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FACULTAD DE HUMANIDADES

Carrera de Psicología

DEPENDENCIA EMOCIONAL, AUTOESTIMA Y


CELOS EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS DE
LIMA METROPOLITANA

Trabajo de Investigación para optar el Grado Académico de


Bachiller en Psicología

LEYDI ADA DIANA LUZ TELLO TALEXIO

Asesora:
Mag. Katherine Susana Lingán Huamán

Lima – Perú
2020
Resumen

Este estudio tiene como objetivo relacionar la dependencia emocional, autoestima y celos
en estudiantes universitarios de Lima Metropolitana. Esta investigación se elaboró bajo un
enfoque correlacional simple. La muestra estuvo conformada por 360 estudiantes (128
hombres y 232 mujeres), cuyas edades oscilaban entre los 17 y 43 años; con un promedio
de 22 (DE = 3.15). Para la recolección de datos se utilizó la Escala Breve de Dependencia
Emocional (EBDE; Ventura, 2018), la Escala de Autoestima de Rosemberg (RSE; Ventura
et al., 2018), la Escala Breve de Celos (EBC; Ventura et al., 2018). Los resultados
correlacionales entre las dimensiones de la dependencia emocional y la autoestima,
únicamente muestran una relación significativa, negativa y con una magnitud pequeña (r=
-.28; p< .001) entre la baja autonomía y la autoestima positiva. Asimismo, se encontraron
correlaciones significativas y de magnitudes moderadas entre los celos y las dimensiones
de la dependencia emocional: necesidad de afecto (r = .482; p<.001), miedo al abandono
(r = .421; p<.001) y baja autonomía (r = .318; p<.001). Finalmente, no se encontró
correlación entre la autoestima y los celos. Los hallazgos y sus implicancias son discutidos
considerando la teoría psicológica vigente.

Palabras clave: Dependencia emocional, autoestima, celos, estudiantes universitarios.

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Abstract

This study aims to relate emotional dependency, self-esteem and jealousy in university
students from Metropolitan Lima. This research was carried out under a simple correlational
approach. The sample consisted of 360 students (128 men and 232 women), whose ages
ranged from 17 to 43 years; with an average of 22 (SD = 3.15). For data collection, the Brief
Scale of Emotional Dependence (EBDE; Ventura, 2018), the Rosemberg Self-Esteem Scale
(RSE; Ventura et al., 2018), the Brief Scale of Jealousy (EBC; Ventura et al., 2018). The
correlational results between the dimensions of emotional dependence and self-esteem only
show a significant, negative relationship and with a small magnitude (r = -.28; p <.001)
between low autonomy and positive self-esteem. Likewise, significant and moderate
magnitude correlations were found between jealousy and the dimensions of emotional
dependence: need for affection (r = .482; p <.001), fear of abandonment (r = .421; p <.001)
and low autonomy (r = .318; p <.001). Finally, no correlation was found between self-esteem
and jealousy. The findings and their implications are discussed considering the current
psychological theory.

Keywords: Emotional dependency, self-esteem, jealousy, university students.

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Introducción

En la actualidad, las personas se relacionan entre si ya que forma parte de un proceso


natural en la vida del ser humano. Sin embargo, cuando la relación de pareja no es saludable
surgen diversos problemas uno de los cuales y mas más frecuentes a nivel mundial es el daño
físico y psicológico, que sufren las personas dentro de una relación sentimental toxica. Según
la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2017), cerca de 300 millones de individuos
desde el 2005 hasta la actualidad, tienen depresión. Ante ello, una de las principales causas
es la ruptura que experimentan en una relación sentimental. Asimismo, otro indicador ante
estos resultados es la violencia que por lo general son las mujeres las más afectadas en un
30 % en el mundo. Asimismo, reveló que el 38% de las mujeres asesinadas, fueron
ejecutadas por su propia pareja. Lo preocupante de esta terrible situación es entender cómo
y por qué tantas mujeres permiten agresiones y continúan la relación con la misma persona
que las lastimó. El feminicidio, atentados y violencia hacia la mujer, son el resultado de
múltiples factores que intervienen en la decisión de algunas mujeres, quienes han dado una
segunda o hasta más oportunidades a la misma persona que prometió no lastimarlas.

El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI, 2017) señaló en la Encuesta


Demográfica y de Salud Familiar (ENDES, 2016) porcentajes alarmantes sobre casos de
mujeres víctimas de violencia por parte de su pareja en un 68.2%, aunque este número
disminuyó en un 5.9% con respecto al año 2012, en el que el porcentaje fue de 74.1 %.
Asimismo, en una investigación realizada por el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM,
2016) se obtuvieron datos igual de sorprendentes, y es que las mujeres, quienes actualmente
conviven con sus parejas, fueron víctimas de maltrato en un 35. 6 %, en las diversas formas
de agresión. La mayoría de estas mujeres piensan que dejando pasar una situación de
agresión independientemente la forma como se, el problema dejará de continuar (Deza,
2012).

A nivel internacional, la dependencia emocional es elevada. Lemos (2012) encontró


que el 24.6% de la muestra del sexo masculino presentaban tendencias a ser dependientes
emocionales. En cuanto a la muestra femenina se evidenció una proporción más alta, con
74.6 %, convirtiendo este dato en preocupante. Por ende, no hay diferencia en cuanto al sexo
cuando una persona dependiente es sometida a maltratos de cualquier tipo, ya que la persona
llega a aceptar una forma tóxica de amar. Esta idea en la actualidad está generando mucho

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interés en los investigadores ya que no solo se estarían abarcando las reacciones en el
momento del hecho sino en cómo la suma de varios factores hace que la persona llegue a tal
punto de priorizar por sobre todas las cosas a la pareja. Castelló (2005) indica que la
dependencia emocional es entendida como:

Una extrema y continua necesidad afectiva, que obliga a quienes la padecen a


satisfacerla en el ámbito de las relaciones de pareja, donde el dependiente asume un
rol pasivo y su pareja un rol dominante, viviendo por y para ella (p.22).

Por su parte, Agudelo y Gómez (2010) determinaron en la muestra de su


investigación presentaban un estilo más rígido en sus sentimientos de dependencia
emocional. No obstante, los investigadores concluyeron que mientras la persona sea más
joven el nivel de dependencia será menor. Asimismo, en Ecuador, Jácome y Pérez (2011)
encontraron que un 75 % de las mujeres dependientes emocionales tenían las edades entre
25 a 50 años, quienes presentaban un nivel alto de dependencia emocional hacia la pareja.

Por su lado, Pasapera (2018) indica que la dependencia emocional y la autoestima


son variables que se relacionan, ya que tanto varones como mujeres se encontraban dentro
del nivel medio entre las variables. Ante ello, es conocido en el campo de investigaciones
que la autoestima ha sido estudiada de manera aislada con otras variables, muchos de los
interesados han tomado la iniciativa de correlacionarla con la dependencia emocional para
estudiar a profundidad las razones del porqué tales decisiones en la relación de parejas, en
ese sentido el Pasapera (2018) añade que:

La autoestima es entendida como la propia valoración que la persona tiene sobre sí


mismo, siendo estos aspectos positivos o negativos. Es por ello por lo que es
importante también considerar esta variable como parte de la investigación. (p.11)

En cuanto a la manera de expresar los sentimientos, esto puede presentarse en menor


o mayor intensidad, dependiendo la situación que la persona este experimentando dentro de
su relación sentimental.

Por último, la dependencia emocional se expresa a través de los sentimientos de


celos. White y Mullen (1989) señalaron que la dependencia emocional se caracteriza por la
presencia de emociones complejas, que pueden ser influenciados por variables como la
cultura, características psicológicas propias de la persona, situación y tipo de relación. La
intensidad como se expresa este sentimiento se asocia con las circunstancias y conductas, a

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medida que sean provocadas. En ese sentido, Echeburúa y Fernández (2010) definen a los
celos como una emoción que se presentan de manera brusca y transitoria; que obstaculiza
significativamente le relación sentimental. En una investigación realizada por García,
Gómez y Canto (2009) obtuvieron diferencias significativas en la manera de expresar los
sentimientos de celos tanto en hombres como mujeres ante una infidelidad, emocional y
sexual. Asimismo, en una investigación realizada por Rifai (2018) los resultados mostraron
que mientras exista en la pareja una sensación conductual de búsqueda por afecto o expresión
de los sentimientos, estos podrían tener o no efectos adaptativos en la relación en el futuro.

A partir de lo discutido, se plantea la pregunta de investigación: ¿Existe relación entre


la dependencia emocional, autoestima y celos de los estudiantes universitarios?

Dependencia emocional

La dependencia emocional es la necesidad de sentir afecto y protección de otras


personas. La persona dependiente siente que su autoestima se incrementa cuando sus
emociones son correspondidas por la pareja, al igual que su vitalidad y motivación para la
realización diversas actividades. Sin embargo, esto cambia cuando la persona experimenta
una ruptura sentimental, presentando distorsiones en el ámbito familiar, social, laboral y
sobre todo emocional (Llano & López, 2017).

El diccionario de psicología define la dependencia como:

Como un patrón crónico de demandas afectivas frustradas a nivel emocional, ya que


busca desesperadamente satisfacerse mediante relaciones interpersonales estrechas.
Esta búsqueda resulta destinada al fracaso o, en el peor de los casos, a un
desequilibrio precario para la persona (Consuegra, 2010, p. 67).

La American Psychiatric Association (2014) define a la dependencia emocional


como una forma dominante y excesiva que una persona presenta ante la necesidad de
protección en todo momento, y cuando eso no ocurre experimenta miedo ante una posible
separación.

Por su parte, Aiquipa (2015) indica que la dependencia emocional implica


condiciones subordinadas en la relación sentimental. En este contexto, la persona no es

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consciente de que los actos que su pareja este haciendo con él o ella, sean vistos como
acciones negativas por otros ajenos a la relación.

Llano y López (2017) definen que la dependencia emocional es un problema


alarmante en la sociedad, puesto que no solo son las mujeres quienes muestran lo demuestran
la mayoría de las investigaciones, ya que incluso estudiantes de escuelas o preparatorias
vienen presentan signos de dependencia emocional. Los resultados en la mayoría de los
evidencian violencia conyugal, suicido e incluso homicidios, como consecuencia de las
sobre exigencias de demandas afectivas no realizadas a la persona dependiente. Por lo que
los autores llegaron a la conclusión de que la dependencia emocional se presenta en todas
las etapas del desarrollo de la persona, pero es más evidente entre la juventud y adultez.

La dependencia emocional exige de manera exagerada y persistente a la pareja con


la finalidad los deseos en la relación sentimental. Lo general que se espera dentro relación
de pareja es que la expresión de afecto no sea obstinante para ambos, es decir, no se debería
de presentar situaciones de incomodidad o sufrimiento (Castelló, 2005).

Castelló (2005) divide a la dependencia emocional en seis dimensiones. La primera


es la ansiedad a la separación, en la cual la persona dependiente experimenta emociones de
miedo ante el alejamiento de la pareja. La constante preocupación de pérdida del vínculo
afectivo está asociada con una excesiva desconfianza en la relación (American Psychiatric
Association, 2000). La segunda dimensión se refiere a la expresión afectiva como una
situación de ausencia que la persona siente para expresar su afecto hacia su pareja con la
finalidad de reafirmar la relación amorosa. Se puede ver con la falta o demanda de un amor
incondicional en el cual la persona está dispuesta hacer constantes muestras de afecto a la
pareja (Lynch, Robins & Morse, 2001). La modificación de planes es la tercera dimensión,
esta consiste en que, de manera consciente o no, se accede fácilmente a modificar planes
cuando ya se estaba definido con el fin de satisfacer a la pareja. Asimismo, el autor añade
que para la persona es muy importante estar al pendiente hasta el más mínimo deseo, gusto
o preferencias de la pareja. El miedo a la soledad es la cuarta dimensión, esta hace referencia
a que la persona dependiente siente miedo a no tener una relación. El autor afirma que hay
una necesidad de búsqueda constante hacia la pareja. La antepenúltima dimensión es la
expresión límite, es decir, son situaciones extremas que la persona dependiente puede llegar
hacer ante la ruptura, separación o alejamiento de la pareja. Finalmente, la búsqueda de
atención es la sexta dimensión. Es la manera más constante de búsqueda de atención de la

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otra persona con el fin de preservar la relacion amorosa. Esta búsqueda puede resultar en el
caso de algunos dependientes una situación de tendencia histriónica (Morse, Robins &
Gittes, 2002).

Cabe mencionar que la dependencia emocional al inicio formaba parte de los temas
relacionados a la expresión afectiva en la familia, ya que la persona dependiente se considera
parte de una familia desestructurada con roles de sumisión y dominación de los miembros.
Asimismo, Castelló (2005) señala que el problema de dependencia emocional se genera a
partir de cuatro causas. La primera son las carencias afectivas en la etapa temprana, es decir,
a través de los esquemas que son almacenados en la memoria y que permiten interpretar la
realidad de manera eficaz y eficiente. Al almacenarse inadecuadamente las relaciones
interpersonales se vean afectadas por la expresión de conductas y sentimientos equívocos.
Por ende, es importante el desarrollo de la experiencia temprana, ya que ello permitirá una
mejor adecuación de la personalidad en la expresión de los sentimientos (Millón & Davis,
1998).

La segunda causa hace referencia al foco en fuentes externas de la autoestima, esto


se refiere a la búsqueda permanente de la expresión de afecto y atención de otras personas.
Esta vinculación afectiva será más propensa a realizarse con aquellas personas que no
muestren dichos sentimientos por el mismo hecho de la presencia de esquemas
disfuncionales que la persona tiene de uno mismo.

La tercera causa hace referencia a los factores biológicos, tomando en cuenta el sexo
y estado de ánimo de la persona. En cuanto a los varones, estos tienen poca facilidad de
conectarse más sentimentalmente que las mujeres. Cuanto más grande sea la carencia
afectiva en la edad temprana, es más probable que las futuras relaciones sean insatisfactorias
generando la presencia de la dependencia emocional. En cuanto al temperamento o estado
de ánimo, hay mayor disponibilidad de una relación afectuosa en parejas con una
desvinculación adecuada. Esto puede ser por una predisposición genéticamente o a
antecedentes familiares con un tipo de psicopatología dependiente.

Finalmente, la cuarta causa se refiere a los factores culturales. Debido a que existen
diferencias entre el sexo masculino y femenino en cuanto a la cultura. Existen culturas en
las que los modelos de parejas se conforman a partir de hombres que son vistos como el sexo

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más fuerte, posesivo, agresivo y menos afectivo. Por el contrario, las mujeres forman parte
del sexo más débil, sumiso y dependiente de la pareja.

En el Estudio Epidemiológico Metropolitana en Salud Mental (2002) que se realizó


en Lima Metropolitana y Callao, observaron la importancia del tipo de relación que se
establece entre las parejas. En este estudio se encontró que los problemas que se generan en
las relaciones amorosas pueden llevan a deseos suicidas con un porcentaje de 31.9 % y de
intentos suicidas con el 45.1 %. Los datos que se presentaron fueron realmente alarmantes
por el alto porcentaje. Por su parte, Castelló (2005) indica que las personas dependientes
pueden tener conflictos y distanciamientos con amigos e incluso familiares con tal de
defender la relación, pueden presentar problemas de ansiedad, constantes desprecios hacia
uno mismo, dejar de cumplir con las labores con el único propósito de satisfacer a la pareja.

Asimismo, la dependencia emocional está relacionada en cómo la persona se percibe


a sí mismo, lo cual se le conoce como autoestima. Actualmente, esta variable viene siendo
definida de diferentes formas. Por una parte, es la apreciación o valoración que cada persona
se tiene sobre sí mismo, importante debido a que es una muestra de la dignidad en la
humanidad (Rice, 2000).

En la presente investigación la dependencia emocional será estudiada desde tres de


sus dimensiones principales. La primera es la necesidad de afecto, definida como la
búsqueda de mostrar afecto por parte de la persona dependiente que cuando el sentimiento
no es reciproco tiende a experimentar situaciones de pena y dolor. Asimismo, el miedo al
abandono se considera como un sentimiento de temor o pensamientos de intranquilidad que
presenta la persona cuando percibe un abandono o fin de la relación sentimental. La baja
autoestima se vincula con la dificultad de tomar decisiones, optar por otra opinión, desistir
o cambiar los planes con la finalidad de satisfacer a la pareja, además, aunque de manera
implícita la persona dependiente muestra una conducta de sumisión y baja percepción
(Ventura, 2018).

Autoestima

Purkey (1979) define a la autoestima como un sistema complejo y dinámico en las


personas porque implican las creencias más importantes y verdaderas sobre uno mismo.
Algo similar, sostiene Shavelson, Hubner y Stanton (1976), quienes mencionan que la

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autoestima es el autoconcepto que la persona tiene sobre su vida a base de la experiencia en
su medio natural pero varía en cada persona, ya que depende mucho del interés, deseos o
cultura de cada persona.

Para Bonet (1997) la autoestima es la manera de percibirse y describirse sobre uno


mismo, tomando en cuenta los aspectos negativos o positivos, sobre todo, en cuan capaz se
siente la persona de resolver conflictos y defender sus valores de otras personas. Tal como
Branden (1995) ya que indica que la autoestima consiste en la disposición de ser competente
con los desafíos básicos presentes en la vida.

La autoestima es, por lo tanto, parte esencial y significativa en la vida de la persona.


McKay y Fanning (1991) lo definen como el autoconcepto fundamental en el ser humano,
ya que tener un autoconcepto positivo constituye un marco de referencia desde el que
interpreta la realidad externa y las propias experiencias del individuo, influyendo en el
rendimiento, expectativas, motivación y salud mental (Steiner, 2005). En pocas palabras, la
autoestima se conforma de la suma de confianza y respeto hacia uno mismo. Asimismo,
Steiner (2005) señala que es un reflejo de la autocrítica de las habilidades que se tiene para
enfrentar a los retos o desafíos de la vida, con la única finalidad de vivir bien y feliz. Esto
mediante la valentía de sentirse capaz, preparado y valioso para la resolución de los
problemas o situaciones difíciles diarias.

Coopersmith (1996) señala que las personas presentan distintos niveles de percepción
sobre la realidad. Por lo que está constituida por la autoestima personal, haciendo referencia
a la autoevaluación propiamente dicha de la persona. Es decir, sobre sus cualidades,
capacidad, importancia y dignidad a su juicio personal. La segunda es la autoestima respecto
al plano académico, esto consiste en la manera en que la persona se evalúa en el ámbito
escolar. El área familiar viene a ser la tercera dimensión con ello se hace referencia a las
interacciones con cada uno de los integrantes de la familia de la persona. Finalmente, el área
social es parte importante en el desarrollo de la autoestima porque el individuo analiza sus
relaciones con los demás. Estas dimensiones comparten información con lo desarrollado por
Craighead, McHale y Pope (2001), quienes determinaron que la autoestima puede observarse
mediante el área corporal, es decir, cuando la persona determina su valor y reconocimiento
sobre sus cualidades.

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García (2006) señala que la primera dimensión de la autoestima es el estado físico,
esto hace referencia a la manera en el que la persona se siente atractivamente bien. Por su
parte la dimensión social, se relaciona con la aceptación o rechazo por parte de sus pares. En
cuanto a la dimensión afectiva, indica una interiorización más profunda porque hace
referencia a las percepciones propias de cada persona dependiendo su personalidad. Por
último, está la dimensión ética, con esta se pretende que la autoestima sea capaz de respetar
e interiorizar las normas y valores.

Para la formación de la autoestima, Echevarría (2008) afirma que la autoestima no


es innata, sino que se adquiere y se genera como resultado de la historia de cada persona.
Además, es el fruto de una larga y permanente secuencia de acciones y pasiones presentes
en el ser humano durante su existencia. De acuerdo con Craig (1998), la formación de la
autoestima va desde la gestación, el periodo prenatal y en los años siguientes al nacimiento,
quien alrededor de los años aprenderá todo lo que perciba en su entorno.

Rosemberg (1979) señaló que la autoestima puede dividirse en tres tipos de niveles
alta, moderada y baja. La primera hace referencia a la persona capaz de aceptarse tal y como
es. Esta persona presenta autodeterminismo, es decir, con la total libertad de elegir y valorar
acciones de forma positiva (Deci & Ryan, 2000). Rodríguez, Pellicer y Domínguez (2012)
indican que estas personas tienen el alma competitiva, respeto hacia los demás, integridad,
honestidad y responsabilidad en todo momento. Estas personas se caracterizan por saber
controlar y afrontar situaciones de frustración con la mejor actitud llegando a tener resultados
altamente positivos (Ramírez, 2009). Asimismo, conocen sus cualidades, defectos y
virtudes; por lo que es muy difícil que ante una situación de fracaso experimente inseguridad
personal, malestares físicos o psicológicos (Baumeister, Campbell, Krueger & Vohs, 2003).

Por su parte, las personas con autoestima con un nivel medio muestran un lado
optimista ante las situaciones con su pareja, pero en su interior suelen experimentar cierta
inseguridad y esto no les permite aceptarse totalmente. Generándoles que siempre estén
haciendo cosas para tener la aprobación social y de alguna manera fortalecer su valoración
(Coopersmith, 1987). Según Chavarry (2008) estas personas cuando están en situaciones
estables pueden ser capaces de mantenerse dentro una valoración perfecta para ellos; sin
embargo, cuando ocurren situaciones de crisis tienden a experimentar distintas dimensiones
negativas propias de la persona.

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Finalmente, en el nivel bajo, estas personas suelen sentirse inferiores a los demás.
Algunas veces suelen denigrar a los demás proyectando sus propios sentimientos (Mora &
Raich, 2005). Para Rodriguez (2012) la persona con un bajo nivel de autoestima experimenta
más situaciones de aprobación a diferencia de aquellos que están en un nivel medio. Algunas
características de estas personas es que son demasiados sensibles a la crítica por parte de los
demás, sus pensamientos suelen ser negativos la mayor parte del tiempo, están más
predispuesto a tener relaciones dependientes y ser sometidos a actos de explotación por parte
de los demás.

En cuanto a la relación de la dependencia y autoestima, Mayor (2000) y Castelló


(2005) indican que la dependencia emocional puede ser causada y mantenida por la baja
autoestima general y el pobre autoconcepto, por un déficit de asertividad al relacionarse con
la pareja, escasas habilidades para la relación con problemas del día a día y del contexto
familiar, carencia de estrategias de afrontamiento que la ayuden a calmar el síndrome de
abstinencia al encontrarse sin la pareja.

Asimismo, en la presente investigación se abordará la autoestima desde la propuesta


de evaluación elaborada por Rosemberg (1989), quien determinó un patrón de respuestas
dicotómicas en las dos dimensiones de la escala. La primera dimensión es la autoconfianza
o satisfacción personal, conocida también como autoestima positiva. Se relaciona con el
saber o conocimiento que la persona tiene sobre los diferentes aspectos de su vida. Por su
parte, la segunda dimensión se refiere al autodesprecio o devaluación que la persona tiene
sobre sí misma, conocida también como autoestima negativa (Ventura, 2018).

Celos

El afecto hacia la pareja se expresa mediante los sentimientos, pero cuando esto exige
más de lo normal pueden ser confundidos por los celos. Marina y López (1999) lo definen
como comportamientos de la persona, ya sea real o imaginario que generan molestias, ira,
temor y envidia en la relación sentimental. Ante ello la persona siente una amenaza extrema
de que la pareja se aleje.

A esta definición se añade lo expresado en el Diccionario de la Real Academia


Española (1984) indicando que los celos se presenta ante la sospecha, incomodidad y recelo
ante situaciones en el que la pareja brinde afecto a otra persona.

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Castilla (2000) indica que los celos son manifestaciones angustiantes ante una
posible separación de la pareja. Los celos forman parte los estados afectivos con relación al
miedo de la pérdida sentimental (Cardone, 2002). Por su parte, Barrón (2007) añade que
están relacionados con la manera de pensar, sentir y actuar ante una situación de amenaza
en la relación amorosa. Esta expresión o respuesta se pueden relacionar mediante
componentes internos y externos, propios de la persona. Asimismo, estos celos pueden estar
vinculados con la violencia hacia la pareja, ya que la desigualdad y poder son definidos en
la relación sentimental (Gonzales, 2005).

Por su parte, Barreto (2011) definió a los celos como amenazas e inseguridades de
una persona hacia su pareja. Esta manera de expresar los sentimientos con el tiempo se
vuelve difícil de manejar aun si la persona no se da cuenta de lo extremo que está resultando
su conducta errónea hacia su pareja. Es lamentable, pero en la mayoría de los casos se opta
por culpar a la otra persona de los sentimientos negativos porque para la persona es difícil
aceptar que está en una situación equivocada. Los celos son responsabilidad propia de quien
lo siente y expresa (Barrios, 2009). Sin embargo, Vargas (2007) menciona que son los
sentimientos de celos son mecanismos para mantener activa y controlada la relación
sentimental.

Las conductas celotípicas responden a factores que los desencadenan. Barrón y


Martínez (2001) indicaron que el primer factor es biológico, es decir, se relaciona con el
estado orgánico o base de las conductas de celos. Estos podrían formar parte de un cuadro
esquizofrénico, antecedentes de consumo de alcohol o enfermedades hereditarias dentro de
los miembros de la familia. Los mismos autores señalaron que la presencia de un cambio
físico es valorada por la persona celosa. El segundo factor son los psicológicos, que se
consideran como los aspectos de la personalidad tanto de la persona como de su pareja. Esto
se debe a las características en ambos tienen en común para la comunicación e interacción.
Finalmente, están los factores sociales dentro del entorno en el cual la persona realiza sus
actividades cotidianas involucrando la cultura de cada persona. Al igual que estos autores
describen los factores, Calixto (2013) desarrollo una investigación similar considerando a
los celos con tres causas. La primera se refiere a las causas biológicas, es decir, en el caso
de los varones se expresa mediante la emoción de la ira. Es aún más cuando la situación de
celos involucra el lado sexual. En cuanto a las mujeres, es más notable en el aspecto
sentimental que su pareja pueda tener hacia otra persona. Los varones tienen una mayor

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predisposición en el organismo por la presencia de una hormona denominada vasopresina,
lo que produce en ellos que tengan relaciones superficiales. La segunda causa es la
psicológica, esto hace referencia a la expresión de las emociones de miedo e inseguridad
ante la posible pérdida de la pareja sentimental. En algún momento de nuestras vidas o de
manera específica dentro de una relación amorosa se suelen presentar situaciones de celos,
claro está que varía en cada persona la intensidad de respuesta. Sentir celos no está mal
siempre y cuando estas sean en dosis pequeñas. Sin embargo, el problema es que si la persona
siente más de lo normal y con consecuencia de ello no sabe controlar esa emoción. Hay
momentos en que los celos ayudan a pensar y poner lo realmente importante de la relación;
de alguna cuidarlo de los pensamientos negativos. Finalmente, la causa social se vincula con
la influencia de los terceros.

Martínez (2013) indicó que la aparición de los sentimientos de celos puede darse en
cualquier tipo de relación. Sin embargo, es más común que se genera en la relación de pareja.
Dentro de estas relaciones existe la predisposición de escenas de celos como
desencadenantes a los problemas, que no solamente afectan al aspecto sentimental, sino que
va abarcando el lado social, cognitivo y, sobre todo, conductual con las respuestas ante un
posible alejamiento de la pareja. Esto puede ser cuando en la persona empiezan aparecer a
dudar y crear ideas de una real o imaginaria tercera persona dentro de la relación. Se generan
pensamientos de traición por parte de la pareja y al no poder controlar estos sentimientos la
conducta es cada vez más hipervigilante e insegura.

Por su parte, Méndez (2014) señala que hay constructos que motivan a la aparición
de los celos en la persona. El primero hace referencia al sentimiento de posesión hacia la
pareja, este es visto como un acto propio de pertenencia hacia la otra persona. Los seres
humanos nos caracterizamos por ser independientes y actuar de manera voluntaria. Por ese
motivo no se debería ejercer o al menos dejar el control sobre la pareja, ya que debería primar
la confianza y comunicación. También hace referencia al temor incontrolable a perder a la
persona amada, es decir, la persona tiene poco o nada de seguridad con la persona que se
ama. Temor a la soledad, esto se origina ante la pérdida de la pareja. Temor a no encontrar
otra pareja, esto puede generar desesperación en la poca posibilidad de volver a iniciar una
relación amorosa. Inseguridad y baja autoestima, esta situación genera estar en todo
momento en estado de alerta con la aparición de una tercera persona en la relación amorosa
y finalmente la imaginación como arma poderosa, en el todo el pensamiento se torna en

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fantasías irreales ante situaciones en las que los sentimientos lógicos y coherentes no tienen
valor.

Romero (2012) indica la existencia de cuatro tipos de celos. En los celos normales,
se genera los sentimientos y emociones negativos puntuales. Son los más comunes que se
puede tener en la relación amorosa ante el temor de pérdida. En él también interviene las
propias inseguridades hasta el punto de pensar que otra persona está en medio de la relación.
Respecto a los celos patológicos, la emoción presenta una falta de fundamento porque los
pensamientos se basan en la irracionalidad sobre la pareja. En cuanto a los celos proyectados,
es decir, son los deseos inconscientes de una supuesta infidelidad por parte de la persona que
siente celos y, finalmente, los celos delirantes, haciendo referencia al mismo generado por
la misma persona.

Dependencia emocional, autoestima y celos

Con la información obtenida se pudo evidenciar que hay muchas investigaciones que
relacionan la dependencia emocional y la autoestima, mientras que son escasas las
investigaciones que consideran también la variable celos. Tal como lo señala Castelló
(2000): “La dependencia emocional es un concepto utilizado con cierta frecuencia, pero que
no ha sido claramente delimitado ni estudiado con otras variables” (p, 3).

Es así como la autoestima está relacionada con la dependencia emocional, ya que la


persona dentro de una relación sentimental exige que se cumplan sus deseos de exclusividad,
está pendiente en todo momento de la aprobación o aceptación de los demás (Pradas &
Perles, 2012).

Por ende, no hay duda de que la autoestima es una pieza importante en el control del
estado emocional de la persona. Es por ello por lo que Naranjo (2007) señala que “la
autoestima es un factor relevante en la vida de la persona” (p. 8).

Asimismo, Buunk (1982) asegura que la dependencia emocional, autoestima y celos


tienen cierta relación, pero con diferencias significativas con respecto al sexo, es decir,
mujeres y varones expresan sus sentimientos de manera diferente. Por lo tanto, los celos no
solo están relacionados con lo explícito de la autoestima, sino que también se relaciona con
el sexo de la persona que lo experimenta, ya que los hombres celosos tienen una baja

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autoestima explicita a diferencia de las mujeres que tienen un mayor nivel de autoestima
implícita (Steiger, Preyss & Voracek, 2012).

Antecedentes

Villa et al., (2017) desarrollaron una investigación sobre violencia en el noviazgo,


dependencia emocional y autoestima. El objetivo del estudio fue relacionar las variables con
las diferencias de inter- género y nivel educativo. La muestra estuvo conformada por 226
estudiantes pre – universitarios y universitarios, de la Facultad de Psicología y el IES
“Aramo”, ambos de España. Las edades de los estudiantes oscilaban entre 15 y 26 años. Se
aplicaron la Escala de Autoestima de Rosemberg, el Inventario de Relaciones
Interpersonales y Dependencias Sentimentales y el Cuestionario de Violencia entre Novios.
Los resultados indicaron la existencia de correlación pequeña entre la dependencia
emocional y autoestima (r = .158), respectivamente con un nivel de significancia de (p <.05).
Asimismo, respecto al grado de victimización entre el género las correlaciones fueron
significativas (t =.347), con un tamaño de efecto moderado entre las variables. Los
investigadores llegaron a la conclusión que los estudiantes obtuvieron estadísticamente las
puntuaciones más bajas en autoestima y las más elevadas en dependencia emocional.

Peralta (2018) investigó acerca de la dependencia emocional y los celos. El objetivo


de su investigación fue confirmar si existía relación entre dichas variables, mediante un
estudio transversal. La muestra estuvo conformada por 150 estudiantes, cuyas edades
oscilaban entre 18 – 25 años, de un Instituto Público de Trujillo. Los participantes fueron
evaluados con el Inventario de Dependencia Emociona (IDE) y el Inventario de Exploración
en la relación de pareja en adultos tempranos. Los resultados mostraron que existe una
correlación positiva moderada entre las variables de dependencia emocional y celos. Así
mismo es altamente significativo por estar debajo (p<0.01). Asimismo, se evidencia una
correlación positiva media (r=.428) entre la dimensión de miedo e intolerancia a la soledad,
con las dimensiones de celos. El autor concluyo que las variables se correlacionan entre sí
(r=.472).

Narváez (2018) desarrolló una investigación sobre la dependencia emocional y los


niveles de autoestima. El objetivo fue determinar la relación entre ambas variables mediante
un estudio descriptivo, correlacional y transversal. La población estuvo constituida por 250

16
jóvenes estudiantes de la Universidad Católica Sedes Sapientiae de la Facultad de Ciencias
de la Salud de la carrera profesional de Enfermería, cuyo rango de edad fue de 16 a 27 años,
de ambos sexos, pertenecientes a una relación de pareja o no. Se aplicaron el Inventario de
Dependencia Emocional y el Inventario de Autoestima de Coopersmith. Los resultados
indicaron relación baja entre la dependencia emocional y los niveles de autoestima (r = .15;
p =. 34). Concluyó que la dependencia emocional no necesariamente está relacionada con la
autoestima, sino que involucra otros factores como el temor ante una situación al estar sin
una pareja, experiencias de pérdidas de personas significativas, maltratos y carencias en la
infancia por alguien significativo de la persona.

Espinosa y Flórez (2019) investigaron acerca de la relación entre autoestima y celos.


El objetivo del estudio fue correlacionar las variables, mediante un enfoque cuantitativo. La
muestra estuvo compuesta por 295 estudiantes de la Universidad de la Costa, las edades
oscilaron entre 18 y 24 años; de ellos 140 eran varones y 151 mujeres. Los datos se
recolectaron mediante la Escala de Autoestima de Rosemberg, adaptada al español mediante
la Escala de Celos Románticos de Montes y Berges (1989) y el Cuestionario
sociodemográfico. Los resultados mostraron una relación negativa y estadísticamente
significativa entre la autoestima y celos hacia la pareja (r = - .30; p < 0,001). Por otro lado,
no hubo diferencias estadísticamente significativas en el nivel de autoestima entre hombres
y mujeres (t = .942ns); mientras que sí hubo diferencias estadísticamente con la variable
celos (t = -.369), demostrando que las mujeres presentaban un mayor nivel de celos en
comparación con los hombres. Los autores llegaron a la conclusión los participantes se
encuentran en un nivel alto de la autoestima, comprendiendo la autoestima como la
predisposición a experimentarse como componente para afrontar los desafíos de la vida. Así
mismo, la mayoría de los participantes manejan niveles medios en celos.

Camaiora (2018) desarrolló una investigación sobre dependencia emocional,


autoestima general y contingente. El objetivo de la investigación fue describir la relación
entre las variables mencionadas. La muestra estuvo conformada por 163 mujeres dentro de
una relación de pareja, cuyas edades oscilaban entre 18 y 45 años. Se aplicaron el Inventario
de Dependencia Emocional (IDE), la Escala de Autoestima de Rosemberg y la Escala de
Autoestima Contingente a las Relaciones de Pareja. Los resultados demostraron tener una
relación estadísticamente significativa (p < .01) y una correlación moderada entre la
dependencia emocional y la autoestima a las relaciones de parejas (r = - .684). Concluyó

17
que a mayor dependencia emocional hay una menor autoestima general en mujeres en una
relación de pareja.

Steiger et al. (2012) desarrollaron una investigación sobre celos románticos,


autoestima explicita e implícita. El objetivo de la investigación fue correlacionar las
variables. La muestra estuvo conformada por 154 voluntarios, cuyas edades oscilaron entre
19 y 60 años. Se aplicaron la Escala de Autoestima, la Escala Multidimensional de Celos y
la Escala de Celos Sexuales. Los resultados evidenciaron correlación alta entre las variables
(r = .43) y con un nivel alto de significancia (p < .001). En cuanto a la autoestima las mujeres
mostraron diferencias significativas (t = 2.18; p = 0.03), con respecto a los varones. Los
investigadores concluyeron que los celos no solo están relacionados con lo implícito e
explícito de la autoestima, sino que están asociados al sexo de las personas.

González y Hernández (2014) realizaron una investigación sobre dependencia


emocional entre estudiantes varones y mujeres. El objetivo fue describir los esquemas
desadaptativos y las diferencias en la dependencia emocional en jóvenes de la provincia de
Almeria. La muestra fue de 238 estudiantes de una escuela secundaria pública y privada (128
y 110, respectivamente); las edades de los estudiantes oscilaban entre 16 y 19 años. Se aplicó
el Cuestionario de Dependencia. En cuanto a los resultados encontraron que los jóvenes que
presentaban dependencia emocional estaban dentro del 18.1% (43 estudiantes), siendo 16
mujeres y 27 hombres (t =. 87). Finalmente, concluyeron que en función del género se
determina si una persona va a experimentar dependencia emocional.

Se tiene como justificación teórica brindar evidencias empíricas de las tres variables
del estudio, debido a que no se han reportado antecedentes que relacionen estas tres
variables, por ende, los resultados de esta investigación podrán ser considerados como base
para realizar posteriores estudios bajo estas variables, permitiendo tener una amplia
información sobre esta problemática. Ante ello, se describirá la relación entre la dependencia
emocional, autoestima y celos; con la finalidad de incrementar nuevos resultados sobre el
tema a la psicología actual.

En cuanto a la justificación práctica, para este trabajo estudio se utilizarán los


cuestionarios que serán dirigidos a cada uno de los estudiantes de la universidad. Ello para
determinar la relación entre la dependencia emocional, autoestima y celos en los estudiantes.
Una vez recolectada la información se procedió a demostrar su validez y confiabilidad para

18
que puedan ser utilizados en posteriores trabajos de investigación o centros que ayuden a
superar conflictos en la relación de pareja.

Objetivo general

Establecer si existe relación entre la dependencia emocional, autoestima y


celos en los estudiantes universitarios de Lima Metropolitana.

Objetivos específicos

O1. Establecer si existe relación entre las dimensiones de la dependencia emocional


y las dimensiones de la autoestima en estudiantes universitarios de Lima
Metropolitana.

O2. Establecer si existe relación entre las dimensiones de la dependencia emocional


y los celos en estudiantes universitarios de Lima Metropolitana.

O3. Establecer si existe relación entre las dimensiones de la autoestima y los celos
en estudiantes universitarios de Lima Metropolitana

Hipótesis general

Existe relación entre la dependencia emocional, autoestima y celos en los


estudiantes universitarios de Lima Metropolitana.

Hipótesis específicas

H1. Existe relación entre las dimensiones de la dependencia emocional y las


dimensiones de la autoestima en los estudiantes universitarios de Lima
Metropolitana.

H2. Existe relación entre las dimensiones de la dependencia emocional y los celos
en los estudiantes universitarios de Lima Metropolitana.

H3. Existe relación entre las dimensiones de la autoestima y los celos en los
estudiantes universitarios de Lima Metropolitana.

19
Método

Tipo y diseño de investigación

Se utilizó la estrategia asociativa de diseño correlacional simple, ya que se exploró


la relación funcional entre las variables del estudio, sin pretender utilizar control sobre dicha
relación (Ato, López & Benavente, 2013).

Es un estudio no experimental porque se realizó sin la manipulación de las variables,


de igual manera no se asignó aleatoriamente a los participantes; y además tiene
características de variables atributivas. Asimismo, es transversal porque los datos se
recolectaron en un tiempo único, su finalidad fue describir las variables y analizar su
incidencia e interacción en un determinado momento (Ato et al., 2013).

Participantes

La muestra estuvo conformada por 360 estudiantes, 128 hombres (35.6 %) y 232
mujeres (64.4 %), con edades entre de 17 a 43 años y con una edad promedio de 22 (DE =
3.15). Respecto al ciclo de estudios de los estudiantes fueron de primer al décimo ciclo,
siendo el de mayor proporción el décimo ciclo (18.6 %) y de menor proporción el cuarto
ciclo (3.1 %). Respecto a la carrera que estudian, la mayoría estudia Psicología (110; 30.6%),
seguidos por los estudiantes de Ingeniería Civil (39; 10.8%); los de Arquitectura y
Urbanismo (29; 8.15%), los de Administración (25; 7%), los de Economía (22; 6.1%) y los
de Música (20; 5.6%).

El método del muestreo es no probabilístico de tipo intencional porque no se tiene


seguridad de que la muestra extraída sea representativa (Hernández, Fernández & Baptista
2014).

20
Tabla 1
Información sociodemográfica de los participantes
f %
Sexo
Mujer 232 64.4
Hombre 128 35.6

Estado civil
En una relación 348 96.7
Conviviente 8 2.2
Casado (a) 4 1.1

Lugar de nacimiento
Lima 217 60.3

Carrera
Psicología 110 30.6
Ingeniería Civil 39 10.8
Arquitectura y Urbanismo 29 8.1
Administración 25 7
Economía 22 6.1
Música 20 5.6
Fuente: Elaboración propia / Nota= frecuencia, % = porcentaje

Instrumentos de recolección de información

Escala Breve de Dependencia Emocional (EBDE; Ventura, 2018). El objetivo de


la escala es evaluar la dependencia emocional mediante tres dimensiones, las que son:
necesidad de afecto (ítems 2, 4, 5), miedo al abandono (ítems 6, 8, 9) y baja autonomía (ítems
1, 3, 7, 10). La administración de la escala puede ser individual o grupal, con opciones para
marcar desde no es mi caso (1) hasta siempre es mi caso (5). La calificación de la escala se
obtiene mediante la suma simple de los ítems. Los análisis psicométricos en la muestra de
estudio evidenciaron índices de ajustes satisfactorios (x2 (32) = 137, CFI = .959, RMSEA =
.095), obteniendo adecuados coeficientes de fiabilidad para las dimensiones necesidad de
afecto (α= .811, ω= .814), miedo al abandono (α= .891, ω= .896) y baja autonomía (α= .857,
ω= .861).

Escala de Autoestima de Rosemberg (RSE; Ventura et al., 2018). El objetivo de


la escala fue explorar la autoestima personal. La escala está compuesta por 10 ítems
divididos en autoestima positiva (ítems 1, 3, 4, 6 y 7) y negativa (ítems 2, 5, 9 y 10);
clasificados en la escala de tipo Likert con un puntaje de 4 puntos, va desde 1 (totalmente en
desacuerdo) a 4 (totalmente de acuerdo). Las propiedades psicométricas de la escala fueron
χ²= 27.066; p >0.05 y CFI= .997. La fiabilidad de la prueba es de IC= .80. Los análisis

21
psicométricos en la muestra de estudio evidenciaron índices de ajustes aceptables (x2 (26) =
140, CFI = .852, RMSEA = .110), obteniendo adecuados coeficientes de fiabilidad para las
dimensiones autoestima positiva (α= .729, ω= .739) y autoestima negativa (α= .648, ω=
.686).

Escala Breve de Celos (Ventura et al., 2018). Esta escala se desarrolló teniendo
como base el Inventario de Comunicación Emocional en las Relaciones Románticas
(Sánchez, 2012). El objetivo es medir comportamientos que ponen en riesgos la relación
sentimental como consecuencia de un tercero. La escala está compuesta por 11 ítems con
alternativas de respuesta del 1 al 5, desde “nunca” hasta “siempre”. Los resultados
psicométricos fueron: χ²= 172.188; p >0.05 y CFI= 0.973. La fiabilidad de la prueba es de
IC= 0.89. Los análisis psicométricos en la muestra de estudio evidenciaron índices de ajustes
aceptables (x2 (44) = 316, CFI = .839, RMSEA = .131), obteniendo un adecuado coeficiente
de fiabilidad (α= .887, ω= .888).

Se diseñó una ficha de datos sociodemográfica con la finalidad de recolectar


información de los estudiantes acerca de su lugar de nacimiento y residencia. Así como sexo,
edad, estado civil y carrera (ciclo actual). Asimismo, también para conocer si actualmente
se encontraban dentro en una relación sentimental, tiempo de relación actual, más corta y
larga que hayan tenido (meses). Finalmente, saber la cantidad de parejas que hayan tenido
antes de su relación actual.

Procedimiento

Primero, mediante la plataforma de Google Form se transcribió todas las preguntas


de los instrumentos con sus respectivos puntajes. Asimismo, se incluyó el consentimiento
informado en la parte inicial de la encuesta virtual. Se especificó los objetivos del estudio y
el carácter anónimo y voluntario de la participación. Luego, se solicitó a la Facultad de la
Carrera de Psicología que la encuesta virtual sea compartida y enviada a las diferentes bases
de datos autorizadas de los estudiantes de la universidad. Asimismo, debido a la coyuntura
social en nuestro país, se utilizaron las redes sociales como Facebook y WhatsApp, con la
finalidad de compartir la encuesta de manera virtual. La recolección se realizó en 3 semanas
mediante diversas plataformas digitales como correo, páginas de facebook y grupos de

22
WhatsApp. Finalizada la recolección de datos se exporto toda la información recogida a una
hoja de excel para procesar la información de los participantes en el software JAMOVI.

Análisis de datos

En primer lugar, se analizaron los indicadores de confiabilidad y validez de los


instrumentos de la investigación, luego se hallaron las medidas descriptivas de cada variable
(media, desviación estándar, curtosis y asimetría).

ara la contrastación de hipótesis, se utilizó el coeficiente de correlación r de Pearson


para medir el grado de covaración entre las variables relacionadas (Manzano, 2014). En
cuanto a la fuerza de asociación se consideró los niveles: pequeño (r > .20), moderado (r>
.50) y grande (r = .80) (Ferguson, 2009).

23
Resultados

Análisis descriptivo
En la tabla 2 se presentan los estadísticos descriptivos de las variables de estudio, en
ella se aprecia que los valores de la asimetría y curtosis se encuentran en el rango de -1.5/+1-
5, por lo que se usará el estadístico paramétrico r de Pearson para la contrastación de
hipótesis.

Tabla 2
Análisis descriptivos de las variables del estudio.
ω M DE g1 g2

Dependencia emocional

Necesidad de afecto .814 9.82 2.99 -0.13 -0.48

Miedo al abandono .891 9.84 3.21 -0.34 -0.58

Baja autonomía .861 11.1 4.14 0.46 -0.56

Autoestima

Autoestima positiva .739 16.3 2.30 0.18 -0.75

Autoestima negativa .686 8.04 2.24 0.02 -0.36

Celos .888 41.8 7.77 -0.56 0.13

Nota: M = Media; DE = Desviación estándar; g1 = Asimetría; g2 = Curtosis.

Análisis correlacional

En la tabla 3 se presenta la correlación entre las dimensiones de la dependencia


emocional y las dimensiones de la autoestima, encontrando, según el criterio de Ferguson
(2009), que solo existe correlación negativa, de magnitud pequeña, entre la baja autonomía
y la autoestima positiva (r= -.28; p< .001); es decir, a mayor autoestima mayor autonomía
(puntuaciones menores en Baja autonomía). Aunque la correlación entre la autoestima
positiva y el miedo al abandono (r= -0.12; p< .05), sea significativa a nivel estadístico, su
magnitud está por debajo del mínimo valor requerido por el criterio de Ferguson (2009).
Esto mismo sucede con las correlaciones encontradas entre la dimensión autoestima

24
negativa y las dimensiones miedo al abandono y baja autonomía (r= .11; r= .18; p< .05),
respectivamente para cada dimensión. De otro lado, no se encuentra correlación entre la
necesidad de afecto y las dimensiones de autoestima (r= -.03; r= .03), positivas y negativas.

Tabla 3
Análisis correlacional entre las dimensiones de la dependencia emocional y las
dimensiones de la autoestima.
Necesidad Miedo Baja
de afecto al abandono autonomía
Autoestima r -0.03 -0.12* -0.28***
positiva p 0.49 0.02 < .001

Autoestima r 0.03 0.11* 0.18***


negativa p 0.55 0.03 < .001

Nota. * p < .05, ** p < .01, *** p < .001

En la tabla 4 se presentan las correlaciones entre las dimensiones de la dependencia


emocional y los celos. En ella se puede observar que la variable celos se correlaciona de
manera significativa y con una magnitud cercana al nivel moderado con la necesidad de
afecto (r = .482; p<.001). Así también, se correlaciona de manera significativa, con una
magnitud pequeña, con las dimensiones miedo al abandono (r = .421; p<.001) y baja
autonomía (r = .318; p<.001).

Tabla 4
Análisis correlacional entre las dimensiones de la dependencia emocional y los celos.
Necesidad Miedo Baja
de afecto al abandono autonomía
Celos r .482*** .421*** .318***
p <.001 <.001 <.001

Nota. * p < .05, ** p < .01, *** p < .001

En la tabla 5 se presentan las correlaciones entre las dimensiones de la autoestima y


los celos. En ella se evidencia que no existen correlaciones significativas entre las variables.

25
Tabla 5
Análisis correlacional entre las dimensiones de la autoestima y los celos.

Autoestima Autoestima
positiva negativa

Celos r .102 -.109*


p .052 .038

Análisis complementarios

En la tabla 6 se presentan las comparaciones de las variables de estudio según el sexo.


Las variables en las que se encontraron diferencias significativas son: necesidad de afecto
(p<.05), miedo al abandono (p<.01), baja autonomía (p<.001) y celos (p<.05). En todos los
casos las magnitudes de las diferencias son pequeñas y son los varones quienes obtienen
mayores puntajes en comparación con las mujeres. No se encontraron diferencias
significativas en la autoestima.

Tabla 6
Comparación de grupos según sexo
Varones Mujeres
(n=128) (n=232) t p d
M DE M DE
Dependencia emocional
Necesidad de afecto 10.35 2.69 9.52 3.11 -2.542 ᵃ 0.011 -0.2799
Miedo al abandono 10.46 2.89 9.50 3.29 -2.755 0.006 -0.3034
Baja autonomía 12.27 4.04 10.49 4.05 -4.005 <.001 -0.4410

Autoestima
Autoestima positiva 16.27 2.37 16.31 2.26 0.129 0.898 0.0142
Autoestima negativa 7.99 2.31 8.06 2.20 0.294 0.769 0.0323

Celos 43.10 7.30 41.13 7.95 -2.324 0.021 -0.2559


Nota. M = Media; DE = Desviación estándar; t = Estadístico de Student; p = Significancia
estadística; d = d de Cohen.

26
Discusión

El presente estudio tuvo como objetivo de investigación establecer la relación entre


la dependencia emocional, autoestima y celos en los estudiantes universitarios. La
evidencia empírica demostró que dicho objetivo ha sido corroborado de manera parcial
puesto que solo una de las dimensiones de la dependencia emocional se correlacionó con
la autoestima en los estudiantes; mientras que los celos presentaron correlaciones
significativas, entre pequeñas y moderada, con las dimensiones de la dependencia
emocional. Por otro lado, no se encontraron relaciones significativas entre los celos y la
autoestima en la muestra del estudio.

En cuanto a la relación entre las dimensiones de la dependencia emocional y las


dimensiones de la autoestima, solo se encontró asociación significativa, en sentido negativo
y de magnitud pequeña, entre la baja autonomía y la autoestima positiva. Es decir, a mayor
autoestima mayor autonomía (menos baja autonomía). Estos hallazgos son similares a los
encontrados por Villa et al., (2017), en cuyo la relacion de las variables de autoestima y
dependencia emociona fue baja (r = .158). De esta forma, se evidencia como en la
dimensión baja autonomía definida como aquel comportamiento en el que la misma
persona no es lo suficientemente capaz de decidir sobre lo que quiere sentir o hacer en
diversas situaciones (Fernández, 2013) puede estar asociada a dificultades en la autoestima,
que se entiende como la dificultad de no ser asertivos por el temor al abandono, reprimiendo
las emociones y asumiendo los problemas de los otros como propios (Castelló, 2010). Ante
ello, Urbiola et al. (2017) concluyeron que la dependencia emocional en los jóvenes,
independientemente del género y de si tienen o no pareja, presenta efectos en la
sintomatología psicológica disfuncional, afectando directamente a su autoestima.

De otro lado, no se encontraron correlaciones significativas entre las dimensiones


necesidad de afecto y miedo al abandono y la autoestima (positiva o negativa). Esto podría
estar explicado por lo desarrollado por Narváez (2018), quien en su investigación sobre
dependencia emocional y los niveles de autoestima señala que la dependencia emocional
no necesariamente está relacionado con la autoestima, sino que involucra la presencia de
factores determinantes como el temor que pueden evidenciar los estudiantes ante una
situación al estar sin una pareja, así como experiencias de pérdidas de personas
significativas, maltratos y carencias en la infancia por alguien significativo en la vida de

27
la persona. Esta diferencia puede deberse a la necesidad de sentir afecto y protección de
otras personas. Si bien, la persona dependiente siente que sus emociones son
correspondidas cuando se incrementa su nivel de autoestima, al igual que su vitalidad y
motivación para la realización de sus actividades, la situación es diferente cuando
experimenta una ruptura, experimentando distorsiones en el ámbito familiar, social, laboral
y sobre todo emocional (Llano & López, 2017), situaciones que no se han controlado en el
presente estudio.

Por otro lado, en cuanto a la relación entre las dimensiones de la dependencia


emocional y los celos, la evidencia empírica evidencia correlación entre las variables. Estos
hallazgos son similares a lo encontrado por Peralta (2008), en su investigación se obtuvo
relación entre la dependencia emocional y los celos en los estudiantes (r= .472). Así como
también en la investigación de Aponte (2015), quién determino que los estudiantes
presentaban un grado moderado de dependencia emocional hacia sus parejas (r = .482).
Por su parte, Acosta y Vidarte (2015), identificaron que los niveles de celos se encontraban
dentro de un nivel alto, lo que confirmaría que la dependencia y los celos mantienen una
cierta similitud en sus niveles, y que quienes la padecen manifiestan características de
ambas variables, como la ansiedad de separación, la búsqueda de atención y miedo a la
soledad. Por lo que las personas que presentan dependencia suelen mostrar frustración e
insatisfacción durante sus relaciones de pareja, por lo cual buscan que su afecto hacia la
otra persona sea retribuido de la misma forma (Castelló, 2012).

En cuanto a los resultados en base a la dimensión de necesidad de afecto y los celos,


se determinó correlación positiva y de magnitud moderada (r = .482; p<.001). Es decir, a
mayor necesidad de afecto, más sentimientos de celos. Estos hallazgos son similares a lo
encontrado por Peralta (2008), en su investigación relaciona esta dimensión con el deseo
de exclusividad. Encontró una relacion de (r= .20) con la variable celos, estas personas
buscan siempre agradar a la pareja, incluso pueden llegar a hacer cosas que afecten su
integridad aislándose de su círculo más cercano con el fin de no ser abandonado, pero
también esperan recibir lo mismo, para sentirse más confiados (Congost, 2014). Estas
personas buscan llamar la atención de su pareja para sentir que existe una relación y ser lo
más importante para ella, busca todo lo que este a su alcance para lograr la atención, y junto
a ello los celos juegan un papel por el temor a infidelidad y quedarse solo (Aiquipa, 2012).

28
Con respecto a la dimensión miedo al abandono y los celos, se obtuvo una correlación
significativa, pero con una magnitud pequeña (r = .421; p<.001). Estos resultados son
similares a lo encontrado por Perales (2018), en su investigación relaciona esta dimensión
con miedo a la ruptura y los celos, la correlación que encontró fue de (r= .385), indicando
que los estudiantes en su mayoría presentan temor a experimentar la solo idea de una
posible ruptura con la pareja, adoptando un comportamiento inadecuado perjudicando su
propia integridad física y psicológica (Aiquipa, 2012). Ante esto los autores Acosta y
Vidarte (2015), en su investigación encontraron que un 27 % de los estudiantes mostraban
inseguridad en el mantenimiento de la relación sentimental. Por lo tanto, la inseguridad
hace que la persona se aferre más a su pareja, con la finalidad de no separarse y a la par
este temor conduce a dudar de la fidelidad de estas y genera celos en los individuos.

Finalmente, con la dimensión baja autonomía y los celos, se obtuvo una correlación
significativa, pero con una magnitud pequeña (r = .318; p<.001), según los criterios de
Ferguson (2009). Estos resultados son similares a lo encontrado por Perales (2018), es una
investigación lo relaciona con la dimensión de subordinación, se encontró correlación de
(r= .182) con la variable celos, es decir, la persona dependiente mantiene una excesiva
valoración de sus sentimientos, pensamientos y gustos en torno a su pareja. Asimismo, esto
se relaciona con la presencia de celos frente a la desatención de la pareja ante las muestras
de preocupación y cariño, generando la idea de una posible ruptura (Aiquipa, 2012).

En cuanto a la relación entre las dimensiones de autoestima (positiva y negativa) y


los celos, no se encontraron correlaciones significativas. Estos hallazgos son similares a lo
encontrado por Espinosa y Flórez (2019), en cuyo estudio se obtuvo niveles bajos de
correlación entre la autoestima y los celos en los estudiantes. De esta forma, se evidencia
que la autoestima definida como una apreciación positiva o negativa hacia uno mismo, se
apoya sobre una base afectiva y cognitiva, debido a la forma determinada en que el
individuo siente partiendo del pensamiento propio sobre sí mismo (Rice, 2000), puede no
estar asociada necesariamente a los sentimientos de celos en las personas. Al no haber
correlación entre las variables en este estudio, Karakurt (2012), señala que estas personas
no poseen la capacidad de ser autónomos en la toma de decisiones y desarrollar capacidades
comunicativas claras y directas, junto a actitudes de empatía, capacidad de establecer un
contacto con la necesidad de otros, adquirir un compromiso, y mostrar optimismo frente a
actividades compartidas. Las respuestas en las personas, sea positiva o negativamente, tiene

29
implicaciones directas con la importancia ejercida en la vida personal, profesional y social
de una persona, en esto radica el sentido de identidad, en el cual se crea una referencia en
la interpretación de la realidad externa y la forma de experiencia personal (Steiner, 2005).
Por lo tanto, al no tener un adecuado nivel de autoestima es más fácil caer en la inseguridad
en la relación sentimental.

De manera complementaria, se realizaron los análisis comparativos de las variables


de estudio en función del género, encontrando diferencias significativas en las dimensiones
de la dependencia emocional y los celos. En todos los casos las magnitudes de las
diferencias son pequeñas.

En cuanto a la diferencia de las dimensiones de la dependencia emocional, en todos


los casos son los hombres quienes presentan mayores puntajes a diferencia de las mujeres.
Estos resultados son similares a lo encontrado por Estevez et al., (2018), en su estudio
concluyeron que los hombres presentaron los puntajes más altos a diferencia de las mujeres
en evitar estar solos, es decir, relacionándose con la dimensión miedo al abandono del
presente estudio. Estos resultados conllevan a romper esquemas establecidos como que las
mujeres son más propensas a presentar dependencia emocional a causa de las características
biológicas y socioculturales que se les asigna (Castelló, 2005), así como carencias afectivas
tempranas (Aiquipa, 2012).

Finalmente, la diferencia con la variable celos los resultados son iguales que en la
dependencia emocional, es decir, son también los hombres quienes presentan mayores
puntajes a diferencia del grupo de las mujeres. Con respecto a los celos y el sexo, Steiger et
al. (2012), determinaron que los celos no solo se relacionan con la autoestima, sino que
también con el sexo de las personas. Estos resultados son similares a lo desarrollado por
Correales, Quijano y Plazas (2015), quienes en su estudio comparativo encontraron que son
los hombres quienes obtuvieron el puntaje más alto a diferencia de las mujeres. Los hallazgos
son contrarios a Zandbergen y Brown (2015) en su estudio determinaron que la intensidad
en la que se presentan los celos no varía de un individuo a otro, sino que por el contrario, es
característico del género femenino presentar un mayor nivel de celos Sin embargo, otras
investigaciones señalan que las diferencias en los niveles de celos entre hombre y mujeres
no son significativas y que por lo contrario, no están determinadas por el género sino por la
historia de aprendizaje individual de la persona y de su contexto sociocultural (Sheets,
Fredendall & Claypool, 1997).

30
A partir de los resultados expuestos y la discusión de las correlaciones de las
variables se presentan las siguientes limitaciones. Primero, el presente estudio tiene la
limitación de que no es posible generalizar los resultados, puesto que solo se ha considerado
como muestra a estudiantes de una sola universidad privada de Lima Metropolitana. Ante se
sugiere realizar investigaciones en diferentes contextos, como por ejemplo, en las provincias
del país, ya que se tiene limitada información sobre las variables del estudio en los
estudiantes universitarios en tornos socioculturales distintos.

La segunda limitación es que solo se han usado instrumentos de autoinforme


cuantitativos. Sería conveniente incluir en futuros estudios una exploración cualitativa, con
la finalidad de recopilar más información sobre el contexto cultural, social o personal de los
participantes. La tercera limitación se da debido que a partir del confinamiento social se tuvo
que modificar la recolección de datos de presencial a ser recopilados de manera virtual. Ante
esta situación no se pudo determinar con precisión si los estudiantes brindaron datos erróneos
que pudieran haber alterado los resultados. Finalmente, al ser de corte transversal, la
limitación es que no va a poder realizar un seguimiento a la muestra estudiada, para ello se
sugiere realizar estudios longitudinales con las variables del estudio.

En conclusión, en el presente estudio se aceptaron las hipótesis de manera parcial.


Con respecto a las dimensiones de la dependencia emocional y autoestima, se encontró
correlación negativa y con una magnitud pequeña; esto quiere decir que la dependencia
emocional, independientemente del género y de si tienen o no pareja, presenta efectos en la
autoestima. Por otro lado, con los celos se evidenció correlaciones significativas entre
pequeñas y moderadas. Finalmente, no se encontraron correlaciones significativas entre los
celos y la autoestima en la muestra del estudio; es decir, estos resultados probablemente
pueden estar directamente relacionados con los mismos rasgos de personalidad de la persona.

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