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Tema 5. La evaluación de los procesos de aprendizaje del alumnado de Educación Primaria.

Características, estrategias, técnicas e instrumentos de evaluación. Promoción y planes


específicos de refuerzo.

ÍNDICE

Justificación.

Introducción.

1. La evaluación de los procesos de aprendizaje del alumnado de Educación Primaria.


1.1. Concepto de evaluación.
1.2. La evaluación en el marco normativo.
1.3. Tipos de evaluación.
1.4. La evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje.
1.5. La calificación.
1.6. La evaluación individualizada de 3º de Primaria y la evaluación de final de etapa.

2. Características, estrategias, técnicas e instrumentos de evaluación.

3. Promoción y planes específicos de refuerzo.


3.1. Tratamiento de la promoción del alumno o alumna en la etapa de Primaria.
3.2. Medidas educativas asociadas a la promoción: planes específicos de refuerzo.

4. Conclusión.

Referencias consultadas.
Justificación.

Entre las opciones presentadas, hemos decidido desarrollar el tema número 5, relativo a “la
evaluación de los procesos de aprendizaje del alumnado de Educación Primaria”, ya que se trata de un
tema fundamental en la formación de todo docente, pues es necesario cambiar la visión sobre la
evaluación, y mejorar su conocimiento para evitar la inquietud y recelo que provoca en el alumno y las
familias, y el sentido que se le da.

Introducción.

Hoy día se puede observar en la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejorar de la
calidad educativa, la cual modifica a la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, cómo adquiere
legislativamente cada vez más importancia tanto la evaluación del aprendizaje por parte del alumno,
como de la enseñanza en general.
La evaluación constituye un proceso continuo y global, ya que recoge información que permite
introducir modificaciones para mejorar el aprendizaje si se detectan deficiencias en la práctica educativa.
Además, de acuerdo con el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo
básico de la Educación Primaria, la evaluación tiene carácter formativo, puesto que orienta, regula y
corrige el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por lo tanto, debe afectar a todos los elementos
susceptibles de ser evaluados para llegar a obtener el mejor rendimiento del hecho educativo.
Para desarrollar este planteamiento teórico, en el primer epígrafe abordaremos diversos
aspectos sobre la evaluación en el proceso de aprendizaje del alumnado en Educación Primaria. En el
segundo epígrafe, se hará referencia a las características, estrategias y técnicas/instrumentos de la
misma. En el tercer epígrafe, se hablará, por un lado, de la promoción en Educación Primaria y, por otro,
de los planes específicos de refuerzo.
Una conclusión personalizada y la cita de las fuentes bibliográficas y legislativas consultadas
serán los últimos apartados del tema.
1. La evaluación de los procesos de aprendizaje del alumnado en Educación Primaria.

La evaluación constituye hoy uno de los pilares del mismo sistema educativo, por lo que se debe
evaluar todo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Atenderemos a las características y los tipos de la evaluación, sin olvidarnos de que dicha
evaluación debe realizarse tanto en el proceso de aprendizaje, como de enseñanza. Además, se hará
referencia a la calificación y a la evaluación individualizada de tercer curso y final de etapa.

1.1. Concepto de evaluación.


La evaluación educativa tiene múltiples definiciones, que se han ido modificando a lo largo del
tiempo, a medida que se han aumentado los elementos a evaluar en el proceso educativo.
Al principio, la evaluación se centraba solo en los resultados del alumno, pero en la actualidad
abarca todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, llegando a realizarse una evaluación del propio
sistema de evaluación, lo que se conoce como metaevaluación.
López Pastor y sus colabores (2006), entienden la evaluación “como un proceso de elaboración
de un juicio de valor sobre un proceso, en orden a tomar una decisión sobre el mismo”.
Por tanto, podemos entender la evaluación como un conjunto de actividades programadas para
recoger información sobre la que maestros y alumnos reflexionan y toman decisiones para mejorar sus
estrategias de enseñanza y aprendizaje, e introducir en el proceso en curso las correcciones necesarias.

1.2. La evaluación en el marco normativo.


En el marco normativo de la etapa de Educación Primaria, la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de
diciembre, para la mejora de la calidad educativa, la cual modifica a la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de
mayo, de Educación, recoge en su preámbulo que la evaluación es un elemento fundamental para
la mejora de la educación y que deben evaluarse los distintos ámbitos y agentes de la actividad
educativa. Además, la evaluación es un principio educativo del sistema e identifica los criterios de
evaluación como uno de sus referentes fundamentales, apareciendo como novedad en la modificación
que la Ley hace, otro elemento más: los estándares de aprendizaje evaluables.
De acuerdo con el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el
currículo básico de la Educación Primaria, estos estándares son especificaciones de los criterios de
evaluación que permiten definir los resultados de aprendizaje, que concretan lo que el alumno ha de
saber, comprender y saber hacer. Su diseño contribuirá y facilitará el diseño de pruebas estandarizadas y
comparables.
Continuando con el Real Decreto 126/2014, establece que la evaluación será continua y
global y que tendrá en cuenta su progreso en el conjunto de las áreas. Además, se establecerán las
medidas oportunas para que las evaluaciones se realicen adaptándose a las necesidades del alumnado
con necesidades específicas de apoyo educativo. Del mismo modo que con la evaluación continua, se
establecerán medidas de refuerzo educativo cuando el progreso de un alumno no sea el adecuado.
Concretando aun más, en el Decreto 54/2014, de 10 de julio, por el que se establece el
currículo de Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Castilla – La Mancha, aparecen en detalle
tanto los criterios de evaluación como los estándares de aprendizaje para los diferentes cursos y áreas.
Además, contamos con la Orden de 05/08/2014, de la Consejería de Educación, Cultura y
Deportes, por la que se regula la organización y evaluación en la Educación Primaria en nuestra
Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.

1.3. Tipos de evaluación.


En relación a los tipos de evaluación, según la clasificación de López Pastor (2006), se establecen
tres parámetros, que a continuación detallamos.
En primer lugar, en función de la finalidad, esta puede ser: diagnóstica, formativa o sumativa;
y si atendemos al momento de la evaluación, será inicial, continua, final o puntual, siendo esta la que
se aplica en un momento concreto, como por ejemplo, un examen sorpresa.
En segundo lugar, en función de a quién o qué se evalúa, tenemos los siguientes ámbitos: el
alumnado, el profesorado o los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Y en tercer lugar, en función de quiénes son los encargados de hacerla, tenemos la
heteroevaluación, en la que el maestro evalúa al alumno; la coevaluación o evaluación entre iguales, en
la que los propios alumnos evalúan a sus compañeros; la autoevaluación cuando uno se evalúa a sí
mismo; y la evaluación compartida, que se produce por medio de un diálogo entre profesor y alumno
acerca de su propia autoevaluación.
En cualquier caso, se debería tener en cuenta la “evaluación democrática” que, de acuerdo con
López Pastor, consiste en el intercambio de información, la participación del alumnado, el desarrollo de
estrategias para la negociación y cogestión del currículo, así como la existencia de un diálogo y un
respeto mayor entre docente y alumno.

1.4. La evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje.


En lo que a la evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje se refiere, debemos tener claro
que ninguno de estos dos procesos transcurre de manera independiente y, por lo tanto, la evaluación
tratará de constatar en qué medida los logros o dificultades de los estudiantes se deben a sus propias
características o al diseño y puesta en práctica de la programación, todo ello para promover una
regulación continua de ambos procesos en todo momento.
En primer lugar, nos centraremos en la evaluación del proceso de aprendizaje, que nos lleva
a buscar la información que se refiere a las representaciones mentales del alumno y a las estrategias que
utiliza para llegar a un resultado determinado.
Tal y como marca el Decreto 54/2014, de 10 de julio, por el que se establece el currículo de
Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Castilla – La Mancha, los referentes de la evaluación
de aprendizajes son los criterios de evaluación y los estándares de aprendizaje
En la evaluación del proceso de aprendizaje es necesario adaptar estos referentes a las
circunstancias concretas del centro y de los alumnos atendiendo a su diversidad.
Del mismo modo, se deben realizar actividades de evaluación que serán lo más variadas posibles
y debemos tener presente tanto lo que saben o son capaces de hacer, como los errores que comenten
los alumnos y alumnas, puesto que los errores nos ayudan a diagnosticar qué tipo de dificultades tienen
los estudiantes para realizar las tareas que se les proponen, y de esta manera poder arbitrar los
mecanismos necesarios para ayudarles a superarlos.
Centrándonos ahora en cuándo evaluar, como hemos mencionado anteriormente, la evaluación
es un proceso continuo y global, por lo que se valorarán los aprendizajes antes, durante y al final de cada
momento educativo, con el fin de conocer el punto de partida o diagnóstico inicial al principio, para
ajustar el proceso a las necesidades de cada alumno en todo instante, haciendo las modificaciones
oportunas de forma individualizada y para poder hacer un balance global sobre lo que han aprendido
cuando finalice la acción didáctica en cuestión.
Por otra parte, poniendo nuestra mirada ahora sobre el proceso de evaluación de la
enseñanza, en la práctica docente se evaluarán la programación y las unidades didácticas, el clima
escolar, la validez de los criterios de evaluación o estándares de aprendizaje, así como la funcionalidad de
los apoyos o la eficacia de la coordinación en los cursos o etapa, según corresponda. De igual modo, hay
que tener en cuenta que se evalúa también al centro, sus proyectos educativos, las decisiones que se
toman, sus relaciones con las familias o con otras instituciones y el funcionamiento de los órganos
colegiados.
En relación a cuándo realizar estas evaluaciones, serán igualmente continuas. Por lo tanto, se
harán a lo largo de todo el proceso, tanto al inicio o final de cada curso, como al finalizar cada unidad
didáctica, para decidir posibles modificaciones y adaptaciones en el momento oportuno.

1.5. La calificación.
Aunque no se nos solicita en ningún epígrafe, consideramos apropiado hablar de la calificación,
ya que debemos poner una nota a nuestros alumnos en sus boletines.
Hoy en día debemos hacer ver al alumnado que poner una calificación se trata de la
consecuencia lógica de su trabajo y que ellos mismos son parte de este proceso para favorecer así su
autonomía y su desarrollo personal.
La calificación se convierte así en punto de referencia para la adopción de medidas de refuerzo
educativo o de adaptación curricular, para el aprendizaje de los alumnos y para la corrección y mejora del
proceso educativo.
Según la Orden de 05/08/2014, de Castilla – La Mancha, los resultados de la evaluación del
alumnado se expresarán con valoraciones cualitativas y con calificaciones numéricas (escala de uno a
diez), con las siguientes correspondencias: Insuficiente (IN), Suficiente (SU), Bien (BI), Notable (NT) y
Sobresaliente (SB).
Atendiendo a la excelencia del rendimiento de determinados alumnos y alumnas, el equipo
docente puede otorgar “Mención Honorífica” en áreas con calificación de sobresaliente, al final de etapa.

1.6. La evaluación individualizada de 3º de Primaria y la evaluación de final de


etapa.
Como establece la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, la cual ha sido modificada
por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, se llevará a cabo
una evaluación individualizada al finalizar el tercer curso de Educación Primaria y una evaluación al
finalizar el sexto curso de la etapa.
Los centros docentes realizarán una evaluación individualizada a todos los alumnos y alumnas al
finalizar el tercer curso de Educación Primaria, según dispongan las Administraciones educativas, en la
que se comprobará el grado de adquisición de la competencia en comunicación lingüística y de la
competencia matemática. En los casos en los que resulta desfavorable esta evaluación, el equipo docente
deberá adoptar las medidas ordinarias o extraordinarias más adecuadas.
Al finalizar el sexto curso de Educación Primaria, se realizará una evaluación individualizada a
todos los alumnos y alumnas, en la que se comprobará el grado de adquisición de la competencia en
comunicación lingüística, de la competencia matemática y de las competencias básicas en ciencia y
tecnología, así como el logro de los objetivos de la etapa.
El resultado de esta evaluación se expresará en niveles: Insuficiente (IN) para las calificaciones
negativas, Suficiente (SU), Bien (BI), Notable (NT), o Sobresaliente (SB) para las calificaciones positivas.
El nivel obtenido por cada alumno o alumna se hará constar en un informe, que será entregado a
los padres, madres o tutores legales y que tendrá carácter informativo y orientador para los centros en
los que los alumnos y alumnas hayan cursado sexto curso de Educación Primaria y para aquellos en los
que cursen el siguiente curso escolar, así como para los equipos docentes, los padres, madres o tutores
legales y los alumnos y alumnas.
Las Administraciones educativas podrán establecer planes específicos de mejora en aquellos
centros públicos cuyos resultados sean inferiores a los valores que, a tal objeto, hayan establecido.

2. CARACTERÍSTICAS, ESTRATEGIAS, TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN.


Pasamos ahora a ver las características, estrategias, técnicas e instrumentos de
evaluación, ya que la evaluación debe recoger la máxima información usando el mayor número de
procedimientos, herramientas y situaciones posible.

2.1. Características de la evaluación.


La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado, según el Decreto 54/2014, así como la
Orden de 05/08/2014, será continua y global.
Además de esta caracterización en el currículo oficial y de los principios de los que se habló
anteriormente, se apuntan otras características que debe tener la evaluación:
- Contextual. Tendrá en cuenta las particularidades del contexto.
- Participativa y democrática. Integra a los distintos agentes en el proceso.
- Técnica, objetiva e imparcial. Usará métodos e instrumentos objetivos.
- Clara y precisa. Dejando claros los aprendizajes básicos y la forma de constatarlos.
- Compartida. Se llevará a cabo en equipo, coordinadamente.

2.2. Estrategias de la evaluación.


Básicamente se entiende la evaluación como un mecanismo destinado a proporcionar una
información significativa y continuada acerca del proceso de enseñanza-aprendizaje, de modo que
permita una valoración orientada a la regulación y la mejora. Esta perspectiva supone la definición de
una estrategia global y sistemática, no improvisada, que se caracteriza por asumir las siguientes
consideraciones:
- Desde el punto de vista de su extensión global, incluye una evaluación inicial, procesual y final. Se
trata de una evaluación metodológicamente mixta (cuantitativa y cualitativa).
- Interna, pues es desarrollada por todos los implicados en el proceso, y externa, ya que se implica la
Administración educativa en las evaluaciones individualizadas desarrolladas en la etapa.
- Participativa, donde el consenso en todos estos aspectos básicos marcará la estrategia evaluadora
del equipo docente.

2.3. Técnicas e instrumentos de evaluación.

Para recoger la información necesaria y evaluar el proceso de aprendizaje de los alumnos, se


hace necesario el empleo de una serie de técnicas, que a su vez se fundamentan en instrumentos o
herramientas concretas usadas para valorar el aprendizaje evidenciado.
Algunas técnicas e instrumentos que podemos utilizar son:
- Observación sistemática. La técnica de observación directa, continuada y sistemática de la
actividad educativa es un procedimiento básico para la obtención de información a evaluar.
Se lleva a cabo por medio de instrumentos tales como registros, listas de control, diarios de clase o
rúbricas.
- Entrevista. Puede ser formal o previamente preparada por el entrevistador, así como informal y sin
preparación previa, donde en una situación de encuentro espontáneo se recoge información.
- Técnicas de pruebas. Para el análisis de las producciones de los estudiantes, contamos con
instrumentos como:
- Pruebas objetivas: el alumno no elabora respuestas, sino que, a partir de un enunciado breve,
al que le siguen varias respuestas, discrimina las opciones correctas de las que no son.
- Pruebas específicas: resolución de ejercicios y problemas.
- Portafolios. Consiste en una colección de trabajos de los alumnos que busca demostrar, por medio
de la mejora progresiva, lo que son capaces de hacer en un área o contenido específico.
- Cuaderno de clase del alumno. Este instrumento es válido para valorar de manera continuada
conceptos, procedimientos y aptitudes. Supone un buen método para introducir al alumno en la
autoevaluación.
- Pruebas sociométricas. Sirven para conocer la estructura y funcionamiento del grupo en genral y
la situación de cada uno en particular. Por ejemplo, se utiliza el sociograma para ver las relaciones
entre el alumnado: quién es el líder, quién está aislado…

Una vez visto el proceso de evaluación, se debe analizar la credibilidad y calidad de su


puesta en práctica. Para ello, atenderemos a criterios como la adecuación y la coherencia de los sistemas
e instrumentos, la relevancia y veracidad de la información obtenida, la ética del empleo de la evaluación
(que no se use como amenaza o venganza) y, sobre todo, la viabilidad de su uso en situaciones
concretas de trabajo con cada persona.
3. Promoción y planes específicos de refuerzo.

La evaluación nos tiene que permitir valorar al término de una actividad o de un conjunto de
actividades de enseñanza-aprendizaje hasta qué punto y en qué grado los alumnos han realizado o no los
aprendizajes que se pretendían y, en consecuencia, decidir si promocionan o no.

3.1. Tratamiento de la promoción del alumnado en la etapa de Primaria.


Para tomar las decisiones oportunas en relación a la promoción de los alumnos, tendremos
presente la Orden de 05/08/2014, por la que se regulan la organización y la evaluación en la
Educación Primaria en Castilla – La Mancha.
En dicha Orden, se dispone que al terminar el período lectivo del curso, el equipo docente
realizará la evaluación final de los alumnos y alumnas del grupo, con carácter continuo y global de todo
el conjunto de las áreas y adoptará la decisión sobre la promoción de curso o de etapa del alumnado,
mediante la valoración del logro de los objetivos y del grado de adquisición de las competencias clave.
En la toma de decisiones, se tendrán en cuenta los resultados de las evaluaciones
individualizadas de tercer curso y las evaluaciones finales de etapa, cuando proceda.
Como medida excepcional, el alumnado podrá repetir una vez en la etapa. Los alumnos con
necesidades educativas especiales podrán repetir una segunda vez, siempre que favorezca su integración
socioeducativa.
La decisión de no promoción se tomará tras haber agotado el resto de medidas ordinarias de
refuerzo y apoyo para solventar las dificultades de aprendizaje del alumno.
En la evaluación final, el equipo docente puede valorar la superación por el alumnado de áreas
de cursos anteriores con calificación de insuficiente.

3.2. Medidas educativas asociadas con la promoción: planes específicos de refuerzo.


La toma de decisión de la promoción del alumnado va asociada a un plan específico de
refuerzo de los aprendizajes no adquiridos que parta de una metodología competencial y que tienen que
concretar los equipos docentes del alumnado, con el fin de favorecer el desarrollo de las competencias
correspondientes al curso y el logro de los objetivos de la etapa.
En el art. 19 de la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, la cual ha sido modificada por la Ley
Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, ya se pone especial énfasis en la atención a la diversidad
del alumnado, en la atención individualizada, en la prevención de las dificultades de aprendizaje y en la
puesta en práctica de mecanismos de refuerzo tan pronto como se detecten estas dificultades.
Del mismo modo, en el art. 20, nos dice que se prestará especial cuidado durante la etapa a la
atención personalizada de los alumnos y alumnas, la realización de diagnósticos precoces y el
establecimiento de mecanismos de refuerzo para lograr el éxito escolar.
En todo caso, los padres, madres o tutores legales del alumno o alumna, tendrán derecho a
participar junto con el tutor o tutora en la evaluación de sus hijos o tutelados y a conocer las decisiones
relativas a la misma, así como a contribuir y colaborar en los planes específicos de refuerzo.
Teniendo presente el Decreto 66/2013, de 03/09/2013, por el que se regula la atención
especializada y la orientación educativa y profesional del alumnado en la Comunidad Autónoma de
Castilla-La Mancha, las medidas ordinarias de apoyo y refuerzo educativo son aquellas provisiones
o respuestas educativas a la diversidad que posibilitan una atención individualizada en los procesos de
enseñanza-aprendizaje, sin modificación alguna de los elementos prescriptivos del currículo,
formalizándose en un Plan de Trabajo Individualizado (PTI).
Dichas medidas son:
- Grupos de aprendizaje para la recuperación de áreas instrumentales.
- Agrupamientos flexibles que respondan a los diversos ritmos, estilos, amplitud y profundidad de los
aprendizajes en el alumnado.
- Grupos de profundización o enriquecimiento en contenidos específicos en una o varias áreas para el
alumnado que lo precise.
- Grupos específicos para el aprendizaje de la lengua castellana por parte de alumnado inmigrante con
desconocimiento del idioma.
4. Síntesis.

La evaluación es una pieza fundamental e inherente en el proceso de enseñanza-aprendizaje, por


lo que es necesario remarcar su importancia en el cumplimiento de la función orientadora para el
alumno, para el maestro y para las familias, sin ser vista como un elemento segregador ni sancionador.
Para los maestros de Educación Primaria, la evaluación constituye un principio educativo con
función de autorregulación de la tarea profesional, ya que hace reflexionar sobre la práctica docente,
contribuyendo eficazmente a mejorar los procesos didácticos y la calidad educativa en general.
Además, la evaluación tiene una finalidad formativa que también ayuda a detectar las dificultades
de aprendizaje de los alumnos y acomodar el proceso a las necesidades específicas de cada uno.
De esta forma, deben usarse técnicas y herramientas variadas, favoreciendo la participación
activa del alumnado, atendiendo siempre a las características concretas del contexto-clase en el que
estemos y para favorecer su promoción en todo caso.
Por lo tanto, ha quedado patente que la evaluación constituye uno de los elementos más
relevantes de la educación y valorará todas las capacidades del alumno, no siendo una mera
comprobación cuantitativa de los rendimientos del estudiante.
En definitiva, se trata de planificar la acción evaluadora en consonancia con la acción didáctica, y
para ello nos toca explorar nuevas fórmulas y actividades evaluadoras teniendo siempre en cuenta que el
alumno y su realidad debe ser prioritarios en todo proceso educativo.

REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS.

- Decreto 66/2013, de 03/09/2013, por el que se regula la atención especializada y la orientación


educativa y profesional del alumnado en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.
- Decreto 54/2014, de 10 de julio, por el que se establece el currículo de Educación Primaria en la
Comunidad Autónoma de Castilla – La Mancha.
- López Pastor, V. M. (2006): La evaluación en la Educación. Revisión de los modelos tradicionales y
planteamiento de una alternativa: la evaluación formativa y compartida. Librería Diagonal. Buenos
Aires.
- M.E.C.D. (2006): Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
- M.E.C.D. (2013): Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa.
- Orden de 05/08/2014, de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, por la que se regulan la
organización y la evaluación en la Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Castilla – La
Mancha.
- Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación
Primaria.

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