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El Ciclo de La Ilusión y El Desencanto - Capitulo 1 (Resumen) (Autoguardado)
El Ciclo de La Ilusión y El Desencanto - Capitulo 1 (Resumen) (Autoguardado)
UN SIGLO DE
POLÍTICAS ECONÓMICASARGENTINAS - Pablo Gerchunoff –
Lucas Llach (1998)
Una de las condiciones para crecer era por lo pronto poblar el desierto, según el
lema alberdiano “gobernar es poblar”, ya que el crecimiento surgido de las tasas
de natalidad y mortalidad siempre era insuficiente, era inevitable entonces recurrir
a la inmigración y para 1876 se crea el Departamento General de Inmigración, las
estadísticas indican que las ventajas económicas harían variar los flujos de
inmigración que crecía cuando se agrandaban las condiciones de empleo y de
salario entre el país de origen y la Argentina (aquí había más empleo y mejor
pagado). Las tareas rurales eran las que absorbían este aumento de población,
los años 80 vieron todo el esplendor de la “pampa gringa” gracias a una mayor
expansión ferroviaria y al final de las incursiones de indios y de langostas. Las
obras públicas fueron otra fuente de empleo para el inmigrante, por otro lado la
naciente industria en los grandes conglomerados cercanos a Buenos Aires tuvo
una gran participación de extranjeros, siendo especialmente de Italia y España.
Inglaterra en cambio contribuyó con pocos inmigrantes a pesar de los fuertes lazos
entre ambas economías.
EL DESEMBARCO LATINO
La emigración italiana se debió en parte a la crisis agrícola de fines del siglo XIX,
que sumado a una creciente presión demográfica hizo que dejaran la península.
En cuanto a la emigración española también hubo un empuje por la misma causa,
el emigrante español ya no elegía Cuba porque la había perdido de su Imperio y
se dirigía a la próspera Argentina. Las provincias de nuestro litoral y de la zona
pampeana fueron las más favorecidas especialmente Santa Fe, La Pampa y Entre
Ríos por su proximidad con el puerto, otros polos de atracción fueron Mendoza
(actividades vitivinícolas) y Tucumán (actividades azucareras). El caudal
inmigratorio se detuvo con la Primera Guerra Mundial, pero la influencia de la
inmigración no fue puramente económica sino que se reflejó en las artes, ciencias,
política, ideologías, etc. El trabajo de los inmigrantes fue imprescindible para el
crecimiento y prosperidad económica que estas tierras nunca habían visto entre
1880-1914.
EL ESQUEMA AGROEXPORTADOR
El primer tren (1857) fue el Ferrocarril Oeste (39 Km) financiado en parte por el
gobierno que asumió su propiedad en 1863, a partir de esos años la gran
extensión ferroviaria fue solventada y administrada por los ingleses. En 1870 el
Ferrocarril Central Argentino unía Córdoba y Rosario, incorporándose así otras
zonas a la producción para exportación, y también unía Tucumán y el Cuyo al
circuito económico nacional. Las tierras cercanas al ferrocarril se fueron
valorizando. La diferencia con EE.UU. era que ésta poseía río y lagos navegables
tan eficientes como el tren, en Argentina el ferrocarril fue un componente esencial
para el crecimiento durante la gran expansión. Las manufacturas inglesas que
llegaban al puerto eran así fácilmente transportables y a bajo costo hacia otros
centros de consumo fuera de Buenos Aires. La construcción del país requería
mejorar los puertos, rutas, instalar tranvías, sistemas de comunicación, redes de
agua y electricidad; los recursos eran insuficientes y se necesitaba capital de
inversión extranjero o empréstitos externos. También los capitales foráneos se
ligaron a la industria de exportación (frigoríficos), el comercio y los bancos. El
capital de inversión más importante fue el inglés, aunque también invirtieron
Alemania y Francia. Recién finalizada la Primera Guerra Mundial terminaría el
ciclo inglés y en su reemplazo entraría EE.UU. para proveer capital.
EL DESARROLLO “AGROPECUARIO”
El entusiasmo por el joven país de cien años que habían soñado Alberdi y
Sarmiento era contagioso, ni siquiera un presidente prudente como Roque Sáenz
Peña en 1913 podía sustraerse al optimismo de la época. Pero el sombrío
panorama internacional y una crisis de orden interno se combinaron para
interrumpir el más prolongado período de prosperidad que conoció este país.
Los salarios altos explicaban las masivas migraciones desde Europa a estas
tierras, ello se debía a la alta productividad del trabajo agrícola donde la tierra de
calidad era abundante. Como país productor de materias primas los bienes rurales
eran baratos y los bienes industriales caros. La abundancia de alimentos hizo del
problema del hambre en la Argentina un problema menor y ello atraía a los
inmigrantes de las zonas pobres de Europa, que pronto lograron una mejor
posición económica, dominaron el comercio y la industria. La ganadería en tanto
seguía siendo una actividad reservada a los terratenientes. Mérito del gobierno fue
el progreso educativo así como la urbanización trajo mejoras en las viviendas, más
el problema habitacional recrudeció con el ininterrumpido arribo de inmigrantes
que vivían en conventillos por los que pagaban altos alquileres. Es probable que
las pobres condiciones de salubridad tuvieran bastante que ver con las
enfermedades contagiosas. A pesar del cuadro general de progreso se acentuaron
las condiciones de desigualdad, especialmente diferencias entre el litoral y Buenos
Aires y las provincias del noroeste. El poder económico ya no estaba en las minas
del Alto Perú como en los tiempos coloniales, sino en las fértiles llanuras cercanas
a los puertos, allí se instalaban casi todas las industrias por estar más cerca de los
centros de consumo. El ferrocarril fue para todos el símbolo del progreso y los
productos importados competían con los locales sobre todo las artesanías que en
muchos casos cesaron. Pronto aparecieron con las actividades industriales, los
sindicatos especialmente dominados por socialistas y extranjeros por lo que el
gobierno con la Ley de Residencia trató de echar a los extranjeros perturbadores
del orden social. No tuvieron una acogida favorable las mejoras laborales en
horario y regulación de los gremios perdiéndose una posibilidad de consolidación
del consenso en torno al modelo socioeconómico de la Generación del 80.