Revista Kcreatinn Creación y Más Año XII, Vol.

2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018

Kcreatinn
Creación y más
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
Colaboraciones: kcreatinnorg@yahoo.es
Director: Jack Farfán Cedrón

Un análisis de la obra “Sobre mitos, leyendas históricas y

Image: “Zorrunos”. Oil pastel, chalk pastel, ink, art grip aquarelle & pencil on fabriano cardboard. 21x7.2 cm. © Jack Farfán Cedrón, 2017.

filosofemas del mundo más antiguo” (1793) de F. W. J.

Schelling (1775 - 1854) Lic. Aldonati Lucas Gonzalo
(UNSAM).................................................................................3
Armas de fogueo, de Chrystian Zegarra................................11
Odiario, de Renato Sandoval.................................................13
“Dentro de mí”, por César Vigo Arribasplata.......................15
Los amorosos fantasmas, de Fernando Alayo......................16
Odiario, de Renato Sandoval, por Liliana Quinto Laguna....16
A y a w a s k a B l u e s: Un viaje sin retorno.....................23
“Volver a esperarte”, por Jouleisy Bautista Manosalva......24
El Diario de un Santo: Félix Luis Rebaza Neira (1924-
1992) Una semblanza mística................................................25
¿Qué es literatura? Conferencia..........................................26
Hombre Fractal, de Luis Alonso Cruz Álvarez, por Andrea
Cabel......................................................................................29
Vallejo iluminado, Poemas seleccionados, Interpretación y
análisis, de Luzmán Salas Salas.............................................31
Entrevista a Miguel Ángel Díaz Dávila:
MADD...................................................................................31
Inkacuentos, de William Guillén Padilla..............................33
Beneficios emocionales de la lectura (conferencia) de Silvia
Farfán.....................................................................................33

1
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Un análisis de la obra “Sobre mitos, leyendas
históricas y filosofemas del mundo más
antiguo” (1793) de F. W. J. Schelling (1775 -
1854)
Lic. Aldonati Lucas Gonzalo1 (UNSAM)
Introducción
El presente escrito de juventud de Schelling
afirma que “los más antiguos documentos de todos los
pueblos comienzan con la mitología” (Schelling, 1990:
3). Los documentos que se conservan sobre los pueblos
más antiguos contienen, según el autor, sagas históricas
referentes a la historia arcaica del mundo en general o
sólo a las del propio linaje, y, además, a filosofemas,
presunciones o invenciones sobre el origen. En especial,
sobre el origen del mundo, del género humano, de
fenómenos particulares de la naturaleza o sobre objetos
del mundo suprasensible: “Mediante el mito, el hombre
primitivo trata de explicar lo terreno y, mediante él,
funde las cosas en lo divino” (Huizinga, 2012: 19).
Capítulo I – Historia Mítica
I. Concepto de historia
Mítica refiere, según Schelling, a “aquella
historia que contiene sagas de un tiempo en el que
ningún suceso se registraba aún mediante la escritura,
sino que se iba transmitiendo sólo oralmente”
1
Bío-biblio. Lucas Gonzalo Aldonati (Buenos Aires, Argentina,
1992). Profesor de Filosofía – Profesorado de Filosofía Don Bosco.
Marzo, 2014. Licenciado en Filosofía – Universidad Nacional de
San Martín (UNSAM) 2017. Tesis: “El artista como espíritu libre
en la filosofía de Friedrich Nietzsche en el periodo de 1882 a
1885”. Actualmente se desempeña como Doctorando en la
UNSAM. Tesis: "La transformación de la función del genio y de su
vínculo con la naturaleza, el arte y la cultura en Die Geburt der
Tragödie de Nietzsche a partir de la Kritik der Urteilskraft de
Kant". Otras áreas de investigación: la filosofía de Heidegger y
Schelling en torno al arte. Publicaciones destacadas: “Nihilismo,
juego y Pampa en la Filosofía de Carlos Astrada” en Revista
Symploke, (2015), nº1, año 1; “Entre la peste y la risa superadora.
Una introducción al concepto de risa en La ciencia jovial” en
Revista de Filosofía Ὁδός, (2016), nº5, año 3, volumen 3; “La risa
en Nietzsche: un nuevo modo de comprender la vida”, en Revista
Symploke, (2016), octubre. Jornadas y congresos destacados: II
Encuentro Internacional de Hermenéutica Nietzsche – Heidegger,
8-10 septiembre, Universidad San Buenaventura, Bogotá,
Colombia. (2016); Primeras jornadas Heidegger Argentina
UNSAM – SIEH preparatorias del IV Congreso Internacional,
(2016); Jornadas de Filosofía PUCV - Chile (2017); Congreso
SIEH Internacional (2017).
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(Schelling, 1990: 3). Por lo tanto, se llama mítica a
cualquier narración de un suceso que se sabe pasado
pero que puede pertenecer realmente a este tiempo o
sólo es inventado como sucediendo en él. El mito recibe
el ropaje de una antigua tradición para concebirse en el
peso de una legalidad. Por eso, aclara Schelling, que la
“mítica” es una historia que descansa sobre la tradición
de un pueblo o una cultura determinada2.
II. Valor y carácter de la historia mítica
Según Schelling, el contenido de las historias
míticas en general tiene un valor y un carácter que se
encuentra afectado por la transmisión oral y por el
espíritu del mundo antiguo. Al respecto dice Zaratustra:
“Ningún pueblo podría vivir sin antes realizar
valoraciones; más si quiere conservarse no le es lícito
valorar cómo valora el vecino”3.
1. Tradiciones orales
Las sagas más antiguas son «hijas del oído y del
relato» es tomado por Schelling de la obra de J. G.
Herder titulada Ideen zu einer Philosophie der
Geschichte4. La tradición oral depende naturalmente del
sentido auditivo, pero el oído no se destaca por ser el
más claro y evidente de los sentidos. Esta carencia de
efectividad se debe, principalmente, a la rapidez con la
que sus objetos pasan, lo cual hace difícil la fijación y
diferenciación en el recuerdo. Sin embargo, el sonido
tiene una importancia primordial y esto es porque “el
sonido que capta nuestro oído determina más o menos
el contenido de la narración misma” (Schelling, 1990:
4). El modo en que se narra una saga, es decir, el
entusiasmo o la oscuridad de una voz, pueden tener el
poder de hacer resonar algo en la memoria del que se
educa por medio del oído. La narración se encuentra
2
“En el mito y en culto es donde tienen su origen las grandes
fuerzas impulsivas de la vida cultural: derecho y orden, tráfico,
ganancia, artesanía y arte, poesía, erudición y ciencia. Todo esto
hunde así sus raíces en el terreno de la actividad lúdica” (Huizinga,
2012: 19). Pero es necesario recordar que Johan Huizinga
comienza diciendo en su obra Homo Ludens que el juego es
anterior a toda cultura: “El juego es más viejo que la cultura: pues,
por mucho que estrechemos el concepto de ésta, presupone siempre
una sociedad humana, y los animales no han esperado a que el
hombre les enseñe a jugar” (Huizinga, 2012: 13).
3
ZA, KSA 4, “De las mil metas y de la «única» meta”, p. 115.
4
Cf. J. G. Herder, Ideen zu einer Philosophie der Geschichte, Parte
2, Riga, 1789, Libro VIII, Capítulo II.
2
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íntimamente vinculada con la puesta del cuerpo. Lo que
al hijo de la naturaleza le sucede en su alma se expresa
mediante el cuerpo. La narración del pasado adviene al
presente por medio de la representación. La puesta en
escena del cuerpo por medio de los movimientos y
gestos avivan en el oyente ese pasado y lo ayudan a
conocerlo, a hacerlo propio para que luego sean ellos
quienes repitan la acción en el futuro. Todo el juego de
la voz y del oído, el juego del lenguaje corporal y el de
la palabra no busca otra cosa más que despertar, traer a
la vida, a la imaginación.
En los pueblos o tribus la tradición se respeta
como algo sagrado e inviolable. Sin embargo, en la
transmisión oral, el entusiasmo con el que se narra
aquella herencia paterna sufre degeneraciones. Pero
resulta necesario no perder de vista aquello que rodea a
la narración apasionada de las antiguas leyendas, esto
es, lo cultual de la narración: los días señalados, los
lugares sagrados dedicados a la memoria. Lo no-
histórico de las sagas que se narran no se deben a la
debilidad de la memoria que debe mantener vigente una
incontable cantidad de sucesos, sino que lo no-histórico
obedece principalmente a la necesidad de mantener la
tradición con su fuego esplendoroso. El que narra puede
convertir, sin ser necesariamente consciente, un suceso
mínimo y frío en algo más interesante. Así, lo que se
intenta hacer es convertir una huella débil en una más
grande e importante.
Schelling afirma que no se puede esperar que
todas las leyendas aparezcan revestidas de un ropaje
maravillo o extraordinario. Por regla general, si es
maravilloso resulta de una cualidad histórica menor y
resulta incluso menos maravilloso para quien escucha.
Por lo tanto, a la hora de narrar un mito se puede ejercer
una falsificación en la forma y la manera en que ha
ocurrido un suceso, pero la falsificación tiene como fin
conservar el suceso mismo. Ejemplo de ello es lo que
sucede con los monumentos, las celebraciones y los
nombramientos5.
5
“Por ejemplo, un monumento levantado con el fin de rescatar del
olvido un suceso dado, proporciona una ocasión muy frecuente
para repetir la saga que se refiere a dicho suceso. Tan a menudo
como el caminante pase al lado del monumento, él, o los que él
guía, repetirá el suceso allí recordado; o, en otras ocasiones, un
pueblo se obliga a celebrar anualmente el día de una gran fiesta,
con bailes, canciones y panegíricos. Pero, precisamente, la
celebración de tal recuerdo eleva cada vez más la fuerza de la
fantasía. En los días señalados, no sólo hay que realizar un
recuerdo, sino también un adorno, una exaltación y glorificación de
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Para la transmisión de la historia, los pueblos se
apoyan en un árbol genealógico sagrado. Pero las
añadiduras y falsificaciones puestas con la finalidad de
conservar el suceso generan una oportunidad más para
que el error se presente en tanto que el árbol
genealógico remite con frecuencia a un tiempo en el que
“no existía ninguna medida concreta del tiempo, o en
los que ni siquiera había comenzado la tradición oral”
(Schelling, 1990: 7). De lo puro y originario no resta
más que un débil eco al cual los investigadores no
logran acceder de manera total. El comienzo de la
escritura, el período en el que comenzó a darse ese
pasaje de lo oral a la simbolización escrita, no evitó las
desfiguraciones de la historia verdadera. Pues se trataba
de unos primeros ensayos inseguros para un pueblo que,
a su vez, no estaba acostumbrado “al lenguaje frío y
muerto de la escritura y siempre quiere oír contar las
hazañas de sus antepasados de una manera viva y
ardiente, como en el período de su más elevada
ingenuidad” (Schelling, 1990: 8). Por consiguiente, dice
Schelling, la tradición permanece viva junto con los
primeros comienzos de la historia escrita porque esta
última no podía caracterizar con precisión la narración
rica y viva de aquella.
2. El espíritu de la infancia
Según Schelling, los pueblos presentan en sus
sagas más antiguas un rasgo fundamental que
caracteriza a su espíritu como infantil. La imaginación
viva y ardiente de los pueblos antiguos es producto de
estar a travesados por un período infantil en el cual la
razón y el entendimiento no han actuado de manera
dominante. “El espíritu de la infancia es de una
ingenuidad profunda” (Schelling, 1990: 9), por ello cree
en lo narrado y lo transmite re-inventándolo.
Ahora bien, al punto titulado “El espíritu de la
infancia”, Schelling lo desarrolla en cuatro puntos. A) la
ignorancia del niño. B) el rol de los padres. C) la
imaginación. D) las imágenes y la fantasía.
tal hecho. El pueblo escucha aquellos cantos, las melodías de éstos
resuenan en su alma mucho después, las imágenes de la poesía
perviven su boca y se conservan hasta la posteridad. Igual de
insegura era la facilidad que se procuraba otorgar el recuerdo
mediante los nombres significativos que, en el lenguaje de los
pueblos, se daban a los lugares donde ocurría un suceso notable, a
los hombres que lo realizaban, o a los medios de que se servían”
(Schelling, 1990: 6-7).
3
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A) Un niño es ignorante.
Un niño es ignorante6, dice Schelling, sin
embargo, se pregunta cómo y de dónde recibe o gana
una amplia experiencia. La figura del niño puede remitir
ciertamente a la tercera transformación del espíritu que
describe Nietzsche en el discurso titulado “De las tres
transformaciones” de la obra Zaratustra (1883 - 1885).
Allí dice Zaratustra: “Inocencia es el niño, y olvido, un
nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por
sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí. Si
hermanos míos, para el juego del crear se precisa un
santo decir sí: el espíritu quiere ahora su voluntad, el
retirado del mundo conquista ahora su mundo”7. El niño
“no conoce las leyes naturales y, para esconderse ante sí
mismo su ignorancia en la explicación de la naturaleza,
pone este tiempo inicial en conexión con un mundo que
acabó para siempre, inaccesible a cualquier ulterior
pesquisa” (Schelling, 1990: 9). Desde la plena
ignorancia el niño se permite crear mundo, hace surgir
lo maravilloso y extraordinario en él. Sin embargo,
quizás detrás de esa ignorancia que se expresa como
fuerza imaginaria y creativa, yace oculto un
presentimiento de aquello a lo cual él mismo pertenece
y de lo que en algún momento formó parte. Y, mientras
se decide en su retorno, los dioses que caminan en el
mundo se expresan como la simbolización de ese
presentimiento. La creación del niño permite que lo
suprasensible actúe de manera inmediata sobre el
mundo sensible. Dice Schelling al respecto: “Dioses y
genios caminan con los mortales como hermanos
mayores y descienden a las chozas de los justos, sueños
divinos asaltan a los hombres en la noche, la voz del
espíritu les habla desde el aire” (Schelling, 1990: 9).
Pero todo lo maravilloso de las sagas originarias que
surgen en los pueblos no son, según Schelling,
productos del arte. Las sagas originarias deben su
nacimiento al espíritu de la ingenuidad inocente. Es la
ingenuidad originaria la que permite al hombre
6
“La inocencia es ignorancia. En la inocencia no está el hombre
determinado como espíritu, sino sólo anímicamente determinado en
unidad inmediata con su naturalidad. El espíritu está entonces en el
hombre como soñando. Esta concepción concuerda perfectamente
con la de la Biblia, la cual, al negarle al hombre en el estado de
ignorancia el conocimiento de la diferencia entre el bien y el mal,
condena todas las meritorias fantasías católicas” (Kierkegaard,
2010: 87).
7
ZA, KSA 4, “De las tras transformaciones”, p. 67.
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retroceder al tiempo de la inocencia por medio de la
verdad ilusoria que crea gracias a su voluntad.
B) El rol de los padres.
De la ignorancia ingenua surge también, según
Schelling, una dependencia respecto de lo heredado por
los padres. La ignorancia es el resultado de lo narrado y
de lo omitido en la narración. La legitimidad de una
costumbre o la verdad de una doctrina no necesitan
demasiadas pruebas, sino tan sólo del nombre de un
antepasado al cual se vincule un suceso importante.
Todo ese ocultamiento de la verdad originaria es el
resultado de las diversas formas que va tomando la
narración. La exageración y la intención de maravillar
que pone el hijo por sobre el relato del padre, no es más
que una muestra de querer honrar la pertenencia a un
linaje determinado.
C) La imaginación.
En la infancia del pueblo, la imaginación juega
un papel predominante. Al respecto dice Schelling: “la
imaginación es la capacidad más efectiva del alma y
actúa en un ámbito amplio y diverso, mientras que
cualquier otra se mueve en un círculo de imágenes más
estrecho” (Schelling, 1990: 10). La imaginación del
niño puede desplegarse libremente debido a que no es
consciente de los límites que impone la cultura.
Ciertamente, crea un mundo a partir de lo oscuro y
caótico para danzar en él. A falta de consciencia o
razón, la ausencia de formas y símbolos no aterra. Esto
quiere decir que no habría necesidad, en el niño, de
superar el estadio pre-homérico o pre-olímpico. Pues,
tal y como lo hace la figura del niño de Heráclito, todo
deviene en construir y destruir aquello que se presenta
en las dimensiones de espacio y tiempo. Para la
imaginación libre nada es lo suficientemente lejano. Por
tanto, todo es posible de ser creado.
D) Las imágenes y la fantasía.
A las sagas más antiguas no se las puede llamar,
si se habla en sentido estricto, según Schelling, lenguaje
poético. “Pues la forma de presentación de una saga no
ha obtenido su ingenuidad infantil mediante el arte,
como tampoco la forma de vida ingenua del mundo más
antiguo era producto del arte” (Schelling, 1990: 10). Sin
embargo, el lenguaje de aquellas sagas está lleno de
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imágenes vivas, de exposición colorida y de
caracterizaciones sensibles y metáforas. Bajo la forma
de la narración subyace una fantasía salvaje y sin regla.
Mientras el que narra se encuentra absorbido por el
entusiasmo de aquello originario, aquel que escucha se
va adentrando en lo narrado que se le va haciendo
presente cada vez más claro. A medida que avanza la
narración los colores se tornan más sensibles y
llamativos, maravillosos y extraordinarios. No se trata
de un arte poético porque lo que emerge por medio de la
transmisión de la saga originaria es la desmesura
instintiva, una naturaleza que avanza de manera sublime
y abrazando a su hijo.
Las sagas están dotadas del carácter de la
infancia, de un espíritu infantil que se destaca por ser
ingenuo. Pero la ingenuidad del niño está conectada con
lo maravilloso y lo grandioso sin surgir del arte pero
fundándolo. No obstante, dice Schelling que “hay que
distinguir con exactitud entre las sagas originarias y
puras y aquellas desfiguradas por añadidos más tardíos
de la poesía o que han surgido por primera vez
simplemente de la misma” (Schelling, 1990: 11).
Schelling da como ejemplo el caso del pueblo griego, y
dice que muchas de sus sagas son surgidas de manera
posterior o recibidas con un cierto deterioro previo. Las
faltas de sagas puras y originarias se debería a la
mediación hecha por los filósofos y poetas que las han
transformado a su gusto para hacerlas más interesantes.
Sin ir más lejos, las deformaciones de las narraciones se
deben, entre otras cosas, al carácter y rasgos de cada
pueblo. No es lo mismo un pueblo nómada que un
pueblo guerrero, por tanto, esa característica hace que la
saga cambie. Como explica Schelling: “las
circunstancias contingentes o laterales de estas sagas
dependen de las relaciones y situaciones contingentes
de un pueblo, pero lo esencial de ellas, el espíritu y el
carácter mítico, permanece, ya sea dulce o salvaje,
delicado o tenebroso, diverso o uniforme” (Schelling,
1990: 11-12).
III. Contenido de la historia mítica
Con respecto a las sagas históricas más antiguas
de todos los pueblos, hay una división en al menos dos
ramas diferentes: por un lado, en lo que respecta a las
cadenas de tradiciones del mundo más antiguo; por otro,
refiere a la historia de las familias de un pueblo. Pero si
bien en todos los pueblos las narraciones no hacen
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referencia a los mismos objetos fundamentales, éstas
tienen en común pocos, grandes e importantes sucesos.
Schelling ejemplifica diciendo que: en las tribus
nómadas existe siempre el descubrimiento de alguna
nueva fuente, una disputa, un sueño contemplado. En
cambio, en un pueblo guerrero, la narración se enfoca
en una disputa, en uniones para buscar fortalecerse o
protegerse. Aparecen entonces en las narraciones de los
pueblos guerreros, figuras de héroes llenos de coraje y
de fuerza que conducen a la victoria y a la tranquilidad
de su tribu. Finalmente dice Schelling: “de una manera
natural, cuanto más amplio es el círculo en el que vive,
actúa y trabaja una tribu, tantas más sagas se
mantendrán en ella; cuanto más estrecho sea, tanto más
escasa será la información que de su período mítico ha
llegado a la posteridad” (Schelling, 1990: 12).
Pero todas estas sagas de la historia más antigua
del mundo lindan demasiado cerca de ser filosofemas.
Por ello, comprende Schelling, se torna muy difícil la
distinción entre lo que en ellas es pura tradición
histórica y lo que es propiamente un filosofema.
¿Historia o filosofema? La similitud y la confusión de
los filosofemas con respecto a lo que hay de pura
tradición histórica se debe al origen ensayístico de
querer “explicar filosófico-históricamente el origen de
un fenómeno en la naturaleza o el hombre” (Schelling,
1990: 13). Se trataría de la vinculación, hecha por algún
sabio de la antigüedad, de los filosofemas a las sagas
históricas más antiguas. Así, dice Schelling, “a partir de
la historia del pueblo griego quizá se puede intentar la
deducción histórica de sus antiguas sagas sobre la Edad
de Oro y sobre los períodos subsiguientes cada vez
peores -como quería hacer Newton con sus hipótesis
cronológicas, y otros después de él, pero de otra
manera-” (Schelling, 1990: 13). Años más tarde
Schelling se preguntará en la Introducción a Las edades
del mundo (1811): “¿Por qué ha sido o es esto
imposible hasta ahora? ¿Por qué lo sabido de la ciencia
suprema no puede ser narrado de la manera directa y
sencilla con que se puede narrar el resto de lo sabido?
¿Qué retiene a la presentida edad de oro en que la
verdad volverá a ser fábula y la fábula volverá a ser
verdad?” (Schelling, 2015: 49-50). Es innegable, afirma
Schelling, que la transformación de las sagas puramente
históricas en filosofemas míticos hecha por los primeros
habitantes de Grecia, principalmente poetas y filósofos,
llevaron al pueblo de la situación ingenua en la que se
encontraban hacia un proceso de culturización.
5
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Pero lo particularmente curioso proviene de
aquellas sagas históricas que forman parte de un tiempo
al cual no llega tampoco ninguna voz de la tradición. En
tal caso, esa saga estaría debiendo su origen a los
filosofemas. En lo que respecta a la oscuridad del
origen, los poetas han actuado por situaciones
particulares contingentes. “El oscuro período del mundo
originario es un amplio campo para la imaginación
poética, en cuya historia brilla débilmente aquí y allá
todavía un punto luminoso” (Schelling, 1990: 13). Los
pueblos del mundo antiguo entretejen sus historias con
el origen del mundo y del comienzo del ser humano en
general. A partir de los griegos se trata de una
especulación filosófica sobre el origen acompañada de
un ropaje mítico. Ahora bien, Schelling detecta la
tensión entre la dificultad de un pueblo de saber
colocarse por fuera del ámbito de su historia, de su país
y de su tribu frente al espíritu que caracteriza a sus
sagas. Pues la ingenuidad vinculada con el espíritu de
admiración, la exposición sensible de las cosas y el
lenguaje vivo permite que los sucesos reciban con
mayor facilidad una forma mágica, maravillosa y una
grandeza sorprendente. Esto se debe también a la gran
distancia y a la niebla gris del pasado con la que, según
entiende Schelling, los pueblos antiguos se cubrían.
IV. Explicación de los mitos históricos
1. Definición del mito histórico
En la presente sección de la obra Schelling se
centra en la distinción entre el mito histórico y el
filosófico.
La primera aclaración que realiza Schelling al
respecto se centra en el hecho que una mostración
histórica como verdadera no alcanza para determinar si
un mito es histórico o no. Aclara Schelling: “La nota
fundamental que distingue «mitos filosóficos» e
«históricos» es que el fin de estos últimos es la historia
y el de los primeros la doctrina, la exposición de una
verdad. El fin general de los filosofemas míticos fue
siempre la sensibilización de una idea que un sabio
cualquiera quería representar” (Schelling, 1990: 14).
Por tanto, Schelling deduce que el ropaje mítico es
equivalente a la idea que se deseaba alcanzar. Ahora
bien, la intención de aquel que narra un filosofema
mítico no se centra en la correcta interpretación del
contenido histórico por parte del oyente, sino de la
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verdad que se presentaba. En palabras de Schelling: “Su
fin no es que se creyera esta historia en tanto que real,
sino que se estuviera convencido de la verdad que ella
presentaba a la sensibilidad” (Schelling, 1990: 15). El
mito filosófico tiene como propósito postular una
verdad, para ello, el filósofo hace que su especulación
repose sobre un mito o en una tradición histórica
respetada. Pero si, por el contrario, el fin principal de un
mito consiste en la doctrina o historia, la distinción se
dificulta y es necesario, aclara Schelling, que se analice
el caso concreto.
La nota fundamental para Schelling consiste en
lo siguiente: “si el hecho narrado -al menos sus
circunstancias fundamentales- corresponde
completamente a la sensibilización de una verdad
concreta, entonces el fin fundamental del mito es
seguramente la exposición de aquella verdad”
(Schelling, 1990: 15). De manera general, los mitos se
interesan con frecuencia por objetos que nunca pueden
llegar a ser de forma natural objetos de la historia, sino
que, como entiende Schelling, son objetos de la mera
especulación.
2. Distinción de lo que en el mito histórico es verdadero
o falso
Según Schelling en el mito histórico son
posibles tres casos distintos: a) uno con verdad perfecta,
no sólo en lo que respecta al contenido principal del
mito, sino también a todas las determinaciones
adicionales que lo acompañan; b) un mito que presenta
como fundamento un hecho cualquiera pero que es
hasta cierto punto indeterminado; c) el que no tiene
como fundamento ninguna verdad y es, por tanto,
enteramente inventado.
a) Para Schelling “la saga contiene una verdad
perfecta cuando, […], se puede demostrar que cierto
hecho con todas sus circunstancias laterales, tal y como
están contenidas en la saga, se conecta casual y
necesariamente con otros sucesos anteriores o
posteriores, pero demostrablemente verdaderos”
(Schelling, 1990: 16). Sin embargo, esto no se puede
demostrar nunca de manera perfecta, pues si hay una
gran cantidad de circunstancias laterales añadidas al
motivo principal se hace difícil la determinación y
conexión de los hechos.
b) El segundo caso descansa en la probabilidad,
“dado que es altamente improbable que surjan muchas
sagas históricas [no la invención de los poetas] que no
6
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tengan nada real como fundamento” (Schelling, 1990:
16). Añade Schelling que “el hecho narrado -sin tener
en cuenta sus rasgos laterales- está en conexión causal
necesaria con un hecho demostrablemente verdadero, y
el primero realmente ocurrió en un tiempo desde el que
puede ser transmitido a través de la tradición de la que
se habla, quedando demostrada la verdad de la tradición
(bajo ciertas limitaciones)” (Schelling, 1990: 16-17).
c) En el tercer caso se debe demostrar que del
tiempo en el cual transcurrió el hecho, no pudo haber
sobrevivido ninguna voz de la tradición hasta el tiempo
que procede la saga. En este caso, dice Schelling, la
saga es -en tanto falsa- una mera poesía. Hay, en estos
casos, con frecuencia una mezcla de las sagas históricas
con los filosofemas. La invención de un suceso
histórico puede ser detectado si la saga presenta una
verdad con un propósito demasiado visible como para
ser un producto del mero azar. Pero por el contrario, “en
la que aparecen circunstancias de otra clase que poseen
una fisonomía histórica y de las que no se pueden
entender por qué se introducen en una saga, […] tal
saga es históricamente verdadera, a la que se ha
vinculado una saga filosófica” (Schelling, 1990: 18).
Por medio de las sagas se logra un acceso de
manera mediata a los azares producidos en el mundo
antiguo que perduran en la corriente del tiempo. A su
vez, se puede conocer y captar el ingenuo espíritu
infantil del mundo más antiguo por medio de lo que nos
llega y, finalmente, reconocer el medio de promoción de
la educación del género humano.
Capítulo II – Filosofía Mítica
I. Concepto, origen y carácter de la filosofía mítica
Schelling comienza afirmando en el segundo
capítulo que “las sagas históricas de un pueblo
cualquiera se convierten siempre en tradición educativa
y formativa. Las doctrinas y creencias de los
antepasados se transmiten junto con su historia de
generación en generación. Ninguna edad, ninguna moral
es tan sagrada como aquella que se hereda de los
padres” (Schelling, 1990: 19). La doctrina de la
tradición actuó a través de la vida de los pueblos
brindando armonía y unidad, pero también resultó ser
un yugo suave que ató a las hordas incultas a una
doctrina, creencia o actividad. La tradición, dice
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
Schelling, sacraliza creencias, doctrinas y costumbres
de cualquier pueblo8. A pesar de ello, la sacralización
de ritos y cultos no deja de ser un juego por el cual se
intenta acceder al gran enigma del mundo que rehúye de
manera incesante.
Por consiguiente, cuando los más
sabios de una tribu sintieron la
necesidad de descifrar el gran enigma
del mundo, cuando ellos, para explicar
los secretos de la naturaleza, pensaron
enseguida una fuerza invisible activa y
(dado que la fantasía presta vida y
personalidad a cualquier fuerza que
representa) un ser superior en conexión
con el mundo, cuando consagraron
estas creencias como creencias de su
pueblo, ¿cómo trasmitirlas sino como
historia, revestidas de ella y
sensibilizadas por ella? (Schelling,
1990: 19)
El revestimiento histórico y la transmisión de
boca en boca contuvieron la filosofía más antigua de un
pueblo presentada con una vestimenta mítica. La
filosofía mítica fue originariamente, según Schelling,
una doctrina oral transmitida de padres a hijos y de
hijos a nietos entre los pueblos más antiguos como una
herencia sagrada. Ahora bien, la filosofía oral tendría la
particularidad de ser mucho más encendida, rica y viva
que aquella filosofía escrita que debe ser más estricta.
La escritura lleva a una investigación más fría,
permanente y minuciosa. Tal como la racionalización y
el alejandrismo acabaron sepultando viva a la tragedia,
el lenguaje escrito parece querer hacer lo mismo con el
espíritu filosófico del niño. La filosofía oral persuade,
es más amena y se encuentra dirigida a la imaginación.
8
“¿Qué ocurre con la actitud y el estado de ánimo en las fiestas
sacras? La palabra «celebrar» lo denuncia casi. Se celebra el acto
sagrado, es decir, que cae en el ámbito de la fiesta. El pueblo que
acude a sus santuarios se reúne para una manifestación común de
alegría. Consagración, sacrificio, danza sagrada, competición sacra,
representaciones, misterios, todo se halla incluido dentro de las
fronteras de la fiesta. Aunque los ritos sean sangrientos las pruebas
de los iniciados crueles, las máscaras espantosas, todo se celebra,
todo se ejecuta o juega como fiesta. La vida corriente se halla
suspendida. Banquetes, festines y toda clase de desenfreno
acompañan a la fiesta en toda su duración. Piénsese en ejemplos
griegos o africanos y apenas si será posible trazar una línea clara de
separación entre el ánimo que impera en las fiestas y la emoción
sacra de los misterios” (Huizinga, 2012: 44-45).
7
 Revista Kcreatinn Creación y Más
Ahora bien, aclara Schelling, que la utilización
en sentido riguroso de la palabra «mito» debe
extenderse sólo a las exposiciones históricas o
pseudohistóricas. De esta forma, se diferencia entonces
el mito de la alegoría y de la fábula.
El modo de hacer filosofía en el mundo más
antiguo estaba sometido, afirma Schelling, a las
condiciones de la sensibilidad. Incluso el lenguaje
primitivo tenía para la designación de los conceptos a lo
sensible como vía. Lo sensible preocupa a Schelling en
tanto la verdad filosófica puede convertirse en sensible
históricamente. Y esto puede hacerlo de una doble
manera: una inmediata y una mediata.
a) Manera inmediata: “Una verdad se puede presentar
inmediatamente de una manera pseudohistórica bajo
determinaciones sensibles” (Schelling, 1990: 21). Este
modo corresponde al espíritu de los pueblos más
antiguos. En otras palabras, de lo que se trata de es
presentar la verdad por medio de la intuición y la
aproximación a la sensibilidad, debido a la dificultad
que tendría el hombre infantil para hacerse de la
abstracción. Pues en este primer momento no se trata
solamente de presentar un concepto de manera
adecuada, sino de ayudar a nacer y dar a luz a los
conceptos mismos, al estilo socrático9.
9
“La refutación representa, pues, la etapa preliminar necesaria para
encaminar el espíritu al descubrimiento de la verdad; sólo el
espíritu purificado y liberado del error puede cumplir una
investigación verdadera, desarrollando rectamente una capacidad
intrínseca. La investigación resulta entonces, para Sócrates,
ejercicio de un poder congénito que ante todo tiene que ser liberado
del obstáculo que le oponen los prejuicios y los errores a fin de que
pueda dar a luz su producto genuino: así, después de la refutación,
se presenta la segunda parte del método socrático, la mayéutica o
arte del alumbramiento” (Mondolfo, 2007:44). “Ahora bien, mi
arte de partear se asemeja en todo al de ellas [las parteras]; sólo
difiere en que se aplica a los hombres y no a las mujeres, y
concierne a sus almas y no a sus cuerpos. Sobre todo, mi arte se
caracteriza por lo siguiente: se puede probar por todos los medios
si el pensamiento del joven ha de parir algo fantástico y falso o
genuino y verdadero. Por otra parte, tengo en común con las
parteras el ser estéril en sabiduría y se me puede reprochar lo que
muchos me reprochan, es decir, que pregunto a los demás pero no
contesto nada acerca de nada, por falta de sabiduría. Y ésta es la
causa: el Dios me impone el deber de ayudar a parir a otros, pero a
mí me lo impide. No soy sabio, pues, ni tengo descubrimientos que
mi alma haya dado a luz, sino que los que están conmigo parecen al
comienzo ignorantes, pero después… hacen un progreso
admirable… Sin embargo, es claro que nada aprendieron de mí,
sino que son ellos quienes por sí mismos hallaron muchas y bellas
cosas que ya poseían” (Platón, Teeteto, 148 y ss.).
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
b) Manera mediata: la necesidad de una mediación a la
hora de explicar se debe a la falta de recursos y de
condiciones para pensar ideas completamente
abstractas. Si bien reconoce Schelling que el filosofar es
una tarea de pocos pero que, sin dudas, acelera la
cultura del resto del pueblo y permite desarrollar el
lenguaje, tampoco los filósofos han podido expresar
aquello que sentían y constituían sus sentimientos de
una manera clara. “El carácter del mundo más antiguo
es la sensibilidad, pero la sensibilidad no se comprende
con abstracciones y conceptos muertos, sino que todo
tiene que parecer vivo, como una imagen individual”
(Schelling, 1990: 22). La necesidad de sensibilizar una
idea conduce al filósofo a apoyarse en una situación
histórica. Por lo tanto, en el mito, en la alegoría o en la
saga que transforma no se llega a percibir aquella
verdad misma que oscuramente posee dentro de sí, sino
tan sólo un pequeño presentimiento de la misma.
Schelling insistirá en aclarar que esto no es producto del
arte, sino de la necesidad. Y que el filosofema con
ropaje histórico es un recurso natural y abundante en los
comienzos de la reflexión.
La miseria, el deseo y el presente
De qué manera ha podido pensar, se pregunta
Schelling, un sabio oprimido por el peso de la
existencia, hundido por un sinfín de dudas preocupantes
sobre el destino de la humanidad, sintiendo en lo más
profundo de su alma dónde brotaba la desgracia bajo la
que sufría la humanidad. El sabio pensador quiso
explicar el origina de esta miseria:
¿Pudo acaso pensar y representarse de
una manera completamente abstracta la
proposición de que la miseria del
hombre surge sobre todo de su
insatisfacción con el presente, de su
continuo deseo de una felicidad, de un
conocimiento y de una libertad aún
mayores, a pesar de que presentía este
origen quizás con suficiente nitidez en
un momento luminoso, aunque sin
reconocerlo con conceptos claros?
(Schelling, 1990: 24)
Ante todo, dice Schelling, el sabio debía aclarar
sus propios presentimientos y sentimientos, para poder
lograr satisfacer esa necesidad de reflexionar sobre el
8
 Revista Kcreatinn Creación y Más
origen de la miseria humana que tanto le sopesaba para
alcanzar paz en su espíritu. Para ello, tuvo que contarse
a sí mismo su propia historia.
Regresó entonces al jardín que fue el
mundo originario para las primeras
criaturas del género humano y renovó
así los dulces recuerdos de los días de
felicidad en los que tuvo el primer
sueño dorado de la vida. Ve aquí a los
hombres tal y como vivían los
primeros días de dorada felicidad en un
paraíso, felices en su ignorancia,
alegres en su inocencia, sin
preocupaciones del futuro, sin ideas de
las cosas elevadas, sin que lujuriosos
llegaran al mal buscando una posición
más elevada, un conocimiento más
amplio, una libertad más ilimitada. Se
acordó con profundo dolor de estos
primeros pasos que realizó una vez
fuera del país dorado de la paz y de la
tranquilidad, e inauguró una mirada
sobre su propia vida llena de inquietud
y angustia, de incertidumbre y duda.
Cuando mira su alma, se puede
descubrir el triste tránsito del hombre
desde la feliz situación de inocencia, se
puede ver cómo el desdichado
pensamiento de la libertad y la
desobediencia a los dioses, la funesta
esperanza de una situación más
elevada, el triste deseo del
conocimiento divino, se desarrolló en
el alma del hombre y cómo después,
desgraciadamente, como pago a su
desobediencia, decepcionado en su
esperanza, vio ante sí una vida de
intranquilidad y miseria, llena de
preocupaciones y cambios, de miedo y
esperanza, y por último la muerte, que
después de haber combatido con gran
fatiga, lo separaba como un amigo
compasivo de la muchedumbre de los
vivos y transformaba en mero polvo lo
que se había imaginado llegar a ser
inmortal. (Schelling, 1990: 24-25)
Schelling concluye esta sección de su obra
extendiendo el significado de la palabra «mito» a lo que
se corresponde con la verdadera historia y «filosofema
mítico» a las narraciones que presentan una verdad de
manera sensible en el espíritu del mundo antiguo.
II. Diversos contenidos de la filosofía mítica
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
La filosofía del mundo más antiguo guarda una
relación inmediata con la imaginación, pues la
vestimenta mítica de la que se sirve es obra de la mera
poesía que ha sabido penetrar, a su vez, en el mundo
suprasensible. Al no tratarse de conceptos y principios
concretos, al menos en su origen, las leyes del
entendimiento y la razón trabajan allí sólo de manera
oscura. Por tanto, Schelling insiste en la idea de
presentimiento sobre el templo sagrado de la verdad.
Así, la explicación inventada ocupa el lugar de una
explicación natural propiamente dicha. Se deriva de la
intención de explicar los hechos como un mero ensayo:
“Incluso cuando un fenómeno debe ser realmente
explicado, no lo es según su origen concreto, sino según
su primero origen remoto” (Schelling, 1990: 26). La
pretensión del hombre consiste en apropiarse o
aproximarse a la innumerable cantidad de fenómenos
que lo rodean a lo largo y ancho del mundo para no
perderse en ellos.
Utiliza como recurso la implementación de
imágenes. “Sólo mediante imágenes de su vida, de sus
costumbres, de su forma de actuar, se conecta con los
fenómenos; toda la naturaleza es para él, entonces, una
imagen por la que queda asimilada a su propio yo”
(Schelling, 1990: 27). A medida que avanza y se eleva,
explica Schelling, el hombre comienza a abandonar las
imágenes sensibles y sus sueños de juventud para
comprender la naturaleza con su entendimiento. Con
esta inversión el espíritu del niño inocente e ignorante
que juega a asimilarse y confundirse en un abrazo de
unidad con la naturaleza, se transforma en su contrario,
es decir, en un espíritu culto, señorial y dominante con
respecto a ella. “Antes era un amigo o un hijo de la
naturaleza, ahora es su legislador; antes intentaban
sentirse en el todo de la naturaleza, ahora intenta
explicársela; antes buscaba su imagen en el espejo de la
naturaleza, ahora busca el arquetipo de la naturaleza en
su entendimiento, que es el espejo del todo” (Schelling,
1990: 27). Como si la implementación de la
racionalización no hubiera quebrantado simplemente el
vínculo entre el hombre y el mito, o se hubiese
desplazado meramente a la imaginación de su función
preponderante, sino que lo más grave yace en la pérdida
del sentimiento de unidad del hombre con la naturaleza.
La racionalización y su querer explicar los fenómenos
de la naturaleza llevan al hombre a actuar
analíticamente. Éste queda individualizado hasta tal
punto que no logra reconocerse más en aquello que se
9
 Revista Kcreatinn Creación y Más
re-presenta. Perdido en la oscuridad aquel
presentimiento de unidad, se impone ante la naturaleza
al mejor estilo moderno, es decir, de manera lógica y
calculadora10.
La imaginación queda ligada a los mitos que
conllevan un carácter psicológico. Pues el ser humano
se coloca a sí mismo mediante la exposición de
sentimientos, pensamientos y sensaciones a la hora de
querer explicar el mundo. Para representarse debe
presentarse a sí mismo11. En esa representación queda
expuesto también el cuerpo. “Cualquier sentimiento de
paz o de dolor, de amor o de odio, de cólera o de
ternura, se expresa con el cuerpo” (Schelling, 1990: 28).
En el mito se combina una mezcla entre el cuerpo y lo
sensible con una necesidad trascendental de explicar
aquello que no se conoce. Por ello, las explicaciones
naturales inmanentes son mucho más escasas que las
trascendentales en lo que concierne al mundo antiguo.
La explicación trascendental resulta una solución menos
entendible que tranquilizadora para los primeros
pueblos. La tranquilidad puesta en la existencia de un
ser superior permite abrir un campo de juego más libre
y una actividad más agradable para el alma.
La imaginación entró en escena sobre
todo en las explicaciones naturales
trascendentales y pronto fue
insuficiente para ella conocer sólo
fuerzas ocultas y escondidas en el
mundo suprasensible, que le servía de
poco en esta indeterminación en la que
10
“La creciente falta de pensamiento reside así en un proceso que
consume la médula misma del hombre contemporáneo: su huida
ante el pensar. Esta huida ante el pensar es la razón de la falta de
pensamiento. Esta huida ante el pensar va a la par del hecho de que
el hombre no la quiere ver ni admitir. El hombre de hoy negará
incluso rotundamente esta huida ante el pensar. Afirmará lo
contrario. Dirá –y esto con todo derecho– que nunca en ningún
momento se han realizado planes tan vastos, estudios tan variados,
investigaciones tan apasionadas como hoy en día. […] El
pensamiento calculador corre de una suerte a la siguiente, sin
detenerse nunca ni pararse a meditar. El pensar calculador no es un
pensar meditativo; no es un pensar que piense en pos del sentido
que impera en todo cuanto es. Hay así dos tipos de pensar […]: el
pensar calculador y la reflexión meditativa (das rechnende Denke
und das besinnliche Nachdenken)” (Heidegger, 2002: 18-19).
11
“La entrega de sí mismo a las tareas del juego es en realidad una
expansión de uno mismo. La autorepresentación del juego hace que
el jugador logre al mismo tiempo la suya propia jugando a algo,
esto es, representándolo. El juego humano sólo puede hallar su
tarea en la representación, porque jugar es siempre ya un
representar” (Gadamer, 2012: 151).
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
se ponían como fundamento de las
primeras explicaciones naturales. Estas
fuerzas tenían que ser seres personales
que no debían actuar aislados e
independientes unos de otros, sino
reunidos en un reino, invisible y sólo
accesible a ellos, que tenía su
constitución y su ley determinada.
(Schelling, 1990: 29)
La lucha de la imaginación frente a la oscuridad
y el caos es lo que condujo, según Schelling, a la
creación del mundo olímpico. Las fuerzas de la
naturaleza emergidas de aquella ausencia de forma se
han convertido por medio de la imaginación en figuras
antropomórficas. Ahora, estas figuras se relacionan
entre sí, tienen descendencias. Hay acciones concretas
identificables de los dioses sobre el mundo sensible. Se
han convertido entonces en la creencia de un pueblo. La
mitología interviene, según comprende Schelling, en el
espíritu artístico y en el de las ciencias. Las invenciones
de la imaginación hacen descender los misterios desde
las regiones trascendentales hasta el ámbito de la
naturaleza. Luego, en el campo del arte, el artista que
realiza la escultura no pensará en aquel origen, sino en
el prototipo de belleza. Con la culturización se termina
comprendiendo a la mitología politeísta como mero
objeto de la fantasía.
III. Formas de los mitos
Distinción entre forma interna y externa de los
mitos.
Con respecto a la forma interna: a) la verdad que
debe ser hecha sensible en el mito se presenta
inmediatamente sólo bajo determinaciones históricas,
que la aproximan a la sensibilidad mediante las
concreciones de espacio y tiempo. Por ejemplo, en la
exposición mítica que se presenta en el Fedro12 por
Platón; b) o la verdad a sensibilidad no se presenta
inmediatamente, sino mediatamente referida a un hecho
particular. Por ejemplo, el mito de Pandora de Hesíodo.
Con respecto a la forma externa: lo comprende
Schelling desde el modo en que el mito es narrado, por
la que se presenta una verdad cualquiera, mediata o
inmediatamente. Lo poético se corresponde con la
materia mítica (la invención de la forma interna del
mito). “Para el espíritu infantil del mundo más antiguo
12
Platón (1993). Teeteto. Platón V. Madrid, España: Gredos.
10
 Revista Kcreatinn Creación y Más Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018

me parece mucho más adecuado una saga simple y

sencilla, presentada en una narración sin adornos ni
encantos, que una con énfasis poético” (Schelling,
Armas de fogueo
1990: 34). Concluye finalmente su obra Schelling Chrystian Zegarra
citando las siguientes palabras: “aléjate, aléjate,
profano” (Callimaco, Hymnos, II, 2) dirigida a aquellos Hipocampo Editores
que busquen en el carácter mítico originado en la (Lima, 2018)
infancia del mundo un arte, o que también, acuse de 55 páginas
ingenuas o de poco maravillosas a aquellas sagas como
para que considere que no deban ser llamadas mitos. En sus inicios
poéticos, Chrystian
Zegarra (Trujillo,
1971) publica dos
volúmenes colectivos:
Inmanencia, en 1998
y Regreso a
Bibliografía Ourobórea, en
(1999). Ernesto
Gadamer, Hans-Georg (2012). Verdad y método. Salamanca, lumbreras manifiesta
España: Sígueme. que en El otro
Heidegger, Martin (2002). Serenidad. Barcelona, España: E. del desierto (2004) “el
Serbal. paisaje anímico se
Huizinga, Johan (2012). Homo Ludens. Madrid, España: Alianza. revela en el cruce del
Kierkegaard, S. (2010), El concepto de la angustia. Madrid,
sacrificio y de la
España: Alianza. resurrección bajo una
óptica naturalista
Mondolfo, Rodolfo (2007). Sócrates. Buenos Aires, Argentina:
Eudeba. reinterpretada en
momentos por Francis
Platón (1993). Teeteto. Platón V. Madrid, España: Gredos.
Bacon (...) pero en
Schelling, F. W. J. (1990), Experiencia e historia. Escritos de Cinema de la crueldad (2009) se hace un selecto,
juventud. Madrid, España: Tecnos. seductor e inquietante recuento, y también un paseo y
Schelling, F. W. J. (2015). Las edades del mundo. Madrid, España: una relectura por una filmografía (...) donde la poética
Akal. del dolor se resuelve como conciencia del cuerpo y de
Tolstoi, León (2016). La muerte de Iván Ilitch. Barcelona, España: sus límites”. En Cinema..., “como con un golpe de mar
Juventud. sobre el rostro” (se recuerda aquí el verso del poema
“Datzibao”, del recién fallecido, gran poeta y erudito
Enrique Verástegui), Zegarra nos restriega en la cara
una realidad nítida, amenazadora, sutil; ora avezada, ora
de una acritud impredecible, cuando no asaz irónica,
mordaz. Esta realidad es una caza de escenas de lo
cotidiano. Varios epígrafes revelan su filiación al
malditismo: Antonin Artaud; o, por momentos,
hermético: Martín Adán. Cinema es también juego
surrealista: Xavier Abril.
Chrystian Zegarra, ganador de la XII Bienal de
Poesía Premio Copé de Oro, con Escena primordial y
otros poemas (2007); también profesor asociado en
Colgate University, publica después de diez años Armas
de fogueo (Hipocampo Editores, 2018).
11
 Revista Kcreatinn Creación y Más
El poeta dispara en el epígrafe que da inicio al
libro (pág. 9), a golpe de tambor detonante, un verso de
Philippe Soupault (París, 1897-1990):
“El disparo de un revólver sería una melodía tan
suave”.
Soupault, compañero de filas surrealistas del
poeta peruano César Moro (Lima, 1903-1956), ambos
apadrinados por André Breton bajo la consigna de “la
palabra designando el objeto propuesto por su
contrario” inician el rito de “Entrada” en el libro que
nos ocupa. Poema de un solo verso que rememora
“Visión de pianos apolillados cayendo en ruinas”, del
citado Moro; un texto que deja al lector de a pie sin
aliento, por lo caótico, solar, de sus imágenes, en una
cósmica mixtura esplendente, que erupciona, efervesce,
y con quien César Moro da inicio a su famosa obra
maestra La tortuga ecuestre, publicada póstumamente
por su albacea literario André Coyné, hacia 1957.
Armas de fogueo refracta sobre el agua alguna
escena bélica; un reverbero de luz fosforeciendo en las
pupilas del venado, presa del disparo.
Atravesamos, pues, como lo dice Edgar
Paiewonski-Conde en la contracarátula del poemario,
“una zona de batalla”, que lejos de propender, como en
Cinema, a bodegones anímicos, más bien recorre las
ciudades devastadas por personajes rudos, indiferentes
al dolor, para detenerse abruptamente en cuencos
desportillados donde se bebe bourbon artesanal,
maquinalmente, al más crudelísimo y salvaje estilo de
Popeye, de Santuario, novela en donde explora William
Faulkner el flujo de consciencia, introducido por el
psicólogo William James (padre de Henry) desde
distintos puntos de vista narrativos de cada uno de sus
veinticinco personajes alrededor de sus cincuenta y
nueve capítulos.
Camina, Zegarra, por reinos inmanentes; un sub
mundo, acaso en picada, donde lo que gratifica es la
palabra del más fuerte, en una hórrida selva, viciada por
el tremendo espectáculo de la banalidad, la corrupción,
el poder, manejándonos, como una marioneta.
Los personajes en Armas de fogueo ya no son
actores de un cinema crudo y descarnado; son más bien
baluartes de la más impía batalla. Muestra de ello,
leemos (pág. 15) en el poema “Monumento”:
“la cabeza / de quien se transportaba a hombros de
litera / rueda / y despeina el sendero de alfalfares /
mansamente se estaciona / junto a pilares derruidos
de un caserón antiguo”
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
Se evidencian influencias de quien mediante la
narración de Mientras agonizo (1930), hiciera relatar a
sus personajes, la familia campesina Bundren. Durante
su trayecto escabroso acaecido en un ambiente sureño
de los Estados Unidos, una justa odisea que es a la vez
el reflejo de los padecimientos y la aventura llevada,
como quien carga una cruz agónica, la del sufrimiento.
Podría ser escenario, Nueva York, como también podría
serlo una comarca norteña “peruana del Perú” de los
años ochenta, o la cinemática ya sumergida más de dos
veces al mismo río: ¡el mismo río de Cinema de la
crueldad!
Como en Final aún (Edgar Saavedra, Cajamarca,
1976), Zegarra es un carnicero, presdigitador verbal
cada vez más evanescente, hasta uno de esos finales que
hacen close-up retrovisor: caleidoscopio bamboleante
de cabezas cercenadas por la acidez de pútridas aguas
de relave.
Fortalecido por una arquitectura poética, de libro-
objeto, Armas de fogueo es una cámara/trampa, si se
quiere, perpetrada por un aeda iracundo, descarnado,
calculador, nítidamente deshojando escenas que pueden
tocarse con la punta de la nez.
Alerta dominio de sí mismo; ecuánime, seguro,
desbasta aristas en ángulo recto, de un “anfibio
milenario” que nos hace recordar al axolotl de Cortázar.
Hablamos del poema “Retaguardia”, pág. 16, que reza:
“Nadie esperaba el regreso del anfibio milenario (...)
a falta de boca / una mordaza modeló / el ángulo
recto de su mandíbula / y con dedos que semejaban
extremidades de reptil (...) / atracaba / las barricadas
del olvido”.
Las piezas poéticas: “Herencia”, “Desquite” o
“Vuelta de tuerca”, compendian la primera parte:
Entrada (pág. 11); para, en la sección denominada La
jaula de los enajenados, exiliar a sus personajes sin
nombre; seres anónimos que beben de la fuente misma
del desvelo.
Los textos del volumen llevan impresas
fotografías de alta resolución sobre un film anímico,
barómetro de una “alta sociedad” en picada.
No sin destreza literaria, Zegarra disecciona las
partes más horrorosas del mundo, hasta dotar sus
escenas, incluso, de hedor a carca de caballo.
Un campo de maíz acentúa la orfandad de un
agricultor americano vistiendo de sombrero de ala
12
 Revista Kcreatinn Creación y Más Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018

ancha y uniforme camuflado, que bebe whisky en jarro

desportillado, al final de cada jornada.
Desolación descripta, honda polifonía de sus
Odiario
Renato Sandoval
personajes rodando un microfilm compacto. Magma
cinemático es Armas de fogueo.
Amotape Libros
A una década de silencio poético, Chrystian
(Lima, 2018)
Zegarra, Doctor en Literatura Hispánica en la UCLA,
77 páginas, Lima
nos ha apabullado con estas armas de fogueo, que, o
bien serán cura para despiertos, o bien una patada en el Hacia la era
trasero a los condenados. Vaya usted a saberlo, porque de los dioses,
Armas de fogueo es un libro de poesía que nos deja alguien odiado
fuera de combate. evidenció una grata
(j.f.c.)
pocilga: el albur de
En: Revista Exquioc, Cajamarca, Sábado 11 de agosto de 2018
que pusilánimes,
http://revistaexquioc.blogspot.com/2018/08/armas-de-fogueo- recorremos el recto
de-chrystian-zegarra.html camino del olvido.
Nadie nos mira, y
por ello mismo
tratamos
desenfadadamente de llamar la atención. Las tumbas
serenas no son para mortales de estos reinos. Siempre
habrá aposentos celestes para aquellos marcianos que
escribimos poesía.
Pero aquí los odios acaso se traducen en
rencillas de poca monta, en peleas a boca de hurra, que
no vienen a cuento durante estas líneas. Tampoco citaré
otros casos, no exentos de odio; tal o más, que alguno
de ellos ha llevado a más de un aeda a la gloria: ¡de la
tumba! Pero nos alegramos “de que no sea cierto”,
como alguna vez, algo parecido, lo estrelló algún poeta,
que también dijo a Vargas Llosa que en toda su
trayectoria tendría nada más y nada menos que una
maleta repleta de ataques en recortes de diarios. Y así
fue. Tal como lo corroboraría el propio autor de
Conversación en La Catedral, ahora, pues, se le
resbalan papada afuera estos ataques.
Nada de ello. El caro Renato Sandoval no ha
sucumbido a nada ni a nadie. Es fuerte, como las
higuerillas o como los árboles selváticos, los romerillos,
y la reciente y gozosa noticia de que está ahora en
China organizando un gran festival Chino-
Latinoamericano, me llena de dicha. No es para menos,
cuando al llegarme su opúsculo lírico; que en vez de
odio, despide ritmo, música, poemas en prosa que nada
tienen que envidiarle a un Cortázar, Rilke, Borges o
Basho.
Sucede que el hombre, desde los inicios de los
tiempos ha echado mano del odio para enfrentar ciertas
13
 Revista Kcreatinn Creación y Más
desavenencias consigo mismo; ello le ha granjeado
cierto status de Goliat: ¡un férreo carácter de soldado
rebelde! No sin ello rememorarnos al rostro de Nerón
en llamas, aquél esquizoide y mediocre poeta que
incendió las praderas de una Roma en ruinas,
despavorida, mientras rasgueaba la lira y reía,
enfundado en una túnica humedecida por el vapor de la
carne chamuscada.
El odio no siempre se ha manifestado sobre
ciudades. Compendia mitos, anécdotas animales
(recuerdo mi odio gratuito a los canes, que hoy se ha
invertido); sino también a ciertos poetas.
Para concentrarnos en la actual escena del país,
es únicamente una cuadrilla honorable, quien maneja la
escena provinciana de Lima. Se reseñan, aplauden; se
prometen largos textículos que aparecerán, cómo no, en
primera plana de diario chicha, o en afiches impresos en
tinta láser, que ellos mismos pegan, antes de la salida
del sol, que los cegará como a vampiros. Se reúnen a
beber un buen vino o matarratas, da lo mismo; solos
arman su distinguida ringlera de compadrazgo
trasnochado; en fin, solos, nomás, poetas de fin de
semana, se pegan un gran beso en el sopino. Pero el
cuerpo pasa factura, señores; como decimos en mi país,
donde “la poesía suda, ladra, lleva sucias las axilas”13.
Si la memoria no me falla, el enorme poeta
citado perteneció a una raigambre o especie de poesía
que no necesitó de reseñas; o no muchas reseñas,
digamos, para abrirse paso, desde 1972, con la primera
edición de En los extramuros del mundo (Milla Batres),
en este mundo caótico, “otra vez perdido esta noche”14
Entremos a los reinos de estos “poemas
quebrados (...) (¡para nada!), pero con ganas de volver a
la luz”15, como reza la hermosa dedicatoria que
Sandoval me hiciera hace poco más de una semana. El
libro, de setenta y siete páginas, primero, nos remite a
una cifra divina. No es gratuito esperar de él un tomo de
gran calidad formal. Integrado por dos partes, de
veintinueve la primera y la segunda de treinta prosas
poéticas, nos evoca, primero que nada a la madre, como
un alma redimida que viene a salvar al poeta del dolor,
de la incomprensión, del olvido e injusticia:
13
Enrique Verástegui (†) En los extramuros del Mundo. Lluvia editores
(Lima, 1994).
14
Op. cit. Enrique Verástegui.
15
Renato Sandoval. Odiario. Amotape Libros, Lima, 77 págs.
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
“¡Ah, madre, si al menos me dijeras por dónde
va el amor curtido y dónde se encuentra el
tobogán por el que todo el mundo se desliza
hacia tu seno del que siempre hablo y me
explico pero que nunca me responde ni me da
ya nada!”16 (...)
Y leo en el último párrafo de “Abur”:
“Lo único de lo que desconfío es de las
palabras con que esto escribo; tienen un no sé
qué que quedan de más. Decirlas o no resulta
igual. Pensar palabras es hablar del
pensamiento. Callar no es silencio; es perjurio,
silencio, acaso, la más vil de las mentiras o la
ignorancia que yo represento y proclamo con
respetuoso odio”17.
Entra el autor de Suzuki blues18 en reinos
reflexivos: “Callar no es silencio”; como “el que calla
otorga”19, como el que cede es cobarde, perjuro, mudo
por soportar ataques, no sin mucha inteligencia y tino,
para el que se guarda para el final toda la justa ira
„lírica‟: Ulises, dieciséis años de odiseas, en pos de ese
beso a Penélope, que lo espera (en China o en Grecia;
en el mar caspio o en el Tíbet), con los brazos abiertos,
¡Oh, Poesía!
El odio es respeto a uno mismo, es un poco
aguantarse hasta el final para poner los puntos sobre las
íes, aunque nos llamen fósforos, ajíes „pinga de mono‟,
sulfurosos, malhumorados. No es para menos “un daño
insalvable que jamás perdonaré”20, reza la dedicatoria a
“esos poetas hijos de sus papás”. “A ese odio/que a
veces amo/porque me salva de los falsos amores”21. Y
es que el “odio no es otra cosa que ignorancia”22, uno de
sus citados autores, Ernest Hemingway, nos hace poco
temerle al odio, ya que finalmente, caro Renato, el odio
únicamente ―lo repito contigo― destruye a sus
odiadores.
“La lluvia será el escudo de los crédulos y
mantendrá indemnes la locura y la indolencia” 23
16
Op. cit. Odiario. p. 20.
17
Ibíd. Odiario. p. 9.
18
Sandoval, R. Suzuki blues. Lustra Editores, Lima 2006. 62 págs.
19
Leonardo Da Vinci.
20
Cfr. Sandoval, R. p. 15.
21
Cfr. Sandoval, R.
22
Ibíd.
23
Cfr. Sandoval, R.
14
 Revista Kcreatinn Creación y Más
Qué más os queda, crédulos, aferrarse a una
charca lluvia de opaco estrellato. “Sol de soles”, aquel
lírida otrora organizador de cuatro grandes, fastuosos
festivales de poesía, se ha marchado como los ocasos,
que entristecen el corazón; o se ha ido como los vagos
recuerdos de una playa solitaria.
El oleaje al correr hacia la otra mitad del mundo
nos energiza, nos hace Imitar a Cristo, a veces, pero lo
que más nos otorga el hacer caso omiso al odio
repugnante es tener el alma Zen, como Pablo Neruda,
como el mismo, caro Renato:
“Nada ha pasado a nadie,
no estoy en parte alguna”.
Cajamarca, a los ocho días del mes de Santa
Rosa de Lima, año dos mil dieciocho
(j.f.c)
Literatura citada
1.- Enrique Verástegui (†) En los extramuros del Mundo.
Lluvia editores (Lima, 1994).
2.- Renato Sandoval. Odiario. Amotape Libros, Lima, 77
págs. p. 20.
3.- Sandoval, R. Suzuki blues. Lustra Editores, Lima 2006.
62 págs.
En: Revista Exquioc, Cajamarca, Sábado 11 de agosto de 2018
http://revistaexquioc.blogspot.com/2018/08/odiario-de-renato-
sandoval.html
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
Dentro de mí
Un cuento de César Vigo Arribasplata
Te voy a comer. No te sonrojes por esta
declaración de amor. Es razonable que te lo diga sin
rodeos. Te he soñado todo este tiempo con nostalgia,
devorándote a besos, recorriéndote a mordiscos, oliendo
tu piel, saboreándote en tu ausencia. Siempre te quise
dentro de mí. Me has vuelto loca.
Diego, si miras desde esta ventana, te habrás
fijado que siempre tuve como una invitación cómplice a
ver las cosas que hacías en el jardín de tu casa. Así,
desde mi habitación presencié todo tu devenir hasta
convertirte en hombre. Este espacio melancólico de
efigies cuarteadas, de olor a cirios derritiéndose, de
ofrendas y de tantos libros religiosos ha acompañado
todo este romance, el cual ha sido de los dos, sin que lo
supieras, Diego, no te puedes imaginar.
En cada resquicio has estado, inamovible en mi
corazón, imperturbable en ese sol de las cinco de la
tarde, apolíneo, encestando una y otra vez la pelota,
¡ah!, espartano perverso. ¿Sabes?, el destino siempre
quiso que colindaran nuestros mundos, que asistiéramos
a una caza ritual −obviamente, yo cazándote−; pero sin
dejar de ser ambos uno solo, como la serpiente griega
que se come a sí misma.
Vamos, no pongas esa carita, que me
destrozas… Me pregunto por qué no te dije estas cosas
antes. No es que no te deseara desde siempre. No es eso,
Diego, pues Intenté huir refugiándome en las pinturas,
en mis oraciones, internándome en esas clínicas para no
pensar en ti, bebiendo del Leteo para no recordar.
15
 Revista Kcreatinn Creación y Más Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018

Imposible, no pude. Creí reconocerte en cada perfil de páginas, gana reino una lírica bohemia, benedettiana, de
los que transitan por las estaciones del tren. Tu voz capa y levitada verba expresiva a lo Neruda. Es, de
retumbó en mí, incesante como un mandato de Dios. sobra, una estación de tren y una casita echando humo a
Nos pertenecemos Diego, aunque no lo creas. lo lejos; y es también ―tan cerca, tan melancolía...―,
¿Sabes?, finalmente me decidí en tramar que una larga evocación amarilla de campo y floresta: alegre
llegases a mi habitación tras aquel sueño recurrente como ciertos, lívidos fantasmas en tul agonía; tras
después de la misa. Ahora descubro que todo se ha partir, melancólicos, a su morada de luces. Un grato y
concatenado de manera perfecta gracias a dictamen de prístino libro para la lírica peruana de estos y azarosos
alguien superior, a un destino incomprensible, pero valles, sin duda.
ineluctable… Debo tenerte dentro de mí. ¿Diego, por (j.f.c.)
qué lloras?
Me hiciste daño esas tardes de lluvia débil y de
olor a ti cuando me ignorabas en clase. Claro, cómo te Odiario
ibas a fijar en mí. Yo, con estos vestidos oscuros y Renato Sandoval
anticuados, con mi cojera; y tú, con bellas alumnas Amotape Libros
rodeándote, muchachas lozanas esperando su turno (Lima, 2018)
para ser tomadas… Malditas. Me has hecho sentir 77 páginas, Lima
innecesaria Diego, ínfima.
Ya sé que estas incómodo en esta silla, que las Liliana Quinto Laguna
ataduras te laceran los brazos y piernas. No me mires
sollozante, con esos hermosos ojos color miel. La
puñalada será rápida. Lo comprenderás Diego. Después Libro que
de todo, estoy haciendo lo que enseñaste en tus clases
de Antropología. “En algunas culturas” decías, “lo que escenifica
se ama inmensamente, se lo debe uno comer para emociones.
tenerlo dentro, como los católicos que se comen a su Versos que
Dios a través de la hostia”. Tú eres mi Dios. Iniciaré cruzan el
comiendo tus ojos…
umbral de la
En: Revista Apu n° 3, Cajamarca, Perú, agosto de 2018 existencia.
https://apurevista.com/
Entre albas y
crepúsculos.
Los amorosos fantasmas Nueva
Fernando Alayo publicación de
Calcomanía Editorial
(Lima, 2018) Amotape-Libros,
en su serie de
Los amorosos fantasmas, de Poesía, cuyo
Fernando Alayo busca atajos autor es el
lúdicos por terreno firme; denota destacado y
ligereza verbal, perífrasis entrañable poeta
acrobática. Encumbra, apasionado, peruano Renato Sandoval Bacigalupo, fundador y
bellas imágenes. Si las pasiones se director del FIPLIMA, Festival Internacional de Poesía
descubren bajo santo y seña de en Lima, que ahora anuncia otro Festival de Poesía,
estos sugerentes fantasmas, ello Oriental e Hispano en China, su actual lugar de
comprende la jugosa y colorida residencia donde es catedrático de una prestigiosa
poesía de Alayo. Lejos de ostentar universidad de Asuntos extranjeros de Guan gdong y
un bagaje léxico denso y ampuloso; más bien en sus Miembro del Proyecto Cultural China-Hispanoamérica.
16
 Revista Kcreatinn Creación y Más
Odiario, sobria publicación, con tapa de color
negro, lleva la ilustración de la cabeza de Medusa, es un
cuadro al óleo de Caravaggio. Como prólogo, las
palabras del Dr. Roberto Forns Broggi, quien en parte
de su apreciación señala “...Odiario revela nuestras
debilidades más íntimas, nuestras derrotas más
verdaderas que no son fáciles de digerir y que duelen
más que cualquier dolor conocido...Todo un logro
poético más allá de la metáfora evidente...”
Leemos diversos libros, pero pocos sacuden,
atrapan. Estos versos son como uñas en el alma que no
sueltan. Un buen libro logra lo que precisamente
sentimos al leer Odiario. El interés y las ganas de
empezar y culminarlo. Para algunos podría ser un ¡Oh!
Diario.
No podemos dejar suelta la imaginación para
que vuele y elucubre sobre el título solamente, o
quedarnos en algunos cuantos poemas. Si queremos
entenderlo, tendremos que comenzar y culminar la
travesía emocional, con suaves olas, con tormentas, con
vientos huracanados, hasta llegar a la orilla y darnos
cuenta del autor, que como el buen capitán de barco,
luego de salvar a la tripulación, es el último en
desembarcar.
El poeta Renato Sandoval Bacigalupo, siempre
innovando, nos ofrece otra propuesta valiente, creativa,
singular: hablar sobre lo que nadie quiere destacar,
poner el dedo en la herida, porque las sociedades están
lamentablemente plenas de virus violentos, porque el
mundo de hoy está enfermo, los calmantes y somníferos
son la indiferencia o el autoengaño ―léase depresión y
estrés mundial―.
Los temas que hoy giran en torno al presente
libro, son precisamente aquellos que se manejan en voz
baja, en secreto, en el diván de médicos que no saben
cómo y dónde encontrar la fórmula mágica para sanar.
Se trata de temas que no se hablan cotidianamente,
pero se sienten.
Dada la naturaleza humana, con virtudes y
defectos, esta publicación es apta para los seres de carne
y hueso, esos que se equivocan porque hacen algo, que
ríen, que gozan, que lloran, que agradecen, que luchan,
que lastiman, que sufren, que sienten rabia y rencor, que
se desilusionan, que gimen, que maldicen, que extrañan,
que aman, que tiemblan por el frío de la soledad en
presencia de multitudes, que esperan una estocada en
vez de un sincero abrazo; quizá porque varias veces les
fallaron y una o cinco veces más, les da igual.
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
¿Es acaso perder la fe en la humanidad? No
precisamente; es exponer un mural de emociones, donde
hay espejos que no distorsionan la imagen, sino que la
agigantan, la desnudan sin pudor, para ver nuestro otro
yo, real, sin ornamentos, sin sentimientos que no se
comparten cada día, pero se piensan cada noche, se
comentan con la almohada, que a veces escucha
quedamente al sentirse empapada de dolor, vacío e
insatisfacción, de desilusión, de rabia o de amor.
¡El Arte poética, es ante todo Libertad,
creatividad!
Con diferentes ingredientes de la vida,
sazonados con metáforas, Renato nos ofrece hoy, un
menú, que debe ser leído como el libro de la vida,
basado en emociones y experiencias propias, ajenas.
Las mías, las tuyas. Un libro diferente, que no leemos
todos los días, porque quizá varios hablen sobre la rosa,
su belleza, sus matices, su aroma. Hoy el autor nos
habla sobre las espinas de la misma; un ir
contracorriente; y ello no nos causa extrañeza. Sabemos
de su personalidad sincera, genuina y su visión
innovadora.
Poemario no apto para querubines que están
muy cerca a Dios, Odiario es la expresión más auténtica
de lo que a veces no se quiere hablar; esa verdad que se
aplasta y se guarda en lo más profundo y que se cubre
con una sonrisa barnizada, para hacer lo políticamente
“correcto”.
Los párrafos poéticos de Odiario expresan ese
lado humano que transcurre entre el amor más puro que
es la amistad a la espada flamígera de la traición, entre
la certeza y la duda, entre lo que se espera y nunca
llega, entre un abrazo y un puñal, entre una admiración
y desprecio, entre la ovación y el escarnio, entre el
saludo y la afrenta, entre la esperanza que se defrauda a
cada instante, entre lo que se otorga de corazón y el
sinsabor de la ingratitud.
Del amor auténtico a la madre, de la nostalgia
que se esconde en una lágrima, de la ternura del
Verdadero hijo amado, del amor sincero y camaleónico,
de la infancia, de ese nacimiento, despertar abrupto en
una tierra inhóspita, donde los valores se ofertan por
doquier; de la época escolar, de las mudanzas
tristemente felices y necesarias, de las pesadillas que
sueñan y transcurren en desvelos cotidianos.
Experimentar un escenario multitudinario y el
abrazo auténtico de la soledad, ese canto a la vida en
17
 Revista Kcreatinn Creación y Más
versos y vil crucifixión con ovaciones y música
estridente, similar a un circo romano.
Así como se proyecta el día y la rosa, así se
habla también de la noche y la espina. Ese amor y odio
que encarnan acciones, que son causa y efecto dominó,
de los que muchos no quieren hablar, pero viven,
sienten y pregonan en escenarios de medianoche, tardes
de domingo, muy “en confianza”.
Pocos escritores tienen el coraje de escribir
sobre la vida misma, sin velos, con sus aciertos y
errores, con el ying y el yang; es decir, el día y la noche;
esa paz y esa energía expansiva, fuego que transforma
desde el dolor, desde el húmero, desde la corteza y
lucha con la realidad, para lograr ese equilibrio entre
ambas.
O es el diálogo con la espina de la rosa, cuya
belleza, de tanto observarla se marchita, y su aroma se
impregna en colosales egos.
Odiario nos habla con valentía y desenfado
sobre la vida real, esa que está alejada de escaparates e
hipocresías. En estos versos habla la voz de un hombre,
y por ende, de la humanidad; un ¡me dueles dolor!
“La poesía es la casa de la presencia”, decía
Octavio Paz. Pero no se trata de la contemplación
estática ni estética, sino del drama existencial.
Renato hoy expande el horizonte y halla su
palabra sincera, sensiblemente humana con valentía y
autenticidad. Quizá en el fondo de estas páginas se lea
lo que muchos no balbucean: a quienes han labrado
inscripciones con hiel, en mi tiempo. Experiencias,
obsesiones, se cultivan y fructifican en signos que
rebasan la propuesta del discurso, la vida, la genuina
experiencia de la sabiduría; porque no es algo que nos
contaron, o dice que dijeron: es lo que se experimentó,
es el vinagre que se bebió en el desierto, cuando sólo se
quería un vaso de agua, para seguir viviendo.
La tarea del poeta es precisamente edificar la
verdad, recordar a los jóvenes la empatía, explorar en su
interior y ponerse en el lugar de los otros, adentrarse al
sufrimiento, al dolor, esa es la gran capacidad, que se
logra gracias a la sabia sensibilidad, para comprender a
los otros; porque el pensamiento y el colosal poder de la
palabra puede devenir en cambios de actitud,
transformaciones en sociedades; porque la poesía es un
acto de legítima defensa contra la obstinación y la
soberbia que tiene el poder disfrazado de mentira y
violencia.
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
José Martí decía: “Quién es el ignorante que
mantiene que la Poesía no es indispensable a los
pueblos? Hay gentes de tan corta vista mental, que
creen que toda la fruta se acaba en la cáscara. La poesía,
que congrega o disgrega, que fortifica o angustia, que
apuntala o derriba las almas, que da o quita a los
hombres la fe o el aliento; es más necesaria a los
pueblos que la industria misma; pues ésta les
proporciona el modo de subsistir, mientras que aquella
les da el deseo y la fuerza de la vida”.
La poesía, sin duda alguna, es una forma de ver
más allá de lo que se encuentra al alcance; es un medio
de desentrañar la esencia de los fenómenos, su
trascendencia. Nos hace crecer espiritualmente, nos
dimensiona como seres humanos, humaniza nuestros
sentidos, porque a través de la poesía nos llega
decantada, trasvasada a un recipiente construido con
palabras; la experiencia de otros individuos, sus
emociones, sensaciones anhelos y frustraciones; porque
la vuelta a los sentidos es catártica; la lectura es la
respuesta ante un estímulo provocador. Si un varón o
mujer sufren, sufre la humanidad, porque esa alegría y
esa lágrima son universales.
El pasado año, el poeta Renato Sandoval,
director del FIPLIMA-Festival Internacional de Poesía
en Lima, decía sobre la poesía que “...No importa
quiénes la ignoren, la ninguneen y hasta la combatan; la
poesía no sólo sobrevivirá, sino que prevalecerá, cuando
los básicos valores de nuestra sociedad en permanente
crisis demuestren, cabal o dislocadamente, lo más
propio y lo más urgente en nuestras vidas, sin importar
raza, cultura, lengua, género y un largo etcétera que, por
su variedad, suele ser motivo para la guerra, la
injusticia, la discriminación, el odio, que desde siempre
fustigan sin piedad a nuestro mundo.
Dos ejemplos claros de que, mediante el
FIPLIMA la poesía se ocupa de estos asuntos tan
importantes es que el tema central de esta versión es
abordar poéticamente la situación de la mujer en el Perú
y en el mundo (violencia, feminicidio, falta de
empoderamiento) Por ello, en esta ocasión, la
representación peruana está compuesta solo por poetas
mujeres...” Por estas y más razones la fuerza de la
palabra se refleja en vida, en concientización; porque el
colosal tesoro del mundo no son las riquezas materiales
e incalculables, sino la cultura, los significados de las
palabras, los sueños e ilusiones pendientes, ataviados de
esperanza, ¡de vida!
18
 Revista Kcreatinn Creación y Más
Leamos algunos versos del poema “Alba”:
“...Pero ahora ya no duermo de cabeza / a saltos
entre las briznas de ese amanecer que tarda como nunca
/ me revuelco en mí mismo y los pasos en falso son lo
único que reptan y brincan en mi sonambulismo...”
El siguiente poema, “En vela”:
“Las manos se arrastran por el sueño de tantas
noches / que no despiertan de sus propias pesadillas /
mientras el minutero se agita y desespera por su paso
ajetreado / por los atajos de mentira y de dolor...”
“...Entre todo eso, un recelo no apela a su
prestancia / no se acuerda que la traición era una manera
natural de vivir a la intemperie / con la fogata de miedos
y suspensos / con un oboe hecho de polvo, sólo así, así
solo”.
El poeta nos habla de esa decepción que es el
vínculo emocional que nos ha acompañado durante
años, con la certeza de que pocas cosas son tan
destructivas como arrastrar el influjo de alguien que en
realidad no nos quiere o nos quiere mal.
Lo que manifiesta en “En ruta”:
“...Tampoco vale escupir verdades sobre el
prado dúctil que saluda a quien lo ignora, ni reclama
gloria por letales hazañas de mentes privadas ya de lo
que pudieron haber cuidado con espuma y algodón. De
nuevo la nube y la luna encinta reniegan la noche que,
angustiada, las acoge y arropa. No hay ya nada que
crear porque ya no hay nadie a quien creer. Solo eso”.
Perder la esperanza en los hacedores de
“verdad”. Aquí la desilusión, desesperanza y
desconcierto se dan la mano.
Freud decía: “No podemos negar la realidad de
la causalidad. Si pegamos un golpe a una bola de billar
y esta choca con otras, debemos aceptar la demostración
de la secuencia encadenada de causa y efecto”.
El poeta señala en “Paseo en vano”:
“...La mente sabe de tumbos y pesares, de
ardores antiguos recostados en márgenes constantes, de
esos que separan este mundo, apenas solo, apenas lleno,
con el temblor de otros mundos que se deslizan por
laderas de conos improbables o, mejor, de otros muchos
más sorbidos a ritmo de adagio...”
Los problemas del mundo que aparecen
expresados cotidianamente en titulares de violencia y
desesperación son, en esencia, problemas de los
individuos y sus formas de vivir y pensar.
En “Arco Iris”:
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
“...Como sea, da lo mismo nacer o no nacer
sabiendo que es igual matar o morirse. El arco iris que
surge de ese diente enardecido no llegará a su otro
extremo hasta que un día sepa por qué debería cumplir
con su innata curvatura...”
Aquí el poeta nos habla, sobre la disyuntiva de
la vida, cuando se inicia y la fragilidad de la misma,
como seres mortales; la duda de ese destino incierto,
desde el momento en que uno ve un nuevo espacio, a
veces inhóspito, frío: nacer, para morir, y en el
transcurso, las dudas existenciales que encierran la gran
paradoja, porqué y para qué.
Lacan señala que: “El lenguaje humano es un
código de señales, no un sistema de signos, sino un
tesoro de significantes. Las palabras, en el lenguaje
humano, tienen valor de significantes, es decir que
remiten antes que a cosas o significados, a otros
significantes, a otras palabras, de tal modo que el
significado de una palabra depende de las que le siguen.
Porque unas palabras remiten a otras, el sentido de lo
que decimos se desliza indefinidamente. En última
instancia, ¿quién decide sobre el sentido de lo que
decimos? No el emisor ―nos dice Lacan―, sino el
receptor”. De ahí que se pueden dar varias
interpretaciones, desde el punto de vista del “otro”,
basado en formas de vida, prejuicios, experiencias,
traumas, algunos se acercaran al mensaje real, otros se
alejarán de ello, y la metáfora risueña observará
acertijos, y allí el poeta, haciendo magia con las
palabras, construyendo mundos, escenarios, personajes,
los más sublimes, los más bizarros. Pone en la mesa,
exhibe sus emociones, hace evidente su pesar, coraje
para verbalizar emociones tan personales.
Bluefields, refiere en versos: “...Pero pasa que el
calor es el odio que no me mata, la hecatombe no
impide que mis costillas se reúnan al primer crepúsculo
que se asoma, no muero porque el cielo se desploma.
Una cita a ciegas con una paloma extraviada me
elevará, exultante, bajo sus manchadas alas”.
En “Reposo”:
“El hierro aún duerme entre los entresijos de una
ira, de esas que rememoran el cuervo niño, las olas de
sangre bajo un mar impoluto, una vaga manera de ser
hálito expulsado a quemarropa contra el aire surgido de
otro mar, de otro infierno simplemente de una palmada
amable acribillada en pleno vuelo...”
“Nocturno”:
19
 Revista Kcreatinn Creación y Más
“...Arriba tañen los gritos de mis muertos tan
perdidos; abajo una sola maldición indica que aquí no
estamos solos. ¿Dónde, pues, la niña de pecho alisado,
esa que me untaba con canciones, al pie de un sueño
que perdí en medio de tanta nada?”
“Partos y Partidas”:
“...Y mientras no quiero enterarme de nada, la
rota parturienta sigue preñada y los mellizos son los
únicos que han tomado el camino correcto”.
La verdad que se esgrime con veneno en los
labios y cuchillos en los ojos, es un tema precisamente
de los psicoanalistas y sus divanes misteriosos. A pesar
de que en el mundo, el público consume anualmente
miles de palabras sobre psicoanálisis, son muy pocos
los datos convincentes que se han podido esgrimir para
ayudar a las personas que necesitan someterse a
tratamientos que permitan establecer el dominio de sí
mismos y su propia dirección.
La sociedad está grave. Se actúa, se lastima, se
tiene rabia y no puede poner en compás de espera para
controlar los impulsos. Se reparten las culpas y el
reclamo de límites; se hace oír desde todos los sectores.
Hay trastornos. Se escuchan los gravísimos problemas
de falta de límites que jaquean a la sociedad. Hoy que
las nuevas generaciones se relacionan por medio de
golpes físicos, emocionales; que lenguas viperinas
disparan a herir con palabras, que son búmerans y los
marcos de referencia desfallecen, hay que sumarle a ello
la presencia de patologías, antes que salud; ante todo
ello, surge la Poesía, que es la danza de las palabras que
se unen, que se abrazan; es una extraordinaria metáfora
de las relaciones por la confianza mutua entre el que
crea y entre el que lee; ofrece compacta la misma
vibración y frecuencia, con versos en Odiario, las
palabras se visten de carácter de experiencia y dolor, la
sinceridad diáfana se suma para vestir a la palabra
desnuda, descubierta, fresca, natural, cruelmente
sincera, porque el dolor no se sublima, se agudiza y esa
angustia busca una vertiente para emerger, y ello lo
saben quienes experimentaron y crecieron
emocionalmente; es como el hilo casi imperceptible
entre el arte de tener autoridad sin ser autoritario.
Danzar con palabras que enredan, tropiezan, se
levantan, para ejecutar nuevos pasos; todo como parte
de la vida. Total, ¡quién nos quita lo bailado¡
En “Alud”:
“Noche. El puente se encabrita y las palabras a
horcajadas se suspenden en el aire cuando los maderos
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
de luz se desploman... un cráter de lodo muestra su
entraña y ahí duerme tranquila la bomba que sueña con
la víctima acurrucada en su helado metal (...) llueve sin
parar sobre lo que apenas existe...”
Se da paso a una caótica realidad, cual bola de
nieve y de fuego, que se agiganta, para destruir todo a
su paso, y una lluvia de medias verdades hacen diluvio
en primavera.
“Cocina de Restaurante”:
“...Ahí es donde debes contarme de la vida, de
esas aventuras lejanas de todo espacio y de todo tiempo,
sólo a mí, a mis oídos, ahora tapados por reproches y
delicadas maldiciones, pero pronto liberados cuando tu
susurro me lance mentiras y espadas sinceras”.
Preguntas que esperan respuestas y no
precisamente en el paciente diván, que exigen que se
responda con hechos sólidos a preguntas de cómo actúa
la mente, por qué obramos como lo hacemos y cómo
podemos dejar de obrar así si lo deseamos.
Theodore Roosevelt, decía: “El único hombre
que nunca comete un error es aquel que nunca hace
nada”.
En “Basho y Narciso”:
“Había un estanque de ranas y ondas replicantes
en una maceta que yo cuidaba con celo. Era el cosmos
reflejado a sí mismo sin tiempo que lo contradijera.
¿Quién habría protestado por semejante garbo y esa
belleza parida por no haber sido imaginada? Hoy las
ranas ladran, rugen, chillan o putean, mientras el
estanque muere ahogado de lotos cobardes, uno que
otro gorgojo se refocila con sus algas”.
Como se reacciona cuando se conjugan la
desilusión, el desencanto, el descalabro y la decepción
de lo cuidadosamente resguardado, aún en medio de
problemas y circunstancias adversas, y la vida obliga a
distancias obligatorias.
“Otoño”:
“... ¿Pero, lirio, donde exactamente has caído
para que me auxilies sin demora? La hora se apura, el
conejo empareda su madriguera, el cubil de los coyotes
luce el letrero “se vende”, la iguana hace tiempo que se
hizo aire, nadie sabe adónde se fueron los cachorros,
una madre gime por leche, aunque fuera óxido. Y yo
aún en ascuas, cómo no. Al menos he visto esa sonrisa
antes de que la ventana también fugara”.
Versos que seducen la imaginación, nacen
macerados, las palabras articulan verdades, toma en su
voz la de miles, es la confrontación del ser humano con
20
 Revista Kcreatinn Creación y Más
la esperanza en lo que aún es vigente y la desazón de la
memoria en el tiempo, así como despedidas por hastío
de maldad, de un “arar en el desierto”, hay un aire
invernal de despedida y ese frío congela, son enigmas
de existencia, de sistema, donde la ciencia juega como
pluma en altamar; hay un tono de humor fino,
característica de Renato, cuando dice:
“...Al menos he visto esa sonrisa antes de que la
ventana también fugara”. Y luego quizá hasta el aire
abofetee sin saberlo.
“Frío”:
“...No descarto la unión de castos e incestuosos;
el tiro de dado con el destino marcado, el reproche
sincero y el engaño más insigne. Un clarín estampado
en la conciencia de píos y deicidas se abrazan con
desesperación. ¡Lo que hace el frío cuando el verano
derrite el corazón emponzoñado y la boca de helado se
condensa en el perjurio¡
Versos, que hablan de esa absoluta desilusión,
casi una cognición social, es decir el procesamiento
mental de la información acerca del mundo social,
personal y este interés se centra en los mecanismos
psicológicos que hacen posible que los individuos
perciban sus inclinaciones particulares, o es acaso la
verdadera identidad, que roba la misma y que mide a los
demás desde su propia moralidad y principios.
Libre de imposturas, Sun Tzú, decía: “Es
fundamental buscar a espías enemigos que hayan
practicado el espionaje contra ti y sobornarlos para que
te sirvan. Ordénales con cortesía y dales sus
instrucciones, luego deja que se vayan a casa”. Quizá a
la vorágine del trabajo arduo, de alguna sombra
neurasténica que espera con los brazos abiertos o la
actividad frenética de creación a raudales.
En “Año Escolar”:
“...En una capilla aún no ungida; sus pies se
mueven sin consultar a sus manos; sus labios no dicen
nada porque no hay dioses ni hombres que la adoren.
Pecado no amarla, infamia no tenerla, ignorancia supina
haberla perdido por querer más esos cerros ardientes en
absurdo tránsito a la libertad”.
Valorar la sencillez, la belleza, por ser ella
misma, encontrar lo indescifrable en la mirada dulce de
un ser humano, quizá girar el timón para ya no
contemplarla, para ya no ser protagonistas de escenas
inconclusas, por metas, por caminos, que bifurcan entre
el amor y los ideales, en el pensar en uno o priorizar por
los demás.
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
“Everest”:
“...Dejé palabras gentiles a públicos
desconfiados y volví corriendo al encuentro de otras
palabras que me pifiaron y colgaron por no ser mito ni
verdad que todos reclamaban. Es cierto: lo que vale es
ser digno de que nadie te crea; toda impostura es lo que
más me encaja; ya vuelvo a ser la foto admirada y el
autógrafo de otro que los otros me piden que yo firme”.
Presente el desengaño, ese que obliga a ver
sombras en medio de obscuros desconciertos y gélidos
amaneceres, porque queda la paz personal de haber
entregado todo y recibir agravios, porque como dice
Lao Tse: “Cuando un líder eficaz ha terminado su tarea,
la gente dice que ocurrió naturalmente”. Porque es
sencillo derribar, asesinar con dardos venenosos, ir
contracorriente. Porque la realidad son los hechos, esos
que no requieren testigos ni defensores de oficio. Bien
decía Benjamín Franklin: “La genialidad es la habilidad
para sostener una visión firmemente hasta que se
convierte en realidad”.
En “Invitación”:
“Te has vuelto tiempo, y eso no es bueno. Por
ello me he percatado de que un día naciste en el
horizonte y por ti se desencadenaron el ocaso, la lluvia
de horas, acequias con horizontes rojos, taquicardia de
segundos que se agitan cada vez más conforme se
vuelven décimas, centésimas, milésimas. No tienes
calma, te falta respiro...”
“Hijo”:
“...No te huelo por más que busco pañales de
lino en el ropero de la abuela; si al menos hubiera un
resto de papilla o leche succionada en la nevera de la
tía, unas medias de luz hechas a crochet por la madre de
todos los vecinos; trompos, canicas, saltitos de amor por
las calles de la infancia”.
Genuina ternura, que sólo provoca el verdadero
hijo, ese que abraza en la distancia, que envuelve en una
tarde de nostalgia, porque es el amor bueno y
verdadero, auténticamente suyo, por su sangre, exacta
descripción de lo añorado y registrado en la memoria
corporal, de esas frases, extrañamientos y abrazos
interminables, donde los versos en cascada son “...los
saltitos de amor por las calles de la infancia”.
La Metáfora se enseñorea por caminos sinuosos,
con la frente en alto, expresa una visión intransferible;
son huellas digitales del alma y la vida. Habla el anhelo
colectivo. El presente libro, a parte del Mensaje, sacude,
con genial y fina tesitura de versos, burilados en
21
 Revista Kcreatinn Creación y Más
disciplina, experiencia y años de oficio. Hay magia
hilvanada en palabras, fina y cuidadosamente ubicadas:
“Advierto un lirio desprendiéndose de una
sonrisa que se asoma por la ventana...”
“...Al menos he visto esa sonrisa antes de que la
ventana también fugara”.
“...Al alba silban los rayos de agua que apagan
al sol, al ocaso los granos de arena entonan el réquiem
por quienes nada apetecen”.
“...Labro en las rocas una fiesta venidera,
cincelando con los labios otras luces otros ríos y acaso,
de nuevo, un diente de león, pero este más rubio que el
sol y más negro que el mar...”
“...Solo un perfume de vacíos penetra hasta el
tuétano de un pan flagelado...”
“...Tu garbo es distancia entre mis pies y los
tuyos, un anochecer constante de siluetas que me
parecen intactas y erguidas al igual que el sueño que no
recuerdo, esa luz de infancia que perfora el ruido...”
“Había un estanque de ranas y ondas
replicantes en una maceta que yo cuidaba con celo. Era
el cosmos reflejado a sí mismo sin tiempo que lo
contradijera”.
“...Pero no me desilusiono, me sé de memoria el
abecedario con el que pueda rearmar el viento, las olas
remisas, las tormentas del ayer...”
Casi al finalizar el libro, está el poema:
“Amistades”:
“...Retórica de siluetas se proyectan al sesgo en
los ojos de los paseantes, tan dignos ellos. Santos,
hieráticos, puros, en estado de agua bautismal y
regalados con la belleza de la bilis e hipocresía. Si eso
es lo que vale, entonces yo también quiero asesinar a la
distancia, saturado de encomios por azotar a todo perro
herido… sin miramientos a flores en fase terminal, y
todo en nombre de la ebria amistad y de las buenas
maneras...”
Es sin duda la Anti-amistad, esa que ha perdido
su norte, consagrando esa prístina, sincera, cálida y
confiable ruta en laberintos sinuosos, obscuros y sin
salida hasta enredarse en los propios hilos; desde
antaño, la ambivalencia emocional, los extremos
sensibles han latido sentimientos, las interpretaciones de
cantantes han dejado sus desgarros, atravesando
tiempos y espacios, evocando a nuestra Lucha Reyes en
su canción “Dolor y odio”, cuando dice: “...Así como te
quise, así te odio ahora, tú me obligaste a ello, no te
podrás quejar...” (...) te entrego un tesoro, mi
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
hermandad eterna, envuelta en confianza, dice la
amistad certera, algo que olvidaron los falsos amigos al
principio deslumbran con sus oportunas y amables
atenciones, pero poco a poco vamos intuyendo ese otro
lado, donde habitan las oquedades de un carácter
calculador, que se debe identificar lo antes posible, por
la salud emocional. Suele decirse aquello de que la
amistad es el mejor y mayor motivación de la vida,
también lo es un buen amor, no hay duda, pero lo que
confiere un buen amigo trasciende en ocasiones, ese
tejido construido a base de experiencias comunes y de
una confianza intensa, es lo que nos aporta una fuente
de hermandad y confianza que es energía y ante todo
alegrías y calidad de vida. El cantante Manolo Galván,
dice en una de sus interpretaciones: “...Te amaré en
silencio, como aman los poetas, porque debe ser bonito
saber que alguien te ama...” Y ¿cómo será saber que
alguien desprecia con la misma intensidad?, cuando
imágenes se van haciendo sombras, porque ya no
existen en la agenda de la vida, y eso no causa pesar,
porque la distancia de los argumentos tóxicos de
símiles personas, sana.
Quienes tenemos el gusto fantástico de conocer
a Renato, sabemos que “no tiene enemigos, tiene fans
confundidos”. En el presente poemario, ha realizado un
viaje a las profundidades de su ser, y ha sacado todo lo
que depositaron algunos conocidos, uno que otro
“amigo”. Esta katharsis ha sido, sin duda, un viaje
inevitablemente doloroso, ese que obliga a enfrentarse a
los demonios internos y complejidades psicológicas,
que absolutamente todos tenemos, y que muchos
acallan con una sonrisa o un todo está muy bien.
Y es que desde la creación del hombre, por su
naturaleza imperfecta, no todo está bien. Renato nos
invita a esa mirada interna, y poner a la luz recuerdos,
momentos, situaciones guardadas celosamente, para que
vean el sol, se transformen y sanen. Resurgir de las
cenizas del antiguo yo, con dolor y pesar, ser el Ave
Fénix que lidera en otras esferas, que no se ha quedado
a besar las heridas, porque sabe que hay otras alturas
que un visionario alcanza, porque la genialidad puede
sufrir por el dolor, la rabia, la desilusión y el odio, pero
su esencia es amor y lo sabe, como lo saben amistades
que gozan de su simpatía y ternura, con las cuales ha
logrado relaciones positivas, duraderas, a prueba de
tiempos, distancias e incluso intrigas, alrededor del
Mundo, y en el Oriente, sur y norte del Perú. Es todo lo
que ha sabido sembrar con su trato con su actitud
22
 Revista Kcreatinn Creación y Más
personal, su perspicaz sentido del humor y su capacidad
para desarrollar relaciones positivas. Una prueba de ello
son los cuatro Festivales de Poesía, organizados en
Perú, gracias a sus relaciones, confianza, tranquilidad y
la calidad de trato que ha sabido impregnar, habilidades
de buenos modales, respeto, consideración, que se
cultivan en casa desde la más tierna edad, lo que ha
logrado los más altos niveles de productividad, tan
distante de los malos hábitos que perturban a los demás.
Esa destreza de ser metódico, disciplinado, audaz,
original. Su sentido común logra que transmute la ira en
compasión. Nació para las grandes causas, es ese
espíritu de líder carismático; logra reafirmarse con la
convicción de sus ideas: “Todo lo imaginable es
posible”.
Ya lo decía Pablo Picasso: “Todo lo que uno
puede imaginar es real”.
Renato fue a contracorriente, cuando nadie creía
que se podía poner a la Poesía Peruana en vitrina a nivel
mundial y con poetas colosales de gran nivel
internacional, por su trayectoria e importancia, actividad
organizativa que hoy en día es ejemplo que se replica en
diferentes lugares del orbe, porque ya se anuncian
primeros festivales internacionales.
Que la palabra siga abrazando vidas, esperanzas
y emociones. Que sigamos regocijándonos de valiosos
aportes, alejados del vil egoísmo.
Ya lo decía Gandhi: “La diferencia entre lo que
hacemos y de lo que somos capaces de hacer bastaría
para resolver la mayoría de los problemas mundiales”.
Y Jean de la Fontaine nos deja el mensaje de que
“El hombre está hecho de tal manera que cuando algo
alimenta su alma, se desvanecen las imposibilidades”.
Porque: “¡Todo lo imaginable es posible!”
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
AyawaskaBlues
Un viaje sin retorno
Foto: ALUNA PHOTOSTUDIO
Rewolver acaba de regresar de Barcelona. Corre
el año 2014. Ha grabado, como solista, su primer disco:
“Biósfera Blues”. Ya instalado en Perú, junto a su
hermano Charly, administran un “pequeño infierno
florido” de música rock & roll en vivo; dulce puerto de
transición entre la realidad y la magia del blues llevado
a los reinos alucinantes de la inconsciencia. Como todo
paraíso, tiene su fin. Han pasado dos años. Carnaval
2016 en Ciudad de Espinas. Rewolver es invitado a
participar en el primer “Carnavarock” como solista.
Desiste de dar el espaldarazo a solas y se atreve a
formar su propia banda de blues, invitando a tres
jóvenes músicos del entorno local: Paul Vera Pulcho
(Bass), André Caballero Oso (Guitar), Arturo León
Arturito (Drums), Hans Seminario Rewolver (Guitar).
El nombre de “Ayawaska Blues” está inspirado en el
ritual ceremonial de dicha planta, “soga de la muerte”,
usada por los antiguos pobladores incas como método
de sanación para aplacar los demonios internos de cada
ser. “Ayawaska Blues” es también el solaz a las
conciencias descarriadas, a través de melancólicos y a la
vez agresivos acordes que nos tele-transportan a otras
dimensiones psicotrópicas donde gana reino el estado
volcánico, la paranoia efervescente, el mito real de
conquistar suerte expansiva a la maravilla del blues
alucinatorio, colorido. La sensación de este arriesgado
viaje a una dimensión desconocida, guarda mucha
relación con los sentimientos profundos y primarios que
23
 Revista Kcreatinn Creación y Más Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018

uno siente al escuchar blues. Si se quiere, un viaje sin

retorno, un ritual espectro-psicótico en las alturas
catárticas del cerebro en pleno estado de expansión
Volver a esperarte
alucinógena, a través del ensalmo del blues catártico y
las cuerdas de una guitarra que nos estrangula de éxtasis Jouleisy Bautista Manosalva
musical, de pura y magnífica detonación, para suerte
expansiva de la mente. Volveré a esperarte en silencio
Mientras el televisor me dice el tiempo
Y en cada rincón tengo tus besos,
Si las puertas perceptivas se mostrasen Quiero volver a oír pasos,
en toda su amplitud musical, ése sería Que la puerta se abra
sinónimo de blues y alucinación, un himno a Y seas tú,
Mi amor eterno
la locura detonante de cuerdas bluseras en Quien sonría nuevamente al verme,
toda su onda expansiva de sonoridad: Y todo en mi existencia tenga tu aroma
Ayawaska Blues. Porque sólo tú invades
Cada deseo, cada latido,
La banda debuta siempre con la consigna de La tortura de evitar tus besos
cultivar su propia música y estilo; desde sus inicios, Me condenan a atarme los labios
haciendo sólo música instrumental. Desde entonces, ha Y sentir que contigo se van mis sueños,
ido tocando continuamente en bares, discotecas y Porque eres tú lo único que quiero,
eventos benéficos; destacando su propio estilo rítmico; Porque mientras te alejas nuevamente
hasta que, a inicios de 2018, decidieron incluir una voz más te anhelo,
femenina en el grupo, para darle más contundencia a las todo se vuelve recuerdos
irreverentes letras de sus canciones, esos cánticos al Que la noche es corta
borde del amanecer, con aves rarificadas esgrimiendo el Y es largo tu camino,
verdadero dolor de la melancolía y la alucinación De tanto esperarte cierro los ojos
musical. Es así que a mediados de abril, Katteryne Y continúas siendo tú sin mí
Aquino hace su primera presentación como cantante Cómo si yo nunca hubiera existido,
oficial de la banda. Actualmente, “Ayawaska Blues” Para volver y darme vida con cada caricia
viene trabajando en lo que será su primera maqueta de Odiando las noches y contando los días.
blues y rockabilly, prontamente difundida. (poema inédito)
(j.f.c)
En: Revista Exquioc, Cajamarca, Sábado 11 de agosto de 2018
http://revistaexquioc.blogspot.com/2018/07/ayawaska-
blues-un-viaje-sin-retorno.html

24
Revista Kcreatinn Creación y Más Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018

Pocas almas emulan el espíritu de Félix Luis

El Diario de un Santo
Félix Luis Rebaza Neira
(1924-1992)
Una semblanza mística
Imagen extraída del libro: El Diario del Padre Luis Rebaza Neira Ofrecido
al Señor Jesucristo, de Juan Manuel Cedrón Plasencia (compilador).
Black Line Studios SAC. Lima, Perú. 143 págs. Con el permiso de las
herederas del citado documento: Lima 1 de Septiembre de 2017.
Rebaza Neira, almas cuya capacidad altruista sobrepasa
todas las barreras humanas. Amigos, es altísimo honor
para mí, loar al trazador de todos nuestros caminos.
Quienes lo hemos conocido, podemos dar fe de
innumerables testimonios de vida, de cambios
sustanciales en nuestros destinos; de trochas, de lluvias,
de anécdotas: ¡de Fe!, amados seres, hermanos.
Al ser bondadosos, al ser comprensivos y
honestos, pasados los años como en un retablo de
santos, por quien fuera un amigo, un consejero
espiritual: aquél “amigo del alma” “para horas
inciertas”. Al compás de esa hermosa canción,
“Amigo”, de Roberto Carlos, cuyo cantautor católico
era sobrado gusto de nuestro querido sacerdote, Lucho,
Padre Rebaza; amigo, Redentor Nuestro.
Recuerdo, adolescente, haberlo tratado
afablemente; pero también recuerdo sus consejos
sabios, su calma espiritual, su talante sosegado. Hace
unos pocos días lo visité. Ya no podía más con el
agobio, con los sucesos lamentables que embadurnan
cada día al mundo.
Prosternados estamos ante la cripta que te acoge.
Cuando se entra a este recinto, sobre el cual
resguarda El Santísimo, al principio apercibimos un
leve estertor; un vuelo de blancas palomas afuera del
Templo. Acaece una epifanía; se apacigua el espíritu.
Ora una sombra en la sacristía que benigna pasa a
nuestras espaldas, advirtiéndonos que todo está muy
bien, hermanito.
Todo pasará, no te preocupes. Como el corcel a
cada paso piafante se detiene, a cada parada en el
horcón de la vetusta choza nos dice que todo está muy
bien; tan de lo más bien que al galope el Canelo no
llora; pero su enorme ojo de perfil, brillante,
enormísimo como un astro que no sangrara por viejo.
Ya todo pasará, muchachito.
Pero todo aquel que le pida algo, saldrá del
santuario, reconfortado, hermanos. Todo es así. Todo.
Al salir del Templo, recorro con los ojos la nave,
recinto humilde que el Padre Félix Luis Rebaza Neira,
nacido a la eternidad que anida en todas nuestras
memorias.
No lloréis, hermanos, no derraméis lágrimas,
más que las de dicha, las mismas que mientras escribo
estas líneas recorren el Sagrado Universo.
Aún hay mucho por nacer, porque se nace dos
veces, hermanos, porque a pesar de que el tiempo de las

25
 Revista Kcreatinn Creación y Más
encrucijadas jamás perdona, el Padre Luis orará por
todo cuanto esté a su alcance, en la medida de sus
posibilidades y siempre invocando al Gran Dios que
todo lo designa, que todo lo calma, que todo lo
alfombra de hierba; lo reverdece, hermanos.
Si uno mira allá afuera: sol, aves pañuelos que
en los carrizales o altos eucaliptos flamearan, tal las
nubes, más altas que todo anhelo del hombre, que es
más grande que la medida de sus límites, que el cuerpo
de sus sanas posibilidades.
Mil, dos mil, diez mil palabras podría escribir
esta noche en que, ya con el espíritu de Principio de
Todos los Tiempos, a ti me acojo, ¡Padre mío!
Reposado mi carácter, blondo el plúmbeo
cabello; pero siempre el carácter de flecha que se
dirigiera sin obstáculo hasta las mismas cimas de todo
cuanto me es frío baldazo de agua para cansados.
Pero nuestro destino, acaso no sería nada sin su
presencia: Cuerpo floral, imperecedero impasse para
insanos, lluvia, como las trochas que el santo hubiere
recorrido; como la sombra asustada de aquel árbol
milenario resguardando de todo mal a quien a buen
espino se aferre; pues las sombras bondadosas como la
del Padre Rebaza, siendo incluso tenues centinelas,
suaves aspas umbrías, velan nuestros ojos. (j.f.c.)
¿Qué es literatura?
Conferencia
Mario Vargas Llosa pronuncia en el discurso
con motivo de otorgársele el Premio Internacional
Rómulo Gallegos en 1967, por la novela La casa verde:
“La literatura es fuego” (...) “la
literatura es una forma de insurrección
permanente (...), y ella no admite las camisas
de fuerza. Todas las tentativas destinadas a
doblegar su naturaleza airada, díscola,
fracasarán. La literatura puede morir, pero
no será nunca conformista (...) ella
contribuye al perfeccionamiento humano
impidiendo el marasmo espiritual, la
autosatisfacción, el inmovilismo, la parálisis
humana, el reblandecimiento intelectual o
moral. Su misión es agitar, inquietar,
alarmar, mantener a los hombres en una
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
constante insatisfacción de sí mismos: su
función es estimular sin tregua la voluntad
de cambio y de mejora, aun cuando para ello
deba emplear las armas más hirientes”24
“¿Qué sería del mundo sin un libro?
¿Acaso podríamos decir que hace un tiempo
también existieron hombres? Sería como
estar en medio de la nada, sin un pasado.
Ignoraríamos demasiado. No sabríamos
cómo actuar, ni siquiera cómo hablar. Pues
bien, gracias a la literatura podemos poseer
un conocimiento de lo que ocurrió en el
mundo hace siglos. Sabemos cuáles fueron
los sueños y anhelos de los grandes
escritores. Podemos, a través de la literatura,
dejar volar nuestra imaginación, hasta llegar
hasta donde menos lo creíamos, y de esta
manera, dar paz a nuestro espíritu. Mediante
ella aprenderemos más y más, y mediante
ella también podemos enseñar. La literatura
nos forma, nos instruye y nos permite
soñar”.25
L I T ERAT U R A
Leo en el diccionario de la Real Academia
Española (RAE): literatura “es el arte de la expresión
verbal y escrita”. Google® la define como el “arte de la
expresión escrita o hablada (...) “La lírica, la narrativa y
el teatro forman parte, también de la literatura; en
literatura regía la estética del lujo y el poder”.
Luis Alberto Sánchez opina: “La literatura, al fin
y al cabo, no es sino eso, lo cual no es poco: la
expresión estética y personal de un sentimiento público
o privado, de una fantasía que también puede ser
individual o colectiva”26.
Manuel Gayol Fernández, en la pág. 4, de su
Teoría literaria conceptúa literatura como “la expresión
o realización de la belleza por medio de la palabra.
Atendiendo a la etimología: Literatura viene del
24
“La literatura es fuego”, Suplemento Lundero, diario “La
Industria”, Chiclayo, 7 de abril de 1996, p. 9. Citado por: Farfán
Cedrón, Silvia Sofía. Tesis: “La técnica narrativa utilizada en las
obras La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa y
Rayuela de Julio Cortázar” I.S.P. Hno. V.E.G., 133 págs. p. 18.
25
Silvia Sofía Farfán Cedrón. Tesis: “La técnica narrativa utilizada
en las obras La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa y
Rayuela de Julio Cortázar” I.S.P. Hno. V.E.G., 133 págs. pp. 20-
21.
26
Sánchez, L.A. Introducción crítica a la literatura peruana, p. 78.
26
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vocablo „Littera‟ y „tur’, que quiere decir „arte de la
letra‟. Sustancialmente, pues, la literatura es un arte”.
En su Teoría literaria, página 4, expresa
también Gayol Fernández, como “el autor de la obra
literaria (...) a todo creador de belleza (...): artista27. Sea
poeta, creador o prosista, el artista literario recibe el
nombre genérico de literato. Y según la modalidad
literaria que cultiva, le aplicamos las denominaciones
especiales de dramaturgo, lírico, novelista, fabulista,
crítico, ensayista, conferenciante, periodista, etcétera
(...) El literato –el artista literario― es pues, un creador
de belleza por medio del lenguaje”28.
Cuando le preguntaron a Jean Cocteau, autor de
la obra teatral Les enfants terribles (1929), éste les
responde: “Un tic, un estilo-punto de partida”. Agrego
a punto seguido la opinión del autor de Platero y yo,
Juan Ramón Jiménez: “La transición permanente es el
estado más noble del hombre (...) transición es el
hombre completo, que une el pasado y el futuro, nada
menos (...); es el movimiento del pasado, el presente y
el futuro en un éxtasis momentáneo sucesivo, en una
sucesiva eternidad, eternidad verdadera de eternidades.
El éxtasis sucesivo es lo dinámico por excelencia”29.
Pero la literatura acaso no sólo debiera
circunscribirse a los géneros literarios por antonomasia;
a saber: Novela, Cuento, Ensayo, Poesía y Teatro. Por
ejemplo (por citar a un autor latinoamericano de la talla
del irlandés James Joyce), el escritor argentino Julio
Cortázar, de quien sus cuentos frisaban la maestría del
relato, esgrimía una “literatura-almanaque, en la que
apenas se evidencia al Narrador-yo, o en el narrador
personal se percibe un narrador omnisciente (Dios).
Más bien el autor argentino, autor de Rayuela (1963),
ensaya un collage literario, mezclando géneros
diversos: Novela (El examen); colecciones de cuento
(Una flor amarilla, Último round); ensayo (Imagen de
John Keats); poesía (Salvo el crepúsculo); teatro (Los
Reyes, poema dramático); entre otros. También inserta
Noticias de periódico (El libro de Manuel, 62/Modelo
para armar); monólogos (“Las mancuspias”; “Axolotl”);
seres fantásticos (Historias de cronopios y de famas);
innumerables textos de variopinto género, como:
27
Op. cit. Tesis: “La técnica narrativa utilizada en las obras La
guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa y Rayuela de Julio
Cortázar” I.S.P. Hno. V.E.G., 133 págs, p. 11. Cajamarca, 1998.
28
Ibíd. “La técnica narrativa utilizada en las obras La guerra del fin
del mundo de Mario Vargas Llosa y Rayuela de Julio Cortázar”, p.
9.
29
Raúl H. Castagnino. Qué es literatura, pp. 21
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
“Instrucciones para dar cuerda a un reloj”; Prosa del
observatorio (poema en prosa); La vuelta al día en
ochenta mundos (t. I y II); etcétera.
Afirmo con Raúl H. Castagnino, en lo teórico,
que literatura es “la composición de obras escritas en
prosa” (...); “ciencia o arte” cuyo objeto es el
conocimiento de la belleza, “realizada o realizable”, en
“una serie ordenada de pensamientos expresados” (...)
“por medio del lenguaje, y dirigida a un fin, que el
último resultado nunca debe ser otro que el bien de la
especie humana”. El vocablo literatura, al que
gramaticalmente se le ha asignado aquel oficio de
sustantivo colectivo, es “un conglomerado de obras sin
carácter diferenciado”30. Paul Valéry afirma que “el
objeto de la literatura sería indeterminado, como el de la
vida”. Y Azorín, declara, tajante: “el misterio del
escritor, no lo penetrará jamás nadie (...) El misterio de
la obra literaria, no será jamás por nadie esclarecido”.
“Cuando se habla exclusivamente de países de
habla española se dice que es esa capacidad-arte de
expresar vivencias, emociones, pensamientos, deseos,
etc., en lengua española, es tomar temas y contextos de
Hispanoamérica para crear una obra literaria”31.
“La ficción consiste en desvalijar algunos
pesados ladrillos, algún norte, un sesgo de cretinismo a
la ignorancia trasnochada”32.
Sir James Frazer en su libro de magia y religión:
La rama dorada, parece ensalzar a quienes escribimos,
instándonos a alcanzar las cimas más altas del bien,
acaso durante esa búsqueda inexplicable de la verdad
para el prójimo, en un día no muy lejano.
Tratados de Entomología, manuales sintácticos,
caligramas, poemas, novelas, obras de teatro; y,
últimamente el texto breve o hipertexto propalado en las
redes sociales como Facebook y Twitter, todos ellos
corresponden ―nos dicen Coll y Vehí, citado por
Castagnino―, a “las obras de la inteligencia humana,
cuyo medio de expresión es la palabra. Caen bajo el
dominio de la literatura tan sólo a lo que atañe a la
belleza (en el fondo o en la forma). Por esta razón, las
30
Op cit. Castagnino. Qué es literatura. Editorial Nova. Buenos
Aires, 1963. 130 págs.
31
Ibíd. “La técnica narrativa utilizada en las obras La guerra del fin
del mundo de Mario Vargas Llosa y Rayuela de Julio Cortázar”, p.
22.
32
Jack Farfán Cedrón. El fragor de las quimeras. Martínez
Compañón Editores. Cajamarca, 2012. 177 págs., p. 3.
27
 Revista Kcreatinn Creación y Más
obras literarias (...) se contraponen a las científicas,
como se contrapone la literatura a la ciencia”33.
Don Enrique de Vedia, en su Teoría Literaria,
afirma:
“Con ser la literatura una forma conocida de
actividad mental, cada escritor tiene su definición
peculiar y cada persona su concepto personal y variado,
estableciéndose así, irreductiblemente, la absoluta
imposibilidad de abarcar en una frase precisa y
definitiva, la grande, la inmensa variedad, la sublime, la
multiforme, civilizante tarea que la literatura realiza”34.
Leemos en una de las entradas del Pequeño
tratado de retórica y literatura, de B. Jullien, crítico
francés: “Se comprende bajo el nombre de literatura la
reunión de un conjunto de obras, en prosa, verso ―u
otro―. Esta palabra significaba primitivamente el
alfabeto y el arte de dibujar las letras. Se la aplicó
también a la gramática propiamente dicha y después a
los conocimientos literarios en general (...) a las obras
literarias de las cuales puede honrarse una nación”.
Toda literatura sirve para “solazar, agradar, emocionar”;
un libro donde –vuelvo a Raúl H. Castagnino― “se
concitan elementos imaginativos y afectivos, resonantes
en nuestro espíritu”.
Los problemas literarios son un tema de ficción,
como lo creían Virginia Woolf, en Orlando; o el
Graham Greene de El fin de la aventura; Thomas
Mann, en La montaña mágica o El doctor Faustus;
estos temas ficcionales de grandes novelas de
muchísimos autores como James Joyce (Ulysses, 1922)
nos hacen reflexionar. La literatura como el arte, “son
conceptos dinámicos”, señala el crítico español
Guillermo de Torre; “y es malentenderlos aplicar a su
interpretación criterios estáticos”35. Ente “proteico y
multiforme”, no es tarea de uno solo, sino la
concatenación de varios seres durante esa búsqueda
inexplicable de lo que llamaba Gustave Flaubert, le mot
just (la palabra justa). Maquinación de seres futuros,
remotos; como en las novelas futuristas de Julio Verne,
en donde éste se adelanta a inventos, a descubrimientos.
Los propósitos literarios son de heterogénea
estirpe y sus enfoques, incontables. Existen los que
explican su Naturaleza y función; los que indagan en
muchos de los Procesos literarios; los Enfoques que
señalan la Función lúdica del término; los que señalan
33
Ibíd. Raúl H. Castagnino. Qué es literatura, p. 15.
34
Cfr, pp 17-18. Citado por R. H. Castagnino. Cursivas mías.
35
Cfr. R. H. Castagnino.
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
el Ansia de inmortalidad; los que la ven como objeto de
katharsis (desfogue), atendiendo con ello que la
literatura es terapéutica; panacea de todos nuestros
males, y a la vez, dadora de nuestros demoñuelos
internos.
Literatura es pues, el alfabeto apasionado con
que se cuecen todas las desventuras y se ensalman con
ellas, una a una, las dimensiones etéreas de los talentos.
Es sueño o paradisíaca ―cuando no soporífera― forma
de indagar entre el limbo de sueño y vigilia. Escapismo;
quizá, aquí, en este arte, saltemos del torpor rutinario a
la felicidad; activando, como en una carrera atlética, la
serotonina, sustancia química que produce bienestar,
alegría. Pues la literatura está a la vez próxima a la
verdad como a la vida; y el ser vivo, como quien
respira, ansía a cada instante la fortuna suprema de
alcanzar, según mi parecer, la ventura, escribiendo.
Literatura es pasión; es el lenguaje de lo
prohibido; por tanto, es la maquinación más perfecta de
nuestras frustraciones, de nuestras borrascas interiores;
las cuales se convierten en arcángeles vivientes sobre
las páginas sueltas, o acallan en pleno estado de
efervescencia creativa, llenando así, folios en blanco.
Me sobreviene la idea de que la literatura es,
como los sueños, “deseos insatisfechos”, vueltos
realidad. Pero ¿cómo es que volvemos realidad esos
sueños, esas frustraciones?: volviendo creíble esa
fantasía que nos circunscribe seres únicos; por así
decirlo, “extraños” de este mundo.
De pie, ante los andamios de lo real,
enarbolamos, héroes quijotescos, silenciosos, discretos,
la espadaña que derribe molinos de viento. Una señal de
que los escritores avanzamos, lejos de los ladridos y los
quehaceres rutinarios, hacia el zenit de la luz, dadora de
la verdad y de la vida.
(j.f.c.)
Literatura citada
1. Silvia Sofía Farfán Cedrón. Tesis: “La técnica narrativa utilizada
en las obras La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa y
Rayuela de Julio Cortázar” I.S.P. Hno. V.E.G., 133 págs.
2. Sánchez, L.A. Introducción crítica a la literatura peruana.
Sofía Farfán Cedrón. Tesis: “La técnica narrativa utilizada en las
obras La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa y
Rayuela de Julio Cortázar” I.S.P. Hno. V.E.G., 133 págs, p. 11.
Cajamarca, 1998.
3. Raúl H. Castagnino. Qué es literatura. Editorial Nova. Buenos
Aires, 1963. 130 págs.
28
 Revista Kcreatinn Creación y Más
4. Jack Farfán Cedrón. El fragor de las quimeras. Martínez
Compañón Editores. Cajamarca, 2012. 177 págs., p. 3.
Hombre
Fractal
Bisonte Editorial
(Lima, 2018)
56 páginas
Luis Alonso Cruz
Álvarez
Andrea Cabel
ACERCA DE ESE DIALECTO HECHO DE
CALOR
La palabra “fractal” viene del latín fractus que
significa quebrado o fracturado; pero un fractal, como
figura, también es una estructura demasiado irregular
para ser descrita en términos geométricos tradicionales.
Digamos, la estructura interna de las venas de una hoja,
es fractal; también la forma en la que crece un arbusto,
o los alveolos de los pulmones. Todas estas imágenes
representan formas naturales de los patrones en los que
se repiten las dinámicas de lo fractal en la que no habla-
mos de una ruptura, sino de una repetición específica.
Una repetición que, si quisiéramos decirlo brevemente,
va desde lo micro, hasta lo macro. Sostenemos que en
este poemario se desarrolla una poética fractal,
entendiendo esta como la conjunción de la ruptura y de
la repetición, ambos significados contrarios y sin
embargo, sin temor a multiplicarse, siguiendo la lógica
de las venas de una hoja, de los patrones en los alveolos
de un pulmón.
El libro tiene dos partes, la primera es la del hombre
que juega (“Hombre lúdico”) y la segunda, la del
“Hombre Fractal”. A lo largo de ambas partes se
desarrolla la poética de lo fractal no necesariamente de
modo lúdico, sino viceversa: lo lúdico, es crear lo
fractal. Leemos el libro de atrás para adelante, desde la
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
última parte, hacia la primera, y vamos tejiendo los
versos finales, con los del comienzo. Comenzamos
entonces por el yo poético, que es el protagonista desde
el título de ambas partes. Es complejo pensar en un
sujeto dividido, fisurado; no obstante lo más complejo
de pensarlo, es que este, a lo largo de todo el poemario,
no deja de pensarse. Sus versos entonces, son,
primeramente, una pregunta por sí mismo. Este es un
poemario que dialoga, que pregunta, y en ese sentido,
que no solo construye imágenes o sonidos, sino que
tiene una poética de ideas.
El “hombre fractal”, este que observamos, sobre
todo en la segunda parte, propone rupturas, me repito, y
a la vez, deja ver, intercaladamente, las distintas formas
de sus repeticiones. Enalba, digamos, al unísono
multiplicación y fisura. Sobra decir que es lúdico
permitirse la repetición y la fisura, alternar y sujetar
ambos movimientos como si fueran uno solo, ambos
como parte de lo que el hombre lúdico, el sujeto que se
reconoce, busca dar a conocer. Así, primariamente, él se
reconoce en el poema “Animales nocturnos” de la
primera parte. Y se describe así: «El hombre es un
exilio / y en ese estado hilvana sus costados, / hace
costuras de su piel gastada / órganos rosados en océanos
verdes / a media luz de un cuarto alquilado. / Las
gavetas abiertas de la cómoda / le recuerdan a esos pá-
jaros en el desierto / hambrientos de cuerpos muertos».
Este “hombre cualquiera”, este, que sin nombre, sin
apellido, sin nacionalidad, juega, describe su
pensamiento, su edad como una “piel gastada” y es
además, poeta. Leemos: «El hombre, la ha escuchado y
decide escribir un poema». Su poema habla del silencio,
escrito en cursivas, en el mismo cuerpo de este texto,
habla de sus pensamientos, estos son los animales noc-
turnos, los que pueblan una oscuridad indefinida. Pero
este hombre no es solo pensamiento, ni piel, o abstracto
hambre.
El primer poema de la segunda parte, titulado, “El
mapa desconocido” rompe estilísticamente con todos
los poemas de la primera parte: sus versos son largos, el
aliento es narrativo, el poema está narrándonos algo.
Este estilo solo se repetirá en el poema que cierra el
libro: “Tren siberiano”, un poema que también se
propone como una narración de tránsito, de movi-
miento, sobre un pasado que es “una mina a punto de
explotar”. Vuelvo al primer poema. El verso con el que
abre este poema, y esta segunda parte reza como sigue:
«La Habana desde este punto es un hexágono irregular.
29
 Revista Kcreatinn Creación y Más
Sí, las ciudades son reflejos de nuestro interior». El yo
poético comienza a examinarse por dentro, y lo hace
sintiéndose un mapa. Abriéndose como si tuviera rutas,
mostrándose como un objeto que tiene lados –seis– y se
“reflejan”, se multiplican, dentro de sí. Es fractal, pues.
Pero lo es también porque irrumpe rompiendo en el es-
tilo que narra ese reflejo. Nada tan distinto como lo ha
dicho ya en la primera parte, en el poema “Lejos”,
donde comenta: «El cuerpo que está lejos / sigue siendo
el gran misterio / el camino oculto / la fe que mueve una
montaña / la razón por la cual se leen las estrellas / a lo
lejos». El paisaje ahora embarga el cuerpo, digamos, lo
recorta, convierte al mapa como un trozo de algo más
grande. Dicho esto, el hombre-mapa, que tiene corazón
de origami, tal como él lo describe, como “una cosa tan
seca y quebradiza”, sostiene en este la segunda parte, el
primero y extenso poema narrativo en el que da más
señas de ese cuerpo que parece multiplicar sin importar
tanto los espacios/misterios: «Nuestras bocas se han
convertido en arcos, las flechas son este dialecto hecho
de calor y ron». Aunque por el lenguaje se mantiene,
como en los poemas “Los idiomas flotantes” o “Sankt
Ankton”, ahora el lenguaje es una pregunta subyacente
al calor, ya no como gesto o sonido, sino como una
flecha que zumba una temperatura específica: la del
calor. Estamos leyendo otra forma de pensar y escribir
el lenguaje, otra extensión en la que la escritura se
amplía y potencia, como en la geografía de los fractales,
para crear poesía más allá de las palabras. En la misma
estética de los versos.
En esa línea, la pregunta por lo fractal,
entendiéndola como habíamos señalado antes, como
una ruptura y a su vez, como repetición, se reitera en el
segundo poema de la segunda parte. Este se titula
“Hojas de té”. En este poema se regresa a los poemas de
aliento corto, más bien centrados en las imágenes. En
este poema, casi al final, el yo poético se pregunta:
«¿Cómo se nos verá desde afuera? / Seguramente
seríamos un buen desafío / para el lenguaje, / para un
poema / para un cuento / o una novela». La pregunta por
la imagen, y por la representación de esta se complejiza
cuando el yo poético intenta pensar su imagen en cuatro
espacios: el lenguaje, medio abstracto, preocupación
capital de este poemario, y desde este, en sus
ramificaciones: un poema, un cuento, una novela.
Fractal. Es geométrica –por usar una metáfora– la forma
como elabora las formas del lenguaje, y la idea del
lenguaje en la que busca mirarse.
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
La pregunta por la imagen y su representación
continúa en el siguiente poema: “Almudena”. Aunque el
título podría referirse a un sujeto femenino, uno que,
por cierto, en el poemario es sobre todo, ausencia, en
realidad el poema prefiere desglosar paisajes.
Amanecidas. De hecho, el poema se centra
específicamente en una amanecida en la que «el
amanecer llega como un tren / desgarra las cortinas del
dormitorio / deja expuestas nuestras heridas», y
nuevamente los espacios, como el cuerpo mismo del yo
poético asumen la dialéctica fractal, la geometría
repetida de un cuerpo que muestra, al unísono, sus
rupturas: «La Puerta del sol / se hace fragmentos / sigo
un río entre el dormitorio / y mi espalda / mientras trato
de descifrar el acertijo / del sonido que hace Almudena
al dormir».
La imagen clarísima de los fragmentos que
concluyen en un río que conecta una espalda y un
dormitorio, permite que el lector entre en una geografía
particular: aquella con la que comenzó este poemario, la
de un “hexágono irregular” en el que las ciudades eran
un reflejo de su interior. Reflejo tras reflejo. Cuerpo –
mapa, cuerpo –ruta, cuerpo vs río y habitación, otra vez,
la dinámica del fractal reproduciéndose bajo la
armónica contradicción de la repetición y la ruptura. Y
no me refiero a la continuidad de rupturas, sino a la
poética de producir “reflejos” como el yo poético
mismo anota, y al mismo tiempo, de romper. De fisurar
espacios, por ejemplo, porque La Habana (espacio del
primer poema) no es Madrid, donde parece situarse este
último. Este poema, en particular, acaba de forma
magistral: «Es mediodía / pasan / = los minutos / así
como las manadas en las calles». ¿Cómo son estos
minutos entonces? Infinitos, enormes, pesados, sonoros.
Son fractales, otra vez. Son múltiples, y son rotos,
porque no coexisten en el espacio físico de una calle,
sino, quizás, en el de un reloj. Almudena entonces, ha
sido una excusa, un “sonido”, para hablar de las
imágenes que se extienden, como el calor, el verano, o
los fragmentos que menciona el yo poético.
Punto aparte el desarrollo de la idea matriz que he
desarrollado en este texto, la que más me ha
impresionado de todo el poemario. Es ardua la empresa
que ha emprendido Luis, creando un complejo
organismo que estéticamente dialoga con su contenido,
y elabora formas que se miran a sí mismas, y que
contemplan la exterioridad como un proceso. Complejo
juego, el de pensarse y escribir una poética que se
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 Revista Kcreatinn Creación y Más
piensa y se observa, hablándonos de esto con constante
gerundio. Está la belleza también, la temperatura de las
imágenes que reinciden en recrearse unas a otras,
transgrediéndose, y obligándonos a retroceder las
páginas. Este libro puede leerse de atrás para adelante,
de adelante para atrás, porque la linealidad no es el
objetivo principal. Es la conexión entre los puntos, es la
estética de una constelación, el brillo de todos los
puntos, como contraste a la estética de un quipu, en el
que solo seguimos un punto para ver su trayecto. Aquí
no importa la unidad, sino lo que esta puede parir.
Lima, un día nubladísimo, 2018.
Vallejo
iluminado
Poemas seleccionados
Interpretación y análisis
Editorial Universitaria
UPAGU
194 páginas, Cajamarca
Luzmán Salas Salas
La azarosa y corta vida de César Vallejo ha
legado para la posteridad los siguientes libros de poesía:
Los heraldos negros (1918), Trilce (1922), Poemas
Humanos y España aparta de mí este cáliz (1939). Los
dos primeros publicados en vida; los dos subsiguientes,
póstumamente. Vallejo iluminado, Poemas
seleccionados, Interpretación y análisis, de Luzmán
Salas Salas, catedrático y estudioso literario, realiza una
impecable y juiciosa aproximación crítica, junto a
diversos escritores peruanos y extranjeros, quienes hasta
ahora, mediante su exégesis, han dilucidado aspectos
del universo lírico vallejiano. Intelectuales que han
dedicado pulcramente su amoroso esfuerzo a Vallejo:
Ricardo González Vigil, André Coyné, Alberto
Escobar, Saúl Yurkievich o Jorge Díaz Herrera, quienes
recorren las páginas de esta nutrida interpretación y
análisis de uno de los poetas más grandes que ha
alumbrado la humanidad; quien, al ver de Gregory
Rabassa, estamos hablando del poeta más grande
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
después de Dante. Algunos de los más conocidos
poemas del también autor de “Paco Yunque”, como
“Masa” o “Piedra negra sobre una piedra blanca”, han
llenado multitudinarios recitales, han ilustrado libretas
Moleskine, cuadernos de bitácora de autores noveles y
consagrados, entre otros souvenirs.
Trujillo es la ciudad donde el vate santiaguino
gestó su obra literaria, junto a importantes intelectuales
del “Grupo Norte”, como Víctor Raúl Haya de la Torre,
Antenor Orrego (quien prologó Trilce), Antonio
Guillermo Urrelo u Óscar Imaña; y donde más hincapié
se ha hecho en mostrar denodado interés por la obra del
aeda universal, quien gracias a la generosidad de
alguien, llegó por vez primera a París, un 13 de julio de
1923, en la víspera de la fiesta que conmemora la toma
de la Bastilla, fijando para siempre su residencia en la
capital francesa. Vallejo iluminado... acierto que suma a
la obra crítica de César Vallejo, un invalorable aporte
editorial para todas las legiones de lectores de varia
estirpe. Gracias al esfuerzo y generosidad de la
Universidad Privada “Antonio Guillermo Urrelo”.
¡Enhorabuena y buenos vientos futuros!
(j.f.c.)
Entrevista a
Miguel Ángel
Díaz Dávila:
MADD
Jesús, Cajamarca, 12 de septiembre de 2018.
Estamos con el profesor Juan Manuel Cedrón Plasencia,
autor de los libros El Padre Rebaza, una vida al
servicio de los demás y El Diario del Padre Luis
Rebaza Neira Ofrecido al Señor Jesucristo. Él conoció
al escultor Miguel Ángel Díaz Dávila, el célebre
MADD, entre los años 2011 y 2012. Vamos a hacerle
algunas preguntas.
j.f.c. ¿En qué año, Juan, conociste al escultor,
pintor y maestro de renombre nacional, MADD?
j.m.c.p. En el año 2012, a raíz de que él fue
contratado para remodelar la Plaza de Armas del
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 Revista Kcreatinn Creación y Más
Distrito de Jesús, en la cual ha dejado una obra: “El
Ángel que anuncia a Jesús”. Aparte de eso tiene el
mensaje; o sea las columnas son el Anda, la cual sale
cada año en la procesión para la fiesta del Dulce
Nombre de Jesús, que se celebra en el mes de enero. El
ángel es portado sobre el anda. Tiene una especie de
leyenda o explicación que no se ha colocado bajo la
escultura por motivo de que a veces las autoridades no
se interesan mucho; pero es importante que se sepa; eso
no está por las puras. El significado es que ese ángel
anuncia el nacimiento del pueblo de Jesús; obra de
MADD.
j.f.c. Como que se hace necesario, tal vez, que
bajo la escultura se coloque una placa explicativa, a
modo de leyenda, en la que se relate el lema histórico de
ese Ángel Anunciador de Jesús.
j.m.c.p. Bueno, si alguna vez convendría elegir
a un alcalde de mucha cultura, de mucha aceptación, se
podría hacer, pero que ya quede escrito, como
testimonio, el significado de ese ángel, para anunciar al
pueblo de Jesús, ya que ha sido esculpida por el gran
MADD, con dedicación exclusiva, siendo yo su
asistente, aquella vez que arribó al pueblo; por eso
tengo el alto honor de haber compartido su amistad con
MADD; de haber, incluso, cantado con él; porque él es
un artista multifacético, completo. Él ha estado por
varios días en el pueblo de Jesús.
j.f.c. Y, dígame, Juan, durante su estadía, el
maestro MADD, quizá conversó con usted acerca de
algunas experiencias artísticas, durante su larga
trayectoria en el país. Respecto a la obra que él erigió,
una obra monumental que está presente en cada rincón
del Perú.
j.m.c.p. Sí, y sobre todo que ―no hemos
conversado mucho sobre ello― me ha detallado que los
materiales que utilizaba eran elegidos para la
posteridad; eran materiales de buena calidad, elegidos
para una obra de arte perdurable. Lo que me ha gustado
mucho es que MADD es el autor de una escultura que
hay en Contumazá, del Padre Félix Luis Rebaza Neira.
MADD me contó aquella vez, que él había esculpido
ese honorable monumento. Incluso me dijo que me iba
a regalar una foto de la escultura. Ahí estoy yo,
entregando la escultura. Ya no nos hemos vuelto a ver,
he perdido contacto; pero, sí, ha estado aquí en mi
taller, hemos trabajado, lo he apoyado en la Plaza de
Armas, en esa pieza artística que es un orgullo para el
pueblo de Jesús, Cajamarca y el Perú. No integra el
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
libro Arte en esculturas y murales (2018), y no es
porque valga menos, sino por la premura del espacio.
Existen muchas obras que ha legado MADD, que no
figuran en el libro. Y a mí me dio un poco de alegría, ya
que hicimos una bonita escultura para un amigo
llamado Leonidas Delgado, que está en su habitación.
Creo que el historiador idóneo de redactar la historia de
Jesús tiene que complementar muchos detalles.
j.f.c. ¿Y desde qué año data la trayectoria del
maestro MADD?
j.m.c.p. ¡Es interminable! Puede ser los años 60,
ya que, me parece, ha nacido en el año 1942.
j.f.c. MADD es oriundo de Celendín, ¿no es así?
j.m.c.p. Nacido en Celendín, pero radicado en
Trujillo desde hace mucho tiempo.
j.f.c. ¿Según veo, admira al gran artista, el
maestro MADD; qué proyectos él tiene en mente, según
usted tiene conocimiento?
j.m.c.p. A mi ver, MADD tiene la visión de que
adonde lo llaman, él acude. Creo que siempre fue así,
con ese carácter empecinado, tenaz, con una pródiga
obsesión por realizar, cada vez, proyectos más y más
grandes, fabulosos.
j.f.c. ¡Muchas gracias!
Datos biográficos de Miguel Ángel Díaz Dávila36
(MADD)
Reconocido pintor peruano, nacido en Celendín
el 27 de abril de 1942, sus padres fueron don César
Díaz Chávez, artista plástico y fotógrafo y la Sra.
Petronila Dávila Pereyra, artesana sombrerera. Sus
estudios de educación primaria, secundaria y superior
los realizó en su tierra natal obteniendo el título de
Profesor en el Instituto Superior Pedagógico de
Celendín. Posteriormente realizó estudios de Post Grado
en Cursos del Ministerio de Educación, para profesor de
las Escuelas Superiores de Educación Profesional
ESEP, en la Especialidad: Apreciación y Expresión
Artística. Siendo profesor en la ESEP Militar “Gran
Mariscal Ramón Castilla de Trujillo”. Ha laborado
como docente en la Escuela Superior de Bellas Artes de
Trujillo “Macedonio de la Torre”, en las asignaturas de
Dibujo y Pintura.
Obra
Ha realizado obras artísticas en Pintura al óleo,
Murales en alto relieve policromados en las ciudades de
36
Fuente: http://www.cajamarca-sucesos.com/
32
 Revista Kcreatinn Creación y Más
Cajamarca, Chiclayo, Trujillo, Lambayeque,
Bambamarca, Celendín, Chimbote, Lima, La Merced
Chanchamayo, Rioja, entre otras. El material que usa en
las esculturas y relieves monumentales es de concreto
armado; técnica, modelado directo. En murales,
cemento policromado. MADD es autor del relieve del
frontis de la Escuela de Bellas Artes de Trujillo, Cristo
redentor, Paseo de las Musas, Universidad Nacional de
Cajamarca, Asamblea Nacional de Rectores en Lima,
así como la Universidad Nacional de Trujillo.
Premios y distinciones
-2011. Palmas Artísticas otorgadas por el Ministerio de
Educación, en mérito a su trayectoria artística y
reconocimiento a su obra realizada en el Perú, mediante
D.S. Nº 006-2006 E.D.
-Diploma y Medalla de Honor de la Municipalidad
Provincial de Trujillo Resolución de Alcaldía Nº 1525-
96 M.P.T.
-Medalla de la Ciudad por Resolución de Alcaldía Nº
702-2005 y Diploma de Honor otorgado por el
Gobierno Provincial de Chiclayo.
-Honor al Mérito en el sesquicentenario de la Creación
Política de Cajamarca 11 de febrero 1855 11 de Febrero
de 2005.
Inkacuentos
William Guillén Padilla
Grupo Editorial Mesa Redonda
Lima, 2018
136 págs.
El autor da a conocer narraciones breves que los
amautas contaban en los yachaywasis; todas ellas
relacionadas a pueblos conquistados y sometidos por los
incas y de otros que tuvieron noticias. Se trata de ciento
cinco relatos de origen oral de culturas pre inca e inca,
elaborados con un lenguaje sencillo y coloquial, que
reafirman la calidad literaria y permanente creatividad
de su autor.
En: Portal Libros Peruanos
http://www.librosperuanos.com/libros/detalle/19434/Inkacuentos
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
Beneficios emocionales
de la lectura
Silvia Farfán
El progreso es ese “ir hacia adelante”, ese
avance, ese perfeccionamiento” que se ve reflejado en
el bienestar integral del ser humano, como “humano”
propiamente dicho. Ese progreso reflejado en todas las
áreas de nuestra vida, como Dios, la salud, la familia,
los amigos, el desarrollo personal, laboral, la diversión,
y las finanzas.
Y es en cada una de las parcelas de nuestra vida
donde un amigo imparcial, sincero, trasparente, ético;
nos extiende su mano para guiarnos sabiamente y con la
plena certeza de que vamos por buen camino. Ese
amigo es un libro. Este artículo tiene como objetivo
profundizar en ese proceso de lectura y enumerar,
ejemplificar y explicar cuáles son los beneficios
emocionales que obtenemos con ella.
Los libros y la lectura han marcado mi vida
desde muy corta edad, los libros me han acompañado a
través de todas las etapas de mi vida y de todos mis
estados de ánimo. Felicidad, alegría, tristeza o ira (y
todas las emociones que de ellas se desprenden), la ira,
una de las emociones que nos impulsan, por ejemplo, a
un determinado comportamiento, del que muchas veces,
ya no hay vuelta atrás.
Recuerdo a los niños reunidos en casa de los
abuelos, escuchando los cuentos fascinantes leídos por
nuestra tía materna, a quien a su vez le fascinaban los
libros y quien desde del cielo hoy me escuchará feliz y
probablemente continúe leyendo libros celestiales o
declamando poemas a Francisco de Asís y su lobo
manso.
Mis abuelos, por su parte nos convocaban a
todos los niños y en una noche estrellada y cálida,
sentados sobre una manta en el tibio suelo,
escuchábamos maravillados las historias que habían
sido contadas por sus ancestros y que muchas veces nos
las repetían y que sin embargo; nosotros, rogábamos
volver y volver a escucharlas.
Nuestros abuelos eran y son los rapsodas peruanos con
cuentos que aún mantenemos en nuestra memoria y los
evocamos y con ellos vienen, más que la nitidez de las
palabras; las emociones que sentíamos al escucharlas, y
que volvemos a sentir con nuestros recuerdos; dejando
33
 Revista Kcreatinn Creación y Más
despertar a nuestra imaginación que se transporta a
través de un viejo portón hacia los mundos suspendidos
de cada personaje que muchas veces sabe vivir mejor
que nosotros. Y vive tan desgraciado, que
antagónicamente nos abre los ojos a una felicidad que
hasta hoy no éramos capaces de ver.
La literatura y la lectura
En la Grecia Antigua (más o menos durante
el primer milenio antes de Cristo), un rapsoda era un
recitador o pregonero ambulante que cantaba poemas
homéricos u otras poesías épicas. Los aedos también lo
hacían, pero a diferencia de los rapsodas los aedos
componían las obras que declamaban. Los rapsodas se
limitaban a declamar y recitar las obras de otros.
Homero recitaba los dos poemas épicos por los
que es conocido hoy en día: la Ilíada y la Odisea.
También los transmitió por escrito puesto que han
llegado hasta la actualidad, pero no se tiene constancia
de que él fuese el autor original y por eso se le
considera más un rapsoda que un aedo37.
Mi imaginación desbordaba por aquel entonces
en el tiempo mágico de “los cuentos de los abuelos “ y
hasta el día de hoy puedo recordar con claridad, por
ejemplo, el cuento “De los Apeninos a los Andes”,
dentro de la obra Corazón, de Edmundo de Amicis. O
recordar a “Paco Yunque” y los peces de Humberto
Grieve que nadaban en su sala. O al “Caballero
Carmelo”, de Abraham Valdelomar; o a Efraín y
Enrique de “Los Gallinazos sin plumas” de Julio
Ramón Ribeyro.
Hasta hoy recuerdo la escena desgarradora en
Donde Pedro, el perrito, que era el único amigo de los
niños y su única fuente de cariño, fue devorado por el
monstruoso cerdo Pascual.
Ya más adelante puedo recordar a la pobre
Eréndira de “La increíble y triste historia de la Cándida
Eréndira y de su abuela desalmada”, de García
Márquez, quien es obligada a prostituirse para pagar la
mansión quemada de la abuela, con todas sus riquezas
dentro.
José Saramago, en su Ensayo sobre la ceguera,
nos permite disfrutar de un libro, cuyos personajes, los
ciegos que veían negro y los ciegos, que por otro lado,
veían blanco, transmiten cada emoción, de asco, de
desesperación, de esperanza y de felicidad plena, al
37
https://es.wikipedia.org/wiki/Rapsoda
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
recibir las gotas de lluvia sobre sus rostros felices,
después de tanto tiempo de no haber probado un sorbo
de agua.
Muy diferente es poder leer a Mihály
Csíkszentmihályi, y su libro Flow y relacionarlo con el
rendimiento académico de los estudiantes
universitarios. “El Flow es el estado en el cual el
individuo se encuentra tan involucrado con la actividad
que ejecuta que nada más parece importarle
(Csíkszentmihályi, 1990, p.4).
La literatura, los libros, la lectura de ellos, nos
moldean cómo seres humanos reales, capaces de flotar
felices en una conversación como esta o de permanecer
viendo o hablado de libros en una feria como esta.
Para Mario vario Vargas Llosa “la literatura es
una forma de instrucción permanente, y ella no admite
las camisas de fuerza, la literatura puede morir, pero no
será nunca conformista. Ella contribuye al
perfeccionamiento humano, impidiendo el marasmo
espiritual, la autosatisfacción el inmovilismo, la
parálisis humana, el reblandecimiento intelectual o
moral. Su misión es agitar, aquietar, alarmar, mantener
a los hombres en una constante insatisfacción de sí
mismos, su función es estimular sin tregua, la libertad
de cambio, aun cuando para ello deba emplear las armas
más hirientes”. (Extracto de un discurso “La Literatura
es fuego”; pronunciado por Mario Vargas Llosa cuando
recibió el premio Rómulo Gallegos.
La lectura nos abre las puertas del mundo que
nos atrevemos a imaginar. Cuando abrimos un libro,
ingresamos a la vida del autor y de su creación, a la
intimidad de otra vida y esa vida revive gracias a
nuestra lectura y al dinamismo del buen lector, que es
quien despierta al libro gracias a su lectura que da vida
a cada libro, a cada biblioteca que no sólo los contiene,
sino que contiene las historias de quien ha leído los
libros, de quienes los han ordenado, de quienes los han
escrito, mantenido a los libros vivos a través del tiempo,
logrando así la inmortalidad y la trascendencia;
parafraseando a Juan Villoro en su Conferencia “La
aventura de Leer”:
https://www.youtube.com/watch?v=jKd3eZGK9sw
En el libro Leer y comprender, psicología de la
lectura de la autora Caroline Golder, se detalla a
profundidad cómo es que funciona el lector para poder
realmente comprender lo que lee. Para alcanzar un nivel
de comprensión suficiente, hay que dominar los
mecanismos básicos de la actividad de la lectura (los
34
 Revista Kcreatinn Creación y Más
que permiten la identificación de las palabras). Ciertas
competencias llamadas de bajo nivel (como la
capacidad de establecer correspondencias entre los
grafemas y los fonemas) están un poco abandonadas en
favor de otras, dirigidas a la adquisición de
competencias de alto nivel (la comprensión, por
ejemplo).
Los procesos cognoscitivos que están en juego
en la actividad de la lectura y que constituyen el motor
del proceso de leer son: El pre-procesamiento, La
comprensión, el aprendizaje mismo de leer, el análisis,
la síntesis, la inferencia, la memorización.
Los movimientos oculares (saltos, fijaciones,
regresiones) o aspectos visuales de la lectura. Permite
mostrar que la obtención de informaciones perceptivas,
vinculada esencialmente con los movimientos de los
ojos, ya está fuertemente ligada a procesamientos de
diferentes niveles: fonológicos, morfológicos e incluso,
a veces, semánticos.
Una de las características de los lectores
expertos es, sin duda, la flexibilidad de sus
comportamientos: considerando el objetivo de su
lectura, el tipo de lectura, el ambiente, entre otros
aspectos.
Por otro lado, si hablamos de las emociones,
Bizkarra en La encrucijada emocional, nos recuerda
que la palabra emoción proviene del latín emovere
(verbo), que significa “sacudir”, “mover al exterior”.
Una emoción es algo que nos pone en movimiento.
Bizkarra menciona que son cuatro las emociones
básicas: el miedo, la tristeza, la euforia, la alegría y sus
pares correspondientes: La ansiedad, la depresión, la
violencia, la euforia.
Hacer un viaje hacia nuestro interior es
fundamental para identificar las verdaderas y más
profundas emociones que en algunas ocasiones nos
llevan a incluso a enfermedades psicosomáticas como:
Infarto: hostilidad, ira. Dolor de cabeza: exceso de
responsabilidad, ansiedad. Dolor de barriga: dificultad
para poder sentir, emocionarse. Fibromialgia:
incapacidad para poner límites. Síndrome de Fatiga
Crónica: necesidad de ser sostenido, acunado, mimado.
Colón irritable: enfermedad de los perfeccionistas; entre
otras. Bizkarra utiliza una muy buena imagen para
describir a las emociones:
Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018
El carro, los caballos y el cochero
Un carro tirado por caballos y dirigido por un
cochero. Las emociones son como los caballos que tiran
del carro. La mente es el cochero que guía y el cuerpo
corresponde al carro. La salud depende del equilibrio
entre el carro (el cuerpo), los caballos (uno blanco y
otro negro): los instintos, deseos, impulsos, por un lado,
y los sentimientos, emociones y afectos, por el otro) y la
mente (el cochero). Además, dentro del carro va la
consciencia que guía y lleva el mapa (Pág. 22).
Cuando por ejemplo recordamos a El Principito,
del escritor y aviador francés Antoine de Saint-
Exupéry (1900-1944), cuando increpa, en una
conversación, a su amigo el aviador, diciendo:
“Conozco un planeta donde hay un señor muy colorado
que nunca olió una flor, ni ha visto una estrella. Y
nunca amó a nadie. Él nunca ha hecho nada más que
adiciones. Y todo el día repite como tú “¡Soy un
hombre serio! “¡Soy un hombre serio!” Y esto le hace
hincharse de orgullo, pero esto no es un hombre: ¡es un
hongo!
-Un qué.
¡Un hongo!
El Principito ahora estaba pálido de ira…
Por otro lado es Víctor Frankl, (26 de
marzo de 1905, Viena, Austria-2 de
septiembre de 1997) neurólogo, psiquiatra y escritor,
fundador de la logoterapia, quien sobrevivió
desde 1942 hasta 1945 en varios campos de
concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. A
partir de esa experiencia escribió el libro El hombre en
busca de sentido. Es él, Frankl, quien en algún
momento de nuestra vida nos traslada a una reflexión
profunda sobre nuestra vida, que comparada con la que
a él le tocó vivir, resulte probablemente, ¡luminosa!
En su obra El hombre en busca de sentido (un
ensayo profundo), nos muestra con su propia existencia,
cómo a pesar de las adversidades que vivió, viendo
morir a sus familiares, uno tras otro en los campos de
concentración nazi, él mismo sintió en su propio ser lo
que significaba una existencia desnuda. Sus padres, su
hermano, incluso su esposa, murieron en los campos de
concentración o fueron enviados a las cámaras de gas;
de tal suerte que, salvo una hermana, todos perecieron.
Sin embargo, él es el ejemplo mismo de
resiliencia, mostrándonos que el sentido está en lo más
profundo de nuestro ser. Es una linterna que cada uno
de nosotros llevamos dentro; sólo es cuestión de
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 Revista Kcreatinn Creación y Más Año XII, Vol. 2, N°21 | Cajamarca-Perú | I Semestre de 2018

encontrarla, encenderla y mantenerla encendida, y con

ella, caminaremos los mejores o peores senderos, pero
siempre con esa luz que nos impulsa a continuar
caminando, aunque el sendero se torne algunas veces
nebuloso.
Frankl diferencia varias formas de neurosis y
descubre el origen de algunas de ellas (la neurosis
noógena) en la incapacidad del paciente para encontrar
significación y sentido de responsabilidad en la propia
existencia. Frankl gusta de citar a Nietzsche: “Quien
tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el
cómo”.
En los campos de concentración, los seres
humanos fueron despojados de casi todo, excepto de “la
última de las libertades humanas”, la capacidad de
“elegir la actitud personal ante un conjunto de
circunstancias” (de El hombre en busca del sentido,
pág. 9)
Según la RAE, Real Academia Española,
Beneficio es un bien que se recibe o que se otorga, un
Bien es algo que abona nuestra riqueza, nuestro
bienestar, nuestra felicidad, nuestra seguridad, nuestra
confianza.
La lectura nos confiere palabras; justas, precisas,
exactas, para identificar nuestras emociones; y al
expresarlas, ya sea escribiendo, hablando o mediante
otras expresiones artísticas, como la música, la pintura,
entre otras.
Leer nos da la posibilidad de sentir un sentir
placer sano, según nuestras preferencias de géneros u
objetivos académicos, humanísticos o de trascendencia.
La lectura, por tanto; proporciona innumerables
beneficios emocionales, como algunos de los que he
mencionado a lo largo de esta conferencia, dejándonos
siempre la libertad que nadie jamás podría quitarnos,
que es la de elegir: qué pensar, qué sentir y cómo actuar
en cada uno de nuestros días, que constituyen un regalo
inmensurable de Dios. Cervantes decía: “En algún lugar
de un libro hay una frase esperándonos, para darle un
sentido a nuestra existencia”.
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