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1. Antecedentes
2. Ubicación del debate en torno al aborto consentido
3. Bien jurídico protegido
4. Objeto material.
5. Limites mínimo y máximo de la humana en el delito de
aborto.
6. Sujeto activo
7. Sujeto pasivo
8. El consentimiento
9. La acción típica el “causar un aborto”.
10. El tipo subjetivo
11. El debate sobre las alternativas penales al aborto
12. Conclusiones:
Presentación
Las cifras que se manejan acerca del aborto son sólo estimados que
resultan difíciles de establecer, pues sólo se reportan los abortos
que traen consecuencias a la salud de la gestante, “se descubre la
comisión del delito de aborto cuando las maniobras abortivas
acarrean consecuencias funestas para la salud y muchas veces para
la vida de la abortante, caso contrario, ni llega a sospecharse. En
cambio, el aborto también ilegal, practicado por el profesional
inescrupuloso de la medicina, nunca se descubre pasando a
engrosar lo que se conoce con la etiqueta de -la cifra negra- del
delito de aborto. De modo que no es errado ni arbitrario sostener
que la tipificación de las conductas delictivas de aborto aparecen
como meramente simbólicas.”
4. Objeto material.
Tal como bien señala Creus “la acción típica únicamente puede
concebirse con la existencia de una mujer embarazada, sin que
interese el procedimiento por medio del cual se logró dicho
embarazo (fecundación por medio de contacto carnal, por
inseminación artificial, implantación de un óvulo fecundado)”. En
ese sentido no puede existir aborto donde no hay embrión, dado
que, aquello que se protege no es el embarazo sino el concebido,
por lo tanto, “las maniobras abortivas sobre una mujer no
embarazada creyéndose que lo está, son atípicas como aborto y sólo
podrán caber como lesiones si las han producido en el cuerpo de la
mujer” . Inclusive, tampoco hay delito de aborto a pesar de la
existencia de un embrión o feto, si este se encuentra sin vida al
momento de la acción abortiva. Bien razonado “se infiere que lo que
se pune en estas figuras no es la realización de las maniobras
abortivas, sino la muerte del feto”
Sobre el límite mínimo, son dos las posiciones que buscan establecer
este parámetro: la primera, postula el límite mínimo desde la
concepción, es decir, desde la fecundación del óvulo; y la segunda lo
plantea desde la anidación (que se presenta generalmente entre
siete y catorce días después de la fecundación). El decidir sobre una
u otra posición tiene importantes consecuencias para definir el
aborto como prácticas -entre otras- la fecundación in vitro, el uso de
los dispositivos intrauterinos y de la llamada “píldora del día
siguiente” –denominada correctamente como “píldora de
emergencia”.
6. Sujeto activo
7. Sujeto pasivo
8. El consentimiento
A. Punto de partida.-
Esta postura nos parece de recibo, dado que es la que más se adapta
a nuestra sociedad y realidad de país subdesarrollado, puesto que
en las concretas circunstancias sociales e individuales – y a las que el
aborto no es ajeno – permite resolver adecuadamente el conflicto.
Basta imaginarnos la situación de la mujer y del médico en el ande
peruano, en las zonas, en ambientes urbano marginales, etc.
b) Indicador ético.- Este indicador en el caso peruano produce un
aborto sumamente atenuado, pena privativa de libertad de tres
meses (cuando la totalidad de los procesos penales duran más que
dicho plazo), formando parte del llamado derecho penal simbólico.
Se diría, entonces, que se conserva esta figura penal no para
castigar, sino para sentar una determinada posición ideológica.
C. Toma de posición.-
12. Conclusión:
El aborto
Introducción
Actualmente el aborto es un tema complicado y origen de
debate en la sociedad contemporánea, posee muchos puntos
de vista como religioso, tradicional, cultural, médico, violencia
de género, que generan este tipo de controversias éticas y
morales en torno a la aceptación o legalización del aborto.
Desarrollo
El aborto es la interrupción y finalización prematura
del embarazo de forma natural o voluntaria.
Conclusión
Existe mucho camino por recorrer por la lucha de la
aceptación y legislación sobre el aborto, el mundo ha
cambiado mucho con respecto a las doctrinas más religiosas y
antiguas. Cada quien debería tener el derecho a decidir con
base a sus ocurrencias y disponibilidades el futuro de su vida
o de la vida de alguien que lleve en su vientre si está
pensando de forma coherente.
INTRODUCCION
Un aborto, a veces denominado interrupción voluntaria, es un
proceso médico por el cual se acaba con un embarazo paraque no
nazca un bebé.
Uno de los momentos más difíciles que puede tener una mujer es
cuando tiene que tomar la decisión de convertirse en madre y dar vida
a un ser o todo el contrario, Quitársela.Son muchas las cosas o
motivos que puede llevar a una mujer a tomar la decisión de abortar,
tal vez tienen la razón o quizás no, existen muchas incógnitas acerca
de si es delito o no perder un bebéen general a nosotros o a las
personas que no están en el lugar de esa mujer por lo general es muy
fácil decir que tenga al bebé pero de entro de ella se piensan o no se
piensan cientos de motivoshacer una cosa u otra.
En México, la mayor parte de los abortos practicados son abortos
inseguros que ponen en riesgo la vida y la salud de las mujeres. Esto
se debe a las condiciones de clandestinidaden que tienen lugar como
consecuencia de las leyes restrictivas que existen actualmente.
Todas las personas que han iniciado su vida sexual se enfrentan a
distintas situaciones por las que puedentener un embarazo no
deseado; entre las que encuentran falta de información y/o acceso a
anticonceptivos, circunstancias personales que transformen ese
momento un poco favorable, situaciones que ponen enriesgo la salud
o la vida de la mujer embarazada o malformaciones en el feto, entre
otras.
DESARROLLO
El aborto puede ser espontáneo o provocado. El espontáneo se
produce o bienporque surge la muerte intrauterinamente, o bien
porque causas diversas motivan la expulsión del nuevo ser al exterior,
donde fallece dada su falta de capacidad para vivir fuera del vientre
de sumadre. Si el aborto es provocado, se realiza o bien matando al
hijo en el seno materno o bien forzando artificialmente su expulsión
para que muera en el exterior.
En ocasiones se actúa sobre embarazos...
El aborto, ¿homicidio?
Introducción
Este tema da lugar a opiniones diferentes: hay quienes están de
acuerdo, otros que lo rechazan, y por último, algunos adoptan
una posición intermedia. Sea cual sea nuestra opinión, ésta debe
estarfundamentada, argumentada y debemos tener toda la
información necesaria para realizar tal juicio.
Actualmente, se practican más abortos, tanto legales como
ilegales. Es importante que nosotros como jóvenes y estudiantes
tengamos los conocimientos suficientes acerca de este tema para
no dejarnos influenciar por lo que dicen los medios y las masas.
Además poder ayudar a los demás, aconsejándolos para
quetomen la mejor decisión.
Aunque desde mi punto de vista, el aborto provocado es un
homicidio, ya que se sacrifica la vida de un ser humano inocente
solo por irresponsabilidad, así que debe ser castigado por la ley.
Para empezar a comprender más el tema he aquí una pequeña
definición:
El aborto es la terminación de un embarazo, es la muerte y la
expulsión del feto antes de los cinco meses deembarazo.
Se clasifican de acuerdo a sus causas:
* Aborto espontaneo o natural
* Aborto provocado
* Aborto terapéutico
El objetivo de este ensayo es dar a conocer las causas del aborto y
así poder demostrar que el aborto provocado o aborto criminal
debe estar penado por la ley.
Debemos de exigir reformas a las leyes sobre el aborto, ya que en
esta materia la constitución mexicana estamuy atrasada, de la
misma manera promover campañas de educación sexual a los
jóvenes, evitando así embarazos no deseados y así podremos
reducir enormemente el número de abortos provocados.
Desarrollo
I. INTRODUCCIÓN:
El aborto es un tema muy controvertido en la sociedad, ya que
es un problema que enfrenta nuestro país. El aborto ocurre por
la falta de información, que debemos de obtener en casa y en el
colegio, ya que para muchas personas, con que estemas en este
mundo es más que suficiente y que pasa con los que no y con los
que siguen estando adentro del vientre de la madre, ellos no se
pueden defender ni mucho pueden decir lo que quieren en la
vida.
II. CUERPO:
Puedo opinar que el aborto, es la muerte y expulsión del feto
antes del tiempo previsto antes de los 5 meses.
Entonces ¿El aborto será un medio para continuar nuestras
vidas?
Claro que no, al realizar un aborto, quedan secuelas que no
podrán superar, toda la vida se sentirán atormentadas por su
mala decisión ; una mujer que decide fácilmente deshacerse de
un ser humano que en ese momento para ella lo es un estorbo,
obstáculo un bulto o un error entonces porque no piensan antes
de actuar porque no se protegerse al tener relaciones sexuales
para que no ocurra un embarazo no deseado o porque no toman
otras decisiones que no afecten al bebe, ya que es un ser humano
que desde donde esta no se puede defender para poder impedir
que lo asesinen.
Un aborto te puede marcar de por vida, siempre tu conciencia te
hará sentir culpable. El que una chica adolescente quede
embarazada limita la oportunidad de que siga estudiando, de
sacar una carrera, de querer crecer como persona porque cuando
eso pasa tiene que limitar hacer cosas que no son pertinentes en
la vida.
La decisión de algunas jóvenes es abortar, privando a un ser
humano de vivir, de disfrutar la vida, de conocer el mundo en el
que vivimos, vivirá en un mundo muy infeliz por haber tomado
esta importante decisión por diversas causas como: Temor por la
falta de capacidades económicas, miedo a lo que dirán sus padres
o las demás personas, problemas de salud, no se sienten
preparadas para cumplir el rol de madre, etc.
La adolescente no se siente escuchado o siente que a nadie le
importa, ya que a los padres no hablan o dialogan
específicamente de “que es tener relaciones sexuales o que
consecuencias nos podrían traer hacer eso por eso es que muchos
adolescentes buscan u/o optan por buscar ayuda en otras
personas y lo único que hacen es confundirlos más de lo que ya
estaban. La mayoría de adolescentes en la actualidad actúan
antes de pensar. Es por eso que les conlleva a experimentar
nuevas experiencias y muchas veces estas traen consecuencias
graves.
Un adolescente no toma precauciones de sus actos al destruir a
un ser que lleva dentro de ella; existiendo en el mundo diversos
tipos de abortos con los cuales pueden quitar la vida a un ser
indefenso por falta de apoyo.
III. CONCLUSIONES:
Introducción
Persona
Aborto
Principios y consideraciones bio-éticas-médicas
Conclusiones
BIBLIOGRAFIA
Introducción
Tratar la problemática del aborto y decidir al respecto es, en todos los
casos tomar una decisión respecto de la vida o la muerte. Ahora
bien, una de las discusiones más clásicas a este respecto se sitúa en la
controversia de si ese ser que puede morir a causa del aborto es o no
persona, o es o no ser humano. Es decir, este debate sobre el aborto,
es interpretado como un debate acerca de si el feto es o no una
persona.
Este dilema ya clásico presenta distintas posturas, proabortistas o
antiabortistas. Cada una tiene sus razones justificadas, sin embargo,
ambas presentan fracturas, las cuales no serán tratadas en esta
instancia.
El objetivo del presente trabajo está destinado a presentar una de las
nociones de persona que toman lo proabortistas para la discusión del
tema, y de allí podremos analizar las distintas consecuencias que trae,
los planteamientos éticos y las problemáticas prácticas en la
medicina.
El concepto de persona que expondré para el tratamiento de este tema
será tomado del Ensayo para el entendimiento humano de Locke.[1]
Será necesario especificar aquí cuáles son los parámetros para
determinar cuándo un por nacer (embrión-feto) es ser humano y
cuándo es persona ante la posible distinción que se ha hecho
referencia al principio.
Por otro lado, debemos atender cuándo el aborto se lo puede
considerar como un asesinato (y qué ser es el que se asesina) o
cuando se lo puede considerar como necesario, y aunque lo sea puede
ser penado o no. Asimismo debemos considerar el derecho de la
madre a la libre disposición de su cuerpo, y podemos hablar allí de
autonomía y derechos personalísimos
Es posible plantear en general, en relación a esta cuestión, temas
como la igualdad de derechos entre las distintas especies, la muerte
como la imposibilidad de futuro, determinación del principio de la
vida humana y de la vida de la persona, diferencias entre animal,
animal humano, individuo y persona, etc. Todas estas cuestiones
serán tratadas dentro de la relación entre el concepto de persona antes
mencionado y el hecho del aborto. Estos dos últimos serán los
tópicos principales del trabajo, mientras que se intentará dar una
visión general de la cuestión y presentar una posición respecto de este
tema. Pero es necesario tener en cuenta, que si bien las conclusiones
no están presentadas aún, sí está la noción base con la que trabajaré,
la cual, en parte, ya deja ver mi posición al respecto. De esta manera,
analizaremos primero el concepto de persona, luego aborto y su
relación, y finalmente las implicancias en la medicina y la ley.
Persona
Recordemos que la noción de persona que tomaré como base para el
análisis de este tema, es la noción presentada por Locke que reza:
Persona: “...un ser pensante inteligente que razona y reflexiona y que
se puede considerar a sí mismo como sí mismo, el mismo ser
pensante en diferentes momentos y lugares...”[2]
Tomando esta definición podemos hacer distintas consideraciones, a
saber: podemos considerar persona a ciertos animales no humanos, y
no considerar como tal a ciertos seres humanos; podemos también, no
considerar personas a seres humanos que actualmente por su edad,
capacidades, etc, sí son considerados como tal y sin embargo esta
definición restringiría esa posibilidad. Una definición tal habla
también sobre el futuro y las expectaciones.
En la discusión sobre el aborto, encontramos claramente dos
posiciones enfrentadas que, como mencioné antes, son las llamadas
antiabortistas y proabortistas. Los primeros, por su parte, sostienen
que el feto es un ser humano con derechos, mientras que, los
segundos, sostienen que el feto no es una persona y que, por tanto, el
aborto no debe ser penado porque es permisible matar a alguien que
no sea una persona.
Cuando digo que esta definición permite ser “persona” a animales no
humanos y quita la posibilidad de serlo a animales humanos, suena
bastante extraño, pero, la posibilidad está dada.
De acuerdo a esta definición de persona, no podemos considerar
como tal ni al embrión, ni al feto, ni al recién nacido, ni al nacido
anencefálico, ni a ciertos seres humanos con problemas mentales. El
rasgo principal que tomamos aquí para quitar status de persona es, la
conciencia de sí mismo. Es decir, algunos de estos seres
mencionados llegan a ser conscientes, pero no de sí mismos con lo
cual, de acuerdo a esta definición no lo podríamos considerar como
persona.
Ahora, si bien podemos quitar el status de persona a algunos
humanos, el mismo rasgo de la definición, nos da la posibilidad de
dar status de persona a ciertos animales. Está probado
científicamente que, ciertos animales, en especial simios, delfines,
ballenas, perros, elefantes, etc. tienen conciencia y algunos de ellos
conciencia de sí mismos. Con lo cual, la nueva dificultad que esto
plantea es el por qué es posible matar (legalmente) a animales no
humanos que tienen la cualidades de una persona, y cómo es posible
que no se aplique la misma regla para seres humanos que no se los
consideraría persona.
Es decir, si la sociedad actual que tiene los preceptos éticos, y por
qué no los prejuicios, dados a nuestra civilización por la cultura
judeo-cristiana, permite (moral y legalmente) que se maten animales,
sea para experimentación, para alimentos o para lo que fuere, con el
argumento de que Dios los puso en el mundo para que el hombre se
aprovechara de ellos, los dominara y los utilizara, por qué no
podemos pensar que esa misma permisión corra para el caso de
animales no humanos. Si la ética tradicional afirma que es lícito
matar a quien no es racional, y permite la matanza de animales no
humanos, por qué no debe permitir la matanza de animales humanos
no racionales. A esto, podría responderse mediante una reseña de
Bentham, quien afirma que la diferencia del hombre con las bestias es
que el primero tiene una expectación de futuro. Actualmente, se ha
comprobado que, algunos animales no humanos también tienen
noción de futuro. Sin embargo, este tema no es el principal a
cuestionar en este trabajo, sino que, dentro del tema del aborto en
seres humanos, debemos considerar cuándo se está matando a una
persona y cuándo no, de acuerdo a la definición de Locke y la postura
proabortista.
Para decir si un ser humano es persona, no sólo debemos considerar
la definición de Locke, sino además el razonamiento principal contra
el aborto, donde tenemos:
“...Primera premisa: es malo matar a un ser humano
inocente.
Segunda premisa: un feto humano es un ser humano inocente.
Conclusión: es malo matar a un feto humano...”[3]
A este razonamiento contra el aborto tenemos dos respuestas, quien
niega la segunda premisa, es decir, quien afirma que matar a un feto
no es matar a un ser humano, a esta postura la podemos llamar
liberal. Y la otra postura, la conservadora, desafía a la liberal a que
encuentre un momento divisorio moralmente significativo en la vida
del por nacer donde se distinga entre embrión y el niño. Los que
normalmente se sugieren son: “...el nacimiento, la viabilidad, el
movimiento del feto y el inicio de la conciencia...”[4]
A partir de estas dos posiciones se concluirá que, ni se ha logrado
establecer una línea divisoria entre el recién nacido y el feto, tampoco
se consigue justificar el aborto de forma que no se ponga en duda la
afirmación de que el feto es un ser humano inocente. Pero esto no da
una victoria a los conservadores, dado que lo que habría que tener en
cuenta es que hay una falla en el razonamiento. Ninguna de las dos
posiciones rechaza o al menos cuestionaba la primer premisa del
argumento planteada en el esquema.
Así, la debilidad de la primera premisa del argumento conservador
descansa en nuestra aceptación de la categoría especial de la vida
humana. “...El término “humano”, tiene en cuenta dos nociones
distintas: pertenecer a la especie homo sapiens y ser persona...”[5]
Teniendo en cuenta esto se hace evidente, según Singer, la debilidad
de la primera premisa conservadora. Si se toma a “humano” como
equivalente de “persona”, la segunda premisa del argumento, que
sostiene que el feto es un ser humano, es claramente falsa en virtud
de la definición de Locke.
Si, por otra parte, se toma “humano” en el sentido de simplemente
miembro de la especie homo sapiens, la defensa conservadora de la
vida del feto se basa en una característica a la que le falta pertinencia
moral, y por tanto, la primera premisa es falsa.
El punto central de la cuestión nos debe ser familiar, que un ser sea o
no miembro de nuestra especie no es en sí mismo más pertinente al
hecho de que matar esté mal que el hecho de que sea o no miembro
de nuestra raza. La creencia de que el mero hecho de pertenecer a
nuestra especie constituye una gran diferencia, es un legado de las
doctrinas religiosas que inclusive hoy se oponen al aborto. Si se
reconoce este hecho, se transforma por completo el tema del
aborto. Sin embargo, como afirma Dworkin, tanto los proabortistas
como los antiabortistas consideran el valor sagrado (o preferencial si
se quiere) de la vida humana.[6]
“...¿Por qué discrepan, entonces, los antiabortistas y los proabortistas
si ambos consideran que la vida humana es sagrada? La respuesta de
Dworkin es que ambas partes del debate discrepan porque están en
desacuerdo acerca de cuál es la mejor forma de respetar este valor
sagrado que tiene la vida. Para los antiabortistas, el valor sagrado de
la vida se respeta mejor cuando el desarrollo de una vida humana que
ya ha comenzado, no se interrumpe. Para los proabortistas, en
cambio, el valor sagrado de la vida se respeta mejor cuando a una
mujer (y a su pareja, si es que la tiene) se le permite decidir acerca de
su propia reproducción de acuerdo con sus propias
convicciones...”[7]
De esta manera, para Dworkin, el debate sobre el aborto se
comprende mejor cuando este es interpretado como un debate acerca
de cuál es la mejor forma de respetar el valor sagrado de la vida
humana. Asimismo, interpretar el debate de esta forma permite
resolver la cuestión de un modo satisfactorio acerca del derecho al
aborto para ambas posiciones.
Ahora bien, si ambas posturas dan un valor especial a la vida humana
y, desde su punto de vista pueden justificar sus posiciones, ¿cuál es el
motivo para atribuir un especial valor a la vida humana
distanciándola de la vida animal, fetal, vegetal, etc? Los motivos son
puramente culturales o si se quiere, religiosos. En muchas ocasiones
un animal no humano puede ser tan persona como un ser humano, y
otras veces un feto puede ser tan poco persona como un vegetal. Por
lo tanto, lo que se puede sugerir es no dar mayor valor a la vida de un
feto que a la de una animal no humano dado un nivel similar de
racionalidad, conciencia de sí mismo, conocimiento, capacidad de
sentir, etc. Ya que ningún feto es persona, ningún feto tiene el
mismo derecho a la vida que una persona.
Una posible objeción al argumento de que el feto no es una persona,
radica en que sólo se tiene en cuenta las características reales del feto,
y no sus características potenciales. Es al considerar su potencial
para convertirse en ser humano cuando el pertenecer a la especie
homo sapiens se hace importante, y el feto es más que cualquier otro
animal no humano.
Mientras que es problemático concluir si un feto es realmente un ser
humano, no se puede negar que sí lo sea potencialmente. Sin
embargo, no se desprende que el feto tenga un mayor derecho a la
vida del hecho que la racionalidad, conciencia de sí mismo y otras
cualidades potenciales del feto sean superiores a las de algunos
animales. No debemos aceptar, por tanto, que una persona potencial
tenga los derechos de una persona.
Así, tampoco es posible considerar al embrión como una persona,
porque si bien lo podemos considerar de la especie homo
sapiens, está, por así decirlo, en un escalón inferior al feto, y si no
podemos considerar persona a este último, menos podemos hacerlo
respecto del embrión. Además, hay una cuestión más interesante en
contra de la afirmación de que un embrión en su primera etapa es un
ser humano. Debemos tener en cuenta que los seres humanos son
individuos, sin embargo, un embrión en su primera etapa ni siquiera
es un individuo, dado que hasta los catorce días posteriores a la
fecundación, el embrión se puede dividir en dos o más embriones
genéticamente idénticos.[8]
De esta manera, es preciso concluir que, de acuerdo con la definición
de Locke, no se puede atribuir el status de persona ni al feto y menos
aún al embrión. Esto no implica que debamos tener una postura
proabortista, por supuesto que la facilita, sin embargo, se puede
sostener que un feto no es persona y no estar de acuerdo con el
aborto.
Ahora vamos a tratar específicamente la cuestión del aborto, qué
puede justificar la decisión y la legislación respectiva.
Aborto
Para referirme al aborto voy a exponer primero una breve reseña
conceptual e histórica.
Aborto, significa etimológicamente del latín, sin nacimiento o no
nacido. Tomando por otra parte las concepciones jurídicas, podemos
indicar que el Fontán Balestra se refiere al concepto material del
aborto que consiste en la interrupción del embarazo con la muerte del
feto. Es decir provocar intencionalmente la expulsión del feto por
parte de la madre, siendo esto un delito material realizado en forma
dolosa.[9]
Sebastián Soler por otro lado, afirma que el aborto es la muerte
producida a un feto. Así, (sic) "...Toda acción destructiva de la vida
anterior al momento del parto, sea que importe la muerte del feto en
el claustro materno, sea que la muerte se produzca como
consecuencia de la expulsión prematura...” [10]
Por otro lado, es necesario afirmar que existen distintos tipos de
aborto, el inducido, es decir, intencional y artificial, y el espontáneo o
natural. No creo precisar nada más acerca de estos términos con lo
cual pasaré ahora a las apreciaciones sobre este concepto.
De acuerdo a la definición antes enunciada, aborto siempre significa
muerte.
Ahora bien, siguiendo el cuestionamiento que se hace T. Nagel,
podemos decir que, “...si muerte es el fin permanente e inequívoco de
nuestra existencia, podemos preguntarnos si es malo morir (...) De
acuerdo a las afirmaciones de este pensador, si la muerte es un mal,
lo objetable es la pérdida de la vida y no el estar muerto (...) Si la
muerte es una desventaja no es fácil decir cuándo la padece el
hombre (...) Al menos que el bien y el mal puedan aplicarse a un
embrión no puede afirmarse que no nacer sea una desdicha (...) No
podemos afirmar que el tiempo anterior al nacimiento del hombre es
un tiempo en que él habría vivido si no hubiera nacido entonces, sino
antes (...) él no podría haber nacido antes: alguien que hubiera nacido
mucho antes que él habría sido otra persona...” [11] Todas estas citas
del texto de Nagel vienen como referencia a algunas doctrinas
utilitaristas. Así, si nos matan, los deseos que sentimos para el futuro
desaparecen tras nuestra muerte y no sufrimos por no poder llevarlos
a cabo. Para el utilitarismo clásico los deseos no son pertinentes
respecto de la cantidad de placer o dolor que experimente. Así, la
condición de persona no tiene una conexión directa con lo que hay de
malo en matar. Un utilitarista de este tipo defenderá una prohibición
de matar, dado que, si saber que habitualmente se mata me causa
dolor, mi vida será menos agradable y feliz. Para este utilitarista,
matar es malo porque elimina la felicidad que la victima hubiera
experimentado de hacer vivido. La otra versión del utilitarismo juzga
las acciones, no por su tendencia a maximizar el placer o el dolor,
sino por la medida en que están de acuerdo con las preferencias de
cualquier ser afectado por la acción o sus consecuencias. Esta
versión es conocida como utilitarismo de preferencia. Según esto,
toda acción contraria a la preferencia de cualquier ser es mala, a no
ser que existan preferencias contrarias que tengan más peso que
ésta.
Hemos podido ver en este apartado, el concepto etimológico y
jurídico de aborto, algunas apreciaciones sobre el concepto y a lo que
conlleva y algunas posiciones filosóficas al respecto. De esta
manera, presentaré brevemente ahora algunas referencias históricas
para luego pasar a las consideraciones propias de la bioética y
realizar las conclusiones.
El Código de Hammurabi, destacaba una compensación a las mujeres
libres en casos de abortos provocados mediante violencia por golpes,
exigiéndose el pago de 10 siclos por el feto perdido.
En la antigua Grecia, Aristóteles, en su libro La Política destacó que
se puede autorizar el aborto para el control de la población. Platón
también aconsejó el aborto para evitar la superpoblación.
El aborto voluntario de la embarazada no se tenía por delito en la
antigua Roma republicana, ya que ni el derecho ni la filosofía estoica
atribuían al producto de la concepción una vida propia. Se
consideraba al feto como “partio vicerum matris”, así que si la mujer
abortaba no hacía más que disponer de su cuerpo. En Roma, en su
primera época, no se consideró el aborto voluntario como delito. En
general, su práctica no daba lugar a sanciones, excepto en
salvaguarda de los derechos que correspondían al padre o por las
eventuales lesiones o muerte causadas a la madre. Se consideraba a
los padres (pater familiæ) con poder sobre la vida y muerte de sus
hijos, y por esta razón, se les permitía colaborar con el aborto de sus
hijas.
Es con la llegada del cristianismo (como afirma también P. Singer)
que cambia radicalmente la actitud frente al aborto, inicialmente en el
pensamiento y posteriormente en las leyes. La tesis central del
cristianismo era que a partir del momento de la fecundación se
constituye ya una vida humana, que posee dignidad y honor similares
a los de cualquier ser humano ya nacido. La Iglesia Católica admitía
que el feto no era un ser humano con alma humana hasta, al menos,
40 días después de la concepción. Es decir, distinguía mediante dos
tesis un ser humano con alma y uno sin. En este orden de ideas, para
el cristianismo -ya sea al momento de la fecundación (según la tesis
de la animación inmediata) o cuarenta días o más posterior a ella
(según la tesis de la animación retardada)- la unión del alma y del
cuerpo hace al ser humano y por tanto, su destrucción constituiría
homicidio.
Esta pequeña reseña histórica nos muestra que en muy pocas
ocasiones el aborto era considerado un homicidio, y es el
Cristianismo quien impondrá esa idea. Es así como, más adelante se
presentarán dos corrientes filosóficas que tratarán la ética en dos
direcciones, una deontológica (Kant) y una teleológica
(Utilitarismo). Son estas dos corrientes quienes analizarán la
cuestión de la vida debatiendo dos principios de la ética normativa: el
de la inviolabilidad de la vida humana y el de la calidad de vida. El
primero de estos principios corresponde a la primer corriente antes
enunciada (la deontológica) formulando sus deberes bajo la forma de
un precepto positivo necesario y universal que fuerza su
cumplimiento. Para esta concepción, la existencia es un valor
fundamental que debe ser protegido y no manipulado, además obliga
a cada individuo a conservar su vida y exige a los demás un
tratamiento acorde. Por otro lado, las apelaciones a la calida de vida
invaden el discurso ético-médico a partir de los ‘60s y la intención es
evaluar el bienestar del ser humano, para eso ven la posibilidad de
medirlo recurriendo al cálculo utilitario. Sin embargo, otros eticistas
adoptaron un camino diferente haciendo jugar el concepto de calidad
de vida con el mayor interés del paciente. [12]
La dicotomía teleología-deontología, sirve para abordar la mayoría de
las controversias bioéticas. Es así que, esta dicotomía constituye los
dos modelos de relación moral médico-paciente. Es ahora cuando
trataremos las consideraciones bioéticas al problema del aborto y la
noción de persona y donde se realizarán las conclusiones finales.
Conclusiones
Habíamos afirmado que el problema en consideración era el aborto y
que este se podía analizar desde el punto de vista del concepto de
persona. Son distintos los motivos que puede tener una persona para
someterse a una interrupción en el embarazo. En tal caso, son los
profesionales de cuidados de la salud quienes deberán asumir una
respuesta a este reclamo que no involucra problemas técnicos, más sí
éticos y legales. Sin embargo, no es la cuestión que nos toca tratar,
dado que la hipótesis con la que hemos trabajado es que el feto y
menos aún el embrión, no son considerados “persona”. Y se ha
trabajado desde aquí, porque generalmente la discusión en torno a la
ilegitimidad de la interrupción del embarazo toma como eje el
concepto de “persona”, cuya atribución o exclusión del status del feto
fundamenta la decisión.
Desde nuestro marco legal, el Código Civil de la República
Argentina en su art. 30 acuerda que es “persona “...todo ente
susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones...” [19]
El término persona también en el derecho trae controversias
internas. Por ejemplo, de “persona” es diferente la noción que se
tiene de ella para el positivismo jurídico que la que se tiene conforme
al derecho natural. Mientras que para el primero, que en esa línea de
pensamiento aparece H. Kelsen [20], persona y hombre son
realidades diferentes y “la personalidad es una impostación provista
gratuitamente por el derecho”. Para los juristas partidarios del
derecho natural, el derecho no es una creación arbitraria del
legislador, sino que está al servicio del hombre. De aquí se sigue que
el ordenamiento jurídico no puede dejar de reconocer en todo hombre
la calidad de persona o sujeto de derechos.[21]
Si tomamos únicamente el art.30 del Código Civil sería bastante
descabellado desprender de allí que el feto es una “persona”, dado
que cuando entendemos feto no encontramos las características de
una persona.[22] Debemos decir que, las “personas” para la
legislación nacional, pueden ser de dos tipos, físicas o de existencia
visible y jurídicas o de existencia ideal. En esta definición del art.32
tampoco sería posible encuadrar a un feto o a un embrión. Sí será
posible esbozar una aproximación al status del feto como “persona”
cuando en el art.51 del Código Civil se define a “persona” física o de
existencia visible como “...Todos los entes que presentasen signos
característicos de humanidad, sin distinción de cualidades o
accidentes, son personas de existencia visible...”
Voy a agregar algunos artículos más para completar los conceptos y
ver desde allí diferencias y ambigüedades que se presentan.
El artículo 63 afirma: “Son personas por nacer las que no habiendo
nacido están concebidas en el seno materno”. (feto y embrión), el
artículo 52 dice que “Las personas de existencia visible son capaces
de adquirir derechos o contraer obligaciones. Se reputan tales todos
los que en este código no están expresamente declarados
incapaces”. De esta manera, en el artículo 53
“Les son permitidos todos los actos y todos los derechos que no
les fueren expresamente prohibidos, independientemente de su
calidad de ciudadanos y de su capacidad política”. Y para finalizar,
el artículo que me resulta contradictorio, el artículo 54 afirma en su
texto que:
“Tienen incapacidad absoluta:
1. Las personas por nacer;
2. Los menores impúberes;
3. Los dementes;
4. Los sordomudos que no saben darse a entender por escrito”
Ahora bien, si tomamos la definición de persona que se tomó para
analizar el trabajo, ¿qué pasaría con esta definición en relación a
nuestra legislación? No tengo más que decir que ambas no son
congruentes. Pero, pensemos aparte de la definición de Locke, y
veamos el punto en nuestra legislación. Esta afirma que es una
“persona” un ente que tiene la capacidad de adquirir derechos y
contraer obligaciones. A esto debemos decir que, in fact, es bastante
descabellado pensar que alguien que aún no existe posea derechos y
obligaciones de existencia. Pero si bien esto es una posición personal
acerca de qué parámetros tomo para considerar a alguien o a algo una
“persona”, debo entender por contradictorios los arts.30 y 54. AL
primero ya se ha hecho referencia, la contradicción con el otro
artículo surge cuando afirma en el primero que son “personas” quien
tiene la capacidad de...y en el segundo afirma que las “personas por
nacer” son incapaces absolutos. Si bien las capacidades de las que se
habla son de hecho y de derecho, estas son dos cuestiones formales y
convencionales. Lo cierto es que de hecho, no se puede tener la
capacidad para algo y ser incapaz absoluto.
No estoy afirmando con esto que debe tomarse el concepto de
persona que yo expuse tomando de Locke para convenir que persona
sólo es quien tiene autoconciencia, lo que sí afirmo es que no se ha
llegado a establecer ningún parámetro concreto que permita definir al
feto o al embrión como “persona”, como “ser humano” o como otra
cosa, todo lo que hay es débil y mayormente se cae por sí sólo. De
esta manera, podrán tomarse distintas posturas al respecto
sintetizándolas en un abanico que va desde las más restrictivas a las
más amplias, entre las que señalamos las siguientes:
“a-La que otorga el status moral de persona, y entonces sujeto del
derecho a la vida, a todo individuo de la especie humana, cualquiera
sea la etapa de su desarrollo a partir de la concepción. Siendo la
definición más amplia, resulta la más restrictiva respecto a la decisión
de aborto.
b-La que otorga el estatuto de persona al sujeto que reúna ciertas
condiciones entre las que cuentan:
-factores biológicos: base genética y estructura orgánica de la especie
humana
-factores psicológicos: capacidad perceptiva, conceptual, conciencia
de sí, centro de actividades, etc.
-factores racionales: capacidad simbólica, abstractiva, etc.
-factores sociales: habilidades para desarrollar vínculos afectivos,
para trabajar en grupo, para reconocer intereses y valores de otros,
etc.
-factores jurídicos: ser sujeto para la ley y protegido por ella,
capacidad para ser ciudadano, para contraer obligaciones, etc.
Siendo la más exigente en cuanto a condiciones, esta posición es la
más amplia respecto al aborto ya que, en principio, las mismas no
serían cumplimentadas ni siquiera por el recién nacido. Cabe señalar
que la aplicación de este criterio tropieza con la dificultad de no
poder delimitar con precisión cuando determinada característica
aparece o se manifiesta completamente. Es suficientemente conocido
que el desarrollo de estas potencialidades del ser humano constituye
un largo y complejo proceso desde la concepción hasta la etapa de
madurez en el adulto.
c-La posición intermedia admite que puede otorgarse el status de
persona al sujeto que posee al menos potencialmente las
características manifestativas de la persona, lo que amplía el espectro
de referentes de este concepto en comparación con la posición
anterior.
d-Otra estrategia utilizada para resolver este problema es la que
establece una distinción entre" ser humano", término que haría
referencia al aspecto o estructura biológica, y "persona" como el
sujeto capaz de manifestar los atributos correspondientes tales como
racionalidad, conciencia de sí mismo, comunicabilidad, etc.
Estimamos que esta distinción se mantiene en una dimensión
exclusivamente conceptual en cuanto se trata de una diferenciación
de razón y, como tal, no tiene concreción ontológica; en efecto,
"persona humana" no constituye una entidad abstracta que exista
independiente del cuerpo sino que ambos constituyen una unidad
indisoluble de un modo análogo a la unidad de "materia- forma" que
en la perspectiva aristotélica se propone como dos co- principios
constitutivos de todo lo real. Es decir que "ser persona" es el modo
propio de existir como "ser humano" sin que sea posible ("in re")
separarlos.
En consecuencia, si bien el concepto de persona es profundamente
apreciado como centro fructífero de reflexión filosófica, es evidente
que ofrece dificultades al pretender resolver solamente a su luz,
situaciones como la que nos ocupa.”[23]
Por lo tanto, es necesario tener en cuenta que si los fundamentos de
los antiabortistas no tienen el peso suficiente y algo similar pasa con
los argumentos de los pro-abortistas, debemos seguir indagando para
ver la posibilidad de hallar una solución. El peligro siempre es caer
en dogmatismos, porque “no solamente nadie se pone de acuerdo
sobre una definición, sino que los antiabortistas son tan fanáticos
sobre su política supuestamente “pro-vida” que colocan bombas en
clínicas donde se realizan abortos.”[
RESUMEN
El aborto ha sido es y será un tema controvertido sobre el cual
se vierten multitud de opiniones. Existen muchos puntos de
vista pues son muchos los condicionantes y matices que lo
hacen un tema delicado que traspasa los límites de lo racional
para adentrarse en lo emocional. En definitiva el discurso
sobre el aborto versa sobre el bien y el mal.
Esta revisión pretende dar una visión del aborto desde
las siguientes perspectivas; higiénico-sanitaria, ético-legal y
desde el punto de vista de la profesión enfermera. Así mismo
se analizará la opinión de varios autores que aportan visiones
diferentes.
PALABRAS CLAVE
Aborto, concepción, control de natalidad, planificación familiar,
despenalización del aborto, educación sexual.
INTRODUCCIÓN
DEFINICIÓN
El aborto la palabra aborto viene del latín aboriri abortos, que
significa no conocido.
El aborto es la interrupción dentro de los 180 día de la ultima
menstruación, después de este periodo se hablara de parto
prematuro a pesar de que el pequeño que a nacido no tenga
probabilidades de sobrevivir
edad
Características
aprox.
1 célula con 23 pares de cromosomas, por la unión
1 día
de las células germinales
3-4 días Se traslada hacia el útero