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DOGMA: VIRGINIDAD DE MARÍA

¿Qué es un Dogma?
Es una verdad revelada, definida por la iglesia, es una verdad absoluta,
definitiva, irrevocable, incuestionable, sobre la cual no puede flotar ninguna
duda. Una vez proclamado solemnemente, ningún dogma puede ser derogado
o negado, ni por el Papa, ni por decisión conciliar; y todo católico está obligado
a aceptar y creer.

El dogma de la virginidad e María, fue proclamado solemnemente en el


concilio de Letrán en el año 649 d.c. fue un sínodo convocado por el Papa
Martin I y celebrado en la basílica de San Juan de Letrán, en Roma.

Desde la época apostólica, esta ha sido una de las doctrinas marianas más
atacadas y más controvertidas por parte de los herejes. La iglesia como hemos
visto en muchos concilios, sínodos y declaraciones papales, dice: que es una
verdad revelada y que en nada contradice a la escritura ni tampoco a la historia
de la iglesia, sino que es una doctrina que se encuentra presente en la iglesia
desde sus orígenes.

503. “Si alguno no confiesa, de acuerdo con los Santos Padres, propiamente y
según verdad: por Madre de Dios a la Santa y siempre Virgen María como
quiera que concibió en los últimos tiempos, sin semilla humana, por obra del
Espíritu Santo, al mismo Dios Verbo, propia y verdaderamente, que ante de
todos los siglos, nació de Dios Padre, e incorruptiblemente le engendro,
permaneciendo ella, aun después del parto en su virginidad indisoluble… Sea
condenado, (anatema).
¿QUÉ DICE EL CONCILIO VATICANO II?

En su constitución dogmática sobre la iglesia en el Capítulo VIII, “La


Bienaventurada Virgen María Madre de Dios, en el Misterio de Cristo y de la
Iglesia.
52. Queriendo Dios infinitamente sabio y misericordioso, llevar a término la
redención de Mundo, cuando llego el fin de los tiempos, envió a su hijo hecho
de mujer…. Para que recibiésemos la adopción de hijos (Gal 4, 4-5) el cual por
nosotros los hombres y por nuestra salvación, descendió de los cielos y se
encarnó por obra del espíritu Santo de María Virgen, este Misterio divino de
Salvación se nos revela y continua en la iglesia, a la que el Señor constituyo
como su cuerpo y en ella los fieles unidos a Cristo, su cabeza, en comunión con
todos sus Santos, deben también venerar la memoria en primer lugar de la
gloriosa, siempre virgen María, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor.
56. el padre de la misericordia quiso que precediera a la encarnación la
aceptación de parte de la madre predestinada, para que, así como la mujer
contribuyo a la muerte, así contribuyera a la vida. Lo cual se cumple en forma
eminente en la Madre de Jesús, que dio al mundo la vida misma que renueva
todas las cosas y que fue enriquecida por Dios con dones correspondientes a
tan excelente oficio. Por eso no es extraño que entre los Santos Padres fuera
común llamar a la madre de Dios, la toda Santa e inmune de toda mancha de
pecado y como plasmada por el Espíritu Santo; enriquecida desde el primer
instante de su concepción con esplendores de Santidad del todo singular, la
virgen Nazarena es saludada por el ángel, por mandato de Dios como la “llena
de gracia” (Lcs 1, 28) y ella responde al enviado celestial. “he aquí la esclava
del Señor, hágase en mi según tu palabra” (Lcs 1,38). Así María, hija de Adán,
aceptando la palabra divina fue hecha Madre de Jesús y abrazando la voluntad
salvífica de Dios, con generoso corazón y sin el impedimento de pecado
alguno, se consagro totalmente así misma, cual esclava del Señor, a la persona
y a la obra de su hijo…. Porque ella como dice San Irineo: “Obedeciendo fue
causa de su Salvación propia, y de la de todo el género humano”.

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