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Programa

FAMILIAS FUERTES: AMOR Y


LÍMITES

EL ROL DEL FACILITADOR EN EL PROGRAMA FAMILIAS FUERTES

Teniendo en cuenta las características y metodología del Programa Familias Fuertes:


Amor y Límites y de sus objetivos tanto para padres/madres, hijos/hijas adolescentes y
familias, debemos conocer algunas condiciones esenciales que se esperan del
facilitador.

El facilitador debe ser quien genere un espacio adecuado para que cada uno de los
participantes tenga la confianza necesaria para dialogar desde su propia experiencia
sobre los diferentes temas que se presentan a lo largo de las 7 semanas, animando a la
participación de cada uno de los miembros del grupo que dirija.

Es el facilitador quien ayuda al grupo mediante casos, situaciones de la vida diaria,


contenidos difundidos de manera directa o a través de los videos, a realizar un análisis
de la realidad, lo que llevará a los participantes a reconocer sus dificultades, posibles
problemas, así como sus causas y posibles soluciones.

Poco a poco los participantes a través de procesos de reflexión irán tomando


conciencia del estado actual de sus familias y las relaciones entre sus miembros y de
cómo esto afecta su presente y también su vida futura.

El facilitador debe buscar que cada uno de los miembros del grupo sea tratado de
manera igualitaria, promoviendo siempre una relación horizontal entre ellos y del
facilitador hacia los participantes.

El facilitador debe promover el aprendizaje colectivo a través de un diálogo abierto y


sincero, así como de la práctica de la escucha activa. Entre los objetivos más
importantes de la conducción del taller en el rol de facilitador está el generar
aceptación, un clima de calidez, confianza entre sus miembros, enseñando con el
ejemplo que en el taller no se emiten juicios de valor, que no hay opiniones buenas ni
malas y que todos estamos ahí para aprender y reaprender, procesos que el facilitador
debe ayudar a construir.

Durante los espacios de diálogo las personas hablarán de su vida misma, de sus
aciertos y errores, de sus experiencias pasadas, movilizando emociones y sentimientos
de manera permanente, lo que obliga a generar un espacio cálido y acogedor. Por todo
lo planteado anteriormente un facilitador de familias fuertes debe ser: empático, líder,
con capacidad de escucha, tolerante y respetuoso.

No es suficiente dominar los contenidos y la metodología del programa para ser un


facilitador de familias fuertes, debemos desarrollar las habilidades antes mencionadas
y estar actualizados de manera permanente en temas de familia y adolescencia, pero
sobre todo estar íntimamente comprometidos con las familias y el cambio que
buscamos para nuestra sociedad, Familias Fuertes es una herramienta.

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