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Bernard Aucouturier y la

Práctica Psicomotriz
1.-Es un pedagogo francés creador de la práctica psicomotriz.

2.-Comenzó a trabajar en Lyon como profesor de educación física, pero comprobó


rápidamente que no le interesa esta profesión, estaba demasiado orientada hacia
el deporte.

3.-Llamado a Tours por un equipo que reeducaba niños sordos, decidió orientarse
hacia los niños y niñas con dificultades.

4.-Aucouturier trabajó e investigó durante 35 años en Tours, donde creó la práctica


psicomotriz a partir de la observación de los niños y niñas. Su investigación fue
constante y terminó siendo director del Centro de Educación Física Especializado
de Tours, Francia.

5.-Bernard Aucouturier establece las bases del desarrollo y la práctica psicomotriz


además de dar valor a la acción y a la observación del movimiento.

6.-De hecho, su obra más significativa es “Simbología del Movimiento” donde


explica grandes aportaciones:

 Las acciones que el niño realiza, nos hablan de su propia historia. A través de
ellas podemos saber qué es lo que le está ocurriendo, en que etapa madurativa
está (independientemente de su edad), cómo se relaciona, cómo está en el
mundo.
 A partir de la expresividad espontánea, de sus acciones y sus juegos, ponen de
manifiesto las relaciones que establecen con el espacio, el tiempo, con los objetos,
las personas y con su propio cuerpo.
 La observación activa de estos parámetros nos permite conocer su nivel de
maduración en sus facetas motriz, afectiva y cognitiva, así como los bloqueos,
fijaciones y alteraciones de las mismas que impiden el desarrollo armonioso de su
personalidad.

“LA PRÁCTICA PSICOMOTRIZ ACOMPAÑA AL NIÑO EN UN


ITINERARIO DE MADURACIÓN PSICOLÓGICA QUE VA DEL PLACER
DE ACTUAR AL PLACER DE PENSAR”.
BERNARD AUCOUTURIER
La práctica psicomotriz educativa Aucouturier parte de los aportes teóricos
de grandes psicólogos y neurólogos como Dupré, Wallon, Piaget,
Ajuriaguerra, Winnicott, Emmi Pikler. Esta base teórica da pie a Bernard
Aucouturier para establecer una práctica psicomotriz específica que ayude
al niño a evolucionar en su desarrollo psicológico y motor en los primeros
años de vida.

Ambos desarrollos están íntimamente ligados en el ser humano. El aporte


de Aucouturier es esclarecer las conexiones entre ellos, proponer un
itinerario madurativo que va desde lo sensoriomotor a lo psíquico e
impulsar la práctica en diferentes países.

Actualmente, esta actividad esta regida por la Asociación Europea de


escuelas de Formación en Práctica Psicomotriz (ASEFOP) que desarrolla
formaciones por todo el mundo: España, Alemania, Bélgica, Italia, Portugal,
Argentina, Brasil, México…

Es un trabajo avalado por más de 30 años de trabajo de Bernard


Aucouturier con niños en el Centro de Educación Física Especializada de
Tours (Francia). En España, el desarrollo de esta práctica también está
avalado por múltiples escuelas y profesionales que han dedicado la mayor
parte de su vida al entendimiento del niño y al desarrollo de la práctica
psicomotriz educativa.

La Práctica Psicomotriz educativa Aucouturier (PPA) es un modelo de


intervención educativa, no directiva que acompaña al niño en su
crecimiento madurativo. Parte de su expresividad motriz, su forma de ser y
estar (única en cada individuo) y se desarrolla en un dispositivo espacio-
temporal donde los niños evolucionan desde la pulsión y la emoción hacia la
descentración y el pensamiento.
OBJETIVO DE LA METODOLOGÍA DE AUCOUTUDIER:

La Práctica Psicomotriz es un método que tiene por objetivo la


maduración psicológica de los niños y niñas a través de la vía motriz.

¿QUÉ ES LA PRACTICA PSICOMOTRIZ DE AUCOUTUDIER?


 El proceso que va de la acción, el juego y el movimiento a la generación de
pensamiento, es decir el proceso por el que el niño accede al mundo
simbólico y desarrolla sus representaciones mentales conscientes e
inconscientes a partir de sus acciones, sus sensaciones y sus emociones.
 Los niños reales son niños que saltan, corren, ríen, gritan, lloran, y todo ello
tiene un sentido cuyas claves nos proporciona la teoría que, basada en la
comprensión psicodinámica de la actividad infantil, nos permite comprender
el sentido profundo de todo ello y en consecuencia nos abre un campo de
intervención ajustada para que el niño transforme sus impulsos, los
canalice, los exprese, incluso los represente en imágenes y creaciones
propias.
 Para todo ello la Practica Psicomotriz se basa en una pedagogía de
espacios y tiempos que permite al niño realizar el proceso que va del
“placer de jugar y de moverse al placer de pensar” en un marco concreto
que es la Sala de psicomotricidad, un espacio rico, variado y lleno de color,
en el que la presencia de un adulto atento que acoge y contiene las
producciones de los niños y las niñas, sus dificultades, sus miedos, sus
descubrimientos, sus deseos, su placer y sus emociones, acompaña de
manera activa y empática su proceso de maduración.
 Por todo ello podemos decir que la Práctica Psicomotriz favorece el
desarrollo armónico de la persona porque es un medio privilegiado para
estimular los procesos de crecimiento y de desarrollo de la propia identidad
a partir de aquello que es más genuino en la infancia que es el juego
espontáneo.
Estos principios se encuentran en las dos orientaciones primordiales de la
Práctica:
 Práctica Psicomotriz Educativa y Preventiva
Encuentra su campo privilegiado de implementación en el ámbito escolar
entre los 0 y los 7 años. Favorece el desarrollo de bases madurativas
sólidas para que los niños realicen el proceso que permite transformar la
energía corporal y pulsional en acciones eficaces, y en pensamiento.
 Terapia Psicomotriz
Es una terapia que actúa a través de la movilización corporal, el juego y el
movimiento con el fin de reestablecer o en su caso instaurar la integración
de los impulsos y sensaciones en el aparato psíquico. Se orienta a trabajar
con niños que presentan dificultades de todo tipo, alteraciones
psicomotoras, déficit de atención, hiperactividad, dificultades emocionales,
adaptativas y/o de aprendizaje, autismo, discapacidad, parálisis cerebral.

AUCOUTURIER

bernard aucouturier : (edad 82 años)


nacionalidad: francesa

Pedagogo francés, creador de la práctica


psicomotriz, fundador de la asociación europea de
escuelas de práctica psicomotriz, reconocido por
idear la práctica psicomotriz aucouturier para las
escuelas infantiles.

Su metodología:

Su metodología o práctica nacida en francia en


la década de los 70, está basada en el concepto
de psicomotricidad, proceso de maduración
que corresponde a un periodo del desarrollo
infantil en el cual la sensoriomotricidad es
inseparable de la génesis de l os procesos
psíquicos conscientes e inconscientes, es decir,
con la generación del pensamiento, en dicho
periodo el niño necesita del movimiento para
poder pensar, o incluso, en momentos
tempranos, la propia acción se identifica como
pensamiento; estadío básico para el desarrollo
de la personalidad, pensar y actuar, por lo que
es vital la creación de un marco metodológico y
pedagógico adecuado para que el movimiento
pueda desarrollar el pensamiento.

bernard aucouturier ideó este marco para la


práctica de la psicomotricidad en las escuelas
infantiles, lo que hoy conocemos como práctica
psicomotriz educativa, tanto él como algunos de
sus predecesores establecieron la existencia de una
relación consistente entre el movimiento y el
desarrollo de la cognición, y que la educación del
movimiento no sirve sólo para el entrenamiento del
mismo, para el placer o para la salud física, cuerpo
y mente se unen en la psicomotricidad de manera
que los contenidos motrices se convierten en
medios para el desarrollo de funciones superiores
como el pensamiento, la comunicación, la
afectividad o la creatividad.

por tanto, se piensa en la práctica


psicomotriz como una metodología que favorece
que el niño experimente a través del movimiento,
perciba su propio cuerpo y construya su pr opia
identidad, facilitando el estímulo de los procesos
que abren a la comunicación, la expresión, a la
simbolización y a la descentración, los
factores necesarios para acceder al pensamiento
operacional.
de la misma manera que las actividades físicas que
se practican habitualmente en la etapa de primaria
no tienen cabida en la psicomotricidad infantil,
esta práctica psicomotriz tampoco tendría sentido
en el momento en el que los niños ya han superado
el estadio preoperacional.

Así, se hace necesaria la implantación de


un marco metodológico que haga todo esto
posible. Ante ello, Bernard Aucouturier ofrece
una solución en forma de itinerario que el niño
recorre hacia su maduración mental, y además
propone un recorrido ajustado al proceso
madurativo de cada niño, para lo que se
establece una distribución de espacios en la
sala de psicomotricidad, la diferenciación de
una serie de momentos o fases mediante
ciertas estrategias que dirigirán las sesiones, y
unas actitudes concretas por parte del
psicomotricista, todo ello dirigido a favorecer el
paso “del placer de hacer al placer de pensar ”,
en palabras del señor Aucouturier.

Conclusión
Para nosotras, la Práctica Psicomotriz Aucouturier abre una
puerta que conduce hacia un espacio donde por fin cada niño
realmente puede aprender jugando. Jugando de verdad, a lo que
él quiera y como él quiera, respetando únicamente las normas de
convivencia. Y no sólo jugando sino además a su propio ritmo que
es el único espacio en el que de verdad se ha visto grandes
premisas de la Educación Infantil. Y a la vez, la actividad por la
que hemos sentido la motivación más intensa por parte de los
propios niños. También percibimos el único espacio en el que se
les permite demostrar sus capacidades, tanto físicas como
cognitivas y mostrarse tal y como son; en el que pueden romper
ese orden artificial, tan alejado de sus características
psicológicas, que todavía impera en la Educación Infantil; en
el que realmente tienen libertad y en el que no importa el
caos que se genere; el único lugar donde pueden de verdad elegir
su forma de relacionarse y de actuar en función de su estado
emocional, puesto que a nadie le va a molestar que no participen,
que lo hagan muy activamente , que se pasen la mayoría del
tiempo tumbados, o incluso escondidos.

Entrevista:
CONCEPCIÓN DE INFANCIA

P: ¿Cuál es su concepción de la infancia en la sociedad actual?

R: En general el niño es visto como un pequeño adulto que debe convertirse rápidamente en
adulto maduro. Sin embargo, el niño tiene una originalidad, una manera de ser, de expresarse y de
pensar. Pienso que es necesario respetar el desarrollo propio de cada niño: el niño no es un adulto
en pequeño. El niño es niño con su originalidad y sus características. El niño tiene necesidad de
tiempos, que se le respete su ritmo de desarrollo y su forma de pensar, que no es la del adulto,
pero debemos ayudarlo progresivamente a adquirir un pensamiento más maduro.

P: ¿Su concepción es una concepción de respeto al niño?

R: Cierto, una concepción filosófica, psicológica y pedagógica de respeto al desarrollo del niño.
Pero hoy es muy difícil contener las presiones ejercidas sobre el niño por parte de las familias o de
la institución escolar, pues éstas piensan que el niño debe adquirir lo más rápido posible un
máximo de conocimientos, sin saber si este tiene posibilidad de adquirirlos, sin preguntarse si el
niño los puede integrar. Este es por lo menos el problema de la escuela pues la adquisición de los
conocimientos y de la cultura requiere una maduración tónico-emocional indispensable, que no es
alcanzada por todos los niños a la misma edad.

LA PRÁCTICA PSICOMOTRIZ

P: ¿Cómo definiría su trabajo en la Práctica Psicomotriz con los niños de 0 a 10 años?

R: Yo he trabajado con los niños de jardín de infancia, de escuela materna, de escuela primaria,
tanto en el plano educativo como con niños que presentaban trastornos de comportamiento y del
aprendizaje y con niños que presentaban trastornos graves de personalidad. Se trata de una
experiencia de alrededor de cuarenta años en el curso de la cual he elaborado progresivamente la
Práctica Psicomotriz como una ayuda al desarrollo global del niño a través del cuerpo y la
expresividad motriz. Se trata de una ayuda que tiene un marco, unos objetivos, unos medios, y
que requiere una actitud del profesional. La Práctica Psicomotriz educativa la concibo como un
itinerario de maduración psicológica a través del cuerpo.

P: Por tanto, entendemos que la Práctica Psicomotriz es su concepción de la psicomotricidad.


¿Podría explicarnos un poco más en profundidad esta concepción?

R: Es un discurso bastante largo pero yo puedo tratar de resumiros esta concepción. Frente a la
confusión que dominaba en el campo de la psicomotricidad, y que domina todavía, he tratado de
precisar mi concepción de la psicomotricidad a través del concepto de Práctica Psicomotriz, que se
dirige principalmente al niño hasta 7/8 años: libertad de acción desde los primeros meses y el
juego espontáneo están en la base de la Práctica Psicomotriz. En el juego espontáneo existe una
dimensión psicomotriz por excelencia que pone en evidencia la amalgama de sensaciones de la
tonicidad, de la gestualidad, de las emociones, de las representaciones conscientes e inconscientes
y del placer de actuar. El juego espontáneo es pues la dimensión psicomotriz por excelencia y es
un momento único del desarrollo psicológico del niño antes de que se instale en la realidad de la
cultura a partir del fin del pensamiento mágico hacia el sexto año. El juego es un poderoso proceso
de simbolización contra la angustia y el miedo, el juego está pues al servicio del ser en devenir. El
juego espontáneo es la forma privilegiada de la expresión del niño; es vital, pues jugar es vivir.
Jugar es representarse, jugar es afirmar su existencia en el mundo.

EL ROL DE LA EDUCADORA O EDUCADOR

P: ¿El rol de los educadores es pues muy importante?

R: El rol de los educadores es ciertamente muy importante pues estos deben tener en cuenta
todas las formas de expresión infantil: el juego, el dibujo, el modelado, las construcciones, la
pintura y la palabra; de ahí la importancia de la formación en este aspecto psicológico del
desarrollo del niño a través de las actividades no verbales, condiciones esenciales de la seguridad
afectiva. En este sentido, podemos distinguir entre la palabra del niño, que es del ámbito de su
interioridad psíquica y emocional, y su lenguaje, que es más del ámbito semántico. El educador
debe pues ayudar al niño a liberar su palabra y hacerle descubrir lentamente el aspecto semántico
del lenguaje. Para esto, ayudarle a descentrarse de sus pensamientos mágicos y acceder al
pensamiento operatorio hacia los 6/7 años.

P: ¿Podría decirnos algún ejemplo en su camino profesional sobre el “bloqueo del niño”?

R: Por ejemplo, si no respetas la expresión emocional del niño a través del juego espontáneo, el
niño se arriesga a vivir retenciones emocionales que pueden crear graves trastornos psicológicos y
somáticos, pues las emociones circulan a través del juego espontáneo. Las emociones son
indicadores de la evolución de la especie humana tales como la cólera, el miedo, la alegría, el asco,
mientras que el placer y el displacer proceden de una relación con el objeto maternante. Por esto,
toda emoción positiva o negativa amenaza despertar el placer o el displacer, sabiendo que el
placer abre el mundo y el displacer cierra esta apertura
P: ¿Qué puede decirnos sobre los parámetros que utiliza para la observación del niño cuando él
actúa y juega?

R: El primer parámetro, en mi opinión el más importante, es la emoción. Se trata de identificar los


cambios, porque me parece que el bienestar o el malestar es el parámetro más importante, pues
la dimensión tónica emocional decidirá completamente el futuro del desarrollo del niño. Otro
parámetro es el de la simbolización: es decir, la capacidad de representarse a través del cuerpo, de
representar una historia pasada, la de sus relaciones con el objeto maternante, relaciones que van
a determinar las capacidades de comunicar. Otro parámetro de observación es el del cuerpo:
observar las capacidades instrumentales como la coordinación, el equilibrio, los apoyos en el
suelo, la deambulación, y la capacidad de identificar su imagen corporal en el espejo, imagen que
viene a reparar la imagen que el niño ha incorporado del objeto maternante. El juego espontáneo
es para el niño el medio a través del cual representa este simbolismo.

P: ¿Cuál debería ser la actitud del educador hacia el niño?

R: He encontrado a educadores-profesores que tenían un sentido de la relación próxima con el


niño, una relación cálida y una autoridad natural, pero yo pienso que esto es excepcional. Es pues
necesario que los educadores profesores se formen en una actitud respetuosa hacia el niño:
acompañar las potencialidades del niño, apoyar el progreso desde la más tierna edad, escuchar las
emociones y comprender el ritmo del desarrollo del niño. En fin, formarse en la competencia de
dar sentido a lo que el niño hace. Por ejemplo, el sentido de llenar y vaciar es una actividad
repetitiva que permite al niño tranquilizarse en relación a la presencia y a la ausencia del objeto
madre. Por ejemplo, identificarse en juegos de rol con héroes como medio de omnipotencia
mágica permite que el niño se libere de los miedos debidos a la soledad. No excluyo la necesidad
de ciertos momentos de actitud de firmeza verbal hacia el niño para contener sus excesos
pulsionales motores, los excesos emocionales, y así ayudarle a mantenerse en la dimensión
simbólica. Yo creo que la ternura, la ley y la cultura son los lemas de la educación del niño.

P: A menudo los educadores encuentran situaciones difíciles de gestionar como la ira, las
agresiones, los mordiscos, todas estas actitudes que no son comprendidas y que los educadores
no saben cómo responder.

R: Es verdad que los educadores-profesores no tienen los medios para ayudar a los niños, lo que
requiere una formación para la comprensión de los comportamientos difíciles, así como la
formación en una pedagogía en la que “el niño estaría en el centro del dispositivo educativo”,
donde es acogido, escuchado, incluso permitiéndole ser él mismo; esto evitaría muchas reacciones
emocionales negativas tanto hacia los profesores como hacia los otros niños. Si se trata de una
pedagogía en la que el niño está en el “centro del dispositivo educativo” se quiere decir que se
comparte la experiencia, la búsqueda individual y colectiva, que son fundamentales en la eclosión
y en la estimulación de la inteligencia. Compartir sus propios conocimientos muscula la
inteligencia. Se trata de una pedagogía abierta a cada niño en la que éste será animado a descubrir
y después a desarrollar sus propias potencialidades, incluso las más limitadas, con la ayuda de un
educador-profesor. En el futuro la pedagogía será cada vez menos colectiva, pedagogía colectiva
que ha tenido sus horas de gloria cuando era indispensable aprender las bases culturales en la
escuela: leer, escribir, contar. Pero en el futuro, estas bases serán aprendidas en gran parte gracias
a las técnicas numéricas de aprendizaje (Internet, tabletas y pizarras electrónicas). Sin duda, habrá
siempre una enseñanza colectiva pero que tendrá mucha menos importancia en beneficio de una
enseñanza más individualizada, más respetuosa de las potencialidades del niño, en la que cada
niño encontrará mejor su sitio en el grupo clase.

LA FORMACIÓN

P: Si la formación en observación es esencial. ¿Dónde se puede encontrar esta formación?

R: Se trata de una observación directa del niño en situación de acción de jugar espontáneamente;
pero esta observación requiere una preparación específica que raramente se ofrece en la
formación de los educadores. Esta observación es psicología en acción.

P: Según usted, ¿cuál debería ser la vía formativa para un buen desarrollo del niño?

R: La base de la formación de los educadores necesaria para un buen desarrollo del niño es, en
primer lugar, una formación personal, a fin de adquirir la seguridad afectiva indispensable para
transmitir, para que el niño mismo experimente la seguridad afectiva y el placer de aprender. No
hay placer de aprender sin seguridad afectiva. Pienso que un buen educador es siempre “el que se
hace la pregunta ¿Por qué este niño está así hoy?”.

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