Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
aficionado a volverlo a repetir, que hay quienes escriben sin pensar; otros
piensan para escribir, y otros, finalmente, escriben porque han pensado. Y
cabe, me parece, añadir que algunos escriben para pensar. Hay, en efecto,
quien apenas piensa, si no es con la pluma en la mano. El sentimiento de
tener que expresar su pensamiento para hacerlo trasmisible a otros es lo
que le hace dar con la expresión de él; es decir, con el pensamiento mismo.
Para hablar con otros hablamos antes con nosotros mismos. O ¿no es más
bien que nuestro lenguaje interior pide comunicación?