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La Cadena Productiva de la Quinua

F. Rubén Collao Pérez

Resumen Ejecutivo
En el presente trabajo se recopila la información sobre la Cadena Productiva de la
Quinua, parte de la cual ha servido para la construcción del Modelo de la Cadena, trabajo
realizado por el Banco Mundial, a finales del año 2001. empleando el software iThink1.

La presente recopilación de información hace énfasis en el Altiplano Sur de


Bolivia2, única región donde se produce el ecotipo conocido como Quinua Real, el cual
predomina en las exportaciones bolivianas y el comercio mundial de este producto. En los
últimos años, el Altiplano Sur es la zona de donde proviene la mayor cantidad de
producción de Quinua (60.2 %), y de la cual se destina la mayor parte para fines
comerciales, representado para los pobladores entre un 55 a un 85% de sus ingresos.

El Modelo de la Quinua permiten evaluar distintos escenarios, como ser: el


incremento en la demanda del mercado en los Estados Unidos y Alemania, la incorporación
de trilladoras mecanizadas, el uso de riego con cisterna y riego estructural, la incorporación
de guano y el mejoramiento de los rendimientos por investigación en genotipos.

Por otro lado la Cadena de la Quinua tiene firmado un Acuerdo Boliviano de


Competitividad (ABC), en el cual se han definido acciones para apoyar distintas áreas
relacionadas con la competitividad (en el Anexo se acompaña una copia de este
documento). Asimismo, a la fecha la Cadena Productiva de la Quinua, cuenta con un Plan
de Fortalecimiento que ha sido elaborado por la Unidad de Productividad y Competitividad,
el cual integra una serie de proyectos de distintas instituciones, destinados a resolver en el
mediano y largo plazo los principales cuellos de botella (en el Anexo se acompaña el
referido Plan).

Importancia de la Cadena de la Quinua en Bolivia

Dentro del sector agropecuario de Bolivia, la agroindustria de la quinua tiene una


participación muy pequeña. Su cultivo cubre menos de un 2% del total de la superficie
cultivada del país y casi un 5% de la superficie cultivada con cereales. El valor de su
producción total alcanzó apenas los US$14.5 millones en el año 2000, y representa el 2.2%
del Producto Interno Bruto de origen campesino, estimado en US$ 643 millones [1], así
como el 0.14% del PIB total.

1
Software desarrollado por High Performance Systems, Inc. (www.hps-inc.com).
2
Provincias Ladislao Cabrera del Departamento de Oruro, Daniel Campos, Nor Lípez, Sur Lípez, Enrique
Baldivieso y Antonio Quijarro del Departamento de Potosí.
Sin embargo, la producción de quinua es fundamental para la economía de las
comunidades campesinas de todo el Altiplano boliviano, donde hay más de 35 mil
hectáreas con ese cultivo. Tómese en cuenta que cerca del 80% de las 70 mil unidades
campesinas que producen quinua son pequeños agricultores, muchos de ellos de
subsistencia, que cultivan la quinua de manera irregular en superficies que no sobrepasan
un tercio de hectárea [1]. Este 80% se refiere principalmente a los productores localizados
en el Altiplano Central y Norte.

En el Altiplano Sur (Departamento de Oruro y Potosí), donde reside el restante 20%


(aproximadamente 15 mil productores) el cultivo de la quinua cobra mayor importancia, ya
que contribuye entre un 55 a un 85% de los ingresos de los cultivadores y donde la
superficie cultivada es mayor, casi un 40% de las familias cultiva entre 3 a 4 ha.[2].

Para las familias de todo el Altiplano en general, la quinua es importante desde el


punto de vista de la nutrición y la seguridad alimentaria, porque una parte de su producción
es consumida por ellas. La quinua les brinda grandes beneficios en cuanto a calidad y
disponibilidad de alimentos, en parte por su alto valor nutritivo y alto contenido proteico
que lo constituyen en un buen sustituto de la carne y la leche, y en parte porque es una de
las pocas fuentes de alimentación que se puede cultivar en medio de las adversidades
climáticas del Altiplano boliviano, caracterizado por temperaturas extremas y frecuentes
sequías [1].

La quinua es un grano de elevado potencial nutritivo. Con relación a los granos de


cereales (trigo, arroz, maíz, cebada, etc.) se caracteriza por su nivel superior en proteínas,
del 14 al 16%, mientras que el de los cultivos oscila entre el 7 y 12%. No obstante, el
principal interés nutritivo de este grano reside en su composición relativamente equilibrada
en amino-ácidos esenciales que se asemeja más a la de la leche que a la del arroz) y de
nivel superior a la del trigo y otros cereales. Este pseudo-cereal es la única planta
actualmente consumida que provee todos los amino-ácidos esenciales y con una tenencia en
minerales muy superior a la de los cereales clásicos, en particular en fósforo, magnesio,
potasio y hierro. Finalmente, entre los diferentes tipos de quinua son los ecotipos de
“Quinua Real” los que poseen mayor y más equilibrado nivel de amino-ácidos [3].

En general, el cultivo de quinua también es beneficioso para las familias campesinas


del Altiplano porque sus costos de producción son bajos. No requiere de infraestructura
compleja para los procesos de lavado, secado y almacenamiento; necesita relativamente
poca mano de obra para su producción; y consume poca cantidad de agua. Una ventaja
adicional es que los tallos y el resto de la planta de quinua ofrecen leña y forraje para los
animales [1].

Hay algunas diferencias en la economía de la quinua de los agricultores de las tres


zonas productoras del Altiplano boliviano. En el Altiplano Norte la quinua se destina
principalmente al autoconsumo. En el Altiplano Sur y Central la quinua también es un
alimento esencial para el agricultor. Sin embargo, su producción esta más enfocada hacia el
mercado. Estos productores encuentran en la comercialización de este grano una
oportunidad de mejorar su ingreso y su estado de liquidez durante el año [1]. Como ya se
adelantó, en el presente documento se hace énfasis en la producción del Altiplano Sur,

2
única región donde se produce el ecotipo conocido como Quinua Real, y de donde proviene
la mayor cantidad de producción de Quinua (60.2%). En el Altiplano Sur existen 55 mil
hectáreas cultivables, de las cuales, en promedio, anualmente se destinan al cultivo 22 mil
ha. La producción promedio anual de quinua en la región alcanza a 13,500 tn,

Asimismo, Bolivia es el principal exportador mundial de quinua, le sigue Perú y


luego Ecuador. El promedio de las exportaciones oficiales de los últimos cinco años
alcanzaron $us. 2.23 millones, equivalente a 1,800 tn. Asimismo, existe un incremento del
30 % de las exportaciones del primer trimestre del presente año (2003) en relación al
trimestre correspondiente al año 2002.

Sobre la base de las exportaciones oficiales el año 1999, que alcanzó $us. 2.7
millones, se tiene el dato que juntamente con las exportaciones no oficiales (dirigidas
principalmente a Perú), el volumen total de las exportaciones alcanzó 4.6 mil, con un valor
aproximado de US$ 5.1 millones.[1]

La Quinua Real es la que predomina en las exportaciones bolivianas y el comercio


mundial de este producto, posicionando a Bolivia como el primer país exportador. En el
mercado externo se valora por las características orgánicas, el tamaño del grano y el
adecuado balance de aminoácidos

Si bien el monto de las exportaciones es muy reducido en relación con el de las


principales exportaciones agrícolas y agroindustriales de Bolivia, es evidente que se ha
presentado una clara tendencia al aumento, debido a la creciente aceptación de la quinua en
el mercado de productos orgánicos, exóticos y altamente nutritivos de los países
desarrollados [1]. En los últimos 10 años ha existido un crecimiento de las exportaciones,
de aproximadamente $US 580 mil dólares a más de $US 2.4 millones anuales. Este
creciente interés del mercado externo en la quinua, alienta el contar con buenas
perspectivas para la apertura de mercados que permitan canalizar a los mercados
internacionales formales el resto de la producción, a los cuales se llega solamente con un
15% del volumen total producido. Existe también un alto potencial para exportar productos
con mayor valor agregado (fideos, productos de snack, muslis, granolas, barras energéticas,
harinas, etc.), lo cual estimularía la industria de procesamiento y la generación de empleos
en este eslabón de la cadena.

Temas claves que limitan el desarrollo del sector

Deficiencia en la promoción externa e interna de la quinua

Si bien las exportaciones oficiales han demostrado a lo largo una tendencia de


crecimiento, el volumen promedio de los últimos cinco años está por el orden de 1,800 tn
anuales, cifra que representa prácticamente un 50% de la producción orgánica
comercializable y aproximadamente un 15% del total producido en la zona.

Según criterio generalizado del sector, las expectativas de poder movilizar mayores
volúmenes de exportación y contar con un crecimiento de las exportaciones más
significativo, se encuentran frustradas por la escasa promoción de la quinua de parte de las

3
misiones diplomáticas destacadas en el extranjero, de parte del organismo de promoción
oficial (CPROBOL), que contaría con escasos recursos para promocionar la quinua,
promoviendo la participación en Ferias Internacionales, promoviendo contacto con
misiones empresariales, identificando clientes, entre otros.

La promoción interna de la quinua también es identificada como una debilidad del


Estado en cuanto a no promover su consumo al menos en las compras institucionales
(Fuerzas Armadas, Policía Nacional, etc.)

Investigación, asistencia técnica y transferencia de tecnología insuficiente

Las condiciones tecnológicas en las cuales se desempeña la producción agrícola de


la Quinua en la región son muy deficientes. No existen programas de investigación de
variedades y semillas que por ejemplo permitan homogenizar la época de cosecha,
adelantar el ciclo d cultivo para que no se perjudique por las heladas.

Si bien la quinua no es un gran demandante de recursos hídricos, algunos estudios


han demostrado que el riego puede incrementar los rendimientos de forma importante y
asegurar niveles de producción mínimos en especial en épocas de sequía, haciendo de estos
proyectos rentables. En este momento no existe prácticamente ninguna atención a este
tema. Dado que los recursos hídricos en la zona son escasos, es necesario investigar las
fuentes de estos recursos y el uso de sistemas de riego presurizado que se han recomendado
para la zona.

Por otra parte, si bien se han generado paquetes tecnológicos (en especial por el
Proyecto Poscosecha) para reducir las pérdidas en post-cosecha, que son elevadas de
acuerdo a lo establecido en el presente informe (24%), no ha existido una adopción masiva
de esta tecnología de parte de los productores, por lo que todavía en una gran mayoría de
los productores se mantienen las prácticas tradicionales que causan pérdidas y
contaminación del grano, en detrimento de obtener mayores precios por quinua de mejor
calidad.

El tema de capacitación y asistencia técnica a los distintos eslabones se muestra


como un cuello de botella en sentido que no existe una plataforma sólida de transmisión de
conocimientos hacia los beneficiarios, de las experiencias y logros tecnológicos.

Los actores del eslabón transformador o de industrialización buscan generar


productos con mayor valor agregado. Sin embargo, no están en condiciones de poder
absorver los costos de investigación que son altos. Algunas empresas lo han hecho, como
es el caso de Andean Valley, que a través de procesos de investigación internos han
desarrollado la harina precocida de quinua.

4
Carencia de una estrategia estatal para desarrollar tecnologías de financiamiento y acceso
al crédito apropiadas
Muchas de las inversiones necesarias para poder mejorar los aspectos tecnológicos
referidos, no se canalizan por que las condiciones del mercado actual de estos servicios
financieros no permite acceder a las fuentes de financiamiento.

En la zona existe microcrédito, a través de instituciones como FADES y ANED, que


otorgan créditos de montos pequeños y a corto plazo, y a tasas de interés elevadas, puesto
que los riesgos también son elevados. Esta situación ocasiona que el agricultor no pueda
financiar sus necesidades básicas, por lo cual tiene que efectuar la venta del grano a precios
bajos, en especial a los rescatistas.

En el caso de la Quinua, si bien en el pasado muchas organizaciones se han


beneficiado de programas asistencialistas de crédito, están abiertas a ingresar a esquemas
de financiamiento más comerciales, siempre y cuando se promuevan mejores condiciones.
Este es un tema que entra dentro de los roles de promoción del estado.

Falta de inversión estatal para la infraestructura básica


A partir de la descentralización, son los gobiernos departamentales y municipales
los que juegan un rol preponderante en las inversiones de infraestructura básica de apoyo a
la producción, como ser sistemas de riego, energía para usos productivos, mejoramiento de
caminos de acceso, entre otros.

De acuerdo a Crespo et.al [1], actualmente el costo de transporte de quinua en la


zona es de 0.0124 $us/qq-km. En otras zonas del país el costo es de 0.0062 $us/qq-km; es
decir en la zona el costo de transporte es el doble. Además que existe el problema de la no
transitabilidad en la región del Salar en la época de lluvias, lo que causa inconvenientes en
el aprovisionamiento oportuno del grano.

Falta de visión empresarial en diferentes eslabones de la cadena

Las deficiencias en el manejo empresarial, repercuten en el desempeño de las


organizaciones, dando lugar a tomas de decisiones inadecuadas. No es desconocido por
nadie que a nivel del eslabón primario, los productores no tienen acceso a la información de
mercados (precios, volúmenes, etc).

La cultura organizacional de algunas unidades productivas pertenecientes a los


productores no han demostrado capacidad de innovación, lo cual ha dado lugar a que
muchas de ellas pierdan sus mercados tradicionales. La toma de decisiones en estas
organizaciones es muy lenta, ya que tiene que pasar por la aprobación de toda una instancia
directiva, lo cual determina pérdida de oportunidades.

Falta de integración (horizontal y vertical) en diferentes eslabones de la cadena

5
Si bien hay varias organizaciones productivas están integradas verticalmente en el
proceso de producción, ya que participan en todas las fases (producción agrícola, acopio,
industrialización y exportación), sus intereses no siempre están en consonancia con
organizaciones similares y peor aún con empresas de propiedad privada.

En la cadena, tampoco deja de percibirse el tema regional. Los actores de Oruro


consideran que son los que mayor y mejor Quinua producen, esto por que Salinas es la
capital de la Quinua. En Potosí se señala que la mejor quinua se produce en su territorio y
que es comercializada como quinua “orureña” en Challapata. Aparentemente, este
comportamiento ha dado lugar a la paralización de una iniciativa de apoyo del gobierno
japonés para implementar una Planta Piloto de Procesamiento con alta tecnología.

Fragmentación de la capacidad productiva y seguridad jurídica de las organizaciones


Se habla de que un 70% de los productores de Quinua del Altiplano Sur son
independientes. Esta tendencia se muestra más en el Departamento de Oruro que en Potosí,
donde los productores actúan más asociados.

Sin embargo, la mayoría de estas asociaciones no actúan como agentes económicos


formales, sino más bien como organizaciones sin fines de lucro. Esto impide que estas
organizaciones participen de forma más preponderante en la economía. Algunas de estas
organizaciones han optado por la tarjeta empresarial para poder participar en licitaciones,
sin embargo, encuentran limitaciones por el cupo limitado.

Propuestas de Políticas

Política de promoción y fomento a las exportaciones de Quinua

Es necesario fortalecer las acciones de promoción externa de la Quinua, a través de


una activa y comprometida actuación de los agregados comerciales. Es importante también
que el organismo estatal de fomento a las exportaciones pueda prestar un servicio de apoyo
integral que beneficien de forma general a todas las empresas. Este apoyo deberá dirigirse a
la búsqueda de nichos de mercado y consolidación de los ya existentes, promocionar el
producto mediante ferias, contactos con misiones comerciales, entre otros.

Estos esfuerzos sin embargo no darán resultados positivos si es que los actores
directos no se comprometen a mejorar la calidad del producto, y también precios más
competitivos.

Política de fortalecimiento a las acciones de investigación, desarrollo tecnológico,


asistencia técnica y capacitación

Es necesario consolidar una plataforma de mejora de las capacidades de los


oferentes de servicios tecnológicos. En este momento se ha asignado el rol del desarrollo
tecnológico a las Fundaciones del SIBTA. Bajo este esquema se pretende fortalecer a las
capacidades tecnológicas de los actores de la cadena, a través de la contratación de
servicios. Este fortalecimiento tiene un componente de subsidio, puesto que los actores sólo
retribuyen con una parte de este costo.

6
Dada la importancia de desarrollar productos con mayor valor agregado, es
necesario encarar trabajos de investigación que podrían ser llevados a cabo por las
Universidades en colaboración con las empresas.

En el tema de capacitación se de buscar mejorar la transferencia de conocimientos a


todos los actores de la cadena, empezando con el fortalecimiento de los potenciales
oferentes y permitiendo que la capacitación de los productores les permita contar con una
acreditación educativa.

A nivel de la UPC se ha elaborado un Proyecto Piloto de Capacitación y Asistencia


técnica con el cual se pretende fortalecer los servicios de capacitación en temas productivos
y gerenciales, para lograr que los mismos puedan tener un impacto positivos en los
productores y las empresas

Política de mejora del acceso al financiamiento y al crédito

A nivel de cadenas productivas en general, se viene evaluando la introducción del


capital de riesgo como alternativa de acceso al financiamiento de las inversiones de largo
plazo (mesas de secado, trilladoras, silos, sistemas fotovoltaícos, etc), integrando con los
demás servicios empresariales, por medio de incentivos. En este caso se busca promover
alianzas entre inversionistas y las diversos eslabones de la cadena.

Debido a que esta experiencia es relativamente nueva se busca canalizar recursos


públicos para el capital de riesgo, promoviendo incentivos a fondo perdido para servicios
empresariales específicos requeridos por estas alianzas. Asimismo, a través de fondos de
contravalor se pretende movilizar recursos de crédito que en este momento están
privatizados.

Será necesario fortalecer el tema de la formalización de las empresas y asociaciones


de manera que los inversionistas puedan invertir con mayor confianza en las unidades
productivas.

A través de la implementación de este instrumento financiero, que ya esta diseñado


a nivel de Proyecto Piloto en la UPC, se busca lograr una real integración entre los
eslabones de la cadena, jugando el capital de riesgo el rol amalgamador de los eslabones de
la cadena.

Política de fomento a las inversiones en infraestructura productiva

Con la descentralización administrativa, los municipios y prefecturas tienen el


mandato de canalizar recursos para apoyar la infraestructura productiva. Un análisis de los
Planes Operativos Anuales de los municipios productores de Quinua, permiten establecer
que no se dirigen recursos para apoyar los temas productivos.
En el caso de la Quinua, a través de estas instancias pueden a corto plazo apoyarse
la construcción de sistemas de riego, electrificación con fines productivos (riego y energía
renovable).

7
8
Contenido

Antecedentes ______________________________________________________ 11
Primera Parte _____________________________________________ 15
Flujo Físico de la Cadena ________________________ 15
Capítulo 1: ____________________________________________________ 17
Producción ____________________________________________________ 17
1.1 Superficie Cultivada _____________________________________________ 20
1.2 Rendimientos del cultivo y factores que lo afectan _____________________ 25
1.2.1 Factores climáticos _________________________________________ 28
1.2.2 Calidad del suelo __________________________________________ 30
1.2.3 Semillas _________________________________________________ 30
1.2.4 Plagas y enfermedades ______________________________________ 32
1.2.5 Sistemas de producción _____________________________________ 34
1.2.6 Cosecha y post-cosecha _____________________________________ 46
1.3 Comportamiento Global de la Producción ____________________________ 54

Capítulo 2: ____________________________________________________ 59
Industrialización ____________________________________________ 59
2.1 Acopio del grano _______________________________________________ 59
2.2 Procesamiento__________________________________________________ 62

Capítulo 3: ____________________________________________________ 65
Comercialización____________________________________________ 65
3.1 Productos ____________________________________________________ 66
3.2 Consumo interno _______________________________________________ 67
3.3 Demanda Externa _______________________________________________ 69
3.4 Principales competidores de Bolivia ________________________________ 74
3.5 Distribución en los países desarrollados______________________________ 76

Segunda Parte ________________________________________ 79

Flujo Financiero de la Cadena ______ 79

9
Capítulo 4: ____________________________________________________ 81
Ajuste de Precios ____________________________________________ 81
4.1Precios de exportación____________________________________________ 81
4.2Precios al productor ______________________________________________ 82

Capítulo 5: ____________________________________________________ 84
Impacto económico en la cadena ______________________ 84
Capítulo 6: ____________________________________________________ 88
Temas claves que limitan el sector ____________________ 88
6.1Deficiencia en la promoción externa e interna de la quinua ______________ 90
6.2Investigación, asistencia técnica y transferencia de tecnología insuficiente __ 90
6.3Carencia de una estrategia estatal para desarrollar tecnologías de
financiamiento y acceso al crédito apropiadas ________________________ 92
6.4Falta de inversión estatal para la infraestructura básica_________________ 92
6.5Falta de visión empresarial en diferentes eslabones de la cadena __________ 92
6.6 Falta de integración (horizontal y vertical) en diferentes eslabones de la cadena
_____________________________________________________________ 93
6.7Fragmentación de la capacidad productiva y seguridad jurídica de las
organizaciones _________________________________________________ 93

Capítulo 7: ____________________________________________________ 94
Propuesta de Políticas _____________________________________ 94
Bibliografía _______________________________________________________ 96
Anexos ______________________________________________________________ 98

10
Antecedentes
La quinua (Chenopodium quinua willd) es un pseudo-cereal herbáceo anual cuyo
origen estaría en el Altiplano o en los Andes del norte del Perú y Ecuador y que fue
domesticado entre 5.000 y 3.000 a.C [3]. Quinua es una voz quechua que identifica a una
planta anual de hojas triangulares y racimos paniculares compuestos. Las hojas se comen
como las espinacas y la semilla muy abundante y menuda como el arroz se consume de
diferentes maneras.

Es una planta con importante variabilidad genética muy específica a las diferentes
condiciones ecológicas de los Andes que se traduce por la existencia de más de mil
ecotipos, repartidos en 5 grupos. Entendemos por ecotipos, variedades de una especie dada
que han desarrollado adaptaciones morfológicas y fisiológicas particulares al ecosistema en
el que viven, sin que haya cambio del material genético, las cuales se transmiten a su
descendencia. Por la presencia de estas adaptaciones, los ecotipos son particulares a las
condiciones edafo-climáticas de las eco-regiones3 del grupo al que pertenecen y pueden
difícilmente adaptarse a otro. Para una especie dada, sus diferentes ecotipos tienen el
mismo material cromosómico y difieren por sus adaptaciones morfológicas y
fisiológicas.[3]

El primero grupo de ecotipos se denomina “Sureño” o “Costeño” crece a baja altura


cerca del mar en la región de Concepción, sur de Chile, con clima lluvioso (1000-1500
mm). Soporta una temperatura mínima de 5°C y según M. Tapia et al. (1979) se caracteriza
por tener un fotoperiodismo más largo y un grano pequeño, aplanado y translúcido. Según
Wilson (1988), este grupo es genéticamente hablando diferente del conjunto formado por
los grupos restantes que tendrían mayor similitud entre ellos, perteneciendo a una
subespecie diferente de la que reúne a los cuatro grupos restantes. El segundo grupo es
conocido como “Yungueño”. Es de tipo “salvaje” con grano chico y crece en los de valles
húmedos de la vertiente amazónica (1.500-2.000m) con 1000 a 2000 mm de precipitación
[3].

El tercero se conoce como “Valle” agrupa ecotipos que crecen en los valles del sur
de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia entre 2000 y 3.500 metros de altura con
precipitaciones moderadas (500-1500mm- milímetros de precipitación anual). Soporta
temperaturas mínimas hasta 3°C y su grano, de tamaño pequeño, contiene poca saponina.
El cuarto tipo llamado “Altiplano” tiene grano medio y crece en el Altiplano Central y
Norte (3800 a 4100 m-metros sobre el nivel del mar) a orillas del Lago Titicaca con
precipitaciones que fluctuán entre 400 y 800 mm. Estudios realizados por Le Tacon et al.
(1992) muestran que los ecotipos de este grupo resisten hasta –5°C. Los ecotipos de éstos
dos primeros grupos producen granos con bajos niveles de saponina [3].

Finalmente, el quinto grupo denominado “Salar” es el que más interés comercial


tiene. Crece en el área circundante a los salares del Altiplano boliviano y de la puna del

3
Para definir las eco-regiones de la quinua, Tapia (1979) propone como variables la altura de la región de
cultivo, la pluviometría, la temperatura y la salinidad del suelo.

11
Norte Grande chileno (fronterizo con Bolivia) y del nor oeste argentino y agrupa ecotipos
que se caracterizan por soportar: suelos salinos con un valor de pH cercano a 8 (M. Tapia et
al., 1979); precipitaciones anuales medias bajas que varían de 250mm/año al norte del Salar
a 110 mm/año al sur y oeste de éste y se concentran en un período corto (de diciembre a
abril); y un clima frío con temperaturas medias mensuales que fluctúan entre 8 y 20°C, de
200 a 250 días de heladas por año y temperaturas inferiores a –5°C4. Como esta región es la
más fría y seca del Altiplano, la quinua es el cultivo predominante, seguido en menor grado
por la papa. Los ecotipos de la ribera del Salar de Uyuni reciben el nombre de quinua “real”
y se caracterizan por tener el grano más grande, con elevados niveles de saponina5 Por su
sabor amargo y toxicidad para pequeños seres vivientes, esta sustancia proporciona a estos
ecotipos mayores niveles de tolerancia a plagas que los demás ecotipos [3].

Debemos también mencionar que cruces entre ecotipos del grupo “Salar” con otros
del grupo “Altiplano” han permitido crear nuevas variedades denominadas “híbridas" o
"dulces” de grano con poca saponina y de tamaño grande, aunque menor al del grupo
“Salar”. No obstante, estas variedades tienen problemas para adaptarse fuera de la región
donde fueron creadas, en particular por su baja resistencia al mildiu y su intolerancia a la
salinidad del suelo, según técnicos y campesinos del Altiplano Sur [3].

La Cadena Productiva de la Quinua

Son actores directos de la cadena productiva de la Quinua, los productores


agrícolas, los intermediarios acopiadores, las beneficiadoras y/o Plantas de procesamiento
de Quinua, así como las empresas o comercializadoras de los productos finales.

Existen también actores que intervienen prestando servicios de apoyo a la cadena,


entre ellos podemos citar a las instituciones de crédito, a las que presentan servicios de
asistencia técnica e investigación, de certificación biológica, de promoción de las
exportaciones, transporte, entre otros. Forman parte de estos actores indirectos, las
instituciones del gobierno (ministerios, prefecturas y alcaldías) que intervienen con
políticas de fomento al sector, canalización de inversiones de apoyo a la producción y
asistencia técnica.

La articulación de la cadena productiva todavía se encuentra aún en estado


incipiente. Geográficamente se encuentra ubicada principalmente en la Macro Región del
Altiplano Boliviano. En lo que se refiere a la Producción Agrícola, esta se encuentra
presente en toda la Macroregión. También se identifica a Challapata, como principal centro
de acopio y limpieza de Quinua Real, en Oruro (Centros de Acopio y Beneficiado), La Paz

4
El clima de los Altiplanos Norte y Central, donde crecen ecotipos del grupo “Altiplano” y donde Le Tacon
et al. (1992) realizaron su estudio, es menos frío que el del Altiplano Sur.
5
La saponina es un alcaloide presente en la membrana exterior del grano de quinua de sabor muy amargo y
que puede ser tóxico para los seres vivientes en concentraciones elevadas. Por esto, esta sustancia debe ser
removida del grano de quinua. Tradicionalmente, esta operación se realiza mediante cocción y repetidos
lavados, mientras que industrialmente se realiza mediante escarificado y lavado durante la fase denominada
“beneficiado” que a su vez permite clasificar el grano y eliminar impurezas (residuos de grano, partículas de
tallo de la planta, piedrecillas, heces de animales, etc.). Asimismo, esta sustancia tiene un interés industrial
sirviendo como ingrediente para la fabricación de detergentes, jabones, champués y cremas cosméticas.

12
y El Alto (centro de acopio, limpieza y transformación del producto), El Desaguadero
(principal centro de acopio y exportación legal y de contrabando) y Cochabamba (centro de
transformación de quinua).

En base a la estructura de la cadena productiva propuesta por Fernando Crespo en el


Documento de Trabajo del Proyecto Andino de Competitividad de la CAF “El cluster de
quinua en Bolivia: Diagnóstico competitivo y recomendaciones estratégica”, septiembre de
2001, y la propuesta en el “Estudio de Prospección de Demandas de la Cadena Productiva
de la Quinua en Bolivia”, de la FDTA-Altiplano, julio 2002, presentamos a continuación
una estructura de la cadena productiva:

Producción Agrícola Servicios de Apoyo


Instituciones de
Apoyo

Transformación Insumos
Instituciones propia
del Estado
Invest.
Rescatadores
Finanz.
Acopiadores
Organismos
Internacionales Transp.

Agroindustria
C.C.

A. Tec.

Mercado Mercado
Local Internacional P. Exp.

A partir de esta propuesta de estructura de la cadena, efectuaremos una descripción


de los actores:

El agricultor y su familia

Participa en el abastecimiento de insumos, de forma poco formal y no especializada.


Genera el insumo de la semilla que es utilizada por ellos mismos y que en raras ocasiones
es vendida, también genera el insumo del guano.

Participa activamente en la producción agrícola que incluye las actividades de


poscosecha. En la producción agrícola existe gran cantidad de unidades productivas, cuya
producción, se destina tanto al autoconsumo como a la comercialización. Las prácticas
agrícolas como la proporción en el destino de la producción, varía según región.

13
Las unidades productivas suman 70 mil productores, están dispersas en toda la
región del Altiplano y de forma general utilizan técnicas de cultivo tradicionales y con muy
poca tecnología. Hay otras fuentes que indican que son 50 mil productores, de los cuales un
78% producen para autoconsumo.

También forman parte de la Transformación Propia, donde no se genera mayor


valor agregado, pues la tecnología es precaria, ya que la mayor parte del grano tratado se
destina al autoconsumo.

Asociaciones de productores

Estas asociaciones están presentes en prácticamente todo el flujo de la cadena. Aún no han
conseguido tener un rol activo en la parte de producción agrícola; sin embargo están
haciendo esfuerzos en cuanto al apoyo a la producción biológica.

Juegan un rol importante en el acopio, puesto que tienen instalaciones para almacenar,
permitiendo a sus socios agrupar los volúmenes de venta. Asimismo, han adquirido gran
experiencia en la comercialización y exportación de quinua.

Empresas privadas

Intervienen tanto en el acopio, industrialización y comercialización. Son organizaciones


más nuevas que las Asociaciones de productores. Han creado una competencia saludable
que está permitiendo que se incremente la calidad del grano.

Acopiadores intermediarios

Son personas o familias o grupos que conocen muy bien los canales de comercialización,
están bien informados acerca de los precios y tienen muy buenos contactos y relaciones con
los productores. Estos actores pertenecen a tres grandes grupos. Los que acopian para el
mercado interno, los del mercado externo peruano y los del mercado internacional.

Servicios de apoyo

Entre estas se encuentran las instituciones que apoyan a la investigación y transferencia de


tecnología en la producción y poscosecha, con escasos resultados. También forma parte de
los servicios de apoyo, las instituciones de crédito, el transporte, los servicios de
certificación y de promoción de las exportaciones.

Instituciones de apoyo

Entre este grupo se encuentran las distintas instituciones del gobierno central, de las
prefecturas y gobiernos municipales del Departamento de Oruro, Potosí y La Paz, que
apoyan a la cadena productiva. También forma parte los organismos internacionales como
el Banco Mundial, la CAF, entre otras que apoyan de diversas formas al desarrollo de la
cadena. En el Anexo presentamos una lista de actores de la cadena.

14
Primera Parte
Flujo Físico de la Cadena

15
Fuente: La Cadena Productiva de Quinua, Banco Mundial, 2001
Capítulo 1:
Producción
En Bolivia, la producción agrícola de la Quinua, se encuentra ubicada
principalmente en la Macroecoregión del Altiplano Boliviano. Para fines de análisis, y de
acuerdo a las características climáticas y de suelo, el Altiplano Boliviano se divide en tres
regiones: Altiplano Norte, Central y Sur [4]. La figura 1 muestra la ubicación de las tres
regiones:

Figura 1 –Mapa Macroecoregión del Altiplano Boliviano

Fuente: Proyecto de mejoramiento del proceso industrial y comercialización de Quinua,


MAGDER, Agencia de Cooperación Internacional del Japón ; mayo 2002

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), actualmente el Altiplano


Sur es la principal región productora de quinua en Bolivia, habiendo aportado anualmente
entre 1995 y 1999 un promedio de 13,475 tn, que representan el 60.2% de la producción
[5].
Los ecotipos de la ribera del Salar de Uyuni reciben el nombre de Quinua “Real” y
se caracterizan por tener el grano más grande, con elevados niveles de saponina. Por su
sabor amargo y toxicidad para pequeños seres vivientes, esta sustancia proporciona a estos
ecotipos mayores niveles de tolerancia a plagas que los demás ecotipos [3]. La producción
de Altiplano Sur corresponde principalmente a la que se obtiene en la ribera del Salar de
Uyuni, donde el rendimiento promedio del cultivo es de 600 kg/ha, pudiendo bajar hasta
350 kg/ha en años de sequía y alcanzar hasta 750 kg/ha en años con buena precipitación
pluvial (250-280 mm/año)[5].

En el Altiplano Central y Norte (3800 a 4100 metros sobre el nivel del mar) a orillas
del Lago Titicaca con precipitaciones que fluctuán entre 400 y 800 mm. Estudios realizados
por Le Tacon et al. (1992) muestran que los ecotipos de este grupo resisten hasta –5°C. Los
ecotipos de éstos dos primeros grupos producen granos con bajos niveles de saponina [3],
es por ello que se las conoce como Quinuas Dulces.

Por otro lado, en función a la utilización de insumos, se producen dos grupos de


quinua, la producción de quinua convencional y la producción de quinua orgánica.

Producción de Quinua Convencional

La producción convencional (puede ser de variedades de Quinua Real o Dulces) es


la más difundida en toda la zona de producción. El destino principal del producto es el
mercado local, en algunos casos es exportada a mercados vecinos como el Perú y el
Ecuador. El aspecto principal que caracteriza la producción de quinua convencional, es la
utilización de insecticidas y fertilizantes químicos (estos productos químicos son vendidos
en la región sin ningún apoyo técnico que oriente su aplicación ni de pautas de su calidad).
El costo de una bolsa de 50 kg de fertilizante cuesta 20 $us, el costo de 1 lt de insecticida es
de 10 $us.[2].

Producción de Quinua Biológica

Es un cultivo aún muy poco difundido, pero con tendencia a incrementarse por la
buena aceptación que tiene el producto en el mercado internacional que exige productos
biológicos. Se trata de un proceso utilizado casi exclusivamente para la producción de
Quinua Real en la región del Altiplano Sur, cuyo objetivo es producir grano de calidad, de
buen tamaño y sobre todo libre de cualquier residuo químico que pudiese quedar de la
aplicación de insumos inorgánicos como fertilizantes y fitosonitarios en general.

El proceso implica la utilización de insumos orgánicos como el abono proveniente


de los camélidos de la región que tiene un precio promedio de 2 Bs/bolsa de 30 kg e
insecticidas naturales como el piretro y la muña, que tienen precios muy variables y que
están en plena evolución de acuerdo a las exigencias de los certificadores [2]. Se conoce
también acerca de recientes experiencias en la utilización de trampas de luz para el control
biológico de plagas.

18
De las 13,000 tn de Quinua Real que se producen, sólo 3,300 tn son biológicas. La
producción de quinua orgánica implica un período de certificación que exige tres años de
permanente supervisión por parte de empresas certificadoras independientes[2]. El costo de
certificación varía se hace de forma individual a los productores o si se hace a una
asociación de productores [5]. En promedio sin embargo llega a costar 15 $us/ha[4].

La empresa BOLICERT certifica a 4 de las 6 empresas (las dos que salen de este
marco son Jatary y CECAOT). Durante este período, los supervisores velan no solamente
por el uso de correcto de los insumos orgánicos, sino también por el buen uso del suelo [2].

En el Modelo de la Quinua [5], la producción de quinua convencional y orgánica


han sido representadas de la siguiente manera:

19
1.1 Superficie Cultivada

Como se aprecia en la figura 2, el comportamiento global de la superficie cultivada


de quinua en Bolivia, presenta una tendencia de crecimiento importante durante el período
de la década de los 70s hasta finales de la década de los 80s. El período que sigue se
caracteriza más bien por una leve tendencia de disminución.

En relación al Altiplano Sur, en la figura 3 se observa una clara tendencia de


crecimiento durante el período 1980 –1991, en el periodo siguiente se observa una
tendencia a permanecer estable (aspecto que se corrobora en los datos que proporciona la
tabla 1), lo cual permite establecer que durante la última década, la superficie anual
destinada al cultivo de la Quinua en esta región está por el orden de las 20 a 22 mil.ha.

Por tanto, la tendencia de disminución global en la superficie cultivada de quina en


el país se explica por una disminución en las superficies destinadas al cultivo en el
Altiplano Norte y Altiplano Central, lo cual se debe al desaliento de los productores de
estas dos zonas a cultivar quinua y escoger otros cultivos que les proporcionan mayores
beneficios económicos. Este hecho se verifica en la figura 4 así como en la tabla 2.

Figura 2 –Evolución de la superficie cultivada de Quinua en Bolivia

60000

50000

40000
HECTAREAS

30000

20000

10000

0
0

0
7

0
19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

20

AÑOS

Elaboración propia en base a datos de la División Estadísticas Agropecuarias-MACA/INE.

20
Figura 3 –Evolución de la superficie cultivada de Quinua en el Altiplano Sur

25000

20000

15000
HECTAREAS

10000

5000

0
80

81

82

83

84

85

86

87

88

89

90

91

92

93

94

95

96

97

98

99

00

01
19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

20

20
AÑOS

Elaboración propia en base a datos encontrados en “Competitividad, externalidades e internalidades, un reto


para las organizaciones económicas campesinas....” 2001, Laguna Pablo.

Tabla 1 - Superficie cultivada de Quinua en el Altiplano Sur, por provincias


Año 1995 Año 1999 Año 2000 Año 2001

PROVINCIA Ha Ha Ha Ha
ENRIQUE BALDIVIESO 10.602 10.658 262 263
DANIEL CAMPOS 3.549 3.568 3.140 3.157
ANTONIO QUIJARRO 3.140 3.157 1.402 1.409
NOR LÍPEZ 1.402 1.409 1.621 1.630
LADISLAO CABRERA 1.621 1.630 10.602 10.658
EDUARDO AVAROA 262 263 3.549 3.568
TOTALES 20.575 20.685 20.576 20.685
Fuente: Prospección de demandas de la Cadena Productiva de la Quinua en Bolivia, FDTA, julio de 2002.

21
Figura 4 –Evolución de la superficie cultivada de Quinua en el Altiplano Norte y
Central (agrupado)

35000

30000

25000
HECTAREAS

20000

15000

10000

5000

0
1985 1990 1995 1999 2000 2001
AÑOS

Fuente: Prospección de demandas de la Cadena Productiva de la Quinua en Bolivia, FDTA, julio de 2002

Tabla 2 - Superficie cultivada con Quinua en el Altiplano Norte y Central


1985 1990 1995 1999 2000 2001
ZONA Ha Ha Ha Ha Ha Ha
ALTIPLANO NORTE 13,938 7,839 7,129 6,717 7,129 6,717
ALTIPLANO CENTRAL 17,764 9,990 9.086 8.561 9.086 8.561
TOTALES 31,702 17,829 16.215 15.278 16.215 15.278
Fuente: Prospección de demandas de la Cadena Productiva de la Quinua en Bolivia, FDTA, julio de 2002.

En relación a la superficies cultivables, en un estudio realizado por el


INE/MDSP/COSUDE en 1999, se establece que en el Altiplano Sur existen alrededor de
8 millones de ha, de las cuales 55 mil ha son cultivables (ver tabla 3). De este total se
destinan 80 % al cultivo de la quinua, es decir 44 mil ha, de las cuales solamente se
cultiva la mitad (22 mil ha). El resto está en descanso o simplemente no se cultiva por
falta de lluvia o mano de obra [2].

Tabla 3 Superficie total y superficie cultivable en el Altiplano Sur


PROVINCIA Superficie total ha Superficie cultivable ha
ENRIQUE BALDIVIESO 161.400 2.500
DANIEL CAMPOS 1.210.600 12.500
ANTONIO QUIJARRO 1.489.000 15.000
NOR LÍPEZ 2.089.200 12.500
LADISLAO CABRERA 881.800 14.500
SUR LIPEZ 2.235.500 500
TOTALES 8.067.500 55.500
Fuente: La Cadena Productiva de la Quinua, Banco Mundial, 2001

22
Asimismo, se establece que en el Altiplano Sur, de las 55 mil ha aptas para la
agricultura, solamente 6% se destinan a la producción de auto subsistencia (principalmente
papa) y 81% (44.840 ha) a la producción de quinua, sembrándose anualmente la mitad de
esta superficie (22.420 ha). Un 4% del área apta para la agricultura (2.200 ha) corresponde
a cultivos de quinua en laderas volcánicas, siendo que el cultivo es mayoritariamente
sembrado en pampa [5]

En cuanto al Altiplano Norte y al Altiplano Sur, se cuenta con información respecto


a que las superficies totales alcanza a 1.85 millones de ha, y 1.65 millones de ha,
respectivamente [2]. Asimismo, en estas dos regiones la superficie cultivable, de acuerdo a
los datos provinciales obtenidos, abarca las siguientes cifras:

Tabla 4 Superficie cultivable en el Altiplano Norte y Central


ALTIPLANO NORTE ALTIPLANO CENTRAL
PROVINCIA Sup. cultivable ha PROVINCIA Sup. cultivable ha
CAMACHO 29.200 PACAJES 213.560
OMASUYOS 60.400 AROMA 67.670
LOS ANDES 63.009 VILLARROEL 29.000
MANCO KAPAC 15.300 CERCADO 27.590
INGAVI 149.730 TOMAS BARRON 5.130
TOTAL 317.639 TOTORA 21.130
SAJAMA 8.270
LITORAL 3.290
TOTAL 375.640
Fuente: Análisis de la Información Secundaria del Altiplano Boliviano, IBTA 124, Boletín
Técnico 04/SIPAB 02/1992

En el Altiplano Sur, el área agrícola anualmente destinada al cultivo depende del


nivel de precipitación pluvial y puede incrementarse hasta un 47% del área total apta para
la agricultura (25.850 ha) Existe un 50% de probabilidades de tener un año con
precipitación regular en la zona (200 mm), lo que implica que las 22.420 ha se mantengan.
Las posibilidades de tener sequía (150 mm) son del 30%, lo que implica sembrar menos.
Asimismo, existe 20% de posibilidades de tener un año de fuerte precipitación (350 mm),
lo que implica acercase a las 25.850 ha [5]. En el Modelo de Quinua [5], el porcentaje de
superficie destinada al cultivo ha sido expresado mediante la siguiente función gráfica:

23
Tenencia de la tierra

En cuanto a la tenencia de tierras, existen algunas diferencias en las tres regiones del
Altiplano. En el Altiplano Norte, un 40 % de los productores cuenta con superficies no
mayores a 10 ha; en cambio en el Altiplano Central y Sur, la mayor parte de los productores
(47.2 y 46.5 %, respectivamente), cuentan con superficies un tanto superiores (en el rango
de 10 a 20 ha).

En relación a la superficie cultivada, la mayor parte de las familias del Altiplano


Norte cultiva entre 1.1 a 2 ha. En cambio en el Altiplano Central, 38.8 % de las familias
cultiva entre 5.1 a 6 ha. En el Altiplano Sur, 40.5 % dedican entre 3.1 a 4 ha de la tierra
disponible al cultivo. Esta información se puede apreciar con mayor detalle en la Tabla 5.

Por otro lado, se sabe también que las tierras agrícolas del altiplano no son sujeto de
garantías hipotecarias; aunque se conoce que las entidades financieras rurales, al momento
de otorgar créditos exigen la entrega de los títulos de propiedad, que se quedan en custodia.

Tabla 5 Tamaño de la propiedad familiar en el Altiplano


Porcentaje de familias
Sup. (ha) Altiplano Altiplano Altiplano
Norte Central Sur
Total tierra
01 a 10 40.0 22.2 39.5
11 a 20 31.4 47.2 46.5
21 a 30 11.4 19.5 11.5
31 a 40 8.6 5.6 2.5
41 a 50 5.8 2.7
51 a 60 2.8 2.8
Area cultivada
0.6 a 1 15.0
1.1 a 2 37.5
2.1 a 3 22.5 12.0
3.1 a 4 12.5 11.1 40.5
4.1 a 5 7.5 16.6 37.5
5.1 a 6 5.0 38.8 7.5
6.1 a 7 19.5 2.5
7.1 a 8 11.2
8.1 a 9 2.8
En descanso
05 a 10 58.8 80.8 87.8
15 a 20 20.6 12.5 9.7
25 a 30 11.7 6.7 2.5
35 a 40 5.8
45 a 50 3.1
F
Fuente: Prospección de demandas de la Cadena Productiva de la
Quinua en Bolivia, FDTA, julio de 2002

24
1.2 Rendimientos del cultivo y factores que lo afectan

El comportamiento del rendimiento de la quinua a nivel global, que se aprecia en la


figura 5, muestra una tendencia de disminución de los rendimientos durante la década de
los 70s hasta finales de la década de los 80s. En la década posterior la figura muestra que el
proceso tiende a revertirse.

Figura 5 –Comportamiento del rendimiento del cultivo de Quinua en Bolivia

900

800

700
600

500
kg/ha

400

300
200

100

0
70

72

74

76

78

80

82

84

86

88

90

92

94

96

98

00
19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

20
AÑOS

Elaboración propia en base a datos de la División Estadísticas Agropecuarias-MACA/Oferta Tecnológica en


el Cultivo de Quinua, IBTA; 1995-200/INE

Excepto por la sequía excepcional que hubo el año 1983, la tendencia a la


disminución general de los rendimiento durante el primer período (década de los 70s a la
década hasta finales de la década de los 80s), se explica por el deterioro cuantitativo y
cualitativo de los suelos (fenómeno que ha afectado en mayor grado al Altiplano Sur y que
todavía persiste) y por la falta de atención suficiente de parte de los programas creados en
la época para apoyar el desarrollo y transferencia de tecnología de producción agrícola de la
quinua. Esto se corrobora en el texto que a continuación transcribimos: “Los rendimientos
del cultivo indican una disminución del rendimiento de 600 kg/ha en la década de los 70 a
445 kg/ha en los últimos 5 años (haciendo referencia a los finales de la década de los 80).
Estas cifras indican que los incrementos de la producción de quinua se deben a una simple
expansión del área cultivada a zonas marginales. Tradicionalmente el Altiplano debido a su
gran extensión no cuenta con la atención suficiente en el fortalecimiento de los cultivos
andinos”[6]

La figura 5 muestra que durante la década posterior (90s), el proceso de reducción


de rendimientos tiende a revertirse. Esta nueva tendencia sin embargo, se atribuiría más a la
influencia de las precipitaciones pluviales, que a una atención al proceso de deterioro de los
suelos, ya que como se hizo referencia, este fenómeno aún persiste en el Altiplano Sur, que
es la región que a partir de finales de la década de los 80s y principios de los 90s comienza
a liderizar de forma clara la producción de quinua en Bolivia.

25
El deterioro cuantitativo se debe a la erosión eólica e hídrica, acentuada por el mal
manejo de suelos, práctica generalizada de los productores. El deterioro cualitativo se debe
a la pérdida de fertilidad del suelo, por el permanente monocultivo de la quinua, la baja
aplicación de materia orgánica y el sistema inadecuado de cosecha (arrancado de la planta).
A todo este proceso se suma la paulatina desaparición de la vegetación nativa (“thola” y
paja), por efecto de la habilitación de nuevas áreas de cultivo.

Si bien se esta conciente del proceso de deterioro, no se tiene una conocimiento


exacto de la superficie afectada. Con la producción biológica, solamente un 5% de los
productores están realizando prácticas de protección de suelos como la utilización de
barreras vivas en base a la “thola”. Asimismo, para la recuperación de la fertilidad del suelo
se efectúan descansos del suelo, entre 1 a 2 años. En algunos lugares como Salinas, de
forma experimental se están efectuando procesos de incorporación de humus y preparación
de compost [7].

Figura 6 –Comportamiento del rendimiento del cultivo de Quinua en Altiplano Sur

800

700

600

500
kg/ha

400

300

200

100

0
80

81

82

83

84

85

86

87

88

89

90

91

92

93

94

95

96

97

98

99

00

01
19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

20

20

AÑOS

Elaboración propia en base a datos encontrados en “Competitividad, externalidades e internalidades, un reto


para las organizaciones económicas campesinas....” 2001, Laguna Pablo. Año 2001.Prospección de demandas
de la Cadena Productiva de la Quinua en Bolivia, FDTA, julio de 2002

El comportamiento de los rendimientos en el Altiplano Sur, que se muestra en la


figura 6, permite observar que ha existido en general una leve tendencia de incremento de
los mismos, de 500 a 650 kg/ha. Este hecho en principio pondría en discusión el proceso de
disminución de la fertilidad de los suelos comentado líneas arriba y que se considera
persiste en el Altiplano Sur. Sin embargo, esta tendencia y comportamiento general, tendría

26
como explicación la influencia del régimen de lluvias (que como veremos más adelante es
uno de los factores más influyentes en los rendimientos del cultivo), ya que las variaciones
que se presentan ( de rendimientos por debajo de 400 kg/ha a rendimientos por encima de
700 kg/ha), sólo podrían explicarse por las variaciones en las precipitaciones pluviales.

El tipo de cultivo (convencional u orgánico), las zonas de producción, así como el


empleo de los distintos sistemas de producción, también determinan ciertas diferencias en
los rendimientos. El cultivo convencional se desarrolla tanto en el Altiplano Sur como en el
Altiplano Norte y Central, es decir que comprende quinuas amargas (quinuas pertenecientes
al ecotipo Real que se produce en las riberas del Salar), así como quinuas dulces, que son
producidas en el Altiplano Norte y Central.

El cultivo convencional pude desarrollarse bajo sistemas de producción tradicional


o bajo un sistemas de producción semi-mecanizados. Bajo los sistemas de producción
tradicional (que se practican según las peculiaridades de las diferentes regiones del
Altiplano Boliviano), el cultivo se caracteriza por su utilización en pequeñas parcelas, las
distintas operaciones se llevan a cabo sin el empleo de maquinaria (se utiliza tracción
animal o humana), y se considera también el no empleo de insumos químicos (fertilizantes
e insecticidas). En este caso, la precipitación pluvial juega un rol determinante en los
rendimientos, por lo tanto, es de esperar que en el Altiplano Norte y Centro, donde las
precipitaciones promedio anuales son mayores al Altiplano Sur, se puedan lograr mayores
rendimientos. En las regiones Norte y Centro, bajo sistemas de producción tradicional, en
algunas variedades como la Sajama, Pasankalla, entre otras, en el pasado se han reportado
rendimientos en el rango de 1,100 a 2,100 kg/ha [8].

El cultivo convencional, bajo los sistemas de producción semi-mecanizados, se


caracteriza por el uso del tractor en las operaciones de labranza del terreno, por lo cual se
practican en parcelas de extensiones más grandes que en el anterior caso. En el Altiplano
Norte y Central, lo usual es que el cultivo bajo estos sistemas se desarrolle empleando
insumos químicos (fertilizantes e insecticidas). En estas regiones, con estos sistemas en el
pasado se han reportado rendimientos superiores inclusive a los 3,000 kg/ha [8]. En la
actualidad sin embargo, el uso de estos sistemas de producción en amplias extensiones,
como ocurría en el pasado ha quedado desalentado, por lo explicado en el punto 1.1

En el Altiplano Sur , los cultivos convencionales que se desarrollan bajo sistemas de


producción semi-mecanizados, por lo general no utilizan de forma importante fertilizantes
químicos, debido a la carencia de agua en la zona (la utilización de fertilizantes químicos
requiere de bastante agua, lo cual es una limitante en la zona), es por ello que los
rendimientos de los cultivos convencionales y de los cultivos orgánicos son prácticamente
similares, aún siendo que en el primero se utilizan insecticidas más efectivos. La razón, es
porque la precipitación pluvial es uno de los factores determinantes del rendimiento, el cual
afecta prácticamente de igual manera al cultivo convencional como al cultivo orgánico [9].

El cultivo orgánico solamente se desarrolla en el Altiplano Sur, utilizando en su


mayoría el sistema de producción semi-mecanizado. Motivados por los precios más altos, y
a pesar de los costos de producción más elevados, en la actualidad los agricultores se

27
inclinan por este tipo de cultivo, dando lugar a la extensión de las superficies de siembra
mediante el empleo de tractores.

A continuación, se hace una descripción de los principales factores que determinan


el rendimiento del cultivo, haciendo énfasis en el Altiplano Sur.

1.2.1 Factores climáticos

Dentro los factores que influyen más los rendimientos se encuentra los climáticos, y
dentro de estos, la precipitación pluvial es el de mayor influencia sobre los rendimientos.
Ya se observó que el nivel de precipitación pluvial es también determinante en la
determinación de las superficies a sembrar. La información obtenida durante entrevistas en
las comunidades del Altiplano Sur ha permitido establecer los siguientes rendimientos,
influenciados por el régimen pluvial[7]:

- En un año de buena precipitación pluvial (300mm), 15 qq/ha, equivalente a 690


kg/ha
- En un año de precipitación regular (200 mm), 8 qq/ha, equivalente a 368 kg/ha.
- En un año mala precipitación pluvial (150 mm), 4 qq/ha, equivalente a 184
kg/ha.

En la elaboración del Modelo de la Quinua [5], se han utilizado los siguientes


rendimientos base de acuerdo a la precipitación pluvial:

- Precipitación regular en la zona (200 mm), rendimiento base 627 kg/ha


- Precipitación baja (150 mm), rendimiento base 432 kg/ha
- Precipitación alta (350 mm), rendimiento base 737 kg/ha.

28
Asimismo, en el Modelo de la Quinua [5] el efecto de la lluvia sobre el rendimiento
base ha sido determinado de acuerdo a la función que se muestra en la siguiente página:

Los datos de la gráfica muestran que la precipitación pluvial tiene un efecto positivo
hasta los 300 mm y que a partir de los 350 mm el efecto sería negativo. Lo evidente de la
gráfica es que el déficit hídrico, por debajo de 200 mm, los efectos sobre los rendimientos
son negativos. En el rango de los 200 mm hasta los 300 mm de precipitación, los efectos
son positivos. Posteriormente, lo que la gráfica intenta mostrar que a partir de un cierto
nivel hídrico, los efectos en el rendimiento son más bien negativos, esta situación extrema
es de esperar, ya que ocurre en todos los cultivos; sin embargo, en le caso de la quinua, la
presente consultoría no ha encontrado ningún trabajo de investigación que permita
establecer los valores de los superhábits hídricos que determinen efectos negativos en los
rendimientos.

De manera general, los ecosistemas del área son de naturaleza frágil y por ello la
región presenta serias limitaciones para la agricultura. Por su altura, el área cuenta en
promedio con más de 200 días de heladas al año. Existen también factores naturales como
la sequía, el efecto de la “puna”, el viento y el granizo, que dan lugar a pérdidas en la
producción, que se traducen en bajos rendimientos [7].

De un análisis de las superficies destinadas para el cultivo en 13 comunidades de la


provincia Nor Lípez, para el período 90-94, se establece que en promedio, solamente un
87% de la superficie preparada se siembra (algunos años el agricultor, cuando percibe que
no se tendrá un año favorable, no siembra el 100% de la superficie preparada). Asimismo,
un 65% de la superficie sembrada es cosechada [7].

29
1.2.2 Calidad del suelo

Tomando en cuenta que la quinua se cultiva en todo el Altiplano Boliviano, existen


variaciones en cuanto a las características del suelo. Estas características, junto a otras
climáticas determinan la adaptación y el uso de distintas variedades de quinua.

Dado que la presente recopilación de información hace énfasis en el Altiplano Sur,


haremos referencia a la mencionada zona. Ya se ha comentado que en esta zona existe un
severo proceso de deterioro de los suelos donde se produce quinua. Este deterioro,
cuantitativo (reducción física del suelo) y cualitativo (pérdida de la capacidad productiva
del suelo), entre otros, viene siendo un factor importante de la disminución de la
producción [7].

El deterioro cuantitativo se debe a la erosión eólica e hídrica, acentuada por el mal


manejo de suelos, práctica generalizada de los productores. El deterioro cualitativo se debe
a la pérdida de fertilidad del suelo, por el permanente monocultivo de la quinua, la baja
aplicación de materia orgánica y el sistema inadecuado de cosecha (arrancado de la planta).
A todo este proceso se suma la paulatina desaparición de la vegetación nativa (“thola” y
paja), por efecto de la habilitación de nuevas áreas de cultivo [7].

Si bien se esta conciente del proceso de deterioro, no se tiene una conocimiento


exacto de la superficie afectada. Con la producción biológica, solamente un 5% de los
productores están realizando prácticas de protección de suelos como la utilización de
barreras vivas en base a la “thola”. Para la recuperación de la fertilidad del suelo se
efectúan descansos del suelo, entre 1 a 2 años. En algunos lugares como Salinas, de forma
experimental se están efectuando procesos de incorporación de humus y preparación de
compost. [7]

1.2.3 Semillas

Hasta principios de la década de los 60s, la quinua fue estudiada solamente por los
universidades en los aspectos de origen, botánica y genética. A partir del año 1963 en la
Estación Experimental de Patacamaya se iniciaron los trabajos de investigación para la
obtención de variedades mejoradas. Es el caso de la variedad Sajama, quinua dulce que fue
obtenida el año 1968 en la referida Estación Experimental, con un rendimiento promedio de
2,000 kg/ha.[6][10]

El año 1975 con la creación del IBTA se establecen los programas iniciales de
generación y transferencia de tecnología. A partir del año 1977, con el apoyo del Centro
Internacional de Investigaciones para el Desarrollo del Canada (CIID-Canadá), se impulsa
el apoyo al Programa Quinua del IBTA, en tres áreas: i) conservación de germoplasma,
mejoramiento genético e investigación en agronomía, plagas y enfermedades; ii)
investigación en agronomía y mecanización agrícola; y iii) investigación en sistemas de
producción.

30
Como resultado de este trabajo durante 1977 a 1984 en la Estación Experimental de
Patacamaya, dependiente del IBTA, se originaron nuevas variedades, entre ellas la
Huaranga, Chucapaca, y Camiri, con características sobresalientes en cuanto a rendimientos
y tamaño de grano, en relación a los testigos utilizados (Real y Sajama) [6][10].

A principios de la década de los 90s hubo una la intención de crear en Patacamaya


el Centro Internacional de la Quinua y Cultivos Andinos, a fin de fortalecer la investigación
agrícola en el desarrollo de variedades, prácticas agronómicas, producción de semillas,
sanidad vegetal, así como uso y conservación del germoplasma, entre otros aspectos que
apoyaban la creación de un Centro integral de apoyo al sector. En esa época el Programa
Quinua del IBTA contaba con 26 proyectos en ejecución relacionados con
fitomejoramiento, manejo, validación, transferencia y producción de semilla, concentrados
en La Paz, sólo algunos estaban ejecutándose en Oruro y Potosí que tenían influencia en los
sistemas de producción del Altiplano Sur[6][11]

Como parte de estos esfuerzos desarrollados por el IBTA en el Altiplano Sur, hasta
1995 se venía validando una oferta tecnología para el cultivo de la Quinua, esta vez con el
apoyo del Programa Quinua Potosí (PROQUIPO), creado con el apoyo de la CEE. La
promoción y mejoramiento de esta oferta no tuvo continuidad por el cierre del PROQUIPO
y posteriormente del IBTA. Por este motivo el desarrollo del componente semillas quedó
muy rezagado en la zona, ya que hasta esa fecha solamente se había trabajado en
recomendaciones de técnicas selectivas masales para la obtención de semilla. Estas técnicas
aún prevalecen en la oferta tecnológica de las instituciones con presencia en la zona, como
el PROQUISA en la provincia Ladislao Cabrera en Oruro y la Fundación PROINPA en la
provincia Quijarro en Potosí.

A pesar de los esfuerzos destacables de estas instituciones (PROINPA, a través de


sus escuelas de campo ha logrado que los agricultores produzcan el año 2002
aproximadamente 1.5 tn de semilla, pero que no está inscrita en el Programa Nacional de
Semillas), los resultados obtenidos a la fecha no son los deseables porque el proceso no está
orientado a una producción formal de semillas con el uso de la tecnología más adecuada. Es
por ello que en los estudios revisados se hace referencia a que “en el Altiplano Sur no
existe producción formal de semilla certificada, la semilla utilizada proviene de la selección
de la producción comercial”[2].

En el Altiplano Norte y Central, la situación no es muy diferente, aunque por


supuesto la influencia del programa gestado en Patacamaya ha dejado algunas huellas que
se mantienen todavía. El año 1995, la Estación Experimental de Belén dependiente de la
UMSA, ubicada en la provincia Omasuyos del Departamento de La Paz, obtuvo material
genético a partir del material liberado por la Estación Experimental del IBTA en
Patacamaya. Hasta el año 1997 inclusive, se venía produciendo semilla en la Estación
Experimental del IBTA en Patacamaya, bajo el amparo institucional del Comité
Departamental de Semillas y la Oficina y Laboratorio de Semillas – La Paz, con una buena
promoción a través de catálogos, registros, etc. Los años siguientes con la desaparición del
IBTA no hubo la continuidad esperada en la Estación de Patacamaya, el Banco de
germoplasma pasó a manos de PROINPA, quienes a la fecha son los custodios del mismo.

31
Actualmente, aún existe cierta producción de semilla certificada para variedades
adaptadas a las condiciones ecoclimáticas del Altiplano Norte y Central, a cargo del
SEDAG-La Paz en la ex-Estación Experimental de Patacamaya (esta estación a la fecha
esta en manos de la UMSA), pero en cantidades muy pequeñas, la producción de semilla en
la gestión 2002 alcanzó 2.81 tn, (22 ha aprobadas).; entre las variedades para las cuales se
produjo semilla certificada fueron: Chucapaca, Camiri, Patacamaya, Sajama, entre otras. El
costo de esta semilla certificada es de 0.65 $us/kg [12].

El historial de la producción de semilla de quinua durante el período 1991-2002 se


muestra a continuación:

Figura 7 –Historial de la producción de semilla de quinua (1991-2002)


35,00

30,00

25,00 LA PAZ
POTOSI
20,00
tn

15,00

10,00

5,00

0,00
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002
AÑOS

Elaboración propia en base a “Datos Nacionales de Semilla de Quinua”, PNS, 2003

Como conclusión se puede establecer que la no continuidad de los programas de


producción de semilla de quinua, se debe a que estos fueron gestados sin la debida
consonancia con las demandas del mercado. Todo el esfuerzo realizado en el tema de
investigación de semillas estuvo dirigido al Altiplano Central y Norte, no así hacia el
Altiplano Sur, cuya producción sabemos ha acaparado desde hace 15 años el mercado de
las exportaciones. Debe destacarse también que la característica que en este momento
posiciona a la quinua boliviana en el mercado internacional, nos referimos al tema
orgánico, se puso en boga cuando estos programas apoyados por el Estado ya entraron en
una fase de liquidación, por lo que era de esperarse que no se pudieran hacerse importantes
contribuciones.

1.2.4 Plagas y enfermedades

Con la introducción de maquinaria agrícola, se ha ampliado la frontera agrícola a las


zonas planas. Este proceso esta permitiendo que la quinua sea la fuente principal de
ingresos de la economía de los agricultores. Si bien los rendimientos en estas zonas planas

32
fueron en principio buenos, viene disminuyendo por el uso irracional de la maquinaria que
provoca la erosión de los suelos y la proliferación de plagas [7].

Las plagas se constituyen en uno de los factores limitantes en los rendimientos de la


producción de quinua (causando entre el 30 y el 70% de las pérdidas), requieren de un
manejo integrado, basado en el concepto de control biológico de las plagas[13].

Antes de la introducción de la mecanización (preparación de tierra), las plagas


mencionadas aparentemente tenían poca presencia en la zona. El control se efectuaba
principalmente con insecticidas (sobre todo repelentes), elaborados por los propios
productores en base a la “Muña” y la “Thola”. Desde la introducción de la mecanización, la
quinua se cultiva en áreas muy extensas y como monocultivo. Aparentemente este
desarrollo ha acelerado la presencia de plagas en el cultivo[13].

Las principales plagas de la quinua son las Ticonas (Spodoptera sp., Copitarsia sp.
y Feltia sp.) que causan un daño significativo estimado de un 30 al 60%, en condiciones de
sequía o bajas precipitaciones. El daño lo realiza en estado larval y afecta a los tallos y
hojas. Los adultos son mariposas nocturnas de cuerpo grueso alargado y cilíndrico, de color
gris o gris oscuro lo que les permite mimetizarse en el suelo y entre las hierbas. Los huevos
son de color blanco cremoso recién ovopositados, volviéndose amarillentos antes de la
eclosión. Son de tipo esférico algo aplanados, y el tamaño varía de 0.5 a 0.8 mm de
diámetro. Las larvas tienen color variable entre verde grisáceo a pardo o marrón grisáceo.
El tamaño de las larvas adultas es de 30 a 35 mm de longitud, dependiendo de la especie;
las pupas son de color marrón rojizo o marrón oscuro de 20 a 30 mm de longitud[13].

Otra plaga de importancia es la Kcona kcona (Eurysacca melanocampta) que afecta


al cultivo en los meses de febrero a marzo, atacando a las panojas moliendo el grano, y un
ataque intenso de esta plaga puede anular la producción de grano. Su daño radica en el
consumo de grano pastoso. Los adultos son polillas de color gris pardusco o amarillo
pajizo, su tamaño es de aproximadamente 9 mm con una expansión alar de 15 a 16 mm.
Los huevos son ovoides, miden de 0.4 a 0.5 mm, cremosos cuando son frescos y blanco
cenizo cuando están próximos a la eclosión. Las larvas son cruciformes, el color varía de
amarillo verdoso, marrón oscuro, con manchas difusas de color marrón oscuro rosado. El
tamaño de larvas adultas alcanza de 10 a 12 mm de longitud[13].

Entre otras plagas que atacan a la quinua, se menciona al Padre Curu (Epicauta sp.),
donde los adultos atacan a las hojas e inflorescencias tiernas, principalmente en los meses
de noviembre y diciembre, en periodos de sequía y alta insolación, produciendo
esqueletización y defoliación de las hojas. Son de cuerpo cilíndrico y delgado, miden de 10
a 15 mm de longitud, las larvas para ser adultas pasan por seis estados, los cuatro primeros
estados son predatores de langostas y saltamontes [13].

También existen los pulgones (Mizus persicae) que producen daño cuando forman
colonias y succionan sacarosa y aminoácidos del floema de las hojas y tallos. Este daño se
produce en el envés de las hojas y pueden llegar a detener el desarrollo vegetativo de la
quinua. Miden de 1.8 a 2.3 mm de largo de adulto, son de forma oval, de color verde
amarillento [13].

33
1.2.5 Sistemas de producción

El uso de herramientas y maquinaria, determina el tipo de sistema de producción en


el Altiplano Sur, el cual de forma general presenta las siguientes características[2]:

a) La tracción humana es el medio más común empleado en la producción del cultivo.


Prácticamente un 100% hacen uso de la tracción humana en el proceso de siembra,
cosecha, trillado y venteado.

b) Las herramientas manuales que actualmente se utilizan son la taquisa para la


siembra, hoces para el cegado, garrotes para el trillado y elementos domésticos y
animales para el venteado (platos, cueros y aguayos).

c) Existe también el uso de tractores, trilladoras y camiones. En algunos municipios de


Potosí, entre un 60 a 90% de los productores utilizan tractor para las labores de
preparación de suelos. Se conoce también que en la región de Salinas existirían 200
tractores, lo cual da lugar a que una importante cantidad de productores tenga
acceso a esta maquinaria. Solamente un 10% utiliza tractor para las labores de
siembra con un apero denominado “Satiri”.

d) En la mayoría de las comunidades productoras de quinua, la trilla es todavía


rudimentaria, a través del uso de herramientas como el garrote y el empleo de
tracción mecánica (tractores y camiones). Solamente un 2% de los productores tiene
acceso a trilladoras mecánicas acondicionadas para la quinua.

Asimismo, el sistema de producción determina las intervenciones técnicas sobre el


cultivo a lo largo del ciclo productivo. En la práctica existen varios sistemas de producción
de quinua, desde completamente manual hasta casi totalmente mecanizado (con excepción
de la cosecha y el deshierbe). Sin embargo, dentro de todos ellos, los siguientes son
considerados como los más relevantes[14]:

Sistema de hoyos a mano (sistema tradicional)


Sistema semi-mecanizado con hoyos
Sistema semi-mecanizado con surcos

El sistema de producción manual, es el sistema tradicional que se practica en las


laderas que, aún con la disponibilidad de tractores, se aplica el mismo todavía sobre
superficies significativas en el área productora. Los sistemas de producción semi-
mecanizados se encuentran en las pampas y representan el sistema más común de
producción. Existen dos variantes: la siembra en surcos y la siembra en hoyos. De estos
dos, la siembra en hoyos es la más común.

Según literatura consultada e información de los productores, la producción de


quinua en las laderas, en promedio, rinde mejor; principalmente como resultado de una
combinación de los siguientes factores: calidad de suelo, menos problemas con plagas y
menor incidencia de daños por heladas. Obviamente la demanda de mano de obra es mayor
que en los sistemas semi-mecanizados, un factor que limitaría las áreas por sembrar.

34
En cuanto a la diferencia entre los sistemas semi-mecanizados con surcos y con
hoyos existe la impresión que en años con menor precipitación el sistema con hoyos da un
rendimiento mucho mejor que el sistema con surcos. En la tabla 6 se presenta un resumen
comparativo de los costos de producción para los tres sistemas mencionados.

Tabla 6 Costos de los sistemas de producción en el Altiplano Sur ($us/ha)


ITEM SISTEMA SEMIMEC. SEMIMEC
TRADICIONAL HOYOS SURCOS
Mano de Obra 132.00 92.40 61.60
Materiales 24.20 35.00 35.00
Servicios 10.50 52.30 89.10
Total ($us/ha) 166.70 179.70 185.70
Jornales 60 42 28
Fuente: Breve Diagnóstico del Area del Programa Ciplade 1994.

La información que brinda el cuadro anterior, no permite distinguir la diferencia de


costos del cultivo orgánico y convencional. Es por ello que se ha recurrido a revisar
literatura más reciente para identificar estas diferencias, esta información se presenta en las
tablas 7 y 8.

Tabla 7 Costos de Producción de Quinua Convencional en las diferentes regiones


del Altiplano Boliviano($us/ha)
ITEM SISTEMA SISTEMA SISTEMA SISTEMA
TRADICIONAL SEMIMECANIZADO TRADICIONAL SEMIMECANIZADO
ALTIPLANO ALTIPLANO ALTIPLANO ALTIPLANO
NORTE/CENTRO NORTE/CENTRO SUR SUR
Preparación suelos 48.00 56.70 28.00 35.20
Siembra 20.00 40.00 24.00 24.00
Labores culturales --- 38.00 6.00 8.00
Cosecha 62.00 70.00 64.00 58.00
Insumos 37.50 63.50 36.00 89.50
Herramientas y materiales 9.25 16.38 18.25 16.38
Imprevistos 8.86 8.86 8.86 8.86
Total ($us/ha) 185.61 255.44 179.11 231.94
Fuente: Prospección de demandas de la Cadena Productiva de la Quinua en Bolivia, FDTA, julio de 2002

Tabla 8 Costos de Producción de Quinua Orgánica ($us/ha)


ITEM SISTEMA
SEMIMECANIZADO
ALTIPLANO
SUR
Semillas 4.60
Guano (incluido transporte) 67.90
Servicio tractor 24.20
Trilla 17.70
Transporte cosecha 7.70
Certificación orgánica 15.00
Mano de Obra (familiar y contratada) 209.20
Total ($us/ha) 348.14
Fuente: Proyecto de mejoramiento del proceso industrial y
comercialización de Quinua, MAGDER, Agencia de
Cooperación Internacional del Japón ; mayo 2002

35
Haciendo referencia al cultivo convencional, la información que muestran los
cuadros anteriores, permite establecer una clara diferencia entre los costos de los sistemas
tradicionales respecto a los sistemas semimecanizados. En general el agricultor y de manera
más específica en el Altiplano Sur, a pesar del costo más elevado, se inclina a utilizar el
sistema semimecanizado, debido a que le permite cubrir mayores superficies de cultivo. El
sistema tradicional se utiliza más en parcelas pequeñas y en laderas, puesto que existe la
limitante de la mano de obra.

En el caso del cultivo orgánico, el sistema más difundido es el semimecanizado, con


un costo más elevado por las exigencias que impone el proceso de certificación

Seguidamente, se hace una descripción de las operaciones del proceso de


producción agrícola en el Altiplano Sur, haciendo énfasis en el sistema semimecanizado (a
la fecha el más difundido), haciendo las respectivas distinciones entre el cultivo orgánico y
convencional. En el Modelo de la Cadena Productiva [5], también se han considerado estas
mismas operaciones.

Aplicación de estiércol y fertilizantes químicos

La primera operación en la producción de quinua consiste en esparcir estiércol


(guano) de llama, en meno medida de oveja, para incorporarlo al suelo al momento de la
roturación o labranza (“barbecho” como se denomina en la zona). Los fertilizantes
químicos no son recomendados para su uso en la región del Altiplano Sur, debido a la
escasez de agua [5]. Es importante destacar también que el uso de fertilizantes químicos
contraviene el concepto de la producción orgánica, factor que en este momento determina
su valoración en el mercado de las exportaciones.

En el Altiplano Sur existe estiércol de llama y oveja, de los cuales el primero resulta
ser el que tiene una respuesta más positiva sobre los rendimientos. Se recomienda incoporar
estiércol al voleo en una cantidad aproximada de 10 tn/ha de estiércol descompuesto. La
época más conveniente es antes del barbecho para luego ser incorporado al momento de
prepara el suelo con tractor [15].

El estiércol aplicado tiene un efecto positivo significativo sobre el rendimiento


durante los tres primeros años, este rendimiento va disminuyendo en los siguientes tres
años, es por ello que los productores repiten el proceso de aplicación de guano en promedio
cada 6 años. La aplicación del guano sobre las parcelas se realiza a partir del 1 al 15 de
febrero, has el 10 al 25 de marzo (por lo general 2 –3 días a 3 semanas antes del barbecho)
[5].

Actualmente, el uso del guano es uno de los requisitos para obtener certificación
biológica. Se estima también que un 12% de las hectáreas de cultivo convencional utilizan
guano. El guano se puede aplicar por hoyos (5 tn/ha) o realizando una aplicación general
(30 tn/ha), la cual contribuye a prevenir la degradación de los suelos [5]. El abono
proveniente de los camélidos de la región que tiene un precio promedio de 2 Bs/bolsa de 30
kg[2] (la fuente de información no especifica si este costo, equivalente a 9 $us/tn, incluye el
transporte). Sin embargo, este costo (incluyendo adquisición y transporte) se ha evaluado

36
en 12 $us/tn [5]. Considerando este último dato, para una aplicación de 5 tn/ha, el costo del
guano alcanza la suma de 60 $us/ha, y para una aplicación de 30 tn/ha alcanza a 360
$us/ha.

Existe un potencial mensual de 3,200 tn de guano seco, equivalentes a 38 400


tn/año, provenientes de 140 mil llamas de la región productora de quinua del Altiplano Sur
y del área circundante inmediata. Sin embargo, por los altos costos de transporte sólo el
45% de los productores puede acceder a este abono [5].

El costo de esta operación proviene de la adquisición, transporte y mano de obra que


se contrate. Este costo (adquisición y transporte) se evalúa en 12 $us/tn y el costo de la
mano de obra en 4.25 $us/tn. Se estiman necesario 1.27 jornales/ha (lo que equivale a 2
jornales/tn). Se estima que solamente un 6% de la fuerza labora requerida es contratada, el
resto es familiar.[5]

El empleo de fertilizantes químicos en la producción de quinua determina que se


entre al ámbito de la producción convencional. Actualmente, la comercialización y el uso
de los mismos no cuenta con asesoramiento técnico adecuado [2]. Sin embargo, de la
revisión de trabajos anteriores se han encontrado algunas recomendaciones en cuanto a su
utilización en el Altiplano Sur, en sentido de utilizar urea al 46%, a través de dos
aplicaciones, el 50% cuando las plantas tienen entre 10 a 15 cm de altura y el restante
posteriormente[7], o preferentemente efectuar la aplicación del 100 % en el mes de enero
con un nivel de urea al 40% (40-00-00), requiriéndose para este caso 87 kg/ de urea,
equivalente a 12 gr/hoyo.[15]. El costo de una bolsa de 50 kg de este fertilizante cuesta 20
$us, [2]

En la siguiente página se muestra la forma en que se ha representado en el Modelo


de Quinua, la aplicación del estiércol, tanto para el cultivo convencional, como para el
cultivo biológico[5].

Preparación del suelo

Esta operación conocida también como labranza, roturación o “barbecho” se efectúa


después de la aplicación del guano, mediante el uso de tractores con arados de disco. El 3%
las familias productoras posee su propio tractor, mientras que el resto contrata este servicio.
Un 97% de la superficie es roturada con maquinaria [5].

El objetivo de esta operación es eliminar malezas (enterrarlas) y descompactar el


suelo para preservar la humedad durante la siembra. La preparación del suelo se efectúa en
la época de lluvias (15 de febrero al 25 de marzo), cuando el terreno está húmedo. Adquirir
este servicio cuesta 20 $us/ha (una hectárea se rotura en 1.5 hrs.), lo que equivale a 13.33
$us/hr. Una vez efectuada la roturación, se debe esperar hasta mediados de agosto o
principios de septiembre para efectuar la siembra [5].

37
38
Siembra

La siembra se inicia a partir de mediados de agosto, en áreas donde el riesgo de la


helada es menor, principalmente laderas o parcelas en pendiente, para extenderse luego a la
pampa a medida que avanzan los días y disminuyen los riesgos de heladas. Esta operación
dura hasta fines de septiembre. En la siembra se requieren 8 jornadas de trabajo por
hectárea (contratándose alrededor del 11.5 % de la fuerza laboral necesaria). El ciclo
vegetativo de la quinua dura entre 8 a 9 meses, la planta madura entre mediados de abril y
finales de mayo [5].

Riego

Los sistemas de riego existentes en Bolivia, cubren solamente el 5 % del área total
cultivada y esto significa que el 95 % restante, equivalente a 1,8 millones de has, depende
de factores climáticos para la dotación de agua. Esta dependencia ocasiona que la actividad
agropecuaria sea de alto riesgo y es dramática si se tiene en cuenta que el 40 % del
territorio de Bolivia situado en la zona andina presenta un mínimo de 6 meses de déficit
hídrico y que el 60 % restante, con un régimen pluvial que produce un excedente de agua,
tiene una distribución deficiente de lluvias. Una realidad que demuestra la imperiosa
necesidad de independizar la economía agropecuaria de los factores climáticos [16]. La
tabla siguiente muestra la situación deficitaria de agua en el Altiplano en general:

Tabla 9 -Déficit hídrico en el Altiplano Boliviano


Región Pp. media T° media ETP media Déficit medio Rad. Solar
Anual mm anual °C anual mm anual mm kWh/m2
Altiplano
Norte 420 7.1 1,340 -920 5.4
Altiplano
Central 336 8.5 1,380 -1,044 5.4
Altiplano
Sur 260 9.3 1,467 -1,207 5.8
Fuente: Informe Final Electrificación y Bombeo de Agua para el Desarrollo
Agropecuario: Nuevas posibilidades para la Electrificación Rural en Bolivia, ESMAP,
UNDP-World Bank

Prácticamente el 100% de la producción de quinua en el Altiplano Sur es secano.


Solamente un 5% de la superficie alcanza a recibir riego[7]. Ante el elevado riesgo de la
producción agropecuaria en secano, los productores hacen esfuerzos por evitar la pérdida
de sus inversiones extrayendo aguas subterráneas con alto costo y utilizando el recurso en
forma ineficiente. La carencia de agua obliga a los productores de quinua a hacer esfuerzos
para salvar los cultivos. En algunas zonas se extrae agua de pozos excavados superficiales
con motobombas a gasolina para cargar cisternas de 3.000 lt que la transportan al cultivo.
Se distribuyen 5 lt por planta equivalentes a 50.000 lt por hectárea. Esta operación se
efectúa dos veces durante el ciclo vegetativo de la quínua que es de 210 días, lo que
significa que el cultivo recibe una dotación total de agua de 100 m3 (100.000 lt) [16].

39
Asimismo, las posibilidades de riego estructural en el área de producción de quinua
son limitadas por la presencia reducida de agua superficial en la zona de producción de
quinua. Actualmente, sólo se cuenta con 350 ha para producción de quinua con riego bajo
gravedad, el costo promedio de un canal primario de riego por gravedad es de $us.
1,200/km y su costo de mantenimiento de $us 200/año [5].

En el Modelo de Quinua [5], se han tomado en cuenta las alternativas anteriormente


señaladas (riego estructural y empleo de cisternas), considerando para la última opción un
costo de 15 a 25 $us/ha, mediante el empleo de cisternas de capacidad de 3000 lts., de la
siguiente manera:

En relación, a la alternativa de riego mediante cisterna, presumimos que el costo por


hectárea debiera ser más alto, si se toma en cuenta lo siguiente:

- Se requiere personal de 6 a 8 personas [17](suponiendo que se trata en total de 6


jornales), a un costo mínimo de 2.2 $us/jornal, significa al menos 13.2 $us.
- Una hectárea requiere de 100.000 lts., tomando en cuenta la capacidad de un
cisterna de 3000 lts, se demandaría de 33 cisternas.
- El costo del transporte depende de la distancia de la cual se abastece el agua y el
número de viajes. Suponiendo que la distancia más corta de donde debe
abastecerse del líquido elemento es de solamente 5 km, (que para la zona es una
distancia corta) será necesario recorrer dicha distancia 33 viajes de ida y 33
viajes de vuelta (en total 66 viajes), lo que significa 330 km

40
- El costo/km de un vehículo para transportar un cisterna de 3000 lts, en la zona es
de 0.2831 $us/km[7]. En esas condiciones, el costo total de transporte del agua,
fácilmente puede alcanzar 95 $us/ha.
- Por lo explicado, sin considerar el costo de obtención de agua (que en la zona es
escasa), el costo del riego bajo este sistema estaría por el orden de los 110
$us/ha.

La extracción de aguas subterráneas, se muestra como una alternativa prometedora,


sin embargo, depende de la disponibilidad de energía eléctrica que es deficitaria en el área
rural. Por lo tanto ambos aspectos, riego por bombeo y energía, son dos componentes
interactivos para superar la baja rentabilidad de las inversiones agropecuarias que ocasiona
pobreza y migración e impide el desarrollo rural [16]

Como se ha remarcado más arriba, en los 1,8 millones de has sin riego la
producción agrícola enfrenta grandes riesgos económicos y reducidos rendimientos que
conducen a la pobreza y la migración6. La dotación de riego es fundamental para la
transformación económica y deberá resolverse con proyectos de riego basados en la
explotación de acuíferos subterráneos. Contar con riego tendría un significativo impacto en
la reducción de los riesgos económicos y en el incremento de la productividad agropecuaria
[16].

La reducción de los riesgos económicos es una consecuencia de la disminución de la


dependencia de fenómenos climáticos como la sequía y las heladas. Al contar con agua de
riego la fecha de siembra puede ser adelantada para que no dependa de las primeras lluvias
que por ser tardías exponen al cultivo ya desarrollado a las heladas tempranas de Marzo o
Abril. El riego permite una mejor utilización de insumos que optimizan la calidad y la
cantidad de la cosecha con la que es posible asegurar mercados sin riesgos de
incumplimientos comerciales [16].

El incremento de la productividad al contar con riego se alcanza al mejorar los


rendimientos y al ampliar la superficie cultivada. Las grandes planicies del Altiplano están
más expuestas a las heladas y por esta razón los productores cultivan en las laderas de las
colinas que están más protegidas de las bajas temperaturas. A esto se debe que grandes
áreas planas permanezcan improductivas. Al contar con riego que permite adelantar las
fechas de siembra, estas planicies pueden incorporarse a la producción. [16]

El riego por bombeo de aguas subterráneas permite contar con agua presurizada con
la que se mejora tecnológicamente su distribución eficiente a través de sistemas por goteo o
por aspersión [16]. Las recomendaciones para el riego en la zona del Altiplano Sur, dadas
por la instancia pública que establece las políticas de riego, el PRONAR, son que se utilice
el riego presurizado (riego por goteo o riego por aspersión).

6
En cuanto a agua para consumo es importante señalar que el 50 % de los habitantes de Bolivia carece de
acceso directo al agua.

41
La explotación de acuíferos tiene una gran significación en Bolivia por su gran
potencial hidrogeológico. En áreas urbanas, la mayor parte de las ciudades grandes
dependen directa o indirectamente de la explotación de acuíferos subterráneos para la
distribución domiciliaria e industrial. Sin embargo, para una difusión extensiva del uso de
acuíferos subterráneos para riego es necesario superar las siguientes limitaciones:[16]

• Insuficiencia de estudios hidrogeológicos.


• Limitada asistencia técnica para la utilización eficiente del agua para riego.
• Legislación insuficiente para la utilización de aguas subterráneas

El riego demanda una carga importante de energía por hectárea, dependiendo de las
características del pozo de agua (entre 3 a 5 Kw), que puede ser atractiva para las
inversiones privadas en la expansión de los sistemas de energía en áreas rurales. Las
demandas de energía por bombeo de agua para quínua son más reducidas que las de otros
cultivos debido a que sus requerimientos de agua son menores por su aptitud fisiológica.
Una dotación de 1.000 m3/ha por ciclo con una eficiencia de riego del 95 % (utilizando
sistema de distribución por goteo) puede ser suficiente. Sin embargo, debido a la cantidad
de hectáreas cultivadas, la demanda de energía es significativamente importante [16]. Sin
embargo, los beneficios del incremento de los rendimientos y su potencial supera el costo
de las inversiones, como se muestra más adelante.

Se ha observado que el incremento de los rendimientos bajo riego en la variedad


Real, pueden alcanzar hasta un 180%, en comparación a los cultivos a secano.[18], aspecto
que también se muestra en los de la tabla a continuación:

Tabla 10 -Mejoramiento Potencial de la producción de quínua


Localización Altiplanos Central y Sur
Superficie actual (has) 13.000
Superficie potencial (has) 30.000
Rendimiento actual por ha 500 Kg
Rend. potencial con riego 2000 Kg
Valor de exportación ($us) 1.300.000
Riego actual: Inexistente. En algunos lugares
dotación de agua en cisternas:
100 m3/ha/ciclo.
Energía: Inexistente. La red eléctrica se
encuentra a 200 Km. Existen
posibilidades de uso de energía
solar y/o eólica.
Pluviosidad media: 100 a 300 mm.
Fuente: Informe Final Electrificación y Bombeo de Agua para el
Desarrollo Agropecuario: Nuevas posibilidades para la
Electrificación Rural en Bolivia, ESMAP, UNDP-World Bank

La evaluación efectuada por el estudio del ESMAP [16], demuestra la factibilidad


de la inversión en sistemas de riego para el cultivo de quinua, efectuando una comparación
de los valores de Beneficio/Costo con y sin riego, según los datos de la tabla siguiente:

42
Tabla 11 . Resumen de ingresos y egresos
QUINUA Con riego Sin riego
Ingresos totales 5,250,000 2,887,500
Egresos totales 5,150,300 4,022,470
Beneficio/Costo 1.02 0.72
Fuente: Informe Final Electrificación y Bombeo de
Agua para el Desarrollo Agropecuario: Nuevas
posibilidades para la Electrificación Rural en Bolivia,
ESMAP, UNDP-World Bank

El costo del agua de riego en el cultivo de quínua alcanza a 0,13 $us/m3. La


amortización de una inversión para el riego de 5.500 has con bombeo de agua de 190
pozos, se amortiza en 12 años. El Valor Actual Neto (bombeo) alcanza a 122.014 $us, y
desde el punto de vista de la empresa, la relación Beneficio/Costo para el bombeo de agua
es de 1,02. Asimismo, el Valor Actual Neto para el cultivo de quínua: 747.256,4 $us, y
desde el punto de vista del productor la relación Beneficio/Costo para el cultivo es de 1,02
[16].

En relación al riego por goteo, existe una experiencia llevada a cabo por CECAOT,
en diferentes comunidades de la provincia Nor Lípez del Departamento de Potosía, a través
de la cual se perforaron e instalaron 10 pozos, con un caudal medio de 5 lts/seg, con un área
total aprovechable de 216 ha, es decir 21 ha de influencia por cada pozo. En la mayoría de
los casos se encontraron formaciones acuíferas buenas a una profundidad de 30-40 m aptas
para riego, a profundidades mayores a 40 m el agua aumenta gradualmente su salinidad. El
costo aproximado de todo el proyecto es de 525,000 [19]. De acuerdo a lo informado por
los directivos de CECAOT, el diseño del proyecto no consideró algunos aspectos técnicos
importantes, por lo cual los sistemas de riego no están siendo utilizados; sin embargo se
considera que con algunas modificaciones los problemas identificados pueden ser
superados.

Además de los impactos del riego resaltados anteriormente, el bombeo de agua para
riego en los cultivos de quinua tiene los siguientes efectos:

• Permite dotar de agua al ganado camélido proveedor de estiércol, única forma permitida
de fertilización por las normas de los mercados consumidores externos.
• Permite cultivar otras plantas para alimentación humana y conservación ambiental
durante los 5 meses en los que no se cultiva quínua.

Control de plagas y enfermedades

La quinua producida en el Altiplano Sur es poco sensible a ataques de hongos por la


baja pluviometría existente en la región. No obstante, el monocultivo de quinua y la
descompactación del suelo mediante labranza mecanizada favorecen la proliferación de
plagas que atacan la inflorescencia del grano. Por lo tanto, es necesario realizar varias
fumigaciones con productos químicos si se trata de producción convencional o insecticidas
naturales (extractos de plantas) si se trata de producción biológica [5]. Por lo general, no

43
existe el uso de agroquímicos, para el control de plagas se utiliza productos orgánicos como
el piretro y algunos extractos vegetales de especies nativas que tienen propiedades de
control de ciertas plagas [7].

De una manera general, las medidas de control para las especies de insectos que
ocasionan daños al cultivo de la quinua pueden ser : físicos, biológicos y químicos. Si se
trata de producción ecológica o biológica, se recomiendan las dos primeras medidas de
control, las cuales son aceptadas por el mercado ecológico, ya que para ello el producto
debe estar respaldado por la certificación respectiva[13].

Control Cultural o Físico.- Este tipo de control se efectúa por medio del deshierbe
oportuno, para eliminar quinuas silvestres y malezas, que son hospederas. Debe evitarse
también periodos prolongados de sequía en zonas bajo riego. También deben efectuarse
labranzas tempranas y profundas. Lo primero para destruir pupas invernantes antes de que
emerjan con el inicio de la temporada de lluvias, y lo segundo con la finalidad de exponer
larvas y pupas a la acción de controladores biológicos o causar su muerte por exposición al
sol [13]

Control Biológico.- Está destinado a fortalecer la producción orgánica, mediante el


manejo de parasitoides que controlan a la polilla de la quinua, como también con
bioinsecticidas como el Baculovirus phthorimaea y Bacillus thuringiensis [13].

Control Químico.- Sólo en caso de altas infestaciones y especialmente en las


primeras etapas de desarrollo del cultivo, se recomienda aplicar insecticidas sistémicos. En
el caso de infestaciones tempranas y altas, se recomienda aplicaciones de insecticidas de
contacto con la finalidad de evitar las infestaciones al momento del desarrollo de la panoja,
donde el control es más difícil [13].

Las Trampas de Luz.- La atracción de algunos tipos de insectos perjudiciales


mediante la luz es conocida, de hecho en ocasiones representa un problema de salud
adicionado por los procesos de electrificación rural, en tanto que en otros casos es por el
contrario la base para nuevos métodos de control de vectores [13].

Distintos tipos de insectos son atraídos en distinto grado por distintas frecuencias
luminosas. La mayoría de insectos son atraídos sea por la luz blanca, la ultravioleta o la
llamada “luz negra”. Los coleópteros y lepidópteros se encuentran entre las principales
plagas de la quinua, son nocturnos y son atraídos por la luz blanca, fácil de obtener con una
lámpara fluorescente alimentada con corriente continua o alterna y un balastro o una
reactancia respectivamente [13].

El dispositivo consiste en una lámpara fluorescente envuelta en una suerte de


pantalla abierta (tipo rejilla) de vidrio o cartón plastificado que deja entrar a los insectos y
luego dificulta su salida. En su parte inferior tiene un espacio cerrado con agua jabonosa
donde los insectos son atrapados y asfixiados. Se necesita instalar entre 5 y 10 trampas, a
una altura de 3 m. sobre el nivel del suelo, y con una potencia de 20 a 40 W por hectárea. El
costo estimado del sistema es de 200 $us/ha. (debe agregarse el costo de instalación y
asistencia técnica). Asimismo, la vida útil estimada es de 10 años [13].

44
El alto impacto de este sistema proviene del hecho que se interrumpe el ciclo de
vida del agresor en un momento clave. En efecto, las hembras que merodean los cultivos se
encuentran normalmente a punto de ovipositar, actividad que realizan en los cultivos y
donde cientos de larvas de cada hembra se alimentan destruyendo los cultivos. La hembra
adulta atrapada por el dispositivo no alcanza a ovopositar, lo que a veces sí ocurre con otros
sistemas de control de plagas [13].

En algunas experiencias se ha encontrado que este método logra controlar las


poblaciones de plagas hasta en un 80% (cultivos de maíz y papa en Honduras), así como
reducir la necesidad de uso de insecticidas convencionales hasta en un 90% [13].

En el caso del control biológico mediante uso de bioinsecticidas y el control


químico, las aplicaciones se realizan manualmente con mochilas fumigadoras que tienen un
costo de 40 a 50 $us cada una y una vida útil de 10 años. El costo del insecticida orgánico
(piretro) es de 35 $us/lt y el costo de insecticida convencional (karate) alcanza a 40 $us/lt
[5]. Este insecticida es el que mejor relación beneficio/costo proporciona en relación a otros
insecticidas químicos como el Ambush, Tamaron, etc. [20]

Sin embargo, se requiere de menores dosis de insecticidas convencionales que de


insecticidas biológicos (0.06 lt/ha vs. 0.4 lt/ha), razón por la cual el uso del primer tipo de
productos hace la producción convencional más rentable cuando la diferencia del precio al
productor entre la quinua biológica y la convencional es igual o menor al 10%[5]

La primera fumigación se realiza a fines de noviembre y principios de diciembre, la


cual se combina con un deshierbe manual para limitar el desarrollo de malezas que permite
preservar la humedad para el crecimiento de la quinua hasta fines de diciembre, época en la
que se inician las lluvias de manera sostenida. La primera aplicación de insecticidas por lo
general requiere hasta dos (2) repeticiones, a diferencia de la segunda aplicación que se
efectúa fines de enero hasta mediados de marzo, cuando se realizan hasta cinco (5)
aplicaciones en una misma parcela por el ataque más agresivo de las plagas al grano en
estado lechoso[5]

El control de plagas mediante insecticidas es una actividad que es realizada por casi
la totalidad de los productores. Si bien en la actualidad no se observa que el uso de
insecticidas sea perjudicial para el rendimiento del cultivo, a futuro será necesario
desarrollar técnicas que permitan efectuar un control integrado de las plagas, para así no
abusar del uso de insecticidas que darán lugar a la aparición de plagas resistentes [5].

45
1.2.6 Cosecha y post-cosecha

En las operaciones de cosecha y poscosecha es donde más pérdidas físicas se


produce. Las pérdidas físicas en la cosecha varían del 5% al 10%, mientras que en
poscosecha van desde el 13% al 33%, con una estimación promedio de un 24 % anual.
Asimismo, las operaciones de cosecha y poscosecha (arrancado, secado, trilla, limpieza,
clasificación y almacenamiento), son los que mayor incidencia tienen en cuanto a los dos
principales problemas referidos a la calidad del grano (presencia de piedras y
contaminación de roedores)[21]
A la vez que se describen las características de las operaciones tradicionales de
cosecha y poscosecha, a continuación se mencionan las causas y los niveles promedio de
pérdidas físicas en cosecha y poscosecha.

Cosecha

La cosecha se realiza manualmente desde mediados de mayo hasta fines de junio en


función al estado de maduración [5]. En algunos lugares la cosecha comienza inclusive
fines del mes de marzo. Como los productores agrupan diferentes variedades en un mismo
punto de siembra, con el objeto de dispersar riesgos climáticos, la cosecha puede demorar
varias semanas en función de la diferencia de maduración de las plantas. Para que el trabajo
de la cosecha no sea tan arduo, existe la práctica de arrancar la planta, lo cual da lugar a que
en la planta se transporte tierra y piedras dando lugar a la aparición de impurezas en el
grano [5]. El arrancado a mano ocasiona también un deterioro en el suelo, por la pérdida de
materia orgánica.

La forma tradicional de cosecha empleada en el 90% o más del área cultivada,


consiste en arrancar la manualmente la planta con su raíz. El arrancado se lleva a cabo
generalmente en horas de la mañana para reducir las pérdidas por derrame y cuando la

46
planta tiene sus hojas inferiores amarillentas (madurez fisiológica), momento en que el
tenor de humedad varía entre 27 y 30%, dejándola en el suelo algunas horas para que seque
la raíz y se desprendan parte de las piedrecillas (“rumys”), que quedan adheridas a la
misma. El restante de 10% efectúa la cosecha mediante herramientas manuales como la hoz
o mecánicas como la segadora individual que utiliza una sierra circular [21]

Al momento de la cosecha, la ocurrencia de lluvias tardías en otoño constituyen un


factor de retardo del inicio de la recolección y ocasiona pérdidas físicas. En las condiciones
actuales de cultivo, se pierde entre el 5 al 10% del grano producido por el desgrane
ocasionado por el arranque de la planta[21]

Para evitar estos problemas, hace unos cuatro años se viene incentivando el uso de
hoces para la cosecha, lo cual permite dejar la raíz y la parte baja del tallo, evitando de esta
manera, transportar piedras y tierra y permitiendo la restitución de materia orgánica al
suelo. Actualmente, entre el 10 al 15% de los productores usa hoces [5]. La herramienta de
corte que los agricultores seleccionaron como la más adecuada fue un tipo de hoz de hoja
corta (#12), cuya curvatura y aserrado resultó la más adecuada para el corte de la planta.
Esta hoz también resultó adecuada en terrenos arenosos, donde la tracción de otras hoces
más grandes prácticamente arrancaba la planta, anulando la ventaja de no incorporar
piedritas[21]. El Proyecto FAO –Poscosecha calculó la utilización de 4 hoces, a un costo
total de $us. 4.00; sin embargo, actualmente a través de la Fundación Poscosecha, para el
corte se ofrece la hoz marca “Pajarita”; #13, industria española, en $us 13. [22].

Finalmente, se destaca que solamente un pequeño porcentaje del grano cosechado


(entre 1 a 5 %) es guardado como semilla [5].

Secado

A la cosecha le sigue un período de secado natural en el campo, en el que las plantas


segadas son dispuestas en el suelo de diferentes formas, en pequeños montones o en forma
de cruz. También se disponen en forma de filas, donde las plantas se disponen unas sobre
otras en montones de 50 a 60 cm de altura, de forma que puedan secar las panojas. Otra
disposición es en arcos de forma que las plantas se colocan con las panojas hacia arriba
apoyadas unas contra otras. También se utilizan los emparves cónicos, a través de los
cuales las plantas se ordenan con la panoja en la parte superior y los tallos en la parte
inferior, inclinándolas en forma de cono para facilitar el secado y evitar daños por lluvias.
Los porcentajes de humedad a la cosecha varían del 18 al 25%; las plantas permanecen en
el campo unos 10 a 20 días, tiempo en el que reducen su contenido de humedad entre el 12
al 15%.

Una vez arrancadas las plantas de quinua, estas son enfardadas en la misma parcela
en espera de ser trilladas. Durante este lapso pueden aparecer roedores que contaminan el
grano con sus excrementos [5]. Durante el secado en el campo, los principales problemas
son las lluvias tardías, los roedores y el ataque de aves, produciéndose pérdidas por estas
causas del 2 al 3% [21].

47
Para evitar las mencionadas pérdidas en el secado se ha propuesto la utilización la
utilización de carpas o pisos de secado de cemento, en substitución de los métodos
tradicionales de secado. Se ensayaron diversos tipos de y tamaños de carpas de algodón y
de plástico, siendo estas últimas las que mejor se adaptaron a las necesidades de los
campesinos, principalmente por su precio bajo. Las carpas fueron utilizadas en tamaños de
2x3 m y 5x6, de acuerdo al volumen de producción. Los costos de estas carpas alcanzan a
$us 6 y $us. 15. Un productor tipo requiere para efectuar el secado en su parcela, de dos
carpas de 2x3m y de una carpa de 5x6 [21].

Actualmente, la Fundación Poscosecha ofrece este material a los precios indicados.


Sin embargo, para este mismo fin, pone a disposición unas mesas de secado , consistentes
en estructuras metálicas desmontables para facilitar su transporte e instalación en el campo.
Protegen los granos durante el secado, impidiendo el acceso de los roedores que
contaminan con sus deyecciones.[22].

Estas mesas tienen un costo promedio de $us. 60 cada una con una vida útil de 10
años. Son necesarias 4 a 5 mesas por hectárea de cultivo [5]. Sin embargo, actualmente la
Fundación Poscosecha ofrece estas mesas por un costo de $us. 200 con una capacidad para
secar lo producido en 1/8 de ha [22].

Trilla

Previamente al trillado se efectúa un transporte de las plantas secas desde la parcela


hasta la casa del agricultor , donde se efectúa la trilla. Para este operación, las plantas secas
son atadas o amarradas en grupos o gavillas, las que son cargadas desde la parcela al sitio
de trilla por el mismo agricultor y su familia. Las pérdidas que se producen en esta etapa se
estiman entre el 1 al 5% [21]
La trilla se efectúa una vez que las panojas han reducido su nivel de humedad hasta
el porcentaje indicado en el secado en el campo, este nivel de humedad adquirido en el
secado permite separar adecuadamente el grano de la panoja. En la trilla tradicional se
utilizan métodos manuales por frotación de pequeños grupos de panojas, en el que la
semilla aún mantiene su perigonio (cáscara), el que es eliminado por golpes, con un palo de
3” de diámetro y de 1.2 a 1.5 m de longitud, llamado “huajllata” o “waqtana” [21].

Existen formas semimecanizadas que consisten en el uso de rodillos de piedra que


pasan sobre las panojas dispuestas en hileras sobre una superficie dura de terreno
compactado, a veces preparada con barro arcilloso y paja o “jipi”, denominda “tackta”.
Bajo este tipo de formas, la trilla también se efectúa con la ayuda de tractores y vehículos
(camiones, camionetas, etc.), que aplastan las panojas alineadas dando lugar a que la trilla
se produzca por el pisoteo repetido de las ruedas; con la ayuda de un se va separando la
broza y restos de tallos mayores. Usualmente, con este último método de trilla se utilizan
lonas para evitar mezclar el grano con la tierra y pequeñas piedras. Para ello, los
productores utilizan lonas elaboradas en base a sacos de polipropileno cosidos. A pesar de
ello, el material de estos sacos es traspasado por pequeñas piedras, cuando los vehículos
ejercen presión al momento de triturar las panojas. Una vez terminada la trilla con los
vehículos se utiliza un cernidor para separar las partículas gruesas de las pequeñas, donde
se encuentra el grano[5][21].

48
La trilla tradicional requiere de 6.5 jornales/tn de grano obtenido, pudiendo
procesarse 4 tn/día, siempre y cuando se cuente con la mano de obra necesaria. En
promedio una familia para trillar su producción requiere de 45 jornales, de las cuales 13%
es contratada [5].

Actualmente un 10% de los productores utilizan trilladoras La trilla mecanizada


puede ser realizada con trilladoras manuales con trilladoras mecanizadas “Vencendoras”.
Una trilladora cuesta $us. 700 y tiene una capacidad para procesar 40 qq/día con el trabajo
de 4 personas (equivalente a más o menos 65 tn/cosecha). Una “Vencedora” cuesta $us.
8,000 y tiene una capacidad para procesar 12 qq/hr [5].

La trilla de la quinua con vencedora permite evitar la operación de venteado,


liberando mano de obra, en particular femenina, que podría ser utilizada en otras
actividades. La trilla tradicional con vehículos o la mecanizada se hacen generalmente
mediante la adquisición de servicios y le cuesta al productor en promedio un 4% del grano
obtenido, mientras que la trilla mecanizada le cuesta un 1.5% de su producción [5].

El empleo de desgranadoras mecánicas estacionarias (como la “Vencedora”) está


poco difundido y la introducción de modelos comerciales importados no fue sostenible por
el alto costo de operación y la falta de repuestos disponibles localmente. Los productores
también manifestaron que a través del uso de estos equipos los niveles de pérdidas eran
altos (20%), por granos partidos y no trillados que quedaban con la paja grande, siendo
luego dificultoso recuperarlos, a menos que sea manualmente.

Durante la trilla se producen pérdidas variables según el método. Las pérdidas son
menores en la trilla manual y mayores con la utilización de vehículos, variando de 2 al
10%. La trilla con palo produce grano de buena calidad para semilla, pero es exigente en
mano de obra y no trilla todas las vainas. El grano trillado con las máquinas múltiples
comerciales ocasiona granos partidos y dañados mecánicamente. Las pérdidas físicas
cuantificadas para estas operaciones fueron de hasta el 10% para la trilla con palo, hasta un
20% para la trilla mecanizada [21].

Si la trilla tradicional se efectúa con la utilización de carpas se podría disminuir el


riesgo de la contaminación del producto; sin embargo este proceso es muy exigente en
mano de obra, por lo cual se busca sustituir este método y los que emplean rodillos y
movilidades sobre superficies duras, con el empleo de una trilladora estacionaria marca
“Herrandina” [21].

La idea de introducir esta trilladora es su relativo bajo costo de inversión, operación


y mantenimiento, así como disponibilidad de repuestos, en comparación con otras
trilladoras importadas caras que no demostraron eficiencia y que tienen altos costos de
operación, así como dificultad para encontrar repuestos [21].

Actualmente, la Fundación Poscosecha ofrece una trilladora estacionaria marca


“CIFEMA”, que utiliza un motor a gasolina, que requiere de 3 a 4 personas con una
capacidad de 3-6 qq/hora, a un costo de $us. 1,000.00 [22]

49
Venteado o limpieza

El venteado consiste en separar por acción del viento el grano de las pequeñas
partículas (tallo, cáscara del grano, hojas, etc.), a menudo más livianas. Este trabajo es
realizado principalmente por las mujeres, de forma manual en sus propias viviendas,
utilizando una lona hecha de sacos de polipropileno, tiene una duración indefinida, ya que
está en función de la existencia y velocidad del viento. Si el viento es muy fuerte el grano
será llevado junto con las partículas pequeñas, en cambio si es muy leve, la gravedad hará
caer juntos el grano y las partículas pequeñas [5]

Este proceso permite separar el grano de impurezas como residuos grandes de tallos;
tallitos menudos y hojas (jipi); perigonios y epispermas (cáscarilla), ademas de polvo; el
trabajo se realiza por venteo quedando alrededor de un 5% de impurezas sin poder
separarse. La selección de granos para consumo, venta y semilla, también se hace
manualmente con base a características como tamaño, variedad y color. Este proceso
permite mejorar significativamente la calidad del producto, traduciéndose en un aumento
del precio obtenido por el agricultor al momento de comercializar su grano. Si bien a través
del método actual no se producen pérdidas significativas, el mismo no logra separar algunas
impurezas como piedrecillas que contaminan el grano, lo cual reduce la calidad y repercute
en precios menores pagados al productor (10 a 20% menos) [21].

Solamente un 5% de los productores pueden acceder a ventiladoras manuales, que


separan el grano de las pequeñas partículas, independientemente del viento existente. El
venteado con máquina manual permite ahorrar mano de obra. Con el venteado tradicional,
una persona puede obtener 0,375 tn/día con viento normal, mientras que con la venteadora
manual se obtienen 1.85 tn/día, con la participación de dos personas [5].

Para el proceso de limpieza y clasificación se adaptaron y validaron máquinas


desarrolladas por el Proyecto Poscosecha para otros cultivos. Actualmente la Fundación
Poscosecha ofrece al mercado una clasificadora de granos que separa en cuatro fracciones:
i) granos de primera (para exportación), ii) granos de segunda (para consumo interno), iii)
impurezas grandes y iv) “jipi” (partes de la planta y de la planta). Este equipo es operable
por dos personas con una capacidad de 3-4 qq/hora. El costo del equipo con motor es de
$us. 1,000.

Existe también a la venta unas venteadoras (manual y motorizada), que permiten


limpiar el grano de sus impurezas más livianas, clasificando los granos en dos fracciones,
por diferencia de peso. La venteadora manual tiene un costo de $us. 130 y capacidad de
procesar 4 a 5 qq/hora. La venteadora accionada con motor cuesta $us 450 y tiene
capacidad de 6 a 8 qq/hora.

Almacenamiento

La cosecha es almacenada por los productores en sacos dentro de sus viviendas,


situación que da lugar a la contaminación del grano por la presencia de roedores. Muy
pocas familias utilizan silos para almacenar la quinua, situación que no permite disminuir
los riesgos de contaminación del grano. La quinua convencional puede ser almacenada en

50
la casa del productor hasta 3 años, para luego ser comercializada en función a sus
necesidades. Los mayores volúmenes de ventas se dan luego de la cosecha (mayo y junio),
y en diciembre. La quinua biológica pierde su certificación como tal, después de un año de
almacenada [5]

El almacenamiento se efectúa en trojes familiares acondicionados en la vivienda de


los productores, en algunos casos el producto se envasa previamente en bolsas de
polietileno y se acondiciona en tarimas para evitar la humedad del suelo, aunque bajo este
sistema de almacenamiento no se evita el ataque de los roedores [2].

El nivel de pérdidas físicas en la quinua almacenada varía del 8 al 15%, siendo los
roedores los agentes responsables, no sólo en términos físicos sino por la calidad, ya que las
deyecciones se traducen en la reducción de precios de comercialización y transtornos
digestivos en la familia campesina en el autoconsumo [21].

La propuesta se basa en la utilización de silos metálicos, destinados al


almacenamiento de semilla o de grano para comercialización y autoconsumo (en todos los
casos la humedad del grano que se almacene en los silos debe ser del 10 al 12% como
máximo. Para el almacenamiento de semilla se diseñaron silos de 2.2 qq (con bocas) y de
2.6 qq (sin bocas), con precios de $us 35. y $us. 30, respectivamente [21][22].

Para almacenar grano con fines de autoconsumo se ha validado silos de 6 y 12 qq, a


precios de $us 60 y 88 $us, respectivamente. Para almacenar quinua con fines de
comercialización y con el objeto de que el campesino pueda aprovechar los aumentos
estacionales del precio se han desarrollado silos de 20 y 40 qq, a precios de $us. 100 y $us.
140, respectivamente.

Solamente algunos rescatistas y asociaciones de productores como ANAPQUI,


CECAOT y SOPROQUI, utilizan silos metálicos para almacenar la quinua bruta [2]. De
acuerdo a los datos que brinda el Proyecto FAO –Poscosecha [23], durante las gestiones
agrícolas 99/00 y 00/01, en la que se iniciaron las campañas de dotación de este tipo de
silos, se distribuyeron en total 408 silos semilleros (mayormente de 2.2 qq), 700 silos para
almacenar grano con fines de autoconsumo (mayormente de 6 qq) y no más de 2 silos (de
20 y 40 qq) para almacenar quinua con fines comerciales.

A partir de esta información se concluye que no más de 300 tn de quinua se


almacena en silos, lo que es equivalente a un 2 % de la producción total del Altiplano Sur.

Asimismo, a continuación se presenta un resumen comparativo de las pérdidas


físicas que se producen en las operaciones de cosecha y pos-cosecha bajo el sistema
tradicional y el sistema con el uso de los equipos y herramientas sugeridos por el Proyecto
Poscosecha [21]

51
Tabla 12 Comparación porcentual de la pérdidas físicas
en la cosecha y poscosecha en Quinua en el Altiplano Sur
Sistema tradicional Sistema mejorado
OPERACIÓN % %
Total cosecha 5-10 1-2
Secado 2-3 0-0
Traslado 1-5 1-5
Trilla 2-10 1-2
Limpieza (venteado) 0-0 0-0
Almacenamiento 8-15 0-0
Total poscosecha 13-33 2-7
Total pérdidas 18-43 3-9
Promedio 24 5
Fuente “Mejoramiento de las Tecnologías Tradicionales de
Poscosecha...”, Giusti Victorio, Proyecto FAO-Poscosecha, 1999

En el Modelo de la Cadena [5], las operaciones de cosecha y poscosecha,


juntamente con la correspondiente mecanización, han sido representados de la siguiente
manera:

52
53
1.3 Comportamiento Global de la Producción

La quinua es exclusivamente producida por pequeños agricultores que cultivan


principalmente ecotipos de los grupos “salar” y “Altiplano” y de manera muy marginal
ecotipos del tipo “valle”. De 1981 a 1997, Bolivia fue el principal productor mundial de
este producto, sobre todo entre 1983 y 1996, con un aumento de cerca de 13.000 a más de
26.000 toneladas anuales [3] (ver figura 8)

Esta situación se ha propiciado inicialmente por el incremento de la superficie


nacional de unos 15.000 ha a principios de los años 80 a más de 45.000 ha en 1989, para
luego estabilizarse alrededor de 40.000 ha anuales. No obstante, el crecimiento de la
superficie de quinua en Bolivia es desigual. Desde mediados de los años 80, el área de
cultivo aumentó esencialmente en las riberas del Salar de Uyuni, Altiplano Sur, gracias a la
adopción de la labranza mecanizada de suelos. Desde 1989, esta región ocupa un papel
protagonista en la oferta de quinua boliviana, representando más de la mitad de la
superficie cultivada y de la producción boliviana , la cual es tipo quinua “real” [3] (tabla
13)

Figura 8 –Comportamiento global de la producción de Quinua en Bolivia

60000 900
800
50000
700
40000 600
500
ha; tn

kg/ha
30000
400
20000 300
200
10000
100
0 0
70

72

74

76

78

80

82

84

86

88

90

92

94

96

98

00
19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

20

AÑOS

SUPERFICIE (ha) PRODUCCION (tn) RENDIMIENTO (kg/ha)

Elaboración propia en base a datos de la División Estadísticas Agropecuarias-MACA/Oferta Tecnológica en


el Cultivo de Quinua- IBTA;1995-2000/INE.

54
Tabla 13 Evolución de la producción de Quinua en el Altiplano Sur (1980-1999)
AÑO Producción Producción Altiplano Sur
Boliviana Superficie Rendimiento Producción % de la producción
Toneladas (ha.) (kg./ha.) Toneladas nacional
1980 8.930 10.580 519 5.486 61,4%
1981 13.041 9.500 595 5.655 43,4%
1982 15.781 11.560 742 8.583 54,4%
1983 11.541 20.947 354 7.425 64,3%
1984 16.207 14.252 475 6.765 41,7%
1985 15.542 16.237 473 7.686 49,5%
1986 17.213 18.600 473 8.795 51,1%
1987 17.188 17.589 438 7.705 44,8%
1988 20.288 19.268 457 8.797 43,4%
1989 13.605 18.569 425 7.887 58,0%
1990 16.101 20.786 514 10.677 66,3%
1991 19.651 22.642 511 11.571 58,9%
1992 16.858 21.516 389 8.373 49,7%
1993 19.129 21.673 508 11.001 57,5%
1994 19.465 21.823 514 11.223 57,7%
1995 18.814 20.575 522 10.744 57,1%
1996 23.498 21.950 685 15.026 63,9%
1997 26.366 22.368 731 16.346 62,0%
1998 20.291 21.604 552 11.921 58,8%
1999 22.498 20.685 645 13.336 59,3%
Fuente: “Competitividad, externalidades e internalidades, un reto para las
organizaciones económicas campesinas: La inserción de la Asociación Nacional de
Productores de Quinua en el mercado mundial de la quinua”, 2001, Laguna Pablo.

En el Altiplano Norte, donde los sistemas de cultivo de quinua utilizaban en gran


parte la tracción animal para la labranza, con siembra y cosecha manual, la importancia de
este grano, que es de tipo “Altiplano”, disminuyó, siendo parcialmente reemplazado por
otros cultivos (papa, haba y alfalfa). Los ecotipos de quinua “real” son, por ahora, sólo
cultivables en el Altiplano Sur y tienen una gran demanda en el mercado internacional,
principalmente para su venta como grano perlado. Esto conllevó a una elevación constante
del precio para este grano al productor. El desplazamiento del área de producción de la
quinua hacia el Altiplano Sur se ha traducido en la constante y masiva ampliación de la
frontera agrícola, en tierras inicialmente cubiertas de vegetación nativa con uso pastoril, a
través de la tracción mecanizada. Esta situación incidió en un incremento inicial de los
rendimientos en las parcelas de reciente habilitación y contribuyó de manera significativa a
la elevación del promedio nacional de rendimientos por superficie en un 50%, pasando de
algo más de 400 kg/ha en 1989 a un poco más de 600 kg/ha a fines de los años 90. [3]

La producción mundial de Quinua

La quinua fue uno de los principales cultivos y alimentos de las sociedades andinas
antes de la colonia, siendo luego desplazado por la producción de cereales introducidos,
principalmente trigo y cebada. Aunque la revalorización de este grano se inició en los
países andinos a partir de la segunda mitad de los años 1960 cuando se empezó a estudiar
su potencial nutritivo a través de numerosos trabajos, esta planta tuvo un papel marginal
hasta mediados de los años 1980. Desde entonces, el incremento de su demanda andina y
en los países del norte, que presentaremos luego, ha incitado a la multiplicación de su

55
superficie cultivada y de su producción principalmente en Bolivia y Perú [3] Los dos países
donde se produce más quinua en el mundo son Bolivia y Perú. Entre ambos producen el
88% de la producción mundial [1]

Figura 9 –Producción de Quinua en los países andinos (1977-1999)

60.000

50.000

40.000

30.000
tn

20.000

10.000

0
77

79

81

83

85

87

89

91

93

95

97

99
19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19

19
AÑOS
Bolivia Perú Ecuador Total

Fuente: “Competitividad, externalidades e internalidades, ....”, 2001, Laguna Pablo

Los datos de la figura 9, muestran que como resultado del aumento de la demanda
de quinua en el mundo, la producción de este producto en la región andina ha aumentando
desde las 20,000 tn el año 1977, hasta más de 50,000 tn el año 1999. La figura también
muestra que hasta el año 1997 Bolivia era el primer productor de quinua en la región andina
y consecuentemente a nivel mundial.

A partir del año 1998 el Perú comienza a liderizar la producción de quinua,


situación que se mantiene el año 2000; el siguiente año, de acuerdo a las fuentes
consultadas, hubo un leve repunte de Bolivia, para luego el Perú el año 2002 tomar
nuevamente la delantera, por un volumen próximo a las 5,000 tn por encima de Bolivia
(figura 10). Asimismo, se puede apreciar que el Ecuador juega un papel marginal en la
producción mundial con una producción promedio anual no superior a las 300 tn/año

El Perú comienza a liderizar la producción mundial de este grano, como


consecuencia del incremento de su demanda interna y de una fuerte política de fomento y
apoyo de la producción por parte del gobierno peruano y de ONGs y organismos
internacionales para la cooperación7, principalmente destinada a pequeños productores del
sur de los andes peruanos (departamentos de Puno y Cuzco). Los ecotipos cultivados en
este país son de los tipos “valle” y “Altiplano”. De 1992 a 1999, este país incrementó su
producción anual alrededor del 600%, creciendo de cerca de 4.000 toneladas a más de
28.000 toneladas, mientras que durante este período la producción boliviana tuvo un
crecimiento menor, de alrededor del 35%. El incremento de la producción peruana de

7
IICA, FAO, GTZ y el CIID-Canadá

56
quinua no parece originarse en un cambio en el tipo de tracción o en las herramientas
utilizadas en su cultivo, sino más bien es el resultado del simultáneo y continuo incremento
de la superficie cultivada y de los rendimientos por unidad de superficie, con niveles muy
superiores a los bolivianos. Durante este período, el área de cultivo se incrementó de más
del 300% pasando de cerca de 8.000 ha a alrededor de 29.000 ha y los rendimientos
aumentaron del 90%, variando de 500 Kg/ha hasta más de 950 kg./ha. Es importante
señalar que tanto en Perú como en Ecuador los rendimientos de quinua varían mucho por la
lluvia que favorece fuertes ataques de mildiu, sobre todo en el tipo “valle”. El incremento
de los rendimientos en el Perú en los últimos años podría en parte deberse a la ausencia de
ataques severos de esta enfermedad y a otros determinantes técnicos no necesariamente
ligados a la adopción de maquinaria y herramientas. A partir de ello, se considera que los
costos de producción son más bajos en el Perú que en Bolivia. El grano peruano sería más
barato y competitivo que el boliviano sólo en los mercados que elaboran productos
alimenticios a base de quinua y no exigen la calidad de los ecotipos “real” [3]. Este aspecto
se confirma en el siguiente comentario: “a pesar que Bolivia exporta un mayor volumen,
debido a tener mayor hectáreas cultivas, el Perú tiene una mayor productividad, factor que
debería explotarse para adquirir una posición en el mercado no sólo europeo sino mundial”
[24].

Figura 10 –Producción de Quinua en los países andinos (2000-2002)


35000

30000

25000
Bolivia
20000
Peru
tn

15000
Ecuador
10000

5000

0
Año 2000 Año 2001 Año 2002

Fuente: Bolivia (INE, FDTA-Altiplano; FAO; Fuente: Perú; INEI-Perú; Fuente: Ecuador: FAO

En cuanto a la participación de otros países en la producción mundial de quinua, de


acuerdo a la figura 11 que se presenta más adelante, se observa que en total, para el año
2000, apenas sobrepasó el 12% de la producción total, por lo cual se puede establecer que
la contribución individual de esos países es marginal. Es necesario sin embargo aclarar que
los datos referidos a Bolivia y al Perú, que aparecen en la referida gráfica en relación a su
participación porcentual, no son los correctos, de acuerdo a los datos presentados en la
figura 10.

57
Figura 11 –Participación en la producción mundial de la quinua en tn

Fuente: El cluster de la Quinua en Bolivia: Diagnóstico competitivo y recomendaciones


estratégicas”, septiembre de 2001, Proyecto Andino de Competitividad, Crespo et. al, septiembre
de 2001.

Finalmente, se conoce que a nivel experimental, desde 1987 se viene cultivando


quinua en la savana brasilera, concretamente en Planaltina (DF), a una altura de 1000
m.s.n.m., a partir de la selección de distintas variedades de diferentes países (Bolivia, Perú,
Chile, inclusive de los EE.UU.). En estos experimentos se han obtenido rendimientos
importantes (entre 1.8 a 3 tn/ha). Estas iniciativas de introducir el cultivo de la quinua, así
como el amaranto se deben a que se quiere mejorar la fertilidad del los suelos, que han sido
afectados por el inadecuado manejo de los cultivos tradicionales, como la soya, el sorgo, el
maíz entre otros, que han ocasionado un deterioro de los suelos en cuanto a su potencial
productivo. Otros beneficios esperados son el proveer de ingresos adicionales a los
productores, mejorar la dieta alimentaria de la población de bajos ingresos y disponer de
materia prima para la alimentación animal [].

58
Capítulo 2:
Industrialización
2.1 Acopio del grano

Una de las partes más importantes en la cadena principal del negocio de la quinua es sin
duda el acopio y/o la comercialización de la quinua a nivel productor. En las tres regiones
productoras, se pueden distinguir los siguientes canales de comercialización [1]:

En el Altiplano Norte y el Central los pequeños productores destinan un buen


porcentaje de su producción al autoconsumo familiar una vez cosechada la quinua.
Los excedentes que obtienen son vendidos directamente a rescatistas locales que
con capital propio o trabajando para los principales acopiadores acumulan
importantes volúmenes de quinua a lo largo de todo el año.

Estas compras no se hacen bajo contrato, simplemente se realizan en el predio o la


feria local. Por lo general, estos rescatistas tienen transporte propio y actúan en
zonas alejadas donde los pequeños agricultores no tienen facilidades o
disponibilidad de transporte para sus productos agrícolas. Asimismo, los
agricultores con excedentes importantes se ven prácticamente obligados a vender la
quinua a los precios fijados por los rescatistas, ya que la escasez de transporte
motorizado coloca a los rescatistas en una posición ventajosa al fijar el precio de la
quinua por quintal.

Existen pequeños agricultores que negocian directa e individualmente con los


centros de acopio, ya sea para vender sus excedentes, para entregar en consignación
la quinua, o para contratar sólo los servicios de selección y lavado para luego
venderlo a la industria agroalimentaria. Generalmente, estos productores están más
cerca de las principales vías de comunicación y cuentan con un medio de transporte.

Las estrategias de abastecimiento de empresas acopiadoras o agroindustriales


basadas en contratos de compraventa incluyen contratos con grados distintos de
especificación de cantidad, calidad, forma de pago, determinación del precio, y
plazos de entrega. A veces los contratos incluyen un suministro parcial de insumos
en el proceso productivo; el otorgamiento de crédito para financiar parcial o
totalmente la producción, la entrega de asistencia técnica específica, y la definición
de cómo y cuándo se debe realizar cada una de las faenas.

Este tipo de comercialización ocurre con frecuencia en el Altiplano Sur, donde


están las principales zonas productoras para la exportación. La forma de
contratación más frecuente se basa en contratos verbales simples de compraventa,
sin acuerdos sobre el volumen a vender, aunque con especificaciones concretas
sobre calidad (certificación de quinua orgánica) y precios.

59
También están aquellos productores que se organizan y comercializan su
producción mediante una cooperativa. Esta contrata los servicios de clasificación y
transformación de quinua. Luego, vende en volumen el grano o lo otorga en
consignación, para que el acopiador venda el producto a un mayorista en el mercado
y luego le pague a la cooperativa. Posteriormente, la cooperativa recibe el pago y
distribuye lo vendido entre sus afiliados de acuerdo a su aporte individual.

Si bien este procedimiento tiene la ventaja de que la cooperativa tiene poder para
negociar el precio de la quinua con la agroindustria y eventualmente, con los
acopiadores exportadores, la venta de la quinua puede prolongarse y la
disponibilidad de efectivo por parte de los cooperativistas puede tardar e incluso ser
inoportuna frente a otras actividades u oportunidades del productor.

En la actualidad no existen empresas de acopio o transformación que estén


integradas hacia la agricultura. Pero hay indicios de fuertes inversiones hechas por
algunas empresas acopiadoras que han adquirido tierras en el Altiplano y desean
cultivar hasta 800 hectáreas.

En general, son los centros de acopio y transformación de quinua los que


determinan qué tipo de articulación desean establecer con los productores, en
función de sus requerimientos de calidad, cantidad, regularidad, y flexibilidad en el
abastecimiento del producto, y en función de su interés por obtener los precios más
bajos posibles.

Organizaciones de productores de acopio

Las agrupaciones que participan en el acopio rural de quinua son parte de los
sistemas de comercialización donde participan empresas comercializadoras legalmente. Las
más importantes son ANAPQUI, CECAOT, Quinuabol, Jatari, y Andean Valley. Otras
organizaciones pequeñas de productores llevan la producción al mercado de acopio y
distribución de Challapata [1].

No en todas las zonas productoras de quinua existen productores bien organizados


en asociaciones. Sólo ANAPQUI y CECAOT tienen asociaciones de productores bien
organizados. En total tienen aproximadamente 3,000 productores activos, organizados en
varias asociaciones regionales [1].

La Asociación Nacional de Productores de quinua (ANAPQUI) acopia el grano y lo


comercializa procesado o sin procesar. De esta manera, disminuye las pérdidas por
transporte y manipuleo, y ayuda a mejorar la calidad del producto. En cambio, CECAOT
(Central de Cooperativas Agropecuarias Operación Tierra) asocia a varias comunidades y
tiene su planta procesadora en Julaca. Su forma de acopio consiste en comprar la quinua en
planta dentro de las comunidades; también les proporciona créditos y servicios de
maquinaria a sus socios, que son transados con quinua como medio de pago. Otras
asociaciones acopian la quinua y la entregan a otro acopiador o a un mayorista, o venden
directamente la quinua en el mercado de Challapata [1].

60
Los mercados donde más se comercializa la quinua son los de Challapata (a 120
kilómetros de la ciudad de Oruro) y el Desaguadero ubicada a las orillas del lago Titicaca
en la frontera con el Perú. El mercado de Challapata es un lugar tradicional de compra y
venta de la quinua del Altiplano Sur. Por su posición en la confluencia de caminos acuden a
este mercado pequeños productores y acopiadores rurales para comprar y vender quinua
convencional y sobre todo quinua real. Luego esta es trasladada por los mayoristas a las
plantas principales de limpieza, selección, clasificación y empaque que se encuentran en
Challapata, Oruro y La Paz [1].

En el acopio intervienen distintos actores, entre empresas como Jatary-Tunupa,


Quinuabol, Saite, Andean Valley, ANAPQUI y CECAOT, que compran o rescatan quinua
real biológica a grandes productores certificados y la procesan ellos mismos. Para el 2001
se estima que el volumen acopiado por este canal, alcanzó 630 tn. Algunas de las
mencionadas empresas, también acopiaron quinua real convencional, pero en pequeña
escala (120 tn) Entre grandes, medianos y pequeños acopiadores, de quinua real
convencional, bruta y beneficiada, se logra acopiar volúmenes que alcanzan a 5,800 tn.
Dentro de estos acopiadores, 10 o 15 logran acopiar un 80% del volumen total [2].

La Quinua vendida por el productor tiene tres mercados: internacional, peruano y


doméstico. El mercado de exportación internacional requiere quinua biológica, mientras
que los mercados peruano y doméstico no discriminan entre quinua biológica y
convencional. El productor vende su quinua convencional en 380 $us/tn. Por su parte, la
venta de quinua biológica le significa al productor un ingreso de 500 $us/tn. El resto de la
producción biológica que no tiene demanda en el mercado internacional, es vendida como
quinua convencional a los mercados doméstico y peruano [5].

61
2.2 Procesamiento

La industrialización de la quinua empieza con la eliminación de la saponina del


grano, sustancia que le da un sabor amargo. Este proceso se puede realizar mediante
distintos métodos y es relativamente reciente. Anteriormente, el sabor amargo era una
importante causa de rechazo de la quinua por parte de la población urbana de Bolivia. La
superación de ese obstáculo ha derivado en una mayor aceptación por parte de los
consumidores y a la vez, en un mayor interés de la agroindustria por crear otros productos
con mayor valor agregado, como hojuelas, harina de quinua, fideo, pipocas, granola, y
otros [1].

En la quinua se efectúa un proceso de beneficiado para transformarlo en un


producto listo para el consumo humano. Debido a que la materia prima cuenta con
impurezas (piedras, heces fecales, restos vegetales, basuras, etc.). Dado que la saponina
contenida en la quinua (2.5%), le otorga al grano un sabor amargo, es necesario eliminar
este compuesto; el consumo admisible para este compuesto es de 0.75%. Algunas
variedades dulces tienen menor contenido de saponina, pero de todas maneras es necesario
beneficiar este tipo de granos [7].

Existe un tipo de beneficiado que se realiza en los lugares de producción. Uno de


ellos es el beneficiado tradicional (manual) y el beneficiado mejorado rústico
(semimecanizado). El beneficiado tradicional es utilizado por los campesinos que emplean
el grano para autoconsumo. Es un método de muy bajo rendimiento (se beneficia 9 kg/dia).
Se efectúa el tostado y descascarado del grano al comenzar el proceso [2].

El beneficiado mejorado consiste en reemplazar el tostado y descascarado del grano


por el pisado con camión. En este caso se produce gran contaminación con los gases de
combustión del vehículo utilizado, lo que influyen en la calidad del producto. En este caso

62
las ruedas del camión se encargan por frotamiento de retirar el epispermo del grano y así
eliminar una gran parte de la saponina [2].

La quinua convencional destinada al mercado interno y peruano es beneficiada


artesanalmente (métodos antes descritos). La saponina es removida del grano mediante
lavados en río y secado posteriormente al aire libre, exponiendo al grano a eventuales
contaminaciones por efecto del viento y de heces de aves. Bajo este método se procesan
0.85 tn/día-hombre (día de ocho horas de trabajo). El costo de beneficiado artesanal es de
11 $us/tn [5]. Los sistemas de transformación propios, beneficiado tradicional y mejorado,
requieren inversiones que están en el orden de 1,800 a 2,200 $us.[2]

La quinua biológica que se exporta oficialmente a los mercados de Europa y


Estados Unidos, en el caso de las asociaciones de productores, es adquirida directamente de
los productores. En el caso de las empresas privadas asentadas en la Oruro, El Alto y La
Paz, la materia prima es adquirida a través de intermediarios.

Cuatro empresas y dos asociaciones de productores exportan quinua biológica,


procesando en promedio 0.33 tn/hr, trabajando en promedio 8.5 hrs al día. Este
procesamiento se realiza por vía mixta (escarificado-lavado) en plantas industriales con un
costo de 320 $us/tn [5]. Sin embargo, una evaluación de los costos de procesamiento de
algunas Plantas, se establece que este es de 3 a 5.5 $us/qq (equivalente a 65 – 120 $us/tn),
sin incluir el costo de materia prima [7].

Los costos de inversión en las Plantas de Procesamiento, dependiendo de la


capacidad están en el orden de $us. 45,000, para una capacidad de 200 tn/año y de $us.
70,000 para una capacidad de 500 tn/año [2]. El proceso de beneficiado a nivel industrial,
sigue por lo general las etapas que se muestran en la figura 4 [7]

La industrialización consiste en aumentar el valor agregado al grano desaponificado.


La industrialización esta dirigida a la obtención de productos intermedios (como harinas,
hojuelas y pipocas) y productos terminados (fideos, galletas, musli, granola, barras
energéticas y pan), a partir de los productos intermedios.

Además de producir para el mercado nacional, la agroindustria de la quinua está


empezando a exportar pequeñas cantidades de productos procesados. Pero a pesar de que ha
surgido un nicho de mercado importante para la exportación de quinua en forma de
diversos productos, solo algunas industrias alimenticias han mejorado considerablemente su
empaque en los últimos dos años. Los empaques de algunas de estas industrias ya tienen
códigos de barra, información sobre aspectos nutricionales y diseños atractivos.
Adicionalmente, algunas industrias han empezado a diferenciar la quinua convencional de
la orgánica, aunque aún no ofrecen un producto certificado [1].

63
Figura 12 –Etapas del proceso de industrialización
M A T E R IA P R IM A
(Q U IN U A B R U T A )

E S C A R IF IC A D O

LAVAD O Y
SECADO

VEN TEAD O

C L A S IF IC A D O

Q u in u a d e 3 ra . - D e s p e rd ic io s
Q u in u a d e 2 d a . Q u in u a d e 1 ra .

PROCESOS
DESPEDREGADO
IN D E P E N D IE N T E S

ENVASADO

Fuente: “Sistema de Abastecimiento de Materia Prima para la Planta Procesadora de Quinua, de


CECAOT”, Tesis de Grado, Collao Rubén, 2002.

De las industrias que empaquetan quinua para el mercado local, las marcas más
populares son Princesa, Andean Valley, SOL, y Irupana. En la colección de paquetes
recolectada en tiendas de abarrotes, hay varios que no especifican la marca o la industria
procesadora. Tampoco especifican, la fecha de elaboración o vencimiento del producto, el
registro sanitario o las direcciones de las industrias. Por lo general, el empaque tradicional
de la quinua boliviana, especialmente en tiendas de abarrotes, no cumple con las
disposiciones sanitarias vigentes [1].

64
Capítulo 3:
Comercialización
Para el análisis de este aspecto es importante hacer referencia al flujo de la
producción de Quinua. En términos de valor y volumen, los principales flujos de la cadena
de la quinua boliviana son los siguientes[1]:

El país produce un valor bruto de aproximadamente US$ 14.5 millones (21.6 mil
TM).
De ese valor, consume internamente US$ 9.4 millones (17.5 mil TM) y exporta US$
5.1 millones (4.3 mil TM).
De los US$ 9.4 millones que se consumen en el país, US$ 7.4 millones( 14.2 mil
TM) son consumidos por las familias de los mismos agricultores y US$ 2.0
millones (3.3 mil TM) se venden en el mercado nacional, principalmente a
consumidores urbanos.
De los US$ 5.1 millones que se exportan, US$ 2.7 millones (1.8 mil TM)
corresponden a exportaciones legales dirigidas principalmente a Estados Unidos y
Europa, y US$ 2.8 millones (2.8 mil TM) corresponden a exportaciones no
registradas, principalmente al Perú.

Los anteriores datos se muestran en la Figura 4 a continuación:

Figura 13 –Flujo de la Producción de Quinua en Bolivia

Fuente: El cluster de la Quinua en Bolivia: Diagnóstico competitivo y recomendaciones estratégicas”,


septiembre de 2001, Proyecto Andino de Competitividad, Crespo et. al, septiembre de 2001.

65
En relación a este tema se establece que a las 13,475 tn producidas anualmente en el
Altiplano Sur, deben añadirse la producción del Altiplano Central y Norte, que en promedio
alcanza a 8,800 tn/año, para determinar un volumen total de 22,300 tn. De este total
producido, un 34% (equivalente a 7,540 tn) es autoconsumida por los agricultores, con
mayor énfasis en el Altiplano Central y Norte, donde el nivel de autoconsumo alcanza a
50%, mientras que en el Altiplano Sur es de 25 % [5]

En relación a la cifra de autoconsumo, las dos fuentes de información consultadas


([1] y [5] no son coincidentes. Sin embargo, la información que se brinda a continuación,
permite aclarar cualquier duda, en sentido a que el consumo nacional en los últimos años ha
estado por encima de las 15 mil toneladas.

Tabla 14 Destino de la producción de la quinua boliviana (1969-2000)


Año Prod. Imp. Exp. no Incr. Exp. Exp. Exp. Exp. Exp. No Consumo Incr. del %
Bol. oficiales reg. al No reg./ Reg. Reg/ Tot. registradas/ Nacional consumo consumo
Perú relación Exp. No Exp. nac./ rel. a nacional
a 1994 Reg Totales 1990
1969 9.636 0 700 1 0% 701 99,9% 8.935 92,7%
1970 8.750 0 800 19 2% 819 97,7% 7.931 90,6%
1971 13.500 0 920 13 1% 933 98,6% 12.567 93,1%
1972 15.206 0 800 195 24% 995 80,4% 14.211 93,5%
1990 16.064 0 1.700 344 20% 2.044 83,2% 14.020 87,3%
1994 20.697 0 4.000 1.166 29% 5.166 77,4% 15.531 10,8 75,0%
1998 20.291 0 4.200 5% 1.413 34% 5.613 74,8% 14.678 4,7 72,3%
1999 22.498 0 4.500 13% 2.031 45% 6.531 68,9% 15.967 13,9 71,0%
2000 23.785 0 6.500 63% 1.422 22% 7.923 82,0% 15.863 13,1 66,7%
Fuente: “Competitividad, externalidades e internalidades, ....”, 2001, Laguna Pablo;
Fuente año 2000: INE

3.1 Productos

El primer producto derivado del cultivo de la quinua es la quinua perlada, que es el


grano producto del proceso de desaponificación. Acá es importante hacer la diferenciación
de la quinua convencional de la orgánica.

La quinua convencional, proviene de un sistema de cultivo que está difundido en


todo el altiplano. Puede ser quinua Real amarga o quinua dulce. Se caracteriza porque en el
cultivo se emplea de forma discreta fertilizante químicos e insecticidas. El destino principal
de este producto es el mercado local, en algunos casos es exportada a países vecinos como
el Perú y Ecuador [2].

La quinua orgánica, pueden ser variedades dulces o reales, aún es un cultivo en


proceso de difusión, con tendencia a incrementarse por la buena aceptación en el mercado
externo. El cultivo de quinua orgánica certificada se da solamente en el altiplano sur, se
caracteriza por una producción de grano de calidad, de buen tamaño y sobre todo libre de
cualquier residuo químico de fertilizantes inorgánicos y fitosanitarios en general. En este
sistema se admite el abono orgánico, proveniente de los camélidos de la región, así como
insecticidas naturales como el piretro y la muña[2].

66
La producción orgánica requiere de un proceso de certificación, que implica un
período de tres a cinco años. Este proceso implica la verificación del uso correcto de los
insumos y el suelo. De las 13,000 toneladas de quinua real solamente 3,300 son biológicas
[2].

En cuanto a productos industrializados, éstos están destinados principalmente al


mercado interno, entre los que podemos citar[2]:

- Fideos
- Productos de snack
- Muslis
- Granola de quinua
- Barras energéticas
- Harinas y pitos
- Pipocas

3.2 Consumo interno

La mayor parte de la producción de la quinua es consumida en el mercado nacional.


En el estudio efectuado por Pinget y Van der Hayden, en 1994 se establece que entre un 15
a 25 % de la quinua comercializada en Challapata tenía como destino el consumo de las
comunidades campesinas [7]. Se estima que aproximadamente US$ 7 millones de quinua
(14 mil toneladas) son consumidos por familias campesinas del Altiplano boliviano que
producen el grano [1]

Contrariamente a lo que muchos opinan, la quinua boliviana se expende


esencialmente en el mercado nacional. Según estudio del IICA/PNUD (1991), en 1990, el
53% de la producción nacional fue consumida en el país con la distribución siguiente: 150
toneladas (el 1,7% de la producción) fueron vendidas a programas de seguridad alimentaria
de organizaciones internacionales (90 toneladas) y a empresas privadas (60 toneladas) y
8.247 toneladas (el 51,3%) fueron adquiridas por familias no productoras de quinua. Ese
año, el 98% de la quinua consumida en Bolivia por familias no productoras se hacía bajo
forma de grano [3].

Entre 1990 y 1999, el consumo nacional se incrementó en un 13,9% (tabla 14). No


obstante, si confrontamos la dinámica de decrecimiento del consumo total nacional de este
producto con la tendencia de crecimiento de la población superior al 2% anual, podemos
afirmar que el consumo per capita decreció en Bolivia. Asimismo, en este lapso la
importancia del consumo interno de quinua con relación a la producción nacional tiende a
decrecer en importancia por el incremento de las exportaciones de quinua y el crecimiento
promedio casi nulo de la producción nacional [3].

En los últimos 10 años las exportaciones bolivianas registradas crecieron en un


720% y las no registradas tuvieron también una evolución positiva aunque con menor
escala, mientras que la producción boliviana no tuvo aumento sustancial, oscilando
alrededor de 22.000 toneladas. Esto permite establecer que existe una gran tendencia a
desarrollar el mercado internacional de la quinua, lo cual generó un incremento de los

67
precios de exportación y al productor, repercutiendo en toda la cadena. Este decrecimiento
en el consumo per cápita está relacionada con la disponibilidad de cereales de substitución
a menor precio, producidos en el país (arroz y maíz) o importados (harina donada), como
también de alimentos procesados, fideos principalmente, lo cual incita a disminuir
regularmente el consumo de quinua [3].

En general el consumo de la quinua en Bolivia a nivel urbano es bajo, 6.5 kg/año-


persona, comparado con otros sustitutos como el arroz, 38.11 kg/año-persona. Esta sería
una de las razones principales para que el consumo interno no sea muy fuerte [7]. En el
mercado de consumo urbano se producen apenas US$ 2 millones por año (3.3 mil
toneladas)[1].

La mayoría del consumo de quinua en la población urbana corresponde a variedades


de grano pequeño y especialmente, a quinua dulce. Este tipo de quinua se consume con
frecuencia y posiblemente está en asenso en todos los estratos económicos urbanos. En
términos de volumen, el mercado interno mueve aproximadamente 2.4 mil TM de quinua
dulce convencional y 530 TM de quinua real. Una parte de ese grano es vendida al
consumidor directamente y el resto es vendido a la industria [1].

Aunque la población urbana registra un consumo de quinua relativamente bajo, los


datos muestran que es significativo dentro de la canasta de consumo alimentario de esa
población. En un estudio de consumo del año 1992 en las cuatro principales ciudades de
Bolivia, se encontró que el 11% de los hogares de esas ciudades consumía quinua. El
consumo de quinua en un hogar era mayor que el de carne de res cuando la economía
estaba en crecimiento. Dentro de la canasta alimentaria promedio, la quinua representaba
un 1.6% del total de gasto de alimentos de un hogar. Su aporte calórico diario era del 3.9%
de las calorías diarias consumidas, cifra que estaba por encima de muchas frutas como el
banano y algunas hortalizas como la cebolla. En términos de aporte proteínico diario la
quinua aportaba en ese año más que la carne de res [1].

El consumo urbano de la quinua se favorece porque el grano es fácil de almacenar y


puede estar a la intemperie por más de un año sin dañarse. Además, la cocción de la quinua
es relativamente rápida y durante ésta, el grano no pierde su valor nutricional como ocurre
con otros cereales. Además, los consumidores aprecian que la quinua no tiene colesterol ni
gluten. Actualmente, los hábitos de consumo de quinua están muy difundidos entre los
distintos estratos sociales de las principales ciudades e incluso en ciudades intermedias [1].

A juzgar por la información parcial recolectada en los mercados, supermercados y


tiendas de abarrote de distintos barrios en las ciudades de La Paz y Cochabamba, las amas
de casa (principales consumidores de quinua perlada, harina de quinua y pipocas) tienen el
hábito de comprar hasta 2 veces al mes paquetes de 500 gramos del cereal en grano o en
hojuelas. Por lo general compran paquetes indistintamente de la marca, pero considerando
el precio que puede oscilar entre US$ 0.70 y US$ 1.10 por cada 500 gramos.

68
Tradicionalmente, la quinua en Bolivia se consume en el almuerzo, ya sea en sopa o
en pasteles. En el área rural, se sirve como grano en sustitución al arroz. Por lo general, es
menos frecuente el número de hogares que consumen quinua en el desayuno, aunque esta
práctica se ha incrementado porque un mayor número de hogares consume cereales en la
mañana[1].

El consumo de fideos y otras pastas elaboradas con harina de quinua es muy poco
frecuente en la población a pesar de la oferta existente en los supermercados. Si bien existe
una oferta de pastas elaboradas con mezclas de harina de quinua y de trigo o de papa, en
general el público no conoce estos productos considerados exóticos y prefiere los fideos
convencionales[1].

En cambio el consumo de las barras de quinua o de granola que tiene quinua se está
haciendo cada vez más popular entre los escolares y entre aquellas personas que se someten
a dietas especiales para bajar de peso o controlar la diabetes[1].

3.3 Demanda Externa

La demanda externa de la quinua boliviana esta constituida esencialmente por tres


mercados, la región andina, en particular Perú, y los países del norte (Estados Unidos y
Europa Occidental) [3]. Las variedades amargas son las que tienen acceso al mercado
externo. Dentro de estas la quinua convencional se destina al Perú y Ecuador. El producto
biológico tiene mercados en los países del norte [2]. La quinua “real” representa la gran
mayoría de las exportaciones de quinua boliviana con destino a los países del norte y
andinos (Perú y Ecuador principalmente) que producen quinua de menor calidad de grano,
por lo que buscan adquirir mayormente grano del Altiplano Sur.[3]

Exportación a Perú

Perú es el principal comprador de quinua “real” boliviana y el mayor importador


mundial de este tipo de grano a través de compras no registradas y registradas, habiendo
seguido esta última modalidad de compra fuertes fluctuaciones anuales. No obstante, a la
diferencia de los países del norte, este mercado sólo requiere quinua convencional para las
industrias de alimentos de Lima que la fraccionan y envasan o elaboran alimentos (pastas,
cereales para el desayuno, etc.) destinados a mercados de grandes ciudades con ingresos
elevados, mientras que la quinua peruana es consumida en mercados populares [3].

Se ha estimado que aproximadamente el 20% del consumo de quinua de ese país es


de origen boliviano. La mayoría de esas exportaciones se hacen de contrabando.[1] Según
los datos proporcionados por Pablo Laguna [3], las ventas no registradas al Perú alcanzaron
4.500 toneladas en 1999, por un importe cercano a 2.250.000 $US. y alrededor de 6.500
toneladas el año 2.000, equivalentes a unos 2.600.000 $US.. Con la sobreoferta el precio
promedio bajó ese año de 500 $US. a 400 $US./tonelada. El 2001, se registra un volumen
promedio de ventas de 3.000 quintales por semana, correspondiente a 4.700 toneladas
anuales por un monto esperado de 2.350.000 $US.

69
Desde fines de los años 80 se ha dado una integración vertical en la venta no
registrada a Perú, donde 10 a 15 personas de este último grupo controlan este negocio,
adquiriendo quinua del productor en Challapata y expendiéndola a otros intermediarios
peruanos en Desaguadero. Para esto, han implementado pequeñas unidades industriales que
les permiten por un lado beneficiar y envasar la quinua en El Alto o por el otro lavar en el
río de Challapata para llevar directamente el grano a la frontera [3].

Debe tenerse en cuenta sin embargo, que en los últimos años las exportaciones de
quinua a Perú se han visto afectadas por la política peruana de fomento de la producción de
quinua, que ha incluido la restricción de las importaciones de quinua boliviana.

Si bien las importaciones registradas de quinua boliviana deberían ser favorecidas


por la ausencia de aranceles convenidos mediante el acuerdo comercial suscrito por Bolivia
y Perú en noviembre de 1992, las ventas no registradas de este grano de Bolivia hacia el
Perú son favorecidas por la baja predisposición de los consumidores peruanos en adquirir
este grano a mayores precios (ver el título siguiente) y la tributación peruana que sujeta al
importador a pagar el Impuesto General de Ventas (IGV) del 16% y otro Impuesto de
Promoción Municipal (IPM) del 2% sobre el valor de venta de quinua beneficiada o
desaponificada. Toda importación registrada permite al fisco controlar los insumos
adquiridos por las empresas y evaluar su valor de ventas. Para burlar este control y no tener
que pagar este impuesto, estas últimas prefieren adquirir quinua no registrada o sin
"certificado de origen", importada de contrabando por intermediarios peruanos. Éstos
obtienen este grano beneficiado (lavado en agua de río) en la feria realizada cada viernes
en el lado boliviano de Desaguadero y la hacen pasar de manera fraudulenta [3].

Esta modalidad de comercio es también informal en los pagos, los cuales se realizan
en parte al contado y en parte a plazos, sin que existan garantías bancarias, hipotecarias o
en bienes. Para evitar incumplimiento en los pagos, intermediarios bolivianos se han visto
obligados a desarrollar relaciones de compadrazgo con sus homólogos peruanos que les
permiten establecer relaciones con mayor obligación de cumplimiento y conocer las redes
sociales de sus compradores peruanos para poder localizarles rápidamente.[3]

Exportaciones oficiales

El comportamiento de las exportaciones oficiales de quinua se muestra en las figura


14. Las exportaciones en el año 2001 alcanzaron a $us. 2,411,333 (SIVEX), lo que significa
que dicho hubo un incremento de prácticamente 34% con respecto al valor de las
exportaciones registradas el año 2000, el mismo que alcanzó a $us 1,801,884. Las
exportaciones registradas el año 2002, que alcanzaron 2,328,383 (SIVEX), desminuyeron
un tanto respecto a las exportaciones del año precedente. Sin embargo, el decrecimiento
registrado el año 2002, viene revirtiéndose, ya que de acuerdo a datos proporcionados por
el SIVEX, las exportaciones de quinua durante el primer trimestre del año 2003 crecieron
en prácticamente 30%, respecto al primer trimestre del año 2002.

70
Figura 14 –Exportaciones Oficilaes de Quinua en Bolivia en $us.

Fuente: El cluster de la Quinua en Bolivia: Diagnóstico competitivo y recomendaciones


estratégicas”, septiembre de 2001, Proyecto Andino de Competitividad, Crespo et. al,
septiembre de 2001.

Figura 15 –Destino de las Exportaciones Oficilaes de Quinua en Bolivia en kg.

Fuente: El cluster de la Quinua en Bolivia: Diagnóstico competitivo y recomendaciones


estratégicas”, septiembre de 2001, Proyecto Andino de Competitividad, Crespo et. al, septiembre de
2001.

Los principales exportadores de quinua son ANAPQUI y CECAOT, las dos grandes
organizaciones económicas campesinas, junto con Jatary, Andean Valley y otras empresas.
Entre 1995 y 1999 ANAPQUI y CECAOT incrementaron su participación en la oferta
boliviana de 47% a 57% de las exportaciones. En términos de valor esto significó un
incremento de US$ 771 mil a US$ 1.6 millones.

71
Figura 16 –Destino de las Exportaciones Oficiales de Quinua en Bolivia en $us.

Fuente: El cluster de la Quinua en Bolivia: Diagnóstico competitivo y recomendaciones


estratégicas”, septiembre de 2001, Proyecto Andino de Competitividad, Crespo et. al, septiembre
de 2001.

Según Crespo et.al, las exportaciones oficiales de quinua de Bolivia comenzaron en


1986 cuando quinua Corporation importó 108 TM de quinua desde Estados Unidos [1]. Sin
embargo, según registros del INE, de 1980 a 1985, Perú fue el único destino de las
exportaciones bolivianas registradas, con variaciones de 15 a 657 toneladas (con valor
nominal de 3.400 a 114.000 $US.). En 1986, este país fue el principal comprador oficial de
quinua boliviana con 228 toneladas (131.500 $US.). De 1987 a 1994, este país fue uno de
los tres principales países importadores “legales” de quinua “real”, en cantidades que
variaron entre 18 y 197 toneladas (valor de 13.600 a 344.600 $US.), convirtiéndose en el
primer importador registrado de quinua boliviana de 1995 a 1996, con 560 y 715 toneladas
respectivamente (valor de 424.000 y 590.000 $US.) A partir de 1997, las exportaciones
oficiales de quinua boliviana al Perú decayeron principalmente el control aduanero peruano
impuesto a las industrias importadoras peruanas que frenó el fraude existente en la
importación de quinua beneficiada bajo partida arancelaria falsa correspondiente a la de
semilla de quinua, la cual estaba exonerada de los impuestos general de ventas y del de
fortalecimiento municipal. En segundo lugar, influyó la preponderancia de exportaciones
no registradas o de “contrabando” hacia Perú, que ofrecen quinua boliviana a precios
inferiores a los de las empresas exportadoras [3].

Lo anterior, dio lugar a que la mayoría de las empresas bolivianas especializadas en


exportar al Perú desaparecieron por no reconvertirse al comercio de quinua biológica, en
plena expansión en los países del norte durante la mitad de los años 1990 [3].

Por otra parte, la demanda de quinua en el resto de los países andinos se caracteriza
por ser reducida y de comportamiento variable. Por un lado, Ecuador produce alrededor de
500 toneladas y entre 1994 y 1998 sólo importó entre 20 y 90 toneladas anuales de quinua
“real” boliviana a un precio creciente de 800 a 1.200 $US. por tonelada. Por otro lado,
Chile y Argentina tienen una demanda muy reducida de quinua que tiende a crecer sin por
lo tanto representar un mercado importante a corto-mediano plazo. Entre 1993 y el año
2000, las importaciones oficiales de quinua en dirección de estos países han crecido de 500
kg a casi 4.000 kg. Además, debemos señalar la existencia de una pequeña demanda no

72
contabilizada de quinua “real” convencional por parte de los inmigrantes bolivianos
asentados en el norte de éste, que alimenta importaciones no registradas de pequeño
volúmen, procedentes de Bolivia [3].

Demanda biológica

El incremento de la demanda de quinua biológica en los países del norte está


estrechamente ligado al desarrollo del comercio de alimentos biológicos. A principios de
los años 1990, los países del norte adquirían únicamente grano convencional, pasando
progresivamente a comprar casi exclusivamente grano biológico en la segunda mitad de esa
década [3].

El mercado biológico nació primero en Europa a principios de los años 1990 como
transformación del comercio solidario o “justo”. Las ONGs que impulsaban este tipo de
comercio vieron que tendía a cesar o a decrecer. Este mercado, que concierne sectores
sociales de ingresos elevados y medios europeos, tuvo un crecimiento importante hasta
principios de la segunda mitad de la década de los años 1990, del 20 al 30% por año A fines
de esa década tomó un ritmo de incremento mayor, superior al 30%, consecuencia del
síndrome de la “vaca loca” y recientemente de la “fiebre aftosa”. Este incremento genera la
multiplicación del número de comercios de las cadenas biológicas. Por otra parte, la
demanda norteamericana de productos biológicos tuvo un crecimiento elevado de 1993 a
1997, con incrementos anuales que llegaron hasta el 100%. Desde esta fecha el valor de
crecimiento de este mercado parece haber disminuido aunque es aún importante [3].

El mercado biológico europeo tiene normas muy exigentes definidas por militantes
“ambientalistas” ligados a corrientes solidarias con países en desarrollo. Estas normas
establecen que los alimentos biológicos deben ser libres de productos químicos y nutritivos
para cuidar la salud del consumidor y deben ser obtenidos en sistemas productivos
sostenibles que preserven el medio ambiente en condiciones de solidaridad con los
productores y de fortalecimiento de la organización comunitaria. Siguiendo estas reglas, los
sistemas productivos deben tener una gran diversidad y complementariedad que permitan el
empleo de recursos locales, la utilización de la menor energía posible, minimizar el uso de
insumos externos “disminuyendo la dependencia de los productores”, mejorar las
condiciones del suelo y no contaminar el agua. No obstante, el consumidor europeo es
menos exigente que las normas antes señaladas y busca ante todo preservar su salud y
conservar el medio ambiente. La solidaridad con los productores tiene una importancia
mucho menor [3].

A comparación de Europa, el mercado norteamericano de la quinua tiene otra


dinámica y características. Las normas norteamericanas inspiradas del Organic Crop
Improvement Association International (OCIA) no exigen solidaridad con los productores,
ni fortalecimiento de las organizaciones comunitarias, ni la multiplicación de la diversidad
productiva que favorezca la disminución de la dependencia de la finca del productor con
relación al contexto. Asimismo, el consumidor norteamericano busca ante todo consumir
productos nutritivos y sin residuos tóxicos que preservan su salud. Para él, la protección del
medio ambiente y la sostenibilidad de la producción y la solidaridad con los productores no
son criterios significativos que determinen su consumo. Por lo tanto, el segmento de

73
mercado biológico-solidario es incipiente, al igual que el “gourmet”, siendo el mercado de
distribución de alimentos biológicos la modalidad casi exclusiva de distribución de
productos biológicos [3].

Figura 17 –Evaluación de las importaciones mundiales de quinua en kg (excepto


Ecuador, Perú yBolivia)

1200000

1000000

Alemania
800000 Países Bajos
kilogramos

Francia
600000 Resto de Europa Occidental
Otros

400000 Japón/Asia
E.E.U.U./Canadá

200000

0
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Año

Fuente: “Competitividad, externalidades e internalidades, ....”, 2001, Laguna Pablo;

3.4 Principales competidores de Bolivia

Bolivia es el líder indiscutible de las exportaciones registradas mundiales,


controlando la oferta mundial de este producto a razón del 85 al 90% del total de las ventas
al exterior. Por lo tanto, el comercio internacional registrado de quinua depende de la oferta
boliviana. Los demás países de la región tienen un papel muy marginal en la exportación
mundial de quinua. Durante el período considerado, Perú exportó como máximo 200
toneladas, equivalentes a algo más del 10% de las exportaciones registradas en Bolivia,
aunque es cierto que tiende a incrementar ligeramente sus exportaciones desde 1996. Por su
parte, el Ecuador no expendió quinua entre 1990 y 1992, ni en 1999, y exportó cantidades
reducidas de un máximo de 60 toneladas anuales [3].

74
Figura 17 –Exportaciones de Quinua de los países andinos en kg

2.500.000

2.000.000

1.500.000 Perú
kilogramos

Ecuador
Bolivia
1.000.000 Total

500.000

0
1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000
Año

Fuente: “Competitividad, externalidades e internalidades, ....”, 2001, Laguna Pablo;

El liderazgo de Bolivia se debe a la calidad del grano producido y exportado, de tipo


quinua “real”, de “tamaño grande y color blanco exclusivamente utilizado para la venta en
grano entero” Por su menor tamaño, aspecto, composición y equilibrio en amino-ácidos
esenciales, los ecotipos producidos en otros países tienen reducida demanda fuera de sus
países de origen [3]

Desde 1998 las exportaciones registradas de quinua boliviana se realizan casi


esencialmente bajo forma de quinua biológica habiéndose casi anulado las ventas
registradas de quinua convencional. La figura 18 muestra que en 1995 la quinua
convencional representaba más del 90% del valor de las exportaciones registradas de grano
de quinua y derivados (pipocas y hojuelas), equivalente a más de 1.700.000 $US., mientras
que la quinua biológica representaba menos del 5% de este monto. No obstante, el
desarrollo del mercado biológico en los países del norte y restricciones arancelarias para
acceder al mercado peruano, cambiaron esta tendencia. Entre 1998 y el 2000, la quinua
biológica representaba el 90% de las exportaciones, las cuales oscilaron entre 1.700.000 y
2.700.000 $US. Finalmente, este gráfico nos muestra que el valor de los productos
derivados de quinua es muy marginal con relación a las exportaciones en grano biológico o
convencional. Entre 1995 y el año 2000, el monto de los primeros no sobrepasó nunca el
5% de las exportaciones registradas de quinua y subproductos[3].

75
Figura 18 –Evolución de las exportaciones de Quinua según tipo de producto

pipocas
3000000

2500000
hojuelas-harina
dólares americanos

2000000

1500000
quinua biológica

1000000

500000
quinua
convencional
0
1995 1996 1997 1998 1999 2000
Año total de
exportaciones

Fuente: “Competitividad, externalidades e internalidades, ....”, 2001, Laguna Pablo;

3.5 Distribución en los países desarrollados

Son las empresas europeas y norteamericanas las que venden la quinua en el


mercado internacional, especialmente en el mercado de productos orgánicos saludables
(health food markets).

Las principales empresas que comercializan la quinua en el mercado mundial son


Quinua Corporation, PRIMEAL y MARKAL. La primera es norteamericana y las dos
siguientes europeas. PRIMEAL tiene una importante participación en EURONAT que es
una compañía que distribuye alimentos solo en Europa occidental como Bélgica,
Luxemburgo, Suiza, Holanda e Inglaterra. En cambio MARKAL distribuye esencialmente
en Francia con una política de comercialización similar.

Algunas organizaciones no gubernamentales promueven la comercialización de la


quinua en los mercados europeos. Por ejemplo, GEPA es una organización no
gubernamental alemana que promueve mercados solidarios y distribuye quinua y productos
elaborados (fideo de quinua) en los mercados de Francia, Bélgica, Luxemburgo, Holanda,
Inglaterra y Suiza. Lo propio hace Rapunzel con la quinua boliviana en Europa.

En general, hay muy buenas perspectivas para el mercado internacional de la


quinua. En los países desarrollados, está creciendo considerablemente el consumo per
capita de los productos agrícolas que, como la quinua, son orgánicos, exóticos y de alto
valor nutritivo. Esa tendencia es expresión de los cambios en los hábitos de consumo de la
población de altos ingresos de esos países, los cuales se traducen principalmente en una
diversificación de la dieta alimentaria y una sustitución de productos considerados como

76
tradicionales por alimentos orgánicos de alto valor nutritivo. Esta tendencia está ocurriendo
tanto en los países desarrollados que son importadores netos de cereales como en los que
son exportadores netos.

El acceso al mercado europeo y norteamericano no es fácil. En primer lugar existe


una fuerte concentración de los importadores de quinua. En Europa dos empresas francesas,
Euronat-Priméal y Markal, han desarrollado una amplia red de distribución hacia el
segmento de las cadenas de tiendas biológicas y “gourmet”, logrando así controlar más del
50% de las importaciones. Desde inicios del 2001, Euronat-Priméal trata de aprovisionar la
gran distribución al haber firmado contrato con Carrefour para suministrarle quinua
biológica. De igual manera, el comercio biológico-solidario de la quinua pasa casi
exclusivamente por GEPA que la redistribuye a una red de tiendas biológicas con las que
está afiliada en Europa occidental (Oxfam, Artisans du Monde, OS-3, CTM, etc.). En
Estados Unidos, Quinua Corporation concentra más del 50% de las importaciones de ese
país. Esta importancia que tienen en la distribución del grano les permite tener una fuerte
capacidad de negociación en la fijación de los precios [3].

La importancia del peso de Quinua Corporation y de estos tres importadores


europeos se debe a su temprana aparición en el mercado biológico, desde 1985 en el caso
de la primera y desde inicios de los años 1990 en el caso de los tres restantes, además de
una activa promoción basada en contactos directos y frecuentes con los consumidores y
gerentes de tiendas biológicas. A estas dos razones se sumaron otras dos. La primera de
ellas es la tarea activa de estas empresas en difundir el consumo de la quinua mediante
libros de recetas, que enseñan a utilizarla en platos, repostería y panadería de gusto europeo
y norteamericano, y la elaboración de alimentos con quinua (pastas, galletas, muësli,
harina, etc.). La segunda fue la estrategia basada en la imagen de rescate de “un grano muy
nutritivo de los nativos andinos y marginado a consecuencia de la conquista española”, lo
que constituyó un argumento clave para la difusión de su consumo [3].

Para obtener mayor valor agregado elaborando alimentos adaptados al modo de


consumo local y bajando costos de transporte, los importadores europeos prefieren comprar
quinua en grano beneficiada la cual es en su gran mayoría vendida tal cual, una vez
fraccionada y limpiada, y en menor medida transformada en alimentos. Por esta razón y por
su débil demanda, el valor de exportaciones de derivados de quinua es bajo. Las hojuelas y
pipocas con mayores costos de transporte que el grano8 sólo son utilizadas para la
preparación de cereales para el desayuno, mientras que las mayores ventas de quinua
corresponden al grano entero[3].

Por otra parte, exceptuada la asociación GEPA, los importadores adquieren grandes
volúmenes de este producto que luego fraccionan. Los importadores del norte tienen
criterios estrictos de calidad que van más allá del grupo de ecotipo y tamaño de grano,
indicador de calidad utilizado por los productores y ciertos exportadores bolivianos en clara
referencia a la quinua "real". Sus criterios suplementarios son: propiedades gustativas del
producto, regularidad del grano, ausencia de impurezas, calidad del empaque, puntualidad y

8
Un contenedor de quinua permite cargar aproximadamente 20 toneladas de grano de quinua, mientras que
contiene alrededor de unas 17 toneladas de hojuelas y menos de 10 toneladas de pipocas.

77
cumplimiento de las modalidades de trámites y transporte. Estos criterios son tan
importantes como el precio, explicando la predisposición de ciertos importadores a pagar
más por cantidad de producto importado, siempre y cuando éste cumpla con sus
requerimientos de calidad[3].

Por otro lado, los distribuidores finales requieren de un mediador que administre la
importación de la quinua con quien puedan negociar, planificar compras (cantidades,
calidad, presentación) y a quien puedan acudir en caso de incumplimientos. Por esto han
establecido relaciones de proximidad y confianza con los importadores de quinua en vez de
adquirir este producto directamente de un proveedor en la región andina[3].

En el Modelo de la Quinua [5], el funcionamiento del mercado internacional ha sido


representado de la siguiente manera:

78
Segunda Parte
Flujo Financiero de la Cadena

79
Capítulo 4:
Ajuste de Precios
4.1 Precios de exportación

El precio de la quinua en el mercado de Estados Unidos y Canadá es bastante más


alto que el de otros cereales y esto se debe a que los volúmenes y márgenes de
comercialización son muy pequeños. En Estados Unidos, el precio de la quinua orgánica es
de aproximadamente US$9.00/kg, es decir, 9 veces más cara que el arroz integral y 4,5
veces más cara que el arroz integral orgánico. En Canadá, una libra de quinua orgánica
puede costar US$. 3.00 en fábrica (sin costo de envío) y US$ 8.50 en las tiendas de
alimentos naturales (Northern quinua Corporation 2001). Debido a que el precio es
relativamente caro, las exigencias sobre la calidad del producto son altas. Ese mercado
demanda esencialmente quinua orgánica de alta calidad, es decir, quinua blanca producida
sin el uso de agroquímicos y de grano grande [1].

Por lo explicado, el mercado de la quinua biológica cuyo destino son los países del
norte, es el que mejores precios paga. Estos precios han fluctuado de 1995 a 2001 entre
1,200 y 1,600 $us/tn. La quinua convencional, que tiene dos mercados, uno externo al Perú
y Ecuador, con precios que han fluctuado entre 800 y 1,200 $us/tn. El segundo mercado es
el nacional, en el que se vende a 650 a 700 $us/tn.

La quinua tradicional, que apenas ha pasado un proceso rústico de seleccionado y


lavado, que tiene como destino el autoconsumo y el trueque, se encuentra entre 300 y 400
$us/tn. La siguientes figuras muestra el comportamiento de los precios de exportación de
quinua de los tres países andinos, así como la evolución del precio promedio de quinua
según exportador boliviano:

Figura 19 –Comportamiento de los precios de exportación de quinua países andinos

2.500

2.000
Dólares por tonelada

Perú
1.500 Ecuador
Bolivia
1.000 Perú
Ecuador
500

0
1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

Año

Fuente: “Competitividad, externalidades e internalidades, ....”, 2001, Laguna Pablo;


Figura 20 –Evolución del precio promedio $us/tn según exportador boliviano

ANAPQUI
1600
CECAOT
1400
SAITE
1200
Dólares americanos

1000 Jatary

800 QUINUABOL

600
Andean
400 Valley
Otras
200 empresas

0 Promedio
1995 1996 1997 1998 1999 2000
Año

Fuente: “Competitividad, externalidades e internalidades, ....”, 2001, Laguna Pablo;

El mercado biológico se ha desarrollado en los países del norte donde la quinua


boliviana no tiene aranceles de importación y existe la mayor remuneración por unidad de
peso de producto. En efecto, desde 1992, los importadores de los países del norte compran
la tonelada FOB puerto de embarque (Arica, Callao o Guayaquil) de 1.150 $US. a 1.500
$US. mientras que los importadores legales peruanos y ecuatorianos compran quinua
boliviana a más bajo precio, entre 800 y 1.200 $US., y los intermediarios peruanos
compran entre 400 y 500 $US. la tonelada. De esta manera, a fines de los años 90, a pesar
de tener mayores costos de procesamiento, la venta de quinua biológica a los países del
norte genera una utilidad promedio de alrededor de 18 $US., mientras que la venta
registrada de quinua convencional proporciona alrededor de 15 $US. de beneficio por
quintal y el contrabando sólo ofrece de 2 a 3 $US. por quintal [3].

4.2 Precios al productor

Debido a que la quinua “real” del Altiplano Sur tiene una demanda externa elevada
y un precio mayor al de los demás ecotipos del resto del Altiplano. En 1999 y 2000 el
quintal de quinua producida en el Altiplano Central costaba respectivamente en la feria de
Lawachaka (Altiplano Central) 140 Bs. y 70 Bs. mientras que el quintal de quinua “real”
del Altiplano Sur valía en la feria de Challapata 210 Bs. y 100 Bs. respectivamente.
Consiguientemente, la quinua "real" es exportada y se vende en menor medida en el
mercado nacional [3].

82
El incremento de la demanda de quinua “real” producida en el Altiplano Sur, llevó a
acrecentar el precio al productor (tabla 14). Esta situación combinada con la necesidad de
las familias en obtener dinero para asumir diversos gastos, principalmente alimentos9,
artículos domésticos, vestimenta, educación de los hijos y vivienda, redujo el nivel de
autoconsumo de las familias productoras[3].

Según encuestas y estimaciones nuestras, en 1999 el autoconsumo promedio al norte


del Salar, región también relacionada con Challapata, se situaba entre el 12-14%, subiendo
hasta el 15-17% el año 2000, como consecuencia de la disminución de los precios al
productor (de 100 a 210 Bs. por quintal, ) y la sobreproducción de quinua [3].

El precio promedio pagado por la quinua orgánica (puesto Challapata), el año 2001
alcanzó Durante los primeros meses del año 2002, hasta antes de la cosecha, los precios
pagados al productor fluctuaron entre 150 a 170 Bs/qq. En el segundo semestre del
mencionado año hubo un descenso del precio, hasta los niveles más bajos obtenidos el año
2000, es decir 100 Bs/qq; valor que no ha sufrido modificaciones durante el primer
semestre del presente año (2003).

Tabla 15 Evolución de los precios pagados al productor del Altiplano Sur en $us/qq
(1984-1999)
Año 1984* 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999
*
Quinua 0,60 0,11 24,70 27,15 27,09 18,13 19,05 34,90 30,59 31,20 32,50 33,17 35,71 38,73 38,20 34,36
convenc
.
Quinua / / / / / / / / 35,19 35,27 35,44 33,64 37,82 40,72 39,13 37,80
biológic
a
Fuente: “Competitividad, externalidades e internalidades, ....”, 2001, Laguna Pablo;
* Período de hyperinflación en Bolivia, Precio de la quinua por quintal de 100 libras (48,6 Kg).

9
Fideos, arroz, harina, aceite, carne, hortalizas y fruta.

83
Capítulo 5:
Impacto económico en la cadena
Un 15 % del PIB nacional anual, corresponde al sector agropecuario. El 52% de este
PIB sectorial corresponde a la actividad campesina, al cual la quinua contribuye con un
2.3%.

En el altiplano norte y centro, la quinua no es el cultivo principal, a pesar de ello,


estas regiones tienen ingresos por esta actividad, ya que satisfacen parte de la demanda de
quinua en el mercado interno. En el altiplano sur la quinua es la fuente principal de los
ingresos, tanto para los agricultores medianos como pequeños. A continuación
presentamos una relación de la población de las provincias del altiplano sur donde se
produce quinua.

Tabla 16 Provincias y municipios productores de Quinua del Altiplano Sur

% de Pobres - Censo
PROVINCIAS PRODUCTORAS DE QUINUA ALTIPLANO SUR 2001 Población
ENRIQUE BALDIVIESO 1.640
Primera Sección - San Agustín 98.7% 1.640
DANIEL CAMPOS 5.067
Primera Sección - Llica 88.7% 2.901
Segunda Sección - Tahua 99.7% 2.166
ANTONIO QUIJARRO 37.428
Primera Sección - Uyuni 58.3% 18.705
Segunda Sección - Tomave 94.9% 12.764
Tercera Sección - Porco 71.1% 5.959
NOR LÍPEZ 10.460
Primera Sección - Colcha "K" (Villa Martín) 88.8% 9.645
Segunda Sección - San Pedro de Quemes 95.4% 815
LADISLAO CABRERA 11.698
Primera Sección - Salinas de Garcí Mendoza 96.7% 8.723
Segunda Sección - Pampa Aullagas 97.1% 2.975
EDUARDO AVAROA 27.675
Primera Sección - Challapata 90.3% 24.370
Segunda Sección - Santuario de Quillacas 92.3% 3.305
TOTALES 93.968
Número de familias 15.661

El numero de familias productoras Crespo en su estudio hizo referencia a que 70 mil


familias productoras del Altiplano se dedican a la producción de quinua y que 15 mil
producen quinua para el autoconsumo y el mercado. Asumimos que dicha cifra coincide
con la del número de familias mencionadas en el cuadro.

84
Márgenes de ganancias de los productores

Asimismo, se muestran los márgenes brutos de las familias, asumiendo un


rendimiento constante.

Tabla 17 Márgenes brutos en base a un rendimiento de 11 qq/ha ($US/ha)


Sistema Valor Prod. Costos Prod. Margen Bruto
Hoyos a mano 349.80 166.70 183.10
Semi-mec./ hoyos 349.80 179.70 170.10
Semi-mec./ surcos 349.80 185.70 164.10
Fuente: Breve Diagnóstico del Area del Programa Ciplade 1994.

Sin embargo, normalmente en la economía campesina el margen bruto es un factor


de ponderación muy relativo. El factor más importante es el ingreso total que percibe una
familia de su actividad agrícola. El ingreso total familiar está compuesto por el margen
bruto y por el valor de la mano de obra familiar aplicada.

El siguiente cuadro presenta el ingreso familiar por la producción de quinua, bajo


los tres sistemas de producción. Obviamente una familia obtendrá tal ingreso en efectivo
solamente cuando vende su producción total de quinua, lo que normalmente no es el caso.

Tabla 18 Ingreso familiar por producción de quinua -rendimiento de 11 qq/ha


($US/ha)
Sistema Margen Bruto M. O. Familiar Ingreso Total
Hoyos a mano 183.10 132.10 315.10
Semi-mec./ hoyos 170.10 92.40 262.50
Semi-mec./ surcos 164.10 61.60 225.70
Fuente: Breve Diagnóstico del Area del Programa Ciplade 1994.

Recientes estudios [4] permiten establecer que los ingresos totales de las familias
productoras dedicadas al cultivo orgánico alcanzan a 526 $us/tn, este ingreso total incluye
el costo de la mano de obra familiar.

Valor Agregado

A continuación se muestra el valor agregado generado en la cadena según tipo de


mercado:

85
Tabla 19 Incremento porcentual del Valor Agregado
generado en la cadena (mercado interno)
Precio $us/kg Actor % Incremento
V.A.
1.9 Supermercado 25
1.4 Empaquetador/Distribuidor 15
1.2 Procesador 60
0.7 Intermediario 17
0.6 Productor
Fuente: Proyecto de mejoramiento del proceso industrial y
comercialización de Quinua, MAGDER, Agencia de Cooperación
Internacional del Japón ; mayo 2002

Tabla 20 Incremento porcentual del Valor Agregado


generado en la cadena (mercado externo: Japón)
Precio $us/kg Actor % Incremento V.A.
1.9 Mercado de Salud 25
1.4 Distribuidor 15
1.2 Empaquetador e 60
Importador
0.7 Exportador 17
0.6 Intermediario
Productor
Fuente: Proyecto de mejoramiento del proceso industrial y
comercialización de Quinua, MAGDER, Agencia de Cooperación
Internacional del Japón ; mayo 2002

En el Modelo de la Cadena [5], las ganancias de los diferentes actores y de toda la


cadena han sido representados de la siguiente manera:

86
87
Capítulo 6:
Temas claves que limitan el sector
En general, se puede decir que la Cadena de la Quinua, se ha caracterizado de ser,
desde el pasado hasta la fecha, el centro de atención de instituciones de la cooperación
internacional y del gobierno, quienes han apoyado diversos esfuerzos para el desarrollo del
rubro por medio de la implementación de programas y proyectos.

Las características de las intervenciones han venido modificándose con el tiempo.


Por ejemplo, desde la década de los 70s hasta inclusive principios de los 90s, los esfuerzos
han estado dirigidos a apoyar el desarrollo del sector quinuero del Altiplano Norte y
Central. Dentro de estos esfuerzos se destacan el Programa Quinua del ex IBTA
dependiente del Ministerio de Agricultura que funcionó con apoyo del Banco Mundial y el
CIID – Canadá, con base principal en la Estación Experimental de Patacamaya (provincia
Aroma, Departamento de La Paz). A través de este Programa se desarrollaron
principalmente actividades de investigación, con un énfasis en la obtención de nuevas
variedades de alto potencial de producción, con peculiaridades agronómicas que incluían
aspectos tales como bajo contenido de saponina, resistencia a algunas enfermedades y
plagas, a las heladas, etc. Estos trabajos fueron acompañados con el desarrollo de semillas y
sistemas de producción semi-mecanizados (que incluyeron el uso de fertilizantes y
pesticidas químicos), que fueron recomendados y promocionados para su absorción por
parte de los agricultores de la zona, a través de instituciones públicas (Consejo de Simillas,
CORDEPAZ, etc)

En la referida época, no se quedaron atrás los esfuerzos de apoyo a la fase de


procesamiento del grano. Debido a que para consumo del grano es necesario un proceso de
eliminación de saponina e impurezas que se adhieren al grano, con el apoyo de la FAO se
implementó una Planta experimental de Procesamiento en la localidad de Huarina
(cercanías del Lago Titikaka). A principios de los años 90, CORDEPAZ efectuó un estudio
que recomendaba la implementación de una Planta de Procesamiento de $us 1 millón en
Patacamaya.

Los esfuerzos de apoyo al sector quinuero del Altiplano Sur comenzaron más tarde,
pero no por ello fueron menos significativos, a finales de la década de los 80s, por medio
del PNUD se apoyó la construcción de la Planta de Procesamiento de ANAPQUI en
Challapata – Oruro y de infraestructura para algunas de sus regionales. El BID también
apoyó con créditos concesionales a CECAOT para construir su Planta de Procesamiento en
Nor Lípez, Departamento de Potosí y para capital de trabajo.

La Comunidad Económica Europea no estuvo exenta de apoyar a los productores de


quinua del Altiplano Sur, en la misma época con un financiamiento de parte de ellos se
construyó la Planta Procesadora de Quinua de Salinas de Garci Mendoza en el
Departamento de Oruro. Este organismo también apoyó la creación del Programa Quinua
Potosí, a través del Fondo de Desarrollo Campesino, que cerró después de unos tres o

88
cuatro años de funcionamiento. Los recursos de este Programa estuvieron dirigidos a
efectuar algunas inversiones en pequeña escala (micro-riego y silos de almacenamiento),
apoyar algunos trabajos de investigación a través del IBTA en Uyuni, y fortalecer la gestión
empresarial de las organizaciones de productores contratando gerentes. Se encomendaron
también varios estudios de diagnóstico y de factibilidad para aprovechar algunos
subproductos de la quinua, concretamente la saponina y se canalizó recursos para crédito a
través de ONGs financieras.

En los últimos años (1999 al 2000) debe destacarse el apoyo de la FAO en la


ejecución del Proyecto Poscosecha, a través del cual se ha promovido la absorción de un
paquete tecnológico para solucionar los problemas en la poscosecha.

Por parte de las instituciones del estado, desde la ley de descentralización, a los
Servicios Departamentales Agropecuarios (SEDAGs), dependientes de las Prefecturas de
los Departamentos, se les asignó el rol de promotores del estado para el desarrollo
agropecuario. Para el caso concreto del apoyo a la Quinua en el Altiplano Sur, los
resultados logrados por estas instituciones a la fecha son muy escasos. Existe un Proqrama
Dependiente del SEDAG-Oruro, el Programa Quinua Salinas (PROQUISA), que desarrolla
actividades de capacitación y asistencia técnica a los productores de la provincia Ladislao
Cabrera del Departamento de Oruro, que tiene un alcance limitado a 700 familias y con un
presupuesto anual por el orden de 150 mil dólares. De parte de estas instituciones
dependientes de los gobiernos departamentales, no se han detectado la ejecución de otros
programas de apoyo a la quinua, aunque existen algunas propuestas para ejecutar proyectos,
como por ejemplo la implementación de silos comunales en Salinas de Garci Mendoza, por
1 millón de dólares, a través de un Proyecto de la Prefectura de Oruro.

Con la aparición del concepto de cadena productiva, como alternativa de desarrollo


productivo han surgido iniciativas gubernamentales para impulsar la Cadena Productiva de
la Quinua, entre las más importantes mencionamos la creación de la Fundación Altiplano
en el marco del SIBTA y del Sistema Boliviano de Productividad y Competitividad, en
cuyas agendas la cadena de la quinua se encuentra priorizada, en la primera por medio de la
promoción del desarrollo tecnológico y en la segunda para alinear los esfuerzos dispersos
de los actores en torno a los Acuerdos Bolivianos de Competitividad.

También se destacan el Diálogo Nacional 2000, el Proyecto Andino de


Competitividad de la CAF, y la elaboración del Modelo de Dinámica de Sistemas de la
Cadena Productiva de la Quinua, a cargo del Banco Mundial, como esfuerzos para detectar
los principales problemas que en este momento impiden el desarrollo de la cadena y en la
provisión de herramientas que permitan adoptar políticas de apoyo a la cadena.

Una evaluación de los distintos trabajos y encuentros promovidos por el accionar de


las referidas instancias de gobierno y de la cooperación internacional, permiten establecer
que los principales problemas que persisten en el sector (cuellos de botella), tiene relación
con:

89
1. Deficiencia en la promoción externa e interna de la quinua2.
Investigación, asistencia técnica y transferencia de tecnología insuficiente
3. Carencia de una estrategia estatal para desarrollar tecnologías de financiamiento y
acceso al crédito apropiadas4. Falta de inversión estatal para la
infraestructura básica
5. Falta de visión empresarial en diferentes eslabones de la cadena.6. Falta de
integración (horizontal y vertical) entre los actores de la cadena productiva de la
quinua7. Fragmentación de la capacidad productiva y seguridad
jurídica de las organizaciones
A continuación, se desarrollan cada una de estos temas

6.1 Deficiencia en la promoción externa e interna de la quinua

En el mercado externo, la quinua se valora por sus características nutricionales y


orgánicas, se percibe como un alimento exótico que viene de los Andes, fácil de cocinar y
rico en proteínas, es por ello que algunos autores han establecido que la quinua no es un
“commodity”, ya que es parte de un nicho de mercado, donde los consumidores no
substituyen la quinua con otro producto [3]. Debe tomarse en cuenta también que en este
nicho de mercado la quinua recibe precios bastante atractivos en comparación a otros
cereales (1000 –1200 $us/tn).

Si bien las exportaciones oficiales han demostrado a lo largo una tendencia de


crecimiento, el volumen promedio de los últimos cinco años está por el orden de 1,800 tn
anuales, cifra que representa prácticamente un 50% de la producción orgánica
comercializable y aproximadamente un 15% del total producido en la zona.

Según criterio generalizado del sector, las expectativas de poder movilizar mayores
volúmenes de exportación y contar con un crecimiento de las exportaciones más
significativo, se encuentran frustradas por la escasa promoción de la quinua de parte de las
misiones diplomáticas destacadas en el extranjero, de parte del organismo de promoción
oficial (CPROBOL), que contaría con escasos recursos para promocionar la quinua,
promoviendo la participación en Ferias Internacionales, promoviendo contacto con
misiones empresariales, identificando clientes, entre otros.

La promoción interna de la quinua también es identificada como una debilidad del


Estado en cuanto a no promover su consumo al menos en las compras institucionales
(Fuerzas Armadas, Policía Nacional, etc.)

6.2 Investigación, asistencia técnica y transferencia de tecnología insuficiente

A pesar de los distintos esfuerzos a lo largo de la “historia de la Quinua”, en cuanto


a investigación, asistencia técnica y transferencia de tecnología, son todavía muy escasos
los logros alcanzados a la fecha, esto en razón a que no se dirigido los esfuerzos acordes a
las exigencias del mercado.

Las condiciones tecnológicas en las cuales se desempeña la producción agrícola de


la Quinua en la región son muy deficientes. No existen programas de investigación de

90
variedades y semillas que por ejemplo permitan homogenizar la época de cosecha,
adelantar el ciclo d cultivo para que no se perjudique por las heladas.

Por otro lado, no es desconocido para nadie que los incrementos en la producción se
han dado a expensas del aumento de la frontera agrícola, que ha determinado que la
producción se masifique hacia las planicies (pampas). Los suelos son frágiles ya que
contienen poca materia orgánica, el monocultivo viene causando un deterioro de los suelos,
por lo cual es necesario promover el uso sostenible del recurso suelo, mediante sistemas de
laboreo adecuados a la zona. En el pasado se han desarrollado algunas recomendaciones en
cuanto al uso del arado de cincel, la incorporación de humus, etc, de alguna manera la
producción biológica incentiva el cuidado de estos aspectos.

Si bien la quinua no es un gran demandante de recursos hídricos, algunos estudios


han demostrado que el riego puede incrementar los rendimientos de forma importante y
asegurar niveles de producción mínimos en especial en épocas de sequía, haciendo de estos
proyectos rentables. En este momento no existe prácticamente ninguna atención a este
tema. Dado que los recursos hídricos en la zona son escasos, es necesario investigar las
fuentes de estos recursos y el uso de sistemas de riego presurizado que se han recomendado
para la zona.

Las pérdidas por plagas, últimamente ha tomado importancia, bajo el concepto de


manejo ecológico se hace necesario validar algunas propuestas para la introducción de
tecnologías basadas en el uso de energías renovables.

Por otra parte, si bien se han generado paquetes tecnológicos (en especial por el
Proyecto Poscosecha) para reducir las pérdidas en post-cosecha, que son elevadas de
acuerdo a lo establecido en el presente informe (24%), no ha existido una adopción masiva
de esta tecnología de parte de los productores, por lo que todavía en una gran mayoría de
los productores se mantienen las prácticas tradicionales que causan pérdidas y
contaminación del grano, en detrimento de obtener mayores precios por quinua de mejor
calidad.

El tema de capacitación y asistencia técnica a los distintos eslabones se muestra


como un cuello de botella en sentido que no existe una plataforma sólida de transmisión de
conocimientos hacia los beneficiarios, de las experiencias y logros tecnológicos.

Algunos actores atribuyen la no adopción de esta tecnología por que sus


capacidades de producción son muy bajas, por lo que sería necesario todavía desarrollar
mejores tecnologías. Otros atribuyen a un problema de escasez de fuentes de
financiamiento para estas inversiones, aspecto que será analizado en el siguiente subtítulo.

Los actores del eslabón transformador o de industrialización buscan generar


productos con mayor valor agregado. Sin embargo, no están en condiciones de poder
absorver los costos de investigación que son altos. Algunas empresas lo han hecho, como
es el caso de Andean Valley, que a través de procesos de investigación internos han
desarrollado la harina precocida de quinua.

91
Se ha constatado que la quinua tiene un alto potencial en el mercado de salud, en
países desarrollados, por su bajo contenido en gluten viene siendo consumido por los
celíacos. También, existen algunos fundamentos científicos, que necesitan ser investigados
en mayor profundidad en cuanto al poder de la quinua para prevenir la osteoporosis, por el
contenido de algunos componentes como los isoflavonoides. Entrar en este campo de
investigaciones podrían servir para encontrar nuevos nichos de mercado.

6.3 Carencia de una estrategia estatal para desarrollar tecnologías de


financiamiento y acceso al crédito apropiadas
Muchas de las inversiones necesarias para poder mejorar los aspectos tecnológicos
referidos, no se canalizan por que las condiciones del mercado actual de estos servicios
financieros no permite acceder a las fuentes de financiamiento.

En la zona existe microcrédito, a través de instituciones como FADES y ANED, que


otorgan créditos de montos pequeños y a corto plazo, y a tasas de interés elevadas, puesto
que los riesgos también son elevados. Esta situación ocasiona que el agricultor no pueda
financiar sus necesidades básicas, por lo cual tiene que efectuar la venta del grano a precios
bajos, en especial a los rescatistas.

En el caso de la Quinua, si bien en el pasado muchas organizaciones se han


beneficiado de programas asistencialistas de crédito, están abiertas a ingresar a esquemas
de financiamiento más comerciales, siempre y cuando se promuevan mejores condiciones.
Este es un tema que entra dentro de los roles de promoción del estado.

6.4 Falta de inversión estatal para la infraestructura básica


A partir de la descentralización, son los gobiernos departamentales y municipales
los que juegan un rol preponderante en las inversiones de infraestructura básica de apoyo a
la producción, como ser sistemas de riego, energía para usos productivos, mejoramiento de
caminos de acceso, entre otros.

De acuerdo a Crespo et.al [1], actualmente el costo de transporte de quinua en la


zona es de 0.0124 $us/qq-km. En otras zonas del país el costo es de 0.0062 $us/qq-km; es
decir en la zona el costo de transporte es el doble. Además que existe el problema de la no
transitabilidad en la región del Salar en la época de lluvias, lo que causa inconvenientes en
el aprovisionamiento oportuno del grano.

6.5 Falta de visión empresarial en diferentes eslabones de la cadena

Las deficiencias en el manejo empresarial, repercuten en el desempeño de las


organizaciones, dando lugar a tomas de decisiones inadecuadas. No es desconocido por
nadie que a nivel del eslabón primario, los productores no tienen acceso a la información de
mercados (precios, volúmenes, etc).

La cultura organizacional de algunas unidades productivas pertenecientes a los


productores no han demostrado capacidad de innovación, lo cual ha dado lugar a que
muchas de ellas pierdan sus mercados tradicionales. La toma de decisiones en estas

92
organizaciones es muy lenta, ya que tiene que pasar por la aprobación de toda una instancia
directiva, lo cual determina pérdida de oportunidades.

6.6 Falta de integración (horizontal y vertical) en diferentes eslabones de la cadena

Si bien hay varias organizaciones productivas están integradas verticalmente en el


proceso de producción, ya que participan en todas las fases (producción agrícola, acopio,
industrialización y exportación), sus intereses no siempre están en consonancia con
organizaciones similares y peor aún con empresas de propiedad privada.

Los intermediarios también se muestran como los “malos de la película”, ya que


compran al productor su grano en precios bajos. Sin embargo, se sabe que por este mismo
motivo muchos actores ligados a las asociaciones tradicionales han venido separándose de
estas, de forma directa e indirecta (p ej. varias regionales de ANAPQUI, ahora actúan de
forma autónoma.

En la cadena, tampoco deja de percibirse el tema regional. Los actores de Oruro


consideran que son los que mayor y mejor Quinua producen, esto por que Salinas es la
capital de la Quinua. En Potosí se señala que la mejor quinua se produce en su territorio y
que es comercializada como quinua “orureña” en Challapata. Aparentemente, este
comportamiento ha dado lugar a la paralización de una iniciativa de apoyo del gobierno
japonés para implementar una Planta Piloto de Procesamiento con alta tecnología.

6.7 Fragmentación de la capacidad productiva y seguridad jurídica de las


organizaciones
Se habla de que un 70% de los productores de Quinua del Altiplano Sur son
independientes. Esta tendencia se muestra más en el Departamento de Oruro que en Potosí,
donde los productores actúan más asociados.

Sin embargo, la mayoría de estas asociaciones no actúan como agentes económicos


formales, sino más bien como organizaciones sin fines de lucro. Esto impide que estas
organizaciones participen de forma más preponderante en la economía. Algunas de estas
organizaciones han optado por la tarjeta empresarial para poder participar en licitaciones,
sin embargo, encuentran limitaciones por el cupo limitado.

93
Capítulo 7:
Propuesta de Políticas
Para la solución a los diferentes cuellos de botella mencionados en el capítulo
anterior, se considera importante proponer políticas que enfrente de manera integral los
problemas de la cadena. Es decir, no deben proponerse acciones aisladas que rompan el
enfoque de cadena productiva.

Otro criterio que se considera importante para la formulación de una propuesta de


políticas de fortalecimiento de la Cadena de la Quinua es que la misma considere
intervenciones a través de incentivos, sólo en aspectos en que los mercados no puedan
resolverlos por si solos. En la formulación de políticas debe tomarse en cuenta también el
criterio de sostenibilidad de las acciones.

Para cada uno de los cuellos de botella analizados, a continuación se proponen las
siguientes políticas que permitan resolver los mismos:

Política de promoción y fomento a las exportaciones de Quinua

Es necesario fortalecer las acciones de promoción externa de la Quinua, a través de


una activa y comprometida actuación de los agregados comerciales. Es importante también
que el organismo estatal de fomento a las exportaciones pueda prestar un servicio de apoyo
integral que beneficien de forma general a todas las empresas. Este apoyo deberá dirigirse a
la búsqueda de nichos de mercado y consolidación de los ya existentes, promocionar el
producto mediante ferias, contactos con misiones comerciales, entre otros.

Estos esfuerzos sin embargo no darán resultados positivos si es que los actores
directos no se comprometen a mejorar la calidad del producto, y también precios más
competitivos.

Política de fortalecimiento a las acciones de investigación, desarrollo tecnológico,


asistencia técnica y capacitación

Es necesario consolidar una plataforma de mejora de las capacidades de los


oferentes de servicios tecnológicos. En este momento se ha asignado el rol del desarrollo
tecnológico a las Fundaciones del SIBTA. Bajo este esquema se pretende fortalecer a las
capacidades tecnológicas de los actores de la cadena, a través de la contratación de
servicios. Este fortalecimiento tiene un componente de subsidio, puesto que los actores sólo
retribuyen con una parte de este costo.

Dada la importancia de desarrollar productos con mayor valor agregado, es


necesario encarar trabajos de investigación que podrían ser llevados a cabo por las
Universidades en colaboración con las empresas.

94
En el tema de capacitación se de buscar mejorar la transferencia de conocimientos a
todos los actores de la cadena, empezando con el fortalecimiento de los potenciales
oferentes y permitiendo que la capacitación de los productores les permita contar con una
acreditación educativa.

A nivel de la UPC se ha elaborado un Proyecto Piloto de Capacitación y Asistencia


técnica con el cual se pretende fortalecer los servicios de capacitación en temas productivos
y gerenciales, para lograr que los mismos puedan tener un impacto positivos en los
productores y las empresas

Política de mejora del acceso al financiamiento y al crédito

A nivel de cadenas productivas en general, se viene evaluando la introducción del


capital de riesgo como alternativa de acceso al financiamiento de las inversiones de largo
plazo (mesas de secado, trilladoras, silos, sistemas fotovoltaícos, etc), integrando con los
demás servicios empresariales, por medio de incentivos. En este caso se busca promover
alianzas entre inversionistas y las diversos eslabones de la cadena.

Debido a que esta experiencia es relativamente nueva se busca canalizar recursos


públicos para el capital de riesgo, promoviendo incentivos a fondo perdido para servicios
empresariales específicos requeridos por estas alianzas. Asimismo, a través de fondos de
contravalor se pretende movilizar recursos de crédito que en este momento están
privatizados.

Será necesario fortalecer el tema de la formalización de las empresas y asociaciones


de manera que los inversionistas puedan invertir con mayor confianza en las unidades
productivas.

A través de la implementación de este instrumento financiero, que ya esta diseñado


a nivel de Proyecto Piloto en la UPC, se busca lograr una real integración entre los
eslabones de la cadena, jugando el capital de riesgo el rol amalgamador de los eslabones de
la cadena.

Política de fomento a las inversiones en infraestructura productiva

Con la descentralización administrativa, los municipios y prefecturas tienen el


mandato de canalizar recursos para apoyar la infraestructura productiva. Un análisis de los
Planes Operativos Anuales de los municipios productores de Quinua, permiten establecer
que no se dirigen recursos para apoyar los temas productivos.

En el caso de la Quinua, a través de estas instancias pueden a corto plazo apoyarse


la construcción de sistemas de riego, electrificación con fines productivos (riego y energía
renovable).

95
Bibliografía
[1] “El cluster de la Quinua en Bolivia: Diagnóstico competitivo y recomendaciones
estratégicas”, septiembre de 2001, Proyecto Andino de Competitividad, Crespo et.
al, septiembre de 2001.

[2] “Estudio Prospección de Demandas de la Cadena Productiva de la Quinua en


Bolivia, CEP, FDTA – Altiplano, julio 2002

[3] “Competitividad, externalidades e internalidades, un reto para las organizaciones


económicas campesinas: La inserción de la Asociación Nacional de Productores de
Quinua en el mercado mundial de la quinua”, 2001, Laguna Pablo.

[4] “Proyecto de mejoramiento del proceso industrial y comercialización de Quinua,


MAGDER, Agencia de Cooperación Internacional del Japón ; mayo 2002”

[5] “La Cadena Productiva de Quinua”, Banco Mundial, diciembre de 2001.

[6] Programa Quinua-IBTA-MACA, Patacamaya, 1993

[7] “Sistema de Abastecimiento de Materia Prima para la Planta Procesadora de


Quinua, de CECAOT”, Tesis de Grado, Collao Rubén, 2002.

[8] Estudios de Oferta, Sistemas de Producción de Quinua y Organizaciones


Campesinas en el Altiplano Norte de Bolivia, JUNAC, 1983

[9] Información verbal proporcionada por Freddy Ticona, Gerente General de


CECAOT, con base en Nor Lípez, 2003

[10] Variedades con Potencial de Producción, Programa Quinua (IBTA-CIID-


CANADA), Ordóñez Teodomiro, 1987.

[11] Factibilidad del Establecimiento de un Centro Internacional de la Quinua y Cutivos


Andinos, 1990.

[12] Datos Nacionales Semilla de Quinua, Programa Nacional de Semillas, 2003

[13] “Proyecto Piloto de Promoción de Usos Productivos Sostenibles de la Energía en la


Zona de las Cadenas Productivas de Quinua y Camélidos del Altiplano Sur, en el
marco del Proyecto de Electrificación Rural y Tecnologías de la Información y
Comunicación (ERTIC)”, Viceministerio de Electricidad y Energías Alternativas y
UPC, abril 2003.

[14] CIPLADE, “Breve Diagnóstico del Area del Programa”, Informe Final, abril de
1994

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[15] Fertilización Orgánica en el Cultivo de la Quinua, Aroni Juan Carlos, en “Oferta
Tecnológica en el Cultivo de la Quinua”, IBTA, PROQUIPO, 1995.

[16] Informe Final Electrificación y Bombeo de Agua para el Desarrollo Agropecuario:


Nuevas posibilidades para la Electrificación Rural en Bolivia, ESMAP, UNDP-
World Bank

[17] Boletín Proquinat, septiembre 1998

[18] Estudio comparativo del comportamiento hídrico de dos variedades de Quinua en el


Altiplano Central, Garcia, Vacher, Hidalgo

[19] Informe Técnico del Proyecto de Perforación de Pozos para riego por goteo en el
cultivo de la Quinua Real, Mañica, Nor Lípez, 2001

[20] Manejo Integrado de Plagas, Sánchez Luis, en “Oferta Tecnológica en el Cultivo de


la Quinua”, IBTA, PROQUIPO, 1995.

[21] Mejoramiento de las Tecnologías Tradicionales de Poscosecha de Quinua en el


Altiplano Boliviano, Giusti Victorio, Proyecto FAO-Poscosecha, 1999

[22] Tríptico informativo, Fundación Poscosecha, agosto 2002.

[23] Evaluación de Tecnologías Poscosecha en Quinua en los Departamentos de Potosí y


Oruro (campañas 98/99, 99/00 y 00/01), 2001

[24] CEPES-Notiagro, enero 28 de 2002.

[25] Andean Crop Introduction to the brazilian savannah, Sphear, et al.

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Anexos
1. Plan de Fortalecimiento de la Cadena

2. ABC de la Quinua

3. Lista de actores

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