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SEMILLAS DE CÁÑAMO
El aceite de cáñamo se elabora a partir de las semillas de una variedad de
Cannabis sativa, la misma planta que produce el fármaco herbal marihuana. Sin
embargo, las semillas de cáñamo no contienen ningún químico tóxico
tetrahydrocannabinol, o THC, a diferencia de la marihuana.
1- Consigue semillas de cáñamo frescas y secas. Limpia las semillas por completo
para eliminar restos de ramas y otros residuos.
2-Coloca el recipiente pequeño debajo de la prensa para recoger el aceite que
extraes de las semillas. Usa el recipiente más grande para recoger las semillas
prensadas en el extremo del dispositivo.
3-Mide la cantidad de semillas de cáñamo que necesitas para rellenar 2/3 de la
capacidad total de la tolva en donde se colocan las semillas. Haz que el mango
de la prensa comience a girar o enciende el motor que opera la prensa.
4- De vez en cuando, presiona las semillas de cáñamo para que se filtren a
través de la prensa de forma correcta. Revisa el depósito de aceite. A medida
que se llena, retira el recipiente y vierte el contenido en un frasco de vidrio
grande. Continúa prensando las semillas en la tolva hasta que ya no quede
ninguna. Vierte todo el resto del aceite en el frasco.
5- Tapa el frasco de vidrio que contiene el aceite de cáñamo. Coloca el frasco
en un sitio cálido y oscuro para que el aceite se separe de cualquier resto de
agua u otra sustancia que haya como consecuencia del proceso de prensado.
Vierte el aceite en otro recipiente al otro día.
~1~
RECETA CASERA DE
LUBRICANTE DE CANNABIS
Para realizar esta receta necesitarás una cacerola para baño María o una olla
que puedas poner a fuego lento. Además, tendrás que reservar al menos medio
día para la cocción, porque preparar este elixir mágico requiere su tiempo.
Dicho esto, la espera merece la pena.
INGREDIENTES:
16-18 gramos de aceite viscoso (como por ejemplo el aceite de coco)
18 gramos de recortes o cogollos descarboxilados (como sustituto vale 1 gramo
de hachís)
1 cucharada sopera de lecitina de girasol líquida
PREPARACIÓN:
Calienta el aceite y añade los cogollos y lecitina. Asegúrate de que el aceite no
entra en ebullición, para lo que tendrás que revolver tu mezcla con regularidad.
Cocínala durante entre 3 y 4 horas. Cuanto más tiempo permitas que los
cogollos filtren THC en el aceite, más cannabinoides tendrá este.
También puedes probar el aceite mientras se está haciendo. Saca una
cucharadita, deja que se enfríe y aplícalo sobre tu piel. Si notas que comienza a
funcionar, entonces significa que has logrando la potencia que estabas
buscando.
Una vez que consideres que ya está bien, saca la olla del fuego o apaga tu
cacerola.
Cuando el aceite se haya enfriado, mételo en botellas de spray rellenables.
Hasta que lo vayas a utilizar es aconsejable que lo refrigeres o conserves en un
lugar oscuro y fresco.
~2~
ACEITE DE CANNABIS
Para esta técnica utilizaremos alcohol etílico lo más puro posible, aunque puede
servir el alcohol de farmacia, es mejor buscar alcohol etílico puro (99%) en una
tienda de productos químicos o droguería. (ATENCIÓN: No se debe usar alcohol de
quemar).
Introduce la marihuana troceada en un frasco y echa alcohol hasta que la cubra,
cierra bien el bote y deja que la marihuana macere durante 2 o 3 semanas en
un lugar oscuro y fresco.
Agita el frasco cada 3 o 4 días. Pasado este tiempo, filtra el líquido a través de
una tela. El alcohol tendrá un color verde oscuro, viértelo en un recipiente
amplio y poco profundo, sin tapar, y deja que el alcohol se vaya evaporando.
No pongas el líquido al fuego para acelerar la evaporación, los vapores del
alcohol son muy inflamables y pueden explotar. Mantén abiertas las ventanas
de la habitación para que se vaya aireando y no fumes ni enciendas fuego cerca
del alcohol.
Conforme el alcohol se va evaporando el extracto se vuelve más espeso.
Cuando deje de oler a alcohol, recoge con una espátula todo el residuo del
fondo del recipiente y... ¡Ya tienes aceite de cannabis!.
El aceite de cannabis puede mezclarse con tabaco o con maría para aumentar
su potencia; también es posible untar un poco de aceite en un cigarrillo. Si el
aceite te resulta muy pringoso y difícil de manejar, se puede mezclar con un
poco de harina de hoja para hacer un pseudohachís más o menos sólido.
~3~
CÓMO HACER POMADA DE
MARIHUANA
Las propiedades medicinales de la marihuana y el cannabis facilitan la
elaboración de cremas o ungüentos para aliviar dolores musculares o
articulares.
~4~
ELABORACIÓN:
El primer paso, tras preparar los elementos e ingredientes necesarios para hacer
pomada de marihuana, es poner la cacerola grande en el fuego. Añadimos 2 o
3 litros de agua del grifo.
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Añadimos 1 litro de agua mineral u osmótica.
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Removeremos cada media hora. Tendrá que estar 4 horas al baño María.
Recomiendo el fuego más pequeño que tengamos en la cocina y que este al
mínimo. No tiene que hervir. Una vez que han trascurrido las 4
horas, sacaremos la cazuela pequeña de la grande y la dejaremos enfriar 15
minutos a temperatura ambiente.
~7~
Es muy importante que escurramos bien la materia vegetal. Basta con poner
un tazón debajo del colador y pasarlo con una cuchara.
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Añadiremos los 65 gramos de cera de abeja deshechos en trozos pequeños y
los echaremos a la cazuela pequeña.
~9~
Cuando observemos que toda la cera de abeja se ha disuelto completamente, el
proceso habrá finalizado.
~ 10 ~
Ya tenemos nuestra pomada de marihuana milagrosa. Solo falta guardarla en el
envase que creamos conveniente. Se pueden poner en tarros pequeños de
cristal.
~ 11 ~