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ACCION DE AMPARO

Resolución del Tribunal Constitucional 792


Registro Oficial Suplemento 66 de 18-abr.-2007
Estado: Vigente

ACCION DE AMPARO. Resolución del Tribunal Constitucional 792, Registro Oficial Suplemento 66,
18 de Abril del 2007.

Quito D. M., 03 de abril de 2007

Magistrado ponente: Señor Doctor Jorge G. Alvear Macías

LA TERCERA SALA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En el caso signado con el Nro. 0792-2005-RA

ANTECEDENTES:

El señor Marcos Emilio Suéscum Guerrero comparece ante la Primera Sala del Tribunal de lo
Contencioso Administrativo Distrito de Quito, e interpone acción de amparo constitucional en contra
del Director Ejecutivo del Consejo Nacional de la Judicatura, y como tal su representante legal, y del
Presidente de la Comisión de Recursos Humanos del mismo organismo, con el fin que se suspenda
el acto administrativo de traslado constante en el Oficio No. 0580-S-CRH-CNJ-CO de 9 de junio de
2005.

Manifiesta que el Presidente de la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la


Judicatura emitió el oficio No. 0580-S-CRH-CNJ-CO, de 9 de junio de 2005, dirigido al Director
Ejecutivo y con copia al compareciente, en el cual dispone que el accionante pase a laborar como
Delegado Distrital de Imbabura "en vista de su estado de salud". Añade que, como alcance a la
comunicación anterior, con oficio No. 0597-CRH-CNJ-CO de 10 de junio de 2005, el Presidente de la
Comisión de Recursos Humanos le comunica al recurrente que debe asumir las funciones asignadas
de manera inmediata.

Indica que el acto ilegítimo impugnado no toma en cuenta la acción de personal No. 32-DNP, de 7 de
enero de 2000, en la que el Pleno del Consejo Nacional de la Judicatura, mediante resolución de 6
de enero de 2000, designó al compareciente como Delegado Distrital de la H. Corte Superior de
Justicia de Quito, significando que su jurisdicción corresponde a la Provincia de Pichincha, por lo que
la disposición de traslado a la Provincia de Imbabura, en base al delicado estado de salud, no es
verdad, ya que goza de buena salud, que dicha disposición ignora el nombramiento anterior y
provoca una situación administrativa irregular.

Señala que para la designación de Delegado Distrital en la Corte Superior de Justicia de Quito, el
compareciente se sometió a un concurso de merecimiento y oposición, en la cual obtuvo las más
altas calificaciones, por lo que no es posible que luego de más de 5 años se disponga otra cosa.

Expresa que prácticamente se lo esta destituyendo de su cargo y que se lo esta designando a otro
distrito provincial, por parte de una autoridad que no tiene competencia ni atribución para tal efecto,
puesto que el Pleno del Consejo Nacional de la Judicatura lo designo como Delegado Distrital de
Pichincha, lo cual invalida el acto que se impugna.

Manifiesta que el acto es ilegítimo, ya que no es posible un traslado administrativo de un funcionario


a una jurisdicción distinta de su lugar de residencia, sin que exista la aceptación voluntaria y por
escrito, conforme lo dispone el Art. 42 de la Ley Orgánica de Servicio Civil y Carrera Administrativa.

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Considera que el acto administrativo viola los Arts. 18; 23 numerales 2, 3, 14, 17, 26 y 27; 35
numerales 3, 4 y 6; y, 124 de la Carta Política; y que el alejamiento de su lugar habitual y
permanente de residencia conjuntamente con su familia, amistades, colegas profesionales, etc., le
causa un daño grave, especialmente en el orden moral y psicológico, aparte de lo económico y
social.

En la audiencia pública realizada el 28 de junio de 2005, el actor por intermedio de su abogado


defensor se ratificó en los fundamentos de hecho y de derecho de la demanda. La Procuraduría
General el Estado, mediante escrito manifiesta lo siguiente: Que la acción presentada es
improcedente por no existir acto ilegítimo. Que el oficio impugnado por el actor se ha emitido bajo las
prescripciones del Art. 17 de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Judicatura que señala las
atribuciones de la Comisión de Recursos Humanos, por lo que el acto proviene de autoridad
competente y ha sido expedido con las formalidades legales. Que no existe violación de derechos
fundamentales menos los relativos a los trabajadores, ya que los trabajadores judiciales no están
sujetos al Código del Trabajo, ni a la Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa, que no se le ha
tocado sus derechos a la remuneración ni estabilidad, ya que el recurrente mantiene su rango como
delegado Distrital y su remuneración. Que un simple traslado administrativo no viola el derecho a la
integridad física, al trabajo, a la igualdad de las personas, a no ser obligado a un trabajo forzoso, a la
seguridad y al debido proceso. Que no existe inminente amenaza de causar daño grave, ya que el
acto impugnado se ciñe a derecho, y que si algún daño le causará, el recurrente estaría en la
obligación de soportarlo de acuerdo a lo estipulado en el Art. 97, numerales 1, 4 y 13 de la
Constitución Política de la República. La parte accionada mediante escrito manifiesta: Que sin
fundamento, el Dr. Marco Suescum Guerrero, interpone la presente acción, ya que de la lectura del
mismo se desprende que fue la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la
Judicatura en sesión de 7 de junio de 2005 la que resolvió que el recurrente pase a laborar como
Delegado Distrital del Consejo de la Judicatura en la provincia de Imbabura. Que la Comisión de
Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura se encuentra integrada por cuatro vocales
y no solamente por el Presidente de la Comisión. Que existe falta de legítimo contradictor, lo que
produce una indefensión respecto de los otros vocales que integran la comisión, puesto que las
resoluciones que toma la comisión provienen de todos los Vocales y no solo del Presidente. Que el
Presidente de la Comisión de Recursos Humanos no es su representante legal, que ejerce la
Presidencia en forma interina, por lo que existe ilegitimidad de personería de la parte demandada.
Que al no haberse convocado a los otros Vocales de la Comisión de Recursos Humanos se viola el
procedimiento, ya que son necesarios los actos de comunicación, como la citación o la notificación, a
fin de ejercer el derecho a la defensa, constituyéndose en una solemnidad sustancial, cuyo
incumplimiento acarrea nulidad, por lo que solicita se declare la nulidad de las actuaciones
procesales que se han producido. Que cuando la Comisión de Recursos Humanos resolvió que el
Dr. Marcos Suéscum pase a laborar como Delegado Distrital del Consejo Nacional de la Judicatura
en la Provincia de Imbabura, no se han violado sus derechos, ya que dentro de las políticas
institucionales y para el mejor servicio de los usuarios de la administración de justicia la Ley
Orgánica del Consejo Nacional de la Judicatura, en el literal a) del Art. 17, señala que la Comisión de
Recursos Humanos tiene entre sus atribuciones la de planificar, organizar y controlar los recursos
humanos de la Función Judicial. Que el acto administrativo impugnado proviene de autoridad
competente, puesto que la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura,
al disponer y resolver un cambio administrativo, está organizando y planificando al personal de la
Función Judicial, sin que esto conlleve a violación de garantía fundamental alguna. Que con lo antes
indicado y en lo referente al cambio administrativo, se ha dispuesto de conformidad con la Ley y sin
violación de garantía alguna, para mejorar la administración de justicia en la indicada Provincia,
solicitan subsidiariamente, si no fuere declarada la nulidad de esta acción, que se la rechace por
improcedente.

La Primera Sala del Tribunal de lo Contencioso Administrativo Distrito de Quito, acepta la acción de
amparo constitucional propuesta, por considerar que el desarraigo del demandante de su lugar
habitual de trabajo, sin su voluntad y sin que se le haya seguido un sumario administrativo,
constituye un quebrantamiento al principio de estabilidad consagrado en el Art. 124 inciso segundo
de la Constitución Política del Estado.

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CONSIDERANDO:

PRIMERO.- Que, la Sala es competente para conocer y resolver el presente caso de conformidad
con lo que disponen los artículos 95 y 276 número 3 de la Constitución, en concordancia con lo
dispuesto en el artículo 62 de la Ley del Control Constitucional;

SEGUNDO.- Que, el accionado alega falta de legitimación pasiva, toda vez que no se ha contado
con todos los miembros de la Comisión de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la
Judicatura. Al respecto, este Tribunal hace presente que al ser la Comisión de Recursos Humanos
un órgano colegiado, el acto proviene del órgano como tal y no de los individuos aislados que lo
conforman, puesto que sus miembros no tomaron a titulo personal la decisión contenida en la
resolución impugnada.

Como lo indicó el Pleno del Tribunal Constitucional en el Caso No. 0977-2004-RA, las declaraciones
contenidas en las normas constitucionales serian fútiles, si sus medios jurídicos procesales no
coadyuvan a asegurar su efectividad; o si estos, se convirtieran en rémoras de la solución del
conflicto, del restablecimiento de la vigencia real de la norma constitucional quebrantada o impidieran
la plena vigencia del principio de la supremacía constitucional. El debido proceso solo puede
entendérselo como culminación eficaz de la protección jurisdiccional de la Constitución. De ahí que,
si el ordenamiento procesal constitucional destinado a hacerla efectiva, presenta óbices a ese
objetivo, en un caso concreto, en que la ilegalidad del acto administrativo es crasa, resultaría
clamoroso que el Tribunal Constitucional eludiese su obligación de subsanar las situaciones
imprevistas en la ley; y así, estaríamos frente a un sistema imposible, incompleto e inoperante de
justicia constitucional. Por ello es que el Tribunal Constitucional en su misión de proteger el principio
de la supremacía de la Constitución, debe cumplir un deber adicional al que cumple un Tribunal de
Justicia Ordinaria: defender la Constitución y la eficacia de las garantías personales por encima de
las formalidades, en especial, los valores que en un momento dado estuvieron considerados en su
redacción, con miras a "mantenerla viva.

El acto administrativo materia del examen, es de aquellos que la doctrina contemporánea, denomina
"acto complejo", en el que la concurrencia de un grupo de personas preparan y resuelven la decisión
correspondiente, que la ejecuta uno de sus miembros, que con voz y voto contribuyó a la formación
del indicado acto. Es por ello, que en estos casos, en que no existe un representante legal del
cuerpo colegiado, la doctrina y la jurisprudencia han conferido legitimación procesal, al ejecutor del
cuerpo colegiado, del que emanó el acto complejo, a fin de evitar tardanzas en la tramitación de una
acción de carácter extraordinaria, como es la del amparo constitucional.

Por lo señalado, no se ha omitido solemnidad sustancial alguna que pueda incidir en la resolución de
la causa, por lo que se declara su validez.

TERCERO.- Que, del texto constitucional y de la normativa singularizada en la Ley del Control
Constitucional, se establece de manera concluyente que la acción de amparo constitucional es
procedente cuando: a) existe un acto u omisión ilegítimos, en principio de autoridad pública; b) que
siendo violatorio de un derecho subjetivo constitucional; c) amenace causar un daño grave e
inminente en perjuicio del peticionario; es decir que dichos tres elementos descritos para la
procedencia de la acción de amparo deben encontrarse presentes simultáneamente y de manera
unívoca;

CUARTO.- Que, un acto es ilegítimo cuando ha sido dictado por una autoridad que no tiene
competencia para ello, que no se lo haya dictado con los procedimientos señalados por el
ordenamiento jurídico o cuyo contenido sea contrario al ordenamiento jurídico vigente, o bien que se
lo haya dictado sin fundamento o suficiente motivación, por lo tanto, el análisis de legitimidad del acto
impugnado no se basa sólo en el estudio de competencia, sino también de su forma, contenido,
causa y objeto.

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QUINTO.- Que, a folio 2 del expediente consta el acto que se impugna, contenido en el Oficio No.
0580-S-CRH-CNJ-CO, de 9 de junio de 2005, suscrito por el Presidente de la Comisión de Recursos
Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura, dirigido al Director Ejecutivo de la misma
Institución, con copia, entre otras personas, al hoy accionante, que textualmente dice: "La Comisión
de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura, en sesión de 7 de junio de 2005,
resolvió que el Dr. José Alomía pase a laborar como Delegado Distrital del Carchi, el Dr. Marcos
Suéscum, como Delegado Distrital de Imbabura y el Dr. Marcelo Puga, como Delegado Distrital de
Pichincha. Decisiones que se toman con el objeto de que con su vasta experiencia, en el caso del
Dr. José Alomía, ayude al Distrito de Carchi, por ausencia permanente del Delegado. En el caso del
Dr. Marcos Suéscum, en vista de su estado de salud, colabore con el Distrito de Imbabura, que ya
está organizado y tiene menos conflictividad que Pichincha. Y finalmente el Dr. Marcelo Puga,
contribuya con la experiencia adquirida en el Distrito de Imbabura, en la organización del Distrito de
Pichincha" (las negrillas son nuestras).

A folio 4 del expediente consta un acto subsecuente al mencionado, contenido en el Oficio No.
0597-S-CRH-CNJ-CO, de 10 de junio de 2005, suscrito por el propio Presidente de la Comisión de
Recursos Humanos, y dirigido al hoy accionante, que por su importancia, es menester citarlo: "La
Comisión de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura, en sesión de 10 de junio de
2005, resolvió conminar a Ud., en virtud de las apremiantes necesidades del Distrito de Imbabura,
que asuma las funciones asignadas en la forma más inmediata, recordándole la obligación que tiene
de presentar todos los informes inherentes a las gestiones que venía desempeñando en la
Delegación Distrital de Pichincha y que fueran solicitados con anterioridad" (las negrillas son
nuestras).

A folio 3 del expediente consta el acto administrativo contenido en el Oficio No.


0615-S-CRH-CNJ-CO, de 16 de junio de 2005, suscrito por el Presidente de la Comisión de
Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura, y dirigido al hoy accionante, que dice: "La
Comisión de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura, en sesión extraordinaria,
celebrada en la ciudad de Esmeraldas, el día 14 de junio del año en curso, conoció su pedido de
reconsideración de su traslado a la ciudad de Ibarra para atender la Delegación Distrital del Consejo
Nacional de la Judicatura de Imbabura. Al respecto, resolvió negar su pedido de reconsideración. Por
tanto, Ud. deberá acatar lo dispuesto en la sesión ordinaria de 7 de junio de 2005; y, proceder a
hacer la entrega de los bienes y documentos de la oficina al Dr. Silvio Toscano, Jefe de la
Delegación Distrital de Pichincha (E)" (las negrillas son nuestras).

SEXTO.- Que, a folio 1 del expediente consta la Acción de Personal No. 0031-DNP, de 7 de enero
de 2000, suscrito por el Presidente de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo Nacional de la
Judicatura, cuya explicación textualmente dice: "El Pleno del Consejo Nacional de la Judicatura, en
sesión efectuada el día jueves 6 de enero del año 2000, designa al señor Dr. MARCOS EMILIO
SUESCUM GUERRERO, para que desempeñe las funciones de DELEGADO DISTRITAL DEL
CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA, en la H. Corte Superior de Quito" (las negrillas son
nuestras).

SEPTIMO.- Que, respecto al acto que se impugna, que en definitiva es la resolución de la Comisión
de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura, de trasladar administrativamente al
hoy accionante, de su calidad de Delegado Distrital de Pichincha a Delegado Distrital de Imbabura, el
accionado ha justificado tal actuación en el contenido del Art. 17 numeral a) de la Ley Orgánica del
Consejo Nacional de la Judicatura, que dice: "La Comisión de Recursos Humanos tendrá las
siguientes atribuciones: a) Planificar, organizar y controlar los recursos humanos de la Función
Judicial"; por lo que en principio aparecería que efectivamente la Comisión de Recursos Humanos
del Consejo Nacional de la Judicatura tiene competencia para trasladar a los Delegados Distritales
de una provincia a otra, a pretexto de organizar los recursos humanos de la Función Judicial, no
obstante, la Sala considera adecuado realizar el siguiente análisis.

OCTAVO.- Que, el Art. 10 de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Judicatura dice: "Son
órganos del Consejo Nacional de la Judicatura: a) El Pleno; b) El Presidente; c) Las comisiones

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Administrativa - Financiera y de Recursos Humanos; y, d) El Director Ejecutivo"; y, el segundo inciso
añade: "El Pleno del Consejo Nacional de la Judicatura, establecerá delegaciones distritales en todos
los distritos judiciales del país, actualmente existentes y los que se crearen; estos tendrán las
atribuciones que el Consejo las deleguen".

Se debe tomar en cuenta la jerarquía que se desprende de la norma citada. Se tiene pues que el
Pleno es un órgano del Consejo Nacional de la Judicatura tanto como lo es la Comisión de Recursos
Humanos; y, que es el Pleno el que establece delegaciones distritales, es decir, el Delegado Distrital
de una provincia es representante del Pleno del Consejo en tal provincia, por cierto conformado por
siete vocales, y por su jerarquía es a ese órgano al que debe su representación y no a otro, por lo
que la competencia de la Comisión de Recursos Humanos respecto a la organización de los
delegados distritales, que se pretende deducir del Art. 17 literal a) de la Ley Orgánica del Consejo
Nacional de la Judicatura, se ve directamente afectada por la del último inciso del Art. 10 de la ley
supra, ambas ya citadas.

En efecto, la acción de personal que se emite a favor del hoy demandante, transcrita en el
considerando sexto de este fallo, le designa como Delegado Distrital del Consejo Nacional de la
Judicatura en la Corte Superior de Quito, según el propio accionante en virtud de un concurso de
merecimientos y oposición, lo que no ha sido demostrado en el proceso, aunque tampoco lo ha
contradicho la parte demandada; por lo que nace la inquietud sobre si el cargo del actor lo debe
desempeñar únicamente en la ciudad de Quito o puede ser trasladado a otra provincia sin su
consentimiento previo. De todas formas, en este punto cabe indicar que no se puede aplicar al caso
concreto la norma contenida en el Art. 42 de la Ley Orgánica de Servicio Civil y Carrera
Administrativa, que establece el consentimiento previo para el traslado administrativo a otra
provincia, como lo ha pretendido el accionante en su demanda, porque por mandato legal expreso tal
cuerpo normativo no rige para la Función Judicial.

Sin embargo, entiende esta Sala que el propio Consejo Nacional de la Judicatura da la respuesta a
la inquietud planteada, al dictar el Instructivo para la Designación de Delegados Distritales del
Consejo Nacional de la Judicatura, si bien aparece muy posterior al acto que se impugna, puesto que
fue publicada en el Registro Oficial No. 363 de 25 de septiembre de 2006, no deja de ser una guía
precisa al indicar en sus primeros artículos que los Delegados Distritales serán elegidos por
concurso de merecimiento y oposición, establece la forma que serán designados, y dentro del trámite
para el concurso indica expresamente en el Art. 4 inciso segundo literal a) lo siguiente: "Los
postulantes deberán presentar, además con su documentación, lo siguiente: a) Solicitud formal con
la indicación del distrito para el que postula"; por lo que aplicando la lógica jurídica se puede concluir
que nadie puede ser trasladado, sin su consentimiento previo, a un cargo diferente para el que
postuló, porque ciertamente se estaría violando su estabilidad; y, se puede concluir también que no
hay por qué entender que la situación jurídica de los Delegados Distritales era diferente antes que se
dicte el Instructivo mencionado, porque ninguna norma así lo indica, y además porque los propios
considerandos del Instructivo indican que éste nace en virtud del Art. 10 de la Ley Orgánica del
Consejo Nacional de la Judicatura, que no ha cambiado en su contenido.

NOVENO.- Que, por otro lado, el Art. 24 numeral 13 de la Constitución Política del Estado dice: "Las
resoluciones de los poderes públicos que afecten a las personas, deberán ser motivadas. No habrá
tal motivación si en la resolución no se enunciaren normas o principios jurídicos en que se haya
fundado, y si no se explicare la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho".

DECIMO.- Que, en la especie, el acto que se impugna sostiene que el actor Dr. Marcos Suéscum es
trasladado al Distrito de Imbabura por su estado de salud, pero el propio afectado indica que no tiene
ningún problema de salud, ni del expediente aparece este particular, ni consta que él haya solicitado
el cambio por una cuestión de salud, por lo que el mencionado argumento no tiene ningún tipo de
fundamento. Además el acto indica que el Distrito de Imbabura, al que se le traslada, está ya
organizado y tiene menos conflictividad que el de Pichincha, lo cual aparece contradictorio con el
oficio que se envía al día siguiente al propio actor, citado en el considerando quinto de este fallo, en
el que se le conmina a asumir las funciones del nuevo cargo por las apremiantes necesidades del

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Distrito de Imbabura. Por último, en el oficio de 16 de junio de 2005, también citado en el
considerando quinto de este fallo, simplemente se le indica que se ha resuelto negar su pedido de
reconsideración.

Ninguno de los actos mencionados justifica de manera convincente los motivos por los que la
Comisión de Recursos Humanos del Consejo Nacional de la Judicatura tomó tal decisión, mucho
menos enuncia normas o principios en los que se haya fundado, ni explica la pertinencia de su
aplicación a los antecedentes de hecho, es más, como queda dicho, menciona antecedentes
inexistentes como el estado de salud del afectado.

DECIMO PRIMERO.- Que, el acto que se impugna es ilegítimo por contravenir el Art. 10 último inciso
de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Judicatura, del que se desprende que la Comisión de
Recursos Humanos no tenía competencia para trasladar administrativamente a los Delegados
Distritales a que realicen su trabajo en otras provincias distintas para los que fueron designados;
viola el Art. 124 de la Constitución Política del Estado que garantiza la estabilidad de los servidores
públicos, y el Art. 24 numeral 13 de la Carta Magna que consagra el derecho a la motivación de los
actos que afecten a las personas; y, de manera inminente le amenaza con causar un daño grave,
puesto que se lo alejaría de su lugar permanente de residencia, con los efectos que ello conlleva en
el ámbito familiar, social y económico.

Por lo expuesto y en ejercicio de sus atribuciones,

RESUELVE:

1.- Confirmar la resolución venida en grado, y en consecuencia, conceder la acción de amparo


constitucional propuesta por el señor Marcos Emilio Suéscum Guerrero;
2.- Devolver el proceso al Tribunal de instancia constitucional para los efectos determinados en los
artículos 55 y 58 de la Ley de Control Constitucional.- NOTIFIQUESE Y PUBLIQUESE.-

f.) Dr. Jorge Alvear Macías, Presidente Tercera Sala.


f.) Dr. Santiago Velázquez Coello, Magistrado Tercera Sala.
f.) Dr. Manuel Viteri Olvera, Magistrado Tercera Sala.

RAZON: Siento por tal que la resolución que antecede fue aprobada por los señores doctores Jorge
Alvear Macías, Santiago Velázquez Coello y Manuel Viteri Olvera, Magistrados de la Tercera Sala
del Tribunal Constitucional que suscriben, a los tres días del mes de abril de dos mil siete.- Lo
certifico.

f.) Dr. Jaime Pozo Chamorro, Secretario Tercera Sala.

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL.- TERCERA SALA.- Es fiel copia del original.- Quito, a 12 de abril del
2007.- f.) Secretario de la Sala..

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