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Voces: RESPONSABILIDAD CIVIL ~ UNIFICACION CIVIL Y COMERCIAL ~ CODIGO CIVIL Y

COMERCIAL DE LA NACION ~ ESTABLECIMIENTO EDUCATIVO ~ RESPONSABILIDAD DEL


ESTABLECIMIENTO EDUCATIVO ~ EDUCACION ~ EDUCACION PUBLICA ~ EDUCACION
PRIVADA ~ LEY DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR ~ LEY APLICABLE
Título: Responsabilidad civil de los establecimientos educativos en el Código Civil y Comercial
Autor: Sagarna, Fernando Alfredo
Publicado en: RCyS2015-IV, 255
Cita Online: AR/DOC/901/2015
Sumario: I. Introito.— II. Metodología del Código Civil y Comercial de la Nación para los "supuestos
especiales de responsabilidad".— III. Responsabilidad civil de los establecimientos educativos.— IV.
Responsabilidad civil de los establecimientos educativos del Estado.— V. Aplicación de la Ley de Defensa
del Consumidor a los establecimientos educativos.— VI. Colofón
Abstract: La responsabilidad civil de los establecimientos educativos no se modifica sustancialmente en el
CCC respecto al régimen introducido en el año 1997 por la Ley 24.830 que sí trajo cambios respecto al Código
Civil de Vélez Sarsfield en el art. 1117, pero es menester señalar que la transformación más importante en este
aspecto es la unificación de las consecuencias jurídicas de los regímenes de responsabilidad civil contractual y
extracontractual, aunque perduran algunas diferencias entre ambos por ser propias de cada uno de esos campos.
I. Introito
La responsabilidad civil en el Código Civil y Comercial de la Nación —en adelante el "CCC"—, sancionado
por la Cámara de Senadores el día 28 de noviembre de 2013, más tarde, el 1 de octubre de 2014, sancionado por
la Cámara de Diputados, promulgado por el PEN el 7 de octubre de ese año y publicado en el B.O. el 8 de
octubre de 2014 como "Anexo I" de la Ley 26.994 (1), cuya vigencia se estableció para comenzar el 1 de agosto
de 2015, conforme el art. 1º de la Ley 27.077 (B.O. 19/12/2014),que sustituyó el art. 7º de la ley citada 26.994,
es tratada en el Capítulo Primero intitulado "Responsabilidad civil" del Título V: "Otras fuentes de las
obligaciones", del Libro Tercero: "Derechos Personales", desde la Sección 1ª a la 11ª, comprendiendo setenta y
tres normas que van desde el art. 1708 al art. 1780, ambos inclusive.
Si bien la "responsabilidad civil" se regula específicamente en dichos artículos, a lo largo de la extensión del
CCC se encuentran numerosas normas especiales sobre la materia, sin descontar las que perduran en los
microsistemas —ambiental, consumidor, riesgos del trabajo, accidentes de tránsito, accidentes aéreos,
accidentes de la navegación, etc.— y otras normas que cuentan con prescripciones sobre "responsabilidad civil"
y que siguen vigentes.
La Comisión de Reformas de los Códigos Civil y de Comercio que tenía como meta la unificación de ambos
cuerpos orgánicos fue designada por el dec. 191/2011 del PEN. La Comisión reformadora estuvo integrada por
los Dres. Ricardo Luis Lorenzetti —Presidente de la Comisión—, Elena I. Highton y Aída Kemelmajer de
Carlucci, siendo su secretario el Dr. Miguel Federico De Lorenzo. Con esta Comisión colaboraron más de 90
profesores nacionales y 3 profesores extranjeros que fueron invitados a sumar sus aportes en partes específicas.
Tuvimos el honor y el orgullo de forma parte de la Subcomisión que analizó y sugirió las modificaciones al
marco de la "responsabilidad civil" junto a los Profesores Jorge Mario Galdós, Sebastián Picasso, Silvia Y.
Tanzi, Graciela Messina de Estrella Gutiérrez y Adela Seguí.
En este aporte describiremos el régimen de la responsabilidad civil de los establecimientos educativos en el
nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. (2)
II. Metodología del Código Civil y Comercial de la Nación para los "supuestos especiales de
responsabilidad"
La responsabilidad civil de los establecimientos educativos está regulada específicamente en el Código Civil
y Comercial de la Nación en el art. 1767 incluido en la Sección 9ª intitulada "Supuestos especiales de
responsabilidad", la que abarca nueve normas, es decir desde el art. 1763 al art. 1771, comprendiendo la
responsabilidad de la persona jurídica (art. 1763), la inaplicabilidad de las normas de responsabilidad civil al
Estado (art. 1764), la remisión de la regulación de la responsabilidad estatal al derecho administrativo (art.
1765), la misma remisión para la regulación de la responsabilidad del funcionario y del empleado público (art.
1766), la propia responsabilidad civil de los establecimientos educativos (art. 1767), tema que examinamos en
este estudio, la responsabilidad civil de los profesionales liberales (art. 1768), la remisión de los accidentes de
tránsito a la norma sobre daños producidos por la intervención de las cosas y el hecho de determinadas
actividades (art. 1769), la protección de la vida privada (art. 1770) y la acusación calumniosa (art. 1771).
En la Sección 6ª del mismo Capítulo 1 "Responsabilidad civil" del Título V se regula en cuatro normas,
desde los arts. 1753 a 1756, la "Responsabilidad por el hecho de terceros", es decir la responsabilidad del
principal por el hecho del dependiente (art. 1753), la responsabilidad de los padres por el hecho de los hijos
(arts. 1754 y 1755) y la responsabilidad civil de otras personas encargadas de la vigilancia de terceros (art.
1756). La "Responsabilidad derivada de la intervención de cosas y de ciertas actividades" está concentrada en

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una Sección especial la Séptima, en tres normas, desde el art. 1757 al art. 1759. En el mismo sentido se reguló la
"Responsabilidad colectiva y anónima" en la Sección 8ª, en tres normas, desde el art. 1760 al art. 1762.
En primer término, trataremos la responsabilidad civil de los establecimientos educativos para luego apartar
la responsabilidad de los institutos de enseñanza estatales (nacionales, provinciales y municipales) por su
régimen especial. Y mencionaremos sobre la aplicación del régimen de la Ley de Defensa del Consumidor de la
Ley 24.240 el que lo analizaremos en un tópico aparte relacionándolo con el régimen en estudio.
III. Responsabilidad civil de los establecimientos educativos
La responsabilidad civil de los establecimientos educativos no se modifica sustancialmente en el CCC
respecto al régimen introducido en el año 1997 por la Ley 24.830 que sí trajo cambios respecto al Código Civil
de Vélez Sarsfield en el art. 1117, pero es menester señalar que la transformación más importante en este
aspecto es la unificación de las consecuencias jurídicas de los regímenes de responsabilidad civil contractual y
extracontractual, aunque perduran algunas diferencias entre ambos por ser propias de cada uno de esos campos.
A. Unificación de los regímenes de responsabilidad civil
Como observamos, en el nuevo CCC desaparece el art. 1107 del Cód. Civil de Vélez Sarsfield que separaba
las aguas entre ambos regímenes de responsabilidad civil, entre el contractual y el extracontractual, aunque en la
práctica perduraban algunas diferencias (vgr. prescripción de la acción por daños, competencia en las leyes
adjetivas, etc.), mientras que a otras distinciones, a pesar de estar legisladas, la jurisprudencia mayoritaria las
venía tratando en las dos órbitas de una misma manera, asimilando las consecuencias jurídicas (vgr. extensión
de las consecuencias indemnizables o dañosas, algunos supuestos de legitimación activa, etc.).
Al extraerse esta norma válvula, valladar que imponía el uso de uno y otro ámbito de la responsabilidad
civil, se unifica la mayoría de las consecuencias jurídicas de ambos regímenes, salvo algunas distinciones
excepcionales que como enunciáramos son propias de cada sistema. Ese art. 1107 del Código Civil velezano no
permitía el cúmulo ni tampoco la opción de regímenes y poder gozar así de las ventajas de uno dejando de lado
los perjuicios del otro campo, salvo que se dieran ciertas condiciones que viabilizaban la procedencia de la
elección (por ejemplo que el hecho ilícito sea a la vez un delito del derecho penal, lo que permitía traspasar la
frontera del régimen de responsabilidad civil contractual hacia el extracontractual, con el perjuicio del
acortamiento del plazo de prescripción de la acción de 10 años a 2 años, pero con el beneficio del incremento de
las consecuencias indemnizables hasta las mediatas previsibles que se suman a las consecuencias inmediatas
resarcibles en ambos sistemas).
Si bien se unifica la mayoría de las consecuencias jurídicas de ambas órbitas de responsabilidad civil,
aunque permanezcan distinciones (3), no sería preciso seguir hablando de regímenes contractual y
extracontractual de responsabilidad, pero sí se podrá seguir mencionando que determinados supuestos de
educación se regulan a través de un "contrato de enseñanza", que continúa en el CCC siendo atípico por falta de
regulación específica, aunque le resulten aplicables las nuevas normas relativas a los contratos (arts. 957 y
sigtes.) y las propias de la Ley de Defensa del Consumidor 24.240 como veremos infra. También tenemos que
señalar que al apartarse la responsabilidad del Estado del CCC, en el supuesto del Estado nacional, la ley 26.944
continúa haciendo diferencias entre la responsabilidad civil contractual y la extracontractual (vide infra).
B. Ámbito de aplicación. Establecimientos educativos incluidos y excluidos. Legitimación pasiva
El art. 1767 del CCC prescribe: "Responsabilidad de los establecimientos educativos. El titular de un
establecimiento educativo responde por el daño causado o sufrido por sus alumnos menores de edad cuando se
hallen o deban hallarse bajo el control de la autoridad escolar. La responsabilidad es objetiva y se exime sólo
con la prueba del caso fortuito.
"El establecimiento educativo debe contratar un seguro de responsabilidad civil, de acuerdo a los requisitos
que fije la autoridad en materia aseguradora.
"Esta norma no se aplica a los establecimientos de educación superior o universitaria".
Esbozaremos nuestro estudio a través de esta norma fundamental para la "responsabilidad de los
establecimientos educativos" ya que el legislador de 2014 optó por tratar el régimen en una misma norma tal
como lo hizo el de 1997 al sancionar la Ley 24.830 que reformó el originario art. 1117 del Cód. Civil.
Ahora bien, qué establecimientos educativos están incluidos y cuáles excluidos de la norma.
El art. 1767, siguiendo la línea trazada por el art. 1117 modificado por la Ley 24.830 que señaláramos, se
refiere en tres oportunidades al "establecimiento educativo" (dos veces en singular —en el cuerpo de la norma
— y una en plural —en el título de la norma—) (art. 1767, párrs. 1º y 2º) y una vez a los "establecimientos de
educación" (art. 1767, párr. 3º), pero cuando se habla de éstos específicamente se los califica como de educación
"superior" y de educación "universitaria" (art. 1767, párr. 3º), manifestando así qué tipo de educación describe
(la "superior" y la "universitaria").
El lector podría preguntarse por qué no se aclaró en el primer párrafo del art. 1767 o en su título, cuáles eran
los "establecimientos educativos" comprendidos en la norma, mientras que para excluir institutos de enseñanza

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de su ámbito de aplicación, se mencionaron expresamente los apartados.
Debe mencionarse que, según nuestro parecer, no todos los establecimientos educativos están comprendidos
en el art. 1767 del CCC, de la misma forma que lo sosteníamos para el art. 1117 del Cód. Civil luego de la
reforma de la Ley 24.830. Para nosotros la nueva norma, como la anterior, abarca a los establecimientos
educativos que se reglan mediante la Ley de Educación 26.206 (B.O. 28/12/06), la que "...regula el ejercicio del
derecho de enseñar y aprender consagrado por el art. 14 de la Constitución Nacional y los tratados
internacionales incorporados a ella, conforme con las atribuciones conferidas al Honorable Congreso de la
Nación en el art. 75, incs. 17, 18 y 19, y de acuerdo con los principios que allí se establecen y los que en esta ley
se determinan", y a todos aquellos institutos de enseñanza que mediante las normas provinciales y municipales
se incorporen a su propio régimen educativo si es que no adhirieron al sistema educativo nacional. Es decir que
entendemos que la norma engloba a todos aquellos centros de enseñanza que imparten la educación mínima
regulada mediante la normativa educativa específica, sean de gestión privada o estatales, con la salvedad que
para los estatales nacionales haremos más adelante.
Esta hipótesis se refuerza aún más al finalizar la primera parte del primer párrafo del art. 1767 del CCC que
remarca que el titular del establecimiento educativo resulta responsable por el daño causado o sufrido por el
alumno menor de edad cuando éste se halle o deba hallarse bajo el control de la "autoridad escolar", y esa
autoridad, si bien existe como deber de vigilancia o de contralor en otros establecimientos que no sean de los
previstos en el sistema educativo nacional (provincial o municipal), no es precisamente una "autoridad escolar"
en los términos que la norma requiere. Deberá observarse que en el texto de la norma del art. 1117 del Cód.
Civil se había utilizado la expresión "autoridad educativa", siendo "educativa" un vocablo mucho más genérico
que "escolar", pues este último podríamos expresar que estaría referido específicamente a la "escuela". Aunque,
insistimos, si no se hubiera realizado este cambio, también sostendríamos que la norma resulta inaplicable a
otros institutos de enseñanza, por las consideraciones vertidas supra a las que añadimos tres más: 1) sería severo
cargar a toda otro centro educacional que no sean los del sistema educativo nacional que controla a estudiantes
temporalmente, durante menos tiempo que esos institutos educacionales a los que consideramos aplicable la
normativa, con la responsabilidad objetiva por los daños causados por alumnos a terceros (pues si se provoca a
otro estudiante se respondería también por la expresión "daño sufrido" por el alumno menor de edad), 2) que
además se le adicionaría la obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil y 3) asimismo se les
limitaría la posibilidad de eximirse de responsabilidad civil a una sola causa ajena, como lo es el caso fortuito.
Creemos que a los otros establecimientos educativos (centros de idiomas —no los colegios bilingües—,
colonias de vacaciones, academias de música, gimnasios, academias de artes —no aquellas que imparten
también educación del sistema educativo—, etc.), se les aplica la norma que surge del art. 1723 del CCC, no
teniendo así estos institutos la obligación de contratar un seguro de responsabilidad civil, como sí lo impone el
art. 1767 del CCC, salvo que la normativa jurisdiccional de habilitación así lo exija y adjudicándoseles más
eximentes para liberarse total o parcialmente de responsabilidad civil, es decir pudiendo además invocar
cualquiera de las causas ajenas al evento (hecho de la víctima —art. 1729 del CCC—, caso fortuito —art. 1730,
Cód. cit.— o hecho del tercero por quien no se debe responder —art. 1731, Cód. cit.—).
El art. 1767 del CCC marca en este sentido una diferencia con el art. 1117 del Cód. Civil, pues aquella
norma se refiere en general a los "establecimientos educativos", con el aditamento de la educación "superior" y
"universitaria" para excluirla de su ámbito de aplicación, mientras que el artículo modificado del Código Civil
se refería al comenzar a los establecimientos educativos privados y a los estatales, entendiéndose que se
aplicaba a ambos. Así el art. 1767 del CCC dispone al comenzar "...El titular de un establecimiento educativo
responde...", con la expresión genérica "establecimiento educativo", mientras que el art. 1117 del Cód. Civil
reza: "...Los propietarios de establecimientos educativos privados o estatales serán responsables...".
En primer término puntualizamos que en el art. 1767 del CCC no se hizo distinción alguna puesto que
resultaba innecesario, ya que los establecimientos educacionales son privados o estatales, y, por ende, a ambos
se aplica su disposición. (4) Como asimismo se prefirió redactar la norma en singular, a diferencia del art. 1117
del Cód. Civil que lo hace en plural.
La diferencia radica también en un cambio de vocablo, pues mientras el Código Civil utiliza el término
"propietarios", en la redacción del art. 1767 del CCC se optó por la voz "titular", puesto que si bien con el art.
1117 del Cód. Civil no había duda alguna que al mencionarse a los "propietarios" se entendía que el legitimado
pasivo era quien estaba a cargo de la organización del colegio y no quien tenía el dominio del inmueble, para
quien rige los arts. 1757 y 1758 del CCC, para una mejor redacción de la norma se eligió la locución "titular",
puesto que expresa con mayor precisión quién resulta el legitimado pasivo de la norma; en fin, quién está a
cargo de ese deber de seguridad de resultado frente a los alumnos y a terceros por daños causados por éstos. (5)
Asimismo, mientras el art. 1117, párr. 3º, del Cód. Civil excluye a los establecimientos educativos
"terciarios" de su ámbito de aplicación ("La presente norma no se aplicará a los establecimientos de nivel
terciario o universitario"), el art. 1767, con mayor precisión de lenguaje y siguiendo la normativa del sistema de
educación, apartó a los institución de educación "superior" de su órbita ("Esta norma no se aplica a los
establecimientos de educación superior o universitaria"). (6)

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La norma no regula la responsabilidad civil directa de las autoridades, docentes y otro personal a cargo de
alumnos, la que se encuentra regida por las normas generales de la responsabilidad civil (arts. 1749 y
concordantes, del CCC).
C. Naturaleza de la responsabilidad civil
Como indicáramos retro, al desaparecer la mayoría de las consecuencias jurídicas de ambos regímenes de
responsabilidad civil, ya no podremos determinar si se trata de una responsabilidad contractual o
extracontractual del establecimiento educativo ante daños causados o sufridos por alumnos menores de edad. Es
decir que si el daño lo padeció el alumno en el colegio habiendo sido producido por otro alumno, por personal
del mismo o por un ajeno al establecimiento de enseñanza (intruso, visita, por alguien desde afuera de la escuela
hacia adentro, por un tercero al colegio en las lecciones-paseo o viajes escolares), se tratará a secas de la
responsabilidad civil del establecimiento educativo que deriva de la ley, es ex lege, haya o no contrato de
enseñanza de por medio. Aún en aquellos casos donde el menor haya fallecido por los daños padecidos, también
se trata de una responsabilidad civil nacida de la ley y no ex contractus, pues el deber de seguridad al alumno no
surge del contrato educacional sino de la norma que así lo impone, esto es que esa obligación se apoya más allá
del acuerdo entre las partes. En el mismo sentido si el perjuicio lo sufre alguien distinto al propio alumno pero
fue causado por éste, puesto que si el daño es originado por un dependiente del principal se regulará el
infortunio por las normas específicas previstas en el Código para tal eventualidad (arts. 732 y 1753).
D. Fundamento de la responsabilidad civil
La norma se funda en un factor de atribución objetivo de la responsabilidad civil. De hecho el propio art.
1767 del CCC lo marca expresa y claramente al final del párr. 1º al mencionar que "La responsabilidad es
objetiva...". (7)
En el art. 1722 del CCC se describe qué es un "factor objetivo" de responsabilidad civil: "Factor objetivo. El
factor de atribución es objetivo cuando la culpa del agente es irrelevante a los efectos de atribuir
responsabilidad. En tales casos, el responsable se libera demostrando la causa ajena, excepto disposición legal
en contrario". Esto es que más allá de la conducta que el establecimiento educativo haya aportado en el evento,
obviamente a través de su personal (o sus titulares), deberá responder ante el daño causado o sufrido por el
alumno. El comportamiento del legitimado pasivo sólo interesa en el factor subjetivo de responsabilidad civil,
definido en el art. 1724 del CCC.
El titular del establecimiento educativo garantiza —deber de garantía— que si un alumno menor de edad
que se halla o deba hallarse bajo el control de su autoridad escolar causa un daño a otro o él mismo sufre el
perjuicio, responderá de las consecuencias y resarcirá al damnificado por el evento ilícito.
Asimismo, en el art. 1723 del CCC se encuentra una norma genérica de responsabilidad civil que fundaría el
deber de seguridad con fundamento objetivo como de resultado, si de las circunstancias de la obligación o de lo
convenido por las partes, surge que el deudor debe obtener un resultado determinado. (8) Aunque es dable
remarcar que es el propio art. 1767 del CCC el que determina el deber a cargo del titular del establecimiento
educativo para con el alumno y hacia terceros damnificados por estudiantes.
E. Requisitos de la responsabilidad civil
Entre las condiciones sine qua non que deben manifestarse para que se mecanice la responsabilidad civil del
titular del establecimiento educativo que dimana del art. 1767 del CCC encontramos: 1) hecho del alumno que
causa un daño o daño sufrido por alumno, 2) que el alumno sea menor de edad, 3) que el daño se haya
producido estando o debiendo estar el alumno bajo el control de la autoridad escolar y 4) que se trate de un
alumno de enseñanza impartida bajo el sistema educativo nacional (provincial o municipal que se adhiera a
aquél o que imponga el propio con determinadas características).
1) Hecho del alumno que causa un daño o daño sufrido por alumno
Como la norma anterior, el art. 1767 del CCC exige para mecanizar la responsabilidad civil del titular del
establecimiento educativo que el daño sea causado por el alumno a su cargo o que el perjuicio sea sufrido por él.
La causación del daño puede ser a otro alumno de la misma institución, aunque como reflexionáramos más
arriba este supuesto estaría comprendido en la responsabilidad civil del titular por el daño sufrido por el que
también responde, puede ser producido a un docente, al personal del colegio o a extraños a la institución que se
encuentren dentro o fuera de la misma, como por ejemplo el daño causado por el alumno a otro alumno que está
de visita en el colegio o a un progenitor que se encuentra en la escuela o a un extraño que se encuentra en la
calle, sea porque el perjuicio lo provocó el alumno desde adentro hacia afuera de la escuela o fuera de la misma,
debiendo hallarse bajo el control de la autoridad escolar (vgr. en la rabona). La causación del ilícito puede darse
con culpa del menor de edad mayor de 10 años (art. 1724, CCC) o bien por ser el causante un menor de 10 años
de edad (art. 261, inc. b, CCC: acto involuntario del menor de edad que no ha cumplido 10 años) o el menor de
edad estar privado de la razón (art. 261, inc. a), CCC: acto involuntario del privado de la razón al momento de
cometer el ilícito) pero su hecho podrá resultar objetivamente antijurídico.
El perjuicio también puede ser sufrido por el alumno sin que sea necesario para la viabilidad de la

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responsabilidad civil del titular del establecimiento escolar que haya sido provocado por otro alumno de ese
mismo colegio, pues el daño puede padecerse por las cosas del establecimiento educacional (vgr. pupitres,
ventanas, puertas, etc.).
Si el perjuicio es sufrido por un alumno por una actividad riesgosa pueden aplicarse los arts. 1757 y 1758
del CCC, pero en este caso la legitimación pasiva es contra quien realiza, se sirve u obtiene provecho de ella,
siendo tres en este supuesto las eximentes —arts. 1729, 1730 y 1731—. (9)
Tanto el daño causado como el sufrido por el alumno pueden ser a la persona o a la propiedad del alumno o
de un tercero.
La diferencia entre un supuesto y otro —entre daño causado y daño sufrido— radica en que si el que sufre el
perjuicio es un alumno del propio establecimiento se encuentra más beneficiado a la hora de la probanza, sin
tener que acreditar que otro alumno ocasionó el hecho con culpa u objetivamente antijurídico, por más que ese
daño sufrido haya sido causado por otro alumno del mismo establecimiento, por estar comprendido su
nocimiento en la hipótesis de "daño sufrido".
Se mantiene la norma del art. 1117 del Cód. Civil reformado por la Ley 24.830.
2) Alumno menor de edad
El alumno causante del daño debe ser menor de edad para que se responsabilice objetivamente al titular del
establecimiento educativo.
Esta misma exigencia se requiere para hacerlo responsable al titular del instituto escolar si se acciona para
que responda por el daño sufrido por el alumno.
La condición "alumnos menores de edad" se aplica tanto para reclamar por el daño causado como por el
perjuicio sufrido; es decir que si se el daño fue causado por un alumno no interesa si la víctima es menor o
mayor de edad o alumno o no del colegio, aunque el causante del daño debe ser además de "alumno" un "menor
de edad", mientras que si se reclama por un perjuicio sufrido, pero que no ha sido ocasionado por otro alumno
porque se engloba en el supuesto anterior, la víctima debe ser un "alumno" y "menor de edad". (10) Si con
motivo del hecho el alumno menor de edad fallece, sus damnificados indirectos también podrán reclamar bajo
esta norma.
La edad del menor agente dañoso se computa al momento de la causación del ilícito.
La razón de la norma se encuentra en que se garantiza que si un alumno del colegio produce un daño se
responderá por ese perjuicio sin importar quién es el damnificado, sea del mismo colegio o un tercero, mayor o
menor de edad, o se trate de un daño a la propiedad. Asimismo se garantiza la indemnidad del alumno menor de
edad, es decir que ante un perjuicio sufrido por el estudiante menor, el titular del establecimiento educativo
responde. La norma fue concebida para responsabilizar por el hecho de otro que debe estar controlado, como si
fuera un hecho propio, y para garantizar la indemnidad del alumno a cargo.
En este sentido se mantiene la norma del art. 1117 del Cód. Civil reformado por la Ley 24.830.
3) Control de la autoridad educativa
El art. 1767 del CCC también exige para responsabilizar al titular del establecimiento educativo que el
alumno menor causante o sufriente del daño se halle o deba hallarse bajo el control de la autoridad escolar.
Si el alumno no se encuentra bajo la vigilancia del establecimiento escolar, el titular del mismo no puede ser
responsabilizado, ya que sin tener el contralor del estudiante no podrá evitar el perjuicio y menos garantizar el
resarcimiento de los daños que se provoquen.
El "hallarse bajo el control de la autoridad escolar" significa la posibilidad material de controlar al alumno,
así no podrá ejercer esa vigilancia hacia aquellos alumnos ausentes, por lo que mal podría atribuirse una
responsabilidad y menos objetiva como la del art. 1767 del CCC.
Ahora bien, a diferencia del art. 1117 del Cód. Civil, se decidió anexar que el titular del instituto de
enseñanza es responsable cuando los alumnos "deban hallarse bajo el control de la autoridad escolar", lo que
significa que responde por los daños causados o sufridos por aquellos alumnos que ingresaron al colegio pero
que se escaparon del mismo o huyeron del contralor escolar —vgr. encontrándose el alumno fuera del colegio
por una excursión o lección-paseo sale del control fáctico de la autoridad educativa—, por aquellos estudiantes
que sus padres desconocen que en el horario escolar se hallaban fuera del ámbito escolar por ejemplo porque el
colegio impidió su ingreso. (11) Las zonas témporo-espaciales de la responsabilidad civil del titular del
establecimiento educativo son demarcadas por cada situación fáctica, habiéndose corrido por algunas pocas
sentencias los límites espaciales de la escuela (12), flexibilizando también los horarios de ingreso y egreso por
alumnos al colegio. (13)
4) Tipo de enseñanza. Posturas: remisión
Como reseñáramos arriba, el ámbito de aplicación de la norma está destinado a los establecimientos
educativos privados y estatales en general, sin perjuicio de la exclusión de su aplicación para los colegios

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estatales nacionales que se realizó mediante una ley genérica de responsabilidad estatal, apartándolos del
régimen del Código Civil y Comercial, como veremos más adelante. Y además, la norma se debe aplicar, según
nuestro criterio, a las instituciones de enseñanza privadas del sistema educativo nacional, provincial o
municipal, según corresponda y no a otros modelos de educación, por las razones dadas con anterioridad,
adonde remitimos. Aquí mantenemos lo que en otra oportunidad ya sostuvimos para el art. 1117 del Cód. Civil,
aunque reconocemos que algunos pronunciamientos se han apartado de este criterio que consideramos más
rígido ante las exigencias de la norma, aplicando por ejemplo a otros centros que de alguna forma imparten
educación a menores —así se aplicó a: un centro de día (14), a los boy scout (15), a un establecimiento que
prestaba el servicio de colonia de vacaciones (16), a una parroquia que brindaba clases de catequesis—. (17)
F. Eximente de responsabilidad
El art. 1767 del CCC en su primer párrafo, última parte, norma: "La responsabilidad es objetiva y se exime
sólo con la prueba del caso fortuito".
La norma continúa con lo previsto en el art. 1117 del Cód. Civil, es decir que el titular del establecimiento
educativo se exime de responsabilidad sólo con la acreditación del caso fortuito (conf. art. 1730, del CCC). (18)
Con respecto al art. 1117 del Cód. Civil se había establecido un debate acerca de la extensión de las
eximentes, si liberaba sólo el caso fortuito o también la culpa de la víctima o la de un tercero por quien no se
debía responder, siempre y cuando éstas dos últimas causas ajenas reunieran los caracteres de la primera, es
decir del caso fortuito. (19)
La mayoría de la jurisprudencia se mostró partidaria de liberar al titular del establecimiento educativo (en la
terminología del art. 1117 del Cód. Civil al "propietario") sólo si demostraba el protagonismo causal en el
evento del caso fortuito y por más que ese organizador de la educación probase la intervención fáctica total o
parcial de la culpa de la víctima o de un tercero por quien no debía responder, no se lo liberaba de
responsabilidad civil. Consideramos que es la línea que hay que seguir, toda vez que si el legislador hubiera
pensado que todas las eximentes liberaban, en esta ocasión tuvo la oportunidad de enmendar lo que se
consideraba por algunos que no se había realizado en 1997 mediante la Ley 24.830. Una vez más el legislador
optó porque el titular del establecimiento educativo responda objetivamente por el daño causado o sufrido por el
alumno menor cuando se halla o deba hallarse bajo el control de la autoridad educativa, eximiéndose de
responsabilidad "sólo con la prueba del caso fortuito".
A diferencia del legislador de la Ley 24.830 que concluía el primer párrafo del art. 1117 del Cód. Civil
prescribiendo que se responsabilizaba al titular (decía "propietario") del establecimiento educativo "...salvo que
probaren el caso fortuito", el legislador de la Ley 26.994 optó por agregar el adverbio "sólo" a la frase referida a
la liberación de responsabilidad, es decir que ese titular se exonera "...sólo con la prueba del caso fortuito". El
adverbio agregado "sólo" despeja todas las posibles interpretaciones intentadas infructuosamente para incluir
otras eximentes en la liberación de la responsabilidad civil.
G. Seguro de responsabilidad civil escolar obligatorio. Requisitos. Autoridad de contralor
El art. 1767 del CCC impone en su segundo párrafo: "El establecimiento educativo debe contratar un seguro
de responsabilidad civil, de acuerdo a los requisitos que fije la autoridad en materia aseguradora".
La norma continúa con la imposición que viene desde 1997 con la Ley 24.830 del seguro de responsabilidad
civil escolar obligatorio, pero con un cambio más que favorable, pues el art. 1117 del Cód. Civil había añadido a
la obligatoriedad de su contratación que: "A tales efectos, las autoridades jurisdiccionales, dispondrán las
medidas para el cumplimiento de la obligación precedente". Es decir que a los efectos de la contratación las
autoridades jurisdiccionales serían las que dispondrían de las medidas idóneas para el cumplimiento de la
obligación. El debate doctrinario, no jurisprudencial, se desarrolló en torno a la expresión "autoridades
jurisdiccionales" que no despejaba la duda si se refería a cada uno de los Ministerios de Educación
jurisdiccionales (nacional y provinciales) o a la autoridad en materia de contralor de la actividad aseguradora.
A partir de la nueva norma, las condiciones del contrato de seguro de responsabilidad civil escolar las fija la
autoridad en materia de contralor de la actividad del seguro y no otra, en el caso la Superintendencia de Seguros
de la Nación (SSN). (20) Así, se igualan las condiciones exigidas a todos los establecimientos escolares a la hora
de contratar un seguro de responsabilidad civil que cubra el riesgo que dimana del art. 1767 del CCC,
evitándose así las diferencias que surgían con el régimen del art. 1117 del Cód. Civil al distribuir entre todas las
autoridades jurisdiccionales (nacionales y provinciales) la fijación de requisitos para este contrato de seguro.
IV. Responsabilidad civil de los establecimientos educativos del Estado
El Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, a pesar de haber quitado en el art. 1767 de la
expresión "establecimientos educativos" que traía el art. 1117 del Cód. Civil los adjetivos "privados" y
"estatales" para calificar el tipo de institutos de enseñanza a los que se aplicaba, entendía que ambos estaban
abarcados por la norma.
El Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación optó por regular la responsabilidad civil del Estado y
del funcionario y del empleado público en una legislación aparte, regida por normas y principios del derecho

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administrativo nacional o local según correspondiese.
Veamos entonces el régimen de responsabilidad de los establecimientos educativos estatales según se trate
del Estado nacional, provincial o municipal.
A. Establecimientos educativos del Estado nacional
Es así que en el ámbito de la Nación, se sancionó la Ley 26.944 (B.O. 08/08/2014) que en diez normas, más
una invitando a las jurisdicciones a adherirse y una última de forma, regula la responsabilidad del Estado
nacional por los daños que su actividad o inactividad les produzca a los bienes o derechos de las personas. (21)
Es decir que la responsabilidad de los establecimientos educativos de propiedad del Estado nacional se rige
por esta normativa específica, la Ley 26.944. Esta ley dispone a su vez en su art. 1º, párr. 3º, que las
disposiciones del Código Civil no son aplicables a la responsabilidad del Estado de manera directa ni
subsidiaria. Por este apartamiento es conocido que sobrevino un debate doctrinario. (22)
Debe advertirse que esta normativa al remitirse a normas de derecho administrativo y apartar al Estado del
régimen del CCC, sigue con la diferenciación entre la responsabilidad civil contractual y la extracontractual, por
lo que la unificación deviene inaplicable al Estado nacional. Es así que en el art. 10 se dispone que la
responsabilidad contractual del Estado se rige por lo dispuesto en las normas específicas y ante ausencia de
regulación, se aplica la ley especial 26.944 en forma supletoria, es decir que hasta se menciona específicamente
la subsistencia de la responsabilidad civil contractual.
Ahora bien, si se entiende que la responsabilidad del Estado al brindar el servicio educativo es contractual,
se deberá regular por las normas específicas siempre que las haya, y, en caso contrario, se aplicará la ley
especial 26.944. Ante ausencia de esas normas, deviene aplicable esta ley específica.
Gran parte de la jurisprudencia entiende que ante el incumplimiento del Estado al prestar el servicio de salud
lo hace dentro del régimen extracontractual, por lo que analógicamente podría entenderse que ante el
incumplimiento estatal al prestar el servicio educativo lo hace también dentro de dicha órbita.
Por tanto, sea que se aplique la Ley 26.944 por ausencia de normas de responsabilidad contractual por daños
causados o sufridos en el ámbito de un establecimiento educativo nacional o se mecanice porque se entienda
que la responsabilidad estatal en el incumplimiento de la prestación de servicios es siempre extracontractual, sus
normas vendrían a regular el supuesto.
Lo cierto es que si se aplica la Ley 26.944 a los establecimientos educativos nacionales deberá entenderse
que la responsabilidad del Estado nacional resulta objetiva y directa (conf. art. 1º, 2º párr., lex citata).
Entendemos que el fundamento radica en un factor de atribución objetivo y que el establecimiento educativo
para eximirse de responsabilidad deberá demostrar que en el evento intervino total o parcialmente una causa
ajena, sea que los daños deriven de caso fortuito o fuerza mayor, salvo que sea asumido por el Estado
expresamente por una ley especial, del hecho de la víctima o de un tercero por quien no debe responder (art. 2º,
ley citada).
En este supuesto se diferencia del régimen del art. 1767 del CCC en cuanto al agregado que la Ley 26.944
trae de otras eximentes de responsabilidad que en aquella norma del CCC se encuentran restringidas sólo al
"caso fortuito".
En lo que respecta a los daños comprendidos entendemos que sólo abarcan los perjuicios sufridos y no los
que causen los alumnos a terceros, salvo que el estudiante lo provoque a otro alumno, pero esta hipótesis se
incluiría en el supuesto de "daños sufridos". (23)
En cuanto al requisito de la minoridad lo consideramos innecesario para este régimen, protegiéndose tanto a
los alumnos menores como a los mayores de edad. También entendemos que la responsabilidad del
establecimiento educativo surge hallándose o debiendo hallarse los alumnos bajo el control de la autoridad
escolar. Resulta innecesario probar la conducta del causante del daño, pues el Estado se compromete
objetivamente, aunque se requiere la probanza de la imputabilidad material de la actividad o inactividad estatal.
Para que se desprenda la responsabilidad del establecimiento educativo nacional debe probarse que la
actividad e inactividad ilegítima (conf. art. 2º):
a) causó un daño cierto, el que debe ser debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero;
b) la imputabilidad material de la actividad o inactividad al órgano estatal;
c) la relación de causalidad adecuada entre la actividad o inactividad del órgano y el daño cuya reparación se
persigue; y,
d) la falta de servicio consistente en una actuación u omisión irregular de parte del Estado, generando dicha
omisión responsabilidad cuando se verifica la inobservancia de un deber normativo de actuación expreso y
determinado.
Esto es que deberá probarse el funcionamiento anormal del servicio público educativo (24), siendo el Estado
responsable por el comportamiento de cualquier personal que de él dependa en un colegio. (25)

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B. Establecimientos educativos del Estado provincial y de Municipalidades
Al apartarse del CCC la responsabilidad del Estado como titular de un establecimiento educativo (conf. arts.
1764 y 1765, CCC), se sancionó como indicáramos la Ley 26.944 de responsabilidad del Estado nacional. Por
dicha norma se invita las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherirse a los términos de esa
ley para la regulación de la responsabilidad estatal en sus ámbitos respectivos (art. 11, Ley 26.944).
Si una Provincia se adhiere a dicha ley, sus establecimientos educativos quedarán abarcados por esa norma,
o por la que dicte cada jurisdicción. De no sancionarse ley alguna, consideramos que debe aplicarse
analógicamente el Código Civil y Comercial de la Nación.
C. Establecimientos educativos mixtos (con subsidio estatal)
Que el Estado en cualquiera de sus ámbitos (nacional, provincial o municipal) soporte con ayuda económica
a los establecimientos educativos de gestión privada, estos seguirán siendo los únicos responsables en virtud del
art. 1767 del CCC si son titulares de la escuela, no siendo legitimado pasivo el Estado, cual fuere la jurisdicción,
por dar beneficios económicos al instituto de enseñanza de gestión privada. Aquí debe apartarse lo referido a la
titularidad del colegio, respecto a los efectivos aportes que el Estado realice. De la única forma que podrá ser
responsabilizado el Estado es al ser titular del establecimiento educacional, salvo que surja responsabilidad
estatal por otro motivo.
V. Aplicación de la Ley de Defensa del Consumidor a los establecimientos educativos
A los establecimientos educativos se le aplica la Ley de Defensa del Consumidor 24.240.
Es así que aún a los hechos ocurridos con anterioridad a la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial
se le aplica el régimen de la Ley de Defensa del Consumidor, y también a los que se produzcan una vez vigente
aquel Código.
El art. 1º de la Ley 24.240, con la reforma de la Ley 26.994, establece: "Objeto. Consumidor. Equiparación.
La presente ley tiene por objeto la defensa del consumidor o usuario. Se considera consumidor a la persona
física o jurídica que adquiere o utiliza, en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios como destinatario final,
en beneficio propio o de su grupo familiar o social.
"Queda equiparado al consumidor quien, sin ser parte de una relación de consumo como consecuencia o en
ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma gratuita u onerosa, como destinatario final, en
beneficio propio o de su grupo familiar o social".
En dicho concepto de "consumidor" ingresa quien se beneficia de la prestación del servicio educativo
(también en el concepto que da la Ley 26.361 de 2008 en el art. 1º de la Ley 24.240 vigente hasta el
31/07/2015), y en el de proveedor del art. 2º que antes de entrar en vigencia la Ley 26.944 y con posterioridad
continúa siendo el mismo: "Proveedor. Es la persona física o jurídica de naturaleza pública o privada, que
desarrolla de manera profesional, aun ocasionalmente, actividades de producción, montaje, creación,
construcción, transformación, importación, concesión de marca, distribución y comercialización de bienes y
servicios, destinados a consumidores o usuarios. Todo proveedor está obligado al cumplimiento de la presente
ley.
No están comprendidos en esta ley los servicios de profesionales liberales que requieran para su ejercicio
título universitario y matrícula otorgada por colegios profesionales reconocidos oficialmente o autoridad
facultada para ello, pero sí la publicidad que se haga de su ofrecimiento. Ante la presentación de denuncias, que
no se vincularen con la publicidad de los servicios, presentadas por los usuarios y consumidores, la autoridad de
aplicación de esta ley informará al denunciante sobre el ente que controle la respectiva matrícula a los efectos de
su tramitación".
En suma, a la prestación del servicio educativo se le aplica la Ley de Defensa del Consumidor. (26)
VI. Colofón
En síntesis, podríamos expresar que son cinco las diferencias esenciales del art. 1767 del CCC con el
régimen de la Ley 24.830 [1997] que introdujo cambios al originario art. 1117 del Cód. Civil descartando la
presunción de culpa iuris tantum del director del colegio y del maestro artesano por los daños causados por
alumnos mayores de 10 años:
1) La unificación de las consecuencias de los regímenes de responsabilidad civil contractual y
extracontractual, sin importar ahora la relación del damnificado —directo o indirecto— con el establecimiento
educativo para que se aplique uno u otro ámbito, lo que conlleva a la igualdad en el plazo de prescripción de la
acción en tres años (conf. art. 2561, párr. 3º, CCC);
2) La responsabilidad civil del titular del establecimiento educativo se extiende también a los momentos en
que el organizador escolar debe tener el control del alumno y no lo tenga por cuestiones propias y no ajenas;
3) La responsabilidad civil de ese titular del instituto de enseñanza se libera "sólo" con el caso fortuito, no
pudiendo aplicarse otras eximentes ajenas;

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4) El seguro de responsabilidad civil obligatorio que debe contratar el titular del establecimiento educativo
está regulado por la autoridad en materia aseguradora; y,
5) Que la responsabilidad de los establecimientos educativos estatales nacionales se regula por su ley
específica.
Como hemos abordado hay otras distinciones con el régimen anterior del Código Civil de Vélez Sarsfield,
pero consideramos que estos tópicos son las más salientes para destacar en esta breve conclusión.
En fin, el nuevo régimen de responsabilidad civil que aplica el Código Civil y Comercial de la Nación
recopila en su mayoría los avances que la doctrina y la jurisprudencia vienen empleando en este campo en las
últimas tres décadas. El desarrollo que estas dos fuentes del derecho han realizado en el ámbito de la
responsabilidad civil ha sido notable y había sido incorporado por los varios Proyectos de Reformas a los
Códigos Civil y Comercial que, lamentablemente, por diferencias de distinto tenor no pudieron tener el
consenso necesario para llegar a buen puerto. En esta oportunidad, se pudo plasmar saludablemente en el
Capítulo destinado a la responsabilidad civil lo receptado en Proyectos anteriores, en los estudios doctrinarios y
en los avances de la jurisprudencia.
(1) Ver LORENZETTI, Ricardo Luis, "Presentación del Código Civil y Comercial de la Nación", LL,
2014-E, 1243.
(2) Hemos tratado la temática con anterioridad en conjunto con otras responsabilidades especiales en:
SAGARNA, Fernando Alfredo, "Responsabilidad civil directa y por el hecho de terceros. En el nuevo Código
Civil y Comercial de la Nación", Sup. Especial Nuevo Código Civil y Comercial La Ley 0014 (Noviembre),
143 y sigtes. Con anterioridad antes de sancionarse en la etapa de Proyecto en RIVERA, Julio César (Director),
MEDINA, Graciela (Coordinadora), "Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación
2012", Bs. As., AbeledoPerrot, 2012, ps. 923 y sigtes. Compulsar también: VILLAGRÁN, Santiago, "La
responsabilidad de los propietarios de establecimientos educativos en el Proyecto de Código", LL, 2013-A, 635,
que aunque no compartimos algunos puntos recomendamos su lectura.
(3) Ver las diferencias en PICASSO, Sebastián, "La unificación de la responsabilidad contractual y
extracontractual en el Código Civil y Comercial de la Nación", Sup. Especial Nuevo Código Civil y Comercial
La Ley 2014 (Noviembre), 151 y sigtes.
(4) Aunque por los arts. 1764 y 1765 del CCC se excluyó al Estado de la aplicación de las normas de
responsabilidad civil. Si el art. 1767 del CCC hubiera incluido el mismo contenido que el art. 1117 del Cód.
Civil, es decir su aplicación a establecimientos educativos privados y a estatales, hubiera sido contrario a lo
normado en aquellos arts. 1764 y 1765 que excluyen al Estado de las normas de responsabilidad civil del CCC.
Pero remarcamos que originariamente en el Anteproyecto, además de no excluirse al Estado de la
responsabilidad civil del Código, tampoco se había hecho agregado en el art. 1767 la clasificación de "privados"
y "estatales" a los establecimientos educativos. De haberse agregado, se hubiera quitado porque hubiera
resultado contradictoria con lo estipulado en los arts. 1764 y 1765.
(5) No consideramos que en el art. 1767 del CCC al cambiarse el término "propietario" por "titular" como
expresa un autor se ha quitado la responsabilidad agravada de quien tiene el dominio del bien. En ningún
momento el legislador de la Ley 24.830 al incluir como responsable al "propietario" lo hizo por quien tiene el
dominio del inmueble, puesto que si así fuera ningún locador querrá dar en locación su inmueble a un colegio
por ver agravada su responsabilidad, va a preferir otro tipo de locación. La intención y espíritu del legislador,
continuada en la reforma del CCC, es responsabilizar al organizador del establecimiento no al dueño del
inmueble que lo da en locación para que en él se preste el servicio educativo (ver VILLAGRÁN, Santiago, "La
responsabilidad de los propietarios de establecimientos educativos en el Proyecto de Código", LL, 2013-A, 635,
aunque concuerda seguidamente con la solución propuesta).
(6) Como se lee en los "Fundamentos del Anteproyecto" en estos centros de estudio "...no puede predicarse
que exista un deber de cuidado similar al de los otros establecimientos" (Conf. "Fundamentos del
Anteproyecto", Título V: "Otras fuentes de las obligaciones", Capítulo 1. Responsabilidad Civil, 16. Supuestos
especiales de responsabilidad).
(7) De hecho en cada oportunidad que se consideró que la responsabilidad civil resulta objetiva se lo aclara
en la norma (vgr. art. 1753 del CCC —responsabilidad civil del principal por el hecho del dependiente—, art.
1755 del CCC —responsabilidad civil de los padres por el hecho de los hijos—, art. 1757 del CCC
—responsabilidad civil del dueño y guardián por el hecho de las cosas y del que realiza, se sirve u obtiene
provecho de actividades riesgosas—, etc.).
(8) Contra: RINESSI, Antonio J., "La falta de regulación del deber de seguridad en el Código Civil y
Comercial", LL, 2014-F, 1249.
(9) Ver en Italia BALDUIN, Gian Mario y BUDA, Simona, "La responsabilità civile e penale
dell´insegnante", Padova —Italia—, Cedam, 1999, ps. 23 y 24.
(10) En la sentencia de la CNCiv., sala G, 26/12/2012, Castro, Mabel Haydée c. Asociación Católica

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Irlandesa (colegio Mons. Dillon), RCyS, 2013-VII, 30 y LL 2013-D, 376, ambas publicaciones con nota de
Jorge Adolfo MAZZINGHI (H.) y en ED, 251-511, la Dra. Arean sostiene con razón que ante el daño sufrido
por la madre de un menor en un colegio no se aplica el art. 1117 del Cód. Civil (art. 1767 del CCC), pues debe
tratarse de un "alumno" de la escuela quien haya sufrido el daño para aplicarse, salvo que el perjuicio a la
progenitora lo haya producido un alumno del instituto educativo, pero ahí jugaría el supuesto de "daño causado
por alumno".
(11) Como ocurrió en el caso resuelto por JNac. 1ª Instancia en lo Civil Nº 3, 04/11/2011, Fernández,
Gustavo Gabriel c. G.C.B.A. - Secretaría de Educación s/daños y perjuicios, LLOnline, AR/JUR/99888/2011 (el
alumno fue atropellado por un tren mientras el menor se encontraba jugando a la vera de las vías porque se le
había impedido el acceso al lugar donde debía impartírsele educación física).
(12) CNCiv., sala H, 18/12/2007, C., J. del C. y otro c. Vázquez, Gonzalo y otros, LL, 2008-C, 30, con nota
de Juan Manuel Prevot, se responsabilizó a un colegio concurrentemente con el automovilista que embistió a
una alumna en la calle a la salida del colegio, pues no había transcurrido un considerable lapso de tiempo desde
el horario de salida, lo cual lo obligaba a los docentes ejercer la guarda efectiva sobre los alumnos durante ese
período. En CCiv. y Com. de San Martín, sala I, 09/12/2004, Castro, Mónica K. c. Calvete, Norma, LLBA,
2005-872, LLBA, 2005-913, con nota de Marcelo HERSALIS, Eduardo O. MAGRI y Gabriel A. TALCO, se
responsabilizó en partes iguales a la escuela y a los padres de un menor de 11 años de edad que había sufrido
lesiones en la puerta del establecimiento educativo al cual concurría al descender del cordón de la vereda detrás
de un automóvil que estacionaba, toda vez que el deber de vigilancia del colegio se extendía a la zona inmediata
a la misma y la obligación "in vigilando" por parte de los progenitores se acentúa cuando se trata de un menor
de corta edad.
(13) Véase la interesante sentencia CCiv. y Com. 1ª Nom. de Santiago del Estero, 18/04/2013, Ruiz, Víctor
Hugo y otra c. Romero, Diego Enrique y otros s/daños y perjuicios -beneficio de litigar sin gastos, LLOnline, en
la que se responsabiliza al colegio por el daño sufrido por una estudiante que sufrió daños luego de haber
egresado del mismo antes del horario habitual debido a un acto conmemorativo celebrado en la escuela, sin que
las autoridades constataran de modo eficiente que los padres de la alumna estuvieran anoticiados de la salida
anticipada a fin de evitar el daño sufrido. También se responsabilizó a un colegio por las lesiones sufridas por
un alumno al caérsele una campana fuera del horario escolar, por haber finalizado éste, pero que seguía bajo la
guarda escolar: C5ªCiv., Com., Minas, de Paz y Tributaria de Mendoza, 03/03/2010, Fernández, Jorge
Alejandro c. Dirección General de Escuelas, LLGran Cuyo, 2010-709, por los daños sufridos por un estudiante
fuera del colegio y un día sábado de voluntaria asistencia, pero que se encontraba bajo la vigilancia de un
profesor: CNCiv., sala B, 26/06/2008, M. C., P. E. c. G., M. y otros, RCyS, 2008-IX, 50 y JA, 2008-III, 387. No
se responsabilizó al colegio por los daños sufridos por una alumna fuera del establecimiento educativo habiendo
transcurrido un considerable plazo de tiempo entre el egreso del colegio y el accidente —el infortunio ocurrió a
las 18 hs. y se retiró de la escuela a las 17:50 hs.— CApel. Civil Neuquén, sala II, 07/03/2006, P., F. c. Consejo
Provincial de Educación y otro, LLOnline, AR/JUR/9298/2006. También las escuelas han sido
responsabilizadas por hechos ocurridos fuera del horario escolar y del establecimiento educativo pero en los que
se servía de alguna manera de la actividad desarrollada que provocó los daños, así en: SCBuenos Aires,
14/04/2010, R., W. y otra c. Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires y otros,
LLBA, 2010-855, con nota de Pablo Daniel Rodríguez Salto (por daños ocurridos por quemaduras por un
experimento realizado en la casa de uno de los alumnos por orden de un profesor); C1ªCiv. y Com. de San
Nicolás, 03/06/2003, Bisaro de Leveratto, Lidia M. c. Boryezliewcz, Sergio y otro, RCyS, 2003-835 y LLBA,
2003-1190 (por perjuicios provocados por una carroza en un desfile).
(14) CCiv. y Com. Junín, 15/11/2011, G., M. D. C. c. D., M. E. y Otros s/daños y perj. por del. y cuasid. sin
uso autom., RCyS, 2012-II, 18, con nota de Félix A. Trigo Represas, LLBA, 2012-86 y DJ, 09/05/2012, 88.
(15) CNCiv., sala C, 07/04/2011, R. G., L. E. c. Scout de Argentina Asociación Civil, RCyS, 2011-VIII,
202 y JA, 30/11/2011, 74.
(16) CNCiv., sala H, 02/06/2014, G. R., J. H. y otros c. C., V. J. y otros s/ daños y perjuicios, DJ,
05/11/2014, 76 y RCyS, 2015-II, 98.
(17) CNCiv., sala J, 29/03/2012, Ibañez, Margareth c. Arzobispado de Buenos Aires s/daños y perjuicios,
JA, 30/05/2012, 42 y ED, 250-559.
(18) SAGARNA, Fernando Alfredo, "La ley 24.830. Nuevo régimen de la responsabilidad civil de los
propietarios de establecimientos educativos", en JA, 1997-III-927.
(19) Sobre el "caso fortuito" como eximente en el art. 1117 del Cód. Civil lo estudiamos en: SAGARNA,
Fernando Alfredo, "Responsabilidad civil del establecimiento educativo para alumnos con capacidades distintas.
La eximente "caso fortuito", LL, 2010-E, 15 y sigtes.
(20) Celebra la modificación: VILLAGRÁN, Santiago, "La responsabilidad de los propietarios de
establecimientos educativos en el Proyecto de Código", LL, 2013-A, 635.
(21) Ver la obra que trata la temática de la responsabilidad del Estado con la nueva ley: ABERASTURY,

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"Responsabilidad extracontractual del Estado. Ley 26.944" cit.
(22) Ver entre muchos el debate doctrinario antes y después de sancionarse la ley: CASSAGNE, Juan
Carlos, "El fundamento constitucional de la responsabilidad del estado y su regulación por el Código Civil o por
leyes administrativas", LL, 2014-C, 885, ver también del mismo autor en ABERASTURY, "Responsabilidad
extracontractual del Estado. Ley 26.944", Bs. As., AbeledoPerrot, 2014, ps. 68 y sigtes. PARELLADA, Carlos
A., "La responsabilidad civil del Estado y de los funcionarios públicos", LL, 2013-E, 840; PIZARRO, Ramón
D., " La responsabilidad del Estado y de los empleados y funcionarios públicos en el Anteproyecto y en el
Proyecto de Código Civil de 2012", LL, 2013-E, 840 y en RCyS, 2013-X, 5, y "La caja de Pandora", RCyS,
2014-IX (tapa); GALDÓS, Jorge Mario, en "La responsabilidad del Estado en la ley 26.944 por el daño causado
por las cosas de su propiedad", RCyS, 2014-XII, 20; GHERSI, Carlos A., "Ley de Responsabilidad del Estado:
los funcionarios públicos", RCyS, 2014-XI, 5; GELLI, María Angélica, "Lectura constitucional de la Ley de
Responsabilidad del Estado", LL, 2014-E, 659; BIGLIERI, Alberto, "Tensión entre la Reforma del Código y la
ley de responsabilidad del Estado proyectada", LL, 2014-C, 728; MESSINA DE ESTRELLA GUTIÉRREZ,
Graciela N., "El nuevo régimen de Responsabilidad Civil del Estado. Todo un tema en conflicto", LL,
25/08/2014, 1; TANZI, Silvia Y., UBIRÍA, Fernando A. y FOSSACEA, Carlos A. (h.), "Responsabilidad del
Estado: Reflexiones sobre la conveniencia de su regulación en el Código Civil. Elementos para un adecuado
encuadramiento", DJ, 18/12/2013, 1; CATALANO, Mariana, "Nueva Ley de Responsabilidad del Estado.
Análisis de su articulado en relación a la jurisprudencia de la Corte y al proyecto de la Comisión de Reformas al
Código Civil", RCyS, 2014-XII, 5; CASIELLO, Juan José, "Responsabilidad del Estado y de los agentes
públicos, en el Proyecto de Código", LL, 2013-E, 833; GUSMAN, Alfredo Silverio, "Daños causados por los
concesionarios ¿Puede el estado eximirse de responsabilidad?", LL, 9/2/2015, p. 1; Aberastury, Pedro, "La
nueva Ley de Responsabilidad del Estado", ADLA, 2014-25, 18; TOSTO, Gabriel, "¿Un estado Caín? Un
bosquejo inicial sobre la responsabilidad extracontractual del Estado", DT, 2015 (enero), 22; IBARLUCÍA,
Emilio A., "Responsabilidad del Estado y de los funcionarios públicos. ¿Código Civil o ley provincial?", LL,
2014-D, 739; PERRINO, Pablo E., "Responsabilidad por actividad estatal legítima. Proyecto de ley de
responsabilidad del Estado y de los agentes públicos", LL, 18/06/2014, 1078.
(23) Ver LASARTE, Carlos, LÓPEZ PELÁEZ, Patricia y MORETÓN SANZ, María Fernanda, "La
responsabilidad civil en el ámbito de los centros docentes", Madrid -España-, Dykinson, 2007, p. 95, donde se
cita un caso donde la Administración debió responder por los daños causados por un alumno al arrojar piedras a
automotores estacionados alrededor de su escuela, obviamente bajo una normativa distinta a la Ley argentina
26.944.
(24) En este punto y específicamente para el tema abordado: ATIENZA NAVARRO, María Luisa, "La
responsabilidad civil por los hechos dañosos de los alumnos menores de edad", Granada —España—, Comares,
2000, ps. 254 y sigtes.
(25) En este mismo sentido: MORENO MARTÍNEZ, Juan Antonio, "Responsabilidad de centros docentes
y profesorado por daños causados por sus alumnos", Madrid —España—, McGraw-Hill, 1996, ps. 224 y 225.
(26) GALDÓS, Jorge Mario, en "La responsabilidad del Estado en la ley 26.944 por el daño causado por las
cosas de su propiedad", RCyS, 2014-XII, 20, entiende que al Estado se le aplica la Ley de Defensa del
Consumidor cuando "...actúa como proveedor profesional de servicios en el marco de la relación de consumo
(por ejemplo la prestación de servicios educativos)...". Ver también MÁRQUEZ, José Fernando y
CALDERÓN, Maximiliano Rafael, "Responsabilidad del Estado por actividad legitima. Excepcionalidad,
resarcimiento, y actividad judicial", LL, 2014-c, 932; PARELLADA, Carlos A., "Responsabilidad del Estado
por hechos de sus agentes, cometidos con el arma reglamentaria", LL, 2014-E, 394; PIZARRO, Ramón D., "La
responsabilidad del Estado y de los empleados y funcionarios públicos en el Anteproyecto y en el Proyecto de
Código Civil de 2012", LL, 2013-E, 855 y en RCyS, 2013-X, 5.

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