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Momento de brillantes:
Mi primer momento de brillantez fue cuando mi docente de rotación de nos invitó a sala de
operaciones y pude instrumentar en una operación de colocación de una fistula arteriovenosa,
tuve que reconocer las pinzas quirúrgicas, ordenar la mesa de mayo, conteo de gasas y estar
atenta durante la intervención quirúrgica. fue la primera vez que pude ver este tipo de
operación me sentí muy entusiasmada con muchas ganas de aprender. El médico cirujano
junto a los residentes encargados de la intervención nos señalaban las ramas arteriales a
intervenir en el paciente y los pasos para el procedimiento quirúrgico. Todo lo experimentado
marcara en mí una gran experiencia durante mi aprendizaje en cirugía.
Momento de Frustración
se dio en sala de operaciones durante la cirugía de colocación de fistula arteriovenosa
iniciamos a las 9:00am y teníamos programado un examen pendiente que por motivos
mayores tuve que retirarme en plena cirugía, me sentí frustrada yo quería ayudar, y ver todo
el procedimiento.
1. Saber reconocer el tipo de trauma que compromete la vida del paciente para así poder
dar un tratamiento adecuado.
3. El enfoque hacia los pacientes ha mejorado ya que logre ganar confianza en mí misma
para afrontar nuevos retos y mejorar mis conocimientos para el diagnóstico.
Eh aprendido del trabajo en equipo para poder llegar a un buen diagnóstico y así dar un
tratamiento adecuado en beneficio de nuestros pacientes y fundamentar las opiniones de
cada uno.
Para mis siguientes practicas expondré mis dudas al docente encargado y pediré gentilmente
que ayude en mi aprendizaje, también utilizare el tiempo de las rotaciones clínicas en
aprovechar todas las oportunidades que se le presentan para observar la práctica médica,
aprender y reforzar mi técnica quirúrgica, también mejorar el trato médico - paciente.
Reforzar y ampliar los conocimientos para dar un buen diagnóstico y primar sobre el
bienestar del paciente. “primum non nocere”
En el artículo de revisión analizado, pude encontrar ideas muy interesantes respecto a la tutoría y
enseñanza de la cirugía como parte de los programas de pregrado en medicina humana. Tomare en
cuenta dos puntos que a mi parecer son muy importantes para poder establecer un lazo adecuado
entre el docente y el alumno: El aprender y el enseñar, aprender es la construcción propia de
conocimiento. Es un proceso activo, constructivo y dirigido por uno mismo, en el que cada uno
construye representaciones internas del conocimiento, que cambian el significado de su experiencia
y le dan valor a dicho conocimiento y respecto a la enseñanza puedo opinar que es un proceso que
apoya y guía la construcción de conocimientos al alumno, permite y fomenta el desarrollo de
actividades cognitivas(1).
Considerando que el tutor tiene un papel insustituible para compartir y contextualizar la experiencia
quirúrgica. La tutoría es el aspecto de mayor impacto educativo en el entrenamiento de un cirujano
y alumnos en formación. El tutor ideal tiene excelente conocimiento y experiencia quirúrgica,
entusiasmo, liderazgo, destrezas de comunicación y trabajo en equipo. Es un generador activo de la
curiosidad y el interés por la mejora de la calidad y la investigación. En mi opinión, el motor
fundamental de un buen tutor quirúrgico es la pasión, el amor por la cirugía y todo lo que ello
implica(1).
El uso del portafolio permite al alumno reflexionar sobre su desempeño en la práctica clínica
diaria ganando experiencia, conocimiento y autocritica lo que permite formar una buena
base quirúrgica–clínica deduciendo que necesitamos ambos para formarnos como
excelentes médicos
BIBLIOGRAFIA: