Está en la página 1de 140

Teorı́a de la medida

Pedro Alegrı́a
pedro.alegria@ehu.es

Departamento de Matemáticas
Universidad del Paı́s Vasco
Bilbao - España
Apuntes elaborados especialmente para mis alumnos del curso de Maestrı́a en Matemáticas
de la Universidad Nacional de Asunción (Paraguay), en agosto de 2007.
Índice general

1. Integral de Lebesgue en R 7
1.1. Motivación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.1.1. Deficiencias de la integral de Riemann . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.1.2. Nueva forma de contar rectángulos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.2. Conceptos previos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.3. Tres principios de Littlewood . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.3.1. Todo conjunto medible es casi unión finita de intervalos . . . . . . . . 12
1.3.2. Toda función medible es casi continua . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.3.3. Toda sucesión convergente de funciones medibles es casi uniformemente
convergente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
1.4. Integral de Lebesgue . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
1.4.1. Definiciones y primeros resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
1.4.2. Teoremas de convergencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
1.4.3. El espacio L1 de funciones integrables . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
1.4.4. Convergencia en medida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
1.5. Derivación e integración de funciones medibles . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
1.5.1. Diferenciación de funciones monótonas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
1.5.2. Funciones de variación acotada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
1.5.3. Derivación de una integral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
1.5.4. Continuidad absoluta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
1.5.5. Funciones convexas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
1.6. Cálculo integral de funciones integrables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
1.6.1. Fórmulas de integración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
1.6.2. Integrales dependientes de un parámetro . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
1.7. Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

2. Teorı́a de la medida abstracta 73

3
4 ÍNDICE GENERAL

2.1. Espacios de medida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73


2.2. Funciones medibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
2.3. Integración de funciones medibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
2.4. Teoremas generales de convergencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
2.5. Medidas con signo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
2.6. Teorema de Radon-Nikodym . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
2.7. Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91

3. Espacios Lp 97
3.1. Espacios normados. Definición y ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
3.2. Desigualdades de Hölder y Minkowski . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
3.3. Espacios Lp . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
3.4. Propiedades de los espacios normados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
3.5. Funcionales lineales acotados en Lp . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
3.5.1. Teorema de representación de Riesz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
3.5.2. Espacio dual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
3.6. Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120

4. Construcción de medidas abstractas 123


4.1. Medida exterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
4.2. Teorema de extensión de Carathéodory . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
4.3. Medidas producto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
4.4. Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
Cronologı́a

1872 ... Construcción de Weierstrass de una función diferenciable en ningún punto.

1881 ... Definición de Jordan de las funciones de variación acotada.

1883 ... Definición de Cantor de medida de un conjunto acotado de Rn .

1890 ... Construcción de Peano de la curva que llena el espacio.

1898 ... Definición de los conjuntos medibles Borel.

1902 ... Presentación de la teorı́a de la medida e integración de Lebesgue.

1905 ... Construcción de Vitali de conjuntos no medibles.

5
Capı́tulo 1

Integral de Lebesgue en R

Lo que el análisis te da con una mano te lo quita con la otra. Retrocedo con pánico
frente a esta lamentable plaga de funciones continuas que no tienen derivada.
C. Hermite

1.1. Motivación

La teorı́a de integración de Riemann presentada en 1854 es una adaptación de la teorı́a de


Cauchy debilitando las hipótesis necesarias para que una función sea integrable. Mientras
Cauchy restringı́a la integrabilidad a funciones continuas, Riemann dio una condición nece-
saria y suficiente para la integrabilidad de una función: una función acotada f (x) es integrable
en [a, b] si y sólo si la suma de Cauchy

n
X
S= f (tk )(xk − xk−1 ),
k=1

donde a = x0 < x1 < . . . < xn = b y tk ∈ [xk−1 , xk ], se aproxima a un único valor lı́mite


cuando el tamaño de la partición del intervalo se aproxima a 0. Este único valor lı́mite es
Z b
por definición f (x) dx. Aunque lo que Riemann hizo nos pueda parecer ahora un paso
a
casi trivial a partir de la integral de Cauchy, históricamente representó un gran salto, ya
que involucraba un concepto radicalmente diferente de función. De hecho, en su tiempo, la
teorı́a de Riemann parecı́a la más general posible: su condición de integrabilidad era la más
débil usando la definición tradicional de Cauchy; de hecho, permitı́a extender el concepto de
integral a funciones cuyos puntos de discontinuidad forman un conjunto denso, funciones cuya
existencia ni siquiera habı́a sido sospechada por la mayorı́a de los matemáticos de la época.
Una nueva generalización parecı́a por lo tanto impensable. Impensable siempre y cuando la
suma de Cauchy fuese tomada como punto de partida para la definición de integral. Es en
este sentido que la idea de medida se hace fundamental para sentar las bases de una nueva
definición de integral, la cual se hacı́a cada vez más necesaria después de los trabajos de
Fourier y Dirichlet para admitir funciones cada vez más discontinuas.

7
8 1.1. Motivación

1.1.1. Deficiencias de la integral de Riemann

El nuevo concepto de integral que desarrollamos en este curso tratará de solventar las defi-
ciencias que presentaba la integral de Riemann y que se hicieron patentes a partir de 1890.
Básicamente, deseamos que la integral de Lebesgue resuelva alguna de las limitaciones que
enumeramos a continuación.

1. La clase de funciones integrables Riemann es relativamente pequeña. Sólo alcanza las


funciones con una cantidad numerable de puntos de discontinuidad finita.

2. La integral de Riemann no tiene propiedades de lı́mite satisfactorias. Sin hipótesis


adicionales, no se puede pasar al lı́mite bajo el signo integral.

3. En muchos casos, la primitiva de una función integrable no es derivable. En muchos


otros, la derivada de una función no es integrable Riemann.

4. Los espacios Lp (p < ∞) no son completos bajo la integral de Riemann.

Ejemplo 1.
Si definimos la sucesión fn : [0, 1] → R por
(
2n si 1/2n ≤ x ≤ 1/2n−1
fn (x) =
0 en el resto,
Z 1 Z 1
entonces 1 = lı́m fn (x) dx 6= lı́m fn (x) dx = 0.
0 0
Ejemplo 2.
Si definimos la sucesión fn : [0, 1] → R por
(
1 si x ∈ {r1 , . . . , rn }
fn (x) =
0 en el resto,

donde rn es el n-ésimo número racional en [0, 1], entonces fn son integrables Riemann (porque
tienen una cantidad finita de puntos de discontinuidad) pero lı́m fn (x), la función de Dirichlet,
no es integrable Riemann (es discontinua en todo [0, 1]).
Este ejemplo pone de manifiesto que los teoremas de la convergencia monótona y convergencia
dominada (ver sección 1.4.2) no son ciertos para la integral de Riemann.

1.1.2. Nueva forma de contar rectángulos

Los Geómetras del siglo XVII consideraban la integral de f (x) - el término inte-
gral no se habı́a inventado aún, pero esto no tiene ninguna importancia - como la
suma de una infinidad de indivisibles cada uno de ellos siendo la ordenada, positiva
o negativa, de f (x). Y bien, nosotros simplemente hemos agrupado los indivisi-
bles de tamaño comparable; hemos hecho, como se dice en álgebra, la reunión, la
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 9

reducción de los términos semejantes. Se puede decir que, con el método de Rie-
mann, se intentaba sumar los indivisibles tomándolos en el orden suministrado
por la variación de x, se procedı́a como lo harı́a un comerciante desorganizado que
contara monedas y billetes según fueran cayendo estos en sus manos; en cambio
nosotros procedemos como el comerciante metódico que dice:
Tengo m(E1 ) monedas de 1 corona lo que hace 1 × m(E1 ), tengo m(E2 ) monedas
de 2 coronas lo que hace 2×m(E2 ), tengo m(E3 ) monedas de 5 coronas lo que hace
5 × m(E3 ), etc. Ası́ tengo en total: S = 1 × m(E1 ) + 2 × m(E2 ) + 5 × m(E3 ) + . . . .
Ambos procedimientos conducirán al comerciante, sin ninguna duda, al mismo
resultado ya que, por muy rico que sea, no hay más que un número finito de
billetes que contar; pero para nosotros que tenemos que sumar una infinidad de
indivisibles, la diferencia entre los dos métodos es capital.
“Sobre el desarrollo de la noción de integral”
H. Lebesgue, conferencia en Copenhague 1926.

La integral de Riemann se define mediante particiones del dominio de la función y calculando


el valor de la función en los puntos de cada intervalo de la partición. Sin embargo, para definir
la integral de Lebesgue se realiza una partición de la imagen de la función y se mide el tamaño
del dominio para los cuales la imagen de la función está comprendida entre dichos valores.
Para medir los conjuntos {x ∈ D(f ) : yj−1 ≤ y ≤ yj } es necesario desarrollar la teorı́a de la
medida.
A grandes rasgos, se pretende generalizar la noción de longitud en R, área en R2 o volu-
men en R3 . Más concretamente, buscamos una función no negativa m definida en todos los
subconjuntos de R, que pueda tomar el valor +∞. Intuitivamente se necesita que verifique:

i) m([a, b]) = b − a (la medida de un intervalo es su longitud).

ii) m(A ∪ B) = m(A) + m(B), si A y B son disjuntos.


En realidad, los argumentos de lı́mite que se aplican en la teorı́a hacen necesaria la
condición
S P
ii’) m( i∈N Ai ) = i∈N m(Ai ), con Ai disjuntos dos a dos.

iii) m(A + h) = m(A) (la medida es invariante bajo traslaciones).

Un resultado importante de la teorı́a es la existencia y unicidad de tal medida, que llamaremos


medida de Lebesgue, cuando nos referimos a una clase razonable de conjuntos, los llamados
conjuntos medibles. Esta clase de conjuntos contiene en particular a los abiertos y será cer-
rada bajo uniones numerables, intersecciones y complementos. Ahora bien, la idea previa de
poder asignar una medida a todos los subconjuntos de R no es posible. Demostraremos que
existen conjuntos que no son medibles cuando pedimos las condiciones i) a iii) anteriores. Esta
situación contraria a la intuición está relacionada con la famosa paradoja de Banach-Tarski:
se puede descomponer la bola unidad de R3 en cinco piezas, las cuales pueden recomponerse
mediante traslaciones y rotaciones para formar dos bolas unitarias disjuntas (lo que vioları́a
nuestra idea de conservación del volumen).
10 1.2. Conceptos previos

Ası́, el nacimiento de medida puede ser atribuı́do a Émile Borel. Antes de que, en 1904,
Lebesgue publicara sus trabajos, Émile Borel publicó en 1898 el libro “Leçons sur la théorie
des fonctions”, donde investigaba sobre ciertos conjuntos del intervalo [0, 1]. Pretendı́a asig-
nar medidas a subconjuntos más generales que los subintervalos, especialmente a aquellos
engendrados mediante uniones numerables o paso al complementario de intervalos. De forma
paralela pedı́a que estos subconjuntos cumplieran la propiedad de que la medida de la unión
de cualquier familia finita o numerable de tales conjuntos disjuntos dos a dos es igual a la
suma de sus medidas; y por otra parte, todos los subintervalos tienen como medida su longi-
tud. Como podemos observar, esta definición de Borel es la definición de premedida, nombre
que más adelante asignarı́a Lebesgue. Borel no probó la existencia y unicidad de dicha defini-
ción. Afirma que “el lema fundamental demostrado [...] nos asegura que estas definiciones
nunca serán contradictorias entre sı́”, y anotó en el pie de página de ese mismo libro que “He
omitido toda demostración ya que la redacción me pareció tener que ser larga y fastidiosa
[...]”. Por otra parte, Borel no hace absolutamente ninguna referencia o insinuación sobre una
posible conexión entre su concepto de medida y la teorı́a de integración. Aunque Borel no fue
capaz de probar dicho resultado, gracias a las aportaciones de Lebesgue el resultado de Borel
queda incluido en la construcción de la integral de Lebesgue. Más adelante, a esos conjuntos
a los que se referı́a Borel, Lebesgue los llamó borelianos por deferencia a su amigo.

1.2. Conceptos previos


Un conjunto A ⊂ R es abierto si
∀x ∈ A, ∃r > 0 : (x − r, x + r) ⊂ A.
Un conjunto F ⊂ R es cerrado si su complementario F c es abierto.
Una propiedad elemental de estos conjuntos es la siguiente:
La unión arbitraria y la intersección finita de abiertos es abierto.
Un conjunto E ⊂ R es acotado si existe r > 0 tal que E ⊂ (−r, r). Si además es cerrado,
entonces es compacto y cumple la propiedad de Heine-Borel:
S
Si E es compacto y E ⊂ α∈I Aα , con Aα abierto, entonces existe una familia finita {Aα1 , . . . , Aαn }
tal que E ⊂ Aα1 ∪ · · · ∪ Aαn .
Definición. Se dice que F ∈ Fσ cuando F es unión numerable de cerrados.
Análogamente, se dice que G ∈ Gδ cuando G es intersección numerable de abiertos.
Definición. Una colección A de conjuntos es un álgebra si
i) ∅ ∈ A.
ii) A, B ∈ A =⇒ A ∪ B ∈ A.
iii) A ∈ A =⇒ Ac ∈ A.
Un álgebra A de conjuntos se dice que es una σ-álgebra cuando
S
iv) (Ai )i∈N ⊂ A =⇒ i∈N Ai ∈ A.
Ejemplos. 1) P (R) es la mayor σ-álgebra de R.
2) {∅, R} es la menor σ-álgebra de R.
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 11

3) Si A = {A ⊂ R : A ó Ac es finito}, entonces A es un álgebra pero no una σ-álgebra.


Definición. La colección B de conjuntos de Borel es la menor σ-álgebra que contiene
todos los conjuntos abiertos.
Veremos a continuación (proposición 1.2.1) que dicho conjunto existe. Además es también
la mı́nima σ-álgebra que contiene todos los conjuntos cerrados y la mı́nima σ-álgebra que
contiene los intervalos abiertos ası́ como la mı́nima σ-álgebra que contiene los intervalos
semiabiertos.
Ejemplos de conjuntos de Borel son los conjuntos Fσ y Gδ .

Proposición 1.2.1. Dada cualquier colección de conjuntos C, existe la mı́nima σ-álgebra que
contiene a C.

Demostración.
T Llamamos F a la familia de todas las σ-álgebras que contienen a C y definimos
A = {B : B ∈ F }. Por definición, C ⊂ B, para todo B ∈ F, de modo que C ⊂ A. Además A
es una σ-álgebra (por serlo B, para todo B ∈ F).
Por último, si B es una σ-álgebra que contiene a C, entonces B ⊃ A.

Proposición 1.2.2. Sea A un álgebra[de conjuntos


[ y (Ai )i∈N ⊂ A. Entonces existe (Bi )i∈N ⊂
A tal que Bi ∩ Bj = ∅, para i 6= j, y Bi = Ai .
i∈N i∈N

Demostración. Definimos

B1 = A1
Bn = An \ (A1 ∪ . . . An−1 ) = An ∩ Ac1 ∩ . . . Acn−1 .
S S
Es evidente que Bn ∈ A y que Bn ⊂ An para todo n. Por tanto, Bi ⊂ Ai .
Además, si suponemos m < n,

Bm ∩ Bn ⊂ Am ∩ Bn = Am ∩ An ∩ Ac1 ∩ · · · ∩ Acn−1 = ∅.
S
Por último, si x ∈ AiS , supongamos que n0 es el menor valor de i ∈ N tal que x ∈ Ai .
Ası́ pues, x ∈ Bn0 y x ∈ Bi .

1.3. Tres principios de Littlewood


La cantidad de conocimientos necesarios en la teorı́a de funciones de una variable
real no es tan grande como se puede suponer. Hay tres principios, que se expresan
a grandes rasgos de la siguiente manera:

Todo conjunto medible es casi una unión finita de intervalos;


Toda función medible es casi continua;
Toda sucesión convergente de funciones medibles es casi uniformemente con-
vergente.
12 1.3. Tres principios de Littlewood

La mayorı́a de los resultados de la teorı́a consiste en aplicaciones intuitivas de


estas ideas.
H. Littlewood

Realizaremos en este apartado el proceso de construcción de conjuntos medibles y funciones


integrables en la recta real con el objetivo de cumplir los tres principios establecidos por
Littlewood.

1.3.1. Todo conjunto medible es casi unión finita de intervalos

El primer resultado en esta dirección no necesita ningún concepto especial de medida.

Teorema 1.3.1. Todo conjunto abierto A ⊂ R se puede escribir de forma única como unión
numerable de intervalos abiertos disjuntos.

Demostración. Para cualquier x ∈ A, sea Ix el mayor intervalo abierto que contiene a x y


está contenido en A. Más concretamente, si Ix = (ax , bx ), entonces

ax = ı́nf{a < x : (a, x) ⊂ A}, bx = sup{b > x : (x, b) ⊂ A}.


S
De este modo, A = x∈A Ix . Veamos que la unión es disjunta.
Para ello, supongamos que Ix ∩Iy 6= ∅. Como Ix ∪Iy ⊂ A y además x ∈ Ix ∪Iy , necesariamente
Ix ∪Iy ⊂ Ix . De forma análoga se prueba que Ix ∪Iy ⊂ Iy , lo cual sólo puede ocurrir si Ix = Iy .
Por último, cada intervalo Ix debe contener un número racional y, al ser disjuntos dos inter-
valos distintos, deben contener racionales diferentes. Esto quiere decir que la familia (Ix )x∈A
es numerable.

El primer concepto que nos permitirá el desarrollo de la teorı́a de la medida es el de medida


exterior. Su definición obedece a ideas intuitivas pero carece de la propiedad de aditividad
numerable.
Definición. Dado un conjunto E ⊂ R, se define la medida exterior de E como
X
m∗ (E) = ı́nf
S m(In ),
E⊂ In
n∈N

donde In son intervalos abiertos.


De la definición se deduce inmediatamente que m∗ (∅) = 0 y que m∗ (A) ≤ m∗ (B) si A ⊂ B.
Además, si A tiene sólo un punto, m∗ (A) = 0. Observemos además que puede tomar el valor
+∞. Es también evidente que m∗ es invariante bajo traslaciones.
La definición intenta describir la medida de un conjunto aproximándolo desde el exterior
(de ahı́ su nombre). Cuanto más fino sea el cubrimiento del conjunto, más próxima está su
medida a la suma de las longitudes de los intervalos.
Una definición completamente análoga se puede dar en Rk .

Proposición 1.3.2. La medida exterior de un intervalo coincide con su longitud.


Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 13

Demostración. Caso 1. Dado el intervalo [a, b], para cualquier ε > 0, [a, b] ⊂ (a − ε, b + ε).
Entonces m∗ ([a, b]) ≤ b − a + 2ε, de modo que m∗ ([a, b]) ≤ b − a.
Falta ver que m∗ ([a, b]) ≥ b − a lo cualP
equivale a probar que, si (In )n∈N es una sucesión de
intervalos que cubren a [a, b], entonces n∈N m(In ) ≥ b − a.
Por la compacidad de [a, b], podemos aplicar el teorema de Heine-Borel. Ası́ pues, basta
N
X
probar que m(In ) ≥ b − a, donde {I1 , . . . , IN } es un cubrimiento finito de [a, b].
n=1
Podemos suponer que a ∈ I1 = (a1 , b1 ). Si b1 ≤ b, como b1 ∈ [a, b], debe existir I2 = (a2 , b2 )
tal que b1 ∈ I2 .
Siguiendo este proceso, obtenemos una familia (a1 , b1 ), . . . , (ak , bk ) contenida en (Ii )N
i=1 tal
que ai < bi−1 < bi (i = 2, . . . , k).
Como el conjunto (Ii )N
i=1 cubre al intervalo [a, b], necesariamente b ∈ (ak , bk ). Entonces

N
X k
X
m(In ) ≥ m(ai , bi ) = bk − ak + bk−1 − ak−1 + · · · + b1 − a1 > bk − a1 > b − a
n=1 i=1

porque ai < bi−1 , bk > b y a1 < a.


Caso 2. Si I es un intervalo finito, dado ε > 0, existe J intervalo cerrado tal que J ⊂ I y
m(J) > m(I) − ε. Entonces

m(I) − ε < m(J) = m∗ (J) ≤ m∗ (I) ≤ m∗ ( I) = m( I) = m(I),

con lo que m∗ (I) = m(I).


Caso 3. Si I es un intervalo infinito, dado cualquier M ∈ R, existe J intervalo cerrado tal
que J ⊂ I y m(J) = M . Entonces

m∗ (I) ≥ m∗ (J) = m(J) = M.

Por tanto, m∗ (I) = ∞ = m(I).

Ejemplo. El conjunto de Cantor juega un importante papel en la teorı́a de conjuntos y es


un ejemplo de conjunto con medida exterior cero.
Para construirlo, empezamos con el intervalo cerrado

C0 = [0, 1].

Si dividimos el intervalo en tres partes iguales y eliminamos la central, obtenemos

C1 = [0, 1/3] ∪ [2/3, 1].

Repitiendo el proceso con los dos intervalos resultantes, tenemos

C2 = [0, 1/32 ] ∪ [2/32 , 1/3] ∪ [2/3, 7/32 ] ∪ [8/32 , 1].


14 1.3. Tres principios de Littlewood

C0
0 1
C1 1 2
0 €€€€ €€€€ 1
3 3
C2
0 1 2 1 2 7 8 1
€€€€ €€€€ €€€€ €€€€ €€€€ €€€€
9 9 3 3 9 9
Con este procedimiento, obtenemos una sucesión (Ck )k≥0 de conjuntos cerrados tales que
Ck+1 ⊂ Ck (k ≥ 0).
T
Por definición, el conjunto de Cantor es C = k≥0 Ck .
Sus propiedades más importantes son las siguientes:

Es compacto.
Basta observar que es cerrado y está contenido en [0, 1].
Es perfecto (todo punto de C es de acumulación).
Cada Ck es unión de 2k intervalos cerrados disjuntos cuyos extremos están en C (pues
un extremo de cualquier intervalo de Ck es extremo de algún intervalo de Ck+1 . Ası́ pues,
si x ∈ C, para cualquier k ∈ N, x ∈ Ck . Por tanto x está contenido en alguno de los
2k intervalos de longitud 3−k . Basta elegir xk 6= x como uno de los extremos de dicho
intervalo para que |x − xk | ≤ 3−k .
Es denso en ninguna parte (int C = ∅).
Esto es consecuencia de que m∗ (C) = 0 pues, si existe (a, b) ⊂ C, entonces b − a ≤
m∗ (C) = 0.
Es totalmente disconexo (∀x, y ∈ C, x < y, ∃z ∈ (x, y) con z 6∈ C).
Se deduce de la propia construcción.
Es no numerable.
En primer lugar, establecemos la biyección entre el conjunto de sucesiones de ceros y
unos quitando aquellas sucesiones que tienen todos los términos iguales Pa uno a partir
xk
de un cierto elemento, y el conjunto [0, 1), definida por (xk )k∈N 7→ x = k∈N 2k (lo que
equivale a escribir x mediante su representación binaria). A continuación establecemos la
biyección
P que a cada
P sucesión anterior le asigna el punto de C \ {1} mediante (xk )k∈N 7→
2xk yk
y = k∈N 3k = k∈N 3k . De este modo 0, y1 y2 . . . es la representación ternaria de y,
la cual corresponde a un punto de C si y sólo si yk = 0 ó yk = 2.
Tiene medida exterior cero.
Por construcción, C ⊂ Ck , donde Ck es unión disjunta de 2k intervalos cerrados, de
longitud 3−k . Por tanto, m∗ (C) ≤ (2/3)k , ∀k, con lo que m∗ (C) = 0.
Proposición 1.3.3. Si (An )n∈N es una sucesión de conjuntos en R, entonces
[ X
m∗ ( An ) ≤ m∗ (An ).
n∈N n∈N
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 15

Demostración. Si algún An tiene medida exterior infinita, la desigualdad es evidente.


Si m∗ (An ) < ∞,
S para todo
P n, dado ε > 0, existe una sucesión (In,i )i∈N de intervalos abiertos
talSque An ⊂ i∈N In,i y i∈N m(In,i ) < m∗ (An ) + 2−n · ε. La sucesión doble (In,i )n,i∈N cubre
a n∈N An y
[ XX X X
m∗ ( An ) ≤ m(In,i ) < (m∗ (An ) + 2−n · ε) = m∗ (An ) + ε.
n∈N n∈N i∈N n∈N n∈N

En definitiva, m∗ ( n∈N An ) ≤ n∈N m∗ (An ).


S P

Corolario 1.3.4. Si A es numerable, m∗ (A) = 0.

Demostración. Basta escribir


[ X
A = {xk : k ∈ N} ⊂ (xk − εk , xk + εk ), con εk < ε/2.
k∈N k∈N

X
Ası́, m∗ (A) ≤ m(xk − εk , xk + εk ) < ε.
k∈N

Corolario 1.3.5. El conjunto [0, 1] no es numerable.

Lema 1.3.6. Dado un conjunto E,


a) para cualquier ε > 0, existe un abierto A tal que E ⊂ A y m∗ (A) ≤ m∗ (E) + ε;
b) existe G ∈ Gδ tal que E ⊂ G y m∗ (E) = m∗ (G);
c) m∗ (E) = ı́nf{m∗ (A) : A abierto, E ⊂ A}.

Demostración. a) Dado ε >P


0, existe una sucesión (In )n∈NSde intervalos abiertos tal que

S
E ⊂ n∈N In y m (E) + ε ≥ n∈N m(In ). Si llamamos A = n∈N In , entonces
X
m∗ (A) ≤ m(In ) ≤ m∗ (E) + ε.
n∈N

b) Por el apartado a), dado n ∈TN, existe An un abierto tal que m∗ (E) + 1/n ≥ m∗ (An ),
con E ⊂ An . Si llamamos G = n∈N An , entonces G ∈ Gδ , E ⊂ G y m∗ (G) ≤ m∗ (An ) ≤
m∗ (E) + 1/n. Además m∗ (E) ≤ m∗ (G).
c) Si E ⊂ A, m∗ (E) ≤ m∗ (A), de donde m∗ (E) ≤ ı́nf m∗ (A).
Por otro lado, según el apartado a), m∗ (A) ≤ m∗ (E) + ε. Entonces ı́nf m∗ (A) ≤ m∗ (E).

Proposición 1.3.7. Si E = E1 ∪ E2 y d(E1 , E2 ) > 0, entonces m∗ (E1 ∪ E2 ) = m∗ (E1 ) +


m∗ (E2 ).

Demostración. Sea δ > 0 tal que d(E1 , E2 ) > δ > 0.


S
Dado ε > 0 arbitrario, sea (In )n∈N una sucesión de intervalos abiertos tal que E ⊂ n∈N In y

P
n∈N m(In ) ≤ m (E) + ε.
16 1.3. Tres principios de Littlewood

Además elegimos la sucesión para que la longitud de cada intervalo sea menor que δ. De
este modo, cada intervalo sólo puede cortar a uno de los conjuntos E1 ó E2 . Simbólicamente,
podemos escribir [ [
E1 ⊂ Ij , E2 ⊂ Ij ,
j∈J1 j∈J2

donde J1 ∩ J2 = ∅. Entonces
X X X
m∗ (E1 ) + m∗ (E2 ) ≤ m(Ij ) + m(Ij ) ≤ m(Ij ) ≤ m∗ (E) + ε.
j∈J1 j∈J2 j∈N

Esto implica que m∗ (E1 ) + m∗ (E2 ) ≤ m∗ (E). La otra desigualdad es evidente.

Se puede probar también que, si E = n∈N In , con In intervalos disjuntos, entonces m∗ (E) =
S
X
m(In ). A pesar de ello, no podemos concluir que, si E = E1 ∪ E2 , con E1 ∩ E2 = ∅,
n∈N
entonces m∗ (E) = m∗ (E1 ) + m∗ (E2 ). Hará falta que dichos conjuntos sean medibles.

Definición. Un conjunto E es medible si, para todo conjunto A,

m∗ (A) = m∗ (A ∩ E) + m∗ (A ∩ E c ).

Lema 1.3.8. Si m∗ (E) = 0, entonces E es medible. En particular, si F ⊂ E y m∗ (E) = 0,


entonces F es medible.

Demostración. Dado un conjunto A, como A ∩ E ⊂ E, entonces m∗ (A ∩ E) ≤ m∗ (E) = 0.


Por otra parte, como A ∩ E c ⊂ A, entonces

m∗ (A) ≥ m∗ (A ∩ E c ) = m∗ (A ∩ E c ) + m∗ (A ∩ E).

La otra desigualdad es evidente.

De esta propiedad deducimos en particular que el conjunto de Cantor es medible.

Proposición 1.3.9. La familia M = {A : A es medible} es un álgebra de conjuntos.

Demostración. Hay que demostrar, en primer lugar, que, si E1 y E2 son medibles, entonces
E1 ∪ E2 es medible.
Por una parte, m∗ (A ∩ E1c ) = m∗ (A ∩ E1c ∩ E2 ) + m∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )c ).
Por otra parte, m∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )) ≤ m∗ (A ∩ E1 ) + m∗ (A ∩ E2 ∩ E1c ). Por tanto,

m∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )) + m∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )c ) ≤ m∗ (A ∩ E1 ) + m∗ (A ∩ E1c ) = m∗ (A).

Para que M sea un álgebra de conjuntos, falta probar que, si A es medible, entonces Ac es
medible, pero esto es consecuencia de la propia definición.

Veremos a continuación que la familia M es además una σ-álgebra.


Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 17

Lema 1.3.10. Si A es un conjunto y {E1 , . . . , En } una colección disjunta de conjuntos me-


dibles, entonces
 [n  X n
m∗ A ∩ ( Ei ) = m∗ (A ∩ Ei ).
i=1 i=1

Demostración. (Por inducción) El caso n = 1 es evidente.


Si suponemos cierta la propiedad para n − 1, teniendo en cuenta que
n
[ n
[ n−1
[
A∩( E i ) ∩ En = A ∩ En y A ∩ ( Ei ) ∩ Enc = A ∩ ( Ei ),
i=1 i=1 i=1

resulta
 n
[   n−1
[  Xn
∗ ∗ ∗
m A∩( Ei ) = m (A ∩ En ) + m A ∩ ( Ei ) = m∗ (A ∩ Ei ).
i=1 i=1 i=1

Proposición 1.3.11. La familia M es una σ-álgebra de conjuntos.


S
Demostración. Basta ver que, si E = i∈N Ei , con Ei ∈ M, entonces E ∈ M.
Por la proposición 1.2.2, podemos suponer Ei ∩ Ej = ∅, si i 6= j.
Dado cualquier conjunto A, si llamamos Fn = ni=1 Ei , entonces Fn ∈ M y E c ⊂ Fnc . Por
S
tanto,
m∗ (A) = m∗ (A ∩ Fn ) + m∗ (A ∩ Fnc ) ≥ m∗ (A ∩ Fn ) + m∗ (A ∩ E c ).
Por el lema 1.3.10,
n
X
m∗ (A ∩ Fn ) = m∗ (A ∩ Ei ),
i=1

de modo que
n
X

m (A) ≥ m∗ (A ∩ Ei ) + m∗ (A ∩ E c ).
i=1

Como la desigualdad es cierta para todo n,


X
m∗ (A) ≥ m∗ (A ∩ Ei ) + m∗ (A ∩ E c ) ≥ m∗ (A ∩ E) + m∗ (A ∩ E c )
i∈N

por la subaditividad numerable de m∗ .

Veamos a continuación que la clase de conjuntos medibles contiene a la clase de conjuntos de


Borel en R.

Lema 1.3.12. El intervalo (a, ∞) es medible.


18 1.3. Tres principios de Littlewood

Demostración. Dado A, sean A1 = A ∩ (a, ∞) y A2 = A ∩ (−∞, a].


Si m∗ (A) = ∞, es evidente que m∗ (A1 ) + m∗ (A2 ) ≤ m∗ (A).
∗ (A) < ∞, dado ε > 0, existe una sucesión de intervalos abiertos (I )
Si mS n n∈N tal que
A ⊂ n∈N In y n∈N m(In ) ≤ m∗ (A) + ε.
P

Llamamos In,1 = In ∩ (a, ∞) e In,2 = In ∩ (−∞, a]. Entonces

m(In ) = m(In,1 ) + m(In,2 ) = m∗ (In,1 ) + m∗ (In,2 ).


S
Como A1 ⊂ n∈N In,1 , tenemos:
[ X
m∗ (A1 ) ≤ m∗ ( In,1 ) ≤ m∗ (In,1 )
n∈N n∈N
S
y, como A2 ⊂ n∈N In,2 , tenemos
[ X
m∗ (A2 ) ≤ m∗ ( In,2 ) ≤ m∗ (In,2 ).
n∈N n∈N

Ası́ pues,
X X
m∗ (A1 ) + m∗ (A2 ) ≤ (m∗ (In,1 ) + m∗ (In,2 )) ≤ m(In ) ≤ m∗ (A) + ε.
n∈N n∈N

Al ser ε arbitario, m∗ (A1 ) + m∗ (A2 ) ≤ m∗ (A).

Proposición 1.3.13. Todo conjunto de Borel es medible. En particular todos los conjuntos
abiertos y cerrados son medibles.

Demostración. Como (a, ∞) ∈ M, entonces (−∞, a] ∈ M.


S
Además, como (−∞, b) = n∈N (−∞, b − 1/n], entonces (−∞, b) ∈ M.
Como (a, b) = (−∞, b) ∩ (a, ∞), entonces (a, b) ∈ M.
S
Si A es abierto, A = n∈N In , con In intervalos abiertos. Entonces A ∈ M.
Como B es la menor σ-álgebra que contiene los conjuntos abiertos, B ⊂ M.

Observación. No todos los conjuntos medibles son de Borel (una demostración constructiva
puede verse en [AB]).
Definición. Dado un conjunto medible E, se define la medida de Lebesgue de E como
m(E) = m∗ (E). De este modo, m es la restricción de m∗ a la familia M.
Proposición 1.3.14. Si (En )n∈N es una sucesión de conjuntos medibles, entonces
[ X
m( En ) ≤ m(En ).
n∈N n∈N

Si Ei ∩ Ej = ∅, para i 6= j, entonces
[ X
m( En ) = m(En ).
n∈N n∈N
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 19

Demostración. La primera parte consiste precisamente en la subaditividad de la medida


exterior (proposición 1.3.3).
Si (E1 , . . . , Ek ) es una familia finita de conjuntos medibles disjuntos, por el lema 1.3.10 con
A = R, resulta que
[k k
X
m( En ) = m(En ).
n=1 n=1

Por último, si (Ei )i∈N es una sucesión infinita de conjuntos medibles disjuntos, entonces
[ [n
Ei ⊃ Ei , de modo que
i∈N i=1

[ n
[ n
X
m( Ei ) ≥ m( Ei ) = m(Ei ).
i∈N i=1 i=1

Como la desigualdad es cierta para todo n,


[ X
m( En ) ≥ m(Ei ).
i∈N i∈N

Proposición 1.3.15. Si (Ei )i∈N es una sucesión de conjuntos medibles y Ek ⊂ Ek+1 , para
todo k ∈ N, entonces [
m( Ei ) = lı́m m(En ).
n→∞
i∈N

= Ek \ Ek−1 , k ≥ 2. Ası́, (Fk )k∈N es


Demostración. Construimos los conjuntos F1 =SE1 , Fk S
una sucesión de conjuntos medibles disjuntos y Fk = Ek . Por tanto,
[ X n
X n
[
m( Ek ) = m(Fk ) = lı́m m(Fk ) = lı́m m( Fk ) = lı́m m(En ).
n→∞ n→∞ n→∞
k∈N k∈N k=1 k=1

Proposición 1.3.16. Si (En )n∈N es una sucesión infinita de conjuntos medibles, tal que
Ek+1 ⊂ Ek , para todo k, y m(E1 ) es finita, entonces
\
m( Ei ) = lı́m m(En ).
n→∞
i∈N
T
Demostración. Llamamos E = i∈N Eiy Fi = Ei \ Ei+1 . Entonces
[
E1 \ E = Fi ,
i∈N

y los conjuntos Fi son disjuntos dos a dos. Por tanto,


X X
m(E1 \ E) = m(Fi ) = m(Ei \ Ei+1 ).
i∈N i∈N
20 1.3. Tres principios de Littlewood

Ahora bien,

m(E1 ) = m(E) + m(E1 \ E) y m(Ei ) = m(Ei+1 ) + m(Ei \ Ei+1 ),

debido a que E ⊂ E1 y Ei+1 ⊂ Ei .


Teniendo en cuenta que m(Ei ) ≤ m(E1 ) < ∞, resulta que

m(E1 \ E) = m(E1 ) − m(E) y m(Ei \ Ei+1 ) = m(Ei ) − m(Ei+1 ).

Ası́ pues,

X n
X
m(E1 ) − m(E) = [m(Ei ) − m(Ei+1 )] = lı́m [m(Ei ) − m(Ei+1 )]
n→∞
i∈N i=1
= lı́m[m(E1 ) − m(En )] = m(E1 ) − lı́m m(En ).

Como m(E1 ) < ∞, resulta que m(E) = lı́m m(En ).

Observemos que el resultado puede ser falso si m(E1 ) = ∞. Basta considerar los conjuntos
En = (n, ∞).
Veremos a continuación lo establecido por el primer principio de Littlewood, que todo con-
junto medible es casi unión finita de intervalos.

Proposición 1.3.17. Dado un conjunto E ⊂ R, son equivalentes:

a) E es medible.

b) Dado ε > 0, existe un abierto A ⊃ E tal que m∗ (A \ E) < ε.

c) Dado ε > 0, existe un cerrado F ⊂ E tal que m∗ (E \ F ) < ε.

d) Existe G ∈ Gδ , con E ⊂ G, tal que m∗ (G \ E) = 0.

e) Existe F ∈ Fσ , con F ⊂ E, tal que m∗ (E \ F ) = 0.


Si además m∗ (E) es finita, las proposiciones anteriores son equivalentes a

f ) Dado ε > 0, existe U unión finita de intervalos abiertos tal que m∗ (U ∆E) < ε.

Demostración. a) =⇒ b): Si m(E) < ∞, por el lema 1.3.6, dado ε > 0, existe un abierto A
tal que E ⊂ A y m∗ (A) ≤ m∗ (E) + ε. Como E es medible,

m∗ (A) = m∗ (A ∩ E) + m∗ (A ∩ E c ) = m∗ (E) + m∗ (A \ E)
=⇒ m∗ (A \ E) = m∗ (A) − m∗ (E) ≤ ε.

Si m(E) = ∞, sea En = E ∩ {x : n − 1 ≤ |x| < n}. Dado ε > 0, como m(En ) < ∞,Spara cada
n existe un abierto An ⊃ En tal que m∗ (An \ En ) < ε/2n . Ahora el conjunto A = n∈N An es
X
abierto y E ⊂ A. Como A \ E ⊂ n∈N (An \ En ), entonces m∗ (A \ E) ≤ m∗ (An \ En ) < ε.
S
n∈N
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 21


T d): Para cada n ∈ N, existe An abierto, con E ⊂ An , tal que m (An \ E) < 1/n. Si
b) =⇒
G = n∈N An , entonces G ∈ Gδ , E ⊂ G y

m∗ (G \ E) ≤ m∗ (An \ E) < 1/n, ∀n ∈ N.

Por tanto, m∗ (G \ E) = 0.
d) =⇒ a): Si m∗ (G\E) = 0, entonces G\E es medible. Como G es medible y E = (G\E)c ∩G,
entonces E es medible.
a) =⇒ c): Como E c es medible, existe A abierto tal que E c ⊂ A y m∗ (A \ E c ) < ε. Entonces
Ac es cerrado y Ac ⊂ E. Además

m∗ (E \ Ac ) = m∗ (E ∩ A) < ε.


S e): Para cada n ∈ N, existe Fn cerrado, con E ⊃ Fn , tal que m (E \ Fn ) < 1/n. Si
c) =⇒
F = n∈N Fn , entonces F ∈ Fσ , F ⊂ E y

m∗ (E \ F ) ≤ m∗ (E \ Fn ) < 1/n, ∀n ∈ N.

Por tanto, m∗ (E \ F ) = 0.
e) =⇒ a): Como m∗ (E \ F ) = 0, entonces E \ F es medible. Escribiendo E = (E \ F ) ∪ F ,
deducimos que E es medible.
a) =⇒ f): Sea (Ij )j∈N una sucesión de intervalos abiertos tal que E ⊂ j∈N Ij y m∗ (E)+ε/2 ≥
S
P
j∈N m(Ij ).
Como m∗ (E) < ∞, la serie es convergente y existe n0 ∈ N tal que ∞
P
j=n0 +1 m(Ij ) < ε/2.
Sn0
Si llamamos U = j=1 Ij , entonces

[ ∞
[
m∗ (U ∆E) = m∗ (U \ E) + m∗ (E \ U ) ≤ m∗ ( Ij \ E) + m∗ ( Ij )
j∈N j=n0 +1
X ∞
X

≤ m(Ij ) − m (E) + m(Ij ) < ε.
j∈N j=n0 +1

Corolario 1.3.18. Todo conjunto medible con medida positiva contiene un conjunto cerrado
con medida positiva.

Demostración. Si E es medible, dado ε > 0, existe F cerrado tal que F ⊂ E y m∗ (E \ F ) < ε.


Entonces
m(F ) = m(E) − m(E \ F ) > m(E) − ε.
Basta elegir ε < m(E)/2 para que m(F ) > 0.

Otras propiedades deseables de la medida se refieren a la invariancia, como indicamos a


continuación.
22 1.3. Tres principios de Littlewood

Proposición 1.3.19. Sea E un conjunto medible. Entonces:


a) Para todo k ∈ R, el conjunto Ek = E + k = {x + k : x ∈ E} es medible y m(Ek ) = m(E).
b) Para todo λ > 0, el conjunto λE = {λ · x : x ∈ E} es medible y m(λE) = λ · m(E).
c) El conjunto −E = {−x : x ∈ E} es medible y m(−E) = m(E).

Demostración. Veamos el apartado a) (el resto es similar).


Dado A ⊂ R, llamamos A0 = A − k = {u ∈ R : u + k ∈ A}. Entonces
m∗ (A ∩ Ek ) + m∗ (A ∩ Ekc ) = m∗ (A0 ∩ E) + m∗ (A0 ∩ E c ) = m∗ (A0 ) = m∗ (A).

Para terminar la sección, hagamos la construcción de un conjunto no medible, lo que de-


muestra que no puede extenderse la noción de longitud a cualquier subconjunto de R si se
quiere que se cumpla la propiedad m∗ (A ∪ B) = m∗ (A) + m∗ (B), con A y B disjuntos. Este
resultado fue probado por Vitali en el trabajo “Sul problema della misura dei gruppi di punti
di una retta” publicado en 1905.
En primer lugar, establecemos la siguiente relación de equivalencia en [0, 1]:
x ∼ y cuando x − y ∈ Q.
S
Esta relación permite escribir [0, 1] = α Eα , unión disjunta de clases de equivalencia.
A continuación, definimos N = {xα : xα ∈ Eα } (llamado conjunto de Vitali) eligiendo
exactamente un elemento de cada clase Eα (por el axioma de elección). Veamos que N no es
medible.
Si numeramos los racionales en [0, 1] como {rk : k ∈ N}, consideramos los conjuntos traslada-
dos Nk = N + rk . Probaremos que estos conjuntos son disjuntos:
Si Nk ∩ Np 6= ∅, existen rk , rp racionales distintos, y existen α, β tales que xα + rk = xβ + rp ,
o bien xα − xβ = rp − rk ∈ Q. Esto significa que xα ∼ xβ , luego xα = xβ pues N tiene un
solo elemento de cada clase. Por tanto, rp = rk , lo que es absurdo.
También es fácil probar que [
[0, 1] ⊂ Nk ⊂ [0, 2].
k∈N
En efecto, si x ∈ [0, 1], x ∼ xα para algún α, de donde x − xα = rk para algún k. Ası́ x ∈ Nk .
La segunda inclusión es evidente.
Por último, supongamos que N es medible. Entonces, para todo k, Nk también lo es. Como
(Nk ) son disjuntos, las inclusiones anteriores implican
X X
1≤ m(Nk ) ≤ 2 =⇒ 1 ≤ m(N ) ≤ 2.
k∈N k∈N

Esto es una contradicción, porque, si m(N ) = 0, entonces tendrı́amos 1 ≤ 0 ≤ 2 y, si


m(N ) > 0, entonces 1 ≤ ∞ ≤ 2.
Observación. La construcción anterior de un conjunto no medible utiliza el axioma de
elección. De hecho, R. Solovay, en Notices Am. Math. Society, 12 (1965), demuestra que no
es posible construir conjuntos no medibles sin utilizar el axioma de elección.
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 23

1.3.2. Toda función medible es casi continua

Una vez establecida la noción de conjunto medible, vamos a utilizarla para definir las funciones
medibles. En primer lugar, estableceremos algunas propiedades equivalentes.

Proposición 1.3.20. Sea f : R → R una función cuyo dominio D es medible. Son equiva-
lentes:
i) ∀α ∈ R : {x : f (x) > α} es medible.
ii) ∀α ∈ R : {x : f (x) ≥ α} es medible.
iii) ∀α ∈ R : {x : f (x) < α} es medible.
iv) ∀α ∈ R : {x : f (x) ≤ α} es medible.
Todas estas proposiciones implican
v) ∀α ∈ R : {x : f (x) = α} es medible.

Demostración. i) ⇐⇒ iv) porque {x : f (x) ≤ α} = D \ {x : f (x) > α}.


ii) ⇐⇒ iii) por la misma razón.
T
i) =⇒ ii) porque {x : f (x) ≥ α} = n∈N {x : f (x) > α − 1/n}.
S
ii) =⇒ i) porque {x : f (x) > α} = n∈N {x : f (x) ≥ α + 1/n}.
Por último, si α ∈ R, {x : f (x) = α} = {x : f (x) ≤ α} ∩ {x : f (x) ≥ α} de modo que, en este
caso, ii) y iv) implican v).
T
Además, {x : f (x) = ∞} = n∈N {x : f (x) ≥ n} con lo que ii) implica v) si α = ∞
(análogamente con α = −∞).

Observación. En el caso de que la función sólo tome valores reales, las propiedades ante-
riores son equivalentes a que la imagen inversa de cualquier abierto sea medible y a que la
imagen inversa de cualquier cerrado sea medible.

Definición. Una función f : R → R se dice que es medible Lebesgue cuando su dominio


es medible y verifica una cualquiera de las cuatro afirmaciones equivalentes de la proposición
anterior.
La definición involucra ası́ a los conjuntos más importantes relacionados con una función
como son las imágenes inversas de intervalos.
De la definición se deduce que toda función continua es medible; toda función escalonada
es medible; la restricción de una función medible a un subconjunto medible del dominio es
también medible.
Una caracterización interesante se demuestra en el siguiente resultado.

Proposición 1.3.21. Sea E ⊂ R un conjunto medible y f : E → R. Entonces f es medible


si y sólo si f −1 (B) es medible, para todo B de Borel en R.

Demostración. Si f es medible, definimos

A = {A ⊂ R : f −1 (A) es medible}.
24 1.3. Tres principios de Littlewood

Es claro que ∅ ∈ A. Además, f −1 (Ac ) = f −1 (R) \ f −1 (A) = E \ f −1 (A). Por tanto, si A ∈ A,


entonces Ac ∈ A.
Por último, si (An )n∈N ⊂ A, entonces
[  [
f −1 An = f −1 (An ) es medible.
n∈N n∈N

Ası́ pues, A es una σ-álgebra. Como además

f −1 (a, b) = f −1 (a, ∞) ∩ f −1 (−∞, b],

entonces (a, b) ∈ A.
Por tanto, A contiene todos los conjuntos abiertos, con lo que contiene también a todos los
conjuntos de Borel.
El recı́proco es trivial.

Proposición 1.3.22. Si c ∈ R y f, g : D ⊂ R → R son funciones medibles, entonces f + g,


c · f y f · g son medibles. En consecuencia, f k es medible para todo k ∈ N.

Demostración. a) Dado α ∈ R, sea x ∈ D tal que f (x) + g(x) < α. Entonces f (x) < α − g(x)
y, como consecuencia de la propiedad arquimediana de los números reales, existe r ∈ Q tal
que f (x) < r < α − g(x). Por tanto,
[
{x : f (x) + g(x) < α} = {x : f (x) < r} ∩ {x : g(x) < α − r}.
r∈Q

Como Q es numerable, este conjunto es medible.


b) Como {x : c · f (x) < α} = {x : f (x) < α/c}, entonces c · f es medible.
c) Si α ≥ 0, entonces
√ √
{x : f 2 (x) > α} = {x : f (x) > α} ∪ {x : f (x) < − α}

y, si α < 0, entonces
{x : f 2 (x) > α} = D.
En ambos casos, se deduce que f 2 es medible.
Como f · g = 12 (f + g)2 − (f 2 + g 2 ) , entonces f · g es medible.
 

Teorema 1.3.23. Para cada n ∈ N, sea fn : D → R medible. Entonces supn∈N fn , ı́nf n∈N fn ,
lı́m sup fn y lı́m inf fn son medibles.

Demostración. Si llamamos g(x) = supn∈N fn (x), entonces


[
{x : g(x) > α} = {x : fn (x) > α},
n∈N

de modo que g es medible (análogamente con el ı́nfimo pues ı́nf fn = − sup(−fn )).
Como lı́m sup fn = ı́nf k∈N supn≥k fn , entonces es una función medible (análogamente con el
lı́mite inferior).
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 25

Corolario 1.3.24. Si (fn )n∈N es una sucesión de funciones medibles y f (x) = lı́m fn (x),
entonces f es medible.

Ejemplo. Para probar ( que la función de Dirichlet f = χQ es medible en [0, 1], consideramos
1 si x ∈ {r1 , . . . , rn }
la sucesión fn (x) = donde {r1 , . . . , rn , . . . } es una ordenación de los
0 en el resto,
racionales en [0, 1]. Es fácil comprobar que cada fn es medible (basta determinar el conjunto
{x : fn (x) > r} en los casos r ≥ 1, 0 ≤ r < 1 y r < 0). Como lı́m fn (x) = f (x), ∀x ∈ [0, 1],
entonces f es medible.
Definición. Decimos que una propiedad se cumple en casi todo punto (o casi seguramente,
abreviadamente c.s.) cuando el conjunto donde no es cierta tiene medida cero.
En particular se dice que f = g c.s. cuando ambas funciones tienen el mismo dominio y
m({x : f (x) 6= g(x)}) = 0. Del mismo modo, decimos que fn → f c.s. cuando existe un
conjunto E de medida cero tal que fn (x) → g(x), para todo x 6∈ E.
Proposición 1.3.25. Si f es medible y f = g c.s., entonces g es medible.

Demostración. Sean A = {x : f (x) > α} y B = {x : g(x) > α}. Por hipótesis, A es medible
y m(A \ B) = m(B \ A) = 0. Entonces
B = (B \ A) ∪ (B ∩ A) = (B \ A) ∪ (A \ (A \ B))
es medible.

Los ejemplos básicos de funciones medibles son las funciones escalonadas y las funciones sim-
ples: las primeras son los elementos básicos en la teorı́a de integración de Riemann mientras
las segundas lo serán en la teorı́a de integración de Lebesgue.

Definición. Se llama función escalonada a una función que se puede escribir como combi-
nación lineal de funciones caracterı́sticas de intervalos en R. Ası́, si f es escalonada, existen
constantes {a1 , . . . , , aN } e intervalos {I1 , . . . , IN } tales que
N
X
f (x) = ai χIi (x).
i=1

Por otra parte, diremos que ϕ es una función simple si


N
X
ϕ(x) = ai χEi (x),
i=1

donde Ei son medibles y de medida finita.


Esta representación no es única pero una función es simple si y sólo si es medible y toma sólo
un número finito de valores.
n
X
Si ϕ es simple y su conjunto de valores no nulos es {a1 , . . . , an }, entonces ϕ = ai χAi , con
i=1
Ai = {x : ϕ(x) = ai }. Esta es la llamada representación canónica de ϕ y se caracteriza
porque Ai son disjuntos y ai son distintos y no nulos.
26 1.3. Tres principios de Littlewood

Veamos que las funciones medibles pueden aproximarse por funciones simples.
Proposición 1.3.26. Sea f : D → R.
a) Existe una sucesión de funciones simples que converge puntualmente a f .
b) Si f es acotada, se puede elegir la sucesión para que converja uniformemente a f .

Demostración. Supondremos que f ≥ 0 (en el caso general se descompone f como diferencia


de funciones no negativas a las que se aplica el razonamiento siguiente).
a) Para cada n ∈ N y cada i con 1 ≤ i ≤ n · 2n , sea
 
i−1 i
Eni = x ∈ D : n ≤ f (x) < n .
2 2

Ası́, Eni ∩ Enj = ∅, si 1 ≤ i, j ≤ n · 2n , i 6= j, y


n·2 n
[
En = Eni = {x ∈ D : f (x) < n}.
i=1

Definimos n
n·2
X i−1
ϕn (x) = · χEni + n · χEnc , n ≥ 1,
2n
i=1

la cual es una función simple. Veamos que lı́m ϕn (x) = f (x), ∀x ∈ D:


Dado x ∈ D, si f (x) < ∞, para cualquier ε > 0, existe n0 ∈ N tal que 1/2n0 < ε y f (x) < n0 .
Por tanto, x ∈ En , para todo n ≥ n0 , con lo que existe i ∈ [1, n · 2n ] tal que x ∈ Eni . Entonces
i−1 i i−1
n
≤ f (x) < n y ϕn (x) = n .
2 2 2
Ası́ pues, 0 ≤ f (x) − ϕn (x) < 1/2n < ε, ∀n ≥ n0 .
En el caso de que f (x) = ∞, entonces f (x) ≥ n, ∀n ∈ N, es decir x ∈ Enc , ∀n ∈ N. Por tanto,
ϕn (x) = n con lo que lı́m ϕn (x) = ∞ = f (x).
b) Si f es acotada, existe M tal que f (x) < M , ∀x ∈ D. En este caso, D = En , ∀n ≥ M , con
lo que, dado ε > 0, podemos elegir n0 ∈ N tal que 1/2n0 < ε. Entonces 0 ≤ f (x) − ϕn (x) < ε,
∀x ∈ D, ∀n ≥ n0 , con lo que la convergencia es uniforme.

Observación. También es posible aproximar una función medible por una sucesión de fun-
ciones escalonadas. En este caso, sin embargo, la convergencia sólo será en casi todo punto. El
caso particular de las funciones continuas en un intervalo cerrado sı́ permite la convergencia
uniforme mediante funciones escalonadas como veremos a continuación.
Si f es continua en [a, b], entonces es uniformemente continua. Por tanto, para cada m ∈ N,
existe δ > 0 tal que, ∀x, y ∈ [a, b],

|x − y| < δ =⇒ |f (x) − f (y)| < 1/m.


i(b−a)
Dado n ∈ N tal que δ > 1/n, sea ai = a + n , 0 ≤ i ≤ n. Entonces, si x ∈ [ai−1 , ai ),
|x − ai−1 | ≤ 1/n < δ.
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 27

Definimos gm (x) = ni=1 f (ai−1 ) · χ[ai−1 ,ai ) (x), ∀x ∈ [a, b), gm (b) = f (b). Entonces (gm ) es
P
una sucesión de funciones escalonadas que converge uniformemente a f .

A continuación enunciamos el segundo principio de Littlewood, mediante el que aproximamos


cualquier función medible por funciones continuas.
Proposición 1.3.27. Sea f : [a, b] → R una función medible tal que {x : f (x) = ±∞} tiene
medida cero. Entonces, dado ε > 0, existe una función escalonada g y una función continua
h tales que |f − g| < ε y |f − h| < ε, excepto en un conjunto de medida menor que ε.
Si, además, m ≤ f ≤ M , entonces podemos elegir g y h de modo que m ≤ g ≤ M y
m ≤ h ≤ M.

Esquema de la prueba.
Paso 1. Sea f : [a, b] → R una función medible tal que {x : f (x) = ±∞} tiene medida cero.
Entonces, dado ε > 0, existe M ∈ R tal que |f | ≤ M excepto en un conjunto de medida
menor que ε/3.
Paso 2. SeaPf : [a, b] → R una función medible. Dados ε > 0 y M ∈ R, existe una función
simple ϕ = ni=1 αi χAi , con Ai = {x : ϕ(x) = αi }, tal que |f (x) − ϕ(x)| < ε excepto donde
|f (x)| ≥ M .
Si m ≤ f ≤ M , podemos elegir ϕ de modo que m ≤ ϕ ≤ M .
Paso 3. Dada una función simple ϕ en [a, b], existe una función escalonada g en [a, b] tal que
ϕ(x) = g(x), excepto en un conjunto de medida menor que ε/3 (usar la proposición 1.3.17).
Si m ≤ ϕ ≤ M , podemos elegir g de modo que m ≤ g ≤ M .
Paso 4. Dada una función escalonada g en [a, b], existe una función continua h tal que
g(x) = h(x), excepto en un conjunto de medida menor que ε/3.
Si m ≤ g ≤ M , podemos elegir h de modo que m ≤ h ≤ M .

1.3.3. Toda sucesión convergente de funciones medibles es casi uniforme-


mente convergente

El tercer principio de Littlewood establece la casi convergencia uniforme de las sucesiones


convergentes de funciones medibles. Su formulación exacta es la siguiente.
Proposición 1.3.28 (teorema de Egorov). Sea E un conjunto medible con m(E) < ∞
y, para cada n ∈ N, fn : E → R una función medible. Sea f : R → R una función tal que
fn (x) → f (x), para casi todo x ∈ E. Entonces, dados ε > 0 y δ > 0, existe un conjunto
medible A ⊂ E, con m(A) < δ, y N ∈ N tales que |fn (x) − f (x)| < ε, ∀x 6∈ A y n ≥ N .

Demostración. Sin pérdida de generalidad, podemos suponer que fn (x) → f (x) para todo
x ∈ E. Esto asegura que la función f es medible.
Sea Gn = {x ∈ E : |fn (x) − f (x)| ≥ ε} y, para cada N ∈ N, llamamos

[
EN = Gn = {x ∈ E : |fn (x) − f (x)| ≥ ε, para algún n ≥ N }.
n=N
28 1.4. Integral de Lebesgue

Ası́, EN +1 ⊂ ENTy, si x ∈ E, existe n0 tal que x 6∈ En0 (debido a que fn (x) → f (x)). Esto
quiere decir que N ∈N EN = ∅, de donde lı́m m(EN ) = 0 (por la proposición 1.3.16).
De este modo, dado δ > 0, existe N tal que m(EN ) < δ, o bien

m({x ∈ E : |fn (x) − f (x)| ≥ ε, para algún n ≥ N }) < δ.

Si llamamos A a dicho conjunto EN , entonces m(A) < δ y

Ac = {x ∈ E : |fn (x) − f (x)| < ε, ∀n ≥ N }.

Por tanto, (fn ) converge uniformemente a f en Ac .

Observaciones. 1) El teorema no asegura que puede obtenerse laconvergencia uniforme en


2 si x ∈ [0, 1/n]
n x

todo el conjunto. Si consideramos, por ejemplo, la sucesión fn (x) = −n2 x + 2n si x ∈ [1/n, 2/n]

0 en el resto,

entonces fn → 0 en [0, 1] pero la convergencia no es uniforme en todo [0, 1].
2) Ni siquiera puede asegurarse la convergencia uniforme salvo en un conjunto de medida
cero. Para comprobarlo, sea gn = χ(0,1/n) , n ∈ N. La sucesión (gn )n∈N converge puntualmente
a cero en [0, 1] y, por el teorema de Egorov, la convergencia es casi uniforme. Sin embargo,
dicha sucesión no converge uniformemente salvo un conjunto de medida nula.
3) La hipótesis m(E) < ∞ es esencial. Un ejemplo que lo prueba es la sucesión (χ[n,n+1) )
definida en E = [0, ∞).

1.4. Integral de Lebesgue


Los conjuntos medibles y las funciones medibles serán los elementos básicos en la definición
de la integral de Lebesgue. Dicha integral será una generalización de la integral de Riemann,
manteniendo las propiedades básicas de linealidad pero aplicable a familias más amplias de
funciones. En particular, su interpretación como área de figuras planas también es válida en
los casos usuales.
Definiremos el concepto de integral de Lebesgue progresivamente para familias de funciones
cada vez mayores. En cada paso estableceremos las propiedades básicas, como la linealidad,
aditividad y monotonı́a, las cuales deberán mantenerse en las sucesivas extensiones.
El primer paso será establecer la integral de funciones simples, para luego extenderla a fun-
ciones medibles acotadas y medibles no negativas.

1.4.1. Definiciones y primeros resultados

Definición. Si ϕ es una función simple que se anula fuera de un conjunto de medida finita,
se define su integral de Lebesgue como
Z Z n
X
ϕ= ϕ(x) dx = ai · m(Ai )
i=1
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 29

n
X
si ϕ = ai · χAi es la representación canónica de ϕ.
i=1
Si E es un conjunto medible, definimos
Z Z
ϕ= ϕ · χE .
E

Veamos en primer lugar que la definición de integral no depende de la representación de la


función.
n
X
Lema 1.4.1. Sea ϕ = ai · χEi , con Ei ∩ Ej = ∅, para i 6= j. Si cada Ei es un conjunto
i=1
medible con medida finita, entonces
Z n
X
ϕ= ai · m(Ei ).
i=1

Demostración. Llamamos [
Ea = {x : ϕ(x) = a} = Ei .
ai =a
X
Entonces los conjuntos Ea son disjuntos y a · m(Ea ) = ai · m(Ei ) por la aditividad de m.
P ai =a
Además, ϕ = a a · χEa , de donde
Z X X
ϕ= a · m(Ea ) = ai · m(Ei ).

Proposición 1.4.2. Sean ϕ, ψ funciones simples que se anulan fuera de un conjunto de


medida finita. Entonces
Z Z Z
a) (a · ϕ + b · ψ) = a · ϕ + b · ψ.
Z Z
b) Si ϕ ≥ ψ c.s., entonces ϕ ≥ ψ.
Z Z Z
c) Si A ∩ B = ∅, entonces ϕ= ϕ+ ϕ.
A∪B A B
Z Z

d) |ϕ| es también una función simple y ϕ ≤ |ϕ|.

Demostración. a) Sean {Ai } y {Bj } los conjuntos correspondientes a las representaciones


canónicas de ϕ y ψ, y A0 y B0 los conjuntos donde sea anulan ϕ y ψ, respectivamente.
Entonces los conjuntos Ek = Ai ∩ Bj forman una familia disjunta de conjuntos medibles y
podemos escribir
XN N
X
ϕ= ak · χEk , ψ = bk · χEk
k=1 k=1
30 1.4. Integral de Lebesgue

de modo que
N
X
aϕ + bψ = (a · ak + b · bk ) · χEk .
k=1
Z Z Z
Por el lema anterior, (aϕ + bψ) = a ϕ+b ψ.

b) Como la integral de una función simple no negativa c.s. es no negativa, entonces


Z Z Z
ϕ − ψ = (ϕ − ψ) ≥ 0.

c) Teniendo en cuenta que, si A y B son disjuntos, χA∪B = χA + χB , de modo que


Z Z Z Z Z Z
ϕ = ϕ · χA∪B = ϕ · χA + ϕ · χB = ϕ+ ϕ.
A∪B A B

N
X N
X
d) Si ϕ(x) = ak ·χEk (x) es la representación canónica de ϕ, entonces |ϕ(x)| = |ak |·χEk .
k=1 k=1
Por tanto,
Z N
X N Z
X
ϕ = ak · m(Ek ) ≤ |ak | · m(Ek ) = |ϕ|.


k=1 k=1

Observación. De este resultado deducimos que la restricción establecida en el lema anterior


de que Ei ∩ Ej = ∅ no es necesaria.

El siguiente paso del proceso consiste en definir la integral para funciones acotadas. Para ello,
necesitaremos el siguiente resultado previo.
Proposición 1.4.3. Sea f : E → R acotada con m(E) finita. Son equivalentes:
Z Z
a) ı́nf ψ = sup ϕ, para todas las funciones simples ϕ, ψ.
f ≤ψ E f ≥ϕ E
b) f es medible.

Demostración. Supongamos que |f (x)| ≤ M , ∀x ∈ E y que f es medible. Los conjuntos

Ek = {x : kM/n ≥ f (x) > (k − 1)M/n}, −n ≤ k ≤ n

son medibles y disjuntos y nk=−n Ek = E. Entonces m(E) = nk=−n m(Ek ).


S P

Si definimos las funciones simples


n
M X
ψn (x) = k · χEk (x)
n
k=−n
n
M X
ϕn (x) = (k − 1) · χEk (x)
n
k=−n
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 31

entonces ϕn (x) ≤ f (x) ≤ ψn (x), de donde


Z Z n
M X
ı́nf ψ ≤ ψn = k · m(Ek )
ψ≥f E E n
k=−n
Z Z n
M X
sup ϕ ≥ ϕn = (k − 1) · m(Ek ).
ϕ≤f E E n
k=−n

Por tanto,
Z Z n
M X M
0 ≤ ı́nf ψ − sup ϕ≤ m(Ek ) = m(E).
ψ≥f E ϕ≤f E n n
k=−n
Z Z
Como n es arbitrario, ı́nf ψ = sup ϕ.
ψ≥f E ϕ≤f E
Z Z
Recı́procamente, supongamos que ı́nf ψ = sup ϕ. Dado n ∈ N, existen ϕn y ψn tales
ψ≥f E ϕ≤f E
Z Z
que ϕn (x) ≤ f (x) ≤ ψn (x) y ψn − ϕn < 1/n.

Entonces las funciones ψ ∗ = ı́nf ψn y ϕ∗ = sup ϕn son medibles y ϕ∗ (x) ≤ f (x) ≤ ψ ∗ (x).
Por otra parte, el conjunto ∆ = {x : ϕ∗ (x) < ψ ∗ (x)} es unión de los conjuntos ∆ν = {x :
ϕ∗ (x) < ψ ∗ (x) − 1/ν}. Como ∆ν ⊂ {x : ϕn (x) < ψn (x) − 1/ν} y la medida de este último
conjunto es menor que ν/n, entonces m(∆ν ) = 0.
En consecuencia, m(∆) = 0, lo que significa que ϕ∗ = ψ ∗ excepto en un conjunto de medida
cero, y ϕ∗ = f excepto en un conjunto de medida cero, con lo que f es también medible.

Definición. Si f : E → R, con m(E) < ∞, es medible y acotada, se define la integral de


Lebesgue de f sobre E como
Z Z 
f = ı́nf ψ : ψ es una función simple con ψ ≥ f .
E E

Proposición 1.4.4. Sea f : [a, b] → R acotada. Si f es integrable Riemann en [a, b], entonces
Z b Z Z b
es medible y R f= f (donde indicamos por R f a la integral de Riemann de f ).
a [a,b] a

Demostración. Como toda función escalonada es simple,


Z b Z Z Z b
R f ≤ sup ϕ ≤ ı́nf ψ≤R f.
ϕ≤f [a,b] ψ≥f [a,b] a
a

Como f es integrable Riemann, todas las desigualdades son igualdades y f es medible.

Proposición 1.4.5. Si f, g : E → R, con m(E) < ∞, son medibles y acotadas, entonces


Z Z Z
i) (af + bg) = a f +b g.
E E E
Z Z
ii) Si f = g c.s., f= g.
E E
32 1.4. Integral de Lebesgue

Z Z Z Z

iii) Si f ≤ g, c.s., f≤ g. En consecuencia, f ≤ |f |.
E E E E
Z
iv) Si α ≤ f (x) ≤ β, α · m(E) ≤ f ≤ β · m(E).
E
Z Z Z
v) Si A y B son conjuntos medibles disjuntos de medida finita, f= f+ f.
A∪B A B

Demostración. i) Si ψ es simple, aψ también. Entonces


Z Z Z Z
- si a > 0, a · f = ı́nf aψ = a · ı́nf ψ=a f.
E ψ≥f E ψ≥f E E
Z Z Z Z Z
- si a < 0, a · f = ı́nf aϕ = a · sup ϕ = a · ı́nf ψ=a f.
E ϕ≤f E ϕ≤f E ψ≥f E E
Si ψ1 y ψ2 son funciones simples mayores o iguales que f y g, respectivamente, entonces
ψ1 + ψ2 es una función simple mayor o igual que f + g. Ası́ pues,
Z Z Z Z
(f + g) ≤ (ψ1 + ψ2 ) = ψ1 + ψ2 .
E E E E

Tomando ı́nfimos en el miembro de la derecha, resulta


Z Z Z
(f + g) ≤ f+ g.
E E E

Análogamente, si ϕ1 ≤ f y ϕ2 ≤ g, entonces ϕ1 + ϕ2 ≤ f + g, de donde


Z Z Z Z
(f + g) ≥ (ϕ1 + ϕ2 ) = ϕ1 + ϕ2 .
E E E E

Tomando supremos sobre las funciones simples ϕ1 y ϕ2 , resulta


Z Z Z
(f + g) ≥ f+ g.
E E E

ii) Como f − g = 0 c.s., si ψ ≥ f − g, entonces ψ ≥ 0 c.s., de donde


Z Z
ψ ≥ 0 =⇒ (f − g) ≥ 0.
E E
R
Análogamente se prueba que E (f − g) ≤ 0.
iii) Visto en ii).
R
iv) Basta observar que E 1 = m(E).
v) Basta observar que χA∪B = χA + χB y aplicar i).

1.4.2. Teoremas de convergencia

Llegados a este punto, ya estamos en condiciones de probar los resultados de convergencia


que convierten a la integral de Lebesgue en una herramienta básica del análisis y a la que no
puede llegar la integral de Riemann.
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 33

Las cuestiones básicas son las siguientes: dada una sucesión (fn ) de funciones integrables
Lebesgue en [a, b], tal que fn converge puntualmente a f c.s. en [a, b], ¿es f integrable Lebesgue
en [a, b]? En caso afirmativo, ¿es cierto que el lı́mite de la integral es igual a la integral del
lı́mite? Veamos un par de ejemplos que responden negativamente a estas preguntas.
(
x−1 si 1/n ≤ x ≤ 1
1) Si, para cada n ∈ N, fn (x) = entonces fn converge puntualmente
0 en el resto,
(
x−1 si 0 < x ≤ 1
a f (x) = Sin embargo, fn es integrable Lebesgue en [0, 1], para todo n,
0 si x = 0.
pero f no lo es.
(
n si 0 < x < 1/n
2) Si gn (x) = entonces gn converge puntualmente a f (x) = 0 en [0, 1].
0 en el resto,
Z 1 Z 1
En este caso, g es integrable Lebesgue en [0, 1], pero g = 0 6= 1 = lı́m gn .
0 n→∞ 0
Los siguientes resultados proporcionan condiciones para responder afirmativamente a las
cuestiones citadas.
Teorema 1.4.6 (convergencia acotada). Sea (fn )n∈N una sucesión de funciones medibles
definidas en un conjunto E de medida finita. Supongamos queZexiste M ∈Z R tal que |fn (x)| ≤
M , para todos n y x. Si f (x) = lı́m fn (x), ∀x ∈ E, entonces f = lı́m fn .
E E

Demostración. Como |fn (x)| ≤ M y f (x) = lı́m fn (x), entonces |f (x)| ≤ M .


Por el teorema de Egorov (proposición 1.3.28), dado ε > 0, existen N ∈ N y A ⊂ E medible,
ε ε
con m(A) < , tales que |fn (x) − f (x)| < , ∀x ∈ E \ A, n ≥ N .
4M 2m(E)
Entonces
Z Z Z Z Z Z

fn − f = (fn − f ) ≤
|fn − f | = |fn − f | + |fn − f | < ε/2 + ε/2 = ε.

E E E E E\A A

Observación. Veamos que la hipótesis m(E) < ∞ es esencial. Para ello, supongamos que
1
E = R y fn = · χ[n,∞) . Entonces |fn (x)| ≤ 1 y fn → 0 uniformemente. Sin embargo,
n
Z Z
0= f 6= lı́m fn = ∞.
R R

Corolario
Z 1.4.7. Si f ≥ 0 es acotada y definida en un conjunto E de medida finita y
f = 0, entonces f = 0 c.s.

Demostración. Para cada k ∈ N, sea Ek = {x ∈ E : f (x) ≥ 1/k}. Entonces


Z
1 1
· χEk (x) ≤ f (x) =⇒ · m(Ek ) ≤ f.
k k
[
Por hipótesis, m(Ek ) = 0 para todo k. Como {x : f (x) > 0} = Ek , entonces f = 0 c.s.
k∈N
34 1.4. Integral de Lebesgue

El siguiente paso en la construcción de la integral de Lebesgue es el de las funciones medibles


no negativas pero no necesariamente acotadas.

Definición. Si f : E → R es una función medible no negativa definida en un conjunto


medible E, definimos la integral de Lebesgue de f como
Z Z
f = sup h,
E h≤f E

Z h es una función medible acotada tal que m({x : h(x) 6= 0}) es finita. En el caso de
donde
que f < ∞, diremos que f es integrable Lebesgue sobre E.
E
Ejemplos.
(
|x|−α si |x| ≤ 1,
1) La función fα (x) = es integrable si y sólo si 0 ≤ α < 1.
0 si |x| > 1,
1
2) La función gα (x) = es integrable si y sólo si α > 1.
1 + |x|α
Proposición 1.4.8. Si f, g son funciones medibles no negativas,
Z Z
i) c·f =c f , c > 0.
E E
Z Z Z
ii) (f + g) = f+ g.
E E E
Z Z
iii) Si f ≤ g c.s., f≤ g.
E E
Z Z Z
iv) Si A y B son conjuntos medibles disjuntos de medida finita, f= f+ f.
A∪B A B
Z Z Z
v) Si g es integrable y 0 ≤ f ≤ g, entonces f es integrable y (g − f ) = g− f.
E E E
vi) Si f es integrable, entonces f (x) < ∞ c.s.
Z
vii) Si f = 0, entonces f = 0 c.s.

Demostración. i) y iii) son consecuencia de la proposición 1.4.5.


Z Z Z
Para probar ii), sean h(x) ≤ f (x) y k(x) ≤ g(x). Entonces h + k ≤ (f + g). Tomando
Z Z Z E E E
supremos, f+ g ≤ (f + g).
E E E
Por otro lado, sea ` una función acotada y medible que se anula fuera de un conjunto de
medida finita y que es menor o igual que f + g. Definimos entonces h(x) = mı́n{f (x), `(x)},
k(x) = `(x)−h(x). De este modo, h(x) ≤ f (x) y, como h+g = mı́n{f +g, `+g} ≥ mı́n{`, `+g},
entonces h + g ≥ `, de donde ` − h ≤ g, es decir k(x) ≤ g(x). Además, h y k están acotadas
(por la misma cota de `) y se anulan donde ` se anula.
Entonces Z Z Z Z Z
`= h+ k≤ f+ g,
E E E E E
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 35

de donde Z Z Z
f+ g≥ (f + g).
E E E
Z Z Z
Para probar v), aplicamos ii) para concluir que g = (g − f ) + f. Como el lado
E E E
izquierdo es finito, también lo será el lado derecho, con lo que f es integrable.
Veamos ahora el apartado vi). Sean Ek = {x : f (x) ≥ k} y E∞ = {x : f (x) = ∞}. Entonces
Z Z
f ≥ χEk · f ≥ k · m(Ek ).

Por tanto, lı́mk→∞ m(Ek ) = 0. Como (Ek )k∈N es una sucesión decreciente que converge a
E∞ , entonces m(E∞ ) = 0.

Veamos
Z a continuación
Z un importante resultado que no permite asegurar en general que
lı́m fn = lı́m fn . De hecho, si consideramos la sucesión
(
n si 0 < x < 1/n,
fn (x) =
0 en el resto,
Z
entonces lı́m fn (x) = 0, pero fn = 1 para todo n.

Teorema 1.4.9 (lema de Fatou). Si (fn )n∈ Z N es una sucesión


Z de funciones medibles no
negativas y fn (x) → f (x) c.s. en E, entonces f ≤ lı́m inf fn .
E E

Demostración. Podemos suponer que la convergencia es en todo punto, pues las integrales
sobre conjuntos de medida cero son nulas.
Sea h una función medible acotada tal que h ≤ f y h(x) = 0 cuando x 6∈ E 0 , con m(E 0 ) < ∞.
Definimos hn (x) = mı́n{h(x), fn (x)}. Entonces hn es medible y acotada (con la misma cota
que h) y h(x) = 0, ∀x 6∈ E 0 . Veamos que, además, hn (x) → h(x), ∀x ∈ E 0 :
Dado ε > 0, como h ≤ f , existe n0 ∈ N tal que h(x) − ε < fn (x), ∀n ≥ n0 . Ası́,

h(x) − ε = mı́n{h(x), h(x) − ε} ≤ mı́n{h(x), fn (x)} = hn (x) ≤ h(x),

es decir |h(x) − hn (x)| ≤ ε.


Por el teorema de la convergencia acotada 1.4.6,
Z Z Z Z
h= h = lı́m hn ≤ lı́m inf fn .
E E0 E0 E

Tomando supremos sobre h, resulta


Z Z
f ≤ lı́m inf fn .
E E
36 1.4. Integral de Lebesgue

Observaciones.

1. El lema de Fatou no es válido en el caso de funciones no positivas.


Z Por ejemplo, si
1 R
fn = − · χ[0,n] , entonces lı́m fn = 0 y fn = −1. Sin embargo, lı́m inf fn = 0 >
Zn
lı́m inf fn .

Una variante delRlema de Fatou, válida para funciones negativas, es la siguiente: Si h ≥ 0


Z con h < ∞ y (fnZ) es una sucesión de funciones medibles con −h ≤ fn ,
es medible
entonces lı́m inf fn ≤ lı́m inf fn .

2. La desigualdad en el lema de Fatou puede ser estricta como vemos en el siguiente


ejemplo.
(
χE si n es impar,
Sea E un conjunto medible y fn = Como 1−χE = χE c , resul-
1 − χE si n es par.
Z ( Z
m(E) si n es impar,
ta que fn = Entonces lı́m inf fn = mı́n{m(E), m(E c )}.
m(E c ) si n es par.
Z
Además lı́m inf fn = 0, con lo que lı́m inf fn = 0.

Si elegimos E para que m(E) 6= 0 y m(E c ) 6= 0, entonces


Z Z
lı́m inf fn < lı́m inf fn .

Teorema 1.4.10 (convergencia monótona). Sean (fn ) una sucesión creciente de fun-
ciones medibles no negativas y f = lı́m fn . Entonces
Z Z
f = lı́m fn .

Z Z
Demostración. Por el lema de Fatou, sabemos que f ≤ lı́m inf fn . Pero como fn ≤ f ,
Z Z Z Z Z Z
entonces fn ≤ f , de donde lı́m sup fn ≤ f . En definitiva, f = lı́m fn .

Observación. El teorema de la convergencia monótona no es cierto si la sucesión es decre-


1 R∞
ciente. Por ejemplo, si fn = · χ[n,∞) , entonces fn → 0 y f = 0 pero lı́m fn = lı́m n n1 =
R R
n
lı́m n1 · m[[n, ∞)] = ∞.

Corolario 1.4.11 (teorema de Beppo Levi). Sea (un ) una sucesión de funciones medibles
Z ∞ Z
P∞ X
no negativas y f = n=1 un . Entonces f= un .
n=1
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 37

Proposición 1.4.12.
S Sea f ≥ 0 y (Ei )i∈N una sucesión de conjuntos medibles disjuntos dos
a dos. Si E = i∈N Ei , entonces Z XZ
f= f.
E i∈N Ei

P
Demostración. Llamamos ui = f · χEi . Entonces f · χE = i∈N ui , de modo que basta aplicar
el corolario anterior.
(
|x|−2 si x 6= 0
Ejemplo. Consideramos la función f (x) = Veamos que f es integrable
0 si x = 0.
en cualquier conjunto {x : |x| ≥ ε}.

X 1
Definimos Ak = {x : 2k ·ε < |x| ≤ 2k+1 ·ε} y g(x) = ak (x), donde ak (x) = k ·χAk (x).
(2 · ε)2
Z Z k=0

De esta manera, f ≤ g, de donde f ≤ g. Como el conjunto Ak se obtiene mediante


dilatación de factor 2k ·ε del conjunto A = {x : 1 < |x| < 2}, entonces m(Ak ) = (2k ·ε)·m(A).
Por el teorema de Levi,
Z ∞
X m(Ak ) 2m(A)
g= k 2
= .
(2 ε) ε
k=0
Z
2m(A)
En consecuencia, f es integrable en {x : |x| ≥ ε} y f≤ .
|x|≥ε ε

Proposición Z1.4.13. Sea f una función no negativa integrable sobre E. Dado ε > 0, existe
δ > 0 tal que f < ε, ∀A ⊂ E con m(A) < δ.
A

Demostración. La proposición es trivial si f es acotada. Sea pues fn (x) = mı́n{n, f (x)}.


Ası́ fn esZacotada yZ fn (x) → f (x). Por el teorema de la convergencia monótona, existe N ∈ N
R
tal que fN > f − ε/2 y E (f − fN ) < ε/2. Elegimos δ < ε/2N , de modo que, si
E E
m(A) < δ, entonces
Z Z Z Z
f = (f − fN ) + fN < (f − fN ) + N · m(A) < ε/2 + ε/2 = ε.
A A A A

Z
Corolario 1.4.14. La función F (t) = f es uniformemente convergente en R.
(−∞,t]

Una consecuencia directa de la proposición 1.4.4 es el siguiente resultado sobre integrales


impropias.

Proposición 1.4.15. Sea f : [0, ∞) → R una función continua y no negativa. Entonces


Z b Z
lı́m R f= f.
b→∞ 0 [0,∞)
38 1.4. Integral de Lebesgue

Demostración. Como [0, ∞) = ∞


S
n=1 [0, n] y la sucesión de intervalos es creciente, entonces
m([0, ∞)) = lı́m m([0, n]). Basta aplicar la proposición anterior para obtener
n→∞
Z Z Z b
f = lı́m f = lı́m R f.
[0,∞) b→∞ [0,b] b→∞ 0

El último paso en la construcción de funciones integrables consiste en eliminar la restricción


de ser no negativas.
Definición. Dada una función f , su parte positiva es la función f + (x) = máx{f (x), 0}
y su parte negativa es la función f − (x) = máx{−f (x), 0}. Se tiene que f = f + − f − y
|f | = f + + f − . Es evidente que, si f es medible, también lo son f + y f − .
Diremos que una función medible f es integrable sobre E si lo son f + y f − . En este caso
definimos Z Z Z
f= f+ − f −.
E E E

Observación. De la definición se deduce que, si tenemos dos descomposiciones f = f1 − f2 =


g1 − g2 , donde f1 , f2 , g1 , g2 ≥ 0 son integrables, entonces
Z Z Z Z
f1 − f2 = g1 − g2 .
E E E E
Para comprobarlo, basta observar que, si f1 − f2 = g1 − g2 , entonces f1 + g2 = g1 + f2 , y
ambos lados de la igualdad consisten en funciones medibles no negativas. Por tanto,
Z Z Z Z Z Z Z Z
f1 + g2 = g1 + f2 =⇒ f1 − f2 = g1 − g2 .
E E E E E E E E

Por otra parte, teniendo en cuenta el apartado vi) de la proposición 1.4.8, dos funciones
integrables no negativas f y g sólo toman el valor +∞ en un conjunto de medida nula, de
modo que está definida f − g en casi todo punto.
Proposición 1.4.16. Sean f y g integrables sobre E. Entonces
Z Z
i) c · f es integrable sobre E y c·f =c f.
E E
Z Z Z
ii) f + g es integrable sobre E y (f + g) = f+ g.
E E E
Z Z
iii) Si f ≤ g c.s., f≤ g.
E E
Z Z Z
iv) Si A y B son conjuntos medibles disjuntos contenidos en E, f= f+ f.
A∪B A B

Demostración. i) Es consecuencia de la definición y de la proposición 1.4.8.


ii) Si f y g son integrables, también lo son f + + g + y f − + g − . Como f + g = (f + + g + ) −
(f − + g − ), por la observación previa tenemos:
Z Z Z Z Z Z Z Z Z
(f + g) = (f + + g + ) − (f − + g − ) = f + + g + − f − − g − = f + g.
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 39

iii) Es consecuencia de ii) y de que la integral de una función integrable no negativa es no


negativa.
Z Z Z Z Z Z
iv) f = f · χA∪B = f · χA + f · χB = f+ f.
A∪B A B

Teorema 1.4.17 (convergencia dominada de Lebesgue). Sean g una función integrable


sobre E y (fn ) una sucesión de funciones medibles tales que |fn | ≤ g en E y f (x) = lı́m fn (x)
c.s. en E. Entonces Z Z
f = lı́m fn .
E E

Demostración. La función g − fn es no negativa y, por el lema de Fatou,


Z Z
(g − f ) ≤ lı́m inf (g − fn ).
E E

Como |f | ≤ g, f es integrable y
Z Z Z Z
g− f≤ g − lı́m sup fn ,
E E E E
Z Z
de donde f ≥ lı́m sup fn .
E E
Z Z
Análogamente, con g + fn llegamos a f ≤ lı́m inf fn .
E E

Este resultado puede generalizarse debido a que la demostración no necesita condiciones tan
fuertes. En concreto, el siguiente resultado también es válido.
Teorema 1.4.18. Sea (gn )n∈N una sucesión de funciones integrables que converge c.s. a una
Z medibles tal que |fn | ≤ gn y fn
función integrable g.ZSea (fn )n∈ZN una sucesiónZde funciones
converge a f c.s. Si g = lı́m gn , entonces f = lı́m fn .

Demostración. Supongamos, para simplificar la notación, que fn (x) ≥ 0, para todo n. En-
tonces, como (g − fn )+ ≤ g, por el teorema de la convergencia dominada,
Z Z
lı́m (g − fn )+ = (g − f )+ .

Por otra parte, como gn − fn ≥ 0,


Z Z Z
0 ≤ (g − fn )− = (g − gn + gn − fn )− ≤ (g − gn )− .
Z
Como además lı́m (g − gn )− = 0, resulta que
Z Z Z
lı́m (g − fn ) = (g − f )+ = (g − f ),

ya que f (x) ≤ g(x).


40 1.4. Integral de Lebesgue

Observación. El lema de Fatou tiene las hipótesis Z más débiles,Z fn acotadas inferiormente
por cero, de modo que la conclusión es más débil: f ≤ lı́m inf f .

El teorema de convergencia dominada requiere que fn estén acotadasZsuperior eZinferiormente


por funciones integrables fijas, ası́ que su conclusión es más fuerte: f = lı́m fn .

El teorema de la convergencia monótona es un hı́brido, necesita que fn estén acotadas infe-


riormente por cero y superiormente por la propia función lı́mite f . Si f es integrable, se trata
de un caso especial del teorema de la convergencia dominada. Sin embargo, junto con el lema
de Fatou, se puede aplicar sin necesidad de que f sea integrable.

1.4.3. El espacio L1 de funciones integrables

La construcción dada en las secciones anteriores nos permite concluir que la familia de fun-
ciones integrables en un conjunto medible E es un espacio vectorial. Por otra parte, si iden-
tificamos las funciones que son iguales en casi todo punto, obtenemos el espacio L1 (E) de las
clases de equivalencia de funciones integrables en E. También es fácil comprobar que se trata
de un espacio normado1 si definimos la norma
Z
kf k = kf k1 = |f |.
E

Como una aplicación directa de los teoremas de convergencia demostraremos que dicho espa-
cio es completo, es decir que toda sucesión de Cauchy de funciones en L1 (E) es convergente.
Para ello, sea (fn )n∈N ⊂ L1 (E) una sucesión de Cauchy. Entonces, dado cualquier k ∈ N,
existe nk tal que
kfnk+1 − fnk k ≤ 2−k .
Definimos ahora

X ∞
X
f (x) = fn1 (x) + (fnk+1 (x) − fnk (x)) y g(x) = |fn1 (x)| + |fnk+1 (x) − fnk (x)|.
k=1 k=1

Teniendo en cuenta que


Z ∞ Z
X Z ∞
X
|fn1 | + |fnk+1 − fnk | ≤ |fn1 | + 2−k < ∞,
k=1 k=1

por el teorema de la convergencia monótona, g es integrable. Como además |f | ≤ g, también


f es integrable. En particular, la serie que define f converge en casi todo punto y, como las
sumas parciales son precisamente fnk , resulta que fnk (x) → f (x) c.s.
Además, observando que |f −fnk | ≤ g, por el teorema de la convergencia dominada deducimos
que kfnk − f k1 → 0.
Por último, sea ε > 0 arbitrario. Entonces, por hipótesis, existe N ∈ N tal que kfn − fm k1 <
ε/2 ∀n, m > N . También podemos elegir nk > N tal que kfnk − f k1 < ε/2. En definitiva,
kfn − f k1 ≤ kfn − fnk k1 + kfnk − f k1 < ε, ∀n > N,
1
Un estudio más detallado de los espacios normados se realiza en el capı́tulo 3.
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 41

lo que significa que fn → f .


De la propia demostración deducimos que toda sucesión convergente en L1 posee alguna
subsucesión que converge c.s.

1.4.4. Convergencia en medida


R
Supongamos que (fn ) es una sucesión de funciones medibles tal que |fn | → 0. Queremos
saber qué se puede decir de la sucesión (fn ).
La propiedad más importante serı́a que la medida del conjunto {x : |fn (x)| > η} tiende a
cero cuando η → 0.
Definición. Se dice que una sucesión (fn ) de funciones medibles converge a f en medida
si, dado ε > 0 existe N ∈ N tal que

m({x : |f (x) − fn (x)| ≥ ε}) < ε, ∀n ≥ N.


(
1 si x ∈ [k · 2−ν , (k + 1)2−ν ]
Ejemplo. Si n = k + 2ν ,
0≤k < 2ν ,
definimos fn (x) = ,
0 en el resto
x ∈ [0, 1]. Entonces m({x : |fn (x)| > ε}) ≤ 2/n, con lo que fn → 0 en medida pero, para
cualquier x ∈ [0, 1], la sucesión (fn ) toma el valor 1 para valores arbitrariamente grandes de
n, con lo que no converge a cero puntualmente.

Proposición 1.4.19. Sea (fn )n∈N una sucesión de funciones medibles que converge en medida
a f . Entonces existe una subsucesión (fnk )k∈N que converge a f c.s.

Demostración. Dado ν > 0, existe nν ∈ N tal que

m({x : |fn (x) − f (x)| ≥ 2−ν }) < 2−ν , ∀n ≥ nν .



[
Sea Eν = {x : |fnν (x) − f (x)| ≥ 2−ν }. Entonces, si x 6∈ Eν , |fnν (x) − f (x)| < 2−ν para
ν=k
∞ [
\ ∞
ν ≥ k y ası́ fnν (x) → f (x). Por tanto, fnν → f (x), para todo x 6∈ A = Eν .
k=1 ν=k

[ ∞
X
Como m(A) ≤ m( Eν ) ≤ m(Eν ) = 2−k+1 , entonces m(A) = 0.
ν=k ν=k

Proposición 1.4.20. El lema de Fatou y los teoremas de convergencia monótona y conver-


gencia dominada de Lebesgue son ciertos sustituyendo convergencia c.s. por convergencia en
medida.

1.5. Derivación e integración de funciones medibles

Las dos cuestiones principales que queremos responder son:


42 1.5. Derivación e integración de funciones medibles

¿Bajo qué condiciones existe la derivada de una función f (al menos c.s.) y cuándo
Z b
f 0 (x) dx = f (b) − f (a)?
a

¿Bajo qué condiciones la integral de una función integrable f es derivable y cuándo


Z x
d
f (t) dt = f (x)?
dx a

Veremos que la primera igualdad es cierta sólo para una cierta clase de funciones (por ejemplo,
2
la función f (x) = x2 · sen(x · e1/x ), si x 6= 0, y f (0) = 0, es derivable pero f 0 no es integrable
en un entorno que contiene al cero) pero la segunda será cierta en casi todo punto. Para el
desarrollo de este tema serán fundamentales las nociones de variación acotada y continuidad
absoluta de funciones.

1.5.1. Diferenciación de funciones monótonas

Definición. Decimos que una familia de intervalos I cubre a un conjunto E en el sentido


de Vitali cuando
∀ε > 0, ∀x ∈ E, ∃I ∈ I : x ∈ I, m(I) < ε.

Lema 1.5.1 (Vitali). Sea E un conjunto con m∗ (E) < ∞ e I una familia de intervalos que
cubre a E en el sentido de Vitali. Entonces, dado ε > 0, existe {I1 , . . . , IN } ⊂ I disjuntos dos
[N

a dos, tal que m (E \ In ) < ε. En consecuencia, existe una sucesión (In )n∈N de intervalos
n=1

[
disjuntos en I tal que m∗ (E \ In ) = 0.
n=1

Demostración. Basta probar el lema para el caso en que cada I ∈ I es cerrado (si no, se
puede sustituir cada intervalo por su clausura ya que el conjunto de puntos extremos de
{I1 , . . . , IN } tiene medida cero).
Sea A un conjunto abierto de medida finita tal que E ⊂ A. Podemos suponer también que
cada I ∈ I está contenido en A.
Sea I1 ∈ I arbitrario. Una vez elegidos I1 , . . . , In intervalos de I disjuntos, si E ⊂ ni=1 Ii , el
S
teorema está demostrado. Si no, llamamos
n
[ 
In = {I ∈ I : I ∩ Ii = ∅}
i=1

y kn = sup{m(I) : I ∈ In }.
Como ni=1 Ii es cerrado, In 6= ∅, con lo que kn > 0. Además, como I ⊂ A, kn ≤ m(A) < ∞.
S

Mientras que no sea E ⊂ ni=1 Ii , existe In+1 ∈ In tal que m(In+1 ) > kn /2.
S
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 43

Continuando este proceso, se define una sucesión (In )n∈N de intervalos disjuntos en I. Co-

X
S
mo n∈N In ⊂ A, entonces m(In ) ≤ m(A) < ∞. Existe entonces N ∈ N tal que
n=1

X
m(In ) < ε/5.
n=N +1
N
[
Llamamos F = E \ In . Dado cualquier x ∈ F , existe I ∈ I tal que x ∈ I e I ∩ In = ∅
n=1
(n = 1, . . . , N ).
Si I ∩ Ii = ∅, i ≤ n, entonces m(I) ≤ kn < 2m(In+1 ). Como lı́m m(In ) = 0 (por ser el término
general de una serie convergente), debe existir n ∈ N tal que I ∩ In 6= ∅. Sea n0 el menor
entero tal que I ∩ In 6= ∅. Entonces n0 > N y m(I) ≤ kn0 −1 ≤ 2m(In0 ). Como x ∈ I, la
distancia de x al punto medio de In0 es menor o igual que m(I) + 21 m(In0 ) ≤ 52 m(In0 ), de
modo que x está en el intervalo Jn0 que tiene el mismo punto medio que In0 y cinco veces su
longitud.
Con eso probamos que F ⊂ ∞
S
n=N +1 Jn , de donde

X ∞
X
m∗ (F ) ≤ m(Jn ) = 5 m(In ) < ε,
n=N +1 n=N +1

como querı́amos demostrar.

Observación. El lema de Vitali suele expresarse de la siguiente manera: dado ε > 0, existe
n
X
una colección finita {I1 , . . . , In } de intervalos disjuntos de I tal que m(Ii ) > m∗ (E) − ε.
i=1
Sn
Para comprobarlo, llamamos F = i=1 Ii , el cual es medible, y observamos que
n
X
m∗ (E) = m∗ (E ∩ F ) + m∗ (E \ F ) ≤ m(F ) + m∗ (E \ F ) < m(Ii ) + ε.
i=1

Definición. Dada una función f , se definen sus derivadas (llamadas también números de
Dini) como
f (x + h) − f (x) f (x) − f (x − h)
D+ f (x) = lı́m sup , D− f (x) = lı́m sup ,
h→0+ h h→0+ h
f (x + h) − f (x) f (x) − f (x − h)
D+ f (x) = lı́m inf , D− f (x) = lı́m inf .
h→0 + h h→0 + h
Es evidente que D+ f (x) ≥ D+ f (x) y D− f (x) ≥ D− f (x). También es sencillo probar que al
menos una de las derivadas es infinita si f no es continua en x.
Si D+ f (x) = D+ f (x) = D− f (x) = D− f (x) 6= ±∞, decimos que f es diferenciable en x y
su valor común se denota por f 0 (x).

Demostraremos a continuación un resultado que generaliza el probado por Lebesgue en 1904


de que toda función monótona es derivable. El resultado probado por Lebesgue necesitaba la
hipótesis adicional de que la función fuera continua.
44 1.5. Derivación e integración de funciones medibles

Teorema 1.5.2. Sea f : [a, b] → R creciente. Entonces f es diferenciable en casi todo punto.
Su derivada f 0 es integrable y
Z b
f 0 (x) dx ≤ f (b) − f (a).
a

Demostración. Veremos que los conjuntos donde dos de las derivadas son distintas tienen
medida cero. Consideraremos sólo el caso en que D+ f (x) > D− f (x) pues el resto de combi-
naciones se maneja de forma similar.
Sea E la unión de los conjuntos

Eu,v = {x : D+ f (x) > u > v > D− f (x)}, u, v ∈ Q.

Bastará probar que m∗ (Eu,v ) = 0. Si llamamos s = m∗ (Eu,v ), dado ε > 0, existe un abierto
A tal que Eu,v ⊂ A y m(A) < s + ε.
Para cada x ∈ Eu,v , existe un intervalo [x − h, x] ⊂ A tal que f (x) − f (x − h) < v · h.
Por el lema de Vitali, podemos encontrar una familia finita {I1 , . . . , IN } de tales intervalos
cuyos interiores cubren un subconjunto F de Eu,v cuya medida exterior es mayor que s − ε.
Entonces
XN N
X
[f (xn ) − f (xn − hn )] < v · hn < v · m(A) < v · (s + ε).
n=1 n=1

Ahora, cada punto y ∈ F es el extremo izquierdo de un intervalo (y, y + k) arbitrariamente


pequeño que está contenido en algún In y tal que f (y + k) − f (y) > u · k. De nuevo el lema
anterior permite extraer una colección finita {J1 , . . . , JM } de tales intervalos tal que su unión
contiene un subconjunto de F con medida exterior mayor que s − 2ε. Entonces
M
X M
X
[f (yi + ki ) − f (yi )] > u · ki > u · (s − 2ε).
i=1 i=1

Cada Ji está contenido en algún In , de modo que, sumando sobre aquellos i para los que
Ji ⊂ In , resulta X
[f (yi + ki ) − f (yi )] ≤ f (xn ) − f (xn − hn )
pues f es creciente. Ası́
N
X M
X
[f (xn ) − f (xn − hn )] ≥ [f (yi + ki ) − f (yi )]
n=1 i=1

de donde v · (s + ε) > u · (s − 2ε).


Al ser cierto para todo ε > 0, entonces v · s ≥ u · s. Como u > v, debe ser s = 0.
f (x + h) − f (x)
Esto demuestra que g(x) = lı́m está definido en casi todo punto y f será di-
h→0 h
ferenciable cuando g sea finito.
Para demostrar la segunda parte, llamamos gn (x) = n · [f (x + 1/n) − f (x)], donde hacemos
f (x) = f (b) cuando x ≥ b. Entonces gn (x) → g(x) c.s. de donde se deduce que g es medible.
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 45

Como f es creciente, gn ≥ 0. Por el lema de Fatou,


Z b Z b Z b
g ≤ lı́m inf gn = lı́m inf n · [f (x + 1/n) − f (x)] dx
a
"a Z a
# " #
b+1/n Z a+1/n Z a+1/n
= lı́m inf n f −n f = lı́m inf f (b) − n f ≤ f (b) − f (a).
b a a

Esto prueba que g es integrable y, por tanto, finita c.s. En definitiva, f es diferenciable c.s. y
g = f 0 c.s.

Observaciones.

1. Veamos con un ejemplo que la desigualdad no puede mejorarse en el caso de las funciones
continuas. Recordamos que el conjunto de Cantor C ⊂ [0, 1] se define como intersección
de cierta sucesión (Ck ), donde Ck es unión de 2k intervalos cerrados.

0
 si x = 0,
Definimos f1 (x) = 1/2 si 1/3 ≤ x ≤ 2/3, y lineal y continua en [0, 1]. De forma

1 si x = 1,

similar definimos, 

 0 si x = 0,

1/4 si 1/9 ≤ x ≤ 2/9,



f2 (x) = 1/2 si 1/3 ≤ x ≤ 2/3,

3/4 si 7/9 ≤ x ≤ 8/9,





1 si x = 1,

y lineal y continua en [0, 1].

3
€€€€
4

1
€€€€
2

1
€€€€
4

1 2 1 2 7 8 1
€€€€ €€€€ €€€€ €€€€ €€€€ €€€€
9 9 3 3 9 9

En general, si llamamos En a la clausura del conjunto ([0, 1] \ Cn ) ∪ {0, 1}, definimos


una sucesión (fn ) de modo que fn (0) = 0, fn (1) = 1, fn constante en cada subintervalo
de En , donde toma los valores 1/2n , 2/2n , etc., y hacemos fn lineal en el resto para que
sea continua y creciente en [0, 1]. Ası́, si m < n, fm (x) = fn (x), ∀x ∈ Em .
46 1.5. Derivación e integración de funciones medibles

Es fácil probar que |fn+1 (x) − fn (x)| ≤ 2−n−1 . Por tanto, dicha sucesión converge
uniformemente a una función continua y creciente, llamada función de Cantor-
Lebesgue. Además, f (C) = [0, 1]. Como f es constante en cada intervalo del com-
plementario del conjunto de Cantor y m(C) = 0, entonces f 0 (x) = 0 c.s. aunque
f (1) − f (0) = 1.
Posteriormente veremos que la igualdad se alcanza en el caso de funciones absolutamente
continuas.
2. El resultado anterior también es válido si la función es decreciente. Durante mucho
tiempo se pensaba que la continuidad era condición suficiente para la diferenciabilidad
en casi todo punto. Sin embargo, Karl Weierstrass encontró en 1872 un ejemplo, el cual
fue publicado por su alumno Emil du Bois-Reymond en 1875, de una función continua
en todo punto y diferenciable en ninguno. Dicha función está definida por

X
f (x) = an cos(bn πx), a ∈ R, 0 < a < 1, b entero impar, ab > 1 + 3π/2.
n=0
Actualmente se reconoce que la mayorı́a de las funciones continuas no son derivables
en ningún punto. Mostramos a continuación el ejemplo obtenido por Bartel van der
Waerden en 1930, considerado uno de los más elementales.

X {10n x}
Definimos la función f (x) = , donde {t} representa la distancia de t al entero
10n
n=0
más próximo.
0.5

0.4

0.3

0.2

0.1

0.5 1
{10n x} 1 1 1X
Como 0 ≤ ≤ · n y la serie 10−n es convergente, la serie que define f
10n 2 10 2
converge uniformemente en R (por el criterio de comparación). Como todos los términos
de la serie son funciones continuas, f es continua en R.
Teniendo en cuenta que f es 1-periódica, basta probar que f no es derivable en el
intervalo [0, 1). Para ello, consideramos la expresión decimal de x, x = 0.a1 a2 . . . , donde
convenimos en que la sucesión no termina en una cantidad infinita de nueves. Ası́,
(
0.an+1 an+2 . . . si 0.an+1 an+2 · · · ≤ 1/2,
{10n x} =
1 − 0.an+1 an+2 . . . si 0.an+1 an+2 . . . > 1/2.
(
−10−m si am es igual a 4 ó 9,
Llamamos hm = Entonces x+hm = 0.a1 a2 . . . a0m . . . ,
10−m en el resto.
(
0 am − 1 si am es igual a 4 ó 9,
donde am =
am + 1 en el resto.
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 47

La expresión {10n (x + hm )} − {10n x} es cero si n ≥ m. Para n < m, tenemos que


(a0m − am )10n−m = 10n hm si an+1 ≤ 4, y −(a0m − am )10n−m = −10n hm si an+1 ≥ 5.
Ası́ pues,
∞ m−1
X ±10n hm m−1
f (x + hm ) − f (x) X {10n (x + hm )} − {10n x} X
= = = ±1.
hm 10n hm 10n hm
n=0 n=0 n=0

Si m es par, el resultado de esta suma es un entero par y, si m es impar, el resultado es


f (x + hm ) − f (x)
impar. Por tanto, lı́m no existe.
m→∞ hm

1.5.2. Funciones de variación acotada

Una de las aplicaciones del cálculo integral consiste en la determinación de longitudes de


curvas en el plano. Concretamente, dada una curva parametrizada por σ(t) = (x(t), y(t)),
con a ≤ t ≤ b, se define su longitud como
k
X
L = sup |σ(ti ) − σ(ti−1 )|,
P i=1

donde P = {t0 , t1 , . . . , tk } recorre el conjunto de particiones del intervalo [a, b]. Cuando L < ∞
se dice que la curva es rectificable. Esta condición es el punto de partida para definir las fun-
ciones de variación acotada.

Definición. Sea f : [a, b] → R y {x0 , x1 , . . . , xk } una partición de [a, b]. Definimos


k
X k
X
p= [f (xi ) − f (xi−1 )]+ , n = [f (xi ) − f (xi−1 )]−
i=1 i=1

k
X
y t=n+p= |f (xi ) − f (xi−1 )|. Ası́, f (b) − f (a) = p − n.
i=1
Llamamos P = sup p, N = sup n y T = sup t, sobre todas las particiones de [a, b]. Es evidente
que P ≤ T ≤ P + N.
Los números P = Pab , N = Nab y T = Tab reciben el nombre de variación positiva, negativa
y total de f en [a, b], respectivamente. Si T < ∞, decimos que f es de variación acotada
en [a, b] y escribimos f ∈ VA[a, b].
De la definición se deduce que la suma y el producto de funciones de variación acotada es de
variación acotada. Es fácil verificar que toda función de variación acotada es acotada (basta
elegir x ∈ [a, b] tal que f (x) > n y calcular la variación de f con respecto a la partición
{a, x, b}) pero el recı́proco es falso, como se comprueba con el siguiente ejemplo:
La función f (x) = χQ es acotada en [0, 1]. Para ver que no es de variación acotada, para cada
n ∈ N, sea an un número irracional en el intervalo (1/(n + 1), 1/n). Entonces, fijado N ∈ N,
N
X N
X
|f (1/n) − f (an )| = 1 = N,
n=1 n=1
48 1.5. Derivación e integración de funciones medibles

de modo que T01 = ∞.


De forma intuitiva podemos decir que una función de variación acotada no puede tener
oscilaciones demasiado pronunciadas ni frecuentes.
Ejemplos.

1. Todas las funciones monótonas y acotadas son de variación acotada.


En efecto, si f es creciente y |f (x)| ≤ M , entonces
k
X k
X
|f (xi ) − f (xi−1 )| = [f (xi ) − f (xi−1 )] = f (b) − f (a) ≤ 2M.
i=1 i=1

2. Todas las funciones diferenciables con derivada acotada son de variación acotada.
En efecto, si f es diferenciable en [a, b] y |f 0 (x)| ≤ M , por el teorema del valor medio,
|f (x) − f (y)| ≤ M |x − y|, de donde
k
X k
X
|f (xi ) − f (xi−1 )| ≤ M |xi − xi−1 | = M (b − a).
i=1 i=1

(
xα sen(x−β ) si 0 < x ≤ 1,
3. Sea f (x) =
0 si x = 0.
Entonces f es de variación acotada en [0, 1] si y sólo si α > β.

Es evidente que la suma de dos funciones crecientes es creciente y, por tanto, derivable en casi
todo punto. Sin embargo, la resta de dos funciones crecientes no necesariamente es creciente.
Veremos a continuación (después de un lema previo) que las funciones de variación acotada
se caracterizan precisamente por ser resta de dos funciones crecientes.

Lema 1.5.3. Si f es de variación acotada en [a, b], entonces Tab = Pab + Nab y f (b) − f (a) =
Pab − Nab .

Demostración. En cualquier partición de [a, b], p = n + f (b) − f (a) ≤ N + f (b) − f (a).


Tomando supremos, P ≤ N + f (b) − f (a). Como N ≤ T < ∞, entonces P − N ≤ f (b) − f (a).
Análogamente se prueba que N − P ≤ f (a) − f (b), por tanto P − N = f (b) − f (a).
Por último, como T ≥ p + n = p + p − (f (b) − f (a)) = 2p + N − P , entonces T ≥ 2P + N − P =
P + N.
Como T ≤ P + N , deducimos que T = P + N .

Teorema 1.5.4. f ∈ VA[a, b] ⇐⇒ f es diferencia de dos funciones reales crecientes.

Demostración. Sea f ∈ VA[a, b] y llamamos g(x) = Pax , h(x) = Nax . Entonces g y h son
funciones crecientes con valores reales pues

0 ≤ Pax ≤ Tax ≤ Tab < ∞ y 0 ≤ Nax ≤ Tax ≤ Tab < ∞.


Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 49

Por el lema anterior,

f (x) = g(x) − h(x) + f (a) = g(x) − (h(x) − f (a))

y f es la resta de dos funciones monótonas.


Recı́procamente, si f = g − h con g y h reales y crecientes, para cualquier partición de [a, b]
resulta
X X X
|f (xi ) − f (xi−1 )| ≤ [g(xi ) − g(xi−1 )] + [h(xi ) − h(xi−1 )] = g(b) − g(a) + h(b) − h(a)

lo que implica que Tab (f ) ≤ g(b) + h(b) − g(a) − h(a).

Combinando este resultado con el teorema 1.5.2, se obtiene inmediatamente el siguiente.

Corolario 1.5.5. Si f ∈ VA[a, b], existe f 0 (x) en casi todo x ∈ [a, b].

1.5.3. Derivación de una integral


Z x
Dada una función f integrable en [a, b], la función F (x) = f, x ∈ [a, b], recibe el nombre
a
de integral indefinida de f . Veremos en este apartado que la derivada de F es igual a f en
casi todo punto de [a, b]. En primer lugar, demostramos que F es de variación acotada y, en
consecuencia, derivable en casi todo punto.
Z x
Lema 1.5.6. Si f es integrable en [a, b], la función F (x) = f (t) dt es continua y de
a
variación acotada en [a, b].

Demostración. La continuidad es consecuencia de la proposición 1.4.13.


Para ver que es de variación acotada, sea {x0 , x1 , . . . , xk } una partición de [a, b]. Entonces

Xk k Z xi
X X k Z xi Z b
|F (xi ) − F (xi−1 )| = f (t) dt ≤ |f (t)| dt = |f (t)| dt.


xi−1 xi−1 a
i=1 i=1 i=1
Z b
Por tanto, Tab (F ) ≤ |f (t)| dt < ∞.
a
Z x
Lema 1.5.7. Si f es integrable en [a, b] y f (t) dt = 0, ∀x ∈ [a, b], entonces f (t) = 0 c.s.
a
en [a, b].

Demostración. Supongamos que f (x) > 0 en un conjunto E de medida positiva. Por la


proposición 1.3.17, existe F ⊂ E cerrado con m(F ) > 0.
Z b Z b Z Z
Si llamamos A = (a, b) \ F , entonces, o bien f 6= 0 o bien 0 = f= f+ f , con lo
Z Z a a F A
que f =− f 6= 0.
A F
50 1.5. Derivación e integración de funciones medibles

Como A es unión disjunta de una familia numerable {(an , bn )}n∈N de intervalos abiertos,
Z X Z bn Z bn
por la proposición 1.4.8, f = f . Por tanto, para algún n, f 6= 0 con lo que
A n∈N an an
Z an Z bn
f 6= 0 ó f 6= 0.
a a
En cualquier caso, vemosZ x que, si f es positiva en un conjunto de medida positiva, para algún
x ∈ [a, b] se tiene que f 6= 0.
a
Análogamente se prueba que f no puede ser negativa en un conjunto de medida positiva,
ası́ que debe ser nula.
Z x
Lema 1.5.8. Si f es acotada y medible en [a, b] y F (x) = f (t) dt + F (a), entonces
a
F 0 (x) = f (x) para casi todo x ∈ [a, b].

Demostración. Por el lema 1.5.6, F ∈ VA[a, b] de modo que existe F 0 (x) en casi todo x ∈ [a, b].
Sea |f | ≤ K.
Z x+1/n
 
Si llamamos fn (x) = n F (x + 1/n) − F (x) , entonces fn (x) = n f (t) dt, de donde
x
|fn | ≤ K.
Como fn (x) → F 0 (x) c.s., por el teorema de la convergencia acotada 1.4.6, tenemos
Z c Z c Z c
F 0 (x) dx = lı́m fn (x) dx = lı́m n [F (x + 1/n) − F (x)] dx
a n→∞ a n→∞ a
" Z #
c+1/n Z a+1/n Z c
= lı́m n F (x) dx − n F (x) dx = F (c) − F (a) = f (x) dx
n→∞ c a a

Z c
pues F es continua. Por tanto, [F 0 (x) − f (x)] dx = 0, ∀c ∈ [a, b] de donde F 0 (x) = f (x)
a
c.s. por el lema anterior.
Z x
Teorema 1.5.9. Sea f integrable en [a, b] y supongamos que F (x) = F (a) + f (t) dt.
a
Entonces F 0 (x) = f (x) c.s. en [a, b].

Demostración. Sin pérdida de generalidad, podemos Z x suponer que f ≥ 0. Definimos fn (x) =


mı́n{n, f (x)}. Ası́ f − fn ≥ 0 de donde Gn (x) = (f − fn ) es una función creciente de x,
a Z x
d
la cual tendrá derivada c.s. y su derivada será no negativa. Por el lema anterior, fn =
Z x dx a
d d
fn (x) c.s. y F 0 (x) = Gn (x) + fn ≥ fn (x) c.s.
dx dx a
Como n es arbitrario, F 0 (x) ≥ f (x) c.s. En consecuencia,
Z b Z b
F 0 (x) dx ≥ f (x) dx = F (b) − F (a).
a a
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 51

Por el teorema 1.5.2,


Z b Z b Z b
0
F (x) dx = F (b) − F (a) = f (x) dx =⇒ [F 0 (x) − f (x)] dx = 0.
a a a

Como F 0 (x) − f (x) ≥ 0, entonces F 0 (x) − f (x) = 0 c.s.


Z x
n(n + 1)
Ejemplo. Si f (x) = [x] y F (x) = f , entonces F (x) = nx −
, para todo x ∈
0 2
[n, n + 1). Es evidente que F es continua y F 0 (x) = f (x) para todo x 6∈ Z.

1.5.4. Continuidad absoluta

Ya hemos comprobado (corolario 1.5.5 y teorema 1.5.2) que, si f es una función R x de variación
acotada en [a, b], entonces f 0 existe y es integrable en [a, b]. Incluso, si g(x) = a f 0 , entonces
g 0 (x) = f 0 (x) en casi todo punto x ∈ [a, b] (teorema 1.5.9). Sabemos también que, si f ∈
C (1) ([a, b]), entonces g(x) = f (x) − f (a). Esta igualdad no siempre es cierta como se muestra
en las observaciones posteriores al teorema 1.5.2. En esta sección queremos obtener esta
relación entre f y g bajo condiciones más generales.
Definición. Una función f : [a, b] → R es absolutamente continua en [a, b] cuando
n
X
∀ε > 0, ∃δ > 0 : |f (x0i ) − f (xi )| < ε
i=1

n
X
para toda colección finita {(xi , x0i )}ni=1 de intervalos disjuntos con |x0i − xi | < δ.
i=1
Es evidente que toda función absolutamente continua es uniformemente continua, pero el
recı́proco no es cierto. Para comprobarlo, consideramos la función f (x) = x sen(π/x), si x 6= 0,
y f (0) = 0, la cual es uniformemente continua en [0, 1]. Para ver que no es absolutamente
continua, sean n ∈ N y δ > 0 arbitrarios,P y definimos an = 2/(4n+1) y bn = 2/(4n) y elegimos
M, N ∈ N tales que M < N , 1/M < δ y N n=M an > 1. Ası́, la familia {(an , bn ) : M ≤ n ≤ N }
PN
de intervalos disjuntos en [0, 1] verifica n=M (bn − an ) < δ pero
N
X N
X
|f (bn ) − f (an )| = an > 1.
n=M n=M

De la proposición 1.4.13, se deduce que toda integral indefinida es absolutamente continua.


Veamos a continuación que el concepto de continuidad absoluta es más fuerte que el de
variación acotada.

Lema 1.5.10. Si f es absolutamente continua en [a, b], entonces f ∈ VA[a, b].

Demostración. Por hipótesis, dado ε = 1, existe δ tal que


n
X n
X
|f (x0i ) − f (xi )| < 1 si |x0i − xi | < δ.
i=1 i=1
52 1.5. Derivación e integración de funciones medibles

Sea M un entero positivo tal que M δ > b − a. Dada cualquier partición P de [a, b], sea P 0
el refinamiento de P que consiste en añadir los puntos a + i(b −h a)/M (i = 1, . . . , M − 1). i
(k−1)(b−a) k(b−a)
Entonces P 0 = M
S
k=1 Pk , donde P k es una partición del intervalo a + M , a + M .
verifica que Pk |x0i − xi | < δ. Por tanto,
P
Por
P la definición de M , en cada partición Pk se P
0 0
Pk |f (xi )−f (xi )| < 1. Ası́ pues, a lo largo de P , P |f (xi )−f (xi )| < M y, en consecuencia,
f es de variación acotada.

Observación. El resultado anterior permite encontrar ejemplos de funciones continuas pero


no absolutamente continuas. En efecto, la función f (0) = 0, f (x) = x sen(1/x), si x ∈ (0, 1], es
continua en [0, 1] pero no es de variación acotada, por tanto tampoco absolutamente continua.
Por el corolario 1.5.5 se deduce inmediatamente el siguiente.
Corolario 1.5.11. Si f es absolutamente continua, f tiene derivada en casi todo punto.

Definición. Una función f : [a, b] → R se dice que es singular cuando f 0 = 0 c.s. en [a, b].
En cálculo elemental se prueba que, si f 0 (x) = 0, ∀x ∈ [a, b], entonces f es constante. Sin
embargo, no toda función singular es constante (como por ejemplo la función de Cantor-
Lebesgue). El siguiente resultado proporciona condiciones suficientes para que una función
singular sea constante.
Lema 1.5.12. Si f es absolutamente continua en [a, b] y f 0 (x) = 0 c.s., entonces f es
constante.

Demostración. Veamos que, para todo c ∈ [a, b], f (a) = f (c).


Sea E ⊂ (a, c) el conjunto de medida c − a en donde f 0 (x) = 0 y sean ε y η números positivos
arbitrarios. Para cada x ∈ E, existe un intervalo [x, x + h] ⊂ [a, c] tal que |f (x + h) − f (x)| <
η · h.
Por el lema de Vitali, existe una familia finita {[xk , yk ] : k = 1, . . . , n} de intervalos que no se
solapan y cubren a E excepto por un conjunto de medida menor que δ, donde δ es el número
positivo correspondiente a ε en la definición de continuidad absoluta de f .
Si ordenamos los puntos xk para que xk ≤ xk+1 , entonces
y0 = a ≤ x1 < y1 ≤ x2 < · · · ≤ yn ≤ c = xn+1
n
X
y |xk+1 − yk | < δ.
k=0
Ahora bien,
n
X n
X
|f (yk ) − f (xk )| ≤ η · (yk − xk ) < η · (c − a)
k=1 k=1
debido a la forma de construir los intervalos [xk , yk ].
X n
Además |f (xk+1 ) − f (yk )| < ε por la continuidad absoluta de f . Ası́
k=0
n n

X X
|f (c) − f (a)| = [f (xk+1 ) − f (yk )] + [f (yk ) − f (xk )] ≤ ε + η · (b − a).


k=0 k=1
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 53

Como ε y η son arbitrarios, f (c) − f (a) = 0.

Teorema 1.5.13. Una función es una integral indefinida si y sólo si es absolutamente con-
tinua.

Demostración. Si F es una integral indefinida, entonces es absolutamente continua por la


proposición 1.4.13.
Recı́procamente, si F es absolutamente continua en [a, b], entonces es de variación acotada y
F (x) = F1 (x) − F2 (x), donde F1 y F2 son crecientes.
Entonces existe F 0 (x) c.s. y |F 0 (x)| ≤ F10 (x) + F20 (x). Por el teorema 1.5.2,
Z b
|F 0 (x)| dx ≤ F1 (b) + F2 (b) − F1 (a) − F2 (a).
a

Por tanto, F 0 (x) es integrable.


Z x
Si llamamos G(x) = F 0 (t) dt, G es absolutamente continua y, por tanto, también lo es
a
f = F − G.
Por el teorema 1.5.9, f 0 (x) = F 0 (x) − G0 (x) = 0 c.s. de modo que f es constante por el lema
anterior. Z x
En consecuencia, F (x) = F 0 (t) dt + F (a).
a

Corolario 1.5.14. Toda función absolutamente continua es la integral indefinida de su


derivada.

Observación. Veamos un ejemplo en el que f : [a, b] → R es monótona pero no es cierta la


Z b
igualdad f 0 = f (b) − f (a).
a
(
1/2 si 0 ≤ x ≤ 1/2,
Sea f : [0, 1] → R la función definida por f (x) = Es claro que f es
1 si 1/2 < x ≤ 1.
Z b
0
monótona creciente y f (x) = 0 c.s. Por tanto, f 0 = 0 pero f (1) − f (0) = 1/2 > 0.
a

1.5.5. Funciones convexas

Terminamos este capı́tulo estudiando las funciones convexas, las cuales constituyen un ejem-
plo sencillo de funciones absolutamente continuas.
Definición. Una función ϕ : (a, b) → R es convexa si

∀x, y ∈ (a, b), 0 ≤ λ ≤ 1, ϕ(λx + (1 − λ)y) ≤ λ · ϕ(x) + (1 − λ)ϕ(y).

Geométricamente, esto significa que todos los puntos de la cuerda que une (x, ϕ(x)) con
(y, ϕ(y)) quedan por encima de la gráfica de ϕ.
54 1.5. Derivación e integración de funciones medibles

Lema 1.5.15. Si ϕ es convexa en (a, b) y x, x0 , y, y 0 ∈ (a, b) con x ≤ x0 < y 0 , x < y ≤ y 0 ,


entonces la cuerda sobre (x0 , y 0 ) tiene pendiente mayor que la cuerda sobre (x, y), es decir
ϕ(y) − ϕ(x) ϕ(y 0 ) − ϕ(x0 )
≤ .
y−x y 0 − x0

Demostración. Como y ∈ (x, y 0 ), y = λx + (1 − λ)y 0 =⇒ ϕ(y) ≤ λ · ϕ(x) + (1 − λ)ϕ(y 0 ).


Como x0 ∈ (x, y 0 ), x0 = µx + (1 − µ)y 0 =⇒ ϕ(x0 ) ≤ µ · ϕ(x) + (1 − µ)ϕ(y 0 ).
Entonces y − x = (λ − 1)x + (1 − λ)y 0 = (1 − λ)(y 0 − x) y y 0 − x0 = µ(y 0 − x). Por tanto,
1−λ
y−x= · (y 0 − x0 ).
µ
Por otra parte, ϕ(y) − ϕ(x) ≤ (λ − 1)ϕ(x) + (1 − λ)ϕ(y 0 ) = (1 − λ)(ϕ(y 0 ) − ϕ(x)) y
µ y 0 − x0
ϕ(y 0 ) − ϕ(x0 ) ≥ µ · (ϕ(y 0 ) − ϕ(x)) ≥ · (ϕ(y) − ϕ(x)) = · (ϕ(y) − ϕ(x)).
1−λ y−x
Esto implica que
ϕ(y) − ϕ(x) ϕ(y 0 ) − ϕ(x0 )
≤ .
y−x y 0 − x0

Definición. Si D− f (x) = D− f (x) < ∞, decimos que f es diferenciable en x por la


izquierda, y si D+ f (x) = D+ f (x) < ∞, decimos que f es diferenciable en x por la
derecha.
Proposición 1.5.16. Si ϕ es convexa en (a, b), es absolutamente continua en cada subin-
tervalo cerrado de (a, b). Las derivadas por la derecha y por la izquierda de ϕ existen en todo
x ∈ (a, b) y son iguales excepto en un conjunto numerable. Las derivadas por la izquierda
y por la derecha son funciones crecientes y, en cada punto, la derivada por la izquierda es
menor o igual que la derivada por la derecha.

Demostración. Sea [c, d] ⊂ (a, b). Por el lema anterior,


ϕ(c) − ϕ(a) ϕ(y) − ϕ(x) ϕ(b) − ϕ(d)
∀x, y ∈ [c, d], ≤ ≤ .
c−a y−x b−d
Ası́, |ϕ(y) − ϕ(x)| ≤ M · |x − y| en [c, d], de modo que ϕ es absolutamente continua.
ϕ(x) − ϕ(x0 )
Si x0 ∈ (a, b), entonces es una función creciente de x (por el lema anterior),
x − x0
con lo que los lı́mites cuando x tiende a x0 por la derecha y por la izquierda existen y son
finitos.
Por tanto, ϕ es diferenciable por la derecha y por la izquierda en cada punto y la derivada
por la izquierda es menor o igual que la derivada por la derecha. Si x0 < y0 , x < y0 y x0 < y,
entonces
ϕ(x) − ϕ(x0 ) ϕ(y) − ϕ(y0 )

x − x0 y − y0
y cualquier derivada en x0 es menor o igual que cualquier derivada en y0 . En consecuencia,
cada derivada es monótona y serán iguales en los puntos para los que alguna de ellas sea
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 55

continua. Como una función monótona sólo puede tener una cantidad numerable de discon-
tinuidades, deben ser iguales excepto en un conjunto numerable.

Definición. Dada una función ϕ convexa en (a, b), si x0 ∈ (a, b), la recta y = m(x−x0 )+ϕ(x0 )
se llama soporte en x0 si queda siempre por debajo de la gráfica de ϕ, es decir si ϕ(x) ≥
m(x − x0 ) + ϕ(x0 ).
Del lema 1.5.15 se deduce que la recta es soporte si y sólo si su pendiente está comprendida
entre las derivadas por la izquierda y por la derecha en x0 . En particular, sabemos que siempre
existe una recta soporte en cada punto.

Proposición 1.5.17 (Desigualdad de Jensen). Sea ϕ una función convexa en (−∞, ∞)


y f una función integrable en [0, 1]. Entonces
Z Z 
ϕ(f (t)) dt ≥ ϕ f (t) dt .

R
Demostración. Llamamos α = f (t) dt y sea y = m(x − α) + ϕ(α) la ecuación de una recta
soporte en α. Entonces
ϕ(f (t)) ≥ m(f (t) − α) + ϕ(α).
Basta integrar ambos lados para obtener el resultado.

Corolario 1.5.18. Sea f una función integrable en [0, 1]. Entonces


Z Z 
exp f (t) dt ≥ exp f (t) dt .

Observación. Una función es convexa cuando su valor en el c.d.g. de dos puntos x1 , x2


con masas λ y 1 − λ, respectivamente, es menor o igual que el promedio ponderado de sus
valores en dichos puntos. La desigualdad de Jensen generaliza esta propiedad: si definimos
R distribución de masas µ sobre la Rrecta medianteRµ(a, b] = m({t : a < f (t) ≤ b}), entonces
la
f (t) dt es el c.d.g. de esta masa y ϕ(f (t)) dt = ϕ(x) dµ es el promedio ponderado de ϕ.

1.6. Cálculo integral de funciones integrables


En este apartado estudiaremos diferentes propiedades relativas al cálculo integral de funciones
integrables Lebesgue. Veremos que las fórmulas del cambio de variable y de la integración
por partes son válidas también en la integral de Lebesgue.

1.6.1. Fórmulas de integración

Proposición 1.6.1 (cambio de variables). Sean g : [c, d] → R una función derivable con
derivada acotada y f : g[c, d] → R una función continua. Si llamamos a = g(c), b = g(d),
entonces Z Z b d
f= (f ◦ g) · g 0 .
a c
56 1.6. Cálculo integral de funciones integrables

Z x Z b
Demostración. Sea F (x) = f . Entonces f = F (b) − F (a).
a a
La función G(t) = F (g(t)) es derivable en [c, d] y G0 (t) = F 0 (g(t)) · g 0 (t) = f (g(t)) · g 0 (t).
Como G0 es acotada,
Z d
f (g(t)) · g 0 (t) dt = G(d) − G(c) = F (b) − F (a).
c

Proposición 1.6.2 (integración por partes). Sean F, G : [a, b] → R continuas en [a, b] y


derivables en (a, b), con derivadas acotadas. Si F 0 = f , G0 = g en (a, b), entonces
Z b Z b
F · g = (F · G)(b) − (F · G)(a) − G · f.
a a

Z x
Demostración. Las funciones F, G, f, g son acotadas y (F · G)(x) = F · g + G · f . Por la
a
regla de Barrow,
Z b
(F · G)(b) − (F · G)(a) = (F · g + G · f ).
a

Proposición 1.6.3 (integrales impropias). Sea f : (a, ∞) → R una función medible. Si


Z ∞ Z b
f es integrable, entonces f = lı́m f.
a b→∞ a

Demostración. Definimos la sucesión fn (x) = f (x) · χ[a,a+n] (x). Entonces lı́m fn (x) = f (x),
∀x > a y |fn (x)| ≤ |f (x)|. Por el teorema de la convergencia dominada,
Z ∞ Z ∞ Z a+n Z ∞
lı́m fn = f =⇒ lı́m f= f.
n→∞ a a n→∞ a a

De este resultado deducimos Z ∞que, si F es primitiva de f , continua en [a, ∞) y f es acotada


en [a, b], ∀b > a, entonces f = lı́m (F (b) − F (a)).
a b→∞
En el caso de que f sea integrable en (a, b), ∀b > a, f será medible en (a, ∞) porque f =
lı́mn→∞ f · χ(a,a+n) .
Z b
a) Si f ≥ 0 y existe lı́m f < ∞, entonces f es integrable en (a, ∞) (basta aplicar el
b→∞ a
teorema de la convergencia monótona a la sucesión fn = f · χ(a,a+n) ).
Z b
b) Si f tiene signo variable y existe lı́m |f | < ∞, entonces f es integrable en (a, ∞) (por
b→∞ a
serlo |f |).
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 57

α
Ejemplo. Dado
Z b ( a > 0, sea f : [a, ∞) → R la función definida por f (x) = 1/x . Entonces
1 ln b − ln a si α = 1,
α
dx = 1 1−α 1−α
Ası́, f es integrable en (a, ∞) si y sólo si α > 1.
a x 1−α (b −a ) si α 6= 1.
a1−α
La integral vale .
α−1
Proposición 1.6.4 (criterio de comparación). Sean f, g : (a, ∞) → [0, ∞) funciones
f (x)
medibles y g > 0. Si f, g son integrables en (a, b), ∀b > a y existe lı́m = λ, entonces:
x→∞ g(x)

a) Si λ ∈ (0, ∞), f es integrable si y sólo si g es integrable.


b) Si λ = 0, g integrable =⇒ f integrable.
c) Si λ = ∞, f integrable =⇒ g integrable.

Demostración. a) Si λ ∈ (0, ∞),



f (x) λ
− λ < , ∀x ≥ M ≥ b ⇐⇒ λ · g(x) < f (x) < 3λ · g(x).
g(x) 2 2 2

b) Si λ = 0,
f (x)
g(x) < ε ⇐⇒ |f (x)| < ε|g(x)|.

c) Si λ = ∞,
f (x)
g(x) > k ⇐⇒ |f (x)| > k|g(x)|.

x2 + 5
Ejemplo. La función f (x) = · sen x es integrable en (1, ∞).
3x4 + 7x
x2 + 5 x2 + 5 1
Basta observar que |f (x)| ≤ 4 y que lı́m / = 1/3.
3x + 7x x→∞ 3x4 + 7x x2
Z b
Observación. Si f tiene signo variable, puede existir lı́m f y no ser integrable. Por
b→∞ a
Z b
sen x
ejemplo, la función f (x) = sen x/x no es integrable en (0, ∞) pero existe lı́m dx <
b→∞ 0 x
∞.
sen x
En efecto, como lı́m = 1, entonces f es integrable en (0, b), para todo b > 0. Sin
x→0+ x
embargo,
Z nπ sen x n−1
X Z (k+1)π sen x n−1 Z (k+1)π n−1
X 1 2X 1
dx = dx ≥ | sen x| dx = .

x x (k + 1)π kπ π k+1

π k=1 kπ k=1 k=1
Z ∞
sen x

Esto implica que dx = ∞, de modo que f no es integrable en (0, ∞).
x

π
58 1.6. Cálculo integral de funciones integrables

Por otro lado,


Z b Z b
sen x cos b 1 cos x
dx = − − − dx.
π x b π π x2
cos x 1 cos x
Como 2 ≤ 2 y 1/x2 es integrable en (π, b), también lo es . Entonces existe

Z b x x Z ∞ x2
sen x 1 cos x
lı́m dx = − − dx < ∞.
b→∞ π x π π x2
Z b
sen x
Como f es integrable en (0, π), existe lı́m dx < ∞.
b→∞ 0 x

1.6.2. Integrales dependientes de un parámetro

En los siguientes resultados, supondremos que f : R × I → R es una Zfunción tal que, para
cada t ∈ I, la función f (·, t) es integrable. Esto permite definir F (t) = f (x, t) dx.
R

Teorema 1.6.5. Sea t0 punto de acumulación de I. Si existe lı́mt→t0 f (x, t) para casi todo
x ∈ R y existe un función integrable g tal que |f (x, t)| ≤ g(t), ∀t ∈ I, t 6= t0 , y para casi todo
x ∈ R, entonces Z
lı́m F (t) = lı́m f (x, t) dx.
t→t0 R t→t0

Demostración. Sea (tn )n∈N ⊂ I una sucesión convergente a t0 , tn 6= t0 . Si definimos fn (x) =


f (x, tn ), por hipótesis lı́mn→∞ fn (x) = f (x, t0 ) en casi todo x ∈ R.
Por el teorema de la convergencia dominada,
Z Z Z
lı́m F (tn ) = lı́m fn = lı́m fn = lı́m f (x, t) dx.
n→∞ n→∞ R R n→∞ R t→t0

∂f
Teorema 1.6.6 (fórmula de Leibniz). Si existe (x, t), ∀t ∈ I y casi todo x ∈ R, y
∂t
∂f
existe g integrable en R tal que (x, t) ≤ g(x), ∀t ∈ I y casi todo x ∈ R, entonces F es
Z ∂t
0 ∂f
derivable en I y F (t) = (x, t) dx.
R ∂t

Demostración. Por definición,


F (t) − F (t0 ) f (x, t) − f (x, t0 )
Z
0
F (t0 ) = lı́m = lı́m dx.
t→t0 t − t0 t→t0 R t − t0
Por otra parte,
f (x, t) − f (x, t0 ) ∂f
∃E1 ⊂ R, m(E1 ) = 0 : ∀x 6∈ E1 , lı́m = (x, t0 );
t→t0 t − t0 ∂t

∂f
∃E2 ⊂ R, m(E2 ) = 0 : ∀x 6∈ E2 , (x, s) ≤ g(x), ∀s ∈ I.
∂t
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 59

Por tanto, ∀x 6∈ E1 ∪ E2 ,

f (x, t) − f (x, t0 ) ∂f
= (x, s) ≤ g(x).
t − t0 ∂t

f (x, t) − f (x, t0 )
Z Z
0 ∂f
Por el teorema anterior, F (t0 ) = lı́m dx = (x, t0 ) dx.
R t→t0 t − t0 R ∂t

1.7. Ejercicios
1. Si A es un conjunto medible Lebesgue con m(A) > 0, probar que el conjunto
{x − y : x, y ∈ A} contiene un intervalo centrado en el origen.
Solución. Podemos suponer, sin pérdida de generalidad, que A ⊂ [0, 1] y A cerrado.
Veamos por qué:
Como A = ∞
S
n=−∞ (A ∩ [n, n + 1]), existe q ∈ Z tal que m(A ∩ [q, q + 1]) > 0. Entonces
m(A ∩ [q, q + 1] − q) > 0 y C = A ∩ [q, q + 1] − q ⊂ [0, 1]. Por un teorema conocido, C
contiene un subconjunto cerrado de medida positiva.
S
Hecha la suposición inicial, definimos
T U n = a∈A (a − 1/n, a + 1/n), n ∈ N. Ası́, Un es
abierto, A ⊂ Un y A = A = n∈N Un . Entonces m(A) = lı́mn→∞ m(Un ).
Sea q ∈ N tal que m(Uq ) < (3/2)m(A), y elegimos δ tal que 0 < δ < 1/q. Basta ver que
(−δ, δ) ⊂ {x − y : x, y ∈ A}.
Dado z ∈ (−δ, δ), sea B = A − z. Entonces B ⊂ Uq y m(A) = m(B), de donde

m(Uq \ (A ∩ B)) ≤ m(Uq \ A) + m(Uq \ B) = m(Uq ) − m(A) + m(Uq ) − m(B)


2
= 2m(Uq ) − 2m(A) < m(Uq ).
3
Por tanto, A ∩ B 6= ∅, es decir existe y ∈ A ∩ B, con lo que y = x − z, con x ∈ A, de
donde z = x − y, x, y, ∈ A.

2. Si A es un conjunto medible Lebesgue, con m(A) > 0, probar que A contiene


un subconjunto no medible.
Solución. Podemos suponer que A ⊂ [0, 1].
Sea (En ) la sucesión de conjuntos
S no medibles construida en la teorı́a y llamamos
An = A ∩ En . Entonces A = An es una unión disjunta.
P
Si todos los conjuntos An fueran medibles, 0 < m(A) = m(An ) deberı́a existir n0 tal
que m(An0 ) > 0.
Dados x, y ∈ An0 , x 6= y, existen u, v ∈ E tales que x = u + rn0 , y = v + rn0 , de donde
x − y = u − v 6∈ Q. Esto quiere decir que el conjunto {x − y : x, y ∈ An0 } no contiene
puntos racionales, excepto el cero, lo que contradice el ejercicio anterior.

3. Sean A, B ⊂ R, con B medible. Demostrar:


a) Existe G ∈ Gδ tal que A ⊂ G y m(G) = m∗ (A).
b) Si m∗ (A) < ∞, B ⊂ A y m(B) = m∗ (A), entonces A es medible.
60 1.7. Ejercicios

c) Si m(B) < ∞ y A ⊂ B, entonces A es medible si y sólo si m(B) =


m∗ (A) + m∗ (B \ A).
Solución. a) Si m∗ (A) = ∞, basta elegir G = R.
Si m∗ (A) < ∞, para cada n ∈\N existe An abierto tal que A ⊂ An y m(An ) <
m∗ (A) + 1/n. Si definimos G = An , entonces G ∈ Gδ , A ⊂ G y m∗ (A) = m(G).
n∈N
b) Como B es medible, m∗ (A) = m∗ (A ∩ B) + m∗ (A ∩ B c ) = m(B) + m∗ (A \ B).
Como m(B) = m∗ (A), m∗ (A \ B) = 0 de donde A \ B es medible. En definitiva,
A = B ∪ (A \ B) es medible.
c) Si A es medible, m(B) = m(B ∩ A) + m(B ∩ Ac ) = m(A) + m(B \ A).
Recı́procamente, si m(B) = m∗ (A) + m∗ (B \ A), por el apartado a), existe E1 medible
tal que A ⊂ E1 y m(E1 ) = m∗ (A).
Si llamamos E = E1 ∩B, entonces E es medible, A ⊂ E, B\E ⊂ B\A y m(E) = m∗ (A).
Como E es medible, m∗ (A) + m∗ (B \ A) = m(B) = m(B ∩ E) + m(B \ E) = m(E) +
m(B \ E).
Por tanto, m∗ (B \A) = m(B \E). Por el apartado b), B \A es medible y A = B \(B \A)
es medible.

4. Sean h y g funciones medibles. Demostrar que los conjuntos

{x ∈ Ω : h(x) < g(x)}, {x ∈ Ω : h(x) ≤ g(x)}, {x ∈ Ω : h(x) = g(x)}

son medibles.
Solución. Basta observar que
[
{x ∈ Ω : h(x) < g(x)} = ({h(x) < r} ∩ {r < g(x)}).
r∈Q

El segundo conjunto es el complementario del primero (intercambiando g con h) y el


tercero es la diferencia entre los dos primeros.

5. Sea E ⊂ R un conjunto medible. Si f : E → R es continua en casi todo


punto, probar que f es medible.
Solución. Sea D el conjunto de discontinuidades de f . Como m(D) = 0, cualquier
subconjunto de D es medible.
Dado r ∈ R, es claro que

{x ∈ E : f (x) > r} = {x ∈ E \ D : f (x) > r} ∪ {x ∈ D : f (x) > r}.

Basta pues probar que C = {x ∈ E \ D : f (x) > r} es medible.


Como f es continua en C, para cada x ∈ C, existe δx > 0 tal que f (t) > r, ∀t ∈
(x − δx , x + δx ) ∩ E.
S
Como U = x∈C (x − δx , x + δx ) es abierto, es medible. Por tanto, C = U ∩ (E \ D) es
medible.
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 61

6. Si f : R → R tiene derivada en todo punto, demostrar que f 0 es medible.


Solución. Por ser derivable, f es continua y, por tanto, medible. También son medibles
las funciones fn (x) = n[f (x + 1/n) − f (x)]. Como fn → f 0 , f 0 es medible.

7. Sea f ≥ 0 integrable. Demostrar


Z Z que, para todo ε > 0, existe A medible,
con µ(A) < ∞, tal que f < f + ε.
A
Solución. Sea An = {x : f (x) ≥ 1/n}.
Z EntoncesZ An → A =Z{x : f (x)
Z > 0}.ZAdemás
µ(An ) < ∞ (porque (1/n)µ(An ) = 1/n ≤ f < ∞) y f→ f = f.
An An An A

8. Sean f, fn ≥ 0 integrables y tales que fn → f c.s. Probar que


Z Z Z
fn → f ⇐⇒ |fn − f | → 0.

Solución. Para la primera parte, basta observar que


Z Z Z

fn − f ≤ |fn − f |.

Recı́procamente, como (f − fn )+ ≤ f y (f − fn )+ → 0, entonces


Z
+ − +
|fn − f | = (fn − f ) + (fn − f ) = fn − f + 2(f − fn ) =⇒ |fn − f | → 0.

9. Sean f , fn integrables y tales que fn → f c.s. Probar que


Z Z Z
|fn − f | → 0 ⇐⇒ |fn | → |f |.

Solución. Construimos la sucesión gn = |fn | − |fn − f |. Ası́, |gn | ≤ |f | y gn → |f |. Por


el teorema de la convergencia dominada
Z Z Z Z
|fn | − |fn − f | = gn → |f |.

10. Decidir la veracidad o falsedad de las siguientes proposiciones:


a) Si f es medible, f + y f − son medibles.
b) Si f y |f | son medibles, f + y f − son medibles.
c) Si f no es medible, ni f + ni f − son medibles.
d) Si |f | es medible, f es medible.
Solución. a) Como f + = máx{f, 0} y f − = máx{−f, 0}, ambas funciones son medibles.
b) Consecuencia de a).
c) Falso. Sean A y B conjuntos disjuntos, A medible y B no medible. La función
f = χA − χB no es medible pero f + = χA es medible.
62 1.7. Ejercicios

d) Falso. Sea A la σ-álgebra de los conjuntos A ⊂ R tales que A ó Ac es numerable.

( intervalo I = [a, b], con a < b no pertenece a A. Por tanto, la función f (x) =
El
1 si x ∈ I
no es medible. Sin embargo, |f (x)| = 1, ∀x ∈ R, de modo que |f | es
−1 si x ∈ I c ,
medible.

11. Probar que las siguientes proposiciones son falsas:


a) Si f es una función integrable en R, dado ε > 0, existe M > 0 tal que
|f (x)| < ε para casi todo x con |x| ≥ M .
b) Si K ⊂ R es compacto, la medida de su frontera es nula.
R1
c) Si f : (0, 1] → R es una función continua tal que lı́ma→0 a f existe y es
finito, entonces f es integrable Lebesgue en (0, 1].

n si x ∈ [n − 1/2n , n]
2 (x − n) + 1

Solución. a) Definimos la función f (x) = −2n (x + n) + 1 si x ∈ [n, n + 1/2n ] para

0 en el resto,

n
R P
n ∈ N. De este modo, f = n∈N 1/2 = 1, conSlo que f es integrable. Sin embargo,
dado ε ∈ (0, 1), el conjunto {x : |f (x)| ≥ ε} = n∈N In y para todo M > 0, m({x :
|f (x)| ≥ ε} ∩ {x : |x| ≥ M }) > 0.
b) Sean Q ∩[0, 1] = {x1 , x2 , . . . } y ε ∈ (0, 1/4). Si llamamos AnT= (xn −ε/2n , xnS
+ε/2n ),
entonces Fn = [0, 1]\An es cerrado y compacto. Además F = n∈N Fn = [0, 1]\ n∈N An
es compacto. Como F no contiene números racionales, int F = ∅. Por tanto, fr F = F
y m(fr F ) > 1 − 2ε > 0.
R 1/n
c) Definimos la función f : (0, 1] → R de manera que 1/(n+1) f = (−1)n+1 /n (n ∈ N).
Z
R1 P n+1
X
Ası́ lı́ma→0 a f = n∈N (−1) /n < ∞ y, sin embargo, |f | = 1/n = ∞ con
(0,1] n∈N
lo que f no es integrable Lebesgue.
√ 
12. Probar que ln z = lı́mn→∞ n n z − 1 , ∀z > 0.

Solución. Sea fn (x) = n x/x, n ∈ N. Entonces lı́mn→∞ fn (x) = 1/x, ∀x > 0.
Para x > 1 la sucesión (fn ) es decreciente. Ası́ pues, fijado z > 1, por el teorema de la
convergencia monótona,
Z z Z z
1 √ 
− ln z = − dx = lı́m −fn (x) dx = − lı́m n n z − 1 .
1 x n→∞ 1 n→∞

Análogamente, como la sucesión (fn ) es creciente si 0 < x < 1, se llega al mismo


resultado cuando 0 < z < 1.
1 1
Z Z
13. Calcular · χ [0,1] (x) dx y √ · χ[0,1] (x) dx.
x2 x
Solución. Sea ε ∈ (0, 1) arbitrario. La función fε (x) = x12 · χ[ε,1] (x) es lı́mite de una
sucesión (sn ) de funciones simples, donde sn se define como la suma inferior de Riemann
con respecto a una partición de [ε, 1] con n subintervalos iguales.
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 63

Por el teorema de la convergencia monótona,


Z
1 1
2
· χ[ε,1] (x) dx = − 1.
x ε

Basta por tanto elegir una sucesión fn (x) = x12 · χ[εn ,1] (x), donde 0 < εn < 1 y εn → 0
y aplicar el teorema de la convergencia monótona para obtener
Z Z  
1 1 1
· χ[0,1] (x) dx = lı́m · χ[0,εn ] (x) dx = lı́m − 1 = ∞.
x2 x2 ε→0 ε

La segunda integral se resuelve de forma similar.

14. Calcular
1 1 + nx2
Z
lı́m dx.
n→∞ 0 (1 + x2 )n

Solución. Se comprueba fácilmente que (fn ) es una sucesión decreciente de funciones


no negativas

1 + nx2 1 + (n + 1)x2 2 1 + (n + 1)x2 x2


≥ ⇐⇒ 1 + x ≥ = 1 +
(1 + x2 )n (1 + x2 )n+1 1 + nx2 1 + nx2
y tiene lı́mite cero

1 + nx2 1 + nx2
≤ → 0.
(1 + x2 )n 1 + nx2 + n(n − 1)x4 /2
Por el teorema de la convergencia monótona, el lı́mite de la integral es cero.
x n ax
Z n 
15. Calcular lı́m 1+ e dx, con a < −1.
n→∞ 0 n
 x n ax
Solución. Consideramos la sucesión fn (x) = 1 + e · χ[0,n] (x) de funciones medi-
n
bles no negativas en (0, ∞).
Además fn (x) ≤ fn+1 (x), ∀x > 0, y lı́m fn (x) = e(a+1)x .
Podemos aplicar el teorema de la convergencia monótona:
Z ∞ Z ∞
lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx.
n→∞ 0 0

Por tanto, Z n Z ∞
1
lı́m fn (x) dx = e(a+1)x dx = − .
n→∞ 0 0 a+1
16. Demostrar que
t n
Z n  Z ∞
a) lı́m 1− ln t dt = e−t ln t dt.
n→∞ 1 n 1
t n
Z 1  Z 1
b) lı́m 1− ln t dt = e−t ln t dt.
n→∞ 0 n 0
64 1.7. Ejercicios

 n
t
Solución. Veamos primero que la sucesión fn (t) = 1− es creciente, es decir que
n
n n+1
(n − t)n nn
 
t t
1− ≤ 1− ⇐⇒ ≤ .
n n+1 (n + 1 − t)n+1 (n + 1)n+1

(n − x)n
Para verlo, consideramos la función f (x) = . Teniendo en cuenta que
(n + 1 − x)n+1
nn
f (0) = , lo único que necesitamos es probar que f (x) ≤ f (0), para 0 ≤ x ≤ n,
(n + 1)n+1
es decir que f es decreciente en [0, n]. Se puede comprobar por cálculo directo que
f 0 (x) ≤ 0, si x ∈ [0, n].
Ası́ pues, 0 ≤ χ(1,n) (t) · fn (t) · ln t y, por el teorema de la convergencia monótona,

t n t n
Z n  Z ∞   Z ∞
lı́m 1− ln t dt = lı́m 1 − ln t dt = e−t ln t dt.
n→∞ 1 n 1 n→∞ n 1

La segunda parte es similar. En este caso se trata de una sucesión decreciente de fun-
ciones negativas.
R
17. Sea f ≥ 0 integrable, con 0 < f = c < ∞ y sea 0 < α < ∞. Demostrar

Z ∞
 si 0 < α < 1
que lı́m n · ln (1 + (f /n)α ) = c si α = 1
n→∞ 
0 si 1 < α < ∞.

Solución. Consideramos la sucesión fn = n · ln (1 + (f /n)α ). Tenemos ası́ que fn ≥ 0.


Si α ≤ 1, la sucesión (fn ) es creciente. Además,
 (n/f )α ·n·(f /n)α (
1 f si α = 1
lı́m fn = lı́m ln 1 + = lı́m n1−α · f α =
(n/f )α ∞ si α < 1,

de modo que podemos aplicar el teorema de la convergencia monótona.


Si α > 1, como 1 + xα ≤ (1 + x)α , entonces

fn ≤ n · ln (1 + (f /n)α ) = α · n · ln(1 + f /n) ≤ α · f

y se puede aplicar el teorema de la convergencia dominada. Por tanto,


Z Z Z
lı́m n · ln (1 + (f /n) ) = lı́m n · ln (1 + (f /n) ) = lı́m n1−α · f α = 0.
α α

18. Calcular
Z ∞
a) lı́m (1 + (x/n))−n · sen(x/n) dx.
n→∞ 0
Z ∞
b) lı́m n · sen(x/n) · (x(1 + x2 ))−1 dx.
n→∞ 0
Z ∞
c) lı́m n(1 + n2 x2 )−1 dx según los valores de a.
n→∞ a
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 65

Solución. a) La sucesión (1 + x/n)−n es decreciente y converge a e−x . Por tanto,


 −n  x   −2
1+ x ≤ 1+ x

sen
n n 2
 x −2
y g(x) = 1 + es integrable.
2
Por el teorema de la convergencia dominada,
Z Z Z ∞
−n −n
lı́m (1 + (x/n)) ·sen(x/n) dx = lı́m (1 + (x/n)) ·sen(x/n) dx = e−x ·0 dx = 0.
0

b) Si x > 0,

|n · sen(x/n) · (x(1 + x2 ))−1 | ≤ n · (x/n) · (x(1 + x2 ))−1 = (1 + x2 )−1 .

Además g(x) = (1 + x2 )−1 es integrable en (0, ∞).


Por el teorema de la convergencia dominada,
Z Z
2 −1
lı́m n · sen(x/n) · (x(1 + x )) dx = lı́m n · sen(x/n) · (x(1 + x2 ))−1 dx
Z ∞
= (1 + x2 )−1 dx = π/2.
0

c) Si hacemos el cambio t = nx, resulta:


Z ∞
(1 + t2 )−1 dt = π/2 − arc tg an.
an
Z Z
∞ 2 2 −1
Por tanto, lı́m a n(1 + n x ) dx = 0 si a > 0 y lı́m a∞ n(1 + n2 x2 )−1 dx = π/2
si a = 0.

19. Dadas las funciones


2 2 (t2 +1)
x 1 e−x
Z Z
−t2
f (x) = e dt , g(x) = dt,
0 0 t2 + 1
probar:
a) f (x) + g(x) = π/4.
Z ∞
2 √
b) e−x dx = π/2.
0
Solución. a) Veamos que f 0 (x) + g 0 (x) = 0:
Z x Z 1 Z 1
0 −x2 −t2 0 −x2 (t2 +1) −x2 2 t2
f (x) = 2e e dt, g (x) = −2x·e dt = −2x·e e−x dt = f 0 (x),
0 0 0

al hacer en la última integral el cambio de variable tx = u.


Además, f (0) = 0 y g(0) = π/4.
b) Basta observar que lı́mx→∞ g(x) = 0 y aplicar a).
66 1.7. Ejercicios

20. Demostrar:
Z ∞ √
2n −x2 (2n)! π
a) x e dx = .
−∞ 4n · n!
Z ∞
2 √ 2
b) Si a ≥ 0, e−x cos ax dx = π · e−a /4 .
−∞
1 ∞
1
Z X
p−1 −1
c) Si p > 0, x (x − 1) ln x dx = .
0 n=0
(p + n)2
Solución. Probaremos la primera parte por inducción.
El caso n = 0 está resuelto en el ejercicio anterior.
Si suponemos la igualdad cierta para n, entonces, integrando por partes:
∞ Z ∞
x2n+1 2 ∞ x2n+1 −x2
Z
2
x2n e−x dx = · e−x + 2x · e dx
−∞ 2n + 1 −∞ −∞ 2n + 1
Z ∞
2 2
= x2(n+1) e−x dx.
2n + 1 −∞
Z ∞ √
2(n+1) −x2 (2n + 2)! π
Por tanto, x e dx = n+1 .
−∞ 4 · (n + 1)!

X (−1)n (ax)2n
b) Utilizamos el desarrollo en serie cos ax = y aplicamos el apartado
(2n)!
n=0
a). Entonces,

∞ ∞
∞ X
(−1)n a2n −x2 2n
Z Z
2
e−x cos ax dx = e · x dx
−∞ −∞ n=0 (2n)!
∞ √
X (−1)n a2n (2n)! π √ 2
= · n = π · e−a /4 .
(2n)! 4 · n!
n=0


1 X
c) En este caso, utilizamos el desarrollo = xn , con lo que:
1−x
n=0

Z 1 ∞ Z
X 1
p−1 −1
x (x − 1) ln x dx = − xn+p−1 · ln n dx.
0 n=0 0

Ahora bien, como (xn+p · ln x)0 = xn+p−1 + (n + p)xn+p−1 · ln x, obtenemos:


∞ Z 1 ∞ Z 1
X X 1 h n+p i
− x n+p−1
· ln n dx = − (x · ln x)0 − xn+p−1 dx
n+p
n=0 0 n=0 0
∞ ∞
X 1 xn+p 1 X 1
= · = .
n+p n+p 0 (p + n)2
n=0 n=0
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 67

Z ∞
21. Demostrar que la función Γ(y) = e−x ·xy−1 dx es de clase C (∞) en (0, ∞)
0
y verifica
i) Γ(y + 1) = y · Γ(y), y > 0.
ii) Γ(n + 1) = n!, n ≥ 0.

iii) Γ(1/2) = π.
∂kf
Solución. Veamos que f (x, y) = e−x · xy−1 y sus derivadas parciales = e−x ·
∂y k
xy−1 · (ln x)k están acotadas por una función integrable, para todo y ∈ (a, b), con
0 < a < b < ∞.
Si 0 < x < 1, y = xr es decreciente en r y, si x > 1, la función y = xr es creciente en r.
Por tanto, para todo y ∈ (a, b):
(
−x y−1 xa−1 si 0 < x ≤ 1
f (x, y) = e · x ≤ g(x) = −x/2
M ·e si 1 ≤ x

(pues e−x/2 · xy−1 ≤ M < ∞ cuando x ≥ 1 ya que lı́mx→∞ e−x/2 · xb−1 = 0).
Además la función g es integrable.
Al ser f (x, y) continua, también lo es Γ(y).
Análogamente, como
(
a−1 · | ln x|

= e−x · xy−1 · | ln x| ≤ h(x) = x
∂f si 0 < x ≤ 1
∂y N · e−x/2 si 1 ≤ x
Z ∞
0
(pues lı́mx→∞ e−x · xb−1 · | ln x| = 0) y h es integrable, entonces Γ (y) = e−x · xy−1 ·
0
ln x dx, con lo que Γ0 es continua.
El mismo procedimiento permite demostrar que las demás derivadas son continuas.
Las demás propiedades se demuestran por integración y utilizando los ejercicios ante-
riores.
x n −x
Z n 
22. Calcular lı́m 1− e dx.
n→∞ 0 n
 x n −x
Solución. Consideramos la sucesión fn (x) = 1 − e · χ[0,n] (x) de funciones medi-
n
−2x
bles en (0, ∞). Entonces lı́m fn (x) = e .
Como |fn (x)| ≤ e−x y la función g(x) = e−x es medible e integrable en (0, ∞), se puede
aplicar el teorema de la convergencia dominada. Ası́ pues,
Z n Z ∞ Z ∞ Z ∞
1
lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx = e−2x dx = .
n→∞ 0 n→∞ 0 0 0 2
Z ∞ 1
23. Calcular lı́m x n
 dx.
n→∞ 0 1+ n
x1/n
68 1.7. Ejercicios

1
Solución. Para cada n ∈ N, la función fn (x) = x n 1/n
 es positiva y continua.
1+ n x
Por tanto es medible e integrable en (0, ∞).
Queremos encontrar una función g medible e integrable en (0, ∞) tal que fn (x) ≤ g(x),
∀x > 0 y ası́ aplicar el teorema de la convergencia dominada.
Sabemos que, para todo n ≥ 2,
1 1
fn (x) = fn (x) · χ(0,1] (x) + fn (x) · χ[1,∞) (x) ≤ · χ(0,1] (x) + · χ[1,∞) (x)
x1/2 (1 + x/2)2
1 1
y la función g(x) = ·χ(0,1] (x)+ ·χ (x) es medible porque las funciones
x1/2 (1 + x/2)2 [1,∞)
1 1
g1 (x) = y g2 (x) = son continuas en (0, ∞).
x1/2 (1 + x/2)2
R1 R∞
Además, 0 g1 (x) dx = 2 y 1 g2 (x) dx = 4/3 con lo que g1 y g2 son integrables.
Por el teorema de la convergencia dominada,
Z ∞ Z ∞ Z ∞
lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx = e−x dx = 1.
n→∞ 0 0 n→∞ 0

n  n
x
Z
24. Calcular lı́m 1− · ex dx.
n→∞ 0 2n
 x n x
Solución. La sucesión fn (x) = 1 − · e · χ[0,n] (x) de funciones medibles no nega-
2n
tivas tiene lı́mite puntual lı́m fn (x) = ex/2 .
Por el lema de Fatou,
Z n Z ∞ Z ∞
lı́m inf fn (x) dx ≥ lı́m inf fn (x) dx = ex/2 dx = ∞.
0 0 0
Z n
Por tanto, lı́m fn (x) dx = ∞.
n→∞ 0
Z 1 nx sen x
25. Calcular lı́m dx, con 1 < p < 2.
n→∞ 1 + (nx)p
0
Solución. Como 0 < x < 1,

nx sen x nx 1 1
1 + (nx)p ≤ 1 + (nx)p ≤ (nx)p−1 ≤ xp−1 .

Z
1
La función g(x) = es continua y, por tanto, medible. Además, como g(x) dx <
xp−1
∞, g es integrable.
Podemos aplicar el teorema de la convergencia dominada, con lo que
Z 1 Z 1 Z 1
nx sen x nx sen x sen x
lı́m dx = lı́m dx = lı́m 1 dx = 0.
n→∞ 0 1 + (nx)p 1 + (nx) p p−1
nx + (nx)
0 n→∞ 0 n→∞
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 69

Z 1 ln(n + x)
26. Calcular lı́m · e−x cos x dx.
n→∞ 0 n
ln(n + x) −x
Solución. Si llamamos fn (x) = · e cos x, como 0 < x < 1,
n
ln(n + 1) n + 1 −x
|fn (x)| ≤ · · e ≤ 1 + 1/n ≤ 2.
n+1 n
Basta pues definir g(x) = 2, que es medible e integrable, y aplicar el teorema de la
convergencia dominada. Ası́,
Z 1 Z 1 Z 1
lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx = 0 dx = 0.
n→∞ 0 0 0

27. Sea f : [a, b] → R y c ∈ (a, b). Probar que f ∈ V A[a, b] si y sólo si f ∈


V A[a, c] y f ∈ V A[c, b]. Además, Tab = Tac + Tcb .
Solución. Es evidente que, si f ∈ V A[a, b], entonces f ∈ V A[a, c] y f ∈ V A[c, b].
Sean P1 = {x0 , x1 , . . . , xk } y P2 = {xk+1 , xk+2 , . . . , xn } particiones de [a, c] y [c, b],
respectivamente. Entonces P = P1 ∪ P2 es partición de [a, b] y
k
X n
X n
X
|f (xi ) − f (xi−1 )| + |f (xi ) − f (xi−1 )| = |f (xi ) − f (xi−1 )| ≤ Tab .
i=1 i=k+1 i=1

Tomando supremos, resulta que Tac + Tcb ≤ Tab .


Por otra parte, si P = {x0 , x1 , . . . , xn } es una partición de [a, b], supongamos que
c ∈ [xk , xk+1 ]. Entonces P1 = {x0 , x1 , . . . , xk , c} y P2 = {c, xk+1 , . . . , xn } son particiones
de [a, c] y [c, b], respectivamente. Además,
n
X k
X n
X
|f (xi ) − f (xi−1 )| = |f (xi ) − f (xi−1 )| + |f (xk+1 ) − f (xk )| + |f (xi ) − f (xi−1 )|
i=1 i=1 i=k+2
k
X
≤ |f (xi ) − f (xi−1 )| + |f (c) − f (xk )|
i=1
n
X
+|f (k + 1) − f (c)| + |f (xi ) − f (xi−1 )| ≤ Tac + Tcb .
i=k+2

Tomando supremos nuevamente, obtenemos que Tab ≤ Tac + Tcb .

28. Sea f ∈ V A[a, b]. Probar:


a) f tiene como máximo una cantidad numerable de puntos de discon-
tinuidad.
b) Existe f 0 ∈ L1 [a, b].
Solución. a) Como f = f1 − f2 , con f1 y f2 crecientes, entonces f10 y f20 existen en casi
todo punto. Por tanto, f = f1 − f2 es continua en casi todo punto.
b) Como además, f10 y f20 son integrables en [a, b], entonces f es integrable en [a, b].
70 1.7. Ejercicios

29. Dada una función f ∈ V A[a, b], se define g(x) = Tax (f ), x ∈ (a, b], g(a) = 0
(donde Tax (f ) representa la variación total de f en [a, x]). Probar:
a) g es creciente.
b) Si g es continua en x, entonces f es continua en x.
c) Si f es continua en x, entonces g es continua en x.
Solución. El apartado a) es evidente por definición de g.
b) Si x < y, 0 ≤ |f (y) − f (x)| ≤ g(y) − g(x). Por tanto, lı́my→x+ |f (y) − f (x)| = 0.
Análogamente se procede con el lı́mite por la izquierda.
c) Sean x ∈ [a, b) y ε > 0. Existe P = {x0 , x1 , . . . , xn } partición de [a, b] tal que
n
X
Tab (f ) − ε < |f (xi ) − f (xi−1 )| ≤ Tab (f ).
i=1

Supongamos que xk−1 ≤ x < xk y elegimos y ∈ [a, b] tal que x < y < xk . Llamamos
P 0 = {x0 , x1 , . . . , xk−1 , x, y, xk , . . . , xn }. Entonces
X
Tab (f ) − ε < |∆f | ≤ Tab (f ).
P0

∆g = Tab (f ). Por tanto,


P
Como g es creciente, P0
X
0≤ (∆g − |∆f |) < ε.
P0

En particular, 0 ≤ g(y) − g(x) − |f (y) − f (x)| < ε. Como lı́my→x |f (y) − f (x)| = 0,
entonces lı́my→x (g(y) − g(x)) = 0.
Rx Rb
30. Sea f integrable en [a, b]. Si F = a f , probar que Tab (F ) = a |f |.
Rb
Solución. La desigualdad Tab (F ) ≤ a |f | está probada en teorı́a.
Sea (gn ) una sucesión de funciones escalonadas en [a, b] tal que lı́m gn (x) = f (x) c.s.

1
 si n · gn (x) > 1
Definimos hn (x) = −1 si n · gn (x) < −1 Entonces hn es escalonada,

n · gn (x) si − 1 ≤ n · gn (x) ≤ 1.

|hn (x)| ≤ 1 y lı́m hn (x) = 1 c.s. si f (x) > 0, y lı́m hn (x) = −1 c.s. si f (x) < 0.
Como |hn · f | ≤ |f |, lı́m hn (x) · f (x) = |f (x)| c.s.
Rb Rb
Por el teorema de la convergencia dominada, lı́m a hn · f = a |f |.
Si hn (x) = ni=1 ci · χ(xi−1 ,xi ) , donde {x0 , x1 , . . . , xn } es una partición de [a, b], entonces
P

Z b n Z
X xi n
X n
X
hn · f = hn · f = ci · (F (xi ) − F (xi−1 )) ≤ |F (xi ) − F (xi−1 )| ≤ Tab (F ).
a i=1 xi−1 i=1 i=1
Rb
Esto implica que a |f | ≤ Tab (F ).
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 71

31. Si f : [a, b] → R es absolutamente continua, probar que f aplica conjuntos


de medida cero en conjuntos de medida cero.
Solución. Sea E ⊂ [a, b], con m(E) = 0.
Dado ε > 0, elegimos δ de acuerdo a la continuidad absoluta de f . Sea A ⊂ (a, b) abierto
tal que E ⊂ A y m(A) < δ.
Escribimos A como unión de intervalos disjuntos, A = ∞
S
k=1 (ak , bk ). Para cada k, sea
[ck , dk ] ⊂ [ak , bk ] tal que

m(f [ak , bk ]) = |f (dk ) − f (ck )|.


Pn Pn
Como k=1 (dk − ck ) ≤ m(A) < δ, ∀n ∈ N, entonces k=1 |f (dk ) − f (ck )| < ε. Por
tanto,

X ∞
X
m∗ (f (E)) ≤ m∗ (f (A)) ≤ m(f [ak , bk ]) = |f (dk ) − f (ck )| ≤ ε.
k=1 k=1

Como ε es arbitrario, m∗ (f (E)) = 0.

32. (Teorema de derivación


P de Fubini) Sea (fn ) una sucesión de funciones
P 0 crecientes
en [a, b] tal que fn (x) = f (x), ∀x ∈ [a, b]. Probar que fn (x) = f 0 (x)
c.s.
Solución. Supongamos, sin pérdida de generalidad, que fn ≥ 0, ∀n (basta considerar la
sucesión gn (x) = fn (x) − fn (a), y el lı́mite g(x) = f (x) − f (a)).
Consideramos la sucesión Sk = kn=1 fn . Ası́, dados x, x + h ∈ [a, b],
P

Sk (x + h) − Sk (x) Sk+1 (x + h) − Sk+1 (x) f (x + h) − f (x)


≤ ≤ .
h h h
Si E es el conjunto de medida cero donde no tienen derivada la sucesión (fn ) y la función
f , entonces
0
Sk0 (x) ≤ Sk+1 (x) ≤ f (x), ∀x ∈ [a, b] \ E.
Por tanto, (Sk0 (x)) es una sucesión acotada y creciente, con lo que también converge.
Veamos que contiene alguna subsucesión que converge a f 0 .
Definimos Skj de modo que f (b) − Skj (b) < 2−j (j ∈ N). Como f P − Skj es una función
−j
creciente, entonces f (x) − Skj (x) < 2 , ∀x ∈ [a, b]. Por tanto, j∈N (f (x) − Skj (x))
converge ∀x ∈ [a, b].
Aplicando la primera parte de la demostración, j∈N (f 0 (x) − Sk0 j (x)) converge ∀x ∈
P

[a, b] \ E. Esto implica que lı́mj→∞ (f 0 (x) − Sk0 j (x)) = 0, es decir


P 0
Skj (x) = f 0 (x) c.s.

33. Sea f absolutamente continua en [a, b]. Probar que g(x) = Tax (f ) es absolu-
tamente continua en [a, b].
Xn
Solución. Dado ε > 0, existe δ > 0 tal que |f (x0i ) − f (xi )| < ε si {(xi , x0i )}ni=1 es una
i=1
familia de intervalos disjuntos, con ni=1 |x0i − xi | < δ.
P
72 1.7. Ejercicios

Para cada i = 1, . . . , n, sea Pi = {z0i , . . . , zri i } una partición de [xi , x0i ]. Entonces

X ri
n X n
X
|zji − i
zj−1 | = |x0i − xi | < δ.
i=1 j=1 i=1

Por tanto,
ri
n X
X
|f (zji ) − f (zj−1
i
)| < ε.
i=1 j=1
Pn x0i
Tomando
Pn supremos sobre las particiones de [xi , x0i ], resulta i=1 Txi (f ) ≤ ε de donde
0
i=1 |g(xi ) − g(xi )| ≤ ε.
Capı́tulo 2

Teorı́a de la medida abstracta

La teorı́a de la medida e integración de Lebesgue desarrollada en el capı́tulo anterior fue


generalizada por Carathéodory a un contexto abstracto, en el cual la mayorı́a de propiedades
que son ciertas en el caso real siguen valiendo en el caso general. En este capı́tulo desarrolla-
mos dicha teorı́a.

2.1. Espacios de medida

Fue Fréchet en 1915 el primero en observar que los conjuntos medibles Lebesgue no jugaban
un papel esencial en la definición de integral. Lo importante es que la familia de dichos
conjuntos forme una σ-álgebra.
Recordamos que una σ-álgebra definida en un conjunto X es una familia Ω de subconjuntos
de X que verifica
i) ∅ ∈ Ω.
ii) A ∈ Ω =⇒ Ac ∈ Ω.
[
iii) (Ai )i∈N ⊂ Ω =⇒ Ai ∈ Ω.
i∈N
Definición. Un espacio medible es un par (X, Ω) formado por un conjunto X y una σ-
álgebra Ω de subconjuntos de X. Un subconjunto A ⊂ X es medible si A ∈ Ω.
Definición. Dado un espacio medible (X, Ω), una medida µ es una función µ : Ω → R tal
que
i) µ(A) ≥ 0, ∀A ∈ Ω.
ii) µ(∅) = 0.
[ X
iii) µ( Ai ) = µ(Ai ), si Ai ∈ Ω, Ai ∩ Aj = ∅ (i 6= j).
i∈N i∈N
Un espacio de medida es una terna (X, Ω, µ) formada por un espacio medible (X, Ω) y una
medida definida en él.

73
74 2.1. Espacios de medida

Ejemplos.

1. (R, M, m) es un espacio de medida si M son los conjuntos medibles


Z y m la medida de
Lebesgue. También es un espacio de medida (R, M, µ) si µ(E) = f , donde f es una
E
función medible no negativa.

2. Si B es la clase de los conjuntos de Borel en R y m la medida de Lebesgue, (R, B, m)


es un espacio de medida.

3. Si m es el cardinal de un conjunto (llamada medida de contar), (R, P (R), m) es un


espacio de medida.

( Ω la familia de subconjuntos A ⊂ X tales que A


4. Si X es un conjunto no numerable,
0 si A es numerable,
ó Ac es numerable, y µ(A) = entonces (X, Ω, µ) es un
1 si X \ A es numerable,
espacio de medida.

5. Sea F : R → R una función no decreciente y continua por la izquierda. Defini-


mos m[a, b) = F (b) − F (a), m(a, b) = F (b) − F (a+ ), m(a, b] = F (b+ ) − F (a+ ),
m[a, b] = F (b+ ) − F (a). Si extendemos esta función a las uniones e intersecciones
de estos conjuntos, ası́ como a los abiertos y cerrados, obtenemos la llamada medida
de Lebesgue-Stieltjes.

6. Otro ejemplo usual es la medida de Dirac: dado un conjunto arbitrario X y un


elemento x ∈ X, se define la medida de Dirac en x, δx : P (X) → R como δx (A) = 1 si
x ∈ A, y δx (A) = 0 si x 6∈ A.

Proposición 2.1.1. Sea (X, Ω, µ) un espacio de medida. Si A, B ∈ Ω y A ⊂ B, entonces


µ(A) ≤ µ(B).

Demostración. Basta escribir B = A∪(B \A), con lo que µ(B) = µ(A)+µ(B \A) ≥ µ(A).

S P
Proposición 2.1.2. Si (Ai )i∈N ⊂ Ω, µ( i∈N Ai ) ≤ i∈N µ(Ai ).

Sn−1
Demostración. Sea En = An \ i=1 Ai . Entonces En ⊂ An y Ei ∩ Ej = ∅ (i 6= j).
S S P P
Por tanto, µ(En ) ≤ µ(An ) y µ( i∈N Ai ) = µ( i∈N Ei ) = i∈N µ(Ei ) ≤ i∈N µ(Ai ).

Proposición 2.1.3. Sea (Ai )i∈N ⊂ Ω una sucesión de conjuntos medibles.


[
a) Si Ai ⊂ Ai+1 (i ∈ N), entonces µ( Ai ) = lı́m µ(An ).
n→∞
i∈N
\
b) Si µ(A1 ) < ∞ y Ai ⊃ Ai+1 (i ∈ N), entonces µ( Ai ) = lı́m µ(An ).
n→∞
i∈N
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 75

Demostración. a) Si definimos B1 = A1 , Bn = An \ An−1 (n > 1), entonces los conjuntos Bn


son disjuntos dos a dos y, para cada n ∈ N, An = B1 ∪ · · · ∪ Bn . Por tanto,
[ [ X
µ( Ai ) = µ( Bi ) = µ(Bi )
i∈N i∈N i∈N
n
X n
[
= lı́m µ(Bi ) = lı́m µ( Bi ) = lı́m µ(An ).
n→∞ n→∞ n→∞
i=1 i=1

T
b) Llamamos A = i∈N Ai . Ası́
[
A1 = A ∪ (Ai \ Ai+1 )
i∈N

es una unión disjunta de modo que


X
µ(A1 ) = µ(A) + µ(Ai \ Ai+1 )
i∈N
X n−1
X
 
= µ(A) + µ(Ai ) − µ(Ai+1 ) = µ(A) + lı́m µ(Ai ) − µ(Ai+1 )
n→∞
i∈N i=1
= µ(A) + µ(A1 ) − lı́m µ(An ).

S Una medida µ es finita si µ(X) < ∞ y es σ-finita si existe (Xn )n∈N ⊂ Ω tal
Definición.
que X = n∈N Xn y µ(Xn ) < ∞, ∀n. Una medida de probabilidad es aquella que verifica
µ(X) = 1.
Por ejemplo, la medida de Lebesgue en [0, 1] es finita pero la medida de Lebesgue en R es
σ-finita. La medida de contar en un conjunto no numerable no es σ-finita.
Un conjunto A tiene medida finita si AS∈ Ω y µ(A) < ∞ y tiene medida σ-finita si existe
(An )n∈N ⊂ Ω tal que µ(An ) < ∞ y A = n∈N An .
Si µ es una medida σ-finita, todo conjunto medible tiene medida σ-finita.
Definición. Un espacio de medida (X, Ω, µ) es completo si Ω contiene todos los subconjun-
tos de conjuntos de medida cero. Por ejemplo, la medida de Lebesgue es completa pero su
restricción a la σ-álgebra de los conjuntos de Borel no es completa.

Proposición 2.1.4 (compleción). Si (X, Ω, µ) es un espacio de medida, existe un espacio


completo (X, Ω0 , µ0 ) tal que
i) Ω ⊂ Ω0 .
ii) A ∈ Ω =⇒ µ(A) = µ0 (A).
iii) A ∈ Ω0 ⇐⇒ A = U ∪ V , con V ∈ Ω y U ⊂ C, C ∈ Ω, µ(C) = 0.

Esquema de la prueba.

La familia Ω0 definida en iii) es σ-álgebra.


76 2.2. Funciones medibles

Si A ∈ Ω0 , µ(V ) es la misma para cualquier conjunto V ∈ Ω tal que A = U ∪ V , con


U ⊂ C, C ∈ Ω, µ(C) = 0.
Se define µ0 (A) = µ(V ) y se prueba que (X, Ω0 , µ0 ) es un espacio completo.

2.2. Funciones medibles


A lo largo de esta sección, (X, Ω, µ) será un espacio de medida.
Proposición 2.2.1. Sea f : X → R. Son equivalentes:
i) {x : f (x) < α} ∈ Ω, ∀α.
ii) {x : f (x) ≤ α} ∈ Ω, ∀α.
iii) {x : f (x) > α} ∈ Ω, ∀α.
iv) {x : f (x) ≥ α} ∈ Ω, ∀α.

Demostración. Idéntica al caso real.

Definición. Si una cualesquiera de las proposiciones anteriores se cumple, decimos que f es


una función medible.
Teorema 2.2.2. Si f, g son medibles, f + g, c · f y f · g son medibles.
Además, si (fn ) es una sucesión de funciones medibles, sup fn , ı́nf fn , lı́m sup fn y lı́m inf fn
son medibles.

Demostración. Análoga al caso real.

Definición.
Pn Toda combinación lineal de funciones caracterı́sticas de conjuntos medibles
f (x) = i=1 ci · χEi (x) es una función simple.
Es fácil probar que las funciones simples forman un álgebra. Basta comprobar que χA + χB =
χA\B + 2χA∩B + χB\A y que χA · χB = χA∩B .
Proposición 2.2.3. Sea f ≥ 0 medible. Entonces existe una sucesión (ϕn )n∈N creciente de
funciones simples no negativas tal que f (x) = lı́mn→∞ ϕn (x), ∀x ∈ X. Si f está definida en
un espacio de medida σ-finito, podemos elegir ϕn para que se anule fuera de un conjunto de
medida finita.

Demostración. Sea n ∈ N. Definimos los conjuntos medibles


 
k k+1
Enk = x ∈ X : n ≤ f (x) < , k = 0, 1, . . . , n · 2n − 1,
2 2n
E∞ = {x ∈ X : f (x) ≥ n}.
(
k/2n si x ∈ Enk , k = 0, 1, . . . , n · 2n − 1
Definimos a continuación ϕn (x) =
n si x ∈ E∞ .
Ası́ definida, ϕn es simple no negativa y la sucesión (ϕn )n∈N es creciente. También es sencillo
comprobar que lı́mn→∞ ϕn (x) = f (x).
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 77

Corolario 2.2.4. Si f es una función medible real, entonces es lı́mite de una sucesión de
funciones simples.

Basta considerar la sucesión ϕn − ψn , donde ϕn → f + y ψn → f − .


Proposición 2.2.5. Si µ es una medida completa y f es una función medible tal que f = g
c.s., entonces g es medible.

2.3. Integración de funciones medibles


También supondremos a lo largo de esta sección que (X, Ω, µ) es un espacio de medida.
n
X
Definición. Si ϕ(x) = ci · χEi (x) una función simple no negativa, definimos
i=1
Z n
X
ϕ dµ = ci · µ(Ei ),
i=1

donde convenimos que 0 · ∞ = 0 cuando µ(Ei ) = ∞ y ci = 0.


Si E es un conjunto medible, definimos
Z Z n
X
ϕ dµ = ϕ · χE dµ = ci · µ(Ei ∩ E).
E i=1

Es fácil ver que el resultado es independiente de la representación de ϕ (primero se prueba


que pueden elegirse Ei disjuntos y luego que pueden hacerse ci distintos).
Si a, b ≥ 0 y ϕ, ψ son funciones simples no negativas, de la definición se deduce que
Z Z Z
(aϕ + bψ) dµ = a ϕ dµ + b ψ dµ;
Z Z
ϕ ≤ ψ =⇒ ϕ dµ ≤ ψ dµ.

Definición. Si f : X → R es una función medible no negativa en (X, Ω, µ), se define


Z Z
f dµ = sup{ ϕ dµ : ϕ es una función simple con 0 ≤ ϕ ≤ f }.

Z Z
Del mismo modo, se define f dµ = f · χE dµ si E ∈ Ω.
E

Proposición 2.3.1. Sean f, g : X → [0, ∞] medibles y A, B ∈ Ω. Entonces


Z Z
i) f ≤ g c.s =⇒ f dµ ≤ g dµ.
Z Z
ii) A ⊂ B =⇒ f dµ ≤ f dµ.
A B
78 2.3. Integración de funciones medibles

Z
iii) f (x) = 0 para casi todo x ∈ A =⇒ f dµ = 0.
A
Z
iv) µ(A) = 0 =⇒ f dµ = 0.
A

Demostración. La primera parte es evidente. Para probar ii), basta observar que f ·χA ≤ f ·χB
y aplicar i).
Z evidente porque, si ϕ es una función simple tal que 0 ≤ ϕ ≤ f , entonces
El apartado iii) es
ϕ = 0, de donde ϕ dµ = 0.
A
P
Por último, si ϕ = k∈N ck · χEk es una función simple tal que 0 ≤ ϕ ≤ f , entonces
Z X
ϕ dµ = ck · µ(Ek ∩ A) = 0
A k∈N

ya que Ek ∩ A ⊂ A y µ(A) = 0.

Proposición 2.3.2. Sea f : X → [0, ∞] medible.


Z
1
a) Para todo α > 0, µ({x : f (x) ≥ α}) ≤ f dµ.
α
Z
b) Si E es medible, f dµ = 0 =⇒ f = 0 c.s. en E.
E
Z
c) Si E es medible, f dµ < ∞ =⇒ f < ∞ c.s. en E.
E

Demostración. a) Si llamamos E = {x : f (x) ≥ α}, entonces


Z Z Z
α · µ(E) = α · χE dµ ≤ f dµ ≤ f dµ.
E X

b) Para cualquier n ∈ N,
Z Z
µ({x : f · χE ≥ 1/n}) ≤ n f · χE dµ = n f dµ = 0.
E

Como [
{x : f · χE > 0} = {x : f · χE ≥ 1/n},
n∈N

entonces µ({x : f > 0} ∩ E) = µ({x : f · χE > 0}) = 0.


Z
1
c) Por el apartado a), para todo k ∈ N, µ({x : f · χE ≥ k}) ≤ f dµ < ∞.
k E
Como \
{x : f · χE = ∞} = {x : f · χE ≥ k},
k∈N

entonces µ({x : f · χE = ∞}) ≤ µ({x : f · χE ≥ k}) = 0.


Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 79

Proposición 2.3.3. Sea (X, Ω, µ) es un espacio de medida completo.


a) Si f = g c.s. y f es medible, entonces g es medible.
b) Si, ∀k ∈ N, fk son reales y medibles y fk → f c.s., entonces f es medible.

Demostración. a) Sean α ∈ R, B ∈ Ω con µ(B) = 0 tal que f (x) = g(x), si x ∈ B c . Entonces

{x : g(x) < α} = ({x : g(x) < α} ∩ B c ) ∪ ({x : g(x) < α} ∩ B)


= ({x : f (x) < α} ∩ B c ) ∪ ({x : g(x) < α} ∩ B).

El primero de estos conjuntos es medible por serlo f y el segundo también es medible por
estar contenido en B y por ser el espacio completo.
b) Sea B ∈ Ω con µ(B) = 0 y fk (x) → f (x), ∀x ∈ B c .
Si gk = fk · χB c , entonces gk es medible y gk → f · χB c . Entonces f · χBc es medible. Como
f · χB c = f c.s., entonces f es también medible.

La aditividad de la integral ya no es evidente y se prueba utilizando los teoremas de conver-


gencia.

Teorema 2.3.4 (lema de Fatou). Sea (fn )n∈N una sucesión de funciones medibles no
negativas que converge a f c.s. en E. Entonces
Z Z
f dµ ≤ lı́m inf fn dµ.
E E

Demostración. Supongamos (por simplicidad en la notación) que fn (x) → f (x), ∀x ∈ E.


Probaremos que
Z Z
ϕ dµ ≤ lı́m inf fn dµ, ∀ϕ función simple con 0 ≤ ϕ ≤ f.
E E

Z
Si ϕ dµ = ∞, entonces existe A medible, con A ⊂ E y µ(A) = ∞, tal que ϕ > M > 0
E
en A, ∀M > 0.
\
Llamamos An = {x ∈ E : fk (x) > M }. Ası́, (An )n∈N es una sucesión creciente de
k≥n S
conjuntos medibles tal que A ⊂ n∈N An (pues ϕ ≤ lı́m fn ) y, si x ∈ A, ϕ(x) > M .
Entonces lı́m µ(An ) ≥ µ(A) = ∞.
Z Z Z Z
Como fn dµ ≥ fn dµ > M · µ(An ), entonces lı́m fn dµ = ∞ = ϕ dµ.
E An E E
Z
Si ϕ dµ < ∞, existe un conjunto medible A ⊂ E con µ(A) < ∞, tal que ϕ se anula
E
en E \ A. Si M = máx ϕ, dado ε > 0, definimos
\
An = {x ∈ A : fk (x) ≥ (1 − ε)ϕ(x)}.
k≥n
80 2.3. Integración de funciones medibles

S
Ası́ (An )n∈N es una sucesión creciente de conjuntos medibles
T tal que A ⊂ n∈N An de
modo que (A \ An )n∈N es una sucesión decreciente con n∈N (A \ An ) = ∅.
T
Como µ( n∈N A \ An ) = lı́m µ(A \ An ) = 0, existe n0 ∈ N tal que µ(A \ Ak ) < ε,
∀k ≥ n0 . Por tanto,
Z Z Z Z Z
fk dµ ≥ fk dµ ≥ (1 − ε) ϕ dµ = (1 − ε) ϕ dµ − (1 − ε) ϕ dµ
E Ak Ak E A\Ak
Z Z Z Z 
≥ (1 − ε) ϕ dµ − ϕ dµ ≥ ϕ dµ − ε ϕ dµ + M ,
E A\Ak E E
Z Z Z
de donde lı́m inf fn dµ ≥ ϕ dµ − ε( ϕ dµ + M ).
E E E
Z Z
Com ε es arbitrario, lı́m inf fn dµ ≥ ϕ dµ.
E E

Teorema 2.3.5 (convergencia monótona). Sea (fn )n∈N una sucesión creciente de fun-
ciones medibles no negativas que converge c.s. a f . Entonces
Z Z
f dµ = lı́m fn dµ.

Z Z Z 
Demostración. Como fn ≤ fn+1 , fn dµ ≤ fn+1 dµ. Por tanto, la sucesión fn dµ
n∈N
tiene lı́mite (finito o infinito).
Z Z Z Z
Como fn dµ ≤ f dµ, entonces lı́m sup fn dµ ≤ f dµ.

Por el lema de Fatou,


Z Z Z Z
f dµ ≤ lı́m inf fn dµ ≤ lı́m sup fn dµ ≤ f dµ.

Combinando ambas desigualdades se obtiene el resultado.

Proposición 2.3.6. Sean f, g ≥ 0 funciones medibles y a, b ≥ 0. Entonces


Z Z Z
a) (af + bg) dµ = a f dµ + b g dµ.
Z
b) f dµ ≥ 0. La igualdad es cierta sólo si f = 0 c.s.

Demostración. a) Sean (ϕn )n∈N y (ψn )n∈N sucesiones crecientes de funciones simples no ne-
gativas que convergen a f y g, respectivamente. Entonces (aϕn + bψn )n∈N es una sucesión
creciente de funciones simples no negativas que converge a af + bg. Por el teorema anterior,
Z Z  Z Z  Z Z
(af + bg) dµ = lı́m (aϕn + bψn ) dµ = lı́m a ϕn dµ + b ψn dµ = a f dµ + b g dµ.
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 81

Z Z
b) Es evidente que f dµ ≥ 0. Si f dµ = 0, llamamos An = {x : f (x) ≥ 1/n}. Entonces
Z
1 S
f ≥ n · χAn y µ(An ) = χAn dµ = 0. Como {x : f (x) > 0} = n∈N An , entonces dicho
conjunto tiene medida cero.

Corolario 2.3.7. ZSea (fn )n∈N una sucesión de funciones medibles no negativas. Entonces
Z X X
fn dµ = fn dµ.
n∈N n∈N
S
Corolario 2.3.8. Si A = n∈N An ,
donde (An )n∈N Zes una sucesión de conjuntos medibles
XZ
disjuntos, y f ≥ 0 es una función medible, entonces f dµ = f dµ.
A n∈N An

Z Una función f ≥ 0 se dice integrable sobre un conjunto medible E si es


Definición.
medible y f dµ < ∞.
E
Z Z Z
Sea f : X → R una función medible. Se define f dµ = f + dµ − f − dµ si alguna de
E E E
las integrales de la derecha es finita. Decimos que f es integrable cuando ambas son finitas.
Si E ∈ Ω, f es integrable en E cuando f · χE es integrable.
Proposición 2.3.9. Sean E un conjunto medible y f una función Z real y medible.
Z Entonces

f es integrable en E si y sólo si |f | es integrable en E. Además f dµ ≤ |f | dµ.
E E

Corolario 2.3.10. Sean E un conjunto medible y f una función real y medible. Entonces f
es integrable en E si y sólo si existe h integrable, con |f | ≤ h c.s.
Proposición 2.3.11. Sean f , g funciones reales y medibles y E un conjunto medible. En-
tonces Z Z
i) Si f, g son integrables y f ≤ g, entonces f dµ ≤ g dµ.

ii) Si f = g c.s, entonces f integrable ⇐⇒ g integrable.


Z
iii) Si f = 0 para casi todo x ∈ E, entonces f dµ = 0.
E
Z
iv) Si µ(E) = 0, entonces f dµ = 0.
E

Demostración. i) Si f ≤ g, entonces f + ≤ g + y f − ≥ g − . Por tanto,


Z Z
(f − f ) dµ ≤ (g + − g − ) dµ.
+ −

ii) Basta observar que |f | = |g| c.s.


El resto es evidente.

Z i) Si f , gZ son integrables y a, b ∈ R, entonces af + bg es integrable y


Proposición 2.3.12.
Z
(af + bg) dµ = a f dµ + b g dµ.
E E E
82 2.4. Teoremas generales de convergencia

[
ii) Si f es integrable en un conjunto medible E, con E = Ak (unión disjunta), entonces
Z k∈N
XZ
f dµ = f dµ.
E k∈N Ak
Z
iii) Si f dµ = 0, para todo E ∈ Ω, entonces f = 0 en casi todo x ∈ X.
E
Z Z
Demostración. iii) Como f + dµ = f dµ = 0, entonces f + = 0 c.s. Análogamente
{x:f (x)≥0}
se prueba que f − = 0 c.s.

Teorema 2.3.13 (convergencia dominada de Lebesgue). Sea g real e integrable sobre


E y (fn )n∈N una sucesión de funciones
Z mediblesZreales tal que |fn (x)| ≤ |g(x)|, ∀x ∈ E, y
fn (x) → f (x) c.s. en E. Entonces f dµ = lı́m fn dµ.
E n∈N E

Demostración. Basta aplicar el lema de Fatou a g + fn y g − fn .

2.4. Teoremas generales de convergencia


Definición. Dado un espacio medible (X, Ω) y una sucesión (µn )n∈N de medidas definidas
en Ω, decimos que µn converge a µ cuando

∀E ∈ Ω, µ(E) = lı́m µn (E).

Proposición 2.4.1. Si (µn )n∈N es una sucesión de medidas en (X, Ω) que converge a una
medida µ y (fn )n∈N es una sucesión de funciones medibles que converge puntualmente a f ,
entonces Z Z
f dµ ≤ lı́m inf fn dµn .

Z Z
Demostración. Si ϕ es simple, por hipótesis ϕ dµn = lı́m ϕ dµ.
Z Z Z
Por la definición de f dµ, basta probar que ϕ dµ ≤ lı́m inf fn dµn para cualquier
función simple ϕ ≤ f .
Z
• Caso ϕ dµ < ∞.

La función ϕ se anula fuera de un conjunto E de medida finita. Dado ε > 0, llamamos

En = {x : fk (x) ≥ (1 − ε)ϕ(x), ∀k ≥ n}.


S
Ası́ (En )n∈N es una sucesión creciente de conjuntos tal que E ⊂ n∈N En con lo que (E\En )n∈N
es una sucesión decreciente de conjuntos medibles con intersección vacı́a. Por tanto, existe
m ∈ N tal que µ(E \ Em ) < ε. Como µ(E \ Em ) = lı́mk→∞ µk (E \ Em ), podemos elegir n ≥ m
para que µk (E \ Em ) < ε, ∀k ≥ n.
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 83

Como E \ Ek ⊂ E \ Em , µk (E \ Ek ) < ε, ∀k ≥ n. Entonces


Z Z Z
fk dµk ≥ fk dµk ≥ (1 − ε) ϕ dµk
Ek
Z Z Ek Z
≥ (1 − ε) ϕ dµk − ϕ dµk ≥ (1 − ε) ϕ dµk − M · ε,
E E\Ek E

donde M = máx ϕ. Ası́ pues,


Z Z Z 
lı́m inf fk dµk ≥ ϕ dµ − ε ϕ dµ + M .
E
Z Z
Como ε es arbitrario, ϕ dµ ≤ lı́m inf fk dµk .
E
Z
• Caso ϕ dµ = ∞.

Análogo al anterior.
Proposición 2.4.2. Si (µn )n∈N es una sucesión de medidas en (X, Ω) que converge a una
Z que |fn | ≤ |gn |, que
medida µ, y (fn )n∈N y (gn )n∈N dos sucesiones de funcionesZmedibles, tales
convergen puntualmente a f y g, respectivamente, y lı́m gn dµn = g dµ < ∞, entonces
Z Z
lı́m fn dµn = f dµ.

Demostración. Basta aplicar la proposición anterior a gn + fn y gn − fn .

2.5. Medidas con signo


Teniendo en cuenta que el espacio de medidas no permite la multiplicación por constantes
negativas y, a fin de generalizar el concepto de continuidad absoluta de funciones reales,
necesitamos contar con espacios de medida que incluyan funciones de conjuntos con valores
positivos y negativos. Esto nos lleva a definir las medidas con signo.
Definición. Dado un espacio medible (X, Ω), una función ν : Ω → R es una medida con
signo si

i) ν alcanza como máximo uno de los valores +∞ ó −∞.


ii) ν(∅) = 0.
S P
iii) ν( i∈N Ei ) = i∈N ν(Ei ), si (Ei )i∈N es una sucesión de conjuntos medibles disjuntos.

Observaciones. 1) La condición i) se impone para evitar términos de la forma ∞ − ∞ en la


condición iii).
S
2) La igualdad en iii) significa que la serie de la derecha converge absolutamente
S si ν( i∈N Ei )
es finito y que diverge en otro caso. Para comprobarlo, supongamos que |ν( i∈N Ei )| < ∞.
Si definimos ( (
+ Ei si ν(Ei ) ≥ 0 − Ei si ν(Ei ) < 0
Ei = , Ei = ,
∅ si ν(Ei ) < 0 ∅ si ν(Ei ) ≥ 0
84 2.5. Medidas con signo

[ X [ X
entonces ν( Ei+ ) = ν(Ei+ ) y ν( Ei− ) = ν(Ei− ). Como los términos de estas series
i∈N i∈N i∈N i∈N
tienen signo constante y ν sólo puede tomar uno de los valores +∞ ó ! −∞, al menos una de
X X [ X
estas series converge. Ahora bien, ν(Ei+ ) + ν(Ei− ) = ν Ei = ν(Ei ), la cual
i∈N i∈N i∈N i∈N P
es convergente por hipótesis. Por tanto, ambas series son convergentes y la serie i∈N ν(Ei )
es absolutamente convergente.

Ejemplos. 1) Si (X, Ω, µ) es un espacio de medida yZf es medible con al menos uno de los
valores f + dµ ó f − dµ finito, la función ν(E) =
R R
f dµ, ∀E ∈ Ω, es una medida con
E
signo.
2) Si µ1 y µ2 son dos medidas en (X, Ω) y al menos una de ellas es finita, entonces µ1 − µ2
es una medida con signo.

Proposición 2.5.1. Si |ν(A)| < ∞, para cualquier B ∈ Ω con B ⊂ A, se cumple que


|ν(B)| < ∞ y ν(A \ B) = ν(A) − ν(B).

Demostración. Escribimos A = B∪(A\B) (unión disjunta). Ası́ pues, ν(A) = ν(B)+ν(A\B).


Como ν(A) ∈ R, entonces ν(B) ∈ R y ν(A \ B) ∈ R.

Proposición 2.5.2 (continuidad monótona). Sea ν una medida con signo en un espacio
medible (X, Ω) y (An )n∈N una sucesión de conjuntos medibles.
[
a) Si (An )n∈N es creciente, entonces ν( An ) = lı́m ν(An ).
n→∞
n∈N
\
b) Si (An )n∈N es decreciente y |ν(A1 )| < ∞, entonces ν( An ) = lı́m ν(An ).
n→∞
n∈N

La demostración es análoga a la de las proposiciones 1.3.15 y 1.3.16.


Una especie de recı́proco de la proposición anterior es el siguiente.

Proposición 2.5.3. Si µ : Ω → R es una función de conjuntos aditiva, tal que µ(∅) = 0 y


verifica alguna de las condiciones
S
a) si (Bn )n∈N es una sucesión creciente de conjuntos medibles tal que B = n∈N Bn ∈ Ω,
entonces lı́m µ(Bn ) = µ(B);
T
b) si (Bn )n∈N es una sucesión decreciente de conjuntos medibles tal que n∈N Bn = ∅, entonces
lı́m µ(Bn ) = 0;
entonces µ es numerablemente aditiva.

S
n )n∈N ⊂ Ω una sucesión de conjuntos disjuntos
Demostración. Sea (AS tal que A = n∈N An ∈
Ω. Si definimos Bn = ni=1 Ai , entonces (Bn )n∈N es creciente y n∈N Bn = A, con lo que
S

n
X n
[
µ(Ai ) = µ( Ai ) = µ(Bn ).
i=1 i=1
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 85

Si se verifica a), resulta



X n
X
µ(Ai ) = lı́m µ(Ai ) = lı́m µ(Bn ) = µ(A).
n→∞ n→∞
i=1 i=1

En caso de que se verifique b), como (A\Bn )n∈N es una sucesión decreciente cuya intersección
es vacı́a, y como µ(A) = µ(A \ Bn ) + µ(Bn ), entonces

X
µ(A) = lı́m µ(Bn ) = µ(Ai ).
n→∞
i=1

Definición. Un conjunto A es positivo respecto a una medida con signo ν si A es


medible y para todo subconjunto medible E ⊂ A, ν(E) ≥ 0.
Análogamente, un conjunto B es negativo si es medible y para todo subconjunto medible
E ⊂ B, ν(E) ≤ 0.
Un conjunto positivo y negativo a la vez se llama conjunto nulo.

Lema 2.5.4. Todo suconjunto medible de un conjunto positivo es un conjunto positivo. La


unión numerable de conjuntos positivos es positivo.

Demostración. La primera parte es consecuencia de la definición.


Si A = n∈N An , con An positivos, y E ⊂ A es medible, llamamos En = E∩An ∩Acn−1 ∩· · ·∩Ac1 .
S
Ası́, En es medible y En ⊂ An , de donde ν(En ) ≥ 0.
Como E = n∈N En es unión disjunta, ν(E) = ∞
S P
n=1 ν(En ) ≥ 0. Por tanto, A es un conjunto
positivo.

El siguiente resultado garantiza la existencia de algún conjunto positivo no vacı́o.

Lema 2.5.5. Sea E un conjunto medible con 0 < ν(E) < ∞. Entonces existe A ⊂ E conjunto
positivo tal que ν(A) > 0.

Demostración. O bien E es un conjunto positivo (con lo cual no hay nada que probar) o
contiene conjuntos de medida negativa. En este caso, sea n1 el menor entero positivo tal que
existe E1 ⊂ E medible con ν(E1 ) < −1/n1 .
Por inducción, llamamos nk al menor entero positivo para S∞el cual existe Ek medible S∞tal que
Ek ⊂ E \ k−1
S
j=1 E j y ν(E k ) < −1/n k . Si hacemos
P∞A = E \ k=1 E k , entonces E = A∪ k=1 Ek .
Como es una unión disjunta, P ν(E) = ν(A) + k=1 ν(E k ) y la serie converge absolutamente
pues ν(E) < ∞. Entonces 1/nk < ∞ y nk → ∞. Como ν(Ek ) ≤ 0 y ν(E) > 0, debe ser
ν(A) > 0.
Para ver que A es un conjunto positivo, sea ε > 0 arbitrario. Como nk → ∞, podemos elegir
k tal que nk1−1 < ε.
Como A ⊂ E \ kj=1 Ej , A no contiene subconjuntos medibles con medida menor que n−1
S
k −1
,
la cual es mayor que −ε.
86 2.5. Medidas con signo

Como ε es arbitrario, A no contiene conjuntos de medida negativa con lo que ha de ser un


conjunto positivo.

Proposición 2.5.6 (teorema de descomposición de Hahn). Sea ν una medida con


signo en un espacio medible (X, Ω). Existen A positivo y B negativo tales que X = A ∪ B y
A ∩ B = ∅.

Demostración. Supongamos, por ejemplo, que ν no toma el valor +∞.


Sea λ = sup{ν(A) : A positivo}. Como ∅ es positivo, λ ≥ 0.
Sea (Ai )i∈N una sucesión de conjuntos positivos tal que λ = lı́mi→∞ ν(Ai ) y llamamos A =
S ∞
i=1 Ai , el cual es también un conjunto positivo, de donde λ ≥ ν(A). Pero A \ Ai ⊂ A, con
lo que ν(A \ Ai ) ≥ 0.
Ası́ ν(A) = ν(Ai ) + ν(A \ Ai ) ≥ ν(Ai ). Por tanto, ν(A) ≥ λ, de donde ν(A) = λ y λ < ∞.
Sea B = Ac y supongamos que E es un subconjunto positivo de B. Entonces E ∩ A = ∅ y
E ∪ A es un conjunto positivo. Por tanto,

λ ≥ ν(E ∪ A) = ν(E) + ν(A) = ν(E) + λ

de donde ν(E) = 0, pues 0 ≤ λ < ∞. Ası́ que B no contiene subconjuntos positivos de medida
positiva y, en consecuencia, no contiene subconjuntos de medida positiva. Entonces B es un
conjunto negativo.

La descomposición de Hahn de una medida con signo no es única. Sin embargo, se puede ver
que la descomposición es única excepto para conjuntos nulos.

Definición. Dos medidas ν1 y ν2 en un espacio (X, Ω) son mutuamente singulares (lo


que denotaremos por ν1 ⊥ν2 ) si existen A y B medibles y disjuntos tales que X = A ∪ B y
ν1 (A) = ν2 (B) = 0.
A veces también se dice que ν1 es singular respecto a ν2 .
Por definición, dos medidas mutuamente singulares tienen como soporte dos conjuntos dis-
juntos.

Proposición 2.5.7. Sea ν una medida con signo en un espacio (X, Ω). Entonces existe un
único par de medidas ν + y ν − mutuamente singulares tales que ν = ν + − ν − .

Demostración. Sea {A, B} una descomposición de Hahn de ν. Definimos

ν + (E) = ν(E ∩ A), ν − (E) = −ν(E ∩ B)

las cuales verifican que ν = ν + − ν − .


Veamos que dichas medidas están bien definidas. Para ello, si tenemos dos descomposiciones
de Hahn X = A1 ∪ B1 = A2 ∪ B2 , si E es un conjunto medible,

E ∩ (A1 \ A2 ) ⊂ E ∩ A1 =⇒ ν(E ∩ (A1 \ A2 )) ≥ 0


E ∩ (A1 \ A2 ) ⊂ E ∩ Ac2 = E ∩ B2 =⇒ ν(E ∩ (A1 \ A2 )) ≤ 0.
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 87

Entonces ν(E ∩ (A1 \ A2 )) = 0 y, por simetrı́a, ν(E ∩ (A2 \ A1 )) = 0. Por tanto, ν(E ∩ A1 ) =
ν(E ∩ A1 ∩ A2 ) = ν(E ∩ A2 ).
De forma análoga se obtiene que ν(E ∩ B1 ) = ν(E ∩ B2 ).
Las medidas ν + y ν − son mutuamente singulares debido a que ν + (B) = ν(A ∩ B) = 0 y
ν − (A) = −ν(A ∩ B) = 0.
Para probar la unicidad, hay que ver que cualquier par de medidas mutuamente singulares
determina una descomposición de Hahn.

Definición. La descomposición de ν dada por la proposición anterior se llama descomposi-


ción de Jordan de ν. Las medidas ν + y ν − se llaman parte positiva y parte negativa
de ν, respectivamente.
Como ν toma como máximo uno de los valores +∞ ó −∞, una de las medidas ν + ó ν − es
finita. Si ambas lo son, decimos que ν es una medida con signo finita.
La medida |ν| = ν + + ν − se llama valor absoluto o variación total de ν.
Un conjunto E es positivo para ν si ν − (E) = 0 y es nulo si |ν|(E) = 0.

2.6. Teorema de Radon-Nikodym


La noción contraria a la de medidas mutuamente singulares es la de medidas absolutamente
continuas.
Definición. Decimos que ν es absolutamente continua respecto a µ (lo que escribiremos
como ν << µ) si
µ(A) = 0 =⇒ ν(A) = 0.
Dos medidas µ y ν tales que µ << ν y ν << µ se dicen equivalentes lo que se denota como
µ ≡ ν.
En el caso de que ν y µ sean medidas con signo, se dice que ν es absolutamente continua
respecto a µ si ν << |µ|.

Proposición 2.6.1. Si µ es una medida y f una función integrable, y definimos


Z
ν(E) = f dµ, ∀E ∈ Ω,
E

entonces ν es una medida con signo y ν << µ.

Demostración.
Z Por un lado, si f es integrable,
Z entonces es finita c.s. con lo que ν(E) =
f · χE dµ es finita. Además, ν(∅) = f dµ = 0.
X ∅
Para ver que ν es numerablemente aditiva, sea (En )n∈N una sucesión de conjuntos medibles
disjuntos dos a dos y supongamos que f ≥ 0.
[ k
[
Llamamos A = E n y Ak = En . Ası́ pues, (f · χAk )k∈N es una sucesión creciente de
n∈N n=1
funciones integrables no negativas tal que lı́mk→∞ f · χAk = f · χA . Por el teorema de la
88 2.6. Teorema de Radon-Nikodym

convergencia monótona,
Z k
X X
ν(A) = lı́m f · χAk dµ = lı́m ν(En ) = ν(En ).
k→∞ X k→∞
n=1 n∈N

En el caso general, basta descomponer f = f + − f − , donde f + , f − ≥ 0.


Falta comprobar que ν << µ. Para ello, supongamos que E es un conjunto medible tal que
µ(E) = 0. Entonces fZ · χE = 0 sobre E c , con lo que f · χE = 0 c.s. con respecto a µ. Esto
significa que ν(E) = f · χE dµ = 0.
X

El recı́proco de este resultado necesita alguna hipótesis adicional y algún resultado previo.
Lema 2.6.2. Sea D ⊂ R un conjunto numerable y supongamos que, para cada α ∈ D, existe
Bα ∈ Ω tal que Bα ⊂ Bβ si α < β. Entonces existe f : X → R medible tal que f ≤ α en Bα
y f ≥ α en X \ Bα (es decir, {x : f (x) < α} ⊂ Bα ⊂ {x : f (x) ≤ α}).

Demostración. Para cada x ∈ X, sea f (x) = ı́nf{α : x ∈ Bα } (donde convenimos que


ı́nf ∅ = ∞).
Si x ∈ Bα , f (x) ≤ α.
Si x 6∈ Bα , x 6∈ Bβ , ∀β < α, de donde f (x) ≥ α.
Para probar que f es medible, veamos que
[
{x : f (x) < α} = Bβ .
β<α

Si f (x) < α, por la definición de f , x ∈ Bβ para algún β < α.


Si x ∈ Bβ para algún β < α, entonces f (x) ≤ β < α.

Lema 2.6.3. Sea D ⊂ R un conjunto numerable y supongamos que, para cada α ∈ D, existe
Bα ∈ Ω tal que µ(Bα \ Bβ ) = 0, α < β. Entonces existe f medible tal que f ≤ α c.s. en Bα
y f ≥ α c.s. en X \ Bα .
S
Demostración. Sea C = α<β Bα \ Bβ . Entonces µ(C) = 0.
Llamamos Bα0 = Bα ∪ C. Si α < β, entonces
Bα0 \ Bβ0 = (Bα \ Bβ ) \ C = ∅.
Por el lema anterior, existe f medible tal que f ≤ α en Bα0 y f ≥ α en X \ Bα0 . De este modo,
f ≤ α en Bα y f ≥ α en X \ Bα , excepto si x ∈ C.

Teorema 2.6.4 (Radon-Nikodym). Sea (X, Ω, µ) un espacio de medida σ-finito, y sea


ν << µ. Entonces existe f ≥ 0 medible tal que
Z
ν(E) = f dµ, ∀E ∈ Ω.
E

La función f es única en el sentido que, si g es medible y tiene la misma propiedad, entonces


g = f c.s.
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 89

Demostración. Veremos únicamente el caso en que µ es finita. La extensión a medidas σ-


finitas ya no es difı́cil.
Para cualquier α ∈ Q, ν − αµ es una medida con signo, y sea (Aα , Bα ) una descomposición
de Hahn de dicha medida, donde A0 = X, B0 = ∅.
Como Bα \ Bβ = Bα ∩ Aβ , entonces (ν − αµ)(Bα \ Bβ ) ≤ 0 y (ν − βµ)(Bα \ Bβ ) ≥ 0. Si β > α,
esto implica que µ(Bα \ Bβ ) = 0.
Por el lema 2.6.3, existe f medible tal que, para todo α ∈ Q, f ≥ α c.s. en Aα y f ≤ α c.s.
en Bα .
Como B0 = ∅, podemos elegir f ≥ 0.
Sea ahora E ∈ Ω arbitrario. Para cualquier N ∈ N, llamamos

[
Ek = E ∩ (B(k+1)/N \ Bk/N ), E∞ = E \ Bk/N .
k=0

[
Entonces E = E∞ ∪ Ek (unión disjunta). Por tanto,
k=0

X
ν(E) = ν(E∞ ) + ν(Ek ).
k=0

Como Ek ⊂ B(k+1)/N ∩ Ak/N , resulta k/N ≤ f ≤ (k + 1)/N en Ek y


Z
k k+1
µ(Ek ) ≤ f dµ ≤ µ(Ek ).
N Ek N
k k+1
Como además µ(Ek ) ≤ ν(Ek ) ≤ µ(Ek ), tenemos
N N
Z
1 1
ν(Ek ) − µ(Ek ) ≤ f dµ ≤ ν(Ek ) + µ(Ek ).
N Ek N

En E∞ , tenemos f = ∞ c.s. porque f ≥ α, para todo α.


Si µ(E∞ ) > 0, debe ser ν(E∞ ) = ∞ pues (ν − αµ)(E∞ ) es positivo para todo α.
Si µ(E∞ ) = 0, debe ser ν(E∞ ) = 0 pues ν << µ.
Z
En cualquier caso, ν(E∞ ) = f dµ.
E∞
Añadiendo esta igualdad a las desigualdades anteriores, obtenemos:
Z
1 1
ν(E) − µ(E) ≤ f dµ ≤ ν(E) + µ(E).
N E N
Z
Como µ(E) es finito y N arbitrario, ν(E) = f dµ.
E
Z Z Z
Para probar la unicidad, basta observar que, si f dµ = g dµ, entonces (f − g) dµ = 0,
E E E
de donde f = g c.s.
90 2.6. Teorema de Radon-Nikodym

Observación. La función f dada por el teorema se llama derivada de Radon-Nikodym



de ν respecto a µ, y se denota por .

Las propiedades de las derivadas de Radon-Nikodym hacen recordar el formalismo de las
diferenciales. Por ejemplo, las siguientes propiedades son válidas en este contexto:

d(ν1 + ν2 ) d(ν1 + ν2 ) dν1 dν2


a) Si existe , entonces = + c.s. con respecto a µ.
dµ dµ dµ dµ
dµ3
b) Si µ1 , µ2 y µ3 son medidas σ-finitas tales que µ2 << µ1 y µ3 << µ2 , entonces =
dµ1
dµ3 dµ2
· c.s. con respecto a µ1 .
dµ2 dµ1
c) Si ν y µ son medidas σ-finitas tales queZν << µ y Zsi f es una función medible finita para
R dν
la cual está definida f dν, entonces f dν = f · dµ.

El resultado final de esta sección muestra que toda medida con signo puede descomponerse
en una parte absolutamente continua y una parte singular respecto a otra medida con signo.
Proposición 2.6.5 (descomposición de Lebesgue). Sea (X, Ω, µ) un espacio de medida
σ-finito y ν una medida σ-finita definida en Ω. Entonces existen ν0 ⊥µ y ν1 << µ tales que
ν = ν0 + ν1 . Dichas medidas son únicas.

El par (ν0 , ν1 ) recibe el nombre de descomposición de Lebesgue de ν respecto a µ.

Demostración. Nos limitaremos al caso de medidas positivas.


La medida λ = µ + ν es σ-finita. Como µ y ν son absolutamente continuas respecto a λ, por
el teorema anterior, existen f y g medibles y no negativas tales que
Z Z
µ(E) = f dλ, ν(E) = g dλ, ∀E ∈ Ω.
E E

Sean A = {x : f (x) > 0} y B = {x : f (x) = 0}. Entonces X = A ∪ B, con A ∩ B = ∅ y


µ(B) = 0.
Si definimos ν0 (E) = ν(E ∩ B), entonces ν0 (A) = 0, de donde ν0 ⊥µ.
Z
Si definimos ν1 (E) = ν(E ∩ A) = g dλ, entonces ν = ν0 + ν1 . Sólo queda probar que
E∩A
ν1 << µ.
Z
Para ello, sea E un conjunto tal que µ(E) = 0. Entonces f dλ = 0, de donde f = 0 c.s. en
E
E con respecto a λ.
Como f > 0 en A ∩ E, debe ser λ(A ∩ E) = 0. Por tanto, ν(A ∩ E) = 0 y también ν1 (E) =
ν(A ∩ E) = 0.
Para probar la unicidad, sean (ν0 , ν1 ) y (ν00 , ν10 ) dos descomposiciones de ν respecto a µ. Como
ν = ν0 + ν1 = ν00 + ν10 , entonces ν0 − ν00 = ν10 − ν1 . Pero ν0 − ν00 ⊥µ y ν10 − ν1 << µ, de modo
que ν0 = ν00 y ν1 = ν10 .
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 91

2.7. Ejercicios
1. Dada una aplicación F : Ω → Ω0 , demostrar que:
(a) Si A es una σ-álgebra de Ω, A0 = {B ⊂ Ω0 : F −1 (B) ∈ A} lo es de Ω0 .
(b) Si A0 es una σ-álgebra de Ω0 , A = F −1 (A0 ) = {F −1 (B) ⊂ Ω : B ∈ A0 }
lo es de Ω.
(c) Si C ⊂ P (Ω0 ), σ[F −1 (C)] = F −1 [σ(C)] (σ(C) representa la σ-álgebra
generada por C).

2. Consideremos las siguientes extensiones de una familia C de subconjuntos


de Ω:

C1 = {A ⊂ Ω : A ∈ C ó Ac ∈ C};
C2 = {A1 ∩ · · · ∩ An : Ai ∈ C1 , n ∈ N};
C3 = {A1 ∪ · · · ∪ An : Ai ∈ C2 , n ∈ N}.

Demostrar que C3 es el álgebra generada por C.


Solución.- Si llamamos α(C) al álgebra generada por C, tenemos que C ⊂ C1 ⊂ C2 ⊂
C3 ⊂ α(C). Por tanto, basta demostrar que C3 es álgebra.
Es evidente que ∅, Ω ∈ C3 . Además, si A = A1 ∪ · · · ∪ An ∈ C3 , entonces
m1
[ m
[n m1
[ m
[n n
\
c
A = Ac1 ∩ ··· ∩ Acn =( B1j ) ∩ · · · ∩ ( Bnj ) = ··· [ Biji ] ∈ C3 ,
j=1 j=1 j1 =1 jn =1 i=1

donde Bij ∈ C1 .
Por último, por su propia definición es evidente que C3 es cerrado para uniones finitas.

3. ¿Puede una σ-álgebra infinita contener sólo una colección numerable de


elementos?
Solución. No, porque al contener una colección numerable An de conjuntos disjuntos,
las uniones arbitrarias de estos conjuntos serı́an distintas. Por tanto, identificando cada
An con n ∈ N, las uniones se podrı́an identificar con P (N) que es no numerable.

4. Dado un espacio de medida (Ω, A, µ) y una sucesión An ∈ A, demostrar:


a) µ(lı́m inf An ) ≤ lı́m inf µ(An ).
S
b) Si µ( An ) < ∞, entonces lı́m sup µ(An ) ≤ µ(lı́m sup An ).
Solución. Definimos Bn = ∞
T S∞
i=n Ai y Cn = i=n Ai . Ası́, (Bn ) es una sucesión creciente,
(Cn ) es una sucesión decreciente, Bn ⊂ An ⊂ Cn , µ(Bn ) ≤ µ(An ) ≤ µ(Cn ) y lı́m Bn =
lı́m inf An , lı́m Cn = lı́m sup An .

5. (Lema de Borel-Cantelli) Sea (Ω, A, µ) un espacio de medida y Cn ∈ A. De-


mostrar que
X∞
µ(Cn ) < ∞ =⇒ µ(lı́m sup Cn ) = 0.
n=1
92 2.7. Ejercicios

Solución. Sea Dn = ∞
S
i=n Ci . Ası́, (Dn ) es una sucesión decreciente tal que µ(D1 ) < ∞,
µ(Dn ) → 0 y Dn → lı́m sup Cn .

6. Sea Ω un( espacio no numerable. Si definimos A = {E ⊂ Ω : E ó E c es numerable},


0 si E es numerable
µ(E) = , demostrar que A es σ-álgebra y µ una
1 si E c es numerable
medida.
S
Solución. Si An ∈ A son todos numerables, entonces ∈ A por ser numerable; si
An T
existe algún i tal que Aci es numerable, entonces ( An )c = Acn ⊂ Aci es numerable.
S
S P
Si An son disjuntos y numerables, µ( An ) = 0 =S µ(An ) y, si algún AP i no es numer-
able, para todo j 6= i, Aj ⊂ Aci es numerable y µ( An ) = 1 = µ(Ai ) = µ(An ).

7. Si µ y ν son medidas en (X, Ω) tales que µ << ν y µ⊥ν, probar que µ = 0.


Solución. Supongamos, por el contrario, que existe E ∈ Ω tal que µ(E) 6= 0. Como
µ⊥ν, existen A, B ∈ Ω tales que X = A ∪ B, A ∩ B = ∅, µ(A) = ν(B) = 0.
Si escribimos E = (E ∩ A) ∪ (E ∩ B), entonces µ(E) = µ(E ∩ A) + µ(E ∩ B). Pero
E ∩ B ⊂ B y ν(B) = 0. Como µ << ν, entonces µ(E ∩ B) = 0.
Además, E ∩ A ⊂ A y µ(A) = 0, con lo que µ(E ∩ A) = 0. Llegamos ası́ a una
contradicción.

8. Dadas dos medidas µ y ν (ν finita), probar la equivalencia:


a) ν << µ.
b) ∀ε > 0, ∃δ > 0 : µ(A) ≤ δ =⇒ ν(A) ≤ ε.
Solución. a) =⇒ b): Supongamos, por el contrario, que ∃ε > 0 tal que ∀δ > 0, existe A
medible con µ(A) ≤ δ pero ν(A) > ε.
Si elegimos δ = 1/2n , existe una sucesión (An )n∈N con µ(An ) ≤ 1/2n pero ν(An ) > ε.
S S
Si definimos B = n∈N k>n Ak , entonces

[  X 1
µ Ak ≤ µ(Ak ) ≤ n
2
k>n k>n
S  S 
de donde ν k>n Ak > ε. Ası́ pues, µ(B) = lı́mn→∞ µ( k>n Ak = 0 pero ν(B) ≥ ε
lo que contradice la suposición inicial.
b) =⇒ a): Es evidente.

9. Sean µ y ν medidas con signo. Probar la equivalencia entre las siguientes


proposiciones:
a) ν << µ.
b) ν + << µ y ν − << µ.
c) |ν| << |µ|.
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 93

Solución. a) =⇒ b): Sea E medible tal que |µ| = 0 y consideramos una descomposición
de Hahn X = A ∪ B respecto a µ. Entonces

0 ≤ |µ|(E ∩ A) ≤ |µ|(E) = 0 y 0 ≤ |µ|(E ∩ B) ≤ |µ|(E) = 0.

Por tanto,
ν + (E) = ν(E ∩ A) = 0 y ν − (E) = ν(E ∩ B) = 0.

b) =⇒ c): Si |µ|(E) = 0, entonces ν + (E) = ν − (E) = 0. Como |ν|(E) = ν + (E) + ν − (E),


es claro que |ν|(E) = 0.
c) =⇒ a): Si |µ|(E) = 0, entonces |ν|(E) = 0. Como 0 ≤ |ν(E)| ≤ |ν|(E), deducimos
que ν(E) = 0.

10. Sean µ y ν medidas σ-finitas con ν << µ y sea λ = µ + ν. Demostrar que



ν << λ y, si f = , entonces 0 ≤ f < 1 c.s. con respecto a µ y que

dν f
= .
dµ 1−f
dν dλ dν
Solución. Sea g = , con 0 ≤ g < ∞. Entonces g + 1 = y f (g + 1) = . Por tanto,
dµ dµ dµ
g
g = f (g + 1) c.s. con respecto a µ, con lo que 0 ≤ f = < 1 c.s. con respecto a µ
g+1
f
yg= c.s. con respecto a µ.
1−f

11. Sean λ y µ medidas σ-finitas en (Ω, A). Demostrar la equivalencia entre las
proposiciones siguientes.
a) µ << λ y λ << µ.
b) {A ∈ A : µ(A) = 0} = {A ∈ A : λ(A) = 0}.
R
c) Existe g : Ω → (0, ∞) medible tal que λ(A) = A g dµ.
Solución. La equivalencia entre a) y b) es evidente.

a) =⇒ c): Por el teorema de Radon-Nikodym, 0 ≤ < ∞. Por el ejercicio anterior,

dµ dµ dλ
1= = · .
dµ dλ dµ


Por tanto, es invertible c.s. y, en consecuencia, positiva c.s.

Z
c) =⇒ a): Como existe g −1 ≥ 0, es integrable y, si llamamos ν(A) = g −1 dλ, entonces
A

dν dν dλ
= · = g −1 · g = 1 =⇒ ν = µ.
dµ dλ dµ
94 2.7. Ejercicios

12. Sea (Ω, A, µ) un espacio de medida σ-finita. Probar que existe una medida
finita λ con los mismos conjuntos nulos que µ.
S
Solución. Sea Ω = An , con 0 < µ(An ) < ∞ (si alguno tiene medida nula, lo unimos
con otro de medida positiva).
P 1
Si g =
R 2n ·µ(An ) · χAn , el resultado es consecuencia del ejercicio anterior para λ(A) =
A g dµ.

13. Sea (Ω, A, µ) un espacio de medida finita y f : Ω → C integrable. Demostrar


que, siZ S ⊂ C es cerrado tal que para cada E ∈ A, con µ(E) > 0, se cumple
1
f dµ ∈ S, entonces f (x) ∈ S c.s.
µ(E) E
Solución. Hay que demostrar que µ({x : f (x) ∈ S c }) = 0.
Como S c es abierto, S c = ∞
S
i=1 Ii , con Ii intervalos abiertos. Basta pues probar que
−1
µ(f (Ii )) = 0 para algún i.
Si suponemos que E = f −1 (Ii ) tiene medida positiva, Ii = (a − r, a + r), entonces
Z Z Z
1 1 1
r< f dµ − a =
(f − a) dµ ≤
|f − a| dµ ≤ r,
µ(E) E µ(E) E µ(E) E

lo que es absurdo.

14. Probar las siguientes propiedades:

d(ν1 + ν2 ) d(ν1 + ν2 ) dν1 dν2


a) Si existe , entonces = + c.s. con respecto
dµ dµ dµ dµ
a µ.
b) Si µ1 , µ2 y µ3 son medidas σ-finitas tales que µ2 << µ1 y µ3 << µ2 ,
dµ3 dµ3 dµ2
entonces = · c.s. con respecto a µ1 .
dµ1 dµ2 dµ1
c) Si ν y µ son medidas σ-finitas tales que ν << µ y si f es Z una función
Z
R
medible finita para la cual está definida f dν, entonces f dν = f·

dµ.

Solución. a) Como ν1 << µ y ν2 << µ, entonces ν1 + ν2 << µ. Por tanto, si existen


d(ν1 +ν2 )
f = dν dν2
dµ y g = dµ , entonces existe h =
1
dµ . Además, ∀E ∈ Ω,
Z Z Z
ν1 (E) + ν2 (E) = f dµ + g dµ = (f + g) dµ
E E E
Z
y (ν1 + ν2 )(E) = h dµ. Por tanto, f + g = h c.s. con respecto a µ.
E
dµ3
b) Llamemos f = y g = dµ
dµ2
2
dµ1 . Si suponemos que µ3 es positiva (en caso contrario,
basta descomponer µ3 = µ3 − µ−
+
3 ), entonces f ≥ 0 con respecto a µ2 .
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 95

Sea (fn )n∈N una sucesión creciente de Zfunciones simples Z no negativas Zque converge
a f . Entonces, para todo E ∈ Ω, lı́m fn dµ2 = lı́m fn dµ2 y lı́m fn g dµ1 =
Z E E E
lı́m fn g dµ1 .
E
Z Z
Teniendo en cuenta que fn dµ2 = fn g dµ1 (basta probarlo para funciones carac-
R E RE R
terı́sticas: E χB dµ2 = µ2 (E ∩ B) = E∩B g dµ1 = E χB g dµ1 ), resulta que, tomando
lı́mites:
Z Z Z
µ3 (E) = f dµ2 = lı́m fn dµ2 = lı́m fn dµ2
E Z E Z E Z

= lı́m fn g dµ1 = lı́m fn g dµ1 = f g dµ1 .


E E E

R
c) Basta escribir λ(E) = E f dν y aplicar el apartado b) para obtener
Z Z
λ(E) = f dν = f g dµ,
E E


con g = dµ .

15. Sean ν1 << µ1 en (Ω1 , A1 ), ν2 << µ2 en (Ω2 , A2 ) medidas σ-finitas. Entonces


d(ν1 × ν2 ) dν1 dν2
ν1 × ν2 << µ1 × µ2 y (x, y) = (x) · (y).
d(µ1 × µ2 ) dµ1 dµ2
Solución. Sea A = A1 × A2 y E ∈ A tal que µ(E) = µ1 × µ2 (E) = 0.
Z
Como µ(E) = µ2 (Ex ) dµ1 , entonces µ2 (Ex ) = 0 c.s. con respecto a µ1 . Por tanto,
µ2 (Ex ) = 0 c.s. con respecto a ν1 y ν2 (Ex ) = 0 c.s. con respecto a ν1 .
Z
Como ν(E) = ν1 × ν2 (E) = ν2 (Ex ) dν1 , entonces ν(E) = 0.

dν1 dν2
Sean ahora f = ,g= y h(x, y) = f (x) · g(y). Entonces
dµ1 dµ2
Z Z Z 
ν(E) = ν2 (Ex ) dν1 = g dµ2 dν1
Ex
Z Z  Z Z  Z
= g dµ2 f dµ1 = hx · χEx dµ2 dµ1 = h dµ.
Ex E
Capı́tulo 3

Espacios Lp

El espacio de funciones integrables respecto de una medida arbitraria es un caso particular


de una familia de espacios de funciones integrables, los llamados espacios Lp que estudiaremos
en este capı́tulo. Como dichos espacios poseen una estructura algebraica precisa, repasaremos
en primer lugar los conceptos necesarios para entender las propiedades de tales espacios.

3.1. Espacios normados. Definición y ejemplos


En esta sección consideraremos métricas definidas en espacios dotados de alguna estructura
algebraica, más concretamente en espacios vectoriales, ya que las funciones integrables poseen
dicha estructura.
En un espacio vectorial X son de particular importancia las métricas que verifican

i) d(x + a, y + a) = d(x, y), es decir, d es invariante por traslaciones,


ii) d(αx, αy) = |α| · d(x, y), es decir, d aumenta proporcionalmente a la dilatación,

pues basta conocer d(x, 0), ∀x ∈ X para determinar completamente la distancia entre dos
elementos cualesquiera, ya que d(x, y) = d(x−y, 0). Definimos entonces la longitud o norma de
un vector x por kxk = d(x, 0). Esto sugiere, en un contexto abstracto, la siguiente definición
axiomática.
Definición. Un espacio normado es un par (X, k · k) formado por un espacio vectorial X
y una aplicación k · k : X → R, llamada norma, con las siguientes propiedades:
(i) kxk ≥ 0, ∀x ∈ X.
(ii) kxk = 0 ⇐⇒ x = 0.
(iii) kαxk = |α| · kxk, ∀x ∈ X, α ∈ C.
(iv) kx + yk ≤ kxk + kyk, ∀x, y ∈ X (desigualdad triangular).
Si no se exige la condición (ii), la aplicación k · k se llama seminorma.
Observaciones. 1) Todo espacio normado es a su vez un espacio métrico, pues basta, da-
do (X, k · k), definir d(x, y) = kx − yk. Ası́ todas las nociones de espacios métricos están

97
98 3.1. Espacios normados. Definición y ejemplos

definidas también para los espacios normados. En particular, los conjuntos B(0, 1) = {x ∈
X : kxk < 1}, B(0, 1) = {x ∈ X : kxk ≤ 1} son las bolas unitarias abierta y cerrada de X,
respectivamente.
2) El recı́proco de lo anterior no es cierto, es decir, no todo espacio métrico es normado.
Por ejemplo, X = {(a1 , . . . an , . . . ) : an ∈ C} sobre el cuerpo C es espacio vectorial; si

X 1 |ai − bi |
definimos d(x, y) = i
· , se puede ver que es espacio métrico, pero, dado
2 1 + |ai − bi |
i=1
λ ∈ C, d(λx, λy) 6= |λ| d(x, y) con lo que, si definiéramos la “norma” a partir de la distancia,
obtendrı́amos kλx − λyk = 6 |λ| · kx − yk y X no serı́a espacio normado de esa forma.
Otro ejemplo sencillo es la métrica discreta pues k2xk = d(2x, 0) = 1 pero |2| · kxk =
2 · d(x, 0) = 2.
Sin embargo, la motivación dada al principio permite probar lo siguiente.
Proposición 3.1.1. Si (X, k·k) es un espacio normado, la aplicación d : X ×X → R definida
por d(x, y) = kx − yk, ∀x, y ∈ X verifica
i) d(x + z, y + z) = d(x, y);
ii) d(λx, λy) = |λ| · d(x, y).
Recı́procamente, si X es un espacio vectorial y (X, d) es un espacio métrico en el que se
verifican i) y ii), entonces (X, k · k) es un espacio normado, donde kxk = d(x, 0).

La demostración es evidente.
Definición. Sea X un espacio vectorial normado, en el que se define la métrica d(x, y) =
kx − yk. Si (X, d) es completo, X se dice espacio de Banach.
Ejemplos.

1. X = R ó C con la norma del valor absoluto son espacios de Banach.

2. X = Rn ó Cn con la norma kxk = ( ni=1 |xi |p )1/p ( p ≥ 1) es de Banach. Los axiomas i),
P
ii) y iii) de norma son evidentes y la desigualdad triangular se deduce de la desigualdad
de Minkowski (ver sección 3.2). Veamos que es completo:
Sea {xk = (xk1 , . . . , xkn ), k ∈ N} una sucesión de Cauchy en Rn . Entonces

kxp − xq k < ε, ∀p, q > N =⇒ |xpi − xqi | < ε, ∀p, q > N, 1 ≤ i ≤ n.

Esto implica que ∃xi ∈ R : |xki − xi | < ε, 1 ≤ i ≤ n.


Si llamamos x = (x1 , . . . , xn ), resulta que kxk − xkp = ni=1 |xki − xi |p < nεp .
P

P∞
3. Sea `p = {x = (xn )n∈N : xn ∈ C, p
n=1 |xn | < ∞} (p ≥ 1), y definimos kxkp =
p 1/p .
P∞ 
n=1 |xn |
Al igual que en el ejemplo 2, la desigualdad de Minkowski (para sumas infinitas) per-
mite probar que es una norma. La completitud de este espacio será consecuencia de la
completitud del espacio Lp (ver sección 3.3).

4. Sea `∞ = {x = (xn )n∈N : xn ∈ C, {xn }n∈N acotada}, y definimos kxk∞ = supn |xn |.
Ası́ definido, (X, k · k∞ ) es un espacio de Banach, como veremos en la sección 3.3.
Capı́tulo 3. Espacios Lp 99

5. X = C[a, b] (funciones continuas en [a, b]), con la norma kf k∞ = máx |f (x)| es de


x∈[a,b]
Banach.
Para probarlo, sea {fn }n∈N una sucesión de Cauchy en C[a, b].
Por definición, máx |fn (x) − fm (x)| < ε, para n, m > N. Entonces |fn (x) − fm (x)| <
x∈[a,b]
ε, ∀x ∈ [a, b]. Por tanto, por el criterio de convergencia de Cauchy, {fn }n∈N converge
uniformemente en [a, b] y, como fn son continuas, la función lı́mite también lo será.
R 1/p
b p dx
6. El mismo espacio anterior C[a, b] con la norma kf kp = a |f (x)| no es com-
pleto.
Si hacemos por ejemplo a = −1, b = 1, la sucesión {fn }n∈N definida por

0
 si − 1 ≤ x ≤ 0
fn (x) = nx si 0 < x ≤ 1/n,

1 si 1/n < x ≤ 1

( de Cauchy en C[−1, 1] con respecto a k · kp , para todo p ≥ 1, pero el lı́mite f (x) =


es
0 si − 1 ≤ x ≤ 0
no es continua en x = 0.
1 si 0 < x ≤ 1,
Sin embargo, este espacio puede completarse y su compleción es precisamente el espacio
Lp [a, b].

7. Si X = B(A) es el espacio de las funciones acotadas en A, la norma kf k = sup |f (x)|


x∈A
también da lugar a un espacio de Banach.

8. La clase VA[a, b] de funciones de variación acotada en [a, b] es un espacio vectorial con


las operaciones usuales y se define la norma kf k = |f (a)| + V (f ) donde V (f ) representa
la variación total de f que convierte al espacio VA[a, b] en un espacio de Banach.

3.2. Desigualdades de Hölder y Minkowski


En algunos ejemplos de espacios normados la desigualdad triangular se deduce de la desigual-
dad de Minkowski que probaremos en este apartado como consecuencia de la desigualdad de
Hölder. En el siguiente apartado utilizaremos estas desigualdades para definir normas en otros
ejemplos de espacios de funciones, que han sido fundamentales en el desarrollo del Análisis
Funcional.

Lema 3.2.1. Sean α, β > 0, 0 < λ < 1. Entonces αλ β 1−λ ≤ λα + (1 − λ)β. Además la
igualdad es cierta si y sólo si α = β.

Demostración. Se define ϕ(t) = (1 − λ) + λt − tλ para t ≥ 0.


Ası́ ϕ0 (t) = λ − λtλ−1 que será negativo si t < 1 y positivo si t > 1. Por tanto, el punto t = 1
corresponde a un mı́nimo.
100 3.2. Desigualdades de Hölder y Minkowski

Como ϕ(t) ≥ ϕ(1) = 0, entonces 1 − λ + λt ≥ tλ .


Haciendo t = α/β se deduce el resultado (para β 6= 0).
Si β = 0, el resultado es trivial.

Observaciones. 1) El lema anterior expresa que la media geométrica es menor o igual a la


media aritmética, porque si hacemos λ = k/n, 1 − λ = (n − k)/n, tenemos αk/n · β n−k/n ≤
kα/n + (n − k)β/n de donde

α+ .(k)
. . +α + β+ (n−k)
q
n . . . +β
α .(k)
. . α · β (n−k)
... β ≤ .
n
2) Si α = ex1 , β = ex2 , el lema indica que
eλx1 +(1−λ)x2 = eλx1 e(1−λ)x2 ≤ λex1 + (1 − λ)ex2 ,
es decir que la función exponencial es convexa.
Teorema 3.2.2. Sean (X, S, µ) un espacio medible, f, g : X → [0, ∞] funciones medibles,
1 < p < ∞ y 1/p + 1/q = 1. Entonces:
a) (desigualdad de Hölder)
Z Z 1/p Z 1/q
p q
(f g) dµ ≤ f dµ · g dµ .
X X X

b) (desigualdad de Minkowski)
Z 1/p Z 1/p Z 1/p
p p p
(f + g) dµ ≤ f dµ + g dµ .
X X X

Z 1/p Z 1/q
p q
Demostración. a) Llamamos A = f dµ , B = g dµ y distinguimos tres
X X
casos:

♦ A p
Z = 0 (ó B = 0). Como f ≥ 0, f = 0 c.s. =⇒ f = 0 c.s. =⇒ f · g = 0 c.s. Ası́ pues
f g dµ = 0.
X
Z
♦ A = ∞ (ó B = ∞). Es evidente que f g dµ ≤ ∞.
X
Z Z
f g
♦ 0 < A, B < ∞. Debemos probar que f g dµ ≤ A · B, o bien · dµ ≤ 1.
X X A B
Si aplicamos el lema anterior a α = f p /Ap , β = g q /B q , λ = 1/p, 1 − λ = 1/q, resulta:
f g 1 fp 1 gq
· ≤ · p + · q,
A B p A q B
desigualdad válida ∀x ∈ X. Integrando miembro a miembro,
Z
f g 1 1
· dµ ≤ p
· Ap + · B q = 1, c.q.d.
X A B p·A q · Bq
Capı́tulo 3. Espacios Lp 101

b) Debido a que (f + g)p = (f + g)(f + g)p−1 = f (f + g)p−1 + g(f + g)p−1 , aplicando la


desigualdad de Hölder a cada uno de los sumandos, tenemos:
Z Z 1/p Z 1/q
p−1 p q(p−1)
f (f + g) dµ ≤ f dµ (f + g) dµ ,
X X X
Z Z1/p Z 1/q
p−1 p q(p−1)
g(f + g) dµ ≤ g dµ (f + g) dµ ,
X
"X X
#
Z Z  Z  1/p Z 1/p 1/q
p p p p
=⇒ (f + g) dµ ≤ f dµ + g dµ · (f + g) dµ ,
X X X X

Z 1/q
p
debido a que q(p − 1) = p. Si llamamos ahora C = (f + g) dµ , caben los siguientes
X
casos:
Z
C = 0 =⇒ (f + g)p dµ = 0 y la desigualdad es evidente.
X
Z  f (x) g(x) p
C = ∞ =⇒ (f + g)p dµ = ∞. Como la función y = xp es convexa, + ≤
X 2 2
f (x)p g(x)p
+ , de donde:
2 2
Z Z Z 
1 1 1 1
(f + g)p ≤ (f p + g p ) =⇒ p (f + g)p dµ ≤ f p dµ + g p dµ .
2p 2 2 X 2 X X
Z Z Z
Como (f + g)p dµ = ∞, debe ser f p dµ = ∞ ó g p dµ = ∞.
X X X

Z 1−1/q Z 1/p Z 1/p


p p p
0 < C < ∞ =⇒ (f + g) dµ ≤ f dµ + g dµ , lo que da
X X X
lugar al resultado deseado.

El teorema anterior tiene las siguientes consecuencias.

Corolario 3.2.3. Si f, g : X → [0, ∞] son medibles y 0 < p < 1, 1/p + 1/q = 1, entonces
Z Z 1/p Z 1/q
p q
a) f g dµ ≥ f dµ g dµ .
X X X
Z 1/p Z 1/p Z 1/p
b) (f + g)p dµ ≥ f p dµ + g p dµ ,
X X X
Z 1/q
q
donde suponemos que las integrales involucradas son finitas y g dµ 6= 0.
X
102 3.2. Desigualdades de Hölder y Minkowski

0 0
Demostración. a) Sea p0 = 1/p y llamamos ψ = (f g)p = (f g)1/p , ϕ = g −p = g −1/p . De este
modo, 1 < p0 < ∞, f p = ψϕ y ψ, ϕ son medibles. Entonces
Z Z Z 1/p0 Z 1/q0
p p0 q0
f dµ = ψϕ dµ ≤ ψ dµ ϕ dµ ,
X X X X
0 0
donde 1/p0 + 1/q 0 = 1. Debido a que = y ϕq gq ψp
= f g, obtenemos:
Z Z 1/p0 Z 1/pq0
p q
f dµ ≤ f g dµ g dµ .
X X X

De las relaciones anteriores se deduce que pp0 = 1, pq 0 = −q, con lo que:


Z 1/p Z 1/q Z 
p q
f dµ · g dµ ≤ f g dµ , c.q.d.
X X X

b) De la igualdad (f + g)p = f (f + g)p−1 + g(f + g)p−1 , se deduce:


Z Z Z
p p−1
(f + g) dµ = f (f + g) dµ + g(f + g)p−1 dµ
X X X
Z 1/p Z 1/q
p q(p−1)
≥ f dµ · (f + g) dµ
X X
Z 1/p Z 1/q
p q(p−1)
+ g dµ · (f + g) dµ
X X
" Z  # Z
1/p Z 1/p 1/q
p p q(p−1)
= f dµ + g dµ · (f + g) dµ .
X X X

+ g)p dµ < ∞, se deduce el resultado.


R
Suponiendo que X (f

Corolario 3.2.4. En las condiciones del teorema 3.2.2, la desigualdad de Hölder se convierte
en igualdad si y sólo si existen λ1 , λ2 constantes no nulas a la vez tales que λ1 f p = λ2 g q c.s.

Demostración. Al igual que en el lema 3.2.1, la igualdad es cierta si y sólo si


fp gq
Z Z
p q q
R
p dµ
= R
q dµ
, es decir f · g dµ = g · f p dµ,
X f X g X X
Z Z
con λ1 = g q dµ y λ2 = f p dµ no nulas ambas.
X X
Podemos suponer además λ1 = 0, λ2 6= 0 pues entonces 0 = λ2 g q c.s. =⇒ g q = 0 c.s.
=⇒ g = 0 c.s. y se verifica la igualdad.

Observaciones. 1) Si X es un conjunto numerable, digamos por comodidad X = N, P (N) la


σ-álgebra formada por los subconjuntos de N, µ : P (N) → [0, ∞] la medida de contar, definida
por µ(A) = card A, toda aplicación f : N → C es medible pues ∀V abierto, f −1 (V ) ⊂ N =⇒
f −1 (V ) ∈ P (N). Ası́ pues, si f : N → [0, ∞] es medible, f (n) = |xn |,
Z Z XZ X X
f p dµ = S f p dµ = f p dµ = f (n)p = |xn |p .
N n∈N {n} n∈N {n} n∈N n∈N
Capı́tulo 3. Espacios Lp 103

Esto permite escribir las desigualdades de Hölder y Minkowski para sumas finitas o series
numéricas. Estas serı́an:
∞ ∞
!1/p ∞
!1/q
X X X
|xi yi | ≤ |xi |p · |yi |q ,
i=1 i=1 i=1


!1/p ∞
!1/p ∞
!1/p
X X X
p p p
|xi + yi | ≤ |xi | + |yi | .
i=1 i=1 i=1

2) En el caso de p = 1 ó p = ∞ se prueban también desigualdades análogas que quedan de


la forma X X
|xi yi | ≤ |xi | · sup |yi |,
i∈N i∈N i∈N

sup |xi + yi | ≤ sup |xi | + sup |yi |.


i∈N i∈N i∈N

3) En el caso particular de que p = q = 2, la desigualdad de Hölder se llama desigualdad


de Cauchy-Schwarz, de importancia en espacios dotados de una estructura geométrica.

3.3. Espacios Lp
Los ejemplos más útiles de espacios normados corresponden a los llamados espacios Lp . Fueron
además los que dieron impulso al desarrollo de la teorı́a de espacios de Hilbert y espacios
normados.
Supondremos en esta sección que (X, Ω, µ) es un espacio de medida. Es conocido el espacio
de funciones de módulo integrable, representado por
Z
L1 (µ) = {f : X → C : f medible y |f | dµ < ∞}.
X

Si ahora hacemos 1 ≤ p < ∞, definimos análogamente el espacio de funciones de potencia


p-ésima integrable, como
Z
p
L (µ) = {f : X → C : f medible y |f |p dµ < ∞}.
X
1/p
Si definimos la aplicación k · kp : Lp (µ) → R por kf kp = |f |p dµ
R
X , es evidente que
Lp (µ) = {f : X → C : f medible y kf kp < ∞}.
En el caso de p = ∞ procedemos de una forma algo diferente:
Si g : X → C es una función medible, también es medible |g|; sabemos que ∀α ∈ R, |g|−1 (α, ∞]
es medible y podemos definir el conjunto

S = {α ∈ R : µ(|g|−1 (α, ∞]) = 0}.

Llamamos supremo esencial de |g| a kgk∞ = ı́nf S, cuando S 6= ∅, y kgk∞ = ∞, cuando


S = ∅. Probemos en primer lugar la existencia de dicho ı́nfimo; para ello basta probar que 0
es una cota inferior de S:
104 3.3. Espacios Lp

En efecto, si existiera α ∈ S tal que α < 0, entonces de la inclusión [0, ∞] ⊂ (α, ∞] se deduce
que
|g|−1 [0, ∞] ⊂ |g|−1 (α, ∞] =⇒ µ(X) = µ(|g|−1 [0, ∞]) ≤ µ(|g|−1 (α, ∞]) = 0
=⇒ µ(X) = 0,
lo cual es absurdo.
Lo anterior permite definir el espacio
L∞ (µ) = {f : X → C : f medible y kf k∞ < ∞}
que llamaremos espacio de las funciones medibles esencialmente acotadas.
Una caracterización del supremo esencial la proporciona el siguiente lema:
Lema 3.3.1. Dada f : X → C medible, se tiene
|f (x)| ≤ λ para casi todo x ⇐⇒ kf k∞ ≤ λ.
En consecuencia, |f (x)| ≤ kf k∞ para casi todo x (haciendo λ = kf k∞ ) y kf k∞ es la mı́nima
cota superior (c.s.) de |f |.

Demostración. Supongamos que |f | ≤ λ c.s., es decir |f (x)| ≤ λ, ∀x ∈ Ac con µ(A) = 0.


Entonces, si |f (x)| > λ, es x ∈ A y
|f |−1 (λ, ∞] ⊂ A =⇒ µ(|f |−1 (λ, ∞]) ≤ µ(A) = 0 =⇒ λ ∈ S y kf k∞ ≤ λ.
Recı́procamente, suponiendo que kf k∞ ≤ λ, veamos que |f | ≤ λ c.s., lo que equivale a probar
que µ(A) = 0, siendo A = {x : |f (x)| > λ}.
Por hipótesis, existe α ∈ S tal que α ≤ λ pues si fuese α > λ, ∀α ∈ S, λ serı́a cota inferior
de S y λ < kf k∞ , lo que es absurdo. Entonces
A = |f |−1 (λ, ∞] ⊂ |f |−1 (α, ∞] =⇒ µ(A) ≤ µ(|f |−1 (α, ∞]) = 0.

Aplicando las desigualdades de Hölder y Minkowski, se prueban los siguientes resultados.


Proposición 3.3.2. Sean p, q exponentes conjugados, es decir 1/p+1/q = 1, con 1 ≤ p ≤ ∞.
Si f ∈ Lp (µ) y g ∈ Lq (µ), entonces f g ∈ L1 (µ) y kf gk1 ≤ kf kp kgkq .

Demostración. Si 1 < p < ∞, por la desigualdad de Hölder, tenemos:


Z Z Z 1/p Z 1/q
|f g| dµ = |f | · |g| dµ ≤ |f |p dµ |g|q dµ = kf kp kgkq < ∞.
X X X X

Si p = ∞, q = 1, entonces |f (x)| ≤ kf k∞ c.s., con lo que existe A de medida nula tal que
|f (x)| ≤ kf k∞ , ∀x ∈ Ac . De este modo,
Z Z Z Z
|f g| dµ = |f | · |g| dµ = |f | · |g| dµ ≤ kf k∞ |g| dµ
X X Ac Ac
Z Z
= kf k∞ |g| dµ ≤ kf k∞ |g| dµ = kf k∞ kgk1 < ∞.
Ac X
Capı́tulo 3. Espacios Lp 105

Proposición 3.3.3. Si 1 ≤ p ≤ ∞, entonces Lp (µ) es un espacio vectorial sobre C y k · kp


es una seminorma.

Demostración. Estudiaremos por separado los siguientes casos:


a) Si 1 ≤ p < ∞ y f, g ∈ Lp (µ), de la desigualdad de Minkowski deducimos que f + g ∈ Lp (µ)
y kf + gkp ≤ kf kp + kgkp . Además
Z 1/p Z 1/p
kαf kp = |αf |p dµ = |α|p |f |p dµ = |α| · kf kp =⇒ αf ∈ Lp (µ).
X X

b) Si p = ∞, debido a que |f | ≤ kf k∞ y |g| ≤ kgk∞ c.s., entonces también |f +g| ≤ |f |+|g| ≤


kf k∞ + kgk∞ c.s. Esto implica que kf k∞ + kgk∞ es cota superior esencial de |f + g|. Al ser
kf + gk∞ la mı́nima, se deduce que kf + gk∞ ≤ kf k∞ + kgk∞ .
Por otro lado, si suponemos α 6= 0:

kαf k∞ = ı́nf{β ∈ R : µ(|αf |−1 (β, ∞]) = 0} = ı́nf S1

supuesto S1 6= ∅. Ahora bien,

x ∈ |αf |−1 (β, ∞] ⇐⇒ |αf |(x) > β ⇐⇒ |αf (x)| > β ⇐⇒ |α| · |f (x)| > β
⇐⇒ |f (x)| > β/|α| ⇐⇒ x ∈ |f |−1 (β/|α|, ∞]

con lo que

ı́nf S1 = ı́nf{β ∈ R : µ(|f |−1 (β/|α|, ∞]) = 0}


= ı́nf{|α|β/|α| ∈ R : µ(|f |−1 (β/|α|, ∞]) = 0}
= ı́nf{|α|β1 ∈ R : µ(|f |−1 (β1 , ∞]) = 0}
= |α| · ı́nf{β1 ∈ R : µ(|f |−1 (β1 , ∞]) = 0} = |α| · ı́nf S2 = |α| · kf k∞ .

De este modo, si f ∈ L∞ (µ), kαf k∞ = ı́nf S1 = |α| · kf k∞ .

Observación. En general, k · kp no es norma pues no se verifica la implicación kf kp = 0 =⇒


f (x) = 0, ∀x ∈ X. Sin embargo, en el caso de las funciones reales continuas en un intervalo
Rb
[a, b], X = C[a, b], kf k1 = a |f (x)| dx = 0 =⇒ f = 0. También, en los espacios `p , k · kp es
una norma.
Para obtener espacios normados de las seminormas anteriores, definimos la relación de equi-
valencia
∀f, g ∈ Lp (µ), f ∼ g ⇐⇒ f = g c.s., o bien kf − gkp = 0.
El espacio cociente, que seguiremos denotando por Lp (µ), es ahora un espacio normado si
definimos kfekp = kf kp , donde f es un representante de la clase de equivalencia fe.

Probaremos por último la completitud de los espacios recién definidos, resultado obtenido de
forma simultánea e independiente por F. Riesz y E. Fischer en 1907.

Teorema 3.3.4 (Riesz-Fischer). Si 1 ≤ p ≤ ∞, entonces (Lp (µ), k · kp ) es de Banach.


106 3.3. Espacios Lp

Demostración. a) Veamos primero el caso 1 ≤ p < ∞.


Sea pues (fn )n∈N una sucesión de Cauchy en Lp (µ). Tomando ε = 1/2i , sabemos que ∃ni tal
que kfn − fm kp < 1/2i , ∀n, m ≥ ni . Esto permite extraer una subsucesión (fni )i≥1 tal que
kfni+1 − fni kp < 1/2i , ∀i.
Llamamos ahora gk = ki=1 |fni+1 − fni | y g = ∞
P P
i=1 |fni+1 − fni |. Debido a que |fni+1 − fni | ∈
p p
L (µ), se deduce que gk ∈ L (µ). Ası́ pues,

Z 1/p "Z k
!p #1/p
X
p
kgk kp = |gk | dµ = |fni+1 − fni | dµ
X X i=1
k Z 1/p Xk k
X
p
X 1
≤ |fni+1 − fni | dµ = kfni+1 − fni kp < < 1.
X 2i
i=1 i=1 i=1

Como además lı́mk gk = g, también lı́mk |gk |p = |g|p y deducimos que


Z Z Z
p p
|g| dµ = lı́m |gk | dµ ≤ lı́m inf |gk |p dµ ≤ 1 =⇒ kgkp ≤ 1,
X X k k X

por lo que |g|p es finita c.s. y también g(x) < ∞ c.s.


P
Lo anterior indica que la serieP i≥1 (fni+1 − fni ) es absolutamente convergente c.s., ası́ como
también lo es la serie fn1 + i≥1 (fni+1 − fni ). Definimos
(
si x ∈ Ac
P
fn1 (x) + i≥1 (fni+1 (x) − fni (x))
f (x) = donde µ(A) = 0.
0 si x ∈ A,

Debido a que fn1 + k−1


P
i=1 (fni+1 − fni ) = fnk , resulta que f (x) = lı́mi fni (x) c.s. Veamos que
fn → f y que f ∈ Lp (µ).
Dado ε > 0, sabemos que ∃N tal que kfn −fm kp < ε, ∀n, m ≥ N . Tomando m ≥ N , tenemos:
Z Z Z
p p p
kf − fm kp = |f − fm | dµ = | lı́m fni − fm | dµ = lı́m |fni − fm |p dµ
X X i X i
Z
≤ lı́m inf |fni − fm |p dµ = lı́m inf kfni − fm kpp ≤ εp ,
i X i

tomando ni ≥ N . Esto implica que f − fm ∈ Lp (µ) y en consecuencia f ∈ Lp (µ) debido a


que f = (f − fm ) + fm . Por otra parte, al ser kf − fm kp ≤ ε, ∀m ≥ N , la sucesión original
converge a f .
b) Si p = ∞, tomamos nuevamente una sucesión (fn )n∈N de Cauchy en L∞ (µ). De este modo,
kfn − fm k∞ < ε, ∀n, m > N (ε).

S = {x : |fn (x) − fm (x)| ≥ kfn − fm k∞ + ε}, resulta que µ(Am,n ) = 0, con lo que, si
Si Am,n
A = m,n Am,n , entonces µ(A) = 0. Esto prueba que (fn (x))n∈N converge uniformemente en
E \ A.
(
lı́mn fn (x) si x ∈ E \ A
Si definimos f (x) = , se ve inmediatamente que lı́mn kfn − f k∞ =
0 si x ∈ A
Capı́tulo 3. Espacios Lp 107

0, pues

|f (x) − fm (x)| = | lı́m fn (x) − fm (x)|


n
c.s.
= lı́m |fn (x) − fm (x)| ≤ lı́m kfn − fm k∞ + ε < 2ε, ∀m, n ≥ N.
n n

Entonces 2ε es cota superior esencial de f − fm , de modo que kf − fm k∞ < 2ε, ∀m ≥ N =⇒


f − fm ∈ L∞ (µ) =⇒ f ∈ L∞ (µ) y fm → f en L∞ (µ).

Observaciones. 1) A partir de la definición son inmediatas las inclusiones `1 ⊂ `p ⊂ `q ⊂


`∞ , 1 < p < q < ∞.
2) Análogamente, en el espacio (X, S, µ), si µ(X) < ∞, entonces L∞ ⊂ Lq ⊂ Lp ⊂ L1 , para
1 < p < q < ∞.
En efecto, si llamamos r = q/p > 1,
Z Z 1/r
0
|f |p dµ ≤ |f |p r · k1kr0 = |f |q dµ · µ(X)1/r .

X

Esto implica que kf kp ≤ kf kq · µ(X)1/p−1/q .


De la misma forma, kf kq ≤ µ(X)1/q · kf k∞ .
3) En general, Lp 6⊂ Lq y Lq 6⊂ Lp (por ejemplo, si f (x) = (1 + |x|)−1 , entonces f ∈ L2 (R)
pero f 6∈ L1 (R)); ahora bien, si f ∈ Lp ∩ Lq , entonces f ∈ Lr con p < r < q:
Z Z Z
r r
|f | dµ = |f | dµ + |f |r dµ
X |f |≤1 |f |>1
Z Z
p
≤ |f | dµ + |f |q dµ ≤ kf kpp + kf kqq < ∞.
|f |≤1 |f |>1

Se verifica también la desigualdad de interpolación


1 α 1−α
kf kr ≤ kf kαp · kf kαq , donde = + (0 ≤ α ≤ 1).
r p q

3.4. Propiedades de los espacios normados


Probaremos en esta sección las propiedades fundamentales de los espacios normados.
Teorema 3.4.1. Sea X un espacio vectorial normado. Son equivalentes:
i) X es de Banach.
P P
ii) Si {an }n∈N ⊂ X y n∈N kan k < ∞ =⇒ n∈N an converge en X.
Esto indica que en los espacios de Banach la convergencia absoluta implica la convergencia.

Demostración. i) =⇒ ii). Sea Sn = nk=1 ak . Si m > n,


P



Xm Xm X
kSm − Sn k = ak ≤ kak k ≤ kak k < ε.


k=n+1 k=n+1 k=n+1
108 3.4. Propiedades de los espacios normados

Esto implica que {Sm }m∈N es de Cauchy en X y por tanto converge.


ii) =⇒ i). Sea {an }n∈N de Cauchy en X. Hacemos an0 = 0 y elegimos

n1 ∈ N : kan1 − am k < 1/2, ∀m > n1 ,


n2 > n1 : kan2 − am k < 1/22 , ∀m > n2 ,
..
.
nk > nk−1 : kank − am k < 1/2k , ∀m > nk .
P∞
− ank−1 k ≤ kan1 k + ∞ k
P
Ası́ k=1 kank k=1 1/2 < ∞.
P
Por hipótesis, k∈N (ank − ank−1 ) es convergente. Entonces


X h
X
a= (ank − ank−1 ) = lı́m (ank − ank−1 ) = lı́m anh ,
h→∞ h→∞
k=1 k=1

y esto implica que {anh }h∈N es convergente.


Como {an }n∈N es de Cauchy y tiene una subsucesión convergente, ella misma es convergente
y X es completo.

Proposición 3.4.2. Sea X un espacio vectorial normado sobre el cuerpo E. Si definimos


en X × X ó E × X la métrica producto k(u, v)k = kuk + kvk, entonces las aplicaciones
(x, y) 7→ x + y y (α, x) 7→ αx, definidas en X × X y E × X, respectivamente, son continuas.
Además, la norma k · k : X → R es uniformemente continua.

Demostración. Es fácil comprobar que la métrica producto verifica los axiomas de norma.
De este modo:
Como kx + y − (x0 + y0 )k ≤ kx − x0 k + ky − y0 k, la primera es continua.
Para demostrar que la aplicación (α, x) 7→ αx es continua en (α0 , x0 ), elegimos α, x tales que
ε ε
|α − α0 | < mı́n{1, 2(1+1+kx 0 k)
} y kx − x0 k < 2(1+1+|α 0 |)
. Entonces

|α| − |α0 | ≤ |α − α0 | < 1 =⇒ |α| < 1 + |α0 |.

Además,

kαx − α0 x0 k ≤ |α| · kx − x0 k + kx0 k · |α − α0 |


ε ε
< |α| · + kx0 k · < ε.
2(1 + 1 + |α0 |) 2(1 + 1 + kx0 k)

Por último, para probar que la norma


es uniformemente continua, dado ε > 0, debemos
encontrar δ > 0 tal que kxk − kx0 k < ε si kx − x0 k < δ. Ahora bien, como kxk − kx0 k ≤

kx − x0 k, basta elegir δ = ε.

Corolario 3.4.3. Si (X, k · k) es un espacio normado, x0 ∈ X, λ0 ∈ E, λ0 6= 0, entonces las


aplicaciones x 7→ x + x0 (traslación de vector x0 ) y x 7→ λ0 x (homotecia de razón λ0 ) son
homeomorfismos.
Capı́tulo 3. Espacios Lp 109

Demostración. Basta probar que son bicontinuas. La primera de ellas es composición de


f : X → X × X, dada por f (x) = (x, x0 ), y g : X × X → X, dada por g(x, x0 ) = x + x0 . Por
el teorema anterior, g es continua; es fácil probar que f es también continua, de modo que
g ◦ f es continua. Además, el mismo argumento prueba que la inversa x 7→ x − x0 es continua.
Análogamente se prueba que la segunda es continua.

Proposición 3.4.4. Un subespacio M de un espacio de Banach X es completo si y sólo si


M es cerrado en X.

Demostración. Sea M completo. Entonces, ∀x ∈ M , ∃{xn }n∈N con xn ∈ M, ∀n tal que


xn → x. Pero como {xn }n∈N converge, es de Cauchy; por tanto converge en M , lo que prueba
que x ∈ M.
Recı́procamente, sea M cerrado y {xn }n∈N de Cauchy en M . Por ser X completo, xn → x ∈
X =⇒ x ∈ M =⇒ x ∈ M.

Ejemplo. El espacio c = {x = (xn )n∈N ∈ `∞ : (xn )n∈N converge en C} es completo con la


métrica inducida por `∞ .
En efecto, sea x = (xn )n∈N ∈ c. Entonces

∃yk = (ynk )n∈N ∈ c : yk → x =⇒ |ynk − xn | ≤ d(yk , x) < ε/3, ∀k ≥ N.

Como {ynN }n∈N es convergente, es de Cauchy y |ypN − yqN | < ε/3, ∀p, q ≥ N1 . Entonces

|xp − xq | ≤ |xp − ypN | + |ypN − yqN | + |yqN − xq | < ε.

Esto implica que (xn )n∈N es de Cauchy y, en consecuencia, x ∈ c.

Un hecho importante de la completitud es que todo espacio normado puede verse como
subespacio de un espacio normado completo.

Teorema 3.4.5 (compleción). Sea (X, k · k) un espacio normado. Existe un espacio de


Banach X ∗ y una isometrı́a A : X → W donde W es un subespacio denso de X ∗ . Dicho
espacio X ∗ es único salvo isometrı́as.

Demostración. En primer lugar, veamos que existe un espacio métrico (X ∗ , d) y una isometrı́a
A : X → W , donde W ⊂ X ∗ es un subespacio denso.
Sea X ∗ el conjunto de las clases de equivalencia de sucesiones de Cauchy en X, mediante la
relación:
{xn }n∈N ∼ {yn }n∈N ⇐⇒: lı́m d(xn , yn ) = 0.
n

Se define d∗ : X∗ × X∗ → R como d∗ (x∗ , y ∗ ) = lı́mn d(xn , yn ) siendo {xn } ∈ x∗ , {yn } ∈ y ∗ .


Se debe probar:

a) Dicho lı́mite existe (para ello basta que {d(xn , yn )} sea de Cauchy en R).

b) La definición no depende de los representantes elegidos.


110 3.5. Funcionales lineales acotados en Lp

c) d∗ es una métrica.

d) X ∗ contiene un subespacio X0 isométrico a X. Para ello definimos

X0 = {x∗ ∈ X ∗ : (x, x, . . . ) ∈ x∗ }

y f : X → X0 como f (x) = x∗ .

e) X0 = X ∗ .

f) X ∗ es completo.

g) Si (X ∗∗ , d∗∗ ) es compleción de X, ∃f : X ∗ → X ∗∗ isometrı́a.

Falta probar que podemos dotar a X ∗ de una estructura de espacio vectorial normado.
Recordando que x∗ e y ∗ son clases de equivalencia de sucesiones de Cauchy en X, elegimos
{xn }n∈N ∈ x∗ , {yn }n∈N ∈ y ∗ , y hacemos zn = xn + yn . Ası́, {zn }n∈N es de Cauchy en X
pues kzn − zm k ≤ kxn − xm k + kyn − ym k. Por tanto, definimos z ∗ = x∗ + y ∗ como la clase
de equivalencia que contiene a {zn }n∈N (esta definición no depende de la elección de los
representantes).
También definimos αx∗ ∈ X ∗ como la clase que contiene a {αxn }n∈N (de nuevo esta definición
no depende de los representantes).
Ası́ obtenemos un espacio vectorial. En W las operaciones inducidas por X ∗ coinciden con
las inducidas por X a través de A.
Además A induce en W una norma k · k1 ası́: si y ∗ = Ax ∈ W, ky ∗ k1 = kxk.
Como la métrica en W es la restricción de d∗ a W (ya que A es isométrico), podemos extender
la norma k · k1 a X ∗ ası́ :
kx∗ k2 = d∗ (0∗ , x∗ ), ∀x∗ ∈ X ∗ .
Para comprobar los axiomas, basta aplicar a k · k1 un proceso de lı́mite.

3.5. Funcionales lineales acotados en Lp

3.5.1. Teorema de representación de Riesz

Definición. Dado un espacio normado X, un funcional lineal es una aplicación f : X → R


tal que f (αx + βy) = αf (x) + βf (y), ∀x, y ∈ X.
Decimos que un funcional lineal es acotado cuando existe K > 0 tal que |f (x)| ≤ K · kxk,
∀x ∈ X.
Llamamos norma de un funcional lineal acotado a
|f (x)|
kf k = sup .
x6=0 kxk

Ejemplos. 1) k · k : X → R es un funcional no lineal.


Capı́tulo 3. Espacios Lp 111

2) Para cada a ∈ Rn , fa : Rn → R definido por fa (x) = a · x = a1 x1 + · · · + an xn (producto


escalar por un vector fijo) es un funcional lineal y acotado:

|fa (x)| = |x · a| ≤ kxk · kak =⇒ kf k ≤ kak.


|fa (x)| kak2
Pero además, si hacemos x = a, resulta kfa k ≥ kxk = kak =⇒ kfa k ≥ kak. De lo que se
deduce que kfa k = kak.
3) La aplicación f : `2 → R, definida por f (x) = i∈N ai xi donde (ai )i∈N ∈ `2 es fijo, es
P
también un funcional lineal y acotado pues, por la desigualdad de Cauchy-Schwarz, |f (x)| ≤
kxk2 · kak2 . Del mismo modo, el operador f : `p → R definido por f (x) = a · x, con a ∈ `q
fijo, es también lineal y acotado.
Rb
4) El operador f : C[a, b] → R definido por f (x) = a x(t) dt (integral definida) es lineal y
acotado:
Z b
|f (x)| = x(t) dt ≤ (b − a) · máx |x(t)| = (b − a) · kxk =⇒ kf k ≤ b − a.

a a≤t≤b

Rb
|f (x0 )| dt
Si elegimos en particular x0 = 1, kf k ≥ kx0 k = a
1 = b − a. De aquı́ se deduce que
kf k = b − a.

Proposición 3.5.1. Sea X un espacio normado y f un funcional lineal en X. Entonces f


es continuo si y sólo si su núcleo N (f ) es cerrado.

Demostración. a) La prueba de que N (f ) es cerrado es directa.


b) Supongamos que N = N (f ) es cerrado. Si N = X, entonces f = 0 y es continuo.
Si N 6= X, existe x1 ∈ X : f (x1 ) 6= 0. Sea x0 = x1 /f (x1 ). Como f (x0 ) = 1 y N es cerrado,
d(x0 , N ) = d > 0.
Por otra parte, ∀x ∈ X, x = x − f (x) · x0 + f (x) · x0 , donde x − f (x) · x0 ∈ N . Esto indica
que X = N ⊕ {λx0 : λ ∈ E}. Si escribimos entonces x = n + λx0 , con n ∈ N , λ ∈ E, resulta:

kxk = |λ| · kx0 + n/λk ≥ |λ| · d = |f (λx0 + n)| · d = |f (x)| · d.

Esto implica que |f (x)| ≤ (1/d) · kxk y f es continuo.

Nos centraremos a continuación en la caracterización de los funcionales lineales acotados en


Lp . En primer lugar estudiaremos el caso de la medida de Lebesgue en [0, 1].

Proposición 3.5.2. Si g ∈ Lq , el funcional F : Lp → R definido por F (f ) = f g es lineal,


R

acotado y kF k = kgkq .

Demostración. Por la desigualdad de Hölder, F es acotado y kF k ≤ kgkq . Además dada


f = |g|q/p · sign(g), es evidente que |f |p = |g|q = f · g. Por tanto, f ∈ Lp y kf kp = (kgkq )q/p .
Ahora bien, Z Z
F (f ) = f g = |g|q = kgkqq = kgkq · kf kp

(porque q = 1 + q/p), con lo que kF k ≥ kgkq .


112 3.5. Funcionales lineales acotados en Lp

Observación. Los casos p = 1 y p = ∞ se dejan como ejercicio.


El resultado fundamental de esta sección será el recı́proco de la proposición anterior, conocido
como el teorema de representación de Riesz. Un resultado previo es el lema siguiente.

Lema
Z 3.5.3. Sea g una función integrable en [0, 1] y supongamos que existe M > 0 tal que

f g ≤ M · kf kp , para toda f medible y acotada. Entonces g ∈ Lq y kgkq ≤ M .

Demostración.
( Caso 1 < p < ∞. Definimos la sucesión de funciones medibles y acotadas
g(x) si |g(x)| ≤ n q/p
gn (x) = y llamamos fn = |gn |q/p · sign(gn ). Entonces kfn kp = kgn kq
0 si |g(x)| > n
y |gn |q = fn · gn = fn · g de donde
Z
q
kgn kq = fn · g ≤ M kfn kp = M · kgn kq/p q .

|gn |q ≤ M q .
R
Como q − q/p = 1, resulta que kgn kq ≤ M y
Como |gn |q converge a |g|q c.s., tenemos (por el lema de Fatou):
Z Z
|g| ≤ lı́m |gn |q ≤ M q .
q

Ası́, g ∈ Lq y kgkq ≤ M .
Caso p = 1. Sea E = {x : |g(x)| ≥ M + ε} y llamamos f = (sign g) · χE . Entonces
kf k1 = m(E) y Z

M · m(E) = M · kf k1 ≥ f g ≥ (M + ε) · m(E).

Por tanto, m(E) = 0 y kgk∞ ≤ M .

Teorema 3.5.4 (representación de Riesz). SeaR F un funcional lineal acotado en Lp


(1 ≤ p < ∞). Entonces existe g ∈ Lq tal que F (f ) = f g. Además kF k = kgkq .

Demostración. Para cada s ∈ [0, 1], denotaremos por χs a la función caracterı́stica de [0, s] y
definimos la función Φ(s) = F (χs ). Veamos que Φ es absolutamente continua:
Dado cualquier ε > 0, sea {(si , s0i ) : i = 1, . . . , n} una familia finita de intervalos disjuntos en
X n
[0, 1] con longitud total menor que δ. Si f = (χs0i − χsi ) · sign(Φ(s0i ) − Φ(si )), entonces
i=1
X
|Φ(s0i ) − Φ(si )| = F (f ).
i

Z 1 n Z
X 1 n
X
Como kf kpp = p
|f | ≤ |χs0i − χsi |p = |s0i − si | < δ, resulta
0 i=1 0 i=1
X
|Φ(s0i ) − Φ(si )| = F (f ) ≤ kF k · kf kp < kF k · δ 1/p
i
Capı́tulo 3. Espacios Lp 113

de modo que la variación total de Φ es menor que ε si tomamos δ = εp /kF kp .


Z s
Por el teorema 1.5.13, existe g integrable en [0, 1] tal que Φ(s) = g, con lo que F (χs ) =
Z 1 0

g · χs .
0
Sea ahora ψ una función escalonada. Como es combinación lineal de funciones caracterı́sticas,
Z 1
es fácil deducir que F (ψ) = g · ψ.
0
Si f es ahora una función medible y acotada en [0, 1], sabemos que f es lı́mite c.s. de una
sucesión (ψn ) de funciones escalonadas.
La sucesión (|f − ψn |p ) es uniformemente acotada y tiende a cero c.s. Por el teorema de la
convergencia acotada, kf − ψn kp → 0. Como además

|F (f ) − F (ψn )| = |F (f − ψn )| ≤ kF k · kf − ψn kp ,

deducimos que F (f ) = lı́m F (ψn ).


Teniendo en cuenta que gψn < |g| · sup ψn , por el teorema de la convergencia dominada de
Lebesgue, Z Z Z Z
f g = (lı́m ψn ) · g = lı́m(ψn · g) = lı́m ψn · g = F (f ).

Como |F (f )| ≤ kF k · kf kp , por el lema anterior deducimos que g ∈ Lq y kgkq ≤ kF k.


Por último, sea f ∈ Lp arbitrario. Entonces, dado
Z ε > 0, existe una función escalonada ψ tal
que kf − ψkp < ε. Como ψ es acotada, F (ψ) = ψ · g, de donde

Z Z Z

F (f ) − f g ≤ |F (f ) − F (ψ)| + F (ψ) − f g = |F (f − ψ)| + (ψ − f )g

≤ kF k · kf − ψkp + kgkq · kf − ψkp < ε(kF k + kgkq ).
R
Por tanto, F (f ) = f g.
De la proposición 3.5.10 se deduce que kF k = kgkq .

Veamos a continuación el caso de medidas arbitrarias en un espacio X.

Proposición 3.5.5. Si f ∈ Lp (µ) (1 ≤ p < ∞), dado ε > 0, existe ϕ simple, que se anula
fuera de un conjunto de medida finita, tal que kf − ϕkp < ε.

Lema 3.5.6. Si (X, Ω, µ) es un espacio de medida finito y g una función integrable tal que
existe M > 0 con Z

gϕ dµ ≤ M kϕkp , ∀ϕ función simple,

entonces g ∈ Lq .

Demostración. Supongamos que p > 1 y sea (ψn ) una sucesión creciente de funciones simples
no negativas que converge a |g|q . Llamamos ϕn = (ψn )1/p sign g.
114 3.5. Funcionales lineales acotados en Lp

R 1/p
Entonces ϕn es una función simple y kϕn kp = ψn dµ . Como

ϕn · g ≥ |ϕn | · |ψn |1/q = |ψn |1/p+1/q = ψn ,

resulta Z Z Z 1/p
ψn dµ ≤ ϕn · g dµ ≤ M kϕn kp ≤ M ψn dµ ,
1/q
≤ M o bien ψn dµ ≤ M q .
R R
de donde ψn dµ
Queda como ejercicio el caso p = 1.

Lema 3.5.7. Sea (En ) una sucesión de conjuntos medibles disjuntos y (fn ) una sucesión de
p
P
funciones en L (1 ≤ p < ∞), tal que fn (X \ En ) = 0. Si f = fn , entonces
X
f ∈ Lp ⇐⇒ kf kp < ∞.
P∞
En este caso, kf kp = n=1 kfn k
p.

Teorema 3.5.8 (representación de Riesz). Sea F : Lp (µ) → R (1 ≤ p < ∞) un funcional


lineal acotado con µ medida σ-finita. Entonces existe un único g ∈ Lq (1/p + 1/q = 1) tal que
Z
F (f ) = f g dµ.

Además kF k = kgkq .

Demostración. Veamos el caso en que µ es finita.


Entonces toda función medible acotada está en Lp (µ). Definimos

ν(E) = F (χE ).
S
Si (En ) es una sucesión
P de conjuntos medibles disjuntos y E = En , llamamos αn =
sign F (χEn ) y f = αn χEn .
Por el lema anterior y la acotación de F , tenemos

X ∞
X
|ν(En )| = F (f ) < ∞ y ν(En ) = F (χE ) = ν(E).
n=1 n=1

Por tanto, ν es una


R medida con signo y, por el teorema de Radon-Nikodym, existe g medible
tal que ν(E) = E g dµ, ∀E medible. Como ν es finita, g es integrable.
Si ϕ es simple, por linealidad se prueba que
Z
F (ϕ) = ϕg dµ.

Como |F (ϕ)| ≤ kF k · kϕkp , entonces g ∈ Lq (por el lema 3.5.6). Definimos el funcional lineal
acotado Z
G(f ) = f g dµ.
Capı́tulo 3. Espacios Lp 115

Entonces G − F es un funcional lineal acotado que se anula en el subespacio de funciones


simples. Por la proposición 3.5.5, las funciones simples son densas en Lp con lo que G−F = 0.
Ası́ pues Z
F (f ) = f g dµ, ∀f ∈ Lp

y es fácil verificar que kF k = kGk = kgkq .


La unicidad es evidente: si g1 y g2 determinan el mismo funcional F , g1 − g2 da el funcional
cero, con lo que kg1 − g2 kq = 0, es decir g1 = g2 c.s.
Para ver el caso σ-finito, sea (Xn ) una sucesión creciente de conjuntos medibles de medida
q
finita cuya unión es X. YaR hemos probadop la existencia de una sucesión (gn ) ⊂ L tal que
gn (X \ Xn ) = 0 y F (f ) = f gn dµ, ∀f ∈ L que se anula fuera de Xn . Además kgn kq ≤ kF k.
Como tal función gn está unı́vocamente determinada en Xn salvo para conjuntos de medida
cero, y gn+1 tiene la misma propiedad, podemos suponer gn = gn+1 en Xn .
Para x ∈ Xn , definimos g(x) = gn (x). Ası́ g es una función medible bien definida y |gn | crece
puntualmente hacia |g|. Por el teorema de la convergencia monótona,
Z Z
|g| dµ = lı́m |gn |q dµ ≤ kF kq
q

y g ∈ Lq .
Si f ∈ Lp , definimos fn = f en Xn y fn = 0 fuera de Xn . Entonces fn → f puntualmente y
en Lp . Como |f g| es integrable y |fn g| ≤ |f g|, por el teorema de la convergencia dominada
de Lebesgue,
Z Z Z
f g dµ = lı́m fn g dµ = lı́m fn gn dµ = lı́m F (fn ) = F (f ).

Si p = 1, es necesaria la hipótesis σ-finita pero no lo es en los demás casos.

Teorema 3.5.9. Sea F un funcional lineal acotado en Lp (µ) (1 < p < ∞). Entonces existe
un único g ∈ Lq tal que Z
F (f ) = f g dµ

y kF k = kgkq .

Demostración. Por el teorema anterior, si E es un conjunto medible de medida σ-finita, existe


un único gE ∈ Lq que se anula fuera de E, tal que
Z
F (f ) = f gE dµ, ∀f ∈ Lp que se anula fuera de E.

Por la unicidad de gE , si A ⊂ E, entonces gA = gE c.s. en A.


Para cada E de medida σ-finita, sea λ(E) = |gE |q dµ. Entonces, si A ⊂ E, λ(A) ≤ λ(E) ≤
R

kF kq .
116 3.5. Funcionales lineales acotados en Lp

Sea (En ) una sucesión de conjuntos de medida σ-finita tal que λ(En ) tiende al valor máximo
m de λ. Entonces H = ∪En es un conjunto de medida σ-finita y λ(H) = m.
Si g = gH en H y g = 0 en el resto, entonces g ∈ Lq y, si H ⊂ E y E es un conjunto de
medida σ-finita, entonces gE = gH c.s. en H.
Como Z Z
q
|gE | = λ(E) ≤ λ(H) = |gH |q ,

entonces gE = 0 c.s. en E \ H. Por tanto, gE = g c.s. en E.


Si f ∈ Lp , el conjunto N = {x : f (x) 6= 0} tiene medida σ-finita y también E = N ∪ H.
Entonces Z Z
F (f ) = f gE dµ = f g dµ.

Del teorema anterior se deduce que kF k = kgkq .

3.5.2. Espacio dual

En espacios vectoriales de dimensión finita es conocido el hecho de que si {e1 , . . . , en } es


una base de X, entonces el espacio X ∗ , llamado dual algebraico de X, definido por X ∗ =
{f : X → R : f lineal}, tiene dimensión n y el conjunto {f1 , . . . , fn }, donde fi (ek ) = δik , es
una base de X ∗ . Un resultado análogo puede demostrarse en dimensión infinita, utilizando el
concepto de base de Schauder.
Este hecho es el punto de partida para definir el concepto de espacio dual en espacios normados
arbitrarios.
Definición. Sea X un espacio normado; llamamos espacio dual de X a

X 0 = {f : X → R : f es lineal y acotado}.

Si dim X < ∞, este concepto coincide con el de dual algebraico.


|f (x)|
Proposición 3.5.10. El espacio X 0 con la norma kf k = supx6=0 kxk es de Banach.

Demostración. Debemos ver que toda sucesión de Cauchy en X 0 converge en el mismo espacio.
Consideramos para ello una sucesión {fn }n∈N de Cauchy en X 0 , es decir, tal que kfn −fm k < ε,
si n, m > N (ε). Entonces

∀x ∈ X, kfn (x) − fm (x)k ≤ kfn − fm k · kxk < εkxk.

Esto implica que {fn (x)}n∈N es de Cauchy en R, de donde ∃y ∈ R : fn (x) → y, porque R es


completo.
Definimos f : X → R como f (x) = y. Entonces

f es lineal (evidente).

f es acotado: Si n > N ,

kfn (x) − f (x)k = kfn (x) − lı́m fm (x)k = lı́m kfn (x) − fm (x)k ≤ ε · kxk.
m
Capı́tulo 3. Espacios Lp 117

Entonces fn − f es acotado para n > N . Como fn también es acotado, f = fn − (fn − f )


es acotado.

fn → f : Como kfn (x) − f (x)k ≤ ε · kxk, entonces kfn − f k ≤ ε.

Es a menudo conveniente estudiar el espacio dual de un espacio normado para obtener


propiedades del mismo espacio, por lo que estudiaremos su estructura en algunos ejemplos
clásicos.
Ejemplos.

1. El dual de Rn con la norma euclı́dea es Rn (en realidad es un espacio isométrico a Rn ).


Como dim Rn = n, todo f lineal es acotado.
Si x = ni=1 αi ei , f (x) = ni=1 αi f (ei ). Por la desigualdad de Cauchy-Schwarz,
P P

n n
!1/2 n
!1/2 n
!1/2
X X X X
|f (x)| ≤ |αi f (ei )| ≤ |αi |2 |f (ei )|2 = kxk · |f (ei )|2 ,
i=1 i=1 i=1 i=1

2 1/2 .
Pn 
de donde kf k ≤ i=1 |f (ei )|
Tomando en particular x = (f (e1 ), . . . , f (en )), se obtiene la igualdad. Ası́, kf k =
2 1/2 coincide con la norma euclı́dea y la aplicación definida por f 7→
Pn 
i=1 |f (ei )|
(f (e1 ), . . . , f (en )) es un isomorfismo isométrico de (Rn )0 en Rn .

2. El dual de `1 es `∞ .
P∞ ∞
∀x ∈ `1 , podemos escribir x = k=1 αk ek , donde ek = (δkj )j=1 forma una base de
Schauder de `1 , porque x − nk=1 αk ek = (0, .(n)
P
. ., 0, αn+1 , . . . ) y


n
X X
x − αk ek = αk ek → 0


k=1 k=n+1

por ser el resto de una serie convergente.


Definimos la aplicación T f = (f (ek ))k∈N , ∀f ∈ (`1 )0 . Como f (x) =
P
αk f (ek ), en-
k∈N
tonces |f (ek )| ≤ kf k · kek k = kf k, pues kek k = 1. En consecuencia, supk |f (ek )| ≤ kf k
de donde (f (ek ))k∈N ∈ `∞ .

? T es sobre: ∀b = (βk )k∈N ∈ `∞ , definimos g : `1 → E como g(x) = k∈N αk βk si


P
x = (αk )k∈N ∈ `1 .
El funcional g es lineal y acotado, pues
X X
|g(x)| ≤ |αk βk | ≤ sup |βk | · |αk | = kxk1 · sup |βk | =⇒ g ∈ (`1 )0 .
k∈N k k∈N k

P
Además, como g(ek ) = j∈N δkj βj = βk , T g = (g(ek ))k∈N = (βk )k∈N = b.
118 3.5. Funcionales lineales acotados en Lp

P
? T es inyectiva:
P Si T f1 = T f2 , entonces f1 (ek ) = f2 (ek ), ∀k. Como f1 (x) = k∈N xk f1 (ek )
y f2 (x) = k∈N xk f2 (ek ), entonces f1 = f2 .
? T es isometrı́a:
Por una parte, kT f k∞ = supk |f (ek )| ≤ kf k y de
X X
|f (x)| = | αk f (ek )| ≤ sup |f (ek )| · |αk | = kxk · sup |f (ek )|
k∈N k k∈N k

(para probar la desigualdad se toman sumas parciales y, debido a la convergencia de


la serie, calcular el lı́mite), tenemos que kf k ≤ supk |f (ek )| = kT f k.

Ası́ los espacios (`1 )0 y `∞ son isométricos.


1 1
3. El dual de `p es `q si p + q = 1, (1 < p < ∞).
Una base de Schauder de es ek = (δkj )∞
`p
j=1 .
p p 0
P P
∀x ∈ ` , x = k∈N αk ek . Si f ∈ (` ) , f (x) = k∈N αk f (ek ). Definimos como antes
T f = (f (ek ))k∈N .
Para probar que la imagen q (n)
( |f (e )|qde T está en ` , definimos para cada n, la sucesión x =
(n) (n)
k
si k ≤ n y f (ek ) 6= 0,
(ξk )∞k=1 con ξk = f (ek )
0 si k > n ó f (ek ) = 0.
(n)
Entonces f (x(n) ) = k∈N ξk f (ek ) = nk=1 |f (ek )|q .
P P

Como además,
n
!1/p
(n)
X
f (x(n) ) ≤ kf k · kx(n) kp = kf k |ξk |p
k=1
n
!1/p n
!1/p
X X
= kf k |f (ek )|pq−p = kf k |f (ek )|q ,
k=1 k=1
 n
1− 1  n
1/q
p
)|q )|q
P P
resulta que |f (ek = |f (ek ≤ kf k.
k=1 k=1
 ∞
1/q
|f (ek )|q ≤ kf k de donde (f (ek ))k∈N ∈ `q .
P
Haciendo n → ∞,
k=1
q
T es sobre: Dado b = (βP k )k∈N ∈ ` , podemos asociarle un funcional lineal y acotado g

en `p , mediante g(x) = k=1 αk βk con x = (αk )k∈N ∈ `p (la acotación se deduce de la
desigualdad de Hölder). Entonces g ∈ (`p )0 .
Se ve fácilmente que T es también inyectiva.
Por último veamos que la norma de f es la norma en `q de T f :
!1/p !1/q
X X X
|f (x)| = αk f (ek ) ≤ |αk |p |f (ek )|q


k∈N k∈N k∈N
!1/q
X
= kxk |f (ek )|q .
k∈N
Capı́tulo 3. Espacios Lp 119

q 1/q
P 
Tomando el supremo sobre los x de norma 1, sale que kf k ≤ k∈N |f (ek )| .
q 1/q
P 
Como la otra desigualdad también es cierta, se deduce la igualdad kf k = k∈N |f (ek )| ,
con lo que se establece el isomorfismo f 7→ (f (ek ))k∈N deseado.

4. El dual de c0 = {a = (an )n∈N : an ∈ C, an → 0} es `1 .


Definimos F : `1 → (c0 )0 por F f = fe, donde fe(x) =
P
fn xn , ∀x ∈ c0 .
n≥1

• Eligiendo x = (x1 , . . . , xN , 0, . . . ),

N
X N
X
|fe(x)| ≤ |fn xn | ≤ máx |xn | · |fn |.
n=1 n=1

Haciendo N → ∞, |fe(x)| ≤ kxk∞ · kf k1 =⇒ kfek ≤ kf k1 =⇒ kF k ≤ 1.


• F es isometrı́a: Dado fe ∈ (c0 )0 , llamamos PNfn = f (en ).
e
Ası́, si x = (x1 . . . , xN , 0, . . . ), f(
e(x) = n=1 fn xn . Como fn = eiϕn · |fn |, definimos
(N ) (N ) e−iϕn si 0 < n ≤ N
g (N ) = (gn )n∈N , donde gn = Entonces:
0 si n > N.

N
X
|fe(g (N ) )| = |fn | ≤ kfek · kg (N ) k∞ = kfek < ∞.
n=1

Esto implica que f = (fn )n∈N ∈ `1 y kf k1 ≤ kfek =⇒ kF k = 1.


• F es sobre: Dado fe ∈ (c0 )0 , ∀x ∈ c0 , escribimos x = n∈N xn en con lo que fe(x) =
P
1
P P
n∈N xn f (en ). Basta probar que (f (en ))n∈N ∈ ` , es decir n∈N |f (en )| < ∞. Para
e e e
f (en )
ello tomamos: x(N ) = N
P
· en ∈ c0 , de donde
e
n=1 e |f (en )|

N N
X X fe(en ) e
|fe(en )| = · f (en ) = fe(x(N ) ) ≤ kfek.
n=1 |f (en )|
n=1
e

P∞
Si hacemos N → ∞, n=1 |f (en )|
e < ∞.

Observaciones. 1) Otros ejemplos se pueden obtener debido al hecho de que si X0 es sub-


espacio denso de X e Y es completo, entonces L(X0 , Y ) = L(X, Y ), se deduce en particular
que X00 = X 0 .
2) Los resultados anteriores prueban también que los espacios `p (p ≥ 1) son completos. Basta
observar que `p es isomorfo a (`q )0 y, por la proposición 3.5.10, el dual de un espacio normado
es completo.
3) El teorema de representación de Riesz demuestra que el dual de Lp (con 1 < p < ∞)
es isométricamente isomorfo a Lq (si 1/p + 1/q = 1). Una demostración similar prueba que
(L1 )0 ∼
= L∞ . Sin embargo, no es cierto que (L∞ )0 sea equivalente a L1 .
120 3.6. Ejercicios

3.6. Ejercicios
1. Supongamos que µ(X) = 1R y sean
 fR y g funciones
 medibles no negativas,
con f · g ≥ 1. Probar que f dµ · g dµ ≥ 1.
Solución. Basta aplicar la desigualdad de Jensen a la función convexa ϕ(t) = 1/t.
Ası́ pues, Z Z  Z
1 1
φ(f ) ≥ ϕ f =⇒ ≥R .
f f
R R R R
Como 1/f ≤ g, entonces 1/f ≤ g, de donde f · g ≥ 1.

2. Demostrar que, si 0 < r < p < s < ∞, entonces Lr ∩ Ls ⊂ Lp ⊂ Lr + Ls .


Solución. Sea A = {x : |f | ≤ 1}. Si f ∈ Lr ∩ Ls ,
Z Z Z Z Z Z Z
p p p r s r
|f | = |f | + |f | ≤ |f | + |f | ≤ |f | + |f |s < ∞.
A Ac A Ac

Por otra parte, si f ∈ Lp ,

f = f · χA + f · χAc con f · χA ∈ Ls , f · χAc ∈ Lr .

3. Supongamos que 0 < r < s < ∞ y f ∈ Lr ∩ Ls . Probar:


a) f ∈ Lp para todo p ∈ [r, s].
b) La función φ(p) = ln |f |p es convexa en [r, s].
R

c) kf kp ≤ máx{kf kr , kf ks }.
Solución. El apartado a) está resuelto en el ejercicio anterior.
Para que φ sea convexa, debemos probar que, si t ∈ [0, 1] y r ≤ a < b ≤ s, entonces

eφ[ta+(1−t)b] ≤ etφ(a)+(1−t)φ(b) ,

es decir Z Z  t Z 1−t
c a b
|f | ≤ |f | |f | ,

donde c = ta + (1 − t)b.
1 1
Si llamamos p = 1/t y q = 1/(1 − t), entonces + = 1. Como además g = |f |a/p ∈ Lp
p q
y h = |f |b/q ∈ Lq , por el teorema de Hölder,
Z Z Z 1/p Z 1/q Z t Z 1−t
c p q a b
|f | = g·h≤ |g| · |h| = |f | · |f | .

Por último,
b(1−t) b(1−t)/c
kf kcc ≤ kf kat
a · kf kb =⇒ kf kc ≤ kf kat/c
a · kf kb ≤ máx{kf ka , kf kb }.
Capı́tulo 3. Espacios Lp 121

4. Demostrar que, si f, g ∈ Lp , con 0 < p < 1, entonces


1
−1
kf + gkp ≤ 2 p (kf kp + kgkp ).

Solución. Teniendo en cuenta la desigualdad (a + b)k < ak + bk cuando a, b > 0 y


0 < k < 1 (lo que equivale a la desigualdad (1 + x)k < 1 + xk la cual se prueba por
métodos de cálculo diferencial), resulta:

kf + gkpp |f + g|p (|f |p + |g|p ) (|f |p + |g|p )


R R R R
= ≤ = .
2 2 2 2
Ahora, por la concavidad de la función y = xp , resulta:
!p
kf + gkpp ( |f |p )1/p + ( |g|p )1/p
R R
≤ .
2 2

5. Demostrar que, si µ(Ω) < ∞ y 0 < r < s < ∞, entonces Ls ⊂ Lr y que


para f ∈ Ls ,
1 1
kf kr ≤ kf ks · µ(Ω) r − s .

Solución.
Z Si f ∈ Ls , llamamos p = s/r > 1 y q el conjugado de p. Por hipótesis,
|f |pr < ∞. Por la desigualdad de Hölder,

Z Z 1/p Z 1/q
r pr q
|f | · 1 ≤ |f | · 1 = kf krs · (µ(Ω))1/q .

6. Sea f ∈ L1 [a, b]. Probar que

1
Z h
lı́m |f (x + t) + f (x − t) − 2f (x)| dt = 0 c.s.
h→0+ h 0

[El conjunto de los puntos x ∈ (a, b) para los cuales se cumple lo anterior
se llama conjunto de Lebesgue de f .]
Solución. Si r ∈ Q, definimos

1 h
Z
Er = {x ∈ [a, b] : lı́m |f (x + t) − r| dt 6= |f (x) − r|
h→0+ h 0
1 h
Z
ó lı́m |f (x − t) − r| dt 6= |f (x) − r|}.
h→0+ h 0

Veamos que m(Er ) = 0:


Z h Z x+h
1 1
|f (x + t) − r| dt = |f (u) − r| du = (∗)
h 0 h x
122 3.6. Ejercicios

Rx
Si G(x) = 0 |f (u) − r| du, entonces G0 (x) = |f (x) − r| c.s. Además
G(x + h) − G(x)
(∗) = .
h
Rh
Tomando lı́mites, lı́mh→0+ 1
h 0 |f (x + t) − r| dt = G0 (x) = |f (x) − r| c.s.
Si x 6∈ E, dado ε > 0, existe r ∈ Q tal que |f (x) − r| < ε/4. Además
1 h 1 h
Z Z
lı́m |f (x + t) − r| dt = |f (x) − r| y lı́m |f (x − t) − r| dt = |f (x) − r|.
h→0+ h 0 h→0+ h 0

Por tanto,
1 h
Z
0 ≤ lı́m |f (x + t) + f (x − t) − 2f (x)| dt
h→0+ h 0
 Z h
1 h
Z 
1
≤ lı́m |f (x + t) − f (x)| dt + |f (x − t) − f (x)| dt
h→0+ h 0 h 0
 Z h
1 h
Z
1
≤ lı́m |f (x + t) − r| dt + |r − f (x − t)| dt
h→0+ h 0 h 0
1 h 1 h
Z Z 
+ |f (x − t) − r| dt + |r − f (x)| dt
h 0 h 0
= |f (x) − r| + |f (x) − r| + |f (x) − r| + |f (x) − r| < ε.

7. (Derivada de Gateaux) Sean f, g ∈ Lp (µ), con 1 < p < ∞. Probar que la


función Z
N (t) = |f + tg|p , t ∈ R,
X
es derivable y su derivada en t = 0 es
dN p
Z
(0) = |f |p−2 [f · g + f · g].
dt 2 X

Solución. En primer lugar, se prueba que


|f + tg|p − |f |p
lı́m = |f |p−2 (f · g + f · g)
t→0 t
(basta considerar la función h(t) = |f + tg|p y calcular su derivada en el origen).
Por otra parte, como la función h(t) = |f + tg|p es convexa, tenemos que
h(t · 1 + (1 − t) · 0) ≤ t · h(1) + (1 − t) · h(0) = t · |f + g|p + (1 − t) · |f |p ,
1 1
de donde [|f + tg|p − |f |p ] ≤ |f + g|p − |f |p . Análogamente se prueba que [|f + tg|p −
t t
|f |p ] ≥ |f |p − |f − g|p .
Como
N (t) − N (0) |f + tg|p − |f |p
Z
dN
(0) = lı́m = lı́m ,
dt t→0 t t→0 t
las desigualdades obtenidas permiten aplicar el teorema de la convergencia dominada
para deducir el resultado deseado.
Capı́tulo 4

Construcción de medidas abstractas

Es frecuente que una medida esté definida únicamente en una clase reducida de conjuntos
(por ejemplo, si F : R → R es una función creciente y continua por la derecha, la función
µ(a, b] = F (b) − F (a) es una medida sobre la clase de los intervalos semiabiertos por la
izquierda). En este capı́tulo estudiaremos la forma de extender estas medidas a la σ-álgebra
generada por la clase inicial de conjuntos. El método utilizado generaliza el de construcción de
la medida de Lebesgue a partir de una medida exterior definida sobre los conjuntos abiertos.
Por último aplicaremos este procedimiento en la construcción de medidas producto.

4.1. Medida exterior

Definición. Dado un conjunto X, una aplicación µ∗ : P (X) → [0, ∞] es una medida


exterior si verifica

i) µ∗ (∅) = 0.

ii) Monotonı́a: A ⊂ B =⇒ µ∗ (A) ≤ µ∗ (B).



[ ∞
X
iii) Subaditividad numerable: E ⊂ Ei =⇒ µ∗ (E) ≤ µ∗ (Ei ).
i=1 i=1


[ ∞
X
De ii) y iii) se deduce que µ∗ ( Ei ) ≤ µ∗ (Ei ) si (Ei ) es una familia de conjuntos disjuntos.
i=1 i=1
Decimos que µ∗ es finita si µ∗ (X) < ∞.
Ejemplos. 1) La función µ∗ (∅) = 0, µ∗ (A) = 1, en cualquier otro caso, define una medida
exterior en P (X).
2) Si X es un conjunto infinito, la función µ∗ (A) = 0 si A es numerable, y µ∗ (A) = 1 si A no
es numerable, también es una medida exterior en P (X).
En la sección 4.2 veremos un método general de construcción de medidas exteriores.

123
124 4.1. Medida exterior

Definición. Un conjunto E ⊂ X es medible (según Carathéodory) con respecto a µ∗ (o


µ+ -medible) si
µ∗ (A) = µ∗ (A ∩ E) + µ∗ (A ∩ E c ), ∀A ⊂ X,
lo cual equivale simplemente a

µ∗ (A) ≥ µ∗ (A ∩ E) + µ∗ (A ∩ E c ), ∀A ⊂ X,

ya que la desigualdad contraria es consecuencia de la definición de medida exterior.


De la definición se deduce inmediatamente que conjuntos de medida exterior cero son µ∗ -
medibles.

Teorema 4.1.1. La clase B de conjuntos µ∗ -medibles es una σ-álgebra. Si µ = µ∗ |B , entonces


µ es una medida completa en B.

Demostración. Es evidente que ∅ ∈ B y que E ∈ B =⇒ E c ∈ B.


Sean E1 , E2 ∈ B. Por un lado,

∀A ⊂ X, µ∗ (A) = µ∗ (A ∩ E2 ) + µ∗ (A ∩ E2c )

y, por otro,
µ∗ (A) = µ∗ (A ∩ E2 ) + µ∗ (A ∩ E2c ∩ E1 ) + µ∗ (A ∩ E2c ∩ E1c ).
Ahora bien, como A ∩ (E1 ∪ E2 ) = (A ∩ E2 ) ∪ (A ∩ E1 ∩ E2c ),

µ∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )) ≤ µ∗ (A ∩ E2 ) + µ∗ (A ∩ E2c ∩ E1 ),

de donde
µ∗ (A) ≥ µ∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )) + µ∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )c ).
Esto indica que E1 ∪ E2 ∈ B.
Por recurrencia se prueba que la unión finita de conjuntos µ∗ -medibles es µ∗ -medible.
Por último, sea E = ∞
S Sn
i=1 Ei , (Ei )i∈N ⊂ B disjuntos. Si llamamos Gn = i=1 Ei , entonces
Gn ∈ B y ∀A ⊂ X,

µ∗ (A) = µ∗ (A ∩ Gn ) + µ∗ (A ∩ Gcn ) ≥ µ∗ (A ∩ Gn ) + µ∗ (A ∩ E c ).

Como Gn ∩ En = En y Gn ∩ Enc = Gn−1 , tenemos que

µ∗ (A ∩ Gn ) = µ∗ (A ∩ En ) + µ∗ (A ∩ Gn−1 ).

Procediendo de forma recurrente,


n
X

µ (A ∩ Gn ) = µ∗ (A ∩ Ei ),
i=1

con lo que
n
X
µ∗ (A) ≥ µ∗ (A ∩ E c ) + µ∗ (A ∩ Ei ), ∀n,
i=1
Capı́tulo 4. Construcción de medidas abstractas 125

de donde

X
µ∗ (A) ≥ µ∗ (A ∩ E c ) + µ∗ (A ∩ Ei ) ≥ µ∗ (A ∩ E c ) + µ∗ (A ∩ E)
i=1

[
pues A ∩ E ⊂ (A ∩ Ei ).
i=1
Veamos a continuación la aditividad finita de µ.
Sean E1 , E2 ∈ B disjuntos. Entonces

µ(E1 ∪ E2 ) = µ∗ (E1 ∪ E2 ) = µ∗ ((E1 ∪ E2 ) ∩ E2 ) + µ∗ ((E1 ∪ E2 ) ∩ E2c )


= µ∗ (E2 ) + µ∗ (E1 ) = µ(E2 ) + µ(E1 ).

El caso finito se prueba por recurrencia.



[
Si E = Ei , con (Ei )i∈N ⊂ B disjuntos, entonces
i=1

n
[ n
X
µ(E) ≥ µ( Ei ) = µ(Ei ),
i=1 i=1


X
de donde µ(E) ≥ µ(Ei ).
i=1

X
Pero, por la subaditividad numerable de µ∗ , µ(E) ≤ µ(Ei ). Ası́, µ es una medida pues
i=1
es no negativa y µ(∅) = 0.
Para ver que µ es completa, B debe contener todos los subconjuntos de conjuntos de medida
nula.
Sea pues E ∈ B, con µ∗ (E) = 0 y F ⊂ E. Entonces, ∀A ⊂ X,

µ∗ (A ∩ F ) + µ∗ (A ∩ F c ) ≤ µ∗ (A ∩ E) + µ∗ (A ∩ F c ) ≤ µ∗ (E) + µ∗ (A) = µ∗ (A)

con lo que F ∈ B.

4.2. Teorema de extensión de Carathéodory


En la sección anterior hemos visto cómo caracterizar conjuntos medibles a partir de una
medida exterior. Sin embargo, la medida exterior se define a su vez mediante una idea más
primitiva de medida en una clase más amplia de funciones. Esto es lo que desarrollaremos en
esta sección partiendo de medidas sobre un álgebra de conjuntos.
Definición. Dada un álgebra de conjuntos A, una función µ : A → [0, ∞] es una medida
sobre el álgebra A si
i) µ(∅) = 0.
ii) µ( ∞
S P∞ S
i=1 Ai ) = i=1 µ(Ai ), si (Ai )i∈N ⊂ A es una sucesión disjunta tal que i∈N Ai ∈ A.
126 4.2. Teorema de extensión de Carathéodory

Ası́ pues, una medida sobre un álgebra es medida si y sólo si A es σ-álgebra.


Veremos en esta sección que toda medida µ sobre un álgebra A puede extenderse a una
medida definida en una σ-álgebra B con A ⊂ B. El procedimiento será construir una medida
exterior µ∗ y ver que la medida inducida µ (según el teorema 4.1.1) es la extensión deseada.
La construcción será análoga a la construcción de la medida exterior de Lebesgue a partir de
las longitudes de intervalos. Definimos

X

µ (E) = ı́nf µ(Ai )
i=1
S∞
donde (Ai )i∈N ⊂ A es una sucesión tal que E ⊂ i=1 Ai .

Lema 4.2.1. Sea µ una medida sobre el álgebra A. Si A ∈ A y (Ai )i∈N ⊂ A es una sucesión

tal que A ⊂ ∞
S X
A
i=1 i , entonces µ(A) ≤ µ(Ai ).
i=1

Demostración.
S∞ Llamamos Bn = A∩An ∩Ac1 ∩· · ·∩Acn−1 . Ası́ Bn ∈ A, son disjuntos, Bn ⊂ An
y A = n=1 Bn . Por la aditividad numerable de µ,

X ∞
X
µ(A) = µ(Bn ) ≤ µ(An ).
n=1 n=1

Corolario 4.2.2. Si A ∈ A, µ∗ (A) = µ(A).


X
Demostración. Por definición, µ ∗ (A) ≤ µ(A). Por el lema anterior, como µ(A) ≤ µ(Ai ),
i=1
con A ⊂ ∞ ∗
S
i=1 Ai , entonces µ(A) ≤ µ (A).

Lema 4.2.3. µ∗ es una medida exterior.

Demostración. Por la propia definición, µ∗ es monótona y µ∗ (∅) = 0.


Sea E ⊂ ∞ ∗ ∗
S P ∗
i=1 Ei . Si µ (Ei ) = ∞ para algún i, µ (E) ≤ µ (Ei ) = ∞.
S∞
Si µ∗ (Ei ) < ∞ para todo i, dado ε > 0, existe (Aij )∞
j=1 ⊂ A tal que Ei ⊂ j=1 Aij y
P∞ ∗ i
j=1 µ(Aij ) < µ (Ei ) + ε/2 . Entonces

X ∞
X
µ∗ (E) ≤ µ(Aij ) < µ∗ (Ei ) + ε.
i,j i=1

P∞
Como ε es arbitrario, µ∗ (E) ≤ ∗
i=1 µ (Ei ).

Lema 4.2.4. Si A ∈ A, entonces A es µ∗ -medible.


Capı́tulo 4. Construcción de medidas abstractas 127

Demostración. Sea E ⊂ SX con µ∗ (E) < ∞ y sea ε > 0 arbitrario. Existe una sucesión
(Ai )i∈N ⊂ A tal que E ⊂ i∈N Ai y
X
µ(Ai ) < µ∗ (E) + ε.
i∈N

Por la aditividad de µ en A,

µ(Ai ) = µ(Ai ∩ A) + µ(Ai ∩ Ac ),

de donde

X ∞
X
µ∗ (E) + ε > µ(Ai ∩ A) + µ(Ai ∩ Ac ) > µ∗ (E ∩ A) + µ∗ (E ∩ Ac )
i=1 i=1

∩ A) y E ∩ Ac ⊂ c
S S
debido a que E ∩ A ⊂ i∈N (Ai i∈N (Ai ∩ A ).
Como ε es arbitrario, µ∗ (E) ≥ µ∗ (E ∩ A) + µ∗ (E ∩ Ac ), con lo que A es medible.

La medida exterior µ∗ definida antes se llama medida exterior inducida por µ. Dado un
álgebra A, denotaremos por Aσ a la clase de conjuntos que son unión numerable de conjuntos
de A y por Aσδ los conjuntos que son intersección numerable de conjuntos de Aσ .
Proposición 4.2.5. Sea µ una medida sobre un álgebra A, µ∗ la medida exterior inducida
por µ y E ⊂ X arbitrario. Entonces

∀ε > 0, ∃A ∈ Aσ : E ⊂ A, µ∗ (A) ≤ µ∗ (E) + ε.

Además, existe B ∈ Aσδ tal que E ⊂ B y µ∗ (E) = µ∗ (B).

Demostración. Por la definición de µ∗ , existe (Ai )i∈N ⊂ A tal que E ⊂


S
i∈N Ai y

X
µ(Ai ) ≤ µ∗ (E) + ε.
i=1

µ∗ (A) ≤ ∗ ≤ µ∗ (E) + ε.
S P P
Si A = i∈N Ai , i∈N µ (Ai ) = i∈N µ(Ai )
Para demostrar la segunda parte, sabemos que, para cada n ∈ N existe An ∈ Aσ tal que
E ⊂ An y µ∗ (An ) < µ∗ (E) + 1/n.
T
Si B = n∈N An , B ∈ Aσδ y E ⊂ B.
Como B ⊂ An , µ∗ (B) ≤ µ∗ (An ) < µ∗ (E) + 1/n.
Como n es arbitrario, µ∗ (B) ≤ µ∗ (E). Pero E ⊂ B, de donde µ∗ (E) ≤ µ∗ (B).

Si aplicamos esta proposición a un conjunto µ∗ -medible E de medida finita, resulta que E


es diferencia de un conjunto de Aσδ y un conjunto de medida exterior cero. Esto nos da la
estructura de los conjuntos µ∗ -medibles de medida finita. Veamos a continuación la extensión
de este resultado a medidas σ-finitas.
Proposición 4.2.6. Sea µ una medida σ-finita sobre un álgebra A y µ∗ la medida exterior
inducida por µ. Un conjunto E es µ∗ -medible si y sólo si E = A\B, con A ∈ Aσδ y µ∗ (B) = 0.
Además, dado B, con µ∗ (B) = 0, entonces existe C ∈ Aσδ , con B ⊂ C y µ∗ (C) = 0.
128 4.2. Teorema de extensión de Carathéodory

Demostración. Como los conjuntos medibles forman una σ-álgebra, todo conjunto A ∈ Aσδ
es medible; como además µ es completo (por el teorema 4.1.1), los conjuntos con µ∗ -medida
cero son medibles. Con todo ello, si E = A \ B, con A ∈ Aσδ y µ∗ (B) = 0, entonces E es
µ∗ -medible.
Recı́procamente,
S sea (Xi )i∈N ⊂ A una sucesión de conjuntos disjuntos conSµ(Xi ) < ∞ y
X = i∈N Xi . Si E es medible y llamamos Ei = E ∩ Xi , entonces E = i∈N Ei (unión
disjunta). Por la proposición anterior, para cada n ∈ N, existe Ani ∈ Aσ tal que Ei ⊂ Ani y
1
µ(Ani ) ≤ µ(Ei ) + .
n · 2i
Hacemos An = ∞
S S∞
i=1 Ani , con lo que E ⊂ An y An \ E ⊂ i=1 (Ani \ Ei ). Por tanto,
∞ ∞
X X 1 1
µ(An \ E) ≤ µ(Ani \ Ei ) ≤ i
= .
n·2 n
i=1 i=1
T∞
Como An ∈ Aσ , el conjunto A = n=1 An ∈ Aσδ y, para cada n, A \ E ⊂ An \ E, de donde

µ(A \ E) ≤ µ(An \ E) ≤ 1/n.

Como es cierto para todo n, µ(A \ E) = 0.


La segunda parte es consecuencia directa de la proposición anterior.

Teorema 4.2.7 (Carathéodory). Sea µ una medida sobre un álgebra A y µ∗ la medida


exterior inducida por µ. Entonces la restricción µ de µ∗ a los conjuntos µ∗ -medibles es una
extensión de µ a una σ-álgebra que contiene a A. Si µ es finita (o σ-finita), también lo es
µ. Si µ es σ-finita, µ es la única medida sobre la mı́nima σ-álgebra que contiene a A que
extiende a µ.

Demostración. Sólo queda probar la unicidad de µ cuando µ es σ-finita.


Sea S la mı́nima σ-álgebra que contiene a A y µ
e alguna medida en S que coincide con µ en
A. Como los conjuntos de Aσ son unión numerable disjunta de conjuntos de A, µ e = µ en
Aσ .
Sea B ∈ S con µ∗ (B) < ∞. Por la proposición 4.2.5, existe A ∈ Aσ tal que B ⊂ A y

µ∗ (A) ≤ µ∗ (B) + ε.

Pero
e(A) = µ∗ (A) ≤ µ∗ (B) + ε =⇒ µ
e(B) ≤ µ
µ e(B) ≤ µ∗ (B).
Como la clase de conjuntos µ∗ -medibles es una σ-álgebra que contiene a A, los conjuntos B ∈
S son µ∗ -medibles. Ası́ pues, si B es µ∗ -medible y A ∈ Aσ , con B ⊂ A y µ∗ (A) ≤ µ∗ (B) + ε,
entonces
µ∗ (A) = µ∗ (B) + µ∗ (A \ B),
de donde µ∗ (A \ B) ≤ ε, si µ∗ (B) < ∞.
Por tanto,
µ∗ (B) ≤ µ∗ (A) = µ
e(A) = µ e(A \ B) ≤ µ
e(B) + µ e(B) + ε.
Capı́tulo 4. Construcción de medidas abstractas 129

Esto implica que µ∗ (B) ≤ µ


e(B), con lo que µ∗ (B) = µ
e(B).
S
N ⊂ A una sucesión disjunta tal que X =
Si µ es una medida σ-finita, sea (Xi )i∈S i∈N Xi y
µ(Xi ) < ∞. Si B ∈ S, entonces B = i∈N (B ∩ Xi ) (unión disjunta), con B ∩ Xi ∈ S, de
modo que X X
µe(B) = e(B ∩ Xi ) y µ(B) =
µ µ(B ∩ Xi ).
i∈N i∈N

Como µ∗ (B ∩ Xi ) < ∞, µ(B ∩ Xi ) = µ


e(B ∩ Xi ), de donde µ
e(B) = µ(B).

Observaciones. El método anterior no sólo extiende µ a una medida en la mı́nima σ-álgebra


B que contiene a A, sino que completa la medida. Si µ es σ-finita, la extensión a los conjuntos
µ∗ -medibles es simplemente la compleción de µ.
Si µ no es σ-finita, la extensión de µ a B no tiene que ser única aunque cualquier otra extensión
e coincide con µ en los conjuntos B ∈ B tales que µ(B) < ∞ y siempre será µ
µ e(B) ≤ µ∗ (B).
A menudo conviene empezar con una función µ0 : C → R, donde C ⊂ P (X) es una semiálge-
bra, es decir que cumple las propiedades:

i) A, B ∈ C =⇒ A ∩ B ∈ C.
Sn
ii) A ∈ C =⇒ existen Ai ∈ C disjuntos tales que Ac = i=1 Ai .

Si C es una semiálgebra, la familia A que contiene el conjunto vacı́o y todas las uniones
finitas disjuntas de conjuntos de C es un álgebra, P
llamada álgebra generada por C. Si µ0
está definido en C, se define µ en A por µ(A) = ni=1 µ0 (Ei ), si A = ni=1 Ei , con Ei ∈ C
S
disjuntos.
Para que esta medida esté bien definida sobre A hacen falta algunas condiciones como las
indicadas a continuación.

Proposición 4.2.8. Sea C una semiálgebra de conjuntos y µ : C → R, con µ ≥ 0 y µ(∅) = 0


(si ∅ ∈ C). Entonces µ tiene una única extensión a una medida sobre el álgebra A generada
por C si se cumplen:
i) C ∈ C, C = ni=1 Ci , Ci ∈ C disjuntos =⇒ µ(C) = ni=1 µ(Ci ).
S P

ii) C ∈ C, C = ∞
S P∞
i=1 Ci , Ci ∈ C disjuntos =⇒ µ(C) ≤ i=1 µ(Ci ).

Ejemplo (medida exterior de Lebesgue). Dada la familia C = {(a, b] : a, b ∈ R, a ≤ b}, la


función (∞ ∞
)
X [
m∗ (A) = ı́nf (bn − an ) : an , bn ∈ R, an ≤ bn , A ⊂ (an , bn ]
n=1 n=1

es una medida exterior.

4.3. Medidas producto


Sean (X, A, µ) e (Y, B, ν) dos espacios de medida completos. Si A ⊂ X y B ⊂ Y , el conjunto
A×B se llama rectángulo. Si A ∈ A y B ∈ B, el conjunto A×B es un rectángulo medible.
130 4.3. Medidas producto

La colección R de rectángulos medibles es una semiálgebra pues

(A × B) ∩ (C × D) = (A ∩ C) × (B ∩ D)

y
(A × B)c = (Ac × B) ∪ (A × B c ) ∪ (Ac × B c ).
Si A × B es un rectángulo medible, definimos

λ(A × B) = µ(A) · ν(B).

Lema 4.3.1. Sea (Ai × Bi )i∈N una sucesión de rectángulos medibles disjuntos cuya unión es
un rectángulo medible A × B. Entonces
X
λ(A × B) = λ(Ai × Bi ).
i∈N

Demostración. Fijado x ∈ A, para cada y ∈ B, el par (x, y) pertenece exactamente a un


rectángulo Ai × Bi . Por tanto B es la unión disjunta de los Bi para los que x está en el
correspondiente Ai . Ası́, X
ν(Bi ) · χAi (x) = ν(B) · χA (x)
i∈N

pues ν es numerablemente aditiva. Por el teorema de Beppo Levi,


XZ Z
ν(Bi ) · χAi dµ = ν(B) · χA dµ
i∈N

o bien X
ν(Bi ) · µ(Ai ) = ν(B) · µ(A).
i∈N

Este lema implica que λ cumple las condiciones de la proposición 4.2.8 de modo que tiene una
única extensión a una medida sobre el álgebra R0 de las uniones finitas disjuntas de conjuntos
de R.
Por el teorema de Carathéodory, λ puede extenderse a una medida completa en una σ-álgebra
S que contiene a R. Esta medida es la llamada medida producto de µ y ν, que se denota
por µ × ν.
Si µ y ν son finitas (o σ-finitas), también lo es µ × ν.
Si X = Y = R y µ = ν es la medida de Lebesgue, µ × ν es la llamada medida de Lebesgue
bidimensional en el plano.

Veamos a continuación la estructura de los conjuntos medibles respecto a la medida producto.


Si E ⊂ X × Y y x ∈ X, definimos las secciones

Ex = {y ∈ Y : (x, y) ∈ E}, E y = {x ∈ X : (x, y) ∈ E}.


Capı́tulo 4. Construcción de medidas abstractas 131

Todas las propiedades relativas a la sección Ex son aplicables a la sección E y de modo que
enunciaremos únicamente las relativas a la primera de ellas.
Es fácil ver que (E c )x = (Ex )c y ( Eα )x = (Eα )x para cualquier familia (Eα ). Además la
S S
función caracterı́sica de Ex verifica que χEx (y) = χE (x, y).

Lema 4.3.2. Si x ∈ X y E ∈ Rσδ , entonces Ex es un subconjunto medible de Y .

Demostración. El resultado es trivial si E ∈ R pues, si E = A × B, con A, B medibles,


entonces Ex = B, que es medible. Veamos que también es cierto si E ∈ Rσ .
Sea E = ∞
S
i=1 Ei , con Ei ∈ R. Entonces

χEx (y) = χE (x, y) = sup χEi (x, y) = sup χ(Ei )x (y).

Como Ei es un rectángulo medible, χ(Ei )x (y) es una función medible de y. Por tanto, χEx
también es medible, con lo que Ex es medible.
Sea, por último, E = ∞
T
i=1 Ei , con Ei ∈ Rσ . Entonces

χEx (y) = χE (x, y) = ı́nf χEi (x, y) = ı́nf χ(Ei )x (y),

de lo que deducimos que χEx es medible y Ex será medible para todo E ∈ Rσδ .

Lema 4.3.3. Sea E ∈ Rσδ , con µ × ν(E) < ∞. Entonces la función g, definida por g(x) =
ν(Ex ), es una función µ-medible y
Z
g dµ = µ × ν(E).

(
ν(B) si x ∈ A,
Demostración. El resultado es trivial si E ∈ R pues g(x) =
0 en el resto.
S
Sea E = i∈N Ei , con Ei ∈ R disjuntos. Definimos

gi (x) = ν[(Ei )x ].
P
Ası́, cada gi es una función medible no negativa y, si g = i∈N gi , g es medible. Por el teorema
de Beppo Levi, Z XZ X
g dµ = gi dµ = µ × ν(Ei ) = µ × ν(E).
i∈N i∈N

Por último, sea E ∈ Rσδ un conjunto


T de medida finita. Entonces existe una familia (Ei )i∈N ⊂
Rσ tal que Ei+1 ⊂ Ei y E = i∈N Ei .
Por la proposición 4.2.5, podemos hacer µ × ν(E1 ) < ∞. Si definimos gi (x) = ν[(Ei )x ],
entonces lı́m gi (x) es una función medible. Como
Z
g1 dµ = µ × ν(E1 ) < ∞,

entonces g1 (x) < ∞ c.s.


132 4.3. Medidas producto

Para cada x con g1 (x) < ∞, {(Ei )x }i∈N es una sucesión decreciente de conjuntos medibles de
medida finita cuya intersección es Ex . Por la proposición 2.1.3, tenemos

g(x) = ν(Ex ) = lı́m ν[(Ei )x ] = lı́m gi (x).

Por tanto, gi → g c.s., con lo que g es medible.


Como 0 ≤ gi ≤ g1 , el teorema de la convergencia dominada de Lebesgue implica que
Z Z
g dµ = lı́m gi dµ = lı́m µ × ν(Ei ) = µ × ν(E),

nuevamente por la proposición 2.1.3.

Lema 4.3.4. Sea E un conjunto tal que µ × ν(E) = 0. Para casi todo x, ν(Ex ) = 0.

Demostración. Por la proposición 4.2.5, existe F ∈ Rσδ tal que E ⊂ F y µ × ν(F ) = 0. Del
lema anterior deducimos que ν(Fx ) = 0 c.s. Pero Ex ⊂ Fx con lo que ν(Ex ) = 0 c.s. ya que
ν es completa.

Proposición 4.3.5. Sea E un conjunto medible en X × Y tal que µ × ν(E) < ∞. Entonces
Ex es un conjunto medible en Y para casi todo x. La función g(x) = ν(Ex ) es una función
medible definida en casi todo x y
Z
g dµ = µ × ν(E).

Demostración. Por la proposición 4.2.5, existe F ∈ Rσδ tal que E ⊂ F y µ×ν(F ) = µ×ν(E).
Sea G = F \ E, el cual es medible y

µ × ν(F ) = µ × ν(E) + µ × ν(G) =⇒ µ × ν(G) = 0.

Por el lema anterior, ν(Gx ) = 0 c.s. de donde

g(x) = ν(Ex ) = ν(Fx ) c.s.

y ası́ g es también una función medible por el lema 4.3.3.


También por el lema 4.3.3,
Z
g dµ = µ × ν(F ) = µ × ν(E).

Los dos siguientes resultados dan condiciones para calcular de forma explı́cita integrales con
respecto a medidas producto mediante un proceso iterativo.
Teorema 4.3.6 (Fubini). Sean (X, A, µ) e (Y, B, ν) dos espacios de medida completos y f
una función integrable en X × Y . Entonces

i) fx (y) = f (x, y) es una función integrable en Y para casi todo x y fy (x) = f (x, y) es una
función integrable en X para casi todo y.
Capı́tulo 4. Construcción de medidas abstractas 133

Z Z
ii) f (x, y) dν(y) es una función integrable en X y f (x, y) dµ(x) es una función inte-
Y X
grable en Y .
Z hZ i Z Z hZ i
iii) f dν dµ = f d(µ × ν) = f dµ dν.
X Y X×Y Y X

Demostración. Basta probar el caso en que f ≥ 0 (pues f = f + − f − , con f + , f − ≥ 0).


Por la proposición anterior, el teorema es cierto si f es la función caracterı́stica de un conjunto
medible de medida finita. Por tanto también es cierto si f es una función simple que se anula
fuera de un conjunto de medida finita. Por la proposición 2.2.3, toda función integrable no
negativa es lı́mite de una sucesión (ϕn )n∈N creciente de funciones simples no negativas. Como
cada ϕn es simple e integrable, se anula fuera de un conjunto de medida finita. Entonces fx
es lı́mite de la sucesión creciente {(ϕn )x }n∈N y es medible. Por el teorema de la convergencia
monótona, Z Z
f (x, y) dν(y) = lı́m ϕn (x, y) dν(y)
Y Y
con lo que esta integral es una función medible en X.
Nuevamente por el teorema de la convergencia monótona,
Z hZ i Z hZ i Z Z
f dν dµ = lı́m ϕn dν dµ = lı́m ϕn d(µ × ν) = f d(µ × ν).
X Y X Y X×Y X×Y

Observemos que, para aplicar el teorema de Fubini, hay que verificar primero que f es inte-
grable respecto a µ × ν, lo cual no siempre es fácil.
Ejemplo. Sean X = Y = [0, 1], A = B los borelianos en [0, 1], µ la medida de Lebesgue y ν
la medida de contar. Si llamamos E = {(x, y) ∈ X × Y : x = y} y consideramos la función
Z 1 Z 1
f = χE , entonces fx dν = 1 y fy dµ = 0. Por tanto,
0 0
Z 1 hZ 1 i Z 1 hZ 1 i
fx dν dµ = 1 pero fy dµ dν = 0.
0 0 0 0

En el caso de que µ y ν sean σ-finitas, la integrabilidad de f se puede determinar por


integración iterada usando el siguiente resultado.

Teorema 4.3.7 (Tonelli). Sean (X, A, µ) e (Y, B, ν) dos espacios de medida σ-finitos y f
una función medible no negativa en X × Y . Entonces

i) fx (y) = f (x, y) es una función medible en Y para casi todo x y fy (x) = f (x, y) es una
función medible en X para casi todo y.
Z Z
ii) f (x, y) dν(y) es una función medible en X y f (x, y) dµ(x) es una función medible
Y X
en Y .
134 4.4. Ejercicios

Z hZ i Z Z hZ i
iii) f dν dµ = f d(µ × ν) = f dµ dν.
X Y X×Y Y X

Demostración. Si µ y ν son σ-finitas, también lo es µ × ν y toda función medible no negativa


en X ×Y puede aproximarse según la proposición 2.2.3 por una sucesión de funciones simples.
Ası́ pues, la demostración del teorema anterior sigue valiendo aquı́.

Corolario 4.3.8. Dadas f ∈ L1 (X) y g ∈ L1 (Y ), la función h(x, y) = f (x)·g(y) es integrable


en X × Y y Z Z  Z 
h d(µ × ν) = f dµ · g dν .
X×Y X Y

Corolario 4.3.9. Sea (X, Ω, µ) un espacio de medida σ-finita y f : X → R una función


medible no negativa. Si E = {(x, y) ∈ X ×R : 0 ≤ y < f (x)} y F (y) = µ({x ∈ X : y < f (x)}),
entonces E ∈ Ω × B(R), F es medible y
Z Z ∞
µ × m(E) = f dµ = F dm
0

(donde denotamos por m a la medida de Lebesgue en R).

Demostración. Si consideramos las funciones medibles F (x, y) = f (x) y Π(x) = y, entonces


E = {(x, y) ∈ X × R : 0 ≤ Π < F } ∈ Ω × B(R).
Como Ey = ∅ si y < 0, por el teorema de Tonelli,
Z Z Z Z Z ∞
f (x) dµ = m[0, f (x)] dµ = m(Ex ) dµ = µ × m(E) = µ(Ey ) dm = F dm.
0

R
En particular, si µ es la medida de Lebesgue en R, m × m(E) = f dm, es decir, la integral
de f es el “área bajo la gráfica de f ”.

4.4. Ejercicios
1. Sean C la familia de intervalos del tipo (−∞, x), −∞ < x < ∞, y µ : C → R+
la función definida por
Z x
1 2
µ(−∞, x) = √ e−t /2 dt.
2π −∞
Obtener una medida que extienda a µ sobre la σ-álgebra de Borel en R.
Solución. Sea A el álgebra generada por C y µ : A → R+ la función definida por
Z
1 2
µ(A) = √ χA (t) · e−t /2 dt, ∀A ∈ A.
2π R
Z n
1 2
e−t /2 dt,
S
Es claro que µ es aditiva. Como además R = n∈N (−∞, n) y µ(−∞, n) = √
2π −∞
entonces µ es σ-finita.
Capı́tulo 4. Construcción de medidas abstractas 135

Por el teorema de extensión de Carathéodory, µ puede extenderse a la σ-álgebra de


Borel en R.

2. a) Probar que la función f (x) = sen


x
x
no es integrable Lebesgue en (0, ∞)
R b sen x
b) Probar que lı́mb→∞ 0 x dx = π2 .
Solución. a) Basta observar que
Z ∞ ∞ Z (n+1)π ∞ Z (n+1)π
sen x sen x 1
X X
dx = dx ≥ | sen x| dx
x x (n + 1)π nπ

0 nπ n=0 n=0

X 2
= = ∞.
(n + 1)π
n=0

Como |f | no es integrable, tampoco lo es f .


Z ∞
b) En primer lugar, observemos que x · e−xt dt = 1. Si aplicamos el teorema de
0
Fubini,
Z b Z bZ ∞ Z ∞Z b
sen x −xt
dx = e · sen x dtdx = e−xt · sen x dxdt,
0 x 0 0 0 0

debido a que |e−xt · sen x| ≤ |x · e−xt | ≤ a en el rectángulo (x, t) ∈ [0, b] × [0, ∞).
Al integrar por partes, obtenemos

b
1 − e−bt cos b − te−bt sen b
Z Z
sen x
dx = dt.
0 x 0 1 + t2

Por el teorema de la convergencia dominada,



b
e−bt cos b b
te−bt sen b
Z Z Z
sen x π π
lı́m dx = − lı́m dt − lı́m dt = .
b→∞ 0 x 2 0 b→∞ 1 + t2 0 b→∞ 1+t 2 2
Bibliografı́a

[AB] Charalambos Aliprantis y Owen Burkinshaw, Principles of real analysis. Aca-


demic Press, 1990.

[FF] José A. Facenda y Francisco J. Freniche, Integración de funciones de varias


variables. Pirámide, 2002.

[Ge] Jean Genet, Measure et intégration: théorie élémentaire. Vuibert, 1976.

[Go] Russell Gordon, The integrals of Lebesgue, Denjoy, Perron and Henstock. American
Mathematical Society, 1994.

[GR] Miguel de Guzmán y Baldomero Rubio, Integración: teorı́a y técnicas. Alhambra,


1979.

[HS] Norman Haaser y Joseph Sullivan, Real Analysis. Van Nostrand, 1971.

[KF] Andrei Kolmogorov y Sergei Fomin, Elementos de la teorı́a de funciones y del


análisis funcional. Mir, 1978.

[Ro] Halsey Royden, Real Analysis, 3a ed. McMillan, 1988.

[SS] Elias Stein y Rami Shakarchi, Real Analysis, III. Princeton University Press.

137
Índice alfabético

Fσ , 10 espacio de Banach, 98
Gδ , 10 espacio de medida, 73
Aσ , 127 espacio de medida completo, 75
Aσδ , 127 espacio dual, 116
σ-álgebra, 73 espacio medible, 73
σ-álgebra de Borel, 11 espacio normado, 97
σ-álgebra de conjuntos, 10
álgebra de conjuntos, 10 función absolutamente continua, 51
álgebra generada por una semiálgebra, 129 función convexa, 53
función de Cantor-Lebesgue, 46
c.s., 25 función de variación acotada, 47
conjunto abierto, 10 función diferenciable
conjunto acotado, 10 por la derecha, 54
conjunto cerrado, 10 por la izquierda, 54
conjunto compacto, 10 función escalonada, 25
conjunto de Cantor, 13 función integrable sobre un conjunto med-
conjunto de Vitali, 22 ible, 81
conjunto medible, 16 función medible, 76
conjunto medible (Carathéodory), 123 función medible Lebesgue, 23
conjunto negativo respecto a una medida, función simple, 25, 76
85 función singular, 52
conjunto nulo respecto a una medida, 85 funcional lineal, 110
conjunto positivo respecto a una medida, funcional lineal acotado, 110
85 integral
convergencia de una sucesión de medidas, de funciones medibles no negativas, 77
82 de funciones simples, 77
convergencia en medida, 41 integral de Lebesgue
cubrimiento de Vitali, 42 de funciones medibles, 38
de funciones medibles no negativas, 34
derivada de Radon-Nikodym, 90
de funciones medibles y acotadas, 31
descomposición de Jordan de una medida,
de funciones simples, 28
87
desigualdad de Cauchy-Schwarz, 103 lema de Fatou, 35, 79
desigualdad de Hölder, 100 lema de Vitali, 42
desigualdad de Jensen, 55
desigualdad de Minkowski, 100 medida σ-finita, 75
medida absolutamente continua, 87
espacio Lp , 103 medida abstracta, 73

139
140 ÍNDICE ALFABÉTICO

medida de contar, 74 teorema de Tonelli, 133


medida de Dirac, 74
medida de Lebesgue, 18 variación negativa, 47
medida de Lebesgue bidimensional, 130 variación positiva, 47
medida de probabilidad, 75 variación total, 47
medida exterior, 12, 123 variación total de una medida, 87
medida exterior inducida por una medida,
127
medida finita, 75
medida producto, 130
medida sobre un álgebra, 125
medidas con signo, 83
medidas equivalentes, 87
medidas mutuamente singulares, 86

números de Dini, 43
norma de un funcional lineal acotado, 110

parte negativa de una función, 38


parte negativa de una medida, 87
parte positiva de una función, 38
parte positiva de una medida, 87
propiedad de Heine-Borel, 10

rectángulo medible, 129


recta soporte, 55

semiálgebra de conjuntos, 129


seminorma, 97

teorema de compleción de una medida, 75


teorema de descomposición de Hahn, 86
teorema de descomposición de Lebesgue,
90
teorema de Egorov, 27
teorema de extensión de Carathéodory, 128
teorema de Fubini, 132
teorema de la convergencia acotada, 33
teorema de la convergencia dominada, 39,
82
teorema de la convergencia monótona, 36,
80
teorema de Levi, 36
teorema de Radon-Nikodym, 88
teorema de representación de Riesz, 112,
114
teorema de Riesz-Fischer, 105

También podría gustarte