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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA

LEASING

AUTORES:

QUISPE CHANGANAQUÍ,

QUISPE MARTEL, Evelin

RODRIGUEZ VALENCIA, Fiorella

REATEGUI ARCE, Roxana

ROCA ESQUIVEL, Anthony

CICLO:

VIII

PROFESOR:

HÉCTOR GERMAN REBAZA GÓMEZ

LIMA – PERÚ

2015
Al profesor Héctor Rebaza

por su esmerada forma de

enseñanza y por su esfuerzo

del día a día para lograr nuestro

provechoso aprendizaje.
A nuestra querida familia

por el apoyo incondicional,

tanto moral como económico

que nos brindaron para lograr

la ejecución del presente trabajo.


ÍNDICE

Pág.

Dedicatoria II

Agradecimiento III

Introducción V

CAPÍTULO 1

ANTECEDENTES Y NATURALEZA JURÍDICA 7


1. Origen 7
2. Etimología 8
3. Concepto 13
4. Naturaleza Jurídica 14

CAPÍTULO 2

CARACTERÍSTICAS Y CLASIFICACIÓN 17
1. Características 18
2. Clasificación 26
3. Efectos del contrato 26
4. Función comercial y operativa 26

CAPÍTULO 3
DIFERENCIAS, EXTINCIÓN, VENTAJAS Y DESVENTAJAS 29
1. Diferencias con otras modalidades contractuales 30
2. Extinción del contrato de Leasing 36
3. Ventajas y desventajas 37

1. Conclusiones 42

2. Bibliografía 43

3. Anexos 44
INTRODUCCIÓN

El mercado y el comercio se han visto en la necesidad de buscar alternativas


en una economía globalizada y de grandes transformaciones que les posibiliten
desarrollarse de manera competitiva, rápida y ágil. Por este motivo, las
empresas han superado los contratos ortodoxos que muchas veces están
desfasados de las necesidades económicas, financieras y jurídicas actuales, y
se han creado nuevas modalidades de contratación conocidas como Contratos
Innominados en la búsqueda de ser más competitivos, ya que hoy en día
estamos inmersos en una economía de mercado globalizada.

Los contratos atípicos van tomando relevancia, con mayor énfasis en la


contratación comercial, financiera y jurídica, como consecuencia de las
relaciones económicas comerciales en el mundo globalizado y debido al
proceso de inserción que viene teniendo el Perú. Estos contratos se denominan
atípicos por no estar legislados en nuestro ordenamiento jurídico aunque se
han ido incorporando de manera aún limitada por los principios de licitud y
buena fe que tienen las relaciones contractuales regidas por las reglas de
autonomía de la voluntad que las partes contratantes implementan para
enfrentar y mejorar su productividad y competitividad, en el caso de las
empresas.

En este sentido el presente trabajo se encarga de abordar uno de los


contratos atípicos más populares, tal como lo es el leasing, que en su forma
más representativa, se lo considera como un contrato en virtud del cual una
sociedad especializada adquiere, a petición de su cliente, determinados bienes
que le entrega a título de alquiler, mediante el pago de una remuneración y con
la opción para que el arrendatario, al vencimiento del plazo, pueda continuar el
contrato en nuevas condiciones o pueda adquirir los bienes en su poder.

V
El presente trabajo está organizado en tres capítulos: en el primero, se
abordan los antecedentes y naturaleza jurídica del contrato de Leasing; en el
segundo capítulo, se recogen características y clasificación. Por último, en el
tercer capítulo, se detallan las diferencias con otras modalidades contractuales,
la extinción del contrato y las ventajas y desventajas.

Con el deseo de que este trabajo de investigación sea de utilidad para lograr
una mayor claridad de todos los aspectos que constituyen el leasing y cómo ha
marcado importancia con el transcurso del tiempo en el desarrollo de las
actividades empresariales.

VI
CAPÍTULO I:
ANTECEDENTES Y NATURALEZA JURÍDICA
ORIGEN
Desde la antigüedad, el Leasing ya se practicaba en las antiguas culturas del
Medio Oriente hace cinco mil años, entre el pueblo Sumerio, situado al sur de
Mesopotamia, entre los ríos Éufrates y Tigris, en el actual Estado de Irak. A
este país, llamado en el Antiguo Testamento Summer o Sinea, y a esta
civilización se le atribuye el arte de la escritura con características cuneiformes.

Los propietarios de las tierras, es decir, los dioses con diversos grados de
divinidad, reyes, príncipes y otros magnates, cedían el uso de tales tierras,
puesto que ellos no podían cultivarlas bajo su propia administración.

Alrededor del año 3000 a. C., en la ciudad de Lagash, siendo el legislador el


Dios Nigurso, una gran parte de la Tierra Sagrada fue arrendada a los
agricultores contra el precio de un canon, que consistía en un sétimo o un
octavo de la cosecha. Más tarde, alrededor de 2000 a. C., el dios exigía la
tercera parte de la cosecha anual.

En Babilonia, aproximadamente en el año 1800 a. C., se dio un código legal


con el nombre de Hammurabi; en él se prevén numerosos artículos que
mencionan el arrendamiento de tierras. Así su artículo 450 dispone: “Si un
hombre da su tierra a un agricultor contra un interés y además, recibe los
pagos de interés por sus tierras, y Abad, dios de las lluvias, la inunda, o una
inundación arrasa el suelo, entonces, la pérdida es del agricultor”. Por otro
lado, el artículo 2360 del código en colocación señala “Si un hombre ha dado
su barco a un armador contra el pago de una renta, y luego no es cuidadoso y
permite que el barco naufrague, el armador hará frente a la pérdida a favor del
propietario del barco”.

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Una historia relata sobre la familia Murashu, a quien se califica de
“especialista de Leasing” de hace 2 500 años, situándola en la ciudad de
Nippur, hoy llamada Nuffer.

En Grecia, el famoso orador y abogado Demóstenes dejó a través de sus


discursos, prueba evidente del Leasing de esclavos, de minas, de barcos, entre
otros, por lo cual el investigador Claes aprendió algunos ejemplos.

Jenofonte (444-354 a. C.), destacado discípulo de Sócrates, participó con los


13 000 voluntarios griegos en la lucha contra el persa Ciro y su hermano
Artajerjes II. Sobre este episodio, algunos advierten un caso de Leasing de
esclavos por el arrendamiento de los 13 000 mercenarios.

ETIMOLOGÍA

El término Leasing se emplea en el lenguaje mercantil de los Estados Unidos,


por el año de 1 952, para denominar a las operaciones de arrendamiento de
bienes que reúnen determinadas condiciones. En dicho país se constituyeron
las primeras sociedades especializadas para celebrar contratos de leasing y su
nacimiento obedeció a necesidades financieras de los arrendatarios que, a
través de este medio, obtenían la utilización de bienes sin ser propietarios y
con un menor desembolso de fondos. Posteriormente, el éxito de este contrato
y de las compañías que se dedicaban a celebrarlo hizo que este tipo de
negocios se iniciara en otros países.

Por otro lado, el término Leasing, de origen sajón, deriva del verbo “t olease”,
que significa arrendar. No obstante en el campo económico se utiliza
únicamente para distinguir un tipo de arrendamiento que reúne características
singulares.

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Los contratos referidos exclusivamente a un alquiler puro se denominan
“Reting”, que deriva de “to rent”. Se trata de términos sinónimos, ya que ambos
verbos tuvieron el mismo significado, arrendamiento o alquiler.

El Leasing, es un término adoptado por la mayoría de los países europeos.


Es así que en Francia utiliza el “credit bail”, que quiere decir, crédito-
arrendamiento. Lo citado ha sido criticado por especialistas como Coillot que
propone “equipment bail”, que quiere decir, equipamiento-arrendamiento.

Leloup promueve la denominación “location amortissement”, que significa,


arrendamiento amortización.

Bélgica adopta el término de “location financement”, que significa,


arrendamiento financiero.

Por otro lado, en España se ha propuesto diversas denominaciones en lo


concerniente al Leasing, desde un punto de vista semántico; tales como
“préstamos en arrendamiento”, “alquiler financiación”, “préstamo locativo”,
“préstamo alquiler”, “crédito arrendamiento”, “locación venta”, entre otros.

De las denominaciones mencionadas, la más acatada es la de


“arrendamiento financiero”, divulgada en 1969 mediante una publicación
emanada de la firma española “La Informática S.A.”.

Carlos Vidal Blanco, en su obra “El Leasing”, opta por el término Leasing,
puesto que este, es aceptado internacionalmente.

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Ninguna de las expresiones citadas posee un concepto similar al término
inglés “Leasing”, debido a que la equivalente es ambigua.

Conceptuar el Leasing es ciertamente tarea complicada, tomándose razón de


que tiene múltiples matices y que abarca una serie de características por sus
operaciones peculiares, de esta manera que nos encontramos ante un contrato
“suí géneris”.

Vidal Blanco afirma que el Leasing es “un contrato mercantil en virtud del
cual un empresario, cumpliendo instrucciones expresas del presunto
arrendatario, compra en nombre propio determinados bienes muebles o
inmuebles, para que, como propietario arrendador, los alquile al
mencionado arrendatario, para que éste los utilice por un período
irrevocable, a cuyo término tendrá la opción de adquirir la totalidad o parte
de estos bienes arrendados por un precio convenido previamente con el
propietario arrendador considerándose que todos los desembolsos que
efectúe el futuro arrendador, no son por cuenta del presunto arrendatario
hasta la iniciación del período de arrendamiento”.

En su forma moderna, fue en los Estados Unidos donde el Leasing se puso


en práctica por vez primera como una innovada fórmula comercial y financiera.

Las primeras compañías de Leasing, según Jean Degand, fueron los


departamentos financieros y comerciales de las propias empresas industriales
o filiales, quienes vieron en el arrendamiento industrial la fórmula para dar
salida a sus productos.

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Es así, como los fabricantes de medios de transporte tales como vagones de
ferrocarril, barcos, aviones y demás, pusieron en marcha esta nueva técnica.
Posteriormente, fueron las empresas fabricantes de los materiales electrónicos,
las que pusieron en práctica el Leasing industrial.

Para Dean Ross, en su tratado “Espejismo sobre el Leasing”, las primeras


operaciones de arrendamiento financiero en los tiempos modernos se llevaron
a cabo en el siglo XIX por las compañías explotadoras de los grandes
ferrocarriles americanos, cuyas redes se construyeron en los tiempos de
Rockefeller, Morgan y Melcon a base del material rodante explotado bajo el
régimen de Leasing.

Posteriormente, en el siglo XIX, fueron las sociedades americanas de


telecomunicaciones como la Bell Telephon System en 1920, las que, al decidir
alquilar sus teléfonos, en vez de venderlos, utilizaban la nueva técnica del
Leasing. Más tarde las imitaron otras compañías americanas, fabricantes de
equipos, tales como la IBM y la Internacional Cygar Machinery, entre otras.

Esta modalidad de Leasing, puesto en práctica por los propios fabricantes, ha


venido comunicándose, precisamente por las razones mencionadas
anteriormente, “Leasing industrial”, y más comúnmente “Leasing operacional”.

Diversos especialistas señalan que el origen del leasing radica en épocas


más recientes, esto es al finalizar la guerra de Corea en 1952, según la revista
“Fortune”, cuando Mr. D. P. Boothe Jr., junto a otros Partners, fundó la “United
States Leasing Corporation”, primera compañía de Leasing, con un capital
inicial de US $ 20 000, convenciendo al Bank of America para que les
concediera un crédito de US $ 500 000 que necesitaban para adquirir
maquinarias.

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A la formación de la primera compañía de Leasing, siguieron otras como la
Boothe Leasing Corporation en el año de 1961 fundada por el propio D.P.
Boothe Jr.

El desarrollo de Leasing en Estados Unidos fue espectacular; los grandes


grupos financieros y, sobre todo los bancos, se sintieron muy pronto atraídos
por esta innovada técnica financiera. De esta manera, nacieron nuevas
sociedades de Leasing, que eran filiales de los bancos. Este incremento
apoteósico del Leasing fue tal que arribó a 800 el número de sociedades que
se constituyeron con este objeto, en el plazo de diez años, hasta que luego,
debido a la concentración y la competencia entre estas sociedades, solo han
sobrevivido unas 250.

Las sociedades que aún ocupan lugares preferentes, encontramos a la


United States Leasing Corporation, y la Boothe Leasing Corporation, ambas
con sede en San Francisco.

En Europa, las primeras sociedades de Leasing fueron constituidas en


Inglaterra. En 1960, la “United States Corporation” creció conjuntamente con un
grupo financiero inglés, la “Mercantil Credit Company Limited”. En Francia, la
primera sociedad de Leasing fue “Loca France”, creada en abril de 1962,
posteriormente se crearon en los otros países de Europa.

Es menester señalar que, con las primeras sociedades, surgió una nueva
modalidad de Leasing, independientemente de los fabricantes, al configurarse
como “agentes de Leasing”, que eran verdaderos intermediarios, financieros,
compradores y arrendadores de las maquinarias, naciendo así el verdadero
Leasing, el “Leasing financiero”.

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Una causa importante que generó el desarrollo económico logrado por
algunos países europeos como Francia, Alemania, y Gran Bretaña, fue la
existencia de una financiación magna, ídem oportuna para las inversiones en
bienes y equipos, posible gracias a la coexistencia de varias técnicas
financieras, entre las cuales el Leasing ha sido la que ha tenido el crecimiento
más notorio. Este auge demuestra las específicas ventajas que tiene una
técnica financiera en comparación con los sistemas tradicionales de
financiación.

Países latinoamericanos como Brasil y Venezuela han incluido en su ámbito


financiero esta modalidad crediticia, por causas y razones similares.

Los países de economía desarrollada, patentizan al Leasing como una


neoalternativa de política empresarial, con la finalidad principal de lograr un
auge económico.

CONCEPTO

El jurista argentino Luis Muñoz afirma que por el Leasing, crédito bail o
location financement, merced a la terminología adoptada, sea esta
anglosajona, francesa o belga, la entidad financiera se obliga a adquirir y
entregar a su cliente bienes de capital para que los utilice durante un plazo
previsto y en consideración a su función económica, obligándose el cliente a
pagar un precio cierto en dinero a efectos de amortizar el valor de adquisición,
asumiendo los riesgos y vicios, pudiendo adquirirlos una vez concluido el plazo
estipulado por el valor residual pactado en el negocio, o devolverlos en buen
estado de conservación previsto, al vencimiento del plazo de duración del
negocio.

Bravo Sidney. (2003). Contratos Atípicos e Innominados. Perú: Ediciones Legales Iberoamericanas E.I.R.L.

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Para Barreira Delfino, el Leasing es una operación de financiación de
mediano o largo plazo practicado por una entidad financiera en favor de una
empresa comercial o industrial, interesada en instrumentar y modernizar sus
actividades para incentivar su expansión, mediante su óptimo equipamiento. La
entidad financiera, a petición de su cliente, adquiere el bien capital previamente
seleccionado por este último y le facilita su utilización durante un periodo
determinado de común acuerdo.

En el Perú, el Decreto Legislativo N° 212 del 12 de junio de 1981 y el Decreto


Legislativo N° 229 del 26 de julio de 1984, definen al Leasing como un contrato
mercantil que tiene por objeto la locación de bienes muebles o inmuebles por
una empresa locadora para el uso de la arrendataria, mediante el pago de
cuotas periódicas y con opción a favor de la arrendataria de comprar dichos
bienes por un valor pactado.

NATURALEZA JURÍDICA
Existen diversas teorías que buscan explicar la naturaleza jurídica del
Leasing, entre las más resaltantes se consideran las siguientes:

Teoría del arrendamiento


La doctrina, en su mayoría, coincide en que fue una de las primeras teorías,
sino la primera, propuesta para explicar la esencia y naturaleza del contrato de
leasing. Es así que en el Perú, el anterior Decreto Legislativo N.° 212 y el
Decreto Legislativo N.° 299 se refieren al “arrendamiento con opción de
compra”. En éstos se observa cómo se incorpora la esencia de la relación
jurídica entre la empresa de leasing y la usuaria que reside en el cambio entre
la atribución temporaria del goce de un bien y el pago de contraprestación, la
cual constituye la causa típica del contrato de arrendamiento.

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La unidad contractual del arrendamiento no queda desvirtuada por la
inclusión de cláusulas que lo conforman como un arrendamiento con finalidad
financiera, pues la compraventa entre el arrendador y el suministrador del bien
constituye una relación jurídica separada y distinta del arrendamiento celebrado
entre el primero y el usuario-arrendatario. No obstante, la adquisición del bien
por sociedad de leasing es determinado directamente por el arrendamiento, ya
que se trata de un contrato de ejecución-adquisición del bien, dentro del marco
de otro distinto (arrendamiento financiero).

Quizás una de las limitaciones para regular el leasing como arrendamiento


radica en la llamada función financiera del mismo, por cuanto el arrendamiento
solo tiene tal función cuando encubre una relación de crédito y de garantía.

Sin embargo, es importante comentar que el leasing y el arrendamiento


tienen, un punto en común: la disposición de bienes en calidad de uso. Si nos
basamos en la finalidad, función y efectos de cada una de estas instituciones
contractuales, encontraremos aspectos que los distancian. Sin embargo,
existen otras corrientes doctrinarias que critican esta postura al considerar al
leasing fuera del marco jurídico del arrendamiento; afirman que si bien las
formas poseen algunos elementos en común, el leasing enmarca elementos
esenciales (término inicial y cláusula de opción de compra), mientras que el
arrendamiento carece de los elementos citados y, de faltar éstos, se desvirtúa
el carácter económico-financiero de la institución.

Ver Vera Paredes, Isaías. (2002).


Ver Barreira, Delfino. (1978), y Buonocore, Vicenzo. (1990).

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En este sentido, según esta teoría el contrato de arrendamiento financiero es
un contrato de arrendamiento, en virtud del cual el arrendador se obliga a ceder
temporalmente al arrendatario el uso de un bien, merced a una venta
convenida. El bien puede ser dado en arrendamiento por el propietario del
mismo o por quien tenga esa facultad respecto de los bienes que administra.
De ninguna manera existe la posibilidad de que el arrendatario se convierta en
propietario del bien.

Teoría de la Compraventa
De acuerdo a esta teoría, entre la sociedad de Leasing que transfiere el uso y
goce del bien y el usuario, existe un acuerdo en torno al bien y al precio. La
voluntad real de las partes es celebrar una compraventa a plazos; la suma de
los alquileres que el usuario debe satisfacer sobrepasa el valor del material
nuevo facilitado, proporcionando un beneficio a la sociedad de Leasing. Ídem,
existe la cláusula de opción de compra a favor del usuario.

Los tratadistas que se oponen a esta teoría sostienen que el contrato de


arrendamiento financiero transfiere el uso del bien mientras que la compraventa
transfiere la propiedad del mismo. En el contrato de arrendamiento no existe
desde el principio la voluntad de comprar. Sin embargo el ánimus podrá surgir
o no durante la ejecución del contrato, merced a las circunstancias que
condicionen a la arrendataria.

El usuario puede efectuar un nuevo contrato de Leasing, en tal virtud estará


alargando la compraventa aplazada. Asimismo el usuario puede optar por
devolver el bien. Al hacerlo estará resolviendo la venta con el efecto natural de
que el vendedor retenga lo ya pagado como precio.

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Teoría del Préstamo
Los sostenedores de esta teoría afirman que el arrendamiento financiero es
un contrato de préstamos porque, en forma similar a los establecimientos de
crédito que prestan dinero y cobran un interés, las sociedades de bienes
cobran los alquileres.

El préstamo está regulado mediante dos figuras contractuales que son el mutuo
o préstamo de consumo y el préstamo de uso.

Por el mutuo, el mutuante se obliga a entregar al mutuario una determinada


cantidad de dinero o de bienes consumibles a cambio de que se devuelvan
otros de la misma especie, calidad o cantidad.

El arrendamiento financiero de dinero no es posible de esta manera porque


éste no es un bien identificable y en cuanto a los bienes consumibles, aun en el
supuesto de que pudiesen ser identificados, dicha identificación resulta
irrelevante por cuanto en el mutuo, el mutuatario está obligado solamente a
devolver otros bienes de la misma especie, calidad o cantidad pero no los
mismos. En cambio, en el arrendamiento financiero, si no se ejercita la opción
de compra al término del plazo se deberá devolver el producto.

El comodato es un contrato cuya esencia es la gratuidad, por medio del cual


el comodante se obliga a entregar gratuitamente al comodatario un bien no
consumible para que lo use por cierto tiempo o para un fin y luego lo devuelva;
en cambio, el contrato de arrendamiento financiero se caracteriza por ser
oneroso.

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Teoría de la gestión de negocios
Es un acto jurídico unilateral que se presenta cuando alguien, sin estar
obligado ni facultado para ello, asume conscientemente el manejo de los
negocios o la administración de los bienes de otro que lo ignora, en beneficio
de este. La gestión surge, por consiguiente, de un acto unilateral de voluntad
del gestor que asume en forma espontánea la gestión de los negocios, o la
administración de los bienes de otro. El contrato de arrendamiento financiero es
un acuerdo de voluntades entre dos partes: la empresa locadora y la
arrendataria; por ende, existen contraprestaciones sinalagmáticas.

Teoría del mandato.


En lo referente al contrato de compraventa que celebra la empresa locadora
con el proveedor, un sector de tratadistas ha creído ver en el Leasing un
contrato de mandato. Se afirma que la arrendataria asume la calidad de
mandatario y la empresa locadora la calidad de mandante.

La figura del mandato no se presenta si no existe una oferta del cliente, en


virtud del cual si las empresas leasing adquieren el bien que este desea, se
obliga a arrendarlo por un tiempo determinado, con todos aquellos otros
acuerdos y condiciones que son generales en estos contratos.

Algunos autores consideran que el mandante es la arrendataria y el


mandatario la empresa locadora porque efectúa la compra del bien de acuerdo
con las instrucciones impartidas por la primera. A criterio de otros autores,
consideran que el leasing no es mandato, puesto que ambas figuras contienen
elementos diferentes, ídem fines distintos; además, es de señalar que la teoría
del mandato es inaplicable al leasing por las siguientes razones:

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• Para aceptar la tesis del mandato es necesario aceptar que el usuario actúa
en interés o por cuenta de la sociedad de leasing; sin embargo, el usuario
actúa en su propio interés al elegir el proveedor y determinar las condiciones
de los bienes.

• El usuario no concluye el contrato de compra-venta con el proveedor, ni el


proveedor se obliga a entregar el bien, ni la sociedad de leasing a pagar el
precio mientras éste no le haga llegar su consentimiento expresado
formalmente en un pedido y orden de compra.

• El mandato se formaliza en la primera convención; sin embargo, vemos que


allí no se determina ni el bien ni el precio. Es dudoso, pues, que exista un
mandato en el que el mandatario no reciba ninguna instrucción del mandante.

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CAPÍTULO II:
CARACTERÍSTICAS Y CLASIFICACIÓN

2.1. CARACTERÍSTICAS
2.2 CLASIFICACIÓN DE LAS OPERACIONES DE LEASING
Las operaciones de Leasing se pueden clasificar por una pluralidad de formas,
pero a continuación brindaremos una clasificación estructural en relación a
características los cuales podemos decir que son por su tipo, por su origen, por
su objeto, por el territorio que abarca.

2.2.1 SEGÚN SU ORIGEN DE OPERACIÓN:

Leasing Directo: Es aquel celebrado entre el cliente que desea ser usuario de
un bien de características especiales y la empresa de leasing que adquiere el
bien a petición expresa del cliente y lo entrega posteriormente en
arrendamiento, mediante la celebración del contrato de leasing respectivo.

Aquí es de vital importancia el cuidado que debe tener la empresa de leasing al


realizar la calificación previa del bien, debido a que generalmente este no es de
uso corriente, lo que puede conllevar alto riesgo si es necesaria una
recolocación.

Leasing Indirecto: Este sistema se conoce también comovendorprogramy en


la práctica internacional es muy usado como un medio de colocación que
tienen los propios fabricantes de productos de uso amplio para venderlos en el
mercado consumidor. En el hecho, el fabricante llega a un acuerdo con la
empresa de leasing para que esta financie a los usuarios. En la práctica la
arrendadora adquiere el bien del fabricante y lo da en arrendamiento al usuario,
respaldando el fabricante la operación con su garantía de servicio técnico y de
reposición del bien si esto no funciona adecuadamente.

Además en ciertos casos el suministrador garantiza el pago de las rentas del


arrendamiento, de modo que si el usuario no paga, debe pagar el fabricante,
pensando entonces en a la posición de poder cobrar directamente al usuario.

Este tipo de contratación es un medio idóneo para agilizar la venta masiva de


productos por parte de las empresas industriales, en que los respectivos
departamentos de ventas amplían su campo de acción mediante la colocación
que pueda hacer la empresa de Leasing, acompañada de una ventaja
económica como es el recibir el precio al contado, en lugar de hacer la venta
financiada.

2.2.2 SEGÚN EL OBJETO ARRENDADO:

Leasing mobiliario: El leasing mobiliario es aquel que recae sobre cosas o


bienes muebles, aquellas que se pueden trasladar de un lugar a otro, sea
moviéndose por sí misma o por una fuerza externa, como por ejemplo los
animales o los vehículos, maquinaria, equipos informáticos, etc.

Este tipo de leasing, se emplea para el financiamiento de viene muebles como


por ejemplo:

 Leasing de Maquinaria Manufacturera (para la industria textil, plástico, del


calzado, etc.)
 Leasing de equipos de procesamiento de datos: comprende todo tipo de
equipos computacionales, tanto para fines informativos y procesamiento de
datos, como de apoyo productivo. Corresponde a computadores (hardware y
software asociados), equipos de impresión, equipos de filmación, video y TV,
equipos médicos (eco tomógrafos y otros), equipos de laboratorios, etc.
 Leasing de maquinaria móvil: Comprende a los equipos usados en los
sectores de construcción, obras viales, sector forestal, agrícola. Básicamente
consideran cargadores frontales, retro−excavadoras, moto−niveladoras, grúas,
horquillas, tractores, etc.
 Leasing de vehículos de transportes: comprende básicamente camiones
destinados al transporte de carga (en todos los sectores de la economía), y el
transporte privado de pasajeros, es decir, bajo contrato con empresas.
 Leasing automotriz: el leasing automotriz es un producto destinado a
personas y a empresas. Corresponde a la adquisición de automóviles
(considerados como bienes de consumo, que no descuentan IVA), camiones.

Leasing Inmobiliario: Este tipo de leasing se genera por medio de una


operación de financiación que permite disponer a empresas y profesionales de
inmuebles de un capital productivo que permita contribuir con el desarrollo de
su actividad y utilizarlos por un plazo determinado de tiempo.
Además de la financiación, el leasing inmobiliario ofrece una fiscalidad más
ventajosa que otras fórmulas de financiación. Al finalizar el plazo estipulado en
el contrato el cliente tiene una opción de compra sobre el inmueble.

En nociones concretas este tipo de leasing se encarga del financiamiento de


bienes inmuebles, tales como, oficinas, locales comerciales, plantas
industriales. Se excluye de este financiamiento los bienes inmuebles
destinados a uso habitacional, con la excepción de viviendas destinadas al
personal de una empresa, en cuyo caso la opción de compra es intransferible.

Los plazos considerados para este tipo de leasing se pueden dar alrededor de
cinco a quince años.

2.2.3 SEGÚN EL TERRITORIO QUE ABARCA:

Leasing Nacional: Es aquel tipo de contrato en el cual las partes o personas


involucradas se encuentran en el país y no existe ningún elemento
internacional.

Leasing Internacional: A diferencia del tipo de contrato anterior, esta clase de


leasing evidentemente considera elementosinternacionales.

Como ejemplo de ello se puede señalar una empresa de aviación que contrata
el arrendamiento bajo el sistema leasing de una aeronave que prestara servicio
abarcando territorio nacional e internacional, o una empresa naviera, etc.

2.3 EFECTOS DEL CONTRATO:

Podemos manifestar que estos efectos contractuales otorgan facultades,


derechos y obligaciones propias a las partes.

Derechos de la Empresa de Leasing:

1.- Derecho a reclamar el pago de las rentas.


2.- Derecho a exigir garantías al usuario: El sistema de leasing deja el material
en dominio de la entidad financiera, esta es la principal garantía a favor de la
sociedad de leasing.
3.- Inspección de material: En el contrato se deberá dejar establecida la forma
en que se efectuara la inspección.
4.- Optar por poner término al contrato en caso de incumplimiento del
arrendatario.
5.- Vender el contrato de leasing.

Obligaciones de la Sociedad de leasing

1.- Adquirir el bien solicitado por el cliente.


2.- Pagar el precio al proveedor.
3.- No contraer gravámenes: Que pudieran afectar el uso o disposición del bien
en pos del arrendatario.
4.- Recibir el bien: En caso que el usuario no haga uso de la opción de compra.
5.- Transferir el bien: En caso que el usuario haga uso de la opción de compra
al término del contrato.
6.- Proporcionar garantías.

Derechos del Usuario.

1.- El uso y goce del bien.


2.- Ejercer su derecho de opción.
3.- Vender la opción de compra.

Obligaciones del Usuario.

1.- Usar con el debido cuidado y responsabilidad el bien.


2.- Pagar las rentas.
3.- Mantención y reparación de los equipos o bienes: La sociedad de leasing no
4.- se ocupa de los aspectos técnicos de los bienes, por lo tanto, estas
obligaciones las trasfiere al usuario.
5.- Contratar seguros.
6.- Devolver el bien sino ejerce la opción de compra.
7.- Colocar placas distintivas.
2.4 FUNCIÓN COMERCIAL Y OPERATIVA:

Teniendo una noción genética de lo que simboliza o significa un contrato de


leasing debemos establecerlo en términos concretos como un vinculo
intersubjetivo por medio del cual una persona denominada arrendador y otra
persona denominada arrendatario los cuales establecen un contrato de
arrendamiento, por medio del cual el primero traspasa el derecho de uso y
goce de un bien físico, a cambio de un abono de una cantidad de dinero
debidamente determinada entre las partes, durante un plazo definido.

Debemos resaltar que con el dinero obtenido, la compañía de leasing cubre el


costo del bien que se adquiere.

Cuanto la etapa o periodo de arriendo culmina, el arrendatario tiene la facultad


de poder ejercer su derecho de compra con la finalidad de adquirir la titularidad
o propiedad del bien. Sobre este aspecto, el arrendatario podrá intentar
establecer los medios y las formas de pago pertinentes, el valor de la cuota
incluye la amortización del bien y el abono o pago de una tasa fija de interés.
En esta operación y después de haberse realizado el pacto en concreto, las
compañías no recomiendan ningún proveedor en particular. Este hecho se
genera por que las compañías no quieren generar otro tipo de riesgos, además
de los riesgos financieros que genera dicha operación de compra. es por este
motivo que no asumen ninguna responsabilidad en caso se generen defectos
operacionales defectos operacionales.

Siguiendo esta idea, debemos señalar que las dificultades que el cliente tenga
con el proveedor no son razones suficientes para que este no pague las
cuotas.

Una vez que se ha establecido la cotización o valor del bien con el proveedor,
es necesario que se entregue los antecedentes legales y los estados
financieros a la compañía de leasing, esta realizara una evaluación minuciosa y
si no encuentra ningún tipo de inconveniente y si dicha operación es aprobada
se emitirá el contrato de leasing.
Cuando ya se ha realizado dicho pacto y se han transcrito las firmas
respectivas, se emite una orden de compra o se inician los trámites de
importación, si corresponde. Los costos extras que generan estas operaciones
no se traducen en ningún pago al contado, sino que se recargan al valor de
arriendo, este siempre se expresa en cuotas.

El pago que realizara el proveedor, por parte de la compañía de leasing se


efectuara al contado, así el arrendatario ganara un significativo descuento en el
precio del bien.

El cuidado del bien es responsabilidad del cliente, como por ejemplo el hecho
hipotético en que se deban realizar ciertas reparaciones o servicios de
mantención necesaria u obligatoria para que dicho bien siga manteniendo un
funcionamiento idóneo para alcanzar sus finalidades, También deberá asumir
los riesgos en relación a los daños o pérdidas , pero esto se puede solucionar o
resolver con la contratación de un seguro que , normalmente, toma la propia
empresa de leasing y , sobre este aspecto, el pago de las primas se
incorporara al valor de la cuota de arrendamiento.
CAPÍTULO III:

DIFERENCIAS CON OTRAS MODALIDADES CONTRACTUALES

A) Con la compra y venta a plazos

El arrendamiento financiero conlleva una transferencia de la propiedad del bien


objeto de la prestación a favor de la arrendataria. A esta última, se la transmite
solamente la posesión del bien, su uso y disfrute, junto con el derecho a
ejercitar la opción de comprar dichos bienes por el valor residual y en el
momento acordado

B) Con el mandato:

Por el contrato de mandato, el mandatario se obliga a realizar uno o más actos


jurídicos por cuenta e interés del mandante (art. 1790 del código civil), mientras
en el arrendamiento financiero, la empresa locadora celera el acto jurídico de
adquisición del bien solicitado por la arrendataria con el ánimo de obtener una
ganancia con la entrega del bien para uso de esta última

C) Con el arrendamiento-venta, alquiler venta o venta locación.

El alquiler-venta es un contrato por el que se entrega en locación un bien por


un plazo determinado, vencido el cual las sumas pagadas por concepto de
alquiler se imputarán como precio de venta de la cosa dada en locación
quedando transferida la propiedad de la cosa por el pago del último de los
alquileres pactados.

La confusión frecuente, entre el alquiler-venta y el Leasing se explica por un


cierto parecido formal entre ambas figuras contractuales; en el Leasing la
opción de compra convierte efectivamente al arrendatario en propietario, lo
mismo que el último pago en el alquiler-venta pero hay finaliza el parecido,
porque la opción de compra es un elemento accesorio del Leasing. Consistente
en una promesa unilateral e irrevocable de venta, que puede o no ser ejercida,
mientras que en el alquiler-venta hay un acuerdo bilateral sobre la venta del
objeto, existente desde el comienzo del contrato
EXTINCIÓN DEL CONTRATO DE LEASING

1. Generalidades

El Contrato de Leasing tiene tres fases o momentos principales, a saber,


generación, perfección y consumación; es decir, como todo en la vida tiene un
principio y un fin. Los momentos de perfección y consumación son
fundamentales, pues el primero significa que el contrato ya existe y por ende,
ha de cumplirse, y el segundo supone que las obligaciones contractuales,
nacidas del contrato, se han extinguido por un normal cumplimiento.

El Leasing al igual que todo contrato, finaliza normalmente a la expiración de


plazo contractual, es decir, a los 24, 36,48 o más meses, según lo hayan
establecido las penas. Sin embargo, aparte del cumplimiento del plazo, existen
algunas situaciones, unas previstas expresamente en el contrato, otras no, que
determinan la terminación anticipada del vínculo jurídico entre la empresa de
leasing y la usuaria.1

2. Extinción normal

El Leasing reserva para el final del plazo algunos de sus rasgos típicos en
beneficio de la empresa usuaria, como aquel que le permite, a su sola decisión,
elegir cualquiera de las alternativas siguientes. Devolver el bien, celebrar nuevo
contrato por el pago de una contraprestación menor, sustituir el bien por otro
más moderno o adquirir el bien, haciendo efectiva la opción de que goza por
haberse pactado así en el contrato.

3. Opción de compra

Esta alternativa, instrumentada en una cláusula de opción de compra, es la


primera que barajan los sujetos encargados de tomar decisión. Ellos
habitualmente sopesan la conveniencia o no de su ejercicio cuando el valor
residual establecido, es por ejemplo, de 30% del valor de adquisición del bien,

1
MESEGUER GÜCH, Diego. Manual de contratos Comentado. Tomo II, editorial TINCO S. A. Lima, 2004
más no cuando este es simbólico, esto es un dólar o un nuevo sol, como
acostumbran algunas empresas de leasing en nuestro medio.

La presencia de la opción de compra en la cláusula de es a favor de la


empresa en el contenido del contrato de Leasing y por tanto es esencial, pues
enmendemos que de esa manera su propia función queda configurada.
Decimos esencial su presencia, no por su ejercicio ya que debemos tener muy
en cuenta que al optar por la compra del bien es un derecho potestativo de la
usuaria más no una obligación.

4. Devolución del Bien

La segunda alternativa que le brinda el Leasing a la usuaria es la de devolver el


bien a la empresa de leasing una vez cumplido el plazo estipulado. Se trata,
pues de una consecuencia lógica y natural de la terminación de la relación
contractual. Sin embargo, esta devolución del bien, a diferencia de otros
contratos, presenta algunos matices en el Leasing. Se acostumbra, por
ejemplo, estipular que en caso de devolución del bien la empresa de Leasing lo
venderá al mejor postor. El producto o precio obtenido de esa venta se
comparara con el valor residual fijado en el propio contrato y la diferencia será
a favor o a cargo de la usuaria; es decir, si el precio de venta es mayor que el
valor residual, el excedente es reembolsado a la usuaria; en cambio si es
menor, la usuaria está en la obligación de hacer efectiva la diferencia.

La intención de la empresa de Leasing, como se puede advertir no es recobrar


el bien, como algunos piensan, sino procurarse el pago del valor residual
pactado, el que podrá venir del ejercicio de la opción de compra por la usuaria
de la venta del bien a un tercero o, mejor, como hemos visto, del precio de re
adquisición pactado con la proveedora. Es más se dice que a la empresa de
leasing no le interesa una eventual ganancia que pueda obtener de la venta del
bien por encima del valor residual, pues su objeto social o negocio no con la
compraventa de bienes, sino el financiamiento del uso, y eventual adquisición
de los bienes por las empresas.
5. Prórroga del contrato

La tercera de las alternativas que los contratos de Leasing contiene a favor de


la usuaria, es la prórroga del contrato por un nuevo plazo, variando las
condiciones del mismo.

Esta prórroga, a diferencia de la opción de compra que presenta caracteres


similares en la mayor parte de los contratos de Leasing ofrece una variada
gama de posibilidades. En algunos, el mismo contrato establece las
condiciones de plazo y precio que habrían de regir en el supuesto de decidirse
por su prorroga; otros prevén solamente la posibilidad de prórroga, indicando
que las partes, en su momento acordaran las nuevas condiciones del contrato,
antes de hablar de continuación o prórroga del contrato, es mejor hacer
mención de la celebración de un nuevo negocio, en el cual el canon será mal
reducido por tener el bien solo el valor residual que se había establecido para
la opción de compra en el contrato, que es único valor patrimonial no
recuperado por la empresa de Leasing.

6. Situación del Bien

El Leasing por ser un contrato a medida, es decir un contrato flexible y


adaptable a las necesidades financieras de las empresas del sector productivo,
concede una alternativa adicional a las enunciadas en beneficio de la usuaria,
la sustitución del bien por otro más moderno antes de la expiración del plazo
contractual.

La inclusión de esta cláusula en los contratos de Leasing, conocida como


custodia de correlación al progreso, hace que este se muestre como tal, esto
es, como un eficiente instrumento financiero para enfrentar la obsolencia
prematura de los bienes dados en Leasing; si esto no fuera posible, la usuaria
tendría que asumir el riesgo en su totalidad, aunque atenuando por el hecho de
su menor duración de los contratos de Leasing respecto a la vida útil del bien.

7. Terminación Anticipada
Aparte de la extinción normal del contrato pro cumplimiento del plazo y decidido
por cualquiera de las alternativas que brinda el Leasing, pueden existir casos
en los que la relación contractual termina prematuramente, es decir, antes de
expirar dicho plazo. Las causales que ordinariamente provocan la ineficacia del
negocio son circunstancias, hechos o comportamientos sobrevivientes a su
celebración.

Hablamos de ineficacia, antes que de invalidez, porque entendemos que


ambas nociones operan en planos diversos y se fundamentan en razones
distintas.

Inválido es el acto defectuoso en el supuesto de hecho; ineficaz, en sentido


estricto, es el negocio donde están en regla todos los elementos esenciales y
los presupuestos exigidos por el ordenamiento jurídico, pero donde por otras
circunstancias se impide, suspende o elimina la eficacia.

8. Resolución del Contrato

De entre las posibles causales de terminación anticipada de Leasing, la


Resolución del contrato es la que ha merecido mayor atención de la doctrina y
jurisprudencia comparadas

Resolución, significa la extinción de un vínculo contractual valido como


consecuencia de un evento sobrevenido, o de un hecho objetivo nuevo, o un
comportamiento de la contraparte, posterior a la formación del contrato, que de
un modo altere las relaciones entre las partes tal como lo habían constituido
originalmente o perturbe el normal desarrollo (ejecución del contrato, de
manera que este no pueda continuar existiendo, porque se ha modificado, o en
absoluto se ha roto aquella composición de interés cuya expresión constituye el
contrato, y a la cual las partes han hecho referencia al celebrarlo.

Las cláusulas generales que conforman el contenido del leasing suelen


considerar un conjunto de supuestos de incumplimiento de la usuaria, mas no
de la empresa concedente del bien. Podemos anotar como cliché las
siguientes:
a.- Falta de pago de dos o más cuotas consecutivas.

b.- No concertar y mantener los seguros establecido en el contrato a favor de la


empresa de Leasing.

c.- Incumplimiento de las garantías

d.- El hecho que la usuaria se encuentre en situación de insolvencia,


suspensión o cesación de la actividad, o amenaza que esto ocurra.

e.- Confiscación, embargo, ejecución de garantías o cualquier otra


circunstancia que afecte la propiedad del bien.

f.- El incumplimiento de las restantes obligaciones si al cumplimiento no es


subsanado dentro del plazo establecido por la empresa de leasing.

Si alguno de estos supuestos se produce, la concedente puede realizar por


cuanta de la usuaria todo lo que sea razonable para remediar este
incumplimiento, ejercitando posteriormente acción de reembolso contra ella
para cobrar todos los gastos, incluidas las costas judiciales. Además de
conformidad a art. 1428 del Código Civil podrá decidir entre; solicitar el pago
inmediato de los cánones impagados, más los intereses moratorios, o resolver
el contrato. En ambos, la norma les faculta a solicitar los daños y perjuicios.

Al amparo del Art. 90, párrafo 2º, la empresa de Leasing puede solicitar la
Resolución del contrato por falta de pago de dos o más cuotas consecutivas o
el atraso del pago en mas de dos meses. Cuando en el contrato no se haya
pactado la resolución automática y sin necesidad de declaración judicial previa,
la empresa de Leasing puede demandar por la Vía de ejecución la resolución
del contrato, en concordancia con lo normado en el capítulo II del Título V del
Código Civil, en cuanto le sea aplicable, sin perjuicio de accionar por la misma
vía y de acuerdo al trámite correspondiente, por el pago de las cuotas
vencidas, sus intereses, costos, castos y demás obligaciones derivadas del
contrato (art.27 del Decreto Legislativo 299º).

9. Resolución Expresa del Contrato


La cláusula resolutiva expresa, es la estipulación por medio del cual una de las
partes o ambas se reservan el derecho de resolver el contrato por
incumplimiento de la otra parte contractual.

Según la más autorizada doctrina, para que surta efecto esta cláusula se debe
indicar con toda precisión la obligación u obligaciones cuyo incumplimiento
facultará a la otra parte a resolver la resolución contractual.

En nuestro país los contratos de Leasing, siguiendo la práctica de los países


europeos líderes en este negocio de financiamiento por norma contienen esta
cláusula a favor de la empresa concedente. La que si decide resolver el
contrato sobre la base de esta cláusula, debe comunicárselo a la usuaria
notarialmente. Para la recuperación del bien y cobro de los cánones impagados
se aplica el procedimiento establecido en el Art. 12º.

Cabe recordar, por último que los contratos de Leasing ordinariamente incluyen
una clausula general señalando que "…en caso que la empresa de Leasing
opte por la Resolución del contrato, la usuaria deberá abonar todos los
cánones que restan hasta la expiración del plazo establecido y además, en
concepto de perjuicios, pero no con carácter de clausula penal, un equivalente
a dos cánones".

Respecto a la posibilidad de resolución del contrato con devolución del bien


cuanto a la obligación de la usuaria de pagar en todo en parte los cánones
pendientes estima que no es justo que el concedente, además de la restitución
del bien, perciba todos los cánones pactados, el resarcimiento por los daños
causados y eventualmente la cantidad que logre vender el bien o darlo
nuevamente en leasing a un tercero.
VENTAJAS E INCONVENIENTES

1.- generalidades

Otro de los tópicos que ha merecido importante atención de la doctrina, es el


de las ventajas e inconvenientes que ofrece este medio de financiamiento. Así,
para resolver varios de los muchos problemas jurídicos que plantea el Leasing.
Tanto la doctrina como la jurisprudencia han tenido presentes las ventajas que
proporciona es la institución a la empresas usuarias.

Planteadas estas breves consideraciones, nos permitiremos resumir las


principales ventajas c inconvenientes que la doctrina le concede al contrato de
leasing, en función de los distintos sujeto? Que intervienen la operación, a
saber: la empresa de leasing, la empresa usuaria y el Fabricante o proveedor.

2.- Ventajas

La literatura publicitaria, promovida por las empresas autorizadas a operar en


leasing, ofrece con frecuencia presuntas ventajas que al final resultan ilusorias.
Sin embargo, muchas son las ventajas que el leasing en realidad, brinda a las
empresas necesitadas de capitales para adquirir modernos bienes de capital
que les permita obtener una mayor productividad, intentando, en efecto,
ingresar a competir con sus productos en el mercado nacional o internacional.

2.1. Para la empresa usuaria

La doctrina, tanto económica como jurídica y la jurisprudencia coinciden en


presentar entre las ventajas más destacables del leasing para las empresas
usuarias a las siguientes:

a. Financiación del cien por ciento de la inversión

Generalmente cuando una empresa obtiene un crédito, sea de una entidad


bancaria o financiera para la compra de un bien, éste, en el mejor de los casos,
alcanza a cubrir a lo mucho el 80% del valor total del bien dando lugar que el
20% o 30% restante sea cubierto con recursos propios de la empresa.
El leasing no presenta estos inconvenientes, pues la empresa usuaria con este
sistema puede obtener el uso del bien que necesita sin necesidad de disponer
del capital requerido para la adquisición. Además, una vez instalado y en
funcionamiento, el mismo bien será que se autofinancie con los mayores
ingresos que se obtenga con su utilización.

b. Flexibilidad

Como bien se ha dicho, esta ventaja le permite a la empresa usuaria, más que
cualquier otra forma financiera, adaptarse a la vida económica del bien, en el
sentido de que ella. al establecer el plazo duración del contrato, intentará
utilizar el bien dado en leasing solamente en el periodo en que éste ofrezca una
productividad más elevada.

La flexibilidad con la que el leasing se presenta, sin parangón con otras del
sistema financiero, es tanto respecto a ¡as características del bien, que es a
elección y satisfacción de la usuaria, como a las condiciones de pago, ya que le
permite establecer sus pagos en función de su flujo de caja y, de acuerdo con
ellos, fijar el plazo del leasing.

La flexibilidad en el leasing es tal que éste. Comúnmente, es descrito como un


medio de financiación individualizado o personalizado, es una «financiación a
medida».

c. Protege contra la inflación

En opinión de VIDAL BLANCO, el leasing es una manera de protegerse contra


la inflación por cuanto que el uso del bien se obtiene inmediatamente a cambio
de] pago de unos cánones fijados en el momento de la firma de] contrato e
inamovibles durante el plazo contractual, lo que se traduce en unos costes fijos
que serán satisfechos con ganancias futuras y en términos monetarios fijos
cuyo costo real va descendiendo con los años, siempre que las cuotas no estén
indexadas.

d. Elimina el riesgo de obsolescencia


La transferencia del riesgo de obsolescencia a la empresa de leasing Fue en
sus inicios efectivamente una ventaja; pero ella, posteriormente, fue
diluyéndose debido a que el leasing se mostraba irrevocable durante el plazo
contractual inicial, independientemente a que el bien siga siendo útil o no a la
empresa usuaria.

Ahora el leasing, echando mano a su reconocida flexibilidad y adaptabilidad a


las condiciones cambiantes del mercado, ha reivindicado para si esta ventaja.
En efecto, las empresas de leasing, actualmente, para seguir brindando a sus
clientes una «financiación a medida», influyen dentro de las cláusulas
generales una denominada «Cláusula de corrección al progreso», que permite
a la usuaria sustituir el bien antes de la expiración del plazo contractual, por
otros más modernos.

e. Celeridad

Ordinariamente se dice que las operaciones de crédito se caracterizan por una


evidente lentitud y por estar sometidas, la mayoría de veces a determinadas
normas preestablecidas que tienden a garantizar el futuro préstamo, exigiendo
entonces avales bancarios, fianzas, hipotecas y, en ciertas oportunidades, se
exige una determinada cantidad de recursos propios en la futura prestataria,
todo lo cual ocasiona un retraso en la operación y, además, la conviene en
excesivamente onerosa, no sólo por los gastos que la obtención de estas
garantías implica, sino también por la limitación de sus posibilidades de
obtención de nuevos créditos.

La práctica negocial del leasing nos enseña, en cambio, que una de las
principales ventajas es, precisamente, su rapidez con la que se evalúan o
aprueban las operaciones, lo que nos lleva a suponer un ahorro de tiempo y
costos que, algunas veces, la usuaria no valora- Esta rapidez quizá tenga una
razón suficiente: la propiedad del bien, que como sabemos, pertenece a la
empresa de leasing.

f. Los cánones son gasto deducible


Uno de los principales atractivos tributarios que ofrece el leasing respecto a las
cuotas periódicas de pago. Es considerarlas como gasto de explotación y, en
efecto, deducibles para fines de la determinación de la renta imponible. Esta
circunstancia facilita un proceso de amortización acelerada y, al mismo tiempo,
una disminución de las obligaciones impositivas al afectar la base imponible del
impuesto a la Renta.

El hecho de cargar los cánones de leasing a cuenta de gastos deducibles para


efectos impositivos, traslada a la usuaria el beneficio tributario de una
depreciación acelerada sobre los bienes dados en leasing.

El leasing, pues, no es una deuda, aun cuando si un gasto operacional, lo que


genera una mayor solidez del balance al permanecer inalterados los índices
financieros de endeudamiento y liquidez. De esta forma. se obtiene un régimen
impositivo más ventajoso que si hubiera comprado el equipo a crédito, en cuyo
caso solamente podría deducir los intereses y los gastos.

g. Evita los impuestos a la evaluación de activos fijos, a la capitalización del


excedente de revaluación y, posteriormente, al patrimonio, si los hubiere, toda
vez que, mientras dure el plazo contractual inicial, el bien no es de propiedad
de la usuaria. Si no de la empresa de leasing.

h. Al comprar los bienes al contado, la empresa de leasing generalmente


obtiene mejores condiciones de las que podría conseguir una empresa usuaria
por su propia cuenta.

i. No permiten perderse los regímenes especiales de tributación que pudiera


favorecer a las empresas usuarias, en el caso de bienes importados para ser
otorgados en leasing.

j. Simplifica el proceso administrativo contable, al evitar a la empresa el cálculo


de la depreciación y la evaluación de activos fijos.

2 OSORIO RUIZ, Zaida. Contratos Comerciales y Empresariales. Librería y ediciones Jurídicas. Lima, 1999.
2.2.- Para la empresa de leasing

La principal ventaja que tiene la empresa de leasing es, pues, el propio leasing
como actividad constitutiva de empresas, es decir, como medio de
financiamiento alternativo a los tradicionales.

Puntualizando un tanto, debemos decir que una de las mayores ventajas de


este medio financiero para la empresa de leasing es el peculiar sistema de
garantía que le acompaña: la propiedad del bien, que en todo caso pertenece a
la empresa de leasing, y que esta puede recuperar en caso de incumplimiento
de la usuaria o cuando el plazo contractual termina sin haberse ejercitado las
opciones correspondientes. Esta propiedad no se verá afectada, tampoco, por
procesos concúrsales o por cualquier otro evento que pueda afectar a la
usuaria o a sus bienes.

Otra de las ventajas que se le reconoce a la empresa de leasing esta en


relación con las cláusulas generales que contiene el contrato, las cuales
tienden a garantizar los derechos de la financiera, en desmedro de los de la
usuaria. Entre ellas, mención aparte tienen las «cláusulas de exoneración de
responsabilidad» en lo que se refiere a la entrega y buen funcionamiento del
bien. Lo que ha hecho decir a CUESTA que la sociedad de leasing no asume
ninguna de las cargas ni de los riesgos que permiten atribuir a quién los
soporta en condición de propietario.

2.3. Para la empresa proveedora

Las ventajas que ofrece el leasing a las empresas proveedoras son


fundamentalmente dos: primera, brindarle una fórmula adicional de financiación
a sus ventas; y segunda, permitirle el cobro al contado del precio de los bienes.

El proveedor encuentra, entonces, en el leasing una alternativa adicional. De


poco impórtame, para incrementar el volumen de sus ventas y ampliar el
mercado de sus productos. Esta consiste fundamentalmente en ofrecer a sus
clientes o potenciales clientes, junto a la venta al contado o a plazos. Un canal
de financiamiento interesante; el leasing. Es el caso. Por citar un ejemplo, de la
empresa Daewoo que, de acuerdo con el Banco de Comercio, brinda una
alternativa adicional para la adquisición de su línea de automóviles.

El fabricante o proveedor cobra al contado el bien o bienes que vende a la


empresa de leasing, rompiendo así el circulo vicioso de tipo financiero en que
se encuentra encerrado el binomio comprador - vendedor, el cual radica en que
el comprador pide plazos cada día más largos y el vendedor no tiene capacidad
financiera para otorgárselos.

3.- Inconvenientes

Las desventajas o mejor, los inconvenientes:

3.1. Para la empresa usuaria

Desde la óptica de la usuaria se ha considerado el costo financiero como uno


de los mayores inconvenientes del leasing en comparación con otras formas de
financiamiento. De esto llenen un gran porcentaje de culpa las empresas de
leasing. Antes, podría haberse justificado el alto costo por la ahora, con la
posibilidad de captar fondos del ahorro privado, a través de los denominados
«bonos de arrendamiento financiero», para aplicarlos a financiar las
operaciones de leasing, creemos que no debe suceder eso.

Este elevado coste del leasing, pasa a segundo piano cuando se le presentan
al empresario ocasiones que no debe dejar pasar, momentos en los cuales su
intervención es de imperiosa necesidad. Lo único que importa es que los
ingresos sean superiores a los gastos y que la empresa progrese; con esta
mentalidad es como debe considerarse la relativa carestía del leasing.

El carácter irresoluble que tiene el contrato de leasing, que implica para ambas
partes un compromiso definitivo durante un determinado período, en el cual la
usuaria está obligada al pago del canon pactado con independencia de las
dificultades financieras por las que atraviese, la obsolescencia del bien o que
éste haya dejado de utilizarse por cualquier razón.
En el caso de bienes sujetos a rápido cambio tecnológico, la usuaria corre el
riesgo que el bien se tome obsoleto antes del plazo estipulado, perdiendo, en
efecto, la oportunidad de renovar sus activos oportunamente. Esta, sin
embargo, puede ser superada incluyendo en el contrato la «cláusula de
corrección al progreso».2

Las cláusulas penales previstas para el caso que la usuaria incumpla alguna de
sus obligaciones establecidas en el contrato, particularmente el pago de los
cánones.

En general, todo el conjunto de obligaciones a que la usuaria está sometida por


el hecho de firma del contrato, que no tienen contrapartida con sus derechos,
dando la impresión que las partes no contratan en una posición de igualdad.

3.2. Para la empresa de leasing

Desde la óptica de esta empresa, las principales desventajas con las que se
enfrenta son las siguientes:

a. Los riesgos derivados de la declaratoria de insolvencia de la empresa


usuaria, que plantea el problema no sólo de la recuperación de los bienes, sino
también del futuro de ellos, en caso de resolución del contrato por esta causa.

b. La refinanciación de las deudas acumuladas de la usuaria, que suele ser


difícil y costosa en muchos casos.

c. La de no existir prácticamente un desembolso inicial; aunque, algunas


empresas nacionales, cuando el leasing es de bienes de consumo duradero,
por ejemplo, han resuelto el problema exigiendo un depósito en garantía de un
30%, el cual al final puede servir para ejercitar la opción de compra o. en su
defecto, para garantizar el leasing de otros bienes.

3BRAVO MELGAR, Sydney Alex. Contratos Modernos empresariales. Tomo I , EDITORA " FECAT". Lima, 1996.
CONCLUSIONES

o El leasing financiero, también conocido como “arrendamiento financiero” o


“arrendamiento con opción a compra”, se configura como un contrato
mercantil que celebra una empresa locadora (arrendadora) para el uso de un
bien mueble o inmueble por la arrendataria, a cambio de pagos periódicos
que pueden ser por adelantado o al vencimiento y con opción a favor de la
arrendataria para comprar dichos bienes por un valor previamente pactado.

o El Leasing es una herramienta de financiamiento dependerá de la


negociación del contrato mismo, a las condiciones de operación de otras
fuentes de financiamiento, del criterio y proceso analítico de su dirección
financiera, y de las posibilidades y situación económica, crediticia y de
solidez de la propia empresa.

o Por medio del Leasing se establece una serie de condiciones que facilitan
bonos de largo plazo como préstamos para las empresas. Este bono tiene
una fecha de vencimiento y la deuda que se genera se debe pagar
mensualmente.

o Los sujetos que intervienen en una operación de Leasing, generalmente son


tres: la empresa, la usuaria y la proveedora en esta situación quienes
celebran el contrato son la empresa y la usuaria a quienes llamaremos las
partes contractuales.

o El leasing es un contrato "sui generis", por lo tanto complejo, es decir está


conformado por una pluralidad de transferencias patrimoniales, internas y
externas las cuales constituyen su esencia. Esta complejidad en su
constitución y ejecución muestra elementos o aspectos que superficialmente
se encuentran en una serie de figuras contractuales típicas: arrendamiento,
compra venta, préstamo, opción de compra, etc. El leasing, si bien se
configura con elementos de esos contratos, se diferencia claramente de
todos ellos, puesto que "configurar con partes", no es lo mismo que
"calificar" o "naturalizar" el "todo".
BIBLIOGRAFÍA

 Bravo, S. (2003). Contratos Atípicos e Innominados. Perú: Ediciones Legales


Iberoamericanas E.I.R.L.

 Barreira, D. (1978). Leasing. Buenos Aires: Editorial Cangallo.

 Vera, I. (2002). Arrendamiento Financiero Operativo.

 Meseguer, D. (2004). Manual de contratos Comentado, Tomo II. Lima: Editorial


TINCO S. A.

 Osorio, Z. (1999). Contratos Comerciales y Empresariales. Lima: Librería y


ediciones Jurídicas.

 Bravo, S. (1996). Contratos Modernos empresariales, Tomo I. Lima: EDITORA


“FECAT”.
ANEXOS

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