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Una campaña política o campaña electoral es un esfuerzo organizado llevado a cabo para influir
en la decisión de un proceso en un grupo las democracias. Las campañas a menudo se refieren
a las campañas electorales donde representantes son escogidos o se decide un referéndum. Una
campaña política también incluye esfuerzos para alterar la política o ideología de cualquier
institución.
Historia
La política tiene una gran historia como la humanidad, y no está limitada a instituciones
democráticas o gubernamentales. Algunos ejemplos de campañas políticas son: el esfuerzo
para ejecutar o desterrar de Atenas a Sócrates en el Siglo V a. C., el levantamiento de la nobleza
contra Juan I de Inglaterra en el Siglo XIII, o la puja para desbancar a Michael Eisner de la
dirección de la Walt Disney Company.
Se considera la primera campaña política moderna a la que llevó a cabo el primer ministro
británico William Gladstone, entre 1876 y los 1880. Esta campaña (conocida como la Campaña
de Midlothian, por la ciudad escocesa) consistió en una serie de discursos, algunos de más de
cinco horas, sobre la política exterior británica en relación a las atrocidades que cometía el
Imperio otomano contra los búlgaros.
Componentes
La campaña se compone principalmente de tres elementos: Mensaje, dinero y activismo. La
combinación estratégica de estos componentes resulta en muchos casos en el éxito de la
campaña.
Mensaje
El Mensaje es una oración concisa que dice por qué los votantes deben elegir a un candidato.
Simples ejemplos incluyen:
"Es un hombre de negocios, no un político. Sus antecedentes en finanzas ayudarán a crear una
disciplina fiscal al Estado."
"En los últimos cuatro años, Aquel ha faltado a más de cincuenta reuniones del Consejo de la
Ciudad. ¿Cómo puedes liderar si no apareces? Fulanito no hará la vista gorda con el gobierno."
El mensaje es uno de los aspectos más importantes de una campaña política. En una campaña
moderna, el mensaje debe ser cuidadosamente creado antes de ser propagado. Las mayores
campañas gastarán cientos de miles de euros en focus groups o encuestas de opinión, para saber
cuál es el mensaje que se necesita para llegar a la mayoría de votantes en el día de la elección.
Dinero
Entre las técnicas para recaudar fondos se incluyen reuniones entre el candidato y grandes
donantes en potencia, solicitud directa por correo a pequeños donantes y el “cortejo” de grupos
interesados que podrían terminar donando millones.
Activismo
Por último, el activismo, está representado por el capital humano, la infantería leal a la causa,
los verdaderos creyentes que llevarán el mensaje voluntariamente. Usualmente las campañas
tienen un dirigente encargado de tomar decisiones tácticas y estratégicas para hacer de esta
fuerza humana una herramienta altamente beneficiosa. En épocas muy recientes el uso de las
nuevas herramientas digitales en el activismo político ha demostrado gran potencial, haciendo
que comience a hablarse de la Ciberpolítica, como una posibilidad cada vez más cercana.
Propaganda
Los carteles propagandísticos son un clásico de la democracia moderna. En este caso, afiches
de la campaña electoral argentina de 1937.
Aún cuando la campaña política haya terminado en tiempo y forma seguimos en ella. cuando
se dice que alguien ya está en el poder dejó de tener publicidad o su campaña ha terminado, sin
embargo esto no es así, cuando escuchamos que un político se equivocó en alguna situación o
tuvo algún problema o no siempre tiene que ser negativo también hay notas periodísticas en el
que se reconoce cuando los gobernantes hacen lo correcto o toman buenas decisiones, a lo que
se llega con esto es que cada vez que son mencionados por algún medio masivo de
comunicación dan de que hablar así sea positivo o negativo están en la mente de todos. Es a lo
que se le llama publicidad indirecta
Cabe destacar que una campaña publicitaria debe ser cuidadosa. En ocasiones la publicidad y
la propaganda se deja llevar solo por conseguir el objetivo sin importar nada, pero, cuando se
puede hacer algo dentro de lo permitido es mejor y esto nos ayuda a conseguir nuestra meta
como se debe hacer, sin embargo siempre hay comentarios negativos como a lo que ya estamos
acostumbrados pero si esto llevo a conseguir lo que perseguiamos quiere decir que la campaña
fue exitosa. La publicidad enfocada a la polílitca la conocemos como o mediante campañas en
las que se tiene un presupuesto y tiempo para convencer o persuadir a una comunidad o
sociedad para conseguir un voto o consentimiento para apoyar. 1
Encuesta
Una encuesta es un procedimiento dentro de los diseños de una investigación descriptiva en el
que el investigador recopila datos mediante un cuestionario previamente diseñado, sin
modificar el entorno ni el fenómeno donde se recoge la información ya sea para entregarlo en
forma de tríptico, gráfica o tabla. Los datos se obtienen realizando un conjunto de preguntas
normalizadas dirigidas a una muestra representativa o al conjunto total de la población
estadística en estudio, integrada a menudo por personas, empresas o entre algunas instituciones,
con el fin de conocer estados de opinión, ideas, características o hechos específicos.
Tipos de encuestas
Encuestas analíticas: Buscan, además de describir, explican los por qué es de una determinada
situación. En este tipo de encuestas las hipótesis que las respaldan suelen contrastarse por
medio del examen de por lo menos dos variables, de las que se observan interrelaciones y luego
se formulan inferencias explicativas.
De respuesta cerrada: En éstas, los encuestados deben elegir para responder una de las opciones
que se presentan en un listado que formularon los investigadores. Esta manera de encuestar da
como resultado respuestas más fáciles de cuantificar y de carácter uniforme. El problema que
pueden presentar estas encuestas es que no se tenga en el listado una opción que coincida con
la respuesta que se quiera dar, por esto lo ideal es siempre agregar la opción “otros”.
Los medios de captura para realizar una encuesta incluyen papel, el teléfono, la Internet y los
dispositivos móviles.
Papel y lápiz: En términos generales, el papel se usa para encuestas que van a ser aplicadas en
sitios remotos donde no existe señal de Internet, donde la Internet no sea confiable o cuando se
requiera un registro físico del llenado para su posterior vaciado y procesamiento; por ejemplo,
encuestas en zonas rurales. El papel sigue siendo el medio más usado a pesar de los avances
tecnológicos de las últimas décadas por su bajo costo, versatilidad y seguridad. La tasa de
rechazos de una encuesta en papel mediante encuestador es muy baja.
Entrevistas telefónicas: Las encuestas telefónicas (CATI) se emplean cuando se desea aplicar
un cuestionario corto, de no más de 10 preguntas, y se desean obtener resultados inmediatos;
se utilizan en encuestas de coyuntura política, sondeos de opinión, recordación publicitaria y
posicionamiento de marcas. La tasa de rechazo de una encuesta CATI es comparativamente
baja, siempre que se cuenten con encuestadores bien entrenados que logren persuadir al
entrevistado para lograr la entrevista y mantener su atención.
La Web :Las encuestas en la web (CAWI) suelen usarse para encuestas autoadministradas, es
decir, cuando no sea requerido un encuestador. El problema de este tipo de encuesta es la baja
tasa de respuestas, dado que habitualmente el sujeto no se motiva a responder, a no ser que
tenga algún interés en los resultados del estudio o porque está recibiendo un pago. Una variante
de la encuesta en la web (CAWI) es la encuesta enviada por correo electrónico.
Dispositivos móviles: Las encuestas mediante dispositivos móviles permiten su aplicación con
encuestador, grabando los datos directamente en algún dispositivo tipo teléfono celular o
tableta, con o sin conexión a la Internet. El principal problema de usar este medio, más allá del
costo del dispositivo, es que no pueden ser usados en sitios con alta tasa de delincuencia o
pobreza, pues se corre el riesgo de perder tanto el equipo como los datos.
Clientelismo político
El clientelismo político es un intercambio extraoficial de favores, en el cual los titulares de
cargos políticos regulan la concesión de prestaciones, obtenidas a través de su función pública
o de contactos relacionados con ella, a cambio de apoyo electoral.
En un sistema de clientelismo, el poder sobre las decisiones del aparato administrativo del
Estado se utiliza para obtener beneficio privado; el patrón —sea directamente un funcionario,
u otra persona dotada de suficiente poder como para influir sobre los funcionarios— toma
decisiones que favorecen a sus clientes, y que estos compensan con la perpetuación en el poder
del funcionario implicado o de su entorno. La relación puede fortalecerse mediante la amenaza
de utilizar esa misma capacidad de decisión para perjudicar a quienes no colaboren con el
sistema. Resulta paradigmática, a este respecto, la habitual relación entre los principales medios
de comunicación comerciales y privados, y los principales partidos cercanos a cualquiera de
los más importantes organismos de poder, fenómeno particularmente característico de sistemas
con fuerte consolidación o predominio de situaciones de bipartidismo. En general, los sistemas
clientelares aparecen donde la necesidad de integrar rápidamente un elevado número de
participantes a un sistema político sin tradición organizativa lleva al desarrollo de sistemas de
mediación informal entre la acción estatal y las necesidades de las comunidades.
Estructura de clientelismo
En el clientelismo los bienes públicos no se administran según la lógica imparcial de la ley,
sino que bajo una apariencia legal se utilizan discrecionalmente por los detentadores del poder
político; normalmente se corresponde con figuras penadas jurídicamente como prevaricación
o corrupción. Sin embargo, existen pocos incentivos para que los participantes busquen acabar
con el sistema clientelar, puesto que éste se halla institucionalizado —en el sentido sociológico
del término— como patrón regular de interacciones, conocido, practicado y aceptado (si bien
no necesariamente aprobado) por los actores (O'Donnell: 1997).
Relaciones de dominación
Sin embargo, la relación entre cliente y patrón no es simétrica: existe en ella una neta
dominación, motivada por las dotaciones sumamente desiguales de capital social, simbólico y
económico de patrones y clientes. Además de las diferencias producidas por el acceso desigual
al poder estatal o económico, es la posición histórica de los agentes en el campo clientelar —
su reconocimiento público como "necesitados" o "dispensadores"— lo que le da el carácter de
un espacio históricamente constituido, con instituciones específicas y leyes propias de
funcionamiento.