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Tesis Mejor
Tesis Mejor
Autores:
Álvarez Dávila, Marco Antonio de Jesús
V-27-266.714
Vergara Urdaneta, Juan David
V-26.456.051
Tutor Académico:
Prof. Sofía Annese
Tutor Metodológico:
Prof. Milagros Quijada
de febrero del 2000, caso F.R Rosas, donde se ilustra lo siguiente (citado por el
Ministerio Público, 2001):
El carácter extraordinario de la acción de amparo constitucional, implica
fundamentalmente, la inexistencia de otro medio procesal que permita el
oportuno restablecimiento de la situación jurídica que se alega como
infringida, o que aun existiendo, sea de tal modo inoperante que no
garantice la efectiva protección de tal derecho.
Igualmente, la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, en su artículo 36 indica que la sentencia firme de amparo
produce efectos jurídicos referentes al derecho o garantía controvertidos “sin
perjuicio de las acciones o recursos que legalmente correspondan a las partes”,
disposición que ha llevado a la doctrina a discutir si efectivamente el amparo es
productor de cosa juzgada. Con el tiempo, el debate fue evolucionando hasta ya
no versar sobre la existencia de la cosa juzgada constitucional, sino sobre el
carácter que ésta irradia. Éste es, aun, otro punto controversial ignorado por el
legislador que se reputa de gran importancia pues podría causar o no el fin de la
controversia, pudiendo inclusive llegar a interponer la sentencia como evidencia de
una cuestión previa en un ulterior litigio.
Naturaleza jurídica
Derechos fundamentales
Los derechos fundamentales son así un contenido básico del orden jurídico,
tanto en sentido formal como material, dado que son los [sic] estos
derechos los que disponen límites para los poderes públicos y privados y
establecen, asimismo, los fines básicos a los que éstos deben orientarse”.
Ferrajoli (2001) y Fernandez-Galliano (citado por Sánchez, 2014) por tanto,
concuerdan con que los derechos fundamentales comportan una unión intrínseca
con el ser humano por el simple hecho de serlo, es por ello que los humanos se
convierten en el objeto que comportan dichos derechos, tanto desde momentos
previos o anteriores a su mera existencia, como hasta tiempos ulteriores o
posteriores a su fallecimiento, siendo el objetivo o misión de los derechos
fundamentales tal como señala Añón (2002), la protección o resguardo, tanto físico
(integridad) como moral (dignidad) del sujeto al imponer una barrera o limite, no
solo a los mismos sujetos que acoge, sino además y de manera especial, a los
poderes mismos del Estado.
Garantías constitucionales
La acción
En cuanto a esta figura jurídica que, en sus inicios fue confundida con el
mismo derecho material, se expresa la opinión de Couture (1958), quien considera
que “La acción es, en nuestro concepto, el poder jurídico que tiene todo sujeto de
derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales para reclamarles la satisfacción
de una pretensión” (p. 57). Para el referido autor, la acción es el derecho a
demandar, por lo que no puede hablarse de ambas figuras por separado.
Por otra parte, Fairén (2006) concibe a la acción como el derecho a excitar
la actividad jurisdiccional; para él, se trata de un derecho público, subjetivo y
procesal; de un derecho cívico. Se trata, en efecto, de un derecho comprendido
entre los derechos del ciudadano. Lo reputa como un derecho cívico, como una
manifestación típica del derecho de petición.
La sentencia
Este modo de terminación del proceso y objeto de ataque por parte del tipo
de amparo constitucional estudiado en el presente análisis, Rengel (1991) lo
define como “(…) el mandato jurídico individual y concreto, creado por el juez
mediante el proceso, en el cual se acoge o rechaza la pretensión que se hace
valer en la demanda” (p. 135).
Los recursos
Para La Roche, (2004) “El término recurso explica los medios concedidos
por la ley a las partes para controlar la actividad del Juez y tienen por objeto que
una providencia judicial sea modificada o quede sin efecto” (p. 313-314). Todo
esto, según el citado autor, se fundamenta en una aspiración de justicia en razón
de que el principio de la inmutabilidad de la sentencia, cede ante el supuesto de
que el fallo dictado sea injusto.
Al respecto, debe esta Sala señalar que la acción de amparo contra actos
jurisdiccionales, ha sido concebida en nuestra legislación como un
mecanismo procesal de impugnación de decisiones judiciales, con
particulares características que lo diferencian de las demás acciones de
amparo, así como de las otras vías existentes para atacar los actos
emanados de los órganos jurisdiccionales.
En conclusión, se observa como la doctrina judicial de la Sala
Constitucional difiere de lo establecido por Bello (2012), puesto que la misma
caracteriza al amparo constitucional contra decisiones judiciales como un medio
de impugnación de decisiones judiciales, en cambio el autor referido se refiere a él
como una garantía procesal de carácter constitucional que está dirigida a restituir
la situación jurídica infringida a través del ejercicio de una solicitud, comprendida
dentro de una “acción”. La Sala sólo menciona que el amparo posee
características particulares que lo diferencian del resto de los medios de
impugnación, mientras que Bello (2012) los menciona explícitamente.
Desde otra óptica, Véscovi (1988) afirma: que la acción de amparo significa
proteger y ella, conforme al Diccionario de la Real Academia, significa favorecer y
proviene del latín antepere o prevenir, por lo que el citado autor conceptúa el
amparo, en principio como una acción, y a la vez como un medio de protección
que busca salvaguardar los derechos fundamentales consagrados en la
constitución, por medio de un procedimiento breve, sumario, rápido y eficaz.
Por otro lado, Véscovi (1988) y Linares (1996) en razón a la autonomía del
amparo lo consideran una “acción” independientemente destinada al estímulo del
órgano jurisdiccional para el establecimiento de una verdadera Litis. Por último,
Alcívar (1998) conceptúa al amparo como un recurso, destinado a evitar o
remediar actos que trasgredan derechos constitucionales o aquellos contemplados
en convenciones internacionales.
Sin embargo, expresó la Corte Suprema (citada por Linares, 1996), que la
existencia de otra vía no bastaba por sí misma para obstruir o cerrar el paso al
amparo. Explana el Tribunal que, cuando los medios ordinarios otorgados o
contenidos en el ordenamiento jurídico nacional no sean idóneos para reparar los
posibles daños causados por los efectos de una actuación administrativa, es
procedente el amparo constitucional.
Una vez abarcados todos los elementos relativos a la naturaleza jurídica del
amparo resulta correcto estudiar el conjunto de efectos que se derivan de la
decisión o sentencia de amparo constitucional, para lo cual recurriremos a
diversos criterios doctrinales y jurisprudenciales a los fines de un mejor estudio y
comparación.
La cosa juzgada
El referido autor explana que, en ese tipo de cosa juzgada, solo se ve una
de las características del concepto propio de la institución, la de su
inimpugnabilidad, más no la de su inmutabilidad, pues ella puede cambiar, y
refiere al ejemplo de una obligación de alimentos. En cuanto a la cosa juzgada
material, establece que “Existe, en cambio, cosa juzgada sustancial, cuando a la
condición de inimpugnable en el mismo proceso, se une la inmutabilidad de la
sentencia aun en otro juicio posterior” (p. 418).
Con base a estas ideas, continúa afirmando Couture (1958) que no puede
existir cosa juzgada material sin cosa juzgada formal, puesto que no es posible
llegar a ella sin la preclusión de los recursos o medios de impugnación, debido a
que es luego de ello que este efecto de la sentencia comienza a ser eficaz, pero sí
puede haber cosa juzgada formal sin que haya cosa juzgada material.
Tras todo lo expuesto, hay que mencionar lo dicho por Sagüés, (citado por
Fuenmayor, 2009) cuando refiere que “Para que exista cosa juzgada constitucional
material, es necesario que las partes no puedan reabrir el debate constitucional en
otra instancia”. Esto coincide con lo afirmado por Chavero, (2001 p. 338):
En cuanto a los diferentes tipos de cosa juzgada que existen, Rengel (1991)
expone que la cosa juzgada formal es la inmutabilidad de la sentencia por el cierre
o culminación de las oportunidades procesales para la interposición de recursos,
mientras que la cosa juzgada material, comporta la inmutabilidad de la decisión en
todo o cualquier proceso futuro que verse sobre el mismo objeto. A tal efecto,
Couture (1958) expresa que no puede existir cosa juzgada sustancial o material
sin cosa juzgada formal, pero sí cosa juzgada formal sin cosa juzgada material.
Artículo 25. Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o
menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los
funcionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren
en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirvan
de excusa órdenes superiores.
Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales
en el goce y ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aun de
aquellos inherentes a la persona que no figuren expresamente en esta
Constitución o en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos.
Jurisprudencia Nacional
Jurisprudencia Extranjera
3.1 Método
Establecido como fuere todo esto, cabe destacar la opinión expresada por
Arias (2002), cuando habla de la investigación descriptiva, pues es el tipo de
investigación donde encaja el presente análisis. A este respecto, establece que la
investigación descriptiva consiste en la caracterización de un hecho, fenómeno,
individuo o grupo, con la finalidad de establecer su estructura o comportamiento.
Por su parte, Sabino (1992) expresa que la preocupación principal de las
investigaciones descriptivas radica en describir algunas características
fundamentales de conjuntos homogéneos de fenómenos. Afirma que las
investigaciones descriptivas hacen uso de criterios sistemáticos que permiten
demostrar la estructura o el comportamiento de los fenómenos objetos de estudio,
proporcionando así, información sistemática y comparable con la de otras fuentes.
Como complemento, Sabino (1992) expresa que “El diseño es, pues, una
estrategia general de trabajo que el investigador determina una vez que ya ha
alcanzado suficiente claridad respecto a su problema y que orienta y esclarece las
etapas que habrán de acometerse posteriormente” (p. 70). El referido autor
continúa aclarando que cada estudio o investigación tiene su propio diseño,
peculiar y concreto.
Por otra parte, Palella y Martins (2010) definen el diseño bibliográfico como
aquel que se fundamenta en la revisión sistemática, exhaustiva y profunda del
material documental de cualquier tipo. Se procura el análisis de los fenómenos o el
establecimiento de la relación entre dos o más variables. Cuando se opta por este
tipo de estudio, el investigador hace uso de documentos, los recopila, selecciona,
analiza y presenta resultados coherentes.
3.3 Técnicas
Por otro lado, para Villabella (2015) las técnicas de recolección de datos
son:
Fairén, V. (2006). Teoría General del Derecho Procesal. Ciudad de México: UNAM.
Recuperado de:
http://sistemaucem.edu.mx/bibliotecavirtual/oferta/licenciaturas/derecho/LD
E313/teoria_general_de_derecho_procesal.pdf
Goldschmidt, J. (1925). Der Prozess als Rechtslage (El Proceso Como Posición
Legal), Berlín, Alemania.