Es la más genuina expresión de la continuidad existencial, del
verdadero self. <<Representa al verdadero self en acción>>, dice Winnicott. La acción del verdadero self determina el gesto espontáneo que permite al individuo explorar, descubrir y habitar el mundo. La madre, al dejar hacer a su hijo, facilita su crecimiento espontáneo. El gesto espontáneo tiene sus extensiones en el gesto creativo, que se expresa en el pensamiento original y novedoso, y en el gesto lúdico, que se despliega en el juego.