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¿Cuál crees que sea la herramienta más útil para la administración?

La auditoría administrativa es y será siempre la herramienta más útil en la administración de


una organización, ya que a través de ella se puede penetrar en lo más hondo de la empresa,
para entender dónde está ubicada, cómo llegó hasta allí, de dónde partió y a dónde quiere
llegar. Esta semana comenzaremos por exponer qué es la auditoría administrativa, con el fin
de que comprendas su significado, objetivos, alcance y campo de aplicación, para que así
percibas la importancia de esta herramienta en el desarrollo y crecimiento de las empresas

¿Sabes cuál es la definición del autor Franklin para la auditoría administrativa?

Franklin recupera algunas definiciones propuestas por diversos autores, entre ellos
encontramos una citada por Fernández, que dice que la auditoría administrativa es “la técnica
que tiene el objeto de revisar, supervisar y evaluar la administración de una empresa”
(Franklin, 2007: 8). En la misma obra hallamos la definición propuesta por Macías Pineda: “La
auditoría administrativa puede definirse como un examen completo y constructivo de la
estructura organizativa de una empresa, institución o departamento gubernamental; o de
cualquier otra entidad y de sus métodos de control, medios de operación y empleo que dé a
sus recursos humanos y materiales” (Frankin, 2007: 10). Por su parte, Franklin define a la
auditoría administrativa como: “Una revisión analítica total o parcial de una organización con
el propósito de precisar su nivel de desempeño y perfilar oportunidades de mejora para
innovar, valorar y lograr una ventaja competitiva sustentable” (Frankin, 2007: 11).

Auditoría administrativa:

Una auditoría administrativa es la revisión analítica total o parcial de una organización con el
propósito de precisar su nivel de desempeño y perfilar oportunidades de mejora para innovar
valor y lograr una ventaja competitiva sustentable. Una vez que tienes una idea básica del
significado de la auditoría administrativa, puedes identificar los objetivos que se persiguen al
llevarla a cabo en las organizaciones.

Los objetivos de la auditoria administrativa varían dependiendo de los resultados específicos


que busca la organización, es decir, si la organización quiere atender un problema o deficiencia
en particular, o si pretende hacer más eficiente a toda la empresa. En virtud de lo anterior, es
necesario definir los criterios que soportan los objetivos de la auditoría administrativa. Los
criterios que deben ser considerados como base para la definición de los objetivos de la
auditoría, deberán estar siempre enfocados a apoyar a los miembros de la organización en el
desempeño de sus actividades y a garantizar el buen funcionamiento administrativo y
operativo de la misma. Éstos pueden ser: control, productividad, organización, servicio, calidad
o hasta para facilitar la toma de decisiones.

A continuación explicamos en qué consiste cada uno de ellos:

Control. Plantear los objetivos sustentados en este criterio, sirve para garantizar el
cumplimiento de las metas de la organización.

Productividad. Desde este criterio, se aprecia el que un proceso o área arroje mejores
resultados, es decir, haga más con menos.
Organización. De acuerdo con este criterio, los objetivos contemplan que cada quien realice
sus funciones correspondientes y que no haya actividades sin un responsable

Servicio. Con base en este criterio se plantean objetivos vinculados con la atención y
satisfacción del cliente, tanto interno como externo.

Calidad. Este criterio implica tener claras las expectativas de la organización. La toma de
decisiones. Es una constante en la organización.

Tomar decisiones que amortigüen o minimicen los riesgos es imprescindible para su buen
funcionamiento. Este criterio implica que la información recopilada Una vez definidos los
objetivos que se pretende alcanzar a través de la auditoría administrativa, se establece el
alcance de la misma

¿Qué define y abarca el alcance dentro de la auditoría administrativa?

La auditoría administrativa puede abarcar desde un área o departamento hasta la totalidad de


la empresa, en el que se tendrá que descubrir y analizar todo su funcionamiento
administrativo. Además, incluye: aspectos de su estructura organizacional, niveles jerárquicos,
relaciones interpersonales, operaciones, estándares de desempeño, desarrollo tecnológico,
entre otros. Para puntualizar, podemos decir que el alcance define la amplitud y profundidad
con que se aplicará la auditoría administrativa, esto significa delimitar el número de áreas o
departamentos y los tipos de procesos; así como si se desea sólo la detección de necesidades o
problemas, o hasta su corrección.

¿Cuáles son los principales tipos de organización a los que se aplica una auditoría
administrativa?

La auditoría administrativa es aplicable a cualquier tipo de organización ya que, sin importar el


estilo de administración, los procesos o lineamientos que se sigan son sujetos a una revisión.

La auditoría administrativa se puede aplicar principalmente a organizaciones privadas, públicas


o sociales.

Empresas privadas: Son aquellas que funcionan con capital de particulares y, por tanto, sus
fines son principalmente lucrativos. En estas empresas la auditoría administrativa se realiza
con el fin de hacer más eficientes sus procesos administrativos y operativos para incrementar
sus utilidades. En la actualidad muchas empresas privadas buscan alguna certificación de
calidad. Obtenerla implica auditar a toda la organización para garantizar, al órgano
certificador, que se cumple con los indicadores dispuestos. Así, la auditoría además de
fortalecer y mejorar los procesos internos le da un valor añadido a su producto.

Las empresa públicas: Son aquellas que administra el gobierno con los recursos de la sociedad,
por esta razón se deben rendir cuentas al público de su óptimo funcionamiento y
transparentar el uso de los recursos que les fueron asignados.

Empresas sociales: Son empresas creadas principalmente para dar un beneficio social, pero
que operan con recursos privados. Por tanto, la auditoría administrativa se realiza de manera
similar a la privada y su fin es dar cuentas del uso de los recursos y, en todo caso, hacer más
eficiente su funcionamiento. Ejemplo de empresa social es el Teletón, donde es común que se
lleven a cabo auditorías para presentar al público los resultados.

¿Por qué es importante aplicar una auditoría administrativa?

La auditoría administrativa es una herramienta que nos permite descubrir las deficiencias y
áreas de oportunidad en una organización, ya que muchas veces el trabajo diario no nos
permite ver que existen aspectos sujetos a mejora. Es importante realizar una auditoría
administrativa, al menos una vez al año, para descubrir cuáles son las fallas, en qué se puede
mejorar y qué se está haciendo bien para fortalecerlo. En todas las organizaciones, sin
importar su condición de privada, pública o social, se buscan mejoras continuas; así como
procesos que les permitan sortear mejor los riesgos. La auditoría, al brindar información sobre
cómo son, cómo funcionan y con qué cuentan las organizaciones, es confiable, veraz y
oportuna.

La auditoría no es importante en sí misma, sino en función de las características de los


resultados y el momento en que se obtienen, pues de ellos depende la toma de decisiones que
marcan el futuro de la organización. En algunos casos las auditorías han llevado a los directivos
a tomar decisiones, incluso drásticas, como el cierre de una planta, prescindir de los servicios
de una o varias personas o el llevar a cabo una inversión. Para terminar, podemos anotar que
otro de los motivos en los que estriba la importancia de la auditoría es su alcance, que como
vimos antes, puede implicar la revisión de toda o una parte de la organización en sus objetivos,
planes y programas; los procedimientos y controles; el personal y las instalaciones

PERFIL DEL AUDITOR

Las características de un auditor constituyen uno de los temas de mayor importancia en el


proceso de decisión de aplicar una auditoría administrativa, en virtud de que es en quien recae
la responsabilidad de conceptualizarla, ejecutarla y lograr los resultados necesarios para
mejorar el desempeño de la organización que ha optado por este recurso. La calidad y el nivel
de ejecución de la auditoría dependen en gran medida del profesionalismo y sensibilidad del
auditor y de su comprensión de las actividades que debe revisar, elementos que implican la
conjunción de los conocimientos, habilidades, destrezas y experiencia necesarios para realizar
un trabajo esmerado y competente.

El conocimiento en la auditoría administrativa es, por mucho, una ventaja competitiva. Es así si
se parte de la idea de que éste es el conjunto de creencias cognitivas y habilidades
confirmadas, experimentadas y contextuadas que se transforman en la capacidad de resolver
problemas de manera eficaz. En este orden de ideas, cuando los datos, debidamente
agrupados, clasificados, formateados y procesados se convierten en información, se abre la
posibilidad de separarlos, analizarlos, compararlos y validarlos para convertirlos en
conocimiento informativo, que, evaluados, se convierten en conocimiento productivo, el cual fi
nalmente, sometido a un proceso de decisión, adquiere valor para llevarlo a la acción. Cuando
el auditor logra captar la pericia y experiencia de los integrantes de una organización, puede
acceder al contexto físico, social y cultural producto de su empleo y crecimiento. En ese
momento, la valoración que realice adquiere signifi cado y propósito. No obstante, las dos
formas en que se presenta el conocimiento son tan sutiles que el auditor debe tener la sufi
ciente sensibilidad para distinguirlas. Por una parte, el conocimiento tácito, que está implícito
en la forma de afrontar el trabajo, no está codifi cado y se registra como propio o público. Por
otra parte, el conocimiento explícito, que se expresa de manera formal porque está codifi cado
en las normas, rutinas, procedimientos y procesos de operación, que se deriva de la habilidad
personal o del sentido común.

Es preciso que el auditor tenga claro que la consistencia y la veracidad de los resultados que
persigue están vinculadas en forma estrecha con su capacidad para visualizar, dimensionar y
utilizar el conocimiento. De esta manera, el empleo inteligente de este recurso constituye una
alternativa viable para integrar una base de actuación que mejore la ejecución de la auditoría
al considerar elementos que permitan:

• Facilitar la creación de una memoria corporativa.

• Coadyuvar en la formulación y el monitoreo de indicadores clave.

• Habilitar la mejora continua.

• Estimular una retroalimentación constante para depurar y mejorar la mecánica de trabajo.

• Apoyar la alineación de las estrategias con las competencias centrales de la organización.

• Desarrollar recursos estratégicos difíciles de imitar o sustituir.

Cuando se planea la estrategia para implementar una auditoría administrativa es prioritario


considerar las características del capital intelectual de una organización, ya que la interrelación
de sus componentes —capital humano, capital estructural y capital relacional—, conforman un
marco de referencia muy valioso. El capital humano, debido a que integra el conocimiento,
tácito o explícito, es útil para la organización, ya que es el que posee su personal y equipos, así
como la capacidad para regenerarlo, es decir, su capacidad de aprender. El capital estructural,
en razón de que reúne los conocimientos estructurados de los que se deriva su forma de
trabajo, como los sistemas, procesos, tecnologías y formas de gestión. El capital relacional,
porque agrupa las relaciones con el exterior, como el contacto con clientes, proveedores,
competidores, autoridades, grupos de filiación, organismos internacionales y organizaciones
de otras industrias. En función del alcance y estrategia que se establezcan, es conveniente que
el auditor tenga una idea clara de su situación. Ello le permitirá acercarse a los niveles de
conocimiento que el capital intelectual de la organización necesita para interactuar de manera
natural y congruente con los mecanismos de estudio que de una u otra manera se emplearán
durante el desarrollo de la auditoría.

RESPONSABILIDAD DE SU EJERCICIO

La ejecución de una auditoría administrativa puede recaer en un:

1. Auditor interno.

2. Auditor externo.

3. Equipo combinado.
En el primer caso corresponde al titular designar al personal de su propia organización para
integrar al auditor o equipo que se encargará de la aplicación de la auditoría. En el segundo
caso, la organización debe analizar, de acuerdo con las condiciones del trabajo, la contratación
de auditores externos. En el tercer caso, se puede optar por formalizar el apoyo externo,
respaldado por auditores de la propia organización para conformar un solo equipo de trabajo.

EL AUDITOR INTERNO: Como parte de la organización, el auditor interno es seleccionado por


el órgano directivo en atención a su conocimiento de la misión, objetivos, funciones, clientes y
entorno, tomando en cuenta sus conocimientos, habilidades, destrezas, experiencia y
estructura de pensamiento.

También juega un papel importante que se le considere confiable, leal y capaz de responder a
retos, pero, sobre todo, que comparta la visión de la organización, esto es, que domine el
campo de trabajo con un sentido institucional, característica muy apreciada por la alta
dirección. La función del auditor interno puede ser considerada viable y pertinente, pero,
como en todo proceso de estudio que implica una evaluación y cambio, tiene que ser valorada
a la luz de las consecuencias que su intervención entraña para la organización.

EL AUDITOR EXTERNO Como profesional independiente, su participación en una auditoría


administrativa es muy valiosa, ya que se acepta que tiene una visión objetiva de los hechos, lo
que incrementa y mejora las expectativas de lograr los resultados esperados en las
circunstancias y tiempos estimados.

La labor de un auditor externo, en definitiva, permite abrir una gama de opciones


complementarias a las de un auditor interno, en virtud de que posee conocimientos y
experiencia en la materia, además de que se le ha capacitado para cumplir con esta función de
manera específica. Cabe destacar que, debido a la naturaleza de su trabajo, este profesional
está obligado a mantener actualizados sus conocimientos, lo que implica que debe estar al
tanto de todo tipo de avances en las técnicas de análisis administrativo y alternativas para
enfrentar problemas y proponer soluciones con celeridad y eficacia.

EQUIPO COMBINADO

Cuando la organización toma la decisión de emprender una auditoría administrativa, tiene que
valorar con precisión los resultados que espera obtener, la magnitud de las tareas a realizar,
los compromisos que se adquieren y el seguimiento que se tiene que efectuar.

Conclusión

En esta semana hemos visto que la auditoría administrativa es una herramienta, producto de
la necesidad de la administración de examinar o evaluar el desempeño de la organización y
vislumbrar oportunidades de mejora para convertirlas en una ventaja competitiva. Por tanto,
el objetivo de la misma será siempre mejorar, fortalecer o corregir los procesos actuales.
Asimismo, dependiendo de su alcance, puede aplicarse en toda la organización o en un área en
particular y revisar con la profundidad deseada todos sus procesos.

También revisaste como la auditoría administrativa es aplicable a todo tipo de empresas, entre
las que podemos destacar las privadas, públicas y sociales. Finalmente, observaste la
importancia de la auditoria administrativa al entenderla como una herramienta que nos brinda
la opinión imparcial de un experto respecto al funcionamiento de la empresa y atender el valor
de los resultados que proporciona en tiempo, espacio, alcance y nivel de profundidad acorde
con las necesidades de las organizaciones.

FUENTES:

http://moodle2.unid.edu.mx/dts_cursos_mdl/ejec/AE/AA/S01/AA01_Lectura.pdf

https://cucjonline.com/biblioteca/files/original/1a85f884ea1f890592bdd5f941f5b715.pdf

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