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Caso 1 - Acción de Amparo
Caso 1 - Acción de Amparo
ACCION DE AMPARO. Resolución del Tribunal Constitucional 792, Registro Oficial Suplemento 66,
18 de Abril del 2007.
ANTECEDENTES:
El señor Marcos Emilio Suéscum Guerrero comparece ante la Primera Sala del Tribunal de lo
Contencioso Administrativo Distrito de Quito, e interpone acción de amparo constitucional en contra
del Director Ejecutivo del Consejo Nacional de la Judicatura, y como tal su representante legal, y del
Presidente de la Comisión de Recursos Humanos del mismo organismo, con el fin que se suspenda
el acto administrativo de traslado constante en el Oficio No. 0580-S-CRH-CNJ-CO de 9 de junio de
2005.
Indica que el acto ilegítimo impugnado no toma en cuenta la acción de personal No. 32-DNP, de 7 de
enero de 2000, en la que el Pleno del Consejo Nacional de la Judicatura, mediante resolución de 6
de enero de 2000, designó al compareciente como Delegado Distrital de la H. Corte Superior de
Justicia de Quito, significando que su jurisdicción corresponde a la Provincia de Pichincha, por lo que
la disposición de traslado a la Provincia de Imbabura, en base al delicado estado de salud, no es
verdad, ya que goza de buena salud, que dicha disposición ignora el nombramiento anterior y
provoca una situación administrativa irregular.
Señala que para la designación de Delegado Distrital en la Corte Superior de Justicia de Quito, el
compareciente se sometió a un concurso de merecimiento y oposición, en la cual obtuvo las más
altas calificaciones, por lo que no es posible que luego de más de 5 años se disponga otra cosa.
Expresa que prácticamente se lo esta destituyendo de su cargo y que se lo esta designando a otro
distrito provincial, por parte de una autoridad que no tiene competencia ni atribución para tal efecto,
puesto que el Pleno del Consejo Nacional de la Judicatura lo designo como Delegado Distrital de
Pichincha, lo cual invalida el acto que se impugna.
La Primera Sala del Tribunal de lo Contencioso Administrativo Distrito de Quito, acepta la acción de
amparo constitucional propuesta, por considerar que el desarraigo del demandante de su lugar
habitual de trabajo, sin su voluntad y sin que se le haya seguido un sumario administrativo,
constituye un quebrantamiento al principio de estabilidad consagrado en el Art. 124 inciso segundo
de la Constitución Política del Estado.
PRIMERO.- Que, la Sala es competente para conocer y resolver el presente caso de conformidad
con lo que disponen los artículos 95 y 276 número 3 de la Constitución, en concordancia con lo
dispuesto en el artículo 62 de la Ley del Control Constitucional;
SEGUNDO.- Que, el accionado alega falta de legitimación pasiva, toda vez que no se ha contado
con todos los miembros de la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la
Judicatura. Al respecto, este Tribunal hace presente que al ser la Comisión de Recursos Humanos
un órgano colegiado, el acto proviene del órgano como tal y no de los individuos aislados que lo
conforman, puesto que sus miembros no tomaron a titulo personal la decisión contenida en la
resolución impugnada.
Como lo indicó el Pleno del Tribunal Constitucional en el Caso No. 0977-2004-RA, las declaraciones
contenidas en las normas constitucionales serian fútiles, si sus medios jurídicos procesales no
coadyuvan a asegurar su efectividad; o si estos, se convirtieran en rémoras de la solución del
conflicto, del restablecimiento de la vigencia real de la norma constitucional quebrantada o impidieran
la plena vigencia del principio de la supremacía constitucional. El debido proceso solo puede
entendérselo como culminación eficaz de la protección jurisdiccional de la Constitución. De ahí que,
si el ordenamiento procesal constitucional destinado a hacerla efectiva, presenta óbices a ese
objetivo, en un caso concreto, en que la ilegalidad del acto administrativo es crasa, resultaría
clamoroso que el Tribunal Constitucional eludiese su obligación de subsanar las situaciones
imprevistas en la ley; y así, estaríamos frente a un sistema imposible, incompleto e inoperante de
justicia constitucional. Por ello es que el Tribunal Constitucional en su misión de proteger el principio
de la supremacía de la Constitución, debe cumplir un deber adicional al que cumple un Tribunal de
Justicia Ordinaria: defender la Constitución y la eficacia de las garantías personales por encima de
las formalidades, en especial, los valores que en un momento dado estuvieron considerados en su
redacción, con miras a "mantenerla viva.
El acto administrativo materia del examen, es de aquellos que la doctrina contemporánea, denomina
"acto complejo", en el que la concurrencia de un grupo de personas preparan y resuelven la decisión
correspondiente, que la ejecuta uno de sus miembros, que con voz y voto contribuyó a la formación
del indicado acto. Es por ello, que en estos casos, en que no existe un representante legal del
cuerpo colegiado, la doctrina y la jurisprudencia han conferido legitimación procesal, al ejecutor del
cuerpo colegiado, del que emanó el acto complejo, a fin de evitar tardanzas en la tramitación de una
acción de carácter extraordinaria, como es la del amparo constitucional.
Por lo señalado, no se ha omitido solemnidad sustancial alguna que pueda incidir en la resolución de
la causa, por lo que se declara su validez.
TERCERO.- Que, del texto constitucional y de la normativa singularizada en la Ley del Control
Constitucional, se establece de manera concluyente que la acción de amparo constitucional es
procedente cuando: a) existe un acto u omisión ilegítimos, en principio de autoridad pública; b) que
siendo violatorio de un derecho subjetivo constitucional; c) amenace causar un daño grave e
inminente en perjuicio del peticionario; es decir que dichos tres elementos descritos para la
procedencia de la acción de amparo deben encontrarse presentes simultáneamente y de manera
unívoca;
CUARTO.- Que, un acto es ilegítimo cuando ha sido dictado por una autoridad que no tiene
competencia para ello, que no se lo haya dictado con los procedimientos señalados por el
ordenamiento jurídico o cuyo contenido sea contrario al ordenamiento jurídico vigente, o bien que se
lo haya dictado sin fundamento o suficiente motivación, por lo tanto, el análisis de legitimidad del acto
impugnado no se basa sólo en el estudio de competencia, sino también de su forma, contenido,
causa y objeto.
A folio 4 del expediente consta un acto subsecuente al mencionado, contenido en el Oficio No.
0597-S-CRH-CNJ-CO, de 10 de junio de 2005, suscrito por el propio Presidente de la Comisión de
Recursos Humanos, y dirigido al hoy accionante, que por su importancia, es menester citarlo: "La
Comisión de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura, en sesión de 10 de junio de
2005, resolvió conminar a Ud., en virtud de las apremiantes necesidades del Distrito de Imbabura,
que asuma las funciones asignadas en la forma más inmediata, recordándole la obligación que tiene
de presentar todos los informes inherentes a las gestiones que venía desempeñando en la
Delegación Distrital de Pichincha y que fueran solicitados con anterioridad" (las negrillas son
nuestras).
SEXTO.- Que, a folio 1 del expediente consta la Acción de Personal No. 0031-DNP, de 7 de enero
de 2000, suscrito por el Presidente de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo Nacional de la
Judicatura, cuya explicación textualmente dice: "El Pleno del Consejo Nacional de la Judicatura, en
sesión efectuada el día jueves 6 de enero del año 2000, designa al señor Dr. MARCOS EMILIO
SUESCUM GUERRERO, para que desempeñe las funciones de DELEGADO DISTRITAL DEL
CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA, en la H. Corte Superior de Quito" (las negrillas son
nuestras).
SEPTIMO.- Que, respecto al acto que se impugna, que en definitiva es la resolución de la Comisión
de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura, de trasladar administrativamente al
hoy accionante, de su calidad de Delegado Distrital de Pichincha a Delegado Distrital de Imbabura, el
accionado ha justificado tal actuación en el contenido del Art. 17 numeral a) de la Ley Orgánica del
Consejo Nacional de la Judicatura, que dice: "La Comisión de Recursos Humanos tendrá las
siguientes atribuciones: a) Planificar, organizar y controlar los recursos humanos de la Función
Judicial"; por lo que en principio aparecería que efectivamente la Comisión de Recursos Humanos
del Consejo Nacional de la Judicatura tiene competencia para trasladar a los Delegados Distritales
de una provincia a otra, a pretexto de organizar los recursos humanos de la Función Judicial, no
obstante, la Sala considera adecuado realizar el siguiente análisis.
OCTAVO.- Que, el Art. 10 de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Judicatura dice: "Son
órganos del Consejo Nacional de la Judicatura: a) El Pleno; b) El Presidente; c) Las comisiones
Se debe tomar en cuenta la jerarquía que se desprende de la norma citada. Se tiene pues que el
Pleno es un órgano del Consejo Nacional de la Judicatura tanto como lo es la Comisión de Recursos
Humanos; y, que es el Pleno el que establece delegaciones distritales, es decir, el Delegado Distrital
de una provincia es representante del Pleno del Consejo en tal provincia, por cierto conformado por
siete vocales, y por su jerarquía es a ese órgano al que debe su representación y no a otro, por lo
que la competencia de la Comisión de Recursos Humanos respecto a la organización de los
delegados distritales, que se pretende deducir del Art. 17 literal a) de la Ley Orgánica del Consejo
Nacional de la Judicatura, se ve directamente afectada por la del último inciso del Art. 10 de la ley
supra, ambas ya citadas.
En efecto, la acción de personal que se emite a favor del hoy demandante, transcrita en el
considerando sexto de este fallo, le designa como Delegado Distrital del Consejo Nacional de la
Judicatura en la Corte Superior de Quito, según el propio accionante en virtud de un concurso de
merecimientos y oposición, lo que no ha sido demostrado en el proceso, aunque tampoco lo ha
contradicho la parte demandada; por lo que nace la inquietud sobre si el cargo del actor lo debe
desempeñar únicamente en la ciudad de Quito o puede ser trasladado a otra provincia sin su
consentimiento previo. De todas formas, en este punto cabe indicar que no se puede aplicar al caso
concreto la norma contenida en el Art. 42 de la Ley Orgánica de Servicio Civil y Carrera
Administrativa, que establece el consentimiento previo para el traslado administrativo a otra
provincia, como lo ha pretendido el accionante en su demanda, porque por mandato legal expreso tal
cuerpo normativo no rige para la Función Judicial.
Sin embargo, entiende esta Sala que el propio Consejo Nacional de la Judicatura da la respuesta a
la inquietud planteada, al dictar el Instructivo para la Designación de Delegados Distritales del
Consejo Nacional de la Judicatura, si bien aparece muy posterior al acto que se impugna, puesto que
fue publicada en el Registro Oficial No. 363 de 25 de septiembre de 2006, no deja de ser una guía
precisa al indicar en sus primeros artículos que los Delegados Distritales serán elegidos por
concurso de merecimiento y oposición, establece la forma que serán designados, y dentro del trámite
para el concurso indica expresamente en el Art. 4 inciso segundo literal a) lo siguiente: "Los
postulantes deberán presentar, además con su documentación, lo siguiente: a) Solicitud formal con
la indicación del distrito para el que postula"; por lo que aplicando la lógica jurídica se puede concluir
que nadie puede ser trasladado, sin su consentimiento previo, a un cargo diferente para el que
postuló, porque ciertamente se estaría violando su estabilidad; y, se puede concluir también que no
hay por qué entender que la situación jurídica de los Delegados Distritales era diferente antes que se
dicte el Instructivo mencionado, porque ninguna norma así lo indica, y además porque los propios
considerandos del Instructivo indican que éste nace en virtud del Art. 10 de la Ley Orgánica del
Consejo Nacional de la Judicatura, que no ha cambiado en su contenido.
NOVENO.- Que, por otro lado, el Art. 24 numeral 13 de la Constitución Política del Estado dice: "Las
resoluciones de los poderes públicos que afecten a las personas, deberán ser motivadas. No habrá
tal motivación si en la resolución no se enunciaren normas o principios jurídicos en que se haya
fundado, y si no se explicare la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho".
DECIMO.- Que, en la especie, el acto que se impugna sostiene que el actor Dr. Marcos Suéscum es
trasladado al Distrito de Imbabura por su estado de salud, pero el propio afectado indica que no tiene
ningún problema de salud, ni del expediente aparece este particular, ni consta que él haya solicitado
el cambio por una cuestión de salud, por lo que el mencionado argumento no tiene ningún tipo de
fundamento. Además el acto indica que el Distrito de Imbabura, al que se le traslada, está ya
organizado y tiene menos conflictividad que el de Pichincha, lo cual aparece contradictorio con el
oficio que se envía al día siguiente al propio actor, citado en el considerando quinto de este fallo, en
el que se le conmina a asumir las funciones del nuevo cargo por las apremiantes necesidades del
Ninguno de los actos mencionados justifica de manera convincente los motivos por los que la
Comisión de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura tomó tal decisión, mucho
menos enuncia normas o principios en los que se haya fundado, ni explica la pertinencia de su
aplicación a los antecedentes de hecho, es más, como queda dicho, menciona antecedentes
inexistentes como el estado de salud del afectado.
DECIMO PRIMERO.- Que, el acto que se impugna es ilegítimo por contravenir el Art. 10 último inciso
de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Judicatura, del que se desprende que la Comisión de
Recursos Humanos no tenía competencia para trasladar administrativamente a los Delegados
Distritales a que realicen su trabajo en otras provincias distintas para los que fueron designados;
viola el Art. 124 de la Constitución Política del Estado que garantiza la estabilidad de los servidores
públicos, y el Art. 24 numeral 13 de la Carta Magna que consagra el derecho a la motivación de los
actos que afecten a las personas; y, de manera inminente le amenaza con causar un daño grave,
puesto que se lo alejaría de su lugar permanente de residencia, con los efectos que ello conlleva en
el ámbito familiar, social y económico.
RESUELVE:
RAZON: Siento por tal que la resolución que antecede fue aprobada por los señores doctores Jorge
Alvear Macías, Santiago Velázquez Coello y Manuel Viteri Olvera, Magistrados de la Tercera Sala
del Tribunal Constitucional que suscriben, a los tres días del mes de abril de dos mil siete.- Lo
certifico.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL.- TERCERA SALA.- Es fiel copia del original.- Quito, a 12 de abril del
2007.- f.) Secretario de la Sala..