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1. El milagro del ser y la cuádruple diferencia.

1.1. Pregunta fundamental, asombro y gloria.

En el articulo del que versa el presente reporte Hans Urs Von Balthasar retoma lo que para el
constituye la pregunta metafísica histórica y autentica, esta pregunta es ¿Por qué hay algo en
vez de nada?, y afirma que, pese a su centralidad, ni la ciencia ni la filosofía se plantea
seriamente esta pregunta.

Para el autor se ha normalizado por la razón el suceso de que somos, suceso que él denomina
como milagro, al punto de que “se identifica al ser con su necesidad de ser”563 no dejando
espacio para el asombro de que somos, permitiendo, a lo sumo, cierta admiración “de que
todo aparezca en un orden <bello> tan admitable dentro de la necesidad del ser”564. A esta
belleza que se nos muestra el autor la denomina como gloria, concibiéndola como la sumatoria
de las bellezas particulares, como la totalidad de la belleza, como un concepto limite que
excede toda posibilidad de medida..

Para Von Balthasar la metafísica debería volver a pensar este milagro de que somos pudiendo
no serlo y buscar lo que merece ser llamado gloria dentro de la misma. Para esto plantea ir
avanzando a partir de cuatro fases en las que se indican a la vez cuatro diferencias, las cuales
expondremos a continuación.

1.2. Fase Nº 1: Yo no soy el ser, pudiendo no ser, soy

Von Balthasar utiliza el ejemplo del niño recién nacido con el objetivo de ilustrarnos en esta
primera fase y en la diferenciación que la identifica. El niño nace con la pregunta por el
misterio incerta, aunque desconocida, en su espíritu; pero dicho cuestionamiento no
permanece oculto por siempre, sino hasta la separación del yo.

Ante la abrumadora experiencia del ser que lo circunda, el yo del niño “brota en la experiencia
del tú: con la sonrisa de la madre, gracias a la cual el experimenta que se encuentra insertado,
afirmado, amado en algo que incomprensiblemente lo rodea, algo real, y que lo guarda y lo
alimenta” 565. Esta experiencia de identificación y de amor por el cual nace el yo en relación al
tú es de tal envergadura que el niño “es en cuanto se le permite ser como algo amado”566.
Ante tanto amor y acogimiento es lógico que el niño no pueda distinguir a su madre, que lo
precede y recibe en el ser, de la totalidad del ser.

La primer diferencia es entonces la que realiza el niño al darse cuenta de que él no es su


madre, de que él no es el ser, ser del mundo en el que se ve arrojado y en el que no tiene
ninguna necesidad, es decir que podría no ser.

1.3. Fase Nº2: Los otros no son el ser.

La segunda diferencia remarcada por Von Balthasar nace con el entendimiento de que todos
los demás entes se encuentran en la misma situación respecto del ser a la que me encuentro
yo mismo. Esto quiere decir que los otros son igual de contingentes que yo y que, por lo tanto,
ellos no son la plenitud del ser como lo veía el niño en ese amor y acogida de su madre. El
autor afirma que la gran diferenciación que se logra en esta fase es el comprender que “todos
los entes participan ciertamente del ser, pero no lo agotan”567

El asombro que aquí nos acaece esta ligado a la realidad de que el ente solo puede ser en
medida de su participación en el ser, como asi también el hecho de que la plenitud del ser solo
puede ser posible en el ente singular. Esto demuestra que el ser sin el ente no es subsistente.
1.4. Fase Nº3: El mundo no es el ser.

Es a partir de la diferencia anteriormente señalada (que el ente no subsiste sin el ser, y el ser
no es subsistente sin el ente) que el autor indica la imposibilidad de “atribuir al ser la
responsabilidad de las distintas formas esenciales de los seres en el mundo”568. Esto quiere
decir que el ser no planifica la subsistencia del ente, ni tiene responsabilidad sobre las formas
de las esencias.

Lo central en esta tercer diferencia es ver al ser que no se encuentra atado a nada de lo ente, y
que es solamente gracias a esta libertad de no estar atado que la gloria logra atravesar la
totalidad de los entes. En resumidas palabras el ser no es el ente, y esta libertad del ser es lo
que posibilita que la gloria atraviese a todo lo ente.

1.5. Fase Nº4: Dios no es el ser.

Esta cuarta diferencia parte del entendimiento de que “Dios es el único fundamento suficiente
tanto para el ser como para el ente en su forma concreta”573. Esto quiere decir que Dios es lo
único no no-subsistente, lo único que puede tener subsistencia, es la causa de posibilidad del
ser y del ente.

Para el autor la libertad que caracteriza al ser respecto de todos los entes solo puede ser
garantizada en su gloria, si a la vez esta libertad y esta gloria se fundamentan en una libertad
que si es subsistente, y esta es la del ser absoluto, es decir la de Dios.

1.6. ¿Por qué hay algo en vez de nada?

Abiendo transitado las cuatro faces y explicitado las cuatro sucesivas diferenciaciones el autor
llega a la conclucion de que reina una misterio en lo referido al triunfo del ser con respecto a la
nada.

La respuesta definitiva, según Von Balthasar, a la pregunta fundamental de la metafísica es


Dios, de cuya libertad nece todo lo que puede ser querido, y en su misma libertad y
potencialidad el mismo se constituye en pura donación y amor.

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