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TEMA 3: EVALUACIÓN CONDUCTUAL: ASPECTOS FUNDAMENTALES

Evaluación conductual propuesta como alternativa a la evaluación “tradicional”.

Asentada en los principios y procedimientos de la psicología básica, pretende proporcionar al terapeuta de conducta un
entramado teórico-práctico para la formulación clínica de los casos mediante el proceso de análisis funcional, haciendo posible la
integración idiosincrásica de los diversos juicios clínicos sobre los problemas de un cliente, las variables causales que influyen y
otras moduladoras adicionales, que puedan afectar a los objetivos, estrategias y resultados del tratamiento.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA
La evaluación conductual aparece a mediados de los años 60, con posteridad a las técnicas de intervención conductual y como
consecuencia de la aplicación de las mismas: el desarrollo de los ttos conductuales puso pronto de relieve que la evaluación
tradicional ni permitía identificar necesidades concretas de cambio conductual, ni ayudaba a orientar y controlar el proceso de
intervención para ese cambio.

La terapia de conducta se dirige al análisis experimental del comportamiento skinneriano, de modo que en sus primeras
formulaciones se plantea como un proceso interesado exclusivamente en la conducta manifiesta y en sus determinantes
ambientales, con un enfoque “molecular” (centrado en conductas específicas) y siguiendo un diseño de investigación de caso
único en el que se obtienen los datos mediante la observación directa y la estrategia clave es el análisis funcional.

A partir de los años 70 la evaluación conductual se abre en diversos sentidos, como la evaluación de grupos y en contextos sociales
naturales más complejos (escuelas, empresas, familias), al tiempo que se ampliaba el tipo de problemas tratados (dolor crónico,
asma, enfermedades cardiovasculares…) y se empezaban a considerar objeto de evaluación los aspectos encubiertos del
comportamiento (estados emocionales, cogniciones…) y variables de tipo relacional y psicofisiológicas, obligando al desarrollo de
un enfoque multimodal en el que, además de la observación directa característica de la primera generación, se incorporaron
técnicas de evaluación como los autoinformes: como la terapia conductual, la evaluación conductual se hizo cada vez más
cognitivo-conductual.

En los 90 se produjo una revisión de los presupuestos más emblemáticos de la evaluación conductual, yendo más allá del
positivismo de la primera época y del cognitivismo de la segunda, para pasar a la incorporación de enfoques contextualistas que,
suponen un cambio filosófico sustancial en relación con la fundamentación teórica anterior.

De forma paralela se producía, además, la incorporación de influencias procedentes de otras disciplinas y tradiciones evaluadoras,
hasta el punto de que la evaluación conductual como tal puede decirse que casi llegó a desaparecer, al fundirse con la evaluación
psicológica general.

¿QUÉ ES LA EVALUACIÓN CONDUCTUAL? (Heiby y Haynes, 2004)


La evaluación conductual no es tanto un conjunto determinado de instrumentos y tácticas de evaluación como un paradigma de
evaluación psicológica, esto es, una forma de concebir y llevar a cabo el proceso de evaluación que influye en el foco, contexto,
individuos, forma y herramientas de evaluación, así como en la estrategia de integración de los datos obtenidos, la elaboración
de los juicios clínicos y las decisiones que se tomen a partir de ellos.

La evaluación conductual, pues, no es ya un proceso centrado solo en las conductas manifiestas y en las variables contextuales
inmediatas y actuales que la controlan, pero mantiene su característico enfoque científico y una serie de rasgos derivados del
mismo:

- Se focaliza en la conducta, considerada como un triple sistema de respuesta.


- Se basa en datos obtenidos en distintas situaciones, con distintos procedimientos y a lo largo de diferentes momentos
temporales.
- Busca identificar relaciones funcionales entre la conducta y sus determinantes, asumiendo que las personas suelen
presentar múltiples problemas conductuales funcionalmente relacionados.
- Enfatiza el uso de medidas mínimamente inferenciales o interpretativas y sujetas a un proceso previo de validación.
- Se orienta a un análisis objetivo y lo más preciso posible que sirva de base a la selección y adaptación de las técnicas de
intervención al caso concreto.
Proceso de evaluación conductual implica un proceso que:

• Comienza con el contacto inicial con el cliente

• Sigue una fase descriptiva de las conductas problema y las variables que la han originado y controlan;

• Formulación del caso mediante la elaboración de un modelo que especifique las relaciones funcionales entre las
conductas problema y las variables que las controlan.

• Verificación de las mismas mediante la evaluación de resultados del tratamiento y su seguimiento.

DEFINICIÓN (HEIBY & HAYNES 2004)


ENFOQUE CIENTÍFICO DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

USO DE MEDIDAS MÍNIMAMENTE INFERENCIALES O INTERPRETATIVAS

UTILIZACIÓN DE MEDIDAS SUJETAS A UN PROCESO PREVIO DE VALIDACIÓN

IDENTIFICACIÓN DE RELACIONES FUNCIONALES

ESTABLECIMIENTO DE CONCLUSIONES A PARTIR DE:

- DATOS OBTENIDOS EN DISTINTAS SITUACIONES


- CON DISTINTOS PROCEDIMIENTOS
- EN DIFERENTES MOMENTOS TEMPORALES

FINALIDAD: SELECCIÓN Y ADAPTACIÓN DE LAS TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN A LAS CARACTERÍSTICAS DEL CASO

DIAGRAMA GENERAL DE LA EC (Labrador et al. 2008)

PROCEDIMIENTOS OBTENCIÓN DATOS


1. ENTREVISTA CONDUCTUAL

OBJETIVOS:

- Ofrecer al cliente una explicación inicial de lo que pretende la entrevista y por qué se necesitará información detallada y
específica sobre el problema.
- Identificar la/s conducta/s problema y definirlas en términos conductuales, objetivos y precisos (¿Qué parte de su vida
no funciona como usted desearía?, ¿qué le ocurre exactamente en ese ámbito?).
- Identificar los parámetros de la conducta problema (frecuencia, intensidad y duración (¿Cuántas veces ha ocurrido en
la última semana?, ¿es siempre igual o empeora o mejora en algún momento?, ¿cuánto tiempo lleva ocurriendo?).
- Identificar los antecedentes de la ocurrencia y no ocurrencia del problema (¿Qué ocurrió justo antes de que sucediese?,
¿tenía en la cabeza algo en concreto antes de sentirse así?).
- Identificar las consecuencias de la conducta problema (¿Qué paso justo después?, ¿qué hizo usted?, ¿qué hicieron los
demás?).
- Identificar los recursos y fortalezas del paciente (¿Cómo consiguió controlar el problema en esa situación?, ¿quién le ha
ayudado en este problema?, ¿qué cree que le ha permitido soportar el problema hasta ahora?).
- Establecer la medida de las conductas relevantes (¿Qué se registrará?, ¿quién registrará?, ¿cuándo registrará?).
- Al finalizar, resumir y valorar si el entrevistado ha entendido todo y está de acuerdo.
ASPECTOS BÁSICOS:

Establecimiento del objetivo general y no dedicar demasiado tiempo a la historia del entrevistado.

Ayudar a especificar con el mayor detalle

Ayudar a diferenciar tipos de respuestas (empezar con preguntas abiertas para luego ir concretando con preguntas cerradas)

Ir educando al paciente en la auto-observación con un lenguaje preciso y descriptivo.

Guiar al paciente en el paso de un auto-análisis basado en rasgos a otro basado en definiciones operativas de sus conductas.

Ir guiando al paciente en la observación de las circunstancias y acontecimientos que rodean sus diferentes comportamientos.

Proporcionar al paciente una explicación de su problema en términos conductuales.

2. OBSERVACIÓN

Tipo de observación y agentes:

Qué, cuándo y cómo observar se decide a partir de las entrevistas con el paciente.

La observación natural es esencial para conductas de alta frecuencia y fácilmente identificables.

Para conductas de baja frecuencia, además de la auto-observación, se utiliza la observación controlada en contextos de
simulación.

También se utiliza la observación en contextos análogos a los naturales.

La observación directa la puede realizar el propio terapeuta, pero también otros agentes instruidos para ello: padres,
profesores....

El propio paciente suele realizar auto-observaciones y autorregistro a lo largo del proceso.

TAREAS PREVIAS A LA OBSERVACIÓN: → Escala McShanepara la comunicación en TEA

Para que resulten de interés, en cualquier caso, estas observaciones deben registrarse mediante sistemas de codificación precisos
y rigurosos, de modo que el desarrollo, revisión y /o adaptación de tales sistemas es una tarea importante del evaluador
conductual, abarcando los siguientes pasos:

1. ELEGIR QUÉ SE VA A OBSERVAR Y DEFINIRLO OPERACIONALMENTE.

2. SELECCIONAR OBSERVADORES.

3. ELEGIR UNIDAD DE ANÁLISIS (PARÁMETROS) → tiempo, tipo y numero de respuestas que se usarán

4. DECIDIR PUNTUACIONES DE INTENSIDAD, DURACIÓN, FRECUENCIA U OCURRENCIA.

5. SELECCIONAR EL PROCEDIMIENTO DE OBSERVACIÓN (sea participativa, de espejos unidireccionales, grabaciones con cintas
de video o de audio o bien transcripciones por escrito).

6. SELECCIONAR INSTRUMENTOS DE REGISTRO (bien sea en hojas previamente preparadas o utilizando instrumentos portátiles
de registro como pueden ser cronómetros, relojes, contadores de pulsera o manuales, etc).

7. SI ES EL CASO, ADIESTRAR A LOS OBSERVADORES.

8. ELABORAR EL PROGRAMA DE OBSERVACIÓN.

9. ASIGNAR OBSERVADORES A MOMENTOS DIVERSOS Y ESCENARIOS DISTINTOS.

Una opción diferente para la obtención de información sobre estas conductas que no resultan especialmente adecuadas para la
observación naturalista son las llamadas observaciones analógicas, que se llevan a cabo mientras el cliente participa en un juego
de roles o en la reproducción dramatizada, con sus allegados, de una situación problemática típica previamente identificada
mediante la entrevista, autoinformes y/o autorregistros (por ejemplo, cuando se pide en terapia de pareja que se reproduzca una
situación de discusión típica, o cuando pedimos a unos padres que representen un episodio crítico de conducta disruptiva de su
hijo o hija)

Sea cual sea la opción elegida, la observación presenta una serie de problemas que no pueden perderse de vista, como por ejemplo
los siguientes:

- Complejidad de la conducta objetivo: Entre más compleja sea la conducta a observar, mayor será la posibilidad de falta
de confiabilidad.
- Costo y tiempo: Muchas veces los códigos y procedimientos de observación detallados resultan demasiado costosos y
requieren tiempo.
- Fiabilidad: Un indicador clave de la precisión es la medida en que dos observadores independientes están de acuerdo en
sus observaciones de una misma situación. Para incrementar la confiabilidad es muy importante el entrenamiento de los
observadores.
- Reactividad: Fenómeno que se produce cuando las personas que están siendo observadas alteran sus acciones respecto
a sus patrones normales, ya sea porque se sienten turbados o porque tratan de proyectar una imagen falsa.
- Predisposición del observador: Tiene lugar cuando los observadores conocen la situación de las personas a las cuales
observan o poseen cualquier otra información que pudiese inducirlos a alterar sus observaciones.
- Sesgo del observador: Distorsión sutil de los datos que se puede producir cuando los observadores trabajan juntos en
grupos fijos durante un periodo.
- Validez: Es necesario demostrar que las categorías de comportamiento son en realidad representativas de
comportamientos significativos de la vida real (validez de contenido), que se observe una muestra completa y
representativa para alcanzar la validez externa. La validez concurrente y predictiva de los instrumentos de observación
deben ser demostradas al igual que las de otras mediciones de evaluación psicológica.

Digamos para terminar que las estrategias de observación más frecuentes en evaluación conductual suelen ser los registros
narrativos, el registro por intervalos, el registro de sucesos, y los registros de evaluación heteroinformados.

3. AUTO-INFORMES Y AUTO-REGISTROS

AUTO-INFORMES:

Usados sobre todo para EVENTOS PRIVADOS (pensamientos, creencias, sentimientos…), suelen consistir en la elicitación de
VERBALIZACIONES asociadas con diferentes variables, como distorsiones cognitivas, supuestos básicos, actitudes, respuestas
emocionales, estilos atribucionales, etc.

Suelen ser auto-informes ESTRUCTURADOS o SEMI-ESTRUCTURADOS, muchas veces elaborados ad hoc por el terapeuta, pero
también a menudo utilizando inventarios, cuestionarios y escalas estandarizados para un tipo de problema determinado.

EJ: Cuestionarios (16PF-5) Inventario de ansiedad de Beck Lista de adjetivos…

AUTO-REGISTROS:

Se utilizan en diversas situaciones, pero sobre todo dentro del proceso de auto-observación EN SITUACIONES NATURALES de la
vida del paciente.

A menudo se plantean como tareas a realizar por el paciente entre dos sesiones con el terapeuta y son objeto de análisis por
parte de éste y del propio paciente.

Por lo general, son registros que incluyen la cuantificación de una determinada respuesta por su duración, intensidad o
frecuencia y se representan gráficamente.

EJ:

- Autorregistro de pensamientos inadecuados


- Autorregistro de pensamientos obsesivos
- Registro de exposición a situaciones temidas

4. CALIFICACIONES DE TERCEROS SIGNIFICATIVOS

Se pide a personas que COMPARTEN CON EL PACIENTE CONTEXTOS Y SITUACIONES VINCULADOS AL PROBLEMA que informen
de la presencia, ausencia o grado de una conducta.

Constituye una fuente valiosa de información porque la manera en que a una persona la ven sus allegados influye mucho en el
comportamiento y las percepciones de esa persona; la información que los otros significativos aporten puede decirnos mucho no
sólo sobre el cliente, sino sobre su ambiente social. En contrapartida, la posibilidad de que haya parcialidad (por afinidad, enfado,
deseo de dar una imagen positiva o negativa del cliente, etc.) debe ser tenida muy en cuenta y los datos deben ser equilibrados
con los provenientes de otras fuentes.

Suelen ser listas y puntuaciones conductuales ESTRUCTURADAS:

- Lista de Problemas de Comportamiento de Achenbach.


- Test del informador para cuidadores de enfermos de Alzheimer

5. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA (Triple sistema de respuestas de Lang)

Resulta de ESPECIAL INTERÉS EN CIERTOS PROBLEMAS, como trastornos de ansiedad, problemas de dolor crónico, trastornos de
estrés postraumático, etc.

Su uso requiere el REGISTRO SIMULTÁNEO DE VARIAS RESPUESTAS, a causa de las interacciones entre los sistema simpático y
parasimpático.

No se suele utilizar ya que el material es muy costoso.

Las respuestas medidas proceden de los TRES SISTEMAS:

- SOMÁTICO: Actividad electromiográfica, respiratoria, movimientos musculares y actividad electrooculográfica.


- AUTÓNOMO: Actividad electrocardiográfica, conductancia cutánea, tensión, etc.
- SNC: Potenciales evocados, potenciales lentos, etc.

PROCEDIMIENTOS OBTENCIÓN DE DATOS

3 criterios de selección de las técnicas

La utilidad depende de varios factores, que deben analizarse y sopesarse en conjunto:

TIPO DE PROBLEMA A EVALUAR → ESPECIFICIDAD para el problema.

NIVEL DE DESARROLLO Y DE FUNCIONAMIENTO DEL CLIENTE → CARACTERÍSTICAS PERSONALES del


paciente
UTILIDAD
REACTIVIDAD del objeto evaluado a la técnica.

VARIABLES CONCRETAS que estamos evaluando

Necesidad y posibilidad de COOPERACIÓN DE TERCEROS (personas del entorno)


Circunstancias del TERAPEUTA.

Como en la evaluación psicológica, en general, se debe atender a la CALIDAD PSICOMÉTRICA de los


CALIDAD instrumentos y técnicas elegidas; especialmente a su VALIDEZ.
En condiciones similares de relevancia de la información aportada y de su calidad, es importante elegir
COSTE-BENEFICIO
siempre la técnica que resulte menos costosa EN TIEMPO, ESFUERZO y COSTE ECONÓMICO.

FIABILIDAD Y VALIDEZ

La EVALUACIÓN CONDUCTUAL PRESENTA CIERTAS PECULIARIDADES que, para algunos autores, hacen que los requisitos
habituales de fiabilidad y validez no sean aplicables sin más:

a) El enfoque conductual rechaza los supuestos clásicos de estabilidad y consistencia del comportamiento, asumiendo la
VARIABILIDAD SITUACIONAL DE LA CONDUCTA.

b) Su nivel de análisis es individual e IDIOGRÁFICO, no grupal.

c) El enfoque conductual NO ADMITE EL SUPUESTO DE CAUSALIDAD ESTRUCTURAL INTRASUJETO, sino un modelo de


interacción funcional ambiente-sujeto.

Pese a ello, HOY SE ADMITE LA UTILIDAD DE LOS PRINCIPIOS PSICOMÉTRICOS en evaluación conductual, aunque CON UNA
APLICACIÓN DIFERENCIAL, en función de los objetivos, métodos, instrumentos y medidas.

La tendencia actual es hacia una EVALUACIÓN BASADA EN LA EVIDENCIA, vinculada a los tratamientos basados en la evidencia,
que incluye:

- La VALIDEZ Y FIABILIDAD de las técnicas e instrumentos.


- La UTILIDAD DIAGNÓSTICA: Grado en que los datos ayudan a hacer un diagnóstico del caso.
- La UTILIDAD DE TRATAMIENTO: Grado en que la evaluación contribuye a conseguir un resultado terapéutico exitoso.
- La UTILIDAD PARA MEJORAR LA TOMA DE DECISIONES del terapeuta.
- CONSIDERACIONES PRÁCTICAS: Por ejemplo, coste y facilidad de aplicación de la evaluación.

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