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Manuel Fco.

Ortuño Sánchez

Manual práctico de aceites


esenciales, aromas y perfumes
© Copyright Manuel Fco. Ortuño Sánchez, 2006.
© Copyright Aiyana, 2006, primera edición. Todos los derechos reservados.

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento


informático, ni la transmisión de ninguna forma, ni por cualquier medio,
independientemente de la tecnología empleada, sin el permiso previo y por
escrito de los titulares de los derechos de la propiedad intelectual.

AIYANA ediciones, http://www.biomoon.net/aiyana

Para cualquier consulta pueden dirigirse a aiyana@biomoon.net

ISBN-13: 978-84-934522-1-6
ISBN-10: 84-934522-1-1

Depósito legal:

Impreso en España. Printed in Spain .


INDICE
Cap. página
Prólogo 5
Información importante 6
1 ¿Qué son los aceites esenciales? 7
1.1 Breve reseña histórica 8
1.2 Aceite esencial, esencia, aroma, perfume 9
1.3 Composición química de un aceite esencial 14
1.4 Biosíntesis, localización y utilidad para la planta de los aceites esenciales 18
1.5 Importancia económica de los aceites esenciales 21
2 Métodos de obtención de aceites esenciales 23
2.1 Hidrodestilación 24
2.2 Prensado/raspado 40
2.3 Enfleurage, enflorado o enfloración 43
2.4 Extracción con grasa en caliente 45
2.5 Extracción con disolventes 45
3 Precauciones en la utilización de aceites esenciales 51
4 Principales aceites esenciales 57
5 Descriptiva de aceites esenciales 64
6 Calidad de los aceites esenciales 96
6.1 Consideraciones generales 96
6.2 Variaciones naturales en la composición de los aceites esenciales 98
6.3 Métodos de reconocimiento y análisis de aceites esenciales 99
6.4 Adulteraciones, falsificaciones e ingredientes no intencionados 111
7 Principales usos de los aceites esenciales 116
8 Aplicaciones prácticas de los aceites esenciales 122
8.1 Conceptos básicos sobre perfumería 125
8.1.1 Historia 125
8.1.2 Clasificación de aceites esenciales en la elaboración de perfumes 126
8.1.3 Ingredientes de un perfume 130
8.1.4 Método de elaboración 138
8.1.5 Clasificación de perfumes 142
8.1.6 Descripción y clasificación de aromas 148
8.1.7 Importancia de los olores y aromas 151
8.1.8 Diseño de perfumes, preferencias aromáticas 152
INDICE
Cap. página
8.2 Ambientadores 159
8.2.1 Aceites esenciales útiles en la formulación de ambientadores 162
8.2.2 Otras funciones de los ambientadores 163
8.2.3 Tipos de ambientador 166
8.3 Aceites de masaje 175
8.3.1 Aceites vegetales de soporte 175
8.4 Sales y preparados para baños aromáticos 180
8.5 Grasas y jabones 182
8.5.1 Composición de las grasas 182
8.5.2 Parámetros habituales en el análisis de grasas y aceites 185
8.5.3 Descripción de los principales aceites y grasas 187
8.5.4 Identificación de aceites y grasas. Fraudes 192
8.5.5 Los orígenes del jabón 193
8.5.6 Fabricación de jabón 196
8.5.7 ¿Por qué limpia un jabón? 202
8.5.8 Consideraciones generales de la fabricación de jabón 203
8.5.9 El jabón como soporte de aceites esenciales 207
8.5.10 Oxidación atmosférica de ácidos grasos, grasas y jabones 211
8.5.11 Composiciones con aceites esenciales para perfumar jabones 219
8.6 Champú 220
8.7 Extractos de plantas. La alternativa a los aceites esenciales 223
8.7.1 Tintura alcohólica, tintura madre, tintura, extracto hidroalcohólico 224
8.7.2 Infusión 226
8.7.3 Decocción 228
8.7.4 Extractos con aceite vegetal 228
8.7.5 Oleorresinas o resinoides 229
8.7.6 Plantas medicinales sin aceite esencial o que no está disponible en el
mercado 231
8.8 Barnices y pulimentos de muebles 233
9 Producción de aceites esenciales como negocio industrial 237
10 Comprar aceites esenciales 241
Tablas 247
Anexos 253
Índice de materias 269
Bibliografía 271
Prólogo

Actualmente estamos inmersos en un resurgimiento de todo lo relacionado con


los productos naturales y los aceites esenciales no son una excepción. Ya sea de
forma independiente o como componentes mayoritarios o minoritarios de otros
productos, los aceites esenciales están presentes en cosméticos, jabones,
champú, lociones, perfumes, colonias, ambientadores, refrescos, licores, dulces,
condimentos...

La importancia económica e industrial de los aceites esenciales y de los


productos en los que entran a formar parte es tan grande, que aunque existen
revistas especializadas y se genera, en el ámbito mundial, una importante
actividad investigadora, en muchas ocasiones, gran parte de la información, en
especial la más básica, permanece difusa, queda en manos de grandes empresas
o permanece en círculos reducidos, más aún si tenemos en cuenta que es un
tema de interés en muchos sectores y aplicaciones. De esta forma, la
información difícilmente llega a un público más amplio, incluyendo un
profesional o un consumidor interesado.

Con el fin de solventar, aunque sea parcialmente, estas carencias, nace este
manual, fruto de un importante trabajo de estudio, investigación y análisis. La
idea original siempre fue la de componer un libro con abundante información,
que pudiera servir de guía tanto para el consumidor como para el aficionado a
los aceites esenciales o a alguna de sus aplicaciones prácticas, pero al mismo
tiempo contara con suficientes datos para servir de obra de consulta a
profesionales o a quien aspire a serlo en alguna de las materias tratadas.

Tras unos temas que sirven de introducción, en los que se tratan conceptos
básicos como ¿qué es un aceite esencial? o ¿cuál es su composición?, se
describen los métodos de obtención de los aceites esenciales. En un capítulo
posterior encontrará una descriptiva de los principales aceites esenciales,
incluyendo importantes datos de interés. Tras tratar los aspectos relacionados
con la calidad se da paso a diferentes apartados en los que se abordan las
principales aplicaciones de estas sustancias: la perfumería, grasas y jabones o
extractos de plantas son algunos de los temas incorporados. Dado el carácter
práctico de esta obra, en múltiples ocasiones se hacen alusiones a experiencias,
formulaciones o desarrollos, más o menos prácticos y como no, más o menos
útiles o aplicables, que el lector deberá valorar y cuyo propósito ha sido el de
aportar una información de relativa importancia que en un momento dado
pueda s er de ayuda en la realización de un diseño práctico de un equipo o en la
preparación de una formulación de un jabón, perfume, ambientador... Datos que
en la mayoría de las ocasiones sólo están disponibles por parte de empresas
especializadas. Considere las formulaciones sugeridas no como definitivas sino
como material de partida versátil sobre el que trabajar hasta lograr el final
buscado en cada caso.

El lector con pocos conocimientos sobre el tema en particular o relacionados no


debe perderse inicialmente en la gran cantidad de detalles aportados o en
conceptos muy técnicos para su nivel, sino que recomiendo se haga un
acercamiento global a la obra, centrándose en los detalles de los temas de más
interés. El libro, aunque estructurado en partes, forma un conjunto relacionado,
con detalles y conceptos que cobran importancia cuando se tiene una visión
global de la obra.

Dada la fuerte apuesta realizada con este libro, resulta casi inevitable la
aparición de errores u omisiones, por lo que cualquier idea, sugerencia y como
no, crítica constructiva, corrección o apunte que el lector quiera hacer llegar a
este autor será bien recibida y tenida en cuenta en futuras ediciones.

Información importante

• El autor ha puesto gran interés en contrastar personalmente gran parte de la


información, procedimientos y formulaciones que se incluyen en la obra, pero
en ningún caso se hace responsable de los posibles errores del texto o datos
incorrectos, a efectos de responsabilidades en la fabricación de productos o
formu laciones derivadas de la información contenida en este libro.

• El autor no se responsabilizará bajo ningún concepto de los accidentes o


violaciones de la ley vigente en cada Estado que puedan derivarse por la
utilización de productos químicos, sustancias y equipos mencionados en esta
obra. La responsabilidad y el uso que se haga de la información contenida en
este libro depende única y exclusivamente de la persona que lleve a cabo los
procedimientos y formulaciones que se deriven de esta obra.

• El manejo de productos químicos, equipos y la fabricación de formulaciones


y productos industriales debe ser supervisado por personas con los adecuados
conocimientos técnicos y realizado por personal con la suficiente formación,
siguiendo siempre las disposiciones legales vigentes. A este respecto conviene
indicar que la figura del químico siempre debe estar presente en los grupos de
trabajo relacionados con la I+D en cualquier sector en el que intervengan
productos químicos, así como el ingeniero químico en el dis eño y control de
procesos industriales en los que intervienen productos químicos.

Capítulo 1 ¿Qué son los aceites esenciales?


Los aceites esenciales son mezclas de sustancias obtenidas de plantas, que
presentan como características principales su compleja composición química y
su carácter fuertemente aromático (refiriéndonos al término aroma y no al
concepto químico de aromaticidad). De los millones de plantas existentes en
nuestro planeta, se conocen alrededor de 4000 aceites esenciales distintos,
aunque evidentemente, no todas las plantas contienen estas sustancias y las hay
que presentan una concentración tan baja que hace imposible su obtención
práctica.

Las plantas aromáticas son las que concentran una mayor cantidad de esencias
y por tanto constituyen la materia prima para su obtención, bien sea empleando
toda la planta, sólo sus hojas, flores, frutos o raíces dependiendo de la planta
concreta de que se trate. Así tenemos que para la albahaca, hierbabuena, menta,
romero o salvia, se utilizan las hojas, mientras que son las raíces las que se
emplean en el caso de la angélica, valeriana o vetiver; los frutos para pimienta y
nuez moscada; las semillas para anís, comino, hinojo... Y las flores para la
rosa, manzanilla o lavanda. En la Tabla 1 se incluyen ejemplos de plantas y la
parte empleada en la obtención del aceite esencial (una información más amplia
se incluye en la sección de Tablas).
Tabla 1. Partes de plantas empleadas en la obtención del aceite esencial

Aceite esencial Parte de la planta utilizada


Ciprés, jara Ramas
Lavanda, lavandín Sumidades floridas
Menta, hierba limón, eneldo Planta entera
Geranio, petitgrain Hojas
Neroli, rosa, ylang ylang Flor
Limón, naranja, mandarina Flavedo (capa externa del fruto)
Romero, tomillo, ajedrea, mejorana Planta entera con flor
Melisa Planta fresca
Abeto de Siberia Acículas
Manzanilla Flor seca
Canela Corteza
Cedro Madera
Lima Fruto entero
Clavo Botones florales
Vetiver Raíz
Mostaza semillas

Dado que los aceites esenciales se encuentran en muy pequeña concentración


en la planta, generalmente son difíciles de obtener, por lo que es necesaria una
gran cantidad de material vegetal (que hay que cosechar y recolectar) y si a esto
añadimos su carácter volátil y susceptible de fácil alteración, comprenderemos
el porqué de su elevado precio.

Pueden ser líquidos, la mayoría incoloros y de carácter volátil, los hay muy
viscosos o semisólidos, denominados bálsamos (bálsamo de Perú, bálsamo de
Tolú) u oleorresinas como la de pimentón, la paprika o el chicle.

1.1 Breve reseña histórica

Los aceites esenciales, resinas, extractos y especias son conocidos y utilizados


desde la antigüedad en gran número de aplicaciones: perfumes, ambientadores,
cosméticos, medicinas... Existen referencias en manuscritos egipcios, chinos y
hay alrededor de 200 citas en la Biblia relacionadas con estas sustancias.
«Aceite esencial» fue un término utilizado por primera vez en el siglo XVI por
Paracelso (famoso médico y farmacéutico) quien utilizó aceites esenciales
como medicamentos y los consideró como la «quintaesencia», o elemento
inmaterial presente en todo ser, propuesta por Aristóteles dos mil años antes y
que junto a la tierra, el aire, el fuego y el agua constituyen los elementos
fundamentales que conforman todo ser vivo o inanimado, según la teoría
aristotélica.

Entre los siglos XVI y XVII se prepararon por primera vez en las farmacias de
todo el mundo la mayor parte de los aceites esenciales de que se dispone en la
actualidad.

Con la llegada de la medicina moderna, la utilización de vacunas y antibióticos


sustituyó a los antiguos remedios basados en aceites esenciales, aunque desde
el siglo XIX su demanda creció hasta hacer necesaria la industrialización de la
producción debido a su empleo masivo en perfumes y sabores para
alimentación. Sobre el 1850 el fuerte impulso de la química orgánica sintética y
el análisis de componentes de algunos aceites esenciales llevó a la producción
de aceites aromáticos sintéticos que imitaban a los naturales de «wintergreen»,
vainilla o almendras amargas.

En la actualidad, los modernos métodos de análisis permiten una identificación


exhaustiva de los componentes presentes en los aceites esenciales,
particularmente los que lo están en cantidades traza, responsables del perfil
aromático, sutileza y finura de los productos naturales, lo que abre nuevas
posibilidades en la obtención de productos interesantes. Por otra parte, la
utilización de aceites esenciales como sustancias medicinales es una aplicación
que actualmente vive un nuevo impulso, al quedar englobada dentro del gran
auge que experimentan los productos naturales desde hace algunas décadas en
los países más desarrollados. Así, cada vez ven la luz un mayor número de
estudios y trabajos de investigación relacionados con interesantes
características y propiedades de los aceites esenciales.

1.2 Aceite esencial, esencia, aroma, perfume

Los aceites esenciales no son compuestos puros sino mezclas de multitud de


sustancias (es fácil que un aceite esencial sea una mezcla de más de 100
sustancias químicas distintas) que se encuentran en distintas proporciones y que
en conjunto proporcionan al aceite esencial sus características propias.
Conviene indicar que los productos que detectamos con nuestro sentido del
olfato forman parte de la esencia de la planta de que se trate. El aceite esencial,
en cambio, es el producto obtenido de la planta tras un tratamiento
fisicoquímico.

Entre los componentes de los aceites esenciales, una familia de hidrocarburos,


los terpenos son a menudo mayoritarios, llegando a alcanzar elevadas
concentraciones del 75% al 90% del peso total en aceites esenciales como los
de los cítricos (limón, naranja, lima, mandarina, bergamota y pomelo).
Paradójicamente, los terpenos o son inodoros o contribuyen muy poco al aroma
global y simplemente constituyen la «base» diluyente del aceite esencial,
proporcionando a éste su carácter volátil e inflamable y sus propiedades físicas
más fácilmente mensurables (densidad, viscosidad...). Los responsables del
aroma de los aceites esenciales suelen ser sustancias que se encuentran en
menor proporción, aunque hay excepciones. Se trata de compuestos orgánicos
con grupos funcionales del tipo: cetona, éster, alcohol, aldehído, éter... Cada
una de estas sustancias, en su estado puro, presenta un aroma característico, que
en ocasiones recuerda al de determinadas frutas o a olores peculiares, pero es el
conjunto de todas ellas, cada una en su correcta proporción, el que determina el
aroma y en definitiva las propiedades más valiosas de los aceites esenciales. Es
fácil pensar que sustancias que se encuentran en tan pequeñas cantidades no
puedan ser importantes para el aceite esencial en su conjunto, pero la realidad
es bien distinta y son estas sustancias traza las que conforman el perfil
individual y la «huella aromática» propia de cada aceite esencial.

Esta compleja composición de los aceites esenciales es la responsable de que


sigan teniendo un alto precio, ya que es muy difícil su fabricación artificial.
Piense que para poder copiar un aceite esencial, haciéndolo bien para que sea
idéntico al natural, en primer lugar hay que realizar un análisis químico
exhaustivo para determinar todos los componentes y sus concentraciones, labor
que requiere una ingente cantidad de trabajo, personal cualificado y medios
técnicos sofisticados. Posteriormente y conseguido el primer paso (dependiendo
del tiempo y medios empleados se conseguirá elucidar con mayor o menor
éxito la composición real del aceite esencial) queda la no menos ardua tarea de
localizar todos los componentes. Muchos son sustancias que se venden
comercialmente y que se obtienen también de aceites esenciales o se sintetizan
mediante reacciones de química orgánica, pero una parte de ellos no será fácil
de conseguir, bien porque no sean productos comerciales, bien porque su precio
sea incluso superior al del propio aceite esencial que se pretende imitar de
forma artificial. En definitiva, hacer un aceite esencial de forma artificial no es
imposible, pero desde luego es totalmente inviable para producirlo de forma
comercial entre otras cosas porque saldría, en principio, más caro que el
natural. Por estos motivos, las esencias artificiales que se ofrecen en el
comercio no son más que un pálido reflejo de los aceites esenciales, ya que en
su composición no contienen cientos de sustancias sino decenas a lo sumo y en
proporciones no tan ajustadas como en los aceites esenciales, además suelen
incorporar sustancias como disolventes o impurezas muy difíciles de eliminar y
que alteran las cualidades de la composición. Este tipo de productos, habituales
para aromatizar detergentes, jabones, ambientadores y perfumes baratos,
presentan un aroma muy intenso, basto y a menudo poco agradable, que en
poco recuerda a un aceite esencial.

Habitualmente suelen confundirse los distintos términos empleados de forma


comercial, a veces con el propósito de no aclarar bien qué tipo de producto es el
que se está ofreciendo. En general podemos hablar de:

Aceite esencial: sustancia obtenida de plantas aromáticas por diversos


procedimientos. Se les puede encontrar en el comercio con las denominaciones:
aceite esencial 100% puro, aceite esencial natural o simplemente aceite
esencial. Podemos encontrar también la expresión «esencia natural de...»,
aunque en mi opinión es más correcto e induce menos a error el término aceite
esencial. Es necesario tener en cuenta las distintas calidades que pueden
presentarse en el mercado.

Aceite esencial modificado: es un aceite esencial al que se ha añadido (o


eliminado) algún componente puntual para, por ejemplo, potenciar su aroma (si
añadimos anetol al aceite esencial de anís o si se eliminan los terpenos de los
aceites esenciales de cítricos «aceites desterpenados» para obtener un producto
aromático mucho más concentrado y evitar la oxidación de los terpenos por
oxígeno atmosférico). O aquel aceite al que se le mezcla un aceite esencial del
mismo tipo pero más económico para reducir el coste, o al que se le añade
cualquier tipo de diluyente para su uso en una aplicación en la que se requiera
un producto más diluido, o para intentar comercializarlo como un aceite
esencial de forma fraudulenta. El problema de estos aceites es cuando no se
especifica que no son 100% naturales o que han sido mezclados y se intenta
hacerlos pasar por aceites esenciales 100% naturales, constituyendo un fraude.

Esencias: bajo este calificativo es posible encontrar una amplia gama de


productos de distinta calidad, difícil de comprobar en muchas ocasiones y en la
mayoría de las veces no está clara su composición (para el consumidor que las
adquiere) o su origen o los ingredientes empleados en su fabricación. Se
fabrican a partir de un producto base al que se le añaden sustancias aromáticas,
que pueden ser aceites esenciales o productos químicos sintéticos, y un amplio
abanico de aditivos como conservantes, antioxidantes, colorantes... Pueden
imitar el aroma de aceites esenciales, de flores, o consiguen aromas y olores
artificiales que no existen en la naturaleza.
Según esta clasificación, el orden de mayor a menor precio, atendiendo al valor
real de estos productos, quedaría así: un aceite esencial es siempre más caro
que un aceite esencial modificado del mismo tipo y éste a su vez tiene más
valor que una esencia artificial que intente imitar su aroma.

Evidentemente esto no siempre se cumple y existen aceites esenciales


modificados como son los aceites esenciales desterpenados de cítricos cuyo
precio supera con creces al del propio aceite esencial, debido a que estos
productos se obtienen tras eliminar los terpenos del aceite esencial, que
constituyen los componentes mayoritarios en los aceites de cítricos.

El porqué se hace esto deriva del hecho de que para determinadas aplicaciones,
como en la obtención de sabores para alimentos, es mejor utilizar aceites
esenciales desterpenados ya que los terpenos no contribuyen significativamente
al aroma global y son propensos a la oxidación, convirtiéndose en derivados
oxidados que incorporan al producto un aroma a «rancio» diferente del original.
También podemos encontrarnos aceites esenciales modificados obtenidos a
partir de un aceite esencial al que se añade algún producto diluyente y en
cambio se ofertan a un precio igual o superior al del aceite esencial. En
capítulos posteriores se aborda el tema de la calidad de los aceites esenciales y
de la determinación de posibles fraudes.

Hasta aquí quédese el lector con los tres conceptos generales: aceite esencial,
aceite esencial modificado para mejorar alguna característica, para una
aplicación concreta o para su venta fraudulenta y esencias sintéticas, donde
tienen cabida el resto de productos que constituyen aromas y sabores para
alimentación, ambientadores... De esta forma podemos encuadrar cualquier
producto comercial con que nos encontremos en una u otra categoría y así
tener una cierta noción sobre su composición real o su origen.

En el comercio podemos encontrar los tres tipos de productos bajo gran


cantidad de denominaciones:

Cualquier sustancia denominada o vendida como «aceite esencial», «aceite


esencial natural», «aceite esencial 100% puro», «aceite esencial 100% natural»
por un proveedor de confianza y con un precio adecuado para un aceite esencial
(véase el Capítulo 10) constituye, con cierto margen de inseguridad, el producto
obtenido del material vegetal de que se trate según el aceite. Además, pueden
incorporar las denominaciones: «biológico», «ecológico», u «orgánico»,
haciendo referencia a la forma de cultivo de la planta y a la no utilización de
tratamientos fitosanitarios de tipo químico o al empleo de fertilizantes
químicos, según los casos. Tenga en cuenta también que de muchos aceites
esenciales existen varias calidades comerciales con precios distintos. Estas
mismas sustancias vendidas en establecimientos no especializados o a precios
extrañamente bajos no son, con toda seguridad, aceites esenciales auténticos.

Productos denominados «aceite esencial diluido con...» o que indica que están
mezclados con una base o diluyente o aquellos con precio demasiado
económico para un aceite esencial, son en realidad aceites esenciales
modificados, ya sean mezclas con otros aceites esenciales más económicos, con
aceites vegetales como diluyentes para diversos usos, con diluyentes
químicos...

Productos con bajo precio para el tipo de aceite y la cantidad vendida o que se
venden en establecimientos no especializados son, con toda seguridad, aceites
esenciales modificados, aunque en sus etiquetas se indique «esencia de rosa» o
incluso «esencia natural».

Productos con denominaciones del tipo «esencia», «esencia natural», «aroma»,


«aroma natural», «sabor a...», «saborizante», «sabor», «aroma o esencia para
alimentación», están formulados con mezclas de aceites esenciales y/o
sustancias químicas sintéticas a los que se añaden azúcares y aditivos como
edulcorantes, antioxidantes, conservantes, estabilizantes, colorantes, fijadores,
etc.

Bajo el término «perfume», «colonia», «agua de colonia», «esencia de


perfumería», «fragancia» se encuentran productos que pueden calificarse como
esencias sintéticas y que están constituidos por aceites esenciales y/o sustancias
químicas puras sintéticas o naturales en una base hidroalcohólica, de aceite
vegetal, o sintética, a la que se añaden además fijadores del aroma y otros
aditivos.

Es necesario remarcar que en principio ningún producto es mejor que otro y


que depende de la utilización a la que se destina y de su relación calidad/precio,
la elección del más apropiado, si bien siendo conscientes en todo momento de
qué es lo que se adquiere.

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