Está en la página 1de 12

ÓGBE DÍ

+
II
OI
OI
II
DONDE EL SABER FUE REPARTIDO

Una de las ensenñ anzas que maá s se reitera en el Corpus adivinatorio de Ifaá que se estructuroá
en Cuba, se refiere a la importancia de adquirir conocimientos, y a la importancia del
entendimiento y de la sabiduríáa.
El tema de la Sabiduríáa y sus aplicaciones, ha sido preocupacioá n de todos los pueblos, y las
tradiciones de casi todas las culturas hicieron eá nfasis en estos aspectos, como un camino
seguro hacia el mejoramiento humano, personal y colectivo.

Las Escrituras contenidas en los libros que conforman las colecciones del Antiguo
Testamento y del Nuevo Testamento, de la Santa Biblia, recogieron un cuerpo de
informaciones y de conceptos educativos que reflejan la importancia del conocimiento, del
entendimiento y de la inteligencia, como pilares para edificar la Sabiduríáa, y que en razoá n de
su origen comuá n, estaá n alineados con la intencionalidad educativa del Corpus adivinatorio
del Ifaá cubano.

En el Libro: Proverbios, del Antiguo Testamento, se lee:

(...); los insensatos desprecian la sabiduríáa y la ensenñ anza.


(Pr. 1. 7)

Todo hombre prudente procede con sabiduríáa; mas el necio manifestaraá necedad.
(Pr. 13. 16)

Vete de delante del hombre necio, porque en eá l no hallaraá s labios de ciencia.


(Pr. 14. 7)

El alma sin ciencia no es buena, (...)


(Pr. 19. 2)
El que confíáa en su propio corazoá n es necio; mas el que camina en sabiduríáa seraá librado.
(Pr. 28. 26)

La sabiduríáa clama en las calles, alza su voz en las plazas; clama en los principales lugares de
reunioá n; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.
¿Hasta cuaá ndo, (...) los insensatos aborreceraá n la ciencia?
(Pr. 1. 20-22)

Cuando la sabiduríáa entrare en tu corazoá n, y la ciencia fuere grata a tu alma, la discrecioá n te


guardaraá ; te preservaraá la inteligencia, para librarte del mal camino, de los hombres (...)
cuyas veredas son torcidas, y torcidos sus caminos.
(Pr. 2. 10-15)

Bienaventurado el hombre que halla la sabiduríáa, y que obtiene la inteligencia; porque su


ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos maá s que el oro fino.
Maá s preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedas desear, no se puede
comparar a ella.
Largura de díáas estaá en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra.
(Pr. 3. 13-16)
Yo, la sabiduríáa, habito con la cordura, y hallo la ciencia de los consejos.
(...)
Conmigo estaá el consejo y el buen juicio; y soy la inteligencia; míáo es el poder.
Por míá reinan los reyes, y los príáncipes determinan justicia.
Por míá dominan los príáncipes, y todos los gobernadores juzgan la tierra.
Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan.
Las riquezas y la honra estaá n conmigo; riquezas duraderas, y justicia.
(Pr. 8. 12, 14-18)

Mejor es adquirir sabiduríáa que oro preciado; y adquirir inteligencia vale maá s que la plata.
(Pr. 16. 16)

Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; (...)


(Pr. 16. 22)

El corazoá n del entendido adquiere sabiduríáa; y el oíádo de los sabios busca la ciencia.
(Pr. 18. 15)

El Libro: Eclesiasteá s o el Predicador, en el Antiguo Testamento, advierte:

La sabiduríáa fortalece al sabio maá s que diez poderosos que haya en una ciudad.
(Ec. 7. 19)
Y la Segunda Epíástola Universal de San Pedro Apoá stol, en el Nuevo Testamento, aconseja:

(...) anñ adid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento, (...)


(2P. 1. 5)

Algunas de las advertencias entregadas en el Libro: Proverbios, como la siguiente:

El que confíáa en su propio corazoá n es necio; (...)


(Pr. 28. 26)

Parecen acercarse a la esencia de la ensenñ anza de Ifaá que sentencia:

“Cuando no se razona bien, el capricho engaña”.

En los siguientes fragmentos del Libro: Proverbios, del Antiguo Testamento:

El buen entendimiento da gracia; mas el camino de los transgresores es duro.


(Pr. 13. 15)

El que anda con sabios, sabio seraá ; mas el que se junta con necios seraá quebrantado.
(Pr. 13. 20)

Se advierte de algunas posibles consecuencias de la falta de entendimiento:


Un camino duro para andar.
Alguien quebrantado. Con todo lo que un quebrantamiento en alguien, en alguna persona,
pueda significar.

De una manera muy similar habla Ifaá cuando sentencia: “La ignorancia se paga caro”.

En el Libro: Oseas, en el Antiguo Testamento, se lee:

Mi pueblo fue destruido, porque le faltoá conocimiento.


Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echareá del sacerdocio, (...) el pueblo sin
entendimiento caeraá .
(Os. 4. 6, 14)

El texto citado es maá s preciso al advertir de las consecuencias fatales que pueden derivarse
naturalmente de no conocer.
Un pueblo entero puede ser destruido, por carecer de conocimientos.
Un sacerdote que desecha el conocimiento, seraá echado del sacerdocio.
Un pueblo sin entendimiento estaá marcado para caer.

Y estas consecuencias inconvenientes seríáan evitables, si los hombres y mujeres que forman
un pueblo, si las cabezas que forman un pueblo o una comunidad, toman conciencia de la
importancia de conocer y de tener entendimiento, y orientan sus acciones en esa direccioá n.

El mensaje de esta declaracioá n del Libro: Proverbios:

El hombre que se aparta del camino de la sabiduríáa vendraá a parar en la companñ íáa de los
muertos.
(Pr. 21. 16)

Coincide con la advertencia y sentencia de Ifaá :


“Si no aprende la ley aquí, la aprenderá en el otro mundo”.
“Si no aprende la ley de aquí, aprenderá la del otro mundo”.

En ambas fuentes se advierte de consecuencias posibles, derivadas de no alinearse con la


sabiduríáa, las que seríáan consecuencias fatales, desde la perspectiva de que la persona
humana perderíáa su oportunidad de evolucionar en esa encarnacioá n fíásica, la que
precisamente le fue entregada para evolucionar.

En el Libro: Jeremíáas, del Antiguo Testamento, la Escritura advierte:

Pero este es el pacto que hareá (...) Dareá mi ley en su mente, y la escribireá en su corazoá n; y yo
sereá a ellos por Dios, y ellos me seraá n por pueblo.
(Jer. 31. 33)

En este fragmento de la Escritura, el Creador anuncia que la ley ha de escribirse en el


corazoá n de los hombres.

¿Queá significa escribir la ley?


Cuando se escribe algo, se hace para mantener esa informacioá n, para no olvidar, para no
desechar.
El propoá sito de escribir la ley es conservar ese conocimiento para la posteridad, para
instruccioá n de las generaciones futuras.
Escribir la ley significa conservarla para que se perpetuá e la ley. Esa es la intencionalidad.
¿QUÉ SIGNIFICA ESCRIBIR LA LEY EN EL CORAZÓN?
La ley, refirieá ndose a aspectos que deben ser cumplidos de acuerdo a su exacto
conocimiento, puesto que en ello va el mejoramiento humano, y por eso es ley, ha de
escribirse en el corazoá n.
¿Por queá ?
Porque la intencionalidad de perpetuarla estaraá conectada a factores emocionales, a
sentimientos humanos.
Porque las personas, y por tanto las comunidades, son capaces de conservar a traveá s del
tiempo, durante siglos, costumbres o tradiciones, y el recurso maá s eficaz para que esto se
logre, muchas veces es el factor afectivo, el factor de los afectos, el factor que vincula a esas
costumbres o a esas tradiciones, con los estados de aá nimo, con las emociones y los
sentimientos humanos.
Esta es una de las razones por las que el Creador decide escribir la ley en el corazoá n de los
hombres.
Porque unirla a razones que se procesan junto a emociones y sentimientos, es una manera
bastante segura de perpetuarla.
Esa ley seraá escrita en su corazoá n, porque de esta manera tendraá n las comunidades
humanas pretextos emocionales, razones sentimentales, y razones vinculadas al amor,
incluso razones vinculadas al odio, para conservarla a traveá s de los tiempos.

Pero la Escritura dice:

Pero este es el pacto que hareá (...) Dareá mi ley en su mente, y la escribireá en su corazoá n; (...)

El Creador escribiraá la ley en el corazoá n de las comunidades, pero daraá la ley en su mente.

¿Queá significa dar la ley en su mente?

Dar es entregar.
Por mediacioá n de la ley EÉ l entregaraá beneficios.
Pero esa ley seraá dada, seraá entregada en la mente.
Porque independientemente de la manera en que la ley se haya conservado, escrita en el
corazoá n, e independientemente de todo lo que propicioá que la ley llegara a cada tiempo, a
cada lugar, y a cada persona, la ley debe ser asimilada, debe ser entendida, en la mente.
Significando que la ley:
Debe ser pensada.
Debe ser revisada.
Debe ser razonada.
Debe ser explorada.
Debe ser investigada.
Debe ser escudrinñ ada.
Debe ser cuestionada.
Debe ser interpretada.

Esto mismo se quiso decir cuando se dejoá constancia de que:

Gloria de Dios es encubrir un asunto; pero honra del rey es escudrinñ arlo.
(Pr. 25. 2)

Desde que existe la Iglesia Catoá lica, sus líáderes, y los de alguna otra congregacioá n,
establecieron, promocionaron y divulgaron ideas contrarias a la libre expresioá n del
pensamiento humano, las que convirtieron en “mandamientos”, ideas del tipo:
“Esta es la Biblia. Leá ela. Creá ela”
“Esta es la verdad, porque nosotros te decimos que esta es la verdad, y debes creer en lo que
te decimos”.
“Es un pecado cuestionar”.
“Es una expresioá n de soberbia, cuestionar”.
“Es una irreverencia y un pecado a los ojos de Dios, indagar en sus misterios”.

Pero evidentemente no es eso lo que dicen las Escrituras, cuando declaran:

Gloria de Dios es encubrir un asunto; pero honra del rey es escudrinñ arlo.

En las Escrituras, la significacioá n de rey responde a una figura que representa dignidades,
honores, justicia, sensatez, sabiduríáa.
Sin embargo, quienes tergiversaron la verdad para manipular a las comunidades humanas,
ocultaron todo el tiempo y auá n ocultan a quienes pueden, la verdad ensenñ ada y perpetuada
para todos los tiempos en el OÉ ddun OÉ gbe Díá, de que la sabiduríáa no es patrimonio de varias
cabezas, porque ciertamente el saber estaá repartido.
¿QUÉ ES LA SABIDURÍA?

Sabiduríáa no es igual a conocimientos.


Una persona que tiene muchos conocimientos, tiene mucha informacioá n.

Puede que alguien tenga muchos conocimientos o mucha informacioá n sobre aá reas del saber
humano que no se relacionan con su vida cotidiana, y no obstante tener muchos
conocimientos, no tiene los que le permiten entender el origen de algunos de sus problemas
cotidianos, y tiene problemas cotidianos, y se complican sus problemas cotidianos, porque
aunque tiene conocimientos, no tiene los que necesita.
Esta persona se convirtioá en experto o en experta de algunas aá reas del saber, pero descuidoá
aprender sobre aá reas trascendentales para vivir una vida fructíáfera, demostrando asíá que
tiene conocimientos, pero carece de sabiduríáa.

Tambieá n puede que alguien tenga muchos conocimientos o mucha informacioá n, incluso de
mucha utilidad para enriquecer su propio mundo, pero no los aplica, por las razones que
sea, y no utiliza esos valiosos recursos para introducir transformaciones creadoras en su
vida personal y familiar, demostrando asíá que tiene conocimientos, pero carece de
sabiduríáa.

Porque debe conocerse que sabiduríáa no es igual a conocimientos. Y que sabiduríáa no es


solo conocimientos.

La manera maá s simple de definir a la sabiduríáa, es concibieá ndola como la reunioá n de


conocimientos, entendimiento e inteligencia.
Pero sabiduríáa es tambieá n maá s que eso. Porque sabiduríáa es la manera inteligente de vivir la
propia vida, con sus caracteríásticas peculiares que la hacen diferente de otras vidas
personales.

Sobre esto, el Libro: Proverbios, ensenñ a:

La ciencia del prudente estaá en entender su camino; (...)


(Pr. 14. 8)

De manera similar habla Ifaá cuando sentencia:


“Toda vida tiene propósito, y cada cual vino al mundo para lo que Dios le envió”.

Porque cada persona al venir al mundo, se relaciona con una realidad muy particular.
Y la habilidad para alinearse con la corriente de vida espiritual adecuada a la propia
realidad personal, tambieá n es una expresioá n de sabiduríáa.
I. Sabiduríáa es conocimientos, entendimiento, e inteligencia

II. Sabiduríáa es inteligencia para vivir la propia vida, con sus peculiares caracteríásticas, que
la hacen diferente de otras vidas personales

III. Sabiduríáa es conocimiento trascendente, que permite desarrollar la capacidad de


alinearse con las tendencias coá smicas favorables a cada persona, porque facilitan el
despliegue de su realidad particular, y le conducen a la Armoníáa

Una de las ensenñ anzas contenidas en el OÉ ddun: OÉ gbe Díá (Ellioá gbe - Oddíá del Oraá culo de Ifaá ,
Eyeuá nle - Oddíá en el Oraá culo del Dilogguá n), es la ensenñ anza de que el saber fue repartido, de
que la Sabiduríáa fue repartida.

¿POR QUÉ FUE REPARTIDA LA SABIDURÍA?

El OÉ ddun OÉ gbe Díá ensenñ a que la Sabiduríáa fue repartida porque ninguna cabeza puede
retenerla toda.

¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

Esto no significa que una cabeza no pueda acceder, y por tanto, que no pueda tener, que no
pueda poseer, todo el conocimiento disponible sobre aá reas determinadas del saber
universal.
Porque esta sentencia no se refiere al conocimiento, sino a la sabiduríáa.

Esto tampoco significa que una cabeza no pueda acceder, y por tanto, tener, toda la sabiduríáa
que necesite tener. Porque esta sentencia se refiere a que ninguna cabeza puede retener la
totalidad de la sabiduríáa.

Una cabeza síá puede tener, en un momento histoá rico dado, la totalidad de la sabiduríáa que
existe en el mundo sobre algo.
Cuando esto sucede, en ese momento, esa cabeza, esa persona, tiene la condicioá n de
poseedor o poseedora de la totalidad de la sabiduríáa sobre eso.
Pero sucede que el conocimiento es siempre mutable, y se mueve sin detenerse, inacabado e
infinito.
Y por virtud de ese movimiento, un momento histoá rico despueá s surge informacioá n nueva, y
se abren nuevos horizontes de conocimientos.
Por consiguiente, cada vez que surja nueva informacioá n, esa cabeza perderaá la condicioá n
que teníáa de poseer la totalidad de la sabiduríáa existente hasta entonces sobre eso.
Cada vez que surja nueva informacioá n, esa cabeza ya no lo sabríáa todo, puesto que ha
surgido algo nuevo, algo que desconoce.
Y esa cabeza tendraá entonces que investigar y conocer la nueva informacioá n, para hacerse
nuevamente experto o experta en esto que ha surgido.
Por ello, no se trata de que una cabeza no pueda tener toda la sabiduríáa.
Se trata de que una cabeza no puede retener toda la sabiduríáa, porque no puede retener la
condicioá n de poseedor o poseedora de la totalidad del conocimiento existente.

Esto ensenñ a el OÉ ddun OÉ gbe Díá, que la sabiduríáa estaá repartida, porque ninguna cabeza
puede retenerla toda.

¿CÓMO SE REPARTE LA SABIDURÍA?

En el centro de la galaxia reside la Inteligencia que la rige. Ahíá se encuentra el Nuá cleo
Galaá ctico, el Punto Cero, el Origen, el sitio de referencia para todo el sistema de energíáa y
conciencia que se procesa en la galaxia.
Desde ese sitio sagrado, el Asheá , la energíáa primordial, que es vehíáculo de la Sabiduríáa
Primordial, se transfiere en todas las direcciones y dimensiones, mediante ondas no sujetas
a la velocidad de la luz, de transmisioá n instantaá nea o casi instantaá nea.
De acuerdo a la manera en que incidan sobre los individuos los potentes vectores de ondas
que se desplazan constantemente, siempre a velocidades superlumíánicas, el efecto final seraá
la apertura de portales de espacio - tiempo en la mente de la persona humana, un fenoá meno
propiciador de la sabiduríáa.
En todo este proceso desde su Origen, intervienen numerosas variables, desde el
movimiento de los astros hasta la postura corporal de los individuos.

La sabiduríáa se reparte, y por consiguiente, se distribuye, de acuerdo al merecimiento.


El merecimiento humano estaá relacionado con los sacrificios personales.
El merecimiento humano estaá relacionado con acciones humanas generadoras de resultados
que hacen posible ese merecimiento.

Los Imaleá son agentes propiciadores del acceso a la sabiduríáa, porque a traveá s de la
condicioá n de Oríásha jerarquizan muchas de las variables que se relacionan directamente o
indirectamente con la persona humana, y tienen control del merecimiento como un estado
generador de oportunidades en los humanos.
¿PARA QUÉ FUE REPARTIDA LA SABIDURÍA?

Que la sabiduríáa esteá repartida significa que estaá dispersa, que se encuentra ampliamente y
generosamente distribuida.

Si la sabiduríáa no estuviese repartida, estuviese concentrada en una persona o en muy pocas


personas, y seríáa esta la uá nica fuente humana de sabiduríáa.
Si esto fuese asíá, la sabiduríáa estaríáa limitada al espacio fíásico o al espacio vital de esa
persona o de esas pocas personas, y un evento destructivo en ese espacio pondríáa fin a la
uá nica fuente humana de sabiduríáa.

Si la sabiduríáa no estuviese repartida, estuviese concentrada en una persona o en muy pocas


personas, y seríáa esta la uá nica fuente humana de sabiduríáa.
Si esto fuese asíá, no todas las personas, ni siquiera la mayoríáa, tendríáan la oportunidad de
acceder a los beneficios de la sabiduríáa, y estaríáan condenados a una vida limitada, y a una
muerte temprana.

Si la sabiduríáa no estuviese repartida, estuviese concentrada en una persona o en muy pocas


personas, y seríáa esta la uá nica fuente humana de sabiduríáa.
Si esto fuese asíá, la falta de diversidad conduciríáa a la aniquilacioá n del progreso mental
humano.
Como consecuencia, el progreso intelectual, cultural y espiritual no existiríáa, y no podríáa
cumplirse la antigua promesa hecha un díáa en el huerto de Edeá n a los padres de la
Humanidad, por siempre renovada de ciclo en ciclo: “Seréis como Dios”.

La sabiduríáa fue, y es repartida, como una forma eficaz de auto proteccioá n.


Porque Ifaá , que es la Sabiduríáa Primordial y el reflejo de la Mente del Creador, asíá lo
establecioá , como una de las diversas formas que disenñ oá para protegerse y auto preservarse,
fuera y dentro de la mente humana.
¿FUE REPARTIDA LA SABIDURÍA ENTRE TODOS, ENTRE TODAS LAS
CABEZAS?

Si la Sabiduríáa fue repartida, esto significa que la Sabiduríáa estaá repartida.

¿Estaá repartida la sabiduríáa entre todos?

Síá. Porque repartir entre todos, es distribuir entre todos, por partes.
Síá. Desde la perspectiva de que cada una de las cabezas puede acceder a una parte, mayor o
menor.
Es evidente que la Sabiduríáa no estaá repartida entre todos por igual, que no estaá repartida
de manera uniforme entre todas las cabezas, puesto que no todos tienen la misma sabiduríáa.

LA SABIDURÍA ESTÁ REPARTIDA ENTRE LOS QUE SABEN


Pero todos pueden llegar a saber, porque:
Lo que estaá repartido entre todos, o entre todas las cabezas, es la posibilidad de acceder a la
Sabiduríáa.
Lo que estaá repartido entre todos, o entre todas las cabezas, es la oportunidad de acceder a
la Sabiduríáa.

Y es conocido que no todos acceden a los mismos niveles de conocimiento, de


entendimiento, y de maestríáa, con relacioá n a los muy diversos aspectos del Universo que
pueden ser objeto de interrogacioá n, de examen, de investigacioá n, y de estudio.

Y tambieá n por ello, es evidente que:


Lo que estaá repartido entre todos, entre todas las cabezas, es la posibilidad y la oportunidad
de acceder a diversos grados o niveles de Sabiduríáa.

Y las oportunidades y las posibilidades personales de acceso a diversos grados o niveles de


Sabiduríáa, dependen exclusivamente del merecimiento personal.

..........

Referencia bibliograá fica para los textos bíáblicos citados


Santa Biblia (Antiguo y Nuevo Testamentos) (Antigua versioá n de Casiodoro de Reina
(1569) Revisada por Cipriano de Valera (1602) (Otras revisiones: 1862, 1909 y 1960)
(Revisioá n de 1960, con referencias y concordancia) (Edicioá n en espanñ ol de Sociedades
Bíáblicas Unidas)

Los subrayados o destacados de palabras o frases, no estaá n asíá en la fuente. Son del autor
de este artíáculo

Este artíáculo pertenece a obras personales protegidas por las leyes internacionales de
Derecho de Autor

También podría gustarte