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Dra.

Lidia Susana Muruaga de L’Argentier


Profesor Titular (DE)
Cátedra Zoología General
Licenciatura en Ciencias Biológicas
Año 2010

APUNTE TEÓRICO Nº 2

El reino Protista reúne a organismos eucariotas, de nutrición fotoautrótofa (en los que la
fotosíntesis se lleva a cabo en plástidos), o quimioheterótrofa, ya sea fagótrofa u osmótrofa, con
reproducción asexual (por división binaria o simple ó fisión múltiple) y sexual ó gamética con
presencia de meiosis y cariogamia y con ciclos haplo, diplo y haplodiplobiónticos.
Son organismos unicelulares solitarios o coloniales o multicelulares en los que es notoria
la presencia de “órganos” (organelas y orgánulos) bien definidos, en ocasiones de extraordinaria
complejidad. Entre ellos tienen importancia los cilios y los flagelos compuestos por una proteína
globular, la tubulina, capaz de agregarse en microtúbulos que se disponen en un modelo 9+2.
Está integrado por tres ramas, a saber:
Protophyta: organismos de filiación vegetal.
Protomycota: organismos de filiación fungal.
Protozoa: organismos de filiación animal.

En Zoología General hablaremos de Protophytos y Protozoos en particular.

Para estos grupos se conocen más de 30.000 especies diferentes y el número de sus
individuos es superior al de todos los demás animales.
Muchos viven y se desplazan libremente, mientras que otros son sedentarios e incluso
coloniales.
Pueden servir de alimento a otros animales pequeños, también pueden utilizarse en la
purificación de lechos de filtraje o del alcantarillado, pero otras especies producen enfermedades
como la disentería amebiana, la malaria y la enfermedad del sueño que se han transformado en
un azote para la humanidad.
En ambas ramas se reúnen organismos unicelulares que frecuentan hábitats variados. Así las
formas de vida libre pueden encontrarse tanto en agua dulce, salada o salobre, incluso en aguas
corrompidas, en el suelo o en sustancia orgánica en descomposición; mientras que los de vida
parásita pueden ser tanto ectoparásitos como endoparásitos. Pueden vivir encima o en el interior
de algunas plantas y de toda clase de animales, incluso desde otros protozoos y hasta el hombre.
Muchos de ellos viven en asociaciones particulares:
- Comensales: una especie aprovecha el alimento natural de la otra sin causarle ningún
perjuicio. Por ejemplo: una especie de Protozoo Ciliado que vive en las branquias de un
Molusco Bivalvo.
- Mutualísticos: los integrantes se necesitan obligadamente, sin poder subsistir sin el otro
en condiciones naturales. Por ejemplo: Flagelados que digieren la celulosa en el intestino
de las termites que se alimentan de madera.
- Foresis: un individuo se fija al otro para trasladarse . Por ejemplo: un flagelado Euglénido
Colacium sp.) en el cangrejo del género Aegla (de agua dulce).
- Parasitismo: es una íntima asociación entre el hospedador y el parásito que vive a
expensas del primero, que es agresivo e injuriante y produce en él reacciones de muy
diverso orden. Puede haber ectoparásitos y endoparásitos.
Hablamos de infección cuando los trastornos son producidos por Protistas y de infestación
cuando lo son de animales Metazoos (Tenias por ejemplo).
Si nos referimos a su alimentación esta puede ser:
- Fotoautrótofa u holofítica: por fotosíntesis en todos los Protofitos. Son capaces de
elaborar su propia materia orgánica a partir de sustancias inorgánicas, siendo el dióxido
de carbono la más importante fuente de carbono.
- Quimioheterótrofa: los individuos son incapaces de sintetizar materia orgánica, por lo
que incorporan compuestos orgánicos (fuente carbonada por excelencia) y lo desintegran
en distintas sustancias más simples. A su vez estos pueden ser:
Fagótrofos u holozoicos: Estos son heterótrofos que ingieren partículas sólidas que
luego se hacen solubles por mecanismos de ingestión interna; por ejemplo en Amebas que
engloban partículas alimenticias como Bacterias, Algas, otros Protozoos, etc.
Osmótrofos o Saprozoicos: caracterizados por que absorben sus nutrientes orgánicos
en forma disuelta o en disolución como ocurre en gran parte de los parásitos.
La respiración en estos Protistas puede ser aerobia o anaerobia. En la primera se dispone
del oxígeno extracelular o de la oxidación y degradación de carbohidratos, proteínas y grasas.
La anaerobia en cambio se da generalmente en los parásitos.
Los productos de desecho o excreción comprenden agua, anhídrido carbónico y
compuestos nitrogenados, los que son expulsados por difusión a través de las membranas.
Las partículas insolubles, como cristales diversos, son acumuladas alrededor de las vacuolas
contráctiles y al parecer eliminadas por estas.
Los productos de excreción nitrogenados son amoníaco, urea, ácido úrico, aminoácidos,
purinas y bases pirimídicas, aunque los primeros son cuantitativamente más importantes. Los
excesos de aminoácidos nitrogenados se excretan como amonio.
Los Protistas muestran una variada gama de procesos reproductivos, los que implican
básicamente la división nuclear seguida de la división citoplasmática.
- Reproducción asexual o agamética:
La fisión o división binaria o simple es un proceso en el cual pueden resultar células hijas de
diferente tamaño (fisión binaria igual) o bien de células hijas de diferentes tamaños (fisión
binaria desigual). Cuando la diferencia de tamaño es muy marcada el proceso es conocido como
brotación (en Peritricos y Suctores). En el caso de las amebas es imposible definir un plano de
división, en Flagelados y Ciliados en cambio, los planos son bien determinados: es longitudinal
(división simetrogénica) en el primer caso y transversal (división homotelogénica) en el segundo.
En los Flagelados el plano divisorio se determina por el flagelo anterior, en caso de que los
Protistas posean membranas ondulantes la división es más complicada. La división de los
núcleos va acompañada de la división de las organelas: el blefaroplasto de los Flagelados da
origen a blefaroplastos hijos y los cinetosomas de los Ciliados producirán cinetosomas hijos. En
los Ciliados donde la división es transversal el plano de constricción se produce en la parte media
de tal modo que los individuos hijos tienen la mitad del tamaño de la célula madre.
La fisión múltiple es aquella en la que el individuo se divide en varios individuos hijos. El núcleo
se divide varias veces antes de que se divida el citoplasma celular (Foraminíferos y Esporozoos).
- Reproducción sexual o gamética:
Está caracterizada por la unión (fecundación o singamia) de los gametos que dan una célula
huevo o cigota. El fenómeno esencial de la fecundación es la cariogamia o sea la fusión de
núcleos gaméticos haploides (pronúcleo) en un núcleo cigótico diploide o sincarión. Si a partir
de la célula huevo continúa una línea de individuos 2n cromosomas o diplontes, el conjunto
forma la diplofase. Si en un momento dado aparece una reducción cromática o meiosis, que
implica el pasado del estado diploide al haploide y se obtiene un conjunto de individuos n
cromosomas o haplontes, se está ante la haplofase. En ciertos Protistas se alternan bases sexuales
y asexuales.
El ciclo haplobióntico con reducción cromática después de la fecundación es aquel en el que la
cigota es el único organismos diploide (Fitomonadinos y Apicomplexos).
El ciclo diplobióntico es aquel en el que la meiosis precede a la fecundación, es decir que los
gametos son las únicas células con n cromosomas del ciclo (Heliozoos y Ciliados).
El ciclo haplodiplobióntico es aquel en que la diplofase y la haplofase están ampliamente
representados (Foraminíferos).
Aquellos gametos que son idénticos a las células vegetativas constituyen el caso de fecundación
mas simple, la gametogamia (todas las células son potencialmente gametos) o apareamiento de
gametos (Fitomonadinos y Mastigozoos).
En la gametogamia los gametos que se unen son iguales o diferentes:
Isogamia: gametos = por su morfología y fisiología pero que en el momento de la cópula
ostentan tipos sexuales diferentes.
Anisogamia: gametos diferentes morfológicamente y fisiológicamente con buena diferenciación
de los sexos (Coccidios).
La conjugación que no tiene lugar en aquellos individuos bien alimentados o extremadamente
hambrientos, pero sí dentro de un cierto rango de Tº, es un proceso sexual exclusivo de los
Ciliados.
Dos Paramecios se unen por sus peristomas, estableciéndose más tarde un puente citoplasmático
entre ambos. Al comenzar las transformaciones los macronúcleos degeneran y desaparecen
progresivamente. Las sustancias de desecho se acumulan en el macronúcleo durante las
actividades de éste y son eliminadas al parecer durante la división. El macronúcleo se transforma
en una estructura enrollada en espiral que luego experimentará una segmentación y luego es
absorbido por el citoplasma. Los micronúcleos de cada conjugante se dividen sucesivamente dos
veces, división que es acompañada por la reducción del número de cromosomas. De los 4
micronúcleos formados tres degeneran y desaparecen en tanto que el restante se sitúa en la
vecindad del puente citoplasmático. Una tercera división produce dos pronúcleos haploides: el
núcleo estacionario es el femenino mientras que el núcleo viajero, el masculino, pasa a través del
puente de los pronúcleos. Así resulta la fecundación o sincarión (diploide) que iniciará una serie
de divisiones. A esta altura los Paramecios se separan llevándose cada uno un núcleo de
fecundación y el macronúcleo fragmentado. Los fenómenos que se suceden de aquí en más
comprenden la reorganización del macronúcleo y de los micronúcleos, así como también una
serie de mitosis para dar un número variable de individuos.
La autogamia también puede darse en el Paramecio; aquí un solo individuo produce dos
pronúcleos haploides que se fusionan entre si en un sincarión.
Los Protistas también presentan el fenómeno de la regeneración. El regenerar partes
perdidas en condiciones favorables, es característica de los mismos. La porción nucleada es la
que se regenera en tanto que la anucleada degenera.
Enquistamiento: Bajo condiciones desfavorables ciertos Protistas se enquistan. Se secreta
una pared quística resistente mediante la formación de sustancias que se solidifican alrededor del
cuerpo. El estado prequístico implica que los individuos cesan la ingestión de alimentos,
expulsan los restos de partículas, reducen su talla, pierden sus cilios, flagelos y axostilos. Este
proceso comienza con la evaporación de los ambientes, bajas temperaturas, cambios de PH,
variantes en el tenor de oxígeno, acumulación de productos metabólicos y sobrepoblación. En
otros casos el enquistamiento se produce con fines reproductivos incluyendo la transmisión de un
hospedador a otro tal como ocurre con los Apicomplejos y las Amebas parásitas. Algunos duran
años y a su vez resultan ampliamente distribuidos. La vuelta al estado trófico requiere de ciertas
condiciones las que se han podido comprobar experimentalmente adicionando al medio de
cultivo soluciones hipertónicas, agua destilada, infusión bacterial, o provocando cambios de PH,
aumento del contenido de oxígeno, etc.
Colonias: la colonia es un agregado de un número determinado de individuos que tienen
conexiones citoplasmáticas entre ellos o bien están inmersos en una masa gelatinosa en la que se
mantienen o no separados. Los componentes son morfológicamente semejantes pero
fisiológicamente diferentes. Ciertos individuos agregados constituyen colonias en sentido
estricto.

Estructura General:
Citoplasma: tiene características de un estado coloidal donde se hallan suspendidos
orgánulos y el núcleo posee las propiedades contractilidad, elasticidad y transparencia. Cuando
es espeso tiene aspecto lechoso y a veces es pigmentado. No solo consiste en una solución de
sustancias orgánicas e inorgánicas en fase acuosa sino que posee una estructura dada por una red
tridimensional de moléculas proteicas a modo de fibrillas microscópicas ligadas por cohesión y
en cuyos intersticios se alojan los restantes elementos intervinientes, en particular el agua.
En el citoplasma se distingue una zona externa contráctil de menos espesor llamada ectoplasma
que bajo cualquier estímulo se contrae y vuelve a su posición natural. Es homogénea, menos
fluida y contiene pocos orgánulos. La zona interna o endoplasma es más fluida y heterogénea y
en su seno están suspendidos la mayoría de los organoides, además de las sustancias ergásticas o
de reserva que pueden ser utilizadas como fuente de energía y entre las cuales se cuentan
glúcidos, prótidos y lípidos, y los productos finales del metabolismo celular.
Membrana celular o plasmática: es el limitante activo de la célula, que solo tiene función
protectora, sino que a la vez, permite un intercambio de sustancias con el medio externo y la
percepción de todo tipo de estímulos, participando en fenómenos locomotores y reproductivos y
en la puesta en contacto con otras células.
La microscopia electrónica ha revelado que consiste en una hilera e macromoléculas
lipoproteicas que se orientan perpendicularmente a la superficie, apretadas las unas con las otras.
En ocasiones también intervienen glucolípidos en su composición, así como también enzimas
(permeasas) que ayudan al paso de las distintas moléculas a través de ellas.
Cuando la membrana plasmática responde a este plan se dice que se trata de una membrana
simple o plasmalema. Es el caso de numerosos Rizópodos (amebas) y Heliozoos donde la
superficie del Protista está desnuda y no protegida por estructura alguna capaz de proporcionar
sostén y forma permanente.
En los Flagelados y Ciliados, la complejidad de la membrana plasmática aumenta en diverso
grado hasta integrar una envoltura viva definida y con capacidad de división: la película. Dicha
complejidad proviene de la adición de estructuras subpeliculares representadas principalmente
por formaciones plasmáticas tubulares y reforzadas, microtúbulos, dotados de diferente
capacidad de contracción.
Membrana aloplasmática o metaplasmática: es aquel limitante celular sin capacidad de
división, representado por una cubierta de sustancia inerte. Su ubicación es siempre externa a la
membrana plasmática y está dotada de una relativa rigidez, permitiendo algunas deformaciones.
Puede ser de naturaleza gelatinosa o mucoide, celulósica, tectinosa (ameba testácea), silícea,
arenosa o calcárea (Foraminíferos, Amebas testáceas). En ocasiones es aún más compleja puesto
que sobre la capa de tectina es frecuente el depósito de calcio, estroncio, sílice, silicatos, que
llevan a la formación de lorigas, conchuelas, esqueletos y cubiertas similares.
Los quistes, ya sean de reproducción o protección, también son considerados como membranas
aloplasmática o metaplasmática. En general la pared del quiste consta de dos membranas
(ectocisto y endocisto) por lo común de naturaleza tectinosa y a la que pueden adicionarse
cubiertas de sílice y otros elementos.
Núcleo: por lo general es evidente, macizo, limitado por una membrana definida con una
gran cantidad de nucleoplasma cromático o vesicular y microplasma acromático; puede ser
difuso, en cuyo caso sigue siendo perfectamente coloreable. Su número y forma tiene gran
importancia sistemática y filogenética, al igual que la distribución cromática. Es común que
contenga endosomas o gránulos no cromáticos, nucleolos y algunos otros orgánulos o
perisomas. Cuando existe dimorfismo, el macronúcleo es portador de trofocromatina vegetativa
y el micronúcleo de iodocromatina hereditaria. El micronúcleo tiene gran cantidad de ADN,
numerosos nucleolos y participa en la producción de ARN destinado al metabolismo celular; el
micronúcleo por su parte, contiene poco ADN, alta proporción de histonas e interviene
activamente en la reproducción sexual. En los macronúcleos que rigen las funciones vegetativas,
es de suma importancia la gran cantidad de ADN que posean y la superficie de contacto que
mantengan con el citoplasma, por esa razón generalmente no son redondeados, sino alargados, en
herradura, en rosario, ramificados, etc., o bien aumentan el número. Estos núcleos somáticos
aparecen en la mayoría de los Ciliados, los Radiolarios y en los Foraminíferos.
En el núcleo hay enzimas (polimerasas) que intervienen en la formación de ADN y ARN.
La membrana nuclear o carioteca, es una bolsa aplanada, cuya pared externa muestra gránulos
ricos en ARN, los ribosomas; la membrana interna, que se halla en contacto con el nucleoplasma,
no tiene ribosomas pero si gran concentración de cromatina. Su superficie está interrumpida por
poros que facilitan el intercambio nucleocitoplasmático.
Centrosoma: es la organela cinética y morfogénica por excelencia, estando muy
relacionada la formación con los gránulos basales o blefaroplastos, flagelos y cilios, además de
intervenir en la formación del uso acromático.
Condrioma: conjunto de mitocondrias, organelos con aspecto de bastoncitos o gránulos,
provistos de pliegues o crestas internas que tienen la misma función que en los Metazoos. Son
autorreproducibles y están localizados en la película de Euglena, mientras que en las Amebas se
observan dispersas en el endoplasma y en los Ciliados tienen aspecto de gránulos ubicados en las
cercanías de los gránulos basales de las cilias. El condrioma es bastante rico en lípidos
(dispuestos entre dos capas proteicos), además contiene coenzimas y vitaminas. Es el centro de
energía celular, proveniente de la degradación del ácido pirúvico que tiene lugar durante la
respiración, la cual es almacenada en forma de ATP. El condrioma interviene en todas las
actividades relacionadas con el crecimiento, la secreción y la neoformación de otros elementos
celulares.
Biocromos o Pigmentos: Están presentes en grandes cantidades en los Protofitos debido a
las necesidades fotosintéticas del grupo y en menor escala entre los Ciliados.
En los Euglénidos existen clorofila y carotenos (de color rojo). En los Dinoflagelados aparecen
carotenos, peridina y xantofilas algunas llevan ficosianina, biocromo de color azul verde. Se
llama plástido al típico granulo de pigmento. Son cloroplastos los que llevan clorofila y
cromoplastos los que tienen carotenos.
El estigma es una masa de biocromo en forma de copa que actúa como una lente (Euglena,
Volvox).
Retículo endoplasmático: se halla en continuidad con la complicada membrana nuclear y
el espacio perinuclear se presenta como un sistema continuo de canales y cavidades aplanadas
que se extiende hasta el perímetro celular. En él se lleva a cabo la síntesis de proteínas
citoplasmáticas.
Aparato de Golgi: son vacuolas aplanadas de extremos curvos y apilados entre sí, llenos
de líquido. De ellos se desprenden vesículas más pequeñas que son utilizadas como vía de
transporte. Este aparato se comporta como un orgánulo secretor de proteínas y polisacáridos,
participa en la síntesis de glucoproteinas y a veces hasta se relaciona con las vacuolas
contráctiles.
Vacuolas: son organelas de muy variado aspecto y contenido que pueden reducirse a
simples gránulos celulares.
Hay:1) digestivas o alimentarias (las partículas quedan englobadas en el propio líquido
plasmática junto a los fermentos digestivos); 2) de secreción (cargadas de mucílagos, toxinas,
etc.); 3) de reserva (engloban productos metabólicos); 4) de desasimilación (llevan productos no
asimilables) y 5) contráctiles, pulsátiles o de regulación hídrica con funciones secundariamente
excretoras, que poseen movimientos rítmicos de sístole y diástole o bien turgencia y expulsión.
Organelas fibrilares: las hay de distinta naturaleza: a) fibrillas contráctiles o microfibrillas
(Vorticelas, Gregarinas y en Ciliados parásitos) provocan contracción y enrollamiento rápido; b)
organelas esqueléticas de sostén (Opalínidos, Ciliados y Gregarinas) y c) fibrillas de naturaleza
sensomotora (Ciliados) de coordinación ciliar.
Derivados centrosomianos: además de los flagelos, cilios, cirros, membranelas y un tipo
particular de pseudópodo (axopodio) se consideran de origen centrosomiano una serie de
organelas vinculadas con tales estructuras.
Cinetonúcleos o cinetoplastos: son estructuras que han sido homologadas a los
blefaroplastos, para otros autores son estructuras que poseen ADN satélite pero tienen
membranas típicas de las mitocondrias y se dividen cuando se reproducen las células.
Rizoplasto: se designa así a toda fibrilla que parte del centrosoma o sus derivados en
dirección a otras organelas también de origen centrosomiano. La costa de los Tricomonadinos es
una producción fibrosa que sigue un trayecto meridional de gran elasticidad y cierta rigidez,
tiene su punto de origen en el blefaroplasto y se extiende a lo largo de la membrana ondulante,
su función no es del todo conocida aunque puede ser que de firmeza al citoplasma por debajo de
dicha membrana
La pelta es una membrana que descansa anteriormente al blefaroplasto y parece estar
relacionada al axostilo.
El axostilo presente en algunos Mastigozoos está constituido por numerosos
microtúbulos que se disponen en series paralelas cuyo número varía según la especie, a veces es
único, en cuyo caso puede atravesar todo el organismo y aún puede proyectarse fuera de él- o
bien aparece en grandes cantidades como ocurre en algunos flagelados (Hipermatigideos).
Presenta una cabezuela o capítulo en conexión con el núcleo, relacionándose en ocasiones con
otras estructuras como la pelta y hasta con crestas longitudinales.
El axoplasto es un filamento axial que se hace presente en el citoplasma de Flagelados
como Leptomonas y Cripthidia.
El cordón siderófilo o fucsinófilo es un elemento en forma de ocho conectado al
cinetonúcleo, característico de Bodónidos.
El acículum es una estructura con aspecto de aguja que descansa opuesta al gránulo
parabasal en Cryptobia.
El anfosoma es una compleja organela de ciertas amebas marinas (Paramoebidae) de
posible origen centromiano. También ha sido denominado paranúcleo, es de rol desconocido y se
divide por escisión simple.
Los microtúbulos son fibrillas cilíndricas aparentemente huecas que no están limitadas
por membranas sino formadas por un conjunto periférico de doce subunidades de disposici´ñon
helicoidal.
Forman parte de los pseudópodos, los axopodios de los Heliozoos, el axostilo, la canastilla
citofaringeal de los Ciliados, los tentáculos de los Suctorios y la película de los Dinoflagelados,
Ciliados y Tripanosomátidos
Parecen tener una estrecha relación con los centríolos y/o cuerpos parabasales por lo que se ha
pensado en su origen como centrosomiano. Se los considera como orientadores y guía del
movimiento citoplasmático, pudiendo comportarse también como reguladores de la forma celular
a la que proporcionan soporte estructural o bien como transporte de sustancias, ya que son
considerados como parte del sistema de movimientos de los biocromos durante los cambios e
color.
Extrusomas: bajo esta denominación se reúnen una serie de complejas estructuras
formadas en el citoplasma de muchos Protofitos y Ciliados, siempre ubicados debajo de la
membrana celular y que pueden ser parcial o totalmente expulsadas por el organismo en
respuesta a determinados estímulos ya sean mecánicos, químicos o eléctricos.
Los tricocistos de los Ciliados que se distribuyen regularmente debajo de toda la superficie
celular, tienen forma de lanza, con el extremo distal en punta mediana, la cual se sujeta a la
membrana, y un cuerpo o eje principal sacciforme y alargado que después de su descarga aparece
provisto de estrías transversales (la descarga se puede lograr utilizando ácido acético diluido).
Su función es muy discutida desde considerárselos defensivos, como posibles cuerpos de
adhesión o de función osmoreguladora (ya que pueden secretar sales de N y K) y hasta
formadores de membranas quísticas. Son derivados de vesículas citoplasmáticas.
Las triquitas se han definido clásicamente como tricocistos tubulares cuya membrana es una
capa gruesa que lleva un filamento en espiral y al proyectarse alcanzan el doble de su tamaño
original. Está en Ciliados y Monostomátidos a veces formando parte de la canastilla faringeal
que da soporte a la citofaringe celular. La microscopía electrónica ha demostrado que en realidad
debe ser considerado como un verdadero tricocisto o una membrana (orgánulo de locomoción).
Toxicistos: en Ciliados Gimnosomátidos. Consiste en una cápsula tubular curva en la que se
aloja un filamento expulsable. Se encuentra en las proximidades del citostoma y su descarga se
produce solo después del contacto con la presa la que paralizan merced a la toxina que
contienen. En Didinium el ataque a Ciliados se complementa con los pexicistos, extrusomas que
se encuentran por debajo de la superficie del cono oral, propio del grupo, cuya misión es la de
sujetar a la presa para permitir el posterior accionar de los toxicistos.
Los nematocistos o cnidoscitos de ciertos Dinoflagelados recuerdan en gran medida a los de los
Celenterados. Se trata de una cápsula que contiene una ampolla en cuyo interior se dispone un
bastoncillo axial opercular y un filamento espiral originado en un gránulo situado en la base de
dicho percutor, que ocupa gran parte de la región posterior de la cápsula. El estímulo ejercido
sobre el balón apical del opérculo, porción convexa que cubre el extremo anterior de la cápsula,
provoca de desvaginización del filamento. No se sabe si sirven para la defensa o para la captura
de presas.
Los eyectisomas son cuerpos altamente refringentes que se sitúan debajo de la película que rodea
al vestibulum o evaginación faringeal de los Criptomonadidos. Cada uno de estos extrusomas
está formado por dos cilindros cuya sección transversal da una imagen de capas concéntricas y
que al descargarse se transforma en un filamento largo y aguzado. Los eyectisomas, al igual que
los tricocistos de los Dinoflagelados se forman en el interior de la vesícula proveniente del
Aparato de Golgi.
Ciertos Ciliados poseen expansiones sacciformes sujetas por debajo de la película, que se
originan en el endoplasma.
Estos son los mucocistos u organitos mucíferos debido a su contenido mucoide el cual es
expulsado por algún estímulo externo para formar una capa protectora alrededor del organismo.
Los haptocistos se localizan en la membrana de las protuberancias tentaculares de los Suctores.
Su estructura es muy complicada pudiendo reconocerse un tubo de paredes estriadas que se
inserta en la presa.
Los cinetocitos, presentes en algunos Heliozoos, son estructuras relacionadas con los haptocistos.
Orgánulos de locomoción: incluyen a los flagelos, cilios, cirros, membranelas, pseudópodos
(lobopodios, filopodios, reticulopodios y axopodios) y tentáculos de los suctores.
Los cilios y flagelos a pesar de su diferencia en diámetro y longitud responden a un mismo plan
estructural. Nacen de un gránulo o cuerpo basal; blefaroplasto, nombre por lo general utilizado
en los Flagelados o cinetosoma en los Ciliados, que es una estructura pequeña y compacta
embebida en el citoplasma. Tanto los cilios como los flagelos están interiormente constituidos
por fibrillas longitudinales o microtúbulos dispuestos de la siguiente manera: un par de fibrillas
centrales o axiales y nueve pares de fibrillas periféricas, de las cuales las consideradas internas
tienen dos proyecciones laterales o “brazos” donde se concentra el ATP y entre unos y otro
pueden existir nueve fibrillas secundarias delgadas.
El gránulo basal está formado por la placa basal, el cilindro y la porción profunda abierta hacia el
citoplasma. Los microtúbulos axiales del flagelo o cilio se pierden en la placa basal y las fibrillas
periféricas no portan brazos. La placa basal es la que separa el axonema o filamento axial o
flagelo propiamente dicho del cinetosoma.
Desde la placa basal y hacia el citoplasma, otras nueve fibrillas se incorporan a los nueve pares
periféricos constituyendo tríadas ligeramente dispuestas en diagonal. En el segmento profundo,
fibras radiales parten desde las periféricas al centro formando los llamados radios afzelius.
Los gránulos basales persisten aunque se pierdan los flagelos o cilios, induciendo a la formación
de nuevos gránulos.
En general cilios y flagelos están compuestos de proteínas y en menor proporción, de grasas. Así
como también de una cierta cantidad de carbohidratos y posiblemente hasta nucleótidos.
Un flagelo puede presentar filamentos laterales finos llamados mastigonemas, asignándose
diferentes nombres a si están dispuestos de uno u otro lado, en ambos lados o solo terminal o
incluso estar ausentes; esta variación se da en diferentes grupos de Protistas. El flagelo produce
una serie de movimientos planares sinusoidales que provocan presión en el agua circundante, la
que se puede descomponer en dos fuerzas: una paralela y otra perpendicular al eje del cuerpo del
Protista. La primera mueve al flagelo hacia delante y la segunda lo hace girar sobre su propio eje.
Todo movimiento flagelar que ondula hacia atrás hace avanzar al Flagelado; cuando solamente
ondula la parte distal de la organela, ello se traduce en movimiento lateral rápido que ha sido
comparado con el movimiento de una hélice. Clásicamente se ha considerado que el par de
fibrillas centrales son las que producen la motilidad del flagelo pero esto no ha podido
certificarse aún.
Existen flagelos para capturar alimentos y para lograr la adhesión al sustrato, mientras que hay
flagelos cortos que cumplen un rol sensitivo.
Del lado derecho de los gránulos basales de los cilios se desprenden las llamadas fibrillas
cinetodérmicas. Tales fibrillas, que al disponerse conjuntamente dan la imagen de una fibra
longitudinal continua (cinetodesma) se relacionan con los cinetosomas de los cilios de la misma
hilera. Ello dota al meridiano ciliar (cinetia) de una simetría y una polaridad anteroposterior que
por lo común se hace extensiva a todo el organismo.
El conjunto de cinetosomas y cinetodesmas origina una cinetia. Los componentes fibrilares entre
hileras de cinetias conforman una malla o red infraciliar conocida como infraciliatura o Sistema
de Kleim
Otras fibras en conexión con los cuerpos basales de las cinetias son los nemadermas o hileras de
microtúbulos sujeta a las terminaciones de dichos gránulos.
El movimiento ciliar en una cinetia es metacrónico, es decir un cilio se mueve después del otro,
pero es sincrónico con respecto a la cinetia paralela. En algún momento los cilios se encuentran
en la fase de golpe activo o latido, mientras que otros están en proceso de recuperación, es decir
retornando a la posición inicial. Cuando un Ciliado recorre con movimiento espiral el campo,
ello se debe al golpe oblicuo de los cilios en conjunto en la misma dirección. Si un Ciliado nada
en espiral y a la izquierda, los cilios se mueven oblicuamente hacia atrás y a la derecha para
dirigirse hacia delante, cuando los cilios ondulan hacia delante y a la derecha, el movimiento del
Ciliado es hacia atrás.
Cirrros: resultan de la unión de varios cilios en una matriz viscosa, por lo que se funden en una
sola organela gruesa.
La membranela es una adherencia de cilios que origina una lamela o lamina ciliar doble. Sirve
para provocar corrientes de agua que no solo acarrean partículas alimenticias sino que también
colaboran en la locomoción.
Los pseudopodios son proyecciones temporales de parte del citoplasma de los Protistas y se
distinguen varios tipos de acuerdo a su forma y estructura:
Lobopodio: similar a un dedo o lengua con su extremo distal típicamente romo.
Filopodio: proyección más o menos filamentosa compuesta casi exclusivamente por
ectoplasma (amebas testáceas).
Reticulopodio: expansión reticulada del citoplasma resultante de la ramificación y
anastomosamiento de proyecciones filamentosas (Foraminíferos).
Axopodio: es una organela de origen centrosomiano compuesto por un eje y una cubierta
citoplasmática.
El movimiento ameboide resulta de alteraciones del estado coloidal. El estado de sol es el
causante de la extensión del pseudópodo y el estado de gel es el que origina el retiro del
pseudópodo por contracción activa.
La locomoción es variada y de acuerdo a los orgánulos locomotores o como esta se
realiza se distinguen los siguientes Phyla o Tipos: Euglenophyta y Mastigozoa (Fitoflagelados y
Zooflagelados), con uno o más flagelos en forma de látigo; Rhizopoda (Sarcodinos) con
pseudópodos; Apicomplexa (Esporozoos) se estudió más recientemente gracias a la microscopía
electrónica, sin orgánulos locomotores; Ciliophora (ciliados), en general con cilios durante toda
su vida excepto la Subclase de los Suctoria (Suctores) que poseen cilios sólo en la fase juvenil
mientras que en la etapa adulta poseen tentáculos.

SUBREINO O RAMA PROTOPHYTA

Phylum EUGLENOPHYTA:

El carácter distintivo de estos fitoflagelados (Flagelados de filiación vegetal) es la


presencia de uno o más flagelos (generalmente dos) largos en una o en todas las fases de su ciclo
vital. Los flagelos sirven para la locomoción y para la captura del alimento o pueden ser
receptores sensoriales. Con frecuencia adoptan formas de amebas.
El cuerpo celular suele ser de forma definida, oval, alargada o esférica, cubierto por una película
o en ciertos grupos acorazado.
Muchas especies contienen plastidios con pigmentos de color; los que contienen cloroplastos
(con clorofila) pueden sintetizar su alimento con la ayuda de la luz solar. Poseen organela
fotorreceptora.
Muchos flagelados llevan vida libre y solitaria; algunos son sedentarios y otros forman colonias
que comprenden desde unos pocos hasta miles de individuos.
Son varias las especies abundantes en aguas dulces y en saladas donde constituyen junto con las
Diatomeas gran parte del plancton de algunos pequeños animales acuáticos. Ciertas especies
habitan en el suelo; otras son parásitas del hombre y de animales de todas clases, causando
algunas de ellas enfermedades importantes.
La reproducción puede ser por bipartición longitudinal, pero algunos experimentan división
múltiple y un grupo presenta reproducción sexual. Los flagelados de vida libre pueden
enquistarse para sortear las condiciones desfavorables.
Se conocen 10 órdenes.
Euglena viridis (Orden Euglenida), es común, solitaria y de vida libre, contiene clorofila;
puede cultivarse y estudiarse fácilmente en laboratorio. Se alimenta comúnmente de sustancias
nutritivas presentes en el agua en la que vive. Es de color verde y autótrofa, pero también en el
Orden existen especies aclónicas y secundariamente saprozoicas y holozoicas. Integra el
plancton de agua dulce, canales de desagüe, charcos, se halla en los bordes de los ríos, sobre la
nieve, en el caparazón de Rotíferos y Crustáceos y en el intestino de Batracios
Su cuerpo estrecho y alargado llega a tener 0,1 mm de longitud. Euglena es de forma constante,
con el extremo anterior obtuso, generalmente dirigido hacia adelante; el extremo posterior es
puntiagudo. La forma del cuerpo se conserva debido a una delgada membrana flexible o película
que posee estrías o engrosamientos dispuestos en espiral. Dentro poseen una delgada capa de
ectoplasma claro que rodea a la masa principal de endoplasma granular. El extremo anterior
posee un citostoma en forma de embudo (= boca de la célula) que conduce a un corto esófago
tubular, la citofaringe. Por el citostoma sale un largo flagelo; está formado por un filamento axial
contráctil rodeado por una delgada cubierta que sale de un gránulo, el blefaroplasto, situado
dentro del citoplasma anterior. Detrás de la citofaringe existe un depósito esférico permanente y
cerca una vacuola en la cual se vacían varias pequeñas vacuolas contráctiles. Los líquidos
recogidos del citoplasma por las vacuolas pasan al depósito y de este a la citofaringe. Cerca del
depósito existe un estigma rojo (=mancha ocular) que es sensible a la luz. El núcleo redondeado
está situado cerca del centro de la célula. Euglena tiene color verde debido a los cloroplastos
(=cromatóforos) que contienen clorofila, los cuales a menudo se amontonan en el citoplasma.
Los cuerpos paramiláceos son otras inclusiones formadas por un glúcido parecido al almidón.
Su reproducción es por bipartición longitudinal. El núcleo se divide por mitosis.
En el Orden de los Dinoflagellida (Dinoflagelados) se agrupan Protofitos solitarios y coloniales,
autrótofos y heterótrofos, que representan una importante fracción del fitoplancton. Los hay de
vida libre y también parásitos de especies comestibles para el hombre como muchos Anélidos,
Moluscos, Crustáceos y Peces. Se conocen también especies parásitas de otros Dinoflagelados,
de Radiolarios y de Ciliados. Su valor biológico reside en ser considerados indicadores
importantes, ya que su presencia, por responder casi constantemente a determinadas
características ambientales, permite la identificación de las masas de agua en los que se hallan
(calientes o frías).
Poseen el cuerpo de forma definida, variando desde ovoide hasta esférica. Pueden existir formas
desnudas o con teca; en el primer caso poseen una membrana plasmática dotada de cierta rigidez
de forma. Las tecas están formadas por diferentes placas de grosor variable. El cuerpo
generalmente presenta dos surcos, uno longitudinal axial o sulcus y otro transversal o cingulum.
A través del cingulum corre un flagelo a modo de membrana ondulante, el que no está unido a la
teca. El flagelo axial tiene función de timón, merced al que pueden dirigir al protofito hacia
delante o hacia atrás, en tanto el flagelo ondulante o transversal tiene la función de hacerlo rotar
sobre su eje. Los Dinoflagelados están provistos de cromatóforos pardos, amarillos y verdes y
son muy abundantes en aguas dulces y saladas debiéndose a ellos los fenómenos conocidos como
marea roja y los efectos de luminiscencia visibles por la noche (bioluminiscencia: reacción
química entre lipoides fosforados como la luceferina y enzimas como la luciferasa con
producción de luz, que por limitarse a una banda estrecha de longitudes de onda en el espectro
visible, es siempre coloreada. Su principal responsable es Noctiluca).
Las especies marinas Gymnodinium brevis, Gonyaulax catenella, y otras, son las responsables de
las mareas rojas en las costas (hemotalasia), las que pueden producirse en cualquier época del
año independientemente de la estación. Se registraron estos fenómenos por primera vez en el
país en los años 1980, 1981.
Las mareas rojas no son siempre rojas. El agua puede ser amarilla, verde o marrón, según los
pigmentos predominantes de los florecientes organismos. Bajo condiciones ambientales
adecuadas y con la presencia de alguna sustancia promotora del crecimiento (intensidad de luz y
temperatura de las aguas y acumulación de sales e incluso presencia de sustancias
contaminantes), las poblaciones de ciertas especies de dinoflagelados aumentan hasta alcanzar
cifras enormes.
La concentración de ciertas sustancias metabólicas en ellos, que son tóxicas alcanzan tales
niveles en estos organismos que pueden llegar a morir otras formas de vida acuática que los
utilizan en su alimentación. Las mareas rojas pueden llegar a matar miles de aves, peces y otros
animales y arruinar la industria marisquera al contagiarse las almejas, berberechos, mejillones,
vieiras y ostras, incluso algunos caracoles marinos, que se alimentan de dinoflagelados. Cuando
el hombre consume carne de estos animales contaminados por las toxinas puede sufrir graves
envenenamientos, incluso llegar a morir. Además de síntomas gastrointestinales, como diarreas y
náuseas, puede haber problemas respiratorios, debilidad muscular y permanentes sensaciones
anómalas en la piel. Los moluscos que contienen las toxinas no alteran ninguna de sus
características físicas, como color, olor, tamaño o forma. Es decir, que en apariencia, se ven
normales y no generan sospechas. Solo pueden detectarse a través de una prueba de laboratorio
donde se evalúa su acción sobre ratones. Las autoridades sanitarias decomisan las partidas de
moluscos y peces contaminados por lo que existe una cierta seguridad para el consumo por parte
de la población. La principal recomendación preventiva para evitar las intoxicaciones consiste
en evitar el consumo de productos recogidos directamente de la playa ya que no podemos saber a
simple vista si contienen la toxina. Otro aspecto negativo es que estas sustancias soportan muy
bien el calor de la cocción de los alimentos, es decir son termoestables.
En el año 2000, en Salta en el dique Cabra Corral, se produjo una muerte masiva de peces;
analizado el caso se comprobó que la mortandad de los mismos se produjo como consecuencia
de la elevada concentración de amonio (amoníaco disuelto en agua) resultante de la actividad de
dos especies de flagelados pertenecientes a los Géneros Peridinium y Ceratium lo que asfixió a
los pejerreyes, bagres, mojarras y bocachas. En la necropsia de ejemplares pudo constatarse que
los peces murieron por asfixia lenta ya que los especimenes examinados tenían la boca cerrada,
se encontraban levemente hinchados y presentaban una coloración rojiza superficial, atribuible a
los dinoflagelados presentes en el agua. Los ejemplares afectados presentaron además signos de
hemorragia cutánea y branquial como así también un débil olor amoniacal en la cavidad
celomática.

SUBREINO O RAMA PROTOZOA

Los Protozoos, cuyo significado es el de los primeros animales, poseen tal variedad de
organelas que abarcan desde formas simples hasta extremadamente complejas. Son en esencia
polifiléticos.
Protistas de filiación animal, preferentemente solitarios o coloniales de vida libre, simbiontes y
con adaptaciones parasitarias muy acendradas. De nutrición heterótrofa (osmótrofa o fagótrofa).
Poseen diferentes tipos de organelas locomotoras: pseudópodos, flagelos, cilios y sus derivados y
orgánulos de penetración variados. Reproducción sexual, asexual y a veces con formación de
esporos de variado tipo unicelulares o multicelulares. De forma irregular o asimétrica. Algunos
tienen una curiosa disposición radial de su protoplasma y/o esqueletos y muy pocos con
asombrosa disposición perfectamente bilateral. Comprende los Phyla Mastigozoa, Rhizopoda,
Actinopoda, Apiclomplexa, Ciliophora, Micoospora y Mixozoa.
Phylum MASTIGOZOA

Flagelados de filiación animal (son los llamados Zooflagelados); desprovistos de


biocromos asimiladores y de plástidos. Con uno o muchos flagelos, pueden adoptar formas
ameboidales. De alimentación osmótrofa o saprozoica y fagótrofa. Reproducción sexual en muy
pocos casos y es bien conocida la asexual por división longitudinal, así también como ciertos
procesos de enquistamiento. Este Phylum presenta un predominio de representantes parásitos;
también los hay de vida libre. Se reconocen varias Clases.
Clase kinetoplastidea
Mastigozoa con 1 a 4 flagelos, parásitos en su mayoría, pero algunos parásitos holozoicos,
osmótrofos y coprófagos; reproducción binaria longitudinal y ciertos casos de división múltiple y
brotación. Con dos Órdenes.
Orden Trypanosomatida
Zooflagelados parásitos de animales (Vertebrados e Invertebrados) y de vegetales.
Género Leishmania: parásito de Reptiles y Mamíferos incluso el hombre. Son transmitidos por
hembras de Dípteros Psicódidos (Phlemotomus) de hábitos hematófagos, casi esencialmente
nocturnos, en cuyo tubo digestivo viven las especies mencionadas. Estos insectos se caracterizan
por ser pequeños (miden 2-3 mm de largo), peludos, tener dos alas y estar activos en las últimas
horas de la tarde hasta el amanecer. Se alimentan de azúcares y vegetales, y las hembras pican
para poder obtener la sangre que requieren para producir sus huevos. En la Argentina se los
conoce con el nombre de “carachai” y las larvas se desarrollan en áreas tropicales con
temperaturas no menores a los 16º C, en suelo y a la sombra.
Aunque la lehismaniasis en Argentina fue registrada desde los comienzos del siglo XX, la
aparición de casos en los últimos años y la propagación del insecto transmisor en áreas donde
antes no se conocía generan alerta en distintas provincias de todo el norte del país.
En Argentina existen dos variantes clínicas importantes de lehismaniasis: la “cutáneo-mucosa o
tegumentaria” y la “visceral”. La primera genera úlceras en la piel, que pueden volverse
deformantes, como también afectar las mucosas de la nariz y la boca. Es endémica en provincias
del norte como Jujuy, Tucumán, Salta, Catamarca, Santiago del Estero, Chaco, Formosa,
Misiones y Corrientes. La lehismaniasis visceral, con mayores complicaciones que la anterior, es
la segunda variante y se encuentra en estado emergente. El primer caso se registró en el año 2006
en Posadas (Misiones) y desde ese momento se detectaron 56 casos, en los cuales murieron 6
personas. A fines de Febrero de 2010 un hombre de 80 años murió en Posadas, Misiones. Es una
enfermedad muy letal si se compara con la proporción de casos y muertos causados por
“dengue”. La gravedad de la forma visceral se debe a que compromete muchos órganos, como el
bazo, el hígado y la médula ósea. Esto genera insuficiencia hepática, bajas en el sistema de
defensa, problemas de coagulación de la sangre y fiebre. Ambos tipos de lehismaniasis son
curables tratadas a tiempo La enfermedad puede adquirir una evolución más grave en niños
pequeños, adultos mayores y en personas con deficiencia inmunológica.
Para que los insectos transmitan la enfermedad deben haber picado previamente a un Mamífero
que actúa como reservorio de los parásitos. En el medio urbano el transmisor por excelencia es el
perro por lo que es fundamental la tenencia responsable y el control de los perros abandonados.
Los perros pueden no desarrollar la enfermedad y convertirse en portadores sanos. Si detecta la
enfermedad con un análisis de sangre debe practicarse la eutanasia de la mascota ya que no
existe un tratamiento para el perro y los fármacos para humanos están proscriptos por el temor a
que generen resistencia y se vuelvan ineficaces para controlar la enfermedad.
El Programa Nacional de Lehismaniasis en Argentina viene desarrollando estudios en distintas
ciudades y en Diciembre de 2008, luego de registrar al vector y a perros infectados en el sur de
Corrientes, se definió como vulnerables a las provincias Chaco, Santa Fe y Entre Ríos en
Argentina, además de los departamentos de Salto y Artigas en Uruguay y los estados del sur de
Brasil.
La expansión de la enfermedad en la actualidad se debe a la mayor dispersión geográfica del
insecto transmisor debido a cambios climáticos como aumento de la temperatura y los desmontes
que alteran el equilibrio ecológico, por lo que una importante cantidad de animales que podrían
actuar como reservorios e insectos terminan quedando próximos a las áreas más pobladas. En
otras oportunidades el hombre, por actividades de turismo, caza, pesca o trabajo, se introduce en
un medio selvático con el riesgo de estar más en contacto con el vector.
Entre las mediadas de prevención se sugiere: 1) mantener un ambiente ordenado y limpio, sin
acumulación de materia orgánica como hojarasca o excremento de animales; 2) evitar el contacto
de los perros con el vector con barreras físicas o químicas repelentes; 3) no transportar mascotas
desde y hacia zonas de transmisión de lehismaniasis visceral; 4) tener a los animales domésticos
alejados al menos cinco metros durante la noche, que es el momento de mayor actividad del
vector y 5) si el riesgo de contacto es muy alto, usar repelentes tópicos o espaciales, y ropas
livianas pero que cubran la mayor parte del cuerpo.
Las dos especies sudamericanas son:
Lehismania brasiliensis: frecuente en el NOA, parasita al hombre y al perro provocando la
“lehismaniosis forestal americana” , “nasoorae tegumentaria” o “lehismaniasis tegumentaria”
que afecta las partes descubiertas del cuerpo de los habitantes de bosques vírgenes en
determinadas épocas del año. Se distribuye desde el norte de México a través de América Central
y América del Sur hasta el norte de Argentina donde es muy común. El desarrollo de los
Flebótomos está favorecido por la humedad y la temperatura; se crían en microclimas especiales
tales como escondrijos de los árboles y cuevas u oquedades de los troncos (laurel negro; en
Tucumán vive Phlebotomus intermedius, siempre al abrigo de la luz).
Lehismania chagasi: agente causal de la “lehismaniasis visceral americana” o “Kala-azar
americano” que se localiza en el bazo y en la médula roja de los huesos. Las formas amastigotas
viven en el intestino del Flebótomo, donde ocasionan atascamientos y bloqueos, progresan hacia
la trompa y son regurgitadas por el insecto en el momento de la picadura y penetran así en la
intimidad de la piel del hombre. El Kala-azar americano se registra en México, Guatemala,
Guayana Holandesa, El Salvador, Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil y en
1960 se anotician nueve casos en la Argentina (Salta, Chaco, Santiago del Estero y Tucumán).
Animales como el perro y el zorro se ven afectados por L. chagasi. El primero cumple un
importante papel en la difusión de la endemia rural, y hasta es posible pensar en una cadena
zorro-perro-hombre (ciclo silvestre-ciclo doméstico) con o sin intervención de Phlebotomus
longipalpis hecho que ha sido registrado en Misiones y Formosa.
Aunque la lehismaniasis en Argentina fue registrada desde los comienzos del siglo XX, la
aparición de casos en los últimos años y la propagación del insecto transmisor en áreas donde
antes no se conocía generan alerta en distintas provincias de todo el norte del país.
Género Trypanosoma: parásito del sistema circulatorio de los Vertebrados, desde Peces a
Mamíferos, transmitidos por Dípteros o chinches hematófagas en cuyas glándulas salivales se
alojan las formas infectantes. Alargado, con membrana ondulante y un flagelo cuyo cuerpo
parabasal se ubica cerca o sobre la mitocondria cinetoplástica. (Cinetoplasto= masa conspicua de
DNA localizada dentro de una gran mitocondria alargada y única).
Trypanosoma gambiense (transmitido por la mosca tse tsé Glossina sp, produce la enfermedad
del sueño.
Trypanosoma cruzi causa en el hombre la enfermedad de Chagas o mal de Chagas o chagasosis
o tripanosomiasis americana que se extiende desde el sur de los Estados Unidos hasta el sur de
América del Sur (Chubut y muy posiblemente hasta la provincia de Santa Cruz). Se trata de una
de las endemias más expandida en el continente suramericano; sin embargo no se tiene cifras que
representen de manera confiable la magnitud real del problema, estimándose que existen al
menos de 15 millones de personas infectadas y una población en riesgo de 28 millones. En
Argentina se desconoce la real incidencia de personas infectadas con el T. cruzi.
Tiene como hospedador intermediario a una chinche conocida comúnmente como vinchuca o
chinche gaucha (Hemiptera: Heteroptera: Reduviidae: Triatoma infestans), insecto de hábitos
nocturnos y que se alimenta exclusivamente de sangre humana o de ciertos animales. El
zooflagelado se reproduce en el interior de las células y circula en la sangre. La forma circulante
es de gran movilidad y su tamaño y longitud son similares a dos glóbulos rojos. En la etapa
inicial de infección los parásitos son abundantes disminuyendo a medida que aumentan las
defensas inmunológicas del organismo, a partir del tercer o cuarto mes de de la infección.
La segunda vía de transmisión de mayor importancia es la transfusión con sangre infestada. Otra
vía es la placentaria, por vía digestiva (a través de leche de una madre chagásica) y por último
por el manejo de animales infectados. En Brasil se produjo contagio con la utilización en la
molienda de caña de azúcar para jugo, de caña que contenían nidos de vinchuca infectadas con
el Trypanosoma.
El ciclo del parasito comienza cuando una vinchuca sana pica a un hombre enfermo. Entonces
adquiere al tripanosoma el que pasa al tubo digestivo del insecto. Allí el parasito pierde el
flagelo y la membrana ondulante y se convierte en un amastigota, estado en el que se divide
varias veces en el proventrículo; luego las formas epimastigotas se localizan en las células
epiteliales del intestino medio. En ambos casos se divide por división simple. Las formas meta
cíclicas producidas al cabo de 80 a 10 días y con aspecto tripomastigota aparecen en el recto y
son evacuadas con las deyecciones de la vinchuca que defeca al picar. La penetración de los
metatripanosomas en la sangre humana se realiza preferentemente a través de las mucosas
expuestas durante la noche (ocular, nasal, bucal) o por escoriaciones en la piel favorecida por la
acción del rascado. En el punto de la picadura y penetración de los tripanosomas infectantes se
produce una lesión llamada chagoma. En la sangre del hospedero vertebrado el flagelado se pone
en contacto con diversos órganos y puede penetrar en tejidos conectivos del sistema retículo
endotelial (corazón) o en músculos esqueléticos, donde se enquista. En los tejidos estas formas se
dividen repetidamente por fisión simple y aumentan el número y forman nidos intrafibrilares. Al
salir de los tejidos y volver a la forma hematica típica pueden ser absorbidos nuevamente por la
vinchuca transmisora.
En el curso de la enfermedad en el hombre se distinguen tres etapas: aguda, indeterminada y
crónica. Estas fases tienen caracteres clínicos evolutivos diferentes. La primera que dura entre
20-30 días, comienza con un período de incubación de 4 a 10 días, la infección tiene como puerta
de entrada el ojo en el 50% de los casos, el cual se presenta con edema palpebral (hinchazón) y
crecimiento de los ganglios, a los que se suma bocio. Conjuntamente con fiebre, malestar
general, cefalea, decaimiento. Se presenta agrandamiento del hígado y bazo, miocarditis aguda.
En los niños es más común que afecte al encéfalo y el corazón, lo que origina un mayor riesgo de
muerte. La segunda, pasada la fase aguda, el paciente entra en un estado de cura aparente y
asintomático que puede durar de 10 a 20 años, hasta la aparición de otras manifestaciones. La
fase crónica se presenta en alrededor del 30% de los pacientes y produce lesiones en el sistema
cardíaco (cardiopatías diversas), digestivo (megacolon, mega esófago) y en sistema nervioso
central y periférico (encefalopatías, síndrome pseudotumoral).
La gran mayoría adquiere la infección silenciosamente, sin que se presente síntomas evidentes de
que han contraído la enfermedad. Se puede afirmar que un 5% de los casos presenta el complejo
oftalmológico ganglionar que caracteriza a la enfermedad aguda.
El infectado chagásico es el individuo sin síntomas, en buen estado de salud, sin lesiones
viscerales, pero con parásitos circulantes en su sangre y con análisis de laboratorio positivo.
El enfermo chagásico es aquel que además de tener paritos circulantes y serología positiva,
presenta lesiones viscerales (por ejemplo, cardiopatía chagásica).
La enfermedad de Chagas puede llegar a ser mortal, en aquellos pacientes, en la etapa crónica,
que desarrollan lesiones cardíacas graves, las que determinan la muerte en forma sincopal o por
insuficiencia cardíaca progresiva. El porcentaje de mortalidad varía entre 1-5% con mayor
incidencia en los niños de corta edad. En casos de muerte cardíaca los casos ocupan más del 5%.
La endemia de Chagas está instalada en el país hace muchos años; en 2009 hicieron ya 100 años
del descubrimiento de la enfermedad por el médico sanitarista Dr. Carlos Chagas. El
reconocimiento mundial de esta enfermedad ocurrió algunos años más tarde a partir de los
trabajos realizado por el Dr. Salvador Mazza en la Misión de Estudios de Patología Regional
Argentina (MEPRA).
Estudios realizados en momias de más de 9000 años de antigüedad , encontradas en el norte de
Chile y sur de Perú revelaron evidencia de infección chagásica en humanos, corroborando de
esta manera la hipótesis de que la tripanosomiasis americana es probablemente tan antigua como
la presencia del hombre en el continente.
Se presume incluso, que Darwin habría muerto de cardiopatía chagásica, si se tiene en cuenta
tanto su relato sobre la presencia y comportamiento hematófago de la vinchuca, como su deceso
por insuficiencia cardíaca congestiva.
Diversas medida de control se han instrumentado para contener la proliferación de la vinchuca y
el avance de la enfermedad. Entre ellos se han utilizado durante años distintos compuestos
químicos y la implementación de medidas de higiene sumada a la erradicación de viviendas tipo
rancho.
Dadas las características del contexto donde el Chagas existe, se trata de un problema complejo y
profundamente social que supera ampliamente los límites de los biomédico y que requiere
aproximaciones de investigación, prevención, control y tratamiento que brinden respuestas
integrales, acordes a las particularidades de los escenarios actuales.
El hombre, como también algunos animales domésticos como perros y gatos están expuestos a la
picadura de la vinchuca pero los animales solo son reservorios del parásito y no lo transmiten al
ser humano. Otros Vertebrados que en Argentina alojan al parasito son: peludo, mulita, pichi
común, quirquincho bola, comadreja colorada, zorro gris y colorado, huron, ardilla colorada y los
ratones de campo de los generosa Calomys y Oryzomys.

Otros Zooflagelados poseen de cuatro a muchos (a veces miles) flagelos. Grupos de flagelos
están asociados con diversos orgánulos fibrilares y microtubulares, cuyo conjunto forman el
complejo denominado sistema mastigonte. Hay unas pocas especies de vida libre; la mayoría
viven en forma anaeróbica en los tubos digestivos de Vertebrados e Insectos, especialmente de
las termites. Giardia lamblia se comporta como parásita en el intestino del hombre y sus
infecciones fuertes pueden causar diarreas; se comporta como cosmopolita y se transmite a
través de la contaminación fecal, generalmente de las aguas. Trichomonas vaginalis es un
pequeño parásito con cuatro flagelos anteriores que habita el tracto urogenital del humano y
produce una enfermedad venérea (se transmite por contacto sexual).Los tejidos pueden ser
invadidos y la vagina de las mujeres seriamente infectadas (vaginitis) produce una secreción
amarillo verdosa.

Phylum SARCODINA ó RHIZOPODA

Organismos ameboidales que presentan pseudópodos para la alimentación y la


locomoción de todo tipo y origen. Generalmente el protoplasma está desnudo, aunque los hay
provistos de lorigas o conchas complejas. Emiten proyecciones temporarias del tipo lobopodios,
filopodios y reticulopodios y son de nutrición fagótrofa. Formas uni o multinucledas.
Reproducción asexual por fisión o por plasmotomía. Con o sin reproducción sexual, en caso de
haberla presentan estados de desarrollo flagelados o ameboidales. Cosmopolitas, la mayoría son
libres, ya sea en medio marino, dulceacuícola o terrestre y también los hay parásitos.
Clase Lobosea
Orden Amoebida (amebas desnudas).
La ameba común Amoeba proteus de las aguas dulces limpias, que contienen vegetación
verde, es apropiada para la descripción general del orden.
Estructura: consiste en una masa de protoplasma claro, incoloro y de aspecto de gelatina.
Alcanza 0,6 mm de longitud, es flexible y de forma irregular y experimenta frecuentes cambios
de forma.
El cuerpo de la ameba posee 1) una membrana celular elástica muy delgada o plasmalema y
debajo de esta 2) una estrecha zona de ectoplasma claro, no granular, que rodea 3) a la masa
principal de endoplasma claro granular. Este último consta de a) un plasmagel externo duro y b)
un plasmasol interno en el cual son visibles las corrientes citoplasmáticas. Dentro el endoplasma
hay 4) un núcleo en forma de disco, difícil de ver en el animal vivo; 5) una vacuola contráctil
esférica y llena de líquido, que a intervalos se desplaza hacia la superficie, se contrae, descarga
su contenido en el agua y luego se vuelve a formar;6) una o más vacuolas alimenticias de
distintos tamaños, que contienen pedazos de alimento en digestión; y 7) otras vacuolas, cristales,
gotas de aceite y diferentes inclusiones celulares que pueden tener un tamaño muy pequeño,
incluso inferior al de la visibilidad microscópica común.
En resumen, las funciones de estas partes son las siguientes: 1) la membrana celular retiene el
protoplasma dentro de la célula pero permite el paso del agua, del oxígeno y del anhídrido
carbónico; 2) el ectoplasma da forma al cuerpo celular; 3) el endoplasma contiene las demás
estructuras y sirve para la locomoción; 4) el núcleo rige los procesos vitales del organismo; 5) la
vacuola contráctil regula el contenido en agua: 6) las vacuolas alimenticias contienen alimento
en digestión; y 7) las demás inclusiones celulares son reservas alimenticias u otros materiales
esenciales para el metabolismo. Si se corta la ameba en dos partes, la membrana celular rodea
pronto a cada pedazo e impide la pérdida de protoplasma; la parte sin núcleo puede moverse
todavía e ingerir alimento, pero es incapaz de digerirlo o asimilarlo y muere pronto, mientras que
la que contiene el núcleo continuará creciendo y reproduciéndose. No obstante un núcleo aislado
es incapaz de vivir. Por lo tanto, el núcleo y el citoplasma no son independientes.
La ameba se mueve formando y extendiendo prolongaciones en forma de dedo o pseudópodos
del tipo de los lobopodios (pseudos= falso, podos= pie) en cualquier parte de su cuerpo celular.
Esta especie de flujo irregular se denomina movimiento ameboide (los glóbulos rojos de la
sangre también lo tienen).
La reproducción es por bipartición: el cuerpo celular se hace esférico y se cubre de pseudópodos
cortos, luego se alarga y finalmente se divide en dos partes; entre tanto el núcleo se ha dividido
por mitosis.
Además de este ejemplo de vida libre, el grupo de los amebinos comprende muchas otras
especies, entre ellas muchas comensales y parásitas.
Las especies del Género Entamoeba (Flia.: Endamoebidae) habitan en el tubo digestivo de
vertebrados terrestres. Cada especie se halla exclusivamente en ciertos órganos de un hospedero
determinado. Estas amebas pueden formar quistes resistentes, en cuya forma pasan de un
hospedero a otro.
La especie Entamoeba histolytica que vive en el intestino del hombre es patógena y puede
producir la enfermedad llamada disentería amebiana. Cuando entra en el tubo digestivo alimento
o agua que contiene quistes de E. histolytica pronto quedan libres las amebas y pueden invadir
las glándulas de la pared intestinal para alimentarse de sangre y tejidos (se alimenta de la mucosa
intestinal produciendo ulceraciones) iniciando la multiplicación. Determinan la formación de
abscesos que se rompen y descargan sangre y mucus en el intestino lo que da lugar a que las
heces se licuen y se produzca diarrea. Después de la fase aguda, el paciente puede recobrarse
algo y pasa a ser conductor con síntomas menos severos pero continuando la descarga de miles
de amebas enquistadas, difundiéndose de esta manera la enfermedad a través de aguas
contaminadas o también transportadas por insectos. En algunas personas la infección intestinal
no produce nunca síntomas graves, pero en otras las amebas pueden invadir el hígado (hepatitis
difusa, accesos localizados), el vaso o el cerebro con resultados fatales. El examen microscópico
de los frotis fecales para investigar la presencia de quistes de E. histolytica es la base del
diagnóstico y el tratamiento médico con fármacos es necesario para la cura. Los abscesos
intestinales sanan muy lentamente. La infección fecal de las aguas potables y de las verduras y
frutas crudas y de las moscas inclusive o la infección de otros alimentos por personas poco
cuidadosas que manejan comestibles son los medios de transmisión, por ello siempre se debe
hervir el agua y tratar de eliminar insectos. La reproducción en el intestino es por simple división
y cuando se enquista el núcleo se divide en dos formando un quiste con cuatro núcleos.
Se observan 2 estadios: 1) trofozoíto: (ligeramente redondeados con citoplasma bien
diferenciado, un ectoplasma hialino y endoplasma granuloso. Emite pseudópodos en forma
rápida y con movimiento unidireccional. El citoplasma puede incluir bacterias y glóbulos rojos.
Pueden también eliminarse con las heces en la etapa aguda de la enfermedad; 2) Quiste:
redondeado cuando está maduro posee 4 núcleos. Fase infestiva.
Los quistes se hayan en el estómago, luego pasan al intestino delgado donde se produce la
partición de los cuatro núcleos que quedan con una pequeña porción citoplasmática. Se originan
así 8 amébulas en el intestino grueso donde luego de madurar se reproducen por división binaria
y pasan por la sangre al hígado, pulmones, riñones, cerebro y piel.
Orden Arcellinida:
Comprende a las amebas testáceas, rodeadas por tecas o membranas externas
rígidas por lo que los pseudópodos se emiten a través de orificios definidos.En su gran mayoría
viven en agua dulce y unos pocos son marinos; los hay también en suelos húmedos, en turberas
y entre los musgos. Pueden poseer lobopodios, filopodios o reticulopodios. Con reproducción
asexual por escisión longitudinal o transversal, o bien por gemación, habiéndose registrado casos
de división múltiple. Ejemplos son Arcella vulgaris una de las amebas dulceacuícolas más
comunes, con caparazón proteico de color marrón o pajizo en forma de una cúpula aplanada con
la abertura en medio la superficie inferior, y Difflugia oblonga que tiene un caparazón compuesto
por partículas minerales ingeridas por el animal y embebidas en una matriz secretada.
Clase Granuloreticulosia
Orden Foraminiferida:
Se encuentran en todos los océanos, con unos pocos representantes en aguas
dulces y salobres. La mayoría de los Foraminíferos viven en el fondo del océano en números
increíbles, en lo que constituye quizás la mayor biomasa de todos los grupos de animales del
planeta; los hay también planctónicos y unos y otros pueden vivir fijos o desplazarse. Sus tecas o
caparazones son de numerosos tipos. La mayoría de los caparazones son multicamerales y están
constituidos por carbonato cálcico, aunque a veces utilizan sílice y otros materiales extraños. Las
cónchulas silíceas hoy poco frecuentes fueron comunes en el Paleozoico, siendo las más
antiguas. Hoy las conchas calcáreas son las más comunes y las mejor conservadas en los
registros fósiles. Los Foraminíferos multicamerales inician su vida en una sola cámara, pero
cuando crecen, el citoplasma fluye a través de una gran abertura de la primera cámara y secreta
otro compartimento. Este proceso es continuo a lo largo de la vida del individuo y como
resultado de ello se forman unas series de cámaras, cada una de las cuales puede ser más grande
que la precedente. Debido a la adición de nuevas cámaras siguiendo un patrón simétrico, los
caparazones tienen una forma característica. Todo el caparazón está lleno de citoplasma que se
continúa de una cámara a otra. La parte externa del caparazón está cubierta por una fina capa de
citoplasma que asoma a través de una gran abertura. Los pseudópodos pueden restringirse al
citoplasma de la abertura u originarse a partir de la capa situada sobre el caparazón. Emiten sus
delgados pseudópodos a través de aberturas del caparazón, que después se ramifican y
anastomosan hasta formar una red protoplasmática (reticulopodios) en la que atrapan a sus
presas. En esta red se digieren las presas capturadas y los productos de la digestión son
transportados al interior por el flujo de protoplasma. También los reticulopodios intervienen en la
eliminación de los desechos, en la respiración y en la formación de la cónchula. También por
contracción de sus pseudópodos los Foraminíferos pueden moverse recorriendo algunos
milímetros en una hora. Los ciclos vitales de los Foraminíferos son complejos ya que implican
múltiples divisiones y alternancia de generaciones diploides y haploides.

Phylum ACTINOPODA

Protozoos típicamente planctónicos, secundariamente sujetos a un sustrato; con


axopodios, filopodios y reticulopodios. Desnudos o con conchilla membranosa, quitinoide,
silícea o de sulfato de estroncio. La reproducción es sexual o asexual y los gametos son
flagelados.
Clase Radiolarea: son casi todos pelágicos (viven en aguas libres). La mayoría son planctónicos
y viven en aguas costeras aunque otros son propios de aguas profundas. Son relativamente
grandes; algunas especies tienen varios milímetros de diámetro y ciertas especies coloniales
alcanzan una longitud superior a los 20 cm. Sus cuerpos suelen ser esféricos y están divididos en
una parte interna y una externa. La región interna contiene uno a muchos núcleos; está rodeada
por una cápsula central con una pared membranosa, característica distintiva de los Radiolarios.
La membrana capsular tiene perforaciones que permiten al protoplasma de la cápsula central (o
citoplasma intracapsular) se continúe con el citoplasma de la división externa del cuerpo. Este
citoplasma extracelular forma una amplia corteza vacuolada denominada calima, que rodea a la
cápsula central. Los pseudópodos son axopodios y filopodios largos y delgados que irradian de la
superficie del cuerpo. Sus ejes de microtúbulos se originan en el citoplasma dentro de la cápsula
central y se extienden a través de la calima. Sus esqueletos altamente especializados son de
formas intricadas y de gran belleza. La cápsula central, que puede ser esférica, ovoide o
ramificada, está perforada para permitir la continuidad del citoplasma. El esqueleto está
compuesto por sílice, sulfato de estroncio o una combinación de sílice y materia orgánica y
generalmente presenta espinas en disposición radial, que se extienden a través de la cápsula
desde el centro del cuerpo. En la superficie el caparazón puede fusionarse a las espinas.
Alrededor de la cápsula hay una masa de citoplasma espumoso del que surgen los axopodios.
Estos son pegajosos para atrapar a las presas, que son transportadas por el flujo de citoplasma
hasta la cápsula central para ser digeridas. En un lado del eje del axopodios el ectoplasma se
mueve hacia fuera, hacia el ápice, mientras que en el otro lado lo hace hacia adentro, hacia el
caparazón. No se conoce su ciclo vital por completo pero se han observado en ellos procesos de
fisión binaria, gemación y esporulación.
Clase Heliozoa: en su mayoría solitarios y habitantes de agua dulce, pero también con especies
marinas. Se mantienen en suspensión merced a la presencia constante de axopodios. Existen
también formas que rotan en el sustrato y otras fijas. Cada axopodio contiene una varilla axial
central, cubierta por citoplasma móvil y adhesivo. Aunque la varilla axial tiene función de
soporte, no constituye un esqueleto permanente, sino un grupo de microtúbulos que pueden
acortarse o ablandarse. Algunas especies tienen además de los axopodios, largos filopodios
delicados. El cuerpo consta de una esfera ectoplasmática, o corteza, a menudo muy vacuolada, y
una interna o médula. La médula se compone de un ectoplasma denso, provisto de uno o muchos
núcleos y las bases de las varillas axiales. Las vacuolas contráctiles están presentes en las
especies de agua dulce. Hay también especies que albergan algas simbióticas (zooclorelas).
Aunque los Heliozoos pueden ser desnudos, algunas especies tienen esqueletos; estos pueden
estar formados por piezas orgánicas o silíceas secretadas por el organismo y embebidas en una
cubierta gelatinosa externa. Las piezas silíceas asumen una gran variedad de formas, como
escamas, tubos, espátulas o agujas. Estas piezas silíceas pueden disponerse tangencialmente al
cuerpo o, cuando el esqueleto está formado por agujas largas pueden irradiar de manera
semejante a los axopodios. Sin tener en cuenta la naturaleza y disposición del esqueleto, existen
aberturas a través de los cuales se extienden los axopodios. Poseen nutrición holozoica; prefieren
organismos vivos, ya sean animales o de origen vegetal. Se multiplican por fisión binaria y
gemación. La reproducción sexual es conocida en algunas formas. También el enquistamiento es
muy conocido en Heliozoos. Existen quistes de protección y quiste reproductivos.

Papel de los Foraminíferos y Radiolarios en la formación de sedimentos terrestres:


Ambos grupos de Protozoos existe desde el Precámbrico y han dejado
excelentes registros fósiles. Fueron especialmente abundantes durante el Cretácico y Terciario.
Algunos han alcanzado hasta 100 mm de diámetro o más, siendo los mayores Protozoos que han
existido. Forman un barro o sustrato característico en el fondo de los océanos, de sustancias
calcáreas o silíceas Gran parte del barro oceánico está formado por el Foraminífero Globigerina
especialmente abundante en el Atlántico. El barro de Radiolarios, con sus caparazones silíceos
menos solubles, es abundante en el Pacífico y en el océano Índico. Bajo ciertas condiciones el
barro de ellos forma rocas de sílex como las rocas terciarias de California. Del mismo interés,
pero de importancia práctica incluso mayor, son los depósitos de calizas y yesos que se formaron
por la acumulación de estos organismos cuando el mar cubrió lo que es actualmente tierra. Los
depósitos calizos (como los blancos acantilados de Dover, Inglaterra) se formaron de esa manera.
Las pirámides se construyeron con piedras extraídas de lechos calizos formados por una inmensa
formación de Foraminíferos que floreció a principios del Terciario.

Phylum APICOMPLEXA

Todos endoparásitos con hospedadores en muchos Phyla de animales. Carecen


de cilios o flagelos excepto por los microgametos que son flagelados. En algunas etapas
extracelulares aparecen pseudópodos. Delgadas fibrillas contráctiles pueden formar ondas de
contracción a través de la superficie para impulsar al organismo a través de un medio líquido. La
locomoción se realiza por movimiento del cuerpo (flexión), deslizamiento del cuerpo y aún por
ondulación. La presencia de una cierta combinación de orgánulos, el complejo apical, distingue a
este Phylum. El complejo apical está presente únicamente en determinados estados de desarrollo
de estos organismos, por ejemplo merozoitos y esporozoitos. Algunas de sus estructuras,
principalmente roptrías y micronemas, contribuyen aparentemente a la penetración en las células
o tejidos del hospedador. El ciclo vital incluye generalmente reproducción sexual y asexual, y a
veces aparece un hospedador intermediario invertebrado. En cierto punto de su ciclo vital, el
organismo desarrolla una espora (ooquiste) que es infectiva para el nuevo hospedador y está
revestida con frecuencia de una resistente cubierta protectora.
Clase Sporozoea: Contiene tres subclase (Gregarinas, Coccidios y Piroplásmidos), de las cuales
la más importantes es la de los Coccidios.
Subclase Coccidia: parásitos intracelulares de Invertebrados y Vertebrados; incluyen especies de
gran importancia médica. Se hallan principalmente en el epitelio que tapiza por dentro al
intestino, pero también en los conductos biliares, los testículos, los riñones, los vasos sanguíneos
y el celoma.
Orden Eucoccida
Suborden Haemosporina
Familia Plasmodiidae: parásitos de células sanguíneas y tejidos de Aves y Mamíferos, forman
esporas no resistentes y las transmiten Artrópodos chupadores de sangre que son hospederos
intermediarios. Cuatro especies de Plasmodium afectan al hombre y si bien la sintomatología
clínica que deriva de su parasitismo es diferente para cada una de ellas los ciclos biológicos son
similares. Todos los intermediarios son mosquitos hembras (Familia Culicidae) de los géneros
Culex, Anopheles y Aedes.
La especie mejor conocida es Plasmodium vivax organismo causante de la enfermedad
infecciosa más importante del hombre: la malaria o paludismo. Se trata de una enfermedad muy
grave, difícil de controlar y muy extendida, particularmente en países tropicales y subtropicales.
Se cree que cada año son infectadas alrededor de 300 millones de personas, y la relación de
mortalidad anual es de un 1% de los infectados. La malaria ha jugado un importante papel, a
menudo no reconocido, en la historia de la humanidad. El nombre significa literalmente “mal
aire” ya que se pensó que la enfermedad que era causada por el aire de los pantanos y ciénagas.
Aunque la malaria se conoce desde hace mucho tiempo, el agente causante no se descubrió hasta
1820, cuando Louis Laveran, médico del ejército francés en África del Norte, identificó al
Coccidio parásito Plasmodium en la sangre de un paciente de malaria. En 1887, Ronald Ross,
médico de la armada británica en la India, determinó que un mosquito del género Anopheles era
el vector. En el caso de las sierras subandinas y de las sierras pampásicas del centro y noroeste
argentino, el díptero transmisor es Anopheles pseudopunctipennis. La época de las infecciones
se inicia en Octubre ó Noviembre en Salta y Jujuy, en Noviembre o Diciembre en Tucumán,
Santiago del Estero y Catamarca, y en Diciembre o Enero en La Rioja y Córdoba y continúa la
época de transmisión hasta Mayo o Junio. Otras especies de Anofelinos han sido citadas también
como probables transmisores.
Los Esporozoos son haploides, excepto el cigoto. El ciclo vital característico implica una fase
asexuada y una sexuada. De la meiosis del cigoto resulta un estado infectivo llamado
esporozoito; estos por fisiones múltiples dan lugar a más esporozoitos los que luego de invadir
al hospedador se convierten en un trofozoito, que se alimenta. En algunos Esporozoos los
trofozoitos sufren fisiones múltiples (esquizogamia) produciendo individuos denominados
merozoitos, cada uno de los cuales puede dar lugar a su vez a varios ciclos adicionales de
esquizogamia. Eventualmente el trofozoito se divide por fisión múltiple (gamegonia) y forma
gametos que se fusionan para formar un cigoto. Este sufre meiosis para formar esporozoitos.
Cuando las piezas bucales del mosquito hembra transmisor de la malaria atraviesan la piel para
obtener sangre los esporozoitos infectantes pasan de las glándulas salivales del insecto a la
herida del Vertebrado y de allí al torrente circulatorio. A los tres días se hallan esquizontes en
división en las células del parénquima hepático. Entonces la infección se transmite a los glóbulos
rojos donde se desarrollan los trofozoitos ameboidales. Cada trofozoito existente en un glóbulo
rojo se transforma en un esquizonte que por esquizogonia se divide en 6 a 36 merozoitos hijos
según la especie.Por rotura del glóbulo rojo estos se esparcen por el plasma sanguíneo, invaden
otros glóbulos rojos y se inicia el nuevo ciclo. Después de unos 10 días los parásitos son tan
numerosos que el shock producido por su liberación casi simultánea produce tiritamiento,
seguido de una elevada fiebre en respuesta a las toxinas de los parásitos liberados.
Después de un período de esquizogonia algunos merozoitos se convierten en gametocitos pero
no experimentan nuevos cambios en el hombre. Si con la sangre pasan al tubo digestivo de una
hembra de Anopheles, el gametocito femenino se convierte en un microgameto y el gametocito
masculino se divide en 6 a 8 microgamentos semejantes a espermatozoos. Para formar un cigoto
se fusionan 2 gametos de distinto sexo y aquel se transforma en oocineto vermiforme que penetra
en la pared el intestino permaneciendo dentro de una membrana que rodea al tubo digestivo.
Entonces absorbe alimentos del insecto, aumenta de tamaño y se convierte en un oocisto
redondeado. Cada mosquito puede contener entre 50 a 500 oocistos. En 6 a 7 días el contenido
de cada quiste se divide (esporogonia) en millares de esporozoitos alargados. Los quistes
revientan, los esporozoitos emigran a través de las cavidades del cuerpo y muchos entran en las
glándulas salivales en espera de penetrar en el hospedero humano. El ciclo sexual en el mosquito
requiere 7-19 días antes que el insecto sea infeccioso.
Los síntomas agudos de la malaria suelen persistir en el hombre durante algunos días o semanas
y luego a menudo disminuyen porque el cuerpo desarrolla inmunidad a la enfermedad pero
pueden presentarse rebrotes a intervalos regulares. Según los casos la enfermedad puede
desaparecer con el tiempo, se atenúa, perjudica a otros órganos o puede dar lugar a la muerte.

Phylum CILIOPHORA:

Los ciliados (cilium = párpado) poseen cilios cortos, dispuestos en hileras longitudinales
o diagonales, que les sirven para la locomoción y para la captura de alimento. Los cilios pueden
cubrir toda la superficie del cuerpo o estar restringidos a la región oral o aciertas bandas. En
algunas formas los cilios están fusionados en hojas o láminas llamadas membranelas ondulantes,
o en membranelas de menor tamaño, ambas utilizadas para introducir el alimento en la
citofaringe. En otras formas, pueden existir cilios fusionados formando penachos erectos
llamados cirros que se emplean para la locomoción en el caso de los Protozoos reptantes.
Un sistema de fibras, aparentemente estructural, además de los cinetosomas, constituye la
infraciliación, inmediatamente bajo la película. Cada cilio finaliza bajo la película en su
cinetosomas, de cada uno de los cuales surge una fibrilla que pasa a lo largo y por debajo de las
filas de cilios, reuniéndose con otras fibrillas de la misma fila. Los cilios, cinetosomas y otras
fibrillas de cada fila constituyen una cinetia. Parece que todos los Ciliados tienen un sistema de
cinetias, incluso aquellos que carecen de cilios en alguna fase de su ciclo vital. Aparentemente
parece que la infraciliatura no sirve para coordinar el batido ciliar sino que este probablemente se
produce por ondas de despolarización de la membrana celular, que se desplazan hacia atrás, de
forma similar a como lo hace un impulso nervioso.
La mayoría de los Ciliados son holozoicos; casi todos poseen una boca (citostoma) que en
algunas formas es una simple abertura, y en otras está conectada a una “garganta” o surco
ciliado. En algunos la boca está reforzada por salientes rígidas en forma de bastón, los triquitos,
que sirven para ingerir presas muy grandes; en otros como los paramecios, las corrientes de agua
provocada por los cilios llevan partículas de alimento de tipo microscópico hacia la boca.
Didinium tiene una prolongación a modo de trompa para atrapar a los paramecios de los que se
alimenta. Los Suctores paralizan a sus presas y digieren sus contenidos a través de tentáculos
tubulares, mediante un mecanismo de alimentación complejo que parece combinar la fagocitosis
con la acción de microtúbulos deslizantes en los tentáculos. Algunos ciliados tienen cuerpos
diminutos en su ectoplasma, entre las bases de los cilios, estos corpúsculos lanzan una estructura
larga y filamentosa. Estos son los llamados tricocistos y toxicistos. La función de los tricocistos
es defensiva; los toxicistos, expulsan un veneno que paraliza las presas de los Ciliados
“carnívoros”.
Poseen un gran macronúcleo (o más de uno) que rige las funciones vegetativas (metabólicas y
de desarrollo del organismo) y uno o varios pequeños micronúcleos importantes para la
reproducción. La forma del macronúcleo varía entre las distintas especies. El micronúcleo
participa en la reproducción sexual y da lugar a un macronúcleo tras el intercambio de material
micronuclear entre individuos. Los micronúcleos se dividen mitóticamente, mientras que los
macronúcleos lo hacen amitóticamente.
La película de los Ciliados puede consistir solamente en la membrana celular o, en algunas
especies constituir una armadura gruesa.
Los ciliados son protozoos más especializados y poseen varios órganos celulares para realizar
las distintas funciones vitales. Esto tiene como consecuencia una división del trabajo entre las
distintas partes del organismo, análoga a la que existe entre los sistemas de un animal
pluricelular.
Abundan en aguas dulces y saladas. Muchos son de vida libre, algunos comensales o parásitos de
otros animales y unos pocos son coloniales.
Paramecium caudatun: El cuerpo es alargado, romo en su extremo anterior, más ancho por detrás
del centro y cónico en el extremo posterior. Exteriormente posee una película elástica
diferenciada, la membrana, cubierta por finos cilios dispuestos en series longitudinales que
tienen todas las mismas longitudes, excepto un mechón caudal posterior de cilios más largos. Por
dentro de la membrana se distingue una delgada capa externa de denso ectoplasma que rodea a la
masa mayor y más granulosa de endoplasma líquido. El ectoplasma contiene numerosos
tricocistos en forma de huso, que alternan entre la base de cilios y que pueden descargar largos
filamentos útiles para la fijación o para la defensa. Desde el extremo anterior diagonalmente
hacia atrás se extiende un surco poco profundo, el surco oral, que llega hasta la mitad de la
superficie oral o inferior; en su extremo posterior está la boca o citostoma, esta se abre a un corto
conducto o citofaringe que termina en el endoplasma. En la citofaringe los cilios se hallan
fusionados para formar dos densas bandas longitudinales. En un lado, inmediatamente detrás de
la citofaringe, se halla el ano de la célula o citopigio visible cuando salen las partículas por él. En
el endoplasma se hallan las vacuolas digestivas, de tamaños diversos, que contiene materiales en
digestión, y hacia cada extremo del cuerpo celular hay una gran vacuola contráctil clara. El
pequeño micronúcleo redondeado está rodeado parcialmente por un gran macronúcleo. Existe un
sistema neuromotor o fibrilar, probablemente de función sensitiva, que coordina la acción de los
cilios.
Se alimenta de bacterias, otros pequeños protozoos, algas y levaduras.
Las vacuolas contráctiles regulan el contenido de agua del cuerpo y también puede servir para la
excresión de sustancias nitrogenadas como urea y amoníaco.
La reproducción puede ser por bipartición, conjugación, autogamia y endomixis. En la
conjugación se unen temporalmente dos individuos que intercambian materiales del micronúcleo
que se divide por mitosis. En la autogamia se produce una reorganización celular dentro del
mismo individuo que luego se divide en dos. En la endomixis el macronúcleo se reemplaza y el
núcleo se reorganiza.
Otros Ciliados de vida libre, comunes y muy llamativos, son Stentor, con aspecto de trompeta y
solitario, con un macronúcleo largo y arrosariado; Vorticella, con aspecto de campana y unido al
sustrato por un pedúnculo contráctil; Euplotes y Stylonychia, con cuerpo aplastado y grupos de
cilios fusionados (cirros) que funcionan como patas.
La especie Balantidium coli es un ciliado parásito, común en el intestino del cerdo y el único que
afecta al hombre (produce la balantidiosis porcina en el cerdo y la disentería balantidiana en el
hombre). Es el más grande de los protozoarios ciliados y de forma semejante al Paramecio. En el
hombre se haya no por comer intestino de cerdo sino que la infección se verifica,
probablemente, por quistes maduros llevados a la boca por la mano o con el alimento o el agua
contaminada. Esta enfermedad ocurre en 1% de la población humana, pero la tasa puede ser tan
alta como el 100% en cerdos. Puede ser encontrado también en monos y perros. A veces invade
la pared intestinal y produce úlceras. Una vez llegados al intestino los quistes se disuelven y
dejan en libertad al parásito (trofozoíto) que se dirige al ciego (apéndice) e intestino grueso
donde se nutren de partículas alimentarias  (fragmentos celulares, granos de almidón, materia
fecal y otra materia orgánica) y bacterias causando varias lesiones ulcerativas que a veces
ocupan todo el intestino. La invasión es ayudada por la enzima hialuronidasa la cual al ser
secretada produce úlceras redondas al igual que en la amibiasis. Los síntomas de la infección
incluyen: diarrea, dolor abdominal, disentería, nausea, vómitos, debilidad y pérdida de peso. El
diagnostico es confirmado encontrando los quistes en las heces mucoides y blandas. Medidas
higiénicas de todos lo que crían cerdos en establecimientos adecuados son importantes para
evitar la difusión del parásito.
Los Ciliados Suctores, presentan cilios durante la fase juvenil y de adultos desarrollan un
pedúnculo de fijación, se hacen sésiles y pierden sus cilios. No tienen citostoma, pero se
alimentan mediante tentáculos largos, finos y tubulares. Capturan sus presas vivas, generalmente
otros ciliados, mediante el extremo de uno de sus tentáculos y las paralizan. El citoplasma de la
presa fluye por el tentáculo captor, formándose vacuolas digestivas en el suctor. Su presencia es
común en las algas que crecen sobre el caparazón de las tortugas de las Galápagos (Anarma sp.,
sin pedúnculo ni teca). Otros representantes dulceacuícolas son Podophrya y Dendrosoma. En
agua salada se citan a Acinetopsis y Ephelota. Entre los parásitos se encuentra Trichophrya spp.
en diversos invertebrados y peces de agua dulce; Allantosoma se halla en el intestino de ciertos
Mamíferos, y Sphaerophrya vive sobre Stentor.)

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