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RESUMEN

El sueño de los campesinos durante siglos ha sido la obtención de la lluvia sobre sus

campos en el momento en que consideraban más adecuado, así, el hombre ha adorado en la

antigüedad a diversos dioses de la lluvia, ha ofrecido sacrificios, ha danzado, y ha invocado

al dios del trueno. Todavía en nuestros días puede verse la presencia de imágenes sagradas

en rogativa de lluvia por esos campos sedientos. El hombre intento primero remediar la

necesidad de agua de las plantas llevándole el líquido elemento, por canalillos, por tuberías

o en vasijas. Hay documentos arqueológicos y escritos que prueban que hace más de 5000

años ya regaba el hombre sus campos en China, India Egipto Caldea; en cualquiera de estos

países o en varios simultáneamente pudieron aparecer los primeros riegos organizados. Los

romanos realizaron grandes obras publicas entre las que no faltaron las presas de embalse y

los canales de conducción de agua. En España dejaron muestras de estas presas en los

pantanos de Cornalvo Bajadoz que se conservan muy bien. Parece que los acueductos

construidos por ellos tuvieron, sin embargo, la finalidad de abastecimiento de agua para las

poblaciones. Fueron los árabes quienes impulsaron grandemente el riego en España, de su

época data los regadíos de Valencia, Murcia y Granada. En América las culturas hispánicas

tenían formas de regadío rudimentario que era la máxima tecnología en aquellos días, los

mayas y aztecas se caracterizaron por el riego mediante chinampas o islas flotantes y los

incas por estructuras de forma escalonada llamadas terrazas de cultivo.


HISTORIA DEL RIEGO

La agricultura de riego es posiblemente el complejo tecnológico que más influencia ha

tenido en la historia de la humanidad; es el complejo tecnológico que permitió dar el paso

de una cultura de agricultores primitivos a la civilización, es decir a culturas urbanas y a la

posibilidad de sostener y conformar grupos de especialistas dedicados a otras innovaciones

tecnológicas y a otras temáticas culturales: arquitectura, escultura, pintura, filosofía,

literatura y otras muchas cosas incluyendo actos de barbarie humana: tecnológicos y

sociales. (Leach, 1976)

La agricultura de riego tiene además otro importante significado, la construcción, aún

a pequeña escala, de obra hidráulica, el mantenimiento de la infraestructura hidráulica, las

distribuciones del agua obligan a un esfuerzo colectivo que implica gran cohesión social,

donde el individuo necesariamente debe someterse a las decisiones de la colectividad. Es

decir, decisiones tan sencillas cómo cuándo regar la parcela, cuándo limpiar el canal son

decisiones que no se pueden realizar bajo criterios individualistas; son, por su misma

naturaleza técnica, decisiones colectivas. (Leach, 1976)

Con el tiempo se ve la necesidad de un grupo de especialistas encargados del diseño

de la obra hidráulica y de la planificación y ejecución de la obra misma: movilizaciones de

contingentes de trabajadores con instrumental primitivo, acarreo de los materiales para la

obra; así como encargados de la administración de las obras –llevaron a la aparición de un

poderoso grupo de administradores/ burócratas o el poder de las sociedades hidráulicas.

(Wittfogel, 1971)
En las culturas hispánicas se encontró además civilizaciones hidráulicas: agricultura

de riego, obras hidráulicas a gran escala (gran escala para su época y aun para la nuestra),

construcciones monumentales aprovechando la capacidad probada de empresas a gran escala

en la obra hidráulica, llevaron a proponer que en el período prehispánico en México y en el

área andina podría haber existido este tipo de sociedad. (Childe, 1951)

Las primeras civilizaciones en la historia de la humanidad se basan todas ellas en la

agricultura de riego: Mesopotamia, Egipto, Mohenjo-daro en la India, China, Mesoamérica,

el área andina en América del Sur. Las civilizaciones que aparecen después, como los

Fenicios, la cultura griega y otros, aprovechan los avances tecnológicos y capacidad de

compra de las primeras civilizaciones de regadío. De tal manera que la cultura occidental

tiene una inmensa deuda con la cultura oriental y con el invento de la agricultura de riego.

(Childe, 1951)

Los primeros registros del riego en agricultura se remontan al año 6000 a.C. en Egipto

y en Mesopotamia (Irak e Irán en la actualidad) cuyos pobladores utilizaban los patrones de

riada del Nilo o del Tigris y Éufrates, respectivamente. Las inundaciones que ocurrían de

julio a diciembre, eran desviadas hacia los campos durante unos 40 ó 60 días. Luego se

drenaba el agua hacia el río en el momento preciso del ciclo de cultivo. (Viqueira, 2004)

En el año 3500 a.C. aparece se empieza a utilizar el nilómetro, una medida del nivel

de agua del río Nilo. Este indicador de inundación consistía en una columna vertical

sumergida en el río con marcas de profundidad, en intervalos.


Cuatro siglos después, en la primera dinastía de Egipto, se construyó el primer

proyecto de riego a gran escala, bajo el reinado del rey Menes. Se utilizaron presas y canales

para dirigir las aguas de inundación del Nilo hacia el lago Moeris. (Viqueira, 2004)

Sería ya un milenio más tarde cuando aparecieron las tuberías de cemento y de roca

molida. Los famosos acueductos, una invención construida por los ingenieros romanos,

permitía transportar el agua salvando los desniveles del terreno. (Sassoon, 1982)

Para los incas por ejemplo, en este punto de la historia, el desarrollo agrícola radicaba

en una serie de técnicas para manejar el agua de riego a través de los sistemas de distribución

y en la construcción de terrazas de cultivo. Se desarrollaban tecnologías enfocadas a mitigar

los efectos de la erosión, aminorar las inundaciones, retener humedad, y permitir

captaciones, traslados y almacenamientos. (Rowe, 1982)

Por otro lado, en la cultura azteca destacó el conocido como cultivo por chinampas,

que consistía en una construcción de campos elevados dentro de una red de canales dragados

sobre el lecho del lago. Así se reciclaban los nutrientes arrastrados por las lluvias. Los

Mayas, que estaban asentados en la selva tropical, establecieron diferentes técnicas

adecuadas para cada tipo de terreno: campos elevados en zonas inundables y terrenos con

desnivel en zonas de excesiva humedad. Construían terrazas de cultivo sostenidas por muros,

así podían modificar la pendiente del terreno, contribuyendo a preservar la humedad y a

mejorar la fertilidad del suelo. (Sanchez, 2001)


Figure 1 Las chinampas eran el método de
irrigación que mejor desarrollaron algunas culturas
mesoamericanas.

Figure 2 Las terrazas de cultivo en el periodo


incaico era el principal sistema de riego de
siembras.
Figure 3 En el antiguo Egipto la noria o rueda
hidráulica fue usada para derivar agua de la
corriente o un pozo para irrigar.

Figure 4 Sin la irrigación, los alimentos


escaseaban en los periodos secos y las
civilizaciones no podrían sobrevivir.
Trabajos citados
Childe, V. G. (1951). Teoría de la Historia. Sidney: Editorial Millenium. Recuperado
el 30 de Agosto de 2018, de http://www.elaleph.com
Leach, E. (1976). Culture and Communication: The Logic by Which Symbols are
Connected. Reino Unido: Cambridge University Press. Recuperado el 30 de
Agosto de 2018, de http://www.cambridge.org
Rowe, J. H. (1982). Inca policies and institutions relating to the cultural unification
of the empire. En The Inca and Aztec states. (R. I. George A. Collier, Ed.)
New York, Estados Unidos: New Haven. Obtenido de
http://ehrafworldcultures.yale.edu
Sanchez, M. A. (2001). Sobre mayas y aztecas. Ciudad de México: Editorial
Cofunda. Recuperado el 30 de Agosto de 2018
Sassoon, D. (1982). Cultura: El patrimonio común de los Europeos. España,
Barcelona: EGEDSA. Recuperado el 30 de Agosto de 2018
Viqueira, J. P. (2004). Las galerías filtrantes o qanats en México: introducción y
Tipología de técnicas. (Vol. I). (F. g. techniques, Trad.) Ciudad de México,
México : CEGAL. Recuperado el 30 de Agosto de 2018
Wittfogel, K. (1971). Agriculture: a Key to the Understanding of Chinese Society,
Past and Present. Canberra, Australia: ANU. Recuperado el 30 de Agosto de
2018, de https://openresearch-
repository.anu.edu.au/bitstream/1885/114948/2/b14144530.pdf

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