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Karminski Burke, Theresa

Aborto : dolor prohibido

Vida y ética. Año 12 Nº 1, Junio 2011

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Karminski Burke, Theresa. “Aborto: dolor prohibido”[en línea]. Vida y Ética. 12.1 (2011). Disponible en:
http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/revistas/aborto-dolor-prohibido-karminski-burke.pdf [Fecha de
consulta:..........]

(Se recomienda indicar fecha de consulta al final de la cita. Ej: [Fecha de consulta: 19 de agosto de 2010]).
ARTÍCULOS

ABORTO: Theresa Karminski Burke, MA,


PhD, DAPA, NCP, LPC
DOLOR . Psicóloga
PROHIBIDO . Maestría y Doctorado en Consejería psicológica
. Diplomada de la Asociación Psicoterapéutica
Americana
. Consejera Licenciada Profesional
. Diplomada del Buró Americano de Consejeros
Forenses
. Fundadora del Ministerio del Viñedo de Raquel
. Autora del grupo de apoyo modelo de 15 sema-
nas “Viñedo de Raquel. Un camino psicológico
y espiritual para sanar después del aborto”

Palabras clave Key words


· Aborto · Abortion
· TEPT · PTSD
· Dolor · Pain
· Experiencia · Experience

INSTITUTO DE BIOÉTICA / UCA - VIDA Y ÉTICA AÑO 12 Nº 1 JUNIO 2011 9


VIDA Y ÉTICA

RESUMEN ABSTRACT

En este trabajo se hace una aproxi- This work deals with the experience
mación a la experiencia del aborto, a of abortion, the emotional and
las consecuencias emocionales y psi- psychological consequences brought
cológicas que acarrea y a cómo cada about by that experience and the
mujer lo vive, ya sea en silencio o way each woman lives it, whether in
acompañada de su entorno. Para las silence or accompanied by her
mujeres que abortaron es evidente la environment. For those women that
necesidad de evitar y negar esa had an abortion the need of denying
experiencia, considerando el intenso and avoiding the experience is
dolor, pena y confusión que sintieron evident considering the deep pain,
después de esta intervención que se sorrow and confusion they felt after
supone haría mejores sus vidas. this intervention which was
Nuestra cultura, lamentablemente supposed to make their lives better.
no está preparada para manifestar, Unfortunately, our culture is not
aceptar o incluso respetar el dolor prepared to show, accept or even
post-aborto, ocasionando que su respect post-abortion pain, which
sanación se haga aún más difícil de causes the healing to be even more
lo que debería ser. difficult than it should be.
La autora presenta varios testimo- The author presents several
nios en los cuales se manifiesta la testimonies, which show the
gravedad de esta experiencia. seriousness of this experience.
Si, como sociedad, queremos contri- If we as a society want to contribute
buir a la salud mental de mujeres y to women and men´s mental health,
hombres, debemos tener una mirada we have to use a more critical
más crítica sobre las muchas mane- approach to see the many ways an
ras en que el aborto puede afectar abortion can affect their lives.
sus vidas.

INTRODUCCIÓN Todo comenzó con Debbie. Ella, con


cautela y temor, confesó al grupo que
Cuando yo era una joven licenciada, estaba teniendo flashbacks de un abor-
me encargaron dirigir un grupo de apoyo to al que se había sometido algunos
para mujeres con trastornos alimenticios. años atrás. También estaba sufriendo
Fue ahí donde observé por primera vez pesadillas recurrentes que involucraban
cómo el aborto es un dolor prohibido. a un bebé.

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Estas memorias intrusivas eran bastan- “¿Te ha hecho daño alguien con esto?”.
te malas. Su ansiedad, sin embargo, se
incrementó a causa de su ex-marido. Él Diane descartó la idea con explícita cer-
dejaba mensajes en su contestador lla- teza. “¡Nadie me hace daño!”, indicó.
mándola “asesina”, describiendo el aborto “¡Especialmente los hombres! Esa es la
con vívidos detalles. Debbie encontraba razón por la que aborté, así que no pudo
esto extremadamente inquietante, no sólo fastidiarme la vida. ¿Y sabes qué? Ha sido lo
por ella misma, sino también por sus tres mejor que he hecho en mi vida. Tomar el
hijos, quienes a menudo escuchaban el control de tu vida no es nada por lo que
mensaje recibido. debas sentirte culpable y a quien intente
decirme que me sienta de otra forma. ¡Que
Como consecuencia de estas llama- les ... a todos!”.
das, Debbie se convirtió en una persona
nerviosa. En numerosas ocasiones tenía En ese momento, Judith, visiblemente
comportamientos suicidas y límites y a afectada, se levantó y abandonó la sala.
menudo terminaba en la sala de urgen-
cias del hospital local. Cuando Judith cerró la puerta, Sarah,
normalmente callada y reservada, educa-
Siempre había tenido problemas de damente pidió a Diane que cuidara sus
peso, pero sus trastornos alimenticios se palabras. Le dijo que su constante uso de
agravaron después del aborto. Padecía una la palabra “fastidiar” era probablemente
anorexia severa. Su historia desencadenó ofensivo para algunas y eso demostraba
una serie de confesiones dentro del grupo. falta de clase.

Beth Ann dijo que sabía cómo se sen- Diane rápidamente replicó: “Ustedes,
tía Debbie porque ella también había chicas, son una banda de mojigatas”.
abortado. “Me moriría si alguien me lo
recordara. Es algo que trato de olvidar”, Comencé a sentir que la situación se me
dijo Beth Ann con desprecio. iba de las manos y me preguntaba cómo
proceder con la reunión, ya que en ese
Diane inmediatamente interrumpió momento sentía como si un acorazado se
con un siseo irritado: ¡Nosotras tenemos estuviera hundiendo rápidamente en el mar
derecho a controlar nuestros cuerpos! al ser alcanzado por un torpedo en el casco.

Las otras mujeres estaban en silencio. Semana tras semana habíamos tratado
muchas cuestiones emocionales: madres,
“Diane, pareces enojada”, observé. padres, problemas de relaciones, dinámicas

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familiares, dependencia, divorcio, autoesti- gado silencio, murmuró: “Fue hace


ma, estrés, asertividad, problemas sexuales, mucho tiempo. Realmente no quiero
lesbianismo, depresión y otras cuestiones hablar de ello”.
producidas por la ansiedad. Nunca había
visto un tema que creara tanta hostilidad, Los sucesos de aquella tarde estuvie-
miedo y dolor entre los miembros del ron en mi mente durante toda la semana.
grupo. La reunión se estaba volviendo tan Nuestra discusión grupal no había ayu-
volátil como un volcán en erupción cuan- dado ni remotamente a ninguna de
do las participantes del grupo comenzaron aquellas mujeres a dirigir su tremenda
a ventilar sus sentimientos tóxicos a través ansiedad sobre los abortos sufridos.
de ataques verbales las unas contra las Habíamos sólo arañado la superficie.
otras. Quería que finalizara la reunión. No
podía esperar a llegar a casa. Seis de las ocho mujeres del grupo
habían experimentado un aborto. Las
De pronto, Lasheera, quien usualmente otras dos habían sufrido acoso sexual de
se sentaba y observaba a las otras, intervi- niñas. El denominador común en sus his-
no. “¡Tranquilidad! ¡Que todo el mundo se torias era un suceso traumático, aborto o
calme!”. El blanco alrededor de sus ojos acoso sexual, el cual algunas no podían
oscuros brilló sobre el fondo de su tez negra siquiera verbalizar.
como brillantes rayos de luz, señalando un
cese al fuego. “¿Les gusta mi nuevo jersey?” Si sus emociones acerca de sus abortos
preguntó con sincera curiosidad. eran tan fuertes, quería saber más sobre
ellas. Las emociones no expresadas son el
Aquella noche terminamos la reunión factor clave en el tratamiento de los tras-
pronto. tornos alimenticios. Las mujeres con tras-
tornos alimenticios están tan preocupadas
Cuando llegué a casa llamé a Judith, por su imagen y por agradar a otros que a
que había abandonado la reunión, para menudo niegan y reprimen sus verdaderas
asegurarme de que estaba bien. Judith emociones. Esto se realiza vinculando sus
dijo que sentía haberse ido tan repenti- emociones y ansiedades mediante conduc-
namente, pero entonces añadió: “Odio el tas rituales. Sus trastornos alimenticios son
tema del aborto y me gustaría que nos una lucha sobre la comida, la cual es real-
centráramos en los trastornos alimenti- mente un enemigo sustituto, un símbolo
cios en vez de en eso”. de emociones negativas como dolor, ten-
sión, enojo, frustración, aburrimiento y
Le pregunté si ella también había temor. En este sentido, un trastorno ali-
sufrido un aborto. Después de un prolon- menticio puede servir para distraer a una

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persona de los problemas que él o ella no resueltas estaban siendo negadas, repri-
quiere afrontar. Me di cuenta de que era midas o suprimidas.
bastante razonable sospechar que el trau-
ma del aborto bien podía estar disfrazado Desafortunadamente, sin embargo,
por trastornos alimenticios. Como Sarah en aquellos momentos no se me permi-
explicó más adelante: tió profundizar más en las dificultades
obvias de mi grupo respecto de sus abor-
“Nunca estoy hambrienta cuando me tos del pasado. Cuando compartí mi eva-
doy el atracón... Como porque estoy luación con mi supervisor, un psiquiatra,
llena. Llena o enojada, herida, triste y se mostró irritado y a la defensiva. Me
sola. Vomito porque ese es el camino por dijo enfáticamente que no era asunto
el cual me vacío de esos sentimientos”. mío entrometerme en los abortos de la
gente. Yo le señalé que había sido
Entrar en contacto con estos senti- Debbie quien había planteado el tema, a
mientos es fundamental para recuperar- causa de sus flashbacks. Él insistió en
se. Sin embargo, este puede ser un que los flashbacks de Debbie eran una
proceso complicado porque cualquier reacción psicótica causada por la medi-
discusión acerca de estas emociones no cación que estaba tomando. Yo cuestio-
deseadas genera enorme resistencia, né esto y señalé que su aborto había sido
negación y temor. una experiencia muy traumática y que
sus flashbacks parecían más bien un
La cuestión del aborto era claramente trastorno de estrés postraumático.
un tema amenazador para nuestro Cuando sugerí que quizá esto podría
grupo. Aquellas que podían hablar sobre ayudarla a hablar sobre el tema, el psi-
eso podían hacerlo sólo acusando con ira quiatra me miró directamente a los ojos
a los demás. En posteriores discusiones, y dijo: “Esto es un grupo de apoyo para
las seis mujeres indicaron que su aborto trastornos alimenticios... no para el
fue quizá la decisión más difícil que aborto” y me ordenó firmemente que no
habían tomado. Al mismo tiempo, sin volviera a sacar el tema.
embargo, negaban que éste hubiera teni-
do algún efecto significativo en sus A pesar de los desalentadores comen-
vidas. Esta afirmación de “no ha sido tarios de mi supervisor, esta experiencia
gran cosa”, sin embargo, contrastaba lla- despertó mi interés en el tratamiento del
mativamente con las intensas emociones dolor y del trauma post-aborto. En los
y conductas de evitación que había años siguientes, he trabajado con más de
observado. Claramente, una gran canti- dos mil mujeres que han sufrido secuelas
dad de emociones no exploradas y no post-aborto y he enseñado a muchos

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terapeutas de todo el país a cómo tratar Cuando miro hacia atrás y recuerdo el
estas cuestiones. incidente que sucedió con mi grupo,
puedo ver cómo este reparto de persona-
Cuando comencé este trabajo, había jes es representativo de nuestra sociedad
muy pocos recursos disponibles para ayu- en general. Ellas nos muestran por qué
dar a los terapeutas -y mucho menos al nuestra cultura, lamentablemente, no
público en general- a comprender los dolo- está preparada para manifestar, aceptar
rosos y confusos procesos de duelo que o incluso respetar el dolor post-aborto.
pueden seguir al aborto. Como resultado, Todos los personajes de este “mini
muchas mujeres y hombres sufren en silen- drama” representan las razones de por
cio, con las emociones adormecidas, o con qué la sanación post-aborto se hace más
el espantoso y desconcertante sentimiento difícil de lo que debería ser.
de que se están volviendo locos. El duelo
que sigue al aborto puede ser extremada- En primer lugar estaba Debbie. Con
mente complicado y puede ser experimen- gran valentía, intentó compartir sus senti-
tado en todos los niveles de la personalidad. mientos, pero rápidamente vio que esto
Para muchas mujeres, el origen de su molestaba a todos. Terminó disculpándose
angustia puede pasar sin ser reconocido, y sintiéndose culpable por haber interrum-
hablado o sin ponerle un nombre. pido la armonía del grupo. Desgracia-
damente, aprendió la lección de que los
Los síntomas que yo y otros hemos amigos, los familiares y los terapeutas a
observado varían ampliamente entre las menudo enseñan a aquellos que tratan de
personas. En la mayor parte de este libro compartir sus emociones sobre un aborto
se examinarán muchos de estos síntomas vivido: “Nos estás haciendo sentir incómo-
con mayor detalle. A pesar de la diversi- dos. Deja de pensar en eso y continúa con
dad de reacciones emocionales y de com- tu vida”. La sociedad no quiere oír hablar
portamiento, todos estos síntomas sobre ello.
tienen sus raíces en la experiencia del
aborto. Para muchas es, ante todo, un En segundo lugar estaba Judith. Se
asunto de duelo no resuelto. Para sintió obligada a huir de la discusión. El
muchas otras mujeres, es un suceso trau- tema del aborto simplemente golpeó
mático que ha trastornado sus capacida- demasiado cerca de un dolor secreto
des de confrontación y ha distorsionado sobre el que no quería pensar ni hablar.
sus vidas y comportamientos en forma El problema de este enfoque es que
dramática e incluso extraña. requería por su parte gastar una gran
cantidad de energía en no pensar sobre

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ello. A pesar de sus esfuerzos por evitar el en recordarle lo “mala” persona que era.
tema, sus emociones reprimidas estaban Reforzó su miedo a no ser nunca enten-
distorsionando otros aspectos de su vida. dida o perdonada por los demás.

En tercer lugar, estaba Diane. El polo En sexto lugar estaba mi supervisor.


opuesto de la retraída Judith. Estaba tan Representa a los miles de terapeutas pro-
llena de furia hacia todos los que la habí- fesionales que escucharían con compa-
an herido que sólo podía sentir asco por sión cualquier problema personal,
todo aquel que no compartiera su rabia. excepto el del aborto. Estos terapeutas
Su cólera era tan aguda que no tenía estarán siempre seguros de que el pro-
tiempo de ofrecer simpatía hacia otras blema realmente debe ser otra cosa,
que también hubieran sido lastimadas. incluso si la mujer insiste en que el abor-
Apenas tuvo tiempo de notar el dolor to es el problema. Su visión es la de que
personal de Debbie, porque la mención el aborto ayuda a las mujeres, y punto.
del aborto había disparado en ella una
poderosa necesidad de descargar sus En séptimo lugar estaba yo. Quería
propias emociones de enojo y culpa. ayudar, pero no sabía cómo. Mi corazón
estaba en el lugar correcto, pero las cues-
En cuarto lugar, estaba Lasheera, tiones eran muy complejas; mi experien-
quien con gran habilidad desvió el tema cia era limitada y me era negada cualquier
hacia algo superficial (su nuevo jersey). ayuda por parte de “los que mandaban”.
Representa a aquellos que buscan la paz
a través de la distracción. Se restauró una Estas siete características ofrecen un
calma temporal, pero las principales esbozo de nuestra sociedad, en general.
cuestiones habían quedado sin resolverse Nos encontramos: 1) o bien luchando
y volverían a aparecer en algún momen- con este dolor prohibido, o 2) reforzando
to futuro. La negación volvió a tener la las reglas sociales que prohíben la expre-
oportunidad de restablecerse. sión de este dolor, o 3) intentando crear
un ambiente más abierto y sanador para
En quinto lugar, estaba el ex-marido aquellas mujeres y hombres que están
de Debbie. No perdonaba y era emocio- luchando con los problemas post-aborto.
nalmente abusivo. Sus comentarios con-
denatorios y despiadados, junto con el Se sugiere intentar apreciar la diversi-
propio dolor de Debbie, la condujeron a dad de respuestas post-aborto. Cada
la desesperanza y a conductas suicidas. mujer es diferente. El aborto afecta la
En lugar de ayudarla a sanar, se empeñó vida de una persona a muchos niveles.

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Tiene un impacto sobre la visión de uno Muchas mujeres -quizá incluso la


mismo en cuestiones médicas, políticas, mayoría- eligen el aborto no de acuerdo a
religiosas, filosóficas, sociales y familia- su conciencia, sino en violación de su con-
res. Es una experiencia muy compleja, ciencia. Varios estudios han encontrado
porque afecta a la vida en tantas dimen- que del 65 al 70% de las mujeres que recu-
siones. Esta es la razón por la que es rren al aborto tiene un punto de vista
excepcionalmente difícil para la gente moral negativo del mismo. [1] Esta eviden-
entenderlo, procesarlo y reconciliarlo con cia es avalada por una encuesta nacional
quienes son y con quienes quieren ser. aleatoria llevada a cabo por Los Angeles
Times, que encontró que el 74% de aque-
Si se es un defensor de los derechos del llas mujeres que admitieron haber aborta-
aborto, puede ser doloroso escuchar cómo do en el pasado declaró que, aunque, a su
el aborto ha marcado y herido a algunas juicio, las mujeres deben poder elegir por sí
mujeres. Es posible sentir el impulso de mismas, personalmente considera que el
rechazar la verdad de estos casos por aborto es “moralmente incorrecto”. [2]
temor a que dicha situación pudiera ame-
nazar la situación legal del aborto o pueda Muchas de las mujeres que he tratado
disuadir inapropiadamente a las mujeres a violaron intencionalmente su conciencia
realizar la “elección correcta” de abortar. o traicionaron sus deseos maternales
Sin embargo, se sugiere hacer el esfuerzo debido a la presión a la que se enfrenta-
de dejar de lado los objetivos políticos e ban. Esas presiones eran muchas: aban-
ideológicos, al menos por el momento. dono de su pareja, pobreza, no tener un
hogar, violencia, falta de formación, des-
El aborto no es la panacea. El hecho de empleo, problemas emocionales, incesto,
que haya causado tanta división y ansie- violación y anomalías fetales, por nom-
dad en la vida política del país indica cla- brar algunas. Muchas mujeres sentían
ramente que puede ser también causa de que “no tenían alternativa” más que la de
las divisiones internas y de ansiedad en la someterse a un aborto no deseado.
vida de las personas. ¿Cómo puede ser una
solución perfecta para todas las mujeres Muchas de estas mujeres se enfrenta-
en todas las situaciones? ban a emociones inmediatas de pesar y

[1] ZIMMERMAN, Mary K., Passage Through Abortion, New York, Praeger Publishers, 1977; OSOFSKY, H. J. & OSOFSKY,
J.D. eds., The Abortion Experience, New York, Harper & Row, 1973; REARDON, David C., Aborted Women, Silent No More,
Chicago, Loyola University Press, 1987.
[2] “The Times Poll: Most American Think Abortion is Inmoral”, en: Los Angeles Times, 19 de marzo de 1989, question
76, [en línea] disponible en: <http://articles.latimes.com/1989-03-19/news/mn-450_1_oppose-abortion> [consulta: 1
de junio de 2011].

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dolor. Otras negaban estoicamente sus dos en la creencia errónea de que nadie
emociones durante años e incluso déca- puede entender sus emociones.
das, hasta que finalmente no podían
seguir evitando la necesidad de entender
lo que hicieron en el contexto de quienes LA HISTORIA DE GINA
quieren ser.
“Esperaba que pudieras ayudar a mi
Al otro lado del espectro, también he hija. Necesita asesoramiento. Alguien
asesorado a mujeres que, en el momento objetivo; y Dios sabe que yo no lo soy”.
del aborto, no tenían reparos morales La voz del señor Davis se desvanecía
sobre su elección. Era una decisión fácil, como si tuviera un pensamiento de
acorde con sus creencias. Pero incluso esto arrepentimiento.
no era garantía de una futura satisfacción
por la elección realizada. Estas mujeres me “¿Cuál es el problema?” pregunté,
buscaban porque posteriores eventos en poniéndome el auricular en el hombro
sus vidas despertaban de repente senti- para así poder tomar notas.
mientos inesperados de confusión o dolor.
“Bueno -tartamudeó- mi hija Gina,
¿Todas las mujeres se ven emocional- sale con este chico. Es un maltratador
mente afectadas por el aborto? ¿Es sólo verbal y físico. Está arruinándole la vida”.
cuestión de tiempo antes de que esta
experiencia vuelva para atormentarlas? Parecía desesperado. En su voz se
Muchos críticos del aborto creen eso, pero podía detectar ira, dolor y, lo peor de
se trata de una amplia generalización que todo, impotencia. “No puedo sentarme y
nunca podrá ser probada o desmentida. ver cómo mi hija arruina su vida. Este
Todo lo que puedo decir con certeza es que chico ya tiene otro hijo al que no puede
muchas mujeres y hombres se ven severa- mantener. No sé que ve en él. Gina es una
mente afectados, emocional y psicológica- gran chica”.
mente, por su experiencia con el aborto.
Su tono cambió a un silencioso susu-
Este problema es incluso más trágico rro: “La quiero mucho, pero la estoy per-
por el hecho de que muchas personas no diendo”. Guardó silencio por un
tienen a nadie a quien dirigirse que pueda momento, hasta que su voz se quebró:
ayudarles a trabajar sobre su dolor. “Por favor, ¿puede hacer algo? ¿puede
Muchos se sienten aislados y totalmente ayudarla a ver lo terrible que es? Gina a
solos con sus sentimientos. Están atrapa- mí ya no me escucha”.

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Informé al señor Davis que no podía En tres años Gina no le había contado
hacerlos separar, pero que podía ayudar a a nadie lo del aborto; en unos pocos
Gina a analizar su relación y aclarar sus momentos, los recuerdos emergieron
sentimientos hacia este hombre. Entonces como una marea de dolor. La oleada de
le pregunté si había pasado algo más esta experiencia golpeó contra la forta-
entre Gina y su novio. leza de mi compostura de terapeuta
mientras que intentaba calmarla para la
La pregunta en sí misma fue como una siguiente emoción.
amenaza. Dudó. Finalmente respondió:
“Bueno, hay algo, pero eso debería salir de La historia de Gina salió entre angus-
ella. Creo que ella debería ser quien te lo tiosos llantos. “Vine a casa de la universi-
contara. Después de todo es su vida, y no dad un viernes para contarles lo del
quiero que piense que estoy hablando a embarazo y lo que teníamos planeado
sus espaldas”. hacer... Papá se trepaba por las paredes.
Quería saber qué había hecho para mere-
“¿Ha tenido su hija un aborto?”, pre- cer esto. Llevó a mi novio a la cocina para
gunté en un tono casual. La palabra tener una conversación de hombre a
había sido dicha. Aborto. Hubo un silen- hombre. No me permitieron entrar. Trató
cio, como casi siempre ocurre. Yo estaba de presionarlo para que me convenciera
dentro del listado telefónico del “Centro de que abortar era lo mejor que podía-
de Sanación Post-aborto” y aún así a la mos hacer”.
gente le solía costar decir el motivo de su
llamada. Con mucha dificultad continuó: “Dos
días después estaba en una mesa, mis
Conocí a su hija esa noche. Gina tenía pies en unos estribos... lloré todo el rato
19 años, un pelo largo y rubio y unos que estuve allí... Mi madre me llevó... Yo
tristes ojos azules. “Mi padre me obligó a le estuve diciendo que no quería eso:
hacerlo, -explicó- me dijo que no podía ‘¡Por favor, no! ¡No me hagan hacer
vivir con ellos si no lo hacía. Él sabía que esto...!’ -decía todo el tiempo-, nadie
eso me haría odiarlo, pero estaba dis- escuchó. Cuando un asesor me preguntó
puesto a correr ese riesgo. ‘Lo superarás’ si estaba segura, yo me encogí de hom-
-me dijo-. Yo no fui criada para creer en bros... apenas podía hablar. Lo hicieron...
el aborto. En la escuela secundaria inclu- mataron a mi bebé”.
so escribí una redacción sobre ello”. Sus
ojos se llenaron de lágrimas, brillando Abrumada por el dolor, Gina comenzó
como zafiros. a gemir. Se sujetaba el vientre, no podía

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creer que hubiera abortado. Después de ellos pensaban que no podría querer y
una larga y llorosa pausa, continuó: “De mantener a su preciosa hija. Joe ya tenía
la misma forma rápida que ocurrió, todo un hijo al que no estaba manteniendo.
el mundo pareció olvidarse de ello. Mis Temían por su futuro con ese hombre.
padres nunca hablaban de ello. Se pusie-
ron furiosos cuando descubrieron que Ahora el futuro estaba aquí. Su autoes-
seguía viéndome con Joe. Nunca cesaban tima desmoronada, la depresión era una
en sus comentarios negativos sobre él. constante compañía y sus padres observa-
Las cosas tampoco iban bien entre Joe y ban tristemente cómo una negativa trans-
yo. Estábamos siempre peleando. Yo formación les estaba robando a la hija que
estaba muy deprimida y no sabía cómo conocían. Gina se unió a nuestro grupo de
manejar mis sentimientos. Estaba dema- apoyo y también siguió una terapia indivi-
siado avergonzada para hablar de mi dual. Una vez en tratamiento del trauma
aborto con mis amigas, y mis padres me post-aborto, fue capaz de expresar algunos
hicieron prometer que no se lo contaría a de sus sentimientos. Estaba furiosa con sus
nadie”. padres por no creerla capaz de aceptar su
embarazo. Ellos querían simplemente des-
A medida que su historia se desarro- hacerse del problema. También estaba eno-
llaba, vi muchas señales de un duelo jada con Joe por no protegerlos a ella y al
complicado. El corazón de Gina estaba bebé. Pero, puesto que habían sido sus
lleno de ira y dolor. Había pena, una tre- propios padres los que habían querido el
menda pena por un bebé muerto que aborto, Joe echaba toda la culpa a Gina.
nunca estaría allí para ofrecer alegría y
esperanza. Cualquier cosa relacionada Gina había sufrido un profundo dolor
con bebés la hacía llorar: fiestas para psíquico. Atrapada entre lealtades -hacia
celebrar la llegada de bebés, pañales, sus padres, hacia Joe y hacia su hijo no
incluso los niños. Todo le provocaba un nacido- estaba paralizada e incapaz de
gran dolor. Tenía una herida en su alma procesar sus propias emociones sobre el
que no paraba de sangrar. suceso. Quedó atrapada en cuanto a su
desarrollo. No se le había dado permiso
Aunque la familia de Gina había sido de hacerse mayor, tener un bebé y con-
cristiana, su fe religiosa no fue un obstá- vertirse en madre. Su deseo de indepen-
culo para que desearan el aborto. Sus dencia y de ser adulta había sido
padres pensaban que, insistiendo en que frustrado por su fracasado intento de
abortara, la salvarían de una vida de romper la dependencia emocional de sus
pobreza y tribulación con un hombre que padres, quienes siempre habían sido tan

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importantes en su vida. Cuando abortó a capaz de expresar estos sentimientos. Era


su hijo, su maternidad en estado embrio- importante, tanto por su bien como por
nario también fue abortada. El resultado el de su familia, que sus padres entraran
del aborto fue que se convirtió en una dentro del proceso de terapia con ella.
persona emocionalmente paralizada e Ella necesitaba que ellos validaran su
insegura. La pérdida de su hijo fue un pérdida y aceptaran su responsabilidad
ataque sin precedentes a su sentido de en contribuir a su devastación emocio-
identidad. Sentía una extraordinaria sen- nal. Sin este reconocimiento, su relación
sación de fracaso, al no haber podido no podría sanar nunca.
cumplir con su papel de madre protecto-
ra. En un estado de severa depresión, Gina Al entrar en esta situación de aseso-
era incapaz de tomar decisiones, incapaz ramiento familiar, sabía que ambos
de hacerse valer e incapaz de amar. padres intentarían justificarse y defender
sus acciones al enfrentarse a la experien-
A pesar del comportamiento abusivo de cia de su hija. Esta resistencia o incapaci-
Joe, Gina se aferró a él. La forma negativa dad de enfrentarse o reconocer el dolor
de tratarla confirmaba su baja autoestima emocional o espiritual se llama negación.
y su sensación de indefensión. Es más, En esta fase de tratamiento, la negación
sabía que sus padres lo odiaban. Al forzar a es una poderosa tentación.
sus padres a aceptar a Joe estaba incons-
cientemente devolviéndoles el golpe, imi- La madre de Gina vino primero.
tando la forma en que ellos la habían Escuchó a su hija y expresó dolor. Observé
forzado a aceptar un aborto no deseado. que una expresión de dolor invadió la cara
Esta dinámica le daba una sensación de de la mujer, la cual persistió con las inevi-
control, ya que Gina estaba atrapada en un tables excusas: “Sé que estás herida, pero
círculo vicioso por el que se castigaba pensábamos que estábamos haciendo lo
tanto a sí misma como a su padre. mejor... Me doy cuenta de que esto es
duro, pero debes continuar con tu vida...
Quizá lo más importante era que Joe Querías el bebé, pero ¿cómo hubieras
significaba su conexión con su bebé. podido mantenerlo? ¿Cómo habrías podi-
Gina temía que si renunciaba a él des- do terminar tus estudios?”.
truiría el único vínculo que le quedaba
con el hijo por el que todavía necesitaba “Pero, pero, pero...”. La lista seguía y
hacer duelo. seguía, no terminaba nunca. Cada excep-
ción privaba a Gina del regalo de recono-
Una vez que Gina se puso en trata- cer plenamente su pérdida. Los senti–
miento de su trauma post-aborto, fue mientos no expresados fueron enterrados,

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convirtiéndose en depresión, ansiedad y Con renovada determinación le expli-


auto-castigo. qué: “Señor Davis, sé que quiere mucho a
su hija. Sé que ella lo quiere a usted, si no
Gina necesitaba permiso para llorar. nunca hubiera consentido abortar. Pero
Sus padres la habían privado de la autén- el hecho sigue siendo que su hija perdió
tica compasión y de la aceptación que algo. Lo que perdió fue un hijo. Su bebé,
necesitaba de ellos. No habían aceptado su nieto. Gina piensa en ello todos los
el embarazo y ahora no podían ni siquie- días. Llora por ello cada noche. Lo que
ra aceptar su dolor. Se sentía completa- sucedió está lejos de haber terminado
mente rechazada por ellos. para ella. Usted debe escuchar cómo le
ha afectado el aborto”.

¿EL PADRE SABE MÁS? El señor Davis no respondió. Con


convicción continué: “Cuando alguien
El padre de Gina no tenía ni idea del muere, lo peor que alguien puede decir
sacrificio que ella había hecho para agra- es “ha sido lo mejor; es mejor así”. Esto
darle. La noche antes de nuestro encuen- no hace nada para aliviar ni consolar; lo
tro me llamó. único que hace es enfurecer a la perso-
na porque no se está apreciando su pér-
“He estado con el estómago revuelto dida o dolor. Lo peor para Gina es que
toda la semana desde que oí hablar de esta no reconozca la vida que echa de
reunión -dijo-. Quiero hacer lo que sea menos. Gina echa de menos a su bebé,
mejor para Gina”. un hijo que usted no ha sido capaz de
reconocer”.
Entonces su tono pasó a ser más for-
mal y contundente: “Quiero que sepa que Finalmente, el señor Davis estuvo de
esto no es una cuestión moral para mí. acuerdo en que debería intentar escuchar
¡Gina tenía que abortar! Todavía pienso y que quizá tuviera algo que aprender. Yo
que tomamos la mejor decisión. Si tuvie- realmente no podía esperar más que eso.
ra que volver a hacerlo, decidiría lo
mismo. Sé que esto no es lo que ella “Los hombres no son propensos al sen-
quiere escuchar, pero ¿debería mentir timentalismo”, me recordó. Honestamente,
sobre ello para hacerla sentir mejor?, ¿es él deseaba poder sentir pena y compasión
eso lo que debería hacer?, ¿decirle que por el bebé, pero no podía. No obstante,
fue un error?, ¡no puedo hacer eso!”. escucharía, si eso ayudaba a su hija.

Instituto de Bioética / UCA 21


VIDA Y ÉTICA

ESCUCHAR Y ASUMIR aflicción. Miró fijamente, con increduli-


LA RESPONSABILIDAD dad, como si una luz hubiera iluminado
abruptamente una habitación a oscuras.
Cuando el señor Davis vino por la
mañana empezó con una sorprendente Su voz se quebró con la angustia.
declaración: “No tenía ningún derecho a “¡Oh, mi dulce bebé, mi Gina!”, exclamó.
hacer esa elección”, dijo. Después de “Lo siento muchísimo, ¡estaba tan equi-
luchar con varios puntos de nuestra con- vocado!”. Apretó su cara contra la mejilla
versación durante toda la noche, admitió de Gina, las lágrimas finalmente brota-
que por primera vez se daba cuenta de ron y se mezclaron con las de su hija. Ella
que el aborto no había sido la elección lo rodeó con sus brazos. Se abrazaron
de Gina. fuertemente y su padre acarició suave-
mente su largo cabello. Toda la ira, la
La sesión comenzó y fue muy intensa. amargura, las emociones reprimidas, el
Gina expresó su enojo, dolor y sentimien- dolor, cedieron. Él suplicó su perdón y le
tos de rechazo. También compartió su dijo que hubiera sido una madre increí-
pena por el bebé perdido. ble. En un precioso momento, su valía
como madre había sido reconocida y
El señor Davis comenzó a enfrentarse a Gina lloró aliviada.
muchas cosas por primera vez. Finalmente,
fue capaz de considerar al bebé y a sepa- En una sesión posterior con sus
rar a Joe del embarazo. El aborto fue una padres, Gina asumió su responsabilidad
forma de eliminar cualquier síntoma de personal por haber permitido que el
actividad sexual de su hija y “heroicamen- aborto tuviera lugar y les pidió a sus
te” librarla de las consecuencias de sus padres que hicieran lo mismo. En esta
propias acciones. Comenzó a darse cuenta ocasión, los padres escucharon sin defen-
de que su hija ahora era una mujer, a der o razonar lo que había ocurrido.
quien no debería haber intentado contro-
lar. Necesitaba creer que Gina era capaz de La terapia ayudó a los padres de Gina
tomar sus propias decisiones sin la amena- a entender el grave error que habían
za del abandono. cometido al haberla forzado a elegir
entre ellos o su bebé. Yo les animé a no
A medida que estas interpretaciones hacerla elegir otra vez entre ellos o Joe.
empezaron a quedarle claras, la negación Con amargura y pena, Gina permitiría
ya no podía mantenerlo bajo su podero- otro tipo de aborto: el final de su rol
so control. De repente, le sobrevino la como hija.

22 Año 12 / No 1 / Junio de 2011


Aborto: dolor prohibido / ARTÍCULOS

Al reconocer el dolor de Gina, y com- que la vida de una mujer vuelva a ser lo que
partiéndolo con ella, el Sr. y la Sra. Davis era antes. Pero este es un enfoque muy
restauraron su relación con su hija. El superficial. Una vez que una mujer está
amor de Gina y su alegre personalidad embarazada, la elección no es tan fácil
pudo florecer una vez más. Pudo conti- como entre: 1) tener un bebé y 2) no tener-
nuar su viaje para convertirse en una lo. La elección es entre: 1) tener un bebé y
adulta capaz y segura. Con el apoyo de la 2) tener la experiencia del aborto. Ambas
intervención terapéutica, se dio cuenta son experiencias que cambian la vida.
de que era capaz de identificar sus nece- Ambas tienen importantes secuelas psico-
sidades -como el deseo de romper con lógicas, ya sea contribuyendo u obstaculi-
Joe- y de alcanzar sus propias metas. zando la salud mental de una persona.

Los defensores del aborto a menudo


UNA FAMILIA QUE REFLEJA han tratado de burlar la cuestión de sus
LA SOCIEDAD secuelas psicológicas argumentando que
tener un bebé “no deseado” es aún más
La historia de Gina ilustra lo realmente “traumático” que tener un aborto. Este
complejo que es el aborto y la decisión de argumento, sin embargo, siempre se saca
abortar. Implica cuestiones de relaciones en el contexto del rechazo de la eviden-
familiares, de la propia identidad, morali- cia del trauma post-aborto. Nunca va
dad y del bienestar psicológico y físico. acompañado de referencias a investiga-
ciones que muestran que las mujeres que
Cuando los padres de Gina la presiona- dan a luz tienen más lesiones psicológicas
ron para que abortara, realmente creían que las que abortan, porque no existen
que el aborto beneficiaría su vida. No podí- tales estudios. Por el contrario, este argu-
an imaginar el precio psicológico que le mento es una afirmación sin base, y en
supondría a su hija o a su familia. Incluso realidad es un intento por desviar la aten-
después de que Gina comenzara a tener ción de la verdadera cuestión: el hecho de
problemas emocionales, no podían com- que el aborto tiene secuelas psicológicas
prender o tener empatía con su trauma. significativas. Aunque es apropiado com-
parar las experiencias psicológicas deriva-
Lo mismo ocurre en la mayoría de las das de tener un hijo o tener un aborto, se
familias que presionan o animan a sus seres han llevado a cabo muy pocas investiga-
queridos a abortar. Es demasiado fácil ima- ciones para establecer esta comparación.
ginar que el aborto es una “solución rápida” Todo lo que tenemos por el momento son
que “permitirá volver atrás en el tiempo” y declaraciones de personas.

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VIDA Y ÉTICA

Además, aunque se demostrara que no para ayudar a los nuevos padres a


dar a luz a un “hijo no deseado” es más criar a su hijo. Este apoyo social es cru-
dañino psicológicamente que la expe- cial para poder adaptarse a la paterni-
riencia traumática de abortar, no cam- dad/maternidad.
biaría el hecho de que se les debiera
avisar a las mujeres y a sus familias de los Desafortunadamente, nada de esto es
riesgos del aborto para su salud mental. verdad con respecto al aborto. En mi expe-
Para muchas mujeres, esta es la experien- riencia clínica, he observado que el daño
cia más traumática y dolorosa de su vida. emocional relacionado con éste, es proba-
Tienen derecho a saber que esta es una blemente prolongado, y que también pro-
posibilidad. Pero en la práctica, los ami- bablemente creará distorsiones negativas
gos y familiares que aconsejan a las en la vida de una persona que no serán
mujeres no están pintando un cuadro fácilmente comprendidas o aceptadas por
exacto de los posibles efectos negativos, ellas mismas u otros. Además, el público
así como del riesgo de sufrirlos. general tiene muy poca comprensión
sobre dicha experiencia. Esta es la razón
Todo el mundo sabe, al menos en por la que hay pocos recursos disponibles
algún nivel, la carga que supone ser para ayudar a las mujeres y hombres que
padre/madre. Es de conocimiento gene- luchan con las consecuencias físicas o psi-
ral. También es sabido (avalado por cológicas del aborto.
investigaciones científicas sobre el tema)
que la mayoría de las mujeres rápida- Por lo menos, las escalas de la balan-
mente van a amar y apreciar a su hijo no za están inclinadas. Hay una conciencia
planeado. Tanto ellas como sus familiares social de la necesidad de apoyar a las
disfrutarán de los muchos placeres y mujeres y hombres en su viaje hacia la
ventajas que compensan las correspon- cura emocional después de una expe-
dientes cargas de la paternidad/materni- riencia como esta.
dad y de las interrupciones en sus
objetivos personales. La ignorancia y negación exhibida en
la historia de la familia Davis es típica de
En mi opinión, el “trauma” de conver- nuestra sociedad en su conjunto. Así
tirse en padre/madre de forma inespera- como esta ignorancia y negación de las
da generalmente es superado por la consecuencias del aborto fueron un obs-
persona en un período corto de tiempo. táculo en el camino de recuperación de
Además, está claro que hay abundantes Gina, también hay obstáculos en el de
recursos sociales que pueden ser ofreci- millones de mujeres y hombres. Si, como
dos por la familia, los amigos y el gobier- sociedad, queremos contribuir a la salud

24 Año 12 / No 1 / Junio de 2011


Aborto: dolor prohibido / ARTÍCULOS

mental de mujeres y hombres, debemos que utilizan los terapeutas para describir
tener una mirada más crítica sobre las un grupo de síntomas psicológicos.
muchas maneras en que el aborto puede Mediante la clasificación y agrupamiento
afectar sus vidas. de estos símbolos, los psicólogos pueden
comunicarse mejor entre sí los tipos de
Es igualmente trágico que la ignoran- problemas emocionales que están tratan-
cia y negación generalizadas con respec- do y los tipos de tratamiento que son más
to a las consecuencias del aborto efectivos. Saber que el síntoma B con fre-
contribuyan al problema de que las cuencia se encuentra cuando el síntoma
mujeres sean coaccionadas a realizarlos A está presente, también ayuda a los
contra su deseo. Si los familiares, novios, terapeutas a explorar las cuestiones sub-
cónyuges, asesores y los trabajadores de yacentes que un paciente o cliente puede
la salud erróneamente creen que la ser que inicialmente no comunique.
mayoría de las mujeres pueden abortar y
“olvidarse”, es más probable que las La definición de la Asociación Ame -
induzcan al error, las manipulen y presio- ricana de Psiquiatría de TEPT representa
nen para que se sometan a abortos no una de las teorías más modernas sobre la
deseados por “el bien de todos”. Esto es naturaleza y efectos del trauma. Las vícti-
especialmente importante, ya que alre- mas y sus defensores han sido considerados
dedor del 53% de las mujeres que tienen como exagerados por aquellos que, o bien
problemas significativos post-aborto, apoyan estructuras sociales que perpetú-
posteriormente declara que se sentían an las causas del trauma, o que simple-
presionadas por los demás para elegir esa mente se sienten avergonzados de
opción. [3] enfrentarse a sus causas. Esta misma
pauta de negación sigue vigente en rela-
ción al aborto.
EL ABORTO COMO EXPERIENCIA
TRAUMÁTICA Según la definición actual, el TEPT se
define como un trastorno psicológico
Básicamente, el TEPT (trastorno por resultante de una experiencia traumática
estrés post traumático) no es algo tangi- que desborda los mecanismos normales
ble, como un virus o un tumor cerebral. de defensa de una persona. El impacto de
Se trata simplemente de una etiqueta esta experiencia es tan grande que los

[3] RUE, V. M. et al., “Induced Abortion and Traumatic Stress: A Preliminary Comparison of American and Russian
Women”, Medical Science Monitor, 10 (10): SR5-16 (2004).

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mecanismos de defensa de la persona se incluyen respuestas exageradas de sobre-


vuelven desorganizados y desconectados salto, ataques de ansiedad, dificultades
de la realidad, ya sea de forma temporal para establecer o mantener el sueño, irri-
o durante un período de tiempo prolon- tabilidad, arrebatos de ira o furia, com-
gado o indefinido. portamiento agresivo, dificultades para
concentrarse, hiper-vigilancia o reaccio-
Más exactamente, la definición de nes fisiológicas al ser expuestos a situa-
TEPT incluye dos elementos principales y ciones que simbolizan o se parecen en
tres tipos de síntomas. El primer elemen- algún aspecto a la experiencia traumáti-
to, un acontecimiento traumático, puede ca. Los conectores pueden con frecuencia
ser cualquier tipo de acontecimiento en desencadenar síntomas de hiper-excita-
el cual uno es testigo o experimenta “una ción. Por ejemplo, cuando una mujer que
muerte real o una amenaza de muerte o ha abortado experimenta ansiedad, ace-
una lesión grave, o una amenaza a la leración del pulso, o sudores durante una
integridad física de uno mismo o de revisión ginecológica rutinaria.
otros”. Si una persona “ha experimenta-
do, ha sido testigo o se ha enfrentado a” La intrusión es volver a experimentar
dicho acontecimiento traumático y “la o revivir el acontecimiento traumático
respuesta de la persona incluye un miedo en una de muchas maneras. En el caso
intenso, indefensión o terror”, él o ella del TEPT relacionado con el aborto, la
puede ser diagnosticado con TEPT. [4] intrusión puede incluir pensamientos
recurrentes o intrusivos sobre esa expe-
A continuación de esta evaluación riencia o el niño perdido, o reacciones de
inicial de las circunstancias, un diagnós- aniversario de intenso dolor o depresión
tico clínico de TEPT requiere la identifi- en la fecha prevista de término del
cación de los síntomas en cada una de las embarazo o en el aniversario del aborto.
siguientes tres amplias categorías: hiper- Los abortos sucesivos o los embarazos de
excitación, intrusión y constricción. reemplazo son dos formas habituales a
través de los que las mujeres recrean ele-
La hiper-excitación es una caracte- mentos de su trauma. En muchos casos,
rística de los mecanismos de defensa de algún aspecto del trauma es recreado de
“lucha o huida” excitados de forma forma disfrazada o simbólica. Pueden
inapropiada y crónica. Sus síntomas surgir comportamientos arriesgados,

[4] Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 4ta. ed, Washington D. C., American Psychiatric Association
Press, 1994.

26 Año 12 / No 1 / Junio de 2011


Aborto: dolor prohibido / ARTÍCULOS

impulsos suicidas y comportamientos vidades con las que antes disfrutaba;


obsesivo-compulsivos como forma de abuso de las drogas o el alcohol; pensa-
recreación inconsciente de los elementos mientos o actos suicidas; y otras tenden-
relacionados con el trauma no resuelto. cia auto-destructivas.

La constricción es el adormecimiento En los casos de TEPT es común que los


de las emociones o el desarrollo de pau- síntomas de hiper-excitación caracteriza-
tas de comportamiento diseñadas para dos por niveles altos de emociones, se
evitar cualquier visión, sonido, olor o alternen con períodos de acusada cons-
sentimiento asociados con el trauma. tricción, el adormecimiento de las emo-
Con frecuencia es acusado por senti- ciones. Esta alternancia de estados refleja
mientos de indefensión o de impotencia una forma del conflicto acercamiento-
para controlar o dirigir la propia vida. evitación. Mediante la constricción se
Supone un intento de negar y evitar busca evitar los pensamientos y memorias
sentimientos negativos y/o personas, relacionados con el trauma. Por medio de
lugares o cosas que agravan los senti- la intrusión, el subconsciente atrae la
mientos asociados con esa experiencia atención sobre un aspecto de la experien-
negativa. En los casos de trauma post- cia traumática, resultando en un período
aborto, la constricción puede incluir: la de hiper-excitación. Cuando una mujer (u
incapacidad para recordar la experiencia hombre) que sufre de TEPT oscila en este
o partes importantes de la misma; ciclo de acercamiento-evitación, puede
esfuerzo por evitar actividades o situa- observarse que está constantemente
ciones que puedan estimular recuerdos; alternando entre sentirse emocionalmen-
repliegue en las relaciones, especialmen- te insensibilizada/o y sentirse con un
te alejamiento de aquellas personas exceso de emociones. Es muy probable
involucradas en la decisión de abortar; que los períodos con exceso de emociones
evitación de los niños; esfuerzo por evi- sean desencadenados por pensamientos o
tar o negar pensamientos o sentimientos acontecimientos que le obliguen a revivir
sobre el aborto; restricción del abanico simbólicamente aspectos del aconteci-
de sentimientos cariñosos o tiernos; una miento traumático. [5]
sensación de un futuro acortado (ejem-
plo: no espera tener una carrera profe- Las tres categorías de síntomas TEPT
sional, casarse o tener hijos, o una vida son en sí mismas simbólicas de diferentes
larga); disminución del interés por acti- aspectos de la experiencia traumática:

[5] HERMAN, Judith Lewis, Trauma and Recovery, New York, Basic Books, 1992, p. 34.

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“La hiper-excitación refleja la expectati- a una intervención quirúrgica de cualquier


va persistente de peligro; la intrusión tipo. Pero también temía que Dios la casti-
refleja la respuesta adormecedora de la gara por abortar y que este castigo viniera
rendición”. [6] en forma de una lesión inmediata o daño
reproductivo a largo plazo.
Las víctimas de TEPT típicamente
experimentan un estado inicial de insen- “Mi aborto fue una experiencia horrible.
sibilidad mientras que intentan integrar Recuerdo estar recostada en la mesa... sin
psicológicamente la experiencia traumá- poder apoyar la cabeza porque quería ver lo
tica. Los síntomas más tardíos, que puede que estaba pasando. Me temblaban las piernas
e intentaba cerrarlas. El médico parecía irritado
que no aparezcan en meses o incluso
y me dijo que no podía trabajar si no mantenía
años, incluyen irritabilidad, depresión,
las piernas separadas. Estaba aterrada de que
una sensación no razonada de culpa por algo anduviera mal. ¿Qué pasaría si el instru-
haber sobrevivido mientras que otros no mento del médico resbalaba?, ¿y si me lastima-
lo han hecho, pérdida de memoria o pro- ba el útero y terminaba en el hospital?, ¿y si no
blemas de concentración y dificultades podía tener hijos nunca? Intenté hacer lo que
para mantener relaciones emocionales me decían, pero estaba aterrorizada. No podía
con otras personas. También son comu- controlar mis lágrimas y temblores. Por unos
nes las pesadillas, los flashbacks a la momentos durante la intervención deseé la
escena traumática y la sobre-reacción a muerte. ¿Y si moría durante la operación?”.
sonidos o situaciones que recuerdan al
trauma. [7] “Cuando terminó todo sentí culpa. Estaba
segura de que Dios me castigaría por lo que
había hecho. Sentí que no merecía tener un
bebé porque había matado a uno. Estuve ator-
MIEDO TRAUMÁTICO, IMPOTENCIA O mentada por este temor durante años, junto
TERROR con un temor inquietante de que si tenía
niños estos serían retrasados, discapacitados o
Cuando Molly estaba en la mesa de se morirían de una enfermedad”.
operaciones de la clínica, luchaba contra el
miedo de que le fuera a pasar algo malo. En el caso de Molly, el miedo intenso
En parte esto se debía al nerviosismo natu- que sintió en el momento de abortar
ral que sentía al someterse por primera vez estaba centrado en la idea de que ella

[6] Ibíd, p. 35.


[7] WILSON, J. P., Trauma, Transformation and Healing: An Integrative Approach to Theory, Research, and Post-
Traumatic Therapy, New York, Brunner-Mazel, 1989.

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Aborto: dolor prohibido / ARTÍCULOS

misma podría morir o sufrir una lesión mentirosos! Claramente podían ver lo que yo
grave. Más adelante, esta ansiedad se había visto. Los odiaba. Pero a la vez, sabía que
centraba en temores de cosas que les yo era parte de esa mentira porque no podía
ocurriría a los hijos que pudiera tener en decirle nada a nadie. Me marché de la consulta
en un estado insensible de repulsión. Empecé a
el futuro. En el caso de Katrina, por otro
despreciarme a mí misma más que a ellos”.
lado, el mismo acontecimiento le produ-
cía una reacción emocional centrada en
En muchos casos, especialmente
el haber visto a su hijo abortado.
cuando la mujer siente que no tiene otra
“Mi doctora me prometió que la intervención
alternativa que abortar por la presión de
sería segura y privada en su consulta. Cuanto los demás o por sus circunstancias, su
antes lo hiciera mejor, ya que en ese momento respuesta emocional dominante en el
el bebé no tenía forma... sólo era un conjunto momento puede ser una sensación de
de tejidos que crecían. Quise creerlo, a pesar de impotencia. Siente que no puede alterar
saber que no era así. No hice ninguna pregun- el curso de los acontecimientos que la
ta ni tampoco la hizo mi prometido. La fecha se están llevando inexorablemente a un
fijó para un sábado”. aborto no deseado. Un caso especial-
mente dramático es el de Jennifer, que
“Aquella mañana fuimos en silencio en el había sido violada por su padre:
coche. Me ingresaron y prepararon para la
intervención. Entró el médico, pero no era mi “El médico me informó que estaba embarazada
doctora habitual. Era un hombre que no había y me preguntó qué quería hacer. Yo había visto
visto nunca antes. No me lo presentaron sino “El Grito Silencioso” en la clase de religión del
que empezó directamente a trabajar. Me dolió instituto y sabía que el aborto era un asesinato.
mucho; era muy brusco y me habló de forma A pesar del dolor y culpabilidad que sentía, y
dura cuando empecé a llorar. La enfermera me sabiendo quién era el padre del bebé, era
tomó de la mano y me dijo que me relajara. La mucho mejor tener el bebé que la alternativa
máquina se apagó y pensé que había termina- de matarlo. Me negué a abortar”.
do la intervención. Fueron al lavabo y estaban
haciendo algo. Entonces volvieron y otra vez “Mi padre entró en una furia descontrolada y
se encendió la máquina. Pareció durar una exigió que yo consintiera el aborto, o que lo
eternidad. Finalmente terminó”. hiciera el médico sin mi permiso. El médico se
negó debido a mis deseos. Mi padre exigió que
“Salieron de la habitación diciéndome que me se buscara un abortista, sin importar lo que
vistiera. Por curiosidad fui al lavabo para ver qué costara”.
habían estado mirando. Ahí estaba el fruto de mi
aborto ¡Ese era mi bebé! El terror de ese momen- “En menos de una hora, llegó este hombre al
to están profundamente impresos en mi alma. Mi hospital, habló con mis padres y decidió reali-
doctora, el abortista, el personal… ¡todos unos zar el aborto, sin hablar conmigo. Me negué e

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VIDA Y ÉTICA

intenté bajarme de la mesa quirúrgica. “Cuando me llamaron me levanté. Al entrar con


Entonces les pidió a tres enfermeras que me ellos, empecé a temblar aún más. Sabía que tenía
sujetaran mientras me ataba a la cama y me que ser fuerte. Me subí a la mesa de operaciones
inyectaba un relajante muscular para impedir- según me ordenaron, y me embargó un senti-
me moverme mientras él se preparaba para rea- miento de incredulidad. ¿Realmente lo estaba
lizar el aborto. Continué gritando que no haciendo? Cuando entró el médico, le hice algu-
quería abortar. Me dijo “¡Cállate y deja de gri- nas preguntas. Ni siquiera me acuerdo qué le
tar!”. Finalmente me pusieron anestesia general pregunté, sólo que me ignoró y que la enferme-
y mi hija fue asesinada...”. ra me respondió, como cubriéndolo a él. Empecé
a sentir que no quería estar allí. Les dije que me
“Siento dolor por mi hija todos los días. He quería marchar, pero una vez más, me ignoraron.
luchado por intentar olvidar los malos tratos y Un temor me subió al pecho. Estaba realmente
el aborto. Pero no puedo. Lo único que puedo asustada… ¿Qué estaba haciendo ahí? Agarré la
pensar es: “Debería haber hecho más, luchado mano de la enfermera y la sujeté con fuerza
más, por la vida de mi hija”. [8] cuando empezó la intervención. No había salida.
Me estaba succionando la vida. Estaba indefensa.
Frecuentemente, las mujeres declaran Entonces el miedo que tenía empezó a emerger e
que poco después de empezar su aborto, intenté tirarme de la mesa de operaciones. Me
repentinamente cambiaron de idea y sujetaron. No podía marcharme, no podía respi-
rar, sentía que me estaban ahogando. Me estaba
pidieron al médico que parase. En
debilitando y ya no recuerdo nada más. No sé
muchos casos, el médico les dijo que era
qué es lo que pasó... simplemente acabaron con-
demasiado tarde para parar y continua- migo. Cuando me desperté lloré, y siento como si
ron a pesar de sus protestas. Estas expe- hubiera estado llorando desde entonces”.
riencias pueden reforzar la sensación de
impotencia de la mujer durante la inter-
vención. Esto puede contribuir, como en EL ABORTO COMO UNA EXPERIENCIA
el caso de Alexa, al posterior sentimiento DE VIOLENCIA
de culpabilidad del superviviente:
Independientemente de los motivos
“Me había convencido a mí misma de que un por los que han decidido abortar, e inclu-
aborto sería lo mejor. Estaba en una situación so si moralmente se sienten cómodas con
de perder y tenía que tomar este camino. En la su decisión, muchas mujeres experimen-
sala de espera, estaba temblorosa pero segura.
tan el aborto como una violación de su
No quería permitir que me entrara en la cabe-
“integridad física” según se determina en
za ningún sentimiento negativo”.
la definición de TEPT. En muchos casos,

[8] REARDON, David, MAKIMAA, Julie and SOBIE, Amy, Victims and Victors: Speaking Out About Their Pregnancies,
Abortions and Children Resulting from Sexual Assault, Springfield, IL, Acorn Books, 2000.

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Aborto: dolor prohibido / ARTÍCULOS

las mujeres han descripto sus abortos traumas. Esta es la razón por la que un
como un sentimiento de “violación qui- historial de abusos sexuales es un factor
rúrgica”. [9] Esta analogía no es sorpren- de riesgo de mayores problemas psiquiá-
dente cuando uno considera la mecánica tricos post-aborto. Añadir más trauma
misma del aborto. La mujer está recosta- sobre el trauma no es sano, incluso si la
da, las piernas abiertas, con un extraño víctima lo está consintiendo libremente.
que introduce instrumentos en su cuer- El aspecto de intrusión del trauma signi-
po, literalmente sacándole la vida de su fica que las víctimas tienen más probabi-
útero. Linda describió su aborto de la lidades de recrearlo en sus vidas. Facilitar
siguiente manera: abortos a mujeres con un historial de
ataques o abusos sexuales contribuye, en
“Estaba completamente despierta, no me die- muchos casos, a tendencias auto-des-
ron pastillas ni inyecciones. Estaba tumbada tructivas. Esto es especialmente preocu-
allí con lágrimas que me descendían por la pante a la luz de estudios recientes que
cara. La habitación era fría. Mis manos esta- indican que hasta una tercera parte de
ban húmedas por el sudor, mi mano derecha
las mujeres han sido víctimas de viola-
apretaba la mano delgada y fría de la asesora
ción o abusos sexuales. [10]
como si le estuviera quitando la vida. En la
mano izquierda tenía el puño cerrado, apre-
tando fuertemente sobre el estómago que me Según una enfermera de una clínica
vibraba mientras tenía lugar el aborto. Sentía abortista: “El aborto es la línea más
como si alguien me estuviera violentando con estrecha entre la amabilidad y la cruel-
un tubo de succión de gran potencia mientras dad. Aunque se haga lo mejor posible,
estaba tumbada, llorando silenciosamente, sigue siendo una violencia...”. [11] Según
como si consintiera ese hecho”. Missy:

Esta experiencia como una violación “Mi aborto fue muy traumático. El dolor fue
de la integridad física de la mujer es pro- espantoso. Me decían todo el tiempo que no
bable que sea todavía más pronunciada arqueara la espalda. Recuerdo que venían
en las mujeres con antecedentes de abu- enfermeras para sujetarme. La máquina sona-
sos sexuales o violación. En estos casos, el ba como un aparato de aire acondicionado
estropeado. Me sentí indefensa, atrapada, vio-
aborto es un conector con estos otros

[9] FRANCKE, Linda Bird, The Ambivalence of Abortion, New York, Random House, 1978, 84-95, 167.; REARDON, D.,
Aborted Women…, op. cit., introducción, cita 1, 51, 126.
[10] RUSSELL, D. E. H., Sexual Exploitation: Rape, Child Sexual Abuse, and Sexual Harassment, Beverly Hills, CA, Sage,
1984.
[11] TISDALE, Sallie, “We Do Abortions Here”, Harper’s Magazine, New York (October, 1987).

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VIDA Y ÉTICA

lada. Me desmayé cuando me incorporé des- sentimientos de arrepentimiento y odio a mí


pués de la intervención”. misma. Estoy teniendo tremendas dificultades
para reconciliar la vida que me rodea con la
Por su propia naturaleza, el aborto muerte de la pérdida irrecuperable que siento
requiere una violación del cuerpo de la en mi interior”.
mujer. Su cérvix, que la naturaleza ha dise-
ñado para permanecer cerrado para prote- Reflexionar de forma completa sobre
ger al feto en desarrollo, debe ser abierto la tragedia de abortar al propio hijo es
por la fuerza. Entonces, su útero, diseñado abrumador y quizá simplemente imposi-
para cuidar la vida, debe ser penetrado, ble. Para Heather esta memoria perdura-
succionado y raspado. Para muchas muje- ba en los límites de su conciencia,
res esta experiencia es nada menos que su manteniendo el dolor de su pérdida
primer encuentro con la muerte. intensamente vivo.

“El dolor de la intervención era una manifesta- “El dolor de mi aborto es tan real. La idea de
ción física de quitar la vida de mi cuerpo. Fue haber matado a tu propio hijo puede empu-
una experiencia que nunca olvidaré. Cuando jarte al límite. Me ha llevado años superarlo.
terminó, me sentí confusa y nerviosa; entonces, No sólo destruyó a mi hijo, sino también a mí
sentada en la sala de recuperación, me embar- misma. Ojalá la gente se diera cuenta de que
gó un enorme arrepentimiento. Me sentí tan el bebé perdido realmente nunca se va”.
abrumada por la emoción que no llevaba sen-
tada más de 40 segundos antes de que me Para Kari, la muerte de su hijo tam-
levantara, vistiera y marchara, simulando que bién conllevó la muerte de una parte de
nada había cambiado en mi vida. Pero todo sí misma.
había cambiado”.
Una parte de mí murió y me llevó 9
Para Rosemary, ver bebés se convirtió años y medio identificar qué fue lo que
en el conector con la experiencia de murió. La parte de mí que murió fue mi
muerte del aborto. hijo o hija que nunca conoceré. He repri-
mido y negado esto durante tanto tiem-
“Cuando estaba sobre la mesa, por primera vez po que también empecé a morir
en mi vida, experimenté la muerte con toda su emocionalmente. Empecé a perder inte-
oscuridad y finitud. Ahora tengo lo que yo
rés en la vida. Mi marido no importaba.
llamo el síndrome de “fijación”. Me fijo en
Mis hijos no importaban. Quería morir-
cada niño que hay a mi alrededor donde quie-
ra que esté y me recuerda el increíble dolor y
me, pero no sabía por qué. Me sentía
culpabilidad y pánico ante el horror de mi como una niña perdida que no quería
elección. Estoy experimentando profundos encontrar el camino de vuelta a casa. Era

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Aborto: dolor prohibido / ARTÍCULOS

un árbol en primavera sin un capullo de tanto de consentimiento libre como de


vida en ninguna de sus ramas. Mis raíces falta de libertad. Por un lado, la mayoría
perdieron la capacidad de beber el agua de las mujeres saben en algún nivel lo
de la vida. No sabía exactamente qué es que de verdad va a pasar, y son respon-
lo que me pasaba”. sables de elegir y consentirlo. Por otro
lado, la mayoría se siente sometida a pre-
siones externas, ya sea de personas o de
¿VÍCTIMAS O PERPETRADORES? sus circunstancias, que le hace sentir que
no tiene otra alternativa que consentir
Es extremadamente importante un aborto. En este respecto, comparte las
tomar nota de que el TEPT no se limita características de las víctimas.
únicamente a las “víctimas” tal como
“Mi novio llamó a la clínica para pedir una cita
normalmente consideramos este térmi-
para dos semanas más adelante. No le dije a
no. Los perpetradores de la violencia nadie más nada sobre mi situación y todavía
pueden sufrir de TEPT tan fácilmente nadie cercano a mí sabe lo que pasó. Nunca
como sus víctimas directas. De hecho, quise abortar, mi novio sí. El día de la inter-
como la Dra. Judith Lewis Herman ha vención la asesora me preguntó si quería que
señalado, “el riesgo de un trastorno pos- entrara mi novio para estar mientras ella
traumático es más alto cuando el super- hablaba conmigo. Le dije que sí, sabiendo que
viviente no ha sido sólo un testigo pasivo yo misma no le podía decir que lo que quería
sino también un participante activo de la era abortar. Ella me hizo las preguntas y él res-
muerte violenta o atrocidad”. [12] Esto es pondía por mí. No sé cómo ella no pudo notar
así porque el horror de lo que ha pasado las lágrimas en mis ojos y el nudo en mi gar-
ganta. Debió de notar mi reticencia, pero pare-
se magnifica por un sentimiento de res-
ció que lo único que le importaba era “vender
ponsabilidad personal o auto-culpa.
el aborto”. Reconozco que casi toda la culpa es
mía por permitir a mi novio obligarme a ello.
En el caso de TEPT relacionado con el Mi instinto maternal de proteger al bebé era
aborto, las mujeres generalmente suelen muy fuerte, pero tenía miedo. Me parecía que
verse a sí mismas más como perpetrado- estaba en un sueño en el que intentaba gritar
ras que como víctimas. Desde la perspec- pero que no me salía ningún sonido; estaba
tiva de una tercera persona, sin embargo, paralizada por el miedo. No obstante, no creo
ha sido mi observación que en la gran que la clínica debiera haber dejado que mi
mayoría de los casos existen elementos novio pidiera la cita y que contestara por mí”.

[12] HERMAN, Judith, Trauma and Recovery…, op. cit., ch. 8, Forbidden Grief, cita 5, p. 54.

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Como lo expresó una mujer, en vez de morgue. Congelada por el miedo, oigo que
elegir abortar, ella “eligió ser débil”, sim- dicen mi número. Comprueban tu nombre para
plemente dejando que los que la rodea- que coincida con tu número; entonces te llevan
ban la dirigieran a “lo único” que se para que te prepares para la intervención. “Todo
irá bien”, dijo la enfermera, “todo habrá pasado
podía hacer. En esos casos, el aborto
en unos minutos”. Tumbada, oigo una voz que
puede llevar a que las mujeres experi-
grita dentro de mi cabeza, “¡No, mamá! ¡no!”.
menten las tres formas de respuesta que Me levanto conmocionada y aterrada. La enfer-
caracterizan al trauma: miedo, indefen- mera me empuja para abajo diciendo: “Está
sión y terror. bien, ¡ya ha terminado!”. El médico se marcha
para ir con la siguiente paciente. Agarro a la
Es probable que la mayoría de las enfermera con lágrimas en los ojos: “¡He oído la
mujeres que abortan entren en esta cate- voz de mi hijo!, ¡he oído a mi hijo gritar!”. “No
goría que se solapa. Numerosos estudios te preocupes, con el tiempo se te pasará”. De
han demostrado que la mayoría de las alguna forma bloqueé ese momento hasta que
mujeres consideran que su aborto impli- 12 años después durante la terapia empecé a
ca su participación en la destrucción de enfrentarme a mis temores. Poco a poco empe-
cé a tratar todos los problemas de mi vida”.
una vida humana, específicamente, la
vida de su propio hijo. Eleanor describe
su experiencia: El 70% de las mujeres que abortan
cree que el aborto implica la matanza de
“Estaba en la clínica con, por lo menos, otras una vida humana, lo cual viola sus pro-
cien mujeres en la sala de espera, sentadas, de pios estándares morales. [13] Entre un 30
pie, ¡por todas partes! Con el fin de proteger y un 60% estaba inicialmente contenta
nuestra identidad, a cada una le daban un de estar embarazada y le gustaba estar
número. Así que esperé a que dijeran mi núme- embarazada. [14] Entre un 60 y un 80%
ro. Durante horas hubo un silencio sepulcral. hubiera, de hecho, preferido haber dado
Me daba la impresión de que estaba en una a luz si sus circunstancias hubieran sido

[13] ZIMMERMAN, Mary, Passage Through Abortion…, op. cit., introducción, Forbidden Grief cita 1, 69. En el estudio de
Zimmerman, sólo el 15% negó explícitamente que el feto era una persona o una vida humana (194-195). En una encues-
ta nacional, el 74% de mujeres con una historia de abortos estuvo de acuerdo con una afirmación de que el aborto es
moralmente incorrecto (Los Angeles Times Poll, 19 de marzo de 1989). Ver también: HUNTER, James, Before the Shooting
Begins, New York, Free Press, 1994, 93; en relación al hecho de que el aborto causa la muerte de una vida humana.
[14] ZIMMERMAN, Mary K., Passage Through Abortion…, op. cit., introducción, cita 1, 194-195; MILLER, “An Empirical
Study of the Psychological Antecedents and Consequences of Induced Abortion”, J Social Issues, 48(3):67-93
(1992);REARDON, David, Aborted Women…, op. cit. (introducción, cita 1).

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Aborto: dolor prohibido / ARTÍCULOS

mejores. [15] Entre un 30 y un 35% que “salvará la vida de la mujer”. [17] La


declara que se sintió presionado a abor- desesperación que se encuentra tras mu-
tar por otros. [16] chas decisiones de abortar ha sido bien
descripta en la analogía: “Ninguna mujer
Estas estadísticas subrayan dos puntos desea abortar como si deseara un helado o
respecto a la discusión de más arriba. un auto. Desea abortar como un animal en
Primero, la mayoría de las mujeres que una trampa desea arrancarse su propia
abortan lo reconocen como un aconteci- pierna”. [18]
miento que implica la matanza de una
vida inocente. Segundo, participan en esta ¿CON QUÉ FRECUENCIA EL ABORTO
violación de sus conciencias porque se CAUSA TEPT?
sienten incapaces de resistir o cambiar las
circunstancias que las están “forzando” a Existe una amplia variedad de reaccio-
elegir abortar. Lorri refleja su experiencia: nes al aborto. Ninguna mujer experimen-
ta todos los síntomas que se describen.
“Me pesa que nadie me consolara ni ofreciera
Algunas mujeres experimentan grupos de
una solución diferente a mi situación. Ya ves,
síntomas; otras pueden tener una reac-
ese bebé estaba en mi útero. El vínculo era
entre mi bebé y yo, y ni siquiera un aborto lo
ción muy dramática y debilitante; incluso
podía romper. Sin embargo, el amor que sien- algunas pueden parecer que toleran la
to por mi bebé está mezclado con una canti- intervención y sus efectos posteriores con
dad increíble de culpabilidad por haberle poco, o incluso ningún efecto, por lo
quitado la vida; y lo echo tanto de menos. Me menos durante el período durante el cual
he quedado sola con la memoria del calor de sus reacciones son estudiadas.
aquella vida dentro de mí, y la vergüenza de
permitir que lo mataran”. Cuando uno escucha el intenso dolor,
pena y confusión que las mujeres experi-
Para la mayoría de las mujeres, el abor- mentan después de una intervención que
to es, como mínimo, “un tipo de asesinato” se supone que iba a hacer mejores sus
que se soporta como un mal necesario por- vidas, es fácil comprender su necesidad de

[15] ZIMMERMAN, Mary, Passages Through Abortion…, op.cit., 139 y REARDON, David, Aborted Women…, op. cit., pp.
16-18 (introducción, cita 1).
[16] RUE, V. M., “Induced abortion and traumatic stress…”, op. cit., ch. 1, Forbidden Grief cita 1.
[17] DENES, Magda, In Necessity and Sorrow: Life and Death in an Abortion Hospital, New York, Basic Books, Inc., 1976,
p. 57.
[18] MATHEWES-GREEN, Frederica, Real Choices, Sisters, OR, Multnomah, 1994, p. 19.

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VIDA Y ÉTICA

evitar y negar su experiencia. Sin la com- repente encontrar a sí mismas poco pre-
prensión y apoyo de sus seres queridos es paradas para sobrellevar el impacto emo-
simplemente demasiado para tener que cional que implica. [19] Según la cita
llevarlo uno solo. Para muchas, la nega- anterior del Dr. Julius Fogel, un psiquia-
ción comienza inmediatamente. Por ejem- tra y ginecólogo que ha realizado más de
plo, Terry se pasó cuatro horas en una 20.000 abortos:
cafetería del metro después de abortar.
“Cada mujer, sea de la edad, origen o
“Estaba completamente aturdida. No podía clase social que sea, sufre un trauma al
creer lo que había hecho. No podía pensar en acabar con un embarazo. Se ve afectada
ello. Me senté y miraba a la gente que pasaba. en algún nivel de su humanidad. Es una
Me daba la sensación de que había salido de parte de su propia vida. Al destruir su
mi propio cuerpo”. embarazo, se destruye a sí misma. Es
imposible que le sea inocuo. Aquí se trata
Para otra paciente, Sonnie, el temor a de la fuerza de la vida. No importa si uno
enfrentarse a la fuente de su trauma cree que allí hay una vida o no. Es impo-
resultó en años de una negación confusa. sible negar que algo se esté formando, y
que ese algo es físico.” [20]
“Tenía miedo de pensar en mi aborto. No me
podía permitir a mí misma pensar en ello como No existen respuestas claras sobre de
una pérdida. Durante años ni siquiera sabía qué
qué forma experimentan muchas muje-
era lo que me pasaba. Nunca identifiqué la
res emociones negativas a un aborto. El
fuente de mi rabia y dolor. Lo único que sabía
era que me dolía algo dentro... muchísimo. Me
diagnóstico de que éste produce una
separaba de mis sentimientos. Siempre estaba reacción traumática está especialmente
insensibilizada emocionalmente”. politizado.

Ninguna mujer está a salvo de estas Aunque muchos estudios se han cen-
emociones negativas. Incluso aquellos trado en una gran variedad de reacciones
que se han pasado años luchando por el post-aborto, son muy pocos los que han
derecho al aborto, y que se han enfren- recogido datos validados estadísticamen-
tado intelectualmente a todas las cues- te estudiando directamente el modelo
tiones que rodean al tema, se pueden de TEPT. Quizás el más importante de estos

[19] DOE, Jane, “There Just Wasn’t Room in Our Lives Now for Another Baby”, New York Times, 14 de mayo de 1976.
[20] MCCARTHY, Colman, “A Psychological View of Abortion”, St. Paul Sunday Pioneer Press, Washington Post, 7 de
marzo de 1971. El Dr. Fogel, que realizó 20.000 abortos en las décadas subsiguientes, reiteró la misma visión en una

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Aborto: dolor prohibido / ARTÍCULOS

estudios ha sido el realizado por base de alrededor del 20% en la incidencia


Catherine Barnard, quien estudió a 80 de TEPT después de un aborto en la pobla-
mujeres que se habían sometido a abor- ción general. No obstante, la tasa real de
tos en una clínica de Baltimore entre tres TEPT podría ser considerablemente más
y cinco años antes. Utilizando medicio- alta, ya que la mitad de las mujeres que
nes estándar para el TEPT, Barnard descu- fueron contactadas se negaron a participar
brió que aproximadamente una de cada en el estudio. (Otras investigaciones han
cinco mujeres (el 19%) reunía todos los demostrado que las mujeres que se niegan
criterios para ser diagnosticada con el a participar en estudios de seguimiento
trastorno de estrés postraumático (TEPT). post-aborto son las que tienen mayores
Aproximadamente la mitad tenía muchos probabilidades de tener las características
de los síntomas de TEPT, aunque no de las mujeres con más problemas. [23] Es
todos; y entre el 20 y el 40% mostró de decir, que las mujeres para las que sus
moderados a elevados niveles de estrés y abortos son un tema doloroso es más pro-
comportamientos de evitación relativos a bable que no participen en estudios en los
sus experiencias de aborto. [21] que se examina su dolor). Entre las mujeres
que de hecho buscan asesoramiento poste-
Recientemente, en una encuesta reali- rior, hasta un 73% pueden ser diagnostica-
zada a 217 mujeres estadounidenses que das con TEPT utilizando las herramientas
habían abortado, se encontró que el 65% de evaluación estándar. [24]
de ellas experimentó múltiples síntomas
del trastorno de estrés postraumático, y el
14% tenía todos los síntomas para dar un REACCIONES RETARDADAS DE TEPT
diagnóstico definitivo de estrés postrau-
mático por aborto inducido. [22] La respuesta emocional inmediata de
una persona a un acontecimiento trau-
El estudio de Barnard parece haber mático no determina por sí solo si dicha
establecido una estimación de una línea de persona sufrirá los síntomas de TEPT.

segunda entrevista con McCarthy en 1989. “The Real Anguish of Abortions”, The Washington Post, 5 de febrero de 1989.
[21] BARNARD, Catherine, The Long-Term Psychological Effects of Abortion, Portsmouth, N.H., Institute for Pregnancy
Loss, 1990.
[22] RUE, V. M., “Induced abortion and traumatic stress…”, op. cit., ch. 1, Forbidden Grief, cita 1.
[23] ADLER, Nancy, “Sample Attrition in Studies of Psycho-social Sequelae of Abortion”, Journal of Social Issues, 1979,
35:100-110.
[24] ANDERSON, Rachel L., et.al., “Methodological Considerations in Empirical Research on Abortion”, en: Post-Abortion
Syndrome: Its Wide Ramifications, Peter Doherty (ed.), Cambridge, Gran Bretaña, Cambridge University Press, 1995, pp. 103-115.

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VIDA Y ÉTICA

Puede pasar un período de tiempo consi- valor de la vida puede desencadenar la


derable entre el suceso causante del liberación de la reacción traumática de
trauma y la reacción traumática. Por un aborto del pasado. Desde esta cum-
ejemplo, imaginemos un terrorista bre de asombro, el recuerdo de haber
recientemente reclutado a quien se le estado implicado en un aborto puede
dan instrucciones de tirar una bomba por repentinamente aparecer como algo
encima de una pared. Con el ruido de la terrible. Esta fue la experiencia de
explosión, el joven terrorista puede que Audrey durante el embarazo y naci-
se sienta poderoso en vez de indefenso, miento de su primer hijo:
valiente en vez de temeroso, jubiloso en
vez de horrorizado. Pero si el joven lan- “Durante todo mi embarazo estuve ansiosa. La
zador de la bomba más tarde va al otro experiencia de tener un bebé me trajo todos los
lado de la pared y ve los cuerpos de sus recuerdos de mis abortos y un enorme senti-
víctimas, su respuesta emocional puede miento de culpabilidad. Pensé que me moría
cambiar de forma instantánea. Aunque cuando vi mi primera ecografía. Miré la pantalla
en su mente sabía qué esperar, el horror asombrada y mortificada. Asombrada de ver a mi
bebé, el perfil de su cara, sus manos, el corazón
de ver en la realidad los resultados de su
que latía, la espina dorsal y demás. Mortificada
acto puede abrumar sus justificaciones
porque esto no era todo lo que yo pensaba que
intelectuales por hacer “lo que se tenía me estaban “evacuando” años atrás.
que hacer”. Si a continuación presenta
síntomas de hiper-excitación, intrusión y
Para Robin, fue una visita a casa en el
constricción, ha desarrollado TEPT.
aniversario de sus padres y ver a sus
sobrinas y sobrinos lo que desencadenó
De forma parecida, para muchas
sus reacciones traumáticas.
mujeres, la naturaleza traumática de su
aborto no se libera totalmente hasta
“Aborté a la edad de diecinueve años. Estuve
que un suceso posterior desencadena
bien después, como agradecida a la clínica y al
una mayor comprensión de todo lo que
personal que me ayudaron. Me volví a quedar
ha ocurrido. En estos casos, los sínto- embarazada dos años después y volví a abortar.
mas de TEPT pueden ser obviamente Después, ayudé a varias de mis amigas a pasar
desencadenados con la exposición al por esta intervención porque yo era la ‘experi-
fruto del aborto. Pero también se puede mentada’. Utilizaba el humor y el sarcasmo para
desencadenar una sensación de horror enfrentarme con cualquier sentimiento.
similar mediante lo que normalmente Empecé a trabajar en el sector de las líneas
pueden ser experiencias maravillosas. aéreas y viajé por todo el país. La mayoría de la
Cualquier experiencia que inspira una gente pensaba que yo llevaba una vida glamo-
sensación de asombro respecto del rosa y mi libertad era la envidia de muchos.

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Aborto: dolor prohibido / ARTÍCULOS

Entonces un verano todo se desmoronó. Me invi- charme. Pero aún después de marcharme, la pena
taron a casa a una fiesta de aniversario que mis me seguía. No había forma de escapar a mi tris-
hermanos y hermanas estaban organizando para teza y eso afectó todo... mi trabajo, amistades y
mis padres. No había vuelto a casa en once años. mi autoestima. La depresión, la bebida, los ata-
Me sentí aterrada de ir y pensé todas las formas ques de llanto... duró bastante tiempo hasta que
para evitar el viaje. Una buena amiga me pre- busqué ayuda”.
guntó de qué tenía miedo... y honestamente no
se lo podía decir. Bueno, me obligué a ir a casa… Según el estudio del Instituto Elliot,
Volver sacó algunos recuerdos muy dolorosos más del 60% de las mujeres estudiadas
relativos a mis abortos. Cuando vi a mis padres y reporta que tuvo un período de tiempo
a todas mis sobrinas y sobrinos tuve pensamien-
durante el cual no había expresado nin-
tos disparatados... me preguntaba por qué yo no
gún sentimiento negativo respecto de su
tenía hijos. Sentía que mis propios hijos deberían
haber estado allí con nosotros. ¡Sentí tanta pena!
aborto. Declaran que el período de tiem-
No podía creer el dolor y angustia que inundaron po medio antes de que siquiera recono-
mi corazón. Me encontré llorando todo el tiem- cieran sus reacciones negativas fue de
po y bebiendo para ahogar el dolor, y queriendo algo más de cinco años. Esta reacción
dormir durante todo el día. Dejé de comer y me retardada es una de las principales razo-
volví muy reservada. Realmente no podía funcio- nes por las que este trauma es tan mal
nar y maldije el hecho de haber vuelto a casa. Lo comprendido por parte de la sociedad y
único que podía pensar era que necesitaba mar- de los profesionales de la salud mental.

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