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Introducción al Derecho del Daño y Funciones

de la Responsabilidad Civil
- Resp. Civil Contractual y Extracontractual
- Constitucionalización del Derecho Privado
- Principio de Reparación Plena
• UNIDAD I
Prof. Dr. Carlos Dante Hilario Colque.
Obligación que nace a partir del daño
provocado a una persona, al patrimonio de
un tercero , o a un derecho de incidencia

Responsabilidad Civil: colectiva.

CONCEPTO:
Es el deber de soportar las consecuencias gravosas
que recae sobre el transgresor de una norma o
principio del derecho; o el incumplidor de una
obligación

Se ocupa:
• De dar una solución a la víctima de un daño determinado, relacional al
causante y a la víctima del hecho dañoso, el factor de atribución, el modo
de reparar y el monto, define los sujetos legitimados (obligados a reparar
y los que merecen reparación) y en qué consistirá la reparación.
La responsabilidad civil en el Código Civil y
Comercial
• El concepto de responsabilidad puede analizarse, jurídicamente, desde distintas vertientes. En
general, suele coincidirse en que se trata del deber de reparar frente a otro sujeto; la
responsabilidad se conecta con la idea de reparación, que tiene el sentido de que el perjuicio es
producido por alguien que es su autor.
• Consiste en el deber de reparar dentro del ámbito civil, esto es, satisfacer una prestación
patrimonial a favor de la víctima de una infracción o de un acto ilícito dentro de esa órbita.
Aparece, pues, una suerte de deber resarcitorio impuesto por la ley que nos deriva, derechamente,
al concepto de responsabilidad civil.
• Así, pues, se ha dicho que "en materia de obligaciones, la reparación civil consiste en una
prestación que se impone al responsable de un daño injusto" o, más certeramente, enseña
Bustamante Alsina que "la responsabilidad civil comporta siempre un deber de dar cuenta a otro
del daño que se le ha causado".
La Función Preventiva de la Responsabilidad Civil – su
consagración en el Código Civil y Comercial Argentino

• Es evidente que la prevención del daño no era un tema que estuviera ligado a la responsabilidad civil. Es
más, ni siquiera la cuestión se hallaba conectada al ámbito del Derecho Privado, puesto que era una
función que se le atribuía al Estado y que era tratada a través del Derecho Administrativo.
• La importancia de la función preventiva de la responsabilidad civil, sobre todo cuando están en riesgo la
persona y los derechos de incidencia colectiva, fue puesto en evidencia en los Fundamentos del
Proyecto del Código Civil y Comercial, en donde se exponía: “a) se regulan diferentes tipos de derechos:
aquellos que recaen sobre la persona, el patrimonio, como derechos individuales, los derechos
individuales homogéneos y los derechos de incidencia colectiva; b) se reconocen tres funciones:
preventiva, punitiva y resarcitoria. La regulación en la materia comienza con dos normas fundamentales
para orientar el razonamiento jurídico: la primera establece las funciones del sistema y la segunda alude
a la prelación normativa. La necesidad de una diversidad de finalidades se aprecia si se considera que en
este Anteproyecto no sólo tutela el patrimonio, sino también la persona y los derechos de incidencia
colectiva. Cuando se trata de la persona, hay resarcimiento pero también prevención, y en muchos
aspectos, como el honor, la privacidad, la identidad, ésta última es mucho más eficaz. En los derechos de
incidencia colectiva, surge con claridad que la prevención es prioritaria y precede a la reparación, sobre
todo cuando se trata de bienes que no su pueden recomponer fácilmente”.
• Dentro del Libro Tercero – “Derechos Personales”, más precisamente, el Art. 1708 CCCN, dispone:
“Funciones de la responsabilidad. Las disposiciones de este Título son aplicables a la prevención del
daño y a su reparación”
Funciones de la Responsabilidad Civil
El Art. 1710 del CCCN, consagra el deber de
Prevención del Daño:

Ejemplos: Resultan de suma importancia las normas que emanan de los arts. 41 y 42 de la Constitución
Nacional en materia de medio ambiente y ecología. Se suma a ello la regulación en materia de Derecho del
Consumidor (ley 24.240, art. 52, reformada por la ley 26.361: la Ley sobre Lealtad Comercial 22.802
(artículos 9 y 14); la Ley de Defensa de Competencia 25.156 y la Ley General del Ambiente 25.675
La Función Resarcitoria del Daño, consagrada en
el Art. 1716 del CCCN implica:
La Función Resarcitoria
• Con basamento en las disposiciones del Código Civil -aún luego de su reforma por la ley 17.711-, se
sostuvo que la función de la responsabilidad civil era claramente reparatoria, con una finalidad concreta
de "satisfacción de la víctima por el victimario, a través de una prestación patrimonial, que se impone a
este último a favor de aquella". Luego de ello se discurriría acerca del alcance del deber resarcitorio
impuesto al responsable, conforme al tipo de reproche atribuido (contractual o extracontractual).
• La reparación de la víctima ha sido, pues, la finalidad indiscutible y trascendente de la responsabilidad
civil. "La violación del deber de no dañar a otro genera la obligación de reparar el daño causado"(12), se
sostuvo con acierto. De hecho, la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación tuvo la oportunidad de
expresarse en tal dirección en numerosos pronunciamientos, sentenciando que "el principio del alterum
non laedere”, entrañablemente vinculado a la idea de reparación, tiene raíz constitucional y la
reglamentación que hace el Código Civil en cuanto a las personas y las responsabilidades consecuentes
no las arraiga con carácter exclusivo y excluyente en el derecho privado, sino que expresa un principio
general que regula cualquier disciplina jurídico. Ello era independiente de cuál era la órbita generadora
de la responsabilidad (contractual o extracontractual) o si se trataba de un factor de atribución subjetivo
u objetivo. Se apuntaba claramente a la función del instituto de la responsabilidad civil y sus efectos.
Otra función del daño, sería la Función Punitiva y Disuasoria, pero no está
regulada por el CCCN, aunque la Doctrina sostiene que dicha función se
encontraría contemplada en algunos supuestos normados .
La Responsabilidad Contractual y Extracontractual:

• La responsabilidad civil puede ser contractual o extracontractual. Cuando lo que se incumple es una ley se habla de extracontractual. Si la norma jurídica
transgredida es una declaración de voluntad (contrato, convenio, etc.) entonces se habla de responsabilidad contractual.
• El nuevo Código introduce varias modificaciones importantes sobre el régimen vigente en materia de responsabilidad civil, en base a una nueva
metodología y con el objetivo principal de uniformar reglas y soluciones .En primer lugar, se ha fusionado en un mismo cuerpo normativo la legislación civil
y la comercial, y consecuentemente, la responsabilidad que surge por violar las normas o los contratos propios de dichos ámbitos hasta hoy diferentes.
Segundo, también se ha decidido tratar en forma conjunta a la responsabilidad contractual y la extracontractual, lo que tendrá impacto directo en varios
aspectos que hasta el momento tenían soluciones diferentes, como por ejemplo en lo relativo a los factores de atribución, la extensión del resarcimiento, la
prescripción, etc. En esta misma línea, el nuevo Código incorpora en su texto cierta normativa relativa a las obligaciones frente a los consumidores, que a la
postre tendrá incidencia sobre el régimen de responsabilidad aplicable a aquellos. De este modo, la responsabilidad civil en casos de consumo quedará
regida -en términos generales- por la Ley de Defensa del Consumidor y el nuevo Código.
También se han incorporado otras novedades en materia de principios generales del derecho, como son la acentuación del principio de la buena fe, la
profundización en la reglamentación del ejercicio abusivo de los derechos, la primacía del interés general sobre el individual, y la instauración del concepto
de prevención del daño. Por el contrario, si bien el proyecto de ley original preveía la incorporación del concepto de la sanción pecuniaria, con fines
fundamentalmente disuasivos, dentro del régimen general de la responsabilidad civil, dicho concepto no forma parte del nuevo Código sancionado. De este
modo, la multa civil prevista en la Ley de Defensa del Consumidor continúa siendo la única recepción normativa del daño punitivo en la Argentina. El nuevo
Código mantiene la vigencia de los cuatro requisitos tradicionales de la responsabilidad civil, pero con varias particularidades.
La antijuridicidad sigue siendo un requisito necesario para que exista responsabilidad civil, pero se ha receptado legislativamente la postura doctrinaria que
sostiene que la violación del deber genérico de no dañar per se implica ilicitud. También se mantiene el requisito del factor de atribución, y se dispone en
forma expresa que, en ausencia de norma expresa, el factor de atribución será siempre subjetivo. Al mismo tiempo, el nuevo Código propone una lista más
amplia de las excepciones a este principio, es decir, de situaciones que quedarán regidas por la responsabilidad objetiva. Se incorpora asimismo,
definitivamente, la teoría de la causalidad adecuada al análisis de la responsabilidad civil. En materia del daño se mantiene la clasificación tradicional de
patrimonial o extrapatrimonial, y se incorpora la pérdida de chance, que hasta hoy no tenía tratamiento legislativo. También se amplía la nómina de los
legitimados activos para reclamar daño moral, se autoriza en forma expresa a los jueces a presumir la existencia del daño en ciertos supuestos, y se dispone
que en casos de lesiones o incapacidad deberá indemnizarse mediante el aporte de un capital que garantice cierta renta que permita cubrir el menoscabo.
Si bien se mantiene en gran medida el principio tradicional sobre la carga de la prueba (el que alega debe probar), resulta interesante la incorporación en el
nuevo Código de la facultad de los jueces de distribuir la carga de la prueba entre las partes del proceso y de hacerlo saber de antemano en una etapa
temprana del pleito. El plazo de prescripción único y aplicable a todas las hipótesis de reclamos de daños y perjuicios es de tres años. Para este fin se ha
eliminado la norma. específica que existe en la Ley de Defensa del Consumidor. El plazo de prescripción comenzará a correr el día en que la prestación se
torna exigible, es decir, desde que la víctima se encuentra en condiciones de iniciar su demanda. El plazo puede suspenderse por seis meses mediante una
interpelación fehaciente (en la actualidad este plazo es anual), y se interrumpe con cualquier petición judicial que demuestre el interés del acreedor de
mantener viva la acción. Por último, el nuevo Código regula de forma diferenciada y pormenorizada distintas situaciones que de modo expreso quedarán
regidas por la responsabilidad objetiva (responsabilidad por actividad riesgosa, por incumplimiento de una obligación de resultado, por daños causados en
forma grupal, etc.), e incorpora normas de derecho internacional privado sobre jurisdicción y ley aplicable para casos de responsabilidad.
Constitucionalización del Derecho Privado
• La denominada “Constitucionalización del derecho privado” suscita algunas controversias en la doctrina por las diferentes
posiciones asumidas en orden a su significado y alcance. Sin embargo, la introducción de los “nuevos derechos y garantías”
en la reforma constitucional de 1994, como también la valorable recepción legislativa de los derechos humanos (Art. 75, inc.
22, CN), que constituyen derechos fundamentales de jerarquía supranacional, exigen del Derecho Privado su adecuación a
estas nuevas fuentes y no únicamente su subordinación (Art. 31, CN). El nuevo código civil y comercial no desatendió esa
directiva, disponiendo su interpretación conforme a los Tratados sobre derechos humanos, los principios y los valores
jurídicos, de modo coherente con todo el ordenamiento” (Art. 2 CCCN). La meritoria positivización de los Derechos Humanos,
en la Constitución Nacional, impuso su aplicación en el nuevo código, fiel al efecto operativo de aquella.
• Algunos de los preceptos constitucionales plasmados en el nuevo Código Civil y Comercial. Advertimos que los mencionados
Fundamentos del nuevo código civil y comercial reconocen el proceso de “constitucionalización” que incluye los tratados y
convenciones relacionados en su destacado artículo 75. Precisamente nuestro país, como signatario de los tratados de
derechos humanos, tiene el deber jurídico de adoptar medidas para lograr la plena efectividad de los derechos
reconocidos17. Esa tutela no se limita a una rama del derecho, sino que incorpora el bloque de constitucionalidad y
convencionalidad internacional directamente operativo18. El derecho supranacional de derechos humanos
constitucionalizado (art. 75, inc. 22, de la CN), establece las bases fundamentales del régimen de los derechos
personalísimos, en tanto la dignidad personal como sus emanaciones (intimidad, imagen, identidad, honor y derechos sobre
el propio cuerpo), son reconocidos de manera explícita en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en otros
instrumentos supranacionales. Consecuentemente, siguiendo al común de la doctrina19 podemos apreciar su
reconocimiento en distintas partes del código unificado:
• Autonomía El artículo 56 del nuevo código patentiza este principio, desprendido de las nuevas garantías constitucionales y de
su señero artículo 19, en tanto faculta a la persona capaz decidir sobre su propio cuerpo aún en riesgo de su salud y de la
vida. Este principio impera también en las nuevas normativas sobre capacidad restringida – proceso de capacidad progresiva-,
en los inhabilitados y en la capacidad de los menores;
Constitucionalización del Derecho Privado
• Dignidad de la persona humana El art. 51 del Código Civil y Comercial consagra expresamente la inviolabilidad de la persona humana y el artículo
siguiente en cuanto concede acción para prevenir y reparar, en su caso, el daño infringido;
• Abuso de Posición dominante Desprendido del artículo 42 de la Constitución Nacional, antes referido, el código civil y comercial reprueba en su artículo
11 el abuso «de una posición dominante en el mercado», aclarando, no obstante, que ello lo es “sin perjuicio de las disposiciones específicas
contempladas en leyes especiales”. Por caso, la ley nacional 25.156 que rige la defensa de la competencia es una ley especial que comprende a las
personas jurídicas o “físicas”, con o sin fines de lucro que realicen actividades económicas21, entendiendo a la posición dominante como aquella en que
la persona es la única que ofrece el producto o servicio; como también quien sin ser el único oferente, no está expuesto a una competencia sustancial o,
en su caso, dado su poderío, puede perjudicar a sus pares determinando la viabilidad económica del competidor. Pero, precisamente, el artículo 11
citado no es redundante (es “sin perjuicio...”), estando comprendida entonces aquellas relaciones jurídicas cuyos sujetos no realicen habitualmente
actividades económicas, pero que en el contrato en particular –regido por este código- ocupen una “situación dominante” (situaciones que pueden
configurarse en los contratos de adhesión, en los contratos de locación, en los contratos de mutuo, etc.);
• Derechos de incidencia colectiva Debemos a la Corte Suprema de Justicia de la Nación el esfuerzo clarificador en orden a la clasificación de los derechos
individuales, colectivos e individuales homogéneos25. No obstante, la redacción final del código civil y comercial se aparta del Proyecto al no distinguir,
entre los derechos de incidencia colectiva, a los derechos individuales homogéneos26. Esta omisión parece desoír el mandato constitucional y
convencional que la legislación infra constitucional debe observar adecuando sus preceptos a la Constitución Nacional y normas con jerarquía
supranacional. Sin embargo, los derechos humanos fundamentales, entre los que están registrados los de incidencia colectiva, resultan directamente
operativos, conforme explicitado supra; sin perjuicio que su inclusión normativa es requerida por el buen orden normativo.
• La protección del incapaz en materia de Daños El Código Civil y Comercial asume el impacto socio-familiar generado por la “gran discapacidad” que
encuentra su origen en hechos ilícitos imputados a terceros responsables, reconociendo el derecho a ser indemnizados por el daño extrapatrimonial no
únicamente a la propia víctima sino a favor de sus ascendientes, descendientes, cónyuges y de quienes convivían con la víctima recibiendo trato familiar
ostensible;
• La recepción en materia contractual El contrato en Argentina mantiene su base fundamental en los arts. 19 (libertad de contratación), 16 (igualdad), y 17
(propiedad), a lo que sumamos el art 42 de la Constitución Nacional Argentina. Bajo la vigencia del anterior Código Civil, las soluciones a las cuestiones
disvaliosas eran proporcionadas jurisprudencialmente a través del articulado referente al objeto y a la causa del negocio jurídico. El derecho parte de
igualdad ante la ley y esto exige trato de igualdad en iguales circunstancias (conforme al Art.16 CN Argentina), pero los hombres no somos iguales, ni
siquiera puede considerársenos fungibles y aun en la masificacion mantenemos el principio de identidad, por lo que en realidad estamos frente a una
ficción de las que se consideran ficciones necesarias. Parafraseando reconocida doctrina nacional, es dable entender que el derecho debe considerar las
diferentes realidades y distinguir entre megacontratos, los negocios entre quienes se hallan en igualdad jurídica y los contratos entre quienes son
desiguales. Conforme expone nuestra doctrina, el consentimiento por sí solo no suple la eventual desigualdad contractual en caso que las partes se
encuentren decisivamente en diferentes niveles de negociación. La debilidad ante una posición dominante determina soluciones especiales. Que se
evidenciara en cuestiones de interpretación, con sustento en el propio Art. 16 de la Constitución Nacional o directamente en la recepción expresa de la
temática de los consumidores, como acontece en el Art. 42 de la misma.
El Principio de la Reparación Integral
• En este contexto de constitucionalización del derecho privado y, en lo particular, del Derecho de Daños,
ha tomado relevancia el concepto de la reparación integral del daño, terminología que había sido
calificada como una falacia por algunos autores, ya que la regla estima que “debe repararse todo el
daño, no más allá del daño, pero todo el daño” (Alterini).
• Sin embargo, el art. 1740 del nuevo Código dispone: "Reparación plena. La reparación del daño debe ser
plena. Consiste en la restitución de la situación del damnificado al estado anterior al hecho dañoso, sea
por el pago en dinero o en especie. La víctima puede optar por el reintegro específico, excepto que sea
parcial o totalmente imposible, excesivamente oneroso o abusivo, en cuyo caso se debe fijar en dinero.
En el caso de daños derivados de la lesión al honor, la intimidad o la identidad personal, el juez puede, a
pedido de parte, ordenar la publicación de la sentencia, o de sus partes pertinentes, a costa del
responsable”. Cabe preguntarse si los conceptos “reparación integral” y “reparación plena” son idénticos
y tienen el mismo significado.
• El concepto de reparación integral ha nacido de la mano de un moderno Derecho de Daños, que pone su
foco de protección sobre la víctima, y enfatiza la necesidad de reparar al damnificado todo el daño
injustamente sufrido y en restituir su estado al momento previo a la ocurrencia del menoscabo. En
cambio, la denominación reparación plena, implica que existe una suerte de regla que impone el pago
de la plenitud de la indemnización que el ordenamiento manda pagar.
¡MUCHAS GRACIAS!

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