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“…A través del presente proceso el demandante pretende ser declarado como legítimo
propietario del inmueble constituido por el terreno de, trescientos cincuenta hectáreas (350 has.),
rectificado en trescientos treinta y cuatro punto cuarenta y nueve hectáreas (334.49 has), ubicado
en el sector el Cercado de la Quebrada de Canto Grande, Distrito de San Juan de Lurigancho,
Provincia y Departamento de Lima…”
“…Como sustento de la demanda, el actor precisa que a mediados del año mil novecientos
noventa y nueve, los demandantes con otras personas (trescientos cincuenta y seis personas en
su totalidad), tuvieron conocimiento que la Comunidad Campesina de Jicamarca, estaba
ofreciendo en venta, un lote de terreno de trescientos cincuenta hectáreas (350 has.), motivo por
el cual pretendieron constituir una persona jurídica, como asociación civil sin fines de lucro, cuyo
fin era adquirir dicho inmueble, pero debido a ciertas circunstancias que se presentaron en ese
entonces, decidieron, previa coordinación con la Comunidad Campesina de Jicamarca, otorgar un
mandato a favor de los co-demandados Aurelio Milla Trujillo, Nieves Cutipa Torres y Bacilio
Guzmán Huamaní, para que estos sin representación, los reemplacen ante la citada Comunidad
Campesina, en la suscripción de la minuta de compraventa, de fecha veintiséis de noviembre de
mil novecientos noventa y nueve, así como en la Escritura Pública de fecha tres de diciembre de
mil novecientos noventa y nueve, otorgada ante la Notaría del Doctor Cesar Bazán Naveda e
inscrita en la Partida Electrónica N° 18642314 de los Registros Públicos de la Propiedad Inmueble
de Lima. Todo ello, fue originado debido que hasta ese entonces no se había concretizado la
constitución de la asociación civil. Con fecha ocho de noviembre de mil novecientos noventa y
nueve, se llevó a cabo la Asamblea General de Comuneros de la Comunidad Campesina de
Jicamarca, con la finalidad expresa de tratar el asunto de transferencia de terrenos comunales a
favor de los demandados; durante dicha asamblea por unanimidad se acordó la transferencia de
los terrenos comunales en calidad de compraventa de un área de trescientos cincuenta hectáreas
(350 has.) Posteriormente la Comunidad suscribió la minuta de compraventa con fecha tres de
diciembre de mil novecientos noventa y nueve, el problema ocurrió cuando el bien fue inscrito a
nombre de los demandados, por error, como únicos titulares del bien, quienes aprovechando dicha
condición, pretenden enajenar parte del bien, tal es caso que estaban sacando ventaja, al extremo
de negarse en todo sentido a regularizar dicha transferencia a cada uno de las personas indicadas
en la minuta y escritura pública correspondiente, llegando al extremo de exigir determinadas
exigencias. …”
Tercero: Ahora bien, conforme a la jurisprudencia sentada por esta Sala de Derecho
Constitucional y Social Permanente2: "El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva se encuentra
reconocido en el artículo 139, inciso 3, de la Carta Magna, y en el artículo I del Título Preliminar
del Código Procesal Civil, el cual encuentra dentro de su contenido constitucional protegido que,
cuando una persona requiera la protección de su derecho o de sus intereses legítimos, aquello
sea atendido por los órganos jurisdiccionales mediante un proceso adecuado donde se respeten
las garantías mínimas de los litigantes, esto es, de ambas partes en el proceso. Ello es así, toda
vez que no sólo se busca la defensa de los intereses de la parte accionante sino también
los del sujeto requerido, estando sus derechos también abarcados en la tutela
jurisdiccional efectiva. Tal derecho se trata, por tanto, de un derecho continente, esto es que
abarca una serie de otros derechos expresamente señalados o implícitamente deducidos de
aquel. En la doctrina, se ha señalado que este derecho abarca principalmente tres etapas: El
acceso a los órganos jurisdiccionales, el cumplimiento de las normas y derechos que regula el
debido proceso, y el de la ejecución de la resolución obtenida. En ese sentido, estableció la Sala
Suprema que uno de los derechos que abarca la tutela jurisdiccional efectiva es el derecho al
acceso a la justicia, el cual se encuentra implícitamente contenido en aquel, y comprende el
derecho de la persona de promover la acción jurisdiccional de los órganos estatales
correspondientes, a través de los mecanismos que la Ley le franquea para solicitar que se
resuelva una situación jurídica o conflicto de derechos en un proceso judicial conforme a derecho.
Asimismo, se precisó que este derecho se concretiza a través del ejercicio de otro derecho
también de relevancia constitucional como parte integrante del derecho a la tutela procesal
efectiva, refiriéndose al derecho de acción definido como "(... ) el poder jurídico que tiene todo
sujeto de derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales para reclamarles la satisfacción de una
pretensión".
Quinto: Con relación al derecho fundamental a probar tiene por finalidad producir en el Juez el
convencimiento sobre la existencia o inexistencia de los hechos afirmados por los sujetos
procesales, lo que ha sido ratificado por el Tribunal Constitucional5, cuando señala que: "Existe un
derecho constitucional a probar, aunque no autónomo, que se encuentra orientado por los fines
propios de la observancia o tutela del, derecho al debido proceso. Constituye un derecho básico
de los justiciables de producir la prueba relacionada con los hechos que configuran su pretensión
o su defensa. Según este derecho, las partes o un tercero legitimado en un proceso o
procedimiento, tienen el derecho a producir la prueba necesaria con la finalidad de acreditar los
hechos que configuran su pretensión o defensa. Así, por ejemplo, el artículo 188° del Código
Procesal Civil establece que los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los hechos
expuestos por las partes, producir certeza en el juez respecto de los puntos controvertidos y
fundamentar sus decisiones. Se trata de un derecho complejo que está compuesto por el derecho
a ofrecer medios probatorios que se consideren necesarios, a que estos sean admitidos,
adecuadamente actuados, que se asegure la producción o conservación de la prueba a partir de
la actuación anticipada de los medios probatorios y que estos sean valorados de manera
adecuada y con la motivación debida, con el fin de darle el mérito probatorio que tenga en la
sentencia. La valoración de la prueba debe estar debidamente motivada por escrito, con la
finalidad de que el justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido efectiva y adecuadamente
realizado".
Sexto: A través del presente proceso el demandante pretende ser declarado como legítimo
propietario del inmueble constituido por el terreno de, trescientos cincuenta hectáreas (350 has.),
rectificado en trescientos treinta y cuatro punto cuarenta y nueve hectáreas (334.49 has), ubicado
en el sector el Cercado de la Quebrada de Canto Grande, Distrito de San Juan de Lurigancho,
Provincia y Departamento de Lima a los demás personas detalladas conforme a la segunda
cláusula de la escritura pública de compraventa, elevada con fecha tres de diciembre de mil
novecientos noventa y nueve ante la Notaría Pública del Doctor Cesar H. Bazán Naveda y
aclarada mediante escrituras públicas de fecha veinticinco de noviembre de dos mil y veintiuno de
febrero de dos mil tres, respectivamente, condenándose a los demandados al pago de las costas
y costos del juicio
Sétimo: Como sustento de la demanda, el actor precisa que a mediados del año mil novecientos
noventa y nueve, los demandantes con otras personas (trescientos cincuenta y seis personas en
su totalidad), tuvieron conocimiento que la Comunidad Campesina de Jicamarca, estaba
ofreciendo en venta, un lote de terreno de trescientos cincuenta hectáreas (350 has.), motivo por
el cual pretendieron constituir una persona jurídica, como asociación civil sin fines de lucro, cuyo
fin era adquirir dicho inmueble, pero debido a ciertas circunstancias que se presentaron en ese
entonces, decidieron, previa coordinación con la Comunidad Campesina de Jicamarca, otorgar un
mandato a favor de los codemandados Aurelio Milla Trujillo, Nieves Cutipa Torres y Bacilio
Guzmán Huamaní, para que estos sin representación, los reemplacen ante la citada Comunidad
Campesina, en la suscripción de la minuta de compraventa, de fecha veintiséis de noviembre de
mil novecientos noventa y nueve, así como en la Escritura Pública de fecha tres de diciembre de
mil novecientos noventa y nueve, otorgada ante la Notaría del Doctor Cesar Bazán Naveda e
inscrita en la Partida Electrónica N° 18642314 de los Registros Públicos de la Propiedad Inmueble
de Lima. Todo ello, fue originado debido que hasta ese entonces no se había concretizado la
constitución de la asociación civil. Con fecha ocho de noviembre de mil novecientos noventa y
nueve, se llevó a cabo la Asamblea General de Comuneros de la Comunidad Campesina de
Jicamarca, con la finalidad expresa de tratar el asunto de transferencia de terrenos comunales a
favor de los demandados; durante dicha asamblea por unanimidad se acordó la transferencia de
los terrenos comunales en calidad de compraventa de un área de trescientos cincuenta hectáreas
(350 has.) Posteriormente la Comunidad suscribió la minuta de compraventa con fecha tres de
diciembre de mil novecientos noventa y nueve, el problema ocurrió cuando el bien fue inscrito a
nombre de los demandados, por error, como únicos titulares del bien, quienes aprovechando dicha
condición, pretenden enajenar parte del bien, tal es caso que estaban sacando ventaja, al extremo
de negarse en todo sentido a regularizar dicha transferencia a cada uno de las personas indicadas
en la minuta y escritura pública correspondiente, llegando al extremo de exigir determinadas
exigencias.
Noveno: Entrando al análisis del recurso de casación, esta Sala Suprema aprecia de la sentencia
de vista que al confirmarse la sentencia apelada, los Jueces de mérito han cumplido con motivar
su decisión, en estricto resguardo de los derechos fundamentales a un debido proceso y tutela
jurisdiccional efectiva
de la recurrente, determinando en base a una valoración conjunta y razonada de los medios
probatorios que conforme al testimonio de escritura pública de compra venta de fojas cinco a
trece, la Comunidad Campesina en su calidad de vendedora transfirió a don Bacilio Guzmán
Huamaní, Nieves Cutipa Torres y Aurelio Milla Trujillo el inmueble sub materia, en virtud a un
contrato de mandato sin representación celebrado con las trescientos cincuenta y seis (356)
personas cuyos nombres se consigna en la cláusula segunda del testimonio referido, con el
compromiso de los compradores, de que después de formalizado el negocio jurídico, transfieran a
cada uno de ellos un lote de dos mil quinientos metros cuadrados (2,500 m2). Asimismo, conforme
a la Asamblea General de Comuneros de la Comunidad Campesina de Jicamarca de fecha ocho
de .noviembre de mil novecientos noventa y nueve, que corre inserta en dicha escritura pública, se
acordó que los adquirientes reservaran catorce punto cincuenta y tres hectáreas (14.53 has) para
áreas verdes, colegios, hospitales, institutos, mercados, local comunal y otros servicios, de
acuerdo a su correspondiente plano de lotización, asimismo sus respectivas calles y avenidas que
cruzan por el Sector de "El Cercado" se mantendrían vigentes.