma, y termina cerca d e l a
ciudad d e Irapuato con u n desarrollo total
d e 72 K.
La extensión que s e alcanzará a regar e n
e s t e proyecto, una ve2 regularizados los es-
currimientos del río Lerma, ascenderá a
30,000 hectáreas d e tierras d e buena ca-
lidad, en las que s e cultiva maíz, trigo,
257
frijol, cebada, camote, cacahuate, melón,
sandia y frutales, empleándose una capa
d e agua anualmente de 0.70 M. en prome-
dio.
-___
PROYECTO DEL BAJO RIO LERMA
E s t e proyecto se extiende en las muni-
cipalidades de L a Piedad y Yurécuaro, d e l
Estado d e Michoacán, y d e L a Barca y
Ocotlán, del Estado de Jalisco, incluyendo
como poblaciones principales las cabeceras
d e estas municipalidades, que llevan los
mismos nombres, y muchas otras poblacio-
nes d e menor importancia.
E n t r e las vías d e comunicación más im-
portantes que atraviesan l a región s e cuen-
t a con las lineas d e los ferrocarriles d e
Irapuato a Guadalajara, d e Pénjamo a Aju-
no, d e Yurécuaro a Los Reyes y d e Qcotlán
a Atotonilco.
L a extensión regable efi d e 90,000 hectá-
r e a s de tierras de muy buena calidad, cul-
tivables d e trigo, maíz, frijol, garbanzo,
caña d e azíúcar, hortaliza, alfalfa y fruta-
les, en ¡as que s e emplea, por término me-
dio, u n volumen anual de 5,000 M3. por
hectárea.
 P a r a el aprovechamiento de l a s aguas s e
proyecta construir una presa d e almacena-
miento en la boquilla de Los Corrales, d e l
río Lerma, cerca d e la población d e La P i e -
dad. de mampostería con perfil d e grave-
dad, que con 23 metros d e altura máxima
sobre el lecho del río y 500 M. d e longitud
puede almacenar 1,500.000,000 M3.
D e este almacenamiento se extraerán
directamente las aguas destinadas al riego
d e las tierras del valle d e La Piedad por
medio d e u n canal en cada margen del
río, con capacidad, cada uno d e ellos, d e
2,000 1. p. s. y desarrollo d e 60 K. el d e l a
margen derecha y 30 K. el d e l a izquierda.
El resto d e las aguas d e l almacenamien-
to s e dejará correr por el cauce del río
hasta una presa vertedora d e mampostería
para derivarlas hacia u n canal por l a mar-
gen derecha, con capacidad de 36 M3. p. s.
y longitud d e 16 K., con objeto d e aplicar-
las al desarrollo d e energía eléctrica en
una planta que s e instalará en l a cañada
del Zoró, d e 36,000 H. P. de capacidad,
aprovechando una altura d e caída d e 99 M.
A continuación del desfogue d e e s t a
planta otra presa vertedora de mamposte-
ría derivalá las aguas a dos canales prin-
cipales, uno por cada lado del río Lerma,
para el riego d e las tierras d e los valles d e
Río Lerma en La Barca, Jal.
258 259
La Barca y Ocotlán, de 24 M3. p. s. el d e l
norte y 12 M3. p. s. el del sur. El primero
alcanza u n desarrollo de 205 K. después
d e cruzar el río Zula, y el segundo 90 K.
Como el trayecto del ferrocarril d e P é n -
jamo a Ajuno, comprendido entre los K.
5 y 30, quedará inundado por las aguas al-
macenadas en l a presa d e Los Corrales,
s e tienen estudiadas dos variantes d e des-
viación d e esta línea, u n a d e 50 K. entre
Palo Verde y Panindícuaro y otra d e 75
K. entre Irapuato y Villachuato.
E s t e proyecto, q u e s e encuentra actual-
mente en estudio, sobre todo en sus ba-
s e s hidrológicas, tiene un gran interés pa-
r a toda la región de la ciénega d e Chapala
porque con el almacenamiento estudiado s e
prodrán gobernar los niveles d e 12 laguna
d e Chapala, y, por lo tanto, evitar l a s inun-
daciones que en l a actualidad s e producen
con frecuencia, ocasionando grandes per-
juicios materiales.
PROYECTO DE SAYULA
E s t e proyecto s e localiza en las munici-
palidades d e Zacoalco, Cocula, Ameca,
Atoyac y Sayula, del Estado d e Jalisco.
Comprende un gran número d e centros d e
 P a r a el aprovechamiento de l a s aguas s e
proyecta construir una presa d e almacena-
miento en la boquilla de Los Corrales, d e l
río Lerma, cerca d e la población d e La P i e -
dad. de mampostería con perfil d e grave-
dad, que con 23 metros d e altura máxima
sobre el lecho del río y 500 M. d e longitud
puede almacenar 1,500.000,000 M3.
D e este almacenamiento se extraerán
directamente las aguas destinadas al riego
d e las tierras del valle d e La Piedad por
medio d e u n canal en cada margen del
río, con capacidad, cada uno d e ellos, d e
2,000 1. p. s. y desarrollo d e 60 K. el d e l a
margen derecha y 30 K. el d e l a izquierda.
El resto d e las aguas d e l almacenamien-
to s e dejará correr por el cauce del río
hasta una presa vertedora d e mampostería
para derivarlas hacia u n canal por l a mar-
gen derecha, con capacidad de 36 M3. p. s.
y longitud d e 16 K., con objeto d e aplicar-
las al desarrollo d e energía eléctrica en
una planta que s e instalará en l a cañada
del Zoró, d e 36,000 H. P. de capacidad,
aprovechando una altura d e caída d e 99 M.
A continuación del desfogue d e e s t a
planta otra presa vertedora de mamposte-
ría derivalá las aguas a dos canales prin-
cipales, uno por cada lado del río Lerma,
para el riego d e las tierras d e los valles d e
Río Lerma en La Barca, Jal.
258 259
La Barca y Ocotlán, de 24 M3. p. s. el d e l
norte y 12 M3. p. s. el del sur. El primero
alcanza u n desarrollo de 205 K. después
d e cruzar el río Zula, y el segundo 90 K.
Como el trayecto del ferrocarril d e P é n -
jamo a Ajuno, comprendido entre los K.
5 y 30, quedará inundado por las aguas al-
macenadas en l a presa d e Los Corrales,
s e tienen estudiadas dos variantes d e des-
viación d e esta línea, u n a d e 50 K. entre
Palo Verde y Panindícuaro y otra d e 75
K. entre Irapuato y Villachuato.
E s t e proyecto, q u e s e encuentra actual-
mente en estudio, sobre todo en sus ba-
s e s hidrológicas, tiene un gran interés pa-
r a toda la región de la ciénega d e Chapala
porque con el almacenamiento estudiado s e
prodrán gobernar los niveles d e 12 laguna
d e Chapala, y, por lo tanto, evitar l a s inun-
daciones que en l a actualidad s e producen
con frecuencia, ocasionando grandes per-
juicios materiales.
PROYECTO DE SAYULA
E s t e proyecto s e localiza en las munici-
palidades d e Zacoalco, Cocula, Ameca,
Atoyac y Sayula, del Estado d e Jalisco.
Comprende un gran número d e centros d e

población, siendo los principales las cabe-
ceras de iguales nombres d e las munici-
palidades mencionadas y los pueblos d e
Chapala, Tizapán y Jocotepec.
S e dispone en la región d e los ferroca-
rriles d e Irapuato a Guadalajara, de Gua-
dalajara a Manzanillo y d e Guadalajara a
E a Vega y a Ameca.
El proyecto tiene por objeto extraer
aguas del lago d e Chapala mediante u n
túnel, para su aprovechamiento en desarro-
llo hidroeléctrico y en riego.
S e han estudiado, con este objeto, dos
planes. Según el primer plan el túnel s e
construirá en el extremo occidental d e l la-
go d e Chapala, cerca del pueblo d e S a n
260
?
LAGO DE CHAPALA
Pedro, con una longitud d e 5 K,, para ex-
traer del lago 5 M3, p. s., que s e aplica-
rán a l a generación d e energía eléctrica
aprovechando u n a altura d e caída d e 150
la%. d e que s e dispone a la salida del túnel.
La planta hidroeléctrica correspondiente
s e calcula que t e n d r á una capacidad d e
7,500 H. P.
Después de e s t a planta las aguas s e dis-
tribuirán en dos canales principales para
el riego d e las tierras del valle d e Sayula
en e l que s e encuentra l a laguna del mis-
mo nombre; uno de ellos rodea el valle
por sus rumbos oriente y s u r y el otro
por el lado norte, teniendo ambos u n des-
arrollo d e 68 kilómetros e n total.
l
 i
Con este plan s e regarán 30,000 hectá-
reas d e tierras d e excelente calidad que
l
actualmente s e siembran de trigo, maíz,
frijol, garbanzo, caña d e azúcar, hortaliza,
alfalfa y frutales.
El segundo plan consiste e n l a extrac-
ción de 20 M3. p. s. por medio del mismo
túnel, pero con capacidad suficiente para
l e s t e gasto, para aprovecharlas en el des-
arrollo d e 90,000 H. P. en u n a planta hi-
droeléctrica d e mayor capacidad que l a an-
;es mencionada, aprovechando l a misma al-
t u r a d e caída d e 1§0 M., aplicándolas des-
pués al riego d e las tierras d e los valles
de Sayula, Cocula y Ameca. P a r a el efec.
l to, los canales principales correspondien-
t e s al primer valle tendrán los mismos tra-
zos y longitudes que en el primer plan, y
del desfogue d e l a planta hidroeléctrica
s e desprenderá u n tercer canal principal
que deberá conducir las aguas a los valles
d e Cocuia y Ameca; cerca d e Cocula se de-
rivarán d e dicho canal dos d e segundo or-
den, uno que lleva las aguas a las tierras
d e riego situadas hacia el s u r e s t e d e Co-
cula hasta Zacoalco y e l otro hacia el nor-
t e hasta Tula. El desarrollo del canal prin-
cipal es d e 146 K., el del oriente de 24 K.
y el norte d e 40 K.
Con e s t e segundo plan e s posible regar
75,000 hectáreas.
Sobre este proyecto sólo hay u n estudio
preliminar.
PROYECTO DE METZTITLAN
S e encuentra localizado en e l municipio
d e Metztitlán, Estado de Hidalgo, incluyen-
do como poblaciones principales a Metzti-
tlán, Tolapa, Amajatlán, S a n Pablo, Ixtaca-
pa, Tlaxco y S a n Juan Amajaque.
Cuenta como vía principal d e comunica-
ción la carretera Pachuca-Zacualtipan.
261
Los terrenos regables s e estiman en .,
6,200 hectáreas d e limos muy ricos, pro-
pias para los cultivos d e algodón, caña d e
azúcar, legumbres, maíz, frijol, garbanzo y
frutales.
L a s aguas aprovechables s e r á n las del
río Metztitlán, perteneciente a la cuenca
d e l a laguna del mismo nombre para el rie-
go d e las tierras desecadas d e l a citada la-
guna, por su desagüe al río Almolón y por
medio d e los túneles que en seguida s e des-
criben.
El túnel número 2, el m á s alto, que s e en-
cuentra localizado er. el cerro del Tajo, ma-
cizo que limita l a laguna por el norte a 21
M. sobre el fondo d e l a misma. Su sección
e s cuadrada, de 1.50 x 1.50 M. con medio
punto d e 0.75 M. de radio, revestida d e
mampostería, con u n gasto d e 7,000 1. p. sir
teniendo dicho túnel u n a longitud d e 273
M. y 157 M. en tajos abiertos en los ex-
tremos.
E s t e túnel ya estaba abierto desde hace
mucho tiempo, pero destruído, y ahora ya
está reparado. l
El túnel número 1, intermedio entre e l
número 2 y el número O, s e encuentra lo-
calizado en el mismo sitio que el anterior
y a 9 M. sobre e l fondo d e l a laguna: su
sección e s rectangular, d e 2.00 x 2.25 M.
con medio punto d e 1.125 d e radio, revesti-
i
d a d e mampostería: su gasto e s d e 16,000
E
1. p. s. y tiene u n a longitud d e 478 M. en
túnel y 572 en tajos abiertos en los extre-
i
mos.
E s t e túnel número 1 s e encuentra actual-
mente en construcción. Su avance s e hace
con gran dificultad por l a mala calidad del
terreno que cruza y por la abundante filtra-
l
ción.
E! túnel número O, localizado en e! ma-
cizo ya enunciado, s e proyecta a l nivel del
fondo d e la laguna y según el mismo trazo
del túnel número 2, con sección rectangu-

l a r de 3.00 x 4.00 M. con medio punto d e
2 M. de radio, revestida d e concreto, gasto
d e 60,000 1. p. s., longitud d e 400 M. e n tú-
n e l y con 700 M. en tajos abiertos e n los
extremos.
S e h a hecho además u n reconocimiento
de toda l a cuenca del río Metztitlán para
juzgar sobre las posibilidades d e almace-
namiento e n la parte alta. Aún no s e ter-
mina el informe relativo.
.-
PROYECTO DEL RIO ARMERIA
Este proyecto e s t á ubicado e n los mu-
nicipios d e Colima, Coquimatlán, Tecomán
y Villa Alvarez del Estado d e Golima. . aprovecharán e l mismo volumen y una caí-
Los centros principales d e población son
l a s cabeceras d e los municipios enume-
rados, con 35,000 habitantes aproximada-
mente.
El
ferrocarril d e Colima a Manzanillo
constituye la principal vía d e comunicación.
La finalidad principal d e e s t e proyecto
e s la irrigación del valle d e Colima, apro-
vechando las aguas del río Armería, forma-
d o por l a confluencia d e los ríos Tuxca-
cuesco y Ayutla, que tienen u n escurrimien-
t o medio anual d e 1,100.OO0,OOO M3. Es
factible también e l aprovechamiento de l a s
aguas en generación d e energía.
E a irrigación s e hará posible mediante
el almacenamiento d e las aguas en u n a
presa formada cerrando l a boquilla de '%as
Canoas", con u n a cortina d e tipo no es-
tudiado que tendrá u n a longitud d e 160 M.
e n la corona y u n a altura máxima d e 40
M., para capacidad en el vaso d e . . . . .
2OO.OO0,OOO M3.
L a s tierras que s e regarán son d e exce-
lente calidad, perfectamente drenadas y
con una extensión d e 20,000 hectáreas, don-
de s e harán cultivos netamente tropicales,
r
dominando posiblemente los de arroz, ca-
feto y plátano. S e estima el coeficiente d e
riego en 2.00 M. por haberse considerado
que u n gran porcentaje d e l a s tierras s e
dedicarán al cultivo de arroz.
S e proyecta la presa d e derivación en e l
estrechamiento d e Juluapan o D e l Seis, d e
donde partirá el canal principal con u n des-
arrollo d e 20 K. y una capacidad d e 20,000
1. p. s. Los canales secundarios serán apro-
ximadamente d e 45 K. d e desarrollo.
El aprovechamiento hidroeléctrico s e r á
factible mediante la construcción d e u n a
planta en l a presa d e Canoas, que aprove-
chará 15 M3 p. s. y u n a caída de 30 M.
con otra o varias plantas escalonadas que
d a total d e 120 metros, localizadas abajo
d e la presa d e derivación d e Alcececa. L a
producción alcanzará l a cifra d e 22,500 H.
P. efectiva.
El estudio que s e esboza e s d e gran im-
portancia, teniendo en cuenta que las ricas
tierras por irrigar son las próximas a l a ciu-
d a d d e Colima, que cuenta ya con un fuer-
i : '
l
t e núcleo d e población, por lo que d e ante-
!
mano puede garantizarse el éxito d e las
í
obras que constituirán l a riqueza agrícola
del Estado. I' ,
I
l
S e han hecho también otros dos estu-
dios: con el primero s e proyecta irrigar las
mismas tierras d e Colima con aguas d e l
río Tuxpan, y con el segundo s e proyecta
regar los terrenos cercanos a Tecomán con
las aguas del río Armería, pero s e consi-
dera que l a utilización descrita reune con-
diciones favorables, pudiendo regarse con
. aguas del río Armería l a s tierras de Coli-
ma, y con l a s aguas d e retorno del mismo
río las tierras d e Tecomán, pudiéndose ge-
nerar, además, energía eléctrica para abas-
tecer el Estado d e Colima y el sur del d e -
Jalisco, que prácticamente carecen d e ella.
263.

l a r de 3.00 x 4.00 M. con medio punto d e
2 M. de radio, revestida d e concreto, gasto
d e 60,000 1. p. s., longitud d e 400 M. e n tú-
n e l y con 700 M. en tajos abiertos e n los
extremos.
S e h a hecho además u n reconocimiento
de toda l a cuenca del río Metztitlán para
juzgar sobre las posibilidades d e almace-
namiento e n la parte alta. Aún no s e ter-
mina el informe relativo.
.-
PROYECTO DEL RIO ARMERIA
Este proyecto e s t á ubicado e n los mu-
nicipios d e Colima, Coquimatlán, Tecomán
y Villa Alvarez del Estado d e Golima. . aprovecharán e l mismo volumen y una caí-
Los centros principales d e población son
l a s cabeceras d e los municipios enume-
rados, con 35,000 habitantes aproximada-
mente.
El ferrocarril d e Colima a Manzanillo
constituye la principal vía d e comunicación.
La finalidad principal d e e s t e proyecto
e s la irrigación del valle d e Colima, apro-
vechando las aguas del río Armería, forma-
d o por l a confluencia d e los ríos Tuxca-
cuesco y Ayutla, que tienen u n escurrimien-
t o medio anual d e 1,100.OO0,OOO M3. Es
factible también e l aprovechamiento de l a s
aguas en generación d e energía.
E a irrigación s e hará posible mediante
el almacenamiento d e las aguas en u n a
presa formada cerrando l a boquilla de '%as
Canoas", con u n a cortina d e tipo no es-
tudiado que tendrá u n a longitud d e 160 M.
e n la corona y u n a altura máxima d e 40
M., para capacidad en el vaso d e . . . . . .
2OO.OO0,OOO M3.
L a s tierras que s e regarán son d e exce-
lente calidad, perfectamente drenadas y
con una extensión d e 20,000 hectáreas, don-
de s e harán cultivos netamente tropicales,
r
dominando posiblemente los de arroz, ca-
feto y plátano. S e estima el coeficiente d e
riego en 2.00 M. por haberse considerado
que u n gran porcentaje d e l a s tierras s e
dedicarán al cultivo de arroz.
S e proyecta la presa d e derivación en e l
estrechamiento d e Juluapan o D e l Seis, d e
donde partirá el canal principal con u n des-
arrollo d e 20 K. y una capacidad d e 20,000
1. p. s. Los canales secundarios serán apro-
ximadamente d e 45 K. d e desarrollo.
El aprovechamiento hidroeléctrico s e r á
factible mediante la construcción d e u n a
planta en l a presa d e Canoas, que aprove-
chará 15 M3 p. s. y u n a caída de 30 M.
con otra o varias plantas escalonadas que
d a total d e 120 metros, localizadas abajo
d e la presa d e derivación d e Alcececa. L a
producción alcanzará l a cifra d e 22,500 H.
P. efectiva.
El estudio que s e esboza e s d e gran im-
portancia, teniendo en cuenta que las ricas
tierras por irrigar son las próximas a l a ciu-
d a d d e Colima, que cuenta ya con un fuer-
i : '
l
t e núcleo d e población, por lo que d e ante-
!
mano puede garantizarse el éxito d e las
í
obras que constituirán l a riqueza agrícola
del Estado. I' ,
I
l
S e han hecho también otros dos estu-
dios: con el primero s e proyecta irrigar las
mismas tierras d e Colima con aguas d e l
río Tuxpan, y con el segundo s e proyecta
regar los terrenos cercanos a Tecomán con
las aguas del río Armería, pero s e consi-
dera que l a utilización descrita reune con-
diciones favorables, pudiendo regarse con
aguas del río Armería l a s tierras de Coli-
ma, y con l a s aguas d e retorno del mismo
río las tierras d e Tecomán, pudiéndose ge-
nerar, además, energía eléctrica para abas-
tecer el Estado d e Colima y el sur del d e -
Jalisco, que prácticamente carecen d e ella.
263.
 PROYECTO DE TECOMAN
Ubicación. municipio d e Tecomán, Es-
. . <
I I
tado d e Co1ima.-Centros d e población, T e -
comán, Ixtlahuacan y Tona1á.-Vías d e co-
municación, ferrocarril d e Guadalajara a
Manzanillo.-Finalidad, riego d e las terre-
nos del valle comprendido e n t r e los ríos
Coahuayana y Armería, con aguas deriva-
d a s d e este segundo río y almacenadas en
las lagunas d e Alcuzahuac y d e Amela.
AGUAS APROVECHABLE§
Corriente, río Armería.- Cuenca, río Ar-
mería.-Volumen anual, 89.500,OOO M3.
TIERRAS REGRBLES
Extensión, 20,000 hectáreas.- Clase, bue-
na.-Cultivos, los remunerativos d e clima
cálido.- Coeficiente d e riego, 10,000 M3./
Ha,- Propiedad, particular.
VASOS DE ALMACENAMIENTO
Laguna de Alcuzahuac.
Situación, comprendida entre los ríos Ar-
mería y Coahuayana.-Tipo, bordos d e tie-
rra.-Capacidad, no determinada. -
Longi-
tud, 300 metros.-Altura máxima, 4 me-
tros.
PROYECTO DEL PLAN DE TIERRA
CALIENTE
Encuéntrase localizado e n la jurisdicción
. . .
d e los municipios d e Tepalcatepec y Apat-
zingán del Estado d e Michoacán, y en e l ¿e
, . Jilotlán d e los Dolores, del Estado d e ,Ja-
lisco, contando como poblaciones principa-
les : Los Reyes, Tepalcatepec, Buenavista,
Apatzingán, Parácuaro y Uruapan, teniendo
como vías d e comunicación e l ferrocarril ¿e
Yurécuaro a LOSReyes y diversas veredas
que cruzan el "plan".
Las aguas que se aprovecharán en el
264 265
riego d e 45,000 hectáreas ¿e tierras d e muy
buena calidad son l a s d e l río Grande, per-
teneciente a la cuenca del río Balsas, e n
cantidad d e 651.360,OOO M3. al año.
Los cultivos a que s e dedicarán las tie-
rras son los de l a caña d e azúcar, maíz, al-
godón, arroz, f r u t a s citrosas, uva, plátano,
coco y dátil.
P a r a el aprovechamiento de las aguas se
proyecta construir e n el río citado, en la bo-
quilla d e Coahuayana, próxima al punto en
que el río cruza el límite entre los Estados
d e Jalisco y Michoacán, u n a presa d e alma-
cenamiento de concreto reforzado, con ca-
pacidad d e 300.000,000 d e M3., altura má-
xima sobre el lecho del río d e 115 M. y una
longitud d e 100 M. en l a corona.
Ocho kilómetros abajo del almacena-
miento y sobre e l mismo río Grande, en el
sitio llamado Camúcuaro, s e construirá una
presa d e derivación. D e esta presa s e de-
rivará por medio del canal principal, con
desarrollo d e 100 K., que corre por la mar-
gen izquierda del río, u n caudal permanen-
t e d e 10,000 1. p. si, que unido al volumen
del almacenamiento se obtendrá un volu-
men total anual d e 651360,000 M3.
S e hace necesaria la construcción de un
camino d e 90 K. d e longitud que una l a
población d e Los Reyes con las dos presas
enumeradas y con el camino existente en-
tre el rancho del Pirú y la población d e
Apatzingán.
La comisión que trabajó en el estudio ¿e
este proyecto solamente levantó el vaso
y trazó parte de las preliminares del canal
principal y del camino.
 PROYECTO DE TECOMAN
Ubicación. municipio d e Tecomán, Es-
. . <
I I
tado d e Co1ima.-Centros d e población, T e -
comán, Ixtlahuacan y Tona1á.-Vías d e co-
municación, ferrocarril d e Guadalajara a
Manzanillo.-Finalidad, riego d e las terre-
nos del valle comprendido e n t r e los ríos
Coahuayana y Armería, con aguas deriva-
d a s d e este segundo río y almacenadas en
las lagunas d e Alcuzahuac y d e Amela.
AGUAS APROVECHABLE§
Corriente, río Armería.- Cuenca, río Ar-
mería.-Volumen anual, 89.500,OOO M3.
TIERRAS REGRBLES
Extensión, 20,000 hectáreas.- Clase, bue-
na.-Cultivos, los remunerativos d e clima
cálido.- Coeficiente d e riego, 10,000 M3./
Ha,- Propiedad, particular.
VASOS DE ALMACENAMIENTO
Laguna de Alcuzahuac.
Situación, comprendida entre los ríos Ar-
mería y Coahuayana.-Tipo, bordos d e tie-
rra.-Capacidad, no determinada. -
Longi-
tud, 300 metros.-Altura máxima, 4 me-
tros.
PROYECTO DEL PLAN DE TIERRA
CALIENTE
Encuéntrase localizado e n la jurisdicción
. . .
d e los municipios d e Tepalcatepec y Apat-
zingán del Estado d e Michoacán, y en e l ¿e
, . Jilotlán d e los Dolores, del Estado d e ,Ja-
lisco, contando como poblaciones principa-
les : Los Reyes, Tepalcatepec, Buenavista,
Apatzingán, Parácuaro y Uruapan, teniendo
como vías d e comunicación e l ferrocarril ¿e
Yurécuaro a LOSReyes y diversas veredas
que cruzan el "plan".
Las aguas que se aprovecharán en el
264 265
riego d e 45,000 hectáreas ¿e tierras d e muy
buena calidad son l a s d e l río Grande, per-
teneciente a la cuenca del río Balsas, e n
cantidad d e 651.360,OOO M3. al año.
Los cultivos a que s e dedicarán las tie-
rras son los de l a caña d e azúcar, maíz, al-
godón, arroz, f r u t a s citrosas, uva, plátano,
coco y dátil.
P a r a el aprovechamiento de las aguas se
proyecta construir e n el río citado, en la bo-
quilla d e Coahuayana, próxima al punto en
que el río cruza el límite entre los Estados
d e Jalisco y Michoacán, u n a presa d e alma-
cenamiento de concreto reforzado, con ca-
pacidad d e 300.000,000 d e M3., altura má-
xima sobre el lecho del río d e 115 M. y una
longitud d e 100 M. en l a corona.
Ocho kilómetros abajo del almacena-
miento y sobre e l mismo río Grande, en el
sitio llamado Camúcuaro, s e construirá una
presa d e derivación. D e esta presa s e de-
rivará por medio del canal principal, con
desarrollo d e 100 K., que corre por la mar-
gen izquierda del río, u n caudal permanen-
t e d e 10,000 1. p. si, que unido al volumen
del almacenamiento se obtendrá un volu-
men total anual d e 651360,000 M3.
S e hace necesaria la construcción de un
camino d e 90 K. d e longitud que una l a
población d e Los Reyes con las dos presas
enumeradas y con el camino existente en-
tre el rancho del Pirú y la población d e
Apatzingán.
La comisión que trabajó en el estudio ¿e
este proyecto solamente levantó el vaso
y trazó parte de las preliminares del canal
principal y del camino.
lidades d e Tecali, Atoyatempan, Huitzilte-
pec, Tecamachalco, Tlacotepec, Tochtepec
y Xochitlán del Estado d e Puebla, cruza-
d a s por el Ferrocarril Mexicano del S u r
que corre entre las ciudades d e Puebla y
Oaxaca, el ramal del Ferrocarril Mexicano
d e S a n Marcos a Wuajuapan d e León y la
carretera d e Puebla a Tehuacán.
En l a región del Valsequillo y próximas
a ella se encuentran las ciudades de P u e -
bla, Tepeaca, Tecali, Tecamachalco, Acat-
zingo, Tlacotepec y muchas otras poblacio-
n e s ¿e menos importancia.
Las tierras d e Valsequillo pueden s e r re-
gadas con aguas tornadas del río Atoyac,
con las aguas subterráneas d e l valle d e
Quecholac, o bien con las subterráneas d e
l a altiplanicie d e S a n Juan d e los Llanos,
llamada también S a n Juan de l a s Lagunas,
o con las aguas d e estas tres f u e n t e s d e
abastecimiento en caso d e que no s e a n su-
ficientes l a s de una sola d e ellas para la
extensión regable, que e s de 23,000 hectá-
r e a s d e ricas tierras vegetales arcillo-are-
nosas, permeables, con profundidades d e
20 a 40 M., que en la actualidad s e culti-
van d e maíz, trigo y frijol, con u n coeficien-
te medio d e 6,000 M3/hectárea-año.
P a r a e l aprovechamiento d e l a s aguas
d e l río Atoyac fie proyecta la construcción
d e una presa d e derivación en el estrecha-
miento denominado Balcón del Jazmín, e n
LABOR DESARROLLADA POR EL SERVICIO ESPECIAL HIDROLO-
GICO DE EA COMISION NACIONAL DE IRRIGACION
DURANTE EL AÑO DE 1931.
L a s labores del año que termina s e orien-
taron d e acuerdo con el plan general for-
mulado para la organización d e los estu-
dios hidrológicos desarrollados en todas
las cuencas donde l a Comisión hace actual-
m e n t e proyectos y obras d e riego, habién-
dose llegado a los siguientes resultados :
el Callejón del Diablo, del río Atoyac, con
perfil d e gravedad de 40 M. d e largo y 30
d e altura sobre el fondo del río.
D e e s t a presa y por su extremidad iz-
quierda, el canal principal del proyecto to-
m a r á 10 M3 por segundo en época d e Ilu-
vias y 3.5 M3 p. s. en l a d e secas, condu-
ciéndolas por las laderas d e la izquierda
del río, después por los valles d e Atoyatem-
pan y Tecamachalco h a s t a l a parte norte
del d e Tlacotepec, en donde termina con
u n a longitud d e 126 K. (véase el plano ane-
xo). Después d e que el canal principal
cruza el ramal del Ferrocarril Mexicano a
Huajuapan d e León, s e l e desprende, con
dirección hacia el sur, e l canal que conduz-
ca las aguas destinadas al riego d e parte
del valle d e Atoyatempan y del valle d e
S a n Jerónimo, y que alcanza una longitud
d e 30 K.
E n caso d e aprovecharse l a s aguas sub-
terráneas del valle de Quecholac s e capta-
rán por medio d e una red de tajos y soca-
vones y se conducirán a los terrenos rega-
bles por u n canal colector que atravesará
en túnel la cordillera que separa el expre-
sado valle d e l a s tierras regables.
Si s e emplean las aguas subterráneas d e
l a planicie d e S a n Juan d e los Llanos, las
obras d e captación y conducción serán d e
l a misma naturaleza q u e e s t a s últimas.
S e consiguió obtener e n las oficinas cen-
trales d e la Comisión l a s documentaciones
correspondientes a todas las estaciones hi-
drométricas que d e ella dependen, com-
prendiendo desde s u descripción, que con-
tiene el objeto d e s u instalación, ubicación,
condiciones locales, estructuras y elemen-
-
 .

.
 Estación de aforos de Eménguaro. Proyecto del Lerina, Gto.
tos con que cuenta, y métodos empleados
para hacer las observaciones; el plano d e
la cuenca parcial comprendida h a s t a l a es-
tación, con expresión de su extensión su-
perficial; los datos d e l a s observaciones
hechas; curvas y tablas d e gastos, y los
cálculos d e los volúmenes escurridos, ex-
cepto d e aquellas estaciones que no cuen-
tan con la atención inmediata d e u n inge-
niero, en cuyo caso s e hacen estos cálculos
de gastos y volúmenes en l a s oficinas cen-
trales.
P o r medio d e oficios-circulares s e h a n
dado las principales instrucciones, especifi-
cando cuáles son los datos que d e b e n ob-
tenerse y la f o r m a conveniente para hacer
s u recolección y remisión. Al efecto, ha si-
do necesario modificar las antiguas formas
impresas de registro, substituyéndolas por
otras m á s racionales y adecuadas a los nue-
vos métodos adoptados para el cálculo d e
los gastos y volúmenes.
S e h a procurado que tanto los métodos
d e observación como los de cálculo s e a n
267
D
los m á s convenientes, dando a los datos ob-
tenidos la mejor interpretación y el peso
que merezcan, para que los resultados que
d e ellos s e obtengan estén m á s d e acuerdo
con l a realidad y dentro d e u n margen d e
aproximación suficientemente amplio para
evitar equívocas conclusiones posteriores.
S e ha puesto especial empeño en que
las actuales circunstancias económicas no
afecten sensiblemente e l funcionamiento
d e t a n importante servicio, como hubiera
sucedido suprimiendo algunas d e las esta-
ciones establecidas. Lejos d e haberse caí-
do en este inconveniente, a pesar d e l a re-
ducción hecha a los presupuestos, no sólo
s e h a n continuado con eficacia l a s obser-
vaciones en todas l a s que existían, sino que
ha sido posible ampliar considerablemente
el número d e ellas. M u c h a s d e las esta-
ciones que ya existían h a n sido mejoradas
y en su totalidad comprendidas en el plan
general d e organización.
Cuando e n algunas corrientes, cuyo régi-
men interesa conocer a l a Comisión, s e en-
 Corriente. Estación. Proyecto. Estado.
Río Santa Elena Maravatío EM Alto Río Lerma Mich.
Río Casa Blanca Casa Blanca LM Alto Río Lerma Mich.
Arroyo Tarandacuao Puente Nuevo LM Alto Río Lerma Mich.
Río Tigre c Coroneo Munguía LRM Alto Río Lerma Gto.
Río de La Laja Pericos LRM Alto Río Lerma Gto.
Canal de la Rosa La Rosa LM Alto Río Lerma Mich.
Canal Tungareo Pateo LM Alto Río Lerma Mich.
Canal Guaracha Pateo LM Alto Río Lerma Mich.
Canal San Lorenzo Ziritzícuaro LM Alto Río Lerma Mich.
Canal Peña Blanca Ziritzícuaro LM Alto Río Lerma Mich.
Canal Puroagaa Ziritzicuaro LM Alto Río Lerma Gto.
Canal San Cristóbal Solis LM Alto Río Lerma Gto.
Canal Rancho Viejo Salleres kM Alto Rio Lerma Gto.
Canal San Pedro San Agustín LM Alto Río Lerma Gto.
Canal San Nicolás San Nicolás EM Alto Rio Lerma Gto.
Canal Maravatío Maravatío LM Alto Río Lerma Gto.
Canal San Isidro El Salto LM Alto Río Lerma Gto.
Canal San Isidro Batanes LM Alto Río Lerrna Gto.
Canal Reforma Reforma LM Alto Rio Lerma Gto.
Canal Reforma Reforma 11 LM Alto Río Lerma Gto.
Canal Gugorrones Bañadero LM Alto Río Lerma Gto.
Estación de evaporación “Chupícuaro”, lago de Cuitzeo, Mich. Proyecto del Lerrna. Derrames del L. Cuitzeo La Cinta LM Alto Río Lerma Gto.
Y las estaciones dependientes de la C;a. Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S. A.
cuentran estaciones de aforo establecidas de acuerdo con la extensión que cubren y
por otras instituciones o empresas particu- el número de ellas; habiéndose hecho de- Río k e r m a Tepuxtepec RM Alto Rio Lerma Mich.
Presa Tepuxtepec Tepuxtepec L Alto Río Lerma Mich.
lares con fines diversos, se ha procurado pender directamente esos grupos, en su ca-
solicitar copia de los datos que en ellas se so, de !os ingenieros encargados de los pro- CUENCA DEL RIO LERMA
obtienen, p a r a aprovecharse en los estudios yectos que en la región se desarrollan, a División del río Grande de Morelia y lago de Cuitzeo
hidrológicos de la cuenca, habiéndose en- fin de que puedan contar con un2 atención
contrado siempre buena disposición por Río Grande de Morelia Santa Mónica LV R. Gde. de Mor. y
técnica más inmediata, a reserva de que a L. d e Cuitzeo Mich.
parte de las instituciones .O empresas men- todas las estaciones s e les practiquen A s - Río Grande de Morelia Atapaneo LRM R. Gde. de Mor. y
cionadas. Esto ha evitado en ciertos casos pecciones especiales. E. de Cuitzeo Mich.
las erogaciones que ocasionaría la adqui- A continuación se enumeran todas las es- Río Grande de Morelia Lavaderos LRM R. Gde. de Mor. y
sición directa de los datos mediante el es- taciones hidrométricas con que cuenta ac- L. de Cuitzeo Mich.
tablecimienko de otras estaciones. tualmente esta Comisión, expresándose la Río Chiquito Chiquito kM R, Gde. de Mor. y
Para la mejor atención de las unidades corriente en que están establecidas, el pro- L. de Cuitzeo Mich.
de aforo en cada cuenca estudiada, se han yecto p a r a el cual se utilizan y el Estado Río de Queréndaro Puente Nuevo LM R. Gde. de Mor. y
L. de Cuitzeo Mich.
agrupado formando secciones y divisiones. donde se encuentran comprendidas.
Río Zinapécuaro Zinapécuaro LM R. Gde. de Mor. y
L. d e Cuitzeo Mich.
CUENCA DEL RIQ LERMA Rio de Queréndaro Zinzimeo LRM R. Gde. de Mor. y
L. de Cuitzeo Mich.
Corriente. Estación. Proyecto. Estado. Canal Alto Santa Mónica LM R. Gde. de Mor. y
L. d e Cuitzeo Mich.
Río Lerma Paso de Ovejas LRM Alto Rio Lerma Gto.
Río Lerma Acámbaro LRM Alto Río Lerma Gto. Canal La Huerta Cointzio LM R. Gde. de Mor. y
ñío Lerma Eménguaro LRM Alto Río Lerma Gto. L. d e Cuitzeo Mich.
Río Lerma Salamanca LRM Alto Río Lerma Gto. Lago de Cuitzeo Chehuayito R R. Gde. de Mor. y
Río Tlalpujahua. Pateo LWM Alto Río Lerma Mich. E. de Cuitzeo Mich.

268 2 9

D
 CUENCA D E L R I O AGUANAVAL
CUENCA DEL R I O LERMA
División "Chabaía" Corriente. Estación. Proyecto. Estado.
~

Corriente. Estación. Proyecto. Estado. Río Aguanaval El Sáuz LRM Trujillo Zac.
- -
Río Lerma Corrales LRM Bajo Río Lerma Mich. CUENCA D E L R I O SAN JUAN
Río Lerma La Piedad LF Bajo Río Lerma Mich. División Ciénega d e Flores
Río Santiago Pte. Cuitzeo L Bajo Río Lerma Jal.
Río Santiago Presa Poncitlán LR Bajo Río Lerma Río Salinas Ciénega de Flores LRM Alto San Juan N. L.
Jal.
Río Santiago
Lago de Chapala
Pte. Poncitlán
La Palma
LF
ER
Bajo Río Lerma
Bajo Rio Lerma
Jal.
Mich.
k
i
Río San Juan El Cuchillo LRM Alto San
CUENCA D E L R I O SAN FERNANDO
Juan N. L.

Recibiéndose además los datos d e las siguientes estaciones dependientes de la Di- División Ciénega d e Flores
rección de Aguas, Tierras y Colonización.
Río San Fernando San Fernando LRM San Fernando Tamps.
Río Lerma Yurécuaro LM Bajo Río Eerma Mich. Río Pablillo Pablillo L M Linares N. L.
Río Duero Pte. Ingenieros LM Bajo Río Lerma Río Potosí Potosí LM Linares N. L.
Mich.
Lago de Chapala Chapala L Bajo Río Lerma Jal.
Río Santiago Corona L M Bajo Río Lerma Jai. CUENCA DEL R I O S O T O LA M A R I N A
CUENCA DEL R I Q L E R M A División Ciénega d e Flores
División Aguascalientes Río Pilón Magueyes EM Rio Pilón Tamps.
RíoSantiago El Aguila S. N. de R. NQ 1 Ags. CUENCA D E L R1O SALADO
RíoSantiago Palmitos S . N. de R. No 1 Ags.
RíoPabellón Potrerillo S . N. de R. NQ 1 Presa Don Martín Don Martín L S . N. d e R. No 4 N. L.
Ags. Laguna Salinillas Salinillas
RíoSan Pedro San Pedro S . N. de R. N" 1 Ags. E S. N. de R. No 4 N. L.
RíoChicalote Chic alote S . N. de R. N" 1 Presa Don Martín Obra de Toma S . N. de W. NQ ia N. L.
Ags.
RíoMorcinique Tiscareño S . N. de R. NQ 1 Ags.
Presa Calles Presa Calles
CUENCA D E L R I O CONCHOS
S . N. de R. N" 1 Ags.
Canal Principal Toma S . N. de R. NQ1 Ags. Río Conchos Ea Colina LRM S . N. de R. No 5 Chih.
CUENCA D E L R I O L E R M A Río San Pedro Las Vírgenes LRM S . N. de R. N*5 Chih.
División Zacatecas "La Colina" está a cargo de la Cía. Agrícola y de Fuerza Eléctrica del Rio Conchos.
Río Tlaltenango Excamé L M Excamé Zac. CUENCA D E L RIO SANTA MARIA
Río Juchipila La Socona L M Juchipila Zac. Río Santa María Plazuela LRM S. Buenaventura
Río Jerez Jerez L M Jerez Zac. Chih.
Río Santa María Tintero L M §. Buenaventur; Chih.
CUENCA D E L R I O PANUCO
División d e Tula CUENCA D E L R I O BRAVO
Río El Salto El Salto LRM Mezquital Hgo. Acequia Madre
Río Tepeji Requena E M Mezquital Canal Principal
Hgo. Número i EWM Valle de Juárez Chih.
Río Tula Jasso L M Mezquital Hgo. Acequia Madre
Río Tlautla Tlautla LRM Mezquital Hgo. Cana1 Distribuidor Número 2 LRM Valle de Juárez
Presa Requena Vaso Chih.
L Mezquital Hgo. Acequia del Pueblo Número 3 LRM Valle de Juárez
Canal Schmeltz Schmeltz L M Mezquital Chih.
Hgo. Acequia Playa Número 4 LRV Valle de Juárez Chih.
Canal Requena Kilómetro O. LM Mezquital Hgo. Acequia Aranda Número 5 LRV Valle de Juárez Chih.
Debendientes d e la C;a. de Luz y Fuerza de Pachuca Acequia Colorada Número 6 LRM Valle de Juárez Chih.
Acequia Colorada Número 7 LRV Valle de Juárez
Río Salado Chih.
Tequisquiac LRM Mezquital Hgo. Acequia Madre Número 8 ERM Valle de Juárez Chih.
Canal Juandó Tlamaco LWM Mezquital Hgo. Acequia San Agustín Número 20 LRM Valie de Juárez Chih.
Acequia Guadpe. Mon. 1 8 N ú m e r o 21 LRM Valle de Juárez Chih.
CUENCA D E L R I O PANUCO Canal Alimentador de L
División Metztitlán Guadalupe Número 22 ERM Valle de Juárez
I
Chih.
Río Metztitlán Venados LM Lag. Metztitlán Hgo.
271
270
 C U E N C A DEL RIO SAN DIEGO
Corriente. Estación. Proyecto. Estado.
~~

Río S a n Diego Cabeceras ERM S . N. de R. No 6 Coah.

Río S a n Diego P t e . S a n Vicente EM S . N. de R. No 6 Coah,
Río S a n Diego El Salto LRM S. N. de R. NQ6 Coah.

CUENCA D E L RIO T A M E S I
Río M a n t e Nacimiento LRM S . N. de W. No 2 Tamps.
Río Frío Ahualulco LM S. N. de R. NQ2 Tamps.

C U E N C A DEL RIO CULIACAN

Río Culiacán S u r Pacífico LM Canal Rosales Sin.
Canal Rosales Mucurimi LM Canal Rosales Sin.
Canal Cañedo El Palmito EM Canal Rosales Sin.

F r e n t e al nombre de cada estación s e go.-Sur Pacífico, en el río Culiacán. Cuen-

han puesto l a s iniciales que indican SUS ca-
racterísticas, significando : L, lecturas d e
escala: R , registrador automático ; M, afo-
ros con molinete; F, aforos con flotadores
y V, aforos con vertedor.
D e las estaciones enumeradas han sido
instaladas o reinstaladas, durante el pre-
s e n t e año, l a s siguientes:
Bañadera, en el canal d e Gugorrones.
Cuenca del Lerma.-Reforma, e n el canal
Reforma. Cuenca del Lerma.-Reforma 11,
en e l canal Reforma. Cuenca del Lerma.-
La Cinta, derrames del lago d e Cuitzeo.
Cuenca del Lerma Santa Mónica, en el
río G r a n d e d e Morelia. Cuenca del Ler-
ma.- Santa Mónica, en el canal Alto. Cuen-
ca del Lerma.-Cointzio, en el canal L a
H u e r t a . Cuenca del Lerma.-Excamé, en
el rio Tlaltenango. Cuenca del L e r m a , Zac.
-Juchipila, e n la Socona. Cuenca del Ler-
ma, Zac.-Jerez, e n el río de Jerez. Cuen-
ca del Lerma, Zac.-Pablillo, e n el río P a -
blillo. Cuenca del río San Fernando, N.L.-
Potosí, en el río Potosí. Cuenca d e l río S a n
Fernando, N. L.-Magueyes, e n el río Pi-
lón. C u e n c a del rio Soto L a M a r i n a , Tamps.
-Las Vírgenes, en el río S a n Pedro. Cuen-
ca d e l río Conchos, Chih.-Cabeceras, en
el río S a n Diego. Cuenca del río S a n Die-
ca del río Cu1iacán.-Mucurimi, en el ca-
nal Rosales. Cuenca del río Cu1iacán.-El
Palmito, en el canal Cañedo. Cuenca d e l
río Culiacán.
S e están haciendo reparaciones y mejo-
ras e n todas las estaciones d e l a cuenca
del Eerma, que e s l a que más atención h a
recibido por parte del Servicio Hidrológico,
dada la gran importancia que tienen los
proyectos que en ella s e elaboran. C o m o n o
s e t r a t a d e construir en ella una obra aisla-
da, sino ¿e u n vasto plan d e aprovechamien-
t o d e las aguas d e toda l a cuenca, las cua-
les s e aplicarán a l a agricultura en combi-
nación con plantas hidroeléctricas, e s indis-
pensable llegar a u n conocimiento completo
del régimen de todas sus corrientes, tanto
m á s por existir y a varios sistemas d e apro-
.
vechamiento privado distribuídos en toda
su extensión y que deben tenerse en con-
sid e r ación.
D e todas las estaciones enumeradas s e
tiene un registro e n las oficinas centrales,
conteniendo en extracto los datos prificipa-
les d e su instalación y condiciones gene-
rales d e su funcionamiento, elernentos con
que cuenta y el estado d e remisión d e SUS
datos, los cuales a medida que s e reciben

212

-- - -- ----
 van siendo recopilados, revisados y calcu-
lados, en s u caso.
H a n sido formados planos especiales d e
las cuencas donde ia Comisión tiene algu-
na ingerencia, con objeto d e conocer s u ex-
tensión aproximada y la localización d e l a s
estaciones d e aforo y climatológicas e n
ellas establecidas. Dichos planos s e mues-
tran anexos al presente informe, faltandc
algunos que están en preparación.
El Servicio Meteorológico Nacional, de-
pendiente d e la Dirección d e Estudios Geo-
gráficos y Climatológicos, h a venido encar-
gándose ¿e l a atención d e todas las esta-
ciones climatológicas que l a Comisión tie-
ne instaladas en las diversas cuencas que
estudia, recibiéndose mensualmente en és-
ta una copia d e las observaciones que en
ellas s e practican, así como d e todas las de-
más d e ia r e d d e estaciones que dicho Ser-
vicio tiene establecidas en el país, Estos
\
datos s e registran en t a r j e t a s clasificadas
que permiten en cualquier momento dispo-
ner d e los datos recopilados para utilizarse
en los diversos estudios hidrológicos q u e
s e hacen.
E n cuanto las circunstancias económicas
lo permitan s e ampliarán y mejorarán los
grupos de estaciones meteorológicas que s e
relacionan con los trabajos d e l a Comisión,
dando preferencia a las instalaciones en l a s
213
zonas montañosas d e cada cuenca por s e r
alli donde mayor importancia tiene la pre-
cipitación pluvial.
P o r medio de los datos que s e están ob-
teniendo s e ha iniciado l a determinación
d e coeficientes d e escurrimiento para ca-
d a cuenca o parte d e cuenca limitada por
u n a estación de aforo. Como l a variedad
de condiciones a q u e corresponden los da-
tos e s bastante amplia, s e espera llegar a
resultados útiles para aplicarse e n otros
proyectos donde s e encuentren condiciones
análogas, cosa que e s difícil hacer cuando
s e cuenta con resultados d e observaciones
hechas en otros países.
S e han iniciado también algunos estu-
dics encaminados a la determinación d e
coeficientes de riego, tanto en l a región d e
Acámbaro, d e la cuenca del k e r m a , como
en el Proyecto del Valle d e Juárez, por m á s
que no h a sido posible aún llegar a resul-
tados concretos.
En u11 futuro próximo s e espera publicar
mensualmente tcda l a información hidroló-
gica obtenida durante esos períodos, para
que pueda s e r aprovechada por todos los in-
teresados en la construcción d e obras hi-
dráulicas y por el público en general, dán-
dose, cuando sea posible, algunos informes
encaminados a la previsión d e secas y d e
crecientes.
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Corazón ueco en Cortinas de ateriales o)
c1

8
3

P o r el Ing. Angel GARClA LASCURAIN. 8F4

N la revista Irrigación en México, Volumen 11 número 6 , corres- i

pondiente al m e s d e abril d e 1931, página 519, aparece u n artículo es-
2
crito por el señior C. H. Howell, Ingeniero en J e f e d e l a W h i t e Engi-
8
71
neering Corp., en el que indica que la construcción de Corazones C e - E
lulares d e mampostería bara presas en terraplén constituye una nove- o
dad, siendo el primero el d e la presa Requena. E s t e mismo asunto ha
sido tratado en algunas revistas científicas en los Estados Unidos. La opinión del se-
ñor ingeniero Wowell e s d e tomarse en consideración, por s e r d e un profesionista es-
pecializado y competente en l a materia.
El motivo que la Compañia d e Luz, Fuerza y Ferrocarriles d e Pachuca haya teni-
do para ocultar que yo fuí el autor del proyecto d e la presa Requena y que dirigí s u Ld
UI
construcción Lasta casi terminarla, no lo h e sabido ni tratado de averiguar; sólo m e EF4
consta que cuando el señor General Calles, entonces Presidente d e l a República, f u é a
w
re
visitarla para ver si convenía su adquisición, la Compañía s e opuso terminantemen-
9)
t e a que yo estuviera presente en e s a visita, siendo que e r a el indicado para propor- 71
cionar los datos necesarios para formarse cabal idea d e la obra, d e su funcionamiento o
c>
y d e las obras auxiliares derivadas d e ella. El
s
.r)

No m e hubiera vuelto a ocupar d e l asunto a no ser por el artículo del señor in- El
geniero Howell. Dada l a importancia que tiene esta innovación h e creído d e utilidad o
tratarla, tanto más cuanto q u e el señor ingeniero Howell, en el artículo a que m e re-
iiero, aconseja un tipo d e muro celular d e cemento armado en que quedan suprimidas
a
Ld
+J
algunas de las ventajas del corazón hueco c o m o son: la cómoda vigilancia, l a facili- UI

d a d d e ejecutar una reparación en caso necesario y el drenaje del talud mojado. Ade- 1
s
más, el corazón d e mampostería en cortinas d e este tipo, sobre todo s i el talud seco
e s d e enrocamiento, e s t á s u j e t o a deformaciones peculiares que es necesario contra-
rrestar para evitar un dislocamiento del muro que disminuiría l a s ventajas del cora-
zón hueco.
l
1
282
 En vista d e esto hago a continuación su estudio, lo q u e s i n d u d a s e r á d e prove-
cho para su aplicación e n tipos d e cortinas que lo necesiten.
A e s t e estudio l e daré u n carácter netamente práctico eludiendo elucubraciones
matemáticas, que por otra parte no las necesita. Le dividiré en l a s siguientes partes:
Antecedentes.
Ventajas e inconvenientes d e l a s cortinas construídas con materiales sin cohesión.
Corazón hueco e n cortinas de e s t e tipo.

ANTECEDENTES
La Compañía d e Luz, Fuerza y Ferrocarriles d e Pachuca, concesionaria d e las
aguas broncas del río Tepeji, m e comisionó para estudiar, proyectar y construir u n a
presa d e almacenamiento e n el cañón que estrecha la salida d e l a cañada d e Caltengo.
La idea del primitivo concesionario, señor licenciado José Luis Requena, al que se
debe el nombre, fué construir una presa d e gran importancia, ya que e l río e r a cau-
daloso y l a cañada tenía magníficas condiciones para hormar un extenso vaso.
La naturaleza del terreno donde debería construirse l a cortina no correspondía a
las buenas condiciones del río y d e la cañada ni a l a importancia que debería t e n e r
l a obra. Esto motivó los costosos y dilatados estudios que tuvieron que hacerse para
formar un proyecto adecuado.
D u r a n t e el tiempo e n que se estaban haciendo estos estudios y para poder aprove-
char desde luego, aunque f u e r a en parte, l a concesión, l a Compañía resolvió cons-
truir la presa d e Tashimay e n el cañón del Calabozo, y, aunque d e menor importan-
cia, la resolución técnica no presentaba di€icultad y su costo era reducido si s e adop-
taba un tipo económico. Con las condiciones d e rapidez y economía s e m e encargó d e
la obra.
Siendo el cañón del Calabozo d e roca compacta, la cuestión d e estabilidad d e l a
cortina no presentaba ninguna dificultad, pero la parte económica obligaba a elegir u n
tipo que tuviera esta condición. En e s e tiempo (1910) en el oeste d e los Estados Uni-
dos s e habían proyectado y construído los m á s variado8 tipos de cortinas (hubo h a s t a
d e madera) y entre ellos había el llamado "Rock Fil1 Dams" o s e a d e roca suelta o
d e enrocamiento, que f u é el que adopté para la presa de Tashimay. Como en México
e r a la primera obra d e e s a naturaleza que s e construía no había antecedentes d e su
funcionamiento y, por lo tanto, ésta iba a proporcionar enseñanzas útiles, como sucedió.
Como es sabido, e s t e tipo d e cortina consiste en u n amontonamiento d e roca suel-
t a dándole su talud natural del lado seco y forzado a la mitad del lado mojado, sos-
teniéndolo con una chapa d e mampostería relativamente delgada que a l a vez sirve pa-
r a impermeabilizar l a obra.
E n e s t a s condiciones construí l a presa d e Tashimay con 27 metros d e altura.
L a presa s e llenó por primera vez durante una noche, y al día siguiente, que s e
f u é a ccnocer el resultado, s e vió el remate del muro del frente, que a l a vez servía
d e parapeto, completamente flexionado, teniendo una flecha d e poco m á s d e un metro
e n cien d e longitud. P o r lo pronto s e creyó q u e 12 obra estaba cediendo a l empuje del
agua, pero al observarla con detenimiento s e notó que la arista posterior d e l a corona
s e conservaba recta, lo que demostraba que e l cuerpo d e l a cortina no s e había l e -
formado, resistiendo por S U peso al empuje del agua. Lo q u e sucedió f u é que l a pre-

283
 I
l
$:

cuando aparecen las filtraciones al pie d e l talud seco, y llegado e s t e caso n a d a s e pue-
sión del muro del f r e n t e sobre l a roca suelta había hecho que l a s piedras s e engra-
d e hacer para impedir su avance por no poder localizar ni llegar a l origen del mal.
naran e n t r e sí e n el sentido horizontal y el muro tuvo que deformarse siguiendo la
superficie que tomó la piedra suelta ya ajustada e n definitiva, como h a s t a la fecha
El muro compacto tampoco garantiza el drenaje del talud del lado del agua.
Todos estos inconvenientes que h e querido poner de relieve vino a resolverlos el
s e conserva.
corazón hueco tal como s e proyectó y construyó en l a presa Requena, cuya descripción
Naturalmente que l a deformación del muro ocasionó cuarteaduras por las que s e
perdió gran cantidad d e agua, pues no pudieron lechadearse h a s t a que l a presa s e viene adelante.
vació. CORAZON HUECO E N CORTINAS DE MATERIALES S I N HUECO
Con l a presa seca s e vió que el muro había sufrido dos flexiones: u n a en el sen-
La presa Requena está construída sobre u n terreno arcilloso, e n el que l a propor-
tido horizontal con la concavidad hacia el agua, y la otra en sentido vertical con la ción de arcilla va aumentando progresivamente en las capas inferiores. S e eligió para
convexidad hacia el agua, conservando su posición en el fondo.
cimentarla una capa d e barro amarillo compacto, impermeable y resistente e n su es-
Estos hechos, al parecer ajenos a l a cuestión, ponen d e manifiesto que, s i e l mu-
tado natural.
ro del f r e n t e hubiera sido hueco y accesible en toda su cara interior, d e s d e luego s e
El tipo d e l a cortina es mixto, esto es con talud del lado del agua, de terraplén e l
habría evitado el derrame del agua que salió por las cuarteaduras tapando éstas pro-
seco d e enrocamiento y separados por e l corazón hueco, cuya posición es vertical.
visionalmente aunque f u e r a calefacteándolas con estopa y brea.
E s t e corazón hace el efecto d e u n a lámina cortante que cierra la barranca y s e
La observación d e estos hechos así como l a deformación del muro d e l €rente, f u é
introduce en !a capa impermeable. §e sostiene en su posición por la presión d e los
lo que m e hizo proyectar el corazón hueco d e la presa Requena e n la forma que lo
dos taludes formando u n todo estable.
hice. Omito las dimensiones y detalles exclusivos d e la presa Requena para hacer l a
V E N T A]AS E INCONVENIENTES DE LAS CORTINAS CQNSTRWPDAS descripción de un tipo general que contenga los elementos esenciales que lo caracte-
CON MATERIALES SIN COHESION rizan. La lámina adjunta ilustra esta descripción.
El corazón podrá s e r d e mampostería con mezcla d e cemento o d e concreto, desplan-
Las cortinas d e materiales sin cohesión pueden s e r d e terraplén, d e enrocamiento o
tado de la capa impermeable.
mixtas.
La cara que ve hacia el agua debe s e r aplanada con mezcla fina d e cemento para
Elegido con acierto cualquiera d e estos tipos su resistencia al empuje del agua
impermeabilizarla lo m á s posible.
es mayor que la d e las cortinas d e mampostería d e perfil moderno, pues su peso es
El muro desplantará compacto y seguirá así hasta el nivel del conducto d e extrac-
superior al doble del necesario. P o r s u misma naturaleza no pueden voltearse ni abrir-
ción m á s bzjo. D e este nivel h a s t a su enrás s e r á hueco.
s e ni tampoco pueden deslizarse, por su gran superficie de apoyo y el engrane y adhe-
El hueco deberá t e n e r la amplitud necesaria para que u n hombre pueda transitar
rencia de sus materiales con e l terreno. Bien construídas, su estado v a mejorando
y moverse libremente dentro de él. No deberá s e r menor de 0.75 M.
con el tiempo. P o r su flexibilidad presentan m á s seguridades ante los temblores y cam-
Las caras interiores y exteriores serán verticales. §i conviene ensanchar l a base
bios d e temperatura.
e n las exteriores s e formarán escalones, para que s i el muro sufre u n asentamiento no
En cambio d e estas ventajas tienen el inconveniente d e verse en inminente peli-
haga el papel d e cuña saliente y la unión con los taludes s e conserve.
gro d e destrucción si e l agua brinca sobre ellas o si s e producen filtraciones q u e las
L a equidistancia s e mantendrá por tabiques transversales cuyo espesor depende-
atraviesen. Otro peligro, aunque poco frecuente, e s la falta d e d r e n a j e en su talud mo-
r á d e su separación y del empuje del agua, que íntegro obra sobre la cara anterior y
jado, pues si é s t e e s d e material demasiado arcilloso puede ocasionar deslizamientos
así s e transmite a la posterior. §u separación conviene que s e a no menor d e 1.50 ni
hacia e l interior del vaso
mayor d e 2.50.
El caso d e que el agua brinque sobre l a cortina queda descartado con la construc- Las partes características y esenciales del corazón hueco son l a s siguientes :
ción de u n amplio vertedor d e demasías.
Un conducto para recibir l a s filtraciones y conducirlas a donde convenga, situado
L a s filtraciones, ya sean debidas a la porosidad del material, a grietas que s e abren
en el fondo d e la parte hueca.
por las alternativas d e sequía y humedad, o a las galerías p e d o r a d a s por animales d e
Taladros no mayores d e 0.05 M. d e diámetro en e l muro del lado del agua, situa-
l a especie d e l a s tuzas, 5e habia impedido q u e pasaran al lado seco construyendo e l co-
1 dos en l a parte alta del conducto d e l a s filtraciones y espaciados e n t r e 1 y 2 M., que
razón compacto d e mampostería; pero eso no es enteramente eficaz, pues aparte d e
que es difícil impermeabilizar u n muro s u j e t o a presión d e agua, por lo común son mu-
* sirvan d e drenes al talud del lado del agua s i éste e s de terraplén. Si e s d e enroca-
miento estos drenes d e b e n suprimirse.
ros d e gran extensión y relativamente d e poco espesor. E n estas condiciones se de-
Y una galeria a través d e los tabiques para poder transitar en todo tiempo a lo lar-
forman, cuartean y llegan h a s t a dislocarse si los esfuerzos y asentarnientos son exce-
go del corazón, situada e n la parte inferior y fuera del alcance del agua que deberá
sivos. Debido a esto el peligro d e destrucción existe, aunque aminorado, con l a agra-
circular por e l conducto de las filtraciones.
vante d e que no e s posible d a r s e cuenta d e é l sino cuando ya e s t á avanzado, q u e e s

284

- .
 H a y otros detalles consecuencia d e los anteriores que s o n : escaleras d e acceso al
fondo del corazón en las celdillas que, además, sirven para la completa vigilancia y fa-
cilitan l a s reparaciones.
Tapones para los drenes, pues éstos sólo deben funcionar cuando l a presa esté
próxima a vaciarse para enterarse del estado d e fluidez q u e pueda haber en el fondo
del terraplén y corregir e s t e serio peligro e n caso necesario.
Y pasillo a lo largo d e l a galería para poder transitar.
El corazón en conjunto debe s e r reforzado con varillas de acero para contrarres-
tar en parte las deformaciones a que está s u j e t o y que s e indicaron al hablar de l a pre-
s a d e Tashimay. D e b e entenderse que e s t a s varillas son m á s bien amarres y no re-
fuerzos, tal como s e entiende en el cemento armado. Su papel principal e s ligar estos
muros relativamente delgados y evitar que al deformarse s e desmoronen o disloquen.
Naturalmente que d a d a s u posición y distribución algo contrarresta también los esfuer-
zos. Así pues, no s e t r a t a d e que el muro resista sin deformarse al empuje d e l agua,
porque e n este caso saldrían sobrando los dos taludes y sería u n a cortina d e cemento
armado. no siendo e s t e el caso.
El corazón recibe e l empuje del agua e íntegro lo transmite al talud seco, el que
al comprimirse o engranarse en el sentido horizontal, cede y el corazón sigue la defor-
mación del talud, flexionándose.
Vimos que las deformaciones por este motivo s e pueden estimar como de dos Da-
de turalezas: una horizontal, s e m e j a n t e a l a d e una viga en dos apcyos; y la otra verti-
cal, semejante a la d e u n a viga con u n extremo empotrado y libre el otro. Por lo tan-
to, para contrarrestar l a primera d e b e n colocarse varillas horizontales e n el lado seco,
y para la segunda varillas verticales e n el lado del agua.
Así se colocaron e n la presa Requena, empleando varillas d e s”
espaciadas a 0.30
M. e n los dos casos con varillas a escuadra o d e liga cada metro. Esto h a dado buen
resultado, pues la deformación del corazón ha sido muy pequeña en comparación a la
de la presa de Tashimay.
E s t e refuerzo e s independiente del que s e necssita para a r m a r las celdillas e n lo
particular s i el corazón s e hace de cemento armado.
S e comprende que l a deformación del corazón s e r á tanto menor cuanto que e l ta-
lud seco s e haga con mayor precaución apisonándolo si e s d e tierra o acomodando l a
piedra si e s d e enrocarniento.
Como s e ve por l a descripción anterior, ei corazón hueco corrige los inconvenientes
d e las cortinas d e materiales sin cohesión evitando que l a s filtraciones, cualquiera que
s e a s u origen, pasen al talud seco y, aminorando los peligros d e destrucción, d a ma-
nera d e notarlos, localizarlos y corregirlos con oportunidad, además de captar y apro-
vechar las filtraciones inevitables en esta clase d e cortinas. En e s t a s condiciones pue-
d e n ya competir en seguridad con las d e mampostería, con l a ventaja d e que su costo
e s relativamente menor.
Esto no quiere decir que. siempre d e b a n preferirse, pues l a elección del tipo d e
cortina e s problema distinto que depende d e diversas circunstancias, siendo l a prin-
cipal la naturaleza d e l lugar donde deberá construirse,
t
286 287
 E n el último el valor del metro cúbico x’, siendo M el total d e los métros cúbicos
empleados, s e r á :
X
x =-
M
Eldenominador M s e determina en cada caso según técnica d e l a Hidromensu-
ra, aforando el canal d e riego y deduciendo, en vista del tiempo exactamente empleado,
el volumen d e metros cúbicos usados d u r a n t e el período de riegos.

el Agua de Pudiera m á s cómodamente obtenerse el valor d e x directamente, capitalizando l a

Por e7 Agr. Oliverio TELLEZ.
I s e acepta con justicia que e l valor d e los elementos puestos e n juego
por e l hombre en u n a explotación rural debe depender del servicio que
presten, e s indudable que el valor del agua de riego será proporcio-
nal al aumento d e cosechas, a la precocidad d e éstas, etc., a cuyo fin
s e destina.
Basado e n e s t e razonamiento, el suscrito cree útil valuar el agua
de riego, procediendo por diferencia, como sigue :
Supongamos que las cosechas C y C’obtenidas en u n mismo terreno, empleando
el riego (en C) y después s i n él (en C’) son las que arrojen e n volumen o e n peso ca-
da recolección d e u n a misma superficie cultivada. La diferencia (C-Cq> indicará des-
d e luego la cantidad d e cosecha debida exclusivamente a los efectos del agua.
P u e d e suceder que C y 6’ s e a n iguales, es decir, que no haya beneficio, ya porque
el terreno en cuestión sea húmedo por naturaleza (terreno de “jugo”, d e “medio ju-
go”, etc.) o que esté ubicado en u n clima t a i que reciba abundantes y bien distribuí-
das las lluvias, el rocío, etc. E n e s t e caso no habrá realmente beneficio, y, consecuentan-
do con el principio establecido, e l riego s e r á inútil y aun perjudicial, en u n monto
igual al perjuicio o diferencia negativa obtenida. Ordinariamente, C e s mayor que C’,
es decir, que l a ventaja e s t a r á del lado d e l a mayor cosecha del campo regado y el be-
neficio metálico debido al agua podrá valuarse, suponiendo que v represente el valor
comercial d e la unidad en peso o e n volumen d e l a cosecha, igual a (C-C’) v ; y si al
resultado d e esta fórmula s e le hacen los descuentos d e gastos necesarios (ejecución
del riego, contribuciones al Estado o a l a Federación, cuotas d e amortización, riesgos,
interés y conservación) d e los capitales empleados en las obras $e captación, deri-
vación y distribución, que englobaremos e n g, el resultado x, valor libre del agua em-
pleada, será :
renta del agua alquilada, el surco por ejemplo; pero el resultado e s inexacto porque e s
u n valor netamente comercial que e n nada representa el valor agrícola del agua, y e n
México no hay proporcionalidad entre uno y otro dado lo arbitrario que e s e s e valor.
Ahora bien: siendo v variable también con la naturaleza d e cada planta cultivada y
con las fluctuaciones del mercado, claro e s q u e x tendrá q u e variar igualmente: pero
este inconveniente s e subsana como e n el mismo caso de los avalúos de t i e r r a s : toman-
do como tipo la planta d e mayor cultivo en l a región considerada, que para l a mayoría
d e los casos puede s e r el maíz y el promedio d e precio Comercial del grano en los 10
años anteriores al de l a investigación.
La dificultad que puede presentarse consiste en tener que esperar el levantamien-
to d e las dos cosechas consecutivas; por lo menos d e una, si el campo en su parte m á s
homogénea s e ha dividido e n dos parcelas d e igual superficie regando exclusivamente
l a que dará la cosecha C y dejando d e “secano” o sin riego, separada 3 M. d e ella, a la
segunda, donde s e cultivará l a misma planta que h a de producir su cosecha C’; pero
aun s e puede recurrir a recabar datos sobre rendimientos medios d e terrenos d e igual
superficie d e los regados y d e los d e secano.
E J E M P L O :
El cultivo del trigo requiere unos 4,000 M3 por hectárea-y año agrícola (180 días).
Cosecha C=800 kilogramos. El mismo terreno sembrado d e “temporal” (sin riego)
da una cosecha C’=300 kilogramos. El valor v del grano e s d e $0.10 el kilogramo, por
carga d e 160 kilogramos. C-C’, dará (800-300)=500 kilogramos; por $0.10= $50.00,
GASTOS G DEL RIEGO POR HECTAWEA:
Desazolve d e canales en un desarrollo d e 2 K. d e largo, por I M., por 0.50 M.
al a ñ o ; en medio a ñ o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . =$ 15.00
Deshierbes d e los mismos en medio año (180 días). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10.90
k Apertura d e atarjeas y zanjas pequeñas o regueras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8-00
Jornal d e u n regador, para d a r 3 riegos en 5 meses. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.00
Contribuciones en terrenos d e riego, supuesta sobre $100.00 hectárea d e valor

x =
((C-C’) v) - g. 100 estimado o manifestado, al 2% anual, en medio a ñ o . . . . . . . . . . . . . . . . . . .-
- 1.00
i Suma.. ..................................................... .$ 37.00
siendo i el interés por 100 del capital, al año. Interés del capital invertido anterior, a l 12% anual, corresponden a los seis me--
................................................................
-
ses.. 2.22
Antes d e hacer las operaciones indicadas en la fórmula, s e verá s i g e s mayor,
igual o menor que el valor d e la diferencia d e las dos cosechas. E n el primer caso, el Suma. ..................................................... .$ 39.22
riego s e r á antieconómico; e n el segundo, indiferente y en el tercero aceptable.

288 289

~~~ -

- . . . . . . . . . . . . .
-A----__
-- ..... ~ . . . . . . . .
.
..
..
.
.. ~....-
... .
 Valor d e g sin contar l a parte alícuota d e administración y d e amortización d e las
obras por ser muy pequeñas e n u n a hectárea.
Substituyendo en la áórmula los valores encontrados a que la misma s e refiere, ten-
dremos :
Valor agrícola de1 agua:
(800-300 10)-39.22.100 - 10,78 x 100
x= - = $89.83
12 12
Valor del metro cúbico d e a g u a :
$89.83
x= = $0.022,
4,000
que e s el que l a misma planta estima y bajo el cual creo puedan hacerse l a s tran-
sacciones de compra, alquiler, cómputos, avalúos, presupuestos, proyectos, etc., siempre
que s e redacten minuciosa y justamente todas las partidas de g, pues las que aquí ái-
guran son todas supuestas para d a r sólo u n a idea del proceso del cálculo.
1 Saco para Envases de Porvenir en la
.L
Agricultura
P o r e7 I n g . Jenaro MONTIEL OLVERA.
NDUDABLEMENTE que muchos agricultores se habrán preguntado al-
guna vez sobre el origen de los sacos para envases q u e habitualmente
emplean para manipular sus cereales u otros de sus productos agrícolas,
o y quizá en algunas ocasiones hayan estado inconformes por los precios
que por ellos s e les pidieron.
. .
T a l vez varios no hayan tenido una respuesta satisfactoria sobre
el origen del ‘‘costal’ que usan y por consiguiente no estaría mal hablar algo d e e s e
artículo y de las grandes transformaciones q u e está próximo a sufrir, proporcionando
un2 ventaja a los países tropicales d e la América.
EI saco para envases, comúnmente llamado entre nosotros "costal”, lo fabrican en
la I n d i a ; mejor dicho, la fibra y la tela d e que está fabricado es d e la India. La
fibra s e llama yute, o “jute” en inglés, l a cultivan los indostánicos en la amplia zona
de la delta en que desagua e l G a n j e s en e l océano, y la venden a los comerciantes in-
gleses a u n precio miserable, o a las fábricas, que la t e j e n en Calcuta y otros gran-
d e s centros industriales indostánicos. Los salarios que perciben los operarios d e esas
fábricas son igualmente miserables y aquellos precios y estos salarios no bastan habi-
tualmente para cubrir la alimentación d e los indúes paupérrimos y medio muertos d e
hambre.
E n tales condiciones, Inglaterra posee prácticamente el monopolio d e los envases
en todo el mundo y e s la abastecedora d e fibra, telas o sacos d e un material que s e
encuentra f u e r a d e l a competencia d e cualesquiera d e las muchas fibras vegetales que
290
s e puedan producir en no importa qué lugar, aun cuando los factores que determinan
e l costo sean muy bajos.
D e esta suerte Inglaterra h a controlado por muchos años el abastecimiento re-
fe;;&, y naciones cuyo consumo e s portentoso, como acontece con los Estados Uni-
dos, pagan anualmente u n a buena cantidad d e millones de dólares por la importa-
ción d e telas d e yute para envases.
Muchos intentos s e h a n hecho para emplear materiales diversos; pero l a baratu-
r a del yute derrota a los competidos, a menos d e que s e les proteja arancelaria-
mente.
El yute prospera tan bien en l a India como en América: los cultivos efectuados
en México han dado magníficos resultados; pero la llave del negocio no e s t á en e l cul-
tivo sino en el costo, y respecto a é s t e no hay nadie que lo obtenga m á s reducido que
la India.
P e r o estas condiciones vergonzosas que prevalecen allá están próximas a desapa-
recer, y no pasará mucho tiempo sin que l a India obtenga su independencia, y cuan-
do s e a conquistada u n a d e las primeras medidas será seguramente la reivindicación
d e los miserables salarios en esos populosos pueblos que forman l a India.
Al reivindicar los salarios desaparecerá automáticamente l a baratura del yute y
surgirán otras muchas áibras tan buenas como éste.
Los países tropicales d e l a América d e b e n estar preparados para e s t e evento, por-
que en sus territorios s e viene desperdiciando desde hace tiempo un material fibroso
que va a surgir triunfalmente. Nos referimos a la fibra contenida en los troncos d e
las plantas del plátano o banano.
L a fibra que s e extrae d e los troncos citados después d e haberse cosechado el fru-
to tiene cualidades textiles superiores en varios respectos a la d e yute. Es particular-
mente interesante su poco peso y la suficiente resistencia a la tensión que tienen los
filamentos, los cusles una vez hilados en calibres d e 600 a 2,000 pies por libra dan
una áilatura lo bastante adecuada para tejer telas destinadas a la fabricación d e sa-
cos para envase.
..
Tomando como tipo el saco destinado a envases de maíz del que comúnmente s e
fabrica en México o s e a aquel que tiene 110 por 68 centímetros, los datos compara-
tivos relativamente al peso que podemos ofrecer son los siguientes: el d e yute pesa
1
1,000 gramos: el de yute mezclado con palma (yucca) 1,250 gramos: el d e henequén
1,350 gramos y el d e fibra d e plátano 470 gramos. i
l
* Debemos advertir que el peso del saco d e henequén q u e damos es el d e filamen-
l to grueso, aproximadamente d e 650 pies en libra, pues últimamente los fabricantes yu-
catecos s e han venido preocupando por mejorar la filatura, adquiriendo maquinaria hi-
ladora fina d e procedencia europea, que permite hacer hilos de 2,000 pies en libra.
N o obstante, como el valor habitual del henequén e s relativamente elevado por
virtud d e los usos especiales a que s e le destina (elaboración de “binder twine”) re-
sulta restringido su empleo porque el saco encarece naturalmente el mayor valor d e la
fibra.
E n cambio el filamento d e plátano, materia prima obtenida como subproducto d e
l a explotación agrícola, principalmente destinada a l a producción d e l a fruta, resulta
29 1
más barata. Además la extracción d e la fibra e s igualmente muy barata porque l a ope-
ración mecánica s e practica con u n a s maquinillas portátiles en el mismo sitio d e las
plantaciones, donde han quedado abandonados los tallos de los cuales s e cortó el raci-
mo d e frutos.
D e esta s u e r t e s e evita el acarreo d e u n considerable peso muerto integrado por
l a s pulpas y jugos que en otra f o r m a habría d e hacerse, y además s e dejan en el te-
rreno todos los despojos orgánicos que sirven d e abono.
E n ciertas zonas plataneras d e México e s t á n en uso actualmente maquinillas desfi-
bradoras “Molen” d e poco peso, accionadas por u n pequeño motor d e gasolina, dando
L
u n magnífico resultado. Los propietarios de las plantaciones, después d e extraer la
fibra, l a clasifican por gruesos y coloración. Unos l a venden y otros están fabricando en
Sus Elementos de Riqueza
sus propias fincas las telas para envases, empleando unos pequeños equipos compues-
tos d e hiladoras y telares de madera, ambos automáticos y con muy buena produc- Por ROBERTO QUIROS MARTINEZ.
ción d e tela.
Cada telar produce como mínimo 10 sacos en 8 horas y las hiladoras están cons-
truídas en serie, d e manera que u n a alcanza a abastecer d e hilo suficiente para e l tra- STA situada entre los 170 muchas partes ondulado borde: por el aus-
52’ y 20’52’ d e latitud y los tro Oaxaca lo limita monótonamente y Gue-
bajo d e 10 telares.
96”44’ y 96904’ d e longitud rrero lo toca e n pequeña extensión; por el
D e todo lo anterior ha resultado u n buen negocio para los plantadores que nos occidental d e l meridiano meridión d e l a sierra Nevada Morelos co-
ocupan, porque hoy están abasteciendo a sus comarcas d e sacos para envases d e cereales, d e Creenwich y afecta una linda en vasta zona h a s i a tocar con México,
chicle, caIé, etc., a precios muy reducidos. forma muy irregular que territorio que s e adosa bastante regular-
s e acerca vagamente a l a mente a u n tramo de sus fronteras occiden-
H e m o s omitido hablar d e las d e m á s cualidades textiles que satisface el filamento
figura d e u n triángulo; su superficie e s d e t a l e s ; en tanto que Tlaxcala s e incrusta
del plátano, obviando espacio: pero baste decir que una negociación cafetera itsmeña 33,995 K. cuadrados, misma que mide d e materialmente en el suelo poblano h a s t a
s e propuso hacer una experiencia práctica, investigando el número de acarreos que norte a s u r 313 K. 500 M., en tanto que d e formarle, en S a n J u a n d e los Llanos, l a
aguantaría una partida d e envases d e fibra d e pltátano en u n recorrido ferroviario d e oriente a poniente 242 K.: e s t a extensión garganta d e que hablamos a n t e s ; partien-
400 kilómetros entre el istmo y la ciudad d e México, incluyendo las manipulaciones fórmase con los municipios. d e Tehuacán, do del límite d e Tlaxcala, Hidalgo colinda
Matamoros, Acatlán, Tepexi y Chiautla, en el occidente con los municipios Alatris-
correspondientes e n cada uno de los puntos indicados, habiendo resistido perfectamen-
pues m á s al centro s e estrecha bruscamen- te, Zacatlán y Huauchinango, siendo en es-
t e bien veinte viajes sin deterioro. t e delineada por Chalchicomula y Tepeaca, t e último donde Veracruz corona el períme-
I
O t r a casa comercial que trafica en cereales efectuó pruebas d e resistencia dejan- adoptando mayor angostura e n la zona que tro poblano.
I comprende S a n Juan d e los Llanos: m á s al
do caer sacos llenos de maíz a diversas alturas y anotando cuidadosamente los des-
perfectos observados. Los interesantes resultados obtenidos serán motivo de otro ar-
septentrión vuélvese a ensanchar ligera- POBLACION - RAZAS
mente con los municipios de l a región lla-
tículo. mada sierra del Norte, l a cual termina en Según el censo general d e 1930 contaba
Por todo lo anteriormente relatado s e comprende que estamos e n los principios d e Huauchinango e n una especie d e vértice. el Estado con u n millón ciento cuarenta y
una industria cuyos horizontes parecen amplios, especialmente para la América Cen-
~

La curiosa configuración d e este territo-

tral, en cuyos países existe u n a explotación muy considerable del plátano destinado rio no tiene símil con los d e m á s Estados
l
debido a que sus contornos ofrecen m á s án-
particularmente al mercado norteamericano. -k gulos y sinuosidades, así como una línea
P o r lo que hace a México éste e s u n buen negocio, en virtud d e que el gobierno sumamente quebrada y caprichosa, quizá
desde hace poco m á s d e cinco años viene protegiendo decididamente las fibras nacio- debido a que está enclavada hacia u n án-
nales por medio d e las tarifas arancelarias. Al presente el yute paga 9% “ad valorem”, gulo de la altiplanicie y en e l nudo d e la
zona m á s densamente poblada d e l a Repú-
y todas las gestiones que s e h a n hecho para derruir esa barrera h a n resultado inúti-
blica. Sus colindantes forman el perímetro
les, tanto por l a protección aludida como por razones d e doctrina revolucionaria: u n que tiene, con escotaduras y salientes o es-
país que h a enarbolado la bandera d e las reivindicaciones populares y que deIiende . cisiones en sus tierras que e n otro tiempo
tezonudamente e l salario elevado o simplemente capaz de permitir vivir humanamen- fueron considerablemente más extensas, o
t e al labriego y al obrero, no puede favorecer, aunque s e a en mínima parte, u n a situa- bien le han dejado fragmentos que inte-
gran hoy l a entidad; así e s como en e l le-
ción donde s e explota la miseria d e seres humanos aunque sea e n los antípodas. vante Veracruz l e forma prolongado y en Vista parcial de Huauchinango, Pue.

292 - 293

La hermosa presa de Necaxa, Huauchinango, Pue.
ocho mil doscientos ochenta y s e i s habitan-
. .
tes, siendo los varones quinientos cincuen-
ta y cinco mil ochocientos diez y ocho, con
la circunstancia d e que l a región meridio-
nal está menos habitada pues necesítase
recorrer varios kilómetros para encontrar
a l g i n poblado, no así l a boreal, donde los
pueblos s e hallan situados a corta distan-
cia unos d e otros y todos con población nu-
merosa, aunque siempre predomina la zona
central por cuanto a que e n ella está l a ca-
pital del Estado, donde viven m á s d e cien-
to cuarenta mil individuos.
Estos comprenden diferentes grupos et-
nográficos d e los cuales forman l a tercera
parte los representantes d e las distintas ra-
zas aborígenes tales son, por e l orden d e
su número : aztecas o mexicanos, totonacos,
mixtecos, popolocos y otomíes; aunque tam-
bién pequeñas fracciones d e mazatecos, zot-
ziles y otros, por m á s que e n todos ellos ob-
sérvanse e s t a s características : virilidad, re-
sculatura, color de bronce, ojos vivos
eneralmente oblicuos, nariz
a escasa, pelo lacio, estatura
mediana, apego a los trabajos duros y u n a
marcada tendencia a relegar sus costum-
b r e s primitivas para elevar su nivel moral
294
.. __
e intelectual, tanto que ahora a cualquiera
región del Estado que s e llegue encontra-
remos una febril actividad en el campo, e n
e l comercio, en las mejoras materiales, e n
la instrucción, e n las industrias, en múlti-
ples aspectos d e l sport, lo que hace creer
que aquellas gentes h a n entrado d e lleno a
la civilización y que s e brindan como los
m á s eficaces auxiliares para fomentar la
riqueza y el turismo.
Como e s natural, a diversas razas corres-
ponden idiomas diversos; así pues, a m á s
d e los nativos háblanse otros dialectos que
sería ocioso citar, y e n t r e los extranjeros e1
inglés, árabe, francés, alemán, japonés, chi-
no, italiano y ruso, siendo el castellano el
m á s común no sólo por s e r el idioma ofi-
cial sino porque lo practican los aborígenes
y mestizos, así como los extranjeros en
general, más cuando entre éstos figuran
españoles y centro y sudamericanos.
CULTURA
N o obstante el porcentaje indígena, P u e -
bla goza f a m a d e ser u n Estado d e los m á s
cultos, pues apenas u n a minoría insignifi-
cante e s analfabeta, todos los demás saben
leer y escribir, algunos de los cuales s e dis-
tinguen marcadamente, por ejemplo los d e
Xochiapulco y Jonotla e n Tetela d e Ocam-
PO, los de Ahuacatlán, Otlatlán, Caxhuacan
y Tlapacoyan e n Zacatlán (especialmente
esta cabecera), los d e Villa Juárez, Chicon-
cuautla, Pahuatlán y Tlacuilotepec, en
Huauchinango, así como Tehuacán, Teziu-
tlán, Chalchicomula y Atiixco, y e s que esos
pueblos y otros lugares están convencidos
d e que la escuela e s uno d e los principales
elementos que aseguran el progreso y bie-
nestar d e l a humanidad, razón por la que
s e preocupan demasiado en que s e imparta,
e n lo posible, la instrucción a l a niñez. En
cuanto a la capital e s de sobra conocido su
alto rango, tanto que el Colegio d e l Estado
y la Escuela Normal para Profesores pro-
ducen anualmente u n buen número d e pro-
fesionistas que o son solicitados O fácil-
mente admitidos e n las diversas cátedras y
escuelas d e otros Estados y de l a ciudad d e
México, puestos e n los que generalmente
dejan bien sentado el prestigio cultural d e
Puebla.
E n efecto, desde tiempo atrás h a recibi-
do allí impulso considerable el movimiento
educativo. La enseñanza h a sido objeto d e
grandes esfuerzos oficiales y particulares,
pues llega a los confines del territorio. La
legislación escolar figura e n t r e las m á s
avanzadas del país y no desmerece ante los
modernos adelantos, antes m á s bien l e sir-
ven d e estímulo. P o r el número d e sus
planteles d e instrucción, por l a calidad d e
la educación que e n éstos s e imparte, por
l a población escolar que a los mismos con-
curre, Puebla h a ocupado lugar prominen-
te, y como si no bastaran los testimonios
irrecusables de los progresos q u e h a alcan-
zado en las ciencias y artes, en consonan-
cia del adelanto contemporáneo, allí e s t á n
como luminares Veytia, Villa Sánchez, Je-
rónimo Zendejas, Beristáin y Sousa, M a n -
so, el Obispo Vázquez o Fernández d e Li-
zardi, Arango y Escandón, los Coras, Za.
macona, Esteban d e Antuñano, Olaguíbel,
el Obispo P é r e z Martínez, Rodriguez d e
S a n Miguel, La Fragua, Julio Zárate, Az-
piros, Barreda, Beistegui, M a n u e l M a r í a
Flores, Rafael de l a Colina, Mariano Dá-
vila, Gustavo M a h r , Francisco Beltrán d e
Arias, Ignacio del Pozo, Bernardo Rojas
Zambrano, Sánchez Lara, Miguel y Rafael
295
Serrano, R a f a e l Isunza y tantos y tantos
otros hombres ilustres.
S I N T E S I S HISTORICA
Sólo así s e explica que el Estado, a tra-
vés d e l a s infinitas vicisitudes que h a su-
frido, haya mantenido siempre incólume su
amor patriótico.
Lamentamos que la falta d e espacio nos
prive de reseñar la historia de Puebla, m á s
cuando descansan en el vacío las lucubra-
ciones sobre sus orígenes, pues apenas si
d e su vida precortesiana quedan algunos
monumentos desolados y desiertos, publi-
cando con l a m u d a elocuencia d e sus silla-
r e s carcomidos y d e sus paramentos vesti-
dos de hiedra, l a historia d e su viejo es-
plendor y triste decadencia.
Vienen los españoles y al derrumbamien-
to d e un gran pueblo sucédense, en territo-
rio poblano, períodos d e transición m á s o
menos largos, oscuros y difíciles y cruen-
to y epopéyico al que siguió a la guerra d e
independencia resaltando la homérica ba-
talla del 5 de M a y o d e 1862, el no menos
memorable sitio d e Puebla en 1863; el
asalto del 2 de Abril al cerro d e S a n Juan
en 1867, que abrió las puertas del patíbulo
al iluso emperador Maximiliano y otros
mil hechos de armas y heroicidades reali-
zados en distintos puntos del E s t a d o ; pe-
ríodo en el que s e destacaron los patriotas
Comonfort, Alatriste, los tetelanos Juan
Crisóstomo Bonilla, Juan N. M é n d e z y
Juan Francisco Lucas; los zacatecos Bi-
biano Hernández, Dimas López, Ramón
Márquez Galindo, Agustín Cano, etc., los
huauchinanguenses Andrade Párraga, Ne- ir
grete, Agustín, Rafael y Francisco Cravio-
to, etc., el egregio Maldonado y tantos m á s
que, al igual de los poblanos revoluciona-
'
rios de 1910, aportaron su contingente que
debía influir de modo poderoso en el pro-
ceso histórico d e l Estado y de l a Nación.
GEOLOGIA
Siendo nuestro objeto l a descripción ge-
neral del Estado ya e s tiempo d e tratar,
aunque muy someramente, d e su consti-
tución geológica. Esta según las más auto-
rizadas opiniones, sufrió los efectos del ge-
neral hundimiento del país a fines del Ju-
 Una calle de Zacatlán, Pue. El horizonte que se ve al fondo es el vacío de la
profunda barranca, gala natural de la población.
rásico, y fueron sus tierras invadidas por
los mares del Cretáceo inferior q u e las cu-
brieron completamente durante todo este
período y hasta fines del siguiente Cretá-
ceo medio, no surgiendo otra vez e l suelo,
d e u n modo definitivo, de aquellas aguas
profundas, sino hasta los principios del Cre-
táceo superior.
La mayor parte d e las rocas consisten e n
esencia en calizas compactas, con pocos fó-
siles, intercalados d e conglomerados tam-
bién desprovistos d e fósiles; los terrenos
restantes, casi en su totalidad, provienen
de erupciones y levantamientos posterio-
res, algunas d e las cuales alcanzan a l a
edad contemporánea.
Como e€ecto d e l a actividad plutónica al-
teráronse en muchos puntos las calizas
ora determinando su metamorfismo por
contacto, ora invadiéndolas d e grandes di-
ques y macizos d e rocas intrusivas, ora cu-
briéndolas con basaltos, lavas y cenizas d e
las erupciones m á s recientes. cada vez, o
bien aportando sobre la altiplanicie en que
s e asienta P u e b l a derrames d e rocas efusi-
vas, que ocuuan grandes tramos y mani-
festaciones d e intenso vulcanbmo repre-
296
sentadas por las montañas y sistemas que
completan el relieve bien definido d e la
orografía del Estado.
La vasta superficie que abarcan las mix-
tecas poblanas, o s e a n los municipios d e
Chiautla, Acatláa, Matamoros, Tehuacán y
Tepexi, denuncia grandes mantos carboní-
feros, conglomerados y areniscas d e mate-
rial cretáceo, esquistos del Neoceno y del
Mioceao, margas yesosas y calcáreas com-
pactas distribuídas por todas partes en los
diterentes valles y eminencias que s e des-
prenden de la sierra.
E n cambio, en la zona central del Estado
influyó poderosamente el vulcanismo,, ppr-
que por todas partes s e presentan vestigios
y las tobas y las cenizas cubren extensio-
nes inmensas, y las montañas d e material
efusivo a m á s de s e r ejemplares valiosos
s e agrupan aquí y allá en sistemas t a n po-
derosos como extensos, tales son: l a Sierra
Nevada que forma e l confín occidental del
que participan los municipios Cholula, Atlix-
co y Huejotzingo, debido a que tanto en el
Popocatepetl como en el Ixtaccíhuatl pasa
la línea divisoria con el Estado d e México.
Escala I :$O0 O00 No 21.

<*

)TEPZC

..
Relacionado geológicamente con e s t e sis-
t e m a arranca al norte d e Oaxaca con di-
rección §E. NO. el borde occidental del
valle de Tehuacán, toca l a sierra del Tent-
zo en Tepexi, pera dar lugar, más adelante,
a l a s sierritas de Tepeaca y Amozoc que
terminan en la Malintzin, donde las rocas
constituyentes d e la región son sedimen-
tarias y están representadas por calizas,
conglomerado calizo, arcillas, margas, are-
nas y toba caliza. Las calizas son las ro-
cas dominantes y sobre ellas reposan %os
demás sedimentos; afloran tanto e n las
cumbres que forman el relieve del valle d e
Tepexi como en varios puntos d e las caña-
das y son e l material constituyente d e los
cerros del Gavilán, en u n a de cuyas es-
tribaciones s e encuentra la población d e
Tepexi.
Ea prolongación del Tentzo e s la r a m a
, m u y deprimida que toca la sierrita S a n t a
M a r t a y Huehuetlán por intermedio del
volcán d e Acajete y el valle d e Puebla y
atraviesa el territorio d e Atlixco hasta con-
fundirse en la Sierra Nevada, cuyo gneia
e s absolutamente eruptivo según lo testi-
monian s u s cráteres y los grandes derra-
m e s d e substancia casi por completo ba-
sáltica, l a s andesitas d e hiperstena en el
Popocatepetl y las andesitas d e hornblen-
d a e hiperstena en el Ixtaccíhuatl. Dichas
lavas basálticas forman l a s zonas ¿e Mal-
pais que abundan en Atlixco y Cholula, co-
rno abundan las cenizas d e l a s corrientes
d e lava constituídas en tobas pumíticas a
veces calcáreas que cubren los macizos
efusivos y rellenan las depresiones forman-
do esos Malpais que desaparecen en Amo-
zoc y siguiendo hacia 12 cañada d e Tepea-
ca y valles d e Tecarnachalco, Tlacotepec y
Tehuacán, existen depósitos sedimentarios
cretáceos. En Tecamachalco las calizas
compactas, grises, azuladas y cristalinas
forman el fondo del valle, recubiertas por
las tobas basálticas del cerro Chico o ce-
rro Colorado. L a s calizas del "Monumen-
to" s e presentan plegadas y los flancos d e
estos pliegues pueden verse en la vertien-
t e meridional con echado d e 30" al N. en
donde la erosión ha decapitado estos ple-
6am;entos secundarios. Qbsérvanse entre
los blancos consecutivos d e calizas compac-
t a s lechos delgados d e algunos centímetros
d e pedernal negro formado d e espículas d e
- ._.
esponja que. también s e presenta en módu-
los y depósitos d e forma cilíndrica. Al SE.
d e Tecamachalco las diaclasas en las cali-
zas abundan y s e presentan casi vertica-
l e s en el contacto d e l a s calizas cristalinas
con las pizarras calizas muy fracturadas,
divididas en fragmentos ¿e u n centímetro
cúbico. Cerca d e las ruinas d e Tecamachal-
co y el cerro del Monumento hállase "El
Boquerón", que no es sino el hundimiento
d e una bóveda d e calizas que h a descu-
bierto al E. y a l W. el flanco N. d e u n
pliegue anticlinal.
Cascada del río San Pedro, Zaca-
t!án, Pue.
E n Chalchicomula s o n curiosos los pe-
queños volcanes, cráteres-lagos o xalapax-
cos, conductos positivos d e la efusión vol-
cánica que atravesaron los sedimentos cre-
táceos, las andesitas, l a s corrientes d e ba-
salto y las tobas volcánicas. Como son pro-
fundos y llenos de agua m á s parecen peque-
ños lagos, cuyo borde sensiblemente circu-
lar, d e negra lava, formaron origen d e los
derrumbes que vomitaron e n derredor.
Otros hay que d a n el aspecto d e vo1canci-
tos, sólo que sus conos son d e tezontle, con
cráter bien visible.
Y2 francamente 21 norte del Estado, le-
vantada por efecto del poderoso plegamien-
to que produjo l a Sierra M a d r e Oriental,
corre un sistema montañoso (que toca los
municipios Teziutlán. Tlatlauquitepec, Za-
capoaxtla, Tetela, Alatriste, Zacatlán y
Huauchinango) d e naturaleza esencialmen-
te calcárea y d e edad cretácea, por m á s
que s u base occidental muestra acción efu-
siva moderna. Allí en muchos lugares las
calizas no aparecen desprovistas d e fósi-
les cretáceos, especialmente en Tlatlau-

La pintoresca carretera de Ckignahuapan a Zacatlán,
en el lugar conocido por “Quetzalapa”.
quitepec, en tanto que e n otras zonas d e la
Sierra Norte las formaciones cretáceas con-
sisten esencialmente en calizas compactas
con fósiles poco abundantes y esquistos
calcáreos y calcáreos arcillosos, sin fósiles,
que alternan con conglomerados también
desprovistos de iósiles. D e e s t e sistema
están muy bien representadas las divisio-
nes Eocretácica y Mesocretácea y muy po-
co d e la Neocretácica. E n opinión d e mi
amigo don Rafael Casco las rocas del Ju-
rásico son en lo general de consistencia
poco coherente, siendo fácilmente poco de-
leznables e imperfectamente apizarradas y
e s t á n representadas por las series Eojurá-
sica (Liásica) y Neojurásica. Las rocas
eojurásicas son pizarras arcillosas y micá-
ceas conteniendo los iósiles siguientes :
Arietitis, James, Danac Bárcena y Posido-
nomya, sp. Oegcceras (Microdoceras) per-
tenecientes al Liásico inferior. L a serie Liá-
sica está caracterizada e n iurisdicción d e
Huauchinango por plantas del género Oto-
zamites principalmente. L a serie Neojurá-
sica s e compone d e calizas y pizarras y se
encuentra representada e n Qmetepec al
e s t e d e Tetela d e Ocampo, y e n t r e los re-
ducidos afloramientos jurásicos pueden
298
cán encuéntrame calizas puras y e n Teca- que corresponde a un geyser extinguido e n
Ii depósitos cuaternarios d e origen quími- época no muy l e j a n a : y en otros muchos
co, metamorfizadas en mármol común jas- puntos del territorio, como últimos vesti-
peado, impregnado d e venillas de sílice y gios d e la actividad volcánica, existen nu-
de restos d e conchas y e s e otro mármol lo- merosos manantiales termales y medicina-
cal especie d e alabastro yesoso, que afecta les d e que hablaremos adelante. Como son
tan bellos colores y h a hecho d e fama su muchos los autores que h a n enriquecido la
nombre, bien por el buen aspecto del pro- bibliografía geológica del Estado nos con-
ducto, cuanto por su abundancia en aquel sideramos relevados de extendernos en es-
. . .
municipio. t a síntesis, pues para nuestro objeto basta.
O t r a s zonas d e Malpais o breñas en co-
rrientes lávicas o diques intrusivos hállan- ASPECTO GENERAL Y QROGRAFICO
s e en Alatriste, Zacatlán y Huauchinango,
y fosilíferas en el cerro Ometepec, pueblo El suelo d e P u e b l a e s d e lo m á s intere-
d e Eloxochidán y barranca de Axaxalpan, sante y pintoresco y para estudiarlo mejor
en Zacatlán; en jurisdicción d e éste (Ca- seguiremos el método d e otros, que lo divi-
mocuautla) hay capas d e hulla pura, igual den en t r e s regiones perfectamente defi-
que e n Pantepec, Huauchinango y peque- nidas,
ñas regiones de Tetela. E n l o i elrededores L a del norte, caracterizada por crestas y
de Puebla estíi “El Cuescomate”, célebre ramificaciones d e la Sierra M a d r e Orien-
por s e r una formación calcárea reciente tal, que hacen t a n quebrado y áspero el .te-
rreno debido a los plegamientos d e la cor-
dillera que a1 conjunto d e los municipios
Teziutlán, Tlatlauquitepec, Zacapoaxtla, Te-
tela, Alatriste, Zacatlán y Huauchinango,
que como s e dijo antes conócese por “Sie-
rra Norte” y con muy j u s t a razón, pues to-
mencionarse, además d e los citados, los d e do el terreno es sumamente desigual: por
Xochitlán en Zacapoaxtla y los d e Huilaca- todas partes y e n todas direcciones, lo sur-
pixtla y Acahuates en Huauchinango, pues can elevadas y extensas cordilleras alterna-
son análogos a los de S a n José Chapulte- d a s con profundísimas barrancas donde la
pec, en Acatlán. vegetación s e manifiesta en toda su profu-
E n el riscoso cerro d e Chignautla, Teziu- sión, esplendor y lozanía, produciendo pa-
tlán, existen vetas cupríferas d e acción plu- noramas bellisimos que, a l a vez que d a n
tónica y Teziutlán s e asienta en toba an- la impresión d e l a majestad de la naturale-
desítica, en tanto que las eminencias d e za imponente, despiertan en el espíritu cier-
Tezonpan y Atempan abundan en obsidia- ta emoción d e misterio y d e poesía.
na, como Tlatlauquitepec en cuarzo puro, Aquí el terreno apenas si ofrece estre-
producto d e intrusiones efusivas, al igual chos valles en que s e abrigan las principa-
que los placeres minerales d e Tetela, pues les poblaciones; e n cambio es regado por
derrames d e lava, pómicas, tobas basálti- innumerables corrientes d e agua cristali-
cas y diques d e esta especie e n c u é n t r a m e na que corren por las cañadas, que frecuen-
dondequiera, aunque marcadamente en Ix- temente tienen que estrecharse hasta for-
tacamaxtitlán, Alatriste. Rocas eruptivas, mar escarpadísimos cañones y barrancas
filones y vetas intrusivas también hay en profundas como l a d e Zacatlán, famosa por
l a barranca de Apulco jurisdicción d e Xo- su inmenso y bello panorama, donde al la-
chiapulco y otros sitios d e Tetela. do d e los productos d e l a tierra fría crecen
El valle de Puebla acusa u n a formación los d e la zona tropical. Y esos mismos ac-
que data del Plioceno: existen allí arenas cidentes del te-reno originan en algunas
volcánicas conocidas por xalnene, sobre los corrientes hermosos saltos como los de
cerros d e Loreto, Cuadalupe y Tepoxúchil : Atexcaco. e n Tlatlauquitepec : l a cascada
l a misma ciudad d e Puebla descansa sobre
un suelo de tobas y arenas volcánicas que
rie S a n P e d r o e n Zacatlán > otras, siendo
Puente de los Baños, río Chigna- vcrdaderamente asombroso el llamado sal-
alternan con tobas arcillosas en capas d e huapan, Pue. to d e Necaxa, en Huauchinango, donde las
poco espesor: en cambio ya en Totimehua-
299
,
Salto Nuevo de Quetzalapa, Chignahuapan, Pue.
aguas s e arrojan d e s d e una altura d e 160
M. E s t a región, aunque no tiene l a s emi-
nencias que tanto distinguen a l a Sierra
M a d r e Oriental, r e u n e grandes cortaduras
que dan lugar a l a configuración d e l terre-
no, con la circunstancia d e que y a en 1-i:l
mites con Hidalgo s e atenúan los escarpa-
dos considerablemente; tal parece que los
estribos y contrafuertes de aquella gran
cresta son la distintiva de e s e suelo que-
bradísimo y vario en sus productos y en
su clima, que tanto influyen en sus habi-
tantes para coneervar su alto prestigio d e
intel;g,entes, amantes del trabajo, celosos
de su libertad, bravos en las luchas guerre-
ras y d e un grande y noble orgullo patrió-
tico t a n bien acreditado por l a Historia,
La región central bien puede llamarse de
las llanuras, debido 2 que é s t a s extiénden-
s e dilatadas y anchurosas; quizá d e aquí
tomó su nombre S a n Juan d e los Llanos,
sólo que son monótonas y poco feraces. Al-
gunas sufrirían una extrema sequia y ma-
vor aridez a no ser fecundizadas por las
filtraciones d e las montañas nevadas d e
Chalchicomula : hay otras encerradas entre
las vertientes de algunos grupos montaño-
s o s , como ocurre e n Tepeaca, Tecali, P u e -
bla, Cholula, Huejotzingo y Atlixco, donde
abundan los valles y planicies bastante
abiertos y elevados y d e una fertilidad
asombrosa, como los d e Texmelucan y P u e -
bla, e n tanto que e n otros lugares e s a s lla-
nuras presentan extensiones desoladas y
ahuecamientos del terreno, a trechos pan-
tanosos como ocurre en El Salado y El
Seco, y por cuanto al dilatado valle d e Te-
camachalco bien puede decirse que, consi-
derándolo en conjunto en sus relaciones
con los adyacentes, ocupa el lugar inter-
mediario en el escalonamienta que d e NE.
a SW. forman los valles d e S a n Andrés a
2,500 M. sobre el nivel del mar, El Sala-
do a 2,250, el Valsequillo a 2,007 y la cuen-
.,
ca del Atoyac a 31,838. Estos valles escalo-
nados d e NW. a SE. normalmente a la di-
rección en que s e escalonan las líneas oro-
gráficas que lo separan: los ejes d e los
anticlinales principales son el " Monumen-
to" y el "Tentzo" o bien barreras eruptivas
d e poca importancia como l a d e Coscomaya
y Quecholac, que separa el valle de S a n An-
drés d e El Salado. No exageramos al decir
que la zona del centro la embellece sobre-
manera el hermoso valie d e Puebla que
corresponde a l a cuenca del Atoyac, pues se
halla limitado por t r e s de las principales
eminencias de! país que son el Popocate-
petl, el Ixtaccíhuatl y l a Malintzin.
La región austral s e circunscribe a las
Mixtecas (alta y baja) que s e forman con
los municipios Tepexi, Tehuacán, Acatlán,
Chiautla y Matamoros, que está cubierta
por la ondulante sucesión d e los anticlina-
les poco fracturados y pendientes que s e
extienden hacia Oaxaca como u n oleaje in-
acabable d e monótonas elevaciones; aun-
Márgenes del río Chicazapa, Zaca-
poaxtla, Pue.
que aquí existen los valles, éstos no afec-
tan la topografía en lo m á s mínimo, pues
generalmente predominan las lomas y coli-
~ nas escuetas y redondas ligadas con algu-
nas montañas elevadas, así como las cuen-
cas de ¡os grandes ríos a que d a origen el
relieve y las venas d e sus afluentes, que
animan el paisaje al d a r lugar a l a forma-
ción de vegas y cañadas cuya feracidad e s
lu jurios a.
Conocido el aspecto dominante del Esta-
do, cuya pendiente general no pronunciada
va d e norte a s u r y cuya altitud fluctúa al-
rededor d e los dos mil metros, réstanos
hacerlo d e s u orografia propiamente dicha,
porque si bien es cierto que a l tratar d e s u
constitución geológica s e habló d e l a s di-
l
f e r e n t e s edades de su suelo, no enumera-
1 mos ni localizamos las diversas sierras,
1 montañas y cerros; así pues empezamos
por el septentrión con Huauchinango, don-
d e son notables sus diversas cordilleras 1i-
gadas entre sí e n la mayor parte d e su te-
rritorio y muy especialmente la montaña
301
pintoresca d e Zempoala cerca d e Chicon-
cuautla, y los cerros Huachichiquila, 'Tezon-
tle, Pelón, Verde, Tlalcoyunga, S a n Juan,
Ahila, Chila y las cumbres d e Chalchi-
hui y Coligquí, etc.; en Zacatlán, igual-
mente una sucesión d e sistemas monta-
ñosos que hacen excesivamente quebrado
su suelo, destacándose los cerros Metepec,
Nepopoalco, Camotepec, Popotocuilco, te-
petzintla, Dos Cerritos, Matiahuacala y las
cumbres del Cuerno, Zempoala, Hueyápam,
Milmán, etc. ; en Alatriste, incrustado en
la boca d e la Sierra, s e explica que la zona
d e Ixtacamaxtitlán s e a esencialmente mon-
tañosa y que tenga entre otras eminencias
los cerros Michochio, L a Imagen, Q u e x n o l ,
Sotlapango y P a i l a ; al s u r del municipio,
en los limites con Tlaxcala, está el Hermo-
so P e ñ ó n de Rosario; en Tetela, situado
como está este municipio e n l a parte cén-
trica d e la sierra, e s d e los suelos más
accidentados ; allí s e distinguen l a montaña
d e Cozolpetl, e l curioso Peñón d e Jonotla
y los cerros Ometepec, Buenavista, Simaco,
Convento, Sotelo, Moraco, Cuautecomaco,
Tepetlchichil, etc. : e n Zacapoaxtla, suelo
escabroso y formado por numerosas mon-
tañas que se dirigen d e sur a norte, leván-
tanse los cerros T r e s Cabezas, P o d e r d e
Dios, Apastepec, Tepeixco, Zitlalcuautla,
Caacuilco, Tomacuilo, Tepantla, Escalante
y Tacaloco, y las cumbres d e Apulco, Cuan-
tepehual y Xocoyolo : en Tlatlauquitepec,
debido a estar ligado su sistema montaño-
so con los de sus vecinos, el suelo e s muy
quebrado aunque muy pintoresco; allí s e
anotan los cerros Oyameles, Otzomat, Al-
pes, Cabezón, Tzompantitlán, Tepapol .y
Otzotimal ; en Teziutlán, primer municipio
d e la Sierra N o r t e y d e suelo bastante es-
Vista panorámica de Tlatlauquitepec, Pue.

Vista panorámica de Teziutlán, Pue.
cabroso pero con paisajes admirables, cuén-
t a n s e la montaña Chignautla, que después
d e l Cofre d e Perote e s el más elevado d e
l a región, los cerros Zompatzotl, Escabel,
Xapango, Hueytamalco, Acateno y Huipil-
tepec: en S a n Juan d e los Llanos, munici-
pio donde empieza l a zona del centro o d e
las llanuras como s e dijo en otro lugar, só-
lo existen dignos de mención los cerros
Pizarro, Alsayauca, Campana, Toluca y la
cumbre d e los Oyameles; en Chalchicomu-
l a l a montaña d e las Derrumbadas, Pico d e
Orizaba (antes llamado Citlaltepec, que
significa “estrella brillante” en virtud d e
que su cima brilla como u n lucero), llama-
d o también y con mayor exactitud volcán
de S a n Andrés, ya que en el municipio tie-
n e su cumbre y la mayor parte d e s u mole,
asentándose en s u s faldas occidentales la
ciudad d e S a n Andrés Chalchicomula; le-
vántase también l a sierra Negra y otras
como la d e Tlaxcautla, Atenco, Qcotepec,
Guadalupe, el Molino, Cosamaloápam, Tie-
r r a Amarilla, Concepción y Resbaladero ;
e n Tecamachalco l a s cordilleras que lo di-
viden d e Chalchicomula y Tepexi y el fa-
moso cerro del “Monumento”; e n Tepeaca,
302
.~
municipio metido en u n a cañada formada
por lomas, írguense la cordillera del T e n t -
zo y las montañas d e Tintero y Pina1
al pie d e l a Malintzin, e l cual avanza has-
t a el del Monumento en Tecamachalco, las
montañas d e Acajete, S a n Pedro Ovando,
Tepetzalá, d e la Cruz, Hueytepetl, Cuaxa-
p o , Xilota, Tlacpaloya, Santo Tomás, Coa-
tepec, Picacho : Tecaii, quebrado en gene-
ral, bruscamente inclinado al norte y sep-
tentrión, ligeramente inclinado hacia e l sur,
que participa d e l a cordillera d e l Tentzo y
posee en límites con Puebla los cerros Te-
poxúchil y Tecolote y con Atlixco los d e
Nanahuatzin; en Puebla. l a orografía con-
siste e n una parte de l a s haldas d e la M a -
lintzin, los cerros de Amaluca, parte del
Tepoxúchil y las históricas colinas d e Lo-
reto, Guadalupe y S a n J u a n ; e n Cholula al-
gunas montañas rompen la monotonía d e
las extensas llanuras y son la d e Tecaje-
te, Zapoteca, Qcotlán y S a n Lorenzo; en
Atlixco s e prolonga la cordillera del T e n t -
zo con los cerros Tetleolo, Zahuapilli. Por-
tezuelo y el hermoso cerro que s e levanta
al norte d e l a ciudad, d e s d e donde s e domi-
n a todo e! valle, y en los confines con el
.~
..... ..
..----
Estado d e México participa d e l a cordille-
r a majestuosa y pintoresca llamada Sierra
Nevada que, como s e sabe, s e extiende d e
occidente a oriente con u n a gran porción
d e desprendimientos montañosos, misma
donde s e encuentra e l Popocatepetl, inmen-
SO cono cubierto a veces d e nieve; e n H u e -
jotzingo, que s e distingue por lo quebrado,
debido a las anfractuosidades d e las faldas
del Ixtaccíhuatl, hermosa montaña cuyas
disformes e irregulares crestas por u n poé-
tico capricho d e l a naturaleza toman la apa-
riencia d e u n a inmensa m u j e r toda d e hie-
lo recostada sobre s u flotante cabellera;
además existen en el municipio algunas co-
linas entre l a s que descuella e l cerro To-
tolquelme. P o r lo que toca a l a zona aus-
tral, Tepexi, generalmente montañoso, s e
asienta la cordillera enorme del Tentzo, y
contribuyen a hacer fragoso y accidentado
el terreno los cerros Qcotepec, Atenayucan,
Gavilán, Zololtepec, Ocotepec, Atexcal, Te-
pexi, Coronilla, Cuesta del Toro, Tonalte-
pec, Tepejaloc; en Matamoros no existe
ninguna altura considerable ; n o obstante
es montañoso, sólo existen barrancas y ca-
ñ a d a s ; en lla barranca d e las N a r a n j a s tu-
vo lugar l a célebre acción de 1817 en l a
Guerra de Independencia ; cañada del Ama-
te, barranca d e Axuchitián, Ia de Ia P r e s a ,
cañada d e Limotla, Los Limones, etc.;
iguales condiciones prevalecen en Chiau-
tla, donde sólo e s digno d e mención el ce-
Calzada de la Estación. San Juan
de los Llanos, Pue.
rro del E j e ; en Acatlán sus raras minas lo
acreditan como lugar montañoso; allí los
‘ cerros m á s notables son .la cordillera q u e
recorre la zona d e la Mixteca Baja, donde
son principales el d e la Carroza, del Tule,
303
i
del Homo, sierra Alta y cerros Tucuyaxi,
Verde, etc.; en Tehuacán son de citarse los
cerros d e Santa Lucía, Chichiutepec, Xolo-
che y Colorado, pues en todo e l oeste el
terreno es muy accidentado por el sistema
montañoso d e las Mixtecas y el este por
l a sierra veracruzana.
Vista general de Acatlán, Pue.
HIDROGRA F l A
Según l a orografía diseñada e l relieve
del suelo que s e estudia determina t r e s
vertientes hidrográficas : l a septentrional,
formada por las distintas cuencas parciales
d e los ríos que resuelven las aguas, todos
ellos por terrenos d e Veracruz en los se-
nos del Golfo Mexicano; l a del centro o
s e a l a del Atoyac, que se tributa al Océano
Pacífico por la profunda cuenca del B a l s a s ;
y l a austral o sea l a del río Tehuacán que
con los afluentes d e l Salado y de l a peque-
ñ a corriente del S a n Gabriel Chilac s e u n e
al Quiotepec, venido de l a s cordilleras d e
Oaxaca, y reunidos cortan l a sierra d e Zon-
golica y penetran al Estado d e Veracruz 1
,
con e l nombre d e Papaloapan, para verter-
s e en l a albufera d e Alvarado.
1
Como s e ve, cuencas interiores no tiene l
el Estado, excepto l a d e El Salado, que s e
reabsorbe en los llanos deprimidos y su-
mamente permeables por donde corre du-
r a n t e varios meses del año, razón por lo
que aquellos tres planos distintos determi-
n a n u n triple curso de l a s aguas, originan-
do con ello tres sistemas fluviales inde-
pendientes.
E s el primero e l del Golfo o del Norte,
cuyas corrientes, todas impetuosas debido
a las quebraduras del terreno, forman her-

Puebla de noche.
mosísimas caídas. E n lo general no s e pue-
d e pasar de una a otra población e n esta
región sin encontrar ríos caudalosos que
antes detenían e! paso del viajero en l a
época d e luvias, pero que hoy afortunada-
mente e n todo tiempo pueden pasarse me-
diante atrevidos puentes d e sólida cons-
trucción.
Los ríos Pantepec y Vinazco, que nacen
en Hidalgo, riegan la parte d e Huauchinan-
go- formando e l primero parte d e los lími-
tes con l a entidad hidalguense y penetra a
la de Veracruz con e l nombre de Tuxpan,
que vierte su caudal en l a barra homónima
sobre el Golfo.
D e l a s sierras d e Pahuatlán s e despren-
d e e l río S a n Marcos, recibe numerosos
afluentes que aumentan sus aguas y pene-
tra a Veracruz. En cambio, 2 corta distan-
cia y al s u r d e Huauchinango nace humil-
d e con e l nombre de Totolapa el importan-
tísimo río Necaxa, que corre en medio d e
abruptas montaiias y s e precipita despe-
ñándose hasta el &ondo d e inmensas ba-
rrancas donde forma hermosísimas, impo-
nentes e indescriptibles cascadas d e gran
altura (Salto Chico y Salto G r a n d e ) y que
304
por fortuna están ya aprovechadas por la
inteligencia del hombre, quien mediante
sorprendentes obras hidráulicas h a trans-
formado la fuerza salvaje d e las cataratas
e n luz y movimiento, que desde Necaxa
s e transmiten a la ciudad d e México y
otras capitales d e importancia, obras gran-
diosas que no s e sabe si admirarlas por e l
gran ingenio humano o por el esplendor
d e la naturaleza que allí s e contempla en
toda su magnitud. Dicho río Necaxa, que
a s u paso hasta las presas d e La Laguna,
Necaxa y Tenango (las cuales almacenan
millones d e metros cúbicos) que s e alimen-
t a n con sus aguas, h a recogido el caudal
d e pequeños afluentes, s e precipita por im-
ponentes tuberías h a s t a los colosales dina-
mos que desarrollan u n potencial eléctrico
d e que s e hablará adelante, s e abre cami-
no por el fondo d e profundas barrancas
entre u n a vegetación tropical, coronada
allá, e n las altas mesetas cuyos pies baña
e s t e río, por frondosas plantas d e tierra
fría, pero no corre solo sino que a trechos
sucesivos s e l e van uniendo pequeños arro-
..
yos y t r e s corrientes caudalosas: la del
Zempoala que sedirige al norte, aprisio-
n a d a por las montañas d e Tetela, s e u n e
a l a del Apulco que s e origina en Ixtaca-
maxtitlán, jurisdicción d e Alatriste, pasa
por límites d e Tetela y Zacapoaxtla, atra-
viesa el municipio d e Tlatlauquitepec, don-
d e s e precipita en las sinuosidades d e l a
serranía formando numerosas cascadas d e
s u m a importancia por l a fuerza que des-
arrolla e l agua: la del rio S a n P e d r o que
nace en las montañas d e Chignahuapan y
del Axaxal, que como e l anterior arranca
d e Chignahuapan; así pues, con el caudal
d e todos éstos, el Necaxa continúa por te-
rritorio veracruzano. donde s e l e conoce
por Tecolutla debido a que e n e s a barra
tributa sus aguas en el Golfo.
Enumerar todos los d e m á s ríos secunda-
rios v arroyos d e l a sierra N o r t e sería ex-
tendernos demasiado; basta con agregar a
los d e Huauchinango el H o n d o y el Blan-
co: el S a n Andrés. el d e los Baños. el Aia-
jalpan y el Zempoala en limites con T e t e -
l a : en Alatriste el S a n Francisco origen del
Apulco, el d e Tenayuca y el Chignahuapan;
e n Tetela. el Tozán v e l M e z o n t e : e n %a-
capoaxtla, además del Apulco que tiene e n
su trayecto dos hermosos puentes, uno
que s e cree construído d e s d e la época vi-
rreynal y otro que s e encuentra en el pun-
t o llamado “Infiernillo”, el Tespilco, Ahua-
catlán, Xilotepec, Cuichal, Lomas, Atacpan,
Boquitlán, Ahuehuetzian y e l Jacita: en
Teziutlán el Xoloatl, Pilas, Soltero, Arroyo
Manso y e l Calvario, que nace a inmedia-
- -
ciones d e l a ciudad v que al internarse a
Veracruz por Jalancingo toma e l nombre
d e M a r t i n e z d e la Torre para entregar sus
aguas al Bobos y juntos, conoc;dos por río
Nautla, llegan hasta esta barra para depo-
sitarse en e l Golfo.
- Ahora bien, las condiciones @enerales d e
L
todos los ríos d e la sierra costean monta-
> ,
ñas calizas, aquí y allá penetradas d e r o -
i cas efusivas, todos arrastran y abandonan
e n sus márgenes almendrilla, guijarros d e
pórfido, fragmentos d e lavas recientes, d e
arcillas endurecidas y tierras arrancadas
d e l a gruesa costra d e humus del suelo que
I
recorren todos, en fin, franquean con sal-
tos impetuosos los desniveles naturares d e
la zona que constantemente convidan a @ir
estudio para u n mayor aprovechamiento
que venga a aumentar l a riqueza nacional.
E n el sistema del centro. de las monta-
303
P
ñas d e Tlaxcala, s e desprende insignifican-
te e l riachuelo Zahuapan que corre hacia
el Huejotzingo donde, aumentando su cau-
dal con el río S a n Martin, penetra en vir-
tud d e la depresión del suelo en terrenos
d e Cholula v Puebla. va con el nombre de
Atoyac, dando intensa vida a la industria
de hilados y tejidos que cuenta con nume-
rosas fábricas que s e extienden en sus
márgenes. Después, s i n grandes obstácu-
los, s e desarrolla vigorosamente, iormando
u n a gran curva cuya convexidad correspon-
d e al oriente del Estado, s e inclina al su-
r e s t e para regar terrenos d e Tecali, sigue
la dirección s u r dentro d e Sepexi y d e s d e
el pueblo d e Molcaxac cámbiala hacia el
suroeste, cruza Matamoros, Acatlán y
Chiautla y s e interna en Guerrero donde
s e l e conoce por Mexcala y Balsas h a s t a
tributarse en el Pacífico. Naturalmente e n
su largo recorrido recoge numerosas CQ-
rrientes grandes y pequeñas : solamente
dentro del Estado que describimos aumen-
t a sus aguas con los ya citados y entre
otros el Acatlán, Petlatcingo, Mixtepec,
Justlahuaca, Teposcolula y Huajuapan en
su margen izquierda y en la opuesta con
e l Molinos que nace 21 suroeste d e las ver-
tientes del Ixtaccíhuatl, riega l a región oc-
cidental d e Cholula y penetra a Atlixco.
donde forma u n a hermosa caída transfor-
m a d a en potencia eléctrica, al d e M a t a -
moros, siguiendo su curso hacla el s u r : otro
por cierto importante es e! Atila, que s e
origina en las montañas de Tochimilco,
Atlixco, qire s e dirige al sur, fertilizando
los campos de Huaquechula, Tlapanalá y
Tilapa: en la hacienda de Colón recibe el
Ahuehueyo y pasando cerca de Chietla y At- r
zala s e u n e al Molinos para continuar con el \
nombre d e Coetzala y al recoger las aguas
1
del Jonacatepec, e n Jolalpan, va a confun-
dirse al Atoyac e n la Junta, jurisdicción d e
Chiautla, en cuyos terrenos s e u n e tam-
bién a dicha importantísima vía fluvial el
Tíapaneco que nace en Guerrero. N o debe-
mos deiar de mencionar otros ríos secun-
darios en esta zona, por ejemplo en Chal-
chicomula el Huitzitzilapa, Cuxapa, Fundi-
ción, Matlacapa, Cuilapa, Diez Rios y Sala-
d o ; en Tepeaca los temporales Contla,
Aguila, Acatzingo, Xalatlaco, S a n Jerónimo,
Malintzin, Ojo d e Agua, etc.: e n Puebla el
Alseseca, S a n Francisco y X o n a c a ; en Te-

Fuerte de Loreto, Pue. Histórico sitio donde se cubrieron de gloria
las tropas republicanas el 5 de mayo de 1862.
..
cali el d e Resurrección; en Cholula los ria-
chuelos Actipan, Coronango y Yanecuitlal-
han; e n Atlixco e l S a n Baltazar y e l Atila.
En el sistema del s u r los ríos principa-
les son e l Tehuacán y e l Tonto, el primero
s e inicia en manantiales inmediatos a San-
t a M a r í a del Monte, corre con dirección
meridional paralelo al ferrocarril d e l sur
que aprovecha el fondo del valle para des-
arrollar su l í n e a ; recoge las aguas d e Za-
potitlán y S a n Gabriel Chilac y entonces
ya es conocido por Salado debido a l a gran
cantidad d e sales d e sodio provenientes d e
las depresiones d e Zapotitlán, antigua cuen-
ca de lagos jurásicos y cretáceos: m á s ade-
lante recibe el tributo d e río H o n d o y 1i-
mita a Qaxaca, e n cuya jurisdicción s e u n e
al Quiotepec o d e las Vueltas que viene d e
Villa Alta y ya juntos avanzan h a s t a l a
hermosa albufera d e Alvarado, perdiéndose
en el Golfo; el Tonto, cuya r a m a principal
nace en las montañas d e Zongolica y la
menor en Tehuacán, forma límite con Ve-
racruz e n una extensión d e 40 M., recibe
en Mazateopan al Pilola o Petlalpa que a
su vez hace d e línea divisoria con Oaxaca,
306
bordea el cerro d e Chichiutepec y penetra
a Veracruz para confundirse con e l Papa-
loapan. Estos ríos del s u r tienen l a particu-
laridad d e ofrecer a trechos paisajes pri-
morosos que alegran l a placidez d e sus ri-
beras ejemplares, d e l a flora y f a u n a re-
gionales. Ríos secundarios e n esta región
s o n : en Matamoros el Nexapa, el Atila, San-
ta Domingo, Atonilco y Tepexco; e n Chiau-
tla el Mixteco, Tlapaneco y Coctzalá; e n
Acatlán el Mixteco, Tizaac, S a n P e d r o y
el Acatlán y e n Tepexi el Ajamilpa, Río
Chico, Palmar y Zigzag.
La hidrografía del Estado s e completa
con los depósitos lacustres y manantiales
potables. D e los primeros debemos citar
la laguna d e Epatlán (donde existen depó-
sitos d e carbón) y l a d e S a n Felipe Xochil-
”1
i río N e c a x a ; en Tlatlauquitepec l a d e Xca-
tepec en M a t a m o r o s ; l a de Chignahuapan
e n Alatriste; los jagüeyes d e Chiapulco y
d e S a n Baltasar y l a antiguamente Ilama-
d a d e Flon (insignificante), e n P u e b l a ; las
lagunas d e Eljoluca, Alchichica, Atexcaqui,
Quecholac, Preciosa y Tecuitlapa e n S a n
Juan d e los Llanos y Chalchicomula, don-
d e también existen los famosos Xalapaxcos
(cráteres d e explosión, cuyas paredes so-
brepasan apenas la superficie comarcana,
sin prestarle a lo lejos e s p e c i d fisonomía)
los cuales contienen aguas s a t u r a d a s d e
compuestos salinos, o bien carbonato d e
cal o simplemente agua potable, o comple-
tamente secos como los d e l a hacienda d e
Xalapaxco; en tanto q u e en S a n J u a n d e
Iós Llanos son numerosos los depósitos d e
agua cenagosa. Allí como en Chalchicomu-
la y Tepeaca hay sitios conocidos por re-
sumideras donde desaparecen las aguas d e
las lagunas o charcos. E n Tehuacán las la-
gunas G r a n d e y d e S a n Bernardino.
Puente “México”, carretera México-Puebla.
Vista general de Acatlán, Pue.
Los manantiales d e agua potable son in-
numerables; los m á s sirven para el abasto
d e las 52 fábricas, 3 molinos y 1,949 loca-
lidades e n que e l Censo d e 1921 dividió po-
líticamente el Estado de Puebla, por m á s
que muchos cuyas aguas no son aprovecha-
d a s dan lugar a la formación d e arroyos
que a su vez enriquecen el caudal d e los
ríos d e que s e hizo mención, algunos d e
los cuales, durante su curso, ofrecen bellí-
simas cascadas y saltos, como s o n : en
Huauchinango la de Salto Grande, Salto
Chico, Tenango, Jaltepuxtla y Zuavo, todas
comprendidas en l a cuenca hidrográfica del
co, con altura d e 204 M. en el río homó-
nimo, que produce fuerza motriz 21 mi-
neral “La Aurora”; la d e Puxtla, en e l río
Santiago, en Yaonahuac, con altura d e 52
M.; la d e Xiucayucan en el río d e este
nombre y altura d e 30 M.; la d e Zampazoal
d e 100 M. que desarrolla cerca d e 35,000
caballos e n la cabecera: la d e l Cerrito e n
el río Huaxtla con altura d e 50 M., cuya
307
9
fuerza s e aprovecha para el alumbrado d e
l a ciudad de Tlatlauquitepec; en Tetela los
Saltos Atpopoca, Tlamanca, Escorial, Totu-
tla, Mezonate y otros en lcs que figura el
artificial hecho por l a “‘Tetela, Mining y
Company”; e n Teziutlán las que :arman
los ríos Arroyo Manso, Pilas y Soltero; en
Zacatlán la hermosísima e imponente d e
Tambortitla del pueblo d e Chicontla, cas-
cada que a u n a distancia d e t r e s kilóme-
tros d e j a oír u n ruido ensordecedor y ofre-
ce u n panorama encantador en medio d e
aquella lujuriosa vegetación, y las d e l a
Chihipinga. la d e S a n Pedro v otras en los
ríos- Totolaaa.
- Aiaialoa. Huevápan v Te-
Huancate en plena serranía: en Zacapoax-
tla los d e Pilojuco, Qstoc, Acuesco, Toto-
Caco, epititlán d e 30 M. y la singularmente
bella d e Xilita, d e ocho; en Alatriste l a no
menos pintoresca d e Quetzalapa cerca d e
Chignahuapan, donde existe u n balneario
que está esperando capital e iniciativa pa-
r a transformarse en u n sitio que sea visita-
do por e l turismo e n mayor escala d e l a
d e ahora.
Conocida a grandes rasgos la hidrogra-
fía del Estado, s e comprenderá por qué la
Comisión Nacional d e Irrigación ha pro-
movido d e modo formal el estudio y reso-
lución d e lcs diversos problemas que ofre-
ce la irrigación, como en el caso concreto
del Valsequillo, no limitándose a los estu-
dios que han realizado gran número d e in-
genieros, autoridades en la materia, sino
que allí, como e n otros lugares, a medida
que s e vayan explorando procurará su in-
mediato y mayor aprovechamiento d e las
aguas, l a s subterráneas inclusive, es decir,
llevar a cabo, dentro d e sus posibilidades,
obras que llenen u n a necesidad impuesta
por las condiciones excepcionales en que
s e hallan ciertas regiones y que vengan a
completar los servicios d e utilidad gene-
ral que están a cargo d e dicha institución.
HIDROLOGIA
E n cuanto a los manantiales d e agua mi-
neral son renombrados los d e S a n Loren-
zo, Santa Cruz, La Granja, El Riego y
otros en Tehuacán (aguas que según el
profesor Morales d a n la composición si-
guiente (gramos por l i t r o ) : cloruro d e so-
dio 0,150: sarbonato de sosa 0.049; carbo-
 i

nato d e cal 0.290; carbonato d e magnesia l a cumbre d e Oyameles, de Tlatlauquite-

0.060; sulfato d e cal 0.080; fosfato de cal pec; e n Ixtlatlata y Colucan, d e Matamo-
0.003 ; sílice 0.043 ; carbonato d e protóxido ros, los d e Tlayua y Agua Escondida, San
d e fierro 0.090; indicios de litina, trazas Pedro, S a n Sebastián y S a n Vicente e n Te-
d e materia orgánica y arsénico no dosifica- pexi, así como los “humeros” o s e a n los
d o ) ; el d e Tlaltenango en Huauchinango, respiraderos d e vapor d e la b a s e d e l a s De-
cuya bondad d e aguas la encarece don Ra- rrumbadas en Chalchicomula. i

fael Oropeza en u n artículo publicado en

“IRRIGACION EN MEXICO” (apoyado CLIMATOLOGIA
e n el siguiente análisis suministrado por
el químico José Donaciano M o r a l e s : agua Aprovechando la misma división de t r e s
límpida, incolora, inodora, eferscente, d e zonas d e que nos hemos valido para faci-
sabor salino, con notable radio-actividad, y litar nuestro estudio, dado lo escabroso y
por sus caracteres enteramente compara- variado del suelo poblano, e n u n a s regio-
ble a la d e Contreexville, Vosgos y Bour- nes excesivamente montañoso y e n otras
beone, Francia. Un litro contiene ácido car- sembrado d e valles y l l a n u r a s ; el e s t a r co-
bónico l i b r e ; fosfato d e calcio 0.003 gra- locadas las comarcas ora al pie de majes-
m o s ; sulfato d e calcio 2,280; sulfato d e tuosas alturas, ora e n dilatadas cañadas ;
magnesia 0.185 ; bicarbonato d e sodio ya en elevadas mesetas, ya e n planicies ex-
1,087; cloruro d e sodio 0.200; sílice 0.016; tensas envueltas siempre u n a s y otras en
óxido férrico 0.001: alúmina 0.002 y mate- variadas corrientes d e a i r e ; el que e n al-
ria orgánica 0.002; e l de Axocopan, en gunas regiones la tierra en todo el año es-
Atlixco, cuyo líquido e s de color diáfano y t é regada por el agua del cielo y e n otras
limpio, su sabor agradable e igual a l agua sean pocos los meses e n que las nubes des-
común, saturado d e anhídrido carbónico : cuelgan s u liquido fecundante, hacen que
colocada en u n vaso emite burbujas d e la temperatura del Estado s e a variada des-
este gas. Por su composición, el ilustrado d e la correspondiente al clima extremada-
químico poblano don Juan Bibiano Carras- mente cálido hasta e l excesivamente frío :
co las asimila a l a s aguas carbonatadas só-
dicas d e Vichy y d e Vals y a las alcalinas
d e Evián y d e otros balnearios d e Francia,
Alemania y España. P o r lo demás puede
< . .
afirmarse que en municipios d e P u e b l a
existen numerosas fuentes d e aguas mine-
ralizadas que sólo esperan l a iniciativa
particular para rendir todo el beneficio que
pueden, mediante 12 ayuda d e l a ciencia.
Igual cosa puede decirse respecto d e los
manantiales termales conocidos y aprove-
chados por sus propiedades curativas des-
d e tiempo muy remoto en las enfermeda-
d e s d e l a piel, musculares, hepáticas, rena- ‘‘Ea Comisión”. Carretera México-Puebla.
les y reumáticas, razón por la cual s o n tan
visitados por los vecinos de las localidades en términos generales t r e s s e r á n l a s zonas
o por u n gran número d e viajeros. D e és- d e que ahora hablaremos; ia fria que com-
tos son famosos los d e Villa Juárez y Tla- prende la sierra Norte, debido a que l a s llu- 4

pehuala, en Huauchinango; l a s d e Jicola- vias abarcan un largo período d e tiempo con

pa y Tomatlán e n Zacatlán; los d e Quet- precipitaciones máximas anuales d e m á s
zalapa en Chignahuapan: l a s d e Rancho d e 2,000 milímetros. Allí l a s montañas y
Colorado, S a n José, S a n Pablo, P a s e o Bra- las cañadas, los árboles y l a s casas se c u - .
vo, Santiago, Agua Azul (y e l extinto gey- bren d e nieve y la neblina envuelve a dia-
sero calcalifero d e S a n Juan) en P u e b l a ; rio los pueblos, cuyos habitantes e s t á n ya
los diversos manantiales en l a s faldas del habituados a l a temperatura fría que pre-
Popocatepetl en el cerro de Qmetepec, en domina todo el año, por más que e n vera-

308
Salto de “Xilita”, Zacapoaxtla, Pue.
:i
 no s e experimentan temperaturas m u y ele-
vadas con relación a las temperaturas mí-
nimas.
La templada, o s e a la del centro: allí l a
atmósfera es transparente, los perfiles d e
las montañas y d e las torres y d e l a s igle-
sias s e recortan pintorescamente bajo u n
cielo sin nubes, cuyo ambiente es tranqui-
lo y agradable. Aquí las heladas son extre-
m a d a s ; sin embargo e s la zona m á s favo-
recida en salubridad, aunque temporalmen-
t e aparecen enfermedades epidémicas.
. .,
,.
Vista parcial de Nopaluca, Tepeaca, Pue.
La cálida, o s e a l a austral, s u f r e los ri-
gores d e una alta temperatura, llueve muy
poco, los árboles y los llanos casi siempre
están secos y los rayos del sol hieren in-
tensamente a la tierra en casi todo el año;
aunque en los primeras m e s e s corren in-
tensamente los vientos del sur, m u y mo-
lestos por su temperatura y l a cantidad d e
polvo que acarrean, tiene una ventaja sobre
las o t r a s : que aquí no s e conocen las he-
ladas.
No debemos tomar d e u n a manera pre-
cisa l a división climatérica del Estado por-
q u e regiones hay en cada zona que por la
altitud del terreno el clima varía, especial-
m e n t e en la sierra Norte, como consecuen-
cia d e las diferentes irradiaciones solares
que hacen s e establezcan corrientes ascen-
dentes y descendentes de los valles a las
alturas, formándose así durante las 24 ho-
r a s diurnas verdaderas corrientes: d e otro
modo, siendo el clima en general frío, por
lo accidentado en algunos puntos e s cáli-
do y aun hasta s e presentan hechos que por
lo curioso deben mencionarse. A poca dis-
tancia, considerando ésta a vuelo d e pája-
ro, d e lugares fríos s e encilentra e l viaje-
ro localidades calientes. E n l a ciudad d e
Zacatlán el frío es intenso: sus productos
vegetales son los que corresponden al cli-
m a d e que disfruta y sin embargo en el
fondo d e l a profunda e imponente barran-
ca que s e abre a sus orillas Se obtienen
productos tropicales.
E n efecto, Zacatlán ocupa l a s puertas oc-
cidentales d e l a sierra. Aquí comienza en
desiguales prominencias la cadena d e mon-
t e s que en multiplicados ramales cruzan
los demás municipios y cuyas pendientes,
desvanecidas poco a poco hacia el oriente,
van a formar en Veracruz las costas del
Golfo. L a ciudad está situada en e l suave
declive d e varias colinas que l a rodean por
el norte y oeste, mientras que por los rum-
bos opuestos dibujan sus límites en gracio-
s a s curvas los bordes d e l a barranca que
e s l a corona del conjunto y su gala natural.
Su blanco caserío s e tiende bajo la copa d e
sus árboles f r u t a l e s ; cada habitación e s un
huerto d e flores, y muchas calles e s t á n de-
lineadas con vallados d e rosales. L a posi-
ción que ocupa en l a zona tórrida y muy
cerca del trópico da vastísima fertilidad a
sus campos para t e n e r un aspecto prima-
veral siempre risueño: ni s u f r e los invier-
nos d e las fuertes altitudes ni los ardores
d e las regiones meridionales.
Contemplada cualesquiera d e l a s ciuda-
d e s d e l a sierra desde una altura inmedia-
t a proporciona un panorama encantador:
azuladas lontananzas cubiertas d e bosques :
bellísimas perspectivas en que abundan los
riachuelss y las flores, con u n cielo sereno
sembrado d e celajes para crear el paisaje
d e u n soñador, y en los límites del horizon-
t e el perfil indeciso d e lejanas serranías,
donde las últimas brisas del. Atlántico de-
positan, condensadas e n blanquísimas ne-
blinas, las brumas levantadas en sus pla-
yas.
Si observamos l a s distintas relaciones d e
los elementos meteorológicos recogidas por
las estaciones duarante Ics años que corren
del siglo encontraremos u n a discrepancia
absoluta que obedece, sin duda, a la in-
moderada tala d e bosques que s e h a venido
practicando; así pues, para no incurrir e n
inexactitudes o publicar u n a relación que a
poco s e r í a ' inútil, basta a nuestro objeto
con transcribir la hipsometría publicada
1
i i
'

t a n muchos edificios; e l calcáreo d e cons-
trucción e s inagotable ; e n Tecali hay minas
s i n explotarse y sólo s e encuentran can-
t e r a s d e renombrado ónix y e l mármol d e
Santo T o m á s : en Tepeaca sal-gema, yeso,
fierro, mármol, plata, plomo y manganeso;
en Tehuacán yeso, galena, asbolita, ónix,
etc. y las salinas d e Zapotitlán; en Huejot-
zingo carbón ; en Matamoros lignita, cupri-
ta, hematita, magnetita, turba, kaolinita,
azufre, bismuto, oro, molybedenita, chalco-
cita, blenda ; en Acatlán oro, plata, plomo,
galena, hulla, mármol, alabastro, chalcocita,
chalcopirita, cuprita, malaquita, talco, ser-
pentina; e n Chiautla ónix, hematita, chal-
cocita.
Los minerales citados justifican que la
industria minera en P u e b l a ha sido real-
mente raquítica, pues apenas en 1927 s e
obtuvo u n a producción d e 21 kilos d e oro,
con valor d e $28,000.00; 3,520 d e plata con
valor d e $134,173.00; l.680,738 d e cobre
A
que importó $i.OOO,OOO.OO y 468,322 d e zinc
con valor d e $150,824.00.
INDUSTRIA
A partir del establecimiento del molino
d e Santa Bárbara (el primero e n su clase
e n Nueva España y quizá de América) si-
tuado a breves pasos de la capital sobre el
cauce del Alseseca, P u e b l a h a venido des-
arrollando s u s industrias a t a l extremo, que
e n la actualidad ocupa muy honroso lugar
en la República y como la industria no s e
determina por el capricho del hombre sino
que siempre e s t á d e acuerdo con la na-
turaleza d e las zonas y con las orgánicas
aptitudes d e los Labitantes y las exigen-
cias d e la vida, en el s u r y s u r e s t e predo-
minan la fabricación d e azúcar, piloncillo
y alcohol y la extracción de esencia d e li-
náloe y sal, todo en grandes cantidades;
manufactura d e artículos d e palma, otate,
lechuguilla, todo de variadas formas y ca-
prichosos dibujos; en el norte, dada l a pró-
diga naturaleza, abundan los “ a s e r r a d e r o s "
para labrar útiles y preciosas maderas, fá-
bricas de exquisitos vinos d e frutas y d e
excelente aguardiente d e c a ñ a ; la extrac-
ción d e raíz d e zacatón y los tejidos d e
lana y algodón en telares de m a n o ; Zaca-
tlán tiene especialidad en rebozos; en el
centro l a s artes fabriles y manuales pros-
.
l
peran cada día. Allí l a corriente del Atoyac
que, como s e dijo, atraviesa ei Estado d e
N. a S . en rápidas caídas y con poderoso
caudal, alimenta el movimiento d e multi-
(1 .
tud d e fábricas d e tejidos y molinos que
I e n e! p a í s ; d e los 119,142 KW. totales ins-
se ven en sus Orillas como frecuentes esta-
ciones e n el camino del progreso. Además,
la industria brilla en todos los ramos; aun
las pequeñas industrias necesarias a los
usos comunes s e desarrollan a l igual que
en las otras zonas, pero muy especialmen-
te en la capital, en donde tienen una gran
explotación: d e tal manera que bien puede
asegurarse que tan sólo los artículos d e
lujo son importados, pues bastan las in-
dustrias extractivas como !as manufacture-
ras para llenar l a s necesidades d e los habi-
tantes del Estado.
Citar cantidades d e todas y cada u n a d e
las industrias sería asentar falsedades, de-
bido a que no obstante los laudables pro-
pósitos del Departamento d e l a Estadís-
tica no h a sido posible obtenerlos precisos
h a s t a -h o y ; por otra parte, e n relación con
los que arrojaban e n otros tiempos han
descendido sensiblemente. Dástanos decir
Panorama de la ciudad de Matamoros, Pue.
que las industrias y talleres en general, y
4’I .
muy especialmente l a cerámica, la ganade-
ría y la explotación d e !as magueyeras
aprovechando l a fibra y el aguamiel, trans-
formándola e n azúcar y materia combusti-
ble, han entrado e n una franca actividad
que augura el éxito que alcanzarán para el
bien d e sus empresas y propietarios y pa-
r a l a riqueza del Estado.
A este resurgimiento industrial contribu-
yen poderosamente las numerosas caídas
d e agua d e que s e habló, aprovechadas me-
diante instalaciones hidroeléctricas, cuya
1 313
, capacidad, según el Departamento Hidro-
eléctrico d e l a Comisión Nacional d e Irri-
gación, es como s i g u e :
“25.83% de la capacidad total instalada
talados 119,147 K’W. corresponden a 31
plantas hidroeléctricas y 595 K.W. están
instalados en 12 plantas termoeléctricas;
d e la capacidad eléctrica instalada en el
Estado, 114,638 KW. sirven al público,
4,801 KW. s e usan en trabajos privados y
297 KW. generan energía para servicios
públicos privados.
Calle principal de Atlixco, Pue.
L a s plantas de la Cía. Mexicana d e Luz y
Fuerza Motriz, S . A., localizadas e n e s t e
Estado, son las siguientes: Laguna N” 1 con
600 KW, instalados, Laguna NQ2 con 1,500
KW., Necaxa con 60,000 MW., Tepexi con
44,820 KW. y Texcapa con 5,369 KW.,
dando u n total de 112,313 KW. instalados.
L a Cia. d e Tranvías, Luz y Fuerza d e Pue-
bla, s. A., e s propietaria d e las siguientes
plantas hidroeléctricas : Portezuelo NQ
con 4,000 KW. instalados, Portezuelo N” 2
con 1,500 KW., San Agustín con 11,440
KW., L a Carmelita con 688 KW. y E a Gar-
mela con 1,352 KW.; l a capacidad total ins-
talada de esta compañía e n el E s t a d o es
d e 8,900 KW.”
COMERCIO
Bajo los auspicios que quedan señalados,
natural era que el Estado también prospe-
r a r a e n su comercio interior, que cuenta
con plazas importantes como !as d e las ciu-
dades d e Puebla. Tehuacán, Huauchinan-
go, Atlixco, Zacatlan Zacapoaxtla, Teziu-
tlán y Tepeaca, donde s e permutan los
distintos productos regionales que debe-
rán después derramarse por todo e l te-
rritorio poblano, en tanto que el exterior e s
su capítulo importante porque exporta sus
mercaderías, hilados y tejidos, sombreros,
calzado, pieles, plumas, azúcar, etc., a los
Estados vecinos y a Centroamérica, obje-
tos d e mármol y mayólica a Estados Uni-
dos y esencia d e lináloe, palo d e brasil,
raíz d e zacatón, etc., a Europa.
No obstante, Puebla, como toda l a Repú-
blica, por u n mal entendido gusto d e en-
trar a la moda, no s e conforma con consu-
mir artículos nacionales, sino que anual-
mente importa por varios millones joyería,
muebles, maquinaria, instrumentos d e mú-
sica, géneros, libros, vinos y mil artículos
más que resultan ociosos y que compiten
innecesariamente con la industria local y
nacional.
V I A S D E COMUNICACION
Siendo P u e b l a eminentemente agrícola e
industrial cuenta con numerosas vías d e
comunicación a la mayor parte d e l a s lo-
calidades.
Ferrocarriles: El d e México a Veracruz
(antiguo Interoceánico) d e las Líneas Na-
cionales, tiene estación principal en P u e -
bla, ciudad a la cual comunica por el nor-
oeste con l a d e México, hace conexión con
la línea d e los Arcos a Cuautla, y en P u e -
bla con la línea “Puebla a Oaxaca”; l a li-
nea “Arcos a Cuautla” conecta en Arcos
con l a de “Tehuacán a Esperanza” l a que
a su vez en Tehuacán con la de “Puebla a
Oaxaca" y é s t a también e n Tehuacán con
1 la d e “Tehuacán a Esperanza”. El ramal d e
“Oriental a Teziutlán” entronca con l a li
nea “México a Veracruz” en el Empalme
Oriental K. 290.9, y en Empalme Libres,
M. 24.5, con 12 d e “Virreyes a Libres”, l a
que a s u vez lo hace en el K. 13.0 con la
línea ‘‘Empalme Libres a Libres”, y en La-
bres con la d e “Virreyes a Libres”.
E n l a línea del ex-Hidalgo del Nordeste,
que alcanza d e “México a Beristáin” 164.2
K., conecta e n Tepa con la línea “México
a Pachuca”, en Ventoquipa con el ramal
que sigue a Apulco y en Beristáin con la
iínea “Beristáin e Furbero”.
L a línea “ P u e b l a a Oaxaca” cruza el te-
rritorio en 192.9 K, y conecta en P u e b l a
con la ya mencionada línea “México a Ve-

Río “Molinos” en Matamoros, Pue.
racruz” y en Tehuacán con l a d e “Tehua-
cán a Esperanza”, la cual en l a misma po-
blación lo hace con la de “ P u e b l a a Oaxa-
ca”, en tanto que la d e “Arcos a Cuautla”
entronca en Los Arcos con la d e “México a
9,
Veracruz y en Atencingo con l a d e “Aten-
cingo a Tlancualpicán”.
El antiguo Central prolonga su línea d e
Tulancingo, Hgo., a Honey, Pue., corriendo
e n el Estado, región d e Huauchinango
7 K.
El Ferrocarril N e x i c a n o d e “México a
Veracruz” corre u n ramal de “San Marcos
a Boca del Monte” que hace conexión en
S a n Andrés con el Ferrocarril d e Chalchi-
comula ; otro d e ‘Muñoz a Chignahuapan”,
cuyas estaciones son La P u e r t a , Cuatro En-
cinas, Aserradero, Abón, Llanos d e Atlama-
xac y Chignahuapan, d e donde hay el pro-
yecto de seguirlo a Zacatlán; y otro más,
el m á s importante, el que s e desprende d e
Apizaco y termina en l a ciudad d e Puebla,
que entsonca aquí con el “Ferrocarril In-
dustrial d e Puebla”.
El Ferrocarril Carbonífero de “San M a r -
cos a Huajuapan de León” tiene en su 1í-
n e a 18 estaciones siendo la última l a d e
Ixcaquixtla, del municipio d e Tepexi.
3 14
El Ferrocarril d e “San Rafael y Atlixco”
corre d e Atlixco a la importante fábrica d e
Metepec. El “Industrial de Puebla” toca
esta ciudad y los municipios Cholula y
Huejotzingo. El d e “ P u e b l a a Panzacola y
el Valor” comunica las diferentes fábricas
allí establecidas y el de “San Andrés Chal-
chicomula”, d e la estación d e aquel nom-
bre, donde conecta con el Ferrocarril M e -
xicano “México a Veracruz”, K. 220.3, con
la importante ciudad d e Chalchicomula.
D e Beristáin a Necaxa corre en 43 K. el
ferrocarril de la empresa, obra maestra en
miniatura con pendiente de 8% que vencen
locomotoras P o r t e r y Shay d e triple ex-
pansión.
Como s e ve, prácticamente con los 999
K. que miden sus líneas, no hay región im-
portante del Estado q u e no e s t é comunica-
da con los grandes sistemas ferroviarios
del país que lo ponen en contacto con la
red del mundo.
Telégrafos y Teléfonos: Otro tanto ocu-
r r e con las líneas telegráficas y telefóni-
cas federales que aumentan su radio d e
acción con muchas otras, propiedad d e los
ferrocarriles y d e particulares. L a s compa-
,,
ñ í a s “Ericsson y Mexicana” h a n implan-
tado además el benéfico servicio d e “lar-
ga distancia” que tanto ayuda a l a s tran-
sacciones bursátiles; en tanto que el au-
mento incesante d e aparatos de radio h a
venido a simplificar l a comunicación y a po-
ner a Puebla en posibilidad d e conocer al
minuto cuanto ocurre en e l mundo.
CARRETERAS Y CAMINOS
E n este respecto también s e distingue el
Estado, porque además d e la hermosa y
amplia carretera petrolizada d e “Puebla a
México”, s e ha despertado una verdadera
competencia en todos los municipios que
propugnan cada cual por extender o mejo-
r a r constantemente sus caminos actuales,
exponentes, entre otros muchos, la cómoda
carretera de “Chignahuapan a Zacatlán” y
que s e prolonga muy adentro del municipio-
y la d e “Seziutlán a Nautla” que compren-
d e un ramal a Papantla, que entronca en
un lugar del camino entre Tlapacoyan y
Martínez d e l a T o r r e y pasa poi- e l poblado
d e S a n José Acateno, considerándose este
ramal como una arteria vigorosa e impor-
tante para la zona.
Los pueblos d e menor importancia están
ligados con sus vecinos por caminos angos-
tos que en 1927 ya medían 9,889 M., sin
contar por supuesto las múltiples veredas
en terrenos escabrosos muy apartados. E n
la misma fecha ya estaban registrados
5,534 automóviles, 255 coches de tracción
animal, 1,990 carros y carretas y 1,885 bici-
cletas, sin contar los millares d e carruajes
l
IlJ
/ /
1
515
que diariamente transitan por las carrete-
r a s y caminos procedentes d e la ciudad d e
México o d e los Estados vecinos.
CONCLUSION
Forzados a omitir otros muchísimos da-
tos y detalles preciosos que completarían
esta breve monografía, especialmente cuan-
to s e refiere a la arquitectura y bellezas
naturales que por doquiera abundan, asi
como d e l a s distintas ciudades en donde
el viajero siempre encontrará motivos d e
observación y estudio y fuentes inagota-
bles d e esparcimiento y atracción, sólo nos
resta pregonar que el adelanto alcanzado
por Puebla e s real y efectivo, como resulta-
do d e la incansable laboriosidad y el cons-
tante afán d e progreso en e s e pueblo. que
en épocas d e lucha sabe d a r su vida por
l a Patria y e n tiempo de paz sus hombres
d e trabajo y d e ingenio y sus mujeres be-
llas y virtuosas, con la manifestación d e
s u esfuerzo civilizador, prestigiando al Es-
tado honran a México.
ii:
* *
Las fotografías que ilustran el presen-
t e artículo son cortesía d e “México foto-
gráfico”, Guadalupe Hidalgo, D. F., y d e
los señores Sandalio Mejía, d e Huauchi-
nango : Jesús Galindo Téllez, de Zacatlán :
Luis M o r a Rivera, d e Chignahuapan y re-
vista “Hoja d e Acanto”, d e Teziutlán.
i
 Y r
“Teniendo interés e n algunos datos so-
b r e las obras d e riego en e s e país, mu-
cho les agradecería quisieran u s t e d e s te-
n e r la amabilidad de enviarme algunos
números d e su apreciable revista.
“ P a r a 12 reciproca, me permito acompa-
ñarles l a s publicaciones referentes al sis-
t e m a de colonización adaptado por m i Com-
pañía.”
G a . Htalo-Argentina d e Colonización, S. A.,
Buenos Aires, Argentina.
o bación y apoyo d e todo buen mexicano. Aun-
“. . . d e la valiosa revista d e que e s di-
rector y que h a tenido l a bondad d e remi-
tir a esta Bibl’ioteca.
“E S t a n valiosa que por su examen, acn
hecho por profanos, s e aprecia l a cultura,
l a capacidad y e l valer d e e s a prepotente
República.
Biblioteca Pública d e Matanzas, Cuba.
o mundo, pero confiemos en que el esfuerzo
“Vengo hace tiempo recibiendo la es-
pléndida revista IRRIGACION EN ME-
XICO, que estoy leyendo con gran interés
y que conservo con gran cuidado en mi
.
biblioteca. .”
Florencio R. V a l i s , Director d e La Co-
rrespondencia, S . A . Cienfuegos, Cuba.
Q el campo B, a cargo del personal directivo
“Aprovechando la buena voluntad que
tiene usted d e repartir su interesante re-
vista IRRIGACION EN MEXICO entre
l o s profesionistas, l e agradecería. .”.
Asociación Canarias,
H a b a n a , Cuba.
o material que contiene siempre su impor-
“Habiendo tenido l a oportunidad de co-
nocer la importante revista IRRIGACION
EN MEXICO l a cual m e interesa recibir,
le estimaré quiera u s t e d t e n e r a bien co-
municarme en qué condiciones s e m e en-
,,
viaría mensualmente. ..
Luis M . Lier,
Buenos Aires, Argentina.
3 16
l i
“A la mesa d e redacción d e nuestra Re-
vista Semanal h a llegado un ejemplar d e
IRRIGACION EN MEXICO, l a publica-
ción editada bajo su acertada dirección,
por la que l e rogamos acepte nuestras mas
cumplidas gracias y congratulaciones.
“La alta misión d e Ea prensa, especial-
mente cuando s e t r a t a d e divulgación cultu-
r a l en u n asunto d e t a n t a trascendencia pa-
r a México, como es l a irrigación, e s lauda-
ble bajo todos conceptos. y merece l a apro-
que alejado de México por largo tiempo
sigo paso a paso los progresos d e nuestro
pais, sintiéndome hondamente satisfecho
al notar los adelantos y avanzados siste-
m a s que sin d u d a tanto han d e contribuir
al engrandecimiento y prosperidad d e nues-
t r a Patria.
“México s e encuentra actualmente e n u n
período d e reconstrucclín y e s objeto d e
l a crítica y escrutinadora mirada d e todo el
y energía de nuestros ciudadanos nos sa-
cará avantes y marcará u n a d e l a s m á s
brillantes y prósperas épocas en n u e s t r a
historia. , .”
G. C. Morán, Editor d e 7a Revista Se-
manal. Clintonviile, Wis., E. U. A.
O tario d e pocos conocimientos agrarios; y
“Muy interesado en seguir leyendo los
valiosísimos trabajos que s e publican en
su importante revista, tengo el honor d e
solicitar d e usted m e incluya en l a lista
d e distribución que hace d e e s t a s publi-
caciones, teniendo l a seguridad d e que soy
u n lector asiduo y entusiasta del valioso
tante publicación, d e la cual trato de sa-
car enseñanzas e ideas para distribuirlas
en Cuba en diversos artículos d e propa-
ganda científica que vengo haciendo e n l a
Revista Oficial de l a Secretaría d e Agri-
cultura y otras publicaciones”.
Zng. d e M i n a s José Zsaac Corral,
H a b a n a , Cuba.
La Formación de un Cafetal
N e l terreno d e l a Escuela
Agronómica d e “San Jor-
ge”, en Ibagué, Colombia,
s e estableció u n campo de-
mostrativo muy útil y re-
comendable, porque per-
mite confrontar v comDa-
rar fácilmente la diferencia que existe en-
tre el sistema rutinario A y el sistema ra-
cional moderno B. La fotografía que ilus-
tra este articulo ayudará a dar una idea
m á s completa de lo que s e refiere a conti-
nuación, y pondrá d e relieve especialmen-
t e l a diferencia que hay entre los dos sis-
temas.
Un lote d e tierra f u é dividido en dos
partes A y B, con el objeto d e establecer
en ambos u n cafetal. El campo A debía
quedar bajo los cuidados d e u n arrenda-
del establecimiento.
Los dos campos quedaron así enteramen-
t e contiguos y poseen l a misma calidad
d e tierra, a la misma altura, en l a s mis-
m a s condiciones naturales, el mismo cli-
m a ; e n una palabra, e n iguales condicfo-
nes en lo r e f e r e n t e al suelo y al ambien-
te. D e esto resulta que el campo A pue-
d e considerarse l a parcela “testigo”, don-
d e s e ven claramente los resultados d e
l a práctica rutinaria de l a agricultura; y
el campo B como parcela experimental,
donde s e ven los resultados d e l a agricul-
tura moderna. ~
Ambos campos A y B fueron traLajados
con el mismo arado d e hierro y con la
311
P o r Vittorio SACCO,
Doctor en Ciencias Agrarias.
misma fuerza motriz a n i m a l (bueyes) ; pe-
ro en el campo A los surcos s e hicieron
lejos los unos de los otros, d e tal manera
que más del 50% d e la superficie quedó
sin t r a b a j a r ; es decir, entre uno y otro sur-
co quedaron f a j a s d e tierra sin s e r remo-
vidas, y t a n sólo cubiertas con tierra dis-
gregada d e l surco adyacente. E n el campo
B s e trabajó toda l a superficie y quedó
completamente removida toda la capa ve-
getal. Por consiguiente, s e pudieron qui-
tar, después d e l a arada, todas las hier-
bas, mediante el rastrillo, y enterrarlas
profundamente e n los hoyos que s e abrie-
ron para s e m b r a r l a s plantas. E s t e e s el por
qué s e ve, hoy día, el campo A lleno d e
maleza y el campo B perfectamente limpio
y lleno de verdor. Parece superfluo enume-
r a r aquí l a s causas d e esta diferencia, pues
son bien patentes y manifiestas.
Los plátanos d e ambos campos A y D
s e plantaron a u n a distancia d e cuatro
metros los unos d e los otros. E n el campo
A e l plátano (sembrado para l a sombra d e l
nuevo cafetal) f u é plantado en hoyos abier-
tos con barretón, por lo que resultaron pe-
queños e insuficientes para que cupieran
cómodamente los pies d e los coiinos y? por
esto, s e l e s debía apretar y empujar para
que penetrasen y comprimir l a tierra alre-
dedor, operaciones éstas todas perjudicia-
les para l a s jóvenes plantas.
E n el campo B s e abrieron hoyos d e 50
por 50 centímetros y 60 centímetros d e pro-
fundidad. S e dejaron algún tiempo a la be-
néfica acción de los rayos solares y del
a i r e ; luego s e llenaron parcialmente d e re-

Obsérvese en este campo el lozano desarrollo de los plátanos y de las
rnatitas de café. (Cortesía de “La Hacienda”).
siduos vegetales recogidos e n el mismo
campo (hojas, ramas, matas, etc.) y des-
pués s e plantaron los colinos, cuidando, al
ejecutar esta operación, que las plantas no
sufriesen absolutamente nada, así que és-
t a s s e encontraran en l a posibilidad d e ex-
tender pronto y fácilmente l a s raíces.
Es conveniente también observar que
para el campo A no s e seleccionaron los
colinos destinados para e l cultivo, sino que
s e pusieron d e todas calidades y tamaños:
pequeños. regulares, grandes, resultando
así una desigualdad perjudicial, por moti-
VOS bien conocidos.
En el campo B se pusieron colinos esco-
gidos, d e repdlar tamaño, d e forma cónica,
la que e s presagio d e u n lozano y exube-
r a n t e desarrollo. Estos plátanos, en los pri-
meros días de agosto ( e s decir, a los die-
meses) han comenzado a d a r abundante
cosecha.
En el campo A s e sembro ( t a n pronto co-
rno s e había terminado la siembra d e los
plátanos): maíz, frijoles y caña d e azúcar.
Los primeros dos cultivos dieron cosecha
insignificante y los plátanos sufrieron por
l a presencia sofocante d e la caña. Los plá-
cuando s e emplea para sombra el cacao En el campo B la primera cosecha (efec-
silvestre. tuada a los 10 meses) dió u n producto ¿e
H a y que notar que l a implantación del $350.00 (700 racimos a $0.50 cada uno),
campo A s e hizo en el m e s d e abril y l a sin contar e l maíz, y la segunda cosecha
r-
del campo B en octubre del mismo año, dió un producto d e $480.00 (1,200 racimos
es decir, seis meses d e s p u é s ; teniendo e n a $0.40 cada uno).
cuenta esto, aparece aún m á s notoria l a El producto del campo A, mal plantado
diferencia entre los campos: en contra d e (según cálculos exactos hechos en l a Di-
A y en pro d e B. rección de la Escuela de San Jorge) no al-
‘
P o r lo que se refiere a los cafetos, e n canza a la cincuentésima parte d e lo pro-
el campo A s e plantaron matitas d e i u s que ducido en el campo B, bien cultivado y
nacen naturalmente en los cafetales y, por Ea reprochable costumbre d e hacer mu-
atendido.
consiguiente, d e procedencia desconocida.
E n el campo B s e plantaron matitas e s c o - chos cultivos complementarios en l a épo-
gidas entre las mejores provenientes d e ca d e la implantación d e los cafetales, obe-
un semillero, sembrado con las mejores pe- dece, muchas veces, a l a necesidad que
pitas, cogidas de los mejores árboles adul- tienen los pequeños cultivadores o arrenda-
tos, sanos y en plena fructificación. tarios de sacar toda clase d e alimento del
El aspecto vigoroso y e l fuerte desarro- mismo pedazo d e tierra: pero, según loa
llo d e las matitas del campo B contrastan principios d e agronomía, e s perjudicial ba-
ccn el aspecto mezquino d e las matitas del jo todo aspecto. P c r tanto, si s e t r a t a d e
campo A e indican, con plena evidencia, l a grandes haciendas cafeteras, es preciso
utilidad de los buenos almácigos hechos sembrar separadamente (en u n campo ad
con criterio d e selección científica. h o c ) todo lo que puede s e r cultivado para
Como balance económico s e h a calcula- subvenir las necesidades d e l a casa o cual-
do que los hoyos hechos (para l a planta- quier otro cultivo, dejando exclusivamente
ción d e los árboles) en el campo A salie- para el café la superficie que s e h a desti-
tanos son actualmente mucho m á s peque- ron costando $0.01 cada uno, y los del cam- nado. §e h a visto que s e puede sembrar,
ños que los del otro campo B, y no h a n da- po B $0.10, lo que, multiplicado por los 700 sin perjuicio d e los cafetos, por u n a vez,
do todavía ningún producto : su desarrollo plátanos d e cada campo, significa u n gas- maíz O, mejor todavía, frijoles arbustivos o
f u é demasiado lento, desigual y débil, 10 to d e $7.00 para el campo A y d e $70.00 pa- enanos, BQS cuales duran POCO y enriquecen
cual hace que s e esperen no muy buenos r a el campo B. d e ázoe el terreno.
rendimientos.
D e lo antes dicho es muy lógico deducir
que en el campo B s e escogió una planta
a propósito para dar ia sombra que necesi-
t a el cafetal e n su desarrollo, molestando
lo menos posible al nuevo cafetal, e s de-
cir, quitando la menor cantidad indispensa-
ble d e alimento a los cafetos, ya s e a del
aire, ya sea del suelo. E n e l plantío B,
después d e unos dos o t r e s años, s e qui-
t a el plátano y queda el guamo, árbol per-
teneciente a la familia de l a s legumino-
sas, qi;e s e h a considerado como e l m á s
-551 para e! sombrío del cafeto, ya s e a por
la propiedad fertilizante en nitrógeno, cua-
lidad propia d e las leguminosas, ya sea
porque sus ramos altos sombrean s i n es-
torbar la circulación del aire y, por consi-
guiente, mantienen l a indispensable salu-
bridad d e la humedad de la atmósfera: ya
s e a porque no alberga en su tronco hormi-
gas y otros insectos dañinos, como sucede
3 19
!
_____- A
 Págs.
SECCION D E NOTICIAS
Informe que rinde el jurado calificador en el Concurso de Competencia Agríco-
la celebrada en el Sistema Nacional de Riego número 4, “Río Salado”, Coahui-
la y Nuevo L e ó n . . . , . . , . . , . . , . . . . . . . . . . . ,
, D , , . . . . , . . . . . . . . . . , , . . . . . . 582
.

SECCION EXTRANJERA
P r o p a g a c h de frutas cítricas el Brasil. , . , . . . . . , , . . P . H. Rolfs C. Rolfs. 398
en y
1 aralizante de las urocracias

L gobierno español ha construído en la provincia de Málaga un

sistema de obras hidráulicas, del que es elemento principal
C O L A B O R A D O R E S el "Pantano del Chorro”, para dar riego a 20,000 hectáreas de
tierras y generar 40,800 caballos de energía hidroeléctrica. El
sistema tiene seria importancia y aspectos técnicos muy inte-
Ing. Aguilera José G. Ing. Medina Salvador. resantes, como podrán darse cuenta nuestros lectores si se sirven exami-
~, Anda Manuel D. *, Monjes L. Ricardo.
nar el informe descriptivo que aparecerá en el próximo nGmers de esta re-
,, Arteaga Luis. Sr. Monterde y García Icazbalceta
Francisco. vista. ,
,, Ballesteros Luis P.
,, Bancalari Manuel. Ing. Noriega José S. No nos sorprende esta nueva manifestación de la política hidráulica del
,, Barocio Alberto. ,( Oropesa Jesús. Estado español. ace más de diez siglos que España ha venido siendo la
,~ Montiel Olvera Genaro. tierra clásica de la irrigación. En su parte meridional -avanzada geográfi-
,, Beltrán y Puga Fernando.
Ing. Peimbert Angel.
,, Bustamante Octavio. ca del Africa desértica-florecen los oasis creados por el milagro combina-
,, Perogordo Moisés.
,, Castelló Alfonso. do del agua y del esfuerzo humano. Hasta donde lo han permitido sus soli-
,, Pérez Castro Lorenzo.
,, Coria Antonio. situdes politicas, España ha sido fiel a su tradición y ha intentado ajustar-
Dr. Pruneda Alfonso.
,, Corral Joaquín. Ing. Quevedo Miguel A. de
LL
se al lema de su gran polígrafo Costa, quien decía que regar es gobernar”.
,, Cuevas José A.
,, Chávez Eduardo.
.. Ramírez Ulloa Carlos. Pero a propósito de las obras del Chorro, sólo queremos llamar la aten-
1< Ramos Federico. ción sobre algunos conceptos que contiene el informe y que transcribimos :
Lic. Chico Goerne Luis. Rodríguez Antonio.
Ing. Dozal Fortunato. ..
~~

Roe1 Faustino.
El Pantano que nos ocupa .fue terminado en 1921.. . Lo único lamenta-
Lb

E
,, Gama Valentín. ~~ Sánchez Pedro C. ble es que han pasado diez años y atín no se ha abierto una sola esclusa
,, García Julio. ,, Sánchez Mejorada Javier. para aprovechar los tesoros del almacén líquido. , . El agua, que así podría
,, García Lascuráin Angel. ,, Santa Cruz Jr. Armando. ser bendición de los campos, sigue envasada sin empleo y sólo mueve dos
Sr. García T. Fernando. ,>
,. Saucedo Vicente. fábricas hidroeléctricas. . . E770 se debe a dificultades burocráticas. . .
Ing. García Manuel. 11 Serrano Gustavo.
Explicación final que en su concisión dolorosa merece recogerse; no
,, Gayo1 Roberto. ., Toscano Ricardo.
,, Valdés Luis G.
para vanagloriarnos de que en nuetra corta experiencia sobre politica oficial
,~ González Pedro A.
Lic. González Roa Fernando. ,, Villaseñor Manuel. de riegos no hayamos incurrido en desidia semejante; sino para cuidar-
Ing. Herrera y Easso José. Geó. Vivar Gonzalo. nos de caer en MI vicio al que nuestra ascendencia cultural y costumbres
Sr. León Alfredo D. Dr. Waitz Paul. nos mantienen siempre expuestos.

325
LOS AUTORES SERAN L O S UNICOS RESPONSABLES D E SUS ARTICULOS.

~ ----_ _- _ _ -~-- -- -
 E n la realización d e un programa nacional de regadio, al Estado co- cer de agua las unidades irrigables quedan terminadas, s e han inaugura-
rresponde la mayor parte, pues e s el único que cuenta con capacidad y $o los riegos. A veces, la explotación formal del Sistema s e ha abierto es-
recursos necesarios para afrontar la construcción de obras d e gran magni- tando aún pendientes 10s arreglos con los propietarios rurales por concep-
tud y costos, en obsequio del interés social general, sin detenerse por el he- tQde la compensación que deben otorgar al Gobierno en cambio del bene-
cho de que sus actividades no resulten directamente remunerativas. L a ficio de la irrigación. Sistemas tenemos, como los del Mezquital y S a n
iniciativa privada no puede desempeñar en esa política sino el papel de co- Carlos, que han sido objeto de ampliaciones y mejoras realizadas por la
laboradora accidental e n aquellos contados casos en que tiene la seguri- Comisión, en que las obras respectivas s e han llevado a cabo san interrum-
dad previa d e retirar provecho inmediato. 1 pir un solo día los servicios acostumbrados.
i
Pero si el Estado lleva al desempeño de su función toda su fuerza y Esta práctica no podría haberse adoptado y ni aun siquiera hubiera si-
sus elementos superiores, aporta también el pesado lastre de su maqui- $0 factible adquirir y pcmer en marcha e n unos cuantos meses el poderoso
naria administrativa tan complicada y en la que el sentimiento de la res- equipo de trabajo con que cuenta la Comisión, si las actividades de ésta s e
ponsabilidad se diluye hasta perder todo valor grálctico. Además, en tesis hubieran desarrollado dentro del cuadro estrecho que impone s u propia
general, la organización de las oficinas públicas, que podrái llegar a ser constitución a las dependencias gubernativas que atienden los servicios nor-
adecuada para atender los servicios rutinarios, carece de la maleabilidad males.
y rapidez de procedimientos ; cualidades indispensables para hacer drente Como consecuencia d e estar ya abiertos a la explotación algunos de
com éxito a atenciones nuevas fuera de los moldes acostumbrados, como eus grandes Sistemas, la Comisión se enfrenta en el momento presente con
son las actividades constructivas en gran escala (obras de regadío, red de el aspecto más arduo y trascendente de su labor: el social y económico vin-
caminos nacionales, electrificación del territorio, etc.) culado a la ocupación y colonización de las áreas irrigables. Confía en po-
D e ahi, y puesto que el Estado necesariamente tiene que llenar esas der franquear airosamente esta dificil etapa, si mantiene la ideología que
nuevas tareas, se ha visto compelido a crear comisiones; e s decir, orga- le dió ser y sus medios d e acción conservan el vigor y actividad originales.
nismos de constitución apropiada para realizar fines especificos y cuyas
características son la responsabilidad personal de sus miembros directores,
la autonomía administrativa y la simplificación y rapidez de su5 procedi-
mientos. Las modalidades del funcionamiento de las Comisiones s e apro-
ximan, en lo posible, a las que imperan en el manejo de los negocios pri-
vados. El sistema de gobierno por Comisiones esta muy extendido y acre-
ditado en paises como Alemania, Inglaterra y los Estados Unidos : no QbS-
tante que en esas naciones el burocratismo no tiene Pa extensión, ni los pe-
ligros que presenta en los pueblos d e origen latino.
ajo este sistema hace máls de veinte años que la ciudad de
realizó sus obras de provisión de aguas potables -encomiadas por propios
y extraños ; y en época reciente, al sentido exacto de las realidades y al di-
. a-
-
. -
.
namismo de los ex-Presidentes, generales Obregón y Calles, débese el es-
tablecimiento e impulso de las Comisiones de Caminos y de esta de Irriga-
ción, que han realizado labores en sólo cinco años, obras cuyas realizacio-
nes Asicas todo5 aprecian y cuyos beneficios sociales comienzan a hacer-
se sentir.
E n nuestros Sistemas de Riego, a medida que las obras para abaste-

326 327
 P o r Vicente C. VILLASEÑOR.
I n g . Civil.

NO de los procedimientos m á s exactos que s e aplican para medir el gas-

to d e una corriente d e agua e s el d e vertedores. Varias son l a s fórmulas
que s e encuentran en los tratados d e hidráulica para los cálculos corres-
pondientes y una d e ellas, que merece toda confianza, es la Horace
William KING que s e encuentra en su Handbook of Hydraulics, págs.
71 y 12 y después discutida y comparada con otras fórmulas clásicas en
el Apéndice “A” del mismo libro.
La fórmula mencionada es aplicalle a los vertedores rectangulares de cresta del-
gada en todos casos y a los del tipo Cippoletti. (Obra citada, pág. $9).
Como e n esta fórmula s e encuentra el valor d e la carga “H” elevado a u n a potencia
fraccionaria - exponente igual a 1.47- s e necesita para su cómoda aplicación tener a l a
mano la tabla de valores relativos, que s e encuentra clasificada con e l No 32 en las pá-
ginas 93 a 91 de l a misma obra., o disponer d e u n a regla d e cálculo tipo Log-log.
A fin d e facilitar el empleo d e la fórmula citada suprimiendo l a s operaciones arit-
méticas h e formado el nomograma adjunto, e n unidades métricas, y CUYO uso es como
sigue :
E n la primera hoja s e calcula el coeficiente de corrección por l a velocidad d e Ile-
gada. Los datos s o n : longitud d e la cresta del vertedor, carga y área del ‘canal d e llega- c
da. P a r a determinar el coeficiente buscado s e unen con una recta los puntos acotados
correspondientes a los valores d e l a carga y l a longitud d e la cresta y por el punto de la ’ .
escala d e áreas, que s e encuentra a l a izquierda, que corresponda al valor d e la mis-
m a en el caso cons;derado, se traza u n a perpendicular a la primera línea, prolongándo-
l a hasta cortar la escala opuesta en la cual determinará con su intersección el valor d e íi
“C” que s e busca.
S e concluye e l cálculo en l a hoja segunda en la cual los datos s o n : longitud d e la
cresta, carga y el coefkiente que s e h a determinado. E n forma semejante a l a anterior-
m e n t e expuesta s e obtiene el valor del gasto en litros por segundo.

328 Presa de derivación en Jaso, río Tula, para el canal

L
Requena, durante una avenida.
 1.090

g 31
~ 1.020

8
h
L

i
i
I P
c 1.001

329

D
 Ejemplo : sea u n vertedor rectangular s i n contracciones laterales con una longitud
de cerca d e 2 0 0M., una carga d e 0.40 Ea. y u n a área del canal d e llegada d e 3.45 2 4 2 . E n
la hoja No 1 s e obtiene para el coeficiente d e corrección u n valor d e 1.030. Con éste y
los d e la carga y longitud d e cresta s e pasa a l a hoja Ido 2 e n donde s e encuentra para
el gasto u n valor d e 950 1. p. s.
Cuando por lcs datos del problema e l gasto resulte menor que 100 1. p. si, que es el
valor inferfor de l a escala correspondiente, multiplíquese “L” por un factor sencillo, con
este resultado calcúlsse e9 gasto y luego corrijase el valor así obtenido dividiéndolo por
el mismo factor. Ejemplo: en u n vertedor Cippoletti sin velocidad d e llegada y con u n a
longitud d e cresta d e 0.50 M. s e observó u n a carga d e 0.148 Ea. Determinar e l gasto.
Multiplicando el valor d e “L” por 4 resulta una longitud d e cresta de 2.00 M. Con e s t e
valor y los demás datos s e obtiene Q = 216 lts., que dividido p o 4~ produce el valor bus-
cado que e s d e 54 1. p. s.

e la Electricidad en la icultura
Por Rolfo ORTEGA M., I . M . E .
(De la Oficina de Estudios Hidro-
eléctricos de la C o m i s i ó n ) ,

V.- APROVECHAMIENTO DE AGUAS P O R BOMBEO PARA RIEGOS Y

USOS DIFERENTES DE LAS GRANJAS

N el f u t u r o l a agricultura moderna estará seguramente ligada con l a

electricidad, que permitirá que todos los trabajos d e l a explotación de
la tierra para producir el sustento del hombre s e ejecuten con m á s se-
i.
guridad, comodidad y economía; a s í pues, cualquier negocio agrícola que
s e desee emprender o modernizar tendrá que recurrir a l a energía eléc-
trica para competir ventajosamente, reduciendo los precios unitarios d e
sus productos en beneficio colectivo.
D e año en año s e afirma e l avance fecundo de l a electricidad en los campos a los
que va dominando después de h a b e r conquistado completamente las ciudades y pobla-
dos. Crece también la confianza d e los agricuItores e n l a energía eléctrica y l a im-
portancia que reconocen las compañias ministradoras d e luz y fuerza eléctrica a los
departamentos d e servicios rurales.
D o s países de estructuras sociales completamente diferentes están usando l a electri-
cidad e n gran escala y con mucho éxito e n las faenas agrícolas: los Estados Unidos
de Norteamérica ríos sorprenden con u n consumo anual d e 2,000 millones d e K.W.H.,
- para usos agrícolas; en e s t a gran nación, d e 40s 6,288,643 d e granjas que existen 640,000

330
usan l a energía eléctrica e n diferentes labores, d e las que las m á s modernas son e l
calentamiento d e los suelos para apresurar el cultivo de las plantas y l a deshidratación
d e f r u t o s ; el segundo pais e s la Rusia Soviética que está desarrollando su plan quin-
quenal, de! que s e tienen ya en construcción grandes plantas hidroeléctricas e n los
ríos Volga, Dnieper y otros; u n a parte de l a generación de estas centrales está destina-
d a a la electrificación de l a agricultura, para lo que s e están construyendo .tractores
eléctricos y el equipo que l e s acompaña.
E n nuestro país l a única labor agrícola q u e s e e s t á efectuando con ayuda d e l a elec-
tricidad es el bombeo para riegos; debido a esta circunstancia trataremos con m á s am-
plitud esta aplicación d e la electricidad para proporcionar a nuestros agricultores l a opor-
tunidad d e documentarse.
* * ::
FIGURA I
Continuando nuestro artículo anterior seguiremos describiendo los estudios que de-
ben abordarse antes d e la construcción d e u n a planta de bombeo con electricidad, en porque la ministración d e energía no acarrea vibraciones y s e pueden soportar sobre-
la que deba perforarse un pozo d e abastecimiento. Ante todo hay que asegurarse d e cargas momentáneas mayores : y 4).-Las depreciaciones anuales de l a planta eléctrica
que existe agua en el subsuelo y a l mismo tiempo s e debe calcular la cantidad d e agua y del equipo perforador son menores, lo que significa menos dinero invertido en la planta
que s e requiere para el riego d e determinada extensión d e tierra. E s t e punto lo trata- eléctrica ministradora.
remos adelante y podremos así determinar el diámetro d e la tubería que va a usarse ***
en l a perforación $el pozo para el abastecimiento d e aguas artesianas ascendentes o
P a r a preparar el proyecto d e u n a planta d e bombeo eléctrico es necesario s a b e r
brotantes.
qué clase de siembras s e harán en el terreno por regar, para así fijar la cantidad d e
L a s perforaciones, tanto preliminares para localizar los mantos acuíferos como las
agua requerida; las cantidades de agua para riegos s e miden e n hectáreas metros,
definitivas para los pozos d e abastecimiento, deben encomendarse a u n práctico cuando
litros por segundo por hectárea, acres-pies por acre, ames-pulgadas por acre, etc.
éstas tengan profundidades mayores d e 15 metros y el diámetro d e la tubería s e a ma-
H a y que tener presente q u e no e s necesario u s a r mucha agua cuando ésta e s ba-
yor d e tres pulgadas; pozos d e menor diámetro y profundidad pueden perforarse s i n
d e las veces s e levantan malas cosechas debido solamente al
rata, p o r q i e l a mayoría
el auxilio d e u n experto.
uso exagerado d e los riegos.
Recientemente los adelantos alcanzados en la perforación d e pozos petroleros s e
El agua que s e desee utilizar debe s e r analizada y ensayada a n t e s de emplearse
han aplicado con éxito e 3 los trabajos d e perforación d e pozos para localizar mantos para tener la seguridad d e que no perjudicará las siembras.
acuíferos y d e pozos para el abastecimiento d e aguas subterráneas para los riegos y de- Los riegos pueden s e r para humedecer, abonar. disolver y esparcir l a s materias
más usos agrícolas; una de l a s aplicaciones d e la electricidad d e más porvenir e s el
fertilizantes y para regular la temperatura d e las tierras de cultivo.
uso d e l a energía eléctrica e n los equipos perforadores, con lo que s e ahorrará el 2070 S e de3e tener presente que ciertas aguas sobrantes de algunas fábricas s o n ~ p e r j u -
d e tiempo d e perforación y e l 15% del costo d e la obra. diciales a las siembras, así como las aguas salinas y estancadas; l a s aguas buenas para \
Usando u n motor eléctrico trifásico d e 1.5 K.W., girando con 1,200 revoluciones por los riegos son las que contienen materias disueltas o en suspensión, ricas en potasio,
minuto, en la perforación d e u n pozo d e 400 metros d e profundidad, s e ha obtenido u n cal, fósforo, azufre y salitre, en las que s e encuentran siempre algas filamentosas, be- I
. .
0.29 pesos mexicanos por cada 0.30 metros de profundidad perforada. 1
costo unitario d e t rros, verónica, zarriquella y gliceria; e n las aguas pobres d e substancias nutritivas s e
I . 1 . 1. , . . , , , , < m
Los equipos perforadores lmpulsados por medio d e l a electricidad duran d e 10 a encuentran los juncos, el carrizo, el escirpo, l a menta y la alisma. E n u n proyecto d e
20 años, lo q u e significa u n a vida suficiente para obtener una depreciación menor en
l a inversión.
1’ riego s e d e b e tener en cuenta que el agua requerida para los riegos d e b e s e r calculada,
primeramente en el lugar en que s e utilizará, para después determinar el volumen co-
Las ventajas del USO d e l a energía eléctrica sobre el empleo del vapor en l a per- 1 rrespondiente al punto e n que s e r á bombeada, tomando en cuenta l a s pérdidas por con-
foración d e pozos son las siguientes: i).-Se reduce el tiempo d e perforación obtenién- n ducción e n 10s canales o tuberías principales y secundarias. L a s pérdidas pueden s e r
dose u n costo d e operación reducida puesto que s e aumenta l a velocidad de perfora-
ción: 2).-Se tiene mucha seguridad en e l trabajo debido a que no existe f u e g o ; s e
ll por evaporación, infiltración y fugas; l a s d e infiltración y fugas s e pueden evitar cons-
truyendo canales revestidos d e concreto y vigilando con mucho cuidado el funciona-
los miento del sistema. El ‘costo d e l revestimiento d e los canales d e u n sistema d e riego
foradores son inmejorables
_.
:
_. -
3).-Las características
. .
pagan cantidades menores por seguros d e vida y las condiciones d e trabajo d e
de la
..
pertoración son mejores
per-
influye en e l estudio económico d e éste.

332 333
 Una práctica muy generalizada e s bombear m á s agua d e l a que s e requiere en la
planta d e bombeo eléctrico para los riegos, con lo que s e tiene l a seguridad d e levan-
t a r buenas cosechas y no l a incertidumbre d e la falta d e agua.
***
Existen dos métodos principales para hacer los riegos: el d e gravedad y el d e lluvia
artificial; el método d e riego por gravedad e s el m á s usado en e l país y consiste e n con-
ducir el agua por medio d e canales que dominan ei sistema de riego, aprovechándose
para hacer l a distribución d e aquélla las diferencias de nivel del terreno.
Los riegos por gravedad pueden ser por Pnfiltración, por submersión d e d e r r a m e
y por surcos, éstos pueden s e r regueras en espiga, regueras horizontales, regueras d e
caballete y e n gradería con regueras d e caballete; la elección de cada tipo d e riego de-
pende del terreno.
En los riegos por gravedad existen muchos factores que influyen en el rendimiento
d e é s t o s : s e debe tomar e n cuenta e l clima, la topografía del terreno, el drenaje que
existe, l a porosidad d e las tierras, el tipo d e riego y la habilidad del regador: e s t e ú1-
timo factor e s el que m á s influye e n el rendimiento de los riegos. La cantidad d e agua
que u n regador puede manejar depende d e la porosidad d e las tierras y d e l a topo-
grafía d e éstas.
A continuación presentamos u n a tabla qiie nos da el número d e litros por minuto
que puede m a t e j a r u n regador. según sea l a siembra.

Suelo blando: S u e l o duro:

Sembra:
7.4. s. 1.6. s.
Alfalfa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,000 - 2,750 -
2,750 4,100
Cereales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,800 - 2,300 -
2,300 3,200
Huertas. ...................... 1,370 - 2,000 -
1,800 2,300
Jardines. ...................... 1,140 - 1,370 -
1,310 1,600 exige también cierta presión; las tuberías pueden ser d e concreto centrífugo, d e eter-
~~
&t o d e diderentes m e t a l e s : en !as instalaciones movibles las juntas d e los tubos deben
Un regador puede regar hasta 1.6 kilómetros cuadrados d e te-reno en u n día de ser d e una fabricación especial para permitir l a unión d e éstos con l a mayor rapidez
10 horas usando un caudal d e 905 litros por minuto y h a s t a 5.5 kilómetros cuadrados posible: el equipo se completa con los “regadores” (especie d e pulverizadores).
usando u n caudal d e 4,100 litros por segundo. Existen regadores fijos y movibles; los primeros pueden s e r : a) d e hongo-colade-
r a ; b) d e anillo concéntrico; c) d e hendiduras laterales múltiples, y d) d e diafrag-
Lo más conveniente al proyectar u n sistema d e riego por gravedad e s hacer esti-
m a ; 15s regadores movibles s e fabrican para 90, 180 y 360 grados, que corresponden
maciones medias, no clvidando que puede h a b e r cambios d e 25 a 50%.
Los riegos modernos s e hacen por medio d e lluvias artificiales; en los Estados a la superficie circular d e s u radioacción.

Unidos d e Norteamérica, e n Francia, en Italia y en Alemania s e está usando con mu- L a s instalaciones para riegos con lluvia artificial pueden s e r fijas- semifijas y movi-
cho éxito este método de riego. bles: las instalaciones fijas son l a s m á s costosas pero las m á s cómodas y funcionan in-
Varias casas constructoras d e maquinaria en estos paises fabrican 10s equipos mejorablemente B e n estas instalaciones l a s tuberías s e mantienen enterradas aproxima-

necesarios para ejecutar esta clase d e riegos I en Italia la firma “Societá Anomima Succ”., damente 50 6 70 centímetros abajo de la superficie por irrigarse; el espaciamiento d e
“Ing. A. Bonariva” d e Bolonia y la “Ditta Fratelli Innocenti” de Roma. los tubos e s uniforme y depende del área regada por los pulverizadores; en e s t a s ins-
Todo equipo para regar con lluvia artificial consta d e una bomba centrífuga movi- talaciones s e usan bombas centrífugas estacionarias impulsadas por motores eléctri-
d a casi siempre por u n motor eléctrico, ya s e a para corriente alterna o continua; las cos y s e emplean, ventajosamente en jardines y parques. L a s instalaciones semifijas
bombas centrífugas t r a b a j a n con rendimientos bajos pero s e obtiene u n trabajo conti- están constituidas d e tuberías enterradas bajo los suelos por regar y d e tuberías mo-
nuo y seguro; además s e requiere u n a tubería d e presión para distribuir el agua que vibles; estas últimas son l a s que tienen los regadores. En los dos tipos d e instalacio-

334 335
nes s e usan grupos formados por motores eléctricos y bombas centrífugas, los q u e son
siempre estacionarios. Véase figura número 2.
L a s instalaciones movibles s e usan para regar gradualmente grandes extensiones
d e tierras a lo largo de canales y r í o s ; constan d e una bomba centrífuga acoplada di-
rectamente a un motor eléctrico d e corriente alterna o continua; la unidad e s t á mon-
t a d a en u n carro con el f i n de que s e a movible: cuando la corriente es alterna y s e
toma d e líneas rurales d e alta tensión se usan transformadores movibles (véase figu-
r a número 1); las tuberías para los riegos con los regadores son también movibles. Plantación de los Barbados e Injertos en
P a r a t e n e r éxito en u n sistema d e riego con lluvia artificial s e requiere: 1) t e n e r
u n a distribución del agua e n f o r m a d e lluvia continua y uniforme; 2 ) la lluvia no de- el Cultivo de la Vid
b e hacerse pulverizada y ligera porque cuando hay mucho sol el agua s e puede eva-
porar y s e tienen pérdidas; 3) los riegos d e b e n hacerse casi siempre a u n solo lado Colaboración del Departamento de Enseñanza.
d e l a columna alimentadora para evitar q u e la alimentación misma, por medio d e l a co-
lumna, destruya el terreno ya regado; 4) la alimentación d e l a columna movible d e b e
PREPARACIO N DEL TERRENO tación, e s muy conveniente nivelarlos per-
fectamente según e l sistema d e los riegos
hacerse rápida y expedita; 5 ) s e d e b e utilizar cualquier agua impura o con materias
N vista d e que el cultivo d e que debemos darles, cuidando d e evitar
extrañas ya s e a d e pozo o canal: 6 ) s e requiere una lluvia conveniente, con l a pre- siempre, al practicar la nivelación, que el
la vid e n l a República c a-
sión m á s pequeña posible, no limitando mucho el diámetro d e la tubería; y 7 ) el agua d e los riegos s e acumule en alguna
si en su totalidad d e b e ser
equipo para la instalación d e lluvia d e b e s e r ligero, f u e r t e y a la vez d e fácil y rá- parte Laja del terreno que s e destinará a
de riego, s e r á preferido P a-
la plantación.
pida maniobra; los regadores deben s e r sencillos y las partes que los forman fácil- r a la plantación d e l a vid P a r a preparar los terrenos antes d e l a
m e n t e desarmables. El mejor regador e s el que asegura u n a lluvia continua y no re- un terreno donde los rie- plantación s e aconseja seguir el siguiente
quiere la intervención de un mecánico. gos puedan llevarse a ca- procedimiento que d a muy buenos resulta-
bo con facilidad. dos y que pudiéramos llamarlo ‘‘Volteo d e
P a r a t e n e r u n a idea d e l rendimiento d e u n a instalación d e lluvia artificial recalca-
Cuando s e dispone únicamente d e terre- l a Tierra”; s e abre con l a pala u n a zanja
mos las siguientes ventajas sobre el sistema d e gravedad: a) con l a misma cantidad
nos arenosos los cuales, debido a su ex- A, d e 60 a 70 centímetros d e profundidad
de agua se riega una superiicie triple; b) el agua s e distribuye con uniformidad y tremada movilidad pueden s e r arrastrados y un metro ¿e anchura, en u n a extremidad
puede s e r regulada; c) no e s necesario arreglar el terreno, e s decir acondicionar l a por los vientos, s e hace necesario proceder del terreno (figura número 1) arrojando
superficie cubriendo las zanjas, etc.; d) la instalación puede guardarse durante el tiem- a consolidarlos siguiendo distintos proce- l a tierra extraída e n X ; contigua s e abre
po que no s e utiliza para evitar que l a deteriore l a intemperie; e) s e puede construir dimientos, como evitar la acción del aire otra zanja B, cuya tierra s e r á depositada
baciendo l a plantación en un lugar que es- e n la primera zanja A ; l a tierra de l a zan-
u n a maquinaria movible para que pueda s e r utilizada en diferentes zonas; 4) el costo té rodeado por terrenos que si fueron des-
. . j a C. sirve para tapar la B, y así sucesiva-
del riego d e lluvia e s casi siempre menor que el costo de riego por gravedad; g) la montados, estén sin embargo ocupados por mente hasta terminar ccn todo el terreno,
instalación d e irrigación d e lluvia puede auxiliar al riego por gravedad: e n este caso alguna planta que con sus raíces contribu- quedando al fin la tierra d e X en H. E s t e
s e instalan las tuberías e n los canales principales y s e eliminan así los canales secun- ya a fijarlos; o bien en caso d e q u e no proccdfmiento muy ventajoso s e emplea en
s e encuentre e l terreno en e s t a s condicio- tierras cansadas, su costo e s bastante ele-
darios y e l arreglo del t e r r e n o ; y h) el costo d e la mano d e obra requerida para el
nes, protegerlo por medio d e cercas o cor- vado; afortunadamente en e l país no e s in-
funcionamiento e s menor que e l que exige el sistema d e riego por gravedad. tinas ya s e a n vivas o artificiales, colocadas dispensable practicarlo. S e aconseja labrar
perpendicularmente a l a dirección de los 10s terrenos que van a ser plantados, pro-
vientos dominantes y a cierta distancia d e fundamente dando varios pasos profundos
la plantación. Es conveniente sembrar en-
t r e los camellones verduras, e n los prime- VOLTEO DE LA TIERRA.
ros años d e la plantación para así fijar el Fig.-l
terreno, siempre cuidando que é s t a s no 60-70
cntms
d e n sombra a l a s plantas d e l a vid y to-
mando siempre en consideración que el
agua suministrada a e s t a s pIantas s e a igual
a l a que necesita la vid e n sus primeros
años.
Tanto los terrenos pesados como los are-
noso, antes d e ser labrados para l a plan-

336 337
d e arado e n distintos sentidos, profundi-
zándose h a s t a 30 o 40 centímetros si e s
posible, pasando después el rodillo y l a
r a s t r a para desmenuzar y empujar bien el
suelo.
T R A Z O DE LAS L I N E A S
A n t e s - d e proceder a 13 plantación defi-
nitiva y una vez ya preparada l a tierra hay
necesidad d e trazar las líneas en cuya di-
rección s e abrirán los hoyos para las plan-
tas. Es muy necesario q u e las plantas que-
d e n perfectamente alineadas, pues asi s e
facilita la ejecución de las labores del cul-
tivo; los tratamientos contra l a s diferen-
t e s enfermedades y además se economiza
agua en los riegos, en u n a palabra, s e pue-
d e dar a1 viñedo todos los cuidados que re-
clama para desarrollarse en buen estado y
para que pueda fructificar con abundancia.
L a colocación d e las plantas en e l te-
r r e n o puede hacerse d e t r e s modos: el pri-
mero cuando las plantas ocupan los vér-
tices d e u n cuadrado, disposición llamada
“marco r e a l ” ; o bien e n los vértices d e
L/ . . ,1
u n paralelogramo quincuncio : en los d e
un triángulo denominado “ T r e s Bolillo”. El
primero e s muy usado e n pequeños viñe-
dos donde s e trabaja a mano y el segundo
e s d e los que el cultivo s e hace con yunta
por los surcos y únicamente cerca d e Zas
plantas s e trabaja a mano. El tercer méto-
do o sea el “Tres Bolillo” no s e usa mucho
TRAZO DE LAS LI
1
F i g x a O.
338
en la viticultura, pero e s d e recomendarse
en viñedos donde el trabajo s e lleva a ca-
bo a mano, porque de e s t e modo e s mejor
aprovechado el terreno. (Véanse “Suges-
tiones Oportunas NQ 22”, figuras números
6 A. B. C.
MODO DE T R A Z A R LAS L I N E A S POR
M E D I O DE CUERDAS O CADENAS
P a r a hacer e l trazo d e las líneas (figu-
r a número 2), s e fijan con estacas los dos
lados extremos del terreno que va a s e r
plantado M. El[. y N. N. Asimismo s e fi-
jan las distancias en cada lado A. A., si-
tuados uno del otro a l a distancia que de-
ben guardar la línea de la planta; en se-
guida s e tiende l a cadena métrica d e uno
a otro lado del terreno llevándola sucesi-
vamente d e una estaca a la otra y seña-
lando con pequeñas estacas C,C , los pun-
tos que deben s e r ocupados por las plan-
tas, después s e harán los hoyos I3. B. te-
niendo cuidado que l a estaca C. quede
siempre e n uno d e sus vértices y no e n el
centro del hoyo. D u r a n t e la excavación d e
10s hoyos las estacas no deben s e r movi-
das. (Véase la figura número 2 ) . P a r a ha-
cer esta operación conviene usar u n meca-
t e o cordón en el cual las distancias d e
planta a planta serán señaladas con peque-
ñas cintas blancas, pues así s e facilita es-
t a operación.
Cuando el terreno tiene una forma irre-
i
PLANTACION DE LOS BARBADOS A SU LUGAR
DEFINITIVO Y MODO DE REGARLOS‘ DURANTE E L
PRIMER A N O .
Y/
35 c n t m c .
gular, lo que s e hace es circunscribirlo en
u n polígono sobre el cual s e hacen las
mismas operaciones procedentes. (Figura
número 2 ) .
ORIENTACION D E LAS LINEAS
Y PLANTAS
P o r lo general l a s líneas orientadas d e
norte a s u r son las más convenientes, por-
que son las mejor iluminadas por el sol,
” l a disposición de norte a sur conviene a
los viñedos situados en clima templado. E n
clima cálido puede ser l a orientación d e
este a oeste, pero solamente s i l a s distan-
cias entre surco y surco son menores d e
1.40 dando por resultado e n este caso, q u e
u n a planta cubra a la o t r a d e los efectos
solares, mientras si la distancia d e sur-
co a surco e s mayor que la de 1.50 d a e l
resultado contrario, O s e a el sol penetran-
do entre loe surcos calienta m á s l a s plan-
tas, porque s e encierra entre los surcos.
E n este último caso aunque s e a e l clima
cálido, siempre recomendamos acondicio-
nar las líneas de norte a sur.
Uno de los más grandes peligros en l a
viticultura en el país, y ocasionados por
los bruscos cambios d e temperatura, e s el
reventamiento de los troncos, especialmen-
t e en las altiplanieies d e l a República; es-
to fácilmente puede evitarse si los surcos
son orientados d e norte a sur, porque así
339
el mismo follaje d e u n a planta tapa el
tronco d e l a otra. Precisamente para evi-
tar e l inconveniente antes mencionado, o
s e a el reventamiento d e los troncos, e s
d e recomendarse además, que l a s plantas
d e s d e el principio sean orientadas con s u
tronco inclinado hacia el sur, d e modo que
el tronco asi no recibirá los rayos solares
tan directos como si estuviera inclinado
contra el norte. Plantas en esta última po-
sición siempre s e encuentran reventadas
dando por resultado que producen única-
mente mediana cosecha y B U vida e s corta.
T R A S P L A N T E D E L O § BARBADOS
(PLANTAS CON R A I Z ) OBTENI-
DAS DE L A AEMACIGA, A
SU L U G A R D E F I N I T I V O
1
1
Después d e que los sarmientos d e vid
permanezcan un año en las almácigas y ya 11
1
cada uno traiga s u raíz s e sacan e n l a épo-
ca d e la plantación (febrero o marzo) con
el mayor cuidado para que las raíces no
s e maltraten y s e plantan en hoyos prepa-
rados de antemano.
EXTRACCION DE LAS PLANTAS DE
EA A L M A C I G A
E a operación d e extraer las pequeñas
plantas después d e permanecer u n año en
la almáciga para plantarlas en s u lugar
 -

definitivo, exige algunos cuidados, por de-
pender d e ella, e n gran parte, el éxito d e
l a plantación.
E n primer lugar s e regará l a almáciga
unos días antes d e comenzar el trabajo
para suavizar l a tierra y hacer menos di-
fícil la operación. Al hacer l a extracción
s e cavará profundamente l a tierra que ro-
d e a a las plantitas y s e s a c a r á n éstas con
precaución, sin tirar de ellas, para evitar
que las raíces s e rompan.
Si s e t r a t a d e una pequeña cantidad
d e plantas, pueden s e r trasplantadas en
j a n dos yemas fuera d e l a superficie, las
e l acto: pero si su número e s grande s e
colocan en u n lugar sombreado enterradas
Podada l a raíz, s e suprimen las r a m a s
o sarmientos débiles dejando únicamente
a cada planta u n codo con dos y e m a s : e n
seguida s e colocan las plantas en los ho-
yos, ya s e a en l a parte media (figura nú-
mero 3) o a u n lado ligeramente inclina-
d o ; con este último sistema e s m á s iácil
plantarlos en líneas rectas. Después se Ile-
n a el hoyo y s e riega d e modo q u e e’l agua
alcance las raíces m á s profundas y quede
empapada toda l a tierra alrededor d e l a
planta; l a tierra debe s e r comprimida, pi-
soteándola alrededor d e Ia planta, s e de-
~~~~ PLANTA PREPARABA PA-
RA SU PLANTACIVN.
cuales s e cubren con tierra pulverizada y \

e n tierras sueltas o arena húmeda d e ma-
n e r a que nada m á s los retoños d e u n año
queden f u e r a de la tierra y de allí s e irán
tomando según la necesidad, para plantar-
los definitivamente.
S e llevan las plantitas al terreno que
previamente s e h a preparado, trazadas las
líneas y abiertos los hoyos: evitando siem-
pre que s e asoleen sobre todo cuando e l
terreno e s t á distante de l a almáciga; esto
se consigue conduciéndolas e n carretillas
o carros y tapándolas con petates o costa-
s les mojados.
TRASPLANTE DE LOS BARBADOS OB-
TENIDOS DE E A ALMACIGA A
S U LUGAR DEFINITIVO
Como ya mencionamos, l a s plantas d e
la almáciga deben ser extraídas con s u m o
cuidado y llevadas al terreno donde s e
plantarán; defendiéndolas h a s t a donde s e a
posible, evitando que s e sequen. Antes d e
plantar los barbados, s e les hace u n a po-
d a en las raíces cortando completamente
todas las puntas que s e encuentren h a s t a
20 centímetros bajo la superficie del sue-
l o ; las que siguen hacia abajo s e dejan u n
poco m á s largas y las m á s profundas úni-
camente s e despuntan. (Figuras números
4 y 4A). E s t a operación tiene por objeto
evitar que s e desarrollen las raíces super-
ficiales, porque dificultan las labores y no
permiten que las plantas aprovechen l a
humedad d e las capas inferiores del suelo.
Si las raíces superficiales no s e quitan, PO-
CO a poco las d e abajo s e pierden y las
plantas s e sostienen únicamente de las raí-
ces superficiales.
seca d e modo que una capita, cuando m á s
d e dos a tres centímetros quede encima
del codo; d e e s t a manera s e forman los
bordos y canales que se utilizarán para
los riegos sucesivos. (Figura número 3 ) .
Cuando las plantas que s e siembran tie-
n e n brotes muy vigorosos y el terreno con-
tiene humedad e n el subsuelo, capaz de
s e r aprovechada por l a planta como suce-
d e en la puede plantarse dejan-
do a las matas u n retoño largo con cinco
o seis yemas, siempre que s e a n m a d u r a s ;
s e ccloca l a planta en hoyos m á s profun-
dos d e modo que el cuello quede m á s aba-
j o del nivel del suelo. Se t e n d r á especial
cuidado d e suprimir l a s yemas que que-
d e n enterradas, con excepción d e l a s dos
m á s altas, pa.a impedir que broten. L a s
raíces, desde el segundo nudo, no serán
podadas completamente, sino t a n sólo des-
puntadas para que lleguen a bastante pro-
fundidad (figura número 5 ) .
No s e aconseja seguir e s t e sistema
siempre, sino únicamente cuando los reto-
ños sean vigorosos y maduros y s e quie-
r a que l a planta utilice para su alimenta-
ción la humedad d e l a s partes profundas,
ya sea por no poder disponer d e agua eu-
ficiente d e riego o simplemente para eco-
nomizarla. E s t e sistema h a dado buenos
resultados donde el agua del subsuelo, por
l a capilaridad, s u b e a cierta altura y así
es aprovechable por las plantas desde L e -
go. Como en e l caso anterior, s e cubrirán
las yemas que salen f u e r a de la superfi-
cie con tierra desmenuzada y seca y s e for-
marán los bordos y canales d e riego.
Si s e trata d e una gran plantación y por
consecuencia e s necesario empezar a l a
plantación temprano hay que t r a t a r d e evi-
tar que las plantas broten con anticipa-
ción, pues fácilmente s e r á n quemados los
retoños, por las heladas tardías. P a r a con-
seguirlo s e plantan las barbados sin po-
dar sus sarmientos y en l a primavera, cuan-
do la bella estación despierta, s e podan de-
jando dos yemas que s e cubren con tierra
d e la misma manera que anteriormente s e
dijo: las raíces se podan d e s d e el momen-
to d e la plantación, del mismo modo q u e
en el primer caso.
L a plantación aunque s e a d e vides eu-
ropeas o de injertos, s e lleva a cabo del
1 - modo antes descrito.
i L a época d e la plantación es e n febrero
y marzo.
-RIEGOS Y CUIDADQS QUE DEBEN
DARSE A LA V I D E N E L P R I M E R
ANO DE SU TRASPLANTE A SU
TERRENO DEFINITIVO
L a vid, durante su permanencia en l a
almáciga, necesita frecuentes riegos, re-
cién trasplantada ‘a su lugar definitivo se
regará: al principio, cada 10 a 15 días, dis-
minuyendo poco a poco l a frecuencia d e
los riegos, d e tal manera que al princ;>io
del segundo año d e su permanencia en
s u terreno, o s e a al tercero d e su vida,
reciba los riegos adecuados d e que trata-
remos en l a s siguientes sugestiones.
Los riegos en la primavera del primer
año del que tratamos, s e r á n dados cada
10 a 15 días y al final del año s e r á d e 20
a 25 dias según e l terreno.
Los trabajos que recibirá el plantío nue-
vo consistirán e n tener el terreno com-
pletamente Iimpio d e yerbas dando, cuan-
do menos anualmente, t r e s a cuatro escar-
d a s profundas y u n a o dos escardas Iige-
ras, cuidando que las plantas durante es-
t a s labores no s e a n maltratadas por el
azadón o arado.
D u r a n t e este mismo año pueden s e r
seleccionados los sarmientos. Si nacen
exuberantes s e d e j a n únicamente dos, con
el fin de q u e éstos s e desarrollen y madu-
ren perfectamente bien: los otros serán
extirpados a mano, cuando todavía sean
pequeños y no midan m á s d e unos centí-
metros d e largo.
También d e b e n dáreeles las azufracio-
nes y la aspersión con caldo Bordelés, a

340 341

que nos hemos referido e n l a s Sugestio-
nes Oportunas No 22.
E n el primer año, e s conveniente po-
nerle a cada planta u n a estaca para guiar
los retoños nuevos hacia la dirección del
sur. E s t a s estacas deberán s e r suficiente-
m e n t e fuertes para resistir los vientos y
el amarre debe hacerse convenientemente
y cuidando los retoños nuevos, pues d e l
otro modo los vientos fácilmente los arran-
carán. (Figura número 6 ) .
E L I N J E R T O D E LA V I D
La causa d e l a injertación en l a viticul-
tura e s debida a prevenir l a s plantas d e l
ataque d e l a (Filoxera Vastatrix) chinche
d e l a vid, insecto que vive e n la raíz d e
l a planta reproduciéndose extraordinaria-
mente, y que f u é la causa d e que el culti-
vo d e l a vid decayera en el siglo XVIII
destruyendo rápidamente !os viñedos d e
Europa en donde s e trabajó activamente
para encontrar e l medio d e destruirlo, al
grado d e ofrecer los particulares y los Go-
biernos s u m a s considerables al autor d e
un procedimiento eficaz, económico y prác-
tico que destruyera e l insecto.
E n t r e los medios que s e conocen para
evitar el ataque d e la filoxera y para pre-
PLANPACION
Fig, 5 .
DEF INITI V Q
=-,4 - cultivo d e Ia pIanta Bntre Europa y nues-
35 ctms.
342
- _-
venir BUS efectos destructores, citaremos
MODO DE INCLINAR E A C I A E1 SL? LAS PLAN--.
cinco :
19-Injertar sobre vides americanas, las
europeas, pues las primeras son resisten-
t e s a los ataques del insecto.
. i .
Fig.6.
2º-Tratar e l terreno de l a plantación d e
vid con inyecciones d e sulfuro de carbono,
por medio d e inyectores especiales, l a s que
previenen y disminuyen en parte los efec-
tos d e !a plaga.
39-Inundar el terreno plagado duran-
t e 24 o 26 días que desgraciadamente da-
ñan a !as vides también y requieren una
capa d e agua permanente.
4º-Plantar vides europeas sin injertar
e n terrenos inmunes o s e a n los arenosos
que contengan 75% d e arena (sílice).
5º-Plantar vides europeas sin injertar,
en terrenos pulverizados, aunque no sean
inmunes contra !a filoxera y regándolos
e n la primavera y verano por medio d e
inundaciones cuya capa d e agua tenga u n
espesor d e 20 a 30 centímetros, sin agre-
decirse que la vid prospera bien y da cose- el extranjero por lo general no s e u s a el
gar m á s agua como s e menciona, y deján-
chas abundantes y s e evitan d e e s t e modo agua d e riego.
dola consumir por l a tierra. Este sistema
los grandes gastos d e l a injertación. Aun- S e deduce que d e los citados métodos,
d e riego s e lleva a cabo semejantemente
que por este sistema l a vid e s ligeramente en la República actualmente podemos usar
como s e hace con e l trigo- y ha dado tal
atacada por la filoxera, el daño e s insig- t r e s y son:.
resultado, que los viticultores en Cuatro
nificante y vive la planta d e 20 a 25 años 19-Injertar sobre vides americanas las
Ciénegas, prefieren hacer sus plantaciones
bien. europeas.
directas y regarlas por el sistema men-
E n abono al sistema tratado al último, 29-Plantar vides europeas sin injertar,
cionado a emplear el método de injerta-
o sea, hechas con el d e inundaciones aun- e n terrenos inmunes.
ción. Estos datos s o n netamente obteni-
dos d e la práctica y con seguridad puede que s e a relativamente poca cantidad de 3º-Plantar vides europeas sin injertar,
agua y con tal que s e a n repetidas, citare- en terrenos no inmunes y aplicando los rie-
DE LOS BARBADOS A SU LUGAR mos las observaciones hechas con anterio- gos por medio del sistema d e inundaciones
ridad por el autor d e l a presente y presen- con 20 o 30 centímetros d e capa d e agua
en la primavera y verano 7 u 8 veces por
tadas en l a Asamblea G e n e r a l Agrícola d e
León, Gto., el día 15 d e enero d e 1919. año, los demás riegos pueden ser ya m á s
“Sin embargo, hemos notado que en la ligeros.
República las plantaciones e n lo general, El tratamiento por el bisulfuro d e car-
resisten notablemente más contra los ata- bono, por ser muy costoso y a veces peli-
. . ques d e l a filoxera que en Europa. E s t a
groso para l a planta no es d e recomen-
darse.
c observación práctica e s contradictoria d e
El tratamiento de inundación del terre-
lo que asienta en teoría, pues l a filoxera no durante 24 o 26 días, en la práctica n o
en climas calientes d a m á s generaciones h a dado resultado por las enfermedades
que en los climas templados”. que contraen l a s plantas.
“Durante mis diez años d e práctica e n el
país, noté con sorpresa e s t e fenómeno, pues MANERA DE INJERTAR CUANDO SE
c ignoraba la c a u s a ; pero a medida que trans- T R A T A DE T E R R E N O S NO l N M U N E S
currió el tiempo pude d a r m e cuenta d e Y D O N D E ESCASEA E L A G U A P A R A
que el hecho s e debe a l a diferencia d e l I N U N D A CI O N E S
tro país ya que aquí hay que regar las Si s e trata d e injertar vides “america-
plantaciones (lo que d a ñ a al insecto) y en nas” con europeas, e l viticultor d e b e con-
343
--

t a r con plantas “americanas” plantadas e n
su lugar definitivo d e las variedades pro-
pias al terreno de que ya tratamos en l a s
“Sugestiones Oportunas’’ N” 22, pues así
contará con sarmientos anualmente, que
servirán para pie; d e otro modo s e r á di-
Fig. 7. Fig.Ei.
l3
fícil la propagación por medio d e injertos,
porque t e n d r á que comprar los sarmientos
americanos d e otra parte y plantarlos . . en
primer lugar en almáciga y después injer-
tarlos ya que hayan cumplido u n año en
ese lugar.
a El injerto puede hacerse a mano con sar-
Contando con sus propios sarmientos
“americanos”, l a injertación s e h a r á d e s d e
. . luego sobre el sarmiento e n pleno vigor.
w- Es necesario contar por t a l razón, no3, t a n.
sólo con vides silvestres "americanas , si-
no también con las variedades propias “eu-
ropeas” que darán l a s púas.
Como ya s e dijo, para injertar d e b e n te-
nerse dos clases d e sarmientos: uno q u e
sirva para pie y el otro para púa. Los sar-
mientos para pie son los americanos; para
el injerto son únicamente útiles los euro-
peos y algunos híbridos. D e b e elegirse l a
variedad tanto d e los sarmientos ameri-
canos como d e los europeos.
M u y importante e s conocer l a cantidad
de carbonato de cal que contiene e l terre-
no donde va a hacerse l a plantación. Go-
mo hay algunas variedades d e vides ame-
ricanas s e busca l a que e s adecuada al te-
rreno para que los resultados s e a n bue-
n o s ; s i s e u s a variedad americana para
pie, que no resiste la cantidad d e cal del
terreno, las plantaciones producen hojas
amarillas (clorosis), decaen sin d a r resul-
tados satisfactorios.
mientos o con barbados que h a n perma-
va a quedar el c o r t e ; por eso s e colocan
juntos cubriéndolos con u n 2 capa d e are-
na muy fina d e 10 centímetros y llenando
bien d e arena los espacios. E s t a capa d e
arena s e humedece con frecuencia, perma-
neciendo los sarmientos (americanos) e n
el hoyo d e 8 a 12 días.
Los sarmientos europeos s e colocan en
u n sitio m u y fresco, cubriéndolos con are-
na seca el mismo tiempo que los otros
estén en el agua.
Cuando s e cortan los sarmientos ameri- ,
canos y europeos s e les d a 60 a 70 centí-
metros d e longitud, procurando hacer el
corte en los americanos, 5 a 6 centímetros
abajo de l a última yema (fig. No 7 ) .
. .
L a experiencia h a demostrado que en
México pueden injertarse los sarmientos
americanos y europeos inmediatamente que
s e cortan, s i n prepararlos previamente e n
agua y dan u n regular resultado.
L a época del injerto comprende todo el
m e s d e diciembre y enero.
Los Sarmientos americanos s e toman de!
agua al ir a verificar el injerto, cortando
todas las yemas menos u n a o dos d e las
últimas, de l a parte inferior (fig. N 7 13).
Q

i necido u n año en almáciga y ya tienen
raíz.
Cuando s e hace el injerto e s importante
que en los sarmientos americanos que van
a servir para pie haya siempre circulación
d e savia, cosa que no d e b e suceder con los
europeos que van a injertarse.
Tratándose de plantas americanas con
raíz, s e toman é s t a s d e l a almáciga poco
antes d e hacer el injerto y s e colocan en
agua para limpiar l a s raíces d e tierra y
otras substancias que llevan frecuentemen-
t e adheridas y también para violentar l a
circulación d e 12 savia en ellos; cuando s e
I
I I
t r a t a d e sarmientos americanos, s e depo-
sita el sarmiento después d e s e r podado,
en agua, durante dos o t r e s días, intro-
SARMIENTO duciendo l a parte superior y dejando l a
AERICANQ inferior fuera (invertido). Los sarmientos
SARMIENTO AMER 1 ( P I E ) PRE y plantas con raíz deben estar protegidos
CANO ( P I E ) AN .- PARADO PA BARBADO A E R T - del viento, del calor excesivo, y d e b e n in-
TLS DE. SER R3E- R A LA IN-- CANO ( P I E ) PRE P jertarse antes que comiencen a brotar. La
PARADO PARA GERTACZON. P A A A D 3 P A R A LA-
BARBADO AMERICA- INGERTACION. parte que 5e pone e n el agua e s aquella
INGERTAClON. donde va a hacerse e1 corte. P a r a injer-
NO ( P I E ) ANTES - tar, también ,:e recomienda colocar Ics
DE SER PREPARADO
PARA LA TNGERTA- sarmientos invertidos en u n hoyo, e s de-
CION. cir, dejando en el fondo l a parte donde
E n las plantas que tienen raíz, como
pueden presentarse éstas a varias alturas,
s e cortan l a s d e arriba, dejando sólo las d e
abajo, de l a s que s e despuntarán l a s m á s
largas (fig- No 8 13). Los sarmientos eu-
ropeos también s e lavan antes d e hacer el
injerto para que e l corte d e l a púa no ileve
tierra ni o t r a s substancias; como estos
sarmientos s o n muy largos s e dividen en
partes pequeñas, dejando a cada parte u n a
sola yema, quedando arriba d e l a yema dos
centímetros y abajo d e l a misma, ? u 8
centímetros; en l a parte m á s larga s e hace
el corte para injertar (fig. NQ9 ) .
D e los distintos procedimientos q u e s e
usan para injertar, el m á s recomendable e s
el “inglés doble”. L a operación d e injer-
tar por este procedimiento s e hace con má-
quinas apropiadas o a mano, Sólo nos ocu-
paremos aquí del método a mano.
El sarmiento americano que va a servir
d e pie medirá 45 centímetros; a esa altura
s e hace u n corte oblicuo y ligeramente
cóncavo, que mida dos veces el grueso del
sarmiento o u n poco más. (Fig. No 10).
E s t e corte se hace d e una sola tajada (sin
apoyar e l sarmiento e n la mesa o e n o t r a

344 345

parte), arriba d e l a última yema, para que
s e repita en caso d e echarse a perder ?os
primeros. Los bordes d e este corte afec-
t a r á n la forma d e u n óvalo.
S e u s a r á un cuchillo muy cortante que
s e limpiará con u n lienzo seco después
d e cada corte.
Hecho lo que llamaremos primer corte
(fig. N" PO A ) , s e verifica u n segundo cor-
te en sentido longitudinal. P a r a e s t e cor-
t e s e coloca la navaja e n posición perpen-
dicular al primer corte, en la parte supe-
rior del óvalo según la línea marcada en
la fig, No 15 A, y que como s e nota, está
f u e r a de1 centro d e Ia médula y como a
u n tercio del e j e mayor del óvalo. Al ha-
cer este corte, que s e inicia con l a navaja
e n posición perpendicular, s e continúa, bus-
cando bruscamente l a dirección longitudi-
nal, siguiendo el "'hilo" del sarmiento y te-
niendo cuidado de n o desviarse hacia la
INGERTO
A.
Fig. 9 .
A u otros que nada m á s ligarán y cubrirán
PUA
EUR O
PEA.
PUA EUROPEA
DE UNA YEMA.
P IE
AMERI
CANA o
SARMIENTO Eu-
ROPEO QU& SIRVE
PARA P'JA AMES D%
SER PRE PAR WDO e PR IMERO Y SE-
GUNDO CORTES.
346
r'
m é d u l a ; el corte debe quedar como s e ve CORTES DEI I N G E H T O INGLES DOBLE.
en l a fig. NQ 10 B.
E n l a púa s e kacen los mismos e igua-
les cortes (fig. No 10 B), de modo que s e
ajusten exactamente e n los del pie, para
los cuales e s necesario que ambos sarmien-
tos tengan el mismo d i á m e t r o ; así l a cor-
teza de uno debe ajustarse e n l a del otro
y la circulación d e 12 savia s e establecerá
sin dificultad alguna.
Ajustados los sarmientos (fig. No 10 C),
s e amarran o ligan con rafia o algodón,
cinta o hilo; el hilo o cordón s e r a u n poco
grueso y torcido; las vueltas quedarán algo
separadas y llegarán m á s arriba y m á s V
CORTE C O R S O
abajo del punto donde acaban los cortes,
sin tocar las yemas, (fig, N o 10 D). CORTE MEDIANO
CORTE LARGO.
L a parte ligada s e cubrirá con tierra mo- Figura 11.
jada, escogiendo la m á s pegajosa o con
papel d e e s t a ñ o ; esta cubierta tampoco de- Estas yemas quedarán opuestas, según rencias que debe uno tener presentes por
b e toca- las yemas. (Pig. No 10 E). la colocación natural de estos órganos e n l a s e r d e mucha importancia.
planta. S e usan en e s t a operación zanjas d e 40
DE INGLES DOBLE. Resulta más limpio y rápido el trabajo a 45 centímetros d e profundidad y d e 25
B destinando a uno o varios operarios a ha- a 30 centímetros d e ancho. L a profundi-
F i g . a0 cer los cortes y ajustar únicamente: otro d a d d e la zanja d e b e permitir siempre
l a soldadura quede sobre el nivel del s
l a parte injertada y por último otros. plan- a u n a altura d e 10 centímetros, y su foil-
C. D. t a r á n inmediatamente los injertos ; pues do será removido para así facilitar ei des-
l a plantación no debe r e t r a s a r s e a pesar arrollo d e las raíces (fig. NQ 12).
d e que e s posible resguardar los injertos Los injertos se colocan perpendicular-
enterrando entre capas d e arena fina y se- mente d e modo que l a base quede en e l
ca (capas alternadas, planta y arena) has- centro de la zanja o también pueden s e r
t a su plantación. plantados semejantemente a los sarmien-
Es d e recomendarse que la injertación s e tos, poco inclinados d e modo que la base
i haga en sombra, pero todavía mejor en u n a
pieza con suficiente luz y que los operarios
quede en l a tercera parte d e l a zanja y la
parte superior s e dirija a una pared d e l a
trabajen sentados enfrente d e u n a m e s a misma.
para así t e n e r a l a mano las púas, navaja, Cuando s e plantan los injertos s e corta el
ligaduras, etc. pie y lo sobrante d e l a parte inferior, pro- 1
D u r a n t e e l trabajo los sarmientos ame- curando que quede el corte u n poco m á s
ricanos deben guardarse en cubetas d e abajo d e la última yema. La distancia a
agua y cada operario d e b e tener a l a mano que deben estar los injertos en l a zanja es
r ,
bastante cantidad tanto d e púas como d e d e 20 centímetros, y u n a vez plantados
1
i, ,
pies para saber elegir los d e igual grueso.
El primer corte puede s e r corto, media-
s e tapan d e la siguiente m a n e r a : primero
se coloca una capa d e tierra fina, que s e
no o largo, pero el m á s preferible es e l me- humedece con u n a regadera, luego va otra
diano (fig. NQ 11). capa d e tierra que también s e humedece
I y así sucesivamente h a s t a llenar toda la
'c PLANTACION DE LOS INJERTQS E N z a n j a ; l a soldadura como ya dijimos an-
1
LIGA- CUBIEH - LA ALMA CIG A teriormente queda afuera del nivel del
AJUSTADO, DO TO C O N suelo y s e cubre completamente con tierra
LODO O Ea plantación d e los injertos en l a al- seca muy pulverizada, d e modo que sc for-
PAPEL-DE máciga e s parecida a l a plantación d e los m e u n pequeño montón que s e hace y pren-
ESTANO sarmientos d e aquella, pero existen dife- s a cuidadosamente con la mano en el lu-
I
I
347

gar d e la unión hacia l a planta para que
é s t a no s e mueva del sitio que l e corres-
ponde, formándose así u n borde.
L a capa de tierra seca que d e b e prote-
ger la unión t e n d r á el espesor d e 5 a 6
centímetros (fig. NQ 12).
L a s capas d e tierra humedecida que s e
ponen e n l a zanja s e comprimen Fuerte-
m e n t e con los pies o con picón.
Tratándose d e mayor cantidad d e injer-
tos, las zanjas paralelas deben estar una
d e otra a 1.20 o a 1.30 centímetros, entre
las mismas puede regarse la almáciga de
injertos convenientemente.
CUIDADO DE LQS INJERTOS DE AL-
MACIGA DURANTE EL PRIMER ARO
Es d e s u m a importancia que el borde d e
l a tierra que cubre a los injertos s e a muy
pulverizado y suave para que facilite el
crecimiento d e los brotes: s i s e endurece
e s t a capa, impedirá que salga e l brote al ex-
terior. Cuando la lluvia o el riego ordina-
w 40 c t m s .
348
rio desbarata esta cubierta, d e b e componer-
s e dejándola como estaba en u n principio.
El espacio que media entre uno y otro
borde s e limpia cuantas veces s e crea ne-
cesario. S e recomienda que siempre que
s e pueda, en todos los riegos s e verifique
l a limpia sin esperar que la tierra s e en-
durezca.
Cuando el injerto haya brotado y e l pim-
pollo mida 15 ó 20 centímetros, con el ma-
yor ciridado s e quita l a capa d e tierra seca
h a s t a descubrir ccmpletamente l a unión :
si han brotado raíces arriba d e é s t a SC?
quitan con un cuchillo muy cortante: he-
cha esta operación s e vuelve a cubrir la
unión h a s t a el lugar donde comienza e%
brote, d e manera que l a tierra exterior,
m á s seca, vaya al interior y viceversa. (Fig.
NQ12).
A medida que el retoño va desarrollán-
dose s e va quitando l a tierra que cubre el
injerto, calculando que para mediados d e
septiembre q u e d e enteramente descu-
bierto.
Cuando las hojas comiencen a caerse
n i v
vuelve a cubrirse el injerto y l a unión has-
t a que llegue l a época d e l trasplante.
El descubrimiento del injerto s e practi-
ca por partes, porque si s e verifica esa
operación d e u n a sola vez, s e perjudicaría
notablemente l a planta.
Los riegos que s e d a n a la almáciga se-
rán al principio cada 8 ó 10 días y después
cada 10 ó 15 días.
Cuando al preparar los sarmientos no s e
h a n cortado bien las yemas superiores del
pie (americanas), éstas brotan abajo d e
l a unión; s e debe cortar al mismo tiempo
que las raíces d e arriba cuando s e descu-
bre por primera vez el injerto.
También s e acostumbra ventilar los in-
jertos, operación que e s muy útil y que s e
lleva a cabo después d e haber cortado las
raíces d e arriba. El injerto s e descubre por
u n momento y luego s e vuelve a cubrir
quedando l a tierra exterior caliente en el
interior y viceversa. Los injertos perma-
necerán en la almáciga u n año.
TRASPLANTE DE LOS INJERTQS OB-
TENIDOS DE LAS ALMACIGAS
Después d e que los injertos hayan per-
manecido en la almáciga durante u n año
y llegue la época d e la plantación, s e pro-
cede a trasplantarlos a su lugar definitivo.
Los injertos s e sacan d e la almáciga, cui-
dando d e que no s e a n maltratadas las raí-
ces ni l a unión d e la soldadura.
L a s raíces que brotan arriba o abajo d e
l a soldadura, s e cortan y únicamente s e
dejan las d e abajo precisamente siguien-
do las instrucciones mencionadas al hacer
el trasplante d e los sarmientos con raíz.
Arreglados así s e trasplanta e n lugar pre-
parado d e antemano. Los sarmientos que
brotan del injerto, también s e cortan de-
jando nada m á s uno con dos yemas.
P a r a llevar a cabo la plantación deberá
s e r preparado convenientemente y con an-
ticipación e l terreno. Al trasplantar los in-
jertos pueden seguirse todas l a s reglas q u e
s e refieren al trazo d e las líneas, modo
d e verificar el trazo d e éstas, orientación
d e las mismas, distancias que deben guar-
d a r las plantas, etc., que h a n sido mencio-
nadas anteriormente al t r a t a r d e la tras-
349
plantación de aquellas obtenidas en l a
almáciga, a su lugar definitivo.
Los hoyos d e b e n s e r d e 50 a 60 centí-
metros d e profundidad, con u n ancho d e
unos 30 a 40 centímetros.
El injerto puede colocarse en el centro
o a un lado. Cuando va a u n lado s e d e j a
u n poco inclinado, dirigiendo las raíces al
centro d e la z a n j a : tapando toda la planta,
d e modo que l a última yema quede cubier-
t a con u n a capa d e tierra d e 3 ó 4 centí-
metros d e espesor.
Cuando s e t r a t a de injertos comprados,
que s e h a n hecho venir d e otro lugar, s e
desembarcan y s e plantan e n seguida. Si
no e s posible llevar a cabo l a plantación
desde luego, s e colocan los injertos e n zan-
j a s cubriéndolos con tierra, d e preferen-
cia arena, dejando únicamente fuera d e l a
tierra las partes extremas d e los sarmien-
tos nuevos.
D u r a n t e la plantación debe tenerse pre-
s e n t e todos los cuidados ya mencionados
al tratarse de l a plantación d e las plantas
de almáciga, a su lugar definitivo,
GUIDADQS QUE DEBEN DARSE A LAS
PLANTAS DE INJERTOS TRASPLAN-
TADAS A S U LUGAR DEFINITIVO
DURANTE E L P R I M E R ARO
Las labores s e r á n iguales, lo mismo que
los riegos, es decir, t a l como fueron seña-
lados en el capítulo “Cuidados que d e b e n
d a r s e a l a vid en el primer año d e su tras-
plante a su terreno definitivo”.
Los sarmientos también s e selecciona-
rán dejando únicamente dos con el fin d e
que éstos s e desarrollen bien y si s e no- t
t a n retoños nacidos d e l pie d e éstos, in-
mediatamente se extirparán, así como s i
s e notan raíces nacidas del injerto serán
por completo extirpadas. E s t e último tra-
bajo es d e s u m a importancia, pues d e no
hacer l a extirpación d e las raíces éstas po-
co a poco s e fortificarán ocasionando l a
pérdida del pie o l a debilitación d e l a
planta,
L a s azufraciones y aspersiones s e darán
según ya mencionamos en las “Sugestio-
n e s Qportunas” NQ 22.
El estacado s e h a r á d e l a manera indi-
cada en el capítulo sobre cuidados que de-

C C
F i g x a 13.
ben d a r s e a l a vid durante el primer año queña d e tierra (una muestra pequeña) pa-
de su trasplante a su terreno definitivo. r a hacer la experiencia; y en ei segundo,
d e cada capa s e toma también pequeña.
COMO SE C O N O C E APROXIMADA- El vinagre muy fuerte o el ácido clorhí-
MENTE LA CANTIDAD DE CAR- drico, s e utilizarán e n e s t e caso. S e ponen
e n la tierra que s e ha tomado, una o dos
BONATO DE CAE
gotas de vinagre o ácido clorhídrico: si l a
tierra no hierve o hierve muy poco no tie-
Tratándose d e injertos como y a mencio-
n e nada d e carbonato d e cal, o contiene
namos, e s de s u m a importancia elegir la
u n a cantidad no mayor d e un 30%.
vid americana que s e u s a r á como pie para
Si la tierra hierve, primero lentamente
que e s t e prospere bien en el terreno. De-
d e tomarse siempre e n consideración el y luego con rapidez, la cantidad d e carbo-
carbonato d e cal e n el terreno, porque unas nato d e cal es mayor que en e l caso ante-
variedades d e las vides americanas pros- rior, pero no es muy considerable (40%).
Si la tierra desde l a aplicación de% áci-
peran únicamente en terrenos que contie-
do hierve rápidamente, esto probará que
n e n 10 a 15% d e carbonato de cal, mien-
l a cantidad d e carbonato de cal e s muy
t r a s otros prosperan hasta en terrenos d e
notable.
5Q% d e carbonato d e cal soluble. P o r lo
que s e ve e s necesario conocer, antes d e E n estos dos casos, principalmente en
el último, s e d e b e tener e l mayor cuidado
elegir l a vid americana, l a cantidad d e car-
para conocer bien la cantidad d e cal y as;-
bonato d e cal existente en el terreno.
El terreno puede presentar, h a s t a 1 me- mismo escoger la variedad americana m á s
apropiada al terreno. L a cantidad d e car-
t r o de profundidad u n a o varias capas. E n
el primer caso s e toma una cantidad pe- bonato d e cal s e determina químicamente
350
L
por medio del cacímetro d e Bernard o me-
jor con el aparato de Scheibler. P a r a ha-
cer este análisis s e lava l a tierra y sólo
e n l a que permanezca en suspensión en
el agua s e debe señalar e l carbonato d e
cal, Qcúrrase en estos dos últimos casos
a l a Dirección General d e Agricultura pa-
r a que determine químicamente el carbo-
nato d e cal en el terreno e n cuestión.
M O D O DE RECONOCER LOS TERRE-
NOS INMUNES A LA FILOXERA
Tratándose de u n terreno que promete s e r
inmune a l a filoxera, el propietario mis-
mo puede cerciorarse de s u inmunidad.
S e llaman terrenos inmunes aquellos e n
los que no vive l a filoxera. Estos son úni-
camente los arenosos que contienen d e
75% d e arena en adelante.
H a s t a ahora s e h a creído que la filo-
xera no vive en estos terrenos porque hay
mucho silicato en ellos : estudios recien-
tes han demostrado que no sólo s e debe
esta particularidad a Ia presencia del d i -
cato, sino que en estos terrenos l a capaci-
dad d e agua e s m á s uniforme y no quedan
espacios secos que favorezcan l a vida d e
la filoxera al uszr riegos o e n caso d e
lluvia.
No son inmunes los terrenos arenosos
que contienen mucho carbonato d e cal o
mucho s a l i t r e ; como n o son muy pulveriza-
bies, l a filoxera puede vivir en ellos.
Química y prácticamente pueden cono-
cerse los terrenos inmunes. Señalaremos
el método práctico.
Tómanse muestras de tierra que s e mez-
clan con agua, amasándose con l a mano
para formar cilindros de 10 centímetros d e
' 1 largo y del grueso d e un dedo: s e secan
al sol y al estar bien secos s e tocan con
dos dedos como para cogerse; los que s e
desmoronan son d e tierra inmune. E n es-
tos terrenos d e b e el propietario plantar di-
rectamente sarmientos europeos : hay s i n
embargo que abonarlos porque no son por
naturaleza ricos en substancias nutritivas.
Siguiendo l a anterior indicación, s e obtie-
nen buenos resultados. EQS terrenos are-
nosos considerados hasta ahora s i n valor
alguno para el cultivo en general, planta-
dos d e viñas d e j a n al propietario buenas
utilidades.
R I E G O S P O R INUNDACION PARA
PLANTIOS DE VIDES EUROPEAS
EN TERRENOS NO INMUNES
A LA FILOXERA
Aplicando riegos por inundación con ca-
pa d e 20 a 30 centímetros de agua en ca-
d a riego, h a dado últimamente resultados
seguros y muy satisfactorios en Cuatro
Ciénegas, Coah., contra la filoxera. E n
donde este cultivo había declinado en el
año d e 1910, precisamente por los estra-
gos de la filoxera, d e s d e que s e aplica
este sistema de riego, e l cultivo d e la vid
empieza d e nuevo a florecer aumentando
año por año la superficie cultivada d e vid.
Usando este sistema las vides pueden
s e r plantadas directamente no sólo en te-
rrenos inmunes sino casi en todas las cla-
s e s d e terrenos con l a excepción d e los
muy arcillosos y muy pedregosos. Usando
e s t e sistema, los riegos mencionados, ase-
guran el cultivo d e la vid durante quince
a veinte años y a l a vez s e evitan ? o s gas-
tos que s e presentan al hacer los injertos.
Aplicando el sistema d e inundaciones,
e s d e importancia que éstas s e a n lleva-
d a s a cabo debidamente, 7 u 8 veces por
año.
L a planta debe recibir estas inundacio-
nes desde su segundo año d e trasplanta-
da. Estando ésta en l a almáciga, los
riegos que s e le d a n cada ocho o diez días
por medio d e surcos impiden desde e l
principio el desarrollo de l a filoxera, asi-
mismo los frecuentes riegos en el primer
año, en s u lugar definitivo, son suficien-
tes para impedir l a propagación d e dicha
plaga, porque en el país l a s plantas en el
primer año d e su plantación reciben por
lo general cada 10 a 15 días un riego.
Transcurriendo el primer año d e estar
la planta e n su lugar definitivo, el siste-
ma d e riego que h a s t a e s t a fecha s e llevó
a cabo por medio d e surcos s e cambiará
por e l sistema d e inundación, lormando
cajetes en el viñedo. (Figura número 13),
para lograr que el agua toque directamen-
t e el tronco d e las plantas. El mencionado
sistema de riego e s muy bien conocido en-
t r e los agricultores del país, porque casi
e n toda l a República s e u s a en l a s siem-
bras del trigo, con l a diferencia que los ca-
jones que s e forman e n el viñedo s e for-
marán m á s pequeños q u e los que s e u s a n
para regar el trigo. Los cajones q u e s e
forman para riego no d e b e r á n contar ma-
yor superficie que l a d e 10 x G metros
aproximadamente, teniendo siempre a l a
vista que s e a n perfectamente bien nivela-
dos y que estén en condiciones d e inundar
e l terreno con u n a capa d e 20 a 30 centí-
metros d e agua.
L a cantidad d e agua que s e menciona
arriba y que estará únicamente sobre el
terreno hasta que s e filtre, humedecerá
la tierra perfectamente bien no quedando
espacios para e l refugio d e l a filoxera o
chinche d e las raíces d e la vid, dificultan-
do así s u propagación.
Usando el sistema d e irrigación por me-
dio d e inundación los bordes de los caje-
t e s deben s e r suficientemente altos y an-
chos para que resistan el empuje d e agua
d e 20 a 30 centímetros d e espesor. E n la
figura número 13, se ve la disposición d e
estos bordes, formando los cajetes men-
cionados en u n viñedo regado por e l siste-
m a d e inundación. A. A. Bordo principal.
B. B. Bordos secundarios. X. X. Lugares
donde los bordos s e cierran o s e abren se-
gún l a voluntad para dejar pasar el agua
d e un cajete a otro.
Es d e suma importancia que los riegos,
usando este sistema, s e verifiquen e n días
nublados o en las horas d e l a t a r d e o no-
che para evitar que la capa d e agua pro-
porcionada s e caliente por e l so1 en las ca-
j a s formadas por los bordos d e tierra. Un
riego verificado por e l sistema d e inunda-
ción en u n día caluroso perjudicará gran-
demente nuestro viñedo, ocasionando en
la planta trastornos d e circulación d e sa-
via. L a s plantas de vid regadas con agua
excesivamente calentada por el sol provo-
can tumores e n los troncos d e las plantas
con u n a estructura esponjosa, cuya enfer-
medad e s denominada “potra” o "exsos-
tosis” d e la vid. Cortina “rompe-vientos” protectora de un vivero de naranjos. Los árboles
tienen 2% años de edad y proceden de estacas. .

cipalmente en el norte d e México, s e hagan plantacicnes d e estacas para obtener re-

sultados más rápidos.
Propagación y Cultivo del
1

Por Daniel F.. GALICIA.
Forestal de Extensión.
H I S TORIA
STE árbol, originario d e Europa y Asia (se encuentran 60 variedades d e
él desde el Mediterráneo h a s t a la India y Japón), está siendo propagado
rápidamente en el s u r y suroeste d e Estados Unidos, debido sobre to-
do a s u rapidez de crecimiento, pues en t r e s años alcanza alturas d e cin-
co a seis metros, siendo la normal, al desarrollarse ccmpletamente d e
10 metros. O t r a característica por la cual s e le aprecia tanto e s que s e
adapta muy bien a suelos áridos y climas secos, como por ejemplo los del norte d e Mé-
XlCO.
Las estacas pueden clasificarse en dos grupos: verdes y maduras. Las verdes pro-
ceden d e madera desarrollada e n el mismo año, en cuyo caso deberán tenerse primero
en invernadero para trasplantarla al siguiente año. L a s maduras, procedentes d e made-
r a d e años anteriores, que son las que s e prefieren para plantaciones en general, no de-
mandan m á s atención que conservarlas húmedas una vez cortadas y plantarlas conve-
nientemente en s u lugar definitivo.
CORTE DE LAS ESTACAS
Estas deberán t e n e r dimensiones regulares para obtener d e ellas sujetos bien des- ti
arrollados, debiendo preferirse u n a longitud d e 0.40 mts. y dos y medio centímetros d e E
diámetro en s u parte m á s delgada, usando unas tijeras d e pcdar bien afiiadas para evi-
t a r desgarraduras e n los cortes y haciendo el corte en forma d e bisel, e s decir, diagonal
o sesgado.

L a variedad que mejor s e adapta a las condiciones d e este Continente y que se dis-
tingue por s u rápido crecimiento e s la conocida por el nombre d e articulata, que proce-
d e del norte d e Africa y parte oeste d e Asia.
PROPAGACION
Aunque ésta s e hace bien por semilla, l a cual e s muy fina y por consiguiente difí-
cil d e conseguir en el mercado, siempre e s d e recomendarse que en nuestro país, prin-
Conforme vayan siendo cortadas l a s estacas s e colocarán d e modo que no queden
expuestas a una rápida desecación, y cuando s e a necesario plantarlas en la misma re-
gión s e colocarán e n t r e arena o tierra húmeda.
Cuando dichas estacas vayan a enviarse a lugares distintos s e empacarán entre
musgo, cotenses, siendo también d e aconsejarse el empleo d e papel d e periódico; to-
dos estos empaques deben d e humedecerse para evitar s u desecación. Al recibir las es-
tacas desempáquense inmediatamente y s i no e s posible piantarlas luego entonces co-

352
iI

~~.. ... ~
 - ’
l
P
lóquense entre arena o tierra h ú m e d a , haciendo una excavación en u n lugar que no es-
t é expuesto a los rayos del sol.
EN D O N D E HACER LA PLANTACION
D e b e r á elegirse previamente el lugar e n que s e va a hacer la plantación, debiendo
Y
preferirse los siguientes en e l orden que s e d a n : . i,
1.-Para formar cortina rompe-vientos protectora d e habitaciones, huertos frutales,
hortalizas, establos, cultívos agrícolas, etc., etc.
2.-Formación d e una cortina rompe-vientos en u n a escuela pública.
I
k?
3.-Plantación d e demostración e n terrenos salitrosos.
4.- Plantaciones en carreteras o calzadas para ornato d e las mismas. P u e d e n ele-
girse otros sitios según las condiciones del lugar, pero siempre deberá preferirse que
l a s plantaciones s e hagan en donde e s t é n a l a vista d e los agricultores d e l a región, es
decir, cerca d e caminos transitados para q u e continuamente s e d e n cuenta d e los pro-
gresos que s e obtienen con el cultivo d e dichos árboles.
C O M O H A C E R LA P L A N T A C I O N
La época m á s apropiada para plantar l a s estacas d e Tamarix e s de octubre a ju-
nio, pero s e procurará hacerla preferentemente a fines del otoño o durante el invierno.
Cuando el terreno e s t é muy duro s e procurará reblandecerIo con u n riego para abrir
fácilmente un surco o pequeña zanja, ya s e a con arado o excavando en o t r a iorma. S e
coloca u n cordel para alinear l a plantación d e las estacas procurando transportar é s t a s
e n u n depósito que contenga iodo líquido. D e s p u é s se colocan a distancias que varían
Cortina “rompe-Vientos” ae Tamarix, de 3 años de edad, protegiendo
un huerto de naranjos.
354
I
Plantación de “Tamarix hecha en no- Cortina “rompe-vientos” de Tamarix, de
viembre de 1930. Fotografía toma- un año de edad, procedente de estacas.
da en octubre de 1931.
entre 1.50 y 5 metros, según s e a el empleo que s e pretenda darles, e s decir, l a prime-
r a cuando s e t r a t e d e formar cortinas rompe-vientos y la segunda cuando s e a n planta-
ciones d e ornato en jardines, carreteras, etc. También s e puede emplear el sistema d e
hoyos individuales para cada estaca, pero e s d e recomendarse el primer sistema.
Guiándose con el hilo s e h a r á la plantación d e las estacas e n el surco, zanja u ho-
yos abiertos, procurando q u e aquéllas queden inclinadas formando u n ángulo d e 459 con
el nivel del suelo, cubriéndolas después con tierra, en tal forma que queden f u e r a sola-
mente 3 o 4 centímetros.
Apriétese bien l a tierra dando a continuación u n riego y después otro a los ocho
días, ccn Po que es suficiente para que prosperen las estacas d e T a m a r i x ; pero s e procu-
r a r á vigilar el desarrollo d e las mismas para que en caso de encontrar muy seca la tie-
rra s e den nuevos riegos oportunamente.
CUIDADOS POSTERIORES
Generalmente el Tamarix no demanda mayor atención, pero e s necesario vigilar el
desarrollo d e los brotes para que cuando s e t r a t e d e plantas d e ornato s e d e j e u n solo
vástago que tome posteriormente l a forma d e árbol, porque e s muy propenso a ramifi-
carse desde su parte baja, lo cual e s conveniente cuando s e t r a t e d e cortinas rompe-
vientos, pero no así de árboles de ornato. Cada año, durante el invierno, s e cortarán los
brotes que s e consideren inútiles para d e j a r el m á s vigoroso, pudiendo obtenerse d e
alli nuevas estacas a fin de continuar l a propagación del Tamarix e n otros lugares.
S U PROPAGACION EN MEXICO
L a Dirección General d e Agricultura, interesada en el mejoramiento d e los culti-
vos en el país, h a conseguido con l a Comisión Nacional d e Irrigación l a adquisición d e
25,000 estacas de Tamarix, que s e r á n plantadas en los Sistemas Nacionales d e Riego y
Proyectos como sigue : ,
1
5,000 en el Sistema Nacional d e Riego N” P P r e s a Calles.
5,000 e n el S i s t e m a Nacional d e Riego NQ 3 Tula, Hgo.
7,500 e n el Sistema Nacional d e Riego No 4 Don Martín.
355
 2,500 en e l S i s t e m a Nacional d e Riego No 6 S a n Carlos.
5,000 en el Proyecto Valle d e Juárez. C. Juárez, Chih.
Las fotografías que ilustran este artículo, tomadas en el mes d e octubre d e este
año en u n a propiedad cercana a Nuevo Laredo, Tamps., dan una idea clara del rápido
desarrollo del Tamarix y d e su importancia, ya sea para formar cortinas rompe-vientos,
adorno d e carreteras, etc., etc.
Ea Cría del Conejo en
Colaboración de1 Departamento
A cría del conejo en nuestro
país s e encuentra en su
iniciación.
Esta productiva industria
que en otros países sobre
todo en Francia, h a encon-
trado u n gran desarrollo,
e n t r e nosotros, a pesar d e que puede t e n e r
amplias perspectivas, especialmente en lo
Conejos de América (de pelo corto) y Angora.
que s e refiere a ia producción de pieles,
aún s e encuentra en embrión.
E n la casi totalidad d e las confecciones
d e pieles usadas en abrigos, vestidos d e
señora y d e niños, etc., es empleada l a
piel d e conejo ya sea e n su color y forma
natural o bien teñida y arreglada con cor-
t e s en el pelo.
El pelo s u l o también e s usado en l a fa-
bricación d e fieltros.
D e los relativamente POCOS confeccio-
nadores d e pieles que trabajan en el país,
- T
1 -
. .
4
de Ganadería.
la mayoría d e ellos s e ven obligados a im-
portar las pieles de conejo que necesitan
d e Francia, pues en el mercado nuestro no
pueden ni conseguir la cantidad que re-
quieren, ni las pieles reunen los requisi-
tos deseados; además, las pocas pieles que
s e ofrecen por lo general s e encuentran
mal conservadas.
El otío producto importante del conejo.
la carne, tiene una ccrta demanda debido
principalmente a la falta d e una oferta
constante de e s t e artícu!o alimenticio. En
ocaciones diversos revendedores han ofre-
cido sostener compras por cien o doscien-
tas cabezas mensuales en el mercado d e
México, D. F. D e cualquier manera en
México puede s e r muy lucrativa l a cría
del ccnejo, u n a vez que l a producción de
carne y piel s e a la suficiente para que la
primera tienda a hacerse popular y haya
mayor consumo, y para l a segunda, llenan-
do los requisitos de calidad, color y conser-
Conejos Angora y Habano.
vación, para alcanzar a surtir l a demanda
local.
L a s condiciones d e l a mayor parte d e
la M e s a Central son favorables para l a
explotación del conejo, aunque e n aquellas
en que el forraje verde s e a escaso y caro
no sería posible esperar u n buen resulta-
do, a pesar d e que las condiciones del
clima fueran buen as
E s t e negocio conviene instalarlo en re-
giones cercanas a los centros d e consumo,
d e los cuales en primer lugar d e b e citarse
a México, D. F.
L a cría d e estos roedores podría hacerse
como un negocio anexo al cultivo d e horta-
lizas, alfalfa o alguna otra explotación agrí-
cola. En esta forma s e utilizarían mu-
chos productos d e l a granja, que no ten-
drían otro aprovechamiento.
Debido a !a enorme fertilidad de los
animales d e esta especie e s fácil, con re.
ducido número d e reproductores, conseguir
grandes cosechas d e crías que en el trans-
curso d e seis m e s e s escasos pueden s e r
utilizados para su venta.
L a s razas d e conejos que con m á s pro-
vecho pueden ser explotadas e n el país
son las de pelo fino, si s e persigue d e pre-
ferencia la venta d e pieles, como las dife-
rentes variedades d e l Rex, especialmente
eformes y sus
3N mucha frecuencia s e en-
cuentran e n los huevos d e
una manada variaciones
notabies en s u forma, sien-
do esto debido a condicio-
nes anormales del oviduc-
to, por lo que e s bueno se-
parar a las aves que los producen y no
usarlas para reproducción, pues aparte d e
que estos defectos pueden heredarse, con
seguridad serán infértiles dichos huevos.
Todos los huevos de las gallinas varían
en forma, tamaño y color conservando siem-
pre las características de 18 raza.
la variedad blanca y algunas o t r a s : M a r -
tas, Plateado d e Champaña, etc., pero en
general s e puede preferir razas d e cone-
jos en colo; blanco, pues la piel siem-
pre puede tener mayor demanda.
Dos buenas razas para u n hin general
son las Nueva Zelandia y Liebre Belga,
pues son rústicas, prolíficas y precoces: sin
embargo su piel no es d e primera, por su
color mezclado.
Morucco y gigante de Flandes.
Datos sobre la cría y explotación en ge-
neral del conejo, así como d e l a conser-
vación de pieles y curtido, pueden s e r pro-
porcionados sin ningún costo, a todas las
personas interesadas, en l a Dirección d e
Ganadería, S a n Jacinto, D. F.
P o r Carlos S. BREHM,
Avicultor teórico-práctico.
Fácilmente puede el observador cuidado-
SO conocer al ave por sus huevos, pues aun-
que éstos s o n parecidos a los d e otras ga-
llinas, tienen ciertas peculiaridades propias
d e cada individuo, notándose en l a produc-
ción total d e éste, en u n a estación, algunos
cambios e n tamaño, forma y color d e sus
huevos.
Muchas personas tienen la creencia d e
que determinada forma del huevo indica el
sexo del pollo que d e él nacerá: esto es un
error, pues no existe ninguna relación.
Todos los huevos tienen el germen fe-
menino, pero por sí solo no puede desarro-

u 356
331
llarse, necesita del masculino, encontrán-
dose é s t e en la cavidad superior d e l ovi-
ducto d e donde sale a unirse con l a yema
antes d e que é s t a entre a la porción secre-
tora d e albumen.
Existe una variación en e l peso del hue-
vo en el albumen que contiene, aunque és-
t a e s menor e n el peso del cascarón y d e
l a yema, y mayor que en el largo y el
ancho.
Fig. 1.-Huevos que serán bien pagados
en el mercado por su tamaño y qrie pro-
ducirán pollos hermosos.
Las yemas en época de postura son más
grandes y en otras estaciones los huevos
tienen u n por ciento m á s d e albumen.
Por lo general el tamaño d e l huevo es
mayor en medio d e u n a postura que al prin-
cipio o al fin de ésta, tendiendo a dismi-
nuir e n una continua.
L a s pollas ponen huevos m á s pequeños
en su primera postura que e n las sucesi-
vas y por lo general no alcanza é s t e su +a-
maño normal hasta el segundo año.
El tamaño del huevo e s muy importante,
ya no por el solo hecho de que los grandes
son bien pagados en e l mercado, sino por-
que e s t á probado que los pollos m á s gran-
d e s y mejor nacidos son de los huevos d e
mayor tamaño (Fig. 1). Cuando nuestros
avicultores hagan u n a cuidadosa selección
d e huevos antes d e incubar, tomando en
cuenta su peso, tamaño, forma, color y es-
tructura del cascarón, no sólo obtendrán
magníficos resultados en sus incubaciones,
sino habrán mejorado considerablemente
358
sus futuras manadas y harán una labor na-
cionalista de progreso para esta industria.
La Comisión Nacional d e Irrigación de-
biera iniciar en los sistemas d e riego esta
industria; sin embargo no e s t á lejano el día
e n que s e cuente con magníficas plantas
avícolas en dichos sistemas.
El color del huevo es u n a herencia d e
cada raza, e s decir, l a s pollas nacidas d e
huevos cafés, siempre pondrán huevos d e
e s e color s i son de pura sangre, aunque al-
gunas veces serán d e tonos m á s claros O
m á s oscuros; las gallinas que pongan hue-
vos blancos nunca pondrán huevos d e otro
color a menos que s e a n criadas especial-
mente parca e s t e objeto, consiguiéndose es-
to con u n a cuidadosa selección.
H a y algunas razas que s o n más propias
en demostrar irregularidades en el color,
tamaño y forma d e sus huevos, pero hay
otras que demuestran uniiormidad ; d e
cualquier manera ésta se puede asegurar
con l a selección.
Los defectos que pueden tener los hue-
vos son, muchos d e ellos, inevitables y
Fig. 2.-1. Extremadamente pequeño que
contiene albumen, pero no yema. 2 y 3.
Huevos deformes causados por inflama-
ciones en el oviducto. 4. Huevo demasia-
do grande y que contiene dos yemas.
otros son el resultado d e una alimentación
inadecuada así como por descuido, notán-
dose éstos e n l a época d e f u e r t e postura;
mientras ocurren estos defectos d e vez en
cuando, no e s d e cuidado, pero si es e n
gran número, quiere decir que los métodos
. 1 .
d e cría, alimentación, etc., etc., son inade-
cuados y entonces deben corregirse inme-
diatamente si s e desean buenos huevos pa-
1 r a reproducción.
4
Fig. 3.-Huevo deforme de cascarón suave.
Si los defectos son producidos por cau-
sa d e la constitución d e las aves, lo mejor
que s e puede hacer e s deshacerse d e es-
tos animales defectuosos.
Los huevos extremadamente pequeños
son los producidos al principio y al fin d e
l a postura, pero s e supone que en algunos
casos la yema al desprenderse del ovario
y entrar al oviducto e s expulsada por éste
a l a cavidad del cuerpo en donde e s reab-
sorbida; pero habiendo empezado l a ac-
E ción secretora del albumen a funcionar si-
Fig. 4.-Los huevos de tamaño y forma natural son los mejores para incubar.
359
i
gue todo el proceso d e su formación, consi-
guiéndose al fin un huevo diminuto con
cascarón normal que contiene albumen pe-
ro no yema. (Fig. 2 N ú m . 1).
H a y huevos pequeños, pero que son nor-
males en cascarón, albumen y y e m a : por !o
general éstos son el resultado del principio
d e postura de pollas o el d e raciones defi-
cientes en esencias para l a producción del
mismo.
Los huevos demasiado grandes, general-
mente, son de dos yemas, ocasionado esto
por el desprendimiento d e dos óvulos y SU
paso simultáneo al oviducto o bien, por un
movimiento reverso d e éste, trayendo por
resultado la detención d e u n óvulo en cual-
quier parte d e é l aun después d e que h a
acumulado la mayor parte d e su albumen
o también habiéndose ya formado e l cas-
carón y siendo regresada la yema a l a par-
t e d e arriba del oviducto, encontrándose e n
e s t e movimiento d e retroceso a otra yema,
siguiendo entonces ambas su curso, siendo
encerradas por el mismo cascarón (Pig. 2.
Núm. 4).
La producción de estos huevos indica
el funcionamiento irregular del oviducto y
casi siempre s o n puestos por gallinas de-
masiado gordas, especialmente cuando es-
t á n inactivas. Es muy probable que e s t e
delecto no s e a por e l exceso d e gordura,
sino por un debilitamiento general en los
músculos del oviducto y d e la región abdo-
minal causado par inacción.
Los primeros pasos que s e deben tomar
para evitar esta irregularidad 13 cualquiera
otra en los huevos, e s darles ejercicio su-
ficiente a las aves y u n a ración menos for-
zada.
L a s aves s a n a s son por lo regular muy
activas y el rascar l e s hace mucho prove-
cho, tanto para buscar s u alimento como
 E n la incubación, ya s e a natural o arti-
ficial, deben seleccionarse cuidadosamente
los huevos, pues aunque algunos Pueden
servir, el promedio de ella s e r á bajo si s e
utilizan, No porque los huevos defectuosos
sean de muy fina vale la pe-
na ocupar un lugar en la incubadora inútil-
mente.
El éxito en la incubación depende en gran
parte d e l a calidad d e huevos que s e usen.
D e b e n escogerse huevos que pesen dos o
más onzas, f o r m a normal, color
cascarón f u e r t e Y liso, procurando que no
tengan m á s de diez días antes d e ponerse
. -
. , . , .
a incubar (kigs, 4 y 5 ) .

onto de Cosechas en Pie

Por QLlVERIO TELLEZ (Agrónomo).

Fig, 5.-Un huevo perfecto en tamaño, forma y peso, garantiza la incubación.

Peña de Bernal, Qro.
para que sus músculos abdominales estén
f u e r t e s y en movimiento, indicand oesto
salud y perfecto funcionamiento d e l ovi-
ducto.
M u c h a s veces s e encuentran en los ni-
dos, huevos con cascarón suave (Fig. S),
debiéndose esto a la falta de cal o al mal
funcionamiento d e los órganos reproducto-
r e s por falta d e ejercicio,
La presencia d e huevos suaves indica ge-
neralmente alimentación inadecuada, es
decir, que es muy f u e r t e y por lo tanto no
d a tiempo a las glándulas secretoras d e la
sustancia que forma el cascarón, para for-
m a r tantos como s e a necesario; puede pa-
s a r esto, también, aunque en l a alimenta-
ción s e les dé la necesaria cal a las aves,
no comiendo ellas l a suficiente.
Las personas que tienen gallinas en el
patio o corral d e su casa, acostumbran dar-
l e s los desperdicios de l a cocina, para aho-
r r a r en la alimentación, ocasionando esto
huevos aguados cuando frescos : también el
exceso d e verdes o d e comidas suaves los
ocasionan. Con u n a ración apropiada de
grano s e evitan fácilmente estos defectos.
Mucho s e ha discutido sobre si los hile-
vos d e yema d e color subido son mejores
para incubar que los d e yema pálida, sien-
do esto indiferente, debiendo procurarse
producirlos t a n perfectos como s e a posible.
El color de l a yema indica mayor o me-
nor presencia d e sustancias colorantes que
están contenidas en mayor cantidad en el
maíz amarillo, trébol rojo, alfalfa, pastos,
etc., etc. Deben corregirse l a s yemas páli-
d a s suministrando a l a s aves !as sustan-
cias antes dichas.
Con frecuencia s e v e en l a producción
d e una manada huevos d e cascarones áspe-
r o s ; esto indica la falta d e cal, pero m á s
bien es debido a una inflamación del ovi-
ducto en l a porción secretora d e l cascarón.
L a s aves que pongan estos huevos d e b e n
retirarse d e l a manada de reproductoras
pues ello5 son infértiles.
Cuando aparece en una producción u n
número considerable d e estos huevos indi-
ca pobreza en la alimentación, es decir,
que ésta no está debidamente preparada.
Los huevos d e cascarones deformes (Fig.
2. Núms. 2 y 3) s e encuentran de vez en
cuando, debiéndose desechar. Todos estos
defectos son causados por inflarnaciones en
e l oviducto, aunque hay gallinas q u e po-
nen comúnmente estos huevos por defor-
maciones orgánicas.
Muchas veces cuando s e va a poner hue-
vos a incubar y s e les examina con el OVOS-
copio, s e les encuentra con manchas trans-
parentes en el cascarón, pudiendo s e r ca-
racterísticas particulares d e la gallina O .
puede ocurrir con aves que siempre
. . ponen
. tamos d e averiguar el monto d e una cosecha para enterarnos cabalmente d e l a produc-
huevos normales, pero como a ciencia cier-
t a s e ignoran las causas d e dichas manchas,
m á s vale desecharlos.
NTRE los anhelos del agricultor tras u n a lucha de n o interrumpidos tra-
b a j o s ; e n t r e los vivos deseos del agrónomo que investiga o deduce: y
principalmente, entre las aspiraciones del perito valuador, siempre agui-
joneado por opiniones y estimaciones opuestas: entre todo ese cúmulo
d e aspiraciones, s e encuentra como envuelta por el velo d e los infinitos
casos particulares, nunca reductibles a c n a sola ley, l a verdad justamen-
t e deseada y noble del conocimiento del monto d e una cosecha a l a vista, antes d e su
recolección o en pie.
Batallando sobre l a adquisición d e e s t e conocimiento d e s d e hace algunos años, d e
manera a obtener l a verdad, bajo una regla general aplicable a los numerosísirnos casos
particulares, di por buena s u e r t e con u n procedimiento del agrónomo Heuzé, que al s e r
presentado a la Sociedad (hoy Academia) d e Agricultura d e Francia, no pudo menos
que conquistarle l a aprobación y aplauso d e tan honorable institución. H i c e las apli-
caciones prácticas, en e l caso especial a que s e refiere el ilustrado agrónomo -al tri-
go-, sin dudar del éxito, y aunque hubo d e variarse casi por completo, para hacerlo m á s
aplicable a nuestro país, no por eso pierde su recomendable exactitud: s i bien en esta
materia no puede exigirse el absoluto rigor numérico. Con todo, e l procedimiento d e l
sabio francés, no s e refiere m á s que al trigo, y aun por similitud, podría extenderse a
l a c e b a d a ; pero quedaban en blanco todos los cultivos e n general.
El método que me h a servido d e guía por varios a ñ c s ; que h e divulgado verbal-
mente y visto aplicar a satisfacción e n t r e mis compañeros d e l r a m o : el mismo que, e n
fin, tengo el honor de presentar al ilustrado criterio d e los lectores, si bien como h e
. . dicho, no puede exigírsele toda l a exactitud deseable, no dudo, en cambio, que, apro-
ximándose a la consecución d e la verdad, puede seguir siendo útil a los que aspiran a
ver coronados sus esfuerzos agrícolas; a los que deseamos darnos cuenta d e l a resul-
t a n t e d e esos innumerables factores que constituyen e n la tierra d e cada lugar lo que
llamamos fertilidad: y, e n fin, para los que con m á s exigencia moral s i s e quiere, tra-
ción, que h a d e repercutir en la renta, y al fin, en e l valor predial.
T e n d r á , sin duda, todos los visos d e puerilidad que quiera dársele: s e r á u n poco la-

360 361
c
borioso, acaso: puede por su sencillez habérsele ocurrido a muchas personas: pero pue- ciendo l a cantidad d e semilla sembrada e n l a unidad superficial, deducidos 10s des-
d e ser útil. cuentos por infecundidad d e l a semilla, calcular el número d e plantas que crecen en
* ella, multiplicándolas por l a s que macollan (trigo, cebada, etc.)
* * MERMAS 8 DESCUENTOS
< .
Cuando s e consultan l a s obras d e Fitotecnia, o de cultivos especiales, para inqui-
D e s d e que la semilla se deposita en l a tierra, hasta que h a sido almacenada, y
rir el rendimiento d e una planta, apenas s e encuentra algo a este respecto, si no e5 que
aun después d e su almacenaje h a s t a su consumo o venta, no dejan d e tenerse pérdidas
s e d a n los datos extremos. T i e n e n razón los autores; y casi no hay d e ellos quien s e
d e cosecha directa o indirectamente; ya por falta d e germinación o por efectivas subs-
excuse d e que los rendimientos son muy variables con l a naturaleza físico-química d e
tracciones debidas a varias causas.
las tierras, su profundidad, s u exposición, clima, etc. Todo muy cierto. Por eso todo 9

Germinación deficiente.-Con excepción d e muy contadas semillas, como l a del me-

ello lo h e resumido como la resultante de sentido práctico, fielmente representada por el
lón, etc., lo general e s que l a s demás que s e siembran, pierden con e l tiempo s u facul-
monto d e las cosechas.
tad germinativa. Un sencillo experimento del tanto por ciento de granos no germinados,
Si por otra parte, s e consulta al plantío, y por algún medio s e llega a determinar
hecho en una caja con arena húmeda, dará l a cantidad que habrá d e perderse O l a que
el volumen o peso d e uno o d e varios productos que rinde una sola planta, y éstos s e
habrá d e añadirse para tener u n plantío uniforme y pleno. E n las condiciones normales
multiplican en cada una d e sus especies, individualmente, por e l número de plantas
d e nuestros cultivos empíricos, en los granos no seleccionados, encuentro d e 1/5 a
comprendidas en determinada superficie, hechas algunas substracciones, por m e r m a s
1/3; esto es, del 20 a l 335% d e pérdidas por falta d e germinación.
en la germinación, en el levantamiento d e l a s cosechas, manipulación, transporte, pla-
M e r m a s en el levantamiento y transporte de cosechas.-En el momento d e hacer
gas, irregularidad d e producción, etc., claro e s t á que ésta dará e l monto que d e aqué-
la recolección y durante s u transporte al casco d e la hacienda, tanto las espigas y mazor-
llas h a n d e obtenerse para la unidad d e superficie elegida. Este e s en resumen e l pro-
cas, como la mayoría d e los demás productos s e desprenden y caen, o s e quedan ocul-
cedimiento, cuyos detalles y consideraciones veremos en seguida.
tos en l a hojarazca y rastrojo. Inquiriendo experimentalmente a cuánto podría ascender
Dos factores aritméticos s e desprenden desde luego del párrafo anterior: El pro- la pérdida, encuentro para muchas fincas d e cereales, el dato d e 5 % e n mermas de-
ducto o productos d e una sola planta del plantío considerado, y el número d e estas plan-
bidas a esta causa.
tas en determinada extensión que cabe en aquél.
P é r d i d a s &r manipulación.-Al llegar los productos d e l campo al sitio donde han
I.-PRODUCTO O PRODUCTOS INDIVIDUALMENTE OBTENIDOS d e sufrir las manipulaciones conducentes a la preparación exigida por el comercio, una
parte queda substraída a l a venta (granos quebrados, picados, vanos, podridos, defec-
P u e d e n ocurrir dos casos: a) el plantío o la siembra s e ha verificado en líneas, a
tuosos, etc.) L a falta d e selección t r a e consigo granos anormales y defectuosos, y los
máquina o con coa: b) o s e h a sembrado el campo a voleo o manteado.
imperfectos métodos d e separación, desgrane, etc., hace e l total d e esta clase d e pér-
a > . Siembra en 1ineas.-Calcúlese l a producción midiendo e! volumen o pesando
didas. L a s estimo en u n término medio d e 5% para los cereales y en 4% para los ar-
(cereales), o simplemente, conociendo el número d e individuos (muchas hortalizas, fru-
bustos (café, cacao, etc.)
tales, etc.), que entran en u n a cepa; esto es, en el mismo punto donde s e han sembrado
Substracción j o r plagas.-Esta varía con cada planta y con l a naturaleza d e cada
juntas las semillas o plantado los hijuelos o vástagos, etc.
plaga. P u e d e determinarse con bastante exactitud, tomando directamente del plantío,
P a r a el primer caso, cereales por ejemplo, tomo tres espigas (o mazorcas) gran- en u n tiempo lo más aproximado posible a l a cosecha, el número d e productos o d e
des, t r e s medianas y tres pequeñas, d e modo que cada uno de estos t r e s grupos repre- plantas ‘atacadas en cien d e su misma clase. Así h e obtenido:
sente a su término medio en el campo. Desgrano por separado cada grupo, del cual mi-
do el volumen, lo peso y cuento el número d e semillas contenido e n aquél. Anoto aisla-
P a r a los cereales (hongos). ...,,... , . . e e . , , ,,. término medio.

damente los resultados numéricos d e cada grupo, que en cierto modo, pueden servir
I P a r a los cereales ( i n s e c t o s ) . , . . . . . . , . . . . d e 10 a 1.576, término medio.

cada uno de indicio d e lo que e! campo en estudio puede rendir respectivamente a ellos,
k!
P a r a los frutales (hongos). . . . . . . , . . ~ a *. . 2O%, término
. a i . . medio.

en cosechas grandes, medianas o pequeñas. Promedio los resultados d e los t r e s gru-

P a r a los frutales (insectos). . . . . . . . . . . e a I . . . . 25%, término medio.
P a r a las hortalizas (varias plagas). . . . e o , , . . . . 3070, término medio.
pos, y esos valores, hechos los descuentos por mermas, los multiplico por el número d e
plantas contenidas por hectárea. Consigno estos datos generales, por haberlos obtenido directamente en gran nú-
b). P a r a los plantíos procedentes d e siembras hechas a voleo, parto de la produc- “P mero d e observaciones. No obstante, e s prudente deducirlos en cada caso particular.
ción d e u n metro cuadrado, q u e represente el término medio productivo del campo eli Así, por ejemplo, el algodón atacado por el picudo, ocasiona una pérdida variable entre
cuestión, y tanto los productos principales (grano, etc.) como los secundarios (paja, el 25% y el 50%, y puede llegar al 75% o más.
etc.), los multiplico ordenadamente, hechos también los descuentos por mermas, por la Irregularidad en la producción.-El error que provendría d e considerar u n a exten-
extensión superficial en metros cuadrados q u e deba valuarse. Aunque prefiero, cono- sión d e plantío uniformemente productiva, sería considerable si no s e previera en l a to-

363
t

D
m a d e !as muestras, que s e h a n considerado como el término medio de l a produc-
Si 100 metros d e largo por 10 d e ancho como frecuentemente
el terreno tuviera
100
ción general. Sin embargo, para mayor exactitud en los resultados finales, conviene
. .
s e ven en las chinampas, en el sentido del surco, cabrían -- 333
0.3
+
1: y en el sen-
hacer un descuento en e s t e concepto. Así$ por ejemplo, si en un plantío d e cien hec- 10
t á r e a s hay “lunares” o “fallos”, por u n total d e más o menos dos h e c t á r e a s ; ya s e a
I
tido de la latitud, d e 10 metros,
0.50
20
~ +
1, es decir, u n total e n todo el terreno
por causa d e una tierra deslavada o pobre, por caída d e plantas al paso del viento o d e
d e 334 x 21 = 7,014 plantas. Es el mismo resultado a que llega la Estación Central
los animales, por estancamiento del agua, por manchas de “salitre”, por invasión d e
Agronómica d e Santiago d e las Vegas (Cuba) cuando d a l a fórmula (con otras literales,
plantas silvestres, etc., h a b r á q u e descontarse el 2% m á s d e pérdidas.
pero en sustancia l a m i s m a ) :
Robos.-Esta puede s e r en ciertas circunstancias causa d e mayores pérdidas, ape-
nas capaz d e conocerse su monto, s i no d e u n modo, eventual y aventurado, por dife-
rencia entre los que el cálculo arroje y el déficit que en contra d e é s t e aparezca al le-
. <
vantar la cosecha. Algunos viejos administradores d e fincas y propietarios curiosos,
Los numeradores representan los dos lados perpendiculares del plantío, y los de-
saben aproximadamente a cuánto por ciento pueden 1Ieger las pérdidas por robo. Una es-
nominadores, las correspondientes separaciones d e las plantas en esos lados que mar-
tricta vigilancia pone siempre d e relieve, por comparación, cuando é s t a no s e verifica,
can las literales. S e añade la unidad, porque partiendo del extremo d e la línea donde
lo que vale el continuo cuidado d e los productos cosechables, haciendo ver que la $&di-
está una planta que comienza, al fin d e la separación, h a b r á dos, y al f i n del surco, tan-
da e s t á en razón inversa d e la vigi1ancia.
tas plantas como separaciones, m á s una. Así s e obtiene l a cantidad d e plantas que e n
El pequeño agricultor, m á s interesado quizá en l a vigilancia, y mejor acondiciona-
uno y en otro sentido hay. Basta, pues, multiplicarlas para conccer el total que s e desea.
do para ejercerla, dada la corta extensión d e su propiedad, tiene muy pequeñas pérdidas
por esta causa. E J E M P L O S S O B R E E L CALCULO D E L MONTO DE COSECHAS
Estas son, en resumen, las principales substracciones que habrán de tomarse e n
cuenta. O t r a s hay completamente extraordinarias y fortuitas, nc generales a l cultivo, P a r a e l caso que nos ocupa, pueden dividirse nuestras plantaciones e n dos tipos:
que están pievistas anteriormente, y en el contenido del párrafo “Irregularidad de la 19, cosechas de granos (cereales, frijol, haba) y de frutos (árboles frutales, algunas
producción”, corno: una parcial inundación del campo, e! arrastre d e plantas por las hortalizas, etc.), cosechas de flores (calabaza, azafrán, clavo) ; flores odoríficas para
aguas: la clorosis vegetal en algunos puntos del mismo, etc. la perfumería o para el ornato (geranio, heliotropo, violeta, camelia, rosa, etc.) ; 29, cose-
chas d e utilidad por su follaje (alfalfa, algunas hortalizas, plantas textiles, tabaco, mo-
II.-NUMERO DE P L A N T A S C O N T E N I D A S E N U N A
rera, etc.)
S UPERFICIE D E T E R R E N O
ler. Tipo. (Cosechas d e granos, flores y frutos).- Tomemos por ejemplo el maíz,
El Tratado d e Topografía del señor Ingeniero Francisco Díaz Covarrubias, senala l a que para el cálculo d e cosechas e s m á s laborioso que para el de flores y frutos.
siguiente fórmula :
Productos individuales.- En u n caso s e cortaron t r e s mazorcas grandes, t r e s me-
s
N =--.i dianas y t r e s pequeñas. S e pesaron los granos, el olcte y las cañas que las contenían,
y además, s e m i d i ó el volumen d e la semilla desgranada d e cada grupo, dando:
en l a que N, representa el número de plantas que caben en l a superficie; S, tomada
en metros cuadrados; e2, e s la equidistancia d e las plantas al cuadrado; pero como e s t a -.

no siempre e s equidistancia, pues no todas plantaciones tienen sus plantas separadas a

igual distancia, puede sin d u d a modificarse y substituirse el denominador por los fac-
Mazorcas grandes
Producto d e 3.
Mazorcas medianas
Producto d e 3.
Mazorcas bequeñas
Producto d e 3.
1
-_ _-
tores del largo a por el ancho L, del pequeiio rectángulo que las liga : y así s e obtiene :
Grano. ...... 199 gramos . . . . . . . . . . 156 gramos .......... 120 gramos
NZ-
s Qlote.. ...... 60 ,, . . . . . . . . . . 45 ,, .......... 42 ,,
axb
Caña.. ...... 800 (, . . . . . . . . . . 600
_______ 1,

No obstante, por el examen d e la fórmula, s e puede ver que el número d e plantas

e s las más d e las veces menor que el verdadero porque supone colocada cada una en Promedio individua1
e l centro d e l a superficie indicada por el divisor. As;, por ejemplo, suponiendo u n cul- 1

tivo d e coles separadas 0.30 metros en el sentido del surco y 0.50 metros d e surco a Grano.. ... 66-33gramos ...... 529 gramos . . . . . . . . . . 40 gramos 1

surco, cabrían, según la iórmula, en mil metros cuadrados: Qlote. .... 20.00 ,, . . . . . . . . . . 15 (( . . . . . . . . . . 14 ,,
N=
1,000
= 6,666
Caña.. .... 266.65 ,, ~
. . . . . . . . . . 200 ,, . . . . . . . . . . 186,66 ,,
-
0.5 x 0.3
363
364
 P r o m e d i o general gíor planta: , Peso del zacate (caña, punta y hoja).
Rendimiento bruto: (36,360 x 217.77) = 7,918.117 gramos.
Grano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53.07 gramos.
Su Lstracciones:
Olote. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16.30 ,, Por falta de germinación (20%). . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.583.623gramos
Caña. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217.77 .. Tirado en el campo ( 5 % ) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 395.905 ..
Número de plandas q u e caben en u n a hectárea.-Se encuentran sembradas de a 2
Perdido por “huecos” ( 2 % ) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . = 158.362 ..
y 4 semillas, alternativamente; es decir, 3 en término medio por cepa, a la separación
de 1 metro por 0.84 metros.
Suma a deducir ..... . 2,137.890 gramos
Cosecha total de zacate. . . . . ............... 7,918.117gramos
Una hectárea contendrá:
101 x 120 = 12,120 cepas, = 36,360 cañas.
Descuento. ............ . . . . . . . . . . - 2,137.890
-
..
Monto de la cosecha.- Rendimiento bruto del grano = 36,360 x 53.07 = 1,929,625 Cosecha efectiva de zacate. ........... 5,780.227gramos
gramos.
Resumen.-El campo del ejemplo producirá : 1,119.184 gramos d e grano ; 432.648
Descuentos: de olote y 5,180,227 de zacate, por hectárea.
Por falta de germinación, hemos tomado tres cañas por Estos datos son supuestos. Siento no tener a la mano los muchos recogidos y tabu-
cepa, como resulta en promedio de los granos sem- lados que tomé de varias haciendas (San Antonio Coapa, La Escalera, del Distrito Fe-
brados (el 20% sobre 1,929,629 gramos) = , .. .. o 385.925 gramos deral; Santa Inés Varela, Quetzalapa, Tlachichuca, San Miguel d e la Pila, Polaxtla, del
Por mermas en el levantamiento y transporte ( 5 % ) . . . . 96.481 ,, Estado de Puebla); de varios ranchos - y pueblos (Xotepingo, Distrito Federal; El Mo-
Por manipulación en el desgrane ( 5 % ) . . . . . . . . . . . . . 96.481 .. ral, Zaragoza, San Martín Texmelucan, Olintla, Hueytlálpam, Matamoros Izúcar, San
Por plagas (agorgojamiento) 10%. . . . . . . . . . . . , 192.962 ,? Daltasar Campeche, del Estado d e Puebla), y muchas chinampas (Xochimilco, Ixtapala-
Por fallos en el plantío ( 2 % ) . . . . . . . . . . . . . . 38.592 vq
pa, Ixtacalcc y Santa Anita). En ellos constan, además, las circunferencias y longitud
de las mazorcas y el tamaño del grano, para las diversas clases de maíz: de modo que,
Suma a deducir.. . ..... . . . . . . 810.441 gramos con alguna práctica, basta muchas veces llevar las tablas al campo y hacer alguna mo-
dificación que pueda prudencialmente tomarse en cuenta, para obtener desde luego
Cosecha total d e grano:
el rendimiento por hectárea.
Nominal. . . . . . . ........................ 1,929.625 gramos
P a r a el cálculo en número, peso o volumen de las cosechas de frutos y de flores, se
Descuento.. . . . . ................... -810.441 Is
procede contando o pesando el número de unidades de aquella especie de los productos
- --
de una planta; después, se toman loa términos medios y s e procede a la multiplicación.
Cosecha efectiva de grano., , e , . . , . . , , . . 1.119.184 gramos
Ejemgílo de un rendimiento de follaje:
Peso dei olote.-No tiene más pérdidas, generalmente, que los que dejan de pro- Supongamos la alfalfa en su producción de forraje por hectárea y por corte.
ducirse p u r deficiencias en la germinación, por el transporte y por fallos. Un metro cuadrado d e siega, puede haber dado 2 kilos. La superficie cultivada es i=
de l/i hectárea (5,000 metros cuadrados). Los productos de esa extensión serán de 3
Rendimiento bruto en olote = 36,360 x 16.30 gramos = 592.668 gramos.
10,000 kilos, y los de una hectárea, 20,000 kilos. E
Deducciones:
Descuentos:
Defíciencia en la germinación (20%). . . . . . . . . . . . . . . . 118.534 gramos Mermas en el corte y transporte ( 5 % ) . . . . . . . . . . . . . . . . 1,000 kilos.
Pérdida por transporte ( 5 % ) . ...................... 29.633 ,,
Mermas por plagas.. . . . . . . . . . . . .(10%). . . . . . . . . . . . 2,000 ,,
Pérdida por “fallos” (2%). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11.853 ,, Mermas por fallos. . . . . . . . .(3%0). . . . . . . . . . . . . . . . 600
Suma a deducir.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,600 kilos.
.
Suma a deducir.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160.020 gramos
Cosecha nominal del forraje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20,000 ..
Cosecha total de olote. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 592.668 gramos Deducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .-3,600 ..
Descuento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -160.020 ,, Cosecha efectivo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16,400 kilos.
por hectárea.
Cosecha efectiva d e olote. . . . . . . . . . . . . . . 432.648 gramos También estos datos son supuestos.

366 367
I
r$.
f
 APENDICE
Cantidad d e semilla que cabe en u n a superficie cualquiera.

No terminaré el presente trabajo sin antes hablar de este aunto, quizá útil; máxi-
me cuando, como s e indicó precedentemente, constituye a la vez otro medio para averi-
guar, no sólo la cantidad d e semilla que d e b e emplearse, sino también el tanto 4.r
u n o d e rendimiento.
El método, también numérico, práctico y simple, lo tengo, como e l otro, ideado y
probado durante siete años consecutivos. Consiste en contar el número d e semillas con- UERETARO
tenido en una medida métrica d e volumen ( e s de preferirse el $$ litro), y en pesar és-
ta, doblando el número y el peso para tener los datos correspondientes a un litro. Si el Sus Elementos de Riqueza
número d e granos que han d e sembrarse (lo cual s e averigua por el número d e plan-
tas que caben en determinada superdicie) s e divide entre el que ccntiene u n litro, sin P o r Roberto QUIROS MARTINEZ.
duda s e obtendrá la cantidad d e litros que habrán d e necesitarse, adicionados del tanto
por ciento d e infecundidad d e la semilla q u e constituye l a siembra. SUS importantes recursos mento d e l a inmortalidad s e levantará con
naturales, Querétaro adu- sus tres figuras sombrías hasta el instante
Así por ejemplo, y tomando los datos d e l maiz apuntados antes, si una hectárea
na una brillante historia, supremo d e la catástrofe universal, como
contiene 36,360 plantas, igual al mismo número d e granos; en e l concepto d e que u n 1i- la cual arranca desde los l a tumba d e la usurpación y el monumento
tro contenga (variable según el volumen d e l grano (1,800 semillas, se necesitarán: p u e b 1 o s primitivos que gigante del patriotismo del pueblo mexi-
36,360 ocuparon su territorio, ta- cano.
---20.20 litros
les son los otomíes, los ta- Querétaro, d e s d e 1824 en que f u é erigi-
1,800
rascos y los chichimecas, siendo los prime- do e n Estado, h a sufrido mil vicisitudes
Siendo l a pérdida por germinación d e u n 2Oc7,, l a cantidad adicional a la d e siem- ros los que en 1446 fundaron lo que hoy e s como consecuencia de las turbulencias po-
bra s e r á de 4.04 litros, y e l total d e grano por hectárea, de (20.2 +
0.34) = 24.24 Ea capital del Estado, misma que después
de l a sangrienta batalla e n el cerro d e S a n -
líticas. Allí s e reunió el Congreso Consti-
tuyente que expidió l a Carta M a g n a d e
litros.
gremal en 1531, cayó e n poder del capitán 1917, y actualmente e s factor valiosísimo
780 gramos, el peso total para
Habiendo pesado el litro d e l a semilla e n cuestión, español don Fernando Tapia. en l a reccnstrucción nacional.
la siembra y resiembra s e r á d e 18.907 gramos; Ic que equivale a desgranar unas 356 Querétaro ha sido en varias épocas tea-
mazorcas d e los tres tamaños ( d e 53.07 gramos de maíz en promedio d e cada u n a ) : o, tro d e grandes o trágicos acontecimientos, ARE A-POBLACION
seleccionando, 285 d e las término medio general. especialmente la ciudad homónima, d e s d e
l a Independencia hasta nuestros días. Den- Querétaro d e Arteaga, como se l e deno-
E a relación d e la cosecha hor uno (de siembran), según los ejemplos anteriores, se- tro d e s u s muros mecióse la cuna de l a mina oficialmente, es uno de los m á s pe-
1,119.184 m á s grande epopeya mexicana, merced a l a queños Estados d e la República, pues s u
rá : -59.24, en peso o e n volumen, puesto que son proporcionales. heroicidad d e la ilustre corregidora doña área apenas mide 11,480 kilómetros cua-
18.907
Josefa Ortiz d e Domínguez, a l precipitar drados, donde, según e l censo d e 1930, vi-
Obtenidos los pesos, volúmenes, etc., d e los productos, s e podrán arreglar tablas J e
con su aviso oportuno el Grito d e Dolores ve u n a población d e 234,386 individuos, d e
coeficientes d e utilidad inmediata. A los compañeros d e carrera toca hacerlas y al por el venerable sacerdote, don Miguel Hi- los cuales 115,275 son varones.
tiempo ayudarlos. dalgo, la noche del 15 d e septiembre d e El total d e los pobladores s e descompone
1 1810. O t r a s veces ha sido asiento d e los en nativos, que s o n la gran mayoría, e n t r e
Poderes Federales. Allí s e firmaron los tra- los que s e cuentan otomíes (en mayor nú-
Q *
tados d e paz d e 30 de mayo de 1848 que mero) y tarascos, por m á s que ambas ra-
dieron fin a la invasión del ejército norte- zas tienden a desaparecer rápidamente, de-
H e concluído el métcdo por el solo interés a que aspiro d e verlo generalizado y americano. Querétaro sirvió d e último re- bido al cruzamiento que d a lugar a la for-
iptil entre mis compañeros y los rancheros y hacendados; principalmente, deseo su apli- fugio al iluso Maximiliano, fusilado el 19 mación d e una clase mestiza que a su vez
cación, en los enojosos avalúos rústicos, t a n difíciles d e hacer con l a escrupulosidad d e junio d e 1867 en el cerro d e las "Cam- s e mezcla con l a blanca: así pues, además
panas”, histórica pirámide que, al improvi- del idioma predominante, que e s el espa-
que honradamente s e meyecen. ¿ H a b r é d e lograr mi intento?
s a r s e en patíbulo d e un príncipe extranje- ñol, hablan aquellas gentes sus propias len-
ro, convirtióse en ara d e nuestros sacrifi- guas. Sin embargo, e s notable el número d e
cios, en el Sinaí d e nuestras creencias, d e extranjeros que allí vive y prospera, dis-
donde s e desprende el aroma d e las flores tinguiéndose en primer término los espa-
para perfumar l a libertad; allí e s e monu- ñoles, los franceses y norteamericanos,

368 369
 Vista general de Querétaro, Qro.
aunque también, e n los últimos años, h a n
afluido allí los sirio-libaneses, los polacos,
los chinos y d e otras nacionalidades.
SITUACION-LIMITES
El Estado s e encuentra e n t r e los 20?01’
02” y 21Q37’17” d e latitud y 99903’23’’ y
fO0~34’01”d e longitud occidental del me-
ridiano d e Greenwich : teniendo por colin-
dantes, al norte, S a n Luis P o t o s í ; al s u r
Michoacán; al oriente y noroeste, Hidal-
go; al poniente, Guanajuato y al sureste
el Estado d e México.
Ateniéndonos a lo que asienta e l señor
H. Camacho, el Estado e s u n a faja terri-
torial d e anchura media d e 74 K. y de lon-
gitud aproximada d e 3163 K., que s e orienta
según s u mayor dimensión d e SW. NE.,
y ocupa el centro del país. Su mitad meri-
dional la iorman políticamente los muni-
cipios Amealco y S a n Juan del Río, y. é s t e
y e l d e Cadereyta, su parte submeridional.
La occidental ocúpala el d e Querétaro, e n
tanto que l a del norte, Colón y Tolimán y
la noreste Jalpan.
La capital d e Querétaro, que comprende
el municipio d e su nombre, mide 2,157 ki-
370
-.. .. .... - -. .... .. .
lómetros cuadrados, y s e halla a 1,813 me-
tros sobre el nivel del mar. Situada en e l
fondo de una cañada, tiene por vigías las
cumbres gigantes del Cimatarío y el cerro
d e las Campanas, que con su armadura d e
granito velan por esa deidad encantadora
que humedece su i r e n t e en las aguas azu-
ladas y transparentes d e s u s linfas ter-
m a l e s ; puede decirse que la ciudad vive SO-
Iitaria en s u s jardines, adormecida por la
esencia que s e exhala d e su naturaleza exu-
berante y el viento que s e abrasa en sus
vapores caliginosos. Mecida bajo s u cielo
purísimo cruzado por iris y celajes, coro-
na su inmortal cabeza con las rosas de pri-
mavera y las húmedas y profusas hojas del
verano. Su horizonte e s t á cubierto d e cúpu-
las y torres, y si en otros tiempos s u at-
mósfera s e agobiaba saturada d e incien-
so? la revolución vino a apagar sus cantos
religiosos y a transiormar sus templos en
fortalezas, y escuelas donde s e practica el
culto a la Patria y el trabajo, que han he-
cho d e Querétaro una Entidad cada vez
m á s culta y próspera. E n efecto, para de-
mostrar el adelanto obtenido, bastará ex-
poner que anteriormente el Estado j a m á s
pudo cubrir sus exiguos presupuestos d e
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egresos; en cambio hoy no sólo s e cubren bre d e 1926 los predios urbanos registra-
con rigurosa puntualidad los gastos d e to- dos sumaron 11,245, con u n valor d e . . . .
dos los servicios públicos, notablemente $10.436,114.00 y los rústicos 71,781 con u n
mejorados, sino que se h a n podido destinar valor d e $21.586,964.00 clasificados así :
respetables s u m a s a obras materiales d e 27,193 con precios diversos que n o pasaban
sumo interés y utilidad. de $1,000.00: 324 d e 5,000.00; 88 d e . .. .
Los empedrados d e las calles de todas $P5,000.00; 91 d e $50,000.00: 46 d e . . . . .
las poblaciones s e h a n estado conservando $100,000.00: 18 d e $200.000.00; 17 d e . .
y mejorando, así como las banquetas d e en- .
$5OO,OOO.OQ 1 d e $700,000.00; 2 de . . . .
losado y algunas construidas de cemento
$I.OOO,OOO.OO y 1 d e m á s d e dos millones
d e pesos.
Porrland, pavimentos que d e s d e o t r o tiem-
Quien visite Querétaro s e dará idea d e
po s e habían hecho extensivos a algunas
su progreso alcanzado en todos sus muni-
plazas d e las cabeceras; lo mismo que s e . .
cipros, ora por sus panteones, hospitales,
han plantado árboles y terminado hermo- asilos, teatros, mercados, cuarteles, plante-
sos jardines y paseos; sobre todo s e h a cui- les escolares, monumentos erigidos a los
dado con esmero d e los d e la capital, que héroes y personajes benefactores, ora por
ostenta t a n bellísimos, como la Alameda sus hermosos edificios antiguos y moder-
Hidalgo: s e ha mejorado l a nomenclatura nos, entre los que s e destacan por su bue-
local d e los distintos pueblos, así como e l na arquitectura e l Colegio del Estado, el
servicio d e acequias, canalizándolas con Palacio de Gobierno, algunos bancos, l a
plantilla curva, lo cual contribuye notable- Escuela Normal, los templos S a n Agustín,
mente para el aumento d e l agua e n los te- S a n Francisco, l a Congregación y Santo Do-
rrenos regables y para el aseo e higiene. mingo d e gusto irreprochable, perfectamen-
Asimismo los particulares, secundando a t e decorados y ornamentados: el ex-conven-
sus autoridedes, h a n procurado l a entuba- to d e Agustinos, ocupado actualmente por
ción del agua potable. L a s reparaciones d e oficinas federales, el d e Santa Clara, ri-
las casas así como l a construcción d e niie- quísimo por sus magníficos colaterales, e l
vas s e han sujetado a los estilos modernos, d e l a Cruz, d e fama histórica por el papel
lo cual hace que las poblaciones tomen u n que desempeñó e n el sitio d e 1867 y sobre
aspecto m á s agradable, pues pierden aquel todo el Palacio Municipal, no tanto como
triste y monótono que l e s daban los nume- obra de a r t e sino porque sirvió de habita-
rosos templos y los edificios d e u n solo pi- ción a l a Corregidora Domínguez, quien,
so con arquitectura antigua. dando t r e s golpes e n el piso, previamente
A Ba fecha cuenta e l Estado con 7,826 convenidos con el fiel y activo Ignacio Pé-
edificios d e mampostería ; 839 d e ladrillo ; rez, indicó a é s t e que e r a el momento d e
6,673 de m a d e r a ; 16,901 d e adobe: 7,021 avisar al patrícío Ignacio Allende que la
d e embarro y 9,563 d e otros materiales, de conspiración había sido descubierta.
loa cuales 48,125 son d e propiedad particu-
lar? 244 del Gobierno F e d e r a l ; 83 del Es-
t a d o ; 128 del municipio y 14 de l a Bene-
SINTESIS GEOLOGICA 1
ficencia, con la circunstancia d e que la pro- Como y a nos hemos desviado d e nues-
piedad particular de esos predios urbanos tro objeto, nos ocuparemos ahora de hacer
corresponde a 48,252 mexicanos y a 571 ex- u n a síntesis d e la constitución geológica
tranjeros. D e es05 mismos edificios s e de Querétaro, l a cual s e caracteriza por
cuentan 586 de dos pisos y 15 d e t r e s ; ofre- rocas ígneas y sedimentarias; l a s prime-
ciendo el total d e ellcs 2,445 viviendas; 11 r a s representadas por andesitas d e horn-
centros d e diversión; 99 comercios, 31 ofi- blenda e hiperstena, dacitas y basaltos, cu-
cinas particulares: 5 hoteles; 4 hospitales ; yas edades datan del mioceno, plioceno y
2 colegios i n t e r n o s ; 9 cuarteles; 14 escue- pleistoceno, respectivamente, e n tanto que
las oficiales y 1 particular; 45 templos ca- las segundas pertenecen al terciario y cua- '
tólicos y 4 protegtantes; B m u s e o ; 6 biblio- ternario debido a que abundan e n ellas las
tecas y 52 oficinas públicas. Completando tobas pomosas o con depósitos aluviales.
estos datos debemos decir que e n diciem- Aquellos dos elementos predominantes

J
 k
constitutivos del suelo del Estado están
,
bien marcados, pues mientras los cerros,
las colinas y partes bajas son d e formación
sedimentaria, las montañas y SUS deriva-
ciones son plutónicas.
ASPECTO FISIOGRAFICO
Querétaro puede dividirse topográfica-
c mente en dos regiones: la septentrional,
en que s e desarrollan fragosas serranías y
que s e extiende hasta u n a parte de l a re-
gión central, y la meridional, q u e comienza
en la línea en que termina l a anterior y
que está formada por llanuras espaciosas,
entrecortadas por pequeñas cordilleras, por
colinas, cerros y montañas aisladas : unas
cubiertas d e vegetación y otras completa-
mente desnudas, observándose esto último
en zonas d e Querétaro, S a n Juan del Río,
Cadereyta y Amealco, pues e n la región
boreal del Estado, en Jalpan, el terreno es
en extremo accidentado y la vegetación re-
viste todas las galas propias d e la tierra
caliente; por supuesto sin que d e j e d e apa-
recer sumamente hermosa u n a gran parte
d e Tolimán, Colón y Cadereyta, zona bien
h
o demarcada pues desde el pie d e la sierra
Gorda en adelacte va gradualmente decre-
'Vi '16 E2 /
Peña de Bernal, Querétaro.
312
ciendo hasta perderse casi por completo
en los valles d e Querétaro y S a n Juan del
Río. En general ambas regiones son fera-
ces, aunque particularmente l a austral, de-
bido a que en ella abundan los ríos y arro-
yos permanentes, que hacen aquellos te-
rrenos fecundos y esencialmente producto-
r e s d e cereales d e magnífica calidad.
OROGRA FIA
Esta e s bien sencilla en e l Estado. Los
desprendimientos del e j e que cruza l a M e -
s a Central, intrincada y fragosa de las se-
rranías, forman l a parte austral y suroeste,
y por el macizo d e l a sierra Gorda, conti-
nuación d e la q u e con e l mismo nombre
recorre el Estado de Guanajuato y que s e
prolonga a San Luis Potosí e Hidalgo.
E n t r e las alturas m á s notables deben
mencionarse, e n Amealco, los cerros Santa
Teresa, Redondo, Madroño, El Gallo, Po-
nederas, Capula, La Cruz, Alto, Botija y
otras menores; en Cadereyta el Montejí,
Peña de Bernal, Magdalena, Sillería, Colo-
rado, las montañas del mineral del Doctor
y otras eminencias insignificantes: en Jal-
pan el Calentura, P u e r t o del Cielo, Alto,
Cancama, Colgado, Pilón Santa Aguada,
313

- mente.
J de la Callada, Querétaro.
La elevación d e e s t a s alturas sobre el
nivel del mar varía desde 3,350 h a s t a 1,940
metros.
HIDROGRAFIA
Esta s e representa por las vertientes
orienta! y occidental, que s e relacionan
respectivamente al Golfo de México y al
Grande Océano; la primera con todas 9us
314
corrientes alimenta al río Moctezuma, que
sirve d e límite con Hidalgo, después s e CO-
nace por Pánuco y finalmente tributa SUS
aguas en el Golfo; l a segunda recoge to-
d a s las vías fluviales arrojándolas al río
Eerma, que separa al Estado con Michoa-
cán.
Los principales ríos que r i e g a n -e l terri-
torio que s e describe son el Huimilpan y
S a n Ildefonso en Amealco; el Extóraz,
Ayutla, Concá y el Jalpan, en el municipio
d e este n o m b r e ; Juriquilla, Pueblito y el
Querétaro en l a municipalidad homónima;
e l S a n Juan Galindo y la H a c h e e n S a n
Juan del R í o ; el San Miguelito y el Xichú
en Tolimán. Los arroyos aunque son nume-
rosos carecen d e importancia, pero todos,
d e corriente permanente o efímera, entre-
gan su líquido a los ríos antes enunciados,
algunos d e los cuales dan lugar a varias
caídas, como e l del Pueblito cerca d e la
hacienda d e Vigil, donde s e produce una
muy pintoresca que mide 40 m e t r o s ; o bien
h a n permitido que sus aguas s e canalicen,
como sucede con el S a n Juan, que mide
12 K., donde s e ha formado una cascada
artificial d e 126 M., suficiente para el
alumbrado eléctrico de l a capital y alimen-
t a r varias presas utilizadas en e l movímien-
to fabril y d e regadío; igual procedimien-
to s e siguió en otro tiempo con el río T e -
I .
quisquiapan para tener en el P a s o d e l a s
Q i
Rosas una caída d e 120 M. con desarrollo
de u n a potencia hidráulica transmitida por
cable a Querétaro para producir allí luz y
f u e r z a motriz. También s e canalizó el río
de Batán para aumentar l a caída d e agua
y enviar e s a fuerza hidroeléctrica a la mis-
m a ciudad, así como del arroyo d e Maco-
ni, a 2,000 pies abajo del nivel d e las mis-
mas, s e aprovechó la caída de agua insta-
lando u n a rueda Pelton y lun generador
eléctrico d e 300 H. P. con objeto de trans-
mitir dicha fuerza a la fucdición del Doc-
Presa de San José en el río
San Juan, Q r o .
tor. Finalmente los industriosos quereta-
nos han utilizado distintas corrientes, co-
mo lo prueba 12 existencia d e l a s presas d e
Bernal, Huimilpan y la que une el acueduc-
to d e S a n Juan.
Naturalmente, algunos ríos y arroyos
, que hemos mencionado fomentan las diver-
sas lagunas temporales o permanentes que
existen en el Estado, distinguiéndose en
las primeras la d e La Soledad y El Sauci-
llo y en las segundas la d e Petzola, q u e
abarca una superficie d e 6,NO M. con pro-
fundidad d e 2 M.
HIDROLOGIA
Si son muchos los manantiales y pozos
artesianos para proveerse d e agua potable
en e l Estado, son d e consideración s u s va-
rias fuentes termales y minerales, m u y
apreciados por l a inmejorable calidad d e
sus aguas los d e S a n Bartolo y Nadó en
Amealco; L a s Fuentes, Canoa, Tadejé, La
Higuera y otras en Cadereyta; Purísima,
Pizcuintla, Acatitlán, Tencama y Concá e n
Jalpan: Ea Cañada, Juriquilla, Amascala y
Batán en Querétaro, Tequisquiapan en S a n
Juan del Río y e l d e Río Blanco en Toli-
mán.
L a configuración del suelo d e Querétaro
determina sus condiciones climatológicas,
por cierto muy irregulares en su gradua-
ción, pues mientras el clima es frío en los
municipios ¿e Cadereyta y Amealco debido
a que su altura sobre el nivel de! mar e s
d e 2,071 y 2,071 M. respectivamente, e s
templado e n Querétaro y San J u a n del Río,
que están a 1,813 y 1,906 M. y cálido en
Colón, Tolimán y Jalpan, que s e encuen-
t r a n a 1,540, 1,510 y 774 M. respectiva-
L a s heladas son por lo general modera-
d a s y 10s vientos varían según %a elevación
del lugar; sin embargo, los dominantes S O -
plan del norte y noreste, excepto los pri-
meros m e s e s del aíío e n que vienen del
s u r y suroeste.
L a s lluvias no son excesivas y sí muy
favorables a la agricultura y l a salubridad.
Lo primero s e manifiesta por e l promedio
anual de 594 milímetros cúbicos, observa-
dos los últimos años e n l a región central
de! Estado, y lo segundo por las enferme-
dades predominantes, q u e 5610 afectan los
órganos respiratorios y digestivos.
FLORA Y F A U N A
Estas son tan variadas y abundantes en
Querétaro que bien puede decirse que en
este respecto posee los mismos caracteres
generales que los d e m á s Estados d e !a Re-
...
pública; según l a zona d e cada uno d e SUS
municipios son los productos y éstos t a n
abundantes en sus diversas especies parti-
culares q u e nada envidian uno del otro;
e n efecto, si las m a d e r a s preciosas y para
construcción abundan e n Tolimán y Jalpan,
en árboles frutales, cactáceas y vegetables
medicinales son pródigos Querétaro, S a n
Juan del Río y Amealco, y en otros muchos
IG
Panorámica de la importante fábrica “Hércules”, de hilados y tejidos. Querétaro.
productos Cadereyta y Colón, por m á s que
e n cereales los diversos valles acreditan e l
grado máximo d e vitalidad que poseen SUS
terrenos, los cuales sólo reclaman para el
mayor desarrollo y aprovechamiento d e la
flora u n estudio que facilite aplicarla cien-
tífica e industrialmente.
E n t r e las plantas que m á s abundan hay
que citar el peyote (anhalonium levinii)
cuyos efectos son análogos a l a acción
combinada d e l a estricnina y d e la digi-
t a l y que contiene cuatro alcaloides: l a
hierbamora (solanum nigrum) que contie-
n e solanina y cuyas hojas s e usan para
inyecciones vaginales y para varios usos
exteriores : la contrahierba blanca (psora-
l e a pentaphylla) que sirve como remedio
antiperiódico : la picosa (croton-ciliatoglan-
dulosos) para e l mismo u s o ; el epazote
(chenopodium ambrosioides) eficaz para la
curación d e l a corea o mal de S a n Vito y
del dolor periódico muliebre; el muitle (se-
ricographis mohintli) cuya infusión e s an-
tidisentérica y que según Dollero puede
ocasionar el aborto en proporciones mayo-
res. H a y u n arbusto d e r a m a s espinosas
y torcidas conocido con el nombre d e .Huit-
zizitemetl o tejocotillo, cuya infusión e s
u s a d a e n la farmacia como remedio eficaz
316
para los convalecientes d e afecciones pul-
monares; también llama la atención la fi-
bra compacta y el bellísimo color del palo
fierro (mesma férrea) d e consistencia ex-
cepcional y la ampelídea (cissus tiliácea)
tripa d e judas, muy u s a d a corno antirreu-
mática y como antistérica y antiepiléptica:
la raíz conocida por tumbavaquero; en fin
podriamos seguir enumerando mil varieda-
des, pero con lo dicho basta para d a r s e
clara idea de cvánto vale aquella flora,
pues lugares hay cual m á s pintorescos que
están casi siempre cubiertos d e una alfom-
bra multicolor d e flores, y s e a que s e s u b a
a los cerros empinados o s e b a j e a lo5 va-
lles encantadores, en todos ellos s e encon-
t r a r á con una naturaleza que sonríe y don-
d e trinan infinitas aves d e variado plu-
m a j e ? sobre todo las chuparrosas, que pa-
recen metales preciosos suspendidos a hi-
los scstenidos por u n a mano invisible.
Esto prueba también que l a fauna e s t a n
rica y variada como aquélla pues existen
animales d e todas clases, peculiares a rada
región, que constituyen una positiva fuen-
t e d e riqueza, toda vez que buen número
d e individuos s e dedican y viven d e l a caza
así como d e la pesca e n los ríos y lagunas,
donde pululan e l bagre, la sardina y l a car-
pa. E n general los crustáceos, arácnidos,
batracios, reptiles, aves y mamíferos son
los representantes m á s caracterizados d e
la fauna d e Querétaro.
AGRICULTURA
, Querétaro envió solamente a l a ciudad d e
Como el Estado ocupa una región dema-
siado fértil que produce toda clase d e ce-
reales, plantas leguminosas, frutas, etc.,
etc., la agricultura constituye su principal
industria. E n 1904 el número d e hacien-
das, según las estadisticas oficiales, s e ele-
vaba a 195, de las cuales 179 s e dedicaban
al cultivo d e los cereales. 9 al maguey mez-
cal. 2 a la caña d e azúcar y 5 a l a cría d e
ganado. El producto anual de e s t a s indus-
trias s e estimh e n $2.942,165.00 por lo que
respecta a cereales : 18,000 hectólitros va-
luados en $68,800,0O e l producto del ma-
guey; 49,290 kilogramos con valor d e , .
$5,294.00 el ixtle y $i,500.00 el tabaco,
arrojando $2.500,000.00 el avalúo del ga-
nado.
Ateniéndonos a los datos más recientes
debemos consignar ios pertenecientes a
1930: camote, P.000,500 k.; cacahuate, G,7’00
k.: papa, 45,000 k.g tabaco, 15,000 lr.; ci-
v .
a
Panorámica de Tequisquiapan,
377
ruela, P17,705 k. : arvejón, 30,000 k.: caña
d e azúcar, 2.400,OOO k.; chícharo, 32,000
k.: trigo, 9.749,200 k.; granada cordelina
64,977 k.: tejocote 515,690 ko: frijol, . . .
3.666,OOO k.: y s e justifica la producción
por el número d e carros por entero que
México, e n 1931, conteniendo lo siguiente :
126 h a r i n a ; 270 m a í z ; 161 trigo; 186 jito-
m a t e : ?O r e s e s : 49 salvado; 21 frijol; 12
f r u t a s ; 10 alfalfa benificada; 5 cerdos: 4
cebolla: 3 paja, así como otros muchos pro-
ductos q u e Igualmente exportó durante el
año a los d e m á s Estados limítrofes. a la
vez que alcanzaron a cubrir con dernasia
e! abasto d e ¡as poblaciones locales.
Ea época de paz porque felizmente atra-
viesa la República está siendo bien apro-
vechada e n Querétaro para la mejora d e la
agricultura. Si no en todas, sí en muchas
fincas d e campo s e ocupan actualmente en
operaciones y labores como preparar el te-
rreno, sembrar, cultivar, cegar, trillar- re-
colectar, desgranar, etc. Los depósitos d e
agua. presas, bordos, etc,, s e mejoran en
unas y s e forman e n ótras dando mayor
extensibn a los terrenos d e riego, con cuya
mejcra tiene gran incremento la riqueza
Qro.

Presa del “Centenario’”, Tequisquiápan, Qro.
pública. S e emprenden también varias
obras materiales e n las casas, oficinas y
cercados. P o r todo esto y por el cruza-
miento y mejora d e las razas d e los ga-
nados vacuno, caballar, lanar y porcino,
así ccmo e n materia avícola, e n que ya
hay los ejemplares más seleccionados d e
las razas m á s acreditadas, puede asegurar-
s e que la agricultura en todos sus aspec-
tos h a tenido u n desarrollo notable en es-
t a época d e paz y d e progreso, a todo lo
cual contribuyen d e modo muy directo las
leyes protectoras locales, que exceptúan los
terrenos que s e dediquen al cultivo de de-
terminadas especies, y e n esto, así como
en las garantías y seguridad d e l a s fincas,
e s en lo que los propietarios fincan su pros-
peridad: s e testifican estas mejoras con el
hecho d e que varias haciendas s e han ven-
dido e n mayor valor que el fiscal.
MZNERZA
E s t e importante ramo ofrece muchos in-
centivos a l a empresa para su desarrollo e n
el Estado en virtud d e que su suelo encie-
r r a grandes y ricos yacimientos, como son
los del Doctor, L a s Aguas, Escanela, San
378
Antonio Berna1 y Rio Blanco. Ejemplares
d e esos minerales viéronse en l a Exposi-
ción Permanente e n los primeros años del
presente siglo, consistentes en oro, plata,
nativa y sulfúrea, lignito, calcedonia, zeo-
lita, harinosa, cobre, plomo, antimonio, ci-
nabrio, ónix, casiterita, mercurio, malaqui-
ta, fierro, manganeso, galena, antracita, ba-
ritina, caparrosa, estaño, granates d e hie-
rro, ocre, ágata, carbón mineral, bisulf atos
d e fierro, mármoles d e varios jaspes, y
ópalos, que s o n u n a especialidad natural
del Estado, muy estimados en el extran-
jero y entre los cuales hay exponentes her-
mosísimos que llegan a valer hasta $250.00
los m á s notables, circunstancia q u e justi-
fica el auge que alcanzó Querétaro antes
d e l a Independencia como productor mine-
ro, época en la que estuvieron en activa ex-
plotación las vetas, pues m á s t a r d e las re-
voluciones hicieron que todas las minas pa-
ralizaran sus trabajos cayendo l a s m á s e n
completo abandono, como s e ve por las rui-
nas d e las antiguas haciendas de beneficio
y depósitos d e escoria; sin embargo e s t á
probado que actualmente la minería es el
mejor negocio d a d a la baratura d e la mano
d e obra, del carbón vegetal y numerosas
4
caídas d e agua que pueden s e r aprovecha-
d a s ; además, siendo el Esiado d e los m á s
agricultores y d e u n clima ideal, l a vida
sería notablemente fácil y barata, a todo
lo cual debe agregarse l a s facilidades q u e
ofrece el ferrocarril que cruza el Estado.
. . A las mismas puertas d e Querétaro s e
encuentran canteras d e sólida piedra para
construcción y ornamentación, d e diversas
coloraciones, que todavía s e explotan d e
modo rudimentario y que sólo necesitan la
maquinaria para s e r explotadas convenien
temente y abastecer la insaciable demanda
que en la ciudad d e México hay d e e s t e
material para l a s múltiples construcciones,
y cuya explotación producirá pingües utili-
dades al capital que s e invierta e n ella.
Si e n 1928 la producción d e plata f u é d e
1,659 Ir. con valor d e $64,542.00, y la d e
plomo de 230,879 k. con precio d e . . ,
$66,514.00, es de esperar que los hombres
de empresa vayan a Querétaro a hacer in-
versiones cuantiosas, seguros d e obtener
grandes rendimientos e n los múltiples
mantos de S a n Antonio y S a n Nicolás, M e -
s a d e Pozos, Chichimequillas, Bravo, Lirios
y muy especialmente en Doctor y Vizarrón
y algunos otros.
Además d e la agricultura y l a minería,
existen también fábricas d e tejidos d e al-
godón, molinos d e harina, destiladurías,
cervecerías, molinos d e papel, industrias
muy productivas d e corte d e madera, ela-
boración d e la caña d e azúcar con aprove-
chamiento d e sus derivados; labrado de ta-
bacos, artes mecánicas: otras muchas pe-
* . queñas industrias indispensables a l a vida,
l como la fabricación d e sombreros, ya s e a
i’r
d e palma o d e cierta raíz que por su duc-
tilidad s e puede t e j e r fácilmente, y la ela-
boración d e exquisitos dulces y conservas
d e toda clase de frutas. Además, los veci-
nos, convencidos d e la necesidad d e fo-
mentar todas sus industrias, s e h a n dedi-
cado en los últimos años a practicar los
mejores métodos aprovechando el concur-
so d e las misiones culturales, razón por la
que, grande o pequeña q u e sea 1s indus-
tria, ésta ha entrado en u n período d e fran-
ca evolución, perfeccionamiento y desarro-
llo Si se quiere u n a demostración m á s
categórica d e lo que s e dice allí está al
oriente d e l a ciudad d e Querétaro la im-
portantísima como muy hermosa fábrica
“Hércules”, d e tejidos d e algodón, movida
por 450 H. P. eléctricos, propiedad d e l a
Compañía Industrial Manufacturera, S. A.,
que al establecerse aportó un capital d e
$4.300,000.00 que a l a vez controlaba “La
Purísima” y “San Antonio”, ambas de te-
jidos, hilados y estampados d e algodón,
que antes d e 1910 daban ocupación a m á s
d e 1,000 obreros.
O t r a f a s e d e l a industria en el Estado
es l a hidroeléctrica, que según el Depar-
tamento Hidroeléctrico d e l a Comisión Na-
cional d e Irrigación consiste en 4 plantas
generadcras de energía eléctrica para el
servicio público, con u n a capacidad insta-
. lada de 2,380 K.W. o s e a el 0.52% del gran
total instalado e n el país; de éstas, t r e s
plantas son hidroeléctricas y tienen u n a
capacidad instalada d e 1,980 K.W. v una i ~~-
planta es termoeléctrica con capacidad d e
400 K.W.
L a planta m á s importante es d e la pro-
piedad d e l a Compañía Hidroeléctrica Q u e -
retana, §. A., instalada en el P a s o d e las
Rosas, municipio d e Cadereyta d e M o n t e s ,
que tiene u n a capacidad instalada d e 1,600
K.W. y utiliza las aguas del río S a n Juan
del Rio, que sirve d e limite a los Estados
d e Querétaro e Hidalgo.
COMERCIO
E s t e puede estimarse en el Estado e n :v
nueve o diez millones d e pesos anuales. i
Verificase principalmente con las entida-
des circunvecinas que consumen casi toda
la cosecha d e maíz, trigo y demás cerea- 1
les, así como sus frutas, ganados y- otros
muchos productos anotados antes, e n tanto
que los minerales son enviados a los Esta-
dos Unidos, d e donde s e importan, m á s que
de Europa, e n fuertes cantidades, toda cla-
s e d e maquinaria, quincallería, peletería,
joyería, modas, armas, muebles, medicinas,
calzado, telas, etc. E s igualmente consi-
derable lo que importa d e la ciudad d e
México y d e algunos E s t a d o s ; sin embargo
su comercio con el exterior del país e s tam-
bién considerable, el cual puede valuarse
379

Hernioso puente de piedra en San Juan d.el Río, Qro.
en $S.600,000.00 por concepto d e importa-
ciones y l a s expcrtaciones e n $4.600~000,00.
COMUNICACIONES-FERROCA
Situado como está en e l centro del país,
sus vías d e comunicación s e extienden a
todo el territorio, siendo como e s natural
m á s expeditas en la parte más plana, e s
decir, en los valles de S a n J u a n del Río
y Querétaro y por lo mismo l a región m á s
favorecida con el paso d e los Ferrocarri-
les Nacionales d e México a Ciudad Juá-
rez, d e México a Nuevo Laredo y d e
México a Acámbaro; e l primero entra
al Estado e n Palmillas, K. 172.0, y des-
pués d e tocar Peón, S a n Juan del Río,
S a n t a Elena, L a Estancia, Chiutepec, Ahor-
cado, La Griega ( a partir de e s t e lugar
h a s t a Mariscala, M. 286.3 d e la línea “Mé-
xico a Earedo”, s e usa e s t a via tanto por
la via a Ciudad Juárez como por la an-
terior), Hércules, Querétaro y Crucero d e
Tranvías, que lo deja en Las Adjuntas, re-
corriendo por tanto una extensión d e 111.9
K. El segundo s e interna en e l Estado en
Estación Bernal, M. 204.2, sigue por S a n
Nicolás, L a Llave, La P u e n t e , Noria, Vi-
380
pasajeros y carga, coches d e tracción ani- y cuando el caso lo requiere aprovéchan-
mal, motocicletas, carros y carretas) re- s e naves aéreas para pasajeros o simple-
gistrados en las oficinas respectivas, y los mente como correos.
segundos sirven para comunicar todos los
lugares m á s abruptos e inaccesibles donde CONCLUSION
s e hace uso de cabalgaduras y bestias d e
carga. T a l es, a grandes rasgos, l a situación ac-
tual del Estado que, comparándola con l a
T E LEGRAFOS-TELEFONOS-CORREOS anterior a 1910, tiene la bellísima perspec-
tiva d e u n período bonancible próximo,
La red telegráfica es bien corta pues atentos s u céntrica y ventajosa posición
apenas comprende Querétaro y S a n Juan geográfica cuanto s u s especiales condicio-
del Río, auxiliada eficazmente por las ofi- nes físicas, que l e dan aptitudes para pro-
cinas telegráficas d e las estaciones Ahor- ducir los frutos d e las tierras templadas
cado, Cazadero, Chintepec, H é r c u l e s y S a n y d e las semitropicales; por su clima be-
Nicolás. nigno y saludable y SU buena y abundante
L a red telefónica pertenece a u n a com- provisión ¿e aguas d e manantial su suelo
pañia particular, y como l a anterior, presta es exuberante e n elementos naturales d e
muy buen servicio público. Une a l a capital riqueza, donde s e desconocen las temblores
con las cabeceras d e los municipios y a d e tierra, l a s inundaciones y los huraca-
muchas haciendas y fábricas que están nes, calamidades que dejan tristes recuer-
fuera del perímetro local. dos e n otras partes: Querétaro en fin, por
E1 servicio postal es bastante eficiente las ventajas que ofrece a las nuevas in-
en todo el Estado, no obstante que sólo dustrias y por s u rápida comunicación fe-
cuenta con tres administraciones e n Que- rroviaria por medio d e las dos grandes ru-
rétaro, S a n Juan d e l Río y Jalpan, y agen- tas citadas antes, que lo ponen en contac-
cias en las demás poblaciones, d e relativa to con los mejores centros y puertos d e la
borillas, La Griega (a partir d e este lugar
importancia. República y con el mundo, posee inmejo-
h a s t a Mariscala s e aprovecha l a línea Mé- Complétase lo relativo a comunicaciones
rables condiciones para una inmediata pros-
xico a Ciudad Juárez), Hércules, Queréta-
con el incremento que h a alcanzado a ú1- peridad, que aumentará d e modo bien sen-
ro y Crucero de Tranvías y sale del Esta-
timas fechas el uso d e aparatos d e radio, sible la nacional.
do en Las Adjuntas, haciendo un recorrido
d e 50 M. En cuanto al tercero, toca al Es-
tado en u n corto tramo d e S a n Rafael (M.
102.0) a Querétaro (M. 124.0). L a s dos
primeras líneas entran al Estado por el
sureste y salen por el occidente. Existen
otras d e menor importancia, d e propiedad
particular, que s e emplean en l a conduc-
ción d e los productos agrícolas d e algunas
fincas. D e la capital a C a ñ a d a y Pueblito
extendía su radio la línea de tranvías ur-
banos.
CAMINOS
L a ciudad de Querétaro sirve d e centro
a los distintos caminos que unen los di-
ferentes pueblos del Estado, los cuales s e
extienden más allá de sus límites, mismos
que consisten en íos caminos carreteros
que miden 1,056 K, y los de herradura 916
K. Los primeros, por sus buenas condi-
ciones, facilitan el tránsito diario d e los
909 veículos (automóviles, camiones d e
1 38 1

Informe que Rinde el Jurado calificador en el Con-
curso de Competencia Agrícola Celebrado en
el Sistema acional de
ío Salado", Coa
ON fecha 9 de abril del co-
rriente año l a Comisión
N a c i o n a 1 d e Irrigación
acordó v fiió l a s bases ba-
r -
jo las cuales debería ve-
-rificarse u n Concurso d e
.
Competencia Agrícola en-
t r e los diversos colonos que habían toma-
do terreno para su cultivo, en el presente
año, en el Sistema Nacional d e Riego N"
4, para 10 cual s e hizo una convocatoria
general e n t r e todos ellos a efecto d e que
los que s e sintieran capaces para conten-
d e r s e inscribieran con l a oportunidad de-
bida.
Algún tiempo después d e l a convocato-
ria, la Comisión Nacional d e Irrigación tu-
vo a bien integrar el Jurado Calificador
que debería conocer del resultado d e e s t e
certamen, habiendo quedado integrado con
u n representante d e la Secretaría d e Agri-
cultura y Fomento, un representante d e los
agricultores y un representante d e las Cá-
maras d e Comercio. El Jurado hizo varias
visitas a l a región d e Don M a r t í n : unas ve-
ces individualmente el P r e s i d e n t e del Ju-
rado, otras, dos d e sus miembros, y los
últimos cinco días del m e s d e julio, ya en
vísperas del concurso, e l Jurado debida-
mente integrado s e trasladó a los terre-
nos y dió principio a los estudios y consi-
deraciones que deberían servirle para el
mejor desempeño d e su cometido.
Aunque l a convocatoria, distribuída por
orden e instrucciones de la Comisión Na-
cional d e Irrigación, había llegado a todos
o cuando menos a la mayor parte d e los co-
382
1
-4
'i
1
i
lonos, éstos no tomaron el asunto con el
interés que era d e desearse debido al des-
conocimiento que tenían de los benéficos
resultados que e l concurso podría tener pa-
r a ellos.
Así, en nuestras primeras visitas, los en-
contramos poco interesados, pues si algu-
Trofeos del C. Presidente de la Repúbli-
ca, C. Secretario de Agricultura y
Fomento v Comisión Nacional
de Irrigación.
nos habían respondido a l llamamiento e r a
u n número relativamente corto : sin embar-
go, m á s tarde debidamente ilustrados por
el personal de l a Gerencia del Sistema,
quien les hizo amplias expIicaciones d e lo
que s e trataba y d e los fines que s e perse-
guían, s e les hizo ver l a conveniencia d e
! que todos participaran e n el concurso, con-
siguiéndose así que respondieran al llama-
do cumplidamente.
i contando con l a valiosa cooperación d e la
i para el mismo fin, que s e sumaron a los
l r a y Fomento, Comisión Nacional de Irri-
Medalla obsequiada por la N.Confedera-
ción de Cámaras de Comercio de los Es-
tados Unidos Mexicanos a l colono que se
distingdió por la mejor producción.
As; f u é como al cerrarse el concurso pu-
do llegar el número de concursantes a l a
altura que s e d e j a reseñada en e l acta que
s e levantó y cuyos nombres, lotes y super-
ficies señalamos a continuación. D e b e ad-
vertirse que, a medida q u e los días corrían,
mientras s e verificaba e l certamen, e l en-
tusiasmo entre ellos iba creciendo, pues
cada uno pensaba ya e n disputarse los me-
jores premios y diplomas. ]Por su parte, el
Jurado, auxiliado por l a Gerencia del Sis-
tema, tomó verdadero interés porque los
colonos s e fueran interesando m á s y m á s
en esta justa de trabajo, en la que s e pon-
drían a prueba .los que hubieran laborado
mejor, hubieran obtenido el mejor fruto y
alcanzado la mejor producción, dejando así
383
>
latente e l entusiasmo para los futuros con-
cursos.
Los premios ofrecidos por la Comisión
Nacional d e Irrigación e n s u convocatoria
respectiva fueron tres, determinados d e la
manera siguiente :
M e j o r trabajo,
Mejor fruto y
M e j o r producción.
M a s estando autorizado el Jurado Cali-
ficador, e n la misma convocatoria, por la
Cláusula Séptima, para distribuir los tro-
feos, medallas, diplomas y demás premios
que pudieran obtenerse para esta ocasión,
Cámara de Comercio, Industria y Minería
del Estado d e Nuevo León, del C. Gober-
nador del Estado d e Coahuila y d e algu-
nos comerciantes y particulares d e l a re-
gión que obsequiaron muy valiosos premios
trofeos presentados por el C. Presidente
d e la República, Secretaría d e Agricultu- .
gación y Confederación d e Cámaras d e Co-
mercio d e los Estados Unidos Mexicanos,
estando pues el Jurado en aptitud d e crear,
con las facultades a que nos hemos refe-
rido, los siguientes premios especiales, es-
tableciendo varios lugares en cada uno d e
ellos, que s e clasificaron d e l a manera si-
guiente :
Sobresaliente e n m e j o r trabajo, produc-
ción y fruto.
M e j o r instalación d e u n a granja.
M e j o r i n d u s t r i a agrícola.
N e j o r aprovechamiento d e agua e n los
:l
riegos.
La m e j o r parcela s e m b r a d a d e m a í z m e z -
1j
quitaleño.habitación. Mejoí-
M e j o r f r u t o ( n o maiz).
M a y o r 1aboriosidad.
P a r a llegar a los resultados que s e con-
signaron e n el acta que con toda oportu-
nidad s e di6 a conocer a esa superioridad
y d e la cual adjuntamos copia, el Jurado
procedió a examinar detenidamente y a
estudiar todos y cada uno d e los lotes que
entraron e n el concurso, fijándose con to-
do detenimiento l a situación topográfica d e
los mismos, clasificación d e parcelas, es-
timación d e los cultivos, preparación d e los
terrenos, costos d e cultivo, construcciones
d e regaderas y drenajes, y en general d e
todos 10s métodos de cultivo que s e em-
plearon, así como del estado d e desarro-
llo d e las plantas, clasificando sus frutos
y haciendo una apreciación a l a vista d e
l a producción d e cada u n a de l a s parcelas.
D e este examen s e hizo una eliminación
previa y s e formaron los grupos que debe-
rían disputarse los premios.
DESCRHPCION DE LOS T E R R E N O S
Todas las tierras de labor tomadas por
los Colonos son generalmente planas, con
pendiente menor d e 1%, clasificadas en
Ios pianos agrológicos como d e primera
clase del tipo migajón arcillo-limoso, d e
la serie Don Martín, que es l a que m á s
abunda en e l Sistema.
PREPARACION DE LAS T I E R R A S POR
E A COMISION N. D E I R R I G A C I O N
L a s tierras recibidas por los colonos hue-
ron previamente desmontadas y desenrai-
zadas por cuenta d e la Comisión Nacional
d e Irrigación, por conducto d e su Depar-
tamento d e Trabajos Pre-agrícolas, rotu-
rándose después ei terreno con arados d e
discos accionados por tractores Caterpiller
60 y a una profundidad d e 36) centímetros
m á s o m e n o s ; en estas condiciones h a n re-
cibido ias tierras los colonos para trabajar-
las, bien s e a por el s i s t e m a d e aparcería
o para comprarlas en la forma y condicio-
n e s establecidas.
TRABAJOS DE P R E P A R A C I B N H E -
CHOS P O R LOS COLONOS
Tomados los terrenos e n l a forma que
queda dicha, los colonos, por su cuenta,
dieron u n paso d e arado ligero, cruzando
lo roturado por 10s tractores y pasando des-
pués rastras d e discos o m a d e r a para nive-
l a r mejor su parcela y dejarla en condi-
ciones favorables para recibir el riego.
REGADERAS
Cada parcela tiene u n a boca-toma en el
canal lateral, que lo s u r t e , d e donde pen-
384
d e el sistema d e riego que e s construído
por cada uno d e los colonos. E s t e sistema
d e riego puede clasificarse en dos grupos:
uno, formado por los que h a n efectuado
sus obras con carácter d e permanentes y
otro, por los que las h a n hecho d e carácter
provisicnal. En las obras d e carácter per-
manente la sección y pendiente que s e h a
dado a las regaderas e s t á de acuerdo con
los gastos que puede proporcionar e l ca-
nal lateral que los s u r t e d e agua, y en 105
Medalla obsequiada por la H.Confedera-
ción de Cámaras de Comercio de ios
E. U. M. al c o l o n o que se distinguió por
el “Mejor Trabajo”.
provisionales l a sección d e las regaderas
e s únicamente para parte del total que pue-
d a proporcionar la boca-toma correspon-
diente. P o r lo general los levantadores d e
aguas, presillas u obras construidas para
regar son de carácter provisional, forma-
d a s con tablas o bien con lona y e n su ma-
yoría son hechas d e estacas y ramas. Los
colonos que h a n h e c h o sus regaderas d e
carácter provisional l a s destruyen al h2-
cer l a preparación de sus terrenos para el
cultivo siguiente, y se nota l a tendencia
d e hacerlas d e carácter permanente con
e l objeto d e que sirvan para los años pos-
teriores y así evitarse gastos inútiles.
E n el concepto del Jurado las obras o
regaderas hechas provisionalmente no Ile-
naron debidamente s u cometido por no te-
ner la capacidad suficiente para efectuar
u n riego rápido y económico, lo que e s muy
indispensable cuando h a y urgencia de agua
para regar en épocas cálidas y en que la
plantación esté muy necesitada.
METODOS DE RIEGO
Ei sistema empleado por los colonos pa-
r a hacer sus riegos fué el d e inundación,
dejando el método d e escurrimiento para
Medalla de c i o obsequiada por la H.
Confederación de Cámaras Indus-
triales de los E. U. M.
aquellos lugares en los que, por su pendien-
4
t e o inclinación, s e facilita m á s hacer este
Y trabajo en dicha forma, resultando con me-
nos costo. Los riegos son continuos e n to-
dos aquellos terrenos que tienen regade-
r a s permanentes, no así en los terrenos
que están provistos con regaderas provi-
sionales, dadas las dificultades que s e les
presentan cuando estos riegos s e verifi-
can d e noche para t e n e r en buen estado
sus regaderas, s i n que den lugar 2 ruptu-
ras o perdidas.inútiles.
El número d e riegos dado f u é d e dos a
tres, ya que el abundante período d e llu-
vias evitó el d a r mayor número, habiéndo-
s e logrado s e m b r a r u n a gran parte con la
humedad que contenía l a tierra. El núme-
r o de regadores que s e emplearon al efec-
tuar los riegos estuvo d e acuerdo con el
gasto que se manejaba, siendo éste de 30
a 50 litros por segundo, por regador. L a
cantidad d e agua usada por riego varía de
1,200 a 1,500 metros cúbicos por hectárea.
PRECIPITA CION P L U V I AL
En el primer s e m e s t r e del año l a estación
d e lluvias f u é extraordinariamente abun-
dante puesto que las estaciones termoplu-
viométricas instaladas en el Sistema acu-
saron u n a precipitación d e 653.5 mm. en
los diez meses comprendidos d e noviem-
bre de 1930 a agosto d e 1931; pero muy
especialmente d e abril a junio del corrien-
t e año.
SEMILLAS
Con atinada previsión los colonos consi-
deraron que no deberían exponerse a sus
frir un fracaso sembrando semillas no ex-
perimentadas en terrenos d e u n a región
desconocida para ellos, siendo unánime l a
opinión d e que lo m á s indicado sería sem-
brar maíz en todos los terrenos, aunque s e
tiene bien sabido que este producto ao es
sino medianamente remunerativo. Sin em-
bargo, l a razón d e s e r d e los m á s seguros
en producirse decidió que fuera el elegido
en la primera s i e m b r a : así pues, f u é el
maíz el cultivo que ocupó el primer lugar
en la región. L a semilla f u é proporciona-:
d a en su mayor parte por la Gerencia des
Sistema, habiendo traído las siguientes va-)
riedades :
Importada.-Semilla americana d e la6
variedades W h i t e W o n d e r y W h i t e Pearl.
procedentes d e Dallas, Texas, y semillac
del país d e la variedad mezquitaleña, d e l a
hacienda d e “El C a r m e n , Tamps. §e usa-
ron otras semillas de la región aunque en
muy pequeñas proporciones.
SIEMBRA
Las siembras s e verificaron desde los
primeros días d e l m e s d e febrero hasta los
úitimos d e l m e s de abril, poniéndose por
hectárea u n a cantidad que varió entre PO
y 15 kilos según la clase, habiendo sido
depositada en surcos d e 75 centímetros a
u n metro d e separación y colocados d e dos
a t r e s granos d e 40 a 60 centímetros d e
distancia.
MAQUINARIA E IMPLEMENTOS
P a r a verificar el trabajo anterior y se-
gún las posibilidades d e cada uno, s e em-
plearon tanto tractores con sembradores
d e cuatro surcos como sembradoras a ma-
no d e un solo surco, viéndose por esto que
s e eliminaron por completo los métodos
y sistemas primitivos. L a germinación d e
l a semilla varió entre 5 y 8 días después d e
sembrada, según los informes q u e nos h e -
ron proporcionados por los señores inge-
nieros encargados d e l a dirección d e los
trabajos.
CULTIVOS
Los lotes que entraron en el concurso
no recibieron, debido a él, u n cultivo es-
pecial, pues los señores colonos nada su-
pieron d e tal concurso sino h a s t a el m e s
de mayo. P a r a e s a s fechas los plantíos s e
encontraban e n pleno desarrollo, t a n avan-
zados que los interesados no tuvieron que
hacer en su favor, d e allí e n adelante, nin-
gún trabajo. L a s escardas fueron tres, ve-
rificándose é s t a s con arados livianos, tira-
dos ya por mulas o tractores, según l a posi-
bilidad del colono, En todos aquellos terre-
nos quc estuvieron cruzados no f u é necesa-
rio hacer uso del azadón, pues sólo en las
labores que no tuvieron aquel beneficio s e
les dió alguna despejada con e s t a pequeña
herramienta. P o r tratarse d e tierras nue-
vas perfectamente roturadas y por t a n in-
mejorables condiciones climatológicas, las
plantas s e fueron desarrollando vigorosas
y libres d e toda plaga, habiéndose obteni-
do rendimientos tan extraordinarios como
los que m á s abajo s e describirán.
M E J O R TRABAJO
Siendo el premio mayor destinado al que
verificara el mejor trabajo, l a Comisión o
Jurado s e fijó en todos aquellos detalles
que debieran concurrir e n los trabajos ve-
rificados por el colono para que fuera
acreedor al premio número uno, por con-
siderar que la idea de l a Comisión Nacio-
nal d e Irrigación, al haberlo acordado así,
tuvo por objeto e l estimular a todos los co-
lonos para que s e interesaran e n mejorar
cada día sus procedimientos. Fundado en
ello, el Jurado hizo la aplicación del pre-
mio mayor al colono q u e a su juicio de-
mostró mayores conccimientos en el culti-
Medalla de oro obsequiada por ia PI. Con-
federación de Cámaras Industriales de
los E. U. M. a l colono sobresaliente en
las tres secciones: Mejor Trabajo”,
“Mejor Producción” y “Mejor Fruto”.
vo d e su parcela, logrando reunir en ella
todas aquellas condiciones que deben con-
currir para acreditar a su propietario como
u n buen agricultor.
CLASIFICACIQN DE FRUTOS
Como ya s e dijo, las variedades d e maíz
sembrado fueron t r e s especialmente. Al
verificarse la clasificación s e hicieron lo-
t e s d e 12 mazorcas, que en paquetes se-
llados con el número del colono llegaron
a l a Gerencia, en donde fueron abiertos
ante la presencia del Jurado y d e los se- ro d e hileras, mayor longitud, y mayor diá-
ñores ingenieros directores ¿el Sistema. metro y peso de los granos.
Una vez allí se fueron abriendo y colocan-
do en mesas, separadamente u n lote del PRODUCCION DE FRUTOS
otro. Hecho el estudio superficial de cada H a s t a el día primero d e septiembre s e
determinó e l rendimiento d e maíz por hec-
grupo s e hizo la consiguiente eliminación
tárea. E s t e trabajo s e verificó e n presen-
y s e dejaron sólo aquellos que s e conside-
ró que reunían el mayor número d e pro- cia y a ¡a vista d e los concursantes, s e
pizcó el maíz en las plantas en pie, tomán-
babilidades para entrar en competencia.
dose una área d e 2,500 metros cuadrados
Después d e examinados cuidadosamente
que fué remitida ya en e s t a condición a una
los lotes que quedaron, s e dejó aquel que
máquina desgranadora marca "Triunfo’’,
reunió mejor las siguientes condiciones :
d e donde s e recogió en seguida, pesándo-
mejor desarrollo, forma cilíndrica, unifor-
se al mismo tiempo lo que cada una d e
midad de sus granos, bases y puntas m á s e s t a s parcelas chicas fué rindiendo, con lo
llenas, mejor color del maíz, ausencia d e que s e obtuvieron los siguientes resulta-
granos chupados, hileras m á s juntas, núme- dos :
RENDIMIENTOS
Nombre Lote Kilos Variedad
-
Rubén del R í o . ... . . . . . . . . . . . . . . 34-A 4,000 Mezquitaleño.
M a r í a d e los Angeles F e r r a r a . . . . O3B-O3C 3,395 Mezquitaleño.
Luis F. E g u í a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 2,964 Mezquitaleño.
Angel Pliego. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 2,945 Mezquitaleño.
.- -
COSTO DE CULTIVO POR HECTAREA Desgrane. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.50
Acarreo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.00
A efecto de determinar los costos d e
cultivo el Jurado Calificador procedió a to- Suma. . . . . . . . . . . .$__65.13
__. -
mar informes, y para el caso tuvimos a la
~
Costo d e prod. por tonelada.$ 16.27
vista l a s listas d e raya y d e m á s compro-
L a señorita M a r í a d e los Angeles Ferra-
bantes con los que s e justificaron las can-
tidades invertidas. A continuación damos r a obtuvo e l segundo premio y sacó, tam-
;
a conocer los costos obtenidos por los se- bién por hectárea, los siguientes gastos :
ñores Benito Narro y R u b é n ,del Río, que
Administración. ........... .$ 12.55
merecieron los premios M e j o r trabajo y Semilla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.38
M e j o r proclucción, habiendo sido los mis-
f Labores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17.95
mos :
Regadores. . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.78
Administración. ........... . $ 12.09 Agua. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.93
Semilla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.03 Demérito maquinaria. ....... 8.00
Labores.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6-00 Intereses. . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.00
Regadores. . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.87 Extraordinarios. ............ 16.50
Agua. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.45 Pizca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10.00
Demérito maquinaria. . . . . . . . 4.64 Desgrane. . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.50
Intereses. . . . . . . . . . . . . . . . . . 9.55 Acarreo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.00
Extraordinarios. . . . . . . . . . . . . 5.00
Pagado a la C o m i s i ó n . . . . . . . . 5.00 Suma. . . . . . . . . . .. $ 89.59
Pizca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10.00 Costo d e prod. por tonelada.$ 26.30
387

Implementos de avicultura obsequiado3 231- e; C. Nazario S, Ortiz Garzn,
Gobernador Constitncional del Estado de Coahuila.
Los costos que sacaron los d e m á s colo-
nos, por hectárea y tonelada, puede decir-
s e que están dentro d e los números ante-
riores.
M E J O R INSTALACION DE U N A
GRANJA
Los elementos constitutivos que s e tu-
vieron en crienta al otorgar este premio
fueron los siguientes :
Habitación, determinando los materiales
d e que f u é construida, número de piezas,
presentación, servicios interiores, corrales
y útiles para la cría d e gallinas, para puer-
cos, establos para vacas, bodegas para fru-
tos y granos, y por último sus máquinas e
implementos d e agricultura.
S e tuvieron en cuenta los implementos
d e que disponía cada uno, la mejor distri-
bución d e sus hortalizas y cultivos en ge-
neral, eficientes para sostener d e manera
económica la expresada granja, así como
d e la buena selección d e sus productos pa’
r a obtener u n a alimentación sana y ade-
cuada para cada caso.
388
M E J O R INDUSTRIA AGRICOLA
Estando dentro del criterio del Jurado
el hecho d e que para ser buen agricultor
d e b e éste enseñarse a vivir y sacar d e la
tierra todo aquello que le e s indispensa-
ble para la vida, a efecto de ayudarse con
sus propios elementos y que no venga a
gravitar s u sostenimiento sobre los que de-
ben constituir para él sus mayores ingre-
sos, o s e a de aquello d e que d e b e esperar
alguna utilidad, s e creyó d e justicia apli-
car un premio al que, teniendo a mano
esas pequeñas industrias, las hubiera ido
manejando con más inteligencia y con l a
mayor economía para colocarlas en u n ti-
po netamente comercial.
Contadas son las industrias d e esta na-
turaleza que s e encuentran h a s t a ahora e s -
tablecidas en e l Sistema, y esto s e d e b e
inrdudablemente al hecho d e que está aún
. .
incipiente su colonización. Es d e hacerse
mención, sin embargo, d e que observamos
que ya hay algunos que tienen gallinas d e
diversas Variedades, e n las que figuran las
Wode Island, W h i t e Leghorn, Plymouth,
Rock Barreada y algunas del país ya bas-
tante cruzadas, lo que viene a constituir
una importante ayuda para algunos d e los
colonos. Ea cría d e abejas italianas en col-
menas modernas y adecuadas e s otra fuen-
t e d e ingresos q u e empieza a conocerse y
que puede servirles para el futuro.
Parece que entre los agricultores moder-
nos del Sistema hay el propósito d e trans-
f o r m a r sus productos e n otras materias
primas que puedan darles en el comercio
Ropa y cristalería. Obsequio de la
“Vidriera Monterrey”, S. A.
-¡ v
. buenos frutos, y a1 efecto están interesa-
dos en ia adquisición d e algunas razas por-
cinas ccmo son “Poland China” y “Duroc
1
- 1 ‘ .Jersey”, que son las principales y s e avie-
nen bien a nuestro clima, cuya industria,
d e desarroilarse como s e espera, llegará
l a tener u n éxito efectivo y d a r á a los tra-
P veniencias, el Jurado, juzgándolo conve-
bajadores del Sistema magníficas utili-
dades.
E n cuanto a .los establos, o s e a la in-
dustria lechera, e s también otro medio de
subsistencia para los que s e dediquen a
389
D
e s t e ramo, que hoy d e manera muy limita-
d a empieza a desarrollarse.
Entre 10s ejemplares d e vacas con que
cuentan algunos d e los colonos predomina
l a raza Jersey y algunas cruzadas del país.
P o r lo anterior podría asegurarse que las
industrias a que venimos refiriéndonos s e
podrían ver desarrolladas muy normalmen-
t e en los años próximos, ya que los mismos
agricultores están en l a posibilidad d e pro-
ducir s u s pasturas, que también s e desarro-
llan en el lugar, como son la alfalfa, sorgo,
cebada, avena, maíz y otros.
PARCELA DE M A I Z M E Z
Tomando en cuenta el Jurado el que la
hacienda productora d e e s t e maíz obsequió
semilla d e la misma para su siembra con
el objeto d e premiar a aquel d e los colo-
nos que hubiere sabido sembrar, cultivar
y producir más de esta variedad entre las
sembradas, hizo u n estudio previo d e quien
mejor reunió e s a s condiciones para hacer-
l e la aplicación del premio d e referencia.
M E J O R HABITACION
E a idea que tuvo el Jurado al ofrecer
e s t e premio al que hubiere construido la
mejor casa f u é l a de interesar a los colo-
nos, tanto en lo moral como en lo intelec-
tual, a efecto de que en lo f u t u r o pongan
cuantos medios estén a su alcance para es-
tablecer u n a finca en las condiciones me-
jores de higiene y comodidad que deba
prestar e n la vida moderna. S e estudiaron
los materiales d e que estaban construídas, :
su orientación, ubicación y demás condi- {
ciones d e buen gusto y apariencia para q u e 2
s e hiciera acreedora al premio a ella des- 1
tinado.
M E J O R FRUTO ( N O M A I Z )
Como los colonos dieron preferencia al
cultivo d e l maíz, ya que es, como s e dijo
antes, el cultivo que dominó por sus con-
* .
niente, practicó u n estudio d e otros f r u t o s
que s e pueden d a r bien en el Sistema, en-
t r e los que figuraron los melones, sandías,
calabazas, frijol, sorgos y hortalizas en ge-
neral. S e estudiaron los tamaños. s u f o r - ’
ma, su aspecto, etc., y al otorgar e l premio
se hizo a aquel que presentó mejores y
m á s dignos ejemplares, en los cuales s e
manifestara el empeño del vencedor al ad-
quirir semillas seleccionadas q u e mejora-
r a n s u s frutos, demostrando con esto su
dedicación y buen cuidado para producir
lo mejor.
El fruto primero f u é una hermosa san-
d í a con peso d e 25 kilos, teniéndose en
cuenta que como ésta hubo muchas e n la
h u e r t a d e donde procedió.
MAYOR LABORIOSIDAD
Sobre e s t e punto el jurado creyó pru-
d e n t e dedicar u n premio al colono que hu-
biere demostrado mayor laboriosidad, in-
teligencia y lógica, a l a vez que constancia,
para kacerse vivir d e los diversos produc-
tos que pueden obtenerse en su parcela,
pues el que así lo haga habrá visto coro-
nados s u s esfuerzos y asegurado s u éxito,
adquiriendo mayor libertad en s u s nego-
cios y e l bienestar que l e permita disfru-
t a r y ccmpartir con su familia los bienes
a que tiene derecho todo hombre lucha-
dor cuando s e dedica con empeño y tesón
a s u s labores.
El día en que los colonos s e preocupen
por producir todas las materias primas que
necesitan para sus industrias; todo lo que
s e a preciso para su alimentación, los fo-
r r a j e s necesarios para el sostenimiento d e
sus animales, etc., habrán logrado resol-
ver el problema d e todos los . que
. viven en
e l campo, que e s el saber vivir d e la tie-
rra. Si ponemos todo nuestro esfuerzo, em-
peño y dedicación en lograr lo anterior,
nuestros afanes s e r á n coronados por el éxi-
t o que a l a postre s e traducirá e n comple-
t a independencia así como en e l bienestar
d e la familia, para lo cual todos y cada
u n o d e s u s miembros, d e acuerdo con s u Comisión Nacional de Irrigación por l a in-
e d a d y sexo, deberán atender los diversos
ramos d e su industria, cuyo conjunto cons-
tituye u n a verdadera riqueza.
Terminado nuestro estudio y después d e
h a b e r llegado a los resultados que antes misión hemos procurade desempeñar con
enumeramos nos e s satisfactorio manifes- todo e l empeño posible no omitiendo es-
t a r q u e nos encontramos gratamente sor-
prendidos ante el floreciente estado d e
desarrollo en que s e encuentra l a coloni-
zación del Sistema Nacional d e Riego NQ justicia, dejar satisfechos a todos los co-
390
4, ya que día a dia aumentan l a s activida-
d e s y el entusiasmo, y s i bien e s cierto
que en el presente año no s e obtuvieron
los resultados apetecidos, por el bajo va-
lor d e los productos, e n cambio podemos
asegurar sin temor d e equivocarnos, que
para el futuro e s t e Sistema e s t á llamado
a ocupar uno d e los primeros lugares en
las regiones agrícolas del país.
Premios. Implementos de agricultura.
P a r a terminar sólo nos resta hacer pre-
s e n t e nuestro sincero agradecimiento a la
merecida distinción de que hemos sido ob-
jeto al s e r designados miembros del Ju-
rado Calificador de e s t e trascendental
Concurso d e Competencia Agrícola, cuya
fuerzo alguno para lograr la mayor im-
parcialidad en los fallos, pues f u é nues-
tro deseo, al obrar con toda equidad y
u
Premio. Muebles.
lonos no defraudando d e e s t e modo sus
esperanzas.
Aprovechamos también esta oportunidad
para felicitar muy calurosamente a l a Co-
misión Nacional d e Irrigación por el éxito
alcanzado, dada la perfecta organización y
atingencia con que han sido dirigidos to-
dos los trabajos que tienden al desarro-
llo del Sistema.
Con toda justificación puede afirmarse
que l a s obras aquí efectuadas constituyen
un orgullo nacional.
Monterrey, N. L.,a 5 d e noviembre d e
1931.-El Jurado Calificador. Presidente,
Francisco Saracho.-Primer Vocal, Ambro-
sio Ramírez.Segundo Vocal, Ignacio L.
Olivares.-Vo. Bo. El G e r e n t e del Siste-
m a Nacional d e Riego N ú m e r o Cuatro,
Ing. M a n u e l García.
A C T A
E n la G r a n j a Agrícola Experimental d e
Rodrígirez, en el Sistema Nacional d e Rie-
go No 4, municipio de Lampazos, N. L., y
391
siendo las 16 horas del día 31 d e julio d e
1931, reunidos e n las oficinas d e la men-
cionada granja los suscritos, Presidente y
Vocales, respectivamente, del Jurado Ca-
lificador del Concurso d e Competencia
Agrícola, para e l cual convocó la Comi-
sión Nacional d e Irrigación con fecha 9
d e abril del presente año, y con l a asisten-
cia del Ing. M a n u e l García, G e r e n t e del i
Sistema Nacional de Riego NQ 4, y del 1
Ing. Emilio Chapa, Encargado de la Gran-
ja, s e procedió a formular l a s conclusio-
1
nes a las cuales debería llegarse para otor-
gar las recompensas a quienes correspon-
dieran.
Como resultado d e las visitas que en
días anteriores s e hicieron a todas las la-
bores d e los colonos inscritos e n el certa-
m e n y a aquellas que no habiendo sido
inscritas ameritaban figurar en el concur-
so, d e acuerdo con el contenido d e la Cláu-
sula 7+, s e llegó a l a s conclusiones que
damos a conocer en seguida, como resul-
tado d e nuestras apreciaciones, haciendo
constar los nombres d e aquellos que a cio d e los Estados Unidos Mexicanos, de agrícola Anáhuac, por l a Comisión Nacio- mercio, Industria y Minería del Estado
. . merecedores de los
.. . .fueron
nuestro juicio la Cámara Agricola Nacional d e Industria nal ¿e Irrigación. d e Nuevo León.
premios recibidos del c. Presidente d e la y Minería del Estado de Nuevo L e ó n y de Una medalla por la Confederación d e Cá-
República, Secretario d e Agricultura y Fo- Segundo Lugar.
algunos particulares que ofrecieron SU es- maras d e Comercio d e los Estados Uni-
Gobierno del Estado de Coahui1a. dos Mexicanos. Eleuterio d e la Garza.
d e laComisión Nacional de Irrigación, de pontánea cooperación donando premios con
Un diploma especial por la Comisión Nacio- 6 hachas "corona" por Cram y Cía. de
la Confederacion d e Cámaras d e Comer- objeto d e dar mayor interés al concurso:
nal de Irrigación. Monterrey.
PREMIOS E N E L P R I M E R CONCURSO DE COMPETENCIA AGWICQLA CELE- Un diploma por la Cámara Nacional d e Co- 12 zapapicos por l a Cervecería Cuauhtémoc
BRADO E N E L S I S T E M A N A C I O N A L DE RIEGO N o 4, rnercio,
. .. Industria y Minería del Estado d e Monterrey.
COAHUILA- NUEVO LEON d e Nuevo León 12 mangos de herramienta. por “El Fénix”.
PRIMERA SECCION. Segundo Lugar.
Artefactos d e M a d e r a . -
Un diploma especial por la Comisión Na-
MEJOR TRABAJO. María Ferrara. cional d e Irrigación.
Una tcnelada d e alambre o d e hierro co- Un diploma por l a Camara Nacional d e Co-
P r i m e r Lugar.
rrugado, a elección, por la C í a . Fundido- mercio, Industria y Minería del Estado
Benito Narro. r a d e Fierro y Acero d e Monterrey, §. A. d e Nuevo León.
Lote d e 1,000 metros cuadrados en l a ciu- Un diploma especial por la Comisión Nacio-
dad agrícola Anáhuac, por la Comisión nal d e Irrigación. PREMIOS ESPECIALES.
Nacional de Irrigación. Un diploma por la Cámara Nacional d e Co-
SOBRESALIENTES E N MEJOR TRABAJO,
Una medalla pcr la Confederación de Cá- mercio, Industria y Minería del Estado
PRODUCCION Y FRUTO.
maras d e Comercio d e los Estados Uni- d e Nuevo León.
dos Mexicanos. SEGUNDA SECCIQN. María de los Angeles Ferrara.
Casa habitación.
Un diploma especial por la Comisión Na- MEJOR PRODUCCIQN. Medalla d e oro por la Confederación d e
cional d e Irrigación. Cámaras Industriales d e los Estados Uni-
P r i m e r Lugar. Segundo Lugar.
Un diploma por l a Cámara Nacional de Co- dos Mexicanos..
mercio, Industria y Minería d e l Estado Rubén del Río. M a r í a d e los Angeles Ferrara. Diploma d e la Comisión Nacional de Irri-
d e Nuevo León. Lote d e 790 metros cuadrados en la ciudad gación.
1,000 piezas Barro-Block para construcción
d e 100 metros cuadrados d e muro, por MEJOR INSTALACION DE UNA GRANJA.
l a Ladrillera d e Monterrey, S. A. P r i m e r Lugar.
Un diploma por l a Comisión Nacional d e
Francisco Montoya.
Irrigacion.
Un diploma por la Cámara Nacional d e Co- Trofeo por el C. Presidente d e la Repú-
mercio, Industria y Minería del Estado blica.
d e Nuevo León. Un par cerdos P o l a d China, por G r a n j a
Sanitaria, señor do3 José Calderón, M o n -
TERCERA SECCION. terrey.
Diploma por la Comisión Nacional d e Irri- i
MEJOR FRUTO. 1
gación.
Primer Lugar. Diploma por la C á m a r a Nacional d e Co-
mercio, Industria y Minería del Estado
M a r í a Ferrara. d e Nuevo León.
Segundo Lugar.
Lote d e 500 metros cuadrados e n la ciudad
agrícola Anáhuac, por la Comisión Na-
. .
cional d e Irrigación.
M a n u e l Salazar.
Caja refrigeradora por l a Cía. Manufactu-
Una medalla por la Confederación d e Cá-
rera d e Muebles Monterrey, %. A.
m a r a s d e Comercio d e los Estados Uni-
dos Mexicanos.
Diploma por la Comisión Nacional de Irri-
gación.
Un diploma especial por la Comisión Na- Diploma por la C á m a r a Nacional d e Co-
cional d e Irrigación. mercio, Industria y Minería del Estado
Mazorcas en el concurso “Mejor Producto”. Un diploma por la Cámara Nacional d e Co- d e Nuevo León.

392 393
 -- -
Y-

Tercer Lugar. 12 azadones por C. Holck y Cía., Monte-

rrey.
Manuel Cruz.
6 palas por Langstroth, Sucs., Montérrey.
Diploma-Mención Honorífica por la Comi- Diploma de la Comisión Nacional de Irri- “y

sión Nacional d e Irrigación. gación.

Diploma por l a Cámara Nacional de Co-
MEJOR INDUSTRIA AGRICOLA. mercio, Industria y Minería del Estado < i

de Nuevo León.
Primer Lugar.
Iris Flores. Segundo Lugar.

Trofeo por la Secretaría de Agricultura y Salvador Garza.

Fomento.
Lote de implementos de avicultura: 1 crea- Una docena de ollas esmaltadas, por Gar-
dora, 12 nidos de trampa, P comedero za Hnos. y Cia., Monterrey.
grande, 1 bebedero grande, 2 comederos
chicos, cerco para creadora, 5 kilos con-
cha, 5 kilos piedrilla, 1 comedero de con-
cha, por el C. Nazario S . Ortiz Garza,
Gobernador del Estado de Coahuila.
Un saco d e 46 kilos de harina para galli-
nas ponedoras, por el señor don Jesús
M. Montemayor, de Monterrey. Canal de riego.
Diploma de la Comisión Nacional de Irri-
gación. Un juego cristalería y un juego d e tarros hacienda “El Carmen”, Estación Ade-
Diploma por la Cámara Nacional de Co- para envasar conservas, por Vidriera d e laida, Tamps.
mercio, Industria y Minería del Estado Monterrey, S. A. Diploma por la Cámara Nacional de Co-
de Nuevo León.
Diploma de la Comisión Nacional de Irri- mercio, Industria y Minería del Estado
Segundo Lugar. gación. de Nuevo León.
Diploma d e la Cámara Nacional d e Co-
Raymundo Arroyave. mercio, Industria y Minería del Estado Segundo Lugar.
de Nuevo León.
Lote de 6 gallinas y un gallo Leghorn por Angel Pliego.
Granja Sanitaria del señor don José Cal-
Tercer Lugar.
derón, de Monterrey.
Diploma de la Comisión Nacional de Irri- 350 kilos d e semilla seleccionada d e maíz
Santiago González. mezquitaleño.
gación.
Diploma d e l a Comisión Nacional de Irri- \
Diploma-Mención Honorifica de la Comi- 1
Tercer Lugar. gación.
sión Nacional d e Irrigación.
Diploma de la Cámara Nacional de Co- ‘
Santiago González. Diploma d e la Cámara Nacional d e Co- mercio, Industria y Minería del Estado 1
mercio, Industria y Minería del Estado
Diploma-Mención Honorífica d e la Comi- de Nuevo León.
de Nuevo León. #
sión Nacional d e Irrigación.
LA MEJOR GRANJA QUE HAYA SEMBRA- MEJOR HABITACION.
MEJOR APROVECHAMIENTO DEL AGUA DO MAIZ MEZQUITALEÑO.
EN LOS RIEGOS. Primer Lugar.

Primer Lugar.
p rim er Lugar.
José María Villarreal,
Manuel Cruz.
J. D. Avalos. Una docena de sillas de madera, por Fá-
Trofeo por la Comisión Nacional de Irri- Un par de cerdos Duroc-Jersey, por el se- brica de Muebles “Salinas y Rocha”, d e
gación. Apreciación del tamaño de las plantas. ñor Ing, Francisco Benítez Leal, de la Monterrey, N. L.

394 395
Diploma d e l a Comisión Nacional d e I r r i -
gación.
Diploma-Mención Honorífica d e la Comi-
sión Nacional d e Irrigación.
Segundo Lugar.
Vda. d e Crisóforo Reyna.
Un par de mecedoras grandes, por Cía. M a -
nuf acturera d e Muebles “La Malinche”,
§. A., d e Monterrey, N. L.
Diploma d e la Comisión Nacional de Irri-
gación.
Diploma-Mención Honorifica d e la Comi-
sión Nacional d e Irrigación.
Tercer Lugar.
Lucía Ibarra..
Diploma-Mención Honorífica de la Comi-
sión Nacional d e Irrigación. . MAYOR LABORIOSIDAD.
M E J O R FRUTO (NO MAIZ).
P r i m e r Lugar.
Enrique Acevedo.
Un pai. d e pantalones. por Cueva y Mora-
les, Fábrica de T r a j e s d e Monterrey.
Diploma d e la Comisión Nacional de Irri-
gación.
Diploma d e la Cámara Nacional de Co-
mercio, Industria y Minería d e l Estado
d e Nuevo León.
Segundo Lugar.
Antonio Hernández.
Dos trajes d e mezclilla marca “El Ala-
mo”, por el señor Don Ignacio L. 0li-
vares, “La Sorpresa", d e Camarón, N. L.
T e r c e r Lugar.
Encarnación Vázquea.
Diploma-Mención Honorífica, por la Comi-
sión Nacional d e Irrigación.
P r i m e r Lugar.
Sixto Pérez.
12 cobertores por Fábrica d e Hilados y T e -
jidos “El Porvenir
, ,,, d e Monterrey.
Diploma por la Comisión Nacional d e Irri-
gación (mención honorífica).
Segundo Lugar. ble energía y buena fé habían sorteado to-
dos los azares d e l a vida sin m á s divisa
M a n u e l Vázquez. que l a seguridad del éxito, el cual habían
obtenido. H i z o también u n a calurosa feii-
Un arado, por el señor Juan Morton, d e citación a las autoridades del Sistema,
Camarón, N. L. quienes con verdadero patriotismo han con-
Diploma-Mención Honorífica de la Comi- sagrado todas sus energías al servicio d e
sión Nacional de Irrigación. los colonos haciendo con su atinada di-
Acto continuo se procedió, en j u n t a ge- rección u n grupo d e hombres prósperos,
significando esto u n a verdadera labor pro-
neral d e colonos, a hacer en acto solemne
la repartición de premios, para la cual pre- P atri a.
viamente s e citó, habiéndose llevado a ca-
Do con el desarrollo d e u n programa espe-
cial, que s e inició con un vibrante discur-
so del C. Ing. M a n u e l García, G e r e n t e del
Sistema, quien con fácil palabra hizo una
amplia exposicfón del objeto del concurso
y la finalidad que con estos certámenes
persigue la Comisión Nacional d e Irriga-
ción, y que para e l futuro quedarán ins-
tituídos en e1 Sistema, exponiendo la for-
ma en que el Jurado Calificador. con la
cooperación d e las autoridades del Siste-
ma, llevó a cabo 5u5 trabajos d e califica-
ción, y exhortando a los colonos a que con-
tinuaran con la misma energía y entusias-
mo la labor por ellos desarrollada ya que
el desarrollo del S i s t e m a estaba en sus
manos. Dió también a lcs colonos u n a en-
tusiasta salutación por sus éxitos obteni-
dos hasta ahora, haciéndoles ver la signi-
ficación que para e l país tiene e l desarro-
llo del Sistema. Los conceptos del Ing. Gar- Un toro ejemplar.
cía causaron profunda impresión e n t r e los P a r a terminar hizo uso d e la palabra el
colonos. colono Enrique Acevedo sustentando ana
E n seguida hizo uso d e l a palabra el C. magnífica conferencia acerca d e las Sacie-
Presidente del Jurado Calificador con ob- dades Cooperativas Agrícolas, habiendo si- :
jeto d e dar 2 conocer el fallo del Jurado, do escuchado con verdadero interés, ya
haciendo en breves palabras una exposición que para el engrandecimiento del Sistema 1

d e la forma en que s e llevaron a cabo los tiene gran importancia el desarrollo d e las 4

trabajos, haciéndoles ver todos ios facto- cooperativas. ’

4 res G1i.e s e tomaron en cuenta para dictar
el fallo, habiendo procurado ajustarse a la
más estricta justicia y entregándose des-
pués los premios a los vencedores, quienes
los recibieron de entera conformidad.
A continuación e l señor Ambrosio Wamí-
rez habló e n nombre del Jurado Califica-
dor manifestando su admiración y respeto
hacia los colonos, y a que había observa-
do que el grupo actual e s t á constituído por
Algunos ejemplares de ganado. hombres entusiastas que con inquebranta-
Siendo las 19 horas 15 minutos, y no
habiendo y a quien hiciera uso d e la pala-
bra, s e dió por terminada l a ceremonia, le-
vantándose e s t a acta para constancia.
Damos fé.-El Presidente del Jurado
Calificador, Francisco Saracho.-Primer
Vocal, Ambrosio Ramirez.-§egundo Vo-
cal, Ignacio L. Olivares.-Gerente del Sis-
tema Nacional de Riego No 4, Ing. M a n u e l
Garcia.-Encargado d e l a Granja Agríco-
l a Experimental, Ing. Emilio Chapa.-Rú-
bricas.

‘. 396 397
 Separación d e í a s semillas.-Una vez que
las semillas s e hayan secado 10 suficiente
para poder manipularlas con facilidad, de-
be procederse a escogerlas a mano con el
i:n d e descartar las muy pequeñas e im-
perfectas. M u c h a s d e éstas s e habrán pa-
sado con el bagaza, pero e s posible que
un número considerable de ellas permanez-
ca mezclado con las buenas. P a r a demos-
trar l a importancia d e esta selección, el
nha Citricola”, página 50, dice que el nú-
mero d e semilias d e naranja agria que
caben en u n litro e s de 3,200. Con excep-
ción del número d e semillas d e naranja
agria, el cual fué tomado d e la obra del
Profesor H. H. H u m e “ T h e Cultivation of
Citrus Fruits”, página 152, las demás ci-
f r a s citadas fueron obtenidas d e las notas
tomadas en l a Escuela Superior d e Agri-
cultura y Veterinaria.

ropagación de rutas Cítricas en el D r , Bruno, catedrático d e horticultura y

E vivero constituye la pie-
d r a angular de i a industria
d e f r u t a s citricas, y e l se-
millero e s la excavación en
donde s e levantan los ci-
mientos d e dicha industria.
Si el semillero s e instala
e n lugar inapropindo o s i no s e prepara de-
bidamente, todo el edificio representado
por el vivero, y finalmente por e l huerto
o pomar, descansará sobre bases frágiles y
e s t a r á por consiguiente expuesto a una des-
trucción casi segura.
Es m á s económico producir u n a plantita
s a n a d e magnífica calidad que producir u n a
docena d e plantas inferiores. D u r a n t e un
prolongado período d e selección, basándose
e n 12 calidad y cantidad d e los frutos, mu-
chas d e l a s variedades m á s apreciadas d e
árboles frutales perderán el poder d e des-
arrollar u n sistema fuerte y resistente d e
raíces. Es e n vista d e esto que e s necesa-
rio, par:-obtener los mejores resultados,
utilizar los patrones o porta-injertos m á s
robustos que puedan obtenerse.
Los cultivadores d e viveros d e b e n pres-
t a r mucha atención a todo lo relacionado
con l a formación d e éstos. E n todas las va-
riedades y especies de plantas cítricas cul-
tivadas s e encuentran algunas estirpes d e
mayor vigor, c t r a s d e vigor medio y mu-
c h a s otras raquíticas y hasta con tenden-
cia a quedarse enanas. Escogiéndose l a s se-
millas d e u n árbol vigoroso s e conseguirá
q u e una gran proporción d e las plantitas d e
pomicultura d e la Escuela Superior d e
Agricultura y Veterinaria, hizo que los
semillero hereden el mismo vigor. D e igual
manera, cuando s e plantan semillas d e u n
árbol raquítico par herencia y d e poco des-
arrollo, l a mayoría de los hijos carecerán
d e vigor, y aun los m á s robustos produci-
r á n plantas d e segunda o tercera calidad.
limpieza d e las semilIas.-Un sistema
muy conveniente d e separar las semillas
d e l a pulpa consiste en emplear u n a zaran-
d a o cedazo d e albañil, con mallas de u n
centímetro. Luego s e toma un cuchillo s i n
filo y s e cortan las frutas transversalmen-
te, teniendo cuidado d e no dañar las se-
millas. Después d e esto las medias f r u t a s
s e restregan contra el cedazo h a s t a hacer
que pasen todas las semillas, desechando
luego las cortezas. M u c h a d e la materia
fibrosa que s e pasa por l a malla puede se-
pararse f ácilmente utilizando otro cedazo
d e mallas más pequeñas que retengan las
semillas perfectas. Empleando bastante
agua pura por medio d e una manguera y
restregando ligeramente el contenido, se
logrará separar por completo l a s semillas
del resto d e la pulpa. U n a vez pasadas por
el primer cedazo, las semillas podrán de-
j a r s e a l a sombra por 24 horas, lo cual
hace que puedan separarse m á s fácilmente
del resto d e la pulpa.
L a s semillas limpias deben ponerse a se-
car a l a sombra para facilitar su manejo.
No conviene secarlas al sol, puesto q u e en
u n día claro d e sol ardiente l a temperatu-
r a s e elevará lo suficiente para destruir el
poder germinativo de muchas d e ellas.
alumnos sembrasen algunas d e e s t a s se-
millas descartadas en hileras comparativas.
La proporción d e las que germinaron resul-
t ó muy reducida y la proporción d e las
plantitas vigorosas adecuadas para sfem-
bra e n e l vivero varió desde O h a s t a 9 por
ciento, siendo en todos los casos menor d e
10 por ciento.
Número d e semillas $0. litro.-Cuando
s e va a dar comienzo a u n vivero e s conve-
niente poder determinar l a cantidad apro-
ximada d e semillas que d e b e r á sembrarse.
Un litro de semillas perfectamente limpias
y secas pesa m á s o menos 480 gramos, pe-
so que varía u n POCO según l a calidad d e
las semillas y e l hecho d e que e s t é n o no
bien secas. Un litro d e semilias pequeñas,
como las del limón rosa, pesa m á s o menos
un 10 por ciento más, en tanto que u n li-
tro d e semillas m á s grandes, como las d e
la toronja (grapefruit) pesa cerca d e u n
PO por ciento menos que l a s d e tamaño
medio.
El número aproximado d e semillas con-
tenidas en u n litro e s el siguiente: toron-
ja, 1,400 ; toronja (grapefruit), 1,6O,U: zam-
boa, 1,800: naranja agria, 2,200; naranja
amarga-dulce, 2,900 : naranja king, 3,400 ;
limón rugoso, 3,600: naranja dulce (serra
d’agua), 4,300 : tangelo, 6,200 : mandarina
clavel (mexerica), 7,000; limón rosa, 7,500.
En los grabados 2 a PO d e l a primera parte
de e s t e artículo s e ven algunas d e las se-
millas d e ciertas d e estas variedades d e
f r u t a s cítricas.
E s t a s cifras corresponden a semillas lim-
pias y bien escogidas Cuando s e incluyen
muchas semillas pequeñas e inferiores, di-
gamos por ejemplo d e limón rosa, esta can-
tidad s e eleva a veces hasta 10,000. El D r .
Navarro d e Rndrade en su obra “Campa-
E L SEMILLERO
Aquí en l a escuela seguimos el sistema
Oe escoger cuidadosamente las semillas y
plantarlas en arena limpia, sin agregarle
ninguna tierra fértil. Por e s t e medio obli-
gamos a l a plantita a vivir casi exclusiva-
mente a costa de l a s materias alimenticias
contenidas e n la semilla misma. Una vez
que las plantitas tienen m á s o menos unos
10 centimetros de altura, s e escogen las
mejores para trasplantarlas al vivero. Tam-
bién s e aprovechan l a s d e vigor regular, pe-
ro s e plantan en hileras separadas d e las
otras. L a s demás, que ascienden a veces
h a s t a el 40 por ciento, s e descartan por
completo.
Semilleros d e arena.-En este tipo d e se-
milleros las hileras s e colocan a u n a dis-
tancia d e 10 en 10 centímetros y l a s semi-
llas s e siembran a distancia de u n centí-
metro cada una. Es d e s u m a importancia
trasplantar las plantitas u n a vez que estén
en condiciones adecuadas d e desarrollo y
cuando tengan unos 10 ó 15 centímetros
d e altura. E s t e método es s u m a m e n t e efi-
caz para aquellos que producen plantitas
en escala relativamente pequeña, no siendo
posible, sin embargo, utilizarlo en el caso i
d e plantaciones e n grande escala. Si l a s
l
plantitas no s e retiran del semillero d e are-
na a su debido tiempo, s e tornarán duras y
raquíticas por f a l t a d e nutrición, y u n a vez
sembradas e n el vivero s e desarrollarán
lentamente hasta tanto q u e puedan resuci-
tar d e ese período d e difícil crecimiento a
que estuvieron sujetas.
Semilleros comerciales.-En los Estados
d e Florida y California s e utilizan exten-
s a m e n t e los cobertizos d e listones d e ma-
dera para los semilleros. El método que
por lo general sigue e l viverista que produ-
ce en grande escala e s e l d e plantar las se-
 Sitio para el semil1ero.-Para el semille- tros. E n el Estado d e Florida donde el te-
ro debe escogerse siempre u n sitio ligera- rreno e s muy arenoso s e requiere hacer
mente húmedo y d e tierra fértil. Cuando con frecuencia regadios por ei sistema d e
s e a posibie, el suelo d e b e s e r arenoso, pro- aspersión alta, con el 4in d e producir plan-
fundo y bastante fuerte. E s t e sitio d e b e titas vigorosas. En e s t e caso los surcos d e
s e r lo m á s apartado posible del lugar en desagüe podrán s e r menos hondos, ya que
donde s e va 2 situar e l vivero o el huerto. hay menos peligro d e inundaciones. E n el
El sembrar u n semillero en las proximida- Estado de California donde por 10 genera:
d e s d e u n árbol cítrico viejo, o cerca d e hay mucha sequía durante el período d e
u n pomar, e s buscar dificultades o exponer- vegetación d e ¡as plantitas, los mejores
s e a z n posible fracaso. cultivadores d e viveros plantan 10s semille-
Desagüe.--una d e las principales condi- ros debajo d e cobertizos y arreglan l a ma-
nera d e suministrar con frecuencia rega-
ciones es que el t e r r e r o tenga u n excelente
desagüe natural. Una vez que s e haya pre- dios artificiales.
H a y veces que en el Estado d e M i n a s
parado debidamente el terreno es indispen-
G e r a e s es necesario regar el semillero, no
sable tomar l a s medidas necesarias para
obstante haberse escogido u n lugar húme-
suministrar un desagüe artificial que pro.
do y haberse plantado en una época del
teja al semillero contra l a s inundaciones
producidas por las lluvias torrenciales. Es-
año en que s e espera abundancia d e lluvias.
P o r lo general es inevitable el regadío a
to s e puede conseguir fácilmente usando
mano, no obstante s e r u n método poco efi-
arados y gradas de disco. Abriendo surcos
caz y costoso, en e l cual varía mucho ia
hondos d e 5 en 5 metros, con una diferen-
cantidad de agua que s e aplica, la que por
Grabado 10.-Alumnos aprendiendo e! método más adecuado de injertación. cia d e 50 centímetros e n t r e el nivel del
lo común es bastante insuficiente. Con fre-
lecho y el fondo de0 surco, e l desagüe será cuencia estos regadíos son perjudiciales
millas bastante juntas e n un semillero d e millero, io ciial requiere mucho trabajo ma- suficiente en 10s casos normales. por el hecho d e que activan el desarrollo
tierra fértil, dando a cada u n a un espacio n u a l innecesario. E n las Antillas, donde la caída d e agua
. .
inicial d e las raíces superficiales, que lue-
d e 10 centímetros cuadrados, pudiendo ha- Proporción d e plantitas aprovechables.- e s m á s o menos la misma que en Minas go s e secan a n t e s del siguiente regadío. Va-
cerse estos semilleros e n cobertizos o al Cuando las plantitas tienen unos 30 centí- Geraes, s e recomienda para los surcos d e le mucho más u n regadío suficiente y bien
aire libre. Por este medio ?as plantitas m á s metros d e altura, aproximadamente, están desagüe una profundidad d e 49 centíme- hecho que seis insuficientes e irregulares.
vigorosas sofocan a las interiores, y al ha- 10 suficientemente desarrolladas para tras-
cer el trasplante s e aprovechan únicamen- plantarlas al vivero. Conforme a Las reglas
t e las más robustas. bien establecidas y d e las cuales tratamos
Plantación con una sembradora,-Cuan- anteriormente, al hacer el trasplante deben
do s e t r a t a d e sembrar millares d e semi- descartarse las plantitas h f e r i o r e s o d e ta-
llas es m á s económico utilizar una sem- maño medio. Todas e s t a s plantitas peque-
bradora manual, o d e huerto. P o r este me- ñas, cuya propcrción es a veces bastante
dio s e conseguirán resultados más unifor- alta, deben considerarse como inadecua-
m e s y una mayor economía que haciendo d a s para el vivero, si s e desean obtener . re-
la siembra a mano. sultados satisfactorios. El Profesor H u m e ,
Cuando la siembra s e hace a máquina después d e varios años d e experiencia co-
e s conveniente colocar dos, t r e s o cuatro mo viverista comercial, recomienda que s e
hileras a u n a distancia d e m á s o menos 20 siembren por lo menos cuatro veces más
centímetros la u n a de l a otra, dejando lue- d e las semillas que s e requieren para eí
go un camino d e unos 40 a $0 centímetros vivero. E n el Estado d e M i n a s G e r a e s s e
d e ancho. L o s caminos anchos podrán cul- encuentran en abundancia terrenos y semi-
tivarse d e m a n e r a conveniente con maqui- llas para semilleros, por lo cual s e aconse-
c a r t a d e tracción animal, en tanto que en ja sembrar siempre d e s d e 5 h a s t a 10 ve-
los angostos hay que u s a r u n cultivador ces el número d e plantitas que s e desean
d e mano. para el vivero. Cabe recordar aquí la posi-
Las hileras deben trazarse siempre e n bilidad que existe de obtener pérdidas en
sentido horizontal de! semillero. Con fre- !os semilleros ocasionadas por esf ermeda-
cuencia s e observa que los viveristas por des, pérdidas que los dueños d e viveros
costumbre, y a veces s i n pensarlo, trazan que han tenido bastante experiencia saben
Grabado 11.--Vivero sombreado por arboles grandes.
las hileras en sentido transversal del se- bien evitar o dominar.

400 401

Grabado í2.-Surco
Preparación d e semillas.- Antes d e co-
menzar a preparar los surcos para el desa-
güe artificial, debe limpiarse bien e l te-
rreno, eliminando todo aquello que pueda
dificultar el cultivo, como los troncos, l a s
raices y las piedras. Después d e b e ararse
bien e l terreno hasta una profundidad d e
treinta centímetros, cuando sea posible.
P a r a esto s e emplea un arado reversible
d e tipo moderno, tirado por u n a O dos yun-
tas d e bueyes. Los trabajadores d e b e n ayu-
dar a la limpieza del terreno tirando a u n
lado las raíces., trozos d e m a d e r a O piedras
que hayan quedado enterrados después del
desmonte. Una vez que el terreno h a que-
dado bien arado en ambas direcciones, s e
l e d e b e aplicar l a grada d e discos, con el
fin d e pulverizarlo. Una s e m a n a o 10 días
después el terreno habrá quedado lo sufi-
cientemente firme para permitir ararlo d e
nuevo, esta vez en sentido opuesto, d e mo-
do que los nuevos surcos corten a los de l a
primera arada, utilizando luego l a grada.
Después d e quedar l a tierra m á s o me-
nos firme, s e puede comenzar a marcar los
lechos. Si estos han d e s e r estacados, con
intervalos d e cinco metros, basta para es-
402
l
f
hondo nara d e s a g ü e
tablecerlos arar el terreno d e modo que
la elevación d e tierra vaya siempre hacia
el centro d e cada lecho. disto s e logra co-
menzando la aradura por el centro, yendo
primero del centro hacia l a derecha y des-
pués del centro hacia la izquierda d e cada
lecho; d e esta manera cada una d e ellas
quedará bien demarcada por dos surcos
profundos, que para satisfacer las condicio-
nes del desagüe local a que nos hemos re-
ferido, deben tener u n a profundidad d e 50
centímetros.
EL V l V E R O
Selección del s i t i o pura el vivero.-En
casi todos los países donde s e producen
f r u t a s cítricas, los primeros cultivadores
cometieron el serio error d e colocar los vi-
veros en cualquier terreno que hallaron
desocupado, sin considerar antes si e r a o
no posible cultivarlo, o s i s e adaptaba pa-
r a l a producción d e patrones sanos y fuer-
tes. P a r a ellos el tiempo tenía poco valor,
no importándoles s i los patrones tardaban
dos, t r e s o cuatro años e n alcanzar e l ta-
maño suficiente para plantarlos e n el po-
mar. A veces cometían uno d e los m á s gra-
ves errores plantando el vivero entre los
árboles del pomar, siendo e s t e el peor lu-
gar posible, puesto que obliga a las planti-
tas a luchar con los árboles grandes para
nutrirse, enccntrándose a l a vez sombrea-
d a s por ellos la mayor parte del día y re=
cibiendo apenas los rayos del sol ardiente
y estando expuestas a la infección ocasio-
nada por las enfermedades e insectos q u e
pueden tener !os árboles viejos. E s t a prác-
tica contribuía a que el cultivador d e vi-
veros sin apercibirse estableciera u n me-
dio excelente d e distribuir y propagar s u s
propios enemigos : las- enfermedades y los
insectos dañinos.
Debido en gran parte al sistema descri-
to anteriormente e s que la mayoría d e las
enfermedades y plagas d e l a s plantas cítri-
cas s e encuentran esparcidas por todas par-
tes del mundo donde s e cultivan estas plan-
tas. Las monagrafías sobre enfermedades y
plagas d e las plantas cítricas publicadas en
Australia, América del Norte, Africa del
S u r y las Antil1as tratan de casi todas 9as
que s e encuentran en el Estado de Minas
Geraes.
L a colocación m á s acertada d e un vivero
¿e plantas cítricas es e n un sitio lo m á s
apartado posible d e cualquier otra planta
d e la miema especie. El cultivador moder-
n o no acepta, sean cuales fueren l a s condi-
ciones d e c i e r t a , ninguna plantita d e semi-
llero que esté atacada d e cualquier enfer-
medad o infestada de insectos.
El suelo.--El suelo d e b e s e r del tipo que
puede producir las plantitas d e semillero
m á s vigorosas y robustas. Se consideran
como buenos lugares para ello los valles
altos y bien desaguados, o las faldas d e i a s
colinas Oe poca inclinación y que en gene-
ral no s e a n demasiado arenosas. D e b e evi-
t a r s e usar los sitios donde el barro e s muy
compacto, puesto que en ellos e l crecimien-
to e s lento y s e impide el debido desarro-
llo d e las raíces. Deben evitarse d e modo
especial los valles encharcados, cuya prepa-
ración ocasione mucho trabajo y los cuales
e s t á n expuestos a inundaciones.
Preparación del suelo.-Una vez escogido
el sitio, d e b e procederse a desmontar bien
el terreno unos seis m e s e s a n t e s d e hacer
el plantío, siguiendo las instrucciones que
$03
s e dieron para e l semillero. El suelo d e b e
ararse a una profundidad no menor d e 20
centímetros, siendo preferible hacerlo a 30
centímetros. E n el Africa del S u r y e n la
América del Norte, donde s e emplea ma-
quinaria agrícola moderna, s e aconseja
arar el terreno 2 u n a profundidad d e 40
h a s t a 50 centfmetros. El señcr H. C-H e n -
dricksen, en e1 Boletín NQ33 d e la Estación
Experimental Agrícola d e Mayagüez, P u e r -
to Rico, recomienda que s e revuelva bien
el terreno un año antes d e hacer el plan-
tío y que con e l fin de aumentar l a fertili-
d a d s e siembre con t r e s meses de antici-
pación u n a cosecha d e leguminosas. E n 30s
mejores viveros d e Francia, según dice el
Dr. David Fairchild e n su interesante obra
“Exploring for Plants”, e! terreno s e re-
vuelve con palas a u n a profundidad d e 7.5
centímetros.
c u a n d o el terreno e s t é m á s o menos {ir-
nze después a e preparado, s e l e debe pasar
d e nuevo el arado, formando luego 10s le-
chos por el mismo procedimiento descrito
en el caso de los semilleros, y abriendo en-
t r e cada dos d e ellos un surco profundo,
que si está bien hecho sirve d e desagüe
artificial. A la derecha del grabado No 12
ee ve en primera plana u n o d e estos s u r -
COS que ha prestado servicio . . pcr un año.
Cuando no s e suministra u n desagüe local
úe corre el riesgo de que las plantitas s e
mueran o sean perjudicadas seriamente por
l a s inundaciones.
Distancia e n t r e las plantas.--El espacio
d e u n metro e n t r e l a s hileras h a demostra-
do s e r el más excelente por el hecho d e que
permite que los cultivos s e hagan con má-
quinas d e tracción animal, y que Ea injerta-
ción y otros cuidados d e !os viveros s e pue-
dan hacer con facilidad y eficacia. En esta
escuela s e ha visto q u e la distancia d e 40
centímetros e n t r e las plantitas en l a s hi-
leras e s ¡a mejor. En el Estado d e Florida
las hileras s e colocan a una distancia d e
120 centímetros y las plantitas 2 45 centí-
metros. E n el Estado d e California estas
mismas distancias han dado 10s mejores re-
sultados. (Véase grabado N” 12).
E l trasplante.-En la época d e plantar el
vivero s e procede a abrir los surcos, pasan-
do el arado dos veces en la misma línea,
arrojando la tierra d e u n 3 a otro lado. En

Grabado 13.-Sistemas de raíces excelentes y malas.
S guida s e pasa el surcador para voltear
m á s profundamente la tierra, siendo a ve-
ces necesario pasarlo dos o más veces pa-
r a hacer bien el trabajo. L a preparación de2
terreno e s d e s u m a importancia.
Cuando las plantitas tienen unos 20 ó 30
centímetros d e altura s e encuentran en las
mejores condiciones para s e r trasplanta-
das. Una vez que llegan a e s t e tamaño de-
ben trasplantarse cuanto antes, puesto q u e
s i permanecen por más tiempo en el semi-
llero sufrirán relativamente m á s a% tiempo
d e hacerlo y aumentarán por lo consiguien-
t e e l período que media entre l a sembradu-
r a y %ainjertación de la5 plantitas.
Los cultivadores descuidados permiten
que los trabajadores arranquen las planti-
t a s a mano, lo cual l a s daña mucho. vinien-
do a s e r ellos mismos los perjudicados.
Cuando s e arrancan d e esta manera pier-
d e n casi todas las raíces fibrosas, siéndo-
l e s necesario producirlas d e nuevo antes
de poder recuperar su vigor primitivo.
El método m á s acertado es el d e introdu-
cir una pala, con una extremidad compri-
mida y afilada, entre las hileras, y luego
arrancar u n pedazo d e tierra a una profun-
didad suficiente para lograr sacar l a plan-
t a con todas las raíces fibrosas sin dañar-
las. Después s e quita ia tierra y s e sacu-
d e con cuidado la plantita h a s t a que las
raíces queden limpias. D e esta manera s e
evita toda clase d e daños.
El sistema d e raíces.- - Ei grabado N" 13
muestra los sistemas d e raíces d e algunas
plantas d e limón rosa y la importancia del
cuidado que d e b e tenerse con ellas. Todas
e s t a s plantas son d e l a misma edad, proce-
den del mismo semillero y fueron injerta-
d a s con l a misma calidad d e yemas.
P a r a fines d e demostración s e plantaron
en la escueia e n 1928, algunas plantitas d e
los tipos C y D,que generalmente quema-
mos. Conforme dice e l Profesor Bruno, es-
t a s plantitas después d e dos años produje-
ron un promedio d e 12 frutas, en tanto que
otras del mismo lote. con raíces semejan-
tes a A y B produjeron un promedio d e 18
frutas. El costo d e producir u n a caja d e las
f r u t a s d e las plantas inferiores f u é seis
veces mayor al d e las producidas por l a s
plantas superiores.
Las plantas semejantes a C y D que per-
manecen en el vivero por dos o t r e s años
adquirirán en e s e período el mismo tama-
ño que 12s d e A y B adquieren en u n año, y
prolablemente podrán venderse con igual
facilidad. Un pomar d e e s t a clase será, por
lo consiguiente, u n fracaso. No s e aconseja
jamás usar plantitas d e segunda clase
cuando s e trata d e un pomar sembrado con
fines lucrativos, t a l como s e demostró en
la primera parte a4 referirse a los experi-
mentos hechos por los Doctores W e b b e r y
H. Clark Powell. El cultivador juicioso no
aceptará jamas las plantitas sin saber an-
tes l a edad d e los patrones.
En el grabado No 13 sie m u e s t r a n única-
mente las raíces principales, habiéndose
cortado l a s delgadas.
Cuidado d e las raices fibrosas.---Una vez
que las plantitas e s t h fuera d e tierra e s
d e imperiosa necesidad proteger l a s raíces
con sumo cuidado contra l a luz del sol y
contra el viento. Una hora d e sol o dos
horas d e estar expuestas 21 viento son su-
ficientes para quizái m a t a r la mayoría d e
las raíces fibrosas. Es u n poco incómodo
tener que conservar l a s raíces cubiertas
con u n a tela mojada durante todo el tiem-
po del trasplante, pero e s cosa que vale
mucho la pena. Después d e arrancadas las
plantitas conviene, para facilitar e l trabajo,
co1ocar1as en manojos d e 25 a 50 y recor-
tarlas, igualando l a s copas y las raíces prin-
cipales. Con un solo golpe d e u n machete
s e puede cortar todo un manojo. Cubriendo
las raíces con arena o con una tela bien
mojada s e pueden conservar sin peligro por
dos o t r e s días. Cuando las Plantitas s e
siembran convenientemente producen, casi
r
sin excepción, sistemas d e raíces semejan-
tes al indicado en la figura A del grabado
N" 13.
Plantación e n e7 v i v e r o . - A l s e m b r a r las
plantitas en el vivero e s d e s u m a importan- . .
cia proceder d e modo que las raíces princi-
pales no queden dobladas ni encorvadas,
de lo contrario es muy probable que s e pro-
duzcan plantas s e m e j a n t e s a la d e l a figu-
r a C del grabado NQ 13. Probablemente el
cultivador encontrará gran dificultad en ha-
llar trabajadores suficientemente cuidado-
sos que coloquen la8 raíces principales en
405
línea perpendicular y que al mismo tiempo
esparsan debidamente las raíces fibrosas.
El sistema d e raíces constituye l a parte
m á s importante del patrón, siendo d e su-
m a importancia proporcionarle las mejores
condiciones posibles para su desarrollo y
cuidarlo mucho durante el trasplante.
Cuando e l trasplante s e hace en época
lluviosa no s e encontrará ninguna dificul-
tad: entretanto s e aconseja usar d e medio
a u n litro d e agua en las raices d e cada
planta al tiempo d e sembrarla. E s t a agua
debe aplicarse directamente a las raíces
antes de echarles toda la tierra, para con-
seguir con esto q u e las raíces finas queden
sobre terreno húmedo. Después s e les
echa bastante tierra a las plantas h a s t a de-
jarlas a l a misma altura que tenían e n el
semillero, y luego s e aprieta esta tierra al-
rededor con las manos. D e este modo las
raíces quedarán en contacto ccn la tierra
húmeda, e n tanto que l a superficie del te-
rreno se conservará seca para evitar la eva-
poración. C o n frecuencia s e hace primero
la siembre completa de las plantitas y des-
pués s e l e aplica agua a la superficie. Esto
hará que al día siguiente las raíces estén
t a n secas como si no hubiesen sido rega-
das, lo cual las hace sufrir mucho y ocasio-
na l a m u e r t e de algunas d e las plantas.
Alineamiento y profundidad,--Si el surco
s e hubiere hecho en línea recta, los tra-
bajos de colocación y cultivo d e las plan-
t a s s e facilitarán después. Como guía para
los sembradores conviene colocar u n cordel
en medio del surco, conservando el nivel
exacto d e la superficie del terreno. L a s
plantas s e colocan al pie del cordel, d e mo-
do que queden e n perfecto alineamiento y
a una cierta altura. Una vez terminado '
Completamente el surco y después d e u n a
o dos lluvias las plantas deben ocupar exac-
tamente l a misma posición y las raíces es-
t a r a la misma profundidad que tenían en
el semillero. E s t e punto e s bastante impor-
tente e indispensable para obtener buen
éxito.
Cultivos.-Después d e sembradas las
plantitas se puede cubrir completamente el
surco con e l resto d e la tierra, usando pa-
r a ello u n a máquina sencilla O u n a grada
d e 1.4 dientes. Con una de esas máquinas
s e puede hacer u n trabajo mayor y m á s

Grabado l4.-Vivero experimental de limón rosa.
perfecto que el que s e hace con 10 opera-
rios trabajando a mano.
D u r a n t e el primer mes, en condiciones
favorables d e clima y de cultivo, l a s planti-
tas comienzan a desarrollarse rápidamente.
Cuando el trabajo d e trasplante ha sido
bien heclio, el brote terminal crece con mu-
cho m á s vigor que los demás, utilizando BO-
d a l a nutrición que las raices obtienen del
suelo. (Véase grabado NQ9, primera parte
d e este artículo y también grabado No 10).
Cuando el plantío no s e h a hecho bien s e
nota el desarrollo d e distintos brotes en el
bordo principal, los cuales deben arrancar-
s e lo m á s pronto posible para permitir que
el patrón s e desarrolle convenientemente.
El tallo debe limpiarse completamente has-
t a u n a altura d e m á s d e 30 centímetros, d e
manera d e dejar u n a superficie lisa y per-
fecta en la cual hacer e! injerto.
INJERTOS
Epoca d e hacer el injerto.-En l a Escue-
la Superior d e Agricultura y Veterinaria
hemos determinado tres épocas muy favo-
rables para hacer los injertos: l a primera
d e mayo a junio, cuando s e usan las yemas
en reposo; l a segunda de agosto a septiem-
406
n ~
J
%'
l mente escogidas, todos los patrones esta-
bre, para el injerto de primavera; y la ter-
cera, llamada de verano, en Ea estación se-
ca durante el estío. En e l huerto d e u n dé-
cimo d e hectárea, que contiene casi 2,000
plantitas, y que s e muestra e n el grabado
N" 14,aprendimos cuáles eran los mejores
m e s e s del año para hacer los injertos en
Vicosa.
E n la Estación d e Vicosa los injertos d e
plantas cítricas pueden hacerse con magni-
fico resultado durante todos los m e s e s del
año. Sin embargo, l a época más convenien-
t e para hacerlos e s de agosto a septiembre.
P o r lo general s e considera que los meses
d e junio a julio son inadecuados para ha-
cer injertos, mas continuando el cultivo du-
rante estos meses los patrones siguen des-
arrollándose y las yemas soldan con mucha
facilidad. Las yemas injertadas en mayo,
junio, julio y principios de agosto perma-
necen generalmente en estado latente y só-
lo brontan en los primeros días calientes d e
mediados d e agosto y septiembre.
El injerto Bebe hacerse cuanto antes.-
Los puntos más importantes para determi-
nar l a época en que debe hacerse el injerto
dependen del conocimiento que s e tenga d e
las buenas condiciones d e los patrones y
d e las yemas. Cuanto m á s pronto s e injer-
t e u n patrón después d e trasplantado me-
nor s e r á el tiempo que s e pierde e n l a po-
da, y m á s fácilmente podrá hacerse l a in-
jertación. Esto puede verificarse cuando el
patrón tenga la corteza suficientemente
desarrollada para constituir u n lecho fuer-
te, lo cual ocurre generalmente cuando la
plantita tiene un diámetro m á s o menos
igual al de u n lápiz común. Es innecesario
anotar que cuando u n vivero está bien cul-
tivado y sembrado con 'plantitas debida-
rán en condiciones d e recibir las yemas al
mismo tiempo.
Es cosa desagradable hacer los injertos
en l a estación lluviosa o cuando el terreno
o las plantitas están mojados, así como e s
del todo impracticable hacer l a injertacion
cuando está lloviendo. Casi siempre cuando
el agua penetra en el corte del injerto d e j a
infecciones que ocasionan l a pérdida d e la
yema. E n cuanto a l a receptibilidad d e los
patrones s e refiere, éstos pueden injertar-
s e perfectamente e n tiempo lluvioso.
Injertación d e verano.-Casi todos los
años ocurre en Vicosa la estación seca de
verano, que por lo general e s en diciembre,
enero o febrero. E n e s a época los árboles
d e f r u t a s cítricas s e encuentran e n estado
d e reposo vegetativo, permitiendo obtener-
s e excelentes estacas o púas para injertos,
sin demasiado sacrificio para los árboles
madres.
Función d e la yema o injerto.-"En
cultivo d e plantas cítricas el injerto tiene
por objeto combinar e l vigor y la rusticidad
d e la planta con la excelencia d e l a fruta
y la capacidad productiva d e l a planta se-
leccionada que s e utiliza como injerto, cua-
lidades que no s e transmiten rigurosamente
por l a reproducción sexual o por l a semi-
lla" (cita contenida e n la obra "A Laran-
. <
leira no Brasil", escrita por el Dr. Grego-
rio Bondar).
Es deber del cultivador d e viveros ofre-
cer en venta cuando s e a posible las planti-
tas más sanas, lozanas y exuberantes,
siendo d e gran importancia la debida pre-
paración del suelo no sólo del vivero sino
del semillero, para conseguir que el siste-
m a d e raíces d e cada plantita s e desarro-
lle con el mayor grado d e perfección posi-
ble. E n condiciones naturales puede suce-
der que en un millón de semillas d e plan-
tas cítricas sólo exista u n a que puede cre-
cer y producir u n árbol que continúe su
propia especie. En cambio, por medios arti-
ficiales s e puede obtener u n éxito mayor.
L a injertación e s u n proceso muy sencillo
para los que están acostumbrados a hacer-
l a : sin embargo hr-7 personas inteligentes
que no consiguen hacerla d e una manera
satisfactoria, en tanto que hay otras, aun
entre los novicios, que con menos inteligen-
cia, pero con mayor habilidad, logran casi
I O O por ciento de éxito. Los muchachos mi-
neros que aparecen en los grabados 10 :y
15 d e este artículo quedaron admirados d e
ver l a facilidad con que s e pueden injertar
las yemas e n buenos patrones. Antes ellos
consideraban que l a injertación era algo co-
mo u n prcceso místico, lleno d e secretos.
Un excelente estudio sobre injertación
s e encuentra e n el Boletín d e la Unión P a n -
americana correspondiente al mes d e mar-
zo d e 1927. Su autor, el señor P. ,J. W e s t e r ,
ha llevado a cabo experimentos prolonga-
dos y constantes d e injertación d e planti-
tas cítricas. siendo quizá l a mayor autori-
dad que existe en e s t e particular. Un ejem-
plar d e este artículo debería estar en ma-
nos d e todos los estudiantes d e cultivo d e
brutas y d e todas las demás personas que
deseen propagar l a s plantas tropicales.
Tamaño d e l o s patrones.--Después de
seis meses d e estar en el vivero los patro-
nes deben haberse desarrollado lo suficien-
el
t e para poder recibir las yemas, lo cual de-
be hacerse cuanto antes. E n t r e más pronto
se injerten los patrones, tanto mejor s e i á
el resultado. Las plantitas más pequeñas
pueden injertarse mucho m á s rápidamente
qiie las grandes, sacrificándose menos el
crecimiento d e la planta cuando s e l e cor-
t a la copa.
Lcs patrones plantados en el vivero que
después de u n año no hayan alcanzado el
tamaño conveniente para hacer el injerto
deben arrancarse y quemarse, puesto que
económicamente no tienen valor alguno.
Una plantita que se torna raquítica nunca
vuelve a recobrar su vigor o a producir
una planta t a n Satisfactoria como aconte-
cería en el caso d e haberse desarrollado
rápida y continuamente. P o r eso los cul-
tivadores expertos rehusan en absoluto
aceptar aquellas plantitas q u e no llevan l a
407
.
 Grabado 15.-lnstrucciones
garantía d e la edad ¿el patrón antes d e l a
injertación, así como de l a edad del injerto.
Selección d e los injertadores.-Por lo ge-
neral los muchachos d e 18 a 20 años d e
edad, que no han tenido ninguna experien-
cia previa en la injertación, aprenden con
mucha iacilidad los métodos m á s conve-
nientes y obtienen a la vez el mayor éxito.
Los cultivadores d e viveros d e b e n usar mu-
cha psicología para poder escoger entre sus
empleados las personas que s e a n más aptas
para este servicio especial. D e l a misma
manera no debe esperarse que m i s d e l a
mitad de los que aprenden el trabajo po-
s e a n l a habilidad especial que e s t a n indis-
pensable en esta industria. Generalmente
los muchachos Inteligentes, que poseen u n a
habilidad especial para hacer los trabajos
m á s dificiles d e u n a hacienda, serán los
mejores injertadores.
P a r a entrenar a los buenos injertadores
es absolutamente indispensable que el en-
cargado d e l a enseñanza pueda hacer con
s u s propias manos la injertación por el mé-
todo aconsejado. El primer autor d e e s t e
artículo ha encontrado excelente el méto-
do d e instruir a los novicios haciéndolos
practicar primeramente en estacas ya cor-
408
con !as estacas.
tadas de árboles h a s t a tanto que adquieran
cierto grado de perfección y habilidad.
M a t e r i a l para amarrar.-Cualquier mate-
rial que afirme l a corteza contra l a yema
servirá para estos fines. La cinta para in-
jertar que e s hecha de tela impregnada d e
una mezcla ¿e cera y resina, d e u n centíme-
tro o más d e ancho, y d e 15 a 23 centime-
tros d e largo, aumenta el rendimiento d e
las yemas que soldan. S u mayor costo, así
como también su empleo más demorado,
hace que no pueda usarse en todas partes.
E n regiones excesivamente secas constitu-
ye el material m á s satisfactorio. (Véase e l
Boletín de l a Unión Panamericana, marzo
d e 1927).
Rafia.-Otro material muy útil para ama-
rrar las yemas e s la fibra de rafia, la cual
s e emplea muy extensamente. Ccn eila s e
obtienen mejores resultados que con cual- i , .
quiera otro material, a excepción d e la tela
encerada.
Cuerda.-La cuerda ordinaria d e algodón
que s e emplea para amarrar paquetes o pa- L
r a coser los sacos de café, constituye e l
material d e uso m á s general y más econó-
mico para los lugares q u e tienen condicio-
nes clinatológicas semejantes a las del Es-
tado d e Minas Geraes.
c
 Preparación d e l o s patrones.-Unos días
antes d e hacer el injerto s e d e b e n prepa-
r a r los patrones, arrancándoles todas las
hojas, retoños y bordos por lo menos has-
t a PO centímetros arriba del lugar en don-
d e s e pretende hacer el injerto. Esto es
especialmente importante en los casos e n
que por falta d e cultivo o por causa d e
u n trasplante mal hecho muchas d e l a s ye-
m a s laterales s e hayan desarrollado. L a s
r a m a s m á s nuevas pueden arrancarse a ma-
no, pero las m á s grandes deben cortarse
con una tijera o navaja d e podar.
M é t o d o conveniente d e injertar.-Más
del 99 por ciento d e los injertos en viveros
comerciales s e hacen hoy día por el mé-
todo de escudete o incisión en forma ¿e T.
E s t e injerto s e efectúa t a n económicamen-
t e y d e u n a manera tan rápida que y a s e ha
hecho casi universal.
P a r a aplicarlo d e una m a n e r a convenien-
te. el injertador s e sienta en el suelo al
lado d e la hilera con las piernas estiradas
y la espalda en l a dirección e n que va a
retroceder. Luego coloca e l brazo izquierdo
por encima del primer patrón y escoge u n
lugar liso a l a altura que prefiera, siendo
por lo general a unos veinte centímetios
arriba del suelo. (Véase e l grabado Edp 10).
Primeramente hace u n corte en sentido
longitudinal, d e dos a t r e s centímetros, y
luego otro transversal casi en la extremi-
d a d superior de? primer corte. E n otras pa-
labras, hace una incisión en l a corteza en
f o r m a d e T y luego a b r e los bordes e in-
troduce dentro la yema.
Los grabados 16 y 17 m u e s t r a n la posi-
ción en que e s posible hacer con frecuencia
el injerto. P a r a lograr esto e s necesario es-
forzarse en hacer el menor número d e mo-
vimientos. El injertador regular hace el
doble d e los movimientos necesarios, redu-
ciendo así su eficacia e n cerca d e u n 33
por ciento. Una vez que las manos y 90s
O J O S estén suficientemente entrenados pa-
r a hacer e s t e trabajo con precisión, s e l e
d e b e enseñar a hacerlo rápidamente.
E n la estación lluviosa e s ventajoso ha-
cer el corte transversal en l a extremidad
inferior del otro, es decir, haciendo u n a T
invertida, e introduciendo l a yema hacia
abajo y empujándola para arriba. La liga-
zón s e hace también a l contrario, esto es,
d e abajo para arriba. Cuando el corte trans-
4.09
D
versa1 s e hace hacia abajo, impide un .tan-
to la entrada d e la humedad.
Cuando s e hace el injerto, las plantitas
deben estar desarrollándose t a n vigorosa-
mente aue no s e a necesario abrir la corte-
za con u n a navaja, sino simplemente ha-
ciendo el corte con la cuchilla d e ésta, in-
clinándola un POCO Y después torciéndola
ligeramente para abrir u n poco los dos la-
bios d e l a corteza lo suficientemente para
comenzar l a introducción de l a yema, que
al entrar separa l a corteza del cambium v
s e coloca e n el sitio exacto que debe ocupar.
Corte d e ia yema.-La estaca d e l a yema
d e b e sostenerse firmemente con la mano
izquierda, dejando la parte m á s grande ha-
cia arriba cuando el corte s e h a hecho en
forma d e T. La navaja s e coloca un centí-
metro encima d e l a yema introduciendo la
cuchilla en la estaca d e manera que la ye-
ma quede con la menor cantidad posible d e
parte leñosa, puesto que ésta dificulta !a
soldadura. Luego s e prolonga l a cortadura
hacia abajo pasando d e adentro hacia afue-
r a u n centimetro m á s o menos abajo d e la
yema, (Véase e l Boletín d e l a Unión P a n -
americana, marzo de 1927). S i n sacar la
yema d e la cuchilla d e la navaja se intro-
duce inmediatamente e n s u lugar, - colocán-
dola luego con l a punta d e la cuchilla.
Cuando s e emplea e l método d e la T in-
vertida, ia estaca s e asegura en el sentido
contrario antes descrito, d e manera a u e l a
yema una vez colocada quede en la mis-
ma posición que ocupaba en el árbol. L a s
yemas invertidas soldan con igual facili-
dad, pero están mucho m á s expuestas a
quebrarse más t a r d e e n el punto de unión
con el patrón. i
Colocación d e la venza.-Es d e s u m a im- 2
portancia que l a yema quede colocada en
su lugar definitivo inmediatamente después
d e cortada. Los injertadores expertos cor-
tan e introducen d e 150 a 200 yemas por
hora. Cuando s e injertan menos d e 100 ye-
m e s por hcra e s d e esperarse que u n nú-
mero relativamente elevado d e ellas falle.
Casi todos los hombres d e edad y algu-
nos d e los ióvenes Q u e están aurendiendo a
injertar insisten en pegar la yema con ?os
dedos después d e que h a sido cortada la
estaca, lo caal d a ñ a e infecta la superficie
del corte. E x l a suuerficie de las ramitas
d e plantas cítricas s e encuentran siempre

Grabado 16.-Método
esporos del mal de goma o gomosis. Es inú-
til repetir que cuando estos gérmenes, y
quizás muchos otros, mezclados con cual-
quiera otra materia extraña s e introducen
con l a yema é s t a no soldará.
Empleo d e la cuerda d e amarrar.- Esta
cuerda s e corta en pedazos cortos, d e 10 a
20 centímetros, según s e a el diámetro d e
los patrones que s e van a injertar. Luego
s e amarran 50 ¿e estos pedazos e n un ma-
nojo que s e puede atar a uno de los ojales
d e l a camisa del injertador, de modo q u e
él pueda fácilmente tirarlos uno por uno
a medida que los va necesitando.
Una vez colocada la yema d e b e amarrar-
se. Cuando s e emplea el método d e inci-
. sión en forma d e T, l a ligadura se comien-
za d e arriba hacia abajo, d e manera que
la cuerda asegure firmemente la yema con-
tra el cambium del patrón. P r i m e r o s e d a n
dos vueltas arriba del ojo o vástago de l a
yema, luego una vuelta exactamente sobre
el ojo y después s e continúa hacia abajo
, guir tras del injertador u n ayudante que s e
adecuado de insertar la yema.
hasta llegar a la extremidad inferior de l a
yema.
Un método eficiente, rápido y satisfac-
torio d e hacer la ligadura es el siguiente:
Con l a mano derecha s e tira uno d e los
pedazos d e la cuerda, luego s e coloca u n a
d e las puntas de ella exactamente en el
corte transversal, e n posición paralela al
tallo del patrón y extendida en dirección
al ojo d e la yema. Con u n dedo d e l a ma-
no izquierda s e sostiene más o menos u n
centímetro d e la cuerda, luego s e pasa
é s t a dos veces alrededor del patrón enci-
m a del ojo de la yema, d e modo d e afian-
zar bien la parte sostenida con e l dedo y
apretar las vueltas que s e han dado. E n
seguida s e continúa haciendo lo mismo
hasta emplear casi toda la cuerda. La otra
c
punta que queda libre puede pasarse por
debajo d e u n a d e las últimas vueltas, la
cual s e aprieta bien y s e hace luego otra
vuelta igual. D e e s t a manera l a s dos ex-
tremidades d e la cuerda quedan bien soste-
nidas por las vueltas, no siendo necesario
hacer ningún nudo. Ensayando cuidadosa-
mente e s t e método varias veces s e podrá
hacer d e una manera sencilla, rápida y
práctica.
Cooperación entre los injertadores.- Des-
pués d e muchos años d e trabajo en e l Es-
tado d e Florida s e llegó a comprobar la efi-
cacia del método allí adoptado d e hacer se-
encarga d e amarrar l a s yemas. P o r este
método ambos logran hacer diariamente
muchísimos m á s injertos que s i l a misma
persona tiene que cortar, colocar y ama-
rrar las yemas. Dos buenos injertadores
trabajando juntos podrán hacer de 1,400 a
1,800 injertos diarios, trabajando ocho ho-
ras por día, en tanto q u e un injertador que
trabaja solo no podrá I.,acer m á s d e 600 ó
700.
Los patrones inferiores d e b e n arrancar-
se.-& hacer l a injertación s e encuentran
algunas plantitas que están raquíticas, de-
masiado pequeñas y d e desarrollo muy in-
ferior al promedio d e las demás. Esto pue-
d e s e r resultado de haberse hecho m a l la
selección en el semillero, lo que acontece
con mucha frecuencia cuando el cultivador
no tiene la práctica suficiente, o puede ser
también resultado d e una plantación defi-
ciente en el vivero o d e f a l t a d e cuidados
posteriores. S e a cual f u e r e l a razón, todos
10s patrones raquíticos deben arrancarse,
eliminando así las plantas q u e han d e oca-
sionar gastos y pérdidas.
N a v a j a d e injertar.-La navaja d e injer-
t a r más práctica que d e b e emplearse en los
viveros d e plantas cítricas d e b e t e n e r por
lo menos 18 centímetros d e largo, con una
sola cuchilla, que s e a fina, delgada y con
e l dorso en línea recta, d e s d e la inserción
del cabo h a s t a la punta. El cabo d e b e s e r
d e hueso, madera o d e cualquier otro ma-
terial durable. Las navajas con punta cur-
va y con partes salientes e n el dorso d e l a
hoja son artículos d e fantasía que impiden
hacer el trabajo con rapidez.
Además d e la navaja, el injertador debe
llevar siempre consigo una piedra d e afi-
l a r d e buena clase. P u e d e juzgarse si el
injertador e s bueno o no examinando las
condiciones d e su navaja d e injertar.
Altura del injerto.-La altura a que de-
b e hacerse el injerto varía considerable-
411
0
mente, d e acuerdo cAn 10s deseos del cul-
tivador y con las condiciones que prévale-
cen. Cuando los patrcnes tienen u n diáme-
tro m á s pequeño, es necesario hacer e l in-
jerto m á s cerca del suelo para aprovechar
la corteza firme y encontrar suficiente cam-
bian para que l a yema s e asegure bien. bl
injerto puede hacerse con éxito en cual-
quier parte d e l patrón en que haya u12
diámetro de medio centímetro, siempre que
é s t e y l a yema estén en condiciones favo-
rables. Cuando los patrones s o n m á s gran-
d e s pueden injertarse m á s arriba, con el
mismo buen resultado. Es e l cambium del
patrón el que d e b e soldar en l a yema para
que ésta s e desarrolle.
Condiciones d e l patrón.-El mejor modo
$e determinar s i u n patrón está o no en
condiciones adecuadas para l a injertación
es haciendo los cortes exactamente lo mis-
m o que s i s e fuera a hacer el injerto, sin
abrir 10s bordes con una navaja sino ha-
ciéndolo con l a yema misma. Cuando ésta
penetra fácilmente s i n dañarse es indicio
seguro d e que e l patrón e s t á en buen es-
tado. Por lo común s e examina el patrón
haciendo los cortes y luego abriendo bien
los bordes o labios con u n a navaja. Si ¡a
corteza s e separa con facilidad y l a super-
ficie d e debajo es lustrosa, esto indica que
está en buen estado. Si l a corteza s e des-
prende con dificultad y el cambium pre-
s e n t a un aspecto fibroso o seco, es indicio
d e que el patrón no está en condiciones d e
recibir l a yema. El primer método descri-
to es preferible al segundo.
FORMACION DE LA PLANTA
Diez días o dos s e m a n a s después d e he-
cho el injerto, d e acuerdo con las condicio-
nes del tiempo, el injertador d e b e visitar
el vivero y examinar muchas da las ye-
mas. Si el tiempo hubiere sido fresco y
seco debe esperarse m á s días antes d e des-
amarrarlas. Los expertos podrán determi-
nar por la apariencia d e las yemas si están
o no e n condiciones d e permitir quitarles
l a ligadura. Cuando l a s ligaduras estuvie-
ren llenas y los hilos hicieren pequeñas ra-
nuras en la corteza del patrón por causa
d e s u crecimiento, entonces deben remo-
verse. Por lo general l a s yemas que están
verdes después d e transcurridos quince días

Grabado 17.-Comprobando
de buenas condiciones d e desarrollo, esta-
rán en estado de desamarrarlas.
Corte d e ?as copas de los patrones.-Hay
dos maneras de hacer esto después d e q u e
han soldado l a s yemas. El s i s t e m a casi uni-
versal hace algunos a ñ o s era e l d e cortar
los patrones al tiempo d e quitar la ligadu-
ra, sistema que e s muy recomendable e n
el caso d e los patrones grandes. El patrón
s e corta a u n a altura d e dos o t r e s centí-
metros arriba d e l a yema, haciendo la inci-
sión del mismo lado en que queda la yema
y penetrando h a s t a unos dos tercios d e l
diámetro d e l patrón, d e modo d e poder
,
tumbarlo s i n rajarlo debajo d e l injerto.
Cuando el patrón e s pequeño s e puede ha-
cer el corte con u n a tijera d e podar o me-
jor con u n serrucho. Las copas d e las dos
hileras s e tumban en el mismo camino p a -
r a permitir cultivarlas e n medio. (Véase
grabados 14 a 18). Es d e s u m a importan-
cia cultivarlas con frecuencia para provo-
c a ~ 'la formación abundante d e savia q u e
ha d e dar impulso al injerto. >Cuando el
412
la colocación de la yema.
brote del injerto llega a u n a altura d e unos
iQ centímetros más o menos s e d e b e n cor-
tar por completo l a s copas.
El otro método mas aplicable a ?os pa-
trones pequeños consiste en cortarlos d e
u n a vez cuando s e desamarran las yemas.
E s t e método es m á s económico que el otro,
puesto que evita l a segunda operación, eli-
mina muchas de l a s plagas que acaso pue-
d a n encontrarse e n las copas y permite que
todos los caminos puedan cultivarse con-
tinuamente.
Rodrigones.-Dos días después d e tum-
bar o cortar l a s copas, e s necesario hacer
u n a inspección d e l vivero para quitar todo
brote nuevo de 10s patrones. Si por acaso
la yema tuviera m á s de u n retoño o brote
d e b e dejarse únicamente el m á s robusto.
En esta ocasión d e b e colocarse u n rodrigón
al lado d e cada planta. P a r a esto puede uti-
lizarse una vara d e bambú d e u n metro d e
altura m á s o menos, clavándola firmemen-
t e en el suelo a unos veinte centímetros
d e profundidad. Cuando e l brote del injer-
to crece a unos veinte centímetros d e altu-
r a 5e debe amarrar al rodrigón, dejándole,
sin embargo, cierta holgura. Muchos de los
injertos s e desarrollan t a n rápidamente
que l a unión entre ellos y e l patrón no pue-
d e aguantar todo el peso d e l nuevo retoño,
especialmente en caso d e vientos fuertes.
Aún más, cuando e l retoño s e cuida bien
la planta crecerá m á s recta, s e r á m á s boni-
t a y producirá un árbol mejor. Véanse los
grabados 1 al 15 correspondientes a l a ter-
cera parte, en que s e muestra l a formación
d e la planta.
Decapitación.-La altura a la cual debe
podarse la planta para provocar la produc-
ción d e las t r e s o cuatro r a m a s q u e cons-
tituirán la copa varía de acuerdo con l a s
condiciones. Las plantas para la venta ge-
neral deberán cortarse a unos cincuenta o
sesenta centímetros, puesto que siempre el
comprador prefiere u n pie d e ramificación
más baja que uno d e ramificación m á s al-
ta. S i n embargo, cuando l a s plantas s e des-
tinan para plantarse en el propio huerto
e s mejor dejarlas con un tronco d e 90 cen-
tímetros a u n metro, antes de cortar el
brote terminal. As; s e t e n d r á u n tronco
grande libre d e r a m a s y s e reducirán l a s
dificultades que presenta el mal d e goma
y la gomosis, dos enfermedades q u e s e ha-
llan siempre en 10s huertos d e plantas cí-
tricas. Los troncos lisos f acilitan también
l a aplicación d e Ia tintura d e cal y azufre,
o del caldo bordelés, dando campo a u n a
buena ventilación y facilitando el dominio
d e las enfermedades y plagas.
LOS troncos más cortos, d e r a m a s bajas,
s o n generalmente lcs más apreciados por
los compradores inexpertos, mas d e b e te-
nerse en cuenta que e s t a s r a m a s constitu-
yen u n excelente sitio para %ainfección d e
las enfermedades y para el ataque d e los
insectos, siendo difícil mantenerlas Iim-
pias. D e igual m a n e r a la copa m á s baja
sombrea m á s cerca e l pie del árbol y fa-
vorece el desarrollo d e l mal d e goma.
T r e s e s el número exceiente d e r a m a s
principales que debe t e n e r cada árbol, pu-
diendo admitirse h a s t a cuatro, pero en nin-
gún caso cinco puesto que serían dema-
siadas.
Después d e decapitarse deben arrancar-
s e siempre todos los retoños, con excepción
4 13
d e t r e s o cuatro que vendrán a formar l a
copa. Esto requerirá u n cuidado s e m a n a l
durante las épocas d e crecimiento rápido.
CUIDADOS D E L VIVERO
E n l a sección dedicada a l a injertación
s e encontrarán todas las instrucciones re-
lacionadas con el cuidado d e los injertos
nuevos, ia formación ¿e ellos y l a poda d e
la planta. P o r lo tanto estos puntos no s e
repetirán e n adelante.
Regadío y desagüe.-La importancia d e
los desagües, del regadío y especialmente
de1 cultivo no es cosa que en 30 general
comprendan los cultivadores brasileños d e
f r u t a s cítricas. En los sitios donde hay fa-
cilidad para e l regadío conservan e l terre-
no encharcado durante la mayor parte del
tiempo, con lo cual las plantitas, ya sea en
el semillero, y a s e a en el vivero, tienen u n
desarrollo lento y a veces son seriamente
perjudicadas por l a excesiva abundancia d e
agua.
E n el Estado d e M i n a s G e r a e s r a r a s ve-
ces las plantas del vivero pueden mejorar-
s e con regadío. P o r espacio d e t r e s años
las plantas de los Viveros d e l a Escuela su-
perior d e Agricultura y Veterinaria sufrie-
ron sólo u n a vez por falta d e humedad, y
esto aconteció únicamente en los sitios que
habían sido rellenados con arena.
L a s raíces necesitan d e aire en e? s u e -
lo.-Para s u buen funcionamiento l a s raí-
ces necesitan no sólo d e humedad y nu-
trición sino también del oxígeno que ex-
traen del aire, siendo é s t e indispensable
para l a producción d e los tejidos d e las
plantas. También exhalan bióxido d e car-
bono, e l cual transformado en ácido car-
bónico tiene e l poder d e disolver ciertos
ingredientes d e l suelo que constituyen ali-
mento para l a s plantas. S i n abundancia d e
aire l a s raíces no pueden funcionar per-
fectamente.
L a s plantitas de l a Escuela Superior de
Agricultura y Veterinaria sembradas en te-
rreno bien preparado y convenientemente
desaguado, y cultivándolas adecuadamen-
te, s e desarrollan dos a cuatro veces m á s
en u n año que las plantadas en surcos mal
desaguados, que no han sido preparados
convenientemente y que no s e cultivan lo

Grabado 18.-Cortando
suficiente, todo lo cual m u e s t r a claramen-
t e el valor que tiene el debido arreglo del
terreno.
El cultivo.-Todos los cultivos que s e
apliquen a l terreno no s e r á n nunca dema-
siados, siempre que éste no s e encuentre
encharcado y que e l trabajo s e haga exclu-
sivamente con maquinaria d e tracción ani-
mal. Como s e dijo en l a sección de T r a s -
plante" el primer cultivo del vivero d e b e
hacerse el mismo día en que s e hace el
plantío, o al día siguiente, empleando d e
preferencia un cultivador d e 14 dientes.
D u r a n t e la primera semana s e hace otro
cultivo con una máquina "Planet Junior",
substituyendo la pequeña cuchilla por u n a
pala, E s t a s e coloca en l a máquina d e ma-
414
los patrones.
nera que la tierra no s e a arrojada al pie
d e las plantas.
D u r a n t e 12 estación seca los cultivos
substituyen al regadío. E n esta época el
vivero nuevo debe cultivarse semanalmen-
te. L o s cultivadores inexpertos no compren-
d e n la necesidad de hacer esto, pero ios
peritos que siembran viveros con fines lu-
crativos saben que estos cultivos son muy
económicos. En e l Estado de Florida s e de-
mostró con datos exactos que el suelo d e
u n pomar de plantas cítricas cultivado con
frecuencia durante las épocas d e sequía
contenía 65 por ciento más d e humedad
que cuando no s e cultivaba.
E n suelos arcillosos e s d e s u m a impor-
tancia que ni los trabajadores n i los anima-
les entren al vivero cuando el suelo e s t á
encharcado. Los cultivos deben hacerse
únicamente cuando la t i e r r a está en Luen
estado d e poderse pulverizar con ei cul-
tivador. Al hacerlo cuando el suelo está en-
charcado sólo ocasionará' daños.
La azada es un enemigo $e las plantas
citricas.-En los viveros d e plantas cítricas
debe excluirse en absoluto eI uso d e la aza-
da, E s t a constituye e l medio m á s costoso
y menos eficiente d e cultivar el suelo. E n
10s viveros que s e muestran en los graba-
dos d e esta serie j a m á s s e usó u n a azada.
Un operario versado en el uso d e l a culti-
vadora hará u n trabajo igual al d e diez o
quince trabajadores que usen azadas. El
administrador que dirige uno d e estos gru-
p o ~en el vivero, naturalmente s e conside-
rará mucho más importante que si guiara
el animal que arrastra l a cultivadora. P o r
supuesto que los administradores antiguos
presentarán inmediatamente mil argumen-
tos en favor de l a azada y probablemente
nunca emplearán l a cultivadora. E1 remedio
para esto consiste e n comenzar con traba-
jadores jóvenes y enseñarlos a hacer el
trabajo. El dueño de u n vivero para s e r
justo deberá pagar al trabajador que usa
la máquina u n jornal más alto que el que
s e paga a los demás que usan la azada, y
aún con eso economizará dinero.
$i las plantas s e h a n sembrado utilizan-
do l a cuerda para conseguir u n buen alinea-
miento, la cultivadora podrá llegar hasta
unos cinco centímetros de distancia a cada
lado del pie d e la m a t a s i n tocarla. Así s e
dejará iln espacio d e menos d e 90 centíme-
tros d e ancho, del cual s e deben arrancar
los matorrales 2 mano, pero nunca con la
415
azada, puesto que ésta únicamente araña
l a superficie del suelo, y en el transcurso
d e u n día el peón que maneja l a azada da-
ñará cientos y h a s t a miles d e plantas, ?a-
cilitando l a entrada a los esporos del mal
d e goma que están siempre presentes. Aún
más, los cultivos con la azada son m á s s u -
perficiales e irregulares, en tanto que con
!a máquina s e hace u n servicio uniforme
a l a profundidad deseada.
D u r a n t e t r e s años consecutivos produji-
mos en l a Escuela Superior d e Agricultu-
r a y Veterinaria las mejores plantitas d e
fruta cítrica que s e hayan puesto a la ven-
ta en el Estado d e M i n a s Geraes, no ha-
biendo empleado jamás l a azada en el vi-
vero. Cabe anotar también que los traba-
jadores que usaron las máquinas nunca las
habían empleado antes d e venir con nos-
otros.
E n otro grabado s e ven unas 1,503
plantitas s e m b r a d a s en u n terreno d e un
décimo d e hectárea y producidas todas por
los métodos descritos e n estos artícuios.
Las semillas cuidadosamente escogidas, el
37 poi ciento de las plantas d e semillero
descartadas por considerarse inadecuadas
para el vivero, y todos 30s cultivos hechos
con máquina d e tracción animal. E n la épo-
ca d e la injertación s e arrancaron todos
?os patrones raquíticos. Resultado : un vi-
vero casi perfecto. E n este sitio existió u n a
alfareria d e s d e 1922 hasta 1925. E n l a fo-
tografía s e ven naranjas, Satsumas, manda-
rinas, kumquats y toronjas injertadas en
patrones de zamboa. Tomada por la Escue-
la Superior d e Agricultura y Veterinaria e n ,:
marzo de 1928. i
(Contkuará).
\

COMISION NACIONAL DE IRRIGACION

Presidente de la Comisión: SR. FRANCISCO S. ELIAS.
Comisionado?Vocal Ejecutivo : ING. IGNACIO LOPEZ BANCALARI.
Comisionado, Vocal Secretario : ING. LEOPOLDO VAZQUEZ.
 \

REVISTA MENSUAL
ORGANO OFICIAL DE LA COMISION NACIONAL DE IRRIGACION
F U N D A DO R . DiRECTOR:

Nuestra Portada G R A L . M A N U E L PEREZ T R E V I Ñ O R O B E R T O QUIROS MARTINEZ

OFICINAS:
ESQUINA BALDERAS Y AYUNTAM 1 ENTO

CORTINA DE LA PRESA DE ALMACENAMIENTO EN EL SISTEMA NACIONAL TELEFONOS: ERIC. 2-18-42 MEX. L 06-21

DE RIEGO “PRESIDENTE CALLES”.-RIO SANTIAGO, AGUASCALIENTES. S E R E P A R T E G R A T I S E N T R E TECNICOS AGRICULTORES Y COLONOS

REGISTRADO EN LA DlRECClON GENERAL DE CORREOS COMO ARTICULO DE 2A. CLASE, EL 26 DE MAYO DE 1930
A presa está dotada, para la utilización del agua, de cuatro líneas de tu-
berías cuyas bocas quedan situadas a una altura d e 15 metros sobre el
fondo del río paya evitar que los azolves las obturen, y protegidas por
1 VOL. iv. l M A R Z O , 1932

una huerte rejilla de fierro que impide el paso d e cuerpos flotantes.

Las tuberías atraviesan oblicuamente el cuerpo de la presa y salen a
una altura d e 7 metros arriba del fondo del río. El concreto, en la parte
atravesada por las tuberías, está fuertemente reíorzado con rieles colocados en senti-
do horizontal y vertical. SUMARlQ
Las dos tuberías centrales están destinadas a la extracción del agua para el servi-
cio de riego: su diámetro es de 1.37 m. y están controladas por válvulas d e compuer-
ta y reguladas por válvulas d e aguja del tipo Johnson, que permitirán el manejo del Págs.
agua con seguridad y precisión absolutas. SECCION EDITORIAL
Las dos tuberías laterales son d e 1.68 m. de diámetro, están provistas de válvu- El carácter no utilitario de la política de regadío . . . . . . . . . .. . . . . . . . . ..
e e 421
las de compuerta y tienen por objeto utilizarse para la producción de potencia en caso
que el régimen de escurrimiento del río permita el uso del agua para ese propósito, SECCION DE ESTUDIOS, CONSTRUCCIONES Y COLONIZACION
sin interferir con los riegos, que son el objeto principal de las obras. l

Todas estas válvulas están alojadas en cámaras construidas al pie d e l a presa y

E¡ estudio del abastecimiento hidráulico del proyecto Valle de J u á r e z . . ..... 424
Ing. Luis Arteaga.
cuya disposición aparece en la fotografía d e l a carátula.
Transiciones en conductos para a g u a . . . . . . . . . . . .Ing. Carlos Ramirez Ulloa. 444 1

Obras de urbanización en Villa Juárez, Tamaulipas.. . . . Ing. Pablo Bistrain. 454

SECCION EDUCATIVA Y DE DIVULGACIBN

La sericicultura en México . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . Prof. Homobono González.
, 464
La cera de a b e j a s . . . . . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Prof. A . R. Anzaldúa.
, , 470
La formación d e arboledas en los Sistemas Nacionales de Riego. . . . . . . . . . . . 472
Forestal Daniel F. Galicia.

SECCION ECONOMICA, COMERCIAL Y DE ESTADISTICA

San Luis Potosí. Sus elementos de riqueza. . . , . , . .Roberto Quirós Martinez. 476
 Págs.
SECCION D E NOTICIAS
Plano antiguo de la hacienda de Santa A n a Apacueco en Nueva España y
Nueva Ga1icia.-Año de 1756. . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..Ing. Luis P . Ballesteros. 495

SECCIQN EXTRANJERA
El Pantano del Chorro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ,Porfirio Emerdon. 498
Circulación de agua subterránea. . . . . . . . . . . . . . .Bartolomé D a r d e r Pericas. 504 El Carácter n e la Política

C O L A B O R A D O R E S AS actividades del Gobierno Federal e n materia de regadío,

realizadas al través de esta Comisión, han implicado e impli-
Ing. Aguilera José G. Ing. Medina Salvador. can grandes esfuerzos y la erogación de sumas importantes.
,, Anda Manuel D. ,( Monjes L. Ricardo. Tienen además conexiones directas con nuestro problema na-
,, Arteaga Luis. Sr. Monterde y García Icazbalceta cional de la tierra, el más significativso y trascendente en la vi-
,, Ballesteros Luis P. Francisco. da económica del país. E n cierto modo, tales actividades regresentan el
,, Bancalari Manuel. Ing. Noriega José S. empeño más serio y consciente que en México 5e haya hecho para crear
,, Barocio Alberto. ,, Oropesa Jesús. la pequeña propiedad rural.
,, Montiel Qlvera Genaro. Cualesquiera de estas consideraciones basta por sí misma para expli-
,, Beltrán y Fuga Fernando.
Ing. Peimbert Angel. car el interés y comentarios que ha despertado la labor de la Comisión. Pe-
,, Bustamante Octavio.
,, Perogordo Moisés. ro hay que decirlo: muchas de las apreciaciones suscitadas -dignas de to-
,, Castelló Alfonso.
,, Pérez Castro Lorenzo. marse e n cuenta por estar respaldadas por la buena fe d e quien las emi-
,, Coria Antonio.
- _- Dr. Fruneda Alfonso. te- conducen a conclusiones falsas, imputables a ignorancia total o COm-
,, Corral Joaquín.
Ing. Quevedo Miguel A. de prensión deficiente de ISS factores de la cuestión. As; por ejemplo, se h a
,, Cuevas José A. insinuado que en el Sistema Nacional de Riego No 4,el de mayor magni-
,, Ramírez Ulloa Carlos.
,, Chávez Eduardo. tud e importancia constructiva y social, los resultados prácticos obtenidos,
,, Ramos Federico.
Lic. Chico Goerne Luis. ,, Rodríguez Antonio. especialmente e n la colonización, no son éxitos definitivos, juzgados desde
Ing. Dozal Fortunato. ,, Roe1 Faustino. un punto de vista estrictamente comercial. Sobre éste y otros Sistemas he-
i
,, Gama Valentín. ,, Sánchez Pedro C. mos también escuchado opiniones respecto del alto costo unitario (por hec-
,, García Julio. ,, Sánchez Mejorada Javier. tárea regada) que representa su construcción, la organización de los servi-
,, García Lascuráin Angel. ,, Santa Cruz Jr. Armando. cios de riego y 10s trabajos pre-agrícolas.
Sr. García T. Fernando. ,, Saucedo Vicente. Sin detenernos por ahora e n refutar e5as objeciones, las mencionamos
Ing. García Manuel. ,, Serrano Gustavo. deliberadamente porque envuelven aspectos fundamentales de la política d e
,, Gayo1 Roberto. ,, Toscano Ricardo. riegos ; y aun cuando esos aspectos ya los hemos recalcado e n diversas oca-
,, González Pedro A. ,, Valdés Luis G. siones, no es por demás hacerlo nuevamente si esto puede servir para
Lic. González Roa Fernando. ,, Villaseñor Manuel. orientar a la opinión pública en sus juicios críticos sobre nuestra labor.
Ing. Herrera y Lasso José. Ceó. Vivar Gonzalo. En términos generales y consideradas como un medio de alcanzar pro-
Sr. León Alfredo D. Dr. Waitz Paul. positos utilitarios, las obras de irrigación se emprenden para aumentar la

LOS AUTORES SERAN LOS UNICOS RESPONSABLES D E SUS ARTICULO§. 42 1

................... --- .- -.-_- _ _ ~ _ _ _ ~ ~.. ~ _ ........

~
producción de la tierra o para asegurar las cosechas contra los efectos de
la irregularidad y deficiencia de las lluvias. Dentro de eote criterio, la cons-
trucción de un sistema de riego supone la certeza previa de que la inversión
que va a hacerse será remunerativa: es decir, que las obras, al cabo de un
plazo prudente después de que han sido terminadas, producirán ingresos
netos suficientes para cubrir los intereses del capital invertido. En otras
palabras, las mejoras que significan los trabajos de riego no se ejecutan si
bb
10s promotores no están convencidos de que van a realizar un buen nego-
.c i o
Esta y no otra es la norma a que prudentemente se ajustan los particu-
lares y las empresas privadas interesadas en asuntos de riego. E n cambio,
el Estado, en el ejercicio de su política de irrigación, no puede ceñirse a
ese concepto estrecho, que es consecuencia de la visión incompleta del pro-
blema. Consideraciones superiores de conveniencia social le imponen el
deber de dar satisfacción a las necesida es colectivas, sin detenerse a me-
dir la posibilidad y cuantía de las expectativas utilitarias que se deriven de
su gestión. Ante imperativos de esa fuerza, nada significa para dicha polí-
tica que el capital invertido en obras nunca sea directamente recobrable o
10 vaya a ser lentamente, si hay la certeza de que el fantasma del hambre
se desvanecerá y que el desierto va a volverse feraz y a servir de asiento a
poblados agrícolas prósperos.
Tales son los puntos de vista que universalmente han adoptado ~ S Sgo-
biernos en materia de regadío. Ya en otra ocasión hemos recordado la in-
versión de 1 5 millones de libras que el gobierno inglés ha hecho en la In-
dia para construir obras de riego que benefician 26 millones de acres. Mu-
chas de esas obras, las "productivas" dan intereses del 15% en promedio
bb
sobre el capital : pero muchas otras, denominadas de protección” -pro-
bablemente las de mayor alcance político y humano porque han salvado
del hambre a provincias enteras- cubren apenas sus gastos u obtienen in-
tereses exigüos. En sus apreciaciones sobre los canales de Punjab, reco-
noce B u c l e y -lo hemos dicho también alguna vez- que han traído consi-
bb
go la expansión de los ferrocarriles y el rápido aumento de sus ingresos;
el mejoramiento de las comunicaciones ; la estabilización financiera de la
Provincia ; las grandes exportaciones de la producción agrícola excedente ; y,
gracias a la colonización de las tierras públicas incultas, el alivio a los Dis-
tritos congestionados”.
Otro ejemplo de la aplicación de esa política, más elocuente que el an-
terior por su actualidad, es el saneamiento y redención agrícola del “Agro
Romano
1,
.
De esta manifestación grandiosa de la actividad del gobierno
422
italiano da cuenta urr interesante y muy reciente artículo del doctor Lara
Pardo. NOSdice que el costo de las obras de desecación, regadío y cami-
nos, que benefician una superficie aprovechable de 9,000 hectáreas, as-
cendió a 84 millones de liras, o sea algo más de 9,000 liras ($4,000 apro-
ximadamente) bor hectárea. Agregando a la inversión hecha en obras las
sumas que representan el valor de las tierras mismas, de las instalaciones
> r
industriales y granjas, la transformación preparatoria de 10s suelos, etc.,
“
1 el valor de la hectárea bonificada” sube a ,%,O00 liras ($ZS,OOO apro-
ximadamente). E n las propiedades de la Macaresse, el rendimiento es de
8,235 liras por hectárea. Es decir, el producto bruto representa el 14.7%
del costo de la colosal empresa, 10 que es bien modesto. El Estado ha pro-
porcionado el 88% de los 84 millones que cuestan las obras; y ha presta-
do además el capital para la construcción de granjas, instalaciones sani-
tarias e industriales, etc., a 50 años de plazo y al rédito del 2.570 anual.
Por el010 este concepto el gobierno pierde anualmente no menos de 1.570
en intereses sobre los préstamos otorgados.
Los economistas -añade Lara Pardo- se preguntarán : LESpropor-
LL
cional el rendimiento al costo? Pero, aparte de la cuestión de mera arit-
mética comercial, está el problema sanitario que se está resolviendo; y el
problema económico y social de poblar una región desierta y dotar a Roma
de un centro de abastecimiento agrícola suficiente para sus crecientes ne-
cesidades”.
Si tuviéramos tiempo de extender nuestra investigación a otros paí-
ses, encontraríamos que su política oficial de regadío tiene características
idénticas a las esbozadas. El mismo rasgo fundamental en todas: un es-
fuerzo continuado y costoso de sus gobiernos, que no se mide gor sus resul-
tados comerciales directos, sino por el bienestar inmediato de las regiones
beneficiadas y el progresivo mejoramiento integral de la nación. 1%
Nuestra política de irrigación --que podemos calificar de muy intensa
en relación con los recursos disponibles-se ha venido inspirando en 10s
I
mismos principios y persigue propósitos semejantes. No puede ser -co-
mo ninguna política similar lo ha sido- obra de un dia, ni de varios lustros,
sino empresa de perseverancia y aliento, prácticamente de duración inde-
finida.
Nuestros cinco años de experiencia bien cortos son para recoger frutos
maduros. Pero ya el árbol s e presenta lozano, y el que quiera y sepa ver
podrá distinguir entre su ramaje tierno, indicios evidentes de floraciones
próximas.
423
 P

El Estudio del Abastecimiento ráulico

del Proyecto
P o r el Ingeniero Luis ARTEAGA
J e f e d e l Proyecto.

L desarrollo de u n programa general d e mejoramiento agrícola del Valle

d e Juárez, en el Estado d e Chihuahua, requiere la resolución previa d e
problemas d e s u m a importancia, entre los cuales pueden considerarse
como fundamentales, e l d e l a regularización del abastecimiento hi-
dráulico del Valle, y e l del d r e n a j e d e los terrenos regados.
Sin embargo, es lógico que l a resolución que s e adopte para el pri-
mero d e esos problemas debe servir d e base para fijar la amplitud d e la zona afecta
al beneficio del saneamiento agrícola, pues n o tendría caso tratar de drenar terrenos que
notoriamente no pudieran regarse por falta d e a g u a ; en otras palabras, l a abundancia
y el régimen del abastecimiento hidráulico que s e a posible establecer, son los elemen-
tos determinantes d e la extensión de terrenos que deberán drenarse y podrán poner-
se en cultivo.
**:+
Como s e sabe, la base del abastecimiento hidráulico del Valle e s el Convenio I n -
ternacional d e 21 d e mayo de 1906, celebrado entre México y los Estados Unidos d e l
Norte, con objeto d e “distribuir equitativamente las aguas del río Grande” entre los ,
“!
dos países. E n virtud d e este Convenio, aguas d e la presa d e almacenamiento del Ele-
f a n t e deberían substituir a las aguas d e carácter permanente procedentes d e l a cuenca
superior del río, que los pobladores mexicanos del Valle habían usado sin limitación
alguna en el riego d e terrenos, d e s d e épocas anteriores a la Conquista h a s t a que ciu-
dadanos norteamericanos las desviaron del cauce, casi en s u totalidad, para riego d e te-
rrenos del Estado d e Cclorado (principalmente el Valle d e S a n Luis) y del entonces te-
rritorio d e Nuevo México.
Fundamentalmente, e l Convenio impuso a los Estados Unidos d e l N o r t e la obli-
gación d e entregar a México en el cauce d e l río Grande, frente a l a bocatoma d e l a

424 l
4,
 l

Acequia M a d r e , u n volumen d e 74.000,QOO d e metros cúbicos d e aguas del almacena-

miento mencionado. D e acuerdo con el contenido de una nota presentada por la Em-
bajada Mexicana en Wáshington al Gobierno Norteamericano, con fecha 28 d e marzo
del mismo año d e 1906, e s e volumen e r a mucho menor del indispensable para el bene-
ficio de los terrenos que entonces s e regaban siendo notoriamente insuficiente, por su
valor absoluto y por el régimen d e su entrega, para el riego d e las 25 ó 30,000 hectáreas
d e terrenos cultivables q u e existen en e l valle.
El Convenio d e 1906 no resolvió, por lo tanto, e l problema del abastecimiento hi-
dráulico d e l a zona cultivada, ni $ara ?a época de su aprobación; diversas organizacio-
n e s oficiales s e han ocupado posteriormente del mismo problema, pero casi siempre
en forma incompleta, dado que no s e h a n estudiado con la debida extensión los pun-
tos necesarios para plantearlo y desarrollarlo; en la actualidad subsiste como apre-
miante, requiriendo u n a inmediata solución, pues la mayor parte d e la superficie del
Valle s e riega con l a m á s absoluta irregularidad, utilizándose aguas fuertemente car-
gadas de sales alcalinas.

***
L a Comisión Nacional de Irrigación tiene en estudio u n amplio programa de me-
joramiento agrícola del Valle. Naturalmente, dentro de tal estudio s e ha dado impor-
tancia fundamental al problema del abastecimiento hidráulico, para cuyo análisis s e to-
maron como base los dos puntos siguientes íntimamente relacionados entre sí.
lº-Etudio del servicio actual d e riego d e los terrenos de la P r i m e r a Sección del
Valle, haciendo investigaciones especiales sobre :
a) Los valores d e 103 coeficientes d e riego, brutos y netos, correspondientes:
b) L a s necesidades efectivas d e riego, o los volúmenes que deben aplicarse a
las tierras, para cada cultivo, y
c) L a superficie máxima que s e podrá regar si s e utilizan en f o r m a conveniente
las aguas que otorga a México e l Canvenio d e 1906, esto es, si el uso d e esas aguas s e
lleva a cabo con una eficiencia media en su derivación, conducción y aplicación a los
terrenos por regar.
El total d e los volúmenes q u e s e derivan del río Bravo hacia l a Acequia M a d r e ,
al amparo del Convenio mencionado, se aplica a l riego d e los terrenos d e e s a P r i m e r a
Sección que, por su estado menos avanzado d e infiltración y ensalitramiento, son aún sus-
ceptibles d e cultivo: pero el aprovechamiento s e lleva a cabo e n forma verdaderamente
precaria, pues las obras hidráulicas con q u e s e cuenta son d e carácter provisional,
absolutamente ineficaces, y los sistemas d e distribución y l a s prácticas d e regadío
en extremo dispendiosas e n el consumo d e las aguas: naturalmente esta condición
anormal no puede considerarse como definitiva, ni tomarse como base para estimar
cuál es la superficie máxima que s e podrá regar con u n uso racional d e l a dotación
d e que s e dispone, dato que es básico para determinar la cuantía y el régimen del abas-
tecimiento complementario que se d e b e establecer, para lograr e l riego normal d e !os
terrenos en cultivo y de los demás terrenos cultivables del Valle.
El estudio del servicio actual d e riego (estudio cuya secuela se detalla más ade-

l
425
lante), y la debida reorganización d e e s e servicio, son pues esencialmente importantes
para la resolución del problema del abastecimiento hidráulico del Valle.
20-Identificación y características esenciales d e las posibles fuentes d e aprovisio-
namiento, así como forma y condiciones en que podrán ser utilizadas, en relación con
su situación legal, s u régimen hidráulico y las necesidades por satisfacer.
L a s posibles fuentes d e aprovisionamiento y sus principales características son, en
orden d e importancia, las siguientes :
a).-El aprovechamiento d e u n nuevo volumen d e agua procedente d e l a presa del S I

Elefante, con un regimen d e entrega apropiado para que el volumen total que s e reci-
ba d e ese almacenamiento, corresponda con la mayor amplitud a las necesidades d e los
cultivos, e s &e&, al régimen d e la demanda d e los terrenos por regar. i‘. :
El aumento no significaría el desconocimiento, o !a alteración siquiera, del Conve-
nio d e 1906, que impuso a México y a los Estados Unidos d e l Norte obligaciones d e
carácter internacional ineludibles, sino u n a muy interesante aplicación del principio ge-
nera! para l a distribución de las aguas d e las corrientes internacionales, e n el senti-
do d e que debe llevarse a cabo e n estrecha relación con las necesidades.
Además, este aumento, que ya h a sido recomendado por la Sección Norteamerica-
n a d e la Comisión Internacional d e Aguas a su Gobierno, hace posible un aprovecha-
miento d e las aguas del río Grande, d e que puede disponerse, mucho más eficiente q u e Estación de aforo número 1.
el actual.
tuación no prevista ni consentida durante la tramitación del Convenio, cuyas estipula-
b).-La distribución entre México y los Estados Unidos del Norte, de las aguas in-
ciones, aprobadas para l a s condiciones que le sirvieron d e base, no pueden s e r aplica-
ternacionales que escurren actualmente por el cauce del río Bravo, e n t r e Ciudad Juárez
d a s a condiciones imprevistas, distintas d e las originales, y respecto a l a s cuales no s e
y Fort Quitman.
formuló pacto alguno.
Estas aguas;, por su origen, son físicamente ajenas a las captadas en l a presa d e l
L a dotación que d e b a corresponder a México e n un reparto equitativo d e estas
Elefante, afectas al Convenio d e 1906; su escurrimiento es principalmente d e carácter
aguas, aun en las condiciones eventuales d e su escurrimiento y de l a derivación, ali-
torrencial: están formadas por aportaciones eventuales d e las cuencas hidrográficas me-
viará extraordinariamente el prcblema del abastecimiento hidráulico del Valle.
xicana y norteamericana, que afluyen a l río aguas abajo de la presa mencionada; por l a s
descargas d e los desagües, d e los sistemas d e drenaje y las aguas d e retorno d e las 20- L a resolución d e los puntos ( a ) y (b) envuelve cuestiones d e carácter internacio-
nas regadas, y aun por excedentes del almacenamiento del Elefante, a que necesaria- nal, y no puede s e r desarrollada por el Proyecto Valle d e J u á r e z ; s i n embargo, por l a
mente debe darse salida por el cauce d e l río. naturaleza del estudio q u e lleva a cabo, el Proyecto e s t á capacitado para hacer suges-
tiones sobre algunas de l a s principales características d e los nuevos aprovechamientos ; :
D u r a n t e la tramitación del Convenio d e 1906, y en respuesta a una gestión espe-
cial del Gobierno d e México sobre la distribución y aprovechamiento d e e s a s corrien-
entre éstas deben citarse las relativas a l a localización d e l punto o puntos d e derivación i
d e las aguas que, por l a naturaleza alcalina d e las del río Bravo, tienen gran impor-
tes eventuales, las autoridades norteamericanas declararon expresamente que “ . . l a .
tancia en l a eficiencia d e l abastecimiento definitivo. I
probable corriente de! río e n t r e Ciudad Juárez y Fort Quitman, después d e construída
.
l a presa d e Engle, n o s ó l o s e r i a pequeña sino también i r r e g u l a r . .
3,
agregando que el Posteriormente, ya celebrados 10s arreglos sobre la distribución d e las aguas, a ’
derecho al uso d e esas aguas
‘b
. . .seria d e escaso valor y no traeria ninguna ventaja que haya lugar, el Proyecto deberá estudiar la aplicación d e los volúmenes obtenidos a
.
efectiva bara M é x i c o . , ” : aceptado e s e principio, que s e fundó e n las estimaciones las tierras del Valle, de acuerdo con el régimen d e las derivaciones autorizadas, los ele-
hechas por ingenieros norteamericanos sobre el régimen del río y l a capacidad del va- mentos d e que s e disponga y las cecesidades por llenar.
so, s e firmó el Convenio, que tuvo por finalidad exclusiva distribuir equitativamente ,).-El aprovechamiento mediante s u regularización, d e l a s aguas d e avenidas d e
e n t r e los dos países las aguas del río “que s e almacenarían totalmente” en l a presa del arroyos torrenciales que drenan amplias zonas d e la cuenca d e l río, y que actualmente
Elefante. las descargan sobre las secciones inferiores del Valle, d e s d e Guadalupe, causando inun-
Contra el supuesto fundamental adoptado, s e registra normalmente en el río, a daciones d e impqrtancia,
la altura d e Fort Quitman, u n importante escurrimiento cuyo volumen medio anual d e E s t e aprovechamiento debe llevarse a cabo con e l doble objeto d e proteger a los
350.000,OQO MS tiene gran valor para l a agricultura; e s decir, existe d e hecho u n a si- terrenos d e labor contra las inundaciones, y d e mejorar e n forma muy sensible el abas- ‘

426 4-27
tecimiento hidráulico del Valle, tanto por e l volumen de aguas d e baja alcalinidad que
s e tendrá disponible en los pequeños almacenamientos por construir, como porque el
uso d e los mismos almacenamientos como vasos reguladores, en relación con l a apli-
cación d e las aguas a los terrenos por regar, reduce considerablemente las pérdidas
en la distribución, haciendo posible u n servicio d e riego más eficiente en el consumo
d e l a s aguas.
Sin embargo, la resolución del mismo aprovechamiento presenta serias dificultades.
La mayor parte d e las corrientes que afecta, bajan d e las sierras que limitan por el
SE. e l bolsón del Hueco-Samalayuca, en el cual está cortado el Valle d e Juárez-El P a -
so; recorren los terrenos d e l bolsón, formados por material suelto d e relleno, e n el
cual abren su cauce por erosión lateral o vertical, y s e descargan sobre el Valle, depo-
sitando enormes cantidades de material d e acarreo, desde grava y cantos rodados has-
t a arena fina. P a r a evitar el pronto azolvamiento d e los vasos d e almacenamiento, es
pues necesario establecer vasos d e decantación auxiliares.
El segundo inconveniente radica en el régimen hidráulico d e las avenidas por re-
gularizar, pues como consecuencia d e l a s violentas precipitaciones que s e registran
anualmente, arroyos de segundo orden d a n paso a gastos máximos de 80. a 100 M3 p. s.,
lo que requiere costosas obras d e defensa d e los almacenamientos (vertedores d e de-
masías : canales d e descarga).
Bocatoma. Acequia Madre.
Ya s e tiene recogido buen número d e datos sobre tres d e los principales arroyos,
cuyo estudio s e continúa, extendiéndolo a las otras dos corrientes de importancia. Ea tarifa vigente para la venta d e "fuerza grande", es diferencial, comprendiendo
d).-El aprovechamiento, por bombeo, de aguas del subsuelo, obtenidas d e pozos o cuotas por kilowatts-hora que decrecen, d e s d e la máxima d e 16.87 centavos M. N. (to-
de canales d e drenaje. mando como tipo d e cambio el d e $2.50 M. N. por dólar), aplicable a los 1,000 Kw.h.
S e ha concedido mucha importancia a la posibilidad de utilizar aguas del subsue- iniciales de consumo mensual, h a s t a l a mínima d e 3.00 centavos M. N., que s e aplica
lo del Valle e n el riego d e sus terrenos, pero e s muy dudoso que s e pueda realizar es- a los 50,000 Kw. h. d e consumo mensual, posteriores a los primeros 15,000 ó 20,000
t e aprovechamiento, no porque s e a n escasos los mantos subterráneos d e distinto géne-
Kw. h., según la demanda máxima en kilowatts.
ro, sino:
1.-Por el alto costo d e la energía d e que puede disponerse para el bombeo, en re- P a r a precisar l a influencia económica del costo de l a energía eléctrica, a los pre-
cios a que guede o b t e n e r s e , sobre el costo d e l a producción agrícola, a continuación s e
lación con las condiciones económicas d e la explotación agrícola del Valle, y-
hace una estimación basada en e l consumo mensual d e 12,100 Kw. h., que e s determi-
2.-Para el caso de aguas procedentes d e perforaciones de poca profundidad (has-
nado por el bombeo constante d e 100 1. p. s. contra una carga total de 12.00 metros, y
ta 30 ó 40 metros), o d e canales d e drenaje, por el grado d e alcalinidad d e las aguas
eficiencia en l a planta d e bombeo del 70%. Considerando que l a demanda máxima e s d e
que se obtienen.
20.0 kilowatts, las cuotas parciales d e la tarifa que pueden aplicarse, dan, en el mes,
1.-Al estudiar el problema del consumo d e energía para bombeo, en relación con
u n costo d e operación de Dls. 221.50 que, con e l tipo d e cambio citado, corresponde a
el proyecto de drenaje de los terrenos d e la Primera Sección del Valle, s e trató am-
l a cantidad d e $553.75 M. N. El costo unitario d e operación, resultante, e s d e 4.6 cen-
pliamente con la Compañía que abastece de energía eléctrica a la región (propietaria
tavos por Kw. h.; suponiendo que los gastos fijos y de mantenimiento s e a n d e 2.4 cen-
d e dos plantas térmicas establecidas en El Paso, Texas), sobre cuotas por servicio para
tavos por Kw. h., e l costo total unitario d e l a energía para bombeo sería d e 7.0 centa-
fuerza en consumo a gran escala, haciéndole notar con marcada insistencia l a absolu-
t a necesidad d e que fijara cuotas mínimas, aun cuando s e obtuviera energía d e clase in-
vos, M. N., por Kw. h. con importe mensual d e $847.00, M. N.
ferior. El gasto constante de 100 1. p. s.
d a e n 30 días un volumen de 259,200 M3; las con-
La Compañía manifestó que no le significaba una ventaja esencial proporcionar l a diciones generales d e la zona cultivada (muy altas temperaturas e intensa sequedad
energía para bombeo sólo durante las horas diarias d e menor consumo, agregando que atmosférica ; textura, estructura y condiciones d e alcalinidad del suelo, etc.), hacen ne-
estaba en mejores condiciones de servicio si proporcionaba la energía a carga constan- cesario u n riego d.e 20 cms. cada veinte días para la mayor parte d e los cultivos, e s
t e durante todo el día, y que en ningún caso podría conceder reducción alguna sobre decir, e n promedio, 30 cms. por m e s ; si las pérdidas e n l a regularización y en la dis-
sus cuotas en vigor. tribución del volumen total captado, fueren d e sólo el 20% del mismo volumen, la 1á-

428 429
-t
mina d e agua mensual necesaria llegaría a 37.5 cms., ó 3,750 M3. por Ha., siendo po-
sible regar con e! volumen disponible hasta 70 H a .
El costo total mensual d e l a energía para bombeo ($847.00 M. N.),determina un
costo mensual d e riego, por hectárea, y sólo hor e s e concepto d e a g u a fiara regadío, d e
$12.10 M. N., que a su vez corresponde al costo unitario de $8.06 por hectárea-riego.
E s t e costo es, desde luego, excesivamente superior a la cuota anual d e $3.50 por hectá-
rea, que actualmente pagan los agricultores: d e manera absoluta, e l mismo costo no
está en relación con las posibilidades económicas d e un sistema d e riego cuyos terre-
nos, invadidos por las sales alcalinas, deben sujetarse a un largo proceso d e bonifica-
ción para mejorar su raquítica producción presente, absolutamente incosteable ; que de-
be pagar, además, fuerza motriz para e l bombeo d e las aguas procedentes de! siste-
ma d e d r e n a j e ; los costos d e amortización, conservación y administración d e los siste-
m a s d e riego y drenaje, y, por último, que d e b e producir a costos esencialmente bajos,
pues l a localización del Valle como centro productor e s por completo desfavorable por
su enorme distancia a los centros nacionales d e consumo.
E n l a organización económica d e la explotación agrícola del Valle e s fundamental
la reducción del costo d e producción, porque evidentemente l a totalidad d e sus pro-
ductos no tendrán salida sino e n el mercado nacional, dado que la exportación es ca-
da vez menos factible; por consiguiente, l a producción del Valle debe s e r obtenida a u n Acequia Madre. Desfogue número 1.
costo suficientemente bajo para que, pagando fletes por transporte e n ferrocarril, por
m á s d e 1,000 kilómetros, los mismos productos lleguen a la zona central del país, prin- P a r a mejorar su condición alcalina podrían mezclarse con las procedentes del río
cipal centro d e consumo, en condiciones d e competir en precio con artículos similares, Bravo, derivadas hacia la Acequia M a d r e , pero éstas, a l a altura d e la presa derivadora,
producidos en zonas mucho m á s cercanas. son también d e alta concentración e n sales solubles, porque e n t r e l a presa d e almace-
P u e d e objetarse que l a uva d e mesa, uno d e los principales productos d e l Valle, namiento del Elefante y l a derivadora citada, el cauce d e l río se utiliza al mismo tiem-
s e h a traído desde California, vendiéndose en México a precios que comprenden dere- po como canal principal d e conducción del sistema d e riego, y como canal general d e
evacuación d e las aguas procedentes d e los sistemas de d r e n a j e d e los amplios Valles
chos d e importación y m á s largos transportes por ferrocarril, pero debe tenerse e n
d e Rincón y Mesilla, que comprenden e n total una superficie regada d e más d e 40,000
cuenta que s e han importado exclusivamente las cantidades suficientes para llenar las
necesidades d e un consumo limitado, mientras que estando e l Valle debidamente ex- hectáreas.
plotado, sería forzoso hallar mercado a toda la producción, a precios costeables para La concentración media anual e n sales alcalinas, d e l a s aguas del río Bravo, a l a
los agricultores. altura d e Ciudad Juárez, e s de 600 a 700 partes por millón: esto significa que, si s e
L a organización económica d e l Valle exige costos d e producción mínimos; por esto utiliza e n el riego d e las tierras d e l a P r i m e r a Sección del Valle, u n volumen anual d e
es muy poco factible el aprovechamiento en riego d e aguas subterráneas, cuando este
50.000,OOO M3 d e aguas del río, al aplicar e s t a s aguas a los terrenos por regar, s e des-
cargan también sobre los mismos terrenos, m á s d e 32,000 toneladas d e sales alcalinas
aprovechamiento requiere e l consumo d e energía eléctrica para el bombeo, ciiyo costo
que, si no son eliminadas por el sistema d e drenaje, continuarán enriqueciendo el ya al-
incrementa fuertemente el d e producción : por otro concepto, las condiciones son poco
to contenido del suelo.
favorables para el establecimiento d e pequeñas plantas d e fuerza motriz d e otro tipo
- motores d e combustión interna- porque los modelos d e menor potencia son también L a s aguas freáticas poco profundas, y particularmente las procedentes de los dre-
los d e más baja eficiencia, y porque s e necesitaría gran número de instalaciones (posi- nes, son d e mucho mayor concentración en s a l e s ; d e acuerdo con los datos contenidos
blemente u n a para cada 100 H a . d e superficie), cuya operación y conservación son la- e n el informe oficial del "Río G r a n d e Irrigation Project" sobre l a operación d e su sis-
boriosas y costosas. t e m a d e drenaje, durante e l año d e 1929, la concentración media en sales alcalinas d e
11.-La captación de las aguas freáticas del Valle, por bombeo d e pozos poco pro- l a s aguas d e los drenes del Valle d e El Paso, para el año d e 1929, f u e d e 2,200 partes por
fundos o d e los canales d e drenaje, para fines d e regadío, presenta el serio inconve- millón, con u n máximo d e 4,700 partes por millón, para el dren Border. L a s aguas proce-
niente d e que esas aguas, por su excesiva concentración en las sales alcalinas que con- dentes d e canales d e d r e n a j e del Valle d e Juárez, probablemente serían d e mayor con-
tiene e! suelo, por su formación, en cantidades prácticamente ilimitadas, no son utili- centración media, pues las tierras del Valle d e El Paso contienen menor cantidad d e
zables directamente en riego. sales que las d e nuestro Valle, en virtud d e que las primeras h a n sido drenadas hace

430 43 B

. .
m á s d e PO años, y en el Valle d e Juárez no existe el m á s simple elemento d e drena-
je, acentuándose continuamente, par consecuencia, el grado de concentración en sales
d e los horizontes superiores d e l suelo. La mezcla d e las aguas freáticas del Valle de
Juárez, obtenidas por bombeo d e pozos poco profundos, o d e los canales d e drenaje,
con las aguas alcalinas derivadas del río Bravo, daría muy probablemente aguas sos-
pechosas, o francamente perjudiciales para los cultivos, a menos que s e utilizaran
eventualmente, o en terrenos perfectamente drenados.
La captación de las aguas freáticas por bombeo d e p o z o s poco profundos tiene ade-
m á s l a desventaja d e que l a alcalinidad d e l medio (subsuelo y agua del subsuelo) en
e l que operan las unidades d e bombeo, produce en las bombas y en los tubos del re-
vestimiento de los pozos u n a destrucción t a n rápida que fiu conservación resulta anti-
económica,
E s t e efecto fué observado en muy grande escala en el antiguo sistema d e drenaje
d e los terrenos del Distrito d e Irrigación núm. 1, del Condado de Mudspeth, que forma
parte del Valle d e Juárez-El Paso, y en cuyos terrenos s e instalaron 46 plantas de bom-
beo, con bombas d e e j e vertical operando a 30 metros d e profundidad media: las ins-
talaciones s e concluyeron en julio d e 1928 con un costo d e establecimiento d e .. ...
230,000.00 dólares.
E n 1927 s e extrajo del subsuelo u n volumen total d e 23.000,OOO M3 de aguas freá-
ticas alcalinas, consumiendo 1.978,QOO Kw. h. con un costo por concepto d e energía d e
39,000.00 dólares. Estos resultados no fueron permanentes: e n 1929 la eficiencia del sis-
t e m a bajó y el costo d e operación subió considerablemente, pues ya f u e necesario ern-
pezar a substituir las partes d e l equipo destruídas por la corrosión; en 1930 s e conside-
ró que la operación del sistema e r a antieconómica, y se resolvió su substitución por
u n sistema d e drenaje formado por canales abiertos, que e n esta fecha s e encuentra
prácticamente concluido.
Es d e hacerse notar que las casas productoras d e bombas trataron d e mejorar su
equipo fabricando refacciones con aceros especiales, más resistentes al ataque d e l a s
sales alcalinas, pero e s t a s piezas, de mucho mayor costo que las antiguas, no dieron los
resultados que s e esperaban.
***
Existen también abundantes mantos profundos de aguas ascendentes, d e muy bue-
n a calidad, que son utilizadas como potables en Ciudad Juárez y El Paso, y cuyo apro-
vechamiento en riego sería menos desventajoso por su bajo contenido e n sales alcali-
n a s y porque probablemente el costo d e conservación de las unidades d e bombeo se-
ría menor que el de las plantas instaladas en pozos poco profundos. En cambio, el apro-
vechamiento d e estos mantos requiere pozos con profundidad mínima d e 190 metros,
y e s m á s costoso que l a captación d e aguas superficiales, por e l mayor costo d e las
instalaciones y por el mayor consumo de energía.
Como caso tipo d e este género d e explotación puede citarse e l del pozo q u t s e en-
cuentra en Ciudad Juárez, junto al Cuartel d e Bomberos; e l agua d e este pozo tiene su
nivel hidrostático a u n a profundidad d e 11.40 metros desde la superficie del t e r r e n o ;
para u n gasto d e 70 1. p. s,, l a profundidad d e l agua llega a 17.20 metros, realizándose
el bombeo con u n a bomba vertical que trabaja a 30 metros d e profundidad; el pozo
tiene un diámetro d e 30.5 cms. y una profundidad d e 200 metros.
***
E n resumen, las condiciones generales d e l Valle d e Juárez son completamente des-
favorables para que la captación d e aguas d e l subsuelo, por bombeo, pueda llegar a s e r
un elemento de importancia en la solución del problema del abastecimiento hidráuli-
co del mismo Valle; por tanto, sólo pueden considerarse como posibles fuentes d e
aprovisionami'ento las mencionadas en los puntos (a), (b) y (c) anteriores, e s decir,
en primer lugar el río Bravo y en último término S ~ J S afluentes torrenciales.
***
Ya s e hizo notar que la importancia d e l estudio del servicio de riego d e l a Prime-
r a Sección del Valle, radica en el hecho d e que las conclusiones del mismo estudio de=
ben servir d e base para determinar cuáles ,con las necesidades efectivas de los culti-
vos y cuáles son -en s u valor absoluto y en su régimen- los volúmenes complemen-
tarios indispensables para el beneficio d e l a s distintas unidades de riego que forma-
rían el Sistema.
P a r a resolver estos puntos no e s conveniente ni recomendable adoptar coeiicien-
tes d e riego obtenidos en otras zonas aun ¿e clima, suelo y cultivos semejantes a los
del Valle d e Juárez, porque nuestro Valle presenta peculiaridades especiales en l a par-
celación o fraccionamiento d e l a tierra (en l a Primera Sección con superficie d e 8,930
H a . hay m á s d e 1,900 propiedades); en el sistema, correlativo, de distribución d e l a s
aguas; en los métodos d e riego: régimen del abastecimiento hidráulico, y estado d e in-
filtración y ensalitramiento d e los terrenos cultivados, e s decir, justamente en los ele-
mentos que intervienen e n forma decisiva sobre los valores d e los coeficientes bruto y
neto d e riego, y es lógico que a e s t a s condiciones especiales d e b e n corresponder coefi-
cientes cuyos valores no son comparables con los obtenidos en sistemas d e riego, cu-
ya forma d e fraccionamiento o distribución d e tierras saneadas, abastecimiento hidráu-
lico y operación del sistema son notoriamente diferentes.
E s por tanto indispensable determinar mediante observaciones directas, los valores
d e los coeficientes d e riego que s e tienen actualmente e n el valle mexicano, para lo
cual e s necesario estudiar en forma minuciosa las condiciones generales del servicio
d e riego; determinar l a cuantía d e los volúmenes derivados del abastecimiento, y d e los
aplicados a las tierras, por unidad d e superficie; l a periodicidad d e los riegos y su nú-
mero durante el período vegetativo, para los principales cultivos, etc., y, por último, dis-
cutir ampliamente los resultados obtenidos d e s d e los puntos d e vista d e los distintos
factores que afectan el valor d e los mismos coeficientes. Vamos a describir la organiza-
ción que s e ha dado, en l a Sección d e Hidrología del Proyecto, a los trabajos relativos.
***
Coeficientes brutos d e riego.-Como s e sabe, este coeficiente representa l a rela-
ción que existe entre l a cantidad d e agua derivada del canal principal, o del abasteci-
miento, para s u conducción y distribución h a s t a las tierras por regar y l a superficie to-
tal regada con ese volumen; comprende por consiguiente, l a cantidad d e agua aplicada
433
 TPO
A
ix
CASADA
A
T.P 4 ESCALA A P X O X
 a los cultivos, y todas l a s pérdidas y desperdicios que s e registran e n l a conducción y
distribución de las aguas, hasta l a s sangrías o bocas d e riego.
P a r a determinar el valor d e este coeficiente es pues necesario, d e manera esen-
cial :
a).- Operar u n a estación hidrométrica en l a bocatoma d e l canal principal, y
b).-llevar u n registro d e l a superifie regada.
a).-Sevicio hidrométrico.-Por l a complejidad del sistema d e riego de l a P r i m e r a
Sección del Valle, e l servicio hidrométrico requirió la instalación d e numerosas estacio-
nes d e aforo.
El elemento principal del sistema d e riego e s la Acequia M a d r e ; por su funciona-
miento, este canal, que d e s d e su bocatoma h a s t a su confluencia con e l río Bravo tiene
u n a longitud aproximada d e 32 K., está claramente dividida e n tres tramos, en los cua-
les trabaja sucesivamente como canal d e derivación, como canal d e conducción y como
canal d e distribución de l a s aguas d e regadío. Su obra d e toma no tiene elemento al-
guno para controlar l a entrada d e las aguas, por lo cual d u r a n t e las crecientes, el vo-
lumen derivado frecuentemente e s superior a la capacidad del canal, poniéndolo en pe-
ligro.
E n el tramo inicial o d e derivación, d e 1,900 metros d e longitud, la margen izquier-
d a d e la Acequia e s t á formada por un bordo que la separa d e l cauce mayor del río
Bravo; este bordo s e encuentra interrumpido e n tres puntos por t r e s desfogues o cla-
ros d e escurrimiento hacia el río d e parte d e las aguas derivadas. Los desfogues, que
.o
son las obras d e defensa del canal, s e operan por medio d e compuertas rudimentarias
d e agujas, cuyo manejo permite reducir el gasto derivado al que corresponde a la ca-
pacidad d e la Acequia en su tramo siguiente.
Inmediatamente aguas abajo del tercer desfogue (llamado del Arroyo Colorado), s e
inicia el tramo de 1,300 metros d e longitud e n el cual la Acequia funciona propiamente
como canal d e conducción; e s t e t r a m o termina en un punto situado en el centro d e Ciu-
d a d Juárez, donde s e inicia la r e d d e canales d e distribución con el desprendimiento
d e la Acequia del Pueblo. ¿>

D e los dos canales principales mencionados (acequias M a d r e y del Pueblo) s e de-

rivan gran número d e canales d e tercer orden, que frecuentemente confluyen entre sí,
formando, con s u localización irregular, un sistema sumamente complejo. Aproximada-
mente 15 kilómeros aguas abajo del punto donde s e desprende la Acequia del Pueblo
d e la Acequia M a d r e , l a primera s e u n e nuevamente a la Acequia M a d r e , que recorre
longitudinalmente el Valle, hasta confluir con el río en el punto llamado el Sauzal.
L a casi totalidad d e los canales de distribución que parten d e la Acequia M a d r e ,
para riego d e los terrenos situados en su margen izquierda (acequias d e l a Playa, Aran-
da, Jaqueña, Mondragoneña, d e la Línea y d e S a n Miguel), s e ligan también con el
cauce del río Bravo en distintos puntos del Valle, por lc cual, además del volumen
d e las aguas derivadas que s e descarga constantemente hacia e l río por los t r e s desfo-
gues situados en ef tramo inicial d e l a Acequia Madre, dentro d e l a zona regada s e
descargan hacia el río nuevos volúmenes d e las mismas aguas: permanentemente, por
las acequias d e la Playa, Aranda y M a d r e ( e n el S a u z a l ) ; eventualmente, y en volúme-

435
 nes menos importantes, por l a Acequia Jaqueña: y ocasionalmente, con gastos mínimos,
por l a Acequia Mondragoneña? d e l a Línea, y d e San Miguel.
El plano adjunto m u e s t r a l a localización d e los canales mencionados, d e sus puntos
-b de descarga hacia e l río, y d e las estaciones d e aforo instaladas con e l objeto d e estu-
diar el régimen d e los mismos canales.
L a estación número 1, situada en l a bocatoma d e l a Acequia M a d r e , d a los gastos
totales que es posible derivar hacia e s e canal e n las condiciones actuales y que, con
sistemas correctos d e conducción y distribución de las aguas, podrían utilizarse en l a
zona d e riego.
L a s estaciones números 2 y 3 d a n los volúmenes destinados al riego d e terrenos d e
la P r i m e r a Sección del Valle: estos volúmenes son menores que los registrados en la
estación número 1, en e l total descargado hacia el río por los t r e s desfogues d e alivio
que s e han citado.
L a estación número 8, d a los volúmenes descargados al río en l a parte m á s baja
del Valle, que corresponden, e n cierto modo, a los sobrantes d e los destinados al rie-
go; no son sobrantes, d e manera absoluta, porque, como consecuencia d e las malas con-
diciones del sistema general d e canales, y ¿e los inapropiados métodos de regadío, {re-
cuentemente s e tiene escasez d e aguas para riego e n algunas zonas, aun cuando al
mismo tiempo s e registren descargas en e l Sauzal.
P o r último, l a s estaciones números 4 y 5 dan los volúmenes descargados al río por
las acequias de l a Playa y Aranda, respectivamente, también como consecuencia princi-
pal d e los métodos d e regadío inapropiado.
Todas las estaciones d e aforo mencionadas son de primera clase, contando con es-
taciones d e registro servidas por limnígrafos “Stevens”.
L a s estaciones 1, 2, 3 y 8 s e instalaron con puentes para observaciones d e velocidad
con molinete, teniendo condiciones d e control aceptables: las estaciones 4 y 5 con verte-
dores “Cipoletti”, d e contracción completa y descarga libre.
Los datos proporcionados por l a s estaciones hidrométricas mencionadas pueden s e r
operados, en relación con las superficies regadas, en distintas formas. Si d e los volúme-
nes d e la estación 1 s e restan los d e l a estación 8, contiderando a estos últimos como
sobrantes que pudieran escurrir a las secciones inferiores del Valle, s e obtienen “coe- -
ficientes absolutos, brutos, para las actuales condiciones de l a derivación”; sin embar-
’
1
go, teniendo en cuenta que l a derivación d e volúmenes posiblemente excesivos, e s con-
secuencia d e la falta d e obra d e control e n l a bocatoma del canal principal (Acequia ’
M a d r e ) , puede admitirse que, existiendo e s t a obra d e control, los volúmenes derivados 1
serían reducidos a l a s u m a d e los que d a n las estaciones 2 y 3, que s e consideran bas-
tantes para las necesidades d e riego: la relación entre e s t a s u m a d e volúmenes y los
d e l a estación 8, daría “coeficientes brutos para la conducción y distribución d e las
aguas”.
Los volúmenes d e las estaciones 4 y 5 acusan, como s e h a dicho, la deficiencia en
los sistemas de distribución d e las aguas y d e regadío.
b).-Registro d e la superficie regada.
P a r a llevar’este registro f u é necesario formar un padrón d e las 1,900 propiedades
en que está dividida la P r i m e r a Sección del Valle, dedicando una tarjeta para cada
6
 nes menos importantes, por l a Acequia Jaqueña: y ocasionalmente, con gastos mínimos,
por l a Acequia Mondragoneña? d e l a Línea, y d e San Miguel.
El plano adjunto m u e s t r a l a localización d e los canales mencionados, d e sus puntos
-b de descarga hacia e l río, y d e las estaciones d e aforo instaladas con e l objeto d e estu-
diar el régimen d e los mismos canales.
L a estación número 1, situada en l a bocatoma d e l a Acequia M a d r e , d a los gastos
totales que es posible derivar hacia e s e canal e n las condiciones actuales y que, con
sistemas correctos d e conducción y distribución de las aguas, podrían utilizarse en l a
zona d e riego.
L a s estaciones números 2 y 3 d a n los volúmenes destinados al riego d e terrenos d e
la P r i m e r a Sección del Valle: estos volúmenes son menores que los registrados en la
estación número 1, en e l total descargado hacia el río por los t r e s desfogues d e alivio
que s e han citado.
L a estación número 8, d a los volúmenes descargados al río en l a parte m á s baja
del Valle, que corresponden, e n cierto modo, a los sobrantes d e los destinados al rie-
go; no son sobrantes, d e manera absoluta, porque, como consecuencia d e las malas con-
diciones del sistema general d e canales, y ¿e los inapropiados métodos de regadío, {re-
cuentemente s e tiene escasez d e aguas para riego e n algunas zonas, aun cuando al
mismo tiempo s e registren descargas en e l Sauzal.
P o r último, l a s estaciones números 4 y 5 dan los volúmenes descargados al río por
las acequias de l a Playa y Aranda, respectivamente, también como consecuencia princi-
pal d e los métodos d e regadío inapropiado.
Todas las estaciones d e aforo mencionadas son de primera clase, contando con es-
taciones d e registro servidas por limnígrafos “Stevens”.
L a s estaciones 1, 2, 3 y 8 s e instalaron con puentes para observaciones d e velocidad
con molinete, teniendo condiciones d e control aceptables: las estaciones 4 y 5 con verte-
dores “Cipoletti”, d e contracción completa y descarga libre.
Los datos proporcionados por l a s estaciones hidrométricas mencionadas pueden s e r
operados, en relación con las superficies regadas, en distintas formas. Si d e los volúme-
nes d e la estación 1 s e restan los d e l a estación 8, contiderando a estos últimos como
sobrantes que pudieran escurrir a las secciones inferiores del Valle, s e obtienen “coe- -
ficientes absolutos, brutos, para las actuales condiciones de l a derivación”; sin embar-
’
1
go, teniendo en cuenta que l a derivación d e volúmenes posiblemente excesivos, e s con-
secuencia d e la falta d e obra d e control e n l a bocatoma del canal principal (Acequia ’
M a d r e ) , puede admitirse que, existiendo e s t a obra d e control, los volúmenes derivados 1
serían reducidos a l a s u m a d e los que d a n las estaciones 2 y 3, que s e consideran bas-
tantes para las necesidades d e riego: la relación entre e s t a s u m a d e volúmenes y los
d e l a estación 8, daría “coeficientes brutos para la conducción y distribución d e las
aguas”.
Los volúmenes d e las estaciones 4 y 5 acusan, como s e h a dicho, la deficiencia en
los sistemas de distribución d e las aguas y d e regadío.
b).-Registro d e la superficie regada.
P a r a llevar’este registro f u é necesario formar un padrón d e las 1,900 propiedades
en que está dividida la P r i m e r a Sección del Valle, dedicando una tarjeta para cada

6
 propiedad; invariablemente s e tom6 nota d e l número de registro d e l a propiedad en
la lista d e usuarios formada por 12 antigua Comisión Reglamentadora del Valle; d e l a
acequia utilizada para e l riego, y d e l a ubicación d e la parcela, por partidos. Posteriormen-
co- t e s e clasificaron las t a r j e t a s por acequias, formando grupos distintos en orden alfabé-
tico, para cada una d e las acequias d e distribución más importantes, o d e las que cons-
tituyen, con s u s terrenos, verdaderas unidades d e riego.
Además, desde l a fecha en l a cual s e inició la temporada d e regadío del presente
año, s e h a recogido para cada riego l a información siguiente:
Fecha del riego.
O Nombre del propietario del terreno regado.
8
E ’,
Número del predio.
Acequia de riego.
Superficie regada.
Cultivo regado.
Los datos recogidos y aceptados, s e pasan a las hojas “Estadística d e riego. Re-
gistro d e los datos d e campo” (forma E. R. 3), anexo número 2, clasificando con ello
automáticamente a los riegos por acequia, cultivo y fecha. La misma forma permite
registrar l a periodicidad d e los riegos y su número durante el período vegetativo, pa-
r a cada parcela, la superficie regada diariamente, por acequia y cultivo y la total de-
dicadas a cada cultivo, por acequia, y después para toda la zona regada. Estos úItimos da-
tos son los que deben compararse con los hidrométricos, para obtener los valores d e
los coeficientes brutos d e riego.
Los datos sobre superficie total regada por día, para cada cultivo, s e pasan a
las hojas “Estadística del servicio diario d e riego” (forma E. R. 5 ) , anexo 3, que d a
las superficies totales regadas por cada acequia para los distintos cultivos, por día y
por quincena, así como los totales absolutos por quincena.
Con estos datos e s fácil conocer l a superficie regada por día y por quincena en to-
d a l a Primera Sección del Valle, y por consiguiente determinar el régimen de l a de-
manda para riego durante e l año agrícola, para los principales cultivos y para toda la
zona regada. elementos que deben tenerse en cuenta, d e manera principal, para pro-
yectar el abastecimiento hidráulico.
***
Coeficientes netos d e riego.-La determinación d e los coeficientes netos d e riego,
que esencialmente requiere el conocimiento d e los volúmenes de agua aplicados d e he-
cho a terrenos d e superficie conocida, s e lleva a cabo e n zonas especiales llamadas
”unidades d e observación”.
P a r a establecer e s t a s unidades se analizaron previamente, con amplitud, sus con-
diciones generales d e localización dentro de2 Valle, su núme-o, los métodos d e obser-
vación, los sistemas de registro d e los datos por recabar, etc.; a continuación s e des-
cribe e l procedimiento establecido.
Se eligieron las seis “unidades d e observación” localizadas en los puntos que
muestra e l plano adjunto ; e s t a s unidades ofrecen distintas condiciones topográficas :
d e suelo, para riego, d e trabajo agrícola, y d e organización y atención general para los
439
P
 propiedad; invariablemente s e tom6 nota d e l número de registro d e l a propiedad en
la lista d e usuarios formada por 12 antigua Comisión Reglamentadora del Valle; d e l a
acequia utilizada para e l riego, y d e l a ubicación d e la parcela, por partidos. Posteriormen-
co- t e s e clasificaron las t a r j e t a s por acequias, formando grupos distintos en orden alfabé-
tico, para cada una d e las acequias d e distribución más importantes, o d e las que cons-
tituyen, con s u s terrenos, verdaderas unidades d e riego.
Además, desde l a fecha en l a cual s e inició la temporada d e regadío del presente
año, s e h a recogido para cada riego l a información siguiente:
Fecha del riego.
O Nombre del propietario del terreno regado.
8
E ’,
Número del predio.
Acequia de riego.
Superficie regada.
Cultivo regado.
Los datos recogidos y aceptados, s e pasan a las hojas “Estadística d e riego. Re-
gistro d e los datos d e campo” (forma E. R. 3), anexo número 2, clasificando con ello
automáticamente a los riegos por acequia, cultivo y fecha. La misma forma permite
registrar l a periodicidad d e los riegos y su número durante el período vegetativo, pa-
r a cada parcela, la superficie regada diariamente, por acequia y cultivo y la total de-
dicadas a cada cultivo, por acequia, y después para toda la zona regada. Estos úItimos da-
tos son los que deben compararse con los hidrométricos, para obtener los valores d e
los coeficientes brutos d e riego.
Los datos sobre superficie total regada por día, para cada cultivo, s e pasan a
las hojas “Estadística del servicio diario d e riego” (forma E. R. 5 ) , anexo 3, que d a
las superficies totales regadas por cada acequia para los distintos cultivos, por día y
por quincena, así como los totales absolutos por quincena.
Con estos datos e s fácil conocer l a superficie regada por día y por quincena en to-
d a l a Primera Sección del Valle, y por consiguiente determinar el régimen de l a de-
manda para riego durante e l año agrícola, para los principales cultivos y para toda la
zona regada. elementos que deben tenerse en cuenta, d e manera principal, para pro-
yectar el abastecimiento hidráulico.
***
Coeficientes netos d e riego.-La determinación d e los coeficientes netos d e riego,
que esencialmente requiere el conocimiento d e los volúmenes de agua aplicados d e he-
cho a terrenos d e superficie conocida, s e lleva a cabo e n zonas especiales llamadas
”unidades d e observación”.
P a r a establecer e s t a s unidades se analizaron previamente, con amplitud, sus con-
diciones generales d e localización dentro de2 Valle, su núme-o, los métodos d e obser-
vación, los sistemas de registro d e los datos por recabar, etc.; a continuación s e des-
cribe e l procedimiento establecido.
Se eligieron las seis “unidades d e observación” localizadas en los puntos que
muestra e l plano adjunto ; e s t a s unidades ofrecen distintas condiciones topográficas :
d e suelo, para riego, d e trabajo agrícola, y d e organización y atención general para los

439
P
 COMISION NACIONAL DE IRRIGAClON
PROYECTO VALLE D E JUAREZ
SECCION DE HIDROLOGIA

ESTADISTICA DEL SERVICIO DIARIO D E RIEGO

-D I S L P ~del
~ DVallL Reprirlidor cultivos, pues mientras que en algunos casos hay varios piopietarios y arrendatarios
-Qmncena del mes de
dentro de la Unidad y los usuarios son numerosos, en otros casos s e trata d e u n a sola
propiedad atendida directamente por su dueño : por último las “unidades” contienen
toda l a variedad d e cultivos en el Valle.
E n el cuadro siguiente s e r e s u m e n los elementos generales d e las “unidades d e
observación”.

I I
Unidad Superficie Canal d e dis-
w Número. total Ha. tribución.

1 251.6 19 12 Acequia Colcrada, y sis-

tema correspondiente.
2 43.9 13 44 Acequia Vareleña.
3 24.6 4 35 Acequia Jaqueña.
4 33.2 4 28 Acequia Salada.
5 102.6 Santos Irazábal. 10 Acequia Colorada directa-
mente.
6 20.8 José Téllez. 8 Acequia M a d r e , directa-
mente.

PCRMA ”9 I entendiendo por “parcelas”, las fracciones d e cada unidad dedicadas a un cultivo de-
COMISION NACIO terminado.
PROYECTO VALLE DE JUAREZ
L a unidad d e observación “Acequia Colorada”, está especialmente adaptada para l a
S E C C I O N DE HIDROLOGIA
~~
determinación d e “coeficientes brutos d e riego en la operación d e un canal secundario”,
QBSERVACIQNES SOBRE COEFICIENTES NETQS DE RIEGO. es decir, sin tener e n cuenta pérdidas generales en conducción.

-Divisi6n del Valle. :i: g Q

Unidad Lote No. Snp. fohl

earcela regadp: Núm. Superficie- Cultivo- P a r a practicar l a s observaciones hidrométricas correspondientes, s e utilizan verte-
Acequia Vertedor Limnignfo dores rectangulares d e madera, fijos, d e contracción lateral suprimida, pared delgada
y manto libre, instalados cuidadosamente e n condiciones tipo, es decir, la altura d e la

,
s
.L ”ICCiO LN7C“IO“
OURACION
UTILIZADO OBSERVADOR cresta sobre el fondo es mayor que dos y media veces la carga, las paredes verticales
PECHl ”*’ DL ~ lHORAO h! NUU. ~
PROFYNDIDLD
HUW (A. F
LOCAL FECHA
FECHAS WNS.
que limitan lateralmente el vertedor s e prolongan aguas abajo d e l a cresta, para que
no s e afecten las condiciones d e l a contracción en la descarga, y s e d a entrada al aire
para evitar l a depresión d e l mantc. Todas las estaciones, instaladas inmediatamente
antes d e los terrenos por regar, s e completan con limnígrafos “Stevens” tipo “E”.
P o r lo que s e refiere a las observaciones, s e lleva u n cuidadoso registro diario d e
los riegos dados e n cada “unidad”, refiriéndolos a las graficas de los limnígrafos y
tomando los datos necesarios para llenar l a hoja “Observaciones sobre coeficientes ne-
tos d e riego” (forma número 4 ) , anexo número 4. E s t a forma no e s sino u n registro
diario d e los datos d e campo, sobre los riegos proporcionados; los t r e s primeros ren-
glones contienen 106 elementos necesarios para identificar a l a “unidad d e observación”
y a l a propiedad a que ~e refieren las observaciones, l a parcela regada, el cultivo, y
una breve descripción de la estación hidrométrica: acequia d e riego, tipo d e vertedor y
características del limnígrafo.

440 441
A
 L a s seis primeras columnas s e explican por sí solas; las cinco columnas restantes
s e dedican a los resultados d e las observaciones que s e llevan a cabo mediante pozos
para precisar si la aplicación d e l a s aguas al terreno f u é abundante, normal o escasa:
los pozos d e observación s e perforan 24 horas después d e cada riego, dentro d e l a zo-
na regada y en los terrenos inmediatos, s i n riego (estos últimos s e utilizan como “tes-
tigos”), sirviéndose generalmente d e barrenas Se 7.5 centímetros d e diámetro, pues
sólo e n casos especiales son perforados pozos d e mayor sección; para hacer l a obser-
vación, s e toman las profundidades de la capa superficial humedecida por el riego y
de l a superficie de las aguas freáticas (Profundidad. Humedad. Hum.-Aguas freáti-
cas: A. F,)q pues en muchos casos el agua freática humedece por capilaridad l a capa su-
perior del terreno, hasta la superficie libre, haciendo aparentemente inútil el riego, pe-
r o como l a humedad del suelo no puede s e r utilizada por las plantas, por su grado d e
concentración e n sales alcalinas, e s indispensable regar frecuentemente los terrenos
con aguas menos ricas en sales, para diluir el contenido de la humedad del suelo y fa-
cilitar la absorción del agua por l a s raíces. Esta condición, muy frecuente en los terre-
nos d e la Primera Sección del Valle por BU estado d e infiltración y ensalitramiento, tie-
ne u n efecto preponderante sobre la periodicidad y abundancia d e los riegos, elemen-
tos que no podrán s e r corregidos h a s t a que el efecto del drenaje por construir no s e a
sensible en el mejoramiento de l a s condiciones agrícolas d e l a s tierras.
E n las dos columnas siguientes s e registra l a precipitación pluvial, en tiempo y
cuantía, permitiendo calcular los volúmenes totales aplicados a las tierras, en cada riego.
E n la hoja “Resumen d e las observaciones sobre coeficientes netos d e riego”
(forma número 6 ) anexo 5 , s e registran esos volúmenes totales aplicados en cada riego,
anotando invariablemente s i el riego superficial iué escaso, normal o excesivo por abun-
dancia o desperdicio d e las aguas, y determinando los volúmenes unitarios o por hectá-
rea regada, que corresponden, justamente, a los coeficientes netos de riego : l a s u m a d e
estos valores, para la serie d e riegos dados a cada cultivo durante su período vegetati-
vo, e s el valor total del coeficiente neto d e riego.
Todas las unidades d e observación deben s e r operadas durante años agrícolas com-
pletos, lo que d a l a historia del riego en cada parcela, durante la vida d e su cultivo;
no s e considera conveniente hacer observaciones aisladas durante un solo riego, en dis-
tintas parcelas y cultivos, porque una misma parcela puede consumir muy diversos VO-
lúmenes d e aguas en dos riegos consecutivos, en relación con las condiciones climato-
lógicas (precipitación pluvial, temperatura, estado hidrométrico del aire, vientos) y del
abastecimiento hidráulico en el momento d e l riego, y con las necesidades variables d e
las plantas.
L a documentación correspondiente a l a s observaciones hechas e n cada “unidad”,
d e b e comprender los elementos siguientes :
1 9 3 1 plano general d e los terrenos que forman la unidad, con la especificación
d e l a s propiedades y “parcelas”.
Cuadro d e superficies.
2.-Descripción de cada “unidad de observación”.
a).-Topográfica.-Localización relativa d e las distintas parcelas entre sí, y en rela-
442
ción con el sistema d e riego. Estado de la preparación del terreno para riego (nivela-
do, no preparado).
b) .-Agrológica. Textura del suelo ; su porosidad.- Condiciones d e infiltración del
subsuelo, y d e alcalinidad d e sus horizontes superficiales.
3.-Descripción d e los elementos del sistema de riego afectos a los terrenos q u e
componen l a unidad de observación.- Estado d e conservación d e los canales principa-
les y d e los rebalses.-Sistema d e canales d e distribución; s u capacidad; estado d e los
1 ! 3
bordos; sangrías o bocas para riego: su capacidad de descarga.
Método d e aplicación de las a g u a s ; distancia d e !a parte regada m á s alejada rle
l a toma Q sangría, a esta toma.
. 1 4.-Descripción d e l a estación hidrométrica. Fórmula adoptada para el cálculo d e
los volúmenes; estación d e registro: tipo d e l limnígrafo. Distancia d e l a estación d e
aforo al punto donde s e inicie la distribución d e las aguas.
5.-Hojas del limnígrafo.
6-Hojas de “Observaciones sobre coeficientes netos de riego”, y d e “Resumen d e
las Observaciones sobre coeficientes netos d e riego”.
7.-Análisis d e 12 información contenida en la documentación anterior. Determi-
nación d e los “coeficientes netos d e riego” para cada cultivo, y de la eficiencia actual
de los sistemas d e conducción, distribución y aprovechamiento de las aguas.
***
S e considera que la información que 5e recoge con l a organización descrita e s sufi-
cientemente amplia para conocer l a s condiciones actuales del servicio de riego; para de-
terminar SUS necesidades efectivas : y para fundar el programa general d e reorganiza-
ción del mismo servicio, que d e b e ponerse en práctica para reducir los valores actuales
d e los coeficientes de riego, a !os valores correspondientes a u n aprovechamiento efi-
ciente d e las aguas.
El programa d e mejoramiento del servicio d e riego d e los terrenos d e l a P r i m e r a
Sección del Valle d e b e abarcar todos los elementos esenciales de! mismo servicio, esto
es, el conjunto de l a s obras hidráulicas necesarias para realizar el aprovechamiento de
las aguas y para sanear agrícolamente las tierras regadas : los sistemas d e distribución d e
las aguas y 10s métodos d e regadío, constituyendo, como s e ha dicho, el paso inicial e n
la solución del problema d e l abastecimiento hidráulico d e todo el Valle.
443
.
 Transiciones en Conductos para
Ing. C a r l o s RAMIREZ ULLOA.

L A. S . of C. E. 1928 paper
señor Julián H i n d s , en la Transaction d e la
NO 1690, publicó u n artículo relativo al proyecto d e "transiciones” para
acueductos y sifones. En él está inspirado el presente, con el deseo d e
que sea d e alguna utilidad en nuestro medio.
Cuando u n conducto para agua cambia de forma e n su sección, ge-
neralmente s e hace ese cambio por medio d e una estructura d e conexión
o “transición”.
Cuando s e trata de conducciones d e poca importancia y velocidades pequeñas del
agua, el proyecto d e la transición puede hacerse caprichosamente sin que haya serias
desventajas : siendo suficiente adaptar alguna transición satisfactoria ya construída en
condiciones semejantes.
P e r o para conducciones importantes y velocidades mayores d e 1.75 m., por ejemplo,
deben ser proyectadas con cuidado a fin d e evitar trastornos ulteriores, como en va-
rios casos s e h a notado.
Una transición correctamente proyectada disminuye las pérdidas d e carga, remoli-
nos d e agua y vibraciones, que e n ocasiones pueden s e r de gran importancia.
E a experiencia indica que l a s transiciones muy alargadas no son necesariamente
las mejores. Además s e h a encontrado q u e en aquellas que no trabajan satisfactoria-
mente, el perfil calculado d e la superficie d e l agua es irregular, o presenta al menos
un punto anguloso.
El seño: H i n d s propone que dicho perfil sea regular y sin quiebres en t020 lo largo
d e lu transición y en su principio y fin.
Como ilustración, la figura No 1 representaría, de acuerdo con e s e criterio, una
transición menos satisfactoria que la 2, si los perfiles del agua son 10s mostrados.

f .---.
-.

444
 ._--

- *- -25
*NOTAS.
Refberzo norma/ a/ ,dano r! de Y4'8.v
Refuerzo /ongi/Uona/ de M 'g 9
R s u b r ~ ~ i e n f4oc m - Padabere 40 dshdras. i
Ganchos con rado d e 4 dmhefros Y
Concreio con cargade rupfura de /50 K/cf m!hmo.
Proporuoh /:2:4d
Lora Y mrrdes en framicion. d e / m h m o emejor en e/
 Fot. núm. 1. Transición de entrada del acueducto Condesa, k. i.9 del Canal Principal.
Sistema Nacional de Riego NP 3.

rfil d e agua semejante al d e l a figura 2 puede s e r obtenido por una infinidad

iación del perfil trae por consecuencia l a variación d e velocidades para e l

agua y por 10 tanto d e la forma d e las paredes A-B, del fondo C-D, o df: ambos, d e la
transición. Existe pues, u n número muy grande d e variantes que llenan el requisito d e
producir un perfil d e l agua sin puntos angulosos y además u n a estructura también lisa.
E n t r e esas variantes d e b e haber una que presenta l a s mejores condiciones hidráu-
licas, pero por hoy no hay datos experimentales que la determinen y s e han seguido
algunas reglas que anoto a b a j o :
1.-Por facilidad d e cálculo, frecuentemente s e ha considerado en los acueductos !
que el perfil del agua esté formado d e dos parábolas: ef y fg, tangentes entre sí, y en
e y g a l a superficie del agua supuesta horizontal, pues su pendiente no afecta prácti-
camente el problema.
E n caso d e un sifón, s e considera una sola parábola tangente en e y terminando e n
el parapeto del sifón.
&-Por datos experimentales s e h a encontrado que e n una buena transición d e en-
trada, u n a pérdida d e 0.1 del cambio d e carga d e velocidad (no incluída fricción) e s t á
dentro d e la seguridad. E n u n a transición d e salida recta, la pérdida d e carga e s me-
nor que 0.2 del cambio de carga d e velocidad. Esto s e explicará después con más detalle.
3 r - E ~preferible evitar las aristas, tanto d e las paredes A-B como del fondo C-D
d e la estructura.
4.-Se recomienda que u n a línea recta t a l como A-13 forme u n ángulo con el eje,

443
menor d e 139, y que una tangente como E-F en cualquier punto de la curva d e la su-
perficie del agua A-B, forme un ángulo menor d e 25".
Existiendo u n perfil d e agua correcto, las otras condiciones son secundarias rela-
tivamente: pero aun por la simple presentación d e la obra, no es d e desearse que exis-
t a n quiebres en SU superficie, o q u e s e vea demasiado forzada l a transición.
Las reglas anteriores bien empleadas conducen a proyectar transiciones d e buena
apariencia y eficientes.
A continuación s e presentan ejemplos de transiciones de entrada. y salida para
acueductos y la secuela puede ilustrar proyectos semejantes.
Cuando e l escurrimiento está cercano a la carga crítica, s e deben tener precaucio-
nes especiales. (Ver artículo del señor H i n d s en e l Engeneering News Record. Nov. 25.

r á la siguiente notación:
D - Lámina d e agua en metros.
A - Area transversal del prisma d e agua e n m. cd.
Q - Gesto (10 m. c. p. s. en los ejemplos).
V - Velocidad m. p. s.
i r _-Radio hidráulico de u n a sección en m.
NSA - Nivel d e la superficie del agua.
y - Ordenada d e l a S. A. en m.
h - Carga d e la velocidad en m .
Ah - Incremento o decremento d e h en m.
13 - Ancho del fondo del conducto en m.
T - Anchc del conducto al NSA en metros.
W - Ancho del conducto al nivel superior d e la estructura en m.
P - Altura d e la estructura d e s d e el fondo hasta su parte superior
en m.
AH -- Pérdida d e carga debida a l a fricción entre dos secciones consecutivas en m.
H -- Pérdida total d e la carga debida a 12 fricción en m.
n - Coeficiente d e Manning.
L - Longitud total d e la transición en m.
1 - Décima parte d e L e n m.
P a r t e d e la anterior notación s e ilustra en el dibujo anexo.
Transición d e entrada - Ejemplo- :
S e proyecta conetar un canal, sección A-A, con un acueducto, sección B-B.
La velocidad en el primero e s d e 0.714 y en el segundo d e 2.20 m. p. s.
Como Q es 10 m. c. p. s. las áreas s e r á n d e 14.00 y 4.55 m. cd. para e l canal y
acueducto respectivamente y las láminas d e agua quedarán determinadas si e s t á f i j a d o
de antemano el ancho de la base y los taludes d e los conductos. En e l piesente ejem-
plo las láminas deberán s e r : 2.00 y 1.82 m.
El agua para incrementar su velocidad d e 0.714 en la sección A-A a 2.20 en la sec-
ción 13-13 necesitará tener u n abatimiento e n s u superficie igual a :

(2.20)Z (0.714)2
I = 0.221.
28. 29.

446
i

Fot. núm. 2. Transición de entrada del sifón del Salto, k. 0.8 del Canal Principal.
Sistema Nacional de Riego No 3.

E s t e abatimiento no e s pérdida d e carga, pues aunque el nivel de l a superficie del

agua en B-B está 0.221 m. abajo que en A-A, el aumento de energía cinética puede
aprovecharse y en efecto así s e hace en la transición de salida, para obtener una ele-
vación en NSA, volviendo naturalmente a disminuirse l a velocidad en la sección del
canal d e salida.
P a r a pasar de l a sección A-A a l a B-B e l agua tiene que atravesar secciones d e di-
f e r e n t e tamaño y eso causa remolinos, que aunque insignificantes en u n a transición
bien proyectada, representan energía inútil para el movimiento del agua en el sentido
d e la conducción. Además o t r a parte d e la energía s e emplea en vencer l a fricción con
las paredes.
Estos dos conceptos sí representan pérdidas d e carga y por lo tanto el NSA e n 13-B
estará a m á s d e 0.221 m. abajo que e n A-A, u n a cantidad igual a las pérdidas d e carga
por cambio d e sección y por fricción.
Las primeras ya s e dijo que e n buenas transiciones son menores del 10% del va-
lor citado. Sobre las segundas s e hablará después.
P o r supuesto, d e l a pérdida total d e carga observada e n una transición, sería aven-
turado decir qué parte corresponde precisamente a uno y otro motivo y sólo s e hace la
anterior división para facilidad d e análisis.
El abatimiento del NSA, entre A-A y D-B sería pues d e :
1.1 x 0.221 + H = 0.243 + H.
E n e l plano anexo e s t á mostrado puntuado e l perfil d e l agua, formado por dos pa-
rábolas, tal como s e indica en el punto No 1 página 445.

441
E Z : e
I I I I I
Fot. núm. 3. Transición de salida del Sifón de San José Acoculco, 1;. 1.0 del Canal
Principal. Sistema Nacional de Riego No 3.
La tabla I muestra el detalle d e cálculo para la transición d e entrada y s e expli-
ca en seguida:
La transición s e h a dividido en 10 partes y e n cada u n a d e ellas se va a proceder
a encontrar la forma d e la sección.
m
Excluyendo temporalmente el abatimiento debido a la fricción, e l renglón N" I re-
I
O
-P
2 o,
presenta l a ordenada d e la superf'icie del agua proyectada como dos parábolas tangen-
II II O
tes. El abatimiento total es d e 0.243 m.
mm 5 m
...." b Los anteriores valores divididos entre 1.1 representan e l incremento d e carga de
..
d v
velocidad, a s a b e r :
rl V2 V2
'O
.?4
o
Ah =--- y su valor está en el renglón 2.
a
?e!
2g 29.
D e e s t a igualdad s e obtiene el valor d e la carga d e velocidad, V2/2g, que s e anota I
ia ,I t i en el renglón 3. I
44w
.. . .. rl
a2
id
E n el 4" s e deduce el valor d e V, multiplicando los del 2 por 2 g y extrayendo raíz
cuadrada.
a
O
El 5 representa el área Q/V.
Conocida el área en cada uno d e los décimos d e la transición, para encontrar la
forma d e ella b a s t a r á modificar el fondo y paredes en forma tal que den un trapecio
d e área i g u a l a la calculada. El procedimiento que s e emplee es secundario.
S e explica cuál s e e m p l e ó en el ejampIo:
La lámina d e agua, D, renglón 6, s e supuso en forma tal que el fondo no presentara
aristas. El ancho medio del trapecio, renglóa 7 , es A : D.
449
E Z : e

I I I I I

Fot. núm. 3. Transición de salida del Sifón de San José Acoculco, 1;. 1.0 del Canal
Principal. Sistema Nacional de Riego No 3.

La tabla I muestra el detalle d e cálculo para la transición d e entrada y s e expli-

ca en seguida:
La transición s e h a dividido en 10 partes y e n cada u n a d e ellas se va a proceder
a encontrar la forma d e la sección.
m
Excluyendo temporalmente el abatimiento debido a la fricción, e l renglón N" I re-
I

O
-P
2 o,
presenta l a ordenada d e la superf'icie del agua proyectada como dos parábolas tangen-
II II O
tes. El abatimiento total es d e 0.243 m.
mm 5 m
...." b Los anteriores valores divididos entre 1.1 representan e l incremento d e carga de
..
d v

velocidad, a s a b e r :
rl V2 V2
'O
.?4
o
Ah =--- y su valor está en el renglón 2.
a
?e!
2g 29.
D e e s t a igualdad s e obtiene el valor d e la carga d e velocidad, V2/2g, que s e anota I
ia ,I t i en el renglón 3. I
44w
.. . .. rl
a2
id
E n el 4" s e deduce el valor d e V, multiplicando los del 2 por 2 g y extrayendo raíz
cuadrada.
a
O
El 5 representa el área Q/V.
Conocida el área en cada uno d e los décimos d e la transición, para encontrar la
forma d e ella b a s t a r á modificar el fondo y paredes en forma tal que den un trapecio
d e área i g u a l a la calculada. El procedimiento que s e emplee es secundario.
S e explica cuál s e e m p l e ó en el ejampIo:
La lámina d e agua, D, renglón 6, s e supuso en forma tal que el fondo no presentara
aristas. El ancho medio del trapecio, renglóa 7 , es A : D.

449
 I
i'
l
Fot. núm. 4. Transición de entrada del túnel número 1, k. 2.4 del Canal Principal.
Sistema, Nacional de Riego No 3.
La mitad del ancho en e l fondo d e la transición s e supuso e n forma tal que las
curvas que lo limitan no presenten quiebres (renglón 8) y que los valores calculados
(renglón 9) del ancho en la superficie del agua, o s e a la otra b a s e del trapecio, tam-
bién definan, dibujados en planta, curvas d e buena apariencia.
Los renglones 6 y 8 deben encontrarse por aproximaciones sucesivas.
El renglón 9 queda definido, puesto que s e conoce la altura D del trapecio y la mi-
tad del ancho d e la base inferior, 1/2 B.
La pérdida por fricción s e calcula por la fórmula d e Manning:
E n l a que s e ha sustituído s por H/1. L a pérdida d e fricción s e calcula usando dos
secciones consecutivas. La pérdida total e s l a del renglón 10 acumulada y s e anota en
el 11.
'1 E n el renglón 12 está la altura total P, d e la transición en las diversas secciones.
E n el dibujo anexo está claramente mostrado el valor d e P para el caso que e l bor-
do libre s e a d e 0.50.
I i El talud d e las paredes del trapecio q u e h a quedado deiinido por D, B y T s e
anota en el renglón 13.
E s e talud debe prolongarse no solamente hasta la superficie del agua, sino has-
t a el coronamiento d e la e s t r u c t u r a ; el ancho al nivel del coronamiento s e anota en
el renglón 14 y allí s e indica cómo s e calculó.
El largo d e l a transición s e hizo d e 11.50 m. para satisfacer la regla del punto 4 pá-
43 1
.- . ---- --
 I

i'
l

Fot. núm. 4. Transición de entrada del túnel número 1, k. 2.4 del Canal Principal.
Sistema, Nacional de Riego No 3.

La mitad del ancho en e l fondo d e la transición s e supuso e n forma tal que las
curvas que lo limitan no presenten quiebres (renglón 8) y que los valores calculados
(renglón 9) del ancho en la superficie del agua, o s e a la otra b a s e del trapecio, tam-
bién definan, dibujados en planta, curvas d e buena apariencia.
Los renglones 6 y 8 deben encontrarse por aproximaciones sucesivas.
El renglón 9 queda definido, puesto que s e conoce la altura D del trapecio y la mi-
tad del ancho d e la base inferior, 1/2 B.
La pérdida por fricción s e calcula por la fórmula d e Manning:

E n l a que s e ha sustituído s por H/1. L a pérdida d e fricción s e calcula usando dos

secciones consecutivas. La pérdida total e s l a del renglón 10 acumulada y s e anota en
el 11.

'1 E n el renglón 12 está la altura total P, d e la transición en las diversas secciones.

E n el dibujo anexo está claramente mostrado el valor d e P para el caso que e l bor-
do libre s e a d e 0.50.

I i El talud d e las paredes del trapecio q u e h a quedado deiinido por D, B y T s e

anota en el renglón 13.
E s e talud debe prolongarse no solamente hasta la superficie del agua, sino has-
t a el coronamiento d e la e s t r u c t u r a ; el ancho al nivel del coronamiento s e anota en
el renglón 14 y allí s e indica cómo s e calculó.
El largo d e l a transición s e hizo d e 11.50 m. para satisfacer la regla del punto 4 pá-

43 1

.- . ---- --
 gina 445, y en el dibujo anexo s e muestra planta y elevación de l a transición y perfil del
agua.
Transición de salida. - Ejemplo:
L a tabla 11 ilustra el cálculo d e una transición d e salida. Es similar en todo a la 1,
pero en vez d e haber abatimiento del agua hay elevación igual a 0.8 del cambio d e car-
ga d e velocidad, según lo dicho e n el punto No 1 página 445.
El ingeniero debe aplicar su criterio al proyectar una transición; muchas d e ellas
I l . son satisfactorias cuando están formadas por paraboloides reglados engendrados por
c/
una recta horizontal que s e deslizara sobre una directriz vertical e n el acueducto y otra
directriz en el talud de! canal. E s t a transición en planta aparecería ccmo dos líneas rec-
tas convergentes, desde el canal hacia el acueducto : presentaría mucho m á s facilidades
para su construcción y sería mucho más económica que las transiciones estudiadas.
Sus condiciones hidráulicas, en muchos casos, serían perfectamente satisfactorias.
Además, mucho trabajo aritmético puede evitarse calculando sólo 2 ó 3 columnas d e
las tablas 1 y 11 y enlazando las secciones obtenidas por medio d e superficies lisas y d e
* .
buena apariencia.
El calculador debe pensar que l a anterior elucubración es válida para un determi-
nado gasto (10 m. c. p. s. e n el ejemplo), pero como en el caso de aprovechamientos
para riego, e s e gasto fluctúa mucho, todos los refinamientos aritméticos salen sobrando
en l a práctica.
El plano B-15a muestra u n acueducto d e l Sistema Nacional d e Riego No 3. Las
3 transiciones son para datos un poco diferentes que los considerados e n los ejemplos
de arriba.
La d e salida está demasiado corta y s u apariencia no es t a n satisfactoria como l a
d e los ejemplos señalados. S i n embargo ya construída su aspecto e s perfectamente agra-
dable (Fot. 1).
D a r é algunas notas f u e r a del problema hidráulico :
L a s paredes d e la transición s e proyectan para contener el empuje d e la tierra, co-
mo muros d e retensión.
Los dentellones proyectados son con e l objeto d e alargar el camino para las filtra-
l ciones del agua y que son muy peligrosas por l a erosión que causan. ,"
Los contrafuertes s e proyectan porque cuando s e quitan !os moldes exteriores
1
no existe el empuje d e tierra y entonces el peso propio d e !as paredes podría romper el J
I concreto en las aristas del fondo. Además tienen ventajas durante 12 construcción.
*.
No es necesario construir l a s paredes d e concreto hasta que el talud sea d e 1% x
1, pues bastaría con llevarlo h a s t a la de 1 x 1, pero la economía sería pequeña y en
cambio s e disminuiría la protección contra las filtraciones.
El aampeado que s e pone antes d e l a transición es con el objeto d e disminuir las
filtraciones y erosiones cerca d e ella.
Es muy importante q u e el principio y .fin d e l a estructura s e encuentre franca-
mente en excavación en .el terreno natural y bien adentro del cerro. E s t o ala ga 10 ó
20 metros la longitud d e l a estructura, pero las pequeñas filtraciones, que son inevita-
bles prácticamente, no causan erosión peligrosa. Varios casos s e han dado en que por
453
 gina 445, y en el dibujo anexo s e muestra planta y elevación de l a transición y perfil del
agua.
Transición de salida. - Ejemplo:
L a tabla 11 ilustra el cálculo d e una transición d e salida. Es similar en todo a la 1,
pero en vez d e haber abatimiento del agua hay elevación igual a 0.8 del cambio d e car-
ga d e velocidad, según lo dicho e n el punto No 1 página 445.
El ingeniero debe aplicar su criterio al proyectar una transición; muchas d e ellas
I l . son satisfactorias cuando están formadas por paraboloides reglados engendrados por
c/
una recta horizontal que s e deslizara sobre una directriz vertical e n el acueducto y otra
directriz en el talud de! canal. E s t a transición en planta aparecería ccmo dos líneas rec-
tas convergentes, desde el canal hacia el acueducto : presentaría mucho m á s facilidades
para su construcción y sería mucho más económica que las transiciones estudiadas.
Sus condiciones hidráulicas, en muchos casos, serían perfectamente satisfactorias.
Además, mucho trabajo aritmético puede evitarse calculando sólo 2 ó 3 columnas d e
las tablas 1 y 11 y enlazando las secciones obtenidas por medio d e superficies lisas y d e
* .
buena apariencia.

El calculador debe pensar que l a anterior elucubración es válida para un determi-

nado gasto (10 m. c. p. s. e n el ejemplo), pero como en el caso de aprovechamientos
para riego, e s e gasto fluctúa mucho, todos los refinamientos aritméticos salen sobrando
en l a práctica.
El plano B-15a muestra u n acueducto d e l Sistema Nacional d e Riego No 3. Las
3 transiciones son para datos un poco diferentes que los considerados e n los ejemplos
de arriba.
La d e salida está demasiado corta y s u apariencia no es t a n satisfactoria como l a
d e los ejemplos señalados. S i n embargo ya construída su aspecto e s perfectamente agra-
dable (Fot. 1).
D a r é algunas notas f u e r a del problema hidráulico :
L a s paredes d e la transición s e proyectan para contener el empuje d e la tierra, co-
mo muros d e retensión.
Los dentellones proyectados son con e l objeto d e alargar el camino para las filtra-
l ciones del agua y que son muy peligrosas por l a erosión que causan. ,"
Los contrafuertes s e proyectan porque cuando s e quitan !os moldes exteriores
1
no existe el empuje d e tierra y entonces el peso propio d e !as paredes podría romper el J

I concreto en las aristas del fondo. Además tienen ventajas durante 12 construcción.
*.
No es necesario construir l a s paredes d e concreto hasta que el talud sea d e 1% x
1, pues bastaría con llevarlo h a s t a la de 1 x 1, pero la economía sería pequeña y en
cambio s e disminuiría la protección contra las filtraciones.
El aampeado que s e pone antes d e l a transición es con el objeto d e disminuir las
filtraciones y erosiones cerca d e ella.
Es muy importante q u e el principio y .fin d e l a estructura s e encuentre franca-
mente en excavación en .el terreno natural y bien adentro del cerro. E s t o ala ga 10 ó
20 metros la longitud d e l a estructura, pero las pequeñas filtraciones, que son inevita-
bles prácticamente, no causan erosión peligrosa. Varios casos s e han dado en que por

453
 ,
economizar unos cuantos metros cúbicos d e concreto h a fracasado u n a estructura d e
importancia.
Todos los rellenos deben s e r usando tierra mojada y perfectamente apisonada.
L a fotografía NQ 1 e s la transición d e entrada al Acueducto de la Condesa en el
K-1.9 del Canal Principal, Sistema Nacional d e Riego No 3, similar a l a mostrada e n
el plano B-l.5a. L a Fot. 2 e s l a e n t r a d a del Sifón del Salto, plano B-25a. L a Fgt. 3 e s
la d e salida del Sifón d e Acoculco K-1.0 d e l Canal Principal y la Fot. 4 e s d e la en-
t r a d a del túnel NQ 1 K-2.4, que f u é construída d e mampostería.
Obras de Urbanización en Villa
J uárez, T amaulipas
Por e? Ing. Pablo BISTRAIN.
STE breve artículo tiene por objeto dar a conocer de u n a manera gene-
ral las obras de urbanización que ejecuta la Comisión Nacional de Irri-
gación en l a ciudad agrícola d e Villa Juárez, Tamps., y d e l a s que for-
m a n parte integrante e l abastecimiento d e aguas.
A nadie d e ampIío criterio escapa l a vital ímportancia de ellas y su
conclusión, pues d e e s t e modo s e desarrollará u n conglomerado social
en condiciones óptimas d e vida y d e acuerdo con los postulados que reclama el estado
actual d e l a civilización. P a r a t e n e r u n a visión m j s clara y completa de e s t e asunto
b a s t a leer el número 2 volumen 11 d e e s t a misma revista, correspondiente al m e s de di-
ciembre d e 1930.
TRABAJOS PRELIMINARES
Levantamiento topográfico detallado d e Villa Juárez y construcción del plano res-
pectivo con Escala 1:2000.
TOPOGRAFIA
Trazo de los ejes d e l a s calles en l a zona poblada y trazo d e la ciudad agrícola e n
la parte denominada Extensión Juárez. Conocida l a situación d e estos ejes s e fijaron
los d e las cepas, d e acuerdo con l a siguiente convención:
E n las calles que corren de s u r a norte e l e j e d e la cepa s e encuentra situado a
2.25 M. hacia el e s t e del d e la calle, y en las calles que corren de oriente a poniente
el e j e d e la cepa s e encuentra situado a 2.25. M. hacia el norte del d e la calle.
A. 2.25 M. hacia el poniente e n las primeras y la misma magnitud hacia el s u r e n
las segundas, s e colocará el e j e d e l a cep‘a del drenaje.
454
i‘
mi
r. .~ -----a--
Fot. 1. Cepa para tubería de 254 m.m. Fot. 1A. Cepa para tubería de 254 mm.,
Se usó dinamita para romper
los bancos duros.
limpiada después de usar dinamita y
con la profundidad requerida.
EXCAVACIONES
S e obtuvieron perfiles d e las excavaciones con puntos cada 20 M., excavándose, en
cifras redondas, la cantidad d e 6,600 M3. d e material, d e los cuales e l 925% fueron
excavados en “choy”, 7.4% en tepetate y 0.6% en tierra.
El “choy” e s una forma d e pizarra alterada, sumamente duro en l a parte m á s al-
l t a d e Villa Juárez, en donde tiene u n color azulado; a medida que s e va bajando d e ni-
vel (obsérvese la configuración d e Villa Juárez) existe m á s material d e acarreo y l a
l capa d e ‘‘choy” s e reduce. E s muy afectado por los cambios d e la naturaleza, pues
l
basta l a acción del sol y del aire para su desintegración.
El trabajo d e excavación s e verifico por destajo y con labor manual, utilizando picos,
palas y cuñas d e acero.
l
E n l a cepa abierta para l a tubería d e 254 mm. y especialmente la situación en las
partes altas no f u é suficiente este sistema d e trabajo, y s e recurrió al uso d e l a dina-
mita, en la siguiente f o r m a :
1 0 4 3 , abrió la cepa h a s t a donde podía t r a b a j a r s e a mano.
29-Se colocaron y explotaron pequeños cartuchos d e dinamita,
3Q-Una ve2 fragmentada la pizarra s e limpió la cepa y s e l e dió la profundidad re- i
querida.
L a s cepas para tuberia d e 102 mm. y d e 152 mm. d e diámetro tienen las siguien- 1
tes dimensiones: 0.50 M. d e ancho por 0.90 M. d e profundidad, y para tubería d e 254
mm., 0.70 M. d e ancho poi 1.15 M. d e profundidad.
Ambas dimensiones son las suficientes: la primera para poder instalar los tubos
con comodidad y la segunda para impedir s u rotura a causa del tráfico.
L a s dimensiones anteriores, e n lo que a la profundidad s e refiere, son l a s indica-
or la práctica y de acuerdo con algunas autoridades en e s t e asunto,
COSTOS
U n individuo trabajando en e l “choy” duro no podía sacar m á s d e 1.6 M3 por día.
Incluyendo excavaciones en "choy”, tepetate y tierra, s e alcanzó un piomedio d e 1.8
455
 Ms. por 8 horas d e labor. E n las cepas para tubería d e 102 mm. y 152 mm. s e obtu-
’
vo u n costo d e $0.95 por M3.
En cepa para tubería d e 254 mm. d e alcanza u n costo de $1.15 a $1.55 e l M3. E n
este último e s t á incluído e l uso d e l a dinamita.
Cuando los trabajos estaban m u y intensificados dos cuadrillas, compuestas d e s u
cabo respectivo y 35 hombres cada una, abrieron 1,220 $1. por semana, lo q u e arroja
un promedio d e 110 M. diarios y u n promedio d e 1.55 M3 d e material excavado por
individuo.
. ./ ’
El material excavado s e arrojó hacia el centro d e la calle, lo que tenía l a siguien-
t e ventaja: u n a vez puesta la tubería y tapada la cepa ccn el sobrante de “choy”, s e
l e d a b a un pequeño bombeo a la calle, mejorándose así s u s condiciones para el tránsito.
L a s excavaciones s e apisonaron en húmedo. Las fotografías números 1 y 1A mues-
tran una cepa para tubería d e 254 mm., abierta.
RED DE DISTRIBUCION
L a red d e distribución d e Villa Juárez está calculada para una población máxima d e
8,000 habitantes y con u n consumo d e 150 litros diarios por habitante.
B a d a la categoría d e esta villa y comparando su consumo con el que tienen otras
poblaciones del país, en donde últimamente Be han emprendido obras d e este género,
como Tampico, Tamps., y Linares, N. L., para la primera s e tiene un consumo de 200
litros por habitante y población máxima d e 1OO,OOO habitantes, y para l a segunda u n
consumo d e 100 litros por habitante y población máxima d e 30,000; observarnos que l a Fot. 3. Construcción de una caja de válvulas.

cantidad asignada a Villa Juárez e s suficiente y d e acuerdo con las necesidades ac-
tuales.
L a r e d está constituída por u n a tubería de alimentación d e 254 mm. de diáme-
tro que corre según las calles y avenidas principales (ejes d e la ciudad) y d e dos cir-
cuitos cerrados concéntricos y bien equilibrados, d e tubería de 1.52 mm. El resto d e
la cuadrícula e s t á cubierta con tubería d e 102 mm. (véase plano d e Villa Juárez No 3).
E n este sistema d e alimentación s e observan las siguientes v e n t a j a s :
Flexibilidad y fácil control.
E n caso d e reparaciones s e puede d e j a r muerta la línea mala para corregir el des-
perfecto, sin ocurrir perturbsciones en el resto.
La tubería e s d e fabricación alemana, fundición centrifugada, lo que l e da u n buen
acabadc y sin superficies rugosas. Su longitud e s variable, pero s e pueden adoptar los
siguientes promedios :
__ -__- -
Diámetro. Eshesor. Longitud.

102 mm. 7 mm. 3.90 M.

152 mm. 9 mm. 4.35 M.
- 254 mm.
____ 12 mm. 4.85. M
Los tubos van unidos e n t r e si por medio d e juntas flexibles Gibault, con separa-
F o t . 2. Instalando tubería de 254 mrn. ción entre sus bocas d e 25 mm. La eficacia d e esta junta está demostrada en la r e d d e

456 457
.L
distribución d e aguas d e l a ciudad d e México y especialmente cuando el subsuelo e s
susceptible d e asentamientos.
Tiene las siguientes ventajas : 1
M

i.
Proporciona a la tubería flexibilidad.
Su instalación e s sencilla y m á s rápida q u e las otras juntas.
No necesita un personal entrenado y los accidentes d e trabajo son nulos. 7- r

PRUEBA . i.
..P<,
Una vez montada la tubería con sus cruceros respectivos s e procedió para su recep-
ción a la prueba, l a cual tiene el siguiente o b j e t o :
Asegurarse del buen estado d e los tubos, y en caso d e defectos d e fundición, rotu- 'i
r a s , etc., hacer la reposición inmediata.
Observar que por las juntas, reducciones, válvulas, etc., no haya fugas, y compro- 7-
b a r el funcionamiento correcto d e la red.
La prueba s e verifica por medio del dispositivo indicado en el croquis número 1.
L a presión d e prueba s e elige varias veces mayor que la pre ezométrica máxima
a que esté sometida la tubería d u r a n t e su
funcionamiento, y s e tomó, para este caso,
l a correspondiente a una columna d e agua
d e 66 M. (6 K1. X ctm2.) d e altura.
P a r a verificar l a prueba con mayor ra-
pidez, la experiencia obtenida durante las ~-
mismas indica lo siguiente : Longitud en m e t r o s . Diametro e n m i l í m e t r o s
l0-Sacar hasta donde s e a posible el - _____
aire d e la tubería, purgándola antes de pro- 5,311.55 PO2
barla. 4,285.41 152
20-Montar el dispositivo d e prueba en 2,312.11 254
los puntos m á s altos de l a red.
Total 12,409.01
3º-Aprovechar las fuertes variaciones Fot. 4. Almacenes de las obras. -
de la temperatura ambiente (algunas veces
haeta d e 25 grados C.) para que, calentándoee l a cantidad d e agua que e s t á dentro d e . El. diagrama número 2 indica el avance d e
trabajo.
l a red recibida durante los meses d e

l a tubería junto con la d e aire, s e incremente su volumen y el manómetro acuse u n

aumento d e presión. COSTOS
En cuanto al-tiempo para l a prueba s e t o m a el suficiente para anotar los defectos
E n rigor debería d a r s e uno para cada diámetro d e tubería separadamente, pero l a
y corregirlos, y durante e l transcurso d e ella s e inspecciona l a tubería e n SU longitud.
acumulación d e trabajo impidió hacer l a observación ; los siguientes son costos medios :
S e d a por recibida l a tubería cuando u n a vez alcanzada la presión de prueba l a
aguja del manómetro permanece invariable por cierto tiempo. Una fuga e s acusada in- P o r metro.
mediatamente, pues baja l a aguja del manómetro. Instalación y p r u e b a . . .................................. $ 0.38
Fletes y acarreo.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.02
La cantidad d e tubería colocada y recibida d e acuerdo con las especificaciones in-
dicadas e s l a siguiente: Un cabo y dos cuadrillas, compuestas cada una d e dos montadores y u n peón, ar-
maban alrededor d e 500 M. por semana d e tubería d e diferente diámetro, o s e a 83 M.
por día. La fotografía número 2 indica l a instalación d e tubería d e 254 mm.

459
 I I CIUDAD CAMPESTRE VILLA JUhREZ TAMP
1 Proyecto de abastccimianto de agua potabl
! I Red de di&¡ bucihn.
C A J A DE VALVULAS
Armados los cruceros s e procedió a la construcción d e las cajas d e válvulas. Las di-
mensiones d e los claros interiores s e hicieron d e manera que armado el crucero haya
0.20 M. del flange al paramento interior correspondiente de l a caja, Esta magnitud e s
l a suficiente para poder mover con libertad las llaves y hacer cómodamente l a instala-
ción y reposición d e piezas.
La cimentación s e hizo d e acuerdo con el género de subsuelo: en tierra s e puso

1 x 2 x 4 y espesor d e 0.12 M., y e:i el ‘choy” s e

u n piso d e concreto con proporción d e
hizo lo mismo pero con espesor d e 0.08 M.
Los muros son d e tabique d e 0.20 M. d e espesor y junteados ccn mortero de pri-
m e r a y cemento y cal. Llevan, además, un aplanado d e mortero fino de cemento en
l a s paredes y en el piso.
Ea altura d e las cajas e s l a suficiente para mover sin dificultad los vástagos
de l a válvula, dejando u n espacio minimo d e 0.10 M. entre la extremidad superior: d e l
vástago y la dala d e concreto que cierra l a caja,
La profundidad d e las cajas s e puede variar d e acuerdo con el perfil d e l a calle,
pero siempre tomando en cuenta que la tapa d e fundición quede al nivel d e l suelo. S e
optó en algunos casos por dejarlas bajas, pues fácilmente s e les da e l nivel requerido.
L a s cajas van cubiertas con una dala d e concreto d e 0.15 M. d e espeso:, d e proporción
1x 2 x 4 y armadas con varilla d e 95 mm. de diámetro las cajas chicas, y con varilla d e
95 mm. y 153 mm. las grandes.
Las varillas s e espaciaron d e acuerdo con el claro que cubren. El Departamento
Técnico d e la Comisión especificó 1% d e fierro, pero s e exced;; a este porcentaje.
El bastidor d e fierro estructural, sec-
ción “U”, que sostiene a la tapa, va rema-
chado y queda englobado en el concreto.
La fotografía N” 3 muestra la construc-
ción de u n a caja, y e l dibujo No 4 es un
corte de u n a d e ellas, en donde podrán
apreciarse los detalles. P 1-

I
L a s cajas que llevan válvula de in-
cendio tienen u n cespool d e 0.15 M. de ,
diámetro para su desagüe, y van obtura-
d a s por u n a esfera d e fierro fundido que
asienta sobre dos placas atornilladas, d e l
mismo diámetro del cespool, y separadas
por u n anillo d e goma. Enfrente d e la
boca d e incendio s e halla incrustada u n a
placa d e fierro estructural para romper el
chorro. E s t a s cajas llevan, además,
tapas, y la válvula d e incendio puede ma-
dos
-
PLANO DE VILLA JUAREZ
TA MAU L 1PM-
Mostrando el eskdo actual.
niobrarse desde afuera.
Introduccibn de agua, obras.
Bidrain

460 461
 S e recibieron probadas 73 cajas, d e las cuales 14 tienen pozo d e incendio, y clasifi-
cadas en 25 tipos, d e acuerdo con el género d e l a conexión.
PLANTA DE BOMBEO
P a r a proporcionar el agua, mientras s e concluyen las obras de abastecimiento total-
mente, s e instala en estos momentos u n tinaco d e lámina d e acero, desmontable y ar-
mado con tornillos. Su capacidad es d e 114,000 litros y sus dimensiones d e 5.50 M.
d e diámetro por 4.80 M. d e altura. P a r a abastecer este tanque s e cuenta con u n gru-
po moto-bomba d e las siguientes características : marca alemana "Junkers", Motor
D i e s e l d e 20 caballos d e potencia a 150 M. d e altitud, 1,200 R. P. M. con 10% de so-
brecarga y dos cilindros: bomba con tubos d e succión y descarga d e 12.70 M. y con
gasto d e 18 litros por segundo.
La población actual d e Villa Juárez puede estimarse en 4,000 habitantes, y con u n
consumo d e 150 litros diarios por habitante se necesita bombear una cantidad d e
600 M. cúbicos. La bomba proporciona, con u n gasto de 18 litros por segundo, 6.48
M. cúbicos por hora, por lo que bastan 9 horas 15 minutos para proporcionar el con-
sumo necesario, y como e l tanque d e 114 M. cúbicos requiere 1 hora 45 minutos para
Y llenarse no e s indispensable otro t u r n o para e l bombeo. E a cantidad de agua necesa-
ria s e toma del canal lateral Juárez.
'i
P a r a purificar esta agua s e propone la adaptación d e una planta d e clorinación di-
recta, previa decalcificación y desendurecimiento del agua por medio d e u n inyector d e
aluminación.
El agua s e encuentra actualmente a 27 grados hidrotrimétricos d e dureza temporal
y permanente (datos del doctor Federico Villaseñor, Delegado de Salubridad).
Los trabajos d e urbanización aquí diseñados están a cargo del ingeniero Gustavo
Durón González y d e su colaborador, e l ingeniero Angel Aragón, director d e las obras,
y bajo la supervisión inmediata d e l suscrito.

- VETALIE DCL MARCO-

I l _~

-
U
1 -CORISIOM -MACIONAL
De IRRIGACION

462 463

La Sericicultura en
v.
ENTADO que la morera e s
la base única e insubsti-
tuible d e l a producción d e
la seda, puesto q u e los ele-
mentos constitutivos de es-
ta rica y bella fibra s e ha-
llan exclusivamente en la
hoja d e aquel árbol maravilloso y no e n
ningún otro hasta ahora descubierto, sien-
do l a larva o gusano, según e l nombre
vulgar, el obrero, más maravilloso aún,
que asimila dichos elementos al alimentar-
s e con la expresada hoja, los combina e n
sus dos glándulas especiales y al final emi-
t e e n forma d e baba e! hilo finísimo d e s e d a
de u n a longitud hnsta de 1,255 metros sin
solución de continuidad, e s ya el momento
de comenzar a desarrollar el admirable
proceso que sigue esa larva sorprendente
durante treinta y tantos días, d e s d e que
nace hasta que termina su labor, y nos
ocuparemos del huevo como punto d e
partida.
E n el curso d e cinco mil años, d e s d e que
s e descubrió en China l a cada día más
apreciada seda, s e han casi completado los
estudios referentes a la prcducción de e s a
fibra valiosa: así es que del huevo que
pone la mariposa del BOMBYX MORI co-
nocemos al detalle todo lo que conviene
saber para llevar a su término m á s favora-
ble dicha producción, bajo el concepto d e
que ésta s e a labor doméstica desarrollada
dentro de los hogares pobres y atendida d e
preferencia por las mujeres, los niños y
hasta por los ancianos valetudinarios, s i n
464
#
1
, 1!.
Por Homobono CONZALEZ,
Profesor honorario del Departamen-
to d e Enseñanza.
que s e a necesario aprontar dinero como ca-
pital, t a n indispensable e n todas las d e m á s
industrias; pero hay que proceder co3 es-
tricta sujeción a l a s reglas precisas reco-
mendadas por los mejores autores, porque
s i en algo s e desvían de esas reglas los se=
ricicultores, atribuyendo a los detalles poca
o ninguna significación, el fracaso viene e n
seguida y s e culpa a todo, menos al des-
cuido o la impericia del que juzgó fácil ha-
cer enmiendas a lo especialmente recomen-
dado, aunque s e a n mínimos detalles: pues
muchos creen que atender gusanos d e se-
d a e s lo mismo que criar palomas, a las
que sólo s e les arroja e l grana al suelo, y
ya no hay m á s que ver.
Si la buena procedencia del huevo no s e
tiene asegurada y si los cuidados que re-
quiere desde que l a mariposa lo pone hasta
que s e comienza l a nueva cría s e han des-
atendido, el éxito s e compromete desde
luego y no bastará ningún recurso para re-
mediar los males causados: por eso vamos
a ser minuciosos a ese respecto, recomen-
dando mucha atención al lector interesa-
do. E n primer lugar, d e b e proceder el hue-
vo d e mariposa completamente s a n a y con
especialidad exenta de los gérmenes d e l a
enfermedad llamada Pebrina, que la oca-
sionan microbios estudiados acuciosamen-
t e por el insigne P a s t e u r en el curso d e
cinco años -quien determinó que dicha en-
fermedad no tiene remedio- pero que se
obtienen crías exentas d e ella si s e hace
una selección por medio del microscopio,
para desechar las posturas de las maripo-
s a s q u e contengan el microbio y aprovechar
exclusivamente los huevos de l a s que apa-
recen sin é l : por esta razón ningún simple
criador de gusanos d e seda, que no s e a
técnico muy experto, d e b e utilizar d e sus
crías los huevos d e mariposas no estudia-
d a s en el microscopio por persona compe-
tente, pues la Pebrina n o sólo es conta-
giosa, sino también hereditaria, y puede
aparecer por saltos como sucede en el
hombre con l a tuberculosis, por ejemplo: y
como el Gobierno ha cuidado, y nosotros
también en lo particular, d e proveer cada
año d e huevecillos sanos a todos los seri-
cicultores del país que no s a b e n seleccio-
narlos microscópicamente. no hay dificul-
tad para obtenerlos de b u e r a calidad en
tiempo oportuno, año por año.
El huevo del BOMBYX MORI después de
salida la larva. Muy aumentado.
P a r a la conservación d e l huevo sericige-
na d e raza anual durante el largo período
d e invernación, que e s generalmente d e
mayo d e un año a febrero de1 siguiente,
es indispensable dejarlo primero expuesto
a la aeración m á s favorable para que el em-
brión respire y d e modo que lo afecte el
calor d e l a primavera, el d e l estío y e! del
otoño: así entra preparado a sufrir e¡ frío
del invierno inmediato, para que l a evolu-
ción del germen o embrión s e complete y
pueda después incubarse el huevo en e l
momento que brota l a morera al comenzar
la primavera: pues si s e pretende hacer
crías con la raza anual cuando e l huevo só-
lo h a sufrido e l calor sin llegar a recibir el
frío, entonces no nace la larva, puesto q u e
el germen no completó su evolución. E s t e
es el motivo por qué a los simples criado-
465
r e s d e gusanos d e s e d a no s e les remite
en cualquier tiempo los huevecillos que so-
licitan, sino precisamente después del in-
vierno y en los momentos en que los reto.
ños d e l a morera brotan, pues para evitar
el nacimiento d e l a larva antes d e que ha-
ya con qué alimentarla, s e tiene cuidado
d e conservar los huevecillos en refrigera-
dor cuando se t e m e n dtas calurosos, por-
que d e no hacerlo así, resulta que el em-
brión evoluciona inmediatamente que reci-
be algo d e calor, saliendo ei,tonces d e s u
prolongado letargo, y nace e! gusano antes
d e tiempo oportuno: pero si llega a suceder
que por algún motivo pasó el huevecillo
aunque momentáneamente del frío al ca-
lor y s e pretende en estas condiciones con-
servarlo en el reirigerador, o muere el ger-
men dentro del huevo e n los principios cie
su avivación, o nace raquítico y sin fuerzas
para alimentarse cuando s e incuba el hue-
v o , muriendo pronto o alcanzando a cons-
truir u n capullo d e ínfima clase. No debe,
pues, volverse a someter al i r í o a los hue-
vecillos que pasaron por él, aunque des-
pués haya sido momentáneamente afecta-
do por el calor, sino resignarse a perder-
los en caso de no s e r posible conseguir
hoja d e morera para alimentar a las lar-
vas nacidas antes de tiempo. E s t a e s l a
razón por qué a quienes solicitan hueve-
cillos para sus crías anuales d e gusanos
d e s e d a s e les envían cuando h a comen-
zado a brotar l a hoja d e la morera, pues
s e tiene en cuenta el corto espacio d e :iem-
po necesario para l a traslación por correo,
a efecto d e que cuando m á s e s e pequeño
lapso les sirva e n el camino para su incu-
bación y lleguen a su destino en víspe-
ras d e hacer eclosión o aun comenzando a
nacer las larvas, sin peligro entonces d e
perder l a cría si s e atiende con diligencia.
También lo expuesto explica por qué cuan-
do s e traen del extranjero los huevecillos
s e precisa pedir q u e s e a n remitidos duran-
t e el verano, cuando no hay el peligro de9
frío en la travesía, para que a lo sumo
lleguen en pleno invierno y s e les pueda
conservar en el refrigerador, porque si s e
reciben cuando hace calor o en el trayec-
to lo sufrieron, así haya sido por breve
tiempo, no habrá recurso para utilizarlos
y l a pérdida es segura.
 El huevo del BOMBYX MORI, o gusano
de seda, es pequeñito, pues s u mayor diá-
metro mide u n milímetro, menor todavía
que la cabeza d e u n alfiler d e los muy di-
minutos : pero, como todo huevo, contiene,
aunque sólo e n forma visible al microsco-
pio, todos los elementos constitutivos d e
cualquier huevo, como el d e gallina, por
ejemplo, y pesan t a n poco que 1,200 ha-
cen un gramo: d e b e advertirse que al po-
nerlos las mariposas son d e color amari-
llo: pero si fueron fecundados por el ma-
cho, cambian e s t e color por el lila a los
cuatro o cinco días y poco después se vuel-
ven grises definitivamente; así es q u e los
huevos que conservan e l color amarillo por
no haber sido fecundados, s e secan y que-
Huevecillos de gusanos de seda en los mo-
mentos del nacimiento de los gusanos.
Están cubiertos con una tela de canevá
y encinia de ésta hojitas muy tiernas de
morera.
dan inútiles. El huevo está compuesto de
7jn cascarón o corión, que e s una materia
córnea, translúcida y s e m e j a n t e al perga-
mino, presentando en e l microscopio peque-
ñísimos dibujes que parecen celdillas, es-
tando perforadas para que pueda penetrar
el aire y respire el embrión. Todo el cas-
carón constituye e l 8.877. d e l huevo. En
el interior está tapizado el cascarón con
una especie d e piel transparente que s e
llama Vitelina, saco lleno d e u n líquido es-
peso que e s e l Vitellus y representa la
clara del huevo d e gallina, destinado a ser-
vir de alimento al pequeño gusano. El hue-
vo dei gusano d e s e d a no tiene e n reali-
d a d yema, sino en su lugar unas gotitas
muy finas d e grasa que s e les llama Gra-
nulaciones. Tichomiroff ha encontrado en
el Vitellus : albúmina, peptona, lecitina, co-
lesterina, grasa, glicógeno, y e n las cenizas :
466
potasio, sodio, calcio y ácidos fosfórico y
clorhídrico. Por último, contiene el huevo
el germen o embrión del gusano de seda,
que e s t á formado de u n a bandeleta, clara,
adherida a la membrana en forma d e saco
e n uno d e los lados del huevo, pues e n el
lado del frente, que e s la extremidad más
puntiaguda del huevo, e s t á un pequeño
agujero que s e llama microfilo, por donde
penetró e l líquido seminal y sirve después
para la salida d e la larva. El huevo está
deprfmido en e l centro y l a cara ventral
del germen la tiene pegada al cascarón,
quedando la cara dorsal volteada hacia el
centro d e aquél para quedar en comunica-
ción con el líquido nutritivo.
Por lo expuesto s e comprende .que los
huevecillos del gusano d e s e d a deben con-
servarse en condiciones ¿e q u e el aire esté
e n contacto con todos, porque el embrión
tiene que respirar como nosotros, aprove-
chandc e l oxígeno y expeliendo el gas car-
bónico: por lo que s e tienen siempre en
pequeños sacos de tela cuyas mallas sean
amplias, o en cajitas d e cartón perforadas,
pero formando capas delgadas y removién-
dolos con frecuencia para q u e nunca s e di-
ficulte e l acceso del aire.
S e habrá fijado el lector que en e l cur-
so de este artículo hemos hablado d e l hue-
vo del gusano d e s e d a d e "raza anual",
es decir, del que produce u n a sola cría en
e l año, y así señalamos expresamente to-
d a s las operaciones relativas a é l : porque
de modo artificial se ha conseguido que
d e una cría inicial con dichos huevos s e
obtengan los bivoltinos y polivoltinos, o
s e a n los que dan dos crías o m á s d e dos,
y de éstos vamos a t r a t a r e n breves líneas
para poner punto final en lo referente al
huevo.
Es indispensable para hacer la transfor-
mación indicada que e l operador obre e n la
misma región tropical donde después s e
desarrollarán las crías sucesivas, ya sean
dos o varias veces, pues ha d e contarse con
hoja d e morera siempre verde y eso s e lo-
gra únicamente donde no hiela. Los auto-
r e s recomiendan diversos procedimientos y
e l operador debe escoger el que mejor le
acomode : uno es sumergiendo rápidamen-
t e los huevecillos en agua hirviendo e in-
mediatamente después en agua fría, repi-
zado p o r su forma o v a l y p e r s i s t e n t e , d e
1 blanco brillante, de c o n t o r n o s n e t a -
.->::1:2 manifiestos y ¿e f o r m a más alarga-
' l a c.1 i!no de sus e x t r e m o s , v i é n d o s e en el
microscopio del t a m a ñ o de un grano d e mi-
re \ casi siempre e n t r e multitud de celdi-
llas de g r a s a m á s p e q u e ñ a s q u e el micro-
:scopio
I r
VI
Considerado como iiidispe:i_iahlc C I &- <>-
l
nocimiento de todas las circunstancias q:.c
afectan al huevo de l a mariposa. a h < ) r ; i 11.1-
mada Sericaria mor; y no bombyx m o r i p.3-
ra proceder a criar los gusanos clc s e d a
hicimos en el capítulo anterior i i r i estudio
. .
minucioso, en el que no s o b r a ni I I I I ~ p;a-
labra, a fin de qiie el aficionaclc> a la s e r i -
-
ci cult ur a,, teniendo presente 5 n i 1 c s t r ;a 5 i 11LI I
caciones, no camine a ciegas y fracase LIC.<-
de el primer intento arrojando la c i i l p a a
industria y no a su incapacidad, piics p i i ) -
cediendo del huevo la larva qiie s e vi3 ;1
i
atender debe estimarse aquél como el v e r -
dadero cimiento de la empresa, especial-
mente si s e procede y a en forma indiis- 1
c trial; porque es bien sabido que todo 1 ~ 1
que no se edifica sobre base f i r m e e s c!c-
leznable y no ofrece seguridad Es. pil'i.
necesario r e co m e n d a r n 11 e Y a ni e n t e a t 1 < >
. .
sericiciiltor que no proceda a criar g u s a n o s
de seda sin tener l a seguridad a b s o l ~ i r ;(Ic
~
que la mariposa que puso los huevos 11:i .&;-
do estudiada en el microscopio y cleiliiraii;!
exenta del microbio que c a u s a l a Psbr;rla.
protozoario de la familia de los 3 ' f ; L . r L ) S -
poridias, del género Microsporidium y d c
1
la especie ahora llamada Sericaria. caraL.re-
46'7
el huevo al frío, e s a evolución s e suspende
y muere e l germen, o sobrevive algunas
veces raquitico y desmedrado, pero y a no
se logra u n nacimiento normal d e la larva
ni después s e obtiene u n gusano robusto
y resistente a las enfermedades acci-
dentales, precisamente accidentales por no
ajustarse el criador a las reglas, y des-
d e luego s e compromete el éxito d e l a cría
y los resultados no serán satisfactorios. Es-
to !o decimos porque es común q u e quienes
no están al tanto d e los pormenores y re-
ciben los huevecillos antes d e que haya
brotes d e morera, los someten otra vez al
f r í o cuando han pasado ya por el calor du-
r a n t e la travesía del lugar de donde pro-
ceden al d e su destino, y fracasan, procla-
mando imprudentemente que los hueveci-
llos no sirven, que el clima no e5 a pro-
pósito, que l a sericicultura no s e d e b e em-
prender en l a región, en suma que hay que
abandonar la c r í a del gusano d e seda,
cuando el único culpable ha sido el serici-
cultor ignorante y ligero. T a l cosa nos re-
cuerda !o que nos pasó en Uruapan con el
señor don Aristeo Mercado en la época que
fué Gobernador del Estado de Michoacán,
que fuimos hasta allá e n s u seguimiento
por haber salido d e Morelia con ese rum-
bo, para pedirle su cooperación e n l a pro-
paganda sericícola, y nos dijo: " Esa indus-
t r i a no prospera aquí, pues cuando f u í se-
ricicultor s e me murieron cada año todos
los gusanos d e s e d a y mandé destruir las
moreras por inútiles", y no pudimos con-
vencerlo d e que hizo mal en utilizar hue-
vos d e sus crías no seleccionados, q u e l e
sirvieron únicamente para propagar l a P e -
b r i n a : y no culpó nunca a su impericia, si-
no a las moreras y al medio en que operó,
por cierto inmejorable. Así piensan todos
los que no conocen las sericicultura y creen
q u e criar gusanos d e s e d a e s lo mismo que
cebar cerdos con los desperdicios de la
casa o criar palomas arrojándoles el grano
a l suelo, s i n preocuparse nunca d e l estudio
q u e debe preceder a toda empresa, princi-
. .
palmente si e s industrial, pues los expertos
n o s e improvisan.
P a r a proceder a l a incubación, nosotros
hemos comprobado en el curso d e m á s d e
cuarenta años que en México no e s necesa-
rio emplear incubadoras como s e hace in-
dispensable en el extranjero, y aquí resulta
fácil y al alcance de todos, como vamos a
explicar a continuación.
Si s e dispone d e casa amplia que tenga
varias piezas, el sericicultor q u e la habita
s a b e bien cuál es la temperatura ordinaria
en el interior de cada pieza, y nosotros nos
aprovechamos d e esa variedad de calor
para proceder en l a forma siguiente: al s a -
car los huevecillos del refrigerador, los
dejamos en la misma pieza durante 24 ho-
ras, donde por razón del hielo alli existen-
t e d e continiio tiene que ser e l local m á s
, .
frío de la casa y generalmente el termó-
metro acusa alrededor d e 12 grados centí-
grados. habiendo estado los huevecillos
dentro del refrigerador a una temperatura
d e 8 grados poco más o menos: de manera
que al subir ésta a 12 grados, el cambio
d e calor e s muy sensible para el embrión
y é s t e comienza desde luego su evolución,
saliendo d e su prolongado letargo. Al dia
siguiente s e transportan los huevecillos por
espacio d e 24 horas a otra pieza que tenga
a n grado m á s de calor, o s e a n 13 grados:
después d e cumplidas la5 24 horas s e pasan
por igual tiempo a otra pieza donde el ter-
mómetro marque 14 grados, y así sucesiva-
m e n t e s e van llevando d e una pieza a otiia
d u r a n t e 24 horas cada vez y con escala
u n grado m á s d e temperatura, hasta que
al llegar a l a pieza m á s caliente de l a ca-
sa, que e s comúnmente l a cocina, por el
fuego que allí s e enciende casi de conti-
nuo, donde el termómetro marca ya los 25
grados a cuya temperatura nace la larva,
y allí s e conservan h a s t a que s e verifica
. .
el nacimiento, que e5 cas1 siempre simul-
táneo a los t r e s o cuatro días, como d e b e
procurarlo e l sericicultor entendido, por ra-
zones que diremos a su tiempo.
El dispositivo para proceder d e la mane-
r a indicada e s muy sencillo: e n una caja
d e cartón, como las tapaderas d e las que
sirven para empacar 10s zapatas, s e extien-
d e n los huevecillos desde que s e sacan del
refrigerador y s e les acompaña del termó-
m e t r o ; s e coloca en el fondo d e un cesto
con asa y por medio de u n gancho de alam-
b r e s e suspende en cada pieza a donde s e
lleva, evitando d e ese modo e l ataque d e
los ratones y facilitando su transporte :
cuando s e h a llegado al lugar donde s e re-
gistran los 25 grados se ve cada mañana
si aparece alguna larva, y si esto sucede
s e extiende luego sobre 10s huevecillos
una pequeña tela d e canevá d e mallas
abiertas que los cubra, teniendo con ellos
contacto directo, para ponerle encima va-
rias hojitas muy tiernas d e morera que a
poco s e cubren d e larvas; por lo que an-
tes d e que s e agrupen muchas s e toman
del peciolo dichas hojitas y s e llevan a u n a
d e ¡as cajas d e madera que s e hallan e n
el zarzo m á s bajo d e la armazón, espacián-
dose desde luego para que, al seguir ali-
mentando a los pequeños gusanos cada t r e s
horas con hoja d e morera muy tierna y pi-
cada menudamente, ellos mismos s e vayan
espaciando, pues no gustan d e estar amon-
tonados, como lo indican l a s defensas con
que nacen, toda vez que los numerosos pe-
los negros que los cubren durante l a prime-
ra semana son rígidos y m u y puntiagudos.
P o r supuesto que no e s exigencia esen-
cial para hacer la incubación disponer d e
casas grandes con muchas piezas, pues
cuando s e dispone sólo d e pocas piezas o
de u n a nada m á s y hay luz eléctrica, en-
tonces la incubación s e hace acercando los
huevecillos a1 foco encendido, d e manera
que cada 24 horas reciban u n grado m á s d e
calor, y s i no hay luz eléctrica s e calienta
la pieza por medio d e u n a pequeña estufa
o simplemente con una hornilla encendida,
aumentando e l fuego cada 24 horas con
mayor cantidad d e combustible, para q u e
vaya subiendo un grado como queda dicho,
hasta que s e sostiene sin variar cuando lia
llegado a los 25 grados. Estos procedi-
mientos los hemos practicado muchas ve-
ces y nunca hemos necesitado emplear in-
cubadoras. Sin embargo, indicaremos el
fundamento en que s e b a s a n l a s m á s co-
munes por si s e quisiere usarlas alguna
vez: pues consisten esencialmente en dos
botes d e hojadelata metido uno dentro d e l
otro, pero con amplio espacio e n t r e los dos
para que s e llene d e agua y é s t a s e lleva
469
7 cada 24 horas a l a s temperaturas t a n t a s
veces mencionadas, acercando cada día
más la lámpara con que s e calienta el
agua, pues los huevecillos s e colocan en
cajas abiertas dentro del bote interior, don-
de también s e pone el termómetro d e ma-
nera que l a escala s e vea sobre l a tapa que
cubre a l a vez los dos botes. Ea ilustración
que se acompaña completa l a idea expuesta.
Logrado el nacimiento simultáneo d e to-
das las larvas s e a cual f u e r e l a cantidad
de huevecillos incubados, pues d e b e ser el
primero y principal empeño del sericicultor
experto tener nacidas en u n día todas las
larvas, porque así s e evitan muchas moles-
tias y s e expone menos l a cría a las con-
tingencias, según lo explicaremos en el si-
guiente artículo, l a labor d e aportar el ali-
mento a los gusanos cada t r e s horas y d e
hacer el cambio d e las hojas del desper-
dicio cada tres días s e simplifica mucho,
especialmente si e l sericicultor s e sujeta
por completo a las reglas que hemos dado
y s i h a comprendido bien l a inmensa utili-
dad que prestan los utensilios q u e reco-
mendamos, fabricados estrictamente a las
medidas que nos h a aconsejado la expe-
riencia d e muchos años.
H a s t a aquí hemos dejado explicada la in-
cubación, que es l a primara etapa d e l a cría
de gusanos d e seda. E n el siguiente ar-
ticulo daremos u n pormenor d e cómo s e
construyen por e l mismo sericicultor los
utensilios que d e b e n emplearse y cuáles
han d e s e r los cuidados que s e prodiguen
a los gusanos de s e d a durante s u desarro-
llo, que es d e treinta y tantos días en las
altiplanicies d e la República y d e l a mitad
d e e s e tiempo en las partes bajas, donde r
s e pueden hacer h a s t a ocho crías en el año,
o lo que e s lo mismo, recoger ocho cose-
chas d e capullo, 10 que constituye para nos-
otros u n verdadero privilegio y presenta a
México a n t e el mundo como e l ideal para
la sericicultura.

Ea Cera de Abejas
N Europa y sobre todo en
Estados Unidos, miles d e
personas viven holgadamen-
t e d e lo que les producen
los insectos m á s laboriosos
que existen en e l globo te-
r r e s t r e : las abejas.
Uno de los productos d e estos simpáticos
himenópteros que m á s demanda tienen por
sus diferentes aplicaciones en l a industria,
agricultura y medicina, e s l a cera.
La cera d e las abejas e s u n producto que
no puede fabricarse artificialmente. Los
químicos conocen perfectamente /as mate-
rias y cantidades d e que s e compone, pero
para producirla necesitarían un laboratorio
especial, como el que poseen !as abejas-
Escamas de cera. (Aumentado).
E n seguida voy a dar u n a breve y sen-
cilla explicación a todas l a s personas que
tengan interés por tan importante produc-
to, d e cómo e s producido por las abejas,
d e s u utilidad, y la manera d e conocer l a s
f alsificaciones.
L a s abejas llenan sus buches d e miel,
s e afianzan, unas con sus GARFIOS o con
sus PULVINEROS (almohadillas), d e su
par d e patas delanteras, d e la TRAVIEZA
o lado superior d e los ,cuadros d e la col-
mena. O t r a s abejas siguen a l a s primeras,
cogidas con sus garfios de sus patas delan-
teras d e las patas traseras d e l a s anterio-
res, y así sucesivamente siguen otras mu-
chas formando cadenas agrupadas.
L a s personas que vean a e s t e hermoso
470
Por el P r o f . A . R. ANZALDUA.
grupo d e glotonas, pensará: todo el mundo
cree que las abejas son muy trabajadoras
y yo veo que é s t a s están quietas, perdien-
do el tiempo miserablemente. M a s s i el
apicultor las sorprende en el mismo esta-
do pensará d e un modo muy distinto, s e
pondrá muy contento, estará satisfecho y
procurará no molestarlas en lo m á s míni-
mo, porque sabe que e s t á n trabajando pa-
r a él, que están e n !a importante tarea d e
la producción d e l a cera.
Así agrupadas las abejas, elevan la tem-
Secreción de la cera. (Aumentado. Co-
piado de Der Praktischeim-
ker, de Gravenhorst).
*-
peratura, mezclan l a miel ingerida con el adicionándole sebo, almidón, parafina y
contenido d e sus glándulas cereras y des- otras substancias.
pués podemos observar unas escamitas
blancas y delgadas que salen por las pla-
P a r a conocer si l a cera está adulterada
s e tienen muchos procedimientos, d e los
cas cereras que s e encuentran en l a parte cuales a continuación expreso algunos :
posterior del abdomen. Cuando e s t á mezclada con sebo s e cono-
i H e aquí lo maravilloso !Esas laminitas ce inmediatamente por el olor peculiar de
dicha substancia.
son d e cera pura. L a cera que conocemos
Cuando tiene almidón s e comprenderá al
todos y que e s muy necesaria por tener
ponerle un poco d e yodo, porque tomará u n
muchas aplicaciones.
color azulado.
Un dato muy curioso: “Las escamitas P r u e b a con trementina : Poniendo una
son t a n delgadas y ligeras, que según el bolita d e cera en u n poco d e trementina
Dr. DUBINI s e necesitan cuando menos o aguarrás, si e s pura s e disolverá y s i no,
100 para pesar lo que pesa un grano d e quedarán l a s otras substancias en l a tre-
trigo”. mentina.
Unas abejas cogen con sus mandíbulas P r u e b a por medio d e la fusión: L a pre-
dichas laminitas y l a s llevan a otras, quie- sencia de ceras minerales s e comprenderá
nes las amasan con sus mandíbulas mez- porque se funden antes d e !os 609 centí-
clándolas con saliva y s e l a s dan
a otras, quienes las emplean pa-
r a construir los panales, por lo
cual s e desprende q u e el traba-
jo e s colectivo y efectuado de
una manera tan rápida q u e la
persona que lo observe no s e d a
cuenta d e cómo s e va haciendo.
sino que le parecerá que s e está
efectuando solo.
Los panales s e funden para
obtener la cera.
UTILIDAD DE LA CERA.-
La cera d e abejas tiene muchos
usos e n la industria, como por
ejemplo: en la elaboración de
velas, que tienen u n a demanda
notable: en la fabricación d e fi-
guras, flores, frutas, grasa y
crema para el calzado, cerotes
para distintos u s o s , pomada pa-
r a los labios, moldes d e todas
clases, para el grabado e n cris-
tal, etc., etc.
E n l a agricultura s e usa para Las cereras. (Tomado de Advaneed beé culture,
los injertos d e los árboles fru- por W. Z. Hutchinson).
tales.
Y en la medicina para l a preparación d e grados y l a cera de abejas d e los 639 a los
emplastos y pomadas, que curan heridas, 659 centígrados.
sabañones, grietas, etc., etc. O t r a prueba para conocer l a presencia
MANERA DE CONOCER LAS FALSI- d e ceras minerales e s la siguiente: Si s e
FICACIONES D e LA CERA.-La cera es funde la cera d e abejas y s e mezcla potasa
u n producto muy solicitado y bien pagado, cáustica s e r á atacada por esta última, no
por lo que frecuentemente e s falsificado siendo atacada la cera mineral.
47 1

Por medio del peso específico: S e pone
u n poco d e agua en una probeta d e cristal
u otra cosa que pueda substituirla, después
s e d e j a caer u n a bolita d e cera pura d e
Organo de la abeja obrera que produce
(Aumentado) segbn Barbo.
abeja. E n seguida s e l e añade alcohol al
agua hasta que 1s mencionada bolita llegue
h a s t a el fondo d e la probeta. Se coge u n
pedacito d e cera d e la que s e va a probar
N breve artículo publicado
e n e s t a revista, correspon-
diente a diciembre pasado,
s e hizo resaltar la necesi-
d a d imperiosa d e cultivar
l nio J. Bermúdez, d e Ciudad Juárez, Chih., a
á r b o 1 e s en 10s Sistemas
‘--- “ Nacionales de Riego, al
mismo tiempo que 5e emprenden cultivos
agrícolas. E n el mismo artículo, al plan-
t e a r s e el problema genera? s e l e dividió en
dos partes:
1.-De resolución inmediata, que com-
4’92
t
y s e hace otra bolita, para echarla junto
con la primera. Si la cera que s e ensaya
e s t á mezclada con parafina u otras ceras
minerales, l a segunda bolita quedará flo-
tando, pero s i es pura quedará
en el fondo, como l a primera.
La cera d e abejas en su prin-
cipio es blanca, podemos verla
en los paneles recién construí-
d o s ; pero con el tiempo s e pone
amarilla, y así la obtenemos des-
pués de la cosecha.
E n el comerclo s e puede con-
seguir cera blanca, la cual s e ob-
tiene d e la manera siguiente.
Existen dos procedimientos pa-
r a blanquear l a cera amarilla :
uno natura1 y otro científico.
Procedimiento n a t u r a l : S e f u n -
d e la cera amarilla, se hacen
la cera, láminas delgadas con una tabla
dejando dichas láminas a l a in-
temperie d e día y noche, hasta obtener el
resultado.
Ei procedimiento científico consiste en
el uso de ácidos.
Por Daniel F. GALICIA, Forestal
del Departamento d e Extensión d e
la Dirección d e Agricultura.
prende e! cultivo d e árboles d e rápido cre-
cimiento para el beneiicio d e l a s zonas re-
gadas.
11.-De resolución posterior, que com-
prende la. reforestación d e las cuencas al-
tas d e los vasos d e almacenamiento, para
disminuir el azolve de los mismos.
CULTIVO DE ARBOLES DE RAPIDO
CRECIMIENTO
Como de resolución inmediata se señaló
la necesidad d e crear arboledas en 10s te-
rrenos regados, prefiriendo especies d e rá-
pido crecimiento que puedan destinarse a
dos fines principales: el primero la forma-
., d e ccrtinas rompe-vientos protectoras
ción
d e habitaciones, establos, cultivos agríco-
las y frutales, ganados, etc., y el segundo
el d e árboles que proporcionen sombra y
ornato de carreteras, calzadas, jardines, es-
cuela, hogares, los que fijen los bordes d e
!os canales, acequias, etc.
La Comisión Nacional d e Irrigación,
atenta a l a resolución d e los problemas
que afectan a los Sistemas Nacionales d e
Riego a SU cargo, h a iniciado d e s d e luego,
con la colaboracion d e la Dirección Gene-
ral d e Agricultura, el cultivo d e árboles
tendiendo a resolver, a la mayor brevedad,
!a primera parte del problema, o s e a la d e
urgencia. irmediata,
. mediante el cultivo d e
árboles de rápido crecimiento en los terre-
nos ya regados.
Al efecto, l a misma Comisión Nacional
de Irrigación h a adquirido, en viveros par-
ticulares d e Estados Unidos, 25,000 esta-
cas del árbol conocido con el nombre d e
tamarix (Tamarix articulata) de muy rápi-
do crecimiento, que vienen a llenar las ne-
cesidades señaladas arriba, o sea d e orna-
to y cortinas rompe-vientos. Dichas esta-
cas s e han distribuído como sigue:
Sistema Nacional d e Riego NQ 4.
DON M A R T I N , N. E . . .
Sistema Nacional d e Riego NQ 1.
PRESA CALLES, Ags.. . . . . . . . . 5,000
Sistema Nacional d e Riego NQ 5 .
SAN CARLOS, Coah. . . . . . . . . . . 2,500
Sistema Nacional d e Riego No 3.
RIO TULA, Hgo. . . . . . . . . . . . . . 5,000
Proyecto V A L L E DE JUAREZ,
Chih. . . ......... 5,000
A l a s anteriores hay que agregar 5,000
estacas que s e plantarán e n el Valle d e
Juárez, Chih., adquiridas por l a C á m a r a d e
Comercio, Club Rotario y por e l señor Anto-
iniciativa del señor Ing. D. Luis Arteaga,
Jefe del Proyecto Valle de Juárez, Chih.,
d e la Comisión Nacional d e Irrigación. Es
por tanto un hecho el cultivo d e árboles d e
rápido crecimiento con POCO costo, y lo que
es más importante, con la ayuda efectiva
473
d e instituciones y personas s i n carácter
oficial.
Los árboles que s e obtengan d e las esta-
cas plantadas formarán, en un plazo no ma-
yor d e dos años, los viveros regionales, tan
necesarios para atender no t a n a las
necesidades de 10s agricultores d e los Sis-
t e m a s Nacionales d e Riego, sino también
a las d e la región en general en donde c e
cultiven estos árboles.
Con lo anterior puede decirse que s e h a
dado ya u n paso firme e n l a resolución de
la primera parte del problema d e crear ar-
boledas en los terrenos ya regados, debien-
do seguirse el desarroilo del mismo progra-
ma e n lo que 5e refiere a cultivo d e árbo-
les para construcciones, postes, etc., y d e
los que s e pueda derivar alguna industria
distinta., como sericicultura, etc., citadas en
el artículo mencionado al principio.
P a r a este último f i n e s conveniente for-
mar desde luego viveros d e árboles en los
Sistemas y Proyectos d e Riego en donde
no los haya, e intensificar los trabajos d e
los ya establecidos, como en el Proyecto
“VALLE DE JUAREZ”, Chih., y Sistema
No 4, “DON MARTIN”, e n donde s e sem-
braron el año pasado algunos miles d e se-
millas d e distintas especies d e árboles ade-
cuadas a la región.
Analizaremos a continuación cómo po-
dría organizarse, igualmente a poco costo,
la plantación y cultivo d e árboles en gran-
d e escala, para iniciar, s i e s posible e n es-
t e mismo año, la reforestación de l a s cuen-
cas d e captación d e las presas d e almace-
namiento, e s decir, para resolver la segun-
!“
da parte del problema.
‘i
I
REFORESTACIQN DE LAS CUENCAS
ALTAS DE LOS VASOS DE
ALMACENAMIENTO
No vamos a juzgar aquí l a importancia
d e esta labor por s e r d e sobra conocida, y
solamente nos limitaremos a lo siguiente :
EVITAR EL AZOLVE DE LAS PRESAS.
Nos referimos solamente a l a s posibilida-
des d e desarrollar e n forma eficiente y
económica esta obra, considerando d e s d e
luego que los recursos para esta clase d e
trabajos son limitados, y que la voluntad,
el entusiasmo y la cooperación deben s u -
plir, en gran parte, l a falta d e elementos
económicos.
Creemos por tanto que para resolver es-
t a fase del problema e s necesario apartar-
s e en lo posible d e los métodos y sistemas
lentos, anticuados y anti-económicos, y que
d a d a l a importancia del trabajo es necesa-
rio buscar nuevos procedimientos, m á s en
concordancia con las exigencias d e l a vida
moderna.
La aplicación d e nuevos métodos puede
iniciarse plantando árboles cultivados por
el procedimiento “BAKKEN”, que consiste
e n pequeñas almácigas individuales d e 5 x
5 x 1.7 centímetros, formadas en u n a má-
quina que produce 16,000 d e ellas en ocho
horas d e trabajo, según descripción d a d a
más adelante.
Como primer paso en la resolución de
e s t e problema, e n s u segunda parte, cree-
mos conveniente hacer experimentos e n los
diferentes Sistemas de Riego, sobre el des-
arrollo que tengan los árboles cultivados
por el procedimiento antes citado, como s e
e s t á haciendo ya en Estados Unidos, Ale-
mania, Canadá y otros países, adquiriendo
474
algunos miles d e plantas cultivadas por es-
te procedimiento e iniciando desde luego
su plantación en la próxima temporada de
lluvias.
9-i
Si los resultados son satisfactorios, es
decir, si 12s plantas prosperan, s e podrá
entonces emprender trabajos más firmes,
adquiriendo una o m á s máquinas para pro-
ducir e n corto período d e tiempo millones
d e árboles, con los cuales s e podrá repo-
, .
blar y proteger las cuencas d e recepción
.--?
d e las presas ya construídas.
***
ALGO NUEVO EN LA PEANTACION
DE ARBOLES.- (Artículo tomado del pe-
riódico FOREST WORKER d e enero d e
1931)*
El Periódico forestal noruego “SKOG-
BRQKEREN”, anuncia el advenimiento d e
u n a nueva máquina para plantar arbolitos,
bajo el sugestivo titulo de “ U n método in-
ternacional d e plantación”. L a máquina es
u n a invención del forestal noruego Aksel
Bakken, que hace tiempo concibió l a idea
d e sembrar semillas d e árboles en peque-
ños cuadritos d e lodo, que podrían colocar-
s e en el campo durante la época d e des-
arrollo d e las plantitas, sin tomar en cuen-
t a l a estación apropiada d e plantación. Es-
t a idea s e h a convertido en realidad por
medio d e una máquina que, cuando s e l e
dota con semillas y u n a mezcla apropiada
d e tierra y agua, automáticamente forma
briquetas o cubitos d e tierra haciéndoles
u n agujero, depositando en cada u n a d e
ellas dos o tres semillas y espolvoreando
algo d e tierra para cubrir e s t a s semillas;
después d e lo cual se prensa l a tierra lige-
ramente. (El dibujo que acompaña la des-
cripción sugiere que las briquetas tengan
unas dimensiones de 5 x 5 x 13 centíme-
tros). Después d e la operación descrita,
u n a grapa toma l a briqueta y l a sumerge
en una solución d e parafina, q u e sirve pa-
r a mantenerla intacta h a s t a q u e s e plante
finalmente.
L a s briquetas pueden s e r guardadas e n
cualquier lugar, aun al aire libre, hasta u n
año después d e l a germinación y cuando
ya están listas para colocarse en el área
d e plantación. E n u n año las raíces d e al-
gunas plantitas cultivadas por e s t e método
s e desarrollan tanto, que principian a so-
bresalir d e los lados de l a briqueta.
Actualmente la máquina puede producir
16,000 briquctas en un día d e ocho horas
d e trabajo. Con mejoramientos posteriores
s e espera aumentar esta cantidad, aunque
una producción aproximada de u n a brique-
475
t a cada dos segundos e s algo asombroso.
Realmente este método constituye u n gran
progreso, comparado con l a antigua forma
d e plantación.
P a r a mejorar l a s características mecáni-
cas d e l a máquina, el inventor h a buscado
l a ayuda del notable diseñador noruego
Birger Rolm-Hansen. L a primera máquina
salió d e una fábrica alemana el verano úl-
timo. S e ha formado actualmente u n a com-
pañía con un capital aproximado d e 134,000
dólares para hacer comerciable el método
y lanzarlo al mercado mundial. Los planes
d e l a compañía son introducir la máquina
primero en Inglaterra y después en otros
países.
E n muchas d e las plantaciones d e Esta-
dos Unidos, la dificultad de manejar l a s
briquetas en las áreas d e plantación puede
s e r considerable, debido a su volumen y
fragilidad : pero estas dificultades son sus-
ceptibles d e dominarse por las muchas .fa-
cilidades d e este método. Con dicho proce-
dimiento s e prolonga l a época d e planta-
ción indefinidamente, s e eliminan los gas-
tos d e trasplante d e los arbolitos y s u cul-
tivo posterior, reduciendo al mínimo los
perjuicios d e las raices, tendiendo a dis-
minuir la mortalidad y dando el máximo d e
oportunidad para el desarrollo d e u n buen
sistema radicular (algo que no siempre s e
asegura por los actuales métodos d e plan-
tación), y s e asegura e l éxito d e l a propa-
gación d e algunas d e l a s especies m á s de-
licadas, así como l a plantación en lugares
inadecuados.

Sus Elementos de Riqueza
STA Entidad Pederativa, si-
5 i tuada en los primeros de-
ii:l
clives de !a M e s a Central,
$33.;i es, por circunstancias nu-
merosas, uno d e los Esta-
-.-J dos más importantes d e la
Confederación M e x i c a n a .
§U riquísimo suelo q'le l e ha valido el dic.
t a d o de Potosí, su flora exuberante e n l a
región oriental, sus variadas producciones
en las comarcas templadas que s e extien-
d e n al norte y s u r d e la capital, su indus-
tria, su comercio y su modo de ser, recla-
m a n la atención d e los hombres d e nego-
cios, de los grandes emprendedores y h a s -
t a d e los que buscan en la dirección d e la
cosa pública la garantia de los intereses
sociales corno causa d e propiedad indivi-
d u a l y general.
E n efecto, s u aspecto fisiografico e s muy
interesante, ya por la irregularidad de su
perímetro, cuanto por 40s pronunciados con-
t r a s t e s d e su suelo, y al elevarse por los
escalonamientos d e la Sierra M a d r e orien-
tal, hasta linderos d e Veracruz, ofrece lu-
gares que están a 83 M. sobre e l nivel del
m a r como Tanquián, o bien otros que ex-
ceden a los 3,000 M. como en l a altiplani-
cie que participa d e la M e s a Central, l a
cual s e prolonga por el poniente e n llanu-
r a s inmensas cuyos confines s e píerden en
lejanos horizontes, en tanto que e n la par-
t e oriental predominan las serranías esca-
brosas. E s t a zcna, conocida por Huaxteca
Potosina, es famosísima por su riqueza y
hermosura incomparable. Allí abundan los
cañones y barrancas imponentes, las caña-
476
4
Por Roberto QUIROS MARTINEZ.
d a s inmensas y lo6 valles floridos; u n a
gran variedad d e climas muy propicios pa-
r a que s e desarrolle .una vegetación exu-
berante e inagotable en recursos naturales,
multitud d e ríos caudalosos y pequeñas CO-
rrientes, y como s i iodo este portento no
f u e s e suficiente para admirarse, bastará
con cruzar el Estado d e s d e Veracruz h a s t a
Z a c a t a c a s : entonces aparecerá el contraste
bien marcado, pues en tanto qiie en aquella
región privilegiada s e hallarán terrenos fer-
tilísimos y amenos, donde tupidos bosques
revisten las cordilleras y son ricas flores-
t a s las vegas d e los ríos y en extremo pro-
ductivas las campiñas, e n la parte septen-
trional o s e a la del Valle Salado presencia-
remos llanuras desoladas y áridas: sin em-
bargo, no exageramos si decimos que el
conjunto panorámico d e S a n Luis Potosí
e s sumamente bello y encantador.
SITUACIQM. - LIMITES. - AREA
T a l vez influya para ello su posición geo-
gráfica que s e halla e n t r e los 21" 11' y 24"
34' d e latitud, y los 989 23' y 102Q 13' d e
longitud occidental del meridiano d e G r e -
enwich y tiene por colindantes, partiendo
del norte h a s t a circundar el polígono m u y
irregular d e su territorio, sucesivamente, a
Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Vera-
cruz, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Ja-
lisco y Zacatecas, que l e dan u n a superficie
d e 63,241 K. cuadrados.
POBLACION - RAZAS
S a n Luis Potosí, no obstante estar e n el
centro d e l a República y tener una área
Panorámica de San Luis Potosí (1).
considerable, apenas cuenta, según el censo dura, S a n Francisco, Tapado y todas las
de 1930, con 216,113 varones d e los 559,106 colinas bajas de contornos arredondados,
individuos que forman el total, en el cual presentándose ora e n pizarras d e color
s e distinguen tres grandes razas : mezcla- amarillo, negro, verdoso o rojo, e n t r e S a n
da, indígena y blanca: la primera compó- Luis Potosi y Alaquines, Iturbide, Temas-
nese d e dos tercios, la segunda d e las t r e s
cal, Villar, Montaña y e n t r e cerro Tulillo
cuartas partes del último tercio y el resto
y Alaquines; estratos d e pizarras calizas y
d e éste, la blanca, otras razas no especi-
areniscas verdosas o amarillas que aflo-
ficadas y los extranjeros, que por el orden
ran en Catorce, AhualuIco, Charcas, Coro-
de su número son españoles, estadouniden- nado, S a n Pedro, Bernalejo, Central, Ciu-
ses, chinos, turcos, italianos, franceses, si- dad del Maíz, La P u n t a , Lomas d e S a n Jo-
rio-libaneses, japoneses, ingleses y otras sé, S a n Pablo y S a n Joaquín, Arroyo d e
en número insignificante.
Blanco Chico y en ciertos lugares denun-
Corno e s natural, el idioma preponderan- cian efectos del metamorfismo o fracturas
te e s e1 español, que como oficial s e habla rellenadas por depósitos de soluciones mi-
por todos, aunque los indígenas conservan nerales y pizarras impregnadas d e sales,
lenguas y dialectos como e l huasteco, ma- muy particularmente cloruro d e sodio como
yo, mazateco, náhuatl o mexicano, otomí, en Salinas y Tapado, o bien en pizarras d e
pame, popoloca, tarasco, totonaco y zapo- laminación fina como en Jara1 d e Berrio,
teco, y los extranjeros practican sus idio- Catorce, en e l oriente d e Cárdenas.
mas propios. En Aquismón, Valles y Estación d e Cár-
denas abundan las pizarras y margas neo-
c SINTESIS GEOLOGICA cretácicas que generalmente s e las encuen-
t r a sobre las calizas mesocretácicas, otras
El suelo d e S a n Luis Potosí e s t á cons-
tituido por !as formaciones sedimentarias (1) Las ilustraciones de este artículo son
e ígneas. Las primeras manifiestánse en cortesía de "México Fotográfico". Gustavo A.
Madero (Guadalupe Hidalgo, D. F.) y del Lic.
todas 12s cuencas, en las lomas d e H e r r a -
Melitón Uribe y Mendoza.
477
.. .
 ,
,,
I
veces ofrecen colores grises con tintes di-
Versos, dispuestas en capas conteniendo
nódulos y cintas d e pedernal que constitu-
yen buena parte d e las elevaciones monta-
ñosas, como ocurre en l a Sierra d e Cru-
ces, en El Toro y Concordia. E n otros lu-
gares descansan sobre pizarras arcillosas
contribuyendo poderosamente a l a consti-
tución d e las sierras d e Catorce, Coronado,
Arista, Charcas y alrededores del M i n e r a l
d e S a n Pedro. H a y otros sitios e n donde
son comunes gruesos bancos o capas de po-
co espeso; d e constitución arenística y pi-
zarrosa donde abiindan las calizas o bien
grandes hundimientos, aunque estos últi-
mos son m á s notaLles en El Sabino.
E n Buenavista d e Huascana y M i n a s d e
S a n Rafael, hállanse formaciones calizas
con acumulaciones yesosas, ¿ando el as-
pecto d e capas delgadas transparentes d e
color negro o blanco agrisado o simplemen-
t e sacaroide ; en cambio, en inmediaciones
d e Cárdenas y e n e l Cañón del cerro Tro-
zado, las areniscas son d e diversos colo-
r e s y mezcladas con los estratos de las
pizarras, adquiriendo así bastante resis-
tencia a l a acción del intemperismo; y en
S a n t a M a r í a del Rio y El Llano. esas are-
niscas diferéncianse por su colocación, ori-
gen y edad.
Al sur d e S a n Luis Potosí, y entre e s t a
ciudad y Alaquines hay unas tobas en for-
m a d e bancos horizontales que llenan las
depresiones del terreno: quién no conoce
l a s d e Ranchito y Pendencia?, empero en
l a hacienda d e Vanegas y los geysers d e
Labor del Río son bastante notables los
rellenos por los conglomerados y to'oas de-
positadas por soluciones carbonatadas, por
m á s que allí también s e ven sobre l a s pi-
zarras, las calizas, las areniscas y los ba-
s a l t o s ; no así en Los Capulines y al nor-
o e s t e d e l a capital, pues d e allí s e cubren
determinadas superficies, bajo 12s tobas,
brechas y conglomerados compactos y re-
sistentes, aunque fácilmente desintegiables.
que adquieren l a apariencia d e aglomera-
dos debido a su material calizo-arcilloso.
Como seguir adelante sería extendernos
demasiado, pasaremos a mencionar l a s ro-
c a s ígneas, en algunas d e esas variedades,
t a l e s como los granitos blanco-rosa y gris
amarillento que afloran en P e ñ ó n Blanco,
d e l municipio d e S a l i n a s ; diques d e aplita
478
blanca en forma d e crestones que emergen
en terrenos d e La Palma y R a m o s ; nori-
tas que cortan las rocas sedimentarias cre-
tácicas en Tancanhuitz y Aquismón ; ande-
sitas basálticas alteradas y fracturadas en
Los Pocitos y Laguna S e c a ; cortando l a
formación caliza en Sierra d e Charcas y El
Negrito, o simplemente cuarcíferas en los
Coloiaditos y una zona d e Laguna Seca.
O t r a s hay como scn l a s tobas riolíticas
d e colores y textura anafínica y porfirí-
tica en la que hay cristales feldespáticos
sandinino y cuarcífero, o coronando varias
elevaciones que terminan en mesetas o bien
dispuestas e n corrientes que indican que
su emisión f u e en lavas d e condición flui-
dal. Los exponentes de l a s primeras e s t á n
d e s d e H e r r a d u r a hasta L a Muralla en Río
Verde y d e las segundas en Calderón, Vi-
lla d e Reyes. Ambas rocas son curiosas por
estar seccionadas por grietas y fracturas
semejando diaclasas, bloques poliédricos. o
l a j a s cual si fuesen capas estratificadas,
pero que dando lugar a l a destrucción ero-
siva sólo quedan restos bien marcados en Palacio de Gobierno. Ciudad de San Luis Potosí.
las corrientes afectando relieves artísticos,
muy especialmente en Picacho d e Berna- Tial basáltico, y en Pozo d e l Carmen are- zona templada y calienre. Es la H u a s t e c a
lejo. nas volcánicas alternando con capas arci- Potosina verdaderamente rica sobre toda
§itios hay como S a n t a M a r í a ¿el Río llosas. ponderación.
El Llano y H e r r a d u r a donde distínguense
inyecciones d e retinlta en la m a s a d e las Ahora bien, si tratamos d e localizar las
riolitas o asociadas con éstas rocas piro-
OROGRAFIA distintas sierras q u e pertenecen al prime-
clásticas d e varios tintes y colores o arri- ro d e esos dos grandes sistemas montaño-
ba y abajo d e aquéllas por cuyo contacto E s t a no e s muy complicada, m a s sin em- sos, diremos que son l a d e S a n Luis al
toman carácter brechoide : o bien en ior- bargo, debemos decir que dos cordilleras occidente d e la ciudad-capital, l a d e Bocas
d e montañas recorren el territorio potosi- en terrenos d e la hacienda homónima; la d e
m a d e Lanccs se ven e n la sierra de S a n
Miguelito, d e donde s e provee abundante- no: una d e ellas pasa por su parte media Santa Catarina; la del Venado; l a d e Char-
m e n t e l a industria para construcciones y en dirección d e s u r a norte, es l a prolon- cas que toca hasta l a hacienda d e Laguna
ornamentación; d e esta misma especie s o n gación d e l a Sierra Gorda d e Guanajuato S e c a ; las d e l a Cruz, Cerro Plateado, cerro
las canteras d e El Aguaje, El Capulín, L OS que termina en Nuevo L e ó n ; y l a otra, que Azal y S a n Lorenzo; l a de M a r o m a en Ca-
sigue por el levante, está formada por l a torce que s e extiende a Poblazón y la d e
Cortés y otros lugares.
E n Ramos, S a n Cayetano, El Toro y al-
ganas otras zcnas d e H e r r a d u r a y Salinas
l
'd
Sierra M a d r e Oriental. H á c e s e notable l a
primera por s u s grandes escabrosidades,
Soto1 que toca Nuevo L e ó n ; y otras meno-
res aunque importantes también ; e n Gua-
especialmente en la parte meridional y d e l dalcázar como las d e cerro d e las Piedras,
preséntanse los basaltos d e color negro y
estructura compacta y cavernosa; así como sureste ; sus eminencias principales son los del Pinto, Carrizal, Trejo, Chagoya, Tapo-
e n forma d e corrientes en los cerros d e cerros y serranías d e San Luis Bocas, Ve- na, Santa M a r í a del Quiote y la d e Coro-
mesillas; o bien en montículos aislados en nado, Guadalcázar, Coronado, Charcas, Ca- nado, paralela a l a d e Charcas.
cerros Prieto, Tetillas y Mogote, hacienda torce y otras. L a segunda, o sea l a región Las pertenecientes al segundo e j e encuén-
d e Vanegas y pequeñas superficies d e l a d e l a Sierra M a d r e Oriental, ofrece con- transe en Mexquitic, y s o n : l a s del Desier-
cuenca Gedral-Ciudad del M a í z ; o sencillos trastes naturales mucho m á s interesantes to, Ramos, S a n Miguelito, Escalerillas, del
afloramientos en Santa Rosa, Pozo del Car- y atractivos; sus extensas cañadas e im- Sabino, S a n Andrés, Mazapil, Bonanza,
m e n y Armadillo y pequeñas colinas en ponentes barrancas s e +en pobladas por
Hermosa, Peñón Blanco, Gateado, Zamora,
Angostura, Pastora y Tablas. Finalmente en una espléndida vegetación y s e confunden etc., la d e S a n Vicente y l a d e M a r t í n que
S a n Ciro y El Ebano también existe mate- en esta privilegiada región los frutos de l a limitan a Zacatecas i y como estribaciones
479
las d e Tamazunchale, Xilitla, Tancanhuitz,
Alaquines, Lagunillas, Palma, del Maiz, T e -
mapache, Colmena, Tanchita, Hipoa, Nao-
la, Turrubiates, Labor d e Nieto, Cucharas,
San Nicolhs y otras, asi como 10s numero-
sos cerros que seria prolijo enume nrar. en-
t r e l o s que descuellan El Pelón, S a n t a Ma-
ria, Caracol, Tunal, Mogote y sobre todo
en Cedral el d e l o s Frailes que e s conside-
rado como el mhs elevado e n el Estado.
E n el septentrión y occidente, muy es-
pecialmente en Salinas, Moctezuma y Ca-
torce se extienden las elevadas y aridas
llanuras del Salado, cruzadas por serranias
de escasa elevación, como las d e Rayón,
Sabino y Animas: estos terrenos no s s n
n a d a propios para la agricultura por la es-
casez de a g u a ; per0 en otro sentido s o n
muy ricos, ccmo s e dir6 adelante.
HIDROGRAFIA
Esta, e n opinión d e mi inteligente amigo,
el Prof. don Rafael Casco, cuyas importan-
t e s apuntes consulto, ofrece u n fuerte con-
t r a s t e como consecuencia d e la topografia,
e n t r e las zonas oriental, central y occiden-
tal, pues m i e r t r a s la altiplanicie del cen-
tro carece d e corrientes d e agua, desde e l
sistema de9 este que s e prolonga por todo
San Luis, hasta 10s Estados colindantes,
m-schos riws y arroyos fecucdizan la ver-
tiente relacionada con el Golfo d e México
donde IIegan como tributarios $el rio Pá-
nuco.
En esta región las corrientes mhs impor-
t a n t e s por su volumen s o n : el S a n t a M a r i a
y ei Moctezuma; el primer0 limita a Q u e -
rétaro d e donde viene y el segundo q u e
procede d e Hidalgo y penetra en Tama-
zunchale donde recoge e l caudal del rio
Claro que alimenta el Amajaque. Aquél
cruza 10s municipios Tamazunchale, S a n
M a r t i n , Tampacán, Axtla, Tampamolón y
Tanquián, sirve d e limite natural c o n Ve-
racruz, hace confluencia con el Tamuin,
nombre con el cual s e conoce alli a1 S a n t a
M a r i a ; finalmente, caudaloso ya con todas
!as aguas que h a recogido a su paso por
territsrio potosino intdrnase a Veracruz con
e l nombre d e Phnuco.
Otros rios d e menor importancia que sir-
ven de afluentes a 10s anteriores son: el
480
Santiago en Soledad Diez Gutiérrez, que to-
m a origen en la serrania d e §an Miguelito
y va a regar 10s municipios d e S a n Luis
Potosi y Armadillo.
E n el municipio d e Santa M a r i a del Rio
corre el rio homónimo y a Bl llevan s u s
caudales el Villela, Tierra Nueva, Naran-
j o s y Gatos. En Reyes cruza el rio dsl mis-
rno nombre. A d e m i s otros menores como
e l d e Valles, EI Salto, Pinihuana, Tam-
pa&, Coy. Cuayabos, Gallinas, Choy, Pa-
rrodi, Ojitipan, Xomucunco, S a n Nicolás,
Ojo Frio, Blanco, Barranca. el Mancorna-
deros y el Tantilín, navegables en cortos
t r a m o s ; el Verde y el Calabazas alimenta-
dores del Tamazopo y otros muchos qlue con
I n s numerosos arroyos contribuyen a hacer
feraces importantes regiones del Estado.
Lagunas.-San Luis Potosí abunda en de-
pósitos lacustres, tanto que solamente e n
I s región del Salado se encuentran m6s
d e cientw cincuenta lagunas, cuyas aguas
se hallan iuertemente impregnadas d e clo-
ruro d e scdio, borato d e sosa y otras sales,
constituyendo asi unas d e las salinas m i 5
ricas d e cuantas h a y actualmente en ex-
plotación en el país; d e las que s e tienen
como permanentes !as d e Santa M a r i a del Presa de San José, San Luis Potosi.
Peñon Blanco, en S a l i n a s ; la d e Santa Cla-
ra, en Santo Domingo; la d e Tequesquite, Moctezuma, Ciudad d e Valles, Tanlajas, frosa, Palma Larga y S a n Diego, en Rio
en R e y e s ; las d e Lagarto y Tabasaquiche, que son azufrosas: las d e v a l l e Verde, Villa Verde; Ias d e Ojo d e Agua en Moctezuma
en Tanlajas; la d e Laguna G r a n d e en Va- Guerrero, Villa de R e y e s y Cedral, s e dis- $el Tule, en Charcas,
y
Iles; la d e Tancuayalab en el municipio tinguen por su alta temperatura, y l a s d e
homónirno; la d e Patas y Vieja en Rio S a n t a M a r i a del Rio por t e n e r la particu-
CLIMA
Verde : las d e Escondida, Pastores, Tortu- laridad d e que a s u composición d e sales
gas, Sanguijuela G r a n d e y Sanguijuela d e sosa, magnesia y sulfato d e hierro, s6lo
guardan una temperatura d e 25", circuns- E a s distintas condiciones climatericas
Chica, etc., en Lagunillas; las d e Babute-
tancia que bien p u d k a n aprovechar 10s que prevalecen en e l Estado son consecuen-
ca, Amapolas y lagunita en Cedral.
hombres d e empresa para constituir all; un cia d e la variada topografia y d:fi erentes
TambiBn son notables las numerosas la- altitudes y para comprobarlo veamos l a
gunas d e TaMuin, lo5 o j o s d e agua dulce balneario con todo el confort necesario, que
hipsometria d e i a s cabeceras municipales,
distribuÍdos profusamente en el territorio indudablemente seria concurridisimo, gran-
demente iavorecido por la proximidad del ello nos dark completa idea d e la climato-
y algunas lagunetas y ciénegas tempora- logia: Ahualulco esth 1,902 M. sobre el ni-
les que inundan grandes superficies, es- f errocarril.
vel del m a r : Alaquines a 1,300: Aquismón
pecialmente en 20s planes d e Tambajá y E n t r e las segundas son muy renombra- a 260: Arista, a 1,649; Armadillo 2 1,514:
Pasquines. d a s las del manantial d e Ojo d e Agua de Axtla a 238: Carbonera a 1,128: Cárdenas
10s Laureles, en M a t e h u a l a ; las d e Cara- a 1,159: Catorce a 2,757; Catedral a 2,294:
HIDROLOGIA vanchel, Estancia, Agua C r a n d e , l a Cueva Cerritos a 1,193: Cerro d e S a n P e d r o a
y Amapolas, en Cedral; las d e Ojo d e León, 1,862; Ciudad del Maiz a 1,239; ciudad
! Nacimiento y Ojo d e Agua, en C a r b o n e r a ;
S a n Luis Potosí e s uno de 10s Estados d e Valles a 95; Ciudad Fernández a 999;
donde abundan las fuentes termales y mi- las d e Magdalenas, e n Guadalupe; la de Coxcatlán a 215; Charcas a 2,057; Guadal-
nerales, d e las cuales s610 mencionaremos Tinaja y Azules, en Villa R e y e s ; l a s d e cázar a 1,673; Huehuetlán a 220; Iturbide
10s mhs afamadas por sus propiedades cu- Anteojos y Callejones, en Ciudad Fernán- a 1,620; Lagunillas a 1,390; Matehuala a
rativas. E n t r e las primeras esthn las d e d e z ; las d e Agua Salada, M e d i a Luna, Azu- 1,615; Mexquitic a 2,062: Moctezuma a
481
s
1,777: L a P a l m a a 1,389: P a s t o r a a 1,009;
La P a e a 1,84.5; Raz6n a 1,971; Río Verde
a 991 : Salinas a 2,099: S a n Antonio a 167:
Ciro a 883: S a n Luis Potosi a 1,877: S a n
M a r t i n a 190: S a n Nicolás d e 10s Montes
a 1,340: S a n Nicolás Tolentino a 1,060;
S a n t a Catarina a 1,387; S a n t a M a r i a del
Río a 1,703; Santo Domingo a 1,971: S a n
Vicente Tancuayalab a 100: Soledad Diez
Gutiérrez a 1,882; Tamazunchale a 206:
Tampachn a 200: Tampamolón a 207: Tan-
canhuitz a 241: Tanlajás a 1.50: Tanquián
Escobedo a 83; Tierra Nueva a 2,213: Ve-
nado a 1,750; Villa d e Arriaga a 2,198; Vi-
lla d e Guadalupe a 2,040: Villa d e Guerre-
ro a 68; Villa d e Pozos a 1,855; Villa d e
Ramos a 2,210; Villa de Reyes a 1,819;
Villa d e Zaragoza a 1,961 y Xixitla a 1,035.
Gonforme 10s planos d e las vertientes
van elevándose hasta la Mesa Central del
territorio que nos ocupa, l a s Iluvias dismi-
nuyen hasta hacerse muy escasas en las
llanuras, generalmente Qridas, del occiden-
te, e n tanto que en e l oriente y centro son
muy abundantes, y como consecuencia d e
F u n d i c i h de Morales, San Luis Potosí
482
ellas u n a vegetación lujuriosa puebla el te-
rreno muy especialmente e n la zona de Xili-
tla, donde la precipitación media anual en u n
promedio de tres aiios s e avalora en 2570.9
milimetros. Adem&, son muy notables e n
esa región d e la Huasteca Potosina, las ne-
bulosidades y las brumas que aparecen ge-
neralmente desde las primeras horas de la
noche o a1 amanecer.
Podriamos anotar la climatología d e 10s
distintos municipios del Estado, per0 para
nuestro objeto basta con anotar l a corres-
pondiente a S a n Luis Potosi y Rio Verde:
en el primer0 en u n promedio d e t r e s años
la temperatura d e 17Q4 ; l a media dei rnes
de mayo de 21" 5 ; la media d e 10s meses
d e enero y diciembre de 12'9; la máxima
extrema d e 3690: la minima extrema d e
204; la p r e c i p i t a c h media anual e n mili-
metros 380.2: viento d o m k a n t e y s u velo-
cidad media en metros por segundo E. 3.3;
y en el segundo las relaciones meteorológi-
cas fueron en u n promedio d e cuatro aiios,
d e 2097: 1249.5: 1.5'9; 41'4: 1'0: 568.3 y SE.
4.2 r e s p z t i v a m e n t e .
- :
24

23"
 Minas de Santa Ana. Catorce, S. L. P.
Atentos a 10 anterior, podemos apreciar
< .
las variaciones d e los vientos que soplan
en las distintas épocas del año e n el trans-
curso d e las 24 horas: la diferencia de irra-
diación solar y sobre todo que mientras e n
la región septentrional l a s heladas son m u y
intensas, en las otras van disminuyendo a
medida que s e desciende a l a H u a s t e c a ;
todo lo cual s e relaciona con la salubridad,
como en efecto es, porque si e n la región
norte del Estado las condiciones de vida
son bastante higiénicas,. e n las otras exis-
t e n enfermedades palúdicas e intestinales,
y las zonas d e terrenos pantanosos son m á s
insalubres, m a s por fortuna son áreas in-
significantes en relación con l a total d e
S a n Luis Potosí.
FLORA - FAUNA
La flora y fauna son s u m a m e n t e varia-
d a s en sus especies, ya que ambas viven
y s e desarrollan segun l a s condiciones cli-
matéricas d e sus respectivas localidades,
y como sería interminable enumerar todas
y cada una d e aquéllas, nos conformamos
con decir que en la primera cuéntanse e n
483
superabundancia árboles frutales d e todas
clases para ebanistería y construcción, l a s
hay d e las más resistentes O muy aprecia-
d a s por su f i n u r a ; plantas textiles amplia-
m e n t e aprovechadas por sus múltiples pro-
ductos ; plantas curtientes, resinosas, olea-
ginosas, gomosas y tintóreas, cuya explo-
tación aumenta cada vez m á s debido a SUS
vastísirnos recursos y variedad d e produc-
tos anexos: plantas venenosas y medicina-
les que dejan grandes rendimientos a quie-
nes las explotan; plantas forrajeras y vege-
!
tales alimenticios que constituyen u n fuer- Ii
t e comercio en el Estado y facilitan su ex- !
l
portación a otroa puntos d e l a República:
en fin, puede decirse que en las zonas
,l
cálidas, templadas y frías, la flora potosi-
n a s e manifiesta múitiple y en toda su lo-
zanía y esplendor.
Así s e explica que l a fauna s e a riquí-
sima como los lugares donde s e a m á s
pródiga, tanto que existen ejemplares d e
todo género, pero en lo que m á s abunda,
de los mamíferos, es e n ardilla, conejo,
liebre, venado y animales domésticos, d e
los cuales s e procura cada vez m á s su se-
lección, hasta contar el Estado actualmen-
 t e con los más hermosos ejemplares en
caballar, asnino, bovino, caprino, ovino y
porcino: en las aves ocurre otro tanto, pues
a más d e s u s grandes variedades, mucho
s e cuida l a mejoría de las mismas, e n las
que s e h a n introducido las razas m á s esti-
’ madas e n el m u n d o : además no debemos
olvidar q u e abundan alli los reptiles, los
batracios, los peces, los insectos, los crus-
táceos, los rniriápodos, los arácnidos, los
moluscos, e iniinidad d e seres rudimenta-
rios terrestres.
AGRICULTURA
%
camote, 467,200 : papa, 110,000 : tabaco,
104,900 ; ciruela (spondias), 1.133,803; na-
ranja 7,484,879, y a mayor abundamiento
cabe decir que en agosto d e 1931 los agri-
cultores d e S a n Luis Potosí enviaron a la
ciudad d e México 84 carros por entero con
r e s e s ; 10, con maíz: 28, con narina: 15,
con garbanzo; 50, con jitomate; 5, con fru-
tas:-11, con cebollas: 2, con salvado; 7, con
chiles; 7, con frijol, 10, con carneros y 2,
con cerdos. “*”
E n t r e los municipios que tanto s e distin-
guen por s u agricultura, s e cuentan el d e
Matehuala, el d e Cedral y el d e Río Verde;
en el primero d a t a s u apogeo agrícola des-

Conocidos aquellos enormes recursos na-
turales, que dejan justificado e l potencial
prolífico del Estado, debemos hace: rela-
ción d e los diferentes productos que allí
s e obtienen y que a l a fecha constituyen
u n a d e las mayores riquezas.
E n efecto, solamente en 1930 las pro-
ducciones fueron C O ~ Qsigue: frijol, . . .
2.213,810 kilogramos : ajonjolí, 7,520 ; arroz,
83,800 ; azúcar, 101210,900 : café 1.106,500 :
chícharo, 49,800 : trigo, 371,100 : vainilla,
108 : granada cordelina 107,172 : tejocote,
750,168 : algodón, 16,500 : cacahuate, 11,460 :
Parque Hidalgo. Cedral,
de fines del siglo pasado: alli 20 obstante
que sus terrenos ostentan u n a apariencia
d e aridez, el suelo e s muy rico en agua y
a uncs cuantos metros s e encuentra e n can-
tidad suficiente, tanto e s así que s e obtie-
n e n magníficas cosechas d e cereales, le-
gumbres, guayule y candelilla o cera vege-
t a l ; el segundo es renombrado produc-
tor d e ganado lanar y vacuno, guayule y
fibras textiles, parra y frutas, cuyas huer-
t a s hermosas y extensas sementeras son
regadas con aguas de u n a pequeña laguna
inmediata, y en el tercero son ya de Lama
S. L. P.
Vista parcial de Cerritos, S. L. P.
las colonias agrícolas militares d e recien-
t e creación donde s e h a n convertido los te-
rrenos improductivos en u n verdadero em-
porio d e riqueza que tanto estimula a 10s
demás agricultores potosinos para hacer d e
sus haciendas centros d e trabajo y produc-
ción.
INDUSTRIAS
S a n Luis Potosí está llamado a ser uno
de los Estados m á s industriales d e l a R e -
pública. Casi desconocidos h a s t a ahora sus
elementos naturales y sus condiciones po-
líticas, el capital extraño no había visto en
61 un medio propicio a s u desenvolvimien-
to e n una escala envidiable: pe o hoy q u e
e! progreso industrial va inquiriendo por
todas partes cuáles son 10s centros m á s
apropiados al desarrollo d e e s a fuente d e
riqueza y d e regeneración social, al mismo
tiempo que s e llama industria, S a n Luis h a
sido el punto d e mira e n que s e han fijado
muchos hombres d e empresa para instalar
poderosas negociaciones, que ofrecerán tra-
bajo al pueblo, vasto campo a l a inventiva
d e nuestros industriales y garantías d e paz
y bienestar a la sociedad en general.
Estas industrias están representadas por
numerosas fábricas d e hilados y tejidos
d e algodón, lana y fibras textiles produto-
ras d e magníficos casimires, mantas, es-
tampados, tilmas o “jorongos”, rebozos t a n
justamente afamados como son los d e San-
t a María, y en S a n Luis los que modestas
obreras tejen a mano con mucha perfec-
ción y mucha paciencia, con l a particulari-
dad que estos elegantes productos s e ha-
cen d e pura seda, de s e d a artificial y d e
s e d a y algodón; destiladoras d e alcohol y
trementina, fábricas d e vinos, pastas ali- i
menticias, muebles finos, loza, vidrio, hie-
lo, aguas gaseosas, puros, cigarros, cerillos,
sombreros, dulcería, repostería, conservas,
incurtidos y otras manufacturas : molinos
d e trigo y maíz cocido : fundiciones, herre-
rías y platerías : talleres de talabartería,
sombrerería, zapatería, carpintería, encua-
dernación, imprenta, ebanistería, cordele-
ría, tejidos de palma y mimbre: tenerias
y otras muchas pequeñas industrias que
contribuyen a llenar l a s imperiosas nece-
sidades d e la población, que por cierto ha
hecho ya medios d e vida l a ganadería, la
avicultura, la sericicultura, i a apicultura,
l a caza, la pesca y la explotación d e made-

484
485
7

ras, salinas y canteras, en gran escala, de-
bido a los buenos precios que alcanzan e s o s
artículos e n la actualidad.
Todo ello sirve para excitar a los poto-
sinos a s e r perseverantes e n s u s útiles la-
bores en bien del progreso de s u Estado,
y esto no d e ahora, sino ya es proverbial
en ellos como lo justifican aquellos impor-
t a n t e s trabajos d e regadío llevados a cabo
d e s d e 1900 en la hacienda d e Gorrión, cer-
ca a S a n Luis, consistentes en pozos arte-
sianos para producir hasta 7,000 litros por
minuto y aprovechar las lagunas naturales O
construidas exprofeso para almacenar l a s
aguas y regar vastas extensiones algodo-
n e r a s o pastales donde se multiplicaban
fácilmente el ganado bovino y menor d e
razas muy finas, o bien presas d e l a mag-
nitud d e “San José” sita a 8 kilómetros
d e l a capital y donde la mano del hombre
aprovechó muy inteligentemente l a obra d e
la naturaleza, e s decir, sobre las montañas
de pórfido cuarzoso construyó el vaso, for-
mándole las paredes laterales con u n m u r o
enorme, d e largo casi 100x35 metros d e
ancho y 16 d e profundidad, con s u cortina
y canales d e salida correspondientes: obra
verdaderamente notable donde pueden ca-
Panorámica de Charcas, S. L. P.
486
‘Ti
ber 7.500,OOO metros cúbicos de agua y q* u. e
viene prestando importantísimo servicio
como e s el d e proveer d e agua potable a l a
ciudad, tanto que si el Estado contara con
otros cinco depósitos de e s t a condición, al-
canzarían para surtir numerosas poblacio-
nes y s e regarían superficies enormes que
convertirían l a entidad e n u n granero for-
midable; ¿ y qué diremos del valiosísimo
acueducto d e Matehuala, que mide 35 ki-
lómetros y lleva al centro, desde los m a =
nantiales d e l a “Maroma”, un buen caudal
del precioso líquido?
O t r a rama que justifica el espíritu labo-
rioso d e los habitantes del Estado, es la in-
dustria eléctrica que empieza nuevamente
a tomar marcado incremento, misma que
en l a actualidad, según datos suministra-
dos por e l Departamento Hidroeléctrico
de la Comisión Nacional d e Irrigación, e s
como sigue: en “la capital y las zonas mi-
neras inmediatas así como las del norte
del Estado están abastecidas d e energía
eléctrica por la Central Mexico Light, dis- Río Tamuín, Villa Guerrero, S. L. P.
tribuidora d e la fuerza generada por el
sistema d e l a Compañía Hidroeléctrica poblaciones del Estado 22 plantas termo- el espíritu de empresa e n t r e nosotros no
Guanajuatense. Los registros de que dis- eléctricas (14 para servicio público y 8 pa- hubiera, ante algunos obstáculos verdade-
ponemos indican que funcionan en varias r a servicio privado) con capacidad conjun- ramente serios, pero no insuperables, aban-
t a d e 3,473 K.W. E s t a representa apenas donado zonas mineras como la del mine-
menos del 1% de la capacidad total insta- ral d e Ramos, como las d e Guadalcázar
lada en el país. y otras muchas que hoy atendidas comen-
S e encuentra en construcción u n impor- zarían a producir brillantísimos resultados.
tante aprovechamiento hidroeléctrico d e las E n efecto, la minería en S a n Luis Potosí
caídas d e “Micos”, ubicadas en l a región ofrece tesoros inagotables a cambio d e ca-
oriente del Estado. El proyecto incluye l a pital, labor, inteligencia y constancia. La
instalación d e una larga línea d e transmi- explotación d e las riquezas e n las minas d e
sión para abastecer d e energía a los dis- S a n Luis fué angustiosa y d e pocos resul-
tritos mineros d e Matehuala y Catorce y tados, porque el primer auxiliar del hom- !
que s e interconectará con l a red general bre, l a maquinaria moderna, faltaba por
d e l a Central Mexico Light”. completo. H o y no sucede lo mismo, para
vencer aquellas grandes dificultades d e l a
MINERIA minería, s e tienen poderosas maquinarias
llevadas a principios d e siglo, que abrevian
Esta, en la actualidad, no e s ni con mu- y simplifican el trabajo y todo e s que s e
cho lo que f u é en otros buenos tiempos, reanuden en el país las actividades mine-
sin embargo, las montañas d e S a n Luis en- ras como s e anüncia para que s u s propie-
cierran riquezas inexplotadas todavía, que tarios y el elemento laborante vean los es-
h están esperando l a labor ímproba, cons- perados beneficios, y sobre todo en S a n
tante, enérgica y sostenida por grandes ca- Luis que es uno d e los Estados cuyas en-
pitales; que s i bien e s cierto que d e aque- trañas encierran enormes cantidades d e
llas montañas s e h a n extraído enormes y valiosos metales.
fabulosas riquezas, también lo es que me- Efectivamente, para comprobar nuestra
jores frutos pudieron haberse alcanzado si afirmación d e que S a n Luis ofrece u n a ex-
481
 pectativa halagadora a los empresarios d e
capital y d e espíritu, bastará decir q u e an-
tiguamente ocupó el 4” lugar e n t r e los
Estados productores del país y que aún en
1874 conservaba honrosa posición explo-
tando ochenta minas nada m á s en Cator-
ce, Venado y Guadalcázar, las cuales por
vía de curiosidad enumeramos aquí: Ca-
torce, Charcas, Sierra d e S a n Miguel, Gua-
dalcázar, Matehuala, Mercedes, Pocitos,
Realejo, Refugio y S a n Pedro, producto-
r a s de o r o ; Armadillo, Bernalejo, Catorce,
Coronado, Cuevas, Charcas, Churruca, Gua-
dalcázar, Hedionda, E a Paz, Loma Alta,
Maroma, Matehuala, Mercedes, Potrero,
Ramos, Realejo, Refugio, San José d e San-
t a M a r í a del Río, S a n Nicolás, S a n Pedro,
Sabino, Salvador, Sierpe y Tapona, produc-
toras d e plata; Barros, S a n Miguel, Pinos,
Coronado, Cuevas, Durazno, Escarabajo,
Guadalcázar, Moctezuma, Pedernal, S a n
Antonio d e P a d u a y S a n Pablo, productoras
d e cinabrio y calcita; Bledos, Cruz d e Ca-
torce, S a n Luis Potosí, Pedernal, Guadal-
cázar, S a n Pedro, Hacienda, Buenavista,
Santiago, S a n t a M a r í a y Valle d e S a n Fran-
cisco, productoras d e e s t a ñ o ; Canoas, Dul-
ces Nombres, Elorza, Guadalcázar, O j o Ca-
liente, Sardina, Tecomate y Trinidad, pro-
ductoras d e mercurio: Cuevas, Coronado,
Guadalcázar, L a Paz, Matehuala, Ramos,
S a n Pedro, Salvador y Sierpe, productoras
d e cobre; Guadalcázar, Hedionda, L a Paz,
Matehuala, Santa María, S a n Pedro y %a-
pona, productoras d e plomo; y otras m á s ri-
cas en azufre asociado de yeso, como la
H u a s c a m a ; d e sulfuros, cloruros, bromu-
ros, carbonatos, rosicleres, galena, óxido
rojo d e fierro, blenda, pirita, minerales pi-
ritosos, cupríferos y d e antimonio, cuarzo,
zinc, fierro, bismuto, fosf ato y molibdato,
saleniuro, córneo, nitro, hidrargífera, plum-
bífera, fluorita, barinita, anhidrita, argen-
tita, bismutita, malaquita, azurita y man-
ganeso, como las d e Catorce, Pinos, S a n
Luis Potosí, Guadalcázar, Ramos, así c o m o
otras ricas en sal común como Altamira,
Concordia, Hernández, Samorelia y Sali-
n a s ; e n azufre como M o r i t a ; e n carbón ‘ J
petróleo como Huehuetlán, Xilitla y Tierras
Coloradas.
M i e n t r a s duró e l auge minero en Méxi-
co, S a n Luis Potosí participó de él; sola-
mente l a Purisima Concepción, que fué
488
vendida en $300,000.00, estuvo producien-
do $200,000.00 anuales y e n 1803 hasta
$3.200,O00.00. L a mina P a d r e Flores o Za-
vala, célebre por sus dos bóvedas d e clo-
ruro blando a 328 pies d e profundidad, en
sólo t r e s años dió un rendimiento d e . . .
$7.000,000.00; l a de S a n Román en 1877
produjo $2.000,000.00; y la Cocinera, El
Patrocinio y la Purísima de l a jurisdicción
d e Ramos registran u n a producción d e más
d e $50.000,000.00 ; así podríamos seguir
enumerando las vetas metalíferas m á s o
menos ricas que cruzan las principales cor-
dilleras que recorren e l territorio del Esta-
do, pero con lo asentado basta para nuestro
objeto, ya que en los ÚItimos años apenas
h a iniciado una benéfica reacción la explo-
tación d e las mismas, como lo acreditan
los datos correspondientes a 1922, e n que
l a s d e Matehuala rindieron 580 kilos d e
o r o ; 95,977 d e plata y 2413,474 d e c o b r e ;
l a s d e S a n Pedro 405 d e o r o ; 9,405 d e pla-
t a ; 2.3C4,OOO d e plomo; las d e Catorce 711
d e plata; las d e Charcas 5,588 de plata y G r u t a de “Los Muertos”. Guadalájara, S. L. P.
244,337 d e cobre y en 1927, las pocas mi-
n a s en actividad en el Estado dieron 1,402 chos Estados d e la Federación para l a encontróse el sello d e unas imaginaciones
Kilos d e oro por valor d e 1.869,333.00; en construcción de sólidos y elegantes edifi- poderosas y el d e una educación artística
1928, 209,649 kilos d e plata con valor d e cios, que a la vez que embellecieran las que hablan muy alto d e l alma soñadora d e
$8.156,185.00 : 4,655,447 kilos d e cobre con ciudades producirían otros grandes benefi- los buenos sentimientcs que despiertan el
precio d e $3.032,251.00 : en 1927 14.430.577 CIOS. amor a l a humanidad y el deseo d e su per-
kilos d e plomo vendidos en $4.641,407.00 y fección en los hijos del Estado, privile-
en 1928, s e extrajeron 21,302,698 kilos que COMERCIO giado en sus tierras y sus h o m b r e s ; en li-
alcanzaron u n precio d e $6.186,090.00. tografía, imprenta y encuadernación, her-
Debemos confesar que aparte de los di- Conocidos como son los vastos recursos mosos ejemplares de los señores Kaiser y
versos metales preciosos que abundan inex- naturales d e S a n Luis Potcsí, e s lógico q u e Hno., así como otros productos y maquina-
plotados e n S a n Luis Potosí, e n c u é n t r a m e su comercio sea importante y en relación rias que dieron lugar a que s e concertaran
montañas ricas en canteras d e hermoso con e l potencial d e aquéllos, y no ahora q’le allí ventas hasta por $23,000.00, siendo uno
mármol, granito para construcciones y mu- empieza a incrementar sus múltiples ope- d e esos afortunados u n señor José d e León
chas variedades d e la llamada “cantera d e raciones en todos los ramos, sino antes expositor d e molinos para nixtamal. i
S a n Luis” d e la que e s t á n hechos los pala- d e 1910 ya era d e bastante significación, H u b o también otros lotes riquísimos en
cios d e la capital. Asimismo en Ciudad y esto s e justifica con los grandes certá- que figuraron productos d e hilados y teji-
del M a í z y otros puntos, s e hallan estas menes que s e organizaban, uno d e ellos d e dos d e lana, norias, alambiques, camas d e
canteras y su explotacion en grande esca- tantos recuerdos para aquellos habitantes latón y fierro, perfumería, aguas minerales,
l a sería muy productiva; u n buen número f u é l a última Exposición d e Productos d e cervezas y refrescos, cunfecciones, borda-
d e individuos d e S a n Miguelito, S a n Se- Ganadería, I n d u s t r i a e Implementos de dos, jarciería, vinos, aguardientes, puros,
bastián y S a n Juan d e Guadalupe, s e ocu- Agricultura, etc., que organizó el “Centro cigarros, chocolates, dulces, repostería, ha-
pan en trabajos de cantería, son capaces Agrícola e Industrial Potosino ; cuyo éxito rinas, conservas, incurtidos, carnes secas y
d e producir las obras mejor acabadas, pues f u é tan grande que todos los asistentes f r í a s ; aceites, jabones, capullos y s e d a cru-
tienen verdadero genio para labrar t a n ca- pudieron admirar en l a sección d e Bellas da, medicinas, pastas, tabacos, chicle, hu-
prichosas y tan artísticamente como s e Artes, el lote de mármoles d e unos seño- le, maderas finas, chiles, café, legumbres,
quiera las canteras a que hemos hecho re- r e s Biagí, tallados con primor; en el d e cereales, frutas y selecciones e n ganaderia
ferencia. Una empresa d e e s t a clase con Pintura trabajos t a n bellos como el d e l a como el “Otto”, e l “Hereford” y “‘La Re-
grandes talleres y numerosos operarios po- señora Guadalupe Vega d e Rodríguez; e n forma”, toros y vacas primiados que tanto
día tener contratos d e importancia con mu- fotografías del señor López d e l a C e r n a prestigio dieron a las haciendas Gogorrón
489
,i”
y La Mula y que al igual que todos los pro-
ductos exhibidos despertaron justísimo in-
terés entre los 30,000 visitantes que reco-
rrieron los departamentos durante los cin-
co días del concurso, y que entonces como
ahora son una prueba irrecusable d e la
pujanza y progreso del Estado, a cuyo ser-
vicio está puesta, desde mucho tiempo ha,
la buena voluntad, la modestia y laborio-
sidad, inteligencia y patriotismo d e los po-
tosinos.
H A C I E N D A PUBLICA
Así se explica que el movimiento general
d e fondos vaya cada vez en aumento y que
ya en 1926, no obstante los cruentos años
d e luchas intestinas, en que recogió la par-
t e que le tocaba en los trastornos y perjui-
cios, sumaron por concepto de ingresos . , .
$3.998,964.32 y los municipales . . . . . . . .
$1.488,566.16; en tanto q u e de septiembre
d e 1903 a julio d e 1904 apenas fueron de
$953,277.00 los ingresos del Estado, derra-
mados sobre la propiedad rústica, la ur-
bana foránea, la urbana de la capital; de-
rechos d e patente sobre minerales, trasla-
ción de dominio, sobre herencias y legados,
Panorámica de Matehuala, S. L. P.
matanza de ganado y el 10% para mejoras
materiales.
En el expresado año d e 1926 el valor fiscal
d e predios urbanos era de $35.759,814.00,
y el d e rústicos en 1924 que sumaban
34,580 f u é d e $57.628,697.00, entre 10s que
se contaban 32,042 hasta d e $1,000.00;
1,637 hasta de $5,000.00; 478 hasta de
$15,000.00; 247, hasta d e $50,000.00; 73
hasta de $100,000.00; 41 hasta de . . . .
$200,000.00; 42 hasta d e $500,000.00; 13
hasta d e $700,000.00; 5 hasta de . . . . . .
$l,OOO,OOQ.OO y 2 de más de e e t a cifra.
Ea situación especialísima en que geo-
gráficamente hállase S a n Luis, hace que
disfrute d e magníficas redes férreas, tele-
gráficas, telefónicas, fluviales y de carre-
teras y caminos en general, todos los cua-
les crúaanlo en distintas direcciones y 1i-
gan ciudades y pueblos con los lugares más
apartados del Estado y los centros más
importantes de la República.
Ferrocarríles.-El de “México a Nuevo
Laredo” entra en estación d e Reyes K.
485.0, u sea el K. 224.7 d e la línea “Aguas-
r I
“El Estanque”, Salinas. S. L. P.
calientes a San Luis Potosí y Tampico”,
hace conexión en Vanegas K. 220.8 con el
de la línea “Vanegas a Matehuala” y sale
en El Salado K,769.3.
El de “Aguascalientes a San Luis Poto-
sí y Tampico” entra en Peñón Blanco K.
93.8, hace empalme en el K. 222.6 de la
División San Luis con el K. 524.9 de la
línea “México a Nuevo Laredo” y conecta
en §an Bartolo K. 355.7 con el ramal San
Bartolo a Río Verde y finalmente deja el
territorio potosino en estación d e Ebano
K. 613.0.
El ferrocarril de “Vanegas a Matehua-
la” empieza en l a estación de aquel nom-
B bre K. 720.8 de la línea “México a Nuevo
ql ’ Laredo”; en San Isidro hace conexión con
e1 ramal “San Isidro a Potrero” en el K.
15.9. Este ferrocarril apenas mide 18.6 M.
mientras el d e “San Bartolo a Río Verde”
hace un recorrido de 41.3 K., siendo el
ii punto de partida el K. 355.7 d e la línea
“San Luis a Tampico”.
El d e “San Luis Potosí a Río Verde” co-
nocido por el de San Luis a Ahuacatlán,
parte d e San Luis y termina en la pobla-
ción última, recorriendo 41.3 K. El de Oga-
491
rrio o s e a ¿e “Catorce a Santa Ana” es un
ramalito que apenas mide 5 K. y el de
“Santa Ana a Potrero” 11.2 K.,dando así
todos u n total de 887.4 K. de vía de i M.
435 y 76.2 K. en la de O M. 914. Aunque
ninguno tan atrevido p o r su construcción
en regiones montañosas y t a n pintoresco
por los bellos panoramas que ofrece a! via-
jero como el de San Luis a Tampico, toda
vez que en esa zona se admira la porten-
tosa Huasteca potosina.
TELEGRAFOS - TELEFONOS
Los primeros pertenecen a las líneas fe-
derales, de 12s que existen oficinas en to-
das las ciudades, ligadas y eficazmente au-
xiliadas por los hilos telegráficos y telefó-
nicos de las estaciones ferrocarrileras y
empresas particulares, que dan un s e r v i c i o
regular a sus numerosos suscriptores cita-
dinos y foráneos del Estado.
CORREOS - RADIOFONIA
Estos servicios, cada vez más útiles a la
sociedad, esméranse por mejorar; así se-
explica que s e cuenten allí h a s t a 20 ad-
ministraciones y 55 agencias d e Correos,
hábilmente distribuídas para llenar las
exigencias d e la población. Respecto a la
radiofonía, s e h a divulgado tanto q u e ya
suman centenares los aparatos receptores,* .
a la vez que mlichos individuos s e ejerci-
t a n para adoptar l a aviación como u n o d e
los servicios modernísimos d e mayor uti-
lidad general.
CAMINOS
Lo propio podríamos decir d e las mag=
níficas carreteras que ya enorgullecen a los
potosinos mismos, las que si son en tramos
reducida son lo suficientemente conforta-
bies, como lo e s nada menos l a internacio-
nal que toca al E s t a d o ; téngase presente
que ya e n 1925 medían sus carreteras 4,312
K. de las que 5e anotaban 1,275 K. e n ma-
las condiciones. y en caminos d e herradu-
r a daban u n total d e 4,559 K., siendo 2.545
M. que necesitaban reparación. Sin embar-
go, en 9927 aprovechando aquellas vías d e
comunicación transitaban registrados 5,752
vehículos, en los que s e contaban 1,104 au-
tomóviles, 94 camiones de pasajeros, 164
Plaza Principal. Villa de Reyes,
492
d e carga, 225 coches d e tracción animal, 12
motocicletas, 2,707 carros y carretas y 1,436
bicicletas.
GENERALlDADES
Seria prolijo seguir detallando todas las
obras y mejoras de pública utilidad q c e
embellecen el Estado; no obstante debe-
mos hacer mención d e sus 11,114 edificios
d e mampostería, 462 d e ladrillo, 22,487 ¿e
madera, 62,141 d e adobe, 6,371 de ernbarro
y 15,976 d e otros materiales; entre los que
s e clasifican 117,139 d e propiedad particu-
lar, 561 del Gobierno Federal, 223 del Es-
tado, 588 del municipio, 24 d e la Benefi-
cencia, o lo que es lo mismo 186,285 d e me-
xicanos, 2,326 d e extranjeros; y en el total
d e ellos, s e anotan 111,087 d e u n piso, 9,481
d e das, 40 de tres y 3 d e c u a t r o ; mismos
que representan 145,062 viviendas, 258
centros d e diversión, 1,805 fábricas y talle-
res, 4,194 comercios, 382 oficinas particu-
lares, 144 hoteles, casas de huéspedes y
mesones, 19 hospitales y casas d e salud,
48 colegios internos, 18 cuarteles, 16 pri-
siones, 231 escuelas oficiales y 980 particu-
S. L. P.
L
1
Río a orillas de Ciudad de Valles,
lares, 295 templos católicos, 27 protestan-
tes, 9 museo y 22 bibliotecas públicas.
E n e ~ t c sedificios hay unos verdadera-
m e n t e importantes que unidos a sus nu-
m e r o ~ parques
~ ~ y jardines d a n bello as-
pecto a sus ciudades, especialmente a l a
d e S a n Luis Pctosí, no sólo por s e r la ca-
pital del Estado, sino por ser u n a d e las
que ofrecen mejur porvenir ya que según
su censo en 1930 era d e 91,126 h a b i t a n t e s ;
e s u n a de las m á s aseadas, d e sano clima
y deliciosa temperatura, y si s u s calles s o n
por lo general estrechas, están bien deli-
neadas, parecen tiradas a cordel, y como
están bien pavimentadas, s e destacan me-
jor las siluetas d e sus monumentos y edifi-
cios notables, que no c b s t a n t e su sello y
severidad d e arquitectura colonial, en cu-
ya circunstancia quizá e s t á su mayor méri-
to, son d e mencionarse el Palacio d e Go-
bierno y el Municipal, el Instituto Científi-
co y Literario. la Penitenciaría, l a Escuela
d e Artes, la Catedral, el templo del Car-
men, una d e las mejores obras d e Tresgue-
i r a s y d e singular belleza arquitectónica, el
d e !a Compañía, los d e S a n Francisco y
Tercer Orden, el d e S a n José y el Santua-
493
S. L. P.
rio de Guadalupe y otros mucl-,os como el
conocido por edificio s o l a n a , planteles edu-
cativos, hoteles y residencias, mercados,
centros recreativos, etc., etc., hacen del
conjunto verdadera joya, en la que sobresa-
le único y magistral el justamente llamado
“poema d e piedra”, el famoso Teatro d e la
Paz, obra que e s una filigrana en que los
filetes d e las medias pilastras, los remates
sembrados d e hojas d e acanto, los entre-
paños donde el cincel d e l artífice no d e j ó
lisuras monótonas, las balaustradas, todo
en fin, constituye u n primoroso ejemplar d e i
arte moderno.
E n e s e edificio e s donde m á s claramen-
t e s e comprende lo que vale esa gente na-
cida al pie de los cerros que por el s u r
circundan l a ciudad, y que a fuerza de ex-
traer d e sus canteras e l pórfido rosado, le
cobraron cariño y llegaron sin conocimien-
to d e órdenes, s i n saber dibujo ornamen-
tal, sin ningún pie de educación artística,
a tallar dovelas cuyas monteas exigen no
ya los rudimentarios elementos que propor-
ciona e n Estereotomía l a ~ r á c t i c a ,sino ver-
daderas resoluciones d e problemas de geo-
metría descriptiva; por supuesto que nos
 I

desentendemos d e los defectos que hallen
en é l los exigentes e n arte, pero nos com-
place asentar aquí que el conjunto e s be-
llísimo, fino y airoso por sus calados d e
cantera, que como encajes sutiles parecen
colgar d e las cornisas, d e los antepechos,
d e los balaustrados, y d e los huecos todos
li
todos sus hijos patriotas, cuyo carácter
franco, comunicativo y sincero son una ga-
rantía, s e convertirá en poco tiempo en u n
importante centro donde e l capital y la in-
teligencia d e consumo tomarán por su cuen-
t a los recursos para sacarles la mayor uti-
lidad. l .

del edificio.
Y qué diremos d e las múltiples bellezas
naturales que guarda el Estado?, quién no
ha oido hablar d e l a profunda gruta L a
Cueva de l a Cabra, e n Cedral, por l a que
pasa c n a corriente d e agua cristalina?, d e l
cerío d e las Piedras, en Guadalcázar, for-
mado por grandes peñascos enhiestos, in-
clinados o caídos que alcanzan m á s d e 10
M. d e altura?, de l a atractiva caverna d e
Como que en S a n Luis s e pueden esta-
l
tiguo de la acienda de Santa
blecer toda clase d e industrias: e n s u ca-
pital hay enormes elementos para impul-
sarlas y en los municipios también s e pre-
pacueco en Nueva España v
s e n t a n muchos otros que serían d e inapre-
ciable valor en determinada clase d e ne-
gocios. Actualmente las negociaciones in-
Por el Ing. Luis P . BALLESTEROS.
dustriales del Estado, como s e ha dicho, son
numerosas: cada día s e van presentando e n
§TE interesante plano co- gráficos efectuados, disponiendo d e instru-
demanda d e concesiones algunas otras y C .

Los Arcos y las d e S a n Cayetano, T u l e y d

M u e r t o s cuyas bellezas llevan tantos tu-
ristas a Guadalcázar?, como ocurre con l a
llamada Catedral d e Río Verde y l a Jaquis,
en M a t e h u a l a ? Qué decir también d e l a s
innumerables cascadas y saltos q u e ofre-
cen sus ríos, entre los que biguran El Sal-
to, inmediato a Ciudad del Maíz, l a casca-
da del rio Pinihua en Rayón y los geysers
de l a Hacienda La Labor en S a n t a M a r í a
del Río, d e que hablamos en otro lugar? No
exageramos al decir que S a n Luis Potosí
es, por sus grandes recursos, de los Estados
que más comodidades ofrecen para l a vida,
y por el halagüeño porvenir que l e espera
mediante el concurso y s a n o esfuerzo d e
todos los potosinos con la mirada fija en e l
porvenir que e n gran parte depende d e sus
brazos, dirigidos por la inteligencia y el
patriotismo, hacen con toda liberalidad, y
e s t á n propuestos a seguirlas haciendo to-
d a clase d e concesiones y franquicias, se-
guros d e hacer de S a n Luis Potosí la enti-
d a d m a s próspera y grande; loable conduc-
t a que s e inspira como e s natural, en l a
armonía que reina en todos 10s habitantes
que no miran límites e n su cooperación
cuando s e t r a t a d e reparar lo perdido du-
rante las cruentas fricciones intestinas e
impulsar d e modo alguno el movimiento
económico d e México.
rresponde a lo que f u é ha-
ce 176 años l a extensísima
hacienda d e S a n t a Ana
Apacueco y que e n la ac-
tualidad s e encuentra divi-
dida en m á s d e cuatrocien-
tas propiedades.
Tiene como dato curioso que e s t á indi-
l
cada e n el punto que señala l a flecha, una
Y presa e n el río Eerma que queda dos kiló-
! metros arriba del lugar donde ahora s e
proyecta la presa d e Corrales y e n la ac-
tualidad aún existen los restos de u n a pre-
sa que fué arrastrada por u n a gran aveni-
d a ; e s d e creerse que estos restos corres-
ponden a la que en el plano está marcada
con el nombre d e “ P r e s a H e r r a d a ” y que
queda entre S a n t a Fe, ubicada en l a mar-
gen izquierda, y S a n Marcos, en l a dere-
cha. Es muy probable, a juzgar por e l estu-
i,
dio d e este piano, qye la idea d e formar u n
vaso d e almacenamiento en e s a región exis-
tiera desde hace cerca de doscientos años,
puesto que ya en 1756 existían los restos d e
la “ F r e s a Herrada”.
La presa que s e detalla e n la parte infe-
rior del plano y que s e llama "Presa Nue-
va”, fcé una construída sobre un pequeño
arroyo afluente del río Lerma.
Es digno d e llamar la atención el he-
cho d e que el movimiento d e l terreno que
s e puede apreciar por la representación d e
perspectiva en el plano .que s e muestra,
coincide bastante con el que s e ha obtenido
en l a actualidad por levantamientos topo-
mentos y procedimientos científicos que
contrastan notablemente con los que pu-
..
dieron emplearse a mediados dei siglo
XVIII.
El contenido d e las diversas inscripcio-
nes que tiene el plano, conservando hasta
donde e s posible su ortografía, e s e l que
en seguida s e expresa.
L a inscripción que aparece en e l ángulo
inferior derecho del plano e s la siguiente:
“Plan d e la Hazienda nombrada Santa
Anna Apacueco distante d e la Ciudad d e
México, ochenta Leguas a l a parte d e el
Poniente en l a altura d e poto d e 21 grados,
y 30 minutos, y en su iactitud, y longitud
encierra doze estancias, que son las si-
guientes. E a Primera con el nombre d e
dha, Hazienda donde s e halia situada l a
Cassa principal con las Oficinas presissas,
y necessarlas, y u n a hermosa Capilla, d e
S a n t a Anna. La segunda nombrada An-
damucaro. La Tercera nombrada Tarima-
to. E a quarta nombrada, el Chilarillo. La
quinta los Qcottes. L a sexta Arachipu. Ea
septima el palo alto. Ea octava Aramiicaro.
La novena S a n Marcos. La dezima Guanda-
ro. La undezima Estancia nueva. La duode-
zima el Ejtarmol. E n las quales s e hallan
varios Ojos d e Agua siendo los principales
dos en Tarimaro, e l u n capaz a poder mo-
ler un Molino: y oi s e siembra con esta
agua quinze cargas d e Trigo, y el otro s e
deve hazer Targuea, y Pila para el Gana-
do, otro en Maripo que sirve como esta,
otro nombrado Sta. Lucía, s e deve hacer Pi-

494 495
 la, otro nombrado el Xoconotle s e deve ha-
zer Pila, otro nombrado los Guallavos e s
el qe. s e está trabajando para s u condución,
otro en l a Mezilla donde s e hade hazer
Pila y Estancia”.
La inscripción del ángulo superior iz-
quierdo del plano, e s l a siguiente:
“Quedó Jurado Reconocido y Declara-
do este M a p a por los Peritos que intervi-
nieron en él, d e es e el precio que formaron
con vista y reconocimiento q u e prezedió e
hizieron d e s u Terreno, Centro y Linderos
según por menor consta de l a s Declaracio-
nes d e dichos Peritos en los autos d e la
Manifestación d e e s t e Mapa, s u Hacien-
d a y Títulos d e estas tierras en el Juzgado
Privativo d e ellas d e México y d e mandato
del Señor Juez Privativo d e dicho Juzga-
do pongo esta razón que firmaron así mis-
mo uno y otro Perito e n México a diez y
nuebe d e Septiembre de mil, Setecientos
Sincuenta, y ocho años. D e que doi f e e co-
mo Escrivano d e dicho Juzgado d e Tie-
rras .
L a inscripción que aparece en el ángu-
lo inferior izquierdo del plano, e s la si-
guiente :
“LINDEROS.-Por el S u r el Río Gran-
d e dando varias bueltas, y recodos. P o r el
Norte las Crestinas, Corral falsso, Ziénega
d e los Galbanes, Ayo el grande, el Sauz,
S a n Pedro, Ojo Zarco, Carrizo, y Xalpa.
Por el Oriente Serro del Comalillo. Penxa-
mo, y P e ñ a del Muerto. P o r el Poniente
Moxonera d e e l Lagunazo. El Carrizal, el
Colambre, L a H u e r t a , Pueblo de Ayo, y
Guascato.-Deligneado por e l Capitán D.
M a n u e l Albarez d e l a Cadena M a e s t r o
Mayor d e Achitectura d e la Ciudad d e Mé-
xico.-AÑO DE 1756”.

ACLARACION
En la página 331 del número correspondiente a febrero último, Vol. IV, dice: con
una longitud de cerca d e dos metros, y debe decir: con u n a longitud d e “cresta” de
.
Czos m e t r o s . .
 los predios cercanos. H a y q u e advertir que
la climatología d e Málaga y su provincia
e s de escasez d e lluvias y mucho sol. El
agua que así podría s e r bendición e n los
campos, sigue envasada sin empleo y s d o
mueve dos fábricas hidroeléctricas cuyo
flúido s e consume e n l a ciudad d e Má-
laga.
DESCRIPCION LIGERA B E LAS OBRAS
Y APROVECHAMIENTO DE LAS
AGUAS DEL RIO GUADALHORCE
L a cuenca superior del río Guadalhorce
está formada principalmente por t r e s ríos,
cuyas confluencias, casi juntas, están si-
tuadas en l a cota 300 próximamente, so-
bre e l nivel del mar. (Son estos ríos e l Tu-

1 Pantano Ello s e debe a dificultades burocráti-

P o r e7 señor Porfirio EMERDON.
Cónsul d e México e n Málaga.
cas que seguramente s e r á n ahora resueltas
por el actual gobierno republicano.
A la cortesía del señor Don Tomás Brio-
so, ingeniero-jefe d e la J u n t a de O b r a s
del Pantano del Chorro, debo el permiso y
rón, el Guadalteba y el Guadalhorce, cu-
yas cuencas tienen respectivamente 280
Km2., 425 Km'. y 700 Km'., o s e a u n total
d e 1,405 Km2., por encima d e estas con-
fluencias.
Toda la zona regable s e encuentra si-

E las presas que en los Úl-
timos años se h a n construí-
do e n España por el Esta-
do, ocupa sin d u d a u n lu-
gar importante el Pantano
del Chorro, en la provincia
~
co lamentable en ella e s que han pasado
diez, años y a ú n no s e h a abierto u n a sola
exclusa para aprovechar los tescros del al-
macén líquido, que podría repartirlos por
l facilidades concedidas para u n a visita mi-
tuada aguas abajo de esta cota 180, con
una superficie susceptible d e s e r regada
i
l
nuciosa de la presa así como los datos téc-
nicos sobre la misma, que a continuación
reproduzco.
d e 20,000 hectáreas,
El plan de obras actual, que s e constru-
ye con auxilio del Estado, e s el siguiente:

d e Málaga.
Deseando informar so,bre e s t a obra, em-
prendí expresamente un viaje d e explora-
ción a l a misma, acompañado d e distingui-
dos compatriotas, y todos pudimos admirar
el enorme trabajo d e ingeniería hidráulica
que aquélla representa.

La mejora que atañe a los campos d e

esta provincia depende del P a n t a n o del
Chorro. E s t e embalsa 82 millones de me-
tros cúbicos d e agua, pudiéndose regar con
ellos 20,000 hectáreas d e l a vega d e ,Má-
laga. U n a enorme zona de secano s e con-
vertiría en tierra d e regadío, con el consi-
guiente beneficio para la fertilidad y pa-
r a la riqueza d e sus labradores.
El pantano que nos ocupa fu6 terminado
e n 1921; la obra d e cíclopes honra a los
que l a imaginaron y construyeron. Lo úni-

498 499
 a ) Pantano del Chorro en el río Tu-
rón.-Construído.
Falto sólo d e pequeños detalles, como
son algunas compuertas, toma d e aguas
claras y especialmente los sifones o alzas
móviles sobre el vertedero, que permitan
aprovechar los 50 metros d e altura d e pre-
s a con sus 82 millones d e metros cúbicos,
e n lugar d e quedar limitado e l volumen
útil por l a altura del vertedero 2 metros
m á s bajo d e l a coronación d e la presa,
dando u n a cabida útil d e 72 millones d e
metros cúbicos.
b) Canal d e alimentación d e este pan-
tano para conducir las aguas al río Guadal-
teba.
S e encuentra también casi acabado, con
cabida para 11 metros cúbicos por segun-
d o ; es d e gran importancia para conseguir
aprovechar embalse, pues el río Guadalte-
ba lleva m á s agua ordinariamente (casi el
doble) que el Turón. No es pues aventu-
rado afirmar que l a construcción de este
canal d a al pantano por lo menos tanta
agua como el río Turón, no siendo conve-
niente calcularle u n a aportación mayor
porque las tormentas, frecuentes en aque-
lla zona, no pueden aprovecharse m á s que
500
e n el río TURON, mientras que en el Gua-
dalteba van al mar sin aprovechamiento.
c) Canales d e riego.
S e encuentra en construcción el primer
trozo, que s e desarrolla por la margen de-
recha del río y que llevará según el proyec-
to todas las aguas de riego, para repartir
por la margen derecha las q u e correspon-
d e n a ella y pasar a l a izquierda las nece-
sarias para fertilizar ésta.
El plan propuesto no derivaba aguas d e
e s t e canal hasta la salida del túnel d e l Sa-
bina1 (obra importantísima) desde cuyo
punto o poco después s e proyectaba u n ca-
nal para l a margen derecha propiamente di-
cha y otro que atravesaba el río y abaste-
cía la margen izquierda, completándose el
plan con unas elevaciones d e agua aprove-
chando unos saltos rápidos del canal. La
cabida de este canal e n Construcción está
proyectada y construída en muchos sitios
para 8,000 litros por segundo.
d) D e b e completarse el plan con el es-
tudio y construcción d e otro pantano e n el ' 5
río Guadalteba, que permitirá, aunque ten-
ga poca cabida en su embalse, aprovechar
las tormentas del rio Guadalteba, almace-
nando el agua en ellas al caer y transpor-
tándola después por medio del canal d e ali-

mentación al otro pantano, si aquel f u e s e
pequeño, para dejarlo en condiciones d e re-
coger las aguas d e otras tormentas.
Permitiría, además, e s t e nuevo pantano,
fertilizar la zona regable del primitivo pan-
tano d e Andrade, con volumen d e embalse
d e 8 millones d e metros cúbicos y cuya
construcción está abandonada por las di-
ficultades presentadas al procurar apoyar
la presa empezada a construir en l a margen
derecha.
Además d e las obras antes descritas, que
llevan consigo el auxilio del Estado, exis-
t e n en el río los saltos d e agua que explota
Ia Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, q u e
son las siguientes:
Presa del Gaitanejo.-Construída a unos
600 metros d e l a entrada del llamado T a j o
del Gaitán, unos dos kilómetros aguas aba-
jo de l a confluencia d e los ríos Guadalte-
ba, Turón y Guadalhorce.. Tiene d e altura
20 metros y d a lugar a u n embalse (pan-
tano del Gaitanejo) d e unos 4 millones d e
metros cúbicos. L a cota d e la coronación
es de 304 metros sobre el nivel del mar.
El embalse d e este pantano cubre l a presa
del pantano del Chorro por el paramento d e
aguas abajo, unos 10 metros.
Sirve este embalse, además d e l a regu-
lación del salto importante de l a hidro-
eléctrica que describiré después, para pro-
ducir un salto d e 20 metros d e altura, co-
locándose l a central adosada al paramento
aguas abajo d e l a presa, y tomando l a s
turbinas el agua d e e s t e pantano s i n t u -
be-ías d e conducción ni canal alguno. P u e -
den producirse con los dos grupos instala-
dos unos 2,000 HP aproximadamente.
S a l t o d e l Chorro. - Unos 500 metros
aguas abajo d e l a presa del Gaitanejo se
halla emplazada la presa d e derivación d e
las aguas que alimentan el canal para e s t e
salto. E s t e canal, con u n a longitud d e unos
4,000 metros aproximadamente y con u n
gasto máximo d e 8,000 litros por segundo,
tiene su arranque por la margen derecha
del río Guadalhorce, desarrollándose casi
colgado por los tajos del G a i t á n : atraviesa
el río con u n acueducto atrevidísimo, que
s e v e muy bien desde e l F.C. d e Bobadi-
lla a Málaga y termina en u n depósito, de
donde arrancan las tuberías que llevan el
e
agua en conducción forzada a l a s turbinas
d e la Central Hidrceléctrica del Chorro.
T i e n e el salto 101 metros de altura geo-
métrica y hay instalados cuatro grúpos d e
turbina y alternador de 3,000 H. P., pu-
diendo funcionar a plena carga, cuando hay
agua suficiente, tres de ellos, quedando el
otro d e reserva. L a potencia d e l a central
es d e 8,000 H. P., que unidos a los 2,000 H.
P., del salto del Gaitanejo suman los 10,000
H. P. d e potencia bruta máxima que puede
alcanzar l a Hidroeléctrica del Chorro. A
unos 500 metros d e la salida d e las aguas
d e las turbinas de este canal e s t á empla-
zada l a presa d e derivación de los canales
d e riegos d e l a zona regable del Pantano
del Chorro, cuya superficie hemos dicho
que e s de 20,000 hectáreas.
P a r a mayor claridad de los datos arriba
copiados acompaño u n croquis de la situa-
ción del Pantano del Chorro, así como 7 ñas altísimas cortadas a pico, cuyo impo-
nente macizo, llamado d e los Gaitanes,
fotos, que considero interesantes porque
dan u n a idea del paraje t a n abrupto y pin- perfora la línea ferroviaria en 19 túneles
entre las estaciones del Chorro y Goban-
toresco del pantano, presa e hidroeléctrica.
zes, y el conjunto d e aquellos colosos d e
Al Pantano del Chorro s e puede llegar piedra, entre los que revolotean las águilas
en automóvil desde Málaga en u n a hora que sob-e sus picos tienen formados sus
de camino, o en ferrocarril hasta l a esta- nidos, representa u n a verdadera maravilla
ción del Chorro, distante 56 kilómetros d e geológica. P u e d e gozarse del panorama
Málaga. que l a misma ofrece recorriendo a pie los
Si a los técnicos especializados e n esta cómodos balconcillos y puentes construídos
clase d e obras hidráulicas, las arriba des- al borde d e las puras rocas, que rodean di-
critas ofrecen ancho campo d e estudio, chas, montañas por encima d e verdaderos
los lugares en que aquellas s e ejecutan abismos. El recorrido s e hace a lo largo
ofrecen también a los turistas u n espec- del canal d e alimentación d e las turbinas,
táculo grandioso e imborrable d e l a Natu- que m á s de una vez desaparece bajo la &e-
raleza. Las aguas desviadas y canalizadas r r a para reaparecer poco m á s adelante,
a través de u n a región agreste d e monta- mientras el camino bordea la montaña.
503
.
 Circulación de Agua Subterránea
DIVERSAS TEORIAS SOBRE EL QRIGEN DE LAS AGUAS SUBTERRANEAS.
Complácenos publicar el siguien-
t e capítulo del importante libro In-
vestigación de Aguas Subterráneas,
que se Sirvió enviarnos con otras
obras muy valiosas la acreditada
casa Salvat Editores, S. A., de Bar-
celona.
PRIMERA vista parece ex-
traño que los antiguos filó-
sofos no hubiesen descu-
bierto que el agua subterrá-
nea procedía, al menos e n
su mayor parte, del agua
llovida, pues e s fácil en ex-
tremo observar que los manantiales aumen-
t a n su caudal en época de lluvias: y e s que
hasta los tiempos modernos l a observación
y l a experimentación no h a n tenido casi
ningún papel en las investigaciones cientí-
ficas; desde luego, e s mucho m á s cómodo
imaginar u n a teoría sin preocuparse d e su
exactitud, que observar pacientemente los
fenómenos naturales, reflexionar sobre
ellos y luego tratar d e reproducirlos, como
hace l a ciencia moderna.
Teoria d e la condensación del aire atmos-
férico.-Es l a profesada por Aristóteles
unos trescientos años antes d e Jesucristo,
y admitida con ligeras variantes por Séneca
en el siglo 1 d e la E r a Cristiana. Como no
conocían la existencia del agua e n estado
d e vapor y habían observado que el aire
enfriado d a agua, estos autores suponían
que e l aire e r a capaz d e condensarse en el
interior d e las cavernas y transformarse e n
agua, que luego salía formando manantia-
les. E s t a teoría ha tenido sus últimos de-
fensores en las personas d e Jerónimo Car-
dán, que la sostuvo a principios del siglo
XVI, y Obrzenzki, que en 1557 admitía aún
la transformación del aire en agua.
Teoria d e la filtración del agua marina.-
D e u n a manera muy vaga, Homero, en el
libro XXI d e l a Iliada, escrito u n millar d e
años antes d e Jesucristo, ya dice que l a s
504
P o r Bartolomé DARDER PERICAS.
fuentes v los ríos salen del Océano; pla-
tón, unos quinientos años m á s tarde, en su
P cd
diálogo Fedón, parece indicar u n a opinión .3
c)
semejante, no sin envolverla con u n ropaje . d
c
mitológico. .3
Q
Algo más concretamente, Lucrécio, en SU ul
libro V I de Rerum Natura, escrito poco an- Q
tes d e comenzar la E r a Cristiana, dice que 7t
c
el agua del mar ae infiltra en la tierra, don- O
l -a
d e d e j a s u amargor (o s e a la sal) para sa-
lir al exterior ya dulce e n forma d e ma-
nantiales. E s t a opinión e s profesada aun
2 principios d e la edad moderna por J o s é
~
Julio Escaligero; m á s tarde, al predominar
rd
las ideas d e Descartes, aparece sólo algún l 3
autor que sostenga tal opinión. A principios c
Q
del siglo XVII ya no le queda ningún de-
fensor.
El agua del mar no puede perder en ma- 3
nera alguna por filtración l a s sales que con- 4
t i e n e : este punto e s muy d e notar, a causa ) O
[li
d e oue existe aún u n número considerable k
1
d e personas que atribuyen este origen al o
agua subterránea. El agua del m a r que s e
haya podido filtrar por las grietas de las ' O
rocas o por los intersticics de los terrenos 'a
d
permeables, s e conserva siempre salada sea
cual f u e r e la distancia de su origen.
Teoría d e la destilación del agua mari-
na.- Descartes, en 1644, prevé ya esta ob- 1
jeción y modifica l a teoría d e Lucrecio en l
el sentido d e suponer que el agua infiltra-
da por las grietas que comunican con el
m a r sufre u n a evaporación con e! calor del
Q)
interior de la tierra y los vapores acuosos 7t
ascienden por las grietas para condensarse (d
en l a parte superior d e l a s montañas, dan- 76
id
do lugar a los hilillos de agua que luego
salen al exterior formando los manantiales.
Casi al mismo tiempo Nicolás Papin expo-
u
ne u n a idea semejante, y para explicar los
manantiales en el interior d e los continen-
tes supone que el agua d e l mar, al pene-
trar por las fisuras, forma una convexidad
que l a eleva mucho d e nivel.
\
E s t a teoría está hoy totalmente abando-
n a d a ; e s excepcional que las grietas que
comunican con el mar vayan siquiera unos
poquísimos kilómetros tierra adentro y, por
c t r a parte, está absolutamente comproba-
do el origen atmosférico d e l a s aguas sub-
terráneas. Doneaux, en 1896, pretende re-
sucitar la teoría afirmando que e l agua d e
lluvia no penetra apenas en e l suelo, pero
los ensayos con fluoresceína h a n demos-
trado lo contrario, y los pocos manantiales
abundantes existentes cerca d e las cum-
b r e s de colinas u otras elevaciones d e te-
rrenos son debidas a sifones que llevan el
agua de sitios elevados.
Teoría d e las condensaciones directas.-
E s t a teoría, formulada por Otto V o l g e r en
1877, atribuye la infiltración d e l agua sub-
terránea a l a Condensación del vapor d e
agua atmosférico en las grietas d e las ro-
cas y en los espacios lagunares d e las tie-
r r a s permeables. El autor funda su teoría
en el hecho d e que a u n a profundidad d e
15 a 20 metros existe una temperatura
constante que suele ser l a temperatura me-
dia del l u g a r ; en verano, e l aire m á s calien-
-te del exterior, al penetrar en dichas grie-
tas, s e enfría y condensa en l a s paredes
parte del vapor d e agua que contiene, d e
manera análoga a como s e forma el rocío
en l a superficie; s e trataría, pues, d e u n a
especie d e rocío subterráneo. Una vez con-
densada, el agua seguiría su camino d e
conformidad con las leyes de l a hidráulica,
d e l a misma manera que si procediera d e
la superficie. E n invierno, la condensación
seria menor en el interior, pero continuaría
en las grietas superficiales.
L a dilucidación d e e s t e punto e s capital
para l a busca d e aguas subterráneas. pues-
to que nos dirá s i hemos d e limitarnos a
considerar solamente el agua d e lluvias o
las condensaciones directas, o bien si po-
demos contar con ambos orígenes. P a r a
ello vamos a exponer los argumentos e n
favor y en contra, para acabar discutiéndo-
los y presentando l a opinión que nos pare-
ce m á s exacta.
Opiniones en favor d e la teoria.-Desde
luego es indudable que el aire húmedo con-
densa su vapor acuoso en las superficies
f r í a s ; así por ejemplo, e s un hecho d e ob-
servación en los países meridionales próxi-
505
D
mos al mar que en días d e verano, con u n
sol espléndido, e n l a s calles sombrías el
pavimento aparece mojado; e n Palma d e
Mallorca hemos observado repetidísimas
veces l a formación d e minúsculos charcos.
Con carácter m á s científico, las observa-
ciones d e Lord Kelvil y d e Lyman J . Bridgs
confirman las propiedades d e los sólidos,
d e condensar l a humedad del aire según
el teorema de Gibbs, relativo a l a absorción
d e substancias disueltas.
Fernández Navarro recuerda que en las
islas d e Tenerife y Gomera (Canarias) los
bosques condensan las nieblas,,? h a obser-
vado repetidas veces l a formación d e rega-
tos como si hubiese caído u n a lluvia to-
rrencial. El mismo autor cita e l famoso ár-
bol del agua d e la isla d e H i e r r o (Cana-
rias) que, situado en u n a garganta en q u e
s e acumulan las nieblas, condensaba alre-
dedor d e dos metros cúbicos diarios d e
agua, aprovechada por los naturales d e l
país mediante u n a especie d e estanque
construído alrededor d e l tronco. Un hura-
cán lo derribó en 1612, pero su descripción
existe en el canto XXVII del poema d e Er-
cilla titulado La Araucana.
Si después de u n a lluvia f u e r t e s e a b r e
u n hoyo en u n terreno, incluso relativa-
mente permeable, s e observa q u e el agua
penetra sólo en una fracción muy peque-
ñ a d e l espesor de dicho terreno: de consi-
guiente, si a profundidad aparece un m a n -
to acuífero parece evidente que e l agua d e
este manto no puede proceder d e l a lluvia.
Hoedicke hace notar que raras veces el
agua de la lluvia penetra a m á s d e 25 cen-
1
tímetros en la tierra y a u n luego e s rápida- ii
mente evaporada, ya q u e en breves días ve-
1
mos secarse dicho espesor de l a tierra. Pa-
r a dilucidar este punto, W o r r é h a efectua-
do interesantísimas experiencias sobre te-
rrenos diversos, encontrando que el agua
no penetraba m á s alla d e 1.79 metros d e
profundidad. El autor deduce que el agua
d e lluvia s e infiltra por las grietas de los
terrenos rocosos, pero q u e en los terrenos
más o menos arenosos e l agua subterránea
es debida exclusivamente a l a condensa-
ción del vapor e n los espacios lagunares.
Naturalmente e s t e fenómeno no e s posi-
ble sin u n a intensa circulación d e aire q u e
pueda ir dejando su h u m e d a d ; el mismo
/

W o r r é hace notar que el aire e n el interior
del suelo h a d e sufrir u n a disminución d e
tensión a consecuencia del enfriamiento, lo
cual, unido a l a pérdida d e vapor acuoso
por condensación, motiva una difusión con
el aire normal, que penetrará e n l a grieta
o en el espacio lagunar aportando nuevas
cantidades d e vapor acuoso. L a s experien-
cias d e Dehérain y B e m o u s s y h a n demos-
trado que en las arenas secas l a circulación
d e aire e s activísima, y por lo que respec-
t a a las grietas d e las rocas, d e todos e s
sobradamente conocida la existencia d e
grietas por las que sopla u n viento in-
tensísimo. Esto mismo ocurre en ciertos
pozos en terrenos calizos. H e m o s obser-
vado personalmente el caso e n el pozo
d e Enguera (Valencia), indicado por nos-
otros y construído en terreno dolomítico
del Cretácico, en el cual a unos 18 metros
d e profundidad s e encontraron agujeros d e
los que salía un viento que apagaba l a s ce-
rillas; estos agujeros continuaron h a s t a l a
profundidad d e 38 metros, donde apareció
el primer venero acuífero, que dió mil 1i-
tros por minuto. E n el pozo del señor Ro-
maguera, en Lluchmayor (Mallorca), cons-
truído en las calizas molásicas del Mioce-
no, s e h a n hallado igualmente corrientes
d e aire, mientras que en otros el aire del
pozo e s aspirado por dichos agujeros. Ea
intensidad del fenómeno es tal, que e s di-
fícil mantener u n a bujía encendida. E s t a
circulación, tanto en Enguera como e n Llu-
chmauor, es igual en invierno q u e e n ve-
rano.
Los partidarios d e las condensaciones di-
rectas hacen notar que frecuentemente apa-
recen fuentes cuyo perímetro d e posible
absorción e s insuficiente para nutrirlas a
base solamente d e la lluvia que e n él cae.
Según V a n d e n Broeck, éste e s el caso d e
l a cresta psamítica d e Durnal (Bélgica).
Viene e n apoyo d e lo que acabamos d e
decir el hecho d e que la antigua ciudad d e
Teodosia, e n Crimea, situada en l a orilla
d e l mar, s e alimentaba del agua que s e con-
densaba en las cumbres d e unas colinas si-
tuadas al norte d e l a ciudad. P a r a conden-
s a r el agua atmocférica habían construído
u n a s pilas d e piedras calizas algo porosas,
situándolas en l a misma c u m b r e ; dichas pi-
las reposaban sobre un suelo impermeable
para recoger el agua y medían 30 metros
506
d e base por unos 10 metros d e alto. Hoy
día s e conservan perfectamente visibles
trece d e estas pilas y los restos d e l a con-
ducción que llevaba el agua a la ciudad,
Por nuestra parte venimos observando
frecuentemente la existencia d e agua sub-
terránea en cantidad superior a la q u e co-
rrespondería a una normal infiltraciún del
agua llovida; en tales casos o debe admi-
tirse u n a coeficiente d e infiltración enor-
m e o hay que creer en l a condensación di-
recta. Es digno d e citarse el caso que he-
mos observado en la dehesa Sotillo d e San-
t a Catalina (Monroy, provincia d e Cáce-
r e s ) , donde existe una colina formada por
pizarras cámbricas s u m a m e n t e arcillosas,
las cuales, descompuestas e n s u superficie
y convertidas en arcilla, forman u n subsue-
lo totalmente impermeable. L a colina tiene
unos 40 metros aproximadamente d e eleva-
ción y casi en l a cumbre existen restos d e
depósitos d e antiguos aluviones muy are-
nosos, y por ende muy permeables, q u e cu-
bren a d u r a s penas u n a extensión aproxi-
mada d e 3,000 metros cuadrados. E n todo
su alrededor salen pequeños manantiales
que en pleno verano manan e n total unos
cinco litros por minuto. Ahora bien, l a llu-
via media del país alcanza unos 500 milí-
metros : suponiendo u n a absorción total y
despreciando la evaporación, que en pleno
verano e s muy intensa, tenemos que sobre
dicha colina llueven alrededor d e 1,500 me-
tros cúbicos anuales, lo que supondría u n
débito d e poco menos d e tres litros por mi-
nuto. Añadamos ahora que, poca o muclia,
d e b e existir evaporación y que el caudal
s e r á mayor en invierno que e n verano, y
s e comprenderá que hay necesidad de ad-
mitir otro origen distinto del agua llovida
para explicar el caudal d e los manantiales.
S e podria suponer la existencia d e u n sifón
subterráneo, pero la colina s e halla alejada
d e comarcas m á s elevadas y d e cierta ex-
tensión, y, por otra parte, l a naturaleza
muy arcillosa d e las pizarras dificultaría
el ascenso d e las aguas. D e b e añadirse,
además, que la perfectísima potabilidad d e
tales aguas es u n argumento e n contra d e
su procedencia lejana, y a que generalmen-
te en tal caso están mineralizadas.
Otro caso notable, que viene en apoyo d e
la idea d e que las condensaciones directas
tienen cierta importancia en l a producción
1 \
e
I
d e corrientes subterráneas, e s e l que ob-
servamos en la dehesa Lomas d e Giraldo,
en Cáceres, al pie meridional d e l a sierra
d e S a n Pedro. E n la l a d e r a existen piza-
r r a s silúricas descompuestas con vetillas
arenosas que pueden dar paso al agua; és-
t a e s alumbrada por varias zanjas y por
un pozo d e cuatro metros d e profundidad y
alcanza, según aforo, u n caudal total e n
estiaje d e algo m á s d e cuatro litros por
minuto. La cuenca topográfica es d e t r e s
o cuatro hectáreas, superficie q u e explica-
ría aun u n caudal mucho mayor; pero es
el caso que, según todas las referencias
autorizadas, este caudal experimenta e n
verano, diariamente, u n notable aumento
entre las ocho y las nueve d e l a mañana,
para volver a la normalidad por la tarde.
Si s e admite la condensación directa du-
rante la noche queda explicado e s t e aumen-
to, que por cierto valdría l a pena d e com-
probar por medio d e aforos repetidos.
El profesor H i n t z e hace notar que u n
pantano recibió 800,630 metros cúbicos d e
agua, cuando en la cuenca, e n total, sólo
habían llovido 762,300, lo que implica l a
necesidad d e admitir d e s d e luego l a in-
fluencia d e las condencaciones directas.
Fernández Navarro cita el caso d e Ca-
narias, en que los labradores recubren e l
suelo de gravilla d e lava muy porosa, lla-
mada en el país jable o zahora; las conden-
saciones d e l a humedad del aire s e filtran
por ella y alcanzan la tierra, mientras que
por lo grueso d e s u s conductos apenas pue-
d e tener lugar Ea capilaridad y el agua no
asciende. D e esta manera s e llega a poder
cultivar en secano plantas de regadío.
L a s experiencias d e W e l l s , e n Inglate-
rra, acusan u n a producción media d e rocío
'j/
equivalente a dos décimas d e milimetro d e
i!
lluvia y las d e Boussingault, en Alsacia, so-
' 1 lamente u n a décima y media d e milíme-
j '>
t r o ; suponiéndola constante, e s t a produc-
ción equivaldría a una lluvia d e unos 70
milimetros anuales.
\ Opiniones en contra d e la teoria.-Uno
d e los fundamentos de l a teoría d e que
acabamos d e hablar es el hecho d e que el
agua de lluvia no penetra m á s que en u n
pequeño espesor d e tierra, la cual en cier-
t a profundidad aparece seca.
H e e n h a demostrado experimentalmente
que el agua desciende por las tierras s i n
507
mojarlas lo más mínimo: para ello s e ha
valido d e u n tubo d e vidrio d e la forma
que indica la figura 1, e s decir, doblado y
afilado por l a punta inferior para que pue-
d a salir el aire. E n dicho tubo coloca una
capa d e arena, a, y encima una capa de tie-
r r a fina, b, sobre la cual po-
n e u n a capa de agua, c. P u e -
d e observarse que el agua E
desciende por l a tierra fina
h a s t a la profundidad b', que-
dando ello bien patente por
l a refracción, en virtud d e cu-
yo fenómeno la tierra mojada
parece que tiene un diáme- b
tro igual al exterior del tubo.
M á s abajo la tierra parece
seca completamente, pero al
cabo d e u n buen rato empie-
za a aparecer mojada l a are-
n a del fondo del tubo, mani- p , b , -irbo d r
festándose ello por el mismo ~c:.~~~;Z:
fenómeno d e refracción. H e e n Z~~n't~~a~c$l~~
explica e l caso suponiendo
q m las partículas térreas tienen unos fi-
nísimos canalículos. qu edenomina micró-
poros, por donde desciende el agua mien-
t r a s no encuentra u n a resistencia a su
descenso; cuando esto ocurre, como pasa
en el fondo del tubo e n l a experiencla an-
terior, entonces e l agua invade los espacios
lagunares existentes e n t r e las partículas d e
tierra y é s t a aparece mojada.
§ea o no exacta la teoría d e H e e n , no
r e s t a menos cierto que l a tierra puede de-
jar. pasar agua s i n mojarse y, d e consi-
guiente, los argumentos d e Hoedicke, d e
W o r r é , etc., carecen de valor, y por ello
no puede deducirse s i las condensaciones
directas influyen o no en las aguas sub-
terráneas.
O t r o hecho en contra d e la teoría consi-
derada como origen único d e las aguas sub-
terráneas en terrenos no agrietados, pro-
viene d e l a enorme masa d e aire que d e b e
circular para d e j a r una cantidad aprecia-
ble d e agua. González Quijano hace notar
que para dejar cinco gramos d e agua s e
precisa aproximadamente un metro cúbico
d e aire. Como la circulación ha d e s e r ne-
cesariamente mayor en los terrenos suel-
tos, l a condensación ha d e ser también m á s
elevada, y ello explicaría la condensación

en las gravas aluviales d e l a D e h e s a Soti-
llo d e S a n t a Catalina, d e que hemos ha-
blado, o en el jable d e Canarias, d e que
habla Fernández Navarro.
M a r t e l combate l a teoría d e Volger, re-
cordando que las percolaciones (filtracio-
n e s ) d e los techos del as cavernas aumen-
t a con las lluvias y que l a s u m a d e e s t a s
filtraciones puede explicar muy bien los
arroyuelos subterráneos que s e encuentran
en dichas cavernas. El mismo autor hace
notar que la niebla d e las cabernas es pro-
ducida por evaporación d e l agua en ellas
existente, como lo probaría e l hecho d e que
aumenta después d e las lluvias. El argu-
mento m á s decisivo en e s t e sentido es el
d e las crecidas que los ríos subterráneos
experimentan con las lluvias: s i los ríos
fuesen debidos exclusivamente a las con-
densaciones directas, los caudales deberían
ser constantes.
ilb 2
Gráfica de las variaciones de caudal de la
fuente de la Villa, de Palma de Mallorca,
durante el año de 1911 (según E. Estada).
L a objeción d e Martel puede extenderse
a l a s variaciones d e caudal d e los manan-
tiales; la figura 2 muestra l a s variaciones
d e caudal d e la f u e n t e d e la Villa que abas-
tece a Palma d e Mallorca, e n relación con
las lluvias, según las cuidadosas observa-
ciones d e Estada. Su examen permite ver
como unos quince días después de las pri-
meras lluvias el caudal aumenta notable-
mente, mientras que después de períodos al-
go largos con lluvias escasas el caudal dis-
minuye. E n u n a palabra, l a gráfica d e cau-
dales sigue con un retardo relativamente
constante la gráfica d e las lluvias, siendo
d e notar que la última lluvia d e primavera
tiene lugar a primeros d e junio y el cau-
dal va disminuyendo para alcanzar el míni-
mo a mediados d e septiembre. E s t o deja,
508
pues, bien sentado que dicho caudal proce-
d e d e la lluvia y no d e l a s condensaciones
directas; pero al mismo tiempo hay el he-
cho d e que a partir de esta fecha e l
caudal no disminuye, a pesar d e conti-
nuar sin llover, y s e mantiene práctica-
mente constante hasta que s e siente l a in-
fluencia d e las primeras lluvias ya muy
adelantada la estación, lo que podría incli-
narnos a admitir cierta influencia d e las
condensaciones directas, capaz d e dar u n
caudal mínimo constante, al que s e suma-
ría el proporcionado por la lluvia. Ello sin
negar. l a posibilidad de q u e esta constan-
cia d e caudal puede ser debida a l a dispo-
sición d e las grietas por las cuales circu-
la el agua.
Algunos autores han pretendido que e l
rocío resultaba d e l a condensación del va-
por d e agua evaporado d e l mismo suelo y -
d e consiguiente, que j a m á s podía dar l a
menor cantidad d e agua subterránea, sino
en todo caso disminuir l a pérdida del agua
que el suelo pudiera contener. D e m u e s t r a
lo contrario 12 experiencia de Wells, el
cual dejaba al exterior trozos d e algodón
pesados previamente y observaba el au-
mento de peso por la condensación directa
de la humedad atmosférica. La cantidad d e
humedad condensada alcanzaba u n 200 por
100 del peso del algodón si éste había sido
colocado en u n sitio descubierto y l a noche
era despejada. En las noches cubiertas la
producción d e rocio es muy escasa y pue-
de incluso no tener lugar. Por otra parte,
la producción de rocío en e! pavimiento de
las ciudades, siendo los pavimentos imper-
meables y alejados ¿e sitios en que pueda
evaporarse agua del suelo, demuestra que
el rocío puede ser producido por l a conden-
sación directa de l a hurnedad atmosférica.
Discusión.- Pueden t r e s posiciones fren-
t e a la influencia d e las condensaciones di-
rectas en la producción d e agua subte-
rránea:
a) Los extremistas d e la escuela d e
Volger, que opinan que el agua subterránea
procede exclusivamente d e las condensa-
ciones directas u ocultas. Esta opinión no
resiste en manera alguna a la crítica for-
mulada por e! argumento d e l a variación
de caudal d e los manantiales por causa d e
la lluvia, y su apoyo principal d e que el
agua d e lluvia penetra poco en los terrenos
queda destruido por la experiencia de
Heen.
b) Los extremistas contrarios, que nie-
gan que las condensaciones directas pue-
d a n producir u n caudal subterráneo, o con-
tribuir a aumentar los determinados por
las lluvias. D e las experiencias de Wells,
y de la observación cotidiana s e deduce
que el aire húmedo deposita el vapor d e
agua que contiene e n las paredes f r í a s :
circulando aire por los espacios lagunares
d e la tierra y por las grietas d e las rocas,
forzosamente h a de d e j a r agua que s e su-
m e a l a que s e filtra, condensada e n l a su-
perficie por acción del rocío. Finalmente el
caso d e Teodosia descrito anteriormente e s
decisivo. N o cabe, pues, d u d a de que, en
mayor o menor grado, las condensaciones
directas contribuyen a a u m e n t a r l o s cauda-
les subterráneos.
e) Los que ocupamos u n a posición in-
termedia, admitiendo que l a mayoría d e las
aguas subterráneas proceden d e las lluvias,
pero que a ellas s e s u m a n l a s que resultan
d e las condensaciones directas. Queda por-
dilucidar la importancia d e éstas como
aporte d e aguas subterráneas.
Respecto a e s t e último punto, nuestros co-
nocimientos actuales impiden precisarlo :
desde luego el aporte d e agua por condensa-
ciones directas, en igualdad d e circuns-
tancias d e terreno; topografía, nebulosi-
dad, etc., es evidente que será mayor
en los países de mayor humedad ab-
soluta, o sea en los d e máxima tensión
d e vapor; la observación permite compro-
bar que l a humedad d e l empedrado d e las
calles por condensación directa es m u y fre-
cuente en las ciudades del litoral meridio-
nal español, y excepcional o nula en l a me-
seta. Igualmente es cosa bien sabida que
l a máxima producción d e rocío tiene lugar
precisamente en los m e s e s d e julio y agos-
to, en q u e la tensión del vapor atmosféri-
co alcanza su máximo.
D e e s t a s consideracicnes podemos dedu-
cir que la íntensidad d e las condensacio-
nes directas, como aporte d e aguas subte-
rráneas, estará probablemente en relación
con la intencidad +e l a tensión del vapor
atmosférico; d e aquí que creamos útil l a
publicación del mapa que muestra l a dis-
tribución de las humedades absolutas, o
509
D
s e a las tensiones del vapor, en nuestra pe-
nínsula (figura 3), debiendo tener en cuen-
t a que en l a s m e s e t a s puede haber una
condensación superior a la que s e deduci-
ría d e la humedad absoluta, a causa d e las
diferencias extremadas d e l a temperatura
diurna y nocturna propias del clima conti-
nental a que e s t á s u j e t a la alta meseta es-
pañola.
L a influencia del terreno e s importantí-
sima a este respecto: los suelos sueltos,
arenosos, y !as rocas muy fisuradas, como
las calizas, son los que podrán condensar
una máxima cantidad d e vapor acuoso, y
esto explica el caso d e l a dehesa d e Sotillo
d e S a n t a Catalina, e n e l que l a situación d e
l a s gravas arenosas formando la cumbre
d e una colina debe favorecer seguramente
l a circulación d e aire por sus intersticios y,
d e consiguiente, la condensación d e una
menor cantidad de agua.
Un cálculo sencillo d e la diferencia en-
t r e el agua que manan los manantiales de
la dehesa de Sctillo y la que puede llover
en s u cuenca, nos conduciría a admitir que
las condensaciones directas son capaces de
d a r agua equivalente a una lluvia superior
a 350 milímetros en una zona que parece
reunir circunstancias extremadamente f a -
vorables. No debemos dar demasiado va-
lor a estas cifras, pero demuestran el inte-
r é s d e experimentar cuidadosamente sobre
Fig. 3.-Mapa de la distribución de la ten-
sión del vapor en España, según datos del
Servicio Meteorológico Nacional. Las zonas
obscuras representan las máximas hume-
dades absolutas, mientras que las más cla-
r a s representan, al contrario, las de má-
xima sequedad'.

colinas d e análogas condiciones, a fin d e
llegar a conclusiones d e carácter m á s defi-
nitivo.
E n resumen, e s evidente que l a mayor
parte del agua subterránea, procede del
agua llovida que s e ha infiltrado en el te-
rreno? ya pasando por los micróporos d e
H e e n , ya por los espacios lagunares exis-
t e n t e s entre las partículas térreas, ya por
las grietas d e las rocas: pero sería absur-
do negar l a existencia d e condensaciones
directas y que estas últimas s e sumen al
agua llovida para aumentar los caudales
subterráneos, sobre todo e n nuestro clima,
en especial e n los terrenos muy sueltos
y en los calizos situados d e m a n e r a que el
aire pueda fácilmente circular por ellos.
Teoria del agua d e lluvia.- Pertenece a
u n contemporáneo d e Lucrecio, el arquitec-
to romano M a r c o Vitrubio Pollio, la priori-
dad d e la idea d e que las aguas subterrá-
neas eran debidas a la infiltración del agua
d e lluvia y d e las nieves a l fundirse. L a
teoría d e Vitrubio no f u é d e momento se-
guida por ningún autor y sólo mil seiscien-
tos años m á s tarde f u é desarrollada por el
genio d e Bernardo d e Palissy, sabio fran-
cés que murió en l a Bastilla en 1589. Pa-
lissy afirmó que las aguas llovidas s e in-
filtraban en el suelo hasta hallar una capa
impermeable, generalmente arcillosa, que
las detenía. El ilustre físico Mariotte apo-
yó l a teoría con sólidas razones y numero-
sos hechos d e observación, y a partir de
entonces (1686) decayeron las otras teo-
rías, para tornar preponderancia l a idea ini-
ciada por Vitrubio.
Al hablar d e l a teoría d e 12s condensacio-
nes directas, hemos puesto d e relieve que
el agua de lluvia e s la que origina l a mayor
parte del agua subterránea al infiltrarse
entre las partículas terrosas o l a s grietas
de las rocas. H e m o s manifestado igual-
mente que no e s ninguna razón e n contra
el que el terreno aparezca seco a cierta
profundidad, ya que ello e s sólo aparente,
según han demostrado las experiencias d e
Heen.
Procediendo el agua subterránea d e l a s
lluvias, s e comprenderá que e n igualdad d e
condiciones topográficas y geológicas, e n
5 10
los países d e lluvias m á s intensas las can-
tidades d e agua subterránea s e r á n mayo-
r e s ; d e aquí el enorme interés d e conocer
l a lluvia que anualmente cae e n u n país,
para lo cual hay establecidas u n a serie d e
estaciones meteorológicas que registran
mediante aparatos especiales, llamados plu-
viómetros, l a cantidad de agua llovida. Es-
t a agua s e mide por milímetros: así u n a
lluvia d e 55 milímetros aquivale a una ca-
pa d e 55 milímetros q u e recubriera por
igual l a zona donde ha caído l a lluvia, y
como en u n metro cuadrado d e superficie
cada milímetro d e altura d e agua equivale
a u n litro, tendremos que una lluvia d e 55
milímetros dará 55 litros por cada metro
cuadrado d e superficie.
Fffi 4
F I C 4 - Mapa pluviometrico de la Peninsula Ibérica,
segun datos modernos del Servicio Meteorológico Nacional
L a repartición de las lluvias e n el mundo
e s muy desigual; existen comarcas, como
Egipto (El Cairo), en donde la lluvia me-
dia anual e s sólo d e 32 milímetros, e s de-
cir, que llueven solamente treinta y dos
litros por cada metro cuadrado d e superfi-
cie: en cambio en otras comarcas, como e n
el Camerón, llueven cada año por término
medio cuatro metros cúbicos por metro cua-
drado d e superficie. E n España no s e llega
a ninguno d e estos extremos y l a lluviosi-
dad e s francamente diversa en l a s distin-
tas regiones; e n l a depresión aragonesa, en
Salamanca y en ciertas zonas de la M a n -
cha l a lluvia no llega a alcanzar el prome-
dio d e 300 milímetros, mientras que en l a
zona gallega, e n l a costa cantábrica y en el
núcleo d e los Pirineos suele pasar d e los
- -4
i D
1,000 milímetros, alcanzando 1,255 e n San-
tiago d e Galicia. La figura 4 muestra l a
distribución d e lluvias en España.
La cantidad d e agua llovida no e s l a mis-
ma todos los años; e n ciertas localidades
varía notablemente d e u n año a otro, mien-
tras que en otras s e mantiene sensible-
mente igual; e n Alicante, e n 1913, solo llo-
vieron 129 milímetros, mientras que en
1914 llovieron 511; e n P a l m a d e Mallorca,
en 1913, llovieron 289 milímetros, y en
1915, 708 milímetros: en Cáceres, e n 1913,
llovieron 1,009 milímetros, y e n 1917, solo
353 milímetros. E n cambio Badajos s e man-
tiene en general alrededor d e los 400 mi-
límetros, Avila y Ciudad R e a l oscilan entre
300 y 400 milímetros y Oviedo alrededor
d e los 1,000, etc.
La repartición de l a s lluvias en e l trans-
curso del tiempo es anormemente desigual
y no parece llevar ninguna regularidad, al-
ternando sin orden alguno períodos lluvio-
sos y secos.
Diódoro, el famoso historiador griego d e
tiempos d e Jesucristo, cita u n a sequía q u e -
dejó despotablada a España. E n el año 846
s e inició en la península una sequía que du-
ró treinta y un años, a causa d e la cual mu-
rió el ganado, s e secaron l a s fuentes y pe-
recieron casi todos los frutales d e grandes
zonas d e l país. E n e l año 889 s e repitió l a
sequía, si bien con menor intensidad, y des-
pués d e algo m á s de u n centenar d e años
d e normalidad, en e l año 1000 asoló toda
Europa una sequía a consecuencia d e la
c u d s e secaron incluso grandes ríos. La
sequía s e repitió en 1122, en que e l Rin
quedó casi seco.
E n cambio en 1168 cayeron grandes llu-
vias con formidables inundaciones y cua-
tro años m á s tarde hubo una sequía y ham-
bre general en toda España. E n 1257 asola
nuestra peninsula u n a gravísima sequía y
en el año siguiente terribles inundaciones.
E n 1304 la sequía general se repitió e n to-
d a Europa, secándose e l Rin, el Loira y el
Sena. De 1358 a 1450 son casi cien años
d e fortísimas lluvias e n toda l a península,
con sequía terrible en Baleares a f i n e s del
siglo XIV, sequía interrumpida en 1404 por
l a s lluvias formidables que originaron la
511
terrible inundación d e P a l m a d e Mallorca,
que ocasionó l a m u e r t e d e m á s d e cuatro
mil personas. Consideramos inútil conti-
nuar esta Iista, por otra parte muy incom-
pleta, pero que e s suficiente para demos-
trar l a irregularidad d e las lluvias y cuán
poco fundamento tiene la creencia genera-
lizada d e que los tiempos actuales son m á s
secos que las épocas pasadas. P o r lo que
afecta al cálculo de posibles aguas subte-
rráneas, es conveniente y prudente partir
siempre d e u n a cifra inferior a l a lluvia
media d e la localidad, en previsión d e años
m á s secos: e s t a precaución s e h a d e extre-
m a r en la zona levantina d e España, en
donde las variaciones de u n año a otro son,
e n general, m á s sensibles.
P a r a calcular el agua llovida en u n a cuen-
ca determinada bastará multiplicar los me-
tros cuadrados d e extensión por los milí-
metros de lluvia media del país, teniendo
e n cuenta que en l a montaña llueve gene-
ralmente mucho m á s que e n las zonas Ila-
nas. Es importante n o olvidar que l a cuen-
ca hidrogeológica de u n punto determinado
no e s l a misma que su cuenca e n sentido
topográfico. Sobre e s t e punto insistiremos
más adelante.
P a r a el cálculo d e l a s aguas subterráneas
basta conocer l a extensión d e l a cuenca d e
u n a manera simplemente aproximada ; pa-
r a l a cuenca topográfica lo mejor e s ser-
virse d e un mapa a escala algo detallada,
como e l del 1/50,000 del Instituto Geográ-
fico, y sobre u n papel milimetrado transpa-
r e n t e trazar los límites d e l a cuenca: por
l a escala del mapa s e s a b r á l a superficie
que representa cada milímetro cuadrado, y
no restará sino contar los milímetros cua-
drados que encierran los límites. Si no s e ,
tiene papel milimétrico transparente, s e ha-
r á sobre papel transparente cualquiera, el
cual luego s e r á colocado sobre papel mili-
metrado opaco, corriente en el comercio. E n
ciertos casos hay q u e apelar a determina-
ciones topográficas q u e han d e ser hechas
por personas especializadas en el manejo
del taquímetro. El cálculo d e l a s cuencas
hidrogeológicas h a d e ser efectuado por u n
geólogo tomando por base u n buen mapa
topográhico O levantamientos taquimétricos.
\.
 REVISTA M E N S U A L
ORGANO OFICIAL DE LA COMISION NACIONAL DE IRRIGACION
FUNDADOR:

OFlCl N A S .
l
ESQUINA BALDERAS Y AYUNTAMIENTO
T E L E F O N O S : ERIC. 2 - 1 8 - 4 2 . MEX. L . 0 6 - 2 1

S E REPARTE GRATIS ENTRE TECNICOS AGRICULTORES Y COLONOS

REGISTRADO EN LA DIRECCION GENERAL DE C O R R E O S COMO ARTICULO DE 2 n CLASE, E L 2 6 DE M A Y O DE 1 9 3 0

ABRIL, 1932 1 NUM. 6

SECCION EDUCATIVA Y DE DIVULGACION

ndustrias en e l hogar del campesino. L a leche y su aprovecha-
r , -,-
...................................... Ing. P a b l o Hragon. 342
El pato.. ................ ección d e Ganadería. 546
ústico para agua . I n g . 0liverio Téllez. 551
y l a vida social . Augusto P r i s t e r , 552
L a s exposiciones agrícolas. ar Martino, 554
Ligeros apuntes sobre e1 cu .... --- 1-. ...................... CCO
JJO
P ~ o f d. e Horticultura Delfino Castillo.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Agrónomo Carlos T e r r a z a s Moro. 5

A r b o l e s d e tierra caliente. ...
SECCION EXTRANJERA

N esta misma sección nos hemos ya ocupado de las aplicacio- I

nes tan variadas que tiene ia electricidad en los negocios agrí-
colas y en la vida rural. Abarcan un radio muy amplio, pues I
l
incluyen desde la elevación mecánica de grandes volúmenes

,, Barocio Alberto.
,, Bistrain Pablo A. ~

,, Peimbert Angel.
la explotación agrícola y las comodidades domésticas de la granja.
~, Coria Antonio.
,, Corral Joaquín. ,, Prister Augusto.
H a venido apareciendo también en esta Revista una serie de ar- l
tículos que comentan en detalle ciertos usos de la electricidad encaminados
,, Cuevas José A.
,, Chávez Eduardo.
,+

,,
,,
Quevedo Miguel A. de.
Ramírez Ulloa Carlos.
Ramos Federico.
l
a activar el proceso de germinación de los cultivos, describen métodos de
bombeo, arados eléctricos u otras formas de utilización de la corriente, ex-
I
,, Rode Guillermo. perimentados con éxito en otros países. I
,, Rodríguez Antonio. En todos esos casos la electricidad se emplea como fuerza motriz
Roe1 Faustino. o medio de calefacción. Pero queda un campo muy extenso, igualmente : 1
Sánchez Pedro C. c 1
interesante desde el punto de vista de las conveniencias rurales, en que
da electricidad sirve como agente físico-químico primordial para la elabora- 1
Ing. García Manuel. ,, Saucedo Vicente. ción de determinados productos. Nos referimos a los fertilizantes que ~

,
,, Gayol Roberto. México fabrica en cantidad insignificante e importa en proporción también
muy reducida : 3,000 toneladas anuales en promedio, l
1
La escasa significación actual que en la vida agrícola del país tic-
Villaseñor Manuel. nen los abonos artificiales-sólo aplicados muy restringidamente en horta-
Villaseñor Vicente C. lizas y jardinería-se explica por su alto costo y, sobre todo, porque no en- l
Vivar Gonzalo. tra en los hábitos de nuestros campesinos usarlos corrientemente, ni sien-
ten tampoco la necesidad de hacerlo, dado el carácter rutinario y extensivo
1
517
l

- - ------ - -
0

__ ~- ~- - - ---’
1 I

-. - __ __ -- -.- . __ - -A

-
envuelve, nuestros incipientes centros de colonización deben llegar a ser-
 su costo unitario de establecimiento ascenderá apenas a 50 Dls. por KW.
instalado (el costo medio en centrales reputadas como económicas, no es 1
1

inferior a 100 Dls.). ~

w
Elestudio del régimen de los recursos de agua asegura una produc-
c o
ción media anual de energía de 25 millones de KW.-H., que si se destina
a la fabricación de fertilizantes nitrogenados-por el proceso de la fijación
4
-
*.
del ázoe del aire-, cianamida, por ejemplo, podrá obtenerse anualmente de >-
Di
‘r =~PI
5,000 a 6,000 toneladas de ese producto, que tiene un valor comercial no in-
ferior a $180,00 la tonelada.
Para juzgar mejor el proyecto debe tornarse en cuenta que la
producción de fertilizantes nítricos se asocia ventajosamente con la de
ciertos explosivos ; como también se relaciona íntimamente la industria
electro-metalaírgica del zinc con la fabricación de superfostatos, abonos <-

igualmente de primer orden. El ciclo de los procesos quimicos incluye ex- Y

*
pectativas simultáneas muy valiosas. 4
ri

I Noquisiéramos cansar exhibiendo cifras. Recordemos, sin embar-

go. que la venta de fertilizantes en los E. U. A. asciende anualmente a
máe de 120 millones de dólares. E n Europa, antes de la Guerra, se im-
m
portaban 390,000 toneladas de ázoe (en nitratos chilenos) y se producían w

c)
neladas de ázoe también, obtenido del amoniaco de la hulla. Los W

sintéticos nitrogenados apenas representaban entonces 35,000

toneladas de ázoe‘. A la fecha, Alemania sola produce mas de 500,000 to-
neladas de ázoe y un millón de toneladas de sulfato de amoniaco recu-
perado. e
Y
‘c
No debemos omitir los datos relativos de lan Quinquenal de los
Soviets, pues los progresos planeados para su industria química tienen
estrecha relación con la transformación radical de que es objeto la agri-
cultura. La fabricación de abonos fosfáticos, por ejemplo, se propone sea
elevada de 260 toneladas (1928-2 ) a 3 y medio millones (1935) : la de sul- i
\

fato amónico aumentará de 5,000 a 000 toneladas. Hay el propósito

de que al finalizar el quinquenio la p cción total por año de abonos quí-
micos ascienda a 8 millones de toneladas.
6 I
/
La magnitud de las cifras anotadas no debe ahogar nuestros mo-
destos propósitos, sino servirles de incentivo para que comiencen a pea-
.. l
I !

E algunos años a é s t a parte
la Topografía ha adquirido
un valioso auxiliar con e l
perfeccionamiento d e los
métodos fotogramétricos,
los cuales, no obstante,
son poco conocidos en nues-
t ro país debido sin duda a l a f u e r t e in-
versión inicial que se necesita hacer para
obtener un equipo completo d e aparatos
necesarios con qué efectuar esta clase de
L a Comisión Nacional de Irrigación
trabajos.
un
compró a l a casa Zeiss, d e Alemania,
equipo completo d e fotogrametría, que
consta d e dos grupos d e aparatos, uno pa-
r a trabajos terrestres, y otro para aéreos.
Con éstos, l a Comisión h a realizado tra-
bajos de importancia, los cuales h a n arro-
jado costos s u m a m e n t e bajos comparados
con otros d e métodos antiguos. Esto e s lo
r e f e r e n t e a costos, pues en cuanto a exac-
titud y riqueza de detalles, no c a b e com-
paración.
E s t e artículo tiene por objeto hacer
una exposición sencilla y rápida d e los
. procedimientos que se siduen para l a cons-
trucción d e un plano fototopográfico, desde
52 31
Por el Topógrafo j u l i o PEREZ LEON.
su teoría fundamental h a s t a s u evaluación
por medio del estereoautógrafo.
FUNDAMENTO D E L PROCEDIMIEN-
TO. FENOMENO ESTEREOSCO-
PICO.
Cuando observamos un objeto cualquie-
ra, no muy distante ni m u y cercano (unos
4.0 ó 50 metros como máximo, y 7 u 8 cen-
tímetros como mínimo, 10s que llamare-
mos límites d e percepción de relieve), po-
demos darnos cuenta d e su forma y calcu-
lar aproximadamente a q u é distancia s e
encuentra d e nosotros y d e los Objetos
que l e rodean. P e r o si e s e mismo objeto
10 Observamos en u n a fotografía, sacada
desde el mismo lugar, no podremos ni de-
finir S U f o r m a ni calcular s u posición res-
pecto a 10s demás objetos, ya que todos
éstos aparecen en l a fotografía colocados
en un Plano.
Esto s e d e b e a -que, al mirar nosotros
u n objeto cualquiera, colocado dentro de
í o s límites antes dichos, nuestro cerebro
está recibiendo dos impresiones o foto-
grafías, correspondientes u n a a cada ojo
y distintas debido a l a separación e n t r e
sí d e los mismos, es decir, que la impre-
 7

tes, v. gr., los valles, o bien como en 10s

d e dibujo y cálculo. Unicamente para for- y O', los objetivos d e la cámara, AQ y produciría el querer distinguir con preci-
encañonamientos d e los ríos, en 10s cuales mar un buen croquis, y revisar que no f a l t e BQ', son los ejes ópticos de l a cámara res- sión los detalles d e u n cerro muy distante,
de cualquiera d e los dos lados s e domina ningún dato relativo al apoyo, liga, etc., que pectivamente en los extremos d e la base: y con paralajes grandes, el esfuerzo resul- l

el extremo opuesto.
11. Que dicho lugar no sea boscoso, o
cuando menos que la vegetación no s e a
muy espesa, pues. entonces ésta impide
ver el terreno a través d e las, fotografías.
Conviene, además, que l a persona en-
cargada de esta inspección, esté enterada
de l a finalidad del levantamiento, d e l a
escala a que s e va a construir el plano, d e
l a equidistancia que s e requiere entre l a s
Curvas d e nivel, así como del personal.
tiempo, dinero, aparatos y medios d e trans-
porte con que s e cuente para efectuar e l
trabajo.
Con todos esos datos, s e podrá tener una
idea de la precisión que necesita el trabajo
d e l a que s e puede obtener con 10s
elementos con que s e cuenta. así l a per-
sona encargada d e esta inspección, rendirá
un informe basado en l a combinación d e
dificultades y posibilidades que presenta
la operación, d e donde s e podrá deducir si
impida poder calcular la posición d e todos
las estaciones de fotografía,
TRABAJOS DE CAMPO
El
primer paso para efectuar u n levanta-
miento fototopográfico e s l a elección d e las
bases. Ya hemos visto que éstas tienen que
estar en cierta relación con las distancias
mínimas y máximas del terreno que se de-
see fotografiar, pero esta relación necesita
calcularce, teniendo en cuenta además d e la
amplitud d e los ángulos d e percepción, l a
distancia focal d e la cámara con que s e ope-
' re, En la figura 2 s e puede apreciar fácil-
mente el cálculo de una base:
LOSsegmentos PI y PD representan res-
pectivamente las placas izquierda y dere-
cha, coIocadas en los extremos A y B d e
la base, y alineadas con ella, I3, la base; 0
I
l
Z Ia distancia mínima a que s e desea con-
figurar, f l a distancia foca1 d e l a cámara
y M un punto cualquiera del terreno, colo-
cado a esa distancia m á s o menos.
D e 10s rayos luminosos que parten del
punto M dos d e ellos el MO y el MO',
vendrán a impresionarse sobre las placas
en los puntos m d e la placa izquierda Y m'
d e la derecha. El ángulo mínimo d e per-
epción, será entonces el 0 MO'. Si por
plunto O' trazamos una paralela al r a
MO, tendremos la línea CQ' que nos dará
sobre la placa derecha el punto m".
esta manera tendremos el ángulo d e ~ e r -
cepción O MO' proyectado Sobre l a Placa
derecha, y cuyas intersecciones con esta
placa en m' y m", nos dan l a magnitud
(a) que es igual a la diferencia d e abscisas.
d e los puntos m y m', respecto a los ejes
ópticos, o sea el segmento x, menos x'.
A esta diferencia de abscisas s e l e
nombre d e paralaje
ta parecido al que hacemos al tratar d e ver- .
nos la punta d e la nariz con ambos ojos.
El cálculo d e l a base se hace de la m a -
nera siguiente: Supongamos en l a figura
2 a1 operador colocado en el extremo A d e
la base. Valiéndose del telémetro d e 1
melos especiales, podrá calcular más
nos la distancia mayor a que desee confi-
gurar; ésta la llamaremos 2, l a focal e s I
conocida porque las cámaras l a traen mar-
~
cada, o bien s e puede medir, y la'paralaje,
que s e tomará la mínima o Ia máxima, se-
gún que lo que interese sea configurar lo
más lejos o lo más cerca posible d e la
base. Con estos elementos podemos ya
calcularla.
0'L~~
m*, triángulos
nos semejantes M 0 9 Cy mrr
proporción :

es costeable o no hacerlo por estos proce-

ientos.
,Y]
P a r a iniciar un trabajo d e campo, s e dará
especial atención a que el equipo s e a com-
pleto, Este debe constar d e los siguientes
grupos de aparatos y útiles: 1 0 Aparatos pa-
- -4 Corno s e ve, esta
o paralaje, es la intersección d e 10s rayos
luminosos que forman el ángulo d e per-
y f la altura del triángulo mi' O' m', MC es
igual a ( b ) , o s e a la base, por ser estas 1;-
neas paralelas comprendidas entre parale-
\ cepción proyectados sobre una misma pla-
las y mqqm', lo llamamos a, entonces el va-
\ ca, y'es fácil comprender que para puntos
lor d e la base e s
\ más lejanos que el M, este ángulo irá sien- I
\ do menor, y por lo tanto, la paralaje tam- z=-bf l
1
\

\
ra trabajos d e campo: una cámara d e foto- irá disminuyendo hasta llegar al lími- n
grametría, con dos cajas d e chasises para
placas fotográficas, las que s e deben llevar
\ áximo de distancia que e s donde l a
paralaje ya tiende hacia cero, y por 10 tanto,
GG

ga
en número suficiente para cubrir el área las imágenes sólo producirán una débil im-
pu
total; más u n excedente; dos teodoíitos, un presión estereoscópica.
nivel, un juego d e señales para extremos d e Ea práctica ha demostrado que para gran- misma proporción a 2.
bases, cintas métricas d e acero, estadales, d e s distancias, l a paralaje no debe ser Sucede a menudo que l a base necesaria
balizas, anteojos prismáticos, clisímetros, \ menor d e 10 milímetros, y para distancias para ¡legar al límite máximo, no nos per-
reglas d e cálculo, prismas para calcular cortas, no mayor d e 35, pu
alcance lateral d e l a s bases, cronómetros, en casos especiales a 5 y 45
registros, etc. 20 Utensilios para revelar fo- sos que deben evitarse eB lo
tografías. Es muy importante que éstas sean i
Y

reveladas en el mismo cámpamento, para

tener la seguridad d e que sirven, o en ca-
1
p _-
so contrario, repetirlas inmediatamente. Es- 'A
-1 P-
te grupo d e utensilios debe constar d e subs-
tancias para revelar, tanques, portapiacas,
caballetes, lámpara roja, etc., y 3* Utiles

524

ben llenar, y que lo exigen por construc-
ción, los aparatos con que s e verifica el
trabajo. E s t o es, que el desnivel e n t r e los
extremos de l a base no sea mayor de 15".
Otro dato importante es e l del margen'
d e sobreposición que d e b e h a b e r e n t r e l a
para l a base 1A-113, siendo A B C D el
limite máximo y E F el mínimo. Al hacer
, l a desviación del e j e d e l a cámara, para
sacar l a s fotografías izquierda y derecha,
l a b a s e s e reduce a s e r su proyección SO-
bre u n a línea que tuviera l a misma incli-
, nación que el eje, por eso el alcance d e l a s
r a e s t e trabajo se han usado teodolitos l
Zeiss d e 2" centesimales de aproximación,
obteniéndose cierres d e triángulos con u n
error d e 3". D e s e r posible, e s bueno aco.
tar topográficamente el mayor número de
estaciones y puntos de control, pues e s 1
muy útil poder hacer después varias com-
~

fotografías izquierdas A B y derechas C

fotografía extrema d e una estación y l a el d e las normales 13
extrema de l a estación siguiente. abarca l a estaci
sobreposición c
mo s e indica en l a figura 4, pa tremo B, que define la línea
d e enlace los puntos iguales q
tifiquen en los dos pa
E s t a sobreposición s e
d e u n prisma que s e us
ción d e las bases, el cua
l a f a j a d e terreno que
d e fotografías, e s decir,
servando algunos punto
curando qué l a base sig
tada d e manera que esos mismos
s e fotografíen desde l a nueva base,
eposición quedará efectuada.
Una vez hecho. el cálculo d e u n a base,
coloca en el extremo m á s saliente, pro-
m a figura. E s t a parte d e l a s fotografías
curando que é s t e s e a el extremo A, u n a
e s l a que sirve para continuar l a confi-
mojonera muy bien encalada, con el objeto
de que aparezca en l a s fotografías d e l a s cámara en B, s e sacan l a s otras t r e s que
estaciones opuestas, y sirva como referen- completan 10s pares estereoscópicos.
cia o control para precisar l a posición d e L a operación que sigue después d e sacar
esas estaciones. las fotografías es l a medida d e l a base,
El1 e s t a figura l a estación No 11A, sirve que d e b e hacerse con cinta d e acero, lo
d e control para las placas izquierdas d e l a exacto Posible.
estación 2A, y para las derechas d
s e s IA-IB y l a 2A-2B, cuyo e j e coincide tación IA, y é s t a s dos a s u vez sirven d e cas,
con e l de la b a s e 1, y e s el 11; E s t e caso control a l a estación 11A. Cuando
especial d a lugar a l a formación d e o t r a f a j a d e terreno abarcada por, un a
d e fotografías n o apar
tación, se d e b e elegir
30 Cuando l a s líneas

tremo q u e queda hacia s u izquierda s

llama A y el d e l a derecha B.
Al hacer l a elección d e l a s bases, s e
t e n d r á e n cuenta otro requisito que de-

~ _ _ ~ -- _
P

Itl I
 TRABAJOS AEREBS que s e desee, s e puede s a b e r ' a qué altura
s e tiene que valar para obtener la escala ~

núa hasta agotar las placas. Para efectuar un levantamiento aéreo, s e deseada.

aparecerán des-
servirán de con-

hará coincidir, mediant

óptico del estereoscopio

biendo tener en cuenta que entre cada f a j a Para esta fórmula, s e considera el terre-

ete, habiendo logra- la figura 5, p es

resumen

n del Vaso d e Santiago

d e Santa Mónica, Mi-

-
terceptada por el plano H, siendo entonces marcados en el papel, y los que s e proyec-

-Nueva Forma de Dique que se Propone

Nl DESLIZAMIENTO Y SUBPRESION, ESTUDIADO PARA

UE TIENE, ADEMAS, UN VOLUMEN DE 40 A 60% MENOR QUE

EL CORRESPONDIENTE A UN MURO DE GRAVEDAD
El señor Ing. C. H. Howell Ingeniero en Jefe de “The J. G. White
Engineering Corporation. S. en C.,” agente de la Comisión Nacional de
Irrigación en la construcción de sus obras, por el interés técnico que

caso de la presa‘ de Pintas, en el Proyecto de Río Conchos.

La COIMISION NACIONAL DE IRRIGACION no ha tomado deci-
pegando las fotografías sobre 10s punt
d e control, e s decir,. pegándolas
. a la vez
que s e hace que coincidan los puntos si-
tuados por coordenadas en el papel, y l o ~

cerlo al fondo d e l valle, no puede girar ni desliar. En

les d e una fotografía a otra, obte

asP un mosaico tosco. L a Comisión Nacio- resistencia máxima, y en el supuesto de indeformabilidad en los estri-

vantamientos aéreos : Pueblo

Son., y alrededores; ciudad d

ue la configuración
 Debido a esta razón, y por ser un asunto de interés, s e hizo un proyecto preliminar
aplicándolo al lugar en donde se construyó este dique. Bh
,
 -
’ 1

dos para el servicio d e negociaciones mi-
neras o metalúrgicas- pero es de creerse
que s e trata d e simples aplazamientos. En-
tretanto, las empresas ministradoras de
importancia trabajan empeñosamente por
powlarizar el USO d e la eléctricidad Y
abrirle así nuevos campos d e aplicación.
con el. propósito inmediato d e colocar can-
tidades importantes d e energía que la
por paro
mira fu-
demanda
y ase-
d e en-
llegado a precisarse, ni menos han crista-
lizado en una acción perseverante y bien
meditada.
Estamos, pues, autorizados para concluir
que, así como tenemos una política agra-
ria, d e irrigación, obrera, carecemos d e
una política eléctrica que encauce todas
las manifestaciones de 12 industria relati-
va, impulse a ésta y la reglamente en el
sentido que más convenga a 10s intereses
colectivos y asegure la conservación racio-
nal d e 10s recursos naturales que son fuen-
t e d e producci de energía. En Otros
minos. la Po1
1
e los recursos d e algunas relación al primer caso, es lamentable que
cuencas.
el espíritu democrático y d e asociación, que
II
La economía general y 1 público, di- arrastra a 10s clientes. d e las empresas a
U
rectamente, han sido también perjudica- constituirse en agrupaciones, s e desgaste l
dos por las condiciones anárquicas en que en luchas estériles por ausencia d e final;-
ha nacido y prosperado l a industria eléc- dad práctic no se hacia empe-
trica. El alto costo real d e algunos siste- ños canstr os y de cooperac;ón para 1
mas ministradores, agravado por la inefi-
caz fiscalización y la deficiente reglamen-
fomento ¿e l a industria regonal.
Debe hacersJ notar que, en los úItimos 1
icial d e estos negocios, s e traduce
‘*‘1 en las tarifas de con-
siete años, el Gobierno Federal h a demos-
trado deseos intermitentes de instituir una
e ahí que muchas industrias que verdadera política eléctrica. Pruebas d e
ér han sido la creación d e l a Comisión
t - exigen energía barata -las electro-quími-
cas Y electro-metalúrgicas, desde luego- ~ello ~de F~~~~~
~ M ; ~ -disuelta
~ ~ ~ más;~ ~ ~ l
sean desconocidas en el
~ a í s q; u e -e
pleo doméstico de la electricidad, tanl em-
va- tarde- y la expedición del Código Nacio-
l
I

riado, esté reducido al alumbrado y USOS nal Eléctrico, gue federaliza la industria.
precio reducido- 7 a lograr que aquellos
mínimos d e calefacción. o t r o tanto aconm Pero h a faltado, como ya s e dijo, continui-
recursos s e usen sin despilfarro, conforme
s y que a un plan ral bien definido e inspira-
n amplia d e las necesida-
tece en los servicios eléctricos rurales, que
permitirían hacer evolucionar rápidamente
en la acción,
d a d conjunto
del del problema
y una que permita e-s;
clara l
nuestros añejos métodos agrícolas, y que tablecer un criterio definido y estable.
y d e las posibil
son además frecuentemente prohibitivos
que s e cuenta para satisfacerlas.
por el alto costo d e l a s redes d e distribu-
ción. x * n ~

Ic * x
l
sible entrar aquí en
detenido d e los inconvenientes d e fondo
más cuanto que e a proporción directa d e que h a acarreado la ausencia d e un pro-
sus adelantos crecen los intereses Colecti- grama gubernativo en los negocios eléc-
vos vinculados a ella; industrias extracti- tricos. Sin embargo, ciertos hechos son d e
vas, man eras, comodida- tal manera evidentes que deben ser men-
cionados. L a ubicación esporádica de las
des urbanas, etc.
os últimos tiem- primeras centrales que s e crearon Y *as
a intermitente, e] Gobierno sucesiva introducidas a sus
a los asuntos eléctri- sistema han sido ajenas a todo programas
más
esa comprensiva a que antes oficial. eneralmente no han
ría, por largos añoS, para el cri- guía que el natural espíritu d e lucro Y la
eléctricos queda- satisfacción d e necesidades inmediatas, ya
cial, los
fiean manufactureras, mineras
0
ban englabados dentro del cuadro que urbanas.
sí también que se hayan abor
abarca las actividades d e las industrias d e hidro--
transformación, a d e que aquéllos do* en los comienzos3
ctricos muy dispendiosos en vez de aco-
Una fisonomia uy propia que no
tal incorpora sario meter primero los más económicos Y ‘ea-
después otras posibilidades, gradual-
que la industria elec
te, en el orden d e s u Costo creciente.
grado de desarrollo y
problemas y hechos soc esde el punto d e vista d e la conserva-
el movimiento intenso d e las riquezas naturales, l a falta d e
evisión y d e acción coordinada e n el otor-
nto d e concesiones d e aguas h a tenido
resultado la enajenación
dicha industria. tes fuerzas hidráulicas, en for
ometer o dificultar l a

-
 tonio Texas han establecido

d e nuestros numero
+
mexicanísimos, los

4 de las hijas de Scgis Walker Matador, que han dado m i s de 1,000 libraíj de mantequilla e n un año.

544
 rero, del vidriero y

l
 fríos más fuertes, o a principios d e la pri-
\ 1 mavera.
algunos después de
años, los arbustos s e vuelven muy espesos
y producen hojas demasiado ásperas: en-
tonces conviene podarlos desde abajo, cor-
tando los tallos principales a una altura que
varia entre 20 y 50 centímetros, con el
a la planta a que
objeto de
ca renuevos tiernos que más tarde dará,
buena hoja.
Los desperdicios d e poda s e entie-
rran a l a mitad de los surcos para que s e
pudran, s e transformen y sirvan
abono.
Como resultado d e la poda apare
en los ojos d e las ramas unos brotes que
s e desarrollarán rápidamente dando origen
a un tallito o ramita con varias hojas nue-
vas; $e éstas s e cosechan solamente las
dos o tres terminales y en las axilas d e
las que quedaron, si las condiciones son
favorables, s e formarán otras yemas que
emitirán nuevas hojas. Esto proporciona al
agricultor la facilidad de hacer varias co-
sechas sucesivas, y la mayor o menor
rapidez con que s e formen los nuevos bro-
tes depende del clima, suelo, cultivo y
sistema d e recolección.
S e recomienda que no s e arranquen
d a s las hojas de un brote para no des-
equilibrar demasiado a la planta y que ésta
pueda retoñzr más rápidamente.
E n el caso de que s e desee obtener
semilla, se escogerán las plantas más vi-
gorosas y s e les dejará su completo des-
arrollo fisiológico para que produzcan se-
ente. Estas plantas no s e
ose en los dos primeros
a forma adecuada.
RE COLECCION
El arranque de las hoj empieza
cuando la planta, cumple dos años y s e eje-
cuta a mano durante 10s meses d e mayo a
octubre. El corte debe limitarse a l a s pun-
tas d e las ramitas más delgadas y a las
2 ó 3 hojitas terminales más tiernas, como
s e muestra en la fig. 4, porque si s e c o
tan otras hojas más gruesas 0 ásperas, el
t é que resulte será d e mala clase.
562
L a recolección d e las hojitas s e hace
durante toda la estación, a intervalos d e
7 a 15 días, dependiendo d e l a rapidez con
s e desarrollen 10s brotes nuevosl los
que deberán observarse con mucho cui-
dado Para que no se “pasen” Y se vuel-
van demaciado correosos; S e conoce que
están en Su punto” cuando al hacer Pre-
sión sobre las ramitas con la uña del Pul-
gar y la primera o segunda falange del
índice, s e trozan o cortan sin gran resis-
H a y que hacer notar que l a s hojitas
que tardan más tiempo en crecer producen
un t é más sápido y d e mejor gusto que las
que crecen rápidamente, siempre y cuando
s e corten en s u oportunidad. s e arranquen
solamente las hojitas más tiernas y el be-
neficio posterior no deje nada que desear.
L a vitalidad d e la planta, bien culti-
vada, en buenas condiciones, haciendo las
recolecciones con todo cuidado y una po-
~ da razonable, llega a los 50 años. S e citan
casos raros en el Japón, en donde arbus-
tos d e té han vivido 200 años.
4
A
BENEFICIO
En l a s grandes plantaciones el traba-
jo manual s e reduce en la actualidad a la
recolección d e las hojas y a la selección
final, consistente en separar l a s que resul-
ten defectuosas y las impurezas. El bene-
ficio s e hace por medio d e máquinas más
o menos complicadas, como son l a seca-
dora, l a enrolladora, l a empacadora, etc.,
que sería prolijo describir, pero de las que
pueden pedirse detalles y precios a l a s ca-
s a s constructoras, entre las que s e puede
citar l a “Marshall Sons & Co.,” d e Lon-
dres, Inglaterra.
h que el t é con facilidad toma cualquier mal
Tratándose d e cantidades en pequeño
el beneficio puede hacerse en la cocina
$e l a casa, siempre que s e cuente con los
utensilios que a continuación s e expresan,
mos o menos grandes, según l a cantidad
d e hojas con que s e cuente:
Una estufa u hornilla para encender
fuego.
Un horno d e lámina para que sirva de
secadora. ’
Una cuchara o paleta d e madera para
ta u olla d e fierro, que
rtamentos interiores, con
substituirse por una olla
barro, dentro d e l a cual
ás chica que, por medio de
unos alambres, quedará suspendida d e l a
boca d e l a primera; d e modo que las bo-
cas d e ambas queden parejas, a igual al-
563
tura (fig 5 ) ; l a olla más chica deberá te-
ner su tapa y si e s posible también la l
grande. En el espacio que queda entre las
ollas s e pone agua limpia, casi hasta e l cue- 1
llo d e Ia mayor, unos cuatro centímetros
más abajo de l a boca para que al hervir
el agua no penetre a la olla chica; en ésta
s e ponen las hojas d e t é que s e van a be-
neficiar y s e tapa bien.)
~
Una cazuela grande, extendida, d e
l
buena clase y, si posible, bien vidriada. I
Una mesa muy limpia o una artesa
para amasar,
Es absolutamente necesario que estos l
utensilios s e conserven muy limpios, por-
olor, por imperceptible que sea, desmere-
ciendo bastante con eso.
TE “NEGRQ.”---Se llevan las hojas
a un lugar seco, bajo sombra, y s e extien-
den sobre una mesa muy limpia, formando
una capa uniforme como d e 6 2 8 centíme-
tros d e grueso, cuando m á s ; al cabo d e do-
ce o d e veinticuatro horas, según el clima,
habrán perdido poco más o menos la mitad
d e su peso por l a evaporación d e la hume-
dad y s e habrán vuelto suaves y flexibles.
Esta operación d e b e vigilarse con cui-
dado para que l a s hojas no s e “pasen,”’ por-
que si s e ponen quebradizas no podrán en-
rollarse bien y habrá necesidad+ d e rociar-
i
las muy finamente can agua Iimpia para
que vuelvan a estar flexibles. S e conoce
que están “de punto” cuando s e doblan
con facilidad, sin que s e rompa l a nervadu-
1
ra principal.
1
S e pasan l a s hojas a una mesa o ar-
tesa d e amasar, tomando puñados como
d e 250 gramos, y s e amasan como si s e tra-
tara d e hacer pan; a l principio s e hace
poca presión para que las hojas s e vayan
acostumbrando a enrollarse, y al cabo d e
ocho o diez minutos, s e aumenta l a pre-
sión a todo lo que s e pueda, gradualmente, A
l
hasta formar una especie d e pelota d e
la que no s e desprendan las hojas. S e di;
ce que este vigoroso amasado tiene una
influencia benéfica y decisiva en el buen
sabor del té, porque l a presión hace que
s e rompan las celdillas aceitíferas d e l a s
hojas y s e esparza e s e aceite en toda Ia
~
l
superficie de ellas. GeneraImente bastan
l
l
de 25 a 30 minutos para formar una pe-
Terminado e l enrollamiento sigue l a
fermentación, que es muy delicada y de-
be inspeccionarse con frecuencia para que
no s e torne &da y s e pierda el trabajo.
Se llevan las pelotas a u n lugar fresco y
un poco húmedo, en el que s e dejan repo-
sar d e 3 a 6 horas: después d e l a s t r e s
horas, cada media hora s e partirá un pe-
lota para observar SU interior, y si s e no-
t a que las hojas han tomado una colora-
ción amarillo-verdosa estarán e n el grado
d e fermentación que s e desea; en caso con-
trario, s e vuelve a juntar la pelota y s e es-
pera la siguiente observación. Además, el
olfato también nos ayudará, pues el olor
primitivo a hierba verde s e habrá trans-
formado en otro más agradable, como a
fruta madura.
Después d e la fermentación s e des-
baratan las pelotas y s e extienden las ho-
jas en una cazuela grande, formando una
capa delgada como de un centímetro d e
gruesa; s e pone la cazuela o bandeja en
el horno para que s e sequen las hojas has-
t a que s e vuelvan muy quebradizas al tac-
to, teniendo cuidado d e mover la cazuela
d e vez en cuando y voltear las hojas o re-
moverlas con la paleta d e madera para que
s e reparta bien el calor; el fuego no debe
ser muy vivo, para que resulte una dese-
cación uniforme.
Una vez enfriadas l a s hojas s e proce-
d e a envasarlas en cajas d e cartón o botes
d e hojalata, recubiertas interiormente con
papel estañado o parafinado, que ayudan
a que el producto se conserve bien más
tiempo y l e dan mejor presentación,
Durante los meses en que hay un sol
muy fuerte, éste puede aprovecharse para
producir la primera desecación d e las hojas,
l a que s e hace en menos tiempo que a l a
sombra; pueden bastar con 3 ó 6 horas d e
exposición, según l a intensidad del calor
solar y la humedad atmosférica.
S e extienden las hojas, inmediatamen-
t e después d e cortadas. sobre unas bateas
de madera muy limpias o sobre bastido-
res o cuadros d e madera recubiertos d e
un paño grueso, formando una capa uni-
forme de dos centímetros d e espesor. S e
exponen al sol y durante e l tiempo que du-
- - . __
r e la operación, s e voltearán las hojas d e
cuando en cuando, para que lo desecación
sea pareja; después s e continúa con el
y demás procedimientos ya des-
critos.
TE “VERDE.”-Para obtener l a pri-
mera desecación, o mejor dicho marchita-
miento, s e utiliza la marmita u olla d e
dos departamentos anteriormente descri-
t a ; en el departamento más grande s e pone
agua limpia y s e lleva l a olla al fuego
para que el agua hierva: inmediatamente
que esto suceda s e ponen e n el depar-
tamento más chico las hojas frescas (aca-
badas d e cortar), s e tapan bien y d e dos
en dos minutos s e destapan y s e agitan o
revuelven las hojas y s e vuelven a tapar:
al cabo d e ocho o diez minutos, las hojas
estarán suficientemente flexibles para que
s e puedan enrollar.
P a r a el enrollado s e procede en igual
forma que en el ‘‘té negro,’’ empezando
por hacer poca presión durante unos diez
minutos y extendiendo unas cuatro o cinco
veces las hojas para que pierdan parte
d e la humedad y s e vuelvan medio adhe-
rentes o pegajosas: después s e continúa
el amasado con todo vigor durante unos
15 ó 20 minutos más. No s e formarán pe-
lotas.
La fermentación no tendrh lugar, e in-
mediatamente después d e terminar el ama-
sado, s e extienden las hojas en una ca-
zuela o charola, bandeja, etc., que s e pone
en el horno para que las hojas s e desequen
por completo.
En esta operación, tanto en el “té
verde” como en el “negro,” debe evitarse
que l a s hojas se tuesten o s e quemen, pa-
r a lo cual habrá necesidad d e estarías re-
moviendo constantemente, hasta que s e
vuelvan muy quebradizas.
PRODUCCION
El rendimiento d e un arbusto d e t é
e s muy variable y en algunos años l a co-
secha de hoja dísminuye notablemente sin
causa aparente: s e atribuye generalmente
esta irregularidad, a los cambios meteoro-
lógicos, pero puede aceptarse como prome-
dio para un arbusto bien desarrollado, la
cantidad do 70 gramos d e té ya beneficia-
~ -- ~
- ---
-, do, y 1 a 1 % gramos bastan para preparar Altitud: 1,100 metros sobre el nivel
una buena taza d e té. del mar.
Superficie : 10 hectáreas.
Clase d e terreno: Arcillo-arenoso, pro-
CONCLUSIONES fundo, permeable, rico en humus, no cal-
cáreo, muy fértil.
La recolección d e hojas puede hacer-
s e por mujeres y niños, que encontrarían
Clima: Cálido; registrándose a l a in-
temperie una temperatura máxima d e 35
ocupación en S U S horas d e ocio, y deven- grados centígrados, mínima d e 12 grados
gan un jornal menor que el del hombre.
centígrados, y media d e 21 grados. E am-
El consumo del t é no está muy exten- biente e s húmedo, nieblas y nublados muy ’
dido entre nosotros, acostumbrándolo so-
frecuentes, solamente d e mediados ¿e mar-
lamente las familias extranjeras Y algu- zo hasta mayo s e puede decir que el tiem-
nas de nuestras clases altas, pero si s e to- po e6 seco.
m a en cuenta el buen‘precio que s e paga Lluvia : 400 centímetros anuales.
por el té importado, mucho del cual es Siembra : Asociada con cafetos.
d e procedencia nacional, s e llega a la con-
clusión d e que hay una Posibilidad Para
Distancia: En líneas a 2 metros unas 1
de ,,tras y 1 metro de planta a planta,
los agricultores que s e dediquen a este
cultivo, siempre que presenten un produc-
Exposición : Al oriente. 1
Cultivos : Los adecuados,
to d e primera calidad, que competirá ven- Riegos : Ninguno.
tajosamente con el extranjero. Además, Cosecha: Desde abril hasta septiem-
los Estados Unidos d e Norteamérica y l a í
bre, separando únicamente las tres hoji-
mayor Parte de ‘as naciones europeas im- tas terminales d e las ramas. Un hombre
portan anualmente o llevan d e sus colo-
~
I
corta 12 kilos de hoja, que se le pagan a
nias. millones d e kilos d e té, y nuestro $0.10 el kilo.
país, que está situado más cerca d e los
consumidores que la generalidad d e los
países orientales productores, podria abas-
to
Producción : Una planta d e crecimien-
normalda 50 gramos de hoja 1
1 -
Cuatro kilos de hojas verdes Se
tecer una parte del mercado.
‘ P a r a el Japón, China, algunas regio-
para producir un kilo d e t é seco.
Beneficio: Con l a maquinaria para ca-
’
l
nes del Indostán, Indochina, Java, Suma- fé.
tra, etc., el cultivo d e l t é constituye una
c o s t o del cultivo: $30.00 por hectárea, 1
buena fuente d e ingresos. Costo del beneficio: $3.00 por 38 ki-
los de té. La recolección d e las hojas a
Datos complementarios finales de una BIBLIOGRAFIA
plantación d e t é e n la República, tomados
del informe que rinde el C. Agr. Ignacio Larousie Agrícole.
Gómez Feria, con fecha 10 d e febrero d e Cyclopedia of American Horticulture.
-L. H. Bailey.
Home Grown Tea.-George F. Mit-
l
Departamento de Enseíianza, San Ja-
cinto, D. F., noviembre 30-931. 1
l
l
I
565
l
1
1
~- ~-- ,
- - . ~
- - -~ - .- __
~ - - ’ ~ -
- ---

SU UTILIDAD DESDE EL PUNTO DE VISTA ORNAMENTAL
Y COMO FACTOR D E LA SALUBRIDAD PUBLICA
Por el A g r . Carlos TERRAZAS MORO.
Depto. de Enseñanza.
éxito que la Dirección General d e Agricultura h a obtenido con los Cur-
sos Cortos por Correspondencia, sobre diferentes tópicos agrícolas y d e
pequeñas industrias, nos h a inducido a ampliar en lo posible esta be-
éfica enseñanza, enriqueciendo nuestro material d e divulgación con
conocimientos que comprendan nuevas especialidades, y, al efecto, he-
mos resuelto establecer un Curso Corto d e Jardinería, que por SU sen-
cillez y estilo, eminentemente práctico, será, a más d e útil, ameno para nuestros dis-
por darle el impulso que podamos dentro de nuestra esfera de-acción.
Generalmente consideramos al Gobierno como el único obligado a embellecer
nuestras ciudades y poblados, sin comprender que, si bien es cierto que el Estado tiene
el deber d e procurar por cuantos medios estén a su alcance, el bienestar d e l a sociedad,
los componentes d e esa misma sociedad tienen l a obligación imprescindible d e prestar
su eficaz cooperación para el mejor logro de dicha finalidad.
D e nada sirve que los fondos oficiales s e destinen a l a formación d e parques,
alamedas y jardines, si nosotros, que gozamos d e las ventajas que éstos‘ proporcionan,
somos los primeros en contribuir con nuestra negligencia y mala f e a su destrucción.
terminan su vida.
d e nuestros niños, sea destruído por nosotros mismos?
Necesitamos tener conciencia d e lo que significa un jardín; darnos perfecta
cuenta del valor que representan las plantas y compenetrarnos de l a misión que debe-
m o s desempeñar en el asunto que nos ocupa. 2Cómo conseguirlo? Instruyéndonos, y
l a oportunidad para ello, l a encontraremos en el Curso d e Jardinería.
El terna que abarca este primer artículo, s e concreta a hacer resaltar l a utilidad
- -
--- ,
~
Es universalmente conocida l a utilidad d e las plantas en general, y l a compren-
sión d e esta utilidad está e n razón directa del grado de civilización d e los pueblos.
Antiguamente s e apreciaban las plantas tan sólo por los beneficios que en forma
directa y material proporcionaban al hombre, y, así, el árbol era estimado por SU ma-
dera o por su sombra: las plantas alimenticias, por el sustento que daban: las medicina-
les, por sus propiedades curativas, y l a s industriales, por los valiosos productos que
ministraban; pero a medida que l a ciencia ha ;do abriéndose paso, el hombre también
h a ido estimando con mayor conciencia las cualidades de los vegetales. Ahora s e sabe
muy bien que el régimen de lluvias d e una comarca, está íntimamente relacionado con l
la vegetación que en l a misma existe. S e sabe también que las plantas tienen l a pro-
piedad d e purificar la atmósfera, haciendo, por lo tanto, el ambiente más saludable, etc.,
y estas y otras muchas consideraciones han motivado la intensificación del cultivo en
todas sus formas y también e l que l a humanidad s e preocupe por respetar a las plantas
que son útiles.
El cultivo de l a s plantas florales data ,de la más remota antigüedad, y, tuvo, sin
duda, como origen, l a admiración del hombre hacia la belleza de las flores silvestres
que hermoseaban los campos, sin m á s atenciones y cuidados, que los que l e s proporcio-
naba l a misma Natura1eza. I
1
L a humanidad nunca h a podido ni podrá vivir jamás sin soñar y deleitarse en
todo lo que significa belleza.
Desgraciado y miserable d e aquel que no encuentra goce en admirar la hermo-
sura que, en sus variadísimas manifestaciones, nos brinda a cada paso l a Naturaleza.
Las flores constituyen, sin que haya lugar a duda, una de esas manifestaciones;
son símbolo d e amor y d e ensueño; evocan recuerdos y testifican cariño, aparte d e que
dulcifican el carácter y son motivo d e placer íntimo.
Desde el punto d e vista ornamental, los jardines llenan una función interesantí- I
sima en l a humanidad. Con l a existencia d e un jardín, s e evitan, en primer término, la ~
presencia d e asquerosos muladares, y s e hace de un lugar inmundo y abandonado, un
centro d e recreo y d e alegría.
Las ciudades y aun l a s mismas casas, mejoran grandemente en su aspecto, con
l a presencia d e los jardines. En la actualidad, ha llegado hasta considerarse como signo
l
Todos sabemos perfectamente bien, que los sitios poblados de vegetación, son
10s más saludables. Es regla general, que las enfermedades encuentran en l a inmensa
mayoría d e las plantas, a tenaces enemigos d e su progreso, y, por eso vemos, a cada l
paso, que 10s enfermos y convalecientes reciben la constante recomendación de los mé-
dicos, para vivir 8 visitar lugares saneados por 10s vegetales.
-_ ___ ---- - - -- ~ ---- ~ ~ _ _ _
. l
I
II
 Plaza de la Constitución. Mocorito, Sin.
cuando llega a l a altura d e Rosario, apenas
mide 25 kilómetros. E n toda esta planicie
abundan prominencias y sierritas d e corta
longitud.
E n l a región montañosa son predotni-
nantes los granitos, en los macizos, a veces
d e gran extensión, con carácter batolítico,
especialmente en el centro y n o r t e : l a s
cularidad d e que dichas pizarras son b i
minosas. pues contienen mantos carboní-
feros con semejanza Iitológica a l a s trá-
sicas d e Sonora: n o así l a s calizas
gráficas, a l a s que s e juzga perten
al Cretáceo inferior, mismas que descansan
sobre granitos, o e s t á n cortadas por intru-
sivas, o bien en determinados &tios cú-
están localizadas en las
en las alturas: d a d a
contacto entre ést
I
i?
litas y granitos e n Bacubirito; andesíticas
y pizarras en Taraquito; tobas andesíticas
y pizarras en Rancho del P a d r e ; andesíti-
cas y riolitas e n Palmar, Meloneapote y Va-
l l e ; granito e n Saca d e Agua y Orilla, y
cuarcitas en S a n Javier. El otro corte esta
m á s definido, como puede verse por l a SU -
cesión siguiente: en l a s márgenes del río
S a n Lorenzo, encuéntranse terrenos aluvia-
les provistos d e corrientes basálticas; a l
occidente d e S a n t a Cruz, pizarras arcillo-
s a s calcáreas; e n t r e este lugar y Alaya,
extendiéndose h a s t a Palmares, a l o e s t e d e
Cosalá, la monzoiiita cuarcífera; e n Palo
Verde abunda el contacto e n t r e las forma-
ciones cuarcífera y tobas volcánicas, y
en Guadalupe d e los Reyes, lag tobas vol-
c ánic as.
ASPECTO FISICO
Sinaloa tiene, d e s d e sus costas, hasta
su límite oriental, t r e s distintas zonas, di-
f e r e n t e s en aspecto y en productos. L a pri-
mera, se extiende a lo largo de la costa
y e s eminentemente rica en tierras agríco-
las bien irrigadas, fértiles y profundas, ca-
paces de producir todos los f r u t o s d e los
países semi-tropicales, y a u n muchos d e
las zonas templadas, que pueden compa-
r a r s e f'avorablemente, en cuanto a clima
y calidad d e productos, con California.
T r a s d e esta rica zona costeña s e en-
cuentra formada por las laderas y bases de
las montañas, otra menor, aunque t a n im-
portante como l a anterior, pues e n tanto
que las laderas s e elevan suavemente hasta
alcanzar u n a altura d e 7,000 metros, sus
tierras están cubiertas de bosques d e ma-
deras de construcción, d e espesos matorra-
l e s y d e u n a buena clase de pasto para ga-
nados. Además, adórnalo numerosos valle-
cillos y banas agrícolas q u e son suscep-
tibles d e cultivo, y e n las que raras veces
f a l t a el agiia; terrenos-muy especialmente
adecuados para ranchos, d e u n
general, y sobre todo, apropiados p
ducir excelentes pastos ; favoreci
supuesto, por diferentes presas Y canales
d e irrigación.
Más allá, l a o t r a zona s e extiende
hasta formar e l límite oriental con Duran-
go y Chihuahua; sus tierras son altas, pues
hay sitios q u e tocan las mayores elevacio-
nes d e l a sierra M a d r e , por

silvestres, que forman precioso- contraste

_- - -
con los pinares, los o t a t e s y los encinos.
minerales que han hecho famoso el terri- La perspectiva -encantadora que pre-
senta en conjunto cl suelo sinaloense, au-
e, dicho s e a de paso, tie-
~

trapecio casi en su to- menta d e modo considerable puerto

cuyo terreno va ele-
Chihuahua y Durango, preséntase intrinca-
do y sumamente pintoresco.
E n cambio, todo el litoral e s llano, de
Una calle de 1s ciudad de Guasave, Sin.
bella perspectiva, y sus costas, bajas, abri-
d e Mazatlán, casi atravesado por ei Trópi-
co de Cáncer, y q u e por el agrupamiento
irregular d e las casas y la diferencia irre-
gular del terreno, e l fondo siempre mari-
timo de todos los paisajes, l a transparente
atmósfera que permite distinguir los m i s
prolijos detalles, d e s d e los mástiles d e l a s
embarcaciones, las velas d e las canoas, las
evoluciones d e los botes, la actividad de
 d e ese nombre, con playa Colorada y la ba-
hía Mavachiste, que s e halla defendida del
lado del Océano por las islas S a n Ignacio.
Vinoraina y Macapule, y dentro d e l a cual
, ábrese el puerto homónimo, así como las
isletas S a n Felipe, Pájaros y M e r o ; esta
bahía está cerrada en el septentrión por
una península que entra considerablemen-
t e en e! mar, l a cual si s e dobla conduce
a un canal y éste al bien abrigado puerto
d e Topolobampo, que d a lugar, tierra aden-
tro, a l a hermosa bahía de S a n Carlos.
Naturalmente este puerto, como el d e
Altata, no tienen la importancia que el
'
bellísimo de Mazatlán; sin embargo, es el
mejor del Pacífico, por hallarse abrigado
de los vientos; además, presta tantos ser-
vicios a l comercio, que pronto llegará a ser
dotado d e cuanto requiere, pues ahora so-
iamente existen en su muelle luces de si-
tuación roja y verde. Frente a l a bahía s e
halla el Jarallón d e S a n Ignacio. Partien- -
do d e este puerto, el litoral pertenece al
municipio d e El Fuerte, mismo que siguien-
do el terreno, adopta una forma peninsular
curvilínea, hasra m u y cerca del puerto de
Vista del Ingenio Los Mochis, Sin.
582
Agiabampo; en todo ese trayecto s e en-
cuentran, sucesivamente, un canal cerrado
en sus extremos por la isla Santa María,
cuya punta lleva tal nombre, el estero d e
Lechuguilla, la isla homónima. bahía de .
San Ignacio y, finalmente, en jurisdicción
d e Ahome, el estero d e Piedras, el desagüe
del río Fuerte y la península que cierra la
bahía d e Agiabampo, que forma límite en-
t r e Sonora y el Estado d e que s e trata.
HIDROGRAFlA
Sinaloa es una d e las regiones más
bien regadas d e la República, pues mu-
chos d e sus ríos son caudalosos y extensos
y las regiones que atraviesan hácenlas ex-
cesivamente fértiles. Todos ellos pertene-
cen al depósito hidr gráfico del Golfo de
California, teniendo ambos generalmente
su origen en la sierra Madre, d e la que s e
desprenden, atravesando l a s laderas para ~
penetrar a la sedienta zona d e la costa y
desembocar al mar.
Para la enumeración d e los principa-
les ríos, habrá de hacerse d e noroeste a
.
 r-

..-. . . .
.
 sureste y empezar así como El Fuerte,
cuyo iiacimiento algunos atribuyen se ve-
rifica en Chihuahua, y otros en D u r a n g o ;
recibe los afluentes Batopilas y Urique, e n
límites del Estado, y el Chínipas. que vie-
n e d e Sonora y avanza por el municipio d e
Choix, donde recibe l a s aguas del río ho-
mónimo, cruza el d e s u nombre y a s u paso
recoge las del Alamos, que e n t r a d e Sono-
r a y continúa por jurisdicción d e Ahome,
hasta su desembocadura e n el Golfo d e
California, midiendo e n todo s u recorrido
hasta 670 kilómetros.
El Sinaloa arranca d e Chihuahua y ya
en s u e l o sinaloense hácese muy sinuoso,
debido a la escabrosa zona que r e c o r r e ;
rota B s u paso los municipios d e s u nom-
bre, Guasave y El Fuerte, donde recibe
las aguas del río Ocoroni y d e m á s corrien-
tes pequeñas, hasta que s e entra a l m a r
en l a 1 boca d e Tamazula, completando así,
dentro del Estado, u n recorrido d e 420
kilómetros.
E l Mocorito principia al pie d e l a sie-
r r a M a d r e , sigue por el municipio d e e s e
nombre, y después d e recoger todas l a s
corrientes que encuentra a s u paso, va a
desembocar en el Golfo, f r e n t e a l a isla
d e Saliaca, cubriendo una extensión de
108 kilómetros.
E l Culiacán, que s e forma del Huaya-
pan, cuyo origen s e inicia en l a s montañas
- d e Guanaceví, aprovecha para s u curso
una hermosa "quebrada," sigue en el mu-
nicipio d e Badiraguato, donde s e le u n e el
río homónimo, y f r e n t e a Culiacán recibe
las aguas del Humaya, que s.e forma del
Sianori y el Topia (duranguenses), y toma
franca dirección hacia el Novolato, para
desviarse después h a s t a sepultarse en el
mar, f r e n t e a l a península d e Lucenilla. S u
curso e s d e 252 kilómetros.
El San Lorenzo 0 Qulá empieza SU
recorrido en Durango, conocido por R e m e -
dios, Y ya en Sinaloa cruza 10s municipios
de Cosa1á y Culiacán, para terminar en
l a boca d e Navito, cubriendo así u n a ex-
tensión d e 156 kilómetros.
El Elota viene también de Durango,
atraviesa por el sur d e Cosalá y el muni-
cipio d e SLI nombre, y después d e recorrer
221 kilómetros, desemboca en el mar.
583
El Piaxtla, formado d e varias corrien-
tes en Durango, cuando e n t r a al territorio
que describimos, su caudal e s bastante
considerable ; así-pues, fertiliza el munici-
pio d e S a n Ignacio y parte del de Elota, y
continúa s u curso h a s t a el Océano, punto
hasta el cual mide 203 kilómetros, desde
s u iniciación en Durango. ~
El Presidio o Mazatlán, s a l e igual- ~
m e n t e d e Durango, sólo que los numerosos
afluentes que tiene e n s u recorrido, hácen- l
to m u y importante para los municipios d e i
Concordia y M a z a t l á n ; y finalmente, des-
pués d e u n curso d e 167 kilómetros, des-
l
agua en el mar.
El Baluarte, también río originado e n
l a s montañas d e Durango, cruza jurisdic-
ción d e Rosario y desemboca en el puerto
I
de Chametla: no s i n antes haber recogido
I
todos los arroyos que halló a s u paso y re-
gado importantes zonas. S u curso alcanza
165 kilómetros.
Además de e s t a s diez vías fluviales,
r
que constituyen el detalle m á s saliente del
sistema hidrográfico del Estado, existen *
m á s de 200 arroyos que, como el Cañas o
Teacapán (su curso e s d e 152 kilómetros),
desaguan al mar o tributan s u s líquidos
en aquéllos, mismos que, a excepción del
Mocorito, justifican s u procedencia d e l a s
altas montañas, debido a q u e los picos d e
éstas, frecuentemente cubiertos d e nieve,
ll l
proporcionan u n perpetuo caudal d e agua
pura, cuyas corrientes, después d e reunirse
en l a base d e l a s i e r r a M a d r e , recorren
l a s tierras d e l a costa h a s t a s u internacion
a l mar. Aím m á s ; cada uno d e estos ríos
tiene s u propio valle d e tierra rica y su
r e d d e tributarios, al norte y s u r d e s u
curso, lo cual hace q u e el sistema s e a per-
fecto y proporcione u n magnífico d r e n a j e y
un acopio d e aguas para los -terrenos d e
todo el suelo. k m á s d e l a s nieves que s e
f u n d e n y d e l a s os
Iluvias frecuentes en las
aumentan grzndemen-
serranías, esos
bre, cada año, con las c -
te de jtx o
p;osas 1 de l a estación d e aguas, y
aunque regiones 'septentrionales son
menos i s, no por ello dejan de ser
suficientes para las necesidades agrícolas.
E s t a circunstancia, permite hacer l a si-
guiente consideración : si u n a pequeña par-
t e d e esas aguas fuera almacenada en pre-
sas, bastaría para todas las posibles nece-
sidades d e irrigación en todo Sinaloa, pues
l a naturaleza ha creado 'magníficos sitios
especialmente apropiados, aun en las par-
t e s altas d e las tierras d e la costa, tanto
que con un gasto relativamente pequeño,
podrían almacenarse grandes cantidades d e
líquido, y su costo sería relativamente ba-
jo, dado que allí es abundante l a presencia
d e madera, piedra y cemento natural d e
calidad excelente, que s e utiliza en cons-
trucciones de esta especie: por otra parte,
e l declive d e la zona de la costa e s gradual
y continuo, así como el agua artesiana, que
puede obtenerse en muchos lugares a ana
profundidad moderada. Tal vez por ello
l a Comisión Nacional d e Irrigación viene
dedicando preferente atención a este pro-
blema y en poro tiempo Sinaloa vea re-
suelta la irrigación en la mayor parte de
sus terrenos.
Sin embargo, hay que hacer justicia
a los agricultores del Estado, pues ya por
1906 habían recurrido a sistemas primi-
tivos, deseosos d e regar sus campos de cul-
tivo; especialmente las fincas azucareras
desviaban el agua de los ríos mediante ca-
nales, con lo cual lograban excelentes re-
sultados a la vez que hacían aumentar d e
valor sus propiedades, tanto que por en-
tonces ya alcanzaban precios altos, e s de-
cir, hasta $250.00 pro por acre, y en Cu-
liacán llegó 'a venderse una hacienda en
$1.00O,OOG.00 oro, debido a que producía
anualmente un interés de $250,000.00.
Otros agricultores, los m i s pequeños, han
tenido la costumbre d e construir diques
para almacenar el agua, a f i n d e servirse
d e ella para la agricultura y su ganado en
época -de sequía. Ojalá y ahora que el Go-
bierno Federal toma tanto interés en las
obras d e irrigación nacional, los sinaloen-
ses, amantes como son del trabajo y de
todo lo levantado, y que' significa progre-
so, s e organicen y sus esfuerzos,
seguros d e que toda a en donde hay
una franca cooperación colectiva, obtiene
' y en Sinaloa S -
10s mejores resulta en
cillamente significa de
ese Estado, sólo comparable por muchos
* Calle Rosales, Culiacán, Sin.
respectos a California.
HIDROLOGIA da y saludable en el litoral: templada-cálida
en las faldas d e las montañas y en los
Esta no es muy rica en el Estado: sin ,valles; templada-fría en las pequeñas altu-
embargo, no carece de importancia, pues ras, y fría en las cumbres d e la sierra Ma-
casi todos los municipios cuentan con fuen- dre.
tes termales y manantiales minerales, sien- Si tomamos los datos obtenidos en u n
do afamados los de aguas sulfurosas en S a n promedio d e 4 años, por las Estaciones
José d e Gracia y Los Veranos en Mazatlán: Meteorológicas, en tres regiones diversas, ~

alcalinos en Bacubirito: ferruginosos en nos daremos la mejor idea de la climato-

Santa Fe y Corona: termales-sulfurosos en
Agua Caliente de Cebada, Cacalotán, Mazo-
cari, La Concordia, etc.
logía sinaloense, por ejemplo: en Choix, I
la temperatura-media anual f u é d e 24'2;
íd. d e junio, 30'8: íd. d e febrero, 16"$;
máxima extrema, 46"O;mínima, íd. 1"O; y
precipitación media anual ~

CLIMA 762.7; en Ahome la tem

anual fué d e 23'7: íd. en julio, 30'4: íd.
Este, cn todo el Estado, d e octubre a de enero, 17-4: íd. máxima extrema, 42-0; 1
mayo es deIicioso, y las condiciones atmos- mínima, íd., 4'0; precipitación, 271.9; y en
I

féricas en ese lapso son sencillamente ex- Culiacán la temperatura media 24'2; íd.
celentes, pues por 10 general comienza la de julio, 28'7: íd. d e diciembre, 18"Q;má- 1

estación calurosa en mayo y t ina en ju- xima extrema, 4O"l; mínima, íd. 3"1, y l
l
nio, cuando principia la épo e lluvias ; precipitación, 565.6.
después el calor e s menos intenso. E n Mazatlán, durante un período d e
La situación geográfica del territorio 20 años, las lluvias tuvieron un promedio ,
influye para que se marquen perfectamente d e 30 pulgadas, cifra aplicable a la mitad
cuatro distintas zonas climatológicas: cáli- sur del Estado: aún más, los períodos d e
l
l
583

. lluvias están bien definidos, y cuando son
d e cierta intensidad, acreciéntanse los ríos
hasta producir inundaciones peligrosas ; en
cambio las heladas sólo se acentúan en las
altas sierras.
to a los vientos, su dirección
able, aunque predominan los
, pues en la faja costanera
e n p a n la temperatura. Todo
ello hace que los habitantes del Estado
estén exentos de las enfermedades propias
1 d e los severos climas septentrionales, ta-
les como la difteria, neumonía, catarro, et-
cétera, pero es justo declarar que aunque en
algunos puntos todavía la salubridad es
algo deficiente, nunca se han dado casos
de la magnitud q u e en los países tropica-
les y de los primeros días históricos de los
Estados occidentales norteamericanos, co-
mo Illinois, Indiana, Michigan, etc., menos
ahora que en los puertos y las poblaciones
costaneras 55: han emprendido obras sani-
tarias.
La variedad d e los climas está en re-
lación con la hipsometría de las distintas
Puente en los alrededores. Culiasán, Sin.
localidades, pero hosotros, en bien de la maderas de construcción, de ebanistería Estado se levanta cuando menos una cose-
en gran cantidad, y muchas otras plantas
brevedad, expondremos solamente la d e cha alimentada por las lluvias y la preci-
las cabeceras municipales del Estado ; ta- medicinales y venenosas: y en la f a u n a pitación de la humedad, pero esto es sola-
abundan los animales domésticos, los sal-
lés son: Ahome, que se encuentra a 39 mente una fracción d e lo que puede obte-
metros sobre el nivel del m a r ; Angostura a r - z vajes, la caza, la pesca, los mariscos, los nerse cuando se aplique la irrigación en
reptiles, las aves canoras, acuáticas, noc-
35; Badiraguato a 183: Concordia a 100; alta escala. Recordemos que en El Fuer-
Cosala-a 200; Culiacán a 84; Choix a 365: te el señor Francisco Orrantía Sarmiento
Elota a 22; Escuinapa a 1 4 ; Fuerte a 115; hizo de terrenos estériles la importante 2
1
Guasave a 30; Mazatlán a 1; Mocorito a hacienda ‘‘Ea Constancia,” una de las más
838; Rosario a 17; San Ignacio a 97; y bellas y pintorescas. Allí su propietario
Sinaloa a 55. P . cui¿ó mucho el riego, asi es que los llanos
surcados por muchos canales, presentaban I
FLORA-FAUNA en principio del siglo un aspecto muy agra- ~
dable, y la vista se deleitaba acariciada por
Consecuencia de su clima tantas tonalidades de verde, entre las cua- 1
riadisima, es la riqueza vegeta les se destacaban los naranjos gigantes,
que tanto distinguen al Estado; tanto que cargados de frutas, las palmas y los rosa-
la falta de espacio nos dificulta dar una les en flor.
idea exacta y sólo nos limitaremos a apun- Y se justifica la bondad de las tie-
tar las diferentes especies en la flora; rras sinaloenses, con las cifras que arroja
árboles frutales, en mil variedades y fru- la estadística agrícola valorizada en 1889.
tos exquisitos; plantas textiles y de semi- Héla aquí:
ila oleaginosa, iintóreas, muy estimadas
por los vivos y firmes colores que produ- -. . . . . . . .Kgs.
Algodón
c e n ; plantas curtientes, gomas, resinas,
546,500 $ 54,210
Cucurbitáceas .. ,, 26,200
8,500 270
Caña de azúcar. ,, 7,800
Camote . . . . . . . . . . 184,000 5,000
Cebolla . . . . . . . . . . 200,000 14,340
Chile . . . . . . . . . . ,. 2,000 400
Azúcar . . . . . . . . . . 700,000 210,000
Papa . . . . . . . . . . . . 350,000 28,400
Tabaco . . . . . . . . . . 972,000 189,500
Tomate . . . . . . . . . . 101,200 7.520
Panocha . . . . . . . ,, 2.000,000 200,000
Chicharo . . . . . .Hect. 300 560
F a c l i e d ~del Mercado principal. C i i l i s c h , Sin. Frijol . . . . . . . . . ,, 50,800 357,200
Garbanzo . . . . . ,, 13,930 ~ 116,860
240
turnas, de rapiña y de corral; los insectos, Chile verde. . . . ,, 628,330
20 2,167,000
los miriápo¿os, los moluscos, los añilla-
Maíz . . . . . . . . . . .
dos, los polípteros y multitud de seres TU- p~,,,,;, .......... D,200 26,000
dimentarlos. ;qango . . . . . . . . ,e 1,800 7,600
Limón silvestre ,, 1,000 7,000
Trig’o , . , . . , , . . ~, . 10,820 106,600
AGRICULTURA
C OCO de agua.Millares 150 2,250
Se explica la d e Sinaloa, dado
riqueza Plátano . . . . . . . . 180
que presenta una noble variedad d e suelo 4,600
y clima. Sus valles contienen muy buenas Y en cuanto a semovientes, el núme-
tierras de aluvión; sus laderas y montañas ro de cabezas fué como sigue: ganado va-
abundan en una arcill‘a arenosa bastante cuno, 278,145; caballar, 29,899; mular, . , .
productiva cuando se riega. Por todo el 18,044 ; asnal, 29,671 ; cabrío, 11,961; lanar,
 .
10,162 : porcino, 135,102 : cuyo total, d e . .
( INDUSTRIAS
512,984, tuvo u n valor d e $6.969,052.
E n los últimos años, l a riqueza agro-
pecuaria descendió considerablemente, co-
mo consecuencia de los estragos causados
por nuestras luchas intestinas, efectos que
los laboriosos sinaloenses tratan d e repa-
rar- mejorando las especies, Substituyen- ‘
do los procedimientos rudimentarios por los
más científicos, seguros de obtener así una
más grande y seleccionada producción, y no
s e han equivocado, pues para no extender-
años basta decir que en 1930 los rendimien-
tos d e algunos productos fueron los siguien-
te5 ; caña d e azúcar, kilos, 726.340,000 : chí-
charo, 199,400 : henequén, 236,000 : trigo,
.
417,000; algodón, 440,000; cacahuate, , . .
’ 47,900: camote, 492,700; papa, 190,150: ta-
baco, 92,000 : frijol, 2,374,000 : ajonjolí,
88,350: naranja, 1.069,OOO: en fin, s e podrá
I tener una idea, si s e toma en cuenta que
existen allí 55 haciendas y 2,063 ranchos en
plena actividad, dadas las amplias garan-
tías d e que todos disfrutan, y l a s grandes
masas d e nuevos propietarios favorecidos
con l a dotación d e ej
t
Las Olas Altas, Maeatlán. -Sin.
F otras aisladas e independientes, como en
4 blaciones costeñas.
Pero si la agricultura en sí ya es muy
importante, las industrias derivadas d e ellas
aumentan s u valor considerablemente, pues
muchas gentes viven d e l a explotación d e
las duras y tintóreas, que exportan
en grandes cantidades; otras de la horti.
cultura, arboricultura, floricult
cultura, apicultura,
pesca (puesto que
huachinango, barracuda, makerel, ostiones,
almejas, langostas, arones, etc*) : Otros
habitantes s e dedic la fabricación de
loza, alcoholes, sombreros, muebles, ciga-
rros, puros, cerillos, dulces, o bien llevan
s u esfuerzo a otras mil industrias grandes
y pequeñas, que existen en e l Estado, indis-
pensables todas para llenar l a s necesidades
d e l a población, que tanto aumentan y s e
auxilian con el concurso del movimiento
marítimo que es de bastante consideración,
dado que, como s e dijo, mide el litoral
570 kilómetros, y además d e los puertos d e
Mazatlán, Topolobampo y Altata, hay mu-
chos sitios que facilitan el acceso a las po-
I
1
Algo que también merece anotarse, es
la industria hidroeléctrica: l a cual, en la
-I
actualidad, según el Departamento Hidro-
eléctrico, d e la-Comisión Nacionai d e Irri-
7
gación, es como sigue: “ i 7 plantas eléctri-
cas con capacidad instalada, conjunta, d e
3,684 Kw.; 14 d e éstas son termoeléctricas
y las restantes hidroeléctricas. L a mayor
6” ‘*
parte d e las primeras proporcionan servicio
público: el resto d e ellas y las hidroeléc-
tricas, son d e uso privado. La capacidad
total, instalada en el Estado, representa
apenas el 0.79% de la total instalada en el
país.
“La zona montañosa del Estado d e Si-
naloa tiene una gran riqueza potencial de
fuerzas hidráulicas.”
MINERIA
En este ramo Sinaloa dió gran produc-
ción en tiempos pasados. Estando compren-
dido en la región minera más rica del
norte d e la República, puede decirse que s e
encuentra virgen; tal es la inmensa poten-
cialidad d e sus reservas, y l a ley d e sus me-
tales e s considerada por los peritos como
superior, aun cuando el espesor de sus ve-
tas sea muy inferior al d e los minerales
¿e Guanajuato, Zacatecas y Pachuca.
Las zonas mineras en el Estado están
localizadas en la parte oriental: misma que,
como s e ha dicho, ocupa l a sierra Madre,
las vertientes occidenta-
ostaneras, como la d e Ro-
sario,’ Cabeza d e Caballo, o están e n l o ~
lomeríos de San Lorenzo, Chichí, Bacama-
cari, Sirijoa, Limón, Urías, etc. Estas zonas
representan las tres cuartas partes d e la
superficie del Estado,,
Un importante estudio del señor Weid-
ner, elaborado en el últi
aciones d e las
loa; así pues, a la
etas d e Oro, rica
carcomido, con
unas veces uni-
es d e San José
de Gracia y Guadalupe de los Reyes, y
589
los de Cohuichicahuí, Guabortita, Habal,
Mapirí y Minitas, sólo qxe en las dos pri-
meras forman hilos y cintas en las vetas
argentíf eras.
En la segunda, Vetas d e Plata, com-
puestas de cuarzo o de espato calizo, con
plata en estado nativo o sulfurado, antimo-
nial y arsenical, con más o menos ley d e
oro, como s e encuentran en los minerales
d e Copala, Guadalupe de los Reyes, Joya,
Pánuco, Rosario y otros,
En la tercera, Veta d e Galena argenti-
fera, compuesta d e los sulfuros d e zinc,
plomo, cobre y fierro, y algunas veces d e
arsénico, antimonio y selenio, armando en
cuarzo, espato calizo, a veces ópalo férrico
de barita, d e magnesia, y otra gran varie-
dad d e metales ferruginosos, como ocurre
en los minerales Barreteros, Santa Elena, 1
Santiago
- d e los Caballeros, San José de
Bocas y Piedras.
En la cuarta, Formación d e piritas a r -
gentíferas (bronces plateros), d e las cuales
s e han encontrado ejemplos en los cerros
Metales, Favor, Quebrada y Escaleras,‘ al
oriente del mineral de Topia, Dgo., en i
l a s que han halládose mezcla d e sulfuros
d e cobre, arsénico y fierro, con ley d e plata
Y oro. i
En la quinta, Formación plomosa, cu-
yas vetas son d e plomo en estado d e óxido,
sulfuro Y carbonato, armando en espato
calizo y gangas ferruginosas, silizosas y d e
manganeso, con leyes d e plata, raras veces
costeables, o también de galena y carbona- l
to blanco de plomo, arriñonado, en piedra
córnea, cuarzo opalino y alofanita con regu-
las ley de plata, com
mineral de Chichí, y
ción cobriza, e n cuyas vetas dominan el
cobre abigarrado, la pirita co
en poco cuarzo, como suced
(del munici
0 l a pirita c
1
c
1
11
Santos 1
ño, S a
Descubridora, Dulces Nombres, San Ga-
briel, Santa Rosa. L a Bomba, Cuevillas,
 Panorámica de Mazatlan, Sin.
les ciudades y villas, donde hay constante
demanda ¿e ellos, sobre todo d e s d e que
el ferrocarril Sud-Pacífico hizo conexlón
directa con Guadalajara, y se h a n abierto
nuevos tramos d e carreteras para conectar
poblaciones sinaloenses con otros Esta-
dos; por otra parte, e! trabajo y hasta el
carácter, dócil e inteligente, de aquellos
obreros, contribuye a que Sinaloa presente
campo propicio a l a inversión d e capitales
para l a explotación d e riquezas, que por la
escasez d e ellos están estancadas o h a n
permanecido ignorados por falta d e inicia-
tiva.
COMUNlCAClONES Y TRANSPORTES
Definitivamente los modernos medios
que sobre este renglón t i e n e ya asegura-
dos el Estado, son l a clave d e s u desarrollo
y progreso actual. Sin embargo, autorida-
d e s y vecinos están empeñados e n exten-
der s u s vías, para t e n e r u n a comunicación
más rápida con .el resto d e l a República y
con el m u n d o ; a ello o dece su interés y
apoyo p a r a el fomento sus lineas de va.
591
pores y vehículos, que tocan s u s puertos a
intervalos irregulares.
E n cuanto a ferrocarriles, el “Sud-
Pacífico” de Nogales a Tepic, entra al
Estado en l a Estación Francisco, k. 704.0,
hace conexión en San Blas, k. 739.8, con
el F. C. K a n s a s City, México y Oriente, y
en Quilá, k. 1010.0, con e l ramal Quiiá a
Eldorado, y sale d e él en Estación Con-
cha, k. 1321.0, recorriendo así 630 kilóme-
tros.
El d e “Quilá a Eldorado” hace cone- ’
xión en el k. 1010.0 coz1 l a línea d e Noga-
les a Tcpic, teniendo u n a extensión d e 22
* ..
kilómetros.
El de “ K a n s a s City, México y Orien-
te,” arranca del. puerto Topolobampo, hacc
conexión en Empalme Mochis, k. 22. con
el rama! a Los Mochis, y e n S a n Blas, t. 69,
conecta con el F. C. sud-Pacífico, termi-
nando en El Fuerte, recorre así 100.5 kiló-
metros.
El d e “Empalme Mochis a Mochis.”
comunica ambos puntos, quc distati 4.4 L I -
Iómetros, y hace conexión e n el k. 22 con
l a línea Topolobampo a El Fuerte.
 plantas, dejamos en cada u n a d e ellas des-
d e U?I décimo: hasta u n cuarta del número
total de hojas. El excelente éxito d e este
método presenta como testimonio cientos
¿e cartas recibidas de los comp
bando los resultados obtenidos
dido desarrollo ¿e nuestras pl
M é t o d o de Florida.-
plantas s e podan d e l a
en el otro, sielido neces
das las hojas. ( E n el Es
t á expresamente prohibido por l a l e y el
transporte d e plantas cítricas con hoias. v
, ., Grabado 21. Cajas rotuladas y listas
es suficiente que s e encuentre u n a sola ¿e para ser despachadas.
ellas para que toda l a remesa s e a con-
f i scada.)
-
con el fin d e prepararlas para el transpor-

Grabado 20. Una remesa de plantas.

para penetrar por deba

brosas, arrojando la
queda e n t r e las hil

les haya quedado. .

Grabado 19. Un vivero perfecto. L a s plantas deben con centímetros d e
bertizo, en donde son l u e

I
< .

- 1
c
1
 ,

Toma Canal S. Presa Requem,

.
 Distancia entre las plantas.-El espacio
que debe mediar entre las plantas s e fija
d e acuerdo con el fin a que s e destina el
pomar. Cuando s e siembra
e l doble objeto d e arboriz
Grabado 25. Tabla de plantar
obtener ganancias con l a venta d e las f r
cial disminuirá
mercado para una gran parte ¿e sus fru-
tas. Las frutas completamente limpias, bien
coloridas y bonitas siempre producen mayo-
anancias al cultivador.
sol y la ventilación son indispensa-
.-Para la producción d e frutas d e pri-
calidad, que alcancen los mejores pre-
los árboles necesitan gran cantidad
y tanto espacio e n la
cuanto puedan utili-
zar. Es por la acción d e los rayos solares
en las hojas que s e producen el azúcar y l
el aroma d e las frutas. Cuando los árboles -
están apenas sembrados a una distancia d e
5 hasta 6 metros resultará que a los po-
horas del día, faci-
los estragos ocasio-
y enfermedades, re-
d e azúcar y d e aro-
rabado 26. Pomar con visos lucrativos.
cia d e ellas, s e desarrolló a me-
mitad del tamaño normal, debido
t e a la proximidad d e los árboles
 extensión d e SUS ramas, 10 cual
ciertamente decirse e n el caso

ben mostrar en a l
m á s salientes q u e c

s característic se desean e n un

Grabado 27. Home

- - - -

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- -
- -
- -
u e las plantas m á s vigorosas del vivero poco productivas. Con l a introducción d e perior de Agricultura y Veterinaria algunas suficiente d e aire, (Véase l a sección sobre
roducen árboles menos provechosos. tales yemas los cultivadores brasileños d e estacas en el mes d e julio y las utilizamos “Humus o bagazo descompuesto:’)
5~-]En su gran mayoría las f r u t a s deben plantas cítricas economizarían muchos años en diciembre con perfecto éxito. E n e l Es-
 tas injertadas que, s e a cual f u e r e la razón,
resulten raquíticas, de desarrollo tardío o
que quizá hayan sido injertadas con yemas
extraídas de u n árbol madre al cual l e fal-
taba alguna d e las condiciones esenciales.
2) P a r a q u e u n vivero d e Plantas cítri-
cas s e a productivo, es absolutamente in-
dispensable que quien 10 dirija pueda pro-
ducir u n a planta cítrica perfecta, puesto
que d e otro modo no puede enseñar a SUS
trabajadores los métodos adecuados ni l e s
puede exigir q u e hagan bien e l trabajo. Al
mismo tiempo, el administrador debe s a b e r
escoger bien sus trabajadores.
3) Ya hemos demostrado, durante al-
es situados al nort
--
do con mayor ligereza d e lo que podrían
hacerlo en caso d e que les f u e r a necesario
corregir algunos hábitos adquiridos al prac-
ticar con métodos errados.
5 ) Aquí e n la escuela hemos vista por
experiencia que los cultivadores d e plantas
cítricas e n e l Brasil compran l a s d e bue-
na calidad siempre que las encuentran pa-
r a la venta, y que no vacilan en pagar bue-
nos precios por los artículos buenos, Ellos
s e muestran listos a aceptar las enseñan-
zas que les suministramos, especialmente
cuando se les hace u n a demostración con-
creta de su verdadero valor.
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---
I F

AÑOS I I Y III. VOLUMEN IV 1

NUMEROS DEL 1 AL 6

..
 il
ll
NUMERO 3
‘ ./
NUMERO 6
NUESTRA PORTADA. NUESTRA PObTADA. Págs,
- -
Labor d e la Comisión Nacional d e Irrigación hasta diciembre de 1931.. . .,... 197
Corazón hueco en cortinas d e materiales sin cohesión.. . . . . . . . . . . .. ......... . 282
Valor agrícola del agua d e r i e g o . . . . .. ..
. . . . . .. .. .. . . ... ... . . . . . .. .. . . .. 288 . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 521
El saco para envases d e porvenir en l a agricultura.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . 290
Puebla. Sus elementos d e riqueza.. . . . . . . . .... . . . . . . . . . . . . , . . . . . . ~.. . . . . . . . . . 293
Opiniones que nos h o n r a n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 316
L a formación d e un c a f e t a l . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 317
.................... 551
................................. 552
NUMERO 4 Las exposiciones agrícolas, ganaderas e industriales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 554
NUESTRA PORTADA. Ligeros apuntes sobre el cultivo y beneficio del t é . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . . . .

El efecto paralizante d e l a s burocracias.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

.. ... .. . . . .. .. 325 Arboles d e tierra caliente. “Caoba”. .. . . . . . . . . . ..................... 569
Nomograma para el cálculo del gasto e n vertedores.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 328
Usos de la electricidad en la agricultura y sus industrias derivadas.. . . . , . . . . . . 331
Plantación d e los barbados e injertos en el cultivo de la v i d . . . . , . . . . . . . . .

INDICE CLASIFICADO POR ASUNTOS l

Huevos deformes y sus c a u s a s . . . . . ................................. 357
Monto d e cosechas en p i e . . , . . . . , . . . . . . .,. . . . . . . . ..................... 361 SECCION EDITORIAL
-
Núm. -
Pág.

Informe que rinde el jurado calificador en el Concurso de Competencia Agríco- El tractor en la economía agrícola. Una opinión interesante.. . . . . . . . . . . . 1 5
la celebrado en el Sistema Nacional de Riego Nº 4. “Río Salado,” Coahuila Aspecto moral d e la solidaridad. . . . . .< , . . . . . . . . , . . . . . . 2 101 ,
. .
Y Nuevo L e ó n . . . . . . . . . . . . . . . . . ..: . . . .
. . ....... . .. . .... . .. .... ... .. 382 Labor d e la Comisión Nacional d e Irrigación hasta diciembre d e 1931. . . . 3 197
Propagación d e frutas cítricas en el B r a s i l . . . . . ...
, .. , , . , . . .., . ..,.. ., , . .. . 398 El efecto paralizante d e las burocracias.. . . . . . . . .. . . . . . .. . . . . . . . . . .

NUMERO 5
NUESTRA PORTADA.

Procedimientos d e construcción d e sifones de concreto reforzado, en el

I
, Sistema Nacional d e Riego NQ 3, Río Tula, Hgo., por 81 Ing. Jesús
Transiciones en conductos para agua. . . . . . . . , . . , . . . . . . . . . . . . . , , . . . . . . . , . , . . 444 ............ 1 9
Obras d e urbanización en Villa Juárez, Tamaulipas. , . . . . , . , , , . . . . , , . , . . . . . . .. 454.
La sericicultura en México. . . . . .. . . . . . .
. . . . . . .. . . . .., . ., , , . . , , . . ... ., . . ... 464 Ings. Juan Serrano H. y Edmundo Sterlin. . ... . . . .. .. .... . .. . .... 1 16
. . .
La cera d e a b e j a s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...... . . .
. . . ....... . . . . 470
Usos d e la electricidad en la agricultura y sus industrias derivadas, por
La formación de arboledas en los Sistemas Nacionales d e R i e g o . . . . . . . ... . . . .. 472
el Ing. Rolfo Ortega M.. . . . . ...... . . . .. .
. . .. . ..... . . . . . .. . . .. . . 1 28
San Luis Potosí. Sus elementos d e riqueza . . . . . , , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . 476
Las obras de desecación de la laguna d e Meztitlán, por el Ing. Joaquín
Plano antiguo de la hacienda d e Santa Ana Apacueco en Nueva España y Nueva
Galicia. Año d e 1756 .. .. . .. ..... .... .. . ., . . . . .. . ,. . . . , .. . .. . . . . .. . . , . 495
Romera. ... ... . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . .1 33

El pantano del Chorro.. . . . . . . . , , . ............................... 498 to, usadas en Ia estructura del canal principal del Sistema Nacional
d e Riego No 5 , Río Conchos, Chih., por el Ing. J. Vicente Orozco. . . . 2 105

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 \ Nbm. Pág.
Núm. Pág.
- - - -
Origen glacial d e los depósitos d e arena en las minas del Valle d e Méxi- Plantación de los barbados e injertos en el cultivo d e la vid. (Colabora-
co, por el Ing. Augusto P r i s t e r . . ................................. 2 123 ción del Departamento d e Enseñanza.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... 4 337
Usos de la electricidad en la agricultura y bus industrias derivadas, por Propagación y cultivo del tamarix, por Daniel F. Galicia (Forest ..... 4 352
el Ing. Rodolfo Ortega M.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 128 La cría del conejo en México. (Colaboración del Departamento de Gana-
Corazón hueco en cortinas de materiales sin cohesión, por el Ing. Angel
dería.). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....................... 4 356
Huevos deformes y sus causas, por el Avicultor Carlos S . Brehm. . . . . . . . 4 357
García Lascuráin.. ............................................. 3 282
Monto d e cosechas en pie por el Agr. Qliverio T é l l e z . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 361
Nomograma para el cálculo del gasto en vertedores, por el Ing. Vicente C. La sericicultura en México,, por el Prof. Homobono González.. . . . . . . . . . . 5 464
Villaseñor. ............................ ...................... 4 328 La cera d e abejas, por el Prof. Alfredo R. Anzaldúa.. . . . . . . . . . . . . . . . . 5 470
Usos de l a electricidad en la agricultura y s u s dustrias derivadas, por Ea formación d e arboledas en los Sistemas Nacionales de Riego, por Da-
el Ing. Rolfo Ortega M.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 331 niel F. Galicia (Forestal). . ... ... .............. 5 # 472
El estudio del abastecimiento hidráulico del proyecto Valle d e Juárez, por Pequeñas industrias e n el hogar del campesino, por e Pablo Aragón. . 6 542
el Ing. Luis Arteaga.. .......................................... 5 424 El pato. Colaboración d e la Dirección General de G a n a d e r í a . . . . . . . . . . . . 6 546
Transiciones en conductos para agua, por el Ing, Carlos Ramírez U l l o a . . . 5 444 Un filtro rústico para agua, por el Ing. Oliverio T é l l e z . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 551
La química y la vida social mexicana, por el Ing. Augusto Prister.
Obras de urbanización en Villa Juárez, Tamaulipas, por el Ing. Pablo Bis-
tráin. ............................................ ......... 5 454 Las exposiciones agrícolas, ganaderas e industriales, por el Agr, ... 6 552
Martino. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 554
Descripción breve de l a teoría fundamental y d e los procedi
Ligeros apuntes sobre el cultivo y beneficio del té, por el Prof. d e Horti-
topográficos, por el Topógrafo Julio Pérez León. ................... 6 521 cultura Delfino Castillo.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 558
Nueva forma de dique que se propone para cañones angostos en roca, Los jardines, por el Agr. Carlos Terrazas Moro. . . . . . . . . . . . . ....... 6 566 ’
por el Ing. C. H. Howell. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 533 Arboles d e tierra caliente. “Caoba,” por Ricardo Rodríguez M. ( estal.) 6 569 ,
La necesidad d e una política eléctrica, por el Ing. José Herrera y Lasso. 6 539
SECCIQN ECONOMICA, COMERCIAL Y DE ESTADISTICA
SECCION EDUCATIVA Y DE DIVULGACION
Nuevo León. Sus elementos d e riqueza, por Roberto Quirós Martínez. ... 1 62
L a cría del ganado lanar en México. Colaboración d e la Dirección d e Gana- Opiniones que nos honran. . . . . . . . . . . . . ........................... 1 f3 2
dería.. ........................................................ Oaxaca. Sus elementos d e riqueza, por R rto Quirós M a r t í n e z . . . . . . . . . 2 162
Ea importancia y desarrollo d e la avicultura en México, por el Dr. José Fi- Opiniones que nos h o n r a n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
.......................................................
gueroa. Puebla. Sus elementos d e riqueza, por Roberto Quirós M a r t í n e z . . . . . . . . . 3
1 41
Opiniones que nos h o n r a n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 336
Calendario apícola, por el Prof. Alfredo R. Anzaldúa.. . . . . . . . . . . . . . . . . 1 51
Querétaro. Sus elementos d e riqueza, por Roberto Quirós M a r t í n e z . . . . . . 4 369
La sericicultura en México, por el Prof. Homobono González.. . . . . . 1 56
San Luis Potosí. Sus elementos d e riqueza, por Roberto Quirós Martínez. 5 4
La propagación y cultivo del jacinto, por el Prof. Delfino Castillo D.. . . . . . 1 58
132 Sinaloa. Sus elementos d e riqueza, por Roberto Quirós Martínez. . . . . . . 6 5
Un método para la producción
? económica d e cerdos, por Fco. Saracho.
... 2
El empleo d e la sal en el ganado vacuno, por el Dr. José Figueroa. . . . . . . 2 146
Opiniones que nos h o n r a n . . ......................................... 6 534
Aprendamos a tomar la miel d e abeja, por el Prof. Alfredo R. Anzaldúa.. . 2 151
Ea sericicultura en México, por el Prof. Hornobono González.. . . . . . . . . . . 2 153 SECCION DE NOTICIAS
La formación de arboledas en los Sistemas Nacionales de Riego, por Da-
niel F. Galicia (Forestal). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 155 Informe que rinde el jurado calificador en el Concurso de Competencia
La rosa en España, por Pedro D o t . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 158 Agrícola celebrado en el Sistema Nacional de Riego Nº 4 (río Salado,
Valor agrícola del agua de riego, por el Agr. Oliverio T e l l e z . . . . . . . . . 3 288 Coahuila y Nuevo León).. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 382
El saco para envases d e porvenir en la agricultura, por el Ing. Jenaro Plano antiguo d e la hacienda d e Santa Ana Apacueco, en Nueva España y
Montiel Qlvera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 299 Nueva Galicia. Año d e 1756, por el Ing. Luis P. Ballesteros.. . . . . . . . 5 495

VI I