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Autor
Javier Zarzuela
Jorge Díaz Leza
Félix Sánchez Constenla
Francisco Javier Alonso Gato
Alvaro Blázquez Jiménez
Jesús Blázquez Sánchez
Juan Carlos Rodríguez Pérez
Raúl Navarrete Navarrete
José Luís Matías Hernández
ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS DE LA
COMUNIDAD DE MADRID
Índice
Introducción y objetivos 1
Parque Regional en torno a los cursos bajos de los ríos Jarama y Manzanares 17
Conclusiones 61
Anexo. Planos 75
ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS DE LA
COMUNIDAD DE MADRID
INFORME DE SITUACION
En los últimos diez años es frecuente encontrar numerosas noticias de nuevas autovías, vías de
ferrocarril de alta velocidad, autopistas de peaje o proyectos urbanísticos en la Comunidad de Madrid,
paradigma del crecimiento económico y de la oportunidad de negocio. Lo que mucha gente parece no
conocer es que gran parte de estos “avances”, de este “desarrollo” a todas luces insostenible, se está
haciendo a costa de los espacios naturales de la región madrileña, incluso en muchas ocasiones a costa
de los Espacios Naturales Protegidos (en adelante ENP), que deberían ser la joya de la conservación de
la naturaleza en cualquier lugar y, además, provocando la fragmentación de los espacios naturales
impidiendo las interconexiones ecológicas y biológicas entre ellos, lo que ha agudizado el efecto de
insularización de los mismos. Por desgracia la legislación ambiental no está sirviendo para detener a los
especuladores sin escrúpulos, ni a los políticos que practican una política de hechos consumados,
saltándose unas leyes que deberían ser los primeros en observar y hacer cumplir.
A causa de la gran ocupación de suelo que provocan las urbanizaciones masivas y dispersas,
extendidas por toda la Comunidad madrileña, y de la gran demanda de vías de comunicación rápidas
causada por ese mismo urbanismo disperso, cada vez hay más falta de suelo tanto para la ampliación de
las infraestructuras como para situar servicios (gasoductos, tuberías del Canal de YII, tendidos eléctricos,
plataformas para transporte público...). La solución por la que parece haberse optado es situar en suelos
protegidos todo aquello que no cabe o molesta en suelos urbanos o urbanizables. A tal punto se llega
que se destinan a los suelos protegidos actividades tan alejadas de la protección de la naturaleza como
el vertido de escombros, la extracción de áridos, los tendidos de alta tensión o la incineración de
residuos.
Por último, la gran apuesta de los políticos madrileños por la conservación de la naturaleza en los últimos
años, el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, es papel mojado tras 6 años de trabajos y
supuesto debate sobre el Plan de Ordenación. En junio de 2008 aún no existe un texto definitivo del
PORN, ni hay perspectivas de que el Parque Nacional salga adelante en un futuro cercano.
Mientras tanto la especulación inmobiliaria sigue avanzando imparable (ya hay municipios que están a
punto de agotar su suelo disponible pues van a urbanizar o han urbanizado todo), mientras se calcula
que hay unas 300.000 viviendas vacías en la región; el número de autovías crece sin medida (Madrid es
la región europea con más número de kilómetros de autovía por habitante) y la Comunidad promete un
nuevo plan de carreteras para construir cientos de km. más (17 nuevos proyectos de carreteras de doble
carril, entre autopistas de peaje, conversión de carreteras en autovías y ampliación de algunas otras). El
enladrillamiento y asfaltado del suelo ya no se circunscribe solo a la corona metropolitana, sino que se
extiende como una mancha de aceite por todo el territorio. Una apuesta clara por el crecimiento sin
medida, muy consumidor de recursos (territorio, agua, energía, materiales de construcción), e
insostenible se mire por donde se mire, despreciando completamente aspectos tan importantes como el
aumento de emisiones de CO2 que ello supone o la mayor contaminación y consumo energético a causa
del crecimiento exponencial de la necesidad de desplazamientos a y desde las urbanizaciones
dispersas.
Conscientes de este panorama desesperanzador nos parecía necesario recopilar toda la información
posible sobre los espacios naturales protegidos para tener una visión de conjunto, que nos permitiese
una mirada al tiempo global y particular de la conservación de la naturaleza en Madrid, una herramienta
para futuros trabajos y un documento útil para poner de relieve la gestión que lleva a cabo la Consejería
de Medio Ambiente (y desde hace unos años paradójicamente también de Ordenación del Territorio).
La intención original de este informe es realizar un recorrido pormenorizado por la situación de los
principales espacios protegidos de la Comunidad de Madrid, en concreto los Parques Regionales de la
Cuenca Alta del Manzanares, del curso medio del río Guadarrama y de los cursos bajos del Manzanares
y Jarama, y el Parque Natural de Peñalara. Pero en el transcurso del trabajo hemos considerado
interesante incorporar otros espacios protegidos de menor entidad bien por presentar un mal estado de
conservación, o por estimar que podrían o deberían ampliarse. Así, junto con los ya mencionados, se
analizan la Reserva Natural El Regajal-Mar de Ontígola, el espacio con protección preventiva Soto del
Henares, el Paraje Pintoresco Pinar de Abantos y Zona de La Herrería y El Refugio de fauna Laguna de
San Juan.
Para comenzar la tarea se elaboró una ficha de recogida de información en la que se harían constar
todos los aspectos observados que constituyesen o pudiesen suponer una amenaza, agresión o
problema para la conservación de un ENP en concreto, así como los errores de gestión más relevantes.
Al tiempo en la ficha se solicitaba que se aportasen propuestas para mejorar la conservación, posibles
ampliaciones con incorporación de nuevos territorios y, en su caso, la conexión con otras zonas de valor
natural, ya protegidas o no. Se han recogido 40 fichas correspondientes al trabajo de campo, elaboradas
por miembros y socios de distintos grupos de Ecologistas en Acción de toda la Comunidad.
Una vez recogida la información, se ha refundido para obtener una panorámica amplia de cada uno de
los espacios protegidos de Madrid y su problemática más inmediata. Se dedica un capítulo a cada
espacio analizado, de tamaño diferente en función de la problemática encontrada y de las dimensiones
propias de los espacios.
Durante el transcurso del trabajo se ha publicado en el B.O.E. la nueva Ley de Biodiversidad (42/2007 de
Patrimonio Natural y Biodiversidad). En virtud de ella además de los espacios con una figura de
protección propia de la Comunidad de Madrid, hay que contar como espacios protegidos con los de la
Red Natura 2000 (zonas ZEPA y LIC). Algunos de ellos están incluidos en los Parques Regionales, pero
otros no y después de esta nueva Ley han de ser considerados espacios protegidos con obligación de
establecer Planes de Gestión y de Ordenación. Por falta de medios nuestro trabajo no ha incluido
aquellas de estas zonas que no forman parte de un Parque Regional o Natural, pero valga como un
recuerdo a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de su deber de elaborar esos
planes de Uso y Gestión para todas las zonas ZEPA y LIC, y de comenzar su proceso de declaración
como Zonas de Especial Conservación (ZEC).
No obstante, a nuestro parecer los planes de gestión de la Red Natura 2000 son más urgentes en
algunas zonas que en otras debido a los proyectos urbanísticos y de infraestructuras en marcha o
planificados para un futuro próximo. La primera de ellas es la esquina sudoeste de la región, encuadrada
dentro de la ZEPA Encinares de los ríos Alberche y Cofio y en el L.I.C. Cuencas de los ríos Alberche y
Cofio. El segundo es el L.I.C. Cuenca del río Lozoya y Sierra Norte. Para la primera reclamamos en este
documento la creación de un parque regional, por estar amenazado por múltiples planes de desarrollo
que generaran impactos muy graves. Para el segundo es imperioso elaborar un Plan de Ordenación que
desembocase en crear un nuevo parque que abarcara al menos desde la A-1 al límite con la provincia de
Guadalajara coincidiendo su parte oriental con el LIC Cuenca del río Lozoya y Sierra Norte (ver capítulo
de propuestas).
Se creó en 1999 para proteger las márgenes y riberas de los ríos Guadarrama y Aulencia en sus cursos
medios, abarcando 22.116 Ha. (Ley 20/1999, de 3 de mayo, modificada por la Ley 4/2001). Incorpora en
su territorio el L.I.C. “Cuenca del río Guadarrama” así como una pequeñísima parte de la ZEPA
“Encinares de los ríos Alberche y Cofio” y de la zona LIC “Cuencas de los ríos Alberche y Cofio”. El 90%
del territorio es propiedad privada.
El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales fue aprobado por el Decreto 26/1999 de 11 de febrero
y modificado por el Decreto 124/2002 de 5 de julio.
Los crecimientos urbanísticos, en vez de limitarse, se están extendiendo aún más, y a ello se ha unido el
desdoblamiento de varias carreteras; por tanto, la situación, lejos de mejorar, ha empeorado. Se da la
circunstancia de que algunas zonas de alto valor ambiental, no incluidas dentro del Parque pero que muy
bien podrían incluirse, van a ser calificadas como urbanizables (véase el caso del Barrizal, en Galapagar) o
van a ser cruzadas por nuevas vías de comunicación (proyecto de unión de la A6 con la M-505).
1
Sánchez Jaén, J., Guadarrama, un Parque acosado. Menos urbanizar, más proteger. Informes I. Ecologistas en
Acción, Madrid, mayo 2001.
Problemas detectados
• La Comunidad de Madrid proyecta enlazar la A-6 con la carretera de El Escorial a Galapagar (M-
505). Para ello, partiría un ramal desde el nudo de salida de La Navata (salida 36), que, salvando el
ferrocarril y el río Guadarrama con un viaducto, se introduciría por zonas valiosas ambientalmente,
así como montes catalogados. Este proyecto tuvo en su día un informe negativo por parte de Medio
Ambiente.
El proyecto de nueva carretera invade áreas naturales de tipología diversa, protegidas por la Ley del
Parque o por la Ley forestal y de protección de la Naturaleza de la Comunidad de Madrid (prados,
sotos fluviales y encinares). Estos hábitats están recogidos en la Directiva del Consejo de Europa
97/62/CEE, y algunos de ellos están catalogados como áreas LIC. Afecta, así mismo, a áreas de
interés edafológico y arqueológico, suponiendo, finalmente, un impacto paisajístico severo sobre la
cuenca del Guadarrama y en los sistemas de praderías próximas a Galapagar. Su entronque con la
A-6 se plantea sobre terrenos del Parque Regional del Guadarrama, considerados como de
Mantenimiento de la Actividad. Para esta categoría el PORN determina que sólo serán permitidas las
actividades agropecuarias presentes que sean compatibles con la protección de los recursos
naturales.
Entre el viaducto sobre el río Guadarrama y el enlace con la carretera M-510, el trazado de la nueva
carretera, en cualquiera de sus alternativas planteadas, discurre sobre zonas incluidas en el
catálogo de Montes Preservados, en virtud de la Ley 16/95 Forestal y de Protección de la Naturaleza
de la Comunidad de Madrid, con gran valor faunístico y forestal.
Entre el cruce de la nueva carretera proyectada con la M-510, y la conexión final con la carretera M-
505 Las Rozas - El Escorial, la infraestructura proyectada invade áreas catalogadas como Monte
Preservado o protegidas por su valor ecológico en la normativa municipal. En una primera parte
destruirá el humedal más importante de Galapagar, el de la finca El Congosto, que es el origen de un
arroyo tributario del río Guadarrama, el de San Gregorio. La intersección de la nueva carretera con la
M-510 destruirá también parte de la calzada romana de la Fuenfría, que en su tramo inferior
transcurre por el término municipal de Galapagar.
2
Hernández, M.A., Desarrollo urbanístico e infraestructuras asociadas en los municipios que integran el Parque
Regional del río Guadarrama. Situación actual, perspectivas y afecciones ambientales. Ecologistas en Acción,
Madrid, mayo 2007.
• La conversión de la M-501 en autovía ha dañado irreversiblemente el tramo del Parque que discurre
por el arroyo de la Vega, en el término municipal de Villaviciosa de Odón. El espacio protegido es
aquí una cinta estrecha, sólo el cauce del arroyo, que ha sido ocupada en gran parte por la
ampliación de la carretera citada. Durante las obras se destruyó la mayoría de la vegetación en una
zona calificada de máxima protección. La muestra del mayor impacto puede verse en el cruce de la
M-501con la carretera procedente de Alcorcón, donde salen tres ramales de la carretera: hacia
Villaviciosa de Odón y Alcorcón uno, hacia Boadilla otro y hacia Brunete el tercero. En este punto el
conglomerado de carreteras ocupa casi toda la superficie del espacio protegido, que es una mera
franja estrechísima.
• En el término municipal de Arroyomolinos la autopista R-5 cruza el espacio protegido de este a oeste
al sur del casco urbano, afectando a zonas de matorral y barrancos tributarios del Guadarrama. La
creación de esta carretera de peaje ha alentado la proliferación de urbanizaciones en el contorno del
parque que aumentan el impacto sobre este.
La R-5 desciende hacia el río Guadarrama junto a Arroyomolinos, cruzando el Parque Regional
1. El ensanche de la A-5 hasta Navalcarnero para ampliar su capacidad, ampliación inducida por
los crecimientos urbanísticos desaforados que se están llevando a cabo en el propio
Navalcarnero.
• Por si esto fuese poco, en el verano de 2007 la Presidenta de la Comunidad de Madrid explicó que
pretendía construir una autopista de peaje paralela a la A-6 que sirviese como alternativa para
solucionar los problemas de tráfico de ésta. La carretera de La Coruña se ha ampliado hace pocos
años y en su trazado por la provincia de Madrid tiene un mínimo de 4 carriles por sentido, pero todo
parece ser poco para el desmedido crecimiento urbanístico de municipios como Las Rozas o
Galapagar.
La A-6 corre en casi toda su longitud encajonada entre tres espacios protegidos, el Monte de El
Pardo, el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y el Parque Regional del curso medio
del río Guadarrama. Cualquier carretera de gran capacidad paralela a la A-6 afectaría, como mínimo
a uno de estos espacio protegidos, necesitados de reformas y mejoras, pero no precisamente de una
nueva autopista. Si tenemos en cuenta que el Ministerio de Fomento pretende hacer una variante de
esta carretera a su paso por Las Rozas por el lado norte de la misma, para colocar la autopista de
peaje que propone la Comunidad de Madrid sólo quedaría llevarla por el sur de la A-6, por lo que
necesariamente afectaría al Parque Regional del río Guadarrama. Una vez más se incumplirá la
legislación que protege el Parque Regional con tal de dar más oportunidades a los vehículos
privados.
• La depuradora de El Endrinal vierte las aguas sobrantes sin depurar al río Guadarrama, al entorno
del embalse de Las Nieves, en zona de máxima protección. La abundante vegetación de ribera
intercepta todos los residuos plásticos, tanto barridos por el agua en las calles, como vertidos a los
inodoros: bolsas de plásticos, tiras de plástico, compresas, cuerdas, botellas y botes. Algunos de
estos materiales, con el tiempo, se van deteriorando y desmenuzando, y se los lleva el agua más
abajo. Otros se quedan entre la vegetación y el lodo de las orillas.
• El embalse de Las Nieves trasvasa agua al de Valmayor, que sirve para el abastecimiento humano.
El fondo del embalse está formado por una pasta de limos que habría que analizar, pues allá van a
parar los detritus que suelta la depuradora cuando no depura, y todo el lavado de las calles.
Además, de vez en cuando el Canal abre las compuertas del embalse y los lodos y basuras
discurren río abajo, generalmente arrastrando los refugios de fauna y contaminando el río
Guadarrama.
• Las aguas del río Guadarrama a su paso por La Navata están siempre muy contaminadas, y
desprenden un olor nauseabundo durante casi todo el año. La acumulación de barros contaminados
en el fondo y en las orillas es patente siempre. Debe observarse que este es el tramo más estrecho
del Parque, donde sólo está protegida meramente la franja de terreno por la que discurre el cauce, y
el lugar donde es más difícil su conservación.
• Las urbanizaciones de La Navata y Parquelagos vierten gran parte de sus aguas directamente al río,
en zona de máxima protección, debido a que no están conectadas con la depuradora de Galapagar-
Torrelodones, y las conducciones que se hicieron hace 15 años están rotas. La Navata vierte agua
residual en el entorno del Puente de La Navata y junto a las antiguas ruinas del Molino de La Navata.
Parquelagos vierte al arroyo Peregrinos, tributario del Guadarrama, y directamente al Guadarrama
en la estación de bombeo que hay junto al río, y que aún está parada (después de 15 años desde su
construcción). Las urbanizaciones Puente Nuevo, Los Jarales y otras del entorno vierten
directamente un poco más abajo, junto al Puente de Herrera (puente histórico junto al viaducto de la
carretera de Torrelodones-Galapagar).
• La localidad de Torrelodones vierte parte de sus aguas residuales directamente al río Guadarrama, a
través del Arroyo de la Torre. Mientras que la zona del municipio que vierte al Manzanares lo hace a
través de una depuradora, unas 18.000 personas vierten al Guadarrama sin depuradora.
• En la carretera M-510, entre Colmenarejo y Valdemorillo, hay un vertido de escombros fruto de una
obra en una finca privada; está en zona de protección y mejora.
• Abandono de basuras en la antigua carretera M-505 que lleva al área de descanso del puente del
Retamar, en el extremo norte de la misma, junto a un tendido de alta tensión. El descuido por parte
de la administración del parque es imperdonable en una zona tan pequeña y tan fácil de controlar.
• Hay puntos de concentración de basura junto al río en el entorno de la Colada del Carril Toledano,
en el término municipal de Navalcarnero, que corre paralelo al río al sur de la A-5. Los puntos de
basura se hallan en lugares de fácil acceso para los vehículos, en especial cerca de las numerosas
edificaciones de todo tipo que jalonan este camino en el tramo más próximo a la A-5.
• En Batres, en el bosque de ribera y los prados que rodean el arroyo del Prado hay basuras y coches
abandonados. No son muchos, pero su cercanía al arroyo propicia que lleguen elementos
contaminantes hasta el río Guadarrama
• En Colmenarejo, junto a la Universidad Carlos III, se ha colocado una señal de tráfico que indica el
camino hacia Villanueva de la Cañada justo por la vía pecuaria Cordel de la Espernada. De esa
manera se habilita el cordel para el tráfico de vehículos de manera implícita. No hay barrera ni cartel
que advierta de la existencia de una vía pecuaria, que además se adentra en una zona de protección
y mejora.
• Paso de toda clase de vehículos, en especial todo terrenos, por el Camino de Madrid o Camino
Toledano, que discurre paralelo al río Guadarrama en el término de Navalcarnero.
• Paso de quads por los caminos de servicio y vías pecuarias colindantes con la AP-42 en Batres.
Desarrollos urbanísticos
En los últimos 5 años se está produciendo el bordeamiento de la estrecha franja del ENP con
urbanizaciones cada vez más amplias y más cercanas al límite del Parque. Entre la marea de
edificaciones que están en marcha o se iniciaran en los años siguientes, los proyectos más dañinos
contemplados en los Planes Generales, a nuestro modo de ver y sin descartar otros, son, de sur a norte,
los siguientes:
• Brunete. El consistorio de este municipio pretende urbanizar casi la totalidad del término municipal,
con 3 campos de golf y 19.600 viviendas nuevas. Uno de las operaciones urbanísticas que afectarán
más al Parque Regional es la de la finca La Pellejera, colindante con el mismo en el extremo sur del
término municipal.
• Boadilla del Monte es otro de los municipios significativos en cuanto a crecimiento urbanístico. El
Plan General de Ordenación Urbana vigente prevé la urbanización de 1.600 Ha, en las que se
construirán polígonos industriales y 16.100 viviendas. Como puede imaginarse, todo este crecimiento
va a consolidar el aislamiento de El Monte de Boadilla, que no cuenta con protección suficiente, y va
a destruir irremediablemente los corredores ambientales de los arroyos y vías pecuarias que
discurren por el término municipal.
• En Majadahonda, entre los varios desarrollos urbanísticos planificados, el que más afectaría al
Parque Regional sería el situado en la franja de suelo urbanizable al noroeste de la M-851,
colindante con el espacio protegido, y que en nuestra propuesta de conservación reclamamos para
formar parte del mismo.
• Las orillas del embalse de Molino de la Hoz, en zona de máxima protección, están muy antropizadas,
arrasadas por el uso humano, y no se conoce ninguna iniciativa de la dirección del parque para
corregir la situación.
• La vegetación aguas arriba del puente de La Navata (bosque de ribera, sauces y chopos), en zona
de máxima protección, está bastante descarnada debido a obras diversas tras las que no se hicieron
las tareas de reforestación necesarias. Ha habido pequeños incendios de árboles en algún punto.
• Desbroces masivos en el Monte de las Monjas, en zona de protección y mejora, con consecuencias
nefastas para la fauna. Las actuaciones han consistido en la corta y quema de las plantas de jara, en
torno a una senda que atraviesa el Monte, desde la urbanización Riomonte a Los Jarales, en una
franja de 25 m a ambos lados del camino. En total, el desbrozamiento ha ocupado una superficie de
2,5 Ha. (500 m de camino por 50 m de franja). La justificación de tareas preventivas para evitar
incendios esconde una desacertada gestión, pues los incendios intencionados no se podrían evitar
de esta manera, y los fortuitos (abandono de colillas encendidas, vidrios o basuras) no requieren de
una franja de seguridad tan ancha en torno al camino.
• No existen conducciones de aguas residuales desde una gran parte de las viviendas de
Torrelodones a la depuradora de Galapagar-Torrelodones. Se estaban construyendo en 2007,
después de 16 años de haberse planificado la depuración.
• Los abandonos de basuras son imperdonables en un parque tan pequeño, de superficie tan
reducida. La mayoría de ellos se producen al borde mismo de las carreteras o de las áreas de
descanso, por lo que serían muy fáciles de controlar por parte de la dirección del Parque.
• En el entorno de la M-509 hay un cuello de botella. Allí el Parque es una simple franja estrechísima;
debería extenderse incorporando al menos los terrenos que hay entre el actual espacio protegido y
las carreteras M-509 y M-851 (ver apartado Propuestas de conservación en este mismo capítulo).
Agrupación de viviendas junto al cauce del río Guadarrama en el término municipal de Móstoles
• También hay edificaciones de todo tipo en dominio público hidráulico al sur de la A-5, ya en término
de Navalcarnero, justo al lado del puente de la carretera sobre el río Guadarrama, pero menos
numerosas que en el entorno de Calatalifa.
Propuestas de conservación
El Parque Regional del curso medio del río Guadarrama tiene, como ya hemos dicho al principio, un
grave problema derivado de su tamaño y de los crecimientos urbanísticos desaforados de los municipios
que lo albergan; sufre un acoso que puede llevar a su estrangulación. En algunos puntos el espacio
protegido es tan pequeño, y su protección tan laxa, que pareciera no existir. Por ello creemos que es
urgente ampliarlo incorporando terrenos que ayuden a aumentar la protección del entorno y de paso
mejoren las posibilidades de gestión.
Proponemos que se incorporen al Parque Regional o se comuniquen con él por medio de estructuras de
conexión las siguientes zonas:
• El sector El Barrizal (27,55 Has.), en Galapagar, es un área de transición entre las urbanizaciones
de La Navata y el entorno del Embalse de Las Nieves, zona de Máxima Protección del Parque
Regional del Guadarrama. Se encuentra rodeado, en un 80%, por suelo protegido. Se trata de un
área de valores ambientales y paisajísticos constituida por grandes fincas de monte mediterráneo,
donde predomina la encina, los enebros y las lindes de fresnos. La fauna que frecuenta esta zona es
similar a la presente en las áreas protegidas circundantes. Destaca la abundancia de avifauna ligada
a los cursos de agua, avifauna propia de sotos, y rapaces de mediano tamaño. Es muy frecuente el
jabalí, el zorro, y mustélidos de diversas especies (comadreja, tejón y visón americano). Por todos
esos valores debería ser incluido en el Parque Regional. (ver plano 1 del anexo)
En el Avance del PGOU del año 2002, este sector aparece como suelo protegido por su valor
ecológico (SNUEP). La zona más valiosa es la más cercana al río. Sin embargo, en el nuevo Plan
General de Galapagar (en tramitación en el momento de redactar este trabajo) está propuesto como
suelo urbanizable, destinado a chalets.
• Los terrenos situados entre el límite actual del Parque y las carreteras M-851 y M-509, en el
término municipal de Majadahonda, tienen los mismos valores ambientales que aquellos colindantes
incluidos en el espacio protegido, por lo que creemos que deberían formar parte de este. En especial
sería deseable incorporar al Parque todo el área del arroyo del Arenal y las lomas al oeste y
noroeste de la M-851, para proteger las zonas arboladas y de matorral que contienen. Casi todos
estos suelos están catalogados como No Urbanizable Protegido, salvo una pequeña franja al lado de
la M-851 (ver plano 2).
• El Monte de Boadilla, monte de utilidad pública, necesita urgentemente una protección que impida
el continua deterioro que está sufriendo. Los vecinos de Boadilla llevan tiempo reclamando a su
ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid la protección integral del Monte, pero no se ha hecho
nada hasta la fecha. Su incorporación al Parque Regional podría ser la solución, más no existe una
conexión natural suficiente que haga viable esta incorporación, ya que la duplicación de la M-501 y la
ampliación de otras carreteras han ido terminando con esa posibilidad.
• El Forestal, una zona arbolada de Villaviciosa de Odón, a medio camino entre jardín botánico y
parque, es un pequeño bosquete creado a finales del siglo XIX por la 1ª Escuela de Ingenieros de
Montes de España. Desde entonces se ha consolidado como una masa forestal caracterizada por la
riqueza y variedad de las especies de árboles que contiene.
Este espacio de propiedad municipal está catalogado como Suelo No Urbanizable Protegido, pero el
crecimiento urbanístico está secando el arroyo de la Madre que lo alimenta; esta circunstancia hace
que algunas especies estén en peligro de desaparecer. Actualmente cuenta con unas 17 ha. de
extensión, y requiere trabajos de recuperación urgentes. Su conexión con el Parque Regional, que
se encuentra a tan sólo 1’5 km., puede hacerse fácilmente a través del Arroyo de la Madre, de modo
que este mismo se incluyese también en el Parque.
Además se propone un corredor peatonal hasta el río Guadarrama, junto al puente de Brunete,
aprovechando la vía pecuaria Vereda de Brunete, que requiere recuperación y deslinde en algunos
de sus puntos (ver plano 4).
La ampliación que proponemos estaría delimitada al oeste por el Camino de la Carrera Ancha, al sur
por la R-5 y al norte por el Camino de los Almendrucos (ver plano 5).
Esta protegido desde 1994, declarado en la Ley 6/1994, de 28 de junio (BOCM nº 163 del martes 12 de
julio de 1994) y contiene en su interior la ZEPA de los cortados y cantiles del Manzanares y Jarama,
importantes refugios de aves rapaces, así como la zona L.I.C. “Vegas, cuesta y páramos del Sureste”.
Hay también varias fincas privadas incluidas dentro del Parque, que son una continua fuente de
conflictos. Ocupa 31.550 Has. Se le conoce comúnmente como Parque Regional del Sureste.
El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales fue aprobado por el Decreto 27/1999, de 11 de junio.
En dicho PORN se establecen las siguientes zonas:
A día de hoy no existe Plan Rector de Uso y Gestión, aunque, según la legislación del Parque, debería
haber entrado en vigor en 1999. El gobierno regional presentó en 2005 un borrador que fue sometido a
información publica, pero a la fecha de redacción de este trabajo no ha sido aprobado. En la última
reunión de la Junta Rectora, que tuvo lugar el 7 de noviembre de 2007, la Consejería de Medio Ambiente
justifica el retraso en diversos problemas jurídicos, y promete que en breve será aprobado.
Desde su creación este espacio protegido ha sufrido la presión ejercida principalmente por dos
actividades humanas, la extracción de áridos en multitud de graveras y la caza, que se realizan en el
entorno de los ríos Jarama y Manzanares desde mucho tiempo antes de la constitución del Parque. De
hecho bastantes lagunas de las existentes en la actualidad se originaron por la extracción de materiales
junto a los cauces de los ríos. Ambas actividades siguen hoy día, pese a que la caza está prohibida en
buena parte de la zonificación y a que las graveras existentes en las zonas A, B, C y E del Parque
deberían haberse trasladado fuera de éstas antes febrero de 2004. No sólo no se han trasladado, sino
que se han abierto otras nuevas.
A esas tres cuestiones se han unido en los últimos años otras actividades que incrementan los impactos
ambientales hasta el punto de haber convertido el Parque del Sureste en un muestrario de agresiones a
una naturaleza que teóricamente se pretende conservar:
y para colmo se proyecta construir ocho centrales térmicas de ciclo combinado en los alrededores.
El relato pormenorizado de las consecuencias de estas actividades podría asemejarse mucho a una
narración de terror, pero pese a toda la amalgama de barbaridades detectadas en este trabajo aún hay
ocasión de rectificar y proteger debidamente unos ecosistemas que sobreviven a las agresiones
humanas.
Problemas detectados
• Entre San Fernando de Henares y Torrejón de Ardoz, al sur de la A-2, se concentran multitud de
infraestructuras de comunicación: las carreteras M-203 y M-206, las autovías M-50 y M-45, el
ferrocarril Madrid-Arganda y la línea del AVE Madrid-Barcelona. Esta acumulación crea un efecto
barrera de grandes dimensiones, que fragmenta el ecosistema fluvial en el entorno de la confluencia
de los ríos Jarama y Henares.
• Destaca sobre cualquier otro aspecto el alto impacto paisajístico que provoca un continuo
entrelazado de asfalto, hormigón, cables y vías férreas, además de la emisión constante de gases
contaminantes procedentes de los numerosos vehículos que utilizan estas vías. Casi no puede
creerse que allí exista un ¡ espacio natural protegido !.
AVE Madrid-Barcelona a su paso por la vega del Jarama en la confluencia de éste con el Henares. Al fondo,
desmonte de la autopista M-50
• Se está desdoblando la carretera M-203, que discurre al costado sur del río Henares, lo que
aumentará el volumen de vehículos que circulan por el interior del Parque.
• Otro tipo de infraestructuras muy común en este Parque son las de comunicación y transporte
energético (gasoductos, oleoductos, tendidos eléctricos, líneas y antenas de telefonía). Entre la línea
del AVE a Barcelona y la A-2 pueden contarse seis tendidos de alta y media tensión ocupando
terrenos del espacio protegido, muchas veces en Zona B, o de Reserva Natural.
• Al sur de la línea del AVE, hasta Velilla de San Antonio, la situación es similar o incluso peor. Allí se
produce la confluencia de la M-203, la M-208, la M-217 y la R-3. El efecto barrera y el impacto
paisajístico se van a incrementar cuando se inicien las obras de duplicación de la M-208, ya
• Entre Mejorada del Campo y Velilla de San Antonio se concentran otras tres líneas de alta tensión y
numerosas instalaciones telefónicas.
• A la altura de San Martín de la Vega se concentran, dentro del Parque Regional o en su interior, 4
carreteras, la M-302, la M-506, la M-301 y la M-307, además de la parte final del ramal de cercanías
Pinto – San Martín, cuya estación se ha colocado en terrenos del ENP. La nueva circunvalación del
casco urbano de este municipio afecta a un pequeño sector de la zona D al sur del municipio.
• En la misma zona se cruzan tres tendidos de alta tensión y un oleoducto, el Rota-Torrejón, junto a
los cantiles de la Alcarria madrileña.
• En el espacio comprendido entre la laguna del Campillo y las Lagunas de las Madres se concentran
una carretera (M-506), una autovía (A-3), varios caminos asfaltados, un gasoducto y un oleducto, y
un tendido eléctrico. Todas estas infraestructuras fragmentan el Parque creando barreras visuales y
físicas en su interior, de modo que los ecosistemas de la laguna del Campillo y del resto de lagunas
quedan aislados.
Vertidos y basuras
• Se han localizado pequeños vertidos de escombros en las cercanías de la Laguna de Rivas, al sur
de Velilla de San Antonio.
• La laguna de El Soto, en Velilla, y el tramo final del río Tajuña presentan altos niveles de
contaminación por nitratos procedentes de su uso en la agricultura.
• Para colmo en la última reunión de la Junta Rectora del Parque (noviembre de 2007) se ha aprobado
autorizar 20 nuevos puntos de vertido de escombros, con la excusa de la restauración de graveras
sin actividad. Algunos de estos puntos de vertido están en la Cañada Real Galiana, incumpliéndose
así la normativa de protección de las vías pecuarias.
• Los fines de semana se observa la circulación de un número importante de motos y quads por los
caminos cercanos a San Martín de la Vega, en especial por los que bordean el río Jarama.
Vertido ilegal de escombros, y motos todo terreno circulando por los caminos del
Parque en las proximidades del puente de la M-506 sobre el río Jarama
• Los caminos del entorno de las Lagunas de las Madres, en los lugares Valdecabañas y La Esperilla,
están asfaltados para facilitar el paso de los camiones que transportan el material de las graveras, y
llenos de vertidos en sus márgenes. La zona está catalogada como C, degradada a regenerar.
• Paso de vehículos por los caminos cercanos a la laguna del Campillo. Es una zona B (Reserva
natural) y por tanto está prohibido el paso de vehículos sin autorización.
Desarrollos urbanísticos
• El límite norte del Parque está desconectado de la L.I.C. del Jarama, salvo por los ojos del puente de
San Fernando, a causa de la suma de los efectos barrera que provocan la A-2, la carretera M-206,
las zonas industriales aledañas a ésta y, al noroeste, las urbanizaciones de San Fernando de
Henares.
• El barrio del Castillo, en Torrejón de Ardoz, y los crecimientos que se están desarrollando en su
entorno, junto a las instalaciones residenciales aisladas y las áreas industriales de la margen
izquierda del río Henares, como la existente junto al Cordel del Butarrón, casi en los mismos límites
exteriores del Parque, están generando una especie de pinza que aísla el ENP de su entorno natural
más inmediato, convirtiendo sus bordes en una suerte de parque urbano muy antropizado.
• En la margen izquierda del río Jarama, desde Mejorada del Campo hasta Arganda del Rey, existe
una especie de conurbación en la que se mezclan los potentes crecimientos urbanos de Mejorada,
Velilla y Arganda, y las extensas graveras existentes cerca de Velilla, en zona F del Parque, lo que
está provocando el aislamiento de ese sector del espacio protegido de su entorno natural.
• En Perales del Río, pedanía de Getafe, la Federación Madrileña de Golf y el ayuntamiento getafense
pretenden construir un campo de golf de 60 Ha., con 18 hoyos, campo de prácticas, aparcamiento
para 200 vehículos y centro social. El cálculo de consumo de agua es de 382.000 m3 / año, que
pueden obtenerse bien de la depuradora EDAR Sur, bien directamente del agua potable del Canal
de YII.
• También en Perales del Río, la urbanización de Los Llanos de Perales está afectando al entorno del
Parque Regional
• Fuertes crecimientos de Ciempozuelos, Titulcia y Aranjuez (entorno del puente Largo) que van
cercando el Parque.
• Los crecimientos de Seseña Nuevo (Toledo) limitan con el Parque por el sector de las campiñas de
la margen izquierda del Jarama, la comarca de la Sagra madrileña.
Otros
• En las áreas de cultivo que rodean los ríos Jarama, Henares y Manzanares se ha detectado el uso
de pesticidas y herbicidas.
• Grave impacto acústico en el entorno de la confluencia del Jarama y el Henares por el pasillo aéreo
de Barajas. El impacto es especialmente significativo en el área de recreo de Las Islillas, donde hay
un ruido ensordecedor.
• Extracciones de áridos en la vega del río Jarama en zonas B y D y en la Alcarria madrileña (zona B).
En primer plano, finca de El Piul, en la margen derecha del río Jarama. Tras el bosque de ribera
aparecen extensas extracciones de áridos en la margen izquierda, al sur del polígono industrial
de Velilla de San Antonio
• En los cerros de Palomero (Ciempozuelos), hay una granja de ganado ovino que somete a pastoreo
intenso las márgenes de la campiña de la Sagra madrileña.
• El paso de motos todo terreno y quads está provocando fuertes líneas de erosión en las vertientes
de los cerros de Palomero y La Peñuela (Ciempozuelos).
• Cerca de la confluencia de las carreteras M-506 y A-3, junto a las Lagunas de las Madres, se
encuentra un área completamente degradada a causa de las numerosas instalaciones mineras e
industriales.
• Frente a las Lagunas de las Madres hay una fábrica de terrazos a la cual acuden numerosos
camiones. Su paso continuo genera contaminación por ruido.
• En estas mismas lagunas hay introducción de especias alóctonas de fauna y flora, como ocas,
plátanos de sombra y plantas de jardín. Se ha realizado una recuperación errónea al sustituir
especies propias del sistema lagunar por otras ajenas al medio.
• La actividad de las yeseras de San Martín (al borde del Parque) y la depuradora del Soto Gutiérrez
(en su interior) influyen negativamente.
• El área comprendida entre el paraje las Cumbres de Vallecas (Rivas-Vaciamadrid) y el limite norte
del Parque en esa zona, la A-3, presenta un estado lamentable a causa de la actividad industrial que
padece la zona: vertidos de escombros y líquidos, chabolas, canteras, etc.
• En los últimos meses se ha detectado la presencia de una especie alóctona, el mapache, que se
está extendiendo con rapidez. Estos animales se venden en una tienda cercana, y muchas de las
personas que los compran los sueltan en terrenos del Parque una vez que crecen y comienzan a dar
problemas en las viviendas.
El río Jarama es la arteria principal del espacio protegido, su razón principal de ser y origen de la
mayoría de los ecosistemas presentes en su interior. Por ello creemos conveniente dedicar un apartado
especial a los problemas específicos que afectan a su cauce y a las especies, tanto vegetales como
animales, que viven en él.
• Acumulación de basuras en las orillas del río en aquellos puntos donde hay lugares de esparcimiento
cercanos a caminos, y en los puestos de caza y pesca.
• Problemas derivados de la caza. La cuestión de la caza es muy compleja en el Parque del Sureste.
Una gran parte del Parque es coto, pero además se caza en zonas C, donde solo se puede por
motivos de gestión. También hay cotos autorizados en algunas zonas A, pero no cuentan con los
planes de caza preceptivos. Las consecuencias ambientales son:
- Abandono de cartuchos.
- Furtivismo, que no respeta ni las épocas de veda ni las zonas de reserva, como los cantiles
yesíferos y las lagunas.
- Irregularidades en la gestión de la caza, pues se renuevan las concesiones administrativas pese a
que se caza en zonas de Reserva Integral, donde la Ley del Parque lo prohibe estrictamente.
- Plumbismo.
- Caza ilegal de especies acuáticas protegidas, que gozan de veda todo el año.
- Daños a la vegetación derivados de los puestos de caza, donde se desgajan ramas y se rompen
matorrales.
• Extracciones ilegales de agua. Se constata la extracción de agua desde pozos artesianos o desde el
mismo cauce del río, muchas sin licencia o superando el caudal permitido. Se usan para el riego
agrícola y el de praderas ajardinadas públicas y privadas. Las extracciones no están sometidas a
ningún control administrativo que verifique si hay autorización para ello y regule su uso.
• Riegos agrícolas de riesgo, con aguas residuales no aptas para el uso y cargadas de biocidas. En
1997 un análisis realizado a 23 muestras de cereales, hortalizas y otros productos vegetales detectó
residuos de biocidas con niveles superiores a lo permitido por la UE.
• Canalización encubierta del río Jarama. En muchos puntos de su cauce, sobre todo en el curso
medio y bajo, se han levantado sistemas defensivos utilizando materiales de obra para proteger
campos de cultivo, graveras y explotaciones industriales. Estos muros no están autorizados y
canalizan artificialmente el río.
• Daños a la vegetación de ribera a causa de cortas ilegales, ramoneo excesivo del ganado, quema de
arbustos en acequias y canales y en fincas para favorecer los pastos, que por falta de control
terminan afectando a las plantas de las orillas. Algunas reforestaciones mal planificadas restan
espacio a la vegetación autóctona, como la del entorno de la laguna de Las Arriadas en
Ciempozuelos, que se hizo con chopos, un árbol infrecuente en las orillas del Jarama.
• Deterioro paisajístico, deforestación, creación de diques artificiales, ocupación ilegal del dominio
público hidráulico, cercados y alambradas en la zona de servidumbre de 5 m que establece la ley de
aguas, vertido de lodos y contaminación de acuíferos, todo ello a causa de la actividad extractiva en
las graveras, que como hemos dicho siguen funcionando pese a que muchas de ellas deberían
haberse cerrado antes de 2004. Hay que reseñar que bastantes graveras, un total de 7, están en las
márgenes del río, cuando no ocupando parte de su cauce.
Problemas de gestión
• En el área recreativa de Las Islillas se da una afluencia masiva de personas, detectándose incluso la
práctica ilegal de la caza.
• La dirección del Parque permite el vertido indiscriminado de estériles de obras (sobre todo de la
construcción del metro) en las graveras sin actividad extractiva, sin controlar el tipo de materiales y
sin elaborar un plan que permita regenerar adecuadamente las graveras antiguas. Calculamos que
se han vertido 5 millones de metros cúbicos procedentes de las obras del metro.
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• La falta de vigilancia propicia situaciones como la de gente bañándose en las lagunas, cuando está
prohibido.
• La gestión de las Lagunas de las Madres facilita su aislamiento al haber sido valladas y convertidas
en una suerte de parque urbano. Además se han introducido especies alóctonas, animales (ocas) y
vegetales, como plataneros y plantas de jardín.
• La ultima reunión de la Junta Rectora del Parque (en noviembre de 2007) ha servido para mostrar el
escaso interés de la Consejería de Medio Ambiente por mejorar la conservación de este ENP. En
esta reunión se han aprobado 13 nuevas graveras (como ya se ha dicho más arriba), 20 puntos de
vertido de escombros, algunos disimulados como regeneración de graveras abandonadas y una
depuradora en el campo de golf del Negralejo causante de numerosas irregularidades. Además se
informó favorablemente sobre 4 nuevos desarrollos urbanísticos colindantes con el Parque, en
Ciempozuelos, Velilla de San Antonio y San Martín de la Vega.
Curiosamente muchos de estos proyectos ya habían sido realizados por sus promotores; en esos
casos la Junta Rectora solo ha servido para legalizar lo ya hecho. En fin, todo un ejemplo de política
medioambiental de hechos consumados.
No podemos olvidar en este trabajo la mención de algunas buenas prácticas de gestión ambiental que
están llevando a cabo algunas administraciones. Es el caso del ayuntamiento de San Fernando de
Henares, que ha comenzado a recuperar el tramo del río Jarama que discurre por terrenos de propiedad
municipal, entre el área recreativa de Las Islillas y el polideportivo municipal de San Fernando. El
proyecto se va a ampliar hasta el Paseo de los Chopos. Se eliminarán construcciones ilegales y ganado
estabulado ilegalmente y en malas condiciones, así como actividades que contaminan el agua del río
Jarama y el agua subterránea.
• Corredor de conexión con el Soto del Henares. Este área natural goza de protección preventiva
(ver capítulo del Soto del Henares) gracias a un decreto del año 2000. Todo el río Henares, pero
sobre todo la parte del Soto, mantiene la continuidad del ecosistema de ribera con el Parque del
Sureste, conformando una estructura de conexión biológica. Lo más adecuado sería proteger el
tramo del río Henares y su entorno, entre el final del Parque Regional del sureste en Torrejón de
Ardoz y el Soto del Henares, incorporándolo a Parque Regional; o bien, si su gestión es complicada,
podría crearse una nueva figura de Parque Regional para ese tramo del río Henares, entre el barrio
del Castillo (Torrejón de Ardoz) y el límite con la provincia de Guadalajara, incluyendo en esta nueva
figura el Soto del Henares (ver plano 9 del anexo)
• El Espartal y Bolitas del Airón. El vallejo del arroyo de la Cañada discurre desde Ciempozuelos, en
el Parque Regional, hacia el noroeste, hasta llegar al parque de Bolitas del Airón (Valdemoro), lo que
asegura la existencia de vínculos de fauna y flora entre ambos espacios. Por ello creemos
imprescindible la creación de un corredor ecológico desde Bolitas del Airón hasta el límite del Parque
Regional por el arroyo de la Cañada.
Las campiñas con matorral de la margen izquierda del arroyo, la zona conocida como El Espartal,
están declaradas Bien de Interés Cultural (B.I.C.) con la categoría de Zona Arqueológica. Además
albergan una gran variedad de flora y abundante fauna. Nuestra propuesta contiene la conexión del
parque Bolitas del Airón y El Espartal con el Parque Regional por medio del corredor ecológico, y su
incorporación posterior al propio Parque (ver plano 10 del anexo)1.
- El parque Bolitas del Airón (Valdemoro), cabecera del corredor ecológico del vallejo del Arroyo
de la Cañada.
- Campiñas de la margen derecha del mismo arroyo (Valdemoro). Se han seleccionado montes
consorciados y una representación de campiñas que funcionarían como amortiguamiento del
valle del arroyo de la Cañada frente a los crecimientos del nuevo PGOU de Valdemoro.
- Campiñas de la margen derecha (Ciempozuelos). Servirían como transición entre las zonas
urbanas e industriales de Ciempozuelos y el arroyo de la Cañada.
- El vallejo del arroyo de La Cañada propiamente dicho (Valdemoro). La totalidad del valle está
clasificado como Suelo No Urbanizable Protegido y es la pieza fundamental del corredor
ecológico.
• Compra de fincas privadas por parte de la Comunidad. Es el caso de las lagunas de Velilla y El
Porcal, de alto valor ambiental para el ecosistema de este Parque. Lleva tiempo reclamándose que
se destinen fondos del presupuesto del Parque para la adquisición de estos dos enclaves.
1
Ecologistas en Acción, Corredor Ecológico-Recreativo del vallejo del arroyo de La Cañada, Madrid, febrero 2005
(documento de trabajo).
En 1930 La Pedriza fue declarada Sitio Natural de Interés Nacional, siendo el primer espacio protegido
de Madrid. En 1.979 se amplió el área protegida a la parte alta del valle del río Manzanares, dándosele el
nombre de Parque Natural. En 1985 la Comunidad de Madrid aumentó el territorio protegido,
incorporando la mayor parte del curso del río Manzanares hasta llegar al Monte de El Pardo, incluyendo
los terrenos limítrofes a éste así como el Soto de Viñuelas. Nacía de esa forma el Parque Regional de la
cuenca Alta del río Manzanares (PRCAM), con 46.728 ha. Ampliaciones posteriores han aumentado su
superficie hasta las 52.796 ha.
En su interior alberga gran número de ecosistemas, desde la alta montaña hasta el bosque de encina,
característico del paisaje mediterráneo, pasando por la zona de humedal, en torno al embalse de
Santillana, y el bosque de ribera, que se conserva en buen estado en el tramo del Manzanares anterior a
Colmenar Viejo. La gestión de todos ellos se ha dividido en cuatro zonas:
- Zonas A, de reserva natural, con la máxima protección, que son aquellas mejor conservadas.
Están divididas en dos:
A1 Reserva Natural Integral
A2 Reserva Natural Educativa
- Zonas B, de Parque Comarcal Agropecuario, con gran valor ecológico y en las que se
desarrollan actividades agropecuarias tradicionales. Divididas en tres tipos:
B1 Parque Comarcal Agropecuario Protector
B2 Parque Comarcal Agropecuario Productor
B3 Parque Comarcal Agropecuario a regenerar
- Zonas P, las áreas a ordenar por los planeamientos urbanísticos, que son las zonas urbanas de
las poblaciones de Manzanares el Real, Hoyo de Manzanares, Torrelodones, Tres Cantos y
parte de Las Rozas.
- Zonas T, zonas de transición, que son los límites con el Monte de El Pardo y sirven para
mantener la protección en torno al mismo.
Junto con el Monte de El Pardo, este parque constituye un excelente corredor natural que une la Sierra
de Guadarrama con la capital de España; una peculiaridad que permite a los madrileños contemplar
especies animales singulares, como el águila imperial o el cernícalo, a escasos kilómetros de la ciudad.
En su interior se encuentran la LIC Cuenca del río Manzanares y la ZEPA Soto de Viñuelas. Por todos
esos valores fue declarado Reserva de la Biosfera en 1.993.
Soporta una gran presión urbanística en sus márgenes y en el interior (en las mencionadas zonas P),
una presión que también se refleja en infraestructuras como tendidos eléctricos, antenas de telefonía
móvil y algún vertedero ilegal (Moralzarzal). La enorme afluencia de visitantes crea problemas de
basuras, ruidos y degradación del suelo en aquellos lugares donde más se concentran, Guarramillas
(junto al Puerto de Navacerrada) el valle de La Barranca y en especial La Pedriza. Los vehículos todo
terreno, tanto coches como motos, deambulan ilegalmente por el Parque, contaminando con sus ruidos y
erosionando los caminos y sus márgenes.
Los nuevos proyectos para construir autovías en territorio del Parque son las amenazas más graves para
el futuro de este espacio protegido.
En cuanto a la calidad del agua del río Manzanares, sólo es aceptable hasta que el río alcanza Colmenar
Viejo. A partir de ese punto los polígonos industriales y el deficiente funcionamiento de las depuradoras
convierten el río en una cloaca, mucho antes de llegar a la capital.
Problemas detectados
• Cierre del anillo de la M-50. La Comunidad de Madrid quiere conectar los tramos oeste y norte
de la M-50, desde Las Rozas (A-6) hasta San Sebastián de los Reyes (A-1), para lo que es
imprescindible atravesar el Parque Regional en el paraje llamado Los Carriles, de forma que
cruzará una zona de Reserva Natural Educativa y otra de Parque Comarcal Agropecuario a
regenerar.
Además hay que añadir el agravante de un túnel que pasaría por debajo del Monte de El Pardo,
desde una zona situada junto al puente de El Tejar hasta la Portilla del tambor. Este túnel se
realizará en terrenos de la ZEPA ES0000011 - Monte de El Pardo, afectando a L.I.C. ES3110004
Cuenca del río Manzanares, a lo largo de al menos 8 km. La salida este del túnel estaría junto a
la tapia de El Pardo, fuera de él, pero en terrenos del Parque Regional, en suelo catalogado
como Parque Comarcal Agropecuario a Regenerar (ver plano 7 en el anexo)
• Nueva carretera alternativa a la A-6. El Ministerio de Fomento pretende crear una autovía en
paralelo a la A-6 desde Las Rozas hasta Las Matas. El proyecto discurre por terrenos del Parque
Regional, al norte de la vía actual. La nueva carretera se separaría de la A-6 en el km. 15,
entrando en una zona A2, de Reserva Natural Educativa, que teóricamente cuenta con la
máxima protección; después atravesaría una zona T, junto al Monte de El Pardo. A partir del km.
6’200 desde su inicio se plantean dos posibilidades, una que se une a la A6 en el punto
kilométrico 23 y otra que lo hace en el PK. 25. Cualquiera de las opciones incumple la ley del
Parque Regional, que proporciona la máxima protección a las zonas A y que en las zonas T sólo
permite actividades deportivas, culturales y recreativas. Además contraviene el PRUG del mismo
y varias directivas de la Unión Europea, al afectar a la ZEPA ES 000011 “El Pardo” y al LIC ES
3110004 “Cuenca del Río Manzanares”
En realidad esta propuesta del Ministerio de Fomento no es una carretera radial más sino una
variante para reducir el trafico que pasa por el municipio de Las Rozas. Se ha concebido como
una vía de descongestión de la A6; el trazado actual de la A6 desde el km. 15 hasta Las Matas
quedaría sólo para el tráfico con destino a Las Rozas y sus innumerables urbanizaciones. Una
• El trazado del AVE Madrid-Valladolid por el corredor de la M-607 pasa entre ésta autovía y las
tapias del Monte de El Pardo. En esta zona, una estrecha franja de terreno catalogada como B3,
Parque Comarcal Agropecuario a regenerar, se han producido talas de encinas y alcornoques a
lo largo de varios kilómetros, desde Valdelatas hasta Tres Cantos. Los desmontes y movimientos
de tierras para colocar las vías del AVE han sido muy importantes. La zona no solo no se está
regenerando como indica la legislación del Parque, sino que se ha degradado mucho más.
Merece destacarse que estas obras contaron con el silencio cómplice de la dirección del Parque.
Desmontes y taludes producidos por las obras del AVE Madrid-Valladolid a su paso
junto a la línea C-10 de Cercanías, en zona B1 del PRCAM
• La posibilidad de duplicar la carretera M-609 entre Colmenar Viejo y Soto del Real, afectaría al
borde oriental del PRCAM, que en parte tiene la propia carretera como límite.
Vertidos y basuras
• Acumulación de basuras en el borde sur y este del Parque, los que limitan con la M-40 y la M-
607. Es una zona periurbana que se está degradando ante la pasividad de la dirección del
Parque. Después de numerosas denuncias de Ecologistas en Acción, no ha habido ninguna
acción sistemática de recogida de basuras y escombros durante bastante tiempo. Se aprecian
vertidos de escombros, botellas de vidrio y plástico, latas de aluminio y de acero, papel, ropas,
papel higiénico y restos de comida.
• El problema más grave de los vertidos en el PRCAM es la mala calidad del agua del río
Manzanares. Desde los excrementos humanos frecuentes en las zonas de baño de La Pedriza,
nunca reguladas como se debiera, hasta los vertidos de las depuradoras del Embalse de
Santillana y de los polígonos industriales de Colmenar Viejo, en especial la de Navarrosillos, que
no tiene capacidad para depurar todas las aguas residuales que le llegan y vierte los sobrantes
sin tratar cargados de residuos industriales, el agua del Manzanares tiene una calidad pésima al
llegar a El Pardo.
Una de las razones de ser de este Parque es conservar y proteger el río, sus aguas y su cauce,
pero lamentablemente esto no parece incluir el control de los vertidos en los arroyos tributarios,
tal como ya se ha explicado para el arroyo de La Trofa y tal como sucede con el de Navarrosillos,
que vierte en el arroyo de Tejada. La dirección del Parque debería tener como misión
fundamental velar por la calidad del agua del río, pero no hace nada para impedir los vertidos
mencionados. Las denuncias de Ecologistas en Acción sobre la depuradora de Navarrosillos se
han sucedido durante varios años sin conseguir nada. La situación es más grave todavía si
tenemos en cuenta que estos vertidos se incorporan al Manzanares en el embalse de El Pardo,
trasladando la contaminación al corazón del ecosistema que allí se pretende proteger.
• Las obras del AVE mencionadas, entre la M-40 y Tres Cantos, afectan a una vía pecuaria que
corre en paralelo a la tapia del monte de El Pardo.
• Es muy frecuente el paso de motos y vehículos por los caminos y vías pecuarias del entorno de
Colmenar Viejo que van erosionando la superficie de los caminos.
• Los crecimientos urbanísticos dentro del Parque Regional están circunscritos a las zonas P,
donde las normas de ordenación de cada municipio deberían coordinarse con el patronato del
Parque para no influir negativamente sobre las otras zonas de ordenación. Sin embargo la
realidad es que los ayuntamientos, con la aquiescencia de la Consejería de Medio Ambiente,
han ido consumiendo el suelo de las zonas P a ritmo acelerado, de modo que en la actualidad se
dan casos de sobresaturación de urbanizaciones en lugares muy sensibles del espacio protegido
que nos ocupa. Es el caso de Manzanares El Real, donde el suelo disponible para urbanizar está
casi agotado.
• Otro de los problemas derivados del urbanismo dentro del Parque Regional es la edificación
desordenada y descontrolada. Uno ejemplo llamativo es el de un chalet ilegal en zona A2, de
máxima protección, en el núcleo de Mataelpino. Este chalet, en mitad de la Sierra de los
Porrones, se ha levantado sin permisos, pero ni la dirección del Parque, ni el ayuntamiento de
Cerceda, ni la Consejería de Medio Ambiente han hecho nada para impedirlo durante varios
años, pese a las denuncias de los vecinos y Ecologistas en Acción desde 2004. En la actualidad
las obras están paradas por decisión judicial
Otros
• En Hoyo de Manzanares se ha instalado una nueva línea de alta tensión. Para colocarla se han
destruidos abundantes grupos de matorral y pies arbustivos en zonas B1 y A1, afectando a un
área de enebral muy bien conservado.
• En la cola del embalse de Santillana, junto al puente que cruza el arroyo de Navacerrada, hay un
área de aparcamiento irregular de coches, usado por paseantes y observadores de aves para
dejar sus vehículos. Debería habilitarse una zona de aparcamiento disuasorio junto a la M-608 y
una barrera que impidiese el paso al entorno del embalse a los vehículos no autorizados, pues
es zona B1, Parque Comarcal Agropecuario Protector.
• En la franja de encinar existente entre la tapia este del Monte de El Pardo y la autovía M-607
RENFE realizó una corta de árboles hace unos años con la que eliminó casi un millar de pies de
encina y alcornoque. La zona está catalogada como Parque Agropecuario a Regenerar: pero lo
más grave del caso es que la tala se realizó con la aquiescencia de las autoridades del PRCAM,
que concedieron a RENFE un permiso para realizar desbroces junto a la línea de Cercanías y
evitar así posibles conatos de incendio. RENFE se excedió en el desbroce y la dirección del
Parque no hizo nada para evitarlo. La tala se realizó a lo largo de 5 km. de vía.
• Hay un grave problema con los perros asilvestrados que campean por el Parque, compitiendo
por las presas con los depredadores naturales.
• Los proyectos de la empresa propietaria de la estación de esquí de Navacerrada, Rio S.L., pese
a estar fuera del PRCAM, afectarían a éste pues se realizarían justo en su límite noroccidental.
Se pretende crear un aparcamiento de dos plantas en el actual aparcamiento del puerto, un paso
subterráneo en el cruce de las carreteras a Segovia y a Cotos, convertir en hotel el albergue
Alvaro Iglesias, construir unas pistas artificiales, etc.
• Otros proyectos que afectarán a este Parque Regional a pesar de situarse fuera de sus límites,
son el hotel que sustituirá al albergue de la RSEA Peñalara y el aparcamiento que se pretende
construir en Las Dehesas, Cercedilla. Ambos proyectos se realizarán en una estrecha franja de
suelo no incluido en el Parque Regional junto a la carretera de Las Dehesas; sin embargo
cualquier obra que fomente la llegada de vehículos a esa zona influirá negativamente en el
territorio protegido por el PRCAM, pues a ambos sólo les separan unos pocos metros.
• La dirección del Parque de la Cuenca Alta del Manzanares lleva muchos años instalada en la
inoperancia absoluta. Buena prueba de ello es la incapacidad del director para evitar o al menos
detener las edificaciones irregulares que cada cierto tiempo florecen en suelo protegido.
El ejemplo más llamativo de los últimos años quizá sea el del chalet ilegal de la Sierra de los
Porrones, en termino de Mataelpino. Iniciado con un permiso para cerrar una caseta agrícola que
existía en la finca, en pocos meses la obra derivó en convertir una senda en pista apta para
coches y en la transformación de la caseta en un chalet de dos plantas, todo ante la atónita
mirada de los vecinos del pueblo y la falta de actuación del director de Parque, pese a las
denuncias continuas. La lentitud de las administraciones a la hora de pedir la paralización de las
obras, y de hacerlo cumplir, dio lugar a que entre una cosa y otra el dueño terminase el edificio.
Después de varios años se consiguió la paralización de los trabajos y ahora se está a la espera
de la decisión judicial.
• Uno de los aspectos más graves de la gestión es su actuación contra las irregularidades a
remolque de las denuncias de particulares y grupos ecologistas. Pese a contar con un eficaz
grupo de agentes forestales, las denuncias de estos sobre obras sin permiso, vertidos, cortas de
árboles, caza o actividades irregulares suelen caer en saco roto, siendo ignoradas por la
dirección del Parque en muchas ocasiones.
• Por estas causas Ecologistas en Acción ha pedido en varias ocasiones la destitución del director
del Parque, pero el respaldo de la Consejería de Medio Ambiente muestra el poco interés de los
responsables políticos de la Comunidad de Madrid en terminar con las constantes
irregularidades en este espacio protegido.
La cumbre de Peñalara, la Laguna Grande y su entorno fueron declarados Sitio Natural de Interés
Nacional en 1930, siendo uno de los primeros espacios protegidos de nuestro país, al tiempo que otras
zonas de la Sierra de Guadarrama, como la Pedriza de Manzanares.
La constitución del Parque Natural es algo relativamente reciente, de 1990, declarado así en la Ley
6/1990, de 10 de mayo (B.O.C.M., 15/06/1990).
En su pequeña superficie, sólo 768 ha, alberga uno de los paisajes más singulares de la Península
Ibérica, con modelados glaciares alpinos muy completos en una latitud muy extraña a este tipo de
morfología. Las especies de fauna y flora también constituyen una peculiaridad biogeográfica que incluye
tipos eurosiberianos en el limite de expansión más meridional.
Sus lagunas y humedales están protegidos por leyes locales y convenios internacionales, en concreto la
Ley 7/1990, de 28 de junio, de Protección de Embalses y Zonas Húmedas (B.O.C.M. 11/07/1990);
Catálogo de Embalses y Zonas Húmedas, Acuerdo 10/10/1991 (B.O.C.M. 29/10/1991), que protege
específicamente las lagunas del entorno de Peñalara, Los humedales del macizo de Peñalara están
incluidos en la lista del Convenio de Ramsar según Resolución de 17 de enero de 2006, de la Dirección
General para la Biodiversidad.
1.-Zonas de Amortiguación y
Preservación, para evitar posibles
impactos al Parque Natural. Son las
cumbres, zonas elevadas de las laderas
y enclaves con vegetación singular.
En general el área incluida dentro del Parque propiamente dicho, la zonas de Máxima Reserva, Especial
Protección e Interés Educativo y Recreativo, tienen un buen estado de conservación, pues su pequeño
tamaño permite mantener un control suficiente del uso público. Las actuaciones puestas en marcha los
últimos años para conservar y regenerar el medio están dando buenos resultados, como por ejemplo la
expropiación y desmonte de la estación de esquí de Valcotos, y los programas de regeneración del suelo
en las antiguas pistas de esquí.
Sin embargo su pequeño tamaño hace que esté muy influido por el entorno, sobre todo cuando el alto
valle del Lozoya y la mayoría de las cumbres que lo rodean no cuentan con ninguna protección salvo la
de Zona Periférica. El aparcamiento de Cotos, la estación de esquí de Valcotos y las infraestructuras del
puerto de Navacerrada influyen negativamente. Puede decirse que ante los planes de desarrollo de los
municipios, las estaciones de esquí y las carreteras el Parque Natural de Peñalara queda como una
pequeña isla. Sería necesario dotar de una protección mayor no sólo a la Zona Periférica, sino al
conjunto de la Sierra.
• La estación de Valdesquí. Está situada a pocos kilómetros del límite sur del Parque, dentro de la
zona periférica de protección, y todos los clientes de la estación han de pasar con sus vehículos
por el puerto de Cotos, a su vez puerta de acceso al Parque Natural. Eso produce una
contaminación atmosférica importante en la temporada de esquí.
• El aparcamiento del puerto de Cotos, pese a ser muy útil para los visitantes del Parque, es otro
foco de contaminación, al situar una parte de los usos urbanos en el corazón de la montaña, a
escasos metros del límite del Parque, y dentro de su zona periférica de protección. Ya que existe
una línea de ferrocarril con parada final en Cotos, muy cerca del aparcamiento, una buena
política de conservación seria reducir el número de plazas de aparcamiento y ampliar el servicio
de trenes, tanto los que suben desde Cercedilla como los que llegan a este municipio desde
Madrid. Este modo de transporte colectivo, combinado con el autobús, serviría para eliminar la
mayor parte de los focos de contaminación de los tubos de escape.
En el año 2002, la iniciativa de la Comunidad de Madrid de comenzar los trabajos para crear al Parque
Nacional de la Sierra de Guadarrama parecía que iba a solucionar esta necesidad de protección integral.
Se inició entonces, en el mes de septiembre, la fase de estudio del Plan de Ordenación sobre un
territorio de casi 75.000 ha. Lamentablemente, cuando en marzo de 2006 salió a información pública el
estudio del Plan de Ordenación, la decepción fue grande. El avance del Plan proponía proteger como
Parque Nacional sólo 34.084 ha, la mayoría de las cuales ya están protegidas con los Parques de
Peñalara y de la Cuenca Alta del Manzanares. Además proponía crear dos espacios protegidos nuevos:
un Parque Regional con los territorios del valle alto del Lozoya y una estrecha franja de terreno al sur de
lo que sería Parque Nacional; y un Paisaje Protegido con el monte Abantos, que inexplicablemente
quedaba fuera del Parque Nacional. Se daba vía libre al mantenimiento de la caza, incompatible con el
Plan Director de Parques Nacionales en vigor en ese momento. Para colmo, con las estaciones de esquí,
incompatibles también con los Parques Nacionales, se mantiene la excepción llamada Zonas de Uso
Especial, que ya existe en el PRUG del Parque de Peñalara, una forma de burbujas que permite su
continuidad, dejando pasar una gran ocasión para abordar su desmantelamiento a medio plazo, al modo
de lo hecho en Valcotos.
Siendo grave esto, lo peor corresponde a la normativa dedicada al urbanismo y a las infraestructuras. En
el caso de estas últimas, en ningún punto se prohibe expresamente ampliar las vías de comunicación
existentes, ni siquiera en el ámbito del Parque Nacional, abriendo el camino al ensanche de carreteras
que atraviesan el corazón de la Sierra simplemente si se consideran como de baja capacidad de
impacto. En la Zona de Transición podrán seguir haciéndose toda clase de autovías, túneles, etc, sólo
con establecer medidas maquilladoras, mal llamadas correctoras.
El tema del urbanismo es el que plantea más problemas. Tímidamente se limitan los suelos urbanizables
de la Zona de Transición a aquellos que tengan arbolada menos de un 30 % de su superficie, lo que hará
frotarse las manos a especuladores de toda clase, pues en la práctica esto deja miles de Ha disponibles
para urbanizar. Incluso se permite que en los suelos no urbanizables se amplíen los edificios
preexistentes, argumentando razones de mantenimiento o mejora. ¿Podrá entonces transformarse una
vieja caseta de labranza en un chalet de dos plantas con piscina, pues sólo se trata de una mejora?. Nos
tememos que sí. La barbaridad llega hasta el extremo de permitir la construcción de casas unifamiliares
en suelo no urbanizable si se demuestra que estas son imprescindibles para las explotaciones o
industrias autorizadas. Demasiado fácil para quienes quieran hacerse un chalet en suelo protegido. ¿Es
esta la manera de proteger la Sierra frente al urbanismo?
En definitiva parece que en vez de proteger la Sierra en su conjunto, el PORN ha creado un nuevo
problema para la conservación de las montañas madrileñas y su entorno; el problema es el propio Plan y
sus consecuencias.
A la hora de redactar este trabajo el Plan se encuentra parado, retenido por la Comunidad de Madrid,
entre otras cosas porque la publicación en 2007 de una nueva ley de Biodiversidad (42/2007), con un
nuevo marco para los Parques Nacionales, obliga adaptar el PORN al nuevo Plan Rector de los mismos,
y eso aún no se ha hecho.
Respecto a la zona de Transición, debe regularse el urbanismo con rotundidad, sin paños calientes,
explicitando en el PORN la prohibición de recalificar cualquier suelo catalogado como no urbanizable
protegido en cualquiera de sus variantes, y limitando los futuros desarrollos, o los pendientes de aprobar
actualmente (primavera de 2008), a los estrictamente necesarios una vez valorados los crecimientos
demográficos naturales de cada municipio. El entorno de la Sierra de Guadarrama ya está lo bastante
sobrecargado como para permitir crecimientos urbanísticos desorbitados, tales como los que planean
Becerril de la Sierra (3.000 viviendas nuevas), Collado Villalba (3.500), Cercedilla (2.493), Guadarrama
(3.000) o Lozoyuela (20.000), San Lorenzo de El Escorial (7.000) o Soto del Real (5.000), por poner sólo
unos cuantos ejemplos.
El decreto señala la importancia del bosque de galería que abriga los meandros del río y el modelado
que éste ha creado en los terrenos aluviales del terciario. La bella combinación de ambos elementos
paisajísticos, relieve y vegetación, configuran un ecosistema con abundante biodiversidad, reconocido
así con su inclusión en el L.I.C. ES 3110001, Cuenca de los ríos Jarama y Henares.
Es una pequeña zona donde se mantiene un entorno agrario y de áreas naturales libre de
urbanizaciones e infraestructuras de alto impacto, por el momento.
En el decreto de protección se indica que en el plazo de un año desde haber sido publicado (agosto de
2000) deberá elaborarse un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, cosa que no se ha hecho
hasta la fecha de redacción de este trabajo.
Vertidos y basuras
• En las proximidades del puente de la carretera M-226 sobre el Henares hay una pista que facilita el
acceso de los vehículos a la zona protegida. Por esta pista se adentran pescadores y otras gentes, y
en los puntos de entrada hasta el río se observan numerosas basuras abandonadas.
Basuras en la orilla izquierda del Henares, en las cercanías del puente de la M-226
A la parte deportiva se añaden aulas, talleres, laboratorios, salas audiovisuales, salas informativas,
una hospedería y una granja escuela para niños.
Las instalaciones, además de destruir gran parte del suelo agrícola de la finca, quedarán a poca
distancia de la zona protegida del Soto del Henares, ejerciendo una presión negativa sobre este
espacio. El Encín debería ser un área de ampliación del espacio protegido hacia el norte que limitase
las influencias negativas de la A-2 sobre el Soto, a modo de zona de transición que amortiguase los
ruidos y la contaminación que genera el numeroso tráfico de la autovía.
• Como ya se ha dicho, aún no existe el documento básico para ordenar la zona, el PORN, lo que
mantiene parada cualquier iniciativa. No se sabe cuál será la figura legal de protección, no se han
definido las actividades que pueden realizarse, ni hay guardería forestal. Podría decirse que la
protección preventiva ha quedado en el olvido administrativo.
Propuestas de conservación
El Soto del Henares contiene uno de los mejores bosques de ribera de la Comunidad de Madrid, pero
ese bosque no se limita al espacio delimitado por el decreto de protección, que demarca una zona muy
pequeña. La formación boscosa y el matorral de ribera se extienden, con pocas discontinuidades, hasta
alcanzar el término municipal de San Fernando de Henares, donde enlaza con el Parque Regional de los
cursos bajos de los ríos Jarama y Manzanares. Por tanto creemos que la protección debería extenderse
a todo el curso del Henares y la vegetación de sus riberas como mínimo. Lamentamos que el Plan de
Ordenación que debe elaborarse no abarque todo ese espacio.
• El Soto del Henares constituye un ecosistema excepcional digno de protección a lo largo de todo el
curso del río. Es un corredor biológico que permite una conexión singular a la fauna y la flora de los
cauces de Henares y Jarama. No es un espacio aislado sino en relación constante con el territorio
protegido por el Parque del Sureste. Creemos que la protección más completa sería integrar el
Soto del Henares, y todo el cauce de este río hasta el Jarama, en dicho Parque Regional. De
ese modo podría hacerse una gestión integral y única de las dos zonas y se evitaría fragmentar el
territorio con diferentes espacios protegidos, reduciéndose de paso los órganos administrativos y la
burocracia, que suelen dificultar la gestión.
• Parte del bosque de ribera, con formaciones higrófilas en torno al Henares no incluidas en el territorio
protegido preventivamente pero con valores similares a este, está amenazado por las causas de
destrucción del territorio más habituales en la Comunidad de Madrid, la duplicación de carreteras, la
construcción de otras infraestructuras y los crecimientos urbanos.
El Soto del Henares aguas arriba del puente de la M-300 sobre el mismo río.
Puede observarse cómo el paisaje es similar al del área de la protección preventiva
3. El crecimiento de los barrios del sudeste de Alcalá de Henares ha llevado las edificaciones al
borde mismo de las riberas en algunos puntos, donde se están acumulando basuras. El
espacio entre el río y las casas es cada vez más reducido, salvo en las zonas deportivas.
En todos estos lugares se aprecia la necesidad de proteger cuanto antes las formaciones vegetales
de ribera y los cantiles aledaños, hasta ahora en buen estado, pero amenazadas de degradación a
corto plazo.
• Al este del límite marcado por el decreto de protección preventiva, hasta llegar a la carretera M-226 y
Los Santos de la Humosa, se extienden unas lomas y barrancos poblados de monte bajo y matorral,
con fauna abundante. Estas rañas y terrazas forman parte inexcusable del paisaje del río, como la
prolongación del ecosistema asociado a los cantiles y las lomas cercanas al cauce. Su protección
sería el complemento adecuado para asegurar la viabilidad del Soto, pues si en ellas se trazase una
vía de comunicación o se urbanizase revertiría muy negativamente en la conservación del espacio
ahora protegido preventivamente. Lamentablemente ha quedado fuera del territorio sobre el que
debe elaborarse un PORN.
Solicitamos que se incorpore este territorio (zona B en el plano) al espacio protegido que surja del
Plan de Ordenación del Soto del Henares.
Nuestra propuesta es clara; no crear un nuevo espacio protegido sino incorporar al Parque del Sureste
todo el curso del Henares, sus sotos y áreas colindantes, incluyendo el Soto del Henares, desde
el puente de la M-226 hasta San Fernando de Henares (ver plano 9 en el anexo).
La Reserva Natural El Regajal – Mar de Ontígola es un pequeño espacio protegido de sólo 629,21 ha,
pero tiene un valor excepcional desde el punto de vista faunístico. Se compone de dos enclaves, el Mar
de Ontígola, una zona húmeda de origen artificial con abundante avifauna, y El Regajal, un área rica en
valores botánicos y entomológicos, pues en ella habitan especies de mariposas endémicas muy
amenazadas.
La laguna llamada Mar de Ontígola tiene su origen en un pequeño embalse creado en 1572 sobre el
valle del arroyo Ontígola, y en la actualidad es un humedal en el que se refugian muchas aves, rodeado
de vegetación lacustre, monte bajo mediterráneo y cortados yesíferos.
El Regajal lo constituyen unas lomas calizas pobladas de coscoja, olivares, viñedos y algunos prados, y
cerros yesíferos donde crecen espinos negros, retamas, romeros, tomillos, salvia y matorrales halófilos.
Forma parte de la zona L.I.C. ES 3110006 “Vegas, cuestas y páramos del sureste de Madrid”, de la
ZEPA ES0000119 “Carrizales y Sotos de Aranjuez” y está declarado Zona Húmeda protegida según Ley
7/1990, de 28 de junio, de Protección de Embalses y Zonas Húmedas (B.O.C.M. 11/07/1990).
Problemas detectados
Su escasa extensión y su localización, enclavada al sur de Aranjuez, en la confluencia de varias
carreteras y vías de tren, lo convierte en una isla entre un mar de carreteras. La ampliación de éstas
pone en riesgo el futuro del espacio protegido, al recortarlo continuamente y dificultar las posibles tareas
de conservación.
• La antigua N-IV y la carretera Aranjuez-Ontígola rodean el Mar de Ontígola por tres de sus lados, a
lo que se añade la línea ferroviaria Madrid-Valencia. Ambas cosas generan un impacto acústico
elevado, con graves molestias para las aves.
• Los alrededores del llamado “Mar Chico” están llenos de basura abandonada, sin que la
administración ponga remedio.
Desarrollos urbanísticos
• El reducido tamaño de este ENP lo hace especialmente sensible a cualquier desarrollo urbanístico
en sus inmediaciones, máxime si está tan cerca como el proyectado por el ayuntamiento de Aranjuez
para El Montecillo, limítrofe con el Mar de Ontígola.
• Actividades extractivas en el Regajal, en concreto en la finca La Gravera, con una concesión oficial.
• Acumulación de paneles de anuncios, restos de construcciones y cortes en los cerros del Pinar de
los Frailes, colindante con el Mar de Ontígola. Es una zona sin protección, pero debería servir como
transición con el área urbana. Su deterioro influye negativamente en la Reserva.
Problemas de gestión
• Dejadez en el mantenimiento del ENP por parte de la Consejería de Medio Ambiente. Se hace caso
omiso al paso de nuevas infraestructuras y al abandono irregular de basuras
• Hay una fuga de agua en el Mar grande. La Consejería no controla el volumen de agua que se
pierde, ni pone remedio a esta pérdida.
• La zona conocida como Pinar de los Frailes podría servir como área de transición frente a las áreas
urbanas. Se estima muy importante su inclusión en la Reserva para proteger la parte principal de
ésta de las agresiones que se observan en el Pinar, demasiado próximas a la zona del humedal.
• El Regajal-Mar de Ontígola está situado dentro de la ZEPA Carrizales y Sotos de Aranjuez, con la
que comparte valores naturales. Sin embargo la conexión con las otras áreas de la ZEPA está muy
limitada a causa del elevado número de vías de comunicación que fragmentan el territorio. Sería
necesario habilitar algún paso que permitiese crear un corredor de conexión entre el Mar de Ontígola
y las áreas colindantes incluidas en la ZEPA.
Abrazando por el norte, el oeste y el sur a San Lorenzo de El Escorial, los frondosos pinares del monte
Abantos y los quejigos y fresnos del área de la Herrería forman parte inseparable del conjunto histórico
del monasterio de San Lorenzo desde hace siglos, y constituyen unos de los paisajes más completos y
valiosos de la Comunidad de Madrid. El valor de estos bosques como elemento imprescindible en la
preservación del patrimonio escurialense llevó a declarar su protección como Paraje Pintoresco en 1961,
con el Decreto 2418/1961, de 16 de noviembre (B.O.E. nº 292 de 17/12/1961).
Cuatro años más tarde, en 1965, se reguló su uso mediante la Orden Ministerial y Ordenanza
Reguladora del Paraje Pintoresco de Interés Nacional "Pinar de Abantos" de San Lorenzo de El Escorial
(Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, de 8 de Junio de 1965). Son 1.538,6 ha entre los términos
municipales de San Lorenzo de El Escorial y Santa María de la Alameda.
Forma parte del Lugar de Interés Comunitario (L.I.C.) ES 3110005 "Cuenca del río Guadarrama".
No hay instrumentos legales que regulen el uso público (PRUG). De hecho su protección proviene de
una ley bastante antigua que convendría adaptar a la legislación actual, sobre todo en lo que se refiere a
la gestión.
Problemas detectados
Desarrollos urbanísticos
• En la zona urbanizada del camino conocido como el Horizontal, al borde mismo del Pinar de
Abantos, se construyeron hace años unos cuantos chalets sin respetar los límites del Paraje
Pintoresco.
• Al margen de este desarrollo concreto, la mayoría del crecimiento urbanístico de San Lorenzo se
está haciendo por las laderas del monte, urbanizando hasta el mismo límite del Paisaje Pintoresco,
sin dejar una zona de transición que amortiguase el impacto. Puede decirse que las urbanizaciones
están amurallando el límite sur del Pinar de Abantos.
• Es frecuente el paso de motos todo terreno y quads por toda la zona del monte Abantos, incluso por
los caminos no asfaltados, pese a estar prohibido.
Problemas de gestión
Como ya se ha dicho no existe Plan de Gestión, pero tampoco una Junta o un Patronato que sirviesen
para organizar la gestión, planificar la protección y ordenar el entorno. Esto ocasiona una serie de
problemas, tanto en la zona protegida como en las inmediaciones, que influyen muy negativamente en la
conservación del Paraje Pintoresco.
• En el incendio de 1999 se quemaron 450 ha muy cerca del espacio protegido. Posteriormente una
parte de éstas hectáreas se incorporaron al Paisaje Pintoresco a cambio de permitir la urbanización
de El Prado de la Era, colindante con la zona del incendio. Por desgracia la gestión de la zona
quemada ha sido poco útil, y como ejemplo tenemos las reforestaciones que se hicieron para
recuperarla, en gran medida fracasadas.
• El campo de golf cercano utiliza agua de pozos y su extracción daña el manto freático de la zona,
algo que debería estar bajo la supervisión de los responsables del Paisaje Pintoresco, pues afecta a
la masa boscosa protegida.
• Uno de los principales problemas para una gestión correcta de estas masas de bosque es, a nuestro
juicio, la falta de conexión entre sí. En realidad son como dos pequeñas islas separadas por
urbanizaciones y caminos, entre las que no se ha planificado ni siquiera una pequeña conexión
biológica.
Propuestas de conservación
La principal amenaza para todo el entorno del Monte Abantos proviene del crecimiento urbanístico de
San Lorenzo y de la conversión en autovía de la M-600. Por ello es de vital importancia aumentar el
número de ha protegidas y realizar un Plan de Uso y Gestión del nuevo espacio.
Una de las posibilidades de conservación apuntadas por vecinos de la zona es incorporar al Paisaje
Protegido todo el territorio delimitado por la Cerca de El Escorial, declarado BIC por la Comunidad de
Madrid como Territorio Histórico de El Escorial. Eso permitiría conectar el Paisaje Protegido con el
Parque Regional del río Guadarrama.
o En primer lugar el territorio delimitado por el Paisaje Protegido del PORN de la Sierra de
Guadarrama podría englobarse perfectamente dentro del futuro Parque Nacional de la misma,
otorgándole una protección mayor que la de Paisaje Protegido; en el documento del PORN no se
dan razones claras para no hacerlo así.
o En segundo lugar la normativa que se propone para este nuevo espacio deja abiertas muchas
opciones para alterar el territorio: permite construir naves ganaderas y viviendas asociadas,
ofreciendo la posibilidad de levantar desde una pequeña casa a chalets de lujo; permite abrir
nuevas pistas forestales con distintas justificaciones; y mantiene la caza, una de las actividades
que ocasiona problemas ambientales graves, como la contaminación por plumbismo y el uso de
técnicas no permitidas.
Además, en esta alternativa debería crearse una conexión ambiental desde la zona de la Herrería hasta
el Parque Regional del río Guadarrama, usando el territorio de la Cerca de El Escorial.
La Laguna de San Juan es una zona húmeda en la margen derecha del río Tajuña, en Chinchón,
protegida desde 1991, por el Decreto 5/1991 de 14 de febrero (B.O.C.M. 18/02/1991). La propia laguna y
la vegetación que la rodea son un hábitat frecuente de muchas aves, que nidifican o invernan allí,
mientras que otras lo utilizan como lugar descanso en sus migraciones. Las aves más habituales son
porrones comunes y moñudos, ánades reales y frisos, cercetas comunes, aguiluchos laguneros,
calamones comunes o garzas imperiales.
La superficie protegida son 47 ha. y forma parte de las Zonas Húmedas protegidas por la Ley 7/1990, de
28 de junio, de Protección de Embalses y Zonas Húmedas (B.O.C.M. 11/07/1990). También está
incluida en el Catálogo de Embalses y Zonas Húmedas, Acuerdo 10/10/1991 (B.O.C.M. 29/10/1991).
Forma parte del LIC ES 3110006 "Vegas, cuestas y páramos del sureste de Madrid".
Desde 1992 existe un Plan de Gestión, similar a un P.R.U.G., que regula los usos posibles en la laguna.
Problemas detectados
Los principales problemas proceden de la actividad agrícola colindante, así como del uso de las pistas
que la rodean por vehículos no autorizados. No debería permitirse la apertura de nuevas pistas.
Vertidos
• El uso de pesticidas y abonos en los campos cercanos puede afectar a la calidad del agua de la
laguna. La Consejería de Medio Ambiente debería restringir su uso.
• La falta de vigilancia y de barreras eficaces en las pistas cercanas hace fácil el paso de vehículos
todo terreno no autorizados, como motos 4x4 y quads. El ruido y los humos que producen pueden
ahuyentar a las aves y causar molestias en su hábitat.
La política de infraestructuras de la CAM y del Ministerio de Fomento para los próximos años supone la
construcción de gran número de nuevas carreteras y autovías en la provincia de Madrid que afectarán
irremediablemente a los espacios naturales y al suelo protegido, ya de por sí bastante vapuleados por
las carreteras actuales y el crecimiento urbanístico en su entorno.
A comienzos de 2008 atraviesan los principales ENP de Madrid nada menos que 9 carreteras de gran
capacidad (autovías y autopistas), 2 líneas de AVE, 25 carreteras de doble sentido, 4 líneas de cercanías
y metro y 1 autovía en construcción; además hay 5 autovías o autopistas en proyecto y una nueva línea
de cercanías. A ello habría que añadir el sin fin de tendidos eléctricos de alta tensión, de gasoductos,
oleoductos y otras conducciones como las telefónicas o las del Canal de Isabel II (tuberías de
abastecimiento de agua potable y evacuación de aguas residuales), que horadan un territorio
supuestamente protegido.
Después de lo expuesto en cada uno de los capítulos anteriores podemos concluir lo siguiente:
• Parque Regional del río Guadarrama: 11 ampliaciones recientes y nuevos proyectos en ciernes
cruzan el parque de este a oeste y de norte a sur.
• Parque Regional del Sureste: 14 vías de comunicación, entre autovías, carreteras, autopistas de
peaje y líneas de ferrocarril atraviesan y fragmentan el parque creando efecto barrera en muchos
puntos.
• Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares: 3 proyectos de grandes dimensiones (cierre
de la M-50, variante de la A-6 y duplicación de la M-609) amenazan gravemente el parque; otro ya
realizado ha generado impactos muy graves (AVE a Valladolid).
- Los vertidos contaminantes, abandonos de basuras y escombros son un hecho frecuente sobre todo
en las zonas más cercanas a los núcleos urbanos:
• Parque Regional del río Guadarrama: Se han encontrado 11 lugares con vertidos contaminantes
incontrolados y abandonos de basuras.
• Parque Regional del Sureste: Hemos documentado nueve lugares con basuras, escombros y otros
residuos sin regular. En vez de iniciar un plan para mejorar la situación, la última Junta Rectora del
Parque ha aprobado 20 nuevos puntos de vertido de escombros, incluso en vía pecuaria. Están
convirtiendo el Parque del Sureste en la escombrera de las obras de Madrid.
• Soto del Henares: Un par de puntos con acumulación de basura, los lugares de acceso a la orilla
del río, junto a la pista por la que circulan coches.
• Refugio de fauna Laguna de San Juan: pesticidas y abonos en los campos cercanos.
• Parque Regional del río Guadarrama: Cuatro puntos de impacto sobre vías pecuarias, provocados
por obras y la circulación de vehículos.
• Parque Regional del Sureste: En este caso hemos encontrado 5 zonas donde hay caminos y vías
pecuarias afectadas por el paso de vehículos, en especial las motos todo terreno y los quads, pero
con un factor particular de este Parque, los vehículos pesados.
• Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares: Dos puntos de afección a vías pecuarias por
obras y una zona amplia de paso frecuente de motos y quads.
• Refugio de fauna Laguna de San Juan: Afección a los caminos que la rodean.
• Paisaje pintoresco Pinar de Abantos: Todos los caminos del monte son frecuentados por motos y
quads.
- El crecimiento urbanístico afecta a toda la región madrileña, pero en el caso de los espacios
protegidos es más llamativo aún. Lo habitual es que las autoridades ambientales sean muy permisivas
con cualquier desarrollo, sea del tipo que sea y tenga las dimensiones que tenga, en los mismos límites
de los Parques, provocando el progresivo aislamiento respecto de su entorno natural, como se ha
constatado en el trabajo, pero además suelen mirar para otro lado en muchos casos de construcciones
irregulares en el interior de los ENPs.
• Parque Regional del río Guadarrama: Como ya se ha dicho páginas atrás, este Parque sobrevive a
duras penas, “acosado” por las urbanizaciones que prácticamente le rodean por todos los lados. Por
no alargar en exceso el informe y no repetir lo dicho en otros trabajos de Ecologistas en Acción (ver
capítulo 1), hemos reseñado sólo los seis municipios que tienen crecimientos muy llamativos en
nuestra opinión.
De sur a norte...
Arroyomolinos
Navalcarnero
Brunete
Boadilla del Monte
Majadahonda
Las Rozas
Todos ellos han planificado, o están construyendo ya, crecimientos que comprometen la viabilidad
del Parque bien por llevar las urbanizaciones hasta el mismo borde del espacio protegido, bien por
sus enormes dimensiones, que provocan importantes efectos de borde 2.
• Parque Regional del Sureste: Se han detectado once áreas donde los desarrollos urbanísticos de
distinta índole generan graves impactos en el Parque, entre ellos algunas urbanizaciones ilegales
legalizadas recientemente con un Plan de Ordenación especial (San Martín de la Vega), y áreas tan
extensas como la conurbación formada por Mejorada del Campo, Velilla de San Antonio y Arganda
del Rey o el crecimiento desproporcionado de Rivas-Vaciamadrid.
• Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares: En este Parque destacamos que los
crecimientos promovidos en los últimos años están agotando el suelo disponible para urbanizar en
zonas P, a veces muy pegados a zonas protegidas, provocando impactos en ellas. Como ejemplo de
lo primero se cita Manzanares El Real, y de lo segundo Las Rozas.
La edificación desordenada y a veces sin licencia se ejemplifica perfectamente con el chalet ilegal de
la Sierra de los Porrones.
2
Pueden revisarse las implicaciones ambientales de los desarrollos urbanísticos de todos los municipios colindantes
con este Parque Regional en Hernández, M.A., op. cit.
• Parque Natural de Peñalara: En este caso las amenazas no son propiamente sobre el Parque
Natural, sino sobre lugares de la Sierra como el puerto de Navacerrada (proyectos de la nueva
propietaria de la estación de esquí de Navacerrada, Inversiones Río S.L.), y sobre toda la Sierra en
conjunto por la permisividad del Plan de Ordenación de la Comunidad de Madrid con el urbanismo.
• Paisaje pintoresco Pinar de Abantos: El crecimiento de San Lorenzo por la ladera de Abantos está
amurallando el pinar del Paisaje Pintoresco.
- Los problemas de gestión detectados son de toda índole, y con ellos se puede hacer un extenso
catálogo:
• Parque Regional del Sureste: Hemos detectado 10 deficiencias en la gestión de las enumeradas.
En este parque debemos destacar los problemas propios del río Jarama, resumidos en un apartado
especial.
• Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares: La principal lacra en la gestión de este
Parque es la inoperancia y desidia de la dirección, lo que acarrea múltiples y diversos males.
• Soto del Henares: Sólo una deficiencia localizada, pero muy grave, la tardanza del PORN.
• Paisaje pintoresco Pinar de Abantos: Hemos encontrado 3 deficiencias de las enumeradas, pero
una de ellas muy grave, la falta de instrumentos de gestión.
52.796
31.550
22.116
1.538,6
768 629,21 332 47
/DJXQDGH6DQ-XDQ
2QWtJROD
35&$0
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3HxDODUD
6RWRGHO+HQDUHV
6XUHVWH
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Se lleva el primer premio en esto el Parque del Sureste pues, como puede verse en el gráfico de más
abajo, destaca en problemas graves, medios y leves; además algunos de los graves se convertirán en
críticos si la dirección del Parque no invierte todos sus esfuerzos en corregir las situaciones que los
provocan.
El siguiente ENP en el podio de los desastres es el del Guadarrama, donde se combinan las escasas
dimensiones del suelo protegido en algunas áreas con la voracidad de los municipios vecinos que lo
asedian.
En cuarta posición, pero bien podría considerarse tercera con relación a su pequeño tamaño, está la
Reserva natural El Regajal-Mar de Ontígola, donde el abandono administrativo y las infraestructuras que
lo atraviesan están abocándola a una situación crítica.
57
P. leves
17
31 P. medios
7 P. graves
22
P. críticos
4 7
29 12
8 1 Total
15 5 1
7 5 3
2 2
3 1 5
3 2 2 2 1 3 2
PRCAM
Río Guadarrama
Ontígola
Peñalara
Laguna de San
Sureste
Abantos y la
Herrería
Juan
Un aspecto más de los recogidos en el trabajo de campo ha sido el de la escasa conexión de unos
espacios protegidos con otros por medio de estructuras de conexión biológica o ecológica, que funcionen
como corredores protegidos, incluso con los más inmediatos, incluyendo aquí montes preservados,
montes protegidos, ZEPAS y LIC. Prácticamente todos los Parques Regionales tienen deficiencias de
conexión con zonas protegidas aledañas, y desde luego no existe ningún corredor que permita enlazar
espacios tan cercanos como el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y el del Guadarrama,
separados por la A-6, cada vez con más carriles, o éste con el Paisaje Protegido de Abantos.
El Monte de Boadilla se ha quedado aislado, bloqueado por las autovías y urbanizaciones de Boadilla y
su entorno, y no tiene ninguna conexión eficaz con el cercanísimo Parque del río Guadarrama.
La Dehesa de Moncalvillo y el L.I.C Cuenca del río Guadalix tampoco enlazan con el Parque de la
Cuenca Alta del Manzanares.
Por el sur de la región el caso es bastante peor: el Parque del Sureste no tiene ninguna conexión
biológica con la ZEPA Carrizales y Sotos de Aranjuez y el L.I.C. Vegas, Cuestas y Páramos del Sureste,
a pocos kilómetros de distancia y en la que se encuentra el Regajal-Mar de Ontígola, o con el Soto del
Henares, muy cerca del límite norte del Parque Regional aguas arriba del río Henares. Por su parte la
ZEPA Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares permanece desvinculada de cualquier otro
espacio protegido en el este de la región.
La planificación territorial a corto plazo que ha hecho la Comunidad de Madrid, de llevarse a cabo por
completo, cortará radicalmente cualquier posibilidad de paliar las deficiencias de conexión biológica y
acentuará la situación de los ENP como islotes en medio de un mar de asfalto y ladrillos.
En estos tiempos de desarrollo sin fin, de crecimiento económico como único objetivo y por encima de
todas las cosas, como justificación de barbaridades ambientales del calibre de la duplicación de la M-
501, el cierre de la M-50, la nueva A-6, la variante de la A-6 en Las Rozas, la R-1 o desarrollos
urbanísticos como el de Navalcarnero, el de Brunete o la sobresaturación en Las Rozas, por ejemplo, va
siendo hora de tener en cuenta otro tipo de valoración económica, la de los servicios ambientales que
proporcionan los espacios naturales. El valor económico de los enclaves naturales bien conservados
frente al valor obtenido con su destrucción para especular.
Desde los años 90 existe una corriente en economía que relaciona la conservación de la naturaleza con
valor económico3, basándose en los servicios ambientales de todo tipo que presta a la sociedad un
espacio natural protegido. Hasta ahora la cortedad de miras de muchos de nuestros políticos hace que
los recursos naturales sean vistos únicamente como valiosos por cuanto sirven para proporcionan usos
recreativos y de ocio a los ciudadanos, pero la valoración puede, y debe, ir más allá.
Algunos métodos de medición económica, como el de la valoración contingente, tienen en cuenta los
valores de uso de los espacios naturales (ocio, turísticos, fuentes de recursos renovables como madera,
pastos o agua), pero también los de no uso, es decir aquellos inherentes al valor de la propia existencia
“per se” de los espacios protegidos, como un bien en sí mismos, distinguiendo además entre el valor de
existencia y el de opción. El primero se basa en que otorgar un valor cuantificable, monetario, a las
zonas naturales bien conservadas teniendo en cuenta todos los aportes beneficiosos futuros para las
comunidades humanas que se perderían en caso de que dejasen de existir o de conservarse
adecuadamente; además se cuantifica el valor de saber que esos aportes podrán ser disfrutados por
generaciones futuras. El segundo, el valor de opción, consiste en contabilizar el valor de la posibilidad de
uso futuro, normalmente de uso público regulado; por ejemplo, si mantenemos bien conservado un
territorio convirtiéndolo en Parque Nacional, sin alterar ni generar impactos en su entorno, el ciudadano
estaría dispuesto a que se empleasen fondos para consolidar la opción de uso público más adelante.
Creemos muy necesario introducir este tipo de valoración económica a la hora de planificar el desarrollo
de la Comunidad de Madrid, monetarizando si es necesario los aportes de servicios ambientales que
proporcionan a la sociedad los espacios protegidos, y las opciones de no uso para otros fines de esos
mismos espacios, de manera que se tenga en cuenta su aportación a la economía madrileña. Al tiempo
se hace urgente una reflexión sobre los sistemas de compensación, económica y de servicios, a los
habitantes de los municipios con espacios protegidos en su término, de modo que se desincentiven las
formas de desarrollo al uso (construcción, obras públicas, urbanizaciones) y de alguna manera se
ofrezca una alternativa sostenible.
3
Martínez de Anguita, P., “Economía ambiental y ordenación del territorio”, Ecosistemas, 13 (1) enero 2004
( http://www.revistaecosistemas.net/articulo.asp?id=168 ), con abundante bibliografía sobre el tema.
Durante el estudio y los trabajos de campo dedicados a la elaboración de este documento se observó la
necesidad de proteger otras zonas de la Comunidad de Madrid que conservan valores naturales
importantes, y en el futuro pueden sufrir deterioro por amenazas ambientales de distinta índole
(carreteras, autopistas, urbanizaciones, líneas férreas, tendidos eléctricos, etc).
Algunas de esas zonas están englobadas en áreas ZEPAS o en Lugares de Interés Comunitario, o en
ambos, por lo que para llegar a una protección efectiva sólo sería necesario aplicar los preceptos de la
nueva Ley de Biodiversidad (42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad), que en su capítulo III,
artículo 41, otorga la consideración de espacios protegidos a los parajes incluidos en la Red Natura
2000, equiparándolos con los Espacios Naturales Protegidos de ámbito autonómico en cuanto a
instrumentos de planificación y gestión se refiere. Es el caso de la esquina sudoeste de la Comunidad,
un entorno cuya protección se reclama desde hace años, y que está englobado en la ZEPA Encinares de
los ríos Alberche y Cofio y en el L.I.C. Cuencas de los ríos Alberche y Cofio.
Otras áreas necesitadas de protección no cuentan más que con pequeños elementos naturales
englobados en la Red Natura 2000, aislados a veces, y sin la suficiente entidad ni conexiones entre sí
para lograr la protección integral y conjunta de un territorio más amplio con valores ambientales
homogéneos. En esa situación se encuentra el área del río Guadalix, el Cerro de San Pedro, la dehesa
de Moncalvillo y su entorno.
El fuerte crecimiento urbanístico que se está produciendo en la rampa serrana, entre el Soto de Viñuelas
y la Sierra de Guadarrama, ha cortado las conexiones ecológicas y biológicas entre el espacio ínsula del
Soto de Viñuelas y los ecosistemas de la finca de Las Pueblas con el resto del Parque Regional de la
Cuenca Alta del Manzanares localizado al oeste de la M-607.
Además dos nuevos proyectos de viarios aumentarán la fragmentación del territorio mucho más que
otras carreteras proyectadas: la conversión de la carretera M-104 (San Agustín de Guadalíx-Colmenar
Viejo) en autovía (Comunidad de Madrid) y el proyecto de M-50 del Ministerio de Fomento, que
aprovecharía la carretera M-608 desde la autovía A-1 a la A-6, discurriendo por Venturada, Guadalíx de
la Sierra, Soto del Real, Manzanares El Real y Collado Villalba.
Por ello se propone la creación de un nuevo Parque Regional que incluya el espacio comprendido entre
el Soto de Viñuelas y la finca Las Pueblas al sur, y la vía del ferrocarril Madrid-Burgos y el casco urbano
de Navalafuente al norte. El cerro de San Pedro, la dehesa de Moncalvillo y el cañón del río Guadalix
forman el núcleo de la zona a proteger. Al este el límite serían los cascos urbanos de Venturada,
Pedrezuela y San Agustín de Guadalix, y la autovía A-1; por el oeste una línea que une la M-607, la M.-
625, la nueva variante de la M-609 en torno a Soto del Real, y la M-611 hasta el casco urbano de
Miraflores de la Sierra (ver plano 11 del anexo).
Crear un elemento equilibrador del territorio ante la expansión urbanística de los pueblos
pertenecientes al área norte de la Zona Metropolitana de Madrid y las localidades del borde
Sur de la Sierra de Guadarrama.
Por otra parte, los ecosistemas que configuran el área propuesta como espacio natural protegido
proveen de un conjunto de servicios ambientales estratégicos para la sostenibilidad ambiental y territorial
de este sector del territorio de la Comunidad de Madrid. Ver el cuadro siguiente.
TIPOS GENERALES DE SERVICIOS AMBIENTALES PRESTADOS POR LOS ECOSISTEMAS DEL CORREDOR
ALTITUDINAL GUADARRAMA-SOTO DE VIÑUELAS
Potencial insularización de los parajes naturales protegidos (Dehesa de Moncalvillo, Canal del
Mesto, Soto de Viñuelas, Entorno del Embalse de Guadalix, montes preservados al norte del
Cerro San Pedro), por efecto del crecimiento urbanístico de los núcleos de población de la
corona norte metropolitana y los del piedemonte serrano. En la actualidad el espacio natural
protegido propuesto se encuentra separado del Parque Regional de la Cuenca Alta del
Manzanares por la línea del AVE, ensanche de la M-607 y el crecimiento urbanístico de Tres
Cantos.
Contaminación del curso medio y bajo del río Guadalix debido a: la presencia de urbanización
difusa, la depuración no óptima de los arroyos (arroyo los Endrinales) y la presión ganadera en el
vaso del embalse de Pedrezuela, incumpliendo las determinaciones del Plan de Ordenación del
embalse del mismo nombre.
Impacto de vehículos a motor cuando realizan usos “deportivos” por los caminos públicos y vías
pecuarias de la zona: cañada del Cancho de Pedrezuela, calleja de Majalahita, calleja de
Navalvillar, etc.
De nuevo el crecimiento urbanístico y las infraestructuras son la principal amenaza de una zona algo
apartada de la capital, pero muy influenciada por los usos turísticos y de esparcimiento de los habitantes
de ésta, la esquina sudoeste de la provincia, en torno a las cuencas de los ríos Alberche y Cofio.
La conversión en autovía de la carretera M-501, así como la variante de Pelayos de la Presa, en obras
ambas durante la redacción de esta informe, están provocando un gravísimo impacto ambiental en los
pinares y encinares de mayor valor de la Comunidad de Madrid. Ha de recordarse que la conversión en
autovía de la M-501 fue objeto de un informe del CSIC, en el año 2000, en el que se desaconsejaba la
autovía por su grave impacto. También hubo una declaración de impacto ambiental negativa emitida por
la Comunidad de Madrid en la legislatura 1999-2003. Todo ello no ha servido para detener el proyecto
del gobierno de Esperanza Aguirre, que en 2007 dio comienzo a las obras incumpliendo algunas
Directivas de la Unión Europea, en concreto la Directiva de Hábitats (Directiva 92/43/CEE) y la de
Evaluación Ambiental (Directiva 85/337/CEE). En mayo de 2008 el Tribunal Superior de Justicia de
Madrid emitió una sentencia favorable a Ecologistas en Acción, condenando a la Comunidad de Madrid a
paralizar las obras y restaurar el entorno a la situación anterior al inicio de las obras. Sin embargo la
paralización está condicionada al pago de una fianza de casi 500.000 €.
Por desgracia una vez terminadas dichas obras el impacto futuro será aún mayor, pues muchos
municipios de la zona han preparado grandes crecimientos urbanísticos alentados por la oportunidad de
negocio que ofrece la nueva autovía: mayores facilidades para el tráfico, revalorización de las fincas,
construcción, licencias, impuestos...
Además, y como razones para una protección urgente, deben añadirse otros impactos de menor índole
pero no de poca importancia:
La propuesta de Parque Regional, que recoge una antigua reivindicación del movimiento ecologista
madrileño, abarca el territorio incluido en la ZEPA Encinares de los ríos Alberche y Cofio y en el L.I.C.
Cuencas de los ríos Alberche y Cofio ( ver plano 12 del anexo ). Se extiende por buena parte de los
términos municipales de Valdemaqueda, Robledo de Chavela, Fresnedillas de la Oliva, Navalagamella,
Valdemorillo, Navas del Rey, Chapinería, Colmenar del Arroyo, Villamantilla, Villanueva de Perales,
Quijorna, Sevilla la Nueva, San Martín de Valdeiglesias, Pelayos de la Presa, Villa del Prado, Aldea del
Fresno, Cadalso de los Vidrios, Cenicientos y Las Rozas de Puerto Real.
Este territorio, por el mero hecho de pertenecer a la Red Natura 2000 requiere, según la nueva Ley de
Biodiversidad mencionada más arriba, de un tratamiento similar a cualquier espacio natural protegido en
lo que se refiere a instrumentos de ordenación, uso y gestión. Sin embargo, hasta la primavera de 2008
sólo existe una orden de la consejería de Medio Ambiente declarando el inicio del Plan de Ordenación de
la ZEPA “Encinares de los ríos Cofio y Alberche” (ORDEN 903/2001 de la Consejería de Medio
Ambiente, de 5 de abril). Dicho Plan de Ordenación debe seguir elaborándose, pues nunca se ha
presentado. No obstante las obras de duplicación de la M-501 se han puesto en marcha incumpliendo
flagrantemente la Orden 903/2001 que daba inicio al PORN.
La Consejería de Medio Ambiente no ha emitido nunca, ni en el plazo de noventa días que dice la Orden
ni en otro plazo posterior, ningún informe sobre las obras de duplicación de la M-501, por lo que dichas
obras no podrían tener licencia, o si la tuviesen es contra la ley.
Todas estas irregularidades hacen más urgente aún la protección efectiva del territorio descrito.
Frente a todo esto Ecologistas en Acción cree necesario un nuevo espacio protegido que englobe el LIC
y todo el territorio entre este y la A-1, en el que se fomente la conservación de las formas tradicionales
de agricultura y ganadería, se promocione la producción ecológica y se regule el crecimiento urbanístico
con una normativa que no permita crecimientos desmesurados.
El argumento del desarrollo basado en la construcción y en la especulación con el suelo urbanizable no
es válido en este caso; por contra proponemos un desarrollo basado en la valoración de los recursos
naturales como un bien económico, tanto por su uso como por su no uso, relacionado éste último con el
valor de su existencia frente a la posibilidad de su pérdida.
PLANOS
Zona propuesta
Plano 1
Ampliaciones propuestas
Plano 2
(A
(B)
(C)
(C)
(D)
Plano 3
Límite P. Regional
Corredor natural
Conexión peatonal
Plano 4
Límite P. Regional
Ampliación propuesta
Plano 5
a integrar en P. Nacional
Plano 6
Plano 11
Plano 12
Parque
Regional
Parque
Regional
Plano 7
Ecologistas en Acción Espacios protegidos de la CAM. Informe
Alternativa a la A6 en Las Rozas
(a partir del plano del Ministerio de Fomento)
Plano 8
Ecologistas en Acción Espacios protegidos de la CAM. Informe
Propuesta de inclusión del Soto del Henares y el curso medio del río Henares en el P. R. del Sureste
zona
B
Plano 10
Ecologistas en Acción Espacios protegidos de la CAM. Informe