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Saber escuchar responsabilidad de comunicador.

Piensa que quien domina una conversación no es quien está hablando, sino quien
está escuchando. Escuchar te permite conseguir una gran cantidad de información
que no lograrás mientras hablas. Por ejemplo, podrás saber sobre los gustos de tu interlocutor
y sus posibles debilidades y fortalezas.
Si escuchas detenidamente, toda esa información te va a permitir saber cosas de
quien está hablando, te podrás hacer una composición de lugar y conocer mejor al
otro.
Luego, te resultará mucho más fácil negociar con esa persona porque tú dispondrás
de una información de la que él carece; desventajas de hablar por los codos. Así que si,
por ejemplo, tienes que negociar te va a resultar mucho más fácil que a la otra parte porque
has estado recibiendo información del otro.
Él, que se lo ha pasado en grande hablando de sí mismo pero que no ha obtenido
información relevante sobre ti, está en desventaja.
Volviendo al tema del carisma al que me he referido en otras ocasiones. Si tú quieres ser
carismático tienes que aprender las destrezas de los grandes escuchadores; la
principal de ellas, aunque parezca de Perogrullo, es escuchar. Y después saber sacar la
información adecuada y de interés de esa conversación.
Por eso no interrumpas nunca al que te está hablando, le harás sentirse mal y dejarás de
recibir información. Bueno, he dicho nunca y quería decir casi nunca. Hay ocasiones en las
que nuestro interlocutor es tan insufriblemente pesado que hay que huir de él a
toda prisa. Pero eso sí, debemos huir con elegancia.
Si vas a interrumpir, porque consideras que debes hacerlo, intenta que sea en un
momento en el que haya terminado una frase, para que no dé la sensación de que le
dejas con la palabra en la boca.
Piensa que la gente te va a asociar con los sentimientos y sensaciones que provocas, por lo
que debes intentar evitar crear asociaciones negativas; no hagas que se sientan mal
o equivocados.
Y cuando te llegue el turno de hablar intenta ser lo más claro y gráfico
posible. Procura utilizar imágenes, metáforas y lenguaje rico para transmitir y convencer con
un mensaje carismático.
No olvides que la ventaja de una persona carismática es que deja de ser persona
para convertirse en personalidad.

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