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Didácticas de Las Ciencias Sociales II. Teorías Con Prácticas
Didácticas de Las Ciencias Sociales II. Teorías Con Prácticas
Herramientas básicas
para una propuesta educativa”, en B. Aisemberg y S. Alderoqui (comps.),
Didácticas de las ciencias sociales II. Teorías con prácticas, Buenos Aires,
Paidós, 1998.
Capítulo 6
CONCEPTOS Y PROBLEMAS EN GEOGRAFÍA
Herramientas básicas para una propuesta educativa
Raquel Gurevich
en Aisenberg, Beatriz y Alderoqui, Silvia, Didáctica de las ciencias sociales II –
Teorías con prácticas. Buenos Aires, Paidós.
Los conceptos permiten englobar, abstraer, trascender las informaciones
particulares, convirtiéndose así en herramientas básicas para la comprensión. Los
conceptos son construcciones históricas y, por lo tanto, cambiantes. Esto significa
que como el mundo cambia, las formas de conocerlo e interpretarlo también lo
hacen. Sin embargo, puede suceder que continúen empleándose viejos esquemas
de significado para nombrar objetos y realidades nuevas. Por ejemplo, en la escuela
sigue hablándose de regiones, en casi los mismos términos que hace varias
décadas, cuando son más que evidentes las múltiples transformaciones que sufren
a través del tiempo. ¿De qué regiones se está hablando? ¿Con qué criterio han sido
definidas? ¿A qué significado responden, más allá de que conserven el mismo
nombre?
En ciencias sociales, y en este caso particular la geografía, existe una
permanente resignificación de los contenidos, es decir, una reformulación de su
significado y un proceso continuo de dotación de nuevos sentidos, siempre
provisorios. Estamos frente a nuevos contenidos y a nuevos proyectos
conceptuales, en tanto ha variado su significado y su correspondencia con
fenómenos y procesos históricamente nuevos.
La intención es acercar a los alumnos mejores herramientas conceptuales para
plantear los términos de los problemas socioterritoriales, para identificar las
racionalidades dominantes en ellos, para dimensionar el grado de responsabilidad
de los sujetos intervinientes, para hipotetizar sobre los efectos presentes y futuros,
así como para imaginar otros escenarios posibles. Sin duda, el desarrollo de sus
posibilidades no sólo intelectuales sino también prácticas, comunicativas y sociales
se verá facilitado al confrontarse con propuestas ricas y desafiantes desde el punto
de vista conceptual.
Es sabido que la conceptualización permite alejarnos de los largos listados de
objetos, nombres, cantidades, asimilados al inventario de la geografía clásica. Por
supuesto, diremos una vez más que esto no significa desterrar los datos concretos,
sino contextualizarlos, ubicarlos en una trama explicativa de fenómenos y procesos.
Así, algunos datos serán puestos de relieve en tanto su apropiación resulte
significativa y otros serán obviados, en tanto su enseñanza no resulte relevante.
En este trabajo se presenta una tríada de conceptos que, a nuestro juicio,
ayudan a superar las aproximaciones incompletas, segmentadas, y estereotipadas
de los fenómenos socioterritoriales. Nos referimos a los conceptos de: recursos
naturales, actores sociales e intencionalidad.
Vale la pena decir que este acotamiento de conceptos es el producto de un
proceso consciente y controlado de selección. Se trata de un conjunto posible. No es
único ni tiene la pretensión de cubrir las innumerables combinaciones de contenidos
particulares que pueden plantearse para trabajar en el aula. Como todo recorte
tiene los límites que impone cualquier reducción pero, a su vez, posee la ventaja de
permitir una visión ampliada de los rasgos que se quieren subrayar. En este sentido,
pensamos que se trata de una combinación muy apropiada y de vasto alcance para
captar mejor uno de los ejes fundamentales de nuestra disciplina: la relación
histórica entre la sociedad y la naturaleza.
Alguien podría decir: ¿qué es lo distintivo de esta propuesta?, ¿en qué se
diferencia de lo que venimos pensando? Precisamente en el enfoque adoptado, en
las preguntas iniciales formuladas y en la intencionalidad didáctica que
perseguimos.
Estamos hablando de un espacio transformado, construido socialmente, que
resume las relaciones históricas entre la sociedad y la naturaleza. Esta idea marco
permite enlazar de modo significativo los tres conceptos básicos antes señalados y
está en la base de la propuesta de trabajo que presentaremos luego.
Los conceptos aludidos son:
1. Recursos naturales. Concepto clave que articula los elementos naturales con
lo socioeconómicos, políticos, culturales y tecnológicos. Recurso natural no es
sinónimo de naturaleza, es sólo aquella parte de la naturaleza que las sociedades
caloran, apropian y usan para satisfacer sus necesidades. Este concepto permite
desnaturalizar la relación entre la sociedad y la naturaleza, así como lograr máxima
coherencia con un enfoque social de la geografía, en tanto no limita el abordaje de
las condiciones naturales a contenidos puramente físicos, químicos y / o biológicos,
propios de las ciencias naturales.
Trabajar con el concepto de recurso natural significa situar los elementos y
funciones de la naturaleza en un contexto social particular, en un uso histórico y en
un determinado momento del desarrollo económico y tecnológico de una sociedad
dada.
En nuestro caso de análisis, los recursos naturales valorados son los minerales y
el agua. No resulta pertinente detallar pormenorizadamente las condiciones
naturales regionales por su valor intrínseco, sino aquellas que resultan condiciones
necesarias para comprender y explicar la dinámica del área que nos ocupa.
Tampoco se salda la enseñanza de este tema entrando por el inventario clásico
de las condiciones naturales de la región del Noroeste argentino (en este caso,
cerros de la precordillera) y luego diciendo que constituyen la base de las
actividades económicas desplegadas por la sociedad (minería). Desde el vamos, la
propuesta sitúa a la naturaleza valorada, apropiada y, en este caso, a punto de
comenzar a ser explotada (Mina Alumbrera). De hecho, las rocas de Bajo de la
Alumbrera, con su determinada composición mineralógica, existían desde tiempos
geológicos remotos, fueron descubiertas a mediados de siglo y sólo a partir de 1992
condiciones históricas particulares (políticas, económicas, jurídicas y tecnológicas)
hicieron posible la explotación.
Pedirles que pongan una fecha aproximada en que cada una de las
afirmaciones anteriores fue o puede ser válida.
Puede discutirse grupalmente:
de qué depende que un país sea minero,
- cuándo el oro y el cobre dejaron de ser naturaleza y se convirtieron en recurso
natural,
1
Los recuadros condensan información extraída de revista Mercado: “Hacia un
boom de la minería”, nº 56, Buenos Aires, septiembre de 1994. Diario Clarín:
“Minería: las inversiones piden pista”, Buenos Aires, 8/4/96. “Cobre y oro entre los
cerros”, Buenos Aires, 10/6/96. “Pueblos de La Alumbrera reclaman obras y
regalías”, Buenos Aires, 13/1/97. “Un negocio que va sobre rieles”, Buenos Aires,
24/2/ 97. “Comienza la producción de oro y cobre en Bajo La Alumbrera”, Buenos
Aires, 7/7/97. Diario La Nación: “Oro y cobre en Bajo de la Alumbrera”, Buenos Aires,
5/6/97.
- si el cerro Bajo de la Alumbrera es naturaleza.
Puede pedirse a los alumnos que describan la trayectoria técnica del proceso,
considerando todos los eslabones de la cadena, su localización y actores
socioeconómicos implicados. Tener en cuanta qué lugar tienen las inversiones en
infraestructura y servicios en el proceso. Además, deberán seleccionar la forma más
adecuada para representar el proceso descrito (esquema, cuadro, gráfico, etcétera).
Proponerles que reflexionen acerca de la función que cumplen el recurso
agua y las fuentes de energía en la trayectoria técnica que describieron. Tener en
cuenta que cuando la mina esté funcionando a pleno, Bajo de la Alumbrera será el
mayor consumidor individual de energía eléctrica del país.
Si tuvieran que mapear este proyecto de desarrollo minero, proponerles que
reflexionen acerca de qué áreas debieran ser consideradas, con qué criterio las
elegirían y cuál sería la escala de referencia (local, regional, nacional, internacional).
Si tuvieran que mapear los yacimientos mineros del Noroeste argentino,
¿qué áreas deberían considerar? ¿Con qué criterio las elegirían y cuál sería la escala
de referencia del mapa?
Trabajan en la mina 4000 personas directamente y se calcula que otras 4 personas por
cada una empleada en forma indirecta. Si se suman las personas de Tucumán y Rosario, se
llega a las 6000 relacionadas con la explotación. Los empleados menos calificados
(constructores, albañiles, soldadores) se han instalado en la región. Los ingenieros,
arquitectos y técnicos calificados pasan dos semanas en Catamarca y una en su residencia
habitual.
[…]
Las ciudades catamarqueñas de Belén, Andalgalá y Santa María son las más cercanas al
complejo minero. La última, con 13 000 habitantes y a 5 kilómetros de Tucumán, se convirtió
en residencia temporaria de empresas y contratistas. Allí se radicaron varias empresas: una
que provee camiones y palas mecánicas, la que construye la línea de alta tensión entre
Tucumán y Catamarca y otras proveedoras de maquinaria especial para minería. También se
dan los cursos de capacitación de las empresas contratistas para los operarios y técnicos que
trabajarán en la mina. Semejante aluvión generó cambios radicales: subieron los precios y
alquileres de las propiedades y terrenos, tanto que familias jóvenes decidieron irse a vivir
con sus padres por un par de años, para no dejar pasar el momento y alquilar sus casas.
[…]
Los pobladores de Santa María aguardaban que el tendido de alta tensión El Bracho-Bajo
de la Alumbrera abastezca de energía eléctrica sus viviendas. Pero, según la empresa,
existen dificultades técnicas y legales para el suministro domiciliario, porque la energía
transportada desde la usina es de uso industrial y está reservada únicamente para el
yacimiento. Sin embargo, aseguran que si no se resiente la entrega a la mina, los pobladores
de Santa María recibirán energía.
También están pendientes la reactivación del ferrocarril Gral. Belgrano, la provisión de
agua potable para las poblaciones adyacentes a la mina y la realización de obras viales –
entre ellas, las mejoras en las rutas 40 y 60 y las del Paso Internacional San Francisco-.
- un panadero de Belén,
- el dueño de una hostería sobre la ruta 40,
- una sucursal bancaria en la ciudad de Catamarca, donde comienzan a usarse
cajeros automáticos,
- un chofer de una remisería en Andalgalá,
- una maestra de una escuela de Hualfín.
Por un lado, por la riqueza del análisis, pues combina multiplicidad de elementos
de distinta naturaleza y, por otro, por el cambio conceptual que puede plantearse.
El caso de Mina Alumbrera es un ejemplo interesante para presentar un espacio en
permanente creación y recreación, al mismo tiempo que dinámico en sus
posibilidades, formas y funciones.
En particular, las nociones de frontera y región son llamadas a revisarse, ya que
–como construcciones de las sociedades- devienen móviles, históricas y se
redefinen continuamente. Ya no hay lugares ni regiones aisladas que funcionen
autónomamente ni se expliquen por sí mismas. Hemos visto cómo en nuestro caso
de análisis importa más la cooperación técnica, productiva y financiera que los
límites políticos provinciales y nacionales.
Cuando las inversiones y las comunicaciones dominan en la organización
espacial, quedan en cuestión las ideas convencionales que los alumnos tienen sobre
las regiones y las fronteras y, particularmente en el caso que nos ocupa, resulta
imprescindible incluir en el análisis las llamadas fronteras tecnológicas. Esto supone
considerar las filtraciones y permeaciones de las técnicas, de la información y del
capital. Así, puede plantearse en las clases que las oleadas de innovaciones y el
cambio tecnológico van definiendo espacios que no corresponden a las divisiones
políticas entre los estados ni tampoco dentro de ellos mismos.
En este sentido, enseñar una geografía regional en tiempos de la globalización
supone nuevas perspectivas, nuevos modos de acercarse a esa realidad e
interpretaciones diferentes de las tradicionales. Permanecen las palabras “región,
mundo o lugar”, pero sin duda sus significados son otros. Y deben explicitarse a los
alumnos. Puede incluso hablarse de Bajo de la Alumbrera como lugar, en tanto se
identifique qué función cumple, qué especificidad presenta en tanto fracción del
territorio mundial, con sus potencialidades y sus limitaciones. Una descripción
densa del lugar en términos d recursos naturales, localización, población e
infraestructura es de suma importancia para evaluar qué efectos particulares
genera una actividad, quiénes serán los ganadores y perdedores, y cómo serán las
formas espaciales resultantes. Además, como lo que produce no se consume en el
mismo lugar (el mineral se destina exclusivamente a la exportación), cobran
relevancia los contenidos referidos a los procesos de circulación y de flujos que
conectan distintas regiones especializadas del globo. Por ende, aquí el concepto de
lugar no es trivial. No es tratado como un punto geométrico, localizable a secas,
sino que condensa un conjunto de presencias y ausencias (materiales y simbólicas)
en un determinado momento histórico.
Para avanzar en el marco explicativo del caso, resulta interesante tener en
cuenta los distintos ritmos de construcción de territorio. Pueden compararse esos
ritmos a lo largo de la historia: muy rápidos, propios de la economía transnacional,
con ritmos lentos, como los asociados al espacio colonial. También vale el análisis
desde una perspectiva sincrónica: actualmente se está produciendo espacio en
Catamarca a diferentes ritmos. Los que corresponden al área del enclave y a los
territorios puntuales que esa actividad económica dinamiza se enmarcan en las
condiciones y circunstancias de un tiempo mundial. En dichas áreas se registra una
aceleración del tiempo en materia productiva, tecnológica e informacional, que
sigue los ritmos de la globalización. Simultáneamente, otros territorios próximos
desde el punto de vista locacional, pero que no participan de la especialización
productiva, no incorporan esos ritmos y responden a la lógica propia de la realidad
local. Se encuentran entonces dos ritmos en la región: el del enclave productivo
(similar al de otros grandes emprendimientos mineros del mundo) y el del entorno
regional (que, aunque con modificaciones, conserva la inercia del ritmo local-
regional). A su vez, los nuevos modos de regulación política y de articulación
económica modifican las ideas de “lo próximo” y de “lo lejano”.
La idea de fragmentos de territorio nacional atravesados y configurados a partir
de una racionalidad económica internacional es clara en el caso presentado. En él
se proyecta una lógica que opera a escala mundial y se plasma en una determinada
especialización productiva. Otras tendencias del espacio globalizado de este fin de
siglo, que pueden recuperarse a partir del caso seleccionado, son: la concentración
de la producción en unidades de superficie relativamente pequeñas; las
permanentes relaciones entre la escala local y la global; la discontinuidad espacial
del proceso productivo y el rol que cumple la circulación de personas, bienes,
capital e ideas en la configuración de los territorios.
Hemos visto a través de nuestro caso de análisis cómo los recortes específicos y
singulares, seleccionados desde marcos conceptuales explicativos, tienen la virtud
de develar procesos generales y globales. Resumimos a continuación las principales
ventajas que ofrece trabajar con ellos:
BIBLIOGRAFÍA