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; MARIA MONTESSORI
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lrs.r'aracl.r'r's, los lírnites y las insos¡rechables ¡rosibilidarlcs
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I rlr: lit ¡rrirtterit fornta de la rncnte tlcl niho, NIIiNTIi;\llSORIlllNl'l,l
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f ¡r«rr irrllrcsiírn instirrtiv¿r, pcro qrrc licrrc tanta rrcccsirlarl clc
f itlirttcnlo yrara tlc-.ariollarsc, corno cl crrcrpo ticne lrcrccsitlarl

rr rl c rrlirut:ll tos rn¿lterialcs.


lla sido un logro dc la rloctora Nlorrtcssori lraber crcarlo las
corrrlir:ionr:s (lnc I)(-rrmitcn a [os niños nlarrifcstar su.rlcsarrollt-r
t tutlrrnrl. l,cs rlio un arnbicntc a¡rro¡liatlo, rnaterial cicntíf icarncrrlt:
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('(,n sus rlr.r.r,sirl¿rrlcS intcnra-q, ritnto tiCm¡ro, y cort rcSultarlos
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-I rrroslru'()n r,rrrit(:tr:rísticas (lllcr por lo gencral no se
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tl igttora coll gratl t'ttl¡rlr l«rs rilrrrr¡s lr,nlos rlr'lrr r.r'r'¡rr.iírrl rlr: l«rs s«:rcs.
7
EL EMBRIÓN ESPIRITUAL

El recién nacido debe ernprender, por tanto, un trabajo


formativo en el campo síquico, qrr" ,""u"rda el que realiza
el cuerpo en el perÍodo embriorr"i. Ti"rr" un período de vida
que ya no es el de embrión físico y tampoco se parece
al
que presenta el hombre que será más tarde, Este período
postnatal, que puede definirse como er «período forriativor,
es un período de vida embriológica constructiva que hace
del niño un Embrión espiritual.
De este modo Ia humanidad tiene dos periodos embrio.
nales: uno prenatal, similar al de los animales, y otro post-
natal, exclusivo del hombre. AsÍ se interpreta- el fenómc-
no que distingue al hombre de los animales: Ia larga in.
fancia.
Es en Ia infancia donde se observa una ctara barrera
entre los animales y el hombre; con ra infancia cr hombrc
se presenta en Ia tierra como un ser aparte, cuyas
funciones
El embrión espiritual 87

Ltt rnente absorbente del niíto
de las que se mos a progresar hacia este concepto particularmente claro
no son ni la continuación, ni Ia dcrivación Representa un en la filosofía hindú: a través de experiencias prácticas, va-
;;if;t;.on "n los ani¡nalcs ntlevos sttperiores'
destinos' mos descubriendo perturbaciones fisiológicas que dependen
."ia. ." la vicla: la apcrttrra clc
son sus diferen- de hechos síquicos porque el espíritu no se ocupó de do-
-i'u* Ias cs.pecies
Lq que permite iistinguit' minarlas.
cias, no sus scmcjau'ut' cspccics nuevas deben tener
derivación de las Si el hombre está regido y depende de un ohalo espiri-
algo nttevo: rlo pucclcn s(:r tlll¿l simple tual que Io envuelver, y del cual consigue la organización de
de ca-
y productivas
antiguas, ,. p....,i"" "''nu trriginalcs .., .o*portamiento individual, los primeros cuidados, los
racteres qr. ,.rrl"o l¡alt cxisliclo antes'
La obra es original
que tienen preferencia sobre todos los demás, deberán di-
f.."riiri y dcnota un lrucvo irnpulso cn la vida'
' Arí, ..run,lo aparccicrtln lt¡s ¡rlantÍferos y las aves' apor- rigirse particularmente hacia la vida síquica del recién na-
de seres prece- ciáo, y no sólo hacia l¿r vida fÍsica, como aún ocurre en Ia
taron novedades y ncl co¡lias o irtlaptaci<-¡ncs al «lesaparecer actualidad.
d;;r. Las noveáad", qu" sc ,r¿,ri[csta.,n apasionada de
los clinosaurios, ru.ru., "n las ¿rvcs la defcnsa cle los
protccción
i;; ;;.;;t, t^ .o,'tt'cción cle los nicl,s' la¡rrictttrus los rcpti. El niña como medio de adaPtación
recién nacirlos, el valor para dcfelrclcrltrs,
les insensibles abandonub"n sus httevt)s'
Y lrls ¡¡t¡trttlf'crt¡s En su desarrollo, el niño no sólo adquiere las facultades
en Ia protección dc la cspccic: no humanas, la fuerza, la inteligencia, el lenguaje; al mismo
ñ".o.o., a los pájaros los nucvos scrcs se
hi.i".o, nidos, sino que dejaron que preparanclo su
tiempo adopta también'el ser que él construye a las condi'
desarrollaran dentro á" '* propio cuerpo' cioncs del ambiente. Y a esto debe la virtud de su particu-
alimentación con su propia sangre' lar forma slquica, porque la forma síquica del niño es dis-
Se trataba, pues, de caracteres nuevos' tinta clc Ia del aclulto. El niño ticne con el ambiente una
carácter nucvo: relacié¡r «listinta cle la nuestra. Los adultos admiran el am-
i, po. "t1", *1 de la especie humana es unesbol'o' y un nue'
tiene una doble vida embrional' un nuel)o bicntc, puedcn rccordarlo, pcro el niño lo absorbe. No re-
vo destino respecto a los demás seres' cuerrla las c«.¡sas quc ve, sino c¡uc cstas cosas pasan a for-
y a partir
Este es el punto en que debemos detenernos mar partc clc su siquc; cncarna cn sí mismo las cosas que
<Iel cual debemos el estudio de todo el desarro- vc y oyc. Micntras que cn los aclultos nada cambia, en el
"*p'"t'd"t
fto ¿.f niño y del hombre en su aspecto s-íquico'
Si la obra niÍio sc procluccn transfr¡rmaciones; nosotros sólo recorda-
con su espíritu' mos cl nmbientc, miclrtras quc el niño se adapta al mismo;
del hombre iobre la tierra está relacionada
con su inteligencia creativa, espiritu e inteligencia deben
esta forma cspccial dc memoria vital que no recuerda cons-
Constituirel§oporteclelaexistenciaindividualydetodassu cicntemcntc, sin{r quc absorbe la imagen en la vida misma
organiza
las funciones del cuerpo. En torno a éste se clcl in«livicluo, fuc designada por Percy Nunn con una pala-
de sus órganos' El bra cspecial Mneme (l).
comportamiento, y tu*bi¿t' ia fisiología
un halo espiritual'
hr¡mbre entero ,Li""t'oila dentro de (l) La nalahra Mneme fue introducida primero en este orden de
Actualmente, nosotros los occidentales también
empeza- idcas por ci bitilogo alemán Richard Semon, pero fue Percy Nunn quien
88 La mente absorbente del niño El embrión espiritual 89
Como hemos visto, un ejemplo nos Io ofrece el lenguaje. volvamos al niño. EI niño ama Ia locaridad en que
El niño no recuerda sus sonidos, sino que lo encarna y lue- ha
nacido, sea cual fuere, por dura que allf ,.. l"
go lo pronunciará a la perfección. Habla Ia lengua siguien- ,iá"1 nrrt"
el punto de que nunca p"a.a ser tln feliz en oii"
do sus complejas reglas y sus excepciones, no porque Ia tanto el hombre que ama Ias llanuras heladas de f"rt".
ro.
i.inlandia,
haya estudiado ni por un común ejercicio de memorización; o el que ama las dunas horandesas, ha recibiao esia adap
su memoria quizás nunca la retiene conscientemente y, sin tación, este amor por Ia patria del niño que fue
una vez.
embargo, esta Iengua pasa a formar parte de su sique y de El niño realiza esta adaptación y er adurto se encuentra i
él mismo. Sin duda alguna, se trata de un fenómeno distinto d-espués preparado-, es adaptádo; así se .i"ri" ligaclo (

de la pura actividad mnemónica, se trata de una caracterís- al propio país, inducido -decii,
a u-r.ío, a sentir su fascinación, (
tica síquica que distingue uno de los aspectos de la persG aunque pueda encontrar Ia felicidad y la paz en
nalidad síquica del niño. El niño posee una sensibilidad ab-. otro lugar. (
No hace'mucho, en Italia había quienes. nacían
sorbente hacia cualquier cosa que exista en su ambiente, y aldea donde vivían y morían sin haberse
en una (
sólo puede adaptarse mediante la observación y Ia absor- movido nunca de
aIIÍ. Más tarde, o sea después de Ia unidad (
por matrimonio o por trabajo dejaba Ia patria Italia, quien
ción del ambiente: tal forma de actividad revelá un poder de
subconsciente que sólo posee el niño. nudo daba muestras, al cabá de cierto tiempo,
.i; a me- I
El primer perÍodo de la vida es el de la adaptación. De- traña enfermedad: palidez, tristeza, debilidád, de una ex- (
bemos aclarar lo qué significa adaptación en este caso y de- intentaban muchas curas- para atajar esta
o**i". S" (
'medad y, una vez agotad* toda.,-el especie a" lnfer-
lemos distinguirla de Ia adaptación del adulto. La adápta- médico'r.""rq"U" I
bilidad biológica del niño es Ia absórción del lugar en que regreso del enfermo a su tierra. y casi "l
ha nacido, el único donde desea vivir, del mismo modo que siempre el
daba óptimos resurtados: er enfermo recupeiaba ónse¡o I
Ia única lengua que se habla bien es Ia lengua materna. Un er coror y I
la salud. se solía decir que er aire narar r"-*.joi1u.u,
adulto que se traslada a un país que no es el suyo nunca se aunque el clima der rugar de nacimiento "il I
adaptará al mismo del mismo modo y en el mismo grado. fuera bastante peor
que el de donde se hailaba er individuo. p".o
Tomemos como ejemplo los que voluntariamente se tras- taban esos enfermos €ra ra tranquiridad
r," q"" *...i- I
Iadan a países lejanos, como los misioneros: van por su que p-p*i"""u" I
a.su subconsciente er simpre rugar donde naüion
propia voluntad, para cumplir su misión en tierras descono- ntnos.
,iriá. a" I
cidas, pero si se habla con ellos afirman: ..Sacrificamos nues-
tra vida habitando en este país,. Esta confesión denota Ias
No hay nada m¡ís importante que esta forma
absorben- I
limitaciones de Ia adaptabilidad en el adulto.
te de sique, Ia cual forma al hombre y Io adapi,
condición social, clima y país. y basamos " "r"iqri.,
I
en este fenómeno. Hay que pensar que
nuestro estudio I
.Amo mi tierrar, no se trata áe rn, cuando se
uii.-."il;;r;;rlicial
dice:
t
I.t^:lglq9 un.,significado amplio, que desarrolló_ en Ia obra Hormic theory.
Nosotros utilizamos la palab_ra en este- sentido, así como los conceptós o artificiosa, sino más bien de algo constituye parte I
Horme y .Ensrams.. pu¡" -4S_ rer.iqiéiil'áf il.iói
excelente libro de sir pe-ncv'NuN¡¡ :
-ñüiá"'-ón-iriñir
Educdtion,'1¡;-¿aíi
el
a"aÍiít-'ir¡nc¿-
esencial de quien Io afirma y cle su-vioa..que
t
t
plcs, -
I-ondres (1.. ed., lg21). Por tanto, resulta fácil tomprender cémcl
el niño, gro.
I
I
G
90 I-a mente absorbente del niño El embrión espiritual 9l
cias a esta sique particular, absorbe Ias costumbres, Ios há' sendero. ¿Quién no hubiera creído que el niño hindú ohe-
bitos del lugar donde vive, a fin de que se forme el indivi' reda, esos sentimientos de simpatía hacia los animales?
duo típico de su raza. Este comportarniento tlocal, del Entonces se aproxirnó otro niño, el cual, atraído por
hombre es una construcción misteriosa que también se Pro- aquellas maniobras, vio Ia hormiga, puso un pie encima y
duce durante la infancia. Resulta evidente que las costum- la aplastó. El segundo niño era musulmán. Seguramente un
bres y Ia mentalidad especiales de un ambiente son adqui' niño cristiano habria hecho lo mismo, o se habría quedado
ridos por el hombre, por la sencilla razón de que ninguna indiferente: se podría pensar que el sentido de Ia absoluta
de estas características podría ser natural para toda Ia hu' barrera que separaba los hombres de los animales, era una
manidad (1). De ese modo, tenemos un cuadro más com- cuestión de herencia y que, por tanto, sólo algunos hombres
pleto de Ia actividad del niño; el niño construye un compor- pueden dar muestras de respeto y caridad.
tamiento adaptado no sólo al tiempo y al lugar, sino tam' Otros pueblos tienen otras religiones, peio incluso cuan-
bién a Ia mentalidad local. En la India, el respeto por la do el espíritu de un pueblo las repudi a, el corazón se siente
vida es tan grande que induce incluso a la veneración de inquieto y molesto. Estas creencias y sentimientos forman
los animales, y esta veneración ha quedado como elemento parte de nosotros mismos y, como decimos en Eur,opa, «las
esencial en la conciencia de este pueblo. Ahora bien, este llevamos en Ia sangre». Todos los hábitos sociales y *orr-
sentimiento no puede ser adquirido por una persona adulta; les que forman el conjunto de Ia personalidad, los senti-
no es válido decir; .,La vida debe ser respetada, para ha- mientos de casta y todas las formas de Ios demás sentimien-
cer nuestro ese modo de sentir. Yo puedo afirntar que Ios tos que caractertzan a un italiano típico o un inglés típico,
hindúes tienen razón, podré sentir que también yo debo res' se construyen durante.la infancia por obra de aquel mistei-
petar la vida de los animales, pero esto nunca será un sen- rioso poder síquico que los sicólogos denominan Mneme.
timiento mío, sino un razonamiento. Nunca podremos sen- Esta verdad también vale para ciertos tipos de movimien-
tir Ia especie de adoración que los hindúes tienen por la tos caracteristicos que distinguen las distintas razas. Algu:
vaca, por ejemplo, y viceversa, el hindú nunca podrá liberar nas poblaciones africanas desarrollan y fijan cuaridades
su propia conciencia de este sentimiento. En consecuencia, despertadas por Ia necesidad de defensa contra animales
estos caracteres parecen hereditarios y, sin embargo, el niño feroces. otras realizan instintivamente ejercicios apropiados
Ios adquiere del ambiente. Una vez vimos en un jardín anexo para hacer más agudo su oído. El resultado ., q.r" lu ug.r-
a la escuela Montessori local a un pequeño hindú de poco deza del oído es una de las caracteristicas de los lndividuos
más de dos años que miraba intensamente hacia el suelo y pertenecientes a estas tribus cuncretas. Del mismo modo,
parecía trazar una línea con la punta de un dedo. Había una todas las características son absorbidas por el niño, el cual
hormiga que había perdido dos patitas y andaba con difi- las fija para siempre, incluso si la razón se opone a ello,
cultad: el niño se había sentido atraído por esta desgracia pues en este caso persisten en el subconsciente del hombre,
e intentaba facilitarle el camino preparando con el dedo un ya que todo Io que se ha formado en el niño nunca más
(l) podrá ser destruido totalmente" Esta Mneme, que puede
E¡ Iibro de la doctorá Rurn BENmrc¡i Patterns of cultura, Nueva
York, 1948,ofrece una convincente prueba de esta verdad. .ser c<¡nsicieracia conro uüa memoria natural supenor.. nc.
r

92 La mente absorbente del niño EI embrión espiritual 93


sólo crea las características, sino que las mantiene vivas en mayor luz de civilización entre er puebro, se debe pensar
el individuo: Io que el niño ha formado perrnanece para en el niño como medio para obtener los resultados'd"r"n-
siempre en Ia personalidad, igual como ocurre con los miem- dos. En los últimos tiempos de la ocupación
inglesa,
- bros y los órganos, de modo que cada hombre tiene su pro, familia de diplomáticos enviaba con frecuencia a sus una
pio carácter individual. dos
niños, acompañados por una niñera hindú, ,
Resulta imposible intentar transformar los individuos "o*", aa los
hotel de lujo, y ésta sentada en el suelo enseñaba
un
adultos. Cuando se dice: «Esta persona no sabe cómo com- niños a tomar el arroz del plato con las manos,
portarse», o bien se observa que tal o cual persona tiene como se
acostumbra a hacer en Ia India. El objetivo
un comportamiento incorrecto, a menudo podemos hacer ,." q"" to.
niños no se hicieran mayores con el desprecio y-i"=."pug-
nacer en Ia persona a quien nos dirigimos urr sentido de nancia que generalmente sienten los europeo,
húmillación, podemos inducirla a reconocer que tiene mal ui ,"a a los
hindúes comiendo de ese modo. porque las costumbres
carácter, pero el hecho es que este carácter no se puede y
los sentimientos chocantes son los q"" hr"*r-,"rg-i, ro.
cambiar. principales motivos de incomprensión entre los pueúos.
EI mismo fenómeno explica Io que podriamos llamar la determinada persona cree que ciertas costumbres
si
adaptacióh a diversas épocas de la historia. En efecto, mien- son de_
gradantes y quiere hacer reüvir ras viejas
tras un adulto de Ia antigüedad no podría adaptarse a los costumbres, sóro
podrá actuar sobre el niño; si se dirig" ,l
tiempos modernos, el niño se adapta al nivel de civilización uariiá, n.
tendrá resultado alguno. para ejercer una influencia "U.
que encuentra, sea cual sea, y consigue construir un hom- sobrg
Ia sociedad es neiesario orientarse hacia Ia infancia. De
bre adaptado a su época y a sus costumbres. Esto nos de esta verdad nace Ia importancia de crear escueras
muestra que la función de la infancia en Ia ontogénesis del para nr-
ños, porque ellos son los que realizan Ia const*."iár,
hombre es adaptar al individuo a su ambiente, ónstruyen_ -cabo ¿u Ia
humanidad , y la llevan a con los
do un modelo de comportamiento que Io vuelva capaz de ler
ofrecemos. "l;;;-llu
actuar libremente en aquel ambiente y de influir sobre el La gran acción que podemos ejercer sobre
mismo. ros niños tieno
como medio el ambiente; porque el niño
Por tanto, el niño debe ser considerado, actualmente, am.
bienté, todo Io toma d"l ;ú;;;, "¡roiü"-ul
i,c".nándolo en sf mls
como el punto de unión, el anillo de conjunción entre las mo' con sus infinitas posibitiáades puede convertirse
diversas fases dé la historia y los diversos niveles de civíli- en
transformador de.la humanidad, dei mismo
zación. La infancia es un período verdaderamente impor- crea Ia humanidad. EI niño nos ofrece una
*oao aornu
tante cuando se quieren infundir ideas nuevas, modificar o gran esperentl
y una nueva visión: con ra educación quizási"
mejorar costumbres del pafs, acentuar las características de poaia hr.o.
mucho en vistas a una mayor comprensión,
un pueblo; en este caso, si se toma el niño como instrumen- bienestar, a una mayor espiritualidaá.
a un mnyoÍ
to, puede conseguirse, efectivamente, Io que apenas darla
resultado si se actuara.sobre Ios adultos. si realmente se
aspira a conseguir condiciones mejores, a difund"ir una
1

ifi
El embrión espiritual 95
94 I-a mente absotbente del niño lrl i

gunas particularidades de la vida síquica humana, antes


observadas.
En la conciencia de los adultos se iluminaron puntos
Vida s.icocmbríonaj nucvos, que indicaron nuevas responsabilidades. El hecho
dcl nacimiento ha irrumpido de golpe tanto en el carnpo
Por consiguiente, el niño debe ser objeto de grandes clcl a¡'tc literario como en el de Ia sicología. Los sicólogos
ser do
cuidados desde su nacimiento, sobre todo como un kr ha¡r dcfinido como "la difícil aventura del nacimiento»,
tado de vida síquica. La vicla síquica del niño a
partir del rcfiriCndose al niño, no a la madre; al niño que ha sufrido
nacimientoydelosprimerosdíasdesuexistenciarequiere sin ¡lodcr la¡nentarse y que sólo Ianza su grito cuando ha
amplia atentión por parte cle los sicólogos' Es un "lj:t]:" terr¡rirrackr su csfuerzo y su sufrimiento.
interesante que seguramente conducirá a nueva clencra; I:ll tc¡rcr que adaptarse de improviso a un ambiente to.
quizás del mismo modo como en el aspecto fisico -de la tal¡r¡c¡¡tc tlistinto de aquel en que había vivido, el tener que
,id. uprrecieron las ciencias de la higiene física y la pe' asu¡¡rir irlr¡rcdiat¿rmente funciones hasta entonc'es nunca
diatría. cf(:cl rr:r¡l:ts, crr las condiciones de indescriptible estancamien-
por tanto, si en el recién nacido existe una vida síquica, tr¡ t:¡r (lu(: s(: lrallaba, constituye la prueba más dura y más
ésta debe formarse previamente, de lo contrario no
podria d¡'lr¡t¡'rlie'¡¡ clt: tr¡tla la vida dcl hombre. Así concluyen los si-
existir. Incluso en el embrión puede haber una vida síquica; cólogos los cunlcs, para dclinir cste momento crítico y
y partiendo de esta idea cabe preguntarse en qué período dccisivo, ll¡ttt cncontradr> Ia cxprcsión «terror del naci-
á"^la vida embrional se inicia aquélla' Como sabemos' pue- ¡nicnto, ( I ).
de ocurrir que el niño nazca a los siete meses de gestación li¡rrt'¡rlitl¿rrl, no sc lrata clc un tcmor conocido, pero si
en vez de a los nueve, y a los siete meses el niño está tan Ias facultnclcs slcluicÍrs conscicntcs del niño estuvieran des-
completo que ya puede vivir. Por eso su vida síquica es arrollad¿rs, ln pavorosn prueba quc debe pasar el recién na-
de funcionar del mismo modo como la de un niño ci«lo hnll¡rrfn str ex¡rrcsitin t:¡r cstos i¡rtcrr<.rgantes: «¿Por qué
.ru.ido a los nueve meses' Este ejemplo, sobre el que no
"upu, nrc l¡¡rn l¡rr¡z¡rrlo n ('ste ¡nunrlo tcrrihlc? ¿.Quó podré hacer?
quiero insistir, basta para ilustrar lo que quiero decir.cuan- ¿Crlttto ttre rtrln¡tllrrl ¡r l¿t te rriblc car¡titlad dc sonidos, yo que
clo sosteng0 que toda la vida es vida síquica. En realidad, hast¡r alurt'¡r no lr¡rbf¡r oltlo t'l nrits lcvc nr¡nor? ¿.Cómo podré
cada tipo-d" ri.lu se halla dotado en una medida distinta de asunrir lur¡ tlilirillsi¡t¡¡rs l'rrnt:ir¡¡lcs t¡rrc tú, madre mía, asu-
síquica, de una especie de sique individual determi- rnisle por rnf ? ¿Or1rtto lerrgo que digcrir y respirar? ¿Cómo
"rr..gíJ
nacla, por más primitiva que sea la fonna de vicia' Incluso p«lclrd rei¡sllr n k¡s tct'r'iblcs ca¡r¡l¡i«¡s clc temperatura, siem-
si consideramos los seres unicelulares, observamos que en ¡rrc corrstnnle, igrtrrl y lihia clcr¡tro del cuerpo donde me
ellos existe una forma <le sique: se alejan del peligro' se
aproximan al cebo, etc. (l) Brl¡ erprerlóu lr¡e ulili¿atla por primera vez en 1923, por Otto
Pero, hasta hace algún tiempo, se consideraba al niño Rank, ttnq rte prlrnrtos
li¡¡ rliscfptrlos de Freud en su teoría del "Trauma
rlcl ltrr'lrt¡lpr¡lo"; áutu¡tre ln ler¡ri¿¡ rro haya tenido una aceptación general
como un ser privado de vida síquica y sirlc recienttrmentc en t'rrtt trnlo, á('lrrálnrenlc el concepl o lerror del nacimienf o ocupa un
f
lu¡rr ¡¡rernl¡rc¡¡l,. €n ol urnpo de l,¡ sicología dcl subconscieate.
han cmpezado a consiclerarse en ei campl cie la ciencia, al-
96 L,a mente absorbente del niño El embrión espíritual yt
hallaba?" El niño no es consciente de cuánto ha ocurrido. guía estos procesos, sino la raz6n humana, y
No podría decir que sufre un trauma de nacimiento. pero Ia razón se
equivoca porque no está iluminada por Ia
debe albergar un sentimiento síquico, aunque no consciente, y,
y todo ello Io siente en estado subconsciente, advirtiendo
en cambio, está acostumbrada a tratar al niño ""rf."rr.iór
como un ser
no dotado de sique.
aproximadamente Io que hemos expresado antes.
Por esto, para quien estudia Ia vida, resulta natural con-
. Es evidente que este período o, más bien, este breve
momento del nacimiento debe ser considerado
siderar que el niño debe recibir ayuda en su primera fase up"*".
En general, esto no afecta a Ia vida síquica a"ii*á,
de adaptación al ambiente. No debe olvidar que el recién sf al primer encuentro der hombre con er
prro
nacido puede ser sensible al miedo. Hace p*á ," han ob. ambiente externo,
servado niños que, al ser sumergidos con rapidez en el
si estudiamos los animares, veremos que Ia naturareza ha
prodigado especial protección u ro,
baño en las primeras horas de viJa, han hechá movimien- -u*íferos. k
tos como si quisieran agarrarse al sentirse caer. Estas reac-
Ieza ha dispuesto que ras madres se aíslen ";";;del
del rbsto
rebaño, incluso antes.de dar a luz, y que
ciones demuestran que el niño tiene er sentido del miedo. se ma¡itengan ais-
Iadas durante algún tiempo despuéi dh parto.
¿cómo ayuda Ia naturaleza al recién nacido? sin duda lo evidentrsimo en er caso de animares que
rrio?r,rrta
ayuda en este difícil proceso de adaptación; por ejemplo, viven en grandes
grupos o manadas, como Ios caballos,
da a Ias madres el instinto de estrechar al pequeño contra Ios uu.rrror, io,
fantes, Ios lobos, ros ciervos y los
su propio cuerpo para protegerlo de Ia luz y Ia madre mis- f..ros. Todos actúair "lo
del
mismo modo. Durante este períoas ¿e ulslamieniá,
ma queda impotente en el primer período áe Ia vida de su cién nacidos tienen tiempo de adaptarse
t, ."-
c-riatura. AI permanecer quieta por su propio bien, Ia ma- ar nuevo ambiente.
Viúen aislados con la madre, qrr" Io, rodea
dre comunica al niño Ia necesaria q,.riet.rd. Todo ocurre ¿u áÁá", a"
atentos cuidados. Durante este período, el
como si Ia madre reconociera en su subconsciente el trau- animal recién
nacido empieza a manifestar lentamente er
ma que sufre su hijo y Io tuviera tendido a su Iado para de su especie' Durante este breve período
.o*p*"-iento
comunicarle su calor y protegerlo de impresiones de aislamiento, se
produce una continua reacción sicorógica
"*".riuu..
En las madres humanas, estos gestos de protección der'p"qr;ñ; ante
no Ios estímulos der ambiente y esta reacción
están guiados por el mismo entusiasmo que otr"*amos responde a ras
en caracterÍsticas particurares der comportamiento
Ias madres de Ias especies animales. podemos observar, de Ia espe-
por cie; así, cuando Ia madre regresa al rebaño,
ejemplo, cómo las gatas madres ocultan a sus pequeños p"q*rno
en tra en Ia comunidad preparado para vivir según "i un modo "n-
ángulos oscuros, y se muestran celt¡sas cuando ie aproxima ya establecido. y no sóro físicamente,
alguien. El instinto de protección de las madre, h.r*ur,", sino también sicorú
gicamente hablando, ya sea un potriilo,
es bastante menos extremo y se ha ido perdiendo un ldrro o un
de forma ternerito.
natural. Apenas ha nacido el niño, alguien lo toma en bra- Podemos observar que incluso en el
zos, lo lava, lo viste, lo expone a Ia luz para ver estado domértlco
mejor el Ios mamíferos conservan estos instintos.
color de sus ojos, tratándolo siempre más como una cosa En nuertre, ct!!t
podemos ver cómo el perro, ,l g.to,
que como un ser animado. ya no es la naturaleza irbrcn con su cuerDo ¡
quien Ios recién nacidos, reproducen
ior ínrtrrrtor;;ffi ]riit r*
La mente absorbente del niño
El embríún espirítual gg
en estado libre y practican Ia intimidad que hace insepara-
ble a la madre de Ios pequeños. Podemos afirmar que el nar Ia conducta o comportamiento humano del ambiente, y
pequeño ha salido del cuerpo materno, pero que no se ha que hemos denominado nebulosidades (l).
desligado del mismo. La naturaleza no puede haber dispues- La tarea de adaptación, que es la función vital de la
to una ayuda más práctica para que se efectúe gradualmen- primera infancia, puede compararse con los nesbozos» de
te el paso de una vida a otra. la herencia del comportamiento que se encuentran en los
Actrralmente interpretamos este período del modo si- embriones de los animales. Los animales nacen con todo
guiente: en los primeros días de Ia vida se despiertan en preparado: la forma de los movimientos, las capacidades,
los animales los instintos de la raza. Ia elección del alimento, los caracteres de defenia propios
Por consiguiente, no sólo se trata de una ayuda instin- de la especie correspondiente.
tiva despertada y estimulada por las difíciles circunstan- En cambio, en su vida social el hombre debe preparár_
cias, sino que es un acto relacionado con la creacióh. selo todo, y el niño debe fijar después del nacimiento los
Si ocurre así en los animales, en los hombres también caracteres propios de su grupo social, absorbiéndolos del
debe ocurrir algo equivalente. No se trata sólo de un mo- exterior.
mento difícil, sino de un momento decisivo para todo el
futuro. En este período tiene lugar una especie de desper-
tár de potencialidades que luego deberán dirigir el enorme Nacimiento y desarrollo
trabajo creativo del niño: el embrión espiritual. Y.puesto
que la naturaleza ofrece signos físicos evidentes, caracterís- Por ello, reiulta interesante estudiar el desarrollo del
ticos de cada nuevo acontecimiento del desarrollo:síquico, niño teniendo presentes las funciones que reariza, conside-
vemos cómo el cordón umbilical, que mantenía unido el radas como un «mecanismo general, de la vida humana.
niño a Ia madre, se desprende de su cuerpo al cabo de El recién nacido, incompreto incluso fÍsicamente, debe
varios días de vida. Este primer período es el más impor- completar el complicado ser que es el hombre. El recién
tante, para el recién nacido, porque en él tienen lugar miste- nacido no presenta un «de5pertar de los instintos» como el
riosas preparaciones. que tienen Ios animales apenas toman contacto con el am-
Así, no sólo debc considerarse el trauma del nacimiento, biente exterior. Pero, en cambio, una vez en el munclo, con-
sino la posibilidad de poner o no en movimiento los facto- tinúa una función constructiva cmbrional y construye Io
res activos que, sin duda, deben existir. Porque si bien que puede parecer después un «se¡j¡nto cle instintos hu-
en el niño no existen caracteres ya establecidos, deben exis- manOS».
tir, sin embargo, detcrminadas potencialidades para crear- Y, puesto que en el hombre no hay nada que se halle
preestablecido, debe construir rorla la','icla síquica
los. El niño no espera que el recuerdo atávico de un com- clel hom-
portamiento se despierte de improviso, sino que espera que (i) p¡ clespertar de.ras neburosidatres seria lo quo en ros animares
se considera como "er
se orienten fuerzas nebulosas, sin forma dcfinida, pero car- {.esperta¡ ¿e tos instlntos acl-iámliá.iái"üár.',, v
alcct;r a los primeros días dc- la lo-rllei"n"t;,qüi.;á"U.r¡
gadas de energías poterlciales, que dcberán dirigir e incar- considcrar como miis csenciares. 1,iaa-,-l;;;;"
v"r'róiniazi",," iiitiii,ii,"i-irñ¡u¿,¿í
t ttabrle-. Anatlabctisnto tnondiare.
jc:ón. ni"iiii"'--iiá,.;..r;,;;." ¡.;irfá up".
(.
: )
I0O
La. m¿n¡s absorbente
d.el niño El embrión espiritual
los mecanismos morores tOt
ffi¿,:"jts 'ue
serán su propia
Ahora bien' er desarroro
der niño consta de muchas
Es un ser in tes determinai:; par-
za : h ar á .
:il,;;p;';"r
ra
:[r i h:, ,"-t"-,',n,,.,
; sucesión de
"_ l; ; :Jj,,] I Tj: ¿ffj,"J ñ,",,i," ?i: peciares comunes a
todos. reyes es_
arro'o embrionar posrna;r ün lstudio particurar der des-
fT;l"]".i}l ]";s" y Jesús ro
"n,,"gu u completando y cuándo se t;il, cuándo er cráne<¡ se va
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y Ias exrremida.a"r. rumCr.,"'á"r,r* de I<¡s miembros
i n fa n ti le.s rrr r,ji::
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I no motrices ::?í::rZ: ,, J;;;;; _om.nio qr"
t; n;;;;"r:'Y"'
-r,ár-.r]mportante 1.,::iT:::r:,,jinares de "l ".,
mierinu-y.-uq,"r
side del dcsar¡ollo del hombre del equilib:a t;;¿l'i"v
en i" re- ducido ul "n
t"-
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"ce.. 't;"^::*'Tt
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d*:ii*il.r, :*::l
erro, er ;;,_.;*,o.9",
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hombre en esta
H:'":.',*i.JT.:i:J,::Xt"__::
ri.¡s cerebrales. i,, finulrn.";,'ffi;:"
endocrinas v i;;';ffii,r,.
cómo se modifican Ias
de la intelig"n.io.'-^" "" ;:Xi,l:i"' fisiorógicas de ra di-
rl ."rto""rJ".i.nt'*cción Estos esludio
Lo.s órganos r .
sucesivos*.,o.,'J".1ü:."?I,r;:Í"r:ffi
aún no r'"]"ñ'"x;T::
micnto aún no sc hallan i:';::lffolRletos:
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to2 La mente absorbente del niño El embrión espíritua¡ lO3

El hombre, a diferencia de los animales, no tiene motti- Iímites de la impotencia: pero, por otra parte, se desarrolla
mientos coordinados"fiios; debe construirlo todo por sí mis- por sí mismo.
t 7o: y tto tiene fines, sino que debe buscarlos. En cambio, El desarrollo síquico sólo presenta un misterio: el se-
los pequ-eños mamíferos ---€n gran parte- caminan, corren creto de sus potencialidades latentes, que son distintas en
y saltan desde su nacimiento; según su especie, en seguida cada individuo y que aún podemos investigar cuando er niño
realizar/rn difíciles ejercicios, por herencia deberán trcpar se halla en Ia época sicocmbrional.
o sa]tar obstáculos, o huir rápidamente. Por el contrario, el En esta época sólo podemos observar Ia uniformidad de
hombre no lleva consigo ninguna habilidad, pero es el ser todos los niños del mundo. se puede afirmar perfectamente
viviente capaz de realizar los más variados y diflciles cjen que los niños son todos iguales desde el nacimiento: siguen
cicios, corno los de los artesahos, los acróbatas, los bailari. el mismo rnodo de desarrollo y las mismas leyes. En el cam-
nes, Ios corredores o los campeones deportivos, po sfquico ocurre lo mismo que en el embrión físico: Ia
Pero en estos casos no es la madurez de los órganos lo segmcntación de las células pasa a través de los mismos es-
que actúa como causa; sinc¡ las expcriencias realizadas so. tadios, hasta el punto de que casi no es posible reconocer Ia
bre el ambiente, los ejercicios, es decir, Ia educación. Cada difcrencia entre Ios embriones, incluso cuando las cérulas,
individuo se convierte en el creador de sus propias capacl. en su multiplicación, preparan seres vivientes totalmente
dades, a pesar de que dispone de una condición fisiológica distintos, de las especies ¡nás variadas y alejadas, coino un
que, en sí misma, no cambia. Por consiguiente el hombre lagarto, un pájaro o un conejo. pbro Iuego, án Ios animales
es el aütor de su propio perfeccionamiento. quF se forrnaron del mismo modo se produce y se mani-
Pero por lo que respecta al niño, hay que distinguir es. flesta uno profunda diferenciación.
tos distintos pormenores. Del rnlsmo modcl, del embrión espiritual puede salir un
Para orientarse en el estudio del niño, ante todo se debe genlo artlttlco, un dirigente polltico, un santo o un hombre
aceptar el hecho de que aunque se mueva cuando el cuerpo medlocrc, Y los hombres mediocres pueden presentar dis-
ofrece condiciones de madurez, sus condiciones síquicas no tlntas tcndencla¡ que los conducirán a escoger un lugar
dependen de éstas. Al contrario, como ya indicamos, en el distlnto en la socledad. Porque precisamentelos hombres
hombre se desarrolla primero la sique, y los órganos espe- no están destlnados a hacer olo mismo», ni á tener «el
ran el tiempo necesario para prepararse y servirse de la mlsmo cornpoñamiento», como ocurre con los seres limi-
misma. Y cuando'los órganos entran en acción, entonces el tados por Ia herencia de su especie.
ulterior desarrollo sÍquico tiene lugar con la ayuda de los Pero este desarrollo, estos distintos objetivos no son
movimientos por medio de experiencias activas sobre el previsibles, nl podem<¡s considerarlos durante el perÍodo
ambiente. De ese modo, el niño que no puede servirse de fr¡rmativo embrional; es el período postnatal en que tiene
sus órganos una vez están dispuestos, encuentra obstáculos lugar Ia formaciC¡n del hombre.
en su desarrollo mental. Porque el desarrollo síquico no En cste perloclo los cr"¡idados consisten en prestar ayuda
tiene límites y depende en gran parte de las posibilidades
-
al desarrollo dr: la'ida y ista se desarrolla deimismo áodo
de utilizar sus instrumentos de ejecución, de superar Ios en todos los :ir:res, En to.los ellos primero tiene lugar un
IM La mente absorbente del niño El embrión espiritual 105

periodo de u¿d¿pt¿ción, y en todos el desarrollo síquico ini- rior, y aunque sus interpretaciones sólo estén ilustradas se-
cia las aventuras de Ia vida. Y si este período recibe ayuda gún conceptos freudianos, aportan datos reales y distin-
de acuerdo con las finalidades humanas, todos podrán dis- guen los «caracteres de regresiónr, que se sitúan en corres-
'frutar de las ventajas de desarrollar mejor las propias po-
pondencia directa con el «trauma del nacimiento», de los
tencialidades. caracteres de represión, relacionados con las circunstancias
Por consiguiente, sólo puede haber un único medio de de la vida, que pueden presentarse durante el desarrollo.
tratar o educar a los niños en la primera edad; y si Ia edu- Las regresiones no son Ias represiones. Aquellas suponen
cación debe empezar a partir del nacimiento, sólo puede una especie de decisión inconsciente del ser recién nácido:
existir un modo. Por tanto, no se puede hablar de méto- ir hacia atrás, es decir retroceder, en vez de progresar en el
dos particulares para tratar niños indios, chinos o euro- desarrollo.
peos, ni niños pertenecientes a distintas clases sociales, sino
Este otrauma del nacimiento», tal como.se ha observado
sólo de un método que siga a Ia «naturaleza humana que actualmente, conduciría a algo mucho más terrible que las
se desarrolla», puesto que todos tienen las mismas necesi- protestas y el llanto del niño, conduciría a caracterei equi- i

dades síquicas y siguen el mismo proceso para alcan zar la vocados que el niño asume en su desarrolro. se producirra
construcción del hombre: cada uno debe atravesar las mis- una transformación síquica, o más bien una desvlación. En
I

mas fases del crecimiento. vez de tomar el camino qrre denominamos norrnal, el niño (

Y puestr: que esto no es una opinión, tal o cual método seguiría un camino equivocado (
de educación no podrá ser dictado ni sugerido por un fi. En vez de progresar, Ios individuos que sufren una reac-
Iósofo, ni 'por un pensador, ni por un experimentador de
(
ción negativa ante el ot¡¿urna del naqimiento», aparente-
laboratorio mente permanecen ligados a algo que existía antes del na-
{
sólo Ia naturaleza, que ha establecido unas Ieyes deter- cimiento. Estos caracteres de regresión son numerosos, (
minadas y que ha fijado al¡Junas necesidades del hombre pero todos presentan las mismas manifestacir¡nes. parece
en vías de desarrollo, puede dictar el método educativo pre- I
que el niño juzgue este mundo y diga para sí: nVuelvo
ciso, que consiste en satisfacer las necesidades y ias leyes al I
lugar de antes,. Las largas horas de sueño der recién na.
de Ia vida. (
cido se consideran normales, pero un sueño demasiadcl pro.
Estas leyes y estas necesidades, debe indicarras er mis-
mo niño en sus.manifestaciones espontáneas y en su des-
Iongado no es normal, ni siquiera en el recién nacido, y el I
considerado por Freud como una especie de refugio en el I
arrollo; en las manifestaciones de su paz y de su felicidad; que el niño encuentra una defensa y expresa el se'ntirlo
en la intensidad de sus esfuerzos y en Ia constancia de sus
repulsión síquica que experimenta ante el munclo y la vidr,
de {
elecciones realizadas Iibremente.
¿Acaso el sueño no es, por otra parte, el reino clel sub. {
Debemos aprender de él y servirlo del mejor modo po-
- consciente? si algo turbio atormenta nuestra mente, {
sible. bui.
Mientras tanto, Ios sicólogos han distinguido un período
-breve,
camos la paz en el sueño: porque en er sueñcl encontiamg¡
sueños y no realidades, en el .sueño Ia vicla cxiste sln
I
pero decisivo: el nacimiento y el áesarroilá poste- cesidad de lucha. El sueño es un refugi«r, un alcjamiento
nc.
del
I
{
{
{
,l
El embrión espiritual 107

La ntcnle absarbente del níño


r06 teres no sólo corresponden a su vida presente' Estos son
posición .del cuerpo los niños que lloran con facilidad, que siempre necesitan
mundo. otro hecho a considerar es Ia ayuda de alguien, que son indolentes, tristes y depresivos'
clurante el sueño' ;; ;i rcción naclclo
la posición natural
No son características efímeras: son las que lo acompaña-
'

es la de tener las manos ccrca dcl rostro


y las picrnas re-
rán durante toda la vida. Ya adulto, siempre experimentará
algunos ca§o§ esta posición se
;1";;J; sin embargo, enaclultas y signilica, por asf decirlo' repulsión por el mundo, miedo de hallarse con otras perso-
manticne ., p".ronuJ*es nas y siempre será tímido. En estos individuos encontramos
refugiarse en una ñü; prenatai' Aáemás' hay otro hecho
es cl llanto seres inferiores a los demás en la lucha por la existencia, en
que expresr.lu.u*"'i" "' caráctcr dc regreslón: la vida social, los cuales carecerán de alegría, valor y feli-
nsustaclo' como si
del niño al despertarse, como si cstuvlera cidad.
naclmlento que
irui"." qr" ,"uiri. el terrible momento delpcqrreños sufrcn Esta es la terr.ible respuesta de la sique subconsciente.
conduce a un mundo «lifícil' Á menudo los Con nuestra memoria consciente olvidamos, pero el sub-
p.r"áiffrt que forman parte del terror de la vic{a'
consciente, que parece no sentir ni recordar, opera algo
otraexpresióndeestatendenciaqucsc¡rraniflesta¡nils peor que el iecordar, puesto que las impresiones del sub-
qucdursc
tarde es agarrarse a alguien, casi por micclo.a ionsciente quedan impresas en la mneme y permanecerán
solos. Este acto no está sugerido por el afecto,
sino qrte miis
y clcsca per' grabadas como características del individuo. Este es el gran
bien es expresión del mieJo. El niño es tímiclo peligro de la humanidad: el niño que no ha recilido los
manecer siempre ugu..udo a alguien' preferiblcrllcntc
a la
cqsa' cuidados de una educación normal, se vengará luego'ante
siempre quisiera quedarsc
-"ár". ll" q,ri"." álir,
cn-
la sociedad por medio del individuo adulto que él mismo
uirtrao del Áundo. Cada .otu d"l mundo que deberfa hacer' forma. Nuesiro abandono no fomenta la aparición de rebel-
lta'
lo feliz lo asusta y le sugiere un sentido de repugnancia cles, como ocurre con los adultos, sino que forma individuos
cia nuevos experimentot'
gl ambiente' en vez de mostrarse
en curso de más débiles de lo que deberían ser, forma caracteres que se
atractivo como debería serlo para una criatura convicrten en un obstáculo para la vida del individuo e in-
su primera
clesarrollo, parece rechazarlo, y si el niño' desde
clivicluos que serán un obstáculo para el progreso de Ia
que debc-
infancia, experimenta repulsión por el ambiente' civilización.
normal'
ría ser el medio de su dtsarrolló' no se desarrolla que está
mente. Nunca será el niño que quiere conquistar,
e incar-
destinado a absQrber completamente su ambiente *Nebulosidades"
nario en sí mismo' Esta absorción le resultará
difícil, y
nunca será completa' Podría decirse que es
la expresión del
fatigante' in- Quisiera subrayar aquÍ las observaciones que ya inicié y
pensamiento ovivir es sufrir'' Todo le resulta
él' cada acto es que ticnden a poner de relieve la importancia del momento
.1,rro la respiración le parece difícil' Para
tienen mírs dcl nacimiento para la vida síquica del hombre. Hasta ahora
contrario a la naturale'a' lnrlividuos de este tipo sólo nos hemos detenido en las primeras observaciones, en
Inch:so :;u di-
ler:¡::iii.iari de s,-reño v reposo que los demás'
fírcil i;'naginar qué tipo ,.'le vida los caractcrcs rcgresivos. Pero es importante poner en rela'
tJcstion ris'-:lta rlitlcii' És
ir-lirlrír. §{l presenia ;lnie este t'ipo de niños' P!-les 'jl'-:Ú'r tzrít'c-
108 La mente absarbente del niño El embrión espiritual
t09
ción estos caracteres con los hechos de Ia naturalezar
también se hallan tan distantes unas
muestran en los mamíferos instintos de protección eu€ de otras que no tienen
ilacia consistencia, sino que aún forman
un conjunto que, a gran
Ios recién nacidos. Las conclusiones de los p.i*"*,
,ru,,r_ distancia, resurta visibre como un cuerpo
ralistas, de que en los primeros días despu¿r
i"i .ru.i*i.rrro i"re.t".^ehora po-
demos imaginar un despertar de la «¡slutesá»
los cuidados maternos, tan característicos
y particulares, es- tratara de un despertar de Ios instintos ca¡¡e ,¡ ,"
tán en relación con una especie de despeitu,
d* lo,l.rrtirr_ hereditarios. por
ejemplo, el niño recibe de Ia onebulosid";"
tos generales de la especie en el ser,.iién
nacido, aportan estÍmulos y directrices para crear en
;;i;;guaje
una contribución que resulta útil para profundizar sÍ mismo el Ienguaje
en Ia materno que es peculiar de su ambiente y que
sicología del niño recién nacido. á ,fro.U"
r-"g", Ieyes determinadas. Gracias u tu, ..,.rgiur-nJrl"..,
. Estos_conceptos ponen de relieve Ia importancia que
hay que dar a Ia adaftación del niño al ambiente
del lenguaje, el niño es capaz de distinguir
Ios sonidos del
exterior y lenguaje. hablado de Ios demás sonidos
ayudan a considerar Ia sacudida que produce
er nacímiento, llegan mezclados en su ambiente, y gracias
y rumores que Ie
el cual requiere un tratamiento, áel mismo a éstas, adquiere
modo como re- Ia propiedad de encarnar el lenguaje como
quiere unos cuidados. especiales para
bebé no corren los mismos peligrás, pero
la madre. lUuár" y tica racial. Lo mismo puede delirse de las una caracterís-
ambos deben su_ características
sociales que-harán del niño un hombre
perar graves dificultades. Finalmente, de su raza-,-"
este riesgo no es tan La «¡glul6sidad, del Ienguaje no contiene
importante para Ia vida material del niño, las formas par-
co"m;;;
vida síquica. Si Ia causa dc Ios caracteres'."g...irt, ," ticulare.s del lenguaje que ," dáror.ollr.j
fuera el «trauma del nacimiento», todos
,Oto partir de esta oneburosidad», que er niño ;;;l;;;;';.ro a
Io. .riño, fresenta_ hailará ar nacer en
el ambiente, podrá construir y aesarrottar
rían esos caracteres. por eilo hemos recurrido
que a la vcz incluye las observaciones
a una'hipóteris el lenguaje, siguiendo un p.o.c.limiento simurtáneamente
sobre el hoÁbre y común a todos los
sobre los animales. E¡ evidente que en
niños del mundo.
los primero, díu, Aqui encontramos una diferencia esencial
tiene lugar algún hecho ¿. ,r." importancia; entre el hom-
*^:l* de características hereditarias
qespertar el bre y cl animar. Mientras .r u"irli
recién nacido produce
de Ia iaza, reracio- casi inmediatamente Ios sonidos particulares
nadas con su comportamiento, en los de ,,r-"rp*aie
rnamíferos, debe tener para los que dispone de un mod.ro
una correspondencia, como decíamos más
arriba, en el .rnanece mudo durante un período
¡"..aito.iol.r"iiio p.r.
niño, el cual no tiene un modelo hereditario bastante largo, tror-"i aurl
a" .oipoa._ habla el lenguaje que ha encontrado
miento a seguir, sino que cuenta con «potencialidades, en su ambiente, por
ap- eso ocurre que un,.niño holandés
tas para desarrollarlo a costa del ambiente que huyo
exterior. italianos, hable italiano y no holanier, "r".ido-anrro
.-
En este plano, hemos formulado el concepto *nebulo_
Iengua de sus padres
u"f.*r-¿lqu, ¡u
sidadr, confrontando las energías creativas que ". troloná¿s.
guiarán al "t
niño "para
"absorber el ambiente» con las unebulosas», a fo.r consiguiente, está claro que el nifi<¡ no hercda un
modelo.de lenguaje.preesrabl..iá;;
partir de Ias cuales se forman los cuerpos .sino Ia poslbllldrd do
cesivos procesos. En Ia nebulosidad
celestes, tras su- construir un lenguaje a través cle
ástral las partículas una activldad de rbror.
ción inconsciente. Esta potenciaridaá,
que pu€¡e-.iLiur*.
lt0 La mente absorbente del niño El embrión espiritual lll
se al gctt cle la célula germinativa, cuyo poder es encami- Consideremos la posibilidad de que, por un hecho des-
nar a los tcjiclos clc mc-¡do tal quc formen y creen órganos conocido, la unebulosa, del lenguaje no funcionase o perma-
concrctos y complejos, cs lo que hcmos llamado onebulosa neciese latente; entonces no se produciría el desarrollo del
clcl lcnguajc,. I Ienguaje. Esta anormalidad, que no es muy rara, constituye
Dc .se moclo, Ias «ncbulosicladcs' quc se rcfiercn a las l

una forma de mutismo en niños que poseen órganos del


l'u,r:ic¡ncs rJc aclaptación al ambicnte y clc rcprodt¡ccién dcI oído y de Ia palabra perfectamente normales, y cuyo cere-
conrportamiepto soci¿rl, quc el niircl cl:cucntl'¿¡ A sU alfCClC' bro también es normal. A menudo son niños inteligentes y
clc¡r al n¿tccr, n<.r ¡rrocluccl] por hel'cnci¿t los nlC¡dClt¡s de CClm' presentan el mismo comportamiento social que los demás.
portamiento que sc ha¡ clcslrrt.rllitdo cll li¡ rflzn duraRtC §U He encontrado algunos de estos casos ante los cuales Ios
cvolución particular ¡, gt'etcias a lc¡s ct¡alcs sc lt¿l ulcattzacl«¡ especialistas del oído o del sistema nervioso, confesaban
clctcrminaclo niycl de civilizacirirt, ¡:cr9 tlcs¡rtris clcl nuci' encontrarse ante un misterio de la naturaleza. Sería inte-
rniento estas «nc:bulosas, ¡:t'o¡rot'ciot¡an ill rriiit¡ lu t:irpaciclnd resante examinar estos casos e investigar qué <¡currió en
cle absorber los nrodclgs clcl ¿lnlbicntc. Y csttl es igUUltttt'ttt'C Icls primcros días de Ia vida de estas criaturas.
r,álido para t«-rdas Ias f'tlncioncs n)clltalcs, c«.rltlt.r Csut'it)§ ,it¡s' Esta idca explicará muchos hechos que aún permanecen
tamcntc Carrcl, lrablanclc, dc Ia activiclacl ¡t¡c¡ltal : ul:ll lri,io oscuros cn otros campos, por ejemplo los que se refieren a
de un cicntif ico no hcrccial'li nirlgírn clcmcl:tr.¡ dcl sabcr dc la aclaptación al ambiente social: idea que puede parecer
su padrc. Si lo abanclonanlo.s. cr1 r¡lta isl¿r clcsicrtil, n«.t st:l'ú cic¡rtfficanrcntc más práctica que las presuntas consecuen-
supcrior ¿1 nuestl-os antcpasaldo.s de Crc¡-Magnon' (l). cius dcl «trauma dcl nacimi€nto». Considero estos hechos
Antes dc c<¡ntinuat- sobrc estc tema, qucriía aclaritr ull cle rcrgresión síquica debidc¡s a Ia carencia de el estímuro
punt«r. El lcctor pucdc tcncr la impresión dc quc al hablar vdlal r¡ue gufa la adaptación social. En estos casos, el niño,
cle uncbulosiclacles,, imaginamos potencialidades de insti¡rtos a csusr¡ dc la Ialta dc clcterminada sensitividad, no absr¡rbe
cxistentcs por sí mismos, que oscurcccrian la esencial uni' nado, r¡ absorl¡c su ambiente por vía imperfecta: en vez
dad de l¿r mente. Si hablarnos de ,rnebulosidades, sólo cs para de llum¿rdüs y atraccioncs, siente repulsión hacia este am-
facilitar la discusión y no porquc nos inclinamos por una llientc y en ctl Ro sc ¡:roclucc cl clcsarrollo cle lo que se
concepción atomística dc la mcntc. Para nosotros, el orga' Ilanla «smor al ambientc», gracias al cual cl inctivicrut rea-
nismo mental es una unidad dinámica, quc transforma su Iizu su lndependencil a travcs cle succsivas acrquisiciones.
estructura a travós de expcricncias activas efectuadas sobre Entonees t¡¡s earnctercs dc la raza, Ias costumbres, Ia
cl ambiente y guiadas por una cnergía (hornte) (2) de la rcllgitin y asf succslva¡ncnte, no son absorbicros n.rmalmen-
cual Ias .nebul<¡sidades, son modos o grados diferentes y tc, y el result¡¡do cs un verda«lcro anormal rnoral, un ser
especializados, apartado, un extrüsocial, quc presenta muchas dc las indi-
caclas carnctcrfsticas rcgresivas. si estas sensl' tivitlad.es crea-
(l) Ver Dr. A. Clnnru, El Hombre, ese desconocido, París, 1947, pá' tivas cxiston cn cl hc¡mbrc en vez de lc¡s moclelos heredita-
177.
-Eina
(2) Damos a Ia palabra horme, del griego oppaó. (excitar), el seu' rios de comportarnient«r y si, gracias a ellas, deben crearse
tido rle luerza o estimulo vital. Ver también nota eD pág, 115. Ias funciones dc adaptación al ambiente, resulta evidente
tt2 La mente absorbente del niño El embrión espiritual l13

que estas sensitividad¿s constituyen ia base de toda la vida los primeros meses de vida y no reduzcarnos tampoco Ios
síquica, base que se establece en los primeros años de la cuidados al campo de la salud fisica; establezcamos, en
vida. Pero ahora podemos preguntarnos: ¿existen caus,as a cambio, la importancia de un principio particularmente ne-
las que podamos áttibri. un despertar aplazado o más bien cesario para las madres inteligentes y para toda Ia familia
fallido de estas sensitividades? Aun no hay respuesta para en general: debe existir una «norrna especial de tratamien-
esta pregunta y todos deberíamos investigar en la vida de to» sx¿6¡s y delicado para el nacimiento y los primeros dias
quienes la ciencia se declara impotente, ha- déspués del nacimiento.
"qr"ilor-"nte
blando de misterio.
Por ahora, sólo he encontrado un caso que podría repre-
sentar un principio de investigación. Se trataba de un joven
incapaz de t"g"ir ningún estudio con discipiina y aplica-
ción, un chico difícil, con un mal carácter que lo hacía
intratable y lo condenaba al aislamiento. Era guapo, de
buena constitución física y también inteligente. Pero en los'
primeros quince días después del nacimiento había sufri-
io ,n" g.ur" desnutrición, que le causó una notable pérdida
de peso, que le redujo a un esqueleto, especialmente en el
.ori.o. El ama de leche que lo alimentaba lo eniontraba
más bien repugnante y lo llamaba «el descarnado'' Todo
el resto de su vida, a partir de las dos primeras semanas
después clel nacimiento, se había desarrollado normalmente.
Además era un niño fuerte no ser así habría muerto-,
-de
pero el joven que sobrevivió era un predestinado a la cri-
minalidad.
No perdamos tiempo alrededor de estas hipótesis que
aún están por confirmar, pero consideremos un hecho de
extrema importáncia. Las onebulosidades,, de la sensitividad
dirigen el desarrollo síquico del niño recién nacido, del mis-
mo modo como el gen condiciona el huevo fecundado en
la formación del cuerpo. Por consiguiente, apliquemos al
recién nacido los mismos cuidados que prestan los anima-
les superiores a su prole durante el breve período del des-
pertar de las características síquicas de la especie. No ha'
blemos sólo de cuidados a los niños en los primeros años o
,l

t
¡l
CUIDADOS QUE DEBEN TOMARSE AL PRINCIPIO
DE I.A VIDA

Quien se proponga ayudar al desarrollo slquico humano


debe partir del hecho de que la mente absorbente del niño
se orienta hacia el ambiente y, especialmente al principio de
Ia vida, debe tomar especiales precauciones a fin de que cl
ambiente ofrezca interés y atractivos a esta mente que debc
nutrirse del mismo para su propia construcción.
Como hemos visto, existen distintos perlodos de desa¡ro.
llo síquico, y en cada uno de ellos el ambiente desempeña
un papel importante; pero en ninguno asume la importancia
que tiene inmediatamente después del nacimiento. Actual.
mente, aún son pocos Ios que consideran esta importanclt,
porque hasta hace algunos años ni siquiera se sospcchabr
que en sus dos primeros años de vida el niño tuviera neco-
sidades síquicas tan imperiosas que no pueden ser ignora.
das sin dolorosas consecuencias para el reslo de Ia vida.
La mente absorbente del niño Cuida.dos que deben tomarse 135
134

La atención de la ciencia se ha centrado en el aspecto algunos principios. Durante los primeros días después del
físico: especialmente en este siglo, la medicina y la higiene nacimiento el niño debería permanecer en contacto con su
han elaborado un tratamiento infantil meticuloso para ven- madre durante el mayor tiempo posible y en un ambiente
cer la inmensa mortalidad que antes reinaba. Pero, precisa- que no presente contrastes demasiado fuertes, por ejemplo
mente- porque se trataba de derrotar la mortalidad, este de temperatura, con el ambiente en que se ha formado an-
tratamicnto se limitó a la salud fisica. El campo de la salud tes del nacimiento: sin demasiada luz, ni muchos ruidos,
síquica aún está casi inexplorado y quien se preocupe por porque el niño llega dc un lugar lleno de tibieza, de perfecto
esio puede encontrar normas de actuación considerando silencio, de oscuridad, En las modernas clínicas pediátricas
sólo que la finalidad principal de la edad infantil es Ia for- Ia madre y el niño son c«¡locados en una habitación con pa-
mación de un individuo adaptado a su época y a su am' redes de vidrio a una temperatura fácilmente controlable,
biente, y estudiando la naturaleza' que pueda irse igualando gradualmente a Ia temperatura ex-
AJrora bien, la naturaleza, como hemos visto, indica .un terior normal. El vidrio es azul, a fin de amortiguar la luz
período de aislamiento y de reacción síquica ante el am- qi¡e entra en Ia habitación. También deben tomarse precau-
bi"rt", períoclo necesario incluso .para los mamíferos que ciones con el modo de manejar y mover al niño. En contras-
tienen un comportamiento preestablecido. te con las antiguas costumbres de zambullir al niño en un
Si se considera que el hombre no tiene nada preestable- baño colo-cado en el suelo, el cual provoca una sacudida, en
cido y que para el niño no se trata de una cuestión de des- vez de vestirlo rápidamente, sin ninguna preocupación por
pertar, iino de creación síquica, se comprenderá fácilmente su sensibilidad, como si fuera un objcto privado de senti-
iu g.rn signiñcación que tiene el ambiente para el hijo del dos, actualmente la ciencia considera que el recién nac.ido
hombre. Su valor y su importancia son inrnensos, como tam- debe ser tocado lo menos posiblc, y ni siquiera debería ser
bién Io son los peligros que pueden presentarse. De aquí el vestido, sino guardado en una hatritación a una temperatura
gran cuidado que se debe tener con el arnbiente que rodea suficiente para mantenerlo caliente y libre de corrientes de
al recién naciclo para facilitar su absorción, a fin de que el aire frío. Se ha cambiado el modo de transportar al niño,
niño no desarrolle actitudes de regresión y se sienta atraí- utilizando rrn blando colchón, como una hamaca; también
clo y no rechazado por el mundo en que ha entrado. r)e ello se evita elevar y bajar rápiclamente al recién nacido y éste
ciependen el progreso, el crecimtento y el desarrollo del pe- tiene que ser tratado con las mismas precauciones con que
queño, los cuales se hallan en relación directa con los atrac- se manejan Ios heridos. No es sólo una cuestión de higie-
tivos que pueda ofrecer el ambiente. ne. Las enfermeras llevan un pañuelo delante de Ia boca
Durante el primer año de vida pueden distinguirse varios para que sus microbios no pasen al ambiente del recién na-
períodos que requieren especiales cuidados (1). El primer cido, y madre e hijo son considcrados modernamente como
perÍodo, breve, es el ingreso en el mundo con sus dramáti- órganos de un solo cuerpo en comunicación entre si. De ese
cas circunstancias. Sin entrar en detalles, podemos enunciar modo, la adaptación al ambiente queda favorecida según
norrnas naturales, porque entre madre e hijo existe una cG-
(l) Para un estudio exhaustivo de los cuidados de-l^njíro, ver: Fr-oR¡¡¡cs nexión dada, casi una atracción magnética.
Bnóulx SHeruox, The Child, Nueva York y Londres, 1941.
r3ó La mente absorbente del niño Cuidad,os quc deben tomarse t37
En la madre existen fuerzas a Ias que el niño ya está ha- lo recibe, lo absorbe hasta hacer suyas Ias costumbres del
bituado, y estas fuerzas constituyen para él una ayuda ne- mundo en que vive. En este desarrolio, que podemos llamar
cesaria durante los difíciles primeros días de adaptación. una conquista, la primera actividad es la de los sentidos.
Podemos afirmar que el niño ha cambiado su posición A causa de Ia incompletitud de sus tejidos óseos, el niño es
re§pecto de Ia madre; ahora se halla fuera del cuerpo rna- inerte, sus miembros no tienen movimiento, de modo que
terno, pero todo continúa igual y subsiste Ia comunicación su actividad no puede ser ra der movimiento. su activi-
entre ellos. Actualmente, Ia relación madre e hijo se consi- dad es únicamenie-la de Ia sique, que absorbe las irnpre-
dera de este modo mientras que hasta hace pocos años in- siones de los sentidos. Los ojos del niño son muy activos,
cluso en las mejores clínicas se acostumbraba a separar a pero debemos tener presente, como ha precisado reciente_
la madre del recién nacido.. mente Ia ciencia, que los ojos del niño no se Iimitan a reci-
He descrito los cuidados que pueden considerarse
"la úl- bir la luz' El niño no es pasivo. Sin duda e*p"ri*enia im-
tima palabru, ., el tratamiento cientifico del niño. La natu- presiones, pero también es un activo buscaá«¡r en el am-
raleza nos muestra además que estos cuidados particulares biente: es el mismo niño el que busca estas ímpresiones.
no son necesarios para todo el período de la infancia; des- Ahora bien, si observamos la especie animai, vemos que
pués de un breve tiempo, la madre y el niño pueden salir las bestias tienen en Ios ojos un tipo de upu.uto visual si-
de su aislamiento y entrar en el mundo social. milar al nuestro: una especie de máquina fotográñca. pero
Los problemás sociales del niño no son los mismos que su sensitividad impulsa a estr¡s animales a usarlos de un
l<¡s del adulto, Podría decirse que hasta ahora la condición modo especial: son atraídos pgr algunas cosas más que por
'social
pesa sobre el niño de modo inverso que sobre el adul- otras, de modo que no reciben impresiones der arnbiente en
to; en efecto, no es completamente paradójico decir que conjunto. Llevan en si una guía que Ies induce a seguir cier.
mientras entre los adultos el que sufre es el pobre, entre los tas direcciones y por medio de ros ojos siguen la-guía de
niños el rico sufre aún más. Además de los impedimentos su comportamiento.
del vestuario, de las convenciones sociales, del agolpamien-
to de los padres y amigos alrededor del recién nacido, a - Esta guía existe en ellos desde el principio; Iuego se per-
feccionan Ios sentidos y se forman según esta miJma
veces ocurre que la madre rica deja el niño al cuidado de gula.
EI ojo del gato se perfeccionará a Ia luz apagada de Ia'no-
un ama de leche, o recurre a otros medios de amamanta- che (como ocurre con otros animales noctuinos), pero
miento, mientras la madre pobre sigue el método natural el
gato, aunque se sienta atraído por la oscuridad,
de tener al niño consigo. Otras pequeñas consideraciones nos siente es-
pecial atracción por las cosas que se mueven y
llevarían a decir que en el mundo de los niños cosas y va- no por las
cosas quietas. Apenas algo se mueve en Ia oscurid"d,
lores crean relaciorfes distintas que en el de los adultos. se precipita encima, sin prestar atenclón al resto
.l g"to
Una vez pasado este primer período, el niño se adapta se- del'am-
biente. En el gato no existe un interés general po..i
renamente al ambiente, sin ninguna repugnancia. Empieza biente, sino un impurso instintivo haciá cosas'urp..i.tu, "r.
a encaminarse por la vía de Ia independencia que hemos des- que se hallan en aquer. Der mismo modo,
hay rnaccio. qu"
crito y podemos decir que abre los brazos al ambiente que son atraídos por flores de determinados coloies, porque
en

(t
(.).
Cuidados que deben tomarse 139
138 La tnente absorbente del niño
ambiente y se transforma en armonia con el misnro, igual
estas flores hallan su alimcnto' Ahora bien' un insecto
ape-
experien- como hacen los insectos con los vegetales sobre los que se
nas salido cle la crisirlida no puede tener ninguna posan. Las impresiones que recibe el niño del ambiente son
puru secunclar csta línea, sino que un instinto guía lo
"iu de la especie tan profundas que, por medio de cierta transformación bio-
Ji.iá" y el «:.io lo sccunda' EI comportamiento lógica o sicoquÍmica, termina asemejándose al ambiente
r"'rñoúru siguicndo csta guía' Por esto el individuo no es mismo. Los niños se transforman y se convierten en las
víctima cle sus senticlos, sino que es arrastrado por éstos' cosas que les gustan. Se ha descubierto que en cada tipo de
Los senticlos existen y trabajan al servicio de su patrón
se-
vida existe este poder de absorber el ambiente y de trans-
gún una guía Preestablecida' formarse en armonía con el mismo, ya sea físicamente como
El niño posee una facultacl especial' Sus sentidos' aun- en los insectos que hemos citado y en otros animales, o sí-
que también se hallan al servicio de una guía' no son li- quicamente como en el caso del niño. Y se debe considerar
Áitrdo, como los cle los animales' El gato se Iimita a las esto como una de las mayores actividades de Ia vida. El niño
por
cosas que se mueven en el ambiente y sólo es atraído no mira las cosas como las miramos nosotros. Al mirar
estas cásas. El niño, en cambio, no tiene tales limitaciones;
que lo aigo, podemos exclamar: o¡Qué hermoso!" y Ittego pasamos
observa lo que le rodea y Ia experiencia demuestra a contemplar otras cosas, conservando sólo una vaga memo-
observa todt. Además, no sólo absorbe por medio de
la
que él produce una ria de lo anterior. Pero el niño se construye a sí mismo por
máquina fotográfica del ojo, sino en se
medio de profundas impresiones de las cosas que recibe, es-
erp".i. de reácción sico-química, de forma que estas im-
peciálmente en el primer período rle Ia vida. En la infancia,
presiones pasen a formar parte integral de su sique' Pode- en virtud de las únicas fuerzas infantiles, cl niño adquiere
mosobservar_yestonopretendeSerunaconstatación las características que lo distinguen, como el lenguaje, la re-
cientílica- que la persona que sólo es arrastrada por sus ligión, el carácter delaraza, etc. De ese modo, construye su
sentidos, que es víciirna de sus sentidos, tiene algún fallo en
adaptación al ambiente. En este ambiente es feliz y sc de-
su mecanismo. Su guía puecle existir, pero en vez de actuar sarrolla, absorbiendo sus hábitos, el lenguaje, etc.
en ól se ha debilitaclo y el ser permanece abandonado' víc'
Y no sólo esto, sino que también construye un¿l adapta-
tima de los sentidos. ción para cada nuevo ambiente. ¿Qué signilica construir una
Por tanto, es cle suma importancia que la guía existente adaptación? Significa transformarse a fin de hacerse apto
en cada niño sea ob.ieto de cuidados y se mantenga des- para el propio ambiente, de modo que este ambiente pase
picrta.
para aclarar qué succde en esta absorción del ambiente, a formar parte de sí mismo. Por tanto, debemos preguntar-
nos qué hacer y qué ambiente preparar para el nitlo a hn de
quisicra haccr una confrontación. Existen insectos que se prestarle ayuda. Si se tratara de un niño de tres años, él
ascnrc.ian a Il«¡rcs y otros que parecen palos. Estos insectos
mismo nos lo diría. Debemos poner en el ambiente flores y
pucclcn scr citaclos ¿r título de comparación con lo que ocu-
cosas bellas; debemos proporcionarle los motivos de acti-
it. .n la sit¡trc «lcl niitc.r; viven en ramas y hojas, a Ias que vidad que pertenezcan a su lÍnea de desarrollo. Fácilmente
sc pnrcc(ln tern pcrfcctt¡tncnte que f<rrman una sola cosa con
descubriremos la necesidad de algunos motivos de activi-
su ilmbicntc, L.l¡r cl niño ocurre algo parecido. Absorbe el
140 I-a mente absorbente del niño Cuidados que deben tomarse 14l
dad que proporcionan al niño ocasión de practicar ejerci- tacto con Ia niñera que apenas le habla; a menudo está en.
cios funcionales. Pero si el orecién nacido" debe absorber cerrado en un cochecito desde donde no puede ver el am-
el ambientc para construir una adaptación, ¿qué tipo de arn- biente que Ie rodea. Estas condiciones desfavorabres eran
biente podemos prepararle? Esta pregunta no tiene respues- tanto más graves cuanto mejores eran las condiciones finan-
ta; el ambiente del pequeño debe ser el mundo, todo lo que cieras de Ia familia donde habÍa nacido el niño. Afortunada-
hay en el mundo que Io rodea. Puesto que debe adquirir el mente, después de Ia guerra este estado de cosas ha cam-
Ienguaje, deberá vivir entre gente que hable, de Io contra- biado mucho; la necesidad, las nuevas condiciones sociales,
rio no sería capaz de hablar; si debe adquirir funciones sí- han restituido los padres al niño con una proximidad amo,
quicas especiales deberá vivir entre gente que las ejercite rosa y asidua.
habitualmente. Si el niño debe adquirir costumbres y hábi- El tratamiento del niño debe ser considerado verdadera.
tos, debe vivir entre gente que los practique. mente como una cuestión social. Actualmente, las observa-
En realidad, esta constatación es excepcionalmente revo- ciones y los estudios sobre el niño conducen a la convic-
lucionaria; en contradicción con Io que se ha venido pen- ción de que apenas pueda salir de Ia casa se Io puede llevar
sando y haciendo durante los últimos,años, puesto que como consigo y permitirle ver cuantas más cosas mejor. por ello,
consecuencia de un razonamiento higiénico se había llegado el cochecito se ha hecho más elevado; la habitación del niño
a la conclusión
-o mejor aaislado.
el niño debía permanecer
Ia conclusión negativa- de que ha experimentado una transformación; en rigurosa corres.
pondencia con los requisitos higiéiricos, sus paredes se ha-
llan actualmente llenas de cuadros, y e[ niño yace sobre un
colchón ligeramente inclinado, lo que lc permite dominar el
De ese modo, el niño era encerrado en una habitación conjunto del ambiente, y no Ie obliga a fijar la mirada en
reservada para los pequeños y cuando se descubrió que, hi- el techo.
giénicamente hablando, la habitación de Ios niños no era La absorción del Ienguajc prcsenta un problcma más di.
suficientemente adecuada, se adoptó como modelo el hospi- fícil, especialmente en lo que se refiere al uso de niñcras,
tal y se dejó al niño solo haciéndolo dormir como si fuera las cuales a menudo pertenecen a un ambientc cristinto del
un cnfermcl. Es preciso comprender que si bien esto repre- ambiente del niño. También se presenta otro aspecto dc la
senta un progreso en el campo de Ia higiene física, también cuestión: ¿debe estar el niño presente cuancl«-¡ l«;s padres
constituye un peligro social. Si se mantiene al niño aislado conversan con sus amigos? A pesar de las numcros;rs obje-
en una nursery, con la sola compañía de una niñera, sin una ciones, debemos decir que si queremos ayudar al niño te.
expresión de sentimiento verdaderamente maternal, se obs- nemos que dejarlo estar entre nosotros para que pueda ver
lo ql" hacemos y oír nuestras palabras. eunque no apre.
taculiza su crecimiento y su desarrollo normal; un retraso,
una insatisfacción, se podria decir un hambre síquica, son henda conscientemente lo que u.L.r. a su alrecledor, sacará
los efectos que ello produce sobre el niño. En vez de vivir de ello una impresión subconsciente, la absorberá y ecto
con la madre, a la que gl pequeño quiere y con Ia cual exis- ayudará a su crecimiento. cuando se ileva el niño fuára de
te una particular corriente de comunicación, se halla en con- casa, ¿hacia dónde se dirigen sus prefcrencias? No podemos
142 La mente absorbente del niño Cuidados que deben tomarse 143

decirlo con seguridad, pero tenemos que observarlo. Las ma- gencias de Ia naturaleza corno en los países occidentales. En
dres y niñeras expertas, cuando advierten que el niño se la mayor parte de países, el niño acompaña a la madre don-
interesa particularmente en alguna cosa, deben permitirle dequiera que vaya, madre e hijo son la misma cosa, como
examinar atentamente esa cosa, tanto como le plazca' Verán u¡ solo cuerpo. Por la calle, Ia madre habla y el niño escu-
cómó fija Ia mirada y cómo su cara se ilumina de interés y cha. La madre discute con un vendedor sobre los precios
de amor por lo que Ie atrae. ¿Cómo podemos juzgar noso' y el niño se halla presente; el niño ve y oye todo Io que hace
tros lo que puede o no interesar al niño? Tenemos que po' la madre, y esto dura todo el período de aclaptacióry que es
nerlo a su servicio. Toda Ia concepción del pasado queda Ia razón de esta estrecha convivencia; porque la madre debe
derrumbada, y entre los adultos debe difundirse la cons- alimentar al niño y en cambio no puede abandonarro solo,
ciencia de esta revolución. Es necesario que los adultos se cuando sale de casa para dirigirse al trabajo. Ar motivo de
convenzan .de que el niño construye una adaptación vital la Iactancia se añade Ia ternura y él atractivo natural entre
al ambiente y de que dcbe tener pleno y completo contacto madre e hijo. Puesto que el alimento del i.riRo es pl amor que
con el mismo, porque si el niño no consigue construir su une a ambas criaturas, éstas resuelven el problema de la
adaptación nos hallaremos frente a un grave problema so- adaptación al ambiente de modo naturáI. Madre e hijo no
cial. Muchos de los problemas sociales de hoy dependen de son más que una sola persona. En los lugares en que Ia ci_
la falta de adaptación del individuo, tanto en el campo mo- vilización no ha destruido esta costumure, rá madre no con-
ral como en los demás. Es un problema fundamental, que ffa cl niño a otra persona; cl niño participa en Ia vida de
pone de rélieve cómo la futura educación de los pequeños la madre y la escucha. se dice que las madres son locuaces:
será la más fundada e importante preocupación de la socie- esto también contribuye al desarrollo del niño y a Ia adap-
dad. Podemos preguntarnos cómo es posible que ignorára- tación al ambicntc. Pero si el niño iólo oye ras jalabras que
mos tantas verdades. Para quien oye hablar de algo nuevo, lc d-irigc Ia madre, poco aprenderá; en cambio, cuando es_
resulta una consideración habitual el que en el pasado la cuctta cl complejo diálogo de las personas adultas, po.o u
humanidad crecía ignorando los nuevos conceptos. Oíre- poco aprchende incluso la construcción, y ya no ,o, io, pu_
mos alguien que dice: oLa humanidad es vieja, millones de Iabras sucltas que silabea Ia madr"; io- parabra viva en
hombres han vivido: yo mismo he crecido; mis hijos han el p,cnsamiento y hecha comprensible ", por lós actos.
crecido, y en cambio no existían teorías como éstas, Los ni- Los diversos grupos humanos, razas y naciones, presen_
ños aprendían igualmente el lenguaje, adquirían costumbres tan t¡tras características; por ejempro, er modo distinto en
de forma tan tenaz que incluso se convertian en prejuicios'. que se llcva al niño. Esta es una de las particularidades
más
Pero consideremos un poco el comportamiento de los intcresantes, puesta en valor por los estudios etnológicos.
grupos humanos a distintos niveles de civilización. Cada En general las madres deposiian ar niño en er lecho o en
grupo de éstos nos parece, en materia de educación infan- una bolsa, pero no Io llevan en brazos. E,n algunos países
el
til, más inteligente que nosotros, los occidentales, con nues- niño va atado con lazos a un peclazo clc
tras tcorfas ultramodernas. En muchos países vemos que -oi".o q;; i;"go
se coloca Ia madre sobre los hombros, cuanclo va
los niños no son tratados con tanto contraste con las exi'
al
jo. Algunas se atan el niño al cr¡ello, otras a Ia espalda,traba_
y
Í(
iiI
t44 La mente absorbente del niño Cuídados que deben tomarse t45
;il
otras lo colocan en un cesto, pero en cada pueblo la madre se obsen¡a que el pequeño, cuando va junto con Ia madre, I
ha encontrado el modo de llevar consigo su propia criatura. nunca llora a menos que esté enfermo o se halle herido, a I
En general, para resolver el problema de la respiración y el veces se duerme, pero no conoce el llanto. Se ha podido ob, I
peligro de sofocamiento cuando se lleva, como se acostum-
bra, la cara del niño contra el dorso de la madre, se recu-
servar en fotografias de las costumbres socialer á. un país,
tomadas con fines documentales, que el niño, fotografiado
I
rre a precauciones especiales. Los japoneses, por ejemplo, siempre junto a su madre, no lloraba en ninguna áe ellas. I
llevan el niño de modo que su cuello rebasa Ia espalda del En cambio se puede afirmar que er llanto ae los niños es I
adulto que lo lleva; por esto los primeros viajeros que de-
sembarcaron en Japón llamaron a los japoneses "el pue-
un problema endémico de los países occidentales. Entre no- I
blo de las dos cabezas,. En la India el niño se apoya en la
sotros es frecuentísimo que los padres se quejen porque el
niño llora, y pregunten cómo pueden calmarloy hu."rio I
cadera; y los pieles rojas Io enlazan con correas a la espal- IIar. Actualmente, la respuesta de algunos sicólágos es Ia ""_
si-
I
da con la madre, pero que le permite una gran visión. Re- guiente: el niño llora y se halla agitado, tiene.cÁis de IIan- (
sulta tan lejana para Ia madre Ia idea de abandonar solo a
su niño que, como ocurre en una tribu africana, en la ce-
to y de mal humor porque sufre inanición mental: y tienen
razón. El niño occidental, mentalmente es ún desnutiido, un
I
remonia de coronación de Ia reina, con gran sorpresa de prisionero en un campo limitado y lleno de obstáculos que I
Ios misioneros que asistían al rito, la reina apareció llevan- s-e interponen al ejercicio de sus facultades.
EI único reme- I
do a su hijo consigo. dio es hacer salir al niño de su soledacl y permitirle entrar I
En muchos pueblos se observa la costumbre de prolon-
gar .mucho el amamantamiento: en algunos países hasta
en la sociedad. La naturaleza nos enseña esta forma de
tar al niño que inconscientemente practican muchos pue-
tra- I
un año, en otros un año y medio o incluso hasta tres años. blos. Debemos comprenderro y apricarro consciente-árrt., I
Ahora no se trata de una exigencia del niño, porque ya hace con reflexión e inteligencia. I
tiempo que tiene la posibilidad de nutrirse con otros ali-
mentos, sino que el prolongado amamantamiento constituye
I
para Ia madre un motivo para no desprenderse del niño y, {
a la vez, responde a una necesidad inconsciente de aquella {
de dar a su criatura la ayuda de un completo ambiente so- (
cial que determine su desarrollo. Porque aunque la madre
no dirija Ia palabra al niño, junto a ella el niño ve el mun- {
do, ve y oye a la gente que se mueve por la calle o en el {
mercado, carros, animales, etc., y todo ello queda fijado en
{
su mente incluso sin conocer los nombres de esas cosas. En (
efecto, cuando una madre discute en el mercado el precio de
la fmta, los ojos del niño se iluminan con la intensidad del (
interés que despiertan en él la palabra y Ios gestos. También {
i ,l
i
I
I
{
I

I
,f

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