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Barrón (2011) refiere que definir los celos es muy complejo porque actúan varios factores procedentes
de distintos niveles de análisis, como el individual (autoestima), el grupal (comparación social) y el
sociocultural (valores, normas, expectativas sobre las relaciones íntimas). Los celos no son una
emoción simple, sino un conjunto de varias emociones negativas como el miedo, la ira, la tristeza, la
impotencia, la angustia, etc. Los celos aparecen en distintos tipos de relaciones sociales (entre
amigos), las relaciones profesionales (entre colegas), las relaciones de pareja (en las parejas). Los
celos son reacciones protectoras que surgen ante una amenaza percibida contra una relación que
valoramos positivamente.
Fernández (2001) refiere como causa a la persona celosa, se le atribuye que viene configurada por
una vulnerabilidad psicológica, este factor de vulnerabilidad sería una necesidad de control de la
persona amada. Estos factores nucleares en el inicio y el mantenimiento del problema entroncarían
directamente con la historia de aprendizaje de la persona. En esta historia tendríamos que evaluar el
tipo de vínculo y de apego que ha establecido el sujeto con sus progenitores.
La inferioridad: se siente menos en relación a la persona con quien cela (baja autoestima).
La inseguridad: no se siente seguro consigo mismo, capaz de mantener una relación
permanente, fuerte y segura.
Tipos de celos
Celos reactivos: hace referencia a los celos que se experimentan como una reacción a la
infidelidad real de su objeto de amor. El hecho es real, el engaño es real. No hay patología.
Celos de sospecha: se refiere cuando hay indicadores pero no hay una escena concreta.
Celos imaginarios: hay un mínimo o ningún indicador. Se caracterizan porque la persona
percibe una escena y la pervierte, es decir, le pone contenidos que no existen en esa escena.
Al percibir la escena y elaboran contenido imaginario, este contenido no lo aceptan como
imaginario, lo convierten en una realidad. Es patológico.
En los resultados, respecto a la prevalencia general, en la categoría Muy Bajo se encontró el 1%; en
la categoría Bajo, el 8%; en la categoría Promedio bajo, el 28,33%; en la categoría Promedio, el 23%,
en la categoría Promedio Alto, el 17,33%; en la categoría Alto, el 19,67% y en la categoría Muy Alto,
el 2,67%.
Respecto a la prevalencia en las personas que se encontraban entre los 18 y 25 años, en la categoría
Muy Bajo se encontró el 1,31%; en la categoría Bajo, el 9,80%; en la categoría Promedio bajo, el
30,72%; en la categoría Promedio, el 23,53%, en la categoría Promedio Alto, el 15,03%; en la
categoría Alto, el 16,34% y en la categoría Muy Alto, el 3,77%.
Respecto a la prevalencia en las personas que se encontraban entre los 26 y 60 años, en la categoría
Muy Bajo se encontró el 0,68%; en la categoría Bajo, el 6,12%; en la categoría Promedio bajo, el
25,35%; en la categoría Promedio, el 22,45%, en la categoría Promedio Alto, el 19,73%; en la
categoría Alto, el 23,13% y en la categoría Muy Alto, el 2,04%.