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ANALISIS: DIE WELLE.

Virtudes y vícios del proceso pedagógico.

Ciencias sociales: mensajes, discursos y problemáticas.


Alumno: Sebastián Salgado Valdés.
Docente: Sr. Juan Pablo Méndez Fernández.
Cátedra: Formación Ciudadana.
Carrera: Pedagogía en Historia, Geografía y Cs. Sociales.
Fecha de entrega: 18-10-2018.
ANÁLISIS: DIE WELLE
La trama de esta película gira alrededor del profesor Rainer Wenger, a quien le es
asignado dirigir un proyecto educativo en torno a la Autocracia. El profesor articula
una serie de clases en las que presenta elementos que intentan dar sustento a esta
metodología política: espíritu de grupo, sentimiento de comunidad, ideales
comunes, disciplina y ayuda mutua. En solo unos días el experimento cobró vida
propia y alumnos de toda la escuela se unieron a él. Lo que comenzó con una serie
de ideas inofensivas, se fue convirtiendo en un movimiento real. Los jóvenes se
exultaron, se pusieron un nombre, mejoraron en autoestima e iniciativa, superaron
sus diferencias sociales, se implicaron en el diseño de un símbolo gráfico, adoptaron
un uniforme común y un saludo propio. Las críticas de varias alumnas al
experimento, cuestionado también por otros profesores y por grupos anarquistas,
llevaron la situación mucho más allá.
Esta experiencia que buscaba representar el profesor tenía el objetivo curricular de
mostrar, quizás de una manera didáctica, qué es la Autocracia y observar si este
sistema, así como una dictadura, podrían ser viables nuevamente en Alemania.
Institucionalmente el objetivo de estos proyectos llevados a cabo en una semana,
era dotar a los alumnos de competencias básicas para el aprendizaje, así como
traspasar contenidos fundamentales para poder desarrollarse perfectamente y
poder convivir de buena manera socialmente. El profesor Wenger, hablando en una
dimensión técnica, buscaba desarrollar un juego de roles, a través del cual transmitir
el funcionamiento de estas Autocracias. En esta acción educativa se observa una
clara influencia de factores políticos en la educación, ya que el objetivo de esta
actividad es la preservación de una forma de gobierno, en el marco de una
educación pública fuertemente institucionalizada.
Siguiendo con la trama y buscando explicar algunos factores sociales y, por qué no
sicológicos, los alumnos votan que sea él el “dictador”. Así empieza el proceso de
uniformidad, es decir, a potenciar los elementos que destacan más las semejanzas
del grupo que las diferencias de la individualidad. El “dictador” decide ciertas
actuaciones que van potenciando la uniformidad. Le pedirán permiso para hablar y
le hablarán de usted. Cuando hablan se levantarán, practica con ellos elementos
que demuestran la fuerza del grupo como fuerza uniforme, luego propone que vistan
de uniforme (no de una forma militar, pero lo que la película demuestra es que
cuando se uniforma toda vestimenta adquiere la fuerza de un uniforme militar),
propone que tengan un nombre (La Ola), presencia en las redes sociales, etc.
El estilo de conducción de la clase por parte del profesor, sufre un viraje: se vuelve
directivo, asigna tareas y da órdenes, elogia y critica en forma arbitraria, tiene
previsto un plan a desarrollar pero no explica las razones que motivan sus
decisiones. Las ordenes son dadas de modo que los alumnos no puedan tener una
visión total sobre la tarea a realizar. El profesor, que hasta el momento representaba
la autoridad prescripta institucionalmente, claramente se convierte en líder. La
estructura de comunicación también se modifica: desaparecen los diálogos de los
alumnos entre sí, las bromas y las risas. Las órdenes pasan a ser acatadas y nadie
se opone.
Hay un efecto de fascinación mutua entre el líder y el grupo, el líder mismo se
encuentra atrapado por esta ilusión y no acepta las advertencias de su esposa que
intenta hacerlo desistir de la experiencia.
Poco a poco lo que era, en un principio una broma e irónico, va tomando fuerza y
unifica a la mayoría de los alumnos en torno a La Ola. La película se va
construyendo, primero sobre los escasos valores y la falta de sentido en la que viven
los jóvenes en nuestra sociedad. A un entorno material evidente, incluso excesivo,
se le suman fallas evidentes en el entorno afectivo, ético y espiritual (entendido éste
en un sentido no necesariamente religioso), tanto en el entorno familiar, como
escolar y social. Dos elementos en la formación de un grupo o de una masa parecen
evidentes: la sugestión recíproca de los individuos y el prestigio del caudillo.
Verdaderamente estos dos elementos se observan en la película, ejemplificados en
las relaciones que se establecen entre los individuos de La Ola en la medida que
avanza el grupo: camaradería, objetivos compartidos, guía, etc. Se ve, como indica
Freud, que en la masa desaparecen las consecuencias de la intolerancia narcisista
que caracteriza más al individuo: “Toda esta intolerancia desaparece, fugitiva o
duraderamente, en la masa. Mientras que la formación colectiva se mantiene, los
individuos se comportan como cortados por el mismo patrón: toleran todas las
particularidades de los otros, se consideran iguales a ellos y no experimentan el
menor sentimiento de aversión.” Freud, Sigmund. Psicología de masas y análisis
del yo. OC Biblioteca Nueva, Tomo 3, pág. 2583.
Como también se observa en la trama de la película, esta guía del profesor
“dictador”, transforma a este narcisismo individual en un narcisismo colectivo, este
fenómeno también es explicado por Freud denominándolo ambivalencia afectiva.
Esta intolerancia y hostilidad típica del narcisismo no se manifiesta en el grupo, pero
si lo hace con las personas que están fuera de él, pudiendo observarse reacciones
agresivas tales como intolerancia, secretismo, elitismo, superioridad, racismo, etc.
Este narcisismo colectivo se puede representar por dos factores claves; como
resultado de la necesidad de pertenencia y el efecto del mecanismo de defensa de
la confluencia.
Otra explicación que hace Freud acerca de este fenómeno de la masa y la
restricción del narcisismo, tiene que ver con lo que él llama el enlace libidinoso a
otras personas. El libido puede ser entendida como la energía relacionada al amor,
esto permite reflexionar sobre la necesidad de pertenencia, de formar parte de algo
que es una necesidad arraigada en el ser humano en el ámbito de la aceptación,
participación y complicidad.
En algunos tipos de agrupaciones se observa que este sentido de pertenencia
puede tener una connotación negativa, en qué sentido, en la búsqueda de eliminar
lo individual. Esto quiere decir que el individuo se define en virtud de su pertenencia,
siendo aquí en donde se construye el narcisismo de la masa, y aquí también, es
donde el individuo crea un “amor” a esta masa, ya que desaparecen las fronteras
entre el yo y el nosotros.
Finalmente y para entender el catastrófico final del film debemos tratar un último
término, denominado la doble masa. Consiste en la creación de un “contra”, un alter
ego, que permita construir una meta común, un objetivo: la eliminación del otro. Esta
creación del enemigo es útil para distraer la atención de cosas esenciales para la
comunidad, para el interés político, económico o en este caso de la clase. En la
película se ve este fenómeno en varios pasajes, como por ejemplo al momento en
que el maestro les hace levantar y luego los hace marchar, pisando fuerte el piso
como símbolo de unidad. Es en este momento cuando el profesor menciona que
debajo de ellos está la clase de anarquía y que “quiero que el peso del techo caiga
sobre nuestros enemigos”.
Al final del la película se observa al profesor consciente de lo que ha creado e intenta
disolverlo, pero los efectos ya son inevitables, puesto que, el experimento ha llegado
demasiado lejos. Tras el discurso con el que intenta hacer darse cuenta a los
alumnos de aquello en lo que se están convirtiendo, ve estupefacto el suicidio de
Tim, el pánico de los alumnos, uno de ellos herido cuando Tim le dispara y acaba la
película detenido por la policía en estado de shock.
Para concluir, y explicar que salió mal en la experiencia, se podría decir que existió
una falta de planificación adecuada para poder prever conflictos y malentendidos.
Existieron errores al no desarrollar una evaluación continua de la experiencia y
sobre el efecto de aprendizaje de los alumnos. Errores en el desarrollo propio de la
actividad, ya que el maestro no deja claro cuales eran los objetivos o en que
consistía la actividad de simulación. Y por último, una falta de reconocimiento de la
diversidad de la sala de clases, que da a entender que existe un desconocimiento
de los efectos del aprendizaje y como estos se manifestaran en los diferentes
alumnos.
Otro de los errores del maestro fue olvidar uno de los fundamentos de la didáctica
que es que, profesor debe intentar que los alumnos se inicien en el pensamiento y
comportamiento de los procesos de solución de problemas y, al resolverlos, alcance
los esquemas de acción, las operaciones y los conceptos que deben aprender. Para
ello debe proporcionar a los estudiantes un instrumental de herramientas
preparadas para ser aplicadas: Aprender a aprender. En el caso de la película, el
profesor olvidó que para ello, debe conocer el desarrollo de los procesos de
aprendizaje tanto teórica como prácticamente y, a pesar de que su intención fue la
de hacer vivir a los alumnos una situación, no tuvo la sensibilidad suficiente para
detectar que en alguna de las fases del proceso, el asunto se le fue de las manos.
Esta película ilustra y da cuenta de diferentes fenómenos grupales, y permite
comprender cuatro cuestiones fundamentales:
Primero nos da una alerta de lo posible de que los errores del pasado vuelvan a ser
repetidos. Si bien no muestra ninguna tendencia política, si representa una ideología
y una metodología políticas, más allá del contenido de las mismas.
Segundo, demuestra que la posibilidad de ese retorno a los errores pasados se
debe a una constitución propia de cada sujeto. En un principio plantea la reacción
que tendría cada uno al ponerse en esa situación, es decir, el potencial propio de
que cada uno entre en La Ola y se pierda en ella; Potencialmente todos tenemos
una constitución que nos impulsa a entrar en un grupo y frente a esto, la negación
es un vano intento defensivo. La Ola no sería tan grande si entendemos que somos
nosotros los que portamos y soportamos su estructura, produciéndola como tal.
Tercero, la película permite denunciar la forma en que operan los sistemas
totalitarios y como manipulan a las masas anulando la posibilidad de estas de
discernir. También permite reflexionar sobre la facilidad con que podemos
envolvernos en ellos sin darnos cuenta. No importa tanto la idea que se sostenga
en la Ola, importa que esta es hegemónica y no acepta diferencias.
Y cuarto, la película constata los peligros que genera la capacidad de fascinación
de un líder carismático, un profesor en este caso, que encauza la latente rebeldía
juvenil hacia un uso viciado de las virtudes básicas: la unidad, la amistad, la lealtad,
el sacrificio, la confianza, etc; cuyo atractivo sigue siendo universal. Una capacidad
de fascinación que podría transformar en dictadura hasta la más probada de las
democracias.
La manipulación de los grupos y colectividades está a la orden del día y no son
pocos los políticos y las personalidades que la cultivan con esmero, apoyándose en
todos los medios a su alcance. Siempre es positiva la revelación de algunos de los
mecanismos que se utilizan para esta instrumentalización interesada de las masas.
Y, en este sentido, el film es claramente didáctico y defendible. No cabe duda de
que resulta un material complementario de gran utilidad para debatir en clase.

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