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El cannabis, también conocido como marihuana, es una de las drogas más antiguas que se
sigue consumiendo en la actualidad. Sus fines terapéuticos y medicinales demostrados no
han servido para que la mayoría de países la legalicen. Sin embargo, su consumo
como droga psicotrópica se dispara cada año y ya no solo en el sector joven sino en el
adulto. ¿Quieres saber cuáles son los componentes químicos del cannabis que provocan los
efectos y sensaciones que se derivan de su consumo? Te lo contamos.
Todos estos componentes químicos cannabis provocan efectos distintos del THC pero todos
tienen algo en común: actúan directamente sobre nuestro sistema nervioso central cuando
los consumimos.
Evidentemente, las distintas partes de la planta contienen cantidades diferentes de THC. Por
ejemplo, la resina llega al 20% de THC y el aceite de hachís llega al 60. Pero, ¿sabes cuál
es la parte de la planta que contiene mayor concentración de THC? Exacto, lo has
adivinado: las flores y las hojas, estas últimas en una proporción menor. De hecho, las hojas
tienen diez veces menos THC que los brotes o flores.
Por otro lado, nos gustaría añadir que existen cannabinoides naturales como los
mencionados pero también existen cannabinoides sintéticos obtenidos en laboratorios. De
hecho, existen dos fármacos autorizados como son el Dronabinol o Marinol (THC obtenido
por síntesis de laboratorio) y el Nabilone (contiene hexahidrocannabinol, sustancia obtenida
por síntesis en laboratorio). El primero se utiliza para tratar la pérdida de peso en enfermos
de sida y para contrarrestar los vómitos derivados de la aplicación de quimioterapia. El
segundo no está autorizado por la FDA porque surgieron complicaciones durante las
pruebas con animales.
Resumiendo, los cannabinoides son los componentes químicos más relevantes para los usos
médicos y terapéuticos del cannabis pero lo cierto es que la planta contiene 483 sustancias
entre las que también encontramos componentes importantes: los terpenoides, flavonoides
o los ácidos grasos esenciales presentes en el aceite de cañamones. De ellos hablamos a
continuación:
Terpenoides y flavonoides
Estas sustancias se encuentran en el aceite esencial del cannabis y se evaporan con facilidad
dada su gran volatilidad. Su obtención se realiza a través de destilación del vapor.
Para que lo tengamos todavía más claro diremos que los terpenoides son los responsables
del olor de la planta y están presentes en otros vegetales. Su efecto principal es sedante a
pesar de que ayuda a activar el flujo sanguíneo y a que el THC llegue al cerebro más
fácilmente.
Aceite de cañamones
Se trata de un aceite vegetal obtenido mediante el prensado en frío que resulta útil para
enfermos de psoriasis o de enfermedades cardiovasculares gracias a los ácidos que
contiene y que resultan tan importantes para nuestra salud: el alfalinoleico y el
gammalinoleico.
Ahora ya sabes cuáles son los componentes químicos cannabis esenciales y más
importantes y cuáles son algunos de los efectos que producen.
Los pros y los contras del uso de la mariguana
Cleva Villanueva
Resumen:
La mariguana es la droga más usada en todo el mundo. El presente estudio analiza los
efectos de los fitocanabinoides (contenidos en la mariguana) y de los canabinoides
endógenos (producidos en el organismo). Se evalúan las posibilidades terapéuticas
destacando el efecto antiemético (único uso aceptado). Al final se emite una opinión
sobre la legalización basada en los efectos permanentes que produce y que están
asociados al uso en edad temprana.
Abstract:
The present study analyses the effects of the phytocannabinoids (chemical components
of marijuana) and endogenous cannabinoids (produced by the organism). Evaluation of
the therapeutic possibilities establishes that the antiemetic effect is the only one that
has been accepted. An opinion regarding the legalization of marijuana is formulated
based on its permanent effects, which are related to its usage at an early age.
1. Introducción
2. Endocanabinoides
Uno de los efectos que llamó mucho la atención y que se conocía desde hace mucho
tiempo fue el de la regulación del apetito. Se sabía que la mariguana estimulaba la
ingesta de alimentos dulces y "sabrosos" (comida rápida y alta en grasa), lo que
sugirió la participación del sistema canabinoide endógeno en la ingesta placentera de
alimentos [Cota et al., 2006]. El dronabinol (canabinoide sintético homólogo al DTHC),
un agonista canabinoide, administrado en dosis bajas (2.5 mg, cada 12 h, durante 7
meses) ayudó a ganar peso y estabilizarlo en pacientes con síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Se ha observado que este compuesto también
estimula el apetito en pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia y se ha
postulado que podría ser un tratamiento paliativo en pacientes con anorexia nervosa o
Alzheimer, aunque en el caso del SIDA y de la quimioterapia antineoplásica, parte de
los efectos se deben a la inhibición de la náusea [Fride et al., 2005].
Con todos estos antecedentes se diseñaron múltiples estudios en los que se demostró
que el bloqueo del receptor CB1 hacía que disminuyera la ingesta de alimentos y se
perdiera peso, lo cual llevó a la conclusión lógica de diseñar una estrategia para el
control de peso en el paciente obeso. Fue así como se diseñó el medicamento
rimonabant, antagonista del receptor CB1 que prometía ser un tratamiento muy
efectivo en pacientes con sobrepeso. En múltiples estudios preclínicos se demostró la
eficacia del rimonabant. Por ejemplo, en ratones hechos obesos a través de una dieta
rica en sacarosa (modelo experimental que semeja la sintomatología del síndrome
metabólico) se observó que el rimonabant no sólo disminuía el peso corporal, sino que
reducía la grasa visceral y la oxidación de lípidos (condiciones asociadas con el hígado
graso y las hiperlipidemias del paciente obeso) [Jourdan et al., 2010].
Los efectos en el SNC se atribuyen al receptor CB1 (ver arriba) que se encuentra
distribuido en las áreas cerebrales relacionadas con la toma de decisiones, solución de
problemas, atención, flexibilidad cognitiva, respuestas inhibitorias, memoria de trabajo
y memoria espacial [Smith et al., 2010].
Antes de iniciar esta parte del análisis es importante explicar los conceptos "adicción" y
"dependencia física" debido a que a veces se toman como sinónimos cuando en
realidad son fenómenos diferentes. Adicción es la conducta compulsiva que se
caracteriza por la búsqueda de la droga motivada por el deseo de usarla. La mariguana
produce adicción que, aunque no es tan severa como la producida por otras
drogas (v.g. cocaína), refuerza su uso. La dependencia física es el evento en el que el
organismo se "adapta" a la presencia de la droga, de tal manera que al suspenderla se
presentan reacciones (signos y síntomas) que no dependen de la voluntad del usuario;
a estas reacciones se les conoce como "síndrome de abstinencia" y, dependiendo de la
droga, puede ser más o menos severo. En algún tiempo se pensó que la mariguana
producía adicción pero no dependencia física; ahora se sabe que produce ambos
fenómenos, aunque se presentan de manera menos intensa que con otras drogas
[Budney et al., 2007]. Tratando de explicar la diferencia entre adicción y dependencia
física se puede tomar como ejemplo la cafeína (droga lícitamente permitida). A una
persona puede gustarle tomar café y todas las mañanas buscar no sólo tomarlo sino la
oportunidad de tomar el que más le guste; esto es la adicción. Si esa persona toma
diariamente cierta cantidad de café, el día en que no lo toma puede sentirse
adormilada, de mal humor o incluso tener dolor de cabeza; este es un ejemplo de
dependencia física.
4.1 Antiemético
4.3. Dolor
4.5. Cáncer
4.6. Inflamación
4.7. Osteoporosis
Debido a los efectos en hueso (ver arriba), se ha pensado que los canabinoides pueden
utilizarse para detener el progreso de la osteoporosis. De hecho, en modelos animales
de osteoporosis producida por ooforectomía (extirpación de los ovarios), así como en
animales en los que se ha bloqueado la expresión del gen que codifica el receptor CB2
(ratones sin gen CB2), se ha observado que la pérdida de hueso se evita con
canabinoides [Bab et al., 2009]. La investigación en humanos, aunque no ha incluido el
efecto de canabinoides en osteoporosis (debido a los efectos psicoactivos), se ha
dirigido al estudio de los genes que codifican los receptores canabinoides. Estudios
realizados en diferentes poblaciones han detectado variantes polimórficas del gen que
codifica CB2 y que se relacionan con el riesgo de padecer osteoporosis [Bab et
al., 2009]. Esto quiere decir que variaciones de ese gen podrían predisponer a la
osteoporosis. Este descubrimiento resulta interesante porque abre las puertas tanto a
la detección de susceptibilidad como al diseño de estrategias de prevención y
tratamiento que incluyan algún canabinoide.
4.8. Glaucoma
5. Legalización de la mariguana
Algunas personas opinan que el uso del tabaco y el alcohol (drogas legalmente
permitidas) producen más daño a la salud que la mariguana [Joffe y Yancy, 2004].
Cada vez hay más publicaciones que analizan los efectos a largo plazo del uso crónico
de la mariguana, sobre todo cuando éste se inicia en etapas tempranas de la vida.
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CL Expósito1.
RESUMEN: La marihuana ha sido utilizada por cientos de años, es una de las drogas de
abuso más usadas. Tiene una larga historia de usos médicos, tanto el Cannabis, como sus
derivados, preparaciones y sus formas sintéticas se emplean para aliviar una gran variedad
de síntomas de diversas enfermedades, tales como: alivio de las náuseas y vómitos
asociados con las terapias del cáncer y del SIDA; alivio del dolor muscular y espasmos;
para reducir la frecuencia de convulsiones en la epilepsia; para reducir la presión
intraocular en pacientes con glaucoma; para estimular el apetito en pacientes con cáncer y
SIDA. Actualmente están disponibles en el mercado dos productos comerciales sintéticos
relacionados con la marihuana, de administración oral, el dronabinol (MARINOL®) y la
nabilona (CESAMET®). Se han identificado en el cerebro, receptores para los
cannabinoides, el CB1 y el CB2, así como ligandos endógenos: la anandamina, el 2-
araquinoilglicerol, la homo--linolenil etanolamina y la palmitoiletanolamina.
ABSTRACT: Marijuana has been widely used for hundreds of years, it is perhaps one
of the most popular drug of abuse. It has a long medical history, Cannabis, its preparations,
derivates and similar synthetic prepartions are use to relieve symtoms associated with some
medical conditions, such as: to relief nauseas and vomiting associate with cancer and AIDS
therapies; for the relief of muscle pain and spasms; to help reduce the frequency of epileptic
seizures; to lower intra ocular pressure in Glaucoma; to stimulate appetite and produce
weight gain in AIDS and cancer patients. There are two commercially available drug
products related to marijuana: dronabinol (MARINOL®) and nabilone (CESAMET®).
Cannabinoids receptors CB1 and CB2, and some endogenous ligands named anandamide,
2-araquinoilglicerol, homo--linolenil etanolamine and palmitoiletanolamine, have been
identified in brain.
La marihuana o Cannabis Sativa junto con el alcohol es quizás una de las drogas de
abuso más popular(1). Las preparaciones de la planta Cannabis han sido utilizadas con fines
medicinales y/o recreativos desde hace mucho tiempo. Su consumo se hace a menudo junto
con otras drogas(2).
Las reseñas históricas más antiguas del uso de los derivados del Cannabis se remontan al
imperio chino (2727 a. De C.), en la India, las referencias más antiguas datan del 2000 a. de
C. El cultivo de estas plantas se extendió probablemente desde Asia Central hacia
Occidente. El consumo del cáñamo como sustancia psicoactiva fue muy común en algunas
sectas islámicas. Al continente Americano llegó de manos de los españoles en la primera
mitad del siglo XVII. Su uso se popularizó en el mundo occidental hacia los años sesenta,
entre los jóvenes de esa época. Desde esa fecha, su consumo ha ido aumentando en casi
todos los países(2).
MECANISMO DE ACCIÓN
USOS MÉDICOS
Los usos terapéuticos del cannabis se conocen desde épocas remotas, en la Medicina
Tradicional China, el cannabis ha sido utilizado para tratar el paludismo, el reuma, los
constipados, etc. En culturas africanas, se ha usado contra la disentería, el paludismo, la
fiebre, etc. En occidente autores como Hipócrates, Dioscórides o Galeno han exaltado las
virtudes terapéuticas del cannabis(9).
El cannabis se utiliza con fines terapéuticos ya sea fumado, aplicado como cataplasmas o
compresas, inhalado, en infusiones, etc., también ya se comercializan medicamentos, que se
administran por vía oral a base de compuestos activos de la planta, tales como el dronabinol
(MARINOL®) que contiene THC sintético y la nabilona (CESAMET®) que contiene CBN
sintético(15). Es de hacer notar, que de acuerdo a la literatura revisada, no existen evidencias
de que estos medicamentos estén disponibles para su uso terapéutico en nuestro país.
De acuerdo a Peña(8) hay argumentos que refuerzan las ventajas del uso de la planta
frente a los preparados sintéticos o extractos aislados, se refiere específicamente a las
interacciones de los cannabinoides. Por ejemplo el CBC atenúa la excitación producida por
el THC, lo que se explica porque hay marihuanas con efecto activador y otras con efecto
relajante, según la proporción de THC:CBD. También se ha observado que extractos de
cannabis que contenían THC-CBN-CBD aumentaban la permeabilidad de la barrera del
cerebro, por lo que su administración conjunta mejora su eficacia. De acuerdo al autor lo
importante es seleccionar una variedad de cannabis idónea a cada patología.
Los cannabinoides bien sea naturales o en forma sintética han demostrado una aceptable
disminución de los efectos secundarios de la quimioterapia, como son las náuseas y los
vómitos, también en otras causas de náuseas incluidas el SIDA y la hepatitis(15). También,
estimulan el apetito en pacientes con SIDA. Tienen efecto beneficioso en la espasticidad
causada por esclerosis múltiple o lesiones de médula espinal, así como una mejoría del
dolor, la parestesia, los temblores y la ataxia. Existen informes acerca del beneficio en el
síndrome de Tourett´s, en la distonia y la disquinesia tardía. Se ha observado que la
marihuana reduce la presión intraocular en pacientes con glaucoma. Su empleo como
antiepiléptico es otra de las indicaciones terapéuticas clásicas del cannabis, por otra parte,
la actividad anticonvulsivante de la fenitoína y del diacepam se ven potenciados con el
THC. Como antiasmático los beneficios que se obtienen corresponden con las dosis
terapéuticas de broncodilatadores habituales(15). En la tabla 1 se resumen los efectos y las
aplicaciones terapéuticas de los cannabinoides naturales más importantes(15).
CONCLUSIÓN
Es importante destacar que no existen muchas evidencias científicas sobre los efectos
terapéuticos de las cannabinoides, bien sea en forma natural (en bruto o preparados) así
como las formas sintéticas, en este sentido la mayoría de las evidencias son "experiencias
anecdóticas" de pacientes que han utilizado los productos de la planta, también algunos
efectos se han producido de forma accidental(15). Sin embargo, se han llevado a cabo
algunos estudios clínicos, así como encuestas en aquellos pacientes que usan cannabis con
fines terapéuticos, a través de entrevistas orales no protocolizadas en el curso de una
investigación por parte de organismos oficiales o instituciones científicas (la "House of
Lords Select Comitte on Science and Technology" de Gran Bretaña o el "Institute of
Medicine" en EEUU), o también usando encuestas protocolizadas anónimas, con el fin de
concretar otras indicaciones de interés que aún no han sido científicamente investigadas,
pero frecuentes en la práctica clínica habitual(15). Es importante resaltar que como toda
sustancia que es introducida al organismo, además de sus posibles efectos terapéuticos,
también se pueden presentar efectos adversos, tales como, catalepsia, confusión y dificultad
de la memorización, disminución de la secreción de FSH, LH y prolactina, taquicardia con
disminución de la presión arterial, bronquitis, sequedad de la boca, efectos psicopatológicos
como psicosis cannábica, crisis de pánico y fobias entre otros(16). Su uso está indicado
principalmente en aquellos pacientes en los cuales las terapias convencionales no han dado
resultados.
Tabla 1
PRINCIPALES CANNABINOIDES, SUS EFECTOS Y APLICACIONES
TERAPÉUTICAS
Cannabinoides Efectos Aplicaciones Terapéuticas
Naturales
THC -Efecto -Analgesia
psicoactivo
(tetrahidrocannabinol) -Inhibición motora
-Antiemético
-Broncodilatador
-Orexigénico
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El aceite de Cannabis
El cannabis, también conocido como marihuana, entre otros muchos nombres, es una
hierba (Cannabis sativa) originaria del Asia, durante más de 5000 años ha sido
utilizada por distintas culturas del mundo con fines religiosos, alimenticios y
medicinales. En el siglo XVI era parte habitual de cualquier botiquín médico,
principalmente, por sus efectos analgésicos y antiinflamatorios. Las cualidades
psicoactivas de la planta solo fueron conocidas por los europeos en el siglo XIX.
Existen variedades de planta cuyo contenido es alto en CBD y bajo en THC y son las
más usadas con fines médicos. Las flores de la planta hembra de cannabis contienen
una cantidad de THC diez veces mayor que las hojas, mientras que los tallos y semillas
tienen niveles mucho más bajos. En su estado crudo y fresco la planta de cannabis
contiene ácido tetrahidrocannabinólico (THCA), el cual luego se convierte en THC; por
esta razón el consumo de la planta cruda no narcotiza a la persona.
En aquellos países donde el uso del cannabis es legal, se puede encontrar distintos
tipos de aceite dependiendo del cannabinoide que está en mayor concentración. El
aceite de CBD tiene principalmente cannabidiol, que no es psicoactivo y es muy útil en
los casos de epilepsia. El aceite THC tiene mayor concentración de THC, que es
psicoactivo pero es útil para aumentar el apetito, aliviar dolores y los malestares de la
quimioterapia (náuseas, vómitos, etc.).
En la elaboración del aceite de cannabis con fines medicinales debe tomarse en cuenta
tanto la variedad y la parte de la planta como el método de extracción que garanticen
la calidad y el contenido de principios activos del producto, de tal manera que se pueda
conocer con precisión la dosis y el tipo de cannabinoide que está recibiendo el paciente
según la dolencia a tratar. En la elaboración artesanal del aceite debe entrenarse
previamente al personal para que se usen buenas prácticas de manufactura (BPM) y se
evite: a) la contaminación del producto; b) la pérdida de los principios activos por un
calentamiento excesivo y c) los posibles accidentes que pueden ocurrir especialmente
cuando se utilizan solventes muy inflamables (butano, hexano) o tóxicos (alcohol
isopropílico).
Extraer CBD u otros cannabinoides utilizando alcohol apto para consumo y de alta graduación es
un proceso seguro y bastante simple.
Con este método, un paciente debería ser capaz de producir aceite de CBD terapéutico realmente
potente sin ningún equipamiento o habilidades especiales. El alcohol etílico no deja residuos
desagradables o perjudiciales en el extracto, y está considerado como el mejor disolvente para la
producción de pequeñas partidas de aceite de cannabis.
LA RECETA
Ingredientes:
Equipamiento:
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INSTRUCCIONES
Prepara tus materiales con calma y asegúrate de que tu espacio de trabajo está completamente
limpio y listo para empezar. Cubre el material vegetal con alcohol en el bol y revuelve durante 3-5
minutos con la cuchara de madera para extraer la resina. Asegúrate de que el bol sea lo
suficientemente grande para poder revolver el cannabis y el disolvente.
Filtra el líquido con el colador y recoge este primer extracto en el recipiente de recolección,
exprimiendo todo el líquido que puedas. Este proceso se puede repetir con disolvente nuevo para
extraer tantos compuestos del material vegetal como sea posible.
Echa el líquido filtrado en la vaporera y caliéntala hasta que empiece a hervir. Deja que todo el
alcohol se evapore sin subir el fuego. Mantén la temperatura al mínimo o enciende y apaga el
fuego para regularla, ya que la mezcla tiene que seguir hirviendo lentamente durante 15-30
minutos. Sigue revolviendo y no dejes que el líquido se caliente demasiado. A medida que el
alcohol se evapora, mezcla la solución y rasca el bol con la espátula de silicona.
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Ahora es momento de pasar con mucho cuidado el aceite concentrado a un recipiente o a un
frasco dosificador para su almacenamiento. Sería posible recoger el aceite con jeringuillas de
plástico y conservarlo en pequeños recipientes herméticos y oscuros. Las dosis se podrán aplicar
usando estas jeringas, palillos o cucharillas. La extracción de aceite de CBD con alcohol etílico es
un proceso seguro y su resultado es perfectamente apto para la ingesta.