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LA GRAN MEMORIA RAM

ARADO GUARDIÁN DEL ESPÍRITU

Y ESTO ME INDICÓ EL PENSAMIENTO REFORMADOR


“¡Así pues, hablad! penetra cual acero la mente de los hombres".
Y escuché y este es mi Cincel Rutilante para la mente final.
La Gran Memoria Ram

COLECCIÓN SÍMBOLOCIENCIA DEL INTÉRPRETE


Advertencia: Todos los Libros de esta Colección tienen derechos
reservados, protegidos bajo las Leyes Internacionales.
I TOMO DE LA GRAN MEMORIA RAM
EL PENSAMIENTO REFORMADOR

Portada de Runacuri y Ser-Rham.


Símbolo del Arado Estelar, la Memoria Viva de todos los tiempos.
Contenido: GÉNESIS DEL PENSAMIENTO CONSCIENCIA

1ª Versión de Tecnociencia Espiritual.


Descenso de Las Potestades del Reino.

Segunda Edición: “EDITORIAL UNICORNIO C.A.”, Rubio Venezuela 3.000


ejemplares, Mayo 24 del 2005.
Original del Escritor Sol-Ra-Ser, con depósito legal en la República de
Venezuela, ISBN 980-07-0982-7, LA MEMORIA RAM TOMO I, La
Condición Creadora de la Inteligencia Cósmica.

Porque la infernal “organización de la niebla”, la materia del “dios” del mundo,


cambió los Códigos del Pensamiento Perfecto de esta generación humana. El
contenido de este Libro devuelve a los Santos del Altísimo las estructuras de Luz
que no posee ninguna Academia de Lengua o Literatura terrestre: reinstaura el
Pensamiento Reformador de esta humanidad y le entrega la llave y el Reino Final
(Dan. 7:18).

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Arado Protector del Espíritu

ENTER DEL PROGRAMA PENSAMIENTO

ES SU LIBRO Y MI LIBRO... Pag.


VENTANA DE TECNOCIENCIA
EL MANTO DEL SABER
EL ARADO
EL MAESTRO DEL TEMPLO
LA MONTAÑA DEL TIEMPO
UN PROFETA ENTRE LEONES
BABILONIA Y JERUSALÉN
EL RAYO DE CONSCIENCIA
COGNICIÓN DEL SENDERO
PENSAR DEL DIOS SABAOT
MI BLANCO CABALLO
EL GRAN MARISCAL DEL SUR
CUANTO A DIOS LE CORRESPONDE DAR
EL REFORMADOR DEL IRIS
MI GUERRERA DE ARCO IRIS
LA NAVE DE SARIEL
LA CASA CRISTALINA
EL PENSAMIENTO REFORMADOR
LAS SIETE PROFECÍAS DEL JUICIO

NOTA DEL AUTOR Y CONTENIDO DE ESTE LIBRO


Por vez primera y en una forma coloquial, se da a conocer la cimentación del
Pensamiento Espiritual o Reformador. El final descifrado que aumentará como un
mar embravecido la Inteligencia Espiritual que la humanidad tanto tiempo ha
esperado, por lo cual queda mi Email para complementar las respuestas de
consciencia de la Idea Luz.

pleyades2009@yahoo.com.mx

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

ES SU LIBRO Y MI LIBRO
Antes de cualquier Noé bíblico, en un continente patrón del Remanente
final hace 36 mil años, se revive este Saber que antecedió al tiempo de
Babilonia; en esa época se inicia la travesía del Protector de las Estrellas:
él recibe el Manto y es Profeta al oriente y Guerrero en el sur. Llega a la
Tierra para enseñar el Pensamiento Reformador Espiritual del Sur, darle
forma en su Nave, al Mensaje de la Paloma, la consciencia de los tiempos
finales. El Protector habla, enseña sus símbolos al Reformador, al Saber
del Remanente del Conocimiento Luz: Cuanto te doy en mi corazón,
trasmite en Saber, porque entre tú y yo, una unión de tiempos y espacios
es cumplida. Mi espíritu iluminará el tuyo y aunque no te crean, habla
con este Saber, porque solamente así, se hará sentir tu Verdad de
Reformador y mi fuerza de Protector de Justicia: este es El Mensaje del
Pensamiento Final”…

El Reformador escribe: “este es su Libro y mi libro; el Mensaje Final


de un Protector de las Estrellas, un viajero de galaxias y de otros Días
Creadores, quien en silencio, ha permanecido aquí para impulsar
reencarnaciones de vida espiritual de este planeta llamado Tierra. El
Protector vino a preparar el Conocimiento Reformador que desde
esos milenios llegaría al día de hoy; y estas son sus palabras y
enseñanzas: Mi verdad es sólo para los llamados; los perversos que
desprecian no tienen parte con Ella. Yo Soy él, y al irme, cerraré las
puertas del Templo a cuantos la rechacen finalmente. Desde tiempos Soy
Protector y Guía. Esta Verdad del Altar de las Almas blancas es para el
número de tus hermanos, es el testimonio viviente del cristal fiel. Quienes
comprendan, allí les espero, pero antes, deben salir de la gran tribulación
del 2007. Reformar su Pensamiento, es lavar sus consciencias y
emblanquecer sus encarnaciones en la Sangre Servidluz, la Esencia del
Hijo del Hombre: esta es su oportunidad final”.

¡Yo Soy Protector y Guía de la Verdad Eterna!

Así me dijo escribiera al momento de revelar su Tecnociencia


Espiritual.

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Arado Protector del Espíritu

VENTANA DE TECNOCIENCIA
LA JUSTICIA ETERNA
Y ellos, por todos los tiempos, desde que el hombre terrestre ha transitado
sobre este mundo, están aquí. Tiempo tras tiempo comparten sus vidas
estelares, impulsando los Días Creadores de esta su humanidad hermana.
Así, como un ser normal le reconocí en la travesía de mi vida, rechazando
las injusticias del mundo, un ser extraño al tiempo, pero unido a la gloria
de los hombres de este planeta; y entonces, mirándole al rostro como
Daniel, me pregunté: “¿Quién puede presentar con honradez su camino de
consciencia sobre la tierra? ¿Quién logrará ver claramente su propósito?
¿Cuántos querrán decir sí o no, a esta verdad que sólo yo conozco en él?
Sé que nadie está acreditado para determinar en justicia, mi propia verdad
de cuanto conozco, vi, y él me enseñó. Saber que a pocos doy y que por
esta historia le reconocerán.

Al mirar el mundo y sus miserias, cuántas veces me pregunté ¿Dónde está


la Justicia Eterna? Si el mundo de los hombres es un sólo lamento y no
hay más que silencio ante ella. ¿Dónde se esconde Ella, cada vez que un
niño es violado o un honrado burlado? ¿En qué lugar se manifiesta, en
tanto la ley de este mundo es el poder de las tinieblas que toma ventaja
sobre los inocentes?
Gobernantes, ministros de “Dios”, jueces, militares, opulentos, poderosos,
autócratas y déspotas, son quienes administran justicia para ellos y sobre
los demás hombres. ¿Dónde reside la Justicia Eterna? Si muchos enviados
han tenido el mundo para enseñarla, pero fueron y son quemados en
hogueras, desmembradas sus carnes por bestias y fieras humanas ¿dónde
se ha ocultado? Porque el mismo Jesús de Días fue crucificado y desde
entonces, es blasfemado y aún el veredicto de Justicia no se muestra para
creer en él.

Qué justicia pueden esperar los humanos, si el arbitraje hasta ahora


conocido no interviene en los asuntos de los hombres que se preguntan:
¿Por qué los hombres se hacen representantes y elegidos de “Dios”, en
tanto allá, en esos antros se esconden las víboras y la carne putrefacta de
las tinieblas, los que bendicen armas para la guerra, que atesoran lujos
para sus rameras, que a ninguno dan un pan, sino la infernal hostia de la
mentira? (Apoc. 17.18)

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

¿Ausente ha estado la Justicia? No la vemos, no la sentimos, sólo tenemos


desolación y desamparo. Las naciones viven gobernadas por quienes
nunca pagan sus crímenes, porque su justicia es urdida en la violación, el
despojo y cuando alguien honrado se levanta, es asesinado inmisericorde.
La tierra fue poseída por potentados que han llenado de miseria y ruina a
la mayoría de los demás humanos.
Injusticia he visto en los corazones de la tierra. Los malos son el poder de
la injusticia que es igual en la mente de los llamados “buenos”, quienes en
sus razones, viven en las emociones de mundo. ¡Cuánta injusticia hay en
estos buenos! En su imperfección se burlan de lo excelso. Cómo humillan
la tierra, mientras en sus bocazas y corazones hay injusticia. Se venden a
lo malo y dicen: ¡hacemos lo bueno!

De los protervos no espero nada bueno, su fruto es ser malvados porque


“los árboles no dan fruto diferente a su especie”. Los malos serán
siempre perversos y todos los días, a cada instante de sus vidas hacen
árida su tierra, siembran infamia, cosechan maldad y esto fue dicho: “por
sus frutos se conocen”.

Mirad la tierra de los malos: llena de cizaña, la traición y prepotencia es su


medida, no tienen arado, su semilla es maleza que germina en perversión
ante los hombres, ¿Qué cosecha recogerán? ¿Acaso darán buen fruto?

Este libro cuenta el recorrido de un Protector de la Justicia Eterna, quien a


través de los tiempos, examina y prepara la reencarnación del Reformador
de los tiempos. El Protector es un Ser del Altísimo, de orbes Superiores,
prestado aquí por un tiempo sólo para vigilar y enseñar; y con base en su
testimonio, LA CONSCIENCIA QUE JUZGA A LA HUMANIDAD DE
ESTA TIERRA. Muestra el sendero de obras al Reformador, al hombre
que preparó para enseñar en formas y símbolos, la Consciencia que guarda
los destinos de la humanidad.
Yo conocí al Protector, el me llamó para que escribiese y madurase las
razones humanas, para descifrar las medidas del tiempo que se hace obra
misma del alma del hombre. Para mostrar el camino del Reformador, el
que viaja incansable entre tiempos, buscando el molde del hombre en sí
mismo, que se graba en la suma de la obra creada en impulsos del espíritu,
en acciones que hunden en el abismo, o lo convierten en testigo y ejecutor
de la Justicia Divina. El Reformador son muchos y un hombre, que en
símbolo habla aquí.

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Arado Protector del Espíritu

Al escribir este libro, que sale al mundo mientras del que hablo cumple su
misión ante los hombres; cada día que transcurre conozco más la mente
pérfida de los inicuos o el corazón y conciencia de los hombres sensatos, y
veo que los Protectores anotan en sus libros de Consciencia, cada obra
humana… Veo que ellos, dispersos por el tiempo del hombre, hacen
consciencia en la conciencia débil de la humanidad… Veo que el Altísimo
y Sin Fin, los ha puesto como enlace entre la justicia y el juzgamiento de
las humanidades, porque la obra de todos y cada uno de los hombres es
juzgada desde arriba, y ninguno de los encarnados en este mundo, aún el
más poderoso, es más grande que las Leyes del Altísimo, el que juzga
luego de escuchar la evidencia de los Protectores, y así está escrito desde
siempre por el testimonio de los ángeles del Sielho: “Y clamaba
fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el
follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y
las aves de sus ramas. Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con
atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con
el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la
tierra. Su corazón de hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de
bestia, y pasen sobre él siete tiempos. La sentencia es por decreto de los
vigilantes, y por dicho de los Santos la resolución, para que conozcan los
vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien
él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres”( Daniel
4:14-17).

Todos los terrestres, pequeños y grandes, los reyes de la tierra, yacen sin
gloria, ante el juzgamiento de los Protectores de las estrellas.

Esto aprendí de un Protector del Sielho.

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

EL MANTO DEL SABER


“Y la Tierra se escindirá, y todo lo que está sobre la tierra perecerá,
y entonces tendrá lugar el juicio sobre todos los habitantes de la
tierra. Y El Señor de Luz dará paz a los justos, y guardará a los ele-
gidos; sobre ellos reposará la clemencia; ellos serán de Dios, y serán
dichosos, y benditos, y para ellos brillará la Luz. Y he aquí, El viene,
con gran número de Santos para ejercer sobre ellos el juicio,
aniquilar a los impíos los pecadores, y castigar toda carne por lo que
han hecho y cometido en contra de Él”.

Del Libro de los Tiempos “La Profecía de los Tiempos”, Saber que
está escrito en muchos libros de la Tierra.

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Arado Protector del Espíritu

EL ARADO
Y el Protector impulsó la recurrencia terrenal del Reformador, dio luz a su
camino explicando: “Mi padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo”… “y
orado la tierra para amarla y enseñar su Saber al final de los tiempos”…
Y el Protector empezó el diálogo de sus reencarnaciones por este planeta:
le conocí en la Nave y le identifiqué en el sendero del Saber que
Venezuela me entregó. Y así me habló de su tiempo en la Tierra, de
cuanto vino a realizar, como testimonio para esta humanidad… Y esta es
su historia, porque me expresó que así aprendió de la tierra y de los
hombres…

Mi mano sobre el arado; se me envió desde otras edades... mis pies pisan
la tierra... mis ojos otean el horizonte... mi corazón recuerda, siente y ve
desde el ayer hasta el presente donde estoy y grabo mis huellas para
despedirme otra vez de los hombres, para seguir mi camino, que es una
individualidad vestida de eternidad. YO SOY ETERNO, una Luz de soles
invisible a los ojos mortales.

Mi arado surca la tierra del hombre terrestre; vino impulsado por las
estrellas que desea la humanidad... penetra, hiere y rompe la capa
aparente atestada de toscas piedras, de raíces, de malezas que se adueñan
de los espacios donde deben ir las buenas semillas: profundiza
removiendo los nidos de alimañas, que ya heridas de muerte, cortadas en
restos, se revuelven al tiempo que otras, huyen al paso de mi arado.

Mi mano sobre el arado: traspiro el aliento que da vida a los dioses y los
hombres de tiempos que anteceden... son fuertes mis muñecas, mi piel
rubia, tostada por el sol, cubre mi cuerpo de estatura sobresaliente ante los
demás hombres de mi tiempo, en esta encarnación terrestre a donde he
venido, para obtener Consciencia de este mundo de conciencia inicial.

Mi mano sobre el arado; soy una memoria viviente del conocimiento que
en el futuro la humanidad aprenderá... huele a tierra, se siente tierra; se
remueve en el viento que esparce mi emanación. El sudor cae sobre mi
cuello que es fuerte como el de mis bueyes, transpiración pesada sobre mi
carne, pues en mi mundo, el cuerpo trabaja para el espíritu y no para la
materia; sudor que cae sobre mis bueyes; uno de extraño azul oscuro y

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

blanco poderoso de músculos y el otro, rojizo de testa noble e inteligente,


los dos émulos del poder de las Pléyades…

Mi mano sobre el arado; yo registro en mi espíritu la consciencia del


pensamiento de los hombres terrestres... mi pelo castaño cae ondeando
sobre mis hombros, mientras mis dos manos van encima del arado, que no
suelto, porque la fuerza de mis bueyes es poderosa y no da tregua. Mis dos
manos siguen asidas a la guía que tira desde el yugo, que atrae la nuca de
mi yunta, la mayor de todas en estas tierras.

Mi mano sobre el arado; pero aprendo de cuanto aquí se escribe en el


corazón humano... soy único hijo; toda esta tierra es de mi padre y de mi
madre, ya viejos. Soy su esperanza y sustento, el aliento de herencia para
su estirpe, que según él, en mí, si no tengo vástagos, muere.

Mi mano sobre el arado; ante la grandeza de que el hombre terrestre


despertará dentro de poco, aunque ahora, por su miseria, es pequeño...
soy varón joven para este tiempo, 36 años de vida, los viejos envejecen a
los 80, los hombres maduran a los 40... Mi mano sobre el arado, mis pies
en sandalias de cuero de león pisan la tierra: mi corazón piensa, mi mente
en cada sentido reconoce que soy nuevo en esta tierra… todo es extraño
para mí… Mis Padres Progenitores, los dioses de este Universo,
suprimieron temporalmente la memoria de mi mundo, para que poco a
poco me acostumbre a la tierra… veo el verde color tostado de la tierra y
de los árboles. Huele y sabe a vapores de surco, a polvo que se filtra entre
los dedos de mis pies. Mis manos sudan y sujetan la guía del arado, mis
brazos se tensan a cada empellón de la yunta que dirijo con exacta fuerza
hacia cada obstáculo que tritura mi reja: mis piernas se acomodan con
firmeza y la cadera fortalece la punta del arado; esa reja-uña de acero
fundida de las mejores espadas de los guerreros antiguos de este pueblo
huraño y pecador contra Dios y desconocedor de DIOS, EL ALTÍSIMO
SIN NOMBRE Y SIN FIN, de donde yo vengo.

Mi mano sobre el arado; mi pulsar siente... en días y noches voy pisando


esta tierra; años, desde que mi padre me entregó su herencia por ser único
y mayor. Desde entonces, mi yunta es la número trece; las doce, todas de
mi padre y mi herencia, van delante de mí. Mi arado siempre va repasando
la tierra detrás de todas, sin cesar; soy el primero cuando la tierra es nueva
y el arado llega por vez primera.

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Arado Protector del Espíritu

Soy el primero en arrancar pedruscos, raíces malas, yo remarco la tierra


por donde las demás yuntas deben pasar... La tierra espera, el trigo anhela
el arado, promete al hombre, se nutre con el resoplar de los bueyes y el
pisar de la planta del amo; YO SOY EL AMO porque aro la tierra.

Yo soy el amo y señor de la tierra, guía del arado soy para que la tierra
produzca su noble fruto... Mis bueyes lo saben, la tierra comprende, la
semilla obedece y muere al caer, porque ella prepara reiteradamente su
vientre para renacer cada vez. La lluvia entiende mi aliento, acata mi
designio: Soy el hombre, el guía que cumple la Ley del Arado y
prepararla.

La tierra está lista; mi mano sobre el arado, porque los otros hombres del
mañana esperan por el trigo maduro, que es el hálito de los bueyes, el
renovar de la tierra, el amor y ley del hombre con la esperanza de la
semilla; es el hacer brotar la vida otra vez por la vida.

El arado es enemigo mortal de las raíces malas que detienen la siembra.


La brisa es la consejera de los lomos del labrador, con ella, él alcanza al
canto de los pájaros y toma fuerzas para labrar una y otra vez, y el labrar
así, es desafiar y vencer cada día que nace... Desde aquí escucho esas
palabras que rompen mis oídos, que hacen que mi arado se afinque con
más profundidad en la tierra de mi espíritu y mi alma, en mi camino de
universos... “Así ha dicho el Señor: “Las vestiduras del cielo son para los
que persisten en su arado, los que comprenden su fuerza para la tierra y
se visten de amor por la semilla y el trigo”... Soy hijo de Safat: doce
yuntas van delante de mí; tengo trece, mía es la última. Este es el tiempo
del Rey Acab en el pueblo del renegado Israel, de la raza arrancada de la
Justicia Divina, cortada de las estrellas y del Aliento del Supremo; mía es
la última yunta... y con potestad, las palabras llegan a mis oídos: son como
la fuerza de mi arado, el que en mis propias manos labré durante siete
años. De éste, que es una sola raíz de madera dura y vetusta del territorio
de los riscos y ventisqueros... esas palabras rompen mi corazón, lo hacen
como mi arado desgarra la tierra a cada paso, a cada palabra. Se hacen
pensamiento, siento crear en ellas nueva carne de mis lomos... “Yo soy el
sol que alumbra los planetas”...

Mi mano sobre el arado; mi sentir sella tiempos... En estas tierras ya son


conocidas esas vetustas palabras, es la voz del Profeta del Señor, las del
Tisbita. Se dice que viene de Galaad en el desierto: es un profeta que

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

castiga con cada palabra a Israel: anuncia la presencia del Señor Justo, de
un Dios distinto al de la sinagoga.
Él dice venir del Sin Nombre, asegura que el Verdadero no tiene nombre y
que él es Esencia de muchos hombres y universos... “¿Qué nombre
queréis darme? Soy como cualquiera de vosotros, soy la mano del
anciano y la sonrisa del niño, yo soy el campo y la semilla”...

MIS OVEJAS
Mi mano sobre el arado; los tiempos, determinan mi vida y la de quienes
me conocen sin reconocer... mis primeros años crecí apacentador de
ovejas, en tanto me conformé varón, cuidé las ovejas de mi padre. Allí
aprendí de la identidad de cada una de ellas. Son diferentes en elegancia y
vivir. Unas comen los mejores pastos, la mayoría, individuales aunque
todas son del rebaño; otras, casi muertas, mascan cuanto queda; van hacia
donde la mayoría se dirige, son difuntas porque sin cesar van detrás y son
las que aprovecha el lobo. Aprendí de las ovejas y del lobo que astuto es,
que busca a las ovejas torpes, esas momias que se hacen amigas cercanas
del lobo. La alimaña se acerca a ellas y en su ingenuidad, no son hábiles
de reconocerlo. Se pegan cada vez más, hasta que un día ya no las veo en
el rebaño, se esconden en los mogotes, detrás de los abismos y allí se
traicionan a sí mismas: prefieren la muerte a estar dentro del rebaño y
cerca del pastor y la manada.

Mi mano sobre el arado; y cada pulsar, un registrar de la vida... mi padre


me preparó en los secretos de las ovejas... la voz está allí en la vereda,
estremece los contornos y muchos que van por el camino se detienen a
escuchar al mensajero... Un día dijo mi padre sobre las ovejas: no confíes
en todas ellas, en su mayoría son creyentes en el pastor: ellas tienen fe en
el pastor y muchas veces opinan que el pastor las castiga para que crean
en él, otras, suponen que él las llevará al cielo. Ovejas así, cualquier pastor
que se detenga delante de ellas, si no se han criado con él, se van detrás
del lobo... La voz del profeta mueve mi arado hacia él, mis pies cambian
de rumbo y se acercan a esos huracanes de palabras... “Por fin los cabos
de la tierra se estremecen, he aquí la voz que prepara la Primera Venida
del Señor. ¿Quién de vosotros os acercáis al yugo del Eterno? ¿Cuántos
estáis listos?”...

Mis ovejas, las he criado, vigilado de cerca, no he consentido que en mi


manada otras ovejas lleguen, mi padre así me enseñó; no he permitido
ovejas que no sean del rebaño... “Os acercáis al aliento Eterno. Mi

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Arado Protector del Espíritu

nombre es la risa de los niños y la tierna brisa de la mañana; yo soy el


pecho que amamanta, la gota de rocío para el germen y la semilla, yo soy
la fuerza en el canto de la avecilla que vuela. Vosotros que os acercáis,
seréis los frutos que preparará el tiempo”...
No he tolerado ovejas de manadas extrañas, porque mi padre es amo de
multitud de ovejas en estas tierras y yo conozco las ovejas de mi padre, él
me enseño a conocerlas. Las reconozco por su constancia de vivir, por su
estirpe de compartir y estar unidas al pastor. Aprendí de mi padre, cómo
las ovejas reconocen la voz de su pastor y cómo el pastor reconoce a sus
ovejas por su balido y unión y cuando las reconoce, las lleva a los mejores
pastos de vida... “La tierra se prepara y la manada se apresta; porque el
Señor de las ovejas pronto vendrá por el trigo de la tierra. El tiempo
llegará sólo cuando las ovejas hayan crecido en el rebaño y reconozcan
la voz de su pastor”...

EL PROFETA DE AYER
Mi mano sobre el arado; y cada vida, un expandir del Eterno... y así llego
frente al profeta: está allí, es imponente; un volcán de palabras que no son
enunciados del ágora. Es una voz aromada de estrellas que caen como
rocío sobre la tierra que preparan los hombres. Sus palabras son espadas, a
su vez, néctar, miel silvestre que brota libre de las colmenas del verano
que tantas veces he saboreado.

Su estatura contrasta con lo rubio de su cuerpo y cabellera, que suelta,


blonda se arrebata casi con furia en la fuerza de sus ojos centelleantes de
una Luz nunca vista. Su boca y cada vocablo hacen tronar este valle y
montaña... Mis bueyes detuvieron sus pasos; mis pies quedaron en
suspenso y silencio, no caminaron más: mis músculos callaron sus
fuerzas, mientras el aliento desde mi corazón se agigantó con un océano
de esperanzas.
El vigor de mi mano sostiene aún el arado, y mi mente en silencio, ya
escucha y comprende. Siento que se permuta la tierra que piso, que este
hombre es mayor en el poder del arado, porque hace estremecer la mente
de los hombres: al hacerla polvo del pasado.

Mi mano sobre el arado; un crear de nuevas existencias extraterrenas...


los bueyes ahora silencian su aliento, no casquean, no rotan sus cuernos al
viento, no halan del yugo; se inclinan, no comen ni rumian, también
escuchan... El profeta no dice palabras, son truenos, relámpagos que

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El Rutilante Pensamiento Reformador
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rompen el semblante del horizonte entre los hombres, que allí


embelesados, sienten como mis bueyes.
Los corazones de los que llegaron, como yo, palpitan mientras sienten la
tierra moverse bajo sus pies. Otros, alejados, pasan por el camino; apenas
se detienen a mirar, siguen despectivamente, le miran y con una imbécil
sonrisa en sus labios, se pierden por el abismo de sus atajos, creyéndole
loco; se van por sus caminos de ir y volver hacia ningún lugar: pierden la
oportunidad de conquistar la vida de esta Tierra.

EL PREDICADOR
Mi mano sobre el arado: es soplar en los Océanos de vida… y aprendo
cada palabra que dice el Profeta; siento su Verbo grabarse en mí; lo
identifico con la eternidad del Soy... “Yo Soy el Predicador. Mi nombre es
conocimiento, porque desde el principio llevo en mí el conocimiento del
tiempo y las edades. Yo soy el Predicador, hijo de la Vid Eterna, he sido
rey y ministro de lo Supremo. He caminado la tierra de los hombres,
buscando entre ella, el surco y la semilla y sólo he visto en ella vanidad
de vanidades; todo vanidad. He reconocido al hombre que se afana
debajo del sol. Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre
permanece. Sale el sol, y se pone el sol. El viento tira hacia el sur, y rodea
al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo.
Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos
vinieron, allí vuelven para correr de nuevo. Todas las cosas son fatigosas
más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni
el oído de oír. Lo que fue es lo mismo que será y nada hay nuevo debajo
del sol. Cuanto aquí es nuevo, ya fue en los siglos precedidos. Para el
hombre que no ara su tierra, no hay memoria de lo que precedió, ni
tampoco de lo que sucederá.

Yo, el Predicador, fui rey y mendigo en el mundo de los hombres. Después


de esto, dispuse mi corazón para inquirir y buscar sabiduría sobre todo lo
que se hace debajo del cielo. Ya me dedico al trabajo del Señor ante los
hijos de los hombres; lanzo saetas de verdades para que éstos se ocupen
en Él. Durante siglos he visto todas las obras que se hacen debajo del sol;
y encontré que todo ello es vanidad y aflicción de espíritu, pues el tiempo
cumple y lo torcido no se puede enderezar. Hablé con mi corazón para
crecer en sabiduría ante los que fueron en el mundo y mi corazón ha
percibido sabiduría y ciencia. Así dediqué mi corazón a conocer la
sabiduría, a entender los desvaríos de los insensatos, que aún no
comprenden su aflicción de espíritu: porque en el saber del mundo hay

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Arado Protector del Espíritu

molestia y en la ciencia del hombre torpe, se añade dolor... Yo no soy el


que veis que soy. He conocido de vosotros las edades y los tiempos. Mi
nombre es Edad y mil nombres de hombres”.

Mi mano sobre el arado; que traigo en mí, igual que mis hermanos de
estrellas, para compartirlo entre las estrellas nacientes... mi reja, la
cuchilla filosa de mi arado, descansa de la tierra, no es de cobre ni de
bronce que se amella, es de acero forjado de las espadas de mis abuelos,
es la única de la región...

El profeta sobre la roca domina el espacio y las mentes de los hombres. Su


cayado en la mano apunta hacia el cielo de los hombres, mientras se bate
en remolinos de señales y símbolos. Mis bueyes se echan sobre la hierba y
los últimos terrones que mi final arrastre levantó. Y la voz retumba, sigue
su paso inapelable. Los ojos de unos revisaron en la escritura de la letra
muerta, en sus apuntes del Lamud y asombrados a hurtadillas, murmuran
entre sí.
Se acercaron allí viajeros y comerciantes. Una caravana detuvo sus pasos
ante la formidable voz. Mis aradores de las doce yuntas, temerosos
también, quietos, permanecieron. La vara con su voz volvió a batirse hacia
el infinito y señalando las nubes dijo: “Un día mientras fui rey, dije yo en
mi corazón: prueba tu alegría, goza tus bienes; mas encontré en esto
vanidad, porque sentí el placer que enloquece los sentidos y de nada
sirve. Luego propuse agasajar mi carne con el vino hasta la necedad,
hasta que vi a los hijos de los hombres ocupándose todos los días de su
vida en esta ruina.
Un día engrandecí mis obras y edifiqué casas, planté viñas; hice huertos y
jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto. Hice estanques de aguas
y regué los bosques donde crecían los árboles. Compré siervos y siervas,
y tuve gran posesión de vacas y de ovejas. Amontoné plata y oro, tesoros
preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, y fui
engrandecido, más que todos los que fueron antes de mí en el tiempo de
los hombres. No negué a mis ojos cosa alguna, ni aparté mi razón de
placer alguno, esta fue parte de toda mi faena en la tierra. Y miré luego
las obras hechas por mis manos, el trabajo que tomé para hacerlas; y he
aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, sin provecho debajo del sol.
Volví a la sabiduría al preguntarme ¿qué hará el hombre que venga
después de cuanto aprendió el rey? Nada, sino lo que ya fue hecho”.

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

Mi mano sobre el arado; porque hay estrellas en los Sielhos y en la tierra,


lámparas que pronto lo serán... el viento de la tarde había llegado y con
éste, muchos pies y pasos; otros caminantes quedaron allí inmóviles,
clavados sobre el sendero de rudas rocas. Los árboles de brazos largos y
robustos, sostenían y acomodaban los cuerpos de hombres maduros, de
niños y jóvenes que habían llegado de varios lugares. Las mujeres
acompañantes, madres, hijas y esposas escondidas detrás de sus negros
velos y leyes discriminantes del Lamud y Talmud, sentadas en grupos,
lejos de los hombres. La ley del Sinaí se comparaba entre murmullos, con
las palabras del Profeta. Ya rumiaban mis bueyes como lo hacían los
vigilantes de la ley de Moisés, donde muchas veces encontré el hervidero
de falsedades y crímenes en nombre de Dios, de sangre de inocentes y
violaciones de niñas, inducidos por “los libros sagrados”. Rumiaban los
hipócritas defensores de la ley que no cumplían ley (Eclesiastés) y que allí
pasaban cercanos a la verdadera Ley.

El buey azul oscuro, y blanco que siempre llamé “gran ave”, el más
poderoso de los dos y el rojo “pleyón”, aún cargaban en su testuz el yugo
de madera y correas de cuero. Los dos eran cabeceros, cuando en las
mañanas tantas veces adhería las doce yuntas en una sola y araba a
profundidad con mi uña, la reja y arado que labré durante siete años en
esta tierra de mi padre. Todos, animales y hombres, habíamos llegado allí,
cumplidos los tiempos del paso del Profeta, la voz que volvió a clamar...
“Todo tiene su tiempo: y todo lo que es debajo del cielo tiene su hora”.

De repente; la tierra toda se aquietó: las hojas dejaron de caer, la brisa se


escondió en algún lugar del momento, las aves no cantaron y aun, el
mismo sol, se contuvo por instantes: tal parecía que el tiempo se detuvo
para escuchar y sentir las palabras del Predicador... “¿Qué provecho tiene
el que trabaja, de aquello en que se afana? Yo he visto el trabajo que El
Señor ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en Él. Todo
lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de
ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho El Señor
desde el principio hasta el fin. Yo he conocido, que no hay para ellos cosa
mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es don del
Señor que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
He entendido que todo lo que El Señor hace será perpetuo; sobre aquello
no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace El Señor, para que
delante de Él aprendan los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha
de ser, fue ya; y El Señor restaura lo que pasó.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 16


Arado Protector del Espíritu

Soy el Predicador, la voz que prepara el camino del Señor. Mi nombre es


sabiduría, porque desde el principio de los tiempos, de los hombres y los
mundos, mi espíritu se nutrió de ella y Ella es la que os llama al Arado
Eterno”.

Mi mano sobre el arado; pues la tierra es un jardín tan igual de frondoso


como el que me dio identidad de estrella... Algunos reiniciaron su camino,
habían tomado de las palabras cuanto necesitaban, así es el reglamento del
espíritu -y se fueron con ellas-; se contiene en el recipiente hasta donde es
su medida. Ninguna capacidad puede dar más de su medida y el hombre
es la medida de su obra que forja el crisol de la vida, el espíritu... “Mi
nombre es la Verdad que llevo dentro porque desde el principio yo
participé de ella, y desde entonces he visto todas las violencias que se
hacen debajo del sol; conozco las lágrimas de los oprimidos, sin tener
quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para
ellos no había consolador. He visto las malas obras que debajo del sol se
hacen, la envidia del hombre contra su prójimo. He visto al necio comer
su misma carne. Al que no tiene hijo ni hermano y nunca cesa de trabajar
y sus ojos no se sacian de riquezas. Les he visto vivir y morir solos y no se
calientan, porque no tienen el amor del par. Vi a todos los que viven
debajo del sol, caminando con el muchacho sucesor, que estará en lugar
de aquél... Mi nombre es la Luz, porque yo alumbro el sendero de los
hombres y doy a conocer el destello de los soles”.

Mi mano sobre el arado; un útero de espíritus... ahora me aferraba más a


él; no lo soltaba, ya el arado me sostenía, por poco caía a tierra. Tiempo
antes, siempre y con poder guié el arado, ningún obstáculo medró mi
fuerza y por vez primera me di cuenta que éste me sostenía aquí. Se
inclinaba la tarde y el profeta aguzaba más su prédica. Acrecentaba cada
palabra y el símbolo cortante penetraba en mí Ser, se guardaba dentro de
mí, se escribía crecidamente en mi corazón, creaba un nuevo molde de
verdades que eran mi propia identidad... “Cuando fueres a la casa de El
Señor, guarda tu pie; y acércate más para oír, no para ofrecer el
sacrificio de los necios. No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se
apresure a proferir palabra delante del Señor; porque El Señor está en el
cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. Porque de
la mucha ocupación del mundo, viene el dormir en vanidad, que son la
multitud de palabras, el alarido del necio. Cuando al Señor haces
promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los

17
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

insensatos: cumple lo que prometes. No prometas si no cumples. No dejes


que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia.
No hagas que El Señor te rechace a causa de tu chillido de sueños y
vanidades, tus muchas palabras necias.
Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la
provincia, tiembla de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno
más alto está sobre ellos. Además, el provecho de la tierra es para todos;
el rey mismo está sujeto a los campos.
El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho
tener, no sacará fruto y cuando aumentan los bienes, igual aumentan los
que los consumen.
Dulce es el sueño del jornalero, coma mucho, coma poco; pero al rico no
le deja dormir su abundancia, porque las riquezas guardadas por su
dueño, son para su mal que le pierden en malas ocupaciones, y como
salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino;
y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. Además, en tanto vivió,
todos los días de su vida comió tinieblas, atesoró afán y al morir conoció
su miseria... Mi nombre es paz, que entrego a los que me buscan y les doy
el descanso que anhelan sus corazones”.

Mi mano sobre el arado: que algún día y luego de que regrese... todos en
silencio, ninguno de los caminantes vedó al profeta, tenían miedo y
respeto; sentí; la mayoría, que sólo escuchó y se impregnó del portento,
del Saber y Sabiduría: ninguno arriscó hacerle preguntas, el huracán era
un portento desde su corazón, mientras los demás no tenían ni siquiera
vientos de dudas: se veían acusados.
El espacio abierto daba la sensación de libertad, de grandeza: nadie de los
allí presentes antes, estuvieron de acuerdo para llegar al lugar; todos
estaban conmovidos al mirar y sentir a este hombre. Sus ropajes tejidos en
pelo de camello y lana de oveja, un cinto atado a la cintura, sujetaba un
faldón a la usanza del desierto. Un Manto en líneas azules y blancas del
mismo tejido, caía desde su hombro derecho. Su porte elegante de cuerpo
vigoroso y ágil, terminaba en un rostro de barba poblada y belleza varonil.
En sí, su vestidura era humilde, su presencia de aquella época, denotaba la
identidad del profeta. Alzó sus dos manos al cielo, en la derecha su vara
con la que agitaba el viento y los símbolos en cada una de sus palabras;
dejó caer con fuerza su mano izquierda en el hombro derecho y con la
vara suspendida, llevó su mano derecha encima del corazón y dijo: “Mi
nombre es mil nombres, cualquiera de ellos soy”.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 18


Arado Protector del Espíritu

Mi mano sobre el arado: estarán prontos a verter su Luz sobre la


inmensidad... caminó en medio de los varones, mujeres, ancianos y niños
que aún quedaban, porque la tarde llegó y algunos escapados por los
espacios, ya distaban. Se acercaba, sentí la tierra fundirse bajo mis plantas
así como el sol se fusiona en el horizonte. Miró en muchos ojos y volvió a
replicar... “He venido a disponer los frutos que el tiempo reclama”. A
todos observó en silencio y de cerca; más próximo estuvo y de frente a mí.
Sus pies en sandalias atadas arriba del tobillo quedaron frente a las mías
de cuero de león, el que azotaba mis ovejas y desgarré con mi vara y
manos; así mis pies retenían el poder del León. Sus ojos claros penetrantes
miraron los míos color miel. Sentí que rompían la virginidad de mi
espíritu y el llanto ahogó mi pecho. Tembló mi ser y cuanto soy, lloré:
echó sobre mí su Manto y caí en tierra sin soltar el arado...

EL MANTO DE PROFECÍA
Entonces, el Manto cubrió mi cabeza y cuerpo, quebró en pedazos mi
corazón, para revivirlo en el futuro aún desconocido; y allí, entre lágrimas
y visiones del presente que es hoy, mientras doy de comer este Saber al
Reformador del Pensamiento, sentí desmoronarse el mundo anterior y
crear el presente, donde hablo por estas letras escritas por el “cincel
rutilante” para los que intentan conocer la Justicia Eterna… Solté mi
arado, acaricie mis bueyes y tomé el Manto: lo aferré con la fuerza del
arado como nunca había aferrado antes el arado y me levanté ante el
Profeta y dije: permíteme besar a mi padre y a mi madre y estaré
preparado para seguirte… Sólo había ido por mí y por quienes desde ese
momento crecieron en espíritu conmigo.
Todo lo comprendí. Sentí que jamás regresaría por esos lugares y
encarnaciones. Al fin puede entender algunas de las enseñanzas que los
rabinos recalcitrantes no pudieron responder a mi espíritu sediento de
Saber. Había encontrado el camino para la llegada del Mesías que le
llamaban Señor, y que yo esperaba en preguntas y ruegos mirando las
estrellas, al nacimiento y poniente del Sol, o la mano de los enfermos
desamparados que el Lamud mandaba matar para no ser estorbo del
pueblo y de Dios. En este instante, mientras soltaba el arado y tomaba el
Manto, mirándome a lo profundo de mi corazón dijo: “Ve, y vuelve, este
es tu camino”.

LA CARNE DE MIS BUEYES

19
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

Regresé prontamente, y con mis manos y estilete, sacrifiqué primero a


“pleyón” luego a “gran ave”. Prendí fuego a la madera de mi arado y con
la demás, traída por las gentes y mis aradores, cocí la carne de mis bueyes,
mientras mis pensamientos en tormentas de palabras renacían a otra
carne... la di a comer al pueblo allí reunido. Todos comieron esa tarde,
noche y amanecer.

Limpié el cuero de mis dos bueyes; de “gran ave”, por ser el símbolo de
la fuerza de la tierra, en él dibujé el límite de mi herencia. Corté en trece
pedazos el cuero y repartí la tierra entre mis doce aradores, según cada
forma del plano. El número trece, lo guardé para mi padre y madre ya
viejos. Escribí sobre el cuero de “pleyón” y con la mano de cada uno de
mis doce sucesores, el juramento de sangre de todos los herederos de mi
tierra. Ninguno de ellos poseería mi heredad que entregué, hasta que mis
días y mis ojos se apagaren, porque yo, con la yunta trece, el pedazo de mi
padre, guiaría la vida de los que atrás quedaron; tendrían alimento. Cada
uno de mis herederos daría una porción del producto para el sustento de
mis padres, hasta que volvieran a la tierra.

Me levanté y fui tras el Profeta que retomó su rumbo mientras decía... “Mi
nombre es vida, pues por mí, vosotros encontraréis la inmortalidad desde
la fuente en que se inició”. Ahora tenía mis manos sobre el otro arado, era
el manto de una verdad nueva; me preparaba para arar la tierra del espíritu
del hombre. Con mayor fuerza tomé el Manto, el arado del Preparador del
Camino y tal como lo sentí en el impulso, no me había equivocado en el
sentir de mi corazón: fue necesario sacrificar mis bueyes, ya no pertenecía
a ese lugar; ya nadie cuidaría de mis robustos animales, ya ninguna
persona los amaría como yo, porque crecieron junto a mí y yo mismo los
amansé, les enseñé los caminos y las palabras del arado.
Fue esencial; mis padres ya viejos, dependían de la fuerza del arado, ahora
ya tenía otro arado y este me daría y les daría la vida que siempre esperé:
LA INMORTALIDAD...

Mi Espíritu con el Manto; ahora que toma el Arado final... caminamos


días y noches, alejándonos del bullicio, algunos intentaron seguir nuestros
pasos. El desierto se abrió imponente e implacable, los más cobardes
desertaron. Fue una marcha lenta y cada paso del profeta era seguro,
porque me enseñaba el camino. Nuestras huellas llegaron hasta el Monte
Horeb, todos decían que era la montaña de Dios, yo también, en mi
inocencia, lo creía. Durante días, meses y años cruzamos los grandes

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 20


Arado Protector del Espíritu

desiertos, desde Damasco al Monte Hebron, nos alejamos hacia la tierra


de los Moabitas, días interminables fuera y alejados del reino de Acab,
hasta llegar a Hazerot, donde cercana se levantaba atrayente y temerosa la
montaña del odio, el Sinaí: allí estaba el Horeb. Mi trabajo fue servir al
Profeta, como asiste el pastor a las ovejas y el arador a la tierra; aprender
en esos años de sus palabras, que repartía como pan de vida y palabra viva
en los lugares donde llegábamos: yo le escuché en todo lugar y consejo.

Insistió ante las gentes que era el Predicador, el Preparador del camino del
Señor, y siempre repitió; “Yo soy amor y amor es mi nombre” mientras
habló siguiendo las palabras con las cuales arrojó su Manto sobre mí...
“Aunque el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los
días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, para él
creció su sepultura. Porque el hombre vano viene y a las tinieblas va, y
con tinieblas su nombre es cubierto, aunque aquel viviere mil años dos
veces. Éste no es sabio, es más que un necio. ¿Quién sabe cuál es el bien
del hombre en la vida, todos los días de la vida? Porque ¿quién enseñará
al hombre qué será después de él debajo del sol?”

Mi Espíritu con el Manto... y con sus palabras, buscaba hombres que


desde diferentes lugares de las rocas y arenas salían temerosos, escondidos
como animales de presa; surgían al oír las poderosas palabras y se
encontraban con ellos mismos; con su espíritu... “Mejor es la obra buena
que el mejor ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del
nacimiento. El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el
corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. La risa del necio
es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Mejor es el sufrido
de espíritu, que el altivo de espíritu. No te apresures en tu espíritu a
enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.
La ciencia con herencia, es provechosa para los que ven el sol; pero más,
la sabiduría que excede y da vida a sus poseedores. Mira la obra del
Señor; porque ¿quién podrá enderezar lo que en tu razón crees, él torció?
La adversidad que consideras es el aprender de los injustos, porque hay
impíos que por su maldad alargan sus días.

La sabiduría fortalece al sabio, porque no hay hombre justo en la tierra


que haga el bien y nunca peque; porque el corazón del siervo se prueba
en sabiduría, cuando es sabio. Si el corazón examina e inquiere
sabiduría, la razón conoce la maldad, la insensatez y el desvarío del
error. Y el que agrada al Señor, escapará de ello; mas el pecador

21
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

quedará preso en el anzuelo del tiempo. El Señor hizo al hombre recto,


pero muchos han buscado perversiones y esa es su cárcel y Sheol”.

LA SOLEDAD DEL DESIERTO


Mi Espíritu con el Manto... Pasó el tiempo y en la soledad del desierto,
donde el silencio rompe los tímpanos y los oídos oyen más desde adentro,
en donde el hombre se siente solo, en tanto, está mejor acompañado
consigo mismo; en ese desierto, donde los escasos animales, serpientes,
lagartos y algunas aves, apenas intentan vivir porque saben el secreto. Él
inició un día así su enseñanza para hacerme Eterno: “Es cuando se logra
la consciencia y la identidad del origen que somos, del por qué estamos y
hacia dónde debemos dirigirnos: ¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el
que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su
rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará. Te aconsejo que
guardes el mandamiento de la Ley y la palabra del Señor. La palabra de
la Ley es potestad, porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio;
pues no hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el
espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal
guerra, ni la impiedad librará al que la posee. Hay tiempo en que el
hombre se enseñorea del hombre para mal suyo, porque hasta ahora el
corazón de los hijos de los hombres está dispuesto para hacer el mal. Al
impío, no le serán prolongados los días que son como sombra; dedique el
hombre sensato su corazón a conocer la sabiduría, y a ver la faena que se
hace sobre la tierra, porque la justicia del Señor, es que el hombre
alcance su obra que debajo del sol se hace; que trabaje buscándola y la
compruebe”.
Mi Espíritu con el Manto... sus palabras iban cambiando el panorama del
desierto. Llegué a comprender, que así era la vida de los hombres
ignorantes del Saber de Preparador del Camino; un desierto, una vida sin
agua, sólo arena, roca, soledad, calor y muerte para los que desconocen la
vida, la esencia del Preparador. Estas palabras, cada vez se convertían en
manantiales, de ellas sentía brotar agua y nueva vida... “Mi corazón
entregué a toda verdad para declarar la esperanza a los justos y los
sabios, pues sus obras están en la mano del Señor, porque sea odio o
amor, todo está delante de ellos. Todo acontece de la misma manera a
todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno, al limpio y al
manchado, pues los hijos de los hombres están llenos de mal y de
insensatez en su corazón durante su vida; pero aún hay esperanza para
todo aquel que está vivo. Porque el hombre tampoco conoce su tiempo;
como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 22


Arado Protector del Espíritu

enredan en el lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el


tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos. Mejor es la sabiduría
que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean
escuchadas sus palabras. Y las palabras del sabio, escuchadas en quietud,
son mejores que el clamor del señor entre los necios. Mejor es la
sabiduría que las armas de guerra; no obstante, un pecador destruye
mucho bien”.

MI PREPARACIÓN
Mi Espíritu con el Manto... Mi preparación se preludió según él, por
mandato del Eterno; hay muchos hombres como yo, perdidos
inconscientes, ignorantes de su encarnación y compromiso. Sus palabras
entregaba en cada lugar donde llegábamos; iban dirigidas a mi arado, a mi
fuerza que tantas veces me sustentó; porque conociendo los cinco libros
de Moisés; el Génesis, con una creación incompleta que se contradice en
la esencia del hombre y el mensaje; un Éxodo de grandes esclavitudes y
pactos que someten al hombre, el mensaje, entonces, debía llegar a mi
mente y corazón. Un Levítico atiborrado de sangre, como si Dios
Supremo masticara sangre, vísceras y barbaries.

El documento de Números, donde los israelitas vagaron perdidos en este


desierto que nosotros hemos cruzado fácilmente, porque la mano de Dios
no fue capaz de enseñarles el camino, y del Deuteronomio, donde las
leyes del Sinaí se hacen más perversas y son veneno para la humanidad y
libertinaje para Israel; pues viví conociendo todos sus libros, Josafat mi
padre, era buen hebreo, creyente de la Torah, yo, su hijo de carne, no de
espíritu, no pude encontrar en esto una inspiración divina y espiritual.
Sangre y crimen en los mandatos de Hayah, del Tetragrámaton, las cuatro
letras de YHWH que el mismo Moisés no cumplió sin protestar y tampoco
lo hicieron quienes subieron al Sinaí... “se puso Moisés a la puerta del
campamento... Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada
uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el
campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente”...
No encontré piedad ni amor en las manos del dios de la sinagoga, en el
dios de los prepucios de guerra y mortandad; sólo odio, ansia de poder y
gobierno de sus leyes; reconocí fantasía ante el Dios del Preparador, quien
me enseñó a ver la Torah como un mandato para destrucción de naciones,
lo cual nunca aceptó mi conciencia: “de las ciudades de estos pueblos que
Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida, sino que los
destruirás completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado” Éxodo 3:7. Deuteronomio


20:16,17)

Nací inteligente y noble en espíritu, valorando entre la misma naturaleza


los dones de la Creación: vi crecer los árboles que dan nido y alimento a
las aves, sentí caer la lluvia que alimenta las aguas del río y de los mares,
vi amamantar la madre al hijo y de ella aprendí todo sacrificio por sus
hijos. Crecí con la demanda en mi corazón. Este no es mi Dios; yo
alimento a mi pueblo, comparto la semilla y el pan, ¿Por qué entonces, si
soy humano y obro como siento desde mi corazón? ¿Por qué el
verduguismo del dios del Sinaí? fue mi interpelación constante, la
pregunta a mi alma antes de llegar el Preparador que hablaba con
sabiduría hacia los pobres y humildes: “Las moscas muertas hacen heder
y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que
es estimado como sabio y honorable. El corazón del sabio está a su mano
derecha, más el del necio en su izquierda. La necedad está colocada en
las grandes alturas de los poderosos. He visto siervos a caballo, y
príncipes que andaban como siervos sobre la tierra.

Quien corta piedras, se hiere con ellas; el que parte leña, en ello peligra.
Si muerde la serpiente antes de ser encantada, de nada sirve el
encantador.
Cuánto desconocen los hombres del Dios del Universo: su amor es más
poderoso que el de cualquiera de los dioses del mundo figurado a imagen
y semejanza de los hombres. Ante el Altísimo, los demás no son nada,
porque los demás dioses pasan como el invierno o el verano, en tanto, el
Altísimo es Señor del invierno y el verano”... y la sinagoga no tenía
respuestas...

Mi Espíritu con el Manto... habíamos llegado al Horeb. Fue en este mismo


lugar, acotó, que el Supremo me llamó para que te preparara. Yo vine y
caminé sobre el desierto, sobre las arenas preñadas de alimañas y las
almas secas de esencia de este pueblo insurrecto y sangriento; ellos viven
aquí por su rebeldía, la vida de ellos es un desierto de materialismo; desde
las estrellas se juzga su crimen sobre hombres de este mundo y de otros.
Vine entre ellos, a iniciar el camino de los profetas que han de transitar
para preparar la Venida del Señor verdadero; entre ellos, porque son
quienes niegan la Luz del Altísimo y en los últimos tiempos se opondrán,
trayendo a su propio y tenebroso “dios encarnado” sobre los hombres;
entre ellos que adoran y se inclinan obedientes al mandato del amo de las

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 24


Arado Protector del Espíritu

tinieblas. Años caminé por estos lugares, la mayoría de las veces,


buscando aliento desde el Sielho, las restantes, escondiendo mi vida del
odio y matanza que la casa de Israel lleva en sus corazones. Son
homicidas en su más extraña naturaleza. Las enseñanzas del Lamud, que
recibió Moisés de su dios que les dijo… “Matad, pues, ahora a todos los
varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido
varón carnalmente. Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan
conocido varón, las dejaréis con vida” (Números 31:16-18), así les han hecho,
son formados a la imagen y semejanza en la venganza, como está escrito
en sus libros: son diferentes al conocimiento universal y perenne con el
que el hombre se viste de Eternidad. Estoy y estamos en este camino para
cumplir la Profecía del tiempo: “Echa tu pan sobre las aguas encarnantes
del hombre: porque después de muchos días hallarás el mismo río de
vida. Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá
sobre la tierra. Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la
derramarán; y si el árbol cayere al sur o al norte, en el lugar que el árbol
cayere, allí quedará. Siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu
mano; como no descansa la luz del sol y anda en los caminos del corazón
a la vista del Señor que siempre juzga. Quita de tu corazón el enojo, y
aparta tu carne del mal; porque el tiempo cobrará toda vanidad”.

LOS PRECEPTOS DEL MANTO


Mi Espíritu con el Manto... las enseñanzas son el camino que conduce a
este mismo lugar donde hoy estamos y estaremos años, hasta que
comprendas meramente, para que poseas el conocimiento, el Manto de
justicia de tu alma sedienta de Saber. En este mismo lugar me refugié, me
escondí de mis matadores, luego que realicé los actos de profecía sobre
este pueblo, cumplí la Ley del Sielho y reconocí al Eterno, no al dios que
se ha hecho reverenciar por esta raza de víboras; a este pueblo que no se le
dio otra tierra porque no la merecen; por lo tanto, tú que bebes la fuente
del Altísimo: “Acuérdate de tu Creador antes que se oscurezca el sol, y la
luz de la luna te quede como verdad, antes que las puertas de afuera se
cierren, antes que las langostas sean una plaga, antes que la cadena de
plata y el cuenco de oro se rompan, que el cántaro se quiebre junto a la
fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; antes que el polvo vuelva a la
tierra, como era, y el espíritu vuelva al Señor que lo dio todo. Porque El
Señor, el día de su juicio, hará relucir toda obra del hombre, toda
palabra y acción de los sabios y los necios, porque toda obra humana es
como clavos hincados en su carne; en unos son varas y voces del pastor, y
en otros, alaridos del lobo que roba y mata las ovejas. Esto es y será,

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

porque el tiempo –el arado- perdido por los hombres lo lloran los ángeles
del Supremo”.

LA SABIDURÍA DEL PREDICADOR


Mi Espíritu con el Manto... La sabiduría del Predicador me hizo
escudriñar mucho más, él supo hallar las palabras para escribir su verdad
en mí Ser. Huía de los dioses de los hombres, me dijo. No tenía más
resguardo que la inmensidad del desierto, podía morir a manos de los hijos
de Israel. Allá en las distancias caminadas hasta aquí, y luego del
agotamiento, ya sintiendo morir de sed y de hambre, dormí debajo de un
enebro. Entonces, el Dios del Arado del Espíritu me llamó, para que te
tocara con el Manto, envió su ángel y también me tocó con su mano, y me
dijo: Levántate y come. Desperté de la muerte y la soledad y vi en mi
cabecera de piedra y arena, una torta de pan cocida sobre ascuas, me
incorporé y encontré una vasija de agua limpia y fresca. Y comí y bebí, y
por cansancio y agotamiento, volví a dormir sobre ese mismo lugar. Mi
sueño fue reparador, volvió otra vez el ángel que anuncia la segunda vez y
me tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. Aún
no lo comprendía, comí y bebí; y fortalecido con aquella comida, caminé
cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar aquí, al Horeb, al monte
donde estamos y en esta cueva donde hemos dormido, y pasé esa noche. Y
entonces vino a mí la palabra del Señor, la misma que en tu interior te
llevó a sacrificar tus bueyes, a convertir la carne en fuego y seguir el
Manto y me preguntó: “¿Qué haces aquí en esta cueva de tu mente,
Preparador del Camino? Entonces yo respondí: He creído en mi razón un
vivo celo por servir al “Dios” de los ejércitos de Israel; porque los hijos
de tu pueblo han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado
a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme
la vida”.

Y entonces Él me dijo: ¿Cómo consideras tú al Dios Eterno? El Dios que


conoce tu Esencia, la de todos los reencarnados en este mundo, vosotros
que confundís la Propiedad de lo Inmutable, con cuanto es parecido a las
razones humanas.
¿Por qué dices que han dejado mi pacto? Si no hago pactos ni alianzas
con hombres de ningún pueblo.
¿Por qué sostienes que han derribado mis altares? Si yo no pido
adoraciones ni pleitesías a ningún hombre, menos, por supuestas
alianzas.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 26


Arado Protector del Espíritu

¿Por qué dices que tienes un vivo celo de servir al dios de este pueblo? Si
no conoces a quién sirves ¿Puedes servir al amo que desconoces cuando
dices: tus profetas?
¿Consideras que he mandado inmolar hombres si yo he creado toda la
Vida de la vida? Mi Trono es la vida y no la muerte.
Quien te busca para quitarte la vida es quien la niega, el dios de la
venganza contra el hombre y el Supremo.

Es el momento de recobrar tu identidad de Ser. Estás aquí, solo, en este


lugar, para que compares el “dios” del ojo por ojo y la venganza, para
que conozcas el Saber de la Justicia del DIOS VERDADERO: Sal fuera, y
ponte en el monte delante de Mí, quien te habla de vida. Quien te llama a
que recobres tu Esencia: sal fuera de tu cueva de razones y aplica tu
Saber Interior, que es la Lógica de la Creación, Mi Creación; sal fuera de
tu cueva de razones y comparaciones de lo más profundo de la mente
humana, de los socavones más oscuros de la conciencia, donde los
hombres guardan escondidos sus más bajos instintos, pensamientos de
pasiones. Sal fuera de tu cueva donde el hombre cobija su conciencia ante
sí mismo y ante los hombres. Rechaza esa parte profunda y fría del ser, en
donde no hay vibraciones y el alma no tiene nombre. Aléjate de ese
oscuro y mísero lugar donde el hombre esconde su conciencia y donde la
masa del universo lo alumbra. Sal de allí, donde el hombre elige dioses y
monumentos y los empotra en un pedestal; de donde el hombre señala y
creyendo, levanta la mano y da nombre a las potestades que desconoce”.

“Y salí afuera de la cueva y de mí mismo. Y he aquí, El Supremo se


movía en un grande y poderoso viento que rompió los montes, y quebró
las peñas; pero Él no estaba en el viento, era todo el movimiento de los
vientos y tempestades sobre el universo. Y tras el viento, llegó un
poderoso terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto; era más que
el terremoto en la inmensidad de la creación. Y tras el terremoto, un
fuego; pero ÉL no estaba en el fuego, porque era el fuego de la Creación.
Y tras el fuego, un silbar apacible y delicado que tocó mi espíritu y
penetró mi Ser Interior y me dio la Voz con la que hablo, llamó y tocó con
mi Manto que es la Verdad de Él, que ahora tú aprendes, para que seas
Reformador de Él cuando el Señor se apronte por llegar La Segunda Vez”.
Y tú, Preparador del Camino, ahora eres vida y eres muerte y, a la
inversa, eres muerte y eres vida. LA TRAES COMO LEY SOBRE LOS
HOMBRES. Está contigo desde el Principio donde se generó, y con tu
espada limpiaré la tierra, escarbaré la era, araré en la nueva tierra del

27
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

Sur. Allí sembraré la semilla que dará los frutos del final de los tiempos”:
dijo El Señor de las Leyes del viento y la tempestad, del terremoto, el
fuego y el sellar del alma humana... “Ve, vuélvete por tu camino, por el
desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A
Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; ellos –en los tiempos-
desparramarán la sangre de los culpables, de los que han derramado la
inocente; de ellos saldrá la serpiente voladora, ellos son la raíz de los
arrojados que perecerán: pero al hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás
para que sea profeta en tu lugar: él es poderoso en el arado y será tu
Manto y Mi Manto. Y en la justicia que pongo en tus manos, el que
escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará para que no dé semilla
mala; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo cortará de la ley
del arado al final de los tiempos.
Y yo haré que para ese tiempo, queden en Israel siete mil almas, cuyas
rodillas no se doblaron ante Baal, la otra cara del dios que dice: mía es
la venganza.

Ve, dispone desde ahora el camino preparador, porque el mundo llegará


al foso de su estupidez, sacrificará sus carneros, los llevados por las
corrientes más fáciles y más agradables al oído de las turbas. El hombre
perderá su alma, cuando se deje arrastrar hasta la cueva de sus oscuros
pensamientos y las más bajas vibraciones. Ve, porque desde el “dios” de
Israel y su pueblo, se codearán con los imbéciles, con los vocingleros y
con los hombres de poca monta: desgraciados serán, los que en ese
tiempo rechacen el Manto de la Verdad y el Arado del Mensaje;
desdichados son, porque ellos mismos buscaron su perdición”.

Mi Espíritu con el Manto... al escuchar las palabras del Preparador, mi


mente se hizo nueva; él la pasó por el fuego como la carne de mis bueyes
y así mi espíritu vio la Luz. Escuché y le comprendí al Preparador del
Camino y días pasaron en preparación, me relató de su encuentro de
conciencia, desde esconderse en el arroyo de Querit frente al Jordán. Allí
bebió su propia agua interior, mientras las grandes aves de las estrellas le
traían alimento, pero el arroyo se secó, porque no había llovido espíritu
sobre su propia tierra. Después llegó a Sarepta a la orilla del mar, a casa
de la viuda, a la que le dijo: “Te ruego que me traigas un bocado de pan
en tu mano, hazme a mí primero, de ello, una pequeña torta cocida debajo
de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque
así es dicho, que la harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la
vasija disminuirá, hasta el día en que llueva otra sobre la faz de la tierra.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 28


Arado Protector del Espíritu

Y ella fue e hizo y comieron él y ella, y su casa, muchos días; pues la


harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme
a la palabra dicha por El Preparador”.

Después cayó enfermo el hijo de la viuda; y la enfermedad fue tan grave,


que no quedó en él aliento. Pero él le dijo: Dame acá tu hijo; y lo llevó al
aposento y lo puso sobre su cama. Y clamando en su corazón, Señor mío,
se tendió sobre el niño tres veces, y el alma del niño volvió a él, y revivió.
Todas estas obras en tiempos de Acab, en tanto no llovió sobre la faz de la
tierra, porque Jezabel, su mujer, destruía a los profetas

Hasta que Abdías, sirviente de Acab le dio el aviso a su rey y Acab vino a
encontrarse con el Preparador del Camino, al cual le dijo: tú y la casa de
tu padre, han dejando los mandamientos de justicia, siguiendo a los
baales. Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte
Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los profetas de
Asera, que comen de la mesa de Jezabel.
Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas
en el monte Carmelo.

Y el Preparador volvió a decir al pueblo: Dénsenos, pues, dos bueyes, y


escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no
pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey según el rito hebreo, y lo
pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo. Invocad luego vosotros
el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre del Eterno, que no
es el de Israel ni de Judá; y el que respondiere por medio de fuego, ése sea
El Señor. Y todo el pueblo respondió, diciendo: bien dicho.
Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el
nombre de Baal, desde la mañana hasta el mediodía; Pero no había voz, ni
quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que
habían hecho.
Y al mediodía, el Preparador del Camino se burlaba de ellos, diciendo:
Gritad en alta voz, porque su dios quizá está meditando o duerme, y hay
que despertarle. Y ellos se sanjaban con cuchillos y lancetas, hasta
chorrear la sangre sobre ellos.
Y luego del medio día dijo el Preparador a todo el pueblo: Acercaos a mí.
Y todo el pueblo se le acercó; y tomando doce piedras, conforme a las
razas de la tierra, levantó en ellas un altar en símbolo del hombre terrestre.
Y preparó la leña, cortó el buey en pedazos y lo puso sobre la leña; sólo
así podían creer aquellos extraviados de la fe.

29
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

Y llenó tres veces con cuatro cántaros de agua el holocausto y la zanja. Y


preparado dijo: El Señor de todos los hombres, por encima Abraham, de
Isaac y de Israel; sea hoy manifiesto, que tú eres El Señor en los cielos y
la tierra y que Yo Soy tu siervo, respóndeme, para que quede historia en
este pueblo que tú eres el Señor, y que tú vuelves a ti el corazón de los que
te comprenden y caminan en tus Leyes. Entonces cayó fuego y consumió
el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que
estaba en la zanja.
Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: El Preparador es el
mensajero de la Verdad; y desde ese momento, la Verdad ungió a Elías. Y
les dijo el profeta: prended a los agoreros de oscuridad para que no escape
ninguno; se han infiltrado entre la humanidad, y no son hombres; posesan
cuerpos humanos; son demonios de las tinieblas. Y los llevó al arroyo de
Cisón, y allí los degolló.

Y hubo una gran lluvia. Y el Señor estuvo con el Preparador, mientras


Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que el Preparador había hecho, y
de cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió
Jezabel al Preparador un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y
aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como
la de uno de ellos. Y viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para
salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y se fue por el desierto
un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando
morirse, dijo: basta ya, oh Señor, quiero morir, pues no soy yo mejor que
mis padres. Entonces el Señor le envió a ungir al hijo de Safat, que es el
que da testimonio de este rollo, tal como debe quedar ahora, libre de la
mano traicionera de la oscuridad con la que se ha manchado el nombre del
Profeta.

Mi Espíritu con el Manto... los años trasladaron su carga a nuestras


espaldas. ¿Cuánto aprendí del profeta? Solo el tiempo y las edades de mi
espíritu responderán, comprobando mi Saber en cada acción de mis vidas
futuras. Caminábamos desde Jericó a Gilgal; el profeta con días de
anticipación me habló del Reino de Sielho; de los Protectores que desde
las estrellas bajaban sobre la humanidad para iluminarlos con el Saber del
Supremo. Me dijo de ellos, que eran los mensajeros del Saber Eterno, que
de ellos se conocerá la verdad de nuestros orígenes, porque la tierra
soportaba una mancha en su seno: una gran rebelión cerca al Trono del
Altísimo, dio como resultado que aquel que los hombres llamaban
Satanás, hubiese llegado a la tierra convertido en “Dios”, se levantó sobre

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 30


Arado Protector del Espíritu

un pueblo y se hizo con ellos “Dios”, eligiéndoles a ellos como servidores.


Que ese pueblo tomado por las tinieblas, es donde el Hijo del Supremo
llegaría con los tiempos para ser crucificado, para sembrar las primeras
semillas de la verdad original que desde EL ALTÍSIMO del Arco Iris
(Génesis 9:13) es diferente al que dijo crear al hombre del barro y polvo de
la tierra”.

FUEGO Y CARRO DE SIELHO


Su instrucción allanó mi sendero, al mostrarme mis orígenes y los de la
humanidad. De ésta me señaló, ser el umbral de todos los principios; que
humanidades son muchas en el Universo del Altísimo. Conocí mi
identidad que no he olvidado como Esencia en este tiempo donde estoy y
dicto como Saber. Hice de las Nueve Leyes originales en las que existe El
Sin Nombre y el Sin Fin, mis totales memorias asentadas en mi espíritu y
alma. Me preparó en esos días para conocer a los hombres del Sielho,
donde también él es y fue preparado con su propia Esencia.

Y llegó el día en que el Preparador debía regresar; un torbellino se dibujó


en el cielo mientras caminábamos desde Gilgal. Y él me insistió: quédate
atrás, las fuerzas de arriba han llegado: mas yo me aferré a no dejarle ir
sin mí; el era Mi manto y vestidura. Caminamos adelante hasta Bet-el y
otros visionarios salieron al camino para decirme; el Señor te quitará hoy
a tu Señor, y yo les mandé callar; porque en silencio y desde el día que
sacrifiqué mis bueyes, sentía su viaje, quería irme con él. El Preparador
volvió a decirme: quédate aquí ahora, debo ir a Jericó, ya que cada vez
que un profeta del Sielho se traslada a un lugar distante, las nubes bajan al
suelo y lo conducen hacia donde debe estar. Y nuevamente respondí: le
acompañaré al final. Y él dijo: Vive el Altísimo que así será. Y así
llegamos a Jericó, aún no intuía de la preparación necesaria como hijo del
Cielo, para compartir con los hombres. No comprendía que se necesita
consciencia, espíritu del alma para quedarse en este mundo. Y llegamos al
Jordán. El Profeta me reconsideró: te ruego que te quedes, porque se me
ha enviado lejos, pasando el Jordán. Fueron inútiles mis ruegos, mientras
algunas gentes, más cincuenta de los hijos de los profetas, se pararon
delante a lo lejos para observarnos. Tomó entonces su Manto, lo dobló, y
golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado y pasamos los
dos por lo seco. Y cuando ya habíamos cruzado, dijo mirándome a los
ojos y colocando su mano derecha sobre mi corazón: pide lo que quieras
que haga por ti, antes que yo sea quitado de tus ojos y tiempo. Entonces
lloré como aquel momento en que solté el arado para ofrendar mis bueyes

31
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

a la nueva vida que se me ofreció, y tomé su Manto, volví mis ojos en los
suyos y pedí: te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. Y
él repuso: cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti,
te será hecho así; si no, no…

Caminamos un poco más, en tanto, hablamos sobre el tiempo cuando él


regresaría vestido de Voz y clamor del desierto, y al final, cubierto de
Vuelo de Paloma e Imperio del Sol; al tiempo de mi regreso y heredad,
porque luego, él llevaría la semilla hasta el Trono de la Eternidad.

Y entendí los símbolos que en ese momento transmitió, pero los grabé en
mi corazón y ahora se abren para quienes han de buscar al Preparador del
Camino, como yo lo encontré. Hablábamos cuando el torbellino se repitió
y de él salió un “carro” de fuego cristalino, no se parecía a ninguno de la
tierra, ningún rey poseía uno de éstos. Era un fuego y dentro, como plata a
forma de casa de cristal. Brillaba en colores del arco iris, pero su fuego no
quemaba. El torbellino nos apartó a los dos, él quedó a un lado, en tanto,
yo al otro. Mi mente y pensamiento trataron de recordar la figura del
carro, me era familiar; quedé separado por una distancia que no me
permitió acercarme, el torbellino lo elevó lentamente, yo en tierra clamé
con las manos hacia el carro de fuego. Entonces recordé mi origen, me
parecía venir de un fuego, de carros de fuego; él se elevó lentamente
mientras sentí que así fui depositado en el vientre de una mujer joven. Y el
Preparador subió al torbellino, al fuego del iris, que lo arrebató ante mis
ojos y manos suspendidas mientras clamaba: ¡Padre Altísimo, Padre mío,
carro de los Cielos! Lloré otra vez, mientras rompí mis vestidos en dos
partes, una del saber en ese tiempo y la otra, del heredar el cumplimiento
de esta Verdad.

Todo quedó en silencio, atónitos también los espectadores, no se


acercaron, mas presenciaron desde lejos. Alcé el Manto ya de mi Camino,
que él dejó caer en símbolo del cambio del Arado por su Manto, volví a la
orilla del Jordán y golpeé con él las aguas, y dije: ¿Dónde está el Dios del
Sielho, el Señor del Preparador del Camino? Y cuando hube invocado al
Altísimo en mi Corazón y golpeando las aguas con mí fuerza Interior,
éstas se apartaron a uno y a otro lado, y pasé y entonces fui el profeta, que
sin soltar mi arado, heredé el Manto del Preparador.

Mi Espíritu con el Manto... el designio estaba sobre mí. Desde el


momento que por mi conciencia y voluntad, sacrifiqué mis bueyes, desde

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 32


Arado Protector del Espíritu

el instante que dejé casa y familia, porque encontré casa y familia en


aquellos que se levantaron con el Preparador; los demás no
comprendieron y era visible la confusión en aquellos cincuenta varones
que se eligieron entre la multitud para ir a buscar al Preparador, pues ellos
creían que un animal o el espíritu del bosque lo había raptado. Me
importunaron hasta que dije: enviad a buscadle, pero no lo encontraréis, y
buscaron tres días, mas no lo hallaron.

APRENDIZ EN LOS MISTERIOS CREADORES


Mi Espíritu es el Manto... inicié mi vida como profeta: fui un aprendiz en
los Misterios de la Creación, un hombre como cualquier varón de la Tierra
que se lanza en conquista y aprende en ella. Mi fuerza fue el arado y la
inflexibilidad que ya había aprendido para trabajar la tierra. El arado como
madera, desde que lo labré con mis propias manos durante los años de
pastor de ovejas. Fue el arado el que se hizo invocación constante en mi
interior. Del arado aprendí y me conformé, porque el arado no fue sólo la
fuerza y la persistencia de trabajar la tierra. Forjé el arado en su totalidad;
fue mi padre terrenal de aquel tiempo, quien me enseñó su poder, me
formó en el arado. Un día con visión dijo: “¿vez esa vaca grande y
poderosa?, va a parir. Es un becerro, debes formar de él un buey para el
arado. Dedícate a ella y asiste el parto para que el becerro te conozca
desde el vientre, sólo así podrás educarlo y él te obedecerá como un hijo a
un padre; porque llevará en su nariz el olor de tus pasos y el palpitar de tu
respiración. Toma tu obligación, porque eres hombre de la tierra y con ella
vivirás y la mejor identidad con ella, es ararla y sembrarla, hacerla
fructificar en grano fecundo.

Desde ese instante mis ojos y voces fueron sobre la madre, estaba cercano
su alumbramiento. De día y de noche la vigilaba y aprendí de ella su
consistencia de futura madre, pues era primeriza en su parto. La hora se
acercaba, la noche cayó en ese último invierno antes del verano; esa tarde
las nubes presagiaban tormenta y así fue. Borrasca desde el desierto y
fríos desde los mares cercanos, apuraron las nubes hacia estas cercanías.
La lluvia azotaba todo, fue gran tempestad donde los animales, el bosque
y las distancias parecían desaparecer en la noche larga. La madre parió
llegada la mañana; la tormenta caía, los vientos desraizaban árboles
viejos, y la madre comprendió dónde la había conducido para su parto.
Inquieta, abrigada debajo de la gran roca que hacia de peñasco en las
alturas de estas montañas casi secas, sólo mojadas por los inviernos, ella
parió a “gran ave”, así lo nombré por su extraño color azul oscuro y

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

mancha blanca en su testuz que apenas vislumbraba en el amanecer y a la


luz de la lámpara de aceite de pez, traído desde Sidón.

Mi Espíritu es el Manto... crecía “gran ave”. Los ancianos contaban que


en otro lugar de la tierra había una ave más poderosa que las águilas, y
que éstas aves eran familia de las que bajaban de las estrellas; era más
inteligente y poderosa, esa ave de color blanco y negro, de cresta rojiza,
que gobernaría los aires y los vientos, cuando el Mesías del Supremo
llegase a la Tierra y diera el Trono a sus Santos de Luz.

Luego preparé a “pleyón”, nombre que sustraje de las leyendas de boca,


que los ancianos de mi estirpe contaban de las batallas en los cielos. Fue,
dijo uno de ellos, un guerrero de las estrellas de los tiempos que los
hombres conocerán en al futuro, -los del pasado antes que esta humanidad
existiese- encabezó un éxodo desde las estrellas del Can... “gran ave”
crecía; lamía sal del mar de Tiro en mis manos, y ya becerro, lo amadriné
con las viejas yuntas de mi padre. Adherido a ellas y atado con correas de
cuero que yo mismo curé con grasa y tiros de caballo; pegado a ellos
aprendió a cargar el yugo del arado. Y se formó buey después de dos años.
Lo dejé madurar, según mi padre, en tanto se mantuvo viril, porque nunca
castré su poder de macho, un toro buey de la comarca.

Nació “pleyón” en la vacada de la montaña, arriba donde el león come y


las fieras nocturnas despedazan. Llegó al medio día del sol. Rojizo su
pelambre, celosa su madre, mas yo me impuse y la primera leche, se la di
en mis manos. Creció atado a “gran ave” que fue todo el tiempo fuerza y
dureza; “pleyón” se destacó por aprender fácilmente los pasos y retos del
arado. A los tres años de “gran ave” y dos de “pleyón”, mi arado sembró
la primera tierra. La cosecha fue abundante porque las raíces, al paso de
mis dos bueyes, quedaban pulverizadas. Las rocas se removían desde lo
profundo y el terreno se limpiaba al pasar de mis bueyes, la huella de mi
pie y el aliento de mí Ser.

La región conoció mi arado, único en su clase, porque una noche


“Pleyón”, en su virilidad luchó con una leona nocturna y la mató, igual
que a sus cachorros, ellos quisieron quitarle su vida, y él quitó la de ellos.
“Pleyón”, de color rojo como la sangre, se formó poderoso también y
tomó la delantera en inteligencia a “Gran ave”; él era el que guiaba y
conocía aun mis impulsos, hasta que los até a los doce bueyes, las demás
yuntas de mi padre.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 34


Arado Protector del Espíritu

La tierra se movía bajo sus pezuñas, las duras raíces fueron arrancadas de
cepa y la tierra sentía la herida profunda de la uña, la reja de mi arado; no
se resistía raíz de cizaña ni pedrusco a la madera labrada que curé al fuego
del aceite caliente, en el agua de las montañas, y en la profundidad del
barro de la misma tierra; ella me obedecía como mis bueyes y mi fuerza,
que dentro de mí, bullía igual a la tormenta que trajo al mundo a “gran
ave” o como la inteligencia y soltura que mostró “pleyón”, antes de llegar
el Profeta...

Mi Espíritu es el Manto... y ya con los arreos del Manto y el poder de mi


arado interior; Yo, Eliseo, atravesé lomas y volví a Gilgal, y los hombres
de la ciudad dijeron: He aquí, el lugar en donde está colocada esta ciudad
es bueno, como mi señor vé; las aguas son malas, y la tierra estéril.
Entonces dije: Traedme una vasija nueva, y poned en ella sal del mar,
porque ella diluye el azufre. Y sané las aguas, y no hubo más en ellas
muerte ni enfermedad.
Mi edad maduró, mi tiempo marcó sus huellas en mis ojos y mis manos;
las arenas y palabras para los hombres habían cavado huellas en mi pecho,
mis pies y mi rostro, pero siendo un árbol fuerte de vida, caminaba con mi
Manto y arado y mis arrugas. Y allí en Bet-el en sendero al Carmelo,
subiendo por el camino de piedras y arbustos secos por el viento, salieron
unos muchachos de la ciudad, y se burlaron de mi ancianidad, de mi vejez,
de mis arrugas: se burlaban de mi bastón y mi indumentaria tejida de fibra
del desierto. ¡Calvo!, me llamaron, en tanto arrojaban piedras sobre mi
cabeza, ¡sube calvo, sube! Repetían, mientras mis heridas abiertas por sus
piedras y astillas de madera, manaban sangre que bajaba por mi cuello.
Tomé en mi espíritu la fuerza de mi arado, el fuego que preparó la madera
de él, el poder del Preparador y clamé al Altísimo y pregunté ¿Señor
Altísimo; no es digno que defiendas mi vida de éstos, aunque son niños?
¿Es noble, porque de seguro éstos lo hacen con cuantos en este camino se
atreven? ¿Es normal que un profeta sea herido por los que interfieren sus
pasos y camino en el tiempo? Y miré atrás y vi en visiones del presente y
del futuro, salir del monte dos osos enormes que se abalanzaron sobre
estos cuarenta y dos muchachos, y los despedazó uno por uno, arrancando
brazos, cabezas y piernas. No quedó ninguno y entonces comprendí la
Justicia del Manto y el arado que estaba en mi corazón. Se me había
preparado para herir la tierra con mis palabras, y con mi justicia cuantas
veces quiera. El arado rompía la tierra desmoronándola. El Manto
realizaba el cumplimiento de la Justicia sobre los hombres que

35
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

aparentemente son justos, pero en sus encarnaciones, han acumulado


castigo del karma.

Y pasando por Silo, Jezrrel, Megido donde vi reunir la muerte al final de


los tiempos; caminé hasta el monte Carmelo y visité a los hombres que
prepararían en al tiempo final, la semilla del Eterno. Enseñé a ellos cuanto
el Preparador me entregó y con palabras profundas grabé en sus mentes y
corazones, cincelé en sus almas, las Nueve Leyes del Eterno, dándoles en
comparación a beber el néctar que separaba las leyes del Sinaí, de las que
el Preparador me había enseñado... de allí volví a Samaria en los tiempos
de Joram hijo de Acab, quien gobernó con las leyes de Jehová y entabló
guerra con el rey de Moab.

Mas se unieron en batalla contra él, el rey de Israel, el rey de Judá, y


entonces me llamaron para conocer la profecía del conflicto, porque los
hijos de Israel no iniciaban batalla hasta no consultar a sus profetas,
magos y adivinos, a lo cual respondí; ve a los profetas de tu padre, pues ya
no soy profeta de las guerras y matanzas: Vive el Señor de los Sielhos,
que no es el de Judá, ni de Israel y no te ayudará si no viera en tus manos
tanta muerte. Traedme, pues, un arpista para serenar mi espíritu y
escuchar los vientos de mi alma. Entonces vi en el valle muchos estanques
llenos de agua, donde bebían ellos, sus bestias y ganados y se dio la
guerra. Y cuando se levantaron por la mañana los de Judá e Israel, brilló el
sol sobre las aguas, vieron los de Moab desde lejos las aguas rojas como
sangre; y hubo gran mortandad entre los de Moab. Y cuando el rey de Moab
vio que era vencido en la batalla, arrebató a su primogénito que había de reinar
en su lugar, y lo sacrificó a Jehová en holocausto sobre el muro. Y hubo grande
enojo contra Israel; y se apartaron de él, y se volvieron a su tierra. Y no
fui yo quien infundió la guerra, sino las leyes de venganza de Moisés y del
Sinaí, que ya estaban escritas en el corazón de Judá e Israel.

Mi Espíritu es el Manto... Muchas cosas más cumplí en ese tiempo, en


esos lugares, desde el monte Carmelo hasta Samaria, al lado mí criado
Giezi; en este pueblo donde había vivido para encontrar el Manto y
conocer la fuerza de mi arado. De Israel conocí su inutilidad de lucha por
tener un rey y un poder. Sus generaciones, unas y otras perdidas en la
sangre de sus crímenes y sacrificios. Sus mentiras del Lamud, convertidas
en Dios, poder y sinagoga en contra de los demás hombres, sus vecinos.
Allí hice mis obras; desde la justicia a la Sulamita y su hijo; la olla grande
del potaje y la harina, cuando la gran hambre; los veinte panes de cebada

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 36


Arado Protector del Espíritu

delante de cien hombres que comieron y todavía, sobraron; la lepra de


Naamán, general del ejército del rey de Siria, de la que fue limpio cuando
se zambulló siete veces en el Jordán, hasta el castigo a Giezi, mi criado
que corrió y tomó de Naamán dos talentos de plata y vestidos nuevos, ante
el cual dije: ¿Es tiempo de tomar plata, vestidos, olivares, viñas, ovejas,
bueyes, siervos y siervas? Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y
a tu descendencia para siempre. Y fue leproso él y ellos hasta el fin de sus
días; del hacha prestada que cayó al agua e hice flotar; de la guerra que
Ben-adad rey de Siria azotó a Samaria, en tanto yo conocía en mi corazón
cada palabra que se habla en su cámara secreta; de mi oración para cesar
la guerra, mientras el monte estaba lleno de gente a caballo y carros de
fuego de las estrellas a mi alrededor; de la profecía de harina y cebada a la
mañana siguiente a la puerta de Samaria. Del ungir en Ramot de Galaad a
Jehú hijo de Josafat, hijo de Nimsi; hasta el tiempo de Joás, rey de Israel,
donde yo enfermé y llegué a mi final en vejez, momento que el rey
imploró y dijo: ¿qué debo hacer? Entonces respondí: Toma un arco y unas
saetas, pon tu mano sobre el arco y puse mis manos sobre las del rey y
dije: abre la ventana que da al oriente y tira, porque así herirás a los sirios
en Afec. Y volví a decir cuando él falló el embate: ¡no derrotarás a Siria!:
esto, conforme a la voz que revela y hace desde la palabra del corazón del
Dios Altísimo de los Hombres.

ÚLTIMO MOMENTO DE ELISEO


Mi Manto ya es... Mi último momento llegó días después. En la distancia,
el sol rojo caía sobre el horizonte; a mi criado llamé pidiéndole mis viejas
sandalias de cuero de león: sentí que se acercaba el momento de cerrar mis
ojos. Las imágenes de mi vida empecé a mirar desde adentro de mi
corazón, una a una, iban llegando claras y sin detenerse. La sangre -sentía-
bullía rápido dentro de mi corazón, era él, el que leía y me mostraba
cuanto había hecho. Revisé sin moverme, que mis sandalias de cuero de
león estuviesen bien sujetas. Vi claras las imágenes desde el día que corté
las tiras, el día que pleyón, en su fuerza, mató la leona que atacó su vida,
del cuero de ella eran mis sandalias. Con ellas iniciaba este viaje que era
largo, lo sabía, porque el Preparador me dijo: “que no olvidara los
símbolos y señales de mi vida, que cada paso dado en mis actos debían de
quedar claros, que podía detener las imágenes hasta tallarlas
profundamente en mi alma; así me haría eterno, vida tras reencarnación,
porque, eres un guía reencarnante: MANTÉN TU CONSCIENCIA
INTACTA”.

37
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

Grabé profundamente cada una de las huellas de mi vida, las reconocía


una a una; y revivía cada paso de mis memorias donde fui preparado... mis
ojos de la carne se cerraron con MI CONSCIENCIA INTACTA y viajé a
través de la luz de mi entrecejo... conecté mi espíritu al pasado y recobré
otros tiempos antes de cerrar mis ojos de Eliseo… regresé a la fosa; a mi
cuerpo anterior, al tiempo de Saris, en el Templo, donde aprendí de las
estrellas y los hombres, del saber de la vida y la maestría de la muerte...
del PENSAMIENTO DE LA CONSCIENCIA, el misterio reservado para
muy pocos, atrás, en la muerte y la vida...

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 38


Arado Protector del Espíritu

EL MAESTRO DEL TEMPLO

“Y en esos días abriré los Tesoros de Bendición que están en el


Sielho, para hacerlos descender sobre la Tierra, sobre las obras y el
trabajo de los hijos de los Hombres Santos. Y la Paz y la Verdad
estarán unidas en el Saber para los siguientes días del Cumplimiento
y todas las generaciones que amen la Luz, poseerán para siempre la
Tierra”.

Del Libro de los Tiempos “Profecía del Templo”, Saber que está
escrito en otros libros de la Tierra.

39
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

LA MONTAÑA DEL TIEMPO

El alma dicta su Verdad, en la memoria del Protector... Y regresé a las


montañas del tiempo desconocido para los hombres normales… es una
cueva dentro de las montañas del tiempo. De ella manan aguas frías y
calientes. Son riachuelos que se pierden en el abismo, más abajo de donde
estoy pisando. Algunos de los novatos ermitaños, cuando aquí llegan, no
escuchan los consejos de sus maestros y son arrastrados por las corrientes
que los lanzan a los abismos desconocidos en el vientre y dentro de la
montaña; allí son despedazados y ninguno sobrevive.

¡Saris! regresas del futuro para adquirir la consciencia del pasado… Soy
el más pequeño de todos los aquí vivientes. Las edades de cuantos nos
congregamos en las tareas del “Nido de Almas”, están por debajo de los
15 años. Este es un aprendizaje, el moldear al dictamen de los maestros
que hasta ahora no conocemos. Llegué y estoy aquí, porque mi padre y
madre, para que no muriera de hambre, me dedicaron a este “Nido de
Almas”. Pobres y viejos me recogieron de una mujer joven que murió en
el parto; recuerdo también de ella...

Allí veo a los ermitaños de ordenación que dirigen; poseen largas pértigas
y aguzados ojos para gobernar con dureza a los grupos de muchachos más
adultos y rebeldes. Tengo siete años, esa es mi edad: mi piel es rojo
cobrizo y mi pelo negro cae en abanico sobre mis hombros. Veo a otros
muchachos más adultos que no tienen cabello, han sido rapadas sus
cabezas. Yo tengo el mío todavía, como otros de mi edad, hasta adaptarme
al “Nido de Almas”, según dicen los ermitaños. El corte del cabello es una
iniciación para salir de la cueva, aprendiendo a la luz del sol y las
estrellas.

Es una cueva dentro de las montañas: sus aguas frías vienen de los hielos
perennes, afuera de donde vengo: las calientes, de las bocas del “gran
horno”, como aquí lo llaman los naturales. Es un volcán que tiene
comunicación por este lugar, como un brazo de aguas y vapores sin gases
mortificantes que se extiende fuera de las chimeneas muy lejanas y
apagadas. Aquí, dicen los ermitaños, todos vinieron por vez primera como
nosotros.
En este lugar lograron longevidad, porque quien aquí respira no envejece;
se hace dura la carne mientras se trabaje y se coma bien la harina de

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 40


Arado Protector del Espíritu

cebada y trigo, de las semillas y cereales que vinieron desde otros mundos
de la galaxia, en la leche de una res que al tiempo futuro en las cimas de
otro continente, se llamaría yack; en tanto el aceite de las lámparas nos
alumbren el trabajo y la oración hacia el Señor que regenta este “Nido de
Almas”, continúa. Esto escucho y aprendo en mis siete pequeños años que
aún no comprendo... recuerdo memorias del pasado…

¡Saris; recobra tu memoria! dice la Consciencia; la voz de la


preexistencia que guarda el cuerpo del Soy de cada Ser… No sé escribir,
sin embargo, trazo el testimonio de los tiempos en mi propia consciencia,
la que me habla desde el Ser que Soy, la que posee la sabiduría preparada
para el hombre de todas las edades...
Han pasado cinco años desde que llegué allí, al interior de las cavernas
donde apenas poca luz alumbran mis ojos. Durante estos años lavamos,
limpiando las ropas y los vestidos del “Nido de Almas”. Son cientos de
estos trajes pesados y duros que se lavan en estas aguas frías y calientes.
La mugre, mayormente grasa y mal olor, se deja remojar en las aguas frías
y luego con sustancias de cáscaras de kisay de árboles traídos desde los
valles, abajo de las montañas; se lava en las aguas casi hirvientes de las
grietas de la caverna.
He llegado a los trece años de vida. El tiempo que se fue, me enseñó la
incipiente naturaleza humana; cómo desde pequeños, muchos traen
perversidad en sus corazones. Tantos emergen a la vida marcados con la
larva de la maldad y la inconsciencia. Aprendí en medio de gran batallar a
medir el espíritu de cuantos inician los caminos de la vida; porque es en
sus primeros años, que el hombre demuestra qué va hacer de su existencia,
le marcan la memoria de su pasado: allí presenta sus primeros frutos, que
trae desde otras encarnaciones.

Ví en muchos de ellos inmoralidad, torpeza, maldad; en algunos,


inocencia, humildad e inquietud espiritual: en muy pocos, agilidad mental,
soltura y capacidad. Los inmorales, torpes y malos, formaron concilios y
allí tramaban cómo lastimar inocentes y humildes: muchos de éstos -
después de sufrir inmoralidad y vejaciones- desaparecían arrojados en un
descuido entre las corrientes de las gargantas oscuras. Pero a estos
perversos, los ermitaños mayores los descubrían. Cada tiempo se
acercaban a nosotros, tenían rapadas sus cabezas, casi brillantes al reflejo
de las antorchas y algunas veces a la luz tenue del sol, que penetraba por
las claraboyas naturales de la caverna. Pasaban caminando en silencio y
de repente estaban entre nosotros; nos acostumbramos a ellos, los jóvenes

41
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

que ya salían de la niñez. Atisbaban, parecían tener ojos de felino, de los


gatos que en esta cueva natural compartían con nosotros. Cuando
echábamos de menos, cuando desaparecía uno de nosotros, cuando estaba
lastimado y se quejaba en medio de la oscura habitación; los ermitaños
mayores llegaban.

Caminando entre nosotros, se hacían acompañar de otros forzudos


ermitaños: tres, cuatro, diez o veinte, según la necesidad y tomaban a uno
o dos o cuantos fueren necesarios, los ataban de pies y manos delante de
nosotros y los lanzaban al precipicio sin hablar palabra. Este castigo fue
escaso pero muy severo. Al principio no entendí por qué lo hacían, hasta
que un día uno de ellos habló con voz tronante que perforó la profundidad
de todas las cámaras de la caverna y dijo: “Todo lo sabemos de arriba, así
como el Supremo conoce las intensiones de los corazones y las mentes de
los hombres; nosotros sentimos y vemos todo cuanto aquí sucede y
ninguna perversidad queda sin justicia; castigamos la injusticia y
premiamos la justicia. Conocemos el derecho a la vida y la Eternidad y
por esto preservamos la vida, para que se obtenga de ella la Eternidad.
Ninguno de los aquí presentes escapa a esta ley”.

¡Saris! todo debe ser recordado en Consciencia, porque ni una tilde o j de


la ley, deja de ser escrita en el libro de la vida… Este tipo de castigo
sucedía cada vez que el “Nido de Almas” recibía grupos de muchachos
cada siete años. De todas las comarcas sus padres los preparaban para
entregarlos a los auxilios espirituales; unos regalados como yo y en la
mayoría, para ser preparados hacia la vida normal. Cuando cumplían siete
años de servicio, los regresaban otra vez a sus padres o comarcas. En este
tiempo nosotros fuimos novicios, nos preparaban con el esfuerzo del
trabajo y la dura disciplina. De dos en dos nos elegían al azar para el
trabajo y cada uno de este par, era responsable por el otro; era como un
matrimonio de conciencia, el más avanzado impulsaba al atrasado. Nos
enseñaron normas de humanismo y equidad, y en cada tiempo uno de los
ermitaños vigilantes, los de la pértiga y el castigo, nos azotaban o
premiaban sin discusión. Yo recibí más de un varazo por mi astucia e
inteligencia, no por ellas precisamente; me vi obligado a defenderme con
ellas; quien me correspondió de compañero era pérfido y más de una vez
intentó el daño y yo, con astucia y en silencio lo doblegaba, no permití
nunca la maniobra; hasta que un día, ya, a los trece años, un monje Mayor
se acercó y dijo delante de todos los demás muchachos y ermitaños de

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 42


Arado Protector del Espíritu

castigo: “Éste se ha seleccionado a sí mismo para servicio inicial;


cambiadle de par y preparadle”. Dio la vuelta… se alejó...

Los inquietos espirituales e inteligentes a la edad del novicio, se les


adentraba en las enseñanzas de los viejos pergaminos. Aprendían la
escritura de glifos y símbolos; para esto fui llamado. Dijeron que tenía
varias cualidades y esta era una de ellas. Mi pelo aún caía en forma de
abanico... Fue al tiempo y llegada de los siguientes principiantes. Durante
días se escuchaban sonrisas y palabras de alegría, una gran mayoría
maldecía el lugar, lo llamaban el castigo o mundo de kudú, el tragadero
del zohar. Todos debíamos salir: yo sentía tristeza, no tenía donde ir:
buscar a mis mayores, no podía; fui regalado y según la ley de las
montañas, todo cuanto se regale, ya no pertenece al Karma ni al Darma
del que lo posee; éste se desprende y no se puede reclamar, porque desde
arriba del espíritu se le corta setenta veces, pues se convierte en una fuerza
que destruye al que la reclama y que eleva a quien la recibió. No tenía
lugar a dónde ir, debía quedarme en el “Nido de Almas”: allí crecí.

¡Saris! el Ser es la identidad única de una creación universal, de la cual,


la Preexistencia tiene memoria y propiedad absoluta… Lentamente
fuimos sacados de cámara en cámara desde la caverna; 12 cámaras, un
mes en una cada vez menos oscura, hasta llegar al salón de las estrellas;
una abertura tallada sobre la roca, en paredes colgantes que se elevan
hasta las nubes de donde se desprendían hilos de hielo y abajo, a la altura
de nosotros, algunos helechos y musgos manaderos de aguas. Allí
conocimos los caminos, las huellas que entre las nubes, dejaban al surcar
los dioses de las estrellas. Los guías nos dijeron que en esos carros
voladores venían los Maestros Mayores. Que ellos habían construido este
“Nido de Almas” y le habían fijado tiempo de existencia. Que venían sólo
para sembrar la semilla de espíritu entre los hombres y que cumplida su
misión, se levantarían otra vez hacia las nubes, llevándose completamente
el “Nido de Almas”. Dos años duró esta adaptación a la que estaban
acostumbrados mis ojos. Conocía cada piedra y sendero de la caverna, mis
oídos y mis sentidos, podían ver con volumen y forma, el tacto de mis pies
y mis manos lo sabían. Podía reconocer en la oscuridad desde el nido de
los felinos hasta el arrastrase de las salamandras del frío, una especie de
lagarto serpiente de patas y larga cola, inofensivo, con el que solíamos
jugar y alimentar como amuleto de vida. Considerábamos que si nuestra
salamandra moría, nosotros nunca saldríamos de allí; la mía sobrevivió,
yo la contenía en mis manos.

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

¡Saris! Toda criatura está registrada en el Gran Libro de Vida de todas


las Vidas, mas la vida del hombre es su propio libro… Sabía que el corte
de cabello era la iniciación para salir de la cueva, ahora comprendo qué
representa para los que se quedan o vuelven del mundo: ahora se
aprenderá a la luz del sol y las estrellas. Es el gran día: salen los
muchachos. Afuera cantidades de gentes los esperan: se escuchan desde
aquí los sollozos de sus madres y familiares. Los Maestros Mayores están
a la puerta de la sala de las estrellas. Salen uno por uno. Algunos
muchachos escupen de furia y dicen palabras a los guías, que inmutables
vigilan. Se van muchos definitivamente. Todo el día se ve este desfile que
iniciamos en la mañana muy temprano. Ya es la tarde y sólo quedamos
unos pocos. Mi pelo ahora es cortado, son duras navajas de metal pulido,
parecen vidrio que pasan repetidamente sobre mi cabeza, soy el último de
los regalados al “Nido de Almas”. De todo allí aprendo y grabo en mis
memorias: llegan los primeros que regresan después de siete años. Éstos
habían salido cuando entré. Regresan después de probar la vida en familia
y descubrir que ya no pertenecen a ella. Son reconocidos uno a uno, por
una corte de veinticuatro maestros, los cuales miran a sus ojos, otros les
preguntan, los demás en silencio y con los ojos cerrados dicen a voz: “su
corazón es blando porque hay ternura… su corazón es duro porque falta
Saber… su corazón es claro porque es reencarnación... su corazón es
oscuro, está lleno de odio y miseria del mundo: ¡Es adultero!” y es
sacado a empellones del grupo, arrojado con gran fuerza… “este corazón
no tiene vibrar, es un ente parásito de tinieblas” y es decapitado por los
gigantes Protectores del templo, es lección para todos los presentes; nadie
puede engañar el filtro del corazón.

Mi cabello ha sido rapado totalmente. Los antiguos ahora serán ermitaños,


todos los que han sido aceptados después de la lectura de sus corazones
como me dijo el guía: “Solo por la lectura del corazón pueden penetrar al
Templo”. Éstos, ahora podrán caminar en el Saber del Templo, aún no lo
conozco. Yo quedé dentro de él al perder mi cabello, es el símbolo de
aceptación; fui apartado de los anteriores compañeros y ahora conformo
otro grupo, es el nuevo sello de vida que seguiré... es la tarde y llegan en
manadas los nuevos niños, tienen siete años...

¡Saris! Se inicia la madurez del Impulso Creador; solo avanzarás en él si


logras acrisolar consciencia… Pasaron los años, pues a todo le llega su
tiempo... Tengo veintisiete, entre los quince y esta edad, mi preparación

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 44


Arado Protector del Espíritu

fue de alta exigencia. Tres maestros del Templo Mayor se dedicaron a mi


preparación; uno se dispuso darme las enseñanzas del cuerpo, todas sus
funciones y estados; el otro, las de la mente y las emociones, como fuerzas
que mueven la carne hasta endurecerla, para destrucción o creación y el
siguiente afinó mi espíritu y alma, dándome a beber néctares desconocidos
para los demás mortales. Ahora, a esta edad, espero mi iniciación como se
me anunció: “Cuando llegues a la edad de dos y siete; iniciarás tu nueva
vida, caminarás de la vida hacia la muerte y de la muerte hacia la vida”.
Hoy ha llegado este hombre. Se ve fuerte y maduro en edad, no tiene pelo,
pero ya puedo ver como se me enseñó desde adentro y veo que su edad
por su cabello en el aura, es de unos 54 años. Hoy me ha saludado con las
siguientes palabras de entrada: “La paz del espíritu y la sabiduría de la
conciencia sean contigo. Me llamarás Preparador, no es un nombre; es
un símbolo en el presente y en el futuro. Yo soy tu cuarto Guía: conmigo
aprenderás de la autoridad de la conciencia, porque hasta ahora,
detentas el yo, de cuantos aprendes. A partir de hoy, obtendrás
Consciencia Ser de cuanto serás y eres, desde que has sido en los
principios. Consciencia de cuanto eres para siempre jamás”.
“Naciste humilde sin padre y madre de la Tierra; ese es tu símbolo, tu
llegada al mundo de los hombres. Las cunas de oro ulceran la carne,
burlan con emociones, deforman la mente y si un inmortal crece en esta
abundancia, será miseria. El alma se pierde en el arrullo de la hediondez
del mundo.
Los espíritus portentosos son modestos en hacienda, y es mayor majestad
nacer humilde que opulento en tenencia; porque quienes brotan en cuna
de oro, nunca pueden conocer la fatiga de los pobres. Se enseñorean de
los necesitados y tomando poder sobre ellos, levantan sus Tronos con el
sudor de sus miserias. La riqueza de los poderosos se acumula en la
rapiña y la sangre inocente. Sus palacios se levantan con ladrillos de
ostentación y su oro viste de ruina y lamento a los pobres de la tierra. No
existe mayor fortuna para el hombre que su grandeza de espíritu. Los
atuendos de oro, plata, piedras preciosas, coronas y reinos, no son para
el espíritu de los sabios en consciencia; son para la mesa que humilla; de
allí nace la engañosa iniciación de los ascendidos, vestidos de lujos y
poderes; la negación del alma. Los sabios en consciencia no tienen
Tronos en el mundo, se hacen potestad de creación en sí mismos, esta es
la consciencia verdadera de los justos”.

Hoy se inicia mi anhelada preparación. ¡Saris! creador serás en la


Eternidad, antes debes adquirir sabiduría, conocer la Consciencia

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

Absoluta… Se me previno para cuando llegasen los conocimientos de la


consciencia; entonces debía poner en práctica todo lo aprendido. Mi tarea
sería escuchar y con gran poderío, rememorar cada una de las 12 cámaras
de mi vida ya vividas, porque ellas estaban allí, fueran buenas y malas y
de ellas debía sustraer la substancia de la consciencia para Saber qué
elegir en mi vida siguiente.

Y llegó el Maestro de la Consciencia, mi Preparador de cabeza rapada


como la mía, de túnica encarnada que se veía bajo su aura azul clara, y
mirándome a los ojos con autoridad y palabras claras me inquirió: ¿Cuál
camino evidente logran iniciar los ciegos? ¡Debes aprender para
enseñar, pues hay abismos al avanzar!... La consciencia del iniciado es
una cuarta sustancia de creación que él conforma con sus obras y que
sólo da a luz cuando la anhela. En la mayoría de los terrestres, esta
consciencia tarda millones de años en obtenerse y concentrarse; porque
una es la forma de producirse y la otra de fructificar. El madurar se logra
cuando -ella- la Conciencia, llega al adepto que desplaza su naturaleza
torpe y primitiva, que no es natural en él, sino el fruto de su gula por las
cosas del mundo, el ansia voluptuosa de la inconciencia. Cuando el
iniciado verdadero enfrenta su conciencia a la gran lid, vence y triunfa
sobre su ignorancia, que es prepotencia de los sentidos, pasión de la
razón. Sólo así, su alma se encumbra en la justicia a la consciencia, que
no es ningún flujo de la mente que hace quebradizo el espíritu terrenal,
que habla con razones y simula tener la Verdad. La consciencia es el
camino de la Voz que brota del interior de la esencia, que hace avanzar al
Maestro, con la autoridad del Saber que siempre está por conquistar en lo
infinito de la Consciencia Suprema”.
Y el Maestro de Consciencia me advirtió: “Debes retroceder ante la
Justicia de lo Eterno: ella no es para los ordinarios mortales. Hasta aquí
has llegado, más adelante pasarás, si no le temes a la vida que posee la
muerte, el hombre eterno la acepta y la intuye; descifra la necesidad de la
muerte, la que es para todos. Si quieres conocer y tomarla; sígueme y
llegarás a la transformación, a nueva vida. No asistas a ella si quieres
experimentar sin ser honesto en Sabiduría. Porque sólo con la prudencia
del conocimiento logrado y aplicado, puedes alcanzar la Inmortalidad,
que es el fruto de la vida y la muerte, unidas en una sola fuerza de tiempo-
espacio; donde el pasado vive siempre en el futuro de tu consciencia; ese
es tu presente”.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 46


Arado Protector del Espíritu

Estaba solo frente a él, en ese pasado hace mucho tiempo, reviviendo estas
imágenes desde el tiempo donde enseño... se me pidió recordar y he aquí
que en este tiempo como en el pasado, “mis recuerdos están bien
asentados”: tan profundamente grabados, que puedo definir el tenor de la
información que en este presente entrego. Allí la aprendí y fue desde ese
lugar que la llevo dentro. Todo los recuerdos en una sucesión de imágenes
están perennes y sin dispersión. Se me dijo que debía recordar y recuerdo
vivamente...

¡Saris! el mundo persigue al hombre para que ahorre el tiempo como oro;
es una trampa del dios de la materia, así él borra la consciencia del
espíritu… Me dispuse a superar la gula voluptuosa del mundo, cuando mi
primer instructor me enseñó los secretos de la carne en los apegos de las
sensaciones. Me dispuso conocer las enseñanzas del cuerpo, sus funciones
y estados que azotan a los hombres de la tierra, los que mueren en vida,
porque el velo de la carne trama el sufrimiento del espíritu. La carne, dijo,
mientras me hizo recordar las primeras cámaras de oscuridad de los siete
años, donde llegué para merecer esto que hoy, ya es Saber de justicia: “la
carne es razón, oscuridad escupida y maldita para aquellos que no
comprendieron la oportunidad que se les dio”… y luego de la iniciación,
comprendí que la carne es el asiento del pensamiento que sostiene la vida
del hombre. En ella se generan sus fuerzas de “bien y mal”, las emociones
tejen la tela de araña pegajosa y la apilan como un fango.
Se conforma en ella un lodo que se hace focal y global, conectado a la
razón en su contorno primitivo, confinada a los moldes de oscuridad de
cuanto desconoce o encarcela como sus demonios de inmundicia, de vicio,
confusión de mente y lo rastrero de las cavernas; del negro corazón que
los humanos tienen como vida.

Me enseñó, por otra parte, que los mejores pensamientos son como luces
de estrellas y se graban en pequeños núcleos individuales, que un día
llamaríamos células humanas. Que lo nocivo del pensamiento, se forma de
ese barro en las primeras cámaras de oscuridad, que es la inconsciencia
del hombre. Es un barro de su mundo, un ente de aguas emotivas de
pensamientos fríos y calientes, un fuego del calor o frío de su propio
espíritu, que obtiene su aliento en el palpitar que cada quien graba como
su obra. Así nacen las nuevas emociones y pensamientos y el hombre ve
su Luz o sus tinieblas. Entonces, se esencian en cinco sentidos y aflora el
gran libro de la vida, escrito en el corazón de cada hombre y en aquel
momento comprendí el aprendizaje de las cinco cámaras primeras; los

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

sentidos donde permaneció escondida mi conciencia los primeros años de


vida

¡Saris! el tiempo es un crisol que forja la materia, pero la edad del


espíritu engendra la eternidad… me instruyó en las siete memorias
originales del cuerpo humano: la primera, de naturaleza del verde color
de las plantas que conocía como musgos o manojos de tallos de cebada.
Que un segundo cuerpo blanco y negro, contenían lo oscuro y luminoso
del hombre; que la carne mantenía su vida en el tercero color rojo de
sangre; en tanto el cuarto, castaño, gobernaba los flujos, para que el
quinto, amarillo, diese paso a la mente humana; desde allí se penetra al
sexto, de color violado de conciencia; hermano del séptimo, aura azul, de
la final vestidura humana; y entonces aprendí a leer el aura terrestre.
Que estos siete cuerpos son uno sólo y llegados los tiempos del
conocimiento, se llamarían células, que estarían cubiertas por una
sustancia de materia-mente en cuatro encajes que las cubren y desde las
cuales se causa el movimiento del pensamiento.

El primer encaje, es por poco, la túnica del sueño, el terreno de barro


movido inestable, un cenagal de formas de espejismo, que envuelven las
primeras formas de pensamiento celular y es el primer volumen de los
mecanismos de razonamiento; el sentimiento de emociones, más que todo,
en los perversos y desleales, el pensar material.

El segundo encaje, condiciona las emociones como pertenencia “propia”


de las cosas, desconociendo así, la conciencia de la verdadera propiedad.

El tercer encaje, acomoda los primeros hilos de la mente sensorial que


aprende y muestra su obra del hombre.

El cuarto encaje, ajusta la exacta mente al pensamiento y lo acerca al


espíritu.

Estos cuatro encajes cubren la verdad del pensamiento humano, que en su


mayoría de los casos, es calado por entidades parásitas, terrestres y
extraterrenas que viven de estos ropajes viscosos, movedizos, emocionales
del hombre; por esto, al regreso de los muchachos al Templo, los lectores
de corazón mandaban decapitar a los posesos por entidades; porque ya no
eran humanos.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 48


Arado Protector del Espíritu

Los pensamientos que se incitan y pegan en los dos encajes primeros, son
falsos y no testimonian el pensar celular y cerebral. De esa cavilación y
accionar salen los hechiceros del kudú, que enseñan de la ignorancia, su
oscuridad, el sacrificio de salvación, la peste de los miedos y castigos en
las puertas del cielo o del averno.

Mas cuando de las vetas luminosas de la mente celular, nace el


pensamiento cierto, se alcanza la esencia Luz del hombre verdadero, que
aprende de su interno, dónde está el Manantial de aguas vivas que asumen
toda sabiduría: allí habla el verdadero Dios del Hombre, el que algún día
dará cuerpo a los soles de la Creación...

¡Saris! el crisol recibe los fuegos de la vida, el Crisol de la Consciencia,


los del hombre… Mi Preparador caminó en dirección de un pasadizo antes
secreto para mí y me dijo: “sígueme si quieres llegar a la inmortalidad”,
y le seguí en tanto replicó… “Al cumplir 13 mil años desde este momento,
cuando vuestros descendientes desdeñen nuestro pasado por considerarlo
inútil, disfrutarán de esta conciencia que les conducirá a la Luz y el
Saber. Será el tiempo del ascenso que llega como prodigio normal.
Entonces, los mortales comprenderán el significado de la elevación, y
maduros, comenzarán a vivir la vida eterna, como nosotros. Quienes
estamos aquí, venimos de las estrellas y sólo deseamos auxiliarles. Somos
mensajeros y hemos permanecido largo tiempo en la Tierra, enseñando
las Leyes Eternas; y ya, cuando se hayan preparado quienes serán
mensajeros, ascenderemos otra vez en nuestras esferas de plata y azules
al cielo, y este “Nido de Almas” desaparecerá pues él mismo es una nave
incrustada en la roca viva”… Mi segundo instructor me preparó en los
secretos de la mente... La mente y las emociones, son fuerzas que se
mueven en la carne hasta endurecerla para destrucción o creación. De la
mente se dan tres tipos de pensadores: los primeros, necios e inocentes
están debajo de los demás, porque sólo imaginan sueños oprimidos por
cuanto desconocen. Los medios, son ignorantes, limitados en su error,
dudan y reglamentan su hechura como verdad. Los últimos, sensatos, ya
saben y brillan en Luz, viviendo para la posterioridad de sus almas.

La mente es un legajo de crónicas de cuanto los mantos y los encajes han


almacenado y ésta, da disculpas como razón, que es el arquetipo del Paso
Gestor del espíritu del hombre. La razón es confusa, cual pozo de
memorias de la carne y sólo reconoce la existencia del cuerpo mental, sus
legajos. Todo pensamiento se hace carne y sangre, este es el testimonio de

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

vida de cada hombre, escrito en el flujo de su sangre, la sangre recibe la


memoria de vida; esto aprendí cuando conocí las funciones del cuerpo, el
que se alimenta como cuerpo, mente y espíritu. El alimento físico para la
carne, el de la mente, para la conciencia, y el del espíritu, para la
eternidad. Todos los alimentos son transportados por la sangre; flujo rojo
y de sustancias para los órganos; flujo rojo de pensamiento azul para la
Luz espiritual; flujo rojo de blanca conciencia para la eternidad del alma;
por esto, toda obra hecha por el hombre, es valorada y pesada tres veces
por la balanza de la justicia y todo crimen que hizo contra su cuerpo, su
espíritu y su conciencia, contra su hermano de la tierra, es valorado y de
allí logra su castigo o su premio de encarnaciones, por lo tanto, sentirá el
mismo dolor que causó a otro en su existencia, “por esta Ley se crea,
consume y modifica persistentemente el cuerpo y el espíritu”, porque el
cuerpo come sólidos y energía modelada desde el pensamiento, y el
pensar, produce las energías del alma que alimentan tu espíritu. Por esta
Ley, nuestro cuerpo no representa la vida real. Renace de sí mismo con
todo el conocer de cada vida y siempre se levanta en resurrección y ni un
solo saber de Luz es quitado, porque los legítimos caudales del espíritu, la
omnisciencia no se pierde; llega a todas las reencarnaciones hasta donde
quiera alcanzar, porque el Saber se aumenta y suma para todo aquel que
penetre el secreto de la muerte y de la vida: allí está el Crisol que funde la
Resurrección del Conocimiento aprendido.

El siguiente afinó mi espíritu y alma, dándome a beber néctares


desconocidos para los demás mortales. El espíritu aprende, me dijo: a eso
has venido a la tierra, a conocer los secretos de este mundo en creación,
porque el espíritu es la creación del hombre mismo en el cuerpo, que
vuelve otra vez a la vida después de la muerte.

¡Saris! el crisol posee fuego de mundos, planetas, sistemas, galaxias,


universos y eternidades: ser eterno, es someterse a los grandes fuegos del
alma... En una noche estrellada y en el salón de las estrellas, mirábamos el
firmamento. Los carros voladores, como eran llamados en el Templo;
esferas y platos azules plateados, cristalinos como leche, pasaban, se
acercaban y dejaban en el “Nido de Almas” a los Protectores de la
Constelación del Toro: otros se iban, no regresaban más: yo conocía las
estrellas... Y el Instructor del Alma dijo esa noche luminosa: “esta es la
conexión o cicatriz, el cordón de nacimiento dorado del hombre, la
identidad del individuo en el universo. De ella se toma la inteligencia y

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Arado Protector del Espíritu

voluntad de los orígenes; ella es inalterable para el hombre, una lógica


para su lucidez y ser individual de esta humanidad en ascenso”.

El Alma sabe, conoce su voluntad, su lógica y conocimiento de lo


absoluto; el Alma reconoce hasta dónde se llega, porque ella es el molde
de lo que arriba es. En ella están inscritos los Libros de la Creación, pues
ella es pertenencia del Altísimo; sólo está prestada al hombre. Es la Ley
de pertenencia que intuye y siente la verdad de la mente, la razón e
inteligencia del hombre. Ella traslada sus fuerzas y entrega el Verbo, el
poder de creación a quienes la descubren y se hacen uno en ella: estos
hombres de las estrellas nos daban las pautas del alma.

Ella acrisola la consciencia, aportando EL CONOCIMIENTO


ABSOLUTO, el Saber del Espíritu, que busca conocer la Sabiduría hasta
las dimensiones y distancias donde se ubica en su ascenso el espíritu.
La Esencia del Alma es la substancia del hombre, su transformación y
resurrección. Es la LÓGICA de LEY DE LUZ, la INTUICIÓN, EL
VERBO, ante el cual ningún concepto de la ignorancia, razón o
emociones humanas, prevalecen; esto conocíamos con ellos.

...El Preparador me trasladó por túneles y pasadizos largos; los primeros,


profundamente oscuros, que caminé sin tropezar, pues cuando niño, mis
ojos y sentidos aprendieron; los segundos, de luz brillante, resplandeciente
como el cristal y los últimos, en la misma garganta del volcán, de fuego y
calor ardiente. En cada uno, explicó con voz que rompía las cavernas y
enloquecía los sentidos al paso de cada túnel: “negra, oscura, es la caída
de las almas, cuando recorren las memorias de sus cuerpos y mentes, en la
muerte... El brillo de su consciencia poca o mucha, ilumina cuando el
alma, lee el espíritu y se proyecta a su designio... Caen al fuego del
averno, a las cavidades infernales los suicidas y asesinos, los mentirosos y
perversos, los que han perdido su esencia; los que durante tiempos
rechazan su dignidad, caen y caen y se abisman en su orgullo. Los pulcros
que buscan perfección, reconocen su desencarnación y descienden hasta
tocar lo bajo de sus mundos y si no son de allí, ascienden al Universo de la
Consciencia, donde toman identidad de Seres, fuentes cristalinas de Saber
de espíritu, y permanecen hasta ser llamados para seguir otra vez su
encarnación”…

Aquellos como tú, acrisolan los mismos principios, pero reencarnan, van y
vienen con sus memorias de encarnación... ¿Ves estas cavernas? me

51
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

señaló con autoridad: son personales, individuales: aquí se conoce tu


verdad y solamente tú puedes pasarla. Aquí quedan abolidos todos los
esfuerzos que haces por seguir a quienes quieren guiar tu vida: tus
maestros, familia, señora, hijos, amigos; a ellos debes servirles y dejarlos
solos. Este camino final se logra si te sigues a ti mismo; si persigues
maestros o personas, cuando llegues aquí, caerás sin compasión al tiempo
del mundo; la vida como crisol habrá pasado inútilmente y tendrás que
vivir otra, para aprender cuanto en la anterior desechaste; aquí aprenderás
que “el hombre sabio no renunciará a su desarrollo interior por causa de
otro”. El hombre sensato debe trabajar toda su vida en cada encarnación,
para superar este paso que se reitera hasta que llegue a ser Luz…
¡Seguidme si te atraen y puedes contener los secretos de la muerte!...

¡Saris! la eternidad, los grandes fuegos de la creación dejan atrás la


muerte: es al momento de elegir la inmortalidad... Desde los 27 a los 49
años aprendí a morir... Mi primera lección fue revisar una a una, las capas-
encajes y mientras la lección me dio sus prácticas, doce años pasaron
trabajando la tierra de mi cuerpo y los vapores de mi espíritu, tal como lo
haría en el tiempo futuro, con el poder de mis doce yuntas unidas.
Arrancaría la tierra hasta su más difícil profundidad; arando mi cuerpo y
mente, para sacar de ellos pedruscos, raíces y malas hierbas; quemando
cada una de ellas en los espejos de la mente. Así, 12 años de duro trabajo
y prueba de mí mismo -con anterioridad- me enseñaron a conducir el
arado que tendría al futuro.

Reconocí el primer encaje-velo, donde el pensamiento se gesta de la cuasi


membrana de ilusión, de ese terreno de barro movido, inestable; de ese
cenagal de formas de espejismo que envuelven las primeras formas de
pensamiento celular, y reconocí allí la parca de la memoria, el olvido de la
esencia que es tragada por el mundo, ese légamo de formas inestables, la
ilusión.
Me dediqué a rescatar la memoria de cuanto allí puede servir, lo que no es
degradación; revisé en mi futuro, eliminar cuanto los hombres no
reconocen en su orgullo y prepotencia, que hacen su casa en ese cenagal
de formas de espejismo. Conquisté el cómo limpiar mi esencia de la
alucinación y cómo salir del cenagal; dejando atrás hábitos, vicios,
atrasos, negritud de conciencia. Descubrí que cuanto allí se esconde tiene
dos sustancias: una, para destrucción y la otra, para reformar y edificar lo
Supremo.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 52


Arado Protector del Espíritu

Me adentré en la segunda capa, encaje-velo, en ese tejido cerrado de


contactos viscosos y secuenciales de las formas del pensamiento celular,
donde el hombre niega y afirma a su vez, su pertenencia a la memoria de
cuanto es; donde la pierde por inconsciencia de sus actos pegajosos, donde
dilapida el sentido integral de su cuerpo Luz y lo arruina totalmente. Pero
allí encontré, que algunos estamos predispuestos a reconocer nuestra
identidad, que un día volveríamos a contener la Esencia por la verdad que
somos en las estrellas.
El segundo encaje, atavía un tejido cerrado de contactos viscosos del
pensamiento de emociones y pertenencias de las cosas, de cuanto la mente
considera único, por no tener otro conocimiento de la realidad, de las
demás facultades: aún aquí no hay conciencia, no existe identidad del
pensar.

¡Saris! el Espíritu de los Universos es un Crisol que antes fue hombre,


que da su Esencia para cristalizar la Memoria de Creación... En esa
lección se me llevó a la caverna de los espíritus y allí los conocí, tanto los
buenos o luminosos, como los atrasados u oscuros. Mi tercer Guía dijo en
aquel momento: “en la viscosidad mental del hombre se fijan todas las
formas parásitas de la mediumnidad, allí toman cuerpo las posesiones de
barrera espiritual, esos parásitos mentales del cuerpo emocional,
entidades pegadas, formas de pensamiento de todo orden infernal, los
espectros y maldiciones, los encantamientos y hechizos, los pactos que se
hacen con la oscuridad. Es desde aquí, que esas entidades oscuras se
apoderan de hombres y pensamientos, allí se aborta el crimen, la
violencia, locura, degradación; desde aquí se atrae y pega la oscuridad
con la que se convive. En esa viscosidad, el hombre mental niega su Luz,
rechaza su pertenencia al Supremo; pierde su esencia, alejándose
definitivamente del llamado de su Ser, la Cristificación interior”.

Poca luz en la caverna de los espíritus. El tenue hachón de pabilo y aceite


de árbol, dejaba pasar sus rayos en la caverna de los espíritus. Allí se
trasladaban los viejos que iban a morir, ellos lo sabían. En las cámaras a
media luz, reposaban los cuerpos de los ya casi moribundos, que eran
asistidos en silencio absoluto por otros ermitaños guías preparados para
conducir al adepto a través del bardo; la muerte.
Eran varias cámaras de la misma ubicación al occidente, donde se oculta
el sol, dijo mi guía; “en el occidente deben encarnar cuando sea el
tiempo. Allí se cumplirá la Promesa por la que trabajamos y trabajarás,
luego que aprendas y superes la enseñanza. Muchos iremos allí”.

53
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

Días y noches según la orientación de la caverna, pasé al lado de los


moribundos; llegaban allí cuando ya no existía dolor en sus cuerpos,
venían desde otros lugares donde se les atendía, según el caso de muerte y
ya, cuando pronto soltarían sus almas en la luz de sus espíritus, penetraban
a este lugar para propulsar su nueva encarnación... de los tiempos
futuros... al occidente.

Varias veces vi y toqué con mi espíritu y alma, lo acaricié en mis cinco


sentidos, sintiendo y oyendo cada uno de sus pasos. Y vi cómo al alma
humana, al retirarse del cuerpo, asciende vaporosa en una forma de
paloma y cristal transparente... y dentro de ella, el espíritu palpitando,
tiene la forma de ojo de halo, alargado, transparente. Bajo la tenue luz
pude ver esa energía espiritual, es de color azul intensa, ilumina cuando
viaja desde el pecho o el abdomen hacia lo infinito: se eleva pasando los
laberintos y dimensiones del mundo, y se incrusta arriba, en la luz del
espectro espiritual de la Tierra, si es de luz.
Escuché su sonido: son arpegios como el cantar de muchas pequeñas gotas
en las cascadas del “Nido de Almas”. Sentí su olor, es una esencia de
muchas mieles en los cuerpos que son santos y perfectos. Conocí su
estiba; no es más que la del incienso cuando se eleva. Toqué su vibración;
es la fuerza del amor Supremo sobre los hombres.
Con gran devoción, pasé años allí, era mi oración ver, sentir, palpar,
reconocer, oler cada uno de los maestros que se despegaban de sus
cuerpos: entonces reconocí la Excelsitud del Creador de los hombres.
Ya no tuve miedo a la muerte como todo mortal le teme, la comprendí al
conocerla; entonces, recordé cuando los ermitaños guías que leían el
corazón, enviaban los Protectores del Templo a las cavernas, tomaban los
asesinos y perversos y les arrojaban a las gargantas oscuras. Entendí por
qué lo hacían. Esas encarnaciones regresarían en el futuro al Templo, y ya
aprendidos, no contaminarían más a los pequeños... Comprendí que
cuando el hombre deje de temerle a la muerte, iniciará realmente la vida...
Allí conocí los buenos y luminosos espíritus de los santos...

En otro tiempo se me llevó a la galería de los pestilentes, donde llegaban


los moribundos del alborotado mundo de los humanos y comprendí cómo
para la mayoría de los hombres, es más fácil caer, que elevarse por encima
de su hostilidad. Espíritus atrasados, enmarañados en el anzuelo de sus
propias trampas, vi los atrasados y oscuros, que no podían soltarse de la
vida a la hora de atravesar el túnel. La caída de la muerte.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 54


Arado Protector del Espíritu

Los pasadizos que ahora recorría con mi maestro Preparador, con voz
potente, hacía casi derrumbar partes de la caverna, soltando pedazos que a
mis pies quedaron: “¡Hay hombres que buscan el oro que da palacios,
mansiones y poder! Este hombre al llegar aquí, quedará perdido en la
noche de la caverna”.
La caverna de los pestilentes, era el lugar de los espíritus sin luz: olía a
pudrición. Una niebla viciada emanaba de ella. Los custodios ermitaños
del lugar, eran altos iniciados, conocedores de las Nueve Leyes de los
espíritus del mundo de los hombres. Durante días intenté llegar a la
caverna, pero mis sentidos rechazaban la hediondez, hasta que un día y
luego de tres años de preparación, penetré en ella. Vetustas rocas en lo
profundo del “Nido de Almas”, formaban los laberintos donde pocos se
aventuraban, allí llegaban los poseedores del oro, palacios, mansiones y
poder, muchos criminales y asesinos encontrados en los caminos del
mundo; creí que los llevaban vivos. No, eran sus esencias, que al morir en
un lugar cualquiera, se desplazaban hasta este lugar en el Templo.
El Túnel Luz de este Templo, está conectado por siempre con las
coordenadas de energía de cada túnel personal humano y allí, a través de
mecanismos del cuerpo humano y de leyes del Universo, quedaban
confinados a este lugar. Desde aquí, los maestros de Consciencia venidos
de lejanos lugares del universo, gobernaban estas leyes para los hombres.

Penetré en una cámara espaciosa, de forma cóncava, donde varios


mentores vestidos de guerrua rojo azafrán, iban y venían en torno a un
halo de luz que en el centro del cóncavo salón se dibujaba. Todos los
muertos del planeta y de todas las razas, los desencarnados en su momento
exacto, se proyectaban a través de su propio entrecejo, en esta luz. Allí,
los ermitaños que a veces veía caminando entre nosotros, que algunas
veces desaparecían ante mis ojos; transportaban en sus manos recipientes
de cristal en forma de botellas de angosto pico, de abundante abdomen, y
las conducían hasta el centro, en el Manantial de Luz; una forma de piedra
redondeada, blanca purísima y de ella tomaban su Luz o tinieblas que
emanaban, almacenando en esos recipientes, cuanto frente a sus ojos y
sentir se proyectaba. El instructor me indicó: es el entrecejo ojo del
mundo, el Sexto Chacra, la Memoria de las memorias humanas; vive
dentro de ti, dentro de tu cerebro: es la Sexta Iglesia del Apocalipsis.
Estamos dentro del cuerpo energético humano de este planeta y a su vez
dentro, del que muere.

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

¡Saris! cada memoria creadora, se hace cristal; pero cada memoria del
mundo se hace materia, mundo... Al centro de la cámara de Luz, no había
olor. Cada espíritu que por el Manantial de Luz se plasmaba, se
almacenaba en estas botellas, en tanto los ermitaños acomodaban los
recipientes en anaqueles dentro de la misma roca. La visión siguió sin
detenerse... el Guía me condujo fuera de la cámara y caminando por los
pasillos donde volví a sentir la fetidez, me dijo: estábamos en otra
dimensión, en la dimensión de la conciencia del hombre terrestre. “Así,
desde la luz, se gobierna el destino de los espíritus para este mundo.
Cuanto viste es sólo una visión de lo que es en el Corazón de la Tierra y
en la mente del hombre, que aprisiona a quienes son reos en su ley, a
quienes violan los derechos de vida y de ella hacen toda maldad humana.

La ley de los espíritus es en todos los mundos, en cada plano y lugar de


habitación del universo. Todo cuanto verás ahora, está aquí en este
Templo para enseñar a los hombres del futuro, las leyes que en su
momento ellos conducirán en sus propias manos, como lo hacen los
jueces de espíritus en la dimensión que has conocido; aquí aprenderás
que son falsos los maestros ascendidos, los salvadores del mundo. Aquí se
comprueba la verdadera maestría de un individuo... ven conmigo y
aprende para tu futuro, para que enseñes a los hombres que aprenderán
de ti, al llegar al propósito final y Eterno. Ven conmigo, porque la riqueza
del espíritu es la certeza de la Vida Eterna, que se entiende con la
majestad de la muerte, solo fea y aterradora a los ojos del atrasado.
Es imperiosa la necesidad de la muerte para el avance de los espíritus:
sólo así, el hombre logra consciencia de inmortalidad en su esencia. Al
conocer la muerte en su corazón, se eleva su alma a la comprensión: es
en vida del corazón sincero que se comprende”.
Miles de recipientes, millones de uno y otro lado de los pasillos, vestidos
de hediondez. No es olor de cadáveres, me dijo: “Son los espíritus
muertos al Alma de Creación, ese es su olor por la obra que acumulan
durante Días de Creación. Allí están presos en estos recipientes de
energía en forma de botellas. El cristal que vez no existe, es una
dimensión dentro de otra que los separa del mundo de los hombres.
Expanden su olor fétido, porque están libres dentro de la botella, mas no
dentro de la dimensión; allí conservan por siglos sus cualidades, hasta
que ellos mismos se destruyen. Cuando los tiempos cumplidos de un
planeta terminan y ese mundo concluye sus tiempos que son millones de
billones, desaparece de la dimensión y toda criatura, aún los espíritus que
no lograron cumplir con las Leyes de ese mundo, se consumen tragados

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 56


Arado Protector del Espíritu

por la oscuridad, por otras leyes sin predominio de creación y a su vez,


esta sombra es destruida por la Luz de los Supremos Corazones de los
Logos Solares que mueven estas inalterables Leyes: porque las Leyes
ordenan el Tiempo y los tiempos sujetos a un espacio-tiempo y mientras
este tiempo, todo se cumple. Obedece a Leyes que existen en este Templo
y que preparan a cuantos oyen y se comunican con su Voz Interior, los
que logran el camino del asenso: los seres silentes, humildes y prudentes
protectores de la Justicia de la Ley”.

Aquellos recipientes a forma de botella, se acomodaban en estos lugares,


mientras caminábamos en manera serpenteante hacia abajo, donde el olor
se hacia más penetrante y me hizo acercarme a una botella en especial,
mientras acotó: Este planeta ha tenido otras humanidades que
antecedieron a la que tú conoces y verás florecer para la Promesa Eterna;
de esas “otras humanidades”, es este registro condenado a destrucción.
Cada uno de estos espíritus aquí encerrados, son malignos ya, presos por
la justicia Suprema, a éstos se les dio tiempo y tiempos de encarnaciones,
oportunidades varias para obtener conciencia y siempre la negaron. Éstos,
reniegan de cuantas cosas no conocen y se corrompen como animales
irracionales. Se lanzaron al error en contra de la Ley y perecieron en su
contradicción. Son sombras, niebla que va de aquí para allá con los
vientos; árboles muertos y desarraigados; bestias en su propia
degradación; estrellas errantes para las cuales está reservada eternamente
la oscuridad de las tinieblas. No oyeron en la carne que se les permitió y
se hicieron parte de la oscuridad del Demiurgo, fueron entones sus
sirvientes “los maestros ascendidos” de tu mundo, asesinos, gobernantes,
violentos, conquistadores, sacerdotes de la magia y los entes, tratantes del
sexo en sus regiones más bajas y pestilentes; ellos ya no pueden ver ni
sentir la luz, están aquí hasta el momento que sean soltados al final de los
tiempos. Serán liberados para recoger en sus cátedras de engaño a los que
tienen la misma medida de espíritu; y luego, ellos y cuantos sean de ellos,
el corazón del planeta los rechazará y los hundirá en el meshiaj o espíritu
de tinieblas de tiempos pasados y futuros, se irán siguiendo a su dios, el
Demiurgo de la oscuridad, a la que pertenecen ya, al haber rechazado la
Luz. No son Luz... Y tomando esa botella, la puso en mis manos y pude
ver un vapor nebuloso, humo negro, aciago como las tormentas más
oscuras de la noche. Moví la botella en mis manos y calentándose con
violencia, casi creí soltarla, pues quemaba; no la quité de mis manos, pues
pensé y sentí que podía liberarse y yo sería responsable.

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

La dejé con calma en mis manos, mientras mis ojos miraban y mi corazón
sentía. Poco a poco, el humo se disipó, hasta formarse una esfera del
tamaño de una vid que palpitaba como un corazón vivo y abierto. Sus
bordes luminosos, azules, negros brillantes, llenaban la esfera hasta el
centro que se veía rojo, en tanto, yo sentía la furia que emanaba desde un
punto central, el negro corazón donde terminaba mirándome a forma de
ojo humano. No quise creer cuanto vi por vez primera y moví la botella,
batiéndola con fuerza, mientras el ojo furioso de negro corazón y roja
sangre, se volvió humo negro y fétido, se calentó el cristal hasta el punto
que quemó mis dedos; la sostuve de la punta de la boca que vi estaba
cerrada, intacta, como si nunca existiese allí una abertura. Del asiento de
la botella, vi que el humo negro volvió a tomar forma de esfera de ojo
palpitante que me miraba con furia. Deposité la botella en las manos de mi
guía, mientras él me insistió: tiene diez mil años del tiempo de los
hombres...

¡Saris! La Memoria Esencia es contraria a los demonios ascendidos que


el mundo adora; a los parásitos que devoran creyentes y fanáticos, a
cuantos ignoran que el Ser de consciencia, está dentro de ellos... Varios
días pasamos en las cavernas de los hediondos. Caminamos aun más abajo
hacia los espacios infernales. Se advertía calor, ruidos, alaridos,
expresiones de susto y yo casi no podía respirar: una presión al corazón
asistía en mi pecho. A este lugar, dijo, no pueden descender sino los
suicidas que niegan sus vidas, que no aceptan las causas de las Leyes que
ellos mismos han violado contra sus encarnaciones. Este mundo es sólo
para ellos, porque hay otros espacios infernales para los más perversos:
pero aquí, sólo llegan los suicidas, los que detienen sus vidas y las de
otros.

Los ruidos y alaridos daban forma a las lenguas de fuego, que antes sentí;
su forma se daba a cada quejido; era el mismo fuego de las pasiones de
estos espíritus allí detenidos, los que daban estas formas que yo, vivo,
sentía. Debes saber, dijo, que aquí están cuantos endurecieron sus
pensamientos sin conciencia, los que viviendo la vida, no fueron capaces
de reconocerla en su conciencia. Este es el lugar de los engañados del
tercer encaje-velo, el que ajusta la forma real de las primeras betas de la
mente celular sensorial verdadera; ellos creyeron que cuanto la vida les
presentó, que consideraron no superaban, era la realidad y optaron por
cortarse la vida. Debes saber que ningún humano tiene derecho a la vida

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 58


Arado Protector del Espíritu

en sus manos; cualquiera que corte la vida de sí mismos y de otros, es


maldito, cortado de la ley de encarnación y de sus mundos de vida.

La Vida es obra del Supremo Creador y Éste la otorga; mientras los


Maestros de la Conciencia, aquellos que tú viste en el salón del Manantial
de Luz, la administran de acuerdo al tiempo que cada hombre posee
dentro de los Días de Creación, dados por el Anciano de los Días, el Señor
de todos nosotros. Ningún mortal puede tomar decisiones sobre su propia
vida, menos, sobre la vida de los demás.
Este crimen se da en el tercer encaje-velo, en los que no pueden ajustar a
la realidad sus formas de pensamiento, entonces, se inclinan por el crimen,
rechazan la verdad. Éstos niegan las capacidades del milagro, el levantar
muertos de los sepulcros, y se cortan sus vidas, porque endurecen para sí
el primer pensar.

En cambio, cuantos siguen vivos en el mundo de los hombres, los que


superan cada paso de sus vidas, que no es otra cosa que la forma
acumulada de sus deudas de karma, éstos logran consistencia del
pensamiento, piensan, sintiendo la vida celular que pulsa cada una de sus
acciones de conciencia, que a su vez, trasmite todo cuanto es existencial,
natural y de Ley de Creación; todo cuanto ya es, todo cuanto fue y de
donde debe aprender y aprende, y aquí se muestra la obra del hombre. Es
aquí donde se inicia el verdadero TIEMPO-ESPACIO DE
RESURRECCIÓN, es aquí, porque el hombre reconoce su identidad, su
Yo Soy, su Resurrección que viene de sí mismo. Nosotros estamos vivos,
porque superamos y ya ves que caminamos por este TEMPLO
INTERIOR, porque en uso de LA CONCIENCIA, hemos reconocido la
fuerza del tercer encaje.

Ese lugar es un mundo árido, sin sonidos para los propios participantes;
los sonidos se ahogan dentro de este mundo de sufrimientos, porque nadie
los escucha. Nosotros los podíamos oír al sentir el sufrir de sus corazones
y desde éstos, sus gritos y lamentos. Serpientes, animales nocturnos, ranas
y búhos; rostros deformes e infernales, figuras ensangrentadas en medio
de un calor sofocante, mientras cada uno de los participantes de este
mundo viven una perpetua confusión; es el abismo astral... Allí estarán
hasta que se cumplan sus tiempos de vida que se les dio, a la que se les
suma la de los que asesinaron, quitándoles la otra vida. Esas vidas tiempo,
son restadas al asesino o suicida, y hasta que no se pague el último
segundo de estas vidas, no regresarán en carne. Pueden pasar miles de

59
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

años en esta confusión y cuando regresan, se les quita el órgano o la parte


que dañaron: esta ley se cumple para que se obtenga conciencia. La
Eternidad tiene todo el tiempo que el hombre rechace, y cuando alguno no
quiere vivir los tiempos que se le ofrecen, son retrasados a otros mundos
donde debe comenzar otra vez...

¡Saris! La Esencia, es Inmortal y la mente temporal; no tienen Esencia los


mentales y emocionales… Habíamos llegado a un salón amplio y
luminoso, pude ver claramente las vestiduras de mi Maestro, su figura
elegante y bien formada, se detuvo delante de un gran cuadrado de granito
rojo y dijo: durante trece mil años regresarás a la tierra las veces
necesarias para conformar tu espíritu, preparándolo para La Promesa, y
luego pasado este tiempo, con tus conocimientos y esencia, serás Guía del
Saber del Templo; testificarás y enseñarás a los hombres con este
conocimiento universal y perenne. No olvidarás cuanto aquí aprendes, ya
es guardado indeleble en TU ESENCIA, en los espejos de tu mente, tal
como te enseñaron a reconocer. En LA ESENCIA o tus Estancias del
pensar de consciencia, allí quedan para siempre tus recuerdos. Aprende y
conocerás La Verdad de las Almas portentosas, Verdad que llega a la
razón y entendimiento, Verdad que debe vivir tu espíritu para tu alma
ávida de conocer. Encamina aquí bien tu búsqueda del conocimiento y
obtendrás la sabiduría que te será por compañera inseparable en los
tiempos venideros. Si aprendes, porque solamente debes caminar en este
sendero por tu voluntad; si conquistas el Saber que te ofrecemos, la
Verdad del Espíritu Eterno será siempre brillante, incólume en tu boca y
con ésta, darás satisfacción a tu espíritu y vestirás de Cuerpos Eternos a
los demás. Tus destellos de Luz han llegado; hace tiempos que buscas,
desde que llegaste; la distante sabiduría se acercó. Ahora la inicias
limpia y sana dentro de ti. Desde la Preexistencia se te dieron las llaves
de todo Saber y sabiduría y ahora, debes abrir, una a una, las recónditas
claves de La Vida, tu vida...

¡Saris! La Esencia, es el contenido espiritual individual del Saber


Inmutable, es la pertenencia única de lo que se Es… ¡Se inicia el
momento! Aquí practicamos dos ciencias, la doctrina de la vida y la de la
muerte, nos ligamos a ellas y en cada una a su medida. Servimos en la
escuela de la vida a nuestra vida y la de los demás, en sus almas y
espíritus y en la doctrina de la muerte; nos servimos a nosotros mismos y
a nuestras almas. Aquí, a este salón, vienen los discípulos del Saber, los
que desean conocer las ciencias perfectas de la vida y de la muerte; no

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 60


Arado Protector del Espíritu

llegan a este recinto cuantos no tienen consciencia del camino de la vida y


de la realidad de la muerte. “Aquellos individuos que aparentan
conocimientos espirituales y que experimentan falsas interpretaciones a
través de los sentidos, no tienen espacio de espíritu aquí; pues este es el
lugar de los verdaderos valores del espíritu, de los que adquieren
sabiduría, los que buscan tesoros Eternos: aquí se forja finalmente el
hombre vestido de sencillez y abnegación, aquel, cuya acción perdura,
irradiándose en prudencia; el hombre dedicado al servicio de la Verdad;
y nunca tendrán parte en este Templo, los farsantes y lisonjeros que
desfiguran el Testimonio de Justicia”.
Aquí aprenderás irreversiblemente y para el futuro de tu espíritu, el
conocimiento de la Ley; el requisito esencial para contener dentro de sí, el
Templo de la Sabiduría y cruzar en fulgor, el umbral de La Lógica, que
expulsa el viejo pensamiento, la sombra de la verdad. Si te haces discípulo
de este Templo, obtendrás la única Luz apetecible al espíritu del discípulo
de Justicia.

Tu trabajo, al sobrepasar los pasadizos de oscuridad que has dejado atrás


al llegar aquí, es conocer La Sapiencia y Fuerza de la Ley, porque en ella
reside la mayor sabiduría del hombre, que selecciona su búsqueda en la
vida. Aquí morirá tu hombre viejo del mundo que se viste de cuanto le
falta, los que llevan por traje la mortaja de la muerte sin regreso.

Este Templo en el que has crecido, no es real para el tiempo de los


hombres, tampoco lo es para el orbe y mucho menos, para un futuro. Este
Templo es un lugar de Saber y Sabiduría, que traspasa las fronteras del
ayer, del presente y el futuro. Su tiempo no existe, es un núcleo de Luz
dentro de la Eternidad de los hombres de este mundo y para un gran
universo. Fue creado por la fuerza de vida que alimenta los mundos, los
universos, las mentes y las conciencias de los hombres desde el ayer, al
mañana indiscernible. Quienes lo habitamos, no somos hombres de este
tiempo, lo somos de todas las edades. ¡Mirad allí en ese mausoleo de rojo
granito! Allí estás tú desde antes de que llegases a este tiempo, y allí
estarás, aun cumplido los tiempos...

¡Saris! La Esencia es el camino de la sabiduría: así se encuentra el Ser y


Soy, se encuentra la Consciencia de la Luz… Desde mis 27, hasta los 49
años, maduré en el Templo. Poco a poco aprendí las lecciones de vida y
muerte, revisé y practiqué cuanto aprendí antes del cuarto encaje-velo. Mi
Preparador me reiteró, que allí se iniciaba la Resurrección, la Promesa

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

Eterna del alma. Ya había aprendido, que la cuarta capa encaje, ajusta la
exacta mente a su naturaleza real, la suma y la sustancia al cerebro y desde
allí se hace pensamiento como expresión del espíritu humano. Conocía la
forma de convertir cada pensamiento en espíritu, grabando una a una, la
memoria limpia y pura sin nexos de los tres encajes anteriores; limpia y
pura en consciencia, convirtiendo cada impulso-pensar, en un símbolo del
Sentir Interior, del DIOS INTERNO DEL HOMBRE.
Se inició desde ese momento una nueva preparación, me debatía entre la
vida y la muerte. Conocía el conocimiento “a paso lento pero seguro”;
lento, porque el conocimiento debe aprenderse y hacerse consciencia y
toda consciencia que intenta conseguirse veloz, sin conocimiento
aplicado, se pierde; pues el Saber no se asimila a la velocidad del tiempo
de los hombres, es a la eternidad de la consciencia, que es diferente al de
los hombres...

Allí, en la cámara de granito rojo, empecé a morir; la voz de mi


Preparador me conducía... “Si has emprendido este desafío para
enriquece tu espíritu, sabrás que has desatado las fuerzas eternas que
conducen a la Verdad. Si persistes, investirás tu espíritu con el Saber de
tu cuerpo Eterno y el vino de la paz habrá llegado: deja atrás tus miedos,
tu vieja envoltura REVÍSTETE DEL NUEVO PLUMAJE INTERIOR”...

¡Saris! el Ser se toca y ve; el Soy que ha sido, se descubre y fortalece en


el Alma Inmortal… 42 días habían pasado desde que penetré por voluntad
en ella para morir. Con un ayuno largo se inició el desprendimiento del
espíritu. Después de cuarenta días, la carne se enfrió y comencé
intermitente el alejamiento del cuerpo. En setenta días atravesaba el túnel
de ida y regreso, iba y venía, por fin en 144, se hizo real. Ya lo conocía
desde las enseñanzas lentas y seguras, cada vez más exigentes de elección
y selección: yo mismo elegía cuándo mi Preparador presentaba a mi
espíritu sediento de verdades, los desafíos del trabajo interior… “Ahora tu
verdad encuentra TU PROPIA ESENCIA INMORTAL”... Llegó la muerte.
Mi corazón pulsaba con fuerza, mientras cada gota de sangre se leía
dentro del palpitar; estaba vivo mi espíritu inmortal, el cuerpo que moría,
renacía en otro cuerpo de plasma, un vapor blanquecino. Nunca muere el
Ser, la vida es ésta, sólo cambia de presencia el cuerpo que actúa. Sentí
revivir los siete cuerpos memoria de inmortalidad, el pensamiento hecho
pulsares de espíritu que graba pulso a pulso, el corazón humano.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 62


Arado Protector del Espíritu

Y revivió la Consciencia de las Siete Lámparas: se encendieron todas; me


llevaron al centro de La Vid, al PULSAR del Santo Espíritu, que da fruto
sin cesar, al Árbol de todas las Creaciones. Y pude presentir al que vive y
se mueve dentro de LAS SIETE LEYES DEL VERBO SUPREMO, el
Eternizar, LOS SIETE SELLOS de Toda Potestad y Dominio, frente al
SIN NOMBRE Y SIN FIN: Allí estaba ÉL, lo sentí en mi humilde
corazón memoria. Y comprendí ese momento, y me hice Eterno.

Y me adentré en la Eternidad: cada memoria revivida era una consciencia


que no se borra jamás, grabada nuevamente en el Corazón del Espíritu
Reloj, en el PRINCIPIO DEL VERBO DIOS, el que determina la
Permanencia de toda La Creación. Sentí el Primer Palpitar del Espíritu
que magnifica Nueve Súper-Universos y cada diástole y sístole suyo,
Sella los Segundos Eternos que son INFINITOS, dando origen a LOS
DÍAS INMUTABLES. Días que crían las Tres Leyes de Amor, armonía y
paz, a LOS NUEVE SEÑORES ETERNOS, la Corona Viva e Inmutable
de los Súper Universos del ALTÍSIMO, SIN NOMBRE Y SIN FIN.
Y los sentí pulsar en mi corazón desde ese momento. Pude sentirlo como
cualquier alma que se haga consciencia en el Túnel de Tiempo Espacio.
Sentí el Aliento del Alma Suprema, ese PALPITAR DEL CORAZÓN
DEL VERBO SUPREMO en las Ilimitadas Fuerzas en los 144.000
Millones de pulsares de Universos, donde cada diástole y sístole de Su
Reloj Corazón; es el Espíritu PRINCIPIO DE DIOS, que Sella el
movimiento del DÍA CÓSMICO DE LUCES de los Multi-Soles, la
indiscernible Creación que nunca se detiene.

Y pude ver los vastos dominios del Alma Suprema, del VERBO
INMUTABLE, donde cada diástole y sístole Sella los DÍAS DE LAS
SÚPER GALAXIAS, que hacen mover, girar, estirar, relampaguear, agitar
en Marejadas, todo el Océano de la Creación que jamás se detiene; que
crea, funda y forma sin detenerse, porque es el Reloj Corazón Supremo
del movimiento de la Vida, la Luz de los hombres en Perpetua Creación.

Entonces, con asombro y escondiéndome de mis propias obras, conocí mi


corazón sujetado a este VERBO SUPREMO, a la Esencia de cada
diástole y sístole, que Sella el DÍA DEL TRONO DEL ANCIANO DE
DÍAS y del hombre, yo; donde se sellan las Leyes del nacimiento,
crecimiento, encarnación y reencarnación, que se engendran desde el
corazón del hombre, y yo tuve pena de mis pocas obras, de mi tiempo
perdido, de mi pensar retrasado.

63
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

Entonces, vi cómo mi corazón sella mi tiempo de conciencia. Cómo en la


Eternidad no existe tiempo y que sólo el hombre mueve la Eternidad para
que exista el tiempo. Que el tiempo demarca el espacio, como un lugar
donde habita el alma humana del hombre, esa parte y principio del Alma
Suprema que se desprende de la Eternidad, porque el tiempo del hombre,
es un espacio finito dentro de un impulso de movimiento del Mismo
Corazón Supremo, en el pequeño corazón del hombre… Caía en el túnel,
atraído por una fuerza descomunal y entonces pude entender el trabajo de
los Ancianos en la Cámara de Cristal, los que recibían los espíritus desde
el Manantial de Luz. Esa fuerza de Luz me atraía, separaba mi cuerpo
material de mi espíritu, que se convertía en un punto de luz comprimido
dentro de mí mismo. Pude sentir el olor de mi carne, cuando la luz lo
comprimía, aún no era santo. Mi carne olía todavía a muerte, porque cada
cuerpo de célula aún no tenía la información de la perfección Servidluz.
Sentí, cómo cada una de mis células desprendía su propio olor y éste era el
de sus memorias de conocimiento. Me di cuenta, cómo estaban archivadas
allí las memorias de mi pensamiento del mundo, y el mundo olía a
muerte... La muerte que tantos temen, comenzó por disiparse ante mi
espíritu: mi alma vigilaba. Sepárase la carne, no por un corte, sino en un
recorrido de luz dentro de cada célula del cuerpo: una velocidad de vértigo
atravesaba cada uno de los 72 mil billones de células de mi cuerpo, era el
pensamiento hecho memoria, que no lograba pensar, porque su naturaleza
de razonar es lenta. La consciencia leía a velocidades luz, cada uno de los
corpúsculos de mi carne, buscando memorias archivadas de mis acciones
emocionales y mentales. Era velocidad de vértigo que la mente no está
capacitada para entender y me sentía caer en un hueco profundo y negro,
era la falta de imágenes luz en la mente: el vértigo.

Mi Preparador me conducía... “Así se prepara el nuevo Hombre Espiritual


de la Tierra: el conocimiento evolutivo le engendra para habitar este
lugar del vastísimo universo. Aquí logrará su espléndido desarrollo
mental-espiritual, y los altos niveles de consciencia hacia el Saber
ilimitado de la Gran Consciencia Creadora”... el vértigo desencarnaba -
vaciaba de cada tejido y hueso- esas memorias y las convertía en luz;
fulgor que se hacia grande al penetrar los siete sellos de Luz en mi cuerpo;
yo los conocía por sus colores, los discos memoria, bancos de datos que
cada uno de mis pensamientos y acciones habían formado: mi creación.
Veía cómo cada grupo de células ordenadas a gran velocidad de luz, se
dirigían a cada color y lugar del Chacra. Era un enjambre de cuasi voces

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 64


Arado Protector del Espíritu

de conciencia, que entre sí, respondían a un interrogante de luz que


escaneaba a velocidades de aturdimiento: el vértigo seguía en mi mente;
era un enjambre de abejas susurrantes hacia su colmena: el entrecejo, la
pineal… La voz de mi Preparador me acompañaba... “Se apronta el
hombre terrestre al mejoramiento intelectual, científico y espiritual: y
quienes tenemos en las manos las llaves para su desarrollo, hemos
tomado medidas y decisiones, porque algunos terrestres en forma callada
y ejemplar, se constituirán en artífices del gran cambio que se acerca.
¡NOSOTROS LOS CONOCEMOS!

El desvanecimiento de la mente aumentó, para no quedar pensamiento que


reflejara los temores y los sentidos, ninguna sensación de la carne; todo se
ausentó. Cada disco memoria chacra recopiló su lectura de células de su
entorno, como un gobernante de su territorio; así se administró esta
justicia en mi cuerpo. Ya no caí más; y recordé sin memoria de la mente,
cuanto quedó escrito en mi consciencia antes de penetrar a la cámara de
granito rojo: “¡Mirad allí –dijo mi Preparador- en ese mausoleo de rojo
granito! Allí estás tú desde antes que llegases a este tiempo, y allí estarás
aún pasados los tiempos”. Ya no pensé con razón, sentí en mi consciencia
y comprendí con interrogantes de espíritu, cómo el cuerpo es un mausoleo
rojo de carne, sangre, células, emociones, pasiones, que le dan una
vibración de aura roja. ¿Era uno de estos hombres del Templo?... y
comencé a sentir mi consciencia, mi voz que salía de muy dentro, del
mismo corazón; entonces me detuve a reconocer esa voz, mientras mi
Preparador me guió de nuevo... “La Verdad no descansa en el juicio y
suposición de los que aceptan semejanzas de luz: así fue dicho, escrito y
es; que el búho queda ciego por el brillo del sol, así el rostro de La
Verdad ciega al hombre cuando te acercas a ella”... Entonces retuve mi
conciencia y sentí la Consciencia, hablando en consciencia para mí; no
eran palabras de mi Preparador, era la fuerza del Manantial de Luz, se
emitía y llamaba por mi nombre ¡Saris!

Sentía que aquellos mismos Maestros, al aglomerar y ubicar los espíritus,


transmitían a cada uno de ellos, esta consciencia... “Comprende que la vía
más sabía de la mayor evolución, es el Desarrollo Interior, es la alquimia
y el prodigio de la iluminación. La mayor recompensa que logra el
iniciado no es el camino del fakir y su centro instintivo y motor; no es la
del monje y sus sentimientos del centro emocional; menos, la del yogui y
su búsqueda a través del intelecto. Está allí, sin buscar la tortura del
cuerpo físico, la mística mal entendida, el resultado del poder mental, la

65
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

soledad del espíritu, menos, en el silencio de las celdas que te alejan de


tus hermanos: no es la búsqueda en los desiertos o en las montañas;
porque el apenas iluminado, equivoca la mecánica natural del espíritu, se
sume en un intento por llegar a la Luz en los engaños de los sentidos y las
intuiciones y pierde la realidad de su verdadero YO INTERIOR”.

Retuve y sentí mi consciencia, guardando cada palabra de éstas en mi otro


Ser. Allí, aprendiendo en la contemplación del cuerpo y el espíritu –cada
uno aparte- estas palabras hechas símbolos, pues podía ver y sentir el
Manantial de Luz, veía la separación de mi carne y sentía el espíritu, su
peso, como el velo del incienso que tantas veces vi al lado de los Maestros
y sus lecturas, aquellos velos de mis letras, meditaciones y lecturas en el
templo: y se fueron guardando en mi otro Ser, en tanto la voz de la
Consciencia siguió emanando sus palabras de Luz... “El real iluminado
debe aprender con su verdadera experiencia, que debe dirigirse hacia un
lugar determinado y saber por qué está ahí y en dónde no debe estar. Así
ve claramente dónde estaba antes de partir y no desea volver a estar allí.
Descubre entonces, que debe indicar a sus compañeros de búsqueda para
que salgan con él al exterior de su Ser, y los hará caminar con él y les
hablará de la creación real y de La Luz. Les habrá dado en tanto, la
mejor herramienta para que ellos luego caminen solos en la búsqueda que
les depara el más asombroso y maravilloso de los descubrimientos que
han logrado descifrar: la mágica receta de la mayor parte de las
sabidurías y de todas las ciencias: se les revela SU PROPIO YO
INTERIOR”… ese es el otro Ser del Hombre.

Y el Manantial de Luz me transportó hasta el lugar de mis anhelos, a la


Esencia de cada diástole y sístole que Sella el DÍA DEL TRONO DEL
ANCIANO DE DÍAS y el del hombre. Allí me depositó suavemente,
mientras podía ver y sentir todavía mi cuerpo en el otro lugar de la cámara
de granito rojo; las palabras siguieron, no eran palabras, eran claves,
llaves de espíritu transmitidas a mi consciencia, que aprendí sin olvidar
desde allí... “La claridad del iluminado surge cuando se descubre
dividido en mil fragmentos y proyectado en mil individuos diferentes, que
les son conocidos e importantes para él. Se reconoce en el amigo que
anda ciego, porque no ha tenido un guía. Se identifica con el padre y con
el amigo, con el hijo y con el desalmado, con la madre que ama al hijo y
con la que lo aborrece, se identifica con el vicioso y con el bebedor, con
el mendigo y con el enfermo que sufre, hace suyo el dolor del afligido y
del que no tiene consciencia, hace suyo su fracaso”.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 66


Arado Protector del Espíritu

El lugar de mis anhelos estaba allí, yo estaba dentro de él. Conocí que era
también parte de mis pensamientos, de mis memorias, pero dentro de este
lugar incluso, estaban las memorias de mi consciencia y los Maestros de la
Consciencia las leían; ellos viajaban entre las dimensiones de
Consciencias trayendo desde ellas, los archivos de conciencia de cada
desencarnado. A cada uno le daban cuanto le pertenecía en conciencia y
éste era “el nirvana, paraíso o cielo” de los mortales; y la voz siguió
grabando con su cincel de acero y fuego, mi espíritu en la consciencia...
“Así surge el nuevo hombre. ¡Silencio! Hay un hombre a punto de
resolver su conflicto interior. ¡Miradle! Lleva en sus ojos y en su sonrisa,
la inconfundible muestra de su triunfo interior”.

Las palabras, llaves y claves de Consciencias me transportaron al lugar de


mi voluntad, a conocer mi Alma. Estaba dentro de ella, en esa parte de
consciencia de mi Ser y memoria de quién Soy, y en aquel momento sentí
el pulsar de la memoria del alma y conocí el Alma. La fuerza
inconmensurable que todo contiene, el Sello de todo lo creado, la
magnitud de las energías que en el Manantial de Luz actuaban.
Bajé a la parte más profunda del túnel, me introduje dentro de mí mismo,
en los lugares que estaban faltos de Luz, de conocimiento; llegué hasta
donde se esconde la ignorancia, hasta la parte más profunda del ser simple
y mortal, mientras escuché a mi instructor, quien me dijo: graba y
recuerda perenne este Saber, no lo olvides, él te dará sabiduría: “Has
llegado a lo más profundo de la mente humana, a los socavones más
oscuros de la conciencia. Allí donde el hombre guarda escondidos todos
los más bajos pensamientos y pasiones. Allí donde reposan en la forma
más miserable y fría. Allí donde el hombre se escuda continuamente ante
sí mismo y ante los hombres. Allí en la parte más profunda del ser, en
donde no hay vibraciones y en donde el alma no tiene nombre. Allí, a este
oscuro y mísero lugar donde el hombre esconde su conciencia y donde la
masa del universo lo alumbra. Allí, donde el hombre elige dioses y
monumentos y los empotra en un pedestal. Allí donde el hombre señala.
Allí donde el hombre levanta la mano y da nombre a las potestades. Allí
donde las fuerzas son letales; allí donde el hombre es un enano. Allí nace
la oscura fuerza del pozo de la estupidez. En ese lugar se forman los
fanáticos, los que estructuran a los carneros que son llevados por las
corrientes más fáciles y más agradables al oído del hombre, para que allí,
poco a poco, sin mucha prisa, el hombre pierda su alma y se deje
arrastrar y llevar hasta esa cueva donde se encuentra sentado

67
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

imponderable, donde nunca cree que va a ser tocado jamás el más oscuro
de sus pensamientos que afloran y rigen a los hombres de las más bajas
vibraciones. Allí, ellos encuentran su tributo. Allí, ellos encuentran su
premio. Allí, ellos se encuentran, creen en la paz de todos los postulados
de los demás y creen desde este sitio en donde se codean con los
imbéciles, con los vocingleros, con la tozudez, con los hombres de poca
monta. Se codean y encuentran su nivel de vibración y encuentran su
color y las mismas vestiduras y, desde allí, en voz baja, mascullan y
conforman lo que creen les deparará la paz y el conocimiento que
necesitan.

Desdichados y desgraciados son, porque ellos mismos buscaron su


perdición”… Recordé cuanto el Guía me enseñó en las cámaras del
averno, en las cavidades infernales de quienes pierden su esencia. Todos
los encarnados deben caer hasta ese lugar, revisar “SU POZO DE LA
ESTUPIDEZ”; si no lo hacen en vida, en la muerte ya no pueden hacer
nada; “se encuentran con el crujir de dientes”: yo no era de allí y sin
olvidar esta lección, como compañera de mis reencarnaciones siguientes,
ascendí al Universo de Mi Consciencia.
Y escudriñé y busqué y me instruí en cuánto me faltaba por aprender; vi
mis anaqueles de conocimientos vacíos, sin aprendizaje y de allí mi alma
sustrajo mis mejores crónicas y las introdujo en el Alma de las memorias
del espíritu; y vi cómo sucedió -fui testigo- estaba ante la Esencia del
Sello, al TRONO DEL ANCIANO DE DÍAS, el del hombre...

Todos los Discos Memoria reunieron su presencia luminosa aprendida, la


comprimían cada vez más. El Primero del fuego carnal fue leído por el
poderoso Señor de Días Creador de hombres, el que tiene Siete Estrellas
en su diestra, mis discos y los discos memoria de toda la humanidad y
anda en medio de las siete lámparas de oro del hombre, y de él vi guardar
siete registros dentro del archivo de los cuatro fuegos, mientras se dijo:
“Al que venciere su carne, le daré a comer del árbol de la vida, el cual
está en medio del paraíso de Dios”.

Luego el Segundo, como un caldero hirviente de sueños humanos, fue


leído por el Alfa y el Omega, el Señor de Días, el que sería muerto y
vivirá, y que da la corona de la vida y dijo esto: “El que venza sus
emociones, no sufre daño cuando llegue la segunda muerte”; y de él vi
guardar siete escrituras dentro del archivo de seis caminos del mundo.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 68


Arado Protector del Espíritu

Luego el Tercero, el Trono Mental donde se esconde el “espíritu del mal”,


fue leído por el Señor de Días, que tiene la Espada aguda de Dos Filos, de
esta Verdad y Justicia, y dijo: “Al que venciere su mente de tiempo, le
entregaré su piedrecilla blanca, y en ella, escrito su nombre nuevo, para
que pueda comer de la salvación preparada desde el principio del
mundo”, y de él vi guardar siete escritos dentro del archivo de diez días
del hombre.

Luego el Cuarto, corazón de obras, amor, y fe y fue leído por el Hijo de


Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y dijo esto: “lo que tenéis en
vuestro corazón luminoso, retenedlo hasta que yo venga y al que venciere
y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré la estrella de la mañana y
autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán
quebradas como vaso de alfarero; como yo también he recibido de mi
Padre autoridad”... y vi palpitar estas promesas y sentencias siete veces y
ser enviados todos estos escritos, a las miles de gotas de sangre de los
doce Tronos del final de los tiempos.

Luego el Quinto, que tiene la llave de vida y muerte, fue leído por el Amo
y Señor de los Siete Espíritus de Dios, el Señor de Días y de las Siete
Estrellas, y dijo esto: “Sé Protector y afirma las demás obras que deben
morir para que tus vestiduras sean blancas conmigo; para así escribir tu
nombre en el libro de la vida, y confesarlo delante de mi Padre y sus
santos ángeles”... y vi que estas palabras revisan todos los siete Discos
Memoria dentro del archivo de diez y seis memorias del disco fiel.

Luego el Sexto, la puerta abierta que nadie puede cerrar, fue leído por el
Santo, el Verdadero Señor de Días, el que tiene la llave de La Vid Eterna,
el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre, y dijo esto: “Si
guardas mi palabra en consciencia y verdad, yo te guardaré de la prueba
del mundo entero. Vengo pronto; que ninguno tome tu corona porque así
yo te haré columna del Templo de mi Dios, y nunca más saldrá de aquí;
porque escribiré sobre él, el nombre de mi Dios y de la gran estrella que
desciende del Sielho, de mi Dios, y mi nombre nuevo”... y le vi comprimir
en Luz, cada uno de los siete archivos dentro de las dos puertas de la luz
interior.
Luego, y por fin, el Séptimo y final, la evocación fría y caliente, fue leído
por el Testigo Fiel y Verdadero del Principio de la Creación de Dios, el
Señor de Días y dijo esto: “Yo reprendo y forjo a todos los que amo y
estoy a la puerta del espíritu llamando al alma; y si alguno oye mi voz y

69
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

abre su consciencia, entro a él, y ceno con él, y él conmigo, y le doy


potestad para que se siente conmigo en mi Trono, como yo he vencido, y
me siento con mi Padre en su Trono”... y le vi leer toda la mente y
pensamiento, todo conocimiento, comprimirlos y enviarlos a la ventana de
Luz del Sexto, que comprimió aún más cada archivo, quitándolo del
cuerpo. En tanto esto sucedió, vi desfilar cada una de mis memorias. Mis
archivos de pensamiento y conciencia inicial se presentaban en sucesión
de imágenes que no podía detener; y todo fue guardado en el código 144
mil del Tercer Día.

Así conocí el Alma humana, los Siete Pulsares de Espíritu y consciencia,


las llaves del Alma que me hablaron así... “Aquí llega el momento, en que
el buscador iluminado, consciente de su gran descubrimiento, logra
comprender que nadie habrá de renunciar a su progreso por causa de
otro. Habrá comprendido que todos constituyen la montaña y el bosque,
sin dejar de ser árbol, planta, flor o fruto; pero independientes”...

Vi que el tiempo y el espacio existen para la Creación inicial; que el


Supremo Palpitar se mueve y registra el ritmo de las CREACIONES de
Luz y todo pensamiento inventado fuera de la Suprema Ley, no tiene
tiempo, es atemporal y muere; desaparece tragado por la oscuridad sin
tiempo, porque la Suprema Creación es Luz Inmutable, la cual llega a
nosotros en el Manantial de la Conciencia, que los Maestros de
Consciencia guían entre los hombres. Ellos trasmiten y guardan estas
Leyes para que el hombre no se pierda, porque El Corazón del Altísimo
está sincronizado, preciso en Siete Sellos destellos de Impulso, su
palpitar con todos los Soles desde los Universos Mayores hasta el sentir
diástole y sístole de cada Hombre Universal, escrutando a los hombres de
la Tierra, sincronizados desde el Corazón en cada célula, que guarda los
impulsos espíritus en los Siete Espíritus Discos Memoria de DIOS en el
hombre.

Así en el túnel, y mientras me desprendía del cuerpo; toqué y pulsé la


fuerza de mi pequeño corazón, vi que en él se guardaba la grandeza de lo
indescifrable y me asombré aún más, porque logré comprender en esencia,
las claves de la Consciencia, que no muere en ninguna muerte, ni se pierde
en las encarnaciones. Comprendí que el Propósito del PALPITAR DEL
CORAZÓN DEL ALTÍSIMO para el hombre, es registrar la vida de los
Siete Discos Memoria, Espíritus de Dios que van por toda la Tierra; esa es
la memoria del Alma, el latir del tiempo, cumplimiento dado a cada

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 70


Arado Protector del Espíritu

hombre para los Siete Días de Creación para que éstos se cumplan por
encima y sobre la inconsciencia de los hombres, de los mortales insípidos
que rechazan y vomitan la Ley del Supremo, que siempre, desde las
Eternidades, ha dicho... “YO ESTOY EN TUS CORAZONES
AUNQUE NO ME SINTÁIS”: porque en esta Ley son creados los
Sistemas Solares, las Galaxias, las Súper galaxias, los Universos y los
Súper-Universos y dentro de cada orden, sus habitantes. Todo es desde
esta Ley del Padre en el hombre terrestre y Universal...

El túnel quedó atrás, había desencarnado. Todas y cada una de mis


memorias de pensamiento fueron leídas, sin quedarme atrapado en ellas,
como sucede con la generalidad de los mortales, cuando redundan
imágenes de pensamiento o emociones y se quedan en su cielo o infierno;
son tentados y arrastrados por ellas y se sumergen en ellas, para castigarse
o para recrearse… La caída de vértigo desapareció, fulminada por la
presencia del Alma. Ahora sereno, caminaba en el valle de Luz, mi propio
campo, como el de los hombres de la tierra. Colores y formas maravillosas
llenaban el lugar que poseía lo esperado por mi espíritu, cuanto me había
imaginado que era “el nirvana” de muchos creyentes. Un río de cristales
diminutos que formaban sus aguas de leche; corría cantarino, emanando
voces, mientras aprendiendo descifraba su esencia. Sus cristales
prodigaban en este valle, las memorias de los hombres y esas palabras
eran los símbolos de la Consciencia que comprendía; se escuchaban en el
lugar claramente: llegaban al corazón de mi alma y allí se escribían
indelebles. Una Lógica exacta del Saber Supremo pulsaba cada palabra 49
veces en Esencia e Identidad de mi corazón, de nueva alma. Me di cuenta
que la naturaleza del hombre terrenal es distinta a la del Hombre Creado
en la Luz del Supremo Pálpito; recrea a imagen y Semejanza de lo
Supremo... Y allí “caminaban” los desencarnados recientes de la tierra…

Comparé que el hombre terrestre no posee este galardón todavía, que se va


pareciendo a la imagen de Dios en la medida que construye su obra, su
Esencia de Consciencia, su propio Templo de Verdad. ¿Cuántos falsos
maestros y ascendidos al llegar aquí los tritura el crujir de dientes?.. Esto
sólo se logra, cuando el entendimiento llega a las puertas del corazón.
Sólo así sus actos se revisten de Equidad y Justicia, porque logra vivir el
fruto de la Verdad del Espíritu Eterno, que se agiganta dentro de su alma,
cada vez que en consciencia aprende.

71
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

Y “transité” por el valle de los desencarnados; caminaban sus vidas


pasadas en él, y fui a las mías, algunas de las cuales aquí recuerdo para
guía de cuantos deben levantase en el Sur. Y por mi trabajo interior; al
pasado de las edades y el futuro del Hombre Luz, desde entonces, me hice
testigo de Luz… El Manantial de Luz leía las profundidades incontables
del tiempo, vi la luz del hombre, dando forma a su espacio, a su línea de
los tiempos. Vi a los habitantes de este planeta desde el momento de las
cuevas oscuras y criaturas gigantescas de los casi hombres y su chispa de
idea incipiente prevista para desarrollar su intelecto.

Y vi dentro del Manantial de Luz, cómo está grabada en su Interior la Voz


de consciencia para los demás hombres, que en este llamado final levanto,
para que no caigan nunca más en la inconsciencia de Ser. Lo vi en esta
Memoria Eterna que está allí en cada corazón y permanece en su espíritu
por siempre jamás; porque el Manantial de Luz son estas palabras y claves
de Consciencia que siempre han sido y serán, EL CONOCIMIENTO DE
LA LUZ QUE ES UNIVERSAL Y PERENNE y cada hombre que llega a
este Saber, lleva por dentro ese, su MAESTRO e INTÉRPRETE, su
propio Saber que anuncia y esparce a sus demás hermanos de Creación. Es
su Verdad que expande, que amplía en conocimiento, que adquiere en
discernimiento de lo Supremo y lo proyecta a la magnitud de su universo:
el de todos.

Allí, en el Manantial de Luz, la Memoria de Consciencia de todo lo


Creado: está el hombre ¡Mirad! Todos la tienen, porque todos son él
mismo en sí mismo ¡Miradle! Cómo crece en medio de los siglos y el
tiempo, somos nosotros en otros tiempos y civilizaciones de luces
multicolores y grandes montañas que se levantan airosas. Veamos cómo
pasan para nosotros los tiempos y caen las sombras de la noche y
se levantan nuevas épocas y el hombre permanece, fortalece su conciencia
al levantar su intelecto, que llega a la época y el meridiano de los tiempos
del Segundo Día Creador. Entonces penetra en los templos del conocer de
su Ser y se hace grande: crece y se desposa con el Saber preparado para él.

Aquí persisten los símbolos y jeroglíficos de los que aprenden. Está


presente la Voz del Maestro que se encumbra sobre todas en el contenido
de sus Palabras. Desde su corazón y mirada, Él irradia conocimiento y
consejo y muchos, extasiados, escuchan y aprenden de su Voz. Él llena los
oídos de los hombres con LOS GRANDES PILARES DEL

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 72


Arado Protector del Espíritu

CONOCIMIENTO. Este Templo del Saber, está ajustado en relieves y


dibujos de acabado perfecto, en tintes y colores maravillosos que
conforman los cifrados, porque es así y aquí, donde se graba la historia
con las palabras mayores de gran medida para las generaciones futuras.
Estos símbolos son los verdaderos tesoros que en determinada fecha se
deben alcanzar. Pocos hombres pueden poseer esta riqueza y permanecer
en ella: libros viejos y pergaminos polvorientos que los contienen, se
esconden y guardan en cofres de tiempo de los guías finales, entre tumbas
de hombres que esperan levantarse a su encarnación para cumplir.
Siempre el Maestro de Consciencia dirige la acción; porque allí y con él,
se aprende a conocer y no equivocar el sendero de identificar al MAZO Y
SUS ASCENDIDOS, que sella puertas de encarnaciones y ventanas de
consciencia, que tira con fuerza infernal todo el tesoro del espíritu; que lo
despedaza ante los ojos y mentes tardías de los mediocres. Aquí, frente al
Maestro, se aprende a CERRAR y SELLAR en forma indeleble los cofres
de espíritu e identidad del Ser. Aquí, en este tiempo y con el Maestro,
unos pocos hombres obtienen las llaves de Consciencia en sus manos y
hacen partícipes a otros cuantos se pueden señalar en las siguientes
encarnaciones”…

El Manantial de Luz ascendía y descendía hasta los corazones humanos y


los Maestros de Consciencia –sin manipularlo- lo leían, descifraban y
cifraban en Luz; lo preservan con amor absoluto, tal como la madre desea
al hijo en su vientre; como le llora cuando él muere; como se alegra
cuando él vive. Manipular el corazón humano es matarlo, esto hacen los
falsos “maestros ascendidos”: son demonios que matan la esencia de
ascenso, porque ningún hombre por intercesión de otro, puede llegar a la
perfección de la Luz… lo vi y sentí en mí mismo: sus pétalos son una
magnitud entre Siete dimensiones que giran perpetuas. Allí están los
Tronos y Potestades que gobiernan al hombre; están cifradas dentro del
Manantial de Luz, codificada en 144 mil pulsares de memorias
correspondientes al mismo Centro y Corazón de la Galaxia, la Vía Láctea,
Trono del Anciano de los Días. Descienden desde el mismo Corazón del
Primer Palpitar del Supremo que es Eterno, hasta el primer palpitar del
corazón del hombre, que es el tiempo... yo lo vi: entonces, los siete pétalos
de la flor del corazón, que fueron nombrados “Impulsos” por los
Progenitores Mayores, los Maestros de Consciencia, se mueven y dan
origen al tiempo del hombre. Yo lo vi: en ese momento el cristal del
hombre, su propia alma de Luz, comienza a moverse en el esplendoroso
río del Valle de la Consciencia; y se mueve y se mueve, tiene vida y

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

espíritu, adquiere mente y consciencia: y se mueve y se mueve, y asciende


en el Océano de las Creaciones y se hace Hombre. Yo Soy testigo de esto,
porque aprendí a descifrar la Luz de mi espíritu y cifrar en Luz mi alma
para el futuro de las almas humanas.

…Empecé entonces a “morir”, como mueren los humanos, a dejar el


cuerpo carnal que hasta ese momento y como herramienta del espíritu,
sirvió para conducirme por los caminos de esa vida que me enseñó cada
lección que aquí me obliga a enseñar: ya había recorrido el valle de los
espíritus. El río de leche de cristales corría bajo mis pies, caminé sobre el
puente y desde él vi formar cúmulos de espumas de cristales, estaba otra
vez dispuesto a encarnar en nuevos corazones de carne de hombres: la
Voz volvió a mostrar el camino... “¡Mira allí tus memorias!”... y mis
memorias fueron dibujando cada uno de los actos de mi vida. Una
secuencia de imágenes comenzaron a retroceder desde el mismo instante
de estar allí en el nicho de la cámara de granito y muerte, como haz de luz
viajaron hacia atrás, hasta mi nacimiento, recordándome cada una de mis
acciones. Todos y cada un de mis pasos, se volvieron a revivir con gran
fuerza, como si fuese en ese mismo instante que los viviese. Nada de mis
obras quedó sin revisar, volvía a sentir las sensaciones de hambre, de sed
y de dolor, los momentos de rencor e incomprensión: sentí dolor en mi
alma por lo que rechacé y dejé de aprender para mi espíritu. Mis acciones
de perfección emanaban para mi espíritu aromas indescriptibles de paz no
conocidos; en tanto las malas y desordenadas, me hacían sentir la
hediondez de las cloacas del “Nido de Almas” donde había crecido. Cada
memoria tenía grueso y peso y no podía cambiarla: lloré por las malas
memorias que herían mi alma, sentí dolor de alma por el tiempo perdido
en esta mi encarnación. Mis memorias muy lúcidas, diáfanas todas, me
acusaban ante mi propia conciencia, entonces, allí en la lectura de la
conciencia, comencé a tener Consciencia.
Y entonces, presentí y vi dentro del Manantial de Luz, el fuego oscuro de
la tierra amarga, el agua cenagosa, el vaho fétido cubierto de oro y plata
de posesiones de mundo, de razones, guerras y crímenes de la mente, y
allí no había espíritu luminoso dentro de la tierra amarga de ellos. Era el
lugar de los espíritus separados por los Maestros de Consciencia, aquellos
que recluían en aquellas botellas de cristal de dos dimensiones; una del
tiempo, donde se formaron sin conciencia y la otra del tiempo, donde
serán juzgados y destruidos en el mismo fuego que ellos avivaron. Y vi
entonces, que estos oscuros y fétidos espíritus se guardaban en cárceles de
roca, estarían allí para dar cuerpo de obscurecido espíritu, a la Bestia

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 74


Arado Protector del Espíritu

terrible y espantosa, que llegaría al final de los tiempos; ellos serían los
guerreros, asesinos, conquistadores de pueblos en nombre del dios de las
tinieblas; bendecirían las armas y guerras, vistiéndose de santos y
representantes de “Dios”, mientras serían fétidos como el aliento de toda la
Bestia reunida.

…Una luz poderosa de miles de soles cubrió mi propia Luz, que sin
desvanecerse, quedó dentro de ésta: no quemaba, era Luz de gran paz
indecible. No entendía en ese instante, hasta que la Consciencia habló,
enseñándome para que mostrase este Saber en el futuro, para los pocos
que llegarían al Templo de la Verdad... “La consciencia posee
pensamiento de consciencia: no es una razón; es la memoria clara y
limpia de su propia presencia, que piensa en su Ser y mantiene indeleble
su Esencia, las verdaderas memorias del Alma. Este pensamiento es el
que es leído ahora por la Suprema Luz, es LA MEMORIA MAYOR DE
TODAS LAS MEMORIAS, ella lee el pensamiento-conciencia humano,
sus recuerdos de Ser, separándolos de sus emociones, apegos y
pertenencias mentales de su mundo que ha creado para sí. La Luz Mayor
que ves y sientes, está desprovista de pensamientos, emociones,
sentimientos y formas mentales de los mundos, es una Luz de Esencia
dentro de la misma Consciencia y ella, en Consciencia, conoce su propia
Consciencia, que es su Esencia que no se mezcla con la conciencia de los
hombres y por esto, Ella puede juzgar cualquier pensamiento, porque es
Justicia para los hombres. Escribe esto en tu corazón, no en tu mente que
se deshace cada desencarnación, pues la Luz Mayor rechaza los
pensamientos y formas mentales del hombre que vive inconsciente, sin
memoria de su conciencia; impugna estas formas y sólo toma la esencia
de la conciencia del participante, para enviarle a la siguiente
encarnación. Graba esta Ley en la intensidad de tu espíritu y siéntelo en
tu cristal de fuego, porque únicamente así, esta Ley de Luz se graba en
cada parte de tu carne y se convierte en memoria de consciencia, pues lo
que aquí ves, tu luz dentro de la Luz; es la valoración de tu consciencia y
la respuesta Mayor de la Luz, que te preparara de acuerdo a cuanto
hayas logrado. Te prepara dando más Luz a tu cristal, para que cumplas
en las encarnaciones donde debes obtener la Luz de la Consciencia
Suprema. Todos los hombres de tu mundo deben llegar a ella; llegarán,
no importa el tiempo que ellos mismos determinen. Mira tu cristal, es
fuego sellando tu tiempo dentro de la Luz de la Consciencia; míralo y
siéntelo, pues por voluntad propia, tú has enfrentado la muerte y ésta ha
de llegar dentro de pocos instantes, cuando tu corazón deje de marcar el

75
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

tiempo de leer tus memorias en la sangre de tus venas, en ese momento se


acaba tu tiempo, esta vez, porque tú has decidido morir a la carne para
obtener el espíritu: habrás de morir, soltar de cada una de tus memorias
grabadas, la esencia de ellas y entonces, tu cuerpo no tendrá más vida en
esta carne que ahora posees”...

IMPLOSIÓN DE LUZ:
ERA LA IMPLOSIÓN DE LUZ: mi propia luz leía en Luz cuanto había
creado como vida, “la Luz de los hombres”… vi y sentí que los injustos
por su maldad alargan sus días de sufrimiento en la muerte y luego, en la
encarnación siguiente, porque la implosión en ellos pasa sin conocerse, sin
conciencia y caían en el vacío de sus mentes, que poco tenían para el
espíritu, no portaban Luz en sus células, poca memoria en sus Discos
Memoria, menos, conocimiento en su alma memoria de Creación.

ERA LA IMPLOSIÓN DEL SABER: el viento de las creaciones se


mostraba en mí como mi propia luz y nada más que mi luz; el hálito o
aliento de respiración de mi propio espíritu, esa respiración que desde mi
cristal, marcaba el reloj, los tiempos de mi existencia, que en fuerza de los
universos, ejerce todo poder de Creación.
ERA LA IMPLOSIÓN DEL SER: ahora sí, la carne se desprendió de la
carne, se soltaba el recuerdo del mundo; podía ver y sentir claramente las
memorias de esa mi encarnación, porque no fui hombre vano ni de
tinieblas, donde crece la sepultura y se pierde la conciencia. Mi cristal
pulsaba, “lo sentía en todos mis sentidos”, porque leía mis sentidos que se
alejaban; estaba indefenso ante la Sentencia de Justicia de la Consciencia;
moría mi carne pero estaba vivo mi espíritu y todo lo reconocía-aprendía.

ERA LA IMPLOSIÓN DEL HOMBRE: esa fuerza del Alma Suprema


reconociendo todo cuanto los hombres hacen en sus vidas; midiendo el
espíritu individual que se crea con las acciones de los hombres, porque el
espíritu-aliento del hombre, es el recipiente de él mismo y cada quién lo
forma desde su fuego-cristal y desde las creaciones del fuego de los
mundos, con el fuego de sus carnes y mentes: le da volumen con la tierra
de su carne, su cuerpo, el barro y el polvo de sus inclinaciones, sus
emociones y apegos de cuanto él considera es verdad, único y que posee
por siempre. Lo hace crecer con el agua de sus encarnaciones, que se
hacen mares de vida en las perfectas y cenagosas aguas de ilusiones
malolientes, de pertenencias de mundo, que aquí en la Luz, son leídas para
el siguiente libro de vida. Lo impulsa en el viento, el aliento de cuanto él

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 76


Arado Protector del Espíritu

mismo es y ha reconocido para ser cuando su esencia sea cristalina de


aromas de Saber.

ERA LA IMPLOSIÓN DEL FUTURO ARADO: mi propia obra se medía


y pesaba en la balanza de Luz, y la justicia me llamaba a ejecutar su
Justicia en el final... mi alma tomó cuerpo de paloma y mi espíritu forma
de esfera y mirada de ojo azul, luminoso, ante el Poder de la Justicia de la
Luz, que leía sin descanso, sin inmutarse; porque aquellos espíritus, todos,
y el mío, no tenían poder ante la Autoridad de la Luz; todos eran
sojuzgados sin piedad.

ERA LA IMPLOSIÓN DEL CRISTAL: mi pulsar universal se conectaba


al infinito y mi alma tomaba la fortaleza de las murallas, la sentía, me
diluía dentro de ella sin perder mi identidad, ahora sabía que era parte del
Alma de las Creaciones, y lloré, porque no estaba perfecto dentro de la
Gran Alma. Vi lo mucho que me faltaba y entonces la Luz señaló mi
camino futuro: “Para ese tiempo tomarás tu parte del designio y con él
impulsarás a muchos, habrás vivido para buscar perfección; así
aprenderás para ser Guía del Templo Luz y Ley Eterna”.

ERA LA IMPLOSIÓN DE LA CONSCIENCIA: la Luz de la Consciencia


habló otra vez en Justicia diciendo... “Esta Luz viene desde el Altísimo de
las Creaciones, es la misma Esencia de su Autoridad y Justicia, es la
Esencia que pulsa y conoce todo cuantos es”... Néctares indecibles
cubrieron mi ambiente de luz, una polifonía de voces y arpegios antes no
escuchados, se desprendían en indecibles luces que no se oían o veían con
los sentidos, se plasmaban dentro de la misma Esencia de mi Alma.

Todo podía tocar con mi espíritu, porque mi cuerpo ya no tenía tacto;


miraba con mis ojos de Ser Interior, todo más allá de lo evidente;
saboreaba con la esencia de la creación; entonces sentí por vez primera el
sabor de mi encarnación: amarga como carne que se pudre en la
incertidumbre, y dulce como el incienso que sube, cual reflexión del Ser.
La amargura de todos mis errores y la dulzura de mis aciertos me
juzgaron, dijo la voz... “Te hemos juzgado en justicia, estarás aquí el
tiempo de consciencia que necesites para aprender y regresarás, porque
tu tiempo no ha concluido, esta es la “Escuela del Saber” de los guías y
tú has tomado esta Enseñanza de vida para tus demás hermanos, es tu
consciencia ahora la llevarás a los hombres del final”.

77
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

ERA LA IMPLOSIÓN DE LA MUERTE: mi cuerpo “murió” como


mueren los mortales, mi corazón dejó de pulsar, mi tiempo se terminó; ya
no tenía nada en este mundo. En ese entonces, nací de una madre joven
que murió de parto; me regalaron al templo y el templo me crió: ninguna
posesión tuve más que mi propio Ser... Mi Luz tomó cada partícula de
carne y leyó su memoria. Vi cómo los pensamientos estaban pegados a las
capas de emociones de la célula y cómo ellas guardaban enloquecidas,
cuanto les pertenecía; ¡qué lucha tan dura de la Luz entre la carne! ésta,
muchas veces ennegrecida, guardando memorias profundas que no quería
soltar, se apegaba y pegaba a cuanta cosa era un pensamiento de posesión
de cosas incipientes: un guijarro del “Nido de Almas”, un tejido, unas
sandalias… ¡Qué brutal lucha! con los entes de oscuridad que pululan
dispuestos a llevarse cuanto les pertenece, el cuerpo mismo, si era de ellos
en sus obras oscuras de podredumbre. ¡Qué desgracia! Vi cercana a mi
dimensión de lectura de consciencia, cómo en ese mismo instante y dentro
del Manantial de Luz, otras conciencias eran leídas y no calificaron: sus
cuerpos fueron dejados a las tinieblas, porque no había obra de Luz dentro
de sus carnes; se pudrieron inmediatamente. Sus espíritus, reservados para
el gran Día del Juicio de este mundo. “Ellos infundirían aliento a la
imagen de la Bestia, al espíritu infernal para que la imagen hablase e
hiciese matar a todo el que no la adorase en ese tiempo”; porque estos
espíritus no fueron creados del Santo Espíritu, son el polvo y el barro de la
tierra, de la inmensidad de los cenagales y en la oscuridad de los mundos
de abismos que se oponen al Altísimo de los hombres. Ellos, al ser
desechados por la Luz, se eligen a sí mismos, hijos del dios de las
tinieblas, y un día, cuando la guerra que desde otros mundos se traslade a
éste, llegue y se haga real; en ese momento, estos espíritus tomarán hueso
y carne de muerte para los demás hombres: “Y estarás allí para tomar tu
parte en la destrucción de estos espíritus impuros; será el tiempo de
identificar la imagen falsa, porque lo perfecto debe salir a la luz del fuego
y el viento, del agua y del sabor a tierra. Estarás, porque has elegido ser
Luz, y la Luz cuando resplandece, destruye toda tiniebla a sus espíritus,
los amos del mundo de entonces”.

Mente ya no existía en mí; la mente del mundo es la loca matrona de los


sentidos y pensamientos de la razón mundana… Sumaba y sustanciaba
toda la esencia del pensamiento realizado que formé en consciencia.
Usaba otro diálogo del espíritu, pensaba en la consciencia que alimenta el
alma de los profetas. Entonces, otra vez la Consciencia habló... “Este es el
final del sendero: el del Verbo; cuando el iluminado oye la voz misteriosa

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 78


Arado Protector del Espíritu

que le habla clara dentro de sí, la que rompe el silencio de la ignorancia


que gobierna a los demás hombres, la de cada palabra creativa, dinámica
y amorosa. Cuando reconoce a su Ser insondable que está dentro de su
corazón, el que tiene Vida sin forma sin rostro, pero tiene Voz. Este es el
final del sendero: el del Verbo, cuando tu voz despierta dentro de ti:
cuando truena y resuena como Palabra Interior. Este es el final del
sendero: el del Verbo, el momento prodigioso y veloz en que palpa,
escucha y comprende toda la Sabiduría de la Ley”…

Y volví a sentir en mí pulsar Sellar, Indeleble, el tiempo de existencia en


las vidas de mi consciencia; ya no olvidaría más y morí al cuerpo de
Saris… Un pensamiento de Poder tendría a partir de ahora mi corazón de
carne en cada vida que reencarnase. Toqué con mi espíritu el Alma de este
Poder Ley y entonces, incliné mi espíritu para aprender más. Vi mi futuro
corazón humano; siete pétalos forman la flor de fuego que hay dentro de
él, allí está su propia alma de fuego, es como un cristal; uno de los tantos
que forman el esplendoroso río del Valle de Consciencia. Uno de estos
cristales del agua de ese río, de esa leche, es la morada de la memoria total
de mi corazón. Este cristal es el que es leído en el Manantial de Luz, luego
que cada cuerpo desencarna sus memorias y se apresta al nuevo estado de
vida; esto es cuanto aprendí en el Salón de los Espíritus, allí donde los
Maestros de Consciencia separan con el Alma Luz, el alma de la carne del
espíritu de los desencarnados, de todos los que se precipitan al oscuro
túnel, sin ningún Saber del espíritu; sin ninguna conciencia de su
existencia de vida y muerte… Salí del cuerpo y penetré en mi propia y
única cápsula de Luz… un cuerpo de energía Preexistente…
Estaba dentro de la cápsula de Luz, la parte donde se llega luego de caer
por el túnel, soltar la carne y apartarse totalmente de la materia que allí es
un compuesto de emociones, pensamientos y partículas de carne de las
posesiones: mi madre, mi esposa, mi hijo, mi cada cosa y todo lo que es
mío, es materia, masa para el espíritu; ilusión, “maya” para la
consciencia…

RESURRECCIÓN DEL GUÍA DEL TEMPLO


Mi Luz implosionó dentro de mi capsula de Días Creadores, me expandí
dentro de ella, tomé posesión de todo cuanto en conocimiento había
aprendido y el que estaba por venir. Y viajé a lo inconmensurable; fui al
pasado, me senté en medio de los Tronos de Luz, deambulé entre las
dimensiones y luego de un abrir y cerrar de ojos de la eternidad… regresé
por el túnel: ¡Ya no era oscuro! un arco iris de cristales giraba dentro del

79
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

conducto a velocidades de luz; otra vez 144 veces, mi corazón volvió a


pulsar como la primera vez que llegué en carne en este mismo cuerpo. A
gran velocidad 144 veces pulsó mi corazón, como un motor arrancó su
movimiento, luego serenó mi propio ritmo y tiempo. ¡Y regresé a mi
cuerpo! Abrí mis ojos y con ellos, los sentidos: había renacido en él,
estaba resucitado en mi misma carne; tieso estaba todo mi cuerpo.

Lentamente y a cada pálpito de mi corazón, fui sintiendo mi cuerpo y la


voz de mi Preparador replicó en mi Consciencia: “Han pasado tres y
medio años, equivalente a días, meses y tiempo en tus encarnaciones
futuras; ya estás listo, ya puedes regresar a la vida de los hombres que
necesitan de tus enseñanzas. Estás preparado para comprender a los
hombres, ellos son rudimentarios e incapaces, vanos y necios, porque no
se han internado en el sendero de la muerte y de la vida. Ahora levántate
conmigo, camina por este Templo de toda Sabiduría y Saber, porque de
aquí llevarás la luz a los llamados del final de los tiempos; si, allá cuando
el corazón de este día se detenga, al final de los tiempos”... Y así como la
muerte llegó por ayuno intermitente, los ermitaños del templo me
suministraban a gotas, sumo de algas y leche de nueces, de aquellas que
tiene forma de cerebro, de los árboles de las altas montañas… Y mi Guía
me mostró en consciencia el palpitar de Siete corazones de Tiempo y
Espacio y cada uno se llamaba Día de Creación, y vi los corazones y leí
sus tiempos totales; 13 mil billones de años sumaron todos hasta el último
momento, desde el instante que iniciaron su palpitar, hasta cuando el
Séptimo Día dejáse de palpitar. Y vi que mi corazón y el de todos los
hombres, palpitaba en el Segundo Corazón del Segundo Día Creador y
allí, dentro de él, palpitaban 144.000 hombres finales, hijos de la Verdad
guardada dentro del Manantial de Luz.
En la cámara de muerte, bajo el granito rojo, se guardó mi identidad, y
debajo del Gran Mausoleo blanco, mis pasos al final de los tiempos; allí se
deben reunir las almas de los hombres del cumplimiento; las vi llegar
todas y aún las palabras del cincel rutilante, el descifrado final...

Y el tiempo me levantó por el Templo y reviví la memoria del Maestro de


los Maestros, el Corazón de Consciencia del ANCIANO DE LOS DÍAS,
EL HIJO DEL ETERNO... logré resucitar de mí mismo; esto me permitió
verlo y ser testigo de cuantos al final de los tiempos se acercarán a Él: Yo
conozco los 144.000, vi sus símbolos con los que al final se presentarán,
cumpliendo el designio en el Templo Interno, que se eleva con altura de
techos y grandes pabellones: en espacios de Oriente, Occidente, Norte y

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 80


Arado Protector del Espíritu

Sur, que se cubre de cristales policromos y símbolos del arco Iris, del
origen del Templo. Vi el salón principal, sitio de los iniciados, los
Maestros de Consciencia del Saber Eterno, quienes leen sus libros,
escriben y meditan con sus lámparas de espíritu, en sus obras y
conocimientos, Libros de los Tiempos. “Guarda y cincela en tu
comprensión este símbolo del altar de la muerte, allí reconocerás a
cuantos hayan sido preparados en este Templo y tiempo”.

Los símbolos de la entrada, la puerta de madera y sus arreos de bronce, las


paredes, los muros, las piedras grabadas y los dibujos de colores, la altura
de sus techos y vitrales, la piedra y fuente de agua fresca; son los símbolos
del nombre y Templo de Landak. Allí reconocí al Anciano de los Días: me
mostró su Presencia y me enseñó su nombre para el momento donde debía
anunciarlo en la profecía del final de los tiempos y todo esto lo guardé en
mi corazón, nueva consciencia de nuevo palpitar, mi nueva esencia...

El arado es mi Manto... “Saris” fue mi nombre, después de resucitar: crecí


en edad y conocimiento y al cumplir los 54 años en aquella preparación
del Templo, salí al mundo de los hombres, viví entre ellos, y ellas, me
enseñaron el amor y el dolor, las dos fuerzas que ajustan el espíritu del
hombre. Esto aprendí en aquellos tiempos, hace 13 mil años y de un
continente hundido en el Atlántico; de allí vengo… Luego regresé al
Templo, donde hasta los 99 años, dediqué mi cuerpo a la perfección,
durante ese tiempo mi aprendizaje restante se transfirió sobre el Guía, el
Preparador, él me condujo al Salón de los espejos, a las Cascadas de
Consciencia que los pensamientos humanos no son capaces de penetrar y
reconocí al Gran Espíritu de la Consciencia, la Gran Memoria Ram que
antecede a la Creación de las humanidades. Me mostró en los espejos, el
Centro de las Eternidades y pude ver el futuro más cercano de los hombres
de este planeta llamado Tierra; viajé dentro de mí, en una Luz de
conciencia, a la Consciencia de los hombres...

ERA LA IMPLOSIÓN DE LA PREEXISTENCIA: la Consciencia miró,


escudriñó desde una Gran Luz mi pequeño ojo de espíritu; buscó y halló
los efluvios eternos en una nueva carne humana, y reconocí que el espíritu
del perfumista de luz permanece para siempre… ¡Saris!.. “Es la implosión
de tu luz viajando a nuevas velocidades de consciencia, de la inteligencia
que entera se contiene libre de todo cuerpo, infalible, impasible, inmóvil
en sí misma, que contiene todos los seres y los conserva en su ser, cuyos
rayos son el Bien, la Verdad, el arquetipo del Espíritu y del Alma. El Dios

81
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

que no es ninguna de estas cosas, y además es la causa del ser de todas


ellas y de cada uno de los seres en particular. Porque DIOS no dejó
ningún espacio al no ser, y todas las cosas provienen de los seres que
existen y no de los que no existen: porque lo inexistente no tiene
naturaleza como para llegar a la existencia ni para llegar a ser nada, y a
su vez, los seres que existen tienen naturaleza para nunca dejar de ser.

Porque el DIOS de la CONSCIENCIA no es inteligencia, sino la causa de


que la inteligencia exista. No es espíritu, sino la causa de que exista el
espíritu. No es luz, sino la causa de la existencia de la luz. Por donde el
DIOS DE CONSCIENCIA debe ser venerado con esos dos nombres,
CONSCIENCIA INTELIGENCIA, EL BIEN que sólo a Él le pertenecen:
porque ninguno de los demás que se llaman dioses, ni ninguno de los
hombres ni demonio alguno puede de manera alguna ser el Bien, sino
sólo el DIOS, que sólo es el Bien y no es ninguna otra cosa. Todos los
demás seres son incapaces de contener la naturaleza del Bien: cuerpo y
pensar son, y no tienen lugar que puedan contener el Bien”… fue la
ultima voz que escuche de mi Guía… veía el futuro sentía el presente de
esos tiempos, tocaba el pasado antes de esos momentos… y abrí mis ojos,
mi espíritu, mi mente, mi pensamiento reencarnó…

Fui un profeta entre leones… Mirad bien en vosotros, vuestra Luz de


consciencia...

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 82


Arado Protector del Espíritu

UN PROFETA ENTRE LEONES


“Saldrá de su Mansión, El Santo Innominado, El Grande Sin Fin e
irá allí sobre la montaña del Sur, y aparecerá en medio de su Fuerza
y Poder desde lo alto de los Sielhos.
Y todos se atemorizarán, y los ángeles rebeldes temblarán; temor y
gran temblor les cogerá. La montaña de hierro, de cobre, de plata, la
de oro, de estaño y de plomo, será ante el Elegido como cera, y el
Fuego de su Presencia, como agua que cae de lo alto sobre esas
montañas que se ablandarán a sus pies, hasta los extremos de la
tierra. Las altas montañas de poder se derrumbarán y las colinas de
tierra se bajarán, y fundirán como la cera ante la llama”.

Del Libro de los Tiempos “Juicio a los Ángeles Malditos”, Saber


que está escrito en profusos libros de la Tierra.

83
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

BABILONIA Y JERUSALÉN
Y regresé entre los hombres para aprender que la testarudez de la mente
es el atraso del espíritu… ¡Hay guerra! Es guerra en el reino de Joacim,
rey de Judá. Nabucodonosor de Babilonia sitió a Jerusalén. Hay gran
matanza: el imperio de judá cae, se hace polvo: los ejércitos son arrasados,
todas las riquezas de Israel, ganados y caballos, son botín de guerra. Los
ancianos, mujeres y los hombres que no resisten y viven, son hechos
esclavos. Los utensilios de la casa del dios de Israel van al tesoro de
Nabucodonosor... somos botín de guerra... los imperios siempre destruyen,
son la testarudez, el poder temporal sostenido por la ignorancia de causa y
efecto…

Hemos caminado desde Jerusalén, pasando por las tierras de las tribus de
Benjamín, Efraín, Gad, cruzando los desiertos de Amón hasta Babilonia.
Larga y forzada marcha caminamos, muchos han muerto por hambre,
espada y rebeldía a nuestros captores; quedamos quienes siguieron mis
consejos, mis visiones, cuanto guarda mi corazón… Los hijos del linaje
del rey han muerto casi todos, apenas unos pocos y yo, hemos quedado y
somos esclavos del Rey de Babilonia. Crecí en aquella familia en medio
de viñas y olivares, se me preparó como príncipe, para ser heredero de los
reyes: nací de la unión de mis padres mayores, me engendraron por amor:
ahora soy esclavo, y Aspenaz, jefe de los eunucos del rey, nos vigila en
este palacio, porque somos linaje real de los príncipes de Israel. Llevamos
tiempo aquí, tres años y medio; como los que pasé muriendo y resucitando
en la cámara de granito rojo… Aparte de los mayores, somos cuatro
jóvenes; aprendemos las costumbres de Babilonia y nos consideran
educados en la sabiduría de nuestro pueblo; fui instruido con los mejores
libros y maestros, hablo arameo, griego, latín; conozco lenguas de otro
continente, encarné en este pueblo de madre aramea y padre hebreo: esto
nos da dispensa ante el rey que espera de nosotros ciencia y buen
entendimiento, por lo tanto, se nos enseña las letras y la lengua de los
caldeos.

El rey señaló ración para cada día de la provisión de la comida del él, y
desde entonces, mis hermanos y yo, pedimos al jefe de los eunucos, que
nos dio nombres según la costumbre caldea a Ananías, Sadrac; a Misael,
Mesac; a Azarías, Abed-nego; y a mí, Beltsasar; le pedimos no ser
contaminados ni con el vino ni con la porción de la comida del rey en

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 84


Arado Protector del Espíritu

estos años, y puse ingenio y buena voluntad con el jefe de los eunucos
quien dijo; temo a mi señor el rey que condenaréis para con él mi cabeza.
Entonces respondí: te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez
días, y nos des legumbres a comer, y agua a beber y compara luego
nuestros rostros con los de los muchachos que comen de la ración de la
comida del rey, y haz después con tus siervos según creas… busqué esta
ración, pues desde mi anterior efusión terrestre como hijo de Safat en el
tiempo del Rey Acab de Israel, el Manto me ungió visionario y ya en los
últimos días, leche, miel, legumbres y nueces alimentaron mis visiones de
profeta…

Y consintió y aprobó los días y al cabo del tiempo, nuestro rostro apareció
mejor y más robusto que el de los otros jóvenes que comían las carnes y
viandas del rey; y aumentó nuestro conocimiento e inteligencia en todas
las letras y ciencias; y yo volví a recordar en visiones y sueños mis
memorias de preparación: el arado devolvió mi Manto y Verdad del
Templo. Retengo todo el símbolo, el código de leer e interpretar Libros y
libros del final. En el Templo aprendí, conocí y guardé para hoy mi
nombre. La luz penetrando en mí, en el punto luminoso del entrecejo, el
Manantial del palpitar Interior del Corazón y Cristal: allí aprendí a ver el
punto pequeño de luz en mi pequeña luz brillante; centrarla en mi mente,
dejarla limpia de imágenes e ideas del momento, limpias de pensamiento
del mundo; y por esto, puedo hacer este viaje por el tiempo que antecedió
al espacio actual donde me veo en Babilonia y ahora ha llegado el tiempo
que se nos presente, como consejeros delante del rey Nabucodonosor.

INTERPRETACIÓN DEL SÍMBOLO


Encarné en este tiempo, 2600 años antes del tiempo final de esta
humanidad, donde por atraso, la mente humana entraría en rebeldía
espiritual… Entonces el rey habló con nosotros y con los demás y dijo;
“no hay otros en mi reino como Daniel, Ananías, Misael y Azarías”; Y
así estamos delante del rey, y en todo asunto de sabiduría e inteligencia, el
rey nos consulta y nos halla diez veces mejores que todos los magos y
astrólogos que hay en todo su reino.

Es el segundo año del rey, y ha tenido sueños que perturban su espíritu, y


se le fue el sueño. Ya ha hecho llamar a magos, astrólogos, encantadores y
caldeos para que le explicasen sus sueños. Y han venido delante de él y les
dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño:
Rey, dijeron los caldeos; para siempre vive; di el sueño a tus siervos y te

85
El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

mostraremos la interpretación; y respondió el rey enfurecido, porque todo


rey posee razón de guerra y corazón de bestia, tiene inconsciencia y
testarudez de poder: El asunto lo olvidé; mostradme el sueño y su
interpretación y si no, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán
convertidas en muladares. Y si me mostráis el sueño y su interpretación,
recibiréis de mí, dones y favores y gran honra. Decidme pues, porque el
sueño se me olvidó. Y si no me mostráis el sueño, esa sentencia hay para
vosotros.
Y los caldeos respondieron delante del rey: no hay hombre sobre la tierra
que pueda declarar el asunto del rey; ningún mago, ni astrólogo ni caldeo;
porque el asunto que el rey demanda no hay quien pueda declararlo, salvo
los dioses cuya morada no es con la carne de los hombres mortales; y esto
decían los magos, porque reconocían abiertamente que Babilonia, sus
grandes murallas y portentosas piedras, habían sido construida por los
dioses que volaban entre las nubes, y esto también lo conocía el Rey.

Reencarné para conocer que la testarudez es la inconsciencia del saber…


Entonces el rey, con gran ira y enojo, mandó que matasen a todos los
sabios de Babilonia. Y se publicó este edicto de muerte; y me buscaron
con mis compañeros para ejecutarnos. Entonces hablé sabia y
prudentemente a Arioc, hombre grande y musculoso que me escuchaba
algunas veces, al que le relataba mis encarnaciones y pre-esencia a este
mundo, a quien le hablaba sobre el Reino de Sielho, que al final de los
tiempos se manifestaría en la generación del Sur del mundo. Arioc,
capitán de la guardia del rey, al que se le encomendó matar a los sabios de
Babilonia. Y pegunté prudentemente al capitán del rey: ¿Cuál es la causa
de que este edicto se publique así tan apresuradamente? Entonces Arioc
me hizo saber del sueño y del edicto. Y entré directamente ante el rey y
pedí me diese tiempo, y que yo mostraría la interpretación al soberano.
Llegué entonces a mi casa, llamé a Ananías, Misael y Azarías, mis
compañeros, y les pedí viajasen en ensueño al punto de Luz, como lo
hacíamos en el Gran Templo, cuando aprendimos a viajar por el túnel en
el Manantial de Luz; ellos y yo nos preparamos en el Templo, eran
también maestros de la dimensión y debíamos revivir las memorias del
sueño del rey para no perecer con los demás sabios de Babilonia.

Y fui al Templo de toda Sabiduría y Saber, que es en EL TIEMPO Y


ESPACIO y por sobre todos los hombres, penetré en mi Túnel, llegué al
Salón de los espejos, a las Cascadas de Consciencia, que son los
pensamientos humanos contenidos en el Espíritu de la Gran Memoria

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 86


Arado Protector del Espíritu

Ram, que antecede a la Creación de las humanidades. Y penetré al futuro


de los hombres que el rey veía como sueños. Y con la Consciencia
Suprema, leí la conciencia del rey; tomé esta Ley, porque ningún mortal
inconsciente puede tomar de ella para quitar la vida en Creación, que es
otorgada a las humanidades; porque vi que el rey en su orgullo y tozudez,
intentaba quitar la vida a hombres inocentes... Entonces, los Señores de
Consciencia, insertaron en mi Luz, la conciencia del rey, y conocí el sueño
que ellos mismos habían fijado como cumplimiento del final de los
tiempos: la profecía que debía darse a luz en el corazón y alma de quien
violentando la Justicia Suprema, adquiriese conciencia en el aprendizaje
del amor y el dolor.
Así, bendije a mi Señor de Sielho, que me permitió caminar por el Templo
miles de años antes; al bendito de Días en su Nombre siglo por siglo,
porque suyos son el poder y la sabiduría. Él muda los tiempos y las
edades, quita y pone reyes, da sabiduría a los sabios, consciencia y ciencia
a los entendidos del espíritu. Él revela en su Luz lo profundo y escondido;
porque conoce lo que está en tinieblas, y con Él mora la Luz indiscernible
que conocí en el Templo. Y dije en mi corazón y consciencia: “A ti, oh
Señor de mis Progenitores Mayores de donde vengo; te doy gracias y te
alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y me has revelado lo que te
pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey”.

Luego fui ante Arioc y le dije: no mates a los sabios de Babilonia; llévame
a la presencia del rey, y yo le mostraré la interpretación. Así, prontamente
fue ante el rey, y le dijo sin él saber, que yo había pedido tiempo al rey:
“He hallado un varón de los deportados de Judá, el cual dará al rey la
interpretación. Entonces me preguntó el rey ¿Podrás tú hacerme conocer
el sueño que vi y su interpretación?” Y respondí diciendo: El misterio que
el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden
revelar al rey, porque es un sueño o ideal personal de tu mente, una
precognición o anuncio del espíritu individual; pero está el Señor del
Templo en los Sielhos, lugar del origen de la Sabiduría y consciencia de
los hombres, el cual revela los misterios, y Él ha hecho saber al rey
Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu
sueño, y las visiones que has tenido; porque tu Oh rey, serás símbolo “de
andar ligero”, la muerte de los enemigos del iris en ese lugar del sur al final
de los tiempos.
Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que
ha de venir en los tiempos finales; así es señor tu inquietud, en el tiempo
donde volveré a interpretar esta visión; y el Señor de Sielho te mostró lo

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

que ha de ser. Y a mí me ha sido entregado este misterio, para que se dé a


conocer al rey y a los demás hombres su interpretación, y para que se
entiendan los pensamientos de tu corazón y del corazón de todos los
humanos, porque la vida del hombre tiene un destino en las tinieblas, y un
designio en la luz… “Veías, tú, oh rey, una gran imagen; muy grande en
gloria y sublime en poder sobre el mundo final, que estará en pie delante
de ti cuando vuelvas al tiempo del país al norte; su aspecto era terrible de
orden final; su cabeza de oro fino, de comprar mentes y espíritus de los
hombres; su pecho y sus brazos de plata brillante y engañosa como las
creencias de los hombres; su vientre y sus muslos de bronce, como el falso
poder de la guerra; sus piernas de hierro, como el tiempo que consume
humanidades en su herrumbre; sus pies, en parte de hierro y en parte de
barro cocido, como las falsas uniones de la verdad del mundo. Y mirabas,
hasta que una piedra, -un Saber- fue cortada de la Gran Montaña de la
Verdad Eterna, y fue lanzada sobre los hombres, no con mano humana,
sino desde el poder del Señor de los Sielhos, y cayó sobre la tierra del
tiempo de la imagen y la hirió en sus pies de poder y tiempo cumplido y
de barro cocido como hombres y mentes que se inclinan ante ella, y los
desmenuzó con su tiempo y poderes en este mundo del cual tú eres rey y
lo serás en ese tiempo sin corona. Entonces, también fueron
desmenuzados el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y
fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que
de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen –este
Saber que revela justicia- fue hecho un gran monte que llenó toda la
tierra. Este es el sueño; también la interpretación desde hoy hasta tu
tiempo y mi tiempo. Tú, eres rey de estos reyes; porque El Señor del cielo
te ha permitido reino, poder, fuerza y majestad, sólo símbolo de la
Babilonia que caerá al final de los tiempos; así será escrito y se cumplirá.
Hoy, tú eres aquella cabeza de oro, que será en esos días, Oro Poder y
gobierno del Gran Orden infernal de los tiempos finales…

Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer


reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino
donde tú ya no existirás, será fuerte en guerra como hierro; y como el
hierro desmenuza y rompe todas las cosas, ese reino final desmenuzará
con guerra y quebrantará con su orden todo el mundo. Y lo que viste de los
pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro,
será el reino político de ese mundo dividido; mas habrá en él algo de la
fuerza de guerra del hierro en cada nación.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 88


Arado Protector del Espíritu

Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y de barro cocido, la
política de ese tiempo será en parte fuerte y en parte frágil. Así como viste
el hierro mezclado con barro, se mezclarán los hombres por medio de
alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no
se mezcla con el barro: esa será la señal, porque en los días de estos reyes
de naciones, el Señor del cielo levantará un Reino Espiritual que no será
jamás destruido, ni será dejado al pueblo que tu esclavizas hoy, el que
intentará globalizar, desmenuzar y consumir a todos estos reinos, porque
el Reino Espiritual que yo enseño, permanecerá para siempre, de la
manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano
humana, el Reino Espiritual viene de la montaña de las estrellas y
desmenuzará el falso reino hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro de
ese orden de este pueblo, que se alzará como bestia final. Así rey, tú eres
un espejo de la conciencia de los hombres del final, por esto, el Gran
Señor te ha mostrado lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es
verdadero en los días que se cumplirán, y fiel su interpretación en el
Saber de Luz”.
Y asombrado e ignorando el camino espiritual de la consciencia, el rey
Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante mí, y mandó
que me ofreciesen presentes e incienso; y me habló y dijo: “Ciertamente
el Señor vuestro es Señor de dioses y de reyes, él revela los secretos, pues
pudiste correr el velo de este misterio”. Entonces el rey me engrandeció,
y me dio honores y grandes dones, y me hizo gobernador de toda la
provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia. Y
solicité y obtuve del rey que pusiera sobre los negocios de la provincia de
Babilonia a mis hermanos de Luz, Sadrac, Mesac y Abed-nego; y yo
estaba en la corte del rey.

Y por toda Babilonia se hizo conocido mi nombre; muchos desde los


poderosos señores de la corte, magos, comerciantes, gentes de todas las
alturas de la sociedad y los más pobres buscaban mis visiones. A los
sabios enseñé mis conocimientos de Luz; a los triviales, les di palabras de
esperanza, preparándoles para su madurez, y a los pequeños curé sus
heridas, repartí mis bienes y mi pan abundante por ser de la mesa del rey,
apenas solicitaban carne en sus cuerpos. Había regresado entre los
hombres a enseñar, mas vine para aprender, que la testarudez de la mente
es el atraso del espíritu… TODOS CONOCÍAN MI SABER ninguno lo
entendía, ni aun los escapados de Israel que visitaba enseñándoles la
existencia de un Dios de Luz, no de sacrificios de sangre y de muerte. Por
esto el Dios del Cielo había dado a Nabucodonosor, el poder de destruir el

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

templo de Jerusalén, así como será destruido la tercera vez, cuando en él


se siente la Bestia Meshiaj de tinieblas; destruido para siempre jamás, y
esto es cuanto interpreté en la imagen del rey, y así lo advertí para las
generaciones de ese tiempo…

TIEMPOS Y ESPACIOS DEL HOMBRE


Testarudo Nabucodonosor, porque pasábamos días, noches, caminos y
comarcas hablando del Templo de Luz; él conocía las Leyes del Altísimo
de los hombres. Testarudo, porque así y aún con mi Saber a los oídos de
su espíritu, hizo una estatua de oro, cuya altura era de sesenta codos, y su
anchura de seis codos: la levantó en el campo de Dura, en la provincia de
Babilonia y esto fue 600 años antes de la efusión primera en este mundo
Tierra, del Señor Corazón Luz del Templo; allí el Preparador me mostró
su Símbolo y me dijo: “pórtalo en tu corazón, Él llegará cuando tu
espacio y tiempo sea para guiar hombres, mentes y consciencias”.

Desde entonces le espero y señalo su Primer advenimiento en tierra de los


hebreos; nacerá de una virgen estelar, que desde el Templo preparan los
Ancianos de Consciencia, y la Segunda llegada será entre los carros
voladores o mansiones de cristal del cielo, con gran poder y gloria para
quienes oirán y leerán al futuro “las palabras del bálsamo genuino”.
Vosotros -dije un día a varios sabios babilonios- llegaréis para preparar su
Primera y Segunda Venida y revelé así, porque en el Templo de Luz
conocí del Preparador las palabras que preparan sus venidas... “Desde el
principio de los tiempos hasta el final; ¡Él es señalado de los siglos, el
Gran Ojo Juez y Asombro de los tiempos! Su semblante es belleza y paz y
no es anciano de edad, es poseedor de la Gran Sabiduría de las edades y
la irradia a todos los que se hacen uno con ÉL. De ojos alegres y pómulos
salientes y sonrientes: sus dientes blancos y parejos, su bigote y barba de
un sólo color, blanca, blanca y ella cubre sus orejas. Su frente es ancha
sin ningún entrecejo ni arruga, bondadosa, donde permanece la Verdad,
en absoluta armonía. Su estatura, de un metro setenta, o un poco más: Es
el Señalado de los Siglos y los Tiempos. ESE ES ÉL”...

Y envió que se reuniesen los sátrapas, los magistrados y capitanes,


oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las
provincias, para que viniesen a la dedicación de la estatua que él había
levantado, y estaban en pie delante de la estatua del rey Nabucodonosor.
Y el pregonero anunciaba en alta voz: “Mándase a vosotros, oh pueblos,
naciones y lenguas, que al oír el son de la bocina, de la flauta, del

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 90


Arado Protector del Espíritu

tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de


música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor
ha levantado; y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será
echado dentro de un horno de fuego ardiendo”.
Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de la bocina, de la flauta, del
tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de
música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la
estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado. Esa estatua era
una profecía, un anuncio cifrado, porque al final de los tiempos de este
mundo y de los hombres de la estatua, volvería a levantarse esta gran
imagen y su número sería 6.6.6, así estaba cifrado en la testarudez del rey
6, de sesenta codos de altura; 6 de los codos de anchura; 6 del campo de
“Dura” la imagen de Babilonia, en los 600 años antes del cumplimiento,
pues cuando se cumpla el 666, la gran Babilonia será gobernada por tal
número y hombre.

Por esto, en aquel tiempo algunos sacerdotes caldeos que adoraban las
serpientes y lagartos, el símbolo de la inva-sión extramundo, vinieron y
acusaron maliciosamente a los jóvenes, mis hermanos del Templo.
Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: Rey, para siempre vive. “Hay
unos varones, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de
Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; éstos, oh rey, no te han respetado;
no idolatran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado”.
Entonces el rey dijo con ira y enojo, que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-
nego. Al instante fueron traídos delante del rey.
Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abednego,
que vosotros no honráis, me honráis, ni adoráis la estatua de oro que he
levantado? Y ellos respondieron al rey, diciendo: “He aquí, es a nuestro
Señor del Cielo a quien servimos y no a tus dioses, ni tampoco
adoraremos la estatua que has levantado; porque es el SÍMBOLO DEL
FINAL DE LOS TIEMPOS, para las naciones del Reino Espiritual que ha
de quedar, comprendan desde ahora, que una gran imagen de poder
gobernará las naciones, las humillará y quitará su Esencia de Saber en
Luz”.

A la sazón Nabucodonosor, al que muchas veces di a conocer las visiones


del futuro, se llenó de ira, de tozudez, y cambió su rostro de aspecto como
de bestia, contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno
dispuesto para el castigo, se calentase siete veces más de lo acostumbrado;
porque él había dispuesto, que quien no se postre y adore la imagen,

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo. Y mandó a hombres


muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y
Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo.

Entonces, estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus
turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego
ardiendo. Y como la orden del rey era apremiante, lo habían calentado
tanto, que la llama mató a aquellos que habían alzado a los jóvenes. Y
estos tres varones, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo;
igual como al final de los días vi a toda la humanidad caer en ese horno
que se llamará el Orden mundial…

Pero no fueron destruidas sus vidas; se levantaron de sus ataduras dentro


del gran horno; igual que lo harán cuantos en “las encarnaciones
anteriores y en ésta, se preparan dejando atrás sus hábitos y vicios;
quienes formen desde ahora una mente nueva, joven y ágil, quienes
adquieren conocimiento” como el del rey que se espantó, y levantó
apresuradamente y dijo a los de su consejo: “¿No echaron a tres varones
atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey.
Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos que se pasean en medio
del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a
hijos de los dioses que bajan de las estrellas. Entonces Nabucodonosor se
acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y
Abed-nego, siervos de El Señor Verbo Altísimo, salid y venid. Entonces
Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. Y se juntaron
los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para
mirar que en estos varones, el fuego no había tenido poder alguno sobre
sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas
estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían, y se asombraron,
porque desconocían que cualquiera que viaje dentro de sí mismo, penetre
su túnel tiempo-espacio, se guíe con los Maestros de Consciencia al
Manantial de Luz, ES INMUTABLE a todos los fuegos del mundo.
Entonces, Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Señor de ellos que envió su
ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el
edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro
que su Señor. Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que
dijere blasfemia contra el Señor de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea
descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay en el
mundo, Señor que pueda librar como éste. Entonces el rey engrandeció a
Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 92


Arado Protector del Espíritu

Luego de este episodio, Nabucodonosor rey, conoció mi reencarnación.


Su inconsciencia y testarudez se convirtieron en saber; su corazón
comprendió el daño hecho a muchas naciones y entonces habló a todos los
pueblos y lenguas que moraban en toda la tierra: porque había aceptado
aligerar su karma, pagar cuanto debía ante la Justicia de la Luz, por lo
tanto, la Luz lo llamó para enseñar en su experiencia, el conocimiento de
los días de justicia final: “Paz os sea multiplicada. Conviene que yo
declare las señales y milagros que el Señor Verbo Altísimo ha hecho
conmigo. ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas!
Su Reino es reino Sempiterno, y su señorío de generación en generación”.

Y Nabucodonosor decidió pagar su deuda kármica con el Templo,


porque… “Hay error y razón en la mente de los hombres, por lo tanto, el
dolor es necesario para moldear al individuo en acción depuradora de su
propia ignorancia. Con él aprende a superar su espíritu en el presente,
pasado y futuro, donde el karma ley, es un ordenar de rigurosa fidelidad
para todo juicio que se provoque en rechazo a otra persona, el cual se
desata contra él mismo a su debido tiempo. Nada queda sin castigo en el
hombre; él verá en forma regresiva desde el nacimiento hasta su muerte,
todas sus buenas acciones, alegrías y desdichas; pero igual, verá el mal
que causó a otros en su libre accionar; los efectos en contra de la Ley que
profanó. Allí están las energías infernales que cada humano crea para sí
y que con la toma de consciencia, logra eliminar. Sólo así, la persona
asume el juicio de su engaño y prueba su propio castigo. Revive cada uno
de los acontecimientos de su vida física y conoce el castigo de su
degradación”.
Y mientras el rey estaba tranquilo en su casa, y floreciente en su palacio,
vi el sueño que le espantó. Tendido en cama, las imaginaciones y visiones
de su cabeza le turbaron; era la aplicación del karma en los siete impulsos
de Creación. Y vio visiones en su cabeza mientras estaba en la cama: “Me
parecía dijo; ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande.
Crecía este árbol, y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se
le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra. Su follaje era
hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo
de él, se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían
morada las aves del cielo, y se mantenía de él toda carne. Vi he aquí, un
vigilante y santo descendía del cielo. Y clamaba fuertemente y decía así:
Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su
fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas.

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El Rutilante Pensamiento Reformador
La Gran Memoria Ram

Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de


bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con
las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. Su corazón de hombre
sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete
tiempos”.
“La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la
resolución, para que conozcan los vivientes que el Verbo Altísimo
gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y
constituye sobre él al más bajo de los hombres”.

Entonces quedé fascinado por un tiempo, mis pensamientos vieron


desfilar la muerte de su pasado, sus injusticias de rey serían cobradas, y
así, interpreté el sueño: “Te echarán de entre los hombres, y con las
bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán
como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos
pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Verbo Altísimo tiene dominio
en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere. Y en cuanto a la
orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa
que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna.
Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: redime tus pecados con justicia, y
tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal
vez será eso una prolongación de tu tranquilidad”.

Y todo esto vino sobre el rey dando él mismo su testimonio: “Mas al fin
del tiempo, yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y vi al Protector
santo cerca de mí, él interpretaba mis sueños y sostenía con su sabiduría
mi reino y mi razón fue devuelta; y bendije al Verbo Altísimo, que envío
entre los hombres su Protector, y alabé y glorifiqué al que vive para
siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino es por todas las edades.

Ante él, todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él
hace según su voluntad en el poder del cielo, y en los habitantes de la
tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?”

APLICACIÓN DE LOS SÍMBOLOS


Nabucodonosor declinó con su reino que fue dado a su hijo Belsasar,
porque todo tiene su tiempo: “Tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo
de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de herir y de curar;
tiempo de destruir y de edificar; tiempo de llorar y de reír; tiempo de
endechar y de bailar; tiempo de esparcir piedras y de juntar; tiempo de

1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 94


Arado Protector del Espíritu

abrazar, y de abstenerse de ajustar; tiempo de buscar y de perder; tiempo


de guardar y de desechar; tiempo de romper y de coser; tiempo de callar
y de hablar; tiempo de amar y de aborrecer; tiempo de guerra y de paz y
tiempo de arar, sembrar la semilla y estar ante el Señor de las ovejas”: y
también mengüé mis fuerzas, conociendo la estupidez, que es señal de la
inmadurez humana. Envejecí para comprender que todo reino y poder
pasa, que nada de los hombres es para siempre; todo está sujeto a la
ilusión, al consumo del tiempo del mundo.

Hizo el rey un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia de los


mil bebía vino. Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los
vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído de
Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y
sus concubinas.
En aquella misma hora, aparecieron los dedos de una mano de hombre,
que escribía delante del candelero sobre lo encalado de la pared del
palacio real, y el rey veía la mano que escribía. Entonces el rey palideció,
y sus pensamientos lo turbaron, y se debilitaron sus lomos, y sus rodillas
daban la una contra la otra.
El rey gritó en alta voz que hiciesen venir magos, caldeos y adivinos; y
dijo el rey a los sabios de Babilonia: cualquiera que lea esta escritura y me
muestre su interpretación, será vestido de púrpura, y un collar de oro
llevará en su cuello, y será el tercer señor en el reino.
Hubo llanto y miedo en toda la corte; la mano escribía y ruido de
terremoto y fuego de naciones, un vocerío salido de las letras de fuego,
estremecía el salón principal del reino del hijo de Nabucondonosor: y la
reina, por las palabras del rey y de sus príncipes, entró a la sala del
banquete para aconsejar, y dijo: “Rey, vive para siempre; no te turben tus
pensamientos, ni palidezca tu rostro. En tu reino hay un hombre en el cual
mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre se halló en
él Luz e inteligencia y sabiduría de los dioses; es al que el rey tu padre,
constituyó jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, por
cuanto fue hallado en él mayor espíritu, ciencia y entendimiento, para
interpretar sueños, descifrar enigmas y resolver dudas”.

Entonces fui llevado delante del rey, y él me dijo: ¿Eres tú aquel de los
hijos de la cautividad que mi padre trajo de Judea?
Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretación, serás vestido
de púrpura, y un collar de oro llevarás en tu cuello, y serás el tercer señor
en el reino. Entonces respondí delante del rey: tus dones sean para ti, y da

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tus recompensas a los necesitados. “Leeré la escritura y daré su


interpretación; porque es el anuncio del final de tu reino y del final del
reino de los hombres sobre este mundo. Después de tu reino no habrá más
Babilonia y después de Babilonia no habrá más reino de los hombres
sobre esta Tierra: la señal marca el final de los días”.
El Verbo Altísimo El Señor, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre, el
reino y la grandeza, la gloria y la majestad de Babilonia en símbolo del
poder mundial final. Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos,
naciones y lenguas temblaban y temían delante de él; como temblarán ante
la Babilonia, el orden de los tiempos. A quien quería mataba, y a quien
quería daba vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba.
Él por su corazón de soberbia y espíritu duro en orgullo, fue tomado como
señal y depuesto de su reino; despojado de su gloria, fue echado de entre
los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los
asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y
su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el
Verbo Altísimo tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone
sobre él al que le place. “Así será la forma bestial de la Bab