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CENTRO PARA EL DESARROLLO DE LA PSICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE

ESCALA DE EVALUACION DE LA SESION


Propiedades Psicométricas de una Medición de la Alianza de “Trabajo”1

Barry L. Duncan, Psy.D.2


Scott D. Miller, Ph.D
Institute for the Study of Therapeutic Change

Lisa Rene Reynolds


Nova Southeastern University

Jacqueline A. Sparks, Ph.D.


David A. Claud, M.S.
The Center for Family Services of Palm Beach County

Jeb Brown, Ph.D.


Center for Clinical Informatics

Lynn D. Johnson
Brief Therapy Center

Resumen

Más de 1.000 hallazgos de la investigación (Orlinsky, Ronnestad y Willutzki, 2003)


demuestran que una alianza positiva es uno de los mejores predoctores de resultados.
Paradójicamente, a pesar de la robusta conexión entre la alianza y los resultados, no se
han desarrollado mediciones específicas como herramientas clínicas para que los
terapeutas las usen en el día a día con sus clientes. Este artículo describe el desarrollo y
la validación de una medición de alianza ultra breve, la Escala de Puntuación de la

1
The Session Rating Scale: Psychometric Properties of a “Working” Alliance Measure. (2004)
(www.talkingcure.com) (Traducción: Mario Pacheco)

2
Las solicitudes de reimpresiones pueden ser dirigidas al primer autor a barrylduncan@cs.com, o a Barry
Duncan, 8611 Banyan Ct., Tamarac, FL 33321. El autor agradece a Anne M. Allison, B.A. que lo ayudó a
recolectar los datos y en el análisis estadístico, y a Karen Kinchin, M.S. que lo ayudó en la administración de
los datos.

1
Sesión, Versión 3 (SRS). Se examinan y se reportan las propiedades psicométricas.
Basados n la experiencia con el instrumento en diversos lugares en el estudio, también
se considera la factibilidad de aplicación de la escala. Los resultados indican que la SRS,
una herramienta clínica más que de investigación, representa un intercambio equilibrado
entre la confiabilidad y la validez de las mediciones de investigaciones más extensas, y
la factibilidad de aplicación de esta escala breve. Se discuten los resultados y las
implicaciones para la práctica clínica y las investigaciones futuras.

Introducción

Más de 1.000 hallazgos de la investigación (Orlinsky, Grawe, y Park, 1994; Orlinsky,


Ronnestad, y Willutzki, 2003), demuestra que una alianza positiva es uno de los mejores
predictores del resultado. Horvath y Symonds (1991), resumiendo 24 estudios, mostraron que el
tamaño promedio de la correlación entre la alianza y el resultado podía ser estimado
conservadoramente en r = 0,26. Krupnick et al. (1996) analizaron los datos del estudio clave en
depresión del NIMH que comparó la terapia cognitiva conductual, la terapia interpersonal y las
terapias con antidepresivos con una condición placebo, y encontraron que la alianza era
predictiva del éxito en todas las condiciones –los modelos de tratamiento eran igualmente
eficaces y no fueron predictores de los resultados.
En otro amplio estudio de diversas terapias para el alcoholismo, la alianza también
predijo significativamente el éxito (sobriedad), incluso al año de seguimiento (Connors,
DiClemente, Carroll, Longabaugh, y Donovan, 1997), donde ninguno de los modelos bajo
estudio pudo diferenciarse el uno del otro [en sus resultados]. Además, en un meta-análisis de
la investigación de la alianza Wampold (2001) atribuyó el 54% de la varianza del impacto de la
terapia a la alianza. Colocando esto en perspectiva, el monto de cambio atribuible a la alianza es
alrededor de siete veces más que al modelo o la técnica específica.
Además, las puntuaciones que los clientes otorgan a la alianza son lejos los mejores
predictores de que las puntuaciones de los terapeutas (Bathelor y Horvath, 1999). Entonces, los
terapeutas no pueden asumir que su evaluación del clima de la terapia se corresponde con las
percepciones de los clientes. Claramente, es crítico que los terapeutas presten una atención
estrecha a la alianza que desarrollan con sus clientes, y monitoreen regularmente sus
cualidades. La influencia de las percepciones que tiene el cliente de la alianza representa el
impacto más directo que los profesionales de la salud mental pueden tener sobre el cambio
(Duncan, Miller, y Sparks, 2004).
Paradójicamente, a pesar de la conexión robusta entre la alianza y los resultados, no se ha
desarrollado específicamente una medición de la alianza como una herramienta clínica para el uso
día a día. La descripción y la medición de la alianza terapéutica ha sido el foco principal de los
estudios teóricos y empíricos en las últimas dos décadas. Actualmente existe una variedad de

2
enfoques para evaluar la alianza. Mientras que esas evaluaciones multi-dimensionales de la alianza
son válidas y confiables, se han desarrollado con propósitos de la investigación y no para ser
usadas como una herramienta clínica cotidiana. En consecuencia, su complejidad y longitud de la
administración a menudo las convierte en impracticables para muchos servicios y ambientes
clínicos. El terapeuta promedio ya está recargado con papeleo y otras actividades no relacionadas
con el servicio directo [a los clientes] (por ejemplo, llamadas telefónicas, reuniones del equipo,
planeamiento de tratamientos, notas acerca del progreso, etc.). Brown et al. (1999) encontraron
que la mayoría de los clínicos no considera ninguna medición o combinación de mediciones que
tomen más de cinco minutos para ser completadas, cálculo de las puntuaciones, e interpretación
práctica.
Un ejemplo de la resistencia de los terapeutas a los instrumentos extensos basados en la
investigación puede encontrarse en Whipple et al. (2003). A través de correos electrónicos se les
recordaron continuamente a los terapeutas que los 19 ítems para medir la alianza y otras
herramientas de apoyo clínico estaban disponibles para los clientes en riesgo de resultados nulos
o negativos. Además, se realizaron algunas presentaciones de caso en los cuales las mediciones
ayudaron claramente a los terapeutas en modificar el tratamiento con clientes en riesgo. Sin
embargo, los terapeutas usaron esas mediciones solamente en un 40% de las veces con clientes
en riesgo –a pesar que Whipple et al. (2003) encontraron que los clientes cuyos terapeutas
tuvieron acceso a los resultados y a la información de la alianza tuvieron menor probabilidad de
deterioro, fue más probable que permanecieran en tratamiento, y fue dos veces más probable
que alcanzaran un cambio clínico significativo. Esos hallazgos son un argumento poderoso para
el desarrollo de una medición de la alianza que sea factible de aplicar, de acuerdo a los
terapeutas, rutinariamente en el uso clínico, y además que sea confiable y válido.
Este artículo describe el desarrollo y la validación de una medición ultra breve de la
alianza, la Escala de Evaluación de la Sesión, Versión 3.0 (SRS [Johnson, Miller, y Duncan,
2000] véase el Apéndice 1)3, una medición de la alianza de “trabajo” diseñada específicamente
para el uso clínico en las sesiones cotidianas. Se examinan las propiedades psicométricas de la
SRS y se reporta su relación con una medición de la alianza ampliamente usada, la Revised
Helping Alliance Questionnaire (HAQ-II) (Luborsky et al., 1996). Basados en la experiencia con
el instrumento en diversos sitios en el estudio, se considera la factibilidad de la aplicación de la
escala. Se discuten los resultados y las implicaciones para la práctica clínica y la investigación
futura.

Desarrollo de la Escala de Evaluación de la Sesión

En reconocimiento que terapias diferentes logran resultados similares y que la alianza


terapéutica parece ser vital, Lynn Johnson creó la Escala de Evaluación de la Sesión a principio
de los años ’90, para ayudar a registrar sus propios progresos con los clientes (véase Johnson,
3
Una copia de trabajo del instrumento puede ser descargado para ser usado en forma gratuita desde:
www.talkingcure.com/measures.htm.

3
1995). La SRS fue diseñada específicamente para ser una herramienta clínica, no un
instrumento de investigación. Algunas mediciones influenciaron su construcción. El Working
Alliance Inventory (Horvath y Greenberg, 1989), que tradujo directamente la descripción de
Bordin (1979) de la alianza (véase más abajo), el Session Evaluation Questionnaire (Stiles y
Snow, 1984), que evalúa la profundidad y la fluidez de la sesión; y finalmente, la Empathy Scale
(Burns y Nolen-Hoeksema, 1992), que consideró específicamente la relación, y es quizá la única
escala que considera parte de la alianza y cuyo propósito es el uso clínico regular. La SRS
combinó elementos de cada medición en un instrumento tipo Likert de 10 ítems.
Esta versión original de la SRS fue examinada con 39 clientes en una clínica de terapia
breve en el oeste de Estados Unidos (Stanford, 1999). El análisis de los ítems de la SRS
suministró un coeficiente de confiabilidad alfa de Cronbach de 0,89. La medición de los primeros
seis ítems también reportó un elevado alfa de 0,86, mientras los ítems 7, 9 y 10 que medían el
impacto de la sesión suministraron un alfa de 0,75. No se consideró la validez.
Los primeros dos autores estaban familiarizados con el SRS, habiéndola usado en sus
propia práctica, así como también en asesorías a agencias de salud mental y a un número de
terceros pagadores [N.T.: Isapres y Compañías de Seguros]. A pesar que la SRS tenía
solamente diez ítems, en virtualmente todos los casos, rápidamente surgían las quejas respecto
al tiempo necesario para completar el SRS entre los clínicos y los clientes (principalmente entre
los clínicos). Se experimentaron dificultades similares con los doce ítems del WAI, siendo
impracticables los diecinueve ítems del HAQ-II. Debido al inequívoco vínculo entre la alianza y
los resultados, se desarrolló el SRS V.3 como una alternativa breve a las mediciones de la
alianza orientadas hacia la investigación, para tomar en cuenta las quejas de los clínicos y
estimular el uso rutinario de las conversaciones con los clientes respecto a la alianza.
La SRS es un instrumento visual análogo de cuatro ítems diseñado de acuerdo a algunas
influencias. Bordin (1979) definió clásicamente la alianza con la interacción tres elementos: (1)
vínculo relacional entre el terapeuta y el cliente; (2) acuerdo en las metas de la terapia; y (3)
acuerdo en las tareas de la terapia. Una perspectiva ligeramente diferente es suministrada por
Gaston (1990). Ella reitera los principales temas de la alianza, pero además dio énfasis a que la
congruencia entre las creencias del cliente y del terapeuta respecto a cómo cambian las
personas es esencial para una alianza sólida. La SRS fue adaptada a partir de la definición
clásica de Bordin, con un interés en la teoría del cambio del cliente (Duncan y Miller, 2000)
como es sugerido por Gaston.
Los cuatro ítems reflejan la guía recibida del análisis factorial de las principales escalas
de la alianza en uso (es decir, el HAQ, el WAI, y la California Psychotherapy Alliance Scales
[Gaston, 1991]). Hatcher y Barends (1996) revelaron que en adición al factor general medido
por todas las escalas de la alianza (solidez de la alianza), además eran predictivos otros dos
factores: colaboración con confianza y expresión de sentimientos negativos. La colaboración con
confianza tiene relación con el nivel de confianza que tiene el cliente que la terapia y el
terapeuta serán de utilidad. Aunque se relaciona con el tema tres de la SRS (lo adecuado del

4
enfoque del terapeuta), la cuarta escala de la SRS revisada trata en forma directa este factor, y
mide la visión que tiene el cliente de la sesión, evaluándola desde “Hubo algo que se pasó por
alto en esta sesión” a “En general, la sesión de hoy estuvo bien para mi.”
El otro factor predictivo más allá de la solidez general de la alianza es la libertad del
cliente para expresar los sentimientos y reacciones negativas hacia el terapeuta. Este factor
sugiere que los clientes que expresan incluso bajos niveles de desacuerdo con sus terapeutas
reportan mejores progresos (Hatcher y Barends, 1996). Toda la SRS está basada en fomentar
que el cliente identifique problemas con la alianza, para evocar en el cliente los desacuerdos
respecto al proceso terapéutico, de modo que el clínico pueda cambiar para acomodarse mejor a
las expectativas del cliente. Desde hace tiempo la investigación ha identificado esos factores
como importantes, pero hasta el trabajo pionero de Johnson ninguna medida clínica había
provisto retroalimentación de la alianza al terapeuta en el tiempo real en que esos problemas
pueden ser corregidos.
La SRS simplemente traduce esas ideas teóricas en cuatro escalas visuales análogas de
10 centímetros cada una, con instrucciones de hacer una marca sobre la línea hacia la izquierda
con las respuestas negativas y hacia la derecha con las respuestas positivas (véase Apéndice 1).
Basada en una puntuación de 40 puntos, cualquier puntuación total bajo 36 o 9 en alguna escala
puede ser fuente de preocupación y es prudente, por lo tanto, invitar al cliente a hacer
comentarios al respecto. Los clientes tienden a otorgar puntajes altos a todas las mediciones de
la alianza, de modo que los terapeutas debieran tomar en consideración cualquier sugerencia de
un problema.
Analógicamente, la alianza puede ser concebida como un taburete con tres patas, en
donde cada una de las patas corresponde a uno de los ingredientes centrales de la alianza
terapéutica: (1) metas compartidas; (2) acuerdo en los medios, métodos o tareas de
tratamiento; y (3) vínculo emocional (Bordin, 1979). La consideración de esos tres elementos en
conjunto era la teoría del cambio del cliente, el otro componente de la alianza sugerido por
Gaston (1991). Consistente con la metáfora, cuando las metas, los métodos y el vínculo son
congruentes con la teoría del cambio del cliente, es más probable que las personas puedan estar
cómodamente sentadas (comprometidas) en el tratamiento. En forma similar, cualquier
desacuerdo entre los diversos componentes desestabiliza la alianza, haciendo que el taburete
sea incómodo o se caiga.
La investigación ha demostrado la confiabilidad y la validez de las escalas visual
análogas ultra breves en diversas áreas, incluyendo la evaluación y el manejo del dolor (c.f.,
Ger, Ho, Sun, Wang, Cleeland, 1999; Zalon, 1999), calidad percibida de los cuidados (c.f.,
Arneill, y Devlin, 2002), psico-educación (c.f., Dannon, Iancu, y Grunhaus, 2002), la evaluación
del cambio en respuesta a los tratamientos médicos (c.f., Grunhaus, Dolberg, Polak, Dannon,
2002), y los resultados en psicoterapia (Miller, Duncan, Brown, Sparks, y Claud, 2003). Además
de la brevedad y facilidad para administrar y puntuar esas escalas, son agradables para los

5
clientes, los cuales típicamente se pierden con las mediciones más largas o muy técnicas que
parecen distantes a la experiencia de ellos.

Métodos

Participantes
Los participantes en este estudio fueron reclutados en tres lugares clínicos.

Grupo 1: Los participantes en este grupo fueron reclutados en una agencia de consejería
de salud mental para pacientes ambulatorios, con el objetivo de estudiar la confiabilidad y la
validez concurrente de la SRS. Esos clientes solicitaron servicios terapéuticos de terapia
individual, pareja o terapia familiar, y presentaban una diversidad de quejas y metas de
tratamiento. Todas las sesiones de terapia fueron llevadas a cabo en un ambiente clínico típico.
El rango de edades de la muestra de clientes estaba entre 18 y 74 años. Los clientes obligados a
acudir a terapia por la Corte fueron omitidos de la muestra, dejando solamente a aquellos
clientes que presentaban una motivación propia para buscar terapia. Los datos de este grupo
fueron usados para determinar la confiabilidad y la validez concurrente de la SRS.
Grupo 2: Los participantes fueron reclutados de una agencia comunitaria de servicios
familiares (CFS) para estudiar la validez de constructo de la SRS. Los clientes de la CFS eran
enrolados en consejería tradicional y venían a la agencia presentando un rango típico de
dificultades iniciales4. La muestra de clientes del CFS estuvo limitada a adultos de 18 y más años
que recibieron un mínimo de tres sesiones clínicas y un máximo de diez sesiones clínicas. Este
parámetro estuvo basado en estudios previos que indican que es probable que el cambio ocurra
en tres sesiones, con una disminución de la tasa de cambio pasadas las diez sesiones (Brown et
al., 1999; Howard, Kopte, Krause, y Orlinsky, 1986). Los clientes asistentes al programa de
recuperación de abuso de sustancia fueron excluidos del estudio. Dado que en general ese tipo
de clientes son obligados a acudir a tratamiento, la medición de resultados podría reflejar
problemas distintos al progreso real en la consejería (por ejemplo, problemas de derivación), o
los clientes podrían no estar motivados para medir sus estados psicológicos (véase Lambert et
al., 1996). Se usó para el análisis una muestra total de 435 adultos, entre las edades de 18 a 83
años, cuyos casos fueron cerrados entre Febrero de 2002 y Febrero de 2003, y que cumpliera
con los criterios de selección descritos más arriba.
Grupo 3: Para evaluar la factibilidad de aplicación de la SRS, los participantes fueron
reclutados de un programa del CFS de intervención en el hogar, e incluyó a todos los casos
cerrados en ese programa desde Octubre de 2002 a Septiembre de 2003, con un total de 116
casos. También se obtuvo participantes de un estudio previo efectuado en la Family Therapy

4
El Centro de Servicios Familiares del Condado de Palm Beach, Inc., una agencia de servicios familiares sin
fines de lucro ubicada en el Condado de Palm Beach en South Florida. La agencia entrega un conjunto de
servicios, incluyendo consejería individual y familiar, tratamiento de abuso de sustancias, tratamiento de
abuso sexual y violencia doméstica, servicios EAP, asistencia y amparo a personas sin hogar, y un programa
de apresto escolar.

6
Associates (FTA) en la Nova Southeastern University, entre Junio de 1998 y Mayo de 1999 con
un total de 206 casos. La FTA es una agencia comunitaria de salud mental que es similar a la
CFS.

Mediciones

The Helping Alliance Questionnaire II


El HAQ-II (Luborsky et al., 1996) es un cuestionario de 19 ítems ampliamente usado que
mide la solidez de la alianza cliente-terapeuta. Cada item es puntuado en una escala Likert de 6
puntos (1 = siente fuertemente que no es verdadero; 6 = siento fuertemente que es verdadero.
Los ítems negativos se invierten para obtener la puntuación total).

La Escala de Puntuación de Resultados


La Escala de Puntuación de Resultados (Miller et al., 2003) consiste en cuatro ítems
visual análogos de autorreporte de resultados, diseñada para medir el progreso del cliente en
cada sesión. Cada item requiere que el cliente haga una marca en una línea de 10 centímetros,
donde la marca a la izquierda significa más dificultades en el dominio particular y las marcas a la
derecha indican menos problemas.

El Working Alliance Inventory


El WAI (Horvath y Greenberg, 1989) es un cuestionario de 123 ítems ampliamente
usado para medir la solidez de la alianza terapéutica. Cada item es puntuado en una escala
Likert de 6 puntos (1 = siente fuertemente que no es verdadero; 6 = siento fuertemente que es
verdadero. Los ítems negativos se invierten para obtener la puntuación total).

Procedimiento

Grupo Uno
Los participantes recibieron seis administraciones concurrentes del SRS y el HAQ-II
durante un período de tiempo entre cuatro semanas y tres meses, dependiendo de la frecuencia
con que cada cliente fue visto en terapia (es decir, semanalmente o dos veces al mes). Los
terapeutas de los participantes administraron las mediciones al término de cada sesión y la
entregaron inmediatamente al supervisor clínico de la agencia. La experiencia profesional, los
grados académicos y el entrenamiento de los terapeutas eran diversos. El supervisor calculó la
puntuación e ingresó los datos en el registro. Sólo se incluyeron en la base de datos las
puntuaciones de los clientes que completaron seis administraciones; setenta de los ochenta y un
clientes (86%) que comenzaron este estudio completaron seis mediciones SRS y HAQ-II. Las
razones para la no finalización de las mediciones incluyeron la finalización de la terapia, traslado
o recaída y re-ingreso a un programa de tratamiento de internación para abuso de sustancias.

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Grupo Dos
Los participantes recibieron el ORS y el SRS en todas las sesiones, y las puntuaciones
del SRS pre y post test fueron ingresadas en la base de datos de la agencia. De una muestra
total de 435 adultos, se seleccionaron 100 al azar para el análisis. Las puntuaciones SRS de la
sesión dos fueron pareadas con las puntuaciones finales del ORS registrado en la base de datos
e ingresadas en una tabla. Si un caso seleccionado al azar no tenía la puntuación de la sesión
dos, entonces otro caso era seleccionado al azar.

Grupo Tres
La factibilidad de aplicación fue evaluada retrospectivamente al examinar la utilización
de los datos provenientes de dos lugares clínicos similares, a los que se los obligó a administrar
dos mediciones diferentes de la alianza. En la muestra de 116 casos finalizados en el CFS, se
entrenó a los terapeutas en el uso de la medición (SRS) y recibieron el aliento constante del
supervisor. La muestra de 206 casos terminados en el FTA se extrajo de un estudio piloto que
examinó la incorporación de la retroalimentación del cliente en terapia a través del WAI. Aunque
a los terapeutas del FTA no se los obligó a usar el WAI, eran parte de un equipo de investigación
y se esperaba su cooperación. Los terapeutas fueron estudiantes de post grado de nivel de
maestría y doctorado, con supervisión y apoyo a lo largo del proyecto de investigación. La
utilización fue computada en forma simple al determinar si la medición de la alianza era usada al
menos el 75% de las veces con cada cliente.

Resultados

Confiabilidad del SRS


La confiabilidad test-retest y la consistencia interna fueron evaluados usando un grupo
(N= 70). El coeficiente alfa de Cronbach fue calculado como la estimación de la consistencia
interna. El coeficiente alfa para todas las administraciones (N= 420) fue de 0,88. El coeficiente
alfa para el SRS se comparó en forma favorable con el coeficiente reportado para el HAQ-II
(0,90). Como regla, se esperaría que una medición de sólo cuatro ítems tuviera una
confiabilidad más baja que una medición que contiene 19 ítems. Este elevado grado de
consistencia interna refleja el hecho que los cuatro ítems se correlacionan muy elevadamente
con otra medición, indicando que la medición puede ser mejor entendida como una medición
global de la alianza, tanto como todas las otras mediciones de la alianza que descasan en la
fortaleza general del factor de la alianza.
Se calculó una estimación de la confiabilidad test-retest calculando las correlaciones
producto-momento de Pearson entre las puntuaciones de cada administración (con excepción de
la última) con la puntuación de la administración siguiente. Ya que cada uno de los 70 clientes
tuvo un total de seis administraciones, el pareo de las puntuaciones de cada administración con

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el de la administración siguiente produjo un total de 350 administraciones pareadas del SRS y el
HAQ-II. Se esperaría que una medición ultra breve poseyera una confiabilidad test-retest menor
que una medición más larga. Sin embargo, la confiabilidad total test-retest (r de Pearson) para
el SRS fue de 0,64, mientras que fue de 0,63 para el HAQ-II. [Respecto a]Si la estimación test-
retest es limitada para la primera y la segunda administración, el r de Pearson obtenido para el
SRS fue de 0,70 y de 0,75 para el HAQ-II. Las mediciones de la alianza tienden a cambiar con el
tiempo, de modo que la baja confiabilidad test-retest obtenida a través de administraciones
múltiples no es sorprendente.

Validez del SRS

Validez concurrente. La validez concurrente fue calculada usando correlaciones producto-


momento de Pearson entre la puntuación total del SRS y la puntuación total del HAQ-II. Los
datos de las seis administraciones fueron combinadas para crear una muestra de 420
administraciones pareadas para los 70 sujetos. La correlación entre las dos mediciones es de
0,48, suministrando evidencia de validez concurrente para el SRS. También fueron calculadas
las correlaciones entre cada uno de los ítems individuales del SRS y la puntuación total del HAQ-
II. Todas las correlaciones entre los ítems del SRS y la puntuación total del HAQ-II estuvieron
en un rango de 0,39 a 0,44. Esas correlaciones suministran evidencia que los ítems del SRS
están evaluando el mismo constructo que el HAQ-II, y que el SRS es una alternativa ultra breve
para evaluar las fortalezas globales de la alianza, similar a la que es medida por otras
mediciones de la alianza mas largas y con fines de investigación.

Relación con el resultado. Si el SRS es válido, debiera correlacionar bien con escalas de
resultados similares y que tienen un fin de investigación. La investigación ha establecido una
relación fuerte entre las primeras puntuaciones de la alianza y el resultado del tratamiento. Si el
SRS demostrara una relación con los resultados similar a los establecidos con otras mediciones
de la alianza, esa sería una indicación de validez de constructo. Por consiguiente, se esperaba
que las puntuaciones SRS en la muestra al azar de 100 sujetos en el grupo dos se
correlacionaran positivamente con los resultados en el ORS. Y en realidad eso ocurrió. El análisis
reveló una correlación de 0,29 entre la puntuación SRS de la segunda sesión y la puntuación
final del ORS, indicando que el SRS funciona en la misma forma que otras mediciones de la
alianza.

Factibilidad de aplicación del SRS


La factibilidad de aplicación de un instrumento implica la probabilidad que el instrumento
será usado. Si se esperara que la medición de la alianza fuera usada como una herramienta
clínica que no considerara las exigencias de tiempo de la práctica clínica real, suscitaría
resistencia de parte del equipo clínico y los clientes. Se compararon todos los casos terminados

9
en las dos muestras que usaron mediciones de la alianza diferentes para evaluar la factibilidad
de aplicación del SRS. Las dos muestras tuvieron claras diferencias. El SRS disfrutó de una tasa
de cumplimiento del 96% (111) en 116 casos, mientras que el WAI fue usado en solamente el
29% (59) de los 206 casos finalizados.

Discusión

Virtualmente, todas las mediciones de la alianza fueron diseñadas con propósitos


teóricos y de investigación, no para el uso cotidiano de los profesionales de la salud mental que
trabajan donde las papas queman. Este artículo reportó el desarrollo de una escala ultra breve
para medir la alianza, es decir, que sea usada sesión a sesión –una medición de la alianza de
“trabajo”. El SRS fue diseñado para ser usado por los clínicos para evaluar la alianza terapéutica
durante la terapia, de modo que pueden implementarse cambios en el enfoque o en el estilo del
terapeuta cuando el cliente reporta una experiencia negativa. Aunque no se esperaría que una
medición breve lograra la misma precisión o profundidad de la información que una medición
extensa como el HAQ-II, este estudio encontró que el SRS posee una confiabilidad sólida, una
validez adecuada y una elevada factibilidad de aplicación.
Los resultados demostraron que el SRS posee una estabilidad moderada, según se
refleja en los coeficientes test-retest. La consistencia interna fue muy elevada para el SRS total,
así como para las puntuaciones en las sub-escalas. Las correlaciones internas elevadas entre las
puntuaciones de las sub-escalas sugieren un único factor subyacente, no diferente al único
factor subyacente de “fortaleza de la alianza” asociado con el HAQ-II y otras mediciones de la
alianza.
Aunque no es tan fuerte como se esperaba, la correlación total con el HAQ-II demostró
que el SRS está moderadamente relacionado con este estándar de oro de las escalas de auto-
reporte de la alianza. Dado que 19 ítems fueron reducidos a 4, un indicador de 0,48 de validez
concurrente acoge las expectativas. Además, el SS demostró una relación con los resultados
similar al de otras ediciones de la alianza.
Obviamente, independientemente de la confiabilidad y validez de una medición, si ésta
no es usada, no se advertirán los beneficios de monitorear la alianza. Y los beneficios son
considerables según lo evidencia la montaña de datos que demuestran que tanto como el 25-
45% de la varianza de resultado puede ser atribuido a la alianza. Más específicamente, Miller et
al. (2004) encontraron que los clientes de terapeutas que no completaron el SRS tuvieron el
doble de probabilidad de abandonar el tratamiento, y una probabilidad de tres a cuatro veces
más de obtener un resultado negativo o nulo.
La ganancia en factibilidad de aplicación se compensa en pérdidas en confiabilidad y
validez. Se observaron elevadas tasas de cumplimiento observadas en el SRS en comparación
con el más extenso HAQ-II. Muchos terapeutas ven a las mediciones como un impedimento para
forma alianza con los clientes. En esos contextos, las mediciones para el monitoreo de la alianza

10
tienen que ser fáciles de aplicar para fomentar la integración entre el cliente y el terapeuta. La
alianza se convierte en un verdadero esfuerzo conjunto, integral para un resultado positivo, en
lugar de simplemente más papeleo.
Las limitaciones de este estudio incluyen las limitaciones inherentes a las mediciones de
auto-reporte (Boulet y Boss, 1991), así como también a las muestras pequeñas usadas en el
análisis. Se están efectuando investigaciones con muestras clínicas más grandes y más diversas,
y debieran identificarse las fortalezas y debilidades del SRS, así como también su capacidad para
predecir los resultados [del tratamiento].

Referencias

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13
ESCALA DE PUNTUACION DE LA SESION (SRS)

Nombre consultante: ……………………………………………………………………………………………………………………..


Nº sesión: ………………………………………………………
Fecha: ………………………………………………………………

Por favor, evalúe la sesión de hoy colocando una marca en la línea, en el lugar que está más
cercano a la descripción que más se adecua a su experiencia

No me sentí Me sentí
escuchado, ni Relación: escuchado,
comprendido comprendido y
ni respetado respetado

No Trabajamos y
trabajamos ni Metas y Temática: hablamos acerca
hablamos de lo que yo
acerca de lo quería trabajar o
que yo quería hablar
trabajar o
hablar

El método del El método del


terapeuta no Enfoque o método terapeuta se
se adapta a adapta a mi
mi

Hubo algo que En general: En general, la


se ignoró en sesión de hoy
esta sesión estuvo bien para
mi

Nota: La línea en la cual se solicita al cliente que marque su puntuación mide 10 centímetros. Se le indica
que marque una línea transversal en la horizontal para indicar su preferencia; posteriormente, el terapeuta
usando una regla calcula el número.

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